La Nona (Adaptación)

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La Nona (adaptación)

Acto primero

La acción transcurre en la cocina de una casona antigua. En la escena se observa una mesa grande, sillas y de fondo un
aparador. A la derecha, la pieza de Chicho con una pequeña cama. A la izquierda se insinúa la pieza de la Nona, personaje
que aparecerá y desaparecerá constantemente.

La obra se inicia un día de semana, aproximadamente a las ocho de la noche. Están en la cocina: María, batiendo algo en
un bowl; Anyula, que ceba mate, y la Nona, sentada en una silla comiendo pochoclo. Chicho, en su pieza, tirado en la cama
leyendo el diario. Anyula le da un mate a María

MARÍA – No quiero más


ANYULA – Le voy a llevar otro a Chicho
Anyula se dirige a la pieza de Chicho
MARÍA – Dígale que es el último
ANYULA – Está componiendo. Un tango muy lindo
MARÍA – Usted es muy buena Anyula
ANYULA - ¿Qué querés? Es mi sobrino preferido (María la mira con cara de pocos amigos) Carmelo es muy bueno y
trabajador, sabés cómo lo quiero. Pero Chicho… ¡Qué sé yo! Es un artista
MARÍA – (Irónica) Sé… Un artista
ANYULA – Como papá
La Nona agita la bolsita de pochoclo vacía
NONA – Má pochoclo
MARÍA – ¡Qué pochoclo! Ahora vamos a comer
NONA – (A Anyula) ¿No tené má pochoclo? (Le agita la bolsa vacía cerca de la cara) Má pochoclo, nena
ANYULA- No quedó más, mamá
NONA – (A María) ¿No tené salamín?
MARÍA - ¡Qué salamín! Espere la cena, le dije
Sin que nadie se de cuenta, la Nona agarra un pan y se lo mete en el bolsillo.
NONA - ¿Un po de formayo?
MARÍA - ¡Nada le dije! Aguántese hasta la cena. Vaya a su pieza, vamos. Cuando esté la cena yo la llamo. (La toma y la
encamina hacia la pieza. En ese momento María descubre el bulto que hace el pan en el bolsillo de la Nona) ¿Qué tiene en
el bolsillo? (Le saca el pan) ¡Pero qué cosa! (Sale de escena llevando a la Nona a la pieza y luego regresa. La Nona sale
protestando)
Del interior de la casa sale Marta, una chica de veinte años
MARTA - ¿Todavía no está la cena?
ANYULA – Falta todavía
MARÍA - ¿Vas a salir?
MARTA – Estoy de turno
MARÍA - ¿Otra vez? Esta semana ya van tres veces ¿No es una vez por semana?
MARTA – Sí… pero esta semana es así
Mientras transcurre la conversación, a espaldas de las protagonistas de la escena, la Nona sale sigilosamente, roba un pan
y vuelve a su habitación
MARÍA - ¿No vas a comer nada entonces?
MARTA – Como algo cerca de la farmacia
MARÍA - ¡Nena…! Te vas a enfermar
MARTA – La farmacia es un trabajo sacrificado. Ya lo sabés
MARÍA – Sí, pero vos vendés perfumes. ¿Por qué te tenés que quedar toda la noche?
MARTA - ¡Ay mamá! Querés que te lo explique todo
De la calle llega el sonido de varios bocinazos
MARTA – Ahí está el farmacéutico. Chau (Besa a María) Chau tía
Al salir tropieza en la puerta con Carmelo, su padre, que viene de trabajar con un paquete debajo del brazo
CARMELO - ¿Te vas?
MARTA – Estoy apurada. Chau papá
Besa a Carmelo y sale apurada. Carmelo la mira salir y se va hacia María
CARMELO – Está de turno otra vez. Pobre nena. Lo que es el farmacéutico ese debe ganar bien. Todos los días viene con un
auto distinto (le da el paquete a María) Tomá. Todo lo que quedó (María abre el paquete y saca unas verduras)
MARÍA – No trajiste perejil
CARMELO – Lo vendí todo
MARÍA - ¡Justo hoy que hice guiso! Y los zapallitos no van a alcanzar
Carmelo saca un cuaderno del aparador
CARMELO - ¡Tenés como dos kilos ahí! Ayer traje cinco
MARÍA - ¿Y?
CARMELO – Si traigo todo lo que me pedís… Para eso cierro el puesto y le digo al mayorista que traiga el pedido a casa
Se hace una pausa
ANYULA – Yo casi ni comí zapallito ayer
CARMELO - ¡Bah Anyula! Si no lo digo por usted
ANYULA – Es que soy una carga
CARMELO – ¡Vamos tía!
MARÍA – Anyula, hágame un favor. Crúcese hasta lo de Vicente y traiga dos kilos de zapallitos y un poco de perejil (Extiende
la mano con el dinero y Anyula sale)
CARMELO - ¡Mirá vos…! ¡En mi casa hay que ir a comprarle al chorro ese!
Carmelo anota las ventas del día en el cuaderno
MARÍA - ¿Cómo anduvo?
CARMELO – Bien… Viste lo que quedó ¡Nosotros podríamos vivir sin problemas!
Carmelo sigue haciendo cuentas mientras María corta la verdura. Carmelo termina de hacer las cuentas y se queda
pensativo, con la cabeza entre las manos
CARMELO - ¡Qué lo parió!
MARÍA - ¿Qué pasa?
CARMELO - ¿Qué va a pasar? Que no llegamos a fin de mes ¡Eso pasa! ¿Vos anotaste todos los gastos?
MARÍA – Falta lo de hoy
CARMELO – Y bue (Le muestra) Y todavía falta lo de hoy (Cierra el cuaderno con fastidio y lo guarda en el aparador) No sé…
No pagamos alquiler… no nos damos lujos… Yo, ni ropa me compro
MARÍA – Yo tampoco
CARMELO – Esto no puede seguir así. Mejor que me olvide de poner el mercadito, es más, si esto sigue así voy a tener que
vender el puesto de la feria
Se hace una pausa
MARÍA – Si tu hermano trabajara…
CARMELO - ¿Otra vez con eso? Chicho es un artista
MARÍA - ¡Un artista! Pero come y vive a costa tuya
CARMELO – Uno de estos días la pega y nos salvamos (María lo mira significativamente) Con eso puede ganar mucha guita
MARÍA - ¿Componiendo tangos? ¿Me querés decir quién gana plata hoy componiendo tangos?
CARMELO – Según él, los puede vender a Japón
MARÍA – Pero por favor, hace veinte años que está componiendo y nunca terminó nada
CARMELO – Sé… la verdad que… Pero a Chicho lo podemos aguantar. En lo que más gasta es en yerba. Anyula pobrecita…
La Martita colabora
En ese momento sale la Nona de la pieza y cruza una mirada con Carmelo
CARMELO – No… el problema en esta casa es otro
NONA – (Imperativa) ¡E cuándo si manya!
MARÍA – Le dije que le iba a avisar
NONA – (Se sienta a la mesa) La picadita
María le alcanza un plato con fiambres, aceitunas, queso, etc. La Nona comienza a comer vorazmente. Simultáneamente
ingresa Anyula con los zapallitos y el perejil y se los entrega a María
MARÍA – Gracias Anyula. Dígale a Chicho que venga a comer
Anyula se dirige a la pieza de Chicho y minutos después regresa sola. Al volver ayuda a María que, mientras tanto, va
poniendo la mesa. Ambas mujeres van y vienen sirviendo la comida. Carmelo colabora. María coloca un plato de sopa
frente a la Nona que no ha dejado de masticar en ningún momento
NONA – U pane
MARÍA – (a Carmelo) Sacá pan del aparador (Carmelo saca una panera y la coloca sobre la mesa. La Nona echa en el plato
de sopa las sobras de la picada) Vos sentate Carmelo. Anyula, sírvale la sopa a Carmelo
En el momento en que Carmelo se sienta, la Nona – sin dejar de comer – golpea con el tenedor el borde del vaso,
reclamando vino. Carmelo se levanta y saca una botella del aparador
CARMELO – El destapador María (María saca un destapador del cajón de la mesada y se lo pasa a Carmelo, mientras la
Nona sigue golpeando) ¡Ya va Nona! No sea impaciente
Carmelo comienza a destapar la botella, mientras la Nona sigue golpeando. Anyula coloca un plato de sopa en la mesa,
frente al lugar que ocupa Carmelo
NONA - ¿No hay escabeche?
María busca un frasco de escabeche y se lo pasa a la Nona que lo vacía en el plato. Carmelo termina de destapar la botella
y María sirve los platos de sopa para Anyula y para ella. Carmelo sirve el vino y, finalmente, todos se sientan a la mesa y se
disponen a tomar la sopa
NONA – Termené
Anyula se levanta
MARÍA – Déjeme a mí
Anyula y María se dirigen a las hornallas para servir el guiso a la Nona
MARÍA – Tráigame un plato hondo Anyula
Las dos mujeres van y vienen continuamente trayendo cosas
NONA – Formayo
Carmelo se levanta, saca un pedazo de queso y se lo pone delante a la Nona. La Nona vuelve a reclamar vino. Carmelo le
sirve. María coloca frente a la Nona un plato de guiso cubierto hasta los bordes
NONA – Formayo
CARMELO - ¡Y ahí tiene Nona!
NONA – (Enojada) ¡Ma no! ¡Formayo de rayar!
Carmelo toma el otro queso y se dispone a llevarlo nuevamente a su lugar. La Nona el lo saca de la mano
NONA – Ma no, ya que está decálo. ¿Y el perequil?
María toma un ramo de perejil y lo corta con las manos
NONA - ¡El perequil María!
CARMELO - ¡Ya va Nona!
María echa el perejil en el plato de la Nona. Ésta le agrega pan cortado, queso y todo lo que encuentra a mano. Los demás
comienzan a comer después. Aparece Chicho. Al verlo, Anyula se pone de pie y deja su lugar. Chicho se sienta allí
CHICHO - ¿Queda algo?
ANYULA – Hay guiso calentito
CHICHO – Si no hay no importa
ANYULA – Comé el mío. Te llamé pero estabas dormido, no te quise despertar
CHICHO – No dormía tía. Escuchaba mi música
MARÍA – (Irónica) Bua
NONA – Má guiso
MARÍA – No hay más
Chicho le cede una cucharada de guiso a la Nona
CHICHO – Tome Nonita
CARMELO – No le des más que ya comió
CHICHO – Un poquito ¿Cómo le vas a negar un poco de comida a la Nonita? (Le acaricia la cabeza) ¿Se acuerda cuando me
llevaba a pasear a la plaza? (Chicho le agarra la mano a la Nona, ésta ya terminó de comer y mira fijamente el plato de él,
comienza un forcejeo ya que la Nona intenta mojar un pedazo de pan en el plato de Chicho, finalmente lo logra) Un niño
que descubría un mundo agarrado a la pollera de una abuela… el niño aquel se hizo hombre y la abuela es un rostro dulce
que lo mira desde el marco de una pañoleta negra.
NONA – U pane
CARMELO - ¿Què pan Nona? Ya comió Váyase a dormir
NONA – El postre
CARMELO – María, dale dos manzanas y que se vaya a la pieza. ¡Vamos!
María saca dos manzanas de la frutera y se las entrega a la Nona que se las coloca en el bolsillo
CHICHO – Dejala un rato más. Es casi el único momento que tengo para estar con ella
MARÍA - ¡Claro…! Como usted está tan ocupado…
CARMELO – Que se vaya a la cama (A Chicho) Tenemos que hablar. Vamos Nona
La Nona se levanta pesadamente, al pasar roba una banana que hay sobre la mesa y se dirige a su pieza
NONA – A domani

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