Rutas Comerciales España Siglo XVI
Rutas Comerciales España Siglo XVI
Rutas Comerciales España Siglo XVI
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Esta es un mapa de los puertos ubicados en la península Ibérica y el norte de
Africa lo que destaca la importancia que obtuvo para la población, los navegantes
y las coronas el estar informados, conocer el lugar los puertos sobre su territorio,
para desarrollar de manera satisfactorias las actividades comerciales.
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Portulario de Homen
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Uno de los puertos principales para la corona fue la construcción del puerto de
San Sebastián, se ubica sobre el mar Cantábrico al sur de Urgull en España.
Según el historiador Camino “era una obra verdaderamente magnífica, capaz de
70 navíos”. En el grabado realizado por Hoefnagel para Civitats Orbis Terrarum, a
finales del siglo se distinguen esos diques a los pies del monte Urgull.
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. El puerto de San Sebastián en el siglo XVI. Civitates Orbis Terrarum
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El puerto de Santander en el siglo XVI. Civitates Orbis Terrarum.
El Puerto de Santander ubicado en la región de Cantabria, en la imagen se ve
claramente el dique y contra dique en la bahía de Santander, también se observa
la aparición de una grúa en un extremo del dique que evidencia la evolución
técnica en materia de trasporte de mercancías, en este caso el puerto es un factor
fundamental para el crecimiento poblacional y urbanístico, pues este determino el
crecimiento de la ciudad alrededor de su actividad.
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En la región del sur atlántico español destacan puertos como Saltes, Sevilla, San
Lucar, Puerto de Santa María y Algeciras. Siendo el de Sevilla el centro del
comercio con américa, es un puerto interior ubicado a 75 km del océano Atlántico,
sobre el estuario del rio Guadalquivir, en este gravado se evidencia la importancia
económica del puerto, siendo una de las principales detentoras de la riqueza del
nuevo mundo.
También en el litoral mediterráneo los puertos principales señalados en los
portulanos son: Málaga, Salobreña, Almería, Cartagena, Alicante, Denia, Valencia,
Tarragona, Barcelona, Ampurias y Rosas. Estos resultaron determinantes para el
desarrollo de las rutas comerciales y la ubicación peninsular fue favorecedor al
desarrollo europeo, pues estaba abierto a los territorios asiáticos, americanos y la
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El puerto de Sevilla en el siglo XVI. Civitates Orbis Terrarum.
importante comunicación con los puertos de países bajos. Todos estos avances
portuarios fuero propiciados por Felipe II, que ordena la construcción o adecuación
de bastantes de ellos en virtud del poderío de su corona.
Otro de los aportes generados por este impulso económico que se le dio al
trasporte, marítimo en especial, son derivados del interés de Felipe II, como lo son
los grabados de Van den Wyngaerde que encargado por el rey realizo los
grabados de las ciudades más importantes de España, también se da el
surgimiento de manuales de navegación “Los primeros Artes de navegar
españoles, uno de 1545, cuyo autor fue Pedro de Medina, y otro de 1551, de
Cortés, fueron traducidos a todas las lenguas cultas de su tiempo” 5. Y el tratado
portuario de 1590.
En la carrera por apropiación de las indias surge la necesidad de trasformar las
embarcaciones predominantes, como la Galera, que fue la principal durante el
dominio por el Mediterráneo, que era de infantería y se impulsaba en mayor
medida con remeros, a mediados del siglo XVI surge un nuevo diseño de
embarcación
“La idea vulgar es que un galeón debe ser español... Esto no es cierto,
pues si España y Portugal fue su lugar de nacimiento; pronto se encuentra
en aguas del mar del Norte”. El galeón era un velero con tres o cuatro
mástiles, pero con un casco que recordaba la línea de la galera, larga,
estrecha y aplastada, con una proa casi horizontal como la de la galera, sin
el castillo que llevaba la nao. El alcázar de popa solía estar adornado con
tallas de madera y figuras alegóricas; el puente de batería, donde iban las
piezas de artillería, estaba situado bajo el primer puente. Los galeones
pequeños llevaban tres palos, el de mesana con vela latina; los mayores
llevaban cuatro palos. El espolón de galera se había transformado en un
apoyo del palo de bauprés, que sobresalía del casco y que, a veces,
portaba otra pequeña vela, la cebadera. El arma ofensiva y defensiva era la
artillería y no la infantería como la galera; ello redujo el número de personas
a bordo y aumentó la velocidad de marcha. El galeón fue un velero tanto
militar como mercante y en cualquier caso potentemente armado.” 6
El galeón marca el inicio de una nueva era en el trasporte, pues necesitaba menor
tripulación y poseía gran capacidad de carga que lo hacia el perfecto para los
viajes por minerales de Indias, además fue determinante en el descubrimiento de
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Salcedo, Jose Ignacio Uriol. «Puertos y Barcos en España en los siglos XVI y XVII.» Historia
y Cultura de la Ingenieria Civil, nº Nº 3.466 (Mayo 2006): 54.
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Salcedo, Jose Ignacio Uriol. «Puertos y Barcos en España en los siglos XVI y XVII.» Historia
y Cultura de la Ingenieria Civil, nº Nº 3.466 (Mayo 2006): 52.
la ruta a Asia por el Atlántico, fortaleciendo el comercio y afloramiento de las ferias
comerciales entre Asia y el nuevo mundo.
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Ruta de la Hansa, es una liga conformada para el establecimiento de una federación comercial y defensiva
de las ciudades del Báltico.
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La Ruta del Mediterráneo
Esta ruta involucra los puertos bañados por el mar Mediterráneo de europa
meridional hasta el oreinte turco. Los productos que se comerciaban por esta eran
en mayor medida llos metales, la manufactura de occidente, el café, artículos de
lujo, algodón, cera y cuero. El dominio de esta ruta estaba en manos de
venecianos, genoveses y españoles.
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A continuación, se caracterizaran las rutas comerciales que fueron fruto de la
conquista, de la riqueza y expansión europea en búsqueda de nuevos territorios,
metales y especias.
La Ruta de las Especias
Esta ruta represento una preocupación ara los españoles y un trabajo grande por
descubrirla y mantenerla, debido a que el mercado creciente de especias le
significaba a Portugal enormes dividendos, en 1524 Carlos I envió una expedición
a Asia oriental, esta estaba precedida por García Jofre de Loaisa, compuesta por
7 navíos y que partió desde la Coruña; en un viaje desastroso por el océano
pacifico en el que murió más de la mitad de la tripulación( 105/405) llegaron a las
islas Molucas, donde lucharon por el control de las islas, debido a las dificultades
por el retorno de los barcos a territorio de la corono, se ceden los derechos a los
portugueses.
En 1559, Felipe II retoma el plan de dominar esta ruta, designando Miguel Lopez
el viaje a filipnas, donde se establecería la primera colonia española en Asia.
[…] la incorporación de Filipinas al imperio español tenía su origen en el
descubrimiento de las minas de plata a partir de la cuarta década del siglo
xvi y en el negocio que suponía una plata devaluada en América pero
sobrevaluada en Asia, lo que permitía comprar productos asiáticos a un
precio muy bajo y venderlos luego en América y Europa con un inmenso
margen de beneficio. […] ello llevó a Carlos V y después a Felipe II a
romper por la fuerza el tratado de Zaragoza de 1529 y conseguir así una
base estratégica frente al mundo asiático en un momento en que en
América se estaban descubriendo las minas de plata. Fruto de ello fueron
las expediciones de Villalobos en 1542 y la definitiva de Legazpi en 1564.
Serían, pues, las inmensas posibilidades económicas las que explicasen el
deseo castellano de establecerse en las Filipinas, a sabiendas de que éstas
caían dentro del empeño.8
Lo anterior denota como el factor de la plata americana juega un rol fundamental
en la necesidad de aprovechar este recurso, en España debido a la inflación
generada el valor de esta era insignificante a comparación al ser llevada a Asia.
Posteriormente, fue el navegante Andrés Urdaneta quien el 1565 logra partir del
puerto de Cebú logrando llegar a Acapulco, completando así una ruta comercial
que traería grandes dividendos a la corona española, Asia-América-España.
También al arribar a Filipinas se encontraron con un establecimiento de rutas
mercantiles usadas por nativos, chinos y japoneses que aprovecharon. Una de las
complicaciones para el comercio que se encuentra entre los relatos es que al
llegar estos individuos poseían todas las mercancías que podían ofrecerles: seda,
medicina, algodón, azúcar, cera… quedando únicamente la plata como método de
pago.
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Patricio Hidalgo, “La figura de Andrés de Urdaneta en la historiografía indiana, conventual,
documental y moderna”, en S. Truchuelo (ed.), Andrés de Urdaneta: un hombre moderno, Ordizia,
Ayuntamiento de Ordizia, 2009, p. 67.
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La expedición de Magallanes y Elcano
La Ruta a Indias
A esta ruta es a la que España debe todo su poderío durante el siglo de oro, fue
los metales y artículos indianos los que le enriquecieron y convirtieron en la
potencia de Europa y fue la razón por la que el mundo se abrió al mar, a los
continentes, a exploración y conquista, fue el impulso a un mundo occidental ya
decadente.
Esta ruta la “Carrera de Indias” queda oficialmente inaugurada en su sentido
comercial en el segundo viaje de Colon en la que la flota de 17 navíos cargados
de utensilios llegan a las costas de indias a iniciar la conquista, es esta ruta la que
perduro, la que con ligeras modificaciones por seguridad llevo el peso de todo un
proceso de trasformación de la visión del mundo. El termino carrera de indias se
refiere a esa intrincación de variables geográficas, económicas, orgánicas,
jurídicas y estratégicas que conforman el engranaje del que dependió la corona y
la sociedad española, del perfecto funcionamiento de este colgaba el destino de
España.
La cabeza principal de esta ruta estaba en Sevilla, al mando de la casa de
contratación, de ahí se movían los hilos de las colonias en América, además,
llevaba la contabilidad de todos los productos exportados como: ropas,
herramientas, armas, joyas, cereales o vino; o, los que ingresaban fruto de las
empresas que se encargaron de saquear el continente como: metales, café, cacao
y tabaco.
Conforma se fue adelantando las huestes conquistadoras, fueron modificándose
las rutas, inicialmente desde Sevilla hasta la Habana, posteriormente a México,
cerca de las selvas del Darién, Santa Marta, el golfo de Venezuela, Cartagena y la
incorporación del reinado Inca como la cara a la conquista del Pacifico y Asia.
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En conclusión, este trabajo es para vislumbrar en pequeñas medidas como un
hecho, un acontecimiento histórico, cambia el rumbo de la humanidad, de sus
necesidades, esperanzas, mentalidades y posibilidades. Es como este suceso
logra levantar un imperio, jalonar un continente y como trasforma la visión de los
viajes, más allá de una visión de edad media, donde el tiempo y el mundo de un
individuo es su entorno, lo que conoce directamente; El impacto de la noticia de un
nuevo mundo que lleva a un grupo, no de los mejores representantes de la
población, sino de un grupo de desamparados y desesperanzados que probaron
suerte en aguas desconocidas y en terrenos agrestes.
Es además como esto abrió las puertas a una economía española de consumo,
como esa necesidad de productos y materias primas, aunadas a una cantidad
exorbitante de oro movió el sistema económico europeo, las formas de trabajo, las
grandes acumulaciones de capital y la movilidad social que generaba ser un
conquistador, un colono, de no tener nada y llegar a un continente siendo dueño
de todo.
REFERENCIAS
Salcedo, Jose Ignacio Uriol. «Puertos y Barcos en España en los siglos XVI y
XVII.» Historia y Cultura de la Ingenieria Civil, nº Nº 3.466 (Mayo 2006): 49-
54.
Cervera, Jose Antonio. «La Expansión Española en Asia Oriental en el siglo XVI:
Motivaciones y Resultados.» Estudios de Asia y África (Colegio Mayor de
México), 2017.
España, Instituto de Cartografía de. cartoteca digital. s.f.
http://cartotecadigital.icc.cat/cdm/ref/collection/espanya/id/2618 (último
acceso: 29 de 02 de 2020).
Hale, J.R. La Europa del Renacimiento 148'-1520. siglo XXI, 1973.
Homen, Portulario de 1563.
Martinez, Ricardo Cerezo. «Las Rutas Maritimas Españolas del Siglo XVI.» 2003.
Salcedo, Jose Ignacio Uriol. «Puertos y Barcos en España en los siglos XVI y
XVII.» Historia y Cultura de la Ingenieria Civil, nº Nº 3.466 (Mayo 2006): 49-
54.
UNESCO. «Grandes Rutas Comerciales del Mundo.» El Correo de la UNESCO,
1984.