Gaudí y Las Matemáticas. La Sagrada Familia.
Gaudí y Las Matemáticas. La Sagrada Familia.
Gaudí y Las Matemáticas. La Sagrada Familia.
La Sagrada Familia.
Introducción
Gaudí fue un arquitecto con un sentido innato de la geometría y el volumen, así como
una gran capacidad imaginativa que le permitía proyectar mentalmente la mayoría de
sus obras antes de pasarlas a planos. De hecho, pocas veces realizaba planos
detallados de sus obras; prefería recrearlos sobre maquetas tridimensionales,
moldeando todos los detalles según los iba ideando mentalmente. En otras ocasiones,
iba improvisando sobre la marcha, dando instrucciones a sus colaboradores sobre lo
que tenían que hacer.
1
1.- Catenaria
Uno de los elementos empleados profusamente por Gaudí es la curva
parabólica o catenaria. Gaudí había estudiado en profundidad la geometría cuando era
joven, leyendo numerosos tratados sobre ingeniería que alababan las virtudes de la
utilización de la curva catenaria como elemento mecánico, que sin embargo entonces
sólo se usaba en la construcción de puentes suspendidos; Gaudí fue el primero en
utilizar este elemento en la arquitectura común. La utilización de arcos catenarios en
sus obras, en particular, en la Sagrada Familia permite a Gaudí dotar a sus estructuras
de un elemento de gran resistencia, ya que la catenaria distribuye regularmente el
peso que soporta, sufriendo únicamente fuerzas tangenciales que se anulan entre
ellas.
Una curva es una línea continua, de una dimensión, que varía de dirección
paulatinamente. Ejemplos sencillos de curvas cerradas son la elipse o la
circunferencia, y de curvas abiertas la parábola, la hipérbola o la catenaria. La recta
sería el caso límite de una curva de radio infinito.
Catenaria es la curva que describe una cadena suspendida por sus extremos,
sometida a un campo gravitatorio uniforme. La palabra deriva del latín catenarĭus
(propio de la cadena).
Los primeros matemáticos que abordaron el problema supusieron que la curva era una
parábola. Huygens, a los 17 años, demostró que no lo era, pero no encontró la
ecuación de la catenaria. La ecuación fue obtenida por Gottfried Leibniz, Christiaan
Huygens y Johann Bernoulli en 1691, en respuesta al desafío planteado por Jakob
Bernoulli. Huygens fue el primero en utilizar el término catenaria en una carta dirigida a
Leibniz en 1690, y David Gregory escribió, ese mismo año, un tratado sobre la curva.
2
La ecuación de la catenaria, tomando su mínimo en el punto (0,a) es:
donde
3
• Su derivada es:
• Serie de Taylor:
Así
4
2.- ¿Dónde nos encontramos esta famosa curva?
Una de sus ideas más innovadoras fue el diseño de las elevadas torres cónicas
circulares que sobresalen apuntadas sobre los portales, estrechándose con la altura.
Las proyectó con una torsión parabólica dando una tendencia ascendente a toda la
fachada, favorecida por multitud de ventanas que perforan la torre siguiendo formas
espirales.
Una espiral es una línea curva generada por un punto que se va alejando
progresivamente del centro a la vez que gira alrededor de él. Normalmente se define
con una función que depende de dos valores: el ángulo del punto respecto a un eje de
referencia, y la distancia desde este punto al centro, situado en el vértice del ángulo.
La espiral de Arquímedes: r = a + bθ
5
La espiral es uno de los símbolos más antiguos y se encuentra en todos los
continentes, habiendo jugado un papel fundamental en el simbolismo desde su
aparición en el arte megalítico. Parece que en muchos lugares representaba el ciclo
"nacimiento-muerte-renacimiento" así como al Sol, que se creía seguía ese mismo
ciclo, naciendo cada mañana, muriendo cada noche y renaciendo a la mañana
siguiente.
El templo, cuando esté terminado, dispondrá de 18 torres: cuatro en cada una de las
tres entradas-portales y, a modo de cúpulas, se dispondrá un sistema de seis torres,
con la torre cimborrio (construcción en forma de torre, generalmente de planta
cuadrada u octogonal, que sirve para dar realce a una bóveda) central, dedicada a
Jesús, de 170 metros de altura, otras cuatro alrededor de ésta, dedicadas a los
evangelistas, y un segundo cimborrio dedicado a la Virgen. El interior estará formado
por innovadoras columnas arborescentes inclinadas y bóvedas basadas en
hiperboloides y paraboloides buscando la forma óptima de la catenaria.
En 1926 murió Gaudí; sólo se había construido una torre. Del proyecto del edificio sólo
se conservaban planos y un modelo en yeso que resultó muy dañado durante la
Guerra Civil española. Desde entonces han proseguido las obras: actualmente están
terminados los portales del Nacimiento y de la Pasión, y se ha iniciado el de la Gloria,
y están en ejecución las bóvedas interiores. La obra que realizó Gaudí, es decir, la
fachada del Nacimiento y la cripta, ha sido incluida por la Unesco en el año 2005 en el
Sitio del Patrimonio mundial
Una curva catenaria invertida es un trazado útil para un arco en la arquitectura, forma
que fue aplicada, entre otros y fundamentalmente, por Antoni Gaudí.
6
3.- La Bóveda de hiperboloide y las columnas helicoidales de la
Sagrada Familia.
La obra de Gaudí es personal e imaginativa que encuentra su principal
inspiración en la naturaleza. Gaudí estudió con profundidad las formas orgánicas y
anárquicamente geométricas de la naturaleza, buscando un lenguaje para poder
plasmar esas formas en la arquitectura. Algunas de sus mayores inspiraciones
vendrán de la montaña de Montserrat, las cuevas de Mallorca, y del Salnitre (Collbató).
7
Las superficies regladas son formas generadas por una recta, denominada generatriz,
al desplazarse sobre una línea o varias, denominadas directrices. Gaudí las halló en
abundancia en la naturaleza, como por ejemplo en juncos, cañas o huesos; decía que
no existe mejor estructura que un tronco de árbol o un esqueleto humano. Estas
formas son a la vez funcionales y estéticas, y Gaudí las emplea con gran sabiduría,
sabiendo adaptar el lenguaje de la naturaleza a las formas estructurales de la
arquitectura. Gaudí asimilaba la forma helicoidal al movimiento, y la hiperboloidal a la
luz.
Esta búsqueda de nuevas soluciones estructurales tuvo su culminación entre los años
1910 y 1920, cuando experimentó de forma práctica todas sus investigaciones en su
obra cumbre: la Sagrada Familia. Gaudí concibió dicho templo como si fuese la
estructura de un bosque, con un conjunto de columnas arborescentes divididas en
diversas ramas para sustentar una estructura de bóvedas de hiperboloides
entrelazados. Las columnas las inclinó para recibir mejor las presiones
perpendiculares a su sección; además, les dio forma helicoidal de doble giro
8
(dextrógiro y levógiro), como en las ramas y troncos de los árboles. Esta ramificación
crea una estructura hoy denominada fractal.
Esta nueva técnica constructiva permite a Gaudí realizar su mayor afán arquitectónico,
perfeccionar y superar el estilo gótico: las bóvedas de hiperboloides tienen su centro
donde las góticas tenían la clave, con la salvedad de que el hiperboloide permite crear
un hueco en ese espacio, un vacío que deja el paso de la luz natural. Asimismo, en la
intersección entre las bóvedas, donde las góticas tenían los nervios, el hiperboloide
permite nuevamente la apertura de pequeños vanos, que Gaudí aprovecha para dar la
sensación de un cielo estrellado.
Columnas helicoidales
de la Sagrada Familia.