Consejo General de Policia PDF
Consejo General de Policia PDF
Consejo General de Policia PDF
Regulación y lógicas
del uso de armas de
fuego y municiones
Tareck El Aissami Joel Espinoza Secretaría Técnica
Ministro del Poder Popular para Relaciones Interiores, Director de Actuación Procesal del Ministerio Público
Justicia y Paz, Presidente de la Comisión Pablo E. Fernández Blanco
Reynaldo Hidalgo Secretario Técnico de la Comisión Presidencial para el
Néstor Reverol Profesor de la Universidad de Los Andes Control de Armas, Municiones y Desarme
Viceministro de Prevención y Seguridad Ciudadana
Gerardo Ygnacio Velásquez R. Alejandra Guédez Orbegozo
Edwin Rojas Director General de Armas y Explosivos (daex), Coordinadora del Despacho de la Secretaría Técnica y
Viceministro de Política Interior y Seguridad Jurídica del Ministerio del Poder Popular para la Defensa Coordinadora de Campaña
Edgar Barrientos José David Cabello Reynaldo Hidalgo
Viceministro del Sistema Integrado de Policía Superintendente Nacional Aduanero y Tributario Coordinador de Aspectos Jurídicos y Medidas
(Seniat) Especiales. Coordinador de Investigación y Diagnóstico
José Humberto Ramírez
Director General del Cuerpo de Investigaciones Gerardo Trotta Arnone Maureen Riveros
Científicas, Penales y Criminalísticas Presidente de la Federación Coordinadora de Consulta y Sistematización
Venezolana de Tiro
Luis Fernández Aglez Blanco
Director General de la Policía Nacional Bolivariana Ana María Sanjuan Coordinadora de Comunicaciones
Profesora de la Universidad
Tibayde Hernández Central de Venezuela Luis Rivas
Directora General de Derechos Humanos del Ministerio Coordinador de la Unidad Administrativa
del Poder Popular para Relaciones Interiores y Justicia Jesús Machado
Representante del Centro de Investigación y Acción Sergio Otero
Ninoska Queipo Social Gumilla Coordinador de la Unidad
Presidenta de la Sala de Casación Penal del Tribunal de Planificación
Supremo de Justicia Pablo Eugenio Fernández Blanco
Coordinador General de la Red de Apoyo por la Justicia Josefina Trompetera
Freddy Bernal y la Paz y Secretario Técnico de la Comisión Presidencial Coordinadora de la Unidad de Talento Humano
Diputado a la Asamblea Nacional
01
CONTROL Y REGULACIÓN INSTITUCIONAL
DE
ARMAS Y MUNICIONES 13
Lista de abreviaturas 16
Resumen ejecutivo 17
Presentación 21
A. Ámbito nacional 23
I. La cuestión constitucional 23
1. Introducción 23
2. Interpretación del régimen constitucional de las armas 23
II. La importación, producción, registro y comercialización
de armas y municiones 30
1. El régimen legal 30
2. El régimen sublegal 38
3. La cuestión en las propuestas legislativas 40
III. El porte de armas, con especial atención al régimen
dispuesto para el control y restricción del acceso,
la disponibilidad y tenencia de armas 42
1. El régimen legal y sublegal del permiso 42
2. El porte y la tenencia en el Código Penal 51
3. La cuestión en las propuestas legislativas 52
IV. El desarme 54
1. La Ley para el Desarme de 2001 54
2. Especial referencia a la recuperación de armas
y destrucción de armas 57
B. Ámbito internacional 65
I. Sistematización y análisis de los distintos instrumentos
internacionales 66
1. El Sistema Universal de las Naciones Unidas 66
2. El Sistema Interamericano de la Organización de Estados Americanos 69
3. Otras organizaciones regionales que vinculan a Venezuela 72
II. Instrumentos Normativos Vinculantes para Venezuela 73
1. Categorías conceptuales e instituciones jurídicas 73
2. Las principales actividades objeto de regulación 74
3. Los problemas de aplicabilidad y actores involucrados 75
Conclusiones y recomendaciones 76
Referencias 79
Anexos 83
Las políticas públicas del Estado venezolano en los
procesos de control de armas, municiones y desarme
Omisiones, desaciertos y desafíos para la construcción de una cultura por la paz
Irama La Rosa, Joselyn Lindarte y Luis Cerezo 123
Presentación 127
I. Democracia representativa en Venezuela.
Entre armas, conflictos y represión 131
1. Pacto del Punto Fijo, esquema de exclusión política y represión
de Estado 131
2. Rómulo Betancourt (1959-1964) 132
3. Raúl Leoni (1964-1969) 135
4. Rafael Caldera (1969-1974) 138
5. Carlos Andrés Pérez (1974-1979) 140
6. Luis Herrera Campins (1979-1984) 142
7. Jaime Lusinchi (1984-1989) 144
8. Carlos Andrés Pérez. 1989-1993 (Plan 1990 a 1995) 147
9. Rafael Caldera. (Plan Nacional 1994-1998) 152
II. Democracia participativa, enfoque de derechos
y violencia política 156
1. Contexto sociopolítico 156
2. X Plan Económico y Social de la Nación 2001-2007 157
3. Período de gobierno 2006-2012 163
III. Hallazgos y recomendaciones de Política Pública para
el control de armas, municiones y desarme en Venezuela 168
1. Momentos situacionales para la caracterización de las políticas
de control de armas, municiones y desarme 168
2. Ámbitos, medidas y políticas para el control de armas,
municiones y desarme 169
Referencias 172
Anexos 175
Índice de cuadros
Cuadro N° 1. Venezuela. Precio estimado de las armas de fuego
en dólares (US$) entre décadas, 1980-2009 249
Cuadro N° 2. Venezuela. Estimación de las armas de fuego por unidades
hasta el 2009. 1980-2009 250
Cuadro N° 3. Venezuela. Estimación de las armas de fuego por unidades
hasta el 2005. 1980-2005 250
Cuadro N° 4. Venezuela. Comparaciones entre estimaciones de las armas
de fuego por unidades. 1980-2005 250
Cuadro N° 5. Venezuela. Comparaciones entre estimaciones de las armas
de fuego por unidades. 2000-2009 251
Cuadro N° 6. Venezuela. Compras realizadas por CAVIM de pistolas
y revólveres. 2005-2012 254
Cuadro N° 7. Venezuela. Comparación entre compras y ventas realizadas
por CAVIM de pistolas y revólveres, 2005-2012 255
Cuadro N° 8. Venezuela. Ventas de pistolas y revólveres por países
y marcas de fabricación 256
Cuadro N° 9. Venezuela. Número de unidades de armas de una mano
vendidas por CAVIM según nivel de gobierno, 2005-2011 258
Cuadro N° 10. Venezuela. Número de unidades de armas de una mano
vendidas por CAVIM según nivel de gobierno y tipo de armas, 2005-2011 259
Cuadro N° 11. Venezuela. Número de armas por niveles de gobierno
registradas en SIRCACOP. 2011 259
Cuadro N° 12. Venezuela. Número de pistolas y revólveres por niveles
de gobierno registradas en el SIRCACOP, 2011 260
Cuadro N° 13. Venezuela. Número de pistolas y revólveres en los organismos
de seguridad estadales por dependencia. 2011 260
Cuadro N° 14. Venezuela. Total de armas de fuego con porte legal según marca
del arma, 2011 265
Índice de ilustraciones
Ilustración N° 1. Venezuela. Procesos y fuentes de información relacionadas
con el ciclo de la vida útil de las armas de fuego 232
Ilustración N° 2. Venezuela. Países exportadores de armas hacia Venezuela, 1979 243
Ilustración N° 3. Venezuela. Países exportadores de armas hacia Venezuela, 1985 244
Ilustración N° 4. Venezuela. Países exportadores de armas hacia Venezuela, 1992 245
Ilustración N° 5. Venezuela. Países exportadores de armas hacia Venezuela, 1997 245
Ilustración N° 6. Venezuela. Países exportadores de armas hacia Venezuela, 2001 246
Ilustración N° 7. Venezuela. Países exportadores de armas hacia Venezuela, 2007 247
Ilustración N° 8. Venezuela. Países exportadores de armas hacia Venezuela, 2010 247
Ilustración N° 9. Venezuela. Disponibilidad de las fuentes de información
para la estimación de armas de fuego, 1980-2011 248
Ilustración N° 10. Venezuela. Representación del proceso de estimación. 1980-2011 249
Ilustración N° 11. Venezuela. Total de armas vendidas a particulares por entidad 262
Ilustración N° 12. Venezuela. Distribución de las armas de fuego
de origen legal por municipio 263
Ilustración N° 13. Venezuela. Índice de armas legales en manos de particulares 264
Índice de gráficos
Gráfico N° 1. Venezuela. Valor en US$ de las importaciones de revólveres y pistolas,
1984-2011 239
Gráfico N° 2. Venezuela. Valor en US$ de las importaciones de revólveres
y pistolas UN Comtrade - INE, 1962-2011 240
Gráfico N° 3. Venezuela. Valor en US$ de las importaciones declaradas
de pistolas y revólveres (93.02) y la de partes y piezas (93.05), 1996-2011 241
Gráfico N° 4. Venezuela. Valor comparativo en US$ de la importaciones de armas
de fuego declarada como importadas por Venezuela y las exportaciones de
armas de fuego declaradas por los países hacia Venezuela, 1980-2011 242
Gráfico N° 5. Venezuela. Valor acumulado de las importaciones de pistolas
y revólveres, 1980-2011 252
Gráfico N° 6. Venezuela. Valor acumulado de las importaciones de pistolas
y revólveres y Tasa de defunciones por arma de fuego, 1980-2011 253
Gráfico N° 7. Venezuela. Marcas de pistolas y revólveres compradas
por CAVIM. 2005-2011 255
Gráfico N° 8. Venezuela. Comparación entre compras y ventas de CAVIM. 2005 – 2011 256
Gráfico N° 9. Venezuela. Unidades de armas vendidas por CAVIM por tipo
de Usuario según año de venta. 2005 – 2011 257
Gráfico N° 10. Venezuela. Distribución por sexo de usuarios particulares. 2005-2011 266
Gráfico N° 11. Venezuela. Distribución por rango de edades de los usuarios
particulares de armas de fuego, 2005-2012 266
Gráfico N° 12. Venezuela. Distribución por rango de edades de los usuarios
particulares de armas de fuego de sexo masculino, 2005-2012 267
Gráfico N° 13. Venezuela. Distribución por rango de edades de los
usuarios particulares de armas de fuego de sexo femenino, 2005-2012 267
Gráfico N° 14. Venezuela. Comparación entre usuarios particulares de armas
de fuego por sexo y rango de edad, 2005-2012 268
Gráfico N° 15. Venezuela. Tipo de armas de fuego (Evidencias). 2008 – 2011 270
Gráfico N° 16. Venezuela. Principales marcas de pistolas. 2008-2011 270
Gráfico N° 17. Venezuela. Principales marcas de revólveres. 2008-2011 271
Gráfico N° 18. Venezuela. Condición de las pistolas y revólveres presentes
en las salas de evidencia del CICPC 2008 - 2011 271
Gráfico N° 19. Venezuela. Tipos de armas registradas en SIIPOL, 2012 272
Gráfico N° 20. Venezuela. Razón de la presencia de las armas de fuego SIIPOL. 2012 272
Gráfico N° 21. Venezuela. Armas destruidas en los procesos
de desincorporación. 2006, 2009 y 2011 273
Gráfico N° 22. Venezuela. Tipos de armas destruidas en los
procesos de desincorporación; 2006, 2009 y 2011 273
Gráfico N° 23. Venezuela. Principales marcas de pistolas
destruidas. 2006, 2009 y 2011 274
Gráfico N° 24. Venezuela. Principales marcas de revólveres
destruidas. 2006, 2009 y 2011 274
Gráfico N° 25. Venezuela. País de procedencia de las armas
peritadas. 2006, 2009 y 2011 275
02 LÓGICAS Y SENTIDOS DEL USO
DE ARMAS DE FUEGO 283
Perspectiva de intervención
en materia de armas de fuego
Consulta en La Vega, La Pastora y Los Frailes
Miriam San Juan y Neyda R. Peña P. 285
Introducción 287
Metodología 289
1. Selección de las unidades de observación, caracterización de los
grupos de discusión y análisis de la información 289
1.1. Unidades de observación 289
1.2. Proceso de recolección de información 289
1.3. Grupos de discusión 290
1.4. Análisis del proceso de consulta 292
ANÁLISIS POR CATEGORÍAS 295
1. Inseguridad y victimización. Vivencias y percepciones 295
1.1. Víctimas directas de hechos violentos con armas de fuego 297
1.2. Testigos directos y referenciales 298
1.3. Victimización genérica 298
2. Distintos usos de las armas de fuego. Percepciones y opiniones 300
2.1. Uso por parte de los cuerpos de seguridad del Estado 300
2.1. Uso de armas de fuego para fines delictivos 303
2.3. Uso de armas de fuego con fines defensivos 304
2.4. Uso simbólico de armas de fuego: poder, prestigio
y masculinidad 308
2.5. Uso retaliativo. La víctima se convierte en victimario 309
3. Procedencia de las armas de fuego: los cuerpos de seguridad
del Estado como fuente primaria 310
4. Caracterización de los sujetos que portan y usan armas 311
5. Factores asociados a la violencia con armas de fuego 313
5.1. Medios de comunicación 314
5.2. Institución familiar 315
5.3. Instituciones educativas 316
5.4. Valores y convivencia comunitaria 317
6. Armas y contexto socio-político 318
7. Respuestas ante la propuesta del desarme voluntario 320
7.1. Reacciones ante la posibilidad del desarme 320
7.2. Personas que pueden acceder al desarme y/o colaborar
en el proceso 321
7.3. Obstáculos para el desarme 322
7.4. El proceso de desarme 325
Conclusiones 332
Referencias bibliográficas 334
Anexos 335
Índice de tablas
Tabla nº 1. Distribución de los grupos de discusión por comunidad,
promedio de participantes, sexo de las personas consultadas y promedio
de duración de los grupos de discusión 290
Tabla nº 2. Distribución de las personas según sector consultado
en las comunidades 291
Tabla nº 3. Descripción de los grupos de discusión realizados
en el sector Los Frailes de la parroquia Sucre 291
Tabla nº 4. Descripción de los grupos de discusión realizados en la parroquia La Vega 291
Tabla nº 5. Descripción de los grupos de discusión realizados
en la parroquia La Pastora 291
Tabla nº 6. Categorías que fundamentan los núcleos de análisis
cualitativo de los grupos de discusión 293
Tabla nº 7. Número de cuestionarios colectivos recopilados por comunidad 294
Tabla Nº 8. Frecuencia de comentarios asociados a las vivencias
o experiencias con armas de fuego por comunidad 300
Tabla Nº 9. ¿Por qué creen ustedes que las personas usan armas
de fuego en su comunidad? 306
Tabla Nº 10. ¿Quiénes son las personas que más usan
armas de fuego en la comunidad? Por edad 312
Tabla Nº 11. ¿Quiénes son las personas que más usan armas
de fuego en la comunidad? Por sexo 312
Tabla Nº 12. ¿Quiénes son las personas que más usan
armas de fuego en la comunidad? Por ocupación 313
Tabla Nº 13. ¿Consideran ustedes que en esta comunidad hay
personas que estarían dispuestas a entregar (deshacerse)
voluntariamente de su arma de fuego? 321
Tabla Nº 14. ¿Por qué hay personas que no estarían dispuestas
a entregar (deshacerse) voluntariamente de su arma de fuego? 322
Tabla Nº 15. ¿Qué consideran ustedes que puede impedir que las
personas entreguen sus armas voluntariamente? 323
Tabla Nº 16. ¿Cómo creen ustedes que se podría convencer a las personas
armadas para que entreguen voluntariamente su arma de fuego? 324
Tabla Nº 17. ¿Consideran ustedes que la comunidad debe participar
en la solución del problema de las armas de fuego? 325
Tabla Nº 18. ¿Por qué consideran ustedes que la comunidad debe participar
en la solución del problema de las armas de fuego? 326
Tabla Nº 19. ¿Qué creen ustedes que puede hacer la comunidad
para ayudar a solucionar el problema de las armas de fuego? 327
Tabla Nº 20. ¿Qué persona, institución u organización dentro
de la comunidad, creen ustedes que pueda convencer a las personas
armadas para que entreguen sus armas de fuego? 329
Tabla nº 21. Sí una persona quisiera entregar su arma de fuego,
¿A dónde creen ustedes que la entregarían? 329
Tabla Nº 22. Si una persona quisiera entregar su arma de fuego,
¿a quién creen ustedes que la entregarían? 330
Tabla Nº 23. Sugieran tres (03) tipos de beneficios o recompensas que
se le puede ofrecer a una persona para que entregue su arma de fuego 331
Tabla Nº 24. Sugieran tres (03) beneficios que ustedes creen que debería obtener
su comunidad si las personas que viven en ella entregan armas de fuego. 331
Sentidos de la demanda de armas
de fuego en Venezuela
Perspectiva de actores sociales vinculados a su uso en contextos urbanos
Neyda R. Peña P., Raymi A. Sánchez y Manuel A. Peraza 345
Introducción 347
Metodología 349
Análisis por categoría 351
1. Uso de armas de fuego 351
2. Lugar de ocurrencia del uso de armas de fuego
en el contexto cotidiano 356
3. Justificación del uso de armas de fuego 358
4. Consecuencias del uso de armas de fuego 360
5. Percepción y valoración del usuario de armas de fuego 361
6. Naturalización de la violencia 363
7. Génesis del uso de armas de fuego 365
7.1. Medios y sociedad 366
8. Percepción de las instituciones formales de control social 368
8.1. Legitimidad de las instituciones formales de control social 368
8.2. Políticas públicas de seguridad 369
8.3. Policía, Guardia Nacional Bolivariana (GNB) y Cuerpo
de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) 370
9. Armas de fuego en el contexto sociopolítico 372
10. Recomendaciones para la política de desarme 374
Conclusiones 379
Referencias 382
Anexo 383
Índice de tablas
Tabla N° 1. Perfil de las y los participantes por grupo focal 349
Tabla N° 2. Categorías y subcategorías de análisis de los grupos focales 350
Tabla N° 3. Frecuencia de comentarios acerca del uso de armas de fuego
en 10 grupos focales con diversos actores sociales, noviembre
y diciembre de 2011 352
01
CONTROL Y REGULACIÓN
INSTITUCIONAL DE ARMAS
Y MUNICIONES
13
Marco jurídico nacional
e internacional en cuanto
al control de armas,
municiones y desarme
El presente estudio ha tenido como objetivo general el sistematizar y analizar el marco jurídico nacional
e internacional sobre el control de armas, municiones y desarme y proponer recomendaciones a partir
del conocimiento acumulado.
Para ello se ha procedido a sistematizar y analizar los diferentes cuerpos normativos nacionales e
internacionales, revisando sus antecedentes y sus contextos históricos respectivos. Esto ha permi-
tido hacer una comparación entre los distintos instrumentos normativos, extrayendo las categorías
conceptuales e instituciones jurídicas, las principales actividades objeto de regulación e identificando
los problemas de aplicabilidad y los actores involucrados. Todo ello ha permitido la elaboración de
conclusiones y recomendaciones para el diseño de instrumentos normativos.
Necesario es subrayar que tanto el campo normativo nacional como internacional resultan especial-
mente densos y poco explorados desde la perspectiva venezolana. Ello conduce a que un estudio
como el que hoy presentamos sea esencialmente una herramienta preliminar para el legislador que
deberá profundizar y desmenuzar las normas inventariadas y analizadas para llegar a propuestas legis-
lativas elaboradas.
Al analizar el ámbito nacional se abordaron las constitucionales, legales y sublegales que regulan la
materia. Se trataron en primera instancia los preceptos constitucionales llamando la atención sobre
el cambio de paradigma que significó la Constitución de 1999 al otorgar a la Fuerza Armada Nacional
(FAN) la competencia para reglamentar y controlar el régimen de otras armas distintas a las de guerra,
así como las municiones y explosivos. Al estudiar la importación, producción, registro y comercializa-
ción de armas y municiones, se revisó el marco legal en especial la Ley sobre Armas y Explosivos de
1939 y los distintos códigos penales venezolanos, hasta llegar a la Ley Orgánica contra la Delincuencia
Organizada y el Protocolo contra la Fabricación y el Tráfico Ilícito de Armas de Fuego, sus Piezas y
Componentes y Municiones, ambos de 2005. Tan extenso fue también el estudio del régimen sub
legal, encargado de reglamentar aspectos como el comercio de armas de cacería, los permisos de
importación y uso, y el registro, control y funcionamiento de las empresas que comercializan armas,
repuestos, accesorios, municiones y afines. También se dio una mirada a las propuestas existentes en
el Legislativo Nacional.
Se abordaron también los aspectos legales y sublegales relacionados con el porte de armas, con espe-
cial atención al régimen dispuesto para el control y restricción del acceso, la disponibilidad y tenencia
de armas. Allí se analizó el porte por particulares, sus restricciones, la tenencia de armas. Se examinó
con especial atención el porte y la tenencia en el Código Penal.
En cuanto al tema del desarme la atención de este estudio se centró en la Ley para el Desarme de
2001. También se estudiaron los mecanismos para recuperación de armas y su destrucción, tanto en
las normas vigentes como en los proyectos propuestos en la Asamblea Nacional. No podía dejarse
por fuera en este aparte de la investigación el fenómeno de la prueba anticipada y su relación con la
destrucción de armas y municiones.
En el ámbito nacional se han constatado retos generados por el otorgamiento a la FAN de las com-
petencias para el control y reglamentación de las armas distintas a las de guerra atribuidas por la
Constitución de 1999. En especial en un tema como el desarme, cuya competencia se ubica en los
17
PARTE I: CONTROL Y REGULACIÓN INSTITUCIONAL DE ARMAS Y MUNICIONES
órganos de seguridad ciudadana y cuya naturaleza constitucional es esencialmente civil. Por otra parte,
las normas legales ancladas en el pasado y la desvinculación de la dinámica legislativa nacional con
respecto a la reciente dinámica de la normativa internacional, han generado una profusa normativa
sublegal interna que genera dispersión, incoherencia, dificultades en la aplicación de las normas y
debilidad en las mismas.
La Ley para el Desarme de 2002 significó retomar un tema que desde la Ley de Armas y Explosivos de
1939 había seguido las dinámicas punitivas signadas por el uso de la pena para dar respuesta a los con-
flictos sociales. A ello se suma la dispersión legislativa que caracteriza al régimen penal venezolano. Se
recomienda entonces hilar más fino para romper la dinámica que pone a las penas en el centro de estas
políticas públicas. Se proponen entonces varios tópicos que no podrían escapar a una nueva ley de con-
trol de armas y municiones. No se recomienda la práctica de la prueba anticipada a las armas relacio-
nadas con hechos delictivos, ello con base en lo que constitucional y legalmente implicaría tal práctica.
De más reciente data el ámbito internacional, se revela como un terreno en el que se responde a
un problema que afecta la seguridad de los Estados y de los pueblos. Recientemente puesto en la
agenda de la Comunidad Internacional, el tema del control de armas, municiones y desarme, afronta
resistencia de los Estados en una amalgama de intereses económicos y políticos, públicos y privados,
que ha llevado a crear instrumentos más vinculantes política que jurídicamente. En el sistema univer-
sal y vinculado al tema de la delincuencia organizada internacional, se destaca el Protocolo contra la
Fabricación y el tráfico ilícito de armas de fuego, sus piezas, componentes y municiones, adoptado
mediante ley nacional en 2005 pero aún no ratificado por Venezuela ante las Naciones Unidas. También
el Programa de Acción de las Naciones Unidas para prevenir, combatir y erradicar el tráfico ilícito de
armas pequeñas y ligeras en todos sus aspectos, ampliamente discutido y con desarrollos actuales.
En términos de implementación interna en Venezuela, la experiencia más relevante es la incorporación
a los procesos de reformas policiales de los Principios Básicos de las Naciones Unidas sobre el uso de
la fuerza y las armas de fuego por los agentes encargados de hacer cumplir la ley.
Las definiciones conceptuales propuestas por los instrumentos internacionales sistematizados y anali-
zados en esta investigación, tienen elementos coincidentes y son referencias al momento de elaborar
normas nacionales ¿Qué entienden esos instrumentos por fabricación y tráfico ilícito, exportación e im-
portación, armas de fuego, municiones, explosivos, otros materiales relacionados, entregas vigiladas,
localización e intermediación? Es una pregunta que debe hacer el legislador nacional en su trabajo de
armonización con las normativas internacionales. Las normas sublegales, que regulan en gran medida
nuestro tema, carecen de vínculos con esas normativas. Esto no es más que una manifestación de
la lógica imperante hasta ahora y que lleva a no considerar las normativas internacionales al crear la
norma interna: ello trae como consecuencia la ausencia, en el plano interno, de los debates y avances
logrados por la Comunidad Internacional, con las consecuentes dificultades para la cooperación inter-
nacional especialmente en materia penal.
Se recomienda entonces tomar las medidas necesarias para que las instituciones competentes tomen
como referencias las normativas internacionales. Se recomienda apoyar la ratificación del Protocolo
18
Marco jurídico nacional e internacional en cuanto al control de armas, municiones y desarme
contra la Fabricación y el tráfico ilícito de armas de fuego, sus piezas, componentes y municiones. Se
califica también como importante incorporar varios instrumentos con valor simplemente recomenda-
torio al momento de readecuar el marco interno legal y sublegal. Finalmente, y ante las dificultades
generadas en las relaciones de Venezuela con el Sistema Interamericano se recomienda revisar los
espacios dedicados al sujeto de esta investigación en las nuevas organizaciones regionales.
19
Presentación
Presentamos a continuación los resultados del trabajo investigativo adelantado sobre el marco jurídico
nacional e internacional sobre el control de armas, municiones y desarme. El trabajo aborda en primer
lugar las normativas correspondientes al ámbito nacional para presentar las normativas relacionadas
con el ámbito internacional. Finalmente presentaremos las conclusiones y recomendaciones que juz-
gamos pertinentes.
21
A. Ámbito nacional
I. La cuestión constitucional
1. Introducción
El Régimen de la Seguridad de la Nación previsto en la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela de 1999 presenta un giro con relación a la Constitución de 1961, precisamente uno de los
aspectos que permiten dicha afirmación es el concerniente al Régimen de las Armas, cuya competen-
cia para el control y reglamentación recae, ahora, en la Fuerza Armada Nacional.1
A partir de la novel Constitución el régimen de la seguridad de la Nación abarca aspectos como la co-
rresponsabilidad de la defensa de la Nación entre el Estado y la sociedad civil, la creación del Consejo
de Defensa de la Nación, el régimen de las armas, la regulación-base de la Fuerza Armada Nacional y
el establecimiento de los órganos de seguridad ciudadana.
Centrándonos en el objeto de nuestro estudio, el régimen de las armas distintas a las de guerra que
pauta la Constitución vigente implica un cambio sustancial con relación al control de las armas que,
según la Constitución de 1961, era una competencia civil –aunque en puridad con la Ley sobre Armas y
Explosivos vigente y su Reglamento era cívico-militar 3 – y, ahora, en cambio, pasa a ser de competencia
exclusiva de la Fuerza Armada Nacional.
1 La regulación constitucional de la seguridad de la nación en la Constitución de 1961, solo se refería a tres aspectos puntuales: 1) el régimen de las
armas, 2) la prohibición de un ejercicio simultáneo de autoridad civil y militar, y 3) la regulación de aspectos de base de las Fuerzas Armadas. Al respecto,
Brewer-Carías, Allan (2004: 256).
2 Solo el Estado puede poseer y usar armas de guerra. Todas las que existan, se fabriquen o se introduzcan en el país pasarán a ser propiedad de la
República sin indemnización ni proceso. La Fuerza Armada Nacional será la institución competente para reglamentar y controlar, de acuerdo con la ley
respectiva, la fabricación, importación, exportación almacenamiento, tránsito, registro, control, inspección, comercio, posesión y uso de armas, municiones
y explosivos.
3 De acuerdo con la Ley sobre Armas y Explosivos vigente el control de los explosivos pertenece al Ministerio de Guerra y Marina –ahora Ministerio del
Poder Popular para la Defensa-, sin embargo, la propia ley pauta la intervención de varios Ministerios según el fin para el cual se introduzcan explosivos en
el país, siempre previa aprobación del MPPD, tales son, por ejemplo, de acuerdo a las materias industrial, agrícola o minera; también establece competen-
cia del Ministerio de Obras Públicas –ahora Ministerio del Poder Popular de Infraestructura para la aprobación o modificación de planos de los depósitos a
construir o construidos para almacenar explosivos; igualmente, pauta la intervención del Ministerio de Hacienda –actual Ministerio del Poder Popular para
las Economía y Finanzas, para el caso de reexportación. Igualmente, según dicha ley El Ejecutivo Federal –ahora Gobernadores de Estados- podía autorizar
en situaciones especiales a otras personas a portar armas de fuego; y finalmente otorgaba la competencia a la Autoridad Civil en cuyo territorio entraran
turistas o transeúntes para custodiar en calidad de depositario las armas y cartuchos de comercio ilícito que aquello, en cuyo caso debía participarlo inme-
diatamente al Ministerio de Relaciones Interiores –actual Ministerio del Poder Popular para Relaciones Interiores y Justicia. Por su parte, el Reglamento
de la propia ley desarrollaba, todavía más, el ejercicio de tales competencias, incorporando, empero en rol protagónico al denominado entonces MPPRIJ,
y asignando también ciertas competencias al Ministerio de Relaciones Exteriores –actual Ministerio del Poder Popular para Relaciones Exteriores. Todo
ello, claro, con vigencia antes de la Constitución de 1999.
23
PARTE I: CONTROL Y REGULACIÓN INSTITUCIONAL DE ARMAS Y MUNICIONES
En efecto, pauta el texto constitucional tanto el monopolio en la posesión y uso de las armas de guerra
por parte del Estado, como la exclusividad en la competencia de la Fuerza Armada Nacional para
reglamentar y controlar la fabricación, importación, exportación, almacenamiento, tránsito, registro,
control, inspección, comercio, posesión y uso de otras armas (distintas a las de guerra), municiones y
explosivos.
La primera parte del dispositivo constitucional se corresponde con nuestra tradición constitucional,
que, por demás, guarda correspondencia con el constitucionalismo contemporáneo, que, por cierto,
aún tiene como tarea pendiente la limitación desde las propias constituciones de las cantidades y
cualidades de armas que los Estados puedan adquirir4. Hay que decir no obstante que tal asignatura
pendiente es una herencia que recibe el constitucionalismo moderno del estadio contemporáneo del
escenario de la política mundial, en el cual desde la primera guerra mundial, sigue latente la extinción
bélica de la humanidad, en otras palabras, poco hemos aprendido como comunidad mundial que los
gastos militares desmesurados no son precisamente el camino para la paz. Suponemos que el estadio
ideal para la supervivencia de la raza humana implica un compromiso, ante todo de las denominadas
potencias mundiales por dejar de invadir y saquear países enteros, y luego de parte de los demás
países que se alistan en carreras armamentistas, sea por razones preventivas, sea por razones de
apoyo a grupos armados. Sintéticamente: la adquisición de armas de guerra permanente aúpa la idea
de armas para la paz, y como corolario la idea de seguridad, por ello los caminos hacia una verdadera
paz mundial lucen tan remotos como utópicos porque implican un abandono de las ideas-base del
poder hegemónico.
Nuestra afirmación sobre los peligros de una extinción bélica de la humanidad es en absoluto novedo-
sa, pues ello quedó al descubierto con la segunda guerra mundial, a partir de la cual los movimientos
pacifistas –producto del proceso de sensibilización y concientización liderado por Bertrand Russell
(sobre todo el de la primera guerra mundial y el de la postguerra de la segunda) y Albert Einstein5 – ini-
ciaron la lucha por el desarme nuclear. Sin embargo, a pesar de haber quedado en evidencia la carrera
armamentista entre potencias nunca cesó. De hecho ni siquiera la “culminación” de la guerra fría hizo
cesar tal carrera. En cambio, el concepto de guerra que se comenzó a ventilar desde la segunda guerra
mundial ha ido transmutando según la letalidad de los armamentos, y precisamente según estos la
humanidad como un todo es vulnerable.
De tal manera que se reafirma la anterior disposición constitucional, según la cual el Estado confiscaba
las armas de guerra, bien que estuvieran en el territorio de la República, que se fabricaran o que se
introdujeran al país; por lo cual lo que operaba ipso facto era la confiscación sin proceso alguno. Ello,
4 En 1984 escribía Jozef Goldblat: “La idea de fijar límites a los instrumentos de guerra despierta un enorme interés en el mundo hoy, atormentado por la
inseguridad, la tensión e, incluso, la amenaza de aniquilación que pende sobre él. En efecto, si bien el uso de armas está sujeto a restricciones por las leyes
humanitarias de la guerra, el derecho de las naciones a poseer armas no lo está. Hay una creciente opinión de que debe estarlo.” Goldblat, Jozef (1984: 11).
5 En 1955 ambos suscriben el famoso Manifiesto redactado por Russell que luego pasaría a ser denominado Manifiesto Russell- Einstein, el cual sirvió de
inspiración para la organización de las Conferencias de Pugwash, cuya idea-base era la responsabilidad de los científicos ante los problemas mundiales.
La deuda de la humanidad para con dichas Conferencias y Joseph Rotblat uno de sus impulsores conllevó a que fueran acreditados con el Premio Nobel
de la Paz en 1995.
24
Marco jurídico nacional e internacional en cuanto al control de armas, municiones y desarme
De tal manera, que ambos dispositivos aunque similares deben verse en contextos constitucionales
distintos. Por esta razón, en el texto constitucional vigente si bien el Estado tiene el monopolio en la
posesión y uso de las armas de guerra, la declaratoria de confiscación9 sin indemnización, ni proceso
resulta fuera de contexto en el marco constitucional o, en otras palabras, en la Constitución en cuanto
sistema normativo, ya que el debido proceso no puede irrespetarse bajo pretexto alguno, máxime
cuando la propia Carta Magna pauta la imposibilidad de su restricción hasta en estados de excepción.
Por ello, la validez del proceso confiscatorio estaría condicionado a que el Estado respete, por ejemplo,
el derecho a la defensa (49, 1), la presunción de inocencia (49, 2), el derecho a ser oído (49, 3), el dere-
cho al juez natural (49, 4), lo cual se concretaría, verbigracia, dando la oportunidad para que la persona
explique el porqué de la tenencia del arma, de cómo la adquirió, el lugar de su procedencia, etc.
Sobre el tercero de los aspectos en concordancia con el primero ha escrito: “La confiscación, a su vez,
en las normas más modernas, es una figura de limitadísima aplicación, por cuanto implica la negación de
todo derecho o garantía ya que la transferencia del bien se hace de manera coactiva y sin la indemnización
6 Ello no implicaba ni mucho menos que no se reconociera, solo que no estaba explícitamente enunciado y sistematizado, por lo cual debían interpretarse
varios dispositivos conjuntamente para hacerlo explícito; por ejemplo, destacaban los artículos 60, 68 y 69, además, por supuesto de la clausula de
inherencia.
7 Artículo 49: El debido proceso se aplicará a todas las actuaciones judiciales y administrativas; en consecuencia: 1) La defensa y la asistencia jurídica
son inviolables en todo Estado y grado de la investigación y del proceso. Toda persona tiene derecho a ser notificada de los cargos por los cuales se les
investiga; de acceder a las pruebas y de disponer del tiempo y de los medios adecuados para ejercer su defensa. Serán nulas las pruebas obtenidas
mediante violación del debido proceso. Toda persona declarada culpable tiene derecho a recurrir del fallo, con las excepciones establecidas en esta
Constitución y en la ley. 2) Toda persona se presume inocente mientras no se pruebe lo contrario. 3) Toda persona tiene derecho a ser oída en cualquier
clase de proceso, con las debidas garantías y dentro del plazo razonable determinado legalmente por un tribunal competente, independiente e imparcial
establecido con anterioridad. Quien no hable castellano o no pueda comunicarse de manera verbal, tiene derecho a un intérprete. 4) Toda persona tiene
derecho a ser juzgada por sus jueces naturales en las jurisdicciones ordinarias o especiales, con las garantías establecidas en esta Constitución y en
la ley. Ninguna persona podrá ser sometida a juicio sin conocer la identidad de quien lo juzga, ni podrá ser procesada por tribunales de excepción o por
comisiones creadas para tal efecto. 5) Ninguna persona podrá ser obligada a confesarse culpable o declarar contra sí misma, su cónyuge, concubino o
concubina, o pariente dentro del cuarto grado de consanguinidad y segundo de afinidad. La confesión solamente será válida si fuere hecha sin coacción de
ninguna naturaleza. 6) Ninguna persona podrá ser sancionada por actos u omisiones que no fueren previstos como delitos, faltas o infracciones en leyes
preexistentes. 7) Ninguna persona podrá ser sometida a juicio por los mismos hechos en virtud de los cuales hubiese sido juzgada anteriormente. 8) Toda
persona podrá solicitar del Estado el restablecimiento o reparación de la situación jurídica lesionada por error judicial, retardo u omisión injustificados.
Queda a salvo el derecho del o de la particular de exigir la responsabilidad personal del magistrado o de la magistrada, del juez o de la jueza; y el derecho
de Estado de actuar contra éstos o éstas.
8 Artículo 337: El Presidente o Presidenta de la República, en Consejo de Ministros, podrá decretar los estados de excepción. Se califican expresamente
como tales las circunstancias de orden social, económico, político, natural o ecológico, que afecten gravemente la seguridad de la Nación, de las institu-
ciones y de los ciudadanos y ciudadanas, a cuyo respecto resulten insuficientes las facultades de las cuales se disponen para hacer frente a tales hechos.
En tal caso, podrán ser restringidas temporalmente las garantías consagradas en esta Constitución, salvo las referidas a los derechos a la vida, prohibición
de incomunicación o tortura, el derecho al debido proceso, el derecho a la información y los demás derechos humanos intangibles. (Destacado nuestro)
9 Vale recordar el dispositivo constitucional que se refiere a la confiscación. Artículo 116: No se decretarán ni ejecutarán confiscaciones de bienes sino
en los casos permitidos por esta Constitución. Por vía de excepción podrán ser objeto de confiscación, mediante sentencia firme, los bienes de personas
naturales o jurídicas, nacionales o extranjeras, responsables de delitos cometidos contra el patrimonio público, los bienes de quienes se hayan enriquecido
ilícitamente al amparo del Poder Público y los bienes provenientes de las actividades comerciales, financieras o cualesquiera otras vinculadas al tráfico
ilícito de sustancias psicotrópicas y estupefacientes.
10 Contrastando la previsión general confiscatoria del artículo 116 con el 324, escribe Hildegard Rondón: “Ahora bien, el artículo 324 va más allá de la
previsión general confiscatoria del artículo 116, porque alude a una medida confiscatoria sin indemnización pero también sin proceso, lo cual es violatorio
de la regla general de los derechos humanos de que nadie puede ser juzgado sin ser oído. De acuerdo con esta norma, el Estado no podría negarle la
propiedad de un bien a una persona sin ofrecerle la oportunidad para explanar las razones de su tenencia.” Rondón de Sansó, Hildegard (2000: 261).
25
PARTE I: CONTROL Y REGULACIÓN INSTITUCIONAL DE ARMAS Y MUNICIONES
correspondiente. Esta situación de quebrantamiento de los derechos del individuo sin que medie indem-
nización alguna, solo se permite cuando se trata de cosas cuya peligrosidad atentan contra la seguridad
del Estado y de la sociedad, como lo son las sustancias prohibidas, los objetos utilizados para perpetrar
delitos o los instrumentos y materiales particularmente peligrosos por la posibilidad de que produzcan
daños irreparables (al ambiente y a la salud). Cada vez más el derecho limita la confiscación a casos
específicamente señalados por normas constitucionalmente expresas.” (Rondón de Sansó, 2000: 261)
Con respecto a lo último, la autora parece oponerse a la confiscación sin indemnización para el caso de
las armas de guerra, pues al comparar lo que considera la mayor peligrosidad contra la seguridad del
Estado, por ejemplo, de sustancias prohibidas (aunque no dice expresamente cuáles, por el contexto
en que escribe haciendo la comparación entre los dispositivos 116 y 324, parece referirse a las sustan-
cias psicotrópicas y estupefacientes), o de los objetos utilizados para perpetrar delitos o instrumentos
y materiales particularmente peligrosos, expresa que el constitucionalismo moderno procura limitar el
recurso a la confiscación para tales casos; siendo así, parece deducirse que considera más peligroso
para la seguridad del Estado la tenencia de sustancias psicotrópicas y estupefacientes que la tenencia
de un arma de guerra. En tal aspecto la autora estaría expresando el proceso de demonización de las
drogas que ya cuenta varias décadas en la política mundial, y cuyos resultados no son precisamente
los mejores sobre todo para los países que conforman la periferia mundial.
En síntesis, en la primera parte del dispositivo constitucional que analizamos es menester distinguir
entre la confiscación sin debido proceso (abiertamente inconstitucional, entendiendo la constituciona-
lidad como un bloque) y la confiscación sin indemnización alguna por reafirmación del monopolio en el
uso y posesión de las armas por parte del Estado.
Por otra parte, en cuanto a la indemnización, el derecho a la misma permanece inalterado cuando la
confiscación sea el resultado de un proceso erróneo (49, 8) –entendiendo, el 49 constitucional como
un plexo de garantías–, por ejemplo, cuando la misma se realice sin el respeto al debido proceso.
De tal manera, que una interpretación del texto constitucional meramente gramatical y asistemática
conllevaría a procesos erróneos e injustos que serían violatorios de la propia Constitución por ser
manifestaciones abiertamente contrarias a un Estado democrático y social de Derecho y de Justicia11,
y por ende de lege ferenda quedaría abierta la posibilidad del confiscado, de exigir indemnización por
imperativo constitucional.
2.1.2.1. Antecedentes
En lo que respecta a la segunda parte del dispositivo constitucional in comento, esta sí propone un
cambio sustancial en relación con la Constitución de 1961 que disponía en la segunda parte del Artículo
133: La fabricación, comercio, posesión y uso de otras armas serán reglamentadas por la ley. Según
ello, la competencia para la fabricación, comercio, posesión y uso de las armas distintas a las de guerra
no se asignaba directamente al poder militar.
11 Artículo 2: Venezuela se constituye en un Estado democrático y social de Derecho y de Justicia, que propugna como valores superiores de su orde-
namiento jurídico y de su actuación, la vida, la libertad, la justicia, la igualdad, la solidaridad, la democracia, la responsabilidad social y, en general la
preeminencia de los derechos humanos, la ética y el pluralismo político.
26
Marco jurídico nacional e internacional en cuanto al control de armas, municiones y desarme
Siendo así, bajo la vigencia de la Constitución de 1961 que programaba el control y la reglamentación
de la fabricación, comercio, posesión y uso de armas distintas a las de guerra por autoridades civiles,
continuó en vigencia la Ley sobre Armas y Explosivos de 1939 y el Reglamento de la Ley sobre Armas
y Explosivos de 1940, y solo fue hasta el año 1970, que se dictó el Reglamento sobre el uso de
explosivos en zonas urbanas –única12 propuesta normativa (con carácter exclusivo) aprobada durante el
tránsito entre la Constitución de 1961 y la Constitución de 1999, por lo que la legislación base que se
remontaba a finales de los años treinta sobrevivió a la Constitución de 1945, el Decreto de Garantías
de 1946, la Constitución de 1947, la Constitución de 1953, la Constitución de 1961 y casi doce años
desde la entrada en vigencia de la Constitución de 1999.
Volviendo a la cuestión que nos ocupa: la programación del control y reglamentación de la fabricación,
comercio, posesión y uso de armas distintas a las de guerra en la Constitución de 1961, cuya compe-
tencia era atribuida a las autoridades civiles, recogía lo que puede afirmarse es parte de la tradición
constitucional instaurada a partir de la Constitución de 1864, y a partir de la cual comenzó a afirmarse
constitucionalmente el “monopolio de las armas de guerra” en manos del Estado; aunque –para la
época– se decía en el “Gobierno Nacional”.13
Luego, la Constitución de 190416, aunque promovida principalmente con la idea de extender el período
presidencial de Cipriano Castro hasta 1911, sí representó un importante cambio con relación a las
cartas fundamentales anteriores, pues si bien reconoció el monopolio en la tenencia de los elementos
de guerra, lo hizo a través de la reafirmación de su tenencia en manos de la Nación, y sin referencia
alguna al derecho de los Estados para adquirir el armamento y los elementos de guerra que requirieran
para su seguridad interior como lo hacían los estatutos políticos de 1881, 1891, 1893 y 1901. Dicho
cambio es sustancial en la medida en que ya no atribuye el monopolio de las armas de guerra al
Gobierno Nacional, sino a la Nación, cuestión que no era minúscula para la época, ya que implicaba
una separación entre esta y el gobierno de turno, y por ende podía empezar a construir el camino para
dejar de concebir las armas como elementos de ejercicio del poder autocrático y, en cambio, concebir
–como lo menos malo– que fueran para el mantenimiento de la institucionalidad del país.
En lo que sí innovó la Constitución de 1961 es en haber pautado la regulación constitucional del ré-
gimen de control y reglamentación para las armas distintas a las de guerra, lo cual no tenía parangón
12 Aparte, claro, de la reforma penal de 1964 que implicó la reforma de varios dispositivos penales relacionados con las armas.
13 Constitución de 1864. Artículo 99: Todos los elementos de guerra hoy existentes pertenecen al Gobierno Nacional.
14 Constitución de los Estados Unidos de Venezuela de 1864: Todos los elementos de guerra hoy existentes pertenecen al Gobierno Nacional.
15 Constitución de 1901 (Gaceta Oficial, número suelto del 29 de marzo de 2001). Artículo 126: Todos los elementos de guerra existentes en el territorio
de la República a la promulgación de esta Constitución pertenecen al Gobierno Nacional; y artículo 127: Los Estados tienen el derecho de adquirir el
armamento y demás elementos de guerra que sean necesarios para su seguridad interior, pudiendo introducirlos del extranjero, libres de todo derecho de
importación, y llenando para su introducción, en cada caso, las formalidades que establezcan el Código Militar y la Ley de Haciendas correspondientes.
16 Constitución de 1904 (Gaceta Oficial número suelto, del 6 de mayo de 1904): Artículo 114: Todos los elementos de guerra pertenecen a la Nación.
27
PARTE I: CONTROL Y REGULACIÓN INSTITUCIONAL DE ARMAS Y MUNICIONES
Así, la Constitución de 1999 se torna próxima tanto a la Constitución de 1893 como a la de 1901, en
virtud de que ambas supeditaban la adquisición de armamento y elementos de guerra, que requirieran
para su seguridad interior, al cumplimiento de las formalidades que establecieran tanto el Código Militar
como la Ley de Hacienda de la época; en cambio, la de 1961 se torna cercana a la de 1947 en cuanto
a este aspecto. Siendo así, la vigente Constitución plantea el retorno del control y la reglamentación
por parte del poder militar como lo habían planteado los centenarios textos constitucionales, al atribuir
a la Fuerza Armada Nacional la competencia exclusiva para el control y la reglamentación de las armas
distintas a las de guerra, así como de las municiones y explosivos.
El control y reglamentación de las armas distintas a las de guerra por parte de la Fuerza Armada
Nacional debe analizarse desde el sentido y la función que se atribuye en el sistema constitucional a la
Fuerza Armada, así como en relación con el contexto normativo en el cual el estatuto político regula a la
FAN. Llanamente, siendo la Constitución un sistema, no puede pretenderse interpretar las normas de
forma asistemática y sin referencia teleológica alguna que, contextualice el Título VII De la Seguridad
de la Nación de la carta magna en el estatuto político, a partir del cual, nuestro Estado es un Estado
democrático y social de Derecho y de Justicia (Art. 2 CRBV).
Así, desde el propio texto constitucional que presenta el programa normativo, puede afirmarse que
la esencia o sentido de la FAN es “garantizar la independencia y soberanía de la Nación y asegurar la
integridad del espacio geográfico” (Rondón de Sansó, 2000: 263), mediante la defensa militar, la coo-
peración en el mantenimiento del orden interno y la participación activa en el desarrollo nacional” (Art.
328 constitucional)17; para el logro de ese cometido o fin debe cumplir ciertas funciones principales que
desarrolla con detalle la Ley Orgánica de la Fuerza Armada Nacional en su Artículo 4.
Entre tales funciones –que siempre deben estar orientadas al sentido de la FAN y a la forma de Estado
que consagra la Constitución– destaca en la Ley Orgánica que rige a la FAN precisamente lo que se
refiere a la posesión y uso exclusivo de armas de guerra, así como a la regulación y control de otras
armas, municiones y explosivos18. Por tanto, dicha función debe interpretarse en el marco del telos de
la FAN y en el contexto de la forma de Estado consagrado en la Constitución.
De tal manera, que la mejor vía para interpretar el Artículo 324 de la Constitución es anclándolo en el
sentido de la FAN y en el Estado democrático y social de Derecho y de Justicia, es decir, el sentido
normativo de dicho dispositivo se deriva de un entramado que conjuga el sentido de la FAN con un
Estado que propugne entre los valores superiores de su sistema jurídico y de su ser, la vida, la libertad,
la justicia, la democracia, la responsabilidad social, etc.
Para lograr un teoría interpretativa ajustada a la premisa de la cual partimos, proponemos enmarcar
la competencia que atribuye el dispositivo 324 de la Constitución en uno de los medios19 con los
cuales cuenta la FAN para acometer su misión, específicamente en el que se refiere a la “participación
17 Artículo 328: La Fuerza Armada Nacional constituye una institución esencialmente profesional, sin militancia política, organizada por el Estado para
garantizar la independencia y soberanía de la Nación y asegurar la integridad del espacio geográfico, mediante la defensa militar, la cooperación en el
mantenimiento del orden interno y la participación activa en el desarrollo nacional, de acuerdo con esta Constitución y con la ley. En el cumplimiento de sus
funciones, está al servicio exclusivo de la Nación y en ningún caso al de persona o parcialidad política alguna. Sus pilares fundamentales son la disciplina,
la obediencia y la subordinación. La Fuerza Armada Nacional está integrada por el Ejercito, la Armada, la Aviación y la Guardia Nacional, que funcionan
de manera integral dentro del marco de su competencia para el cumplimiento de su función, con un régimen de seguridad social integral propio, según lo
establezca su respectiva ley orgánica.
18 Ley Orgánica de la Fuerza Armada Nacional. Artículo 4: Son funciones de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (…16): La posesión y uso exclusivo
de armas de guerra, así como regular, supervisar y controlar la fabricación, importación, exportación, almacenamiento, tránsito, registro, porte, tenencia,
control, inspección, comercio, posesión y uso de otras armas, municiones y explosivos.
19 En parecido sentido en cuanto a los medios de las FAN para el logro de su misión (Rondón de Sansó, 2000: 263).
28
Marco jurídico nacional e internacional en cuanto al control de armas, municiones y desarme
activa de la FAN en el desarrollo nacional”, pues el resto de los elementos: 1) la defensa militar, y 2) el
mantenimiento del orden interno, serían elementos arquetipos para fundamentar el monopolio para la
posesión y uso de las armas de guerra, pero no los más adecuados para controlar y reglamentar otras
armas, municiones y explosivos, pues ciertamente constituirían elementos más cónsonos con unas
FAN para el aseguramiento de la soberanía e integridad del espacio geográfico de la Nación, y que
presuponen una situación conflictiva que se repele o se busca prevenir o, también, para la creación de
condiciones óptimas que reflejen la reafirmación de la independencia y soberanía de la Nación frente
a intereses foráneos.
Desde tal perspectiva, y para evitar una militarización de los espacios donde lo que debe imperar es la
democratización y la creación de puentes comunicantes entre lo civil y lo militar, el sentido teleológico
de los dispositivos constitucionales 324, 328 en concordancia con el Artículo 2 de la CRBV sería el de hacer
recaer en una institución que por antonomasia debe ser profesional, la competencia para reglamentar y
controlar la posesión y uso de otras armas, municiones y explosivos, siendo que uno de los elementos
que están pensados para su sentido es la participación activa en el desarrollo nacional. Dicha compe-
tencia debe ejercerla no para la defensa militar de la República –para lo cual existe el monopolio en el
uso y posesión de las armas de guerra, sino para la conformación de un Estado democrático y social de
Derecho y de Justicia, entre cuyos fines destacan, verbigracia, la construcción de una sociedad justa y
amante de la paz, la promoción de la prosperidad y bienestar del conglomerado (Art. 3 constitucional).20
En síntesis, el Artículo 324 constitucional pudiera representar una oportunidad para seguir avanzando
en la profesionalización de una institución que, para lograrlo, deberá elevar la mirada más allá de la
tradicional doctrina militar, de lo contrario, el fracaso para la conformación de una política pública que
se adecúe a la decisión política de atribuirle tal competencia estará latente.
En otro orden de ideas, a casi doce años de la entrada en vigencia de la Constitución de 1999 lo
sensato, en términos de institucionalidad, sería hacer una evaluación diagnóstica de la ejecución de la
decisión política de hacer recaer en la FAN la competencia para reglamentar y controlar el régimen de
otras armas distintas a las de guerra, así como las municiones y explosivos.
Dicha evaluación diagnóstica debería servir de fuente para acentuar los aspectos positivos, mejorar
los negativos a través de la conformación de políticas públicas con participación del poder civil junto
al militar y luego del respectivo examen (valoración global), según que los resultados demuestren un
fracaso o un éxito, la ejecución de la decisión política; deberá plantearse el reforzamiento institucional
de dicha decisión o, caso contrario, plantear la reforma de la propia decisión.
20 Artículo 3: El Estado tiene como fines esenciales la defensa y el desarrollo de la persona y el respeto a su dignidad, el ejercicio democrático de la
voluntad popular, la construcción de una sociedad justa y amante de la paz, la promoción de la prosperidad y bienestar del pueblo y la garantía del cumpli-
miento de los principios, derechos y deberes reconocidos y consagrados en esta Constitución. La educación y el trabajo son los procesos fundamentales
para alcanzar dichos fines.
29
PARTE I: CONTROL Y REGULACIÓN INSTITUCIONAL DE ARMAS Y MUNICIONES
Dicho Reglamento fue derogado por otro Reglamento de la Ley sobre Fabricación, Comercio y Porte
de Armas el 25 de septiembre de 1922.
Posteriormente, en 1926 la Ley sobre Fabricación, Comercio, Detención y Porte de Armas del 23 de
junio, viene a derogar la anterior Ley de 1919. Esta nueva Ley también es reglamentada en septiembre
del mismo año; seguidamente, en 1928 se deroga la ley de 1926 (paradójicamente sin disposición
cambiante alguna).
De tal manera, que son la Ley de 1928 y el Reglamento de 1938, los instrumentos que vienen a
derogar la Ley sobre Armas y Explosivos de 1939 y su Reglamento de 1940, respectivamente.
Sobre esta evolución véase el cuadro que anexamos a nuestro estudio, tanto el referido al régimen de
armas y explosivos en el Código Penal, como el régimen de las leyes de armas propiamente dichas.
21 Específicamente se refería a la amenaza a terceros con armas de fuego o blancas, así como el disparo de arma de fuego, cohete, petardo u otro proyectil
dentro de población, sin permiso de la autoridad.
30
Marco jurídico nacional e internacional en cuanto al control de armas, municiones y desarme
competencia para conocer de delitos relacionados con importación, fabricación, comercio, detención y
porte de armas; 20) la introducción, fabricación y uso de explosivos.
Sin embargo, la ley vigente se refiere a las actividades mencionadas al inicio, y, claro, se complementa
con el régimen sublegal respectivo.
y municiones de guerra.
»» Prohibición (general) de importación, fabricación, comercialización, porte y detención de escopetas
de uno o más cañones rayados, sean o no de repetición, los revólveres y pistolas de todas clases
y calibres, salvo el permiso especial que para las mismas prevé el Artículo 21 de la propia LAE,
los rifles de cacería de cañón rayado, de largo alcance y de bala blindada, de calibre 22 o 5 mm en
adelante; los bastones pistolas, puñales, dagas y estoques; los cartuchos correspondientes a las
mencionadas armas de fuego.
»» Posibilidad de importación de revólveres y pistolas de todas clases y calibres según el Art. 9 en
»» Prevé el carácter delictivo para la importación, fabricación y comercio ilegal de armas de prohibidas
(Art. 9).
»» Autorización para importación y venta –previa autorización–, de escopetas de cacería de uno o dos
cañones lisos de un solo tiro o repetición, en calibres 12 a 32, y los floberts de cañones lisos entre
9 y 14 mm (Art. 11).
»» Impedimento para otorgar autorización especial para importación y uso de armas a las que se refiere
22 La exposición de motivos resaltando el artículo 21 de la ley, destaca: “…se ha creído conveniente conceder autorización a quien se vaya a otorgar
permiso de porte de arma, para que pueda importar ésta, bajo la inmediata vigilancia del Ejecutivo, quien se halla así mejor capacitado para conocer la
procedencia exacta y destino de dichas armas desde el sitio mismo donde se adquieran.”
31
PARTE I: CONTROL Y REGULACIÓN INSTITUCIONAL DE ARMAS Y MUNICIONES
Penal de 1863), el disparo de arma de fuego, cohete o petardo en sitio poblado sin autorización y el
disparo de arma de fuego, cohete u otro proyectil que causara alarma o peligro, siempre que no se
cometieran otros delitos con tales conductas (ambos Códigos). Y con el Código Penal de 1873 se plan-
tea por vez primera la pena de comiso para el agente que, por ejemplo, para inferir una injuria hubiere
mostrado el arma que portara. Cabe advertir, que tales hechos punibles eran considerados faltas.
Empero, es a partir del Código Penal de 1897 que se sistematizan –todavía en el Libro de faltas– los
hechos punibles relacionados con armas y explosivos. El dicho cuerpo normativo destacaba como
faltas: 1) el establecimiento sin aviso previo a la autoridad de fábrica de armas, así como la introducción
de armas que excediera la autorización concedida para su uso personal; 2) la fabricación, introducción
o venta ilegal de armas insidiosas; 3) la fabricación o introducción ilegal de pólvora u otras materias
explosivas; 4) la venta ilegal de armas; 5) el porte ilícito de armas, con agravantes que atendían a
elementos como el peligro para terceros, a que quien cometiere la falta hubiere sido penado por
mendicidad, violencia contra las personas o la propiedad; 6) la falta de cuidado de los autorizados a
portar armas; 7) la descarga indebida de armas de fuego, así como el uso indebido de explosivos; 8) el
depósito ilegal de armas, piezas de artillería o instrumentos análogos; 9) el transporte ilegal de pólvoras
y otras materias peligrosas. Al final previó el Código de 1897 la definición de armas insidiosas.23
El Código Penal de 1904 introdujo escasas reformas al sistema instaurado con el Código de 1897,
específicamente se destaca la eliminación de las multas para las faltas de fabricación o introducción
de pólvora u otras materias explosivas y para la venta ilegal de armas. También se destaca el Código
de 1904 por no prever la definición de armas insidiosas. En todo lo demás es sustancialmente idéntico
al Código anterior.
El Código Penal de 1912 continúa con la misma tradición de los textos de 1897 y 1904, y únicamente
introduce dos reformas puntuales: 1) la posibilidad de imponer el Juez como pena accesoria la vigi-
lancia a la autoridad para quien cometiera la falta de depósito ilegal de armas, piezas de artillería o
instrumentos análogos, cambiando así la previsión del Código anterior que se refería a la posibilidad de
imponer la misma pena accesoria pero cuando se tratara de un depósito ilegal de armas insidiosas, y
2) la definición que ofrece de armas como “propias” e “insidiosas” . Definía como armas propiamente
a las de fuego y a las demás que tuvieran como destino principal la “defensa propia o la ofensa ajena”,
y en la definición de las armas insidiosas, retomaba la previsión del Código de 189724, aunque siempre
utilizaba, como referencia especial para definirlas, el factor “sorpresa o acechanza por el carácter de
disimulables” ante el ofendido que tenían las mismas.
Más adelante, con el Código Penal de 1915 se introducen nuevamente dos reformas muy específicas
en la materia: 1) en la falta de porte ilícito de armas se suprimió el elemento “no estando de viaje” que
venía siendo tradición desde 1897, y que se refería a que cometía tal falta quien fuera de su habitación o
dependencia, no estando de viaje, llevara armas de forma ilegal, y 2) en la falta de la tenencia de depó-
sito ilegal de armas, piezas de artillería o instrumentos análogos se retoma la idea original del Código de
1897 –con la única diferencia que precisa la autoridad del Juez– ante la posibilidad de imponer la pena
accesoria de vigilancia ante la autoridad cuando el depósito fuere de armas consideradas insidiosas.
23 Art. 479: Para los efectos de esta Ley penal, se considerarán armas insidiosas: 1º) Las hojas, estoques y puñales de cualquiera forma que sean, y los
cuchillos aguzados cuya hoja sea o pueda hacerse fija por medio de resorte. 2º) Las armas de tiro, bombas y todo aparato explosivo. 3º) Las armas blancas
o de fuego, de cualquiera dimensión, que se hallen ocultas o simuladas, de algún modo, en los bastones o en otra forma. Estas definiciones y disposiciones
no alteran ni desvirtúan en nada las prescripciones que establecen las Leyes y Reglamentos de Hacienda.
24 Art. 498: Para los efectos de la Ley penal, cuando se habla de armas debe entenderse solamente las propiamente dichas, esto es, las de fuego y las
demás cuyo destino principal y ordinario es la defensa propia o la ofensa ajena.
Se consideran insidiosas las que son fácilmente disimulables y sirven para ofender por sorpresa o asechanza, tales como las hojas, estoques, puñales,
cuchillos, pistolas y revólveres de corto cañón, aparatos explosivos y las armas blancas o de fuego que se hallen ocultas o disimuladas de cualquier modo
en bastones u otros objetos de uso lícito. Estas definiciones y disposiciones no alteran en nada las prescripciones que establecen las Leyes y Reglamentos
de Hacienda
32
Marco jurídico nacional e internacional en cuanto al control de armas, municiones y desarme
Es con el Código Penal de 1926 que se introduce en el Título de los delitos contra el orden público, el
capítulo referido a los delitos de importación, fabricación, comercio, detención y porte de armas25, lo
cual implicó cambios considerables en lo que hasta el momento había sido el tratamiento tradicional
de hechos punibles relacionados con armas y explosivos que para ese entonces había tenido un trata-
miento unitario en las faltas.
Al igual que la Ley sobre Importación, Fabricación, Comercio, Detención y Porte de Armas, el Código
Penal de 1926 entró en vigencia el 16 de septiembre de ese mismo año, sin embargo, dicho Código
precisamente acoge varias de las previsiones de la ley que antecede a la de 1926, y que entró en
vigencia el 4 de junio de 1919 siendo la primera ley sobre la materia, con la denominación de Ley
sobre Fabricación, Comercio y Porte de Armas, que fue normada con el Reglamento de la Ley sobre
Fabricación, Comercio y Porte de Armas del 13 de agosto de 1919, derogado posteriormente por el
Reglamento de la Ley sobre Fabricación, Comercio y Porte de Armas del 25 de septiembre de 1922.
Como se puede observar, la entrada en vigencia del Código de 1926 estuvo signada por varios cambios
legislativos en materias como la de armas, ya que la cuestión no se detuvo allí, pues la propia ley de
1926 fue derogada en 1928 por la Ley sobre Importación, Fabricación, Comercio, Detención y Porte de
Armas del 19 de julio 192826, posteriormente derogada por la vigente Ley sobre Armas y Explosivos de
1939 ; de hecho, para el momento de la redacción del Código de 1926 estaba vigente una ley que es
invalidada por otra que entra en vigencia el mismo día que el Código Penal.
En todo caso, lo importante es que el Código recepta varios de los cambios que se imponían desde
la Ley sobre Fabricación, Comercio y Porte de Armas de 1919, asumiendo, verbigracia, la definición
de armas como “instrumentos propios para maltratar o herir”27; definición que por cierto dio inicio a la
tradición legal que aún sigue vigente en el Código Penal de 2005, y que marcó distancia con relación a
la definición que se asumía desde el Código Penal de 1912.
De tal manera que el Código de 1926 debe enmarcarse en el contexto de la ley de 1919 –su principal
referente–28 y la propia de 1926, sin descartar, las leyes de 1928 y 1939, así como sus respectivos
reglamentos. Cambios legislativos estos que no son casuales sino que deben a la vez contextualizarse
25 Sobre el contexto de tal reforma, Rosales, Elsie (1990).
26 Que sin embargo es –no por casualidad– sustancialmente idéntica. Al respecto, escribe Rosales: “Por otra parte, aquí se ha sostenido que para 1926 el
Estado contaba con una nueva legislación, más completa y codificada, en relación con las armas. Sin embargo, paradójicamente, dos años más tarde en
1928, se dictó una ley de armas con su respectivo reglamento. El asunto es que después de haberlo revisado se ha podido constatar que no difieren en nada
de los textos del 26 derogados. Ante la oscuridad del asunto y la falta aparente de sentido, se propone como hipótesis a ser comprobada en una futura
investigación, la necesidad de crear cierto impacto noticioso para controlar la situación socio-política bastante delicada que se vivía en aquel momento.
De hecho, el valor simbólico de la legislación puede presentar diversos matices y en este caso en particular, se expone como uno de los más sutiles: la
mera promulgación de un texto legal que ya era existente con el objeto de modificar o reactualizar los nombres de los autores que la suscriben o para, por
los menos, causar impacto noticioso que pueda contribuir a la creación de una atmósfera propiciadora de seguridad para el Estado imperante, sobre todo
en esta materia donde la regulación legal tiene profundos matices políticos.” (Rosales, 1990: 148-149).
27 Ley sobre Fabricación, Comercio y Porte de Armas de 1919, artículo 1: Son armas en general todo instrumento propio para maltratar o herir.
28 Ello lo prueba tanto el estudio histórico de Elsie Rosales al cual ya hemos referido, como el estudio –también histórico- realizado por José Luis Tamayo,
quien describe cómo el proyecto original presentado por los Diputados Ramírez, Aranda y García fue objeto de algunos cambios en el aspecto de las
armas, y dichos cambios se hicieron precisamente con la ley de 1919 como referencia. Así lo destaca Tamayo: “Ahora bien, tomando en cuenta que en
la Cámara del Senado el Proyecto de Código Penal no sufrió ningún cambio, pues en fecha 3 de julio de 1926 la Cámara del Senado, por intermedio del
Senador Pedro Emilio Coll lo devolvió a la de Diputados “reglamentariamente aprobado” y sin “modificación alguna”, tal como se dice en el Oficio Nº 298
de la misma fecha suscrito por Coll, resulta claro que las Comisiones designadas por la Cámara de Diputados para la revisión del Proyecto original solo
tuvieron en cuenta para proponer sus modificaciones, la que para ese momento era la Ley de Armas vigente, esto es, la del 4 de Junio de 1919 y no la
que fue sancionada el 18 de junio de 1926 y promulgada el 25 del mismo mes y año. Prueba de ello la constituye el hecho de que en el artículo 283 del
Código Penal de 1926 se hace referencia a la “Ley sobre fabricación, comercio y porte de armas de 4 de junio de 1919”, y no a la Ley sobre importación,
fabricación, comercio, detención y porte de Armas, del 25 de junio de 1926 que la derogó. Lo anterior significa también que los congresistas de la época,
a los efectos de la redacción definitiva de los artículos de la nueva Ley de Armas que sancionaron, tuvieron en consideración los artículos que sobre esta
materia habían sido aprobados por la Cámara de Diputados el 27 de mayo de 1926 (que, como vimos, no sufrieron ninguna modificación posterior). De allí
que no existan antinomias o contradicciones entre el Código Penal de 1926 y la Ley de Armas del mismo año, y, muy por el contrario, ambos textos legales
aparecen adecuadamente armonizados y coherentes.” Tamayo, José Luis.
33
PARTE I: CONTROL Y REGULACIÓN INSTITUCIONAL DE ARMAS Y MUNICIONES
en el marco político gomecista29 en que surgen, y cuyo principal signo distintivo fue la perpetuación en
el poder a toda costa, razón por la cual no es casual el especial énfasis en la regulación de las armas
de guerra que se planteara a partir de 1919.
Así pues, el contexto del Código Penal de 1926 –en cuanto a armas se refiere– está dado por el
marco normativo que comprende tanto la ley de 1919 como su respectivo reglamento; marco nor-
mativo cuyo objeto de regulación recogido por el Código de 1926 precisamente en el Título de los
delitos contra el orden público para no dejar dudas de la raigambre conservadora del régimen de Juan
Vicente Gómez e intimidatoria para contra cualquier intento subversivo, sintetizamos en el cuadro n° 1.
Cuadro 1. Caracterización de la Ley sobre Fabricación, Comercio y Porte de Armas del 4 de junio de 1919
1. Definición de las armas como todo instrumento propio para maltratar o herir.
2. Reafirmación del monopolio de las armas de guerra, así como la definición de las mismas a partir de su uso por el Ejército
3. La prohibición de fabricación o introducción en el país de armas o municiones de guerra, ya que tal actividad se reservaba al Gobierno
Nacional.
4. El otorgamiento de amplias facultades al propio Gobierno para recolectar los elementos de guerra que se hallaren fuera del parque nacional.
5. El castigo de la detención u ocultamiento de los elementos de guerra con prisión de uno a tres años.
6. La regulación del permiso especial para coleccionistas cuya competencia para otorgar era del Ministerio de Guerra y Marina.
7. Declara la prohibición de fabricación, importación y el comercio de armas distintas a las de guerra.
8. La excepción para la prohibición de porte de armas distintas a las de guerra en favor de los militares en servicio, los agentes de policía,
los empleados o resguardos nacionales y los funcionarios con mando sobre unos y otros.
9. El castigo de la introducción o fabricación en el país de las armas distintas a las de guerra con prisión de uno a dos años.
10. La destinación al parque nacional de las armas distintas a las de guerra que fueran objeto del delito.
11. El mandato de empadronamiento para quienes a la fecha de entrada en vigencia de la ley tuvieran en su posesión armas distintas a las de
guerra. También debían empadronar a las personas que se domiciliaran en Venezuela dentro de los cinco días posteriores a su llegada al país.
12. El castigo del porte de armas distintas a las de guerra con multa de mil a dos mil bolívares, así como el destino del arma objeto del delito
al parque nacional.
13. La posibilidad de venta a comerciantes que hubieran obtenido autorización para la compra con la condición de reexportarlas, para quien
hubiera cumplido con el empadronamiento ordenado.
14. El castigo con la misma pena que a los introductores o fabricantes de armas, para el comerciante que incumpliera la condición de reex-
portación para que le fuera otorgado el permiso para comprar armas distintas a las de guerra.
15. La reexportación de las armas que hubieren sido exportadas al país antes de la promulgación de la Ley.
16. La expropiación por causa de utilidad pública de todas las armas de comercio ilícito, salvo que los dueños aceptaran reexportarlas.
17. Establece el libre comercio de las escopetas de caza, así como el castigo para quien portare dichas escopetas si no era para la caza, o
también para quien las llevare al descubierto dentro de algún poblado.
18. Considera lícito el comercio de machetes de rozar o demás instrumentos de agricultura, al igual que los instrumentos para desollar reses,
pero prohíbe su porte en calidad de armas.
19. No considera delito de porte de armas el llevar los jefes, caporales o peones los machetes, cuchillos o instrumentos de agricultura y
ganadería, siempre que fuera en los linderos del fundo.
20. El depósito de armas por parte de los viajeros ante la autoridad civil del lugar que visitaren.
Así pues, el Código Penal de 1926 recepta la política criminal en materia de armas que se sistematiza a
partir de la Ley sobre Fabricación, Comercio y Porte de Armas de 1919, la cual a la vez refleja la asunción
por parte de Venezuela de las consecuencias de la primera gran guerra del siglo XX, y de la cual se
favoreció Gómez para la implantación de una política legislativa que le permitiera permanecer en el poder
que, llevada al caso de las armas, le proporcionara las condiciones para ejercer el gobierno legal con estas
como base. La lógica gomecista en este aspecto era bastante rudimentaria: el gobierno de las leyes es
el gobierno de las armas.
34
Marco jurídico nacional e internacional en cuanto al control de armas, municiones y desarme
También, como hemos dicho, la ubicación de los tipos delictivos en materia de armas a partir del
Código de 1926 fue en el Título: De los delitos contra el orden público, precisamente porque la idea era
limitar desde lo penal cualquier intento de rebelión ante el gobierno, por esa razón el comodín perfecto
para todo régimen autoritario con la perpetuación como finalidad, debió recurrir a un concepto como el
orden público, cuya vigencia para un gobierno con tales características la hacía patente el gobernar sin
perturbaciones, es decir, sin desórdenes. Y en el caso de las armas, ser desordenado era equivalente
a ser un potencial reaccionario.
En Venezuela el estudio de los delitos contra el denominado orden público ha sido acometido por
varios de los doctrinarios más importantes que ha tenido el país, entre los cuales cabe mencionar, por
ejemplo, José Rafael Mendoza Troconis, Tulio Chiossone, Héctor Febres Cordero y Grisanti Aveledo.
Por tanto, las reflexiones que a continuación se presentan tienen en dichos autores y en el Código
Penal comentado por el entonces Instituto de Ciencias Penales y Criminológicas de la Universidad
Central de Venezuela –ahora Instituto de Ciencias Penales– su principal apoyatura.
Cabe advertir que los estudios de los delitos contra el denominado orden público, no han sido preci-
samente pacíficos comenzando por la propia denominación que no ha estado exenta de críticas por
nuestra doctrina y por doctrinarios extranjeros. Ello porque, no sin razón, se cuestiona la cualidad de
bien jurídico del denominado orden público.
Otra cuestión también discutida por nuestra mejor doctrina se relaciona con el propio estatus de
delitos que se le otorgó desde 1926 a los hechos relacionados con armas, pues para varios importan-
tes autores el elenco de tales conductas delictivas debe ser ubicado en el libro de faltas del Código
Penal, inclusive asumiendo la necesidad de reforma del propio Código a partir de elementos como
la demanda de una sistematización adecuada que permita una diferenciación entre delitos y faltas30.
Sin embargo, tal problematización propuesta por nuestra doctrina al parecer ha sido poco importante
para los proponentes de los últimos anteproyectos de Código Penal que, sin dudar, no solo reafirman
el carácter de delito de los mismos, sino que además lo hacen recurriendo al demodé discurso de
aumento de penas.31 De más está decir que la “lógica” de las reformas de 1964 y 2000 en esta materia
se inscribe también en el mismo pensamiento punitivista.
Posteriormente, con la entrada en vigencia de la Ley Orgánica contra la Delincuencia Organizada y del
Protocolo contra la Fabricación y el Tráfico Ilícito de Armas de Fuego, sus Piezas y Componentes y
Municiones en el 2005, el delito de tráfico ilegal de armas y explosivos tiene tratamiento diferenciado
según se trate de un caso de delincuencia organizada32 o de un caso de delincuencia convencional.
30 Así, por ejemplo, Chiossone: “Declara este artículo que se consideran delictuosos la importación, fabricación, comercio, detención y porte de armas
verificados en contravención a las disposiciones pertinentes de este Código y a las de la ley especial sobre la materia. Como se ve, nuestro legislador ha
erigido esos hechos en delitos, les ha dado carácter grave, atendiendo puramente al peligro o al riesgo que se corre en la permisión de tales actos. No
estamos de acuerdo en que esos hechos tengan el carácter de delitos; son hechos negativos, casi pasivos, que no ocasionan daño, sino un riesgo remoto.
Son a nuestro juicio simples infracciones en el mecanismo administrativo del Estado, más no hechos que lleven en sí el dolo, ni ningún elemento capaz de
darle fisonomía delictual…somos de la opinión que en una futura revisión de nuestro ordenamiento jurídico penal, se incluyan esta clase de hechos entre
las faltas y no entre los delitos como inadecuadamente están incluidos.” (Chiossone, 1938: 193).
31 Nos referimos a los Anteproyectos de Código Penal de Alejandro Angulos Fontiveros (2004), Francisco Carrasquero (2010) y al de la Mesa Técnica de
la Asamblea Nacional de septiembre de 2010. La falta de problematización en la materia es tan evidente en los últimos dos casos que las –hasta ahora–
faltas relacionadas con explosivos en el Código Penal, se erigen también como delitos.
32 El artículo 1 de la LODO define la delincuencia organizada: La acción u omisión de tres o más personas asociadas por cierto tiempo con la intención de
cometer los delitos establecidos en esta Ley y obtener, directa o indirectamente, un beneficio económico o de cualquier otra índole para sí o para terceros.
Igualmente, se considera delincuencia organizada la actividad realizada por una sola persona actuando como órgano de una persona jurídica o asociativa,
cuando el medio para delinquir sea de carácter tecnológico, cibernético, electrónico, digital, informático o de cualquier otro producto del saber científico
aplicados para aumentar o potenciar la capacidad o acción humana individual y actuar como una organización criminal, con la intención de cometer los
delitos previstos en esta Ley. No es la ocasión para problematizar sobre la definición ofrecida por la LODO; al respecto, nuestro trabajo: Derecho penal del
enemigo y delincuencia organizada, Trabajo Especial de Grado, producto de la Línea de Investigación Sistemas Penales, coordinada por Elsie Rosales, y ca-
lificado como excelente por el jurado conformado por los profesores Elsie Rosales, José Tadeo Saín e Yván Figueroa Ortega, 2009, Inédito; también nuestro
estudio Problemas de tipicidad en la Ley Orgánica contra la Delincuencia Organizada, presentado en el marco del Proyecto de Investigación Imputación al
Tipo Legal, adscrito a la Línea de Investigación Teoría del Delito, coordinada por Carlos Simón Bello en el Instituto de Ciencias Penales de la UCV, el cual
fue financiado en el año 2009-2010 por el Consejo de Desarrollo Científico y Humanístico de la propia UCV.
35
PARTE I: CONTROL Y REGULACIÓN INSTITUCIONAL DE ARMAS Y MUNICIONES
Para el primer caso, es decir, cuando es un supuesto de delincuencia organizada se debe aplicar la
LODO con su complemento que es el Protocolo, mientras que cuando es un caso de delincuencia
convencional se debe aplicar el Código Penal
La regulación de la LODO unifica el conjunto de acciones en un solo tipo penal (tráfico), mientras que
el CP se refiere al comercio, la importación, la fabricación y el suministro (Art. 276), y en otro distinto
al porte, detentación y ocultamiento (Art. 277). Para comprender las diferencias entre ambos textos
normativos, hay que tomar en consideración que la LODO se complementa con el Protocolo contra
la Fabricación y el Tráfico Ilícito de Armas de Fuego, sus Piezas y Componentes y Municiones. (G.O.
38.183 de fecha 10 de mayo de 2005).
Las conductas delictivas a partir del Código Penal de 1926 –y que se mantienen hasta la actualidad–,
sin atenernos literalmente a la enunciación del Artículo 272 del Código Penal33, son las siguientes:
33 Ello, porque como lo advierte Grisanti Aveledo en el dispositivo legal que enuncia las conductas que serán delictivas en materia de armas (272) no se
destaque precisamente la importación, sino la introducción. Al respecto, Grisanti Franceschi (2009: 978).
36
Marco jurídico nacional e internacional en cuanto al control de armas, municiones y desarme
Pues bien, no son armas de guerra, pero sí armas de prohibida importación, fabricación, comercio,
porte, detención y, agrega el Código Penal, suministro, las que así declara la LAE en su Artículo 9º:
…las escopetas de uno o más cañones rayados para usar balas rasas, sean o no de repetición, los revólveres
y pistolas de todas clases y calibres, salvo por lo que a estos respecta, lo dispuesto en el Artículo 21 de la
presente Ley; los rifles de cacería de cañón rayado, de largo alcance y bala blindada, de calibre 22 o 5 milí-
metros en adelante; los bastones-pistolas, puñales, dagas y estoques; los cartuchos correspondientes a las
mencionadas armas de fuego; las pólvoras piroxidadas para las cargas de los cartuchos de pistolas, revólveres
y rifles de cañón rayado, y los cuchillos y machetes que no sean de uso doméstico, industrial o agrícola.
Pero el propio Artículo 9º de la LAE exceptúa tal prohibición, reseñando las armas que podrán importarse
de conformidad con la reglamentación que dicte el Ejecutivo Nacional, estas son: rifles calibre 22 o 5mm,
fuego circular y balas de plomo; igualmente, excluye de dicha prohibición el Artículo 11 de la LAE a las
escopetas de cacería de uno o dos cañones lisos de un solo tiro o de repetición, en los calibres de 12 a
32, y los floberts con cañones lisos para usar cartuchos de cartón y que se comprendan entre 9 y 14mm.
Finalmente, el ámbito prohibitivo lo establece la LAE y el Código Penal y sin embargo, queda restringido
por el Artículo 21 de la LAE, que dispone que cuando el Ejecutivo Nacional –ahora por intermedio de la
FAN– lo juzgue conveniente, previa presentación de una fianza de carácter personal por el interesado,
puede autorizarle para importar un arma de fuego que, sin embargo, bajo ningún concepto será de las
clasificadas como de guerra. El propio dispositivo prevé que tal autorización puede ser revocada de
oficio por el propio Ejecutivo, en cuyo supuesto destinará tanto el arma como las municiones objeto de
dicha autorización especial al Parque Nacional.
Cabe destacar, que dicha vía excepcional que pauta el citado Artículo 11 de la LAE en su última parte,
es continente de resabios positivistas que han marcado parte de la legislación venezolana pero con es-
pecial énfasis en lo penal, pues si bien parece tener justificación, en razones de política criminal, el no
autorizar la excepcional importación a personas con antecedentes penales –entiéndase incriminadas
secundariamente–, en cambio, el acudir a categorías positivistas, como lo hace la LAE de personas con
“carácter pendenciero” o de “malas costumbres” difícilmente puedan constituir razones para negar di-
cha autorización en un Estado que se sustenta en el respeto a la dignidad de la persona. Precisamente
son una violación de la consideración de la “persona como fin en sí misma” sostener “razones” propias
de categorizaciones que el pensamiento penal contemporáneo –en sus visiones progresistas– ha per-
mitido ir dejando de lado por ser manifestaciones de castigos por la personalidad, más que por actos.
Para concluir, es importante precisar que realiza el tipo delictivo quien objetiva y subjetivamente comer-
cia, importa, fabrica o suministra armas que no fueran de guerra y que sean de comercio, importación,
fabricación o suministro prohibido, entendiendo que están vetadas –por regla general– en relación con
las armas a las que se refiere el Artículo 11 de la LAE; pero además tomando en cuenta las propias
excepciones que la propia ley pauta (aparte único del propio Artículo 9, el Artículo 11 y la autorización
excepcional del dispositivo 21), realiza el tipo penal quien comercie o importe tales armas incumpliendo
la reglamentación que establezca a tales efectos el Ejecutivo Nacional.
Entiéndase, sin embargo, que también prevé la propia LAE la posibilidad que el Ejecutivo otorgue
permiso a particulares para fabricar armas y municiones de libre comercio, y que por tanto, realizaría el
34 Destaca Mendoza Troconis: La importación es una acción con iter complejo que cuenta como mínimo con dos fases: la adquisición y la introducción de
las armas adquiridas en territorio venezolano; a su vez cada una de estas fases puede implicar la realización de otros actos encaminados al logro sea de
la adquisición, sea de la introducción. Mendoza Troconis (1973: 22).
35 Tal como lo destaca Mendoza, esta modalidad de acción no está expresamente prevista en la LAE que únicamente se refiere a la importación, in-
troducción, fabricación, comercio, detención, porte y ocultamiento pero no al suministro. Es proveer, suministrar es dar en provisión armas. Provee o
suministra quien ilegalmente importa, fabrica, posee comercia u oculta las armas, por ejemplo, para suministrarla(s) a terceros, es decir, para proveerles
de armamento.
37
PARTE I: CONTROL Y REGULACIÓN INSTITUCIONAL DE ARMAS Y MUNICIONES
tipo penal quien comercie o fabrique dichas armas sin el permiso que otorga el Ejecutivo Nacional por
intermedio de la FAN.
Ahora bien, más allá de las acciones, a las cuales ya nos hemos referido, lo importante es precisar
que el tipo penal se refiere a las armas distintas a las de guerra. Precisamente por tratarse de armas
distintas a las de guerra, no se prevé un monopolio absoluto en su uso y tenencia por parte del Estado,
ya que para este tipo de armas (las de libre comercio, de cacería o de importación excepcional por par-
ticulares), el Estado sí prevé la posibilidad de acceder a ellas, solo que un régimen de reglamentación y
control cuya competencia es privativa de la FAN. El dispositivo constitucional, que ya hemos analizado,
así lo determina.
En efecto, la FAN es la institución competente para controlar y reglamentar –de acuerdo con la ley de la
materia– (hasta ahora la Ley sobre Armas y Explosivos), la fabricación, importación, exportación, alma-
cenamiento, tránsito, registro, control, inspección, comercio, posesión y uso de las armas, municiones
y explosivos distintas a las de guerra.
2. El régimen sublegal
»» Las cápsulas fulminantes o pistones que se emplean para las escopetas de pistón.
Para el comercio de armas de cacería deben respetarse varias reglas: i) no pueden importar lotes
de más de treinta escopetas de chimenea, de más de quince de cartuchos y diez de floberts; ii) los
particulares no pueden importar más de dos armas; iii) se requiere un permiso detallado (de especie,
calidad y forma) de la solicitud de autorización, iv) la solicitud debe especificar la cantidad de muni-
ciones y cartuchos; v) las firmas comerciales deben reportar mensualmente las escopetas vendidas,
informando además a quiénes las vendió; vi) también deben reportar las firmas comerciales el inventa-
rio mensual de armas y municiones.
38
Marco jurídico nacional e internacional en cuanto al control de armas, municiones y desarme
Sin embargo, quedan excluidas las armas o municiones (de tales calibres) que, en virtud de su manu-
factura, sean de mayor poder, alcance y velocidad.
El Reglamento también dispone limitaciones para la dotación. Para cada pistola un máximo de dos
cargadores y veinticinco cartuchos, y para los revólveres hasta un máximo de veinticinco cartuchos.
También prevé el Reglamento –en concordancia con el parágrafo único del Artículo 9 de la LAE– la
autorización para importar y portar un rifle calibre 22 o 5mm.
En la ideación original del Reglamento la autorización es para fines determinados: 1) expedición cien-
tífica; 2) transporte de valores; 3) el cuido y resguardo de hacienda o fundo pecuario. Otras reglas a
seguir son que el solicitante tiene la obligación de justificar la solicitud de autorización –individualizada
por cada arma–, el uso del arma queda circunscrito al lugar o trayecto para el cual se confirió el permiso
(tenencia) y es intransferible.
El sentido de la cotización emitida por CAVIM es porque ese es precisamente el lugar natural para la
adquisición; solo en el caso de que dicha compañía no cuente con la disposición de tales solicitudes,
emitirá una carta aval para la adquisición a otra comercializadora.
No obstante, tratándose de Asociaciones y Federaciones Deportivas, las cuales se rigen por la PA 003,
que pueden solicitar autorización para la importación y exportación temporal de armas y municiones,
deben agregar la siguiente documentación: 1) solicitud en papel con membrete de la Asociación o
Federación Deportiva, en la cual se debe hacer referencia a los datos de ubicación (con detalles) del
Director, Presidente o Representante Legal, y también la descripción del terminal aéreo o marítimo
tanto de entrada como de salida, ciudad de destino, motivo y tiempo de duración del permiso; 2) anexar
fotocopia de la invitación a la competencia o evento deportivo, en tal sentido, deberá anexar un listado
de los deportistas participantes, la relación detallada de las armas (marca, modelo, serial y calibre) y de
las municiones, equipos especiales y accesorios.
39
PARTE I: CONTROL Y REGULACIÓN INSTITUCIONAL DE ARMAS Y MUNICIONES
Caracterización general
Deben destacarse (en lo sustantivo) los siguientes aspectos: 1) tienen la prohibición de realizar doble
facturación, es decir, recomercializar; 2) tienen prohibida la comercialización a menores de edad; 3)
tienen prohibición para la adquisición, tenencia y uso de recargadoras de munición, y también la comer-
cialización de munición recargada. La consecuencia para quienes violen tal disposición es la suspensión
indefinida del permiso de funcionamiento; 4) el otorgamiento del permiso es potestad de la DAEX; 5)
pueden ser inspeccionadas cada vez que lo considera conveniente la DAEX; 6) deben realizar el trámite
administrativo de solicitud de registro ante la DAEX; 7) deben contratar póliza de seguro contra incen-
dio, robo, responsabilidad general que alcance a la empresa, trabajadores y terceros; 8) la autorización
para la comercialización tiene una duración de un (1) año; 9) tienen la obligación de llevar libros de actas
con su respectiva foliatura para el control de entradas y salidas de armas, así como para el control de
inventario de municiones; 10) deben obtener autorización para el traslado de armas y municiones; 11)
el traslado es responsabilidad exclusiva de la empresa; 12) deben cumplir con normas de seguridad
para las bóvedas o parques de armas; 13) deben facilitar la realización de inspecciones por la DAEX;
14) deben informar trimestralmente a la DAEX sobre la lista detallada de inventarios de armas y muni-
ciones, relación de ventas realizadas, relación de armas vendidas y aún en almacén y lista de clientes.
Por lo que se refiere al procedimiento para la comercialización de municiones, destaca: 1) todo trá-
mite de comercialización debe ser realizado ante CAVIM; 2) las personas naturales pueden adquirir
municiones en cualquiera de las comercializadoras autorizadas, previa presentación del porte de arma
(vigente), ya que la venta solo podrá ser para el tipo de arma que pueda portar; 4) se prohíbe la
comercialización de municiones a los funcionarios de los Organismos Gubernamentales y Cuerpos de
Seguridad del Estado con funciones policiales, 5) la cantidad máxima de municiones que se pueden
adquirir es de doscientos cincuenta (250) cartuchos mensuales, solo pudiendo duplicarse tal cantidad
para las personas con permiso de porte de tiro deportivo, así como instructores registrados en el
Registro Nacional de Instructores de Tiro
Por lo demás, para la adquisición de armas y municiones a comercializar deben cumplir con los mismos
requisitos que se establecen, por ejemplo, en las PA 001 y 002.
Enmarcado en la lógica manejada por esta propuesta legislativa, el proyecto se refiere al derecho a
la comercialización que tendrían las personas naturales y jurídicas para importar, ensamblar, exportar
y reexportar las armas, municiones, explosivos, químicos y afines, ya sea en unidad o por lotes de
acuerdo a las necesidades de comercialización que tuvieren.
40
Marco jurídico nacional e internacional en cuanto al control de armas, municiones y desarme
A pesar de que pareciera ser producto de un uso equivocado del verbo poder, sin embargo, al referirse
a un supuesto derecho a la comercialización, el vocablo poder no puede entenderse de forma distinta
a una potestad, que puede o no ejercer quien ya tiene el supuesto derecho.
Por otra parte, considera de libre fabricación, importación, exportación, comercialización, ensamblaje y
reexportación las escopetas de anima lisa de uno o dos cañones, los rifles de fuego, aire comprimido o
gas, las ballestas, arcos, arpones cuchillo de uso deportivo, accesorios y repuestos, las armas blancas
de uso científico, doméstico y las de uso agrícola.
También refiere el Proyecto, la reexportación de las armas y municiones que se hubieren importado
para uso deportivo, científico, de seguridad, demostración e instrucción, así como las introducidas sin
mala fe de quien las importare.
En cuanto al registro, refiere el Proyecto la obligación que tienen las personas naturales o jurídicas,
tanto venezolanas como extranjeras de declarar y registrar ante el SARFAN las armas y municiones
de las cuales sean poseedoras. Para el incumplimiento de dicha obligación dispone el Proyecto el
decomiso de tales armas y municiones.
Por lo que se refiere al Proyecto de Ley para el Desarme y Control de Municiones, prevé como obliga-
torio el registro ante la DAEX de todas las armas, sus partes y accesorios y las municiones.
Con más claridad que el Proyecto anteriormente considerado, destaca que la comercialización de las
que considera las otras armas (las distintas a las de guerra) solo otorga un derecho restringido de
propiedad, y por ende el Estado se reserva la potestad de recuperación aunque pueda reconocer algún
tipo de indemnización.
Otra cuestión importante de destacar, es la declaratoria de reserva en manos del Estado (por razones de
seguridad, defensa y desarrollo integral de la Nación) de la fabricación, importación, exportación y comer-
cialización de las armas, sus partes, repuestos y accesorios, así como de las municiones. (Arts. 12 y 24).
Sin embargo, en cuanto a las municiones declara que excepcionalmente se podrá autorizar la fabrica-
ción comercialización de las mismas, a través de personas jurídicas de derecho privado.
De otra parte, dispone la caracterización del control de municiones para las armas que se fabriquen,
importen, almacenen, comercialicen, debiendo cumplir a tales efectos con las especificaciones técni-
cas que paute la reglamentación.
También en materia de municiones, refiere que las personas jurídicas con autorización para la operativi-
dad de las galerías, canchas y polígonos de tiro solo comercializarán las municiones adquiridas en las em-
presas de la Industria Militar para la práctica, entrenamiento o competencia de los autorizados (Art. 31).
Refiriéndose a las personas naturales, destaca que las que cuenten con permiso para portar armas,
únicamente podrán adquirir municiones para la práctica y entrenamiento de tiro en galerías, canchas y
polígonos; y en cuanto a las municiones no usadas en las prácticas o entrenamientos obliga a restituir-
las a la galería, cancha o polígono de tiro.
41
PARTE I: CONTROL Y REGULACIÓN INSTITUCIONAL DE ARMAS Y MUNICIONES
En cuanto al registro, prevé tanto el de armas, sus piezas y accesorios, así como el de las municiones
para las galerías, canchas y polígonos de tiro, que tendrían la obligación de presentar ante la autoridad
competente los primeros cinco días de cada mes.
En el aspecto penal, en cuanto a armas se refiere, se destaca por el camino fácil, improvisado y
predictible de penalidades duras para el porte, el tráfico, la modificación de armas, el porte de armas
modificadas, la fabricación ilícita, el ocultamiento, el uso de réplica de armas para la comisión de
delitos, etc.
Y en cuanto a las municiones prevé la condición delictiva (en la lógica de los proponentes con penas
duras) del tráfico ilícito, transporte, alteración, etc.
El Anteproyecto de Primero Justicia, no dispone nada al respecto por tratarse de una propuesta de
política de desarme.
La pauta general para el permiso a particulares la dispone el Artículo 21 de la LAE conjuntamente con
el Artículo 37 del Reglamento. Distinguen ambos dispositivos entre la autorización o permiso especial
para importación (que se otorga por órgano del Ministerio de Defensa), y la autorización para el porte
(que expresamente disponía el Reglamento como competencia del Ministerio de Relaciones Interiores).
En todo caso, disponía el propio Reglamento que tales autorizaciones especiales para importación de-
bían ir favorablemente informadas por el Ministerio del Interior. Recuérdese que ahora la competencia
es exclusiva de la FAN, quien la ejerce a través del Ministerio del Poder Popular para la Defensa por
órgano del DAEX.
El permiso para portar armas se refiere a las reseñadas como prohibidas a partir del Artículo 9 de la
LAE, valga decir: a) arma de fuego corta, pistola o revolver en los calibres 6,35 y 7,65mm para las
pistolas automáticas, y para los revólveres 5, 7 y 9mm, excluyéndose cualquier otra arma o munición
de los calibres reseñados que en virtud de su manufactura sean de mayor poder, alcance y velocidad.
También delimita la LAE la dotación de cada pistola a dos (2) cargadores de repuestos y a veinticinco
(25) cartuchos, y para cada revolver hasta un máximo de veinticinco (25) cartuchos.
El Reglamento de la LAE señala las reglas a observar para la obtención de la autorización para portar
armas a las cuales se refieren loa Artículos 21, 22 y 23 de la LAE. La interpretación y aplicación de tal
Reglamento debe ser en perspectiva constitucional y legal vigente:
42
Marco jurídico nacional e internacional en cuanto al control de armas, municiones y desarme
La Dirección General de Armas y Explosivos (DAEX) exige los siguientes requisitos para conceder el
permiso de porte de armas cortas a civiles:
»» Adquirir el sobre para la Solicitud de Permiso de Porte de Armas de Fuego.
»» Dos (2) fotografías de frente y dos (2) fotografías de ambos perfiles. Todas en tamaño 5x5 con traje
formal, fondo blanco.
»» Anexar copia fotostática (nítida) de la cédula de identidad a color y ampliada 150%.
»» Anexar copia fotostática (nítida) de la factura u otro documento que acredite la propiedad del arma.
»» Anexar pago de seis (6) Unidades Tributarias (Bsf. 456,00) en Forma 16 del SENIAT, canceladas en
Tiro Libertador.
»» Anexar en original Registro Balístico.
»» Anexar dos (2) referencias personales firmadas, con copia fotostática de la cédula de identidad del
refrendatario.
»» En cuanto a las exigencias para el caso de armas largas a los propios civiles, prevé los siguientes
requisitos:
»» Adquirir el sobre para la Solicitud de Permiso de Porte de Armas de Fuego.
»» Dos (2) fotografías de frente y dos (2) fotografías de ambos perfiles. Todas en tamaño 5x5 con traje
»» Anexar copia fotostática (nítida) de la factura u otro documento que acredite la propiedad del arma.
»» Anexar pago de seis (6) Unidades Tributarias (Bs. 456,00) en Forma 16 del SENIAT, canceladas en
43
PARTE I: CONTROL Y REGULACIÓN INSTITUCIONAL DE ARMAS Y MUNICIONES
»» Anexar dos (2) referencias personales firmadas, con copia fotostática de la cédula de identidad del
refrendatario.
Finalmente, debe recordarse la limitación que la propia LAE recoge, al determinar que bajo ningún mo-
tivo se autorizará para importar o usar armas –distintas a las de guerra– a personas con antecedentes
criminales.
Dispone la LAE: a) los militares en servicio, entendiéndose por tales aquellos militares en situación acti-
va, en decir, en ejercicio pleno de funciones; b) los resguardos de aduanas y empleados de resguardos
nacionales; c) los empleados de Inspectoría y Fiscalías de Rentas Nacionales; d) los funcionarios poli-
ciales, tanto los de policía propiamente dichos como los de investigación criminal; e) demás Cuerpos
de Seguridad –ahora– ciudadana; y f) otros funcionarios públicos que en razón de las funciones que
desempeñan estén autorizados por las leyes o reglamentos que rigen sus funciones.
A continuación presentamos un cuadro que recoge algunas de las leyes especiales que rigen el porte
de armas de personas que desempeñen funciones que impliquen porte de armas, así como de otras
que eventualmente implicarían la autorización para portar armas:
En cuanto a las fuerzas civiles, aplican los mismos requisitos que prevé la DAEX para el resto de los
civiles, en cambio, para los militares los requisitos serían los que siguen:
»» Adquirir el sobre para la Solicitud de Permiso de Porte de Armas de Fuego.
36 Dispone el Artículo 22 de la LAE: Se exceptúan de la prohibición de porte de armas, los militares en servicio conforme a las disposiciones de las Leyes
y Reglamentos Militares; los empleados de los Resguardos Nacionales e Inspectoría y Fiscalías de Rentas Nacionales; los funcionarios y agentes de la
Guardia Nacional, de Investigación, de Policía y demás Cuerpos de Seguridad, quienes portarán las que autorice el Reglamento de sus servicios, o las
órdenes e instrucciones de sus superiores.
44
Marco jurídico nacional e internacional en cuanto al control de armas, municiones y desarme
»» Dos (2) fotografías de frente y dos (2) fotografías de ambos perfiles. Todas en tamaño 5x5 con traje
formal, fondo blanco.
»» Anexar copia fotostática (nítida) de la cédula de identidad a color y ampliada 150%.
»» Anexar copia fotostática (nítida) de la factura u otro documento que acredite la propiedad del arma.
Por lo que se refiere a la limitación racional que impone la ley a las personas autorizadas para portar
armas, ya nos hemos referido a las mismas al analizar las disposiciones del Código Penal.
Por lo que se refiere a la primera situación, la misma debe enmarcarse en postulados constitucionales,
pues la Constitución de la República reconoce el derecho a reunirse, pública o privadamente, sin permi-
so previo, con fines lícitos y sin armas, también el derecho a manifestar pacíficamente y sin armas, así
como la prohibición de uso de armas de fuego y sustancias tóxicas para el control de manifestaciones
pacíficas por parte del los órganos de seguridad ciudadana.
La razón de la prohibición para portar armas en tales situaciones obedece al especial peligro que
representan para el ejercicio pacífico y democrático de ambos derechos, ya que por la seguridad de
las personas, estas deben estar rodeadas de garantías mínimas que aseguren el ejercicio de estos
derechos constitucionales tan significativos para un Estado democrático.
Lo mismo aplica para las huelgas que, al ser manifestaciones de descontento, deben estar rodeadas de
garantías que aseguren el ejercicio democrático de un derecho de suprema importancia para el control
de las funciones del Estado; la misma lógica aplica para los mítines que precisamente requieren la
presencia de un importante número de personas a las cuales el Estado debe asegurarles el mínimo de
condiciones de seguridad para el ejercicio de sus derechos.
También ha prohibido la ley el porte de armas en “sitios públicos de consumo de bebidas” . En verdad
debió disponer la ley en sitios públicos donde se permita el consumo de bebidas alcohólicas. En
todo caso, la previsión legislativa se refiere al hecho de prohibir el porte de armas en sitios donde
puedan consumirse bebidas alcohólicas por ser sitios que pudieren ser escenarios para conatos vio-
lentos entre personas, y que precisamente por la ingesta de alcohol según la autodeterminación, la
posibilidad de una comunicación fluida como soporte de un diálogo racional entre pares, puede verse
truncada producto de los efectos del alcohol en las personas, cuestión esta que todavía se agrava en
personas, por ejemplo, con el síndrome de abstinencia. En Venezuela sería de gran utilidad, a los fines
de la conformación de políticas públicas para el control de la violencia, medir el impacto que tiene la
45
PARTE I: CONTROL Y REGULACIÓN INSTITUCIONAL DE ARMAS Y MUNICIONES
ingesta de alcohol en las cifras de violencia delictiva en los últimos tiempos. No se entienda nuestra
afirmación como una apología para el control absoluto de la ingesta de alcohol, la cual cuando se realiza
responsablemente es precisamente parte del espectro para el libre desarrollo de la personalidad, sino
en cambio, como una recomendación que pudiera ir desmontando el automatismo de que el consumo
de drogas ilícitas es el mayor peligro para la ocurrencia de la violencia delictiva.
Dispone finalmente, el artículo que analizamos, la inaplicabilidad de las dos primeras situaciones para
los miembros de la FAN, a los órganos de seguridad ciudadana y a las policías estadales o municipales,
en ejercicio de sus funciones; a los cuales habría que agregar ahora la policía nacional.
Sin embargo, a pesar de que dichos cuerpos no tienen la prohibición de portar armas reglamentarias en
dichas situaciones, sí tienen la limitación en su uso por imperativo constitucional, pues tanto desde el
modelo de Estado, como a partir del plexo de derechos de las personas, se imponen limites racionales
al uso de armas. De ello dan fe los derechos de las personas a las reuniones37, a manifestar38 y a la
seguridad39.
Lo anterior lo confirma el propio dispositivo cuando prevé que el arma retenida podrá ser retirada por
su portador, previa comprobación de la legalidad de la misma, y previa cancelación de una multa de
veinte unidades tributarias (20.U.T.).
1.4.2. La Resolución conjunta de los Ministerios para el Poder Popular de Relaciones Interiores y
Justicia y para la Defensa
Esta Resolución (G.O. 39.743 del 25 de agosto de 2011) prohíbe el porte de armas de fuego y muni-
ciones en todas las unidades de transporte público en el territorio nacional, sea que se trate de rutas
urbanas, suburbanas, interurbanas; así como en terminales de pasajeros públicos y privados.
37 Artículo 53: Toda persona tiene el derecho a reunirse, pública o privadamente, sin permiso previo, con fines lícitos y sin armas. Las reuniones en lugares
públicos se regirán por la ley.
38 Artículo 68: Los ciudadanos y ciudadanas tienen derecho a manifestar, pacíficamente y sin armas, sin otros requisitos que los que establezca la ley.
39 Artículo 55: Toda persona tiene derecho a la protección por parte del Estado, a través de los órganos de seguridad ciudadana regulados por la ley,
frente a situaciones que constituyan amenaza, vulnerabilidad o riesgo para la integridad física de las personas, sus propiedades, el disfrute de sus derechos
y el cumplimiento de sus deberes. La participación de los ciudadanos y ciudadanas en los programas destinados a la prevención, seguridad ciudadana y
administración de emergencias será regulada por una ley especial. Los cuerpos de seguridad del Estado respetarán la dignidad y los derechos humanos de
todas las personas. El uso de armas o sustancias tóxicas por parte del funcionariado policial y de seguridad estará limitado por principios de necesidad,
conveniencia, oportunidad y proporcionalidad, conforme a la ley.
46
Marco jurídico nacional e internacional en cuanto al control de armas, municiones y desarme
También se extiende la prohibición de porte de armas a los sistemas ferroviarios y a los sistemas de
metro que existan en el territorio nacional.
Finalmente, se excluyen de la prohibición a los deportistas que transporten armas con fines deportivos,
siempre que cuenten con la autorización de la DAEX, previa solicitud formulada por la FEVETI.
El Artículo 3 de la Resolución prescribe que los Cuerpos de Policía y demás Organismos Públicos con
funciones policiales, contarán con noventa (90) días desde la entrada en vigencia para implementar los
mecanismos de control y supervisión que les permita ser vigilantes del cabal cumplimiento de la misma.
Cabe destacar, que quienes incumplan con la prohibición de porte que pauta la Resolución podrán
sufrir consecuencias diversas según se trate de personas con porte o sin porte de armas.
Si se trata de personas sin porte de armas, la consecuencia lógica es el juzgamiento por porte ilícito de
armas, sin excluir, el eventual concurso con otros delitos; en cambio, si se trata de personas con porte
(vigente) el arma, las municiones y el porte deben ser retenidos.
Por ello, la consecuencia jurídica “decomiso, registro, custodia y destrucción de armas y municiones”
a la cual se refiere el Artículo 4 de la Resolución no es la aplicable en todos los casos.
Lo ajustado a Derecho sería la aplicación analógica (por ser más beneficiosa para el reo) de la consecuen-
cia jurídica que dispone el Artículo 11 de la LPD, para las personas que incumplan con la Resolución y
tengan porte de armas. Dicha consecuencia jurídica implica la retención del arma, la cual (con acta) será
remitida a la DAEX, de donde podrá ser retirada, previa cancelación de pago de una multa de (20 U.T.).
Para evitar generar inseguridad jurídica lo adecuado sería en la futura ley prever el tratamiento jurídico
(expreso) para el caso de quienes, con porte, violen restricciones al mismo (incluyendo la reincidencia
en la violación a la restricción). Ello porque no es justo el tratamiento igual, de situaciones desiguales, es
decir, tratar igualmente el caso de quienes violen la restricción y de quienes porten ilícitamente armas.
Queda claro que hemos entendido por restricciones, las limitaciones al porte de armas, y que en caso
de porte ilícito estamos sencillamente en presencia de un delito, y no de un ilícito administrativo, como
es el caso.
Son casos de restricción las limitaciones en espacio, situaciones y tiempo que se prevén atendiendo
ciertas circunstancias, verbigracia, la de espacio que acabamos de analizar, o la suspensión de porte
en días de asueto o jornadas electorales.
47
PARTE I: CONTROL Y REGULACIÓN INSTITUCIONAL DE ARMAS Y MUNICIONES
El sentido de las Providencias Administrativas 001, 002, 003 y 004 es del DAEX es el de estatuir las
normas y procedimientos generales para el control y funcionamiento de las empresas asociativas o
cooperativas que presten servicios de vigilancia privada, el de las empresas que presten el servicio
de vigilancia privada y transporte de valores, el de registro y control de las armas y municiones de las
asociaciones y federaciones deportivas y el registro y control del armamento, municiones y equipos
especiales a los organismos gubernamentales, órganos de seguridad ciudadana y cuerpos de seguri-
dad del Estado con funciones policiales, respectivamente.
Desde la entrada en vigencia del Reglamento de los Servicios Privados de Vigilancia, Protección e
Investigación (RSPVPI) en 1975 se ha distinguido entre tenencia y porte de armas para dichos servi-
cios; cuestión esta que luego asume también el Reglamento de Armas de Uso Deportivo (RAUD) en
1977, así como las Providencias Administrativas reseñadas.
Por ejemplo, El RSPVPI refiere que cuando el uso de armas de las cuales trata el Reglamento se
autorice a través del sistema de tenencia solo podrá portarse el arma en los lugares de trabajo y
durante el horario correspondiente; en el mismo sentido el RAUD se refiere a la tenencia como a la
autorización que se confiere a las Federaciones Deportivas, las cuales deberán cumplir con las pautas
sobre tenencia que el propio Reglamento dispone (Arts. 11 y 12).
En la misma línea, La PA 006 define la tenencia como “la autorización que se delega en el Representante
Legal, para que este a su vez autorice al personal adscrito a la empresa, cooperativa u organismo para
tomar, manipular y usar las armas orgánicas,41 exclusivamente para el cumplimiento de las labores de
prestación de servicio, en los lugares de trabajo o en los que indique la autorización y durante el horario
correspondiente.”
40 Que derogó la Resolución DG.21171 de fecha 3 de junio de 2003, publicada en G.O. Nº 37.704 de fecha 4 de junio de 2003.
41 La propia PA define las armas orgánicas como “toda aquella que esté registrada en la Dirección General de Armas y Explosivos del Ministerio del Poder
Popular para la Defensa, y que tenga el correspondiente marcaje.”
48
Marco jurídico nacional e internacional en cuanto al control de armas, municiones y desarme
Así, pues la autorización para la tenencia obedece a los servicios especiales ofrecidos por las empresas
o cooperativas o, tratándose de organismos del Estado, por las funciones que realizaren.
La caracterización general del régimen aplicable a las empresas asociativas o cooperativas que presten
servicios de vigilancia privada, a las empresas que presten el servicio de vigilancia privada, protección
y transporte de valores, permite destacar lo siguiente:
1. Deben realizar la solicitud y tramitación de registro –por vía de su representante legal– ante la
DAEX.
2. Las empresas que prestan servicios de vigilancia privada, protección y transporte de valores deben
tramitar la autorización de funcionamiento ante el MPPRIJ.
3. La autorización para el registro, así como su renovación tienen una duración de un (1) año.
4. La DAEX reserva, por razones de seguridad de Estado, el derecho de conceder, renovar o suspen-
der la autorización.
5. Las armas permitidas para las empresas asociativas o cooperativas y para las empresas que pres-
ten servicios de vigilancia privada, serán la escopeta calibre 12 (mono tiro) con munición del tipo
anti motín o polietileno, y de plomo Nº 71/2, Nº 8 y Nº 9; y el revólver calibre .38 especial (cañón
de 4”), con munición punta de plomo ojival.
6. Las armas permitidas para la empresa que preste servicios de protección y transporte de valores
serán la escopeta calibre 12; con su respectiva munición y el revólver calibre .38 con munición
punta de plomo ojival.
7. Las armas que adquiera deben cumplir con el trámite correspondiente al Registro Balístico ante
CAVIM.
8. Debe solicitar la certificación del Curso de Adiestramiento y Manipulación de Armas ante la DAEX,
para el personal que cumplirá funciones de vigilancia.
9. Para solicitar la renovación del registro –con pertinencia para la solicitud de tenencia– debe con-
signar dos (2) libros foliados para ser certificados por la DAEX, el cual será usado para asentar el
control de entrada y salida de armas y municiones del parque que debe tener.
10. Deben cumplir con obligaciones para la solicitud de adquisición, para el marcaje y para el traslado
de armas y municiones.
11. Las empresas que requieren de vehículos que transporten vigilantes armados deben cumplir con
la solicitud de autorización ante la DAEX
12. Deben respetar las normas fijadas para el funcionamiento del parque de armas.
13. Deben facilitar la realización de inspecciones de certificación a la DAEX que, incluso inadvertida-
mente, tiene la potestad para inspeccionar.
La caracterización general del régimen aplicable a las Asociaciones y Federaciones Deportivas, permite
resaltar lo siguiente:
49
PARTE I: CONTROL Y REGULACIÓN INSTITUCIONAL DE ARMAS Y MUNICIONES
Por lo que se refiere a la caracterización general del régimen aplicable a los Organismos Gubernamentales,
Órganos de Seguridad Ciudadana y Cuerpos de Seguridad del Estado con funciones policiales, es
menester destacar:
1. Deben realizar la solicitud y tramitación de registro por vía del Comandante, Director o Presidente,
o en su defecto, por el funcionario autorizado por el Comandante, ante la DAEX.
2. Tienen prohibida la adquisición, tenencia y uso de racargadoras de munición. En caso de contra-
vención a la prohibición, opera la suspensión indefinida del permiso de funcionamiento, así como
la retención de todas las armas, municiones, equipos especiales y accesorios.
3. La DAEX reserva, por razones de seguridad de Estado, el derecho de conceder, renovar o suspen-
der la autorización.
4. Deben facilitar la realización de inspecciones de certificación a la DAEX que, inclusive inadvertida-
mente, tiene la potestad para inspeccionar.
5. Las armas que adquiera deben cumplir con el trámite correspondiente al Registro Balístico ante
CAVIM.
6. Las armas, municiones, equipos especiales y accesorios permitidos para los Organismos
Gubernamentales, Órganos de Seguridad Ciudadana y Cuerpos de Seguridad del Estado con funciones
policiales, son los establecidos en la Resolución 017530 (G.O. 36.627 de fecha 2 de marzo de 2011).
7. Cuando requieran armas, municiones, equipos especiales y accesorios distintos a los pautados por
la Resolución 017530, deben justificar –suficientemente– dicha solicitud ante el MPPRIJ y contar
con asistencia técnica de la DAEX.
8. Tienen prohibida la asignación de armas a personas que no cumplan funciones específicas dentro
de los Organismos Gubernamentales, Órganos de Seguridad Ciudadana y Cuerpos de Seguridad
del Estado con funciones policiales, ni tampoco para aquellos que cumplan labores ad honorem.
La violación a esta prohibición implicará la retención inmediata del arma. En caso de imposibilidad
para la retención inmediata será causal de suspensión de los permisos hasta que se remita el arma
a la DAEX.
9. Deben cumplir con obligaciones para la solicitud de adquisición de armas, municiones y equipos
especiales.
10. Deben cumplir obligaciones para la solicitud de traslado de armas, municiones y equipos especia-
les. Deben, por ejemplo, informar detalladamente especificaciones de las armas, municiones y
equipos especiales, así como de los accesorios.
11. Deben informar los seriales de las armas en caso de traslado, así como el punto de origen, punto
de destino del traslado y la finalidad (reparación, remarcaje, etc.)
12. Deben cumplir con obligaciones para el marcaje de armas. En caso de incumplir esta obligación el
arma será retenida y enviada al Parque Nacional.
13. Las reparaciones o modificaciones de las armas solo podrá realizarlas la División de Almacenamiento
para la Conservación y Preservación de Armas y Municiones o, en su defecto, por un taller que cer-
tifique la DAEX. La violación de esta disposición será causal de retención de las armas, municiones
y accesorios.
50
Marco jurídico nacional e internacional en cuanto al control de armas, municiones y desarme
14. Deben respetar las normas fijadas para el funcionamiento del parque de armas.
15. Los Órganos de Seguridad Ciudadana y Cuerpos de Seguridad del Estado y demás órganos y
entes que ejerzan funciones policiales tiene prohibido el uso de: 1) armas automáticas con trípode
o afuste de uso colectivo; 2) la modificación o el empleo de dispositivos que automaticen las armas
de fuego; 3) portar armas de fuego sin el correspondiente código de la DAEX;4) cargadores sobre-
dimensionados; 5) portar más de tres cargadores o recargadores, 6) portar más municiones que
las permitidas en la capacidad de tres cargadores; 7) armas químicas, biológicas o radiológicas;
8) el uso de agentes químicos, granadas y material explosivo no aprobados por la DAEX, 9) uso
de armas blancas, con hojas mayores a 7 centímetros de longitud; 10) uso de equipos de guerra
electrónica; 11) realizar modificaciones a las armas; 12) adquisición y uso de armas, municiones,
accesorios y equipos de orden público no autorizado por la DAEX.
16. El porte y uso de las armas especiales, sus municiones y accesorios por parte de los grupos
especiales, será exclusivamente durante el desempeño de una misión o entrenamiento.
17. Tienen prohibido el porte y exposición al público de las armas especiales, sus municiones y acce-
sorios, antes y luego del tiempo de realización de la misión o entrenamiento.
18. Las municiones deben estar marcadas con el código (OP OOO).
19. Tienen prohibida la posesión y utilización de máquinas recargadoras para la elaboración de cartu-
chos, así como la utilización de cartuchos recargados.
20. Deben informar trimestralmente de forma detallada a la DAEX del inventario de armas y municiones.
Por ello, realiza la conducta típica quien porte, detente u oculte armas distintas a las de guerra en contra
de las disposiciones de la LAE, cuya reglamentación dispone las previsiones para el otorgamiento del
excepcional permiso.
En Venezuela Nieves Croes –problematizando sobre la naturaleza jurídica del porte de armas– ha
planteado (con poca claridad)43 el tratamiento como “derecho” al permiso para portar armas por los
particulares; tal derecho, enmarcado en la Constitución de 1961, lo fundaba en el derecho a la vida y
a la seguridad personales a los cuales se referían los Artículos 58 y 60, respectivamente de la anterior
Constitución.
42 El término porte empleado por el legislador para referirse a la situación de llevar o traer una persona en sí o sobre su dominio, armas, en lugar de otras
más adecuadas como portar o como la que propusiera Luis Jiménez de Asúa, “portación”, no impide que precisamente se entiende que porta ilegalmente
un arma, quien sin autorización, lleve o traiga sobre sí o, sobre su ámbito de dominio, armas sobre las que recae una prohibición general. Decimos llevar
o traer una persona en sí (sobre sí) o sobre su dominio, porque precisamente realiza la acción delictiva tanto aquel que lleva el arma sobre sí –de forma
visible o camuflada– como aquella persona que traslada el arma de un lugar a otro con pleno dominio o control del traslado.
43 En efecto, escribe Nieves-Croes: El uso de armas tiene su primer fundamento es los artículos 58 y 60 de la Constitución Nacional, que establecen como
garantías fundamentales de todo ciudadano el derecho a la vida y a la seguridad personal, respectivamente. Tradicionalmente estas garantías se han
considerado como una protección frente a la actuación del Estado, debido a motivos derivados del desarrollo histórico, político y social de nuestra nación.
Sin embargo, estos derechos son también oponibles a terceros y así como el Estado está obligado a garantizar que su acción no pondrá en peligro la vida
o la seguridad personal de los ciudadanos, no es menos cierto que igualmente los ciudadanos entre sí están obligados a tal respeto…Lógicamente, la
existencia de un derecho conlleva como derecho accesorio el de utilizar todos los medios necesarios para defenderlo…Uno de los medios para defender
ambos derechos es la defensa mediante el uso de las armas, que ha sido reconocida tradicionalmente en el Derecho Universal y que se encuentra tutelada
por la Ley en todos los países del mundo. Así es que un particular cualquiera puede optar por hacer uso de este derecho –o verse en la necesidad de optar
por él– ejerciendo la libertad que le otorga el artículo 43 de la misma Constitución Nacional, en concordancia con el artículo 133.” Nieves-Croes (1988:
27-28). Como puede verse es algo oscuro el planteamiento de este autor. No queda suficientemente claro a qué considera un derecho, si a la legítima
defensa, o al porte de armas en cuanto “derecho accesorio” de la legítima defensa, según sus palabras.
51
PARTE I: CONTROL Y REGULACIÓN INSTITUCIONAL DE ARMAS Y MUNICIONES
legítima defensa –de carácter excepcional– y con unos requisitos a interpretar restrictivamente; ello es
así, porque el legislador no ha pretendido considerar que el medio para defenderse –que además de
necesario debe ser racional– por imperativo del Estado de Derecho, sea un derecho, pues sencillamen-
te dicha necesidad racional es precisamente un elemento a conjugar con otros dos para que estemos
en presencia de un verdadero permiso legal como lo es la legítima defensa.
Partiendo de tal premisa, lo adecuado es considerar el porte de armas como un permiso que el Estado
concede a los particulares, sea para el impulso de las actividades deportivas relacionadas con armas,
sea para la caza, o para la defensa personal. En este último caso, lo ajustado a un Estado democrático
y social de Derecho y de Justicia (Art. 2 CRBV), que exalta entre sus “valores superiores” la vida, y
entre sus “fines” la cultura de paz, es considerar el porte de armas como un excepcional permiso que
otorga el Estado a los particulares para que, llegado el caso, pueda ejercer una legítima defensa de sí
mismo o de terceros, sin que ello implique un reconocimiento de derecho al porte, pues no puede ser
un derecho aquello cuyo uso –para que sea legítimo– debe ser excepcional y acompañado de otros
elementos. En otras palabras: un medio que además debe ser de uso racional para la configuración del
verdadero derecho que sí es la legítima defensa.
Visto lo anterior, es lógico que el Estado prohíba el porte ilícito de armas, pues ello además permite el
control de las mismas –en cuanto vía– para el logro de la pacífica convivencia.
Como el resto de las acciones ya las hemos referido en el análisis de los tipos penales anteriores, solo
resta por establecer a qué se refiere la detentación. Este vocablo fue introducido también por la refor-
ma del año 2000, pues el anterior Código se refería a “detención”, tanto en la cláusula general de las
conductas delictivas (Art. 272), como en el tipo penal objeto de nuestro análisis, en cambio, la reforma
del año 2000 sustituyó detención por posesión en la clausula general, posesión por detentación e in-
trodujo el comercio (en el caso de las armas de guerra), incorporó el suministro en el caso de las armas
distintas a las de guerra, y la detentación por detención para el tipo penal que estamos analizando. De
tal manera, que es bastante confuso el uso de las voces posesión, detención y detentación por parte
del legislador patrio.
Ahora bien, siendo que el tipo penal que nos ocupa se refiere a detentación, es menester establecer
el sentido de la expresión en cuanto forma de realización de la acción delictiva.
El Proyecto distingue entre armas de guerra y otras armas. Entre estas últimas incluye: 1) armas de uso
policial; 2) armas de uso deportivo; 3) armas de colección; 4) armas para espectáculos; 5) armas de uso
científico; 6) de protección y vigilancia; 7) de defensa personal, etc.
52
Marco jurídico nacional e internacional en cuanto al control de armas, municiones y desarme
»» Prohibición de posesión, tenencia, porte y uso de otras armas y sus municiones sin la autorización
para ello.
»» La prohibición de otorgar posesión, tenencia, porte y uso de otras armas y sus municiones, a per-
sonas con antecedentes penales, perturbaciones mentales, y las que cometieren atentado contra la
moral y buenas costumbres, y a personas jurídicas que hubieren cometido hechos ilícitos.
»» La prohibición que denomina política, referida a impedir el porte y uso de otras armas y sus muni-
públicos de consumo de bebidas alcohólicas, así como a personas en estado de embriaguez o bajo
efectos de drogas ilícitas.
»» Excluye (peligrosamente) la exigencia de porte de otras armas a los oficiales, suboficiales, profesio-
nales técnicos y tropa profesional de la FAN (en situación de actividad o retiro), a los funcionarios
de investigaciones criminalísticas, a los funcionarios de seguridad ciudadana, a los funcionarios de
seguridad del Estado.
»» El otorgamiento de permisos especiales (privilegiado) de porte, uso y tenencia de otras armas por
de Armamento de la Fuerza Armada Nacional (DARFAN), según el caso, a los órganos de seguridad
ciudadana, cuerpos de seguridad del Estado, empresas de protección, seguridad y vigilancia.
Posibilidad de autorizar la tenencia, uso y porte de otras armas y sus municiones a los extranjeros con
más de diez años de residencia ininterrumpida en territorio venezolano.
Por su parte, los aspectos que importa destacar del Proyecto de Ley para el Desarme y Control de
Armas y Municiones aprobado en primera discusión, son los siguientes:
»» Establecimiento de la DAEX como órgano competente para el otorgamiento de permisos de porte
y tenencia de armas.
»» Consideración del porte y la tenencia como una concesión; ello lo deja en claro al prever la posi-
bilidad de reserva por parte del Estado, por razones de seguridad, defensa y desarrollo integral la
autorización y vigencia de permisos de porte y tenencia.
»» Dispone el denominado porte cerrado, es decir, el de un porte por arma. Sin embargo, deja abierta
la posibilidad de que las personas naturales que posean porte fundado en defensa personal,45 ex-
cepcionalmente requieran (otros), caso en el cual, no obstante, deberán fundamentar la solicitud.
Paradójicamente, empero, refiere que la DAEX deberá motivar la autorización respectiva46.
»» Al igual que el Proyecto de 2005, prohíbe (con la respectiva excepción) el porte de armas en varios
los funcionarios de los cuerpos de seguridad del Estado y órganos de seguridad ciudadana, que solo
estarían autorizados a portarlas durante el desempeño de sus funciones.
53
PARTE I: CONTROL Y REGULACIÓN INSTITUCIONAL DE ARMAS Y MUNICIONES
»» Previsión del tipo penal de porte ilícito de armas, con una media en pena de once (11) años como
mínimo, la cual pudiere ser aumentada atendiendo circunstancias como que sea un arma de guerra,
un arma orgánica, un arma requerida por autoridades del Estado, la porte un funcionario público, etc.
»» La consideración como delito del porte de arma modificada, cabe destacar, también con una pena
»» La sanción del porte superior a diecisiete (17) cartuchos por cada cargador de las armas tipo pistola
»» Consideración como delito del porte ilícito de armas o municiones en reuniones públicas.
»» La penalización del uso imprudente de arma de fuego, cabe advertir, con una pena de cinco a ocho años.
»» Consideración como delito del uso de réplica de arma con la finalidad de perpetrar un hecho punible.
»» Determinación de la limitación a las personas naturales con permiso de porte “para la defensa” en la ad-
quisición de municiones, la cual fija en una cantidad máxima de ciento cincuenta (150) cartuchos anua-
les. Caso, de adquirirse más de tal cantidad, al adquirente se le sancionará con multa de 100 a 200 UT.
»» La penalización del almacenamiento indebido de armas y municiones, en la lógica del Proyecto, con
una penalidad bastante alta que oscila entre quince y veinte años.
IV. El desarme
Como puede verse, el legislador bautiza a la ley como un instrumento de transformación social incu-
rriendo con ello en la confusión entre la ley como instrumento para la implantación de una política de
desarme y la política de desarme propiamente, en otras palabras, parece considerar a la ley como el fin
cuando es precisamente un instrumento-medio para la consecución de una política de desarme que,
en cuanto tal, debe propender a la paz y a la convivencia en un marco constitucional.
54
Marco jurídico nacional e internacional en cuanto al control de armas, municiones y desarme
El carácter idealista de la ley queda todavía más en evidencia con los siguientes aspectos: 1) preten-
der que la ley crea un mecanismo de prevención, disuasión y coercibilidad; 2) la pretensión de que
el aumento de las penas –con la inconstitucional referencia al presidio– resolverá los problemas de
delincuencia e inseguridad.
1.1.5. Órgano competente para otorgar permisos de porte y tenencia de armas de fuego (Art. 4)
Otrora eran expedidos por la Dirección Nacional de Armas y Explosivos del –anteriormente denomina-
do– Ministerio de Relaciones Interiores. Con la entrada en vigencia de la LPD la competencia recae en
la Dirección de Armamento de la Fuerza Armada Nacional (DARFA); ahora Dirección General de Armas
y Explosivos (DAEX).
55
PARTE I: CONTROL Y REGULACIÓN INSTITUCIONAL DE ARMAS Y MUNICIONES
1.1.6. Registro de armas de fuego, municiones, accesorios y permisos de porte y tenencia (Art. 5)
La idea es que el órgano encargado de la reglamentación y control de las armas distintas a las de
guerra, conserve un registro que permita la creación de una base o banco de datos, a los fines de
centralizar la organización y la información, con la idea de permitir mayor control tanto de tales armas
como de los permisos de porte y tenencia. La conformación del Registro debe ser exhaustiva en la
obtención y presentación de datos que precisamente permitan la mayor fiabilidad del Registro. Dicho
Registro únicamente debe estar bajo la administración del DAEX, y solo cuando razones justificadas lo
exijan podrá facilitarse el acceso a otros órganos del Poder Público.
56
Marco jurídico nacional e internacional en cuanto al control de armas, municiones y desarme
ante –para el momento– la Dirección de Armamento de la FAN –ahora– DAEX. Dicha sanción es tanto
la retención del arma como el pago de una multa de veinte unidades tributarias (20 UT). Sin embargo, la
retención solo será hasta el momento de la cancelación de la multa y la comprobación de actualización,
renovación o registro del permiso de porte y tenencia de armas.
Como puede intuirse fácilmente, a partir de la Constitución de 1999, la confiscación queda reservada
para las armas de guerra, y más allá no puede extenderse.
La confiscación de las armas de guerra –como hemos dicho– forma parte de nuestra tradición consti-
tucional. La razón última del recurso a tal mecanismo es el monopolio que también históricamente ha
declarado el Estado sobre dichas armas.
Para las armas distintas a las de guerra, el mecanismo que se propone, partiendo de la Ley sobre
Armas y Explosivos, es el decomiso, el cual se entiende, en el contexto de la ley, como el mecanismo
de incautación del cual se vale el Estado atendiendo al carácter ilícito de la importación, comercio,
fabricación, porte o detención de forma ilícita de armas. Es decir, que la realización de cualquiera de las
actividades nombradas por recaer sobre armas nombradas como prohibidas –en términos generales–
por el Artículo 9 de la LAE (salvo lo que dispone el Artículo 21 de la propia LAE), implica el decomiso
de las mismas.
Como hemos destacado la propia LAE se refiere (también) a armas de libre comercio (Art. 26), en cuyo
caso, siempre debe operar la autorización del Ejecutivo que, si falta, procede el decomiso.
Pues bien, partiendo de las previsiones generales de la LAE, el Reglamento se refiere al decomiso de
las escopetas, municiones y útiles de cacería importadas sin la autorización exigida (Art. 12, 8).
El propio Reglamento, a partir de la clausula general de autorización de porte de armas que es facultad
del Ejecutivo según el Artículo 23 de la LAE, estipula la potestad que tiene el propio Ejecutivo, como
dador que es, de cancelar (revocar) cualquier permiso de porte de armas que hubiese otorgado, y a
partir de allí recabar (decomisar) el arma y las municiones junto al permiso que revoca.
Igualmente prevé el Reglamento el envío de las armas decomisadas al Parque Nacional (Art. 42).
Debe destacarse que el citado artículo se encuentra parcialmente derogado por la Ley para el Desarme,
ya que esta no supedita la remisión de armas al Parque Nacional a la finalización del procedimiento
judicial.
En el sistema de recuperación y destrucción de armas previsto en la LPD para las armas ilegales (es
decir, las que no están registradas en la DAEX), debe destacarse lo siguiente: En primer término, prevé
el artículo 6 la obligación que tienen los órganos que retengan armas de enviarlas al DAEX, previo
levantamiento de un acta donde se deberá dejar constancia de la retención, así como de las personas
involucradas en la misma. Del texto de la ley –en cuanto sistema– se entiende que la referencia a las
personas no solo se limita a cuando existan personas involucradas en hechos punibles, sino en todo
47 El artículo 107 del Código Penal confirma lo pautado por el artículo 278 del propio Código. Prevé: Ni la amnistía ni el indulto o gracia, ni el perdón de la
parte ofendida dan derecho a la restitución de las armas o instrumentos confiscados, ni de las cantidades pagadas a título de multa o por costas procesa-
les, pero no podrán cobrarse las cantidades que aún debiere el procesado.
57
PARTE I: CONTROL Y REGULACIÓN INSTITUCIONAL DE ARMAS Y MUNICIONES
momento porque de lo que se trata es de dejar evidencia trasparente del procedimiento de retención
y envío de tales armas al DAEX.
Ahora bien, recibidas las armas por el DAEX deberá proceder según los siguientes supuestos a: 1)
destruir en acto público las armas de fuego –distintas a las de guerra– con pena de comiso y sentencia
definitivamente firme; 2) depositar las armas solicitadas o requeridas por autoridades de la República;
3) en el caso de armas de guerra que no estén en posesión del Estado, se decomisarán y pasarán al
Parque Nacional.
Sobre tales supuestos es menester aclarar que la idea de acto público es mucho más que la de acto
publicitado, como la ley forma parte de una política que procura proponer alternativas de convivencia,
lo adecuado, a un Estado sustentado en principios como la transparencia de las funciones públicas,
es la realización de actos públicos de destrucción –de armas de fuego– que impliquen la participación
en calidad de actores principales de miembros del poder civil y de la sociedad civil, cuya presencia
legitimen tal procedimiento.
Por otra parte, si en dicho procedimiento se incorporan otras armas –distintas a las de fuego– debe
dejarse constancia a partir de la aclaratoria cuantitativa y cualitativa de cuántas armas de fuego se
destruirán en el acto. Por tratarse de un problema de magnitud relativamente compleja de lege ferenda
lo adecuado al Estado de Derecho sería la intervención del Ministerio Público para el control de la
legalidad de tal procedimiento.
Lo anterior significa que se pueden distinguir dos fases: retención –competencia de varios órganos– y
destrucción de armas –donde lo adecuado sería la coordinación, planificación y ejecución por parte del
poder civil y la sociedad civil.
En cuanto al segundo supuesto, debe aclararse que no cualquier autoridad de la República puede soli-
citar o requerir armas de fuego de tal manera que las mismas queden en depósito, sino solo aquellas
que precisamente tengan competencia para esto, en tales casos, la autoridad competente es la FAN,
cuando se trate de armas de guerra o el Ministerio Público para la práctica probatoria, cuando se trate
de otras armas.
Otras disposiciones –de rango sublegal, aparte del Reglamento– que se refieren a la recuperación y
destrucción de armas son: a) El Decreto Nº 2.371, por el cual se dicta el Reglamento de Armas de Uso
Deportivo; b) las providencias administrativas Nº 001, 002, 003, 004 y 006 de 2009 (G.O.Nº 39.251), c)
la Resolución 017530 del MPPD (G.O. 39.627).
En este aspecto la razón última de todas estas disposiciones es el estricto control que requiere el
Estado de todo el armamento.
En cuanto a las Providencias Administrativas 001, 002 y 006 (2009) en la obligación que imponen para el
marcaje de las armas y municiones (esta última para los Órganos de Seguridad del Estado), prevén que
las armas que no estén debidamente marcadas por la División de Almacenamiento para la Conservación
y Preservación de Armas y Municiones, con su orden de trabajo respectiva, autorización de traslado
y marcaje, serán retenidas y enviadas al Parque Nacional de Armas de la DAEX. Sin embargo, solo la
006 impone además la suspensión inmediata e indefinida de todos los permisos emitidos por la DAEX.
En cuanto a las Providencias 003 y 004 (2009) prevén la prohibición de adquisición, tenencia y uso
de recargadoras de munición, y en caso de violación a la prohibición, retención de tales recargadoras
58
Marco jurídico nacional e internacional en cuanto al control de armas, municiones y desarme
y su ingreso al Parque Nacional, así como la suspensión indefinida del permiso de funcionamiento y
retención de todas las armas (Asociaciones y Federaciones Deportivas) y armas, municiones, equipos
especiales y accesorios (Organismos Gubernamentales, Órganos de Seguridad Ciudadana y Cuerpos
de Seguridad del Estado con funciones policiales).
Como hemos destacado, recibidas las armas retenidas por la DAEX, deberá proceder según los si-
guientes supuestos: 1) destruir en acto público las armas de fuego –distintas a las de guerra– con
pena de comiso y sentencia definitivamente firme; 2) depósito de las armas solicitadas o requeridas
por autoridades de la República; 3) para el caso de las armas de guerra que no estén en posesión del
Estado se decomisarán y pasarán al Parque Nacional.
Sobre tales supuestos es menester varias aclaratorias: 1) la idea de acto público es mucho más amplia
que la de acto publicitado, por lo cual como la ley forma parte de una política que procura proponer
alternativas de convivencia a través de la exaltación de una política de pacificación, lo adecuado a
un Estado sustentado en principios como la transparencia de las funciones públicas es la realización
de actos públicos de destrucción –de armas de fuego– que impliquen la participación en calidad de
actores principales de miembros del poder civil y de la sociedad civil, cuya presencia legitimen tal
procedimiento de destrucción de armas.
Por otra parte, si en dicho procedimiento de destrucción de armas se incorporan otras armas –distintas
a las de fuego– de ello debe dejarse constancia a partir de la aclaratoria cuantitativa y cualitativa de
cuántas armas de fuego se destruirán en el acto. Por tratarse de un problema de magnitud relativa-
mente compleja de lege ferenda lo adecuado al Estado de Derecho sería la intervención del Ministerio
Público para el control de la legalidad de tal procedimiento.
Lo anterior significa que se pueden distinguir dos fases: retención –competencia de varios órganos– y
destrucción de armas –donde lo adecuado sería la coordinación, planificación y ejecución por parte del
poder civil y la sociedad civil.
En cuanto al segundo supuesto, debe aclararse que no cualquier autoridad de la República puede soli-
citar o requerir armas de fuego de tal manera que las mismas queden en depósito, sino solo aquellas
que precisamente tengan competencia para realizar tales solicitudes o requerimientos, para el caso,
la autoridad competente de la FAN (cuando se trate de armas de guerra) o, cuando se trate de otras
armas (a solicitud del Ministerio Público para la práctica probatoria).
Según dicho Anteproyecto, el órgano competente (MPPRIJ) debe incluir las armas y municiones en un
registro (base de datos), detallando el tipo, cantidad, fecha y lugar de la recuperación, así como órgano
y funcionarios encargados de la destrucción. Luego de realizado el registro debe remitirse al Depósito
que también prevé.
59
PARTE I: CONTROL Y REGULACIÓN INSTITUCIONAL DE ARMAS Y MUNICIONES
En la misma línea, prevé el Artículo 15 de dicho Anteproyecto que deberá la autoridad competente, so
pena de responsabilidad civil, penal y administrativa,48 y con presencia de miembros del Poder Popular,
organizaciones no gubernamentales y ciudadanos, realizar la destrucción de las armas.
El mencionado Anteproyecto no distingue cuáles armas serán destruidas, por lo cual debe entenderse
que, en su contexto, serían todas (incluidas aquellas relacionadas con procesos judiciales en curso), y
también las de guerra.
Para ello, comienza por definir (con deficiencia) la recuperación como “el procedimiento mediante
el cual las autoridades49 señaladas como competentes en materia de desarme, ejecutan la política
pública nacional diseñada por el Estado”; y, además, se refiere a la obligación de resguardo de las
armas recuperadas por parte de la autoridad competente en materia de armas y municiones (según el
Proyecto la DAEX en cuanto órgano del MPPD).
El propio dispositivo que se refiere al resguardo (Art.16) estipula que las armas o municiones relacio-
nadas con procesos judiciales, serán resguardadas en el Parque Nacional de Armas o en los depósitos
autorizados por la DAEX, quedando siempre a disposición inmediata de la autoridad judicial para cuan-
do lo requiera.
También dispone el Proyecto que todas las armas que se hallen en territorio de la República son
susceptibles de recuperación, o cuando ocurra alguno de los siguientes supuestos: a) armas que no
estén registradas ante el órgano competente; b) las registradas con licencia vencida, c) las armas
registradas con licencia vigente o vencida pero hurtadas o robadas; d) las armas en tránsito; e) las
armas registradas o no relacionadas con procesos judiciales; f) las armas que hayan sido modificadas
en su estructura o partes con alteraciones de seriales, calibre, funcionamiento o registro balístico.
La caracterización general del procedimiento de recuperación de armas que prevé tal Proyecto, impone
destacar: a) cualquiera de las autoridades de recuperación debe remitir a la DAEX las armas recupera-
das, dejandoconstancia de las circunstancias que justifiquen la recuperación, b) la DAEX debe verificar
la licitud del arma, sus partes y repuestos, que comporten su registro, autorización de licencia o lícita
adquisición, c) si queda comprobada la condición ilícita del arma, esta se considera arma de guerra y
por ende pasa a ser propiedad del Estado de forma inmediata, debiendo remitirse al Parque Nacional;
d) cuando se compruebe la condición ilícita de partes y repuestos, opera el comiso si así lo dispone la
DAEX que, sin embargo, puede, con acto motivado ordenar su destino como dotación para la FAN, los
órganos de seguridad ciudadana o los cuerpos de seguridad del Estado; e) si se comprueba que es un
arma orgánica, se informa de la recuperación a la autoridad a la que corresponde, y pasará al Parque
Nacional; f) si se trata de un arma registrada con porte vencido, deberá permanecer en el Parque hasta
tanto sea tramitado y autorizado la renovación del porte; sin embargo, de no suceder la renovación, el
arma se declara como de guerra y pasa a manos del Estado; g) si se trata de armas con proceso judicial
en curso, prevé que las mismas permanezcan depositadas en el Parque Nacional a disposición de las
autoridades judiciales;h) si se trata de armas en tránsito, demostrada la ilicitud de su ingreso, deberán
permanecer en el PN hasta que concluya el proceso administrativo o judicial en curso; i) si el arma
presenta modificaciones será considerada arma de guerra y pasará a manos del Estado.
48 Debe advertirse el carácter retórico de la expresión usada en el Anteproyecto: “so pena de responsabilidad civil, penal y administrativa”.
49 El Proyecto distingue entre autoridades para la recuperación de armas y el órgano de armas y municiones. Reseña como autoridades de recuperación a
la FAN, a los órganos de seguridad ciudadana y los cuerpos de seguridad del Estado, y el órgano de armas y municiones es la DAEX.
60
Marco jurídico nacional e internacional en cuanto al control de armas, municiones y desarme
Estrictamente en lo procedimental debe destacarse: i) a los fines de determinar la licitud de las muni-
ciones la DAEX revisa el registro y la autorización para la fabricación, importación o comercialización;
ii) al quedar demostrada la ilicitud, se retienen las municiones y se envían al depósito autorizado,
quedando, sin embargo, la posibilidad que la DAEX las destine como dotación de la FAN, órganos de
seguridad ciudadana o cuerpos de seguridad del Estado; iii) cuando se trate de municiones fabricadas
sin autorización, o cuando se trate de recargadoras, deben remitirse a los depósitos para proceder
a su inutilización, desactivación o destrucción; iv) si se trata de municiones almacenadas en lugares
no autorizados, antes de enviarse a los depósitos deben ser revisadas técnicamente, quedando la
posibilidad de destinarlas a la FAN, cuerpos de seguridad del Estado u órganos de seguridad ciu-
dadana; v) cuando se trate de municiones almacenadas violentado las normas de seguridad deben
retenerse hasta (el plazo lo fijaría el reglamento de la ley) el acondicionamiento del depósito; vi) cuando
se venza el plazo estipulado por el reglamento sin que se haya acondicionado el depósito, este quedará
clausurado, y las municiones resguardadas decomisadas; vii) cuando se trate de municiones retenidas
en transportes que hayan violado la reglamentación, las mismas se comisan y quedan en resguardo
hasta que la DAEX decida su destino; viii) cuando se trate de municiones modificadas o alteradas, se
comisan y pasan a depósito hasta su desactivación, inutilización o destrucción; ix) cuando se trate de
municiones retenidas a quienes excedan la cantidad autorizada (inclusive aquellas que comercialicen
con autorización), pasan a depósito hasta tanto la DAEX decida sobre su destino.
La idea del proponente fue plantear directrices a ser desarrolladas por la reglamentación de la ley.
Por ejemplo, define al Parque Nacional como el “conjunto de depósitos y almacenes, bajo custodia y
seguridad de la FAN, destinados al almacenamiento y resguardo del material clasificado como armas
de guerra y otras armas, que por cualquier motivo, estén bajo responsabilidad de la institución.”
Y, sobre el destino final de otras armas (retenidas) prevé: i) las armas desincorporadas que se clasi-
fiquen como otras armas, se depositarán en el PN, bajo la administración del SARFAN; ii) las armas
decomisadas relacionadas con procesos judiciales en curso se mantendrán en el PN y su destino final
se determinará según lo disponga el órgano jurisdiccional competente y el reglamento de la ley.
61
PARTE I: CONTROL Y REGULACIÓN INSTITUCIONAL DE ARMAS Y MUNICIONES
Desarme presentado por diputados del partido Primero Justicia50 (sin distinguir) propone la destrucción
de armas recibidas conforme al Programa Nacional de Canje de Armas por Oportunidades, es decir,
que hubieran sido entregadas voluntariamente (semanalmente); el Proyecto de Ley para el Desarme y
Control de Armas y Municiones aprobado en Primera Discusión, propone la retención en el PN de las
armas relacionadas con procesos judiciales51; y el Anteproyecto de LAE presentado por la Comisión
Permanente de Defensa y Seguridad (2005), se refiere también a la retención relacionada con proce-
sos judiciales.52
A nuestros efectos, interesa lo dispuesto por la LPD y las propuestas legislativas de la Comisión
Permanente de Defensa y Seguridad, pues el Anteproyecto de Primero Justicia solo se refiere a las
armas entregadas de forma voluntaria.
Como se ha dejado en evidencia, tanto la LPD como las propuestas legislativas se inscriben en la
línea de resguardar las armas hasta la finalización del proceso penal con el cual tengan relación. Con
mejor precisión que las propuestas, la LPD solo autoriza la destrucción cuando haya pena de comiso
y sentencia definitivamente firme; en cambio en las propuestas legislativas el destino, aunque queda
a disposición de la autoridad judicial, no precisan el momento a partir del cual pudieran destruirse las
armas. De hecho, la propuesta legislativa de 2005 deja en manos del órgano jurisdiccional del caso, el
destino final del arma.
En todo caso, lo rescatable de ambas propuestas legislativas es que no mandan la destrucción inme-
diata de las armas relacionadas con procesos judiciales. Aunque, ambas puedan mejorarse sobre todo
en quién y cómo se dispone el destino final de las mismas.
Así, la línea, tanto en lo legal como en las propuestas legislativas, ha sido la de retener las armas hasta
tanto, como mínimo, por regla general, finalice el juicio.53
A pesar de ello, en las Mesas Técnicas de Medidas Especiales de la Comisión, se ha venido manejando
la hipótesis de destruir, previa realización de prueba anticipada, las armas relacionadas con procesos
judiciales.
Siendo así, debe indagarse sobre varios aspectos: 1) ¿Qué es la prueba anticipada? 2) ¿En qué casos es
procedente? 3) ¿Qué relación guarda con el debido proceso? 4) ¿Cuál es la posibilidad legal de aplicar
la prueba anticipada para su inmediata destrucción a armas y municiones relacionadas con procesos
judiciales?
50 Destaca su artículo 15: El órgano competente en materia de desarme deberá realizar el registro del arma o sus partes en la base de datos creada para
tal fin, identificando el tipo, cantidad, fecha y lugar de recuperación, órgano y funcionarios encargados de la destrucción. Terminado el registro se remitirá
al depósito creado para tal fin. La Autoridad Rectora, so pena de responsabilidad civil, penal y administrativa, proceder a la destrucción de forma semanal
con presencia de los miembros del Poder Popular, organizaciones no gubernamentales y ciudadanos. Párrafo primero: El procedimiento de entrega, recep-
ción, inutilización y de compensación será desarrollado por el reglamento. Todas las armas y municiones deberán ser destruidas en un plazo no mayor de
siete días continuos de su recepción. Párrafo segundo: Cuando se compruebe que el arma entregada es un arma orgánica, se notificará la recuperación a
la autoridad a la que corresponda.
51 Refiere en su artículo 16: A los efectos de esta Ley, las armas y municiones recuperadas quedarán en depósito y resguardo de la autoridad con com-
petencia en materia de armas y municiones, quien será la responsable del registro, control y vigilancia de los mismos. Las armas o municiones que se
encuentren en proceso judicial, serán resguardados en el parque nacional de armas o en los depósitos autorizados por la autoridad competente en materia
de armas y municiones, quedando a disposición inmediata de la autoridad judicial correspondiente.
52 Artículo 32: Las armas desincorporadas, clasificadas como otras armas, serán depositadas en el Parque Nacional, bajo la administración del Servicio
de Armamento de la Fuerza Armada Nacional (SARFAN), cuyo destino final se regirá por las leyes y reglamentos correspondientes. Las armas de este
género, a la disposición de los tribunales de la República y demás órganos competentes, las decomisadas y las retenidas serán depositadas también en el
Parque Nacional y su destino final se determinará de acuerdo a lo dispuesto por el órgano jurisdiccional competente y a la presente ley y su reglamento.
53 Ello puede afirmarse a pesar que las propuestas legislativas dejen el destino de las armas en manos del órgano jurisdiccional, pues cualquiera de los
jueces anteriores al de juicio solo (sobre todo en la propuesta de 2005) será competente cuando exista en el proceso penal un acto conclusivo distinto a la
acusación y al archivo fiscal, es decir, en casos de sobreseimiento, y siempre, claro, que sea definitivamente firme.
62
Marco jurídico nacional e internacional en cuanto al control de armas, municiones y desarme
declaración que, por algún obstáculo difícil de superar, se presuma que no podrá hacerse durante el juicio, el
Ministerio Público o cualquiera de las partes podrá requerir al Juez de Control que lo realice. Si el obstáculo
no existiera para la fecha del debate, la persona deberá concurrir a prestar su declaración. El Juez practicará
el acto, si lo considera admisible, citando a todas las partes, incluyendo a la víctima aunque no se hubiera
querellado, quienes tendrá derecho de asistir con las facultades y obligaciones previstas en este Código.
Se desprenden del dispositivo las características de la prueba anticipada: a) en el sistema del COPP,
atendiendo al del proceso penal, es un recurso excepcional, ya que dicho instrumento normativo,
sobre todo en su génesis, procura la exaltación de un debido proceso rodeado de unas garantías
fundamentales que, para el caso que nos ocupa, serían, por ejemplo, el juicio previo y debido proceso,
la presunción de inocencia, la afirmación de libertad, el respeto a la dignidad humana, la igualdad de
las partes, la finalidad del proceso, la oralidad, la inmediación, la contradicción, el sistema de la sana
crítica para la valoración de la prueba, etc. Decimos que es excepcional porque su ideación es la de
un proceso signado por el mayor y mejor respeto de las garantías procesales durante todo el iter
procesal; b) por su condición de recurso extraordinario cuando se trate de reconocimientos, inspección
o experticia debe justificarse la necesidad a su recurrencia a partir de la condición de hechos definitivos
e irreproducibles, y cuando se trate de declaraciones o testimonios en la existencia de un obstáculo
de difícil superación; c) la naturaleza de la condición definitiva o irreproducible o, cuando se trate de
declaraciones, el obstáculo de difícil superación, debe ser de tal entidad que haga presumir al alguna de
las partes de la imposibilidad de realizarla durante el juicio, en cuyo caso, así fundamentará su solicitud
ante el Juez. Cabe agregar, que no basta para recurrir a la prueba anticipada que alguna de las partes
aprecie la imposibilidad, pues es menester que por la naturaleza de las cosas el Juez, con atención a la
solicitud formulada, así la determine, d) es competencia del Juez pronunciarse sobre su procedencia;
e) cuando se trata de declaraciones su recurso (lógicamente) es todavía más excepcional, pues si para
la fecha del debate ha desaparecido el obstáculo; f) si el Juez decide realizarla debe citar a todas las
partes, con la idea que asuman los derechos y deberes que le impone el COPP.
Además, lo dispuesto en el Artículo 307 debe complementarse con el Artículo 339 del propio COPP
que condiciona la incorporación por lectura de los testimonios o experticias practicadas según el pro-
cedimiento de la prueba anticipada, a que las partes no exijan la comparecencia personal del testigo o
experto, si existe la posibilidad de que comparezcan.
La Sala Constitucional y la Sala de Casación Penal del Tribunal Supremo de Justicia han dictado varias
sentencias relacionadas con la prueba anticipada. Destacan de la Sala Constitucional las sentencias
73354 del 24-07-07 y la 10455 del 20-02-08; de la Sala Penal destacan la 16756 del 29-04-03, la 40657
del 20-02-08, la 47258 del 06-08-07, la 72859 del 18-12-07 y la 44760 del 11-08-08.
Las sentencias 733 y 104 de la Sala Constitucional reafirman el carácter excepcional de la prueba
anticipada, así como la obligatoriedad de respetar los principios propios de la actividad probatoria reco-
gidos por el COPP.
La Nº 733 solo le reconoce estatus de “auténtica prueba” a la prueba anticipada “cuando las partes
ejerzan el pleno control y contradicción tanto de la admisión como de la práctica del medio de prueba”.
63
PARTE I: CONTROL Y REGULACIÓN INSTITUCIONAL DE ARMAS Y MUNICIONES
Por lo que se refiere a las sentencias de la Sala de Casación Penal, resalta lo siguiente:
La Nº 167 confirma el respeto al derecho a la defensa que debe cubrir a la práctica de la prueba antici-
pada, y que se concrete con la posibilidad de controlar y contradecir la prueba anticipada. En la misma
línea, la Nº 472 reafirma el control de la prueba por las partes aún tratándose de prueba anticipada.
La Nº 406 dispone:
De la lectura del Artículo 307 del Código Orgánico Procesal Penal, se infiere que podrá el juez de control a
solicitud del Ministerio Público o cualesquiera de las partes recibir una declaración como prueba anticipada,
siempre y cuando exista un obstáculo difícil de superar que se presuma que no podrá hacerse durante el juicio;
y que en caso de que el obstáculo no existiera para la fecha del debate, la persona deberá concurrir a prestar
su declaración. De la norma en cuestión se deduce claramente que en los casos en que excepcionalmente se
admita en un juicio una prueba anticipada de declaración de testigo por existir el obstáculo difícil de superar, el
juzgador de juicio debe motivar el por qué admite tal elemento probatorio y el obstáculo que impide al testigo
presentarse a declarar en el correspondiente juicio oral; y ello debe ser así porque tal prueba es una excepción
al principio de inmediación, establecido en el Artículo 16 del Código Orgánico Procesal Penal.
Como puede constatarse confirma tal sentencia la excepcionalidad de la prueba anticipada, por ser a
su vez una excepción al principio de inmediación que rige la práctica probatoria. Igualmente resalta la
cualidad excepcional de la prueba anticipada, la sentencia Nº 728 al contrastar esta con los principios
de oralidad e inmediación que rigen al proceso penal acusatorio62. En la misma línea, la sentencia 447
confirma la excepcionalidad de la prueba anticipada por realizarse en la fase de investigación.
También la doctrina, tanto patria como extranjera confirma el carácter excepcional de la prueba antici-
pada. Destacan, por ejemplo, Carmelo Borrego63 y Alberto Binder64.
Así, pues, puede constatarse el consenso que existe con relación al carácter excepcional de la prueba
anticipada tanto en doctrina como en jurisprudencia.
En todo caso, aparte de consenso, que un criterio de verdad científica, lo cierto es que la Constitución
proscribe la realización de prácticas tendentes a desvirtuar el debido proceso en cuanto a garantía, por
antonomasia, de un juicio previo.
Ello porque el sentido normativo del dispositivo constitucional que recoge el debido proceso, impide
la implementación de subterfugios “legales” que en sustancia reflejen una contradicción a la garantía
del juicio previo.
En síntesis: el recurso a la práctica de la prueba anticipada debe descartarse por imperativo constitu-
cional. No puede ser una excusa para su utilización la corrupción de los funcionarios encargados de la
custodia de las armas incautadas, pues, de ser así, los mecanismos a los cuales hay que acudir serán
aquellos que permitan lograr mayores y mejores controles administrativos para la custodia. En una
frase: el administrado no tiene porque sufrir las deficiencias y cargas de la administración.
62 Así lo destaca: “…de conformidad al contenido del artículo 307 del Código Orgánico Procesal Penal, únicamente en casos que se deba preservar, actos
que por su naturaleza sean considerados como definitivos e irreproducibles y, que no puedan ser practicados durante el juicio oral, lo que constituye una
justificada excepción a los principios generales de oralidad e inmediación que rigen el proceso penal acusatorio”.
63 “La tarea tiene como presupuesto la imposibilidad de poder realizar la actividad probatoria en la fase de juicio, esto es que es irreproductible o no repro-
ducibles a futuro, lo que atiende a un criterio de necesidad y oportunidad en el marco de la prueba y como tiene que reunirse las condiciones y principios
propios de juicio, ha de seguirse las reglas de esta etapa, donde entre otras cosas se requiere la presencia de las partes. Pero la norma es muy clara al
advertir que si el obstáculo no existiera para la fecha del debate, la persona deberá concurrir a prestar su declaración, no así para el caso de experticia, la
inspección o el reconocimiento.” Borrego, Carmelo (2001: 85).
64 Refiriéndose a las actividades que existen durante el período preparatorio, destaca: “…en algunas ocasiones excepcionales, se hace necesario un
anticipo de prueba. Para comprender este concepto habrá que dar algunas explicaciones previas. Cuando afirmamos que esta primera fase del proceso
penal es “preparatoria”, queremos decir, fundamentalmente, que los elementos de prueba que allí se reúnen no valen aún como prueba. Hemos visto ya
que existe una garantía básica que consiste en el juicio previo, es decir, que ninguna persona puede ser condenada sin un juicio en el que presente la
prueba que permitirá su culpabilidad o inocencia. El juicio es, pues, el momento de la prueba, en un sentido sustancial…Una vez convalidada la prueba
de un modo anticipado –y convenientemente registrada- se incorpora ésta directamente al juicio. Esta incorporación se realiza por su lectura, es decir,
leyendo el acta que recogió el resultado de la prueba. Pero, repetimos, éste es un mecanismo excepcional, ya que el principio de que solo es prueba lo
que se produce en el juicio es un principio de una importancia fundamental, que no debe ser abandonado ligeramente. Binder, Alberto (1993: 216-217).
64
B. Ámbito internacional
Es evidente que el problema necesita soluciones que pasan por aunar y orquestar esfuerzos a escala
nacional, regional y global. Por una parte, las soluciones regionales deben estar articuladas a las solu-
ciones globales y viceversa, dada la naturaleza transfronteriza del fenómeno. Los consensos políticos
previos entre Estados en las relaciones bilaterales o multilaterales conducen a instrumentos interna-
cionales con más posibilidades de ser puestos en práctica pues las diferencias políticas resultan en
instrumentos internacionales y en mecanismos menos vinculantes. En efecto el debate internacional
ha producido más programas de acción y declaraciones que tratados internacionales vinculantes. Se
han preferido las fórmulas de compromisos voluntarios lo cual hace que las interpretaciones de los
compromisos corran por cuenta de los Estados.
Por otra parte, hay dificultades en la aplicación de las normas internacionales en el terreno nacional: po-
cos Estados aceptan la aplicación de otras jurisdicciones dentro de sus fronteras lo cual es un problema
importante si se tiene en cuenta que el tráfico ilegal es un delito que trasciende las jurisdicciones de
varios Estados. La cooperación internacional es uno de los mecanismos importantes65.
Los esfuerzos para una reglamentación internacional no han tocado ciertas zonas sensibles como los
excedentes de armamentos con que cuentan los países, ligados a temas de seguridad nacional, o la
exportación de armamentos, vinculada a intereses económicos de los países productores.
65 Un modelo sobre el tema de cooperación internacional es la Convención interamericana contra la fabricación y el tráfico ilícitos de armas de fuego,
municiones, explosivos y otros materiales relacionados (1997) (CIFTA).
66 Hay convenciones relacionadas con el tema de tráfico de armas y municiones como por ejemplo la Anti-Bribery Convention, de la Organisation for
Economic Co-operation and Developpement (OECD).
67 El Registro de Armas Convencionales de las Naciones Unidas incluye las siguientes categorías: tanques de batalla, vehículos armados, artillería de
alto calibre, aeronaves de combate, helicópteros de ataque, buques de guerra, lanzadores de misiles. Según información en Naciones Unidas, Centro de
información, Mexico: Armamento convencional, en http://www.cinu.org.mx/temas/desarme/ligeras.htm consultado el 08.02.2012.
65
PARTE I: CONTROL Y REGULACIÓN INSTITUCIONAL DE ARMAS Y MUNICIONES
tener efectos indiscriminados, ratificada por Venezuela sin reservas ni declaraciones el 19.04.2005, y
su Protocolo I que prohíbe el uso de armas cuyos efectos sean herir mediante fragmentos no detecta-
bles a los rayos X, ratificado por Venezuela el 19.04.200568.
En cuanto a los instrumentos no vinculantes, los mayores los encontramos en los instrumentos relacio-
nados con el Acuerdo Wassenaar y con Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE)
y en acuerdos regionales del continente africano. Estos instrumentos son útiles como referencia69.
A escala regional existen iniciativas vinculadas con el tema desde organizaciones regionales como la
Comunidad Andina de Naciones, el Parlamento Latinoamericano y el Mercosur.
Basta agregar que no existen instrumentos bilaterales o multilaterales que vinculen a Venezuela, fuera
de las organizaciones antes reseñadas. Esta información fue confirmada en entrevistas con los funcio-
narios del MPPRE, que informaron sobre la existencia de meras declaraciones generales de principios
durante reuniones bilaterales71.
68 Comité Internacional de la Cruz Roja: Convention on Prohibitions or Restrictions on the Use of Certain Conventional Weapons Which May be Deemed to
be Excessively Injurious or to Have Indiscriminate Effects. Geneva, 10 October 1980 y Protocol on Non-Detectable Fragments (Protocol I). Geneva, 10 October
1980, información sobre ratificaciones y adhesions. Extraido el 14 de febrero de 2012 de http://www.icrc.org/ihl.nsf/WebSign?ReadForm&id=505&ps=P y
http://www.icrc.org/ihl.nsf/WebSign?ReadForm&id=500&ps=P
69 Ver más sobre estos instrumentos en el anexo página 183.
70 Al respecto ver: la Convención interamericana contra la fabricación y el tráfico ilícitos de armas de fuego, municiones, explosivos y otros materiales
relacionados (CIFTA), tercer considerando. El Protocolo de las Naciones Unidas relativo a las armas de fuego, tercer considerando. El Programa de Acción
de las Naciones Unidas para prevenir, combatir y erradicar el tráfico ilícito de armas pequeñas y ligeras en todos sus aspectos, I Preámbulo, numeral 7.
71 Entrevista con Wilmer Méndez, Faria Jamid y Jakelin Peterson, Ministerio del Poder Popular para Relaciones Exteriroes, 03.02.2012.
72 Ver listado de resoluciones de la Asamblea General de las Naciones Unidas en el anexo de fichas técnicas, página 196.
66
Marco jurídico nacional e internacional en cuanto al control de armas, municiones y desarme
El marco general de este debate se han invocado de manera reiterada el reconocimiento de la legítima
defensa individual y colectiva que da el derecho de los Estados de adquirir armas para defenderse
(Artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas) y el principio de la igualdad de derechos y el derecho
a la autodeterminación de los pueblos (Artículo 55 de la Carta de las Naciones Unidas).
De las resoluciones de la Asamblea General de las Naciones Unidas podemos extraer los siguientes
aspectos que vienen de manera más o menos constante como motivaciones:
»» La educación para el desarme y la no proliferación de armas se refieren tanto a las armas de des-
trucción masiva como a las armas pequeñas y ligeras.
»» La fiscalización y reducción de armas pequeñas debe hacerse de una manera balanceada y no
»» El tráfico ilícito de armas y su acumulación son una amenaza contra la población, la seguridad nacio-
nal y regional y la estabilidad de los Estados. También tiene un impacto negativo en la lucha contra
la pobreza y en la búsqueda de un desarrollo sostenible.
Analizaremos a continuación los principales instrumentos creados por el sistema de las Naciones
Unidas:
73 Esta iniciativa reúne a más de 20 organismos de las Naciones Unidas. El objetivo es crear estándares para el control de armas pequeñas, para fortalecer
las políticas y los programas de las Naciones Unidas brindando orientaciones a ejecutores y decisores políticos. Organización de las Naciones Unidas:
United Nations Coordinating Action on Small Arms (CASA). Extraído el 14 de febrero de 2012 de http://www.poa-iss.org/CASA/CASA.aspx y http://www.
un-casa-isacs.org/isacs/Welcome.html
74 Organización de las Naciones Unidas: United Nations Office for Disarmament Affairs: Extraído el 03.02.2012 de http://www.un.org/disarmament/
HomePage/about_us/aboutus.shtml
75 Organización de las Naciones Unidas: Asamblea General, Resolución 53/111 de 09.12.1998.
67
PARTE I: CONTROL Y REGULACIÓN INSTITUCIONAL DE ARMAS Y MUNICIONES
Venezuela ratificó en 2002 la Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada
Transnacional76 y posteriormente ratificó dos de sus tres protocolos77. En cuanto al Protocolo contra la
Fabricación y el tráfico ilícito de armas de fuego, sus piezas, componentes y municiones, Venezuela lo
aprobó mediante ley según Gaceta Oficial 38.183 del 10.05.2005. Pese a ello el Estado no ha deposi-
tado el instrumento de ratificación ante las Naciones Unidas, por lo que el Protocolo tiene efectos en el
ámbito nacional pero no en el internacional. El MPPRE, en comunicación con la CPCAMD, ha afirmado
que “es favorable a la firma y ratificación de este protocolo”78.
Aunque vinculante políticamente, este instrumento ha sido el más debatido dentro de las Naciones
Unidas gracias al sistema de conferencias de seguimiento y de reuniones bienales. Sin embargo, su
76 Venezuela es Estado parte desde el 13.05.2002. Venezuela hizo varias declaraciones, entre otras, que la Convención puede ser utilizada como base para
la cooperación y las extradiciones entre Estados. Organización de las Naciones Unidas: Treaty collection. Extraído el 03.02.2012 de http://treaties.un.org/
Pages/ViewDetails.aspx?src=TREATY&mtdsg_no=XVIII-12&chapter=18&lang=en
77 Se trata del Protocolo para prevenir, reprimir y sancionar la trata de personas, especialmente mujeres y niños, que complementa la Convención de las
Naciones contra la Delincuencia Organizada Transnacional. Ratificado por Venezuela el 13.05.2002. Y del Protocolo contra el tráfico ilícito de migrantes
por tierra, mar y aire, que complementa la Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional. Ratificado por Venezuela
el 19.04.2005.
78 Ministerio del Poder Popular para Relaciones Exteriores (MPPRE), Comunicación de Wilmer Méndez de la Oficina de Asuntos Multilaterales a la Comi-
sión Presidencial para el Control de Armas, municiones y Desarme (CPCAMD), 17.10.2011.
79 Venezuela hizo parte del Bureau of the meeting, durante la Segunda Reunión Bienal para examinar la Ejecución del Programa de acción (julio 2005) Or-
ganización de las Naciones Unidas: Asamblea General, Documento A/CONF.192/BMS/2008/L.3/Rev.1. Hubo también una intervención del Estado durante
la Tercera Reunión Bienal para examinar la Ejecución del Programa de acción (julio 2008). República Bolivariana de Venezuela, Misión Permanente ante
las Naciones Unidas: Segunda reunión de los Estados para examinar la aplicación del Programa de Acción de las Naciones Unidas para prevenir, combatir
y erradicar el tráfico ilícito de armas pequeñas y ligeras en todos sus aspectos, intervención del teniente coronel Ramón José Carrasco, Subdirector de
la Dirección de armamentos de la Fuerza Armada Nacional, Ministerio de Defensa, Extraído el 03.02.2012 de http://www.un.org/events/smallarms2005/
memberstates-pdf/Venezuela.pdf
80 Aprobado por unanimidad durante la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Tráfico Ilícito de Armas Pequeñas y Ligeras en Todos sus Aspectos,
reunidos en Nueva York del 9 al 20 de julio de 2001. Extraído el 03.02.2012 de http://www.poa-iss.org/PoA/PoA.aspx
81 Venezuela participó en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Tráfico Ilícito de Armas Pequeñas y Ligeras en Todos sus Aspectos de 2001 y en
la Conferencia de 2006. En esta última informó que había venido presentado sus informes sobre los progresos en el cumplimiento del Programa de acción e
informó sobre medidas en el plano nacional para su cumplimiento. Venezuela participó en la reunión Bienal 2008 sobre aplicación del PoA 2001. Venezuela
intervino en el Comité Preparatorio de la conferencia de 2006.
82 Organización de las Naciones Unidas: Asamblea General. Documento A/RES/54/54 V.
68
Marco jurídico nacional e internacional en cuanto al control de armas, municiones y desarme
carácter obligatorio está aún por construirse, como lo muestran las diferencias de opiniones de los
Estados para la elaboración de las declaraciones durante las conferencias83. El común denominador
evidenciado por los Estados en las conferencias es muy pequeño cuando se ha discutido sobre armas
pequeñas y armas ligeras84. Así lo pone en evidencia el documento de 62 páginas85 con las observa-
ciones al proyecto de declaración de la Conferencia de Naciones Unidas 2006 que finalmente no llegó
a ningún acuerdo. Esta conferencia, para hacer seguimiento al POA 2001, debe reunirse nuevamente
en 2012. Por otro lado, hay dificultades por parte de los Estados para definir lo que entiende por
armas pequeñas y armas ligeras, y algunos Estados no quieren ver incluidas en estas definiciones las
municiones, ni las armas de cacería86. Algunos Estados proponen que las normas aplicables a armas
pequeñas, se apliquen también a armas ligeras. Una consecuencia es la no existencia de mecanismos
permanentes de seguimiento, que no han sido establecidos ni por la Conferencia en 2001 ni en 2006.
69
PARTE I: CONTROL Y REGULACIÓN INSTITUCIONAL DE ARMAS Y MUNICIONES
Pero la institución más representativa para los fines de esta investigación es el Comité Consultivo
creado por la CIFTA en sus Artículos XX y XXI. Esta institución ha sido el motor dinamizador de la
CIFTA creando varios instrumentos de carácter recomendatorio para desarrollar y propiciar la aplicación
de esta convención92. Se trata de reglamentos modelo, metodologías y proyectos de legislación para
armonizar las normativas de los Estados parte con las normas de la CIFTA.
Como se enunció con anterioridad, la CIFTA ha tenido dos conferencias de seguimiento (Bogotá en 2004
y Tlatelolco en 2008) que han dado lugar a dos instrumentos vinculantes políticamente: la Declaración
de Bogotá sobre el funcionamiento y la aplicación de la CIFTA y el Compromiso de Tlatelolco. Los dos
instrumentos constituyen renovaciones de la voluntad política de los Estados partes a la Convención y
contienen recomendaciones para llevar adelante su implementación.
89 Organización de Estados Americanos, Comisión de seguridad hemisférica: grupos de trabajo. Extraído el 07.01.2012 de http://www.oas.org/csh/spa-
nish/Gruposdetrabajo.asp
90 Organización de Estados Americanos: documentos OEA/Ser.G CP/CSH 1274/11.
91 República Bolivariana de Venezuela, Misión permanente de Venezuela ante la Organización de Estados Americanos. Comunicación del 22.06.2004.
Extraído el 07.02.2012 de http://scm.oas.org/pdfs/2005/cp14435.pdf.
92 Según el artículo XX de la CIFTA, son funciones del Comité Consultivo: a) promover el intercambio de información a que se refiere esta Convención; b)
facilitar el intercambio de información sobre legislaciones nacionales y procedimientos administrativos de los Estados parte; c) fomentar la cooperación
entre las dependencias nacionales de enlace a fin de detectar exportaciones e importaciones presuntamente ilícitas de armas de fuego, municiones, ex-
plosivos y otros materiales relacionados; d) promover la capacitación, el intercambio de conocimientos y experiencias entre los Estados parte, la asistencia
técnica entre ellos y las organizaciones internacionales pertinentes, así como los estudios académicos; e) solicitar a otros Estados no Partes, cuando
corresponda, información sobre la fabricación y el tráfico ilícitos de armas de fuego, municiones, explosivos y otros materiales relacionados; y f) promover
medidas que faciliten la aplicación de esta Convención.
93 Organización de Estados Americanos: Tratados multilaterales. Extraído el 08.02.2012 de http://www.oas.org/juridico/spanish/firmas/A-63.html.
70
Marco jurídico nacional e internacional en cuanto al control de armas, municiones y desarme
La Convención ha tenido importantes desarrollos gracias al rol del Comité Consultivo antes menciona-
do. Este comité ha adoptado los siguientes instrumentos entre 2005 y 2010:
»» Metodología para la elaboración de legislación modelo con el fin de facilitar la efectiva aplicación de
la Convención interamericana contra la fabricación y el tráfico ilícitos de armas de fuego, municio-
nes, explosivos y otros materiales relacionados (CIFTA), aprobada en la Primera Sesión del Comité
Consultivo CIFTA, celebrada el día 14 de abril de 2005.
»» Legislación modelo sobre el marcaje y rastreo de armas de fuego, aprobado por el Comité Consultivo
relación con la fabricación o el tráfico ilícito de armas de fuego, municiones, explosivos y otros ma-
teriales relacionados, aprobado ad referendum por el Comité Consultivo CIFTA el 9 de mayo 2008.
»» Legislación modelo y comentarios en relación con la confiscación y el decomiso de armas de fuego,
municiones, explosivos y otros materiales relacionados, aprobado por el Comité Consultivo CIFTA
el 23 de abril de 2010.
Estos instrumentos tienen valor meramente recomendatorio para los Estados parte, según lo establece
la CIFTA en su Artículo XX. Su valor está en sus orientaciones técnicas y en su intención de armo-
nizar las legislaciones nacionales para responder mejor a un fenómeno que, como hemos señalado,
trasciende las fronteras nacionales a escala regional. Justamente en esta misma lógica y en el ámbito
europeo, la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE), ha desarrollado ocho
guías prácticas recopiladas en el Manual de las buenas prácticas sobre armas pequeñas y ligeras, el
cual está destinado a poner en práctica los Principios sobre el control de la intermediación en armas
pequeñas y ligeras 94. Estos instrumentos de la OCSE, son de los más elaborados como guías prácticas
y su consulta puede complementar la adopción de políticas públicas que tomen como base los proyec-
tos modelo elaborados por el Comité Consultivo de la CIFTA, a los que acabamos de hacer referencia.
Se destacan también dos instrumentos con valor recomendatorio y que son complementarios
de la CIFTA, pese a que han sido elaborados por grupos de expertos bajo encargo de la Comisión
Interamericana del Control de la Drogadicción (CICAD):
»» El Reglamento Modelo para el Control del Tráfico Internacional de Armas de Fuego, sus Partes y
Componentes y Municiones, en desarrollo del Artículo IX de la CIFTA, (1997) y
»» el Borrador de la Reglamentación Modelo para el control de intermediarios de armas de fuego, sus
piezas, componentes y municiones. Modificaciones del Reglamento Modelo para el Control del
Tráfico Internacional de Armas de Fuego, sus Partes y Componentes y Municiones, (2003).
El primero de estos instrumentos tiene como objetivo armonizar las medidas, los sistemas y los pro-
cedimientos para monitorear y controlar los movimientos internacionales de armas, sus partes y com-
ponentes (Capítulo I) y las municiones (Capítulo II), para prevenir el tráfico y el uso ilícito. El segundo
instrumento se limita solamente al tema del control de los intermediarios. En ambos casos el objetivo
es facilitar la armonización de las legislaciones nacionales.
94 Las guías prácticas pueden ser consultadas en la compilación de instrumentos. Ellas cubren los siguientes temas: Guía I sobre los controles nacionales
de la fabricación; Guía II sobre el marcaje, el mantenimiento de registros y el seguimiento; Guía III sobre procedimientos nacionales para la gestión de
arsenales y Seguridad; Guía IV sobre el control nacional de las actividades de intermediación; Guía V sobre el control de la exportación; Guía VI sobre la
definición y los indicadores de excedentes; Guía VII sobre los procedimientos nacionales para la destrucción; Guía VIII sobre las armas pequeñas y ligeras
por lo que respecta los procesos de desarme, desmovilización y reintegración.
71
PARTE I: CONTROL Y REGULACIÓN INSTITUCIONAL DE ARMAS Y MUNICIONES
En el Mercado Común del Sur (Mercosur) fue creado el Grupo de Trabajo sobre Armas de Fuego
y Municiones del Mercosur y países asociados 97. Este grupo que tiene como objetivo avanzar en
la armonización de las normativas nacionales en materia de armas de fuego, incluyendo pequeñas
y ligeras, así como de municiones con el fin de contribuir en la construcción de legislaciones que
permitan desarrollar iniciativas y proyectos de cooperación regional sobre el tema. A través de este
grupo, Mercosur prepara también sus posiciones como bloque regional en los foros de discusión del
sistema interamericano y del sistema universal.
Dos instrumentos claves podemos reseñar en el seno de Mercosur: la Decisión 7/98 sobre un
Mecanismo conjunto de registro de compradores y vendedores de armas de fuego, municiones, ex-
plosivos y otros materiales relacionados. Y la Decisión 15/04 sobre un Memorandum de entendimiento
para el intercambio de información sobre la fabricación y el tráfico ilícitos de armas de fuego, municio-
nes, explosivos y otros materiales relacionados entre los Estados partes del Mercosur.
Por otro lado el Parlamento Latinoamericano (Parlatino)98 aprobó en 2008 el instrumento Ley marco de
armas de fuego, munición y materiales relacionados 99. Su valor es recomendatorio y fue elaborado tras
dos años de consulta que incluyó a organizaciones de la sociedad civil y al Foro Parlamentario sobre
armas pequeñas y ligeras. Este último es el único foro parlamentario mundial que se ocupa de este
tema100. Dicha Ley marco propone regulaciones modelo para actividades tales como fabricación, alma-
cenaje, transporte, transferencias internacionales, comercio doméstico, tenencia, porte, introducción
y salida del país, coleccionismo, reparación, caza deportiva, entidades de tiro, entrega de munición,
instrucción de tiro y seguridad privada con armas de fuego. Propone también mecanismos de control y
cumplimiento, de reducción, recolección y destrucción, y sobre la regulación de las existencias de armas.
95 Plan Andino para Prevenir, Combatir y Erradicar el Tráfico Ilícito de Armas Pequeñas y Ligeras, aprobado por la Decisión 552 del Consejo Andino de
Ministros de Relaciones Exteriores de la Comunidad Andina, el 25.06.2003.
96 Aunque el Presidente de la República Bolivariana de Venezuela consideró como irreversible el retiro de la CAN en 2006, planteó que los acuerdos con
los países miembros de la CAN podrían ser llevados a nuevas organizaciones regionales que se han ido construyendo desde entonces. Ministerio del Poder
Popular para la Comunicación y la Información: El retiro de Venezuela de la Comunidad Andina es algo irreversible, nota de prensa, 31.05.2006. Extraído
el 17.01.2012 de http://www.rnv.gov.ve/noticias/?act=ST&f=3&t=33947.
97 Este grupo de trabajo es un foro de consulta que depende del Consejo de Mercado Común del Mercosur. Ver organigrama en http://www.mercosur.
int/t_generic.jsp?contentid=492&site=1&channel=secretaria&seccion=2. Consultado el 16.01.2012.
98 Se trata de un organismo regional, permanente y unicameral, integrado por los Parlamentos nacionales de América Latina creado en 1964, que tiene
dentro de sus funciones contribuir “a la afirmación de la paz, la seguridad y el orden jurídico internacionales, denunciando y combatiendo el armamentis-
mo”. Según PARLATINO: Historia y objetivos, en http://www.parlatino.org/es/conozca-el-organismo/historia-y-objetivos.html consultado el 09.02.2012.
99 Aprobado aprobada por unanimidad en la XXIV Asamblea Ordinaria del Parlatino celebrada en la Asamblea Nacional de Panamá en diciembre de
2008. Ver Parlamento Latinoamericano: Historia y objetivos, en http://www.parlatino.org/es/conozca-el-organismo/historia-y-objetivos.html consultado
el 09.02.2012.
100 El Foro Parlamentario sobre armas pequeñas y ligeras, fue creado en 1999 y cuenta con la participación de parlamentarios de América Latina, África y
Europa. Su sitio web ofrece importante literatura. Extraído el 25.01.2012 de http://parliamentaryforum.org/.
72
Marco jurídico nacional e internacional en cuanto al control de armas, municiones y desarme
Nos referiremos a continuación a los principales instrumentos normativos vinculantes para Venezuela.
En particular veremos las categorías conceptuales e instituciones jurídicas (1), las principales activida-
des objeto de regulación (2) y los problemas de aplicabilidad y actores involucrados (3).
Protocolo de las Naciones Unidas relativo a las armas de fuego, incluye el caso de que las armas de
fuego no han sido marcadas.
»» Existen coincidencias en lo que se entiende como arma de fuego y en no incluir entre ellas las armas
fabricadas antes de 1899. En el sistema interamericano, se amplía el concepto a cualquier otra arma
o dispositivo destructivo tal como bombas explosivas entre otros.
»» Existen coincidencias en lo que se entiende por municiones, refiriéndose en general a los cartuchos
y sus componentes.
»» Se definen los otros materiales relacionados como partes, piezas y componentes de manera ge-
neral aunque el Protocolo de las Naciones Unidas relativo a las armas de fuego tiende a ser más
específico.
Nos hemos referido con anterioridad a las instituciones jurídicas internacionales y hemos destacado
que ellas tienen como denominador común su carencia de poderes coercitivos y por tanto sus funcio-
nes están más relacionadas con la promoción de los instrumentos internacionales y con la elaboración
de recomendaciones dirigidas a armonizar las legislaciones internas y facilitar así la cooperación entre
los Estados. En este último aspecto, es importante señalar que en Venezuela, la función como punto
focal o de contacto entre el Estado y otros Estados ha sido dada a la Dirección General de Armas y
Explosivos (DAEX)101. Pese a este rol, al hacer la lectura de los instrumentos sub legales emitidos por la
DAEX se constata que no hacen en ningún momento relación a los instrumentos internacionales como
base legal. Se refieren siempre a la Constitución y demás normas internas. Esto manifiesta una desco-
nexión entre dos funciones que deberían ser complementarias, de cara a adaptar las normas internas
a las internacionales y a sentar las bases para mecanismos eficientes de cooperación internacional.
101 Entrevista con Wilmer Méndez, Faria Jamid y Jackelin Peterson, Ministerio del Poder Popular para Relaciones Exteriores, 03.02.2012..
73
PARTE I: CONTROL Y REGULACIÓN INSTITUCIONAL DE ARMAS Y MUNICIONES
Por su parte, el MPPRE canaliza las relaciones con organismos multilaterales a través de la Oficina de
Asuntos Multilaterales, salvo en lo que tiene que ver con el Mercosur, que depende de la Secretaría
del Mercosur vinculada al parecer con el despacho del Ministro del PPRE.
En el Sistema Universal:
»» Protocolo contra la Fabricación y el tráfico ilícito de armas de fuego, sus piezas, componentes y mu-
niciones complementando la Convención de las Naciones Unidas contra la delincuencia organizada
transnacional y otros instrumentos relacionados, 2001 ( Protocolo de las Naciones Unidas relativo a
las armas de fuego).
»» Programa de Acción de las Naciones Unidas para prevenir, combatir y erradicar el tráfico ilícito de
En el Sistema Interamericano:
»» La Convención interamericana contra la fabricación y el tráfico ilícitos de armas de fuego, municio-
nes, explosivos y otros materiales relacionados (CIFTA), de 1997.
»» Reglamento Modelo para el Control del Tráfico Internacional de Armas de Fuego, sus Partes y
piezas, componentes y municiones. Modificaciones del Reglamento Modelo para el Control del
Tráfico Internacional de Armas de Fuego, sus Partes y Componentes y Municiones (2003).
Tanto los instrumentos como los ámbitos de regulación han sido llevados al anexo, página 183 sobre
“transposición de los instrumentos internacionales al ámbito interno”. En él hemos resumido la manera
como los instrumentos que acabamos de listar, abordan los seis ámbitos de regulación y se les ha
puesto en relación con la normativa nacional tanto legal como sub legal.
»» Uno de los elementos que generan la brecha entre las normas internas y las internacionales es que
se han generado en momentos históricos diferentes: las normas legales internas son anteriores
a la década de los noventa a excepción de la Ley para el Desarme y la Ley Orgánica contra la
Delincuencia Organizada.
»» Las normas sub legales emanadas de la DAEX, cuya competencia en la materia data de 2005, ca-
recen de toda referencia explícita a los instrumentos internacionales aunque no se puede descartar
que se hayan realizado copias sin mencionar las fuentes.
»» En general los diferentes ámbitos de regulación previstos en los instrumentos internacionales se
encuentran regulados en las normativas internas aunque es necesaria una lectura más detallada
para precisar los niveles de consonancia entre normas internas y externas. Algunos temas carecen
74
Marco jurídico nacional e internacional en cuanto al control de armas, municiones y desarme
de desarrollos normativos internos como es el caso de tipificar como delitos las conductas relacio-
nadas con el tráfico ilícito de municiones. Otros temas están claramente alejados de los nuevos
estándares internacionales como el marcaje de armas y municiones y el mantenimiento de registros
a largo plazo.
»» En materia de destrucción y desactivación de armas, existen normas legales tanto en el Código
Penal, como en la Ley para el Desarme, que dejan fuera conductas delictivas como la reactivación
ilícita de armas.
»» La reforma policial ha significado actualmente el proceso más reciente y coherente de incorporación
de estándares internacionales sobre uso de armas pequeñas, aunque se limita a los agentes del
Estado. Sin embargo, el proceso es valioso como referencia.
De todas maneras una lectura mucho más detallada deberá ser hecha dentro del proceso de construc-
ción de nuevas normas, pues esta lectura escapa al alcance de este trabajo.
hacer las normas sub legales, no han incorporado los estándares internacionales a excepción hecha
de las recientes reformas policiales.
»» La falta de incorporación de los estándares internacionales tiene un impacto obvio en la cooperación
internacional en todos sus aspectos, pues no hay un real proceso de armonización que facilite
canales, que homogenice conceptos y que apuntale las instituciones y las capacite técnicamente
con los mismos estándares.
75
Conclusiones
y recomendaciones
»» La Constitución de 1999 se inscribe en la tradición constitucional venezolana al reafirmar el mono-
polio del Estado en la posesión y uso de las armas de guerra.
»» El propio texto constitucional representa una nueva visión con relación a sus precedentes, en el
las armas de guerra por parte del Estado, debe valorarse con especial cuidado pues la Constitución
de 1999 ha previsto, como propuesta de garantías, por ejemplo, el debido proceso que rige tanto
para actuaciones judiciales como administrativas.
»» Para evitar una militarización de los espacios donde lo que debe imperar es la democratización y la
creación de puentes comunicantes entre lo civil y lo militar, el sentido teleológico de los dispositivos
constitucionales 324 y 328 en concordancia con el Artículo 2 de la CRBV, sería el de hacer recaer
en una institución, que por antonomasia debe ser profesional, la competencia para reglamentar
y controlar la posesión y uso de otras armas, municiones y explosivos, siendo que uno de los
elementos que están pensados para el sentido de la FAN es la participación activa en el desarrollo
nacional, dicha competencia debe ejercerla no para la defensa militar de la República –para lo cual
existe el monopolio en el uso y posesión de las armas de guerra– sino para la conformación de un
Estado democrático y social de Derecho y de Justicia, entre cuyos fines destacan, verbigracia, la
construcción de una sociedad justa y amante de la paz, la promoción de la prosperidad y bienestar
del conglomerado.
»» También con relación a la FAN y la competencia que le atribuye la Constitución para el control y
reglamentación de las armas distintas a las de guerra, es menester estar claros que la Constitución
no incluye a la FAN entre los órganos de seguridad ciudadana, pues precisamente se preocupó en
recalcar el carácter civil de tales órganos.
»» Del texto constitucional no puede deducirse que la FAN sea una institución exenta del control, por lo
que se refiere a los controles que implemente para las armas distintas a las de guerra.
»» Contextualizado en lo anterior se puede concluir que la política de desarme no es competencia de
gatoria coincidencia en cuanto a aspectos que son competencias concurrentes, sin embargo, de
verificarse obstáculos que perturben hasta poner en peligro el logro de los objetivos, por interponer-
se luchas corporativas por encima de intereses del país, queda la vía jurídica de la interposición de
un recurso de interpretación del dispositivo constitucional 324, lo cual favorecería un escenario con
reglas claras para los actores con responsabilidad institucional ante Venezuela en cuanto a deberes
y atribuciones.
»» El interés por la regulación legal de las armas en Venezuela presenta varios períodos cumbres. El
primero, como hemos dicho, data desde finales de la segunda década del siglo pasado hasta finales
de la tercera; en tal período se dictaron cuatro (4) leyes, la última de las cuales está aún vigente des-
de 1939, así como siete (7) reglamentos, de los cuales el último todavía sigue vigente desde 1940.
El segundo gran momento (de reciente data) es el que refleja el interés internacional por el tema.
No es casual que precisamente el encumbramiento de tal momento lo represente la Convención de
76
Marco jurídico nacional e internacional en cuanto al control de armas, municiones y desarme
nes legales, salvo las reformas penales de los año 1964 y 2000, así como la entrada en vigencia
de la Ley para el Desarme en 2002 y posteriormente la aprobación de la Ley Orgánica contra la
Delincuencia Organizada en 2005, han influido para que la mayor parte de la normativa vigente sea
de rango sublegal, y por lo mismo, endeble y sujeta a interpretaciones no siempre acordes con la
legalidad propia de un Estado de Derecho. En este aspecto nuestra recomendación sería la de ir
hacia una nueva Ley sobre Armas y Municiones que permita un riguroso y rígido régimen de control.
La fijación de rígidos y minuciosos controles fungiría como la mejor política de desarme a mediano
o largo plazo. A tales fines, lo adecuado sería tomar como referencias la experiencia de algunos
países u organismos de carácter internacional, ajustándolos, claro, a nuestros requerimientos e
idiosincrasia. El marco de orientación para la nueva ley lo constituirían, por ejemplo, la Guía Práctica
de Legislación sobre Armas Pequeñas y Ligeras del Programa de las Naciones Unidas (2008), y la
Ley marco de armas de fuego, munición y materiales relacionados del Parlatino, la legislación de
países como Argentina y Brasil. Adicional a nueva ley, lo adecuado sería dictar también su respectivo
reglamento.
»» En la misma línea de lo anterior, lo adecuado sería distinguir entre objetivos prioritarios y el mejor
camino para alcanzarlos. La fijación de objetivos prioritarios implicaría, claro, la asunción de un telos
que transversaliza cada uno de los objetivos-caminos a trazarse. Dicho telos lo constituye el de
sarme-reducción de la violencia delictiva-pacificación, y en la medida en que se lo tenga claro será
posible el establecimiento de objetivos a corto, mediano y largo plazo. Un objetivo a corto plazo
pudiera estar representado por una normativa para la creación del Programa Voluntario de Entrega
de Armas y Municiones, claro está, con la determinación de reglas diáfanas que, fundadas en la
legalidad, transparencia y confianza, sepan captar el interés de las personas por sentirse cada vez
menos inseguras, pero a la vez con mayor participación en la resolución de un problema colectivo,
como lo es la violencia delictiva.
»» Se pudo constatar que desde la vigencia de la LAE de 1939, las únicas veces, anteriores a la Ley
para el Desarme en el 2002, que se abordó el problema de la armas fue desde el Código Penal,
y no por casualidad, para aumentar las penas para varios delitos relacionados con armas. Ello su-
cedió en los años 1964 y 2000, tomando en cuenta, además, que en los últimos tiempos sendos
proyectos de Código Penal que se propusieron desde el Tribunal Supremo de Justicia también
reflejan un minucioso catalogo delictivo de hechos relacionados con armas, con el defecto natural
que ello implica: asignar al Derecho Penal la resolución de más conflictos sociales. En este contexto
la propuesta sería la de dejar el tratamiento de los aspectos penales a su espacio natural, es decir,
al Código Penal.
»» La Ley Orgánica contra la Delincuencia Organizada se aplica para los casos de crimen organizado;
en cambio, para los casos de delincuencia convencional, en cuanto al tráfico, se aplica el Código
Penal. Sin embargo, una recomendación que nos permitimos realizar en este contexto, es la pro-
moción y apoyo de estudios de investigación que permitan profundizar en cuanto al fenómeno de la
delincuencia organizada que viene cobrando fuerza hasta convertirse, en palabras de Raúl Eugenio
Zaffaroni, en un pseudo concepto, y que en fenómenos relacionados con los tráficos amerita un
estudio responsable.
»» La Ley para el Desarme del año 2002 da inicio al tercer gran momento en cuanto al tratamiento
de las armas se refiere en Venezuela, en efecto, aparte de las deficiencias de origen que la misma
presenta, por ejemplo, la atribución del desarme a la FAN, la poca claridad en cuanto a los incentivos
para la entrega voluntaria, etc., marca el momento a partir del cual se toma conciencia de la necesi-
dad de desarme de la población civil, en un contexto de violencia delictiva alarmante.
»» En líneas generales pueden destacarse como los principales aspectos a ser cubiertos por una nueva
77
PARTE I: CONTROL Y REGULACIÓN INSTITUCIONAL DE ARMAS Y MUNICIONES
las distintas actividades relacionadas con armas y municiones, por ejemplo, la comercialización,
suministradores y armeros, fabricación de armas y municiones, importación y tráfico de armas y
municiones; 2) el porte y tenencia de armas y municiones por parte de particulares, compañías
privadas de seguridad, cuerpos de seguridad del Estado y órganos de seguridad ciudadana; 3) des-
tacar el carácter de concesión de la autorización que se otorga para el porte o tenencia de armas
y municiones; 4) la fijación de las tipologías de armas cuyo uso se autorizaría; 5) las cantidades de
municiones a autorizar, 6) la restricción del porte en espacios públicos; 7) pautar los supuestos de
suspensión de permisos de porte y tenencia; 8) fijar los supuestos de revocación de permisos de
porte y tenencia; 9) la fijación de reglas de cuidado para quienes tengan autorización de porte o
tenencia; 10) el tratamiento de las armas desactivadas; 11) el registro y marcaje de todas las armas
y municiones; 12) el tratamiento y destino de las armas recuperadas; 13) las inspecciones a los
parques de armas; 14) la creación de un Consejo Consultivo con carácter permanente que tenga por
finalidad colaborar con las autoridades en el diseño, implementación y evaluación de políticas para el
control y prevención del uso de armas de fuego y municiones. Lo ideal sería que en la conformación
de tal Consejo coincidieran representantes de importantes organismos internacionales vinculados al
tema, representantes de la academia, organizaciones no gubernamentales, expertos de reconocida
trayectoria en el tema, representantes del Ministerio de Educación y representantes de los medios
de comunicación. En todo caso, lo mejor sería que se rigiera por la apertura; 15) una regla general
sería la de los preceptos remisivos al Código Penal, teniendo como referente el criterio de bien
jurídico y su propuesta de limitar el poder punitivo y como regla de sistematización.
»» La práctica de la prueba anticipada a las armas relacionadas con hechos delictivos no puede asumir-
se por ser contraria a los postulados de un Estado de Derecho. Lo sano sería el mejoramiento de los
controles de los espacios de resguardo de evidencias, pues esa es la carga que tiene la administra-
ción y su incumplimiento, por las razones que fueren, no puede soportarlo el administrado.
»» El marco internacional en el tema que nos ocupa está ausente tanto en la elaboración de normas
legales como sub legales. Este estudio ha permitido repertoriar los instrumentos internacionales y
presentar los contenidos de los principales instrumentos que vinculan a Venezuela. Dada el impor-
tante volumen de las normativas sublegales en la materia, se recomienda fortalecer la capacidad de
la DAEX y los demás órganos administrativos con competencia en la materia para que tengan los
instrumentos internacionales dentro de los fundamentos y contenidos de sus normativas.
»» Se recomienda que la Comisión Presidencial para el control de Armas, Municiones y Desarme,
apoyen la actitud favorable del MPPRE de ratificar el Protocolo contra la Fabricación y el tráfico ilícito
de armas de fuego, sus piezas, componentes y municiones complementando la Convención de las
Naciones Unidas contra la delincuencia organizada transnacional y otros instrumentos relacionados.
»» Para el desarrollo técnico de políticas públicas de carácter más operativo se recomienda tener pre-
sentes los instrumentos emanados del Comité Consultivo de la CIFTA, que desarrollan los diferentes
ámbitos de estudio de este documento acompañado de una lectura referencial de los documentos
de la OCSE.
»» La Ley marco de armas de fuego, munición y materiales relacionados, del Parlatino, es un insumo de
referencia reciente. Más limitados en cuanto a su alcance temático, son los instrumentos reseñados
y que emanan del Mercosur. Estas normas de estas dos organizaciones internacionales pueden ser
documentos de referencias dadas las resistencias crecientes a las normativas de la OEA que pare-
cen existir en las autoridades nacionales. Mercosur se plantea como el espacio regional alternativo.
78
Marco jurídico nacional e internacional en cuanto al control de armas, municiones y desarme
Referencias
Documentos oficiales
Venezuela: Exposición de motivos de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (2000). Gaceta
Oficial N° 5.453 Extraordinaria. Caracas, Venezuela.
Venezuela: Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999). Caracas, Venezuela.
Venezuela: Ley sobre Armas y Explosivos (1939). Gaceta Oficial Nº 19.900. Caracas, Venezuela.
Venezuela: Dirección de Investigación Legislativa, Exposición de motivos de la Ley sobre Armas y Explosivos
(1939). Caracas, Venezuela.
Venezuela: Decreto Reglamentario de la Ley sobre Armas y Explosivos (1940). Gaceta Oficial Nº 20.107.
Caracas, Venezuela.
Venezuela: Leyes y Decretos Reglamentarios de los Estados Unidos de Venezuela, Ministerio de Relaciones
Interiores, Tomo I, 1942. Caracas, Venezuela.
Venezuela: Decreto Nº 88, por el cual se dictan las Normas para el Desarrollo de las Industrias Militares (1975).
Gaceta Oficial Nº 1.747 Extraordinario. Caracas, Venezuela.
Venezuela: Resolución por la cual se crea el Registro Nacional de Armas del Ministerio de Relaciones Interiores
(1975). Gaceta Oficial Nº 30.640. Caracas, Venezuela.
Venezuela: Decreto Nº 2.371, por el cual se dicta el Reglamento de Armas de Uso Deportivo. (1977). Gaceta
Oficial Nº 31.332. Caracas, Venezuela.
Venezuela: Decreto Nº 422, por el cual se dicta el Reglamento sobre el uso de explosivos en zonas urbanas
(1979). Gaceta Oficial Nº 29.359. Caracas, Venezuela.
Venezuela: Decreto Nº 222, por el cual se dicta el Reglamento del Polígono Nacional de Tiro “El Libertador”
(1979). Gaceta Oficial Nº 31.792. Caracas, Venezuela.
Venezuela: Comisión Legislativa Nacional, Ley de Reforma del Código Penal. Gaceta Oficial Nº 5.494
Extraordinario (2000). Caracas, Venezuela.
Venezuela: Ley Nº 21. Ley Aprobatoria de la Convención Interamericana contra la Fabricación y el Tráfico
Ilícito de Armas de Fuego, Municiones, Explosivos y otros Materiales (2001). Gaceta Oficial Nº 37.217.
Caracas, Venezuela.
Venezuela: Ley Nº 88. Ley Aprobatoria de la “Convención de las Naciones contra la Delincuencia Organizada
Transnacional” (2002). Gaceta Oficial Nº 37.357. Caracas, Venezuela.
Venezuela: Ley para el Desarme (2002). Gaceta Oficial Nº 37.509. Caracas, Venezuela.
Venezuela: Dirección de Investigación Legislativa de la Asamblea Nacional, Exposición de motivos de la Ley
para el Desarme (2002). Caracas, Venezuela.
Venezuela: Ministerio de Defensa, Resolución por la cual se dictan las Normas para la adquisición, registro
y control de armamento, municiones, accesorios y equipos de orden público para los Órganos de
Seguridad Ciudadana y Cuerpos de Seguridad del Estado con funciones policiales. (2003). Gaceta Oficial
Nº 37.704. Caracas, Venezuela.
Venezuela: Asamblea Nacional, Comisión Permanente de Defensa y Seguridad, Proyecto de Ley sobre Armas
y Explosivos aprobado en primera discusión (2005). Caracas, Venezuela.
Venezuela: Asamblea Nacional, Comisión Permanente de Defensa y Seguridad, Proyecto de Ley sobre Armas
y Explosivos aprobado en primera discusión (2005). Caracas, Venezuela.
Venezuela: Asamblea Nacional, Ley de Reforma del Código Penal. Gaceta Oficial Nº 5.768 Extraordinario
(2005). Caracas, Venezuela.
Venezuela: Ley Aprobatoria del Protocolo contra la Fabricación y el Tráfico Ilícito de Armas de Fuego, sus
Piezas y Componentes y Municiones, que complementa la Convención de las Naciones Unidas contra la
Delincuencia Organizada Transnacional (2005). Gaceta Oficial Nº 38.183. Caracas, Venezuela.
Venezuela: Asamblea Nacional, Ley de Reforma Parcial del Decreto Nº 1.511, con Fuerza de Ley de los Órganos
de Investigaciones Penales y Criminalísticas. Gaceta Oficial Nº 38.598 (2007) Caracas, Venezuela:
autores
79
PARTE I: CONTROL Y REGULACIÓN INSTITUCIONAL DE ARMAS Y MUNICIONES
Venezuela: Asamblea Nacional, Ley de Reforma del Decreto Nº 5.895, con Rango, Valor y Fuerza de la Ley
Orgánica del Servicio de Policía y del Cuerpo de Policía Nacional (2009). Gaceta Oficial Nº 5.940
Extraordinario (2009) Caracas, Venezuela.
Venezuela: Asamblea Nacional, Diputados del Movimiento Primero Justicia, Anteproyecto de Ley para el
Desarme (2011). Caracas, Venezuela.
Venezuela: Ministerios del Poder Popular para la Defensa, Providencias 001, 002, 003, 004, 005 y 006, median-
te las cuales se dictan Normas y Procedimiento sobre el control de armas y municiones. (2009). Gaceta
Oficial Nº 39.251. Caracas, Venezuela.
Venezuela: Ministerios del Poder Popular para Relaciones Interiores y Justicia y para la Defensa, Resolución
conjunta, mediante la cual se suspende temporalmente el permiso de porte y tenencia de armas de
fuego en el Territorio Nacional, entre los días 22 y 28 de septiembre (2010). Gaceta Oficial Nº 39.515.
Caracas, Venezuela.
Venezuela: Asamblea Nacional, Diputados del Movimiento Primero Justicia, Anteproyecto de Ley para el
Desarme (2011). Caracas, Venezuela.
Venezuela: Ministerio del Poder Popular para la Defensa, Resolución (017530) mediante la cual se dictan las
Normas para la adquisición, posesión, uso, registro y control de armamento, municiones, accesorios y
equipos para los Órganos de Seguridad Ciudadana, Cuerpos de Seguridad del Estado y demás Órganos
y Entes que excepcionalmente ejerzan competencias propias del Servicio de Policía con funciones poli-
ciales. (2011). Gaceta Oficial Nº 39.627. Caracas, Venezuela.
Venezuela: Presidencia de la República, Decreto Nº 8.211, mediante el cual se crea la Comisión Presidencial
para el Control de Armas, Municiones y Desarme (2011). Gaceta Oficial Nº 39.673. Caracas, Venezuela.
Venezuela: Ministerios del Poder Popular para Relaciones Interiores y Justicia y para la Defensa, Resolución
conjunta, mediante la cual se prohíbe portar armas de fuego y municiones en todas las unidades de
transporte público a escala nacional.(2011). Gaceta Oficial Nº 39.743. Caracas, Venezuela.
Fuentes bibliográficas
Libros
Binder, A. (1993). Introducción al derecho procesal penal, Buenos Aires: Ad-Hoc.
Borrego, C. (2010). Garantías Constitucionales y las Pruebas Penales, Caracas: Livrosca.
Brewer-Carías, A. (2004). La Constitución de 1999. Tomo I. Caracas: Editorial Jurídica Venezolana.
Chiossone, T. (1938). Anotaciones al Código Penal Venezolano. Tomo II. Caracas: Cooperativa de Artes Gráficas.
Dahinden E., Dahlits J. y Fischer N. (2002). Small arms and light weapons: legal aspects of national and interna-
tional regulations. Ginebra, Suiza: Naciones Unidas.
Goldblat, J. (1984). La limitación del armamento. Madrid: MPDL.
Grisanti, A. (2009). Manual de Derecho Penal. Parte Especial. Vigésima cuarta edición, Caracas: Vadell.
Mendoza, J. (1973). Curso de Derecho Penal Venezolano. Parte Especial. Tomo XI. De los delitos contra el orden
público, Caracas: Empresa El Cojo .
Nieves-Croes, Francisco Javier (1988). El porte de armas en Venezuela, Caracas: Editorial Sarbo.
Tamayo, J. (2011). Evolución histórica de las reformas penales en Venezuela (Tesis doctoral). Inédito.
Rondón. H. (2000). Análisis de la Constitución Venezolana de 1999. (Parte orgánica y sistemática). Caracas:
Editorial ExLibris.
Yihdego, Z. (2007). The Arms Trade and International Law. Oxford and Portland, Oregon.
80
Marco jurídico nacional e internacional en cuanto al control de armas, municiones y desarme
Artículos de prensa
Fernández, Pablo. (2011, agosto 01) “Encampañados por la Paz y El Desarme”. Diario El Universal.
Fernández, Pablo. (2012, febrero 03) “Desarme: La experiencia brasilera, un referente”. Extraído el 05
de febrero de 2012 de: http://www.comisionpresidencialdesarme.gob.ve/noticiasreportajes/
articulos-de-opinion/114-desarme-la-experiencia-brasilera-un-referente.
Gabaldón, Luis. (2012, enero 30). “Datos para el Desarme”, Diario El Universal.
Núñez, Gilda. (2009, julio 14). “Abajo las armas”. Diario El Universal.
Fuentes electrónicas
http://www.pgr.gob.ve/
http://www.daex.mil.ve/
http://www.tsj.gov.ve/
http://www.cavim.com.ve/
http://www.poa-iss.org
http://www.un-casa-isacs.org
http://www.un.org
http://www.un.org
http://www.cinu.org.mx
http://www.oas.org
http://scm.oas.org
http://www.parlatino.org
http://parliamentaryforum.org
http://www.unodc.org
http://treaties.un.org
http://www.choike.org
http://www.icrc.org
http://www.consejopolicia.gob.ve
http://www.fas.org
http://www.state.gov
http://www.wassenaar.org
http://www.osce.org
81
PARTE I: CONTROL Y REGULACIÓN INSTITUCIONAL DE ARMAS Y MUNICIONES
82
Anexos
83
84
Anexo 1. Evolución constitucional del Régimen de Armas en Venezuela
85
86
Continuación
Constitución Constitución Constitución Constitución Constitución
Estatuto de los Estados de los Estados de los Estados de los Estados de los Estados
Constitución de Constitución de Constitucional Unidos de Unidos de Unidos de Unidos de Unidos de
Materia 1904 1909 Provisorio de 1914 Venezuela de 1914 Venezuela de 1922 Venezuela de 1925 Venezuela de 1928 Venezuela de 1929
Monopolio en la Art. 114: Todos los elementos Art. 131: Todos los elementos Art. 71: Todos los elementos Art. 114: Todos los elementos Art. 115: Todos los elementos Art. 15, 8: Todos los elemen- Art. 15, 8: Todos los elemen- Art. 15, 8: Todos los elemen-
posesión y uso de las de guerra pertenecen a la de guerra pertenecen a la de guerra pertenecen a la de guerra pertenecen a la de guerra pertenecen a la tos de guerra que se hallen tos de guerra que se hallen tos de guerra que se hallen
armas de guerra Nación Nación. Nación. Nación Nación en el país o se introduzcan en el país o se introduzcan en el país o se introduzcan
del extranjero pertenecen a del extranjero pertenecen a del extranjero pertenecen a
la Nación. la Nación la Nación
Regulación de otras
armas
Competencia para
regular y controlar
el régimen de otras
armas, municiones y
explosivos
Continuación
Constitución de los Constitución de los Constitución de la
Estados Unidos de Estados Unidos de República Bolivariana
Materia Venezuela de 1931 Venezuela de 1936 Constitución de 1945 Constitución de 1947 Constitución de 1961 de Venezuela de 1999
Art. 324: Solo el Estado puede poseer
Art. 98: Todos los elementos de gue- y usar armas de guerra. Todas las que
rra que se encuentren en el país o se existan, se fabriquen o se introduzcan
Art. 133: SoloSolo el Estado puede
introduzcan del exterior, pertenecen en el país pasarán a ser propiedad
poseer y usar armas de guerra. Todas
a la Nación y deberán estar bajo el de la República sin indemnización ni
Art. 15, 8: Todos los elementos de Art. 15, 8: Todos los elementos de Art. 15, 8: Todos los elementos de las que existan, se fabriquen o se
control del Despacho Ejecutivo que proceso. La Fuerza Armada Nacional
Monopolio en la posesión y uso guerra que se hallen en el país o se guerra que se hallen en el país o se guerra que se hallen en el país o se introduzcan en el país pasarán a ser
señale la ley. será la institución competente para
de las armas de guerra introduzcan del extranjero pertenecen introduzcan del extranjero pertenecen introduzcan del extranjero pertenecen propiedad de la República, sin indem-
Como puede verse, el control de las reglamentar y controlar, de acuerdo
a la Nación a la Nación a la Nación nización ni proceso. La fabricación,
armas de guerra lo hacía recaer en el con la ley respectiva, la fabricación,
comercio, posesión y uso de otras
Despacho Ejecutivo que estipulara la importación, exportación almacena-
armas serán reglamentadas por ley.
ley respectiva. miento, tránsito, registro, control,
inspección, comercio, posesión y uso
de armas, municiones y explosivos.
Protocolo
complementario de la
Materia LAE2 CP3 LODO4 Convención. de Palermo LPD5 LOSP y CPN6
Importación »» Introducción o fabricación de Se debe aplicar en los casos de Se debe aplicar en los casos de Define el tráfico ilícito como la im-
armas de guerra (Arts.4 y 6) delincuencia convencional. delincuencia organizada. portación, exportación, adquisición,
»» Declara su prohibición absoluta Castiga la importación ilegal de Tipifica el tráfico ilícito de armas en venta, entrega, traslado o transferen-
(Art. 7). armas que no fueren de guerra el artículo; prevé una pena de 5 a 8 cia de armas de fuego, sus piezas y
»» Reseña las armas con prohibición con una penalidad de 5 a 8 años. años de prisión para armas distintas componentes y municiones desde un
general (distintas a las de guerra (Art. 276) a las de guerra, mientras que en el Estado Parte a otro sin l autorización
en el Arts. 9 y 10). Exceptúa los caso de armas de guerra la pena es de uno de los dos, o si las armas no
rifles calibre 22 o 5mm. de 6 a 10 años. han sido marcadas. (Art.3)
»» Se pueden importar con autorización, Se refiere a la importación, Manda la adopción de medidas
las escopetas de cacería de uno o exportación, fabricación, tráfico, legislativas para la penalización de la
dos cañones lisos de un solo tiro o de suministro u ocultamiento de armas fabricación ilícita, del tráfico ilícito,
repetición (calibres 12 a 32), así como o explosivos. (Art.9) de la falsificación de marcas de
los flowers cañones lisos (entre 9 y armas. (Art. 5)
14mm para usar cartuchos de cartón). Manda la previsión como delito
»» Prevé la autorización especial de la tentativa de algunas de las
para importar armas que no sean conductas ilícitas a las que se
de guerra (Art.21) refiere. (Art.5).
»» No pueden recibir la autorización Prevé los requisitos generales para
especial las personas con antece- sistemas de autorizaciones de
dentes criminales, carácter pen- exportación, importación y tránsito.
denciero o “malas costumbres”. (Art.10)
Producción »» SoloSolo el GN puede establecer Castiga la fabricación ilícita con Se castiga la fabricación ilegal. Define la fabricación ilícita como la Para realizar modificaciones a armas
fábricas de armas de guerra (Art.5) pena de prisión de 5 a 8 años. (Art. (Art.9) fabricación o el montaje de armas autorizadas debe contarse con el
»» Declara su prohibición absoluta 276) de fuego, sus piezas y componentes permiso de la DAEX. (Art.7)
»» Reseña las armas con prohibición o municiones. Se refiere a tres (3)
general (distintas a las de guerra supuestos:
en el Art. 9) (1) A partir de piezas y componentes
»» Prevé el permiso especial para que hayan sido objeto de tráfico
fabricación de armas de libre ilícito. (2) Sin licencia o autorización
comercio (Art. 26) de una autoridad competente del
Estado en que se realice el montaje.
(3) Sin marcar las armas de fuego en
el momento de su fabricación. (Art.3)
Registro Obliga al Estado al mantenimiento Obliga a la Dirección de Armamento Dispone la obligatoriedad de los
de un registro, como mínimo por diez de la FAN a llevar un registro de cuerpos policiales de llevar un
Marco jurídico nacional e internacional en cuanto al control de armas, municiones y desarme
(10) años de la información sobre armas de fuego, municiones y acce- registro del parque de armas de
las armas de fuego, y cuando sea sorios, así como de los permisos de acuerdo a los controles establecidos
factible de sus piezas y componentes porte y tenencia expedidos, actuali- vía reglamentaria de la ley que rige
y municiones, que sea necesaria zados y automatizados. (Art.5) la materia.
para su identificación en casos de Todos los cuerpos policiales deben
fabricación ilícita, tanto para fines realizar el registro balístico de las
preventivos como represivos. (Art.7) armas orgánicas de sus respectivos
Obliga al marcaje de las armas parques.
(Art.8) Prevé la creación del Registro
Nacional de arnas policiales.
(Art. 72)
87
88
Protocolo
complementario de la
Materia LAE2 CP3 LODO4 Convención. de Palermo LPD5 LOSP y CPN6
Comercialización Pueden comercializarse los rifles ca- Castiga el comercio ilícito con pena Se incluye en las categorías delicti- En caso de comercio o entrega a
libre 22 o 5mm, fuego circular y balas de prisión de 5 a 8 años. vas de la LODO. (Art.9) otra persona de arma ilegal remite al
de plomo (Art. 9, parágrafo único); dispositivo del Código Penal corres-
las escopetas de cacería de uno o pondiente (Art. 13)
dos cañones lisos de un solo tiro o
de repetición, en los calibres 12 a 32,
inclusive, y los flowers de cañones
lisos entre 9 y 14mm para cartuchos
de cartón (Art.11)
Recuperación de Los decomisos de armas realizados Obliga a los Estados a tomar las Las armas de fuego ilegales reteni-
armas y desarme por autoridades de la República medidas legislativas necesarias das deben ser enviadas a la DAE,
deben informar de manera expedita que permitan en decomiso de las que procederá según tres supuestos:
a la DAEX (Art.30) armas, sus piezas y componentes y (1) Las armas de fuego (distintas a
municiones que hayan sido objeto de las de guerra) con pena de comiso
fabricación ilícita. (Art.6,1) y sentencia definitivamente firme,
serán destruidas en acto público.
(2) Las solicitadas o requeridas por
autoridades de la República perma-
necerán el depósito hasta que lo
determine la autoridad competente.
(3) Las armas de guerra que no
estén en posesión del Estado serán
decomisadas y pasadas al Parque
Nacional (Art.6)
Destrucción Obliga a los Estados a adoptar las SoloSolo las que tengan pena de
medidas necesarias para impedir comiso y sentencia definitivamente
que las armas de fuego, sus piezas firme. (Art.6,1)
y componentes y municiones que
hayan sido objeto de fabricación o
tráfico ilícitos deriven en personas
no autorizadas, en especial mediante
la incautación y destrucción, a
menos que se autorice otra forma de
disposición por el Estado, en cuyo
caso, deben marcarse y registrarse
primeramente.
solosolo se otorgará para determina- de seguridad por el sistema de tenen- deportiva, el entrenamiento o una (cañón de 4”) con munición punta de
dos fines: a) expedición científica, b) cia, solosolo podrán portarse en los actividad de igual índole. (Art.11) plomo ojival.
transporte de valores, y c) el cuido o lugares de trabajo y durante el horario Fija reglas para el traslado de las Deben cumplir con el registro balístico
resguardo de una haciendo o fundo correspondiente (Art. 15). armas autorizadas, las cuales deberán ante CAVIM.
pecuario. Las empresas deben mantener un llevarse descargadas en fundas Deben solicitar la certificación del cur-
El solicitante debe acreditar la nece- riguroso control de las armas (Arts. cerradas (Art.12) so de adiestramiento y manipulación
sidad que justifique el otorgamiento 16 y 17). de armas para el personal que cumpla
del permiso. La pérdida, hurto o robo de las armas labores de vigilancia ante la DAEX.
El uso del arma autorizada quedará asignadas a los servicios privados de Están sujetas a inspecciones sin
circunscrito al lugar o trayecto para el seguridad, o la comisión con ellas, de previo aviso por parte de la DAEX.
cual se hubiere obtenido el permiso un hecho presumiblemente punible Deben llevar un libro para el control
de porte. deberá notificarse al órgano que otor- de las entradas y salidas de armas y
Resalta también el carácter intransfe- ga el permiso de tenencia. (Art.18) municiones del parque de la empresa
rible de las armas y sus permisos. asociativa o cooperativa.
El permiso tiene una vigencia de un
(1) año.
Cuando CAVIM no tenga a disposición
las armas o municiones que requieren
deben consignar carta aval para
la adquisición del material a otra
comercializadora.
Deben solicitar autorización a la DAEX
para el traslado y marcaje de las
armas; a tal efecto, deben consignar
la factura donde se especifiquen los
seriales de las armas a ser marcadas.
Deben solicitar autorización para el
traslado de municiones.
Deben informar trimestralmente sobre
el personal, lista de armamento indi-
cando situación, cuadro de situación
de municiones, registro de nuevos
vigilante, extravíos, robos o hurto de
armas, si fuere el caso.
Deben cumplir con exigencias de
Marco jurídico nacional e internacional en cuanto al control de armas, municiones y desarme
89
90
Matriz legal y sublegal sobre la tenencia de armas
Continuación
Materia Providencia 00110 Providencia 00211 Providencia 00312 Providencia 00413 Providencia 00614
Tenencia de armas Las armas permitidas para las Empresas Aso- Las armas permitidas para las Empresas que Prohíbe la adquisición, tenencia y uso de re- Prohíbe la adquisición, tenencia y uso de re- Dispone que la autorización de tenencia de
ciativas o Cooperativas serán la escopeta ca- presten servicio de vigilancia privada serán la cargadoras de munición, bajo la amenaza de cargadoras de munición, bajo la amenaza de armas será tramitada en conjunto con el per-
libre 12 (mono tiro) con munición del tipo anti escopeta calibre 12 (mono tiro) con munición sanción de retención y suspensión indefinida sanción de retención y suspensión indefinida miso de registro o renovación.
motín o polietileno, y de plomo Nº 71/2, Nº 8 y del tipo anti motín o polietileno, y de plomo del permiso de funcionamiento. del permiso de funcionamiento. Define la tenencia como la autorización que
Nº 9; y el revólver calibre .38 especial (cañón Nº 71/2, Nº 8 y Nº 9; y el revólver calibre .38 Cuando se trate de un deportista menor de Están sujetas a inspecciones sin previo aviso se delega en el representante legal, para que
de 4”) con munición punta de plomo ojival. especial (cañón de 4”) con munición punta de edad, la Asociación o Federación Deportiva por parte de la DAEX. este a su vez autorice al personal adscrito a
Deben cumplir con el registro balístico ante plomo ojival. la autorización de participación del menor Deben cumplir con el registro balístico ante la empresa, cooperativa u organismo para
CAVIM. Las armas permitidas para las empresas que ante un Juez de Protección. En este caso, el CAVIM. tomar, manipular y usar las armas orgánicas,
Deben solicitar la certificación del curso de presten servicio de protección y transporte de responsable de la tenencia, uso y traslado de Prohíbe la asignación de armas a personas exclusivamente para el cumplimiento de las
adiestramiento y manipulación de armas para valores serán la escopeta calibre 12, con su las armas y municiones será el representante que no cumplan funciones específicas dentro labores de prestación de servicio, en los lu-
el personal que cumpla labores de vigilancia respectiva munición y el revólver calibre .38 legal. de los organismos. gares de trabajo o en los que indique la auto-
ante la DAEX. con munición punta de plomo ojival. Todo deportista de la Asociación o Federación Cuando CAVIM no tenga a disposición las rización y durante el horario correspondiente
Están sujetas a inspecciones sin previo aviso Deben cumplir con el registro balístico ante que posea arma, debe registrarla con su res- armas o municiones que requieren deben El personal debe cumplir con el curso de cer-
por parte de la DAEX. CAVIM pectivo permiso ante la DAEX. consignar carta aval para la adquisición del tificación de adiestramiento anual avalado
Deben llevar un libro para el control de las Deben solicitar la certificación del curso de Están sujetas a inspecciones sin previo aviso material a otra comercializadora. por la DAEX; en el caso de los funcionarios
entradas y salidas de armas y municiones adiestramiento y manipulación de armas para por parte de la Cuando CAVIM no tenga a dis- Deben obligatoriamente marcar o remarcar el deben estar acreditados por el organismo
del parque de la empresa asociativa o coo- el personal que cumpla labores de vigilancia posición las armas o municiones que requie- armamento en la División de Almacenamien- correspondiente
perativa. ante la DAEX. ren deben consignar carta aval para la adqui- to para la Conservación y Preservación de Define el arma orgánica como aquella que
El permiso tiene una vigencia de un (1) año. Están sujetas a inspecciones sin previo aviso sición del material a otra comercializadora o Armas Municiones. esté registrada en la DAEX, y tenga el corres-
Cuando CAVIM no tenga a disposición las por parte de la DAEX. solicitar la licencia de importación, si se trata El incumplimiento en el marcaje será causal pondiente código de marcaje.
armas o municiones que requieren deben Destaca entre los requisitos para la solicitud de un material altamente especializado y se de retención y envío al Parque Nacional. La empresa, asociación, cooperativa, organis-
consignar carta aval para la adquisición del de autorización del registro la exigencia de requiere importación directa debe consignar Las reparaciones o modificaciones de las mo gubernamental debe encontrarse registra-
material a otra comercializadora. póliza de seguro contra incendio, robo, res- una exposición de motivos que justifique la armas, será exclusivamente realizada por la da y actualizada ante la DAEX.
Deben solicitar autorización a la DAEX para ponsabilidad general –vigente– que resguar- solicitud. División de Almacenamiento para la Conser- El registro tiene vigencia por un (1) año.
el traslado y marcaje de las armas; a tal de a la Empresa. Están sujetas a inspección. vación y Preservación de Armas y Municio- Están obligadas al marcaje, el cual deben
efecto, deben consignar la factura donde se El permiso tiene una vigencia de un (1) año. nes, o en su defecto, por un taller certificado coordinar con (ARSENAL). El incumplimiento
especifiquen los seriales de las armas a ser Deben llevar un libro para el control de las de la DAEX. El incumplimiento será causal de acarrea retención y suspensión inmediata e
marcadas. entradas y salidas de armas y municiones retención y envío al Parque Nacional. indefinida de todos los permisos otorgados
Deben solicitar autorización para el traslado del parque de la empresa asociativa o coo- Deben informar trimestralmente sobre el por la DAEX.
de municiones. perativa. estatus del personal, sobre la lista del arma- Están sujetas a inspecciones sin previo aviso
Deben informar trimestralmente sobre el Cuando CAVIM no tenga a disposición las mento con indicación de su situación, sobre por parte de la DAEX.
personal, lista de armamento indicando si- armas o municiones que requieren deben la lista de accesorios y equipos especiales, Deben cumplir con el registro balístico ante
tuación, cuadro de situación de municiones, consignar carta aval para la adquisición del sobre el cuadro de situación de las municio- CAVIM.
registro de nuevos vigilante, extravíos, robos material a otra comercializadora. nes y sobre extravío, robo o hurto de armas Dispone que la tenencia de armas es parte
o hurto de armas, si fuere el caso. Deben solicitar autorización a la DAEX para de fuego (debe realizarse al momento de ocu- del permiso de registro o renovación otorgado
Deben cumplir con exigencias de seguridad el traslado y marcaje de las armas; a tal rrencia del hecho. a los organismos gubernamentales, empresas
en cuanto al parque de armas. efecto, deben consignar la factura donde se Deben cumplir con normas sobre el funciona- privadas, asociativas o cooperativas.
especifiquen los seriales de las armas a ser miento del parque de armas. El permiso otorgado a organismo guberna-
marcadas. mental con funciones policiales solo tendrá
Deben solicitar autorización para el traslado validez dentro de su jurisdicción territorial,
de municiones. salvo excepciones.
Deben cumplir con exigencias de seguridad
en cuanto al parque de armas
1 Resolución 017530 de fecha 18 de febrero de 2011 (G.O. 39.627 de fecha 2 de marzo de 2011). Normas para la adquisición, posesión, uso, registro y control de armamento, municiones, equipos y accesorios para los órganos de seguridad
ciudadana, cuerpos de seguridad del Estado y demás órganos y entes que excepcionalmente ejerzan competencias propias del servicio de policía.
91
92
Resolución 017530 (Continuación)
Materia Policías municipales Policías estadales Policía Nacional CICPC Organismos de Inteligencia Uso especial
Armas que Las armas que se autorizan a las Las armas que se autorizan a las Las armas para uso de la policía Las armas que se autorizan al CICPC Las armas que se autorizan a los Fija las armas para uso especial: a)
pueden usar policías municipales son: a) pistola policías estadales son: a) pistola calibre nacional son: a) pistola calibre 9x19 son: a) pistola calibre 9x19 mm con Organismos de Inteligencia del Estado fusiles de cerrojo manual para francoti-
calibre 9x19 mm con cañón de hasta 5“, 9x19 con cañón de hasta 5”, b) escopeta mm con cañón de hasta 5”, b)escopeta cañón de hasta 5”, y b) escopeta de son: a) pistola calibre 9x19 mm con radores, calibres 5.56 mm (.223) y 7,62
y b)escopeta de fricción, de anima lisa de fricción, de anima lisa con cañón de de fricción, de anima lisa con cañón de fricción, de anima lisa con cañón de 15” cañón de hasta 5”, b) escopeta de x 51 mm (.308), con cargador hasta 5
con cañón de 15” a 20” calibre 12 en un 15” a 20” calibre 12 en un número no 15” a 20” calibre 12 en un número no a 20” calibre 12 en un número no mayor fricción, de anima lisa con cañón de 15” cartuchos; con accesorios y munición
número no mayor al equivalente de uno mayor al equivalente de uno (1) por cada mayor al equivalente de uno (1) por cada al equivalente de uno (1) por cada diez a 20” calibre 12 en un número no mayor de acuerdo a la misión a desplegar, en
(1) por cada diez (10) hombres diez (10) hombres, y c) carabina calibre diez (10) hombres, c) carabina calibre (10) hombres, y c) armas especiales, al equivalente de uno (1) por cada diez un número no mayor al equivalente de
37/38 mm lanzagranadas para munición 37/38 mm lanzagranadas para munición autorizadas por la DAEX, destinadas (10) hombres, y c) armas especiales, uno (1) por cada (100) funcionarios poli-
no letales o de letalidad reducida. no letales o de letalidad reducida, y d) únicamente al grupo especial. autorizadas por la DAEX, destinadas ciales, b) carabinas de asalto calibre 9
armas especiales, autorizadas por la únicamente al grupo especial. x 19mm y 5.56 mm (.223), con munición
DAEX, destinadas únicamente al grupo no mayor al equivalente de uno por cada
especial. 100 funcionarios policiales, y c) sub-
ametralladora calibre 9 x 19 mm con
cargadores de capacidad máxima de 30
cartuchos; con munición y accesorios,
acorde a la misión a desplegar, en un
número no mayor al equivalente de 1
por cada 50 funcionarios policiales.
Municiones de a)cartuchos calibre .38” SPL, .357” a)cartuchos calibre .38” SPL, .357”
entrenamiento Mágnum y 9 x 19 mm punta ojival o Mágnum y 9 x 19 mm punta ojival o
semi-troncocónica enchaqueta o semi- semi-troncocónica enchaqueta o semi-
enchaqueta; y marcadores de pintura enchaqueta; y marcadores de pintura
o similares; o similares;
b) cartuchos calibre 37/38 mm no letales b) cartuchos calibre 37/38 mm no letales
o de letalidad reducida; y marcadores de o de letalidad reducida; y marcadores de
pintura o similares; pintura o similares;
c) cartuchos calibre 12, no letales o c) cartuchos calibre 12, no letales o
de letalidad reducida de plomo 3 y 4 de letalidad reducida de plomo 3 y 4
en boca propulsores y marcadores de en boca propulsores y marcadores de
pintura o similares; pintura o similares;
d) cualquier otro tipo de munición para d) cualquier otro tipo de munición para
uso policial aprobada o autorizada por uso policial aprobada o autorizada por
la DAEX la DAEX; y
e) cartuchos para las armas especiales
Municiones de a)cartuchos calibre .38” SPL, .357” a)cartuchos calibre .38” SPL, .357”
carga operativa Mágnum y 9 x 19 mm punta ojival Mágnum y 9 x 19 mm punta ojival
o semi-troncocónica enchaquetada o semi-troncocónica enchaquetada
expansiva; expansiva;
b) cartuchos calibre 37/38 mm no letales b) cartuchos calibre 37/38 mm no letales
o de letalidad reducida; o de letalidad reducida;
c)cartuchos calibre 12, no letales o de c)cartuchos calibre 12, no letales o de
letalidad reducida propulsores y con letalidad reducida propulsores y con
perdigones de plomo de 3 y 4 bocas; y perdigones de plomo de 3 y 4 bocas;
d) cualquier otro tipo de munición para d) cartuchos para las armas especiales;
uso policial aprobada y autorizada por y
la DEAX. e) cualquier otro tipo de munición para
uso policial aprobada y autorizada por
la DEAX.
PARTE I: CONTROL Y REGULACIÓN INSTITUCIONAL DE ARMAS Y MUNICIONES
93
94
Decreto1 de
creación de
Materia Reglamento LAE CAVIM2 RSPVPI3 Providencia 001 Providencia 002 RAUD Providencia 003 Providencia 004 Providencia 0054
Registro »» Aplica el mandato de »» Como directriz general »» La providencia rige »» La providencia rige para »» Las Federaciones »» Esta providencia rige »» El sentido de la pro- »» Para mantener actuali-
creación de registro que que busca el mayor y para la solicitud y trami- la solicitud y tramita- Deportivas deben para el registro y con- videncia es mantener zado el Registro que lle-
plantea el Reglamento mejor control, dispone tación de registro de ción del registro de las llevar un registro de los trol de las Asociaciones actualizado en registro va la DAEX, la empresa
en su Artículo 40, en su Artículo 17 la cus- Empresas Asociativas Empresas que prestan atletas que practiquen y Federaciones Deporti- de armas que lleva la que comercializa armas
4, especialmente todia, mantenimiento y o Cooperativas, a fin de el servicio de vigilancia deportes en los cuales vas que empleen armas DAEX de los Organis- (sus partes y piezas),
para el caso de la correcto empleo de las prestar el Servicio de privada, protección y su utilicen armas de para uso deportivo. mos Gubernamentales, municiones, accesorios
autorización especial de armas cuya utilización Seguridad y Vigilancia transporte de valores a uso deportivo, dentro »» El sentido de la pro- Órganos de Seguridad y afines debe consignar
importación. les fuere autorizada. Privada a las Institu- las Instituciones, Em- del territorio nacional, videncia es mantener Ciudadana y Cuerpos un expediente contenti-
ciones, Empresas y presas, y Organismos el cual serán remitido actualizado en registro de Seguridad del vo de documentos.
Organismos del Sector del Sector Público y al órgano competente. de armas que lleva la Estado con funciones »» Para que les autoricen
Público y Privado. Privado. (Art. 14). DAEX. policiales. el registro en la DAEX.
»» El sentido de la pro- »» El sentido de la pro- »» Dispone la obligatorie- »» Establece el carácter
videncia es mantener videncia es mantener dad de todo deportista potestativo, por razones
actualizado en registro actualizado en registro de la Asociación o de Seguridad de Estado,
de armas que lleva la de armas que lleva la Federación Deportiva de la concesión del
DAEX. DAEX. que posea arma de registro por parte del
»» Establece el carácter »» El registro tiene una registrarla con su Director General de
potestativo de la duración de un año, y respectivo porte de Armas y Explosivos del
concesión del registro para renovación deben arma ante la DAEX. MPPD.
por parte del Director entregarse la documen- »» Establece el carácter
General de Armas y tación pertinente. potestativo, por razones
Explosivos del MPPD. »» Establece el carácter de Seguridad de Estado,
»» El registro tiene una potestativo de la de la concesión del
duración de un año, y concesión del registro registro por parte del
para renovación deben por parte del Director Director General de
entregarse la documen- General de Armas y Armas y Explosivos del
tación pertinente Explosivos del MPPD. MPPD.
»» »» No dispone la duración
del registro.
Comercialización »» Artículo 9 (armas de »» Su principal objetivo es »» Entre los recaudos »» Entre los recaudos que »» Las personas que hayan »» Entre los recaudos que »» Entre los recaudos »» Fija la prohibición
libre comercio) la explotación comercial que deben presentar deben presentar para la obtenido autorización deben presentar para la que deben presentar de realizar doble
»» Artículo 12 (cláusulas de las industrias desti- para la adquisición de adquisición de armas y de porte de armas de adquisición de armas y para la adquisición de facturación (recomercia-
para el comercio) nadas a la fabricación armas y municiones municiones está la coti- uso deportivo están municiones está la coti- armas y municiones lización)
de Armamentos, está la cotización de zación de los productos tienen prohibición de zación de los productos está la cotización de »» Determina la prohibi-
Municiones, Explosivos los productos a adquirir a adquirir emitida por enajenarlas o traspasar- a adquirir emitida por los productos a adquirir ción de comercia-
y otros materiales y emitida por CAVIM, y CAVIM, y en caso que las sin la autorización CAVIM, y en caso que emitida por CAVIM, y lización de armas,
equipos que interesen a en caso que esta no esta no cuente con el de la DAEX. Igualmente, esta no cuente con en caso que esta no municiones, accesorios
los fines de la Defensa cuente con el material material solicitado una se requiere del Visto el material solicitado cuente con el material y afines a menores
Nacional que sean solicitado una carta carta aval para la adqui- Bueno de la corres- una carta aval para la solicitado una carta de edad.
afines o conexos con su aval para la adquisición sición del material a pondiente Federación adquisición del material aval para la adquisición »» Prohíbe la adquisición,
actividad industrial.6 del material a otra otra comercializadora Deportiva, que siempre a otra comercializadora del material a otra tenencia y uso de
comercializadora. tendrá preferencia para o solicitar la licencia de comercializadora. recargadoras de
la adquisición del arma. importación, debiendo munición, así como la
(Art. 20). anexar una cotización, comercialización de
si el material solicitado munición recargada.
por ser altamente espe- »» Está sujeta a inspec-
cializado se requiere la ciones inadvertidas por
importación directa. la DAEX.
»» La autorización de
comercialización tiene
una vigencia de un
(1) año.
»» Deben llevar libros para
el control de entrada
PARTE I: CONTROL Y REGULACIÓN INSTITUCIONAL DE ARMAS Y MUNICIONES
y salida de armas y
municiones.
»» Deben presentar cotiza-
ción emitida por CAVIM
(regla general).
Decreto1 de
creación de
Materia Reglamento LAE CAVIM2 RSPVPI3 Providencia 001 Providencia 002 RAUD Providencia 003 Providencia 004 Providencia 0054
Comercializa-ción »» La seguridad del trasla-
do es competencia de la
empresa comercializa-
dora.
»» A las personas natura-
les solo se le autoriza
la comercializa-ción de
armas de fuego, previo
registro balístico.
»» Todo trámite de
comercializa-ción debe
ser realizado ante
CAVIM.
»» Las armas de fuego
facturadas y que perma-
nezcan más de un (1)
año en bóveda deben
ser remitidas a la DAEX.
»» Las personas naturales
pueden adquirir
las municiones en
cualquiera de las
comercializa-doras
legalmente constituidas
y permisadas en todo el
territorio nacional.
»» Para la venta de
municiones deben exigir
el permiso de porte de
armas, y solo vender
las del tipo de arma que
refiera el porte.
»» Se prohíbe la comercia-
liza-ción de municiones
a los funcionarios
de los Organismos
Gubernamentales, Cuer-
pos de Seguridad del
Estado con funciones
policiales.
»» Deben limitar la
comercializa-ción hasta
Marco jurídico nacional e internacional en cuanto al control de armas, municiones y desarme
un máximo de 250
cartuchos mensuales,
pudiendo duplicar tal
cantidad para las per-
sonas con permiso de
porte de Tiro Deportivo
e Instructores registra-
dos ante el RENIT.
»» Deben cumplir con
normas para el
funcionamien-to de la
bóveda de armas.
95
96
Decreto1 de
creación de
Materia Reglamento LAE CAVIM2 RSPVPI3 Providencia 001 Providencia 002 RAUD Providencia 003 Providencia 004 Providencia 0054
Recuperación »» (Arts. 41 y 42) Propor- »» Deben cumplir con el »» Deben cumplir con el »» Dispone la posibilidad »» Si incumplen la prohibi-
de armas y cionan las bases para la deber del marcaje de deber del marcaje de de decomiso de armas, ción de tenencia o uso
desarme recuperación de armas. las armas ante la Divi- las armas ante la Divi- municiones, accesorios de recargadoras, así
Prevé la pena de comiso sión de Almacenamien- sión de Almacenamien- y equipos especiales y como la comerciali-
y el envío al Parque to para la Conservación to para la Conservación su inmediato ingreso zación de munición
Nacional de las armas y Preservación de y Preservación de al Parque Nacional de recargada, deberá ser
recuperadas por ser de Armas y Municiones Armas y Municiones Armas y Explosivos del retenido el material
importación prohibida o (ARSENAL), caso con- (ARSENAL), caso con- MPPD, ello fundado en
de comercio ilícito. trario, las armas serán trario, las armas serán razones de seguridad
destinadas al Parque destinadas al Parque de Estado.
Nacional de Armas y Nacional de Armas y
Explosivos. Explosivos
»» Dispone el carácter »» Dispone el carácter
potestativo, por razones potestativo, por razones
de Seguridad de Estado, de Seguridad de Estado,
la concesión, renova- la concesión, renova-
ción o suspensión del ción o suspensión del
permiso, así como la permiso, así como la
retención o comiso de retención o comiso de
las armas, municiones, las armas, municiones,
accesorios y equipos accesorios y equipos
especiales y ordenar especiales y ordenar
su ingreso al Parque su ingreso al Parque
Nacional. Nacional.
1 Nº 883, por el cual se dictan las Normas para el Desarrollo de las Industrias Militares (G.O.Nº 1.747 Extraordinario de fecha 24 de mayo de 1975)
2 Compañía Anónima Venezolana de Industrias Militares
3 Reglamento de los Servicios Privados de Vigilancia, Protección e Investigación (G.O Nº 30.597 de fecha 14 de enero de 1975)
4 Fija las Normas y Procedimientos generales para el registro, control y funcionamiento de las empresas que comercializan armas, repuestos, accesorios, municiones y afines. (G.O.Nº 39.251 de fecha 27 de agosto de 2009)
5 Las define como aquellas armas cortas o largas, pistolas, revólveres, rifles, carabinas, escopetas, floberts, rifles de pesca submarina y demás armas que se destinan normalmente a la realización de campeonatos y competencias nacio-
nales e internacionales aceptadas por organismos oficiales del deporte, así como que se destinan a la caza y a la pesca submarina. (Art.1)
6 www.cavim.quienes_somos..php. Fuente: Elaboración propia de los investigadores
PARTE I: CONTROL Y REGULACIÓN INSTITUCIONAL DE ARMAS Y MUNICIONES
Anexo 6. Matriz sobre porte de armas
Ámbito legal y sublegal
Materia LAE CP LCICPC LOSP y CPN LPD Reglamento de la LAE21 Resolución conjunta22
Porte de armas »» La persona que recibe la »» Castiga el porte, la detentación »» Refiere que los funcionarios del »» Como parte de una política »» Dispone varias restricciones al »» Destaca la competencia de un »» Prohíbe el porte de armas de
autorización especial para o el ocultamiento de las armas CICPC con funciones de de inves- sobre el uso de la fuerza por porte de armas: órgano para la concesión del fuego y municiones en todas
importar según el Artículo 21, (distintas a las de guerra) con tigación y aquellos con funciones los cuerpos policiales, destaca »» Imposibilidad de hacerle modifi- permiso de porte (Art. 40,1). las unidades de transporte
podrá portarla. pena de tres (3) a cinco (5) años que lo ameriten portarán el arma tres aspectos: (1) La adquisición caciones a las armas sin previa »» Prevé el porte para un (1) arma público a escala nacional, tanto
»» Prevé el porte de los militares (Art.277). reglamentaria (Art.34) de armas y equipos en función autorización de la DAEX. con su respectiva dotación de en rutas urbanas, interurbanas
en servicio, los empleados de »» Prevé la confiscación del arma del cometido civil de la policía, »» Prohíbe el porte de armas municiones (Art. 40,1) como suburbanas, así como en
los Resguardos Nacionales e en los casos de porte ilícito con base en el principio de la en tres (3) supuestos: a) En »» Dispone que las limitaciones terminales de pasajeros públicos
Inspectores y Fiscalías de Rentas (Art.278). intervención menos lesiva y reuniones o manifestaciones sobre el uso deben estar en el y privados (Art. 1).
Nacionales, de Investigación, más efectiva. (2) La asignación, públicas, marchas, huelgas, propio carnet o permiso (Art. »» Excluye de la prohibición a los
de Policía y demás cuerpos de registro y control del armamento mítines y elecciones, b) En sitios 40,3). miembros de la FAN, de los Ór-
seguridad. personalizado para cada funcio- públicos de consumo de bebidas »» Manda la creación del Registro ganos de Seguridad Ciudadana y
»» Recoge la autorización especial nario. (3) El porte y utilización alcohólicas, y c) En estado de de todos los portes que debía demás Cuerpos de Seguridad del
que puede dar el Ejecutivo para exclusiva, en actos de servicio, embriaguez o bajo efectos de llevar el órgano competente Estado con funciones propias del
portar armas, que siempre será de armas y equipos orgánicos sustancias estupefacientes y (Art. 40, 2). Servicio de Policía, el personal
con fines determinados. autorizados y homologados por psicotrópicas. (Art.10) »» Fija la duración del permiso en de empresas de transporte de
»» Recoge la limitación (legítima el cuerpo de policía. (Art. 71). »» En caso de incumplimiento de un (1) año. (40,4). valores con labores de custodia y
defensa o defensa del –orden »» Debe tomarse el consideración la prohibición debe retenerse el »» Destaca la potestad que tiene el traslado de dinero desde o hasta
público– como límites para el la definición de actos de servicio arma, que únicamente podrá ser Ejecutivo de revocar el permiso los terminales de pasajeros, al
uso de las armas. que prevé la Ley del Estatuto de retirada previa demostración de cuando lo estime conveniente personal de las empresas que
la Función Policial (Art.10). su condición legal y pago de una (Art.40, 5). cumplan labores de seguridad
multa de 20 (UT). »» Destaca el carácter intransfe- privada y de valores dentro de
»» Dispone un plazo de 90 días rible del porte por ser un acto los terminales de pasajeros;
contados a partir de la entrada intuito personae. al personal de seguridad
en vigencia de la ley para acudir »» Dispone que la reposición, por adscrito a entes, instituciones y
ante la DAEX para actualizar, inutilización o deterioro, de organismos públicos nacionales,
renovar y registrar los permisos un arma permisada no puede sedes diplomáticas cuando
de porte o tenencia de armas hacerse con la simple sustitución esté cumpliendo funciones
que hubieran sido expedidos por pues el permiso es para esa específicas y con autorización
la Dirección Nacional de Armas arma específica. (Art. 40,6) de la DAEX; también se excluye
y Explosivos del entonces Minis- a los deportistas autorizados
terio de Relaciones Interiores. por la DAEX y previa solicitud
Tales portes los deja sin efecto. de la Federación Venezolana de
(Arts. 14 y 15). Tiro. (Art. 2).
»» Si la persona porta arma con »» Los Cuerpos con funciones
permiso otorgado por el órgano propias del servicio de policía
anteriormente encargado, deben en un plazo de noventa
después del plazo concedido (90) días adecuar los mecanis-
para acudir a la DAEX, será san- mos de control y supervisión
cionado con multa de 20 (UT) y para el mejor cumplimiento de la
Marco jurídico nacional e internacional en cuanto al control de armas, municiones y desarme
97
98
Anexo 7. Matriz sobre experiencia de Argentina en materia de desarme
Comparación con propuestas venezolanas
Programa Nacional de »» Lo crea con las siguientes finalidades: 1) disminución del uso y proliferación de armas de fuego, 2) reducción de accidentes, »» El Anteproyecto de Primero Justicia es similar a la normativa del país argentino. De hecho, salvo la denominación de
entrega voluntaria de hechos de violencia y delitos ocasionados por el acceso y uso de armas de fuego, 3) la sensibilización acerca de los riesgos, y Programa Nacional de Canje de Armas por Oportunidades, y el agregado primordialmente24 en el primer fin referido a la dis-
armas de fuego 4) la promoción de una cultura de la no tenencia y no uso de las armas de fuego. (Art. 4 de la Ley 26.216). minución del uso y proliferación de armas de fuego ilegales, las finalidades que reseñe en su Artículo 8 son sustancialmente
»» Define el Programa como la entrega voluntaria y anónima de armas de fuego y municiones a cambio de un incentivo, en idénticas a las de la Ley 26.216 de Argentina.
puestos de recepción donde serán inmediatamente inutilizadas, para posteriormente ser destruidas. (Art. 5 Ley 26.216).
Duración del Programa »» Inicialmente con la misma duración de la emergencia, la cual se fijó con término de un (1) año. (Art. 1). »» Refiere, como mínimo, un (1) para la ejecución del Programa. (Art. 9).
Objetos a los que se »» Armas de fuego, municiones, explosivos y demás materiales controlados, registrados o no registrados. »» Armas de fuego, municiones, materiales relacionados, accesorios y facsímil. (Art. 6).
refiere la ley »» Para las réplicas y armas de juguete prevé la prohibición de fabricación, venta, comercio e importación; adicionalmente
dispone la promoción de campañas de sensibilización y abandono del uso de armas de fuego de juguete a cargo de las
autoridades nacionales. (Art. 13).
Comité de Coordi- »» Crea un Comité de Coordinación de las Políticas de Control de Armas de Fuego, al cual le asigna como objetivos: a) coordinar »» Crea el Comité de Coordinación de las Políticas de Desarme, al cual le atribuye materialmente las mismas funciones que
nación las políticas de control y prevención del uso y proliferación de armas de fuego, municiones, explosivos y otros materiales, pauta la ley de Argentina. (Art. 21).
b) coordinar los esfuerzos para el éxito del Programa, c) proponer e impulsar las medidas y las reformas legislativas o vías »» El Comité estaría conformado por los Ministerios del Poder Popular para Relaciones Interiores y Justicia, Defensa, Relaciones
de acción que sean necesarias, d) brindar apoyo a los distintos organismos y jurisdicciones con competencia en el tema, e) Exteriores, Salud, Educación, y de otros organismos del Poder Ejecutivo con “alguna” competencia en la materia, represen-
intercambiar experiencias, y f) impulsar la realización de estudios e investigaciones. (Art. 18). tantes del Poder Legislativo, del Poder Judicial, del Poder Moral; así como representantes de los Consejos Comunales, del
»» El Comité está conformado por los Ministerios del Interior, de Justicia y Derechos Humanos, de Defensa, de Relaciones Poder Popular y de Organizaciones No Gubernamentales. (Art. 22).
Exteriores, Comercio Internacional y Culto, de Educación, de Salud, de Desarrollo Social, y de la Secretaría de Inteligencia de
la Presidencia, así como de otros organismos con competencia en la materia. (Art. 19).
»» Adicionalmente crea el Consejo Consultivo de las Políticas de Control de Armas de Fuego, que estaría conformado por repre-
sentantes de organismos internacionales, organizaciones de la sociedad civil, centros académicos o expertos con reconocida
trayectoria o experiencia. (Art. 20).
Incentivos »» Fija la Escala de Valores del Incentivo por la Entrega Voluntaria y Anónima de Armas de Fuego y Municiones a través de la »» El Anteproyecto de Primero Justicia destaca entre los beneficios que ofrece: 1) cupones canjeables por beneficios de alimen-
Resolución 249/11, según la cual, y en concordancia con el Artículo 6 de la Ley 26.216, se distingue el tipo de incentivo, tación, 2) becas y/o cupos estudiantiles en cualquier nivel en instituciones públicas o privadas, 3) oportunidades de empleo
siempre económico, según que se trate de revólveres, pistolas, escopetas, carabina y fusil, pistolón, otras armas de fuego no según sus conocimientos y habilidades, 4) paquetes turísticos dentro y fuera del territorio nacional, 5) cupones canjeables por
especificadas o municiones, oscilando el incentivo entre $0,10 dólares para municiones hasta $600 dólares para las armas de materiales de construcción para viviendas, y 6) incentivos para adquirir una vivienda digna en cualquier parte del territorio
mayor potencia que determina son las carabinas y fusiles. nacional.
»» Para el caso del desarme penitenciario, propone como incentivo el otorgamiento de beneficios procesales y beneficios
socioeconómicos para familiares cercanos25 al reo.
Destrucción »» Prevé que todas las armas de fuego y municiones objeto del Programa Nacional de Entrega Voluntaria, deben ser destruidas, »» Dispone la destrucción en un plazo no mayor de siete días de las armas y municiones recuperadas, previo registro. (Art. 15).
previa inutilización, en un plazo no mayor de sesenta días (60) de finalizado el Programa. (Art. 6).
Proyecto de la Comisión Permanente de Defensa y Seguridad Proyecto de la Comisión Permanente de Defensa y Seguridad
Materia (2005) (2010) Anteproyecto de Ley para el Desarme (2011)
Importación »» Al partir de la postura ideológica de concebir el acceso a las armas y municiones »» Reserva para el Estado, por motivos de seguridad, defensa y desarrollo integral,
como un derecho, considera que las personas naturales o jurídicas tienen pre- la fabricación, importación, exportación y comercialización de las armas, sus
cisamente el “derecho” de importar, ensamblar, exportar, reexportar las armas, partes, repuestos y accesorios y de las municiones. (Art. 12)
municiones, explosivos, químicos y afines clasificados como otras armas26, en »» Obliga a que la importación de las armas, sus partes, repuestos y accesorios y de
unidades y lotes de acuerdo a sus necesidades para la distribución y comerciali- las municiones se realicen por medio de las empresas públicas vinculadas a la
zación, según lo que prevea la ley y su reglamento (Art. 65) Industria Militar. (Art. 15).
»» Extrañamente condiciona el ejercicio de lo que considera un derecho a la solici- »» Castiga la importación ilícita de armas de fuego, sus partes, repuestos o muni-
tud de una autorización ante el órgano competente (SARFAN). (Arts.6 y 64) ciones con prisión de doce a dieciséis años (Art. 48)
»» Considera las escopetas de ánima lisa de uno o dos cañones, los rifles de fuego, »» Prevé el aumento de penal cuando el tráfico es cometido por asociaciones u
aire comprimido o funcionamiento a gas, las ballestas, arcos, arpones de uso organizaciones relacionadas con el crimen organizado. (Art. 49).
deportivo como de libre fabricación, ensamblaje, importación, exportación, »» Castiga la importación ilícita de municiones con prisión de diez a quince años
reexportación y comercialización. (Art. 66) (Art. 62).
»» Refiere el derecho de las empresas autorizadas para importar, a transportar las
armas y municiones en aeronaves de carga (Art. 69)
Producción »» Ídem (Arts. 64, 65, 66 y 69) »» La reserva al Estado por razones de seguridad, defensa y desarrollo integral.
(Art. 12).
»» Obliga a que la fabricación de las armas, sus partes, repuestos y accesorios y de
las municiones se realicen por medio de las empresas públicas vinculadas a la
Industria Militar. (Art. 15).
»» Castiga la fabricación ilícita de armas de fuego, sus piezas, sus partes, repues-
tos, accesorios o municiones con prisi{ñón de ocho a catorce años (Art. 55).
»» Castiga lo modificación de armas con prisión de diez a doce años. (Art. 50).
»» Prevé la autorización excepcional para fabricars municiones, por medio de
personas jurídicas de derecho privado. (Art. 24).
»» Dispone la inspección de fábricas (Art. 28).
»»
Registro »» Dispone la obligación de declarar y registrar las armas ante el órgano correspon- »» Manda la creación del registro de usuarios de modalidades de tiro. Dicho »» Prevé la creación de un registro de armas y municiones recuperadas. (Art. 14).
diente, en este caso, DARFAN. (Art. 5) registro debe ser presentado a la DAEX durante los primeros cinco días de cada
»» Prevé el registro de depósitos, polígonos, canchas, galerías de tiro y demás mes. (Art. 35).
infraestructuras temporales o permanentes para el uso de armas y municiones »» castiga la modificación de municiones con prisión de cinco a ocho años. (Art. 64).
(Art. 19).
»» Manda el empadronamiento a través del SARFAN y los Comandos de Guarnición
de las escopetas de ánima lisa en todos sus calibres de uno o dos cañones, de
los rifles, carabinas, pistolas y revólveres de aire comprimidos o funcionamiento
a gas, de uso deportivo o cacería (Art. 29).
Comercialización »» Ídem (Arts. 64, 65 y 69) »» Reserva al Estado por razones de seguridad, defensa y desarrollo integral la
fabricación, importación, exportación y comercialización de las armas, sus
Marco jurídico nacional e internacional en cuanto al control de armas, municiones y desarme
99
100
Proyecto de la Comisión Permanente de Defensa y Seguridad Proyecto de la Comisión Permanente de Defensa y Seguridad
Materia (2005) (2010) Anteproyecto de Ley para el Desarme (2011)
Porte y tenencia »» Lo considera un derecho (Art. 50) »» Define el porte como la acción de una persona natural de llevar un arma consigo
de armas »» Condiciona el porte a la solicitud de autorización ante el SARFAN. o a su alcance, sin más restricciones que las establecidas en la ley y reglamento
»» Entre los requisitos para solicitar el permiso de porte, tenencia o posesión esta- respectivo. (Art. 3)
blece la prueba balística (Art. 34). »» Define la tenencia como la autorización por la autoridad competente a las per-
»» Prohíbe el otorgamiento de posesión, tenencia, porte y uso de armas y municiones sonas naturales o jurídicas, de derecho público o privado, para tener armas o
a personas de comprobados antecedentes penales, enfermedades mentales o que municiones en un lugar o espacio determinado del territorio venezolano. (Art. 3)
hayan atentado contra la moral y las buenas costumbres; así como a personas »» Atribuye la competencia para el otorgamiento de permisos de porte o tenencia
jurídicas de comprobada comisión de hechos ilícitos. a la DAEX.(Art. 11)
»» Prohíbe el porte y uso de armas y municiones en las reuniones y manifestaciones pú- »» Reserva al Estado su otorgamiento o revocación por razones de seguridad, defen-
blicas, marchas, huelgas, mítines y en los procesos refrendarios y electorales (Art. 53) sa y desarrollo integral. (Art. 12).
»» Exceptúa de la prohibición de porte y uso de armas y municiones en reuniones y »» Pauta que según criterios de necesidad, conveniencia, oportunidad y proporcio-
manifestaciones a los integrantes de la FAN, de los órganos de seguridad ciuda- nalidad la DAEX, podrá limitar el otorgamiento de permisos de porte o tenencia
dana y de los organismos de seguridad del Estado, siempre que estén en cumpli- de armas (Art. 18)
miento de funciones (Art. 54) »» Limita los permisos de porte o tenencia para defensa personal a un arma por
»» Prohíbe el porte y uso de armas y municiones en los sitios públicos de consumo persona. (Art. 19).
de bebidas alcohólicas, en estado de embriaguez o bajo los efectos de sustancias »» Manda que las personas que tengan permiso de porte o tenencia para defensa
estupefacientes y psicotrópicas (Art. 55) personal, y que requieran la autorización para otros permisos deben razonar y
»» Excluye de la exigencia de porte de armas a los oficiales, suboficiales, profesiona- motivar tal solicitud adicional. (Art. 19).
les técnicos y tropa profesional de la FAN, en situación de actividad o retiro, los »» En relación con las armas prohíbe: a) hacerle modificaciones en la estructura
funcionarios de investigaciones científicas, penales y criminalística, los oficiales y del arma o en sus partes, de tal manera que puedan alterar los seriales, calibre,
suboficiales de los órganos de seguridad ciudadana y los funcionarios de los orga- funcionamiento o registro balístico, b) portar más de dos cargadores de muni-
nismos de seguridad del Estado, los cuales, prevé, serán provistos por los diferen- ción, c) adquirir o portar cargadores de municiones con capacidad superior a 17
tes comandos y direcciones generales, de acuerdo a la ley y su reglamento (Art. 56) cartuchos.27
»» Considera como casos de permisos especiales de tenencia y porte de armas, la »» Prohíbe el porte de armas en tres supuestos: a) en reuniones o manifestaciones
autorización que otorgaría el SARFAN a las máximas autoridades de los Poderes públicas, marchas, huelgas, mítines y elecciones, b) en establecimiento de con-
Públicos Nacionales. (Art. 57). sumo de bebidas alcohólicas, y c) en estado de embriaguez o bajo los efectos de
»» Prevé las tipologías de armas que se autoriza a portar a los órganos de seguridad sustancias estupefacientes y psicotrópicas. A tal efecto, excluye de la prohibición
ciudadana. (Art. 58) en los dos primeras situaciones a los miembros de la FAN, a los cuerpos de segu-
»» Prevé las tipologías de armas que se autoriza a portar a los órganos de seguridad ridad del Estado y a los órganos de seguridad ciudadana. (Art. 21).
del Estado. (Art. 59) »» Prohíbe la alteración o modificación de municiones (Art. 22).
»» Prevé la tipología de armas y municiones que se autoriza a las empresas de pro- »» Restringe al porte de armas orgánicas a los oficiales y tropa profesional de la
tección, seguridad y vigilancia. A tal efecto, destaca: a) revólveres cañón 4” de FAN, a los funcionarios de los cuerpos de seguridad del Estado y a los órganos de
largo, calibre .38 (9mm), b) escopetas calibre 12 de un solo cañón de ánima lisa, seguridad ciudadana. Además limita tal porte durante el desempeño de funciones
funcionamiento mecánico con capacidad hasta 6 tiros (cartuchos), c) las muni- o al cumplimiento de función asignada.28 (Art. 23).
ciones de las armas cortas o largas deben ser monobloque del tipo ojival punta »» Delega para la fijación vía reglamentaria del número de cartuchos que se autoriza-
de plomo y los cartuchos para escopetas, calibre 12 de perdigones de plomo 3B rá a transportar a las personas jurídicas con permiso de porte y tenencia de vigilan-
y 4B. (Art. 60) cia privada, custodia de bienes y valores, escolta o de uso espectáculo. (Art. 29).
»» Exonera de cancelación de impuestos fiscales para la obtención de permisología »» Fija las municiones a emplear en las armas con permiso de porte a las de punta
correspondiente las armas para uso deportivo y cacería. (Arts. 62 y 67). ojival o expansiva con blindaje completo según características que especificaría
»» Dispone la posibilidad de autorizar la tenencia, uso y porte de armas y municiones el reglamento. (Art. 32).
a las personas extranjeras domiciliadas en el país con más de diez años de resi- »» Limita la adquisición anual de municiones para las personas con porte en cincuenta
dencia ininterrumpida. (Art. 63). cartuchos. Existe la posibilidad de reposición, previa justificación, mediante denun-
»» Estipula que los integrantes de la FAN y las máximas autoridades de los poderes cia, de los hechos que generaron el empleo de las municiones adquiridas. (Art. 33).
públicos nacionales, que aborden una aeronave o transporte aéreo de pasajeros, »» Prevé el castigo del porte de arma modificada con prisión de ocho a diez años.
en vuelos nacionales e internacionales, tienen “derecho” a que la línea aérea, (Art. 51).
cumpliendo las normas de seguridad, traslade o transporte sus armas en el mismo »» Castiga el porte de más de dos cargadores de munición con multa de 100 a 200
vuelo, así como entrega en el destino final (Art. 69). (UT). (Art. 52).
»» Refiere el “derecho” de las empresas autorizadas para importar, a transportar las »» Castiga el porte superior a diecisiete cartuchos por cada cargador de armas tipo
armas y municiones en aeronaves de carga (Art. 69). pistola o más del doble de la carga de las armas tipo revólver con multa de 100
»» Dispone el –derecho– de los integrantes de la FAN, las máximas autoridades de a 200 (UT) (Art. 53).
los poderes nacionales y las personada debidamente autorizadas para la pose- »» Castiga el porte ilícito de arma orgánica con multa de 200 a 300 (UT). (Art. 54).
sión, tenencia y porte de armas, que aborden una nave de transporte marítimo »» Castiga la exhibición imprudente de armas de fuego con multa de 200 a 300 (UT).
de pasajeros, en rutas nacionales e internacionales a que la empresa respectiva, (Art. 57).
traslades o transporte sus armas en la misma nave, así como su entrega en el »» Castiga el uso imprudente de armas de fuego con prisión de cinco a ocho años.
destino final (Art. 70). (Art. 58).
»» Pauta el delito de porte, detentación, enajenación, ocultamiento y uso ilícitos con »» Castiga el porte en situaciones prohibidas con prisión de cinco a ocho años. (Art.
PARTE I: CONTROL Y REGULACIÓN INSTITUCIONAL DE ARMAS Y MUNICIONES
pena de dos a diez años según el caso. (Implica violación al principio de legalidad 60).
penal) (Art. 77) »» Castiga la adquisición excedente de municiones con multa de 100 a 200 (UT). (Art.
»» Pauta el carácter de ilícito administrativo del préstamo o transferencia ilegal de 61). Excluye de tal supuesto a quienes lo hayan hecho con fines de reposición y
armas y municiones. (Art. 79). conforme a las justificaciones previstas en la ley. (Art. 61).
Proyecto de la Comisión Permanente de Defensa y Seguridad Proyecto de la Comisión Permanente de Defensa y Seguridad
Materia (2005) (2010) Anteproyecto de Ley para el Desarme (2011)
Recuperación »» Determina que todo decomiso o retención de armas y municiones realizado por »» Define la recuperación como el procedimiento mediante el cual las autoridades »» Declara como objetivo de la ley promover y desarrollar una política integral de
de armas las autoridades competentes, debe ser remitido al SARFAN para su remisión al competentes en materia de desarme ejecutan la política pública nacional diseña- recolección e inmediata destrucción de armas de fuego ilegales (Art. 1)
Parque Nacional. da por el Estado. (Art. 3).
»» El uso ilícito de armas y municiones acarrearía la confiscación (Art. 76 y 79) »» Fija como autoridades de recuperación a la FAN, a los órganos de seguridad ciuda-
»» El incumplimiento de la obligación de declaración y registro implica decomiso dana y a los cuerpos de seguridad del Estado, las cuales a la vez, son autoridades
(Art. 5) para la ejecución de la política pública de desarme. (Art. 9).
»» Las armas desincorporadas serán depositadas en el Parque Nacional, bajo la ad- »» Otorga amplias facultades de requisición de armas y municiones a las autoridades
ministración del SARFAN, y su destino final se regirá por las leyes y reglamentos competentes para la recuperación. (Art. 13).
correspondientes. »» Fija el procedimiento a seguir para la recuperación de armas y municiones. (Arts.
»» Las armas a disposición de los tribunales y demás órganos de la República deco- 37 al 46).29
misadas y retenidas serán depositadas en el Parque Nacional y su destino final se »» Considera la recuperación de armas de guerra como de reserva clasificada. A tal
determina según lo disponga el órgano jurisdiccional. efecto, prevé la confiscación. (Art. 39).
»» Las armas de guerra recuperadas pasarán de forma inmediata al Parque Nacional
de la FAN. (Art. 40).
»» Enuncia de forma abierta los supuestos de recuperación de todas las armas, pues
deja en manos de la autoridad competente la fijación de situaciones distintas a la
que reseña el propio proyecto. (Art. 42).
»» Entre los supuestos de recuperación que expresamente fija destacan: a) cuando
las armas no estén registradas ante el órgano competente, b) las armas con licen-
cia vencida, c) las armas con licencia que hubieran sido hurtadas o robadas, d)
las que estén en tránsito, e) las que se encuentren en proceso judicial, f) las que
presenten modificaciones en su estructura o partes que alteren seriales, calibre,
funcionamiento o registro balístico. (Art. 42).
»» Entre los supuestos de recuperación de municiones destaca: a) que sean fabri-
cadas, importadas o comercializadas sin intermediación de empresas públicas
vinculadas a la Industria Militar venezolana, b) carezcan de registro, control y
autorización del órgano competente, c) sean almacenadas en los depósitos no au-
torizados, d) sean almacenadas sin cumplir parámetros de seguridad exigidos, e)
sean transportadas en vehículos sin cumplir requerimientos de acondicionamiento
e identificación que fije el reglamento, f) las que sean modificadas o alteradas, g)
las portadas en cantidades que excedan las permitidas, h) las que excedan los
inventarios autorizados a las comercializadoras. (Art. 44).
»» Prevé el castigo del porte ilícito de armas con prisión de diez a doce años. (Art. 47).
»» Agrava la pena para el porte ilícito en varios supuestos: a) cuando esté involu-
crada arma de guerra, b) cuando involucre arma orgánica, c) cuando el arma se
encuentre solicitada por autoridades del Estado, d) se trate de un funcionario pú-
blico, e) provenga de comercio ilícito, f) no se encuentre registrada ante el órgano
competente, g) sea de calibre diferente a los clasificados en la ley. (Art. 47).
Marco jurídico nacional e internacional en cuanto al control de armas, municiones y desarme
101
102
Proyecto de la Comisión Permanente de Defensa y Seguridad Proyecto de la Comisión Permanente de Defensa y Seguridad
Materia (2005) (2010) Anteproyecto de Ley para el Desarme (2011)
Desarme »» Establece como parte del objeto del SARFAN el establecimiento de las normas y »» Aunque se define como una ley para el desarme, no prevé mayores disposiciones »» Declara como autoridad rectora de la política de desarme al Ministerio del Poder
coordinaciones sobre las políticas de desarme para la seguridad de la ciudadanía sobre desarme. (Véase exposición de motivos). Popular para Relaciones Interiores y Justicia (Art. 2)
(Art. 23); por ello, contempla entre las atribuciones de tal ente el desarrollo y »» Define al desarme como la política pública nacional diseñada por el Estado con »» Prescribe la obligatoriedad de la autoridad rectora de coordinar con las goberna-
ejecución del plan de seguridad y desarme (Art. 24, 3). la participación del poder popular, tendente a recuperar y controlar las armas y ciones, alcaldías y Poder Popular los planes y políticas de desarme (Art. 2).
municiones que se encuentre en el territorio de la República. (Art. 3) »» Fundamenta confusamente la política de desarme en la cultura de la paz y
»» Obliga a los Consejos Comunales a coadyuvar en la formación de una cultura de protección del derecho a la vida, mediante la seguridad, defensa y desarrollo
desarme. (Art. 37). integral de la Nación. (Art. 5).
»» Considera como objetos susceptibles de canje las armas de fuego, las municio-
nes, los materiales relacionados, los accesorios y el facsímil.
»» Pauta el Programa Nacional de Canje de Armas por Oportunidades, al cual le da
carácter permanente y lo adscribe al MPPRIJ. (Art. 7)
»» Prescribe las finalidades del Programa Nacional de Canje de Armas por Oportuni-
dades de forma similar a la normativa de Argentina. (Art. 8)
»» Dispone la creación de puntos de recepción de armas de fuego en todo el
territorio nacional (Art. 10)
»» Distingue los incentivos a entregar según la tipología de las armas.(Art. 13).
»» Obliga a los medios de comunicación social a la difusión de los planes y progra-
mas de desarme (Art. 17).
»» Obliga a los Consejos Municipales de Derecho de Niños, Niñas y Adolescentes
en con los órganos del Sistema Rector Nacional de Protección de Niños, Niñas
y Adolescentes a la realización de campañas de difusión sobre el desarme (Art.
17).
»» La entrega de armas no conlleva consecuencia legal alguna (Art. 18).
»» Crea el –Premio al Desarme– que otorgaría el Gobierno Nacional al Estado y Mu-
nicipio que reciba mayor número de armas de fuego en proporción a su cantidad
de habitantes. (Art. 19).
»» Prevé el desarme penitenciario. Los reclusos que entreguen armas voluntaria-
mente disfrutarán de beneficios procesales y beneficios socioeconómicos para su
núcleo familiar, así como becas para su inserción en el sistema educativo formal
o beneficios para la adquisición de viviendas propias.
»» Crea el Comité Nacional de las Políticas de Desarme, el cual integrarían el
MPPRIJ, Defensa, Relaciones Exteriores, Salud, Educación, dos representantes
del Poder Judicial, un representante del Poder Moral, tras representantes del
Poder Popular, tres representantes de Consejos Comunales y tres representantes
de ONG.
»» Establece el Control Parlamentario de la policía de desarme; a tal efecto, obliga
a la autoridad rectora a informar anualmente un informe a la Asamblea Nacional.
»» Preceptúa dictar el reglamento de la ley en un lapso no mayor de cuarenta y
cinco días a partir de la entrada en vigencia de la ley. (Disp. Trans.)
»»
Destrucción »» Prevé la destrucción de las armas ilícitas sujetas a pena de comiso, mediante »» Declara como su objetivo la recolección para su inmediata destrucción de armas
sentencia definitivamente firme, las cuales deberán permanecer en depósito en de fuego ilegales (Art. 1).
el Parque Nacional por veinticinco años; solosolo transcurrido dicho plazo podrá »» Dispone la destrucción de las armas recuperadas semanalmente. (Art. 15).
ordenarse su destrucción (Art. 43, 2).
Concepto Convención Interamericana Reglamento OEA Borrador modelo OEA Protocolo ONU
Fabricación ilícita »» La fabricación o el ensamblaje de armas de fuego, municio- »» Por “fabricación ilícita” se entenderá la fabricación o el
nes, explosivos y otros materiales relacionados: montaje de
a) a partir de componentes o partes ilícitamente traficados; o »» armas de fuego, sus piezas y componentes o municiones:
b) sin licencia de una autoridad gubernamental competente »» i) A partir de piezas y componentes que hayan sido objeto
del Estado Parte donde se fabriquen o ensamblen; o de tráfico ilícito;
c) cuando las armas de fuego que lo requieran no sean mar- »» ii) Sin licencia o autorización de una autoridad competente
cadas en el momento de fabricación. del Estado Parte
»» en que se realice la fabricación o el montaje; o
»» iii) Sin marcar las armas de fuego en el momento de su fa-
bricación, de
»» conformidad con el Artículo 8 del presente Protocolo;
»» La concesión de licencia o autorización respecto de la fabri-
cación de piezas y
»» componentes se hará de conformidad con el derecho inter-
no;
Tráfico ilícito »» La importación, exportación, adquisición, venta, entrega, »» Por “tráfico ilícito” se entenderá la importación, exportación,
traslado o transferencia de armas de fuego, municiones, »» adquisición, venta, entrega, traslado o transferencia de ar-
explosivos y otros materiales relacionados desde o a través mas de fuego, sus piezas y
del territorio de un Estado Parte al de otro Estado Parte si »» componentes y municiones desde o a través del territorio
cualquier Estado Parte concernido no lo autoriza. de un Estado Parte al de otro Estado Parte si cualquiera de
los Estados parte interesados no lo autoriza conforme a lo
dispuesto en el presente Protocolo o si las armas de fuego
no han sido marcadas conforme a lo dispuesto en el Artículo
8 del presente Protocolo
Armas de fuego a) cualquier arma que conste de por lo menos un cañón por »» Means any barreled weapon which will or is designed to »» Por arma de fuego se entiende: a. cualquier arma que conste »» Por “arma de fuego” se entenderá toda arma portátil que
el cual una bala o proyectil puede ser descargado por la ac- or may readily de un cañón que puede descargar una bala o proyectil me- tenga cañón y que lance, esté concebida para lanzar o pue-
ción de un explosivo y que haya sido diseñada para ello o »» be converted to expel a bullet or projectile by the action of diante la acción de un explosivo, o que haya sido diseñada da transformarse fácilmente para lanzar un balín, una bala
pueda convertirse fácilmente para tal efecto, excepto las ar- an explosive, but does not include antique firearms manufac- para ello o pueda convertirse fácilmente para tal efecto, o un proyectil por la acción de un explosivo, excluidas las
mas antiguas fabricadas antes del siglo XX o sus réplicas; o tured before the twentieth century or their replicas excepto las armas antiguas fabricadas antes del siglo XX armas de fuego antiguas o sus réplicas. Las armas de fuego
b) cualquier otra arma o dispositivo destructivo tal como o sus réplicas; o antiguas y sus réplicas se definirán de conformidad con el
bomba explosiva, incendiaria o de gas, granada, cohete, »» b. cualquier otra arma o dispositivo destructivo tal como derecho interno. En ningún caso, sin embargo, podrán incluir
lanzacohetes, misil, sistema de misiles y minas. bomba explosiva, incendiaria o de gas, granada, cohete, armas de fuego fabricadas después de 1899
lanzacohetes, misil, sistema de misiles y minas;
»» conforme a la definición del Artículo 1 de la Convención
Marco jurídico nacional e internacional en cuanto al control de armas, municiones y desarme
Interamericana.
Municiones »» El cartucho completo o sus componentes, incluyendo cáp- »» Means the complete round or its components, including »» Se entiende el cartucho completo o sus componentes, in- »» Por “municiones” se entenderá el cartucho completo o sus
sula, fulminante, carga propulsora, proyectil o bala que se cartridge cluidos la cápsula, el fulminante, la carga propulsora, la componentes, entre ellos las vainas, los cebos, la carga
utilizan en las armas de fuego »» cases, primers, propellant powder, bullets, or projectiles, bala o el proyectil que se utiliza en cualquier arma de fuego, propulsora, las balas o proyectiles utilizados en las armas
that are used in firearms conforme a la definición que se utiliza en el Artículo 1 de la de fuego, siempre que esos componentes estén de por sí
Convención Interamericana. sujetos a autorización en el respectivo Estado parte.
Explosivos a) toda aquella sustancia o artículo que se hace, se fabrica toda aquella sustancia o artículo que se hace, se fabrica o se
o se utiliza para producir una explosión, detonación, propul- utiliza para producir una explosión, detonación, propulsión o
sión o efecto pirotécnico, excepto: efecto pirotécnico, excepto:
sustancias y artículos que no son en sí mismos explosivos; o sustancias y artículos que no son en sí mismos explosivos; o
b) sustancias y artículos mencionados en el anexo de la pre- b) sustancias y artículos mencionados en el anexo de la Con-
sente Convención. vención Interamericana.
103
104
Concepto Convención Interamericana Reglamento OEA Borrador modelo OEA Protocolo ONU
Otros materiales re- »» Cualquier componente, parte o repuesto de un arma de fue- »» Por “partes o componentes” se entiende, en relación con las »» Por “piezas y componentes” se entenderá todo elemento o
lacionados go o accesorio que pueda ser acoplado a un arma de fuego armas de fuego, los elementos que son esenciales para su elemento de
funcionamiento, »» repuesto específicamente concebido para un arma de fuego
e indispensable para su funcionamiento, incluidos el cañón,
la caja o el cajón, el cerrojo o el tambor, el cierre o el bloqueo
del cierre y todo dispositivo concebido o adaptado para dis-
minuir el sonido causado por el disparo de un arma de fuego
Programa de Acción de las Naciones »» Aspectos penales y administrativos »» Art.10 y 11 de la Ley de Armas; Art. 276 del CP; Arts.5, 6, 9 y 38 Reglamento de LAE
Unidas, Sección II, Párrafos. 2, 8, 9, 11, »» Establecer leyes, reglamentos y procedimientos administrativos adecuados para ejercer un control efectivo de la »» No hay regla en materia de marca de armas.
12, 14 y 15 exportación, la importación, el tránsito o la re-expedición de esas armas para prevenir la fabricación ilegal y el »» Art.5 Ley para el Desarme. (Registro)
tráfico ilícito de armas pequeñas y ligeras o su desviación a receptores no autorizados.
»» Adoptar donde no existan y hacer cumplir todas las medidas necesarias para prevenir la transferencia de armas
pequeñas y ligeras sin marca o mal marcadas.
»» Aspectos administrativos
»» Velar por que se lleven registros completos y exactos durante el mayor tiempo posible de la transferencia de armas
pequeñas y ligeras.
»» Evaluar las solicitudes de autorización de exportación de conformidad con reglas y procedimientos nacionales
rigurosos que abarquen todas las armas pequeñas y ligeras y sean compatibles con las obligaciones del derecho
internacional pertinente, teniendo en cuenta, en particular, el riesgo de que esas armas se desvíen al tráfico ilícito.
Establecer o mantener un régimen nacional eficaz de licencias o autorizaciones de exportación e importación, así
como medidas relativas al tránsito internacional, para la transferencia de todas las categorías de armas pequeñas
y ligeras, con miras a combatir el tráfico ilícito de esas armas.
»» Promulgar y aplicar leyes, reglamentos y procedimientos administrativos adecuados para el control efectivo de la
exportación y el tránsito de armas pequeñas y ligeras, incluido el uso de certificados autenticados del usuario final
y medidas jurídicas y coercitivas efectivas.
»» Promulgar legislación nacional o procedimientos administrativos adecuados para regular las actividades de los
intermediarios en el comercio de armas pequeñas y ligeras. Esa legislación o esos procedimientos deberían incluir
medidas como el registro de los intermediarios, la concesión de licencias o autorizaciones para sus actividades y
penas apropiadas para todas las actividades ilícitas de intermediación que se lleven a cabo en la jurisdicción del
Estado y bajo su control.
Instrumento internacional que permite »» Aspectos administrativos »» Pendiente el establecimiento de un sistema de marcaje.
Marco jurídico nacional e internacional en cuanto al control de armas, municiones y desarme
a los Estados identificar y rastrear, »» El Estado debe marcar las armas importadas permitiendo identificar el país de donde fueron importadas y de ser
Sección III, Art. 8(b) y 12(b) posible el año de importación, permitiendo así a las autoridades competentes identificar y rastrear esas armas; se
debe procurar hacer una sola marca cuando no exista ya una marca previa. Esta condición no se aplica a importa-
ciones temporales no para las importaciones permanentes de artefactos de museos.
»» Los archivos en los que se identifiquen las armas importadas o exportadas deben se conservados de manera inde-
finida o en todo caso por un término de por lo menos 20 años.
1 Se conservan en resaltado amarillo los aspectos a los que se refiere la columna sobre incorporación al ámbito interno. No se trata de una lectura minuciosa que sobrepasa los alcances de esta investigación. Pero sí indica los aspectos
principales detectados por los investigadores.
105
106
Instrumento Contenidos Incorporación al ámbito interno
Convención Interamericana, Art. IV (1); »» Aspectos penales y administrativos »» Art.5, 6, 7, 26 Ley de Armas y Explosivos. 272, 276, del CP.
VI (1(b)); IX y X. »» Los Estados parte que aún no lo hayan hecho adoptarán las medidas legislativas o de otro carácter que sean »» Ley de Armas y Explosivos. Varios Artículos.
necesarias para tipificar como delitos en su derecho interno la fabricación y el tráfico ilícitos de armas de fuego, »» Providencia administrativa n° MPPD-vs-DAEX-005-2009. (Normas y procedimientos generales para el registro,
municiones, explosivos y otros materiales relacionados. Los delitos que se tipifiquen incluirán la participación en la control
comisión de alguno de dichos delitos, la asociación y la confabulación para cometerlos, la tentativa de cometerlos »» y funcionamiento de las empresas que comercializan armas, repuestos, accesorios, municiones y afines).
y la asistencia, la incitación, la facilitación o el asesoramiento en relación con su comisión.
»» Aspectos administrativos
»» A los efectos de la identificación y el rastreo de las armas de fuego los Estados Partes deberán requerir el mar-
caje adecuado en las armas de fuego importadas, de manera que permita identificar el nombre y la dirección del
importador.
»» Los Estados parte:
»» establecerán o mantendrán un sistema eficaz de licencias o autorizaciones de exportación, importación y tránsito
internacional para las transferencias de armas de fuego, municiones, explosivos y otros materiales relacionados;
»» no permitirán el tránsito de armas de fuego, municiones, explosivos y otros materiales relacionados hasta que el
Estado Parte receptor expida la licencia o autorización correspondiente;
»» antes de autorizar los embarques de armas de fuego, municiones, explosivos y otros materiales relacionados para
su exportación, deberán asegurarse de que los países importadores y de tránsito han otorgado las licencias o
autorizaciones necesarias;
»» el Estado Parte importador informará al Estado Parte exportador que lo solicite de la recepción de los embarques
de armas de fuego, municiones, explosivos y otros materiales relacionados.
»» Para evitar el tráfico ilícito se fortalecerán los controles en los puntos de exportación.
Borrador de la Reglamentación Modelo »» Aspectos administrativos »» No se han detectado registros de intermediarios. No existen normas que apliquen la prohibición de la interme-
para el control de intermediarios »» Brinda un modelo de registros de intermediarios pero lo considera como un elemento adicional y opcional a los diación.
controles aplicables a la intermediación. Se trata de una serie de formatos con informaciones orientadoras sobre
los siguientes temas: autoridad nacional encargada del registro y de las licencias; registro de intermediarios; otor-
gamiento de licencias.
»» Establece los casos en los que se debería prohibir la intermediación (Art. 5), cuando la autoridad nacional tenga
razones para creer que la actividad de intermediación puede generar o suscitar una amenaza grave de delitos como
genocidio o crímenes contra la humanidad, violaciones a los derechos humanos, crímenes de guerra, violación de
embargos lícitos, actos terroristas, desvíos de armas, violación de tratados sobre no proliferación de armas. Los
intermediarios deberán hacer rendición de cuentas y permitir las inspecciones de sus actividades por parte de
autoridad nacional encargada.
»» Aspectos penales
»» Establece la tipificación penal de las actividades de intermediación ilícitas: por realizar actividades sin inscribirse
en el registro o sin licencia vigente; cuando la intermediación viola las prohibiciones previstas en el Artículo 5,
cuando suministra informaciones falsas a la autoridad nacional competente.
»» Responsabilidades de las entidades legales (personas jurídicas) por acciones de los responsables de la administra-
ción o control cuando comenten delitos tipificados en el Borrador de reglamentación.
Tema: Fabricantes, suministradores y armeros
Protocolo de las Naciones Unidas, Art. »» Aspectos penales »» Art.7 Ley de Armas y Explosivos. 272, 276 del CP. La ley no establece como delitos las conductas relacionadas con
3(d), 5, 7, 8(a), 9 y 11 »» El Protocolo obliga a los Estados a tipificar como delito la fabricación ilícita de armas de fuego, sus piezas y la municiones.
componentes y municiones, en sus grados de tentativa, autoría o por organización, dirección, ayuda, incitación,
facilitación o asesoramiento.
PARTE I: CONTROL Y REGULACIÓN INSTITUCIONAL DE ARMAS Y MUNICIONES
Instrumento Contenidos Incorporación al ámbito interno
Programa de Acción de las Naciones »» Aspectos penales y administrativos »» Art.5, 6 de Ley de Armas. 272, 276 del CP
Unidas, Sección II, Párrafos. 2, 3, 7, 8 y 9 »» Aprobar y aplicar, en los Estados que no lo hayan hecho todavía, las medidas legislativas o de otra índole necesa- »» Art.5, 6 de la Ley de Armas.
rias para tipificar como delito en su legislación nacional la fabricación, la posesión, el almacenamiento y el comer- »» Art.272, 276, 278 del CP.
cio ilícitos de armas pequeñas y ligeras en su jurisdicción para asegurar que quienes participan en esas actividades »» Art.5 Ley para el Desarme
puedan ser enjuiciados con arreglo a los códigos penales nacionales que correspondan.
»» Identificar, cuando proceda, a los grupos o individuos que participan en la fabricación, el comercio, el almacena-
miento, la transferencia, la posesión ilegales y la financiación de la adquisición de armas pequeñas y ligeras ilícitas,
y adoptar medidas con arreglo a la legislación nacional pertinente contra esos grupos e individuos
»» Adoptar donde no existan y hacer cumplir todas las medidas necesarias para prevenir la fabricación, la acumula-
ción, la transferencia y la posesión de armas pequeñas y ligeras sin marca o mal marcadas.
»» Aspectos administrativos
»» Establecer, donde no existan, leyes, reglamentos y procedimientos administrativos adecuados para ejercer un con-
trol efectivo de la producción de armas pequeñas y ligeras en sus jurisdicciones y de la exportación, la importación,
el tránsito o la re-expedición de esas armas para prevenir la fabricación ilegal y el tráfico ilícito de armas pequeñas
y ligeras o su desviación a receptores no autorizados.
»» Velar por que se lleven registros completos y exactos durante el mayor tiempo posible de la fabricación, tenencia
y transferencia de armas pequeñas y ligeras dentro de sus respectivas jurisdicciones. Estos registros deberán
organizarse y llevarse de modo que las autoridades nacionales competentes puedan recuperar y cotejar sin demora
información fidedigna
Instrumento internacional que permite a »» Aspectos administrativos »» Pendiente establecer un sistema que llene esos requisitos.
los Estados identificar y rastrea Sección »» Al momento de la fabricación bajo su jurisdicción o control, el Estado debe velar porque el marcaje contemple
III, Art. 8(a), y 12(a) nombre del fabricante, el país de fabricación y el serial o en todo caso adoptar un sistema de marcaje que combine
símbolos geométricos en combinación con números y letras, permitiendo la identificación por cualquier Estado del
país de fabricación. Se invita a poner otras informaciones como el año de fabricación tipo de arma, modelo, calibre.
»» Los archivos en los que se identifiquen las armas fabricadas deben se conservados de manera indefinida o en todo
caso por un término de por lo menos 30 años
La Convención interamericana, Art. IV »» Aspectos penales y administrativos »» SoloSolo está vigentes las disposiciones del CP (Arts. 276 en concordancia con el dispositivo amplificador del tipo,
(1), y VI (1(a)) »» Los Estados parte que aún no lo hayan hecho adoptarán las medidas legislativas o de otro carácter que sean es decir, la tentativa; y además las regulaciones propias sobre concurso de personas en el delito en el propio CP
necesarias para tipificar como delitos en su derecho interno la fabricación y el tráfico ilícitos de armas de fuego, (Arts. 83-85)
municiones, explosivos y otros materiales relacionados. Los delitos que se tipifiquen incluirán la participación en la »» Sin embargo, tal como lo proponen la Convención o el propio Protocolo de la ONU, es decir, como tipos penales
comisión de alguno de dichos delitos, la asociación y la confabulación para cometerlos, la tentativa de cometerlos autónomos aún está pendiente su regulación.
y la asistencia, la incitación, la facilitación o el asesoramiento en relación con su comisión.
»» Aspectos administrativos
»» A los efectos de la identificación y el rastreo de las armas de fuego los Estados parte deberán requerir que al
fabricarse se marquen de manera adecuada el nombre del fabricante, el lugar de fabricación y el número de serie.
Tema: Marcaje y mantenimiento de registros
Protocolo de las Naciones Unidas, »» Aspectos penales »» Pendiente de regulación.
Art. 5, 7 y 8 »» El Protocolo obliga a los Estados a tipificar como delito la falsificación o la obliteración, supresión o alteración »» Pendiente de regulación
ilícitas de la(s) marca(s) de un arma de fuego, en sus grados de tentativa, autoría o por organización, dirección,
Marco jurídico nacional e internacional en cuanto al control de armas, municiones y desarme
Programa de Acción de las Naciones »» Aspectos penales y administrativos »» Art.272, 276 del CP
Unidas, Sección II, Párrafos. 7, 8 y 9 »» Identificar, cuando proceda, a los grupos o individuos que participan en la fabricación, el comercio, el almacena- »» Art. 9 LODO
miento, la transferencia, la posesión ilegales y la financiación de la adquisición de armas pequeñas y ligeras ilícitas, »» Art.5 Ley para el Desarme
y adoptar medidas con arreglo a la legislación nacional pertinente contra esos grupos e individuos.
»» Adoptar donde no existan y hacer cumplir todas las medidas necesarias para prevenir la fabricación, la acumula-
ción, la transferencia y la posesión de armas pequeñas y ligeras sin marca o mal marcadas
»» Aspectos administrativos
»» Velar por que se lleven registros completos y exactos durante el mayor tiempo posible de la fabricación, tenencia
y transferencia de armas pequeñas y ligeras dentro de sus respectivas jurisdicciones. Estos registros deberán
organizarse y llevarse de modo que las autoridades nacionales competentes puedan recuperar y cotejar sin demora
información fidedigna.
107
108
Instrumento Contenidos Incorporación al ámbito interno
Instrumento internacional que permite »» Aspectos administrativos »» SoloSolo hay especificidad para el marcaje de armas y municiones de los Órganos de Seguridad Ciudadana, Cuer-
a los Estados identificar y rastrear, »» El Estado puede escoger los métodos de marcaje pero las marcas deben estar en superficies, hechas con ayudas pos de Seguridad del Estado y demás entes que excepcionalmente ejerzan competencias propias del servicio de
Parte III, Art. 7 – 13 y herramientas técnicas, fácilmente reconocibles, legibles, durables, y si es técnicamente posible, recuperables. policía. Ello lo reseña la Resolución 017530 (G.O. Nº 39.627 de fecha 2 de marzo de 2011. El marcaje es insuficiente
»» Para identificar y rastrear las armas el Estado debe: pues es genérico y solo permite definir que es munición de policías.
»» Al momento de la fabricación bajo su jurisdicción o control, el Estado debe velar porque el marcaje contemple »» Prov. Administrativa Nº MPPD-VS-DAEX-001-2009
nombre del fabricante, el país de fabricación y el serial o en todo caso adoptar un sistema de marcaje que combine »» Prov. Administrativa Nº MPPD-VS-DAEX-002-2009
símbolos geométricos en combinación con números y letras, permitiendo la identificación por cualquier Estado del »» Prov. Administrativa Nº MPPD-VS-DAEX-004-2009
país de fabricación. Se invita a poner otras informaciones como el año de fabricación tipo de arma, modelo, calibre. »» Prov. Administrativa Nº MPPD-VS-DAEX-006-2009
»» El Estado debe marcar las armas importadas permitiendo identificar el país de donde fueron importadas y de ser »» Resolución 017530 Resolución 017530 de fecha 18 de febrero de 2011 (G.O. 39.627 de fecha 2 de marzo de 2011
posible el año de importación, permitiendo así a las autoridades competentes identificar y rastrear esas armas; se »» El desarrollo sub legal es importante y detallado vistas las resoluciones antes listadas.
debe procurar hacer una sola marca cuando no exista ya una marca previa. Esta condición no se aplica a importa- »» El almacenamiento de las armas ilegales recuperadas es un asunto que implica la realización de auditorías a los
ciones temporales no para las importaciones permanentes de artefactos de museos. parques.
»» El marcaje se debe realizar también sobre armas transferidas permanentemente por el Estado a civiles.
»» Asegurar el marcaje de toda arma en poder de los cuerpos de seguridad y las fuerzas armadas. El sistema de
marcaje puede ser diferente al usado para el resto de armas.
»» Estimular a los fabricantes a desarrollar medidas contra el borrado o alteración de las marcas
»» Toda arma ilegal encontrada en el territorio del Estado debe ser marcada y archivada o destruida rápidamente.
Entretanto el arma debe estar almacenada de manera segura.
»» El Estado debe asegurarse de que todas las armas pequeñas o ligeras que estén en el territorio nacional sean
marcadas con marcas únicas. La marca debe estar en uno de los componentes esenciales del arma cuya destrucción
haga que el arma quede permanentemente inoperable e incapaz de ser reactivada. Las marcas pueden extenderse
a otras partes del arma de manera que se facilite su identificación.
»» El Estado puede elegir los métodos para conservar sus archivos. Estos deben comprender todas las armas y debe
permitir que todas las autoridades nacionales rastreen armas ilegales de manera oportuna y fiable.
»» Los archivos en los que se identifiquen las armas fabricadas deben se conservados de manera indefinida o en todo
caso por un término de por lo menos 30 años.
»» Los archivos en los que se identifiquen las armas importadas o exportadas deben se conservados de manera inde-
finida o en todo caso por un término de por lo menos 20 años.
Programa de Acción de las Naciones »» Aspectos penales y administrativos »» Art.6 Ley para el Desarme, regula la destrucción.
Unidas, Sección II, Párrafo 16 y 19 y 20 »» Velar por que se destruyan todas las armas pequeñas y ligeras confiscadas, expropiadas o recogidas, con sujeción »» Art. 278 CP
a las restricciones judiciales relacionadas con la preparación de procesos penales, a menos que se haya autorizado »» Art.6 Ley para el Desarme, destrucción.
oficialmente otra forma de eliminación y siempre que las armas se hayan marcado y registrado en la forma debida. »» Art.8 y 9 Ley para el Desarme: sobre incentivos a particulares y colaboración de medios de comunicación y otras
»» Aspectos administrativos instancias de la sociedad civil.
»» Destruir los excedentes de armas pequeñas y ligeras designados para ello teniendo en cuenta entre otras cosas el
informe del Secretario General de las Naciones Unidas sobre métodos de destrucción de armas pequeñas, armas
ligeras, municiones y explosivos (S/2000/1092), del 15 de noviembre de 2000.30
»» Preparar y poner en práctica, incluso en situaciones de conflicto y después de los conflictos, programas de toma
de conciencia y fomento de la confianza relativos a los problemas y las consecuencias del tráfico ilícito de armas
pequeñas y armas ligeras en todos sus aspectos, que comprendan, cuando proceda, la destrucción pública de los
excedentes de armas y la entrega voluntaria de armas pequeñas y armas ligeras, de ser posible en cooperación
con la sociedad civil y las organizaciones no gubernamentales, con vistas a eliminar el comercio ilícito de armas
pequeñas y ligeras.
Tema: Armas pequeñas y ligeras de propiedad del Estado
Protocolo de las Naciones Unidas, Art. 8 »» Aspectos administrativos »» Aunque existe la obligación de marcaje en varias providencias administrativas, no obstante un sistema de marcaje
»» Se debe establecer un sistema de marcación para las armas transferidas por el Estado para la utilización civil. propiamente solosolo establece la Resolución 017530.
armas fuego solo como último recurso; 5, principios aplicables cuando el empleo de arma de fuego sea inevitable; 9, diciembre de 2009, Artículos 68 al 72.
uso de arma de fuego solo en casos de legítima defensa; 11, obligación de incluir directrices en las normas y
procedimientos nacionales sobre empleo de armas de fuego por funcionarios encargados de hacer cumplir la ley;
14, principios sobre uso de armas de fuego para dispersar reuniones violentas; 19, obligación de una capacitación
especial a funcionarios para el uso de armas de fuego.
Instrumento internacional que permite a »» En caso de transferencias de armas del Estado para uso civil permanente debe asegurarse un adecuado marcaje »» Prov. Administrativa Nº MPPD-VS-DAEX-001-2009
los Estados identificar y rastrear, Parte que permita la identificación del país desde donde esas armas han sido transferidas. Por aplicarse la obligación »» Prov. Administrativa Nº MPPD-VS-DAEX-002-2009
III, Art. 8(c) y 9 - 12 de marcaje a todas las armas que se encuentren en su territorio, estas obligaciones se aplican también a las »» Prov. Administrativa Nº MPPD-VS-DAEX-004-2009
armas propiedad del Estado, al igual que las normas sobre archivos y conservación de archivos sobre las armas. »» Prov. Administrativa Nº MPPD-VS-DAEX-006-2009
»» Resolución 017530 Resolución 017530 de fecha 18 de febrero de 2011 (G.O. 39.627 de fecha 2 de marzo de 2011
109
110
Instrumento Contenidos Incorporación al ámbito interno
Tema: Recuperación de armas y desarme
Programa de Acción de las Naciones »» Aspectos administrativos »» Ley para el Desarme. Artículo 6
Unidas, Sección II, Párrafos 20, 21, »» Preparar y poner en práctica, incluso en situaciones de conflicto y después de los conflictos, programas de toma »» Ley para el Desarme
sección III, Párrafos 14 y 16 de conciencia y fomento de la confianza relativos a los problemas y las consecuencias del tráfico ilícito de armas
pequeñas y armas ligeras en todos sus aspectos, que comprendan, cuando proceda, la destrucción pública de los
excedentes de armas y la entrega voluntaria de armas pequeñas y armas ligeras, de ser posible en cooperación
con la sociedad civil y las organizaciones no gubernamentales, con vistas a eliminar el comercio ilícito de armas
pequeñas y ligeras.
»» Preparar y poner en práctica, donde sea posible, programas eficaces de desarme, desmovilización y reinserción
que comprendan medidas eficaces de recogida, control, almacenamiento y destrucción de armas pequeñas y
armas ligeras, particularmente en situaciones posteriores a conflictos, salvo que se haya autorizado debidamente
otra forma de eliminación o uso, se hayan marcado esas armas y se haya registrado la otra forma de eliminación
o uso, e incluir en los acuerdos de paz, según proceda, disposiciones que se refieran concretamente a esos
programas.
»» Hay también un deber político de asistencia mutua entre los Estados para cooperar con asistencia técnica en los
procesos de desarme de otros.
La Convención interamericana, Art. VII »» Aspectos penales y administrativos »» Art.6 de la Ley para el Desarme
»» Los Estados parte se comprometen a confiscar o decomisar las armas de fuego, municiones, explosivos y otros »» Art. 278 CP
materiales relacionados que hayan sido objeto de fabricación o tráfico ilícitos. »» Prov. Administrativa Nº MPPD-VS-DAEX-001-2009
»» 2. Los Estados parte adoptarán las medidas necesarias para asegurarse de que todas las armas de fuego, »» Prov. Administrativa Nº MPPD-VS-DAEX-002-2009
municiones, explosivos y otros materiales relacionados que hayan sido incautados, confiscados o decomisados »» Prov. Administrativa Nº MPPD-VS-DAEX-003-2009
como consecuencia de su fabricación o tráfico ilícitos no lleguen a manos de particulares o del comercio por la vía »» Prov. Administrativa Nº MPPD-VS-DAEX-004-2009
de subasta, venta u otros medios. »» Prov. Administrativa Nº MPPD-VS-DAEX-006-2009
Programa de Acción de las Naciones »» Aspectos penales »» Arts. 276 y 277 del CP. Expresamente estaría faltando la conducta de almacenamiento.
Unidas, Sección II 3, 7 y 8 »» Tipificar como delito en su legislación nacional la fabricación, la posesión, el almacenamiento y el comercio
ilícito de armas pequeñas y ligeras. Adoptar donde no existan y hacer cumplir todas las medidas necesarias para
prevenir la fabricación, la acumulación, la transferencia y la posesión de armas pequeñas y ligeras sin marca o
mal marcadas.
»» Identificar, cuando proceda, a los grupos o individuos que participan en la posesión ilegal de armas pequeñas y
ligeras ilícitas, y adoptar medidas con arreglo a la legislación nacional pertinente contra esos grupos e individuos.
Este anexo contiene el listado de instrumentos internacionales pertinentes para esta investigación. Está seguido por
las fichas de los instrumentos vinculantes para Venezuela o que tiene un valor adicional importante para este trabajo,
aunque Venezuela no esté ligada con ellos. Para aquellos instrumentos que no tienen ficha técnica, nos remitimos
a las fichas diseñadas en la “Guía Práctica, Legislación sobre armas pequeñas y ligeras” (julio 2008) del Programa
de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), que ha sido puesta a disposición en el compilación digital de
documentos.
Principios básicos de las Naciones Unidas sobre el uso Directrices para las buenas prácticas del Acuerdo
de la fuerza y las armas de fuego por los agentes encar- Wassenaar para las exportaciones de armas pequeñas y
gados de hacer cumplir la ley. ligeras (armas pequeñas y ligeras, sigla en inglés).
Directrices de las Naciones Unidas para las transferen- Elementos del Acuerdo Wassenaar para la legislación
cias de armas internacionales. eficaz sobre intermediación de armas.
Resoluciones de la Asamblea General de la ONU relacio- Buenas prácticas para evitar las transferencias desesta-
nadas con el tema. bilizadoras de armas pequeñas y ligeras (armas peque-
ñas y ligeras) mediante transporte aéreo.
Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa
Sistema interamericano
(OSCE, por sus siglas en inglés). Manual de las buenas
La Convención interamericana contra la fabricación y el prácticas sobre armas pequeñas y ligeras.
tráfico ilícitos de armas de fuego, municiones, explosi-
Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa
vos y otros materiales relacionados (CIFTA), de 1997, fue
(OSCE). Principios sobre el control de la intermediación
ratificada por Venezuela el 14.05.2002, sin reservas.
en armas pequeñas y ligeras.
Reglamento Modelo para el Control del Tráfico
Internacional de Armas de Fuego, sus Partes y
Componentes y Municiones, en desarrollo del Artículo Centroamérica
IX de la CIFTA, dado por la Asamblea General de la OEA. Código de Conducta de los Estados Centroamericanos
Borrador de la Reglamentación Modelo para el control referente a la transferencia de armas, municiones, explo-
de intermediarios de armas de fuego, sus piezas, com- sivos y otros materiales relacionados.
ponentes y municiones. Modificaciones del Reglamento SICA, Tratado Marco de Seguridad Democrática.
Modelo para el Control del Tráfico Internacional de Armas
de Fuego, sus Partes y Componentes y Municiones,
2003.
111
PARTE I: CONTROL Y REGULACIÓN INSTITUCIONAL DE ARMAS Y MUNICIONES
112
Marco jurídico nacional e internacional en cuanto al control de armas, municiones y desarme
Fabricantes, suministradores y armeros – Art. 3(d), 5, la participación de un grupo delictivo organizado y que
7, 8(a), 9 y 11 estén tipificados en esta convención (Art. 3). Se trata de
los delitos de participación en un grupo delictivo organi-
Marcaje y mantenimiento de registros – Art. 7 y 8
zado, blanqueo del producto de un delito, corrupción y
Destrucción o desactivación. Art. 9. obstrucción a la justicia.
Armas pequeñas y ligeras de propiedad del Estado Trasposición al ámbito interno
– ninguna
Tipificación de los delitos mencionados en la convención.
Trasposición al ámbito interno
Adopción de medidas educativas, procedimentales.
No está destinado a legislar sobre las actividades del Adopción de medidas apropiadas para la protección de
Estado en materia de importación y exportación de armas testigos y de víctimas.
solamente sobre elaboración y tráfico ilícito de armas…
Una Guía práctica para la implementación de esta
(Art. 4); el Estado debe adoptar medidas legislativas y de
convención y sus protocolos ha sido elaborada por las
otro tipo, criminalizando varias actividades ilegales (Art.
Naciones Unidas con el apoyo de un importante número
5); Adoptar medidas para la confiscación de armas… y
de expertos. Ella puede ser consultada en la compilación
para su destrucción; adoptar tipos penales para sancio-
de instrumentos que acompaña este trabajo.
nar la reactivación ilícita de armas desactivadas (Art. 9).
Mantener un efectivo sistema de licencias o autorizacio-
nes para la importación y exportación de armas (Art. 10). Fuentes
Tomar medidas para brindar seguridad a la fabricación,
importación, exportación o tránsito de armas… y medi- w w w. u n o d c . o r g / d o c u m e n t s / t r e a t i e s / UN T OC /
das para mejorar los controles de importación, exporta- Publications/TOC Convention/TOCebook-s.pdf
ción y tránsito de armas en especial en fronteras (Art. http://treaties.un.org/Pages/ViewDetails.
11) Establecer un sistema para la regulación de las acti- aspx?src=TREATY&mtdsg_no=XVIII-
vidades de quienes se dedican a transferencias (Art. 15). 12&chapter=18&lang=en
http://www.unodc.org/pdf/crime/legislative_guides/
Fuentes Spanish%20Legislative%20guides_Full%20version.pdf
Guía práctica para la implementación de esta convención
http://www.unodc.org/pdf/crime/a_res_55/255e.pdf y sus protocolos.
http://treaties.un.org/pages/ViewDetails.
aspx?src=UNTSONLINE&tabid=2&mtd Instrumentos relacionados
sg_no=XVIII-12-c&chapter=18&lang=en
Resolución 55/25 de la AG de las Naciones Unidas apro-
Referencia ONU (A/55/383/Add.2) bando el texto de la convención.
Protocolo para prevenir, reprimir y sancionar la trata
Instrumentos relacionados de personas, especialmente mujeres y niños, que
Resolución 55/255 de la Asamblea General, de complementa la Convención de las Naciones contra la
31.05.2001 aprobatoria del protocolo. Delincuencia Organizada Transnacional. Ratificado por
Venezuela el 13.05.2002.
Situación de Venezuela
Características del instrumento
Instrumento vinculante políticamente. Venezuela parti-
Tratado internacional y por tanto vinculante legalmente. cipó en la Conferencia de 2001 y en la Conferencia de
En vigor desde el 29.09.2003. 2006. En esta última informó que había venido presenta-
do sus informes sobre los progresos en el cumplimiento
del Programa de acción e informó sobre medidas en el
Temas cubiertos plano nacional para su cumplimiento. Venezuela participó
Se aplica a la prevención, investigación y enjuiciamiento en la reunión Bienal 2008 sobre aplicación del PoA 2001.
de los delitos de carácter transnacional que entrañen Venezuela ha mostrado que reconoce este instrumento
113
PARTE I: CONTROL Y REGULACIÓN INSTITUCIONAL DE ARMAS Y MUNICIONES
como políticamente vinculante. Venezuela intervino en el Posesión de armas pequeñas y ligeras por personas
Comité Preparatorio de la conferencia de 2006. civiles y CPS – Sección II (3) y (8)
Transferencias – Sección II, Párrafos. 2, 8, 9, 11, 12,
Características del instrumento 14 y 15
Instrumento vinculante políticamente. Aprobado por una- Fabricantes, suministradores y armeros – Sección II,
nimidad durante la Conferencia de las Naciones Unidas Párrafos. 2, 3, 7, 8 y 9
sobre el Tráfico Ilícito de Armas Pequeñas y Ligeras en Marcaje y mantenimiento de registros – Sección II,
Todos sus Aspectos, reunidos en Nueva York del 9 al 20 Párrafos. 7, 8 y 9
de julio de 2001.
Armas pequeñas y ligeras de propiedad del Estado
– Sección II, Párrafos 9, y 17 – 19
Temas cubiertos Destrucción o desactivación. Sección II, Párrafo 16 y
El objetivo del plan de acción es prevenir, combatir y 19 y 20
eliminar el tráfico ilícito de armas pequeñas y ligeras en Recuperación de armas y desarme. Sección II,
todos sus aspectos (PoA 2001, infra I,22): Párrafos 20, 21, 30, sección III, Párrafos 14 y 16
a. Normas y medidas convenidas a escala mundial, re-
gional y nacional que fortalezcan y coordinen mejor
Trasposición al ámbito interno
las actividades objeto del Plan de acción;
“Establecer, donde no existan, leyes, reglamentos y
b. Medidas internacionales concertadas para prevenir,
procedimientos administrativos adecuados para ejercer
combatir y eliminar la fabricación y el tráfico ilícitos
un control efectivo de la producción de armas pequeñas
de armas pequeñas y ligeras;
y ligeras en sus jurisdicciones y de la exportación, la
c. Atender la acumulación excesiva y desestabilizadora importación, el tránsito o la rexpedición de esas armas
de armas pequeñas y ligeras luego de los conflictos para prevenir la fabricación ilegal y el tráfico ilícito de
armados; armas pequeñas y ligeras o su desviación a receptores
d. Movilizar la voluntad política de la comunidad inter- no autorizado” (PoA 2001, infra II,2)
nacional para prevenir y combatir las transferencias Tipificar como delito la fabricación, la posesión, el alma-
y la fabricación ilícitas de armas pequeñas y ligeras, cenamiento y el comercio ilícito de armas pequeñas y
cooperando y creando conciencia; ligeras.
e. Promover una acción responsable de los Estados Establecer organismos u órganos nacionales de coordi-
para prevenir la exportación, la importación, el trán- nación y la infraestructura institucional encargada de la
sito y la reexpedición ilícitos de armas pequeñas y orientación normativa, investigación y supervisión del
ligeras. tema.
El programa comprende múltiples temas de trabajo, Establecer o nombrar un centro de contacto nacional con
que implican la adopción de normas internas, y de los demás Estados para aplicar el Plan de acción.
planes y programas para cubrir los aspectos antes
“Promulgar y aplicar leyes, reglamentos y procedimien-
mencionados. Incluye también medidas específicas
tos administrativos adecuados para el control efectivo de
en el plano regional y mundial. En el plano regio-
la exportación y el tránsito de armas pequeñas y ligeras,
nal se destacan las medidas de cooperación y la
incluido el uso de certificados autenticados del usuario
adopción de medidas regionales, incluidas medidas
final y medidas jurídicas y coercitivas efectivas” (POA
para mejorar la transparencia. En el plano global se
2001, infra II,12)
destacan las medidas para cooperar con el Consejo
de Seguridad de la ONU, medidas de cooperación Adoptar leyes o procedimientos administrativos adecua-
entre Estados y de activación de Organizaciones dos para regular las actividades de los intermediarios en
internacionales con competencia en la materia, y el comercio de armas pequeñas y ligeras.
fomentar el diálogo y la cultura de paz. Adoptar normas y procedimientos adecuados y deta-
El programa comprende medidas de aplicación del llados en relación con la gestión y la seguridad de los
plan de acción, cooperación internacional y asisten- arsenales de los cuerpos armados del Estado.
cia, entre Estados y Organizaciones internacionales
Se establecieron mecanismos de seguimiento: Fuente
Conferencia en 2006, para analizar los progresos
http://www.poa-iss.org/poa/poa.aspx Página oficial del
del Programa de acción y reuniones bienales para
POA
examinar su aplicación a escala nacional, regional y
global. http://www.un.org/spanish/events/smallarms2006/poa.
html (texto)
El POA 2001 no se ocupa del tráfico lícito de armas
pequeñas y ligeras. http://www.un.org/spanish/conferences/smallarms/
114
Marco jurídico nacional e internacional en cuanto al control de armas, municiones y desarme
115
PARTE I: CONTROL Y REGULACIÓN INSTITUCIONAL DE ARMAS Y MUNICIONES
bre armas laser cegadoras (Protocolo IV) que prohíbe Armas pequeñas y ligeras de propiedad del Estado
el uso de estas armas diseñadas para causar ceguera – Principios 4, 5, 9, 10, 11, 13, 14 y 19
permanente; Venezuela no ha ratificado. Protocolo sobre
restos explosivos de guerra (Protocolo V) que establece
la obligación de los Estados de marcar, registrar, sacar Trasposición al ámbito interno
del medio y destruir los restos explosivos de guerra; Venezuela ha incorporado estos principios en sus pro-
Venezuela no ha ratificado. gramas de educación para el nuevo modelo policial y en
las normas relacionadas con este nuevo modelo: Título
IV, capítulo II, sobre el uso de la fuerza y el registro de
Temas cubiertos y trasposición al ámbito interno armas, del Decreto Ley Orgánica del Servicio de Policía
Para el caso de Venezuela solo se aplica la prohibición de y del Cuerpo de Policía Nacional.
no de permitir la transferencia de armas cuyos efectos
sea herir mediante fragmentos no detectables a los
rayos X, ya que estas son ilegales. Fuentes
http://www.asc41.com/UN_Congress/Spanish/8S%20
Octavo%20 Congreso/A _ CONF14 4 _ 28 _ RE V1.pdf
Fuente Octavo congreso de las Naciones Unidas sobre preven-
http://www.icrc.org/ihl.nsf/ ción del Delito y tratamiento del delincuente
WebSign?ReadForm&id=500&ps=P Ratificación http://www.consejopolicia.gob.ve/index.php/documen-
Venezuela tos/normas/cat_view/4-normas/77-leyes-organicas-y-
http://www.icrc.org/ihl.nsf/ leyes-especiales Decreto Ley Orgánica del Servicio de
WebSign?ReadForm&id=610&ps=P no ratificación Policía y del Cuerpo de Policía Nacional.
Venezuela
Venezuela participó en el Octavo Congreso de las - A/RES/52/38 D, del 08.01.1998 sobre la relación entre
Naciones Unidas sobre Prevención del Delito y tratamien- desarme y desarrollo.
to del delincuente, en el que se aprobó este instrumento. - A/RES/53/77 B, sobre asistencia a los Estados para
controlar el tráfico ilícito de armas pequeñas y para
recolectarlas.
Características del instrumento
- A/RES/53/77 E, sobre armas pequeñas (preparación
Instrumento vinculante políticamente. de conferencia, grupo de expertos en armas pequeñas,
inicio de estudio)
Temas cubiertos - A/RES/55/33 E, Encarga al Secretario General un estu-
Sobre armas pequeñas y ligeras de propiedad del Estado dio sobre desarme y no proliferación con énfasis en el
se aplican los siguientes principios: 4, uso de arma de tema educativo.
fuego solo como último recurso; 5, principios aplicables - A/RES/55/33 F, sobre asistencia a los Estados para
cuando el empleo de arma de fuego sea inevitable; 9, controlar el tráfico ilícito de armas pequeñas y para
uso de arma de fuego solo en casos de legítima defensa; recolectarlas. Relacionada con la situación en África.
11, obligación de incluir directrices en las normas y proce-
- A/RES/ 55/33 G, Sobre consolidación de la paz median-
dimientos nacionales sobre empleo de armas de fuego
te medidas prácticas de desarme.
por funcionarios encargados de hacer cumplir la ley; 14,
principios sobre uso de armas de fuego para dispersar - A/RES/ 56/24 E, sobre la relación entre desarme y de-
reuniones violentas; 19, obligación de una capacitación sarrollo. Pide a Secretario General continuar sus accio-
especial a funcionarios para el uso de armas de fuego. nes para implementar el programa de acción adoptado
116
Marco jurídico nacional e internacional en cuanto al control de armas, municiones y desarme
117
PARTE I: CONTROL Y REGULACIÓN INSTITUCIONAL DE ARMAS Y MUNICIONES
Situación de Venezuela
Título del instrumento
No se han podido verificar posiciones de Venezuela
Reglamento Modelo para el Control del Tráfico
durante las dos conferencias de la CIFTA en las que
Internacional de Armas de Fuego, sus Partes y
fueron adoptados la declaración (9 de marzo de 2004) y
Componentes y Municiones, en desarrollo del Artículo
el Compromiso (21 de febrero de 2008).
IX de la CIFTA, dado por la Asamblea General de la OEA.
118
Marco jurídico nacional e internacional en cuanto al control de armas, municiones y desarme
Temas cubiertos
Situación de Venezuela
El objetivo es armonizar las medidas, los sistemas y
los procedimientos para monitorear y controlar los mo- Sin información sobre si Venezuela ha asumido las re-
vimientos internacionales de armas, sus partes y com- comendaciones contenidas en el reglamento modelo.
ponentes (Capítulo I) y las municiones (Capítulo II), para Este instrumento cubre, salvo declaración en contrario, a
prevenir el tráfico y el uso ilícito. Las recomendaciones Venezuela en tanto que miembro de la OEA.
están dirigidas a aplicarse en las jurisdicciones nacio-
nales, las zonas de libre comercio, los puertos libres y
otras zonas comerciales. No regula las transacciones de Características del instrumento
Estado a Estado o las debidas a razones de seguridad Instrumento con carácter recomendatorio: se trata de un
nacional. conjunto de recomendaciones elaborado por un grupo
Para los movimientos internacionales de armas, sus de expertos por encargo de la Comisión Interamericana
partes y componentes y de las municiones, se hacen del Control de la Drogadicción (CICAD). Fue acordado en
recomendaciones en dos capítulos diferentes sobre 2003. Es un instrumento complementario de la CIFTA.
los siguientes aspectos: importación, exportación y
cargamentos en tránsito. En tercer capítulo se hacen re-
Temas cubiertos
comendaciones sobre condiciones generales aplicables
a todos los certificados, anexos y autorizaciones. El Borrador de la Reglamentación Modelo, busca ayudar
a los Estados a cubrir un vacío legal en el control de los
Sobre las responsabilidades de los Estados partes de
intermediarios.
la CIFTA (Venezuela es Estado parte), se hacen reco-
mendaciones sobre la conservación y sistematización Incluye definiciones de lo que se entiende por interme-
de archivos, intercambio de informaciones, asistencia diario y por actividades de intermediación. Se trata de
técnica, funcionamiento de permisologías y agencias una serie de formatos con informaciones orientadoras
encargadas, entre otros. sobre los siguientes temas: autoridad nacional encargada
del registro y de las licencias; registro de intermediarios;
Varias recomendaciones para hacer operativo el Modelo
otorgamiento de licencias; casos en los que se debería
de reglamento fueron dirigidas a la CICAD.
prohibir la intermediación; tipificación penal de las acti-
Posesión por personas civiles y CPS – ninguna vidades de intermediación ilícitas; responsabilidades de
Transferencias – Capítulo 1, Párrafos 1.2, 1.3, 2.1, 2.2, 3 las entidades legales (personas jurídicas); cubrimiento
y 4; Capítulo 2, Párrafos 5 – 7, y 9 de actividades de intermediación fuera del territorio del
Estado; rendición de cuentas de los intermediarios e
Fabricantes, suministradores y armeros – ninguna inspecciones de sus actividades
Marcaje y mantenimiento de registros – Capítulo IV, Incluye en anexos: formatos para el registro de los inter-
Párrafo 9 mediarios y formatos para licencias de intermediación.
Armas pequeñas y ligeras de propiedad del Estado Posesión por personas civiles y CPS – ninguna
– ninguna
Transferencias – Art. 1 – 9
Fabricantes, suministradores y armeros – ninguna
Trasposición al ámbito interno
Marcaje y mantenimiento de registros – Art. 9
Las diferentes recomendaciones pueden ser incorpora-
das a la legislación interna. Su carácter esencialmente Armas pequeñas y ligeras de propiedad del Estado
técnico, hace que este documento sea más adecuado a – ninguna
la elaboración de reglamentos que de leyes.
Trasposición al ámbito interno
Fuentes Instrumento destinado a ser incorporado a las legisla-
http://www.state.gov/documents/organization/61643. ciones nacionales de acuerdo a las previsiones de sus
pdf sistemas legales y de sus leyes fundamentales.
119
PARTE I: CONTROL Y REGULACIÓN INSTITUCIONAL DE ARMAS Y MUNICIONES
120
Marco jurídico nacional e internacional en cuanto al control de armas, municiones y desarme
Armas pequeñas y ligeras de propiedad del Estado – Posesión de armas pequeñas y ligeras por personas
Agenda Coordinada para Acción, Párrafos 3.2 y 5.2 – 5.5 civiles y CPS – Art. 9, 13, 14, 16, 17, 18, 19 a 25, 60 a
81, 87 a 97, 104 a 114.
Destrucción o desactivación – Línea de acción A.4.
Transferencias – Art. 41 a 51
Recuperación de armas y desarme - Línea de acción A.4.
Fabricantes, suministradores y armeros – Art. 19 a
Trasposición al ámbito interno 40, 52 a 59, 82 a 86, 98 a 103, 115, 116.
Se recomienda la adopción de medidas tipificando como Marcaje y mantenimiento de registros – Art. 10, 11, 12
delitos las formas ilegales de fabricación, importación,
exportación, transferencia, venta, intermediación, Armas pequeñas y ligeras de propiedad del Estado
transporte, posesión, usurpación, porte y uso de armas – Art. 8, 15
pequeñas y ligeras. Destrucción o desactivación – Art. 133 a 144
Es obligatorio para los Estados partes el establecer con- Recuperación de armas y desarme. – Art. 133 a 146.
troles a la fabricación, importación y exportación.
Trasposición al ámbito interno
Se recomiendan sistemas de marcaje, registro y
Este instrumento puede ser tomado como referencia al
seguimiento.
momento de elaborar una ley. Se pueden ver los distin-
Los Estados deben reglamentar y controlar la fabricación, tos temas cubiertos en el anterior acápite.
la intermediación, la financiación, la venta y el transporte.
Debe darse un esfuerzo para la armonización de las Fuentes
legislaciones.
http://www.parlatino.org/
Fuente
INSTRUMENTOS MULTILATERALES
Instrumentos relacionados:
El Compromiso de Lima, la Carta Andina para la paz Título del instrumento
y la seguridad y la limitación del control del gasto en Directrices y procedimientos incluyendo los elementos
defensa exterior. La Declaración de Lima y la Política iniciales como fueron reformados y actualizados en
de Seguridad Andina, acordada en 2002 por Bolivia, 2003, 2004 y 2007:
Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela, formulan una
política de seguridad común para la Comunidad Andina,
y según lo expuesto en la Sección VIII, allí se reconoce la - Guías y elementos incluyendo el elemento inicial de
necesidad de incluir el control de las armas pequeñas y concertación sobre controles de exportación para ar-
ligeras dentro del ámbito de la política para la seguridad mas convencionales y mercancías y tecnologías de do-
común de la región. ble uso, A. (cambios realizados en diciembre de 2009)
- Directrices para las buenas prácticas del Acuerdo
Parlamento Latinoamericano Wassenaar para las exportaciones de armas pequeñas
y ligeras (armas pequeñas y ligeras, sigla en inglés)
Título del instrumento
(Aprobado en plenaria en 2002 y reformado en plenaria
Ley marco de armas de fuego, munición y materiales en 2007)
relacionados, 2008.
- Elementos del Acuerdo Wassenaar para la legislación
eficaz sobre intermediación de armas
- Buenas prácticas para evitar las transferencias des-
estabilizadoras de armas pequeñas y ligeras (armas
pequeñas y ligeras) mediante transporte aéreo
121
PARTE I: CONTROL Y REGULACIÓN INSTITUCIONAL DE ARMAS Y MUNICIONES
Temas cubiertos
Temas cubiertos Estos instrumentos nacen como respuesta a la inciden-
Estos instrumentos están destinados a contribuir a la cia de las armas pequeñas y ligeras en los conflictos
estabilidad y seguridad regional e internacional, promo- armados europeos.
cionando la transparencia y la responsabilidad en las Los principios se refieren a: Fabricación, marcaje y man-
transferencias de armas convencionales y de mercancías tenimiento de registros; criterios comunes y controles
y tecnologías de doble uso, previniendo acumulaciones para la exportación e importación; gestión de arsenales,
desestabilizadoras. reducción y destrucción de excedentes.
La lista de armamento controlado por estos acuerdos, El manual está destinado a poner en práctica los
incluye las armas pequeñas y livianas y sus respectivas principios, y está compuesto por 8 capítulos sobre los
municiones. siguientes temas:
Los siguientes son los Estados Parte: Argentina, - Guía I sobre los controles nacionales de la fabricación;
Australia, Austria, Bélgica, Bulgaria, Canadá, Croacia,
República Checa, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Francia, - Guía II sobre el marcaje, el mantenimiento de registros
Alemania, Grecia, Hungría, Irlanda, Italia, Japón, Letonia, y el seguimiento;
Lituania, Luxemburgo, Malta, Países Bajos, Nueva - Guía III sobre procedimientos nacionales para la ges-
Zelanda, Noruega, Polonia, Portugal, República de Corea, tión de arsenales y Seguridad
Rumanía, Federación Rusa, Eslovaquia, Eslovenia,
- Guía IV sobre el control nacional de las actividades de
Sudáfrica, España, Suecia, Suiza, Turquía, Ucrania, Reino
intermediación
Unido, y Estados Unidos.
- Guía V sobre el control de la exportación
- Guía VI sobre la definición y los indicadores de
Fuentes
excedentes
http://www.wassenaar.org/index.html
- Guía VII sobre los procedimientos nacionales para la
destrucción
Título del instrumento - Guía VIII sobre las armas pequeñas y ligeras por lo que
Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa respecta los procesos de desarme, desmovilización y
(OSCE). reintegración (DD&R)
·Principios sobre el control de la intermediación en armas Fuentes
pequeñas y ligeras. http://www.osce.org/node/13621 Manual en español
·Manual de las buenas prácticas sobre armas pequeñas (incluye las ocho diferentes guías)
y ligeras (destinado a poner en práctica los principios)
Fuente: Elaboración propia de los investigadores
122
Las políticas públicas
del Estado venezolano
en los procesos de control
de armas, municiones y desarme
Omisiones, desaciertos y desafíos para la
construcción de una cultura por la paz
Agradecimientos
Las políticas públicas del Estado Venezolano en los procesos de control de armas municiones y desar-
me. Omisiones, desaciertos y desafíos para la construcción de una cultura por la paz, que a continuación
se presenta, es el documento final de la investigación sobre “Políticas, programas y planes de Control
de Armas, Municiones y Desarme en Venezuela de 1958 a 2012”.
Las limitaciones surgidas para la realización de esta investigación para cubrir un período de análisis
tan extenso en muy corto plazo fueron subsanadas gracias al compromiso y disciplina del equipo de
trabajo conformado por los sociólogos Joselyn Lindarte y Luis Cerezo, así como por la contribución
desinteresada del sociólogo Luis Martínez, quien cedió parte importante de los textos de su investiga-
ción sobre Estado, cultura política y seguridad ciudadana, sustentada en el análisis de discurso de las
Memorias y Cuentas de los Ministerios del Interior y Justicia.
Del mismo modo, la entrega oportuna de los resultados fue posible gracias a la orientación acertada y
gestiones institucionales del licenciado. Pablo Fernández y el profesor Reynaldo Hidalgo, así como por
el seguimiento, revisión permanente y acompañamiento eficiente de nuestra coordinadora de línea,
socióloga Magaly Villasmil, quien junto a su equipo de trabajo dentro de la Comisión Presidencial para
el Control de Armas, Municiones ofrecieron todo el apoyo intelectual y administrativo para facilitar cada
una de las actividades planteadas en el Plan de Trabajo.
Finalmente, agradecemos con especial aprecio el aporte de nuestros entrevistados y el de otros in-
vestigadores especialistas, quienes con sus testimonios y debates en seminarios y conversatorios,
nos ayudaron a identificar elementos fundamentales para la caracterización de las políticas públicas en
materia de control de armas, municiones y desarme dentro del período histórico estudiado.
125
Presentación
En tal sentido, tales investigaciones, de acuerdo con el secretario técnico de la Comisión para el Control
de Armas, Municiones y Desarme, Pablo Fernández, en sus palabras expresadas en el Discurso de
Apertura del Seminario Armas de Fuego y Desarme en Venezuela: Investigaciones y Políticas de Estado:
…marcan un hito para el desarrollo de una línea de investigación sobre violencia asociada al uso de armas de
fuego, incluso dentro de la nueva institucionalidad creada como la Universidad Nacional Experimental de la
Seguridad (UNES), dada la necesidad de generar políticas informadas científicamente, que permitan enfrentar
efectivamente un problema que en nuestro país reporta cifras tan graves como que el 94% de los homicidios
son cometidos con armas de fuego. (ULA, 16/05/12)
Lo anterior supone, abordar un elemento estratégico para la construcción de políticas públicas que
fomenten una cultura de paz y convivencia ciudadana. Se trata fundamentalmente de conocer cómo
han sido las políticas, acciones y enfoques del Estado venezolano, que explican, entre otras difíciles
realidades, lo que Pablo Fernández afirmaba en su discurso: “que los jóvenes de nuestros barrios son
los que en su mayoría alimentan con sus muertes las altas tasas de homicidios con armas de fuego
(alrededor de 70% de jóvenes entre 15-25)”, lo que objetivamente significa que las posibilidades de
desarrollo futuro de nuestro país pueden verse seriamente comprometidas, si no se formulan políticas
públicas que atiendan de manera inmediata el problema.
En ese contexto, es vital conocer la trayectoria que ha seguido el Estado venezolano, para enfrentar
el tema del control de armas, municiones y desarme y cómo sus acciones y/o políticas han generado
determinados efectos sociales.
Para ello, la investigación comenzó por asumir cómo se definen formalmente las políticas públicas
como cursos de acción que ejecuta el Estado para manejar los asuntos públicos y que: “permiten orde-
nar en torno a su finalidad o propósito, leyes, metas ministeriales, prácticas administrativas y partidas
presupuestarias” (Lahera, 2002: 34) y en tal sentido, entenderlas como iniciativas que se oponen al
ámbito de lo privado, pero también a lo exclusivamente gubernamental porque deben ser formuladas
en interacción entre el Estado y la ciudadanía (Aguilar, 2006).
Siguiendo ese planteamiento, es importante decir que en los países democráticos, las políticas públicas
expresan la voluntad política de quienes ejercen el poder en la gestión pública respecto a los asuntos
que la ciudadanía coloca como puntos de agenda para la acción del Estado. En tal sentido, las políticas
públicas normalmente consideran dos dimensiones para su formulación: el programa de gobierno de
127
PARTE I: CONTROL Y REGULACIÓN INSTITUCIONAL DE ARMAS Y MUNICIONES
quienes ejercen el poder político otorgado por el soberano y las necesidades de la población respecto
a temas vitales que mejoran su calidad de vida (Dávila y Soto, 2011).
De acuerdo con lo anterior, el Programa de Gobierno debe entenderse como el marco ideológico-
político de quienes ejercen el poder. Este programa influye en el tipo de políticas públicas que se
aplican, a partir de los valores, visiones y tendencias político-ideológicas de quienes tienen el poder
político para formularlas. En ese sentido, tales políticas públicas pueden ser más o menos consensua-
das, si quienes manejan el poder político devuelven ese poder al electorado a través de la participación.
Sin embargo, el enfoque participativo puede representar una tendencia en la formulación de políticas
públicas, que supera la gestión de gobierno y se convierte en política de Estado, en la medida en que
los mecanismos de participación de la población formen parte del marco normativo del Estado, por
ejemplo: la Constitución y leyes orgánicas.
Algunos autores, como Weimer y Vining (1991), consideran que para analizar la manera en la que se
construyen y ejecutan políticas públicas, existe una dimensión práctica que puede ser resuelta desde
el planteamiento de Bardach (2005), quien propone ocho pasos para el análisis:
Sin embargo, más allá del abordaje pragmático de origen norteamericano, autores latinoamericanos
como Cabrero (2000), plantean que lo más importante para el análisis de la política pública en nuestro
continente, es el abordaje del contexto histórico-político y cultural en el que surgen, se desarrollan y
toman curso ciertas acciones de política pública en el marco de concepciones de Estado, sistemas
políticos, actores y procesos políticos específicos, lo que significa que el análisis considera las determi-
naciones ideológico-políticas y sus conflictos, como procesos que influencian o marcan las decisiones
de los sujetos que construyen las políticas públicas.
Por esa razón, la investigación sobre políticas, programas y planes de control de armas, municiones y
desarme en Venezuela, se interesó especialmente por evaluar las tendencias ideológico-políticas del
Estado venezolano en la ejecución de esas políticas públicas, en particular sus acciones en torno al
control de armas, municiones y desarme para la prevención del riesgo social, considerando para ello
dos momentos importantes del contexto democrático:
En ese sentido, cada fase la subdividimos en períodos de gobierno para precisar personajes y mapas
de actores con influencia en los planes, programas y acciones que caracterizan el contexto sociopolí-
tico para el período de la Democracia Representativa y para el período de la Democracia Participativa,
considerando para el análisis la documentación oficial que contiene explícitamente la política pública
formulada y la política efectivamente ejecutada, es decir: los planes de la nación y las memorias y
cuentas.
128
Las políticas públicas del Estado venezolano en los procesos de control de armas, municiones y desarme
Al respecto es importante acotar, que los planes nacionales representan para el caso venezolano y en
general para la mayor parte de los países latinoamericanos, los instrumentos de política pública que
contienen las directrices estratégicas del Estado para los distintos ámbitos de desarrollo del país.1
En Venezuela, los planes nacionales se asumen como instrumentos de política pública, desde la creación
de la Oficina Central de Coordinación y Planificación de la Presidencia de la República (CORDIPLAN),
mediante Decreto Ley nº. 492, promulgado el 30 de diciembre de 1958, precisamente con el inicio del
período conocido como Democracia Representativa. Esta oficina, auxiliar del Ejecutivo Nacional para
las tareas relativas a la formulación de política pública y su planificación, establecía las condiciones
dirigidas a crear oficinas sectoriales y regionales de planificación y asesorar el diseño, ejecución y
coordinación de la política pública dentro de un plan general de la nación.
De esa manera, la modalidad de política pública que comenzó a utilizarse desde 1958 –aún vigente–
es el Plan Nacional, estructurado como plan a mediano plazo para la consecución de un período de
gobierno. En la Democracia Representativa, de acuerdo a lo establecido en la Constitución de 1961, el
período de gobierno tenía una duración de cinco años, mientras que en la Democracia Participativa con
la Constitución de 1999 tiene una duración de seis años. Los Planes Nacionales, contienen las directri-
ces estratégicas para los distintos ámbitos del desarrollo económico y social de la nación, incluyendo
los temas referidos a la seguridad ciudadana, guardando sintonía con la Constitución Nacional como
marco normativo supremo del Estado.
En tal sentido, para el análisis de políticas sobre control de armas, municiones y desarme en Venezuela,
que normalmente son políticas ubicadas en el ámbito de la seguridad, esta investigación se planteó la
necesidad de revisar esos planes, para identificar la existencia de programas y/o proyectos relaciona-
dos. No se realizó un análisis de planes, programas o acciones regionales o locales, sino de las políticas
nacionales a través del Ministerio de Interior y Justicia.
Mucha de la información se analizó a través de las Memorias y Cuentas, que son precisamente los
informes de gestión anual que por Ley deben entregarse al Congreso o Asamblea Nacional, para rendir
cuenta de los recursos ejecutados versus los recursos planificados. Las Memorias son algunos de
los documentos oficiales que sirven para evaluar la gestión pública, en tanto permiten establecer si la
política pública definida en determinada área está efectivamente ejecutada en términos del logro de
objetivos y utilización de recursos económicos.
Para realizar el análisis de las fuentes primarias institucionales identificadas como Planes Nacionales
y Memorias, el equipo de trabajo definió un grupo de palabras clave o categorías –a través de la
Técnica “Lluvia de Ideas” y tomando en cuenta algunos hechos ocurridos en cada período de gobierno,
definimos las palabras clave que probablemente surjan en el texto de cada plan nacional y Memoria
que sirven para identificar la existencia de políticas específicas– relacionadas con el tema que orientó
la lectura de los documentos en cuanto a los hitos fundamentales de cada gestión de gobierno (Anexo
1). Ello permitió cruzar la información documental oficial con el análisis histórico contextual, con la
finalidad de describir los procesos socio-políticos y los distintos roles del Estado venezolano en los
períodos de la democracia representativa y sus diferencias respecto a la democracia participativa.
También consideramos que en nuestro país no siempre se ejecutan políticas explícitas previamente
definidas en documentos. En muchas ocasiones existen planes de contingencia, operativos u otras
acciones que surgen de coyunturas específicas que no siempre responden a criterios estratégicos
de un Plan Nacional o no se reflejan en las Memorias, porque quedan subsumidas en acciones más
generales u ocultas por las implicaciones éticas que supone haberlas ejecutado. Por ello incorporamos
el análisis hemerográfico y de los testimonios de informantes clave, quienes a partir de un guión de
preguntas, nos ofrecieron a través de entrevistas a profundidad una información muy valiosa para
1 Este tipo de instrumento surgió alrededor de los años 50 como propuesta de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), para la implementación
de programas de desarrollo económico en la región, basados en el modelo de sustitución de importaciones.
129
PARTE I: CONTROL Y REGULACIÓN INSTITUCIONAL DE ARMAS Y MUNICIONES
describir el rol del Estado venezolano en el marco de sus distintas concepciones ideológico-políticas y
sus prácticas reales respecto a su rol como garante de los Derechos Humanos fundamentales (Anexo
2).
La idea básica entonces, fue la de caracterizar en detalle cada período de gobierno tomando como
referencia la documentación oficial que refleja la política pública nacional a través de los Planes de la
Nación y las Memorias y Cuenta. Por otra parte, comparar ambos períodos respecto a sus enfoques,
acciones e iniciativas en materia de control de armas, municiones y desarme.
130
I. Democracia representativa
en Venezuela. Entre armas,
conflictos y represión
Se entiende por Democracia Representativa el período histórico que se inicia luego del golpe de Estado
cívico militar llevado a cabo contra Marcos Pérez Jiménez el 23 de enero de 1958, y que culmina con la
refundación de la República iniciada en 1999 a través de la sanción de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela.
El signo que marcó este período fue el pacto de gobernabilidad mediante el cual los principales partidos
políticos y los representantes de los intereses económicos de la alta burguesía nacional lograron alternar-
se en el poder para garantizar la hegemonía política y económica en la incipiente democracia venezolana.
El Pacto de Punto Fijo fue un acuerdo firmado el 31 de octubre de 1958 por los partidos Unión
Republicana Democrática (representado por Jóvito Villalba, Ignacio Luis Arcaya y Manuel López Rivas),
el Partido Social Cristiano Copei (representado por Rafael Caldera, Pedro del Corral y Lorenzo Fernández)
y Acción Democrática (representado por Rómulo Betancourt, Raúl Leoni y Gonzalo Barrios). Con este
acuerdo se pretendía crear las condiciones que permitieran garantizar la estabilidad política necesaria
para sostener la hegemonía de las facciones signatarias.
En la práctica esto significó la exclusión de los partidos de izquierda y las organizaciones populares
en el proceso de discusión y elaboración del acuerdo, a pesar de que fueron éstas las que lideraron la
rebelión que llevó el 23 de enero al derrocamiento del dictador Marcos Pérez Jiménez.
Por otro lado, el acuerdo se constituyó sobre la base de un discurso democrático, pero se mostró
intolerante a cualquier intención de realizar cambios profundos en el sistema político. Según el pacto,
la democracia se expresa en el poder delegado a los representantes electos mediante el voto popular,
y los firmantes se comprometen a utilizar las fuerzas del Estado para que garanticen las condiciones
técnicas y de seguridad ciudadana en las que el pueblo pueda ejercer su derecho al voto. Cualquier
intento de trascender este mecanismo de participación popular se consideraba un acto subversivo, y la
131
PARTE I: CONTROL Y REGULACIÓN INSTITUCIONAL DE ARMAS Y MUNICIONES
subversión era considerada un delito punible: “Se declara el cumplimiento de un deber patriótico la re-
sistencia permanente contra cualquier situación de fuerza que pudiese surgir de un hecho subversivo y
su colaboración con ella también como delito de lesa patria” (Documento del Pacto de Punto Fijo, 1958).
En el testimonio recogido por esta investigación con la entrevista al Diputado Fernando Soto Rojas,
protagonista de los sucesos de esa época, explicó que con la entrada a la Democracia Representativa:
Efectivamente se cambió de la dictadura militar al sistema representativo burgués que es otra forma del
capitalismo dependiente, que dispuso el Pacto de Punto Fijo, y se dio el acuerdo entre Rómulo Betancourt,
Jóvito Villalba y Caldera, que ya lo habían conversado con el Departamento de Estado en 1957 y que se
reactiva en diciembre de 1958 con Rómulo Betancourt. Luego muchos movimientos cuestionaron la política
de Rómulo Betancourt porque era esencialmente anticomunista y se inició el proceso de lucha armada, pero
la represión la inicia el gobierno de Betancourt en una marcha obrera que se hizo en el centro de Caracas
en donde mataron a 4 trabajadores ahí cerca de la Plaza La Concordia, y a partir de ahí se desató una ola
represiva. Ahora la inmensa mayoría de jóvenes y universitarios estábamos muy radicalizados por la influencia
de la Revolución Cubana, incluso en toda la América Latina, y por otra parte, veíamos el nuevo gobierno de
la democracia puntofijista no le daba salida a la crisis histórica que como pobres padecemos desde hace
rato, yo digo que esas dos son las causas de este fiasco del surgimiento de la violencia política en el país
fundamentalmente. Ahora, el régimen puntofijista yo digo que no fue un régimen de libertades públicas como
se dice, ni un régimen democrático. Había algunas libertades públicas, pero sobre la base de la alternabilidad
del poder entre AD y Copei y un régimen al que yo le digo delictual, caracterizado por el delito de la corrupción.
Todos los presidentes del puntofijismo tienen sus muertos con nombres y apellidos, basta de leerse el libro
del periodista Zurita, donde están los nombres con fotos de los diversos muertos en los diversos periodos
de gobierno. Ahora, ¿de dónde proviene todo eso? Eso provino de la Escuela de las Américas. Allí se preparó
un conjunto de oficiales de los ejércitos de América Latina en la llamada seguridad de defensa hemisférica
para la lucha contra los comunistas y contra el bloque soviético, entonces todos los cuerpos de seguridad,
tanto paramilitares como militares, fueron educados en la doctrina Norteamérica, que es el desarrollo de la
represión, por eso muchísima gente murió. (Entrevista a Soto Rojas, 2012)
De acuerdo con ello, la democracia representativa construyó una línea discursiva que asociaba a los
reclamos populares por la justicia y la igualdad social con los partidos y organizaciones de izquierda a
los cuales se les endilgó el delito de la subversión.
Con esta argumentación se construyó el casus belli contra los movimientos de izquierda, ya que el
derecho a la participación en la política nacional quedaba reservado al grupo de personas, partidos
y organizaciones simpatizantes de la hegemonía del pacto, mientras que el resto de las facciones
políticas quedaban al margen de la legalidad.
En 1959, Rómulo Betancourt asumió la presidencia del país y comenzó a construir un discurso de
pretendido quiebre con las acciones represoras de la recién derrocada dictadura. A estos fines, se crea
la Dirección General de Policía (DIGEPOL) en sustitución de la Policía de Seguridad Nacional, cuerpo
desprestigiado no solo por su rol represor de los sectores políticos contrarios al gobierno, sino también
por el irrespeto a los derechos humanos y por la impunidad con la que cometió sus desmanes.
El 5 de febrero de 1960, el Despacho del Director General de Policía envía una orden a las Entidades
Federales, en la cual expresaba la necesidad de evitar prácticas propias de las dictaduras, exhortando
a que todas las detenciones excepcionales se realizaran como establecía el mandato constitucional,
132
Las políticas públicas del Estado venezolano en los procesos de control de armas, municiones y desarme
es decir, con la sola competencia del ciudadano Presidente de la República y ejecutadas a través del
Ministerio de Relaciones Interiores.
Con esta iniciativa se pretendía que la rectitud moral del presidente electo por mayoría popular fuese la
garantía del uso correcto y comedido de las fuerzas policiales como garantes de la seguridad pública.
Pero la radicalización del discurso anticomunista del nuevo gobierno lo conduciría hacia una práctica
muy distinta.
El 4 de agosto de 1959 representa un hito importante para identificar la política anticomunista del
presidente Betancourt, año en el cual, como comenta Soto Rojas, se desplegó con la suspensión por
30 días del derecho de reunión en el Distrito Federal y el Distrito Sucre del estado Miranda, debido
a una serie de protestas llevadas a cabo por obreros y trabajadores en respuesta a la cancelación del
Plan de Emergencia, que fue una medida contra el desempleo iniciada en febrero de 1958 por la Junta
de Gobierno.
Para el gobierno de Betancourt estos hechos no tuvieron ningún tipo de proyección ni significación
política, sin embargo, la inconformidad del pueblo con el nuevo gobierno empezaría a hacerse cada vez
más notoria y el gobierno recurrió al estigma de la subversión, entendida como el conjunto de acciones
y sujetos “enemigos” de la democracia y el orden. Con el atentado ocurrido contra Rómulo Betancourt
el 24 de junio de 1960 en el Paseo Los Próceres,2 la subversión pasa a ser el principal problema del
Estado y se convierte en el centro de las políticas de seguridad nacional y ciudadana. Desde entonces
será irrefutable la cercanía de Venezuela con EEUU y sus aliados en el marco de la Guerra Fría, y la
práctica represiva de los cuerpos de seguridad del Estado comienza a tomar forma.
Ese mismo año, Carlos Andrés Pérez asumió el cargo de la Dirección General del Ministerio de
Relaciones Interiores, y desde allí impulsó la lucha contra la subversión como forma de garantizar el
orden público. Casi de inmediato emergen las primeras denuncias sobre detenciones y torturas hacia
personas detenidas por la DIGEPOL por sus supuestos vínculos con organizaciones terroristas. El aná-
lisis del Gobierno es que el país vive un proceso de recuperación económica, el cual está amenazado
por la actividad insurreccional de los grupos extremistas y por la “conjura dictatorial”, y propone, por
lo tanto, que las garantías constitucionales, suspendidas desde el atentado, se mantengan así hasta
superar la situación, tal y como lo establece el Decreto Ejecutivo nº. 455 con fecha de 23 de enero de
1961.3
No obstante, esas políticas no se explicitan en el Primer Plan de la Nación formulado para el período
1960-1964, cuyos lineamientos generales se presentaron como estrategias para desarrollar las áreas
de petróleo, minería, energía eléctrica, agricultura, comunicaciones, transporte, industrias de transfor-
mación, vialidad, salud, vivienda, educación, pero desde un enfoque normativo y positivo de la econo-
mía, que buscaba reactivar los principales sectores económicos del país a través de la reestructuración
de la administración y la articulación de las industrias públicas con las empresas extranjeras que se
encontraban en el país.
Este plan hizo especial distinción de las relaciones sociales y económicas propias de la dicotomía ur-
bano-rural y de las consecuencias que para las políticas de reordenamiento territorial traían consigo las
presentes condiciones de hacinamiento; desempleo, problemas en los servicios públicos y en la escasa
vialidad, proyectando una serie de acciones orientadas a modernizar la estructura vial, marítima y aérea
del país y reducir las brechas comunicacionales entre las diferentes zonas geográficas de Venezuela.
2 El 24 de junio, Día del Ejército, Rómulo Betancourt acompañado de su Ministro de la Defensa, la esposa de éste y el Jefe de la Casa Militar, se dirigían
al Paseo Los Próceres cuando estalló una bomba que hizo incendiar el vehículo donde se desplazaban. Betancourt, el Ministro y su esposa sufrieron graves
heridas, el Jefe Militar murió así como un transeúnte ocasional.
3 En particular el artículo 60 Numeral 3 de la Constitución de 1961 que reza: “Nadie podrá ser incomunicado ni sometido a tortura o a otros procedimientos
que causen sufrimiento físico o moral. Es punible todo atropello físico o moral inferido a persona sometida a restricciones de su libertad”.
133
PARTE I: CONTROL Y REGULACIÓN INSTITUCIONAL DE ARMAS Y MUNICIONES
La misma tendencia se observa en el II Plan de la Nación, que fue segundo ensayo de política pública
formulado en el período 1963-1966 durante el gobierno de Betancourt, se sigue dando prioridad a
la política económica para el logro de la consolidación de Venezuela como un país industrializado,
aunque se menciona como problema social emergente el efecto que tenía dentro del desarrollo rural
venezolano los constantes movimientos migratorios hacia las grandes ciudades.
En ese sentido, y en contraste con el desenvolvimiento de los eventos sociopolíticos que enmarcaban
la política pública nacional, para esos primeros años de la Democracia Representativa puede decirse
que existía una realidad convulsa y especialmente violenta, que evidenciaba el efecto negativo que
produjo la exclusión en el Pacto de Punto Fijo del Partido Comunista de Venezuela (PCV) y otros
partidos de izquierda.
En ese contexto, es importante recordar que en marzo de 1961 el PCV acordó aceptar la lucha armada
como un medio válido para acceder al poder, dando inicio a la lucha armada en Venezuela y desatando
una serie de conflictos que vale la pena mencionar, por ejemplo la huelga de transporte en La Guaira
ocurrida el 28 de febrero de 1962 con el apoyo del PCV, donde cientos de manifestantes se congre-
garon en las puertas del Batallón de Infantería nº. 1 esperando ser armados de acuerdo a un plan
conspirativo. El 4 de mayo de 1962, estalla en el estado Sucre un alzamiento militar a cargo del Capitán
de Corbeta Jesús Teodoro Molina Villegas, que fue conocido como El Carupanazo. Este alzamiento no
contó con suficiente respaldo popular y fue rápidamente reprimido por las fuerzas de seguridad y las
tropas dirigidas por oficiales leales al gobierno. El 5 de mayo ya el gobierno había recuperado el control
de Carúpano, y entre las 400 capturas realizadas se encontraban dirigentes del PCV y el Movimiento
de Izquierda Revolucionaria (MIR).
Dos meses después, el 2 de junio del mismo año, estalla otra insurrección en la base naval de Puerto
Cabello, conocida como El Porteñazo, y es considerada la más dura y sangrienta que se ha realizado en
nuestro país. El 3 de junio, el gobierno anunciaba que ya controlaba la situación. El saldo de las luchas
fue más de 400 muertos y 700 heridos, y en ella también participaron dirigentes del PCV y del MIR.
Todos estos eventos en los que se hizo uso de armas de fuego que produjeron muertes y violencia
política, se profundizó cuando el gobierno decidió promover la inhabilitación y posterior ilegalización
del PCV y el MIR, por acusaciones de terrorismo y subversión. En el documento de inhabilitación,
redactado por el Ministro de Relaciones Interiores que manejaba Carlos Andrés Pérez, se acusa a los
comunistas de someter al país a graves alteraciones del orden público mediante la agitación política, el
motín callejero y la acción terrorista.
A partir de ese momento, la persecución y la lucha contra los subversivos se convirtió en una política
transversal a todas las acciones del Ministerio de Relaciones Interiores, organismo que concentraba
las funciones de seguridad ciudadana y del Estado, la conducción política del gobierno, el control de
las informaciones y los contenidos emitidos por los medios de comunicación, entre otras atribuciones4.
4 Son atribuciones del Ministerio de Relaciones Interiores: “Corresponde al Ministerio de Relaciones interiores la planificación y la realización de las
actividades del Ejecutivo Nacional en el sector de la política interior que comprende las relaciones políticas de éste con los demás organismos del Poder
134
Las políticas públicas del Estado venezolano en los procesos de control de armas, municiones y desarme
También se intensificaron las denuncias hacia las prácticas represivas del Estado, lo que conllevó a la
designación de una comisión de diputados encargados de investigar la situación de algunos presos
políticos que se encontraban en diferentes retenes y cárceles del país. Pocos meses después se
nombra a un nuevo ministro de Relaciones Interiores, Manuel Mantilla, sin embargo, el legado de
Carlos Andrés Pérez durante su paso por ese despacho, fue la consolidación y actualización de un
sistema policial surgido de las prácticas de la Policía de Seguridad Nacional perezjimenista, esta vez
encauzadas hacia la lucha anticomunista, mediante la criminalización de las organizaciones de izquierda
y el perfeccionamiento de la DIGEPOL como un cuerpo represor que actuaba con impunidad y al
margen de la ley.
Sin embargo, argumenta también que las denuncias de “supuestas” torturas y la represión del Estado
(desmentidas por una investigación realizada por la fiscalía en la DIGEPOL), son una técnica extremista
basada en: “…imputar a los agentes del orden toda suerte de crímenes, aún sin cuidarse de su ve-
rosimilitud, confiando en propiciar así un clima de impunidad por la inhibición, cuando menos parcial,
de aquellos a quienes toca vigilar o reprimir sus actividades” (Ministerio de Relaciones Interiores.
Memoria y cuenta 1964: XI).
Para abril de 1965, en el VII Pleno del PCV se resolvió abandonar la lucha armada, al postular lo
siguiente:
El PCV, después de un análisis de la realidad actual, llegó a la conclusión de la necesidad de un gobierno
que aplique un programa de paz democrática, como anhelo de la inmensa mayoría de los venezolanos. En
aras de ahorrarle sacrificios a nuestro pueblo, el PCV llama a todos los venezolanos, civiles y militares, de la
oposición y aún a los sectores del gobierno, a hacer realidad esta aspiración de paz que Venezuela reclama
como patria de todos, y no como un feudo millonario de unos pocos al servicio de intereses extranjeros.
[Un gobierno] que desvanezca el peligro de expansión de la guerra civil… En tal sentido, decimos que nada
tienen que perder… los millares de compatriotas que depositaron sus votos el 1ero de diciembre de 1963 por
los candidatos Villalba y Uslar Pietri (PCV, Manifiesto del VII Pleno del C.C.; por un gobierno que aplique un
programa de paz democrática, en: Tribuna Popular (Caracas, 1965/abril 24). Cit por Ricardo Robredo Limón: El
Partido Comunista de Venezuela. Sus tácticas desde 1964 a 1969. 537-538).
La adhesión a la táctica de “Paz Democrática”, impulsada por Moscú (a diferencia de Fidel Castro,
quien defendía la lucha armada), muestra la voluntad del PCV de retornar a la legalidad y es coherente
Público, la seguridad y el orden público y en particular las siguientes actividades: 1. La orientación política del Gobierno. 3. Lo relativo a los derechos
políticos de los venezolanos y a los derechos civiles de los venezolanos y extranjeros. El cumplimiento y la ejecución de las disposiciones legales sobre
elecciones. Las relaciones con el Consejo Supremo Electoral 4. La coordinación de las medidas a tomar en el caso de que haya un estado de guerra civil
o internacional que afecte a la República o de epidemia o de cualquier otra calamidad pública. 5. Lo relativo a la tramitación y ejecución de los decretos
de suspensión y restricción de las garantías constitucionales 12. Lo relativo a la seguridad del Estado y el mantenimiento del orden público en todo el
territorio de la República 18. Lo relativo a la coordinación de los órganos de policía y a la superior dirección de los Cuerpos de Policía de la República. 14.
La fiscalización de la importación, fabricación, instalación tenencia y porte de armas, municiones y explosivos no considerados como material de guerra.”
135
PARTE I: CONTROL Y REGULACIÓN INSTITUCIONAL DE ARMAS Y MUNICIONES
con el principio de que “la política dirige al fusil”, que se venía manejando en el discurso del partido. Sin
embargo, esto no significó el inmediato abandono de las armas, no solo porque el PCV no era el único
partido que había optado por este camino, sino porque no hubo consenso dentro del mismo partido
para adoptar esta nueva vía. Es así que en noviembre de 1965, Douglas Bravo convoca a una facción
de comunistas que no estaban de acuerdo con las resoluciones del VII Pleno y, en diciembre de ese
mismo año se designa a Fabricio Ojeda como presidente del FLN-FALN, quien asume la responsabili-
dad de la lucha armada y reclama la dirección revolucionaria del partido.
Por otra parte, en el III Plan de la Nación 1965-1968 se mantienen las características de I y II Plan de
la Nación, en el sentido de que era un plan economicista dirigido a profundizar acciones en materia
económica y productiva, en aras de profundizar el modelo de desarrollo concebido por los organismos
internacionales para Venezuela y América Latina. En estos términos, el Plan Nacional planteó una
serie de programas en las áreas de Juventud y Niñez, Agricultura, Minas e Hidrocarburos, Industria
Manufacturera, Energía Eléctrica, Transporte y Comunicaciones, Educación, Sanidad, Vivienda,
Construcción, Sector Público y Desarrollo de la Comunidad, destacando el papel de las Fundaciones y
Fondos determinados por el Estado para la incorporación de las comunidades a procesos de formación
laboral, capacitación, reforma agraria, construcción de edificaciones escolares; priorizando la atención
y organización de los espacios rurales a escala nacional.
No obstante, el período de gobierno de Leoni se caracterizó por una feroz represión hacia las llamadas
“guerrillas castro-comunistas, bandas armadas y subversivos” (Ministerio de Relaciones Interiores.
Memoria y cuenta 1964) en el marco global del “gigantesco choque de sistemas y de intereses que
tiene al mundo entero como escenario” (ídem), y en el cual Venezuela tomaba clara posición a fa-
vor de uno de los dos bandos en conflicto que se suponía era la democracia real adscrita al bloque
estadounidense.
El Gobierno de amplia base impulsado por Leoni fue un pacto de gobernabilidad acordado entre los
partidos Acción Democrática, Unión Republicana Democrática y el Frente Nacional Democrático. El
resto de los partidos y facciones políticas se agrupaban en un conglomerado que, desde la visión del
gobierno, tenía actitudes “cruzadas” y era azuzado por la prensa sensacionalista. La subversión, por
su parte, era considerada como aislada y se consideraba que estaba incitada por el comunismo inter-
nacional, que tenía su asiento principalmente en zonas rurales, con algunos centros de adiestramiento
y reclutamiento en Caracas.
El discurso acerca de las amenazas que enfrentaba la seguridad nacional giraba en torno al repudio
a “los conciliábulos secretos de la subversión extremista filo-comunista”, que justificaban las accio-
nes represivas del ejército y la policía en aras del mantenimiento del orden público. En tal sentido, la
política comunicacional respecto a la represión hacia los sectores considerados subversivos era la
del ocultamiento de los enfrentamientos, e inclusive, la negación de los desmanes cometidos por la
terriblemente recordada DIGEPOL.
Mientras los encuentros armados se intensificaron en las zonas campesinas, en la ciudad recrudecían
los actos de violencia política, y en Venezuela se respiraba un clima de guerra signado por la represión
de los cuerpos de seguridad del Estado hacia los movimientos populares identificados con la izquierda
revolucionaria. Debido a esta situación, el 13 de diciembre de 1966 se suspenden las garantías cons-
titucionales y el gobierno apunta sus fusiles contra la autonomía universitaria, bajo la cual se cobijaban
los jóvenes revolucionaros para sobrevivir a los embates de la represión del Estado.
136
Las políticas públicas del Estado venezolano en los procesos de control de armas, municiones y desarme
La autonomía es el derecho que tiene el conglomerado universitario de darse su propia dirección de gobierno,
académica y administrativa. De allí que se viera precisado dictar un Decreto por medio del cual se establece que el
mantenimiento del orden público y la seguridad de las personas en donde funcionan las Universidades Nacionales
y todo lo que sea vía pública dentro de la Ciudad universitaria es función privativa del Poder Nacional, como lo es en
cualquiera otra parte del territorio de la República (Ministerio de Relaciones Interiores. Memoria y cuenta 1966: XI).
La represión conquistó espacios y durante los dos últimos años del gobierno de Leoni reinó un aire
de triunfalismo sobre los movimientos revolucionarios que asumieron la lucha armada. El ministro de
Relaciones Interiores, Reinaldo Leandro Mora, manifiesta en su presentación anual de la memoria y
cuenta (1967: IX-X) que:
...los partidos inhabilitados, por el apadrinamiento de su política de lucha armada y guerra larga, violencia y
terror, han mostrado durante el año 1967 fases diversas que, ante la nación, se proyectan con la imagen de
divisiones y subdivisiones en cuanto a las tácticas para alcanzar sus objetivos. Han aparecido líneas blandas
y duras para definir sus puntos de vista en materia de violencia y lucha armada. No parece aún llegado el
momento de afirmar, sin caer en el error, que tales o cuales afirmaciones, deseos y organizaciones periféricas
sean la medida del sincero y definitivo deseo de algunos de esos grupos o individualidades, para una vuelta a
la participación en la vida democrática.
En el año 1968 comienza a utilizarse el término “Paz Pública” para referirse al orden social, y el tema
de la subversión desaparece del discurso de las políticas de seguridad del Estado, lo que prefigura sería
la política de Pacificación de Rafael Caldera, que se basó en el ejercicio de la política por encima de la
fuerza para la solución del problema de la insurgencia y proponía negociaciones, apertura, tolerancia
para construir la paz y mantener el orden público y dar respuesta a “la necesidad de interpretar con
exactitud la problemática planteada por la actividad de los grupos irregulares y las bandas armadas,
que han pretendido, mediante el uso de la violencia, exponer y realizar sus aspiraciones ideológicas y
políticas (Ministerio de Relaciones Interiores. Memoria y cuenta 1968: VII).
Esas medidas para el orden público, no solo se focalizaron en las Universidades, también en los barrios
y sectores populares se arremetía en contra de la población. En el testimonio de uno de nuestros
entrevistados, Julián Revete, muchos años privado de libertad en varias cárceles de nuestro país y
ahora escritor reconocido, nos ofrecía el siguiente relato:
En los años sesenta la lucha armada se generalizó. Y lo que llamaban un ñángara, que eran los comunistas de
aquella época, que a uno le decían que se comían a la gente y todo eso (…) Bueno, mayormente desde las
universidades, se iban a los barrios, armados, gritando consignas en contra el gobierno. Y surgió la guerrilla,
la urbana, y estos elementos subían a los barrios arengando en contra del gobierno, y a través de esto hubo
muchos muertos, muchas muertes policíacas. En cada barrio que uno iba sí se encontraban policías ‒cuando
en ese tiempo era la Digepol‒ ¿Y qué pasó con la Digepol? Que dónde encontraban una persona que no era
adeca, que no simpatizaba con el gobierno o la policía del gobierno, lo asesinaban. Yo soy una persona que
me criaron en el campo. Llegamos a un barrio a los catorce años, eso es en el año sesenta y cuatro. Pasaron
los comunistas por el barrio y mataron a un detective a unos metros de mi casa. Yo apenas tenía catorce años,
estaba con un amiguito y antes, cuando sonaba un tiro, todo el mundo corría y la gente se protegía mucho.
Cuando nosotros llegamos a Caracas del campo, que mis padres nos trajeron, era la época de Pérez Jiménez,
y siempre se hablaba de la bala perdida. Mucha gente murió. Una bala perdida mató a equis persona. Cuando
yo estaba con un amigo a quinientos metros de mi casa, se oyeron los gritos de los ñángara que venían de
un sector como a quinientos metros y se oyeron unas detonaciones por ahí. Yo tenía mucho miedo y salí
corriendo de mi casa; de donde estaba hasta mi casa eran como unos sesenta metros. Llegué y me acosté
a dormir. No estaba mi mami, mi hermano había salido no recuerdo a qué cosa. Llegó en la noche, y cuando
estábamos durmiendo, a las cinco de la mañana, se apareció la PTJ. Cuando lo de las detonaciones habían
matado a una persona perteneciente a la policía de seguridad del Estado. A aquella persona le dieron esos
tiros, lo supimos luego, por supuesto, cuando nos detienen a mi hermano y a mí. Fueron a nuestra casa y nos
la allana y nos llevan a Parque Carabobo, al central de la PTJ y ahí es donde sabemos que hay una muerte
de un DIGEPOL y nos lo achacan a nosotros. Pero como éramos niños, ya mi hermano era un adolescente y
yo tenía catorce años, o casi. Éramos muchachitos. Allí me mandaron cuatro años para un retén, a mí y a mi
137
PARTE I: CONTROL Y REGULACIÓN INSTITUCIONAL DE ARMAS Y MUNICIONES
hermano, siendo niños, prácticamente. Y antes, tú sabes, los jóvenes no eran como los de ahora, violentos. Se
dice que eran hasta inocentones. Yo quiero comprobar ahora eso de que nosotros no matamos a ese señor.
Nos llevaron a un retén de menores y ahí aprendimos de la violencia, de las drogas, luego salimos de ahí ‒yo
salí a los dieciocho años‒ y me metí en otro problema. Los retenes de menores eran unos sitios donde se
fabricaban delincuentes o se fabrican delincuentes, como en todas las cárceles. Eso es un emporio en donde
el hombre que es delincuente primario se repotencia o aprende cosas que nunca en su vida pudo haber
imaginado, porque eso es la violencia pues. (Entrevista al escritor Julián Revete, 2012)
Es un relato significativo para comprender cómo las políticas represivas y la violación de los derechos huma-
nos por parte del Estado retroalimentaron no solo la violencia política sino la violencia social que, además,
pareció acrecentarse debido a la injusticia que se cometía con la criminalización al pobre por ser pobre.
Rafael Caldera, otrora acérrimo defensor de la política de represión de Betancourt y Leoni, asume
el poder en 1969 y dice negarse a la represión como fórmula plenamente de actuación sin antes
intentar la prevención como acción para el mantenimiento del Orden Público (Ministerio de Relaciones
Interiores. Memoria y cuenta 1968: VIII), para lo cual impulsó un proceso de tecnificación y depuración
de los cuerpos policiales que contó con la asesoría de sociólogos, médicos y analistas de personal con
el fin de cambiar el perfil represor de la policía. Con este proceso se logró destituir, retirar o llevar a
juicio 80% de los funcionarios de los cuerpos policiales del país y se reclutaron nuevos agentes, se les
subió el sueldo y se les ofreció una mejor formación técnica (Op. cit.: 744).
Para este quinquenio (1970-1974), se formuló el IV Plan de la Nación que identifica como áreas para
el desarrollo nacional: el desarrollo social y cultural, desarrollo industrial, desarrollo agrícola y desa-
rrollo físico y espacial. Dentro del Capítulo de Desarrollo Social y Cultural, se planteaba una política
más explícita respecto al rol del Estado con temas asociados al control de armas como es la idea
de la prevención del delito a priori, a posteriori y la asistencia social penitenciaria. En esta política se
identifica un concepto de prevención y acciones estratégicas en el área de formación y capacitación
de los organismos competentes en la materia. Se plantea la necesidad de aplicar la profilaxis social
para disminuir el hecho delictivo y se propone la desconcentración de los espacios de reclusión, con la
construcción de instituciones adecuadas.
En ese contexto, Caldera centró su discurso sobre seguridad en dos líneas. La primera es el Estado
de Derecho:
El Estado de Derecho significa para los sectores la garantía del ejercicio pleno de sus libertades, de su dignidad de
persona humana. El Gobierno Nacional está dispuesto y en tal sentido ha trazado su acción, a disipar mediante sus
ejecutorias la errónea opinión de quienes creen que el sector público es una simple y cómoda prebenda y no una
posición de servicio. Por esta razón concibe el mantenimiento del Estado de Derecho, no en una forma estática,
sino dinámica. En efecto, el Estado de Derecho, como la paz social, no puede constituirse en mampara de deter-
minados intereses o en cristalización de situaciones de injusticia, ya que, por el contrario, él es la garantía jurídico-
social del avance que reclama la República (Ministerio de Relaciones Interiores. Memoria y cuenta 1970: VII).
138
Las políticas públicas del Estado venezolano en los procesos de control de armas, municiones y desarme
no perdonar viejos rencores no aporta nada, sino que se constituye en lastre inútil para la conquista del futuro
(Ministerio de Relaciones Interiores. Memoria y cuenta 1970: VII).
En el primer año de su gobierno, la veracidad del discurso de la pacificación empezó a mostrar sus
primeras contradicciones. A mediados de 1968 cobró fuerza un movimiento inspirado en las rebeliones
que se venían llevando a cabo en Europa, Estados Unidos y América Latina durante los años 60. Este
movimiento, conocido como la Renovación, buscaba un cambio profundo en el funcionamiento de
las universidades para que asumieran su rol social como centros de producción y reproducción de
conocimiento en la sociedad venezolana.
Las universidades constituían un espacio conquistado desde hacía tiempo por la izquierda. Este espa-
cio cobró mayor relevancia luego de la ilegalización del PCV y el MIR, ya que a falta de representación
en el ámbito de la vida política a nivel nacional, la representación estudiantil, al amparo de la Autonomía
Universitaria, era vital para la supervivencia de la izquierda revolucionaria en Venezuela.
Sin embargo, la izquierda se disputaba este espacio con los partidos tradicionales. En las elecciones
de la Universidad Central de Venezuela de junio de 1966, los comunistas obtuvieron 53% de los votos,
COPEI 38% y AD solo 8% (Robledo, s/f: 537).
Era evidente que COPEI, como segunda fuerza política, estaba sumamente interesada en desplazar
a los comunistas, por lo que era de esperar que sus dirigentes optaran por la táctica de cuestionar
la autonomía universitaria y denunciar el “peligro” que representaba para el Estado la presencia de
organizaciones comunistas en la universidad.
Es así, que ante una protesta realizada el 29 de octubre de 1969 en las afueras de la UCV, con motivo
de la desaparición y posterior asesinato del estudiante Luis Alberto Hernández en la Cárcel de La Pica,
el gobierno procedió al allanamiento de la UCV y de varias universidades más en una operación militar
dirigida por el mismo Presidente de la República.
El allanamiento a la UCV, conocido como Operación Canguro, fue comandado por el General Homero
Leal y reunió a cerca de 3 mil efectivos policiales y militares de las Fuerzas Armadas de Cooperación,
la Infantería de Marina, el Cuerpo de Cazadores, la Policía Metropolitana, la DISIP, la Policía Técnica
Judicial (PTJ) y Tránsito Terrestre (“Hace 40 años Rafael Caldera cerró la UCV”. Prensa CNH. Disponible
en: http: //www.aporrea.org/ddhh/n144756.html). La operación dejó un saldo de 10 estudiantes muer-
tos, varios heridos y unos cincuenta desaparecidos y torturados.
Así se iniciaba la Pacificación, que se perfilaba desde ese mismo momento como la estrategia que
buscaba impedir que las organizaciones políticas excluidas del Pacto de Punto Fijo y el debilitado
movimiento guerrillero recuperaran fuerzas.
En 1972, después de haber sido aprobada en la XIV reunión de Gobernadores, se puso en funcio-
namiento la Oficina Nacional de Coordinación Policial, cuya función, como su nombre lo indica, es
coordinar y unificar la actuación de los diferentes cuerpos policiales y de seguridad del país.
Ese mismo año se crea la División de Armas y Explosivos del Ministerio de Relaciones Interiores, cuyo
objetivo es el control de las armas y explosivos en poder de la población civil. Este control se deriva de
la Ley Sobre Armas y Explosivos, refrendada por López Contreras el 12 de junio de 1939, y del Decreto
nº. 599 del 7 de junio de 1966.
Para portar un arma, se requería de un permiso de porte o tenencia otorgado por el Ministerio de Relaciones
Interiores, el cual tenía una vigencia de un año, al igual que la renovación del mismo. Se llevaba un control
139
PARTE I: CONTROL Y REGULACIÓN INSTITUCIONAL DE ARMAS Y MUNICIONES
de los permisos en forma numérica y se expedía un permiso por cada arma (pistola, revólver o rifle)
de acuerdo con las armas que son consideradas legales por la Ley sobre Armas y Explosivos de 1939.
Los funcionarios del MRI estaban autorizados para decomisar los portes vencidos, así como sus
respectivas armas, las cuales pasaban a formar parte del parque nacional al igual que cualquier otra
arma decomisada. Solo se podía entregar portes de armas a ciudadanos, empresas de vigilancia y de
transporte de valores.
Con esa medida, se pretendía controlar cada vez más a los sujetos en oposición provenientes de la
izquierda. Porque si bien la pacificación logró que varios de esos actores replegaran sus estrategias con
el uso de armas de fuego, la izquierda no era un todo unificado, de manera que siempre existía la posi-
bilidad de la lucha armada por parte de algunos sectores políticos, que al Estado le interesaba eliminar.
En 1974 Carlos Andrés Pérez asume la presidencia de Venezuela. Su primer año de gobierno transcurre
en relativa tranquilidad, pero hacia 1975 se acentúan los roces y enfrentamientos con el movimiento
estudiantil.
Octavio Lepage, ministro de Relaciones Interiores, declara que esta agitación es generada por grupos
minoritarios infiltrados en el área estudiantil, y agrega que no son expresión de tensiones críticas ni
de una situación generalizada de protesta colectiva, sino que se trata de un fenómeno absolutamente
artificial, sin arraigo en la realidad del país. (MRI. Memoria y cuenta 1975: VII)
En el V Plan de la Nación formulado para los años 1976-1980, se plantea en lo fundamental asumir el
control económico, político y social de Venezuela a partir de la Nacionalización de la Industria Petrolera
y desarrollar los aspectos sectoriales para el área productiva y social.
Dentro del sector de Defensa Social y Seguridad Jurídica, aparecen políticas sobre prevención y
represión del delito, que muestran la emergencia de otro tipo de violencia asociada a la violencia
delincuencial y su asociación a cartografías populares, fundamentalmente en barrios urbanos.
Dicha política, a tono de la política de Caldera referida a la profilaxis social para disminuir la incidencia del
delito y la construcción de instituciones penales para la disminución del hacinamiento, proponía atención
prioritaria a las llamadas “áreas marginales”, así como a la formación policial y la recuperación del recluso.
En ese contexto, el gobierno se caracterizó por la intolerancia y la represión hacia las manifestaciones
y protestas públicas. En 1975, el ministro de Relaciones Interiores, Octavio Lepage, manifiesta su
preocupación ante los “excesos” que se venían haciendo del derecho de reunión y de manifestación:
Es indudable que el ejercicio de este derecho es propicio a desbordamientos y excesos, capaces de pertur-
bar seriamente el desenvolvimiento normal de las actividades de una comunidad urbana, sobre todo en las
grandes ciudades; y de causar daños materiales cuantiosos a particulares (MRI. Memoria y cuenta 1975: IX).
140
Las políticas públicas del Estado venezolano en los procesos de control de armas, municiones y desarme
En años anteriores el fenómeno tenía una íntima relación con la línea subversiva entonces prevaleciente en los
grupos de extrema izquierda, que transformaron a las Universidades, protegidas por la Autonomía que les da la
ley, en verdaderas ciudadelas de la lucha armada. Los tiempos han cambiado. El reintegro de aquellos grupos
a la legalidad democrática trajo consigo la pacificación de la Universidades y de allí en adelante solo esporá-
dica y momentáneamente son escenario de disturbios estudiantiles (MRI. Memoria y cuenta 1975 pp. X-XI).
El año 1976 fue particularmente álgido en lo que respecta a las políticas de seguridad del Estado. Ese
año se realizó una reestructuración del Ministerio de Relaciones Interiores y, aunque no se aprobó
el reglamento interno en ese año, las reformas se hicieron por la vía presupuestaria. Entraron en
funcionamiento:
Ese mismo año, la tensión entre el gobierno y los medios de comunicación alcanzó uno de sus
puntos más álgidos. El control de las comunicaciones se ejecutaba a través de la Oficina Central de
Información del Ministerio de Relaciones Interiores, y fue un importante asunto directamente vinculado
a la seguridad del Estado durante la llamada Democracia Representativa.
El 31 de marzo de 1976, se suspendió la transmisión de Radio Caracas Televisión (RCTV) por 72 horas
como sanción debido a la emisión de una información sobre el secuestro del empresario estadouni-
dense William Niehous por parte de un grupo de guerrilleros, que lo acusaban de injerencia en asuntos
internos de Venezuela. En el comunicado sobre la suspensión, emitido por la OCI al día siguiente de
ocurrida la transmisión, se dice que:
En el día de ayer, en la tercera emisión del noticiero El Observador Venezolano que se transmite por RCTV,
se difundió una supuesta entrevista entre empleados del Departamento de Prensa de esa Planta y personas
que dicen pertenecer al grupo que mantiene secuestrado al ciudadano norteamericano William Niehous. Esa
transmisión ha provocado intranquilidad y desasosiego en el seno de la colectividad venezolana pues profieren
amenazas contra la colectividad y la vida de destacadas personalidades; se pretende asumir autoridad y
competencia para detener y juzgar ciudadanos y aún imponer la pena de muerte y ejecutar la sentencia en un
país cuya Constitución proscribe la pena capital; y en definitiva se incita al desconocimiento de las autoridades
legítimas (MRI. Memoria y cuenta 1976: 31).
El ministro Ramón Escovar Salom, ante los cuestionamientos realizados hacia la veracidad de su de-
nuncia, condenó el hecho y abrió una averiguación que pretendía llegar “hasta sus últimas consecuen-
cias”, sin embargo, una vez que se detuvo a los cuatro agentes implicados, el Ministro marcó distancia
del suceso declarando que “…no se compromete la responsabilidad del ministro porque subalternos
incurran en delitos, si tiene firmeza para someterlos a juicio y exigir castigo severo para ellos” (MRI.
Memoria y cuenta 1976: 42), y agrega que el caso Jorge Rodríguez “no es regla, sino excepción en el
gobierno actual” (Idem: 46).
141
PARTE I: CONTROL Y REGULACIÓN INSTITUCIONAL DE ARMAS Y MUNICIONES
El gobierno de Luis Herrera Campins se caracterizó por una política de arme de la población civil y por
la criminalización de la pobreza a través de acciones represivas que identificaban el origen del delito en
las zonas marginadas de Caracas y el interior del país.
El primer año de gobierno de Luis Herrera Campins transcurrió en un clima de aparente paz y tranquili-
dad. La subversión ya era un problema que quedaba relegado a un segundo plano, y el discurso sobre
seguridad se centró en la lucha contra el crimen organizado y la criminalización de la pobreza.
Una de las primeras medidas tomadas por el nuevo gobierno fue la aprobación de una nueva Ley de
Alistamiento y Conscripción Militar, promulgada el 11 septiembre de 1978, la cual, cambiaba el viejo
sistema que solo obligaba a los habitantes de zonas rurales y campesinas a prestar servicio en el ejér-
cito, y por otra parte, amplió el espectro hacia el ámbito urbano. Ésta fue una medida de control social
que iba de la mano de la tristemente célebre Ley de Vagos y Maleantes, instrumento que obligaba a
todos los ciudadanos venezolanos mayores de edad a estudiar o a estar inserto en el mercado laboral,
so pena de ser detenido, juzgado y sentenciado por la policía por incumplimiento de dicha ley, o a ser
sometido a la leva y prestar servicio militar obligatorio.
En junio de 1979, se crea por Decreto nº. 154 del Presidente de la República en Consejo de Ministros,
la Dirección de Armas y Explosivos del Ministerio de Relaciones Interiores, que viene a sustituir la
antigua Oficina de Armas y Explosivos.
Para la creación de esta dirección se realizó un estudio abocado a determinar: cuántas armas había en
el país, en cuáles espacios geográficos se encontraban y quiénes las tenían. A tal efecto se desarrolló
una campaña a fin de regularizar y agilizar la tenencia de armas, logrando “democratizar” los trámites
y eliminando a los intermediarios.
Como parte de esta política, se llevaron a cabo un conjunto de iniciativas para facilitar el acceso a las
armas por parte de la población civil. Se establecieron los procedimientos en conjunto con CAVIM
para que las armas pudieran ser vendidas en Venezuela a precios más económicos a los del mercado
internacional, y en forma legal, para eliminar el contrabando.
Fueron modificados los formatos para permisos y tenencias de armas, que tenían más de 40 años.
Este formato estaba hecho en papel de seguridad y contenía: nombre, cédula, fecha de vencimiento,
características del arma, el número de expediente del registro, una fotografía de frente y dos timbres
fiscales. Se inició también un proceso de regularización de las empresas de vigilancia y se cerraron las
que no estaban autorizadas por el MRI.
Con esa política, pareció instaurarse la tendencia a la “defensa propia” por parte de la población civil,
dado el crecimiento de crímenes contra propiedades y personas que ya alarmaban a la población para
ese entonces.
Para el Año 1981, se comienza a aplicar el VI Plan Nacional, correspondiente al quinquenio 1981-1985; el
cual presenta una serie de características diferentes a los cinco planes desarrollados. Así se identifican
dos Volúmenes que atendían el tema de Salud, Educación, Servicios, Infraestructura, Economía, entre
otros. Sin embargo, se presenta un elemento interesante en el abordaje de las poblaciones indígenas
142
Las políticas públicas del Estado venezolano en los procesos de control de armas, municiones y desarme
a las que se les dedica parte de un capítulo para su análisis. Se identifican además consideraciones
significativas vinculadas al tema de evaluación, revisión y promulgación de leyes relacionadas con el
ejercicio preventivo y represivo del delito, así como la reorganización de estructura judicial en el país.
En ese contexto, el mismo año de 1981 se llevó a cabo por primera vez el Operativo Unión, “ejecutado
para mejorar la seguridad de sus habitantes y de sus bienes, en la Capital y en otros lugares de la
República” (MRI, Memoria y cuenta 1981: 8). Este operativo se complementó con otras medidas:
En el cumplimiento del objetivo de la seguridad personal, se han tomado también otras medidas relacionadas
con las policías estatales; la activación de los seis centros de formación policial, la elevación del nivel de vida
del agente por elevación de sueldos y mejoramiento de prestaciones; coordinación policial con un marco
doctrinario uniforme y la creación de un espíritu general de cuerpo con dotación de equipos suficientes. El
resultado cuantitativo muestra que llegamos a más de 24000 policías y para alcanzar nuestra meta deseable
de agentes por cada mil habitantes, necesitamos la formación de 15000 más, que lo haremos en el curso de
estos años (Op. cit.: 8).
Para 1982, la preocupación con respecto a la policía es que es necesario equiparlas bien y subir el nivel
de vida de sus funcionarios, y se les hace un llamado desde el Ministerio de Relaciones Interiores a los
agentes de la ley para que no hagan abuso de su poder. También vuelve a aparecer el fantasma de la
subversión, a la que se le acusa de la vieja técnica subversiva denunciada por Leoni en 1964, según la
cual las denuncias acerca de las falencias de la policía respondían a un plan conspirativo:
…formulamos una alerta, para que la opinión pública no le hiciera el juego a grupos o a personas, que de la
anarquía han hecho un modo de vida, sin fundamento y con ligereza, a través de un sistemático ataque a los
cuerpos de policía, no buscan otra cosa que amedrentarlos y atemorizarlos, haciéndole un flaco servicio al
país, transformándose en cómplices de la delincuencia y sembrando la angustia –con fines nada claros– en
todos los hogares honestos de Venezuela. A estos irresponsables nos hemos encargado de quitarles la careta
y los agentes del orden, que actúan con apego a las leyes, han contado con mi respaldo a la dedicada y
sacrificada misión que cumplen para el bien ciudadano y de la República (MRI. Memoria y cuenta 1982: 2).
También se implementaron en todo el país Planes Regionales de Seguridad, los cuales estaban a cargo
de los gobernadores de estado y contaban con esquemas cooperativos y de complementación entre
los distintos Cuerpos de Policía para adecuarlos a las características de cada región. Adicionalmente,
se desarrolló un programa llamado Inteligencia, Seguridad del Estado y Orden Público, destinado esen-
cialmente a la preservación de intereses económicos y propiciar un clima de paz para garantizar los
mismos. Las actividades operativas implementadas por este programa fueron:
»» Patrullaje Terrestre.
»» Patrullaje Acuático.
»» Patrullaje Aéreo.
»» Unidades Antiexplosivos.
»» Sistema de Computación.
»» Labores de Inteligencia.
»» Equipos de Comunicaciones.
Un hecho notorio ese año 1982, fue la ejecución de la llamada Masacre de Cantaura en el estado
Anzoátegui por parte del gobierno de Herrera Campins. Se constataba con esta acción, que pese a
existir relativamente pocos focos de izquierda armada, el Estado de la Democracia Representativa
no estaba dispuesto a tolerar ningún tipo de subversión, incurriendo sin ambigüedades a la violación
sistemáticas de los derechos humanos a través de la tortura y el ajusticiamiento.
En consonancia con esas “políticas”, el gobierno de Herrera Campins formuló un plan el año 1983 que
preveía la incorporación de una Brigada Fronteriza como parte del resguardo de la seguridad territorial.
143
PARTE I: CONTROL Y REGULACIÓN INSTITUCIONAL DE ARMAS Y MUNICIONES
En este período de gobierno se promulga el séptimo plan de la nación con enfoque estratégico situa-
cional, con la idea –más en lo teórico que en la práctica‒ de replantear la visión de la política pública en
función de la continuidad y concreción del Plan como articulador inter-institucional.
Como estrategia general del plan se identifican tres proyectos de acción: Reinicio del crecimiento
económico a través de la modernización y reimpulso del sistema productivo nacional; aceleración del
desarrollo social a través de la generación de empleo y liberación de la economía para la expansión del
sector privado en la economía; y la creación de una sociedad más libre a través de la profundización de
la justicia social y la incorporación de alternativas para la juventud en materia de capacitación laboral.
Se identificaron dentro del área social, elementos relacionados a la seguridad personal y pública, como
elementos no identificados anteriormente.
La respuesta oficial a esta crisis fueron los operativos “Seguridad”, que se realizaron a partir de 1984
hasta 1988.
Estos operativos mantenían el discurso de la criminalización de la pobreza y a los jóvenes varones en particu-
lar, al establecer una relación directa entre los niveles de criminalidad, la intensificación de la crisis económica
y la descomposición moral de la sociedad. El Gobierno consideraba que las extensas y populosas zonas
marginales constituían un campo de cultivo para el delito y que serían semilleros de delincuentes hasta que las
condiciones de vida de sus habitantes cambiaran radicalmente: Aunque nos presentamos como el “gobierno
de los pobres”, en nuestra escala de prioridades, y dentro de las tremendas limitaciones monetarias existen-
tes, el Gobierno de Jaime Lusinchi está decidido a abordar con audacia e imaginación el grave problema de
la marginalidad.
El operativo “Seguridad 84” pretende marcar un quiebre con su antecesor (el Operativo Unión), para lo
cual elimina las operaciones sorpresa realizadas en los barrios, conocidas como “redadas”, debido al
fuerte rechazo que generaron en la comunidad, aunque mantiene esencialmente las mismas prácticas.
Este operativo implicó…
…la presencia en la calle de los cuerpos policiales y de la Guardia Nacional, en acciones permanentes de
patrullaje y con puntos fijos y móviles de control policial y de operaciones de limpieza en barriadas de alta
incidencia delictiva. Todo esto ejecutado sin recurrir a aquellas redadas masivas indiscriminadas, de las que
aún conservamos la visión angustiosa de adolescentes de cara a la pared, con las manos en alto, mientras
policías armados hasta los dientes, como en una operación de guerra, los sometían a registro degradante.
Desde este punto de vista, y también en cuanto a sus resultados concretos, hay una gran distancia entre el
Operativo “Seguridad 84” y aquél publicitado Plan Unión, que en su momento representó en las barriadas
populares de Caracas una amenaza mayor que el hampa desbordada (MRI. Memoria y cuenta 1984: V-VI).
Uno de los saldos más resaltantes del operativo es el hacinamiento carcelario: al inicio del gobierno de
Lusinchi, el Centro Penitenciario Región Centro Oriental (El Dorado), albergaba 270 reclusos, mientras
que al finalizar el año 1984, poseía una población total de 1150 reclusos, lo que generó la preocupación
por la necesidad de ampliar los recintos existentes y crear otros nuevos. Entre las fallas que el Gobierno
reconoció en el operativo Seguridad 84, se mencionaban:
144
Las políticas públicas del Estado venezolano en los procesos de control de armas, municiones y desarme
»» El Operativo se limitó a los grandes centros poblados, cobertura que se irá ampliando en la me-
dida en la que aumenten los recursos. Las zonas rurales y las fronterizas están particularmente
desprotegidas.
»» Se necesita que la colaboración del Congreso en la lucha contra la delincuencia se traduzca en la
revisión del Código Penal y de Enjuiciamiento Criminal, para ajustarlos a la realidad del país, muy
diferente a la de cuando estos códigos entraron en vigencia. Se recomienda también acelerar la
discusión de la Ley de Coordinación Policial.
También se manifestó que se intensificaría el operativo durante el mes diciembre, debido a que los
índices delictivos aumentan en Navidad.
Ese mismo año se llevó a cabo un operativo especial dedicado a combatir los atracos llevados a
cabo por delincuentes motorizados. En el marco de este operativo se constituyeron las brigadas
motorizadas de las Fuerzas Policiales y la Guardia Nacional para “actuar en el mismo teatro de ope-
raciones de los antisociales especializados en este tipo de delito” (MRI. Memoria y cuenta 1985: IV).
Complementariamente se emitió un decreto del Ejecutivo Nacional que restringía la circulación de
motos en diversas vías principales del área metropolitana y que obligaba a los motociclistas a portar
placas grandes y visibles. Se implementó el programa Comunidad Vigilante destinado a incorporar a las
comunidades organizadas en asociaciones de vecinos o juntas comunales en la lucha contra el delito,
y se realizó la Operación Navidad 85.
Para 1986, el discurso oficial sobre la seguridad se empapa del clima generalizado de crisis económica
y la preocupación del Gobierno recae sobre el resurgimiento de “grupos violentos de ultra-izquierda”,
quienes podrían estar identificando en la crisis económica y social que vive el país las condiciones
objetivas para la realización del proyecto revolucionario. Esta crisis se expresa en un desbordamiento
del hampa que el Gobierno intentaba detener mediante la represión del delito.
Desde ese discurso, se pretendía justificar la Masacre de Yumare en el estado Yaracuy, cometida en
contra de nueve activistas sociales ajusticiados por un comando de la DISIP, dirigido por el tristemente
célebre policía Henry López Sisco.
Sin embargo, desde la perspectiva oficial, la creciente sensación de inseguridad a la que estaba siendo
sometida la población era producto del sensacionalismo mediático y de la desconfianza generada por
los constantes abusos policiales hacia la población civil, situación que se achaca a “elementos indesea-
bles” infiltrados en los cuerpos policiales. En este marco se implementó otro operativo de seguridad.
En 1986, se realizaron los operativos Seguridad 86 y Navidad 86, con un desempeño y contenido
similar al de los años anteriores, y complementariamente se promulgó la Ley Orgánica de Sustancias
Psicotrópicas y Estupefacientes. También se puso en marcha el Sistema Automatizado de Registro
Delictivo (SARDE), que contenía las estadísticas delictivas de todos los cuerpos policiales del país. Vale
145
PARTE I: CONTROL Y REGULACIÓN INSTITUCIONAL DE ARMAS Y MUNICIONES
destacar que ese año hubo una ola de secuestros a ganaderos venezolanos en las zonas fronterizas
con Colombia, los cuales fueron endilgados a bandas armadas “seudo-izquierdistas”.
En 1987 la inseguridad se mantiene como una de las principales preocupaciones del gobierno, y se
considera que “de no atacarse eficientemente, puede corroer las bases del sistema democrático”.
El Operativo Seguridad 87 se ejecutó con los mismos lineamientos de los operativos anteriores. Ese
año cobró relevancia la agudización de los secuestros y la extorsión en la frontera con Colombia, lo que
ubicó esta situación entre las principales prioridades en materia de seguridad nacional y orden público.
En el último año del quinquenio de Lusinchi se realizó el habitual operativo Seguridad 88 y se fortalecie-
ron programas concernientes al “cierre” de parroquias, urbanizaciones y áreas marginales de la capital,
donde se realizaron operativos relámpagos selectivos, apoyados en operaciones previas de inteligencia
y fundamentados en la inferencia estadística delictiva (MRI. Memoria y cuenta 1988: 112-113).
Con estas políticas se profundizaron los fenómenos de segregación espacial urbana y criminalización
de la pobreza en las grandes ciudades del país, creándose especie de cartografías simbólicas y reales
para controlar los territorios peligrosos, normalmente ubicados en barrios y zonas populares.
En ese contexto, los cuerpos policiales diseminaron el concepto de “zona roja” para referirse a esos
espacios, al mismo tiempo que los estereotipos sobre los sujetos transgresores que solían ser jóvenes
pobres con características físicas asociadas al color de su piel o a rasgos físicos particulares.
El cierre terrorífico de este gobierno con la participación de López Sisco se sella con otra masacre ocu-
rrida en la población de El Amparo del estado Apure, donde se arremetió en contra de 16 campesinos
de la zona, que navegaban el río Arauca para celebrar una ocasión especial para ellos. Catorce murieron
y dos lograron sobrevivir, para contar esta historia y quizá anticipar el oscuro porvenir que se acercaba
con el gobierno de Carlos Andrés Pérez.
146
Las políticas públicas del Estado venezolano en los procesos de control de armas, municiones y desarme
Para el año de 1989 se elige como presidente por segunda vez en el período de la democracia re-
presentativa a Carlos Andrés Pérez, quien desarrolla desde el principio de su gobierno una serie de
medidas económicas, de acuerdo con los lineamientos de los organismos internacionales como el
Fondo Monetario Internacional.
A los dieciséis días de su asunción como Presidente, anunció y comenzó a aplicar un paquete de me-
didas económicas que generaron una serie de eventos de violencia en Caracas y en otras ciudades del
país, conocida como El Caracazo; que en palabras del profesor Reynaldo Hidalgo, se comprende como:
…conjunto de realidades sociales que confluyeron en hechos de violencia, en donde la violación de los dere-
chos humanos de hombres y mujeres se vieron comprometidos por la represión ejercida por los organismos
de seguridad (Entrevista de la investigación realizada en mayo de 2012).
En el informe para ese año de la organización Programa Venezolano de Educación Acción en Derechos
Humanos (PROVEA), se argumenta que en Venezuela se aplicaron tres “paquetes”: el económico, el
jurídico y el represivo; este último tuvo sus inicios entre el 27 de febrero de ese año y se mantuvo en
los siguientes doce meses, en los cuales se vio comprometido el cumplimiento de los acuerdos en
derechos humanos en Venezuela, con una profunda represión hacia los sectores populares.
En el Plan de la Nación 1989-1993, formulado con enfoque corporativo para el desarrollo neoliberal
de la economía y el repliegue del Estado respecto a sus responsabilidades sociales, se justifica esa
política represiva desde el siguiente diagnóstico:
En los últimos años ha habido un aumento considerable de la delincuencia en todas sus manifestaciones,
la cual se ha convertido en una seria amenaza para la seguridad pública. Los índices delictivos han crecido
peligrosamente. De hecho, el número de casos denunciados o conocidos por los cuerpos policiales en rela-
ción con la población total, ha crecido en forma persistente. En 1980, el número de casos conocidos alcanzó
128.516, cifra equivalente al 8,55 casos por mil habitantes. Esta relación ascendió a 10 casos por mil en
1986, como consecuencia de haberse registrado 176.000 delitos. De los hechos delictivos investigados, los
que ha tenido un crecimiento más importante en los últimos años han sido los robos, los hurtos y los casos
relacionados con las drogas; los cuales han aumentado a tasas superiores al 12 por ciento interanual (Plan de
la Nación, 1989: 20).
En ese contexto, se generaron acciones contundentes desde la lógica de “la mano dura” y el “plomo
al hampa” por parte de los organismos del Estado. En palabras de Luis Fernández, actual director
de la Policía Nacional Bolivariana, “esas acciones fueron características distintivas de los organismos
represivos del Estado para todo el período de la Democracia Representativa”. En el Plan de la Nación
se legitima el uso de las armas como potestad del Estado a través de las acciones expresadas en el
cuadro n° 1:
147
PARTE I: CONTROL Y REGULACIÓN INSTITUCIONAL DE ARMAS Y MUNICIONES
Cuadro Nº 1. Estrategia para la seguridad pública en el Plan del “Gran Viraje” de Carlos Andrés Pérez
Para el año 1989, identificado como el año del Caracazo, se mencionan por parte del Gobierno neoli-
beral algunos brotes de violencia producto del desequilibrio macroeconómico, los desajustes sociales
y la crisis de los liderazgos, afirmando:
En el campo del orden público, después de los sucesos de febrero, se produjeron constantes actos de altera-
ción, la mayoría de ellos, provocados por minúsculos grupos introducidos en el seno de institutos educativos.
Todos fueron resueltos satisfactoriamente con medidas fuertes, pero siempre respetando los derechos
ciudadanos. El saldo nos indica que no hay víctimas que lamentar en el control de esos hechos (Memoria y
cuenta, 1990: III).
Entre las referencias que se pudieron presentar se destaca que hubo algún tipo de depuración de la
policía y un aumento de sueldo, la cual se consideraba mal equipada y mal pagada. Lo más cercano a
la implementación de una política de seguridad se definió a partir de:
…lo operativo, destinado a reprimir la delincuencia en todas sus manifestaciones en el Territorio Nacional se
destacan las siguientes actividades: Se practicaron 13103 detenciones y averiguaciones; se incautaron 664
armas de fuego y 111 armas blancas, se rescató mercancía seca por Bs. 73 millones, artefactos eléctricos por
Bs. 3,9 millones y dinero en efectivo por Bs. 1,4 millones (Memoria y cuenta, 1990: 141).
Para el año 1990, se presenta dentro de la memoria y cuenta, una serie de expresiones en donde la
principal preocupación es el tema del aumento de la criminalidad y de la precariedad de las institucio-
nes policiales para enfrentar la delincuencia, que es considerado como un mal global que atañe a todas
las sociedades del planeta (sic) y al que Venezuela no escapa.
Se identifica además que para ese año había 37920 efectivos, lo que representó un incremento a esca-
la nacional de 4781 efectivos con respecto al año anterior, y el déficit se consideró en 26063 efectivos.
148
Las políticas públicas del Estado venezolano en los procesos de control de armas, municiones y desarme
la balanza de pagos, déficit fiscal e inflación) y el crecimiento poblacional urbano han traído como
consecuencia el deterioro de la calidad de vida de los venezolanos y el aumento de la criminalidad,
producto del deterioro de los valores éticos y familiares, el consumo de drogas entre la juventud, la
infancia abandonada, los medios de comunicación como forjadores de modelos y estereotipos sociales
y un incontrolado proceso migratorio.
En este marco, la policía debe cumplir con su obligación de reprimir los actos delictivos y mantener el
orden público, siempre dentro de lo que establecen las leyes y la constitución.
Es importante mencionar que ese año se realizó un análisis de carácter sicológico (no se especifica cuál)
para estudiar la percepción del ciudadano con respecto a su seguridad personal y de sus propiedades, a
través de encuestas y análisis multidisciplinarios. Los resultados fueron: que los actos delictivos ocupan
el segundo lugar dentro de los diversos problemas que confronta la sociedad y que a pesar de los es-
fuerzos hechos por el gobierno en materia de dotación policial, los pobladores de la Zona Metropolitana
de Caracas se sienten inseguros ante el delito; por otra parte, también los medios de comunicación
plantean constantemente que la delincuencia rebasó la capacidad de respuesta del Estado.
Para el año 1991, se menciona en la Memoria y Cuenta de Pérez que se pasó por una época de protes-
tas en contra de la “supuesta” privatización de la educación, “presunción” de la eliminación del pasaje
estudiantil y otras manifestaciones públicas de carácter “conjetural”. Durante estos hechos callejeros,
algunos agentes cometieron abusos, pero el Gobierno considera en este documento que se trata de ac-
ciones individuales y no de una política represiva. El análisis del Gobierno es que estas manifestaciones:
…responden a patrones de conducta típica de los sempiternos grupúsculos de ideologías totalitaristas, y se
infiltran en las manifestaciones autorizadas conforme a la Ley, con el único propósito de generar violencias y
lograr objetivos ajenos a la convivencia, al diálogo, a la comprensión, como siempre aspira la mayoría (Plan de
la Nación, 1989: I-II).
Es poca o ninguna la mención a otros delitos. La principal preocupación del Gobierno es el manteni-
miento del orden público y la represión a las protestas. Se propone la dotación de las fuerzas policiales
y la depuración permanente de los cuerpos, lugares comunes en las memorias y cuenta.
En referencia a la memoria y cuenta del año 1992, en el que se presentaron los golpes de Estado del
4 de Febrero y del 27 de Noviembre; el Gobierno invisibiliza el impacto de estos momentos históricos
para el desarrollo del país. Ejemplos de ello lo encontramos en varios apartados: el título LA DEFENSA
DEL SISTEMA, y dice lo esperado: a) Los golpes fueron gestados por minorías y un reducido grupo de
las Fuerzas Armadas con el objetivo de instaurar un régimen de fuerza que permitiera a sus protagonis-
tas satisfacer sus bastardas ambiciones (sic). b) El golpe del 27N fue instigado por algunas conspicuas
figuras del elenco político e intelectual del país con ambiciones de ocupar posiciones estelares en
la gestión de los negocios públicos. c) La crisis política es artificial y es creada por ellos mismos d)
Los golpistas contaron con el apoyo de grupúsculos inadaptados de la década intrascendente de los
años 60, que, confundidos con los animadores intelectuales de la insurrección, vieron la oportunidad
de “pescar en río revuelto”. e) La responsable actitud del gobierno (al usar los mecanismos y los
medios que la constitución le proporciona para aplastar la revuelta) en defensa de la democracia ha
sido censurada por los súbditos glorificadores del golpismo (sic), tachándola de represiva y contraria al
diálogo y la convivencia.
149
PARTE I: CONTROL Y REGULACIÓN INSTITUCIONAL DE ARMAS Y MUNICIONES
Prevención, Dirección General de Tránsito Terrestre, Policía del Municipio Sucre y Policía del Municipio Baruta
del estado Miranda‒ en procura de que cada institución policial maximice su capacidad, evitando el despilfarro
de energías y recursos, gracias a la adopción de normas técnicas y procedimientos comunes destinados a
mejorar la eficiencia y el rendimiento y el intercambio de información y experiencias. Se elaboró y puso en
ejecución el Plan de Seguridad Urbana del Área Metropolitana, con distribución del territorio entre los distintos
cuerpos policiales y definición precisa de programas a cumplir para la prevención y combate de delitos de
mayor incidencia en la región (Memoria y cuenta, 1992: VII).
En cuanto a algunos logros de este plan se presenta el “Desmantelamiento de bandas y pandillas, los
operativos de desarme, la detención de antisociales y su remisión a los Tribunales o a las Colonias
Móviles de El Dorado, la deportación de extranjeros indeseables, etc.” (Op. cit.: VIII).
En el mismo orden, por sus efectos distraccionistas, hay que ubicar el problema de las manifestaciones po-
líticas constantes a las que tuvo que hacerles frente la policía cotidianamente. Eso impidió, aunque tampoco
es alegable como excusa, la presencia organizada y sistemática de la policía en los barrios y urbanizaciones
para el cabal cumplimiento de sus funciones específicas (…) Hace falta, y responder a este requerimiento
debe ser prioritario, la organización y especificación de un servicio policial antimotín, que al verse obligado
a actuar, cumpla su objetivo sin comprometer al resto de la institución policial cuya principal misión consiste
en prevenir los delitos comunes y proceder a la captura pronta u oportuna de quienes alcancen a cometerlos
(Memoria y cuenta, 1992: VIII).
Asimismo se determina que “…la tarea de cuidar la ejecución de los planes de seguridad en el interior
del país corresponde a los Gobernadores de Estado a través de los Consejos de Policía Regionales,
homólogos al Consejo Nacional de Policía”( Memoria y cuenta, 1992: IX); y “La buhonería ilegal fue ob-
jeto de particular preocupación para el gobierno central. Más las políticas adelantadas para enfrentarla
se vieron fuertemente afectadas por el clima subversivo imperante”. (Memoria y cuenta, 1992: IX-X).
Se reseña una importante arremetida de robos y hurtos a instituciones bancarias, casas de cambio y
transporte de valores, lo que obligó al Ministerio a crear el Consejo Nacional para la Protección de las
Instituciones Financieras. Igualmente, el repunte en el robo y hurto de vehículos obligó al Ministerio a
crear la Comisión Nacional Coordinadora para la Recuperación y Devolución de Vehículos.
En ese contexto, otro hecho que se invisibilizó, mientras en las calles de Caracas se desataba la
rebelión del intento de golpe de Estado del 27 de noviembre de 1992, fue la masacre que se desarrolló
en el Retén de Catia. Para ese momento, Antonio Ledezma ocupaba el cargo de gobernador del otrora
Distrito Federal, hoy Distrito Capital, y bajo su mando se encontraba la Policía Metropolitana, quien es-
taba encargada de la custodia y vigilancia del Retén de Catia. Según testimonios de algunas víctimas,
a las 5 de la mañana del 27N la policía aplicó ley de fuga, mediante la cual se les dijo a los reclusos que
había ocurrido un cambio de gobierno y que por lo tanto, quedaban en libertad.
El gobernador intentó justificar la masacre como un enfrentamiento entre los reos y la policía. Sin em-
bargo, este argumento es poco consistente con la desproporción del resultado final: un policía muerto
y 200 reclusos asesinados, una cifra que es mucho mayor que la de las propias víctimas mortales del
golpe de Estado.
Lo importante que vale reseñar de esas omisiones es que parecía haber una política oculta que puede
incluso calificarse de exterminio a la delincuencia.
En lo formal, para la instrumentación de los programas establecidos en los planes, se contó con la
asesoría (ad-honorem, según la memoria y cuenta) de la Comisión Asesora para la Lucha Contra la
Delincuencia, integrada por los expertos Juan Martín Echeverría, Pedro Arturo Torres Agudo, Rolando
Salcedo de Lima, Fermín Mármol León y Francisco Loreto. No corresponde al MIJ, pero al asumir el cargo,
el Ministro asumió también la tarea de luchar contra la corrupción. No obtuvo los resultados esperados:
“No logramos erradicar la corrupción. Tampoco, por quimérico, lo habíamos prometido. Nuestro com-
promiso fue luchar resueltamente contra el flagelo y lo hemos hecho” (Memoria y cuenta, 1992: XIV).
150
Las políticas públicas del Estado venezolano en los procesos de control de armas, municiones y desarme
Hubo 4 ministros ese año: Alejandro Izaguirre, Virgilio Ávila Vivas, Carmelo Lauría Lesseur y Luis
Piñerúa Ordaz.
Con motivo de los sucesos ocurridos el día 27 de noviembre las instalaciones donde reposan los documentos
del Archivo de Armas y Explosivos sufrieron graves daños, por lo que el despacho procedió a designar una
comisión, según Resolución nº. 523 del 08/12/92 (publicada en la Gaceta Oficial nº. 35110 del 10/12/92) con
el objeto de verificar el cumplimiento de los requisitos legales y procedimientos para el otorgamiento de
permisos para la importación de armas; establecer el número de portes de armas otorgados y del proceso de
fiscalización de las fábricas de las armas y de comercialización de las mismas. Por otro lado según Resolución
nº. 541 de fecha 21/12/92, inserta en la Gaceta Oficial nº. 35120 de fecha 28/12/92, se estableció el mecanis-
mo procedimental para prorrogar los permisos de portes de armas por el lapso necesario para reorganizar los
archivos que fueron dañados (Memoria y cuenta, 1992: 169).
De acuerdo con la memoria y cuenta del año 1993 se creó la División de Investigaciones Antiterrorismo.
Las acciones de Estado para la seguridad de las personas y los bienes responden a programas delinea-
dos por el Consejo Nacional de Policía, que realizó 22 reuniones de coordinación a nivel nacional ese año.
Se mantuvo el Plan de Seguridad Urbana del Área Metropolitana de Caracas y por ser año electoral
se activó el Plan República 1993. Las acciones del Sistema de Coordinación Policial a escala nacional
estuvieron dirigidas por los gobernadores y alcaldes a través de los Consejos de Policía Regionales,
que se vieron fortalecidos por la creación de la Comisión Nacional de Policía, integrada por el MRI,
Ministerio de Justicia, Dirección de Servicios de Inteligencia y Prevención a través de sus unidades
territoriales, Dirección Nacional de Identificación, Dirección General Sectorial de Extranjería. Dirección
del Cuerpo Técnico de Policía Judicial, Dirección General de Tránsito y Transporte Terrestre, Secretario
del Consejo Nacional de Seguridad y Defensa y el Comandante General de las Fuerzas Armadas de
Cooperación, con asistencia de los Gobernadores de los Estados y del Distrito Federal.
Este sistema, que institucionaliza la coordinación de los cuerpos policiales, estuvo fortalecido por
el Reglamento de Coordinación de los Servicios de Policía y sobre las Normas de Conducta de los
Miembros de dichos cuerpos, promulgado por el Ejecutivo Nacional con fecha 7 de octubre de 1993
(Memoria y cuenta, 1993: VIII-IX).
El tema de la recuperación de vehículos robados tuvo algo de relevancia en estas memorias y destacan
los acuerdos firmados en esta materia en la reunión bilateral con la canciller de Colombia, Noemí Sanín.
Se elaboró el proyecto de reforma de la Ley Sobre Armas y Explosivos y el primer reglamento de dicha ley.
Durante este período de gobierno se encontraba en vigencia el Plan Nacional 1990-1995, el cual tuvo
como características interesantes el diseño de acciones en materia de prevención de la comercializa-
ción y consumo de drogas, propiciada por otros países latinoamericanos; se identifica que:
Los altos niveles de rentabilidad han sido producto de la eficiencia, el dinamismo y la estabilidad que ha
alcanzado esta industria transnacional ilícita durante la última década. Por su parte, la eficiencia se expresa en
la creciente especialización entre los países involucrados. Bolivia, Perú y Ecuador, se dedican a la producción
de la materia prima, la hoja de coca. Brasil en cambio se ha concentrado en suministrar los insumos químicos
que requiere el procesamiento de la hoja de coca. Este procesamiento se realiza principalmente en Colombia,
desde donde lógicamente se distribuye para su tráfico o comercialización. En la comercialización intervienen
además países que sirven de “puentes” para el tráfico internacional de drogas, siendo Venezuela uno de los
países que así se utilizan (Memoria y cuenta, 1993: 104).
Como elementos significativos de este período presidencial destacan acciones y programas vincula-
dos al fenómeno de la violencia, sin embargo, no como una política integral que vinculase el enfoque
preventivo, social y educativo, no se presentó como política de Estado en el plan nacional, ni en las
memorias y cuentas de los años correspondientes a este período de gobierno de Carlos Andrés Pérez,
mucho más que evidenciar políticas se visualizan hechos históricos significativos que se vinculan
151
PARTE I: CONTROL Y REGULACIÓN INSTITUCIONAL DE ARMAS Y MUNICIONES
directamente con el aumento del fenómeno de la violencia, que en palabras de Pablo Fernández repre-
sentante de la Comisión Presidencial para el Control de Armas, Municiones y Desarme:
…los hitos de quiebre social o de quiebre político repercuten innegablemente en los picos de violencia, y
bueno, de un país que viene de todo un proceso de democracia restringida y represiva desemboca en un
quiebre económico y en una ruptura de un modelo de bienestar que se había generado a partir del viernes
negro, después llega la falsa promesa y la estafa que significó Carlos Andrés Pérez en su segundo mandato
y el Caracazo como expresión del quiebre de modelo con toda la represión que trae, después las intentonas
del 92, la primera y después la segunda también con un alto nivel de violencia, recordemos la masacre del
reten de Catia. Después de eso a la salida de Carlos Andrés llega Caldera y el quiebre del sistema financiero,
el desfalco de los banqueros al País, la doble estafa de haberse llevado el dinero primero y después de
llevarse también el dinero que FOGADE dio para los ahorristas. Entonces claro son momentos que van como
marcando hitos y eso va marcando curvas de violencia. (Entrevista a Pablo Fernández, 2012)
Para el período presidencial de Rafael Caldera se desarrolla el IX Plan de la Nación, el cual tuvo un
impacto significativo al proponer la derogación de la Ley de Vagos y Maleantes, a través de una Ley de
Seguridad Ciudadana. Ésta involucraba una serie de políticas vinculadas al tratamiento de la inseguri-
dad que advertían que:
…las políticas sectoriales de seguridad ciudadana y administración de justicia están definidas de acuerdo a
distintos niveles de intervención que abarcan, desde el fortalecimiento del Estado de Derecho y del Poder
Judicial, pasando por la prevención y control del delito como parte fundamental de las estrategias de seguridad
pública, hasta las acciones de tratamiento y rehabilitación para aquellas personas que así lo requieran (p. 167)
Se desarrolla un importante interés por el sistema penitenciario, que busca la reivindicación de los
privados de libertad en materia de hacinamiento, educación, reinserción, enjuiciamiento, entre otros;
delimitado en los siguientes términos:
…Se perseguirá la reducción del hacinamiento con la creación de nuevas instalaciones carcelarias y la am-
pliación y mejoramiento físico de las existentes. Se reorientará el enfoque de atención, clasificando a los
procesados según tipos de delitos y desarrollando programas que incentiven las actividades productivas de la
población interna. Se pondrán en práctica mecanismos de concertación entre el gobierno nacional y regional
para el tratamiento progresivo de resocialización, así como para agilizar la tramitación de los procesos de
sentencia y de beneficios o medidas alternativas a la pena de prisión. Se incorporará un nuevo modelo de
gestión en el Ministerio de Justicia para visibilizar y hacer más eficiente el cumplimiento de su misión (p. 169).
152
Las políticas públicas del Estado venezolano en los procesos de control de armas, municiones y desarme
Se manifiesta la criminalización de la pobreza al definir a los sectores populares como los principales
ejecutores de la violencia delincuencial y que, por ser grupos prioritariamente vulnerables, especial-
mente niños de la calle, excluidos del sistema educativo y jóvenes con problemas de alcohol y drogas
debían ser grupos para programas de atención focalizada.
Se presentó como resumen al plan nacional la llamada Agenda Venezuela, como estrategia para la
presentación de las propuestas contempladas en el IX Plan de la Nación; el cual a su vez reflejaba una
serie de estrategias políticas y económicas vinculadas al modelo económico neoliberal.
Para la memoria y cuenta de 1994 se hace referencia a elementos jurídicos aplicados para ese año. El
17 de noviembre se presentó para su discusión la Ley de Seguridad Ciudadana, que pretende sustituir
la Ley de Vagos y maleantes, la cual se considera “un instrumento insuficiente para regular estas
materias en una sociedad compleja como lo es la venezolana actual” (Memoria y cuenta, 1994: 20).
En torno al tema de la seguridad se presentan conceptualizaciones que permiten identificar las acciones
que le corresponde ejecutar a los cuerpos de seguridad del Estado, ya sean municipales, regionales o
nacionales en varios términos. Se identifica elementos vinculados a la incapacidad de dichos organis-
mos en la represión de la violencia y el delito.
Dos conceptos es preciso separar con relación al orden y la seguridad. El orden público depende del acata-
miento de un conjunto de medidas y de disposiciones sin las cuales no puede funcionar la vida civil. La lim-
pieza, la disciplina en el tráfico, los patrones de comportamiento urbano, es respeto a la ley y las ordenanzas
municipales, todo eso integra la noción de orden público. Es la disciplina que la sociedad se da a sí misma
conforme a los objetivos del contrato social. La seguridad es la consecuencia de un sistema de orden y de
vida pacífica. En Venezuela la seguridad personal está amenazada por dos hechos distintos y sobresalientes.
El que tiene que ver con los problemas sociales originados por la marginalidad, por el empobrecimiento, el
crecimiento anárquico de la población, la droga, la crisis de salud y de la educación. El otro aspecto relacionado
con la seguridad es el desarrollo de la criminalidad, de la delincuencia como consecuencia de la ineptitud del
Estado, como único titular de la coacción y como garante de la tranquilidad social. La falta de profesionalismo
de los cuerpos de policía y la ausencia de orientaciones básicas en la acción de varios de los gobiernos
recientes de Venezuela descuidó los aspectos fundamentales del orden y de la seguridad y eso trajo como
consecuencia una subcultura de la indolencia, de la negligencia y de la pasividad que le quitaron el poder al
Estado. Hasta ahora el Estado ha venido siendo cada vez más importante para garantizarles a los ciudadanos
el mínimo de tranquilidad y de previsibilidad en el comportamiento social. La impotencia del Estado ha esti-
mulado la formación de grupos organizados para la delincuencia. Es lo que ahora se denomina delincuencia
organizada, la cual refleja sus actividades en determinados delitos como el robo de automóviles, el asalto a
instalaciones y residencia y la toma de las calles por el vandalismo. La delincuencia que tiene su origen en las
causas sociales de la marginalidad se refleja en actos de violencia y también de vandalismo pero que tiene
unas connotaciones diferentes a las que toma el crimen organizado (...) Tres organismos tienen relación con
estos objetivos, uno es la policía de seguridad del Estado: la Dirección General Sectorial de los Servicios de
Inteligencia y Prevención (DISIP)... Nunca estuvieron mejor pagados los funcionario sede la DISIP. La atención
que se le ha dado en los últimos tres años a esta materia es mayor a la que se le dio en los últimos 10 años.
Las otras dos áreas son la de Identificación y la de Extranjería, ya que se considera que la delincuencia está
vinculada al aumento de la inmigración descontrolada (el famoso asunto de los indocumentados) (Memoria y
cuenta, 1994: 20-21).
La memoria y cuenta de 1995 lo definen como un año de protestas y de profunda crisis económica. El
gobierno propone la vía del diálogo y la conciliación; se reporta la disminución de los índices delictivos
y se impulsa la dotación y formación de los cuerpos policiales. No se encontraron acciones definitorias
en materia de políticas de seguridad.
Con respecto a 1996, la memoria y cuenta refleja las acciones que en materia de seguridad desarrolló el
gobierno de Rafael Caldera. Se destaca la política integral de seguridad a escala nacional, que plantea:
El problema de la violencia delictual ha sido un tema de máxima preocupación del Ministro de Relaciones
Interiores. El 26 de abril de 1995, el Presidente de la República, en Consejo de Ministros, aprobó el plan de
153
PARTE I: CONTROL Y REGULACIÓN INSTITUCIONAL DE ARMAS Y MUNICIONES
la Política Integral de Seguridad. Este plan combina los aspectos represivos y preventivos de la lucha contra
el delito (…) La Política Integral de Seguridad persigue asegurar la convivencia pacífica de los ciudadanos,
controlar la violencia delictual y prevenir el delito. Esta política parte del supuesto de que la seguridad re-
quiere de la participación de la sociedad entera mediante la participación de los ciudadanos en los Consejos
Integrados de Seguridad donde también participan miembros de los cuerpos policiales. Con estos Consejos
lo que se quiere es producir una interacción entre sociedad y fuerza pública, lo que permite a la ciudadanía
tomar medidas preventivas de seguridad, por lo que esta actividad ha dado en llamarla seguridad pasiva, que
demostrado ser eficaz en la lucha contra el delito. En el área metropolitana de Caracas y en el interior de la
República se han constituido cerca de 50 Consejos y Comités Integrados de Seguridad. Estos organismos se
han instalado con la participación de las asociaciones de vecinos y de los organismos no gubernamentales,
de los cuerpos policiales y de los responsables de los programas sociales. El acto celebrado el 6 de diciembre
en el Parque Naciones Unidas de la ciudad de Caracas, con la asistencia del Presidente de la República, del
Presidente del Congreso, del Presidente de la Asociación de Gobernadores, del Presidente de la Asociación
Nacional de Alcaldes, del Arzobispo de Caracas y de representantes de los distintos sectores de la sociedad
civil, donde se suscribió el Compromiso Solidario por la Paz y la Seguridad, es una manifestación de lo antes
señalado (Memoria y cuenta, 1996: 15-16).
En el año 1997 se mantiene la Política Integral de Seguridad como plan de seguridad para combatir el
delito. La Política Integral de Seguridad propone:
…la constitución de Consejos Integrados de Seguridad a nivel de las comunidades vecinales con partici-
paciones de organizaciones gubernamentales y no gubernamentales. Estos consejos tienen por objeto la
formulación de proyectos de seguridad ciudadana para cada comunidad vecinal o parroquial, proyectos que se
deben elaborar según las características de cada comunidad (Memoria y cuenta, 1997: IX).
En el año 1998 la memoria y cuenta contiene un resumen histórico de las políticas implementadas
durante el gobierno de Caldera y las perspectivas de la institución en el marco de la transición hacia el
nuevo gobierno, que marca el fin no solo de un Gobierno sino de toda una época. Hay poca información
relevante sobre los planes de seguridad ejecutados ese año.
154
Las políticas públicas del Estado venezolano en los procesos de control de armas, municiones y desarme
Es importante destacar que en la década correspondiente a los años 1989 a 1999 se concebía como
una década de acciones represivas por parte de la policía, que en palabras de Luis Fernández, director
de la Policía Nacional Bolivariana:
…venimos de un mundo policial negro que violentó los Derechos Humanos de una manera impresionante nosotros
tenemos en el mundo un historial muy negro frente al a violación de los derechos humanos por parte de la policía
donde la única formula para hacer procesos investigativos era la formula violencia, era violación de los derechos
humanos como mecanismos para obtener verdades, para obtener cosas (Entrevista a Luis Fernández, 2012).
Esas acciones, fueron justificadas en las memorias y cuenta de los gobiernos en los períodos men-
cionados, como acciones de control de la ciudadanía a través de la capacitación de funcionarios con
enfoques represivos, y sin criterio de selección científico ya que:
…la conformación de todos los cuerpos de policía en el pretérito obedecían a criterios políticos de turno de
gobernadores y alcaldes en razón del criterio de selección de autoridades, en razón de selección de miembros
de policía era el criterio del gobernante para el momento. A él le parecía que debía formar 100 policía y a él
también le parecía que esa formación debía ser de 3 meses, o le parecía que Pedro Pérez debía ser el director
de la policía porque no había ningún criterio y de esa manera nosotros tuvimos policías muy contaminadas en
nuestro país al punto de que se generó digamos la percepción en el colectivo nacional de un concepto casi
bizarro de la ciudadanía frente al criterio de los órganos de seguridad, en sí a tener temor en los policía, una
cosa terrible donde muchos ciudadanos frente a un reten policial, frente a un servicio de policía sienten temor
porque piensan que los van a robar, porque piensan que les van a sembrar droga, porque piensan que los van
a golpear, y además de eso fíjate tu con un concepto bastante triste porque resulta ser que muchas de las
circunstancia están plenamente justificados ese miedo. (Entrevista a Luis Fernández, 2012)
Lo que plantea Fernández (2012) sobre el miedo de la población a los cuerpos policiales, ha sido un
problema histórico que se convierte en uno de los problemas más sensibles para la formulación de
políticas de control de armas, municiones y desarme, entre otras razones, porque se ha descubierto
que muchas acciones delictivas con uso de armas han estado asociadas a elementos de corrupción
policial y de algunos organismos militares como la Guardia Nacional.
La venta ilegal de armas a sujetos transgresores y la introducción de armas en las cárceles son, entre otros,
algunos de los problemas que deben abordarse desde la depuración policial y la generación de otros mo-
delos de policía sustentados en la ética profesional y en controles más estrictos de los parques de armas.
155
II. Democracia participativa,
enfoque de derechos
y violencia política
1. Contexto sociopolítico
Como preámbulo a este apartado de la investigación, es necesario advertir que la figura del presi-
dente Hugo Chávez, incluso desde su participación en la campaña presidencial de 1998, ha estado
signada por una serie eventos y conflictos socio-políticos, que en distintos momentos han desbordado
expresiones de violencia social y política. Violencia que ha tenido manifestaciones mediáticas con
las campañas en contra de distintas acciones gubernamentales, pero también ‒y allí la gravedad del
asunto‒ violencia con uso efectivo de armas de fuego o amenaza potencial de su uso en determinadas
coyunturas políticas.
Al respecto, son ilustrativos los datos de la investigación Inventario Nacional de Armas de Fuego que se
encuentran disponibles en la Comisión Presidencial para el Control de Armas, Municiones y Desarme,
respecto al aumento en la compra de armas de fuego en coyunturas especialmente sensibles como el
año 1998 (año de la campaña electoral), los años 2001-2002 en el marco de la organización y ejecución
del golpe de Estado al presidente Chávez, el año 2003 cuando ocurrió el sabotaje petrolero y el año 2004
en el que se incautaron armas de alto calibre en manos de soldados paramilitares contratados por secto-
res de oposición, eventos todos, que además de las cifras sobre muertes con armas de fuego producto
de la violencia delincuencial, introducían el factor político-terrorista en el escenario político nacional.
En este contexto, a la violencia social que tiene una explicación en factores asociados a la pobreza e
inequidad, se sumó la violencia política que se desarrolla en el marco de la polarización existente, con-
tradictoriamente a la par de que se inicia el modelo de Democracia Participativa y plenitud de disfrute
de los derechos humanos consagrados en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela,
promulgada el año 1999.
Los intereses contrarios a la restauración del rol social del Estado, desmantelado completamente
durante los dos últimos períodos de gobierno de la Democracia Representativa, generaron una serie
de acciones de resistencia a las políticas que el gobierno venezolano trató de instrumentar apenas
aprobada la Constitución Bolivariana, a través de la promulgación de Leyes Habilitantes, que entre
otros ámbitos, pretendían legislar en temas como hidrocarburos y tenencia de la tierra.
El golpe de Estado del año 2002 y el sabotaje petrolero de 2002-2003 visibilizaron que más allá de la
oposición al modelo político, existía una oposición al modelo económico y a la definición del rol del
Estado como responsable de la conducción de la economía para objetivos nacionales distintos a los
intereses corporativos de tipo trasnacional. También dejaron en evidencia, la estrecha articulación entre
esos intereses económicos y los sectores internos que conforman algunos sectores de la oposición
política venezolana, en particular los medios de comunicación privados y gobernantes con control
sobre organismos policiales como fue el caso del alcalde Alfredo Peña.
En ese contexto, se desarrollaron una serie de acciones gubernamentales para profundizar las polí-
ticas de justicia social a la par de generar mayor poder político dentro de los sectores sociales más
156
Las políticas públicas del Estado venezolano en los procesos de control de armas, municiones y desarme
afectados por la pobreza, específicamente: las Misiones Sociales. Con este tipo de políticas univer-
sales de atención directa a la población pobre, se han obtenido resultados exitosos que han revertido
varios indicadores negativos en las áreas de Salud y Educación, por lo que el gobierno asumía que las
Misiones también podían tener una influencia positiva en la disminución de factores desencadenantes
de violencia social.
Sin embargo, la realidad no ha reportado impactos significativos, al contrario, la complejidad del fenó-
meno de la violencia asociada a las armas de fuego y las dificultades que implica abordarlo de manera
integral, se ha agudizado con el agregado de la violencia asociada a la polarización política, funda-
mentalmente dada la desconfianza y aprehensión que tienen mucho/as ciudadano/as con distintas
tendencias ideológicas, por participar de manera conjunta en la formulación de políticas públicas sobre
un problema que afecta a todos y todas por igual.
En ese contexto, una de las experiencias de política pública que más beneficios ha reportado a la
sociedad venezolana ha sido el trabajo realizado por la Comisión Nacional para la Reforma Policial
(CONAREPOL), creada el año 2006 para proponer líneas de política a partir de la investigación científica
y la consulta pública plural. Entre otros resultados surgió de esa comisión la propuesta de creación de la
policía nacional y la de la Universidad Nacional Experimental de la Seguridad, ambas diseñadas desde
un modelo policial completamente sustentado en el enfoque de derechos humanos, dirigido a erradicar
las prácticas perversas de corrupción, maltrato, tortura y asesinato que han estado enquistadas en
varios organismos policiales venezolanos, desde la dictadura de Marcos Pérez Jiménez.
El nuevo modelo policial, pensado como proceso de largo plazo, se ha venido retroalimentando de otra
serie de iniciativas que en el pasado y en tiempos recientes, han sumado experiencias y saberes para lo
que fue la creación de la Comisión Presidencial para el Control de Armas, Municiones y Desarme el año
2011, así como el diseño de la Misión “A Toda Vida Venezuela”, que ha sido pensada para abordar integral-
mente el problema de la seguridad y el tema particular de la violencia asociada al uso de armas de fuego.
Dentro de esta iniciativa es interesante notar que se despliega un proceso de articulación institucional
que involucra a distintos entes, actores políticos y sociales que se deben dedicar a la solución conjunta
del problema. Algunas de las instituciones y actores públicos relevantes que convoca la Gran Misión
A toda Vida incluye a ministerios de Interior; Penitenciario, de Juventud, entre otros; universidades,
gobernaciones, alcaldías y comunidades.
Señaladas las acotaciones anteriores sobre el contexto sociopolítico, es importante que se describan
históricamente cómo se han dado las distintas políticas que se han tomado para los dos períodos de
gobierno de Hugo Chávez, con la finalidad de comprender en un espectro más completo las políticas,
medidas e iniciativas actuales. El análisis a continuación –como en los puntos que preceden‒ considera
como documentos clave los Planes de la Nación y las Memorias y Cuentas.
157
PARTE I: CONTROL Y REGULACIÓN INSTITUCIONAL DE ARMAS Y MUNICIONES
La garantía de los niveles de seguridad ciudadana y jurídica se alcanzarán con la superación de los desequili-
brios macrosociales y el desarrollo de estrategias preventivas control del delito y reestructuración del sistema
penitenciario, con elevada participación de la familia, los medios de comunicación y la escuela.
El enfrentamiento de los índices de criminalidad, se asume como una política integral, que comprende, por
una parte, la reducción de las desigualdades sociales, el incremento del nivel de empleo y la atención a los
grupos sociales relativamente pobres y, por la otra, una política específica para la prevención y combate de la
criminalidad y la violencia.
Desde el punto de vista de la política específica para la prevención y combate del delito asegurar así la
tranquilidad ciudadana, se plantea el fortalecimiento de la coordinación policial con la creación del centro de
coordinación de inteligencia, el incremento de la participación ciudadana en la prevención y control del delito,
la modernización de los sistemas de la protección policial de los ciudadanos y de los hogares.
Estas propuestas se presentan en las memorias y cuentas a través de acciones específicas para la
atención del delito, a través de la aplicación de acciones descritas en planes anuales coyunturales
como los operativos de seguridad en períodos vacacionales o de asueto nacional.
Por decreto del 30 de agosto de 1999, con rango y fuerza de ley orgánica de Reforma de Ley de la
Administración Central, se procedió a la fusión de los ministerios de Interior y Justicia para conformar
un solo ente, y se concretó así la fusión de los Ministerios de Relaciones Interiores y el Ministerio de
Justicia en el Ministerio del Interior y Justicia (MIJ), y como parte de la reestructuración se crearon tres
grandes viceministerios: Relaciones Interiores, Seguridad Ciudadana y Seguridad Jurídica. La nueva
administración, dirigida por Ignacio Arcaya inició su gestión con la aplicación del Plan Justicia 2000,
una acción a corto y mediano plazo destinada a dignificar la condición de los reclusos de todo el país.
Adicionalmente, el nuevo MIJ continuó con las actividades necesarias para la implementación, evalua-
ción, control y seguimiento del Plan Nacional de Seguridad Ciudadana.
En el año 2000 se planteó una serie de acciones en materia de seguridad por la vía de las reformas
institucionales y legales, además del financiamiento de proyectos en materia de seguridad, de los
cuales vale la pena destacar:
»» La Reforma parcial del Código Orgánico Procesal Penal publicado en Gaceta Oficial nº. 37022 del 25
de agosto de 2000 y la reforma del Código Penal, publicado en Gaceta nº. 5494 Extraordinario del
20 de octubre de 2000: El Código Orgánico Procesal Penal vigente era un instrumento arcaico que
se encontraba desfasado con la realidad del país para ese momento, ya que databa de 1926 y por
lo tanto, tenía tipificaciones, sanciones y penas anacrónicas. En la reforma se incluyó el delito de la
desaparición forzada de personas, se penalizó de manera más severa el porte ilegal de armas y se
incluyeron penalizaciones en caso de delitos contra medios de transporte.
»» A través del Plan Extraordinario de Inversión (Sobremarcha) se le otorgaron al MIJ 60 millardos de
bolívares en dos créditos adicionales (31,22 millardos para el 2000 y 28,78 para el 2001), destinados
a financiar los siguientes proyectos: Prevención del Delito, Dotación del Cuerpo Técnico de Policía
Judicial, Sistema Penitenciario, Modernización del Sistema Registral y Notarial Venezolano, Seguridad
y Convivencia Ciudadana, conformado por el Centro de Comando y Control de Coordinación Policial
(CCP) y Centro de Coordinación de Inteligencia (CCI).
»» El CCP fue aprobado por el Presidente mediante decreto nº. 734 publicado en Gaceta Oficial nº.
5450 Extraordinario de fecha 23/03/2000. Su Objetivo principal era gerenciar de manera coordinada
158
Las políticas públicas del Estado venezolano en los procesos de control de armas, municiones y desarme
función principal era servir de foro para que los organismos que se ocupan de la inteligencia criminal,
pudiesen establecer vínculos de coordinación y así, actuando en una misma dirección, optimizar el
esfuerzo de inteligencia en la lucha contra el crimen. (MIJ. Memoria y Cuenta, 2000: V-VI).
Ese mismo año se llevó a cabo un proceso de depuración de los cuerpos policiales en el área de
personal y nómina con el objeto de erradicar la corrupción policial y se realizó un examen antidoping a
los funcionarios policiales del país. Se activó el servicio telefónico de emergencia nacional 171 y 800
ALERTA y se implementó una plataforma comunicacional de inteligencia para hacer más expedita la
actuación de los cuerpos policiales y los organismos de seguridad del Estado. También se digitalizó y
unificó el archivo de huellas dactilares, con el fin de conformar un registro centralizado de prontuario
policial.
En el mismo esquema institucional del año anterior, en el 2001 el MIJ desarrolló 10 importantes pro-
gramas relacionados con la seguridad ciudadana:
Durante el 2002 la gestión del MIJ ya entró de lleno en el marco establecido por las Líneas Generales
del Plan de Desarrollo Económico y Social 2001-2007. Ese año se intervino la Policía Metropolitana,
luego del triste rol que jugó este cuerpo policial en la conspiración y ejecución del golpe de Estado
de abril de 2002, bajo el liderazgo y conducción protagónica del otrora alcalde mayor de Caracas,
periodista Alfredo Peña.
159
PARTE I: CONTROL Y REGULACIÓN INSTITUCIONAL DE ARMAS Y MUNICIONES
Ese mismo año se comienzan a establecer medidas de control por parte de la Compañía Venezolana
de Industrias Militares y de la Dirección de Armas y Explosivos hacia los organismos policiales a escala
nacional, de donde vale resaltar la experiencia del General Julio Morales Prieto, quien expresó en una
entrevista realizada para esta investigación que:
…Después de la ley de desarme. Se hicieron las primera revistas, después hicimos una en conjunto con el
Ministerio de Interior y Justicia donde, después de la creación de la Policía Nacional Bolivariana, entonces ahí
si se definió muy bien qué tipo de arma puede utilizar una policía con competencia nacional, organismo de
investigación, los grupos especiales, quien tenía que tener grupos especiales, la Policía Nacional Bolivariana
como organismo nacional, la policía regional, las policías municipales, y se determinó que cantidad, que tipo
de arma debían tener en función de su función o en relación con su función, por eso, es que, por decirte algo
la policía de tipo municipal no deberían tener material de orden público porque su competencia es netamente
preventiva y administrativa y no de control del orden público, entonces al no tener orden público ya el número
de escopetas se reduce, ya el número, la presión de escopeta de repetición también se reduce y ahí fuimos
poniendo orden a la cosa, lo cual no ha sido fácil en todas las policías, yo te puedo decir que durante mi gestión
en DAEX a la policía de Sucre le incautamos subametralladoras Uzi, a la policía de Miranda le decomisamos
Subametralladora Greca y fusiles MP5, la policía del Zulia tenía un grupo de acciones especiales y legales,
que tenía unas carabinas Colemen 9 milímetros, eso era un carnaval y cada quien compraba lo que creía y
lo que quería, decomisamos fusiles y fales en adelante, cuando llega el momento que con la aparición del
DAEX, como órgano controlador de las policías, se empieza a establecer el marcaje, se empieza a establecer
el permiso de la adquisición, se empieza a hacer la creación de la OP que es el marcaje que le hacemos al
arma o cualquier arma, un arma de un organismo policial que no esté marcada OP es ilegal y por ende sujeta
a decomiso. Cuando empezamos a controlar un poco fue mejorando un poco la situación sobre todo las
policías regionales que eran muy reacias a someterse a la reinspección, que pasó entonces se coordinó con el
DAEX con CAVIM para que no se le vendiera a ninguna quien no estuviera al día, olvídate por acá no vienes,
primero ponte al día con DAEX. A partir del 2002 con la Ley Desarme fue evolucionando eso, es un camino
bastante largo, bastante difícil, con la resistencia al cambio, con la resistencia al control, digamos en algunos
casos la concepción de las policías regionales y municipales eran de autonomía plena, que son los escoltas del
gobernador, del alcalde que son los que lo cuidan, entonces, sabes ese tipo de informaciones que lamentable-
mente ha habido que todavía estamos peleando para quitarlas, y más o menos esa ha sido la historia y más o
menos ese es el como nosotros hacemos nuestras programación. (Entrevista al General Julio Morales, 2012)
El testimonio anterior hace ver que la promulgación de la Ley Desarme en agosto de 2002, apenas
cuatro meses después de ocurrido el golpe de Estado y como preámbulo del sabotaje petrolero que
inició en diciembre de ese año, constituyó un hito fundamental, que pese a las fallas que pudieran
atribuírsele al texto legal, por lo menos permitió dar inicio a ciertas medidas de control en un contexto
bastante álgido desde el punto de vista de la polarización política. Al respecto es llamativo que en su
Artículo 1 se exprese que:
Esta Ley tiene por objeto el desarme de las personas, que porten, detenten u oculten armas de fuego de
manera ilegal, a los fines de salvaguardar la paz, la convivencia, la seguridad ciudadana y de las instituciones,
así como la integridad física de las personas. (Ley Desarme, 2002)
Un dato importante, que da muestra de lo delicado de la situación en la que se promulga dicha ley,
lo aportó el General Gerardo Velásquez en entrevista para esta investigación, respecto a que para el
momento en el que ocurrió el golpe de Estado al presidente Chávez en abril de 2002, el encargado de
la Dirección de Armas y Explosivos (DAEX), era el Almirante Carlos Molina Tamayo, activo conspirador
y cabecilla del golpe de Estado, de quien se presume facilitó una fuga significativa de armas de variado
calibre del Parque de Armas para el desarrollo del golpe. A continuación su discurso:
…El tema de armas siempre ha sido un tema de seguridad de Estado de hecho partimos constitucionalmente
de que todas las armas son del Estado, tú te puedes ir a una armería y pagar un arma pero todas lar armas
son del Estado hay esa particularidad, eso de caja negra bueno yo me imagino que eso precisamente estaba
contenido dentro de la política de seguridad de Estado, un Estado trata de preservar esa información en pro de
su autodefensa. Pero de todas maneras los registros siempre han sido claros, transparentes y más efectivos,
160
Las políticas públicas del Estado venezolano en los procesos de control de armas, municiones y desarme
porque hubo un manejo un poco turbio en esa época en la vía de la gestación del golpe de Estado, orientado a
esa gestación del golpe de Estado y eso lo vivimos después de 2002, 2003, que en la preparación estuvieron
inmiscuidos una serie de profesionales tristemente apátridas que lo manejaron a su intencionalidad y a su
criterio y por supuesto obedeciendo instrucciones del Imperio pero, afortunadamente, pudimos rescatar esa
condición, recuperamos el registro y hemos estado tratando de llevar el proceso controlado y regularizado
como lo hacemos hasta ahora. Entonces, llámelo coincidencia, pero esos son intríngulis que dan evidencias
de que eso fue bien planificado y bien pensado, eso no salió por casualidad ni fue una orientación de esfuerzo
masivo a la gente a reaccionar ante un evento específico. Eso venía cocinándose pero con buena fragua, con
meditación y premeditación bien importante y en contra de todos los venezolanos, es venezolano contra
venezolano, esos son los pequeños detalles que uno hace dar cuenta cuando todavía hay gente que se
pregunta: ¿fue golpe? ¿No fue golpe? ¡Por supuesto que fue un golpe! Molina Tamayo estaba sentado en
esta silla, tenía todo el poder de comercialización de armas, tenía todo el poder de autorización de ingresos de
armas al país y tenía todo el poder para dotaciones de armas a esos eventos, a esos personeros específicos
que fueron o contravinieron el orden público en ese día. Entonces bueno eso es parte también del saboteo, el
golpe venía y tuvo tiempo aquí, él estuvo dos, tres años aquí, y conoció el sistema para saber cuáles son las
fracturas y las debilidades, y enfocarse a ello y utilizarlo como herramienta importantísima, la raíz del control
de las armas en el país un puesto sumamente clave, y la persona que está aquí tiene que estar muy clara de
lo que está haciendo. (Entrevista Gerardo Velásquez, 2012)
Siguiendo el análisis sobre las políticas en este contexto, vemos que año 2003 se desarrollaron accio-
nes previstas en el “Plan Estratégico Nacional de Prevención de la Violencia 2001-2003”, cuya finalidad
era organizar la plataforma nacional para la ejecución de una Política de Estado dirigida a la prevención
de la violencia y a la consolidación de la convivencia y la paz en pro de una mejor calidad de vida de las
comunidades.
Las líneas operativas de dicho plan se ejecutan a través de 21 coordinaciones Estadales de las cuales
18 estaban adscritas al MIJ y 3 estaban descentralizadas (Delta Amacuro, Nueva Esparta, Sucre). A
través de un programa de municipalización, en alianza con las alcaldías del país, se crearon oficinas en
los municipios, y estaba previsto que se firmaran convenios inter-administrativos de encomienda, a fin
de aumentar la presencia y el impacto de los programas de prevención del delito en el país.
La Dirección General de Prevención del Delito del MIJ participó en el Subcomité de Estadísticas sobre
Niños, Niñas y Adolescentes bajo la tutela del Instituto Nacional de Estadísticas, con el objetivo de
actualizar, integrar, armonizar y homogeneizar estadísticas relativas a la niñez y adolescencia en el país,
de acuerdo con lo establecido en la Ley Orgánica de la Protección del Niño y del Adolescente (MIJ.
Memoria y Cuenta, 2003)
En 2003 también se formuló el Plan Nacional Integral de Seguridad Ciudadana, que tenía como objetivo
fortalecer la coordinación de los cuerpos policiales del país, fundamentada en una herramienta técnico–
metodológica que permitiera afrontar con eficiencia y eficacia la delincuencia, que ya desde hacía tiem-
po venía siendo una de la principales preocupaciones de los ciudadanos y del país en general. En este
mismo marco, se realizaron actividades de coordinación con las Direcciones Estadales de Seguridad
Ciudadana y con los cuerpos policiales de los Estados y Municipios (MIJ. Memoria y Cuenta, 2003: 201).
Durante el 2004, que fue el año en el que se encontraron un grupo de paramilitares y se organizaron las
llamadas “guarimbas” o piquetes de las calles de las principales ciudades del país por parte de grupos
opositores al gobierno, las políticas sobre seguridad estuvieron alineadas en con el Plan de Desarrollo
Económico y Social de la Nación 2001-2007.
Con el objetivo de bajar los índices delictivos e incrementar la percepción de seguridad por parte de los
ciudadanos, se colocó énfasis en la coordinación y articulación efectiva de los Cuerpos de Seguridad,
para lo cual se destinaron importantes esfuerzos y recursos presupuestarios y financieros para la do-
tación de equipos y vehículos a instituciones como el Comando de Seguridad Urbana de la Guardia
Nacional y los distintos Cuerpos Policiales descentralizados; así mismo, se definió e implantó el “Plan
161
PARTE I: CONTROL Y REGULACIÓN INSTITUCIONAL DE ARMAS Y MUNICIONES
Piloto de Seguridad Ciudadana” en el Distrito Capital (Memoria y Cuenta MIJ 2004 pp. I-II). También
resalta la labor de los programas de seguridad pública desarrollados en los diferentes actos electorales
realizados ese año, en los cuales no hubo mayores novedades qué destacar.
Ese mismo año, estando Jesse Chacón a cargo del despacho, el MIJ asumió de manera más frontal la
participación ciudadana como parte integral de las políticas de seguridad del Estado:
En la sociedad actual se debe concretar la noción de riesgo, no hacerlo sería continuar con opciones obsole-
tas, que nos condenarían a cometer los errores del pasado, por lo que, en la idea de fomentar los sistemas
comunitarios inteligentes, la prevención debe ser internalizada como elemento estructural de nuestra cultura.
En concordancia con ello, el Ministerio de Interior y Justicia se dedicó a fomentar los procesos participativos
de base, en torno a la prevención del delito, mediante el establecimiento de redes de acción donde sean los
mismos actores involucrados los que como protagonista adopten respuestas eficientes, con la premisa de
que son las mismas comunidades las que conocen y establecen mejor sus problemáticas y sus respuestas,
además de ser el eslabón obligatorio para establecer la sustentabilidad en la materia que como órgano del
Estado se busca implantar. En este sentido, se atendieron 1424 planteles públicos y privados; 132 escuelas
bolivarianas y se capacitaron 5996 docentes. Igualmente, se atendieron 1974 comunidades; sensibilizados
y formados 14939 líderes comunitarios y miembros de organizaciones y 3140 agentes multiplicadores en
materia preventiva (MIJ. Memoria y Cuenta, 2004: II).
En concordancia, desde la Dirección General de Prevención del Delito se realizaron los siguientes
programas:
Desde el Ministerio de la Defensa, ese año de 2004 comandado por el General Jorge García Carneiro,
se llevó a cabo en el Paseo Los Próceres de la ciudad de Caracas, un evento denominado “Justicia para
quienes han sido afectados por la violencia armada”, en el cual, se destruyeron del Parque Nacional del
Ejército 5423 armas de fuego de tipo pistola, 3665 tipo revólver, 2275 escopetas, 10 rifles, 38 armas de
fuego de fabricación casera y 19 armas automáticas, totalizando 28 toneladas de hierro que fueron comer-
162
Las políticas públicas del Estado venezolano en los procesos de control de armas, municiones y desarme
cializadas para donar fondos a la Asociación Nacional de Parálisis Cerebral (ANAPACE), La Fundación de
Amigos del Niño con Cáncer y la Fundación de Víctimas de las violencias por armas de fuego (FUVIVA).
El General Julio Morales refiere sobre esta acción de destrucción de armas que:
…antes de la Ley Desarme y sobre todo en la cuarta República, yo te lo puedo decir con propiedad porque
soy, no solo en mi condición de militar sino en mi especialidad de armamento, la cual trabajé toda mi vida pro-
fesional, he trabajado toda mi vida profesional veinticinco años en DARFA como se llamaba antes la DAEX, era
como una caja negra, es decir, tú sabías que entraban unas armas pero ni pendiente de qué se iba hacer ahí,
ni qué se hacía ni como hacía y no estoy hablando solo del mundo militar o de los organismos policiales, estoy
hablando de cualquiera, eso nos ha permitido a medida del tiempo evolucionando hasta las destrucciones de
armas que fueron producto de la revolución, antes en la cuarta jamás hubo no solo un registro sino jamás hubo
una destrucción de armas, ¡jamás!. (Entrevista Julio Morales, 2012)
También en 2005 las políticas y las actividades desarrolladas por el MIJ estuvieron alineadas en con-
cordancia con el Plan de Desarrollo Económico y Social de la Nación 2001-2007, que ya entraba en
su Nueva Etapa. Se continuó con el Plan Nacional de Seguridad Ciudadana, tomando como referencia
a la CRBV, Ley Orgánica de la Fuerza Armada Nacional, Ley Orgánica de Seguridad y Defensa, Ley
para el Desarme, entre otras. Este Plan consistió en la ejecución de operaciones coordinadas entre
órganos policiales y comunidades, tanto en el campo preventivo como de seguridad del Estado. Como
producto del Plan se redujeron en 50% los índices delictivos en el área metropolitana de Caracas y en
los estados Miranda y Vargas.
Durante este plan se continuó con algunos programas y proyectos de años anteriores, y se agregaron
otros. Fueron los siguientes:
Ese mismo año se creó la línea telefónica 0800-DHUMANO para facilitar la solicitud de asesoría jurídi-
ca en materia de Derechos Humanos entre la ciudadanía.
Entre las políticas de seguridad desarrolladas por el MIJ en 2006, destaca el proceso de Fortalecimiento
de la Seguridad Ciudadana, en el cual se establecieron y concretaron diferentes acciones tales como la
formación en materia de prevención hacia comunidades de diferentes zonas del país con altos índices
delictivos, incluyendo comunidades educativas y cuerpos de seguridad, teniendo la finalidad de inte-
163
PARTE I: CONTROL Y REGULACIÓN INSTITUCIONAL DE ARMAS Y MUNICIONES
Del mismo modo, considerando la política Nacional de Desarme, que desde ese año adelantó el
Gobierno nacional, se destruyeron 32 mil 467 armas de fuego, para un peso total de 52 mil 366 kg.
En el marco del Consejo Nacional de Prevención y Seguridad Ciudadana, se dio inicio a la Encuesta
Nacional de Victimización y Percepción de Seguridad Ciudadana 2009, en convenio con el INE. Se acti-
vó el cuerpo de Policía Nacional Bolivariana con un primer contingente de 952 efectivos y se promovió
la incorporación de los consejos comunales a las acciones en materia de seguridad ciudadana.
164
Las políticas públicas del Estado venezolano en los procesos de control de armas, municiones y desarme
En el año 2010, la exposición de la Memoria y Cuenta por parte del ministro de Interior y Justicia,
Tareck El Aissami, se centra en cuatro premisas:
En octubre de 2010, se desató un conflicto interno entre grupos armados dentro del penal de Tocorón,
en el estado Aragua. Debido a la intensidad y la duración del enfrentamiento causada por el alto poder
de fuego que poseían los internos, que contaban con un arsenal de armas de alto calibre, granadas,
pistolas, subametralladoras, bombas lacrimógenas superaba al de las propias fuerzas de seguridad del
Estado, por lo que el Ejército se vio en la obligación de tomar el establecimiento en una operación que
tomó tres días y en la que participaron unos 1800 efectivos equipados con tanquetas y helicópteros,
dejando un saldo de 16 reclusos muertos y 35 heridos en una población de 4000 reclusos que convi-
vían en un recinto que contaba con una capacidad operativa de 700 reclusos.
Comenzando el año 2011, el Cuerpo de Investigaciones Penales y Criminalísticas (CICPC) inició un ope-
rativo denominado Madrugonazo al hampa, con la finalidad de desarticular bandas delictivas, incautar
armas y luchar contra el microtráfico. En este tipo de operativos se incorpora la modalidad de denuncia
anónima comunitaria a través de un número telefónico. Según información aportada por el CICPC, en
la primera quincena de enero, lograron incautar –gracias a los operativos‒ 308 armas de fuego en todo
el territorio nacional.
Sin embargo, al estilo de los viejos operativos en los barrios y zonas populares, pronto se recibie-
ron sendas críticas por parte de activistas en derechos humanos. En entrevista ofrecida al diario El
Nacional, Pablo Fernández, director para ese momento de la ONG Red de Apoyo para la Justicia y
la Paz y actual secretario técnico de la Comisión Presidencial para el Control de Armas Municiones y
Desarme, advirtiendo una especie de esquizofrenia de la política de Estado, expresaba lo siguiente:
Por una parte, se promueve un nuevo modelo policial y hasta se crea una universidad para formar a los
funcionarios con énfasis en el respeto de los derechos humanos; y por la otra, se reeditan las peores prácticas
asociadas a las ideas de mano dura y plomo al hampa, como las redadas que hacían los pantaneros de la
Policía Metropolitana. Estos madrugonazos constituyen actos de violación de derechos humanos por donde
los veas. (Las Viejas redadas de la PM ahora son los madrugonazos del CICPC. Disponible en: http: //www.
reportero24.com/2011/02/inseguridad-las-viejas-redadas-de-la-pm-ahora-son-los-madrugonazos-del-cicpc/)
165
PARTE I: CONTROL Y REGULACIÓN INSTITUCIONAL DE ARMAS Y MUNICIONES
En mayo del año 2011, fue formalmente juramentada la Comisión Presidencial para el Control de
Armas, Municiones y Desarme, la cual, desde la experiencia obtenida con la CONAREPOL, se basa
en el desarrollo de investigaciones y consultas públicas para la generación de propuestas de política
pública con sustento científico y evidencia empírica comprobable, de acuerdo a las siguientes áreas de
trabajo, definidas por Pablo Fernández, seleccionado secretario técnico de la Comisión:
…elaboración de una gran consulta nacional, para identificar propuestas y aportes vinculados con el control
de armas y reducción de la violencia; realización de campañas masivas en pro del desarme y la generación
de una cultura de paz y convivencia; desarrollo de investigaciones de diversa índole para comprender, con
basamento científico, las distintas dimensiones del problema en la sociedad y finalmente, la definición de
medidas a corto plazo para que sean aplicadas por los órganos correspondientes del poder público, en aras de
reducir significativamente la presencia de armas en la calle. (Fernández, 2012: 2)
Dentro de ese proceso, el 2011 fueron aprobadas por el Presidente de la República una serie de
medidas que redundan en beneficio de los objetivos de ambas comisiones. En primer lugar medidas
de control de porte, tenencia y comercialización.
No obstante, pese a que algunas medidas como destrucción armas incautadas en hechos delictivos,
marcaje de armas de acuerdo con códigos específicos y registro pormenorizado y automatizado de las
armas, representan algunas de las medidas efectivamente incorporadas en el lanzamiento de la Gran
Misión “A Toda Vida Venezuela”, dirigida al abordaje integral e interinstitucional del problema de la
inseguridad en nuestro país, las contradicciones siguen marcando pauta en determinadas situaciones
como el desarme en las instituciones carcelarias.
Al respecto, sirven de ejemplo dos sucesos que conmovieron a la opinión pública el 2011 en la cárcel
de El Rodeo y en mayo de 2012 en el Retén Judicial de La Planta por el uso desproporcionado de armas
por parte de los reclusos de ambos recintos penitenciarios. Normalmente son conflictos entre bandas
dentro de las cárceles, que se disputan el poder para manejar recursos internos.
Así, el 12 de junio del año 2011, el conflicto inició con el asesinato de un ex presidiario que se encontra-
ba de visita, y quien según testimonios de otros reclusos, se dirigió al sector La Torre portando un arma
que le había sido prestada en el Anexo A. El líder del Anexo A fue a reclamar a La Torre y fue asesinado
junto con un grupo de evangélicos que lo estaban recogiendo, y allí se prendió la mecha del conflicto,
que se prolongó por 27 días dejando un saldo de 26 reclusos muertos y 22 heridos. La situación fue
controlada gracias a la acción de las fuerzas de seguridad del Estado, que lograron retomar el control
del penal en una operación en la que participaron unos cinco mil efectivos. En estos sucesos tuvo
una importante participación el canal de televisión privado Globovisión, que difundió imágenes sen-
sacionalistas y realizó una cobertura viciada de los sucesos, violando la ley de Responsabilidad Social
166
Las políticas públicas del Estado venezolano en los procesos de control de armas, municiones y desarme
en Radio y Televisión, lo cual le ameritó una severa sanción económica por parte de los organismos
correspondientes.
El 17 de mayo del presente año [2012] finalizó un intenso conflicto que estalló en el Retén Judicial de La
Planta con la detección de una fuga supuestamente masiva de reos, a través de un túnel que desem-
bocaba hacia la autopista Francisco Fajardo. Esta situación dejó en evidencia las falencias existentes
en materia de control penal y desató un conflicto con los llamados “pranes” del centro de detención
que desencadenó enfrentamientos armados que mantuvieron en vilo a la comunidad local y nacional,
ya que el conflicto planteaba la diatriba de solucionar el conflicto mediante una colosal demostración
de fuerza por parte los cuerpos del Estado ‒lo que se hubiese traducido en una masacre‒, o buscar
una solución por la vía política. El final del conflicto ocurrió por la vía de la negociación con los internos
alzados y se logró el desarme y el traslado pacífico de los reos hacia otros penales, así como el cierre
definitivo de este centro de detención.
167
III. Hallazgos
y recomendaciones
de Política Pública para el
control de armas, municiones
y desarme en Venezuela
La trayectoria que ha seguido el Estado venezolano en más de cincuenta años de vida democrática, en
el tema del control de armas, municiones y desarme, pero especialmente en lo que han sido omisiones
y acciones contrarias a su rol fundamental como garante de los derechos humanos, permite reconocer
cuatro momentos situacionales para identificar el tipo de política pública utilizada. Estos serían:
168
Las políticas públicas del Estado venezolano en los procesos de control de armas, municiones y desarme
figura de las Misiones Sociales se desarrollan al calor de un conflicto de intereses, que intensificó
la polarización política y social ya existente, dando pie al uso de armas con fines políticos, tam-
bién se identifican acciones en el ámbito de la seguridad ciudadana, contradictorias al enfoque de
DDHH y de prevención social presentes en el nuevo modelo policial promulgado por la Comisión
Nacional para la Reforma Policial (CONAREPOL) como son las redadas y operativos de represión
en zonas populares. No obstante, en este período se comienzan a generar acciones, medidas y
políticas más directamente asociadas al control de armas, municiones y desarme, entre otras:
promulgación de la primera Ley Desarme el 2002, acciones de destrucción de armas, creación de
la Comisión Nacional para la Reforma Policial (CONAREPOL) que generó la creación de la Policía
Nacional Bolivariana y la Universidad Nacional Experimental de la Seguridad, la creación de la
Comisión Presidencial para el Control de Armas, Municiones y Desarme y la Misión “A Toda Vida
Venezuela” y la definición de un nuevo proyecto de Ley para el Desarme y control de armas y
Municiones, actualmente a la espera de aprobación en la Asamblea Nacional.
Una vez caracterizadas las políticas públicas en determinados contextos histórico-sociales, es impor-
tante definir cuáles son los principales ámbitos de acción que surgieron de la presente investigación,
para reglamentar y formular las nuevas políticas:
a. El primero de ellos, el control en el uso de armas en los cuerpos policiales y de seguridad pública,
a partir de la definición de roles por ámbito geográfico y de competencia específica de los entes
policiales.
b. El segundo ámbito de Importación y Comercialización, con el control de la importación de armas
y comercialización a terceros por parte de entes privados como empresas de seguridad y arme-
rías, otorgando la exclusividad a la Compañía Anónima de Industrias Militares (CAVIM).
c. El tercero, el control de armas en las comunidades y portes a ciudadanos priorizando políticas de
prevención.
d. El cuarto: la seguridad fronteriza para el resguardo de la soberanía nacional, donde el uso de
armas debe ser potestad de las Fuerzas Armadas y no de grupos paramilitares
e. El quinto, que sería el control de armas en el sistema penitenciario, que implica desmantelamien-
to de sistemas paralelos de poder carcelario para la introducción y uso de armas en los recintos
penitenciarios.
Para cada uno de esos ámbitos, existen medidas y propuestas, algunas específicas y otras transver-
sales que ya entraron en funcionamiento, y otras que están por ejecutar en el marco general de la Ley
para el desarme, control de armas y municiones y la Gran Misión “A Toda Vida Venezuela”. Entre otras:
»» Realización de Marcaje de armas de fuego de acuerdo con códigos que determinan su origen. El
marcaje de armas que, en conjunto con el registro balístico, viene a ser la huella digital del arma que
la identifica como única en sus características y orígenes, según explicó el General Julio Morales,
el cañón de cada arma es rayado, a efectos de darle trayectoria, velocidad y alcance a la trayectoria
balística. Esa es la raya que tiene el proyectil, es como la huella digital del arma, de manera que es
posible comparar si la munición que conseguiste salió de determinada arma, porque antes de ven-
der el arma, ésta se dispara y se le toma una fotografía, entonces tienes un patrón de comparación.
169
PARTE I: CONTROL Y REGULACIÓN INSTITUCIONAL DE ARMAS Y MUNICIONES
El marcaje, mientras tanto, es un código que se le coloca al arma, que además de su serial, permite
identificar su origen o de dónde proviene. Las armas militares por ejemplo, todas dicen Fuerza
Armada Nacional Bolivariana y tiene el escudo nacional, el código de los organismos policiales es
(OP) organismos policiales y tres números para identificar a cuál de los organismos pertenece; los
códigos VP pertenecen a las empresas de vigilancia privada y los OG son los organismos guberna-
mentales. Entonces, existen varios mecanismos de control: en primer lugar se identifica la marca
del arma, se identifica el calibre, se identifica el modelo del arma y se identifica el serial; el serial es
como la cédula de identidad del arma.
»» Registro automatizado y estandarizado de las armas: el marcaje y otros datos de identificación de
las armas no sirven de nada si no se tienen registrados en bases donde se estandarice cuándo entró
en el país, cómo se comercializó, quién tiene el porte y cuál es su uso. El registro es fundamental
para aplicar sanciones y establecer responsables al momento de encontrar armas implicadas en
hechos punibles, en casos individuales, evitar conceder portes de armas a transgresores de la ley
al identificar sus antecedentes, en casos institucionales como los organismos policiales y militares,
aplicar sanciones pecuniarias y disciplinarias.
»» Control en la importación y comercialización: la Dirección de Armas y Explosivos (DAEX) es la que
como consecuencia que se activen procesos de contrabando para la importación ilegal de esas
armas, utilizando mecanismos novedosos, desde el punto de vista de las rutas y los medios de
transporte, para evitar la incautación. Se conoce, por ejemplo, que las armas tienen la ventaja de
pasar más fácilmente desapercibidas que las drogas por su condición inodora, lo que significa que
los perros policías entrenados no pueden detectar en una requisa si viene un contrabando de armas
con la misma facilidad si viene un alijo de drogas. Por otra parte, este tipo de contrabando también
suele utilizar rutas poco ortodoxas por mar más que por tierra, personas con alto poder adquisitivo y
desplazamiento por otras fronteras distintas a las que tradicionalmente se utilizan para el mercado de
las drogas. En tal sentido, las labores de vigilancia de fronteras es una de las áreas que se debe forta-
lecer con mejores procesos de investigación y sistematización de información de inteligencia militar.
»» Destrucción pública de armas incautadas en hechos irregulares y al margen de la Ley: una medida
fundamental para ganar la confianza de los ciudadanos y comunidades en torno a las acciones de
control de armas, es precisamente que una vez decomisadas armas incursas en delitos, en muchos
casos, entregadas en procesos de amnistía, éstas puedan destruirse públicamente con testigos de
170
Las políticas públicas del Estado venezolano en los procesos de control de armas, municiones y desarme
la sociedad civil que avalen que efectivamente se realizó la destrucción de esas armas, para que
éstas no sean recicladas para otros fines, ni siquiera para seguridad pública. El control de armas
decomisadas debe ser muy estricto, porque ese reciclaje de armas puede darse no para fines lícitos
sino para nuevos hechos delictivos. La corrupción debido a las ganancias que puede generar el
negocio de armas y municiones es un factor presente en funcionarios de los distintos organismos
responsables de esos decomisos y resguardo de armas, que debe vigilarse estrechamente y san-
cionarse en caso de encontrarse involucrados en cualquier negocio irregular o tráfico de influencias
para sacar ventajas de sus funciones.
»» Desarme en las cárceles: como un proceso sistemático y a mediano plazo, que debe darse progre-
las comunidades y sectores populares que en su mayoría son los lugares de procedencia de muchos
de los jóvenes varones privados de libertad. Los procesos educativos y el estímulo de actividades
recreativas, deportivas y científicas, se convierten en políticas de prevención para frenar la incursión
de los jóvenes en acciones delictivas. Fortalecer los proyectos de vida desde la niñez y adolescencia
como motivación al logro para alcanzar metas individuales en consonancia con metas de país, son
algunas de las estrategias que deben instrumentarse para evitar situaciones que alimentan el círculo
de la pobreza y sus consecuencias como son los embarazos tempranos en las jóvenes mujeres y las
motivaciones de consumo asociadas a la masculinidad que incitan a los jóvenes varones a cometer
delitos. En ese proceso de aprendizaje social, las comunidades retroalimentan con sus saberes, los
mecanismos de resolución de conflictos, que evitan el uso de la violencia verbal y física, donde el
uso de las armas de fuego, representa el máximo escalafón de violencia que debe erradicarse por
completo.
»» Medios de Comunicación: las comunidades, escuelas, liceos y universidades formadas en cultura
de paz y facilitadoras de procesos para el control de armas, deberían conformar círculos de usuarios
críticos que propone la Ley de Medios, para evaluar, frenar y denunciar a los medios de comunica-
ción audiovisual que incumplen las reglamentaciones en materia de programaciones para la niñez y
adolescencia, proyectando contenidos que fomentan la violencia social, cultural, de guerra, género
y sexodiversidad.
»» Coordinación Interinstitucional: la política pública y las medidas mencionadas, deben tratarse de
171
PARTE I: CONTROL Y REGULACIÓN INSTITUCIONAL DE ARMAS Y MUNICIONES
»» Investigación Acción: finalmente, cada una de las acciones e iniciativas que se proponen como
política pública participativa y con enfoque de derechos humanos debe monitorearse no solo
como proceso de evaluación administrativa o de gestión, sino como procesos sociales que deben
investigarse desde la perspectiva de la investigación acción participativa. La modalidad de investi-
gación diagnóstica incorporada por la Comisión Presidencial para el Control de Armas, Municiones
y Desarme, debería convertirse en un proceso permanente de análisis, revisión, sistematización
y elaboración de propuestas permanentes para el control de armas municiones y desarme, pero
fundamentalmente para el fomento de una cultura de paz. En ese marco, entre otros de los temas
de investigación, que ya la Comisión y la UNES han contemplado realizar estarían:
»» Estandarización y automatización para el registro y actualización de inventario de armas de fuego
(pistolas y revólveres).
»» Monitoreo y análisis de los homicidios y otros hechos delictivos como robos, hurtos y secuestros
populares.
»» Cartografías de violencia y creación de territorios para la alteridad.
recuperados.
»» Pobreza, cárceles e identidades subalternas.
armas de fuego.
»» Percepciones sobre grupos armados, seguridad y frontera.
Referencias
Aguilar, Luis (2006). La Hechura de las Políticas Públicas. México: Miguel Ángel Porrúa Ediciones.
Bardach, Eugene (2005). Practical Guide for Policy Analysis. The Eightfold Path to More Effective Problem
Solving. Washington: Congressional Quarterly Inc.
Bodemer, Klaus (2003). Políticas Públicas, Inclusión y ciudadanía. Caracas: Nueva Sociedad.
Cabrero, Enrique (2000). Usos y Costumbres en la Hechura de las Políticas Públicas en México. Límites de las
policy sciences en contextos cultural y políticamente diferentes. Revista Gestión y Política Pública, Vol.
IX, nº. 2.
Corredor, Julio (2004). La planificación. Caracas: Vadell Hermanos Editores, C.A
Dávila, M. y Soto, Ximena (2011). ¿De qué se habla cuándo se habla de políticas públicas? Estado de la dis-
cusión y actores en el Chile del bicentenario. Estado, gobierno, Gestión Pública. Revista Chilena de
Administración Pública.
Fernández, Pablo (2012, mayo 16). Discurso de Apertura del Seminario: Armas de Fuego y Desarme en
Venezuela: Investigaciones y Políticas de Estado. Mérida: Universidad de Los Andes (ULA).
172
Las políticas públicas del Estado venezolano en los procesos de control de armas, municiones y desarme
Fernández, Pablo (2012). Boletín de la Comisión Presidencial para el Control de Armas Municiones y Desarme.
Venezuela.
Lahera, Eugenio (2002). Introducción a las políticas públicas. Santiago de Chile: Fondo de Cultura Económica.
Maniglia, Teresa y Carvajal, Ingrid (2009). Cronología de una Implosión. La Década final de la IV República.
Caracas. Compendio hemerográfico publicado por el Ministerio del Poder Popular para la Comunicación
y la Información.
Robredo, Ricardo (s/f). El Partido Comunista de Venezuela. Sus tácticas desde 1964 a 1969. (s/e).
Weimer y Vining (1991). Policy Analysis, Concepts and Practice. New Jersey: Prentince Hall.
Documentos Oficiales
Constitución de la República de Venezuela, año 1961.
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, año 1999.
Oficina Central de Control y Planificación (1960). Lineamientos Generales del Plan Cuatrienal para el desarrollo
económico y social de Venezuela hasta 1964. Disponible en Escuela Nacional de Planificación. Caracas,
Venezuela.
Oficina Central de Estadística e Informática (1963). Lineamientos Generales del II Plan para el desarrollo eco-
nómico y social de la Nación 1963-1966. Disponible en Escuela Nacional de Planificación. Caracas,
Venezuela.
(1965) Lineamientos Generales del III Plan para el desarrollo económico y social de la Nación 1965-
1968. Disponible en Escuela Nacional de Planificación, Caracas- Venezuela.
(1970) Lineamientos Generales del III Plan para el desarrollo económico y social de la Nación 1970-
1974. Disponible en Escuela Nacional de Planificación. Caracas, Venezuela.
(1976) Lineamientos Generales del V Plan para el desarrollo económico y social de la Nación 1976-
1980. Disponible en Escuela Nacional de Planificación. Caracas, Venezuela.
(1981) Lineamientos Generales del V Plan para el desarrollo económico y social de la Nación 1981-
1985. Disponible en Escuela Nacional de Planificación. Caracas, Venezuela.
Oficina Central de Estadística e Informática (1984). Lineamientos Generales del VII Plan para el desarrollo
económico y social de la Nación 1984-1988. Disponible en Escuela Nacional de Planificación. Caracas,
Venezuela.
(1990) Lineamientos Generales del VIII Plan para el desarrollo económico y social de la Nación 1990-
1995. Disponible en Escuela Nacional de Planificación. Caracas, Venezuela.
(1994) Lineamientos Generales del IX Plan para el desarrollo económico y social de la Nación 1994-
1998. Disponible en Escuela Nacional de Planificación. Caracas, Venezuela.
(1996) La Agenda Venezuela. Disponible en Escuela Nacional de Planificación. Caracas, Venezuela.
(2001) Líneas Generales del Plan de Desarrollo Económico y Social de la Nación 2001-2007 Disponible
en http: //portaleducativo.edu.ve/Politicas_edu/planes/documentos/PlanDesarrolloESN-2001-07.pdf.
Fecha de la Consulta: 15/02/2012
Ministerio del Poder Popular para el Despacho de la Presidencia (2009) Proyecto Nacional Simón Bolívar. Líneas
Generales del Plan de Desarrollo Económico y Social de la Nación 2007-2013. Segunda Edición. Caracas,
Venezuela: Impreso por el Ministerio del Poder Popular para la Comunicación y la Información.
Memorias y Cuentas del Ministerio de Relaciones Interiores (1959-2010)
173
PARTE I: CONTROL Y REGULACIÓN INSTITUCIONAL DE ARMAS Y MUNICIONES
PCV (1965, abril 24). Manifiesto del VII Pleno del C.C.; por un gobierno que aplique un programa de paz demo-
crática. En: Tribuna Popular. Caracas.
Hace 40 años Rafael Caldera cerró la UCV. Prensa CNH. Disponible en; (http: //www.aporrea.org/ddhh/n144756.html)
Las viejas redadas de la PM ahora son los madrugonazos del CICPC. Disponible en: http: //www.reportero24.
com/2011/02
174
Anexos
175
PARTE I: CONTROL Y REGULACIÓN INSTITUCIONAL DE ARMAS Y MUNICIONES
Objetivo específico
Generar información sistematizada sobre políticas, planes, programas y medidas aplicadas en el país, en materia de regulación y control de
armas, municiones y desarme desde el período de gobierno de la Democracia Representativa hasta el año 2011, dando cuenta del contexto
de su formulación.
PALABRAS CLAVE
(trasversalmente: armas,
PERÍODO DE GOBIERNO municiones y desarme) HITOS DEL CONTEXTO FUENTES
Rómulo Betancourt Garantizar la democracia Lucha armada Plan de la Nación
(1959-1964) Memorias y Cuentas
176
Las políticas públicas del Estado venezolano en los procesos de control de armas, municiones y desarme
Fecha Nombre
de la Entrevista del Entrevistado Ocupación/ Cargo
16 de marzo de 2012 José Roberto Duque Comunicador
23 de marzo de 2012 Pablo Fernández Coordinador General de la Red de Apoyo por la Justicia y la Paz y Secretario
Técnico de la Comisión Presidencial.
29 de marzo de 2012 Antonio González Sociólogo. Vicerrector UNES
3 de abril de 2012 Reynaldo Hidalgo Coordinador de Aspectos Jurídicos y Medidas Especiales de la Comisión
Presidencial.
11 de abril de 2012 General Julio Morales Prieto Presidente
18 de abril de 2012 General Edgar Barrientos Viceministro
20 de abril de 2012 General Gerardo Velásquez Director General de Armas y Explosivos
23 de abril de 2012 Julián Revete Escritor.
11 de mayo de 2012 Luis Fernández Director de la Policía Nacional
14 de junio de 2012 Soto Rojas Diputado
177
PARTE I: CONTROL Y REGULACIÓN INSTITUCIONAL DE ARMAS Y MUNICIONES
178
Diagnóstico de controles
institucionales en materia
de armas de fuego, municiones
y desarme
LOSPYCPNB Ley Orgánica del Servicio de Policía y del Cuerpo de Policía Nacional Bolivariana
El estudio sobre el cual se inspira el presente artículo tuvo como objetivo general diagnosticar las
capacidades, instancias y procesos de control institucional sobre la disponibilidad de armas de fuego
y municiones en Venezuela. Se empleó una estrategia metodológica de carácter cualitativo, enfocada
en lograr la consolidación de un análisis de discursos con respecto al tópico de los actuales controles
institucionales en materia de armas de fuego y municiones, así como la identificación o exploración de
oportunidades de desvío. El instrumento empleado para la recolección de la data en campo se afianzó a
través del diseño y aplicación de un formato de entrevista semiestructurada para ser aplicado en profun-
didad, cuyos ítems se agruparon en seis grandes categorías, a saber: 1. Competencias Institucionales,
2. Personal, 3. Procesos y Procedimientos, 4. Registros, 5. Protocolos de Archivo y 6. Articulación
entre Organismos o Instancias de Control. Adicionalmente, se incorporaron en el instrumento tres
ítems o preguntas de cierre que apuntaron a obtener una opinión generalizada en torno al tema del
control y las iniciativas, tanto históricas como actuales, llevadas a cabo en la materia que permitieran
obtener datos adicionales para efectos de la propuesta de recomendaciones que puedan resultar va-
liosas para la construcción de futuras políticas públicas en el tema de armas de fuego y municiones.
Una variable interviniente en este diagnóstico fue la presencia y actuación de la Comisión Presidencial
para el Control de Armas, Municiones y Desarme creada en 2011, cuyas medidas ejecutivas y admi-
nistrativas tomadas, antes y durante el desarrollo del presente estudio, incidieron directamente en la
data recogida sobre el control institucional en materia de armas de fuego y municiones. El discurso de
los entrevistados hizo constantes alusiones a las medidas tomadas desde la Comisión Presidencial, las
cuales han afectado recientemente en el desempeño de sus competencias.
El análisis de datos consistió en identificar las características de distribución de las diversas variables
en categorías y subcategorías, se procedió a identificar patrones de respuesta sobre la base de una
tabulación preliminar, atendiendo a los criterios de respuestas más largas y respuestas más detalladas
o ilustrativas. Estos patrones de respuestas fueron condensados y con base en ello se obtuvo un
análisis de discurso que se presentó en los siete capítulos que conforman el apartado de análisis de
resultados y discusión del informe de investigación original.
Ahora bien, pese a que el tema del control no se agota en los procedimientos para ejercerlo, para
efectos del presente artículo hemos replanteado la presentación de la información expuesta en el
informe definitivo de la investigación diagnóstica original del que hemos hablado arriba. En tal sentido,
se ha conservado una primera sección referida al tema crucial de las Competencias Institucionales,
pero se ha realizado un reprocesamiento del resto de la información, con el objeto de presentarla en
seis (6) secciones adicionales, ajustadas al criterio de los procesos principales en la materia de armas
de fuego y municiones en nuestro país. En tal sentido, a partir de la sección dos, se ha planteado: 2.
Fabricación, 3. Importación y Comercialización, 4. Incautación, Retiro y Colecta, 5. Destrucción, y un
apartado especial referido a: 6. Los Parques de Armas Policiales y sus mecanismos de control interno.
181
PARTE I: CONTROL Y REGULACIÓN INSTITUCIONAL DE ARMAS Y MUNICIONES
Asimismo, a lo largo de las secciones antes mencionadas se hace mención acerca de la intervención
de diversas instancias de control institucional con respecto a las denominadas Salas de Evidencia.
Las conclusiones y recomendaciones fundamentales a las que arribó este estudio fueron las siguientes:
Con base en la exposición efectuada en las secciones de este artículo, puede inferirse de manera
primordial, que la materia de armas de fuego y municiones en Venezuela ha estado sumida, práctica-
mente, en un paréntesis histórico de más de 60 años, pues desde 1939 hasta 2002 fueron pocas las
acciones institucionales y las medidas normativas que se desarrollaron de modo sostenido en dicho
campo. Apenas entre 2009 y 2011 se retomó con ímpetu la iniciativa, para superar el abandono que
favoreció por décadas un predominio del control, en el mejor de los casos informal.
Las conclusiones fundamentales giran en torno al tema base de las Competencias Institucionales
donde se encontró un deficitario conocimiento con respecto a los instrumentos que las fundamentan y
que redunda en una serie de confusiones o incluso procederes superpuestos que no favorecen al tema
del control efectivo, además de otras variables relacionadas (solapamientos, usurpaciones, abusos de
derecho y discrecionalidad generalizada). De igual forma, la necesidad de centralizar la información en
un sistema común a todos los entes, la implementación de innovaciones tecnológicas, tanto en su
instauración como mantenimiento (lo cual conlleva la obligada tarea de fortalecer los Protocolos de
Registro y Archivos para los distintos procesos), y la propulsión de la articulación a partir de la creación
de espacios comunes para compartir el conocimiento, información, inquietudes y dudas acerca de la
materia, para hacer más robustos los lazos y decisiones que la afectan.
Palabras claves del estudio: Control institucional, control en materia de armas y municiones, desar-
me, procesos institucionales en materia de armas de fuego y municiones.
182
Introducción*
Los datos reprocesados para efectos de su presentación en el presente artículo se obtuvo a través del
empleo de una estrategia metodológica de carácter cualitativo, enfocada en lograr la consolidación de
un análisis de discursos con respecto al tópico de los actuales controles institucionales en materia de
armas de fuego y municiones, así como la identificación o exploración de oportunidades desvío. El ins-
trumento empleado para la recolección del dato en campo se afianzó a través del diseño y aplicación de
un formato de entrevista semiestructurada para ser aplicado en profundidad, cuyos ítems se agruparon
en las siete grandes categorías antes mencionadas (y que, como hemos dicho, configuran el esquema
de categorías del informe final original). Adicionalmente, se incorporaron en el instrumento tres ítems
o preguntas de cierre que apuntaron a obtener una opinión generalizada en torno al tema del control
y las iniciativas, tanto históricas como actuales, llevadas a cabo en la materia que permitieran obtener
datos adicionales para efectos de la propuesta de recomendaciones que puedan resultar valiosas para
la construcción de futuras políticas públicas en el tema de armas de fuego y municiones. El trabajo de
campo fue llevado a cabo a partir del 24 de marzo de 2012 hasta el 30 de junio de 2012 y se concretó en
la realización de diez (10) entrevistas individuales a representantes de una muestra intencional de ocho
(8) instituciones vinculadas al control de armas de fuego y municiones en Venezuela. Nos referimos
a: la Dirección General de Armas y Explosivos (DAEX), la Compañía Anónima de Industrias Militares
(CAVIM), el Servicio Nacional Integrado de Administración Aduanera y Tributaria (SENIAT) incluida la
Aduana Aérea de Maiquetía, el Ministerio Público, el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales
y Criminalísticas (CICPC), el Viceministerio del Sistema Integrado de Policía (VISIPOL), el Cuerpo de
Policía Municipal de Chacao del estado Miranda (Poli Chacao), el Cuerpo de Policía Municipal de Baruta
del estado Miranda (Poli Baruta), obteniéndose un total de 1320 minutos de grabación de audio en
entrevistas. Para efecto de la identificación de las declaraciones que se pueden encontrar a lo largo del
presente artículo, incluimos un cuadro con los códigos empleados para cada informante:
* Artículo escrito a partir de la investigación “Diagnóstico de controles institucionales en materia de armas de fuego, municiones y desarme”, realizada
por Carla Serrano Naveda y Boris Piselli Mazza, finalizada en el mes de agosto del año 2012, Comisión Presidencial para el Control de Armas, Municiones
y Desarme (Cidesarme).
183
PARTE I: CONTROL Y REGULACIÓN INSTITUCIONAL DE ARMAS Y MUNICIONES
Ahora bien, la tarea del diagnóstico se encuentra justificada con base en diversas fuentes docu-
mentales, que permiten sostener que la violencia producto del uso de armas de fuego constituye
un problema de envergadura en la Venezuela actual, el cual ha despertado creciente interés en
todos los ámbitos (institucionales, académicos, sociales, comunitarios, etc.), movilizando acciones
y reacciones de diversa índole. Solo para contextualizar con dos referencias puntuales, tanto los
datos de la Encuesta del Observatorio Venezolano de Violencia (Briceño y Ávila, 2007) como los de
la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción de Seguridad Ciudadana (Instituto Nacional de
Estadística y el Ministerio de Interior y Justicia, 2006), alertan sobre la gravedad de los hechos que
configuran una violencia cada más letal, pues la correlación entre homicidios y armas de fuego es
altamente significativa en términos estadísticos. Y es que, pese a que la violencia no es un hecho
jurídico en sí mismo, sino un fenómeno que tiene distintos niveles y maneras de expresión en la
naturaleza (incluida la humana), lo cual hace impensable la abolición absoluta de su expresión, sí es
posible controlar algunos de los medios a través de los cuales se manifiesta, y tal es el caso, de la
implementación o uso indiscriminado de armas de fuego y municiones. En razón de ello, en los últi-
mos años, el Estado venezolano se ha visto compelido para llevar a cabo acciones que demuestren
su compromiso en prevenir, combatir y eliminar el tráfico ilícito de armas de fuego y municiones,
como factores que alimentan un espiral de violencia, entre otros. En este marco nace la Comisión
Presidencial para el Control de Armas, Municiones y Desarme y apreciamos como en los artículos 1
y 2 del Decreto Nº 8211 constan su creación y objeto (Gaceta Oficial Nº 39 673 de fecha 13 de mayo
de 2011), como la instancia encargada de fomentar el diseño, construcción e implementación de una
política pública integral sobre el control de armas y municiones y el desarme. Dicha Comisión cuenta
con una Secretaría Técnica, internamente dividida en varias coordinaciones y unidades donde, espe-
cíficamente, la coordinación de Diagnóstico e Investigación está orientada a dar sustento científico a
la política pública en materia de control de armas, municiones y desarme, a través del desarrollo de
distintos estudios.
La coordinación de Diagnóstico e Investigación desde sus inicios concibió un plan de trabajo para el
cual fue reclutando y conformando diversos equipos de trabajo, en cuya dinámica se fueron suman-
do las experticias de profesionales de diversas ramas de la ciencia. De modo que, el estudio que a
continuación presentamos fue propuesto a los investigadores encomendando la tarea de establecer
las capacidades, instancias y procesos de control institucional en materia de armas de fuego y muni-
ciones en Venezuela, así como las respectivas oportunidades de desvío. El proyecto de diagnóstico
que inspira el presente artículo parte de la línea de investigación I, dedicada al control y regulación
institucional y estudios sobre tráfico de armas y municiones.
Debe agregarse forzosamente que una variable interviniente en el diagnóstico de controles institucio-
nales fue la presencia y actuación de la mencionada Comisión Presidencial para el Control de Armas,
184
Diagnóstico de controles institucionales en materia de armas de fuego, municiones y desarme
Municiones y Desarme, cuyas medidas ejecutivas y administrativas tomadas, antes y durante el de-
sarrollo del presente estudio, incidieron directamente en la data recogida sobre el control institucional
en materia de armas de fuego y municiones.
Desde el punto de vista teórico, el diagnóstico, aparte de esforzarse en la recapitulación normativa
que puede observarse en la redacción del artículo, se inclinó por rescatar y hacer énfasis en que la ac-
tividad administrativa a través de la cual se desempeñan muchos de estos organismos de control del
Estado se encuentra irremisiblemente atada al bloque de la legalidad, así como a otros criterios de la
doctrina del Derecho Administrativo. En tal sentido, las disertaciones que en esta materia hace la auto-
ra Hildegard Rondón de Sansó (2000) pueden iluminar en mucho la direccionalidad de nuestro objeto
de estudio, principalmente al comentar los aspectos de la competencia que, en el campo del Derecho
Administrativo, presenta tres tipos clásicos, a saber: a. Por la materia; b. Por el grado y c. Por el territorio
(Rondón de Sansó, 2000). En cuanto a la competencia por el grado, dice Rondón de Sansó (2000) que:
Implica el principio de jerarquía, en virtud del cual los órganos públicos no se encuentran ordenados en un
mismo plano, sino que lo están de forma piramidal, encontrándose en el vértice, el jefe de una rama de la
Administración. La manera en la cual son distribuidas las funciones de los distintos órganos jerárquicamente
ordenados, se realiza de forma tal que el inferior no pueda ocuparse de materias reservadas al superior y
viceversa.
Agrega la misma autora que “en efecto, en la estructura administrativa, se reserva a los órganos
superiores las funciones de mayor importancia”. Sin embargo, a este efecto es importante hacer
una salvedad especial con referencia a nuestra coyuntura histórica actual pues es importante tener
en cuenta que dos órganos subordinados a la misma autoridad administrativa y que cumplan con
funciones de tipo análogo, constituye, dependiendo de la asignación que se haya hecho, o una
usurpación o una duplicación de esfuerzos no solo innecesaria, sino en muchos casos costosa para
el Estado y generadora de caos e inseguridad jurídica.
Finalmente, sostiene Rondón de Sansó (2000):
…la competencia por territorio se presenta como la circunscripción de los poderes de cada órgano a una
esfera especial. En virtud de ella solo podrán ejercer sus actividades dentro del ámbito de la circunscrip-
ción asignada. Así es posible que dos órganos con idéntica competencia material se distingan por razón del
territorio.
Una diferenciación importante que debe hacerse en este sentido es aquella referida a la delegación
de funciones y la delegación de firmas. Así, Rondón de Sansó (2000) indica que la primera de ellas
“es aquella en la cual el órgano superior faculta al inferior para suscribir algunos actos específicos”
mientras que “la segunda es la verdadera y propia delegación, esto es, la transferencia de sectores
de competencia de un órgano superior a un órgano inferior” lo cual, en palabras de esta autora,
constituye “una auténtica excepción a la regla de la inderogabilidad de la competencia”. Asimismo
comenta esta autora que, desde el punto de vista del derecho administrativo, “se ha puesto en duda
si la llamada delegación de firma es una verdadera delegación”, por cuanto “sus características
diferenciales con la delegación de funciones permiten dudar de que pertenezcan al mismo género”
(Rondón de Sansó, 2000).
Adicionalmente a esta breve recapitulación de tipo jurídico, debe preverse que en el cumplimiento
o no de las funciones de control institucional por parte de los entes encargados de ejercerlas, otra
variable de peso que influye en el fenómeno y que debe tenerse en cuenta para efectos del presente
estudio diagnóstico es el locus de control (también conocido como control interno-externo), un cons-
tructo proveniente del ámbito de la Psicología y que trata acerca de la forma de atribución causal que
hacen los sujetos y, por ende, las instituciones dentro de las que se agremian o reúnen. Se trata de
un factor que ha sido extensamente estudiado en el área de la conducta humana y cuyo concepto
describe el hecho de que para una tarea determinada, las personas se comportan de forma muy
185
PARTE I: CONTROL Y REGULACIÓN INSTITUCIONAL DE ARMAS Y MUNICIONES
diferente según crean que su ejecución depende de ellos mismos o no (Rotter, 1966 cp. Franzoi,
2007). Las personas que creen que el desarrollo de determinada tarea depende de ellos mismos
tienen un locus de control interno, mientras que las convencidas de que el desarrollo exitoso de la
tarea depende de factores externos tienen un locus de control externo. Así, la percepción de control
es un constructo que se refiere a la expectativa aprendida y generalizada acerca de la relación entre
las acciones y decisiones de uno, y los resultados que obtiene en su vida. Los sujetos con locus
de control interno tendrían la expectativa de que los resultados que obtienen son causados por el
despliegue de su conducta o por sus propias características personales mientras que los individuos
con un locus externo, perciben que las consecuencias de su conducta dependen de los factores
externos, adicionales o ajenos a su control, como la suerte, el destino o el azar. La percepción del
control sobre la situación incrementa la motivación para afrontar la situación, por lo que se espera
que los sujetos denominados como “internos” se sientan más implicados, comportándose ante
la situación de forma más activa. Ello es debido a que la percepción de la capacidad personal para
enfrentar y resolver los problemas es un factor central que determina la forma en que los indivi-
duos enfrentan las situaciones conflictivas o de tensión. Contrariamente, una percepción de control
con una orientación mayormente externa (locus de control externo), generalmente se asocia con
sentimientos de impotencia o actitudes fatalistas, apáticas o depresivas o, en su cara opuesta, puede
conducir a la adopción de estrategias disfuncionales para la solución de problemas, generalmente de
tipo impulsivo. Tomando en consideración que en nuestro contexto social encontramos individuos
que puntúan más bien altos en cuanto a locus de control externo cuando de circunstancias sociales
se refiere (De Viana, 2004), es decir, sujetos que no comprenden la dinámica de funcionamiento
social y creen que la incidencia de sus acciones o decisiones sobre ella es más bien baja o nula, no
debe extrañar que esta postura vital sea trasladada al comportamiento de las organizaciones como
una forma de expresión habitual por parte de las mismas.
I. Competencia institucional
186
Diagnóstico de controles institucionales en materia de armas de fuego, municiones y desarme
encontraba en segunda discusión en la Asamblea Nacional tanto la Ley sobre Armas y Explosivos
como el Proyecto de Ley para el Desarme).
La competencia Constitucional que deja en manos de la FANB la materia de armas y municiones
recae necesariamente en la figura del superior jerárquico de dicha institución, que es el Ministro
del Poder Popular para la Defensa, quien, a través de delegación administrativa, la deja en manos
de la DAEX. En este sentido, la DAEX pertenece al Viceministerio de los Servicios para la Defensa
y se encuentra estructurada por varias Direcciones de Línea: la Dirección de Armas y Explosivos, y
la Dirección de Parques Nacionales, las cuales tienen inherencia directa con respecto a las armas,
municiones y explosivos. La primera de ellas se vincula al control de la importación, exportación,
regularización de las entidades que manejan armas o municiones y la segunda, es donde reposan o
llegan, al final de la Cadena Custodia, las armas que están incursas en alguna actividad delictual o
están procesadas judicialmente.
Es interesante resaltar que el desarrollo normativo por el que este ente ha ido asentando cada uno
de los procedimientos que prevé el mandato Constitucional (con el objeto de instrumentar cada una
de las palabras de ese artículo) se ha hecho íntegramente a través de Providencias Administrativas o
Resoluciones Conjuntas. Es decir, se ha efectuado enteramente por la vía administrativa a través de
la emisión de normas de rango sublegal, aglutinando en tales cuerpos normativos una cantidad de
procesos conexos, pero que –al ser leídos– dejan en evidencia algunas fallas de técnica legislativa.
Existen 13 Providencias, de las cuales solo seis están estrictamente orientadas a regular la materia
conexa a armas de fuego y municiones en concreto. A través de estos instrumentos publicados en
Gaceta Oficial se ha pretendido o perseguido regular el tipo de actividad (se trate de importación,
exportación, comercio, empresas de vigilancia y seguridad, transporte de valores, organismos de
seguridad del Estado), aclarando que no se trata solo del control de armas y municiones propiamente
dichas sino también del control de los Parques de Armas de dichas instituciones (las cuales se
encuentran asignadas a los mencionados organismos de seguridad del Estado o a las Policías, y
cuentan con un marcaje a través del cual se lleva un control de las armas de fuego, las cuales deben
reposar en el Parque de Armas del respectivo organismo o cuerpo).
Al intentar explorar si la orientación que tiene DAEX en lo interno queda satisfecha en el ámbito legal
con esas Providencias, la respuesta refleja que se trata de un avance si se toma en consideración que,
con anterioridad a esta iniciativa, no existía prácticamente ningún desarrollo normativo o regulatorio
a este respecto y se hizo mención de que el esfuerzo inició con la transferencia de competencias
administrativas en el año 2001 (que antiguamente pertenecía al Ministerio de Relaciones Interiores y
Justicia, a través de la Dirección Nacional de Armas y Explosivos (DINAEX). Se trató, según las decla-
raciones recabadas, de un trabajo que “empezó prácticamente de cero” (C3D). A este respecto, llama
la atención que, según pareciera por las declaraciones, antes de la promulgación de la Constitución
de 1999, y de las transferencias de competencias efectivas a nivel administrativo, el Ministerio de
Relaciones Interiores y Justicia no tenía ningún lineamiento establecido para la regulación de este
tópico. En la actualidad, las Providencias Administrativas mencionadas se encuentran publicadas en
el portal (página web) de la DAEX, la cual es de consumo público para las personas que quieran acce-
derla y deseen obtener esa información [dichas Providencias son las Nº MPPD-VS-DAEX-001-2009,
MPPD-VS-DAEX-002-2009, MPPD-VS-DAEX-003-2009, MPPD-VS-DAEX-004-2009, MPPD-VS-
DAEX-005-2009, y finalmente la MPPD-VS-DAEX-006-2009]. Una declaración adicional que se pudo
obtener y que resulta de interés con respecto al desarrollo normativo de DAEX por vía de Providencias
Administrativas, expresa que el mismo se fundó en la motivación de uniformar criterios de actuación y
propiciar la continuidad en el tiempo de las directrices y procedimientos.
Ahora bien, es relevante que el artículo 324 de la Constitución menciona de forma expresa los proce-
sos de fabricación, importación, exportación, almacenamiento, tránsito, registro, control, inspección,
comercio, posesión y uso de las armas, municiones, pero no menciona el de destrucción, siendo que,
187
PARTE I: CONTROL Y REGULACIÓN INSTITUCIONAL DE ARMAS Y MUNICIONES
según las declaraciones recabadas, a esto obedece una decisión posterior, no prevista por el legislador
constituyente.
En cuanto al rol que juega la DAEX en el tema de la importación de armas de fuego, su papel se define
como principal. Debido a que DAEX es el ente encargado de emitir la permisología para efectuar dichas
importaciones, aún y cuando la actividad de importación como tal recae en manos de la CAVIM. Este
ente es el único importador de armas y municiones en la actualidad y, aunque con la suspensión de
la comercialización de armas y municiones CAVIM ya no vende a las armerías, de todas maneras le
subsiste la obligatoriedad de solicitar autorización a la DAEX para hacer la importación (quien la autoriza
de acuerdo al estudio previo de la motivación de compra).
De conformidad con lo que se encuentra establecido en el mandato Constitucional, junto con el desa-
rrollo de la normativa por vía de Providencias Administrativas y la incorporación de la función o com-
petencia de DAEX en materia de destrucción (como veremos en el punto inmediatamente siguiente,
el reciente monopolio de importación de armas de fuego y municiones por parte de CAVIM), debe
establecerse un corolario de relevancia acerca de este ente de control: y es que el itinerario lógico de
un arma de fuego –y de sus municiones– en Venezuela ha quedado amarrado de forma íntegra, desde
el momento de su nacimiento (con la autorización de importación y luego su respectivo registro) hasta
el momento de su muerte (con la destrucción) a la competencia de DAEX.
En relación con la competencia institucional de CAVIM, vuelve a hacerse –como en el caso de DAEX–
referencia al artículo 324 de la CNRBV, pero incorporando un dato nuevo que es la reciente imple-
mentación del monopolio comercial por parte de CAVIM (un dato sin duda relevante en el tema de
la competencia asignada a este ente). Existe reconocimiento expreso de que el funcionamiento de
CAVIM es preponderantemente de carácter administrativo, aunque es posible detectar en el discurso
de su informante como –al igual que ocurre con otros organismos– no se tiene claridad o se confunde
lo que es un criterio o un proceder administrativo de aquel que viene determinado por un mandato neta
y expresamente legal:
…nuestras competencias son bastante administrativas en el sentido de que hacemos procedimientos admi-
nistrativos, comprar una [arma] afuera o fabricarla… es administrativo, sin embargo, nos basamos sobre ma-
nera en todo lo relacionado a la parte legal. No podemos comprar un arma sin el conocimiento y autorización
del DAEX (J10M).
Obsérvese en el resaltado que hacemos cómo se confunde “basarse sobre manera en todo lo rela-
cionado a la parte legal” con contar con el “conocimiento” y obtener la “autorización de DAEX” para
efectuar compras de armas, siendo que esta última autorización constituye un requisito desarrollado
por vía administrativa (no legal).
Resulta curioso que, entre los instrumentos legales que rigen su competencia, este ente no hace
ninguna mención al Decreto Nº 883 por el cual se dictan las Normas para el Desarrollo de las Industrias
Militares, cuya publicación en G.O Nº 1747 data del 24 de mayo de 1975 y, hasta donde sabemos, sigue
vigente hoy en día. Adicionalmente, debe mencionarse que CAVIM cuenta con unos Estatutos Sociales
de creación, donde se establece su objeto y demás características y condiciones de funcionamiento,
debiéndose decir que, aunque es una empresa del Estado, su comportamiento es análogo al de una
entidad mercantil o comercial de carácter privado. Los Estatutos Sociales incluyen nombre, objeto,
domiciliación, duración, capital social, accionistas, regulación interna con respecto a las asambleas y la
administración y representación de la compañía, junto con las especificaciones de otras figuras y las
disposiciones complementarias.
188
Diagnóstico de controles institucionales en materia de armas de fuego, municiones y desarme
del tipo de armamento policial. De igual forma se comentó acerca de la coyuntura con la regulación
o mayor control con respecto a las armerías, y la participación o cooperación efectiva que CAVIM ha
brindado en el sentido de la comunicación o difusión de información para el logro de la meta propuesta
de manera institucional, y también de algunos acuerdos que se han consolidado en este sentido.
Respecto a la competencia institucional del SENIAT, fue posible encontrar un reporte técnico y preciso,
focalizado principalmente en la función de desaduanamiento. Las competencias del servicio están
fundamentadas en la ley del SENIAT, a la cual conocen internamente como ley N° 53. Esta Ley creó
la Superintendencia y las dos Intendencias (Aduanas y Tributos Internos). Aunadas a las competen-
cias formales de aduanas, previstas en la Ley Orgánica de Aduanas y su respectivo reglamento, las
competencias en materia de aduanas pueden dividirse en las operaciones aduaneras de importación y
exportación, propiamente dichas, y las de tránsito. Sin embargo, se reportó que el trato aduanero que
se da a los casos de importación de armas de fuego y municiones es el mismo que se le da a cualquier
otro tipo de mercadería y cuando en algún momento se hace la referencia a que con respecto a las
armas se tiene más cuidado por tratarse de una materia delicada, la respuesta pareciera responder a
un factor de deseabilidad social (pues es contundente y reiterativa la mención de que, con base en los
instrumentos legales vigentes, NO hay un trato diferenciado). Así, se reportó que, en el caso específico
de armas y explosivo, el soporte legal para la operación es el Arancel de Aduana, instrumento comercial
donde se clasifican las mercancías y se les da un código arancelario donde se indica el régimen legal
al que se encuentra sometida cada una de ellas según su tipo, requisitos y demás características. Así,
el informante de este organismo dijo:
Todo lo que esté sometido a comercio internacional y que no esté dentro del Arancel de Aduana a los efectos
de nuestra Ley podríamos decir es ilegal. Hay un artículo en la Ley Orgánica de Aduana [que] dice que toda
la mercancía objeto de comercio y requisitos, licencias, certificados, etcétera (…) debe estar indicado dentro
de este instrumento (…) El Arancel de Aduanas vigente es el que tenemos desde agosto de 2005 (…) es el
decreto 3679, en la primera fase de este instrumento tenemos como hacer las interpretaciones, de cómo
vamos a hacer las evaluaciones dentro de este clasificador, clasificando las mercancías de acuerdo a su
naturaleza: si es origen animal, vegetal, mineral o manufactura (…) En el caso de las armas, municiones, sus
partes y accesorios (…) están las notas del capítulo y su clasificación como tal, esa es la sección 19, capítulo
93, aquí están las notas que incluyen o no este arancel como productos químicos por ejemplo (…) Nosotros
le decimos a la partida arancelaria la raíz, tenemos la clasificación de esa raíz, por ejemplo en la 9301 están
clasificadas las armas de guerra excepto revólveres, pistolas y armas blancas y hago los desdoblamientos que
como país tenga a bien hacer y a estas armas les toca pagar el 5% del valor que ella me declare en aduana
(…) costo, seguro y flete, valor SIT, esta mercancía tiene régimen legal 7 que significa el permiso lo da el
Ministerio de la Defensa… (B2S).
Se obtuvo la declaración de que existe importación prohibida (que el Estado podría limitar o regular
más, pero que no lo ha hecho) y que el SENIAT no puede efectuar de manera unilateral la actualización
del Arancel de Aduanas, puesto que ello implica un proceso consultivo. En otras materias, como ocurre
con el caso de drogas, hay pronunciamientos un poco más rigurosos:
Existe importación prohibida, reservada al Ejecutivo, Ministerio de Salud, todo depende de la naturaleza de la
mercancía (…) este instrumento [Arancel] no lo saca el SENIAT por sí mismo sino con la consulta de todos los
entes y organismos involucrados. Salud nos dice por ejemplo si hay un fármaco que sea sensible y nos dice
“yo a esto necesito darle el permiso para llevar un control” y entonces yo le pongo a la mercancía “requiere
registro sanitario” (B2S).
Así, pareciera recomendable que en materia de armas y municiones se intentará implementar una
estrategia análoga.
189
PARTE I: CONTROL Y REGULACIÓN INSTITUCIONAL DE ARMAS Y MUNICIONES
Se insistió en que el SENIAT es un ente de carácter “ejecutor” (ejecuta las decisiones tomadas por
otras autoridades administrativas). En este sentido, se reportó que no forma parte de sus competen-
cias institucionales llevar a cabo análisis o elaborar juicios de valor con respecto a lo acertadas o no que
puedan ser las políticas implementadas o emanadas del ente rector que funge como órgano decisor y
a los que obedecen. Como órgano ejecutor, el SENIAT no puede participar en negociaciones con otros
países y se limitan a asistir como técnicos con las instancias que representan oficialmente al Estado.
En relación con otros instrumentos de carácter administrativo o interno que orienten la competencia
institucional, afirmó que las hay pero siempre con apego al bloque de la legalidad normativa (que es el
principio imperativo del proceder de la Administración Pública y corresponde a la forma como deberían
comportarse todas las instituciones de dicha administración en un Estado legalista):
Sí claro, se emanan circulares, pero siempre dentro del marco de la norma. Por ejemplo, cuando salió la
Resolución sobre la restricción en la importación de armas se hizo del conocimiento a todas las aduanas para
velar por el cumplimiento de la misma… (B2S).
Y agrega que la necesidad de emanar dichas circulares –que, como medio de difusión, es la forma más
acertada de poner al tanto al funcionariado dentro de la institución– se debe a la falta de cultura de
revisar o actualizarse a motu propio acerca de la normativa emergente: “…el tema de la Gaceta Oficial
(…) bueno, no hay cultura de revisarla y se envían circulares para actualizar…” (B2S).
Ahora bien, continuando con el análisis de competencias Institucionales del SENIAT debe hacerse la
consideración con respecto al ámbito de competencia de la Aduana Aérea de Maiquetía, en la cual
el informante refiere algunos fundamentos puntuales, concretamente los artículos 6 y 7 de la Ley
Orgánica de Aduanas:
La potestad aduanera es la facultad que tiene la autoridad de la aduana para intervenir sobre ciertos bienes.
El artículo 7 te dice quienes están sometidos a la potestad aduanera y te establece [lee el artículo] “que
se someterán a la potestad aduanera: 1) Toda mercancía que vaya a ser introducida o extraída del territorio
nacional; 2) Los bienes que formen parte del equipaje de pasajeros y tripulantes (…)”… ¿Qué sucede? Todo lo
que conlleve a la importación de mercancía en este caso, la aduana de Maiquetía, tiene potestad sobre esos
bienes, a su vez tenemos el instrumento llamado Arancel de Aduanas [que data del 2005] y que va a clasificar
desde el punto de vista aduanero ese tipo de armas y hay regímenes legales que van a tipificar y que debe
cumplir en este caso CAVIM… ¡Ojo, y la parte de armas y explosivos es una Ley especial que está regido
directamente por las Fuerzas Armadas Nacionales, ellos tienen la guardia y custodia de esa mercancía apenas
190
Diagnóstico de controles institucionales en materia de armas de fuego, municiones y desarme
llega… claro junto con los organismos competentes, en ese caso el SENIAT (…) Estos instrumentos legales
dicen nuestra competencia que directamente es ejecutada por la división de operaciones, por la parte de lo
que es control de cargas… una vez que la mercancía llega a la zona primaria es trasladada a un almacén y es
ingresada a la guardia y custodia… (G7S).
En cuanto a la actividad concreta que se lleva a cabo de conformidad con esa competencia institucional
que les viene otorgada legalmente, encontramos la de verificar la correcta nacionalización y aplicación
de la normativa legal vigente al nacionalizar este tipo de mercancía. Una vez más se repite lo que ya
se mencionó en el apartado anterior (referido al SENIAT) en relación con que no existe un tratamiento
aduanero especial para la materia de armas y municiones, sino simplemente un procedimiento para
todas las mercancías. Tomando en cuenta que en la actualidad el único organismo que importa armas
es CAVIM, los funcionarios de Aduanas realizan la actividad de reconocimiento (verificar que hay co-
rrespondencia entre la mercancía declarada y la efectivamente importada), que sean cancelados los
impuestos y que cumpla con el procedimiento para la nacionalización.
Ahora bien, identificando un límite claro a su competencia, comprendido por el tiempo en que las armas
o municiones se encuentren bajo su custodia y dentro de los almacenes de aduanas, se observó que
mientras la mercancía se encuentre allí la competencia les corresponde, debiendo velar por las tareas
de verificación y control llevadas a cabo por los funcionarios reconocedores. Estos funcionarios son
acompañados en el reconocimiento por funcionarios de CAVIM, sin embargo, es enfática y elocuente
la especificación de que CAVIM está presente durante el tiempo de las mencionadas actividades
por parte del personal de aduanas pero su opinión no es vinculante. Con ello, es posible evidenciar
algún celo por parte del funcionariado de aduanas en cuanto al desempeño de sus funciones y a la no
aceptación de inmiscusiones en su competencia institucional.
Como corolario, el informante de este ente es tajante en su respuesta con respecto a fijar una posición
en referencia a si la predominancia de la orientación del organismo obedece más a una naturaleza de
tipo legal o administrativa, afirmando que: “pesa más lo legal que lo administrativo… todo se basa en
lo legal…” (G7S).
Respecto a la competencia del Ministerio Público en materia de armas de fuego y municiones, el infor-
mante de este organismo reporta que el Ministerio Público es el encargado de dirigir la investigación
penal y que, para efectos de la misma, un arma o una munición es básicamente una evidencia. Cita
como fundamentos de esta competencia el artículo 285 de la Constitución de la República Bolivariana
de Venezuela, lo establecido en la Ley Orgánica del Ministerio Público [del 19/03/2007. G.O. Nº 38
647], y todo lo relacionado con el cambio de paradigma desde el Código de Enjuiciamiento Criminal
(modelo inquisitivo) al del Código Orgánico Procesal Penal (COPP) vigente a partir del año 1999 (mo-
delo acusatorio). Reporta además que, por ser el Ministerio Público una institución vertical, donde
las directrices las marca la Fiscal General, ésta se expresa a través de circulares. Frente a cualquier
conflicto los fiscales pueden elevar una consulta y su despacho, en el caso concreto, plantea qué
hacer. El informante entrevistado sostiene que hay una opinión o circulares para casi todos los temas,
incluido el de armas (como el caso del delito de porte ilícito, cuándo deben atribuirlo, cuáles son
las características). Nótese que, además de tratarse de directrices internas para iluminar la actuación
fiscal, esto implica una dinámica de articulación o comunicación interna dentro del ente para llevar a
cabo un mejor desempeño en sus tareas.
191
PARTE I: CONTROL Y REGULACIÓN INSTITUCIONAL DE ARMAS Y MUNICIONES
participación. No obstante este argumento, en apariencia lógico y válido, se observará, al hablar acerca
de la competencias institucional del CICPC, que los funcionarios de este último contemplan con un
dejo de desconfianza la instauración de un laboratorio propio por parte del Ministerio Público y que,
hasta cierto punto, observan en ello la posibilidad de un eventual desplazamiento o la usurpación de
una competencia y función que les está reservada incluso a nivel Constitucional.
Finalmente, puede afirmarse, conforme a lo que hemos dicho más arriba, el Ministerio Público ha
colaborado en llevar a una mínima expresión las armas preservadas (no destinadas a destrucción) pero
sigue atendiendo al criterio de evidencia en algunos casos en los que, por su complejidad, destruir el
arma de fuego significaría perder la evidencia o el material probatorio necesario para la acusación fiscal.
En referencia a la competencia institucional propiamente dicha del CICPC se reportó que, en general,
se concentra en la experticia técnica, y en el caso de la División de Balística, en particular, se concentra
en la experticia técnica de las armas de fuego y las municiones (o restos de ellas) que son remitidas a
la mencionada División en calidad de evidencia. Al indagar acerca del conocimiento de una referencia
o base legal concreta para esta competencia, el informante cita la Constitución Nacional, la Ley del
CICPC (LCICPC) y el COPP, pero no hace referencias concretas a algún articulado específico de estos
cuerpos normativos. Aún siendo así, los mismos son fácilmente verificables: se trata del ordinal 2º
del artículo 332 de la CNRB, el artículo 113 del COPP [según reforma publicada en G.O. Nº 6078
Extraordinario de fecha 15/07/12, en el transcurso de esta investigación diagnóstica] y artículos 50 y
51 del Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley Orgánica del Servicio de Policía de Investigación, el
Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas y el Servicio Nacional de Medicina y
Ciencias Forenses [publicada en G.O. Nº 6079 Extraordinario de fecha 15/06/12, en el transcurso de
esta investigación diagnóstica, correspondiéndose antes con el artículo 15 de la LCICPC].
Por vía del informante de este ente se conoció que a la División de Balística le corresponde atender
al área Metropolitana completa (Distrito Capital, Vargas y Miranda) y casos de envergadura a escala
nacional. La institución cuenta con 18 Laboratorios de Balística a escala nacional. No obstante, es
necesario rescatar que las precarias condiciones de los laboratorios y el hecho de que se tengan que
efectuar las comparaciones balísticas de manera manual o por el método denominado internamente
como “carambola”, es decir, atendiendo a la casualidad afortunada o serendipity (serendipia) de to-
parse con un rastro balístico previamente visualizado entre miles por el ojo de los forenses a cargo,
genera severas dudas en torno a la posibilidad de un cumplimiento eficaz de la competencia que éste
ente tiene asignada. Se trata, en todo caso, de un problema de asignación de recursos y de adquisición
y mantenimiento de nuevas tecnologías que debe ser atendido, lo cual trasciende las posibilidades
de la pericia del personal humano (lo que nos hace posible ya a este nivel ofrecer recomendación de
destinar, con carácter de urgencia, recursos al CICPC).
192
Diagnóstico de controles institucionales en materia de armas de fuego, municiones y desarme
Un dato curioso llama a reflexión: se esperaría que, al ser una institución policial y estar involucrada
en lo que significa el control de armas de fuego y municiones, el CICPC contara con algún control
interno en el manejo de armas de fuego de sus propios funcionarios. Sin embargo, para el momento
del despliegue en campo del presente estudio diagnóstico, se pudo constatar que la institución NO
maneja ni la figura de Parque de Armas ni ninguna otra equivalente, pues una vez que el funcionario
ingresa al Cuerpo, se le asigna su arma de reglamento u orgánica y éste es quien la conserva y se hace
cargo de ella. La asignación original la hace la División de Dotación al Funcionario (de conformidad con
lo establecido en el artículo 34 de la LCICPC, sin que haya mayor especificidad acerca de la forma
de asignación o de las condiciones de la tenencia por parte de la propia institución). Esto sufrió un
cambio definitivo con lo establecido en el artículo 88 del Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley
Orgánica del Servicio de Policía de Investigación, el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y
Criminalísticas y el Servicio Nacional de Medicina y Ciencias Forenses (2012), referido al Registro del
Parque de Armas, el cual le establece al CICPC el mandato de llevar un registro del Parque de Armas
de acuerdo a los controles establecidos en el reglamento que rija la materia (es decir, remitiendo a
la reglamentación de DAEX) así como la obligatoriedad de realizar el registro balístico de las armas
orgánicas de sus respectivos parques, conforme a las normas aplicables en la materia y remitiendo
dicha información al Registro Nacional de Armas Policiales dependiente del Órgano Rector (prevista
también para los Órganos de Policía Preventiva).
Por último, es reportado un solapamiento de competencia aunado a una actitud suspicaz de parte del
Ministerio Público para con la institución del CICPC, injustificada desde la óptica y la declaración del infor-
mante, quien alega que no existen razones para ello porque “estamos trabajando del mismo lado” (E5C).
En relación con la competencia institucional del VISIPOL en materia de armas de fuego y municiones,
el informante demostró un franco desconocimiento de normativa legal acerca de las competencias
asignadas a dicho ente y realizó la referencia a diversos abordajes que parecen estarse efectuando “a
ciegas” (sin remisión a los instrumentos legales que existen actualmente en la materia, principalmente
el artículo 18 y 19 del Decreto Nº 5895 con Rango, Valor y Fuerza de Ley Orgánica del Servicio de
Policía y del Cuerpo de Policía Nacional Bolivariana (LOSPYCPNB), en el cual se establecen las atribu-
ciones del Órgano Rector, que son las que rigen la actuación del VISIPOL). En tal sentido, refiere a la
instauración del “nuevo modelo policial” o menciona la Ley del Servicio, pero sin jamás ofrecer una
base concreta. Cuando en algún momento se hizo la referencia concreta acerca de las facultades de
supervisión de los Parques de Armas Policiales por parte de este ente, se refiere de manera inadecua-
da al reglamento interno del Ministerios de Relaciones Interiores y Justicia.
Ante las difusas referencias por parte del informante de este ente, debe decirse que, si bien es cierto
que en materia policial NO existe una referencia concreta al manejo de Parques de Armas más allá de
lo establecido de forma genérica en el artículo 72 de la LOSPYCPNB (punto que es orientado de forma
exclusiva por los lineamientos de DAEX existentes a la fecha) sí existen referencias normativas con
respecto a la adquisición, registro y control de armamento y municiones [Resolución Nº 621, publicada
en G.O. Nº 39 332 del 21/12/09], a la dotación y equipamiento básico y especializado de los Cuerpos de
Policía [Resolución Nº 137, publicada en G.O. Nº 39 415 del 03/05/10], y, muy importante a los efectos
de nuestro tema referido a los Controles Institucionales, las normas para adoptar un sistema y diseño
único de credencial que permita al Órgano Rector [entiéndase Ministerio de Relaciones Interiores y
Justicia a través del VISIPOL] acreditar adecuada y formalmente a los funcionarios de los Cuerpos
Policiales tanto Nacional, como Estadales y Municipales [Resolución Nº 87, publicada en G.O. Nº 39
390 del 19/03/10]. Refiriéndonos muy especialmente a esta última normativa, debe decirse que a más
de 2 años de su propuesta, no se ha avanzado con respecto a su implementación. Adicionalmente, en
la actualidad existen también referencias al manejo de las armas y en cuanto al uso progresivo y dife-
renciado de la fuerza [establecido en la LOSPYCPNB en sus artículos 68, 69, 70 y 71 y desarrollado a
193
PARTE I: CONTROL Y REGULACIÓN INSTITUCIONAL DE ARMAS Y MUNICIONES
través de algunas publicaciones con forma de manuales]. Aún siendo así, ninguna de estas directrices
normativas fueron mencionadas por el informante del VISIPOL.
Al explorar acerca del conocimiento de estos actores sobre la existencia del asentamiento de normativa
en instrumentos concretos que determinaran sus competencias o su actuación para el manejo de armas
de fuego y municiones, las referencias siguieron siendo débiles y escasas. La misma especie de res-
puesta se obtuvo al tratar de indagar o profundizar con respecto al conocimiento acerca de la existencia
de referencias expresas para la adecuada organización y funcionamiento –incluido el control– del Parque
de Armas, resultando evidente que existe un cumplimiento “a ciegas” de las exigencias de otros orga-
nismos administrativos con respecto a ellos (por ejemplo de DAEX o del propio VISIPOL), por cuanto
se desconocen los instrumentos normativos que establecen la obligatoriedad de dicho cumplimiento.
Nos encontramos también con el manejo de terminologías propias de la cultura policial. Así, aparece
la mención al término de “preasignación” empleado con cierta regularidad hasta reciente fecha. Se
trata de una definición que se ha acuñado o alcanzado a nivel interno en los Cuerpos Policiales y que
ha tenido varias significaciones. En un principio versó sobre el hecho de que el funcionario tenía que
compartir arma con otro u otros funcionarios, la cual rotaba de uno a otro en los diferentes turnos de
servicio de cada uno. No obstante, en la actualidad parece haber alcanzado otra conceptualización:
el arma está “preasignada” a un funcionario cuando éste no se la puede llevar o no la puede sacar
del Cuerpo salvo en sus horas de servicio y está “asignada” cuando el funcionario se la puede llevar
194
Diagnóstico de controles institucionales en materia de armas de fuego, municiones y desarme
a su casa. El criterio para poder llevarla es la antigüedad (y por ende, la confianza) de la que goza el
funcionario dentro del Cuerpo Policial. Sin embargo, la connotación real de la palabra “asignación” es
simplemente de que cada arma singularmente considerada esté asignada, también de forma singular,
a un funcionario policial. Todos los informantes son contestes en afirmar que hoy en día ya no se usa
la diferenciación entre el término de “preasignación” y “asignación”, pero siguen haciendo diferencia-
ciones entre quién goza del criterio para llevarse el arma a casa y quién no. Nótese, en este sentido, la
construcción cognitiva distorsionada que se ha hecho en torno a este tópico.
Al ser interpelados con respecto a si, aparte de las Leyes y las Resoluciones que los rigen como
Cuerpos Policiales, así como de las Providencias Administrativas de DAEX que deben acatar en la
materia de armas de fuego y municiones, cuentan con algún otro lineamiento o indicación de carácter
interno dentro del Cuerpo (algún manual de procedimiento acerca de la organización y funcionamiento
del Parque de Armas, o algún instructivo o circular que oriente la conducta policial con respecto al
manejo de las armas orgánicas y sus municiones asignadas), se mencionó el conocimiento acerca
de que existen aclaratorias o algún tipo de recomendaciones emanadas a través de circulares que
se envían a todos los funcionarios policiales (desde el Parque de Armas al resto del Cuerpo Policial),
como por ejemplo aquellos casos de funcionarios que salen de reposo o de vacaciones y que tienen
asignada, que regularmente se llevan a sus casas, para que el arma repose dentro del Parque durante
su retiro de las funciones policiales. Esto es una directriz que han establecido de manera interna en el
Parque de Armas del Cuerpo de Policía, y no obedece a ninguna recomendación/obligación externa ni
mandato legal. Es fácil identificar que todo esto forma parte de una distorsión que se ha elaborado en
torno al tema y que pudiera parecer no tener mayor relevancia, pero para los implicados en la práctica
cotidiana esconde una aparente problemática de articulación entre organismos competentes en el
manejo y control de armas que debe ser mencionada en este nivel. Así, hemos dicho que el artículo 72
de la LOSPYCPNB, y el VISIPOL en el ejercicio de sus funciones, exigen que cada arma se encuentre
efectivamente asignada a cada funcionario individualmente considerado. Los funcionarios de policía
alegan que ellos son funcionarios de policía las 24 horas al día, tal y como se los establece el artículo
10 de la LEFPol [este artículo lo conocen a perfección y son capaces citarlo de memoria incluso con su
número], arguyendo que el ejercicio de la función lleva apareado el riesgo (razón por la cual deben estar
armados todo el tiempo, incluso estando fuera de sus horas de prestación de servicio en el Cuerpo).
Pero plantean un problema respecto a la jurisdicción, pues reportan que si el arma sale de la jurisdicción
del Cuerpo de Policía se le considera como porte ilícito, aun cuando se identifiquen como funcionarios
con la respectiva credencial del Cuerpo que los acredita a portar el arma orgánica (cuyos datos apare-
cen registrados en dicha credencial). En este sentido, ocurre en muchos casos el funcionario vive fuera
de la jurisdicción y por consiguiente encuentran en ello una inconsistencia (que curiosamente jamás
han elevado al departamento de consultoría jurídica dentro de los Cuerpos Policiales entrevistados).
Sin embargo, la realidad es que el hecho de que el arma se encuentre asignada a un funcionario
específico solo lo autoriza a portarla durante las horas en que presta servicio efectivo (debiendo dejarla
indefectiblemente en el Parque de Armas –y sin posibilidad de llevársela– al terminar el mencionado
turno). Esto fue aclarado por un informante de la DAEX, quien reportó que es cierto que el arma debe
estar singularmente asignada al funcionario que corresponda, pero la misma, al ser un arma orgánica,
debe reposar en el Parque de Armas del Cuerpo de Policía o Cuerpo de Seguridad del Estado cuando
el funcionario haya culminado su turno de servicio o prestación efectiva. Aclara que el artículo 10 de la
LEFPol, al establecer que ellos son funcionarios las 24 horas del día, se refiere a que ellos, aún sin estar
de servicio y sin portar uniforme están en la obligación de hacer gestiones o enlaces con su Cuerpo
Policial si detectan una situación que lo amerite, pero no significa que deban intervenir personalmente
en la misma (razón por la cual no se justifica que tengan con ellos el arma orgánica fuera de las horas
de servicio o fuera de la jurisdicción a la que pertenece su Cuerpo Policial). También aclara la duda
con relación al alegato hecho por parte de los policías y referido a que la función “aparea el riesgo de
ejercerla”, y dice que, en ese caso, el funcionario policial o de otro Cuerpo de Seguridad del Estado
195
PARTE I: CONTROL Y REGULACIÓN INSTITUCIONAL DE ARMAS Y MUNICIONES
debió haber gestionado un porte de arma personal (y tener un arma propia para defensa personal), pero
que no puede pretender valerse del arma orgánica para ello.
Aún siendo así, la realidad es que el desconocimiento con respecto al deber ser y el proceder en los casos
en que el funcionario porta el arma orgánica fuera de sus horas de servicio y sin estar uniformado no es algo
exclusivo de aquel que la lleva. Muchas veces los propios funcionarios policiales o militares que detienen
a otro funcionario policial (sin saber que lo es) para requisarlo, parecen operar de manera discrecional.
Con ocasión de la mención referida a la manera de identificarse como funcionarios policiales acre-
ditados por el Cuerpo de Policía respectivo, se comentó el tema de la credencial o carnet para el
que fueron autorizados temporalmente por el VISIPOL, y que portan en la actualidad. Se trata una
credencial “provisional” que cada Cuerpo Policial emite emulando las características de la credencial
única que debería ya haber sido emitida por el VISIPOL. La misma cuenta con los estándares exigidos
por la Resolución que establece su implementación (sin que la misma, repetimos, se haya puesto en
marcha por el órgano competente para hacerlo) tanto el logo, los colores, el serial del arma y todos los
datos de asignación al funcionario policial titular respectivo.
Finalmente, como es sabido que los distintos organismos de seguridad deben solicitar a DAEX que les
efectúe la respectiva inspección para renovación de permisología de tenencia (requerimiento que de
alguna forma pone en entredicho la sistematización llevada por DAEX, pues si hablamos de tener un
control efectivo, debería contarse con un sistema que alertara de los vencimientos y una planificación
de inspección sin necesidad de avisos por parte de otros organismos), al explorar en los cuerpos
Policiales la posibilidad de que la DAEX les efectúe las inspecciones de oficio en caso de que el Cuerpo
Policial no las solicite, o de que se les efectúen inspecciones de verificación periódica o de rutina por
iniciativa de la propia DAEX, se encontró que lo hacen pero es “obligación del cuerpo llamarlos” (F6PC)
para la renovación de tenencia, lo cual se encuentra establecido en las Providencias Administrativas de
DAEX (concretamente, la Nº MPPD-VS-DAEX-004-2009).
II. Fabricación
Como hemos visto al referir las competencias institucionales de DAEX, entre el vasto catálogo que le
ha sido conferido a las FANB se encuentra la competencia referida a la fabricación de armas de fuego
y municiones (Art. 324 CNRBV). Los informantes de DAEX hacen especial énfasis al referir que “solo
el Estado puede poseer y usar armas de guerra, todas las que existan, se fabriquen o se introduzcan
en el país, [las cuales] pasarán a ser propiedad de la República, sin indemnización ni proceso…” (I9D).
La competencia Constitucional que deja en manos de la FANB la materia de armas y municiones recae
necesariamente en la figura del superior jerárquico de dicha institución, que es el Ministro del Poder
Popular para la Defensa, el cual, a través de delegación administrativa, la deja recaer en la DAEX. En
este sentido, la DAEX pertenece al Viceministerio de los Servicios para la Defensa y se encuentra
estructurada por varias Direcciones de Línea. Para los efectos que nos ocupan en el presente artículo,
debemos mencionar la Dirección de Armas y Explosivos, encargada de canalizar una parte en lo que
respecta a varios procesos, incluyendo la fabricación si la hubiere; y el Parque Nacional de Armas, del
cual referiremos más adelante (por estar vinculado al resguardo de armas destinadas a destrucción
luego de haber cumplido su recorrido judicial, por estar incursas en hechos delictivos o punibles).
Ahora bien, en cuanto al proceso propiamente dicho de fabricación o producción de armas de fuego
en el territorio nacional, la declaración que se obtuvo fue del tenor de que, si bien la hemos tenido,
196
Diagnóstico de controles institucionales en materia de armas de fuego, municiones y desarme
no ha sido en masa. Al respecto, se encontró que, en opinión de los informantes de DAEX, el ensayo
más relevante data de la década de los `90. Se trató de la subametralladora Orinoco, pero la misma no
llegó a producirse en grandes cantidades. Posteriormente, en la primera década de 2000, se ensayó
con la denominada pistola Zamorana, que tampoco llegó a producirse a gran escala “ni siquiera para
cubrir el mercado local, por problemas de fabricación…” (I9D). Con ocasión de este último ensayo
in comento se informó que, aunque la zamorana no se encuentra desincorporada y sigue siendo un
proyecto del Estado, en la actualidad se encuentra sometida a revisiones y que la mayor proporción de
armas de fuego y municiones en Venezuela son importadas. Lo mismo ocurre con las municiones en
su mayoría, por cuanto el consumo de munición calibre 9 milímetros o calibre 12 es satisfecho en parte
por la empresa militar CAVIM, pero el resto es importado pues “nosotros no tenemos capacidad de
producir…” (I9D). En razón de ello, DAEX regula tales procesos de importación, como se observará en
el apartado o sección correspondiente a dicho proceso.
Como marco jurídico de referencia general, la Compañía Anónima Venezolana de Industrias Militares
(CAVIM) también encuentra asidero en lo establecido en el artículo 324 de la CNRBV, pero incorporan-
do un dato nuevo: la reciente implementación del monopolio comercial por parte de dicha compañía
militar, un dato sin duda relevante en el tema de la competencia de este ente y de singular relevancia
para efectos del tema del control en lo que a tráfico lícito de armas de fuego y municiones. En el caso
concreto del proceso de fabricación, debe decirse que CAVIM se concentra en la producción de muni-
ciones. Se conoció que para la fabricación de cartuchos para escopeta existían 2 empresas permisadas
(Cartuchos Victoria y la Compañía Vasco Venezolana Covavenca). Sin embargo, aunque dichas empre-
sas siguen existiendo, funcionan bajo una modalidad diferente a la que tuvieron en algún momento, por
cuanto antiguamente gozaban de permiso para fabricar municiones de escopeta, pero en la actualidad
existe un acuerdo y las fabrican exclusivamente para CAVIM. Esto se debió a que con la instauración
de la Comisión Presidencial y los controles en cuanto a la fabricación de municiones, éstas empresas
prácticamente tenían que desaparecer, por lo cual se llevó a cabo un convenio donde estos fabricantes
desaparecen como marca pero siguen fabricando para CAVIM. De tal suerte, ya no tienen atribu-
ción de importar, ni tampoco de comprar materia prima. Todo el suministro de insumos se lo provee
CAVIM, y ellas se dedican a procesar y devolver un producto terminado a CAVIM, lo cual ha implicado
establecer controles para que no puedan desviarse municiones a un destino diferente de CAVIM.
Ahora bien, una problemática relacionada con el tema concreto de la fabricación de armas de fuego y
municiones emergió al tratar el tópico referido a los procesos y procedimientos llevados a cabo en el
Ministerio Público en el desempeño de sus competencias, siendo posible identificar la preocupación
por parte de este organismo con ocasión de una sombra latente. Se trata del tema de la fabricación
ilegal de armas de fuego y municiones. Al explorar si en la práctica fiscal existe aplicación efectiva de
todo lo que prevé la normativa vigente en materia penal relacionada con armas de fuego y municiones,
o si existen aspectos que no tengan aplicación en nuestra realidad social o hayan caído en desuso
(siendo que, aunque se entiende que esto último no existe en materia penal, pudiera llegar a visualizar-
se en nuestra cultura como parte de un proceso informalmente asumido), la respuesta obtenida reveló
que se implementa absolutamente todo lo establecido a escala legal, pero existe una diatriba jurídica
con relación a las armas de fabricación casera o artesanal.
Así, se relató que la Sala Penal del Tribunal Supremo de Justicia ha sido conteste al sostener que no
se puede atribuir a alguien el delito de porte ilícito cuando el arma es de fabricación casera o artesanal
–aunque evidentemente se trata de un objeto potencialmente mortal–, porque se trata de una norma
penal en blanco que remite a la Ley de Armas y Explosivos la cual no contempla nada al respecto y
hace que ese tipo de situaciones aparezcan como atípicas. Asimismo, se aclaró que en los casos de
robo agravado o lesiones sí es posible reputarlas como armas porque el código penal contiene dos
definiciones de armas: o la remisión a la Ley o “todo instrumento capaz de matar o herir”. En tales
casos, la actuación fiscal se ciñe a esta última definición de Ley (todo instrumento capaz de matar o
197
PARTE I: CONTROL Y REGULACIÓN INSTITUCIONAL DE ARMAS Y MUNICIONES
herir). Pero la simple tenencia no es considerada delito. La discusión legal se ha extendido a plantear
la hipótesis de si es posible hablar de fabricación al identificar o determinar que alguien elabora armas
o municiones de este tipo. Sin embargo, tampoco en torno a este punto el criterio es unánime: existen
jueces que lo acogen y otros que no. En opinión del representante del Ministerio Público informante,
se trata de un tema de derecho sustantivo muy complejo del que se ha discutido mucho.
Por toda esta coyuntura, el informante del Ministerio Público asevera que han insistido en la propuesta
de incorporar un criterio o direccionalidad legal específico en la Ley Desarme con referencia a este
aspecto, pues se trata de una materia que nunca ha sido prevista o tipificada.
De igual manera, por vía del informante del Ministerio Público se conoció acerca de la fabricación y
la recarga de municiones, la cual, aunque en menor cuantía, es asimismo un problema vigente en la
actualidad. Según lo relatado, en Venezuela no había regulación sobre la recarga de municiones, razón
por la cual cualquier ciudadano podía tener una máquina de recargar en su casa. Cualquiera podía
recoger conchas vacías, colocarles una carga de plomo y hacerlas aptas para un nuevo uso (algo que
es práctica común cuando se trata de municiones empleadas en polígonos para efecto de prácticas
y que contribuye a aminorar costos cuando se les destina a tal fin). En un estudio a futuro resultaría
de interés obtener información por parte de jueces penales acerca de este criterio con respecto a las
armas de fabricación casera o artesanal, al porte de las mismas, la recarga de municiones y el criterio
o tratamiento que mayoritariamente se le ha dado en el ámbito judicial.
Al igual que el resto de procedimientos que son llevados por DAEX en el marco de sus competencias,
el desarrollo normativo que instrumenta el proceso de importación también se efectuó por la vía de
Providencias Administrativas (normas de rango sublegal que se han desarrollado por vía administrativa
y que contemplan un elevado poder de discrecionalidad para el ente decisor).
Aun cuando la actividad de importación como tal recae actualmente en manos de la CAVIM –quien
detenta el monopolio en materia de importación y comercialización a organismos de seguridad del
Estado–, DAEX es el ente encargado de emitir la permisología para que esta compañía pueda efectuar
dichas importaciones. En este sentido, CAVIM solicita la permisología a DAEX, quien evalúa la mo-
tivación de la solicitud y se encarga de expedir los permisos. De igual modo, DAEX, a través de sus
funcionarios, es el ente encargado de hacer el arribo una vez que el arma llega a Venezuela, recibién-
dole en Aduana con la finalidad de verificar la efectiva correspondencia entre la autorización solicitada
por CAVIM para la importación y el material que ingresa al territorio nacional. Es decir, no puede haber
198
Diagnóstico de controles institucionales en materia de armas de fuego, municiones y desarme
ingreso de armas de fuego y municiones al país sin la debida autorización previa por parte de la DAEX,
quien después de llevar a cabo la correspondiente verificación de ingreso otorga la custodia a CAVIM
para efectos de realizar el registro balístico. Pero adicionalmente, se alude a los acuerdos de carácter
comercial, pues para que un arma de fuego entre a Venezuela debe existir un convenio entre CAVIM y
la empresa correspondiente, una relación comercial que es un requisito adicional a toda la permisología
de importación requerida desde el punto de vista formal.
CAVIM está presente en la sede aduanera junto con el funcionariado de la DAEX para el momento
del arribo, pero el ingreso formal al territorio lo ejecuta DAEX. La procura internacional es un proceso
administrativo, por lo que, al llegar a aduana, el personal de CAVIM se encuentra allí para hacerse cargo
del proceso de cancelaciones arancelarias, mas es la DAEX quien ejerce la atribución de autorizar la
liberación de aduana. Una vez liberada la mercancía, la misma le es entregada a CAVIM y es el personal
de esta Compañía Anónima quien se encarga del procedimiento normal de almacenaje, marcaje y au-
torización de venta a organismos de seguridad del Estado. Esto se llevaba a cabo de la misma manera
incluso para el momento en que aún operaba la comercialización a particulares. En este último caso,
para retirar un arma de fuego se requería de permiso o porte de arma. El particular pagaba su arma a
una armería, se le entregaba una factura y el registro balístico, y con esos comprobantes procedía a la
tramitación del porte. Solo una vez aprobado el porte –el cual era verificado vía telefónica–, se procedía
a la entrega efectiva del arma al particular comprador.
Concretamente, con respecto al tema de la regulación del proceso de importación se reportó que en la
década del 90 y la primera década de 2000 llegó a haber alrededor de tres mil armerías en el país porque
la importación y comercialización de armas constituía básicamente un negocio que reputaba buenos
beneficios y resultaba altamente lucrativo para las armerías encargadas de ello. Cualquier armería
podía efectuar importaciones, y aunque el proceso era igualmente controlado en ese momento por la
Dirección de Armamento de la Fuerza Armada (DARFA) que estaba adscrita al Ministerio de Interior y
Justicia, había libertad para efectos de importación y comercialización. Todo aquel que quisiera traer
armas de fuego de determinada marca o modelo, o municiones, podía hacer la importación una vez
obtenida la permisología o autorización correspondiente. Después del año 2005 empezaron a canali-
zarse una serie de importaciones exclusivamente a través de CAVIM, y así, las armerías, que de por sí
empezaban a reducirse en número a causa de la coyuntura económica, tuvieron que enfrentarse con un
embudo que las redireccionalizó hacia un único sector que empezó a hacer menos lucrativo el negocio.
Sin embargo, en medio de la coyuntura de regulación o mayor control con respecto a la comercializa-
ción por parte de las armerías, CAVIM ha tenido una participación relevante y una cooperación efectiva
en el sentido de la comunicación o difusión de información, y también de algunos acuerdos que se han
consolidado en este sentido. En vista de que anteriormente cada armería o cada cuerpo de seguridad
del Estado podía importar por cuenta propia, al establecerse la prohibición e imponerse la canalización
por vía exclusiva de CAVIM, se produjeron rechazos y resistencia al cambio, en razón de lo cual CAVIM
“hizo un trabajo con las empresas, informándoles que era el único organismo autorizado para comprar
armas de fuego y municiones en el país” (J10M). Además, una opinión favorable con respecto al
monopolio en esta materia apunta a que el mismo se traduce en un mejor o más efectivo control:
…porque ahí ya tú tienes una sola dirección por la cual pueden entrar las armas y tienes un control estadístico,
anual, de los ingresos (…) ¿Qué es el control? Simple y llanamente, la colocación de parámetros y establecer
los medios entre dos elementos que te van a permitir a ti el manejo centralizado de las actividades… (I9D).
199
PARTE I: CONTROL Y REGULACIÓN INSTITUCIONAL DE ARMAS Y MUNICIONES
Competencias Institucionales, recordando, muy especialmente, los puntos mencionados con respecto
al tratamiento arancelario y aduanero de armas de fuego y municiones como a cualquier otro tipo de
mercancía, el desfase en la nomenclatura del sistema armonizado, el tópico referido a la importación
prohibida (que existe en materia de fármacos y drogas, pero que no posee equivalente en materia de
armas de fuego y municiones), y el tema referido al carácter “ejecutor” del SENIAT (quien solo lleva
a cabo decisiones tomadas por autoridades administrativas a las que se supedita, sin posibilidad de
participación en las negociaciones con otros países, a las que el SENIAT concurre únicamente en
calidad de asesor “técnico”). Añádase a todo lo anterior la preocupación, también mencionada, con
respecto a la dispersión en cuanto a instrumentos normativos, que adelantamos en un punto previo
como una necesidad de actualizar y reforzar la normativa para estar “blindados” y contar con una
mayor seguridad jurídica en materia de importación de armas y municiones. Se trata de un tema que
podría ser desarrollado aprovechándose el momento histórico de la restricción de importación, para
así garantizar que los entes que cuentan en la actualidad con estas facultades puedan ser auditados
a través de lineamientos claros que garanticen la transparencia de sus operaciones y minimicen las
oportunidades de desvío en dicho proceso.
En relación con la actividad concreta que se lleva a cabo de conformidad con la competencia que le
viene otorgada legalmente, en la aduana aérea de Maiquetía se sostuvo que consiste en verificar la co-
rrecta nacionalización (es decir, la aplicación de la normativa legal vigente al nacionalizar la mercancía)
y se recalca una vez más que:
No tenemos un tratamiento especial para las armas, tenemos un procedimiento para todas las mercancías,
que se cancelen los impuestos de importación. En este caso, el único organismo que importa armas es
CAVIM. Nosotros vamos a reconocimiento, que esa sea la mercancía declarada, que haya cancelado sus
impuestos y que cumpla con el procedimiento para la nacionalización (G7S).
Identificando un límite claro a su competencia, comprendido por el tiempo en que las armas o municio-
nes se encuentren bajo su custodia y dentro de sus almacenes de las aduanas, el informante de este
organismo agrega:
…la aduana obviamente es la que lleva el control a nivel de importación, exportación y de tráfico dentro de
sus competencias (…) mientras esté la mercancía en un almacén de la aduana es nuestra competencia y hay
unos compañeros encargados que deben velar por esa verificación y control que son los que trabajan como
reconocedores… que junto con CAVIM están en el reconocimiento (G7S).
Sin embargo, es enfática y elocuente una cota final que alude a que, en los términos de su proceder
institucional como aduana: “CAVIM está [presente durante este tiempo] pero no es vinculante su
opinión…” (G7S).
200
Diagnóstico de controles institucionales en materia de armas de fuego, municiones y desarme
Con la intención de verificar el carácter ejecutivo, pero no decisor, del SENIAT en la materia específica
de compra de armas (tipos, modelos, cantidades…), la línea de respuesta se mantuvo de acuerdo a
lo declarado por el informante del SENIAT, en el sentido de que se trata de una facultad reservada a
las FANB, siendo este el ente encargado de definir qué tipo de armamento se importa y quién será
el autorizado para traerlo: “Una vez que ellos toman esas decisiones, ya nosotros controlamos con
base en esas decisiones que toman esos entes gubernamentales, eso entes competentes…” (G7S).
Manteniendo la línea discursiva con respecto a la limitación de sus funciones a una tarea de verificación
o reconocimiento y conteo, se sostiene que en el trabajo conjunto de los funcionarios de aduanas con
los de CAVIM, los primeros solo cuentan con cierta posibilidad de realizar aportes logísticos para una
salida más organizada desde los almacenes de la Aduana Aérea de Maiquetía.
Asimismo, al indagar acerca de la participación del SENIAT en el traslado de armas y municiones desde
las aduanas hasta su destino, la respuesta es contundente (y creemos que en este caso justificada, en
vista de las funciones específicas de este ente en materia tributaria y no de otro tipo). Al no tratarse
de material perecedero, las cargas de armas de fuego y municiones no salen de los almacenes hasta
cumplir con todas las formalidades. Y se comentan algunas situaciones vinculadas con el tema:
…Hace como 2 o 3 años hubo un caso de unas armas que se desaparecieron de un almacén, estaban en
Maiquetía si mal no recuerdo… hubo una denuncia creo… aparecieron luego porque estaban en otro almacén,
se pudo detectar a tiempo la situación… En los almacenes los funcionarios hacen ruta, van a verificar, levantar
inventario, hacer un reporte de inventario diariamente, hay que estar pendiente para verificar que mercancía
cae o no cae en abandono… En el SIDUNEA tenemos esa información sistematizada, los almacenes nos
reportan a nosotros, no lo tengo hasta cuando presento mi documento, mi reconocimiento (B2S).
En cuanto a la tributación, una vez que la mercancía llega a aduana se cuenta con 5 días hábiles para
declararla sin multa, más 30 días continuos para evitar que caiga en abandono. Es decir, se cuenta con
35 días, pero si la declaración ocurre los 30 días posteriores a los primeros 5 que están establecidos
para ellos, se imponen una sanción por declaración extemporánea. Si no se saca la mercancía en ese
tiempo, se afirma que, legalmente, se encuentra en abandono. En tal caso, los ministros autorizados
(sea de finanzas, industria, comercio, defensa) definen si la mercancía objeto de abandono es de
interés nacional o no, y en caso afirmativo se la adjudican al mismo Estado a un ministerio que la podría
utilizar. Sin embargo, el informante de SENIAT sostiene que es más bien raro que cuando se trata de
armas o municiones ésta mercancía caiga en situación de abandono, pues los funcionarios de CAVIM
suelen ser muy diligentes en efectuar el seguimiento de la misma.
Ahora, al explorar si las tareas de los funcionarios de reconocimiento implican actualización constante
en materia de importaciones se encontró que –para el nivel normativo– se cuenta en el SENIAT con
una Gerencia que se encarga de las actualizaciones en materia legal, en Arancel de Aduana, para lo
que es el valor, la Gerencia del Valor y para Régimen, la Gerencia de Régimen. Las actualizaciones,
en tal sentido, se hacen por vía de circulares que notifican acerca de la entrada en vigencia de nueva
normativa que es necesario que el funcionariado de aduanas conozca.
También resulta de interés explorar un poco la competencia de la DAEX en los procedimientos de tras-
lados de armamento de fuego y municiones, lo cual se limita mayormente a un tema de autorizaciones,
más no a una participación directa de esta Dirección en los mencionados traslados. Adicionalmente,
se agregó con respecto a las armas de fuego que llegan a Aduanas y que tienen que ser trasladadas
que la Aduana no está autorizada para hacer entrega de armas de fuego, si el organismo competente
(DAEX) no ha realizado el control perceptivo para saber si las armas ingresantes se corresponden con
aquellas que fueron autorizadas por vía de una licencia de importación con sus números, seriales, y con
las características específicas que ese permiso contiene.
…las Aduanas tienen estrecha comunicación con el DAEX y… automáticamente, al llegar cualquier, eh, car-
gamento de armas de fuego o municiones, ellos notifican a la Dirección General de Armas y Explosivos…
y se va es a hacer ese control perceptivo (…) se desplaza uno hasta allá… [y, en concreto, en referencia al
201
PARTE I: CONTROL Y REGULACIÓN INSTITUCIONAL DE ARMAS Y MUNICIONES
procedimiento de traslado para que ese cargamento salga de la Aduana a su destino]: Sale con un funcionario
del DAEX (…) sale con dos funcionarios del DAEX. Salen custodiados del lugar donde se encuentra la Aduana
hasta la comercializadora de armas y municiones (C3D).
Y se agrega:
…que yo conozca el área de resguardo aduanero, una vez que la mercancía llegaba, se trasladaba al avión, se
contaban todos los armamentos que llegaban, se verificaban con el parking list las cantidades de armas que
llegaba en caso de un faltante se levantaba un acta y si había un sobrante se levantaba un acta de retención
y de una vez en presencia el funcionario de CAVIM se dejaba retenida allí directamente y se le entregaba el
acta directamente al funcionario de CAVIM, no había declaración en ese momento… se pasaba al área de
operaciones, el agente de aduana trasmitía el documento, verificaba, el funcionario reconocedor estaba allí
y también verificaba lo que había sucedido, hace las modificaciones en el sistema y ese armamento se le
202
Diagnóstico de controles institucionales en materia de armas de fuego, municiones y desarme
entregaba directamente a ¿quién? A CAVIM que era el responsable y ahí se tomaban las acciones pertinentes,
te estoy hablando de unos 4 años atrás aproximadamente (G7S).
En el caso del SENIAT las declaraciones del informante de este organismo reflejan la automatización
progresiva que se ha ido dando dentro del organismo, identificando sus modestas conquistas. Se hace
especial referencia a SIDUNEA (Sistema Aduanero Sistematizado) implementado desde 2000, el cual
permite arrojar cifras de importación (una implementación que, en Aduanas, se fue dando de manera
progresiva). Sin embargo, no tarda en emerger la declaración que delata las debilidades de este siste-
ma, pues el mismo siempre arroja un porcentaje de error. Además del problema adicional que implica
el no cubrir el extremo de que el funcionariado esté familiarizado con el sistema como tal. Por ejemplo,
el agente de aduana que incluso después de algún tiempo de haberse efectuado la implementación no
lo conocía, descargando en el mismo lo que juzgara pertinente según su leal saber entender, y con lo
cual se validaba la información según la carga efectuada y se producía la correspondiente declaración
(todo esto, aún a sabiendas de que una normativa que regula el SIDUNEA). Actualmente SIDUNEA
se encuentra operativo en todas las aduanas menos Puerto Ayacucho. Venezuela tiene 17 aduanas
principales, 24 o 25 subalternas. En Puerto Ayacucho ha sido difícil instalarlo por el problema de co-
nexión a internet. Por tal razón, en esa sede se trabaja de forma manual y con un sistema alterno que
se llama I-SENIAT (por el que se hace el registro de pagos, aunque la declaración y demás trámites se
realizan manualmente). Una opinión categórica de este entrevistado sostiene que, más que obstáculo
tecnológico, este particular representa el desfase que existe entre el aspecto legal y el tecnológico.
El personal reconocedor cubre un proceso o itinerario que abarca desde la llegada de la mercancía con
el avión correspondiente, el ingreso de la misma y la transmisión al sistema, al SIDUNEA. El sistema
asigna de forma aleatoria a un funcionario reconocedor, distribuyendo las declaraciones de aduana
aleatoriamente (obviamente, la transmisión y sus avatares es un punto tecnológico importante a con-
siderar en este nivel). Con respecto al conteo de la carga, el funcionario reconocedor en aduanas es
el encargado de llevarlo a cabo, convirtiéndose con ello en un organismo “proteccionista del Derecho
Internacional” (lo cual, en opinión del informante de la Aduana Aérea, forma parte del reconocimiento
de la mercancía). Según su declaración, si no se lleva a cabo el conteo efectivo con respecto a la
mercancía que ingresa, se incrementa el nivel de riesgo en cuanto al contrabando. Entonces, la tarea
persigue, entre otras cosas verificar que no evada la responsabilidad aduanera.
El procedimiento de reconocimiento puede llegar a ser realmente laborioso por el nivel de detalle
que exige (en virtud del conteo pormenorizado al que es sometida la carga). En el caso de armas y
explosivos:
…pueden llegar 2 cargamentos al mes o a veces no llega [nada en todo el mes]… pero se trata de cantidades
considerables, de repente estamos hablando entre 5 y 8 mil unidades, son pocas cargas pero con mucho
inventario [y] es responsabilidad del reconocedor recibir esa carga [se cuenta una a una las unidades] se
puede durar en un reconocimiento de 2 a 3 horas y por eso se le da un carácter importante, dependiendo de
la cantidad de armamentos que traigas y no solo es contar sino verificar los seriales… las armas llegan en
cajas de madera… (G7S).
203
PARTE I: CONTROL Y REGULACIÓN INSTITUCIONAL DE ARMAS Y MUNICIONES
aduanera con la aduana, CAVIM como importador no puede trabajar directamente con nosotros y debe contra-
tar a esta gente, a un intermediario, a un agente de aduana eso está tipificado en la Ley Orgánica de Aduana…
y eso aplica para cualquier mercancía, incluidas armas… nosotros las armas las vemos como una importación,
una introducción de mercancía a ser nacionalizada en el territorio nacional y para eso el artículo 35 de la Ley,
establece lo del agente de aduana que es el responsable ante el mandante importador que es CAVIM y ante
nosotros como Estado, SENIAT y es obligatorio, de hecho para los efectos del sistema de la declaración única
de aduana es necesario que exista ese agente. CAVIM tiene dos agentes de aduana (…) como dueño de la
mercancía escoge su agente de aduana (…) CAVIM como agente del Estado puede fungir como agente de
aduana siempre y cuando solicite ante la Intendencia Nacional de Aduanas el ser agente de aduana (…) [y] para
eso debe estar autorizado a través de la gerencia de regímenes aduaneros especiales (G7S).
Así, no es de extrañar que CAVIM se focalice en el tema de las proyecciones anuales de dotación de
Organismos de Seguridad del Estado (principalmente para Cuerpos Policiales) con base a sus requeri-
mientos y recursos. Se reporta que en los últimos años comprar armas para Venezuela fue bien difícil
por las exigencias de la demanda (pues si bien la prioridad es siempre Glock, existen otras apetencias
más diversas a las que el informante de este ente califica de “raras”). Por consiguiente, se decidió
trabajar función de una proyección de las ventas. Por ejemplo, se le solicita a los organismos policiales
que envíen su proyección y con base a ello se hace la compra, para garantizar fechas aproximadas.
Lo que sí se asegura es que la interacción de CAVIM con otros organismos es crucial para contar con
bases certeras a efecto de esa planificación, por cuanto de lo que se está hablando en este nivel es de
relaciones y transacciones de carácter comercial:
…No solo es difícil que nos vendan armas, es difícil que nos vendan materia prima para hacer municiones (…)
[En el] año `90 y pico, nuestra materia prima era belga, luego los belgas decidieron no vendernos, pasamos
a sudafricana… después Convenio, gobierno a gobierno, ahora es China pero esos son 45 días en barco 8…
Entonces la planificación de las procuras es difícil… y ese es un proceso [en el] que necesitamos la interacción
con los organismos… no es fácil, y planificar la producción tampoco es fácil (…) si no tienes una base cierta
te echas tus estrelladas… (J10M).
Como es fácil suponer, la planificación tiene unas claras implicaciones en el control efectivo y eficiente
de las cantidades de materiales (sobre todo en el caso de municiones), entendiéndose que mientras
más cantidad se encuentre reservada en un depósito, mayor la posibilidad de incidencia de irregularida-
des, aún tratando de cubrir todas las variables conexas. En razón de ello se han adoptado mecanismos
de control más rigurosos, como por ejemplo el uso de un flete identificado que es adquirido con un
distribuidor especial para evitar que cualquiera que no sea CAVIM pueda accederlo y usarlo para fines
aviesos. En este sentido, nótese en la declaración que sigue el detalle de tener que controlar pesos y
la implementación de flete y precinto de seguridad identificados (y por tanto irrompible o inmodificable
hasta la llegada de la carga a destino), lo cual ha implicado incluso el control del acceso a tales materia-
204
Diagnóstico de controles institucionales en materia de armas de fuego, municiones y desarme
les y su manejo a la hora de efectuar embalajes, así como incluso de los productores de dicho material
para evitar pueda “regarse” y estar a disposición de alguien que quisiera darle un empleo inadecuado
o impropio:
Los depósitos que tienen la munición, es el sitio más resguardado, hay una serie de controles que tuvimos
que instituir, por ejemplo, aparte del lote, el peso para que no me echen arena, en más de una caso aparecían
municiones de arena, pusimos esta cinta identificada con CAVIM porque antes poníamos “teipe” de emba-
laje, pero ese lo consigue cualquiera, hicimos este precinto que va debajo del fleje y tiene un sello interno,
cada caja no solo es revisada es grabado el proceso de revisión y así los grupos van pesados y eso es parte de
los controles en depósitos… [con respecto a si esta es una implementación de reciente data] ¡Sí!... ¡de esta
no hay en La Planta! Los precintos los guardamos en cajas fuertes y además de eso los pesamos… Hay un
escalafón jerárquico y también de confianza de personal, el jefe de planta es el único con acceso al precinto o
el jefe de unidad de embalaje, pueden ser civiles o militares… (J10M).
Además, para un mayor y más eficaz control con respecto a las compras efectuadas por los Cuerpos
Policiales se ha propuesto la creación de una Oficina que se encargue de centralizar todos los reque-
rimientos que hagan los mismos (la cual sirva, a su vez, de enlace). Al respecto se dijo: “estamos
conscientes que ningún organismo puede solo con todo pero también estamos conscientes que hay
atribuciones que son constitucionales del Ministerio de la Defensa [y que por tanto obligan a ello]”
(J10M). Así, CAVIM ha ofrecido un espacio en sus propias instalaciones al VISIPOL (el órgano rector
en materia policial ubicado en la sede del MPPIJ), con la finalidad de que opere allí esta Oficina de
centralización de requerimientos de los Cuerpos Policiales.
Como consecuencia esperable de cuánto hemos relatado hasta aquí con respecto a los procesos de
comercialización, de los organismos entrevistados, CAVIM fue el que hizo referencia a un sistema de
registro más institucionalizado, en donde el perfil empresarial o mercantil es una variable importante a
considerar en la postura asumida por esta entidad, donde impera una lógica de ganancias y pérdidas,
que se desmarca claramente del funcionamiento de los cuerpos policiales en general, del SENIAT, del
Ministerio Público y la misma DAEX:
…Tenemos el sistema administrativo que nos obliga a cargar la información y eso está registrado, queda
su resguardo en los servidores… todas nuestras dependencias tienen su manual de procedimiento, donde
establecemos cómo se hace cada cosa, tenemos la ISO 9001 y el tiro es escribir lo que se hace y hacer lo que
se escribe… nos regimos por nuestros manuales, hay una data que es digital… particularmente la emisión
de las facturas, en cada una de las estaciones hay control del sistema más un control físico, es decir, yo para
entregarte el arma, primero chequeaba en sistema que la factura efectivamente estuviera a tu nombre, que
coincidiera el serial lo que dice la factura con el sistema, firma aquí la salida, fecha y hora que recibiste el
arma… es una mezcla digital y físico para los libros de control ¿por qué? La entrega del arma es lo que me ve-
rifica a mí, me permite chequear la salida del arma… Nosotros tenemos una gerencia de comercialización, que
se encarga de ventas y una gerencia de aprovisionamiento que es la que hace las compras a nivel nacional,
las plantas tienen su parte de producción y depósito (…) Nuestros depósitos de armas están en Fuerte Tiuna
o en la empresa, unos Parques son para militares y otros para los demás, tienes custodia militar, custodia
electrónica, se auditan periódicamente en forma prevista e imprevista. El sistema administrativo nos registra
ingresos y salidas y hacemos el match entre la última acta de revisión, el libro de movimiento de inventarios, lo
que dice el sistema… de manera de tener bien clara esa situación ¿problemas que hemos tenido? En algunos
casos al cargar el sistema, por decirte algo, la misma arma se le factura a dos personas pero… problemas de
tipo administrativo simplemente pero que te diga nos han sido sustraídas armas, ¡no! Porque son bien, bien
resguardadas… (J10M).
Ahora bien, desde la visión que como Compañía tiene CAVIM, se transmitió la preocupación con
respecto a la sombra del contrabando y el comercio ilegal que se puede abrir paso con la implemen-
tación de medidas de control firmes con respecto a los canales regulares, descuidando el resto y que,
por ende –en pro no solo de la seguridad financiera de la compañía sino de la seguridad ciudadana y
hasta nacional de nuestro territorio– exige se redoblen alertas en las zonas fronterizas e invita a pensar
en la necesidad de favorecer alianzas y estrechar criterios con los países vecinos, a fin de cristalizar
205
PARTE I: CONTROL Y REGULACIÓN INSTITUCIONAL DE ARMAS Y MUNICIONES
verdaderamente el tema de los controles. Además, se vaticina otro peligro inminente, que ya para
la fecha de redacción de este artículo han podido conocerse por declaraciones de las autoridades
competentes a través de los medios de comunicación, como lo es el tema de la recarga de municiones:
Y otra cosa que va a surgir es la recarga, ahorita los tiradores deportivos recargan su munición, la recargadora
está prohibida por la Ley desarme del 2002 para acá, sin embargo tú puedes comprar tu recargadora en
internet y te la ponen en tu casa, ¡de paso el cupo CADIVI te da para hacerlo! [Comenta que saldría en
aproximadamente 200 dólares]… ahora el problema que todos visualizamos es la reaparición de la recarga
(…) cuando se sienta la escasez de municiones van a empezar a inventar vainas… recargar es fácil… alguien
que se ponga a leer un poquito química… hace pólvora… compras todo en la farmacia… Lo que pasa es que
hay que implementar mayores medidas de control en la frontera porque antes no era negocio, pero ahora sí
va a ser negocio… se desplaza el negocio y surgen oportunidades de negocio, como llaman los malandros…
(J10M).
No obstante, y aunque esto pareciera ilustrar la imposibilidad de efectuar este tipo de transferencias
por acuerdos notariados (y, por ende, de evitar solapamientos a través de figuras ficticias que pudieran
buscar actuar en fraude de Ley), encontramos una aclaratoria importante de parte de uno de los infor-
mantes de DAEX, el cual aseveró:
Puede ser [que] una empresa de vigilancia y seguridad que quiera cerrar su empresa [quiera] hacer una
donación de armas de fuego a la otra empresa de vigilancia y seguridad… (…) bueno, en este caso, acuérdate
que la figura de la donación es [un] traspaso que ellos están realizando y es una figura ficticia que utiliza para
hacer el donativo (…) que puede ser oneroso, se puede cobrar… inclusive, en el mismo documento se puede
establecer esa venta… (…) el porte no [se va a transferir como tal]… fíjate tú, lo que se va a transferir es…
la persona, en ese momento, presenta su autorización de donación de arma de fuego y la persona queda
responsable de esa guarda y custodia del arma que está aceptando… una vez que tenga su autorización de
donación, ese va a ser el documento que le va a permitir sacar su porte de arma [dirigiéndose a la DAEX para
tramitarlo] (C3D).
206
Diagnóstico de controles institucionales en materia de armas de fuego, municiones y desarme
nivel nacional, que tenían el comercio libre de armas, que tenían la oportunidad libre de importación…
a como ellos les conviniera o el bolsillo les diera, a llevarlo a solo a 83 armerías, bajo este control?... Es
bastante significativo…” (I9D).
Una preocupación importante en el estudio diagnóstico llevado a cabo con respecto a los controles
institucionales en materia de armas de fuego y municiones pasaba, no solo por conocer los procesos
de incautación, retiro y colecta, sino por empezar haciendo una definición clara y extensible a todos
los órganos implicados en dicho control acerca de qué debía entenderse por tales. En tal sentido, se
impuso la necesidad de tratar de esclarecer una diferencia conceptual u operacional con respecto a
tales definiciones. La aclaratoria, en este sentido, la ofrece el informante representante del Ministerio
Público: “colectar” el arma tiene una implicación: que está en el sitio del suceso y forma parte de una
evidencia que quedó en el sitio, el tratamiento criminalístico es distinto… esa se colecta con toda una
especificidad que está prevista en el Manual de Cadena y Custodia y en todos los libros que tienen que
ver con esa materia. Distinto es el caso en que el arma es producto de una requisa personal, donde
se le “incauta” la misma a una persona porque no tiene porte. En tal caso el arma pudiera colectarse
o no, por cuanto, si se sabe que esa persona es la misma que estuvo presente en un suceso, se le
retiene y el arma se colecta como evidencia de aquello. La “incautas” implica que el arma de fuego, en
principio, no está relacionada con ningún otro hecho, sino que responde a situaciones de porte ilícito
(una situación penal autónoma). Finalmente, el “decomiso” está referido a temas de importaciones,
situaciones de ingresos masivos o no que implican intervención de un fiscalizador en materia tributaria.
En este caso, se hace referencia a la materia de los controles intrusivos y no intrusivos que están
vinculados con el tema de importaciones.
Asimismo, el Ministerio Público, al hablar acerca de las modificaciones recientes en el alcance de com-
petencias se concentra en el tópico concreto referido al manejo de la evidencia y la cadena de custodia
de la misma, donde –dejando de lado el concepto obvio de la colecta– el concepto de la incautación
tiene un rol preponderante por cuanto indica el momento a partir del cual surge una potencial evidencia
sobre la cual el Ministerio Público ordenará la peritación (teniendo que decidir, además, el itinerario que
ha de seguir dicha peritación, por cuanto los laboratorios de criminalística se encargan de la experticia,
de acuerdo a la solicitud realizada por el fiscal del Ministerio Público).
V. Inutilización y destrucción
Resulta relevante que el artículo 324 de la Constitución menciona de forma expresa los procesos de
fabricación, importación, exportación, almacenamiento, tránsito, registro, control, inspección, comer-
cio, posesión y uso de las armas, municiones, pero NO menciona los de inutilización y destrucción. Al
respecto, se obtuvo el reporte de que este proceso ha obedecido a una incorporación posterior a la
promulgación de la Constitución y lo preceptuado en ella. Sin embargo, se hizo énfasis en que el alma-
cenamiento sí se encuentra previsto desde un principio, por cuanto todas las armas son del Estado.
207
PARTE I: CONTROL Y REGULACIÓN INSTITUCIONAL DE ARMAS Y MUNICIONES
Siendo así, todas las armas recabadas por los organismos de seguridad del Estado por encontrarse
incursas en hechos delictivos, luego de haber cumplido su itinerario judicial respectivo, tienen que
ser almacenadas, en el Parque Nacional. Es así como, posteriormente, fue acordado en la Comisión
Presidencial que esas armas producto del delito, particularmente las armas ilegales, pasasen al proce-
so de destrucción, a través de un Protocolo de reciente data.
Como fundamento para llevar a cabo tales procesos de destrucción no previstos Constitucionalmente
por el artículo 324 se menciona la obediencia a “lineamientos internacionales” de las Naciones Unidas
y del MERCOSUR, como parte del Programa de Control de Armas Ilegales. La habilitación ocurrió a raíz
de un Congreso que otorgó la posibilidad de efectuar procesos de destrucción a los países asociados
y desde el año 2003 hasta la fecha se han estado efectuando actos de destrucción a nivel nacional.
La frecuencia de los actos de destrucción se ha incrementando con el transcurso del tiempo. En un
principio se efectuaba uno por año, pero en la actualidad se están llevando a cabo dos o tres por año.
En el año 2011 se efectuaron tres procesos, según afirmaciones del informante de DAEX, C3D.
De conformidad con lo que se encuentra establecido en el mandato Constitucional, junto con el de-
sarrollo de normativa por vía de Providencias Administrativas y la incorporación de la función o com-
petencia de DAEX en materia de destrucción, debe establecerse un corolario de relevancia acerca de
este ente de control: que el itinerario lógico de un arma de fuego –y de sus municiones– en Venezuela
ha quedado amarrado de forma íntegra, desde el momento de su nacimiento (con la autorización de
importación y luego su respectivo registro) hasta el momento de su muerte (con la destrucción) a la
competencia de la FANB y su máximo jerarca que es el Ministerio de la Defensa, quien la ha delegado
en la DAEX.
A este respecto, debe decirse que de diversas respuestas de informantes se infiere el reconocimiento
de la necesidad de cooperación entre las diversas instancias (sobre todo para efectos de la auditoría de
procesos). Por ejemplo, el informante del Ministerio Público al ser repreguntado acerca de su opinión
sobre la idoneidad de concentrar todos los procesos vinculados con materia de armas de fuego y
municiones en una sola autoridad administrativa (lo cual puede ser un arma de doble filo cuando de
oportunidades de desvíos se trata), sostuvo que lo realmente importante no era la concentración o no
en una sola autoridad sino el hecho de que los sistemas fueran transparentes y auditables, permitiendo
que otras instituciones los accedan para efectos de supervisión y verificación. Este mismo informante
coloca como ejemplo de proceso auditable, precisamente al de destrucción de armas de fuego y
municiones: a cada proceso de destrucción acude la Fiscalía y jueces en representación del sistema
judicial, así como otras autoridades de carácter administrativo, de tal forma que cualquiera de los
asistentes puede verificar lo que se pretende destruir en el acto, a qué inventario o lote pertenece, y
otros detalles. Sin embargo, se reconoce que existen otros procesos no auditables, como la permiso-
logía expedida, la cual es llevada únicamente por la DAEX. Sin embargo, un comentario final apunta al
carácter beneficioso de la concentración de competencias, funciones y atribuciones conexas al tema
en una única autoridad administrativa en procura de una mayor seguridad jurídica.
Ahora bien, el informante del Ministerio Público hizo especial énfasis en rescatar el tratamiento que
para este organismo tiene un arma de fuego o una munición (sea proyectil, cartucho o concha) en
cuanto a EVIDENCIA. Esta observación la realiza en el marco de dejar sentado que mientras todos –no
solo la población, sino también otras instituciones del Estado, motivados en la especial coyuntura que
se vive en el territorio nacional en materia de seguridad– buscan la destrucción, el Ministerio Público
persigue la preservación de la evidencia. “La destrucción de evidencia es contraria al derecho penal”
(A1F). Sin embargo, una postura contraria a la del Ministerio Público indicó que los disparos de prueba
efectuados por el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC), los cuales
quedan resguardados por esta institución, constituyen muestra suficiente a efectos de evidencia, razón
208
Diagnóstico de controles institucionales en materia de armas de fuego, municiones y desarme
por la cual no es necesaria la preservación del arma completa una vez que esta ha sido peritada
adecuadamente, siendo en la adecuada solicitud y control de este peritaje donde los representantes
del Ministerio Público han de ser particularmente diestros y perspicaces.
En cualquier caso, el Ministerio Público se encarga de efectuar la verificación de la experticia junto con
el investigador del CICPC, razón por la cual la articulación calibrada entre ambos organismos es funda-
mental a efectos de coordinar de manera idónea, oportuna y sin dar lugar a errores cuáles armas deben
preservarse como evidencia física y cuales pueden, efectivamente, ser destinadas a destrucción.
Siguiendo cuanto venimos diciendo, deben considerarse, no obstante, varias coyunturas importantes
dentro del proceso de destrucción, que pueden conllevar alguna oportunidad de desvío, así sea de
manera indirecta. Por ejemplo, en el CICPC encontramos ausencia de manuales de procedimientos
internos claros o, al menos, la invisibilización de aquellos que pudieran existir. Hasta el momento de
apegarse al Manual Único de Procedimiento en materia de Cadena y Custodia, las actuaciones peri-
ciales –sin que pretendamos quitarle mérito o dudar acerca del conocimiento que posee el perito–,
han sido manejadas con algún nivel de discrecionalidad en cuanto a las aplicaciones efectuadas a la
evidencia. La precariedad y carencias generales de la institución –en cuanto a instrumental científico
o tecnológico y reactivos– les ha inducido a instaurar ciertos criterios internos de “selectividad” con
respecto a qué evidencias se procesan y cómo y cuáles no; todo ello en procura de maximizar los
recursos con los que cuentan.
Además, en todos los casos que implican traslados de armas destinadas a destrucción desde la sede
del CICPC hasta su destino final, la discrecionalidad es una realidad. Incluso la autorización que extien-
de DAEX con respecto a un “vehículo apropiado” para realizar tales traslados no se sabe exactamente
a qué refiere o bajo qué criterio se determina lo apropiado o no. Se trata de un punto que ha sido
bastante descuidado y esta problemática no fue resuelta ni siquiera en el novísimo Manual de Cadena
y Custodia, pues para el momento de elaboración de ese Protocolo de actuación en materia de pre-
servación y tratamiento de evidencia se consideró que la diversidad geográfica de nuestro país hacía
imposible pretender establecerlo de una manera detallada, pues se hubiera regulando algo a través de
un procedimiento que de antemano se sabía que no se cumpliría. Sin embargo, el tema del traslado
de las armas de fuego y municiones (que como material que constituye evidencia peritada es dirigido
a DAEX para efecto de su destrucción) redunda en situaciones de riesgo de diversa índole, como el
hecho de que los propios funcionarios de la División de Balística del CICPC deben efectuarlo en sus
vehículos particulares y con unas condiciones de seguridad mínimas (en el mejor de los casos escolta-
das por algunos compañeros de la propia institución). Se trata de una situación que conserva latente la
posibilidad de que dichas armas, ante una situación de emboscada, vuelvan a ser recirculadas.
209
PARTE I: CONTROL Y REGULACIÓN INSTITUCIONAL DE ARMAS Y MUNICIONES
que debe hacerse un acto público de destrucción de armas de fuego. Como se mencionó, el primer
acto se realizó en Los Próceres de Caracas en 2003. Se hizo de manera rudimentaria a través de
explanadoras que pasaron por encima de las armas de fuego para después trasladar la chatarra hasta
la empresa SIDETUR para su fundición. Según la información recabada a través de las entrevistas
efectuadas a los informantes, los Tratados y Convenios Internacionales suscriben que este es uno de
los mejores mecanismos para realizar la destrucción de las armas de fuego una vez que han pasado
por una cadena de custodia seguida por el Ministerio Público, organismo que, junto con el Parque
Nacional de Armas y Explosivos, se encarga de realizar el inventario y la clasificación de las armas que
van a ser destruidas. El Parque Nacional de Armas y Explosivos se encarga de transmitir la cantidad de
armas que han sido recibidas por parte de los Comandos de Guarnición, del Cuerpo de Investigaciones
Científicas, Penales y Criminalísticas o del Plan DIBISE.
El proceso detallado que se le sigue a las armas de fuego y las municiones durante la cadena de
custodia hasta el momento efectivo de la destrucción fue relatado por el informante entrevistado en
representación del Ministerio Público: el Ministerio Público solicita la peritación a partir de la incauta-
ción o colecta el arma, dependiendo si es un sitio de suceso o se trata de un porte ilícito ordinario (y
habiendo ingresado a la Sala de Evidencia, y habiéndosele dado el respectivo resguardo). El Ministerio
Público ordena el traslado de la evidencia al laboratorio, hace la solicitud de la experticia y el órgano de
investigación penal debe efectuarla con preferencia por aquellas personas privadas de libertad. En la
peritación se aplica una activación especial, una activación de caracteres borrados en metal, evidencia
biológica, de tierra, o la que corresponda según solicitud fiscal. Una vez realizada, se redacta el informe
de dicha experticia y se manda al Ministerio Público en un lapso de 96 horas. La evidencia peritada
se resguarda. El acuerdo según el Protocolo es que el resguardo se hiciera por 20 días hábiles (y no
los 8 que se habían previsto originalmente), para que el Ministerio Público tuviera oportunidad de
estudiar la peritación y verificar que el informe de la misma cumpliera con la totalidad de elementos
probatorios requeridos para el caso en particular. Vencido ese lapso sin que el Ministerio Público haya
pedido ninguna otra experticia, el arma de fuego o la munición (o sus restos) sigue su trámite ordinario
(que implica sea destinada a la DAEX). Solo el Ministerio Público puede solicitar que este proceso se
detenga y preservar el arma (en caso de que se requiera preservar porque existe alguna contradicción
con respecto a las experticias o porque se ha ofertado su exhibición en juicio: en tales casos el arma
NO se destruye y se preserva).
En caso de observaciones al informe pericial, se fija un lapso para ampliaciones o aclaratorias, el órgano
de investigación penal lo lleva a cabo y le envía un nuevo informe al Ministerio Público. Si no hay
observaciones, el arma va al DAEX, quien debe recibirla de forma inmediata. Esto constituye, según lo
revela el informante del Ministerio Público, una novedad, porque antiguamente se requería acumular
un monto determinado de material destinado a destrucción para que DAEX lo recibiera. En cambio,
en la actualidad deben recibirlo de forma inmediata para evitar que quede en las Salas de Evidencias.
DAEX recibe el material, lo registra con la copia o copias de las experticias de peritaje, y la información
queda a resguardo en su sistema de modo que se pueda cotejar lo peritado con lo recibido. Una vez
cumplida esta formalidad, se procede a la inutilización, un punto en el que, al momento de efectuarse
el diagnóstico, todavía presentaba trabas, por cuestiones de volumen y de costo (con respecto a este
punto se supo que la inutilización no era un proceso dependiente del Ministerio Público, pero existía
duda institucional en relación con si debía efectuarlo la DAEX o el CICPC). En lo que sí no hubo dudas
fue en que el Ministerio Público insistía en la necesidad de que, previo al proceso de destrucción se
diera uno de inutilización). En tal sentido, la inutilización implica que el arma sea cortada con un esmeril
o comprimida por presión, para impedir la reutilización y el reciclaje de piezas Obsérvese que la falta de
recursos para llevar a cabo este paso previo a la destrucción pudiera constituirse en una oportunidad
de desvío importante.
Al plantearse la posibilidad de acelerar el paso de destrucción para no depender del paso adicional
de inutilizar el arma, se reportó que cuando el arma implicada y peritada proviene de un Cuerpo de
210
Diagnóstico de controles institucionales en materia de armas de fuego, municiones y desarme
Seguridad del Estado, lo que se estila es que, una vez terminado el proceso de peritaje, sea devuelta
a su Cuerpo de origen. El Ministerio Público podría disponer su destrucción “pero como es un bien
público que al final vas a tener que reponerlo, estarías causando un perjuicio desde el punto de vista
patrimonial al Estado mismo. Entonces no tiene objeto destruirla…” (A1F). Pero es importante el énfa-
sis de que la devolución de las armas a los Organismos de Seguridad del Estado procede solamente
cuando haya finalizado el proceso de investigación y/o se haya obtenido una decisión judicial definiti-
vamente firme. Esto último da pie a una reflexión interesante, porque en la medida que los controles
sean más eficientes y se haga un menor uso inapropiado de las armas en los Cuerpos de Policía, esta
discusión sería innecesaria, pues la cantidad a destruir sería poca y se les podría “efectivamente”
destruir, aunque el Estado deba luego reponerla.
En cuanto a las oportunidades de desvío, históricamente, los Cuerpos Policiales han sido considerados
actores clave en la circulación de armas de fuego y municiones en el país, a través de los distintos
procedimientos que llevan a cabo. La cantidad de controles que se han venido diseñando e implemen-
tando de manera reciente sobre los Cuerpos Policiales, dan cuentan de los esfuerzos por re-escribir
esa historia. De modo que, dichos cuerpos no tengan acceso a cualquier dotación, no roten armas entre
sus funcionarios, no gasten municiones sin rendir cuentas, cumplan con los controles en los Parques
de Armas y Salas de Evidencias, donde reposan las armas retenidas en distintos procedimientos, y a su
vez, que tampoco realicen reparaciones o modificaciones a las armas con el móvil del mantenimiento.
Sobre todos estos aspectos hay pronunciamientos en la actualidad, con motivo del nuevo modelo poli-
cial, quizás, los dos procedimientos que requieren de mayor reflexión son: inutilización de armas (antes
de la destrucción) y traslados. En general, los traslados de armas de fuego, una vez son adquiridas y
requieren marcaje, se hacen delegando toda la responsabilidad en los cuerpos policiales, como si ese
riesgo no fuese materia de Seguridad de Estado.
Una mención importante con respecto al proceso de destrucción recae necesariamente en la imple-
mentación de mejores instalaciones de seguridad física para las Salas de Evidencia y controles más
óptimos relacionados con su personal por cuanto se ha detectado que hay armas que reposan en las
mismas durante mucho tiempo y los Cuerpos Policiales las mantenían en depósitos sin que operara
mayor diligencia, por cuanto el Sistema Judicial no generaba las órdenes de destrucción. Actualmente
el Manual de Cadena y Custodia establece un lapso para la destrucción por lo que es necesario cons-
tatar la existencia del arma que constituye evidencia, se debe verificar periódicamente el estatus del
procedimiento y notificar al Ministerio Público para que haga las diligencias judiciales correspondientes
a la evidencia. Una vez cumplidas estas formalidades se da la orden de retirarlas y pasarlas al DAEX
para proceso de destrucción. De oficio, el Cuerpo de Policía traslada las armas al DAEX pero también
pudiese suceder que DAEX se traslade al Cuerpo de Policía y traslade las armas. Pero en todo caso,
las Salas de evidencia de los Cuerpos de Policía se deben entender directamente con la DAEX, pues
su Órgano Rector no tiene mayor participación. Ni en el traslado ni en la destrucción VISIPOL tiene
competencia alguna, al menos según la información ofrecida por su informante.
En las entrevistas realizadas, se hicieron referencias a prácticas cuya visibilidad se está promocionan-
do, a efectos de crear un impacto favorable a las medidas que se están tomando en la actualidad sobre
control de armas, municiones y desarme. En ese sentido, se hizo una mención especial a los rigurosos
registros que se están haciendo de los actos de destrucción de armas y los cuidados que se tienen
al respecto: supervisiones por parte del Tribunal Supremo de Justicia, Tribunales Penales, Ministerio
Público, por Fiscales del Ministerio Público, el Ministerio de la Defensa, el Ministerio de Relaciones
Interiores y Justicia y la Comisión Presidencial que hacen el chequeo completo de las armas que van
a destrucción a través de un muestreo, procurando garantizar con ello que la destrucción no recaiga
de manera azarosa sobre armas de fuego que no deban destinarse a tal fin por ser necesarias para el
esclarecimiento de situaciones judiciales.
211
PARTE I: CONTROL Y REGULACIÓN INSTITUCIONAL DE ARMAS Y MUNICIONES
Muchos de los tópicos y puntos clave de esta sección fueron abordados con ocasión de la referencia
que acerca de las Competencias Institucionales de los Cuerpos Policiales se hizo en el apartado res-
pectivo. En tal sentido, con referencia a las Policías Municipales, puede afirmarse –en un principio– que
los informantes, encargados de los Parques de Armas, concuerdan en el apego que deben observar
a los lineamientos que les establece la DAEX en esta materia. Sin embargo, las referencias a instru-
mentos o cuerpos normativos concretos son difusas. Otro informante agrega la necesidad de observar
los lineamientos del Ministerio de Interior y Justicia (sin referencia a una instancia concreta dentro
del mismo), volviendo a aparecer –como ocurrió con el caso del VISIPOL– la referencia in abstracto al
“nuevo modelo policial”.
Al explorar acerca del conocimiento de estos actores sobre la existencia del asentamiento de normati-
va en instrumentos normativos concretos que determinaran sus competencias o su actuación para el
manejo de armas de fuego y municiones las referencias siguieron siendo débiles y escasas, exhibién-
dose de manera equívoca un Manual acerca del Uso Progresivo y Diferenciado de la Fuerza. La misma
especie de respuesta se obtuvo al tratar de indagar o profundizar en torno al conocimiento acerca de la
existencia de referencias expresas para la adecuada organización y funcionamiento –incluido el control–
del Parque de Armas, resultando de nuevo que existe un cumplimiento “a ciegas” de las exigencias o
“recomendaciones” de otros organismos administrativos con respecto a ellos (por ejemplo de DAEX
o del propio VISIPOL), puesto que se desconocen los instrumentos normativos que establecen la
obligatoriedad de dicho cumplimiento. Respecto a la mención de estas “recomendaciones” se trató
de indagar cuál era el destino de la permisología que el Cuerpo Policial ya tenía expedida a su favor en
el caso de que al ser inspeccionados por DAEX no cumplieran con algún requisito. Nuevamente la res-
puesta se muestra dubitativa respecto al conocimiento de consecuencias claras en caso de verificarse
un incumplimiento. La respuesta a este tópico la aporta la propia DAEX, al ser interrogado uno de sus
informantes sobre esas “recomendaciones” generadas en las inspecciones y el carácter que tienen en
cuanto a la obligatoriedad o no de su observancia por parte del Cuerpo Policial:
…hay muchos aspectos que uno tiene que tener (…) Uno debe tener mucha mano izquierda y mano derecha
con esas, con esas cuestiones… eh, tú puedes manejar muchas cosas… el punto es que… el funcionamiento
de las Policías, ese es un hilo de seda… porque las repercusiones son bien importantes… te voy a poner
ejemplo: todas esas… esas series de requisitos que tú ves, ¿son recomendaciones, son…? No. Todos esos
son elementos que debe tomar en cuenta el Organismo Policial para el funcionamiento. Nosotros tenemos
policías, que a pesar que se le han hecho comunicaciones, tanto a la Gobernación, porque somos Policías
Estadales, o a la Alcaldía, porque somos organismos municipales… no han venido a hacer su renovación…
¿cuál es la acción que está escrita? Bueno, yo DAEX me traslado, intervengo la Policía y le quito todas las
armas… Ahora, imagínate que yo me traslade al municipio Libertador, por ejemplo (…) le pase revista, no cum-
pla con algunos puntos de la inspección y les retenga todas las armas a Libertador… ¿Qué sucede?... (I9D).
Es decir, notamos que hay desconocimiento en los Cuerpos Policiales acerca de las sanciones que
deberían operar en tales casos, pero también observamos que ello se debe, en gran parte, a que
las propias instituciones y autoridades administrativas encargadas de ejecutar esas sanciones tienen
cuidado a la hora de aplicarlas, en procura de no redundar en un daño mayor para la ciudadanía.
Ahora bien, el intento de consolidar estándares en materia policial ha pretendido de alguna forma
uniformar elementos constitutivos de la prestación de este servicio, pero como hemos mencionado al
hablar de competencias institucionales, en no pocos casos la institución policial realiza cumplimientos
a ciegas relacionados con imperativos que le vienen establecidos desde lo externo, sin que sepan jus-
tificar si obedecen a lo establecido en un cuerpo normativo concreto, si son directrices administrativas
del VISIPOL o si lo son de la DAEX (órgano éste con el que tienen el mayor intercambio y relación
212
Diagnóstico de controles institucionales en materia de armas de fuego, municiones y desarme
En cuanto a la dotación a los Cuerpos Policiales, se obtuvo información de que los funcionarios poli-
ciales están siendo dotados de las cargas establecidas (51 municiones por funcionario). Una carga es
permanente pero sucede que al funcionario se le da una dotación de 50 municiones para su uso que,
aunque dura varios años, cuentan con fecha de caducidad. Si el funcionario no utiliza la munición en el
tiempo establecido, ésta le es renovada en su momento por el Cuerpo de Policía. Sin embargo, si el
funcionario tuviese que hacer uso del arma, debe notificarlo y justificar con acto motivado el uso del
arma para que le sea reemplazada la munición. Hoy en día, los funcionarios policiales están obligados
a cursar un programa de uso progresivo y diferenciado de la fuerza física, donde el último escalón u
opción es el empleo del arma potencialmente mortal. No obstante, aún en el caso de que se recurra
al uso del arma, ello no significa que deban agotarse las municiones (debería utilizar solamente las
municiones necesarias para defenderse). Antes de la implementación del nuevo modelo policial no
había aparentemente ningún tipo de control con respecto a la dotación de municiones, básicamente
porque el funcionario tenía la posibilidad de adquirir la munición en el mercado. En cambio, se prevé
que las municiones en la actualidad salgan marcadas o identificadas desde CAVIM para los Cuerpos
de Policía respectivos a los que se destinen.
De particular interés resulta la necesidad de que el funcionariado asignado al Parque de Armas del
Cuerpo Policial correspondiente cuente con la formación (acreditación) como parquero, a fin de garanti-
zar que cuenta con las facultades mínimas parta administrar o gerenciar de manera adecuada y segura
un Parque de Armas. Sin embargo, en cuanto al perfil del funcionariado que trabaja en el departamento
de Parque de Armas, la cantidad de personas que laboran en él, la formación o información necesaria
para desempeñarse en el mismo y si conocen la legislación vigente o si cuentan con entrenamiento
específico para el ingreso al Parque de Armas como tal (no al Cuerpo Policial) se conoció a través de
los informantes de los Cuerpos de Policía Municipal que no existe un criterio específico ni un perfil de-
terminado. Las plazas del Parque se suelen asignar a funcionarios íntegros en cuanto a su trabajo en el
Cuerpo, deben tener excelente conducta, un historial policial limpio, gozar de mucha credibilidad y ser
de reconocida responsabilidad en la institución. La preparación no se mide en términos de formación
sino en función o magnitud de la jerarquía o rango detentado.
Finalmente, los distintos organismos de seguridad deben solicitar a la DAEX que les efectúe la respec-
tiva inspección para renovación de permisología de la tenencia de armas. Al explorar en los cuerpos
policiales la posibilidad de que la DAEX les efectúe las inspecciones de oficio, en caso de que el cuerpo
policial no las solicite, o de que se les efectúen inspecciones de verificación periódica o de rutina por
iniciativa de la propia DAEX, se encontró que:
Sí lo hacen, pero es obligación de nosotros (…) llamarlos… es obligación de nosotros llamarlos a ellos y
solicitar el permiso… [o la renovación de tenencia, lo cual se encuentra establecido] … en las Providencias
Administrativas… [concretamente, en este caso, en la Providencia Administrativa Nº MPPD-VS-
213
PARTE I: CONTROL Y REGULACIÓN INSTITUCIONAL DE ARMAS Y MUNICIONES
DAEX-004-2009] y entonces, ¿qué ha pasado con el DAEX? Que en el DAEX, en el caso de nosotros, muy
particularmente, [dice el nombre del cuerpo policial], este (…) o sea, hemos hecho la solicitud, pero ellos han
llegado muchas veces de manera, este, sorpresiva…, entonces, igualmente, como cumplimos con todos
los parámetros, constantemente cumplimos con todos los parámetros (…), los recibimos y empezamos a
armarles la carpeta de todo lo que ellos nos empiezan a pedir de todo, todo lo que tenemos acá… (F6PC).
Al insistir en la necesidad de que VISIPOL describiera cómo eran efectuadas las inspecciones a
Cuerpos Policiales antes de la existencia de esta nueva regulación, quedó en evidencia la poca claridad,
no solo con respecto a la competencia (y el conocimiento que el informante debería tener de la misma)
sino, además, la absoluta carencia de protocolos de inspección, de registro y de archivos con respecto
a esta materia:
…llevábamos controles en los Parques de Armas y en las Salas de Evidencia… solamente cumplíamos con la
condición de que [en] ellos se cumpliera con la Cadena de Custodia correspondiente (…). Ahora poseemos el
instrumento que nace a través del protocolo, anteriormente no existía y esto lo genera la Comisión Desarme
y es una herramienta importante para nosotros, no tanto para presentarnos, porque la presencia de nuestros
funcionarios tiene cualidad y eso no tiene discusión, lo que sí no teníamos era el basamento legal en cuanto
a los protocolos (H8V).
Es necesario resaltar la inconsistencia en el discurso de este informante, pues parece referir que el
fundamento legal de su competencia son los instrumentos emanados de la Comisión Presidencial
para el Control de Armas, Municiones y Desarme, cuando en realidad su competencia (que es materia
especial) se encuentra delimitada y debidamente soportada con el basamento legal del artículo 18 de
la LOSPYCPNB. En este sentido, no queda más que inferir que el problema no es la carencia de instru-
mentos que hagan las determinaciones normativas pertinentes al caso, sino más bien, la imprecisión
de este informante con respecto a un tópico de su interés directo.
Ahora bien, en cuanto a un aparente solapamiento de funciones entre DAEX, VISIPOL y Ministerio
Público, por cuanto todos estos organismos efectúan inspecciones a Cuerpos de Policía, quedó es-
clarecido que no es tal y que se debe a funciones de verificación diferentes. En el caso concreto
del Ministerio Público, este organismo realiza inspecciones periódicas a los Cuerpos de Policía en
función de evaluar la situación de las Salas de Evidencia, y aprovecha la situación para verificar tam-
bién las condiciones de organización y funcionamiento de los Parques de Armas respectivos (aunque
es una revisión residual y se efectúa de manera superficial, no exhaustiva). Al tratar de profundizar
sobre el fundamento (competencia) de este tipo de actuaciones, la respuesta que se obtuvo es que el
Ministerio Público no la tiene establecida de forma expresa pero sí existe el establecimiento legal de
que los Cuerpos Policiales son auxiliares de justicia a su servicio, y, por tanto, las verificaciones que
se efectúan a estos Cuerpos se motivan en procurar la certeza (para el propio Ministerio Público) de la
actuación efectiva de dichos Cuerpos al momento de requerírseles en función de tales auxiliares. En
tal sentido, se reportó que las inspecciones son llevadas a cabo en calidad de “visitas”, procurando
mantener el tono de cooperación interinstitucional y haciendo observaciones o recomendaciones si
fuera el caso. No obstante, debe decirse que, si bien es cierto que legalmente pareciera no marcarse
la forma o pauta para hacerlo, el numeral 8 del artículo 50 de la Ley Orgánica del Ministerio Público
establece expresamente que el Ministerio Público debe “velar por el cumplimiento de las funciones de
la policía de investigación y demás órganos auxiliares de administración de justicia”.
De igual manera se reportó que, salvo casos muy graves que ameriten abrir una investigación fiscal,
el Ministerio Público no se excede de las “recomendaciones”, pues hacer otra cosa sería muy “impo-
sitivo”. Es decir, la identificación que hace el Ministerio Público a efecto de oportunidades de desvío
está a nivel de Sala de Evidencia, porque el funcionario policial, con el arma que le está asignada, se
“cuida”. Un especial interés obedece a atajar con antelación el tema de la Sala de Evidencias con
la Policía Nacional Bolivariana, a fin de que no se repitan situaciones pretéritas: “Con Poli Nacional
214
Diagnóstico de controles institucionales en materia de armas de fuego, municiones y desarme
estamos iniciando el trabajo horita previendo que no ocurra lo que ocurrió con la Metropolitana, que se
fueron acumulando…” (A1F).
Una preocupación emergente tiene que ver con la adecuada custodia de los Parques de Armas po-
liciales a partir del momento de implementación de la jornada laboral de 8 horas diarias para todo el
funcionariado policial, por cuanto existe déficit de funcionarios en los Cuerpos. Esto implicaría aumen-
tar la cantidad de funcionarios asignados al Parque respectivo, para cubrir su atención en turnos, pero
entendiendo que dichos funcionarios pueden ser necesitados para otras funciones, razón por la cual
en algún momento, pese a contar con dispositivos de seguridad, el Parque podría quedar desatendido
o atendido de manera insuficiente (sin la cantidad idónea de funcionarios).
En cuanto al control de los Parques de Armas Policiales por parte de DAEX se hizo la referencia
acerca de cómo se han implementado algunas medidas frente a la posibilidad de coyunturas pero tam-
bién de cómo se han redoblado esfuerzos en cuanto al control dentro del Parque de Armas para evitar
cualquier situación indeseada. Llama la atención, por ejemplo, declaraciones que giran en torno al
seguimiento judicial que el Cuerpo Policial hace a las armas para detectar cual es el itinerario o destino
que están llevando. Este último punto resulta importante para adelantar de una vez la recomendación
de que los Cuerpos Policiales tengan un personal especialmente designado para hacer el seguimiento
de las armas e intentar todas las diligencias necesarias para estar pendientes y procurar el retorno
efectivo de la misma, con el fin de evitar que por el paso del tiempo, el olvido y la falta de diligencias,
el arma quede en una Sala de Evidencias, sin que se le haya destruido y pueda ser empleada para fines
impropios. Lo importante es que se tenga la seguridad de que el arma, una vez finalizado el proceso
de averiguación penal o el judicial (según sea el caso y la complejidad), retorne al Cuerpo de origen o
sea destruida de manera efectiva.
Sobre la autorización para el traslado de armas por parte de los Cuerpos Policiales, y el propiamente
dicho, se informó:
…Hay otro proceso, una autorización de traslado y ahí se especifican cuantos funcionarios, la unidad que lo
va a trasladar, se identifica el comandante de la unidad. El año pasado por ejemplo fuimos en un camión de
esos para cargar detenidos y con dos unidades de escolta, en total fuimos como 14 funcionarios y todo eso
se notifica por escrito, características del vehículo, material a trasladar, el año pasado buscamos las armas en
un depósito de CAVIM en Fuerte Tiuna. Después a esas armas hay que hacerle el marcaje entonces, previa-
mente a la compra, que ya teníamos aprobada, estábamos haciendo la solicitud por Maracay antiguo arsenal
ahora se llama “DACOPAE”, donde hacen el marcaje de las armas, autorizados para hacerle modificaciones
a las armas…es el único organismo autorizado para hacerle modificaciones a las armas, paralelo hacíamos
las diligencias para hacer los depósitos, una unidad tributaria por cada pistola… para una vez que regresemos
de “EPOCAVIM” sacarle todos los accesorios a las pistolas, la baqueta, todo eso…dejar únicamente el arma
con otra autorización de traslado especificando… igualmente todo descrito, bien especificado, trasladarnos a
Maracay, dejar ese material allá, ellos chequean uno por uno y en escasas dos semanas ellos llaman para ir
a retirar el material. Con la misma orden vamos, chequeamos las armas y retiramos. Hay una Gaceta donde
está establecida cada una de las normativas... (D4PB).
En cuanto al mantenimiento y la mecánica de armas, y lo que los Cuerpos Policiales pueden hacer
o cuáles son sus limitaciones, parece existir bastante claridad. El común del funcionariado a cargo
de los Parques de Armas parece estar al tanto de que solo pueden efectuar tareas de limpieza (con
aire comprimido y un cepillo) al cual llaman mantenimiento de campaña; o sustituir piezas pequeñas
(como una uña extractora doblada). Pero reconocen que otro tipo de daños no pueden ser atajados o
215
PARTE I: CONTROL Y REGULACIÓN INSTITUCIONAL DE ARMAS Y MUNICIONES
solventados por ellos, pues no cuentan con la autorización para hacerlo (aun cuando pudieran tener el
conocimiento). Por ejemplo, un cañón abombado implica desincorporar el arma de fuego.
En cuanto al procedimiento para desincorporar un arma se declaró que el Parque de Armas efectúa
la solicitud de repuestos y el Departamento de Compra del Cuerpo efectúa la solicitud a las casas de
repuestos. Si no existiera forma de reemplazar esa pieza, el arma de fuego debe obligatoriamente salir
de circulación. Sin embargo, no es enviada de inmediato a DAEX, sino que se espera a tener una cierta
cantidad de pistolas dañadas para hacer la remisión (en tanto, permanecen depositadas en el Parque
respectivo del Cuerpo Policial).
216
Conclusiones
y recomendaciones
Con base en la exposición efectuada puede inferirse y puntualizarse, de manera primordial, que la ma-
teria de armas de fuego y municiones en Venezuela ha estado sumida, prácticamente, en un paréntesis
histórico de más de 60 años, pues desde 1939 hasta 2002 fueron pocas las acciones institucionales y
las medidas normativas que se desarrollaron de modo sostenido en dicho campo. Apenas entre 2009
y 2011 se retomó con ímpetu la iniciativa, para superar el abandono que favoreció por décadas un pre-
dominio del control, en el mejor de los casos informal, y con lo cual se puede afirmar que llegó existir,
más que un estancamiento, una verdadera regresión en cuanto al proceso de evolución institucional
esperable, en relación con el que se había alcanzado hasta 1939 con la Ley sobre Armas y Explosivos
(un cuerpo normativo muy adelantado para su época).
217
PARTE I: CONTROL Y REGULACIÓN INSTITUCIONAL DE ARMAS Y MUNICIONES
voluntad del administrado para que acate aquello que se le debería imponer por fuerza de Ley, incluso
de a través de la coacción, si fuere necesario. No son pocas las declaraciones que, en tal sentido,
reflejan una percepción de ausencia de control, de insipiencia de los mismos, o aquellas que reflejan
un discurso entre líneas que admite las limitaciones que, como institución, se tiene para controlar de
manera efectiva conforme a las directrices institucionales de las que estas instancias son titulares.
Ahora bien, del diagnóstico efectuado, son aspectos de una considerable relevancia que deben ser
tenidos en cuenta, principalmente en los términos siguientes:
En cuanto a las competencias institucionales, en el mejor de los casos las instituciones encargadas
del control en la materia de armas de fuego y municiones las conocen de forma débil, con pobreza
argumentativa y sin abarcarlas en su totalidad, lo cual queda evidenciado en la ausencia casi absoluta
de referencias a instrumentos normativos concretos durante las entrevistas, aún en el caso de que
dichos instrumentos se hayan venido desarrollando en el tiempo y constituyan un asunto frecuente a
tener en cuenta durante el desempeño del ejercicio diario por parte de las mencionadas instituciones
encargadas del control. Además, también es posible encontrar instituciones que obedecen mandatos a
ciegas, sin conocer el fundamento real y objetivo que impulsa su actuación o la de aquellas otras insti-
tuciones con las que se ven de alguna forma vinculadas en razón de la materia común que manejan. De
esta forma, quedan sujetas a los avatares de las circunstancias, pues les resulta imposible –en virtud
de tal desconocimiento– identificar detalles irregulares o excesos (incluso usurpaciones) que no sean
tan evidentes o no hayan estallado en un conflicto interinstitucional manifiesto. Específicamente, la
DAEX se caracterizó por hacer una referencia global a la competencia que le viene consagrada por vía
constitucional, para luego mencionar el desarrollo que se ha dado en su seno de manera íntegramente
administrativa. En este caso en concreto, llama la atención que, habiendo recibido la competencia en
materia de armas de fuego y municiones desde el año 1999 (momento de la consagración constitucio-
nal de la materia a las FANB), y habiéndose llevado a cabo la transferencia efectiva de competencia en
el año 2004, haya sido solo hasta el 2009 cuando se inicia el desarrollo administrativo comentado. Más
aún, sorprende la vertiginosidad con la que se hizo, pues la totalidad de Providencias Administrativas
emanadas en procura de regular esta materia conocieron la luz en el lapso de un (1) solo año. Mención
aparte merece el hecho de la excesiva concentración de funciones que se ha dejado recaer en esta
Dirección.
En el caso del Ministerio Público, su competencia se encuentra mayormente tasada de forma legal,
marcándose la pauta de su conducta procesal en el desempeño de sus funciones eminentemente
fiscales y existe la posibilidad de elevar consultas al tratarse de una institución jerarquizada como
hemos comentado en el desarrollo del presente informe. De hecho, una de las ideas en las que el
entrevistado de este organismo resultó ser enfático es en el hecho de que el funcionario representante
de la Fiscalía tiene múltiples posibilidades de acceder a instancias que coadyuven a esclarecer su
perspectiva frente a un caso concreto, en razón de que tales instancias han sido creadas de manera
intencional dentro del seno del Ministerio Público (verbigracia, el destacamento de criminalistas que
orientan al abogado fiscal frente a cualquier duda con la que se pueda encontrar en el desempeño de
sus funciones). Sin embargo, esta institución, como ente creado con la misión de fungir como garante
del Estado de Derecho rescata la importancia del arma de fuego y las municiones –o sus restos– como
evidencia desde el punto de vista de su valor probatorio en Derecho Penal, acentuando el interés y
necesidad en preservarles. Y es con respecto a este punto que se observa el logro tardío de haber
consolidado, luego de trece (13) años de vigencia del COPP, un Manual Único en materia de Cadena
y Custodia que persigue cristalizar el tratamiento y preservación efectivos de dichas evidencias, lo
cual constituye otro llamado a reflexión acerca de la lentitud institucional con la que se pretende atajar
problemas de carácter inminente. Curiosamente, la implementación de este Manual coincide con la
de destrucción de armas que el representante del Ministerio Público admite es producto necesario de
218
Diagnóstico de controles institucionales en materia de armas de fuego, municiones y desarme
la coyuntura actual a razón de los altos índices de inseguridad, pero recalcando que la destrucción de
evidencia es contraria al derecho penal.
En relación con el SENIAT se ha observado como no existe, desde el punto de vista tributario y adua-
nero, un tratamiento especial en referencia a armas de fuego y municiones, por cuanto este organismo
se limita a darles el tratamiento de una mercancía común. Aún así, se reconoce la moratoria y gran
desfase en general en torno a la normativa vigente a la que está sujeto el ente, lo cual incide en
la armonización con el comercio internacional en general y que, por supuesto, puede constituir una
incidencia indirecta en el control en la materia concreta de armas y municiones.
En cuanto al VISIPOL se identificó un franco desconocimiento de la normativa que establece sus com-
petencias, lo cual redunda prácticamente en un abordaje a tientas o mero especulativo, pues nunca se
hace referencia a la Ley del Servicio de Policía ni a las atribuciones establecidas en ella para el Órgano
Rector, limitándose el entrevistado de este organismo a hacer referencias abstractas a los “estándares
policiales” y al “nuevo modelo policial”. Y en línea análoga al VISIPOL se encuentran el CICPC y
los Cuerpos de Policía Preventiva. Sin embargo, aparte del desconocimiento o la débil referencia a
instrumentos normativos, el CICPC tiene la particularidad de que no cuenta ni siquiera con procederes
internos de carácter administrativo, limitándose a aplicaciones casuísticas de conocimientos adquiridos
por la vía de la transmisión oral, lo cual configura una realidad de la que sus informantes no tienen
reparo en hablar. Por su parte, los Cuerpos de Policía Municipal se mostraron demasiado afanados o
preocupados en cumplir satisfactoriamente las evaluaciones de las que son objeto actualmente –tanto
por la DAEX como por el VISIPOL–, pero sin poder fundamentar la base de la obligatoriedad del cumpli-
miento en el que tanto se esfuerzan (volviéndose a observar la dimensión del cumplimiento “a ciegas”,
en cuyo despliegue pueden ocurrir excesos y desvíos motivados, precisamente, en las deficiencias
de conocimiento de la regulación vigente y los avatares generados en razón de ello). Obsérvese que
este último factor constituye una importante oportunidad de desvío en la que dichos organismos o sus
integrantes pueden incurrir sin siquiera representárselo.
Redondeando ideas con respecto al tópico de la Competencia Institucional en la materia que nos ocupa
se puede agregar que, en no pocas ocasiones, se le pretende discrecional, o se le impulsa de manera
mecánica o automática, pero sin un sólido conocimiento de fondo. En razón del desconocimiento del
deber ser muchas veces no es posible hablar de un verdadero control sino más bien de una suerte de
ritualismo. Además, es posible encontrarse reiteradamente con el alegato de las limitaciones relaciona-
das con los recursos (materiales y humanos), y, en no pocas ocasiones, una constante autopercepción
de minusvalía frente a lo que son las competencias establecidas versus la posibilidad real de llevarlas a
cabo (nótese la nueva alusión a un locus de control eminentemente externo, en razón de la necesidad
de aumentar la asignación de recursos materiales o el incremento de personal para efectos de un
mejor desempeño). Asimismo, como ya hemos mencionado, el temor a que la actuación ajustada a los
cánones del “deber ser” –según se encuentra configurado en los instrumentos con los que contamos
en la actualidad– siempre se encuentra subvalorada por la amenaza, real o imaginada, de una posible
retaliación futura que “devuelva en pago la misma moneda”.
Finalmente, debemos traer a colación una discusión que se encuentra planteada desde hace unos
años (y que atañe a un tema de Competencia Institucional, aunque, residualmente, también al de
Articulación entre organismos). Como hemos visto, el monopolio de la competencia en cuanto a todos
los procesos relacionados con armas de fuego y municiones quedó en manos de la FANB a partir de
la promulgación de la Constitucional Nacional de 1999, que así lo consagra. No queda de nosotros,
por tanto, pronunciarnos acerca de lo acertada o no de esta decisión del legislador constituyente, por
cuanto la previsión está hecha en esos términos en el texto fundamental del Estado y se mantendrá
en tales mientras nuestra Carta Magna no sufra alguna modificación en ese sentido. Sin embargo,
se pueden hacer en torno a ello al menos dos reflexiones. La primera, en el sentido de otorgar a la
FANB las funciones de desarme que constituye una problemática eminentemente civil. Al respecto
219
PARTE I: CONTROL Y REGULACIÓN INSTITUCIONAL DE ARMAS Y MUNICIONES
puede decirse que, de cualquier modo, la FANB necesita ser coadyuvada en sus esfuerzos por todos
los organismos de seguridad ciudadana restante. Pero, más allá, surge la pregunta acerca de si el
problema de las armas de fuego en nuestro país no ha adquirido dimensiones que hayan justificado la
iniciativa legislativa a nivel constitucional, convirtiéndola, prácticamente, en un tema que trasciende la
simple Seguridad Ciudadana para pasar a convertirse en un problema de Seguridad de la Nación, que
justifique la intervención militar.
La segunda –que está estrechamente vinculada con cuanto venimos diciendo en la primera– es la
interrogante acerca de si los Organismos de Seguridad Ciudadana tendrían, por sí solos, la capacidad
para hacer frente a dicha tarea, o si han sido lo suficientemente operantes y efectivos al hacerlo en el
pasado (una variable que también puede haber contribuido a la decisión de entablar un monopolio para
las FANB desde el punto de vista constitucional).
Ahora bien, un aspecto destacado del que debe hacerse mención especial con ocasión de la dimensión
de la competencia institucional consiste en que es posible percibir recurrentemente, en distintos nive-
les de las instancias visitadas, la falta de una clara comprensión por parte de los actores con respecto
del LÍMITE de sus competencias, razón por la cual adelantamos que una recomendación en este sen-
tido es la implementación de alertas, comunicaciones y formaciones/inducciones que destaquen este
aspecto, con el objeto de alcanzar una mayor definición en cuanto a este tópico y garantizar la claridad
conteste de sus involucrados. Tómese en consideración que las confusiones que se puedan tener en
este sentido redundan a la larga, y no tan larga, en diversos conflictos de usurpación de funciones y
duplicaciones de esfuerzos que generan, no solo un gasto enorme para el Estado sino que, además,
pueden ser la puerta de entrada para violaciones y oportunidades de desvío de distinta índole, tanto
dentro del propio ente encargado de controlar como extensible hacia lo externo, lo cual muchas veces
podría evitarse con la simple previsión de asegurar que los sujetos que los llevan a cabo cuenten con
un adecuado conocimiento.
Finalmente, y apelando a la lectura atenta de cuanto hemos reportado en el presente artículo, agrega-
mos algunas recomendaciones que muy posiblemente parezcan exceder los términos de redacción del
mismo, pero que consideramos necesario rescatar de conformidad con los hallazgos alcanzados en
el informe del estudio diagnóstico original por cuanto se vinculan estrechamente a los procesos aquí
tratados. Ellas son:
1. La necesidad de una revisión exhaustiva del entramado legal global en la materia, el cual es débil
y presenta lagunas o vacíos importantes. La recomendación es llenar los vacíos y atender a un
perfeccionamiento de su articulación, que es donde se detecta una falla crucial hasta el momento
presente. Sin embargo, tales vacíos no pueden pretender llenarse con iniciativas no globales, pues
en tales casos solo se emanan un cumulo de nuevos instrumentos que, en el mejor caso, no
articulan con lo existente, y en el peor, se contradicen entre ellos mismos. Asimismo, promover,
a través de otras iniciativas formativas una mejor articulación, tanto interna como externa de los
organismos encargados del ejercicio del control en la materia. Se recomienda, a todo evento,
orientar esfuerzos atendiendo a los criterios y avances internacionales que en la actualidad existen
en la materia.
2. Inversión de parte del Estado para la adquisición y mantenimiento del sistema IBIS haría innece-
saria la iniciativa del marcaje, pues con los simples disparos de prueba el sistema contaría con
una data más que suficiente para efectuar descartes automáticos en un tiempo mínimo, situación
que no ocurre actualmente con los peritajes llevados a cabo por el CICPC donde los equipos de
trabajo deben incluso priorizar o desechar la práctica de algunos peritajes en procura de otros más
fundamentales (es el caso de las armas extraídas del penal La Planta durante este mismo año, lo
cual ameritaba un peritaje total pero se reconoció que no se cuenta con la capacidad para llevarlo
a cabo en la actualidad) .
220
Diagnóstico de controles institucionales en materia de armas de fuego, municiones y desarme
Referencias
Documentos oficiales
Código Orgánico Procesal Penal (2012). Caracas.
Código Penal (2005). Caracas.
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999). Caracas.
Instituto Nacional de Estadística – Ministerio de Interior y Justicia (2010). Encuesta nacional de victimización y
percepción de seguridad ciudadana 2009. Caracas.
Ministerio de Interior y Justicia/Dirección General de Prevención del Delito (2002). Boletín Informativo de esta-
dísticas delictivas, años 2001 y 2002. Caracas.
Presidencia de la República de Venezuela (1975, mayo 24). Decreto Presidencial N°883. Caracas, Venezuela.
Providencia Administrativa Nº MPPD-VS-DAEX-001-2009, Normas y Procedimientos Generales para el Control
y Funcionamiento de las Empresas Asociativas o Cooperativas que prestan el Servicio de Vigilancia
Privada (2009). Caracas.
221
Providencia Administrativa Nº MPPD-VS-DAEX-002-2009, Normas y Procedimientos Generales para el Control
y Funcionamiento de las Empresas que prestan el Servicio de Vigilancia Privada, Protección y Transporte
de Valores (2009). Caracas.
Providencia Administrativa Nº MPPD-VS-DAEX-003-2009, Normas y Procedimientos Generales para el Registro
y Control de las Armas y Municiones de las Asociaciones y Federaciones Deportivas (2009). Caracas.
Providencia Administrativa Nº MPPD-VS-DAEX-004-2009, Normas y Procedimientos Generales para el Registro
y Control del Armamento, Municiones y Equipos Especiales a los Organismos Gubernamentales,
Órganos de Seguridad Ciudadana y Cuerpos de Seguridad del Estado con Funciones Policiales (2009).
Caracas.
Providencia Administrativa Nº MPPD-VS-DAEX-005-2009, Normas y Procedimientos Generales para el
Registro, Control y Funcionamiento de las Empresas que comercializan Armas, Repuestos, Accesorios,
Municiones y Afines (2009). Caracas.
Providencia Administrativa Nº MPPD-VS-DAEX-006-2009, Normas Generales para la Autorización de Tenencia
de Armas, a Empresas de Servicios de Vigilancia Privada y Transporte de Valores, Empresas Asociativas
y Cooperativas, Asociaciones y Federaciones de Tiro y Escuelas de Formación de Funcionarios o
Funcionarias de Seguridad, Organismos Gubernamentales, Órganos de Seguridad Ciudadana y Cuerpos
de Seguridad del Estado con Funciones Policiales (2009). Caracas.
Ley del Estatuto de la Función Policial (2009). Caracas.
Ley Orgánica del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (2007). Caracas.
Ley Orgánica del Ministerio Público (2007). Caracas.
Ley Orgánica del Servicio de Policía de Investigación, el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y
Criminalísticas y el Servicio Nacional de Medicina y Ciencias Forenses (2012). Caracas.
Ley Orgánica del Servicio de Policía y del Cuerpo de Policía Nacional Bolivariana (2009). Caracas.
Ley para el Desarme (2002). Caracas.
Bibliografía
Briceño, R. y Ávila, O. (2007) Violencia en Venezuela: informe del Observatorio Venezolano de Violencia 2007.
Caracas: Observatorio Venezolano de Violencia.
Briceño, R. (2002) La nueva violencia urbana en América Latina. Violencia, Sociedad y Justicia en América
Latina. Buenos Aires: CLACSO.
De Viana, M. (2004) La cultura venezolana. La perspectiva de la construcción de sociedad. Una lectura socioló-
gica de la Venezuela actual. Caracas: Universidad Católica Andrés Bello.
Ember, C. y Ember, M. (2007) Antropología cultural. Madrid: Prentice Hall.
Fichter, J. (1990) Sociología (16ª edición). Barcelona: Editorial Herder.
Franzoi, S. (2007) Psicología social (4ta edición). México, D.F: Mc Graw Hill Interamericana.
Gabaldón, L. (2008) Seguridad ciudadana y políticas públicas en Venezuela. Caracas: ILDIS.
Macionis, J. y K. Plummer (1999) Sociología. Madrid: Prentice Hall.
República Bolivariana de Venezuela (2006). Intervención de la Delegación de la República Bolivariana de
Venezuela en la Misión Permanente de las Naciones Unidas, Intercambio General de Opiniones /
Segmento de Alto Nivel de la Conferencia de Examen 2006 de la aplicación del Programa de Acción de
las Naciones Unidas para prevenir, combatir y eliminar el tráfico ilícito de armas pequeñas y ligeras en
todos sus aspectos. ONU. New York.
Rondón de Sansó, H. (2000) Teoría general de la actividad administrativa. Organización / actos administrativos.
Caracas: Ediciones Liber.
Rodríguez, Alejandro (2008) Ley del servicio de policía y del Cuerpo de Policía Nacional comentada. Con expo-
sición de motivos. Caracas: Ediciones Paredes
Inventario Nacional
de Armas de Fuego
El Inventario Nacional de Armas de Fuego en Venezuela ha tenido como propósitos estimar la cantidad
de armas de fuego de una mano (puño) ingresadas legalmente a Venezuela en los últimos 30 años;
caracterizar las armas de fuego circulante según el tipo de arma, su procedencia, sus portadores, su
distribución geográfica en el territorio nacional y, finalmente, presentar recomendaciones para fortale-
cer y consolidar los controles sobre el tráfico y la disponibilidad de armas de fuego en Venezuela.
Para alcanzar los objetivos propuestos en este estudio, se procedió a identificar las instituciones del
Estado intervinientes en la compra y venta de armas de fuego y organismos de control y desincorpora-
ción de las armas, así como las fuentes de información derivadas de estas instituciones, con el fin de
obtener los insumos necesarios para la investigación.
El manejo y la sistematización de los registros de datos de las diversas instituciones permitió describir el
comportamiento del comercio internacional armamentístico de Venezuela referido a la importación de
armas de fuego de una mano; presentar el volumen de armas de fuego introducidas al país legalmente
en los últimos 30 años; caracterizar la distribución de las armas de fuego en Venezuela en manos de
particulares; describir los parques de armas gubernamentales y referirnos al control y desincorporación
de armas de fuego en Venezuela.
De esta forma, la presente entrega consta de nueve apartados: se problematiza el uso de armas de
fuego y se le refieren al lector experiencias de control de armas que han sido efectivas en la región;
seguidamente, se presentan los propósitos de la investigación, el objeto de estudio y el marco con-
ceptual que define el alcance de este trabajo; más tarde se describe el ciclo de vida de las armas de
fuego en sus diferentes etapas, con el fin de exponer el proceso de circulación del arma de fuego y
mostrar las instituciones del Estado a la que se encuentra sujeto cada proceso y, por tanto, cada fuente
de información.
En este sentido, siendo la descripción de las instituciones y de las fuentes de información, elementos
centrales para la compresión de lo que se ha llevado a cabo en esta investigación, se le ha dedicado
un apartado completo a fin de familiarizar al lector con las instituciones del Estado y registros de
información involucrados en las diferentes etapas del ciclo de vida del arma de fuego en Venezuela.
Terminada esta etapa de reconocimiento, se procede a describir el comportamiento de la importación
de armas de fuego en Venezuela desde el comienzo de la década de los años 80, para luego represen-
tar cartográficamente las importaciones de armas al país durante el período en estudio.
El apartado que sigue está dedicado a mostrar y explicar los resultados de la estimación de armas de
fuego de una mano (puño) ingresadas legalmente a Venezuela; por ello, se presenta el cálculo de las
armas ingresada al país en los últimos 30 años. Posteriormente, se analiza la importación de las armas
de fuego al país y su relación con los homicidios de la violencia armada en Venezuela.
225
PARTE I: CONTROL Y REGULACIÓN INSTITUCIONAL DE ARMAS Y MUNICIONES
Para finalizar esta presentación de resultados, se describe la compra y venta de armas de fuego, las
armas al servicio del Estado y la distribución de las armas de fuego en Venezuela en manos de particu-
lares; asimismo, se relatan los procesos de control de armas por parte del Estado, la desincorporación
de las armas y finalmente se presentan las conclusiones y recomendaciones alcanzadas por el estudio
de la situación de armas de fuego en Venezuela.
226
A. El problema
de las armas de fuego
El continente americano es la región con mayor tasa de homicidios por arma de fuego del mundo
entero. Los países de la región más afectados por esta situación son Jamaica, Guatemala, Honduras y
El Salvador, con cifras que oscilan entre los 32 y casi 70 homicidios por cada 100 mil habitantes. Por su
parte, América posee una tasa promedio de 20 homicidios por cada 100 mil habitantes (United Nations
Office on Drugs and Crime, 2011).
Dentro de un diagnóstico de la violencia urbana, la ONG Viva Rio, de Brasil, determinó que uno de
los factores básicos de ésta es el uso de las armas ligeras y de pequeño calibre. La facilidad para la
obtención de un arma de fuego, su durabilidad y el casi inexistente entrenamiento requerido para su
accionar, convierte a las armas de fuego en un objeto muy atractivo (Verspeelt, 2006).
Otra arista del problema es que el 75% de todas las armas de fuego que circulan a nivel mundial están
en manos de civiles, y cerca de 200 mil personas mueren cada año por estas armas en conflictos no
bélicos. Existen investigaciones que apuntan a que la mayoría de los homicidios por arma de fuego son
cometidos por personas civiles que buscan protección personal y el resguardo de bienes materiales, o
que las utilizan para el delito (Karp, Completing the Count: Civilian Firearms, 2007).
Desde mediados de los años 90 surge una gran preocupación por la proliferación de las armas cortas
y ligeras dentro de la comunidad internacional y sus consecuencias sobre los pueblos de la América
Latina. En 2001 se llevó a cabo la Conferencia sobre el Comercio Ilícito de Armas Pequeñas y Ligeras
en Todos sus Aspectos de la ONU, ésta derivó en el Programa de Acción de Naciones Unidas para
prevenir, combatir y erradicar el Tráfico Ilícito de Armas Pequeñas y Ligeras.
Uno de los mayores esfuerzos para conocer el problema de las armas de fuego en Latinoamérica es
el trabajo desarrollado desde la ONG Viva Rio, la cual ha transformado a Brasil en un laboratorio de
investigación e intervención para atacar este tipo de violencia. Entre sus temas de investigación se
encuentran victimización, violencia escolar y delincuencia juvenil; sin embargo, los estudios sobre el
desarme y las campañas de concientización para la entrega de armas son considerados los resultados
más significativos de la organización. Entre sus actividades, aparte del desarme, Viva Rio desarrolla
programas de apoyo comunitario en lo social, económico, cultural y educativo.
La ONG brasileña replicó su experiencia en la provincia de Buenos Aires, Argentina, bajo el nombre de
Las Armas y las Víctimas. Violencia, Proliferación y Uso de Armas de Fuego en la Provincia de Buenos
Aires y la Argentina, en 2007, conjuntamente con la Universidad de San Andrés y la Asociación para
Políticas Públicas. También es importante la contribución que en el 2004 hicieran Martín Appiolaza y
227
PARTE I: CONTROL Y REGULACIÓN INSTITUCIONAL DE ARMAS Y MUNICIONES
Javier Ávila en el libro Tráfico de armas en América Latina. Caso Argentina, editado por la Fundación Arias
para la Paz y el Progreso Humano, donde hacen un análisis descriptivo del tráfico de armas en ese país.
pistolas, escopetas, fusiles, carabinas y pistolones, durante los últimos cinco años.
Entre los referentes de la circulación y los desvíos de armas de fuego en el país se encuentra la inves-
tigación de Aaron Karp titulada Excedentes de armas en América del Sur, que pertenece al conjunto de
publicaciones del Small Arms Survey1.
En este estudio, Karp hizo una estimación de los arsenales militares, el parque de armas policiales y
los excedentes correspondientes en Venezuela. Por otro lado, calculó la cantidad de armas de fuego en
manos de civiles, tanto de aquellas armas legales, incluidas las empresas de seguridad privada, como
de las armas ilegales en circulación. Según esta investigación, las fuerzas militares nacionales poseen
alrededor de 280.000 armas de fuego y las armas civiles fluctúan entre 1.600.000 y 4.100.00 armas
(Karp, Excedentes de armas en América del Sur, 2011). Este tipo de estudios, aunque han ofrecido un
abordaje reflexivo entorno a la estimación de las armas en Venezuela, han carecido de datos oficiales
que brinden solidez a tal estimación.
Bajo este panorama, se crea la Comisión Presidencial para el Control de Armas, Municiones y Desarme
en Venezuela, la cual apuesta entre uno de sus objetivos fundamentales al desarrollo de investigaciones
científicas que profundicen en el problema de las armas de fuego, entre éstas se encuentra circuns-
crita la investigación Inventario Nacional de Armas de Fuego con la finalidad de recabar, sistematizar
y analizar los datos oficiales referidos a la información sobre armas de fuego en Venezuela, a fin de
aportar luces al estudio de la violencia armada y, a su vez, colaborar con el diseño de políticas públicas
de control de armas orientadas a la seguridad ciudadana.
Las armas de fuego de posesión ilegal2 no se encuentran contempladas en este estudio. La investi-
gación no contiene datos de armas de fuego que no posean registros oficiales en las distintas insti-
tuciones del Estado, exceptuando a las armas de fuego que sean recuperas por los organismos de
seguridad correspondientes.
En este sentido, las armas de posesión ilegal, que se encuentran fuera de los controles institucionales,
requieren de estrategias de aproximación distintas a las planteadas en el estudio del Inventario Nacional
de Armas de Fuego como son los estudios de triangulación y rastreo de armas.
1 El Small Arms Survey es un proyecto de investigación independiente con sede en el Instituto Universitario de Estudios Internacionales y Desarrollo en
Ginebra, Suiza. Además, es la principal fuente internacional de información pública sobre todos los aspectos de las armas pequeñas y la violencia armada y
como un recurso para los gobiernos, los responsables políticos, investigadores y activistas. El proyecto cuenta con un equipo internacional de especialistas
en seguridad, ciencias políticas, políticas públicas internacionales, derecho, economía, estudios de desarrollo, resolución de conflictos, la criminología y
la sociología. El personal trabaja en estrecha colaboración con una red mundial de investigadores y socios.
2 La posesión ilegal se refiere al uso y transporte de un arma de fuego por parte de un sujeto no autorizado para ello.
228
B. Perspectivas
de la investigación
1. Objetivos de la investigación
1. Estimar la cantidad de armas de fuego de una mano (puño) ingresadas legalmente a Venezuela en
los últimos 30 años, abarcando:
a. Las armas orgánicas: órganos de seguridad ciudadana y cuerpos de seguridad.
b. Las armas en manos de civiles: portes a personas naturales; empresas de servicios de vigilancia
privada y transporte de valores; cooperativas y empresas asociativas de vigilancia; asociaciones
y federaciones de tiro; empresas comercializadoras de armas, repuestos, accesorios, municio-
nes y afines.
2. Caracterizar las armas de fuego de una mano circulantes según el tipo de armas, su procedencia,
sus portadores y su distribución geográfica en el territorio nacional.
3. Realizar propuestas y recomendaciones para fortalecer y consolidar los controles sobre el tráfico y
la disponibilidad de armas de fuego en Venezuela.
2. Objeto de estudio
El grado de letalidad inherente a las lesiones ocurridas con las armas de fuego incide en la ratio que
se establece entre los lesionados y sus decesos. Esta relación es una de las principales razones para
volcar el interés de esta investigación sobre las armas de fuego. Ahora bien, según información pro-
porcionada en la Coordinación Nacional de Ciencias Forenses de Venezuela, adscrita al Cuerpo de
Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas con sede en Caracas, un alto porcentaje de las
muertes producidas por armas de fuego se corresponden con lesiones por proyectiles de armas de
fuego cortas. Posteriormente, en entrevista realizada al Director Nacional de Patología Forense3 del
mismo organismo, se confirmó que alrededor del 90% de las muertes por armas de fuego en el país
son producidas por pistolas y revólveres específicamente.
Es por tanto que el Inventario Nacional de armas de fuego posee por objeto de estudio la información
disponible sobre las armas de fuego de una mano (de puño) en las principales instituciones estatales
relacionadas con los procesos de la vida útil de las armas que transitan en el país.
3 Entrevista con el Director Nacional de Patología Forense, Dr. Franklin José Pérez. Mayo de 2012.
229
PARTE I: CONTROL Y REGULACIÓN INSTITUCIONAL DE ARMAS Y MUNICIONES
3. Marco conceptual
A efecto de esta investigación, se considera un arma como “un instrumento cuyo fin primario es
infringir daño a otros seres. También se usa este término para referirse a instrumentos utilizados para
defenderse de ataques” (Diccionario Enciclopédico de Armas y Tiro, 2011). Asimismo, las armas de
fuego serán entendidas como aquellas “que utilizan la energía de los gases producidos por la defla-
gración de pólvoras para lanzar un proyectil a distancia”, y la munición como “conjunto de cartuchos o
tiros” (Registro Nacional de Armas –Renar‒).
La legislación venezolana vigente, la Ley sobre Armas y Explosivos (LAE) de 1939, posee como defi-
nición del tipo de armas, básicamente, las armas de guerra, tal como se observa en sus artículos 3 y
9, a saber4:
Art. 3. Son armas de guerra todas las que se usen o puedan usarse en el Ejército, la Guardia Nacional y demás
Cuerpos de Seguridad, para la defensa de la Nación y resguardo del orden público, tales como: cañones,
obuses, morteros, ametralladoras, fusiles, carabinas y mosquetones; pistolas y revólveres de largo alcance;
y, en general, todas aquellas armas que pudieren ser útiles en la guerra, de todas clases y calibres, de un
tiro, de repetición, automáticas y semiautomáticas y sus respectivas municiones y aparejos para ponerlas en
actividad; sables, espadas, espadines, lanzas y bayonetas; aparatos lanzallamas; bombas, granadas de mano;
gases y sustancias agresivas, así como las armas y dispositivos que puedan arrojarlos o los envases que
puedan contenerlos.
Parágrafo Único: Quedan exceptuados los rifles de calibre 22 o 5 mm., fuego circular y balas de plomo, los cua-
les podrán importarse de conformidad con los Reglamentos que el Ejecutivo Federal dicte sobre la materia.
Armas pequeñas. Armas diseñadas para su uso individual. Incluyen, entre otras, revólveres y pistolas automá-
ticas, rifles y carabinas, ametralladoras, rifles de asalto y ametralladoras ligeras.
El Inventario Nacional de Armas de Fuego se concentrará solo en el tipo de armas de fuego pequeñas,
del subtipo pistolas y revólveres, y que a partir de este momento serán mencionadas a lo largo del texto
como armas de una mano. En este sentido, se describen los siguientes términos:
Pistola. Es un arma de fuego corta diseñada para ser apuntada y disparada con una sola mano. Una
pistola puede ser de un solo disparo o por el contrario, poseer varios cartuchos alojados en un cargador.
4 Las fuentes nacionales a nivel legislativo, sin incorporar los distintos reglamentos, resoluciones y demás instrumentos normativos de carácter sub-legal
relacionados con este tipo de controles, son las siguientes: 1. Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV) de 1999. 2. Ley sobre Armas
y Explosivos (LAE) de 1939. 3. Ley para el Desarme (LD) agosto de 2002.
5 Instrumento internacional para permitir a los Estados identificar y localizar, de forma oportuna y fidedigna, armas pequeñas y armas ligeras ilícitas
(A/60/88), adoptado por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 8 de diciembre de 2005.
230
Inventario Nacional de Armas de Fuego
a. El conjunto de la corredera.
b. El cañón con su recámara y el muelle (o muelles) de recuperación con su guía.
c. El armazón, en el que está incluida la empuñadura.
d. El conjunto del cargador.
Revólver. Es un arma corta ligera con un cañón relativamente corto y un cargador cilíndrico (tambor)
que contiene entre cinco y diez cartuchos.
En los registros de datos obtenidos desde las instituciones consultadas, y recabadas por esta in-
vestigación, existen cinco características básicas comunes en las armas de fuego estudiadas. Estas
características son:
»» Tipo. Es la clasificación del arma de fuego según las particulares de disparo, estas puede ser de
hombro o dos manos (Ametralladoras, rifles, carabinas y escopetas) y/o de puño o una mano (pis-
tolas y revólveres)
»» Marca. Se refiere a la denominación comercial vinculada a la empresa fabricante del arma de fuego.
»» Modelo. Es el nombre o número que se le suele asignar a un arma para diferenciarla de otras armas
de la misma marca.
»» Calibre. Es el diámetro interior del cañón y suele medirse desde la parte más deprimida del estriado.
ser de dos tipos: a) legalmente registradas: referido a los portes6 otorgados a civiles (personas
naturales); y permisos de tenencia7 (Ávila, 2006), otorgados a empresas de servicios de vigilancia
privada y transporte de valores; cooperativas y empresas asociativas de vigilancia; asociaciones
y federaciones de tiro; empresas comercializadoras de armas, repuestos, accesorios, municiones
y afines; e b) Ilegales: que se mantienen al margen de la ley vigente. A su vez, éstas pueden ser
Informales, armas en manos privadas que no han sido registradas (en manos de personas particu-
lares o figuras asociativas) ante la DAEX, y De uso ilícito, armas que circulan en el mercado ilegal,
usadas e implicadas en delitos.
»» Armas recuperadas. Aquellas que son recuperadas por los órganos de seguridad del Estado a fin
de aplicarles los diferentes análisis periciales correspondientes. Estas armas son incautadas por
autoridades policiales en flagrante delito, en operaciones policiales o encontradas en el lugar de un
hecho delictivo. Incluyen aquellas armas sobre las que existe un pedido de incautación por parte de
autoridades judiciales, policiales o registrales debido a denuncias de robo, hurto o extravío de las
mismas, o debido a sospechas de denuncias sobre irregularidades cometidas con dichas armas.
»» Armas destruidas. Armas de fuego con sentencia firme o que han sido desincorporadas de los
cuerpos de seguridad del Estado o la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, que son destruidas en
acto público, con excepción de las armas de guerra.
6 El porte se refiere al documento legal, expedido por la Dirección General de Armas y Explosivos (DAEX) que autoriza el llevar consigo un arma. Asimismo,
el porte alude al hecho de llevar consigo un arma lista y cargada para su uso, esto es, andarla aprovisionada y lista para ser usada.
7 Se entiende como tenencia de un arma a la facultad que otorga el Estado para tener un arma dentro de la vivienda, negocio o propiedad.
231
C. El ciclo de vida
de las armas de fuego
Dentro del Inventario Nacional de Armas de Fuego se identificaron cinco (5) procesos por los cuales
transitan las armas de fuego de una mano. Cada proceso está relacionado con instituciones específicas
del Estado y, por tanto, a fuentes de información puntuales (véase ilustración N° 1). Estos procesos son:
Fabricación Fabricación
Internacional Mercado Mundial de Armas Industrializadas Internacional
un-comtrade
información
INE SENIAT
Volumen ($) Importaciones
Importaciones 1980-2011 Unidades 2004-2011 (DUA)
Compras (2005-2011)
CAVIM
Ventas (2005-2011)
distribución
daex
Parques de Armas (Informes trimestrales) Org. del Gobierno Privados (Portes de Armas)
Militares (Inf. trimestrales) (Inf. trimestrales) Particulares
Parques de Armas Policiales (2005-2011)
(2011)
visipol
control
daex
Armas destruidas (2006-2011)
232
Inventario Nacional de Armas de Fuego
Este primer proceso del ciclo de vida de las armas de fuego consiste en la fabricación industrializada
de las armas. La mayoría de las armas de fuego de mano tienen su origen en procesos lícitos de
fabricación por parte de empresas registradas para tal fin, y se encuentran sujetas a la supervisión del
Estado. Todas las armas de fuego legales poseen, por tanto, una identificación única, conocida como
serial, que permite su rastreo a través de los distintos entes involucrados en la misma.
En los últimos años, Venezuela solo ha producido un modelo de arma de fuego de una mano, la pistola
Zamorana. Esta pistola fue producida por la Compañía Anónima Venezolana de Industrias Militares
(CAVIM) con el objetivo de satisfacer la demanda de los cuerpos de seguridad del Estado de una
pistola nacional, rápida y efectiva para el cumplimiento de sus funciones. Sin embargo, su producción
fue limitada y actualmente la Zamorana no es fabricada. Por esta razón, aunque existan registros de
estas armas en la investigación, son pocos al compararlos con los de las armas importadas.
A efectos de este estudio es trascendente conocer el país de origen o procedencia de las armas y su
fabricante, el cual dota del identificador alfanumérico a cada unidad producida.
A nivel internacional, las mercancías están sujetas a protocolos de registros que deben cumplirse para
salir del país exportador e ingresar al país importador. Estas operaciones de intercambio comercial son
realizadas desde las aduanas correspondientes, algunas de ellas han asumido un sistema de control
automatizado de mercancías denominado Sistema Aduanero Automatizado (SIDUNEA), que pertene-
ce a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo. En Venezuela, el SIDUNEA
es responsabilidad directa del Servicio Nacional Integrado de Administración Aduanera y Tributaria
(SENIAT), el cual es su órgano rector. Así, como el SENIAT construye el dato sobre las mercancías in-
gresadas al país, el Instituto Nacional de Estadística (INE) recaba la información a partir de lo procesado
por el SENIAT para la generación de datos estadísticos de comercio exterior.
De esta manera, las armas de fuego en Venezuela son clasificadas, al igual que en el comercio in-
ternacional, con el código arancelario 9302000000, siendo este el código por el cual se accedió a
la información sobre los montos y volúmenes de importación de armas de fuego ingresadas en los
últimos 30 años.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU), a través de la División Estadística de las Naciones
Unidas, también posee un registro de datos sobre comercio exterior llamado Base de Datos Estadísticos
de la ONU sobre Comercio de Mercaderías (UN-COMTRADE). Esta base de datos tiene la caracterís-
tica de contar simultáneamente con los registros sobre la mercancía que declara un Estado miembro
importador y, a su vez, con los registros que los otros países declaran haber exportado hacia el primer
233
PARTE I: CONTROL Y REGULACIÓN INSTITUCIONAL DE ARMAS Y MUNICIONES
Estado. Esto permite el cotejo entre las importaciones y las exportaciones desde dos registros diferen-
tes, permitiendo tener mayor certeza en la información obtenida de la base de datos.
En Venezuela, según la Gaceta Oficial N° 332.844, la Resolución 26770 de abril de 2004 establece
que el Estado es el único facultado para la importación de armas de fuego en el país. Esta función es
llevada a cabo exclusivamente por la Compañía Anónima Venezolana de Industrias Militares (CAVIM),
que desde 2005 posee el control comercial de la importación. En otras palabras, cada arma ingresada
a Venezuela, desde esta fecha, es controlada y contabilizada por el Estado, en específico, por la Fuerza
Armada Nacional Bolivariana.
Antes de 2005 las armas que ingresaban al país eran retiradas por el importador correspondiente (Ej.:
distribuidor oficial, armería, persona particular, empresa de seguridad, policía regional, municipal, etc.)
y el Estado desconocía su destino, salvo que éstas ingresaran al Cuerpo de Investigaciones Científicas,
Penales y Criminalísticas (CICPC) para hacerles pruebas relacionadas con la investigación de algún
delito donde estuviese involucrada.
Desde 2005, CAVIM, como responsable exclusivo de la importación de armas de fuego, posee re-
gistros de a quién se le vende las armas en el país, por este motivo, la investigación desarrolló una
clasificación sobre los tipos de usuarios de armas de fuego de una mano. Esta conceptualización se
convierte en el eje trasversal de análisis en las caracterizaciones de las ventas de armas del Inventario
Nacional de Armas de Fuego, estos usuarios son:
»» Usuarios gubernamentales: pertenecientes a alguna institución policial de carácter nacional, estadal
o municipal, así como a las direcciones de seguridad de los organismos del Estado.
»» Usuarios jurídicos: pertenecientes a algún organismo privado de vigilancia, como por ejemplo las
empresas y cooperativas de vigilancia, o las empresas de transporte de valores. Este grupo incluye
a las empresas comercializadores de armas de fuego, más conocidas como armerías.
»» Usuarios particulares: son todas aquellas personas que compran un arma de fuego para uso particu-
lar, bien sea para defensa personal, colección, deporte o tenencia domiciliaria.
En el Inventario Nacional de Armas de fuego se realizó un análisis del conjunto de datos ofrecidos por
CAVIM para caracterizar las armas comercializadas por esta empresa durante el período que abarca
desde el año 2005 hasta el 2011. Adicionalmente, relacionado a este proceso, la investigación también
contó con los registros sobre los portes de armas expedidos por la Dirección General de Armas y
Explosivos (DAEX) de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) hasta mediados de 2012 para las
personas naturales.
Los parques de armas de fuego de la FANB forman parte del proceso de distribución, sin embargo,
no pudieron ser caracterizados por razones de seguridad de Estado y, por ende, no se encuentran
contemplados dentro del Inventario Nacional de Armas de Fuego.
234
Inventario Nacional de Armas de Fuego
Después que el arma es vendida por CAVIM, el rastro de las armas se pierde por parte del Estado
venezolano. No obstante, cuando un arma de fuego es recolectada o incautada en una pesquisa,
allanamiento o lugar de ocurrencia de un crimen por parte del CICPC, ésta es sometida a una serie de
pruebas científicas para determinar si se encuentra involucrada en el hecho en cuestión. Cada arma
que es peritada por el CICPC debe ser registrada en un libro de control de evidencias e identificada
por sus características fundamentales, volviendo a ser visible para el Estado. A esta etapa se le ha
denominado Control.
Otro mecanismo del proceso de control es la denuncia de las armas que son robadas o hurtadas a sus
dueños legales. En Venezuela, el porte de armas otorga el derecho al porte, transporte y tenencia del
arma de fuego, pero asimismo, atribuye la responsabilidad del accionar de esa arma a su dueño, que
por legitimas vías adquirió el arma. Por tanto, la denuncia de hurto o robo ante el organismo correspon-
diente, en este caso el CICPC, permite salvar la responsabilidad del propietario ante la justicia.
El CICPC, mediante el Sistema Integrado de Información Policial (SIIPOL), recibe las denuncias sobre
los hurtos y robos a nivel nacional. Esta información también fue recopilada por el Inventario Nacional
de Armas de Fuego.
Es importante señalar que estas armas que se encuentran tanto solicitadas ante las autoridades, como
aquellas que se sospecha estén involucradas en algún crimen, son la primera pista que el Estado
venezolano posee sobre las armas de fuego que están atizando el índice de homicidios en el país.
5. Desincorporación (destrucción)
Las armas de fuego también tienen un fin en su ciclo de vida útil, a esta etapa se le denomina desin-
corporación o destrucción del arma de fuego. Para que un arma pase al proceso de destrucción debe
ocurrir alguna de las siguientes condiciones:
»» Que se determine que el arma fue utilizada para cometer un hecho punible y, por tanto, las autori-
dades responsables dicten sentencia firme sobre ella. Ejemplo: Un arma que se haya utilizado para
cometer un homicidio.
»» Que aquella arma orgánica perteneciente a algún cuerpo de seguridad del Estado se le determine
un deterioro severo y quede inutilizada para su uso. Ejemplo: Un arma que por su desgaste pierda
su acción de disparo.
»» Que sea entregada a algún órgano de seguridad del Estado por parte de un particular con la finalidad
puntual de destruirla. Ejemplo: Una entrega voluntaria enmarcada en un campaña sobre el desarme.
La Dirección General de Armas y Explosivos es el único ente facultado para practicar la destrucción de
armas en el país. La destrucción de armas de fuego se lleva a cabo en las instalaciones del complejo
Siderúrgico Nacional, ubicado en la Zona Industrial II de Barquisimeto, estado Lara. Los actos de des-
trucción de armas de fuego son auditados in situ por la Fiscalía General de la República y el Cuerpo de
Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas. La destrucción queda asentada en las actas de
destrucción de armas de fuego a resguardo de la Dirección General de Armas y Explosivos, a la cual el
Inventario de Armas de Fuego accedió para conocer cuáles son las armas con mayor presencia en los
mismos y sus características fundamentales.
235
D. Descripción de las
instituciones y fuentes de
información involucradas
en las diferentes etapas
del ciclo de vida del arma
de fuego en Venezuela
A fin de esclarecer mejor los procesos involucrados en torno al ciclo de vida del arma de fuego, se ex-
pone a continuación una breve descripción de cada una de las instituciones u organismos involucrados
en dichos procesos, así como de las fuentes de información correspondientes.
Sistema Estadístico Nacional, así como servir de principal referente para la planificación pública por
parte de los organismos del Estado venezolano.
»» Servicio Nacional Integrado de Administración Aduanera y Tributaria (SENIAT). Es el orga-
nismo que regenta la recaudación de impuestos y el control de las mercancías que entran o salen
del país. Parte de las funciones de la administración aduanera del SENIAT se basa en el Sistema
Aduanero Automático (SIDUNEA), el cual lleva registro de lo que se importa y exporta, el impor-
tador, la descripción del producto y el código arancelario correspondiente, lo que permite tener
información de las mercancías que son enviadas al país, incluidas las armas de fuego.
»» Compañía Anónima Venezolana de Industrias Militares (CAVIM). Es la empresa estatal encarga-
236
Inventario Nacional de Armas de Fuego
cionales de armas de fuego, así como de las ventas realizadas a los organismos gubernamentales,
cuerpos policiales, empresas de seguridad privada y armerías.
»» Viceministerio del Sistema Integrado de Policía (VISIPOL). Es el Viceministerio adscrito al
Ministerio del Poder Popular para Relaciones Interiores y Justicia, encargado de la interrelación de
las policías a nivel nacional. Entre sus funciones está la ejecución de políticas públicas relacionadas
con las policías y la regulación de la prestación de servicio de los cuerpos policiales. El ente maneja
el sistema integrado denominado Sistema de Registro y Control de Armas de los Cuerpos Policiales
(SIRCACOP) donde está registrado el parque de armas de cada policía y su asignación por funcionario.
que lleva a cabo las investigaciones científicas que permitan esclarecer los hechos punibles, la
perpetración del delito, el establecimiento de responsabilidades, la identificación de víctimas, entre
otras responsabilidades. El CICPC es el receptor de las armas que son recuperadas por otras policías,
componentes de la FANB u otras divisiones del mismo ente policial a fin de aplicarles los análisis
respectivos. Las armas que ingresan para experticias al CICPC quedan asentadas en un registro de-
nominado Libro de Evidencias, el cual contiene información sobre los datos del arma y municiones
recuperadas en la investigación de un delito. Asimismo, el CICPC maneja una base de datos llamada
Sistema Integrado de Información Policial (SIIPOL) que contiene información sobre las armas que
son denunciadas ante este cuerpo policial, las armas recuperadas y el parque policial del mismo.
»» Base de Datos Estadísticos de la ONU sobre Comercio de Mercaderías (UN Comtrade). Es una
base de datos mundial que posee información sobre todo tipo de importaciones y exportaciones
reportadas por las autoridades estadísticas en más de 200 países.
»» Anuarios Estadísticos de Comercio Exterior (INE). La Dirección de Comercio Exterior del INE
lleva el registro de las importaciones y exportaciones de bienes procedentes de todas las aduanas
del país, así como de las operaciones de cabotaje y de navegación internacional; además, se ocupa
de la realización de análisis y evaluación del comportamiento económico nacional e internacional
incidente en el comercio de bienes que mantiene Venezuela con el resto del mundo.
»» Sistema Aduanero Automatizado (SIDUNEA). El SIDUNEA es una herramienta informática para
el control y administración de la gestión aduanera, la cual fue desarrollada por la Conferencia de las
Naciones Unidas sobre el Comercio y el Desarrollo (UNCTAD), y de la cual Venezuela forma parte.
Dentro del SIDUNEA, se especifica un capítulo relacionado con las armas y municiones (93) y, más
concretamente, una sección referida a las armas de una mano (9302).
»» Relación de Compras de CAVIM. A partir de 2005, CAVIM es la única compañía autorizada para
237
PARTE I: CONTROL Y REGULACIÓN INSTITUCIONAL DE ARMAS Y MUNICIONES
llevar un registro sistemático de las compras realizadas a los exportadores que brindan el suministro
de armas del país.
»» Registro de Ventas de CAVIM. El registro de ventas de CAVIM proviene de la facturación de
compra de armas por parte de los diferentes tipos de usuarios de armas de fuego8 autorizados para
ello por la ley. CAVIM registra en su base de datos cada arma autorizada para su venta de manera
diaria; las ventas a la Fuerza Armada Nacional no son llevadas o no fueron dadas por CAVIM a esta
institución, debido a que forman parte de la información considerada de seguridad de Estado.
»» Sistema de Registro y Control de Armas de los Cuerpos Policiales (SIRCACOP). Sistema dise-
ñado por el Comité de Fortalecimiento al Órgano Rector (CFOR) para satisfacer una de las funciones
establecidas en el Reglamento del Ministerio del Poder Popular para Relaciones Interiores y Justicia
(MPPRIJ), en cuanto a tener un inventario actualizado de las armas de los cuerpos y organismos de
policía a resguardo del Viceministerio del Sistema Integrado de Policía (VISIPOL).
»» Informes Trimestrales de la DAEX. Como órgano rector de la tenencia de armas y municiones
del país, la DAEX posee un registro de los parques de armas y municiones de todos los organismos
gubernamentales, cuerpos policiales, empresas de seguridad, empresas de custodia de valores,
cooperativas de seguridad y armerías. Los diferentes organismos deben enviar un reporte trimestral
a la Dirección de Armas y Municiones de la DAEX donde se informe sobre la variación o no del
parque de armas y municiones.
»» Base de Portes de Armas de la DAEX. Dentro de las atribuciones de la Dirección General de
Armas y Explosivos se encuentra regular y controlar las armas en manos de civiles. De este control
nace el registro de Porte de Armas.
»» Libro de Evidencias del CICPC. Las evidencias que son recolectadas por los cuerpos policiales
y/u otros órganos de control del Estado, que se presuman estén implicadas en hechos delictivos o
irregulares, deben pasar por una serie de pruebas científicas denominadas “experticias”, las cuales
son realizadas en los laboratorios de balísticas del CICPC y son asentados en los registros de los
libros de evidencias.
»» Sistema Integrado de Información Policial (SIIPOL). Al realizarse una denuncia sobre el hurto,
robo o extravío de un arma de fuego, o al ser asignada un arma orgánica al parque del CICPC,
los datos de estas armas son ingresadas a una base de datos digital, denominada SIIPOL. Esta
base maneja, de manera conjunta, todas las denuncias sobre armas de fuego a nivel nacional,
permitiendo el acceso a usuarios autorizados para ingresar a esta información y consultar datos
sobre bienes, muebles, vehículos y armas de fuego que puedan ser identificados mediante seriales.
Recientemente, se ha comenzado a cargar información sobre armas de fuego decomisadas.
»» Actas de Destrucción de Armas de la DAEX. Las actas de destrucción de armas registran toda
arma implicada en delitos, recolectada o decomisada por los distintos órganos de seguridad del
Estado (nacional, estadal, municipal), y entregadas al Ministerio Público. Las armas que son reco-
gidas por las actas de destrucción, luego de la aprobación de la Fiscalía, pasan a un proceso de
verificación de las características del arma por parte del CICPC, la DAEX y la Fiscalía, antes de su
destrucción.
238
E. Comercio internacional
de armas de fuego hacia
Venezuela
En principio, la Base de Datos Estadísticos de la ONU sobre Comercio de Mercaderías (UN Comtrade) y
los registros del Instituto Nacional de Estadística (INE), proporcionaron la información sobre los valores
de importación en dólares (US$) de pistolas y revólveres. Todos los datos extraídos de la UN Comtrade
y del INE sobre importaciones de armas, se encuentran expresados en dólares, más concretamente,
en “Valores FOB”10. Una vez procesados y comparados los registros se obtiene el gráfico 1.
Fuente: United Nations COMTRADE (UN Comtrade). Instituto Nacional de Estadística (INE). Procesado
por la Comisión Presidencial para el Control de Armas, Municiones y Desarme
En este gráfico se muestra la comparación entre los registros de la base de datos de UN Comtrade y
del INE sobre los valores de importación en dólares (US$) de pistolas y revólveres durante un perio-
9 Antes de la década de los 80 no existía un registro sistematizado y riguroso de importación de armas de fuego, hecho que se evidencia en los bajísimos
registros existentes antes de este período.
10 Se entiende por Valor FOB (Free OnBoard – Libre a Bordo en español) al término utilizado en el Comercio Internacional que indica el valor de la mercancía
en dólares ($) al ser despachada por el vendedor, comúnmente referida al despacho hasta el medio de transporte que llevará esta mercancía a su destino.
Este valor es declarado por el que envía la mercancía, por el que la recibe o ambos inclusive, permitiendo de esta manera las comparaciones.
239
PARTE I: CONTROL Y REGULACIÓN INSTITUCIONAL DE ARMAS Y MUNICIONES
do de 26 años (1984-2010), observándose una significativa similitud entre sus trazados. Los valores
presentan oscilaciones en periodos que van de cuatro (4) a seis (6) años, pudiendo ocurrir que dichas
fluctuaciones sean producto de las reposiciones de stock de armas del país.
También se destaca que el mayor pico de crecimiento en las importaciones se da en el periodo que
abarca entre 1994-1997 pasando de 600 mil US$ a 9 millones US$ aproximadamente.
A partir del año 2001 empieza un fuerte decrecimiento de la importación pasando de 5 millones 300
mil US$ a 50 mil US$ en el año 2004. Cabe señalar que para este periodo, por razones políticas, se
daba un veto selectivo a la venta y transferencia de armas de fuego por parte de los Estados Unidos
hacia Venezuela, haciéndose éste un veto total en el año 2006 (El Universal, 2006)11.
Para el tercer trimestre de 2004, se le otorga a CAVIM el control comercial de las importaciones de
armas de fuego, se paraliza la emisión de portes de armas en la DAEX debido a actualizaciones en la
plataforma, lo que da lugar a un estancamiento temporal de las importaciones y emisiones de porte,
viéndose reflejado en el gráfico entre los años 2004 y 2005, en donde los montos de las importaciones
alcanzan niveles mínimos.
Entre los años 2006 y 2007 se da una discrepancia en cuanto a las cifras reportadas entre el INE y UN
Comtrade, la primera fuente muestra cifras superiores a las presentadas por la segunda, pudiéndose
entender como un problema de registro de esta última.
Considerando que las dos fuentes de información consultadas poseen discrepancias, se han tomado
en consideración los valores históricos máximos de importación de armas de fuego en Venezuela de
las dos fuentes, unificando ambos registros, a fin de manejar el dato más alto de armas de fuego que
se haya importado, tendiendo siempre a obtener el mayor espectro posible de unidades de armas
importadas en las últimas tres décadas. Esta unificación12 se ve representada en el gráfico N° 2:
Gráfico Nº 2.Venezuela.Valor en US$ de las importaciones de revólveres y pistolas UN Comtrade - INE, 1962-2011
10,000,000
9,000,000
8,000,000
7,000,000
6,000,000
5,000,000
4,000,000
3,000,000
2,000,000
1,000,000
-
1991
2001
2011
1964
1966
1968
1970
1974
1976
1978
1980
1987
1989
1997
1999
2007
2009
1962
1972
1982
1985
1993
1995
2003
2005
Importaciones
Fuente: United Nations COMTRADE, UN Comtrade. Instituto Nacional de Estadística, INE. Procesado
por la Comisión Presidencial para el Control de Armas, Municiones y Desarme.
11 Por medio del Aviso Público 5.506, de fecha 2 de agosto de 2006, el Departamento de Estado de Estados Unidos (EEUU) notificó a sus fabricantes,
exportadores e intermediarios de armas que el Gobierno “revocó todas las licencias y autorizaciones a la exportación y otras transferencias de artículos o
servicios de defensa a Venezuela”, desde el 17 de agosto hasta nuevo aviso, siendo este documento, suscrito por el subsecretario de Estado para el Control
de Armas y Seguridad Internacional, Robert G. Joseph.
12 A partir de este momento, cuando se mencione importaciones de pistolas y revólveres o importaciones acumuladas de pistolas y revólveres, se enten-
derá como tal a las importaciones “unificadas” resultantes de la comparación de los registros de UN Comtrade y de los datos que posee el INE.
240
Inventario Nacional de Armas de Fuego
Como puede observarse al unificar los datos de ambos registros, las fluctuaciones de las importacio-
nes no discrepan en mayor medida de lo mostrado en el gráfico 1, en donde los hitos más destacados
son las importaciones declaradas del año 1997, y el estancamiento entre 2004 y 2005. En este sentido,
al superponer la información referida a las importaciones de pistolas y revólveres con las importaciones
de partes y piezas de estos mismos tipos de armas, se brindan mayores elementos para la compren-
sión de las importaciones de armas en estos años:
Gráfico Nº 3. Venezuela. Valor en US$ de las importaciones declaradas de pistolas y revólveres (93.02)
y la de partes y piezas (93.05), 1996-2011
10,000,000
9,000,000
8,000,000
7,000,000
6,000,000
5,000,000
4,000,000
3,000,000
2,000,000
1,000,000
-
2001
2011
1996
1997
1998
1999
2000
2004
2006
2007
2008
2009
2010
2002
2003
2005
Resulta claro que la reducción de las importaciones de armas de fuego se relaciona con un aumento
significativo en la importación de partes y piezas de pistolas y revólveres, pudiendo entenderse que
al no poder reponerse el armamento dañado, éste debió ser reparado, aumentando así la importación
de partes y piezas; no obstante, debe tenerse presente que la vida útil del arma de fuego es muy
prolongada, ésta puede durar por más de cuatro décadas dependiendo de su uso y mantenimiento, por
lo que considerar que este aumento de importación de partes y piezas de armas de fuego fue producto
del desgaste de las armas existentes podría ser precipitado.
Asimismo, se sabe que algunas de las empresas fabricantes importaban las armas de fuego por partes
como mecanismo de prevención ante posibles robos y extravíos; posterior a su llegada, las armas eran
ensambladas nuevamente en el país de destino, en este caso Venezuela, para ser vendidas13.
Analizado el caso de las importaciones de los años 2004 y 2005, se procedió a contrastar los valores
referentes a las importaciones unificadas de armas de las fuentes disponibles y las exportaciones de
los diferentes países proveedores hacia Venezuela, obteniéndose el gráfico 4.
241
PARTE I: CONTROL Y REGULACIÓN INSTITUCIONAL DE ARMAS Y MUNICIONES
20000000
18000000
16000000
14000000
12000000
10000000
8000000
6000000
4000000
2000000
0
1981
1991
2001
2011
1980
1984
1986
1987
1988
1989
1990
1994
1996
1997
1998
1999
2000
2004
2006
2007
2008
2009
2010
1982
1983
1985
1992
1993
1995
2002
2003
2005
Importaciones Exportaciones
Fuente: UN Comtrade, INE. Procesado por la Comisión Presidencial para el Control de Armas, Municio-
nes y Desarme
A simple vista se evidencia similitud en la forma y oscilaciones de las curvas, sin embargo, no se co-
rresponden algunas fechas de declaraciones de Venezuela con las de los países proveedores de armas
al país, esto se debe principalmente al momento de registro, a trámites aduanales y a las dinámicas
propias de entrada y salida de la mercancía de cada puerto y/o aeropuertos. A su vez, los países no
están obligados a declarar a UN Comtrade (no existe ninguna consecuencia sancionatoria), pudiendo
todos estos factores contribuir a las discrepancias observadas, aun así, las cifras son consideradas
consistentes para esta investigación.
Otro aspecto interesante sobre el comportamiento de la importación de armas en el país, puede verse
en el devenir histórico del tráfico internacional de armas y su relación con Venezuela; esto permite
establecer un marco referencial sobre las marcas que pudieron ser importadas al país, establecien-
do comparaciones con armas confiscadas por los cuerpos de seguridad del Estado. Estos aspectos
permitirían a futuras investigaciones establecer indicios referentes al tráfico ilícito de armas en tanto
haya presencia de grandes volúmenes de marcas de armas de fuego que no son tradicionalmente
importadas por Venezuela.
2. Representación cartográfica
de las importaciones hacia Venezuela
Cada una de las mercancías que son declaradas al SENIAT y reportadas al Comtrade y al INE, posee un
país de origen que puede ser localizado; por ende las armas, al igual que cualquier otra mercancía, pue-
de ser localizable. Una de las aportaciones que realizó el Inventario Nacional de Armas es representar
cartográficamente el lugar desde donde se produce el reporte de la importación de las armas a través
de los años de importación bajo estudio.
En este sentido, una salvedad que debe hacerse es que existen casos puntuales en los que el mismo
fabricante posee plantas de producción y ensamblaje de armas de fuego en más de un país. Esto aca-
242
Inventario Nacional de Armas de Fuego
rrea que dos naciones diferentes produzcan reportes de armas de fuego de una misma empresa. Por
lo que en la práctica, no puede representarse las marcas de armas de fuego por país, sino representar
cartográficamente el país que genera el reporte de las armas de fuego exportadas, como se ha hecho
en esta investigación.
De esta forma, se presenta a continuación la representación cartográfica de las importaciones de armas
de fuego identificando tres grandes períodos de importaciones de armas de fuego hacia Venezuela,
éstos son:
Alemania
Estados Unidos
País 1979
Estados Unidos 69,4%
Alemania 30,6%
Otros países 0%
Total 100%
243
PARTE I: CONTROL Y REGULACIÓN INSTITUCIONAL DE ARMAS Y MUNICIONES
Bélgica
Alemania
Estados Unidos
País 1985
Estados Unidos 59,9%
Alemania 29,8%
Bélgica 5,4%
Otros países 5,0%
Total 100%
Después de mediados de los 90, la empresa austriaca Glock; fabricante de armas, pistolas particu-
larmente, se comienza a posicionar como la de mayor interés dentro del mercado internacional de
armas para los cuerpos de seguridad y defensa, pasando a ser el principal proveedor del 65% de la
policías de Estados Unidos incluyendo la Policía de Nueva York (NYPD-USA) y al FBI (Oficina Federal
de Investigación–USA)14.
14 Como dato curioso, para esta fecha las series y películas de acción hollywoodenses hacían una exposición masiva de las marcas Glock y Beretta de
mano de sus protagonistas, lo que para algunos representaba una elaborada campaña publicitaria.
244
Inventario Nacional de Armas de Fuego
Bélgica
Alemania
España Austria
Estados Unidos
Italia
Israel
Brasil
País 1992
Estados Unidos 37,1%
Italia 26,6% Argentina
Bélgica 10,7%
Israel 5,9%
Argentina 5,1%
España 4,1%
Brasil 3,8%
Alemania 2,0%
Austria 0,3%
Otros países 4,8%
Total 100%
Bélgica
Alemania
República Checa
España
Estados Unidos
Austria
Italia
Israel
Brasil
País 1997
Estados Unidos 51,9%
Austria 17,3%
Italia 11,4% Argentina
Brasil 6,0%
España 4,8%
Argentina 2,0%
Israel 1,1%
Alemania 0,9%
Bélgica 0,7%
República Checa 0,6%
Otros países 3,4%
Total 100%
245
PARTE I: CONTROL Y REGULACIÓN INSTITUCIONAL DE ARMAS Y MUNICIONES
Para el año 2001, Austria es la principal exportadora de armas de una mano a Venezuela proveyendo
casi el 50% del mercado interno, por lo cual para ese momento se registran importaciones de dicho
país, aunque disminuyen notablemente en comparación con años y décadas anteriores.
Como ya se ha comentado, a partir del año 2002 y hasta el 2005, se dio una disminución de la expor-
tación de armas de fuego de una mano a Venezuela, que entre otras causas, se debe al veto unilateral
de ventas de armas por parte de Estados Unidos hacia Venezuela, a la cual Austria y otros países
miembros de la Unión Europea se apegan. En paralelo, hacia fines de 2004 se produce la restricción
de la importación de armas al país por parte de CAVIM.
En 2007, Italia se desmarca del veto norteamericano, y junto con Brasil, se convierten en los principales
proveedores de armas de una mano para Venezuela. Para 2010, Italia se erige como el mayor exporta-
dor de pistolas para Venezuela, ocupando casi todo el mercado de las armas de una mano en el país.
Bélgica
Alemania
República Checa
España
Estados Unidos
Austria
Italia
Israel
Brasil
País 2001
Austria 43,8%
Estados Unidos 16,5%
República Checa 9,7% Argentina
Alemania 8,5%
Italia 8,0%
Argentina 6,2%
Israel 1,7%
España 1,7%
Bélgica 0,6%
Brasil 0,5%
Otros países 2,7%
Total 100%
246
Inventario Nacional de Armas de Fuego
Bélgica
Italia
Brasil
País 2007
Brasil 55,1%
Italia 43,9%
Bélgica 0,3%
Otros países 0,6%
Total 100%
Italia
Brasil
País 2010
Italia 90,0%
Brasil 10,0%
Otros países 0%
Total 100%
247
F. Estimación de armas
de fuego ingresadas
a Venezuela
Hasta este punto se han descrito las dinámicas de las importaciones de pistolas y revólveres hacia
Venezuela, su comportamiento en el trascurrir de los años 80 hasta la actualidad y la distribución según
los países de origen de estas armas de fuego. A continuación se presentará el cálculo de las armas de
una mano ingresada al país en últimos los 30 años.
Para la estimación del volumen aproximado de armas de fuego ingresadas a Venezuela se utilizaron los
volúmenes monetarios importados y las unidades de armas importadas conocidas, disponibles desde
2005 hasta 2011. En la ilustración N° 9 se muestra la información disponible para la estimación.
Como se ha mencionado, el valor de las importaciones declaradas por Venezuela se encuentra dentro
de los registros de la UN Comtrade y del INE, los cuales se unificaron para establecer un conjunto úni-
co de los montos ingresados al país desde 1980. Estos valores se encuentran expresados en dólares,
por tanto, no corresponden todavía a unidades importadas de armas de fuego.
A partir de 2005, se cuenta con los registros de compras de CAVIM sobre las cantidades de unidades
ingresadas a Venezuela de pistolas y revólveres. Estas cantidades sí corresponden a las armas de una
mano ingresadas al país y no han de ser calculadas; ya que se asume, son la totalidad de armas que de
manera lícita entraron al país en este periodo de tiempo.
El método de estimación para calcular la cantidad de armas de una mano ingresadas a Venezuela
desde 1980 se llevó a cabo desde dos perspectivas procedimentales:
1. La primera consistió en el cálculo de las cantidades de armas, basados en los montos declarados
en las importaciones por Venezuela y su precio de referencia establecido para cada una de las tres
décadas estudiadas.
2. La segunda consiste en el cálculo de las cantidades de armas, basados en los montos declarados
en las importaciones por Venezuela y su precio de referencia establecido para las primeras dos
décadas estudiadas y hasta mediados de la década del 2000. A partir de 2005, se toman los
valores de las cantidades de armas compradas por CAVIM.
En la ilustración N° 10 se aprecia cuáles son los lapsos de tiempo donde es necesario realizar la
estimación de las armas ingresadas al país.
248
Inventario Nacional de Armas de Fuego
estimación Estimación 1
Importación
estimación registro Estimación 2
unidades unidades
desconocidas conocidas
El cálculo de la estimación de las cantidades de armas ingresadas está basado en dos variables; por
una parte, los montos en dólares de las importaciones, por el otro, los precios de referencia de las
armas de fuego por cada década. Los valores de los montos de las importaciones declaradas por
Venezuela se extraen de la unificación de los datos de la UN Comtrade e INE, sin embargo, los precios
de referencia no se encuentran reflejados en los datos de estas fuentes.
Para establecer los precios de referencia de las armas de fuego se recurrió a revistas especializadas15
que permitieron elaborar bandas de precios para cada década estudiada. Hay que destacar que por
cada década existe variabilidad dentro de los precios de las armas de fuego de una mano, es por
esta razón que no se puede establecer un precio fijo para todos los años de estudio. Asimismo, es
necesario puntualizar por lo menos tres rangos de precios de referencia, uno con el precio más alto que
pudo llegar a poseer en el mercado mundial de armas, una banda de precio con el menor precio y otra
donde se promedie estos dos últimos.
1. El país de origen. Italia, Alemania y Austria poseen armas que pueden ser consideradas de mejor
calidad pero costosas, mas no así las armas de Argentina o España, más baratas y de inferior
calidad. En USA puede variar según el fabricante.
2. El año de la compra. Dependiendo de su evolución dentro del mercado internacional, los costes de
producción pueden tender a la alza o a la baja.
3. El valor de la moneda con la que se comercializa el arma.
Aplicando este razonamiento, se consideraron tres bandas en los que oscila el precio de armas de
fuego como se demuestra en el cuadro N° 1.
Cuadro N° 1. Venezuela. Precio estimado de las armas de fuego en dólares (US$) entre décadas, 1980-2009
Una vez obtenidos los valores referenciales de los precios de las armas de fuego de una mano para
cada una de las décadas de estudio, es posible realizar el cálculo de estimación de la cantidad de las
armas de una mano ingresas al país desde los 80, para ello, se dividieron los montos de las importa-
ciones en dólares entre los precios de referencia establecidos. Los años 2010 y 2011 corresponden a
las unidades de armas importadas reportadas por CAVIM en esos años, por tanto no es necesaria su
estimación.
15 Tales como el Standard Catalogue of Firearms 2009 y la revista Combat Arms en sus diferentes ediciones.
249
PARTE I: CONTROL Y REGULACIÓN INSTITUCIONAL DE ARMAS Y MUNICIONES
Cuadro N° 2. Venezuela. Estimación de las armas de fuego por unidades hasta el 2009. 1980-2009
El primer hallazgo que posee la investigación Inventario Nacional de Armas de Fuego es que en los
últimos 30 años han ingresado en el país, no más de 630.000 armas. De esta manera, se desmitifica
la presunción de la existencia de 1.000.000, 3.000.000 o 6.000.000 millones de armas de fuego en
las calles16 (Globovisión, 2008). Sin embargo, la estimación promedio debe tender a semejarse más a
la cantidad de armas ingresadas, en otras palabras, la existencia de unas 280.000 armas entre pistolas
y revólveres.
En segunda instancia, basados en la estimación realizada, la mayor cantidad de armas de una mano
entró al país durante la década de los 90, con una cantidad que varía entre las 100.000 y 290.000
armas aproximadamente, siendo la más ajustada al promedio, la cifra de 123.000 armas de fuego.
A continuación se presenta el segundo ejercicio de estimación de armas de fuego de una mano ingre-
sadas en los últimos 30 años, complementado con las cantidades reportadas por CAVIM desde 2005:
Cuadro N° 3. Venezuela. Estimación de las armas de fuego por unidades hasta el 2005. 1980-2005
Fuente: UN Comtrade, CAVIM. Procesado por la Comisión Presidencial para el Control de Armas, Municiones
y Desarme
16 En apartado referido a la etapa de control de las armas de fuego se verá la baja probabilidad de existencia de un gran mercado de armas de contrabando
dentro del país.
250
Inventario Nacional de Armas de Fuego
Si se compara las cantidades de armas ingresadas, producto de estas dos estimaciones, se puede
observar que las cantidades promedios de las mismas son muy parecidas, a pesar que para el período
del 2005 al 2009, los registros provienen de fuentes diferentes.
Cuadro N° 5. Venezuela. Comparaciones entre estimaciones de las armas de fuego por unidades. 2000-2009
Fuente: UN Comtrade, CAVIM. Procesado por la Comisión Presidencial para el Control de Armas, Municiones
y Desarme
Si se detalla la década correspondiente al año 2000, se aprecia cómo la cantidad promedio de las
armas ingresadas al país en ese período es muy parecida, denotando que la variación entre una y
otra es poca. Este ejercicio de comparación entre las estimaciones realizadas reviste de fiabilidad al
procedimiento empleado para estimar la cantidad de armas ingresadas al país en los últimos 30 años.
251
G. La importación de las
armas de fuego al país y su
relación con los homicidios
de la violencia armada
Como se ha comentado anteriormente, las armas de fuego poseen una larga durabilidad, por lo que
su vida útil es extensa. Basándose en esta condición de las armas, se realizó el cálculo de las impor-
taciones acumuladas a lo largo del período de estudio. El valor acumulado de las importaciones, a
efectos de esta investigación, se entiende como el monto en dólares de las importaciones de un año,
sumándole a éste las importaciones de los años anteriores calculados, por ende, los valores siempre
serán en aumento. Es una presunción de esta investigación el hecho de que las armas ingresadas
durante el período de estudio permanecen mayoritariamente activas al final del mismo.
Fuente: UN Comtrade. Procesado por la Comisión Presidencial para el Control de Armas, Municiones y Desarme
Al observarse la importación acumulada, se evidencia que existen tres momentos puntuales del ingreso
de pistolas y revólveres a Venezuela. El primer momento corresponde a la primera década en estudio,
hasta el año 1991 aproximadamente, a partir de este año, la importación se incrementa considerable-
mente hasta el año 2001, período en el que surge el veto armamentístico a Venezuela. Desde el año
2007 se vuelve a retomar con fuerza las importaciones de armas, con Italia como principal proveedor
y a CAVIM como la única facultada para la importación en el país.
Considerando que las armas ingresadas al país durante el período de estudio, permanecen mayori-
tariamente activas al final del mismo, resulta pertinente contraponer estos valores acumulados de
importaciones de armas con la tasa de muertes ocasionadas por armas de fuego suministrados por el
Ministerio del Poder Popular para la Salud, a fin de cotejar su relación.
252
Inventario Nacional de Armas de Fuego
Gráfico Nº 6. Venezuela. Valor acumulado de las importaciones de pistolas y revólveres y Tasa de defun-
ciones por arma de fuego, 1980-2011
80,000,000 55
70,000,000
45
60,000,000
35
50,000,000
40,000,000 25
30,000,000
15
20,000,000
5
10,000,000
- -5
1981
1991
2001
2011
1980
1984
1986
1987
1988
1989
1990
1994
1996
1997
1998
1999
2000
2004
2006
2007
2008
2009
2010
1982
1985
1992
1993
1995
2002
2003
2005
Importación acumulada Homicidio por arma de fuego
Fuente: UN Comtrade, INE, Ministerio del Poder Popular para la Salud, (MPPS) Cuerpo de Investigaciones Cientí-
ficas, Penales y Criminalísticas. Procesado por la Comisión Presidencial para el Control de Armas, Municiones y
Desarme.
Nota: Tasa de defunciones calculada por 100.000 habitantes.
La tendencia general de los homicidios cometidos con armas de fuego es hacia la alza; no obstante,
es posible reconocer algunos momentos en que estos valores descienden al mismo tiempo que la
importación acumulada de armas se mantiene (puede verse claramente entre los años 2003–2006 ),
reflejando que la escasa importación de armas de fuego de ese momento pudo incidir considerable-
mente en la tasa de homicidios la cual registra una pronunciada caída para luego aumentar nuevamente
cuando las importaciones de armas se reanudan.
En este sentido, puede decirse que el problema de la violencia armada es complejo y multifactorial
por lo que no debe asumirse que las cantidades de importaciones de armas son la única causa de la
proliferación de este tipo de violencia. Sin embargo, a partir de la relación anterior es importante asumir
que para un efectivo control de armas en gran medida las restricciones han de ir orientadas a controlar
la alta disponibilidad de éstas, pues supone el escenario idóneo para generarle a este tipo de violencia
su principal instrumento de acción, las armas de fuego.
253
H. Las armas de fuego
en Venezuela
Como se ha mencionado, a partir del año 2005, el Estado venezolano otorga el control comercial de las
importaciones de armas de fuego a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) a través de CAVIM.
Cualquier requerimiento de importación de armas de fuego, partes, piezas y municiones para cualquier
tipo de usuario se encuentra sujeto a dos instituciones, CAVIM como ente importador y la DAEX como
el ente encargado de otorgar los permisos de porte y tenencia de armas de fuego. En este estudio se
caracteriza la compra y venta de armas de una mano realizadas por la empresa estatal CAVIM, entre
el 2005 y el 2011, considerando que estas relaciones comerciales representan el total de las compras
y ventas legales en esos años.
Durante este periodo se compraron 79.454 unidades de pistolas y revólveres, de las cuales el 95,04%
(75.512) corresponden a pistolas. Es de hacer notar que las compras de revólveres se dan solo en los
años 2007 y 2010, siendo en este último año cuando se presenta el mayor volumen de compras con
3.800 unidades (ver cuadro N° 6).
Al analizar las cifras sobre las marcas, se observa que las pistolas Beretta, Glock y Tanfoglio son las
que poseen mayor frecuencia, comprendiendo 66.342 armas en total, siendo importante aclarar que
las pistolas Glock solo se vendieron hasta el año 2008 por parte de CAVIM (ver gráfico N° 7).
254
Inventario Nacional de Armas de Fuego
Taurus
8.449
10,6%
Tanfoglio Beretta
9.017 43.346
11,3% 58,3%
Imbel
1.663
2,1% Glock
10.979
13,8%
En este sentido, Beretta abarca el 58,3% de las compras (46.346 armas) realizadas por CAVIM, siendo
esta la marca de pistola usada por la Policía Nacional Bolivariana (PNB); Glock y Tanflogio comprenden
el 13,8% y 11,3% (10.979 y 9.017 armas) de las compras respectivamente; el 16,5% restante (13.112
armas) corresponden a la marca saudí Caracal, y las brasileras Imbel y Taurus. La totalidad de las
compras de los revólveres fue realizada a la empresa brasilera Taurus, la mayoría en el año 2010.
Al revisar los registros de ventas de CAVIM durante el periodo anteriormente mencionado, se observa
que estas alcanzan las 103.309 unidades de pistolas y revólveres, esto da a entender que CAVIM
poseía y posee inventarios con armas de fuego en sus depósitos para los momentos en las que se
realizan las compras (ver cuadro N° 7).
Cuadro N° 7. Venezuela. Comparación entre compras y ventas realizadas por CAVIM de pistolas y revól-
veres, 2005-2012
Compras Ventas
Año PISTOLAS REVÓLVERES PISTOLAS REVÓLVERES
2005 7.261 - 7.855 37
2006 4.784 - 7.382 644
2007 4.290 142 14.623 2.281
2008 7.431 - 14.333 583
2009 17.197 - 12.530 562
2010 28.317 3.800 27.973 318
2011 6.232 - 13.428 760
Total 75.512 3.942 98.124 5.185
Total 79.454 103.309
Fuente: CAVIM. Procesado por la Comisión Presidencial para el Control de Armas, Municiones y Desarme
Al comparar las compras y ventas de CAVIM durante el periodo 2005-2011, se puede observar que
las dinámicas comerciales de las pistolas y los revólveres son propias de cualquier artículo en cuanto
a la compra, venta y reposición de la mercancía. Desde el año 2005 al 2008 las ventas superaron a las
compras, caso contrario en los años 2009 y 2010 donde se da un proceso de compras de armas (ver
gráfico N° 8), para luego iniciar otra fase de ventas.
255
PARTE I: CONTROL Y REGULACIÓN INSTITUCIONAL DE ARMAS Y MUNICIONES
35000
30000
25000
20000
15000
10000
5000
0
2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011
COMPRAS VENTAS
Fuente: CAVIM. Procesado por la Comisión Presidencial para el Control de Armas, Municiones y Desarme
Un aspecto de interés es la distribución de las ventas de pistolas y revólveres por países de origen y
sus marcas, ya que permite observar comportamientos del mercado legal de armas, convirtiéndose
en insumos para futuras investigaciones. Al comparar las ventas con los decomisos hechos por los
organismos de seguridad es posible establecer triangulaciones y/o contrabandos de armas.
Fuente: CAVIM. Procesado por la Comisión Presidencial para el Control de Armas, Municiones y Desarme
256
Inventario Nacional de Armas de Fuego
La Compañía Anónima Venezolana de Industrias Militares, al poseer el control sobre las importaciones
al país, es el único proveedor de armas a los diferentes usuarios, por ello se analiza la composición de
las ventas por tipo de usuario de armas de una mano.
Anteriormente se mencionó que existen tres tipos de usuarios: gubernamentales, jurídicos y particula-
res, teniendo cada uno de ellos necesidades diversas en cuanto al tipo y las cantidades de armas a usar.
En este contexto, entre los años 2005 y 2011 los usuarios gubernamentales adquirieron la mayor
cantidad de armas de fuego (52,8%), llegando a su menor nivel en el año 2011; en segundo lugar se
encuentran los usuarios particulares, quienes ocupan el 27,9% de la distribución de pistolas y revólve-
res en el periodo 2005-2011, teniendo un notable aumento a partir del 2007 y llegando a superar en
ventas a los usuarios gubernamentales en el 2011 con el 66,6% de las mismas.
Gráfico N° 9. Venezuela. Unidades de armas vendidas por CAVIM por tipo de Usuario según año de
venta. 2005 – 2011
30000
25000
20000
15000
10000
5000
0
2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011
GUBERNAMENTAL
Fuente: CAVIM. Procesado por la ComisiónCIVIL JURIDICO
Presidencial para elSIN CLASIFICAR
Control de Armas, Municiones
y Desarme
Es importante resaltar que los usuarios jurídicos han disminuido progresivamente la demanda de ar-
mas de mano desde el año 2007 hasta llegar a ser los usuarios que menos armas adquirieron para el
año 2011; sin embargo, son los usuarios que más demandaron revólveres, alrededor del 80% (4.194
revólveres) entre 2005 y el 2011. La disminución de las compras realizadas por los usuarios jurídicos a
CAVIM podría explicarse por el poco desgaste que caracteriza a dichas armas, en cumplimiento de sus
funciones (resguardo principalmente), por ende el nivel de reposición del arma es bajo.
257
PARTE I: CONTROL Y REGULACIÓN INSTITUCIONAL DE ARMAS Y MUNICIONES
Las armas que se encuentran al servicio del Estado son aquellas utilizadas por los distintos órganos
gubernamentales para labores de seguridad ciudadana u otras actividades referidas al patrullaje, es-
colta, resguardo, orden público, etc. Estas armas se encuentran en manos de los que, a efectos de
esta investigación, se han definidos como usuarios gubernamentales. Estos usuarios corresponden
principalmente a las direcciones de seguridad de las instituciones y organismos del Estado, así como
a los cuerpos policiales (policías), en sus diversos niveles de gobierno.
Los archivos de datos de CAVIM sobre las ventas realizadas a usuarios gubernamentales proporcionan
información sobre las armas que son utilizadas por el Estado venezolano. El cuadro N° 9 presenta una
descripción de estas ventas.
Cuadro N° 9. Venezuela. Número de unidades de armas de una mano vendidas por CAVIM según nivel
de gobierno, 2005-2011
Nivel De Gobierno Total De Armas %
Nacional (Pnb/Cicpc) 8.270 15,2%
Estatal (Policías) 15.127 27,7%
Anzoátegui 1.042 1,9%
Apure 180 0,3%
Barinas 713 1,3%
Bolívar 1.757 3,2%
Carabobo 133 0,2%
Delta Amacuro 181 0,3%
Falcón 675 1,2%
Guárico 1.122 2,1%
Mérida 1.020 1,9%
Monagas 460 0,8%
Nueva Esparta 2.002 3,7%
Portuguesa 346 0,6%
Táchira 960 1,8%
Trujillo 889 1,6%
Vargas 555 1,0%
Yaracuy 1.066 2,0%
Zulia 900 1,6%
No Localizado 1.126 2,1%
Municipal (Policías) 9.609 17,6%
Ministerios, institutos y otras dependencias del Estado 18.398 33,7%
No Definido 3.182 5,8%
Total General 54.586 100%
Fuente: CAVIM. Procesado por la Comisión Presidencial para el Control de Armas, Municiones
y Desarme
Entre los usuarios gubernamentales, los entes que más compraron armas fueron: los ministerios,
institutos y otras dependencias del Estado con un 30,61% (18.398 armas) de las vendidas por CAVIM;
seguidos por las policías estatales con el 25,17% (15.127 armas) y en tercer lugar las policías nacionales
(CICPC y PNB), con el 13,76% (8.270 armas).
Al revisar los tipos de armas más usadas por estos organismos, las pistolas abarcan el 99,29% de las
armas vendidas. En este sentido, es pertinente señalar que el artículo 5 de la resolución N° 137 de fecha
del 3 de mayo del 2010 sobre las Normas relativas a la dotación y equipamiento básico y especializado
de los cuerpos de policía en sus diversos ámbitos político territoriales emanada por MPPPRIJ (Consejo
General de Policia), establece el uso reglamentario de la pistola 9 mm como arma reglamentaria en el
equipamiento básico para los cuerpos policiales en todos los niveles (ver cuadro N° 10).
258
Inventario Nacional de Armas de Fuego
Cuadro N° 10. Venezuela. Número de unidades de armas de una mano vendidas por CAVIM según nivel
de gobierno y tipo de armas, 2005-2011
Fuente: CAVIM. Procesado por la Comisión Presidencial para el Control de Armas, Municiones y
Desarme
El MPPPRIJ, a su vez, establece que todas las policías existentes deben notificar y actualizar de ma-
nera periódica el parque de armas y su estatus (asignación, operatividad, situación legal) dentro de la
institución a través del Sistema de Registro y Control de Armas de los Cuerpos Policiales (SIRCACOP)
del Viceministerio del Sistema Integrado de Policía (VISIPOL). A través del registro se pudo obtener
que el número de armas registradas para las policías es de 86.237 armas incluyendo todo tipo de
armas de fuego, dentro de este marco el 59,69% (51.479) se encuentra registrado en los cuerpos
de seguridad estatales, seguido de los cuerpos nacionales con el 16,53% (20.497) de las armas y
quedando de último las policías municipales con el 16,53% (14.261) de las armas (ver cuadro N° 11).
Como dato adicional, solo 111 de los 365 municipios del país tienen policías municipales.
Cuadro N° 11. Venezuela. Número de armas por niveles de gobierno registradas en SIRCACOP. 2011
Al desagregar estas cifras por pistolas y revólveres, se observa que el parque de armas de los cuerpos
policiales se compone de 79.521 armas, de las cuales el 73,40% son pistolas. La distribución sigue
en concordancia con lo anteriormente planteado, las policías estadales tienen la mayor cantidad de
pistolas, con el 46,78%, seguidas de los cuerpos nacionales con el 34,18% y cerrando con las policías
municipales con el 19,03% de las armas. Se evidencia una disminución de la brecha entre las policías
nacionales y estadales en cuanto a pistolas, en comparación con el total del parque policial analizado
anteriormente. En cuanto a los revólveres, el 89,62% se encuentra en las policías estadales, distribu-
yéndose el restante 10,37% entre las policías municipales y nacionales (ver cuadro N° 12).
259
PARTE I: CONTROL Y REGULACIÓN INSTITUCIONAL DE ARMAS Y MUNICIONES
Cuadro N° 12. Venezuela. Número de pistolas y revólveres por niveles de gobierno registradas en el
SIRCACOP, 2011
Fuente: Sistema de Registro y Control de Armas de los Cuerpos Policiales (SIRCACOP). Ministe-
rio del Poder Popular para Relaciones Interior y Justicia. Procesado por la Comisión Presidencial
para el Control de Armas, Municiones y Desarme
Estando la mayoría de las armas en los niveles estadales es posible evaluar su distribución. Los es-
tados cuyos parques de armas de organismo de seguridad estadales superan las 4 mil armas son
aquellos que históricamente poseen la mayoría de la población del país como lo son: Miranda, Lara,
Aragua y Carabobo de la región central, Anzoátegui de la región oriental y Zulia y Táchira de la región
andino–occidental, acumulando entre ellas el 64,06% de las armas en el nivel estadal.
El resto del parque de armas estadal abarca el 35,93%, distribuido entre 17 estados. Destacan los
casos de Delta Amacuro y Amazonas, los cuales a pesar de tener poca población, posee registros de
muchas armas (ver cuadro N° 13). Debido a que el sistema SIRCACOP es de reciente implementación,
existe la posibilidad de subregistros que afecten la distribución interna de las armas para estos estados
dentro de los datos suministrados.
Cuadro N° 13. Venezuela. Número de pistolas y revólveres en los organismos de seguridad estadales
por dependencia. 2011
260
Inventario Nacional de Armas de Fuego
Este epígrafe, tomado de una publicación de Small Armas Survey, menciona una realidad de la cual
nuestro país no es ajeno, y es que durante los años 2005 y 2011, según los registros administrativos de
CAVIM, se ha dado un aumento en la cantidad de armas de fuego de una mano vendidas a particulares,
llegando a ser el 30% de las ventas acumuladas de este ente para dicho periodo.
Analizar cómo se distribuyen las armas de fuego de una mano en un territorio, no solo significa estudiar
su disponibilidad y acceso en los mercados del país, pues es evidente que donde se encuentre la mayor
cantidad de población existirá la tendencia a encontrarse mayor cantidad de armas debido a factores
económicos y demográficos; más allá de ello, es el comprender las dinámicas sociales y económicas
de los espacios donde éstas convergen lo que nos permite establecer relaciones de funcionalidad.
Aunque los registros administrativos idóneos para el estudio de las armas en manos de particulares son
los registros de ventas de CAVIM y los registros de portes de armas de la DAEX, solo se pudo acceder
con cierto nivel de detalle a los registros de CAVIM sobre ventas, esto conlleva a que únicamente se
dispongan de registros de las ventas de CAVIM a manos de particulares entre el año 2005–2011.
El estado Zulia y el Distrito Capital poseen la mayor cantidad de armas vendidas en el país siendo éstas
superiores a las 5.500 armas. A su vez, Lara, Carabobo, Aragua y Miranda los siguen con márgenes
entre las 1.550 y 5.500 armas vendidas, llamando la atención el hecho de ser los estados con más
concentración de población del país y ubicados en la franja norte costera del territorio, zonas que
históricamente poseen estas características poblacionales.
Los estados Táchira, Portuguesa, Anzoátegui y Bolívar conforman el grupo con una cantidad apreciable
de armas entre las 600 y 1.500 armas vendidas siendo importante destacar los polos de desarrollo
poblacional presentes en ellos: Barcelona–Lecherías–Puerto La Cruz (Anzoátegui), Ciudad Guayana
(Bolívar), Acarigua-Araure (Portuguesa), San Cristóbal (Táchira). Por debajo de las 600 armas vendidas
encontramos el resto del país (ver ilustración N° 11. Total de armas vendidas a particulares por entidad).
261
PARTE I: CONTROL Y REGULACIÓN INSTITUCIONAL DE ARMAS Y MUNICIONES
Leyenda
Número de armas
< - 200
200 - 600
600 - 1200
1500 - 5500
> 5500
Zona en Reclamación
Fuente: Cavim - CNE. Fecha: septiembre 2012. Elaborado por Línea 1 Control y Tráfico de Armas. Inventario
Nacional de Armas de Fuego.
Nota: No incluye 3.864 armas de fuego que no fueron posible ubicar a sus compradores mediante el registro Civil
aportado por el CNE.
Al realizar un análisis más detallado de la situación, se encuentra una realidad más heterogénea, si-
guiendo la concentración de armas, dinámicas propias de los núcleos de concentración urbana. En este
sentido se puede afirmar que Valencia (Carabobo), Maracay (Aragua) y La Gran Caracas (municipios
de los estados Miranda, Vargas y Distrito Capital) son los mayores espacios donde se concentran las
ventas de armas; en el oriente del país los ejes Barcelona–Lecherías–Puerto La Cruz (Anzoátegui),
Carúpano (Sucre), Ciudad Guayana (Bolívar) y Pampatar–La Asunción (Nueva Esparta) son los territo-
rios con mayor concentración de armas, siendo a su vez los polos de desarrollo regional de esta área.
Para finalizar en el occidente del país, San Cristóbal (Táchira), Mérida (Mérida), Barinas (Barinas),
Barquisimeto–Cabudare (Lara), Punto Fijo (Falcón), Maracaibo–Costa Oriental del Lago (Zulia) son los
mayores centros de concentración de población y de concentración de armas de fuego (ver ilustración
N° 12. Distribución de las armas de fuego de origen legal por municipio).
262
Inventario Nacional de Armas de Fuego
Ilustración N° 12. Venezuela. Distribución de las armas de fuego de origen legal por municipio
Leyenda
1 punto = 3 armas de fuego
Fuente: Cavim - CNE. Fecha: marzo 2012. Elaborado por Línea 1 Control y Tráfico de Armas. Inventario Nacional de
Armas de Fuego.
En este sentido, son evidentes las relaciones entre la venta de armas y las concentraciones de pobla-
ción, por ello, a fin de mitigar la incidencia del factor poblacional se calculó un índice de armas legales
por municipio con la siguiente fórmula:
NAVC
IAM= x 1000 hab.
POB
IA= Índice de Armas por Municipio.
Realizado dicho cálculo se representó en una base cartográfica a la cual se le aplicó el método de
grupos naturales (Natural Breaks17), obteniéndose cinco categorías clasificadas en, muy bajo (0 – 0,31),
bajo (0,32 – 0,62), medio (0,63 – 1,16), alto (1,17 – 2,38) y muy alto (2,39 – 4,87); de dicha representa-
ción se puede inferir lo siguiente:
»» Las concentraciones de armas de fuego con muy alto índice se encuentran en áreas urbanas y de
alta actividad económica siendo los municipios de Libertador (Dtto. Capital); Chacao, Los Salias y El
Hatillo (Miranda) y Lecherías (Anzoátegui).
»» Al analizar los municipios de rango alto se debe realizar una separación: en primer lugar agrupar
a Baruta, Petare, Carrizal, Plaza, Zamora (Miranda); Vargas (Vargas); Girardot, Iragorry (Aragua);
Valencia, San Diego (Carabobo); municipios que presentan altos niveles de concentración de armas
y que al igual que los anteriores se encuentran en espacios de altas concentraciones urbanas y/o
económicas.
17 Se basa en los quiebres naturales que pueden existir en una distribución de datos. Estos quiebres son espacios que se forman en la distribución. De
forma iterativa se calculan los espacios vacíos hasta formar grupos con el número de clases deseadas.
263
PARTE I: CONTROL Y REGULACIÓN INSTITUCIONAL DE ARMAS Y MUNICIONES
En segundo lugar, agrupar a Puerto Cabello, Morón (Carabobo); Sinamaica (Zulia); Cordero, Bolívar
(Táchira); Brión (Miranda); Pampatar (Nueva Esparta); Maroa (Amazonas) y Guasipati, El Callao,
Tumeremo (Bolívar) municipios que aunque no poseen núcleos de población de gran importancia o
con altas concentraciones de población, las actividades relacionadas con ellas: comercio (Carabobo,
Zulia y Táchira), turismo (Miranda y Nueva Esparta) y Minería (Amazonas y Bolívar) pudiesen justificar
la necesidad de las personas en la compra de un arma de fuego.
El resto del país está por debajo del rango medio, siendo significativo destacar la presencia de núcleos
urbanos como el de Maracaibo (Zulia), Barquisimeto (Lara), Barinas (Barinas) San Juan de los Morros
(Guárico), Acarigua–Araure (Portuguesa), Barcelona (Anzoátegui) y de centros poblados con actividades
económicas de importancia y/o de gran valor como los casos de Güiria (actividades petroleras – estado
Sucre), Churuguara y San Fernando de Apure (Ganadería – estado Lara y Apure) entre otras, en las que
la presencia de armas no es destacable (ver ilustración N° 13. Mapa índice de armas legales en manos
de particulares).
Leyenda
Municipios
0,00 - 0.31
0,32 - 0,62
0,63 - 1,16
1,17 - 2,38
2,39 - 4,87
Fuente: Cavim - CNE. Fecha: marzo 2012. Elaborado por Línea 1 Control y Tráfico de Armas. Inventario Nacional de
Armas de Fuego.
264
Inventario Nacional de Armas de Fuego
Lo primero que debe destacarse, a fin de caracterizar a los usuarios de armas de fuego en Venezuela,
es que los registros de datos correspondientes a la DAEX, órgano rector en materia de permisos de
armas de fuego y a CAVIM ente importador de armas al país, poseen una calidad limitada a fin de
generar esta caracterización, esto debido fundamentalmente a que los registros responden más a en-
foques administrativos que a estadísticos. No obstante, se presenta a continuación las características
de los usuarios particulares que se pudo obtener a partir de los datos disponibles.
En el caso de la DAEX se pudo obtener que para marzo del año 2012 la cantidad de portes de armas
otorgados fue de 132.043, recordando que éstos son permisados por cada arma que adquiera la per-
sona y no por usuario solicitante; en otras palabras, un mismo usuario puede poseer varios portes para
varias armas, pero no podrá poseer un mismo porte para varias armas. Además, vale mencionar que
en este registro se incluyen diversos tipos de armas: pistolas, revólveres, escopetas, carabinas, rifles
y armas de aire. Finalmente, debido a que este registro se considera información confidencial (ya que
puede colocar en peligro la identidad del comprador) su acceso fue restringido, obteniéndose solo la
marca, modelo y calibre de los portes otorgados.
De la información dada por la DAEX, podemos establecer que la mayoría de las armas registradas
corresponde con los órdenes de venta de CAVIM, las Berettas son las armas más registradas seguidas
de las Glock y Taurus.
Cuadro N° 14. Venezuela. Total de armas de fuego con porte legal según marca del arma, 2011
En este sentido, los registros de ventas de armas de CAVIM a los distintos usuarios poseen mayor
información que los de portes de la DAEX, teniendo como única limitante el lapso de tiempo de co-
bertura de la fuente (2005-2011). De CAVIM se pudo obtener que aproximadamente 27.260 personas
particulares compraron pistolas y/o revólveres.
En el gráfico N° 10 se representa la distribución de los usuarios según el sexo del comprador. Se puede
apreciar que la inmensa mayoría de las personas que compran pistolas y revólveres son hombres.
Asimismo, en el gráfico N° 11 se observa que los usuarios entre los 22 y 49 años abarcan el 88,57%
del total de compradores de armas en Venezuela.
265
PARTE I: CONTROL Y REGULACIÓN INSTITUCIONAL DE ARMAS Y MUNICIONES
26.606 ;
98%
654 ;
2%
Gráfico N° 11. Venezuela. Distribución por rango de edades de los usuarios particulares de armas de
fuego, 2005-2012
6000
5000
4000
3000
2000
1000
0
18-21
38-41
58-61
26-29
34-37
46-49
54-57
66-69
74-77
22-25
30-33
42-45
50-53
62-65
70-73
78 O MÁS
Fuente: Compañía Anónima Venezolana de Industrias Militares (CAVIM). Procesado por la Comisión
Presidencial para el Control de Armas, Municiones y Desarme
Al detallar cada sexo de manera individual, se observa que los hombres constituyen el 97,6% (26.606) de
las personas que compraron armas de fuego de mano en el período de estudio. La mayoría de las adqui-
siciones se mantiene en los rangos de edades comprendidos entre los 22 y 49 años (ver gráfico N° 12).
266
Inventario Nacional de Armas de Fuego
Gráfico N° 12. Venezuela. Distribución por rango de edades de los usuarios particulares de armas de
fuego de sexo masculino, 2005-2012
6000
5000
4000
3000
2000
1000
0
18-21
38-41
58-61
26-29
34-37
46-49
54-57
66-69
74-77
22-25
30-33
42-45
50-53
62-65
70-73
78 O MÁS
Fuente: Compañía Anónima Venezolana de Industrias Militares (CAVIM). Procesado por la Comisión
Presidencial para el Control de Armas, Municiones y Desarme
En comparación, las mujeres representan solo el 2,4% (654) de las personas que compraron armas de
fuego de mano en el período de estudio (ver gráfico N° 13). Destaca la cantidad de usuarias mayores
de los 78 años que aparecen dentro de los registros de ventas de armas de CAVIM.
Gráfico N° 13. Venezuela. Distribución por rango de edades de los usuarios particulares de armas de
fuego de sexo femenino, 2005-2012
120
100
80
60
40
20
-
18-21
38-41
58-61
26-29
34-37
46-49
54-57
66-69
74-77
22-25
30-33
42-45
50-53
62-65
70-73
78 O MÁS
Fuente: Compañía Anónima Venezolana de Industrias Militares (CAVIM). Procesado por la Comisión
Presidencial para el Control de Armas, Municiones y Desarme
Con el objetivo de visualizar los rangos etarios de los usuarios particulares de armas de fuego de
una mano por género, se calcularon y contrastaron los valores porcentuales de estas personas. En
el gráfico N° 14 se observa que, en términos porcentuales, los usuarios del sexo masculino compran
más armas a partir de los 26 años de edad; por el contrario, las mujeres aparecen como las mayores
compradoras entre los 18 y los 25 años de edad. El gráfico también evidencia un comportamiento
similar en la distribución de las edades de los compradores.
267
PARTE I: CONTROL Y REGULACIÓN INSTITUCIONAL DE ARMAS Y MUNICIONES
Gráfico N° 14. Venezuela. Comparación entre usuarios particulares de armas de fuego por sexo y rango
de edad, 2005-2012
20.0%
18.0%
16.0%
14.0%
12.0%
10.0%
8.0%
6.0%
4.0%
2.0%
0.0%
18-21
38-41
58-61
26-29
34-37
46-49
54-57
66-69
74-77
78 O MÁS
22-25
30-33
42-45
50-53
62-65
70-73
MUJERES HOMBRES
Fuente: Compañía Anónima Venezolana de Industrias Militares (CAVIM). Procesado por la Comisión
Presidencial para el Control de Armas, Municiones y Desarme
268
I. Control del arma
de fuego
Después del proceso de distribución del arma de fuego entre los distintos cuerpos de seguridad del
Estado, las empresas de seguridad y vigilancia, así como en los usuarios particulares, existe un umbral
dentro de la información de estas armas de fuego por parte del Estado.
En el caso de las distintas policías y otros entes gubernamentales, existen reportes a la DAEX que dan
cuenta del parque de armas del ente, lo mismo ocurre con los parques de armas de los empresas de
seguridad; sin embargo, las armas en manos de civiles no cuentan con algún control oficial, salvo en el
trámite de la renovación del porte de arma del usuario ante la DAEX.
A pesar de esta circunstancia de la información sobre el arma de fuego, cuando una de ellas se ve invo-
lucrada en algún presunto delito, se activa el proceso de control de armas dentro de los cuerpos de in-
vestigación nacionales. Como se ha explicado anteriormente, el Cuerpo de Investigaciones Científicas,
Penales y Criminalísticas se encarga de realizar los peritajes (pruebas científicas) a las armas de fuego
decomisadas, incautadas o relacionadas con una investigación policial. De igual manera, el CICPC
también recibe las denuncias de robos y extravíos de armas de fuego.
Es por esta razón que se cuenta con dos fuentes de información, los registros del Departamento
de Balística y del Sistema Integrado de Información Policial (SIIPOL), a fin de caracterizar las armas
registradas por ellos.
Los registros sobre las armas analizadas en los laboratorios de balística del CICPC pueden tener dis-
tintas procedencias en cuanto al portador para el momento del suceso, estas pueden ser: un arma
involucrada en un enfrentamiento policial (por tanto existen registros de arma orgánicas), un arma
decomisada a un delincuente, o colectada durante una requisa en un penal u otro lugar, así como
alguna arma con porte ilícito.
En el siguiente gráfico se puede observar cómo se encuentran dispuestas las armas de fuego de una
mano que son evidencias en los laboratorios de balística, según el tipo de arma de fuego. Las pistolas
presentan una mayor frecuencia dentro de los registros obtenidos del CICPC, llegando a ser el 61,7%
de los datos consultados.
269
PARTE I: CONTROL Y REGULACIÓN INSTITUCIONAL DE ARMAS Y MUNICIONES
11.769
38,3%
18.933
61,7%
Como se puede observar en el gráfico 16, las empresas Glock y Beretta reúnen la mayoría de las
frecuencias de las marcas de pistolas presentes en los laboratorios de balística. Estas frecuencias
coinciden con las importaciones de pistolas desde 2001 si se consideran las casas matrices de las
mencionadas empresas (Austria e Italia correspondientemente). También es de hacer notar que las
pistolas Glock 17 y las Beretta 92FS son los modelos más comunes dentro de las policías nacionales,
esto es de esperarse, ya que cada detonación de un arma orgánica debe ser investigada por el
CICPC, a fin de esclarecer las responsabilidades de cada caso.
6000
5000
4000
3000
2000
1000
0
BRYCO
CAVIM
ASTRA
S&W
CZ
BERETTA
GLOCK
(HK)
BERSA
COLT
TANFOGLIO
LLAMA
STAR
BROWNING
LORCIN
RUGER
WALTHER
JENNINGS
SIN DATOS
SIG SAUER
OTRAS
TAURUS
Fuente: Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC). Procesado por la Comisión
Presidencial para el Control de Armas, Municiones y Desarme
Con respecto a las marcas de los revólveres, las más destacadas son la Smith & Wesson (S&W),
seguida de la marca Taurus, de origen brasileño. Para muchas de las policías de Venezuela, los
revólveres S&W fueron el arma de reglamento, por tanto es de esperase que continúen en algunos
parques de armas a pesar de no ser las armas de reglamento en la actualidad.
270
Inventario Nacional de Armas de Fuego
5000
4500
4000
3500
3000
2500
2000
1500
1000
500
0
HWM
COLT
ROSSI
REXIO
SMITH & WESSON
RANGER
JAGUAR
RUGER
AMADEO ROSSI
SIN DATOS
OTRAS
ARMINIUS
TAURUS
MARCA
Fuente: Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC). Procesado por la Comisión
Presidencial para el Control de Armas, Municiones y Desarme
Una particularidad del registro de datos que se obtuvo de los laboratorios de balística del CICPC ha
sido la condición del arma, entendiéndose ésta como la presencia o no del serial del arma. Ya se
ha señalado que el Inventario Nacional de Armas de Fuego se enfoca en las armas industrializadas
que pueden ser rastreadas a través del serial otorgado por el fabricante. Aunque a los laboratorios
de balística pueden ingresar armas de fabricación casera o artesanal, esta investigación solo recogió
aquellas pistolas y revólveres que pudiesen ser identificadas por los peritos del organismo como
industrializadas. Sin embargo, existen registros de armas que a pesar de haber sido un producto ma-
nufacturado legalmente, han sido sometidos a modificaciones en su serial, especialmente, aquellos
que utilizan el arma como herramienta de hechos ilícitos.
Comúnmente, esta modificación del serial consiste en el limado o devastación de los seriales de
fábrica, a fin de dificultar la identificación del arma y evitar el rastreo de la misma.
Gráfico N° 18. Venezuela. Condición de las pistolas y revólveres presentes en las salas de evidencia del
CICPC 2008 - 2011
16000
14000
12000
10000
8000
6000
4000
2000
0
PISTOLA REVOLVER
CON SERIAL SIN SERIAL
Fuente: Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC). Procesado por la Comisión
Presidencial para el Control de Armas, Municiones y Desarme
271
PARTE I: CONTROL Y REGULACIÓN INSTITUCIONAL DE ARMAS Y MUNICIONES
Lo que demuestra el gráfico N° 18 es que la mayoría de las pistolas cuentan con el serial de fábrica,
siendo menos de la mitad las pistolas que no poseen serial. Por el contrario, los revólveres presentan
un proporción diferente cuando se compara entre los que conservan el serial y los que no.
Así como se han presentado las armas que son evidencia en los laboratorios de balística, a con-
tinuación se describen las características de los registros obtenidos en el Sistema Integrado de
Información Policial del CICPC. La información de las armas del SIIPOL que fue recabada por este
estudio pertenece a los registros de las armas denunciadas ante este organismo.
En el gráfico N° 19 se aprecia la distribución entre pistolas y revólveres de las armas denunciadas
ante SIIPOL, siendo los revólveres los más frecuentes para este caso, aunque por poco porcentaje.
80.546
44,6%
99.876
55,4%
En el gráfico 20 se encuentran reflejadas las razones por las cuales ingresó el arma al registro de
datos del SIIPOL. Se destaca que las denuncias relacionadas con las armas robadas o hurtadas
ocupan el grueso de los reportes del SIIPOL. Ambas razones están relacionadas con el delito de
sustracción del bien (armas). Como se ha mencionado anteriormente, esto se encuentra vinculado
con el deslinde de la responsabilidad sobre el porte de un arma y su involucramiento en un hecho
punible, en otras palabras, reportar el arma como robada o extraviada salva la responsabilidad que se
tiene sobre un arma al portador legal de la misma.
Gráfico Nº 20. Venezuela. Razón de la presencia de las armas de fuego SIIPOL. 2012
Otra
Arma Incriminada 1.884
4.679 1,0%
2,6% No definido
Arma Extraviada 881
5.044 0,5%
2,8%
Arma Robada
69.187 Arma Hurtada
38,3% 98.747
54,7%
Arma Hurtada Arma Robada Arma Extraviada Arma Incriminada Otra No definido
Fuente: Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, (CICPC). Pro-
cesado por la Comisión Presidencial para el Control de Armas, Municiones y Desarme
272
J. Desincorporación
del arma de fuego
El último apartado sobre la caracterización de los procesos de la vida del arma está referido a la desin-
corporación y destrucción del arma de fuego. Las armas destruidas que se encuentran asentadas en
los libros de destrucción de la DAEX se dividen por el año de destrucción. La destrucción de armas
de fuego se realiza cuando se acumulan grandes cantidades de armas, por este motivo los actos de
destrucción no son consecutivos.
Gráfico N° 21. Venezuela. Armas destruidas en los procesos de desincorporación. 2006, 2009 y 2011
12000
10000
8000
6000
4000
2000
0
2006 2009 2011
PISTOLA REVOLVER
Fuente: Dirección General de Armas y Explosivos (DAEX). Procesado por la Comisión Presidencial para el
Control de Armas, Municiones y Desarme
Como se evidencia en el gráfico N° 21, la destrucción de armas de fuego ha ido en incremento en los
últimos años, particularmente, la destrucción de pistolas. Los revólveres también han sido objeto de
destrucción, sobre todo en el último año estudiado.
Gráfico N° 22. Venezuela. Tipos de armas destruidas en los procesos de desincorporación; 2006, 2009 y 2011
12.380
42,0%
17.110
58,0%
273
PARTE I: CONTROL Y REGULACIÓN INSTITUCIONAL DE ARMAS Y MUNICIONES
La mayoría de las armas que son destruidas son revólveres, abarcando estos el 58% de la destrucción.
Tales valores son cónsonos con los reportes del SIIPOL sobre el tipo de armas denunciadas, ascen-
diendo los revólveres al 55,4% de estas armas, por lo que se presupone que en alguna medida los
revólveres que son denunciados en SIIPOL como robados o hurtados terminan siendo enviados a la
DAEX para su destrucción.
Gráfico N° 23. Venezuela. Principales marcas de pistolas destruidas. 2006, 2009 y 2011
3500
3000
2500
2000
1500
1000
500
0
LLAMA
LORCIN
BRYCO
ASTRA
CZ
S&W
BERETTA
WALTHER
BERSA
COLT
TANFOGLIO
STAR
FN
BROWNING
FEG
OTRAS
DAVIS
TAURUS
PHOENIX ARMS
JENNINGS
SIN DATOS
Fuente: Dirección General de Armas y Explosivos (DAEX). Procesado por la Comisión Presidencial para el
Control de Armas, Municiones y Desarme
El gráfico N° 23 reseña las marcas más frecuentes en las destrucciones realizadas en los años de
estudio. En ella se observa que las marcas más comunes son Jennings y Lorcin, principalmente y, por
el contrario, Beretta y Glock, marcas muy presente en las ventas de CAVIM, posee muchos menos
registros. Tanto Jennings y Lorcin, así como la Bryco, son empresas fabricantes de armas norteame-
ricanas y su presencia en los registros de destrucción se sustenta en las importaciones que mantuvo
Venezuela desde USA hasta 2001.
Gráfico N° 24. Venezuela. Principales marcas de revólveres destruidas. 2006, 2009 y 2011
8000
7000
6000
5000
4000
3000
2000
1000
0
HWM
ASTRA
S&W
PUCARA
COLT
ROSSI
LLAMA
COCOA
RANGER
JAGUAR
RUGER
CUSTER
TAURUS
CHARTER ARMS
SIN DATOS
OTRAS
ARMINIUS
Fuente: Dirección General de Armas y Explosivos (DAEX). Procesado por la Comisión Presidencial para el
Control de Armas, Municiones y Desarme
274
Inventario Nacional de Armas de Fuego
En el caso de los revólveres, la marca Smith & Wesson (S&W), con mucha diferencia, es la que más
frecuencia tiene dentro de los registros de destrucción. Al igual que sucede con las marcas Jennings,
Bryco y Lorcin, S&W es una empresa norteamericana y fue la principal proveedora de revólveres para
las policías en Venezuela hasta antes del veto armamentístico levantado por USA a comienzo de la
década del 2000. No es inesperado que estas armas, traídas en grandes lotes de importaciones hace
más de 10 años, aparezcan en los registro de destrucción, considerando que pasada esta cantidad de
tiempo han cumplido con su vida útil o, por el contrario, han podido nutrir el mercado ilegal de armas.
7000
6000
5000
4000
3000
2000
1000
0
BRASIL
USA
ITALIA
BELGICA
HUNGRIA
AUSTRIA
ESPAÑA
ALEMANIA
ARGENTINA
REPÚBLICA CHECA
URSS
SIN DATOS
OTRAS
Fuente: Dirección General de Armas y Explosivos (DAEX). Procesado por la Comisión Presidencial para el
Control de Armas, Municiones y Desarme.
Los países de origen de las casas matrices de las armas destruidas están señalados en el gráfico N°
25. Allí se observa el predominio de las empresas con casas matrices en USA, seguido, en mucho
menos frecuencia por España e Italia.
Hasta aquí se detallan los rasgos más significativos sobre las armas de fuego de una mano que circulan
en Venezuela, basados en el tipo, marca, modelo y serial. A continuación, se presenta las reflexiones
más importantes surgidas en el seno de esta investigación.
275
K. Conclusiones
y recomendaciones
En primera instancia, uno de los hallazgos más contundentes durante la recolección y procesamiento
de información son las limitaciones que las distintas fuentes de datos poseen. Idealmente, el propósito
por el cual se recoge el dato sobre las armas de fuego es obtener un óptimo manejo de información
sobre las mismas. Sin embargo, durante la investigación se encontró que muchas de las fuentes de in-
formación tienen una función predominantemente administrativa, en la cual los datos se recaban como
parte de un proceso burocrático y no como insumo para futuras tomas de decisiones de parte de los
entes involucrados. Este accionar mecánico incide en la calidad de los datos recolectados por las institu-
ciones ya que le despoja de mecanismos de eficiencia y eficacia a las fuentes de información oficiales.
Es necesario entender que las deficiencias que poseen algunas fuentes de información imposibilita
que el Estado haga un seguimiento eficaz de las armas de fuego que circulan a través del territorio
nacional y, por ende, dificulta el desarrollo y ejecución de políticas públicas que tengan como objetivo
el control de las armas de fuego.
En este sentido, la información sobre las armas de fuego debe estar disponible para los decisores
estatales. Ésta debe poseer nomenclaturas, formatos y variables comunes entre cada una de las insti-
tuciones responsables de las armas en Venezuela.
En la actualidad, el órgano encargado del manejo aduanal de las armas de fuego es el SENIAT, el
cual considera a las armas como una mercancía más que ingresa al país. Los registros del SENIAT no
manejan el detalle pormenorizado de las armas importadas, pues no se considera de relevancia para la
función que le corresponde. Este proceder permite establecer un tipo de velo blanco a ojos del Estado,
ya que no permite ver qué entra al país de manera específica y contribuye a posibles desvíos de armas
de fuego. Las armas de fuego no son cualquier mercancía, son instrumentos utilizados para asesinar y
como tal deben ser tratadas.
Otro de los hallazgos de la investigación es la congruencia entre las fuentes de información relacionadas
con la importación. Como se demostró durante la contrastación de los datos de la UN Comtrade y del
INE, la información referida a la importación de armas de fuego en muy parecida para ambos conjuntos
de datos. Este aspecto refuerza las bases del proceso de estimación desarrollado en el transcurso del
estudio, lo que da pie al resultado más importante de la investigación: La cantidad de armas legales de
una mano ingresadas en los últimos 30 años en Venezuela es menor al millón de armas.
Al respecto hay que aclarar dos puntos: en primera instancia, el estudio no abarca la totalidad de las
armas de fuego, pues existen otros tipos de armas como los fusiles de asalto o las ametralladoras que
no son contempladas, sin embargo, las pistolas y los revólveres son los dos tipos de armas que más
276
Inventario Nacional de Armas de Fuego
lesiones y homicidios ocasionan a la población, como ya se ha explicado; por otra parte, el estudio no
contempla las armas de fuego ilegales, no obstante, como también se ha mencionado, la mayoría de
las armas de fuego que son registradas en los procesos de control y desincorporación, corresponden
a marcas de armas de fuego de importación licita, por lo cual se presume que la mayoría de las armas
ilegales poseen un origen legal para el momento de la importación.
El Inventario Nacional de Armas de Fuego pretende servir de soporte a futuras investigaciones entorno
a las armas en Venezuela y, a su vez, brindar luces sobre los procesos y actores que intervienen
durante todo el ciclo de vida de las armas, a fin de contribuir en la comprensión de las dinámicas de
las armas en el país. Asimismo, la investigación aporta elementos a la discusión sobre la cantidad de
armas circulantes, la distribución de éstas dentro de la población, las armas involucradas en hechos
delictuales y los procesos de destrucción de las mismas.
Independientemente del volumen de las armas de fuego que se manejen, es evidente que estas
armas generan un gran impacto a las personas que residen en el país. La tasa de homicidios por arma
de fuego en Venezuela para el año 2011 asciende a los 43,4 por cada 100.000 habitantes (Comisión
Presidencia para el Control de Armas, Municiones y Desarme, 2012), duplicando la tasa promedio de
todo el continente americano.
Las armas de fuego deben ser entendidas como facilitadoras de la violencia armada y como tal deben
ser consideradas. Por ello es necesario que el Estado venezolano, dueño de todas las armas de fuego
en el país, tenga la responsabilidad de articular la información relacionada con las armas. Cada arma
que ingresa al país debe ser rastreable mediante el serial otorgado por la empresa fabricante, por
lo cual, las instituciones que estén vinculadas a los procesos propios de las armas de fuego deben
manejar la misma información, con parámetros delimitados y comunes entre organismos.
Cada operación relacionada a un arma de fuego debe registrarse por el Estado a fin de conocer cada
paso que el arma transita. Asimismo, la información sobre las armas de fuego debe estar vinculada
con el nivel interinstitucional dentro de un sistema integrado de datos, con las características primarias
del arma como el tipo, marca, modelo, calibre y serial primario, los cuales deben poseer la misma
nomenclatura en todos los organismos que sean encargados de nutrir este sistema. El sistema inte-
grado de información sobre armas de fuego debe estar orientado a engranar las diferentes fuentes de
información gubernamentales que poseen datos de armas en el país a fin de rastrearlas en cualquier
etapa de los distintos procesos de las armas.
Un ejemplo claro de los beneficios de este sistema es que al realizar una consulta sobre un arma
incautada por el CICPC, el sistema muestre información sobre: cuándo fue ingresada al país, año de
venta o asignación, nombre del portador del arma, de tener portador mostrar cuáles otras armas están
registras a su nombre, y si éste posee antecedentes.
Otro de los puntos que debe quedar para la reflexión es la inconveniencia de poseer un arma de fuego
por parte de la población civil. La probabilidad de sufrir lesiones o la muerte aumenta exponencial-
mente cuando existen armas de fuego en el hogar, especialmente si en la casa hay niños y el arma se
277
PARTE I: CONTROL Y REGULACIÓN INSTITUCIONAL DE ARMAS Y MUNICIONES
encuentra cargada. Asimismo, en caso de robo es poco probable poder defenderse oportunamente,
pues el agresor comúnmente tenderá a utilizar el factor sorpresa sobre la víctima, agravando la presen-
cia del arma la reacción del agresor. Por otro lado, el 70,6% de las muertes ocasionadas por armas de
fuego son producto del ajuste de cuentas, que abarca desde el enfrentamiento entre bandas armadas
hasta las peleas generadas entre sujetos bajo efectos del alcohol (Comisión Presidencia para el Control
de Armas, Municiones y Desarme, 2012). Es por ello que el Estado debe afianzar el control de las
armas en manos de civiles y limitar el uso de éstas a los órganos de seguridad del Estado.
Fuentes y referencias
Diccionario Enciclopédico de Armas y Tiro. (10 de 11 de 2011). Recuperado el 11 de marzo de 2013, de http://
diccionarioenciclopedicodearmas.blogspot.com/2010/07/ari_11.html
Ávila, R. (2006). El control y la prevención de la violencia armada en El Salvador. El Salvador: Programa de las
Naciones Unidas para el Desarrollo.
Comisión Presidencia para el Control de Armas, Municiones y Desarme. (2012). Sentido e impacto del uso de
armas de fuego. Caracas: Comisión Presidencia para el Control de Armas, Municiones y Desarme.
Consejo General de Policia. (s/f.). Consejo General de Policia. Recuperado el 03 de abril de 2013, de Consejo
General de Policía - Biblioteca: http://www.consejopolicia.gob.ve/index.php/biblioteca-digital/manuales/
mientras/1-manual-pertenencia-policial-dotacion-y-equipamiento/detail
DIGESERVISP. (s/f.). Sinopsis histórica y problematica de la seguridad privada en Venezuela. Recuperado el 14
de marzo de 2013, de Dirección General de los Servicios de Vigilancia y Seguridad Privada: http://www.
mpprij.gob.ve/digeservisp/index.php/2-uncategorised/17-sinopsis-historica
El Mercurio. (23 de enero de 2011). “La historia de éxito y sangre de la Glock, la pistola favorita de los estadouni-
denses”. Recuperado el 14 de marzo de 2013, de El Mercurio: http://diario.elmercurio.com/detalle/index.
asp?id=%7B75cc71ed-b966-46f6-bab4-7c323bc3ccdf%7D
El Universal. (25 de agosto de 2006). “Oficializan prohibición de venta de armas a Venezuela”. Recuperado el
04 de marzo de 2013, de El Universal: http://noticias.eluniversal.com/2006/08/25/pol_art_25106B.shtml
Globovisión. (05 de abril de 2008). “Amnistía Internacional denunció que existen 6 millones de armas en
Venezuela y solo 1 millón y medio están registradas”. Caracas, Dtto. Capital, Venezuela. Recuperado el
11 de 07 de 2012, de http://www.pazactiva.org.ve/site_paz/doc_enceldocumentos/Armas.pdf
Karp, A. (2007). “Completing the Count: Civilian Firearms”. En S. A. Survey, Gun and the City (págs. 39, 43).
Ginebra: Small Arms Survey.
Karp, A. (2011). Excedentes de armas en América del Sur. Ginebra: Small Arms Survey.
Registro Nacional de Armas (Renar). (s/f.). Recuperado el 11 de marzo de 2013, dehttp://www.renar.gov.ar/
index_seccion.php?seccion=nomenclador&m=2
Small Arms Survey. (Septiembre de 2011). Estimación de las armas de fuego en posesión de civiles. Recuperado
el 19 de marzo de 2013, de Research Notes: http://www.smallarmssurvey.org/fileadmin/docs/H-
Research_Notes/SAS-Research-Note-9-ESP.pdf
United Nations Office on Drugs and Crime. (2011). Global Study on Homicide. Viena: UNODC.
Verspeelt, H. (2006). “El marco internacional sobre control de armas y prevención de la violencia armada”. Foro
Regional de Intercambio de Experiencias en Prevención y Control de la Violencia Armada (pág. 71). San
Salvador: Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.
278
Inventario Nacional de Armas de Fuego
279
PARTE I: CONTROL Y REGULACIÓN INSTITUCIONAL DE ARMAS Y MUNICIONES
280
Inventario Nacional de Armas de Fuego
281
282
02
LÓGICAS Y SENTIDOS DEL
USO DE ARMAS DE FUEGO
283
PARTE I: CONTROL Y REGULACIÓN INSTITUCIONAL DE ARMAS Y MUNICIONES
284
Perspectiva
de intervención en materia
de armas de fuego
286
Introducción
Previamente se realizó un diagnóstico general de las comunidades seleccionadas para ubicar informa-
ción referida a datos geográficos, sociodemográficos, listado de instituciones públicas y privadas que
hacen vida en la comunidad e incluso una breve referencia a sus problemas, insumos requeridos para la
realización de una consulta pública y abierta acerca de la posibilidad de ejecutar en ellas una experiencia
piloto de canje de armas de fuego. Esta consulta tuvo como objetivo principal posicionar el problema y
obtener información direccionada y espontánea, producto del debate comunitario en lógica de diálogo
y reflexión, que sirviera de sustento a la estructuración de una política de desarme voluntario adaptada
a las características y necesidades de la comunidad, teniendo claros los beneficios e incentivos, tanto
para quienes entreguen el arma directamente, como para la comunidad de pertenencia.
Partiendo de la capacidad de los actores sociales para interpretar, modificar y cambiar el mundo social,
dado su carácter siempre dinámico, se realizó dicha consulta utilizando como metodología grupos de
discusión. El objetivo final era definir la pertinencia de las acciones a ejecutar en el canje voluntario
de armas de fuego y establecer posibles rutas de acceso a las personas que las poseen y a sus
necesidades.
Esta metodología cualitativa es reforzada con una ponderación cuantitativa, que sirve de fundamento
para el diseño de la política en cuestión. Los datos de los estudios estadísticos se encarnan en este
informe en sentidos de comprensión desde la experiencia vivencial, colándose en las narraciones,
percepciones y sentimientos a veces contradictorios; miedo frente al involucramiento y deseo de
participación y lealtades enfrentadas, amalgamados todos en un conjunto impregnado de algunas sa-
tisfacciones, carencias y expectativas por alcanzar. Así se contribuye a la articulación con otras políticas
287
PARTE II: LÓGICAS Y SENTIDOS DEL USO DE ARMAS DE FUEGO
que promuevan un cambio en las condiciones de vida y en la significación social de las comunidades
implicadas, protagonistas de dicho cambio, con la intencionalidad de extenderlo macrosocialmente.
A continuación se presenta una descripción detallada del proceso de selección de los grupos de dis-
cusión y de toda la dinámica de su realización; la explicación de la metodología a partir de los dos tipos
de registros utilizados, para luego realizar el análisis integrado a través de las categorías construidas,
cuerpo fundamental del trabajo. Finalmente se formulan las principales conclusiones a que da lugar la
información analizada.
288
Metodología
1. Exposición y presentación: en este apartado se hizo una exposición acerca de: a) el problema de
las armas de fuego y las incidencias internacionales y en el país; b) la Comisión Presidencial para
el Control de Armas, Municiones y Desarme, quiénes la conforman, qué es y para qué se creó; c)
las acciones de la Comisión: plan piloto en las comunidades y por qué se escogieron las mismas y
el sector mencionado de la parroquia Sucre; y, d) la metodología de trabajo de la reunión.
2. Discusión colectiva: luego de la presentación y en conjunto, se realizaron preguntas generadoras
acerca del problema de la violencia por armas de fuego en la comunidad y los medios para conte-
nerlo, provocando una discusión dinámica entre los y las participantes.
3. Debate grupal: después de escuchar al grupo en pleno, se dividió en tres subgrupos y se les
distribuyó una guía de preguntas abiertas y de selección (ver Anexo 1). Cada subgrupo discutió y
respondió las preguntas; al finalizar, se hizo una pequeña exposición y aclaratoria de dudas acerca
de las sugerencias y opiniones hechas por los miembros de cada grupo.
289
PARTE II: LÓGICAS Y SENTIDOS DEL USO DE ARMAS DE FUEGO
Para el manejo adecuado por parte del moderador o moderadora de la discusión se generó un docu-
mento guía, el cual consta de dos partes: la primera, una serie de preguntas ordenadas en función del
esquema y las instrucciones para realizar el taller; y la segunda, información y datos estadísticos que
sirven de apoyo para el discurso del moderador o moderadora (ver Anexo 2).
Se incluye una tabla de categorías y subcategorías extraída de los núcleos temáticos estructurados a
partir del discurso de los y las participantes de los grupos. Luego se pasa al análisis por categoría y se
incluyen tablas que complementan la comprensión mediante la información cuántica elaborada a partir
de respuestas abiertas o de selección de los referidos cuestionarios.
No obstante, en la parroquia La Pastora no se efectuaron dos (2) de los grupos planificados: 1) Consejos
Comunales del sector Manicomio y 2) Instituciones educativas. La razón fue la ausencia total de parti-
cipantes aun cuando las convocatorias fueron confirmadas por las personas e instituciones invitadas.
En consecuencia, el total de grupos de discusión fue de dieciocho (18) entre las tres comunidades,
participando ciento sesenta y dos (162) personas en total (ver Tabla nº 1).
Tabla nº 1. Distribución de los grupos de discusión por comunidad, promedio de participantes, sexo de
las personas consultadas y promedio de duración de los grupos de discusión
Como se observa en la Tabla nº 1, nueve (09) fue el promedio de participantes en los grupos de discu-
sión y 56,8% lo constituyeron mujeres. Es necesario acotar que hubo cuatro grupos con un número
inferior al promedio; sin embargo, se mantienen dentro del análisis porque sus aportes se consideraron
más importantes que la cantidad de personas asistentes.
1 Las parroquias La Vega y La Pastora fueron abordadas por representantes de la CODESARME, entre los meses de octubre-noviembre de 2011, quienes
presentaron un informe diagnóstico por comunidad, identificando los datos de interés para la realización del presente trabajo. Los datos del Sector Los
Frailes de la parroquia Sucre fueron suministrados por la UNES.
290
Perspectiva de intervención en materia de armas de fuego
En cuanto a los sectores consultados se definieron cinco grupos, tal como se expresa en la Tabla nº 2.
La selección se realizó con base en su representatividad en la dinámica social de las parroquias y en
función del diagnóstico preliminar a partir de los contactos establecidos previamente. Para la selección
y convocatoria del sector Los Frailes de la parroquia Sucre hubo apoyo en el trabajo comunitario reali-
zado por la Universidad Experimental de la Seguridad (UNES) dentro del mismo.
Nº de
Nº de Nº de Nº de consultas
Sectores consultados participantes Mujeres Hombres realizadas
Consejos Comunales 61 37 24 7
Instituciones religiosas 14 5 9 2
Instituciones educativas 22 20 2 2
Jóvenes 21 9 12 2
Voceros comunitarios (deporte, cultura y otras instituciones) 44 21 23 5
Total 162 92 70 18
De forma más detallada se puede observar en las tablas nº 3, 4 y 5 la distribución de los y las partici-
pantes por grupos de discusión en función de los sectores consultados por comunidad.
Tabla nº 3. Descripción de los grupos de discusión realizados en el sector Los Frailes de la parroquia Sucre
291
PARTE II: LÓGICAS Y SENTIDOS DEL USO DE ARMAS DE FUEGO
La existencia de un mayor número de consultados con edades sobre los treinta años se debió a la
carencia de un trabajo previo con el grupo etario de jóvenes en las parroquias La Vega y La Pastora. El
tema de las armas de fuego es de naturaleza sensible, generando desconfianza y temor, especialmente
entre ese grupo. Por tal motivo solo se realizaron dos grupos con jóvenes en Los Frailes de la parroquia
Sucre, pues el trabajo adelantado por la UNES permitió una apertura al tema dentro de los mismos.
En cuanto a los perfiles de los grupos de discusión son detallados en el Anexo nº 3. En general se
cumplieron los perfiles previstos a excepción del grupo nº 7 de la parroquia La Vega que contó con
la asistencia de personas no convocadas cuya participación se aceptó por ser voluntaria y motivada
por los convocados. También, en el grupo nº 2 de la parroquia La Pastora se presentó una persona no
convocada, docente en dicha comunidad y cuya participación igualmente se aceptó.
La naturaleza cualitativa de este análisis reconstruye eventos narrados por actores sociales clave, reco-
nociendo su capacidad individual y colectiva para interpretar y cambiar la realidad comunitaria y social,
tal como ya se señaló anteriormente. Esta reconstrucción implica no solo sacar a la luz contenidos expre-
sos de los discursos, sino también los latentes que se pueden inferir justificada y argumentativamente
a partir de las manifestaciones verbales de los y las participantes. De esta manera pueden emerger
contenidos colaterales, reveladores de interpretaciones y consecuencias significativas, especialmente
para el fin último de la política de desarme voluntario que se aspira articular con la comunidad y desde
ella. De estos intercambios de visiones sobre el problema de las armas de fuego entre los sectores
organizados de las comunidades seleccionadas se rescatan citas textuales de las narraciones, evitando
distanciamientos verbales y conceptuales que vayan más allá de los requerimientos metodológicos
e interpretativos. Al tratarse de grupos de discusión también se subrayan diferentes percepciones y
opiniones, a veces contradictorias, sobre distintos factores implicados en una política de desarme.
Todas las transcripciones textuales de párrafos identifican la comunidad, el grupo de discusión (G.D.),
el sexo, la edad y el nivel educativo o, en su defecto, la ocupación. Sin embargo, sobre estas últimas
variables no se puede contar con la fiabilidad de los datos, pues se presentaron problemas al momento
de codificar los datos de las y los participantes, debido a la confusa o nula información suministrada.
En tal sentido, se trascribió la información textual obtenida de la o el participante, acerca de su nivel
educativo u ocupación.
292
Perspectiva de intervención en materia de armas de fuego
No se pudo relacionar intervenciones con estrato social por no disponer de datos que lo permitieran.
Un indicador importante a tomar en cuenta, la ocupación, no está siempre registrado o en algunos
casos no es legible. Sin embargo, por la caracterización de las comunidades, se trata de personas
ubicadas en los estratos III y IV (medio y bajo) según el método Graffar de Méndez Castellano, utilizado
en la Encuesta de Situaciones y Percepción de Uso de Armas de Fuego (ESPUAF 2011-2012)2 realizada
en las parroquias La Vega, La Pastora y Sucre.
Para la mejor comprensión de los discursos grupales se identificaron los centros de interés o núcleos
temáticos que destacan en el discurso de las personas consultadas, algunos directamente articulados
con la guía temática de los grupos de discusión y el cuestionario incluido en la metodología previa y
otros surgidos directamente de los aportes de los grupos de discusión y del sentido mentado por los
y las participantes.
Esta categorización permite agrupar en distintas unidades o constructos que contienen y aportan
sentido a las percepciones, argumentos, opiniones, críticas y reclamos expresados en los discursos,
contextualizándolos en el marco de las relaciones comunitarias. Estas unidades de análisis se estructu-
ran en categorías que a través de un proceso de abstracción subsumen en esas unidades conceptuales
los contenidos que las generan desde vínculos de analogía, similitud o complementariedad.
Tabla nº 6. Categorías que fundamentan los núcleos de análisis cualitativo de los grupos de discusión
2 Investigación realizada por la Comisión Presidencial para el Control de Armas, Municiones y Desarme, donde se calculó el estrato social con el método
Graffar, en el cual los estratos I y V corresponden al mayor y menor nivel socioeconómico, respectivamente.
293
PARTE II: LÓGICAS Y SENTIDOS DEL USO DE ARMAS DE FUEGO
El esquema de recolección de información produjo dos tipos de registro: uno cualitativo, correspon-
diente a las transcripciones de la discusión colectiva por medio de grabadores y que fundamenta el
análisis de contenido, permitiendo identificar opiniones acerca del problema de las armas de fuego
en su comunidad y la participación de ésta en el desarrollo del plan de desarme voluntario; y otro
cuantitativo, que corresponde al registro descriptivo por medio del cuestionario completado por los y
las participantes en un debate subgrupal, el cual permite un análisis de frecuencia para identificar tanto
las propuestas hechas por la comunidad para el desarme voluntario, como su factibilidad y viabilidad.
Este último registro no representa un análisis cuantitativo propiamente por no constituir una mues-
tra representativa de las comunidades consultadas, sino que contribuyó a una mayor precisión en la
ponderación de las diversas opiniones acerca de los temas tratados en la discusión global. También
se utilizó como apoyo al análisis cualitativo algunas respuestas colegiadas a preguntas abiertas de
los cuestionarios. Así el registro cualitativo se refiere a opiniones y respuestas individuales de los
y las participantes de cada grupo, mientras el registro cuantitativo se refiere a respuestas grupales
consensuadas en los subgrupos.
Ambos se integran en un solo análisis incorporándose las frecuencias de respuestas a los cuestionarios
en todas aquellas categorías debatidas en el grupo en pleno y que tienen correspondencia en los sub-
grupos, lo que permite comparaciones, complementaciones y contrastes. Respecto a las categorías
del análisis cualitativo que no tienen reflejo cuantitativo, se establecieron relaciones con datos de otras
tablas de temas conexos. En la categoría “Inseguridad y victimización. Vivencias y percepciones” se
presenta una cuantificación a partir de las intervenciones individuales de los propios participantes en
los grupos.
El total de cuestionarios fue de 38 entre las tres comunidades (ver Tabla nº 7).
Tabla nº 7. Número de cuestionarios colectivos recopilados por comunidad
294
ANÁLISIS POR CATEGORÍAS
“…la violencia ahora está horrible, uno no sabe, una sale de su casa
pero puede ser que no llegues”
(La Vega, G.D. nº 6; mujer de 38 años; graduada universitaria)
Esta primera categoría relacionada con la pregunta sobre victimización que se formuló con base en la
guía prediseñada, plantea la necesidad de precisar algunos conceptos. Así sucede con los términos
inseguridad y seguridad, extensa e intensamente, utilizados por los y las participantes de los grupos de
discusión. Se podrá observar a lo largo del informe su gravitación sobre el tema del desarme y todas las
conexiones que se hacen con la violencia armada en las comunidades seleccionadas para el plan piloto.
El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD, 2006) define la seguridad ciudadana como
“la condición personal, objetiva y subjetiva, de encontrarse libre de violencia o amenaza de violencia o
despojo intencional (violento o pícaro) por parte de otros”. La definición no es precisa y resulta restrictiva,
dado que no basta con la ausencia de amenaza delictiva o de fuerzas públicas sino que la seguridad
se extiende a la garantía de todos los derechos de las personas. En tal sentido, la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela (CRBV) incluye dentro del concepto no solo la protección de los
llamados derechos civiles, sino de todos los otros derechos que contempla (políticos, sociales, culturales
y económicos), garantizando su progresividad y el principio de corresponsabilidad entre el Estado y la
sociedad para cumplir con los principios de orden constitucional (independencia, democracia, igualdad,
paz, libertad, justicia, solidaridad, promoción y conservación de los derechos humanos). De esta manera
se abre la posibilidad de la participación comunitaria en tareas de seguridad reguladas por la ley.
Sin embargo, la interpretación más común de la inseguridad ciudadana es de naturaleza restrictiva, como
reverso del concepto de seguridad expresado, se refiere a la posibilidad de sufrir un daño por violencia
o delito en la vía pública o en la propia residencia. Esta posibilidad se vincula a la percepción sobre la
probabilidad del riesgo. Así la inseguridad ciudadana tendría dos dimensiones básicas: la inseguridad
objetiva o real, determinada a través de las tasas delictivas y la inseguridad subjetiva, que deriva de la
sensación de temor experimentada por la ciudadanía respecto a ser víctima de un delito (Salinas, 2007).
En los grupos de discusión se utilizó el concepto en las dos dimensiones. Cuando los y las participantes
dicen que hay inseguridad o no hay seguridad se refieren al aumento de los delitos o hechos violentos
con armas de fuego, también al elevado temor que sienten ante la percepción del riesgo de ser víc-
timas. Hay otras oportunidades, especialmente cuando se refieren a los factores asociados al delito,
que aluden a un concepto más amplio de seguridad, a la promoción y garantía de todos los derechos
humanos y especialmente de aquellos de los que tradicionalmente se han sentido excluidos. Pero esa
privación no es incorporada dentro del concepto de inseguridad, sino que la remiten de manera más
amplia a políticas de prevención.
Se ha utilizado en el análisis el concepto de violencia y no el de delito por la mayor amplitud del primero,
entendido como “uso intencional de la fuerza o el poder físico, de hecho o como amenaza, contra uno
mismo, otra persona o comunidad, que cause o tenga posibilidades de causar lesiones, muerte, daños
295
PARTE II: LÓGICAS Y SENTIDOS DEL USO DE ARMAS DE FUEGO
psicológicos, trastornos del desarrollo o privaciones” (OMS, 2000). Pero hay otros usos del concepto.
En la categoría de análisis “contexto sociopolítico”, se utiliza el concepto como violencia estructural.
En otras ocasiones se refiere a solicitud de sanciones de privación de libertad, lo que vendría a ser una
violencia legítima por estar prevista en el ordenamiento jurídico venezolano.
La guía temática de discusión plantea dos preguntas dirigidas a motivar la reflexión sobre las vivencias
y percepciones en torno a acciones y reacciones frente a hechos violentos con armas de fuego: la
primera referida a victimización y la segunda que indaga sobre los motivos por los cuales se portan
y/o usan armas de fuego. Subyace a las respuestas y reflexiones que originan el tema seguridad/
inseguridad y sus dimensiones, tal como se refirió y como se verá más adelante en intervenciones
recurrentes de los y las participantes.
La CRBV y la legislación venezolana recogen un concepto amplio de víctima: una persona natural o jurídica,
individual o colectiva (de delitos innominados), directa (el ofendido) o indirecta de delitos (sobrevivientes o
derechohabientes en los delitos en que se ocasiona incapacidad o muerte del ofendido), de violación de
derechos humanos y del Sistema de Administración de Justicia (COPP, arts. 30 y 121). El sistema jurídico
venezolano incorporó el reconocimiento de la víctima y sus derechos y estableció como eje del proceso
penal la protección y la reparación de la víctima del delito y del abuso de poder (Ferrer, s/f).
En esta primera categoría de inseguridad y victimización se recogen relatos e intervenciones que cons-
tituyen transgresiones de parte de civiles armados (delitos comunes), que causan daños de diversa
naturaleza, incluida la muerte, a personas que han padecido una acción violenta no provocada y sin
implicación por su parte, lo que se deduce de su narrativa. No hay que olvidar que la victimología como
disciplina incluye también en la categoría de victimización padecimientos de otra naturaleza y que están
también presentes en las comunidades participantes: la violencia por abuso y corrupción de cuerpos
de seguridad del Estado; y la violencia producto de la exclusión social. A ellas se hará referencia en
otras categorías.
296
Perspectiva de intervención en materia de armas de fuego
Para su consideración se retoman algunas intervenciones de quienes han sido afectados por la violencia
con armas de fuego de manera directa. Igualmente se consideran víctimas a los familiares directos de
aquellas personas que han resultado muertas o incapacitadas por el hecho violento. También aquellas
otras presentes en la situación violenta que la han padecido aun cuando no estuviese directamente
dirigida a ellas. Citamos algunos ejemplos puntuales.
…yo tenía un carro y (…) me lo quitaron con un arma, me apuntaron aquí [señalando en la sien] (…) yo en mi
estado de nervios (…) lo que hacía era acariciar al joven y le decía que no, que no me hiciera eso (…) él se
puso más nervioso y me dijo: “señora tranquilícese”. (Los Frailes; G.D. nº 5; mujer de 60 años; bachiller.)
Yo viví una experiencia bastante desagradable (...) se montó un muchacho como pasajero, cuando el señor
arrancó, él lo que hizo fue tocarme el hombro y apuntarme con una pistola en la frente y le dijo al señor: “No
te muevas; denme todo”. (…) No pasó nada, (…) el señor del jeep tuvo una reacción muy efectiva, supo
controlar la situación. (La Vega; G.D. nº 6; mujer de 50 años; universitaria).
A mí me mataron a un hijo hace 15 años simplemente por salir a una fiesta y defender a un amigo; le dieron
siete tiros en la cabeza. ¿Qué creen ustedes que hice yo? Llorar. (La Pastora; G.D. nº 5; hombre de 41 años;
bachiller).
…yo subía por mi casa (…) entonces un chico de 17 años me apuntó en la frente con el arma para robarme,
eso es horrible (…) me quitó 50 Bs., yo le dije: “chico, no tengo más, si quieres revísame” (…). Nos pusimos
a conversar, el chico me devolvió el dinero y me dijo: “sigue”. Gracias a Dios. (La Pastora; G.D. nº 3; mujer
de 41 años; bachiller).
…yo portaba un arma, (…) me encuentro que un joven tenía (…) apuntando a la niña pequeña [su hija] para
que mi esposa le diera el dinero (…) salí corriendo para mi casa a buscar el arma (…) pueden pasar muchas
cosas, pero el arma te brinda como una seguridad (…). Cuando yo bajo (…) ya se habían ido, luego logré
contactar a unos jóvenes que (…) manejaban al grupo de delincuentes de ese sector (…) bueno, llegamos a
un acuerdo, dijimos bueno, mira, esto queda aquí no ha pasado nada. (La Pastora; G.D. nº 6; hombre de
41 años; bachillerato incompleto).
Se ha resaltado en negrita la conclusión que han tenido algunas situaciones de violencia con armas de
fuego para mostrar cómo el desenlace puede variar según la reacción de la víctima, desde la muerte o
una lesión permanente hasta la devolución del dinero. No hay un patrón único de interacción, depende
en gran medida de la reacción de la víctima, siendo evidente que el sacar un arma de fuego agrava las
potenciales consecuencias. En este aspecto reactivo las mujeres parecen tener un margen de ventaja
al apelar a estrategias de género, como llorar, suplicar, etc., lo que en algunas ocasiones les permite
revertir la agresión. Esta circunstancia es reflejada en numerosas encuestas donde se revela que los
hombres son más objeto de agresiones con consecuencia de homicidio que las mujeres.
297
PARTE II: LÓGICAS Y SENTIDOS DEL USO DE ARMAS DE FUEGO
En esta categoría traemos a consideración párrafos de testigos que han presenciado directamente
una agresión con armas de fuego, no estando dirigida a su persona pero de la que han tenido una
percepción sensorial inmediata sin afectación directa, como aquéllos propiamente referenciales que
son los que conocen de un hecho a través de lo que otras personas le han contado. En ocasiones
resulta difícil distinguir entre presenciales o referenciales en los relatos. Por tal razón, se configuran en
una sola subcategoría.
Además de la abundancia de casos de victimización directa los y las participantes también narran
situaciones violentas con armas de fuego que han visto o tenido noticia a través de familiares, amigos
y/o vecinos del sector que han sido víctimas.
Hace poco mataron a un muchacho frente a mi casa. (La Vega; G.D. nº 3; mujer de 16 años; estudiante).
…el señor de la panadería en el 23 de Enero [Sector del Distrito Capital], por su camioneta [lo mataron] (…)
aquí por Lídice [Sector de la parroquia La Pastora] tuvo luto todo el mundo. (La Pastora; G.D. nº 3; mujer de
50 años, licenciada en Historia).
Una participante de La Vega narra una nueva modalidad delictiva que afecta a los adolescentes:
…hay una nueva situación que afecta a muchos estudiantes (…) los muchachos se van a los matinés (…) en
esos matinés (…) venden droga y aliñado [licor preparado tipo coctel] (…) las bandas (…) amenazan que van a
matar a los muchachos si no les pasan su parte (…) es una realidad bastante compleja porque ocurre donde
está la gente más desprotegida, he visto casos de niñas de séptimo grado que han sido violadas, que se
despiertan en un sitio que no conocen (La Vega; G.D. nº 6; mujer de 38 años; graduada universitaria).
Estos testimonios refuerzan los anteriores, indicando una amplia vulneración de los derechos de las
personas, tales como el derecho a su integridad física y psíquica, a la libre circulación y disfrute de
los espacios públicos. Un representante de cultura y deporte del grupo de La Pastora lo transmite
en su propia vivencia: “(...) nosotros dejamos de disfrutar cosas por culpa de ellos [refiriéndose a los
malandros]” (G.D. nº 4; hombre de 41 años; bachiller).
La sensación de ser víctima de la inseguridad ciudadana y comunitaria aun cuando no se declare haber
recibido un ataque delictivo encuentra correspondencia con la frecuencia de frases alusivas a una
victimización global que se hace natural y casi rutinaria:
Aquí todos hemos sido testigos de la violencia que genera un arma de fuego. (La Pastora; G.D. nº 3; hombre
de 29 años; bachiller).
…ya nos estamos acostumbrando porque todos los días vemos un muerto ahí. (La Pastora; G.D. nº 1; hombre
de 41 años; TSU).
…hemos sido acorralados por medio de delincuentes (…) hemos estado en medio de plomazones. (La Vega;
G.D. nº 4; mujer de 50 años; licenciada).
…todos de una u otra forma hemos conocido casos de armas de fuego (La Vega; G.D. nº.7; hombre de 32
años; bachiller).
298
Perspectiva de intervención en materia de armas de fuego
Existe consenso sobre quienes son las víctimas de hechos violentos con armas de fuego: “(…) los
muertos más que todo son muchachos jóvenes en los barrios” (La Vega; G.D. nº 3; mujer de 35
años; 9º grado). Es decir, niños, adolescentes y jóvenes de las zonas populares. Situación que genera
preocupación dentro de las y los participantes pues, de continuar, Venezuela se convertiría en un país
de viejos, considerando que la expectativa de vida en estos núcleos urbanos es muy baja, en torno a
30 años, según la percepción que expresan los y las participantes.
Las narraciones de numerosos hechos delictivos vividos o presenciados y las frases de victimización
genérica por tiroteos, amedrentamientos, porte de armas, presencia de cadáveres, etc., corroboran la
dimensión objetiva del problema, consecuente con los datos objetivos que las encuestas de victimiza-
ción (Encuesta de Situaciones y Percepción de Uso de las Armas de Fuego; CODESARME 2011-2012)
han revelado. Precisamente se escogieron estas parroquias por sus altas tasas delictivas. También
se evidencia una infraestructura estatal con instituciones debilitadas e ineficientes. Se reitera lo ya
señalado: una privación del disfrute de derechos humanos básicos y la subsiguiente autolimitación
del espacio público y del desenvolvimiento libre de los habitantes de estas comunidades, claramente
expresada por un participante:
Bueno, es que tú salgas a la calle, puedas disfrutar una sonrisa, una armonía. Anteriormente yo llegaba y
rumbeaba (…) llegaba a las 4:00 o 5:00 de la mañana y bajaba. Ahorita no, ahorita un “quieto, dame el celular
o dame lo que tengas” (La Pastora; G.D. nº 2; mujer de 36 años; bachillerato incompleto).
La dimensión subjetiva de la inseguridad resulta alta en correspondencia con las situaciones de vio-
lencia delictiva que reproducen los y las participantes. Un participante comenta: “La delincuencia está
desatada, antes había pero ahora hay más” (G.D. nº 5; mujer de 60 años; en nivel educativo colocó
estudiante) y agrega: “(…) ya uno no puede salir a la calle”. Los habitantes de estas comunidades han
tenido que cambiar sus horarios para evitar la exposición a las agresiones: “La gente aquí tiene que
acostarse a las siete de la noche. Donde nosotros vivimos hay toque de queda” (Los Frailes; G.N. nº.4;
mujer de 38 años; bachiller). Se generaliza una incertidumbre producto del descontrol en el uso de las
armas de fuego y los numerosos hechos violentos a los que están expuestos sus habitantes. Estos
fenómenos inciden en la compra ilegal de armas con fines defensivos y en peticiones de políticas de
“mano dura” (tolerancia cero) que frecuentemente lleva a violaciones de los derechos más elementa-
les, especialmente de los más pobres y desprotegidos.
299
PARTE II: LÓGICAS Y SENTIDOS DEL USO DE ARMAS DE FUEGO
Tabla Nº 8. Frecuencia de comentarios asociados a las vivencias o experiencias con armas de fuego por
comunidad
N° de comentarios asociados a:
N° N° de Víctima Testigo directo/ Victimización Total de
Comunidad Taller participantes directa referencial genérica Comentarios
La Vega 1 7 1 (20,0%) 2 (40,0%) 2 (40,0%) 5(100%)
2 10 4 (57,1%) 2 (28,6 %) 1 (14,3%) 7(100%)
3 9 2 (33,3%) 3 (50,0%) 1 (16,7%) 6(100%)
4 5 2 (33,3%) 2 (33,3%) 2 (33,3%) 6(100%)
5 5 1 (25,0%) 2 (50,0%) 1 (25,0%) 4(100%)
6 11 5 (55,6%) 3 (33,3%) 1 (11,1%) 9(100%)
Subtotal 47 15 (40,5%) 14 (37,8%) 8 (21,6%) 37(100%)
La Pastora 7 14 2 (33,3%) 3 (50,0%) 1 (16,7%) 6(100%)
1 10 1 (25,0%) 2 (50,0%) 1 (25,0%) 4(100%)
2 10 3 (50,0%) 2 (33,3%) 1 (16,7%) 6(100%)
3 10 3 (37,5%) 3 (35,5%) 2 (25,0%) 8(100%)
5 8 2 (33,3%) 3 (50,0%) 1 (16,7%) 6(100%)
6 3 3 (100,0%) 0 (0,0%) 0 (0,0%) 3(100%)
Subtotal 55 14 (42,4%) 13 (39,4%) 6 (18,2%) 33(100%)
Los Frailes 1 11 1 (20,0%) 2 (40,0%) 2 (40,0%) 5(100%)
2 12 2 (33,3%) 3 (50,0%) 1 (16,7%) 6(100%)
3 10 2 (22,2%) 7 (77,8%) 0 (0,0%) 9(100%)
4 5 1 (16,7%) 4 (66,7%) 1 (16,7%) 6(100%)
5 11 1 (25,0%) 2 (50,0%) 1 (25,0%) 4(100%)
6 11 3 (42,9%) 3 (42,9%) 1 (14,3%) 7(100%)
Subtotal 60 10 (27,0%) 21 (56,8%) 6 (16,2%) 37 (100%)
Total 162 39 (36,4%) 48 (44,9%) 20 (18,7%) 107 (100%)
Esta categoría es importante a la hora de trazar una política de desarme al permitir conocer la percepción
sobre la finalidad de uso de las armas de fuego, facilitándonos inferir cuáles de los usuarios estarían
más predispuestos al canje a través de beneficios que en alguna forma compensen los motivos que
ocasionan su porte.
Sobre este punto hubo un planteamiento expreso en los grupos de discusión y en el cuestionario. Por
eso incluimos todas las subcategorías que se derivan de las respuestas aunque la extensión dedicada
a cada una revela que algunas fueron más objeto de consideración que otras. Por ejemplo, el uso
para fines delictivos tuvo menos recorrido en el debate, los y las participantes lo apuntaron, pero no
ahondaron tanto en él. En cambio sí lo hicieron en el uso para fines defensivos, que es correlativo al
primero, así como profundizaron en el uso simbólico de las armas de fuego.
300
Perspectiva de intervención en materia de armas de fuego
Toda persona tiene derecho a la protección por parte del Estado a través de los órganos de seguridad ciudada-
na regulados por ley, frente a situaciones que constituyan amenazas, vulnerabilidad o riesgo para la integridad
física de las personas, sus propiedades, el disfrute de sus derechos y el cumplimiento de sus deberes.
Y el tercer párrafo del mencionado artículo prescribe que los cuerpos de seguridad del Estado harán
uso de las armas de fuego limitados por “principios de necesidad, conveniencia, oportunidad y propor-
cionalidad, conforme a la ley”, respetando la dignidad y los derechos humanos de todas las personas.
Los y las participantes están mayoritariamente de acuerdo con la premisa establecida de responsabi-
lidad del Estado a través de distintas instancias en la protección de los ciudadanos/as. En más de una
oportunidad se recalca el “deber ser” en el estado de derecho: monopolio del uso de la fuerza y del
porte y uso de armas de fuego por parte de los cuerpos de seguridad del Estado:
…realmente las armas deben estar en manos de funcionarios para defender la ciudadanía, no de nosotros que
somos comunes (La Vega; G. D. nº 6; mujer de 54 años; universitaria).
Predomina una evaluación negativa de los cuerpos de seguridad del Estado que se agrava cuando no
solo se trata de ineficiencias, sino de acciones ilegales perturbadoras de la convivencia. La efectividad/
inefectividad de la presencia policial disuasiva y los operativos policiales y/o militares, son objeto de
apreciaciones diferentes:
…nosotros pedimos a la Guardia (…) se quedaron aquí tres años, la quitaron de la noche a la mañana y eso se
perdió, esto está peor que antes (La Vega; G.D. nº 5; mujer de 51 años de edad; primaria).
Nosotros les damos las gracias al Presidente y al Director de la Policía Nacional, porque pusieron una patrulla
24 horas (La Vega; G.D. nº 3; hombre de 43 años; bachiller).
Los policías les tienen miedo a los malandros (Los Frailes; G.D. nº 3; mujer de 16 años, estudiante).
…si hay enfrentamiento entre una banda y otra, hay funcionarios que prefieren que se maten entre ellos, y
ellos llegan después (La Vega; G.D. nº 3; hombre de 50 años, secundaria incompleta).
También hay puntos más bien coincidentes sobre la actuación de la Policía Nacional Bolivariana:
…la Policía Nacional ha prestado bastante apoyo, y desde que ellos están en la calle se ha visto que todo se
ha tranquilizado, lo que pasa es que ya últimamente (…) varios policías se están pasando como de la raya (La
Vega; G.F. nº 5; mujer de 60 años; estudiante).
…al inicio cuando la Policía Nacional se presentó en toda la parroquia Sucre hacían recorridos (…) últimamente
no los hacen (…) en cierto aspecto se ha burocratizado (Los Frailes; G.D. nº 6; hombre de 17años; estudiante).
Se citan testimonios de los riesgos y perturbaciones que traen los operativos policiales para atacar a
los delincuentes. Este caso específico trata de una actuación de la Policía Nacional Bolivariana:
…cuando el comisario R. subió para el sector [parte alta de La Vega] (…) el operativo fue fuerte (…) para
nosotros fue de terror ese día, porque ahí no es con pistolita, como yo le digo, esas son armas grandes (G.D.
nº 4; mujer de 50 años; licenciada).
301
PARTE II: LÓGICAS Y SENTIDOS DEL USO DE ARMAS DE FUEGO
La falta de procesamiento de las denuncias es otro aspecto que puede estar vinculado a la ineficiencia
o quizás a la corrupción, como expresamente se refiere algunas veces:
…los cuerpos de seguridad no funcionan, tú vas y pones una denuncia y eso puede pasar, te jubilas, te mueres
y todavía la denuncia está ahí en proceso (Los Frailes; G.D. nº 6; mujer de 16 años; estudiante de bachillerato).
A pesar de la presencia constante de comentarios a favor de rescatar el uso legítimo de las armas de
fuego por parte de los cuerpos de seguridad del Estado, abundan testimonios negativos: familiares
muertos por acción de policías y situaciones de corrupción (extorsión, robo, etc.) que señalan a los
funcionarios como responsables directos.
…mi hijo, bueno, no cayó en manos del hampa, sino que cayó en manos de un funcionario (La Vega; G.D.
nº 4; mujer de 50 años; licenciada).
Según comentario de una persona en La Vega existen excesos policiales que parecen sugerir extrali-
mitaciones en la aprehensión:
Mi cuñado cuando muere, al muchacho lo mataron como a los 15 días (…) se metieron por todo el sector,
lo vinieron a agarrar (…) se les escapó (…) lo vinieron a matar acá (La Vega; G.D. nº 4; mujer de 50 años;
licenciada).
Los dos grupos de jóvenes de Los Frailes critican fuertemente el uso del modelo policial represivo
que consideraban ya superado. Desaprueban la entrada al sector con las armas de fuego en la mano
apuntando en general o a una persona en particular.
A mí me ha pasado, tres veces [se refiere al hecho de que algún policía le haya apuntado] (…) La tercera fue
hace dos semanas (…) nos sentamos a comer (…) y escuchamos como si fuesen fosforitos, ellos dicen, son
tiros (…) en eso que salimos corriendo estaba una persecución de la PTJ, entonces era una chama, no era
una policía así consciente (…) estábamos todos uniformados y entonces ella comenzó a apuntarnos en la
cabeza (…) y a la final no atraparon al chamo [que perseguían] y en todo eso resultó herido un primo de una
compañera (…) estaban disparando a lo loco, si no tienes un objetivo fijo para qué vas a disparar (Los Frailes;
G.D. nº 5; hombre de 17 años; estudiante).
Las intervenciones de los y las participantes dan lugar a una especie de paradoja: por un lado se
reclama la presencia de los cuerpos de seguridad armados, y por otro, se duda de su eficiencia y, más
allá, se señalan desviaciones en su comportamiento:“(…) los cuerpos policiales transmiten confianza
y a la vez no, ¿verdad?(...) No hay, como quien dice, un control (…) un seguimiento para esos cuerpos
policiales” (La Vega; G.D. nº 1; mujer de 35 años; bachiller).
Pero antes de finalizar la consideración de esta subcategoría, es importante destacar que en el grupo
nº 7 de La Vega (Policía Comunal, SAPP, individualidades) intervinieron algunos miembros de la Policía
Nacional Bolivariana y expresaron opiniones y proyectos que vale la pena transcribir:
Uno no puede tapar el sol con un dedo [refiriéndose a las críticas que se hacen en el grupo respecto a la
institución] (…) nosotros ahorita estamos creando los controles externos (...) para que personas naturales
como usted (…) estén pendientes, esto tiene que llevar una preparación, ¿verdad? (…) usted puede denunciar,
usted va a ser acreditada por la UNES (…) y usted va a poder hacer el control externo (…) el compromiso no
es nada más de la policía, es de ustedes como comunidad (…) Y no nos vamos a quedar con la alcahuetería,
porque si nosotros vimos eso y no lo denunciamos, estamos también siendo cómplices de eso (La Vega; G.D.
nº 7; mujer de 22 años; técnica de contabilidad de la Policía Nacional).
302
Perspectiva de intervención en materia de armas de fuego
En el discurso grupal existe un consenso formal acerca del uso de armas de fuego por parte de los
cuerpos de seguridad del Estado. Sin embargo, los excesos y desviaciones en sus funciones cues-
tionan ese consenso normativo poniendo en entre dicho el “deber ser”. Muchos consideran que son
tanto o más “malandros” que los propios delincuentes. No pareciera que el Estado ejerza adecuado
control sobre el uso de la fuerza por parte de las instituciones legalmente facultadas lo que contribuye
a su deslegitimación.
Quizás el poco tiempo transcurrido desde su instauración, en el caso de la Policía Nacional Bolivariana,
no ha permitido el desarrollo de la función contralora comentada en párrafos anteriores, perviviendo la
misma percepción que antes de su despliegue. Tampoco la comunidad, a pesar de algunos mecanis-
mos de control que se están articulando y que requieren tiempo, ha logrado avanzar en su ejercicio.
Las víctimas de abusos policiales o en general de abuso de poder a cargo de funcionarios se quedan
sin ninguna protección ni reparación, a pesar de la previsión contenida en el artículo 23 del Código
Orgánico Procesal Penal (COPP) que establece que también serán objeto del proceso penal la protec-
ción de la víctima y la reparación del daño, contemplando el derecho al acceso gratuito y expedito a los
órganos de justicia penal.
El uso de armas de fuego se asocia en primer lugar a armas ilegales que se utilizan para fines delictivos
vinculados a bandas y al tema de las drogas, cuestión importante para el desarme pero que amerita
otras investigaciones y un abordaje específico. De acuerdo con comentarios de consultados/as en la
parte baja de La Vega:
…quienes adquieren armas de fuego en los barrios son muchachos delincuentes (G.D. nº 3; hombre de 44
años; bachiller).
…ellos sí, tienen armas hasta de mayor potencia que las de la misma policía” (G.D. nº 4; hombre 60 años;
bachiller). Y agrega una participante del mismo grupo: (…) ¡No y hasta granadas! (G.D. nº 4; mujer de 50 años;
licenciada).
En algunas investigaciones se han detectado diferencias entre distintos tipos de agresores armados:
chigüire, azote, pran y malandro viejo (Juventudes Otras, grupo de investigación, 2010). Los tres pri-
meros actúan contra sus vecinos de comunidad ejerciendo un poder despótico que rompe con los
sentimientos de pertenencia. El último actúa fuera y defiende a su sector del acecho de los primeros y
de otros malandros que se supone hacen lo propio en su sector. El tipo de “malandro” protector es el
que aparece configurado en los grupos de discusión:
A veces nos sentimos más protegidos por ese muchacho que no tiene cultura, que anda armado (…) Si no
están estos muchachos ¿quién protege al sector? ¿Si denunciamos a este muchacho y entran los del otro
sector? (Los Frailes; G.D. nº 4; mujer edad no identificada; docente).
Sin embargo, no es claro que ejerza siempre ese rol porque parece alcanzarlo también la ambigüedad
de roles: “(…) encarna la idea del individuo que violenta las convenciones, impetuoso, con voluntad de
poder, que se sale de los vínculos convencionales y que se hace a sí mismo contra las circunstancias”
(Ídem); pero esas mismas circunstancias y otras que aparecen en su tránsito vital y comunitario pueden
colocarlo en situación de ejercer la violencia contra los suyos, a pesar de que no estuviese en su diseño
o proyecto inicial: “Hay veces que se cometen actos violentos con gente de la misma comunidad” (Los
Frailes; G.D. nº 3; sin datos).
En muchos casos su sector es el escenario de “culebras” o problemas con los de otro sector. Los pac-
tos explícitos o implícitos son frágiles. O quizás su protección no resulta efectiva porque los poderes de
303
PARTE II: LÓGICAS Y SENTIDOS DEL USO DE ARMAS DE FUEGO
los “malandros” son efímeros y muy atomizados. Eso contribuye a mantener el temor en la comunidad
y su incapacidad para estructurar mecanismos de defensa. A veces hay que recurrir a la Policía cuando
la situación se complica:
El sector donde está ubicada la escuela es muy fuerte en Catia, agradezco el apoyo de la PNB, siempre están
atentos, los hemos llamado en momentos claves y la experiencia es que me buscan como representante de
la escuela y los muchachos del barrio dicen: “nosotros cuidamos, no llames a la policía que no nos conviene”;
yo trato de mediar pero la realidad es difícil (Los Frailes; G.D. nº 1; mujer sin identificación de edad; estudios
universitarios).
En todo caso conviene no apologizar la violencia delictiva al no ser generadora de organización ni reivin-
dicación, por el contrario la disuelve (Ibídem). No hay ninguna referencia en los dos grupos de jóvenes
del sector Los Frailes de la parroquia Sucre a organizaciones juveniles ni a redes de inclusión más allá
de la camaradería de los compañeros y amigos. Las intervenciones tienen un tono reivindicativo y un
acento político muy por debajo del que expresan los grupos de adultos.
En esta categoría hay que insistir en las numerosas referencias al tema de la droga y las bandas delic-
tivas en los grupos de discusión. La actuación individual o la adscripción a organizaciones vinculadas a
la droga ejerce una influencia amplia en el uso de las armas de fuego. Hay señalamientos expresos y
abundantes al respecto:
…veo que el porte de armas [de fuego] ilegal está muy unido a la droga, al alcohol (La Vega; G.D. nº 3; mujer
de 52 años; estudiante universitaria).
En cuanto a las bandas, según la opinión de un participante de La Vega existe una relación directa
entre éstas, el uso de armas de fuego y la inseguridad: “(…) he visto guerra entre bandas (…) también
algunos fallecidos por ese hecho” (La Vega; G.D. nº 4; hombre 69 años; 4to año). Se alude al fenómeno
porque la política de desarme y en general la de seguridad requiere de especificidades si se dirige a
personas implicadas en organizaciones delictivas, sea que estén o no asociadas a las drogas.
El uso de armas de fuego para la defensa se conecta en los relatos con la inseguridad existente en las
comunidades y la necesidad de protección personal y familiar. Iniciaremos el análisis destacando los
riesgos de la posesión de armas de fuego que cuestionan su funcionalidad ante ataques delictivos.
Al asumir el debate de los riesgos que se derivan de portar armas de fuego para usos defensivos se
observó que en La Vega hay una mayoría consciente sobre la agravación de las consecuencias cuando
la víctima de un delito porta arma de fuego, hecho puesto de manifiesto en distintas investigaciones.
Además de la eventualidad de accidentes, de convertirse en objeto de deseo para los delincuentes por
el arma de fuego y de cometer hechos violentos con el arma por motivos intrascendentes, es claro que
normalmente el delincuente siempre tiene ventaja sobre la víctima armada no solo por experticia en
apuntar y disparar sino por el factor sorpresa: es quien escoge el momento y las mejores circunstancias
para él, lo que le da una notable superioridad (Bandeira y Bourgeois, 2006); pocas veces las víctimas
304
Perspectiva de intervención en materia de armas de fuego
tienen oportunidad de sacar el arma de fuego. Además del aumento considerable del riesgo de muerte
cuando alcanzan a sacarla.
…más bien es un peligro (…) ya todo el mundo sabe que la persona tiene un arma (...) es su herramienta
de trabajo (…) anda pendiente de quitarle un arma a esa persona (La Vega; G.D. nº 7; hombre de 66 años;
bachiller).
Los dos factores que se alegan en los grupos para reivindicar la tenencia y/o uso de armas de fuego
con fines defensivos a pesar de los riegos reconocidos son inseguridad e impunidad. Desde el punto
de vista jurídico, es el estado en que se encuentra un hecho delictivo que no ha sido debidamente
castigado con la pena establecida legalmente. Supone una desprotección no solo para la víctima sino
para la comunidad porque una vez instalada tiende a normalizarse y contribuye al aumento de las tasas
delictivas, de la percepción de inseguridad y a la deslegitimación de las instituciones. En La Pastora se
acusa más fuertemente el tema de la inseguridad y la búsqueda de armas para este uso.
Es un escollo muy importante para la convivencia y el disfrute de los derechos humanos y sociales es-
pecialmente cuando cubre delitos graves contra las personas. En tal caso el beneficio de los derechos
sociales no resulta tan valorado dado que lo que está en riesgo es la integridad de la vida misma. Por
otro lado interpela a las instituciones y a las mismas comunidades sobre cuál es la normatividad que
compromete, la ley empieza a carecer de significado real y no se sabe sobre qué principios y valores
se sustenta la vida comunitaria. Un ejemplo muy ilustrativo de este quiebre de valores lo encontramos
en la expresión de la madre de uno de los agresores que robaron a un joven:
Y los agarraron (…) La mamá de uno de ellos [de los presuntos ladrones] le dice: “¿me lo vas a meter preso
nada más por 1500 bolívares? Yo te los puedo pagar” (La Vega; G.D. nº.4; mujer de 50 años; licenciada).
En el registro cuantitativo, obtenido de la pregunta nº 1 del cuestionario se ve el peso que tienen en los
grupos los distintos tipos de uso (ver Tabla nº 9):
305
PARTE II: LÓGICAS Y SENTIDOS DEL USO DE ARMAS DE FUEGO
Tabla Nº 9. ¿Por qué creen ustedes que las personas usan armas de fuego en su comunidad?
La mayoría de los consultados coinciden en que las personas usan armas de fuego por protección, para
defender su persona, su familia y sus bienes. La ponderación de este uso es muy alta en la primera
opción escogida así como en la categoría total, superando a todas las otras opciones. La explicación es
que este uso está motivado por el sentimiento de seguridad que proporciona poseer un arma de fuego
dada la desconfianza manifiesta en los cuerpos de seguridad y la impunidad. Los párrafos siguientes
lo corroboran:
…Se los llevan 20 veces presos y los siguen soltando (La Vega; G.D. nº 3; mujer de 44 años; bachiller).
La gente quiere obtener armas para defenderse (…) por el problema de la inseguridad (…) esa no es la forma
de buscar defenderse (…) y no armarse paʼ matar a nadie sino para defender a la familia (Los Frailes; G.D. nº
4; mujer de 53 años; profesional).
Incluso en el caso de homicidios, existe impunidad y los familiares no llegan a saber ni de detenciones
ni de reparaciones:
…a mí me mataron a mi hijo y a mi sobrino, eso no tiene respuesta, nadie sabe nada (Los Frailes; G.D. nº 4;
mujer de 53 años; profesional).
…no hay penalización de ningún tipo, entonces yo puedo hacer lo que yo quiera sin que nadie me haga nada
(La Vega; G.D. nº 6; mujer de 42 años; universitaria).
En los pocos casos que se denuncia pareciera que no hay procesamiento de la misma: “(…) y uno de-
nuncia y la denuncia se queda ahí” (La Vega; G.D. nº 1; hombre de 60 años; bachiller). Este comentario
asocia la impunidad como resultado de la ineficiencia o quizás corrupción mencionada anteriormente.
La impunidad produce una especie de retroalimentación que impide a la comunidad activarse. Las citas
muestran el miedo a denunciar por las consecuencias para la persona o su familia: se revela la identidad
de los denunciantes. Así lo refirió un participante de La Vega respecto al sistema de denuncias anó-
nimas en el CICPC. “Se denuncia a alguien y cuando lo aprehenden, el detenido dice: ʽmira yo quiero
saber quién me echó pajaʼ y el policía le pide veinte palos y le dice quién fue”; el participante concluye:
“¿Tú te vas a buscar un problema que para ti es innecesario?” (G.D. nº 3; mujer de 44 años; bachiller).
306
Perspectiva de intervención en materia de armas de fuego
Esa cultura del miedo es consecuencia de la impunidad y a la vez genera su aumento: la gente no se
atreve a denunciar. Y terminan estableciéndose relaciones ambiguas con los agresores, una especie de
alcahuetería que es mencionada varias veces en los relatos. Se produce una relajación de la cohesión
social y los valores porque según se dice en los grupos: “…el caso es que aquí cada quien sabe quién
es quién” (La Vega; G.D. nº 3; hombre de 52 años; básica).
La posibilidad de acceso al sistema judicial está muy debilitada ya que incluso la denuncia, como se
ha visto, está normalmente fuera del alcance de las víctimas. En pocos casos se relata aprehensión
de los agresores de parte de cuerpos de seguridad y en alguno de ellos la puesta en libertad sin
proceso parece ser la actuación dominante, también mediante cobro de “vacuna”. La función del
Estado de proteger la seguridad de las personas resulta seriamente cuestionada ya que ella implica
el deber de perseguir y detener a los responsables de los delitos. La impunidad deja sin efecto esta
responsabilidad.
La expresión “falta de castigo a los delincuentes” tiene bastante peso en el discurso sobre todo en La
Pastora. La petición de medidas severas ejemplarizantes para combatir la criminalidad son reflejo de
este pensar. Así se evidencia en el discurso de un participante:
…deben darse políticas sancionatorias realmente severas (…) porque si una persona que porte un arma (…)
dame acá, yo te la quito, le pagaste tanto a no sé quién, no te llevo el caso para Fiscalía, sales, dame tantos
millones (…) y (…) Ese armamento sigue sumando más violencia y más muerte (La Vega; G.D. nº 6; mujer de
43 años; universitaria).
Cuando la moderadora le pregunta a qué se refiere con sanciones más severas, responde:
…debería ya sancionarse el uso de armas (…) porque si no podemos dar todas las charlas (…) crear todos
los comités (…) Aquí la mayoría de los jóvenes van a estar muertos si seguimos en esta (...) (La Vega; G.D. nº
6; mujer de 43 años; universitaria).
…Y mano dura, este gobierno ha sido muy flojito, derechos humanos (…) estamos acabando con nosotros
mismos por falta de mano dura (…) porque nosotros estamos acostumbrados a que tengan que cargarnos a
los coñazos para andar correctos, eso es mentira que de otra forma se puede (La Pastora; G.D. n° 1; hombre
de 41 años; TSU).
307
PARTE II: LÓGICAS Y SENTIDOS DEL USO DE ARMAS DE FUEGO
por la existencia de la probabilidad real de su aplicación, lo que no parece estar sucediendo desde la
perspectiva de los y las participantes en los grupos de discusión. Esta impunidad se percibe como
un fenómeno altamente criminógeno especialmente cuando falla la sanción para delitos graves como
el homicidio. No solamente fomenta la justicia privada sino que suma más inseguridad al facilitar el
crecimiento de las tasas delictivas, ya que esa función disuasoria queda sin cumplirse. “La certeza de
que no hay sanción estimula el delito y genera la venganza” (Juventudes Otras, grupo de investigación,
2010). El análisis de costos-beneficios que explícita o implícitamente hacen quienes se dedican a
actividades delictivas, o los que se van a iniciar, los inclina a favor de dichas actividades, dada la poca
probabilidad de la detención-proceso-sanción.
Los jóvenes marginados y excluidos detentan armas de fuego como una forma de alcanzar una
identidad masculina prestigiosa. “El arma tiene un simbolismo que va más allá de su condición de
instrumento para la violencia” (Page, 2009). De inicio resaltamos un párrafo que apunta a la aparición
de este nuevo uso:
…el concepto de las armas de fuego ha cambiado, recuerdo que cuando era niña los que tenían armas eran
la seguridad, ahora se maneja el arma para tener poder (Los Frailes; G.D. nº 6; mujer 16 años; estudiante).
Ante la debilidad de la presencia institucional del Estado los armados ostentan un poder privilegiado
que les permite controlar un sector de la comunidad. Se refleja en las intervenciones a continuación:
…inclusive en las fiestas (…) si tú no llegas con un arma de fuego o no estás (…) en las tribus de los armados,
ni siquiera tienes derecho a un baile con las chicuelas (La Pastora; G.D. nº 1; hombre de 38 años; TSU).
…Ahora veo a niños, jóvenes y adultos que llevan el arma afuera. Tiempo atrás no se hacía, me satisface
más que tú me veas el arma (…) y ese es mi poder ante ti (La Vega; G.D. nº 3; mujer de 54 años; estudiante
universitaria).
Ese poder llega incluso a proporcionar prestigio y un rol de protector de la comunidad, referido en este
comentario hecho por una participante de La Vega:
…la violencia se ha convertido en un hecho ya cultural (…) quizás la persona que porta un arma en la comu-
nidad, este, para muchos es un héroe (…) es el que cuida el barrio (…) es el que hace el día de las madres,
es el que celebra el día del niño en la comunidad (…) es el que mantiene la seguridad de que otras bandas no
lleguen al barrio (La Vega; G.D. nº 7; mujer de 32 años; TSU).
Si se retoma la Tabla nº 9 del registro cuantitativo, la segunda mayor coincidencia de opinión es que el
arma de fuego es usada por personas para obtener un estatus o reconocimiento social que le permita
mantener y fortalecer su identidad, acceder al respeto y/o controlar el entorno donde reside. Lo que
podría tener relación con la comisión de hechos delictivos, siendo esta la tercera razón de uso más
frecuentemente mencionada por los y las participantes de los grupos de discusión. Aunque no se
conoce la conexión entre uso simbólico-expresivo y uso propiamente delictivo y defensivo, de los
relatos pareciera evidente que hay algún tipo de asociación. El uso simbólico-expresivo parece ser un
puente entre el uso delictivo y el uso defensivo.
En términos numéricos, se percibe un uso defensivo y simbólico-expresivo mayor que el uso propia-
mente delictivo, lo que podría indicar una sobre dimensión de la percepción subjetiva de inseguridad.
308
Perspectiva de intervención en materia de armas de fuego
Se requeriría un análisis mayor que atendiera a las tasas de violencia con armas de fuego de las en-
cuestas de victimización. La elevación de las mismas sugiere la existencia de riesgos reales evidentes.
Este rol de poder y prestigio responde a un modelo hegemónico que concibe la masculinidad como do-
minación, fuerza, temeridad, asunción de riesgos exagerados, etc. El tener armas, dicen los jóvenes de
Los Frailes de la parroquia Sucre, hace que creas que tienes el poder de dar órdenes y hacer obedecer.
El solo hecho de poseerlas y que se sepa ya intimida. El anverso es una concepción de la feminidad
complementaria: la mujer que está detrás del hombre poderoso recibe por extensión reconocimiento
y protección. Las muchachas de los sectores populares se significan positivamente cuando andan con
el malandro principal, son respetadas y pueden acceder a niveles de consumo inaccesibles si su pareja
fuese un obrero. Se convierten en “primeras damas”: la mujer detrás del trono.
Sin embargo, dadas las condiciones de exclusión social que padecen los jóvenes de los sectores
populares, esta masculinidad les resulta funcional en la construcción de su identidad y en la protección
personal y familiar en un medio altamente vulnerable, asunto que en la práctica queda como una
responsabilidad personal.
Es esta la dimensión expresiva y necesaria del respeto del hombre, que se mide por su capacidad de tomar repre-
salias frente a las agresiones y ofensas recibidas. Tener respeto es el capital simbólico que entre hombres repre-
senta una suerte de libertad ganada por la disuasión que logra en los pares adversarios (Briceño y Zubillaga, 2001).
En los grupos de discusión se hizo referencia a la práctica de los disparos al aire como símbolo de
masculinidad en fiestas, celebraciones y juegos deportivos, una diversión a todas luces peligrosa y que
reduce los ámbitos de recreación:
…hay una fiesta normal (…) y empiezan a disparar hacia arriba como locos, también en diciembre (…) nadie
puede salir, ya no se puede disfrutar porque si sale una bala ahí… (Los Frailes; G.D. nº 6; mujer de 18 años,
estudiante de bachillerato).
El poder que representan las armas de fuego como símbolo de masculinidad debe ser revertido con
políticas educativas y culturales que ofrezcan a los jóvenes espacios de reconocimiento diferentes.
Esto resulta indispensable para desarrollar un plan de desarme y de instauración de la paz.
Los hombres tienen un papel decisivo porque son quienes tienen que desarmarse, pero las mujeres
en los países donde estos procesos han sido exitosos han actuado como excelentes facilitadoras.
En Brasil, la organización Viva Rio, con su eslogan “¡No a las armas!” o “el arma o yo” contribuyó a
desmitificar esa simbología que las identifica con masculinidad. Es posible otro tipo de masculinidad
que no hipoteque la vida de los jóvenes y que propenda a una sociedad más igualitaria no solo en las
relaciones económicas sino también en las de género, aliviando las sobrecargas que los desequilibrios
macro y micro imponen.
Este rol relevante de las mujeres-madres puede servir de apoyo a las políticas de seguridad y al des-
arme voluntario: “(…) nosotras las madres (…) y también los padres responsables (…) tenemos que
hacer un bloque de acción, el gobierno solo no va a hacer nada, porque el gobierno somos nosotros”
(La Pastora; G.D. nº 2; mujer de 54 años; bachiller).
Se trata de una subcategoría que surgió en los grupos de discusión y que no está reflejada en las res-
puestas del cuestionario. La desconfianza en los cuerpos policiales y la comentada impunidad fomenta
una especie de justicia privada que aumenta la espiral de violencia. Fenómeno que se acrecienta
309
PARTE II: LÓGICAS Y SENTIDOS DEL USO DE ARMAS DE FUEGO
exponencialmente cuando se vincula a conflictos interpersonales (culebras) y/o a la lucha entre bandas.
Un vocero comunitario de La Vega comenta:
…he visto guerra entre bandas (…) y por ende también algunos fallecidos por este hecho, no (…) y luego
también las cuestiones selectivas, ¿no? Que queda la rencilla y luego se genera eso, todo es como una espiral
(G.D. nº 4; hombre de 60 años; bachiller).
Esta búsqueda de venganza también se da por victimización individual o familiar. Queda un sentimiento
de rencor e impotencia que deriva en la toma de la justicia por la propia mano. Esta disyuntiva entre
confiar en la justicia del Estado o efectuarla uno mismo, se observa en la siguiente intervención de una
consultada de La Vega:
…mi sobrino (…) lo roban (…) llegó a la casa dándole golpes a la pared (…) quitarle el dinero así (…) vamos a
abrir los ojos, ya está bueno, él me dice: “mira, yo no me voy a quedar con los brazos cruzados, yo los vi y los
reconozco”(...) yo le digo: (…) “tampoco es así, hay justicia y hay que buscar la manera” (La Vega; G.D. nº 4;
mujer de 50 años; bachiller).
En la cita transcrita se trata de rabia por perder el dinero que se ha ganado trabajando, pero en el
caso de asesinatos, bien sea por otros jóvenes o por policías, la exigencia de venganza se conecta
con mucho dolor y un rencor más intenso: “la sangre llama” (esta expresión la usa uno de los jóvenes
participantes en la 1ra jornada de debate organizada por Juventudes Otras, grupo de investigación. Ob.
cit.). La violencia por venganza es citada por algunos participantes:
…hay un porcentaje altísimo de que los crímenes (…) con armas de fuego son motivados por la venganza,
por control del sector por drogas (…) porque una noviecita, (…) el muchacho tiene que cargar su pistola (…)
porque ya tiene los enemigos (…) (La Vega; G.D. nº 7; mujer de 55 años; bachiller).
Subyace una incapacidad para el diálogo unida a una cultura machista que acicatea la venganza violenta
como forma de reivindicar lo que se percibe como lesivo a los derechos o intereses propios. Los
padres contribuyen a animar este “ojo por ojo” diciéndole a sus hijos: “si te pegan responde con otro
golpe”. Por otro lado, las peleas y muertes por celos son una exacerbación de ese machismo: la novia o
enamorada se considera una pertenencia a la que otros no deben acercarse. Esto está muy claro en los
grupos de jóvenes de Los Frailes y en las reflexiones de las instituciones religiosas del mismo sector:
[A la pregunta: ¿es necesaria un arma de fuego para sentirse seguro?] “Siempre hay un equivocado por
ahí”; “Me siento seguro sin arma y entonces viene alguien, me confunde y me mata” y“(…) se mata
a alguien que no tenía nada que ver con el rollo” (Los Frailes, G.D. nº 3 y 6, jóvenes estudiantes de
secundaria). Se destaca el riesgo de ataque o muertes por confusión en el uso con fines de retaliación.
Es decir, en este revanchismo muchas veces surgen confusiones y se mata a la persona equivocada;
esta posibilidad, que a su vez, sirve para explicar la necesidad de usar armas de fuego.
310
Perspectiva de intervención en materia de armas de fuego
la principal fuente de suministro son los mismos órganos de seguridad del Estado. Surgen frecuentes
comentarios de los jóvenes de Los Frailes como: “El acceso es fácil (…) hay personas que conocen
malandros y policías que te la pueden prestar” (G.D. nº 3; hombre de 16 años; estudiante de bachillera-
to); o de un participante de La Pastora, con reflexiones como “(…) Entonces no es yo comprarla (…) [es]
¿quiénes la venden? (…) Hay efectivos policiales que decomisan un arma y no la llevan a la institución,
la venden” (G.D. nº 2; mujer de 35años; bachillerato incompleto); o de una vocera comunitaria de La
Vega: “(…) el antisocial no tiene un arma de reglamento, tiene que ser un soldado, un policía, un oficial
que les pase las armas” (G.D. nº 5; mujer de 30 años; estudiante); presumen que es relativamente
sencillo conseguir un arma de fuego por medio de funcionarios de seguridad ciudadana.
Aunque con poca frecuencia se comentó la proveniencia de las armas de fuego a través de las fronte-
ras geográficas del país; o el robo a quienes poseen armas de fuego, especialmente funcionarios de
fuerzas de seguridad que son las principales víctimas; o las cárceles como otra fuente de suministro
de armas de fuego para los delincuentes. Sin embargo, el común denominador son los órganos de
seguridad del Estado, quienes por corrupción, omisión o negligencia, pudiendo conseguir beneficio
lucrativo o no, facilitan que los ciudadanos comunes delincuentes o no accedan con facilidad a las
armas de fuego.
Se destacó la facilidad de acceso a las armas vía alquiler, venta o préstamo. Sin embargo, en el mismo
grupo de jóvenes se señaló que no es tan sencillo: “Alquilan la pistola en más de mil y eso es mucho
palʼ que no la tiene” (Los Frailes; G.D. nº 3, mujer de 15 años; estudiante de bachillerato).
El plan de desarme incluye procesos de identificación y registro de los parques de armas de los dis-
tintos cuerpos estatales, medida imprescindible para garantizar un desarme progresivo agotando esa
vía de acceso. Pero sorprende que hasta el momento haya existido una especie de anarquía en las
distintas etapas de circulación de las armas estatales. Quizás sea esto lo que lleva a un participante de
la parroquia La Vega a mandar a la Comisión de Desarme a “jurungar en los organismos de seguridad
del Estado” (La Pastora; G.D. nº 5; hombre, edad no identificada; TSU). Se trata de un señalamiento
reiterado en los grupos de discusión y cómo es que no se le ha metido el ojo antes. ¿Por qué el
fenómeno ha estado invisibilizado cuando al final resulta que todo el mundo lo conocía?
Las personas consultadas mostraron un consenso acerca de las características de los sujetos que por-
tan y/o usan armas de fuego. Fundamentalmente son jóvenes, adolescentes y niños, que en algunos
311
PARTE II: LÓGICAS Y SENTIDOS DEL USO DE ARMAS DE FUEGO
casos actúan bajo las órdenes de adultos. Aunque esta es la percepción predominante en los grupos
de discusión, existe otra perspectiva que manifiesta: “actualmente en la juventud y en los adultos está
por igual la utilización de armas” (La Vega; G.D. nº 5; mujer de 33 años; estudiante).
Es necesario hacer la salvedad de que la definición del rango de edad “joven” y “adulto” se encuentra
determinada por la percepción de los y las participantes. Lo que no varía en las comunidades consul-
tadas es que “(…) el hombre usa más el arma que la mujer” (La Vega; G.D. nº 5; mujer de 60 años;
estudiante). El fenómeno está vinculado mayoritariamente al género masculino, aunque en Los Frailes
se destacó la participación de algunas muchachas:
…porque hay una muchacha, hija de una malandra, y ella se batió a tiros con la policía (…) y tuvo que venir los
tupamaros, para poder sacar el cadáver (Los Frailes; G.D. nº 4; mujer de 50 años; licenciada).
La caracterización de niños y adolescentes se relaciona con delitos por motivos fútiles y con uso
irracional de las armas de fuego. Se los cataloga expresamente como “reacciones involuntarias” (Los
Frailes; G.D. nº 6; mujer de 16 años; estudiante). Es comprensible que la inmadurez emocional en
la adolescencia y más aún de la infancia provoque este uso irracional de las armas de fuego por la
ausencia de adecuado autocontrol. En tales casos es fácil deducir que se detonen hechos violentos
que deriven en lesiones graves o incluso la muerte. Los jóvenes del sector Los Frailes narran este tipo
de circunstancias:
Estaban en una fiesta ayer, cuenta la gente estaban peleando por unas bebidas, el chamo buscó una pistola y
lo mató (…) cuando hay un choque [conflicto] se reacciona de esa manera sin pensar antes (G.D. nº 3; mujer
de 16 años; estudiante de bachillerato).
Estas informaciones del debate en los grupos de discusión resultan corroboradas por las tablas nº 10
y 11 que cuantifican las respuestas en los cuestionarios sobre edad y sexo de las personas que usan
armas de fuego.
Tabla Nº 10. ¿Quiénes son las personas que más usan armas de fuego en la comunidad? Por edad
Tabla Nº 11. ¿Quiénes son las personas que más usan armas de fuego en la comunidad? Por sexo
En la caracterización de las personas que usan armas de fuego aparece el tema de la desocupación
juvenil. La misma no fue expresamente planteada en la guía de discusión ni surgió como un elemento
central en los debates grupales aunque sí de manera subrepticia. Llama la atención en la tabla siguiente
la relación aparente entre uso de armas de fuego, desempleo y condición estudiantil:
312
Perspectiva de intervención en materia de armas de fuego
Tabla Nº 12. ¿Quiénes son las personas que más usan armas de fuego en la comunidad? Por ocupación
La Tabla nº 12 muestra la percepción de los jóvenes que portan armas de fuego como desempleados
(42,1%); estudiantes y desempleados (10,5%), estudiantes, desempleados y adictos (5,3%) y vagos
(5,3%). Pareciera que se interpreta que al no tener empleo y desertar del sistema escolar quedan a
la deriva sin poder construir su identidad en el momento en que precisamente deberían hacerlo, sin
poder satisfacer necesidades básicas ni acercarse a las expectativas marcadas por la globalización,
constituyéndose en una especie de “estorbo” fuera de cualquier contexto institucional que les sumi-
nistre orientación en la incorporación a su vida adulta, lo que los inclina al inicio de actividades violentas
con armas de fuego.
En complementación con estas revelaciones en las respuestas a la pregunta de la Tabla nº 23: “Sugieran
tres (03) tipos de beneficios o recompensas que se le pueden ofrecer a una persona para que entregue
su arma de fuego”, la primera opción seleccionada fue “empleo o fuente de ingreso” (16 frecuencias
de respuesta). En el análisis cualitativo se insiste en esta misma dirección: “(…) dar trabajo primero
para poder quitar las armas después” (La Vega; G.D. nº 5; mujer de 34 años; educación secundaria).
Esta cita expresa la complejidad del tema de la violencia y la implicación, no causalidad, que tienen
distintas instituciones y fenómenos de la vida social y comunitaria. “La violencia urbana es un fenó-
meno complejo, consecuencia de una sumatoria de variables que combinadas terminan provocando
un incremento de la agresividad y del uso de armas de fuego en conflictos y delitos” (Bandeira y
Bourgeois, 2006). Seguidamente se refieren los factores asociados a la violencia con armas de fuego
señalados por las y los participantes de los grupos de discusión.
313
PARTE II: LÓGICAS Y SENTIDOS DEL USO DE ARMAS DE FUEGO
Los consultados comunican sus experiencias con un discurso y aprendizaje que proviene de distintas
audiencias sociales, entre ellas una muy importante remite a los medios de comunicación de masas
que tradicionalmente han sido relacionados no solo con la promoción de conductas violentas sino con
cierta manipulación de las noticias, especialmente las referidas a hechos delictivos. Diseñan una trans-
misión comunicacional que activa y modela las emociones de las personas, aumentando la inseguridad
subjetiva más allá de la presencia objetiva de la delincuencia que puede ser menor que el temor
frente a ella. Esta podría ser una de las explicaciones de la frecuencia y recurrencia del tema en las
conversaciones en la comunidad. La cuestión obviamente no es neutral y se asocia a la problemática
del ejercicio de la libertad de información y comunicación y a su compatibilidad con otros derechos,
siendo necesario destacar que sobre el tema existen diferencia de opiniones y ríos de tinta; desde las
ya expresadas, hasta la hipótesis de la catarsis, la saturación que vuelve inocuas las noticias, etc.
En los grupos de discusión se desgranan distintas facetas negativas de la acción de los medios de
comunicación que impactan en los valores y en las percepciones sobre inseguridad al referirse al uso
de la armas para demostrar poder, por ejemplo:
…disfrutar de lo que sale en los medios de comunicación, el que tiene el arma es el que tiene el poder y va a
ser respetado (La Vega; G.D. nº 3; hombre de 44 años; bachiller).
En La Pastora se hace referencia directa al agobio que produce la reproducción permanente de hechos
violentos por la televisión:
Una señora que está en su casa, y la calle es peligrosa (…) prende el televisor: mataron, secuestraron, viola-
ron. Lee el periódico, volvieron a matar, volvieron. ¿Qué tranquilidad puede tener? (La Pastora; G.D. nº 2; mujer
de 35 años; docente).
Los jóvenes del sector Los Frailes reseñan la falta de rigor, la violencia y el amarillismo de los medios
de comunicación:
Es importante lo de los medios de comunicación (…) critican que hubo tantos muertos y tal, generalizan (…)
meten todo en un saco, para generar la matriz contra el gobierno, cuando ellos son los que aplican amarillismo,
son los que promueven la violencia, o sea, pones un domingo cualquier medio y qué te pasan, una película
violenta (…) entonces los medios también tienen cierto aspecto de responsabilidad (G.D. nº 6; hombre de 18
años; bachiller).
La difusión de violencia también actúa a través de los juegos de computadora y otros instrumentos
tecnológicos. Así lo expone un consultado de La Vega:
El arma tecnológica es actualmente la computadora donde se manejan programas de violencia triple B, hasta
triple X (…) hay (…) representantes que les compran a sus hijos esos juguetes y ya cuando el niño supera
aquello, alcanza a adquirir un arma de fuego, cuando ya sale a la calle, está creciendo, porque su poder ya lo
venció a través de ese sistema de computación o de juegos, ¿verdad que sí? (…) (G.D. nº 3; hombre de 50 años;
bachillerato incompleto).
En Los Frailes un joven manifiesta una opinión contraria: “Yo soy fanático de los juegos bélicos, pero
yo no voy a agarrar un arma para ir a perjudicar a otro, ya tiene que ver mucho más con la crianza” (Los
Frailes; G.D. nº 6; mujer de 16 años; bachiller).
La crítica a los medios de comunicación incluye la difusión de patrones de consumo que se identifican
con un estatus social inalcanzable para los jóvenes de los sectores populares. La globalización de
estas expectativas de valorización a través de la posesión de distintos objetos impone estereotipos
314
Perspectiva de intervención en materia de armas de fuego
de hombre y mujer respetado/a y presiona a quienes están excluidos socialmente no solo de bienes
esenciales, sino de estos productos que vienen a reforzar la exclusión simbólica.
Tiene gran peso en los grupos de discusión el tema familia y valores. Se acusa cierta disfuncionalidad
en esta institución al señalar que los padres no están debidamente atentos a sus hijos e ignoran con
quién se reúnen y lo que hacen. Esta desatención se produce bien por falta de compromiso o por
motivos laborales.
…Un muchacho que vive en Los Mangos, con padres en situación difícil que salen a trabajar (…) no tiene
quién dirija su formación (…) él va a la escuela si le da la gana (…)” y agrega: “ el hijo nunca cuenta (…) está
solo y después preguntan ¿ay, por qué mi muchacho es delincuente? (La Vega; G.D. nº 1; hombre de 55 años;
bachillerato incompleto).
Hay que considerar el tipo de organización familiar existente en Venezuela: “En los sectores populares,
la familia toma otra forma, la calle sustituye a la familia como espacio de socialización” (Juventudes
Otras, grupo de investigación, 2010). Esta particularidad también es destacada por Briceño y Zubillaga
(2001), aludiendo a distintos estudios, lo que no implica ausencia de afecto, todo lo contrario, los jóve-
nes tienen una madre que es el centro familiar y los colma de atención y cariño, pero la socialización
está a cargo de otros hombres dada la ausencia o presencia virtual del padre. Son tíos, hermanos
mayores, amigos familiares los que trasmiten códigos y valores de masculinidad. “El inicio en la vida
violenta, se relaciona más bien con el aprendizaje de lo que implica ser hombre, generalmente de la
boca y acciones de otros hombres cercanos y diferentes al padre” (Ob. cit. 2010).
El peso de este fenómeno alcanza una gran densidad en los relatos de los y las participantes. Sin
embargo, en la Tabla nº 9 que indaga en las razones que se perciben como importantes en el uso de
las armas de fuego tiene una ponderación muy baja concretada en la respuesta “falta de conciencia y
formación de hogar” (2%). Pero en la Tabla nº 17, cuando se responde a la pregunta del cuestionario
“Cómo creen ustedes que se podría convencer a las personas armadas para que entreguen voluntaria-
mente su arma de fuego”, una frecuencia de nueve (9) respuestas consensuadas recomienda “usar el
diálogo directo a través de los familiares de las personas que poseen armas de fuego, sensibilizándolas
sobre el valor de la vida y el peligro que representan”, lo que indica que los vínculos familiares, espe-
cialmente las madres, son una buena vía para favorecer la entrega de armas de fuego.
Otra particularidad respecto a la familia urbana venezolana es la procreación precoz y el hecho de que
en muchos casos el padre ya transita el camino de la delincuencia o está preso o muerto. Apuntes de
este tipo se hicieron en distintos grupos de discusión en las tres comunidades.
Ahorita está pasando mucho que estos padres son padres muy jóvenes (…) son muy libres, les gusta tomar
(…) las muchachas quedan embarazadas muy jóvenes (…) tienen 13, 15, 16 años (…) (La Vega; G.D. nº 3;
mujer de 35 años; bachillerato incompleto).
…mi hijo tuve que ponerlo en psiquiatra (…) [su papá] siempre estaba preso o cayéndose a tiros, (…) yo en
mi casa vivía un abuso de violencia doméstica también (…) yo pensaba que mi hijo iba a ser malandro (…) (La
Vega; G.D. nº 4; mujer de 35 años; bachillerato incompleto).
315
PARTE II: LÓGICAS Y SENTIDOS DEL USO DE ARMAS DE FUEGO
un joven da su versión de por qué se inició en el “malandreo”: “…por mi padrastro papá (…) Como
mucho padrastro (…) que les gusta es darle coñazos a sus hijos, darle coñazo a su mujer y mandar a
los carajitos paʼ la calle y que le traigan plata (…) yo no me calé esa güevonada (…) yo me fui paʼ la
calle a jugarme la mía”. La mención del maltrato familiar aparece en la parroquia La Pastora: [evocando
un relato] “Mi mamá, cuando llega, si puede agarrar una cabilla, me da” (G.D. nº 2; mujer de 55 años;
docente).
Las referencias al tema en los grupos jóvenes no son frecuentes y cuando se hacen reproducen la
misma percepción de los grupos adultos: “…los muchachos se crían prácticamente solos porque nada
más está la mamá y (…) tiene que salir a trabajar y cuando llega (…) por el cansancio termina por tener
indiferencia con los hijos” (Los Frailes; G.D. nº 6; mujer de 16 años; bachiller).
Las citas muestran una estructura familiar que pareciera estar en dificultades para cumplir su función
de control social informal sin que existan instituciones o programas que compensen esta deficiencia.
Se argumenta que debe empezarse por “el rescate de la familia y los valores” (La Pastora; G.D. nº 1;
mujer de 45 años; bachiller).
Las opiniones y comentarios de las personas consultadas indican el arribo de la violencia con armas
de fuego a las instituciones educativas y la indefensión en que quedan. Se le atribuye también gran
responsabilidad en la pérdida de autoridad de maestros y profesores a la Ley Orgánica de Protección
del Niño, Niña y Adolescente (LOPNNA):
Cómo se puede hacer si dicen que en las escuelas no se pueden revisar los bolsos. Por qué no empiezan con
la revisión de la ley [la LOPNNA]. En Antímano pasó que mataron a un profesor, en ese momento pidieron que
llevaran bolsos de malla, pero ya no (…) (La Vega; G.D. nº 6; hombre de 51 años; universitario).
En el liceo pasó algo malo (…) de repente pasaron unos chamos en moto y tiraron unos tiros e hirieron a tres
(…) iban saliendo del liceo porque no tenían clases y les dieron, están gravísimos (Los Frailes; G.D. nº 3; mujer
de 16 años; estudiante).
Los hechos de violencia son narrados tanto por profesores como por alumnos, mostrándola extensión
de la inseguridad en las instituciones escolares idealmente concebidas como un espacio en que los
padres suponen a sus hijos protegidos.
En este tema de la institución escolar cabe también indagar sobre la percepción de los y las estudian-
tes sobre su funcionalidad para la incorporación a la vida adulta y su valoración del modelo educativo.
Lamentablemente poca reflexión se expresó en los grupos de discusión de los jóvenes. Rescatamos
un párrafo que se presta a varias interpretaciones, porque es demasiado escueto:
Yo hablé de lo que es la educación, porque ahorita la educación ha mermado mucho, ahorita por cualquier
cosa duras estudiando X tiempo por el cartoncito (Los Frailes; G.D. nº 3; mujer de 17 años; bachiller).
316
Perspectiva de intervención en materia de armas de fuego
Una primera lectura nos inclina a la hipótesis del fracaso de la institución escolar por no lograr que los
jóvenes permanezcan en ella y apostar por la necesidad de trasformaciones pedagógicas. Seguramente
este no es el único elemento a considerar cuando se leen las altas tasas de deserción escolar y su
gravitación sobre el desempleo juvenil y viceversa. La escuela seguramente no ilusiona al joven como
un mecanismo de superación de la exclusión porque ve a sus padres siempre trabajando y trabajando
sin que puedan subir de nivel.
Los valores, entendidos como concepciones explícitas o implícitas sobre lo bueno o lo deseable orientan
la conducta individual o comunitaria. Cuando se arraigan fuertemente se convierten en convicciones
profundas que actúan tanto en la parte cognitiva de las personas, como en la emocional. La alusión a
los valores y antivalores como cuestión vinculada al porte y uso de armas de fuego es muy frecuente
en los grupos de discusión, especialmente en las parroquias La Vega y La Pastora.
El porte y uso de armas se define como “un antivalor y un hecho ya cultural que está inserto dentro
de nuestra sociedad” (La Vega; G.D. nº 7; hombre de 32 años; bachiller). Por ello, en ese mismo grupo
se proponen talleres para todos los consejos comunales a fin de educar al hombre y a la mujer. Se
reivindica el valor de la tolerancia y el respeto: “tenemos que manejar la tolerancia, aprender a respirar,
a respetar el espacio de cada quien” (La Pastora; G.D. nº 2; mujer de 36 años; secundaria incompleta).
El respeto entendido como consideración y reconocimiento de los derechos y dignidad de las otras
personas es el principal valor que perciben como perdido y su restauración como básica para poder
alcanzar una convivencia en paz.
En la categoría de usos de armas de fuego nos referimos a las dificultades que rodean a las denuncias
de hechos delictivos. A ellos se agrega que la denuncia como forma de participación ciudadana en la
justicia no se considera un valor. Los que la practican no son apreciados sino que se les etiqueta como
“sapos” y “pajúos”. “Cómo se puede hacer (…) todos saben dónde; hay mucha gente aquí que tiene
armas y que son delincuentes” (La Vega; G.D. nº 7; mujer de 66 años; bachiller). Declara no atreverse
por los compadrazgos y otros por pavor. Se llega a mostrar insolidaridad y pérdida de un valor tan
esencial como el respeto a la vida:
317
PARTE II: LÓGICAS Y SENTIDOS DEL USO DE ARMAS DE FUEGO
…lamentablemente cuando matan al hijo de Juana, solo le duele a Juana, y ese es un problema mucho más
grave, porque luego matan al de Petra y le duele solamente a Petra (La Vega; G.D. nº 7; mujer de 66 años;
bachiller).
El temor está afectando el auxilio de los heridos y el valor de la vida misma: “(…) un herido por cierta
determinación de problema, no lo podías auxiliar, porque se metía en un problema el que lo auxiliaba,
yo creo que ahora eso se acentuó más” (La Vega; G.D. nº 1; hombre de 60 años; bachiller).
En La Pastora también se refiere que “los valores se han perdido mucho” (G.D. nº 2; mujer de 54 años;
bachiller) y esto se traduce en problemas de convivencia: “(…) la gente grita para comerse al otro vivo
(…)” (G.D. nº 2; mujer de 56 años; TSU).
El sistema político actual hace énfasis en el surgimiento de nuevos valores a través de la legislación
dirigida a instalar el poder comunal. Esos nuevos valores son básicamente protagonismo, autogestión,
igualdad, cooperación, corresponsabilidad, asistencia humanitaria, respeto mutuo y cambio social.
Ninguno de ellos se contradice con el acatamiento de las normas legales, sin embargo, su relajamiento
debido al aumento de los delitos y la impunidad cuestiona el valor de la convivencia que sostiene
el ordenamiento jurídico. El rechazo a la violencia armada y la superación de la impunidad delictiva
es esencial para revalorizar el respeto a la ley. Se pueden crear nuevos consensos y normativas sin
justificaciones de la violencia.
Esos valores que se supone imprimirán una nueva conciencia parecen no haberse alcanzado: “…la
organización comunitaria, fino, viva el poder popular (…) pero hasta que ese nivel de conciencia no se
dé no va a haber cambio (…) tiene que llegar empujado, porque ya en trece años todavía no ha nacido”
(La Vega; G.D. nº 7; mujer de 32 años; escolaridad sin identificar).
En la Tabla nº 23 que indaga sobre los beneficios colectivos del canje, la respuesta “Programas en
formación de valores” figura en primer lugar, lo que muestra la alta inquietud que produce esta crisis
de identificación de los principios para la vida individual y comunitaria.
El enfoque marxista que califica como violencia estructural la opresión y desigualdad de la clase
obrera está presente en algunas intervenciones en los grupos de discusión. Aunque no fue el foco
central tuvo mayor incidencia en la Parroquia La Vega:
…aquí hay violencia, pero hay una violencia generada estructuralmente, generada por el tipo de sociedad en
que estamos viviendo, ¿me entiendes? (La Vega; G.D. nº 1; mujer de 38 años; bachiller).
El tema político de “defensa de la revolución” con fundamentos ideológicos varios y que invoca entre
sus fuentes de legitimidad teórica el marxismo también surgió. Posibles confrontaciones como inva-
siones extranjeras o ataques contra la misma justificarían la tenencia de armas de fuego. Los y las
participantes que manifiestan el discurso de la “confrontación” como parte inminente de la defensa del
proyecto de Estado son hombres en su mayoría mayores de edad (pasados los 40 años), con militancia
dentro de la izquierda y actualmente se desempeñan como activistas políticos de su comunidad. Este
tipo de intervenciones fue minoritario, concretamente cuatro: dos en La Vega (G.D. nº 1 y G.D. nº 7) y
dos en La Pastora (G.D. nº 3 y G.D. nº 5).
318
Perspectiva de intervención en materia de armas de fuego
…necesitamos no tener en nuestras casas [armas de fuego], pero los cuarteles que nos den nuestro ar-
mamento para defender este proceso (…) digo como que estoy en un sueño, pero no, esto es real (…) el
armamento tiene que estar al alcance del pueblo para los momentos como son (La Vega; G.D. nº 7; hombre
de 53 años; bachiller).
[Hace referencia a grupos armados paramilitares] Hay que estar pendiente en este momento de elecciones
(...) nos tienen en la mira (…) cuando aparece en la prensa asesinato de líder político, o a líder cultural, a líder
deportivo (…) viene de ahí (La Vega; G.D. nº 1; hombre de 60 años; bachiller).
Las intervenciones muestran una asociación de las armas con prácticas organizativas de actores tanto
individuales como sociales en diversos contextos cotidianos en defensa del proyecto revolucionario
y de país. Un grupo de intervinientes construyó un sentido de apropiación sobre las armas de fuego
como herramientas de defensa vinculadas a su adhesión político- organizativa y a la reacción frente a
enemigos externos e internos.
Al mismo tiempo se expresa la existencia de un “enemigo manifiesto” en quienes no pertenecen a su
clase, “los de allá”, “los del este”, esa otredad que para ellos se ha construido históricamente y que los
impulsa a asumir para sí la seguridad del proyecto revolucionario e inclusive de país como última línea
de defensa. Sin embargo, las experiencias violentas narradas en los grupos son agresiones intraclase
y no interclase lo que parece desvirtuar la etiqueta de lucha de clases utilizada en algunas intervencio-
nes. Se encontraron comentarios afirmando que el policía o malandro que matraquea también es de
la misma clase:
…el tipo que vemos ahora como una presencia ahí que nos cobra toda una serie de peajes es uno de nosotros
mismos, ¿entiendes? Nosotros estamos aquí en una lucha interna de nuestra misma clase (La Vega; G.D. nº
1; hombre de 55 años; bachillerato incompleto).
En la parroquia La Vega se formularon críticas sobre los colectivos armados del 23 de Enero:
…en el 23 de Enero (…) hay muchos grupos armados, incluso compañeros políticos que usan armamento
que no es para amedrentar a la comunidad, pero con todo y eso la gente se molesta (…) un individuo que se
pasee por su bloque con una nueve milímetro en la cintura y que a veces hasta tienen que imponer un toque
de queda (…) eso está muy mal hecho, porque si tú estás haciendo una toma, la que tiene que tomar es la
comunidad, no el grupo tal (La Vega; G.D. nº 1; hombre de 55 años; bachillerato incompleto).
Hubo participantes que sin calificar la violencia como estructural ni situarla en el contexto de la lucha
de clases incorporan el tema de la exclusión:
En estos días salió en la prensa que el hijo de un comandante de guardia nacional, llegó y mató a un muchacho
¿pero van a empezar por los barrios? ¿Y la gente que jode, que tiene potestad y que tiene dinero y se mete
a los barrios a joder? ¿Para ellos va la medida también? (La Pastora; G.D. nº 4; hombre de 41 años; bachiller).
La pobreza llega a ser señalada como un factor causal directo del uso de armas de fuego con fines
delictivos:
Mucha gente también busca esa vida por la pobreza extrema (…) no hay en la casa que comer (…) yo escuché
a unos muchachos (…) vamos a agarrar el revólver y vamos a atracar a los chinos, eso sí vamos a agarrar pura
comida (La Vega; G.D. nº 5; mujer de 50 años; sin nivel de escolaridad).
Tomando como referencia las Líneas Generales del Plan de Desarrollo Económico y Social de la Nación
2001-2007 (citado por Gabaldón, 2008), la afinidad con la perspectiva marxista que muestran algu-
nos participantes parece coincidir con la línea gubernamental de atención a la criminalidad dentro de
una política integral que se estima alcanzará la seguridad ciudadana y jurídica cuando se superen los
319
PARTE II: LÓGICAS Y SENTIDOS DEL USO DE ARMAS DE FUEGO
En todo caso la posesión de armas de fuego por grupos no integrados a los cuerpos de seguridad del
Estado cuestiona la efectividad del desarme. Al mismo tiempo la confrontación entre “ellos” y “noso-
tros” interroga sobre la posibilidad de una pacificación cuando puede justificar con móviles ideológicos
delitos muy alejados de reivindicaciones sociales y políticas.
En esta categoría se desarrollan los temas que los y las participantes plantearon en los grupos de
discusión sobre el asunto central del desarme voluntario. Al mismo tiempo se complementan con las
respuestas consensuadas de los cuestionarios por medio de las tablas que aportan una cuantificación
que permite afinar todo lo relativo al mismo.
Aunque están de acuerdo con sus objetivos: menos armas, mejor convivencia, más tranquilidad,
menos violencia, menos muertes, etc., surgen las dudas sobre su viabilidad especialmente porque
su estructuración y etapas no han sido definidas en el momento de la consulta. Algunas respuestas
fueron francamente negativas y reflejan una oposición tajante:
Estas preguntas que tú estás haciéndonos aquí, yo las hice en la comunidad [sobre qué se puede hacer para
estimular a las personas a canjear armas] (…) una de las muchachas me dijo (…): “mi hermano no va a dar
su arma” (…) y hubo otro vecino, que supuestamente él no iba a entregar su pistola (…) ninguno ahí la va a
entregar, los mismos vecinos lo dicen, no creas, ni porque tú hagas lo que hagas ellos van a entregar nada (La
Vega; G.D. nº 4; mujer de 50 años; licenciada).
320
Perspectiva de intervención en materia de armas de fuego
Tabla Nº 13. ¿Consideran ustedes que en esta comunidad hay personas que estarían dispuestas a entre-
gar (deshacerse) voluntariamente de su arma de fuego?
Las personas consultadas asocian el desarme, como se menciona anteriormente, principalmente con
jóvenes que usan las armas de fuego para cometer delitos y señalan que ésta es su instrumento de
trabajo. Implícitamente la propuesta se percibe como ingenua y aunque no se formuló textualmente
surgió la pregunta: ¿cómo creer que los delincuentes van a entregar sus armas por comida o por un
empleo, o por una beca?
La experiencia muestra que los planes de desarme voluntario no se dirigen a los delincuentes y menos
a las organizaciones delictivas o grupos armados, al menos en primera instancia. La confusión debe ser
aclarada para evitar el entorpecimiento del proceso ya que inmediatamente se derivan más objeciones,
como por ejemplo que la manera más efectiva para desarmar a la gente que usa armas de fuego
con ese fin es por medio de acciones represivas por parte del Estado. No todos están en esta onda
represiva y por el contrario abogan por métodos más integrales. No parece existir resistencia desde
exigencias vindicativas de las víctimas. Ni se formulan expresamente objeciones a que los autores de
hechos violentos con armas de fuego queden sin identificar y no sean sancionados. Da la impresión
que hay disposición de sacrificar la realización inmediata de justicia con tal de que el problema amaine
y tienda a minimizarse.
En cuanto a los que usan armas de fuego con fines defensivos si se los quiere incorporar al desarme
la mejor contraprestación sería el aumento de la seguridad objetiva y el cese de la impunidad. Se en-
tiende que esto no puede producirse de inmediato por lo que implica insertar el proceso dentro de una
política integral de seguridad, acentuar el enfoque preventivo muy solicitado en La Vega y desplegar
321
PARTE II: LÓGICAS Y SENTIDOS DEL USO DE ARMAS DE FUEGO
una campaña de concientización sobre los riesgos de la tenencia de armas de fuego con esta finalidad.
Desde luego en este sector se encontraría más potencialidad de personas dispuestas al canje. Los
actores sociales favorables al desarme existen y así lo expresa esta participante de La Vega:
…habemos (sic) personas que de repente sí (…) vamos a deshacernos de eso [armamento] involucrándose
la mayoría de los consejos comunales, hay personas que sí confían en otra (…) oye yo sí confío en ella
[señalando a otra participante] yo sé que no va a decir nada (…) a ver cómo yo te la paso a ti, pero eso sí, no
me metas en problemas (La Vega; G.D. nº 4; mujer de 35 años; bachillerato incompleto).
En los procesos de desarme voluntario realizados en otros países especialmente en Brasil, se identifi-
can situaciones de personas particularmente mujeres que están en posesión de armas de fuego que
quisieran deshacerse de ellas, las llamadas “Marildas” de Río de Janeiro. En este sentido tanto en La
Pastora como en La Vega se citan casos que pudiesen ser susceptibles de desarme:
[Viuda de un funcionario policial] …a mí me quedaron dos revólveres en la casa y yo se los di a un hermano de
él y (…) tampoco quise que lo tuviera el hijo mío (…) yo opté por dárselo a la familia porque no quería tener ese
revólver en la casa, me daba como miedo (La Vega; G.D. nº 5; mujer de 60 años; estudiante).
Estas situaciones que se perciben como marginales pudieran ser más frecuentes de lo que parece si
se considera la cantidad de jóvenes muertos o en las cárceles involucrados en delitos, o los que portan
armas de fuego para su defensa; dejando a la madre o en general a la mujer con armamento en sus
casas. Las mujeres mayoritariamente tienen una percepción más negativa sobre las armas de fuego
que los hombres y pueden influir en ellos a través de los vínculos familiares extendiéndose el radio de
acción del desarme. En suma, a través de las mujeres especialmente de las madres se puede articular
mejor el procedimiento para el desarme voluntario.
En el cuestionario se presentaron dos preguntas que indagan sobre los posibles obstáculos a una
política de desarme voluntario en las comunidades. En tal sentido, la Tabla nº 14 muestra las eventuales
razones que impedirían la entrega voluntaria de las armas de fuego:
Tabla Nº 14. ¿Por qué hay personas que no estarían dispuestas a entregar (deshacerse) voluntariamente
de su arma de fuego?
Respuestas Frecuencia
Desprotección e inseguridad 7
Porque la usan para fines delictivos 6
Incredulidad por ser un esfuerzo grande que nunca se ha hecho 4
No hay una propuesta atractiva 3
Falta de conciencia, información o educación 3
Temor a ser detenido 2
Depende del sujeto que la tenga (Sra. viuda de un funcionario) 1
Sin información 12
Total 38
Los datos que refleja la Tabla nº 14 están en concordancia directa con los de la Tabla nº 9 referida a los
fines de uso de las armas de fuego: la frecuencia más alta (7) “desprotección e inseguridad” se corres-
322
Perspectiva de intervención en materia de armas de fuego
ponde con el uso mayoritario de armas de fuego con fines defensivo, mientras la siguiente frecuencia
(6) “porque las usan para fines delictivos” tiene equivalencia con la misma categoría en la Tabla nº 9.
Mi amor, las comunidades ya están enteradas de todo esto [se refiere al plan de desarme voluntario], les da
miedo, esto es un peligro (La Pastora; G.D. nº 5; hombre de 41 años; bachiller).
…la comunidad tiene como una expectativa de que se quieren hacer cosas (…) pero cómo le llegamos a las
armas (…) nosotros no podemos hacer una reunión porque ellos mandan espías (…) yo no tengo miedo pero
hay que cuidarse (La Vega; G.D. nº 1; hombre de 60 años; bachiller).
Tabla Nº 15. ¿Qué consideran ustedes que puede impedir que las personas entreguen sus armas
voluntariamente?
Las tres primeras categorías de respuestas reflejadas en la Tabla nº 15 muestran el temor a institu-
ciones y terceros, el sentimiento de desprotección y la desconfianza institucional, como los factores
323
PARTE II: LÓGICAS Y SENTIDOS DEL USO DE ARMAS DE FUEGO
más importantes. Se rarifica así lo que revelan las transcripciones de los grupos de discusión: el mayor
de los impedimentos para llevar a cabo un plan de canje de armas de fuego es el miedo que tienen
las personas tanto a las repercusiones legales relativas a la pesquisa del arma de fuego entregada,
como a las represalias de terceros dentro de la comunidad, incluso existe temor a asistir a reuniones
relacionadas al tema. Por eso proponen que sí se hace la entrega se realice a través de un tercero
de confianza. Las otras dos categorías de respuestas siguientes con una frecuencia total de ocho (8)
reflejan la perspectiva del que tiene el arma de fuego: la no entrega obedece al deseo de no perder
poder o al uso con fines delictivos. La postura ideológica relacionada con la concepción de la violencia
como estructural tiene la frecuencia más baja.
En los grupos de discusión se señala otro obstáculo, las rencillas personales o entre bandas así como
el resentimiento que queda y da lugar al uso de armas de fuego con fines retaliativos. La sugerencia
de un participante de La Vega es la existencia previa de un proceso de diálogo y reconciliación, una
misión tregua:
…vamos a crear la misión tregua (…) porque los que asesinaron a nuestro familiar nos ven abrazándonos
(…) y hacemos una marcha una concentración con las víctimas familiares del asesinado y enfrentar juntos el
problema (La Vega; G.D. nº 3; hombre de 50 años; 8vo grado).
Pero esta tarea ambiciosa supone un trabajo desde las comunidades para avanzar con las organi-
zaciones sociales y las madres en un camino de acercamiento y pacificación. Es preciso articular
la dimensión instrumental y la simbólica porque una iniciativa de reconciliación puede alentar posi-
tivamente el desarme. Y una jornada de desarme exitosa y publicitada revierte en beneficio de la
comunidad en general.
También en el debate grupal se señala otro aspecto a considerar, la sectorización de los barrios y la
funcionalidad de los sujetos y/o grupos armados en la protección de un espacio geográfico delimitado,
lo que implica la necesaria generalización del desarme a toda la comunidad de modo que su ejecución
involucre a todos los sectores de una forma más o menos equilibrada. Esta exigencia que añade
complejidad afecta tanto a los que usan las armas para fines violentos como a quienes las poseen para
fines defensivos: “Está difícil, los de arriba tienen que desarmarse; los de allá te van a decir: ʽno, yo no
voy a soltar porque entonces aquellos van a venirʼ y así todos van a decir lo mismo” (Los Frailes; G.D.
nº 5; hombre de 65 años; universitario).
En cuanto a estrategias para favorecer la entrega voluntaria de armas, la Tabla nº 16 muestra la agru-
pación de respuestas a la pregunta siete del cuestionario (Anexo nº 1), referida a la opinión de las
personas sobre argumentación al respecto.
Tabla Nº 16. ¿Cómo creen ustedes que se podría convencer a las personas armadas para que entreguen
voluntariamente su arma de fuego?
Respuestas Frecuencia
Usar la metodología del trueque con ofertas atractivas para la persona que tiene el arma de fuego e incluso para la 11
comunidad donde viven.
Difundir información asociada a los riesgos de las armas de fuego y los beneficios tanto del desarme, como del canje de 11
armas de fuego; por medios de comunicación social, eventos públicos, talleres y charlas continuas por grupos de edad.
Garantizar, en el momento de la ejecución del canje, tanto el anonimato como la seguridad de la persona que entrega el 10
arma de fuego, asimismo que esta persona no será vinculada con ninguna investigación penal que exista sobre la misma.
Usar el diálogo directo o a través de los familiares de las personas que poseen armas de fuego, sensibilizándolas sobre 9
el valor de la vida y el peligro que representan las armas de fuego.
Ofrecer mejoras en la calidad de vida que les permitan la reinserción a la sociedad con otra alternativa de vida. 5
Presentar propuestas concretas sobre la forma de realizar el canje. 3
Sin información 03
Total de frecuencias 52
Las respuestas fueron cuantificadas en función de su contenido, es decir, por tratarse de una pregunta abierta hubo más de una respuesta con
contenidos distintos, por tal razón, el total de frecuencias no coincide con el total de cuestionarios recolectados.
324
Perspectiva de intervención en materia de armas de fuego
En estos resultados las respuestas más frecuentes fueron “difundir información sobre riesgos de
armas de fuego y sobre los beneficios del desarme”; “usar la metodología del trueque” y “garantizar y
proporcionar seguridad para la persona que entrega el arma” (anonimato y ausencia de pesquisa sobre
el arma de fuego entregada). La seguridad referida en esta respuesta alude al momento preciso del
canje. Las respuestas coincidieron con las de la pregunta anterior (Tabla nº 15) sobre los motivos que
impiden que las personas entreguen sus armas, en cuanto estiman que es necesario que el Estado
les dé un mínimo de garantías de seguridad en el momento de la entrega y en el cumplimiento de las
beneficios propuestos. Por otro lado, es preciso incluir el plan en el contexto de una campaña de sensi-
bilización acerca del uso de armas de fuego tanto para el ciudadano común como para los funcionarios
de los cuerpos de seguridad del Estado.
Según la respuesta de la comunidad es posible convencer a las personas armadas para que entreguen
su arma de fuego de manera voluntaria si el Estado presenta un plan de canje claro, concreto y transpa-
rente que garantice no solo el anonimato sino también la seguridad de la persona y su entorno familiar,
presentando un sistema de beneficios atractivos para las personas.
En los grupos se plantearon varias cuestiones en relación con el proceso. Se analizó el rol del Estado
y la comunidad de manera general; los factores asociados a procedimientos y los beneficios más
atractivos para incentivar a la entrega voluntaria de armas de fuego.
Las comunidades participantes parecen tener un alto grado de compromiso político y les resulta difícil
no asumir la responsabilidad de su implicación en el plan. Así lo revela la Tabla nº 17 donde 97,4%
afirma que la comunidad debe participar. No puede descartarse la influencia de la aceptabilidad social
en este resultado tan favorable.
Tabla Nº 17. ¿Consideran ustedes que la comunidad debe participar en la solución del problema de las
armas de fuego?
Categoría Frecuencia Porcentaje
SÍ 37 97,4
NO 1 2,6
Total 38 100
La razón fundamental para la participación, de acuerdo con las respuestas a la pregunta nº 3 del cues-
tionario, señala a la comunidad como sujeto activo en el problema y en las alternativas de solución, tal
como lo muestra la Tabla nº 18. Porque “somos los más perjudicados y estamos con una inseguridad
que debemos tomar cartas en el asunto” (Cuestionario nº 23; participantes de La Pastora) es decir,
son las víctimas; es la comunidad la que “(…) está al tanto de lo que sucede en el sector de quiénes,
cómo y por qué usan o tienen armas” (Cuestionario nº 43; participantes de Los Frailes), mejor que
las instituciones del Estado; y por último, “es garantía de que se realicen trabajos que minimicen la
violencia (acción social) sumado a la contraloría social a funcionarios y procedimientos” (Cuestionario
325
PARTE II: LÓGICAS Y SENTIDOS DEL USO DE ARMAS DE FUEGO
nº 13; participantes de La Vega). Por lo anterior, “los beneficiados al solucionar el problema son todos
sus miembros” (Cuestionario nº 43; participantes de Los Frailes).
Tabla Nº 18. ¿Por qué consideran ustedes que la comunidad debe participar en la solución del problema
de las armas de fuego?
Respuestas Frecuencia
Tiene el conocimiento del problema, los recursos y las limitaciones para resolverlo; pudiendo servir para ejercer contraloría 25
social a funcionarios y procedimientos durante la ejecución del canje.
“Somos los más afectados”; “También somos parte del problema” y los más beneficiados al solucionarse este problema. 22
Total de frecuencias 47
Las respuestas fueron cuantificadas por el contenido, es decir, por ser pregunta abierta hubo más de una respuesta que presentaba contenidos
distintos, por tal razón, el total de frecuencias no coincide con el total de cuestionarios recolectados.
A partir de este posicionamiento favorable, es necesario lograr la participación del mayor número de
personas de la comunidad, pues son elementos claves para la difusión de información promotora de
conciencia y reconciliación con los valores que garantizan una convivencia pacífica. Lo que a su vez
redundaría en el goce de un poco más de seguridad. Dado que existe compromiso de parte de la
comunidad con el plan de desarme toca precisar cómo se manifestaría en acciones específicas.
Tal como se observa en la Tabla nº 19 que agrupa por categorías las respuestas a la pregunta nº 4 del
cuestionario y dejando de lado la única respuesta negativa que dice que la comunidad no pueda hacer
“nada al respecto”, las demás respuestas colectivas han sido resumidas en tres categorías: primera,
“articulación interna y organización en general” que implica que la comunidad puede lograr una es-
tructuración direccionada no solo a consolidar estrategias de difusión de información sobre el tema de
la violencia con armas de fuego y a las acciones estatales para su solución, sino también para hacer
seguimiento a los planes y programas que se desarrollen en la comunidad; segunda, “realizar acciones
de prevención” para toda la población y específicas para contribuir con los miembros de la comunidad
que se encuentren directamente vinculados con la violencia y la pérdida de valores, “apoyando a los
familiares de personas desorientadas a corregir actitudes violentas”, sin que sugirieran actividades
concretas (Cuestionario nº 11; participantes de La Vega); y, tercera, “acciones coercitivas”, dirigidas a
la identificación a través de la denuncia de personas y lugares donde se vendan o distribuyan armas de
fuego dentro de la comunidad evitando ser cómplices pasivos de dichas personas.
Hubo respuestas insignificantes numéricamente tipo acciones coercitivas para contribuir a solucionar
el problema: “allanamientos a las viviendas” y “En el croquis identificar las viviendas donde están las
armas” (Cuestionario nº 4; participantes de La Vega). Todas estas acciones fueron propuestas de las
comunidades y podrían servir para la implementación del plan.
326
Perspectiva de intervención en materia de armas de fuego
Tabla Nº 19. ¿Qué creen ustedes que puede hacer la comunidad para ayudar a solucionar el problema
de las armas de fuego?
En cuanto al rol del Estado en los debates generales y en los subgrupos se le asigna el central. Al
referirse a la recepción de las armas de fuego se comenta:
Es algo que pareciera que tiene que empezar desde adentro ¿no? Desde las instituciones, desde el Estado
hacia fuera (…) El que las puede recoger es el Estado, nosotros no podemos (La Pastora; G.D. nº 5; hombre
60 años; TSU).
Por su parte, como lo expone a continuación un participante de La Vega el énfasis debe estar en el
control de municiones y en una planificación de acciones sucesivas:
...la parte hacia el gobierno que no vea solamente la parte represiva, sino, es el control (…) de municiones, en
la medida de que no tengan posibilidad (…) se van quedando armas casi inactivas (…) pero a la vez tiene que
haber otro tipo de iniciativas más fuertes, que (…) tengan como más impacto y que en la comunidad se vea
y (…) con otra serie de iniciativas que puedan venir de la parte grupal, complementar y ayudar a estimular a
que eso pueda dar (…) así como muy en frío, es muy difícil que ese dé y (…) depende también del espacio (…)
en un barrio de Caracas la situación está como más atomizada, es toda una serie de situaciones que no son
iguales (…) yo creo que la parte organizada, el sector organizado de la comunidad, pueden ir ayudado (…) con
pausa (…) no puede ser una cuestión para ya (La Vega; G.D. nº 4; hombre de 60 años; secundaria).
327
PARTE II: LÓGICAS Y SENTIDOS DEL USO DE ARMAS DE FUEGO
Acentuando la necesidad de iniciativas provenientes del Estado se pregunta: “Qué propuestas tienen
ustedes como Comisión Presidencial, hacia la comunidad” (La Pastora; G.D. nº 2; hombre de 47;
TSU). Al momento que la moderadora explica que se trata de elaborar un plan de alternativas desde
y de mano con la comunidad, el mismo participante comenta: “¿Ustedes están dispuestos a ejercer
propuestas hechas desde la comunidad? ¿Ustedes no traen propuestas hacia la comunidad?”.
Parece existir la expectativa de que los organismos o instituciones del Estado presenten un plan ya
diseñado. Sin embargo, algunas intervenciones si reconocen el poder movilizador y activador que
pueden tener las organizaciones comunales:
Yo creo que básicamente es a través de la parte organizada (…) está más en contacto con un sinnúmero
de personas en la comunidad, que están focalizadas, verdad (…) la organización de ese sector determinado
ayudaría en cuanto a la difusión y todo lo demás, la cuestión del mecanismo, de cómo sería, se va a ver
después cómo puede ser, verdad (La Vega; G.D. nº 4; hombre de 60 años; secundaria).
Las comunidades fueron coincidentes en la solicitud de ampliar la consulta más allá de las organizacio-
nes comunitarias, llegar a todos los sectores de la comunidad en general:
…dentro del plan de desarme, la consulta popular (…) la comunidad como tal tiene que hablar al respecto, no
el grupo (…) mi alternativa es que hagamos la discusión, las mesas de trabajo, vamos a oír cosas (…) pero es
eso, eso somos nosotros, la comunidad (…) estos planes, estas consultas hay que llevárselos a ellos niños,
jóvenes y adolescentes (La Vega; G.D. nº 1; hombre de 60 años; bachiller).
En este sentido, los y las participantes del grupo de discusión en la parte alta de La Vega propusieron
debatir las preguntas del cuestionario dentro de los Consejos Comunales a fin de lograr una mayor
implicación en el desarrollo de propuestas para el plan de canje. Sin embargo, aunque se les suminis-
traron las preguntas vía correo electrónico a algunos de los y las participantes no hubo respuesta de
los que recibieron la información.
Una cuestión que se plantea es la necesidad de fuertes campañas de publicidad que sirvan para situar
la política y aclarar todas las dudas y malos entendidos que han surgido respecto al desarme voluntario:
“sobre el desarme hay una mala información, la gente piensa que le van a quitar el arma y los van a
acusar” (La Pastora; G.D. nº 3; mujer 52 años; estudiante). Deben ser campañas que motiven a las
comunidades a fin de que ellas se desplieguen en actividades de cooperación y coordinación. “Porque
así como muy en frío, es muy difícil que se dé” (Los Frailes; G.D. nº 3; hombre de 50 años; bachiller).
Las intervenciones proponen una campaña que publicite un plan concreto no simplemente un eslogan
genérico. Han de utilizarse medios de comunicación masivos junto a los locales que tienen contacto
directo con las comunidades. Se sugiere avanzar con alguna acción de desarme a la que se le dé
mucha difusión y tenga carácter simbólico como forma de ir estimulando esta política.
Por otra parte es necesario tomar en cuenta las características geográficas, demográficas y la estruc-
turación urbana de cada comunidad, a lo que se alude en intervención citada anteriormente sobre la
atomización y la disparidad de situaciones y la necesidad de tiempo para la activación comunitaria.
328
Perspectiva de intervención en materia de armas de fuego
Tabla Nº 20. ¿Qué persona, institución u organización dentro de la comunidad, creen ustedes que pue-
da convencer a las personas armadas para que entreguen sus armas de fuego?
Los resultados de la Tabla nº 20 que muestran las respuestas a la pregunta nº 10 del cuestionario no pare-
cen coincidentes con los debates del grupo en pleno. Quizás porque el debate se centró en la preocupa-
ción referida a la confidencialidad y el anonimato al momento de entregar un arma de fuego, y este tema
no se discutió ampliamente. De allí que en la elección de la institución pesa esa inquietud. La alternativa
de las iglesias utilizada en otros países resulta validada por las respuestas de los cuestionarios, pero no
se reflejó el papel importante que se le asigna a las madres en el desarme ya que la categoría “familia-
res, vecinos y amigos de las personas armadas” además de ser genérica, solo tiene 7 frecuencias. Sin
embargo, en el debate grupal sí se destacó mencionándose la organización de las madres de Catuche
(La Pastora; G.D. nº 5; hombre de 42 años; licenciado). Por otro lado se reitera el rechazo a los organis-
mos policiales por parte de los consultados al no ser seleccionados en ninguna categoría de respuesta.
Las siguientes tablas complementan las preguntas dirigidas a concretar elementos fácticos del plan de
desame voluntario. Cuando se trató acerca del posible lugar para realizar el canje, las respuestas a la
pregunta nº 11 del cuestionario reflejan a la iglesia como lugar predominante (ver Tabla nº 21).
Tabla nº 21. Sí una persona quisiera entregar su arma de fuego, ¿A dónde creen ustedes que la entregarían?
Llama la atención que sobre la primera categoría de respuesta que presentó mayor frecuencia en
los cuestionarios, poco fue su mención dentro de las intervenciones en los grupos de discusión y en
algunos casos fue expresamente rechazada como lugar a donde las personas podría ir a entregar un
arma de fuego; tal fue el caso de la representación de religiosos de la parroquia La Pastora. La segun-
da categoría con una frecuencia muy por debajo, escoge a instituciones públicas como los consejos
comunales que tuvieron también una representación significativa en la Tabla nº 20.
329
PARTE II: LÓGICAS Y SENTIDOS DEL USO DE ARMAS DE FUEGO
Tabla Nº 22. Si una persona quisiera entregar su arma de fuego, ¿a quién creen ustedes que la entregarían?
Estas tres últimas tablas presentan unos porcentajes altos de “Sin información”. La ausencia elevada
de respuestas indica que se trata de preguntas comprometedoras que suscitan inhibición. Podría
asociarse a la línea de temor varias veces señalada. Por otra parte se ratifica la desconfianza en los
cuerpos policial es por lo que hubo un considerable número de respuestas que apuntan a la necesidad
de crear un ente u organismo distinto encargado de la recepción de las armas de fuego. Hubo una
mayor apertura hacia organizaciones civiles y otras vinculadas a la comunidad.
Pese al escepticismo con respecto a la entrega voluntaria de las armas de fuego, los consultados con-
sideran posible la existencia de sujetos e incluso instituciones que podrían servir tanto para convencer
a los propietarios de armas de fuego que las entreguen, como para actuar como mediadores en la
entrega de las mismas. La premisa es que estas personas o instituciones deben gozar de legitimidad,
confianza y respeto. En consecuencia, las iglesias, los consejos comunales y los líderes comunitarios
encabezan el listado. En cuanto a dónde entregarían el arma de fuego, los lugares públicos o de fácil
acceso son los que fueron más mencionados. El lugar tiene una gran importancia en el momento
del desarme por lo que sería aconsejable realizar un trabajo más preciso en las comunidades para
determinarlo mejor.
En general los datos cuantitativos y cualitativos muestran que si bien existen muchas dudas en cuanto
al desarme, la posibilidad de realizarlo es viable si se cumplen condiciones específicas y ajustadas a los
requerimientos de seguridad que piden las comunidades.
Las personas consultadas se manifestaron a favor del canje o al menos nadie lo objetó, pero sí se
cuestiona su viabilidad, no como concepto sino por la funcionalidad y valor de las armas de fuego.
Comenta un participante de La Vega:
Ya todo el mundo sabe las consecuencias malas de tener un arma, pero hay que ver la otra vertiente; qué
ventajas puede tener una persona que va a entregar un arma (La Vega; G.D. nº 5; hombre de 20 años de edad;
estudiante).
Se proponen variados beneficios más individuales que colectivos. La modalidad de canje según las
necesidades de cada persona tiene dificultades a la hora de garantizar el anonimato. Si se van a otorgar
becas, empleo u otro tipo de beneficios se precisa identificación. Los beneficios abiertos complican
330
Perspectiva de intervención en materia de armas de fuego
su aplicación. Los beneficios colectivos sortean esta dificultad pero no parecen ser los más deseados.
Establecer un beneficio único graduable según el valor o el número de armas de fuego entregadas
parece ser una opción más operativa.
Tabla Nº 23. Sugieran tres (03) tipos de beneficios o recompensas que se le puede ofrecer a una perso-
na para que entregue su arma de fuego.
En los beneficios individuales los tres primeros más sugeridos (ver Tabla nº 23) están dirigidos a la sa-
tisfacción de necesidades básicas, empleo, beca de estudio, y vivienda. Los déficits sociales parecen
seguir afectando a las comunidades y percibirse como factores relacionados a la violencia con armas
de fuego.
En todo, caso como el problema está asociado a los jóvenes, se insiste en programas de formación en
valores, cuestión que tuvo mucho peso en los grupos de discusión, también en las dificultades para la
práctica del deporte y la recreación, por lo que se reclaman programas deportivos y culturales. Se detec-
tan varias propuestas en esa dirección. Se solicitan intervenciones que no sean pura dotación sino que
contemplen una estrategia de desarrollo de planes en estas áreas. En materia de garantía de los dere-
chos sociales muchas carencias son mencionadas: familiares, escolares, culturales y recreativas. Más
que objeto propiamente de canje suponen el reforzamiento de las políticas preventivas (ver Tabla nº 24).
Tabla Nº 24. Sugieran tres (03) beneficios que ustedes creen que debería obtener su comunidad si las
personas que viven en ella entregan armas de fuego.
331
Conclusiones
1. Las comunidades participantes muestran una inquietud por el porte y diferentes usos de las armas
de fuego. Inscriben este fenómeno en el marco del aumento de la inseguridad, reclamando políti-
cas preventivas que mejoren sus condiciones de vida y que sancionen a aquellos que agreden a los
vecinos. Pero esa no es la única amenaza que menoscaba la seguridad. Sus intervenciones reflejan
gran desconfianza en los cuerpos de seguridad del Estado a los que perciben deslegitimados
pidiendo paradójicamente su presencia e intervención. Cualquier política de seguridad tiene que
incidir inmediatamente en el control de dichos cuerpos y su encauzamiento progresivo en cánones
de efectividad y cumplimiento de las leyes que los rigen. Precisamente su mal funcionamiento
y corrupción constituye el obstáculo más serio para una política de seguridad y contribuye a au-
mentar el uso de armas de fuego con fines defensivo. También es un obstáculo importante para
el desarme voluntario porque la suspicacia y desconfianza en sus métodos hace que se exijan
muchas garantías para su realización.
La implantación de la Policía Nacional Bolivariana en el sector Los Frailes de la parroquia Sucre
y más recientemente en la parroquia La Vega no parece haber producido una reversión del fenó-
meno del porte y uso de armas de fuego. Aunque inicialmente fueron percibidos de una forma
positiva, con el tiempo se los acusa de burocratización, ineficiencia e indiferencia. Los sistemas de
contraloría sobre actuaciones policiales se asoman en los discursos muy marginalmente, pero no
reflejan concreción ni implementación.
2. Los fenómenos de altas tasas delictivas y abuso y corrupción policial están afectando seriamente
los derechos de los habitantes de las comunidades, manteniéndolas en un estado de inquietud
y zozobra que ha modificado sus hábitos y restringido el uso de los espacios públicos. Se ha
generado una cultura del miedo que impide o dificulta la articulación y movilización comunitaria
para cualquier programa de seguridad, especialmente para el desarme, dado el temor a represalias
por parte de sujetos y/o grupos armados.
Los sujetos armados ejercen control sobre distintos sectores de la comunidad fungiendo de pro-
tectores y parecen haber estructurado con ésta pactos implícitos que implican un silencio cómplice
que ellos mismos llaman alcahuetería. Sin embargo, siguen expuestos a enfrentamientos con
grupos armados de otros sectores, así como a cambios en el control interno del propio sector dada
la fragilidad del poder de su “protector o protectores”.
Por otro lado, muchos tienen en su familia jóvenes agresores armados y temen que involucrarse
o participar en el desarme los ponga en peligro. La lealtad con los suyos desdibuja el compromiso
con el bienestar comunitario.
3. No hubo propuestas claras y delimitadas sobre la realización de una jornada voluntaria de desarme
en las comunidades consultadas. Hay cierto escepticismo sobre la viabilidad del proceso. Sin em-
bargo, los y las participantes se sienten comprometidos con sus vecinos y con sus organizaciones,
pero condicionan su operatividad a una serie de requisitos entre los cuales está la reducción de la
inseguridad tanto general como al momento del canje. Los y las participantes muestran una per-
cepción elevada de inseguridad y de uso de armas de fuego con fines defensivos, en este punto
estriba la mayor dificultad para su implementación: las comunidades necesitan sentirse seguras
para poder entregar las armas de fuego. Respecto a la seguridad al momento del canje puede
resolverse implementando una entrega anónima. En cuanto a la seguridad ciudadana amplia, se
332
Perspectiva de intervención en materia de armas de fuego
333
PARTE II: LÓGICAS Y SENTIDOS DEL USO DE ARMAS DE FUEGO
Referencias bibliográficas
Bandeira y Bourgeois (2006). Armas de Fuego: Protección o Riesgo? Estocolmo, Foro Parlamentario
Internacional. p. 39; Disponible en: http://www.comunidadesegura.org/files/active/0/armas%20de%20
fogo%20protecao%20ou%20risco_esp.pdf
Briceño-León, R. y Zubillaga, V. (2001). “Dimensiones y construcciones de la violencia en América Latina”. Acta
Científica Venezolana. Disponible en: www.bvse.paho.org/bvcd/cd26/fulltexts/0321.pdf. Consultado el
08/07/2011.
Canales, M. (2006). Metodologías de investigación social: Introducción a los oficios. Santiago, Chile: LOM
Ediciones.
Ferrer, M. (s/f). La víctima del delito en Venezuela: derechos y servicios. Disponible en: http://www.ilanud.org.
cr./A115.pdf. Consultado el 16-07-2012.
Gabaldón, L. (2008). Seguridad Ciudadana y Políticas públicas en Venezuela. Instituto Latinoamericano de
Investigaciones Sociales. Disponible en: library.fes.de/pdf-filles/bueros/caracas/05569.pdf. Consultado
el 12/06/2012.
Juventudes Otras, Grupo de Investigación (2010). Malandros, Identidad, poder y seguridad. Fundación Tiuna El
Fuerte y Consejo Nacional de Prevención y Seguridad Ciudadana. Caracas.
OMS (Organización Mundial de la Salud) (2000). Informe Mundial sobre la Violencia.
Page, E. (2009). Red de mujeres Ansa/2009. Disponible en: http://www.berdingure. Consultado el 16-07-2012.
PNUD (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo) (2006). Venciendo el temor: (In) seguridad ciuda-
dana y desarrollo humano en Costa Rica; Informe nacional de desarrollo humano 2005.
Salinas (2007). Reflexiones en torno al concepto de seguridad ciudadana en Chile. Disponible en: www.buenas-
tardes.com/tareas. Consultado el 02/05/2012.
334
Anexos
335
PARTE II: LÓGICAS Y SENTIDOS DEL USO DE ARMAS DE FUEGO
¿Quiénes son las personas que más usan armas de fuego en la comunidad? (Seleccione con una equis “X” una
opción por columna)
¿Consideran ustedes que la comunidad debe participar en la solución del problema de las armas de fuego?
¿Por qué?
¿Qué creen ustedes que puede hacer la comunidad para ayudar a solucionar el problema de las armas de
fuego? Digan tres (03) ideas concretas de acciones o actividades para este fin.
1.
2.
3.
¿Consideran ustedes que en esta comunidad hay personas que estarían dispuestas a entregar (deshacerse)
voluntariamente de su arma de fuego? Sí creen que NO diga por qué.
SI NO: Por qué:
¿Cómo creen ustedes que se podría convencer a las personas armadas para que ENTREGUEN
VOLUNTARIAMENTE su arma de fuego? Diga tres (03) maneras de convencerlos
1.
2.
3.
¿Cómo convencerían a las personas armadas de su comunidad para que DEJEN DE USAR armas de fuego?
¿Esta comunidad tiene algún tipo de medio de comunicación (periódicos, boletines, emisoras, televisoras co-
munitarias, foros de reunión)?. De ser afirmativa la respuesta, identifíquelos. Si la respuesta es negativa, señale
los medios de comunicación más populares en su sector.
336
Perspectiva de intervención en materia de armas de fuego
¿Qué tipos de mensajes pueden difundirse en su comunidad en favor del desarme? Sugerir tres (03) ideas.
1.
2.
3.
¿Qué personas, institución u organización dentro de la comunidad, creen ustedes que puedan convencer a las
personas armadas para que entreguen sus armas de fuego?
___________________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________
Sí una persona quisiera entregar su arma de fuego, ¿a quién y dónde creen ustedes que la entregarían?
___________________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________
Sugieran tres (03) tipos de beneficios o recompensas que se le puede ofrecer a una persona para que entregue
su arma de fuego
1.
2.
3.
Sugieran tres (03) beneficios que ustedes creen que debería obtener su comunidad si las personas que viven
en ella entregan armas de fuego voluntariamente
1.
2.
3.
¿Qué consideran ustedes que puede impedir que las personas entreguen sus armas voluntariamente?
1.
2.
3.
337
PARTE II: LÓGICAS Y SENTIDOS DEL USO DE ARMAS DE FUEGO
RECESO
338
Perspectiva de intervención en materia de armas de fuego
1 Martin Appiolazza (coordinador del Proyecto). (2001). Informe preliminar de Armas de fuego en América Latina y el Caribe. Entre el diagnóstico y la acción
(Manual de Entrenamiento).
2 Armas de fuego y violencia: http://www.pnud.org.sv/2007/component/option,com_docman/task,doc_download/gid,205/Itemid,56/
3 Ibídem.
4 Ibídem.
5 Kosovsky, D. (2008). “Las armas de fuego y los dos demonios de la seguridad pública”. En A. Álvarez, J. Bertranou, & P. Fernández (Eds.), Estado, demo-
cracia y seguridad ciudadana. Aportes para el debate (págs. 267-300). Buenos Aires: Programa de las Naciones Unidas. PNUD.
6 Daniel Luz. Artículo publicado en Últimas Noticias el 14/06/2011. Disponible en: http://www.ultimasnoticias.com.ve/noticias/actualidad/politica/plan-
desarme-de-brasil-logro-salvar-25-mil-vidas.aspx
7 Martin Appiolaza (2001). Contra los mitos: un análisis estadístico de armas secuestradas en Mendoza. Pág. 2.
8 Encuesta Nacional de Victimización (2010).
339
PARTE II: LÓGICAS Y SENTIDOS DEL USO DE ARMAS DE FUEGO
9 Zubillaga, Verónica (2005). La carrera moral del hombre de respeto y armas. Historias de vida de jóvenes y violencia en Caracas. En Revista Venezolana
de psicología clínica comunitaria.
10 Ob. cit. Kosovsky, D. (2008).
11 Ibídem.
12 Ibídem.
13 Ob. cit. Martin Appiolaza (Coordinador del Proyecto). 2001
14 William Godnick, coordinador del Programa de Seguridad Pública y Centro Regional de las Naciones Unidas para la Paz, el Desarme y el Desarrollo en
América Latina y el Caribe. Seminario Internacional Control de Armas, Municiones y Desarme. Caracas 26 y 27 de enero de 2012.
15 Joseph Dube, miembro de SLASLA. Seminario Internacional Control de Armas, Municiones y Desarme. Caracas 26 y 27 de enero de 2012.
16 Rebeca Peters, de la Red de Acción Internacional sobre Armas Pequeñas (IANSA, por siglas en ingles) Seminario Internacional Control de Armas, Mu-
niciones y Desarme. Caracas 26 y 27 de enero de 2012.
17 Daniel Luz (2011). Artículo publicado en Últimas Noticias el 14/06/2011. Disponible en: http://www.ultimasnoticias.com.ve/noticias/actualidad/politi-
ca/plan-desarme-de-brasil-logro-salvar-25-mil-vidas.aspx
340
Perspectiva de intervención en materia de armas de fuego
aproximadamente. Durante los años 2004 y 2005 los ciudadanos y ciudadanas entregaron 459.855
armas en todo el país”.18 Desde 2004, las campañas periódicas de desarme del gobierno sacaron de
circulación cerca de 570.000 armas, según cifras del Ministerio de Justicia19.
18 Antonio Rangel Bandeira, coordinador del Programa de Control de Armas de la ONG Viva Rio. Seminario Internacional Control de Armas, Municiones y
Desarme. Caracas 26 y 27 de enero de 2012.
19 Ibídem.
341
PARTE II: LÓGICAS Y SENTIDOS DEL USO DE ARMAS DE FUEGO
342
Perspectiva de intervención en materia de armas de fuego
LA PASTORA
IDENTIFICACIÓN DEL GRUPO CARACTERÍSTICAS DE LOS PERFILES
G-8: Consejos Comunales del Sector Representantes de Consejos Comunales del sector Casco Central La Pastora, quienes oscilaron
Casco Central. entre secundaria incompleta y técnico superior universitario. Con diversidad de oficios. Sin
Día: lunes 19/03/2012. U.E. República de embargo, cinco de ellos trabajaban en la Sede de Apoyo al Poder Popular (SAPP) de La Pastora
Bolivia. 3:00 pm. (secretaria, comisionado, brigada de salud, trabajo social, coordinador de deporte).
Hora de inicio y fin: 3:30 pm / 5:40 pm Vale acotar que la participación de los miembros de la SAPP tuvo buena receptividad por parte de
Participantes: cuatro (4) mujeres y seis (6) los demás participantes, y se evidenció familiaridad entre los mismos.
hombres, entre 32 y 56 años de edad. El taller se desarrolló con normalidad, cumpliendo con el perfil previsto.
G-9: Consejos Comunales del Sector Representantes de Consejos Comunales sector Lídice de La Pastora, con escolaridad que osciló
Lídice. entre secundaria incompleta y nivel universitario. La mayoría de participantes fueron amas de
Día: Martes 20/03/2012. U.E. Enrique casa.
Chiaumer. 3:00 pm. Es de destacar que hubo la participación de una docente que no estaba convocada y no pertene-
Hora de inicio y fin: 3:15 pm / 5:30 pm cía a la Parroquia La Pastora, sino que provenía del 23 de Enero. Sin embargo, sus aportes fueron
Participantes: siete (7) mujeres y tres (3) significativos, considerando que, como ella misma lo planteó, –el problema de las armas no es
hombres, entre 35 y 61 años de edad. solo de La Pastora–.
El taller se desarrolló sin contratiempo, cumpliendo con el perfil previsto, a excepción de la
docente de otro sector.
G-10: Consejos Comunales del Sector Representantes de Consejos Comunales sector Mecedores de La Pastora, quienes en su mayoría
Mecedores. eran técnicos superiores universitarios y profesionales universitarios, ocupados en funciones
Día: jueves 22/03/2012. Centro Municipal públicas o trabajo comunitario.
de Apoyo al Poder Popular La Pastora, El taller se efectuó sin novedad, cumpliendo con el perfil previsto.
Mecedores. 3:00 pm.
Hora de inicio y fin: 3:15pm / 5:00 pm
Participantes: cinco (5) mujeres y cinco (5)
hombres, entre 22 y 59 años de edad.
G-11: Voceros comunitarios (deporte y Este grupo estuvo conformado por activistas culturales y deportivos, quienes en su mayoría eran
Cultura) TSU que trabajan para instituciones del Estado. Vale acotar que no hubo participación de los
Hora de inicio y fin: 4:00 pm / 6:00 pm representantes de la Alcaldía.
Día: lunes 26/03/2012. U.E. República de Grupo desarrollado sin novedad, cumpliendo con el perfil previsto.
Bolivia. 3:00 pm.
Participantes: dos (2) mujeres y seis (6)
hombres, entre 25 y 65 años de edad.
G-12: Instituciones Religiosas Aun cuando el grupo fue reducido, se decide hacer el taller considerando que los y las participan-
Día: martes 27/03/2012. U.E. República tes tenían distintas afiliaciones religiosas. Aun así, se cumplió con el perfil previsto y sus aportes
de Bolivia. 3:00 pm. fueron interesantes.
Participantes: tres (3) hombres, entre 41 y
54 años de edad.
343
PARTE II: LÓGICAS Y SENTIDOS DEL USO DE ARMAS DE FUEGO
LOS FRAILES
IDENTIFICACIÓN DEL GRUPO CARACTERÍSTICAS DE LOS PERFILES
G-13: Instituciones educativas Representantes del sector educativo del sector Los Frailes, todos docentes no solo del sector sino
Día: lunes 11/03/2012. Unidad Educativa de otros sectores de la Parroquia, quienes ejercen cargos en la zona educativa, todos con una
Luis Espelozin. 8:30 am. clara voluntad de ayudar en el tema.
Hora de inicio y fin: 9:30 am / 12:30 pm Al comenzar la dinámica hubo cierta resistencia para hablar, sin embargo, luego de comprender la
Participantes: Diez (10) mujeres y un (1) finalidad de la actividad fueron contribuyendo considerablemente en el aporte de ideas, anécdo-
hombre, entre 29 y 50 años de edad. tas y posibles soluciones, que a su decir, son de urgencia.
Se cumplió con el perfil previsto.
G-14: Voceros comunitarios (otras Representantes de las diferentes líneas de transporte urbano en el sector mototaxistas y
instituciones). representantes del sector salud, concretamente de los comités de salud de algunos consejos
Día: jueves 15/03/2012. Sede de la Línea comunales de la zona. La mayoría no posee estudios universitarios, sin embargo, algunos trabajan
de Transporte Los Frailes. 10:00 am en instituciones públicas como la Alcaldía de Caracas.
Hora de inicio y fin: 11:30 am / 1:30 pm Se presentó un inconveniente con la hora de inicio de la actividad, en virtud del tráfico, por lo que
Participantes: cinco (5) mujeres y siete (7) la presentación fue un poco apresurada.
hombres, entre 30 y 67 años de edad. Se cumplió con el perfil previsto.
G-15: Jóvenes (Estudiantes) Diversos estudiantes de algunas instituciones educativas del sector que muestran cierta resisten-
Día: lunes 19/03/2012. Unidad Educativa cia e indisposición de participar, por lo que se realizó una extensa presentación en términos de
Luis Espelozin. 9:00 am. facilitar la actividad, lo que produjo un ambiente de confianza que permitió fluidez de información.
Hora de inicio y fin: 9:30 am / 12:30 pm Todos son estudiantes de bachiller, solo tres son dirigentes estudiantiles y el resto fue escogido al
Participantes: siete (7) mujeres y tres (3) alzar por las autoridades de su institución.
hombres, entre 12 y 16 años de edad. Este grupo se realizó sin contratiempos, cumpliendo con el perfil previsto.
G-16: Consejos Comunales. El grupo presentó retraso en el inicio de la actividad por la tardanza en llegar de los y las parti-
Día: viernes 20/03/2012. Sede de la cipantes dado que el sitio de reunión no queda en el sector. En el inicio se observa un profundo
UNES, Catia, 9:00 am rechazo a la actividad ya que se asocia con el desempeño policial de la universidad; sin embargo,
Hora de inicio y fin: 9:30 am / 11:50 am luego de hacer varios ejercicios, se creó un ambiente de confianza que aportó un anecdotario muy
Participantes: cinco (5) mujeres, entre 38 importante, ya que todos los presentes han sido víctimas de hechos con armas de fuego. A pesar
y 60 años de edad. de los pocos asistentes, el taller se desarrolló sin novedad, cumpliendo con el perfil previsto.
G-17: Instituciones religiosas El grupo representa a la mayoría de las instituciones religiosas que hacen vida en el sector.
Día: miércoles 21/03/2012. Iglesia José La mayoría de los asistentes son profesionales en docencia, con gran amplitud para hablar del
Obrero. 2:30 pm. tema y mucha disponibilidad de ayudar, manifestando una preocupación general por los hechos de
Hora de inicio y fin: 3:00 pm / 6:30 pm violencia en el sector.
Participantes: cinco (5) mujeres y seis (6) El taller se desarrollo sin novedad, cumpliéndose con el perfil previsto.
hombres, entre 30 y 62 años de edad.
G-18: Jóvenes. Grupo de jóvenes pertenecientes a distintos grupos y colectivos, la mayoría estudiantes, con
Día: sábado 24/03/2012. Iglesia José importante representación de grupos religiosos y de medios comunitarios.
Onato. 10:00 am. Fue uno de los grupos más fluidos, desarrollándose sin novedad y cumpliendo con el perfil
Hora de inicio y fin: 11:00 am / 1:30 pm previsto.
Participantes: diez (10) mujeres y un (1)
hombre, entre 32 y 54 años de edad.
344
Sentidos de la demanda
de armas de fuego
en Venezuela
346
Introducción
La presente investigación tiene como objetivo general caracterizar los discursos legitimadores del uso
de armas de fuego en el contexto venezolano desde la perspectiva de diversos actores sociales vincu-
lados al uso, demanda e impacto de las mismas. Así, se tienen como objetivos específicos:
1. Caracterizar, mediante actores sociales, a los usuarios y grupos sociales vinculados al uso, deman-
da e impacto de las armas de fuego en diversos contextos urbanos de Venezuela.
2. Explorar y describir los significados atribuidos al uso de armas de fuego en Venezuela, desde la
perspectiva de diversos actores sociales vinculados al uso, demanda e impacto de las mismas
dentro de las lógicas propias de sus relaciones sociales.
Para alcanzar los objetivos, se recurrió a la realización de grupos focales en diferentes ciudades del
país, a los cuales se les formularon una serie de preguntas relacionadas con las armas de fuego. Del
discurso de las y los participantes por cada grupo focal, se obtuvieron diez diferentes categorías o uni-
dades de análisis, algunas de los cuales se subdividen en sub-categorías. A continuación se presenta
la estructura general del informe junto a aspectos relevantes de la investigación.
1. Uso de armas de fuego, en la que se analiza el uso de las armas de fuego según las y los participan-
tes, predominando la descripción de usos lícitos e ilícitos de las armas de fuego, siendo el principal
uso para matar y robar.
2. Lugar de ocurrencia del uso de armas de fuego.
3. Justificación del uso de armas de fuego, siendo las principales causas de justificación la defensa
personal y de la familia.
4. Consecuencias del uso de armas de fuego, lo que resulta en consecuencias negativas, principal-
mente, y pocas positivas.
5. Percepción y valoración del usuario/a de armas de fuego, que son negativas en su mayoría, perci-
biendo al usuario de armas principalmente como un delincuente; caso diferente a cuando se les
preguntó a las y los participantes de los grupos cómo se percibían a sí mismos como los usuarios
de las armas.
6. Naturalización de la violencia, donde se destaca la relación armas de fuego-agresión, y lo cotidiano
del uso de armas en el país.
7. Génesis del uso de armas de fuego, destacándose aspectos como la familia, la educación y los
medios de comunicación.
8. Percepción de las instituciones formales de control social, en relación con la actuación de los
funcionarios que representan a estas instituciones del Estado, la percepción de las políticas públi-
cas para contrarrestar la delincuencia, y en especial se mencionó a la policía, la Guardia Nacional
Bolivariana, y el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, en cuanto a la
actuación de sus funcionarios, siendo estos últimos vistos mayormente de manera negativa por
las y los participantes de los grupos.
347
PARTE II: LÓGICAS Y SENTIDOS DEL USO DE ARMAS DE FUEGO
9. Armas en el contexto sociopolítico, categoría en la que se analiza el uso de armas de fuego asocia-
das a organizaciones sociales, defensa de la comunidad y defensa y oposición al gobierno.
10. Recomendaciones, realizadas por las y los participantes en relación con la problemática del uso de
armas de fuego y aquellas que se derivan del análisis realizado por los investigadores.
348
Metodología
1
Para la consecución del objetivo general de este trabajo, se revisaron las transcripciones y los audios
de diez grupos focales realizados según un cronograma que especifica perfiles, fecha y lugar de reali-
zación, mostrado a continuación en la Tabla N° 1.
Grupo
focal Estrato Fecha Perfil Participantes Estado
Madres y abuelas de jóvenes armados, de entre 30 y 8 Asistentes
1 Bajo 24-11-2011
50 años de edad. 8 Participantes
Hombres usuarios de armas de fuego, no vinculados
10 Asistentes
2 Medio y bajo 25-11-2011 a economías ni actividades ilícitas, de entre 30 y 50
8 Participantes
años de edad.
Distrito Capital
Mujeres no armadas, parejas, hermanas o amigas de
12 Asistentes
3 Bajo 26-11-2011 jóvenes armados de sectores populares, de entre 14
10 Participantes
y 19 años de edad.
Taxistas y transportistas, de entre 30 y 45 años de 8 Asistentes
4 Medio y bajo 29-11-2011
edad 8 Participantes
Jóvenes hombres motorizados, de entre 20 y 30 años 8 Asistentes
5 Bajo 30-11-2011
de edad. 8 Participantes
Jóvenes hombres no incursos en prácticas violentas, Miranda
pero con identidades valoradas en contextos de ex- 9 Asistentes
6 Bajo 01-12-2011
clusión social: raperos, deportistas, grupos evangéli- 6 Participantes
cos de entre 15 y 24 años de edad.
Pequeños empresarios y comerciantes, de entre 30 y 10 Asistentes
7 Medio y bajo 05-12-2011
45 años de edad. 8 Participantes
Mujeres no armadas, parejas, hermanas o amigas de Zulia
8 Bajo 06-12-2011 jóvenes armados de sectores populares, de entre 20 8 Participantes
y 30 años de edad.
Madres, hijas, parejas de usuarios de armas, de entre 10 Asistentes
9 Medio y alto 08-12-2011
25 y 44 años de edad. 8 Participantes
Carabobo
10 Asistentes
10 Medio y bajo 09-12-2011 Jóvenes hombres de entre 20 y 30 años de edad.
8 Participantes
Cuando se hace referencia a citas textuales de las y los participantes, se identifica a la persona por
medio de la letra “P” y el número designado por el equipo transcriptor de la compañía GIS-XXI. De
igual manera, cada grupo focal es identificado con las letras “GF”, seguido del número asignado al
grupo según la Tabla N° 1. Por ejemplo, para hacer referencia al participante número 2 del grupo focal
de “Jóvenes hombres de entre 20 y 30 años de edad”, la cita se representaría como P2, GF10.
El análisis de contenido se hizo a partir del uso de herramientas cualitativas y etnográficas para explo-
rar, en la transcripción de los diferentes grupos focales, los ejes temáticos emergentes del discurso de
los participantes. A partir de lo anterior, surgieron las diferentes categorías de análisis, de las cuales se
identifican las más relevantes para organizar así los datos por rasgos comunes (Woods, 1995).
Así las categorías mencionadas a continuación en la Tabla N° 2 están contempladas tanto en la guía
temática por grupo focal, como en el discurso de las y los participantes:
1 Se agradece la colaboración de las siguientes personas en la elaboración de una primera parte de la presente investigación: Edith Pineda, Doris Ponce,
Larissa Abache, Zahiry Martínez, José Salazar y Cristóbal Angelus.
349
PARTE II: LÓGICAS Y SENTIDOS DEL USO DE ARMAS DE FUEGO
350
Análisis por categoría
Contempla la descripción de los tipos diferenciados de usos que se dan a las armas de fuego en
contextos de características particulares, tomando en cuenta la diversidad de criterios agrupados alre-
dedor del universo simbólico del arma de fuego como un instrumento de poder.
La Tabla N° 3 resume los resultados de los diez grupos focales para esta categoría. La primera columna
indica los temas comentados por las y los participantes. Las siguientes diez columnas muestran la
frecuencia de comentarios asociados a los temas por cada grupo focal, la penúltima columna refleja la
sumatoria de las filas y la última el porcentaje del tema en relación con el número total de comentarios.
351
352
Tabla N° 3. Frecuencia de comentarios acerca del uso de armas de fuego en 10 grupos focales con diversos actores sociales, noviembre y diciembre de 2011
Hombres usuarios Mujeres no armadas, Jóvenes Mujeres no armadas,
Madres y de armas de fuego, parejas, hermanas hombres no parejas, hermanas Madres, hijas,
abuelas no vinculados a o amigas de jóvenes Taxistas y Jóvenes incursos en Pequeños o amigas de jóvenes parejas de
Uso de armas de jóvenes economías ni acti- armados de sectores transpor- hombres prácticas empresarios y armados de sectores usuarios de Jóvenes
de fuego armados vidades ilícitas populares tistas motorizados violentas comerciantes populares armas hombres TOTAL
Distrito
Capital Miranda Zulia Carabobo Fila Columna
Robar 6 4 6 7 5 1 6 8 5 7 55 16,8%
Matar 6 3 6 7 5 5 6 5 6 7 56 17,1%
Amenazar 1 1 1 0 0 0 0 2 2 1 8 2,5%
Tomar venganza 2 0 1 2 5 3 0 0 0 4 17 5,2%
Guerras 0 1 0 1 0 0 0 0 0 0 2 0,6%
Destruir 0 1 4 0 0 1 0 0 0 0 6 1,8%
Agredir/Herir 0 1 1 0 0 0 1 2 3 1 9 2,8%
Invadir 0 1 0 0 0 0 0 0 0 0 1 0,3%
Violar 0 1 0 0 0 0 0 0 0 0 1 0,3%
Comerciar GNB y
custodios (cárceles)/
0 1 1 4 3 3 0 3 0 5 20 6,1%
Policía/Funcionarios
retirados
Enfrentamientos entre
1 0 2 0 1 0 0 3 0 2 9 2,8%
bandas
Enfrentamientos entre
fanáticos de equipos 0 0 1 0 0 0 0 0 0 0 1 0,3%
deportivos
Lucirse 0 0 1 0 0 0 0 0 0 2 3 0,9%
Secuestrar 0 0 0 0 0 0 4 0 0 0 4 1,3%
Violencia 0 0 0 2 0 0 0 0 0 0 2 0,6%
Defender el barrio de
delincuentes de otros 0 0 0 0 1 1 0 0 0 0 2 0,6%
barrios
Defender el espacio en
el barrio para vender 0 0 0 0 0 2 0 0 0 0 2 0,6%
drogas
Jugar ruleta rusa 0 0 0 0 0 0 1 0 0 0 1 0,3%
Personas que protegen
al barrio de que se fume 0 0 0 0 0 1 0 0 0 0 1 0,3%
drogas en él
Celebrar la llegada del
0 0 0 0 3 0 1 0 0 0 4 1,3%
año nuevo
Colectivos para mante-
ner la seguridad de la 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1 0,3%
comunidad
Policía para defenderse
y contrarrestar la delin- 2 2 1 4 0 5 1 3 2 2 22 6,7%
cuencia (CICPC)
PARTE II: LÓGICAS Y SENTIDOS DEL USO DE ARMAS DE FUEGO
Tabla N° 3 (Cont.). Frecuencia de comentarios acerca del uso de armas de fuego en 10 grupos focales con diversos actores sociales, noviembre y diciembre de 2011
353
PARTE II: LÓGICAS Y SENTIDOS DEL USO DE ARMAS DE FUEGO
La generalidad de comentarios de todos los grupos focales, según la Tabla N° 3, se relaciona con el uso
de armas de fuego con fines ilícitos o delictivos, siendo los mayores porcentajes aquellos relacionados
con los temas matar y robar, lo que sumados representan un total de 327 comentarios. Es decir,
estos dos temas representan más de un tercio del total, lo que evidencia la preocupación de las y los
participantes de esta muestra, con respecto al tema de inseguridad y violencia en el país, que a su vez
se resalta con los comentarios asociados a la defensa propia y de la familia como otra razón frecuente
de uso del arma de fuego, cuyos porcentajes sumados representan el 12,4% del total. Si bien hubo
comentarios acerca del uso de las armas de fuego por parte de los cuerpos policiales para defender
y contrarrestar la delincuencia, estos fueron pocos en comparación con los ya mencionados (6,7%),
dejando entrever que el uso de las armas de fuego, en no pocas ocasiones, está ligado a actividades
ilícitas o violentas y que los cuerpos de seguridad del Estado no tienen la capacidad de respuesta para
controlarlas, dando pie a que la ciudadana o el ciudadano común se autoproteja adquiriendo un arma
de fuego, como se aprecia en el siguiente comentario:
…la gente ahorita lo que piensa es si alguien se mete con alguien, la idea es matarlo, no piensan arreglar los
problemas hablando; entonces lo que buscan es de repente una pistola y ya… lo matan… (P1, GF6).
En cuanto a la frecuencia de comentarios por grupo, se tiene que de todos los grupos, solo aquellos en
los que el uso de armas de fuego parece no vincularse a fines ilícitos, la mayoría de los comentarios se
relacionaron con el uso de armas de fuego para la defensa propia:
Depende, yo diría ¿para qué se utilizan?, se utiliza para varias cosas (…) unas personas la utilizan, como dice
mi compañera, para la autodefensa, ¿verdad? protegerse y otros la utilizan para robar, para delinquir. (P8, GF9)
Este aspecto pudiera relacionarse con los trabajos u oficios desempeñados tanto por los participantes
como por sus familiares, quienes por los comentarios, se observa que manejan grandes cantidades de
dinero y la inseguridad por ellos percibida los ha llevado a armarse. Nótense los siguientes comentarios
que sirven de ejemplo:
Defensa personal (P7, GF2).
Efectivamente, yo vendo, yo vendo mercancía, soy comerciante, y a veces tengo mucho real encima y yo sé
que si alguien me viene a robar, porque ya me robaron, te lo juro, ahora tengo en la mente que me va a matar
o lo voy a matar ¿entiendes?, la voy a utilizar, me han llevado a ese extremo. Es que te llevan, todavía no sé si
la saque y mate a la persona, pero al menos en una pata le daré, algo (P3, GF2).
Yo comparto con él, o sea, que esa persona la usa para defensa personal (P5, GF2).
Independientemente del estado de residencia de las y los participantes pertenecientes a los estratos
“bajos” y “medios y bajos”, sin distinción de sexo, la mayoría mencionó el uso de armas de fuego
como principal herramienta para robar y matar: “Los robos, mucha gente la utiliza para robar” (P8,
GF2). Solo los participantes del grupo de “Jóvenes hombres no incursos en prácticas violentas, pero
con identidades valoradas en contextos de exclusión social” del estrato bajo, mencionaron mayormen-
te el uso de armas de fuego para mantenerse en el poder, es decir, el uso de éstas, bien sea llevándola
encima o accionándola con fines delictivos, para poder dominar a otros, lo que puede interpretarse
como la subordinación de personas en una banda para con otra a quien “respetan” porque porta un
arma de fuego, o porque como dicen entre ellos, “tiene más muertos encima”, es decir, ha matado a
más personas que los demás integrantes del grupo:
…el arma en un barrio te da poder delante de las demás personas que no tienen, o sea, eso ya es un poder,
que no solo se gana jalando el gatillo, ya que podrían quitarte la vida a ti también, entonces por eso te da como
un poder frente a las demás personas (P6, GF6).
Esto pudiera relacionarse con la alta movilidad que a nivel social presentan los jóvenes de estas eda-
des, aunado a las características propias de sus actividades en relación con sus pares y al lugar de
residencia. La segunda frecuencia en comentarios de este grupo de jóvenes se relaciona con el matar
354
Sentidos de la demanda de armas de fuego en Venezuela
a otros, aspecto similar al resto de los grupos focales, que enfatiza la posible rutina de violencia que se
vive en los sectores populares de nuestra sociedad, donde los habitantes deben convivir tanto con las
limitaciones asociadas al estrato bajo, como con las limitaciones asociadas a las relaciones de poder
sostenidas por la violencia con armas de fuego.
Del grupo con mayor número de comentarios, el de “Jóvenes hombres” de estratos medios y bajos
del estado Carabobo, aunque prevaleció el robar y matar como principal uso de armas de fuego, se
destacan los comentarios asociados al uso de armas de fuego para comerciar con ellas tanto por la
Guardia Nacional Bolivariana, como por la policía, principalmente en las cárceles: “Esas las agarran y
las ponen a vender” (P2, GF10); y el uso de las armas de fuego para la defensa propia. El caso es similar
para el segundo grupo que comentó más acerca de los usos de las armas de fuego, el de “Taxistas
y transportistas” de estratos medios y bajos del Distrito Capital, donde los temas coincidieron en
posicionamiento de frecuencia: robar, matar, para la defensa propia, para el comercio de armas y por
parte de la policía para defenderse y contrarrestar la delincuencia: “Si es un malandro, ya sabemos
todos que la va agarrar para matar, para robar” (P2, GF4).
Por su parte, el tercer grupo con mayor número de comentarios, el de “Jóvenes hombres no incursos
en prácticas violentas, pero con identidades valoradas en contextos de exclusión social” de estratos
bajos, comentó en segundo lugar el uso de armas de fuego para matar y también el uso por parte de
la policía en su defensa y para contrarrestar la delincuencia.
Siendo estos grupos mencionados, principalmente, de los estratos medios y bajos, su percepción
se debe a lo que ven y escuchan de los medios de comunicación de masas sobre la inseguridad del
país, sin dejar de tomar en cuenta las experiencias propias que los participantes relataron, muchas
relacionadas con robos que han sufrido, entendiendo que los consultados de estos estratos tienen un
mayor poder adquisitivo que muchos sujetos que se dedican a las actividades delictivas y, por tanto,
tienen mayor probabilidad de convertirse en víctimas de delitos por las posesiones que puedan tener.
Es interesante acotar que de todos los grupos focales, los primeros tres que hicieron la mayor cantidad
de comentarios fueron grupos de hombres, como se observó en el párrafo anterior.
Los siguientes tres grupos, en orden por número de participaciones, corresponden a grupos de mu-
jeres. El primero es el grupo N° 3, del estrato bajo y del Distrito Capital, para quienes las armas de
fuego se utilizan mayormente para robar y matar, representando estos más de un tercio de todos sus
comentarios, seguido por el uso de armas de fuego para la defensa propia y para destruir. Sirva el
siguiente comentario de ejemplo:
Yo estaba desesperada, me quitaron mi bolso y un teléfono. El otro teléfono ¡yo no lo quería dar! No sé, no sé,
no sé qué paso en realidad, después a mí me comenzaron a dar golpes en la cabeza y apuntándome con una
pistola y mis amigas llorando. “No, no, dale el teléfono”, y yo no se lo daba, entonces una de las chicas que
estaba robando le dijo “No, mátala, mátala, mátala”, y yo asustada. Los carros pasaban y se paraban y ellos
“No, que dame el teléfono” y me pegaban en la cabeza, “Dame el teléfono” (P4, GF3).
El grupo de “Madres, hijas, parejas de usuarios de armas” de estratos medios y altos del estado
Carabobo acotó en segundo lugar que las armas de fuego se utilizan para matar y robar, sin embargo,
se sostiene también el uso de estas armas para la defensa: “Depende, yo diría ¿para que se utilizan?,
se utiliza para varias cosas (…) unas personas la utilizan, como dice mi compañera, para la autodefensa
¿verdad?, protegerse; y otros la utilizan para robar, para delinquir” (P8, GF9). Vale mencionar que aun
cuando algunas de las participantes perciben a Valencia como un poco más segura que otras ciudades
del país, la mayoría la ven como insegura, relatando casos de robos y asesinatos de las cuales han sido
víctimas directas e indirectas, de manera similar al comentario de la participante 4 del grupo focal 3,
mencionado anteriormente.
A su vez, el grupo de “Madres y abuelas de jóvenes armados”, de estrato bajo del Distrito Capital,
mencionó en primer lugar robar y matar como principal uso de las armas de fuego, seguido por la
355
PARTE II: LÓGICAS Y SENTIDOS DEL USO DE ARMAS DE FUEGO
defensa propia, comentarios similares a los de los demás grupos. En el siguiente comentario una
participante informa sobre el robo de su teléfono celular como ejemplo del uso más frecuente del arma
de fuego: “A mí me robaron el mío que era un “pichache” (risas) y no tengo real para comprarme uno
de esos (un Blackberry)” (P9, GF1).
El resto de grupos, compuestos tantos por hombres como mujeres, hablaron mayormente de robos
y muertes por armas de fuego, comentando igualmente sobre el tomar venganza, lo cual se relaciona
directamente con la muerte, el comercio de armas de fuego por parte de los Guardias Nacionales y
custodios penitenciarios en las cárceles, y también por parte de policías, quien según los comentarios,
confiscan estas armas y las venden.
Es interesante destacar que el grupo que menos comentarios realizó acerca del uso de las armas de
fuego fue el de “Pequeños empresarios y comerciantes” de estratos medios y bajos del estado Zulia,
quienes también acotaron mayormente el robo y la muerte. Igualmente, mencionaron el uso de armas
de fuego tanto para secuestrar a las personas como para ser usadas por otras que trabajan como
escoltas, aspectos que se relacionan directamente con las actividades a que se dedican y el manejo
de dinero, aunado al hecho de que, según comentaron, se encuentran rodeados de sujetos que se
dedican a actividades delictivas, como los guerrilleros y paramilitares que ingresan a Venezuela desde
Colombia para cometer delitos, como por ejemplo, robar camionetas y venderlas en su país, o las
amenazas de que son víctimas cuando les quieren cobrar vacunas para no quemarles los negocios.
Por ello es que también contratan escoltas, para que los acompañen cuando se dirigen a los bancos y
cuando regresan a casa, incluso algunos de esos escoltas son funcionarios policiales que se prestan
para eso por dinero.
En relación con la defensa personal, como tercer punto en importancia para las y los participantes, se
pudiera inferir que los ciudadanos que portan armas de fuego, bien sean legales o ilegales para fines
no delictivos, las usan para defenderse de aquellos que las utilizan en su contra, es decir, el porte
de armas de fuego para la defensa personal constituye una reacción al uso de armas de fuego para
cometer delitos como el robo o el secuestro, asumiendo entonces que si los delincuentes no usan
armas de fuego, las posibles víctimas no tendrían necesidad de usarlas.
Esta categoría surge del microanálisis realizado a los grupos focales y responde al posicionamiento
geográfico en donde se desarrollan las acciones relacionadas con las armas de fuego, bien sean sus
usos lícitos o ilícitos.
Dentro de los discursos de las y los participantes en los grupos focales, se manifestó una tendencia a
focalizar el uso de armas de fuego, en sus diversas modalidades, como un fenómeno eminentemente
de los sectores populares. Esta concepción sobre la proclividad de un tipo de individuos circunscrito a
un determinado estrato social, se ha visto convalidada mediáticamente a través de una masificación y
magnificación en la exhibición de los hechos acaecidos en estos escenarios. Pese a esa denuncia de
constante exposición, las y los participantes en los grupos focales se muestran atentos y reflexivos ante
este condicionamiento constante, mediante una postura de criticidad hacia el medio y al mensaje en sí.
Dicha sobre-exposición de los hechos violentos en un determinado lugar y por determinados actores,
hace entender entonces que los fenómenos de violencia con armas de fuego son, en particular y úni-
356
Sentidos de la demanda de armas de fuego en Venezuela
camente, producto de las clases populares. Esto presupone, a su vez, una serie de hechos, como por
ejemplo, la existencia de un crimen “endoclasista”, lo cual contraviene el sentido clásico y aceptado
del crimen. Esta nueva forma de relación implica trascender el fenómeno del resentimiento social
provocado por la desigualdad de clase y circunscribe el acto social del uso de armas de fuego con
connotaciones ilegales a la localidad donde se encuentre el actor ejecutor.
La concepción de una circunscripción supone que el fenómeno podría bloquearse socialmente y atacar-
se, generando fuera de estos espacios de criminalidad un sentimiento de seguridad, ya que los actores
y protagonistas de estos hechos se encuentran al margen de la sociedad en sí, siendo contenidos y
unificándose en una masa homogénea que puede ser fácilmente clasificada y puntualizada. Sin embar-
go, es justamente lo contrario a lo que nuestros consultados denotan en sus discursos; estos exponen
de manera constante que no existe un lugar en la ciudad (sin importar en qué parte del país se encuen-
tren) que no sea hoy por hoy víctima de la delincuencia y de la violencia con armas de fuego, como lo
expresa un participante de la siguiente manera: “En las camionetas, por lo menos; si uno se monta en
una camioneta y ve a alguien adelante y otro atrás, tenga por seguro que lo van a atracar” (P6, GF1).
Es importante señalar que esta categoría está relacionada, de manera directa, con la de “medios y
sociedad”, ya que solo es posible entender un fenómeno que se cierne sobre la población gracias a la
propagación de un mensaje; es este el caso de las y los participantes que hablan sobre la inseguridad
de otras regiones, implicando que es Caracas el lugar más peligroso, lo cual parece ser una opinión
inducida.
Es también un hecho reafirmante de lo anterior que, indistintamente de la movilidad social que posean
los estratos presentes en los grupos focales, existe la misma idea generalizada de un uso de armas
de fuego con fines delictivos por toda la ciudad en todos los espacios. Quizás cambien los métodos
de aplicación, en uno son robos a camionetas, en otros son secuestros, robos y asesinatos en centros
comerciales, pero todos los sectores de clase coinciden en no tener un lugar seguro en el cual estar
dentro de la sociedad venezolana.
357
PARTE II: LÓGICAS Y SENTIDOS DEL USO DE ARMAS DE FUEGO
dramáticamente cuando se trastocan los lugares que son considerados por las y los participantes como
lugares de “respeto” para la ciudadanía en general: “Lo que sucedió en la iglesia La Purísima, saliendo
¡de misa! Robaron como a 40 personas afuera, en el cine (…) robaron hace como 3 meses” (P7, GF9).
La variable del sexo no impone algún tipo de condicionamiento sobre esta categoría, ya que al contrario
de otras categorías, parece que el lugar de uso de armas de fuego es una variable de alguna manera,
independiente de las personas que se encuentren en dicho sitio, esto quiere decir que los actores que
ejecutan acciones con armas de fuego, lo harán independientemente de si en el lugar donde decidan
ejecutar su acción delictiva, se encuentren hombres o mujeres, de estratos medios, bajos o altos;
simplemente ejecutarán la acción sin discriminar la clase o el sexo de los transeúntes o usuarios de
los espacios, bien sean espacios públicos o privados en los cuales dichos actores se encuentren. Un
ejemplo claro de esto lo vemos en el transporte público, tal y como asegura una de las participantes:
“en robo de camioneticas también he estado presente donde secuestran la camioneta y los jóvenes,
los muchachos están armados (…)” (P3, GF10). En un espacio de uso cotidiano y masivo como el
transporte público los actores ejecutores de la violencia con armas de fuego no discriminan si hay
hombres o mujeres presentes.
Lo anterior da cuenta de la poca importancia que, al parecer, los usuarios de armas de fuego le dan
al lugar donde pueden o deban portar, incluso usar un arma de fuego. En particular, partiendo de las
experiencias y comentarios de las y los participantes, parece que los usuarios de armas de fuego con
fines delictivos tienen más bien la intención de ser visibilizados y, a su vez, reconocidos como los que
tiene el control del lugar y la situación y no les interesa ser identificados como delincuentes. No es
vergonzoso ser identificado como delincuente o portador de armas de fuego, por lo que cualquier lugar,
sea público o privado, de estrato alto, medio o bajo, da igual. El lugar no es limitante.
Bajo esta categoría se busca identificar la lógica que conlleva el uso de armas de fuego y las regulacio-
nes informales sobre las cuales se sustenta dicha justificación en diversos contextos. Es importante
mencionar que, aunque algunos comentarios de esta categoría hacen referencia al uso de las armas
de fuego, no deben confundirse con los comentarios de la categoría “Uso de armas de fuego”, pues
estos responden a preguntas específicas realizadas por el moderador del grupo en relación con la
justificación del uso de las armas de fuego (ver anexo 1).
En el análisis de los grupos se aprecia que en todos los estratos socioeconómicos, la defensa personal
y de la familia es la principal causa de justificación del uso de armas de fuego. Independientemente del
sexo y lugar en donde se haya realizado el grupo focal, la “defensa” es la principal justificación para la
adquisición y uso de armas de fuego, ejemplo: “En defensa propia diría yo, que te quieran agredir, que
quieran agredir un familiar tuyo, en ese momento estaría bien utilizar el arma, eso diría yo, eso aporto
yo” (P4, GF7); “vienen a amenazar a mi familia y tengo una pistola, lo que sea ¡lo mato!” (P5, GF8).
358
Sentidos de la demanda de armas de fuego en Venezuela
Otro ámbito de justificación del uso de armas de fuego comentado por las y los participantes se
relaciona con los cuerpos de seguridad del Estado: policía y militares, para ejercer sus funciones de
prevención y control de actividades delictivas y defensa de la nación, respectivamente. La defensa
de la propuesta política del Estado del gobierno actual de Venezuela fue una justificación de uso de
las armas de fuego según los estratos medios y bajos, quienes aseguran que ellos, al igual que los
colectivos armados, utilizarían las armas de fuego para la defensa de la nación, entendida ésta a partir
de la propuesta de gobierno actual como ya se mencionó, si la situación llegase a ser extrema: “si me
toca utilizar un arma es por la defensa de mi país” (P2, GF4).
De manera similar, un grupo de mujeres del estrato bajo mencionó la justificación del uso de armas de
fuego por parte de los colectivos armados, pero para defender a las ciudadanas y los ciudadanos, lo
que implica la aceptación de grupos irregulares que se han armado de manera ilegal, siempre y cuando
esto signifique resguardo para las personas de la comunidad.
Es interesante destacar también que los estratos medios y altos no mencionaron la defensa de la
nación, o las funciones de los cuerpos de seguridad del Estado, ni a los colectivos, como ámbitos de
justificación de uso del arma de fuego.
El uso de armas de fuego como actividad deportiva fue otra de las justificaciones de uso: “…quizá para
deporte, porque hay deportes (...) como el tiro al blanco” (P3, GF3). Otra situación en la que las y los
participantes podrían justificar el uso de armas de fuego fue en caso de venganza, especialmente si es
por muerte de un familiar o para “joder a este porque se metió conmigo” (P3, GF6).
Otros comentarios justifican el uso de armas de fuego de acuerdo con las funciones profesionales de
quien la porta, así el uso de armas por parte de los vigilantes de camiones blindados, por ejemplo, se
justifica en sí mismo, entendiendo que estos se encargan del transporte de valores.
Es interesante ver como dos participantes de grupos diferentes del estrato bajo justificaron el uso de
armas de fuego desde el punto de vista de los delincuentes: “y si soy un hampón (…) darle 4 balas
¿pa’ que más? Pa’ matar” (P7, GF2); “por sobrevivir, para adquirir dinero, alimentación, etc., adaptarse
a lo que es la sociedad y el consumo” (P9, GF4), lo que pudiera entenderse como una justificación de
actividades delictivas como defensa ante la dinámica social existente en el país, en el que el victimario
sería la víctima de la estructura social. Ciertamente, la defensa ante las condiciones socioeconómicas
que han determinado las dinámicas de exclusión de la sociedad venezolana encuentra un punto de
distención y reconciliación entre los ciudadanos, cuando estos entienden la realidad del delito como el
producto de una compleja red de determinaciones puntuales, e inclusive son valoradas dichas acciones
delictivas como una forma de trabajo, lo cual trasforma la visión que se puede tener sobre el actor que
comete el delito. Es importante señalar que los participantes no decantaron juicios morales positivos
sobre el accionar ilícito y violento de las armas de fuego, solo verbalizaron comprender la existencia del
fenómeno como problema de condiciones sociales y no como una especie de elección a priori, mas
no lo aprueban o condenan.
Una participante del estrato bajo mencionó, en un primer momento, que justificaba el uso de armas
de fuego para la defensa personal, pero que ella nunca la utilizaría, ni siquiera si la vida de su hijo se ve
amenazada, esto debido a sus principios cristianos. Este fue el único caso de todos los grupos focales
donde realmente se atiende a las expectativas de las prácticas religiosas socialmente aceptadas o inclu-
sive esperadas; contrariamente, el resto de las y los participantes fue muy enfático en la utilización de
las armas de fuego en circunstancias de peligro real de la vida propia o de la vida de sus familiares. Esta
situación, más allá de ser juzgada en el plano moral de la acción, debe ser entendida como una acción
de conservación de la vida, pero también expresa, de cierta manera, el nivel de debilidad en el mensaje
trasmitido por las instituciones religiosas, al menos en las y los participantes de estos grupos focales.
359
PARTE II: LÓGICAS Y SENTIDOS DEL USO DE ARMAS DE FUEGO
Finalmente, podría decirse que las y los participantes concentran la justificación de uso de armas de
fuego principalmente en aquellos casos donde la vida de la persona está en riesgo, para el resguardo
de bienes y valores propios o del Estado y la defensa de ideales políticos que condicionan la conviven-
cia del grupo social.
Esta categoría se refiere a las consecuencias y riesgos del uso de armas de fuego enunciados por las y
los participantes, tanto en contextos micro como macro, es decir, tanto en lo individual o familiar, como
en lo colectivo y social.
En los grupos focales se observó una tendencia a generalizar las consecuencias negativas que se pro-
ducen por el uso de las armas de fuego, las cuales se pueden clasificar en físicas y psicológicas. Entre
las físicas están: guerras, destrucción, corrupción, hogares destruidos, atracos, pérdida del empleo,
robos, secuestros, muerte, hijos huérfanos, lesiones, insomnio e ir preso por matar a una persona:
“poner en riesgo la vida de tú familia, tú vida, el entorno en el que tú vives, tú trabajo” (P9, GF4); “Para
mí un arma es sinónimo de muerte, o sea (…) tener un arma o lo que sea es saber que alguien se
va a morir” (P1, GF9). Las psicológicas son: sensación de vulnerabilidad, inseguridad, miedo, temor
a perder la vida, amenazas, susto, remordimientos de conciencia, impotencia, quedar en estado de
shock y traumatizados, pánico, odio, pavor, terror, sufrimiento y zozobra: “todas las que vengan con
la violencia, ira, odio” (P8, GF10). Esto habla sobre la extensión de las consecuencias del uso de
armas de fuego como un fenómeno cotidiano y común, donde la población es víctima de prácticas o
conductas frecuentes por parte de aquellos sujetos que se convierten en usuarios de armas de fuego,
demostrando que, independientemente de los estratos sociales, las consecuencias negativas del uso
de armas de fuego son más o menos las mismas.
Algunos participantes de los grupos focales, tanto hombres como mujeres, consideran que existen
consecuencias positivas del uso de armas de fuego: la protección personal o de la comunidad frente
a amenazas internas y externas. Por ejemplo, en el grupo de “Madres y abuelas de jóvenes armados”
una de las participantes mencionó la sensación de paz y tranquilidad en su barrio por las acciones de
quienes los protegen, ejecutadas por colectivos organizados de dichas comunidades, aunque esto
lógicamente implique la muerte de otro ser humano, evidenciando que se absuelve a dichos colectivos
de la carga moral/ética al brindarle a la comunidad dicha paz, relegando estos participantes la carga de
asumir las consecuencias de esas acciones tanto en el plano moral, como jurídico, e inclusive de con-
vivencia. En el grupos de “Jóvenes hombres no incursos en prácticas violentas, pero con identidades
valoradas en contextos de exclusión social”, un participante comentó que “sí ha funcionado lo de la
policía, lo del CICPC, cualquier cuerpo policial que porte un arma” (P5, GF6), de lo que se infiere que
el uso que estas instituciones formales de control social dan a las armas de fuego tiene consecuencias
positivas. Por último, en el grupo de “Mujeres no armadas, parejas, hermanas o amigas de jóvenes
armados de sectores populares”, del estado Zulia, una de las participantes dijo que con el arma de
fuego se puede defender de los malandros:
Positivo, ahorita como te estamos diciendo, en las calles necesitamos un arma por si nos vienen a agredir (…)
yo sigo opinando que sí es necesario, por lo que acabo de decir, si voy a tener un arma sería para defenderme a
mí, si es en caso de muerte, o a mi familia en caso de muerte, si es necesario, esa es la parte positiva (P4, GF8).
Otros comentarios se relacionan con la protección personal, ya que con el arma de fuego se pueden
defender de los malandros: “te sientes más seguro en casa” (P7, GF10); “ellos tenían el arma en su
360
Sentidos de la demanda de armas de fuego en Venezuela
carro y con el arma ahuyentaron a la otra persona” (P3, GF9); “lo positivo es quizás que, gracias al
arma que tenía guardada en mi casa, pude salvar la vida de mi familia” (P8, GF9); y en el siguiente
comentario se observa un aspecto positivo y otro negativo: “te defendiste de que no te matara el
malandro, pero vas preso” (P6, GF9).
Ahora bien, en relación con los géneros los grupos de mujeres aportaron tanto comentarios negativos
como positivos sobre las consecuencias del uso de armas de fuego, excepto el grupo de “Mujeres no
armadas, parejas, hermanas o amigas de jóvenes armados de sectores populares”, del Distrito Capital,
quienes no dieron ni un solo comentario positivo. Resaltan en los grupos comentarios relacionados con
la inseguridad, el miedo, el daño psicológico y la muerte como aspectos negativos, y entre los positivos
que se puede defender la vida propia y la de la familia, y se consigue paz y tranquilidad en el barrio por
parte de los colectivos, todo esto por el hecho de tener armas de fuego.
Con respecto a los hombres, algunos mencionaron solo aspectos negativos como consecuencias del
uso de armas de fuego, como muerte, temor de perder la vida, atracos, sensación de inseguridad, etc.,
mientras que otros mencionaron tanto consecuencias negativas como positivas: acabar con los malan-
dros, seguridad; resaltando más, excepto por el grupo de “Jóvenes hombres de entre 20 y 30 años”,
las negativas por sobre las positivas. Así, se aprecia una visión general más negativa que positiva, tanto
en hombres como en mujeres en relación con las consecuencias del uso de armas de fuego.
Implica las evaluaciones y descripciones que hacen las y los participantes de los usuarios de armas de
fuego, lo que incluye cómo los integrantes del grupo se miran a sí mismos como usuarios de armas
de fuego.
En cuanto a la percepción del usuario de armas de fuego, todos los grupos, sin importar el estrato
socioeconómico que representen, hicieron juicios valorativos negativos, percibiendo a los usuarios
de armas de fuego principalmente como delincuentes. Mencionaron que estos se encuentran ya en
edades tan tempranas como los 10 años y con frecuencia son adolescentes, e incluso los hay de hasta
20 años, sujetos a quienes no les importa quién se les atraviese, no tienen alma, están enfermos,
son psicópatas, resentidos sociales, ansiosos, nerviosos, están obsesionados con las armas, usan las
armas de fuego para pantallear, se creen más que los demás y poderosos por portar armas de fuego,
son ignorantes, no les interesa la vida, no tienen corazón, son de sangre fría, sin remordimientos
de conciencia, buscan tener el poder, se sienten solos, creen que las pistolas les dan respeto, son
envidiosos, violentos, agresivos, maliciosos, dispuestos a matar a otros, consumen drogas y licor, se
encuentran en todos los niveles sociales, son menos tolerantes que los demás, e incluso son mujeres,
y hasta embarazadas: “simplemente para pantallear, ´tengo una pistola y soy más que tú´” (P10, GF3);
“es una persona que no le interesa la vida, no le interesa las personas que tenga a su lado, no tiene una
razón para vivir pues (…) solamente piensa en robar, en drogarse” (P7, GF5); “carajitos en los barrios
de 12, 13 años son los que tienen unas pistolas que son más grandes que un cuaderno” (P6, GF2).
Solo un comentario resalta un aspecto neutral, si se puede llamar de esa manera, sosteniendo que son
seres humanos que cometen errores.
Hubo una acotación en relación con los que trabajan transportando valores, quienes “a pesar de que
están psicológicamente preparados (…) van con su bolsa de dinero y su pistola en la mano mirando a
361
PARTE II: LÓGICAS Y SENTIDOS DEL USO DE ARMAS DE FUEGO
todos lados (…) yo creo que aunque tengan el armamento que tengan no van a poder estar tranquilos”
(P7, GF2). Ahora bien, surgió un comentario en el que una participante acotó que “es esa inseguridad
que quizá no lo van a decir ni los policías, ni los malandros, ni uno, sino esa inseguridad, eso que tienes
ahí y que no lo afloras pues, pero tu forma de enfrentarla es con un revólver” (P7, GF3), observación
con la que da a entender que el arma de fuego es la manera de afrontar la inseguridad, sensación
que se lleva adentro de uno mismo. Lo anterior hace mención al hecho que la situación del uso indis-
criminado de las armas de fuego constituye un problema social, más aun si le añadimos algunas de
las características mencionadas de los usuarios, como la drogadicción, el tener sangre fría, no tener
remordimientos de conciencia, la edad de la mayoría de los usuarios, entre otras.
En cuanto a las mujeres, estas hicieron referencia a los delincuentes de cuello blanco, refiriéndose no
a un estatus social, sino a que vestían bien, a diferencia de los hombres en quienes se encontraron
comentarios contrapuestos donde, por un lado, los usuarios de armas de fuego no han estudiado
en niveles superiores, y por otro dijeron que hay profesionales de carrera que igualmente delinquen,
descartando así la etiqueta de que el delincuente es un desertor escolar. De manera similar, una parti-
cipante dijo que el sujeto que siempre ha cargado armas de fuego y vive en el barrio es un malandro,
evidenciándose el etiquetamiento social (Garrido, 2001: 371) para con estos sujetos, ya que siempre
existe la posibilidad de que el portador del arma de fuego no la utilice con fines ilícitos y que este tenga
porte, es decir, tiene permiso legal de tenerla.
Otro punto interesante es que los comentarios dan a entender que la mayor parte de los usuarios
delincuentes de armas de fuego son de sexo masculino, ya que, aunque no lo dicen de manera directa,
muy pocos fueron los casos en que mencionan a las mujeres cometiendo delitos. Además, las y los
participantes atribuyen todas las características y comportamientos de los usuarios de armas de fuego
a sus rasgos y actitudes internas, cometiendo así lo que Myers (2000) llama el “error de atribución
fundamental” o “sesgo de correspondencia”, debido a que no se toman en cuenta los factores situa-
cionales que inciden en la comisión de delitos con armas de fuego, aspectos como los mencionados
por algunos participantes en la categoría Justificación del uso de armas de fuego: “por sobrevivir, para
adquirir dinero, alimentación, etc., adaptarse a lo que es la sociedad y el consumo” (P9, GF4).
En relación con cómo los participantes se ven a sí mismos como usuarios de armas de fuego, son
interesantes los comentarios de las y los participantes, ya que al hablar de los otros como usuarios de
armas de fuego fueron bastantes descriptivos en cuanto a sus características, es decir, la mayoría los
describió de manera negativa, como si todos fueran unos delincuentes, pero al preguntarles sobre el
uso de las armas de fuego por parte de ellos mismos, los comentarios no fueron tan relajados, es decir,
pensaron muy bien lo que iban a decir. De hecho, hubo participantes que condenaron por completo el
uso de las armas de fuego, pero cuando el moderador de los grupos les realizó una pregunta relacio-
nada con una situación hipotética en que sus vidas o la de sus familiares corriera peligro, la mayoría de
los participantes, tanto hombres como mujeres, e independientemente del estrato socio-económico y
del estado de residencia, coincidieron en que sí harían uso del arma de fuego, y que habría que estar
en la situación planteada para ver cómo reaccionarían: “Nadie tiene derecho de quitarle la vida a nadie
(…) pero si es por defenderse yo lo veo bien” (P6, GF1).
Solo el grupo de “Mujeres no armadas, parejas, hermanas o amigas de jóvenes armados” no respon-
dió directamente a la pregunta guía, sino que unas pocas participantes mencionaron que está bien el
uso de armas de fuego para defensa propia, pero para ejemplificar el uso por parte de otros; es decir,
nunca se colocaron en el lugar de la persona que hace uso de armas de fuego.
Entre los comentarios emitidos con la autopercepción se encuentran aquellos relacionados con la
preparación psicológica al momento de portar un arma de fuego, tener conciencia de que al usar el
arma de fuego alguien va a morir, bien sea el victimario o la víctima, que se debe ser responsable, tener
la mente fría al momento de accionarla y saber calcular bien según la situación: “cuando ya tomaste
362
Sentidos de la demanda de armas de fuego en Venezuela
la decisión, y ves que te va a malograr, te va a matar, allí sí la utilizaría” (P4, GF8); “la personalidad
de una persona que posee un arma tiene que ser la de una persona con los cinco sentidos bien
puestos, ser muy centrado, no ser impulsivo, estar apto mentalmente para saber, cómo hacerlo” (P1,
GF9). A diferencia de los demás participantes, uno solo mencionó que “las personas que no tienen
armamento, son personas generalmente con un grado mayor de conciencia, capacitada para saber
responder a cualquier tipo de reclamo, de afectación, de agresión” (P9, GF4), dando a entender que
los que no poseen armas es porque saben cómo hacerle frente a situaciones agresivas, quizá aplicando
herramientas y métodos de resolución de conflictos entre las partes.
6. Naturalización de la violencia
La violencia tiene múltiples medios de expresión, siendo su fin uno solo, la agresión hacia otro ser hu-
mano u objeto2. En el caso de esta categoría se toma la violencia como aquella agresión que involucra
un arma de fuego, la cual tiene dos dimensiones, tanto simbólica como manifiesta. En el discurso de
las y los participantes, se hizo mayor énfasis valorativo a los comentarios donde se implica, de forma
manifiesta o latente, una acción que desencadenó o propició la agresión física, e incluso la muerte
de un ser humano. La elección de esta condición responde a un hecho concreto, y es que sin lugar
a dudas la agresión (herida o muerte) por arma de fuego, se manifiesta en los consultados como el
fenómeno más esperado ante situaciones donde hay un arma de fuego involucrada, generándose así
una suerte de condicionamiento que se expresa en la siguiente aseveración: “o sea, es que uno vive
la delincuencia, prácticamente uno está viviendo en la zozobra, y una inseguridad extrema aquí en
Maracaibo, y bueno en Venezuela, porque se ve en las noticias todo el tiempo” (P1, GF7).
Como elemento que afianza la existencia de dicha naturalización, está el hecho de que cualquier tipo
de agresión que implique el uso de armas de fuego, incluyendo el robo, bien sea que termine en
agresión física o en muerte, se codificó en el consciente colectivo como un fenómeno cotidiano: “acá
en Venezuela la mayoría de las personas tiene armas de fuego, o sea, ya sean adolescentes, personas
adultas, casi todo el mundo, ya es algo cotidiano tener armas de fuego y estar presente donde hay ar-
mas de fuego” (P10, GF8). Es una opinión generalizada a lo largo de los diez grupos focales analizados
donde existe una naturalización de la violencia con armas de fuego, entendiendo la naturalización como
el aceptar los hechos violentos que involucran un arma de fuego como parte intrínseca de la cultura
venezolana, como una de sus formas más elementales de constitución, es decir, la violencia con armas
de fuego se ha vuelto parte de la sociedad venezolana.
En esta categoría los grupos de mujeres fueron claramente afectadas por este hecho independiente-
mente del estrato social al cual pertenecían, dando fe de cómo este suceso ha afectado la cotidianidad
de las mujeres, especialmente por el hecho de ser testigos de la violencia con armas, y no el sujeto que
sufre la acción del arma de fuego directamente (con esto se hace referencia a que no son lastimadas
físicamente por el arma, que no se les infligen heridas, e incluso la muerte, al menos no con la misma
frecuencia que a los hombres) y considerándolo por esto como un fenómeno constante, que se pre-
senta en la mayoría de las experiencias narradas.
Para los hombres esta situación es también parte de una realidad concreta, siendo mayormente visible
en jóvenes en contextos de exclusión, y el grupo de zulianos de sectores medios y bajos, donde esta
cotidianidad es denunciada constantemente al narrar sus experiencias, la vivan directa o indirectamente,
2 Entendiendo que la agresión contra un objeto es en sí una acción social racional con arreglo a fines, ya que valora la efectividad de la acción en un plazo
inmediato. Véase Weber, M. (2008).
363
PARTE II: LÓGICAS Y SENTIDOS DEL USO DE ARMAS DE FUEGO
haciéndolo con total normalidad, sin sobresaltos más allá de la puesta en escena; esto conduce a la
siguiente pregunta: ¿cuáles son entonces los sujetos más sensibles y predispuestos a este fenómeno
de naturalización de la violencia? Antes de responder debe acotarse que la naturalización tiene una
raíz común en cuanto a su conceptualización, pero en su expresión tiene pequeñas diferencias que la
hacen experiencias discordantes de acuerdo al sexo, por lo cual no es vivida de la misma manera por
las mujeres (al menos de la población analizada). La violencia es un hecho cotidiano del cual las mujeres
son testigos, sin ser precisamente víctimas directas del arma de fuego, mientras que los hombres,
además de considerarla un fenómeno cotidiano como en las mujeres, también son el principal blanco
de violencia y los principales actores en ejercer la violencia; al menos eso pudo notarse con la opinión
de las personas estudiadas. Ante este hecho, la respuesta parece tornarse obvia, por considerar que
son los hombres los que mediáticamente están expuestos al flagelo de la violencia, son los hombres,
en la mayoría de los casos, sujetos y objetos de la violencia con armas de fuego.
Esta categoría se convierte en una especie de bisagra con la categoría de análisis: “Génesis de la
violencia con armas de fuego” y con la sub-categoría de “Medios y sociedad”, ya que dicha naturaliza-
ción, verbalizada por las y los integrantes de los grupos focales, se debe precisamente a la constante
exposición a la violencia, ya no como un elemento aislado e inconexo de la realidad, sino como un
hecho social constante que no es vivido por unos pocos ciudadanos, sino que es sufrido masivamente
por todos los habitantes de un país, e incluso del mundo. Pese a su ocurrencia o no, el hecho es ahora
un “hecho común”, esperado y vivido por todos de manera directa o indirecta.
La espera de esta ocurrencia ha creado una suerte de atmósfera colectiva y negativa, donde la ex-
pectativa es siempre la del peor escenario. Podría decirse que esta espera, esta predisposición, ha
conseguido implantar una suerte de conformidad con la situación; es el día a día de los venezolanos,
desde el punto de vista de las y los participantes.
En un trabajo precedente, realizado por las investigadoras Miriam San Juan y Neyda Peña (2013), en
las parroquias La Vega, La Pastora y el sector Los Frailes de la parroquia Sucre del Distrito Capital, se
trata una categoría que guarda cierta relación con esta, la misma es abordada como “Inseguridad y
victimización. Vivencias y percepciones”:
Las narraciones de numerosos hechos delictivos vividos o presenciados y las frases de victimización genérica
por tiroteos, amedrentamientos, porte de armas, presencia de cadáveres, etc., corroboran la dimensión objeti-
va del problema, consecuente con los datos objetivos que las encuestas de victimización han revelado (…) Se
reitera lo ya señalado: una privación del disfrute de derechos humanos básicos y la subsiguiente autolimitación
del espacio público y del desenvolvimiento libre de los habitantes de estas comunidades.
Ante el fenómeno de la naturalización, se extiende una paranoia colectiva, donde la población se mues-
tra reaccionaria ante cualquier estímulo posible y, contrariamente, en vez de generar mecanismos
de unificación entre la población ante hechos como estos, lo que logra es una atomización de los
individuos en la ciudad, donde las armas de fuego figuran con un rol principal.
Una vez más, en los grupos se observa también que esta insensibilidad social y naturalización de la
violencia se vincula indiscutiblemente, por los participantes, al uso del internet y de los juegos de video
de manera indiscriminada por parte de los niños y jóvenes, los cuales, según la opinión de la mayoría
de los grupos focales, son los principales actores de los hechos violentos: “Sí, usualmente en los liceos
ya es común que un niño lleve pistola” (P8, GF10).
364
Sentidos de la demanda de armas de fuego en Venezuela
Esta categoría se refiere al origen del uso de las armas de fuego en el contexto cotidiano.
En el esquema de las ciencias sociales, en especial en los enfoques de corte cualitativo, los problemas
son valorados en sus dimensiones multi-causales y no como el producto de una relación determinista
de causa-efecto. Asociar un fenómeno tan complejo como el uso de armas de fuego a una sola causa
y a un solo efecto resulta irresponsable e incorrecto. Es por ello que se desarrolló esta categoría donde
se intentan hilar discursivamente esos elementos que en la disertación de las y los participantes de
los diferentes grupos focales se convierten en comunes y conectores del por qué el uso de las armas
de fuego, es decir, no se intenta con esto rastrear todas las causas que conllevan al uso de armas de
fuego, sino, contrariamente, agrupar las más importantes en el esquema valorativo de los consultados
y encontrar sus conexiones.
Para los integrantes de los grupos focales, las derivaciones violentas e ilegales del uso de armas de
fuego tienen orígenes claros y delimitados, que independientemente de la movilidad social, el sexo, la
edad, y la región de donde provengan, están asociadas principalmente a la familia, la educación y los
medios de comunicación. En lo concerniente a los discursos de los diversos integrantes de los grupos
focales referidos a la familia, sobresale la crítica a la falta de un sistema de valores familiares que
podrían denominarse tradicionales: “O sea, pero yo digo que la raíz de eso es la falta de valores (P1:
´conciencia, amor´) de amor, el amor es muy indispensable” (P8, GF3).
Esta reflexión gira en torno a dos elementos claves dentro de la concepción de familia que la gente
enarboló, el primero son los códigos comportamentales de la estructura familiar en sí, ya que según
las y los participantes de los grupos focales, no existe un respeto a las formas tradicionales de familia
(aquella compuesta por el padre, la madre y los hijos), al menos las socialmente esperadas, refiriéndo-
se a los roles y valores ejercidos por los mismos, como por ejemplo, respeto, obediencia, e inclusive
atención. Esto es, al menos en forma, la principal devaluación de los valores que se entiende en los
grupos focales como valores familiares, por ejemplo opinaba uno de los participantes: “Ah pero tú te
pones a ver y por un lado también es culpa de los padres, porque hay padres que son muy alcahuetes
sabiendo que el hijo es malandro y, aún así, siguen protegiéndolo” (P2, GF5).
El segundo elemento se refiere al modo en que la estructura familiar se ve afectada por las demandas
de la vida moderna. Se alude aquí al hecho concreto de los roles de los padres y las madres, en relación
con el tiempo dedicado al trabajo, su participación en la crianza de los hijos y el manejo del tiempo en
general, aludiendo con esto a una constante imposibilidad, por parte de los padres, para involucrarse
activamente en el correcto desarrollo de sus hijos, lo cual se convierte en parte estructural del pro-
blema de violencia con armas de fuego: “Sí, (…) los chamos se centran en el dinero entonces, a raíz
de eso, empiezan siempre a vender drogas y cosas por el estilo, comienzan a comprarse cosas y los
papás que tampoco le paran, no le prestan atención a esas cosas (…), en vez de educarlos” (P2, GF6).
365
PARTE II: LÓGICAS Y SENTIDOS DEL USO DE ARMAS DE FUEGO
Esta categoría muestra también la relación que las personas observan sobre el fenómeno de uso del
arma de fuego y las condiciones subjetivas que conllevan este uso, siendo el conector principal la
pérdida de valores y la falta de una fuente de control interna y externa (familiar y social) que lleven al
individuo a una forma de acción que no desencadene en el uso violento de armas de fuego. Así, se
tiene que el control interno que se deriva de los vínculos afectivos existentes en una familia social-
mente integrada, se va debilitando cuando hay ausencia de padres o madres que estén pendientes de
sus hijos3, aspecto que pudiera incidir en que los jóvenes busquen identificarse con figuras alternas
que formen parte de culturas delictivas, adquiriendo patrones comportamentales por medio de la
asociación diferencial4, opuestos a los considerados normales socialmente; o que busquen los fines
socialmente establecidos pero por vías ilegales5, terminando sus conductas en acciones desviadas
y/o delictivas, popularizadas e influenciadas por los medios de comunicación, como se explicará a
continuación.
Se intensifica la proyección de un estatus quo basado en el ejercicio de una movilidad social muy alta,
donde el poder adquisitivo se destaca en la posesión de dinero y mujeres, cosificaciones concretas
del concepto de “Poder Masculino”, y la clara producción y reproducción de un sistema de valores
que se basa en la desigualdad y la exclusión, donde el modelo de individuo deseado es uno que no se
puede alcanzar, elevando así los niveles de consumo, insatisfacción y frustración, lo que, aunado a la
presencia de armas de fuego como factor estimulante, puede llevar a la agresión y al delito6. Esto se
hace evidente cuando se expone a los jóvenes, supuestos actores más propensos a la violencia, a ver
reflejado el nivel de preponderancia y notoriedad que puede alcanzar un individuo, bien en un grupo
dentro de una comunidad popular, o con proyección a nivel nacional, por la realización de actos vio-
lentos, como por ejemplo “los pranes” de la subcultura carcelaria, lo que según las y los participantes
de los diversos grupos focales, se traduce en un estatus de deseabilidad social, respeto y movilidad
dentro de los sectores donde estos realizan sus acciones7: “mira, si tienes un arma, en la televisión (…)
lo muestran a los chamitos (…). Nos meten eso y, por lo menos, los chamos se van quedando con esa
conciencia que si tienes un arma de fuego eres el mejor” (P4, GF6). Es así la forma más elemental de
representación social y la puesta en escena de una condición social deseada por parte de los actores.
Esta situación deseada, que muchas veces es inalcanzable a nivel social, aunado al mensaje de impu-
nidad y construcción de un super individuo capaz de actuar libremente por la fuerza que adquiere del
uso de la violencia y de las armas de fuego, se traduce entonces en una provocación a aquellos jóvenes
que se encuentran constantemente expuestos a estos escenarios de violencia.
366
Sentidos de la demanda de armas de fuego en Venezuela
Es importante denotar que esta opinión se despliega sobre todos los medios de comunicación que
imponen de manera amarillista los sucesos que ocurren en el país, en relación con la violencia y armas
de fuego, ya que generan la existencia de una constante denuncia sobre los medios de información y
comunicación por parte de los participantes de todos los grupos focales, creando así una especie de
idea generalizada y compartida sobre un posible nivel de responsabilidad en la ocurrencia de hechos
con armas de fuego, que además tienen una connotación claramente criminal.
Esta idea expuesta se basa en la constante visualización y magnificación de las consecuencias, su-
puestamente positivas, del uso de armas de fuego en la cotidianidad. Es interesante esta discusión
ya que invita a reflexionar sobre la relación que se desprende del concepto de la seguridad como una
percepción o como una sensación, y cómo esta constante hipersensibilización afecta las formas en
las cuales los individuos interaccionan con el fenómeno social en concreto. Presupone esto una sobre
reacción ante cualquier estímulo, bien sea directa, producida por una acción violenta que implica o no
la utilización de un arma de fuego, o una acción esperada, es decir, un estímulo que se desprende del
condicionamiento mediático. Según se puede develar de los comentarios de las y los participantes,
esa línea entre realidad concreta del fenómeno y matriz de opinión construida se ha ido borrando y
desfigurando.
Esta subcategoría se desprende de la “Génesis sobre el uso de armas de fuego” y, aunque forma
parte de las causas estructurales que según los consultados son responsables de la predisposición
al uso de armas de fuego, se decidió darle preponderancia como subcategoría, ya que habla de un
discurso mediático donde la gente mantiene posturas ampliamente críticas, pero aun así reproducen
su consumo, e inclusive prácticas. Un ejemplo claro de esto lo estableció una participante al referirse
a las novelas de consumo juvenil: “Los medios te clavan […] por lo menos Somos tú y yo, un ejemplo,
es una serie donde las niñas tienen que ser bonitas, tienen que operarse las tetas, si no tienes un
Blackberry o un pin no estás en nada” (P3, GF3).
Se ve más visiblemente esta denuncia por parte de las mujeres de estratos medios y bajos, siendo
estas las principales actrices en la denuncia de esta magnificación y relación de los medios de comu-
nicación con la violencia y su deseabilidad. Los hombres también son parte de este discurso dentro de
los grupos focales, pero se ve reflejado en los jóvenes en contextos de exclusión, donde verbalizan una
criticidad a los medios de comunicación bastante lúcida a pesar de la edad.
Aunque no surgió en ningún momento la idea de eliminar las noticias que se trasmiten, sí se sugirió la
regularización de la información que se transmite y dice; se habla de no ocultar los hechos acaecidos,
pero sí de hacerlos menos amarillistas y quitarle el peso noticioso que se les da al pasarlos en primera
plana o enfatizarlos en la televisión: “prendes el televisor y tu ves guerra (…) y violencia, es tan normal
que salen con unas metralletas y (…) eso va carcomiendo el subconsciente y así van creciendo con esa
mente de que ¡eeh, yo también quiero tener una!” (P6, GF2). Esto podría tributar como insumo para
una campaña de uso consciente de los medios de información y comunicación; asimismo, podría servir
como insumo de una campaña de mirada crítica acerca de estos medios y una educación de consumo
que permita filtrar los mensajes que se venden dentro de las líneas editoriales. Esta subcategoría
permitiría, a su vez, develar que los medios de información y comunicación efectivamente juegan un
papel preponderante en la percepción de las venezolanas y los venezolanos sobre la situación del país,
especialmente en lo referente a seguridad, es decir, las campañas no pueden ser solo preventivas, sino
que también deben orientarse a lo educativo en el uso mediático.
367
PARTE II: LÓGICAS Y SENTIDOS DEL USO DE ARMAS DE FUEGO
Esta categoría contempla las percepciones que se tienen en relación con las regulaciones vigentes (ej.
ordenanzas, leyes, entre otras) e instituciones formales de control social (ej. cuerpos policiales, Guardia
Nacional Bolivariana (GNB), Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC),
entre otros) vinculados al tema de las armas de fuego, y las posibilidades de adelantar esfuerzos para
el desarme y control de municiones en el país.
Esta categoría fue dividida en tres subcategorías por la diversidad de comentarios en relación con los
siguientes puntos: legitimidad de las instituciones formales de control social del Estado, políticas de
seguridad pública y policía, CICPC y GNB. A continuación, se realizará un análisis de cada una de ellas.
En relación a este tema de las instituciones formales de control social, se apreció una percepción nega-
tiva en los comentarios aportados en los grupos. Así, se comentó sobre el problema que se presenta
a la hora de ser testigo de un hecho delictivo como el homicidio: el miedo a denunciar por temor a re-
presalias por parte del o los victimarios o de sus familiares, lo que a su vez acarrea la dilación o el cese
del proceso penal para aclarar el hecho, quedando así las víctimas sin la debida justicia contemplada
en la ley: “tu presentas una denuncia y lo primero que te preguntan es ¿dónde están los testigos? (…)
y si tú no tienes testigos, eso hay que dejarlo así, ¿okey? Me robaron, me quedé robado (…) y eso es
lo que pasa” (P6, GF1). A su vez, las y los participantes ofrecieron comentarios en los que se percibe
la impotencia de las víctimas de delitos y su falta de confianza en las instituciones gubernamentales
relacionadas con el control social formal, en parte por la indiferencia que muestran las mismas.
De manera similar, algunos grupos de estratos “bajo” y “medio y alto” expresaron su descontento
en relación con que la ley está escrita, pero las instituciones formales de control social del Estado
no la aplica, lo que lleva a la corrupción de los funcionarios: “hasta la misma ley se presta para eso.
Fíjate, ellos agarran un paraco o un guerrillero de esos, ellos no lo entregan ni se lo llevan preso, por el
contrario, el guerrillero agarra y le da 100, 200 mil y ya coronan” (P2, GF7).
También se presentaron quejas de algunas instituciones del Estado y el basamento jurídico que sus-
tenta sus actuaciones, especialmente por parte de grupos de los estratos bajos y medios, como en el
caso de la Defensoría Pública, de la cual mencionaron que no sirve para nada: “No y aquí la Defensoría
Pública, ¡aquí no sirve nada!” (P10, GF8). Por su parte, de la Defensoría del Pueblo, los tribunales
y la Fiscalía hubo comentarios negativos y fuertes, acotando incluso que todos los que trabajan en
esas instituciones son unos ladrones y que hay bandas delictivas que actúan desde dentro de estas
instituciones: “Pero como dices tú, en la Defensoría del Pueblo, en los Tribunales, en todos hay van-
dalismo…” (P1, GF8); “Ahí, ahí mismo hay bandas (P1: ´Ahí mismo hay bandas´) por lo menos en la
Fiscalía, tribunales, ahí mismo hay bandas delictivas” (P10, GF8); “la gente esa que está en la Fiscalía
y los tribunales todos son unos ladrones…” (P10, GF8).
368
Sentidos de la demanda de armas de fuego en Venezuela
Por otro lado, situaciones similares a las vividas en el Internado Judicial de El Rodeo el año pasado, ha
despertado la reacción de la ciudadanía frente al tema de las cárceles y con ello el cuestionamiento
del Estado, pues deja en evidencia el poder que tienen los líderes de la población penitenciaria deno-
minados “pranes” y, a su vez, la deslegitimación de las instituciones de control social formal, en este
particular las que administran el sistema penitenciario venezolano, dando cuenta del incumplimiento de
la ley en este ámbito: “El jefe, el cabecilla. Es lo que te digo, el gobierno negociando con el pran y él se
fue, se fugó, ¡no joda, chico! (P1: ´Hay leyes, pero no se cumplen; lamentablemente es así´)” (P6, GF7).
Expresiones como estas reflejan el descontento con las actuaciones de las instituciones del Estado
que legitiman organizaciones de la población privada de libertad, que parecieran tener mayor poder que
el mismo Estado al momento de negociar situaciones irregulares dentro de los recintos penitenciarios.
Los derechos humanos también aparecieron en los comentarios, pero vistos de una manera peyo-
rativa, cuando las y los participantes se referían a la ejecución de la normativa para con el ciudadano
común que se defiende del malandro, en donde este último quizá le ocasiona heridas e incluso la
muerte; asimismo, para con el funcionario policial que actúa en el cumplimiento de su deber en contra
del delincuente, donde es posible que el funcionario sea sujeto de averiguaciones penales, o puede
ir preso si le ha causado la muerte al delincuente. Es decir, de acuerdo a la perspectiva de las y los
participantes los derechos humanos del delincuente parecen que solapan a los derechos humanos de
las y los ciudadanos honestos, inclusive aquellos y aquellas que se encuentran en funciones policiales.
En síntesis, los hombres y mujeres consultadas tienen una opinión negativa tanto de las instituciones
formales de control social del Estado venezolano, como de las leyes y su aplicación por parte de
funcionarias y funcionarios que laboran en estas instituciones, lo que incide, como ya se ha explicado,
en la legitimidad o deslegitimidad que estas instituciones tienen en la ciudadanía, punto esencial en
el control del gobierno sobre aspectos como la seguridad. Si la población no confía en la autoridad del
Estado y las leyes, la aplicación de “justicia” puede empezar a ser ejercida por parte de la población,
como se percibió en algunos comentarios, lo que traería a la larga un caos por falta de control en los
procesos de resolución de conflictos.
Para comenzar, en los grupos focales de Distrito Capital se pone en duda que la Policía Nacional
Bolivariana mejore la manera de operar de los viejos modelos policiales del país, ya que los funciona-
rios que están ingresando en ella conformaban esos cuerpos policiales, como la Policía Metropolitana,
que es mal percibida por la población: “eliminaron a la metropolitana que no servía y la mayoría de la
metropolitana lo están metiendo en la poli nacional, entonces dejas lo mismo, los mismos policías”
(P2, GF5).
369
PARTE II: LÓGICAS Y SENTIDOS DEL USO DE ARMAS DE FUEGO
En el estado Zulia, específicamente Maracaibo, las quejas son que la ciudad está oscura, preocupación
de algunos participantes debido a que ello pudiera incidir en el aumento de la tasa de criminalidad:
“muchas partes de la ciudad están oscuras” (P2, GF7). Asimismo, se mencionó el déficit de policías,
patrullas y armamento, una ciudad que por ser de un estado fronterizo debería contar con suficien-
tes recursos para contrarrestar la criminalidad: “hay mucho déficit policial” (P2, GF7); “y es algo tan
irónico, todo el mundo tiene armas y a los policías, por lo menos Polimaracaibo, le faltan trescientos
cincuenta (350) armamentos para que todos sus policías tengan armas” (P10, GF8); “¡no hay Patrullas!,
en Polimaracaibo hay solamente cuatro patrullas disponibles para Maracaibo, o sea, no hay, no tienen
patrullas. Todas las patrullas están dañadas” (P4, GF8).
Por su parte, tanto en el Zulia como en el Distrito Capital se tiene la percepción de que los delincuentes
y la ciudadanía en general están más armados que los cuerpos policiales: “El pueblo está más armado
que hasta el propio gobierno” (P9, GF2); “los mismos malandros están más armados que la fuerza
policial” (P2; GF4). Esta percepción podría relacionarse con la insuficiencia del Estado para dar continui-
dad y hacer seguimiento a las acciones emprendidas para garantizar la seguridad, dando pie para que
ciudadanas y ciudadanos busquen alternativas, como armarse para la defensa, considerando que los
delincuentes toman en cuenta la optimización de esfuerzos para lograr su objetivo.
En sí, se aprecian situaciones que preocupan a las y los participantes, pues no existe evidencia que
las medidas tomadas cuenten con las condiciones necesarias para contrarrestar la actuación de la de-
lincuencia, acorralando a las personas a realizar acciones individuales para, por lo menos, asegurar su
propio resguardo, tal como se evidencia en la cita siguiente: “no hay medidas que me den seguridad,
no hay, a nivel gubernamental no tengo seguridad, tengo que tomar nuevas medidas” (P9, GF4). Lo
que denota una visión negativa de cualquier política de seguridad que el gobierno haya implementado
hasta la fecha. Como ejemplo de esto, se presenta el hecho que la población se arma por no contar con
la garantía de seguridad por parte de las instituciones de control social formal del Estado y desestima la
implementación de cualquier acción dirigida al desarme: “lo que se implementó para (…) la ley desarme
ha funcionado en los estados. Pero aquí en la capital creo que no” (P9, GF1), comentario confirmado
por otras personas que mencionaron: “¡Na!” (P6, GF1); “Aquí no” (P8, GF1); “Como estaban diciendo,
recoger las armas lo veo como una estupidez” (P8, GF2); lo que pudiera significar que el Estado no
tiene el poder de lograrlo, o que el desarme de la población no incidiría para nada en la situación
delictiva del país, en otras palabras, no hay confianza en la aplicación de la Ley Desarme en Caracas.
Esta subcategoría fue la más prolífica en cuanto a comentarios se refiere, ya que ocupó la mayor
atención de los grupos focales, independientemente del estrato socioeconómico y el lugar de reali-
zación de los mismos. Todos los comentarios, menos uno, fueron de corte negativo, surgiendo así
expresiones sobre corrupción: “Los policías de Caracas agarran una cuadra de buhoneros (…) y en toda
la semana sacan como diez o doce millones, (…) entre el jefe y los cinco que mandamos en la zona,
luego nosotros nos compartimos la cochina” (P4, GF1); apoyo a las bandas delictivas: “los policías se
entraban a tiro con los otros malandros allí porque estaban resguardando a los malandros de aquí, ya
que estos le estaban pagando a ellos (…) imagínate cuál es la corrupción que hay aquí en Venezuela,
en relación con la delincuencia” (P1, GF5); matraquean a los mismos delincuentes: “Tú ves un policía
en una plaza, (…) entonces espera que el muchacho robe y bueno, después tiene que salir corriendo
370
Sentidos de la demanda de armas de fuego en Venezuela
a alcanzarlo, ¡mira, dame todo lo que tienes, que vas preso! (…) ¡Bueno, toma ahí pue’!” (P6, GF10),
llegando incluso a quitarles sus armas de fuego y les piden dinero para devolvérselas o se las venden
a otros delincuentes: “matraquean, agarran los choros, los matraquean, le quitan la pistola y después
esa misma pistola se la venden a otro choro y, si es posible, se la venden al mismo choro que se la
quitaron” (P3, GF2); dejan ir por dinero a quienes están armados pero no tienen porte de armas: “Ve
que a veces agarran a un chamo con una pistola ´dame tanto´ y te sueltan y te quitan la pistola” (P9,
GF8); y les piden dinero a las víctimas de robos para devolverles sus pertenencias: “Ellos te lo dicen
muy disimuladamente, mira te lo conseguí, pero están pidiendo 10 millones por tu carro) y resulta que
son ellos (P8: ´son ellos mismos´) eso es vacuna, ellos cobran una vacuna” (P7, GF9).
Por otro lado, las y los participantes dan cuenta del deseo de denunciar hechos de corrupción perpe-
trados por funcionarios policiales, de los cuales han sido testigos, pero este deseo es reprimido por
miedo a represalias de supuestas “mafias policiales” que al parecer funcionan dentro de los cuerpos
de seguridad del Estado, mafias que pueden desde “sembrarles droga”, es decir, inculpar a quien ellos
deseen por delitos asociados a las drogas o enviarlos a la cárcel por cualquier otro motivo. Lo anterior
evidencia la perspectiva de sumisión que tiene el ciudadano común ante los cuerpos se seguridad del
Estado, no por legitimidad institucional, sino por el poder que les facilita, en cierto modo, disponer de
los procesos del sistema de justicia como herramienta para sus fechorías, garantizando su impunidad.
Desde esta perspectiva, otros comentarios hacen ver que las funcionarias y los funcionarios de segu-
ridad son los mayores delincuentes: “cuando digo delincuentes me refiero también a los policías que
son más delincuentes aún que los mismos choros” (P10, GF2). Este comentario también refleja que
los hechos delictivos cometidos por funcionarias o funcionarios públicos tienen doble desaprobación
y por tanto son “más delincuentes” que los delincuentes. Se le suma a la perspectiva de corruptos y
delincuentes la ineficiencia e ineficacia en el ejercicio de sus funciones como funcionarias y funcio-
narios de seguridad, pues son percibidos entonces como trabajadoras y trabajadores que muestran
desinterés en el cumplimiento de su deber, nunca están cuando se les necesita, no se puede confiar
en ellos, maltratan verbal y físicamente a las personas, nunca llegan cuando se les llama, tienen pocas
condiciones físicas y desconocen la ley; considerándose esto una consecuencia de que la institución
no tienen cuidado en el reclutamiento del personal.
Pero como se mencionó anteriormente, este discurso no es homogéneo, pues hubo una participante
que reconoce la mejoría de la presencia policía en su sector, diciendo:
Ahora yo veo que si suben (…). Cuando yo bajo a la 10, las 11 de la noche que salgo de la universidad, (…)
tú ves que (…) la policía se mete (…) allá arriba, (…) y allí nunca se había visto eso (…), no me van a decir lo
contrario, porque yo soy de por allá (…) y nunca vi, nunca vi a la policía meterse por allá (…). En cambio ahora
todas las noches, después de las 7 de la noche, ellos suben y a las 9 empiezan a bajar (P9, GF1).
Específicamente la Guardia Nacional Bolivariana, como institución, también salió a relucir en el discur-
so, pero solo por parte de los grupos de estratos bajos, y en pocos comentarios, todos relacionados
con corrupción y abuso de autoridad, como los siguientes: “(…) hubo una masacre en El Rodeo, ahorita
ya el tal Yordi, quien se escapó con ese poco de (…)”, “imagínate tú, ¿cómo se escapó ese muchacho
del Rodeo? y eso que estaba así”, “salió por la puerta”, “ahí estaba toda clase de policía, La Guardia,
la inteligencia ¡o sea!, cómo se explica eso si incluso él se fue con armamento, bien equipado, con
millones de millones de bolívares y drogas hasta decir no más”, “y el salió por la puerta, mamita”,
“¿Quiénes (…), quién lo sacó? El mismo gobierno”, “la Guardia, la Guardia” (P8, P5, P6, P9, GF1).
(…) hace poquito yo fui a un matrimonio y el novio peleó y no sé qué, y de una vez sacó el arma ¡y es un
guardia nacional! o sea, luciéndose también con el arma fuego, disparando solamente porque pertenece al
gobierno (P10, GF8).
Por su parte, el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas también recibió co-
mentarios negativos por parte de los grupos focales, en relación con abusos de autoridad y corrupción:
371
PARTE II: LÓGICAS Y SENTIDOS DEL USO DE ARMAS DE FUEGO
“El PTJ8 se aprovechó de su cargo de PTJ pa’ sacar el arma y amenazaron a una persona que lo que
estaba era echando broma, entonces porque él tenía 4, 4 tragos encima, él no hizo buen uso del arma
(…)”. “Eso es abuso (…), se aprovechó de su su investidura como PTJ para provocar un problema”,
“(…), un problema, porque si el otro está armado…” (P1, P2, GF7).
¡Los PTJ!, los PTJ casi todos fueron malandros (…), de hecho, hace poquito estaba con un amigo que iba en una
camioneta y le pegaron un tiro a una amiga que iba ahí, ¡ah bueno! (…) el tío es el director de la PTJ a nivel de
no sé qué, y agarraron a los choros y los montaron; entonces bueno, mi amigo estaba hablando, “bueno, tenéis
que darme diez mil, no sé qué, si queréis que te suelte” y eran tres PTJ cada uno pidió diez y soltaron al choro
(P10, GF8).
–Al nieto del señor lo secuestraron y al señor le hacen la respectiva llamada para pedirle el dinero (…), 3 mil
millones, el señor inmediatamente dijo que no tenía esa cantidad porque…
–…él tiene su empresa y tiene propiedad, pero no es así tan fácil conseguirlos; bueno, vamos a negociar y la
suma fue bajando ¿no?, (…), y de repente le llega un policía a su casa, no un policía cualquiera, sino un CICPC,
un PTJ, pero de alto nivel a su casa, fue el que fue a negociar [por los delincuentes]. ¿Qué te parece? Ni
siquiera eran los secuestradores, (…) el hampa común lo secuestró, ellos fueron e hicieron el trabajito sucio…
–Pero qué te parece, la PTJ fue la que fue a recibir el dinero; pa´ que tú veas, ¿no, no tienes los 3 mil? bueno
dame mil porque sabemos que tienes empresas y otras cosas, y bajo eso viene una amenaza, no puedes
hablar, mi nombre no puede aparecer (P4, P6, P8, GF9).
En general, los funcionarias y funcionarios de seguridad del Estado son considerados como los peores
delincuentes. Pues escudan sus delitos en la envestidura de la institución a la que pertenecen, la cual
en el “deber ser” debería resguardar a las personas y sus bienes, no agredirlas y aprovecharse de ellas.
El uso de armas de fuego tiene principalmente dentro de los grupos focales dos usos, los ilícitos (ro-
bos, amedrentamiento, asesinatos, venganzas), y los lícitos (defensa propia, defensa de la ciudadanía
por parte de las fuerzas de control social formal del Estado, defensa de los bienes, deportivos, de
colección). Sin embargo, también surgieron usos relacionados a la política, estos últimos asociados a
los fenómenos de organización social, defensa de la comunidad, defensa del país, así como defensa
u oposición al gobierno, por ejemplo: “Antes en cada marcha se veía armamento, porque las daba la
misma oposición y la revolución también; porque tienen que defender la patria, había armamento, se
sacaba armamento” (P3, GF2).
8 PTJ son las siglas de la antigua Policía Técnica Judicial, ahora CICPC, o Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas. Sin embargo,
muchas personas, entre ellas las y los participantes de los grupos focales aún se refieren a los funcionarios que trabajan para esa institución como PTJ
o “petejotas”.
372
Sentidos de la demanda de armas de fuego en Venezuela
Este hecho que relaciona armas de fuego y contextos sociopolíticos, donde aquella es un instrumento
catalizador de la acción social en torno a la organización, fue un tema latente en el discurso de las y los
participantes de la presente investigación, al igual que el trabajo mencionado.
Dentro de este discurso se develan algunas concepciones interesantes sobre el fenómeno de la segu-
ridad, las armas de fuego y la organización social. En primer lugar, se expone la denuncia de poner en
manos de los civiles las armas de fuego, sea esto para la defensa o la oposición al régimen político ac-
tual. Esta suele ser una acusación focalizada y está mayormente dirigida al gobierno, tomándose como
punto de referencia inequívoco a los colectivos armados que hacen vida en la parroquia “23 de Enero”
del Distrito Capital, lo que lleva en segundo lugar a la organización de las comunidades alrededor de la
figura de colectivos y su apropiación de armas de fuego. En este punto de la discusión, las armas de
fuego para los grupos focales se convierten en medios de defensa e inclusive de trabajo dentro de los
colectivos, ya que les permiten generar una nueva forma de organización dentro de las comunidades y
terminan por validar el hecho de facilitar la seguridad. Por último lugar, y no por ello menos importante,
es que existe un descontento de las y los participantes de los grupos focales con las instituciones de
control social formal, la aplicación de justicia por parte del Estado y su administración, reclamando la
ineficiencia e ineptitud del Estado para proveerles seguridad y, por consiguiente, justifican la tenencia
y uso de las armas de fuego tanto por particulares, como por colectivos:
Bueno, no hace mucho allá estaban los malandros de El Guarataro, quienes subían al 23 a matar gente y a
robar, y se unieron un poco de organizaciones y tranzaron sus boletines e (…) iban detrás de esos malandros
y hubo un tiempo que se calmó (P2, GF5).
Por otro lado, el uso de las armas de fuego dentro de los discursos políticos es parte de elementos de
organización y respuesta ante diversos hechos, los cuales involucran hipotéticamente una situación de
desobediencia civil, bien sea a favor o no del gobierno:
De igual manera diría eso y agregando que en el momento que sea necesario defender nuestro país y de salir
del loco este que está por Presidente (risas de los participantes), yo saldría en defensa con lo que me den
porque será la única manera de sacarlo de ahí (P3, GF7).
Dentro de las y los consultados poco se hizo referencia a sucesos como los hechos violentos ocurridos
el 11, 12 y 13 de abril de 2002 en Venezuela, que tan ampliamente han sido expuestos una y otra vez
por los medios.
En los grupos focales realizados fuera de Distrito Capital, se hizo referencia a la Parroquia 23 de enero,
pero no fue el centro de atención. Por su parte, existe un cuasi-consenso de los grupos focales en
cuanto al rechazo hacia la utilización de las armas de fuego para cualquier otra intencionalidad que no
sea la defensa propia, de los bienes y de las instituciones del Estado en materia de seguridad; en este
sentido, la organización sociopolítica no fue la excepción:
Bueno, yo lo haría por defensa propia y por mi familia (se escucha voz de participante que dice: “Eso es”), por
mi familia porque a ti nunca te gustaría que, por lo menos, alguien esté tocando a tu hermana y tú no puedas
hacer nada (se escucha voz de participante que dice: “O a tu mamá”). O a tu mamá o algo pues ¿entiendes?
(P4, GF5).
Un hecho notable es que los “Jóvenes en contexto de exclusión”, clasificación según la cual se puede
catalogar a jóvenes raperos, deportistas y religiosos, de comunidades populares, verbalizaron un apoyo
a la defensa de los procesos de organización de las comunidades ante enemigos internos y externos,
siendo así actores conscientes de este hecho. Son los jóvenes en contextos de exclusión los actores
más susceptibles a este elemento, apropiándose del discurso de defensa y de la creación de espacios
de organización desde una perspectiva reflexiva, como se percibe en el siguiente comentario:
Yo creo que las armas no deberían estar justificadas ni siquiera por los mismos organismos gubernamentales
ni nada ¿por qué? Porque si yo vengo con violencia y un arma, ya yo entiendo que teniendo un arma tengo el
373
PARTE II: LÓGICAS Y SENTIDOS DEL USO DE ARMAS DE FUEGO
poder ¿ves? Entonces yo pienso que por lo menos el porte de armas no debería estar justificado en ningún
momento. Antes, por lo menos, hay casos en los barrios que te decían al principio que existían organizaciones
en los barrios que, valga la redundancia, se organizan para qué, para defender como para decir este es mi
territorio, pero yo pienso que las armas no deberían estar justificadas porque violencia trae violencia (P4, GF6).
Es posible que la identificación de estos jóvenes con procesos de inclusión iniciados en o por el gobier-
no actual, como las misiones educativas, culturales o el proyecto “Tiuna El Fuerte”9, hace permeable
la idea de defender a quien o quienes los defienden o por lo menos, a quien o quienes recuerdan su
existencia dentro de una sociedad excluyente, lo cual se ve reflejado sintéticamente en la siguiente
opinión: “es la sociedad la que discrimina” (P3; GF6).
En fin, se refieren a sus esfuerzos por organizarse alrededor de una nueva conceptualización de la vida
en el barrio y de formas de enfrentar el fenómeno de la violencia con armas de fuego.
Esta categoría hace referencia a las sugerencias que los grupos consultados hicieron con respecto
a los aspectos analizados en las categorías anteriores. Estas se expondrán de acuerdo a cada grupo
focal. Además, se hacen sugerencias basadas en los análisis realizados por los investigadores.
Del grupo de “Madres y abuelas de jóvenes armados” surgieron principalmente sugerencias dirigidas
a los padres y madres de familia, en relación con que estos deben supervisar a los hijos sin importar
la edad de los mismos, hablar todos los días con ellos, dedicarles tiempo, darles un buen ejemplo,
explicarles las cosas con amor, inculcarles valores, no confiar a ciegas en ellos y no alcahuetearlos,
sino corregirlos. Asimismo, mencionaron que quienes tienen armas de fuego en su casa deben tomar
las previsiones necesarias con los niños, niñas y adolescentes. En cuanto al gobierno, mencionaron
que éste debe intervenir por medio de la implementación de talleres o programas de formación de
conciencia colectiva, social y desarrollo personal, tomando en cuenta al delincuente para ayudarlo; a su
vez, debe recoger las armas de fuego, sobre todo las de aquellos que no deberían tenerlas: “…uno a
los hijos les tiene que hablar (...)” (P9, GF1), “todos los días, todos los días (...)” (P8, GF1).
El grupo de “Mujeres no armadas, parejas, hermanas o amigas de jóvenes armados” mencionó que
los padres deben educar bien a los hijos, que el gobierno debe intervenir con programas sociales en
los barrios y que debe educar a los funcionarios policiales. Sirva de ejemplo el siguiente comentario:
Pero si los padres le crean una buena educación o le inculcan una buena educación a sus chamos, a la hora de
que una de esas personas totalmente ignorante venga a invitarlo a cualquier tipo de cosa inadecuada, yo me
siento en la capacidad de decir no porque sé qué es lo bueno y qué es lo malo (P9, GF3).
El grupo de “Taxistas y transportistas” acotó que el gobierno debe concienciar tanto a funcionarios y
funcionarias, como a la sociedad en general sobre el no uso de armas de fuego, lo que incluye el no
9 En www.tiunaelfuerte.net
374
Sentidos de la demanda de armas de fuego en Venezuela
adquirir las armas. Esto también se relaciona con los funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana y
el ingreso de armas de fuego en las prisiones del país. De igual manera dijeron que se debe atacar la
problemática de las armas de fuego en Venezuela desde la familia, que se deben atender a los grupos
de riesgo sobre todo en cuanto a prevención se refiere, sin descuidar al delincuente. El siguiente es un
ejemplo de estos comentarios:
Eso también ocurre por el control externo, porque por ejemplo tenemos El Rodeo, toda la situación que paso
allí, entonces ¿Por qué ingresa este equipo de armamento a la prisión? Por el control externo que está allí (P?:
muy corruptos) como son la Guardia Nacional, (…) primero tendríamos que concientizar a todo lo que es ese
personal de defensa nacional, si empezamos por ahí se puede controlar lo que es la parte interna porque a
través de ellos es que se (P4: Se transea) pasan armamento y pasan todo eso (P9, GF4).
El grupo de “Jóvenes hombres motorizados” dijo principalmente que los padres son los que deben dar
un buen ejemplo a los hijos, y que los hermanos mayores también deben darlo a los hermanos meno-
res, que el ejemplo de los padres debe darse con amor, lo que implica la supervisión de los hijos, el
hablar con ellos para que se ganen las cosas honradamente, etc. Por parte del gobierno, acotaron que
se deben crear programas en el área deportiva en los barrios y de concienciación familiar. Comentarios
de ejemplo: “A veces se empieza por el hambre (Se escucha con dificultad) uno tiene que hacer las
cosas bien para que por lo menos los hermanos menores de uno (…) sigan buenos pasos y de que no
agarren un arma de fuego, porque ya ha pasado en muchos casos en Venezuela y en cualquier parte
del mundo (…)” (P3, GF5); “Uno tiene que dar el ejemplo, pues” (P1, GF5).
El grupo de “Jóvenes hombres no incursos en prácticas violentas, pero con identidades valoradas
en contextos de exclusión social” mencionó que las personas deben dar el ejemplo, sobre todo los
hermanos mayores paran con los menores en cuanto a no portar ni usar armas de fuego. De igual
forma mencionaron que se deben organizar actividades en los barrios para que la mentalidad de las
personas cambie y también los niveles de violencia. Comentarios de ejemplo:
Siempre ponen las cosas malas, nunca ponen el lado bien pues, y si el Gobierno hace una actividad la hace en
el centro, ni siquiera se mete en los barrios, ni siquiera a rescatar a los chamos. Por lo menos yo digo respecto
a la Misión Desarme que deberían meterse a los barrios, no esperar que el malandro llegue, porque eso es
mentira que el malandro va a llegar y va a entregar pistola así. (P1: ´Sí´) También tienen que hacer actividad
para que vayan cambiando y se vayan poniendo de acuerdo (P5, GF6).
El grupo de “Mujeres no armadas, parejas, hermanas o amigas de jóvenes armados” enfatizó la in-
tervención del gobierno en aspectos relacionados con la policía, como el rotar a los funcionarios, su
entrenamiento para mejorar la condición física, incentivar sus ingresos, darles de baja y castigarlos
cuando no cumplan la ley. Por otra parte, mencionaron que a los militares se les debe poner mano
dura, cambiarlos, que son ellos los que deben estar en las calles por seguridad de los ciudadanos y
que deben supervisar la frontera con Colombia. Además, que se debe cambiar a los funcionarios del
CICPC. De igual manera, acotaron que se debe rotar a los presos de todas las cárceles del país, y que
deben instaurar la pena de muerte para aquellos que cometen delitos graves, como los violadores.
375
PARTE II: LÓGICAS Y SENTIDOS DEL USO DE ARMAS DE FUEGO
Aunado a esto, que deben sacar a los ladrones de las fiscalías, tribunales y Contraloría, cambiando a
los funcionarios desde los altos niveles jerárquicos, que se deben supervisar los Consejos Comunales,
poniendo allí a personas calificadas y que se debe reforzar la educación y mejorar las leyes. Otros
comentarios se relacionaron con la identificación de los taxis para que sean de un mismo color para
identificarlos, y que en las comunidades los vecinos deben comunicarse por radio para avisar de cual-
quier hecho delictivo. Ejemplo:
Una buena idea también es estar cambiando; o sea como digo yo, saber también qué pasa en las cárceles, que
cambien a los policías. Vamos a suponer que un policía de Valencia se venga a Maracaibo un mes, porque es
que la gente le tiene miedo a los ladrones, en realidad. ¡Aquí! Es más fuerte, los ladrones más fuertes son de
la propia policía. Entonces ¿qué hay que hacer? ¡Cambiar! Vamos a suponer, el director de policía de ¡Guaría!
Por allá lejos, de Puerto Ordaz que se venga un mes o dos meses a Maracaibo ¡Y haga! Y haga trabajar a los
policías ¡que los haga trabajar! Que hagan así, un intercambio de policías. Lo que ocurre es que ellos mismos
tienen miedo de enfrentarse a los mismos ladrones (P9: “O a la familia”), entonces ellos pueden hacer lo que
quieran porque no les van hacer nada, no les van amenazar a la familia, porque aquí te amenazan a la propia
familia de los policías (P1: “Ujumm”) todo eso, entonces ¡hay que hacer eso! O sea, hacer un intercambio
entre los directores de policías, entre los policías de otros sitios, para que veas cómo actúan… (P4, GF8).
El grupo de “Madres, hijas, parejas de usuarios de armas” sugirió que las madres deben indagar de
dónde sacan los hijos las cosas que llevan a casa que no son de ellos, y que le deben dedicar a sus
hijos tiempo de calidad, aunque sean 10 minutos, independientemente de la edad que tengan, como
se aprecia en el siguiente comentario:
Yo pienso que eso viene desde la educación, porque si tú le permites a tú hijo que sea deshonesto desde que
está en la escuela y llegue a la casa con un borrador que tú no le compraste y tú se lo permites que lo tenga
allí, tú como madre, como representante, vas a la escuela y usted entrega a quien se lo agarró o de dónde lo
tomó (…), porque si yo empiezo a guardar que llegó con un televisor con 12 años “Ay mamá, me lo conseguí”
(…) yo tengo que indagar, de dónde sacaste ese televisor, cómo te lo ganaste, entonces empezamos con
esto, con eso es que tiene que ver la educación ya que si no, lamentablemente cuando venimos a ver, ya es
tarde (P6, GF9).
Por último, el grupo de “Jóvenes hombres” mencionó que los padres deben supervisar a los hijos
y que, principalmente el gobierno, debe incentivar el crear conciencia a las familias a través de los
medios de comunicación, que debe dar seguridad a los ciudadanos y que deben ubicar en cada es-
quina funcionarios policiales, mejorarlos económicamente y aplicarles el peso de la ley a los que son
corruptos. Ejemplo:
Bueno, imagínate, haciendo un cálculo de cuántos militares y funcionarios hay en el país, es ilógico que, por
ejemplo, mínimo en cada esquina debería haber un funcionario. Y entonces ¡ok! ponte que en alguna haya
un funcionario, pero entonces viene el problema de la corrupción. Si los policías o la parte de seguridad fuera
bien pagada; ellos no tendrían el deber de salir a buscar (P5: “A rebuscar”), (…) a rebuscarse, o no fueran tan
corruptos. O si se castigaran a las personas que lo hicieran, de manera grave; uno como persona que tiene
una familia que mantener, no se va a arriesgar por unos reales a perder su carrera o hasta ir preso (P6, GF10).
Como se puede apreciar, en todos los grupos focales menos el de “Madres, hijas, parejas de usuarios
de armas”, único grupo que representa a los estratos medios y altos, el tema principal a nivel general
es el de la intervención del gobierno en diversos aspectos, como en programas de intervención social
que permitan crear conciencia y una cultura de desarme, como la realización de talleres y programas
educativos para las familias, que incluyan también a las personas en riesgo de caer en actividades
delictivas y a los que ya lo han hecho, y la realización de actividades deportivas en los barrios. De igual
manera recomiendan que el gobierno debe intervenir con programas de formación para los funciona-
rios policiales, que incluya la captación y entrenamiento de más funcionarios policiales, rotarlos para
evitar que se hagan corruptos, mejorar sus ingresos y castigarlos cuando no cumplan la ley, puntos
que deben aplicar por igual a los militares, quienes también deben cuidar la frontera con Colombia y
cuidar las ciudades, y a los funcionarios del CICPC. De igual manera sostienen que el gobierno debe
376
Sentidos de la demanda de armas de fuego en Venezuela
rotar a los privados de libertad, que se deben depurar instituciones como las fiscalías y los tribunales,
ya que están llenas de funcionarios corruptos, “ladrones”. También acotaron que deben supervisar a
los Consejos Comunales y mejorar las leyes.
Los demás comentarios fueron puntos aislados de algunos grupos. Por ejemplo, el grupo de “Madres
y abuelas de jóvenes armados” mencionó que se debe tener mucho cuidado con las armas de fuego
que algunas personas tienen en casa; el grupo de “Pequeños empresarios y comerciantes” acotó que
se debe evitar el uso de joyas al salir de casa, de teléfonos costosos como los Blackberry, y que ya no
se puede personalizar los carros con accesorios, aspectos que denotan la preocupación de este grupo
de Maracaibo en cuanto a la inseguridad personal, específicamente en los delitos contra la propiedad;
y el grupo de “Mujeres no armadas, parejas, hermanas o amigas de jóvenes armados de sectores
populares” sugirió que las líneas de taxis deben estar unificadas en cuanto a sus identificaciones.
Todos los comentarios permiten apreciar que para ambos géneros, edades y estratos sociales, el tema
de las armas es importante, razón por la que aportaron sugerencias o recomendaciones variadas como
las ya referidas. A continuación se expondrán aquellas recomendaciones derivadas de los análisis de
los grupos que realizaron los investigadores:
Es importante generar programas de prevención del delito y de desarme, principalmente en las zonas
populares, que deberían incluir no solo el control de factores criminógenos que busquen la disminución
y/o erradicación de los mismos, sino la prevención a nivel de protección de ser víctima de delitos, como
por ejemplo, planes de prevención situacional en urbanizaciones en las que las personas se ausentan
todo el día de sus casas para trabajar y son frecuentemente víctimas de hurtos residenciales. A su vez,
se deben realizar esfuerzos hacia lo que deben ser campañas de concienciación y utilización de los
espacios, así como servir de termómetro en los planes de seguridad hacia la efectividad de las políticas
implementadas; las calles y como se desenvuelvan en ellas las condiciones de vida son esenciales
para la creación de una mejor calidad de vida. Además, se deben desarrollar planes de intervención
social eficiente y eficaz en materia de protección a los niños, es decir, la creación de planes de abordaje
y políticas de seguimiento e incentivo a los niños, niñas y adolescentes y jóvenes en la inversión del
tiempo libre.
En cuanto a la victimización delictiva, se deben desarrollar programas de atención a las víctimas, tanto
directas como indirectas, tratando de minimizar la victimización secundaria, propia de todo lo que
conlleva el proceso penal, creando incluso espacios de resolución de conflictos, donde se haga visible
la controversia sobre la violencia y cómo desmovilizarla.
Por su parte, los padres juegan un papel fundamental en la crianza de los hijos. Es por ello que, de
manera similar a como lo plantearon los grupos focales, éstos deben, primero, ser buenos ejemplos
de conducta para sus hijos; y segundo, dedicarles tiempo de calidad desde que nacen, lo que les
permitirá desarrollar una estructura mental que incida positivamente en reproducir comportamientos
socialmente aceptados. En esto, los maestros y profesores deben jugar un papel que refuerce o cam-
bie las estructuras cognitivas de niños y jóvenes, sobre todo si estos provienen de núcleos familiares
desestructurados y criminógenos. Para ello deben prepararlos para que se esfuercen, tengan buenos
hábitos de estudio y autodisciplina que les permita ver que las cosas pueden cambiar para mejorar, con
la consecuente motivación al logro que acarrea el alcanzar metas socialmente aceptadas.
El gobierno también debe ser ejemplo de ética, eficacia y eficiencia, siendo que los ciudadanos perci-
ben la actuación de los funcionarios que representan a las instituciones formales de control social del
Estado de manera negativa, instituciones que deben aplicar la justicia de manera imparcial, castigando
las conductas que están penadas por la ley. Por tanto, se hace necesaria una restructuración de los
cuerpos de seguridad del Estado que incida positivamente en la percepción de la ciudadanía, a quienes
les preocupa principalmente su seguridad, lo que incluiría el tener más presencia en los sitios en que
se encuentran los colectivos, siendo eficaces y eficientes en su actuar, con la finalidad de deslegitimar
377
PARTE II: LÓGICAS Y SENTIDOS DEL USO DE ARMAS DE FUEGO
la presencia de estos grupos irregulares y relegitimar la suya como principal institución de control social
formal del Estado.
A su vez, el discurso de carácter violento por parte del Ejecutivo nacional debe cesar, pues como
líder del pueblo, éste lo reproduce, incentivando actividades violentas e incluso delictivas, pues como
mencionó una participante sobre un grupos de niñitas que se encontraban en el Mc Donald´s de El
Viñedo, en Valencia, con sus teléfonos Blackberry: “...venía un grupo de niñas (…) ´…yo quiero ese
teléfono´ le dice la niñita; ´No, ese me lo compró mi papá´; ´Sí, pero mi Presidente dijo que si tú tienes
uno yo también tengo derecho´, (…) los 4 teléfonos se los quitaron” (P7, GF9).
378
Conclusiones
1. El discurso de las y los participantes de los diez grupos focales se enfocó principalmente, por un
lado, en el uso de las armas de fuego para cometer delitos, y por otro, para defenderse de los
delincuentes, tanto de manera personal como colectiva. Es decir, hay una acción-reacción en el
uso de las armas de fuego por parte de la población venezolana, de lo que se infiere que si los
delincuentes no usaran armas de fuego, las posibles víctimas tampoco las usarían.
Los grupos focales coincidieron en que la cantidad de consecuencias negativas es mayor que las
positivas. Sin embargo, la sensación de seguridad que implica el tener con qué repeler la acción
delictiva, o al menos prevenir que ocurra, priva ante el riesgo que conlleva el portar o utilizar un
arma de fuego en contra de otro ser humano.
Se hace necesaria la generación de programas de atención a las víctimas de delitos, ya que se
producen consecuencias negativas, tanto en las víctimas directas como en las indirectas, como el
daño psicológico, o cuando la víctima se transforma en victimario, lo que repercute igualmente en
el desarrollo de sus actividades cotidianas, y las consecuencias propias de esta situación, como la
posible pérdida del empleo, el cambio en las actividades rutinarias, entre otras.
2. Se hace evidente en el discurso de las y los consultados, la falta de espacios seguros para el
desarrollo de la vida en sociedad. Esta concepción sobre la ciudad como un espacio de constante
supervivencia, de constante lucha se traslada a todos sus espacios, desde el hogar, hasta las
escuelas, pero adquiere un especial énfasis en los lugares de tránsito común, como por ejemplo
plazas, centros comerciales, iglesias, e inclusive el transporte público. Teniendo esto obvias reper-
cusiones sobre el ser humano, recordando que el desarrollo biopsicosocial de los individuos se ve
seriamente influenciado por los espacios de anclaje personal, por los lugares donde se desarrollan
los contextos individuales, en pocas palabras, sobre “los lugares” donde se habita. Este fenómeno
de desvinculación por miedo a la ciudad, también habla de la dinámica de apropiación o no de los
espacios públicos y cómo esto contribuye a la creación de una historia y un sentido de pertenencia
que sirva a su vez para entender la dinámica de relación que se genera en los diversos espacios.
Concretamente este fenómeno de relación con los espacios públicos como “lugares” o “no luga-
res” de seguridad permite enfocar parte de los esfuerzos hacia lo que debe ser una campaña de
concienciación y de utilización de los espacios, así como servir de termómetro en los planes de
seguridad hacia la efectividad de las políticas implementadas; las calles y cómo se desenvuelvan
en ellas las condiciones de vida son esenciales para la creación de una mejor calidad de vida.
3. El complejo entretejido de la aprobación y desaprobación del porte y uso de las armas de fuego,
está asociado a un sentido utilitarista y circunstancial, donde el arma de fuego siempre será el
medio para lograr algo: seguridad, reconocimiento, organización, defensa, respeto; pero el consen-
timiento de su uso está sujeto a que las circunstancias, que no siempre son de consenso general,
y que evidencia la existencia de un beneficio mayor al usar el arma de fuego. Por tanto, de los
grupos consultados se extrae que está bien el uso de armas de fuego para la defensa de personas
y bienes; lo que a su vez da sustento al uso de armas de fuego por parte de los cuerpos de
seguridad del Estado, tomando en cuenta que ellos son los delegados por éste para la protección
de personas y bienes; y en ciertos casos, siempre y cuando su actuación sea para defender a los
ciudadanos y defender la revolución, el us o por parte de los colectivos, entendidos como grupos
organizados de ciertas comunidades que han surgido como los Robín Hood de la actualidad, por
379
PARTE II: LÓGICAS Y SENTIDOS DEL USO DE ARMAS DE FUEGO
lo ineficaz que ha sido el Estado y sus dependencias para cumplir su obligación de proteger a la
ciudadanía.
Esto último implica una aceptación de grupos irregulares que se han armado de manera ilegal,
como órganos de control social informal paralelos a los formales, es decir, cuerpos policiales. De
aquí se desprende que la policía debería tener más presencia en los sitios en que se encuentran los
colectivos, siendo eficaces y eficientes en su actuar, con la finalidad de deslegitimar la presencia
de estos grupos irregulares y relegitimar la suya como principal institución de control social formal
del Estado.
4. En cuanto al usuario de armas de fuego, la percepción que se tuvo en los grupos focales dependía
de la perspectiva. Es decir, cuando se hizo referencia a terceros, en su mayoría se usaron conno-
taciones negativas, desde los fines de uso, principalmente ilícitos, hasta la persona que la usa,
mencionando incluso a niños y adolescentes, aludiendo que mayormente el usuario de armas de
fuego es de género masculino, sin discriminar posición social. Sin embargo, cuando se sitúa a
las y los participantes como usuarios de armas de fuego los comentarios fueron más pensados y
elaborados.
De aquí se desprenden comentarios relacionados con la persona que decida usar un arma de
fuego, quien debe poseer características psicológicas particulares, aunque éstas no fueron enun-
ciadas de forma explícita, es evidente que quien usa un arma de fuego debe tener plena conciencia
de las consecuencias y repercusiones que ese hecho trae a su vida.
5. Para las y los participantes de los grupos focales, la violencia con arma de fuego es un fenómeno
natural ampliamente aceptado. Es decir, los comportamientos agresivos que impliquen la utiliza-
ción de un arma de fuego son cotidianos, y aun más que cotidianos, parecieran formar parte de la
cultura venezolana. Esta concepción tan ampliamente acogida en los diversos grupos focales es
un indicador del nivel de tolerancia y aceptación que se tiene sobre el fenómeno de la violencia, y
en particular la violencia con armas de fuego.
La ocurrencia de este hecho social nos hace reflexionar sobre la evidente necesidad de generar una
estrategia de desnaturalización, de desmovilización cultural de la violencia, donde se conceptualice
y se apropie de la idea de la violencia con armas de fuego como una situación intolerable. Esta
iniciativa reafirma la idea de generar espacios de resolución de conflicto, donde se haga visible la
controversia sobre la violencia y como desmovilizarla.
6. Sobre la génesis del uso de armas de fuego, las y los participantes marcaron claramente que el
origen del problema es la triada familia-educación-medios de comunicación. Existe una concep-
ción sistémica de la realidad y sobre todo, que los problemas son estructurales y no de individuos
anómicos, ni de taras sociales, evidenciando la relación dialéctica que las personas observan entre
las instituciones que conforman el Estado. Esto demuestra las falencias en estas materias por
parte del Estado como el gran generador de las políticas públicas, percibidas por las y los partici-
pantes, quienes demandaron de forma constante la aplicación con mayor efectividad y eficiencia
de los planes de intervención social. Asimismo, hubo petición de activar más el papel del Estado
en materia de protección a los niños y la familia, es decir, la generación de un plan de abordaje y
políticas de seguimiento e incentivo a los niños, niñas y adolescentes y jóvenes en la inversión del
tiempo libre.
7. La legitimidad de las instituciones de control social del estado venezolano y las leyes que las
sustentan, se encuentra en tela de juicio, según los comentarios negativos emitidos por las y los
participantes de los grupos focales, específicamente los dirigidos a funcionarias y funcionarios
que en esas dependencias laboran, teniendo en cuenta que son ellas y ellos los ejecutores de los
procedimientos y quienes le dan vida al sistema del Estado. De aquí se desprenden las dudas e
incredulidad sobre las políticas públicas de seguridad que ha implementado el Estado, como la
conformación de la Policía Nacional Bolivariana con funcionarias y funcionarios que pertenecían
a cuerpos policiales altamente reprochados por hechos de corrupción y delitos, como la Policía
Metropolitana en Caracas. Al parecer, esta condición es una constante en todas las instituciones
380
Sentidos de la demanda de armas de fuego en Venezuela
del estado, particularmente las que tiene relación con la seguridad, como la Guardia Nacional
Bolivariana y el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, llegando al ex-
tremo de comparar a funcionarias y funcionarios con delincuentes, e incluso usando expresiones
como “más delincuentes que los mismos choros”. La imagen de los cuerpos de seguridad del
Estado está altamente denigrada, y se le suma el déficit de equipamiento. Según la apreciación
de varios participantes, tanto los delincuentes, como la población civil están más armados que la
policía. Así, se hace necesaria una restructuración de la imagen de los cuerpos de seguridad del
Estado que incida positivamente en la percepción de la ciudadanía, a quienes les preocupa princi-
palmente su seguridad. Así, si se ve una actuación efectiva y eficaz que tenga como consecuencia
la reducción de los índices de criminalidad, la legitimidad de estas instituciones se incrementaría
con la confianza en que se hará justicia y la posibilidad del desarme progresivo de la población civil.
8. En cuanto a la aplicación de la justicia, se evidencia un descontento por el cómo esta funcionando
el sistema, donde la impunidad es la regente. En este sentido existe una reiterada petición de que
las leyes sean aplicadas con rigurosidad y conciencia, específicamente al momento de otorgar be-
neficios que la ley concede a las personas transgresoras, pues hubo participantes afirmando que
esta situación ha deteriorado la calidad de vida en el país, pues no existe un expedito cumplimiento
de lo establecido en la legislación con respecto a la supervisión del delincuente que está pagando
su pena, y en cierta medida, esta situación repercute tanto en el incremento de la inseguridad,
como en la falta de credibilidad en el sistema de justicia venezolano.
Es importante acotar que la mencionada incredulidad y deslegitimación de los procesos de justicia
en Venezuela han llevado a considerar la toma de justicia por manos de los propios ciudadanos
como una alternativa, cuando no se ha hecho justicia y el delincuente ha quedado impune, o que
ésta se demora. Es interesante la relación existente entre este hecho y la adquisición de armas
de fuego, pues es considerada el medio más expedito para ejecutar la justicia privada o justicia
paralela ilegal.
9. La política de desarme no fue bien vista por las y los participante pues consideran que el Estado
se encuentra en una posición de minusvalía. Es decir, no tiene el poder para lograrlo, incluso fue
considerado por un participante como una estupidez que no incidiría para nada en la situación
delictiva del país. Esta percepción tuvo contrapeso, sin embargo, luego de reflexionar un poco,
la mayoría accedió que para lograr un efecto de reducción de armas de fuego en la calle se debe
garantizar la seguridad de las personas y sus bienes, y como el Estado no tiene las condiciones
para alcanzar ese estado de seguridad el desarme de la población es muy difícil.
10. En líneas generales, el tema de la política como un instrumento organizativo que tiene como herra-
mienta las armas de fuego, siempre es un tema bastante polarizado, que suele ser caricaturizado
desde una visión incendiara del marxismo por la mayoría de la población, o aceptado como un
resultado inevitable por algunos otros. La diversidad de participantes mantuvo un discurso que
se mueve entre estas posturas socialmente inculcadas, lo cual es perfectamente comprensible
como el producto de una sociedad moderna que ha desestimado la organización armada como una
forma de organización real y efectiva. Mas este tema de la organización política generó posiciones
interesantes que deben ser pensadas con detenimiento, una de ellas, y la principal, es la tendencia
a indilgar en las organizaciones comunitarias los temas de seguridad ciudadana, cuando esto es
materia de seguridad de estado, esto quiere decir que las venezolanas y los venezolanos han
percibido como ineficiente el papel del estado en esta materia, y en los lugares donde la dinámica
ha permitido la organización social alrededor de las armas de fuego, este fenómeno es aceptado
como la salida más lógica, e incluso necesaria. No obstante, este fenómeno no cuenta con la
aceptación plena entre los diversos grupos focales, el apoyo ciertamente existe, pero constituye
un pequeño grupo del cuerpo total de consultados.
También se le indilga a los grupos organizados alrededor de las armas de fuego, la necesaria
defensa del proyecto político del actual gobierno venezolano, e inclusive la defensa del territorio
venezolano. Estas dos características responden al fenómeno de polarización partidista vivida en
381
PARTE II: LÓGICAS Y SENTIDOS DEL USO DE ARMAS DE FUEGO
Venezuela actualmente, mas sin embargo, debe conjugarse con la idea de la seguridad ciudadana
como responsabilidad de los ciudadanos en sí, propuesta hecha por aquellos que avalan la existen-
cia de organizaciones políticas armadas. Este fenómeno expuesto en los grupos se focaliza (por
los participantes) en la parroquia “23 de Enero”, invitando a reflexionar sobre la proliferación de
estos fenómenos y como una incorrecta aplicación de las políticas de seguridad. pudieron ser el
pretexto para estas situaciones; también nos invita a reflexionar sobre los elementos organizativos
de determinados grupos y cómo esto es explotado por los medios de comunicación, quienes han
magnificado la existencia y alcance de dicho fenómeno; hacia la población en general, la opinión
más difundida, por ende, es la de complicidad e inoperancia del Estado por controlar a la población.
11. En cuanto a las recomendaciones emanadas del discurso de las y los participantes, se desprende
la necesidad de estructurar políticas públicas integradoras que partan de las estructuras básicas
de la sociedad como son la familia y la escuela y se perfilan hacia la seguridad, incorporando, a
su vez, la participación de los medios de comunicación. En tal sentido, es pertinente considerar
la definición y apoyo a los procesos de inclusión social para jóvenes, que involucren actividades
prosociales que les permitan desarrollar conductas que impliquen un compromiso con la sociedad,
su participación positiva en ella y compartan creencias socialmente aceptadas, bajo la premisa
de la convivencia pacífica y respeto al otro. Asimismo, es pertinente no desentenderse de los
jóvenes que ya se han desviado y perfilar la no reincidencia como meta clara dentro de la política
de seguridad.
Referencias
Berkowitz, L. (1968, September). “Impulse, aggression and the gun”. Psychology Today, pp. 18-22. (390)
Cloward, R., y Ohlin, L. (1966). Delinquency and Opportunity. Nueva York: The Free Press.
Cohen, A. (1955). Delinquent boys: The Culture of the Gang. Nueva York: The Free Press.
Gabaldón, L. (2008). Seguridad Ciudadana y Políticas Públicas en Venezuela. Serie Diálogo Político. Caracas,
Instituto Latinoamericano de Investigaciones Sociales. Consultada el 25 de septiembre de 2012, http://
library.fes.de/pdf-files/bueros/caracas/05569.pdf.
Garrido, Stangeland y Redondo (2001). Principios de criminología (2da Ed). (p. 371).Valencia, España: Tirant lo
Blanch.
Hirschi, T. (1969). Causes of delinquency. Berkeley (EEUU): University of California Press.
Merton, R. (1980). Teoría y estructura sociales. México: Fondo de Cultura Económica.
Myers, D. (2000). Psicología social (6ta Ed). Santa Fe de Bogotá: McGraw-Hill Interamericana.
San Juan, M., y Peña, N. (2013). “Perspectiva de intervención en materia de armas de fu go. Consulta en
La Vega, La Pastora y Los Frailes”, en Regulación y lógicas del uso de armas de fuego y municiones.
Caracas: Codesarme-Unes.
Weber, M. (2008). Economía y sociedad. México: Fondo de Cultura Económica. (Original publicado en 1922).
Woods, P. (1995). La Escuela por dentro: La etnográfica en la investigación educativa. Madrid: Paidós.
382
Anexo
383
PARTE II: LÓGICAS Y SENTIDOS DEL USO DE ARMAS DE FUEGO
Guiones
Guión sugerido para la bienvenida:
(Presentación del moderador y del estudio)
La metodología plantea mínimo 2 horas, máximo 3. Entonces acordemos la hora de inicio y la hora de cierre.
Durante estas dos horas estaremos conversando, para ello es necesario que hagamos algunos acuerdos:
1. Mantengamos los celulares apagados para no interrumpir.
2. Organicemos el derecho de palabra. Yo estaré orientando al grupo, es decir, le hago una pregunta al grupo y quien quiera intervenir lo indica
levantando la mano.
3. En algún momento, como orientador, voy a requerir hacerles preguntas sobre sus opiniones a personas en particular que no han intervenido.
4. La conversación no pretende llegar a acuerdos, ni se trata de convencernos unos a los otros, sino que cada uno exprese sus opiniones, en
lo que está de acuerdo y en lo que no. Siempre manteniendo el respeto.
5. Es una investigación académica, por ello no se requerirán datos de inteligencia ni información personal.
6. La información es confidencial. No sale de este grupo. Por otra parte requiere hacer un registro con la grabadora de audio para poder efectos
de la investigación.
Percepción y valoración de los usuarios auto y heteropercibidos. ¿Qué piensan de la gente que usa armas? ¿Por qué?
Acceso, experiencia y relación con armas de fuego (contacto, aprendi- ¿Cómo llegan a tener y usar armas de fuego?
zaje y socialización; grupos de referencia y otros significativos).
Impactos percibidos, riesgos, beneficios del uso de armas de fuego ¿Qué consecuencias tienen el uso de armas? (consecuencias positi-
(contexto micro y macro). Naturalización, normalización del uso y po- vas y negativas)
sicionamientos.
Grupo 2: Hombres usuarios de armas de fuego, no vinculados a economías ni actividades ilícitas, de estratos
medios y bajos, de entre 30 y 50 años de edad.
Dimensiones a indagar: Preguntas:
Acceso, experiencia y relación con armas de fuego (contacto, aprendi- ¿Para qué se usan las armas de fuego? ¿Hay otros usos? ¿Quiénes
zaje y socialización; grupos de referencia y otros significativos); y usos las usan? ¿Qué los diferencian? ¿Han tenido contacto directo con ar-
del arma de fuego, contextos situacionales, construcción del objeto mas de fuego? ¿Cómo ha sido? ¿En cuáles situaciones creen ustedes
potencial y justificaciones y regulaciones informales. que está bien usar un arma de fuego? ¿Por qué?
Percepción y relación con las instancias de control formal. ¿Ustedes creen que es fácil adquirir un arma de fuego?
Impactos percibidos, riesgos, beneficios del uso de armas de fuego ¿Ustedes adquirirían un arma de fuego? ¿Por qué? ¿Para qué? En su
(contexto micro y macro). Naturalización, normalización del uso y po- opinión, ¿qué implica tener un arma de fuego?
sicionamientos.
384
Sentidos de la demanda de armas de fuego en Venezuela
Percepción y relación con las instancias de control formal. ¿Ustedes creen que es fácil adquirir un arma de fuego?
Impactos percibidos, riesgos, beneficios del uso de armas de fuego ¿Ustedes adquirirían un arma de fuego? ¿Por qué?
(contexto micro y macro). Naturalización, normalización del uso y po- ¿Para qué? En su opinión, ¿hay problemas con armas de fuego en
sicionamientos. Venezuela? ¿Por qué?
Acceso, experiencia y relación con armas de fuego (contacto, aprendi- ¿Has tenido contacto directo con un arma de fuego? ¿Cómo ha sido
zaje y socialización; grupos de referencia y otros significativos). esa experiencia?
Usos del arma de fuego, contextos situacionales, construcción del ob- ¿Cuándo está bien usar un arma? ¿Por qué?
jeto potencial y justificaciones y regulaciones informales.
Percepción y relación con las instancias de control formal. ¿Es fácil adquirir un arma de fuego? ¿Adquirirían un arma de fuego?
Impactos percibidos, riesgos, beneficios del uso de armas de fuego ¿Qué consecuencias tiene el uso de armas? (consecuencias positivas
(contexto micro y macro). Naturalización, normalización del uso y po- y negativas)
sicionamientos.
Grupo 6: Jóvenes hombres no incursos en prácticas violentas, pero con identidades valoradas en contextos
de exclusión social: raperos, deportistas, grupos evangélicos, de estratos bajos, de entre 15 y 24 años de edad.
Dimensiones a indagar: Preguntas:
Usos del arma de fuego, contextos situacionales, construcción del ob- ¿Ha estado presente en situaciones donde hay un arma de fuego?
jeto potencial y justificaciones y regulaciones informales. ¿Qué pasó? ¿En qué circunstancias?
¿Cuándo? ¿Dónde? ¿Quiénes participaron?
Acceso, experiencia y relación con armas de fuego (contacto, aprendi- ¿Has tenido contacto directo con armas de fuego? ¿Cómo ha sido
zaje y socialización; grupos de referencia y otros significativos). esa experiencia?
Percepción y valoración de los usuarios auto y heteropercibidos; y ac- ¿Qué piensan de la gente que usa armas? ¿Por qué?
ceso, experiencia y relación con armas de fuego (contacto, aprendizaje ¿Como llegan a tener y usar armas de fuego?
y socialización; grupos de referencia y otros significativos).
Usos del arma de fuego, contextos situacionales, construcción del ob- ¿Cuando está bien usar un arma?
jeto potencial y justificaciones y regulaciones informales.
Impactos percibidos, riesgos, beneficios del uso de armas de fuego ¿Qué consecuencias tiene el uso de armas? (consecuencias negati-
(contexto micro y macro). Naturalización, normalización del uso y po- vas y positivas)
sicionamientos.
385
PARTE II: LÓGICAS Y SENTIDOS DEL USO DE ARMAS DE FUEGO
Percepción y relación con las instancias de control formal. ¿Es fácil adquirir un arma?
Usos del arma de fuego, contextos situacionales, construcción del ob- ¿Cuándo está bien usar un arma?
jeto potencial y justificaciones y regulaciones informales.
Grupo 9: Madres, hijas, parejas de usuarios de armas, de estratos medios y altos, de entre 25 y 44 años de edad.
Dimensiones a indagar: Preguntas:
Acceso, experiencia y relación con armas de fuego (contacto, aprendi- En su opinión, ¿para qué se usan las armas de fuego?
zaje y socialización; grupos de referencia y otros significativos); usos ¿Hay otros usos? ¿Quiénes las usan? ¿Qué los diferencian? ¿Han
del arma de fuego, contextos situacionales, construcción del objeto tenido contacto directo con armas de fuego? ¿Cómo ha sido? ¿En
potencial y justificaciones y regulaciones informales; percepción y va- cuáles situaciones creen ustedes que está bien usar un arma de fue-
loración de los usuarios auto y heteropercibidos. go? ¿Por qué?
Impactos percibidos, riesgos, beneficios del uso de armas de fuego En su opinión, ¿qué implica tener un arma de fuego?
(contexto micro y macro). Naturalización, normalización del uso y po-
sicionamientos.
Grupo 10: Jóvenes hombres, de estratos medios y bajos, de entre 20 y 30 años de edad.
Dimensiones a indagar: Preguntas:
Acceso, experiencia y relación con armas de fuego (contacto, aprendi- ¿Ha estado presente en situaciones donde hay un arma de fuego?
zaje y socialización; grupos de referencia y otros significativos); usos ¿Cuáles? ¿En qué circunstancias? ¿Cuándo? ¿Dónde? ¿Quiénes par-
del arma de fuego, contextos situacionales, construcción del objeto ticiparon? ¿Son frecuentes?
potencial y justificaciones y regulaciones informales; percepción y va- Si hay relatos de uso directo, profundizar con las repreguntas en
loración de los usuarios auto y heteropercibidos. paréntesis.
¿Quiénes usan armas de fuego? ¿Para qué?
Si no aparecen valoraciones con las preguntas anteriores, repregun-
tar: “Sobre estas situaciones y tipos de usuarios, ¿qué opinan? ¿Por
qué creen que se generan? ¿Qué los mueve a armarse?”
¿En cuáles situaciones creen ustedes que está bien usar un arma de
fuego? ¿Por qué?
¿Le recomendarían a otra persona adquirir un arma de fuego? ¿Por
qué?
Impactos percibidos, riesgos, beneficios del uso de armas de fuego En su opinión, ¿qué consecuencias tiene el uso de armas?
(contexto micro y macro). Naturalización, normalización del uso y po-
sicionamientos.
386
387
PARTE I: CONTROL Y REGULACIÓN INSTITUCIONAL DE ARMAS Y MUNICIONES
388
Esta edición se terminó de imprimir en los talleres de la
Imprenta de la Universidad Nacional Experimental
de la Seguridad (UNES), el mes de agosto de dos
mil trece.
389