Dragones
Dragones
Dragones
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Para otros usos de este término, véase Dragón (desambiguación).
Hay dos tradiciones principales sobre dragones: los dragones europeos, derivados de
las tradiciones populares europeas y de la mitología de Grecia y Oriente Próximo, y
los dragones orientales, de origen chino, pero conocidos también en Japón, Corea y
otros países asiáticos. Las dos tradiciones surgieron probablemente de forma
independiente, pero en su desarrollo se han influido mutuamente.
El dragón ha sido inspiración de grandes libros que han sido traspasados al cine al
igual que novelas y poemas. Sin duda el dragón es uno de los más grandes y
conocidos seres mitológicos de toda la historia.
Índice
1 Nombre
2 Características
3 Origen
4 Funciones en las distintas culturas
4.1 Oriente
4.1.1 Oriente cercano
4.1.2 Lejano Oriente
4.2 Europa
4.3 Norteamérica
4.4 Sudamérica
5 Apariciones en el imaginario moderno
6 Animales que pudieron inspirar el mito de los dragones
7 Dragones a través de la historia
7.1 Dragones serpientes
7.2 Dragones clásicos
7.3 Otros seres y criaturas semejantes
7.4 Dragones de la literatura, cine y videojuegos
7.4.1 Literatura
7.4.2 Cine y televisión
7.4.3 Manga y anime
7.4.4 Videojuegos
7.4.5 Cómic y novela gráfica
7.4.6 Multimedia
8 Véase también
8.1 Cartografía
8.2 Heráldica
8.3 Mitología
8.4 Zoología
8.5 Botánica
8.6 Arquitectura
9 Notas y referencias
10 Bibliografía
11 Enlaces externos
Nombre
La palabra dragón deriva del griego δράκων (drákōn), "serpiente, dragón", de la
familia del verbo δέρκομαι, "mirar fijamente", que se aplica a la mirada de las
serpientes, las águilas, la Gorgona y los guerreros. Se cree, pues, que en origen
el término hace referencia al poder fascinante e hipnótico de la mirada de la
serpiente.23 Aunque aplicada en un principio a serpientes reales, pronto se utilizó
también para referirse a aquellas dotadas de características imaginarias (enorme
tamaño, capacidad de arrojar fuego por la boca, etc.) que aparecen en cuentos,
leyendas y mitos.
Características
Muchos dragones son criaturas de posible existencia que tienen 4 patas o
simplemente flotan.
La imagen y la figura del dragón varían en las diversas culturas que lo han
representado. La cultura occidental ha imaginado a los dragones como reptiles
gigantes y alados, inspirados en las serpientes y en otros reptiles, como los
cocodrilos, caimanes y gaviales. Añaden a estas criaturas rasgos tomados de otras
clases animales (alas, cuernos) o fantásticos (un aliento de fuego). Los dragones
orientales tienen también por lo general apariencia serpentina, pero mezclada con
características de otros animales, y casi nunca tienen alas.
Origen
La creencia en dragones se sustenta en las diversas tradiciones sobre ellos, estos
aparecen en muchas culturas. Se ha planteado, como explicación de este fenómeno, el
descubrimiento de fósiles de dinosaurios o de pterosaurios que llevaron a esas
culturas a imaginar seres parecidos. A menudo, se ha creído que estos seres seguían
vivos, generalmente en lugares lejanos. Durante la época de Las Cruzadas, era
posible encontrar en los mercados y otros lugares de exposición de Europa "restos
de dragón", que eran en realidad restos de cocodrilos procedentes de Egipto, Arabia
y en países de Asia.
Las actitudes tomadas en las culturas del mundo frente a la figura del dragón y la
lucha que supone se distancian en ocasiones, particularmente si se compara la idea
de dragón que existe en el lejano Oriente con la predominante en Occidente. Los
dragones chinos (o long), los japoneses (o ryū) y los coreanos son vistos
generalmente como seres benévolos, mientras que los europeos son en su mayoría
malévolos.
Sin embargo, los dragones malévolos no están restringidos a Europa: entre otras
culturas, esta interpretación se mantiene también en la mitología persa. El tema es
complejo y ha variado a lo largo de la historia. Como ejemplo, entre los romanos,
típicos representantes del Occidente antiguo, el dragón era considerado un símbolo
de poder y sabiduría.
Oriente
Oriente cercano
En Oriente Próximo, la figura del dragón, simbolizaba el mal y la ruina. En Enuma
Elish, una epopeya escrita alrededor del 2000 a. C., la diosa Tiamat era un dragón
que simbolizaba los océanos y comandaba las hordas del mal, cuya destrucción previa
era necesaria para crear un nuevo universo ordenado.
Lejano Oriente
Véanse también: Dragón chino, Dragón japonés, Dragón coreano y Dragón vietnamita.
Corea, como se dijo antes, también tiene sus dragones, de similar carácter
positivo.[cita requerida]
Europa
La mitología germana incluye al dragón (Nidhug o Níðhöggr) entre las fuerzas del
inframundo. Se alimenta de las raíces de Yggdrasil, el fresno sagrado que extiende
sus raíces a través de todos los mundos. Los antiguos escandinavos (los vikingos),
adornaban las proas de sus barcos esculpiéndolas en forma de dragón. Usaban esta
decoración en la creencia de que así asustarían a los espíritus (Landvaettir) que
vigilaban las costas a las que llegaban. También los dragones aparecen en poemas
germanos: en Beowulf, un poema épico anglosajón, el más antiguo que se conserva. Un
hombre llamado Beowulf, que había librado a su pueblo de un monstruo mitad hombre y
mitad diablo, luego, ya convertido en el rey, lucha contra un dragón, disputa en la
que ambos mueren. En el Cantar de los Nibelungos, un poema épico medieval anónimo,
Sigfrido mata a un dragón, llamado Fafnir, y al ungirse con su sangre se hace
inmune a todo mal.
Para los celtas, el dragón era una divinidad de los bosques, cuya fuerza podía ser
controlada y utilizada por los magos.[cita requerida] Entre los conquistadores
celtas de Britania fue símbolo de soberanía, y durante la ocupación romana de la
isla adornó los estandartes de guerra, convirtiéndose en un símbolo heráldico y
luego militar.
En la mitología griega, existen varios dragones que fueron usados por los dioses, o
eran temidos por ellos mismos. Existen en el mito antiguo el dragón Ladon, de cien
cabezas que custodiaba el jardín de las Hespérides, además de Tifón, Lamia, el
dragón de Delfos o Pitón, Amphisbaena (dragón de dos cabezas que nació de la sangre
de Medusa cuando cayó una gota en el desierto de Libia), basilisco y la famosa
Hidra de Lerna. Entre los romanos el dragón era considerado un símbolo de poder y
sabiduría.[cita requerida]
Los cristianos heredaron la idea hebrea del dragón, que aparece en el Apocalipsis,
del apóstol Juan, y en otras tradiciones posteriores.
En el arte cristiano del Medievo simboliza el pecado y la lucha contra este sirvió
para aumentar la motivación de los reinos cristianos.6 Al aparecer bajo los pies de
los santos y mártires representa el triunfo de la fe y los reinos cristianos sobre
el diablo. La leyenda de san Jorge y el dragón, ilustrada en la figura de la
derecha, muestra claramente este significado. Se presentaban a menudo también como
representaciones de la apostasía, la herejía y la traición, pero también de cólera
y envidia, y presagiaban grandes calamidades. Varias veces significaban la
decadencia y la opresión, aunque sirvieron también como símbolos para la
independencia, el liderazgo y la fuerza.
Norteamérica
La mayoría de los autores llaman serpientes a los dragones mesoamericanos, pero ya
que etimológicamente la palabra dragón significa serpiente entonces tomaremos el
término náhuatl cóatl como dragón en el caso de los seres mitológicos mencionados a
continuación en lugar del significado literal "serpiente" para diferenciarlos de
las serpientes y víboras, las que tienen sus propios significados.
Sudamérica
En torno a Los Andes se creía en el poder que ejercían las "serpientes del abismo
marítimo y de la montaña esplendorosa". Estas eran criaturas de grandes
proporciones que también son considerados dragones. Así por ejemplo, las que se
veneraban en los Andes centrales difieren de aquellas de los extremos del Imperio
Inca (Ejemplo: pueblos nativos de Perú o Bolivia).
Dragón de Komodo.
Se ha especulado que las cobras pueden ser el origen de los mitos sobre los
dragones que escupen fuego.7
Para el caso de Australia, las historias de los dragones pueden tener su origen en
la tierra de los cocodrilos Quinkana, los cuales eran terrestres y abarcaban
medidas desde los 5 hasta los 7 metros de largo. Otro lagarto gigante que habitaba
esa región era el Varanus priscus un reptil carnívoro que vivió en el Sur de
Australia en el Pleistoceno hace 40,000 años y que también llegaba a medir 7 metros
de largo con un peso de 1,940 kilogramos aproximadamente. O bien, las extintas
serpientes arcoíris que posiblemente pertenecían al grupo de las Wonambi
naracoortensis.13 Hoy en día el mismo reptil Varanus komodoensis es conocido en
español como el Dragón de Komodo.