Lecturascriticas 5 Final
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Lecturascriticas 5 Final
P E R I Ó D I C O D E L I B R O S
C R Í T I C A S
Boris Vian:
El odio a lo inútil
P V P $ 3 . 0 0 0 - Pe r i ó d i c o t r i m e s t r a l d e c r í t i c a b i b l i o g r á f i c a . No . 5 . B o g o t á 2 0 0 9 I S S N 2 0 1 1 - 6 1 2 8
Sobre la crítica 23
En la piel de la cárcel
Por Celedonio Orjuela Duarte
La encantadora de Florencia Aquel secreto por contar que con- día hacer tambalearse la propia
Salman Rushdie duce la lectura, hace que el lector dinastía”. En otro aparte, Akbar
Editorial Mondadori se involucre con mayor eficacia, el Grande, hombre lleno de in-
intentando anticiparse al relato, terrogantes acerca de la política,
Bogotá, 2009
tomando las pistas dejadas por las religiones, el tiempo, el arte,
200 páginas
el narrador y configurando su y el lenguaje, no sabe si debería
desenlace. Sin embargo, al anun- hablar desde el “yo” o desde el
Un viajero cruza buena parte ciar desde el inicio de la historia “nosotros”. No es un Empera-
del mundo para llegar a Sikri, la el quid de la narración, Rushdie dor de cera. Conforme a esto y
nueva capital del Indostán. Su propone, como de costumbre, cumpliendo una promesa, erige
cometido es revelar un secreto y otras estéticas propias de la nove- una casa de culto, de pensadores,
el destinatario no es otra persona la, recursos como el expuesto por donde se puede hablar y discutir
que el Emperador Abul-Fath Ja- Orhan Pamuk al hablar de Los sobre cualquier tema, incluido la
laluddin Muhammad, conocido versos satánicos: “…le encantan inexistencia de Dios y la aboli-
como Akbar el Grande. los juegos de palabras, las rimas ción de los reyes, ambas, sus ma-
La Encantadora de Florencia, Mundo aquellos universos posi- internas, las palabras inusuales y yores disertaciones.
novela del escritor británico Sal- bles: la Florencia de Lorenzo de las inventadas”. El secreto empieza a ser conta-
man Rushdie (1947- ) -quien Medici II y su semilla, hasta los Tras esta argucia del lenguaje, do y otros secretos no previstos
recientemente estuvo en Colom- territorios de Persia y del Impe- vista ya en sus novelas anteriores, le dan la cara al sol. En varios
bia invitado al Hay Festival de rio Otomano, perfilando guerre- el relato sigue su esclarecimiento, momentos, queda la sensación
Cartagena de Indias-, recorre en ros como es el caso de Tamerlán entre otras cosas porque “el re- de no saber quiénes son los per-
esta novela de talante histórico, y Gengis Kan, éste último ante- cién llegado de cabello amarillo sonajes del secreto y quiénes los
el mundo de la cartografía anti- pasado de primera línea del Em- tenía un secreto por contar, un de la narración, como cuando se
gua, nombrando desde el Nuevo perador Akbar el Grande. secreto tan asombroso que po- sueña que se está soñando, y se
Escritura de la emancipación
aparente confusión, se soporta en
personajes ‘secundarios’ de carác-
ter sin embargo mágico, caso de
la reina Jodha, mujer inexistente
inventada por el Emperador para
disfrutar de las artes amatorias, Por Juan Manuel Roca
y también para tener un igual
con quien reflexionar y disentir
acerca de los grandes temas que Suecia hicieron una revuela inusual: entre todos los statare, el cuadro de
lo persiguen. Entre muchas rei- La revancha de los siervos aprendieron a leer y a escribir. costumbres involucrado más que a
nas de carne y hueso, prefiere a Varios autores No pocos entraron a las filas anar- una literatura pastoril a una visión
su etérea Jodha. Simón editor quistas, a un anarquismo severa- social: “Al siguiente verano estalló la
Otro personaje singular es Das- Bogotá, 2009 mente organizado, como recordan- huelga entre los jornaleros agrícolas.
hwanth, el pintor que se refugia 84 páginas do que la palabra anarquía no es Era como un nubarrón amenazan-
en una esquina de una pintura sinónimo de anomia. te en pleno furor de siega de heno
Moa Martinson lo hizo desde po- para el otoño”.
de su autoría, sólo para espiar a
siciones feministas. Convivió con A su lirismo preceden los usos des-
la mujer que ama.
Harry Martinson, el impaciente póticos de siervos y territorios, la
El viajero hace honor a su condi- poeta que ha sido el último sue- descripción de un mundo feudal y
ción de nómada portando varios co en obtener el Premio Nobel en tenebroso en que el terrateniente,
nombres, y también para encu- 1974. Se plegó a la lucha en favor el gran señor de fundos y animales,
brir su propio tesoro: su secreto. de los explotados. entre los que contaba a sus esclavos,
Su nombre es Niccolò Vespuc- Entrelazado a la introducción a Ivar gentes tratadas como de un menor
ci, primo de Americo Vespucci, Lo Johansson, hay un episodio lla- rango en la escala biológica. Quizá
aquel que descubrió América y mativo que tiene que ver con el des- fuera mejor el trato que recibían
no la confundió con otro territo- pertar de las conciencias populares las bestias que las personas. Contra
rio. Ha venido desde Florencia, cuando la justicia sueca dio marcha ese pasadizo del oscurantismo y de
ha hecho gala de su manejo de atrás a la pena de muerte para el la expoliación fue contra lo que se
las lenguas y de los cuentos, con- anarquista Antón Nilson. Hubo en levantaron de manera unánime los
dición que le ha abierto muchas el mundo entero repudio a esa sen- statare.
puertas, cerradas para todos, y tencia y entre los que protestaban Para la obra toda estos escritores,
que también le ha salvado la vida. estaba el poeta y cantor Joe Hill, siervos sin servidumbre, libertos
Ha logrado que el Emperador y Dentro de las luchas de un país de ese sueco que anclado en Estados sin libertad pero siempre en pie de
la corte lo escuchen; no ha sido campesinos, leñadores y siervos sin Unidos sería fusilado por sus ideas dignidad, valdría la pena prestar
fácil, ni lo será posteriormente. tierra, de hambruna e ignorancia, libertarias en Salt Lake City. una expresión de Harry Martinson,
El primer paso está dado, eso ha el papel cumplido por escrito- Jan Fridegärd, cito a Rojas, padeció de un ciclo de sus poemas inserto
generado un desencadenamiento res que de un craso analfabetismo lo que los terratenientes llamaban en su libro “Cigarra”, de 1953. Se
de hipótesis, dudas, querellas, fueron asaltando las páginas de los “la peligrosa y abominable enfer- trata, como en ese período poético
envidias. El visitante forja un libros, como lectores e intérpretes medad de la lectura”. Gracias a esa suyo, de una divisa que sin provenir
acercamiento vital con Akbar el de su colectividad, hay tres nom- peste, este hijo de peón se trocó en de un statare podría definirlos: son
Grande, el Emperador empieza bres que destaca este libro: Moa conciencia moral de su país. Bebió los suyos unos “ejercicios de defensa
a interrogarse sobre su linaje, su Martinson, Ivar Lo Johansson y Jan en Chéjov y en Gorki e hizo un civil”.
poder. A partir de lo escuchado Friedegärd. fresco de soldados y peones desde A manera de colofón quisiera re-
se ahondan más las diferencias En esas tres voces el autor instala sus experiencias de condotiero. producir este decálogo de entre casa
con sus detractores, principal- su catalejo para mirar un período He aquí una muestra de su prosa, que define una actitud muy sueca:
mente su hijo, el príncipe Salim, triste de la historia sueca. Traza sus de una escritura que atiende a algo “No creas que eres alguien. No creas
quien está llamado a asesinarlo y perfiles para introducirnos en una que es un común denominador que eres igual de bueno a los demás.
tomar su trono. El viajero, aho- literatura de un mundo No creas que eres más inte-
ra llamado Mogor dell´Amore agrario que podríamos lla- ligente que los demás. No
–enviado del amor–, les habla mar feudal. Se trata de los creas que sabes más que los
de un antepasado, a quien deben llamados “escritores stata- demás. No creas que eres
en parte el poder que detentan. re”, que dieron cuenta con más que los demás. No creas
Las mujeres de palacio saben de valor y hondo humanismo que eres apto para algo. No
la historia, han escondido un de la condición de siervos. te rías de nosotros. No creas
espejo sucio donde se refleja su Los escritores que dieron que los demás se preocupan
propia dinastía. cuenta de ese negro pasa- por ti. No creas que puedes
dizo de la historia sueca lu- enseñarle algo a los demás”.
Otra novela que detenta las ar- El libro es algo más que la
gucias narrativas de aquel Rus- charon para señalar que sin
libertades la idea de patria visión de “la cuna del frío y
hdie -”un indio traducido al el país de la gula”.
inglés”- y por las cuales su prosa no es más que una abstrac-
ción.
es una transformación constante,
De este país de feudata- Juan Manuel Roca es poe-
hecha de ismos y palpitantes me-
rios hambrientos hace 150 ta, y novelista. Premio José
tamorfosis.
años. Diseminados por el Lezama Lima, Premio del
mundo entero, desde Aus- Ministerio de Cultura de
Carlos Enrique Pachón es poeta, tralia hasta Brasil, algunos Colombia por su libro Las
novelista y editor de El Zahir. de los que se quedaron en hipotesis de Nadie.
Moa Martinson por Sussan Faugstadmo
Febrero - Abril de 2009. No. 5. 7
Literaturas
La curva descendente
Por Luisa Fernanda Caicedo
en una moda punk, esta breve his- apenas por un grito a voz en cuello mita fundarse como literatura. Es-
Fondoblanco toria no es más que otro espejo de que poco o nada deja tras su lectu- pacio y tiempo chocan para hacer
Alejandro Arciniegas Alzáte una cultura kamikaze tras la cual ra. Fondoblanco, obra ganadora de de este libro una historia asistida de
Icono editorial subyacen esas licencias del lengua- la primera convocatoria de Estímu- la demencia juvenil, donde, desde
Bogotá, 2008 je por las que cualquier cosa puede lo del Ministerio de Cultura a Edi- luego, hay leyes morales, naturales,
118 páginas estimarse como literatura, amén de toriales Independientes, no es otra hay el bien y el mal, el karma judeo
una sociedad taimada por un rencor cosa que el testimonio de un adicto cristiano de la caida en pecado. Fi-
profundo hacia su realidad, cercana mal hablado, psicótico, que narra nalmente, el sainete literario no es
de alguna forma a esa suerte de “era como personaje y autor, al tiempo otra cosa que un texto autobiográfi-
de la fe”, como lo dijera no tan re- que describe el mismo paisaje su- co por excelencia:
cientemente Doris Lessing en una burbano tantas veces visitado por El bazuco me lo encontré en la cues-
de sus conferencias, esto es, la pro- el lugar común. La vanidad recu- ta abajo de puras vainas. Yo era un
funda necesidad de allanar los terre- rrente de Chaz, personaje que no cocainómano de lo más redomado
nos de la existencia desde supuestos desestima para nada la oportunidad en esa época. Al pie de la universi-
evangelizadores, llámense religión, de disponer de la narración (desde dad había una señora que vendía
drogas, todo desde ese mundillo de una voraz primera persona hasta por gramos.
reincorporados a la sociedad que se llegados algunos cierres capitulares La crónica se queda corta y lo na-
vanaglorian entregando testimo- en los que la tercera persona redefi- rrativo no es sino un telegráma o
nios de vida en ese tan moderno ne o ‘sublima’ el discurso) describe un cuaderno de apuntes ebrios sin
flash back de los púlpitos de barrio, una muerte anunciada, “la huesa”, nada de sintaxis o sentido comun.
así como destilan ahora los consu- mientras hace participe al lector de El relato, puro ‘visaje’. Más adelan-
midores con algo de presupuesto la ebriedad nebulosa de las drogas y te son los asuntos del lenguaje, los
Nada más a tono con un texto juve- para publicarse sus propias memo- el pillaje. Por lo demás, la estructura usos y abusos, la jerga, la foma de
nil y atiborrado de estupefacientes rias de ultratumba. Aquí puede la de este libro se acerca -como otras lo social como deformación paula-
que el título de esta ‘novela’ de Ale- superchería verse reflejada desde ese novelas de su estirpe- a esa reciente tina de los valores y de la literatura,
jandro Arciniegas Álzate (1979), mito del antihéroe en cuanto caída modalidad de dudosa cinemato- maquillada grotescamente cual me-
bien sea por que el autor pretende y redención van de la mano como grafía, haciendo un uso grosero y retriz urbana:
fungir de adolescente (como si su- deliberado del guión y del diálogo
una historia que pretende, más que Ahora ha venido el man que trae la
friese de un síndrome de Peter pan teatral. La literatura ha mutado por
dejar como paradigma el curso de droga. Acude a mi llamada. Le he
a cuenta de quien sabe qué aluci- lo tanto en un fallido proceso in-
un relato que busca en principio dicho que evite por todos sus medios
nógeno) o por tener como bandera terdisciplinar, ya nada es lo que era
“apresurar la curva descendente que hundir el timbre o usar el teléfono;
aquella lacónica e inexacta gene- antes. Ante este hecho, Arciniegas
a todos nos espera”, fijar un discur- cuando se está amurado la escena
ración de autores que vieron en lo apunta desde la impunidad de un
so pedagógico de aquel que ha re- debe urdirse cuidadosa, como una
suburbano y la caída su estratagema texto adherido al relato en forma de
gresado de mil batallas homéricas. sucesión de caricias de esa amante
creativa. A simple vista, Fondoblan- comentarios a pie de página:
co recordaría un poco nombres Prisionero de sí mismo, como diría que adivina nuestros puntos favori-
Kafka, Arciniegas nada tiene que Utilizamos el registro cinematográ- tos y mortales.
como Chaparro Madiero, Andrés
envidiar a aquellos nuevos best- fico, porque es el que mejor conduce
Caicedo –a quien el libro alude Nada se entiende en este párrafo,
con frecuencia-, un poco a Medina sellers que tras sufrir los dolores de este nivel de la historia. Por que no
por lo demás abusivo en el uso de
Reyes, otro mal remedo del insig- la guerra en Colombia, publican estamos suscribiendo un guíon tra- términos foraneos como aquel lun-
ne Bukowski de La senda del per- sus memorias alimentando un ne- dicional; como se ve, en las apunta- fardo amurado. Como el libro de
dedor, así como a otros novísimos fasto mercado editorial hecho de ciones como “cámaras”, “encuadre”, Arciniegas, habría que esperar que
autores como es el caso de uno re- infamias y de marketing. Por otro “plano”, etc., que no se incluyen en el género no sufriera de los males
cientemente publicado por Arango lado, esta cultura del menor esfuer- los guiones, ya que estas convencio- patológicos de esa nueva genera-
editores, Caviativá, la historieta de zo, como protesta o salida práctica nes aparecen en history board repre- ción y por lo tanto no tocara, como
un adicto que vive una sexualidad ante los lineamientos del trabajo sentadas de otra forma. es el caso, fondo.
ambigua y se disfraza de tetra-pack literario ha dado pie a un mundo Más allá de lo subversivo como so-
en los supermercados para sobrevi- del fast-food, aquí vertiginoso, in- porte de este tipo de lecturas, no Luisa Fernanda Caicedo es Co-
vir. Inscribiéndose de alguna forma congruente, sin salidas y delineado hay en Fondoblanco algo que le per- municadora social y Periodista.
la sociedad colombiana a los sín- A partir de la descripción docu- asenso militar y simbólico del fenó-
A las puertas de El Ubérrimo tomas manifiestos, de una cruenta mentada del asenso del proyecto meno paramilitar. Especialmente si
Iván Cepeda y Jorge Rojas «pacificación política» ocurrida en político militar de las AUC, el texto se tiene en cuenta que no es una
Editorial Debate Colombia durante los últimos 25 expone patrones de acción política excepción en su entorno las relacio-
Bogotá, 2008 años. y social de los más significativos ac- nes con las redes sociales de dichas
155 páginas Dichos síntomas son planteados tores del sistema político cordobés estructuras.
a través de las 155 páginas y ocho frente a las AUC, y la forma en que Los investigadores Iván Cepeda
capítulos de A las puertas de El Ubé- su modelo de alianzas y cooptación –Presidente de la Asociación de
rrimo. Un relato documentado y sería replicado en todos los niveles Crímenes de Estado–y Jorge Ro-
académicamente soportado, del de la actividad púbica incluido y jas –expresidente de CODHES–
asenso de una elite social agraria, particularmente en el representati- describen las transformaciones
cuyo poder, ligado a la tierra y a vo a nivel nacional. culturales que sufre la comunidad
la expoliación extensiva de ella, ha En virtud de la magnitud del po- cordobesa y suministran elementos
soportado y promovido una estruc- der creciente, este empezará a ser indicativos, de los recursos narrati-
tura social exclusiva a partir del uso implantado también culturalmente vos desplegados por los actores del
selectivo y sistemático de la violen- al interior de la comunidad ima- sistema político –medios, actores
cia. Los hechos han ocurrido en el ginada nacional. Al interior de las políticos, líderes y militares– para
microcosmos del departamento de dinámicas sociales de formación de describir o justificar su relación con
Córdoba, en los valles de los ríos los estados existen tareas simbólicas el proyecto paramilitar. La exposi-
Sinú y San Jorge desde la década desarrolladas desde el espacio de lo ción en esencia sistemática de di-
del 80 del siglo XX y hasta la pri- narrativo con el propósito de dar chas evidencias, es la oferta del texto
mera del siglo XXI. Con un relato sentido a un pasado que proyecte un para su lector. Una crónica sencilla
L´’homme est un animal symbolique. en espiral que inicia con el momen- futuro común y permita así conso- pero suficiente de los hechos.
Formule qui ne vise pas seulement son to social de mayor esplendor de las lidar el diseño de una identidad na- El texto posee al menos dos niveles
Langage, mais toute sa culture : sites, AUC, el matrimonio de Salvatore cional1. Existe una influencia pro- de lectura: desde una dimensión
Institutions, rapports sociaux, costumes. Mancuso en 2005 en las afueras de funda de la estructura de la nación, técnica como documento mono-
Umberto Eco. Le signe Montería y a pocos kilómetros de en el orden del conocimiento, que gráfico descriptivo de las conductas
la hacienda presidencial de El Ubé- procura elaborar un orden aparen- desplegadas por los agentes de un
Antes del siglo XIX con sus nota- rrimo. El texto visibiliza los agentes sistema político con un conflicto
bles avances técnicos y científicos, temente natural en muchas de las
dinámicos del sistema político co- clasificaciones de la vida social. Este militarmente irresuelto en el tiem-
incluso en el campo de la medicina, lombiano. po. Desde una dimensión política,
la fiebre fue una enfermedad, no un orden implica una cierta disposi-
Por sistema entendemos un con- ción estética y ritual que asegura el como un documento necesario
síntoma. Ello no representa un in- para comprender la dinámica del
conveniente menor en la compren- junto de unidades y componentes de valoración de la vida social que
relacionados entre sí por sus carac- hace posible la existencia de una ló- sistema político colombiano y las
sión de un signo. Tomar por males- dimensiones de una contrarrevo-
tar específico lo que delata apenas terísticas o cualidades comunes. gica colectiva2. El estudio pone en
El patrón de interacción entre las contexto la razonabilidad de la sos- lución conservadora que ha tenido
padecimientos más profundos; una lugar a través de dos fenómenos
información final y no una inicial unidades constituye el hilo que los pecha pública sobre la ignorancia
une en una unidad sistémica. De tal de uno de los actores más relevantes evidentes en muchos aspectos de la
sobre aquello por conocer. vida colombiana: El asenso del pa-
manera que un sistema es un con- del sistema político colombiano, el
Y tal ausencia sistémica en la in- ramilitarismo como fenómeno más
junto de unidades ínter-actuantes. presidente Uribe Vélez, en torno al
terpretación del signo inscrito en allá de su dimensión militar, y del
el síntoma suele traer para el pa- Uribismo como fenómeno más allá
ciente, consecuencias indeseables. de lo político.
Un procedimiento clínico que no
toma en cuenta el significado de los 1APPADURAI, Arjun. Sovereignty
síntomas por lo que son sino por without territoriality: Notes for a post-
lo que deberían ser, resulta contra- national geography. EN The Geography
producente. Obviar el significado Of Identity. Patricia Yaeger ed. Ann
de un signo puede ser un acto libre Arbor: Chicago, University of Michi-
pero difícilmente sensato. El sufri- gan Press, 1996.
miento padecido por los millones 2 GUPTA, Akhil and FERGUSON,
de hombres y mujeres desplazados James. Beyond culture: Space, identity,
o sobrevivientes del conflicto inter- and the politics of difference. EN Cul-
no colombiano, la destrucción del tural Anthropology 7: 623. 1992.
tejido social al interior de las comu-
nidades o la ruptura irremediable Robinson Marín Valderrama es
de las redes sociales de los indivi- abogado especialista con estudios
duos, son costosas consecuencias de magister. Poeta, docente uni-
de la respuesta social equivocada de Marcos Coelho Benjamin. 3o. Salón de Humor de Piracicaba versitario y gestor cultural.
Oficio de jardinero
Por Santiago Mutis Durán
podrían caber en la más ardiente gre que une a una familia... Todo lo a los huracanes, el cambio climático,
La Inteligencia de las flores imaginación, que componen este que le ocurra a la tierra les ocurrirá el calentamiento global. Leyendo el
Maurice Maeterlinck acorde de insondable armonía que a los hijos de la tierra. El hombre no extraordinario estudio de Maurice
Asociación Lengua Franca para nosotros suena con una sola tejió la trama de la vida; él es sólo Maeterlinck –bello, sabio e inocen-
Bogotá, 2007 voz : la vida. un hilo. Lo que hace con la trama te– comprendemos la dimensión
104 páginas se lo hace a sí mismo. de este desmesurado disparate, de
Todas las culturas “primitivas” ya lo
Pero nosotros los hombres, que sur- esta vanidad y prepotencia suicida
sabían, por eso saludaron la araña
gimos de todo esto, que nacimos de la ciencia, que pretende inclinar
o al viento como a un hermano o,
del limo, hemos logrado ignorarlo, la balanza de la existencia a favor de
mejor, como se saluda a un dios,
sobre todo los científicos, y sobre una economía que no nos favorece
a un dios real, nada humano, que
todo sus hijos más aprovechados, y que tampoco favorece a las mi-
gobierna con todas sus fuerzas para
los técnicos, que sostienen y empu- les de especies vegetales y animales
imponer su existencia, entre millo-
jan este desastre “natural” del pro- que hicieron el mundo que ahora
nes de otros dioses –la luz, la balle- reclaman para sí un puñado de
na, el agua, la orquidea, el aire, la greso que no es más que una trocha
de cemento estéril que comunica al magnates. Es un golpe de Estado a
serpiente, el fuego, la palma– que la Razón, a la imaginación, a la in-
se han levantado no como criaturas infierno con el paraíso.
teligencia, y una perversión del co-
solitarias, libres y autónomas –ese Aunque fuimos la última especie nocimiento, un descarrilamiento de
es un sueño nuestro–, sino como invitada a la Creación, ya hemos la cultura. Maeterlinck se hubiera
hermosas y terribles formas que no dado al traste con ella; no sólo la colgado de una viga si hubiese visto
pueden vivir unas sin otras. Si una hemos dado por terminada, sino semejante fracaso, o hubiera puesto
sola pieza viva de este rompecabe- que ahora pretendemos iniciar una su pequeño libro de La inteligencia
zas de siete dimensiones se altera nueva, otra, supuestamente bajo de las flores en las manos de todos
Las orquídeas, esa “llama que alumbra o desaparece, la realidad entera se nuestro control. ¡Y hay que ver y de cada uno de los habitantes
en la noche que separa los reinos. conmueve. cómo van las cosas! del arrogante occidente (made in
M. Maeterlinck Cuando los afiebrados cazadores de En esta nueva edad de la Creación, USA) para que comprendieran que
... Las constelaciones oro y los no menos afiebrados mag- llamada “reconfiguración de la so- las consecuencias de manipular un
vuelan por edntro de las flores. nates del progreso exterminaron las ciedad contemporánea”, la punta mundo cuya riqueza y complejidad
El cielo del abeto, tribus indígenas de norteamérica, de lanza más hiriente es la inven- desconocemos, o que fingimos ig-
Giovanni Quessep imponiendo un progreso que hoy ción de los transgénicos, la mani- norar para ocultar nuestra codicia,
ha puesto en riesgo la vida misma, pulación del ADN de plantas y ani- podría ser, además de una docta es-
Durante milenios se le achacó la medio mundo –y quien quiso ha- males, afectando ecosistemas y cul- tupidez, una hecatombe.
creación del universo a Dios, y de cerlo– se enteró de lo que pensaban turas –además, claro, de economías Maeterlinck no nos propone re-
este mundo también, por supuesto, esos “indios ignorantes” que los regionales y nacionales, a las que se gresar a la humildad del “salvaje”
que con sólo ver sus árboles –bas- Blancos encerraron en pobres reser- ajusta a una nueva dependencia–. panteísmo pielroja, quien fuera
taría un solitario Samán– muchos vaciones y alimentaron con carne El profesor Tomás León afirma que aniquilado por ignorante y por
aceptamos que se trata sin duda podrida. En la carta-testamento de “la liberación de plantas transgéni- habitar unas tierras codiciadas por
de un Prodigio, o de un milagro, si los pieles rojas dirigida al presidente cas constituye una ruptura cultural otros –lo cual, para mí, no estaría
siguiéramos creyendo que la Tierra de los Estados Unidos y publicada sin precedentes en la historia de la nada mal, pues recuperaríamos sus
es una turbulenta oración. Después en sus periódicos, el jefe Seatle decía : humanidad... Todo puede ser gené- viejos “conceptos sobre la necesidad
ticamente modificado”. El dios de de la convivencia sosegada y la op-
el joven Darwin, recorriendo los He visto miles de búfalos pudrién- la Creación ahora se esconde tras ción por el equilibrio”–, pero no,
mares y sus islas, con los ojos muy dose en las praderas muertos a tiros los laboratorios de biotecnología. Maeterlinck nos propone aguzar
abiertos, observó transformaciones por el Hombre Blanco desde un tren “La selección natural dejará defini- la razón, hacerla crecer y hacerla
en el mundo animal que le sugi- en marcha. Soy un salvaje y no en- tivamente la vía libre a la selección sentir, para poder volver a gozar el
rieron un secreto, que poco a poco tiendo cómo una máquina... puede artificial por ADN recombinante asombro que nos rodea y al que sin
fue cobrando las evidencias de una importar más que el búfalo, al que y el mismo concepto de especie se duda pertenecemos.
nueva revelación: el mundo se ha nosotros matamos sólo para sobre- evaporará en el aire”. Lo cual creo
ido haciendo a sí mismo; la Crea- vivir. ¿Qué será del hombre sin los que es no sólo irresponsable, mons- Ante el servilismo o el posible en-
ción continúa, como una especie animales? Si... fueran extermina- truoso, insensato, sino francamente vilecimiento de una parte poderosa
de rompecabezas vivo, impulsado dos, el hombre también moriría de aterrador. Vamos a sustituir la Na- del “saber”, he aprendido a respetar
por una indescifrable e indetenible una gran soledad espiritual; porque turaleza por un menú elaborado al sencillo jardinero, con su ética
voluntad de vida. Árboles y tigres, lo que suceda a los animales tam- por transnacionales. No sólo la humilde o salvaje, simple, y sin fór-
huracanes y colibris, calamares bién le sucederá al hombre. Todas Creación toda quedará en paten- mulas para triunfar sobre la natu-
gigantes y silenciosos baobabs... las cosas están conectadas... Si los tes ajenas expropiadas a la vida, raleza ni para conquistar el futuro:
siguen al pie de la letra una miste- hombres escupen en el suelo se escu- sino que la tecnología –quienes la apenas una forma honesta de con-
riosa partitura escrita por ellos mis- pen a sí mismos... la tierra no perte- financian– tomará en sus manos vivir y de conocer.
mos y para todos, de oscuro origen nece al hombre; el hombre pertenece las riendas y el destino del mundo,
y materializada en miles de millares a la tierra. Esto sabemos. Todas las que hasta hace poco era natural. Las Santiago Mutis Durán es poeta,
de formas, muchas más de las que cosas están conectadas, como la san- mismas manos que han despertado editor y crítico de arte.
El odio a lo inútil
Por Sophia Vázquez Ramón
Maldición de marinero
Por Santiago Espinosa
Aquí el poeta canta y escenifica a dedores”, “exitosos”, “ganadores”, versos la sospecha de que lo que
Las derrotas
la vez. Se confiesa y luego finge, “arribistas”, “realistas”, y que en se muestra sólo es un indicio:
Alberto Rodríguez Tosca
borrándonos las fronteras entre Colombia o en Cuba ya han de- No quiero leer un libro más.
Ediciones Unión lo vivido y lo creado, lo leído y lo jado demasiada sangre, demasia- Tampoco un libro menos. Los
La Habana, 2008 sufrido. Quizás Rodríguez Tos- dos olvidos bajo las fosas. De ahí que he leído bastan. La mayoría
100 páginas ca sea ese “mentiroso que dice que este libro, memoria de unas de los libros son como la mayo-
la verdad” del que hablara Ma- derrotas personales, autobiográ- ría de los hombres: enseguida se
llarme, o el “fingidor” de Pessoa, ficas si se quiere, sea también un agotan. Se dejan encandilar por
mostrándonos al yo como una testimonio del siglo ido, de una las palabras y cuando no tienen
entidad roturada y diversa, y a la generación que “he visto izar las nada que decir, siguen diciendo.
vida en lo que la hace humana: la banderas y quemarlas después”; Si se me permite la expresión, las
ambivalencia, ese juego de con- donde, como también lo dice, palabras de estos poemas son las
trarios y de ambigüedades que “las mejores mentes de mi gene- violentas esquirlas de una explo-
es cada persona. Tiene razón el ración dilapidaron en un grito sión que se detonó en el pasado,
poeta Rafael Alcides en el prólo- todo el silencio que necesitaron llámese historia, derrotas o siglo
go que hace del libro, pues más después para salvar la patria de XX.
que un diario, que un enorme los padres”. Esquirlas que ahora nos encuen-
testamento del exilio, se trata de Poesía vertiginosa que muestra tran gracias a la publicación de
un “cataclismo humano”. el lenguaje en una plasticidad Ediciones Unión de Cuba, y de
Hay en estos poemas algo del rit- y en una abundancia que creo, la que ya se consiguen ejemplares
mo frenético de Lezama Lima, de francamente, no se veía en estas en las librerías bogotanas.
la claridad y la sencillez de Eliseo tierras desde la muerte de Héctor
Diego, atributos que supo traer- Rojas Herazo. ¿Retórica, excesos
Las Derrotas es, de comienzo a nos bajo el sombrero. Hay una verbales? De ninguna manera. Santiago Espinosa es poeta y co-
fin, un ajuste de cuentas con la Bogotá violenta, azarosa, que po- Como en Rojas, existe en estos mentarista de libros.
memoria, un esfuerzo del poeta cas veces se ha visto en los poe-
cubano Alberto Rodríguez Tos- mas, y que el poeta, quizá gracias
ca por entenderse en el mundo a su destierro, puede comprender
como el resultado no de los lo- como esa ciudad de huidas que
gros, sino de las pequeñas derro- también es. Nos dice en alguna
tas que lo precedieron. Derrotas parte “Sí, esta ciudad no es mía,
vividas y propinadas, derrotas
pero tampoco de quienes la here-
por lo hecho y hasta por lo no
daron. Es del alba, es del sueño,
hecho, pues pareciera que aquí,
es de la noche. Por eso hoy todos
como en la filosofía de Wittgens-
nos pusimos las galas de extran-
tein, las posibilidades irrealiza-
jero para salir a caminar”.
das, acaso imaginarias, acechan
Pero también hay el hallazgo de
tanto como las realizadas.
un tiempo dentro del tiempo,
Cada poema un día, el libro,
distinto al de los relojes del ban-
cuatro semanas. Cada poema un
quero y del publicista de espe-
tanteo del poeta en las regiones
ranzas. Rodríguez Tosca, como
del miedo y del dolor, una erran-
cia por los rostros, los puertos, los grandes maestros de la músi- Ingenierías Diplomados
las mujeres y los afanes, pero que ca, nos devuelve la duración de Manejo de flotas
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siempre -maldición del marine- la vida en su horror y en su belle- Diseño de motos
ro- conducen de nuevo al espejo za. Nos recupera una visión del Automotriz Actualización electrónica
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del poeta. Ya lo decía Joyce: “Si tiempo que en la complejidad de
Judas sale esta noche sus pasos le su secuencia, entre los ires y veni- Térmica
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llevarán hacia Judas. Cada vida res, los contrapuntos y los cortes,
rompe la idea de una historia li-
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es muchos días, día tras día. Ca-
minamos a través de nosotros neal, de ese hacer fila, rasgo ca- Diseño de talleres literarios
Literatura escrita por mujeres
mismos, encontrando ladrones, racterístico de esta modernidad Escrituras creativas
fantasmas, gigantes, ancianos, ramplona que borra los rostros
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Bolaño Salvaje
Ed Candaya
Edmundo Paz Soldan (Editor)
Barcelona, 2008
502 páginas
Héctor Suárez Castro - Carlos Andrés Almeyda 311 518 77 38 - 318 3372355 - 472 08 21
16 Febrero - Abril de 2009. No. 5.
Columnista invitado
La biblioteca de Mozart
En una de las habitaciones de reunidos con el título de Idilios, ahora citados. Pero este «sentido de 1770 y que adquirió duran-
la vivienda vienesa que Mozart estaban también en los estantes. práctico» sólo le condujo a to- te su viaje a Italia de ese mismo
ocupó durante su último año de Los ejemplares eran los que el mar de Beaumerchais argumen- año. Junto a los escritos citados
vida, había una mesa, un sofá, propio poeta regaló a los Mozart tos para las óperas; de ahí surgió –el patrimonio de libros ascen-
seis sillas adamascadas y un es- a su paso por Zúrich en 1766. una de sus creaciones universa- día sólo a 23 florines- guardaba
critorio. También contenía un Sabemos que Gessner mantuvo les, Le nozze di Figaro. Por otra Las aventuras de Telémaco, del
pequeño armario para alber- relación con los poetas alemanes parte, la presencia de Molière moralista Fénelon, una novela
gar partituras, dos estanterías y más notables, aunque fue estre- en sus estanterías -regalo de su de gran éxito aunque mal vista
un fortepiano. Es posible que cha la establecida con Christoph futuro suegro Fridolin Weber en por considerarla satírica contra
en dicha estancia guardara sus Martin Wieland, trascendente 1777- es fortuito, aunque bien la corte. En medio de este pano-
libros. Pero cabe preguntarse para devenir literario alemán. De pudo servirle para alimentar su rama, es llamativo que Mozart,
en qué medida era aficionado Wieland había dos ejemplares en soberbia imaginación dramática. cuyo bagaje como lector era muy
a la lectura ¿Cuál fue, en ver- la exigua biblioteca mozartiana, No sabemos qué comedias con- inferior al de Bach y Beethoven,
dad, su relación con los libros? que a buen seguro pertenecieron tenía el libro de Molière, pero poseyera una obra tan relevan-
a Leopold. Cuando Mozart tocó es de notar que en tiempos de te como las Tristes de Ovidio
Leopold, padre del músico, se
en Mannheim en 1777 pudo Mozart corrían por Alemania en una versión latino-alemana.
jactaba de haberle ofrecido una
sólida educación, superior a la tratarlo personalmente, y aun- frecuentes adaptaciones de obras Sí resulta lógico que contara con
que pudieron recibir Haydn y que en una de las cartas se des- burlescas del escritor francés que numerosos libretos –entre ellos
Schubert. Esta orgullosa actitud prende cierta familiaridad con hacían las delicias del público. una edición veneciana de Metas-
tiene su justificación: el marcado su obra, no es prudente afirmar Que guardara en la biblioteca tasio-, poemarios –los Pequeños
cambio social de mediados del hasta qué punto la conoció y si un texto de Moses Mendelssohn poemas líricos de Christian Felix
XVIII estimó la figura del niño sólo fue a través de los comen- –abuelo de Félix Mendelssohn- Weisse, y la Pequeña biblioteca
como un valor de futuro, y pue- tarios de Leopold. Los títulos ha llevado a ciertos estudiosos infantil, edición de canciones
de decirse que Mozart fue uno en cuestión son los Papeles pós- a ponderar al Mozart lector. Se populares reunidas por Johann
de esos niños ideados para el tumos de Diógenes de Sinope trata del Fedón (1767), adap- Abraham Peter Schulz- y, caso
devenir. Leopold, receptivo a la (1770) y el aplaudido Oberón tación del libro platónico de nada curioso entonces, panfletos
Ilustración, se sintió progenitor en su impresión de 1781. Pese a ese mismo título, puesta al día contra el espíritu reaccionario,
y maestro a un mismo tiempo. la influencia que ejercía Wieland y en correspondencia con las uno de ellos contra la castración.
Los documentos y anécdotas sobre la ópera alemana, no pare- ideas del XVIII. El hecho de Su afinidad con la masonería ex-
nos muestran, sin embargo, a un ció impresionar a Mozart, quien que tomara una frase de sus pá- plica también la presencia, por el
Leopold disgustado ante la acti- en una carta lo tilda de soberbio ginas relativa a la muerte, a la carácter ocultista, de La metafí-
tud, digámoslo así, poco aplica- y afectado, hombre de feo ros- que trata de «amiga», y la refi- sica en relación con la alquimia,
da de Mozart, no muy aficiona- tro, «lleno de picaduras de vi- riera en la última carta dirigida en recopilación de Friedrich
do a la lectura. Una crónica de ruela», con voz infantil y mirada a Leopold en 1787, ha llevado Oetinger, del mismo modo que,
la poetisa Caroline Pichler, que impertinente... El que para mu- pensar en un interés del músico siendo como fue un obligado
conoció bien al compositor, re- chos fuera un alma excelsa, para por la filosofía, pero este episo- viajero, es normal el pequeño
fiere que éste carecía de una par- el músico resultó ser alguien «de dio debemos ceñirlo, una vez fondo de libros de viajes. Al lado
ticular sensibilidad intelectual, y estúpida condescendencia». más, a algo anecdótico. Leopold de este cuerpo libresco había al-
que su talante revelaba una for- compró esta obra bastantes años gunos volúmenes del historiador
Sentido de la lectura atrás, y no fue significativa en la Sonnenfels y un título en inglés
mación escasa. Cuenta Pichler
que un día, tras una improvi- Mozart no se detenía en contem- formación intelectual de Mo- de Hannah Moore, Percy. Un
sación al piano, el músico saltó placiones. Su sentido de la lectu- zart. La biblioteca inventaria- estudioso como Robbins Lan-
por encima de la mesa y empezó, ra era eminentemente práctico, da en 1961 por Otto Deutsch don (1990) se ha preguntado si
burlón, a maullar [sic]. ¡Cuánto laboral, por así decir. Al ente- sugiere, como se ha dicho, una la lectura de una novela escrita
exasperaba este comportamien- rarse de la muerte de Voltaire en marcada orientación paterna. por un amigo masón, titula-
to al estirado Leopold! ¿En 1778 espetó que «había estirado da Faustin, o el siglo filosófico
Las mil y una noches ilustrado, alimentó la «última
qué había quedado su legado? la pata como un perro», y cuan-
No es casual que al acercarnos do Leopold le recomendó visitar Sabemos que en 1800 el edi- fantasía» de Mozart respecto de
a los anaqueles de su estudio a Diderot y D´Alembert –cosa tor vienés Johann Anton André Salieri, pues el héroe de la na-
hallemos unos pocos libros –se que incumplió- no demostró compró a la ya viuda Constanze rración huye de Nápoles ante
desconoce la cifra-, que en su más interés que el lograr de éstos Mozart un importante grueso el temor de ser envenenado...
mayor parte eran herencia pa- ciertas credenciales. Y eso que de los manuscritos de su espo- También estaba en la biblioteca
terna, o bien obsequio de algún Mozart guardaba en la bibliote- so. Entre el raudal de legajos y del último domicilio de Mozart.
amigo, caso de las obras teatrales ca varias obras del controvertido carpetas que André ordenó se
de Johann Gottfried Dyk, en seis Beaumarchais –posiblemente El menciona una edición de Las Ramón Andrés es músico, colum-
volúmenes. Unos tomos de pro- barbero de Sevilla y Las bodas mil y una noches, que el maestro nista de diversos diarios europeos,
sa y poesía de Salomon Gessner, de Fígaro-, afín a las ideas de los leía en una impresión boloñesa escritor y poeta.
Ensayo
informaciones, en fin, el artifi- que prescinde de un yo univer- repetidor de otros, salvo sus ensa-
La escuela de la noche cio, el ingenio, lo fingido- tiene sal y lo limita al yo egocéntrico y yos titulados El sentido del libro y
William Ospina como horizonte la conclusión hedonista. Es un tipo de ensayo La escuela de la noche, donde des-
Editorial Norma, formal que caracteriza la “belleza que recrea un narcisismo, lleno pliega por fin un espíritu crítico,
Bogotá, 2008, clásica”. de entusiasmo por el estilo, la polémico, reflexivo, libre, muy
200 páginas Ya Montaigne había expresado lengua, el soliloquio y el autorre- singular, a través de la persuasión,
la necesidad imperiosa de ale- trato, y su correspondiente ética la sugestión y la confrontación.
jarse de la pedantería, actitud de alguien que pretende decir Los dos textos mencionados son
excluyente, grandilocuente y al- grandes cosas, trascendentales, punzantes, intensos, problemá-
tisonante, porque según Jaime pero repitiendo por extensión las ticos, plenos y vivaces, frutos de
Alberto Vélez: “La petulancia, palabras prestigiosas de otros con la lucidez, la fuerza creadora y
la ostentación, y en general todas el fin, a su vez, de ganar prestigio la decisión del riesgo, y no sólo
las formas conocidas de exhibi- o renombre, lugar donde las citas de una elocuencia consagrada o
cionismo intelectual son impro- acumuladas con abrumadora in- del hábito estilístico que confina
pias del ensayo”. sistencia son siempre expresiones al lenguaje a una cárcel de con-
de autoridad y no testimonios venciones. Porque en los demás
La escuela de la noche no escapa
humanos, las ideas por encima ensayos, muy bien escritos, ex-
al afán de la Ilustración, donde la
del hombre, aspiración ya ajena celsos, elocuentes, armoniosos,
lógica y la razón son imperantes,
al sentido original del ensayo. perspicaces, elegantes, los textos
y nociones como la experiencia,
A propósito de citas, para usar el no se liberan del autor para re-
el silencio y la alteridad se des-
procedimiento habitual de Os- velar significaciones no previstas
conocen, ya que por efectos de
pina, alguna vez Michael Ende por él.
la perfección buscada, el autor
llega a postular una superiori- escribió un texto que tituló Arti- ¿Acaso el ensayo no es también
El presente libro se enmarca dad del escritor sobre el acto ficios estilísticos. En él se lee: el arte de la palabra y de la per-
dentro de una inclinación de la comunicativo, quien preestable- suasión?, pero persuasión, que
Con algunos autores tengo siem- valiéndose de la lengua produce
literatura que pretende reempla- ce los significados y las interpre-
pre la impresión, inevitable, de creencia, sugestión y emoción.
zar elementos como la tensión, la taciones mediante su orden fijo
que, cuando escriben, estiran el Aquí el adorno y lo formal de-
pulsión y el drama por la exclu- e impositivo. El yo locutor está
dedo meñique y redondean los berían ayudar a esa fuerza del
siva erudición, esclavizando de por encima del yo receptor y el
labios. A mí la cosa me irrita. convencimiento, la seducción y
nuevo al arte a las ataduras del papel del lector se torna pasivo,
Cuando estoy leyendo y me in- la inspiración al lector, junto al
intelecto, a la estética tecnicista contemplativo, limitado al papel
vade la sensación de que el au- poder de la invención del autor,
clásica de origen renacentista, de admirador incondicional de
tor levanta las cejas y me mira función relegada por el poder
cuya dinámica se encauza hacia quien posee un afán de explayar
a través de sus líneas como si de la expresión de un repertorio
la nostalgia de la mitología gre- conocimientos, datos o dar en-
me preguntase: “¿Has notado tú canónico de argumentos y méto-
corromana, el rechazo por otras tender la aprehensión intelectual
también con qué rara exquisitez dos ya señalados.
expresiones que no sean los clási- de objetos, como si los géneros
he vuelto a expresarme?”, pierdo
cos, es decir, a lo no amoldado a literarios fueran únicamente un Pasión por otros escritores tiene
las ganas de seguir leyendo y cie-
la simetría, al orden, a la claridad- medio de divulgación de inquie- Ospina: Borges, Shakespeare,
rro el libro.
transparencia intelectual, teoréti- tudes intelectuales. El arte pasa Dante, Whitman. El mejor ho-
ca y especulativa de la represen- de ser expresión, ejercicio, huella Dicha pasión por la lengua y el menaje que le podría rendir a los
tación artística. Sus abanderados espiritual o afectiva, a convertir- estilo llevan al autor del libro en autores mencionados, sobre todo
son considerados por la crítica se en un elemental soporte de mención a minimizar el lenguaje a Borges, sería el diferenciarse y
conservadora y snob como gran- un discurso racional, positivista personal, ya que confiere el ma- emanciparse de ellos, de sus in-
des estilistas, “de exquisita y rara y enciclopédico. De esta mane- yor protagonismo en su escritura flujos tan férreos y soberanos y
expresión”, forjadores otra vez así darle a su obra particular una
del intelectualismo, el regreso al concreta realización histórica y
culto de la razón, la imitación, la Es un tipo de ensayo narcisista, lleno de estética.
inflexibilidad de las reglas, el de- Pero es tanto el fervor que se
coro y el deleite como elementos
entusiasmo por el soliloquio y el autorre-
acomoda, glosa, parafrasea, mi-
preponderantes de una antigua trato, que pretende decir grandes cosas tifica y se deja deslumbrar todo
estética. repitiendo las palabras de otros el tiempo sin rebelarse, interro-
La erudición malsana –la pedan- garse o postular una visión críti-
tería de conocimientos inusuales ca, elementos que sacrifica por el
pero superficiales e inútiles, da- ra el autor, inteligente y riguro- a la compilación o reunión de estilo: lo importante es escribir
tos inconexos, pura nemotecnia, so, de La escuela de la noche, fragmentos provenientes de otras bien, de manera encantadora, sin
destreza, artilugio, habilidad de le importa más dar a conocer el voces, las cuales ensombrecen la tensión, y allí Ospina triunfa sin
compilación, ejercicio termi- engranaje y el bagaje intelectual voz propia, sumado ello a su ten- transgredir, transformar, apartar-
nológico, sumatoria estéril de que detenta, la individualidad dencia a ser epigonal, seguidor y se, extrañarse, ni arrojar una luz
acusadora desde su propio punto Ospina cae en lo que él mismo exitosos principios de publicidad ejemplo muy contrario a la labor
de vista, siempre oculto tras la censura en su libro: la tendencia comercial. El “verbalismo” de que rindieron otros intelectuales
lección enciclopédica, el límite a individualizar demasiado y di- William Ospina, el preciosismo muy fecundos en la literatura ar-
gramatical, el placer intelectual vinizar al autor. Tal fascinación y el manejo perfecto del idioma tística, el ensayo y la crítica como
de construir los mismos me- por la erudición y el andamiaje castellano o este modo de “retó- Germán Espinosa, Rafael Gutié-
canismos verbales que el autor verbal se pueden volver en con- rica” se ha agudizado en nuestro rrez Girardot, Pedro Gómez Val-
denuncia en Góngora, sus pala- tra, pues afecta la fuerza creado- medio y época. A propósito de derrama y R.H. Moreno Durán,
cios verbales, “una acumulación ra, la limita en contra de la diver- seguidores de tal propensión en entre otros.
razonada y clasificada de todas sidad o complejidad del mundo, Colombia, recordamos la escri-
las cosas, un catálogo y no una y a favor de un modo de escritu- tura de Philip Potdevin Segura Gabriel Arturo Castro es escritor
condensación de la sabiduría”. ra regida en su divulgación por y Winston Morales Chavarro, y comentarista bibliográfico.
¿Libertad o tiranía?
Por Omar Ortíz
del Estado por un partido único
Sobre la libertad promovido por Lenin para afian-
John Stuart Mill zar el poder de los soviets que
Alianza Editorial degeneró en la tragedia estalinis-
España, 1999. ta, es un buen ejemplo de ello;
162 páginas ya sea por pretender agrupar las
decisiones de los asociados bajo
El filósofo inglés John Stuart una fe religiosa que los libere de
Mill, publicó en 1859 un peque- sus responsabilidades de elección
ño libro que llamó Sobre la liber- pero que los someta a la más do-
tad. En él estableció los princi- lorosa animalización, o ya sea por
pios fundamentales de las tesis y la moderna manipulación de los
prácticas de la acción política ci- medios de comunicación que tra-
vilizada, con base en los derechos ta a los hombres como criaturas
del individuo frente al ejercicio irracionales que pueden ser ma-
del poder, promovido este por el nejados, engañados, por medio
Estado o por cualquier organi- de la publicidad, terminan todos
zación religiosa, gremial o parti- sica al que su padre consideraba hubiera disidentes, tendríamos por instaurar sociedades ajenas al
dista que busque sentar normas, no daba una visión distorsionada la obligación de inventarlos para pensamiento racional que niegan
imposiciones o creencias con el del mundo real. El experimento mantenernos en condiciones in- la verdadera naturaleza humana
fin de organizar socialmente las tuvo como consecuencia crear telectuales perfectas. Se cumplen que debe ser libre para escoger y
actividades humanas. una especie de monstruo que a entonces, ciento cincuenta años experimentar sobre sus fracasos y
Como es sabido, Mill fue hijo los doce años tenía la sapiencia de la publicación de dicho opús- sus logros. Es decir, que de lo que
del mejor discípulo de Bentham propia de un hombre mayor de culo, el cual está hoy más vigente trata el libro comentado, como
(James Mill) y como este, consi- cuarenta años excepcionalmente que nunca dada la gran cantidad lo manifiesta expresamente su
deraba al hombre como un ob- erudito. de teorías y actuaciones que pre- autor al inicio del mismo, no es
jeto natural que podía estudiarse Luego de una crisis existencial, gonando el advenimiento de un sobre la vieja discusión del libre
desde los ámbitos de la zoología, que lo llevó incluso a intentar futuro celestial, o un mejor estar albedrío, sino sobre los derechos
la botánica y la fisiología, y con poner fin a su vida, Mill, leyen- en el mundo cimentado en crite- del individuo frente al poder, y
do la poesía de Wordsworth, rios de igualdad y justicia social, de manera especial sobre el dere-
base a ellos formular los princi-
descubrió que era capaz de sen- o una mayor ganancia económica cho inalienable de todo hombre
pios de una nueva ciencia que
tir emociones y a partir de ahí para los agremiados permitiendo a elegir su forma de vida.
venciera la ignorancia humana y
educara bajo la luz de la raciona- empezó su restablecimiento y su la disolución del Estado, preten- Sería interesante que quienes se
lidad a la humanidad sin vicios distanciamiento de los principios den modificar, dirigir y someter dicen liberales repasaran o le-
ni miserias. Firmemente conven- promulgados por el utilitarismo la conducta de los individuos en yeran las páginas de este libro y
cido de estos principios educó a clásico. Se convirtió entonces, aras de una finalidad universal o adoptaran de nuevo como su-
su hijo aislado de los demás ni- en un defensor a ultranza de los que los mismos acepten, sin nin- yos los principios de libertad de
ños, de tal manera que el peque- derechos de los más desprotegi- gún reparo, una verdad colectiva conciencia, de expresión, de de-
ño John Stuart a los cinco años dos, como la mujer, los trabaja- y absoluta. terminación de sus propios fines
sabía griego, a los nueve, álgebra dores, los pueblos coloniales y Es bien sabido que de los inten- y de reunión o asociación que
y latín. De otra parte, le impidió en general de toda clase de he- tos de armonizar en una sola di- Mill considera inviolables, a no
el acceso a la religión, a la meta- rejes, apóstatas y blasfemos, ya rección los quereres y deseos de ser que nos abrume la peor de las
física y a la poesía, por conside- que creía firmemente en que el los hombres, ya sea por la ins- tiranías.
rar con su maestro Bentham que equilibrio social en un régimen tauración de un régimen político
estas disciplinas eran obras de la político sano, tiene su princi- de carácter partenalista que fácil-
idiotez y el error humano. Sólo pal fortaleza en el disenso, a tal mente degenera en una aberrante Omar Ortíz es poeta, director de
pudo entregarse al arte de la mú- punto que argumentó que si no dictadura, el caso de la dirección la revista literaria Luna Nueva.
do las posibilidades del discurso carece de una carga simbólica. cirnos el poeta, se está a prueba
A cada quien su animal poético”, afirma Julio Ortega en Es algo que creo ver como una de peligros.
Antonio Cisneros el prólogo a su Poesía reunida. constante de su poesía: la desmi- Quizá el peligro seamos noso-
La cabra edición-Conarte En todas esas áreas reales, hay tificación de temas y de heráldi- tros mismos, nuestros más se-
México, 2008 amplios dispositivos de la imagi- cas, la caída de muchos íconos, cretos y escondidos enemigos.
121 páginas nación y del lenguaje que se in- el desbande de espejismos en un Porque, además, muchos de los
teresan por los animales, por esos ámbito desacralizado y cotidiano. animales del bestiario de Cis-
seres que temiéndoles, amándo- Otra cosa son sus animales do- neros son lo que, en puridad,
los o amaestrándolos, resultan a mésticos pero además peligrosos, podrían ser llamados seres vi-
veces tan irreales como nosotros como la ballena. No es la suya la vientes y, por consiguiente y en
mismos. misma de blancura de nieve que el más elemental de los silogis-
Como pocos poetas latinoameri- persiguieron al mismo tiempo mos, seres murientes.
canos, talvez como Rubén Darío, Melville y el capitán Ahab, para Pero el poeta también sabe que
Jorge Luis Borges, Jorge Carre- arponearla. Es una ballena quizá “sobre cada muerto los anima-
más riesgosa, la que navega hu- les cantan”. Cantan, luego ha-
ra Andrade, José Juan Tablada,
yendo de nosotros pero alber- blan, como los paquidermos
Leopoldo Lugones, Francisco
gándonos en su vientre. de su poema “Denuncia de los
Madariaga, Cisneros pregunta
elefantes, demasiado bien con-
por esos desconocidos parientes, La ballena de Cisneros es su
siderados en los últimos tiem-
los animales. propia casa, su propia morada
pos”, donde nos cuenta que
De ese aspecto de la poesía de filosofal o su equipaje. Partien- “aprendieron inglés” gracias a
Antonio Cisneros, de su inmer- do de la idea de que Jonás “y los un noble británico que cayó en
sión en una zoología real y a la desalineados” viven en el interior la selva y que, con gran aplica-
(Fragmento) vez imaginada, trata A cada quien de un cetáceo, y que por tanto ción, se hizo a su vez alumno
La poesía de Antonio Cisneros su animal, antología de uno de deben pasar noches de hielo y aventajado en el aprendizaje
tiene muchas vertientes y canales los más notables poetas vivos del de penumbra, su huésped debe de la lengua de los simios. De
que se adentran en la historia de continente, un continente al que inventar un periscopio para avis- todo esto está siempre hecha la
Perú, tanto en el exilio como en sin duda le iba mejor cuando el tar otras ballenas, aquellas que poesía de Antonio Cisneros.
el inxilio del hombre americano, mundo era plano. Es una muestra los poetas escaldos llamaban en Es un poco como el ave negra
en su humor disolvente y perti- temática en la que ronronean sus su afán metafórico cerdos de los que se posa en cúpulas y an-
naz que pone un toque de luci- gatos sibilinos, ronda un puerco- oleajes. tenas del invierno moscovita.
dez a nuestra tragedia colectiva, espín en las colinas de Budapest El poeta se pregunta qué pasaría Sólo queda celebrar a los ani-
en la forma como adopta másca- y de la soledad, hay una suerte de si por descuido, en ese tráfico de males domésticos y a los ani-
ras y contra-máscaras, discursos naturaleza muerta con lenguados objetos y en la manipulación de males cimarrones del poeta pe-
y contra-discursos. y falsos pescadores dinamiteros ellos en el vientre de la ballena, ruano, ya que ninguno de ellos
Cisneros posee la salud del len- y un ave negra, un córvido sin llegara a arrancarle una costilla. Y debe estar dispuesto a celebrar
guaje y la salud del que duda. gracia, pone el contrapunto de concluye que el gran animal, vol- que cada día, y cada noche, les
“Como pocos, ha sabido abrir la su tizne en el blanco invierno de cando su ira dentro de sí, podría ampliemos y nos ampliemos
poesía a distintas áreas de la reali- Moscú. Su manera de hablar de matar a tan molesto inquilino. los territorios del desierto.
dad, pero lo ha hecho reafirman- los animales podría decirse que No por vivir en casa, parece de- Juan Manuel Roca
mio María Mercedes Carranza, entre el Eros y el Thanatos. Luego Siempre son, sin embargo, espa-
dádiva editorial destinada a no- de regresar de la oscuridad, como cios prestados, siempre se es un
veles autores colombianos de la refiere o sugiere, Sánchez-Carba- nowhere man en tanto siempre es
que, sin embargo, mucho puede llo aguarda ante aquellas puertas, cuestión de ‘mudanzas’:
dudarse en cuanto a su veredicto, “los amantes siempre estan de Lo extraño es cruzar la noche,
recoge las habitaciones del tedio, turno, dicen los que esperan”, encontrarse de pronto envuelto
del hielo, de la desesperanza, aca- cada tanto cae, como en Sisifo, en un espacio ajeno a nuestras
so de un descarnado y sarcastico desvirtuando el terreno ganado sabanas.
erotismo metafísico. pero sorteando la incomodidad Esto es, paredes de paso, habita-
Visitar estas habitaciones de paso, de saber todo fatalmente inútil. ciones presindibles y pieles que
ventanas indiscretas de la memo- Esas arquitecturas maltrechas,
ria, es casi como convertirse en sólo quedan en la memoria de las
imposibles, patafísicas, dejan que horas, vagones maltrechos que
un voyerista que va espiando, en cada tanto esa ‘noche boca arriba’,
un largo pasillo, el letargo pres- guardan cada uno el número de
cortazariana devele los pliegues una derrota. Por allí mismo, el
tado de un onanismo silencioso, de una hipocondria que a su vez
o acaso inmerso en la sordidez pasado como ejercicio de esa me-
49 habitaciones es ferrea materia de una realidad moria que convierte la existencia
nocturna de la enfermedad de los
Darío Sánchez-Carballo ‘padecida’. El ritual de la poesía en un padecimiento, revela un
días, ese “irse llenando las alas de
El Zahir editorial plomo hasta caer lentamente”, es aquí una confesión agónica, ayer en el jardín de las infancia
Bogotá, 2009 al decir de Dulce María Loynaz. escrita desde la respiración, que desmerecida, como ocurre en
72 páginas La luenga y tórrida clinica, los fluye sin acentos ni puntuación y Fernando Pessoa al revisitar la
espacios, la locura de esa puesta que convierte a cada quien en ese única habitación memorable,
Inicio de la prometedora colec- en escena que conviene en des- enfermero lacónico e indiferente desde el únigenito lugar en que
ción de poesía emprendida por El dibujar la rútina hasta darle el que visita su intimidad como nada transcurre de forma trágica.
Zahir Editorial, esta ópera prima aspecto más conveniente y real, quien revisa algo ajeno mientras Luego todo es pérdida irreparable,
del escritor bogotano Darío Sán- el de la sala de urgencias de la se le pide ayuda, en la vertiginosa cosa de transeuntes y puertas que
chez-Carballo, finalista del Pre- condición humana, suspendida subsistencia de un hospital. se cierran tras nosotros. L.C.
denominador o problemas que sor Elías Castro. Allí, reflexiona vuelve a preguntarse por su sentido.
Michel Foucault surcan, no es otro que la cons- sobre el control social ejercido El autor, Carlos Barragán, esta-
Perspectivas contemporáneas titución de la subjetividad. Ante sobre una masa poblacional que blece como punto de partida la
alrededor de su obra la ausencia de una sustancia on- padeció el rigor social ejercido aufklärung, acontecimiento que
Universidad Libre tológica del sujeto, queda la po- por el Estado. se enmarca con la respuesta a la
Varios autores sibilidad de su constitución, al pregunta ¿Qué es la ilustración?,
La historia de los sujetos se re-
224 páginas entrar en relación con la trilogía pregunta de la cual el mundo mo-
construye indagando por su es-
que Foucault ha acuñado como pacialidad. derno no ha podido desembara-
saber/poder/verdad. zarse.
El primer ensayo, lleva al lector
Foucault advierte cómo estos sa- a reflexionar acerca del cómo la El tercer ensayo, de José H. Pal-
beres sintetizan su expresión en obra de Foucault, ha potenciado ma, El cuidado de sí: entre el eli-
la idea de Ilustración, lo que nos los estudios de historia y geogra- tismo y la exclusión, trata sobre
induce a pensar que el mayor es- fía. En esta medida, Foucault el sentido de la ética, centrando
fuerzo que debemos hacer como ha logrado renovar y actualizar la discusión en el contexto grie-
sujetos autónomos es pensar por estos contenidos, lo que ha posi- go, frente a una nueva concep-
sí mismos. bilitado un nuevo acercamiento ción elitista que representa la
De manera metafórica, la utili- y apropiación de una temática modernidad en la construcción
zación de la caja de herramientas, poco usual dentro de las indaga- de un nuevo ethos. El cuidado
no es otro que el uso particular ciones filosóficas. Buena parte de de sí, designó durante mucho
dado al método de investigación las problemáticas foucaultianas, tiempo un conjunto de prácti-
que Foucault ha denominado ar- ameritan ser expuestas en térmi- cas, cuyo propósito estaba orien-
queológico, para dar cuenta de nos de espacialidad, del que no tado a establecer el gobierno de
Michel Foucault es uno de los sí mismo.
ciertas realidades, es decir, la for- están exentos escenarios de poder,
pensadores más vigentes en las
ma en que se han gestado ciertos reflejados en ámbitos educativos, Finalmente, “La constitución del
últimas décadas, y tal vez uno
discursos, que la mayoría de las fabriles, panópticos, museos y sujeto político”, texto de Heder-
de los más citados en el ámbito
veces han tenido la pretensión de bibliotecas, donde el poder sobre son Gualteros, hace una presen-
académico. Su pensamiento ha
ser verdaderos. Este mé- la vida y los espacios, regulan tación acerca de dicho sujeto en
permeado disciplinas como la
todo, permite rein- estas tensiones. un contexto contemporáneo, te-
filosofía, la geografía, la historia,
terpretar aquellos niendo como punto de referen-
la ética y la política. La propues- El segundo ensayo, de-
acontecimientos cia la pregunta acerca de cómo
ta contenida en Michel Foucault: nominado “El concepto
que generarían este se constituye no sólo en la
Perspectivas contemporáneas alre- de Aufklärung en el
rupturas y trans- historia, sino en los discursos y
dedor de su obra no pudo ser más último Foucault”,
formaciones prácticas sociales. Este ensayo se
generosa, en cuanto se propuso indaga por la idea
sociales en la circunscribe en lo que Foucault
señalar distintas miradas a su de ilustración, cen-
sociedad colom- denominara hermenéutica del
obra desde cuatro diferentes exá- trando estas inquie- sujeto, que converge en un pro-
biana, asunto del
menes críticos. que se ocupa en tudes en Kant, y lue- ceso de subjetivación ética, así el
En estos ensayos pueden adver- la primera go en Foucault, grueso de este libro de la Univer-
tirse posturas, así como ideas parte del quien, pa- sidad Libre, instrumento necesa-
concluyentes o encontradas. En libro, el sados dos rio para el desenvolvimiento éti-
términos generales, el común profe- siglos, co del hombre en la historia. L.C.
primer logro de la novela, y en viola de Violeta Barreiro? ¿en ese en la ciudad de Neiva, digamos
Creería en ella si supiera bailar esencia el motor que le da vida, lo mismo orden qué ocurriría con el a finales de los 90. Sus personajes
Carlos Alberto Celis Victoria hacen sus protagonistas transfor- Padre Martínez si las confidencias acaban de llegar a la ciudad lue-
Edición de autor mados en una sola conciencia que de Donato no lo hicieran renun- go de realizar estudios en Europa.
Neiva 2006 actúa, se dobla y se desdobla en ciar a su misión sacerdotal? ¿en La coincidencia los ubica de nue-
200 páginas la armazón narrativa; culminando otro sentido qué sería de Salomé vo en otro ámbito urbano. Para
con la caída inevitable de Donato Niño, ese cruce de Circe y ángel, Salomé “Neiva era una colmena
Dugarte al infierno, maquinado que vino a perturbar con sus pó- que se movía de un lugar a otro,
como una trampa por Violeta cimas eróticas la vida de Donato? sin detenerse, sin mermarse”. Las
Barreiro, Salomé Niño, el Padre De esta forma, los personajes no calles, los parques conocidos, sus
Martínez y León Mario. andan vacantes en la novela, suel- centros comerciales, el río, son el
tos a la mera ficción cumpliendo escenario donde se mueven los
El límite de una novela con ca-
un papel funcional aislado, sino personajes, con espíritu cosmo-
rencias consiste en contar una
que el uno es la tensión del otro, polita. Cabe mencionar el mane-
historia sin narrarla. Cualquiera
en ósmosis orgánica, en juego de jo del tiempo en la novela, no el
está en capacidad de contar –de tiempo planteado como medida y
antítesis y síntesis, bien definidos
escribir y publicar- las novelas en su individualidad, con caracte- duración, sino como recurso na-
que se le antojen; pocos alcanzan res propios, pero con hilos sutiles rrativo; no es un tiempo exterior
la capacidad de narrarlas, es decir, que subyacen en su conjunto ar- a la manera de una sumatoria de
hacer de lo que cuentan, literatu- mónico para formar una red en eventos, sino encarnado en los
ra. Creería en ella si supiera bailar los laberintos de una sola concien- personajes mismos.
es, muy al contrario, una novela cia que actúa dentro de la obra. Si De otra parte, la novela establece
‘artística’, pues más allá del jue- para ellos el fracaso es la muralla relaciones con la historia, con el
go mental de sus personajes, los en sus vidas, les queda la sensua- pasado más remoto del hombre,
Creería en ella si supiera bailar, matices de su trasfondo resultan lidad como salvación. Definidos pero siempre desde el conflicto
libro de Carlos Alberto Celis Vic- del mayor interés literario. ¿Qué por una filosofía epicúrea, aun- del personaje central. Esta novela
toria, resulta un encuentro afor- sería, entonces, del destino de que bien apegados a la realidad, de Carlos Alberto Celis Victoria
tunado con el lector que se sabe Violeta Barreiro sin los poderes se echan a probar en el mundo los es el punto de partida de escritor
arrastrado no sólo por el flujo de la música?, ¿qué de Donato placeres y renuncian a la inmedia- que avizora encuentros afortuna-
de una narración afortunada, sin Dugarte con su sensibilidad en- tez, tras la conquista de la libertad dos en su viaje por la literatura.
somníferos, sino por la tensión y fermiza por los colores y los per- que les niega una cotidianidad
el contraste de sus personajes. El fumes si no se agregara a su vida la enfermiza. La novela transcurre Nelson Romero Guzmán
22 Febrero - Abril de 2009. No. 5.
Sobre la Crítica
“A l Coleccionista de Elo-
gios le molesta el silencio
de las calles. Las recorre incan-
aunque sean cosas viejas. Sin
embargo prefiere lo nuevo. “E l buen crítico no estorba,
sino ayuda, y su mis-
ión, entre otras cosas, es de ín-
la emoción suscitada en él por un
hecho de la naturaleza, de la hu-
manidad, de su vivencia person-
Espera nuevos giros, frases que
sablemente para obligarlas a elo- todavía no haya oído nunca, toda dole pedagógica, pues guía a los al, de su fantasía. El crítico parte,
giarle y le pone de mal humor su una lengua del elogio inventada demás lectores. creadoramente, de su impresión
resistencia. Para él los periódicos sólo para él. Los muertos, de vez El crítico es un lector, pero un de la obra literaria. Si todo lector
son demasiados cotidianos. Los en cuando, pueden ser también lector más alerta y más “total”, de refleja, como un espejo, la expe-
hombres, después de cogerlos, objeto de estas alabanzas; se sensibilidad más aguda: las cuali- riencia artística transmitida por
los vuelven a tirar juntamente granjea su bendición. dades de recepción del lector cor- el poema, el crítico, lector privi-
con su fotografía. ¿Tendría bas- riente están como extremadas y legiado, dotado no sólo de mayor
El Coleccionista de Elogios es- receptividad y de mayor sagaci-
tante con que cada día viniera exacerbadas en el lector especial
taría dispuesto a castigar con la dad literaria, sino también de la
algo nuevo sobre él en el perió- que es el crítico. Y éste, además,
pena de muerte toda difamación capacidad de comunicación, es
dico? ¡No! Sin duda necesita los tiene una íntima necesidad de
o, simplemente, toda crítica. No un espejo mucho más fiel y sen-
periódicos - los estuvo leyendo comunicación: debe participar a
es una persona inhumana, no sible, de más pronta respuesta.
hasta que se encontró allí...-, otros la impresión recibida. Rec-
lamenta la abolición de la pena Y, además, un espejo mucho
pero quiere mucho más. rea, en cierta forma, la obra del
capital; sólo en casos especiales, más amplio, mucho más capaz
Quiere arrinconar los sucesos del es decir, cuando se trata de él poeta; es una especie de creador.
mundo. Quiere que se ocupen de de reflejar en toda su compleji-
habría que volverla a instaurar. En el poeta, la creación tiene un
él, no de terremotos y guerras. dad la esencia de la obra. Si todo
carácter absoluto: él no juzga. El lector refleja la experiencia artís-
Encuentra totalmente absurdo El Coleccionista de elogios no
crítico sí juzga, pero en esta tarea tica transmitida por el poema, el
todo lo que la Luna ha dado que deja escapar ningún elogio; hasta
no se apoya fundamentalmente crítico, dotado no sólo de mayor
hacer a los hombres. Le tiene para lo que se ha dicho dos, tres
en bases científicas, sino en una receptividad y de mayor sagaci-
rabia a la Luna porque se habló y cuatro veces tiene sitio. Va en-
intuición personal iluminada por dad literaria, sino también de la
tanto de ella. gordando, engordando, pero le
la inteligencia. capacidad de comunicación, es
gusta. Encuentra siempre mu-
El Coleccionista de Elogios llena un espejo mucho más fiel y sen-
jeres que le amen por estar tan Si el poeta nos comunica una ex-
una casa con su nombre. Guarda sible, de más pronta respuesta.
gordo. Lamen sus elogios y es- periencia, una intuición intensa
el más pequeño trozo de papel en —y sólo las verdaderas obras
peran sacar algo de ello.
el que éste esté escrito y también
literarias son capaces de comu- Alatorre, Antonio. “La crítica
el más grande. Elias Canetti. La provincia del nicárnoslas—, el crítico nos co- literaria”. Revista Mexicana de
De vez en cuando se lee toda la hombre. Editorial Taurus, España, munica su experiencia del po- Literatura,vol. 1, 1955, núm. 2,
casa, una y otra vez lo mismo, 1982. 260 páginas ema. El creador original parte de pp. 156-163.
Cuando los pueblos, en algún pasaje de su historia no lograban entenderse tras la explosión de las lenguas de una abigarrada Babel,
surgió la llamada Lengua Franca (o lingua franca), un habla de emergencia que prescinde un tanto de su lengua materna, para
tender un puente lingüístico y poder entenderse. Tal mutuo acuerdo, como ocurrió con el griego y el latín, sirvió para convenios
recíprocos en política y en economía, fundamentalmente, pero también en otros ámbitos del entendimiento humano.
Es algo así como una suerte de mestizaje de las lenguas, una especie de poderosa bastardía idiomática. Hoy el idioma inglés es una
“lingua franca” que se ha convertido en lengua internacional, sobre todo en el terreno de los negocios.
Para Carlos Fuentes el castellano es la lengua franca de la indianidad americana.Así fue como, para bien y para mal, se entendieron
jesuitas y guaraníes.
Adoptamos esta expresión, Lengua Franca, para nuestro proyecto, en un sentido más lato y no pensando privativamente en esa
lengua que a partir del Renacimiento y en extensión hasta el siglo XIX fue utilizada por marineros que mezclaron en su marmita
fragmentos de lenguas como la italiana, la árabe y la griega, con procedencias tan diversas y atomizadas.
De nuevo, se trata de un cruce de caminos, de un mestizaje de voces.
En un sentido más claro creemos que el carácter multilingüe de las artes es Lengua Franca.
Que ellas se entrecruzan para fundar fecundos mestizajes. Nadie, a estas alturas, puede
crearle compartimentos estancos a las artes: la pintura se nutre del lenguaje de la poesía, la
poesía de la lengua pétrea de la arquitectura, esta última de la música, etcétera.
De otra parte, en algo no menos metafórico a pesar de su evidente expresión, hablar en una
Lengua Franca también significa, en nuestro caso, una franquicia para decir
o para divulgar lo que se oculta.
El carácter franco de esta Lengua Franca quiere ayudar a propiciar
reflexiones y debates en un país que necesita algo más que pensamientos
uniformes. No hablamos portuñol ni espanglés ni , pero ante el fracaso de una
lengua única como el esperanto, asumimos desde las artes y desde otras
formas de pensamiento insumiso una Lengua Franca.