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Pontificia Universidad Católica de Valparaíso

Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas


Escuela de Trabajo Social

“Una aproximación a la construcción de


identidades profesionales de
trabajadores sociales en el contexto de
flexibilización laboral”

Tesis para optar al Título de Trabajadora Social y


Grado Académico de Licenciada en Trabajo Social

Autoras:
Darshiell Delgado Jara
Claudia Galaz Sanhueza

Guía de Tesis:
Claudio Montero Urrutia

Lectora crítica:
Karina Narbona Tapia

Valparaíso, 2017
Índice

Introducción 4

Capítulo I: Estado del Arte 6

1.1 Fundamentación Estado del Arte 7


1.2 Evolución del trabajo 8
1.3 Estudio de las subjetividades e identidades en el trabajo 16

Capítulo II: Marco Teórico 19

2.1 Identidad Social e Identidades Profesionales 20


2.2 Disciplina Trabajo Social 26
2.3 Género en la Identidad Profesional del Trabajo Social 30
2.4 Contexto de Flexibilización Laboral 32

Capítulo III: Marco Metodológico 34

3.1 Objeto de Investigación 35


3.2 Preguntas de Investigación 35
3.3 Supuesto de Investigación 35
3.4 Objetivos de la Investigación 36
3.4.1 Objetivo General 36
3.4.2 Objetivos Específicos 36
3.5 Opción metodológica 36
3.6 Enfoque de la Investigación 37
3.7 Técnicas para la recolección de datos 38
3.8 Diseño Muestral 39
3.8.1 Criterios de selección de Homogeneidad 39
3.8.2 Criterios de selección de Heterogeneidad 39
3.9 Tamaño de la muestra 40
3.10 Consideraciones éticas 41
3.11 Plan de tratamiento y análisis de los datos 42

Capítulo IV: Análisis de la Información 46

4.1 Primer entrevistado, Juan 47


4.1.1 Descripción de secuencias 47
4.1.2 Descripción de actantes 49
4.1.3 Descripción de argumentos 52
4.1.4 Oposiciones de secuencias 56
4.1.5 Oposiciones de actantes 57
4.1.6 Oposiciones de argumentos 59
4.2 Segunda entrevistada, Margarita 61
4.2.1 Descripción de secuencias 61

2
4.2.2 Descripción de actantes 63
4.2.3 Descripción de argumentos 66
4.2.4 Oposiciones de secuencias 69
4.2.5 Oposiciones de actantes 70
4.2.6 Oposiciones de argumentos 72
4.3 Tercer entrevistado, Osvaldo 73
4.3.1 Descripción de secuencias 73
4.3.2 Descripción de actantes 74
4.3.3 Descripción de argumentos 78
4.3.4 Oposiciones de secuencias 80
4.3.5 Oposiciones de actantes 81
4.3.6 Oposiciones de argumentos 84
4.4 Cuarta entrevistada, Bárbara 86
4.4.1 Descripción de secuencias 86
4.4.2 Descripción de actantes 88
4.4.3 Descripción de argumentos 92
4.4.4 Oposiciones de secuencias 96
4.4.5 Oposiciones de actantes 96
4.4.6 Oposiciones de argumentos 98
4.5 Quinta entrevistada, Patricia 101
4.5.1 Descripción de secuencias 101
4.5.2 Descripción de actantes 103
4.5.3 Descripción de argumentos 107
4.5.4 Oposiciones de secuencias 109
4.5.5 Oposiciones de actantes 110
4.5.6 Oposiciones de argumentos 112
4.6 Cuadro de oposiciones comunes entre entrevistados 113

Capítulo V: Resultados de la Investigación 116

5.1 Análisis de cuadro común – Primera pregunta de investigación 117


5.2 Construcción de tipologías – Segunda pregunta de investigación 125

Capítulo VI: Conclusiones 136

6.1 Aspectos teóricos 137


6.2 Aspectos metodológicos 140
6.3 Proyecciones de la investigación 141

Bibliografía 143

Anexos 146

3
Introducción

La concepción del trabajo se va modificando en el tiempo de acuerdo a los contextos


histórico-sociales desde los cuales se le concibe y las producciones teóricas existentes. La
noción del trabajo se establece de acuerdo a las concepciones dominantes en cada
época.

Desde los años setenta en adelante, con la implementación del modelo económico
neoliberal en Latinoamérica, se considera al mercado como el gran asignador del trabajo
y la flexibilización es clave en ello. Este modelo incide no solo en el plano económico,
sino que también en lo político, social y cultural.

Desde entonces, el mundo del trabajo se caracteriza por una constante flexibilización y
precarización, lo cual se traduce no solo en las concepciones existentes en torno al
mismo, sino que también en la manera en la que los sujetos cristalizan dicho contexto.

Algo similar ocurre en el plano local, ya que en el caso de Chile, la instauración de la


flexibilización laboral durante la dictadura militar en la década de 1970, marca un hito en
la forma en que se concibe el trabajo y las relaciones laborales, entre otros elementos, y
que a su vez se van expresando progresivamente en los sujetos que la vivencian.

En este sentido, cuestionarse por las subjetividades en el mundo del trabajo ha sido una
temática recurrente en la literatura y en las investigaciones en los últimos años y que
sigue abriendo aristas que permiten continuar abordándola como una temática
pertinente y relevante de investigar.

Es por ello que en la presente investigación, se busca dar cuenta de las identidades
profesionales de trabajadoras y trabajadores sociales, en el contexto de flexibilización
laboral, ya que este contexto, afectaría incluso a los profesionales, quienes en teoría,
estarían mejor posicionados para enfrentar el mundo del trabajo.

A su vez, serían las profesiones del área social las que se verían mayormente afectadas
por estas condiciones, es por ello que se decide focalizar la investigación a las y los
trabajadores sociales y a su vez dar cuenta de elementos constitutivos de la identidad
profesional de los mismos, en el contexto de flexibilización laboral.

En cuanto a la estructura del documento, es posible señalar que se compone de seis


capítulos, que dan cuenta de las distintas etapas que han conformado la investigación.

El primer capítulo definido como Estado del Arte, alude a los elementos que permiten
dar cuenta del mundo del trabajo hoy en día a nivel regional y local y fundamentar la
relevancia de abordar la temática a investigar. Se realiza una contextualización del tema
a partir de las investigaciones más recientes en el área y se exponen las distintas
concepciones existentes en torno al trabajo en la producción teórica durante el siglo XX.

El segundo capítulo da cuenta del Marco Teórico Conceptual, donde se presenta la


teorización de aquellos elementos considerados relevantes para construir el objeto de

4
estudio. En este capítulo el referente teórico principal será el sociólogo francés Claude
Dubar y su producción en torno a la construcción de identidades profesionales. Además
se expondrá desde Marilda Iamamoto algunos elementos que permitan dar cuenta de las
identidades profesionales de las y los trabajadores sociales. Belén Lorente proporcionará
algunos conceptos (subalternidad y feminización) que permitirán incorporar el enfoque
de género en la lectura del objeto; y por ultimo Enrique de la Garza, permitirá
comprender el contexto de la flexibilización laboral.

En el tercer capítulo se exponen los aspectos metodológicos que se han adoptado en la


presente investigación y las técnicas de producción de información, que permitirán un
posterior análisis para alcanzar los objetivos propuestos. Además se señalan los criterios
de selección de la muestra de investigación y el plan de análisis y tratamiento de los
datos, que corresponden al modelo analítico-estructural de identidades, cuya autoría se
le atribuye a Didier Demaziere y Claude Dubar.

En el cuarto capítulo se realiza el análisis en base al modelo seleccionado, que consiste


en una descripción basada en el parafraseo de las y los entrevistados, para
posteriormente llevar a cabo un análisis por oposiciones identificadas de manera
explícita en el parafraseo o a partir de categorías creadas por las investigadoras en virtud
de oposiciones implícitas en el relato.

En el quinto capítulo se realiza un análisis transversal de los resultados obtenidos en el


capítulo anterior y se exponen a la luz de los referentes teóricos que guiaron la
investigación y aquellos elementos que se consideraron pertinentes para dar respuesta a
las preguntas y supuestos de investigación.

El sexto y último capítulo da cuenta de las conclusiones de la investigación, donde se


realiza una revisión y reflexión en torno a los aspectos teóricos y metodológicos más
relevantes; y por otra parte, se da cuenta de las proyecciones de la misma.

5
Capítulo I:

Estado del
Arte

6
1.1 Fundamentación Estado del Arte

El incremento de la asimetría entre capital y trabajo, los nuevos modelos de gestión por
competencia, las formas de vinculación laboral flexibles y los modos de producción
ajustada en función del mercado, constituyen, entre otros, la cara más visible de la
instauración de una lógica neoliberal en el mundo del trabajo, desde fines de loa años
70´ en Chile. Todas estas transformaciones, tienen cabida en el contexto de la
instauración de la flexibilización laboral.

La forma de materializarse y consolidarse la flexibilización laboral en Chile, fue durante la


dictadura cívico-militar con la instauración del Plan Laboral de 1979, que trajo serias
consecuencias estructurales a los derechos colectivos de las y los trabajadores que
perduran hasta el día de hoy, como la negociación solo a nivel de empresa, huelgas que
no paralizan el funcionamiento de la empresa, liberalismo organizativo que permite que
más de un sindicato al interior de una empresa compitan entre sí y la despolitización
sindical (Piñera en Narbona, 2015).

Posterior a la instauración del Plan Laboral, los empleos se precarizaron por la ausencia
de una legislación que protegiera y brindara seguridad en derechos colectivos y
estabilidad laboral, realidad que se proyectó en el tiempo y así, hoy en día, uno de los
indicadores respecto de la calidad de los empleos en Chile, es la formalidad del trabajo,
la cual indica si los ocupados se rigen bajo la protección legal de alguna institución que
regule la relación laboral. En nuestro país, el Código del Trabajo, es el encargado de
regular a los asalariados dependientes formales del sector privado y en el sector público
es el Estatuto Administrativo el que regula a los asalariados formales del aparato estatal.
No obstante, ninguna de las dos legislaciones regula a todos los trabajadores que se
desempeñan en cada uno de sus sectores, sumándose a ambos el Código Civil que regula
los contratos por prestación de servicios que se expresan en la contratación a
honorarios, sin embargo, el Código Civil no regula una relación laboral, sino que
comercial entre empresas prestadoras de servicios. Por lo tanto, es informal tanto para
el sector público como para el sector privado desde el punto de vista de la regulación
laboral.

El Informe Mensual de la Calidad del Empleo del trimestre móvil mayo-julio 2016
elaborado por la Fundación SOL, menciona que el 53,5% de los ocupados están
protegidos y regulados por el Código del Trabajo, un 5,8% por el Estatuto Administrativo
del sector público y el 40,7% restante de los ocupados, no está asociado a ninguna
legislación laboral.

No obstante, poseer un empleo formal y estar protegido legalmente, no es sinónimo de


un empleo de calidad, por el contrario, con el advenimiento de la flexibilización laboral,
se abre paso a la precarización de los empleos, regulados por el Código del Trabajo y el
Estatuto Administrativo.

7
En los párrafos posteriores y a lo largo de la investigación, se intentará visibilizar esta
relación dialéctica en los espacios de trabajos, que se da en el contexto actual.

1.2 Evolución del trabajo

De acuerdo a Enrique De la Garza (2003), el concepto de trabajo ha sido central en la


producción teórica de las ciencias sociales durante gran parte del siglo XIX y XX, situación
que cambia en la década de los setenta del siglo pasado, cuando comienza a
cuestionarse la centralidad del trabajo en la vida de los trabajadores y la importancia del
mismo en la construcción de subjetividades, identidades y acciones colectivas (De la
Garza, 2003).

Es posible identificar en De la Garza (2003) cuatro periodos en el capitalismo industrial


en los cuales ha cambiado el concepto de trabajo en la teoría social, considerando que la
concepción que se tiene del trabajo varía de acuerdo a la concepción dominante que se
tiene del mismo, y de los procesos sociales que se desarrollan en cada época.

El primer período está marcado con el hito de la revolución industrial y comprende


desde el inicio de la misma hasta la segunda mitad del siglo XIX, con la teoría clásica, la
cual se caracteriza por los desarrollos de la Economía política que prima o domina sobre
otras ciencias sociales. El trabajo, en este periodo fue central y fue entendido
principalmente como creador de valor, trabajo como creador de riquezas. El valor de
uso, es decir, la satisfacción subjetiva de la mercancía, era considerado pero no era lo
central, ya que lo central era el proceso de producción y no el consumo.

Estos postulados son elaborados por Marx, quien considera que el trabajo es el único
origen creador de valor y que la ganancia capitalista proviene de un trabajo no pagado al
obrero (De la Garza, 2003). Además de lo anterior, propone la necesidad de realizar una
distinción entre fuerza de trabajo y trabajo, es decir, entre la capacidad de generar valor
por la fuerza de trabajo y la cantidad de valor incorporado a la mercancía en el proceso
de producción.

En términos de De la Garza, Marx y los demás teóricos clásicos del trabajo, dieron poca
importancia a los servicios y a los ahora llamados trabajadores de cuello blanco en las
empresas, ya que la teoría de Marx fue pensada principalmente en consideración al
trabajo industrial de la época, por lo cual este adquiere una centralidad por sobre los
otros tipos de trabajo, situación que se mantendrá hasta buena parte del siglo XX.

En este primer período coexisten dos concepciones teóricas. La primera variante teórica
denominada neoclásica que conllevo a una visión restringida del concepto de trabajo,
puesto que no se considera otro trabajo más que el asalariado, que vendría a ser el que
se compra y se vende por un salario. Y la otra teoría que sería del marxismo clásico que
busca incorporar al concepto de trabajo toda actividad que estuviese relacionada con la
riqueza material de la sociedad y no solo con la generación de valores de cambio (De la
Garza, 2010).

8
El segundo período de desarrollo del concepto de trabajo considera desde la segunda
mitad del siglo XIX a la crisis de 1929. En este período se fortalecen los postulados de
Marx con el nacimiento del movimiento obrero y paralelamente surge el marginalismo1
relegando al trabajo como algo central en la teoría económica, poniendo el acento en la
utilidad de la mercancía e independizando relativamente el valor de las condiciones de
producción haciéndolas, depender del mercado, es decir, de la oferta y la demanda. A
partir de lo anterior se produce un distanciamiento entre la economía y las otras ciencias
sociales. La economía, por su parte, estudiará la riqueza entendida como utilidad que se
genera con recursos escasos, no ya como valor de trabajo, en cuanto a la cantidad de
trabajo, este será asignado por el mercado a través del juego oferta y demanda. Las
demás ciencias sociales, por su parte, centraran su preocupación en los “efectos
disolventes del desarrollo capitalista” (De la Garza, 2003: 20).

En este período sigue siendo el trabajo industrial la imagen más latente de la forma de
trabajar, no obstante la centralidad del trabajo se ve anulada por la teoría neoclásica que
busca desdibujarla. Las ciencias sociales (sociología y psicología industrial) cumplen un
papel importante, porque buscan reivindicar estas relaciones y dar a conocer cómo la
industrialización ha destruido vínculos sociales.

Cabe destacar que todo lo anterior se desarrolla en el marco de un ascenso del


movimiento obrero en la búsqueda de cambios o, más bien, revoluciones sociales, por lo
cual lo que se entiende por trabajo es por sobre todo, trabajo industrial, y se añade un
nuevo componente: el incipiente taylorismo2.

El tercer período de desarrollo planteado por el autor considera la revolución rusa de


octubre de 1917- crisis de 1929 a los años sesenta.

En este periodo, el autor señala que “la potencia de la clase obrera organizada en
partidos, el surgimientos de la revolución proletaria y la catástrofe capitalista de la gran
crisis de 1929” (De la Garza, 2003: 21) serían los elementos que conllevaron a que este
periodo se caracterizara principalmente por el institucionalismo, ya que se intentó
canalizar el conflicto interclasista y de la economía a través de instituciones reguladoras.
Es por tanto el periodo del Estado benefactor e interventor de la economía, con lo cual
pierden terreno los neoclásicos y parte de sus postulados y ganan los Keynesianos3 o
institucionalistas.

1
Teoría económica según la cual el valor de cambio de un producto lo determina la utilidad de la
última unidad disponible del mismo.
2
Proveniente de los postulados de Federick Taylor, un economista que ideó el método de
organización de la actividad laboral basado en la especialización de los trabajadores, el control del
tiempo y la división de tareas.
3
J. M. Keynes critica la teoría neoclásica apoyada en la idea de los automatismos tendientes a
equilibrios estables en el mecanismo económico capitalista. En esta concepción la crisis no tiene
lugar lógico. Sin embargo, Keynes bajo la influencia más notable de la crisis 1929-1933, criticó esta
teoría proponiendo un nuevo enfoque del mecanismo de reproducción capitalista. Reconoció
abiertamente que el Capitalismo tiende por si solo a situaciones de desequilibrio, donde las
variables macroeconómicas y sociales se ven afectadas seriamente y de forma sostenida en el
tiempo. Al considerar que el mecanismo económico por si solo tiende a situaciones de
desequilibrio y básicamente de desocupación, Keynes atribuye una gran importancia al Estado
como especie de fuerza externa que regula dicho mecanismo económico. (Sierra, 2007)

9
Cabe destacar en este período el tránsito de la sociología industrial a la sociología del
trabajo, lo que implicó poner al centro al trabajador como actor (y no a la empresa) y
destacar los problemas de poder dentro de las relaciones laborales. Se destacan las
críticas al taylorismo y al mismo tiempo el optimismo acerca del futuro del trabajo.

Por ultimo señalar que a partir del surgimiento de instituciones y la aparente conversión
del movimiento obrero en institución y organización regulada, donde la figura del
sindicato cumplió un rol central, el trabajo se convierte, en cierta manera, en una
institución integrada, incluso, al funcionamiento capitalista.

El cuarto y último período señalado por el autor considera la crisis de los años setenta: el
neoliberalismo y el nuevo institucionalismo, la desilusión posmoderna.

Este período, se caracteriza por la implementación de la reformulación del modelo


económico capitalista, donde la relación laboral no estará resguardada por el pacto
corporativo (entre los tres actores de la fase anterior), más bien, se busca retroceder
para volver a componer la relación laboral solo entre el trabajador y el empleador, el
Estado se limita en su actuar y se convierte en un actor que renuncia a regular aspectos
significativos de las relaciones laborales.

Por otro lado, se caracteriza por la reactivación del conflicto obrero-patronal en espacios
inesperados de procesos de trabajo, con mayor énfasis en los países capitalistas
avanzados. La política Keynesiana que intentaba conciliar la acumulación de capital de
forma legítima utilizando para estos efectos el gasto público, parecía haber llegado a su
límite lo que a su vez conllevaba a la ruptura del pacto Keynesiano en el que participaban
los sindicatos. Por lo anterior, se evidencia una disminución de la influencia de los
sindicatos en la configuración de las políticas de Estado y con ello el ascenso del
neoliberalismo como una nueva política económica. Nuevamente se considera al trabajo
ilegitimo como sujeto y se reivindica al mercado como el gran asignador del trabajo.

En este contexto la palabra flexibilización es clave en consideración a “la entrada y salida


de trabajadores de la empresa, del uso de estos en el proceso de trabajo, del salario, de
la contratación colectiva, de la forma de resolución de disputas; de la seguridad social; de
las leyes laborales y de los pactos corporativos” (De la Garza, 2003: 24).

Se reconocen en este período, principalmente, dos corrientes oposicionistas a las


corrientes neoliberales. La primera de ellas en cuanto a la noción de trabajo, asocia el
éxito productivo a la flexibilidad pero con consensos obrero-patronales, es decir, nuevas
relaciones industriales basadas en la flexibilidad con consenso. En estas nuevas
relaciones industriales el obrero tiene que compartir con el manager o empresario el
éxito de la empresa. Por lo anterior, el concepto de trabajo tiene aún un lugar
importante aunque compartido con el management, la tecnología, el proceso de trabajo
y las instituciones.

Por otra parte, encontramos los decepcionados totales con el trabajo quienes incluso
llegaron a plantear la teoría del fin de la sociedad del trabajo, según la cual “el mundo del

10
trabajo dejaría de operar como terreno privilegiado de generación de subjetividades e
identidades” (De la Garza, 2003:26).

En este proceso, la forma asimétrica de la relación entre capital-trabajo, permitió a la


clase capitalista generar un amplio margen para refundar las bases del proceso de
acumulación en la explotación del trabajo, creando las pautas para la competitividad y
las ventajas comparativas que el capital requería para generar un nuevo ciclo de
expansión, junto con la conformación de amplias zonas de vulnerabilidad y desafiliación
social (Julian, 2014).

Como es posible evidenciar a partir de lo descrito, el desarrollo del concepto del trabajo,
según los planteamientos de De la Garza, da cuenta de que no existe un concepto fijo e
inamovible del mismo, es decir se aprecia la existencia de distintos momentos o períodos
en los cuales las ideas que circulan respecto al trabajo son distintas, e incluso la
producción teórica al respecto podía ser también disímil en un mismo período.

Es por esto que es posible señalar que los conceptos de trabajo se definen en tiempos y
espacios determinados, lo cual implica que también estos conceptos están permeados
por elementos socio-históricos que van configurando la centralidad de ciertos aspectos
en cada período. En un comienzo se releva la centralidad del trabajo en la teoría clásica y
la importancia del valor de producción por sobre el valor de uso; luego con el
marginalismo la relegación del trabajo en la economía y la acentuación de la utilidad de
las mercancías, donde los procesos de producción comienzan relativamente a depender
del mercado; posteriormente se encuentra el institucionalismo como una forma de
canalizar el conflicto interclasista y en cierta forma la institucionalización del trabajo y
finalmente el ascenso de la política neoclásica, la reestructuración del capitalismo y con
ello la interrogante por la construcción de subjetividades e identidades en el nuevo
escenario del trabajo.

Los elementos antes descritos, además de permitir dar cuenta de que no existe una
teorización única o univoca del concepto de trabajo, a su vez permiten dar cuenta de las
distintas ideas que circulan en cada período de acuerdo a elementos del contexto y a la
preponderancia de ciertos elementos por sobre otros dependiendo de la concepción
desde la cual se define el trabajo. En este sentido y en concordancia con ello es posible
abordar la temática relativa a flexibilidad laboral considerando que esta se enmarca en
los desarrollos conceptuales del trabajo de la teoría neoclásica antes señalada.

Siguiendo la misma línea de lo expuesto en el apartado anterior, Enrique de la Garza


señala que la flexibilización del mercado de trabajo es una de las tareas que ha llevado a
adelante la formación socioeconómica neoliberal. Estas habrían comenzado en América
Latina con las dictaduras en el cono sur en los setenta, habrían sido mantenidas por los
gobiernos civiles en los ochenta y ya en los noventa se habrían consolidado en el resto de
la región. En este sentido, desde los años ochenta el concepto de flexibilidad ha sido
clave para entender las transformaciones en las relaciones laborales y ha sido asociado
principalmente a: tecnología reprogramable, nuevas formas de organización del trabajo

11
que deberían superar el taylorismo-fordismo, precariedad en los empleos, reformas a los
sistemas de seguridad social, de la contratación colectiva y de las leyes laborales.

En cuanto al caso de Chile, en el artículo “Cambios en el trabajo, identidad e inclusión


social en Chile: desafíos para la investigación” elaborado por Vicente Sisto, se indica que
los procesos de flexibilización en nuestro país se desarrollaron tempranamente durante
el periodo de la dictadura cívico-militar, a través de una serie de transformaciones
legales en el ámbito laboral que tuvieron como consecuencia la desregulación laboral,
iniciativas a las cuales subyacía una idea de sociedad supeditada al funcionamiento del
mercado reduciendo la protección legal sobre el trabajo.

El autor señala que, si bien esta situación tiene su origen en la dictadura militar, esta ha
tenido continuidad durante el período de transición a la democracia desde el año 1990
en adelante, ya que si bien se ha intentado aumentar las protecciones legales en el
trabajo, al mismo tiempo se promueve como demanda explícita legal la facilitación y
promoción de prácticas contractuales asociadas a la gestión por competencia.

La gestión por competencia es un modelo guía de políticas económicas, laborales y de


formación. Es un nuevo modelo de gestión empresarial que lleva consigo nuevas formas
de vinculación laboral caracterizadas principalmente por la flexibilidad. La gestión por
competencia radica en el sujeto la responsabilidad de desarrollar su trayectoria laboral,
ya que se consideran competencias pertenecientes al sujeto, siendo evaluadas en el
contexto de organización de la empresa. Este modelo de gestión y organización va a la
par de nuevas formas de estructura organizacional que implican la disminución de
funciones de trabajo consideradas prescindibles y por ende priman las formas de
contratación flexibles (flexibilización de las relaciones contractuales).

El autor, en su artículo plantea que la flexibilidad cumple la función de ser un medio para
el modelo de gestión por competencia que apunta básicamente a tener la capacidad de
administrar las competencias, que son las características de las personas. Mientras más
competencias tenga un trabajador, más empleable será y así podrá forjar su estabilidad
laboral, mientras menos competencias, menos estabilidad, aquí se pone en juego la
individualidad de cada sujeto para permanecer en el medio laboral.

A partir de lo anterior se señala que con el modelo de gestión por competencia, se


reemplaza la idea de carrera de trabajo por la de empleabilidad, siendo el trabajador el
encargado de acumular habilidades que lo hagan empleable en el mercado laboral. El
trabajador por tanto, no tiene un lugar estable, transita de una ocupación a otra y de un
relacionamiento a otro. El individuo debe desarrollar una trayectoria laboral individual,
acumulando competencias en un denominado portafolio que sería el contenedor de su
experiencia laboral, de ahí la denominación de “trabajador portafolio”. En este contexto
el Estado ya no garantizaría el derecho al trabajo sino que aportaría a la empleabilidad
de los sujetos.

En términos del autor, este fenómeno comprometería a distintos tipos de trabajadores


entre los cuales estarían incluidos los profesionales, es decir, la flexibilidad en la

12
vinculación laboral se traduce incluso en el hecho de que los trabajadores que
supuestamente se encuentran mejor posicionados para enfrentar el mercado laboral (los
profesionales) también sean alcanzados por formas de vinculación flexible,
transformándose esta precarización del trabajo en una nueva normalidad, surgiendo
nuevamente la interrogante respecto de las subjetividades e identidades que se
construyen en estos contextos de flexibilización y precarización laboral.

Lo descrito por Sisto permite situar en un plano local, las transformaciones que se
describían a nivel Latinoamericano y las modificaciones impulsadas por organismos
internacionales no pertenecientes a la región. Como se señalaba, estas transformaciones
se han traducido en una flexibilización de las relaciones contractuales que alcanzan
incluso a los profesionales. Esta situación contrasta con lo acontecido a lo largo del siglo
XX, cuando el alcanzar un título universitario —independiente de la carrera— daba lugar
a una posición social de prestigio y a un estilo de vida marcado por el acceso y disfrute de
un conjunto de bienes valiosos que operaban, marcadores de la posición de clase y del
éxito en la vida. (Mora Salas & de Oliveira, 2012).

Para reafirmar lo planteado con respecto a las y los profesionales, nos remitiremos a la
investigación denominada “Las vicisitudes de la inclusión laboral en los albores del siglo
XXI: trayectorias ocupacionales y desigualdades sociales entre jóvenes profesionistas
mexicanos” elaborada por M. Mora Salas y O. de Oliveira donde se señala, nuevamente,
que los cambios producidos por la liberalización de políticas económicas, privatización,
apertura comercial y procesos de flexibilización de las relaciones laborales, habrían
generado inestabilidad y empleos que no son considerados “de calidad”. Esta situación
alcanzaría también a los profesionales, pero en este caso, se realiza una distinción entre
profesiones, es decir; de acuerdo a la investigación existirían distintas valoraciones de las
profesiones dependiendo de la importancia que se les ha concedido en el contexto del
nuevo modelo económico, es decir, la valoración de la profesión va a depender de la
utilidad de las destrezas y habilidades para el mercado. Las demás carreras tenderían a la
precariedad y exclusión laboral. La investigación ejemplifica a las carreras de las ciencias
sociales como aquellas que tienden a la precarización, ya que los trabajadores del área
social no gozan del mismo status social que los profesionales de las tecnologías, como se
menciona en la investigación, “Cuanto más importantes resultan los conocimientos,
habilidades, destrezas y competencias de los profesionales en este tipo de mercados,
mayores serán sus oportunidades de acceder a empleos de calidad y trayectorias
profesionales prósperas. Al contrario, aquellas carreras que no gozan de un
reconocimiento favorable en el mercado tendrán proclividad a generar formas de
inserción que oscilan entre la precariedad y la exclusión laborales” (Mora Salas & De
Oliveira, 2012: 4).

Esta investigación confirma la idea de que las profesiones se ven también afectadas y
finalmente cristalizan las modificaciones estructurales que se traducen en formas
precarias de empleo. A su vez permite interrogarse respecto de la construcción de
subjetividades e identidades en ese contexto, en el que se configuran profesionales con

13
cierto status de acuerdo a las valoraciones mercantiles. También aparece, nuevamente
esta investigación, como una crítica a los procesos de flexibilización donde el mercado
sería el asignador del factor trabajo, sin embargo a diferencia de lo que planteaba la
teoría neoclásica, el equilibrio esperado no se produciría, sino que más bien el resultado,
nuevamente, es la precarización.

A partir de lo anterior, resulta relevante mencionar que existen y conviven distintas


formas de comprensión en torno a la flexibilidad laboral, no obstante, en Latinoamérica
la flexibilización laboral que se ha desarrollado, ha sido principalmente la de corte
neoliberal. Es por este motivo que para los fines de la presente investigación se
homologará el concepto de flexibilidad y precariedad laboral, ya que en la realidad
concreta de la relación capital-trabajo contemporánea aparece como una forma de
precarización. Para comprender esta situación, es posible remitirse a otro artículo que
permite dialogar respecto de la flexibilidad a nivel latinoamericano, pero también
permite dar cuenta de situaciones y decisiones que transcurrían fuera del ámbito local y
que de igual forma incidían en la economía de la región.

El artículo “El Consenso de Washington: la instauración de las políticas neoliberales en


América Latina” elaborado por Rubí Martínez Rangel y Ernesto Soto Reyes Garmendia;
permite comprender el fenómeno de la flexibilización laboral en un contexto más amplio
como lo es el panorama internacional en relación a la introducción de políticas de corte
neoliberal en Latinoamérica.

El artículo señala que los crecimientos, estancamientos o crisis de América Latina, se


encuentran ligados al ritmo o funcionamiento de la economía mundial, por lo cual se
diseñan políticas económicas de ajuste estructural que aportarían al mejoramiento de las
condiciones económicas. Uno de estos es el denominado Acuerdo de Bretton Woods en
la década de 1940 con posterioridad a la segunda guerra mundial, ya que se requería de
políticas económicas para el desarrollo y para sobrellevar los efectos producidos en la
economía a raíz de la guerra. Para lo anterior se creó el Banco Internacional de
Reconstrucción y Fomento, luego denominado o conocido como Banco Mundial y más
tarde la creación de un segundo organismo denominado Fondo Monetario Internacional
(FMI), organismos encargados de “proveer las herramientas necesarias que permitieran
resolver los problemas económicos de los países miembros, a través del financiamiento
de investigaciones y proyectos que estimularan el crecimiento, disminuyendo al mismo
tiempo los índices de pobreza” (Consenso de Washington, 2012: 37).

Los años posteriores a la guerra estuvieron marcados por la implementación del modelo
de desarrollo de sustitución de importaciones, impulsado por la Comisión Económica
para América Latina (CEPAL) que en un primer momento entre 1950 - 1964, se
caracterizó por la ejecución de políticas estatales de desarrollo donde el Estado
adoptaría un papel protagónico en la economía, el cual fue cuestionado, utilizando sus
resultados para implementar las nuevas políticas de corte neoliberal, ya que los
beneficios del crecimiento económico no se reflejaban en la población. A raíz de esto se
piensa una segunda estrategia que implicó la creación de la Asociación Latinoamericana

14
de Libre Comercio con la intención de consumir la producción interna y sustituir las
importaciones. A pesar de lo anterior entre los años 1965 – 1982 se disipa esta intención
y se comienzan a promover políticas altamente proteccionistas que en conjunto al
financiamiento externo conllevaron a un desequilibrio macroeconómico en la década de
los 80. Lo anterior, entre otras cosas, conlleva a la incapacidad de varios países de
costear su deuda externa. Los países más endeudados fueron: Brasil, México, Argentina,
Venezuela, Perú, Colombia y Chile, ya que su deuda en este período aumentó siete veces
en promedio.

Producto de lo anterior se propone la búsqueda de un modelo económico abierto,


estable y liberalizado que se cristaliza con el Consenso de Washington en 1989, reformas
que buscaban la apertura económica, de manera tal, de facilitar el comercio
internacional entre países en vía de desarrollo y los desarrollados; con lo cual se propone
que se impulsaría el crecimiento económico en la región.

El fundamento teórico de las políticas del consenso correspondían a la teoría económica


neoclásica y el modelo ideológico político era el neoliberal. Estas políticas fueron
aplicadas en un comienzo en algunos países desarrollados y en el caso de Latinoamérica
el primer país en aplicarlas fue Chile, caso no ejemplar para los demás países de la
región, considerando que la implementación de estas políticas se había llevado a cabo en
el marco de una dictadura militar (1973).

La implementación de este consenso reposa sobre tres pilares: la minimización del


Estado, siendo un mero facilitador de los negocios del sector privado al ser este
considerado un mejor asignador de recursos que el sector público, las economías deben
internacionalizarse y promover que empresas extranjeras se inserten en territorio
nacional a cambio de la incorporación de nuevas tecnologías y por último la cascada de
riquezas desde la clase más favorecida o elites hacia los más desfavorecidos.

Si bien el consenso de Washington implicó avances positivos en el ámbito de la


globalización y las políticas neoliberales, no ocurrió lo mismo con el auge económico
esperado o prometido para América Latina e incluso se reconoce que la política no ha
funcionado para solucionar lo que respecta a pobreza, empleo y crecimiento; viéndose la
región enfrentada nuevamente a diversas crisis. Al parecer estas disposiciones no eran
pertinentes a las realidades económicas enfrentadas por cada país.

Los aportes que realiza este artículo, permiten dar cuenta de una serie de modificaciones
a la política económica sugeridas por organismos internacionales para América Latina,
que no tuvieron el resultado esperado respecto del crecimiento económico para la
región.

La implementación de políticas de corte neoliberal trajo consigo, no solamente, no haber


alcanzado los resultados esperados, sino que también un cambio en la concepción del
lugar que ocupan cada uno de los actores involucrados en el ámbito del Trabajo. Ya se
señalaba en un comienzo que las concepciones del trabajo son diversas de acuerdo al
contexto socio-histórico y a los elementos o ideas que circulan en un momento

15
determinado y uno de los actores que se ve fuertemente modificado con la
implementación de estas políticas es el Estado, ya que se transita de un Estado
proteccionista a un Estado mínimo que no debe interferir en el libre funcionamiento del
Mercado.

1.3 Estudio de las subjetividades e identidades en el trabajo

En el marco de lo anteriormente descrito, las diversas investigaciones y artículos antes


señalados, ya hacían alusión al impacto de estas transformaciones en las subjetividades
de quienes se encuentran insertos en el mundo del trabajo y en especial a la
interrogante por la construcción de identidades en dicho contexto.

En la actualidad, los enfoques tradicionalmente utilizados en sociología y psicología


(estructuralistas y psicologicistas) en gran parte del siglo XX, para estudiar la noción de
sujeto e identidad en el ámbito del trabajo, han sido cuestionados o problematizados en
investigaciones recientes.

Para los estructuralistas (funcionalistas y marxistas), “es la posición del individuo en la


estructura socioeconómica y las categorías ocupacionales lo que determina linealmente
la particular forma de conciencia y acción (subjetividad) del sujeto en tanto trabajador”
(Stecher & Godoy, 2014: 33), mientras que para los psicologicistas “serían ciertos rasgos
intrapsíquicos de la personalidad los que definirían una cierta identidad- estable,
coherente y hasta cierto punto independiente del contexto laboral- del individuo en tanto
trabajador” (Stecher & Godoy, 2014: 33). Ante estas dos tradiciones contrapuestas, se
propone en las investigaciones más recientes una conceptualización orientada a relevar,
en los procesos de construcción subjetiva, las dimensiones histórica y social; y al mismo
tiempo superar la tensión agencia-estructura, al incorporar los giros discursivos,
biográficos o narrativos de las ciencias sociales.

De esta manera, se intenta aprehender los elementos históricos, procesuales,


relacionales, discursivos, tensionales y dinámicos de los procesos de configuración de
subjetividades del sujeto en el trabajo, por lo cual, adquieren pertinencia los estudios
acerca de las modalidades de sentir, actuar y pensar que definen una subjetividad laboral
bajo determinados parámetros culturales, tecnológicos, políticos y económicos del
capitalismo flexible.

Los trabajos de Dubar y la sociología del trabajo francesa, por una parte, y los Estudios
Críticos del Management de raigambre Foucaultiano, por otro; constituyen dos ejemplos
de recientes estudios que relevan el carácter histórico-social de las subjetividades
laborales y que han tenido influencia en la sociología y psicología social del trabajo en
América Latina.

Dicho lo anterior, es posible señalar que continuar indagando en torno a las


articulaciones contemporáneas entre subjetividad y trabajo, constituye uno de los
desafíos teóricos más importantes de las investigaciones acerca del trabajo y la

16
subjetividad, ya que permiten reconocer que la cultura y las identidades laborales
constituyen campos de disputas y luchas sociales, donde se encuentran diversos actores
con distintos intereses que intentan imponer formas de concebir el mundo, a los
trabajadores y el trabajo. De esta manera, indagar en torno a las identidades en el
ámbito del trabajo, permitirá establecer el modo en que las mismas pueden contribuir al
mantenimiento del orden social, sosteniendo relaciones de dominación y legitimación de
los grupos dominantes o en su contrario, descubrir formas de resistencia,
reinterpretación y contra-discursos que sean alternativos a los hegemónicos. Ambas se
presentan como relevantes en el contexto del capitalismo flexible, considerando que lo
que se pretende es imponer categorizaciones y modelos de identidad laboral a los
trabajadores, con la finalidad de controlar y orientar la subjetividad de los mismos en pos
del régimen de acumulación capitalista (Stecher & Godoy, 2014).

En este escenario, se presenta como relevante dar cuenta de la existencia de dos


corrientes teóricas que se refieren a la temática de las identidades. La primera de ellas
denominada esencialista, postula la creencia de que las identidades serían “realidades
esenciales, sustancias a la vez inmutables y originales” (Dubar, 2002: 10). Parménides
habría sido el primero en señalarla mediante un poema redactado en el siglo V A.C,
quien a través de la frase el ser es, el no ser no es, ha dejado entrever que la identidad de
los seres empíricos sería aquello que permanece idéntico a pesar de los cambios, por lo
cual el devenir estaría excluido del Ser.

Lo anterior fue complementado con la vinculación de las esencias con categorías o


géneros que permitirían establecer puntos comunes esenciales de seres empíricos a los
cuales agrupa, que definiría su ser específico. Estas categorías esenciales garantizarían la
permanencia de la mismidad de los seres, que en estos términos quedaría así definida de
manera definitiva. Por lo tanto, sería la identidad de los seres lo que haría que estos
permanezcan idénticos en el transcurso del tiempo, a su esencia, existiría una
singularidad esencial de cada humano, una pertenencia esencial a priori heredada desde
el nacimiento que no depende del tiempo.

Alrededor de un siglo antes de la propuesta de Parménides, se habría enunciado una


propuesta opuesta a la anterior, que refleja la segunda postura en el debate teórico en
torno a la concepción de las identidades. Entre los filósofos presocráticos que destacan
como exponentes de esta postura se encuentra a Heráclito, quien al señalar en sus
escritos “Nadie puede bañarse dos veces en el mismo río” y “todo fluye” (Dubar, 2002:
11); permite comprender que no existirían esencias eternas y que todo está sometido al
cambio. En esta postura, denominada nominalista o existencialista, no habrían esencias
sino que existencias contingentes, modos de identificación que variarían en el curso de la
vida colectica y personal, por lo cual existiría una afiliación a distintas categorías
dependiendo del contexto.

Esta postura, considera la identidad como el resultado de una identificación contingente


y no como lo que permanece idéntico en el tiempo. Es el resultado del proceso de
diferenciación y generalización. El primero, es el que busca definir la diferencia, que

17
permite establecer la singularidad de algo o alguien respecto a otros. El segundo, es el
que pretende definir el nexo común a diversos elementos diferentes de otros. La
identidad sería, al mismo tiempo, diferencia y pertenencia común (Dubar, 2002). En este
caso, no existirían pertenencias esenciales, sino que modos de identificación, que
pueden variar en el curso de la vida personal y la historia colectiva. De acuerdo a Dubar,
“las formas de identificación son de dos tipos: las identificaciones atribuidas por los otros
(lo que llamo las identidades para los otros) y las identificaciones reivindicadas por uno
mismo (identidades para sí)” (Dubar, 2002:12).

Frente a estas dos posturas, resulta pertinente declarar que el equipo de investigadoras
optará por comprender las identidades como un proceso de construcción y no como una
esencia, teniendo como referente teórico principal para el estudio de las identidades en
el mundo del trabajo al sociólogo francés Claude Dubar.

18
Capítulo II:

Marco
Teórico

19
El presente capítulo tiene como objetivo principal dar cuenta de la articulación teórico-
conceptual que se encuentra a la base de la investigación que está desarrollando el
equipo de investigadoras. En este sentido, esta producción brinda la posibilidad de
identificar y evidenciar el sustento teórico que permitirá analizar y reflexionar la realidad
que se ha decidido investigar.

Primeramente, se abordará la teoría de las identidades de Claude Dubar, dando paso al


componente disciplinario del Trabajo Social propuesto por Marilda Iamamoto, seguido
por la perspectiva de género en la disciplina elaborado por Belén Lorente, para
finalmente, abordar el contexto de flexibilización laboral desde Enrique De la Garza.

2.1 Identidad Social - Identidades Profesionales

Para abordar el concepto de Identidades profesionales se presentarán los principales


postulados del autor Claude Dubar, sin embargo, considerando que el concepto de
identidades profesionales encuentra asidero en el concepto de identidad propiamente
tal, es necesario hacer alusión, en primer lugar a la categoría de identidad social. Esta
categoría se comprende desde la lógica de la socialización, entendida como un proceso
en permanente construcción y reconstrucción de las identidades ligadas a diversos
ámbitos de la vida de un sujeto, en los cuales éste debe aprender a convertirse en actor.

La identidad social se construye en relación a dos procesos de identificación, el primero


referido al análisis del propio recorrido biográfico del individuo, que corresponde a la
<identidad para sí> y el segundo que hace referencia a las atribuciones realizadas por los
otros, lo cual guarda relación con el análisis relacional, <identidad para otros>. Dubar
denomina “actos de atribución” a la identidad dada por los otros y “actos de
pertenencia” a la identidad definida por sí mismos. Para el autor, la identidad social no es
únicamente biográfica o relacional, sino más bien, surge a partir de la articulación entre
ambas, lo que implica que ambos procesos se encuentran interrelacionados estando
influenciados entre sí, es decir, ambos procesos están mediados por los otros y por la
aprobación o no del propio sujeto de lo que los otros dicen de sí y su incorporación o no
a la autodefinición. Esta relación entre los dos procesos establecen para el autor las
“formas identitarias” las cuales “constituyen sistemas apelativos, históricamente
variables que vinculan las identificaciones por y para los otros y las identificaciones por y
para uno mismo. Los dos tipos de categorización muy bien pueden coincidir (…) también
divergir” (Dubar, 2002:12) El autor propone la existencia de procesos históricos,
individuales y colectivos al mismo tiempo, que transforman la configuración de las
formas identitarias definidas como modalidades de identificación. Dentro de éstas
formas identitarias se establece una clasificación entre formas comunitarias y formas
societarias. Las primeras suponen la creencia de la existencia de comunidades,
consistente en sistemas de lugares y nombres asignados a priori a los individuos, los
cuales se reproducen a lo largo de las generaciones. En esta perspectiva cada individuo

20
tiene una pertenencia y una posición singular, en tanto que es miembro y ocupante de
un lugar en la comunidad.

Por otro lado, las segundas suponen la existencia de colectivos múltiples, a los que los
sujetos se adhieren por periodos de tiempo limitados, por lo cual proporcionan recursos
de identificación provisionalmente. En esta perspectiva, el individuo posee múltiples
pertenencias que pueden cambiar a lo largo de la vida.

Ambas formas identitarias pueden producir tanto identidades para los otros como
identidades para sí. No cabria, por tanto, la posibilidad de identificar las formas
comunitarias con identificaciones para los otros y las formas societarias con
identificaciones para sí, puesto que ambas se combinan para definir las formas
identitarias.

En cuanto a la identidad profesional, es necesario señalar que el autor aborda la


temática de las identidades en relación al concepto de crisis, la cual es entendida como
una “fase difícil atravesada por un grupo o individuo” (Dubar, 2002:18). Esta noción, en
lo que respecta a las crisis identitarias, remite a la ruptura de un equilibrio entre diversos
elementos o perturbaciones entre los componentes que estructuran la actividad de
identificación, es decir, la actividad de categorizarse uno mismo y a los demás.

El contexto en el que el autor elabora su producción teórica está marcado por las
transformaciones y metamorfosis en materias sociales, económicas y culturales de
Francia que surgen a partir de la era de la globalización luego de los denominados
“treinta años gloriosos”4. Estas transformaciones estarían vinculadas a una crisis de
identidad, que han permeado la vida cotidiana trastocando las dinámicas colectivas e
individuales.

La identidad profesional, se constituye para Claude Dubar, como una de las dimensiones
más destacadas de la identidad social, de ahí que el ejercicio de la profesión es
considerado central en la construcción y reconstrucción de la identidad social. “Las
identidades profesionales son para los individuos formas socialmente reconocidas de
identificarse mutuamente en el ámbito del trabajo y del empleo” (Dubar, 2002:113). El
autor elabora los postulados de la identidad profesional en base al desarrollo histórico
de Francia, tomando como categoría de análisis el proceso de modernización y sus
implicancias en el empleo, el trabajo y las relaciones de clase.

Dubar comprende la modernización como un proceso de “racionalización” y para


referirse a ella se basa en los planteamientos del sociólogo alemán Max Weber. Para
Weber (1979) en Dubar (2002), el proceso de racionalización sería el producto de un
proceso histórico que podría aplicarse en primer lugar a las religiones y culturas, en
segundo lugar a las filosofías y otros sistemas cognitivos y por último a la economía y la
política. En el caso de la economía la racionalización opera como una forma de gestionar
los recursos escasos, logrando de esta forma la modernización de la economía en y por el

4
Período posterior a la Segunda Guerra Mundial en Europa, que comprende desde el año 1945 a
1975, que se caracterizó por un crecimiento sostenido en la economía.

21
capitalismo; imponiendo la lógica de la competencia y del mercado. En este contexto la
empresa se convierte en la unidad básica de competencia del mercado, cuya
organización estaba orientada a hacerla competitiva y al mismo tiempo controlar el
porvenir. Así la figura del empresario se convierte en una figura eminente de la
modernidad, en la búsqueda del dominio y conservación de posiciones ventajosas.

En este proceso se presenta como central la innovación, a través de la incorporación de


innovaciones técnicas y humanas, en la cual a juicio del autor la investigación científica
tendría un rol central; en específico, la incorporación de la investigación científica en la
producción, las cuales mediante programas de investigación de gran envergadura
orientan el accionar de los Estados-Nación a través de la política económica y la acción
pública que promueve un “saber producir” para sustentar la modernización de la
economía, a la cual, subyace una lógica de rentabilidad y dominación.

De esta manera se avanza en la modernización a través de la mundialización, la cual


consiste en el “intercambios de capitales, de tecnologías y de saberes” (Dubar, 2002:118)
pero también de normas que regulan este intercambio establecidas principalmente por
Europa.

Como se mencionó anteriormente, para elaborar la producción teórica, Claude Dubar se


centra en la evolución que ha tenido el empleo en Francia, donde señala que el proceso
de modernización históricamente ha adoptado la forma de trasvase, pasando de
empleos agrícolas tradicionales a la sociedad industrial, destruyendo los primeros para
crear los segundos, este fue el caso de los países industriales, sin embargo, cada país
vivió este proceso en contextos temporales y espaciales distintos.

Específicamente en Francia la modernización, que vino junto con el declive de la


economía campesina y el inicio de la modernidad industrial, se llevó a cabo con
posterioridad a la II Guerra Mundial en la década del sesenta. El proceso de
modernización trae consigo nuevas formas de concebir y gestionar el trabajo y los
empleos. No obstante, una década después de la instauración de la sociedad industrial,
comenzó una fase a la que designan <crisis>, que surge a partir del estancamiento del
crecimiento económico, el aumento del desempleo y de la brecha entre la población de
trabajadores activos y los empleos disponibles y la ascensión de la precariedad. Tras
veinticinco años del proceso de modernización, Francia ha pasado del pleno empleo a la
cesantía y a la exclusión: “Podemos intentar un resumen esquemático: la antigua
sociedad salarial, industrial, manual, conflictiva y negociadora ha dado paso a una
nueva, tercerizada, informatizada, menos conflictiva, pero menos regulada” (Dubar,
2002:122).

El trasvase, característica de la modernización, en Francia no ocurrió, teniendo como


consecuencia principal, la exclusión de quienes previo a la industrialización ocupaban un
puesto de trabajo, que fue destruido, y que posterior a ésta no fueron considerados para
trabajar en los nuevos empleos creados.

22
Todos los efectos derivados del proceso de modernización han sido categorizados por
Castel como el desmoronamiento de la sociedad salarial, planteamientos a los cuales se
adhiere Dubar y una de las formas de hacer frente a este desmoronamiento sería la
puesta en marcha de nuevas políticas sociales que abordaran la problemática. Sin
embargo estas soluciones no arreglan todo el problema.

A partir de diversos debates y discusiones (como por ejemplo: quienes afirman que
estamos en la era del fin del trabajo, como Jeremy Rifkin) generados por las
transformaciones que ha enfrentado el trabajo, Dubar desarrolla su tesis: “los cambios
en el trabajo, localizables a partir de los trabajos de los investigadores (y de mis propias
observaciones) son contradictorios” (Dubar, 2002:125) es aquí donde afirma que algunas
tendencias que se dan en un contexto, pueden no darse en otro, procesos de
transformación notorios en un lugar, en otro puede estar invisibilizados, y es debido a
esta razón que la invención de una nueva forma identitaria (que es la organización del
nosotros y a la vez la nueva configuración del yo) haya podido ser observada en un
contexto, mas no en otro, ya que no existiría la posibilidad que esta forma identitaria
fuese transversal a todos los tiempos y espacios. Para demostrar que esta forma
identitaria está en crisis, Dubar lo analiza a partir de tres dimensiones o tres tendencias
predominantes sobre el tema del trabajo que tienen incidencias identitarias
considerables (trabajo como resolución de problemas, trabajo como establecimiento de
competencias y trabajo como resolución de conflictos).

En primer lugar, el trabajo como resolución de problemas, sostiene que la actividad


laboral se ha convertido en una actividad de resolución de problemas, debido a su
vinculación con las formas de racionalización que han afectado a los medios de
producción gracias a la automatización de éstos y a la informatización de los dispositivos
de trabajo. Bajo este contexto, el trabajo en serie deja de ser la imagen dominante, no
obstante sigue existiendo trabajo mecanizado, aunque en menor medida y es solicitado
sólo por las incertidumbres y disfuncionamientos que pueda tener el sistema de
producción. Para Dubar, el paisaje se ha modificado, puesto que ahora “el acto
productivo se amplía, se desplaza hacia arriba, tiende a convertirse en una actividad de
gestión global de un proceso, de flujos físicos y de información; se intelectualiza y gana
en autonomía” (Dubar, 2002:128), sin embargo, así como existen más exigencias, existen
también más incertidumbres, para los trabajadores se ha convertido en un desafío el
reconocimiento de sí mismos en el espacio en el que intervienen y deben actuar bajo
obligaciones implícitas y ya no más explícitas de obediencia.

En segundo lugar el trabajo como establecimiento de competencias implica el


establecimiento de la “lógica de competencia” la cual se basa en el cuestionamiento de
la cualificación, basada en la adquisición de un título que otorgaba el derecho a un
contrato determinado por niveles de clasificación , lo cual garantizaba en forma
relativamente automática una progresión salarial por antigüedad. Esta lógica
considerada burocrática fue cuestionada en Francia a mediados de los años 1980 y se

23
impuso la noción de competencia a la vez que la empresa se redefinía como “comunidad
contractual competitiva”.

La competencia era entendida como una contribución a la competitividad de la empresa


por parte de los asalariados, siendo la empresa la encargada de evaluarla por medio de
un contrato, de desarrollarla por medio del trabajo y su organización y por ultimo de
reconocerla, a través del salario y la trayectoria. En esta primera etapa existía una
continua formación de los asalariados que era gestionada en y por la empresa, la cual
permitía la selección de asalariados que poseían mayores cualidades y ayudaban a los
otros a adquirirlas: a esto Dubar lo denomina “Identidad de empresa”.

Durante los años 1990 en Francia se reconoce que la identidad de empresa implicaba
disputas internas, una gestión participativa aleatoria y operaciones de formación
costosas, es así como se establece y extiende la noción de empleabilidad. Lo anterior
implica que los asalariados comienzan a ser responsables de la adquisición de sus
competencias y ya no la empresa. La gran dificultad radica en que finalmente ni la
escuela ni la empresa son las responsables de producir las competencias en los
individuos; quienes se convierten finalmente en los encargados de mantenerse en
estado de competitividad en el mercado, para lograr la contratación para actividades
precisas y limitadas más bien denominadas “prestaciones” determinadas.

Por último y en tercer lugar, concebir el trabajo como relación de servicio, implica una
transformación profunda de este, ya que cambia el sentido mismo del trabajo de los
asalariados del sector público y privado.

Este movimiento se inicia en las grandes empresas, al mismo tiempo que los imperativos
de calidad y gestión participativa eran difundidos, de esta manera, los asalariados se
convertían en proveedores de uno o varios clientes. Es así que la relación “cliente-
proveedor” se encontraba en el centro de los dispositivos de calidad total de la empresa.

La lógica de funcionamiento se basaba en responder a las demandas del cliente en todo


momento, es decir, respondiendo a “las evoluciones de sus deseos, anticipándose a sus
comportamientos de compra y de intentar suscitarlos” (Dubar, 2002: 133). Lo anterior se
desarrollaba con reorganizaciones en la producción que permitieran responder “justo a
tiempo” a las demandas del cliente y así resguardar la competencia de la empresa en el
mercado, ya que la empresa se convertía en una más personalizada, cercana y flexible.

De esta manera la gran empresa se convirtió en una empresa – red: se desburocratizó, se


descentralizó y se dividió en unidades interconectadas.

La empresa vende productos, pero también servicios, practicándose una co-producción


del servicio en virtud del establecimiento de una relación de un “profesional” y el cliente.
Esta innovación en Francia entre los años ochenta y noventa llega también al sector
público, a través de la cual se buscaba transformar a los funcionarios en profesionales:
“Se trataba de transformar a los funcionarios en profesionales, es decir, en proveedores

24
de servicios a los usuarios con quienes están unidos y a quienes buscan satisfacer las
necesidades de la mejor manera posible” (Dubar, 2002: 135).

De esta manera el autor plantea que se pondría en juego una “conversión identitaria”, ya
que estas modificaciones implicaban cambios culturales en el mundo de la
administración, caracterizada aun por la protección jerárquica y la burocracia.

Además de lo anterior, Dubar señala dos formas identitarias relevantes para abordar la
conceptualización de las identidades profesionales. La primera denominada identidades
de oficio, refiere a comunidades de oficio que habían resistido de una u otra manera el
proceso de racionalización, sin embargo de igual forma se desmantelaron sectores
completos que estaban organizados, como es el caso de los trabajadores de las minas de
carbón y de la siderurgia, quienes no lograron quedar ajenos a los cierres de fábricas y
despidos masivos. Dubar reconoce que antes de que ocurrieran estos cierres, si había
algo que caracterizaba a los trabajadores y por lo que podían reconocerse, era la
identidad de oficio, que no es otra que la identidad comunitaria, que supone una
comunidad en el seno del trabajo, donde se transmiten las formas de hacer, de sentir y
de pensar, y que asimismo constituyen valores colectivos. En esta identificación, la
acción colectiva está a la base, se defienden los intereses propios y además los de la
empresa, de común acuerdo, ya que la representatividad de los líderes sindicales
permite que los trabajadores puedan identificarse con éstos y mantener una relación con
sus patrones, llevando a cabo objetivos comunes que garanticen la supervivencia y el
desarrollo de la empresa. El autor plantea que para poder reproducirse esta identidad
requiere de una cierta estabilidad laboral. La crisis de esta forma identitaria comienza
cuando durante los años de desempleo en Francia, los trabajadores no podían trasmitir
su oficio sufriendo el desmoronamiento de su mundo anterior, éste se constituye como
uno de los aspectos más dramáticos de la crisis. Al mismo tiempo, la racionalización no
solo afectó a obreros, sino también a funcionarios públicos que de igual forma se
sintieron amenazados, ya que generalmente estos funcionarios hacían una carrera
dentro de sus empleos, ganando ascensos jerárquicos por antigüedad o concursos, la
modernización provocó la llegada de jóvenes titulados a competir contra estos
funcionarios, restándole posibilidades de mejorar sus empleos.

“La transformación de un oficio aprendido, transmitido e incorporado en una actividad


convertida en incierta, mal reconocida y problemática, constituye el tipo evidente de la
crisis identitaria” (Dubar, 2002:138).

La otra y última forma identitaria que sería pertinente señalar, es la identidad en red,
utilizada para referirse al “discurso de jóvenes titulados que se juzgaban desclasados y
pretendían una movilidad externa en la empresa en la que trabajaban” (Dubar, 2002:
147) Para estos jóvenes la noción de precariedad era considerada como una condición
positiva que Dubar identifica como una “precariedad identificante”, consistente en la
exploración constante del medio profesional, con experiencias laborales enriquecedoras
aun cuando estas son de corta duración. Este tipo de identidad se caracterizaría por la
primacía del sujeto individual por sobre las pertenencias colectivas, lo central es la

25
realización personal en el contexto de una fuerte competencia e incertidumbre, lo que
conlleva a los individuos a afrontar la precariedad intentando darle un sentido. A partir
de esto, Dubar reflexiona que si esta es la única forma de identidad deseable en el
porvenir; esta situación reflejaría la alta vulnerabilidad de las identidades profesionales
contemporáneas, es en este sentido que según el autor se estaría en una crisis identitaria
permanente o más bien como el la denomina “una identidad de crisis, más que una
identidad en crisis” (Dubar, 2002: 149).

Cabe destacar que la producción teórica del autor se circunscribe a la sociedad francesa,
sin embargo, esta permite señalar que las identidades varían en consideración al
contexto en el que se construyen. En este sentido, no existiría una única forma
identitaria posible de describir y lo que se encontraría serian elementos de uno y otro
tipo de identidades dependiendo del contexto en el cual se construyan las mismas.

Además, es pertinente señalar que para algunos autores, entre los que se encuentran De
la Garza (2010), Dubar elabora su teoría de las identidades de manera bastante sencilla,
ya que habría sido elaborada en base a las aportaciones teóricas de otros autores como
Mead, Shutz y Goffman. A pesar de ello, se considera que esta teoría aporta a la
presente investigación elementos que son de utilidad operativa, que facilitan la misma y
que son pertinentes a los objetivos establecidos para la presente investigación.

Por último, es posible evidenciar que Dubar al referirse a identidades profesionales, no


realiza una distinción entre “oficio” y “profesión” incorporando ambas categorías en su
análisis de las identidades profesionales. Es por este motivo que se considera necesario
complementar lo anteriormente descrito con elementos teórico-conceptuales que
permitan delimitar y situar el objeto de la investigación a la profesión del Trabajo Social,
por lo cual se hará referencia al concepto de Trabajadores Sociales y en especial, a los
elementos característicos que conforman la identidad profesional.

2.2 Disciplina – Trabajo Social

Las profesiones que intervienen en lo social, serán entendidas como “aquéllas que
mantienen un contacto diario con las personas, que se hacen en el cara a cara, que se
desenvuelven en medio de las contradicciones sociales, donde el ejercicio profesional ha
permitido construir conocimientos, desarrollar habilidades y destrezas, hacer opciones
valorativas y políticas, además de técnicas y metodologías.” (Aguayo, 2006: 91), sin
embargo, considerando el actual contexto en el que se desenvuelven las profesiones, es
necesario incorporar la dimensión de la profesión, en tanto conocimiento especializado:
“las profesiones son grupos económicos, sociales y culturales. Éstas se inscriben en una
sociedad de mercado donde los grados de especialización representan formas de poder
en las relaciones sociales laborales. En este sentido cualquier análisis de las profesiones
requiere dar cuenta de diversos aspectos, entre ellos los jurídicos, los administrativos y los
análisis referidos a las representaciones ideológicas.” (Aguayo, 2006: 108). En este caso
es posible admitir que la validación de una profesión sobre otra se encuentra en relación
a complejos procesos de poder, por lo cual el estatus de una profesión será elevado

26
cuando sea avalado su quehacer por ciertos grupos de elites. De acuerdo a la autora,
esto permitiría explicar la primacía de algunas profesiones como ingeniería, abogacía,
economía y medicina respecto de las profesiones sociales, entre ellas el Trabajo Social.

Dicho lo anterior, es necesario dar cuenta de ciertos elementos, que de acuerdo a los
planteamientos de la autora Marilda Iamamoto; formarían parte de la identidad
profesional de Trabajadores Sociales.

En primer lugar cuando se habla de la disciplina, la autora ofrece una mirada en


profundidad de cómo se ha gestado y desarrollado el Servicio Social hasta llegar a ser lo
que es hoy. A partir de sus planteamientos, tomaremos su concepto de Asistentes
Sociales, que será homologable al de Trabajadores Sociales. En un primer momento de
su producción plantea distintos escenarios que son presupuestos para analizar la
profesión en la actualidad.

Históricamente las y los trabajadores sociales han sido agentes profesionales que
implementan políticas sociales y públicas. “O según las palabras de Netto, un ejecutor
terminal de políticas sociales, que actúa en relación directa con la población usuaria”
(Iamamoto, 2003:33) Sin embargo, hoy día el mercado demanda además de un trabajo
de implementación, el de formulación y gestión de las políticas sociales. Desde la mirada
de la autora, que se consideren estos nuevos aspectos en el ejercicio profesional,
permite romper con la imagen del asistente social que realiza una mera función
respondiendo a las exigencias burocráticas, ya que requiere ir más allá de las rutinas
institucionales.

Otro de los presupuestos es entender la profesión como un tipo de trabajo en la


sociedad. Desde la década del ochenta, se viene afirmando la idea de que el Trabajo
Social es una especialización del trabajo, una profesión particular que está inscripta en la
división social y técnica del trabajo colectivo de la sociedad.

“Abordar el Servicio Social como trabajo supone aprehender la llamada “práctica


profesional” profundamente condicionada por las relaciones entre el Estado y la Sociedad
Civil, o sea, por las relaciones ente las clases en la sociedad, rompiendo con el
endogenismo en el Servicio Social” (Iamamoto, 2003:35).

Por último, tratar el Trabajo Social como trabajo, presume enfatizar en la idea de la
producción y reproducción de la vida social, como determinantes en la construcción de la
materialidad y de la subjetividad de las <clases que viven del trabajo> (Antunes (1985) en
Iamamoto, (2003). Cuando se afirma la importancia de reconocer el trabajo como un
proceso constitutivo de individuos sociales en la sociedad, se tiene un punto de inicio. En
este presupuesto, la prioridad es abordar la esfera de la distribución de las riquezas,
partiendo de la premisa que la desigualdad siempre ha existido y la superación de ésta se
resolvería con una mejor distribución. A través del trabajo se puede mejorar la calidad de
vida de los hombres y mujeres, y suplir las necesidades y carencias que cada uno tiene,

27
ahí es donde el/la trabajador/a social concentra su atención en la producción y
reproducción de la vida material.

A partir de estos presupuestos se considera que el Trabajo Social es una especialización


del trabajo y la actuación de los/as trabajadores/as sociales es una manifestación de
éste.

El origen del Trabajo Social generalmente ha estado asociado a una tecnificación de la


filantropía, es decir, la profesión se torna como tal cuando se atribuye una base técnico-
científica a las actividades de ayuda y de filantropía. La base fundamental de esta
profesión es la cuestión social, que es entendida como el conjunto de las expresiones de
las desigualdades de la sociedad capitalista madura, es ésta la que permite la
especialización del trabajo.

Si bien, la cuestión social se expresa en las desigualdades que existen en materias


sociales, ya sean vivienda, salud, trabajo, entre otras, a estas desigualdades existen
individuos que se resisten y se rebelan. La autora menciona que es en esa tensión de
saber la desigualdad y rebelarse en contra de ella que el Trabajo Social se despliega,
pudiendo estar movido por distintos intereses sociales.

Comprender y aprehender la cuestión social, supone el desafío de identificar y reconocer


cuales son las distintas expresiones que asumen en la actualidad las desigualdades
sociales, y a partir de este reconocimiento forjar formas de resistencia y de defensa de la
vida.

El patrón taylorista/fordista junto con las políticas económicas de regulación keynesiana,


contextualizan el desarrollo de la profesión y la expansión de su mercado de trabajo. Sin
embargo, en la década del setenta estos modos de producción sufren grandes cambios,
con la instauración de la flexibilización en todos los ámbitos del trabajo.

Los cambios en el mercado de trabajo se constituyen en un desafío para los ciudadanos


en general y en el caso de las y los trabajadores sociales en particular.

Estas alteraciones en el mercado de trabajo, vienen a ser el resultado del retraimiento


del Estado en sus acciones y responsabilidades en el campo social, lo que finalmente
implica una transferencia, de la responsabilidad de atender las consecuencias de la
cuestión social, a la sociedad civil.

Históricamente el sector público ha sido el principal empleador de los/as trabajadores/as


sociales, ya sea a nivel estatal o municipal. Junto con el retraimiento del Estado, los/as
trabajadores/as sociales que son funcionarios públicos sufren los efectos destructivos de
estos cambios, debido a la tercerización, contratación temporal con pérdida de derechos
laborales, despidos de funcionarios, falta de incentivos para la carrera funcionaria, entre
otros. A esto se le suma que la gestión de políticas sociales se abre a un conjunto de
especializaciones profesionales, ya sean trabajadores sociales, sociólogos, cientistas
políticos, educadores, psicólogos, etc, sobreponiendo la calificación profesional al

28
diploma, es decir, es la preparación demostrada en un mercado competitivo lo que
muestra cual es el profesional más apto para llevar a cabo las funciones y no el diploma.
Esto provoca un alto nivel de competitividad entre profesionales, que en sus formaciones
profesionales los preparan para realizar funciones distintas y específicas de sus
disciplinas, pero que sin embargo cuando se enfrentan al ejercicio profesional compiten
por un mismo puesto y en el mismo proceso de selección.

Otra de las formas que asume esta situación es la “refilantropización social”, en la cual
corporaciones económicas se comienzan a ocupar de intervenir en la cuestión social
desde el enfoque de la “filantropía empresarial”. Cabe destacar que esta forma de acción
no se condice con un resurgimiento de la filantropía del siglo XIX, sino que se constituye
más bien como el resultado de la privatización de los servicios públicos.

Otra alteración del mercado de trabajo profesional está constituida por las
Organizaciones No Gubernamentales (ONGs), en las cuales el Estado limita su
participación a la recaudación y transferencia de fondos y a la fiscalización del
funcionamiento de dichos organismos.

Por otra parte, otra modificación sería la desregulación de las relaciones de trabajo y
derechos sociales, en virtud de la necesidad de reducir costos sociales, de lo cual deriva
la necesidad de flexibilizar el costo del trabajo.

Todo lo anterior repercute en el mercado de trabajo para las y los trabajadores sociales,
ya que se presentan nuevas posibilidades laborales, siendo necesario apropiarse de las
mismas, descifrarlas y desarrollarlas.

“La polivalencia, tercerización, subcontratación, reducción del nivel de los salarios,


ampliación de los contratos de trabajo temporarios, desempleo, etc. Son dimensiones de
la propia tendencia actual del Servicio Social y no una realidad ajena o externa que
“afecta a los otros” (Iamamoto, 2003:65).

Pensar el Trabajo social como profesión implica considerar los elementos histórico-
sociales que la determinan, la especialización del trabajo en el marco de fuerzas
societarias y a quienes construyen y vivencian la profesión, ya que ambos aportan a la
creación de una cultura profesional. Por lo anterior analizar la profesión implica “abordar
simultáneamente, los modos de actuar y de pensar incorporados por sus agentes,
atribuyendo visibilidad a las bases teóricas asumidas por el Servicio Social en la lectura de
la sociedad y en la construcción de respuestas a la cuestión social” (Iamamoto, 2003:76).

La realidad cultural y social provoca y cuestiona a los trabajadores sociales a construir


respuestas frente a dichas realidades a través del ejercicio profesional, es por esto, que
la cuestión social se constituye como el objeto de trabajo del Trabajo social “conforma la
materia prima del trabajo profesional” (Iamamoto, 2003:77). Por lo anterior la realidad
sobre la cual se actúa, constituye toda entera, una condición del ejercicio profesional que
permite el conocimiento del objeto sobre el cual se actúa para su trasformación. Con
esto al hablar de “práctica profesional” no es posible pensar la acción del Trabajo Social

29
propiamente tal, de forma separada del contexto en el que ésta se desarrolla, es decir,
las instituciones y con ello las relaciones de poder existentes en las mismas, los
movimientos sociales y las políticas sociales, no serían solo el contexto o marco de la
práctica profesional, sino que también la constituyen.

En cuanto a los métodos de trabajo del/la trabajador/a social, se establecen las bases
teórico-metodológicas como recursos esenciales para ejercer su trabajo. Estos permiten
leer la realidad, establecer los rumbos de la acción y moldearla, acción que se moldea
también, de acuerdo a la inserción socio-institucional, ya que el Trabajo Social, para
realizar su trabajo depende de organismos institucionales “El Asistente Social para
organizar sus actividades depende del Estado, empresa, entidad no gubernamental, las
que posibilitan que los usuarios accedan a sus servicios, provean los medios y recursos
para su realización, establezcan prioridades, interfieran en la definición de papeles y
funciones que componen el cotidiano del trabajo institucional” (Iamamoto, 2003:82).

Como ha quedado plasmado en los párrafos anteriores, el Trabajo Social desde su


gestación ha considerado que un aspecto relevante y constitutivo de la disciplina es el
contexto, ya sea en el que se desarrolla la profesión o en el que se despliega el ejercicio
profesional. Por tanto es imposible desconocerlo. Los cambios o transformaciones que
ocurran en éste, permearan en el desarrollo de la misma. Por ende, es un elemento que
incide en la identidad de los/as profesionales, a tal punto de llegar a configurarla.

2.3 Género en la Identidad Profesional del Trabajo Social

Para la autora Belén Lorente, el género sería un factor estructural y estructurante de la


identidad del Trabajo Social, ya que en este se encontrarían los rasgos más profundos de
la identidad, historia y especificidad del Trabajo Social, al ser esta una profesión
feminizada, carácter que ha sido considerado para explicarla como una profesión
discriminada.

En virtud de lo anterior, la feminización de la profesión constituye un elemento que no


puede ser desconocido al momento de referirse a la identidad profesional de los/as
trabajadores/as sociales, como elemento constitutivo en la formación del sujeto que
activa la profesión y de la historia de la misma (Lorente, 2004).

La feminización como ya se señaló, formaría parte de la especificidad disciplinaria de la


identidad profesional y daría cuenta de la cultura de trabajo de la profesión,
considerando que la vida de la profesión no está restringida solo a los desarrollos
académicos de los últimos 100 años. En este sentido, la feminización es entendida como
“una lucha progresiva de mujeres reales y concretas que recurriendo a los oficios serviles
que la sociedad les encomendaba, hallaron en la ayuda social el escenario revelador de
formas de dominación y de activación de modos de resistencia” (Lorente, 2004: 15).

En este sentido la feminización como parte de la historia del Trabajo Social, constituiría
una forma de emancipación para las mujeres al encargarse de la proyección de la ayuda

30
doméstica en el hogar a la ayuda social en la comunidad, o de la prolongación de la
maternidad fuera del hogar, en las distintas formas que esta adoptaba (servicio a los
pobres, caridad, cuidado a los enfermos, montes de piedad, beneficencia; entre otros).

La progresiva profesionalización de la ayuda, con el ingreso del Trabajo Social a la vida


universitaria, secularizaron estas prácticas de la potestad religiosa que había tenido esta
formación. De esta manera la feminización se fue cristalizando en el Trabajo Social como
cultura de resistencia del quehacer femenino a través del compromiso en las acciones de
ayuda social, convirtiéndose a través del tiempo en formadores de ciudadanos, sujetos
de derechos.

La categoría de género, como elemento constitutivo de la identidad profesional, permite


también la construcción del concepto de subalternidad, el cual emerge para referirse a
las profesiones caracterizadas por: la predominancia femenina por ser consideradas
incompletas e incapaces de producir conocimiento abstracto y que en 1969 fueron
calificadas por Etzioni como “semiprofesiones”.

Las profesiones femeninas han sido calificadas como “semi” profesiones como una
manera de generar una distancia cualitativa respecto de las demás (abogacía, medicina,
arquitectura, entre otras), por lo cual lo que subyace es la calificación de una profesión
como “incompleta” y el hecho de ser sociológicamente femenina, calificación que para la
autora tendría un sesgo androcéntrico y desmontaría la presunción de neutralidad
valorativa aducida por la ciencia.

Cuando se habla de una semiprofesión se quiere señalar una vinculación inacabada a un


proceso que no logra cumplir con las formalidades que le permiten establecer el carácter
de “completa”. Lo anterior, permite y justifica la supervisión tanto de las prácticas como
del conocimiento que generan estas cuasi profesiones, por parte de otras profesiones
que tengan un mayor estatus. De esta manera, el carácter de feminizada estaría dado
simbólicamente por el hecho de ser supervisada, asistir a un superior jerárquico, además
de poseer contenidos genéricos (orientados a la ayuda y el cuidado del otro) los cuales
no gozan del reconocimiento y prestigio social, que serían necesarios para triunfar
laboral y socialmente, desembocando en que estas no posean la misma cuota de
presencia y poder social.

Considerando los crecientes procesos de masculinización y que el carácter de


feminización no estaría dado solamente por el número de integrantes del sexo femenino
a la profesión, se destaca entonces que la legitimidad de la profesión para actuar sobre
una cuota de la realidad, estaría fuertemente influenciada por la construcción de una
disciplina científica propia. En este sentido, para las “semiprofesiones” la elaboración del
conocimiento específico se ve dificultado, ya que sus posibilidades de crecimiento en el
ámbito del saber, pasan por el control estratégico de otras profesiones, las cuales
persisten también en mantener el control y poder adicional respecto de estas semi-
profesiones. Es así como se producen saberes subalternos, cuando el valor y el poder
otorgado a una ocupación es históricamente construido y por tanto la producción de

31
conocimiento es parte constitutiva de la subordinación estructurante y sostenida en el
tiempo. La subalternización hace que la validez del conocimiento producido se sitúe en
su función práctica más que en la producción abstracta del conocimiento.

2.4 Contexto de Flexibilización Laboral

En primer lugar, cabe señalar que en el apartado anterior, ya se mencionaron algunos


elementos generales relativos a la flexibilización laboral, en lo que respecta a las
condiciones laborales en las que se ejerce la profesión, sin embargo se considera
pertinente para fines de la investigación, conceptualizar qué se entenderá por
flexibilización laboral, para lo cual se consideraran los postulados de Enrique De la Garza.

De la Garza (2003), aborda la reestructuración del capitalismo como un elemento que da


pie a la flexibilización laboral, mencionando en su libro “Tratado latinoamericano de
sociología del trabajo” que: “la reestructuración capitalista está significando dos tipos de
grandes cambios en los mundos el trabajo. Por un lado, en el trabajo formal la
introducción de nuevas tecnologías, nuevas formas de organización del trabajo, la
flexibilidad interna y cambios en calificaciones. Por el otro, la precarización de una parte
del mercado de trabajo; empleo informal, a tiempo parcial, subcontratación, etc. En
ambos casos cambian las experiencias del trabajo, sería aventurado afirmar a priori que
estas transformaciones no tienen impactos subjetivos y en las identidades. Valdría la
pena analizar si hay la posibilidad de nuevas identidades a partir de dichas
transformaciones” (De la Garza, 2003: 20).

El autor, en el artículo denominado “La Flexibilidad del Trabajo en América Latina”,


señala que la flexibilización del mercado de trabajo es una de las tareas que ha llevado a
adelante la formación socio-económica neoliberal. Estas habrían comenzado en América
Latina con las dictaduras en el cono sur en los setenta, habrían sido mantenidas por los
gobiernos civiles en los ochenta y ya en los noventa se habrían consolidado en el resto de
la región. En este sentido, desde los años ochenta el concepto de flexibilidad ha sido
clave para entender las transformaciones en las relaciones laborales y ha sido asociado
principalmente a: tecnología reprogramable, nuevas formas de organización del trabajo
que deberían superar el taylorismo-fordismo, precariedad en los empleos, reformas a los
sistemas de seguridad social, de la contratación colectiva y de las leyes laborales.

Desde la sociología del trabajo la flexibilización laboral ha sido abordada por tres
perspectivas teóricas que justifican la necesidad de la misma para poder sobrevivir al
medio. La primera es la teoría neoclásica apoyada por los neoliberales en la economía
quienes creen que es una condición abstracta para que haya tendencia hacia el
equilibrio. La segunda está asociada a los intelectuales del posfordismo que proponen la
flexibilidad negociada. Finalmente, la tercera abarca la doctrina de la “nueva ola” del
management con la perspectiva de la calidad total.

Respecto de la primera, se señala que de los desarrollos que realiza la teoría neoclásica
proviene la flexibilidad del mercado de trabajo, al ser este considerado como el principal

32
asignador del factor trabajo, por lo cual la oferta y la demanda del trabajo determinan la
distribución del mismo y su precio, intentando reducir al máximo la intervención de
factores exógenos para así alcanzar el equilibrio.

En cuanto al desarrollo del regulacionismo y la flexibilidad, es posible señalar que estos


no creen en la capacidad automática del mercado para lograr el equilibrio cuando se
produce una desregulación del mercado. La flexibilidad para los regulacionistas está
centrada más en los procesos de trabajo que en el mercado de trabajo. Se piensa la
flexibilidad a partir de una negociación entre el Estado, las empresas y los sindicatos.

Por último la denominada nueva ola de gerencia propone formas concretas de


organización del trabajo en base a los conceptos de calidad y justo a tiempo. De acuerdo
al autor existe “un énfasis especial en los aspectos culturales de identidad de los
trabajadores con la empresa, la productividad y la calidad; en la recuperación del saber
hacer obrero, el involucramiento y la participación; en la reintegración de tareas y la
capacitación amplia. Por lo anterior al menos doctrinariamente, el toyotismo no puede
asimiliarse a la idea neoclásica de flexibilidad” (De la Garza, 2003: 159). En el toyotismo5
la flexibilidad estaría centrada más bien, dentro del proceso productivo, siendo más
importante la flexibilización del mercado interno de trabajo (puestos de trabajo, turnos y
horarios).

A partir de lo anterior, se desprende que existen y conviven distintas formas de


comprensión en torno a la flexibilidad laboral. En Latinoamérica la flexibilización laboral
que se ha desarrollado, ha sido principalmente la de corte neoliberal.

Para finalizar, es pertinente señalar que el contexto es un elemento central de la


formación y el ejercicio profesional, por ende los cambios y transformaciones que existan
en éste, como lo es la flexibilización laboral, permearan de manera significativa en la
identidad profesional que construyan los/as trabajadores/as sociales.

La flexibilización laboral trajo consigo nuevas formas de concebir el campo del trabajo,
de insertarse y aportar en el mismo. Es por esto que para la dupla investigadora adquiere
tal relevancia.

5
El toyotismo intenciona un cambio en los procesos de producción y en las relaciones sociales, se
intenta generar un trabajador involucrado, participativo, polivalente, recapacitado y sobre todo
identificado con la empresa. Por lo anterior, el punto central del toyotismo es la nueva cultura
laboral. (De la Garza, 2010)

33
Capítulo III:

Marco
Metodológico

34
Marco Metodológico

En el presente capítulo se presenta el diseño metodológico que guía esta investigación,


donde se expondrá el objeto de estudio, la pregunta y los supuestos de la investigación
para luego dar pie a la formulación del objetivo general y objetivos específicos de la
misma.

Siguiendo la misma línea, se presenta la opción metodológica que considera el enfoque


de estudio, tipo de diseño y su alcance. Finalmente se exponen las técnicas de
recolección de datos y se explica la caracterización y los criterios de selección de las y los
sujetos de investigación.

3.1 Objeto de investigación

A partir de todo el camino recorrido en la investigación social en curso, la dupla


investigadora ha podido construir el objeto de estudio que será el foco de análisis de
esta tesis.

Con posterioridad a la elaboración del estado del arte en virtud del cual se obtiene el
panorama actual por el que atraviesa el campo del trabajo y las identidades
profesionales, y en conjunto a las teorías seleccionadas en el marco teórico, se logró
delimitar y construir el siguiente objeto de investigación:

«Construcción de identidades profesionales de trabajadores sociales en el


contexto de flexibilización laboral»

3.2 Preguntas de investigación

En función del objeto de estudio es que se configuran las preguntas que buscará
responder esta investigación, a través de las cuales se articularán los planteamientos
teóricos y empíricos que han guiado el proceso investigativo. Las preguntas son:

I. ¿Cómo se construyen las identidades profesionales de trabajadores sociales en el


contexto de flexibilización laboral?
II. ¿Es posible identificar identidades profesionales diferenciadas en trabajadores
sociales en el contexto de flexibilización laboral?

3.3 Supuestos de investigación

Por otra parte, los supuestos de investigación quedan conformados de la siguiente


forma:

I. La construcción de identidades profesionales de trabajadores sociales se


caracterizaría por una crisis identitaria permanente, debido a que la
flexibilización laboral estaría propiciando una ruptura del equilibrio en el trabajo
y las relaciones profesionales.
II. El contexto de flexibilización laboral, condiciona diferencialmente el proceso de
construcción de identidades profesionales, puesto que no existe una única forma
de identificación propia de la identidad profesional de trabajadores sociales.

35
3.4 Objetivos de la investigación

3.4.1 Objetivo general:

«Describir y analizar la construcción de identidades profesionales de trabajadores


sociales en el contexto de flexibilización laboral»

3.4.2 Objetivos Específicos:

I. Identificar los elementos biográficos que inciden en la construcción de


identidades profesionales de las y los trabajadores sociales.
II. Identificar los elementos relacionales que inciden en la construcción de
identidades profesionales de las y los trabajadores sociales.
III. Analizar la relación entre ambos elementos, para establecer las identidades
profesionales existentes.
IV. Identificar si el contexto de flexibilización laboral incidió en la construcción de la
identidad profesional.

3.5 Opción metodológica

Para poder llevar a cabo el diseño metodológico de esta investigación, es fundamental


mencionar desde dónde se posicionará y observará la realidad social la dupla
investigadora.

La lectura del objeto de la presente investigación está marcada por la idea de


construcción, en este caso, de las identidades profesionales de trabajadores/as sociales
que se desenvuelven en el contexto laboral actual, caracterizado por la flexibilización.

A raíz de lo anterior, la investigación se enmarca en un enfoque cualitativo, el cual busca


comprender una parte de la realidad social, partiendo de la premisa de que la realidad
no está dada únicamente desde fuera de los sujetos que la componen, sino que son ellas
y ellos mismos son quienes intervienen en su construcción.

Esta opción metodológica no pretende generalizar el conocimiento ni establecer


verdades absolutas, sino más bien, busca una comprensión detallada de la perspectiva
de un otro, rescatando y conociendo las ideas que emerjan en el relato de quienes
participen de la investigación. Este enfoque es exclusivo del orden social, ya que los
métodos cualitativos permiten buscar la comprensión, más que la predicción, o dicho de
otra forma, pretenden dar cuenta de la realidad social, comprendiendo cuál es su
naturaleza más que explicarla (Taylor y Bogdan, 1984). En este sentido, el investigador
cualitativo aborda el orden de los significados y sus reglas de significación.

En palabras de Manuel Canales (2006), se abandona la pretensión de objetividad,


asumiéndose el postulado de la subjetividad como condición y modalidad constituyente
del objeto, que observa desde sus propias distinciones y esquemas cognitivos y morales,
realizando de este modo interpretaciones de la realidad, dándose las relaciones de
sujeto-sujeto.

36
Es preciso señalar que este enfoque es considerado el adecuado para abordar el objeto
de investigación, ya que para acceder a las identidades profesionales de trabajadores/as
sociales se requiere de una mirada que permita a las y los sujetos expresar sus ideas y
concepciones. Siguiendo esta línea, es este el enfoque que permite la apertura de las y
los sujetos y no limita a responder preguntas y dar respuestas previamente definidas.

En virtud de lo anterior, habría un orden de significados codificados, que el investigador


debe “traducir”, intentando acceder a la realidad desde una perspectiva comprensiva-
interpretativa, ya que las investigadoras pretenden comprender la realidad desde las
interpretaciones de los sentidos que constituyen la acción humana, pudiendo acceder de
esta manera a las construcciones simbólicas y culturales que realizan las y los sujetos, es
decir, dar cuenta desde un marco comprensivo de la construcción de identidades
profesionales en el contexto de flexibilización laboral, desde la interpretación de los
sentidos constitutivos de la acción de los/as profesionales.

3.6 Enfoque de la Investigación:

Enfoque Biográfico

Ruth Sautu (1999), denomina método biográfico “al conjunto de técnicas metodológicas
basadas en la indagación no estructurada sobre las historias de vida tal como son
relatadas por los propios sujetos” (Sautu (1999) en Kornblit (2004: 15).

En este enfoque se intenta rescatar los diversos sentidos que los sujetos otorgan a los
acontecimientos vitales que han atravesado en sus vidas, en los ámbitos familiares,
culturales, sociales, y al mismo tiempo, se intenta insertar dichos sentidos otorgados
individualmente a la experiencia, en el contexto social que han surgido, trascendiendo
así lo particular y construyendo, de esta manera, un saber de lo social más denso.

El enfoque biográfico, concede una importancia central a la historia oral que relatan las y
los sujetos, ya que a través de ésta se recuperan aspectos constitutivos de la vida, como
los culturales y familiares que forjan la historia individual. Un elemento de la historia oral
es la memoria, se considera como uno de sus soportes, ya que ésta comporta recuerdos,
pero también olvido, pues, es selectiva.

Para Ferrarotti (2007) un componente fundamental del enfoque biográfico es la razón


dialéctica, que busca vincular la historia individual con la historia social, es decir,
llevando la vivencia singular a lo social, constituyéndose esta razón en el fundamento
epistemológico del enfoque, puesto que la historia configura la biografía y la biografía a
su vez puede producir historia.

En este enfoque es necesario distinguir entre historias de vida y relatos de vida. Los
primeros implican “un rastreo detallado de la trayectoria vital de una persona, al modo
de un estudio de caso” (Kornblit, 2004:16), mientras que los relatos de vida “son
narraciones biográficas acotadas por lo general al objeto de estudio del investigador. Si
bien pueden abarcar la amplitud de toda la experiencia de vida de una persona (…) se
centran en un aspecto particular de esa experiencia”. (Kornblit, 2004:16). Frente a estas

37
formas de abordar la historia de las y los sujetos, la dupla investigadora optará por los
relatos de vida como técnica para recolectar la información, buscando recuperar el
sentido que los narradores –sujetos de investigación- le otorgan a sus relatos.

Este enfoque se presenta como pertinente a la realidad que se pretende investigar,


considerando que la identidad se concibe, para la presente investigación, como la
autopercepción de un sujeto con respecto a otros, mediada por el reconocimiento y la
aprobación de los demás; condicionadas por el contexto y por la lectura interpretativa
que hace el sujeto de su historia de vida desde su trayectoria vital, proyección a futuro y
en el contexto de acción. En este sentido es fundamental acceder a las identidades
profesionales a través de los relatos de vida, entendiendo que estos serán siempre
construcciones que realizarán los sujetos en el momento específico de la narración e
influenciada por el contexto actual de la narración y del encuentro entre el narrador y el
narratario. (Cornejo, M. Mendoza, F. & Rojas, R. 2008).

Además de lo anterior se destaca que la presente investigación pretende estudiar


identidades profesionales en el contexto de flexibilización laboral, por lo cual este
enfoque aporta elementos que permitirán insertar la experiencia individual del sujeto, en
un contexto social más amplio, es decir, la posibilidad de construir la historia social, a
partir de la historia individual dando relevancia a la subjetividad y reflexividad de las
narraciones de los sujetos.

3.7 Técnicas para la recolección de datos

Para el presente estudio de investigación se ha decido emplear una técnica desprendida


de la metodología cualitativa, lo que permitirá el cumplimento de los objetivos y
finalmente responder a la pregunta de investigación.

3.7.1 Entrevista Semi – Estructurada

La técnica que se utilizará para poder recolectar la información, será la Entrevista Semi-
Estructurada, la cual es entendida como un dialogo construido entre dos interlocutores,
quien entrevista y quien es entrevistado. Quien entrevista –investigadoras- orienta el
discurso de manera más o menos directiva y estructurada, según la finalidad perseguida
en cada caso.

La elección de la entrevista semi-estructurada como técnica de recolección de datos


responde a su potencialidad para producir datos acerca de las experiencias de los
sujetos, indagando sobre sus percepciones, prácticas, significaciones y reflexiones en
torno a sí mismos y los otros. En la entrevista semi-estructurada el entrevistador sugiere
ciertos temas para abordar que guardan relación con la intencionalidad y objetivo de la
investigación, de manera de orientar la conversación a lo que se quiere indagar.

Por tanto, en esta se debe establecer de antemano cuál es la información relevante que
se quiere conseguir, para lo cual se hacen preguntas abiertas dando oportunidad a
recibir más matices de la respuesta, brindando la posibilidad de ir entrelazando temas,

38
pero requiere de una constante escucha activa por parte de las investigadoras para
poder encauzar y profundizar en las temáticas que fueron definidas al inicio.

En este tipo de entrevista “las preguntas o temas a tratar se definen en base a los
objetivos del estudio y se plasma en un protocolo que funciona como guía” (Vieytes,
2004: 504), por ende, la definición previa de temáticas, permite ahondar en los aspectos
de interés, sin descuidar la perspectiva desde la cual dialoga la o el sujeto de
investigación.

Cabe destacar que esta técnica debe contar con una planificación previa, en la cual se
concuerden los aspectos a ser incluidos en la entrevista, con la finalidad de unificar
preguntas y temas a abordar.

3.8 Diseño Muestral

La representación cualitativa opera por el principio de la saturación, es decir, el


agotamiento de información, que corresponde al momento en el que la información
redunda en lo ya dicho y sabido, por tanto, se tiene en consideración que la información
que proporcionarán las y los sujetos será finita. A partir de lo anterior, la muestra
entonces, debe responder a la posibilidad de reconstruir la estructura interna del objeto
de estudio.

Para los fines de esta investigación, se utilizará el muestreo teórico que brinda la
posibilidad de investigar manteniendo un equilibrio entre lo narrado por los
entrevistados y los objetivos planteados en la investigación. Este tipo de muestreo es
acumulativo, puesto que a medida que se van realizando análisis y recolección de datos,
la información adquirida se va incrementando, entendiendo, que el muestreo teórico se
interesa por desarrollar las categorías haciéndolas densas, para luego saturarlas.

En este tipo de muestreo se plantea que el tamaño de la muestra no es significativo


desde una perspectiva probabilística, puesto que el interés de las investigadoras no es
generalizar los resultados de su estudio, sino profundizar.

Los criterios de selección de muestra se conforman de la siguiente manera:

3.8.1 Criterios de Homogeneidad

I. Profesión: Trabajadores/as sociales


II. Ejercicio profesional desarrollado en la ciudad de Valparaíso

3.8.2 Criterios de Heterogeneidad

I. Sector en el que se desempeña: Servicio Público y Sector Privado


II. Tipo de vinculación laboral: Con seguridad social - Sin seguridad social
III. Género: Hombre - Mujer
IV. Años de ejercicio profesional: Menos de 10 años y 10 años o más

39
3.9 Tamaño de la muestra

Considerando las características de la población de trabajadores/as sociales existentes


en la ciudad de Valparaíso, el tamaño de la muestra de la investigación quedó
conformado de la siguiente forma: 5 profesionales, 3 mujeres y 2 hombres, que se
desempeñan en el servicio público y sector privado.

En primer lugar, el énfasis estuvo puesto en seleccionar profesionales que se


desempeñasen principalmente ejecutando políticas públicas, ya que como menciona
Iamamoto (2003), una de las funciones principales de los/as trabajadores/as sociales ha
estado asociada a la implementación de políticas públicas y sociales. Entrevistando, de
esta manera, a 4 profesionales ejecutores de políticas públicas.

Por otra parte, uno de los criterios de heterogeneidad estaba conformado por la
cantidad de años de ejercicio profesional, de 0 a 10 y de 10 o más años, las
investigadoras intencionaron entrevistar a profesionales que se encontraran en los
extremos, con el fin de identificar si existe alguna diferencia en particular debido a los
contextos de formación y ejercicio en los cuales se ha ido construyendo su identidad.
Entrevistando a dos profesionales con 20 años de ejercicio profesional, uno con seis y
dos profesionales con dos años de ejercicio.

Finalmente, como históricamente la profesión ha estado ligada al género femenino, se


intencionó entrevistar a hombres que pudiesen aportar una mirada distinta desde su
posición, de esta forma, se entrevistó a dos hombres y tres mujeres.

40
A continuación, se presenta una tabla que resume la muestra descrita con anterioridad:

Sector en el Tipo de Años de



Sexo que se Vinculación ejercicio
Entrevistado/a
desempeña Laboral profesional
Contrato a
honorarios, sin
N°1 Hombre Privado 6 años
seguridad
social
Contrato
indefinido, con
N°2 Mujer Privado 21 años
seguridad
social
Contrato a
plazo fijo, con
N° 3 Hombre Público 2 años
seguridad
social
Contrato a
plazo fijo, con
N°4 Mujer Público 2 años
seguridad
social
Contrato a
honorarios, sin
N°5 Mujer Público 20 años
seguridad
social

3.10 Consideraciones éticas

Para el desarrollo de la investigación se tuvo presente ciertas consideraciones éticas


fundamentales para la protección de la información entregada por las y los sujetos de
investigación participantes.

Estas consideraciones éticas fueron: la privacidad, la confidencialidad y el


consentimiento (Valles, 2000). Puesto que se reconoce la importancia de proteger la
privacidad de las personas y la confidencialidad de la información entregada.

En primer lugar, se le informó a todas y todos los sujetos de investigación sobre el


carácter anónimo y voluntario de su participación en el estudio, que se resguardará la
confidencialidad de los participantes protegiendo sus identidades a través de la
asignación de nombres ficticios para la transcripción y posterior análisis e interpretación
de las entrevistas realizadas.

Con respecto al desarrollo de las entrevistas semi-estructuradas, estas se efectuaron


previo acuerdo con las y los sujetos participantes en lugares y horarios que a ellos les
acomodara.

En cuanto al consentimiento informado, al comenzar el trabajo de campo se le explica a


cada uno de las y los entrevistados los objetivos de la investigación y los alcances de la
misma, respondiendo todas aquellas dudas que surgieran en la conversación, a su vez se
realiza una descripción breve de las temáticas que serán abordadas en la entrevista semi-

41
estructurada, para posteriormente firmar un documento en donde ellas y ellos aceptan
participar en la investigación.

Finalmente, en cuanto a la grabación de las entrevistas, previamente se les solicita su


autorización para registrar estas por medio de una grabadora de audios, y se le explica
que al igual que la información obtenida, estos audios serán utilizados exclusivamente
para los fines académicos del estudio que pertenece a la Pontificia Universidad Católica
de Valparaíso.

3.11 Plan de Tratamiento y Análisis de los datos

Modelo analítico-estructural de identidades.

Para realizar la selección del método de análisis, se consideraron las distintas alternativas
o propuestas existentes para analizar los relatos de vida. Si bien la literatura señala la
existencia de una diversidad de propuestas desde las ciencias sociales para realizar el
análisis de las historias de vida (Pretto, 2011), para efectos del presente documento se
dará cuenta de la propuesta elaborada por los autores Didier Demaziere y Claude Dubar.

Demaziere y Dubar (1997) proponen el modelo analítico-estructural para realizar el


análisis de los relatos de vida. La propuesta de estos autores parte del supuesto de la
fragmentación de lo social y la identidad individual en múltiples experiencias y aspectos
que no siempre se encontrarían englobadas coherentemente en un yo, y que justificarían
la necesidad de interpretar los relatos de vida.

Esta interpretación implicaría una comprensión densa y detallada del relato de los
sujetos: “Comprender el sentido de lo que se dice no es solamente estar atento y “hacer
suyas” las palabras del entrevistado, sino también analizar los mecanismos de
producción, comparar las palabras diferentes, desnudar las oposiciones y las
correlaciones más estructurantes” (Kornblit, 2004: 25), es decir, lo que se pretende es
clasificar de un modo comprensivo las estructuras de relatos, poniendo en evidencia las
relaciones y tensiones entre ciertas dimensiones tales como “los contenidos implícitos,
las grandes oposiciones, las estructuraciones fundamentales que organizan la relación de
la persona con el mundo y (…) la organización de su estructura socio-afectiva” (Kornblit,
2004: 26).

Este modelo de análisis se consideró pertinente, ya que guardaría coherencia con los
elementos expuestos anteriormente en el documento, en relación a la metodología,
enfoque y técnicas a utilizar en la investigación, y además se constituye en una
propuesta de análisis pertinente al objeto de investigación que son las identidades
profesionales.

Además de lo anterior, este tipo de análisis no se limita sólo a interpretar aquello que
aparece explícito en el discurso de los sujetos, sino que también abre la posibilidad de
identificar aquello que está implícito y el establecimiento de relaciones entre las distintas
dimensiones que se encuentren presentes en el relato; lo cual es concordante con la
forma en la que se propuso comprender los relatos de vida para la presente

42
investigación. Por lo anterior, se considera que el análisis debe estar centrado en el
lenguaje de los entrevistados, ya que a través de este toma forma el mundo social. Por
ello esta postura analítica-estructural es la que mejor permitiría, según estos autores,
analizar las producciones lingüísticas, intentando estructurar los episodios de una
historia, identificando personajes, con la finalidad de revelar el sentido que atribuye a la
propia historia el narrador (Pretto, 2011).

Este método se basa en el análisis de las relaciones por oposición fundado en la hipótesis
de la existencia de una sintaxis que, se sobrepone a la regla lingüística y estructura el
discurso y su significado. De esta forma, es posible buscar en el texto de la entrevista las
relaciones entre las prácticas, los objetos, los elementos del ambiente y los significados
asignados por el entrevistado.

El análisis consta de tres niveles diversos e interdependientes. El primero de ellos


corresponde a las denominadas secuencias, que corresponden a los episodios del relato
y que deben ser listadas en orden cronológico. Kornblit (2004) citando a Demaziere y
Dubar (1997) señala que las secuencias “son todas las unidades que describen acciones o
situaciones presentadas como informaciones sobre hechos” (Kornblit, 2004:26). De esta
manera, las secuencias permiten identificar la trayectoria de la narración biográfica, a
partir de su producción en la interacción entre el entrevistador y el entrevistado.

En el segundo nivel se identifican los argumentos, utilizados por el narrador para


convencer a los oyentes de su propio punto de vista. Nuevamente Kornblit (2004)
citando a Demaziere y Dubar (1997) señala que los argumentos o proposiciones
argumentativas “son todas las unidades que contienen un juicio o una apreciación sobre
un episodio o un objeto, que proporcionan el sentido subjetivo dado por el locutor a lo
que dice” (Kornblit, 2004:26). De esta manera el narrador, presenta su propia visión del
mundo a través del discurso.

Finalmente en el tercer nivel se encuentran los actores que corresponde a quienes se


presentan como co-protagonistas de la historia al lado o junto al narrador. Kornblit
(2004), citando a Demaziere y Dubar (1997) señala que los actores o actantes “son todas
las unidades que hacen intervenir a un personaje calificado por el locutor y que ponen en
escena relaciones” (Kornblit, 2004: 26). Este nivel se obtiene del análisis entre las
secuencias y los argumentos y se deben considerar no solo a quienes ocupan un lugar
central en la vida socio-afectiva del narrador, sino que también a quienes aparecen
meramente con un rol institucional o como personajes de fondo o con una relevancia
marginal.

El procedimiento consiste en realizar un análisis longitudinal de cada relato de vida, a


partir de las oposiciones identificadas para cada uno de los niveles señalados que se
encontrarán sintetizadas en un cuadro.

Para construir dichos cuadros, se identificarán por separado las listas de cada nivel
(secuencias, argumentos y actantes) a partir del parafraseo del narrador. Luego se
elabora un segundo cuadro, donde se intenta relacionar los opuestos de secuencias,

43
proposiciones argumentativas y actantes para cada relato. La construcción de los
opuestos puede surgir de manera explícita del relato del/la entrevistado/a, o de manera
implícita cuando es identificado por el analista.

Posteriormente se resume la información de acuerdo al discurso del entrevistado y la


interpretación del investigador en virtud de su grado de importancia para el relato.
Demaziere y Dubar (1997) proponen realizar una descripción de cada uno de los niveles
señalados. En el nivel de las secuencias, estas se agrupan y ordenan cronológicamente en
base al cuadro de parafraseo, el cual contiene las expresiones relativas a los hechos,
acontecimientos o hitos del relato y un título para cada secuencia establecido por las
investigadoras en virtud de la frase más repetitiva en el relato. Por tanto, en la
descripción de las secuencias, se puede intentar un primer resumen utilizando las
expresiones más características de la narración de los/as entrevistados/as, en particular
las que son repetidas.

En el nivel de los actantes, se identifican aquellos que aparecen con mayor frecuencia,
repetición e intensidad o que marcan un hito en el relato del entrevistado. Se realiza una
descripción por las fórmulas más típicas o las más repetidas en las que aparece el actante
a lo largo de la entrevista. Al igual que en las secuencias, se realiza la descripción de
manera cronológica y en base al cuadro de parafraseo (Demaziere y Dubar, 1997).

Por último en el nivel de los argumentos se establecen “grupos de argumentos” en torno


a un eje, a partir del cual el/la entrevistado/a, defiende una tesis, afirma sus convicciones
o convence al entrevistador de una visión de mundo constituidas por las proposiciones o
demostraciones. Estos grupos de argumentos, son identificados a partir del cuadro de
parafraseo y pudiesen estar coherentemente articulados o dejar en evidencia ciertas
contradicciones en el relato.

Una vez finalizada la descripción de los tres niveles señalados, se identificaran las
oposiciones explícitas e implícitas en el relato. Esto se realizará en base al cuadro de
oposiciones realizado anteriormente y orientado por el resumen de la información de la
entrevista obtenido en las descripciones anteriores.

De esta manera, se logra aplicar el análisis por oposiciones a los tres niveles y traducir el
esquema precedente en una combinación de categorías típicas constitutivas del sentido
general de la entrevista (Demaziere y Dubar, 1997).

Lo anterior proporciona una síntesis del relato dando cuenta de los aspectos más
importantes y dejando al descubierto las normativas culturales y valores que lo edifican.
A su vez el resumen obtenido de cada relato posibilita también la construcción de
tipologías, por ello siguiendo a Kornblit (2004), se vierte la información de las
oposiciones que hayan sido identificadas para cada entrevistado/a, en un cuadro que
contendrá las oposiciones comunes a todos/as en los niveles de los argumentos y los
actantes, ya que las secuencias serán las mismas.

44
Este cuadro a su vez permitirá señalar los elementos comunes que serían constitutivos
de las identidades profesionales de trabajadores sociales en el contexto de la
flexibilización laboral, y a su vez los elementos distintivos; lo que permitirá e identificar
tipologías diferenciadas para los/as entrevistados/as.

45
Capítulo IV:

Análisis de la
información

46
Análisis de la información

En el presente capítulo se expondrá el análisis de la información recabada por la dupla


investigadora, a partir de la aplicación del modelo analítico-estructural de identidades,
elaborado por Demaziere y Dubar, el cual fue descrito en el apartado anterior.

Se presentarán los casos de cada entrevistada y entrevistado a partir de descripciones y


oposiciones realizadas individualmente. Posteriormente se elaborará una síntesis
expuesta en un cuadro con los elementos comunes y reiterativos entre las y los
profesionales que participaron de la investigación.

4.1 Primer entrevistado: “Un trabajador independiente que tiene


una mirada crítica de la realidad”

4.1.1 Descripción de las secuencias en el relato de Juan

Al momento de la entrevista, Juan tiene 29 años, ejerce como trabajador social en el


sector privado. Se desempeña como coordinador en un programa del área de justicia en
una Organización No Gubernamental (ONG) en la comuna de Valparaíso desde hace tres
años. Cuenta con contrato a honorarios y no tiene seguridad social.

Eligió estudiar Trabajo Social como primera opción (S1)6, fue el primer integrante de su
familia en ingresar a la Educación Superior Universitaria (S2) “Yo fui el primer (…) la
primera persona del grupo familiar que ingresa a la universidad” (S2.1) y se formó
profesionalmente como trabajador social (S3) en la Escuela de Trabajo Social de la
Universidad de Valparaíso (UV) desde el año 2005 al año 2010.

Una vez egresado y titulado de la Escuela de Trabajo Social de la UV se inserta en el


mundo laboral (S4) a través de la aplicación de encuestas y realización de algunas clases
en la universidad con un profesor de la escuela “Los primeros meses, estuve trabajando
haciendo unas encuestas con un profesor de la universidad (…) luego hice algunas
clases, en la misma universidad de Valparaíso, pero en otra carrera, como una especie
de ayudantía” (S4.1). Luego comenzó a participar en programa de apoyo a las personas
de la comuna de Valparaíso que habían sido afectados por el terremoto ocurrido en el
año 2010 “ En el 2010, en un programa de ayuda a personas afectadas por el terremoto
de febrero que se realizó en abril, que duraba un mes y medio” (S4.2).

En virtud de lo anterior, es posible dar cuenta que la inserción laboral de Juan se


caracteriza por trabajos transitorios que lo llevaron a transitar entre varios empleos en el
periodo posterior a la titulación. Juan destaca que tardó alrededor de siete meses en
encontrar un trabajo que tuviese continuidad laboral “En general, me demoré en
encontrar un trabajo, no estable, pero sí que no ha perdido continuidad laboral, eh,
como siete meses, en el séptimo mes (…) estuve trabajando un lugar por cuatro meses,

6
Corresponde a la codificación de las secuencias establecidas en el cuadro de parafraseos
presentado en los anexos.

47
se acabó ese trabajo, inmediatamente continué en otro lugar, durante un verano y
luego, eh, reingrese acá a ONG de Valparaíso, como en abril del 2011, desde esa fecha
hasta ahora, ha sido con una jornada completa y sin lagunas laborales entremedio”
(S4.3). Todos esos trabajos tenían una contratación a honorarios “Siempre ha sido con
contrato a honorario, todos estos años.” (S4.4) y refiere haber tenido alrededor de cinco
trabajos en un periodo de ocho meses.

En cuanto a su trayectoria laboral (S5) Juan identifica hitos relevantes en la misma, que
estarían dados principalmente por su participación en algunos programas de
intervención y el aumento de responsabilidades. El primero de ellos corresponde al
primer trabajo con mayor continuidad laboral “El primer hito fue el, este trabajo (…) en
la escuela, como primer trabajo un poco más, eh, un poco más extenso cierto, y con
mayor responsabilidad de mi parte” (S5.1). El segundo hito corresponde a un trabajo
desarrollado en una oficina en la comuna de Villa Alemana y el tercero corresponde a su
incorporación al programa “Abriendo Caminos” desde la segunda mitad del dos mil once
hasta la actualidad y al mismo tiempo dentro de dicho programa el comenzar a coordinar
dicho programa también se constituye como un hito “Otro hito puede ser, dentro del
abriendo caminos (…) tiene que ver con el cambio de función, que en un principio yo
trabajaba como tutor, o sea como profesional de trabajo directo con los niños, y hace
un par de años atrás pase a tomar el cargo de coordinador” (S5.4).

Cabe destacar que la narración de Juan articula estos hitos pertenecientes a la


trayectoria laboral con su experiencia laboral en la ONG de Valparaíso, destacándose por
desarrollar su ejercicio profesional en un contexto de precarización laboral, contexto que
es reconocido como tal por el entrevistado solo en lo que respecta a algunas condiciones
laborales, destacándose más bien desde su discurso una mirada ambivalente frente a sus
condiciones. Por una parte, Juan refiere poseer una mirada crítica de la realidad,
reconociendo ciertas condiciones de precariedad en su espacio laboral, y por otra, valora
positivamente el hecho de considerarse un trabajador independiente, en virtud de la
aparente flexibilidad horaria que le brindan estas condiciones, sintiéndose cómodo con
esta situación.

Por último respecto de su proyección laboral (S6) Juan señala no proyectarse


laboralmente en busca de un trabajo con mayor estabilidad o remuneración, puesto que
ello estaría más bien condicionado a la asunción de otro tipo de responsabilidades, como
por ejemplo, ser padre, por ende refiere encontrarse cómodo con su actual condición
laboral “No tengo la proyección por ejemplo de ser papá y de tomar algunas
responsabilidades de ese tipo (…) en ese sentido la proyección laboral respecto a lo, a
lo monetario puede ser, o a la estabilidad laboral no es tan, yo no lo veo como algo que
me genere o algo que me quite mucho el sueño, porque finalmente eh, también tengo
algunas redes en otros lados entonces yo que sé que mi, esta inestabilidad laboral que
vivo acá puedo compensarla con algún otro trabajo que pueda llegar a salir” (S6.1).

48
4.1.2 Descripción de actantes en el relato de Juan

Para el relato de vida de Juan, se han identificado 14 actantes, incluido el. Sin embargo,
no todos participan con la misma frecuencia e importancia dentro de la narración.

Los actantes se dividen en 2 categorías: Personajes, que pueden ser individuales o


colectivos (que refieren a un nosotros) e institucionales, que son todas las instituciones
que inciden en el relato.

El primer actante es el mismo, quien durante su relato, se daba como testimonio e


intentaba adoptar una postura reflexiva. A lo largo de la narración, completa y enriquece
con frecuencia sus afirmaciones en torno a distintos aspectos.

En las unidades de parafraseo Juan utiliza el pronombre personal en primera persona


“Yo” en 64 oportunidades, utilizándolo para referirse a la elección de la carrera: “todas
esas como percepciones que por lo menos yo tenía…”; a la formación profesional: “Yo
fui el primer (…) la primera persona del grupo familiar…”; a la trayectoria laboral desde
el ejercicio profesional, en lo relativo a la autodefinición que él hace “Yo me definiría
como comprometido”.

En otras ocasiones Juan forma parte de la narración sin que se mencione de manera
explícita, sin embargo, hace referencia a sí mismo en la respuesta, lo cual se constituye
más bien en una argumentación.

En definitiva es posible señalar que constantemente hace referencia a sí mismo para dar
cuenta de sus intereses, expectativas, autodefinición y de su perspectiva respecto al
espacio laboral.

Por otra parte, como actante institucional se refiere a su colegio, en donde desarrolló
una inclinación humanista, “Era un colegio científico-humanista”. El que le entregó las
herramientas para optar por una carrera universitaria humanista.

Una actante fundamental a la hora de escoger la carrera fue una vecina que Juan tenía
que estudiaba trabajo social, ella “en ese tiempo que me decía un poco de qué se
trataba esto, que era mi vecina”.

Para Juan poder conversar con esta vecina fue decisivo, ya que le mostró que frente a
ciertas injusticias y desigualdades, desde el trabajo social se puede hacer algo.

“En el fondo, como tu podías pasar desde la impotencia de ver todo lo que sucede y de
creer que no se puede hacer nada a si poder hacer algunas cosas”.

Por otro lado, Juan refiere a sus amigos, como un grupo de actantes colectivos que
siempre lo vieron en ese tipo de carreras. “Amigos, compañeros, a mí me veían, ehm,
como en ese tipo de carreras, humanistas”.

Sin embargo, de igual manera lo molestaban, ya que consideraban que la carrera era
para mujeres.

49
La familia, se conforma como un actante que respaldó y apoyó en todo momento a Juan
frente a las decisiones tomadas con respecto a la elección profesional, esto, debido a que
Juan era el primer integrante de la familia en ingresar a la educación superior, por lo
tanto, mientras el estudiara alguna carrera universitaria no había problema.

“Mi familia estaba súper contenta, conforme, más allá de la carrera que fuera, si una
ingeniería o de las ciencias sociales, eh, era que pudiera ingresar a la universidad”.

Con respecto a su formación profesional, el actante está conformado por la Universidad


de Valparaíso y la Escuela de Trabajo Social.

Principalmente la relación que mantiene con este actante es respecto a las enseñanzas y
herramientas que la institución le ha entregado para enfrentarse al mundo laboral y a su
mundo personal también.

“Adquirir mayor conocimiento, pero, eh, yendo de la mano también con una carga
ideológica y valórica que ya traía de antes”.

“En la medida en que yo también iba aplicando un poco lo que iba aprendiendo (…)
desde ahí también se generaba como cierto respeto hacia la carrera”.

Si bien, menciona que no le fue tan complejo insertarse laboralmente, no obstante, una
herramienta que siente que le faltó y que pudo desarrollar con posterioridad y
experiencia, fue la reflexividad.

Al momento de insertarse laboralmente, un actante que favoreció su inserción fue un


profesor de la universidad, quien le ofreció algunos trabajos pequeños, pero que lo
mantenían activo.

“Los primeros meses, estuve trabajando haciendo unas encuestas con un profesor de la
universidad”.

La ONG de Valparaíso, se constituye como otro actante relevante, dentro de este actante
institucional se agruparan una serie de personajes tales como, el programa en el que se
ha desempeñado, sujetos de atención, equipo de profesionales y SENAME, que
permitirán articular el relato que otorga Juan con respecto a su espacio laboral.

Partiendo por la ONG, para referirse a la misma la menciona que trabaja en ella hace seis
años, habla de este actante dentro de su trayectoria laboral y las expectativas que tenía
Juan con la profesión. En ese sentido, el entrevistado comenta que una de las diferencias
que vivenció a la hora de enfrentarse al mundo laboral fue encontrar un trabajo en
organizaciones de la sociedad civil con respecto a las prácticas profesionales que él había
tenido mientras estudiaba la carrera, puesto que la mayoría habían sido en el servicio
público.

“Acá se hacen esfuerzos y los esfuerzos pasan por gestiones, generar convenios, pero
no… es más complejo que desde una institución pública creo yo, sobre todo el ser una
ONG pequeña”.

50
Cuando se refiere a las instituciones del servicio público, reconoce que en esos espacios
existen mayores posibilidades de capacitarse y desarrollarse paralelamente con el
trabajo y financiado por la misma institución, las compara con la organización en la que
trabaja él, donde explica que trabaja en una ONG pequeña, por ende, esas posibilidades
no se dan ni darían en su institución.

Habla además, de la ONG para referirse a la sensación de inestabilidad e incertidumbre


laboral, que la implementación de políticas públicas genera, sin embargo refiere no
haber quedado sin trabajo hasta el momento, por ende, aun no le quita el sueño.

Por otra parte, un actante institucional que critica, son las instituciones de seguridad
social, puesto que él no está de acuerdo con entregarle parte de su sueldo a las AFP’S,
frente a eso, comenta que han existido ocasiones en donde el director de la ONG les
ofreció a sus trabajadores un contrato a plazo fijo o indefinido, sin embargo, todos
rechazaron la opción, porque les descontarían parte de su sueldo e iría a instituciones
que para ellos son cuestionables.

En otra arista, el entrevistado habla en reiteradas ocasiones de los sujetos de


intervención, generalmente utilizándolos como ejemplos para explicar algunas
situaciones y profundizar en su concepción del trabajo social, “Lo que nosotros
intentamos plantear, por lo menos desde los nuevos paradigmas, es no ayudar a un
niño o a una familia en indefensión, sino que es demostrar que esta familia tiene
derechos, tiene capacidades, tiene que desarrollar autonomía para tomar sus propias
decisiones”.

Por otro lado, aborda a los sujetos de intervención para fundamentar por qué se ven
impactados en sus intervenciones por el contexto sociolaboral actual, refiriendo que por
la alta rotación de profesionales, las familias no logran generar un vínculo real con las y
los trabajadores sociales que están a cargo de sus casos.

Para referirse a sus compañeras/os de trabajo, lo hace a partir de las valoraciones y


definiciones que pudiesen tener ellas y ellos con Juan y el trabajo social.

“Te pueden decir, no se po´, el Juan es súper ñoño porque pasa estudiando, cachai”.

“Ellos (compañeras/os) se dieron cuenta en la misma práctica, al insertarse en el


territorio a los dos días nos fueron a pedir capacitaciones po´ para poder trabajar con
la gente de la población. Entonces, por ejemplo, ingenieras que están haciendo
trabajos de capacitación laboral o de emprendimiento, eh, con personas por ejemplo
que han cumplido condena recientemente”.

Refiere sentirse bien valorado, sin embargo, esa valoración no se condeciría con la
remuneración que recibe al final de cada mes.

Por otra parte, cuando refiere a las expectativas que pudiese tener su equipo de trabajo
como el coordinador general del programa, cree que ha sabido llegar a las y los
profesionales a través de un liderazgo democrático y más horizontal.

51
Un elemento importante cuando se refiere a la ONG, al programa en el cual se
desempeña, al SENAME y al Estado, guarda relación con la sensación de inestabilidad e
incertidumbre que, para él, radicaría en el Estado, ya que las condiciones laborales las
atribuye a un aspecto más estructural que particular. En ese sentido, menciona tener
condiciones laborales precarias, sin embargo, no se evidencia alguna acción individual o
colectiva por mejorarlas dentro de la ONG, y tiende a atribuirle las responsabilidades al
Estado, evidenciándose una mirada más comprensiva con la institución, reconociendo
que ésta no dispone de más recursos para desembolsar en sus trabajadores.

“Uno igual se cuestiona qué pasa si en estos momentos a mí me sucede algo a nivel
físico, de salud, no tengo las condiciones mínimas de seguridad, entonces yo no voy a
dejar de hacer eso, pero si por lo menos, está…, hacemos la reflexión, es algo
consciente, sabemos que nos exponemos a riesgos y que no tenemos todas las
seguridades que nos cubran si algo nos llega a pasar, ahora finalmente los que estamos
trabajando acá sabemos a lo que nos exponemos, sabemos las condiciones, eh, y
seguimos trabajando, pero igual siempre tenemos una mirada crítica, no es que
aceptemos siempre las condiciones, pero también entendemos que no pasa por
solamente por una relación empleado empleador acá a dentro de la institución, sino
que tiene que ver con condiciones más macro, en donde, eh, las condiciones de
precarización laboral no es, es a partir del estado, él es uno de los peores empleadores
y desde ahí hacia abajo, en estas instituciones de la sociedad civil también, y en otras
áreas similares a las cuales donde nosotros trabajamos, están en general precarizados,
entonces pasa más allá de un conflicto de acá al interior de la institución”.

4.1.3 Descripción de los argumentos en el relato de Juan

A partir de lo ya descrito y de la revisión de los argumentos que Juan organiza para


desarrollar de manera coherente su línea argumental, es posible señalar que articula su
argumentación en torno a un eje que desarrolla en el transcurso de la entrevista y que
corresponde al “Ser un trabajador independiente que tiene una mirada crítica de la
realidad”

Esta argumentación se presentara por tanto en dos grupos. Uno relativo a los
argumentos referidos por Juan para dar cuenta de sí mismo como un trabajador social
que tiene una mirada crítica de la realidad y un segundo grupo de argumentos que dan
cuenta de su condición de trabajador independiente en el contexto de la flexibilización
laboral. Cabe destacar que este segundo grupo presenta a su vez argumentos en dos
direcciones, una en pos de dar cuenta de las falencias de un trabajo con contrato a
honorarios en los que respecta a las condiciones laborales y la disconformidad con ello y
por otra parte argumentos en virtud de los cuales Juan minimiza los efectos de la
flexibilización laboral en su vida e incluso los justifica.

En el primer grupo, la mirada crítica de Juan se evidenciaba incipientemente desde el


momento en el cual decide estudiar Trabajo Social como primera opción, ya que dentro

52
de sus motivaciones se encontraban la mirada crítica de la realidad que él ya tenía desde
antes de ingresar a la Universidad “Creo que siempre también he tenido como una
mirada crítica, que se ha podido ir desarrollando, perfeccionando, cierto, a través del
tiempo, pero de más joven también, entonces de ahí también me llamó la atención
Trabajo Social.” Y además el trabajo social le brindaría la posibilidad de generar una
mirada crítica sobre el quehacer en base a la reflexión, situación que no le brindaría por
ejemplo, la carrera de Derecho “Poder generar una mirada crítica, sobre lo que estaba
haciendo y desde ahí también poder, eh, trabajar y ejercer, pero no de una forma
robótica”.

Señala que esta mirada crítica la traía consigo desde antes de ingresar a la universidad y
que se expresaba principalmente en su visión respecto de los grupos minoritarios en la
sociedad “Primero tú vas definiendo por ejemplo cuál es tu visión y percepción sobre
ciertos grupos que son entre comillas minoritarios, cierto, eh, en los grupos que en ese
tiempo se llamaban las minorías” “Todas esas como percepciones que por lo menos yo
tenía cuando más chico ya tenía una mirada sobre eso que no, no me gustaba caer en
la mirada facilista de apuntar con el dedo, de cierto poder, de ciertos estigmas, el
flaite, no se po, el cabro huacho abandonado o lo que sea, eh, lo vi reflejado un poco en
la carrera que tú vas a estudiar”.

Con la formación profesional en la escuela de Trabajo Social de la UV, esa mirada crítica
incipiente se va desarrollando y perfeccionando aún más, “Adquirir mayor
conocimiento, pero, eh, yendo de la mano también con una carga ideológica y valórica
que ya traía de antes” Esta formación le permitía ir disipando algunos prejuicios
existentes en su entorno (principalmente amigos) respecto de la profesión, en la medida
que adquiría conocimiento y se lograba ir validando frente a otros “En la medida en que
yo también iba aplicando un poco lo que iba aprendiendo (…) desde ahí también se
generaba como cierto respeto hacia la carrera, pero por otro lado también, esta, como
este sesgo de género que siempre existe con algunas carreras de las ciencias sociales”.

En el espacio laboral esta mirada crítica a la que se hacía referencia, se deja ver en Juan
cuando realiza su autodefinición, haciendo hincapié en la coherencia existente en su
ejercicio profesional “Yo creo que me autodefiniría como una persona comprometida y
coherente con mi espacio de trabajo, como te contaba, con mi espacio laboral y
personal, siento que hay una coherencia, eh, política, practica, ideológica, así que eso,
yo creo, positivamente al menos, también quizás me puedo definir desde otro punto de
vista”. A continuación Juan refiere que estos elementos estarían presentes no solo en el
ámbito profesional, sino que también serían incorporados al ámbito personal
“Finalmente lo que uno va haciendo, también en base a ciertos modelos o perspectivas
teóricas, uno lo va incorporando en las prácticas cotidianas, no solo en las
profesionales sino que también personales”.

Por último la mirada crítica que señala tener Juan se expresaría en la concepción que él
tiene del Trabajo Social y de la valoración existente en torno a los trabajadores sociales
como agentes transformadores “Yo creo que hay una alta valoración del, del Trabajo

53
Social, en términos de eh del impacto o de lo que puede desarrollar con las familias o
del trabajador social como agente transformador en comunidades” y por otra parte en
la definición y expectativas que tendrían sus compañeros del como profesional “Yo creo
que como un profesional, eh quizás también comprometido (…) con el trabajo, eh con
las practicas, con la ejecución; pero también comprometido con una formación
constante”, “Yo creo que hay expectativas básicas que tienen que ver con
conocimientos sobre el fenómeno con el cual estamos trabajando”, “Expectativas
respecto a poder orientar sobre, en ciertas situaciones sin caer en este rol de experto,
pero si poder dar ciertas orientaciones”.

Al segundo grupo pertenecen los elementos relacionados con su inserción y trayectoria


laboral, al igual que las condiciones laborales actuales en el contexto de la flexibilización
laboral.

La inserción al mundo laboral de Juan estuvo marcada por la inestabilidad en las


condiciones laborales y la transitoriedad de los trabajos en los que se desempeñaba
generándole incertidumbre “Finalmente eran como trabajos transitorios que duraban
un mes, después estaba un mes sin trabajo, entonces siempre habían períodos de
incertidumbre”.

Juan señala que sus expectativas laborales como trabajador social guardaban relación
con sus experiencias anteriores de práctica, las cuales estaban situadas en el sector
público, el cual provee mayores y más diversas oportunidades que aportan en el
crecimiento profesional. Por esto para Juan el insertarse principalmente en
organizaciones de la Sociedad Civil implico visibilizar que las condiciones laborales no
eran las mismas que esperaba principalmente en virtud de una menor cantidad de
recursos económicos de los que estas organizaciones disponen.

La trayectoria laboral de Juan se caracteriza por constantes cambios en lo que respecta a


los programas en los cuales ha participado, en virtud de las licitaciones a las que son
sometidas periódicamente los programas, para establecer su continuidad, situación que
le generaría incertidumbre “Yo creo que ha sido, eh, como decirlo; con hartos cambios
(…) independiente de que uno esté en una misma institución, eh, uno va cambiando de
programa en programa, de licitaciones cada dos años, cada un año, a veces un
proyecto se pierde y pasas a trabajar en otra área” “Uno tiene esta incertidumbre de
que se va a perder algún programa, entonces eso; yo creo que esa capacidad de
adaptarse a los cambios que hay”. En el relato de Juan es posible dar cuenta de que si
bien experimenta estos cambios con una sensación de incertidumbre, a la vez señala que
en virtud de ello es necesario tener capacidad de adaptación frente a dicha situación.
Además de lo anterior, Juan refiere que a pesar del funcionamiento del sistema nunca ha
quedado sin pega, por lo cual en su discurso se aprecia nuevamente ambigüedad en
cuanto a la vez experimenta inestabilidad e incertidumbre pero al mismo tiempo
considera que debe adaptarse a ello y que nunca ha quedado sin trabajo “Yo creo que la
dificultad en los cambios de programa tiene que ver con esta incertidumbre que se da

54
cada cierto tiempo, pero haciendo la mirada hacia atrás como nunca hemos quedado
sin trabajo, o sin, no hemos perdido varios proyectos, no, no ha sido tan difícil”.

En cuanto a sus actuales condiciones laborales, se vuelve a apreciar en el discurso de


Juan, esta ambigüedad de describir condiciones laborales precarias y al mismo tiempo
cierta conformidad con las mismas al señalar respecto de los trabajadores
independientes que estos no tendrían seguridad social lo que para Juan, se traduce en
una incertidumbre “Siempre va a haber una incertidumbre asociado a la seguridad
laboral, los trabajadores independientes no tenemos seguridad laboral”, sin embargo,
valora la capacidad que tendría como trabajador independiente de organizar como más
le acomode su carrera laboral “Yo creo que por lo menos en esta institución, eh, bueno
obviamente, lo que hablamos en un principio lo de la seguridad laboral, acá nosotros
no contamos con un contrato de trabajo, por lo tanto tampoco se supone que tenemos
un jefe, un empleador, etc. Igual un poco de esas cosas se pueden dar, pero por
ejemplo, acá yo manejo mi horario, entonces yo trabajo en función de cumplir ciertos
objetivos, yo voy organizando mi carrera laboral, entonces, por lo tanto y si yo un día
tengo que llegar a las doce porque se me presenta algún imprevisto en mi vida
personal, llego a las doce o si me tengo que retirar antes también y así también a veces
me pasa que se me junta mucha pega y me quedo hasta más tarde, pero es algo que
voy efectivamente yo manejando, entendiéndolo en la lógica como de lo independiente
como del trabajador independiente”.

A pesar de que en el relato anterior se aprecia que Juan en cierta manera justifica y en
algunas ocasiones avala su condición de trabajador independiente, con posterioridad
reconoce que esta condición puede conllevar ciertos riesgos, por ejemplo, en materia de
salud, y destaca que dichas condiciones no serían aceptadas de manera acrítica “Uno
igual se cuestiona qué pasa si en estos momentos a mí me sucede algo a nivel físico, de
salud, no tengo las condiciones mínimas de seguridad, entonces yo no voy a dejar de
hacer eso, pero si por lo menos, está…, hacemos la reflexión, es algo consciente,
sabemos que nos exponemos a riesgos y que no tenemos todas las seguridades que nos
cubran si algo nos llega a pasar, ahora finalmente los que estamos trabajando acá
sabemos a lo que nos exponemos, sabemos las condiciones, eh, y seguimos trabajando,
pero igual siempre tenemos una mirada crítica, no es que aceptemos siempre las
condiciones, pero también entendemos que no pasa por solamente por una relación
empleado empleador acá a dentro de la institución, sino que tiene que ver con
condiciones más macro, en donde, eh, las condiciones de precarización laboral no es, es
a partir del estado, él es uno de los peores empleadores y desde ahí hacia abajo, en
estas instituciones de la sociedad civil también, y en otras áreas similares a las cuales
donde nosotros trabajamos, están en general precarizados, entonces pasa más allá de
un conflicto de acá al interior de la institución”. Añade también un grupo de argumentos
que dan cuenta de la incidencia de las condiciones laborales precarias tanto en el
ejercicio profesional como en otros ámbitos de la vida “Mira incluso tiene impacto en las
familias, porque finalmente hay harta rotación profesional, acá los últimos años se ha
logrado generar cierta estabilidad” “Impacta, bueno en esto que les contaba yo a ratos

55
también, de esta incertidumbre de los trabajadores y también impacta en que tu no
podis generar equipos profesionales estables que permitan el desarrollo de
experiencias en ciertas prácticas” “Nosotros tenemos confianza en que lo vamos a
ganar, porque nos ha ido bien, porque tenemos una buena experiencia de trabajo con
las familias, con el ministerio que nos financia, pero aun así la cuota de incertidumbre
siempre está, y eso es fome en el fondo”.

En virtud de lo anterior, cuando Juan se refiere a la modificación de sus actuales


condiciones laborales, finalmente señala que modificaría la incertidumbre e inestabilidad
laboral “Bueno yo creo que lo primero tiene que ver con la estabilidad”, “Pero más allá
de la estabilidad que te da el contrato, sino que, bueno finalmente el contrato tampoco
te asegura una estabilidad, te asegura eh; un mayor reconocimiento económico a tus
años de servicio, a diferencia de lo que podría tener uno. Eh, pero yo creo que
finalmente eso, estabilidad”. Esta situación se repite en las proyecciones laborales “Lo
ideal para mí sería un trabajo flexible en términos de horario como este (…) pero a la
vez; yo si considero importante que hay que tener ciertas seguridades laborales,
cierto”, “Uno de los cuestionamientos que uno se hace cuando lleva cinco años o seis
años de trabajo como independiente es que, por ejemplo, si quedo sin trabajo no voy a
tener una indemnización, entonces una indemnización igual te sirve un tiempo en que
uno está sin trabajo”, “Hemos visto la posibilidad de tener el contrato que yo te digo,
un contrato eh, donde obviamente uno igual tiene una jornada de cuarenta y cuatro
horas semanal pero eh, con horario flexible. Pero de todas formas ahí tendrían que
descontar lo que es salud y AFP, eh, nadie quiso tomarlo porque todos privilegiaron el
poder tener un mayor ingreso, que en el fondo no le descontaran el tema de la salud y
la AFP”.

4.1.4 Oposiciones de secuencias del relato de Juan

En las secuencias, ha sido posible identificar algunas oposiciones desde el relato de Juan,
que se describirán a continuación. Cabe destacar que no todas las secuencias permiten
establecer oposiciones por lo cual se describirán solo aquellas en las que estaban
presentes de manera explícita o han sido identificadas por quienes realizan el análisis, ya
que, son implícitas.

Como se señaló en la descripción anterior, Juan elige estudiar Trabajo Social como
primera opción y se convierte en el primer integrante del grupo familiar en ingresar a la
universidad, frente a otros miembros que no habían cursado estudios superiores:

Primer integrante del grupo familiar que ingresa a la universidad/ Generaciones


familiares anteriores sin estudios de educación superior.

Juan se forma profesionalmente en la escuela de Trabajo Social de la Universidad de


Valparaíso y una vez titulado se inserta en el mundo laboral a través de una serie de

56
trabajos transitorios y breves en el tiempo, por lo cual se conforma la siguiente
oposición:

Trabajos breves y transitorios/búsqueda de un trabajo con continuidad laboral.

Por lo anterior la trayectoria laboral de Juan, está marcada por una serie de trabajos
cortos como el los define, en distintas áreas de trabajo donde se evidencia el tránsito por
distintos programas y responsabilidades al interior de los equipos de trabajo:

Programas en los que se desempeñaba como ejecutor/Programa en el que se comienza


a desempeñar como coordinador.

En el relato, Juan articula estos hitos pertenecientes a la trayectoria laboral con su


experiencia laboral en la ONG de Valparaíso, destacándose por desarrollar su ejercicio
profesional en un contexto de precarización laboral, contexto que es reconocido como
tal por el entrevistado solo en lo que respecta a algunas condiciones laborales,
destacándose más bien desde su discurso en algunas ocasiones la valoración de ser
trabajador independiente y el poseer una mirada crítica de la realidad.

Crítica a las condiciones de precarización laboral / Comprensión y justificación de


dichas condiciones.

Por último respecto de su proyección laboral se identifica que no proyecta buscar un


trabajo con condiciones laborales de mayor estabilidad, ya que esto estaría condicionado
por sus proyectos personales:

Conformidad con las actuales condiciones laborales en virtud de sus proyecciones


personales / No buscar un trabajo con mayor estabilidad laboral.

4.1.5 Oposiciones de los actantes del relato de Juan

En cuanto a la primera actante que aparece como relevante en el relato de Juan, se


puede mencionar que es la vecina, quien era unos años mayores que él y estudiaba
Trabajo Social. Cuando Juan se disponía a elegir una carrera profesional de acuerdo a su
ideología, la vecina le habla de la carrera y al entrevistado le gustó, al punto de elegirla
en primera opción. En la relación que tiene con la vecina, se establece la siguiente
oposición:

Entrevistado con sensación de impotencia por no poder hacer nada frente a las
injusticias / Vecina mostrándole el camino del Trabajo Social como una herramienta
para hacer algo.

El segundo actante que aparece en el relato de Juan y se conforman como actantes


colectivos es la familia, ya que se transformaron en un apoyo importante para el
entrevistado para poder ingresar a la educación superior universitaria al ser el primer
integrante de la familia en alcanzar dicho nivel de estudios, frente al colegio en el cual

57
Juan cursa la enseñanza media, que naturalizaba el ingreso de los estudiantes a la
educación superior.

Apoyo y respaldo de la familia al ser el primero en ingresar a la educación superior /


Colegio que naturalizaba el ingreso de los estudiantes a la educación superior y
adquirir la calidad de profesionales.

El tercer actante que aparece en el relato, de carácter institucional, es la Universidad de


Valparaíso y la escuela de trabajo social, en donde reconoce que en su paso por la casa
de estudios sus conocimientos se ampliaron, sin embargo, menciona que él ya poseía de
antes una postura ideológica y valórica que pudo complementar con la profesión.

Entrevistado reconociendo su bagaje ideológico / Universidad de Valparaíso ampliando


su bagaje cultural.

En cuanto a su profesor que lo ayudó a insertarse profesionalmente en el mundo del


trabajo social, menciona que, si bien, tuvo algunos trabajos una vez de recién titulado,
estos eran trabajos pequeños, que no le ofrecían una estabilidad laboral ni proyecciones.

Profesor ofreciendo trabajos pequeños / Entrevistado con sensación de incertidumbre.

Con respecto a la ONG de Valparaíso en donde desempeña sus labores como trabajador
social, realiza una comparación entre el servicio público y las organizaciones no
gubernamentales, en el primero, existen posibilidades de ir capacitándose de manera
paralela y financiada por el trabajo, en cambio en las ONG’S no existen muchos recursos,
por ende, solo se limitan a realizar sus funciones.

Organizaciones de la sociedad civil sin posibilidad de capacitarse y crecer


profesionalmente / Servicio público con posibilidad de capacitarse.

La comparación la realiza a raíz de sus prácticas profesionales llevadas a cabo en su paso


por la universidad y en su ejercicio profesional actual en la ONG.

Ejercicio profesional desde una ONG / Prácticas profesionales universitarias en Servicio


Público.

Por otra parte, cuando se refiere a la ONG, habla del director de la misma, quien, frente
al sentimiento generalizado de inestabilidad laboral, ofrece contrato indefinido a sus
trabajadores y estos se niegan, por no querer entregar sus fondos a instituciones
cuestionadas como las AFP’S.

Director ofreciendo seguridad social a partir de una contratación indefinida /


Entrevistado rechazando el contrato para no entregarle parte de su sueldo a la AFP.

Juan, constantemente se refiere a los sujetos de intervención para ejemplificar y


justificar algunas situaciones. Menciona que a partir del contexto de flexibilidad laboral,
existe un impacto en las intervenciones sociales con sus sujetos de atención, la oposición
queda compuesta de la siguiente manera:

58
Intervención con sujetos de atención se ve afectada por el contexto sociolaboral / alta
rotación de profesionales impide generar intervenciones a cabalidad.

Por otro lado, habla de este actante para abordar el cambio de paradigma del trabajo
social con sujetos de intervención, refiriendo trabajar con nuevos paradigmas en donde
entienden a sus sujetos de intervención como personas con capacidades, derechos,
autonomía y empoderamiento.

Visión de los trabajadores sociales como asistencialistas / Paradigma el trabajo social


como facilitador de herramientas.

Con respecto a sus actuales condiciones laborales, el analiza y encuentra un culpable


para la situación actual: el Estado, ya que lo considera el peor empleador, fomentando
relaciones entre empleador y empleado precarias, a raíz de esto, el ejemplo que se
traspasa a las ONG’S no es muy distinto.

Culpar al Estado por sus condiciones laborales precarias / Justificar las condiciones
precarias que brinda la ONG / Referir no hacer nada frente a estas situaciones.

4.1.6 Oposiciones de los argumentos del relato de Juan

Las oposiciones de los argumentos de Juan, serán identificadas de acuerdo a los grupos
ya establecidos, es decir, un grupo estaría conformado por los elementos en virtud de los
cuales Juan da cuenta de sí mismo como un trabajador social que tiene una mirada
crítica de la realidad y un segundo grupo de argumentos que dan cuenta de su condición
de trabajador independiente en el contexto de la flexibilización laboral. Cabe destacar
que este segundo grupo presenta a su vez argumentos en dos direcciones, una en pos de
dar cuenta de las falencias de un trabajo con contrato a honorarios en los que respecta a
las condiciones laborales y la disconformidad con ello y por otra parte argumentos en
virtud de los cuales Juan minimiza los efectos de la flexibilización laboral en su vida e
incluso los justifica.

Primer Grupo, argumentos en virtud de los cuales Juan da cuenta de sí mismo como un
trabajador social que tiene una mirada crítica de la realidad.

La primera oposición da cuenta del momento en el cual Juan decide estudiar Trabajo
Social, ya que considera que esta carrera le podría brindar la posibilidad de realizar
algunas acciones frente a fenómenos sociales que consideraba injustos:

No poder hacer nada ante los fenómenos sociales de intervención/ poder hacer
algunas cosas desde el Trabajo Social.

Además de lo anterior esta elección le permitiría generar una mirada crítica frente a
otras profesiones que no brindarían esa posibilidad como por ejemplo, derecho, que se
ejercería de manera robótica:

59
Generar una mirada crítica desde el ejercicio profesional/ Trabajar y ejercer de manera
mecánica.

Con la formación profesional en la escuela de Trabajo Social de la UV, esa mirada crítica
incipiente se va desarrollando aún más y perfeccionando, por lo cual se destaca la
adquisición de mayor conocimiento en concordancia con su carga ideológica valórica
anterior. En este sentido, se destaca que la formación en la Universidad de Valparaíso
acentuaba aspectos más operativos, mientras que la Universidad Católica lo reflexivo:

Sello operativo de la Universidad de Valparaíso / Sello reflexivo de la Universidad


Católica de Valparaíso.

En el espacio laboral esta mirada crítica a la que se hacía referencia, se deja ver en Juan
cuando realiza su autodefinición como un profesional comprometido, y coherente
ideológica, política y prácticamente y la consecuente incorporación de estos aspectos a
la vida personal:

Comprometido y coherente ideológica, política y prácticamente desde el ejercicio


profesional/ Incorporación de estas lógicas al ámbito personal.

Por último la mirada crítica que señala tener Juan se expresaría en la concepción que él
tiene del Trabajo Social y de la valoración existente en torno a las y los trabajadores
sociales como agentes transformadores frente al Trabajo Social asistencialista:

Trabajo social crítico / Trabajo social asistencialista.

Segundo Grupo, elementos relacionados con su inserción y trayectoria laboral, al igual


que las condiciones laborales actuales en el contexto de la flexibilización laboral.

La inserción al mundo laboral de Juan estuvo marcada por la inestabilidad en las


condiciones laborales y la transitoriedad de los trabajos en los que se desempeñaba
generándole incertidumbre frente a la búsqueda de un trabajo con mayor continuidad
laboral:

Trabajo inestable y transitorio, sensación de incertidumbre / aspiraciones de


continuidad laboral.

Sus expectativas laborales, por tanto, implicaban el estar dispuesto a desempeñarse en


algún trabajo que requiriera de esfuerzo frente a la posibilidad de recibir bajas
remuneraciones pero con límites:

Dispuesto a desempeñarse profesionalmente en un trabajo que requiriera harto


esfuerzo / recibir una remuneración baja, con límites tolerables.

La trayectoria laboral de Juan se caracteriza por la incertidumbre e inestabilidad laboral


en virtud de la constante licitación de los programas que se ejecutan en su espacio de
trabajo, sin embargo refiere sentir cierta seguridad, ya que considera que es considerado
por la ONG para participar en otros proyectos:

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Trayectoria caracterizada por la incertidumbre e inestabilidad laboral y ausencia de
seguridad social /Seguridad de la consideración de la ONG para trabajar en otros
proyectos.

En cuanto a sus actuales condiciones laborales, se identifica en el relato de Juan cierta


ambigüedad en cuanto por una parte experimenta incertidumbre en virtud del contrato
a honorarios y la constante licitación de los proyectos, sin embargo al mismo tiempo
refiere cierta conformidad con sus condiciones laborales en virtud de la remuneración:

Incertidumbre debido a su forma de contratación (por proyectos licitados) / un sueldo


acorde al de un profesional con 5 años de ejercicio profesional.

Lo mismo ocurre cuando refiere estar consciente de las dificultades que pueden implicar
para él trabajar sin seguridad social como trabajador independiente, pero a la vez señala
comprender que la ONG no puede proveer mayores mejoras, ya que no es un aspecto
que solo les compete a ellos:

Exposición a situaciones de riesgo, estar consciente de dicha exposición, tener una


mirada crítica al respecto / Comprensión y justificación de la situación de precarización
laboral, ya que supera las posibilidades de la ONG, siendo el Estado el principal
responsable.

Por último se destaca que a pesar de que refiere constantemente tener una mirada
crítica de la realidad y de sus condiciones laborales, se destaca su no participación en
alguna organización sindical en pos de visibilizar y mejorar dichas condiciones a pesar de
que reconoce la importancia de los mismos:

Reconocimiento de sindicato de profesionales del área social para mejorar condiciones


de precarización / No participación en el mismo.

4.2 Segunda entrevistada: “Buscando sentido en medio de la crisis”

4.2.1 Descripción de las secuencias del relato de Margarita

Al momento de la entrevista, Margarita, tiene 50 años, se desenvuelve como trabajadora


social en el sector privado y ejerce la maternidad. Se desempeña en un Programa de
Jóvenes Infractores de Ley como Directora del mismo en una ONG de Valparaíso desde
hace nueve años, cuenta con contrato indefinido y seguridad social.

Estudió dos carreras universitarias incompletamente antes de optar por Trabajo Social
(S1), se formó profesionalmente en la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (S2)
desde el año 1988.

Con respecto a su inserción laboral (S3), después de haberse titulado, refiere: “tengo la
sensación que no busqué mucho trabajo” (S3.2), encontró trabajo en una organización
comunitaria como coordinadora de un Programa de prevención de consumo de drogas,

61
donde debió insertarse de forma permanente, viviendo en la comunidad de Villa Arauco
para realizar intervenciones sociales, “mi primer trabajo como trabajadora social fue
inmediatamente de coordinación de un programa de drogas inserto en la comunidad”
(S4.1).

Una vez terminado el proyecto de trabajo en la comunidad, se insertó en el campo de


justicia hasta el día de hoy, ingresando a un Programa de Jóvenes Infractores de Ley a
través de intervenciones ambulatorias. “Se dio lo de ingresar al infractores que fue con
el PIA con un Programa de Intervención Ambulatoria que trabajaba con infractores”
(S4.2).

Evidencia tener una trayectoria laboral continua en el tiempo, desempeñándose


primeramente en el programa de prevención de consumo de drogas, pasando al
Programa de Jóvenes Infractores de Ley desde intervenciones ambulatorias,
posteriormente dice: “empecé a trabajar en una ONG de Valparaíso, y ahí me quede en
distintos programas, y he ido saltando, pero en la misma línea” (S4.3). Respecto a la
importancia de la organización en esa época, refiere haberse movilizado en 1998 por
conseguir una contratación indefinida para todas y todos los trabajadores de la
institución, lo cual perdura hasta el día de hoy. Sin embargo, reconoce que el contrato
indefinido no es el mismo que entendían en antaño, puesto que este contrato hoy en día
tendría límite, ya que este límite hoy en día lo ponen los proyectos.

Mientras trabajaba en los distintos programas, se especializó en mediación y resolución


alternativa de conflictos en el año 2004, posibilitando un cambio lógica en su ejercicio
profesional, “me tendía más esa línea (resolución alternativa de conflictos), que seguir
con esta línea más de infractores que es más positivista, más lineal”, hasta el año 2007
que se desempeñó como coordinadora. En ese mismo año, sus funciones cambiaron,
puesto que comenzó a ejercer un nuevo cargo, esta vez como directora del programa,
funciones que hasta el día de hoy realiza.

Una vez en este cargo, la entrevistada comienza a desarrollar y articular sus vivencias
subjetivas con respecto al espacio de trabajo, refiriendo estar actualmente en una crisis,
debido al contexto cultural y sociolaboral.

Margarita señala que le gustaría que en sus condiciones laborales se tomara en cuenta
que el trabajo que ellos realizan es de violencia y desgastante, por tanto, deberían
modificarse en función de mejoras para la intervención social.

Por último, la entrevistada no sabe cómo se proyecta laboralmente, debido a la crisis que
sufre actualmente. “Podría buscar nuevos horizontes, pero si buscara nuevos
horizontes, no sé qué haría, yo diría que estoy en esa crisis, que no sé qué haría” (S5.1).

62
4.2.2 Descripción de los actantes del relato de Margarita

Para el relato de vida de Margarita, se han identificado 19 actantes, incluida Margarita.


Sin embargo, no todos participan con la misma frecuencia e importancia dentro de la
narración.

Los actantes se dividen en 3 categorías: Personajes, que pueden ser individuales o


colectivos (que refieren a un nosotros); institucionales, que son todas las instituciones
que inciden en el relato; y otros actantes, donde se considerarán la sociedad patriarcal,
el modelo socioeconómico, la flexibilidad laboral, entre otros.

La primera actante es ella misma, durante su relato, adoptaba una posición reflexiva
cuando se refería a sí misma y se daba como testimonio.

En las unidades de parafraseo de Margarita, para referirse a sí misma, utiliza el


pronombre personal en primera persona: “Yo” mencionándose 50 veces, “yo me crie en
dictadura”; “yo creo que eso valoro mucho más…”; “Yo diría…”, en todas las secuencias
con excepción de las proyecciones, generalmente le sucede un verbo para argumentar.

Por otra parte, utiliza el adjetivo posesivo átono “mi” para indicar la pertenencia de algo
o alguien, sucedido por sustantivos, como por ejemplo: “mi vida y mi historia familiar
esta entorno a la justicia social”; “mi formación…”; “mi experiencia…”; “mi mundo
laboral…”. Utiliza este adjetivo 25 veces durante su narración.

En otras ocasiones Margarita forma parte de la narración sin que se mencione de manera
explícita, sin embargo, hace referencia a sí misma en la respuesta, lo cual se constituye
más bien en una argumentación.

En definitiva es posible señalar que constantemente hace referencia a sí mismo para dar
cuenta de sus intereses, expectativas, autodefinición y de su perspectiva respecto al
espacio laboral.

Dentro de la entrevista, la segunda actante que aparece es su hermana, como un


personaje clave a la hora de elegir la carrera de Trabajo Social, puesto que ella estudió
eso.

“Mi hermana estudió servicio social y ahí me gusto más la carrera”.

Pareciera ser que Margarita se proyectaba en la imagen de su hermana, puesto que


ambas tuvieron una larga búsqueda de carreras profesionales hasta que finalmente
optaron por el trabajo social en distintos tiempos. Sin embargo, Margarita reconoce
haber retrasado su proceso de búsqueda profesional por el hecho de que su hermana
estudiaba Trabajo Social.

“Mi hermana también estudió ciencias, matemáticas, informática y después se cambió


a Trabajo social, se cambió como dos o tres años antes que yo ingresara, entonces más

63
bien eso sirvió como para decir “pucha no voy a estudiar lo mismo que ella”, o sea más
bien fue como para retrasar mi propio ingreso en el área social”.

El tercer actante, de carácter colectivo, es la familia de la entrevistada, en quien vio un


apoyo y respaldo a la hora de tomar sus decisiones, principalmente en la elección de las
carreras profesionales que estudió. Margarita menciona que proviene de una familia de
educadores del área científica con interés político, por lo cual, en un principio optó por
una carrera de las ciencias naturales. Sin embargo, ella siempre tuvo la inquietud por el
área social, lo que la motivó a cuestionarse y decidir seguir otro camino.

“Como había esta historia familiar por lo científico, opte por lo científico, pero esa
inquietud social siempre estuvo, fue más bien el proceso de darse cuenta y de asumirlo
como vocación eterna en el ejercicio de la profesión”.

Con respecto a su formación profesional, el quinto actante está conformado por la PUCV
y la Escuela de Trabajo Social. Se infiere del relato de Margarita que se refiere a la
universidad y a la escuela de trabajo social como un mismo actante, sin embargo ella lo
engloba y menciona como “la católica”, "A mí me gustó la formación que yo tuve en la
católica, una buena formación".

Principalmente la relación que mantiene con este actante es respecto a las enseñanzas y
herramientas que la institución le ha entregado para enfrentarse al mundo laboral y a su
mundo personal también.

“A mí me formaron que efectivamente tienes que seguir formándote, porqué, porque la


realidad es dinámica, porque los tiempos cambian, porque la realidad es dinámica,
porque todas las ciencias sociales cambian, entonces mi formación tiene que ver con un
concepto más de cómo mirar la realidad, más que las herramientas estrictas, yo creo
que eso valoro mucho”.

El Programa de Drogas se conforma como el sexto actante del relato, puesto que es la
primera institución en la que la entrevistada se desempeñó laboralmente una vez
titulada de Trabajo Social. Margarita reconoce lo enriquecedor que fue para ella trabajar
con comunidad al iniciar su inserción laboral.

La ONG de Valparaíso, se constituye como otro actante relevante, dentro de este actante
institucional se agruparan una serie de personajes tales como, los programas en los que
se ha desempeñado (PIA, Programa de Jóvenes Infractores), sujetos de atención, equipo
de profesionales y SENAME, que permitirán articular el relato que otorga Margarita con
respecto a su espacio laboral.

Hace 20 años Margarita ingresó a desempeñarse laboralmente en la ONG, y ha podido


transitar de programa en programa, adquiriendo conocimientos y aprendizajes, en el
área de justicia.

“Se dio lo de ingresar al infractores que fue con el PIA con un Programa de Intervención
Ambulatoria que trabajaba con infractores (…) De ahí empecé a trabajar en la ONG de

64
Valparaíso, y de ahí me quede en distintos programas, y he ido saltando, pero en la
misma línea”.

Dentro de la ONG de Valparaíso, tuvo la posibilidad de especializarse en mediación y


resolución de conflictos, lo que le ha permitido poder desenvolverse en otra área distinta
de infractores que le ha hecho “cambiar la lógica” de trabajo que llevaba hasta el
momento. “Yo empecé a especializarme en lo que es mediación y resolución de
conflictos (…) De ahí salté a los programas de mediación y servicio en beneficio a la
comunidad y ahí cambié la lógica”.

Por otra parte, a lo largo de su trayectoria laboral en dicha institución, ha realizado


distintas funciones, primero ingresó como delegada, coordinadora y en la actualidad
ejerce como directora de un programa, lo que ha posibilitado un desarrollo personal y
laboral. “Primero del 2004 al 2007 con modalidad de coordinación, porque eran
programas pilotos y del 2007 a la fecha, de dirección”.

Sin embargo, su relación con este actante institucional y con el Programa de Jóvenes
Infractores, hoy día se ve tensionada por un estado de crisis laboral, debido al contexto
sociolaboral en el cual ejerce. “Yo diría que debe ser del año pasado o antepasado, que
se empezó a complejizar el perfil de atención, porque no nos derivan los jóvenes que
nos deberían llegar”, “yo diría que las crisis las empecé a tener ahora de ya grande, que
tiene que ver con los contextos culturales que han ido cambiando”, “cada vez es más
difícil, o sea, lo, las intervenciones como se plantean desde el SENAME están cada vez
más rígidas”.

Por último, dentro de este grupo, está el equipo de profesionales, con quienes se
relaciona directa y cotidianamente Margarita. Dentro del relato, cuando ella habla de su
equipo de profesionales y compañeros, lo hace para referirse en dos ocasiones distintas,
la primera, para evidenciar que los nuevos profesionales con quienes debe trabajar
vienen con una lógica distinta de intervención, por lo mismo, las intervenciones se han
complejizado, ya que no existirían objetivos comunes. Y por otra parte, a pesar que
exista esta lógica distinta de trabajo, habla de ellos cuando debe reflexionar sobre cómo
la definirían, por lo mismo, comenta que mantiene buena relación y Margarita piensa
que ella como profesional y directora sí está legitimada técnica y teóricamente para
ejercer su cargo, además agrega que cree que tiene un estilo de liderazgo más
democrático que autoritario.

Otra actante importante que reconoce Margarita es su hija, para referirse a ella, la
entrevistada menciona los cambios que vivenció dentro de su espacio laboral cuando
llegó su hija, "Mis deseos de expectativas empezaron a cambiar con los años y con la
hija”. Habla de ella mencionando el impacto de la maternidad en su vida personal y
profesional, “Yo creo que la maternidad, eh, qué lo que es eso, va en conjunto, no es
que yo me salga de la oficina y sea madre para allá, sino que más bien soy todo eso
junto”, “si te dedicas completamente a la profesión el costo de los hijos, estamos en un

65
sistema en que para trabajar de ocho a seis, esos horarios malditos de ocho horas, si
tenis familia ¿qué hacis?”.

La hija marca un antes y un después dentro de la concepción del trabajo de la


entrevistada, ya que antes de su nacimiento, Margarita se consideraba una persona “feliz
e indocumentada” entendiendo esta frase como ser una persona sin preocupaciones y
responsabilidades más grandes que trabajar, no obstante, cuando nació su hija, sus
expectativas laborales se modificaron, ahora debía trabajar y además ejercer la
maternidad. Sin embargo, en ningún momento se plantea esta relación como un
impedimento u obstaculizador para desarrollarse profesionalmente, al contrario,
evidenció tener mayores y mejores motivos para trabajar.

Por otra parte, para referirse a la maternidad, considera necesario hacerlo desde una
perspectiva estructural como lo es la cultura patriarcal que está latente en Chile, para
ella: “la variable de género todavía nos sigue incidiendo a las mujeres como más
profesionales en los espacios públicos”, “Como estamos en una cultura patriarcal igual
se producen ciertas diferencias”.

Finalmente, en otros actantes, se considerarán todos los aspectos estructurales que


performan sus relaciones interpersonales e institucionales, como la flexibilidad laboral,
las políticas públicas y derecho laboral.

Margarita narra que en la actualidad, en materia laboral, han existido una serie de
cambios estructurales que han permeado en la vida personal y laboral, para referirse al
contexto actual, ella dice que: “El contexto como están ahora, yo creo que ahora está
adverso, ahora están medio bastante neoliberalizado, instrumentalizado, yo creo que
esta adverso”; sería esta adversidad la que estaría impactando en su vida laboral,
considerándola como la principal causa de su crisis.

Cuando se refiere a las políticas públicas, también lo relaciona con el derecho laboral,
creyendo que actualmente ganó el espacio privado, es decir, las políticas de corte
neoliberal que impiden al Estado ejercer un rol más activo. “Yo creo que tuvimos un
retroceso con la ley laboral, que no la hemos recuperado, bajo ninguna circunstancia,
ganó lo privado, yo creo que las políticas públicas deberían ser estatales, o sea,
reconociendo que igual tiene un montón de fallas también eso, pero deberían ser más a
largo plazo, no licitadas”.

4.2.3 Descripción de los argumentos del relato de Margarita

A partir de lo ya descrito y de la revisión del relato que Margarita organiza para


desarrollar de manera coherente su línea argumental, es posible señalar que la
entrevistada articula su narración en torno a un eje que desarrolla en el transcurso de la
entrevista y que corresponde al “estar en crisis”.

66
Esta argumentación se desarrolla en torno a tres momentos, conformados por el tiempo
verbal en el cual se desarrollan sus argumentos. El primero, corresponde al “antes” del
estado de crisis, el segundo corresponde al presente, estado actual de crisis y finalmente,
el tercero corresponde al futuro y las proyecciones que tiene para ella misma con
respecto a su estado.

“Lo que pasa es que, uh, eso es súper profundo, porque yo diría que hace como dos o
tres años, uno claro, uno podría pensar a esta edad con 20 años de ejercicio, yo quisiera
tener ciertos reconocimientos o ciertos elementos que me dijeran ya mi carrera
profesional tuvo frutos”.

Al momento de la entrevista, Margarita al ser consultada por su trayectoria laboral,


refiere espontáneamente estar actualmente en una crisis, ya que para ella la profesión
del Trabajo Social y en general su visión de la vida tienen que ver con el aporte que cada
uno puede realizar, en su narración ella dice: “tiene que ver con el sentido que me a mí
me da esa profesión a lo largo de mi vida y desde esa perspectiva yo diría que las crisis
las empecé a tener ahora de ya grande, que tiene que ver con los contextos culturales
que han ido cambiando, pero antes de eso, no tenía mayores crisis, no tenía mayores
problemas, ni siquiera de plata, no tanto, yo creo que antes me pagaban menos y era
más feliz”.

Al ser consultada por estos contextos culturales, menciona que para ella el contexto es
adverso, está neoliberalizado e instrumentalizado, características por las cuales
considera que hoy día es más difícil encontrarle el sentido a las cosas.

Por otro lado, y como parte de este contexto, sin mencionarlo explícitamente, la
entrevistada aborda una de las consecuencias en el trabajo que desempeñan los
profesionales del área social con la tercerización de las políticas públicas, debido a las
políticas de corte neoliberal en el contexto de flexibilización laboral. “Ustedes
comprenderán que estamos en programas de licitación, ese es un tremendo tema,
porque ahí sí que no tienen estabilidad laboral” para ella estar en programas de
licitación guarda relación con un aspecto más estructural proveniente del Estado, “yo
creo que tuvimos un retroceso con la ley laboral, que no la hemos recuperado, bajo
ninguna circunstancia, ganó lo privado, yo creo que las políticas públicas deberían ser
estatales”.

Siguiendo esa línea, para ella, además de la sensación de inestabilidad laboral por los
proyectos licitados, también se ha complejizado el campo de justicia en el que ella
ejerce, “yo creo que en esta área, en la mía de infractores de leyes, eh, se ha ido
poniendo más inhóspito el camino y que tiene que ver con cómo se ha ido
estructurando la ley, cómo se ha ido aplicando” es decir, la tercerización de las políticas
públicas, no solo trae consecuencias a nivel contractual, sino que además en el mismo
ejercicio de la profesión y en las intervenciones.

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Los argumentos que Margarita utiliza para referirse al primer momento, guardan
relación con cómo se desenvolvía su trayectoria laboral antes de verse a ella y su entorno
afectado por la tercerización y sobre cómo se llevaban a cabo las intervenciones.

En concordancia con lo anterior, ella menciona: “ingresar a infractores, ese fue un hito
relevante, trabajamos en esa época con los PIA si no me acuerdo, no sé si eran CRD o
PIA, que eran programas de intervención ambulatoria y eso nos permitía generar cosas
súper interesantes”. En ese sentido, Margarita comenta que ella siempre busca la forma
de generar estrategias y realizar intervenciones que sean creativas, argumentando que
“en ese sentido era como mucho ser, pero también desde pensar la intervención,
entonces yo creo que esa ha sido como la tónica de mi intervención, buscarle el sentido,
no solo teórico y técnico, sino también el sentido humano de lo que uno trabaja”.

Cuando se refiere a un antes en la intervención, comenta que: “antes lo que uno podía
hacer, te planteaban los objetivos y uno definía la intervención” a diferencia de hoy,
que los objetivos y las intervenciones vienen determinadas y definidas por el Servicio
Nacional de Menores (SENAME).

Frente a esa situación, y con la pretensión de cambiar la lógica positivista, se especializa


en mediación y resolución alternativa de conflictos para pasar de una lógica individual a
una comunitaria.

Por otra parte, aborda cómo han cambiado las condiciones laborales en los
profesionales, afectando directamente las intervenciones sociales.

“Ese contrato indefinido que uno entendía con anterioridad, ese contrato ya no existe,
porque lo que tu observas ahora que el indefinido dura lo que te dura el proyecto, nada
más, si dura cuatro años, tu indefinido son cuatro años, te pueden indemnizar por
cuatro años no más (…) El limite lo ponen los proyectos (…) y además eso te influye en
la intervención, porque además todos los proyectos se licitan cada dos o tres años, o
sea tu intervención tú la planificas para dos o tres años, no más, eso también, cuando
hablamos al principio del desgaste, yo diría que tiene que ver con eso, con el contexto
actual del ejercicio de la profesión, con esto de los programas licitados, con esto de que
no tengas proyección en tu intervención, eso si antes cuando yo entre a trabajar
estaba, estaba más menos, no se po, en comunidad te podías proyectar cinco años,
pero ahora no po, la institución son como de seis meses en algunos proyectos, y eso es
como de qué estamos hablando, te demorai seis meses en hacer el diagnostico, cachai,
entonces como disculpen así como cuando mira para arriba y dice “¿quién está
elaborando esto?” es alguien que está muy alejado de la realidad, eso me produce,
cuando hablamos al principio, el desgaste, el cansancio, eso me lo produce, no tanto
los jóvenes o la intervención en sí misma”.

Finalmente, en cuanto a su futuro y sus proyecciones, refiere que su crisis actual no le


permite ver con claridad qué es lo que le gustaría realizar más adelante, puesto que,
como se ha mencionado anteriormente, para ella la vida tiene que vivirse con sentido, y
hoy no logra ver cuál es ese sentido, debido a la crisis, además considera que por su

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edad, no puede cambiarse de trabajo tan fácilmente. No obstante, menciona que le
gusta el área en el que se desempeña, reflexionando que quizás por eso no se ha
cambiado.

“Podría buscar nuevos horizontes, pero si buscara nuevos horizontes, no sé qué haría,
yo diría que estoy en esa crisis, que no sé qué haría (…) Yo creo que la vida tú la tienes
que vivir con sentido, porque uno camina en la vida y uno camina con la muerte, por lo
tanto cuento tú te encuentres, mi percepción, es que te tienes que encontrar en paz, y
eso significa que lo tienes que hacer día a día, en ese sentido, a mí me gusta hacer lo
que realmente tiene sentido para mí, en lo cual yo me pueda sentir realizada, sino no lo
hago, pero eso sí que es individual, absolutamente, y eso si yo creo que tiene que ver
con mi experiencia de vida, claro que, es como, la vida es un regalo y hay que saber
vivirlo bien, para algunos de una manera, para otros de otra, eso es súper personal,
pero yo creo que hay que vivirla, o sea vivirla, no sobrevivirla, no estar ahí llevando el
paso, a pesar de los costos que significa”.

4.2.4 Oposiciones de las secuencias del relato de Margarita

La primera oposición que se evidencia en la secuencia número uno es que Margarita


estuvo en una larga búsqueda profesional y antes de convertirse en la profesional que es
hoy, pasó por dos carreras antes.

Optar por las ciencias naturales / Optar por las ciencias sociales.

En cuanto a la segunda secuencia la cual respecta a su formación profesional, Margarita


refiere haber absorbido las herramientas que a ella le permiten ver y valorar la visión de
la realidad más que herramientas prácticas.

Valorar la entrega de una concepción de la realidad como dinámica / Herramientas


prácticas para ejercer.

En cuanto a la tercera secuencia, de la inserción al mundo laboral, Margarita refiere


haberse insertado en un contexto relativamente estable y sin tanta precarización laboral,
a diferencia de hoy.

Inserción en un contexto estable con oferta laboral / Contexto actual de inestabilidad


debido a la tercerización de políticas públicas y contexto socio-laboral adverso.

Con respecto a su trayectoria laboral, Margarita evidenció tener una trayectoria continua
y estable en el tiempo, con sensaciones de inestabilidad debido a la tercerización de las
políticas públicas y una precarización en las condiciones laborales, esto ha provocado
una crisis laboral en su carrera profesional.

Continua y estable en el tiempo / Crisis identitaria debido al contexto socio-laboral


adverso.

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La quinta secuencia constituida por las proyecciones laborales y profesionales, Margarita
expresa que se siente en crisis y que esto no le dejaría ver con claridad qué es lo que le
gustaría hacer más adelante, siente que no tiene los reconocimientos que una persona a
su edad necesita, sin embargo, hasta el momento sigue haciéndole sentido trabajar en la
línea en la cual se desenvuelve.

Continuidad en el cargo durante 9 años sin mayores reconocimientos, cambios en el


contexto sociolaboral, provocan las ganas de emigrar a otros rubros / Temor por su
edad y por encontrar algo que le haga tener sentido a su vida / Vivir la vida con
sentido.
Finalmente en la última secuencia, la entrevistada realiza una comparación entre el
Trabajo Social de generaciones tituladas hace 15 años aproximadamente versus las
nuevas generaciones.

Comprometidas con el cambio social / Instrumentalizadas y neo-liberalizadas.

Trabajo colectivo en virtud de un objetivo común / Trabajo individualista carente de


objetivos comunes.

4.2.5 Oposiciones de los actantes del relato de Margarita

En cuanto a los actantes en la narración de Margarita, las oposiciones identificadas se


describen a continuación.

Con respecto a la primera actante que es ella misma, se identificó lo siguiente:

En la elección de la carrera:

Entrevistada optando por ciencias naturales debido a la inclinación y formación


profesional de su familia / Orientación política familiar de izquierda, contexto social de
dictadura, creencia de que una transformación y cambio social es posible.

Entrevistada tratando de diferenciarse de su hermana / ella misma estudiando la


misma carrera que la hermana.

Acerca de la formación profesional, las prioridades que muestra Margarita con respecto
a las enseñanzas son:

Entrevistada valorando la visión de mundo entregada por universidad / Falta de


reconocimiento por parte de la entrevistada de herramientas técnicas –
metodológicas.

En cuanto a su trayectoria laboral:

Entrevistada intentando constantemente vivir su vida con sentido / Entrevistada en


estado de crisis incapaz de proyectarse.

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Respecto a la autodefinición que Margarita hace de sí misma, es posible identificar que
esta se encuentra en directa relación con su trayectoria laboral.

En relación al actante institucional de ONG de Valparaíso fue posible identificar diversas


oposiciones.

Entrevistada desempeñándose en una lógica positivista / Entrevistada especializándose


en mediación y resolución de conflictos, desenvolviéndose en una nueva área.

Con respecto a los diversos cargos que ha desempeñado en la ONG desde que ingresó
hasta la actualidad:

Entrevistada desempeñándose como delegada / Entrevistada desempeñándose como


coordinadora / Entrevistada desempeñándose como directora.

En cuanto al actante de los sujetos de intervención:

Se complejizó el perfil de atención / No derivan los sujetos de atención que deben


intervenir

En relación al equipo de profesionales se evidencian tres oposiciones:

Nuevas generaciones de profesionales instrumentalizadas e individualistas, carentes de


objetivos comunes con nuevas lógicas de intervención / Generación de la entrevistada
unida por objetivos comunes.

La entrevistada está legitimada teórica y metodológicamente / Esfuerzo por validarse


por ser mujer.

Estilo de liderazgo democrático / Liderazgo autoritario.

Cuando de su hija se trata, es posible evidenciar que sus expectativas cambiaron, puesto
que refiere no haber tenido antes de la llegada de su única hija:

Entrevistada sin expectativas profesionales antes de tener a su hija / Expectativas


creadas y modificadas debido a la llegada de su hija.

Prioriza el trabajo / Modificación en sus prioridades con su hija.

En cuanto a la maternidad desde un sentido más estructural refiere:

Entrevistada reconoce avances en materia laboral con respecto al género / Aceptación


de una cultura patriarcal que hace que las condiciones aún no sean totalmente iguales
entre hombres y mujeres.

Finalmente, en los aspectos más estructurales que han permeado y performado el


mundo del trabajo con la llegada de la flexibilización laboral:

Implementación de políticas públicas del Estado / Tercerización de políticas públicas.

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Figura de empleador clara / Figura de empleador difusa.

Triunfo de lo privado en materia económica, política, social, laboral, cultural / Rol


pasivo del Estado.

4.2.6 Oposiciones de los argumentos del relato de Margarita

Las oposiciones de los argumentos de Margarita, serán identificadas de acuerdo a los


grupos ya establecidos en la descripción anterior, es decir, un grupo estaría conformado
por los elementos que marcaban un antes y un después en la crisis laboral de la
entrevistada.

Antes, durante y después de la crisis:

Cuando ella ingresó al Programa de Jóvenes Infractores de Ley existía una flexibilidad a la
hora de intervenir, debido a que SENAME enviaba solamente los objetivos que debían
cumplir y los profesionales construían los planes de intervención, eso les permitía
generar intervenciones creativas e interesantes. En la actualidad SENAME envía
determinados y establecidos los objetivos y las intervenciones que deben llevarse a cabo.

Intervenciones a partir de la creatividad del profesional / Intervenciones delimitadas


por la mirada institucional.

Buscarle el sentido humano a la intervención / Reproducir una intervención


establecida.

En cuanto a las líneas de trabajo en las cuales de desempeñaba Margarita, fue posible
identificar que antes cuando se desempeñaba como coordinadora su trabajo tenía una
lógica positivista e individual familiar y en la actualidad, debido a su especialización en
mediación y resolución de conflictos pudo cambiar la lógica de intervención a una más
comunitaria.

Lógica individual / Lógica comunitaria.

Acerca de las condiciones laborales que han gatillado la crisis de la entrevistada, esta
realiza un análisis sobre cómo han cambiado las escenarios laborales con respecto a las
concepciones que se tenían antes y las que se tienen ahora de las condiciones
contractuales.

Contrato indefinido sin fecha de término / Contrato indefinido con fecha de término
(duración dependerá del proyecto).

Contexto antiguo del ejercicio profesional con proyección a largo plazo / Contexto
actual del ejercicio profesional adverso y a corto plazo.

Proyectos de licitación de seis meses / Proyectos de cuatro años.

Sensación de inestabilidad / Poseer contrato indefinido.

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Finalmente, la oposición que puede destacar, relevar y resumir el relato de Margarita es:

Vivir la vida con sentido / Estar en crisis.

4.3 Tercer entrevistado: “Entre la creación y el aprendizaje”

4.3.1 Descripción de las secuencias en el relato de Osvaldo

Al momento de la entrevista, Osvaldo tiene 25 años, ejerce como trabajador social en el


sector público. Se desempeña en el Programa de Integración Escolar (PIE) en un
establecimiento educacional en la comuna de Valparaíso desde hace dos años. Cuenta
con contrato a plazo a fijo y seguridad social.

Eligió estudiar Trabajo Social como primera opción (S1) y fue el primer integrante de su
familia en ingresar a la Educación Superior Universitaria (S2) “Al ser la primera
generación (…) eh nadie digamos tenía un mayor desarrollo como desde lo cognitivo,
desde el conocimiento universitario sino que al contrario tenían mucho oficio” (S2.2) y
se formó profesionalmente como trabajador social (S3) en la Pontificia Universidad
Católica de Valparaíso (PUCV) desde el año 2009.

Una vez egresado de la Escuela de Trabajo Social de la PUCV se inserta en el mundo


laboral (S4) y comienza a ejecutar talleres en Escuelas y Liceos de la comuna, esto a raíz
de la intervención orientada a trabajar con los niños/as y jóvenes afectados por el
incendio ocurrido en ese entonces en la comuna de Valparaíso. “Hicimos un par de
talleres, un par de sesiones, un par de actividades eh, termino ese proyecto, listo todo
bien, diciembre” (S4.5).

Una vez finalizada la intervención, es convocado desde uno de dichos establecimientos


educacionales para una entrevista de trabajo al cual finalmente ingresa como segunda
opción. “En enero me llaman de aquí mismo del establecimiento educacional eh y me,
me dicen que si existe la posibilidad de que yo venga a trabajar para acá” (S4.5) “No
quede seleccionado por la entrevista (…) como por segunda opción ingrese yo” (S4.6).

Desde ese momento el entrevistado comienza a articular su narración respecto a su


trayectoria laboral desde el ejercicio profesional (S5) en torno a su experiencia en el
campo de educación pública, como parte integrante del equipo de la ley de Subvención
Escolar Preferencial (SEP) y con posterioridad, al año siguiente, como parte del equipo
del Programa de Integración Escolar (PIE) siempre desde el aprendizaje y la creación
constante “Nos transformaron de SEP a PIE” (S5.6). Refiere que su trayectoria ha sido
breve, acotada y situada en un lugar y campo que sería el de educación destacando que
esta ha tenido muchos elementos de aprendizaje.

Cabe destacar que la trayectoria laboral (S5) de Osvaldo, se desarrollaría en un contexto


de inestabilidad e incertidumbre laboral. En este escenario, el sindicalizarse se presenta
como un elemento relevante ya que le permitiría resguardarse en el contexto de

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flexibilización laboral del mundo actual del trabajo, visión que compartiría con sus
compañeros de trabajo, al referir que en este contexto es necesario defenderse ante
alguna eventualidad, ya que podrían invocar todas las leyes del código laboral pero
necesitarían tener algún resguardo adicional a dicho código.

Reconoce sin embargo, que existen realidades de otros colegas que vivencian una mayor
precarización laboral como, por ejemplo, los profesionales que trabajan en la red del
Servicio Nacional de menores y que licitan constantemente sus programas, ahí a juicio
del entrevistado habría una mayor flexibilidad laboral.

Osvaldo señala que le gustaría cambiar de su actual condición laboral la sensación de


inestabilidad, algunas concepciones que circundan en el establecimiento educacional
respecto al Trabajo Social y algunas condiciones laborales que les permitan avanzar
hacían un enfoque comunitario en la educación.

Por último, Osvaldo se proyecta laboralmente (S6) en el ámbito de la educación pública,


ante la posibilidad de generar desde ahí, cambios estructurales.

4.3.2 Descripción de los actantes en el relato de Osvaldo

Para el relato de vida de Osvaldo, se han identificado treinta y tres actantes, incluido él.
Los actantes se dividen en 3 categorías: Personajes, que pueden ser individuales o
colectivos (que refieren a un nosotros); institucionales, que son todas las instituciones
que inciden en la construcción del relato; y otros actantes, donde se considerarán todos
aquellos que de forma directa o indirecta permiten al entrevistado construir su relato y
que no pueden ser clasificados en ninguna de las categorías anteriores.

Considerando que en el relato de Osvaldo no todos participan con la misma frecuencia e


importancia dentro de la narración, se describirán aquellos que de manera transversal se
encuentran presentes en la misma o marcan algún hito en la narración.

El primer actante en el relato de Osvaldo es él mismo, quien a lo largo de la narración,


completa y enriquece con frecuencia sus afirmaciones en torno a distintos aspectos. En
las unidades de parafraseo Osvaldo habla de “UNO” para referirse a la elección de la
carrera de Trabajo Social “Cuando uno comienza el camino del Trabajo Social” y a la
formación profesional “Entonces ahí uno va digamos eh cambiando la mirada”.

Por otra parte, Osvaldo se refiere a sí mismo con el pronombre personal en primera
persona “Yo” en 59 ocasiones, para referirse a la inserción en el mundo laboral desde el
ejercicio profesional y en particular, el impacto que le significo las movilizaciones
docentes y estudiantiles “De las movilizaciones estudiantiles, desde la experiencia
individual yo no tenía esa coo…, esa como cosmovisión” y también al aprendizaje
profesional desde esta primera experiencia laboral “Eso es lo que al menos yo he estado
como entendiendo y, y aprendiendo este año de que en realidad el Trabajo Sosical o, o

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la profesión en sí cuando llegai a un lugar es crear, crear, crear, crear, crear”; lo que a
su vez en el relato de Osvaldo se constituye en el eje de su argumentación.

“Yo”, también es utilizado por Osvaldo para referirse a la trayectoria laboral desde el
ejercicio profesional, en lo relativo a la autodefinición que él hace “Yo me definiría como
una entidad mixta”.

En otras ocasiones Osvaldo forma parte de la narración sin que se mencione de manera
explícita, sin embargo, hace referencia a sí mismo en la respuesta, lo cual se constituye
más bien en una argumentación.

En definitiva es posible señalar que constantemente hace referencia a sí mismo para dar
cuenta de sus intereses, expectativas, autodefinición y de su perspectiva respecto al
espacio laboral.

El segundo actante que aparece es la familia de Osvaldo de quienes hace referencia al


señalar que “Nunca habían concebido lo que era el estudiar en la universidad; entonces
eh por mi familia y, y por mi hermano y mi hermana fue bastante bien recibido, o sea
no hubo ninguna dificultad”, esto en consideración de que Osvaldo fue el primer
integrante del grupo familiar en ingresar a la Universidad por lo cual el hecho de que
ingresara a la educación superior universitaria era bien valorado, independiente de la
carrera que él hubiese seleccionado. De su familia menciona también a su padre y su
madre, quienes tampoco habrían conocido la educación universitaria, sino que más bien
una educación basada en los oficios. Si bien no desmerece el desarrollo de los oficios,
Osvaldo identifica la educación universitaria como un mayor desarrollo de lo cognitivo,
lugar que solo el habría alcanzado hasta ese entonces al interior de su familia y ellos se
presentan apoyándolo totalmente en la decisión y valorándolo de manera positiva.

El tercer actante sería la Escuela de Trabajo Social de la Pontificia Universidad Católica


de Valparaíso donde aprendió de las ciencias sociales, que le enseñaron una nueva
concepción del Trabajo Social, pasando de esta noción de ayuda desde la filantropía a
una noción de ayuda orientada hacia el cambio o la transformación social, al respecto
señala “lo que me enseño bueno, más que el Trabajo Social, las ciencias sociales, es que
más allá de la emisión del juicio, en el fondo eh lo que uno va eh, va realizando o va
haciendo es lo que es, ya y ahí uno emite el juicio y uno digamos emite si la ayuda es
buena o es mala”. La Escuela de Trabajo Social influye también en su inserción en el
mundo laboral una vez egresado, ya que desde la escuela le proponen la posibilidad de
trabajar realizando talleres “Desde la escuela me llamaron (…) al momento de egresar
me llaman de la escuela y me dicen que había una posibilidad de trabajar eh mmm, en
escuelas, o sea en escuelas y liceos por el tema del incendio”. Es así que la escuela se
presenta como un actante relevante, en cuanto abre posibilidades para que él pueda
insertarse en el mundo laboral y a su vez es una puerta de entrada para lo que será la
narración en adelante, de la vida de Osvaldo, ya que es a partir de este primer trabajo
que él ingresa a su actual espacio laboral que es donde articula la mayor parte de su
relato en cuanto a la experiencia que ha ido viviendo en el mismo.

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Por último y en relación a lo anterior, de la escuela señala respecto de su inserción en el
mundo laboral y de la complejidad del mismo, la importancia de las herramientas que
proporcionó la formación en la Escuela para desenvolverse profesionalmente. Al
respecto señala “Obviamente eh con la base de eh de, de la escuela, no tengo visión de
otra escuela porque yo estudie en la católica po, pero con esa base de la escuela de la
cato eh, pucha claro desnaturalizando ciertas cosas y en otro así como bueno cachando
como entonces resolvemos” Esto es relevante, ya que la Escuela no solo sería un actante
relevante en la inserción laboral sino que además le aportaría conocimientos y
habilidades que le permiten trabajar sobre la compleja realidad de los sujetos de
intervención, quienes también se constituyen posteriormente en un actante relevante en
la construcción de su relato.

A partir de lo anterior, el cuarto actante se identificará con el nombre de comunidad


educativa, esto para agrupar una serie de personajes (individuales y colectivos),
instituciones y otros actantes que le permiten a Osvaldo articular el relato en lo que
respecta a su espacio laboral. En este sentido, la primera institución que aparece es el
Establecimiento Educacional, que es el espacio donde actualmente se desempeña como
trabajador social luego de su primera inserción laboral “Y ahí ya comencé a lo que hasta
ahora trabajar acá en el establecimiento educacional”. Es en este lugar, donde
interactúan los distintos actantes de la comunidad educativa en virtud del trabajo que se
realiza con los estudiantes. En ese sentido el actante que sigue es el equipo de trabajo de
Osvaldo correspondiente al personaje colectivo Equipo PIE y a su vez aparece un
personaje individual, que aun cuando forma parte de dicho equipo es individualizada por
el relator como la colega de labores; ambos serían quienes han aportado a que Osvaldo
vaya aprendiendo a construir el trabajo con los y las estudiantes “Desde tus propios
equipo, del cual tu trabajas, de la propia cola, eh, colega que, que, que es mi
compañera de labores eh, te va enseñando formas”.

Los actantes que siguen como parte de esta comunidad educativa serían las instituciones
del Ministerio de Educación y la Corporación Municipal de Educación, a quienes
Osvaldo hace referencia principalmente para dar cuenta de cómo estas estructuras más
bien dificultan o limitan la intervención con los estudiantes. Por una parte el Ministerio
de Educación que no propone lineamientos de acción claros para el trabajo que debe
desempeñar el equipo PIE y que tampoco provee los instrumentos de registros
necesarios para la intervención “ya hay una ficha, ya ¿la inventamos nosotros o hay una
ficha?, no, no hay ninguna ficha en el ministerio, ya hagámosla nosotros, entonces
todos esos elementos eh es pura creación” y la Corporación como una Institución que no
proporciona a los estudiantes ciertas condiciones básicas para ejercer el derecho a la
educación “Eh si a mí me llegaba una plata pero este año no me ha llegado” y ¿de
dónde viene esa plata?, de la corporación entonces vay golpiai puertas en la
corporación, “no, no tenemos plata”. En virtud de lo anterior, se identifica el siguiente
actante de la comunidad educativa que serían los y las estudiantes, sujetos de
intervención a quienes se refiere con el nombre de “chiquillos” dando cuenta
principalmente de ellos y de su realidad educativa, social, familiar, económica; entre

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otras. Son variadas las ocasiones en las que Osvaldo habla de los “chiquillos”, sin
embargo, en todos los casos lo hace para dar cuenta de la complejidad de trabajar en ese
contexto educacional, lo cual se acrecienta con las limitaciones estructurales antes
señaladas. Esta dificultad se acentúa en algunos casos, cuando la visión del trabajo del
equipo PIE que en la mayoría de los casos denomina como “Nosotros”, no se condice con
la perspectiva de los docentes, denominados por Osvaldo profesores, de quienes si bien
reconoce que valoran el quehacer del equipo en el establecimiento, en algunos casos
reducen el trabajo a buscar soluciones mágicas o inmediatas que además no involucran a
los involucrados, es lo que él denomina como “ortopedia social” y a lo cual se vuelve a
referir cuando señala que le gustaría cambiar dicha concepción en el espacio laboral
“Cambiaría la noción que tienen en algunos casos de nosotros como orto, ortopedia
social”. El director del Establecimiento, en ocasiones también dificulta el trabajo, cuando
toman decisiones sin incorporar a los demás involucrados de la comunidad educativa
“Están los directivos y los directivos como tal cumplen una función en el liceo de eh
dirigir y desde la noción más clásica, casi tomar determinaciones según lo que a ellos
les plazca y según lo que ellos quieran para el establecimiento”.

Por último Osvaldo Identifica como actante a la Educación pública refiriendo


nuevamente a las limitaciones de esta “Las condiciones en educación, sobre todo en
educación pública, son bastante limitadas, limitadas y, y muy trabadas por parte de la,
de los organismos institucionales” y hacia el final del relato señala la importancia de
avanzar hacia un enfoque comunitario de educación considerando que la Comunidad
educativa compuesta no solo por docentes sino que por entidades externas, internas y
una estructura social asociada.

El quinto y sexto actante de la historia de Osvaldo corresponde a la institución del


sindicato y a otro actante que corresponde a la flexibilidad laboral. Se ha decidido hacer
referencia a ambos de forma conjunta en virtud de la estrecha relación que tienen en la
construcción del relato del narrador. Osvaldo se refiere al Sindicato de Trabajadores y
Asistentes de la educación en primer lugar para señalar que se inscribió hace seis meses
con la pretensión de protegerse y resguardarse del contexto de flexibilización laboral
“Porque considero que eh, en, en la noción del, del, de la flexibilidad laboral que existe
eh, no hay; eh el empleador jamás te va a proteger eh y en la única fuerza que, que
genera esas protecciones son las organizaciones de trabajadores, históricamente ha
sido así y históricamente yo creo que va a ser así”. A continuación nuevamente hace
referencia a un “nosotros” para dar cuenta de todos aquellos que se sindicalizan como
una manera de protegerse frente a la inestabilidad laboral “Nosotros decimos bueno
pero cómo nos defendemos porque podemos invocar todas las leyes pero tenemos que
tener algún resguardo digamos más que el código laboral”.

77
4.3.3 Descripción de los argumentos en el relato de Osvaldo

A partir de lo ya descrito y de la revisión de los argumentos que Osvaldo organiza para


desarrollar de manera coherente su discurso, es posible señalar que Osvaldo articula el
mismo en torno a un eje que desarrolla en el transcurso de la entrevista y que
corresponde al “crear y aprender”.

Los argumentos serán agregados en dos grupos ambos en relación al eje identificado. Un
grupo estaría conformado por los elementos que condicionan la intervención social en la
inserción al mundo laboral y la trayectoria laboral y que hacen necesario
constantemente el crear y aprender. Otro grupo estará compuesto por las
autodefiniciones del entrevistado y definiciones de los otros que también están
orientados hacia el crear y aprender.

Primer grupo, elementos que condicionan la intervención social en la inserción al


mundo laboral y la trayectoria laboral y que hacen necesario constantemente el crear y
aprender

En cuanto al primer grupo, Osvaldo desarrolla una línea argumental a partir de la


significación que le da a la inserción en el mundo laboral, la cual declara fue “heavy” y ha
sido de puro aprendizaje comenzando a cuestionarse por los elementos adquiridos en la
formación académica profesional y su utilidad para dar cuenta o trabajar en la realidad,
en las situaciones cotidianas. Reitera la idea del aprendizaje pero a partir del choque con
la realidad que él refiere como “mucho darse con las narices o sea con la realidad en la
nariz, así como, como chocar, chocar”.

Parte de esta realidad que le choca se evidencia en una serie de carencias de carácter
material en el espacio laboral, tales como ausencia de escritorios, computadores,
impresora, papelería, agenda, entre otros, lo cual se suma al hecho de que las
instituciones asociadas al ámbito de la educación no proveen líneas claras de trabajo del
quehacer del equipo PIE; por lo cual, su trabajo seria de pura creación.

Todo lo anterior conlleva a un aprendizaje del quehacer profesional “He estado como
entendiendo y, y aprendiendo este año de que en realidad el Trabajo Social o, o la
profesión en sí cuando llegai a un lugar es crear, crear, crear, crear, crear”.

Otro elemento relevante es que en ocasiones el quehacer es reducido a solucionar


problemáticas de forma instantánea y de forma unilateral “prácticamente se nos ve
como casi una ortopedia social, así como “mire eh se me porta mal porque no le
arregla la cabeza ahí”. Reitera que todos esos son los elementos que lo hacen aprender
y que en el desarrollo del relato se comenzarán a bosquejar como aquellos elementos,
que en algunas ocasiones, se transforman en limitantes para la intervención que ellos
intentan desplegar.

En cuanto al impacto del ejercicio profesional en la vida personal, señala que es


inevitable llevar la carga laboral a los espacios personales y destaca que hay que

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aprender a soltar “A nivel personal tu llegai a la casa, pensai en el día mirai pa atrás y
deci chuta pobre cabro, pobre cabra (…)al menos a mí da por conversarlo y decir mira
paso esto hoy día, paso esto y, y un poco como por, por soltarlo así como ya, que, que
suelte también porque también eso hay que aprender”, el paso de la subjetividad
heroica a la realidad que implica darse cuenta de que no es posible cambiar el mundo,
señala que es puro aprendizaje.

La figura del sindicato también se presenta como un elemento de aprendizaje “El


aprendizaje del sindicato es aprender a conocer que en educación eh mmm, no se
propician espacios de educación para quienes ejercemos un rol educativo, y en este
caso los asistentes de la educación si bien están eh no se po, se forman espacios de, pa
que ellos aprendan cosas”. Además el sindicato se presenta como una institución que los
resguarda ante la desprotección laboral ocasionada en el contexto de flexibilización
laboral que conlleva a la existencia de condiciones que se constituyen en limitantes para
la intervención y por ende para el ejercicio profesional con los y las estudiantes. En la
práctica como ya se señaló se traducen en falencias de carácter material. Al mismo
tiempo Osvaldo considera que sus condiciones laborales no serían “ni muy malas ni muy
buenas” ya que habrían colegas que se encontrarían en condiciones de mayor
precarización. A pesar de esto destaca que no son condiciones laborales resueltas
“Cuando te dicen arréglatelas tú, eso es porque no hay condiciones para hacer cosas” y
esas condiciones finalmente impactan en la línea argumental que desarrolla Osvaldo a lo
largo del relato, ya que no le queda otra alternativa que crear y aprender en esas
condiciones.

Segundo Grupo, autodefiniciones del entrevistado y definiciones de los otros que


también están orientados hacia el crear y aprender

En cuanto al segundo grupo, Osvaldo se muestra como un profesional que trata de dar
respuesta a las problemáticas a pesar de las limitantes existentes “Cuando tú ves que ya
las mismas condiciones que genera el propio sistema están viciadas, empezai digamos
como a ver ya qué herramientas podemos utilizar”.

Esto podría relacionarse con el hecho de que entre sus expectativas como trabajador
social están el aprender, el crecer como profesional y hacer todo lo posible por realizar
bien su trabajo, en definitiva efectivamente generar condiciones de cambio “La
expectativa era bueno trabajar, desarrollarme, crecer eh, aprender y ojala hacer las
cosas súper bien y ojala hacerlas súper bien”.

Cuando Osvaldo describe su trayectoria nuevamente señala que es breve y acotada pero
con muchos elementos de aprendizaje y que está marcada por el paso de ser trabajador
social de Ley SEP a PIE “Es una trayectoria bastante breve, acotada, situada en un lugar,
eh situada en un campo además que es el de educación eh, pero con muchos elementos
de aprendizaje”.

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Osvaldo se autodefine como una mixtura, y como un profesional abierto a aprender. En
cuanto a la definición de sus compañeros cree que lo definirían como un profesional
abierto y que hace bien la pega.

La expectativa de los otros se condice con la expectativa que él tiene de sí mismo como
trabajador social que es hacer bien la pega “Una expectativa particular yo creo que es
hacer bien la pega, es cumplir con, con lo que esta eh determinado tanto en el
programa de integración como con lo que uno va eh declarando que va a hacer,
cumplirlo, realizarlo”.

4.3.4 Oposiciones en las secuencias del relato de Osvaldo

Como se señaló en la descripción anterior, Osvaldo elige estudiar Trabajo Social y se


convierte en el primer integrante del grupo familiar en ingresar a la universidad, frente a
la formación de la familia caracterizada por el desarrollo de los oficios:

Primera generación que ingresa a la educación superior/ Cuatro generaciones


anteriores en la familia, caracterizadas por el desarrollo de los oficios y de lo técnico.

Osvaldo se forma profesionalmente en la escuela de Trabajo Social de la Universidad


Católica de Valparaíso y una vez egresado se inserta en el mundo laboral en el campo de
educación sin estar aún titulado. Con posterioridad es convocado a una entrevista de
Trabajo desde uno de los establecimientos educacionales, donde finalmente es
seleccionado para el puesto de trabajo por lo cual se identifica a Osvaldo con
posibilidades de trabajo sin estar titulado y luego de titularse:

Ejecución de talleres sin estar titulado en escuelas y liceos de Valparaíso con


posterioridad al incendio/Posibilidad de trabajar como trabajador social titulado en el
establecimiento educacional.

Presentación a entrevista no quedando seleccionado/Ingreso al trabajo del


establecimiento como segunda opción ante la renuncia de la colega seleccionada.

Por último, en cuanto a la trayectoria laboral de Osvaldo como trabajador social, refiere
que esta ha sido breve y acotada en el tiempo y en un área específica que sería el de
educación. Se destaca el cúmulo de aprendizajes frente a esta primera experiencia
laboral aun breve y acotada y estaría marcada por el transito del entrevistado de ser
trabajador social perteneciente a la ley SEP a ser trabajador social del PIE:

Primera experiencia laboral como trabajador social / Cúmulo de responsabilidades


asociadas al cargo de trabajador social del establecimiento.

Trabajador social de la ley SEP / Trabajador social del Programa de Integración Escolar.

80
4.3.5 Oposiciones de los Actantes del relato de Osvaldo

En cuanto a los actantes en el cuento de Osvaldo, las oposiciones identificadas se


describen a continuación.

Respecto al primer actante que es él mismo, se identificó lo siguiente:

En la formación profesional Osvaldo comienza a cambiar la mirada con la cual en un


comienzo ingresa a la carrera:

Entrevistado con una mirada asistencialista de la ayuda / La universidad, el Trabajo


Social y las ciencias sociales aportando una nueva mirada de la relación de ayuda
orientada al cambio social.

En cuanto a su inserción en el mundo laboral se destaca el impacto a su cosmovisión en


virtud de la movilización docente y estudiantil y la implicación de apoderadas/os en
contra de la misma:

Entrevistado con una noción lineal del transcurso del año académico / Movilizaciones
estudiantiles y de profesores en el establecimiento que interrumpen el transcurso
lineal del año académico.

Apoderados/as del establecimiento en contra de las movilizaciones de profesores /


Profesores movilizados por mejorar la educación.

Respecto de la autodefinición que Osvaldo hace de sí mismo, es posible identificar que


esta se encuentra en directa relación con la experiencia laboral adquirida en su corta
trayectoria, logrando identificar la siguiente oposición:

La mixtura de la trayectoria caracterizada por el aprendizaje de equipo del trabajo del


entrevistado (equipo multidisciplinario) / Aprendizaje desde los otros involucrados
(profesores/as, asistentes de la educación, paradocentes, auxiliares y estudiantes).

El segundo actante en el relato de Osvaldo es su familia, quienes se conforman como


actantes en cuanto constituyeron un apoyo importante para el entrevistado para
ingresar a la educación superior universitaria al ser el primer integrante de la familia en
alcanzar dicho nivel de estudios, frente al colegio en el cual Osvaldo cursa la enseñanza
media, que naturalizaba el ingreso de los estudiantes a la educación superior:

Apoyo de la familia (padre, madre, hermano y hermana) al ser el entrevistado el


primero en ingresar a la educación superior/ Colegio que naturalizaba el ingreso de los
estudiantes a la educación superior y adquirir la calidad de profesionales.

El tercer actante corresponde a la Escuela de Trabajo Social de la PUCV que le permitió


cambiar la concepción del Trabajo Social desde una mirada asistencialista a otra de
cambio:

81
Entrevistado con una mirada asistencialista de la ayuda/La universidad, el Trabajo
Social y las ciencias sociales aportando una nueva mirada de la relación de ayuda
orientada al cambio social.

La Escuela de Trabajo Social influye también en su inserción en el mundo laboral una vez
egresado, ya que desde la escuela le proponen la posibilidad de trabajar realizando
talleres en el contexto del incendio ocurrido en Valparaíso, mientras que su pareja
también se había visto afectada por dicho incendio:

En el contexto del incendio de Valparaíso, Escuela de Trabajo Social PUCV ofrece al


entrevistado posibilidad de trabajar en talleres a ejecutar en escuelas y liceos / Pareja
afectada directamente por el incendio.

Por último en su inserción al mundo laboral se destacan la importancia de las


herramientas que proporcionó la formación en la escuela para desenvolverse
profesionalmente, pero a la vez los aprendizajes adquiridos desde la praxis que escapan
a los aportes teóricos en virtud de la complejidad de la realidad social:

Aprendizajes aportados por la escuela de Trabajo Social PUCV/Aprendizajes del


entrevistado desde la praxis en el establecimiento a partir de la realidad de los
estudiantes y de los conocimientos de su colega.

El cuarto actante, que se identificó fue la comunidad educativa, que se encuentra


conformada por distintos personajes, instituciones y otros actantes. Para efectos de no
desagregar en exceso el análisis estos serán enumerados y luego se establecerán las
oposiciones identificadas.

Como parte de la comunidad educativa se encuentra: el establecimiento educacional, el


equipo PIE, la colega de labores, el Ministerio de Educación, la Corporación Municipal de
Educación, nosotros; profesores, directivos del establecimiento y la educación pública.

En primer lugar se identifica la decisión del entrevistado de trabajar en un


establecimiento educacional frente posibilidades laborales en otras áreas.

El entrevistado que descarta trabajar con jóvenes involucrados en prácticas delictivas /


Entrevistado decidiendo trabajar con estudiantes en un establecimiento educacional.

El establecimiento educacional se constituye en la institución donde Osvaldo se


desempeña como trabajador social y donde transcurre la interacción de los actantes de
la comunidad educativa, la cual está marcada por la complejidad de la realidad social en
la que se interviene y las limitantes estructurales del sistema educativo:

Equipo multidisciplinario intentando resolver y hacerse cargo de las problemáticas de


la realidad de los estudiantes (de índole económica o social) incidido también por la
formación universitaria de la escuela de Trabajo Social de la PUCV en el caso del
entrevistado/Limitantes estructurales por parte de la corporación municipal de
educación o los directivos para promover alternativas de solución.

82
Esta complejidad de la realidad de la vida de los estudiantes del establecimiento se
presenta también en oposición a la realidad educacional que tuvo el entrevistado:

Complejidad de la realidad de vida de los estudiantes que dificulta el ejercicio del


derecho a la educación/Realidad de vida del entrevistado en la cual se naturalizaba el
ingreso a la educación superior y el adquirir la calidad de profesional.

Y en el contexto de dicha realidad el desinterés de los estudiantes por ejercer el derecho


a la educación frente a una lucha histórica por conseguir una educación gratis, universal
y de calidad:

Lucha histórica por una educación gratuita, universal y de calidad/Estudiantes que no


se interesan por ejercer ese derecho.

Se identifica también la tensión existente entre la noción de trabajo del equipo PIE y la
promovida por otros profesionales del establecimiento:

Equipo PIE concebido por el entrevistado como un “nosotros” promueve educación


inclusiva / Otros miembros del establecimiento educacional con una concepción
reducida a lo técnico-operativo, en especial profesores que conciben el Trabajo Social
como una ortopedia social, donde la inclusión queda más bien al margen.

Y la mirada de los profesionales del equipo multidisciplinario reducida al trabajo técnico


del Trabajo Social y a la vez la valoración del Trabajo Social para pronunciarse en
distintas áreas:

Profesionales del equipo multidisciplinario con una visión del Trabajo Social reducido a
las entrevistas informes y visitas domiciliarias/ Profesionales del equipo
multidisciplinario validan la opinión desde el trabajador social en torno a las distintas
disciplinas (Psicología, pedagogía, entre otros).

Por último, a pesar de las tensiones existentes entre los personajes de la comunidad
educativa en virtud de la diversidad de nociones presentes en torno al trabajo a
desplegar, se destaca el interés común por la educación y los estudiantes frente a las
limitantes de carácter institucional u otras que condicionan el derecho a la educación de
los estudiantes:

Una comunidad educativa compuesta por directivos, asistentes de la educación,


profesores, entre otros que trabajan por garantizar el derecho a la educación a los/as
estudiantes/limitantes de carácter cultural, social; entidades internas y externas que
condicionan el derecho a la educación a los/as estudiantes.

El quinto y sexto actante, corresponde al sindicato y la flexibilización laboral, se identifica


como oposición las motivaciones de Osvaldo de participar en el sindicato en cuanto le
provee ciertos resguardos en materia laboral frente a la desprotección existente en
virtud de la flexibilización laboral:

83
Desprotección laboral por parte del empleador en el contexto de flexibilización
laboral/Protecciones desde las organizaciones de trabajadores como resultado
también de procesos históricos.

Entrevistado y su actual condición laboral donde las leyes que los amparan, ni un
contrato de trabajo indefinido son suficientes, ya que la continuidad en el espacio
laboral depende de muchos actores (Director del establecimiento, corporación
municipal de educación, entre otros)/Sindicato como resguardo

Además el sindicato se presenta como una instancia en la que se puede visibilizar la


precariedad de las condiciones laborales de trabajadores y asistentes de la educación:

Condiciones de la educación pública limitadas y trabadas por organismos


institucionales y la misma ley tanto a los trabajadores de la educación como a los
estudiantes/Sindicato como organismo que visibiliza la precariedad de las condiciones
laborales y el entrevistado como parte del sindicato que plantea la necesidad de que
las condiciones laborales dignifiquen el quehacer del trabajador.

4.3.6 Oposiciones de los argumentos del relato de Osvaldo

Las oposiciones de los argumentos de Osvaldo, serán identificadas de acuerdo a los


grupos ya establecidos, es decir, un grupo estaría conformado por los elementos que
condicionan la intervención social en la inserción al mundo laboral y la trayectoria laboral
y que hacen necesario constantemente el crear y aprender. Otro grupo estará
compuesto por las autodefiniciones del entrevistado y definiciones de los otros que
también están orientados hacia el crear y aprender.

Primer grupo, elementos que condicionan la intervención social en la inserción al


mundo laboral y la trayectoria laboral y que hacen necesario constantemente el crear y
aprender

La primera oposición da cuenta de la inserción al mundo laboral en cuanto a los


aprendizajes adquiridos en la formación académica y la relevancia de los mismos para
trabajar en una realidad compleja que en ocasiones excede la teoría:

Aprendizajes académicos/Relevancia de dichos aprendizajes en situaciones cotidianas


de la realidad laboral.

Se destaca en virtud de lo anterior, la importancia de la capacidad creadora de Osvaldo


como trabajador social para sortear dicha complejidad:

Complejidad de la realidad social/Aprendizajes basados en la capacidad creadora del


ejercicio de la profesión que permitan sortear dicha complejidad.

Ausencia de instrumentos y pautas a seguir en el ejercicio profesional/Necesidad de


crear en el espacio laboral.

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En ese sentido, se identifica como oposición los esfuerzos de Osvaldo como trabajador
social que conforma el equipo psicosocial, por instalar una mirada inclusiva en la
educación, y el choque de esa mirada con la concepción del Trabajo Social de algunos
compañeros que lo reducen a cambios inmediatos que no incorporan a los involucrados
y que el entrevistado denomina ortopedia social:

Aporte del Trabajo Social como parte del equipo psicosocial del
establecimiento/Trabajo Social concebido como una ortopedia social.

En otras ocasiones el Trabajo Social es reducido a sus dispositivos metodológicos,


técnicos o instrumentales:

Valoración del Trabajo Social en cuanto promueve una educación inclusiva/Reducción


de la profesión del Trabajo Social a los dispositivos metodológicos, técnicos o
instrumentales (elaboración de informes sociales, realización de visitas domiciliarias,
entre otros).

En cuanto al impacto del ejercicio profesional en la vida personal de Osvaldo, se destaca


el traspaso de las problemáticas propias del ejercicio profesional a la vida privada y a la
vez el aprendizaje progresivo de separarlas:

Traspaso de las problemáticas de la actividad profesional al ámbito personal/Aprender


a soltar dichas problemáticas y dejarlas en el espacio laboral.

Ante la inexistencia de espacios de formación de los asistentes de la educación, el


sindicato se presenta como un espacio de aprendizaje de ello y a la vez permite
visibilizarlo:

Inexistencia de espacios de formación o capacitación de los asistentes de la


educación/El sindicato como un espacio donde ello se visibiliza y se participa de los
procesos colectivos de vía democrática y opción política.

Además de constituirse en una instancia de protección frente a la desprotección laboral


existente:

Condiciones de inestabilidad laboral en el actual trabajo/Resguardos que puede


proporcionar la participación en el sindicato ante dicha realidad.

Osvaldo considera que sus condiciones laborales podrían ser aún más precarizadas, sin
embargo reconoce que no están resueltas del todo:

Condiciones materiales e inmateriales que debiese garantizar el empleador al


trabajador/Ausencia de recursos materiales tales como sala de reunión, internet,
impresora, internet, escritorio; entre otros.

Condiciones laborales aceptables/Condiciones laborales que no están resueltas del


todo en virtud de la inexistencia de pautas que indiquen en el caso de la ley SEP cómo
se debe mejorar la educación, que exista una sobrecarga de tareas en el ámbito laboral
dificultando la posibilidad de atender situaciones emergentes.

85
Todas estas condiciones hacen necesario desplegar la capacidad creadora y aprender
constantemente en el ejercicio profesional.

Segundo grupo, autodefiniciones del entrevistado y definiciones de los otros que


también están orientados hacia el crear y aprender

Ante las limitantes estructurales que se encuentran presentes en la intervención social,


Osvaldo considera necesario generar las condiciones para promover cambios en los
sujetos de intervención y a la vez para crecer y desarrollarse como profesional:

Ejercer como trabajador social para crecer, desarrollarse y aprender/Ejercer como


trabajador social para promover condiciones de cambio para otros.

Por lo anterior considera que su trayectoria laboral ha sido breve y acotada pero al
mismo tiempo con muchos aprendizajes:

Trayectoria breve, situada y acotada/Cúmulo de aprendizajes en el breve periodo, que


la hacen caracterizarse por la mixtura.

La definición de los compañeros de él como profesional da cuenta de un profesional que


hace bien el trabajo frente a otras definiciones en las cuales son identificados como
profesionales que pierden el tiempo:

Versátil, abierto a escuchar a emitir opinión y hace bien el trabajo/Profesionales que


“sacan la vuelta”.

Además se destacan entre las expectativas de los compañeros el hacer bien el trabajo y
por otra parte el mismo considera relevante cumplir lo que él propone como trabajo:

Hacer bien el trabajo establecido para el PIE/Cumplir el trabajo propuesto por el


mismo.

4.4 Cuarta entrevistada: “Creciendo profesionalmente en el espacio


institucional”

4.4.1 Descripción de las secuencias en el relato de Bárbara

Al momento de la entrevista, Bárbara tiene 26 años, ejerce como trabajadora social en el


sector público. Se desempeña en la Dirección de Asuntos Estudiantiles (DAE) de la
Universidad de Valparaíso (UV), hace un año y dos meses. Cuenta con contrato a plazo a
fijo y seguridad social.

Bárbara eligió estudiar Trabajo Social como tercera opción (S1), ya que era la carrera de
Derecho su primera opción profesional “Trabajo Social, si fue mi… ¿no… o sí? No, fue mi
tercera opción de ingreso” (S1.1) “Mi primera opción era derecho” (S1.3), por lo cual
comenzó su formación profesional como trabajadora social (S2) en la Universidad de

86
Valparaíso (UV) desde el año 2009, con la pretensión de realizar un cambio interno a la
carrera de derecho el año siguiente, iniciativa que no se concreta por lo cual decide
quedarse y formarse como trabajadora social.

Un poco antes de egresar de la escuela de Trabajo Social de la UV se inserta en el mundo


laboral (S3) en el Departamento de Bienestar de la Universidad Santa María “Yo estaba
trabajando en la Santa María cuando estaba… antes de egresar, estaba en bienestar
estudiantil, estaba viendo el tema de becas y créditos, de atención a estudiantes”
(S3.1). Una vez finalizado el trabajo en dicha Universidad y aproximadamente una
semana posterior a su titulación, Bárbara es convocada a una entrevista de trabajo sin
tener mayores antecedentes respecto al tipo de trabajo para el cual estaba siendo
convocada “Y la verdad, no alcancé ni siquiera a buscar, tenía planeado empezar a tirar
curriculum y todo lo demás, pero no alcancé, porque justo me llaman de… yo no había
postulado a este trabajo, fue un dato interno que se dieron los directores DAE, y me
llamaron para una entrevista que no tenía idea qué era y después descubrí que era
para la DAE de la universidad de acá” (S3.1). En ese instante, Bárbara es seleccionada
como trabajadora social DAE quedando a cargo de dos facultades “Y después me dijeron
que me tocaba… iba a estar yo a cargo de dos facultades” (S3.2) “Eran como mil
estudiantes como de 8 carreras y yo tenía mi secretaria, tenía mi oficina, estaba como
todo armado, faltaba yo no más” (S3.3).

Desde ese momento la entrevistada comienza a articular su narración respecto a su


trayectoria laboral desde el ejercicio profesional (S4) en la Dirección de Asuntos
Estudiantiles de la UV establecida provisoriamente como trabajadora social a cargo de
dos facultades durante un período de tres meses, luego del cual su cargo fue puesto a
disposición en concurso público; en el cual resultó electa y se estableció de manera
oficial y más estable en dicho cargo, ya que implico el tránsito de ser una trabajadora con
contrato a honorarios, a ser una trabajadora con contrato a plazo fijo “Cuando yo entré a
trabajar entré por honorarios (…) entonces, estuve tres meses a honorarios y después
de eso tiraron mi cargo a licitación pública, lo que significa que postularon así... mil
personas (…) Yo también postulé a mi cargo (…) pero después cuando me di cuenta que
habían chicas que ya tenían magister, que tenían estudios en el extranjero... y yo iba a
entrevista y veía a muchas, muchas personas” (S4.1) “Después a pesar de que ser una
persona entre comillas que no tenía experiencia laboral, tenía solamente unos seis
meses anteriores en la Santa María, me veía con poca... yo dije 'no, no creo que quede',
con poca seguridad de que fuera a quedar, pero finalmente me llamaron y me dijeron
que yo me iba a hacer cargo de la facultad, firmé contrato” (S4.2). El relato articula
dicha experiencia laboral con una identificación por parte de Bárbara con el espacio de
trabajo en virtud de las protecciones laborales que este le proporciona y la posibilidad de
crecimiento profesional en un breve periodo de tiempo.

Por lo anterior, para Bárbara su experiencia laboral se desarrolla en un contexto que ella
considera estable laboralmente y del cual solo cambiaría el horario, por uno que sea más

87
flexible, y señala que se proyecta laboralmente (S5) en el mismo espacio de trabajo y en
el mismo cargo al menos por tres años más.

4.4.2 Descripción de los Actantes en el relato de Bárbara

Para el relato de vida de Bárbara, se han identificado veinte y ocho actantes, incluida
ella. Los actantes se dividen en 3 categorías: Personajes, que pueden ser individuales o
colectivos (que refieren a un nosotros); institucionales, que son todas las instituciones
que inciden en la construcción del relato; y otros actantes, donde se considerarán todos
aquellos que de forma directa o indirecta permiten al entrevistado construir su relato y
que no pueden ser clasificados en ninguna de las categorías anteriores.

Considerando que en el relato de Bárbara no todos participan con la misma frecuencia e


importancia dentro de la narración, se describirán aquellos que de manera transversal se
encuentran presentes en la misma o marcan algún hito.

El primer actante es ella misma, quien a lo largo del relato utiliza diferentes
denominaciones para expresarse e incorporarse a sí misma en el relato. En las unidades
de parafraseo, en primer lugar se refiere a sí misma con el pronombre personal en
primera persona “Yo” en 106 ocasiones. Utiliza este pronombre personal para dar cuenta
de la elección de la carrera de Trabajo Social como tercera opción de ingreso a la
educación superior universitaria, y a sus prenociones y prejuicios con la misma “Yo creo
que yo era la que había entrado con más escepticismo”.

Con posterioridad en el relato nuevamente utiliza la palabra “yo” para referirse a su


formación académica en la escuela de Trabajo Social y al cambio en la visión de la misma
“Yo creo que es la primera vez que sentí que de verdad me había enamorado de la
carrera. Y me di cuenta que de verdad esto era lo mío”. Este acontecimiento en el que
ella es la principal actante involucrada marca un hito en el relato, ya que de ahí en
adelante, Bárbara comenzara a describir una trayectoria profesional basada en su
encanto por la profesión y en el crecimiento profesional que ha experimentado en un
breve periodo de tiempo desde su titulación.

Cuando se refiere a sus expectativas también utiliza el pronombre “yo”, señalando


“Cuando ingresé a estudiar yo creo que la expectativa que tenía era de formarme en un
área específica (…) entonces mis expectativas eran altas, que iba a salir como una
profesional altamente capacitada”. Lo mismo ocurre cuando se refiere a su inserción en
el mundo laboral, señalándose a sí misma como yo en reiteradas ocasiones en el
parafraseo para dar cuenta de que fue una motivación insertarse laboralmente en la
Universidad donde ella había estudiado “Y dije ‘ya, pucha es la universidad que yo
estudié, qué mejor’ digamos, ‘yo conozco la universidad y todo, me siento sumamente
identificada’”. En el mismo apartado de inserción laboral da cuenta del choque que le
significó las primeras semanas e incluso meses de trabajo en dicho espacio “Yo no tenía
idea qué hacer, porque yo no había estado a cargo de tanto, no tenía idea de los

88
procesos ni nada… la verdad que todo fue como autogestión y como
autoconocimiento”.

El pronombre “yo” es también utilizado en el relato para referirse a la valoración de la


profesión, en este caso desde la institución universitaria y desde los estudiantes de la
facultad, homologando su condición profesional de trabajadora social al cargo que
representa en su espacio de trabajo “Yo soy la DAE, yo soy la DAE en la facultad, cada
una de nosotras es la DAE en la facultad, entonces siempre que hay algún problema,
especialmente estas tomas que hicieron, movilizaciones y todo, eh... la asistente es la
que tiene que representar a su universidad” Esta idea de hacer bien el trabajo y
representar a la universidad se reitera en dicho apartado constantemente por parte de
ella. En lo que sigue del relato, y también en relación a la valoración profesional desde el
desempeño profesional se refiere a la valoración que podrían tener los estudiantes de
ella como trabajadora social haciendo hincapié en la figura de autoridad que podría
representar en dicho espacio de la DAE “Son siete CEE y yo siempre hago reuniones con
ellos y desde... siempre... hay que mantener cosas súper distantes, una, yo soy la
Asistente Social, a mí no se me falta el respeto, ¿ya?”.

Por último, la misma frase “yo” es utilizada para dar cuenta de sus actuales condiciones
laborales “Yo encuentro que son buenas. Lo único que no me gusta es el tema del
horario… el tema del horario porque no es flexible”.

Otro término utilizado por Bárbara para hacer referencia a sí misma en el relato es la
frase “uno”. En lo relativo a la trayectoria laboral desde el ejercicio profesional, lo utiliza
para referirse a la rapidez con la que habría transcurrido su propia trayectoria y a la vez
para dar cuenta de aquellos elementos de crecimiento profesional que estructuran su
argumentación en la mayor parte del relato “Al final uno se va olvidando como oh llevo
un año trabajando' y pensar cómo me siento, no, no hay tiempo para eso. Pero si
siento que mi trayectoria laboral desde que yo egresé de la universidad ha sido siempre
súper rápida y he ido como creciendo, yo encuentro que... igual ahora estoy estudiando
magister, eso igual me va a ayudar en la parte laboral quizás,,, y ahora me encargaron
un programa”.

Utiliza también el verbo ser en presente, “soy” en 27 oportunidades. Lo utiliza para


articular la narración desde sí misma en relación a su autodefinición “Eh... soy súper
proactiva, práctica, proactiva, sí, yo creo que sí. Soy harto de buscarle solución rápida,
no me quedo dormida en los laureles, trato de hacer todo rápido (…) sí, soy súper
rápida, soy proactiva, hago las cosas antes, quizás, de repente que me las pidan” “Yo
no me encuentro pesá’, pero si encuentro que soy súper empática con los chicos, soy
súper empática con los chicos como que me cuesta porque yo soy buena para hablar,
pero soy de escuchar harto, los escucho harto… trato de ponerme siempre en su lugar y
trato siempre de estar súper conectada a la realidad de ellos”. En la definición que
hacen los compañeros de ella, señala también con la frase “soy” “Me dijeron que yo era
como... como súper estructurada, soy súper así... soy media dispersa pa ciertas cosas
pero igual me gusta que las cosas... porque como son beneficios y somos otras cosas

89
que tienen que ser súper estructuradas, me gusta tener todo bien ordenado, soy súper
rápida, soy práctica, eso han dicho siempre... que no soy así como de darle tanta,
tanta, tanta, tanta vuelta, que dilato las cosas y al final no busco solución, yo
encuentro algo, busco, pah' 'ahí está, aquí tení la solución”.

Como es posible apreciar, Bárbara se constituye en un actante relevante en la


construcción del relato, ya que aparece en reiteradas ocasiones a lo largo del mismo y
además lo hace, la mayoría de las ocasiones, en relación a la identificación con su espacio
de trabajo, al crecimiento profesional que ha experimentado en el mismo y a la
reiteración constante de que, hasta el momento, ha tenido un buen desempeño
profesional que a su vez permite la valoración del Trabajo Social en dicho espacio.

El segundo actante en el cuento de Bárbara es su mamá quien, si bien no aparece de


manera reiterada ni con mucha frecuencia a lo largo del relato, constituye un personaje
que marca hitos en la narración de Bárbara. Por lo anterior, en el relato hace referencia a
su madre sólo en tres oportunidades, sin embargo, estas dan cuenta de una fuerte
incidencia en primer lugar en la elección de la carrera y luego en la permanencia de
Bárbara en la misma. La mamá influye en la elección de la carrera de Trabajo Social, ya
que para Bárbara su primera opción profesional era la carrera de Derecho, al respecto
señala “A mi mamá le encanta el área social, a todos les gustó”, “Primero mi mamá,
siempre me decía ‘sé trabajadora social, yo hubiera estudiado eso si hubiera tenido la
oportunidad, ser trabajadora social’, ya, a mi mamá siempre le gustó mucho la
carrera” y vuelve a referirse a ella cuando habla de su formación profesional en la
Escuela de Trabajo Social señalando que la madre la animaba a no desertar “Mi mamá
(…) como que fue la que siempre me daba ganas cuando yo decía ‘no, quizás esto no es
lo mío’, porque viene una crisis como en segundo o tercero, ‘que esto no es lo mío, no
es lo mío’, y me decía ‘pero fíjate bien si es lo tuyo o no”.

El tercer actante en el relato de Bárbara es la Universidad, institución que aparece en el


relato en dos sentidos. El primero se presenta en relación al espacio donde se forma
profesionalmente y que le otorga valor a su estancia académica, al ser una universidad
pública perteneciente al consejo de rectores, situación que considera seria valorada por
sus pares como por ejemplo sus amigos “La Universidad de Valparaíso igual la Católica,
son universidades súper buenas en el área del Trabajo Social, las otras digamos, no
existen. Entonces, eso es lo que se sabe y por lo mismo ‘ah quedaste en la Valpo, ah
que bueno”. También era considerada como el espacio que le permitiría convertirse en
una profesional integra y altamente capacitada y como un espacio de libertad en cuanto
a los horarios que le permitían organizar su vida de una manera diferente a la que puede
optar en el espacio laboral. Luego cuando se refiere al impacto del ejercicio profesional
en la vida personal señala de la universidad “Si absolutamente porque en la universidad
uno tenía unos ramos y de repente iba a la universidad, ibas dos veces a la semana y
tenías horario y te podías acomodar tu horario y todo”.

Con posterioridad, la Universidad se convierte en el espacio laboral que le permite


desarrollarse profesionalmente, y este actante aparece en la mayoría de las

90
oportunidades en relación a Bárbara como un espacio identificatorio para ella y que
debe representar de la mejor manera posible, de hecho cuando hace referencia a su
autodefinición señala “Trato de representar a la universidad”.

En sus actuales condiciones laborales la universidad promueve su formación constante a


través de cursos y capacitaciones “En ese sentido bien, tienen hartos cursos de
capacitaciones, aquí los paga la universidad junto con SENSE, como somos universidad
pública”.

Y por último cuando hace referencia al impacto de las condiciones laborales en su vida
personal destaca las posibilidades y oportunidades que brinda la Universidad como
espacio para el crecimiento profesional “No, yo encuentro que la universidad ha sido un
espacio súper amigable conmigo como profesional, como pa’ poder crecer, que siempre
te dan la oportunidad de poder estar actualizándote, o estudiar o lo demás”.

El cuarto actante en el relato de Bárbara son los sujetos de intervención, que ella
denomina “Chiquillos” y “Centros de estudiantes” quienes son actantes relevantes en el
relato, ya que forman parte del quehacer cotidiano en el espacio de trabajo. Cuando
Bárbara realiza su autodefinición señala que trata siempre de estar conectada con los
estudiantes “Trato siempre de estar súper conectada a la realidad de ellos”. Por otra
parte cuando se refiere a su inserción en el mundo laboral menciona la familiarización
que comienza a tener con los Centros de Estudiantes, como parte del quehacer de su
cargo “Poco a poco iba aprendiendo con tranquilidad, con mesura, cómo eran los
procesos, cómo eran los asuntos con los chicos, cómo tenía tratar con los Centros de
estudiantes”.

Por último, cuando refiere a la valoración del Trabajo Social desde el desempeño
profesional, se refiere a los centros de estudiantes y a la relación jerárquica que
establece con ellos en su desempeño profesional “Son siete CEE y yo siempre hago
reuniones con ellos y desde... siempre... hay que mantener cosas súper distantes, una,
yo soy la Asistente Social, a mí no se me falta el respeto, ¿ya?”.

El quinto y último actante es “Dora Dinamarca” a quien hace referencia cuando describe
su trayectoria laboral. Dora sería un personaje relevante, ya que fue quien la recomendó
para el cargo de su actual trabajo. Bárbara señala no conocer a Dora, sin embargo, en el
proceso de ingresar a la Dirección de Asuntos Estudiantiles de la UV, refiere haber
descubierto el contacto se realizó en virtud de un dato entre directores DAE “Y me dice
´¡ah! Tú eres amiga de la Dora’ me dijo, o sea, ‘Tú eres conocida de la Dora, por eso te
mandó aquí” “Es la directora de asuntos estudiantiles de la universidad de… de la
universidad Santa María, pero de la casa central y yo conocía a la de la Santa María
que está en Viña, entonces ella le preguntó a ella que la directora de la Valparaíso
necesitaba a alguien que se manejara súper bien en estos temas y todo, porque era
alguien como urgente, entonces ella le dijo ‘yo conozco a alguien’, le dijo a la Dora y la
Dora llamó a mi directora y ahí caché”.

91
4.4.3 Descripción de los Argumentos en el relato de Bárbara

A partir de lo ya descrito y de la revisión de los argumentos que Bárbara organiza de


manera coherente para desarrollar su relato, es posible señalar que Bárbara articula su
argumentación en torno a un eje que desarrolla en el transcurso de la entrevista y que
corresponde al “crecimiento profesional que ha experimentado en virtud de las
protecciones laborales en el espacio de trabajo y su consecuente Identificación con el
mismo”.

En este eje es posible identificar dos grupos de argumentos. Por una parte, aquellos que
dan cuenta de la necesidad de que el Trabajo Social sea valorado en virtud de su método
de trabajo ante la noción de la entrevistada de la existencia de una desvalorización de la
profesión desde las personas y las otras profesiones y las consecuentes referencias
constantes en su discurso a su buen desempeño profesional. Por otra parte, se
encuentran un segundo grupo de argumentos que guardan relación con el crecimiento
profesional que ha experimentado en su incipiente trayectoria laboral y en la manera en
que la universidad propicia dicho crecimiento.

Primer grupo, necesidad de que el Trabajo Social sea valorado en virtud de su método
de trabajo

En el relato de Bárbara, se hace referencia en reiteradas ocasiones al Trabajo Social


como una disciplina o profesión que no contaría con la misma valoración que otras. Fue
una sensación que ella tuvo cuando eligió como una de sus alternativas al Trabajo Social.
Señala que si bien sus amigos nunca refirieron alguna opinión negativa de la profesión,
esta no contaba con la misma aprobación o estatus que otras “Muchas opiniones no me
dieron, pero si yo considero que no es tan bien vista la profesión en general, en el
común de las personas, como que alguien estudiara una ingeniería o fuera abogado o
fuera otra… si se siente eso, esa sensación se tiene”.

En ese sentido, se evidencia en el discurso de Bárbara, la necesidad constante de ser una


profesional capacitada que en definitiva pueda ejercer profesionalmente de manera tal
que logre validar la profesión y a sí misma. Esto se evidencia ya en la formación
profesional en la escuela de Trabajo Social, sus expectativas estaban relacionadas con ser
una profesional altamente capacitada “Cuando ingresé a estudiar yo creo que la
expectativa que tenía era de formarme en un área específica (…) viendo la malla era
como súper completa, o sea tenía de todos los aspectos que tú podías imaginar,
entonces iba a saber de todo un poquito, entonces mis expectativas eran altas, que iba
a salir como una profesional altamente capacitada”.

Esto comienza a repercutir en la identificación de Bárbara con el espacio universitario, en


un comienzo como espacio de formación que luego se transformara en un espacio de
identificación laboral, sin embargo ya desde la formación se generó una identificación
que la motivo a aceptar la propuesta de trabajo en la DAE de la UV “Y dije ‘ya, pucha es

92
la universidad que yo estudié, qué mejor’ digamos, ‘yo conozco la universidad y todo,
me siento sumamente identificada’”.

Las expectativas de desempeñarse como una buena profesional, la abruman en su


inserción en el mundo laboral ya que comienza a advertir un choque en cuanto no tenía
mayor conocimiento del trabajo que debía desempeñar, por lo cual señala haber
experimentado un poco de miedo incluso. En ese sentido refiere haberse cuestionado
por las teorías de la formación universitaria que en este caso no eran suficientes para la
practica “Uno en el pregrado ve mucha teoría y en la práctica uno empieza a evidenciar
de que las cosas no se hacen tanto de la teoría como uno cree (…) uno se da cuenta que
de repente uno hace más de lo que a uno le enseñaron y hay cosas que a una no le
enseñaron tan bien. Uno se da cuenta a donde quedó uno medio cojo y la realidad”.

Lo anterior, también guarda relación con la necesidad que se tendría en un comienzo de


dar respuesta a todas las problemáticas sociales y que en la práctica se derrumba “De
repente la teoría se queda corta con los problemas sociales que uno ve y ese es
también es otro choque que es importante porque te das cuenta que a veces las
soluciones no están en tus manos y no puedes hacerte ser una súper heroína porque
hay cosas que tú tienes que aprender a aceptar de que no vas a poder, no vas a poder”.

En cuanto a sus expectativas laborales, se erige como la responsable de alcanzarlas


“Cuando uno tiene expectativas tiene que trabajar de adentro para poder lograrlas (…)
como que todas las expectativas que tengo netamente como trabajadora social, trato
de que sean cumplidas ya, y si no son cumplidas, trato de que en el futuro se puedan
cumplir” “Entonces mis expectativas si no se van cumpliendo, las voy dejando para un
futuro y trato de que se cumplan”.

Un último elemento es la concepción de Bárbara respecto del Trabajo Social, considera


que existe una noción del Trabajo Social en desmedro respecto de otras profesiones, lo
cual se debería al desconocimiento del método de trabajo y del quehacer: “Hay siempre
una concepción del trabajadora social como quizás el desmedro del profesionalismo, de
repente ahí… como que somos de todo un poco y nada a la vez. Hay gente que dice eso,
o sea, sabemos de psicología pero no somos psicólogos, sabemos de sociología pero no
somos sociólogos, entonces ¿qué somos?”, “El médico, está claro lo que hace un
médico, pero qué hace un trabajador social? Hace redes, hace como de todo un poco,
pero hay una disciplina que es propia, a la que enfocarse”.

Segundo grupo, crecimiento profesional que ha experimentado la entrevistada en su


espacio de trabajo en su incipiente trayectoria laboral

Bárbara estructura este segundo grupo de argumentos en torno a la necesidad de


desempeñarse en el ejercicio profesional de la mejor manera posible como una forma de
validar el Trabajo Social y crecer como tal. Lo anterior sería propiciado por el espacio
laboral y constituiría a la identificación de Bárbara con el mismo. Al respecto es relevante
señalar que ello incide en el parafraseo de Bárbara en cuanto a la necesidad de validarse

93
frente a las otras personas y otras disciplinas y de referir constantemente que hace bien
su trabajo y que ha logrado validarse en ese espacio.

Por lo anterior, cuando estructura su relato en relación a la trayectoria laboral lo hace


señalando la importancia de su espacio laboral para su crecimiento profesional. Al
respecto señala que su trayectoria laboral ha sido rápida y que ha ido creciendo
profesionalmente con ella, “Yo creo que rápida... escribiría eso, porque no he tenido
tiempo ni siquiera pensar en lo que ha pasado, ha pasado súper rápido todo el tiempo”
“Al final uno se va olvidando como oh llevo un año trabajando' y pensar cómo me
siento, no, no hay tiempo para eso. Pero si siento que mi trayectoria laboral desde que
yo egresé de la universidad ha sido siempre súper rápida y he ido como creciendo, yo
encuentro que... igual ahora estoy estudiando magister, eso igual me va a ayudar en la
parte laboral quizás,,, y ahora me encargaron un programa”. La manera en la que ella
reafirma que ha crecido profesionalmente y que ha realizado bien su trabajo es en virtud
de la asignación de mayores responsabilidades en el cargo “Siento como que cada vez te
van dando más responsabilidad a medida que uno va demostrando que se la puede
po”.

Se autodefine como una profesional rápida y proactiva que realiza ciertas acciones
incluso antes de que le sean solicitadas, se considera empática con los sujetos de
intervención (estudiantes) y a la vez representante de la universidad, lo que la
constituiría en una especie de intermediaria entre unos y otros “Trato de representar a
la universidad pero más que representar soy como una intermediadora de lo que ellos
quieren decir”.

En cuanto al impacto del ejercicio profesional en la vida personal, señala que ha


impactado bastante en cuanto a su disponibilidad horaria para la familia, ya que señala
no tener tiempo. Esto en virtud del horario laboral y de sus estudios de post grado que
en definitiva sería algo que también le permitiría continuar creciendo profesionalmente.

En cuanto a la valoración del Trabajo Social desde la institución señala que estaría dado
por ser la cara visible o la representante de la misma “Acá eh... se nos toma en cuenta
porque somos la cara visible con los estudiantes, o sea, cualquier movimiento
estudiantil, cualquier cosa que pase, aquí es quién tiene que dar la cara” “Se nos valora
como que nosotras somos las que transmitimos digamos la información importante
que quiere decir el rector, los directores, o en otras materias de beneficios (…) nosotros
tenemos que mantener la buena relaciones calmar a los chicos entonces hay todo un
proceso” “Tampoco nos damos la oportunidad de hacer este tipo de preguntas, como
de uno darse cuenta si efectivamente valora o no... pero yo creo que sí, porque por algo
uno representa tu universidad, representa la dirección de asuntos estudiantiles en tu
facultad, o sea si te dan el cargo a ti es porque ellos confían en que tú vas a hacer un
buen trabajo, porque si tú lo haces mal, el problema lo van a tener ellos después” “Yo
creo que si asumes un cargo y quedas en ese cargo y estás en ese cargo por un tiempo
es porque todavía mantienes la confianza de quien te asignó, o sea que ellos confían en

94
que tú estás haciendo un buen trabajo, por lo tanto yo creo que sí, que me valoran en
mi área”.

En cuanto a las expectativas que los otros tienen del rol que desempeña, señala que
deben creer que hace bien el trabajo ya que nunca ha escuchado malos comentarios “Yo
creo que ellos creen que yo lo hago bien, no creo que hayan escuchado alguna vez
alguna queja mía, o sea, de mi trabajo o que haya tenido algún problema, no. Yo creo
que cuando no hay bulla es porque está todo okey, así que como no hay bulla, no, yo
creo que ellos que creen que efectivamente me desempeño bien en el trabajo que estoy
realizando”.

Bárbara se siente conforme con sus actuales condiciones laborales, ya que solo
modificaría el horario por uno que tenga mayor flexibilidad, sin embargo señala
encontrarse conforme con las condiciones laborales ya que el sueldo va aumentando con
bonos por capacitaciones que son costeadas por la universidad, dentro de lo cual
también se considerara el magister que cursa actualmente. Para Bárbara el estar
contratada a plazo fijo le hace sentir seguridad, ya que es la realidad de la mayoría de los
trabajadores de la universidad. Para Bárbara, no existe mayor diferencia entre estar de
planta o a plazo fijo ya que en ambos casos contaría con ciertos resguardos o
protecciones laborales y en ambos casos un error en el desempeño profesional podría
conllevar al despido “Ahora lo que se está intentando es que la población a contrata,
pase una gran parte a planta para… pero eso tampoco te asegura… si tú te mandas
una embarrada y haces algo mal, da lo mismo que sea… que seas planta, que seas
contrata… aparte que el proceso tampoco es llegar y despedirte, porque tienen que
comprobar que efectivamente cometiste la falta y eso va a una comisión… no es como
que tu jefa te tiene mala ponte tú y te va a despedir, no funciona así. Funciona con
todo un tema argumentativo detrás que tampoco es llegar y pensar que a uno lo van a
despedir, a menos que efectivamente uno haya hecho algo muy mal y eso haya sido
pesquisado por alguna jefatura y haya tenido repercusiones… en ese caso, uno llegaría
a pensar que sí, pero… yo creo que por lo general la gente se siente segura” “Pero al
final, como están las cosas, yo creo que estamos todos en lo mismo, o sea, si te van a
despedir, va a ser el mismo mecanismo para cualquier persona, no vas a tener
privilegios por estar en planta.

En cuanto al impacto de las condiciones laborales en la vida personal, señala que la han
favorecido y en cuanto han permitido su crecimiento profesional “Yo creo que en ese
sentido las condiciones han sido más favorables que desfavorables. Totalmente
favorables. O sea, he crecido más como profesional, me he capacitado, he visto otros
profesionales”.

A pesar de que a argumentación del discurso de Bárbara se encuentra coherentemente


producido en torno al crecimiento profesional, cuando refiere sus proyecciones laborales
señala proyectarse en el mismo cargo, con más responsabilidades pero no en un cargo
superior “Proyecto como mi profesión o mi cargo, mi carrera digamos, eh... en cada día
hacer cosas nuevas dentro de mí mismo cargo, ya, no sé si me gustaría ser

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coordinadora, por ejemplo, que es el cargo que viene para arriba, porque la verdad es
bastante estresante y me gusta más la tranquilidad de trabajar con los chicos que yo ya
conozco, son carreras y tengo una buena relación, me gustaría potenciar mi trabajo en
facultad más que seguir avanzando digamos en cargo, ¿ya?”.

A la vez señala que no sabe qué ocurrirá más adelante, sin embargo, el magister se
constituye en un resguardo, en caso de que necesitara conseguir trabajo.

4.4.4 Oposiciones en las secuencias del relato de Bárbara

Como se señaló en la descripción anterior, Bárbara elige estudiar Trabajo Social como
tercera opción, ya que la primera era la carrera de Derecho:

Primera opción carrera de derecho/Tercera opción Trabajo Social como una plataforma
para hacer cambio interno de carrera.

Se forma profesionalmente en la Escuela de Trabajo Social de la Universidad de


Valparaíso y una vez egresada se inserta en el mundo laboral en la Universidad Santa
María y con posterioridad inicia su trayectoria laboral como trabajadora social en la
Dirección de Asuntos Estudiantiles (DAE) de la Universidad de Valparaíso sin que ella se
movilizara para encontrar dicho trabajo:

Trabajo en la U. Santa María antes de titularse como trabajadora social/Trabajo en la


Dirección de Asuntos Estudiantiles en la U. de Valparaíso como trabajadora social
titulada.

No buscar trabajo/Obtener un trabajo a la semana de estar titulada a partir de una


recomendación.

Cuando ingresa al cargo señalado este es licitado, por lo cual Bárbara al participar del
proceso de selección lo hace con bajas expectativas de obtenerlo en virtud de su corta
experiencia laboral, sin embargo resulta electa.

Trabajadora social recién titulada con bajas expectativas de obtener el cargo licitado
ante la mayor experiencia laboral de los postulantes/Trabajadora Social seleccionada
para el cargo

Esta situación marco un hito en su trayectoria laboral ya que implicó tener condiciones
laborales más estables que la hacen sentir cómoda en su espacio laboral.

4.4.5 Oposiciones de los actantes del relato Bárbara

En cuanto a los actantes en el cuento de Bárbara, las oposiciones identificadas se


describen a continuación.

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Respecto al primer actante que es ella misma, se identificó lo siguiente:

En primer lugar respecto de la elección de la carrera, se destaca el apoyo de la familia y


en especial de la mamá de Bárbara para que estudiase Trabajo Social frente al
escepticismo de esta en la elección:

Mamá y familia conformes con la elección de la carrera de Trabajo Social/Escepticismo


de la entrevistada frente a la carrera.

En la formación profesional Bárbara comienza a cambiar la mirada con la cual en un


comienzo ingresa a la carrera en la cual interactúan ella misma, la madre y docentes de
la Escuela de Derecho y la Escuela de Trabajo Social:

Docentes de la Escuela de Derecho que le permitieron advertir que no era derecho la


carrera a la que aspiraba/Docente de la Escuela de Trabajo Social que le permitió a la
entrevistada reflexionar en torno a las motivaciones para convertirse en trabajadora
social; junto al apoyo de la madre quien también la alentaba a continuar en la carrera.

En cuanto a su inserción en el mundo laboral en la DAE de la Universidad de Valparaíso,


se destaca la figura de Bárbara y su desconocimiento del quehacer en ese espacio frente
a una serie de responsabilidades asociadas al cargo, en las que participaban distintos
actantes que formaban parte de la intervención que debía desplegar:

Entrevistada/Plazos MINEDUC, burocracia Universidad Valparaíso, Centros de


Estudiantes, directores, secretarias, estudiantes.

El quehacer de Bárbara se encuentra además marcado por el hecho de representar a la


Universidad y a los estudiantes al mismo tiempo, evidenciándose una relación de
autoridad y a la vez de horizontalidad:

Entrevistada que empatiza con los sujetos de intervención/Entrevistada como


representante de la universidad.

Finalmente la entrevistada señala algunas autodefiniciones que estarían en concordancia


con lo que señalan sus compañeros/as de trabajo, a pesar de que refiere no tener mayor
trabajo en equipo.

El segundo actante es la madre de Bárbara quien, como se señaló en la descripción de las


secuencias, no aparece reiteradamente, sin embargo marca hitos en el desarrollo del
relato de la entrevistada. Las oposiciones respecto a la madre ya fueron identificadas
anteriormente en lo referido a su elección de la carrera de Trabajo Social y a su influencia
para que Bárbara permaneciera en la misma.

El tercer actante es la Universidad, cuya oposición fue también señalada en relación a la


incidencia del cambio de mirada de la entrevistada respecto de la profesión en virtud de
la formación profesional en la escuela de Trabajo Social.

La universidad, como se señaló, aparece como espacio de formación universitaria pero


también como espacio de trabajo:

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Universidad como espacio de formación académica/Universidad como espacio de
trabajo.

La universidad aparece también como un espacio de oportunidades laborales de


perfeccionamiento para Bárbara:

Universidad de Valparaíso como empleador, CENSE que ofrece capacitaciones en


convenio con la Universidad/Entrevistada.

Familia (mamá, papá, pololo, hermana) que no se verían afectados por las condiciones
laborales y la Universidad como un actante que propicia la formación y el crecimiento
profesional de la entrevistada/Entrevistada que no está conforme con le inflexibilidad
del horario y la Contraloría General de la República que fiscaliza el cumplimiento de los
mismos.

El cuarto actante en el relato de Bárbara son los sujetos de intervención quienes


constituyen parte de su quehacer cotidiano. Como ya se señaló anteriormente en las
oposiciones de la universidad, la entrevistada señala que intenta empatizar con la
realidad de los estudiantes y al mismo tiempo actúa como representante de la
universidad.

La siguiente oposición fue también señalada anteriormente en cuanto a la inserción


laboral de Bárbara en su actual cargo, frente al aprendizaje del quehacer y a los distintos
actores involucrados en el mismo.

Por ultimo en cuanto a los Centros de Estudiantes como sujetos de intervención, se


identifica la oposición relativa a la valoración del Trabajo Social desde distintos actores:

Baja valoración del Trabajo Social por parte de la gente en virtud del desconocimiento
del quehacer/Alta valoración del Trabajo Social en Universidad Santa María en virtud
de la administración de fondos y en la Universidad de Valparaíso como intermediarias
entre estudiantes e Institución y los estudiantes valoran la cercanía de la entrevistada
con ellos.

El quinto y último actante es Dora Dinamarca, quien al igual que la madre de Bárbara no
actúa en el relato con frecuencia, sin embargo marca un hito en el mismo en cuanto es a
través de ella que la entrevistada accede a su actual cargo en la DAE de la UV:

Entrevistada que desconoce a persona que la recomendó para el cargo / Directora de


Dirección de Asuntos Estudiantiles de la Universidad de Valparaíso y de la Universidad
Santa María que se contactan para recomendar a la entrevistada para el cargo.

4.4.6 Oposiciones en los argumentos del relato Bárbara

Las oposiciones de los argumentos de Bárbara, serán identificadas de acuerdo a los


grupos ya establecidos, es decir, un grupo estaría conformado por los elementos que dan
cuenta de la necesidad de que el Trabajo Social sea valorado en virtud del método de

98
trabajo que utiliza y por otra parte, se encuentran un segundo grupo de argumentos que
guardan relación con el crecimiento profesional que ha experimentado la entrevistada
en su espacio de trabajo en su incipiente trayectoria laboral.

Primer grupo, necesidad de que el Trabajo Social sea valorado en virtud del método de
trabajo

La primera oposición referida a la valorización del Trabajo Social se presenta en el relato


de Bárbara al señalar que Trabajo Social había sido su tercera opción profesional, ya que
la primera era Derecho, por lo cual ingresar a Trabajo Social era una posibilidad de
cambiarse de carrera con posterioridad:

Primera opción carrera de derecho/Tercera opción Trabajo Social como una plataforma
para hacer cambio interno de carrera.

Luego, en la formación profesional, se evidencia la segunda oposición de los argumentos,


ya que Bárbara cambia su visión respecto de ambas profesiones y donde ella destaca que
Trabajo Social le permitiría ser una profesional íntegra:

Derecho como una carrera a la cual ya no deseaba ingresar por considerarla una
profesión con pocas posibilidades de crear en la práctica/Trabajo Social como una
carrera más práctica, con una amplia gama de áreas de trabajo y de conocimiento que
le permitirían ser una profesional completa.

La reiteración en el discurso de validar la profesión y a sí misma como profesional se


expresa en la identificación de la entrevistada con el espacio universitario en cuanto es el
espacio de formación profesional y laboral. En virtud de lo anterior, la inserción al mundo
laboral está marcada por un desconocimiento del quehacer, y responsabilidades que
incluso le causan miedo, frente a la proactividad que refiere haber desplegado para
superar ese momento inicial.

Miedo, variadas responsabilidades, desconocimiento del quehacer laboral/Periodo de


inducción y proactividad en aprender el quehacer.

Esta inserción desemboca en otra oposición que enfrenta los aprendizajes teóricos en el
espacio académico, y la realidad que excede dicha teoría:

Teoría de la formación universitaria de pregrado/Realidad excede la formación teórica.

Se identifica la oposición relativa a la inexistencia de expectativas laborales como


trabajadora social al momento de insertarse laboralmente, frente al hecho de erigirse a
sí misma como la responsable de cumplir sus actuales expectativas laborales:

Tener pocas expectativas laborales como trabajadora social al momento de insertarse


laboralmente/Construir expectativas asociadas al trabajo con los estudiantes y
responsabilizarse de cumplirlas.

Y finalmente, en cuanto a la concepción de Bárbara respecto del Trabajo Social, la


desvalorización que ella cree existe de la misma, en comparación a otras disciplinas:

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Desmedro de la profesión en virtud del desconocimiento de la disciplina y el método
del Trabajo Social que para la entrevistada sería la atención de casos, grupo y
comunidad/Otras disciplinas como la medicina, la psicología y sociología de las cuales
si está claro su quehacer y disciplina.

Segundo grupo, crecimiento profesional que ha experimentado la entrevistada en su


espacio de trabajo en su incipiente trayectoria laboral

La primera oposición identificada dice relación con una trayectoria laboral que ha sido
rápida en consideración al tiempo de ejercicio profesional transcurrido pero al mismo
tiempo de mucho crecimiento en un corto período:

Trayectoria laboral rápida/Trayectoria laboral de mucho crecimiento a pesar del corto


periodo de tiempo.

Las características que refiere de sí misma como profesional dicen relación con la
empatía con los sujetos de intervención pero al mismo tiempo como representante de la
universidad:

Proactiva y rápida en el quehacer, empática con los estudiantes y sus


realidades/Representa a la Universidad al ser intermediaria entre la institución y los y
las estudiantes.

A pesar del crecimiento profesional que implica para Bárbara su espacio de trabajo, el
impacto del ejercicio profesional en su vida personal constituye una oposición en cuanto
sería esclavizante, en comparación al horario universitario que ella asocia a la libertad:

Libertad existente en el periodo académico en relación a los horarios


laborales/Horarios de trabajo esclavizantes.

En cuanto a valoración del Trabajo Social desde las instituciones en las que ha trabajado,
se evidencia una oposición, ya que a juicio de Bárbara existiría una baja valoración del
Trabajo Social por parte de las personas, en general, y una alta valoración en los
espacios laborales universitarios por ser consideradas las representantes de estos:

Baja valoración del Trabajo Social por parte de la gente en virtud del desconocimiento
del quehacer/Alta valoración del Trabajo Social en Universidad Santa María en virtud
de la administración de fondos y en la Universidad de Valparaíso como intermediarias
entre estudiantes e Institución y los estudiantes valoran la cercanía de la entrevistada
con ellos.

Bárbara considera que sus compañeros/as de trabajo no tendrían expectativas en torno


a su desempeño profesional, lo cual se podría comprender en virtud de la definición que
ellos harían de ella como una profesional ordenada y estructurada que cumple bien su
trabajo. Si bien reconoce que en su vida cotidiana no siempre es así, la vida laboral si
requiere el orden y la estructuración:

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Reconocerse como una persona dispersa para ciertas cosas/Compañeros/as que la
reconocen como una profesional estructurada, ordenada, rápida y practica.

En cuanto a sus actuales condiciones laborales, Bárbara refiere sentirse conforme con las
mismas excepto con el horario que desearía fuese más flexible:

Buenas condiciones laborales al aumentar el sueldo por años de servicio,


capacitaciones y estudios de post grado/Horario laboral no flexible.

En el mismo sentido se identifica una oposición entre su conformidad con un contrato a


plazo fijo renovable año a año y su indiferencia frente a la posibilidad de obtener un
contrato de planta por considerar que las seguridades laborales serían las mismas:

Seguridad laboral en virtud de un contrato a plazo fijo renovado anualmente ante la


imposibilidad de realizar despidos arbitrarios/Indiferencia ante la posibilidad o
imposibilidad de obtener un contrato indefinido.

Respecto del impacto de dichas condiciones laborales, señala que este sería positivo en
virtud del crecimiento profesional que le han permitido alcanzar, frente al horario laboral
con el cual no está del todo conforme, ya que desearía fuese más flexible:

Impacto positivo de las condiciones laborales en general en lo personal/Impacto


negativo del horario de trabajo en el ámbito personal y familiar al no ser flexible.

Por último, es posible que señalar que aunque da cuenta constantemente de su


satisfacción con el espacio laboral y refiere proyectarse en el mismo cargo durante un
tiempo, cursa un magister que le proporciona un resguardo en caso de que requiera
buscar trabajo en otros espacios:

Proyección de la trayectoria laboral desde el cargo en el que se desempeña


actualmente por tres o cuatro años más al sentir mayor tranquilidad en este/No
aspirar a ascender al cargo que sigue por considerarlo estresante y posibilidad de
cambiar de trabajo y de contar con un magister que le aporte mayores elementos para
conseguirlo.

4.5 Quinta entrevistada: “Cuando el trabajo te cambia la vida”

4.5.1 Descripción de Secuencias de Patricia

Al momento de la entrevista, Patricia, se desenvuelve como trabajadora social en el


sector público y ejerce la maternidad. Se desempeña en un Programa de Mujeres como
Coordinadora del mismo en la Ilustre Municipalidad de Valparaíso desde hace 21 años,
cuenta con contrato a honorarios y no posee seguridad social.

Estudió una carrera universitaria incompletamente antes de optar por Trabajo Social
(S1), se formó profesionalmente en la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (S2)

101
desde el año 1989. “Yo entré un año antes a la universidad a estudiar Diseño, ya. Y
después ingresé a la Universidad Católica a estudiar Trabajo Social, como primera
opción” (S1).

Con respecto a su inserción laboral (S3), la entrevistada encontró un trabajo como


coordinadora de un Programa de Mujeres en la Municipalidad de Valparaíso siendo
tesista de la carrera de Trabajo social, esto surgió, debido a la investigación que
realizaba.

Resulta pertinente mencionar que la trayectoria laboral (S4) de Patricia, se desarrolla en


un contexto de flexibilización laboral, sin embargo, se puede apreciar que existirían dos
momentos, debido a la concepción del trabajo que ella proporciona. El primero sería
antes del 2001, ya que dependían económicamente del Municipio de Valparaíso y en ese
año se crea el Servicio Nacional de la Mujer (SERNAM), generando cambios en la
dependencia económica y el segundo, posterior a la creación del SERNAM, puesto que
las condiciones laborales se modifican y empeoran considerablemente, impactando
fuertemente en su trayectoria, debido a que el Programa de Mujeres deja de estar a
cargo del Municipio y pasa a depender del SERNAM, por lo mismo, ella pasa de ser una
funcionaria pública con contrato a plazo fijo a ser una trabajadora con contrato a
honorarios.

Evidencia tener una trayectoria laboral continua en el tiempo, desempeñándose


únicamente en el Programa de Mujeres como coordinadora desde su creación hasta la
actualidad.

Respecto a la importancia de la organización, refiere ser una socia del Sindicato de


Trabajadores a Honorarios de la Municipalidad de Valparaíso, manteniendo una lucha
activa por conseguir mejores condiciones laborales de las que tiene el día de hoy.

Mientras se desenvuelve su trayectoria, Patricia se especializa en género, como campo


de trabajo y desarrollo personal. Advierte de la importancia y el impacto de éste en su
vida, permeando y performando sus relaciones interpersonales. “creo que este es un
tema que me apasiona hasta el día de hoy, a pesar de que han pasado tantos años este
trabajo para mí tiene que ver con el ejercicio de la profesión pero también con una
responsabilidad, para mí una responsabilidad social en lo que yo creo, en lo que me
siento representada fuertemente” (S4).

Una vez en este cargo, la entrevistada comienza a desarrollar y articular sus vivencias
subjetivas con respecto al espacio de trabajo, refiriendo estar actualmente fuertemente
representada por el ámbito en el que trabaja, no así en su espacio laboral, debido a las
condiciones laborales que posee al ser honorario.

La entrevistada narra que las intervenciones sociales que realiza se ven impactadas por
las condiciones contractuales, en ese sentido, comenta que lamentablemente por estar

102
pensando en todas las funciones que debe cumplir por ser coordinadora del programa,
se deja de lado una intervención más profunda.

Con respecto a sus proyecciones y cómo ve su futuro laboral y profesional, refiere tener
la intención de seguir estudiando y dedicarse a la academia.

4.5.2 Descripción de los actantes en el relato de Patricia

En el relato de Patricia, se han identificado 23 actantes, incluida ella. Sin embargo, no


todos participan con la misma frecuencia e importancia dentro de la narración.

Los actantes se dividen en 3 categorías: Personajes, que pueden ser individuales o


colectivos (que refieren a un nosotros); institucionales, que son todas las instituciones
que inciden en el relato; y otros actantes, donde se considerarán la sociedad patriarcal,
el modelo socioeconómico, la flexibilidad laboral, entre otros.

La primera actante es ella misma, durante su relato, adoptaba una posición reflexiva
cuando se refería a sí misma y se daba como testimonio.

En las unidades de parafraseo de la entrevistada, para referirse a sí misma, utiliza el


pronombre personal en primera persona: “Yo” utilizándolo 56 veces en el relato, “Yo
diría…”; “Yo estudié…”; “Yo tengo un hijo…”; “Yo trabajo…”, en todas las secuencias,
generalmente le sucede un verbo para argumentar.

Por otra parte, utiliza el adjetivo posesivo átono “mi” para indicar la pertenencia de algo
o alguien, sucedido por sustantivos, como por ejemplo: “mi familia…”; “mi formación…”.
Utilizando el adjetivo 25 veces en el relato.

En ocasiones Patricia forma parte de la narración sin que se mencione de manera


explícita, sin embargo, hace referencia a sí misma en la respuesta, lo cual se constituye
más bien en una argumentación.

En definitiva es posible señalar que constantemente hace referencia a sí misma para dar
cuenta de sus intereses, expectativas, autodefinición y de su perspectiva respecto al
espacio laboral.

El segundo personaje que aparece en el relato de Patricia y que incidió en sus decisiones
respecto a la elección de la carrera fue su profesora de historia, quien le muestra el
camino de lo social.

“Yo diría que esta profesora también ayudo de alguna forma... a mostrar otras
perspectivas y aristas de la vida, y del mundo, y de la vida social y de lo que estaba
ocurriendo en Chile en ese minuto”.

El colegio se constituye como el tercer actante de carácter institucional, al ser un


establecimiento educacional particular pagado, Patricia considera que en algún
momento se vio inmersa en una burbuja, sin embargo, gracias a esta profesora de

103
historia y a las posibilidades que le dio el colegio, empezó a participar de actividades que
guardaban relación con el bienestar y la comunidad.

“Yo estudie toda mi vida en un colegio particular, por lo tanto también estaba muyyyy
encapsulada mi mirada al mundo real, entre comillas. Y el haber trabajado en... en mis
últimos años de colegio en lo que era el Bienestar, salir a la comunidad, ver otras
realidades, como que me removió mucho”.

Otro de los actantes de carácter colectivo que aparece en su relato es su familia, sin
embargo, a partir del tiempo verbal que utiliza, se puede identificar que cuando habla de
su familia antes de ingresar a la universidad, se trata de ella y sus padres, y cuando se
refiere a su familia posterior al estudio de trabajo social, se refiere a su hijo y su esposo.

“Apoyo, nunca sentí por parte de mi familia rechazo ni cuestionamiento” dice al elegir
la carrera de Trabajo Social. Ellos le proporcionaron el respaldo y apoyo que necesitaba
para ingresar a estudiarla. De igual manera, le solicitan explícitamente estudiar en una
institución de carácter pública o tradicional y ella refiere haber cumplido. “Para mis
padres era muy importante yo estuviera en una Universidad si tradicional, eehh, eso sí
que era un tema”.

Cuando se refiere a su familia, una vez titulada como trabajadora social, habla de cómo
ha construido sus relaciones de pareja y crianza desde el enfoque de género, ya que es
un aspecto laboral que ha trascendido a su espacio personal. “Trabajar en la violencia
de género me ha cambiado la perspectiva de la vida, y por ende la forma de construir
mis relaciones de pareja, mi matrimonio, yo tengo un hijo; como crio a mi hijo, o sea la
forma de mirar el mundo”.

Por otra parte, habla de este actante desde el impacto de la maternidad, “Cuando uno
tiene un hijo las prioridades cambian, los horarios cambian, antes uno se podía quedar
tranquilamente hasta que saliera el informe, a parte de tu pareja, no había nada tan
relevante por tener que salir rápido. Al tener un hijo tu eje cambia, hay alguien que te
está esperando hay alguien que te necesita”.

Refiere haber abordado de buena forma la crianza compartida con su pareja, un dato no
menor, es que su esposo también es trabajador social, por tanto, cree que este puede
ser un aspecto que ha facilitado la mirada de mundo y de maternidad/paternidad.

“Creo que ha sido muy bien abordada con mi pareja, con el padre de mi hijo, donde
hemos podido organizar los roles, las funciones de una manera bien equilibrada”.

Con respecto a su formación profesional, el quinto actante está conformado por la PUCV
y la Escuela de Trabajo Social. Se infiere del relato de Patricia que se refiere a la
Universidad y a la Escuela de Trabajo Social como un mismo actante, sin embargo ella lo
engloba y menciona como “la católica”, “Bueno yo estudie en la Católica y ahí... una
escuela que yo diría que hace mucho trabajo, mucha formación analítica, crítica,
reflexiva”.

104
Principalmente la relación que mantiene con este actante es respecto a las enseñanzas y
herramientas que la institución le ha entregado para enfrentarse al mundo laboral y a su
mundo personal también. Sin embargo, refiere haber tenido un choque entre fu
formación profesional y el ejercicio profesional, debido al carácter reflexivo de la
formación y su sello poco operativo.

“Mucho análisis pero poco trabajo como más práctico”.

Con respecto a su inserción laboral, la Municipalidad de Valparaíso, se constituye como


otro actor relevante, dentro de este actante institucional se agruparan una serie de
personajes tales como, el programa en el que se ha desempeñado, sujetos de atención,
equipo de profesionales y el SERNAM, que permitirán articular el relato de Patricia con
respecto a su espacio laboral.

Una actante que aparece como decisiva en su ingreso al programa de mujeres, es su


equipo de tesis de esa época, una de las integrantes formaba parte del SERNAM y ahí se
les abrió el campo de investigación. “Un grupo de compañeras de universidad, una de
ellas eehh estaba por un tema político partidista, pudo ingresar al SERNAM a trabajar y
ahí se me abrió el mundo al tema de la mujer, al enfoque de género”.

Otra actante de este grupo es la directora, puesto que le brindó la posibilidad de hacerse
cargo del nuevo programa de la mujer que se abriría en el Municipio de Valparaíso
debido a la cercanía que mantenía con el alcalde de la época. “La directora de esa época
tenía la misma militancia política del alcalde de la época por lo tanto habían ciertas
cercanías y confianzas que permitieron que él accediera a que este programa se abriera
y allí yo llegue antes de titularme inclusive a coordinar lo que era este programa”.

El Municipio se constituye como otro actante institucional de gran relevancia,


cumpliendo dos roles distintos. Desde 1995 hasta el año 2001, el Municipio de Valparaíso
era el empleador de Patricia, eran los encargados de financiar al programa de mujeres.
Durante esos años, Patricia contaba con un contrato a plazo fijo y gozaba de beneficios
que hoy no goza, como seguridad social y estabilidad laboral.

En el año 2001 el SERNAM deja de ser un asesor técnico del programa y pasa a
conformarse como un ente financiador, de esa forma comienza a traspasar fondos al
municipio, por lo mismo, la municipalidad deja de ser empleador y se constituye como
una institución que realiza convenios con el SERNAM, si ambas partes deciden celebrar el
convenio, el equipo tiene trabajo, si deciden no renovarlo, el equipo pierde su empleo.

“El servicio nacional eemm efectivamente deja de ser solamente un asesor técnico de
este programa y pasa a... a constituirse en una entidad que financia y que estos
convenios dejan de ser solamente de colaboración sino que es un convenio en donde
SERVICIO NACIONAL traspasa fondos para que el municipio los ejecute”.

Cuando el SERNAM se convierte en un supervisor, Patricia pasa de estar contratada a


plazo fijo a honorarios, empeorando sus condiciones laborales. Sin embargo, ella cree

105
que dentro del municipio todos cumplen con su trabajo y no deberían existir diferencias
en beneficios entre los contratados de planta, a contrata u honorarios.

El Centro de la Mujer de La Florida, junto con Angélica Medina, son dos actantes que
sirven como ejemplo de experiencia en trabajo con mujeres, por lo tanto, para Patricia
resultó ser un gran referente del trabajo que debía realizar con mujeres en violencia. Es
importante destacar que este centro fue el primer Centro de la Mujer en Chile.

“Lo único que yo recuerdo era el centro de la mujer de La Florida donde yo fui a pasar
una pasantía, fui a capacitarme como monitora en esa época. La Angélica Medina
estaba ahí... y eso es un hito, aprender, conocer experiencias de personas que estaban
trabajando en esto”.

Por otro lado, otro actante es su equipo de trabajo, ya que cuenta que cuando se le
encomendó la coordinación del programa de mujeres no existía mayor experiencia y
referencia respecto al trabajo con mujeres, por ende, desde la inexperiencia debió
construir su equipo de trabajo.

“Construir equipo, no es fácil construir equipos y menos en esa época con personas que
no tenían experiencia en estos temas y si uno la tenía casi nada y el resto del equipo la
tenía menos, por lo tanto eso fue un hito importante”.

Aparte, cuando se refiere a su equipo de trabajo, lo hace para comentar cómo hoy
cumplen diversos roles. “Ahora este es un equipo que en realidad, si bien si hay
funciones que están descritas pero hacemos de todo también, sea trabajadora social,
abogada, psicóloga. Hacemos talleres, hacemos contención”.

Los sujetos de intervención, de igual manera aparecen en el relato de Patricia para


relevar el impacto de las condiciones contractuales con la intervención social. La
entrevistada comenta que lamentablemente su trabajo se ve permeado por sus
condiciones laborales precarias, mencionando que cuando debería estar pendiente de la
intervención no puede concentrarse porque está atenta a elementos externos que debe
cumplir como coordinadora del programa.

“En vez de estar centrada en analizar los casos estoy con la cabeza puesta en que pasa
con el convenio, que pasa con el contrato, en que si va a llegar la remesa, no llega la
remesa, se te va mucho tiempo a veces, en especialmente en estos tiempos en sacar
adelante eso, lo que impacta obviamente en que tú te sitúes en lo que dice ser lo
prioritario en el trabajo técnico en el trabajo con la mujer”.

Finalmente, dentro de este grupo de actantes que conforma el municipio, se encuentra


el Sindicato de Trabajadores a Honorarios de la Municipalidad de Valparaíso. Patricia
participa activamente desde la creación del sindicato, porque considera necesario dar a
conocer las condiciones laborales que tienen los trabajadores a honorarios. “(Participo)
Desde sus orígenes porque yo fui la tesorera del sindicato, por lo tanto soy parte de los
orígenes de la organización”.

106
“Nos dimos cuenta de que era necesario organizarse para poder generar un poco más
de fuerza, en términos de visibilizar la situación precaria la vulneración de los derechos
laborales”.

4.5.3 Descripción de los argumentos del relato de Patricia

A partir de lo ya descrito y de la revisión del relato que Patricia organiza para desarrollar
de manera coherente su línea argumental, es posible señalar que la entrevistada articula
su narración en torno a un eje que desarrolla en el transcurso de la entrevista y que
corresponde al “trabajar con el enfoque de género”.

“Trabajar en la violencia de género me ha cambiado la perspectiva de la vida”

Esta argumentación se desarrolla en torno a dos momentos, que serán divididos en dos
grupos, el primero respecta a todos los argumentos que utiliza para hablar de su vida
antes del enfoque de género y el segundo en lo que respecta al impacto que ha tenido
en la actualidad esta concepción de mundo.

Al inicio del relato de Patricia se puede evidenciar que no existe mayor incidencia la
temática del género.

En su paso por el colegio, el cual es denominado por ella como “de derecha”, jamás se
cuestionó las relaciones de género que se daban en su entorno, la entrevistada dice: “pa
mí no era un tema, o sea no tengo como memoria en el colegio de haber sido yo
consiente de no sé, las vulneraciones de los derechos de las mujeres, no era tema,
eemm que las mujeres éramos discriminadas”.

Un elemento relevante es que el colegio en el cual estudió Patricia era solo de mujeres y
de tendencia política derechista, por lo tanto, pudiese ser que no se evidenciaban
diferencias en las relaciones de género, por un tema de naturalización de la temática.

“Estoy hablando de un colegio además, súper eemm de una lógica más de derecha, un
colegio muy protegido, era un colegio laico (…) Yo estudie en un colegio de puras
mujeres”.

Por otro lado, en su paso por la universidad tampoco fue uno de sus campos de interés,
salvo al final de sus estudios, cuando debía realizar la investigación de tesis para poder
optar al título profesional. En ese momento, al decidir con un grupo de compañeras
investigar sobre la violencia intrafamiliar Patricia logra insertarse en lo que respecta al
enfoque de género, produciéndose un quiebre, un antes y después.

Una de las compañeras de la entrevistada trabajaba en el SERNAM, por lo mismo,


decididas a trabajar juntas en la investigación pero con la incertidumbre del tema, esta
amiga les ofrece investigar alguna temática relativa a la mujer, desde el Servicio
Nacional, el resto del equipo accede y desde ese entonces que Patricia ha estado
relacionada al enfoque de género.

107
“Trabajar en la violencia de género me ha cambiado la perspectiva de la vida, y por
ende la forma de construir mis relaciones (…) o sea la forma de mirar el mundo, pero no
el Trabajo Social sino el tema en que yo trabajo”.

En ese sentido, Patricia reafirma que el cambio en su concepción del mundo se debe al
trabajo que ella realiza y no a la profesión que ella escogió durante la estudió.

Por otra parte, tenemos el grupo que aborda sus argumentos, posterior a la inserción
laboral en el programa de mujeres.

La compañera que trabajaba en el servicio resultó ser una actante fundamental, puesto
que debido a eso ella pudo acceder a la temática, considerándolo como un hecho
determinante hasta el día de hoy. “Se me abrió el mundo al tema de la mujer, al
enfoque de género, a la desigualdad, a la vulneración de los derechos de las mujeres
(…) Y eso fue gatillante para mí y fue un camino que recorro hasta hoy y que sigo
viviéndolo y descubriéndolo hasta hoy día”.

En este sentido, sigue reafirmando el camino que escogió para desempeñarse


laboralmente.

“Creo que este es un tema que me apasiona hasta el día de hoy, a pesar de que han
pasado tantos años este trabajo para mí tiene que ver con el ejercicio de la profesión
pero también con una responsabilidad, para mí una responsabilidad social en lo que yo
creo, en lo que me siento representada fuertemente (…) Porque trabajar en esto
insisto, no solamente tiene que ver con desarrollarse desde lo profesional y técnico,
también tiene que ver con un desarrollo humano y social más profundo, y personal”.

En el párrafo anterior, se evidencia el impacto que ha tenido el enfoque de género en su


concepción del mundo, pero además este permea en la forma de relacionarse que
Patricia tiene, con su pareja y también con su hijo.

Con respecto al impacto en la crianza, Patricia dice:

“Yo creo que ahí como uno organiza su mundo su vida, el nivel de comunicación y la
apertura que tiene tu pareja a esto, el saber que él también asume responsabilidades, y
que no es que me esté apoyando y colaborando si no que es un empresa que ambos
llevamos adelante pensando y obviamente a favor de nosotros, pero por sobre todo de
nuestro hijo”.

Entender la crianza como una corresponsabilidad ha sido uno de los aprendizajes de vivir
la vida desde el enfoque de género.

Cuando habla de su hijo, comenta que trabajar en violencia de género y ser madre de un
hombre no ha sido fácil, sin embargo cree que los aportes que ella le ha hecho, han
influenciado para que él sea un niño “crítico”:

108
“Ser madre de un hombre y trabajando en violencia, no es… Es un niño que tiene 6
años, es un niño con alto nivel de… él ha ido a las marchas, por lo tanto es un niño
como bien critico también. Su padre trabaja en temas de prevención en los derechos de
la infancia, entonces tiene por ambos lados, no le queda otra que ser consciente, y bien
critico de eso, que quizás no cualquier niño a los 6 años la tendría”.

Finalmente, trabajar con el enfoque de género ha impactado de tal manera en la vida de


Patricia, que ella por seguir en esta temática que le apasiona ha debido aceptar la
precarización de sus condiciones laborales por el traspaso de pertenecer del municipio al
servicio nacional.

“El honorario de convenio es un honorario que depende de dos voluntades, no de una.


Depende que en este caso el servicio nacional si quiere hacer convenio, renovar el
convenio con el municipio, y depende que el municipio quiera firmar un convenio con el
servicio nacional”.

4.5.4 Oposiciones de secuencias del relato de Patricia

La primera oposición que se evidencia en la secuencia número uno, guarda relación con
la elección de la carrera.

Estudiar Diseño como primera opción / Estudiar Trabajo Social.

Por otra parte, en esta secuencia se evidencia también la concepción del Trabajo Social
que proporciona la entrevistada:

Concepción del trabajo social asistencialista por parte de su círculo / Trabajo social
transformador.

En cuanto a la segunda secuencia, en la formación profesional Patricia refiere haber


vivenciado un choque entre su formación profesional y la práctica y realidad laboral.

Formación crítica, analítica y reflexiva / Carencia de herramientas técnicas y prácticas


para el ejercicio profesional.

Con respecto a su inserción al mundo laboral, se evidencia una falta de experiencia en la


temática de trabajo, por dos razones, la primera, la entrevistada aún no era una
profesional titulada y la segunda, el trabajo con mujeres era una temática nueva de
trabajo en Chile.

Inserción al mundo laboral rápida y estable / Falta de conocimiento e inexperiencia en


la temática.

Acerca de su trayectoria laboral, ha sido posible identificar que a Patricia en materia


contractual mantiene una trayectoria estable con sentimientos de inestabilidad.

109
Trayectoria laboral continua y estable en el tiempo / Sensación de precaución,
incertidumbre e inestabilidad laboral cada vez que hay que renovar el convenio entre
SERNAM y Municipio.

En cuanto a sus proyecciones, Patricia refiere tener ganas de dejar la intervención directa
y dedicarse a la academia.

Perfeccionarse profesionalmente a través de postgrados y dedicarse a la academia /


Dejar de intervenir socialmente en su programa.

4.5.5 Oposiciones de actantes del relato de Patricia

Las oposiciones identificadas a partir del relato de Patricia en relación a los actantes son
las siguientes:

En cuanto a ella misma y la elección de la carrera:

Referir haber tenido influencias de una profesora a la hora de seleccionar la carrera /


Optar por otra carrera antes de estudiar Trabajo Social.

Por otra parte se destaca el respaldo que le ofreció la familia cuando decidió estudiar
Trabajo Social:

Familia conforme con la carrera universitaria seleccionada / Entrevistada con


incertidumbre debido al cambio.

El colegio, por su parte, le abre las puertas a la participación de actividades relacionadas


con la comunidad y el bienestar:

Participar del Bienestar del Colegio / Optar por otra carrera.

En cuanto a la formación profesional, Patricia cree que las herramientas técnicas


otorgadas por la escuela de Trabajo Social no fueron suficientes para enfrentarse al
mundo laboral, puesto que identificó un choque en su formación:

Escuela de Trabajo Social entregando herramientas prácticas y técnicas insuficientes


para la realidad laboral / Sello reflexivo.

Respecto a su inserción al mundo laboral, se destaca del relato de Patricia la


inexperiencia en la temática de trabajo al ser el segundo centro en conformarse a nivel
nacional y su referencia para aprender de la temática con el único centro en Chile hasta
ese entonces:

Centro de la Mujer de Valparaíso / Centro de la Mujer de La Florida.

Acerca del impacto del género en su vida personal, menciona haber permeado en sus
relaciones interpersonales, modificando su forma de concebir la crianza:

Crianza compartida con su pareja / Crianza con “ayuda” de su pareja.

110
En cuanto a la maternidad, habla del cambio de prioridades:

Prioridades de la entrevistada antes de ser madre: trabajo / Prioridades de la


entrevistada después de ser madre: hijo.

Trabaja para mejorar la calidad de vida a mujeres vulneradas en sus derechos / Sufre
vulneración laboral por su condición contractual a la hora de embarazarse.

Con respecto a la Municipalidad de Valparaíso y el Servicio Nacional de la Mujer:

Municipio como empleador / Municipio como lugar donde desempeñan su trabajo y


SERNAM como empleador.

Directora del programa de violencia intrafamiliar ofreciendo a la entrevistada ser


coordinadora / Entrevistada aceptando el puesto de trabajo sin experiencia en la
temática.

Trabajadores de planta y a contrata con goce de beneficios y seguridad social /


Trabajadores a honorarios sin goce de beneficios y sin seguridad social.

Cuando SERNAM comienza a traspasar fondos a la municipalidad para ejecutar los


programas se transforma en un supervisor y empeora las condiciones laborales:

SERNAM como asesor técnico / SERNAM como ente financiador y fiscalizador.

Contrato a plazo fijo / Contrato a honorarios.

En cuanto a su equipo de trabajo:

Construcción de equipo sin experiencia en la temática / Capacitación del equipo en


materia de género.

Equipo capacitado para cumplir distintos roles / Equipo capacitado para llevar a cabo
solo sus funciones.

Respecto a la intervención que realiza con sus sujetos de atención:

Expectativas de mejorar calidad de vida de sujetos de intervención / Ella vulnerada en


sus derechos laborales por su forma de contratación.

Intervenciones impactadas por las condiciones precarias de trabajo / Intervenciones


llevadas a cabo a cabalidad.

Las condiciones laborales no impactan en lo cotidiano, pero si obstaculizan la fluidez de


los procesos del programa, la implican y desgastan al preocuparse por sus condiciones
laborales y las de todo su equipo; por la continuidad del convenio, y las remesas / No
centrarse en lo prioritario que es el análisis de casos y el trabajo técnico del trabajo con
las mujeres.

Su participación en el sindicato que busca visibilizar las precarias condiciones laborales


que poseen los trabajadores a honorarios:

111
Tesorera del Sindicato / Socia activa sin cargo para dedicarse a la maternidad.

Participación en el sindicato en virtud de la precariedad de las condiciones laborales de


los honorarios y la importancia de organizarse y constituir un sindicato para visibilizar
dicha precariedad y vulneración de derechos laborales / Jefaturas de personas de
planta que refieren conocer el problema y no gestionan acciones que mejoren dichas
condiciones.

Organización desde el sindicato en el Municipio /Organización de equipos de centros


de la mujer como una forma de visibilizar la precariedad en otras instancias externas.

4.5.6 Oposiciones de argumentos del relato de Patricia

Las oposiciones de los argumentos de la entrevistada, serán identificadas de acuerdo a


los grupos ya establecidos en la descripción anterior, es decir, un grupo estaría
conformado por los elementos que marcaban un antes y un después en el trabajo con el
enfoque de género en la vida de Patricia.

Antes y después del trabajo con el enfoque:

En su época como escolar no lograba advertir las vulneraciones de derechos que sufrían
las mujeres en el país, sin embargo, una vez comenzada su investigación de tesis empezó
a identificar y analizar las relaciones que hasta entonces se forjaban en virtud de la
mujer.

No ser un tema de interés antes de titularse / Constituirse como una temática que la
apasiona y que impacta día a día en su vida cotidiana.

Patricia valora más el aporte que le realizó el ejercicio profesional desde el enfoque de
género más que el aporte del trabajo social en general, debido al cambio de perspectiva
y concepción de mundo:

Impacto del desempeño profesional en la temática de violencia de genero perspectiva


de vida y en la forma de construir sus relaciones familiares / Trabajo Social reconocido
solo como la profesión sin mayores incidencias en la vida personal y familiar.

Para ella, el aporte que le entrega el enfoque no es solo profesional sino también
humano y personal, por lo mismo, impacta positivamente en su vida trascendiendo del
espacio laboral:

Pasión por la temática de trabajo / Desarrollo profesional, técnico, humano, social y


personal.

En este sentido, su trayectoria laboral, se ha desenvuelto como un espacio de mucho


crecimiento profesional y personal:

Trayectoria laboral continua y estable en el programa / Espacio de trabajo de


crecimiento y aprendizaje continuo.

112
En cuanto al impacto familiar que ha tenido el enfoque de género en sus relaciones con
su esposo e hijo:

Abordaje de la maternidad/paternidad adecuado, equilibrado y organizado con su


pareja, con quien se han distribuido los roles / Sentimiento de culpa por dejar a su hijo.

Formación de su hijo desde el enfoque de género, niño crítico / Formación y crianza


naturalizada.

Respecto al impacto personal y profesional que ha tenido el enfoque de género en su


vida con sus condiciones laborales precarias:

Pasión por lo que hace / Aceptación de condiciones laborales precarias.

4.6 Cuadro de oposiciones comunes entre entrevistados

A continuación se presentará la elaboración de un cuadro de oposiciones que abarca los


elementos comunes entre los cinco participantes de la investigación que emergieron del
análisis de la información realizado en los párrafos precedentes.

Secuencias Argumentos Actantes

Elección de la Optar por otra carrera / Primera opción Entrevistados (as) /


carrera de trabajo social Familias / Amistades
Trabajo Social

Formación Operativa / reflexiva Entrevistados (as) /


profesional en Universidades
sus respectivas
escuelas de
trabajo social

Inserción al Inserción rápida al mundo laboral / Entrevistados (as) /


mundo laboral Trabajos pequeños Instituciones de trabajo /
desde el Flexibilidad laboral
ejercicio Formación profesional teórica /
profesional Realidad social que excede la teoría

Expectativas laborales como


Trabajador Social
Cambiar el mundo con sus aportes /
Reproducción del quehacer en el
ejercicio profesional

Trayectoria Elementos biográficos, hitos Entrevistados (as) /


laboral desde el Aprendizaje y crecimiento profesional Instituciones de trabajo
ejercicio rápido / Experiencias laborales breves

113
profesional Elementos biográficos, autodefinición Entrevistados (as) /
Autodefiniciones elaboradas en Compañeros (as) de
relación a sus trayectorias laborales y trabajo
compañeras/os de trabajo /
Características definidas por aspectos
personales de la vida de las y los
entrevistados

Elementos biográficos, Impacto del Enfoques teóricos /


ejercicio profesional en la vida Entrevistados (as) /
personal Instituciones de trabajo /
Cambios en la concepción de mundo a Sujetos de intervención
partir de los enfoques con los que
trabajan (género, derechos de infancia,
infractores de ley) / Reproducción y
naturalización de las prácticas
cotidianas

Elementos biográficos, Impacto de la Entrevistadas que son


maternidad y paternidad en la madres / Entrevistados
trayectoria laboral (as) que no tienen hijos
Impacto en las prioridades y (as) /Hijos (as)
expectativas por las entrevistadas que
son madres / Condicionamiento de las
proyecciones laborales y profesionales
en función de la maternidad o
paternidad

Elementos biográficos, Impacto del Enfoque de género /


género en la trayectoria profesional Entrevistados (as) /
Género como una variable transversal a Amigos (as) de
la hora de hablar de la profesión y el entrevistados(as)
trabajo / Carrera femenina

Elementos relacionales, Valoración del Trabajo Social


Trabajo Social en virtud del /Instituciones de Trabajo /
desempeño profesional Compañeros (as) de
Reconocimiento y valoración del trabajo
Trabajo Social, por pertenecer a
instituciones donde existe un alto
porcentaje de profesionales de esta
área / Ningún profesional
desempeñándose en instituciones
donde el Trabajo Social no es
reconocido
Elementos relacionales, Definición del Entrevistados (as) /
profesional desde sus compañeros Trabajo Social /
Legitimación teórica y metodológica Instituciones de trabajo /
dentro de sus espacios de trabajo / Compañeros(as) de
Definiciones marcadas por trabajo / Sujetos de
características personales de las y los intervención
entrevistados

Elementos relacionales, Expectativas Entrevistados (as) /


que tienen los otros respecto al rol que Equipos de trabajo (en
desempeña ocasiones referido como
Liderazgos democráticos / Cumplir con nosotros) / Instituciones

114
las funciones laborales determinadas de trabajo
para cada entrevistado

Elementos relacionales, Importancia Entrevistados (as) /


de la organización en virtud de mejorar Sindicatos / Instituciones
las condiciones laborales de trabajo
Reconocimiento de la importancia de
organizarse para obtener mejoras en
sus condiciones laborales / Mayoría de
los profesionales entrevistados no
están sindicalizados

Campo laboral actual, Actuales Entrevistados (as) /


condiciones laborales Instituciones de trabajo /
Sensación transversal de inestabilidad e Flexibilidad laboral
incertidumbre laboral / en caso de
quedar sin proyectos, creen serán
considerados para nuevos proyectos /
continuidad laboral en sus programas

Campo laboral actual, Impacto de las Sujetos de intervención /


condiciones contractuales en el Entrevistados (as) /
desempeño profesional Instituciones de trabajo

El desempeño laboral se ve afectado en


sus respectivas intervenciones por las
condiciones contractuales / Diversidad
de respuestas para mejorar las
condiciones contractuales

Campo laboral actual, Modificaciones Entrevistados (as) /


a las actuales condiciones laborales Instituciones de trabajo /
Flexibilidad laboral
Coincidencia en modificaciones
estructurales como la sensación de
inestabilidad / mejores sueldos por los
trabajos que realizan y horarios
flexibles de trabajo

Proyección de la Proyecciones en sus espacios laborales Entrevistados (as) /


trayectoria actuales a corto plazo / Interés en Instituciones de trabajo /
laboral desde el desempeñarse en la academia Academia
ejercicio
profesional

Concepción del Trabajo social crítico / Trabajo social Entrevistados (as) /


Trabajo Social asistencialista Sujetos de intervención /
Profesionales de otras
disciplinas

115
Capítulo V:

Resultados
de la
investigación

116
Resultados de la investigación

En el presente capítulo se expondrán los resultados que proporcionó la investigación a


partir del análisis de la información realizado en el capítulo anterior.

Se dará respuesta a las preguntas de investigación, a través del análisis de la información


común entre las y los sujetos entrevistados, para evidenciar cómo construyen sus
identidades profesionales las y los trabajadores/as sociales y a partir de qué elementos.

Por otra parte, se cruzará la información particular con la teoría proporcionada por
Claude Dubar para evidenciar si las y los profesionales se identifican con alguna forma
identitaria elaborada por él, o si deben construirse nuevas tipologías para categorizar a
las y los sujetos, por parte de las investigadoras.

5.1 Análisis del cuadro común

De acuerdo al cuadro de elementos comunes presentado en el apartado anterior, resulta


pertinente explicitar que se identificaron los elementos transversales y aquellos que
aparecen con mayor frecuencia en las cinco entrevistas analizadas. Es por lo anterior,
que este cuadro de oposiciones nos brindará la posibilidad de dar respuesta a la primera
pregunta de investigación.

¿Cómo se construyen las identidades profesionales de trabajadores sociales en el


contexto de flexibilización laboral?

En relación a la primera secuencia del cuadro que corresponde a la elección de la carrera,


es posible señalar que si bien, existen argumentos que son comunes en algunos
entrevistados a la hora de elegir la carrera, se podría establecer que este hito no sería
constitutivo de la identidad profesional, considerando que las motivaciones al momento
de realizar la elección de la carrera de trabajo social eran diferenciadas, porque
respondían a intereses netamente personales y en la mayoría de los casos esos intereses
se transforman y modifican en el hito de la formación universitaria.

En cuanto a los actantes, se identifica que la elección de la carrera esta mediada por el
interés personal del entrevistado, la opinión de la familia y de sus amistades, siendo el
primero quien toma la decisión y tiene mayor relevancia.

Es pertinente señalar como un elemento diferenciador la prioridad con la que


seleccionan la carrera, puesto que, de cinco entrevistados; dos mujeres estudian otras
carreras antes de optar por trabajo social; la otra entrevistada la selecciona como su
tercera opción; y los dos hombres escogen la profesión como primera opción. En este
sentido, parece conformarse como un hito identitario para quienes han optado por
trabajo social, después de algunas experiencias previas de formación universitaria donde
no lograron proyectarse a largo plazo como profesionales, puesto que, finalmente es

117
esta profesión la que logró satisfacer, en cierta medida, las necesidades y proyecciones
que cada una tenía.

Con respecto a la segunda secuencia del cuadro común que corresponde a la formación
profesional, este hito sería el primer elemento constitutivo del proceso de construcción
de las identidades profesionales de trabajadores sociales, ya que la formación les aporta
elementos que les permiten reconstruir la concepción del quehacer del Trabajo Social y
la concepción del mundo.

Todos apuntan a que la formación universitaria cambia la mirada, ya que la mayoría pasa
de una noción del trabajo social basado en la ayuda desde la caridad y la filantropía a una
noción de cambio, la cual se expresa en la mayoría de los sujetos de investigación como
una respuesta a la cuestión social, aspirando a la transformación de las desigualdades, tal
como lo diría Marilda Iamamoto (2003), en la tensión de saber la desigualdad y rebelarse
frente a ella, es que la profesión despliega su trabajo, excepto en una de las
entrevistadas, la cual estaría más bien asociada a una noción asistencialista de la
profesión.

La situación anterior, podría estar en relación con el sello que presenta cada casa de
estudios de las y los entrevistados (PUCV y UV), quienes reconocen que la formación
académica de la escuela de Trabajo Social de la PUCV, se destacaría por desarrollar
aspectos más reflexivos, pero menos operativos, por sobre la escuela de Trabajo Social
de la UV, que se caracteriza por ser más operativa, pero menos reflexiva.

La tercera secuencia de la inserción al mundo laboral, se identifica como un elemento


constitutivo de la identidad profesional, en lo relativo al choque existente entre la
formación académica que enfatiza aspectos teóricos y reflexivos versus una realidad
dinámica que desborda la teoría enseñada en la academia. En este sentido, es posible
desplegar los primeros elementos identitarios otorgados por la formación académica que
se ven en tensión a la hora insertarse laboralmente, lo que podría dar cuenta de la
persistencia de la vieja dicotomía entre la teoría y la práctica en el Trabajo Social.

En este hito, se complementa y sigue construyendo la identidad profesional.

Respecto de la cuarta secuencia de la trayectoria laboral desde el ejercicio profesional,


esta es considerada parte del contexto sociolaboral en el cual los/as trabajadores/as
sociales construyen sus identidades. En este sentido, es posible señalar que las
trayectorias laborales de los y las entrevistados/as se caracterizan por alcanzar
rápidamente aprendizajes y crecimiento profesional a pesar de ser experiencias laborales
breves.

Esta situación se presentaba tanto en profesionales que contaban con menos de diez y
más de diez años de ejercicio profesional. En el caso de los primeros, dos de ellos habían
tenido solo una experiencia laboral como Trabajadores Sociales, sin embargo se
destacaba la existencia de trabajos previos a su titulación ejercidos en períodos de corta
duración (en el caso de Bárbara en los procesos de admisión de estudiantes de la

118
Universidad Santa María por un periodo aproximado de dos semanas con un contrato a
honorarios y en el caso de Osvaldo como educador social en un programa perteneciente
a la red del Servicio Nacional de Menores y en la ejecución de talleres en el ámbito
educacional también con un contrato a honorarios), mientras que el tercero había
alcanzado ocho trabajos en cinco meses todos con contrato a honorarios. En el caso de la
otra entrevistada que contaba con más de diez años de ejercicio profesional, se
destacaba la brevedad de su primera experiencia laboral, pero a su vez el cúmulo de
aprendizajes adquiridos en este.

Esta situación, guarda relación con el contexto de flexibilización laboral actual, en lo


relativo a la precarización de una parte del mercado de trabajo que ha traído consigo
empleos informales, a tiempo parcial y/o la subcontratación (De la Garza, 2003). Lo
anterior se mantiene y manifiesta aun en los y las participantes de esta investigación, ya
que si bien se desempeñan en empleos formales, la mayor parte de ellos/as trabajan en
el proceso de implementación y ejecución de políticas sociales, lo que conlleva a la
existencia de trabajos tercerizados, con una duración de dos a tres años
aproximadamente, desembocando en una incertidumbre e inestabilidad laboral.

Esto permitiría explicar las trayectorias laborales marcadas por una serie de empleos de
corta duración o de trabajos que si bien perduran en el tiempo, la estabilidad de los
mismos no está asegurada. No obstante, los/as trabajadores/as sociales destacan esos
espacios laborales como instancias de gran aprendizaje, aun cuando estos se
caractericen por ser breves.

En este sentido, el aprendizaje y el crecimiento profesional en los espacios laborales a


pesar de las condiciones de los mismos, constituyen parte integrante de la construcción
identitaria de los/as Trabajadores Sociales.

En la misma secuencia, en lo relativo a la autodefinición que realizan los profesionales de


sí mismos, se identificó que estas eran realizadas en base a la trayectoria laboral y las
opiniones de los compañeros/as de trabajo, es decir, la autodefinición es elaborada a
partir de lo que dicen los otros. A la vez esta autodefinición está mediada por aspectos
personales de la vida de las y los entrevistados, es decir, lo que dice el entrevistado de sí
mismo. Por lo anterior, es posible señalar que el proceso de construcción de identidad
esta mediado por lo que señalan los otros y por lo que señala el/la entrevistado/a, lo que
Dubar (2002) denominaría procesos relacionales y biográficos en la construcción de las
identidades. Es relevante destacar que estos procesos no se desarrollan de manera
independiente, sino que en una interacción entre ambos procesos incidiéndose
mutuamente, por tanto, el proceso relacional estará mediado por la individualidad del
sujeto y el proceso biográfico estará mediado por lo que señalan los otros y la aceptación
de ello por parte del sujeto.

En este sentido la autodefinición que realizan los entrevistados de sí mismos, depende


de la opinión de los compañeros de trabajo, pero a la vez de la aceptación de dichas
opiniones por parte del entrevistado/a y de las creencias personales respecto de sí

119
mismo. Por lo anterior, es posible señalar que la incidencia de los otros en la
autodefinición, adquiere distintas formas; en algunos casos existe una relación de
compañerismo que refuerza las autodefiniciones que el/la entrevistado/a ya tenía de sí,
en otros la relación se mantiene en una tensión constante entre elementos que en
ocasiones son incorporados y en otras rechazados y en otra la relación es, más bien de
ausencia, la entrevistada se define de acuerdo a lo que ella cree que los demás piensan
de sí misma, ya que señala no tener muchos espacios de encuentro con sus
compañeros/as de trabajo.

Acerca del impacto del ejercicio profesional en la vida personal, se puede señalar que
sería constitutivo de la identidad profesional, puesto que se empezarían a conjugar los
procesos relacionales y biográficos en las y los entrevistados, traspasando elementos del
trabajo a sus vidas personales.

Como diría Dubar (2002) la identidad profesional es para el individuo la forma


socialmente reconocida de identificarse en el ámbito del trabajo, por ende, cuando la
mayoría refiere mirar la realidad desde los enfoques con los cuales trabajan, queda en
evidencia cómo aspectos profesionales y laborales se constituyen también como
personales.

Como aspectos comunes, es posible identificar que en la mayoría de los discursos se


releva la importancia del trabajo con enfoques teóricos que permean sus propias
concepciones de mundo, ya sean el de género, de derechos, de infancia, etc. En palabras
de Iamamoto (2003) cuando se menciona que la base del trabajo social es la cuestión
social, entendiendo esta como la expresión de las desigualdades sociales, el trabajador
social tiene la capacidad de forjar formas de resistencia en defensa de las injusticias, de
ahí que resulta fundamental el impacto de los enfoques en el espacio laboral y personal ,
que se traduce, por ejemplo, en el caso de Patricia, en la forma de construir sus
relaciones interpersonales y en la forma de crianza, desde un enfoque de género.

El impacto del ejercicio profesional en la vida de los/as entrevistados/as y a su vez, la


incidencia de la vida personal en el ámbito profesional, desembocan en una dialéctica
entre el espacio público y el privado, lo cual es particularmente relevante desde una
mirada de género, donde es posible establecer distinciones en lo relativo al ejercicio de
la maternidad/paternidad, destacándose una situación de desigualdad para la mujer; en
virtud del doble trabajo que deben realizar en estos casos: laboral y de cuidados. Es
necesario señalar que la situación de desigualdad en la actualidad no estaría dada
solamente por la ejecución de la denominada doble jornada laboral, sino que además y
principalmente por la invisibilización y desvalorización del trabajo de cuidados
históricamente ejecutado por la mujer a raíz de la división sexual del trabajo, es decir; la
dificultad no recaería en la diferencia de actividades realizadas por hombres y mujeres,
sino que en las jerarquías establecidas socialmente para unos y otros donde la mayoría
de las mujeres quedan recluidas a la ejecución de tareas sin reconocimiento social ni
visibilidad (CEPAL, 2011)

120
En relación a lo anterior, se destaca que el impacto de la maternidad/paternidad, en
los/as entrevistados/as condiciona las prioridades y proyecciones de estos, es decir,
quienes ejercen la maternidad en el caso de las entrevistadas refieren cambiar sus
expectativas laborales y prioridades en función de sus hijas/os, y quienes aún no ejercen
la maternidad/paternidad, de igual forma evidencian un condicionamiento en sus
proyecciones, en especial en la necesidad de obtener una mayor estabilidad laboral
cuando se proyecta la existencia de hijos/as. Se destaca por tanto, como un elemento
constitutivo de identidad dando lugar a nuevas dinámicas que permean sus relaciones y
espacios laborales.

Cabe destacar que lo anterior no se presenta de igual manera para hombres y mujeres,
ya que nuevamente se evidencia una situación de desigualdad en perjuicio de aquellas
mujeres entrevistadas que resultaron ser madres y que se encontraban trabajando sin
seguridad social, ya que para una de ellas, no existía ninguna garantía legal que
resguardara sus derechos laborales durante el periodo de embarazo y post parto,
denominado actualmente por la legislación laboral como pre-natal y post-natal;
quedando su resguardo, en muchos casos, al arbitrio del empleador.

Por lo anterior el impacto del género en la trayectoria profesional, se destaca como un


elemento constitutivo de identidad profesional de manera transversal en todas y todos
los entrevistados, ya que además del impacto de la maternidad y paternidad, el hecho de
ser una carrera feminizada se presenta como un aspecto relevante y constitutivo de
identidad. En palabras de Lorente, el género sería un elemento estructural y
estructurante de la identidad del trabajo social, esto, ya que históricamente existirían
profesiones que se asocian a mujeres, puesto que surgen como un traspaso y proyección
de actividades de la vida privada al espacio público.

En el relato de las y los entrevistados surge espontáneamente este reconocimiento de la


profesión como una carrera femenina, no obstante, reconocen el esfuerzo realizado por
décadas para dejar atrás la subalternidad (Lorente, 2004) que es atribuida en ocasiones
por otros (sujetos y profesiones) a la disciplina, dando a conocer los métodos y teorías
utilizadas en la práctica profesional desde el Trabajo Social.

Otro aspecto que está en relación con lo anterior, se encuentra presente en los
elementos relacionales, en lo que respecta a la valoración del Trabajo Social en virtud del
desempeño profesional. Se identifica que en general existe un reconocimiento y
valoración positiva de la profesión en los espacios de trabajo por el aporte que realizan
en los mismos y por la presencia de otros profesionales del área en estos. Ellos/as creen
que son valorados por el trabajo que realizan en una realidad compleja, en cargos de
coordinación o dirección, porque representan a sus empleadores frente a los sujetos de
intervención y porque ellas/os realizan bien su trabajo. Sin embargo existe, al mismo
tiempo, una idea de desvalorización del Trabajo Social en comparación a otras
profesiones como la medicina, la abogacía, la ingeniería, entre otras; lo cual podría
constituirse como un elemento que está presente en la construcción de las identidades,
en cuanto los entrevistados refieren tener que validarse frente a estas otras profesiones

121
en los contextos laborales. Esta desvalorización o subalternidad de la que se hablaba en
el párrafo anterior, encuentra su fundamento en el hecho de que las profesiones
femeninas han sido calificadas como “semi” profesiones generando así una distancia
cualitativa respecto de las demás, y prevaleciendo la idea del Trabajo Social como una
profesión incompleta por el hecho de ser sociológicamente femenina. Por esto en las
denominadas semiprofesiones se producirían saberes subalternos, ya que la legitimidad
para intervenir sobre una parte de la realidad estaría dada por la construcción de una
disciplina científica propia; de ahí la necesidad de los entrevistados de validarse frente a
los otros en sus espacios profesionales.

En otro sentido, se destaca del segundo elemento del proceso relacional, que en la
definición que realizan los compañeros/as del profesional, estos son legitimados teórica
y metodológicamente en sus espacios de trabajo, es decir, se releva el aspecto
disciplinario. A la vez en esta definición destacan aspectos personales de los/las
entrevistados/as, lo cual era compartido por los cinco entrevistados, quienes señalaban
que la definición de ellos/as como profesionales estaban marcadas por ambos
elementos.

Los elementos teóricos - metodológicos serian constitutivos de la identidad profesional


en cuanto son considerados recursos esenciales para ejercer el trabajo social ya que
permiten leer la realidad, actuar sobre la misma y transformarla (Iamamoto, 2003),
además de ser elementos que permiten legitimarse frente a los otros.

El tercer aspecto del proceso relacional, da cuenta de las expectativas que tienen los
otros respecto al rol que desempeña el profesional. Considerando que la mayoría de
los/las entrevistados/as ejercen cargos de coordinación, se destaca como expectativa de
los/as compañeros/as, ejercerlos de manera horizontal, por lo cual lo que se espera es
que ejerzan liderazgos democráticos al interior de los equipos de trabajo y al mismo
tiempo cumplir las funciones laborales asignadas a cada entrevistado en sus cargos de
coordinación o dirección. Esta corresponde a la realidad laboral de tres entrevistados, los
otros dos que aún no ejercían cargos directivos consideraban que las expectativas
laborales eran cumplir bien con su trabajo.

Por último, del proceso relacional, se destaca la importancia de la organización en pos de


mejorar las condiciones laborales. En este caso se identificó que solo dos de los
entrevistados participaban en una organización sindical, ya que reconocen la importancia
de organizarse para obtener mejoras en sus condiciones laborales frente a los otros tres
entrevistados/as que no participan en sindicato. El motivo por el cual no participan varía,
dos entrevistados señalan que sería porque en sus lugares de trabajo no existe sindicato
y la tercera señala que participar no le reportaría ningún beneficio que le sea útil.

En relación al párrafo anterior, parece conformarse como una dialéctica el hecho de


incentivar la participación a las y los sujetos de intervención en sus respectivos trabajos y
no desplegar acciones colectivas en sus vidas, ya sean en el espacio laboral, puesto que,

122
por una parte se releva un discurso, que en la práctica personal no se está llevando a
cabo.

En este sentido, no es posible señalar que la acción colectiva y en particular, la


participación en una organización sindical sea constitutivo de la identidad profesional de
trabajadores sociales, ya que la participación en las mismas y las motivaciones para
hacerlo varían caso a caso.

Si bien, la participación sindical en las y los entrevistados no es constitutivo de identidad,


es importante destacar que tampoco, en el discurso de las y los participantes se
identificó alguna otra forma de acción colectiva, ya sean participación en gremios o el
colegio de trabajadores sociales, para poder evidenciar si estas eran o no constitutivas de
identidad.

Cuando se habla del campo laboral, primero que todo, resulta pertinente abordar cómo
las actuales condiciones laborales que poseen las y los entrevistados, permean y
constituyen identidad profesional.

La forma de construir las relaciones en el espacio de trabajo, la forma de reconocerse y


diferenciarse, a partir de sus condiciones, es elemental para reconocer que la
precarización debido a que en la flexibilidad laboral forjan la identidad.

Según Iamamoto (2003) las y los trabajadores sociales históricamente han sido
profesionales que implementan y ejecutan políticas públicas, por ende, su empleador
generalmente ha sido el Estado. Sin embargo, con el advenimiento de la flexibilidad
laboral y las políticas de corte neoliberal, el Estado ha sufrido un retraimiento y ha
adquirido un rol, más bien, pasivo, las políticas públicas se han tercerizado y ha
comenzado a transferir sus funciones y responsabilidades a la sociedad civil.

El sentimiento de inestabilidad e incertidumbre laboral es constante y transversal en


todos los discursos, independiente de los espacios de trabajo, ya que la mayoría ejecuta
políticas públicas, con excepción de una entrevistada. A la tercerización de las mismas se
le suma que cada política se licita, provocando esta sensación de incerteza.

No obstante, todas y todos refieren sentirse considerados por sus jefaturas en caso de
quedar sin proyectos por pérdidas en las licitaciones y además evidencian tener una
continuidad laboral estable en sus programas.

En cuanto al impacto de las condiciones contractuales en el desempeño profesional, es


posible relevar que si incide en la construcción identitaria, de manera diferencial y
transitoria, puesto que dichas condiciones pueden estar sujetas a modificación, en pos
de un mejoramiento en las mismas.

Además de lo anterior, se advierten diferencias en la concepción que tiene cada


profesional respecto a sus condiciones laborales y contractuales. En algunos casos, se
evidencia una fuerte crítica al momento de calificar sus propias condiciones y en otros
esta se ve suavizada, al punto de neutralizar la evaluación negativa. Esto podría visibilizar

123
que emerge allí una especie de conformidad adaptativa o disciplinamiento social frente a
la precariedad vivenciada en el entorno, al momento de compararse con otros
(profesionales de la disciplina en condiciones de mayor precariedad o profesiones que
gozan de mayor reconocimiento social) lo que podría provocar que la concepción de la
situación de sí mismos, se modifique.

Todas y todos los sujetos de investigación refieren a los sujetos de intervención a la hora
de abordar el impacto de sus condiciones en el desempeño profesional, debido que estas
no permiten la concentración y desarrollo del trabajo en un cien por ciento.

Como diría Iamamoto “La polivalencia, tercerización, subcontratación, reducción del nivel
de los salarios, ampliación de los contratos de trabajo temporarios, desempleo, etc. Son
dimensiones de la propia tendencia actual del Servicio Social y no una realidad ajena o
externa que “afecta a los otros” (Iamamoto, 2003: 65).

Cuando se hace referencia a la práctica profesional, no es posible pensar la acción del


trabajador social, de forma separada del contexto en el que éste se desarrolla, es decir,
se consideran las instituciones y con ello las relaciones de poder existentes en las
mismas, los movimientos sociales y las políticas sociales, no serían solo el contexto de la
práctica profesional, sino que también la constituyen. En este sentido, reconocer el
contexto actual y su impacto en el desempeño profesional, es reconocer también el
mercado de trabajo en el cual se desenvuelve el Trabajo Social.

Para dar respuesta al impacto negativo de las condiciones en el desempeño profesional,


algunos sujetos de investigación se organizan a través de sindicatos, con el fin de
visibilizar y mejorar sus escenarios laborales precarios.

En cuanto a las modificaciones de las actuales condiciones laborales, las y los


entrevistados coinciden en que deben realizarse modificaciones, pero estructurales, ya
que el sentimiento de inestabilidad e incertidumbre se origina por decisiones adoptadas
por el Estado y el mercado laboral. Por lo anterior, se considera que estas motivaciones
en pos de mejorar las condiciones laborales si son constitutivas de identidad profesional,
lo cual además requiere de un esfuerzo relacional, colectivo y organizacional.

Por otra parte, la mayoría también coincide en que deben ser mejor remunerados por el
trabajo que realizan, reconociendo que sus vidas personales se ven permeadas por los
contextos en los cuales se desenvuelven profesionalmente.

Finalmente, en el contexto de flexibilidad laboral, los/as entrevistados/as destacan como


aspecto positivo el horario de trabajo, el cual no estaría supeditado a un cumplimiento
estricto del mismo, sino que existiría mayor libertad para disponer del mismo
distribuyéndolo de acuerdo a su conveniencia personal. Quienes no cuentan con esta
flexibilidad horaria, mencionan en sus relatos, la necesidad de tenerla.

En síntesis, resulta pertinente exponer bajo qué elementos las y los trabajadores sociales
van construyendo sus identidades profesionales. Inicialmente construyen su identidad
profesional en su formación profesional, este sería el punto de partida que se dio

124
transversalmente en todos los discursos. Sin embargo, es posible advertir que se
construye de manera diferenciada, debido a las dos universidades que aparecieron en los
relatos de los cinco entrevistados.

La inserción al mundo laboral una vez tituladas/os, se constituye como otro elemento de
la construcción de sus identidades, puesto que es en este hito donde las y los
entrevistados consideran que existe un choque entre sus formaciones profesionales y la
realidad del ejercicio laboral.

En los aspectos biográficos presentados en el cuadro común, es posible rescatar que


todos son constitutivos de la identidad profesional, ya que se conjuga el espacio personal
en el laboral y en un proceso dialectico se va creando una identidad para sí con aspectos
particulares que se actualizan en lo laboral.

En cuanto a los aspectos relacionales, serian constitutivos de identidad profesional, en


pos de la idea de que el Trabajo Social sería una semiprofesión que produce saberes
subalternos y la consecuente necesidad de los profesionales de validarse frente a los
otros en sus espacios laborales. En relación a lo anterior, los elementos teóricos –
metodológicos juegan un rol fundamental en el despliegue de la intervención social y la
legitimación de los y las entrevistados/as frente a sus compañeros/as en sus espacios
laborales.

Por último, el campo laboral actual, resultó incidir e impactar de manera transversal en
la construcción de la identidad profesional en cada uno de las y los entrevistados, esto,
debido a los cambios estructurales que han ocurrido desde la década del ochenta hasta
la actualidad, con la instauración de la flexibilidad laboral. Las y los sujetas/os han visto
modificadas sus condiciones laborales con respecto a un pasado, sobre el cual
comparaban el presente. Con excepción de una entrevistada que se desempeñaba en un
establecimiento de educación superior, todos coinciden en que la flexibilidad trajo
consigo una precariedad en materia laboral.

Estos cinco elementos expuestos son los que se pudieron observar y analizar a partir de
la metodología y técnicas de recolección de información utilizadas.

5.2 Construcción de tipologías


A continuación se expondrán las tipologías de formas identitarias sobre las cuales fue
posible identificar a las y los distintos entrevistadas/os que participaron en este estudio,
con el fin de dar respuesta a la segunda pregunta de investigación.

Para definir el concepto de tipología, se tomaran elementos de la definición del concepto


de tipos ideales de Max Weber (1921), considerando que lo se pretende en esta
investigación es desarrollar construcciones teóricas para dar explicación a la realidad
social, en lo relativo a las identidades profesionales de las y los trabajadores sociales.

Xavier de Donato (2007) citando a Weber (1921), menciona que los tipos ideales
permitirían explicar y comprender los elementos constitutivos de ciertos fenómenos

125
sociales, por lo cual, un tipo ideal es un instrumento conceptual utilizado en las ciencias
sociales para interpretar y categorizar la realidad social.

A partir de todo lo anterior, ha sido posible identificar ciertos elementos que serían
distintivos entre las y los entrevistados y que permiten la construcción de diferentes
tipologías, tales como la identidad de red, la identidad tensionada, la identidad
transformadora y la identidad de empresa.

Resulta pertinente mencionar que se realiza un esfuerzo por describir y construir una
tipología teórica que permita explicar las identidades profesionales de trabajadores/as
sociales y para ello es necesario recuperar aquellos elementos significativos de cada caso
particular de los/as entrevistados/as, es decir, a partir de los casos específicos que han
sido abordados en la investigación, es posible la construcción de categorías generales
que serían representativas de la población estudiada y que, en definitiva, permiten la
descripción o construcción de la tipología en un plano más teórico y mayor nivel de
abstracción.

Además de lo anterior, es necesario señalar que todas las tipologías de identidades que
se expondrán a continuación, son de carácter transitorias, puesto que responden a
contextos determinados, sobre los cuales ha sido posible indagar a través de la
investigación.

Finalmente, dos de las identidades abordadas en los siguientes párrafos son


producciones teóricas de Claude Dubar y las otras dos identidades desarrolladas fueron
elaboradas por las investigadoras.

¿Es posible identificar identidades profesionales diferenciadas en trabajadores sociales


en el contexto de flexibilización laboral?

Dubar plantea que las transformaciones realizadas en los modelos de gestión de


personas y organización del trabajo, estarían impactando y modificando las identidades
profesionales en la empresa, por lo cual identifica formas identitarias existentes en las
empresas. La Forma Identitaria es la categoría que construye desde la sociología el autor
para abordar las identidades distanciándose de las corrientes psicologicistas, en este
sentido éstas representan “las configuraciones típicas de identificación y de
categorización de los individuos en relación con los demás y en la duración de una vida,
las que permiten definirse a sí mismos e identificar a los demás. Las formas identitarias
representan diferentes lógicas de acción, justificaciones de las personas acerca de sus
acciones en el campo profesional en un amplio sentido: las prácticas de trabajo o de
formación, las racionalidades prácticas, o la búsqueda de empleo” (Gómez y Soto, 2008:
157).

126
5.2.1 Identidad de red

Según la producción de Dubar (2002), una de las identidades que se estaría dando en el
contexto contemporáneo con el advenimiento de la flexibilidad laboral sería la identidad
de red, que corresponde a una forma identitaria en donde la noción de precariedad es
considerada como una condición positiva, entendiéndose como una precariedad
identificante, en este sentido, las y los sujetos que suelen ser jóvenes profesionales, que
exploran constantemente el medio profesional, con experiencias enriquecedoras pero de
corta duración, existiendo una supremacía el sujeto individual por sobre lo colectivo, en
este sentido, la realización personal es un aspecto más primordial que los contextos de
incertidumbres sobre los cuales puedan ejercer, conllevando a afrontar la precariedad
intentando darle un sentido.

Esta tipología elaborada por C. Dubar, ha sido posible describirla en base a los elementos
más relevantes identificados en el análisis en virtud del relato de Juan, Trabajador Social
del sector privado, que cuenta con menos de diez años de ejercicio profesional y no
posee seguridad social debido a su contrato a honorarios. Si bien, existen elementos que
aparecen explícitamente en su discurso, hay otros elementos implícitos que han sido
interpretados por las investigadoras.

El entrevistado plantea constantemente en su relato tener una mirada crítica de la


realidad, lo cual es posible tensionar en virtud de elementos que se encuentran
implícitos en el mismo. La primera tensión identificada guarda relación con la
justificación de sus condiciones laborales, ya que, reconoce el hecho de desempeñarse
profesionalmente en condiciones precarias, sin embargo, considera no disponer de
recursos que le permitan actuar para modificar dicha situación, puesto que a su juicio la
modificación de las mismas correspondería a aspectos de carácter estructural que no
estarían a su alcance cambiar. En relación a lo anterior, refiere no participar de ningún
sindicato u otra organización fuera del espacio laboral en pos de lograr la transformación
de dichas condiciones, lo cual permite tensionar su discurso, ya que la mirada crítica que
señala tener en el ámbito personal y profesional, no se traduciría en acciones concretas
tendientes a la transformación del espacio laboral. En definitiva la mirada crítica en
virtud de la cual aspira a la transformación social en la intervención social, no encontraría
un correlato en sus prácticas a nivel personal; por tanto, si Juan señala tener una mirada
crítica y vivir la vida de manera coherente conforme a dicha mirada, estos elementos
tensionarían su discurso.

Por otro lado, Juan releva la idea de ser un “trabajador independiente” como una
característica positiva de su trabajo, ya que gracias a eso, es decir, a su contrato a
honorarios, el posee una flexibilidad horaria que asocia a la libertad de disponer de sus
tiempos personales como le acomode. Sin embargo, el hecho de ser un “trabajador
independiente”, pone en juego su certidumbre y estabilidad laboral, además de
constituirse en un concepto que difiere de sus actuales condiciones laborales, puesto
que un “trabajador independiente” en estricto rigor no debiese depender de un superior
jerárquico; situación que en este caso si está presente.

127
Por ultimo su trayectoria laboral basada en trabajos de corta duración y sin seguridad
social, nuevamente le proporcionan seguridad al considerar que cuenta con una red de
posibilidades laborales futuras que compensarían su actual incertidumbre laboral. Es lo
que Dubar (2002) denominaría como un sujeto empleable propio del contexto de
flexibilización laboral quien se desempeña en experiencias laborales breves pero
enriquecedoras que le permiten adquirir más competencias y habilidades laborales en
pos de alcanzar una mayor estabilidad laboral.

Como es posible evidenciar, Juan convierte la precariedad de sus condiciones laborales


actuales en fortalezas de carácter individual y en una suerte de aceptación positiva que
sería coherente a sus actuales proyecciones laborales y personales.

5.2.2 Identidad tensionada

Como plantea Claude Dubar, una de las identidades que pudiese estar desarrollándose
en el contexto contemporáneo guarda relación con la crisis de las identidades.

La crisis será entendida en palabras del autor, como una fase difícil atravesada por un
grupo o individuo, presentando rupturas en el equilibrio y perturbaciones entre los
componentes que estructuran la actividad de categorizarse a sí mismo y a los otros.

Dubar levanta su tesis de la identidad de crisis a partir de la identidad de red, identidad


en donde los trabajadores consideran la condición de precariedad como positiva y se
identifican con esto tratando de darle un sentido. El autor releva que si esta es la única
identidad deseable en el porvenir, entonces surgiría la identidad de crisis.

Sin embargo, para la elaboración de esta tipología, las investigadoras se distanciaran de


los planteamientos del autor, ya que no se considera que la identidad de crisis surja a
partir de la identidad de red, sino más bien un quiebre en el equilibrio que otorga el
espacio laboral.

Resumiendo, la identidad tensionada, no sería otra más que la que impide a las y los
sujetos identificarse consigo mismo y con los otros en el espacio laboral,
transitoriamente, debido al contexto sociolaboral de flexibilidad y precariedad laboral en
el cual se desempeñan.

Considérese en este contexto las condiciones laborales como la tercerización de políticas


públicas, la transferencia de responsabilidades y funciones del Estado a la sociedad civil,
la forma instrumental de relacionarse con el trabajo y la polivalencia.

En el caso de Margarita, una trabajadora social del sector privado con contrato
indefinido y seguridad social y más de 10 años de ejercicio profesional, se considera que
su identidad es una identidad tensionada, debido a todo lo proporcionado en su relato.

La entrevistada aborda cómo el contexto sociolaboral ha permeado a tal punto de


provocar una crisis, mencionada explícitamente por ella, en su vida profesional y
personal.

128
Margarita reconoce que en la actualidad han cambiado las lógicas de trabajo y de
intervención, desde los nuevos profesionales hasta el mercado laboral.

Trabajar en la actualidad con profesionales que se identifican con la identidad de red, es


un aspecto que incide en su crisis, mas no determinante, ya que plantea que hoy en día
no existirían objetivos comunes como si los habían antes, y predomina el individualismo
por sobre lo colectivo, el interés por la intervención dura lo que dura el horario de
trabajo y luego se desligan. Para ella, las y los profesionales que se titulaban antes, en su
época, tuvieron la posibilidad de trabajar con la mística que tenía y existía en el trabajo
social.

El elemento principal que detona y determina su crisis es el actual contexto laboral, que
en palabras de ella, es adverso, esta instrumentalizado y neoliberalizado, como diría
Iamamoto (2003), la tercerización, la subcontratación, la reducción de los salarios son
dimensiones de la propia tendencia actual del trabajo social. En palabras de De la Garza
(2003) sería la precarización del mercado de trabajo la que cambia las experiencias del
trabajo.

El contexto actual del trabajo es desgastante y desvalorizado, siente que no tiene el


reconocimiento que ella espera tener acorde a su edad y experiencia laboral.

Los cambios en el rol del Estado de uno activo a uno pasivo, el triunfo de lo privado por
sobre lo público en el espacio del trabajo, son elementos que hacen sentirse a Margarita
en un estado de crisis, hace alrededor de tres años.

Todos estos elementos han desencadenado en la entrevistada el desarrollo de esta


identidad.

5.2.3 Identidad transformadora

De acuerdo a los análisis de la información producida, se decide construir un tipo de


identidad para dos entrevistados: una mujer, trabajadora social del sector público, que
cuenta con más de diez años de ejercicio profesional y con contrato a honorarios a quien
se denominó Patricia y un hombre, trabajador social del sector público, que cuenta con
menos de diez años de ejercicio profesional con contrato a plazo fijo, a quien se
denominó Osvaldo.

La identidad transformadora, como se ha denominado, presenta elementos contrarios a


los descritos anteriormente en la identidad en red (Dubar, 2002), ya que en la identidad
transformadora los/as sujetos/as presentan una postura crítica frente a las actuales
condiciones laborales. En este caso, la precarización de las condiciones laborales son
experimentadas de forma negativa y no se presenta una argumentación que intenta
justificar o comprender dicho contexto, sino que se caracteriza por un fuerte deseo de
transformarlas. En este tipo de identidad se encuentran algunos elementos similares a
los señalados por Dubar (2002) para la identidad de oficio, que si bien es construida en
un contexto de transmisión de los oficios al interior de una comunidad, se basa en una
lógica de acción, que promueve la defensa de las competencias e identidades colectivas

129
tradicionales aunque no exista una correspondencia con los criterios de gestión
dominantes y un reconocimiento por parte de la empresa. En este sentido, la identidad
transformadora se basa en la organización colectiva como una forma de aunar
voluntades que permitan modificar las condiciones laborales precarias causadas por la
instauración de la flexibilización laboral.

En virtud de lo anterior, se destaca la importancia del contexto y de la interacción del


mismo con la intervención social desplegada por los profesionales, lo cual se encuentra
en concordancia con la noción del Trabajo Social, como una disciplina que se desarrolla
en un contexto que no se puede desconsiderar y sobre el cual a la vez se despliega la
intervención social, por lo cual, el mantenimiento o modificación del contexto permeará
el desarrollo de la misma (Iamamoto, 2003) y a su vez incidirá en la construcción de este
tipo de identidad.

De los elementos comunes que es posible rescatar de los relatos de Patricia y Osvaldo
para construir esta tipología identitaria, se encuentra en primer lugar una trayectoria
laboral marcada por el área en el cual se desempeñan profesionalmente, como un
espacio que les apasiona. En el caso de Osvaldo lo constituye el área de educación y el
conjunto de elementos involucrados en la intervención social que despliega en el
establecimiento educacional, dentro de los cuales se destaca a los estudiantes como
sujetos de intervención que vivencian contextos de alta vulnerabilidad, los/as
compañeros/as de trabajo y las instituciones externas que inciden en la intervención que
despliegan posibilitándola o limitándola.

Lo anterior queda de manifiesto en la definición que hace de sí mismo, al considerarse


una “entidad mixta”. Esta autodefinición caracterizada por la mixtura de la que el
entrevistado da cuenta en reiteradas ocasiones a lo largo de su relato, permite
evidenciar que la manera en la cual se define, está mediada por la definición de los otros,
por el contexto de trabajo en el cual se inserta, y sus características personales. En esta
mixtura, adquieren especial relevancia los/as compañeros/as del establecimiento
educacional, las instituciones involucradas en el proceso educativo y el contexto de
flexibilización laboral en el que Osvaldo debe desempeñarse profesionalmente. Todo lo
anterior, permite que su autodefinición sea la de una mixtura en la que se encuentran
presentes todos los elementos antes mencionados y que en algunos casos entran en
concordancia con lo que el espera de su espacio laboral y en otros se advierte una
tensión. En este último caso, se evidencian formas de resistencia desde el ejercicio
profesional, orientadas hacia la transformación de aquellas situaciones que lo
obstaculizan (como lo son por ejemplo las instituciones que mantienen la flexibilización
laboral y reproducen condiciones laborales precarias).

Patricia por su parte, construye una identidad fuertemente marcada por el trabajo con
mujeres desde el enfoque de género, lo cual constituye para ella no solo un ámbito de
desarrollo profesional, sino que también un desarrollo profundo desde lo humano y lo
personal.

130
Este entusiasmo por los enfoques o áreas de trabajo, se convierte en una motivación
para continuar trabajando en espacios laborales que ambos consideran inestables y
precarios, donde existen altos grados de incertidumbre. Esto conlleva a que ambos no se
encuentren conformes con sus actuales condiciones laborales donde la forma de
contratación conforma un punto crítico para ambos entrevistados. En el caso de Osvaldo
un contrato a plazo fijo, que se renueva anualmente pero que no le brinda una
estabilidad a largo plazo ya que año a año se evalúa su continuidad en el establecimiento
educacional y Patricia, por su parte, cuenta con un contrato a honorarios desde el año
2001, que se traduce en irregularidades en las fechas de pago, inexistencia de algún tipo
de seguridad social, incertidumbre por la continuidad del programa año a año, entre
otros. A pesar de esto ambos están convencidos de que dichos espacios laborales les
permiten propiciar cambios importantes en los sujetos de intervención.

A diferencia de los otros entrevistados, esta inconformidad los moviliza a participar en


una organización sindical con la finalidad de visibilizar y transformar dichas condiciones
laborales, por lo cual creen en la organización colectiva como una manera de aunar
voluntades en pos de alcanzar ciertos objetivos que les permitan resguardarse del
contexto de flexibilización laboral.

En ese mismo sentido, ambos entrevistados reconocen en sus condiciones laborales


fuertes limitantes al despliegue de la intervención social con los sujetos de intervención,
pero a la vez intentan realizar todo lo que esté al alcance del quehacer del trabajo social
para sortearlas.

La vida personal de ambos también se ve impactada por estas condiciones laborales de


inestabilidad e incertidumbre en cuanto a la dificultad de construir proyectos personales
a largo plazo que requieran de una estabilidad laboral. En este aspecto Patricia se vería
mayormente afectada en virtud del ejercicio de la maternidad, ya que considera que las
condiciones laborales no la impactan solo a ella sino que también a su hijo.

Ambos sujetos modificarían las condiciones generadas por el contexto de flexibilización


laboral, destacándose en su relato una mirada crítica respecto del sistema e instituciones
que las mantienen y reproducen.

A pesar de lo anterior, ambos refieren proyectarse en sus espacios y áreas de trabajo por
largos periodos de tiempo con la finalidad de generar cambios profundos o estructurales
desde la intervención que despliegan, sin embargo es posible evidenciar que en ambos
casos se encuentra implícita una proyección en pos de mejorar sus condiciones laborales
en otros espacios de trabajo, desde la intervención social o desde la academia.

5.2.4 Identidad de empresa

De acuerdo a los análisis de la información producida, se decide establecer la identidad


de empresa para una de las entrevistadas: una mujer, trabajadora social del sector
público, que cuenta con menos de diez años de ejercicio profesional y con contrato a
plazo fijo a quien se denominó Bárbara.

131
La identidad de empresa seleccionada para describir a la entrevistada, forma parte de la
producción teórica de Claude Dubar (2002), quien señala que este tipo de identidad
correspondería a aquellos asalariados que esperan intercambiar su contribución a la
empresa por una promoción interna. Se desarrollaría un tipo de identidad que
corresponde a la deseada por la empresa, que construye y propone al trabajador. La
empresa asegura al trabajador la seguridad subjetiva del empleo y la progresión
probable de su carrera a cambio de su implicación personal.

Para el autor este tipo de identidad se habría hecho insostenible por la implementación
del modelo de gestión por competencia, en virtud del cual se comienza a valorar la
empleabilidad y la empresa traspasa al trabajador la responsabilidad de desarrollar sus
competencias quedando liberada de la transacción entre desarrollo y movilización que
estaba a la base de la identidad de empresa.

En el caso de Bárbara, se evidencian elementos en la construcción de su relato, que


permiten establecer que se asemeja a la identidad de empresa con algunas
consideraciones.

En el análisis realizado previamente, se estableció que la entrevistada construía su línea


argumental en torno al crecimiento profesional que ha experimentado en virtud de las
protecciones laborales del espacio de trabajo y su consecuente Identificación con el
mismo.

Bárbara inicia su trayectoria laboral como trabajadora social en la misma universidad


donde se formó profesionalmente, por lo cual, preexistía una identificación de la
entrevistada con el espacio universitario. Ahora como espacio de ejercicio laboral la
universidad se constituye en el lugar que le permite desarrollarse como profesional y
crecer.

La entrevistada destaca en reiteradas oportunidades su condición de representante de la


universidad en el ejercicio laboral frente a los sujetos de intervención lo que la convertía
en una intermediaria en las negociaciones entre uno y otro. Esta condición de
representante o cara visible de la universidad, sería el motivo de la valoración del
Trabajo Social por parte de la institución universitaria.

En cuanto a las definiciones que realizan sus compañeros/as de trabajo y las expectativas
que pudiesen tener de su desempeño profesional, se resumen en realizar bien el trabajo
que de ella se espera y que considera realiza, lo que le permite mantenerse en el cargo y
asumir nuevas responsabilidades que le serian asignadas justamente por su buen
desempeño profesional.

En este sentido, Bárbara considera que su trayectoria laboral es muy rápida en cuanto le
ha permitido desarrollarse y crecer profesionalmente en un corto periodo de tiempo
desde su titulación. La Universidad como espacio laboral habría jugado un rol importante
en ello, en cuanto permite que ella curse capacitaciones que son costeadas por la misma,
posibilite su asistencia a cursos y seminarios que a su juicio son relevantes para su

132
continua formación y además, que en algún momento haya flexibilizado en los horarios
para que ella pudiese cursar un magister.

Se destacan las condiciones laborales, que la entrevistada considera seguras y estables a


pesar de encontrarse con un contrato a plazo fijo que se debe renovar cada año. Valora
el sistema de remuneraciones que aumenta con bonos que reconocen monetariamente
los perfeccionamientos que realice durante su trayectoria laboral. Todo lo anterior,
conlleva a que Bárbara se sienta muy cómoda y segura en su lugar de trabajo, y que se
sienta parte y representante de la institución en la cual trabaja, a cambio de un
crecimiento y desarrollo profesional que le proporcionaría dicho espacio de trabajo en
un breve periodo de tiempo.

El autor destaca que este tipo de identidad ya no tendría cabida en la actualidad en


virtud de la implementación del modelo de gestión por competencia en la empresa, por
lo cual ya no sería la empresa la responsable de la carrera profesional del trabajador sino
que sería el mismo trabajador el encargado de gestionar su trayectoria laboral. Se
considera que en el caso de Bárbara se presentarían ambos elementos, es decir, una
identidad de empresa pero al mismo tiempo ciertos resguardos asumidos de manera
individual por parte de la entrevistada para continuar creciendo profesionalmente, como
por ejemplo, cursar un magister. Esto permite dar cuenta del contexto actual de
flexibilización laboral, donde si bien la universidad como espacio laboral le proporciona
seguridad y estabilidad a la entrevistada, esta no es total, debiendo asumir ella los
grados de incertidumbre propios del contexto laboral.

Otra apreciación al respecto es la denominación de empresa utilizada por el autor para


elaborar este tipo de identidad, ya que si bien en estricto rigor la universidad de
Valparaíso no reúne las características para ser denominada empresa, por el hecho de
ser una institución de educación superior de carácter público, es necesario destacar que
no escapa del todo a las lógicas de funcionamiento de las empresas en virtud del modelo
de gestión por competencia, por ejemplo, al no proporcionar un contrato indefinido, que
sería un elemento que podría brindar mayor seguridad subjetiva y crecimiento a la
entrevistada como se propone en la identidad de empresa, aun así la seguridad subjetiva
de la entrevistada con un contrato a plazo fijo es alta.

Por último, se destaca que a pesar de la estabilidad, seguridad y crecimiento profesional


que le proporciona a Bárbara este espacio laboral, ella no se proyecta por un periodo
mayor a tres años en ese cargo y en esa universidad; siendo el magister un resguardo
para enfrentar en algún momento el mercado laboral. Lo anterior, da cuenta de una
identidad que, aun cuando puede presentarse como menos precarizada en comparación
con las realidades laborales de los otros entrevistados, esta construcción no escapa al
contexto de flexibilización laboral en el que se forja.

A partir de lo anteriormente expuesto, y retomando la pregunta enunciada en un


comienzo, se puede destacar que fue posible identificar identidades profesionales
diferenciadas en las y los sujetos de investigación que participaron de este estudio.

133
Uno de los aspectos primordiales para diferenciar entre sujetos fue cómo significaban el
contexto en el cual se desenvuelven, ya que la mayoría refirió sentirse parte de un
contexto de flexibilidad laboral precario, sin embargo, cada sujeto enfatizó en distintos
aspectos que los afectaban debido a sus espacios de trabajo.

En síntesis y en relación a los párrafos precedentes, fue posible identificar cuatro tipos de
identidades diferentes que se dieron en cinco sujetos entrevistados.

Las y los entrevistados fueron categorizados en una forma identitaria, de acuerdo al eje
que se relevó de sus relatos. Es importante destacar que, si bien, se identifican en una
identidad, todas y todos los sujetos de la investigación tenían elementos de más formas
identitarias, sin embargo, en el que más predominaba su discurso y eje, fue la categoría
seleccionada.

La identidad de red, que es proporcionada por Claude Dubar, para el sujeto número 1,
donde, si bien, se reconoce su postura crítica frente a ciertas situaciones, se privilegian
sus aportes en cuanto al contexto sociolaboral para identificarlo con alguna forma
identitaria, en donde se mostró más bien pasivo, reconociendo la importancia que tiene,
pero para los fines individuales, a él le acomoda su condición contractual.

Por otro lado, la identidad tensionada, elaborada por el equipo investigador, para
categorizar a la entrevistada número 2, quién relevó el eje de su entrevista en la crisis
actual que estaba vivenciando. Por otra parte, ella demostró tener algunos elementos de
la identidad de oficio, proporcionada por Dubar, sin embargo, el eje transversal de su
entrevista estaba atravesado por la crisis.

Para los sujetos 3 y 4, quienes han construido la identidad transformadora, elaborada


por el equipo de investigadoras, se releva la importancia de reconocer un “nosotros” en
el discurso, por sobre aspectos más individuales, en este sentido, ambos participaban del
sindicato, porque creían que este significaba un respaldo en sus trabajos, privilegiando y
creyendo en lo colectivo como una solución para enfrentar el contexto sociolaboral y sus
espacios laborales.

Por último, la entrevistada número 5, que construye la identidad de empresa,


proporcionada por Claude Dubar, se reconoce la identificación que tiene la entrevistada
con la empresa, sin embargo, posee una relación más instrumental con su espacio de
trabajo, pensando siempre, en seguir creciendo y progresando en la institución.

Para concluir este apartado, se puede destacar que, tres de cinco entrevistados
presentan un discurso que releva el trabajo colectivo por sobre el individual,
reconociendo la acción colectiva como un respaldo dentro del espacio laboral, y los otros
dos entrevistados, si bien, no demuestran un discurso del todo individualista, velan por
intereses propios a la hora de proyectarse en el espacio laboral, esto podría deberse,
entre otras cosas, a que la pérdida de fuerza de los sindicatos fue uno de los ejes
centrales del plan laboral instaurado con la flexibilización laboral.

134
Por otra parte, uno de los resultados esperados era identificar discursos críticos, que
cuestionaran y problematizaran sus actuales condiciones laborales marcadas por la
precarización que ha traído la flexibilización laboral, sin embargo, no todos los
participantes expusieron sus relatos de esta manera, y por el contrario, algunos
demostraron indiferencia frente a la precarización de los empleos. Esto podría evidenciar
una dialéctica en la labor que cumplen las y los Trabajadores/as Sociales, ya que su
formación se basa en pos de la transformación de la cuestión social, donde debe
desplegarse constantemente la reflexividad y problematización respecto a las
desigualdades que vivencian los sujetos de intervención, sin embargo no cuestionan ni se
rebelan frente a las vulneraciones y desigualdades de las que ellas y ellos son parte.

135
Capítulo VI:

Conclusiones

136
Conclusiones

En este último apartado se expondrán las conclusiones emergentes de los resultados de


la presente investigación.

Se presentarán aquellas reflexiones que guardan relación con la pertinencia de la teoría


escogida y se dará respuesta a los supuestos de investigación planteados en el estudio.

Por otro lado, se analizará la metodología, con el fin de examinar la coherencia de ésta
para el cumplimiento de los objetivos de la investigación.

Finalmente se expondrán las proyecciones de la presente investigación, que se


relacionan con aquellas temáticas que pudiesen ser profundizadas y abordadas desde
otra perspectiva y en un futuro.

6.1 Aspectos teóricos

Como primera conclusión en el ámbito teórico, es necesario dar respuesta a los


supuestos de investigación planteados en el capítulo precedente del marco
metodológico.

En cuanto al primer supuesto, que está conformado de la siguiente manera:

La construcción de identidades profesionales de trabajadores sociales se caracterizaría


por una crisis identitaria permanente, debido a que la flexibilización laboral estaría
propiciando una ruptura del equilibrio en el trabajo y las relaciones profesionales.

Con respecto a este primer supuesto de la investigación, Claude Dubar (2002) entiende la
crisis de las identidades como la ruptura del equilibrio entre los distintos elementos que
estructuran la actividad de categorizarse a uno mismo y a los otros, en el espacio del
trabajo. En este sentido es posible señalar que a partir de la presente investigación, se
puede establecer que más que una crisis permanente de las identidades profesionales de
los/as trabajadores/as sociales, lo que se advierte es una tensión constante entre el
ethos de la profesión (cambio social, compromiso, acción colectiva, etc.) y las
concesiones que el/la profesional realiza en función del contexto laboral, de las
presiones o demandas familiares, etc. y que en algunos casos se puede traducir en una
crisis más evidente.

Considerando que la propuesta del autor en torno a la crisis de las identidades implica
una mirada más amplia de la identidad, no como una construcción estática y acabada,
sino que como una construcción permanente en el tiempo, atravesada por condiciones
sociales que las tornan más complejas y críticas, no se podría señalar que las tipologías
construidas no puedan presentar una transformación identitaria posterior en el tiempo,
por el contrario; si bien fue posible identificar una entrevistada que señalaba
encontrarse en una crisis en el espacio laboral que estaría mediada por las
transformaciones del mundo del trabajo, las consecuencias que ha traído la
implementación de políticas neoliberales en este campo y –a su juicio- las nuevas lógicas

137
instrumentales y neoliberalizadas de las y los nuevos profesionales, esta tensión
constante podría cambiar con posterioridad.

En este sentido, se advierte que transversalmente el contexto de flexibilidad estaría


propiciando rupturas en el equilibrio, con mayor énfasis en las condiciones contractuales
laborales, que constantemente sufren del sentimiento de inestabilidad e incertidumbre
en el espacio de trabajo.

A pesar de lo anterior, no es posible concluir que los/as profesionales que podemos


ubicar en determinada tipología no podrían presentar una transformación identitaria en
otro momento de su trayectoria profesional en virtud de la posibilidad de construcción
permanente de las mismas y de las posibilidades de cambio del contexto en el que se
construyen las mismas.

En cuanto al segundo supuesto, que está conformado de la siguiente manera:

El contexto de flexibilización laboral, condiciona diferencialmente el proceso de


construcción de identidades profesionales, puesto que no existe una única forma de
identificación propia de la identidad profesional de trabajadores sociales.

Resulta pertinente destacar que, el equipo de investigadores cree que los espacios de
trabajo y las condiciones laborales son los que condicionan diferencialmente el proceso
de construcción identitaria, sin embargo, no se puede desconocer que cada espacio está
inserto en un modelo y contexto que responden a la flexibilidad laboral.

A nivel transversal, uno de los aspectos más frecuente en el relato de las y los
entrevistados fue el sentimiento de inestabilidad laboral, lo que permitiría pensar que la
flexibilidad no condicionaría diferencialmente, puesto que el sentimiento es
generalizado. Sin embargo, este contexto más estructural es el que permea y hace
diferente cada espacio y condición laboral, como también cada condición particular,
debido a que cada participante de la investigación tiene una historia personal.

Por otra parte, las condiciones laborales y contractuales, son otro elemento que
condiciona la construcción de la identidad profesional, ya que cada sujeto significaba de
diferente manera su inserción y trayectoria laboral, enfatizando en aspectos más
particulares, lo que permitió categorizar a las y los sujetos de investigación en distintas
formas identitarias, puesto que predominaban distintos ejes en cada relato, lo que
impidió reunir a todos los sujetos en un tipo de identidad.

Finalmente, se puede decir, que como aspecto estructural, el contexto de flexibilización


laboral condiciona diferencialmente de manera directa en la construcción de las
identidades profesionales de las y los sujetos entrevistados, no obstante,
conceptualmente hablando, pareciera no estar incorporado este concepto a la hora de
referirse al contexto, como la dupla investigadora en algún momento esperó, puesto que
no se explicita en los discursos proporcionados por las y los entrevistados.

138
Es posible señalar que ambos supuestos de investigación se afirmarían, sin embargo, no
se dan en su totalidad.

En cuanto a la opción teórica seleccionada por las investigadoras de la identidad


profesional de Dubar, es posible destacar que esta teoría se muestra como coherente y
pertinente frente a la investigación desplegada.

Los aportes realizados por Dubar (2002) en materia de identidad laboral, no se pueden
desconocer. El autor hace un trabajo exhaustivo para categorizar tipos de identidades
que se dan en los distintos contextos que enfrenta el campo del trabajo. En ese sentido,
si bien, provee de un amplio bagaje teórico, sus postulados se inscriben en un contexto
distinto al actual, por ende, hoy día es posible reconocer nuevas formas identitarias que
en el contexto de Dubar no fue posible identificar y desarrollar de manera contundente,
pero igualmente el autor fue capaz de advertir algunos aspectos que se darían hoy.

La importancia de reconocer el contexto en el cual se dan las nuevas formas identitarias


es un elemento fundamental para abordar esta investigación y se considera que todas y
todos los autores que conforman el marco teórico le brindan la importancia necesaria al
contexto.

En este sentido, un elemento que se podría tener en consideración con este autor y la
utilización de su propuesta teórica en el marco de la investigación, es que brinda la
posibilidad de incorporar elementos contextuales como lo serían la flexibilización laboral
y sus expresiones en el mundo del trabajo, y analizar su incidencia en la construcción de
identidades profesionales de trabajadores sociales. Por lo anterior, se considera que en
alguna medida han sido contemplados elementos de la estructura, sin embargo no ha
sido tratado con mayor profundidad un análisis de relaciones de clase o de poder en
general, lo cual sería relevante para una posterior investigación que contemple objetivos
orientados a ello.

Por otro lado, Marilda Iamamoto (2003), provee de una mirada crítica el quehacer del
Trabajo Social, que se condice con la postura del equipo de investigadoras. Sus
planteamientos fueron fundamentales para abordar y profundizar la disciplina del
Trabajo Social en el análisis, ya que proporcionaba elementos que se dan en la actualidad
y en el contexto de flexibilidad laboral.

Reconocer el trabajo social como una actividad transformadora, es una postura que se
dio en cuatro de cinco entrevistados, por ende, se considera que no solo se reconoce en
el marco teórico de esta investigación, sino que también, su mirada trasciende a las y los
trabajadores sociales que participaron de este estudio.

Belén Lorente (2004), aporta una mirada desde el género que resultó ser la adecuada
para abordarlo en esta investigación con las y los trabajadores sociales. Reconocer la
carrera como una profesión feminizada y subalterna fue un elemento transversal, sin
embargo, todas y todos los entrevistados se mostraron críticos a esta postura que ha
sido característica del trabajo social desde sus inicios.

139
Cabe destacar al respecto, que además de los conceptos antes señalado (feminización y
subalternidad) emergió de la investigación un elemento no considerado a priori por las
investigadoras, relativo al impacto de la maternidad y la paternidad como constitutivo de
la identidad profesional en virtud del condicionamiento de las proyecciones laborales de
los/as entrevistados/as a la planificación familiar y en particular a la procreación; ya sea
consolidando algunos puntos de vista o proyecciones frente al ejercicio profesional, o
modificándolos.

Además de lo anterior, y como quedó de manifiesto en el análisis, se evidenciaba en


estos casos un mayor perjuicio para las mujeres que habían sido madres en un contexto
laboral sin seguridad social, en virtud de la carencia de garantías legales o derechos
asociados al embarazo y al ejercicio de la maternidad, a raíz de la desprotección laboral;
existiendo por tanto una doble precarización, por el hecho de ser profesionales mujeres
y madres.

Finalmente, los aportes de Enrique De la Garza (2003) en materia de flexibilidad laboral,


fueron contundentes para abordar este fenómeno en el estudio. Permitió crear un
marco de referencia y comprensión con respecto a los nuevos cambios que se están
produciendo en materia laboral y que afectan de manera directa a todas y todos los
trabajadores.

A partir de lo anterior, es posible señalar que estas perspectivas analíticas contribuyen


fundamentalmente en la problematización de las implicancias socio-laborales de las
identidades profesionales de las y los trabajadores sociales que participaron. A su vez,
posibilita que la investigación tenga una mirada más flexible.

6.2 Aspectos metodológicos

Cuando se despliega una investigación es elemental desarrollar y utilizar un marco


teórico-metodológico específico que sea coherente con los objetivos propuestos y que
logre rescatar lo central del estudio. Considerando esto, es que el equipo de tesis opta
por una metodología de tipo cualitativa, la cual permitió conocer la realidad de los
sujetos de investigación y comprenderla desde sus propias experiencias.

Por otra parte, la técnica de la entrevista semi-estructurada fue la adecuada para llevar a
cabo este estudio, ya que permitió una planificación previa de lo que se quería rescatar
de los relatos, pero además tiene la flexibilidad suficiente como para profundizar en
elementos que iban surgiendo durante el momento de la entrevista, que parecían ser
importantes, gracias a esta técnica se pudo recolectar los datos de forma ordenada y
organizada.

Con respecto al método de análisis seleccionado, es posible destacar que en todo


momento se mostró como el óptimo y más adecuado, ya que Claude Dubar provee de la
teoría de identidades y además un método propio para el análisis de las mismas.

No obstante, al ser una metodología que no se había utilizado a lo largo de la formación


profesional de la dupla investigadora, una de las limitaciones fundamentales guarda

140
relación con el idioma de la obra metodológica (francés), debido a que no existía una
traducción original al español, por ende, uno de los trabajos realizados por el equipo
investigativo fue solicitar la traducción de algunos capítulos del texto a personas que
manejaban el idioma, con el objetivo de acudir a la fuente principal. Esto además implicó
un acercamiento indirecto a la producción metodológica a través de otros autores que
abordaban y aportaban, en español, el modelo analítico estructural de las identidades.
En este sentido, si bien, en algún momento esta limitación se conformó como un
obstaculizador, ya que no se pudo acceder a cabalidad al texto original, a su vez posibilitó
complementar la obra con producciones de otras y otros autores, permitiendo un acceso
consistente al modelo.

Por otra parte, los criterios de selección, si bien, fueron decisivos, se considera que faltó
establecer criterios que pudiesen demostrar más heterogeneidad en la muestra
seleccionada, como por ejemplo, un criterio que estableciera el rol y cargo que cumple el
o la trabajadora social en la institución, ya que en dos ocasiones se repitió la función, y
en tres casos, el rol que cumplían. Otro criterio que pudo haber diferenciado la
construcción de la identidad es el de la formación profesional, aleatoriamente se
seleccionaron profesionales de dos casas de estudio de la región, que coincidían en ser
universidades tradicionales, no obstante, hubiese sido interesante apreciar qué pasa con
las identidades de trabajadores sociales formados en universidades privadas.

Finalmente, en cuanto al diseño muestral, es importante mencionar que se debió acotar


la muestra de ocho sujetos de investigación a cinco, por criterios de saturación de la
información y criterios de factibilidad, debido al tiempo de realización, en función de
llevar cabo un análisis profundo y no superficial.

6.3 Proyección de la investigación

A modo de proyectar la investigación, el equipo de investigadoras propone algunos


aspectos posibles de ser estudiados y que han emanado de los resultados obtenidos en
la presente investigación.

Primeramente, cabe mencionar que un elemento que se podría incorporar en próximas


investigaciones y que en este caso no se hizo, es considerar como sujetos de
investigación a trabajadores de otras disciplinas de las ciencias sociales y no solo al
Trabajo Social, considerando que la precarización del mundo del trabajo, es una realidad
que alcanza a las profesiones de las ciencias sociales en general, y no solo al Trabajo
Social. Lo anterior seria relevante, en virtud de que en el ejercicio profesional las y los
trabajadores sociales se ven constantemente implicados con otros profesionales del área
social, que vivencian y experimentan condiciones laborales similares.

Otro elemento que se podría incorporar a futuras investigaciones dice relación con la
precarización que experimentan quienes se desempeñan como trabajadores sociales en
intervención directa con personas y familias principalmente, y que vivencian una alta
demanda de trabajo en condiciones laborales precarias. En este sentido cabe destacar
que la precarización se expresaría en una mayor cantidad de ámbitos de desprotección,

141
inseguridad e incertidumbre laboral, como lo señalaban los mismos entrevistados de la
presente investigación, quienes referían que existían colegas que soportaban
mayormente los efectos de la flexibilización laboral en el trabajo, destacándose en
especial aquellos programas pertenecientes a la red del Servicio Nacional de Menores.

Por otra parte, como se mencionó en los aspectos metodológicos, resultaría interesante
incorporar los criterios de selección mencionados, para ver cómo impactan estos –cargo
que desempeñan y formación profesional en universidades privadas- en la construcción
de las identidades profesionales.

Otra proyección de la investigación dice relación con el hecho de que solo las mujeres de
la muestra no escogieron en primer lugar la carrera de Trabajo Social, como sí lo hicieron
los hombres. Se podría establecer que esta situación respondería al hecho de que ambos
entrevistados hombres conforman la primera generación de su grupo familiar que
ingresa a la educación superior universitaria, por lo cual la elección de la carrera tendría
que ver con factores estructurales al proyectar en el ingreso a la educación superior la
posibilidad de convertirse en profesionales (y contar por lo mismo con el respaldado de
su grupo familiar) independientemente de cual fuese la carrera a seguir. Una futura
investigación podría aportar en profundizar en lo anterior al integrar mayores aspectos
contextuales y de clase, además de agrandar la muestra hacia universidades no
tradicionales.

En el caso de las mujeres, se podría interpretar, que en entre otros factores, el no


escoger el Trabajo Social como primera opción, podría ser indicio de un intento de
alejarse de la casilla profesional de "labores de cuidado" y con "estatus semi-
profesional", a las que tradicionalmente han sido confinadas. Sin embargo, la muestra es
reducida y finalmente optan por esta profesión; por ello para afirmar lo anterior, sería
necesario profundizar en estos aspectos en una futura investigación.

Finalmente las posibilidades a investigar son amplias como lo es el fenómeno mismo. En


este sentido, la investigación de pregrado se establece como un estudio local, que
desarrolla un objeto acotado, situado temporal y espacialmente que de igual forma
constituye un aporte para la comprensión global del fenómeno de la construcción de
identidades profesionales de trabajadores sociales en el contexto de la flexibilización
laboral. Tal como quedo desarrollado en el presente documento, constituye una
temática que debe continuar investigándose, ya que no es una temática superada en la
investigación social, el cuestionamiento por el impacto de este contexto de flexibilización
laboral en las subjetividades.

142
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