Ucc0380 01 PDF
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Autoras:
Darshiell Delgado Jara
Claudia Galaz Sanhueza
Guía de Tesis:
Claudio Montero Urrutia
Lectora crítica:
Karina Narbona Tapia
Valparaíso, 2017
Índice
Introducción 4
2
4.2.2 Descripción de actantes 63
4.2.3 Descripción de argumentos 66
4.2.4 Oposiciones de secuencias 69
4.2.5 Oposiciones de actantes 70
4.2.6 Oposiciones de argumentos 72
4.3 Tercer entrevistado, Osvaldo 73
4.3.1 Descripción de secuencias 73
4.3.2 Descripción de actantes 74
4.3.3 Descripción de argumentos 78
4.3.4 Oposiciones de secuencias 80
4.3.5 Oposiciones de actantes 81
4.3.6 Oposiciones de argumentos 84
4.4 Cuarta entrevistada, Bárbara 86
4.4.1 Descripción de secuencias 86
4.4.2 Descripción de actantes 88
4.4.3 Descripción de argumentos 92
4.4.4 Oposiciones de secuencias 96
4.4.5 Oposiciones de actantes 96
4.4.6 Oposiciones de argumentos 98
4.5 Quinta entrevistada, Patricia 101
4.5.1 Descripción de secuencias 101
4.5.2 Descripción de actantes 103
4.5.3 Descripción de argumentos 107
4.5.4 Oposiciones de secuencias 109
4.5.5 Oposiciones de actantes 110
4.5.6 Oposiciones de argumentos 112
4.6 Cuadro de oposiciones comunes entre entrevistados 113
Bibliografía 143
Anexos 146
3
Introducción
Desde los años setenta en adelante, con la implementación del modelo económico
neoliberal en Latinoamérica, se considera al mercado como el gran asignador del trabajo
y la flexibilización es clave en ello. Este modelo incide no solo en el plano económico,
sino que también en lo político, social y cultural.
Desde entonces, el mundo del trabajo se caracteriza por una constante flexibilización y
precarización, lo cual se traduce no solo en las concepciones existentes en torno al
mismo, sino que también en la manera en la que los sujetos cristalizan dicho contexto.
En este sentido, cuestionarse por las subjetividades en el mundo del trabajo ha sido una
temática recurrente en la literatura y en las investigaciones en los últimos años y que
sigue abriendo aristas que permiten continuar abordándola como una temática
pertinente y relevante de investigar.
Es por ello que en la presente investigación, se busca dar cuenta de las identidades
profesionales de trabajadoras y trabajadores sociales, en el contexto de flexibilización
laboral, ya que este contexto, afectaría incluso a los profesionales, quienes en teoría,
estarían mejor posicionados para enfrentar el mundo del trabajo.
A su vez, serían las profesiones del área social las que se verían mayormente afectadas
por estas condiciones, es por ello que se decide focalizar la investigación a las y los
trabajadores sociales y a su vez dar cuenta de elementos constitutivos de la identidad
profesional de los mismos, en el contexto de flexibilización laboral.
El primer capítulo definido como Estado del Arte, alude a los elementos que permiten
dar cuenta del mundo del trabajo hoy en día a nivel regional y local y fundamentar la
relevancia de abordar la temática a investigar. Se realiza una contextualización del tema
a partir de las investigaciones más recientes en el área y se exponen las distintas
concepciones existentes en torno al trabajo en la producción teórica durante el siglo XX.
4
estudio. En este capítulo el referente teórico principal será el sociólogo francés Claude
Dubar y su producción en torno a la construcción de identidades profesionales. Además
se expondrá desde Marilda Iamamoto algunos elementos que permitan dar cuenta de las
identidades profesionales de las y los trabajadores sociales. Belén Lorente proporcionará
algunos conceptos (subalternidad y feminización) que permitirán incorporar el enfoque
de género en la lectura del objeto; y por ultimo Enrique de la Garza, permitirá
comprender el contexto de la flexibilización laboral.
5
Capítulo I:
Estado del
Arte
6
1.1 Fundamentación Estado del Arte
El incremento de la asimetría entre capital y trabajo, los nuevos modelos de gestión por
competencia, las formas de vinculación laboral flexibles y los modos de producción
ajustada en función del mercado, constituyen, entre otros, la cara más visible de la
instauración de una lógica neoliberal en el mundo del trabajo, desde fines de loa años
70´ en Chile. Todas estas transformaciones, tienen cabida en el contexto de la
instauración de la flexibilización laboral.
Posterior a la instauración del Plan Laboral, los empleos se precarizaron por la ausencia
de una legislación que protegiera y brindara seguridad en derechos colectivos y
estabilidad laboral, realidad que se proyectó en el tiempo y así, hoy en día, uno de los
indicadores respecto de la calidad de los empleos en Chile, es la formalidad del trabajo,
la cual indica si los ocupados se rigen bajo la protección legal de alguna institución que
regule la relación laboral. En nuestro país, el Código del Trabajo, es el encargado de
regular a los asalariados dependientes formales del sector privado y en el sector público
es el Estatuto Administrativo el que regula a los asalariados formales del aparato estatal.
No obstante, ninguna de las dos legislaciones regula a todos los trabajadores que se
desempeñan en cada uno de sus sectores, sumándose a ambos el Código Civil que regula
los contratos por prestación de servicios que se expresan en la contratación a
honorarios, sin embargo, el Código Civil no regula una relación laboral, sino que
comercial entre empresas prestadoras de servicios. Por lo tanto, es informal tanto para
el sector público como para el sector privado desde el punto de vista de la regulación
laboral.
El Informe Mensual de la Calidad del Empleo del trimestre móvil mayo-julio 2016
elaborado por la Fundación SOL, menciona que el 53,5% de los ocupados están
protegidos y regulados por el Código del Trabajo, un 5,8% por el Estatuto Administrativo
del sector público y el 40,7% restante de los ocupados, no está asociado a ninguna
legislación laboral.
7
En los párrafos posteriores y a lo largo de la investigación, se intentará visibilizar esta
relación dialéctica en los espacios de trabajos, que se da en el contexto actual.
Estos postulados son elaborados por Marx, quien considera que el trabajo es el único
origen creador de valor y que la ganancia capitalista proviene de un trabajo no pagado al
obrero (De la Garza, 2003). Además de lo anterior, propone la necesidad de realizar una
distinción entre fuerza de trabajo y trabajo, es decir, entre la capacidad de generar valor
por la fuerza de trabajo y la cantidad de valor incorporado a la mercancía en el proceso
de producción.
En términos de De la Garza, Marx y los demás teóricos clásicos del trabajo, dieron poca
importancia a los servicios y a los ahora llamados trabajadores de cuello blanco en las
empresas, ya que la teoría de Marx fue pensada principalmente en consideración al
trabajo industrial de la época, por lo cual este adquiere una centralidad por sobre los
otros tipos de trabajo, situación que se mantendrá hasta buena parte del siglo XX.
En este primer período coexisten dos concepciones teóricas. La primera variante teórica
denominada neoclásica que conllevo a una visión restringida del concepto de trabajo,
puesto que no se considera otro trabajo más que el asalariado, que vendría a ser el que
se compra y se vende por un salario. Y la otra teoría que sería del marxismo clásico que
busca incorporar al concepto de trabajo toda actividad que estuviese relacionada con la
riqueza material de la sociedad y no solo con la generación de valores de cambio (De la
Garza, 2010).
8
El segundo período de desarrollo del concepto de trabajo considera desde la segunda
mitad del siglo XIX a la crisis de 1929. En este período se fortalecen los postulados de
Marx con el nacimiento del movimiento obrero y paralelamente surge el marginalismo1
relegando al trabajo como algo central en la teoría económica, poniendo el acento en la
utilidad de la mercancía e independizando relativamente el valor de las condiciones de
producción haciéndolas, depender del mercado, es decir, de la oferta y la demanda. A
partir de lo anterior se produce un distanciamiento entre la economía y las otras ciencias
sociales. La economía, por su parte, estudiará la riqueza entendida como utilidad que se
genera con recursos escasos, no ya como valor de trabajo, en cuanto a la cantidad de
trabajo, este será asignado por el mercado a través del juego oferta y demanda. Las
demás ciencias sociales, por su parte, centraran su preocupación en los “efectos
disolventes del desarrollo capitalista” (De la Garza, 2003: 20).
En este período sigue siendo el trabajo industrial la imagen más latente de la forma de
trabajar, no obstante la centralidad del trabajo se ve anulada por la teoría neoclásica que
busca desdibujarla. Las ciencias sociales (sociología y psicología industrial) cumplen un
papel importante, porque buscan reivindicar estas relaciones y dar a conocer cómo la
industrialización ha destruido vínculos sociales.
En este periodo, el autor señala que “la potencia de la clase obrera organizada en
partidos, el surgimientos de la revolución proletaria y la catástrofe capitalista de la gran
crisis de 1929” (De la Garza, 2003: 21) serían los elementos que conllevaron a que este
periodo se caracterizara principalmente por el institucionalismo, ya que se intentó
canalizar el conflicto interclasista y de la economía a través de instituciones reguladoras.
Es por tanto el periodo del Estado benefactor e interventor de la economía, con lo cual
pierden terreno los neoclásicos y parte de sus postulados y ganan los Keynesianos3 o
institucionalistas.
1
Teoría económica según la cual el valor de cambio de un producto lo determina la utilidad de la
última unidad disponible del mismo.
2
Proveniente de los postulados de Federick Taylor, un economista que ideó el método de
organización de la actividad laboral basado en la especialización de los trabajadores, el control del
tiempo y la división de tareas.
3
J. M. Keynes critica la teoría neoclásica apoyada en la idea de los automatismos tendientes a
equilibrios estables en el mecanismo económico capitalista. En esta concepción la crisis no tiene
lugar lógico. Sin embargo, Keynes bajo la influencia más notable de la crisis 1929-1933, criticó esta
teoría proponiendo un nuevo enfoque del mecanismo de reproducción capitalista. Reconoció
abiertamente que el Capitalismo tiende por si solo a situaciones de desequilibrio, donde las
variables macroeconómicas y sociales se ven afectadas seriamente y de forma sostenida en el
tiempo. Al considerar que el mecanismo económico por si solo tiende a situaciones de
desequilibrio y básicamente de desocupación, Keynes atribuye una gran importancia al Estado
como especie de fuerza externa que regula dicho mecanismo económico. (Sierra, 2007)
9
Cabe destacar en este período el tránsito de la sociología industrial a la sociología del
trabajo, lo que implicó poner al centro al trabajador como actor (y no a la empresa) y
destacar los problemas de poder dentro de las relaciones laborales. Se destacan las
críticas al taylorismo y al mismo tiempo el optimismo acerca del futuro del trabajo.
Por ultimo señalar que a partir del surgimiento de instituciones y la aparente conversión
del movimiento obrero en institución y organización regulada, donde la figura del
sindicato cumplió un rol central, el trabajo se convierte, en cierta manera, en una
institución integrada, incluso, al funcionamiento capitalista.
El cuarto y último período señalado por el autor considera la crisis de los años setenta: el
neoliberalismo y el nuevo institucionalismo, la desilusión posmoderna.
Por otro lado, se caracteriza por la reactivación del conflicto obrero-patronal en espacios
inesperados de procesos de trabajo, con mayor énfasis en los países capitalistas
avanzados. La política Keynesiana que intentaba conciliar la acumulación de capital de
forma legítima utilizando para estos efectos el gasto público, parecía haber llegado a su
límite lo que a su vez conllevaba a la ruptura del pacto Keynesiano en el que participaban
los sindicatos. Por lo anterior, se evidencia una disminución de la influencia de los
sindicatos en la configuración de las políticas de Estado y con ello el ascenso del
neoliberalismo como una nueva política económica. Nuevamente se considera al trabajo
ilegitimo como sujeto y se reivindica al mercado como el gran asignador del trabajo.
Por otra parte, encontramos los decepcionados totales con el trabajo quienes incluso
llegaron a plantear la teoría del fin de la sociedad del trabajo, según la cual “el mundo del
10
trabajo dejaría de operar como terreno privilegiado de generación de subjetividades e
identidades” (De la Garza, 2003:26).
Como es posible evidenciar a partir de lo descrito, el desarrollo del concepto del trabajo,
según los planteamientos de De la Garza, da cuenta de que no existe un concepto fijo e
inamovible del mismo, es decir se aprecia la existencia de distintos momentos o períodos
en los cuales las ideas que circulan respecto al trabajo son distintas, e incluso la
producción teórica al respecto podía ser también disímil en un mismo período.
Es por esto que es posible señalar que los conceptos de trabajo se definen en tiempos y
espacios determinados, lo cual implica que también estos conceptos están permeados
por elementos socio-históricos que van configurando la centralidad de ciertos aspectos
en cada período. En un comienzo se releva la centralidad del trabajo en la teoría clásica y
la importancia del valor de producción por sobre el valor de uso; luego con el
marginalismo la relegación del trabajo en la economía y la acentuación de la utilidad de
las mercancías, donde los procesos de producción comienzan relativamente a depender
del mercado; posteriormente se encuentra el institucionalismo como una forma de
canalizar el conflicto interclasista y en cierta forma la institucionalización del trabajo y
finalmente el ascenso de la política neoclásica, la reestructuración del capitalismo y con
ello la interrogante por la construcción de subjetividades e identidades en el nuevo
escenario del trabajo.
Los elementos antes descritos, además de permitir dar cuenta de que no existe una
teorización única o univoca del concepto de trabajo, a su vez permiten dar cuenta de las
distintas ideas que circulan en cada período de acuerdo a elementos del contexto y a la
preponderancia de ciertos elementos por sobre otros dependiendo de la concepción
desde la cual se define el trabajo. En este sentido y en concordancia con ello es posible
abordar la temática relativa a flexibilidad laboral considerando que esta se enmarca en
los desarrollos conceptuales del trabajo de la teoría neoclásica antes señalada.
11
que deberían superar el taylorismo-fordismo, precariedad en los empleos, reformas a los
sistemas de seguridad social, de la contratación colectiva y de las leyes laborales.
El autor señala que, si bien esta situación tiene su origen en la dictadura militar, esta ha
tenido continuidad durante el período de transición a la democracia desde el año 1990
en adelante, ya que si bien se ha intentado aumentar las protecciones legales en el
trabajo, al mismo tiempo se promueve como demanda explícita legal la facilitación y
promoción de prácticas contractuales asociadas a la gestión por competencia.
El autor, en su artículo plantea que la flexibilidad cumple la función de ser un medio para
el modelo de gestión por competencia que apunta básicamente a tener la capacidad de
administrar las competencias, que son las características de las personas. Mientras más
competencias tenga un trabajador, más empleable será y así podrá forjar su estabilidad
laboral, mientras menos competencias, menos estabilidad, aquí se pone en juego la
individualidad de cada sujeto para permanecer en el medio laboral.
12
vinculación laboral se traduce incluso en el hecho de que los trabajadores que
supuestamente se encuentran mejor posicionados para enfrentar el mercado laboral (los
profesionales) también sean alcanzados por formas de vinculación flexible,
transformándose esta precarización del trabajo en una nueva normalidad, surgiendo
nuevamente la interrogante respecto de las subjetividades e identidades que se
construyen en estos contextos de flexibilización y precarización laboral.
Lo descrito por Sisto permite situar en un plano local, las transformaciones que se
describían a nivel Latinoamericano y las modificaciones impulsadas por organismos
internacionales no pertenecientes a la región. Como se señalaba, estas transformaciones
se han traducido en una flexibilización de las relaciones contractuales que alcanzan
incluso a los profesionales. Esta situación contrasta con lo acontecido a lo largo del siglo
XX, cuando el alcanzar un título universitario —independiente de la carrera— daba lugar
a una posición social de prestigio y a un estilo de vida marcado por el acceso y disfrute de
un conjunto de bienes valiosos que operaban, marcadores de la posición de clase y del
éxito en la vida. (Mora Salas & de Oliveira, 2012).
Para reafirmar lo planteado con respecto a las y los profesionales, nos remitiremos a la
investigación denominada “Las vicisitudes de la inclusión laboral en los albores del siglo
XXI: trayectorias ocupacionales y desigualdades sociales entre jóvenes profesionistas
mexicanos” elaborada por M. Mora Salas y O. de Oliveira donde se señala, nuevamente,
que los cambios producidos por la liberalización de políticas económicas, privatización,
apertura comercial y procesos de flexibilización de las relaciones laborales, habrían
generado inestabilidad y empleos que no son considerados “de calidad”. Esta situación
alcanzaría también a los profesionales, pero en este caso, se realiza una distinción entre
profesiones, es decir; de acuerdo a la investigación existirían distintas valoraciones de las
profesiones dependiendo de la importancia que se les ha concedido en el contexto del
nuevo modelo económico, es decir, la valoración de la profesión va a depender de la
utilidad de las destrezas y habilidades para el mercado. Las demás carreras tenderían a la
precariedad y exclusión laboral. La investigación ejemplifica a las carreras de las ciencias
sociales como aquellas que tienden a la precarización, ya que los trabajadores del área
social no gozan del mismo status social que los profesionales de las tecnologías, como se
menciona en la investigación, “Cuanto más importantes resultan los conocimientos,
habilidades, destrezas y competencias de los profesionales en este tipo de mercados,
mayores serán sus oportunidades de acceder a empleos de calidad y trayectorias
profesionales prósperas. Al contrario, aquellas carreras que no gozan de un
reconocimiento favorable en el mercado tendrán proclividad a generar formas de
inserción que oscilan entre la precariedad y la exclusión laborales” (Mora Salas & De
Oliveira, 2012: 4).
Esta investigación confirma la idea de que las profesiones se ven también afectadas y
finalmente cristalizan las modificaciones estructurales que se traducen en formas
precarias de empleo. A su vez permite interrogarse respecto de la construcción de
subjetividades e identidades en ese contexto, en el que se configuran profesionales con
13
cierto status de acuerdo a las valoraciones mercantiles. También aparece, nuevamente
esta investigación, como una crítica a los procesos de flexibilización donde el mercado
sería el asignador del factor trabajo, sin embargo a diferencia de lo que planteaba la
teoría neoclásica, el equilibrio esperado no se produciría, sino que más bien el resultado,
nuevamente, es la precarización.
Los años posteriores a la guerra estuvieron marcados por la implementación del modelo
de desarrollo de sustitución de importaciones, impulsado por la Comisión Económica
para América Latina (CEPAL) que en un primer momento entre 1950 - 1964, se
caracterizó por la ejecución de políticas estatales de desarrollo donde el Estado
adoptaría un papel protagónico en la economía, el cual fue cuestionado, utilizando sus
resultados para implementar las nuevas políticas de corte neoliberal, ya que los
beneficios del crecimiento económico no se reflejaban en la población. A raíz de esto se
piensa una segunda estrategia que implicó la creación de la Asociación Latinoamericana
14
de Libre Comercio con la intención de consumir la producción interna y sustituir las
importaciones. A pesar de lo anterior entre los años 1965 – 1982 se disipa esta intención
y se comienzan a promover políticas altamente proteccionistas que en conjunto al
financiamiento externo conllevaron a un desequilibrio macroeconómico en la década de
los 80. Lo anterior, entre otras cosas, conlleva a la incapacidad de varios países de
costear su deuda externa. Los países más endeudados fueron: Brasil, México, Argentina,
Venezuela, Perú, Colombia y Chile, ya que su deuda en este período aumentó siete veces
en promedio.
Los aportes que realiza este artículo, permiten dar cuenta de una serie de modificaciones
a la política económica sugeridas por organismos internacionales para América Latina,
que no tuvieron el resultado esperado respecto del crecimiento económico para la
región.
15
determinado y uno de los actores que se ve fuertemente modificado con la
implementación de estas políticas es el Estado, ya que se transita de un Estado
proteccionista a un Estado mínimo que no debe interferir en el libre funcionamiento del
Mercado.
Los trabajos de Dubar y la sociología del trabajo francesa, por una parte, y los Estudios
Críticos del Management de raigambre Foucaultiano, por otro; constituyen dos ejemplos
de recientes estudios que relevan el carácter histórico-social de las subjetividades
laborales y que han tenido influencia en la sociología y psicología social del trabajo en
América Latina.
16
subjetividad, ya que permiten reconocer que la cultura y las identidades laborales
constituyen campos de disputas y luchas sociales, donde se encuentran diversos actores
con distintos intereses que intentan imponer formas de concebir el mundo, a los
trabajadores y el trabajo. De esta manera, indagar en torno a las identidades en el
ámbito del trabajo, permitirá establecer el modo en que las mismas pueden contribuir al
mantenimiento del orden social, sosteniendo relaciones de dominación y legitimación de
los grupos dominantes o en su contrario, descubrir formas de resistencia,
reinterpretación y contra-discursos que sean alternativos a los hegemónicos. Ambas se
presentan como relevantes en el contexto del capitalismo flexible, considerando que lo
que se pretende es imponer categorizaciones y modelos de identidad laboral a los
trabajadores, con la finalidad de controlar y orientar la subjetividad de los mismos en pos
del régimen de acumulación capitalista (Stecher & Godoy, 2014).
17
permite establecer la singularidad de algo o alguien respecto a otros. El segundo, es el
que pretende definir el nexo común a diversos elementos diferentes de otros. La
identidad sería, al mismo tiempo, diferencia y pertenencia común (Dubar, 2002). En este
caso, no existirían pertenencias esenciales, sino que modos de identificación, que
pueden variar en el curso de la vida personal y la historia colectiva. De acuerdo a Dubar,
“las formas de identificación son de dos tipos: las identificaciones atribuidas por los otros
(lo que llamo las identidades para los otros) y las identificaciones reivindicadas por uno
mismo (identidades para sí)” (Dubar, 2002:12).
Frente a estas dos posturas, resulta pertinente declarar que el equipo de investigadoras
optará por comprender las identidades como un proceso de construcción y no como una
esencia, teniendo como referente teórico principal para el estudio de las identidades en
el mundo del trabajo al sociólogo francés Claude Dubar.
18
Capítulo II:
Marco
Teórico
19
El presente capítulo tiene como objetivo principal dar cuenta de la articulación teórico-
conceptual que se encuentra a la base de la investigación que está desarrollando el
equipo de investigadoras. En este sentido, esta producción brinda la posibilidad de
identificar y evidenciar el sustento teórico que permitirá analizar y reflexionar la realidad
que se ha decidido investigar.
20
tiene una pertenencia y una posición singular, en tanto que es miembro y ocupante de
un lugar en la comunidad.
Por otro lado, las segundas suponen la existencia de colectivos múltiples, a los que los
sujetos se adhieren por periodos de tiempo limitados, por lo cual proporcionan recursos
de identificación provisionalmente. En esta perspectiva, el individuo posee múltiples
pertenencias que pueden cambiar a lo largo de la vida.
Ambas formas identitarias pueden producir tanto identidades para los otros como
identidades para sí. No cabria, por tanto, la posibilidad de identificar las formas
comunitarias con identificaciones para los otros y las formas societarias con
identificaciones para sí, puesto que ambas se combinan para definir las formas
identitarias.
El contexto en el que el autor elabora su producción teórica está marcado por las
transformaciones y metamorfosis en materias sociales, económicas y culturales de
Francia que surgen a partir de la era de la globalización luego de los denominados
“treinta años gloriosos”4. Estas transformaciones estarían vinculadas a una crisis de
identidad, que han permeado la vida cotidiana trastocando las dinámicas colectivas e
individuales.
La identidad profesional, se constituye para Claude Dubar, como una de las dimensiones
más destacadas de la identidad social, de ahí que el ejercicio de la profesión es
considerado central en la construcción y reconstrucción de la identidad social. “Las
identidades profesionales son para los individuos formas socialmente reconocidas de
identificarse mutuamente en el ámbito del trabajo y del empleo” (Dubar, 2002:113). El
autor elabora los postulados de la identidad profesional en base al desarrollo histórico
de Francia, tomando como categoría de análisis el proceso de modernización y sus
implicancias en el empleo, el trabajo y las relaciones de clase.
4
Período posterior a la Segunda Guerra Mundial en Europa, que comprende desde el año 1945 a
1975, que se caracterizó por un crecimiento sostenido en la economía.
21
capitalismo; imponiendo la lógica de la competencia y del mercado. En este contexto la
empresa se convierte en la unidad básica de competencia del mercado, cuya
organización estaba orientada a hacerla competitiva y al mismo tiempo controlar el
porvenir. Así la figura del empresario se convierte en una figura eminente de la
modernidad, en la búsqueda del dominio y conservación de posiciones ventajosas.
22
Todos los efectos derivados del proceso de modernización han sido categorizados por
Castel como el desmoronamiento de la sociedad salarial, planteamientos a los cuales se
adhiere Dubar y una de las formas de hacer frente a este desmoronamiento sería la
puesta en marcha de nuevas políticas sociales que abordaran la problemática. Sin
embargo estas soluciones no arreglan todo el problema.
A partir de diversos debates y discusiones (como por ejemplo: quienes afirman que
estamos en la era del fin del trabajo, como Jeremy Rifkin) generados por las
transformaciones que ha enfrentado el trabajo, Dubar desarrolla su tesis: “los cambios
en el trabajo, localizables a partir de los trabajos de los investigadores (y de mis propias
observaciones) son contradictorios” (Dubar, 2002:125) es aquí donde afirma que algunas
tendencias que se dan en un contexto, pueden no darse en otro, procesos de
transformación notorios en un lugar, en otro puede estar invisibilizados, y es debido a
esta razón que la invención de una nueva forma identitaria (que es la organización del
nosotros y a la vez la nueva configuración del yo) haya podido ser observada en un
contexto, mas no en otro, ya que no existiría la posibilidad que esta forma identitaria
fuese transversal a todos los tiempos y espacios. Para demostrar que esta forma
identitaria está en crisis, Dubar lo analiza a partir de tres dimensiones o tres tendencias
predominantes sobre el tema del trabajo que tienen incidencias identitarias
considerables (trabajo como resolución de problemas, trabajo como establecimiento de
competencias y trabajo como resolución de conflictos).
23
impuso la noción de competencia a la vez que la empresa se redefinía como “comunidad
contractual competitiva”.
Durante los años 1990 en Francia se reconoce que la identidad de empresa implicaba
disputas internas, una gestión participativa aleatoria y operaciones de formación
costosas, es así como se establece y extiende la noción de empleabilidad. Lo anterior
implica que los asalariados comienzan a ser responsables de la adquisición de sus
competencias y ya no la empresa. La gran dificultad radica en que finalmente ni la
escuela ni la empresa son las responsables de producir las competencias en los
individuos; quienes se convierten finalmente en los encargados de mantenerse en
estado de competitividad en el mercado, para lograr la contratación para actividades
precisas y limitadas más bien denominadas “prestaciones” determinadas.
Por último y en tercer lugar, concebir el trabajo como relación de servicio, implica una
transformación profunda de este, ya que cambia el sentido mismo del trabajo de los
asalariados del sector público y privado.
Este movimiento se inicia en las grandes empresas, al mismo tiempo que los imperativos
de calidad y gestión participativa eran difundidos, de esta manera, los asalariados se
convertían en proveedores de uno o varios clientes. Es así que la relación “cliente-
proveedor” se encontraba en el centro de los dispositivos de calidad total de la empresa.
24
de servicios a los usuarios con quienes están unidos y a quienes buscan satisfacer las
necesidades de la mejor manera posible” (Dubar, 2002: 135).
De esta manera el autor plantea que se pondría en juego una “conversión identitaria”, ya
que estas modificaciones implicaban cambios culturales en el mundo de la
administración, caracterizada aun por la protección jerárquica y la burocracia.
Además de lo anterior, Dubar señala dos formas identitarias relevantes para abordar la
conceptualización de las identidades profesionales. La primera denominada identidades
de oficio, refiere a comunidades de oficio que habían resistido de una u otra manera el
proceso de racionalización, sin embargo de igual forma se desmantelaron sectores
completos que estaban organizados, como es el caso de los trabajadores de las minas de
carbón y de la siderurgia, quienes no lograron quedar ajenos a los cierres de fábricas y
despidos masivos. Dubar reconoce que antes de que ocurrieran estos cierres, si había
algo que caracterizaba a los trabajadores y por lo que podían reconocerse, era la
identidad de oficio, que no es otra que la identidad comunitaria, que supone una
comunidad en el seno del trabajo, donde se transmiten las formas de hacer, de sentir y
de pensar, y que asimismo constituyen valores colectivos. En esta identificación, la
acción colectiva está a la base, se defienden los intereses propios y además los de la
empresa, de común acuerdo, ya que la representatividad de los líderes sindicales
permite que los trabajadores puedan identificarse con éstos y mantener una relación con
sus patrones, llevando a cabo objetivos comunes que garanticen la supervivencia y el
desarrollo de la empresa. El autor plantea que para poder reproducirse esta identidad
requiere de una cierta estabilidad laboral. La crisis de esta forma identitaria comienza
cuando durante los años de desempleo en Francia, los trabajadores no podían trasmitir
su oficio sufriendo el desmoronamiento de su mundo anterior, éste se constituye como
uno de los aspectos más dramáticos de la crisis. Al mismo tiempo, la racionalización no
solo afectó a obreros, sino también a funcionarios públicos que de igual forma se
sintieron amenazados, ya que generalmente estos funcionarios hacían una carrera
dentro de sus empleos, ganando ascensos jerárquicos por antigüedad o concursos, la
modernización provocó la llegada de jóvenes titulados a competir contra estos
funcionarios, restándole posibilidades de mejorar sus empleos.
La otra y última forma identitaria que sería pertinente señalar, es la identidad en red,
utilizada para referirse al “discurso de jóvenes titulados que se juzgaban desclasados y
pretendían una movilidad externa en la empresa en la que trabajaban” (Dubar, 2002:
147) Para estos jóvenes la noción de precariedad era considerada como una condición
positiva que Dubar identifica como una “precariedad identificante”, consistente en la
exploración constante del medio profesional, con experiencias laborales enriquecedoras
aun cuando estas son de corta duración. Este tipo de identidad se caracterizaría por la
primacía del sujeto individual por sobre las pertenencias colectivas, lo central es la
25
realización personal en el contexto de una fuerte competencia e incertidumbre, lo que
conlleva a los individuos a afrontar la precariedad intentando darle un sentido. A partir
de esto, Dubar reflexiona que si esta es la única forma de identidad deseable en el
porvenir; esta situación reflejaría la alta vulnerabilidad de las identidades profesionales
contemporáneas, es en este sentido que según el autor se estaría en una crisis identitaria
permanente o más bien como el la denomina “una identidad de crisis, más que una
identidad en crisis” (Dubar, 2002: 149).
Cabe destacar que la producción teórica del autor se circunscribe a la sociedad francesa,
sin embargo, esta permite señalar que las identidades varían en consideración al
contexto en el que se construyen. En este sentido, no existiría una única forma
identitaria posible de describir y lo que se encontraría serian elementos de uno y otro
tipo de identidades dependiendo del contexto en el cual se construyan las mismas.
Además, es pertinente señalar que para algunos autores, entre los que se encuentran De
la Garza (2010), Dubar elabora su teoría de las identidades de manera bastante sencilla,
ya que habría sido elaborada en base a las aportaciones teóricas de otros autores como
Mead, Shutz y Goffman. A pesar de ello, se considera que esta teoría aporta a la
presente investigación elementos que son de utilidad operativa, que facilitan la misma y
que son pertinentes a los objetivos establecidos para la presente investigación.
Las profesiones que intervienen en lo social, serán entendidas como “aquéllas que
mantienen un contacto diario con las personas, que se hacen en el cara a cara, que se
desenvuelven en medio de las contradicciones sociales, donde el ejercicio profesional ha
permitido construir conocimientos, desarrollar habilidades y destrezas, hacer opciones
valorativas y políticas, además de técnicas y metodologías.” (Aguayo, 2006: 91), sin
embargo, considerando el actual contexto en el que se desenvuelven las profesiones, es
necesario incorporar la dimensión de la profesión, en tanto conocimiento especializado:
“las profesiones son grupos económicos, sociales y culturales. Éstas se inscriben en una
sociedad de mercado donde los grados de especialización representan formas de poder
en las relaciones sociales laborales. En este sentido cualquier análisis de las profesiones
requiere dar cuenta de diversos aspectos, entre ellos los jurídicos, los administrativos y los
análisis referidos a las representaciones ideológicas.” (Aguayo, 2006: 108). En este caso
es posible admitir que la validación de una profesión sobre otra se encuentra en relación
a complejos procesos de poder, por lo cual el estatus de una profesión será elevado
26
cuando sea avalado su quehacer por ciertos grupos de elites. De acuerdo a la autora,
esto permitiría explicar la primacía de algunas profesiones como ingeniería, abogacía,
economía y medicina respecto de las profesiones sociales, entre ellas el Trabajo Social.
Dicho lo anterior, es necesario dar cuenta de ciertos elementos, que de acuerdo a los
planteamientos de la autora Marilda Iamamoto; formarían parte de la identidad
profesional de Trabajadores Sociales.
Históricamente las y los trabajadores sociales han sido agentes profesionales que
implementan políticas sociales y públicas. “O según las palabras de Netto, un ejecutor
terminal de políticas sociales, que actúa en relación directa con la población usuaria”
(Iamamoto, 2003:33) Sin embargo, hoy día el mercado demanda además de un trabajo
de implementación, el de formulación y gestión de las políticas sociales. Desde la mirada
de la autora, que se consideren estos nuevos aspectos en el ejercicio profesional,
permite romper con la imagen del asistente social que realiza una mera función
respondiendo a las exigencias burocráticas, ya que requiere ir más allá de las rutinas
institucionales.
Por último, tratar el Trabajo Social como trabajo, presume enfatizar en la idea de la
producción y reproducción de la vida social, como determinantes en la construcción de la
materialidad y de la subjetividad de las <clases que viven del trabajo> (Antunes (1985) en
Iamamoto, (2003). Cuando se afirma la importancia de reconocer el trabajo como un
proceso constitutivo de individuos sociales en la sociedad, se tiene un punto de inicio. En
este presupuesto, la prioridad es abordar la esfera de la distribución de las riquezas,
partiendo de la premisa que la desigualdad siempre ha existido y la superación de ésta se
resolvería con una mejor distribución. A través del trabajo se puede mejorar la calidad de
vida de los hombres y mujeres, y suplir las necesidades y carencias que cada uno tiene,
27
ahí es donde el/la trabajador/a social concentra su atención en la producción y
reproducción de la vida material.
28
diploma, es decir, es la preparación demostrada en un mercado competitivo lo que
muestra cual es el profesional más apto para llevar a cabo las funciones y no el diploma.
Esto provoca un alto nivel de competitividad entre profesionales, que en sus formaciones
profesionales los preparan para realizar funciones distintas y específicas de sus
disciplinas, pero que sin embargo cuando se enfrentan al ejercicio profesional compiten
por un mismo puesto y en el mismo proceso de selección.
Otra de las formas que asume esta situación es la “refilantropización social”, en la cual
corporaciones económicas se comienzan a ocupar de intervenir en la cuestión social
desde el enfoque de la “filantropía empresarial”. Cabe destacar que esta forma de acción
no se condice con un resurgimiento de la filantropía del siglo XIX, sino que se constituye
más bien como el resultado de la privatización de los servicios públicos.
Otra alteración del mercado de trabajo profesional está constituida por las
Organizaciones No Gubernamentales (ONGs), en las cuales el Estado limita su
participación a la recaudación y transferencia de fondos y a la fiscalización del
funcionamiento de dichos organismos.
Por otra parte, otra modificación sería la desregulación de las relaciones de trabajo y
derechos sociales, en virtud de la necesidad de reducir costos sociales, de lo cual deriva
la necesidad de flexibilizar el costo del trabajo.
Todo lo anterior repercute en el mercado de trabajo para las y los trabajadores sociales,
ya que se presentan nuevas posibilidades laborales, siendo necesario apropiarse de las
mismas, descifrarlas y desarrollarlas.
Pensar el Trabajo social como profesión implica considerar los elementos histórico-
sociales que la determinan, la especialización del trabajo en el marco de fuerzas
societarias y a quienes construyen y vivencian la profesión, ya que ambos aportan a la
creación de una cultura profesional. Por lo anterior analizar la profesión implica “abordar
simultáneamente, los modos de actuar y de pensar incorporados por sus agentes,
atribuyendo visibilidad a las bases teóricas asumidas por el Servicio Social en la lectura de
la sociedad y en la construcción de respuestas a la cuestión social” (Iamamoto, 2003:76).
29
propiamente tal, de forma separada del contexto en el que ésta se desarrolla, es decir,
las instituciones y con ello las relaciones de poder existentes en las mismas, los
movimientos sociales y las políticas sociales, no serían solo el contexto o marco de la
práctica profesional, sino que también la constituyen.
En cuanto a los métodos de trabajo del/la trabajador/a social, se establecen las bases
teórico-metodológicas como recursos esenciales para ejercer su trabajo. Estos permiten
leer la realidad, establecer los rumbos de la acción y moldearla, acción que se moldea
también, de acuerdo a la inserción socio-institucional, ya que el Trabajo Social, para
realizar su trabajo depende de organismos institucionales “El Asistente Social para
organizar sus actividades depende del Estado, empresa, entidad no gubernamental, las
que posibilitan que los usuarios accedan a sus servicios, provean los medios y recursos
para su realización, establezcan prioridades, interfieran en la definición de papeles y
funciones que componen el cotidiano del trabajo institucional” (Iamamoto, 2003:82).
En este sentido la feminización como parte de la historia del Trabajo Social, constituiría
una forma de emancipación para las mujeres al encargarse de la proyección de la ayuda
30
doméstica en el hogar a la ayuda social en la comunidad, o de la prolongación de la
maternidad fuera del hogar, en las distintas formas que esta adoptaba (servicio a los
pobres, caridad, cuidado a los enfermos, montes de piedad, beneficencia; entre otros).
Las profesiones femeninas han sido calificadas como “semi” profesiones como una
manera de generar una distancia cualitativa respecto de las demás (abogacía, medicina,
arquitectura, entre otras), por lo cual lo que subyace es la calificación de una profesión
como “incompleta” y el hecho de ser sociológicamente femenina, calificación que para la
autora tendría un sesgo androcéntrico y desmontaría la presunción de neutralidad
valorativa aducida por la ciencia.
31
conocimiento es parte constitutiva de la subordinación estructurante y sostenida en el
tiempo. La subalternización hace que la validez del conocimiento producido se sitúe en
su función práctica más que en la producción abstracta del conocimiento.
Desde la sociología del trabajo la flexibilización laboral ha sido abordada por tres
perspectivas teóricas que justifican la necesidad de la misma para poder sobrevivir al
medio. La primera es la teoría neoclásica apoyada por los neoliberales en la economía
quienes creen que es una condición abstracta para que haya tendencia hacia el
equilibrio. La segunda está asociada a los intelectuales del posfordismo que proponen la
flexibilidad negociada. Finalmente, la tercera abarca la doctrina de la “nueva ola” del
management con la perspectiva de la calidad total.
Respecto de la primera, se señala que de los desarrollos que realiza la teoría neoclásica
proviene la flexibilidad del mercado de trabajo, al ser este considerado como el principal
32
asignador del factor trabajo, por lo cual la oferta y la demanda del trabajo determinan la
distribución del mismo y su precio, intentando reducir al máximo la intervención de
factores exógenos para así alcanzar el equilibrio.
La flexibilización laboral trajo consigo nuevas formas de concebir el campo del trabajo,
de insertarse y aportar en el mismo. Es por esto que para la dupla investigadora adquiere
tal relevancia.
5
El toyotismo intenciona un cambio en los procesos de producción y en las relaciones sociales, se
intenta generar un trabajador involucrado, participativo, polivalente, recapacitado y sobre todo
identificado con la empresa. Por lo anterior, el punto central del toyotismo es la nueva cultura
laboral. (De la Garza, 2010)
33
Capítulo III:
Marco
Metodológico
34
Marco Metodológico
Con posterioridad a la elaboración del estado del arte en virtud del cual se obtiene el
panorama actual por el que atraviesa el campo del trabajo y las identidades
profesionales, y en conjunto a las teorías seleccionadas en el marco teórico, se logró
delimitar y construir el siguiente objeto de investigación:
En función del objeto de estudio es que se configuran las preguntas que buscará
responder esta investigación, a través de las cuales se articularán los planteamientos
teóricos y empíricos que han guiado el proceso investigativo. Las preguntas son:
35
3.4 Objetivos de la investigación
36
Es preciso señalar que este enfoque es considerado el adecuado para abordar el objeto
de investigación, ya que para acceder a las identidades profesionales de trabajadores/as
sociales se requiere de una mirada que permita a las y los sujetos expresar sus ideas y
concepciones. Siguiendo esta línea, es este el enfoque que permite la apertura de las y
los sujetos y no limita a responder preguntas y dar respuestas previamente definidas.
Enfoque Biográfico
Ruth Sautu (1999), denomina método biográfico “al conjunto de técnicas metodológicas
basadas en la indagación no estructurada sobre las historias de vida tal como son
relatadas por los propios sujetos” (Sautu (1999) en Kornblit (2004: 15).
En este enfoque se intenta rescatar los diversos sentidos que los sujetos otorgan a los
acontecimientos vitales que han atravesado en sus vidas, en los ámbitos familiares,
culturales, sociales, y al mismo tiempo, se intenta insertar dichos sentidos otorgados
individualmente a la experiencia, en el contexto social que han surgido, trascendiendo
así lo particular y construyendo, de esta manera, un saber de lo social más denso.
El enfoque biográfico, concede una importancia central a la historia oral que relatan las y
los sujetos, ya que a través de ésta se recuperan aspectos constitutivos de la vida, como
los culturales y familiares que forjan la historia individual. Un elemento de la historia oral
es la memoria, se considera como uno de sus soportes, ya que ésta comporta recuerdos,
pero también olvido, pues, es selectiva.
En este enfoque es necesario distinguir entre historias de vida y relatos de vida. Los
primeros implican “un rastreo detallado de la trayectoria vital de una persona, al modo
de un estudio de caso” (Kornblit, 2004:16), mientras que los relatos de vida “son
narraciones biográficas acotadas por lo general al objeto de estudio del investigador. Si
bien pueden abarcar la amplitud de toda la experiencia de vida de una persona (…) se
centran en un aspecto particular de esa experiencia”. (Kornblit, 2004:16). Frente a estas
37
formas de abordar la historia de las y los sujetos, la dupla investigadora optará por los
relatos de vida como técnica para recolectar la información, buscando recuperar el
sentido que los narradores –sujetos de investigación- le otorgan a sus relatos.
La técnica que se utilizará para poder recolectar la información, será la Entrevista Semi-
Estructurada, la cual es entendida como un dialogo construido entre dos interlocutores,
quien entrevista y quien es entrevistado. Quien entrevista –investigadoras- orienta el
discurso de manera más o menos directiva y estructurada, según la finalidad perseguida
en cada caso.
Por tanto, en esta se debe establecer de antemano cuál es la información relevante que
se quiere conseguir, para lo cual se hacen preguntas abiertas dando oportunidad a
recibir más matices de la respuesta, brindando la posibilidad de ir entrelazando temas,
38
pero requiere de una constante escucha activa por parte de las investigadoras para
poder encauzar y profundizar en las temáticas que fueron definidas al inicio.
En este tipo de entrevista “las preguntas o temas a tratar se definen en base a los
objetivos del estudio y se plasma en un protocolo que funciona como guía” (Vieytes,
2004: 504), por ende, la definición previa de temáticas, permite ahondar en los aspectos
de interés, sin descuidar la perspectiva desde la cual dialoga la o el sujeto de
investigación.
Cabe destacar que esta técnica debe contar con una planificación previa, en la cual se
concuerden los aspectos a ser incluidos en la entrevista, con la finalidad de unificar
preguntas y temas a abordar.
Para los fines de esta investigación, se utilizará el muestreo teórico que brinda la
posibilidad de investigar manteniendo un equilibrio entre lo narrado por los
entrevistados y los objetivos planteados en la investigación. Este tipo de muestreo es
acumulativo, puesto que a medida que se van realizando análisis y recolección de datos,
la información adquirida se va incrementando, entendiendo, que el muestreo teórico se
interesa por desarrollar las categorías haciéndolas densas, para luego saturarlas.
39
3.9 Tamaño de la muestra
Por otra parte, uno de los criterios de heterogeneidad estaba conformado por la
cantidad de años de ejercicio profesional, de 0 a 10 y de 10 o más años, las
investigadoras intencionaron entrevistar a profesionales que se encontraran en los
extremos, con el fin de identificar si existe alguna diferencia en particular debido a los
contextos de formación y ejercicio en los cuales se ha ido construyendo su identidad.
Entrevistando a dos profesionales con 20 años de ejercicio profesional, uno con seis y
dos profesionales con dos años de ejercicio.
40
A continuación, se presenta una tabla que resume la muestra descrita con anterioridad:
41
estructurada, para posteriormente firmar un documento en donde ellas y ellos aceptan
participar en la investigación.
Para realizar la selección del método de análisis, se consideraron las distintas alternativas
o propuestas existentes para analizar los relatos de vida. Si bien la literatura señala la
existencia de una diversidad de propuestas desde las ciencias sociales para realizar el
análisis de las historias de vida (Pretto, 2011), para efectos del presente documento se
dará cuenta de la propuesta elaborada por los autores Didier Demaziere y Claude Dubar.
Esta interpretación implicaría una comprensión densa y detallada del relato de los
sujetos: “Comprender el sentido de lo que se dice no es solamente estar atento y “hacer
suyas” las palabras del entrevistado, sino también analizar los mecanismos de
producción, comparar las palabras diferentes, desnudar las oposiciones y las
correlaciones más estructurantes” (Kornblit, 2004: 25), es decir, lo que se pretende es
clasificar de un modo comprensivo las estructuras de relatos, poniendo en evidencia las
relaciones y tensiones entre ciertas dimensiones tales como “los contenidos implícitos,
las grandes oposiciones, las estructuraciones fundamentales que organizan la relación de
la persona con el mundo y (…) la organización de su estructura socio-afectiva” (Kornblit,
2004: 26).
Este modelo de análisis se consideró pertinente, ya que guardaría coherencia con los
elementos expuestos anteriormente en el documento, en relación a la metodología,
enfoque y técnicas a utilizar en la investigación, y además se constituye en una
propuesta de análisis pertinente al objeto de investigación que son las identidades
profesionales.
Además de lo anterior, este tipo de análisis no se limita sólo a interpretar aquello que
aparece explícito en el discurso de los sujetos, sino que también abre la posibilidad de
identificar aquello que está implícito y el establecimiento de relaciones entre las distintas
dimensiones que se encuentren presentes en el relato; lo cual es concordante con la
forma en la que se propuso comprender los relatos de vida para la presente
42
investigación. Por lo anterior, se considera que el análisis debe estar centrado en el
lenguaje de los entrevistados, ya que a través de este toma forma el mundo social. Por
ello esta postura analítica-estructural es la que mejor permitiría, según estos autores,
analizar las producciones lingüísticas, intentando estructurar los episodios de una
historia, identificando personajes, con la finalidad de revelar el sentido que atribuye a la
propia historia el narrador (Pretto, 2011).
Este método se basa en el análisis de las relaciones por oposición fundado en la hipótesis
de la existencia de una sintaxis que, se sobrepone a la regla lingüística y estructura el
discurso y su significado. De esta forma, es posible buscar en el texto de la entrevista las
relaciones entre las prácticas, los objetos, los elementos del ambiente y los significados
asignados por el entrevistado.
Para construir dichos cuadros, se identificarán por separado las listas de cada nivel
(secuencias, argumentos y actantes) a partir del parafraseo del narrador. Luego se
elabora un segundo cuadro, donde se intenta relacionar los opuestos de secuencias,
43
proposiciones argumentativas y actantes para cada relato. La construcción de los
opuestos puede surgir de manera explícita del relato del/la entrevistado/a, o de manera
implícita cuando es identificado por el analista.
En el nivel de los actantes, se identifican aquellos que aparecen con mayor frecuencia,
repetición e intensidad o que marcan un hito en el relato del entrevistado. Se realiza una
descripción por las fórmulas más típicas o las más repetidas en las que aparece el actante
a lo largo de la entrevista. Al igual que en las secuencias, se realiza la descripción de
manera cronológica y en base al cuadro de parafraseo (Demaziere y Dubar, 1997).
Una vez finalizada la descripción de los tres niveles señalados, se identificaran las
oposiciones explícitas e implícitas en el relato. Esto se realizará en base al cuadro de
oposiciones realizado anteriormente y orientado por el resumen de la información de la
entrevista obtenido en las descripciones anteriores.
De esta manera, se logra aplicar el análisis por oposiciones a los tres niveles y traducir el
esquema precedente en una combinación de categorías típicas constitutivas del sentido
general de la entrevista (Demaziere y Dubar, 1997).
Lo anterior proporciona una síntesis del relato dando cuenta de los aspectos más
importantes y dejando al descubierto las normativas culturales y valores que lo edifican.
A su vez el resumen obtenido de cada relato posibilita también la construcción de
tipologías, por ello siguiendo a Kornblit (2004), se vierte la información de las
oposiciones que hayan sido identificadas para cada entrevistado/a, en un cuadro que
contendrá las oposiciones comunes a todos/as en los niveles de los argumentos y los
actantes, ya que las secuencias serán las mismas.
44
Este cuadro a su vez permitirá señalar los elementos comunes que serían constitutivos
de las identidades profesionales de trabajadores sociales en el contexto de la
flexibilización laboral, y a su vez los elementos distintivos; lo que permitirá e identificar
tipologías diferenciadas para los/as entrevistados/as.
45
Capítulo IV:
Análisis de la
información
46
Análisis de la información
Eligió estudiar Trabajo Social como primera opción (S1)6, fue el primer integrante de su
familia en ingresar a la Educación Superior Universitaria (S2) “Yo fui el primer (…) la
primera persona del grupo familiar que ingresa a la universidad” (S2.1) y se formó
profesionalmente como trabajador social (S3) en la Escuela de Trabajo Social de la
Universidad de Valparaíso (UV) desde el año 2005 al año 2010.
6
Corresponde a la codificación de las secuencias establecidas en el cuadro de parafraseos
presentado en los anexos.
47
se acabó ese trabajo, inmediatamente continué en otro lugar, durante un verano y
luego, eh, reingrese acá a ONG de Valparaíso, como en abril del 2011, desde esa fecha
hasta ahora, ha sido con una jornada completa y sin lagunas laborales entremedio”
(S4.3). Todos esos trabajos tenían una contratación a honorarios “Siempre ha sido con
contrato a honorario, todos estos años.” (S4.4) y refiere haber tenido alrededor de cinco
trabajos en un periodo de ocho meses.
En cuanto a su trayectoria laboral (S5) Juan identifica hitos relevantes en la misma, que
estarían dados principalmente por su participación en algunos programas de
intervención y el aumento de responsabilidades. El primero de ellos corresponde al
primer trabajo con mayor continuidad laboral “El primer hito fue el, este trabajo (…) en
la escuela, como primer trabajo un poco más, eh, un poco más extenso cierto, y con
mayor responsabilidad de mi parte” (S5.1). El segundo hito corresponde a un trabajo
desarrollado en una oficina en la comuna de Villa Alemana y el tercero corresponde a su
incorporación al programa “Abriendo Caminos” desde la segunda mitad del dos mil once
hasta la actualidad y al mismo tiempo dentro de dicho programa el comenzar a coordinar
dicho programa también se constituye como un hito “Otro hito puede ser, dentro del
abriendo caminos (…) tiene que ver con el cambio de función, que en un principio yo
trabajaba como tutor, o sea como profesional de trabajo directo con los niños, y hace
un par de años atrás pase a tomar el cargo de coordinador” (S5.4).
48
4.1.2 Descripción de actantes en el relato de Juan
Para el relato de vida de Juan, se han identificado 14 actantes, incluido el. Sin embargo,
no todos participan con la misma frecuencia e importancia dentro de la narración.
En otras ocasiones Juan forma parte de la narración sin que se mencione de manera
explícita, sin embargo, hace referencia a sí mismo en la respuesta, lo cual se constituye
más bien en una argumentación.
En definitiva es posible señalar que constantemente hace referencia a sí mismo para dar
cuenta de sus intereses, expectativas, autodefinición y de su perspectiva respecto al
espacio laboral.
Por otra parte, como actante institucional se refiere a su colegio, en donde desarrolló
una inclinación humanista, “Era un colegio científico-humanista”. El que le entregó las
herramientas para optar por una carrera universitaria humanista.
Una actante fundamental a la hora de escoger la carrera fue una vecina que Juan tenía
que estudiaba trabajo social, ella “en ese tiempo que me decía un poco de qué se
trataba esto, que era mi vecina”.
Para Juan poder conversar con esta vecina fue decisivo, ya que le mostró que frente a
ciertas injusticias y desigualdades, desde el trabajo social se puede hacer algo.
“En el fondo, como tu podías pasar desde la impotencia de ver todo lo que sucede y de
creer que no se puede hacer nada a si poder hacer algunas cosas”.
Por otro lado, Juan refiere a sus amigos, como un grupo de actantes colectivos que
siempre lo vieron en ese tipo de carreras. “Amigos, compañeros, a mí me veían, ehm,
como en ese tipo de carreras, humanistas”.
Sin embargo, de igual manera lo molestaban, ya que consideraban que la carrera era
para mujeres.
49
La familia, se conforma como un actante que respaldó y apoyó en todo momento a Juan
frente a las decisiones tomadas con respecto a la elección profesional, esto, debido a que
Juan era el primer integrante de la familia en ingresar a la educación superior, por lo
tanto, mientras el estudiara alguna carrera universitaria no había problema.
“Mi familia estaba súper contenta, conforme, más allá de la carrera que fuera, si una
ingeniería o de las ciencias sociales, eh, era que pudiera ingresar a la universidad”.
Principalmente la relación que mantiene con este actante es respecto a las enseñanzas y
herramientas que la institución le ha entregado para enfrentarse al mundo laboral y a su
mundo personal también.
“Adquirir mayor conocimiento, pero, eh, yendo de la mano también con una carga
ideológica y valórica que ya traía de antes”.
“En la medida en que yo también iba aplicando un poco lo que iba aprendiendo (…)
desde ahí también se generaba como cierto respeto hacia la carrera”.
Si bien, menciona que no le fue tan complejo insertarse laboralmente, no obstante, una
herramienta que siente que le faltó y que pudo desarrollar con posterioridad y
experiencia, fue la reflexividad.
“Los primeros meses, estuve trabajando haciendo unas encuestas con un profesor de la
universidad”.
La ONG de Valparaíso, se constituye como otro actante relevante, dentro de este actante
institucional se agruparan una serie de personajes tales como, el programa en el que se
ha desempeñado, sujetos de atención, equipo de profesionales y SENAME, que
permitirán articular el relato que otorga Juan con respecto a su espacio laboral.
Partiendo por la ONG, para referirse a la misma la menciona que trabaja en ella hace seis
años, habla de este actante dentro de su trayectoria laboral y las expectativas que tenía
Juan con la profesión. En ese sentido, el entrevistado comenta que una de las diferencias
que vivenció a la hora de enfrentarse al mundo laboral fue encontrar un trabajo en
organizaciones de la sociedad civil con respecto a las prácticas profesionales que él había
tenido mientras estudiaba la carrera, puesto que la mayoría habían sido en el servicio
público.
“Acá se hacen esfuerzos y los esfuerzos pasan por gestiones, generar convenios, pero
no… es más complejo que desde una institución pública creo yo, sobre todo el ser una
ONG pequeña”.
50
Cuando se refiere a las instituciones del servicio público, reconoce que en esos espacios
existen mayores posibilidades de capacitarse y desarrollarse paralelamente con el
trabajo y financiado por la misma institución, las compara con la organización en la que
trabaja él, donde explica que trabaja en una ONG pequeña, por ende, esas posibilidades
no se dan ni darían en su institución.
Por otra parte, un actante institucional que critica, son las instituciones de seguridad
social, puesto que él no está de acuerdo con entregarle parte de su sueldo a las AFP’S,
frente a eso, comenta que han existido ocasiones en donde el director de la ONG les
ofreció a sus trabajadores un contrato a plazo fijo o indefinido, sin embargo, todos
rechazaron la opción, porque les descontarían parte de su sueldo e iría a instituciones
que para ellos son cuestionables.
Por otro lado, aborda a los sujetos de intervención para fundamentar por qué se ven
impactados en sus intervenciones por el contexto sociolaboral actual, refiriendo que por
la alta rotación de profesionales, las familias no logran generar un vínculo real con las y
los trabajadores sociales que están a cargo de sus casos.
“Te pueden decir, no se po´, el Juan es súper ñoño porque pasa estudiando, cachai”.
Refiere sentirse bien valorado, sin embargo, esa valoración no se condeciría con la
remuneración que recibe al final de cada mes.
Por otra parte, cuando refiere a las expectativas que pudiese tener su equipo de trabajo
como el coordinador general del programa, cree que ha sabido llegar a las y los
profesionales a través de un liderazgo democrático y más horizontal.
51
Un elemento importante cuando se refiere a la ONG, al programa en el cual se
desempeña, al SENAME y al Estado, guarda relación con la sensación de inestabilidad e
incertidumbre que, para él, radicaría en el Estado, ya que las condiciones laborales las
atribuye a un aspecto más estructural que particular. En ese sentido, menciona tener
condiciones laborales precarias, sin embargo, no se evidencia alguna acción individual o
colectiva por mejorarlas dentro de la ONG, y tiende a atribuirle las responsabilidades al
Estado, evidenciándose una mirada más comprensiva con la institución, reconociendo
que ésta no dispone de más recursos para desembolsar en sus trabajadores.
“Uno igual se cuestiona qué pasa si en estos momentos a mí me sucede algo a nivel
físico, de salud, no tengo las condiciones mínimas de seguridad, entonces yo no voy a
dejar de hacer eso, pero si por lo menos, está…, hacemos la reflexión, es algo
consciente, sabemos que nos exponemos a riesgos y que no tenemos todas las
seguridades que nos cubran si algo nos llega a pasar, ahora finalmente los que estamos
trabajando acá sabemos a lo que nos exponemos, sabemos las condiciones, eh, y
seguimos trabajando, pero igual siempre tenemos una mirada crítica, no es que
aceptemos siempre las condiciones, pero también entendemos que no pasa por
solamente por una relación empleado empleador acá a dentro de la institución, sino
que tiene que ver con condiciones más macro, en donde, eh, las condiciones de
precarización laboral no es, es a partir del estado, él es uno de los peores empleadores
y desde ahí hacia abajo, en estas instituciones de la sociedad civil también, y en otras
áreas similares a las cuales donde nosotros trabajamos, están en general precarizados,
entonces pasa más allá de un conflicto de acá al interior de la institución”.
Esta argumentación se presentara por tanto en dos grupos. Uno relativo a los
argumentos referidos por Juan para dar cuenta de sí mismo como un trabajador social
que tiene una mirada crítica de la realidad y un segundo grupo de argumentos que dan
cuenta de su condición de trabajador independiente en el contexto de la flexibilización
laboral. Cabe destacar que este segundo grupo presenta a su vez argumentos en dos
direcciones, una en pos de dar cuenta de las falencias de un trabajo con contrato a
honorarios en los que respecta a las condiciones laborales y la disconformidad con ello y
por otra parte argumentos en virtud de los cuales Juan minimiza los efectos de la
flexibilización laboral en su vida e incluso los justifica.
52
de sus motivaciones se encontraban la mirada crítica de la realidad que él ya tenía desde
antes de ingresar a la Universidad “Creo que siempre también he tenido como una
mirada crítica, que se ha podido ir desarrollando, perfeccionando, cierto, a través del
tiempo, pero de más joven también, entonces de ahí también me llamó la atención
Trabajo Social.” Y además el trabajo social le brindaría la posibilidad de generar una
mirada crítica sobre el quehacer en base a la reflexión, situación que no le brindaría por
ejemplo, la carrera de Derecho “Poder generar una mirada crítica, sobre lo que estaba
haciendo y desde ahí también poder, eh, trabajar y ejercer, pero no de una forma
robótica”.
Señala que esta mirada crítica la traía consigo desde antes de ingresar a la universidad y
que se expresaba principalmente en su visión respecto de los grupos minoritarios en la
sociedad “Primero tú vas definiendo por ejemplo cuál es tu visión y percepción sobre
ciertos grupos que son entre comillas minoritarios, cierto, eh, en los grupos que en ese
tiempo se llamaban las minorías” “Todas esas como percepciones que por lo menos yo
tenía cuando más chico ya tenía una mirada sobre eso que no, no me gustaba caer en
la mirada facilista de apuntar con el dedo, de cierto poder, de ciertos estigmas, el
flaite, no se po, el cabro huacho abandonado o lo que sea, eh, lo vi reflejado un poco en
la carrera que tú vas a estudiar”.
Con la formación profesional en la escuela de Trabajo Social de la UV, esa mirada crítica
incipiente se va desarrollando y perfeccionando aún más, “Adquirir mayor
conocimiento, pero, eh, yendo de la mano también con una carga ideológica y valórica
que ya traía de antes” Esta formación le permitía ir disipando algunos prejuicios
existentes en su entorno (principalmente amigos) respecto de la profesión, en la medida
que adquiría conocimiento y se lograba ir validando frente a otros “En la medida en que
yo también iba aplicando un poco lo que iba aprendiendo (…) desde ahí también se
generaba como cierto respeto hacia la carrera, pero por otro lado también, esta, como
este sesgo de género que siempre existe con algunas carreras de las ciencias sociales”.
En el espacio laboral esta mirada crítica a la que se hacía referencia, se deja ver en Juan
cuando realiza su autodefinición, haciendo hincapié en la coherencia existente en su
ejercicio profesional “Yo creo que me autodefiniría como una persona comprometida y
coherente con mi espacio de trabajo, como te contaba, con mi espacio laboral y
personal, siento que hay una coherencia, eh, política, practica, ideológica, así que eso,
yo creo, positivamente al menos, también quizás me puedo definir desde otro punto de
vista”. A continuación Juan refiere que estos elementos estarían presentes no solo en el
ámbito profesional, sino que también serían incorporados al ámbito personal
“Finalmente lo que uno va haciendo, también en base a ciertos modelos o perspectivas
teóricas, uno lo va incorporando en las prácticas cotidianas, no solo en las
profesionales sino que también personales”.
Por último la mirada crítica que señala tener Juan se expresaría en la concepción que él
tiene del Trabajo Social y de la valoración existente en torno a los trabajadores sociales
como agentes transformadores “Yo creo que hay una alta valoración del, del Trabajo
53
Social, en términos de eh del impacto o de lo que puede desarrollar con las familias o
del trabajador social como agente transformador en comunidades” y por otra parte en
la definición y expectativas que tendrían sus compañeros del como profesional “Yo creo
que como un profesional, eh quizás también comprometido (…) con el trabajo, eh con
las practicas, con la ejecución; pero también comprometido con una formación
constante”, “Yo creo que hay expectativas básicas que tienen que ver con
conocimientos sobre el fenómeno con el cual estamos trabajando”, “Expectativas
respecto a poder orientar sobre, en ciertas situaciones sin caer en este rol de experto,
pero si poder dar ciertas orientaciones”.
Juan señala que sus expectativas laborales como trabajador social guardaban relación
con sus experiencias anteriores de práctica, las cuales estaban situadas en el sector
público, el cual provee mayores y más diversas oportunidades que aportan en el
crecimiento profesional. Por esto para Juan el insertarse principalmente en
organizaciones de la Sociedad Civil implico visibilizar que las condiciones laborales no
eran las mismas que esperaba principalmente en virtud de una menor cantidad de
recursos económicos de los que estas organizaciones disponen.
54
cada cierto tiempo, pero haciendo la mirada hacia atrás como nunca hemos quedado
sin trabajo, o sin, no hemos perdido varios proyectos, no, no ha sido tan difícil”.
A pesar de que en el relato anterior se aprecia que Juan en cierta manera justifica y en
algunas ocasiones avala su condición de trabajador independiente, con posterioridad
reconoce que esta condición puede conllevar ciertos riesgos, por ejemplo, en materia de
salud, y destaca que dichas condiciones no serían aceptadas de manera acrítica “Uno
igual se cuestiona qué pasa si en estos momentos a mí me sucede algo a nivel físico, de
salud, no tengo las condiciones mínimas de seguridad, entonces yo no voy a dejar de
hacer eso, pero si por lo menos, está…, hacemos la reflexión, es algo consciente,
sabemos que nos exponemos a riesgos y que no tenemos todas las seguridades que nos
cubran si algo nos llega a pasar, ahora finalmente los que estamos trabajando acá
sabemos a lo que nos exponemos, sabemos las condiciones, eh, y seguimos trabajando,
pero igual siempre tenemos una mirada crítica, no es que aceptemos siempre las
condiciones, pero también entendemos que no pasa por solamente por una relación
empleado empleador acá a dentro de la institución, sino que tiene que ver con
condiciones más macro, en donde, eh, las condiciones de precarización laboral no es, es
a partir del estado, él es uno de los peores empleadores y desde ahí hacia abajo, en
estas instituciones de la sociedad civil también, y en otras áreas similares a las cuales
donde nosotros trabajamos, están en general precarizados, entonces pasa más allá de
un conflicto de acá al interior de la institución”. Añade también un grupo de argumentos
que dan cuenta de la incidencia de las condiciones laborales precarias tanto en el
ejercicio profesional como en otros ámbitos de la vida “Mira incluso tiene impacto en las
familias, porque finalmente hay harta rotación profesional, acá los últimos años se ha
logrado generar cierta estabilidad” “Impacta, bueno en esto que les contaba yo a ratos
55
también, de esta incertidumbre de los trabajadores y también impacta en que tu no
podis generar equipos profesionales estables que permitan el desarrollo de
experiencias en ciertas prácticas” “Nosotros tenemos confianza en que lo vamos a
ganar, porque nos ha ido bien, porque tenemos una buena experiencia de trabajo con
las familias, con el ministerio que nos financia, pero aun así la cuota de incertidumbre
siempre está, y eso es fome en el fondo”.
En las secuencias, ha sido posible identificar algunas oposiciones desde el relato de Juan,
que se describirán a continuación. Cabe destacar que no todas las secuencias permiten
establecer oposiciones por lo cual se describirán solo aquellas en las que estaban
presentes de manera explícita o han sido identificadas por quienes realizan el análisis, ya
que, son implícitas.
Como se señaló en la descripción anterior, Juan elige estudiar Trabajo Social como
primera opción y se convierte en el primer integrante del grupo familiar en ingresar a la
universidad, frente a otros miembros que no habían cursado estudios superiores:
56
trabajos transitorios y breves en el tiempo, por lo cual se conforma la siguiente
oposición:
Por lo anterior la trayectoria laboral de Juan, está marcada por una serie de trabajos
cortos como el los define, en distintas áreas de trabajo donde se evidencia el tránsito por
distintos programas y responsabilidades al interior de los equipos de trabajo:
Entrevistado con sensación de impotencia por no poder hacer nada frente a las
injusticias / Vecina mostrándole el camino del Trabajo Social como una herramienta
para hacer algo.
57
Juan cursa la enseñanza media, que naturalizaba el ingreso de los estudiantes a la
educación superior.
Con respecto a la ONG de Valparaíso en donde desempeña sus labores como trabajador
social, realiza una comparación entre el servicio público y las organizaciones no
gubernamentales, en el primero, existen posibilidades de ir capacitándose de manera
paralela y financiada por el trabajo, en cambio en las ONG’S no existen muchos recursos,
por ende, solo se limitan a realizar sus funciones.
Por otra parte, cuando se refiere a la ONG, habla del director de la misma, quien, frente
al sentimiento generalizado de inestabilidad laboral, ofrece contrato indefinido a sus
trabajadores y estos se niegan, por no querer entregar sus fondos a instituciones
cuestionadas como las AFP’S.
58
Intervención con sujetos de atención se ve afectada por el contexto sociolaboral / alta
rotación de profesionales impide generar intervenciones a cabalidad.
Por otro lado, habla de este actante para abordar el cambio de paradigma del trabajo
social con sujetos de intervención, refiriendo trabajar con nuevos paradigmas en donde
entienden a sus sujetos de intervención como personas con capacidades, derechos,
autonomía y empoderamiento.
Culpar al Estado por sus condiciones laborales precarias / Justificar las condiciones
precarias que brinda la ONG / Referir no hacer nada frente a estas situaciones.
Las oposiciones de los argumentos de Juan, serán identificadas de acuerdo a los grupos
ya establecidos, es decir, un grupo estaría conformado por los elementos en virtud de los
cuales Juan da cuenta de sí mismo como un trabajador social que tiene una mirada
crítica de la realidad y un segundo grupo de argumentos que dan cuenta de su condición
de trabajador independiente en el contexto de la flexibilización laboral. Cabe destacar
que este segundo grupo presenta a su vez argumentos en dos direcciones, una en pos de
dar cuenta de las falencias de un trabajo con contrato a honorarios en los que respecta a
las condiciones laborales y la disconformidad con ello y por otra parte argumentos en
virtud de los cuales Juan minimiza los efectos de la flexibilización laboral en su vida e
incluso los justifica.
Primer Grupo, argumentos en virtud de los cuales Juan da cuenta de sí mismo como un
trabajador social que tiene una mirada crítica de la realidad.
La primera oposición da cuenta del momento en el cual Juan decide estudiar Trabajo
Social, ya que considera que esta carrera le podría brindar la posibilidad de realizar
algunas acciones frente a fenómenos sociales que consideraba injustos:
No poder hacer nada ante los fenómenos sociales de intervención/ poder hacer
algunas cosas desde el Trabajo Social.
Además de lo anterior esta elección le permitiría generar una mirada crítica frente a
otras profesiones que no brindarían esa posibilidad como por ejemplo, derecho, que se
ejercería de manera robótica:
59
Generar una mirada crítica desde el ejercicio profesional/ Trabajar y ejercer de manera
mecánica.
Con la formación profesional en la escuela de Trabajo Social de la UV, esa mirada crítica
incipiente se va desarrollando aún más y perfeccionando, por lo cual se destaca la
adquisición de mayor conocimiento en concordancia con su carga ideológica valórica
anterior. En este sentido, se destaca que la formación en la Universidad de Valparaíso
acentuaba aspectos más operativos, mientras que la Universidad Católica lo reflexivo:
En el espacio laboral esta mirada crítica a la que se hacía referencia, se deja ver en Juan
cuando realiza su autodefinición como un profesional comprometido, y coherente
ideológica, política y prácticamente y la consecuente incorporación de estos aspectos a
la vida personal:
Por último la mirada crítica que señala tener Juan se expresaría en la concepción que él
tiene del Trabajo Social y de la valoración existente en torno a las y los trabajadores
sociales como agentes transformadores frente al Trabajo Social asistencialista:
60
Trayectoria caracterizada por la incertidumbre e inestabilidad laboral y ausencia de
seguridad social /Seguridad de la consideración de la ONG para trabajar en otros
proyectos.
Lo mismo ocurre cuando refiere estar consciente de las dificultades que pueden implicar
para él trabajar sin seguridad social como trabajador independiente, pero a la vez señala
comprender que la ONG no puede proveer mayores mejoras, ya que no es un aspecto
que solo les compete a ellos:
Por último se destaca que a pesar de que refiere constantemente tener una mirada
crítica de la realidad y de sus condiciones laborales, se destaca su no participación en
alguna organización sindical en pos de visibilizar y mejorar dichas condiciones a pesar de
que reconoce la importancia de los mismos:
Estudió dos carreras universitarias incompletamente antes de optar por Trabajo Social
(S1), se formó profesionalmente en la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (S2)
desde el año 1988.
Con respecto a su inserción laboral (S3), después de haberse titulado, refiere: “tengo la
sensación que no busqué mucho trabajo” (S3.2), encontró trabajo en una organización
comunitaria como coordinadora de un Programa de prevención de consumo de drogas,
61
donde debió insertarse de forma permanente, viviendo en la comunidad de Villa Arauco
para realizar intervenciones sociales, “mi primer trabajo como trabajadora social fue
inmediatamente de coordinación de un programa de drogas inserto en la comunidad”
(S4.1).
Una vez en este cargo, la entrevistada comienza a desarrollar y articular sus vivencias
subjetivas con respecto al espacio de trabajo, refiriendo estar actualmente en una crisis,
debido al contexto cultural y sociolaboral.
Margarita señala que le gustaría que en sus condiciones laborales se tomara en cuenta
que el trabajo que ellos realizan es de violencia y desgastante, por tanto, deberían
modificarse en función de mejoras para la intervención social.
Por último, la entrevistada no sabe cómo se proyecta laboralmente, debido a la crisis que
sufre actualmente. “Podría buscar nuevos horizontes, pero si buscara nuevos
horizontes, no sé qué haría, yo diría que estoy en esa crisis, que no sé qué haría” (S5.1).
62
4.2.2 Descripción de los actantes del relato de Margarita
La primera actante es ella misma, durante su relato, adoptaba una posición reflexiva
cuando se refería a sí misma y se daba como testimonio.
Por otra parte, utiliza el adjetivo posesivo átono “mi” para indicar la pertenencia de algo
o alguien, sucedido por sustantivos, como por ejemplo: “mi vida y mi historia familiar
esta entorno a la justicia social”; “mi formación…”; “mi experiencia…”; “mi mundo
laboral…”. Utiliza este adjetivo 25 veces durante su narración.
En otras ocasiones Margarita forma parte de la narración sin que se mencione de manera
explícita, sin embargo, hace referencia a sí misma en la respuesta, lo cual se constituye
más bien en una argumentación.
En definitiva es posible señalar que constantemente hace referencia a sí mismo para dar
cuenta de sus intereses, expectativas, autodefinición y de su perspectiva respecto al
espacio laboral.
63
bien eso sirvió como para decir “pucha no voy a estudiar lo mismo que ella”, o sea más
bien fue como para retrasar mi propio ingreso en el área social”.
“Como había esta historia familiar por lo científico, opte por lo científico, pero esa
inquietud social siempre estuvo, fue más bien el proceso de darse cuenta y de asumirlo
como vocación eterna en el ejercicio de la profesión”.
Con respecto a su formación profesional, el quinto actante está conformado por la PUCV
y la Escuela de Trabajo Social. Se infiere del relato de Margarita que se refiere a la
universidad y a la escuela de trabajo social como un mismo actante, sin embargo ella lo
engloba y menciona como “la católica”, "A mí me gustó la formación que yo tuve en la
católica, una buena formación".
Principalmente la relación que mantiene con este actante es respecto a las enseñanzas y
herramientas que la institución le ha entregado para enfrentarse al mundo laboral y a su
mundo personal también.
El Programa de Drogas se conforma como el sexto actante del relato, puesto que es la
primera institución en la que la entrevistada se desempeñó laboralmente una vez
titulada de Trabajo Social. Margarita reconoce lo enriquecedor que fue para ella trabajar
con comunidad al iniciar su inserción laboral.
La ONG de Valparaíso, se constituye como otro actante relevante, dentro de este actante
institucional se agruparan una serie de personajes tales como, los programas en los que
se ha desempeñado (PIA, Programa de Jóvenes Infractores), sujetos de atención, equipo
de profesionales y SENAME, que permitirán articular el relato que otorga Margarita con
respecto a su espacio laboral.
“Se dio lo de ingresar al infractores que fue con el PIA con un Programa de Intervención
Ambulatoria que trabajaba con infractores (…) De ahí empecé a trabajar en la ONG de
64
Valparaíso, y de ahí me quede en distintos programas, y he ido saltando, pero en la
misma línea”.
Sin embargo, su relación con este actante institucional y con el Programa de Jóvenes
Infractores, hoy día se ve tensionada por un estado de crisis laboral, debido al contexto
sociolaboral en el cual ejerce. “Yo diría que debe ser del año pasado o antepasado, que
se empezó a complejizar el perfil de atención, porque no nos derivan los jóvenes que
nos deberían llegar”, “yo diría que las crisis las empecé a tener ahora de ya grande, que
tiene que ver con los contextos culturales que han ido cambiando”, “cada vez es más
difícil, o sea, lo, las intervenciones como se plantean desde el SENAME están cada vez
más rígidas”.
Por último, dentro de este grupo, está el equipo de profesionales, con quienes se
relaciona directa y cotidianamente Margarita. Dentro del relato, cuando ella habla de su
equipo de profesionales y compañeros, lo hace para referirse en dos ocasiones distintas,
la primera, para evidenciar que los nuevos profesionales con quienes debe trabajar
vienen con una lógica distinta de intervención, por lo mismo, las intervenciones se han
complejizado, ya que no existirían objetivos comunes. Y por otra parte, a pesar que
exista esta lógica distinta de trabajo, habla de ellos cuando debe reflexionar sobre cómo
la definirían, por lo mismo, comenta que mantiene buena relación y Margarita piensa
que ella como profesional y directora sí está legitimada técnica y teóricamente para
ejercer su cargo, además agrega que cree que tiene un estilo de liderazgo más
democrático que autoritario.
Otra actante importante que reconoce Margarita es su hija, para referirse a ella, la
entrevistada menciona los cambios que vivenció dentro de su espacio laboral cuando
llegó su hija, "Mis deseos de expectativas empezaron a cambiar con los años y con la
hija”. Habla de ella mencionando el impacto de la maternidad en su vida personal y
profesional, “Yo creo que la maternidad, eh, qué lo que es eso, va en conjunto, no es
que yo me salga de la oficina y sea madre para allá, sino que más bien soy todo eso
junto”, “si te dedicas completamente a la profesión el costo de los hijos, estamos en un
65
sistema en que para trabajar de ocho a seis, esos horarios malditos de ocho horas, si
tenis familia ¿qué hacis?”.
Por otra parte, para referirse a la maternidad, considera necesario hacerlo desde una
perspectiva estructural como lo es la cultura patriarcal que está latente en Chile, para
ella: “la variable de género todavía nos sigue incidiendo a las mujeres como más
profesionales en los espacios públicos”, “Como estamos en una cultura patriarcal igual
se producen ciertas diferencias”.
Margarita narra que en la actualidad, en materia laboral, han existido una serie de
cambios estructurales que han permeado en la vida personal y laboral, para referirse al
contexto actual, ella dice que: “El contexto como están ahora, yo creo que ahora está
adverso, ahora están medio bastante neoliberalizado, instrumentalizado, yo creo que
esta adverso”; sería esta adversidad la que estaría impactando en su vida laboral,
considerándola como la principal causa de su crisis.
Cuando se refiere a las políticas públicas, también lo relaciona con el derecho laboral,
creyendo que actualmente ganó el espacio privado, es decir, las políticas de corte
neoliberal que impiden al Estado ejercer un rol más activo. “Yo creo que tuvimos un
retroceso con la ley laboral, que no la hemos recuperado, bajo ninguna circunstancia,
ganó lo privado, yo creo que las políticas públicas deberían ser estatales, o sea,
reconociendo que igual tiene un montón de fallas también eso, pero deberían ser más a
largo plazo, no licitadas”.
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Esta argumentación se desarrolla en torno a tres momentos, conformados por el tiempo
verbal en el cual se desarrollan sus argumentos. El primero, corresponde al “antes” del
estado de crisis, el segundo corresponde al presente, estado actual de crisis y finalmente,
el tercero corresponde al futuro y las proyecciones que tiene para ella misma con
respecto a su estado.
“Lo que pasa es que, uh, eso es súper profundo, porque yo diría que hace como dos o
tres años, uno claro, uno podría pensar a esta edad con 20 años de ejercicio, yo quisiera
tener ciertos reconocimientos o ciertos elementos que me dijeran ya mi carrera
profesional tuvo frutos”.
Al ser consultada por estos contextos culturales, menciona que para ella el contexto es
adverso, está neoliberalizado e instrumentalizado, características por las cuales
considera que hoy día es más difícil encontrarle el sentido a las cosas.
Por otro lado, y como parte de este contexto, sin mencionarlo explícitamente, la
entrevistada aborda una de las consecuencias en el trabajo que desempeñan los
profesionales del área social con la tercerización de las políticas públicas, debido a las
políticas de corte neoliberal en el contexto de flexibilización laboral. “Ustedes
comprenderán que estamos en programas de licitación, ese es un tremendo tema,
porque ahí sí que no tienen estabilidad laboral” para ella estar en programas de
licitación guarda relación con un aspecto más estructural proveniente del Estado, “yo
creo que tuvimos un retroceso con la ley laboral, que no la hemos recuperado, bajo
ninguna circunstancia, ganó lo privado, yo creo que las políticas públicas deberían ser
estatales”.
Siguiendo esa línea, para ella, además de la sensación de inestabilidad laboral por los
proyectos licitados, también se ha complejizado el campo de justicia en el que ella
ejerce, “yo creo que en esta área, en la mía de infractores de leyes, eh, se ha ido
poniendo más inhóspito el camino y que tiene que ver con cómo se ha ido
estructurando la ley, cómo se ha ido aplicando” es decir, la tercerización de las políticas
públicas, no solo trae consecuencias a nivel contractual, sino que además en el mismo
ejercicio de la profesión y en las intervenciones.
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Los argumentos que Margarita utiliza para referirse al primer momento, guardan
relación con cómo se desenvolvía su trayectoria laboral antes de verse a ella y su entorno
afectado por la tercerización y sobre cómo se llevaban a cabo las intervenciones.
En concordancia con lo anterior, ella menciona: “ingresar a infractores, ese fue un hito
relevante, trabajamos en esa época con los PIA si no me acuerdo, no sé si eran CRD o
PIA, que eran programas de intervención ambulatoria y eso nos permitía generar cosas
súper interesantes”. En ese sentido, Margarita comenta que ella siempre busca la forma
de generar estrategias y realizar intervenciones que sean creativas, argumentando que
“en ese sentido era como mucho ser, pero también desde pensar la intervención,
entonces yo creo que esa ha sido como la tónica de mi intervención, buscarle el sentido,
no solo teórico y técnico, sino también el sentido humano de lo que uno trabaja”.
Cuando se refiere a un antes en la intervención, comenta que: “antes lo que uno podía
hacer, te planteaban los objetivos y uno definía la intervención” a diferencia de hoy,
que los objetivos y las intervenciones vienen determinadas y definidas por el Servicio
Nacional de Menores (SENAME).
Por otra parte, aborda cómo han cambiado las condiciones laborales en los
profesionales, afectando directamente las intervenciones sociales.
“Ese contrato indefinido que uno entendía con anterioridad, ese contrato ya no existe,
porque lo que tu observas ahora que el indefinido dura lo que te dura el proyecto, nada
más, si dura cuatro años, tu indefinido son cuatro años, te pueden indemnizar por
cuatro años no más (…) El limite lo ponen los proyectos (…) y además eso te influye en
la intervención, porque además todos los proyectos se licitan cada dos o tres años, o
sea tu intervención tú la planificas para dos o tres años, no más, eso también, cuando
hablamos al principio del desgaste, yo diría que tiene que ver con eso, con el contexto
actual del ejercicio de la profesión, con esto de los programas licitados, con esto de que
no tengas proyección en tu intervención, eso si antes cuando yo entre a trabajar
estaba, estaba más menos, no se po, en comunidad te podías proyectar cinco años,
pero ahora no po, la institución son como de seis meses en algunos proyectos, y eso es
como de qué estamos hablando, te demorai seis meses en hacer el diagnostico, cachai,
entonces como disculpen así como cuando mira para arriba y dice “¿quién está
elaborando esto?” es alguien que está muy alejado de la realidad, eso me produce,
cuando hablamos al principio, el desgaste, el cansancio, eso me lo produce, no tanto
los jóvenes o la intervención en sí misma”.
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edad, no puede cambiarse de trabajo tan fácilmente. No obstante, menciona que le
gusta el área en el que se desempeña, reflexionando que quizás por eso no se ha
cambiado.
“Podría buscar nuevos horizontes, pero si buscara nuevos horizontes, no sé qué haría,
yo diría que estoy en esa crisis, que no sé qué haría (…) Yo creo que la vida tú la tienes
que vivir con sentido, porque uno camina en la vida y uno camina con la muerte, por lo
tanto cuento tú te encuentres, mi percepción, es que te tienes que encontrar en paz, y
eso significa que lo tienes que hacer día a día, en ese sentido, a mí me gusta hacer lo
que realmente tiene sentido para mí, en lo cual yo me pueda sentir realizada, sino no lo
hago, pero eso sí que es individual, absolutamente, y eso si yo creo que tiene que ver
con mi experiencia de vida, claro que, es como, la vida es un regalo y hay que saber
vivirlo bien, para algunos de una manera, para otros de otra, eso es súper personal,
pero yo creo que hay que vivirla, o sea vivirla, no sobrevivirla, no estar ahí llevando el
paso, a pesar de los costos que significa”.
Optar por las ciencias naturales / Optar por las ciencias sociales.
Con respecto a su trayectoria laboral, Margarita evidenció tener una trayectoria continua
y estable en el tiempo, con sensaciones de inestabilidad debido a la tercerización de las
políticas públicas y una precarización en las condiciones laborales, esto ha provocado
una crisis laboral en su carrera profesional.
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La quinta secuencia constituida por las proyecciones laborales y profesionales, Margarita
expresa que se siente en crisis y que esto no le dejaría ver con claridad qué es lo que le
gustaría hacer más adelante, siente que no tiene los reconocimientos que una persona a
su edad necesita, sin embargo, hasta el momento sigue haciéndole sentido trabajar en la
línea en la cual se desenvuelve.
En la elección de la carrera:
Acerca de la formación profesional, las prioridades que muestra Margarita con respecto
a las enseñanzas son:
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Respecto a la autodefinición que Margarita hace de sí misma, es posible identificar que
esta se encuentra en directa relación con su trayectoria laboral.
Con respecto a los diversos cargos que ha desempeñado en la ONG desde que ingresó
hasta la actualidad:
Cuando de su hija se trata, es posible evidenciar que sus expectativas cambiaron, puesto
que refiere no haber tenido antes de la llegada de su única hija:
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Figura de empleador clara / Figura de empleador difusa.
Cuando ella ingresó al Programa de Jóvenes Infractores de Ley existía una flexibilidad a la
hora de intervenir, debido a que SENAME enviaba solamente los objetivos que debían
cumplir y los profesionales construían los planes de intervención, eso les permitía
generar intervenciones creativas e interesantes. En la actualidad SENAME envía
determinados y establecidos los objetivos y las intervenciones que deben llevarse a cabo.
En cuanto a las líneas de trabajo en las cuales de desempeñaba Margarita, fue posible
identificar que antes cuando se desempeñaba como coordinadora su trabajo tenía una
lógica positivista e individual familiar y en la actualidad, debido a su especialización en
mediación y resolución de conflictos pudo cambiar la lógica de intervención a una más
comunitaria.
Acerca de las condiciones laborales que han gatillado la crisis de la entrevistada, esta
realiza un análisis sobre cómo han cambiado las escenarios laborales con respecto a las
concepciones que se tenían antes y las que se tienen ahora de las condiciones
contractuales.
Contrato indefinido sin fecha de término / Contrato indefinido con fecha de término
(duración dependerá del proyecto).
Contexto antiguo del ejercicio profesional con proyección a largo plazo / Contexto
actual del ejercicio profesional adverso y a corto plazo.
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Finalmente, la oposición que puede destacar, relevar y resumir el relato de Margarita es:
Eligió estudiar Trabajo Social como primera opción (S1) y fue el primer integrante de su
familia en ingresar a la Educación Superior Universitaria (S2) “Al ser la primera
generación (…) eh nadie digamos tenía un mayor desarrollo como desde lo cognitivo,
desde el conocimiento universitario sino que al contrario tenían mucho oficio” (S2.2) y
se formó profesionalmente como trabajador social (S3) en la Pontificia Universidad
Católica de Valparaíso (PUCV) desde el año 2009.
73
flexibilización laboral del mundo actual del trabajo, visión que compartiría con sus
compañeros de trabajo, al referir que en este contexto es necesario defenderse ante
alguna eventualidad, ya que podrían invocar todas las leyes del código laboral pero
necesitarían tener algún resguardo adicional a dicho código.
Reconoce sin embargo, que existen realidades de otros colegas que vivencian una mayor
precarización laboral como, por ejemplo, los profesionales que trabajan en la red del
Servicio Nacional de menores y que licitan constantemente sus programas, ahí a juicio
del entrevistado habría una mayor flexibilidad laboral.
Para el relato de vida de Osvaldo, se han identificado treinta y tres actantes, incluido él.
Los actantes se dividen en 3 categorías: Personajes, que pueden ser individuales o
colectivos (que refieren a un nosotros); institucionales, que son todas las instituciones
que inciden en la construcción del relato; y otros actantes, donde se considerarán todos
aquellos que de forma directa o indirecta permiten al entrevistado construir su relato y
que no pueden ser clasificados en ninguna de las categorías anteriores.
Por otra parte, Osvaldo se refiere a sí mismo con el pronombre personal en primera
persona “Yo” en 59 ocasiones, para referirse a la inserción en el mundo laboral desde el
ejercicio profesional y en particular, el impacto que le significo las movilizaciones
docentes y estudiantiles “De las movilizaciones estudiantiles, desde la experiencia
individual yo no tenía esa coo…, esa como cosmovisión” y también al aprendizaje
profesional desde esta primera experiencia laboral “Eso es lo que al menos yo he estado
como entendiendo y, y aprendiendo este año de que en realidad el Trabajo Sosical o, o
74
la profesión en sí cuando llegai a un lugar es crear, crear, crear, crear, crear”; lo que a
su vez en el relato de Osvaldo se constituye en el eje de su argumentación.
“Yo”, también es utilizado por Osvaldo para referirse a la trayectoria laboral desde el
ejercicio profesional, en lo relativo a la autodefinición que él hace “Yo me definiría como
una entidad mixta”.
En otras ocasiones Osvaldo forma parte de la narración sin que se mencione de manera
explícita, sin embargo, hace referencia a sí mismo en la respuesta, lo cual se constituye
más bien en una argumentación.
En definitiva es posible señalar que constantemente hace referencia a sí mismo para dar
cuenta de sus intereses, expectativas, autodefinición y de su perspectiva respecto al
espacio laboral.
75
Por último y en relación a lo anterior, de la escuela señala respecto de su inserción en el
mundo laboral y de la complejidad del mismo, la importancia de las herramientas que
proporcionó la formación en la Escuela para desenvolverse profesionalmente. Al
respecto señala “Obviamente eh con la base de eh de, de la escuela, no tengo visión de
otra escuela porque yo estudie en la católica po, pero con esa base de la escuela de la
cato eh, pucha claro desnaturalizando ciertas cosas y en otro así como bueno cachando
como entonces resolvemos” Esto es relevante, ya que la Escuela no solo sería un actante
relevante en la inserción laboral sino que además le aportaría conocimientos y
habilidades que le permiten trabajar sobre la compleja realidad de los sujetos de
intervención, quienes también se constituyen posteriormente en un actante relevante en
la construcción de su relato.
Los actantes que siguen como parte de esta comunidad educativa serían las instituciones
del Ministerio de Educación y la Corporación Municipal de Educación, a quienes
Osvaldo hace referencia principalmente para dar cuenta de cómo estas estructuras más
bien dificultan o limitan la intervención con los estudiantes. Por una parte el Ministerio
de Educación que no propone lineamientos de acción claros para el trabajo que debe
desempeñar el equipo PIE y que tampoco provee los instrumentos de registros
necesarios para la intervención “ya hay una ficha, ya ¿la inventamos nosotros o hay una
ficha?, no, no hay ninguna ficha en el ministerio, ya hagámosla nosotros, entonces
todos esos elementos eh es pura creación” y la Corporación como una Institución que no
proporciona a los estudiantes ciertas condiciones básicas para ejercer el derecho a la
educación “Eh si a mí me llegaba una plata pero este año no me ha llegado” y ¿de
dónde viene esa plata?, de la corporación entonces vay golpiai puertas en la
corporación, “no, no tenemos plata”. En virtud de lo anterior, se identifica el siguiente
actante de la comunidad educativa que serían los y las estudiantes, sujetos de
intervención a quienes se refiere con el nombre de “chiquillos” dando cuenta
principalmente de ellos y de su realidad educativa, social, familiar, económica; entre
76
otras. Son variadas las ocasiones en las que Osvaldo habla de los “chiquillos”, sin
embargo, en todos los casos lo hace para dar cuenta de la complejidad de trabajar en ese
contexto educacional, lo cual se acrecienta con las limitaciones estructurales antes
señaladas. Esta dificultad se acentúa en algunos casos, cuando la visión del trabajo del
equipo PIE que en la mayoría de los casos denomina como “Nosotros”, no se condice con
la perspectiva de los docentes, denominados por Osvaldo profesores, de quienes si bien
reconoce que valoran el quehacer del equipo en el establecimiento, en algunos casos
reducen el trabajo a buscar soluciones mágicas o inmediatas que además no involucran a
los involucrados, es lo que él denomina como “ortopedia social” y a lo cual se vuelve a
referir cuando señala que le gustaría cambiar dicha concepción en el espacio laboral
“Cambiaría la noción que tienen en algunos casos de nosotros como orto, ortopedia
social”. El director del Establecimiento, en ocasiones también dificulta el trabajo, cuando
toman decisiones sin incorporar a los demás involucrados de la comunidad educativa
“Están los directivos y los directivos como tal cumplen una función en el liceo de eh
dirigir y desde la noción más clásica, casi tomar determinaciones según lo que a ellos
les plazca y según lo que ellos quieran para el establecimiento”.
77
4.3.3 Descripción de los argumentos en el relato de Osvaldo
Los argumentos serán agregados en dos grupos ambos en relación al eje identificado. Un
grupo estaría conformado por los elementos que condicionan la intervención social en la
inserción al mundo laboral y la trayectoria laboral y que hacen necesario
constantemente el crear y aprender. Otro grupo estará compuesto por las
autodefiniciones del entrevistado y definiciones de los otros que también están
orientados hacia el crear y aprender.
Parte de esta realidad que le choca se evidencia en una serie de carencias de carácter
material en el espacio laboral, tales como ausencia de escritorios, computadores,
impresora, papelería, agenda, entre otros, lo cual se suma al hecho de que las
instituciones asociadas al ámbito de la educación no proveen líneas claras de trabajo del
quehacer del equipo PIE; por lo cual, su trabajo seria de pura creación.
Todo lo anterior conlleva a un aprendizaje del quehacer profesional “He estado como
entendiendo y, y aprendiendo este año de que en realidad el Trabajo Social o, o la
profesión en sí cuando llegai a un lugar es crear, crear, crear, crear, crear”.
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aprender a soltar “A nivel personal tu llegai a la casa, pensai en el día mirai pa atrás y
deci chuta pobre cabro, pobre cabra (…)al menos a mí da por conversarlo y decir mira
paso esto hoy día, paso esto y, y un poco como por, por soltarlo así como ya, que, que
suelte también porque también eso hay que aprender”, el paso de la subjetividad
heroica a la realidad que implica darse cuenta de que no es posible cambiar el mundo,
señala que es puro aprendizaje.
En cuanto al segundo grupo, Osvaldo se muestra como un profesional que trata de dar
respuesta a las problemáticas a pesar de las limitantes existentes “Cuando tú ves que ya
las mismas condiciones que genera el propio sistema están viciadas, empezai digamos
como a ver ya qué herramientas podemos utilizar”.
Esto podría relacionarse con el hecho de que entre sus expectativas como trabajador
social están el aprender, el crecer como profesional y hacer todo lo posible por realizar
bien su trabajo, en definitiva efectivamente generar condiciones de cambio “La
expectativa era bueno trabajar, desarrollarme, crecer eh, aprender y ojala hacer las
cosas súper bien y ojala hacerlas súper bien”.
Cuando Osvaldo describe su trayectoria nuevamente señala que es breve y acotada pero
con muchos elementos de aprendizaje y que está marcada por el paso de ser trabajador
social de Ley SEP a PIE “Es una trayectoria bastante breve, acotada, situada en un lugar,
eh situada en un campo además que es el de educación eh, pero con muchos elementos
de aprendizaje”.
79
Osvaldo se autodefine como una mixtura, y como un profesional abierto a aprender. En
cuanto a la definición de sus compañeros cree que lo definirían como un profesional
abierto y que hace bien la pega.
La expectativa de los otros se condice con la expectativa que él tiene de sí mismo como
trabajador social que es hacer bien la pega “Una expectativa particular yo creo que es
hacer bien la pega, es cumplir con, con lo que esta eh determinado tanto en el
programa de integración como con lo que uno va eh declarando que va a hacer,
cumplirlo, realizarlo”.
Por último, en cuanto a la trayectoria laboral de Osvaldo como trabajador social, refiere
que esta ha sido breve y acotada en el tiempo y en un área específica que sería el de
educación. Se destaca el cúmulo de aprendizajes frente a esta primera experiencia
laboral aun breve y acotada y estaría marcada por el transito del entrevistado de ser
trabajador social perteneciente a la ley SEP a ser trabajador social del PIE:
Trabajador social de la ley SEP / Trabajador social del Programa de Integración Escolar.
80
4.3.5 Oposiciones de los Actantes del relato de Osvaldo
Entrevistado con una noción lineal del transcurso del año académico / Movilizaciones
estudiantiles y de profesores en el establecimiento que interrumpen el transcurso
lineal del año académico.
81
Entrevistado con una mirada asistencialista de la ayuda/La universidad, el Trabajo
Social y las ciencias sociales aportando una nueva mirada de la relación de ayuda
orientada al cambio social.
La Escuela de Trabajo Social influye también en su inserción en el mundo laboral una vez
egresado, ya que desde la escuela le proponen la posibilidad de trabajar realizando
talleres en el contexto del incendio ocurrido en Valparaíso, mientras que su pareja
también se había visto afectada por dicho incendio:
82
Esta complejidad de la realidad de la vida de los estudiantes del establecimiento se
presenta también en oposición a la realidad educacional que tuvo el entrevistado:
Se identifica también la tensión existente entre la noción de trabajo del equipo PIE y la
promovida por otros profesionales del establecimiento:
Profesionales del equipo multidisciplinario con una visión del Trabajo Social reducido a
las entrevistas informes y visitas domiciliarias/ Profesionales del equipo
multidisciplinario validan la opinión desde el trabajador social en torno a las distintas
disciplinas (Psicología, pedagogía, entre otros).
Por último, a pesar de las tensiones existentes entre los personajes de la comunidad
educativa en virtud de la diversidad de nociones presentes en torno al trabajo a
desplegar, se destaca el interés común por la educación y los estudiantes frente a las
limitantes de carácter institucional u otras que condicionan el derecho a la educación de
los estudiantes:
83
Desprotección laboral por parte del empleador en el contexto de flexibilización
laboral/Protecciones desde las organizaciones de trabajadores como resultado
también de procesos históricos.
Entrevistado y su actual condición laboral donde las leyes que los amparan, ni un
contrato de trabajo indefinido son suficientes, ya que la continuidad en el espacio
laboral depende de muchos actores (Director del establecimiento, corporación
municipal de educación, entre otros)/Sindicato como resguardo
84
En ese sentido, se identifica como oposición los esfuerzos de Osvaldo como trabajador
social que conforma el equipo psicosocial, por instalar una mirada inclusiva en la
educación, y el choque de esa mirada con la concepción del Trabajo Social de algunos
compañeros que lo reducen a cambios inmediatos que no incorporan a los involucrados
y que el entrevistado denomina ortopedia social:
Aporte del Trabajo Social como parte del equipo psicosocial del
establecimiento/Trabajo Social concebido como una ortopedia social.
Osvaldo considera que sus condiciones laborales podrían ser aún más precarizadas, sin
embargo reconoce que no están resueltas del todo:
85
Todas estas condiciones hacen necesario desplegar la capacidad creadora y aprender
constantemente en el ejercicio profesional.
Por lo anterior considera que su trayectoria laboral ha sido breve y acotada pero al
mismo tiempo con muchos aprendizajes:
Además se destacan entre las expectativas de los compañeros el hacer bien el trabajo y
por otra parte el mismo considera relevante cumplir lo que él propone como trabajo:
Bárbara eligió estudiar Trabajo Social como tercera opción (S1), ya que era la carrera de
Derecho su primera opción profesional “Trabajo Social, si fue mi… ¿no… o sí? No, fue mi
tercera opción de ingreso” (S1.1) “Mi primera opción era derecho” (S1.3), por lo cual
comenzó su formación profesional como trabajadora social (S2) en la Universidad de
86
Valparaíso (UV) desde el año 2009, con la pretensión de realizar un cambio interno a la
carrera de derecho el año siguiente, iniciativa que no se concreta por lo cual decide
quedarse y formarse como trabajadora social.
Por lo anterior, para Bárbara su experiencia laboral se desarrolla en un contexto que ella
considera estable laboralmente y del cual solo cambiaría el horario, por uno que sea más
87
flexible, y señala que se proyecta laboralmente (S5) en el mismo espacio de trabajo y en
el mismo cargo al menos por tres años más.
Para el relato de vida de Bárbara, se han identificado veinte y ocho actantes, incluida
ella. Los actantes se dividen en 3 categorías: Personajes, que pueden ser individuales o
colectivos (que refieren a un nosotros); institucionales, que son todas las instituciones
que inciden en la construcción del relato; y otros actantes, donde se considerarán todos
aquellos que de forma directa o indirecta permiten al entrevistado construir su relato y
que no pueden ser clasificados en ninguna de las categorías anteriores.
El primer actante es ella misma, quien a lo largo del relato utiliza diferentes
denominaciones para expresarse e incorporarse a sí misma en el relato. En las unidades
de parafraseo, en primer lugar se refiere a sí misma con el pronombre personal en
primera persona “Yo” en 106 ocasiones. Utiliza este pronombre personal para dar cuenta
de la elección de la carrera de Trabajo Social como tercera opción de ingreso a la
educación superior universitaria, y a sus prenociones y prejuicios con la misma “Yo creo
que yo era la que había entrado con más escepticismo”.
88
procesos ni nada… la verdad que todo fue como autogestión y como
autoconocimiento”.
Por último, la misma frase “yo” es utilizada para dar cuenta de sus actuales condiciones
laborales “Yo encuentro que son buenas. Lo único que no me gusta es el tema del
horario… el tema del horario porque no es flexible”.
Otro término utilizado por Bárbara para hacer referencia a sí misma en el relato es la
frase “uno”. En lo relativo a la trayectoria laboral desde el ejercicio profesional, lo utiliza
para referirse a la rapidez con la que habría transcurrido su propia trayectoria y a la vez
para dar cuenta de aquellos elementos de crecimiento profesional que estructuran su
argumentación en la mayor parte del relato “Al final uno se va olvidando como oh llevo
un año trabajando' y pensar cómo me siento, no, no hay tiempo para eso. Pero si
siento que mi trayectoria laboral desde que yo egresé de la universidad ha sido siempre
súper rápida y he ido como creciendo, yo encuentro que... igual ahora estoy estudiando
magister, eso igual me va a ayudar en la parte laboral quizás,,, y ahora me encargaron
un programa”.
89
que tienen que ser súper estructuradas, me gusta tener todo bien ordenado, soy súper
rápida, soy práctica, eso han dicho siempre... que no soy así como de darle tanta,
tanta, tanta, tanta vuelta, que dilato las cosas y al final no busco solución, yo
encuentro algo, busco, pah' 'ahí está, aquí tení la solución”.
90
oportunidades en relación a Bárbara como un espacio identificatorio para ella y que
debe representar de la mejor manera posible, de hecho cuando hace referencia a su
autodefinición señala “Trato de representar a la universidad”.
Y por último cuando hace referencia al impacto de las condiciones laborales en su vida
personal destaca las posibilidades y oportunidades que brinda la Universidad como
espacio para el crecimiento profesional “No, yo encuentro que la universidad ha sido un
espacio súper amigable conmigo como profesional, como pa’ poder crecer, que siempre
te dan la oportunidad de poder estar actualizándote, o estudiar o lo demás”.
El cuarto actante en el relato de Bárbara son los sujetos de intervención, que ella
denomina “Chiquillos” y “Centros de estudiantes” quienes son actantes relevantes en el
relato, ya que forman parte del quehacer cotidiano en el espacio de trabajo. Cuando
Bárbara realiza su autodefinición señala que trata siempre de estar conectada con los
estudiantes “Trato siempre de estar súper conectada a la realidad de ellos”. Por otra
parte cuando se refiere a su inserción en el mundo laboral menciona la familiarización
que comienza a tener con los Centros de Estudiantes, como parte del quehacer de su
cargo “Poco a poco iba aprendiendo con tranquilidad, con mesura, cómo eran los
procesos, cómo eran los asuntos con los chicos, cómo tenía tratar con los Centros de
estudiantes”.
Por último, cuando refiere a la valoración del Trabajo Social desde el desempeño
profesional, se refiere a los centros de estudiantes y a la relación jerárquica que
establece con ellos en su desempeño profesional “Son siete CEE y yo siempre hago
reuniones con ellos y desde... siempre... hay que mantener cosas súper distantes, una,
yo soy la Asistente Social, a mí no se me falta el respeto, ¿ya?”.
El quinto y último actante es “Dora Dinamarca” a quien hace referencia cuando describe
su trayectoria laboral. Dora sería un personaje relevante, ya que fue quien la recomendó
para el cargo de su actual trabajo. Bárbara señala no conocer a Dora, sin embargo, en el
proceso de ingresar a la Dirección de Asuntos Estudiantiles de la UV, refiere haber
descubierto el contacto se realizó en virtud de un dato entre directores DAE “Y me dice
´¡ah! Tú eres amiga de la Dora’ me dijo, o sea, ‘Tú eres conocida de la Dora, por eso te
mandó aquí” “Es la directora de asuntos estudiantiles de la universidad de… de la
universidad Santa María, pero de la casa central y yo conocía a la de la Santa María
que está en Viña, entonces ella le preguntó a ella que la directora de la Valparaíso
necesitaba a alguien que se manejara súper bien en estos temas y todo, porque era
alguien como urgente, entonces ella le dijo ‘yo conozco a alguien’, le dijo a la Dora y la
Dora llamó a mi directora y ahí caché”.
91
4.4.3 Descripción de los Argumentos en el relato de Bárbara
En este eje es posible identificar dos grupos de argumentos. Por una parte, aquellos que
dan cuenta de la necesidad de que el Trabajo Social sea valorado en virtud de su método
de trabajo ante la noción de la entrevistada de la existencia de una desvalorización de la
profesión desde las personas y las otras profesiones y las consecuentes referencias
constantes en su discurso a su buen desempeño profesional. Por otra parte, se
encuentran un segundo grupo de argumentos que guardan relación con el crecimiento
profesional que ha experimentado en su incipiente trayectoria laboral y en la manera en
que la universidad propicia dicho crecimiento.
Primer grupo, necesidad de que el Trabajo Social sea valorado en virtud de su método
de trabajo
92
la universidad que yo estudié, qué mejor’ digamos, ‘yo conozco la universidad y todo,
me siento sumamente identificada’”.
93
frente a las otras personas y otras disciplinas y de referir constantemente que hace bien
su trabajo y que ha logrado validarse en ese espacio.
Se autodefine como una profesional rápida y proactiva que realiza ciertas acciones
incluso antes de que le sean solicitadas, se considera empática con los sujetos de
intervención (estudiantes) y a la vez representante de la universidad, lo que la
constituiría en una especie de intermediaria entre unos y otros “Trato de representar a
la universidad pero más que representar soy como una intermediadora de lo que ellos
quieren decir”.
En cuanto a la valoración del Trabajo Social desde la institución señala que estaría dado
por ser la cara visible o la representante de la misma “Acá eh... se nos toma en cuenta
porque somos la cara visible con los estudiantes, o sea, cualquier movimiento
estudiantil, cualquier cosa que pase, aquí es quién tiene que dar la cara” “Se nos valora
como que nosotras somos las que transmitimos digamos la información importante
que quiere decir el rector, los directores, o en otras materias de beneficios (…) nosotros
tenemos que mantener la buena relaciones calmar a los chicos entonces hay todo un
proceso” “Tampoco nos damos la oportunidad de hacer este tipo de preguntas, como
de uno darse cuenta si efectivamente valora o no... pero yo creo que sí, porque por algo
uno representa tu universidad, representa la dirección de asuntos estudiantiles en tu
facultad, o sea si te dan el cargo a ti es porque ellos confían en que tú vas a hacer un
buen trabajo, porque si tú lo haces mal, el problema lo van a tener ellos después” “Yo
creo que si asumes un cargo y quedas en ese cargo y estás en ese cargo por un tiempo
es porque todavía mantienes la confianza de quien te asignó, o sea que ellos confían en
94
que tú estás haciendo un buen trabajo, por lo tanto yo creo que sí, que me valoran en
mi área”.
En cuanto a las expectativas que los otros tienen del rol que desempeña, señala que
deben creer que hace bien el trabajo ya que nunca ha escuchado malos comentarios “Yo
creo que ellos creen que yo lo hago bien, no creo que hayan escuchado alguna vez
alguna queja mía, o sea, de mi trabajo o que haya tenido algún problema, no. Yo creo
que cuando no hay bulla es porque está todo okey, así que como no hay bulla, no, yo
creo que ellos que creen que efectivamente me desempeño bien en el trabajo que estoy
realizando”.
Bárbara se siente conforme con sus actuales condiciones laborales, ya que solo
modificaría el horario por uno que tenga mayor flexibilidad, sin embargo señala
encontrarse conforme con las condiciones laborales ya que el sueldo va aumentando con
bonos por capacitaciones que son costeadas por la universidad, dentro de lo cual
también se considerara el magister que cursa actualmente. Para Bárbara el estar
contratada a plazo fijo le hace sentir seguridad, ya que es la realidad de la mayoría de los
trabajadores de la universidad. Para Bárbara, no existe mayor diferencia entre estar de
planta o a plazo fijo ya que en ambos casos contaría con ciertos resguardos o
protecciones laborales y en ambos casos un error en el desempeño profesional podría
conllevar al despido “Ahora lo que se está intentando es que la población a contrata,
pase una gran parte a planta para… pero eso tampoco te asegura… si tú te mandas
una embarrada y haces algo mal, da lo mismo que sea… que seas planta, que seas
contrata… aparte que el proceso tampoco es llegar y despedirte, porque tienen que
comprobar que efectivamente cometiste la falta y eso va a una comisión… no es como
que tu jefa te tiene mala ponte tú y te va a despedir, no funciona así. Funciona con
todo un tema argumentativo detrás que tampoco es llegar y pensar que a uno lo van a
despedir, a menos que efectivamente uno haya hecho algo muy mal y eso haya sido
pesquisado por alguna jefatura y haya tenido repercusiones… en ese caso, uno llegaría
a pensar que sí, pero… yo creo que por lo general la gente se siente segura” “Pero al
final, como están las cosas, yo creo que estamos todos en lo mismo, o sea, si te van a
despedir, va a ser el mismo mecanismo para cualquier persona, no vas a tener
privilegios por estar en planta.
En cuanto al impacto de las condiciones laborales en la vida personal, señala que la han
favorecido y en cuanto han permitido su crecimiento profesional “Yo creo que en ese
sentido las condiciones han sido más favorables que desfavorables. Totalmente
favorables. O sea, he crecido más como profesional, me he capacitado, he visto otros
profesionales”.
95
coordinadora, por ejemplo, que es el cargo que viene para arriba, porque la verdad es
bastante estresante y me gusta más la tranquilidad de trabajar con los chicos que yo ya
conozco, son carreras y tengo una buena relación, me gustaría potenciar mi trabajo en
facultad más que seguir avanzando digamos en cargo, ¿ya?”.
A la vez señala que no sabe qué ocurrirá más adelante, sin embargo, el magister se
constituye en un resguardo, en caso de que necesitara conseguir trabajo.
Como se señaló en la descripción anterior, Bárbara elige estudiar Trabajo Social como
tercera opción, ya que la primera era la carrera de Derecho:
Primera opción carrera de derecho/Tercera opción Trabajo Social como una plataforma
para hacer cambio interno de carrera.
Cuando ingresa al cargo señalado este es licitado, por lo cual Bárbara al participar del
proceso de selección lo hace con bajas expectativas de obtenerlo en virtud de su corta
experiencia laboral, sin embargo resulta electa.
Trabajadora social recién titulada con bajas expectativas de obtener el cargo licitado
ante la mayor experiencia laboral de los postulantes/Trabajadora Social seleccionada
para el cargo
Esta situación marco un hito en su trayectoria laboral ya que implicó tener condiciones
laborales más estables que la hacen sentir cómoda en su espacio laboral.
96
Respecto al primer actante que es ella misma, se identificó lo siguiente:
97
Universidad como espacio de formación académica/Universidad como espacio de
trabajo.
Familia (mamá, papá, pololo, hermana) que no se verían afectados por las condiciones
laborales y la Universidad como un actante que propicia la formación y el crecimiento
profesional de la entrevistada/Entrevistada que no está conforme con le inflexibilidad
del horario y la Contraloría General de la República que fiscaliza el cumplimiento de los
mismos.
Baja valoración del Trabajo Social por parte de la gente en virtud del desconocimiento
del quehacer/Alta valoración del Trabajo Social en Universidad Santa María en virtud
de la administración de fondos y en la Universidad de Valparaíso como intermediarias
entre estudiantes e Institución y los estudiantes valoran la cercanía de la entrevistada
con ellos.
El quinto y último actante es Dora Dinamarca, quien al igual que la madre de Bárbara no
actúa en el relato con frecuencia, sin embargo marca un hito en el mismo en cuanto es a
través de ella que la entrevistada accede a su actual cargo en la DAE de la UV:
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trabajo que utiliza y por otra parte, se encuentran un segundo grupo de argumentos que
guardan relación con el crecimiento profesional que ha experimentado la entrevistada
en su espacio de trabajo en su incipiente trayectoria laboral.
Primer grupo, necesidad de que el Trabajo Social sea valorado en virtud del método de
trabajo
Primera opción carrera de derecho/Tercera opción Trabajo Social como una plataforma
para hacer cambio interno de carrera.
Derecho como una carrera a la cual ya no deseaba ingresar por considerarla una
profesión con pocas posibilidades de crear en la práctica/Trabajo Social como una
carrera más práctica, con una amplia gama de áreas de trabajo y de conocimiento que
le permitirían ser una profesional completa.
Esta inserción desemboca en otra oposición que enfrenta los aprendizajes teóricos en el
espacio académico, y la realidad que excede dicha teoría:
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Desmedro de la profesión en virtud del desconocimiento de la disciplina y el método
del Trabajo Social que para la entrevistada sería la atención de casos, grupo y
comunidad/Otras disciplinas como la medicina, la psicología y sociología de las cuales
si está claro su quehacer y disciplina.
La primera oposición identificada dice relación con una trayectoria laboral que ha sido
rápida en consideración al tiempo de ejercicio profesional transcurrido pero al mismo
tiempo de mucho crecimiento en un corto período:
Las características que refiere de sí misma como profesional dicen relación con la
empatía con los sujetos de intervención pero al mismo tiempo como representante de la
universidad:
A pesar del crecimiento profesional que implica para Bárbara su espacio de trabajo, el
impacto del ejercicio profesional en su vida personal constituye una oposición en cuanto
sería esclavizante, en comparación al horario universitario que ella asocia a la libertad:
En cuanto a valoración del Trabajo Social desde las instituciones en las que ha trabajado,
se evidencia una oposición, ya que a juicio de Bárbara existiría una baja valoración del
Trabajo Social por parte de las personas, en general, y una alta valoración en los
espacios laborales universitarios por ser consideradas las representantes de estos:
Baja valoración del Trabajo Social por parte de la gente en virtud del desconocimiento
del quehacer/Alta valoración del Trabajo Social en Universidad Santa María en virtud
de la administración de fondos y en la Universidad de Valparaíso como intermediarias
entre estudiantes e Institución y los estudiantes valoran la cercanía de la entrevistada
con ellos.
100
Reconocerse como una persona dispersa para ciertas cosas/Compañeros/as que la
reconocen como una profesional estructurada, ordenada, rápida y practica.
En cuanto a sus actuales condiciones laborales, Bárbara refiere sentirse conforme con las
mismas excepto con el horario que desearía fuese más flexible:
Respecto del impacto de dichas condiciones laborales, señala que este sería positivo en
virtud del crecimiento profesional que le han permitido alcanzar, frente al horario laboral
con el cual no está del todo conforme, ya que desearía fuese más flexible:
Estudió una carrera universitaria incompletamente antes de optar por Trabajo Social
(S1), se formó profesionalmente en la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (S2)
101
desde el año 1989. “Yo entré un año antes a la universidad a estudiar Diseño, ya. Y
después ingresé a la Universidad Católica a estudiar Trabajo Social, como primera
opción” (S1).
Una vez en este cargo, la entrevistada comienza a desarrollar y articular sus vivencias
subjetivas con respecto al espacio de trabajo, refiriendo estar actualmente fuertemente
representada por el ámbito en el que trabaja, no así en su espacio laboral, debido a las
condiciones laborales que posee al ser honorario.
La entrevistada narra que las intervenciones sociales que realiza se ven impactadas por
las condiciones contractuales, en ese sentido, comenta que lamentablemente por estar
102
pensando en todas las funciones que debe cumplir por ser coordinadora del programa,
se deja de lado una intervención más profunda.
Con respecto a sus proyecciones y cómo ve su futuro laboral y profesional, refiere tener
la intención de seguir estudiando y dedicarse a la academia.
La primera actante es ella misma, durante su relato, adoptaba una posición reflexiva
cuando se refería a sí misma y se daba como testimonio.
Por otra parte, utiliza el adjetivo posesivo átono “mi” para indicar la pertenencia de algo
o alguien, sucedido por sustantivos, como por ejemplo: “mi familia…”; “mi formación…”.
Utilizando el adjetivo 25 veces en el relato.
En definitiva es posible señalar que constantemente hace referencia a sí misma para dar
cuenta de sus intereses, expectativas, autodefinición y de su perspectiva respecto al
espacio laboral.
El segundo personaje que aparece en el relato de Patricia y que incidió en sus decisiones
respecto a la elección de la carrera fue su profesora de historia, quien le muestra el
camino de lo social.
“Yo diría que esta profesora también ayudo de alguna forma... a mostrar otras
perspectivas y aristas de la vida, y del mundo, y de la vida social y de lo que estaba
ocurriendo en Chile en ese minuto”.
103
historia y a las posibilidades que le dio el colegio, empezó a participar de actividades que
guardaban relación con el bienestar y la comunidad.
“Yo estudie toda mi vida en un colegio particular, por lo tanto también estaba muyyyy
encapsulada mi mirada al mundo real, entre comillas. Y el haber trabajado en... en mis
últimos años de colegio en lo que era el Bienestar, salir a la comunidad, ver otras
realidades, como que me removió mucho”.
Otro de los actantes de carácter colectivo que aparece en su relato es su familia, sin
embargo, a partir del tiempo verbal que utiliza, se puede identificar que cuando habla de
su familia antes de ingresar a la universidad, se trata de ella y sus padres, y cuando se
refiere a su familia posterior al estudio de trabajo social, se refiere a su hijo y su esposo.
“Apoyo, nunca sentí por parte de mi familia rechazo ni cuestionamiento” dice al elegir
la carrera de Trabajo Social. Ellos le proporcionaron el respaldo y apoyo que necesitaba
para ingresar a estudiarla. De igual manera, le solicitan explícitamente estudiar en una
institución de carácter pública o tradicional y ella refiere haber cumplido. “Para mis
padres era muy importante yo estuviera en una Universidad si tradicional, eehh, eso sí
que era un tema”.
Cuando se refiere a su familia, una vez titulada como trabajadora social, habla de cómo
ha construido sus relaciones de pareja y crianza desde el enfoque de género, ya que es
un aspecto laboral que ha trascendido a su espacio personal. “Trabajar en la violencia
de género me ha cambiado la perspectiva de la vida, y por ende la forma de construir
mis relaciones de pareja, mi matrimonio, yo tengo un hijo; como crio a mi hijo, o sea la
forma de mirar el mundo”.
Por otra parte, habla de este actante desde el impacto de la maternidad, “Cuando uno
tiene un hijo las prioridades cambian, los horarios cambian, antes uno se podía quedar
tranquilamente hasta que saliera el informe, a parte de tu pareja, no había nada tan
relevante por tener que salir rápido. Al tener un hijo tu eje cambia, hay alguien que te
está esperando hay alguien que te necesita”.
Refiere haber abordado de buena forma la crianza compartida con su pareja, un dato no
menor, es que su esposo también es trabajador social, por tanto, cree que este puede
ser un aspecto que ha facilitado la mirada de mundo y de maternidad/paternidad.
“Creo que ha sido muy bien abordada con mi pareja, con el padre de mi hijo, donde
hemos podido organizar los roles, las funciones de una manera bien equilibrada”.
Con respecto a su formación profesional, el quinto actante está conformado por la PUCV
y la Escuela de Trabajo Social. Se infiere del relato de Patricia que se refiere a la
Universidad y a la Escuela de Trabajo Social como un mismo actante, sin embargo ella lo
engloba y menciona como “la católica”, “Bueno yo estudie en la Católica y ahí... una
escuela que yo diría que hace mucho trabajo, mucha formación analítica, crítica,
reflexiva”.
104
Principalmente la relación que mantiene con este actante es respecto a las enseñanzas y
herramientas que la institución le ha entregado para enfrentarse al mundo laboral y a su
mundo personal también. Sin embargo, refiere haber tenido un choque entre fu
formación profesional y el ejercicio profesional, debido al carácter reflexivo de la
formación y su sello poco operativo.
Otra actante de este grupo es la directora, puesto que le brindó la posibilidad de hacerse
cargo del nuevo programa de la mujer que se abriría en el Municipio de Valparaíso
debido a la cercanía que mantenía con el alcalde de la época. “La directora de esa época
tenía la misma militancia política del alcalde de la época por lo tanto habían ciertas
cercanías y confianzas que permitieron que él accediera a que este programa se abriera
y allí yo llegue antes de titularme inclusive a coordinar lo que era este programa”.
En el año 2001 el SERNAM deja de ser un asesor técnico del programa y pasa a
conformarse como un ente financiador, de esa forma comienza a traspasar fondos al
municipio, por lo mismo, la municipalidad deja de ser empleador y se constituye como
una institución que realiza convenios con el SERNAM, si ambas partes deciden celebrar el
convenio, el equipo tiene trabajo, si deciden no renovarlo, el equipo pierde su empleo.
“El servicio nacional eemm efectivamente deja de ser solamente un asesor técnico de
este programa y pasa a... a constituirse en una entidad que financia y que estos
convenios dejan de ser solamente de colaboración sino que es un convenio en donde
SERVICIO NACIONAL traspasa fondos para que el municipio los ejecute”.
105
que dentro del municipio todos cumplen con su trabajo y no deberían existir diferencias
en beneficios entre los contratados de planta, a contrata u honorarios.
El Centro de la Mujer de La Florida, junto con Angélica Medina, son dos actantes que
sirven como ejemplo de experiencia en trabajo con mujeres, por lo tanto, para Patricia
resultó ser un gran referente del trabajo que debía realizar con mujeres en violencia. Es
importante destacar que este centro fue el primer Centro de la Mujer en Chile.
“Lo único que yo recuerdo era el centro de la mujer de La Florida donde yo fui a pasar
una pasantía, fui a capacitarme como monitora en esa época. La Angélica Medina
estaba ahí... y eso es un hito, aprender, conocer experiencias de personas que estaban
trabajando en esto”.
Por otro lado, otro actante es su equipo de trabajo, ya que cuenta que cuando se le
encomendó la coordinación del programa de mujeres no existía mayor experiencia y
referencia respecto al trabajo con mujeres, por ende, desde la inexperiencia debió
construir su equipo de trabajo.
“Construir equipo, no es fácil construir equipos y menos en esa época con personas que
no tenían experiencia en estos temas y si uno la tenía casi nada y el resto del equipo la
tenía menos, por lo tanto eso fue un hito importante”.
Aparte, cuando se refiere a su equipo de trabajo, lo hace para comentar cómo hoy
cumplen diversos roles. “Ahora este es un equipo que en realidad, si bien si hay
funciones que están descritas pero hacemos de todo también, sea trabajadora social,
abogada, psicóloga. Hacemos talleres, hacemos contención”.
“En vez de estar centrada en analizar los casos estoy con la cabeza puesta en que pasa
con el convenio, que pasa con el contrato, en que si va a llegar la remesa, no llega la
remesa, se te va mucho tiempo a veces, en especialmente en estos tiempos en sacar
adelante eso, lo que impacta obviamente en que tú te sitúes en lo que dice ser lo
prioritario en el trabajo técnico en el trabajo con la mujer”.
106
“Nos dimos cuenta de que era necesario organizarse para poder generar un poco más
de fuerza, en términos de visibilizar la situación precaria la vulneración de los derechos
laborales”.
A partir de lo ya descrito y de la revisión del relato que Patricia organiza para desarrollar
de manera coherente su línea argumental, es posible señalar que la entrevistada articula
su narración en torno a un eje que desarrolla en el transcurso de la entrevista y que
corresponde al “trabajar con el enfoque de género”.
Esta argumentación se desarrolla en torno a dos momentos, que serán divididos en dos
grupos, el primero respecta a todos los argumentos que utiliza para hablar de su vida
antes del enfoque de género y el segundo en lo que respecta al impacto que ha tenido
en la actualidad esta concepción de mundo.
Al inicio del relato de Patricia se puede evidenciar que no existe mayor incidencia la
temática del género.
En su paso por el colegio, el cual es denominado por ella como “de derecha”, jamás se
cuestionó las relaciones de género que se daban en su entorno, la entrevistada dice: “pa
mí no era un tema, o sea no tengo como memoria en el colegio de haber sido yo
consiente de no sé, las vulneraciones de los derechos de las mujeres, no era tema,
eemm que las mujeres éramos discriminadas”.
Un elemento relevante es que el colegio en el cual estudió Patricia era solo de mujeres y
de tendencia política derechista, por lo tanto, pudiese ser que no se evidenciaban
diferencias en las relaciones de género, por un tema de naturalización de la temática.
“Estoy hablando de un colegio además, súper eemm de una lógica más de derecha, un
colegio muy protegido, era un colegio laico (…) Yo estudie en un colegio de puras
mujeres”.
Por otro lado, en su paso por la universidad tampoco fue uno de sus campos de interés,
salvo al final de sus estudios, cuando debía realizar la investigación de tesis para poder
optar al título profesional. En ese momento, al decidir con un grupo de compañeras
investigar sobre la violencia intrafamiliar Patricia logra insertarse en lo que respecta al
enfoque de género, produciéndose un quiebre, un antes y después.
107
“Trabajar en la violencia de género me ha cambiado la perspectiva de la vida, y por
ende la forma de construir mis relaciones (…) o sea la forma de mirar el mundo, pero no
el Trabajo Social sino el tema en que yo trabajo”.
En ese sentido, Patricia reafirma que el cambio en su concepción del mundo se debe al
trabajo que ella realiza y no a la profesión que ella escogió durante la estudió.
Por otra parte, tenemos el grupo que aborda sus argumentos, posterior a la inserción
laboral en el programa de mujeres.
La compañera que trabajaba en el servicio resultó ser una actante fundamental, puesto
que debido a eso ella pudo acceder a la temática, considerándolo como un hecho
determinante hasta el día de hoy. “Se me abrió el mundo al tema de la mujer, al
enfoque de género, a la desigualdad, a la vulneración de los derechos de las mujeres
(…) Y eso fue gatillante para mí y fue un camino que recorro hasta hoy y que sigo
viviéndolo y descubriéndolo hasta hoy día”.
“Creo que este es un tema que me apasiona hasta el día de hoy, a pesar de que han
pasado tantos años este trabajo para mí tiene que ver con el ejercicio de la profesión
pero también con una responsabilidad, para mí una responsabilidad social en lo que yo
creo, en lo que me siento representada fuertemente (…) Porque trabajar en esto
insisto, no solamente tiene que ver con desarrollarse desde lo profesional y técnico,
también tiene que ver con un desarrollo humano y social más profundo, y personal”.
“Yo creo que ahí como uno organiza su mundo su vida, el nivel de comunicación y la
apertura que tiene tu pareja a esto, el saber que él también asume responsabilidades, y
que no es que me esté apoyando y colaborando si no que es un empresa que ambos
llevamos adelante pensando y obviamente a favor de nosotros, pero por sobre todo de
nuestro hijo”.
Entender la crianza como una corresponsabilidad ha sido uno de los aprendizajes de vivir
la vida desde el enfoque de género.
Cuando habla de su hijo, comenta que trabajar en violencia de género y ser madre de un
hombre no ha sido fácil, sin embargo cree que los aportes que ella le ha hecho, han
influenciado para que él sea un niño “crítico”:
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“Ser madre de un hombre y trabajando en violencia, no es… Es un niño que tiene 6
años, es un niño con alto nivel de… él ha ido a las marchas, por lo tanto es un niño
como bien critico también. Su padre trabaja en temas de prevención en los derechos de
la infancia, entonces tiene por ambos lados, no le queda otra que ser consciente, y bien
critico de eso, que quizás no cualquier niño a los 6 años la tendría”.
La primera oposición que se evidencia en la secuencia número uno, guarda relación con
la elección de la carrera.
Por otra parte, en esta secuencia se evidencia también la concepción del Trabajo Social
que proporciona la entrevistada:
Concepción del trabajo social asistencialista por parte de su círculo / Trabajo social
transformador.
109
Trayectoria laboral continua y estable en el tiempo / Sensación de precaución,
incertidumbre e inestabilidad laboral cada vez que hay que renovar el convenio entre
SERNAM y Municipio.
En cuanto a sus proyecciones, Patricia refiere tener ganas de dejar la intervención directa
y dedicarse a la academia.
Las oposiciones identificadas a partir del relato de Patricia en relación a los actantes son
las siguientes:
Por otra parte se destaca el respaldo que le ofreció la familia cuando decidió estudiar
Trabajo Social:
Acerca del impacto del género en su vida personal, menciona haber permeado en sus
relaciones interpersonales, modificando su forma de concebir la crianza:
110
En cuanto a la maternidad, habla del cambio de prioridades:
Trabaja para mejorar la calidad de vida a mujeres vulneradas en sus derechos / Sufre
vulneración laboral por su condición contractual a la hora de embarazarse.
Equipo capacitado para cumplir distintos roles / Equipo capacitado para llevar a cabo
solo sus funciones.
111
Tesorera del Sindicato / Socia activa sin cargo para dedicarse a la maternidad.
En su época como escolar no lograba advertir las vulneraciones de derechos que sufrían
las mujeres en el país, sin embargo, una vez comenzada su investigación de tesis empezó
a identificar y analizar las relaciones que hasta entonces se forjaban en virtud de la
mujer.
No ser un tema de interés antes de titularse / Constituirse como una temática que la
apasiona y que impacta día a día en su vida cotidiana.
Patricia valora más el aporte que le realizó el ejercicio profesional desde el enfoque de
género más que el aporte del trabajo social en general, debido al cambio de perspectiva
y concepción de mundo:
Para ella, el aporte que le entrega el enfoque no es solo profesional sino también
humano y personal, por lo mismo, impacta positivamente en su vida trascendiendo del
espacio laboral:
112
En cuanto al impacto familiar que ha tenido el enfoque de género en sus relaciones con
su esposo e hijo:
113
profesional Elementos biográficos, autodefinición Entrevistados (as) /
Autodefiniciones elaboradas en Compañeros (as) de
relación a sus trayectorias laborales y trabajo
compañeras/os de trabajo /
Características definidas por aspectos
personales de la vida de las y los
entrevistados
114
las funciones laborales determinadas de trabajo
para cada entrevistado
115
Capítulo V:
Resultados
de la
investigación
116
Resultados de la investigación
Por otra parte, se cruzará la información particular con la teoría proporcionada por
Claude Dubar para evidenciar si las y los profesionales se identifican con alguna forma
identitaria elaborada por él, o si deben construirse nuevas tipologías para categorizar a
las y los sujetos, por parte de las investigadoras.
En cuanto a los actantes, se identifica que la elección de la carrera esta mediada por el
interés personal del entrevistado, la opinión de la familia y de sus amistades, siendo el
primero quien toma la decisión y tiene mayor relevancia.
117
esta profesión la que logró satisfacer, en cierta medida, las necesidades y proyecciones
que cada una tenía.
Con respecto a la segunda secuencia del cuadro común que corresponde a la formación
profesional, este hito sería el primer elemento constitutivo del proceso de construcción
de las identidades profesionales de trabajadores sociales, ya que la formación les aporta
elementos que les permiten reconstruir la concepción del quehacer del Trabajo Social y
la concepción del mundo.
Todos apuntan a que la formación universitaria cambia la mirada, ya que la mayoría pasa
de una noción del trabajo social basado en la ayuda desde la caridad y la filantropía a una
noción de cambio, la cual se expresa en la mayoría de los sujetos de investigación como
una respuesta a la cuestión social, aspirando a la transformación de las desigualdades, tal
como lo diría Marilda Iamamoto (2003), en la tensión de saber la desigualdad y rebelarse
frente a ella, es que la profesión despliega su trabajo, excepto en una de las
entrevistadas, la cual estaría más bien asociada a una noción asistencialista de la
profesión.
La situación anterior, podría estar en relación con el sello que presenta cada casa de
estudios de las y los entrevistados (PUCV y UV), quienes reconocen que la formación
académica de la escuela de Trabajo Social de la PUCV, se destacaría por desarrollar
aspectos más reflexivos, pero menos operativos, por sobre la escuela de Trabajo Social
de la UV, que se caracteriza por ser más operativa, pero menos reflexiva.
Esta situación se presentaba tanto en profesionales que contaban con menos de diez y
más de diez años de ejercicio profesional. En el caso de los primeros, dos de ellos habían
tenido solo una experiencia laboral como Trabajadores Sociales, sin embargo se
destacaba la existencia de trabajos previos a su titulación ejercidos en períodos de corta
duración (en el caso de Bárbara en los procesos de admisión de estudiantes de la
118
Universidad Santa María por un periodo aproximado de dos semanas con un contrato a
honorarios y en el caso de Osvaldo como educador social en un programa perteneciente
a la red del Servicio Nacional de Menores y en la ejecución de talleres en el ámbito
educacional también con un contrato a honorarios), mientras que el tercero había
alcanzado ocho trabajos en cinco meses todos con contrato a honorarios. En el caso de la
otra entrevistada que contaba con más de diez años de ejercicio profesional, se
destacaba la brevedad de su primera experiencia laboral, pero a su vez el cúmulo de
aprendizajes adquiridos en este.
Esto permitiría explicar las trayectorias laborales marcadas por una serie de empleos de
corta duración o de trabajos que si bien perduran en el tiempo, la estabilidad de los
mismos no está asegurada. No obstante, los/as trabajadores/as sociales destacan esos
espacios laborales como instancias de gran aprendizaje, aun cuando estos se
caractericen por ser breves.
119
mismo. Por lo anterior, es posible señalar que la incidencia de los otros en la
autodefinición, adquiere distintas formas; en algunos casos existe una relación de
compañerismo que refuerza las autodefiniciones que el/la entrevistado/a ya tenía de sí,
en otros la relación se mantiene en una tensión constante entre elementos que en
ocasiones son incorporados y en otras rechazados y en otra la relación es, más bien de
ausencia, la entrevistada se define de acuerdo a lo que ella cree que los demás piensan
de sí misma, ya que señala no tener muchos espacios de encuentro con sus
compañeros/as de trabajo.
Acerca del impacto del ejercicio profesional en la vida personal, se puede señalar que
sería constitutivo de la identidad profesional, puesto que se empezarían a conjugar los
procesos relacionales y biográficos en las y los entrevistados, traspasando elementos del
trabajo a sus vidas personales.
120
En relación a lo anterior, se destaca que el impacto de la maternidad/paternidad, en
los/as entrevistados/as condiciona las prioridades y proyecciones de estos, es decir,
quienes ejercen la maternidad en el caso de las entrevistadas refieren cambiar sus
expectativas laborales y prioridades en función de sus hijas/os, y quienes aún no ejercen
la maternidad/paternidad, de igual forma evidencian un condicionamiento en sus
proyecciones, en especial en la necesidad de obtener una mayor estabilidad laboral
cuando se proyecta la existencia de hijos/as. Se destaca por tanto, como un elemento
constitutivo de identidad dando lugar a nuevas dinámicas que permean sus relaciones y
espacios laborales.
Cabe destacar que lo anterior no se presenta de igual manera para hombres y mujeres,
ya que nuevamente se evidencia una situación de desigualdad en perjuicio de aquellas
mujeres entrevistadas que resultaron ser madres y que se encontraban trabajando sin
seguridad social, ya que para una de ellas, no existía ninguna garantía legal que
resguardara sus derechos laborales durante el periodo de embarazo y post parto,
denominado actualmente por la legislación laboral como pre-natal y post-natal;
quedando su resguardo, en muchos casos, al arbitrio del empleador.
Otro aspecto que está en relación con lo anterior, se encuentra presente en los
elementos relacionales, en lo que respecta a la valoración del Trabajo Social en virtud del
desempeño profesional. Se identifica que en general existe un reconocimiento y
valoración positiva de la profesión en los espacios de trabajo por el aporte que realizan
en los mismos y por la presencia de otros profesionales del área en estos. Ellos/as creen
que son valorados por el trabajo que realizan en una realidad compleja, en cargos de
coordinación o dirección, porque representan a sus empleadores frente a los sujetos de
intervención y porque ellas/os realizan bien su trabajo. Sin embargo existe, al mismo
tiempo, una idea de desvalorización del Trabajo Social en comparación a otras
profesiones como la medicina, la abogacía, la ingeniería, entre otras; lo cual podría
constituirse como un elemento que está presente en la construcción de las identidades,
en cuanto los entrevistados refieren tener que validarse frente a estas otras profesiones
121
en los contextos laborales. Esta desvalorización o subalternidad de la que se hablaba en
el párrafo anterior, encuentra su fundamento en el hecho de que las profesiones
femeninas han sido calificadas como “semi” profesiones generando así una distancia
cualitativa respecto de las demás, y prevaleciendo la idea del Trabajo Social como una
profesión incompleta por el hecho de ser sociológicamente femenina. Por esto en las
denominadas semiprofesiones se producirían saberes subalternos, ya que la legitimidad
para intervenir sobre una parte de la realidad estaría dada por la construcción de una
disciplina científica propia; de ahí la necesidad de los entrevistados de validarse frente a
los otros en sus espacios profesionales.
En otro sentido, se destaca del segundo elemento del proceso relacional, que en la
definición que realizan los compañeros/as del profesional, estos son legitimados teórica
y metodológicamente en sus espacios de trabajo, es decir, se releva el aspecto
disciplinario. A la vez en esta definición destacan aspectos personales de los/las
entrevistados/as, lo cual era compartido por los cinco entrevistados, quienes señalaban
que la definición de ellos/as como profesionales estaban marcadas por ambos
elementos.
El tercer aspecto del proceso relacional, da cuenta de las expectativas que tienen los
otros respecto al rol que desempeña el profesional. Considerando que la mayoría de
los/las entrevistados/as ejercen cargos de coordinación, se destaca como expectativa de
los/as compañeros/as, ejercerlos de manera horizontal, por lo cual lo que se espera es
que ejerzan liderazgos democráticos al interior de los equipos de trabajo y al mismo
tiempo cumplir las funciones laborales asignadas a cada entrevistado en sus cargos de
coordinación o dirección. Esta corresponde a la realidad laboral de tres entrevistados, los
otros dos que aún no ejercían cargos directivos consideraban que las expectativas
laborales eran cumplir bien con su trabajo.
122
por una parte se releva un discurso, que en la práctica personal no se está llevando a
cabo.
Cuando se habla del campo laboral, primero que todo, resulta pertinente abordar cómo
las actuales condiciones laborales que poseen las y los entrevistados, permean y
constituyen identidad profesional.
Según Iamamoto (2003) las y los trabajadores sociales históricamente han sido
profesionales que implementan y ejecutan políticas públicas, por ende, su empleador
generalmente ha sido el Estado. Sin embargo, con el advenimiento de la flexibilidad
laboral y las políticas de corte neoliberal, el Estado ha sufrido un retraimiento y ha
adquirido un rol, más bien, pasivo, las políticas públicas se han tercerizado y ha
comenzado a transferir sus funciones y responsabilidades a la sociedad civil.
No obstante, todas y todos refieren sentirse considerados por sus jefaturas en caso de
quedar sin proyectos por pérdidas en las licitaciones y además evidencian tener una
continuidad laboral estable en sus programas.
123
que emerge allí una especie de conformidad adaptativa o disciplinamiento social frente a
la precariedad vivenciada en el entorno, al momento de compararse con otros
(profesionales de la disciplina en condiciones de mayor precariedad o profesiones que
gozan de mayor reconocimiento social) lo que podría provocar que la concepción de la
situación de sí mismos, se modifique.
Todas y todos los sujetos de investigación refieren a los sujetos de intervención a la hora
de abordar el impacto de sus condiciones en el desempeño profesional, debido que estas
no permiten la concentración y desarrollo del trabajo en un cien por ciento.
Como diría Iamamoto “La polivalencia, tercerización, subcontratación, reducción del nivel
de los salarios, ampliación de los contratos de trabajo temporarios, desempleo, etc. Son
dimensiones de la propia tendencia actual del Servicio Social y no una realidad ajena o
externa que “afecta a los otros” (Iamamoto, 2003: 65).
Por otra parte, la mayoría también coincide en que deben ser mejor remunerados por el
trabajo que realizan, reconociendo que sus vidas personales se ven permeadas por los
contextos en los cuales se desenvuelven profesionalmente.
En síntesis, resulta pertinente exponer bajo qué elementos las y los trabajadores sociales
van construyendo sus identidades profesionales. Inicialmente construyen su identidad
profesional en su formación profesional, este sería el punto de partida que se dio
124
transversalmente en todos los discursos. Sin embargo, es posible advertir que se
construye de manera diferenciada, debido a las dos universidades que aparecieron en los
relatos de los cinco entrevistados.
La inserción al mundo laboral una vez tituladas/os, se constituye como otro elemento de
la construcción de sus identidades, puesto que es en este hito donde las y los
entrevistados consideran que existe un choque entre sus formaciones profesionales y la
realidad del ejercicio laboral.
Por último, el campo laboral actual, resultó incidir e impactar de manera transversal en
la construcción de la identidad profesional en cada uno de las y los entrevistados, esto,
debido a los cambios estructurales que han ocurrido desde la década del ochenta hasta
la actualidad, con la instauración de la flexibilidad laboral. Las y los sujetas/os han visto
modificadas sus condiciones laborales con respecto a un pasado, sobre el cual
comparaban el presente. Con excepción de una entrevistada que se desempeñaba en un
establecimiento de educación superior, todos coinciden en que la flexibilidad trajo
consigo una precariedad en materia laboral.
Estos cinco elementos expuestos son los que se pudieron observar y analizar a partir de
la metodología y técnicas de recolección de información utilizadas.
Xavier de Donato (2007) citando a Weber (1921), menciona que los tipos ideales
permitirían explicar y comprender los elementos constitutivos de ciertos fenómenos
125
sociales, por lo cual, un tipo ideal es un instrumento conceptual utilizado en las ciencias
sociales para interpretar y categorizar la realidad social.
A partir de todo lo anterior, ha sido posible identificar ciertos elementos que serían
distintivos entre las y los entrevistados y que permiten la construcción de diferentes
tipologías, tales como la identidad de red, la identidad tensionada, la identidad
transformadora y la identidad de empresa.
Resulta pertinente mencionar que se realiza un esfuerzo por describir y construir una
tipología teórica que permita explicar las identidades profesionales de trabajadores/as
sociales y para ello es necesario recuperar aquellos elementos significativos de cada caso
particular de los/as entrevistados/as, es decir, a partir de los casos específicos que han
sido abordados en la investigación, es posible la construcción de categorías generales
que serían representativas de la población estudiada y que, en definitiva, permiten la
descripción o construcción de la tipología en un plano más teórico y mayor nivel de
abstracción.
Además de lo anterior, es necesario señalar que todas las tipologías de identidades que
se expondrán a continuación, son de carácter transitorias, puesto que responden a
contextos determinados, sobre los cuales ha sido posible indagar a través de la
investigación.
126
5.2.1 Identidad de red
Según la producción de Dubar (2002), una de las identidades que se estaría dando en el
contexto contemporáneo con el advenimiento de la flexibilidad laboral sería la identidad
de red, que corresponde a una forma identitaria en donde la noción de precariedad es
considerada como una condición positiva, entendiéndose como una precariedad
identificante, en este sentido, las y los sujetos que suelen ser jóvenes profesionales, que
exploran constantemente el medio profesional, con experiencias enriquecedoras pero de
corta duración, existiendo una supremacía el sujeto individual por sobre lo colectivo, en
este sentido, la realización personal es un aspecto más primordial que los contextos de
incertidumbres sobre los cuales puedan ejercer, conllevando a afrontar la precariedad
intentando darle un sentido.
Esta tipología elaborada por C. Dubar, ha sido posible describirla en base a los elementos
más relevantes identificados en el análisis en virtud del relato de Juan, Trabajador Social
del sector privado, que cuenta con menos de diez años de ejercicio profesional y no
posee seguridad social debido a su contrato a honorarios. Si bien, existen elementos que
aparecen explícitamente en su discurso, hay otros elementos implícitos que han sido
interpretados por las investigadoras.
Por otro lado, Juan releva la idea de ser un “trabajador independiente” como una
característica positiva de su trabajo, ya que gracias a eso, es decir, a su contrato a
honorarios, el posee una flexibilidad horaria que asocia a la libertad de disponer de sus
tiempos personales como le acomode. Sin embargo, el hecho de ser un “trabajador
independiente”, pone en juego su certidumbre y estabilidad laboral, además de
constituirse en un concepto que difiere de sus actuales condiciones laborales, puesto
que un “trabajador independiente” en estricto rigor no debiese depender de un superior
jerárquico; situación que en este caso si está presente.
127
Por ultimo su trayectoria laboral basada en trabajos de corta duración y sin seguridad
social, nuevamente le proporcionan seguridad al considerar que cuenta con una red de
posibilidades laborales futuras que compensarían su actual incertidumbre laboral. Es lo
que Dubar (2002) denominaría como un sujeto empleable propio del contexto de
flexibilización laboral quien se desempeña en experiencias laborales breves pero
enriquecedoras que le permiten adquirir más competencias y habilidades laborales en
pos de alcanzar una mayor estabilidad laboral.
Como plantea Claude Dubar, una de las identidades que pudiese estar desarrollándose
en el contexto contemporáneo guarda relación con la crisis de las identidades.
La crisis será entendida en palabras del autor, como una fase difícil atravesada por un
grupo o individuo, presentando rupturas en el equilibrio y perturbaciones entre los
componentes que estructuran la actividad de categorizarse a sí mismo y a los otros.
Resumiendo, la identidad tensionada, no sería otra más que la que impide a las y los
sujetos identificarse consigo mismo y con los otros en el espacio laboral,
transitoriamente, debido al contexto sociolaboral de flexibilidad y precariedad laboral en
el cual se desempeñan.
En el caso de Margarita, una trabajadora social del sector privado con contrato
indefinido y seguridad social y más de 10 años de ejercicio profesional, se considera que
su identidad es una identidad tensionada, debido a todo lo proporcionado en su relato.
128
Margarita reconoce que en la actualidad han cambiado las lógicas de trabajo y de
intervención, desde los nuevos profesionales hasta el mercado laboral.
El elemento principal que detona y determina su crisis es el actual contexto laboral, que
en palabras de ella, es adverso, esta instrumentalizado y neoliberalizado, como diría
Iamamoto (2003), la tercerización, la subcontratación, la reducción de los salarios son
dimensiones de la propia tendencia actual del trabajo social. En palabras de De la Garza
(2003) sería la precarización del mercado de trabajo la que cambia las experiencias del
trabajo.
Los cambios en el rol del Estado de uno activo a uno pasivo, el triunfo de lo privado por
sobre lo público en el espacio del trabajo, son elementos que hacen sentirse a Margarita
en un estado de crisis, hace alrededor de tres años.
129
tradicionales aunque no exista una correspondencia con los criterios de gestión
dominantes y un reconocimiento por parte de la empresa. En este sentido, la identidad
transformadora se basa en la organización colectiva como una forma de aunar
voluntades que permitan modificar las condiciones laborales precarias causadas por la
instauración de la flexibilización laboral.
De los elementos comunes que es posible rescatar de los relatos de Patricia y Osvaldo
para construir esta tipología identitaria, se encuentra en primer lugar una trayectoria
laboral marcada por el área en el cual se desempeñan profesionalmente, como un
espacio que les apasiona. En el caso de Osvaldo lo constituye el área de educación y el
conjunto de elementos involucrados en la intervención social que despliega en el
establecimiento educacional, dentro de los cuales se destaca a los estudiantes como
sujetos de intervención que vivencian contextos de alta vulnerabilidad, los/as
compañeros/as de trabajo y las instituciones externas que inciden en la intervención que
despliegan posibilitándola o limitándola.
Patricia por su parte, construye una identidad fuertemente marcada por el trabajo con
mujeres desde el enfoque de género, lo cual constituye para ella no solo un ámbito de
desarrollo profesional, sino que también un desarrollo profundo desde lo humano y lo
personal.
130
Este entusiasmo por los enfoques o áreas de trabajo, se convierte en una motivación
para continuar trabajando en espacios laborales que ambos consideran inestables y
precarios, donde existen altos grados de incertidumbre. Esto conlleva a que ambos no se
encuentren conformes con sus actuales condiciones laborales donde la forma de
contratación conforma un punto crítico para ambos entrevistados. En el caso de Osvaldo
un contrato a plazo fijo, que se renueva anualmente pero que no le brinda una
estabilidad a largo plazo ya que año a año se evalúa su continuidad en el establecimiento
educacional y Patricia, por su parte, cuenta con un contrato a honorarios desde el año
2001, que se traduce en irregularidades en las fechas de pago, inexistencia de algún tipo
de seguridad social, incertidumbre por la continuidad del programa año a año, entre
otros. A pesar de esto ambos están convencidos de que dichos espacios laborales les
permiten propiciar cambios importantes en los sujetos de intervención.
A pesar de lo anterior, ambos refieren proyectarse en sus espacios y áreas de trabajo por
largos periodos de tiempo con la finalidad de generar cambios profundos o estructurales
desde la intervención que despliegan, sin embargo es posible evidenciar que en ambos
casos se encuentra implícita una proyección en pos de mejorar sus condiciones laborales
en otros espacios de trabajo, desde la intervención social o desde la academia.
131
La identidad de empresa seleccionada para describir a la entrevistada, forma parte de la
producción teórica de Claude Dubar (2002), quien señala que este tipo de identidad
correspondería a aquellos asalariados que esperan intercambiar su contribución a la
empresa por una promoción interna. Se desarrollaría un tipo de identidad que
corresponde a la deseada por la empresa, que construye y propone al trabajador. La
empresa asegura al trabajador la seguridad subjetiva del empleo y la progresión
probable de su carrera a cambio de su implicación personal.
Para el autor este tipo de identidad se habría hecho insostenible por la implementación
del modelo de gestión por competencia, en virtud del cual se comienza a valorar la
empleabilidad y la empresa traspasa al trabajador la responsabilidad de desarrollar sus
competencias quedando liberada de la transacción entre desarrollo y movilización que
estaba a la base de la identidad de empresa.
En cuanto a las definiciones que realizan sus compañeros/as de trabajo y las expectativas
que pudiesen tener de su desempeño profesional, se resumen en realizar bien el trabajo
que de ella se espera y que considera realiza, lo que le permite mantenerse en el cargo y
asumir nuevas responsabilidades que le serian asignadas justamente por su buen
desempeño profesional.
En este sentido, Bárbara considera que su trayectoria laboral es muy rápida en cuanto le
ha permitido desarrollarse y crecer profesionalmente en un corto periodo de tiempo
desde su titulación. La Universidad como espacio laboral habría jugado un rol importante
en ello, en cuanto permite que ella curse capacitaciones que son costeadas por la misma,
posibilite su asistencia a cursos y seminarios que a su juicio son relevantes para su
132
continua formación y además, que en algún momento haya flexibilizado en los horarios
para que ella pudiese cursar un magister.
133
Uno de los aspectos primordiales para diferenciar entre sujetos fue cómo significaban el
contexto en el cual se desenvuelven, ya que la mayoría refirió sentirse parte de un
contexto de flexibilidad laboral precario, sin embargo, cada sujeto enfatizó en distintos
aspectos que los afectaban debido a sus espacios de trabajo.
En síntesis y en relación a los párrafos precedentes, fue posible identificar cuatro tipos de
identidades diferentes que se dieron en cinco sujetos entrevistados.
Las y los entrevistados fueron categorizados en una forma identitaria, de acuerdo al eje
que se relevó de sus relatos. Es importante destacar que, si bien, se identifican en una
identidad, todas y todos los sujetos de la investigación tenían elementos de más formas
identitarias, sin embargo, en el que más predominaba su discurso y eje, fue la categoría
seleccionada.
La identidad de red, que es proporcionada por Claude Dubar, para el sujeto número 1,
donde, si bien, se reconoce su postura crítica frente a ciertas situaciones, se privilegian
sus aportes en cuanto al contexto sociolaboral para identificarlo con alguna forma
identitaria, en donde se mostró más bien pasivo, reconociendo la importancia que tiene,
pero para los fines individuales, a él le acomoda su condición contractual.
Por otro lado, la identidad tensionada, elaborada por el equipo investigador, para
categorizar a la entrevistada número 2, quién relevó el eje de su entrevista en la crisis
actual que estaba vivenciando. Por otra parte, ella demostró tener algunos elementos de
la identidad de oficio, proporcionada por Dubar, sin embargo, el eje transversal de su
entrevista estaba atravesado por la crisis.
Para concluir este apartado, se puede destacar que, tres de cinco entrevistados
presentan un discurso que releva el trabajo colectivo por sobre el individual,
reconociendo la acción colectiva como un respaldo dentro del espacio laboral, y los otros
dos entrevistados, si bien, no demuestran un discurso del todo individualista, velan por
intereses propios a la hora de proyectarse en el espacio laboral, esto podría deberse,
entre otras cosas, a que la pérdida de fuerza de los sindicatos fue uno de los ejes
centrales del plan laboral instaurado con la flexibilización laboral.
134
Por otra parte, uno de los resultados esperados era identificar discursos críticos, que
cuestionaran y problematizaran sus actuales condiciones laborales marcadas por la
precarización que ha traído la flexibilización laboral, sin embargo, no todos los
participantes expusieron sus relatos de esta manera, y por el contrario, algunos
demostraron indiferencia frente a la precarización de los empleos. Esto podría evidenciar
una dialéctica en la labor que cumplen las y los Trabajadores/as Sociales, ya que su
formación se basa en pos de la transformación de la cuestión social, donde debe
desplegarse constantemente la reflexividad y problematización respecto a las
desigualdades que vivencian los sujetos de intervención, sin embargo no cuestionan ni se
rebelan frente a las vulneraciones y desigualdades de las que ellas y ellos son parte.
135
Capítulo VI:
Conclusiones
136
Conclusiones
Por otro lado, se analizará la metodología, con el fin de examinar la coherencia de ésta
para el cumplimiento de los objetivos de la investigación.
Con respecto a este primer supuesto de la investigación, Claude Dubar (2002) entiende la
crisis de las identidades como la ruptura del equilibrio entre los distintos elementos que
estructuran la actividad de categorizarse a uno mismo y a los otros, en el espacio del
trabajo. En este sentido es posible señalar que a partir de la presente investigación, se
puede establecer que más que una crisis permanente de las identidades profesionales de
los/as trabajadores/as sociales, lo que se advierte es una tensión constante entre el
ethos de la profesión (cambio social, compromiso, acción colectiva, etc.) y las
concesiones que el/la profesional realiza en función del contexto laboral, de las
presiones o demandas familiares, etc. y que en algunos casos se puede traducir en una
crisis más evidente.
Considerando que la propuesta del autor en torno a la crisis de las identidades implica
una mirada más amplia de la identidad, no como una construcción estática y acabada,
sino que como una construcción permanente en el tiempo, atravesada por condiciones
sociales que las tornan más complejas y críticas, no se podría señalar que las tipologías
construidas no puedan presentar una transformación identitaria posterior en el tiempo,
por el contrario; si bien fue posible identificar una entrevistada que señalaba
encontrarse en una crisis en el espacio laboral que estaría mediada por las
transformaciones del mundo del trabajo, las consecuencias que ha traído la
implementación de políticas neoliberales en este campo y –a su juicio- las nuevas lógicas
137
instrumentales y neoliberalizadas de las y los nuevos profesionales, esta tensión
constante podría cambiar con posterioridad.
Resulta pertinente destacar que, el equipo de investigadores cree que los espacios de
trabajo y las condiciones laborales son los que condicionan diferencialmente el proceso
de construcción identitaria, sin embargo, no se puede desconocer que cada espacio está
inserto en un modelo y contexto que responden a la flexibilidad laboral.
A nivel transversal, uno de los aspectos más frecuente en el relato de las y los
entrevistados fue el sentimiento de inestabilidad laboral, lo que permitiría pensar que la
flexibilidad no condicionaría diferencialmente, puesto que el sentimiento es
generalizado. Sin embargo, este contexto más estructural es el que permea y hace
diferente cada espacio y condición laboral, como también cada condición particular,
debido a que cada participante de la investigación tiene una historia personal.
Por otra parte, las condiciones laborales y contractuales, son otro elemento que
condiciona la construcción de la identidad profesional, ya que cada sujeto significaba de
diferente manera su inserción y trayectoria laboral, enfatizando en aspectos más
particulares, lo que permitió categorizar a las y los sujetos de investigación en distintas
formas identitarias, puesto que predominaban distintos ejes en cada relato, lo que
impidió reunir a todos los sujetos en un tipo de identidad.
138
Es posible señalar que ambos supuestos de investigación se afirmarían, sin embargo, no
se dan en su totalidad.
Los aportes realizados por Dubar (2002) en materia de identidad laboral, no se pueden
desconocer. El autor hace un trabajo exhaustivo para categorizar tipos de identidades
que se dan en los distintos contextos que enfrenta el campo del trabajo. En ese sentido,
si bien, provee de un amplio bagaje teórico, sus postulados se inscriben en un contexto
distinto al actual, por ende, hoy día es posible reconocer nuevas formas identitarias que
en el contexto de Dubar no fue posible identificar y desarrollar de manera contundente,
pero igualmente el autor fue capaz de advertir algunos aspectos que se darían hoy.
En este sentido, un elemento que se podría tener en consideración con este autor y la
utilización de su propuesta teórica en el marco de la investigación, es que brinda la
posibilidad de incorporar elementos contextuales como lo serían la flexibilización laboral
y sus expresiones en el mundo del trabajo, y analizar su incidencia en la construcción de
identidades profesionales de trabajadores sociales. Por lo anterior, se considera que en
alguna medida han sido contemplados elementos de la estructura, sin embargo no ha
sido tratado con mayor profundidad un análisis de relaciones de clase o de poder en
general, lo cual sería relevante para una posterior investigación que contemple objetivos
orientados a ello.
Por otro lado, Marilda Iamamoto (2003), provee de una mirada crítica el quehacer del
Trabajo Social, que se condice con la postura del equipo de investigadoras. Sus
planteamientos fueron fundamentales para abordar y profundizar la disciplina del
Trabajo Social en el análisis, ya que proporcionaba elementos que se dan en la actualidad
y en el contexto de flexibilidad laboral.
Reconocer el trabajo social como una actividad transformadora, es una postura que se
dio en cuatro de cinco entrevistados, por ende, se considera que no solo se reconoce en
el marco teórico de esta investigación, sino que también, su mirada trasciende a las y los
trabajadores sociales que participaron de este estudio.
Belén Lorente (2004), aporta una mirada desde el género que resultó ser la adecuada
para abordarlo en esta investigación con las y los trabajadores sociales. Reconocer la
carrera como una profesión feminizada y subalterna fue un elemento transversal, sin
embargo, todas y todos los entrevistados se mostraron críticos a esta postura que ha
sido característica del trabajo social desde sus inicios.
139
Cabe destacar al respecto, que además de los conceptos antes señalado (feminización y
subalternidad) emergió de la investigación un elemento no considerado a priori por las
investigadoras, relativo al impacto de la maternidad y la paternidad como constitutivo de
la identidad profesional en virtud del condicionamiento de las proyecciones laborales de
los/as entrevistados/as a la planificación familiar y en particular a la procreación; ya sea
consolidando algunos puntos de vista o proyecciones frente al ejercicio profesional, o
modificándolos.
Por otra parte, la técnica de la entrevista semi-estructurada fue la adecuada para llevar a
cabo este estudio, ya que permitió una planificación previa de lo que se quería rescatar
de los relatos, pero además tiene la flexibilidad suficiente como para profundizar en
elementos que iban surgiendo durante el momento de la entrevista, que parecían ser
importantes, gracias a esta técnica se pudo recolectar los datos de forma ordenada y
organizada.
140
relación con el idioma de la obra metodológica (francés), debido a que no existía una
traducción original al español, por ende, uno de los trabajos realizados por el equipo
investigativo fue solicitar la traducción de algunos capítulos del texto a personas que
manejaban el idioma, con el objetivo de acudir a la fuente principal. Esto además implicó
un acercamiento indirecto a la producción metodológica a través de otros autores que
abordaban y aportaban, en español, el modelo analítico estructural de las identidades.
En este sentido, si bien, en algún momento esta limitación se conformó como un
obstaculizador, ya que no se pudo acceder a cabalidad al texto original, a su vez posibilitó
complementar la obra con producciones de otras y otros autores, permitiendo un acceso
consistente al modelo.
Por otra parte, los criterios de selección, si bien, fueron decisivos, se considera que faltó
establecer criterios que pudiesen demostrar más heterogeneidad en la muestra
seleccionada, como por ejemplo, un criterio que estableciera el rol y cargo que cumple el
o la trabajadora social en la institución, ya que en dos ocasiones se repitió la función, y
en tres casos, el rol que cumplían. Otro criterio que pudo haber diferenciado la
construcción de la identidad es el de la formación profesional, aleatoriamente se
seleccionaron profesionales de dos casas de estudio de la región, que coincidían en ser
universidades tradicionales, no obstante, hubiese sido interesante apreciar qué pasa con
las identidades de trabajadores sociales formados en universidades privadas.
Otro elemento que se podría incorporar a futuras investigaciones dice relación con la
precarización que experimentan quienes se desempeñan como trabajadores sociales en
intervención directa con personas y familias principalmente, y que vivencian una alta
demanda de trabajo en condiciones laborales precarias. En este sentido cabe destacar
que la precarización se expresaría en una mayor cantidad de ámbitos de desprotección,
141
inseguridad e incertidumbre laboral, como lo señalaban los mismos entrevistados de la
presente investigación, quienes referían que existían colegas que soportaban
mayormente los efectos de la flexibilización laboral en el trabajo, destacándose en
especial aquellos programas pertenecientes a la red del Servicio Nacional de Menores.
Por otra parte, como se mencionó en los aspectos metodológicos, resultaría interesante
incorporar los criterios de selección mencionados, para ver cómo impactan estos –cargo
que desempeñan y formación profesional en universidades privadas- en la construcción
de las identidades profesionales.
Otra proyección de la investigación dice relación con el hecho de que solo las mujeres de
la muestra no escogieron en primer lugar la carrera de Trabajo Social, como sí lo hicieron
los hombres. Se podría establecer que esta situación respondería al hecho de que ambos
entrevistados hombres conforman la primera generación de su grupo familiar que
ingresa a la educación superior universitaria, por lo cual la elección de la carrera tendría
que ver con factores estructurales al proyectar en el ingreso a la educación superior la
posibilidad de convertirse en profesionales (y contar por lo mismo con el respaldado de
su grupo familiar) independientemente de cual fuese la carrera a seguir. Una futura
investigación podría aportar en profundizar en lo anterior al integrar mayores aspectos
contextuales y de clase, además de agrandar la muestra hacia universidades no
tradicionales.
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Anexos
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