Grado 11 Sociales Calentamiento Global
Grado 11 Sociales Calentamiento Global
Grado 11 Sociales Calentamiento Global
PATARROYO”
SANTA ELENA –Roncesvalles-Tolima
Aprobación de estudios mediante resolución No. 2035 de 24-04-2019
Hoy, el país es responsable del 0,46 por ciento de las emisiones en el mundo, cifra que
ha aumentado casi un punto en seis años, y la deforestación es el principal causante de
este impacto. Actividades como la agricultura, la ganadería y otros usos del suelo
son los responsables del 39 por ciento de la problemática. Además, estudios
climáticos, como el que realizó hace un par de meses el Instituto de Hidrología,
Meteorología y Estudios Ambientales de Colombia, demuestran que somos vulnerables a
las fluctuaciones de la temperatura.
En ese contexto, ¿qué tanto le puede aportar Colombia, con sus condiciones de país en
crecimiento y con un conflicto armado de más de cinco décadas, al clima del mundo?, fue
la pregunta inicial de un grupo de 12
expertos de la Universidad de los Andes y de otra decena de funcionarios de la Estrategia
Colombiana de
Desarrollo Bajo en Carbono (ECDBC).
Desde el 2012, ya se había empezado a trabajar en los pactos sectoriales con ocho
ministerios para que comenzaran a ejecutar acciones más sostenibles que redujeran las
emisiones de seis tipos de gases que causan el efecto invernadero: dióxido de carbono,
metano, óxido de nitrógeno y los químicos refrigerantes.
Pero desde enero de este año se empezaron a hacer modelaciones sobre cómo serían
las emisiones del país en
15 años si la industria, el comercio y otros sectores continuaran operando como hoy lo
hacen, algo conocido en inglés como business as usual. Esto dio una cifra de 330
millones de toneladas de dióxido de carbono equivalente.
De esta cifra es que se pretende reducir el 20 %, es decir, disminuye a 264 millones. “El
país va a seguir aumentando sus emisiones, pero lo que se quiere es que no sea un
crecimiento tan intenso y desmedido”, anotó José Manuel Sandoval, coordinador de la
ECDBC.
Los investigadores lograron construir tres escenarios para decidir cuál era el mejor para el
país: uno de reducciones del 12,5 por ciento, que era el más “sencillo” en términos de
inversión; el de 20 por ciento, que implicaba un esfuerzo medio, y el de 25 por ciento, que
requería mayores cambios en la economía.
En una explicación más simple, la dificultad de cada caso sería así: por ejemplo, en un
sistema de transporte público, en el primer escenario, con la misma gasolina con la que
hoy se transporta a 100 pasajeros en un bus, ahora se tendría que llevar a 112,5
personas, y la inversión técnica sería mínima; en el segundo, se movilizaría a
120 y eso implicaría adicionar un vagón eficiente para gastar igual cantidad de
combustible; y en el tercero, la compañía tendría que transportar a 125 pasajeros y
debería modificar por completo sus buses para crear un diseño innovador que les permita
meter ese número de ciudadanos.
Pasaría igual en tema de las basuras que se producen a diario. En la primera propuesta
se harían algunas
acciones de compostaje y reciclaje, en la segunda se comenzaría a aprovechar el
metano que producen los residuos para energía y en la tercera prospectiva se
eliminarían por completo los rellenos sanitarios,
como hoy sucede en algunas ciudades europeas, donde todo se reutiliza y
aprovecha.
¿Por qué no escoger el escenario más beneficioso para el medioambiente? La respuesta,
según una de las líderes
de la investigación, la profesora Ángela Cadena, de la Facultad de Ingeniería Eléctrica de
los Andes, es que escoger la reducción de un 25 por ciento implicaba casi doblar las
inversiones que tenían que hacer las empresas y solo obtener un 5 por ciento más de
beneficio.
"Encontramos que el escenario del 20 por ciento es el óptimo, porque invertías menos y
ahorrabas más energía, emisiones y dinero", señaló la investigadora.
Además, se evaluaron otros factores como la posible baja del boom minero-energético en
los próximos diez años, las necesidades que tiene el país con relación al posconflicto y
otras políticas públicas apremiantes. Según Alba Milena Ruiz, otra experta del ECDBC,
también se tuvo en cuenta que en el escenario menos ambicioso ninguna de las medidas
sobrepasa los 30 dólares por tonelada emitida; en el segundo, algunas están cercanas a
este valor, y en el tercero, ya ciertas acciones sobrepasan los 100 dólares que tendría
que invertir un empresario para ser más amigable con el ambiente.
Sin embargo, estos valores son relativos. Ricardo Delgado, estudiante de doctorado de
los Andes, quien también ha analizado el modelo, explica que el 60 por ciento de las 85
medidas que plantea el Gobierno a cada sector productivo para reducir su impacto son
gratuitas, es decir, dependen del ahorro y de lo eficiente que quiera ser cada industria.
¿Se puede cumplir?
La realidad es que llevar tal plan a acciones concretas no es una tarea sencilla. Para la
investigadora Cadena, hoy la noticia no se recibe tan bien por la misma situación
económica del país y por la inercia que en general golpea a la región. Incluso señala que
hay cierto “confort” de los industriales y empresarios para cambiar sus formas de
producción.
Sin embargo, insiste en afirmar que en general todas estas acciones en el futuro serían
positivas para la economía y que también conllevarían beneficios sociales y ambientales
para los ecosistemas y ciudades. También hay dudas sobre cómo financiar las acciones
de mitigación. “Se tiene que organizar una política de financiamiento climático, que podría
estar inserta en una ley de cambio climático posible de tramitarse en el país”, propuso
José Manuel Sandoval, de la ECDBC. Además de reducir las emisiones, el país también
presentará en París cinco estrategias para adaptarse al nuevo panorama climático. Entre
ellas, que se tenga información clara sobre si en este camino que comienza a
andarse se cumplen las acciones y, en efecto, estas sí tienen impacto en el clima en
las próximas tres décadas. De esto dependería el futuro.
Lectura 4
Es ahora o nunca.
Una investigación del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) de la
ONU muestra que el planeta podría cruzar el umbral crucial de 1,5 grados Celsius -por
encima de los niveles preindustriales- en solo 12 años, lo que, en su criterio, conllevaría a
una "catástrofe global".
Condiciones climáticas anómalas como sequías extremas, incendios forestales,
inundaciones o escasez de alimentos para cientos de millones de personas podrían ser
solo los primeros síntomas.
Por qué 2030 es la fecha límite de la humanidad para evitar una catástrofe global
"Hay muchas acciones que solo implican un poco de sentido común", explica a la BBC
Aromar Revi, coordinador y autor principal del informe.
"Los ciudadanos y los consumidores están entre los actores más importantes para
evitarlo", considera. global.
Estos son algunos de los cambios cotidianos que puedes hacer en este momento para
ayudar a evitar una "catástrofe" como resultado del calentamiento global.
Caminar o andar en bicicleta o usar el transporte público, en lugar del carro reducirá las
emisiones de carbono.
Y, también, te mantendrá en forma.
global.
"Podemos elegir la forma en que nos movemos en las ciudades y, si no tienes acceso al
transporte público, asegúrate de elegir políticos que ofrezcan opciones para eso", afirma
Debra Roberts, copresidenta del IPCC.
Si es absolutamente necesario, usa un vehículo eléctrico y elije el tren en lugar
del avión para tus viajes.
AHORRA ENERGÍA
Pon la ropa húmeda al sol en lugar de utilizar secadoras y trata de ahorrar al máximo
electricidad.
Usa temperaturas más altas para enfriar las habitaciones o más bajas para calentarlas.
Aísla el techo de tu casa para evitar la pérdida de calor durante los inviernos.
Apaga y desenchufa tus aparatos electrodomésticos cuando no estén en uso.
Y la próxima vez que salgas a comprar un equipo, asegúrate de verificar que haga un uso
eficiente de la energía.
También puedes adoptar una fuente de energía renovable para algunas de las
necesidades de tu hogar, como los calentadores solares de agua.
Nos han hablado de los beneficios del reciclaje una y otra vez a lo largo de nuestras
vidas.
Pero lo cierto es que el transporte y procesamiento de los materiales para el reciclaje
también conlleva la emisión de dióxido de carbono.
Por eso, si reduces los desechos que tiras y tratas de reutilizar los materiales que ya
usaste, puedes marcar un cambio.
Lo mismo ocurre con el agua.
"Una alternativa es la recolección de agua de lluvia", asegura Aromar Revi.
Crea "redes compartidas" que puedan ayudar a agrupar recursos, como cortadoras de
césped o herramientas de jardín, y lograr así un nivel de vida más ecológico.
"Todos estos cambios, cuando son practicados todos los días por miles de millones de
personas, permitirán un desarrollo sostenible casi sin impacto en su bienestar", considera
Revi.
ACTIVIDADES:
4. ¿Cuáles son las 5 cosas que debes hacer para evitar el calentamiento global? Sustenta
tu respuesta.
6. ¿Por qué 2030 es la fecha límite de la humanidad para evitar una catástrofe global?
Sustenta tu respuesta