hombre de la calle; unas personas se caracterizan por unas y otras por otras.

1.3 Principales tipos de éticas Hay quienes viven pensando en el placer, otros luchando por el poder, otros
consagrados a la práctica de la virtud o a la lucha revolucionaria, otros obsesio­
Son -numerosos los sistemas éticos elaborados a lo largo de la historia. nados por el cumplimiento estricto de sus deberes, etc. Más aún, tan diferentes
Cuando uno estudia ética en un manual o en la obra de algún filósofo impor­ actitudes brillan en cada uno de nosotros en diferentes momentos y tratan de
tante, lo que estudia es una ética, es decir, una determinada teoría de la m?ra­ arrastrarnos por uno u otro camino, llegando a crear a veces tensiones
lidad. Si decide ampliar su estudio en otros filósofos, encontrará plan�earn1en­ desgarradoras. Así vivimos momentos en que el apetito de placer nos domina y
tos diferentes, a veces enfrentados, y terminará por comprender la ética corno otros en que optamos por la ascesis en busca de la perfección, momentos en que
un polifacético abanico de teorías sobre la moralidad. intrigamos y suspiramos por conseguir una mejor posición y momentos en que
preferimos renunciar a nuestros intereses en aras del bien de otros. Lo que
Cada una de dichas teorías encierra una parte de verdad. La riqueza de pretendemos con las páginas siguientes no es el conocimiento teórico de los
aspectos implicados en la vivencia moral hace que determin�dos pensadores y sistemas, como piezas de museo, sino conocer mejor a través de ellas las
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cultura privilegien uno sobre los demás, dando lugar asi a los diferentes actitudes que luchan por imponerse unas sobre otras en nuestro interior y en el
modelos de éticas. No existe, pues, una ética verdadera frente a nume:osas seno de nuestra sociedad.
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falsas o equivocadas, como pretenden los espíritus dogrná�icos o sin:i phsta�.
Políticos, educadores, filósofos y dirigentes reli�osos ans10sos por m�undir
: 1.3.1 Etica de virtudes
sus ideales en la humanidad con la mayor eficacia, olvidan con frecuenci� que
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el ser humano es un proyecto siempre abierto a nuevos id�al�s de P:rfeccion Y En nuestra sociedad, de tradición occidental y cristiana, está fuertemente
declaran subversivo, inhumano, irracional o impío cualqmer ideal diferente al enraizado el modelo ético del hombre virtuoso. La máxima aspiración del
propio. hombre consiste en la felicidad, que no puede encontrarse sino en Dios, fin
último de la vida humana. Y esa felicidad se alcanza mediante el ejercicio de
En los antípodas de la actitud dogmática se encuentra la actitud relativista las virtudes. El origen de esta ética se encuentra en los griegos. Los grandes
de tantos que creen resolver el problema dando a todos los sistemas el mismo clásicos de la filosofía griega, Sócrates, Platón y Aristóteles, son sus máximos
valor como si se tratase de simples opiniones sin otro fundamento que el gusto representantes. Veamos cómo la presenta Aristóteles, cuya Etica a Nicómaco
de cada cual. El hecho de que no poseamos la verdad total, no significa que no es sin duda el libro de ética más importante de la antigüedad.
podamos acercarnos más o menos a la verdad: ?ada sistema �e ac:rca en
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aquellos elementos de la realidad moral que privilegia y cuyo dmamismo de El hombre está orientado por su naturaleza hacia la felicidad. El nombre
perfección es testimoniado por la historia. Son esos elementos los que un griego de felicidad, eudaimonía, hace que este sistema ético se denomine tam­
espíritu abierto debe aprehender y tratar de integrar en orden al logro de una bién eudemonismo. La felicidad es el bien supremo y fin último del hombre. La
mayor amplitud de miras para definir la estructura moral del hombre y el felicidad se alcanza mediante la práctica de las virtudes, que son actitudes de
camino a la perfección. equilibrio en todos los ámbitos de la vida humana: justicia, fortaleza, templan­
za, veracidad, liberalidad, etc. La contemplación de la verdad es el ideal supe­
Con este espíritu vamos a intentar bosquejar, �uy sint�ticarn�nte, los rior de vida virtuosa. El bienestar de toda la �ociedad es lo que debe orientar
planteamientos centrales de los principale� sist��as é�icos. Existen diferentes las relaciones entre sus miembros.
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formas de clasificarlos, pero cualquier clas1ficac10n encierra el peligro de forzar
a unos para resaltar su semejanza con otros. Al final presentaremos algunos La gran síntesis teológica, elaborada al final de la Edad Media por Tomás
modelos de esquemas de diferentes autores. de Aquino, consagró definitivamente el esquema ético de Aristóteles como
ideario moral de la cristiandad. Dios es el fin último del hombre y la fuente de
Cada sistema dé los que vamos a exponer corresponde a una actitud la felicidad suprema. La vida del cristiano se norma por la práctica de las
moral que es destacada sobre las demás. Son las actitudes corrientes del
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 De este modo se construye una moral autónoma y formalista, cuyo influjo
la ascética cristiana hasta mediados del siglo XX y que aún perdura en nume­ ha sido enorme en la sociedad moderna y actual. El hombre encuentra la
rosos grupos religiosos, que siguen colocando la perfección de la vida cristiana perfección moral en el cumplimiento del deber por el deber mismo. No importan
en la unión afectiva del alma con Dios. las consecuencias de las acciones, el beneficio o perjuicio que de ellas se siga; lo
importante es haber cumplido exactamente con el deber; y el deber me lo
El fundamento o principio supremo de toda la realidad es el Uno, que es el indican las leyes de la sociedad. Cuando en la formación moral de los niños y
ser perfecto, primero, absoluto. De él proviene, por emanación, el nous, inteli­ jóvenes se insiste tanto en el cumplimiento del debér, en la observancia de los
gencia o espíritu, y de éste el alma. En estas tres realidades existe unidad Y reglamentos, en el orden institucional, se está poniendo en práctica la ética
perfección. La imperfección se encuentra en la materia. El alma del hombre ha kantiana, aunque uno crea que está dando una educación cristiana.
sido corrompida al caer y quedar aprisionada en un cuerpo. La búsqueda de la
perfección consistirá en una marcha ascendente hacia el Uno, siempre buscan­ 1.3.6 Utilitarismo
do ser reabsorbidos místicamente por él. Para ello hay que comenzar por la
purificación de toda sensualidad mediante una ascesis rigurosa. Así se logra el El utilitarismo es sin duda el modelo ético más seguido en la actualidad.
dominio del espíritu por la contemplación de las ideas hasta llegar al éxtasis de Constituye un resurgimiento del epicureísmo hedonista en pleno siglo XVIII.
la intimidad total con Dios, privilegio de las almas más puras y anticipo de la Su principio fundamental consiste en la felicidad, que se consigue buscando el
felicidad que nos espera después de la muerte. placer y rechazando el dolor. Bueno es lo que produce placer; malo, lo que
produce dolor. Esto se deduce del criterio de utilidad, que constituye el móvil
1.3.5 Etica kantiana o del deber último de todas las acciones. Es útil lo que aumenta el placer y disminuye el
dolor.
Desde la antigüedad hasta la época moderna, la moral del hombre occi­
dental estuvo orientada por la teología moral cristiana, que articuló los ideales Esta corriente nace del carácter pragmático anglosajón y logra sus mejo­
de vida del Evangelio sobre los principales modelos éticos antiguos, aristotélico, res ideólogos y su máximo desarrollo en Inglaterra. El primer utilitarista con
estoico y neoplatónico, asumidos en forma sincretista. Ya en pleno siglo XVIII, renombre universal es Bentharn, un filántropo preocupado por la felicidad de
Kant elabora un nuevo modelo ético, que busca un fundamento diferente para la humanidad, a cuyo servicio elabora una aritmética moral. La conducta debe
la vida moral. Las éticas anteriores tenían un fundamento heterónomo, es de­ regirse sólo por el interés. Toda la sabiduría moral consiste en un frío cálculo
cir, fundamentaban sus exigencias o principios en realidades exteriores y tras­ de intereses. El sacrificio, el ascetismo, el desinterés son ideales falsos. La
cendentes al hombre mismo: Dios, la idea de bien, la naturaleza, la felicidad. virtud es el hábito de hacer bien las cuentas para lograr mayor placer. El
El interés de Kant consiste en darle a la moral un fundamento autónomo: que altruismo predicado por él se basa en la utilidad, por cuanto nada hay má,s
la moralidad misma del hombre constituya el fundamento último y la fuente útil y placentero que la simpatía y concordia entre los hombres. La mayor
original de todas las normas morales. Esto equivale a decir en un lenguaje felicidad -entendida corno placer- para el mayor número de hombres, es su
sencillo: no importa si el objetivo de mi acción es en sí mismo bueno o malo; lo máxima de acción moral. Esto es lo que él denomina maximización de la feli­
importante es la intención que me mueve a realizarla. cidad. De ahí que el interés público esté siempre por encima del interés
particular.
Kant llega así a determinar que el único fundamento de la norma moral
es el deber. El valor moral sólo puede radicar en la voluntad del hombre, en Su discípulo Stuart Mill corrige esta doctrina dándole mayor importancia
"querer hacer el bien", en la buena voluntad. La voluntad de cumplir el deber a la calidad del placer que a su cantidad. ''Vale más, llega a decir, ser un
es el criterio máximo de bondad moral. "Obra siempre de tal manera que la hombre descontento que un cerdo satisfecho". Los placeres intelectuales o del
máxima de tu voluntad pueda valer corno principio de legislación universal." espíritu son más valiosos que los placeres sensuales. Moralmente, las personas
En esta fórmula el mismo Kant sintetiza el principio práctico del obrar se clasifican de acuerdo al tipo de placeres a que aspiran.
moral.

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 superhombre es duro, sin sentimientos y profundamente inmoral o amoral.
Hay quienes desdeñan en los textos de ética el valor de esta corriente, por Hace todo lo que sirve a sus fines, sin necesidad de justificar nada, ya que está
su simplicidad y escasa sistematización teórica. Sin embargo, como decíamos "más allá del bien y del mal". La moral es conveniente, más aún indispensable
antes, es el modelo ético generalizado en nuestra sociedad. El hombre tiende para los hombres inferiores, los esclavos; por eso llama a la moral judeocristiana
espontánea o instintivamente a buscar lo que le produce placer; y a eso lo una "moral de esclavos".
llama útil y bueno. El interés marca el estilo de nuestras relaciones sociales y
la jerarquía de nuestros valores. lnch�so la moral cristiana que practicamos es Esta filosofía del poder, que lleva hasta sus -últimas consecuencias el
una moral utilitarista: busca las satisfacciones que hacen feliz al hombre, si es maquiavelismo político -"el fin justifica los medios"- al campo de la moral,
posible en este mundo, y si no, al menos en el otro. sirvió de base al nazismo para justificar sus crímenes abominables. En nuestros
días ha sido bien acogida y sobradamente practicada por los nuevos adoradores
1.3.7 Etica del superhombre del poder que el capitalismo hace proliferar por doquier. Es la moral del
"hombre de negocios" y de todos aquéllos cuya máxima aspiración es "triunfar
En los últimos siglos, el hombre occidental, a medida que se independiza en la vida" al precio que sea. El amoralismo que el nihilismo existencialista ha
de los esquemas de pensamiento del mundo medieval, descubre que los valores tratado de difundir entre las generaciones jóvenes es también hijo bastardo de
morales tradicionales son puras máscaras que ocultan los intereses egoístas de esta filosofía. Y la tradicional inmoralidad que caracteriza el mundo de la
unos y las bajezas y miserias de otros. En este contexto surge la obra de política se ha robustecido con ella.
Nietzsche, cuya influencia ha sido considerable en todo el pensamiento con­
temporáneo. La crisis de valores del siglo XX es en el fondo un vacío de valores. 1.3.8 Etica marxista
Y Nietzsche es su máximo testigo. Su mayor preocupación consiste en el porvenir
de la civilización occidental. El pesimismo y el insuceso de su propia vida le Aunque el marxismo no se preocupó por elaborar una ética en forma
llevan a tomar una actitud negativista frente a todos los valores de su sociedad. sistemática prácticamente hasta las últimas décadas, sin embargo todo él es
De ahí que sea considerado hoy como el profeta del nihilismo. una filosofía de profundo carácter moral. Sobra recordar la importancia tras­
cendental del pensamiento marxista en el mundo contemporáneo. Gran parte
El mundo, según él, es un caos de fuerzas animadas por voluntades de de la humanidad pertenece al bloque de los países comunistas. Y en los países
poder, cuya expresión es la vida. Penetrado por estas mismas fuerzas, el del bloque capitalista las tesis marxistas sirven de apoyo ideológico para la
hombre se debate entre dos actitudes, la lucha por el poder y la defensa de la reivindicación de los derechos sociales del pueblo contra las oligarquías nacio­
debilidad. Estas actitudes o tendencias contrapuestas dividen a la humanidad nales: sindicatos, grupos políticos de izquierda, movimientos estudiantiles de
en dos tipos de hombres: los poderosos y los débiles. Estos últimos son hombres protesta, pensamientos en pro de la liberación, derechos humanos, la
mediocres, de rebaño. Incapaces de vivir por sí mismos, necesjtan vivir en conscientización popular, etc., son algunas muestras de la vigencia que incluso
sociedad, con un orden jurídico, una religión y una moral comunes, teniendo en el mundo capitalista tienen los postulados marxistas.
como valores la igualdad, la humanidad, la caridad, el sacrificio. Estos hom­
bres, que conforman la inmensa mayoría de la humanidad, son despreciables, Recordemos algunos de los principios básicos de la antropología marxista,
aunque resultan necesarios para cumplir muchas funciones inferiores en bene­ que definen un tipo de ética diferente. Como criterio último de verdad, Marx
ficio de los poderosos. impone la praxis. La acción, la producción, el trabajo, la eficacia histórica, son
los indicadores de la verdad y, consigu ientemente, de la bondad moral. La
Los hombres poderosos, muy escasos y solitarios, constituyen una raza alienación constituye la fuente y la máxima expresión a la vez de la
superior caracterizada por valores opuestos a los de la raza inferior. Para ellos deshumanización. La alienación, de carácter inicialmente económico en el tra­
no existe otra regla moral que el desarrollo de su propia personalidad en vistas bajo, afecta en seguida los ámbitos de la cultura, el derecho, la religión y la
al poder y la grandeza. El que realiza en su vida el ideal del hombre poderoso moral. El hombre está moralmente alienado cuando orienta sus aspiraciones
se convierte en un superhombre, valor y meta suprema de la humanidad. El
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según falsos ideales creados por la clase burguesa para mantener la explota­
ción de los trabajadores. Los ideales religiosos, en general, son alienantes por
cuanto predican al trabajador explotado resignación en este mundo corno medio cambios históricos, lo que les confiere un carácter de relatividad, aunque no de
para alcanzar la felicidad eterna en otra vida. Frente al estado actual de relativismo.
alienación social, manifiesto en el antagonismo de clases, Marx propone el
ideal del hombre nuevo, el verdadero hombre libre, que será fruto de la socie­ 1.3.10 Etica de la liberación
dad comunista, sin clases. Para construir esa sociedad es necesario realizar la
revolución socialista. Sólo mediante la revolución será posible acabar con la Intimamente relacionada con la teología de la liberación, surge en los
explotación y la división en clases. La moral marxista es ante todo una moral años 60 en América Latina la denominada "filosofía de la liberación". Dicha
revolucionaria. Sus virtudes son la lucha, la solidaridad, el sacrificio por la corriente filosófica posee una ética propia, cuyo principal exponente ha sido
causa, el trabajo colectivo. Quien asume en su vida actitudes revolucionarias Enrique Dussel.
en favor del socialismo, obra el bien; quien entorpece la revolución socialista o
se desentiende de ella, obra el mal. La ética de la liberación parte de la conciencia de la situación de opresión
en que se encuentra el pueblo latinoamericano, así como los demás pueblos del
1.3.9 Etica axiológica Tercer Mundo. Esta situación, que atenta contra la dignidad de la persona
humana, impide tanto a los individuos como a los pueblos ser sujetos de su
En oposición a la ética kantiana, de carácter formal, se desarrolla en la propia historia. La conquista y colonización de América han sido prolongadas
primera mitad del siglo XX una ética preocupada más por el "contenido" que en un neocolonialismo económico y cultural que mantiene las estructuras de
por la "forma" de la acción moral. Se trata de una corriente axiológica en la que dependencia y opresión por parte de la "totalidad" que conforman las potencias
se destacan Max Scheler y Nicolai Hartmann, entre muchos otros pensadores. como centros internacionales de poder.
Dejando a un lado las diferencias entre ellos, esta corriente confiere al valor el
puesto central de la teoría ética. Es bueno aquello que realiza un valor y malo Desde el punto de vista moral el sistema justifica esta situación identifi­
aquello que lo impide. El valor moral de las personas radica en los valores cando el bien y la perfección con el proyecto propio de la "totalidad" cerrada.
objetivos, de carácter positivo o negativo, que encarnan en su conducta. Para la ética de la liberación, por el contrario, el bien moral consiste en la
práctica de la justicia, que es reconocimiento del derecho del oprimido: el
Algunos consideran el valor como un ser ideal, otros lo consideran como "Otro". Así, afirma Dussel: "El bien ético es el sí-al-Otro y, por lo tanto, es
una cualidad objetiva que se da en los seres. Los valores plasman ideales de justicia; es cumplir la justicia y respetar al Otro como otro, dejarlo ser".
perfección que el hombre capta intuitivamente y frente a los cuales se siente
atraído en orden a una realización o práctica concreta de los mismos. De la Este sentido ético de "alteridad", como perspectiva que ilumina la praxis
percepción del valor surge el sentido del deber moral. de liberación, penetra todos los ámbitos de la vida humana: la erótica, en la
que el rostro sexuado de la mujer se libera de la dominación del macho; la
Los valores poseen algunas propiedades: objetividad: valen por sí mismos pedagógica, que devuelve su palabra al Otro en cuanto sujeto de la educación:
independientemente de la apreciación de cada individuo; subjetividad: cada el hijo frente al padre, el alumno frente al maestro, el pueblo frente al Estado;
persona tiene su propia percepción estimativa de los valores; cualidad: se la política, donde se sustituyen las relaciones de dependencia y opresión por
distinguen diversas clases de valores: estéticos, morales, religiosos, biológicos, relaciones de fraternidad y equidad entre naciones ricas y pobres, a nivel
etc.; polaridad: en todo valor se da una graduación de perfección entre dos internacional, y entre gobernados y gobernantes, a nivel nacional; la arqueoló­
extremos, el positivo (máximo de valor) y el negativo (carencia o negación de gica que, desde una comprensión de la religión como aceptación del totalmente
valor) ; jerarquía: entre los valores se da un orden de importancia, unos se Otro, rechaza toda forma de fetichismo o divinización de la Mismidad· y
subordinan a otros; historicidad: están sometidos a los condicionamientos y finalmente, la económica, que replantea las relaciones del hombre con la n�tu�
raleza, las relaciones de producción y todas las formas de relación económica ' a
partir de la actitud de justicia con el Otro, el pobre y explotado.
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