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MODELOS DE INTERVENCIÓN CON ADULTOS Y ADULTOS MAYORES

29143634 (CLAVE)
SOCIÓLOGA MARÍA AGRIPINA GALINDO MERCHANT
GPO. PPS-PMIAAM-2001-B2-001

Unidad 1. Discusión teórica sobre los modelos de intervención social


Evidencia de aprendizaje. Modelos para la atención de la población adulta y adulta
mayor

Mario Alain Garcia Canchola (es162005161)


Fecha de entrega: 27 de mayo de 2020
Introducción
A partir de la búsqueda de necesidades en la población adulta y/o adulta mayor
del municipio de Cuerámaro, Guanajuato, el estudiante caracteriza la población en
términos de sus principales necesidades sociales, económicas, políticas y
culturales presentando, como evidencia de aprendizaje, seis modelos pertinentes
para cubrir o minar dichas necesidades de la población de 60 años o más del
municipio.

Caracterización de la población
El proceso de envejecimiento es multidimensional y no se limita a la edad,
entendida como el tiempo que la persona ha vivido desde su nacimiento hasta el
momento de referencia, expresado en años cumplidos[ CITATION INE195 \l
2058 ]. La velocidad a la que más y más personas viven más y más años es
incluso más importante.
Se presume que la edad avanzada “causa dependencia” pero, más allá de
prejuicios el envejecimiento de la población es un hecho incuestionable, ya que el
número de personas con 60 años o más en el mundo crece a un ritmo acelerado,
pasando de 607 millones en 2000, a 901 millones en 2015[ CITATION UN15 \l
2058 ].
La Encuesta Nacional de Dinámica Demográfica (ENADID) 2018 informa que hay
un estimado de 15.4 millones de personas de 60 años o más residiendo en
México. Esta cifra representa un 12.3% del total, pero siguiendo las tendencias
mundiales, se espera que para 2050 haya la misma cantidad de adultos mayores
de 65 años y de niños menores de 15 años en México. Esta situación no tiene
precedentes en la historia de la humanidad, ya no sólo del país.
Para describir más detalladamente este sector y su relación con otros grupos de
edad, se incorpora al estudio la composición del núcleo familiar en el cual viven:
 47.9% de los 15.4 millones de adultos mayores vive en hogares nucleares 1.
 Casi cuatro de cada diez (39.8%) residen en hogares ampliados 2.
 Finalmente, 11.4% (1.7 millones) viven solos.
En países como México, la capacidad de estas personas para incidir en su
realidad enfrenta problemas estructurales que limitan su acceso a medios de
supervivencia (alimentos, en el sentido jurídico ampliado).Su situación económica
es afectada por discriminación laboral, obsolescencia de habilidades, devaluación
de ahorros y pensiones, además de la pobreza generalizada en el país.
Dado que en general las mujeres viven en promedio 4 años más que los hombres,
la situación de las mujeres mayores es aún peor, pues viven con menos recursos

1
Formado por un solo núcleo familiar: puede incluir a una pareja con o sin hija(o)s solteros o un
jefe o jefa con hija(o)s solteros.
2
Un solo núcleo familiar o más, y otras personas emparentadas con él o ellos.
y carecen del mismo reconocimiento social que los hombres, lo que implica
mayores dificultades para ejercer sus derechos[ CITATION ONU20 \l 2058 ].

Determinación de necesidades de adultos mayores


El envejecimiento de la población es una de las transformaciones sociales más
significativas a nivel mundial, pues sus consecuencias impactan todos los sectores
de la sociedad, particularmente, en lo que respecta al mercado laboral y
financiero, la demanda de bienes y servicios (viviendas, transportes, protección
social...) y, en forma íntima, en la estructura familiar y los lazos
intergeneracionales.
Prima facie, países como México carecen de la estructura y medios necesarios
para responder a las presiones fiscales y políticas que surgirán de las necesidades
de asistencia sanitaria, pensiones y protección social de una población envejecida.
No obstante, es obligatorio reflexionar más allá de este panorama obvio, a partir
de la situación de las personas adultas y adultas mayores, y aplicar las
herramientas teóricas de Trabajo Social (como los modelos de intervención) para
incorporar a la reflexión las peculiaridades de la realidad latinoamericana. Una
reflexión con estas características es el requisito sine qua non para transformar
dicha situación.
Al cambiar nuestros prejuicios culturales y nuestra percepción personal de la vejez
reconocemos que las personas mayores siguen contribuyendo al desarrollo de la
sociedad; del mismo modo, creamos un entorno adecuado para sustentar y
promover la mejora personal continua a lo largo de toda la vida, no sólo entre
aquellos individuos en edad escolar. A partir de la realización de estos dos
objetivos se hace posible aprovechar la experiencia y la sabiduría de nuestros
mayores y damos sentido humano al progreso material, sin olvidar que
rescataremos nuestras raíces culturales y aprenderemos a respetar a la
naturaleza.

Modelo psicodinámico entre adultos mayores


En este modelo, el proceso de intervención se concibe en términos de
cooperación entre “clientes” y “trabajadores sociales” para recopilar información
acerca de varios problemas, recursos disponibles, métodos, habilidades y
patrones de pensamiento que el cliente tiene respecto a la solución del problema.
Los problemas psicológicos y emociones individuales tienen prioridad por sobre
aquellos derivados de aspectos sociales y estructurales. La intervención se enfoca
al “yo” del adulto mayor, para que haga conciencia de su realidad, su potencial
cognitivo, mejore en el desempeño de las funciones que viene realizando y la
calidad de sus interacciones sociales y transacciones intersubjetivas.
En Trabajo Social se asume que el cliente es capaz de movilizar su yo para fijar y
alcanzar metas (funciones). La principal característica del enfoque funcional es la
concepción de la intervención en tres fases: fase inicial, fase intermedia y fase
final.
Su efectividad reside en la habilidad del profesional (terapeuta) para relacionarse y
comunicarse con el adulto mayor, de forma que éste participe en la construcción
de una “solución al problema” y elija cómo dividir el trabajo.
En última instancia, este modelo pretende reforzar las capacidades del adulto
mayor. Por eso, en este modelo se reparte la responsabilidad de cualquier
decisión, sobre todo, aquellas referidas a la elección de los objetivos específicos, a
saber:

1. Definir la relación del cliente con el problema


2. Fijar metas de cambio en términos de
autoeducación. Fase inicial
3. Recolectar información necesaria
4. Reflexionar sobre la situación

5. Ejecutar la intervención Fase


intermedia

6. Evaluar los resultados


Fase final
7. Finalizar la intervención

Modelo de intervención en crisis para adultos mayores


La intervención en crisis es un modelo terapéutico para ayudar al individuo a lidiar
con el estrés derivado de una situación adversa imprevista. La crisis se caracteriza
como un suceso que supera las habilidades de emergencia del individuo y vulnera
el estado de bienestar físico y emocional que experimentaba antes de la crisis.
El principal objetivo del modelo es manejar el estrés mediante ayuda emocional,
ambiental y de emergencia, para fortalecer la capacidad personal de afrontar el
acontecimiento e integrar una respuesta coherente. Esto supone cuatro fases de
reacción ante la crisis, a saber:
1. F. de impacto. El adulto mayor experimenta pasivamente los impactos del
suceso, que superan sus fuerzas de agencia y capacidades de respuesta.
La prevención es la única forma de intervención posible en esta fase.
2. F. de emergencia. El adulto mayor experimenta sentimientos de angustia
ante el estado de inseguridad y amenaza que se impuso en la fase previa.
Los efectos del desastre natural o antropogénico son contrarrestados con
habilidades de emergencia para recuperar el bienestar previo al impacto. La
intervención en esta fase consiste en proveer seguridad, asistencia médica,
alimento, alivio a la tensión generada por el instinto de supervivencia.
3. F. de crisis. Ante el paso del tiempo, la falta de respuesta, la ausencia de
alivio o la ocurrencia de un nuevo impacto, las habilidades de emergencia
resultan insuficientes. La crisis ocurre ante una emergencia mal gestionada.
La intervención consiste en contrarrestar el potencial crítico de los eventos.
4. F. de normalización. Como resultado de las fases anteriores, se llega a un
nuevo estado de equilibrio. La intervención se centrará en extraer lecciones
y reducir vulnerabilidades ante crisis posteriores.
En Cuerámaro, los adultos mayores enfrentan varias crisis: alimentaria, médica y
de inseguridad, ya que ven limitado su acceso a medios de supervivencia a causa
de su situación económica, caracterizada por discriminación laboral,
obsolescencia de saberes y habilidades, devaluaciones y pobreza generalizada.

Modelo centrado en la tarea fijada por el adulto mayor


Este modelo consiste en tres fases de trabajo, que pueden ocurrir a un mismo
tiempo, en secuencia o aisladamente, a saber:
 Fase de contacto, durante la que se identifican y definen problemas y
metas, se establecen acuerdos y se exploran las motivaciones,
oportunidades y capacidades del adulto mayor.
 Fase de contrato, durante la cual se analiza y formula un plan de acción, se
construyen acuerdos sobre la factibilidad de diversas soluciones y se
escoge aquella que parece más importante o coherente con la coyuntura
actual.
 Fase de acción, en esta se ejecutan las acciones, se evalúan los resultados
y se liberan responsabilidades para reiniciar el proceso de intervención.

Modelo humanista existencial en favor de adultos mayores


En este modelo retoma elementos de los anteriores, pues incorpora el enfoque en
la tarea y la intervención terapéutica, caracterizándose porque el responsable de
la intervención enfrenta riesgos como:
 la falta de dirección, propósito y relevancia en su trabajo;
 la improvisación crónica; la escaza influencia social;
 la falta de interés y compromiso por parte del adulto mayor;
 la burocratización de la práctica;
 la inestabilidad de las circunstancias y la confusión de roles;
 la propensión para actuar en solitario, sin otros profesionales, una agencia
o una red de servicios;
 la desarticulación entre instancias del sistema de asistencia social y de la
política pública.
Por tanto, es responsabilidad del trabajador social enfocar la atención en aquella
fase y objetivo que mejor responda a la necesidad presente del adulto mayor y de
su trabajo, dentro de un marco de instituciones y redes de acción. Debe poner
atención a lo que se manifiesta en cada etapa, identificar puntos de incidencia y
aprovechar cada oportunidad para recolectar información que quizás no tenga
aplicación inmediata ni aparente. Las bondades de este modelo son evidentes y
atraen íntimamente a los trabajadores sociales ya que:
 no parte de posturas ni supuestos rígidos sobre el problema ni su(s)
causa(s);
 da verdadera importancia al adulto mayor como agente de su propio
proceso de mejora;
 la intervención no parece tal, sino que se construye a partir de y en torno a
una relación personal y dinámica;
 es muy flexible y a la vez concreta, con respecto a las tareas del trabajador.
El proceso terapéutico se articula en etapas de acuerdo con los objetivos, a saber:
1. Consecución de la armonía y empatía.
2. Establecer el vínculo terapéutico.
3. Colaborar en las tareas.
4. Procedimiento vivencial.
5. Crecimiento y autodeterminación del cliente.
6. Conclusión de la tarea.
7. Cierre del proceso terapéutico.
Este modelo articula dos dimensiones de actuación: la subjetiva, en la que se
atienden los factores individuales del problema; la objetiva, que comprende los
elementos del contexto socio histórico local con influencia facilitadora y
obstructora.
Por tanto, este modelo asume una perspectiva de redes de incidencia social, para
aprovechar la capacidad de injerencia tanto de los adultos mayores como de sus
redes sobre la problemática.

Modelo crítico radical


Esta propuesta metodológica se sustenta en la participación social para
transformar las relaciones de poder. Este concepto tiene distintos ámbitos de
aplicación, o materias, en los que se observa exclusión y comportamientos
discriminatorios. De esta forma se habla de participación social en educación, en
salud, en materia electoral, legislativa, medioambiental, etc.
Se pretende visibilizar y remediar la exclusión mediante el trabajo en grupos; el
desarrollo local, comunitario, territorial; la teología de la liberación; la investigación
participativa y la educación popular, entre otros planteamientos teóricos similares.
En el contexto de los adultos mayores, el trabajo según este modelo se articula en
función de cinco principios críticos para valorar la situación del adulto
mayor[ CITATION Pri91 \l 2058 ]:
1. Independencia. Las personas adultas mayores deben tener acceso a
alimentación, agua, vivienda, vestimenta y atención de salud adecuados
mediante ingresos propios y la oportunidad de trabajar o capacitarse para
ejercer el trabajo de su elección.
2. Participación. Toda persona adulta mayor deberá permanecer integrada
en la sociedad, formar parte de las decisiones políticas que afecten su
bienestar y tener la oportunidad de compartir su experiencia con otras
generaciones y de asociarse para promover y proteger sus intereses
jurídicos.
3. Cuidados. Las personas adultas mayores deben poder disfrutar de
atención y protección de parte de sus familiares y otros miembros de la
comunidad, un nivel óptimo de bienestar físico, mental y emocional que
permita retrasar la aparición o progreso acelerado de la enfermedad.
4. Autorrealización. Las personas adultas mayores deben tener acceso a los
recursos educativos, culturales, espirituales y recreativos de la sociedad.
5. Dignidad. Toda persona adulta mayor debe verse libre de explotación y
mal trato físico o moral, particularmente aquellas que sufran discapacidad.
Las fases de este modelo son igualmente tres, pero se distinguen de otros
modelos por su naturaleza colectiva como contribución conjunta de agentes,
miembros de una comunidad política, que expresan la vida cotidiana (Lebenswelt)
y constituyen las instituciones (cívicas, económicas, culturales, etc.). Sus objetivos
son:

FASE OBJETIVOS

Diagnóstic 1. Identificar actores del proceso.


o 2. Promover e informar sobre el método participativo.
3. Capacitar sobre el concepto de envejecimiento poblacional.
4. Diagnosticar el nivel de preparación para responder a las
necesidades relacionadas con el envejecimiento de la población.
5. Identificar buenas prácticas y deficiencias estructurales.

Planeación 6. Capacitar en temas de planificación.


7. Plantear alternativas de solución.
8. Analizar y discutir proyectos comunitarios.
9. Buscar recursos y fuentes de financiamiento.
10. Evaluar los productos de la planificación.

Ejecución 11. Organizar la ejecución del proyecto


12. Capacitar a los ejecutores.
13. Ejecutar el proyecto.
14. Evaluar resultados.

Modelo sistémico en defensa de los adultos mayores


Se concibe como una elaboración de los modelos anteriores, en tanto que
recupera los conceptos tratados pero también contribuyó a su desarrollo. Tienen
su origen en este modelo conceptos como:
 Poder
 Comunicación
 Sistema cliente y agente de cambio
 Interacción y Transacción
 Intersubjetividad
 Campo
Por tanto, engloba a otros modelos y articula las intervenciones diseñadas acorde
a cada uno, para constituir un sistema integral de defensa de los derechos de las
personas adultas mayores que:
 asuma las determinaciones de la Declaración Política y de la postura oficial
suscrita por la Segunda Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento, en
2002 por las Naciones Unidas.
 realice el Plan de Acción de Madrid como programa de política pública para
encarar el reto del envejecimiento en el siglo XXI.
El Plan de Acción se centra en tres ámbitos prioritarios:
A. Las personas de edad y el desarrollo.
B. El fomento de la salud y el bienestar en la vejez.
C. La creación de un entorno propicio y favorable
Este plan es una base para la formulación de políticas, porque apunta a los
gobiernos, a las organizaciones no gubernamentales y a otras partes interesadas
las posibilidades de reorientar la manera en que sus sociedades perciben a los
ciudadanos de edad, se relacionan con ellos y los atienden.
Es también la primera vez que los gobiernos han aceptado vincular las cuestiones
del envejecimiento a otros marcos del desarrollo social y económico y de los
derechos humanos, en particular los convenidos en las conferencias y cumbres
celebradas por las Naciones Unidas.

Referencias
Escolar, C., & Travi, B. (2010). Prácticas profesionales, modelos de intervención y
proceso de producción de conocimientos. Trabajo Social UNAM, 74-89.
INEGI. (2019). Encuesta nacional de la dinámica demográfica (ENADID) 2018.
Diseño conceptual. Aguascalientes: Instituto Nacional de Estadística y
Geografía.
ONU. (2020). Envejecimiento. Recuperado el 23 de abril de 2020, de Organización
de las Naciones Unidas: https://www.un.org/es/sections/issues-
depth/ageing/index.html
Principios de las Naciones Unidas en favor de las personas de edad, Resolución
46/91 (Asamblea General de las Naciones Unidas 16 de diciembre de
1991).
UN. (2015). World Population Ageing 2015. (ST/ESA/SER.A/390): United Nations.
Department of Economic and Social Affairs. Population Division.
UNADM. (2015). Modelos de intervención con adultos y adultos mayores.
Contenido nuclear. Unidad 1. Discusión teórica sobre los modelos de
intervención social. Ciudad de México: Universidad Abierta y a Distancia de
México.

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