Jean
Jean
Jean
, 15 de abril de 1980),
conocido comúnmente como Jean-Paul Sartre, fue
un filósofo, escritor, novelista, dramaturgo, activista político, biógrafo y crítico literario francés,
exponente del existencialismo y del marxismo humanista. Fue el décimo escritor francés
seleccionado como Premio Nobel de Literatura, en 1964, pero lo rechazó explicando en una
carta2 a la Academia Sueca que él tenía por regla rechazar todo reconocimiento o distinción y
que los lazos entre el hombre y la cultura debían desarrollarse directamente, sin pasar por las
instituciones establecidas del sistema. Fue pareja de la también filósofa Simone de Beauvoir.
El corazón de su filosofía era la preciosa noción de libertad y su sentido concomitante de la
responsabilidad personal. Insistió, en una entrevista pocos años antes de su muerte, en que
nunca había dejado de creer que «El hombre se hace a sí mismo».3
Pensamiento[editar]
Artículo principal: Existencialismo
En una primera etapa desarrolló una filosofía existencialista, a la que corresponden obras
como El ser y la nada (1943) y El existencialismo es un humanismo (1946). Desde que en
1945 fundó la revista Les Temps Modernes, se convirtió en uno de los principales teóricos de
la izquierda. En una segunda etapa, se adscribió al marxismo, cuyo pensamiento expresó
en La crítica de la razón dialéctica (1960), aunque él siempre consideró a esta obra como una
continuación de El ser y la nada.[cita requerida]
Sartre considera que el ser humano está "condenado a ser libre", es decir, arrojado a la acción
y responsable plenamente de su vida, sin excusas. Aunque admite algunos condicionamientos
(culturales, por ejemplo), no admite determinismos. Concibe la existencia humana como
existencia consciente. El ser del hombre se distingue del ser de la cosa mientras
es consciente. La existencia humana es un fenómeno subjetivo, en el sentido de que es
conciencia del mundo y conciencia de sí (de ahí lo subjetivo). Sartre se forma en
la fenomenología de Husserl y en la filosofía de Heidegger, de quien fue discípulo. Se observa
aquí la influencia que ejerce sobre Sartre el racionalismo cartesiano. En este punto se
diferencia de Heidegger, quien deja fuera de juego a la conciencia.[cita requerida]
Si en Heidegger el Dasein es un «ser-ahí», arrojado al mundo como «eyecto», para Sartre el
humano en cuanto «ser-para-sí» es un «pro-yecto», un ser que debe «hacer-se».
El hombre es el único que no solo es tal como él se concibe, sino tal como él se quiere, y como se
concibe después de la existencia, como se quiere después de este impulso hacia la existencia; el
hombre no es otra cosa que lo que él se hace. Éste es el primer principio del existencialismo.
El existencialismo es humanismo
Simone de Beauvoir y Jean Paul Sartre se entrevistaron con Ernesto Che Guevara, en Cuba en 1960.
El periodo inicial de la carrera de Sartre, definida por El ser y la nada (1943), fue seguido por
un segundo periodo de activismo político e intelectual. En particular, su trabajo
de 1948 Manos sucias examinaba el problema de ser un intelectual y participar en la política al
mismo tiempo. Nunca llegó a afiliarse al Partido Comunista Francés (PCF), aunque fue
simpatizante de la izquierda y desempeñó un papel prominente en la lucha contra
el colonialismo francés en Argelia. Se podría decir que fue el simpatizante más notable de la
guerra de liberación de Argelia. Tenía una ayudante doméstica argelina, Arlette Elkaïm, a
quien hizo hija adoptiva en 1965. Se opuso a la guerra de Vietnam y, junto a Bertrand
Russell y otras luminarias, organizó un tribunal con el propósito de exhibir los crímenes de
guerra de los Estados Unidos. El tribunal se llamaba «Tribunal Russell».[cita requerida]
Agudamente crítico del estalinismo, su pensamiento político atravesó varias etapas: desde los
momentos de Socialismo y Libertad, agrupación política de la resistencia francesa a la
ocupación alemana, cuando escribe un programa basado en Saint-Simon, Proudhon y demás,
cuando consideraba que el socialismo de Estado era contradictorio a la libertad del individuo,
hasta su brevísima adhesión al Partido Comunista Francés, y su posterior acercamiento a
los maoístas. Su principal trabajo en el intento de comunión entre el existencialismo y el
marxismo fue Crítica de la razón dialéctica, publicado en 1960.[cita requerida]
El énfasis de Sartre en los valores humanistas de Marx y su resultante énfasis en el joven
Marx lo llevaron al famoso debate con el principal intelectual comunista en Francia de los años
sesenta, Louis Althusser, en el que este trató de redefinir el trabajo de Marx en un periodo pre-
marxista, con generalizaciones esencialistas sobre la humanidad, y un periodo auténticamente
marxista, más maduro y científico (a partir del Grundrisse y El capital). Algunos dicen que este
es el único debate público que Sartre perdió en su vida, pero hasta la fecha sigue siendo un
evento controvertido en algunos círculos filosóficos de Francia.[cita requerida]
Durante la guerra de los Seis Días se opuso a la política de apoyo a los árabes, pregonada
por los partidos comunistas del mundo (excepto Rumanía). Y, junto con Pablo Picasso, había
organizado a 200 intelectuales franceses para oponerse al intento de destrucción del estado
de Israel, haciendo un llamado a fortalecer los sectores antiimperialistas de ambas partes
como única forma de llegar a una paz justa y al socialismo. Sartre era un admirador
del kibutz.6
El existencialismo sartreano
En el pensamiento de Sartre, cabe destacar las siguientes ideas:
Publicaciones[editar]
Durante las décadas de 1940 y 1950, las ideas de Sartre eran muy populares, y el
existencialismo fue la filosofía preferida de la generación beatnik en Europa y los Estados
Unidos. En 1948, la Iglesia católica listó todos los libros de Sartre en el Index Librorum
Prohibitorum. La mayoría de sus obras de teatro están llenas de símbolos que sirven de
instrumento para difundir su filosofía. La más famosa, Huis Clos (A puerta cerrada), contiene
la famosa frase: «L'enfer, c'est l´Autre» («El infierno es el Otro»). El Otro —en francés tiene un
alcance universal y casi metafísico— como otredad, como alteridad radical.7
Además del impacto de La náusea, la mayor contribución literaria de Sartre fue su trilogía Los
caminos de la libertad (compuesta por tres libros: La edad de la razón, El aplazamiento, y La
muerte en el alma), que traza el impacto de los eventos de la pre-guerra en sus ideas. Se trata
de una aproximación más práctica y menos teórica al existencialismo.
Sobresale también su famoso ensayo sobre Gustave Flaubert: El idiota de la familia. Es un
minucioso y voluminoso texto relativo al autor de Madame Bovary, donde Sartre examina
cómo brota el deseo de escribir.
En 1964 Sartre escribió una autobiografía denominada Les mots (Las palabras). Ese mismo
año se le concedió el Premio Nobel de Literatura, que declinó.
Psicoanálisis existencial[editar]
Sartre rechazó durante décadas la noción del Unbewußtsein («lo inconsciente»),
particularmente la planteada por Freud. Argumentaba que lo inconsciente era un criterio
«característico del irracionalismo alemán», y por tal motivo se oponía a una psicología que se
basara en un «irracionalismo».
De este modo es que Sartre intentó un «psicoanálisis racionalista» al cual llamó «psicoanálisis
existencial», basándose en una total autocrítica del sujeto hasta profundización que eliminara
la «mala fe», que es un autoengaño (basado principalmente en racionalizaciones) por las
cuales el sujeto pretende tranquilizarse, y al tratarse precisamente de «fe», el individuo cree
ciegamente en ellas sin cuestionarlas. Y argumenta: «Un ser humano adulto no puede ni debe
estar defendiendo sus defectos en hechos ocurridos durante su infancia, eso es mala fe y falta
de madurez».