Clusters y Distritos Industriales
Clusters y Distritos Industriales
Clusters y Distritos Industriales
[email protected]
Resumen
desarrollo regional; asumiendo la forma de polo tecnológico o de distrito industrial entre otras.
El diamante de Porter señala que la creciente presión competitiva de la globalización, las nuevas
factores productivos contribuyen a la diferenciación, más que el precio de los factores. En este
Introducción
La progresiva presión competitiva que impone la globalización de los mercados, las nuevas
gradualmente la idea de competitividad, desde una competencia estática basada en los precios
sólo por dotaciones de factores, sino también por aquellos elementos que hacen a su gestión, y a
la naturaleza del medio económico y social en el que actúan. En este contexto, el conocimiento
emerge como un elemento clave de la competencia, beneficiando a las firmas que lo crean y/o
aplican más velozmente que sus competidores (Porter, 1991; Patchell, 1993; Lundvall, 1995).
empresas que se crean en el seno de otra, habitualmente por iniciativa de algún empleado de la
entre éstos y el contexto, los clusters y distritos industriales, aparecen como una de las formas
Tanto los distritos industriales como los clusters industriales presentan características similares
acaparar nuevas inversiones. En las diferentes definiciones de ambos conceptos confluyen estas
características, y otro conjunto de elementos que se repiten, lo que hace válido preguntarse si se
trata de sinónimos, y de no ser así, las diferencias a marcar entre ellos. Este escrito recorre
algunas líneas teóricas que abordan y clusters y distritos buscando responder a ese interrogante.
El elemento geográfico
Las ventajas de la concentración geográfica de las industrias ha sido la base del planteo de
escribe Marshall:
cualquier clase de bienes en dos clases, a saber: primera, aquellas que dependen del desarrollo
general de la industria, y, segunda, las que dependen de los recursos de las empresas a ella
primeras economías externas; y a las segundas, economías internas. ... aquellas economías
favorecen la concentración de empresas del mismo sector que distinguía Marshall son:
Scitovsky (1954) distingue las economías externas pecuniarias o estáticas (que operan a través
del mercado y disminuyen costos) de las tecnológicas o dinámicas, que se difunden entre
El elemento aglutinante
Las políticas a aplicar para aprovechar las ventajas de la concentración espacial o aglomeración
instalación de una gran empresa (generalmente pública) que va a generar empleo y demanda
directamente o por inducción. En este marco las ventajas expansivas del polo, se basaba en
forma más notoria en el efecto multiplicador keynesiano que en las economías externas.
En las décadas de 1980 y 1990, el modelo a seguir fue el distrito industrial definido como “una
del distrito es la «atmósfera industrial». Como escribe Marshall: “cuando en un mismo lugar se
concentra una gran masa de personas que desarrollan actividades parecidas, sucede que por el
simple hecho de estar juntas e interactuar entre sí aprenden la una de la otra. Como se suele
decir… las habilidades requeridas por el trabajo es como si estuvieran en el aire” (Marshall,
La metodología del diamante de Porter identifica cuatro factores de competitividad del cluster:
clusters sectoriales (del vino, de la leche, la fruta fresca). La competitividad de las empresas
El elemento temporal
Los distrititos industriales como los clusters son modelos de organización de la producción que
El Distrito Industrial
En su artículo “Del Sector Industrial al Distrito Industrial” Becattini (1979), menciona que
fronteras definidas y vínculos relativamente estables entre las empresas permiten describir una
determinada área industrial como un distrito industrial marshalliano, como una macro-
organización con intensas relaciones entre industrias y empresas. Dentro del tejido de esta red
consolidan las relaciones económicas con las interpersonales. Esta estrecha relación entre
sino también, y ante todo, por la comunidad de personas que residen en esa localidad.
El primer elemento constitutivo del distrito industrial es, por lo tanto, la comunidad de personas
que viven y trabajan en el distrito, es decir, los trabajadores especializados, los artesanos, los
pequeños empresarios de las compañías de fase, así como los directivos y los empresarios de las
empresas medianas finales y de fase. Esta denominación alude a las especializadas en algunas
etapas del proceso. Las empresas finales son las especializadas en la proyección y venta de
territorial de las empresas de una industria y de las actividades subsidiarias a ésta, como la
también la producción de servicios para las empresas locales. La división del trabajo entre las
empresas (típica de la forma del distrito) ha provocado que la dimensión de las unidades
productivas individuales sea generalmente modesta, pero, siempre por la misma división del
trabajo (vertical, es decir, entre empresas de fases diferentes, y horizontal, es decir, entre las
empresas de una misma fase), el número de empresas existente en el distrito tiende a ser
elevado, de modo que la dimensión total de su aparato productivo sea generalmente grande.
Además, aunque la mayor parte de las empresas pertenecen a la misma industria, en el distrito
existen diferentes poblaciones de empresa: para cada fase y función del proceso productivo
localizado tiende a formarse una población de empresas parecidas que están en competencia
entre ellas. Esto da origen a un sistema fuertemente conexo de mercados locales de las
diferentes actividades especializadas (mercados de fase) que se complementan entre sí. De este
modo, por ejemplo, en un distrito textil existe un mercado local del hilado, un mercado local del
tejido, un mercado local de la tintura, etc.; así como un mercado local de las empresas que
Según De Ottati (2006), se pueden reconocer tres procesos a través de los cuales el distrito
industrial puede cambiar manteniendo en el tiempo su propia identidad: división localizada del
El proceso de división localizada del trabajo es el motor del desarrollo del distrito, mediante el
que las empresas locales se especializan. Es un conjunto que se modifica con las oportunidades
de beneficios que se abren (y se cierran) y con la evolución de las técnicas y de los mercados.
anterior. La división del trabajo entre las empresas facilita una recomposición, al menos parcial,
y siempre distinta de las diferentes actividades especializadas. De este modo, las empresas del
ciertos bienes como los de consumo de las personas y el hogar, típicos de los distritos italianos.
La especialización flexible (conocido como modelo italiano) supone una gran cantidad de
empresas familiares, gestión basada en relaciones de confianza recíproca entre los empresarios,
que se sostienen en el tiempo y facilitan la dualidad cooperación - competencia; una densa red
empresarios desde que participan en actividades conjuntas que dan lugar a nuevas relaciones
externas a cada empresa e internas al distrito (Signorini 1994 y 2000). Estas economías
trazado sobre las economías externas para la pequeña y mediana empresa, una alternativa a la
crisis de la gran empresa integrada de Ford. En Italia se asientan aproximadamente 200 distritos,
que agrupan 240.000 empresas y ocupan 14 millones de empleados. El distrito Bassa Pianura
6.500 empleados, una facturación anual que ronda 500 millones de euros y un 60% de
distrito Casarano de calzado, que emplea 7.000 personas, exporta el 50% de lo que produce y
factura 600 millones de euros anuales. Otro ejemplo es Lumezzane (producción metalmecánica)
El Cluster
Según Schmitz (1997) los clusters son agrupaciones de empresas que operan en un mismo
espontáneas o deliberadas que contribuyen a ganar eficiencia colectiva. Para Schmitz, esta
eficiencia aparece a través de dos vertientes: las economías externas positivas, entendidas como
aquellos ahorros que una empresa puede lograr por la acción de otros actores, y la acción
conjunta referida a medidas que se toman deliberadamente para contribuir a los intereses del
económica. La literatura sobre clusters, realiza su enfoque sobre las economías locales y
Porter (1999) incluye como actores a organismos gubernamentales, universidades, agencias que
contribuyen a mejorar la gestión de los recursos, a eliminan fallas de mercado y a estimular los
Según Porter, los clusters alientan tanto la competencia como la cooperación: sin una activa
competencia el cluster fracasaría pero también es vital una relación de cooperación interfirmas
colaboración se puede dar para mejorar bienes públicos que beneficien al conjunto o mediante
acciones conjuntas en las que el beneficio privado de cada empresa supere los costos en que se
incurra. En los clusters se pueden encontrar proyectos conjuntos como la apertura de canales de
Humphrey y Schmitz (1995) Nadvi (1995) y Porter (1990) resaltan la importancia del perfil de
demanda que enfrentan los clusters de países en desarrollo: externa y de bienes sofisticados. En
conocimiento útil para el aumento de eficiencia de los mismos, es más fácil ante la proximidad
Por otro lado, a nivel empírico, los estudios que han explicado la formación y desarrollo de
algún cluster en particular, han resaltado la importancia del papel que ha jugado la formación de
un pool de capital humano específico a las actividades propias de la región. Por ejemplo, en su
estudio de dos clusters dinámicos en América Latina (lácteos en Argentina y fruta fresca en
Chile), Casaburi (1999) destaca varios factores que influyeron en la competitividad que estos
Existe cierto consenso en definir a un cluster como una concentración sectorial y/o geográfica
relacionadas tanto hacia atrás (proveedores de insumos y equipos) como hacia los lados
especializada y de servicios anexos específicos al sector), con la posibilidad de llevar a cabo una
En este sentido, cluster no debe confundirse con los términos conglomerado o distrito industrial,
región, pero sin necesidad de que existan vínculos entre ellas, el segundo hace referencia a
factores culturales y sociales. “Los distritos industriales son sistemas productivos definidos
gran proporción de esas empresas son pequeñas o muy pequeñas” (Pyke y Sengenberger,1992).
Humphrey y Schmitz (1996) formulan una distinción muy importante entre clusters, y distritos
cluster desarrolla no sólo patrones de especialización interfirma, sino también formas implícitas
Becattini manifiesta las siguientes semejanzas y diferencias entre clusters y distritos al expresar
“El parecido es alimentado por el hecho de que Porter a veces proyecta sus clusters de
empresas sobre las comunidades humanas que hay tras ellos, hallando así el acoplamiento
entre industria y comunidad. La diferencia de esta lectura con respecto a la del distrito está en
la naturaleza de la fuerza principal que determina, en el análisis más detallado, los dos
desplaza el capital y tras él a las personas, en función del rendimiento esperado del capital,
humanas cohesionadas y que consideran que han alcanzado una identidad propia,
reproducirse y extenderse a un buen ritmo, conservando, grosso modo, el «estilo de vida» que
han construido.
similares. En ambos casos, en efecto, se tiene una ampliación sistemática del aparato
el análisis, se observa que los dos fenómenos son sensiblemente diferentes: el primero, siendo
territorial del capital es, por definición, precario (incluso si se mide la precariedad en
hacerse un sitio en la división internacional del trabajo que le permita el desarrollo gradual de
su estilo de vida, es, por definición, estable (incluso si se mide la estabilidad en décadas).
En este caso, nótese, no tiene sentido aislar los comportamientos de las empresas de las
decisiones del gobierno local y del nacional. Es en la acción de estos últimos donde reside, si
es que reside, la consideración explícita de los intereses de cada lugar; pero mientras en el
consenso es, a lo sumo, el que puede tener lugar entre empresas que forman parte de un
El punto que interesa resaltar es el siguiente: los dos mecanismos apuntan en direcciones
diferentes. El primero, que considera el territorio como una tabula rasa sobre la cual se
histórico del mundo (somos todos estadounidenses en potencia). El segundo, por el contrario,
incluso aceptando el desafío del mercado, tiende a la reproducción, con lenta adecuación, de
las diferencias históricas. En última instancia, es necesario gobernar estos dos conjuntos de
fuerzas— la acción del homo economicus en busca del beneficio y la reacción del homo
politicus en busca del bienestar—, tal como su historia los define, de la mejor forma posible”.
CONCLUSIONES
Las políticas industriales que propenden al desarrollo local y regional juegan un papel
importante en la recuperación del concepto de territorio como herramienta para afrontar los
industriales y los clusters. Estos términos aparecen muchas veces utilizados como análogos,
hecho potenciado por relativa novedad del concepto de cluster de empresas, y –en conjunto- han
Surge del desarrollo de ambos conceptos una lógica similitud dada por la agregación de
clúster responde al mecanismo capitalista hegemónico a nivel mundial cuyos actores fundan su
racionalidad en el beneficio individual –se busca la competencia del lugar-, mientras que los
distritos industriales –buscando competir dentro del conjunto de la comunidad- se erigen como
un ámbito en que la cohesión y la cooperación de comunidades permiten su reproducción y
BIBLIOGRAFÍA
Años.
Dei Ottati Gabi (2006) El «Efecto Distrito»: Algunos Aspectos Conceptuales De Sus Ventajas
García Macías Alejandro (2002) “Redes sociales y “clusters” empresariales”. REDES- Revista
Humphrey J y Schmitz H (1995) “Principles for promoting clusters & networks form SMEs”.
Commissioned For The Small And Medium Enterprises Branch. Sussex. Inglaterra.
Pyke Frank y Sengenberger Werner (1992) “Industrial Districts and Local economic
Porter ME (1990) The Competitive Advantage of Nations. New York: The Free Press.