Tarea Jordy Fernando Moreira Zambrano PDF

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PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DEL

ECUADOR SEDE MANABÍ – CAMPUS PORTOVIEJO


SEPTIMO SEMESTRE

CARRERA:

Ingeniería Hidráulica

MATERIA:

Desarrollo Humano

TEMA:

Ensayo del Judaísmo

ESTUDIANTE:

Jordy Fernando Moreira Zambrano

FECHA:

16 de enero del 2020

DOCENTE:

Mg. Ana Sagnay

Portoviejo - Manabí - Ecuador


El historiador Robert Soucy afirmó que Hitler creía personalmente que las creencias
judeocristianas y las ideas nazis eran incompatibles, y estaba dispuesto a reemplazar al
cristianismo con una "forma racista de paganismo de guerra”. Asimismo, el biógrafo de
Hitler, Alan Bullock, confirmó que, aunque su madre quiso criarlo como católico, Hitler
se volvió un materialista que en realidad veía al cristianismo como una religión "apta para
los esclavos", y en contra de la ley natural de la supervivencia del más apto.

Según Max Domarus, hacia 1937, Hitler había descartado totalmente la creencia en la
concepción judeo-cristiana de Dios, pero continuó usando la palabra "dios" en sus
discursos. De forma similar, Alan Bullock escribió que a pesar de que inicialmente Hitler
empleó con frecuencia el lenguaje de "divina providencia" en defensa de su propio mito,
en última instancia, compartió con el dictador soviético Iósif Stalin, un punto de vista
materialista, "basado en la certeza de los racionalistas del siglo XIX de que el progreso
de la ciencia destruiría todos los mitos y ya había probado que la doctrina cristiana era
absurda". Por su parte, el biógrafo Joseph Howard, reafirma igualmente que Hitler
menospreciaba la religión, y al igual que Marx, la consideraba un "opio de las masas”.
Otros autores afirman que, desde joven, Hitler fue particularmente influido mucho por las
ideas antireligiosas de su compatriota Friedrich Nietzsche. Hitler llegó a usar
frecuentemente el término de "Übermensch" ("superhombre") para referirse a la llamada
"raza aria".

Causas y consecuencias de la ruptura entre el judaísmo y el cristianismo en el siglo II”


Doctorando, Mario Javier Saban El tema central de este trabajo doctoral se fundamenta
en una explicación histórica de las causas que llevaron a un grupo de judíos mesiánicos
en el siglo I a crear con el tiempo una de las religiones más extendidas del planeta: el
cristianismo.

La labor de investigación representa un aporte original dentro del campo de los estudios
de la historia antigua, ya que expone con variadas argumentaciones que la división entre
el grupo cristiano del seno del judaísmo se produjo en el siglo II.

Aunque existen muchas investigaciones sobre el siglo I, especialmente sobre el


pensamiento de Jesús y el pensamiento de San Pablo, pocos autores han trabajado el
verdadero siglo de la ruptura religiosa.
La tesis doctoral que presento ante el honorable tribunal representa una contribución
novedosa para explicar adecuadamente las causas históricas, teológicas y políticas que
derivaron en la creación del cristianismo como una religión independiente separada de su
religión-madre: el judaísmo

El ciclo de vida judía se halla marcado por eventos cuya importancia reside en su
significado intrínsecamente vinculado a la tradición religiosa y a la existencia
comunitaria.

Los ritos de las ceremonias realizadas para distinguir los episodios del ciclo de vida,
reflejan muchos de los aspectos centrales del judaísmo: la relación pactada entre el pueblo
de Israel y el Creador; las posiciones comunitarias que la persona asume a lo largo de su
vida, determinan su responsabilidad individual y su identidad; la relación con
generaciones pasadas, futuras y con su comunidad; y, el poder de la liturgia y el ritual
para santificar los periodos de transición, de transformación.

Estas ceremonias tienen como uno de sus objetivos primordiales el trasladar un episodio
de la esfera de lo individual al ámbito de lo colectivo, donde adquiere mayor
trascendencia y significado.

Bendiciones, santificación del vino, purificación y transformación simbólicas a través del


agua (netilat yadaim, mikve, etc.), tzdaká y reconocimiento público del nuevo estatus,
son algunos de los elementos presentes en los rituales que nos sirven de guía para obtener
una perspectiva más profunda de lo ordinario, santificándolo. Por ello, las ceremonias del
ciclo de vida nos ayudan a dar un sentido más trascendente a los cambios naturales de la
vida, nos permiten santificar y agradecer el inicio de cada ciclo y su final.

Cada uno de estos eventos, nos permiten alejar nuestra concentración de nosotros mismos
y de nuestra familia, para reconcentrarnos en nuestra conexión con D-os, con nuestro
pueblo, con su historia y tradiciones. Nos vinculan con las presencias invisibles de
quienes nos antecedieron e incluso de quienes nos sucederán. Nos conectan con las
creencias que consideramos perdurables y profundas; fomentan nuestra identidad
individual y familiar, pero sobre todo nuestra pertenencia a un grupo: nos vinculan al
pasado judío y nos comprometen con el futuro, con la continuidad del pueblo de Israel.
"Quiero que mis hijos tengan todas las cosas que no yo no podía pagar. Después quiero
mudarme con ellos."

Dentro del rito judío, se consideran Benei Mitzvá Bar Mitzvah para los varones o Bat
Mitzvah para las mujeres, "hija de los mandamientos quienes han alcanzado la madurez
personal y frente a su comunidad, la cual se ha fijado en 12 años para las niñas, aunque
hay un lapso de transición de seis meses y un día en el cual la mujer es considerada naará,
"joven mujer", hasta que pasa a ser llamada bogueret, "madura", y 13 años para los
varones. A partir de este momento, los jóvenes pasan a ser considerados, según la halajá
o ley judía, responsables de sus actos. Esta madurez se celebra desde la Edad Media, y es
muy popular desde entonces, mediante una ceremonia que difiere levemente entre los
ritos asquenazí y sefardita.

La mayoría de los judíos ortodoxos rechazan que una mujer lea en público la Torá o dirija
la ceremonia mientras haya una minyán a disposición. A pesar de eso, la celebración de
una niña que se convierta en Bat Mitzvah ha ido ganando adeptos en el judaísmo ortodoxo
moderno.

La ceremonia moderna para celebrar un Bar Mitzvah no existía en los tiempos bíblicos,
de la Mishnah o del Talmud. En el Éxodo y Números se señala la mayoría de edad para
entrar al ejército como 20 años. El término "Bar Mitzvá" apareció una vez en el Talmud
para definir a alguien que está sujeto a los mandamientos. En el Mishnah, los trece años
se describen como la edad en la que una persona es obligada a observar los 613
mandamientos de la Torá.

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