Marco Teórico
Marco Teórico
Marco Teórico
Cómo es sabido, la red eléctrica que empleamos es en realidad una fuente de tensión
alterna. Por ejemplo, en España esta tensión alterna tiene valores nominales de 230V
entre fase y neutro y 50 Hz. Esto significa que la tensión en nuestro enchufe alterna su
sentido (pasa de positivo a negativo, y otra vez a positivo) 50 veces cada segundo, y
que realiza un trabajo equivalente al que realizaría una fuente te tensión continua de
230V.
En este grafico se muestra la tensión respecto del tiempo, medido en grados eléctricos
(360º grados eléctricos serán 1/50Hz = 0.02s).
Cuando conectamos a tensión alterna una carga eléctrica, comienza a pasar por ella
una cierta cantidad de intensidad eléctrica. Lógicamente, esta intensidad es también
una función alterna. Esto significa que la electricidad cambia el sentido en el que
atraviesa la carga, de positivo a negativo y otra vez positivo, 50 veces por segundo.
La intensidad eléctrica que fluye está determinada únicamente por las características
de la carga conectada. La cantidad de electricidad, la amplitud de la onda de intensidad
está fijada por la impedancia de la carga. Pero (y aquí viene la parte interesante para la
energía reactiva) la carga también introduce un desfase entre intensidad y tensión.
Esto significa que la onda de intensidad adelantará o retrasará en el tiempo respecto a
la de tensión. Este desfase, que mediremos en grados eléctricos, es el que origina la
energía reactiva.
Pero de lo visto anteriormente ¿Qué es lo que causa que las ondas de tensión y de
corriente se desfasen entre ellas?
Para ello se mencionará los tipos de carga existente:
Las resistencias son elementos pasivos que no generan desfase en la corriente. Sin
embargo, bobinas y condensadores son elementos reactivos que generan campos,
respectivamente, magnéticos y eléctricos. Estos campos presentan una cierta “inercia”
a ser creados o destruidos, y es esta “inercia” la que introduce desfases en la
corriente. Ambos elementos producen efectos contrarios en la corriente, las bobinas
introducen desfases negativos, y los condensadores positivos.
Sin embargo, las cargas reales nunca son “puras” si no que presentan un
comportamiento intermedio entre cargas pasivas y reactivas. Para caracterizar las
cargas reales empleamos el ángulo de desfase que introducen entre tensión y
corriente. Una resistencia pura es una carga de 0º, una bobina 90º, y un condensador
-90º. Los comportamientos mixtos presentan valores de desfase intermedios entre
estos límites.
En la siguiente gráfica se visualiza como se desfasa la tensión con respecto de la
corriente modificando el comportamiento de la carga.
Para un elemento resistivo
Desfase nulo(teórico)
−π
Desfase -90° o rad
2
¿Por qué es importante este desfase y como puede ser la causa de la energía reactiva? Para
ver el efecto que produce en la carga vamos a calcular la potencia consumida por una carga,
que obtenemos simplemente multiplicando la tensión y la intensidad en cada instante de
tiempo. El resultado, S(t), que llamaremos potencia aparente, se muestra en la siguiente
gráfica:
Se observa que la potencia aparente es una onda del doble de la frecuencia de la tensión. Es
decir, si conectamos una lámpara (un elemento resistivo, ángulo 0º) esta se enciende y apaga
100 veces por segundo. Esto comportamiento fluctuante en la potencia se cumple siempre,
para cualquier tipo de carga conectada. El valor de potencia efectivo a lo largo del tiempo es el
promedio de esta potencia, que se muestra con la línea Smed.
Ahora variar el ángulo de la carga y observar como la onda de potencia S(t) pasa a tener
instantes en los que toma valores negativos. Efectivamente, la carga absorbe potencia durante
una parte del tiempo y devuelve a la red en otra. Por su parte, la potencia promedio Smed
disminuye. En los valores extremos de 90º o -90º, correspondientes con cargas inductivas o
capacitivas puras, el valor Smed cero. En estos casos puros, la carga absorbe energía durante
medio periodo y devuelve exactamente la misma energía durante el siguiente semi período.
La potencia real P(t) es la parte de la potencia que pulsa en fase con la tensión. Esta
potencia, originada por los elementos resistivos de la carga, es la que realiza realmente
trabajo útil.
La cantidad de cada componente está marcada por el desfase entre tensión e intensidad. En
concreto, la relación entre la potencia activa y la potencia aparente es el coseno del ángulo
formado por tensión e intensidad. A esta relación se le llama de forma habitual factor de
potencia de la instalación.
La siguiente gráfica muestra el reparto de potencia entre los dos componentes en función del
ángulo:
Para elementos puramente resistivos:
La potencia reactiva es la componente de la potencia que pulsa a 90º con la tensión. El trabajo
neto que realiza a lo largo del tiempo es nulo. La energía absorbida en un semiperiodo se
almacena dentro de la carga en forma de campo magnético o eléctrico, y se cede íntegramente
en el siguiente semiperiodo. En oposición, la potencia activa es la componente que pulsa a 0º
con la tensión, y es la que realiza trabajo efectivo a lo largo del tiempo.
Para alcanzar la máxima eficiencia, la resistencia de la fuente (sea una batería o un dínamo)
debería hacerse lo más pequeña posible.
La eficiencia cuando hay adaptación es de solo 50%. Para tener eficiencia máxima, la
resistencia de la carga debe ser infinitamente más grande que la resistencia del generador.
Por supuesto en ese caso la potencia transferida tiende a cero. Cuando la resistencia de la
carga es muy pequeña comparada a la resistencia del generador, tanto la eficiencia como la
potencia transferida tienden a cero. En la curva de la derecha hemos representado la
potencia transferida relativa a la máxima posible (cuando hay adaptación) con respecto al
cociente entre la resistencia de carga y la del generador. Se supone que las reactancias están
compensadas completamente. Nótese que el máximo de la curva no es crítico. Cuando las
dos resistencias están desadaptadas de un factor 2, la potencia transferida es aún 89% del
máximo posible.
Cuando la impedancia de la fuente es una resistencia pura (sin parte reactiva), la adaptación
se hace con una resistencia y es válida para todas las frecuencias. En cambio, cuando la
impedancia de la fuente tiene una parte reactiva, la adaptación solo se puede hacer a una
sola frecuencia. Si la parte reactiva es grande (comparada a la parte resistiva), la adaptación
será muy sensible a la frecuencia, lo que puede ser un inconveniente.