El Engaño y La Mentira
El Engaño y La Mentira
El Engaño y La Mentira
Introducción
La mentira es uno de los pecados más generalizados en nuestra sociedad, hasta tal punto que la conciencia
de muchos cristianos se ha insensibilizado y debilitado con respecto a este pecado.
Mucha gente cree que es imposible vivir sin mentir, por esa razón la mayoría se justifica al hacerlo, pero toda
justificación es ilusoria y carece de todo fundamento, pues la falsedad y la mentira son inmorales y contrarias
a la conducta que Dios requiere de sus hijos.
1. ¿Qué es la mentira?
La mentira es la afirmación o negación de una cosa, cuando en realidad es diferente o contraria a la verdad.
Su esencia es el engaño al prójimo y su gravedad depende del grado de egoísmo o maldad que la engendra.
Puede ser una expresión espontánea, como una salida o recurso fácil en un momento concreto, o un engaño
fríamente calculado o premeditado. Es decir, puede ser generada por una actitud descuidada y fantasiosa en
nuestro modo de pensar y de hablar o por un engaño deliberado.
Mentir se convierte fácilmente en un hábito, hasta el punto de volver casi insensible la conciencia del
mentiroso.
Este es un pecado que se manifiesta desde los primeros años de vida. Debemos acostumbrarnos a decir
siempre y de forma intencionada la verdad y acostumbrar a los niños a ser veraces desde pequeños.
Dios condenó este mal tan común en la sociedad desde el principio y así lo manifestó en los diez
mandamientos:
Uno de los frutos más evidentes de nuestra conversión a Cristo es dejar de mentir.
La falsedad y el engaño son muy perjudiciales en la relación entre los discípulos de Cristo. Fomenta la
desconfianza, el recelo, la duda, la incredulidad y la sospecha.
Además destruye la comunión y el clima de fe, de amor y de unidad y es un pésimo testimonio ante el mundo.
Efesios 4:25 “Por lo cual, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo, porque somos
miembros los unos de los otros”
El Señor nos enseña a desechar la mentira y el engaño en todas sus variantes y formas.
1ª Pedro 2:1 “Desechando pues toda malicia, todo engaño, hipocresía, envidias y todas las detracciones”
Esto incluye:
Falso testimonio, engaño, hipocresía, exageración, calumnias, deshonestidad, fingimiento, incumplimiento,
fraudes, falsificación, excusas, doble vida, pecado encubierto, disimulos.
Debemos desecharlas de todas las áreas de nuestra vida, ya sea en el hogar como en el trabajo, con los
amigos, la iglesia, la escuela, es decir de todo ámbito y relación.
Génesis 12: 11 Abraham miente ante el Faraón por temor a que lo maten.
Génesis 27 Jacob engaña a su padre Isaac, para quedarse con la bendición de Esaú.
Génesis 37: 32 Los hermanos de José engañan a su padre Jacob para ocultar su maldad.
Mateo 2:1-12 Herodes engaña a los magos para poder matar a Jesús.
Hechos 5 Ananías y Safira mienten a Pedro y a la iglesia para mostrar una mayor consagración ante los
demás.
Para obtener injustas ventajas económicas, ganancias deshonestas o para robar a otros.
Prov. 12: 22 “Los labios mentirosos son abominación a Jehová, pero los que hacen verdad son su
contentamiento”
“El que cava foso caerá en él y al que revuelve la piedra, sobre él le volverá. La lengua falsa atormenta al que
ha lastimado y la boca lisonjera hace resbalar”
(Salmo 58: 3, 62: 4, Jeremías 9: 3-6, Ro. 1: 28-32)
La posibilidad de comunicar la verdad constituye la virtud esencial de la palabra hablada. El que dice la
verdad, se vuelve digno de confianza.
Pero para hablar la verdad, es necesario pensar la verdad y no guiarnos por prejuicios, intereses personales,
ilusiones o fantasías.
Juan 18: 37 “Yo para eso he nacido y para eso he venido al mundo, para dar testimonio a la verdad. Todo
aquel que es de la verdad, oye mi voz”
1ª Juan 5:20 “Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado entendimiento para conocer al que
es verdadero, y estamos en el verdadero en su Hijo Jesucristo”
Cristo el Señor nos ordena ser absolutamente veraces “vuestro sí sea sí y vuestro no sea no” (Mt.5: 37).
Está preparando para sí una iglesia sin mancha ni arruga (Ef. 5: 27).
Como discípulos suyos y parte de su cuerpo, debemos ser absolutamente veraces, sinceros, honestos,
honrados, aun cuando eso signifique sufrir, por hacer su voluntad (1ª Pedro 4: 15-19, 3: 17, Proverbios 19: 22)
Rechazar a los que practican la mentira y la falsedad (Sal.40:4, 101:7, 144:11, Ef.5:11, Ro. 16: 17)
Arrepentimiento:
las cosas.
honestidad y la veracidad.
No se puede edificar una vida de veracidad sobre las mentiras y engaños del pasado.
Juan 3: 20-21 “Todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean
reprendidas. Mas el que practica la verdad, viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas
en Dios”
RESUMEN
Cristo nos ordena ser absolutamente veraces y desechar la mentira en todas sus formas:
© Miguel Rosell
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