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MÓDULO 1: ............................................................................................................ 3
Introducción al MOOC ODS: Una transformación Ineludible - Carlos Mataix y
María Ángeles Huerta ......................................................................................... 4
Hacia La Gran Transformación (1 de 2) - Carlos Mataix ................................... 6
Hacia La Gran Transformación (2 de 2) - Carlos Mataix ...................................8
El camino hacia la Agenda 2030 (1 de 2) - Manuel Almestar .......................... 10
El camino hacia la Agenda 2030 (2 de 2) - José Antonio Alonso .................... 13
El consenso Global - La Agenda 2030 (1 de 2) - José Antonio Alonso ............ 15
El consenso Global - La Agenda 2030 (2 de 2) - José Antonio Alonso ........... 17
Somos agentes del cambio. Caso práctico: Ashoka (1 de 2) - Sara Romero y
Jaime Moreno ................................................................................................... 19
Somos agentes del cambio. Caso práctico: Ashoka (2 de 2) - David Martín ...20
MÓDULO 2: ......................................................................................................... 23
Introducción al Módulo 2: Organizaciones y los ODS - Carlos Mataix y María
Ángeles Huerta.................................................................................................. 24
El nuevo contexto de las organizaciones (1 de 2) - Javier Carrasco ................ 26
El nuevo contexto de las organizaciones (2 de 2) - Javier Carrasco ................ 27
En sintonía con las nuevas tendencias - Silvia Serrano ................................... 29
Los ODS como faro para las organizaciones (1 de 2) - Marta de la Cuesta...... 32
Los ODS como faro para las organizaciones (2 de 2) - Marta de la Cuesta ..... 35
Caso práctico: Acciona.org - Julio Eisman ....................................................... 37
El compromiso de las organizaciones con sus trabajadores (1 de 4) - Ana
Moreno .............................................................................................................. 39
El compromiso de las organizaciones con sus trabajadores (2 de 4) - Ana
Moreno ............................................................................................................. 40
El compromiso de las organizaciones con sus trabajadores (3 de 4) - Ana
Moreno .............................................................................................................. 42
El compromiso de las organizaciones con sus trabajadores (4 de 4) - Ana
Moreno .............................................................................................................. 43
Caso práctico Iberdrola - Mónica Oviedo ......................................................... 45
MÓDULO 3: ......................................................................................................... 49
Introducción al Módulo 3: Iniciar el proceso de transformación sostenible -
Carlos Mataix y María Ángeles Huerta............................................................. 50
Liderazgo para la transformación (1 de 3) - Carlos Mataix.............................. 51
Liderazgo para la transformación (2 de 3) - Carlos Mataix ............................. 53
Liderazgo para la transformación (3 de 3) - Carlos Mataix ............................. 55
El cambio organizativo: Iniciar procesos de transformación (1 de 2) - Carlos
Mataix ............................................................................................................... 57
El cambio organizativo: Iniciar procesos de transformación (2 de 2) - Carlos
Mataix ............................................................................................................... 61
Alcanzar la masa crítica para la transformación - Miguel Soberón ................. 63
El proceso de reflexión - Julia Urquijo ............................................................. 66
El proceso de priorización - David Pereira .......................................................68
Caso práctico: SUEZ España (1 de 2) - Dulcinea Meijide ................................ 71
Caso práctico: SUEZ España (2 de 2) - Dulcinea Meijide ................................ 73
Caso práctico itdUPM: los ODS en la Universidad (1 de 2) - Jaime Cervera .. 76
Caso práctico itdUPM: los ODS en la Universidad (2 de 2) - Jaime Cervera .. 77
¿Cómo pueden contribuir las universidades al logro de los ODS? - María
Cortés ................................................................................................................ 79
Caso práctico: Oxfam Intermón (1 de 3) - José María Vera y Pilar Orenes ..... 81
Caso práctico: Oxfam Intermón (2 de 3) - José María Vera, Beatriz Novales y
Pilar Orenes.......................................................................................................83
Caso práctico: Oxfam Intermón (3 de 3) - José María Vera, Beatriz Novales y
Pilar Orenes....................................................................................................... 87
MÓDULO 4: .........................................................................................................89
Introducción al módulo 4: Trabajar en red para la transformación sostenible -
Carlos Mataix y María Ángeles Huerta............................................................ 90
Trabajar en red para transformar - Leda Stott................................................. 92
Caso práctico: Fundación Elecnor (1 de 2) - Pedro Duque .............................. 94
Caso práctico: Fundación Elecnor (2 de 2) - Jorge Ballester ...........................98
Caso práctico: Alianza Shire - Alejandra Rojo ............................................... 101
Comenzamos el primer módulo de este Curso sobre los Objetivos de Desarrollo
Sostenible.
Las diferentes sesiones del curso han sido diseñadas como piezas independientes
entre sí. Tú puedes elegir seguirlas en el orden que prefieras. Aun así, el orden
que te proponemos te ayudará a establecer un hilo conductor entre los diferentes
temas.
Tras el vídeo, cada docente te propone material adicional con el que profundizar
en los conceptos más importantes. Siguiendo este itinerario, cada sesión te
supondrá una dedicación estimada de entre una hora y hora y media.
En cada uno de los módulos de este curso, además de las sesiones orientadas al
estudio individual, te propondremos cuestiones para reflexionar y debatir con tus
compañeros en los foros. Te invitamos a que participes en ellos compartiendo tus
reflexiones, tus propuestas y tus inquietudes.
En la cuarta sesión veremos cuál es nuestro papel como agentes del cambio al que
nos convoca la agenda. Necesitamos tus ideas y tu participación activa en este
curso. También en la transformación a la que nos invita.
Quiero comenzar llamando la atención sobre el título de este curso, 'La
transformación ineludible'. Toda acción que realizamos como es el hecho de dar
nombre a un curso, lleva implícita una expectativa; la nuestra, nuestra
expectativa, con la que iniciamos este camino, es que hemos entrado en una
nueva era de la historia de la humanidad y del planeta, una era que podría
conducirnos a un escenario de vida mucho mejor para la mayoría en la que
hagamos realidad el ideal del desarrollo humano.
Amartya Sen, premio Nobel de Economía nos enseñó hace ya tiempo que el
objetivo del desarrollo humano es lograr que toda persona pueda adquirir las
capacidades necesarias para construir libremente su propio proyecto de vida y
que por tanto el nivel de prosperidad de una sociedad está íntimamente
relacionado con las libertades económicas, sociales y políticas que sus individuos
disfrutan. ¿Estamos hoy en condiciones de ampliar esas libertades hasta
garantiza su ejercicio a cualquier persona sin importar dónde haya nacido?
¿Podemos hacerlo a la vez que la población mundial sigue creciendo? ¿Sus
expectativas también aumentan en un planeta que es físicamente finito?
Hoy posiblemente hayamos entrado en una nueva era, era a la que Paul Crutzen,
también premio Nobel, en este caso de Química, denominó el Antropoceno y con
ello quiso llamar la atención sobre el rápido aumento de la inestabilidad. El inicio
del Antropoceno se fecha hoy en 1952, hay un cierto consenso en la comunidad
científica, puesto que, debido a los números, esos ensayos nucleares que se habían
realizado en los años precedentes podían ya en esa fecha, 1952, encontrarse
isótopos radiactivos en todos los continentes. En el Antropoceno se están
alterando a una gran velocidad muchos parámetros claves en los principales
ecosistemas que condicionan la vida en la Tierra, la temperatura media del
planeta por ejemplo o el índice de acidificación de los mares. Está finalizando
bruscamente la estabilidad que se había disfrutado en el periodo anterior.
También algunos indicadores sociales nos lanzan señales alarmantes como la
desigualdad en el interior de los países que pone en peligro la estabilidad de la
convivencia y que también daña, no debemos olvidarlo, a nuestras economías.
En septiembre del 2000 los países miembros de las Naciones Unidas asumieron
una alianza mundial para lograr 8 objetivos en lo que se reconocen algunos
problemas globales, así como la necesidad de una agenda operativa visible y capaz
de concitar la atención internacional. Esta agenda es conocida como los Objetivos
de Desarrollo del Milenio. Ésta generó avances sustantivos en el desarrollo global
desbloqueando esa situación de no saber qué hacer en la lucha para erradicar la
pobreza sin embargo fue una agenda desarrollada para los países pobres
considerando únicamente a la economía como requisito para el desarrollo. Una
agenda de síntomas y no de causas, una agenda con muchas tareas para unos y
pocas para otros. Aun así, es una agenda con avances sustanciales pero ¿con qué
dinero se logra todo esto?
Es también una Agenda mucho más ambiciosa en los objetivos que se plantea, en
cualquiera de los ámbitos que consideremos los objetivos, y las metas que define
la Agenda son notablemente más ambiciosas que agendas previas.
Es una Agenda, y quizás uno de sus rasgos más interesantes, mucho más
representativa y mucho más también legitimada porque se ha construido sobre la
base de un proceso de participación social y del diálogo entre países, países de
muy diversos niveles de desarrollo y en esto es una diferencia notable con los
códigos de Desarrollo del Milenio que fueron definidos por las burocracias
multilaterales; aquí han participado las sociedades y los gobiernos.
En este sentido es una agenda mucho más equilibrada entre políticas internas y
políticas internacionales, entre compromisos con la ciudadanía de los países y
compromisos a escala internacional para facilitar la realización de la agenda por
parte de otros países con menores recursos o con menores capacidades o para
promover una acción colectiva de carácter general. No es una agenda
exclusivamente de financiación, esto es importante señalarlo, no es una agenda
que trate de decir cómo unos países financian a otros para conseguir unos
objetivos sino que es una agenda que pretende movilizar, por supuesto, recursos
pero también capacidades y voluntad política de una manera que convoca al
conjunto de las sociedades y no solo a sus gobiernos a un esfuerzo cooperativo,
cabría decir que es una agenda que define un marco de incentivos para que todos
los actores alineen sus esfuerzos en torno a unos propósitos que hemos convenido
en que a todos nos interesan de una manera compartida.
Y ya por último, yo diría que es una agenda que nos convoca a todos a un ejercicios
de creatividad e innovación; es una agenda, por primera vez quizá en la historia,
donde se define un punto de partida muy claro pero no se define el punto de
llegada, en parte, porque no lo conocemos; hablamos de construir sociedades
incluyentes y sostenibles pero esas dos palabras, incluyentes y sostenibles son
palabras muy evocadoras, muy sugerentes pero en realidad las ideas que hay
detrás de cómo construir esas sociedades son limitadas por tanto tenemos que
hacer un esfuerzo de búsqueda de opciones técnicas y de respuestas sociales a
esos problemas y es una búsqueda que debe ser cooperativa, entre todos porque
las buenas ideas pueden venir tanto del mundo desarrollado como del mundo en
desarrollo; por tanto creo que es una agenda que nos mueve a la innovación y nos
mueve por último también a la coherencia de nuestras acciones, de nuestras
políticas, es una agenda enormemente interrelacionada en sus metas, para
avanzar en una de ellas uno tiene que construir en otras muchas dimensiones y
por tanto la manera de hacer esto es fundamentalmente alentando y mejorando
los niveles de coherencia de las políticas que construimos, en esencia es una
agenda de coherencia de políticas porque estamos estableciendo compromisos
simultáneamente en nuestros ámbitos domésticos, desde lo local hasta lo global
y los ámbitos internacionales y tratamos de hacer que ambos confluyan en torno
a unos objetivos que nos hemos dado como desafiantes para los próximos 15 años.
Quiero una sociedad más sostenible, más justa, más inclusiva, ¿y quién no quiere
eso? Quiero que algunas cosas cambien, que mejoren, se repiensen, pero ¿cómo?
¿Qué puedo hacer yo, una sola persona, un ser individual, insignificante entre los
millones de personas que habitamos este planeta?
El cambio social, incluidas las transformaciones históricas a gran escala, son fruto
de nuestras acciones. No hay nada en la historia social que no sea un producto
voluntario o involuntario de esfuerzos humanos por tanto los cambios sociales no
son inexorables, la sociedad cambia la sociedad, la gente hace la historia.
Disponemos de una amplia variedad de casos, desde las acciones de personas
corrientes en sus rutinas cotidianas hasta las extraordinarias hazañas de grandes
líderes. Éstas últimas resultan más llamativas e históricamente han recibido una
atención mucho mayor pero la historia demuestra que los cambios generalmente
se producen de forma progresiva y acumulativa entonces ¿cómo puedo ser agente
de cambio?
Según los teóricos del cambio social una de las fuerzas motrices de cambio es la
creencia de que se puede cambiar, si lo crees lo puedes hacer. Necesitamos
despertar nuestra capacidad cooperativa. Pero entonces, ¿basta con creer que soy
un ser cooperativo? No basta con creerlo, estamos muy condicionados por las
normas sociales; según la filósofa Cristina Bicchieri nuestras intenciones están
condicionadas por lo que hacen las personas de nuestro entorno y también por lo
que pensamos que los demás esperan que hagamos, ¿no te convence? Obsérvate,
analiza qué movimientos, decisiones, expresiones tuyas han podido estar
influidas por las de otras personas y el deseo de cambio debe pasar a la acción si
queremos ser agentes de cambio. ¡Es momento de la acción!
Y luego tenemos otra gran área de trabajo que es transformar la experiencia vital
de los niños y niñas y que tomen conciencia de su rol como agentes de cambio, de
su poder transformador. La educación juega un papel crucial en el desarrollo de
capacidades y de valores no sólo en la escuela, educación en sentido amplio y de
favorecer que lo pongan en práctica desde edades tempranas. Digamos que hay
más posibilidades de que construyas un futuro mejor cuanto antes empieces a
mejorar el presente y alrededor de cada escuela, de cada niño o niña en cada
barrio hay constantes oportunidades para ello.
Esto es importante porque pone el foco por una parte en las soluciones, como
seres humanos solemos prestarle enorme atención a los problemas, siempre
estamos hablando de lo que falla, estamos diagnosticando errores y cosas que no
funcionan pero no siempre hacemos lo mismo con las soluciones y a nuestro
alrededor hay muchísimas soluciones, existen y es muy importante visibilizarlo,
es importante respaldarlo, darle crédito, contagiarlo para poder ampliarlo y por
otra parte las soluciones siempre vienen de mano de personas, es necesario esa
toma de conciencia, un cambio de mentalidad que nos ayude a darnos cuenta de
nuestra capacidad, de nuestra responsabilidad en la generación de cambios
positivos que de alguna manera nos ayude a comprender que el futuro está en
nuestra mano así que cuando fijamos la Agenda de los Objetivos del Milenio en
el año 2000 pues aquellas metas parecían inalcanzables, parecían utópicas y
nuestro logro como comunidad internacional no fue ni mucho menos perfecto
pero sí que conseguimos superar algunas estimaciones iniciales y eso demuestra
con el ejemplo de los Objetivos del Milenio pero si demuestra que sabemos
hacerlo, que podemos hacerlo y que si nos lo proponemos también lograremos
cumplir los objetivos de 2030, es una cuestión que depende sobre todo de la
voluntad de cada uno, de la toma de conciencia, de ese poder nuestro que es
individual e intransferible y también colectivo para conseguir lo que nos
proponemos.
En este nuevo módulo veremos que los ODS no se lograrán sin la colaboración
estrecha de las organizaciones de todos los sectores -Empresas, Administraciones
Públicas y sociedad civil-.
Esta relación entre ODS y organizaciones tiene también una lectura en sentido
inverso: las organizaciones pueden considerar los ODS como una oportunidad
única para cambiar y crear un entorno mejor para el desarrollo de su propia
misión. Los propios ODS se convierten en palancas de innovación y cambio
organizativo. Lo veremos a lo largo de las seis sesiones que configuran este
módulo:
Las dos primeras sesiones nos muestran cómo los ODS modifican el contexto de
las organizaciones y marcan nuevas tendencias que es importante reconocer.
En la cuarta sesión estudiaremos cómo los ODS pueden ayudar a sintonizar a las
organizaciones con las expectativas y aspiraciones de sus trabajadores.
Contamos contigo.
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible cambian el entorno de las organizaciones
y las sitúan en un nuevo contexto, esto tiene consecuencias para su estrategia y
su desarrollo. Presentaré esta idea paso a paso en los próximos minutos.
Por tanto, se trata de transformar las buenas noticias en buenas prácticas, para
ello lo primero es tomar conciencia de que los ODS son eso, objetivos y los
objetivos sólo se logran con determinados esfuerzos coordinados. Estos
esfuerzos, los roles son diferenciados y las responsabilidades también. La mayor
responsabilidad la tienen los gobiernos de todos los niveles tanto mayor cuanto
mayor sea su poder relativo, los gobiernos tienen muchos instrumentos a su
disposición, desde la elaboración de leyes hasta la política de comunicación
pública en apoyo a los ODS, también las empresas tienen una responsabilidad
ineludible, en particular las grandes en consonancia con su influencia en la
sociedad, igualmente las universidades que sin renunciar a su enfoque tradicional
de crear y transmitir conocimiento disciplinar estamos convocadas a
involucrarnos en la generación y aplicación de conocimiento interdisciplinar
orientado a resolver problemas sociales concretos y no olvidemos a las personas
individuales que debemos cambiar ciertos hábitos de vida para hacerlos
sostenibles y que en nuestros distintos roles como consumidores, trabajadores,
votantes o ahorradores tenemos el poder de premiar o castigar los
comportamientos sostenibles o no de diversos tipos de organizaciones.
El sistema económico dominante ha enfatizado el valor de la competición, del
logro de los objetivos propios, del 'yo a lo mío', desentendiéndose de los daños
colaterales al medio ambiente o a personas y organizaciones exteriores. La
aprobación de los ODS es una prueba fehaciente de que esta visión estaba
conduciendo en la práctica al desastre medioambiental y social. Por ello en el
actual escenario es preciso promover la cooperación.
Todo lo anterior pone de manifiesto que lo que parecían problemas del planeta y
las personas son también oportunidades de cambio para todo tipo de
organizaciones. En consecuencia, estas deben reorientar sus estrategias con el fin
de hacer compatibles la consecución de objetivos propios renovados y la
contribución al logro de los ODS. Esto conlleva implicaciones organizativas
relevantes, un cambio de valores, un cambio de cultura y un cambio en las formas
de trabajo, estos cambios son la tarea clave que entiendo, debe motivar a la
generación actual de profesionales. La buena noticia es que aunando esfuerzos es
un reto alcanzable.
Vivimos un periodo de cambios, una etapa de transición hacia un desarrollo
sostenible. En este proceso toda la sociedad debe implicarse y participar para
conseguir que las transformaciones sean posibles en el menor tiempo y dar así
una respuesta eficaz y eficiente a los grandes retos del siglo XXI. En este camino
algunos agentes están pulsando resortes que movilizan recursos y lo que es más
importante a personas con capacidad de anticiparse a los cambios y adelantarse
a las nuevas tendencias.
Las transformaciones que impulsan los ODS se ven reforzadas además con el
desarrollo tecnológico extendiéndose a lo largo de la cadena de valor de
producción, a los procesos industriales, en el diseño de las nuevas redes de
suministro dando paso a una nueva economía circular. Como conclusión, una
participación activa e informada de toda la sociedad comprometida que se ve
reforzada mediante las nuevas alianzas multiactor, hace posible adelantar
respuestas a las necesidades sociales emergentes del futuro en sintonía con los
Objetivos para un Desarrollo Sostenible a corto, medio y largo plazo.
Bienvenidos a esta sesión dedicada a analizar el papel de las organizaciones y en
especial las privadas, es decir, las empresas en la consecución de los Objetivos de
Desarrollo Sostenible, los ODS. La Agenda 2030 ha supuesto un marco
internacional nuevo para los próximos 15 años y un cuestionamiento del modelo
de desarrollo de todos los países, también de los países ricos e implica sobre todo
un cambio en los modelos de negocio para avanzar en ese logro de los 17 objetivos.
El contexto internacional ha cambiado, ahora los países como India, China son
cada vez más protagonistas en este escenario internacional, ya se difuminan las
fronteras entre lo nacional y lo global y los actores locales adquieren una
naturaleza transnacional. Entre las mayores economías del mundo se encuentran
las grandes corporaciones, podemos decir que son a un nivel incluso superior de
muchos de los países en desarrollo. Dos tercios de las personas viven en situación
de pobreza en países incluso de renta media con un incremento en los últimos
años de la desigualdad relevante incluso en países de la OCDE. En ese contexto
las empresas desarrollan su actividad también a través de unas cadenas de
suministro muy globales en las que se producen dobles estándares laborales,
económicos, fiscales o ambientales de unas cadenas de suministro muy globales
en las que se producen dobles estándares laborales, económicos, fiscales o
ambientales dependiendo de dónde produzcan o dónde distribuyan los productos
o servicios. Tienen que tratar de compatibilizar ese objetivo que es la
sostenibilidad financiera de la empresa y dar valor al accionista con nuevos
problemas y desafíos ambientales y sociales que no tienen por qué ser
competitivos entre sí, sino que pueden ser complementarios, se puede crear valor
económico social y ambiental a la vez, eso es lo que significa la responsabilidad
social y parte, sobre todo de escuchar a quienes se ven afectados por la actuación
de la compañía, hacerlos partícipes y sobre todo innovar, innovar en la gestión
empresarial.
Por ello los ODS son unos objetivos que tienen ese carácter de innovación y que
es un reto para las organizaciones, tienen múltiples interdependencias entre
ellos, por lo tanto, es complicado atenderlos de forma inmediata, tienen esa triple
dimensión económica, social y ambiental y afectan al negocio en sí mismo, por
tanto, suponen un planteamiento en la forma de hacer empresa, un
planteamiento de hacer negocios. Por ejemplo, las empresas están especialmente
preocupadas por objetivos como es el Objetivo 12 que pretende cambiar el modelo
actual de producción y consumo, también, como no, por aquellos objetivos
relacionados con el bienestar, la buena salud y el empleo, en concreto el Objetivo
8 trata de promover el crecimiento sostenido, inclusivo y sostenible, el pleno
empleo y el trabajo decente. También sabemos que el cambio climático, el
Objetivo 13 es un reto en las formas de producción, distribución de las grandes
compañías. Otro reto importante o meta es abarcar el problema del desempleo
juvenil, especialmente acuciante en los últimos años u otros objetivos que quizás
no se les está prestando la máxima atención como puede ser la lucha contra la
desigualdad, la igualdad de género o las alianzas público/privadas.
En cualquier caso, traducir estas metas, estos objetivos a la gestión diaria de las
empresas supone importantes retos porque hay que traducir lo macro a lo micro
y supone además un cambio en los modelos de gestión y de negocio y por ello las
empresas ya desde hace tiempo, en las últimas dos décadas vienen abarcando
estos compromisos a nivel global bajo el paraguas de lo que se entiende por
responsabilidad social.
La Comisión Europea y la Unión Europea lo definen básicamente como el
impacto que tienen las organizaciones en la sociedad y también dice que las
organizaciones son responsables no sólo de cumplir la ley sino de integrar los
aspectos sociales éticos ambientales y de derechos humanos en las estrategias de
los negocios, en los procesos productivos y de distribución, en los productos y en
todas las operaciones con lo cual el reto es relevante y la responsabilidad de los
administradores y quienes conforman el gobierno de las compañías es también
importante.
Los ODS son pues, un nuevo marco de referencia que define bien los retos de la
sociedad global y aporta un contexto de seguridad a las empresas, de hecho las
empresas más avanzadas ya se han puesto a trabajar sobre ellos pues lo ven como
una oportunidad de ser más competitivas, de evaluar los riesgos y las
oportunidades asociadas a estos nuevos retos y anticiparse a una nueva
regulación. Y saben que son cada vez más valorados y observados por los
inversores internacionales y los financiadores por tanto los ODS no son sólo una
cuestión social y ambiental sino también una cuestión de negocios.
Las fundaciones empresariales se han identificado a veces como lavadoras de los
impactos negativos de las empresas o en el mejor de los casos como la cara amable
de las empresas, pero ¿pueden estas fundaciones ser agentes de cambio
aportando valor para la empresa y para la propia sociedad?
En esta lección vamos a compartir tres tendencias que nos permiten entender por
qué ese círculo virtuoso está en marcha y por qué parece que se va consolidando.
La primera de estas tendencias es entender cuáles son los motivadores de los
trabajadores del conocimiento. La segunda tendencia tiene que ver con la parte
de la responsabilidad social empresarial que tiene que ver con los empleados de
la organización, lo que llamamos la responsabilidad social empresarial interna. Y
la tercera y quizás más novedosa es un conjunto de políticas y principios que están
poniendo en el centro del éxito de una organización el que sus personas
desplieguen todo su potencial, es lo que llamamos las organizaciones en el nivel
evolutivo TEAL.
Yendo a la primera de estas tendencias vamos a profundizar un poco en por qué
decimos que los trabajadores del conocimiento se sienten motivados por estar en
empresas éticas, en estar en empresas comprometidas con su entorno
medioambiental y socialmente.
Bueno pues, desde el punto de vista del trabajador ocurre un poco lo mismo, los
modelos por ejemplo adaptados de Maslow por Barrett nos permiten ver cómo
cuando un trabajador va evolucionando y va cubriendo sus necesidades básicas
lo que empieza a valorar es que su trabajo tenga sentido, que lo que hace su
organización esté alineado con sus propios valores y que en la medida de lo
posible el propósito de la organización sea algo bueno para su entorno, bueno
para la sociedad, bueno para el planeta.
Esto que, desde el punto de vista de las políticas de recursos humanos se tiene
muy en cuenta porque una de las prioridades es la retención del talento y los
trabajadores del conocimiento en algunos sectores empiezan a ser realmente un
recurso escaso, pues está potenciando que las empresas desde el inicio han visto
que su compromiso con unas estrategias de responsabilidad social y un
compromiso con la sostenibilidad (que en el fondo es estar alineados con la
agenda de ODS) pues es una fuente de motivación, retención y como decía en la
explicación inicial también aumento de la productividad de los trabajadores del
conocimiento.
La segunda tendencia que me gustaría compartir en esta lección es la
responsabilidad social corporativa interna, está estrechamente ligada a la
anterior, pero ha avanzado desde otro ámbito de las organizaciones.
En ese sentido la responsabilidad social corporativa cada vez está más cerca del
negocio principal, si eres un automoción, el vehículo eléctrico, si eres una
eléctrica, el mix de generación con renovables y si eres una de
telecomunicaciones, acceso universal a internet, por poner sólo algunos ejemplos.
Tiene que ver también con un diálogo con los grupos de interés tradicionales y no
tradicionales, tiene que ver, por supuesto, con un reporte, un reporte cada vez
más serio siguiendo estándares internacionales y por supuesto y desde los inicios
tiene que ver con tratar bien a tus propios trabajadores.
En el recurso que hemos incluido en este tema para explicar la perspectiva de los
y las profesionales en relación a la responsabilidad social empresarial se
profundiza en esta idea, la empresa que apuesta por la responsabilidad social
empresarial de verdad tiene en marcha una serie de acciones para tratar mejor a
sus trabajadores y cada vez más tiene políticas específicas para incluir a todos los
trabajadores de las cadenas de suministro de su actividad, lo cual tiene un
importante impacto en la Agenda de Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Queremos compartir lo que Frederic Laloux en su libro 'Reinventar las
organizaciones' define como organizaciones evolutivas TEAL.
Iberdrola como líder mundial del sector energético tiene una política de
sostenibilidad aprobada por su consejo de administración que cuenta con cinco
ejes de actuación: competitividad, eso quiere decir que trabajamos de la manera
más eficiente en generación distribución y suministro de energía; seguridad de
suministro, tenemos nuestros productos energéticos siempre intentamos utilizar
fuentes locales para mejorar esa seguridad de suministro; el eje ambiental,
reducción de impacto ambiental de toda nuestra actividad utilizando de la mejor
manera posible los recursos e implementando políticas de biodiversidad y una
gestión adecuada de los recursos, el cuarto eje sería el económico, estamos
pensando en un beneficio económico no solo para los accionistas, también para
los suministradores, también para los empleados, para las sociedades en las que
estamos presentes pensando en la sostenibilidad en el futuro de la empresa y el
quinto eje sería el social porque estamos presentes en las comunidades donde
estamos dando acceso y también por las políticas de recursos humanos que
tenemos en marcha, por ejemplo tenemos medidas innovadoras como políticas
de conciliación laboral y somos una de las empresas con más horas de formación
por empleado.
¿Qué quiere decir todo este nuevo modelo? ¿La Agenda 2030? ¿Los Objetivos de
Desarrollo Sostenible? Que no sirve llamar a lo que ya estabas haciendo
previamente contribución a la agenda; tenemos que hablar de nuevos negocios,
tenemos que pensar en nuevas oportunidades. Para el sector privado la agenda
habla de planes estratégicos, de metas de objetivos y es un lenguaje que es muy
familiar para nosotros.
Pues lo primero de todo es seleccionar unos objetivos de desarrollo sostenible en
los que la actividad de la empresa se vea reflejada. Qué suerte hemos tenido que
hay un objetivo de desarrollo que se llama energía sostenible y asequible para
todos. Por lo tanto, el sector energético tenemos realmente un objetivo muy
específico de trabajo de cara al futuro. Nosotros hemos seleccionado el 7 y el 13
como prioritarios para la empresa.
El objetivo de desarrollo 7 tiene tres metas; voy a pasar a repasar los tres ejes de
actuación que suponen estas metas del objetivo de desarrollo 7: acceso universal;
Iberdrola tiene un programa de electricidad para todos en el que está trabajando
en acceso universal en países emergentes y en vías de desarrollo. Iberdrola cuenta
con un fondo de capital-riesgo perseo en el que estamos invirtiendo en nuevos
modelos de negocio que tienen que son rentables. Se abre así la línea de impacto
de perseo para invertir en nuevos modelos en países en los que en los que
nosotros no estábamos trabajando. Teníamos un objetivo de millones de
beneficiarios hasta el año y con la agenda se aprueba la agenda en el año y
entonces Iberdrola tiene un nuevo objetivo a alineado con esa nueva estrategia de
millones de beneficiarios al año.
Además del 7 y el 13 me gustaría destacar el papel tan prioritario que tiene el 17.
Sin el objetivo 17 creemos que es muy difícil conseguir el resto de objetivos y de
ahí de nuevo hablar de innovación. Tenemos que pensar de manera diferente
tenemos que pensar fuera de la caja y pensar en nuevas maneras de trabajar en el
campo de estas alianzas multiactor.
Entonces me gustaría destacar que Iberdrola es uno de los referentes y líderes del
sector privado por su contribución en los ODS debido a esa inclusión estratégica
en la operativa de la compañía. Tenemos diferentes acciones que podríamos
resaltar. Iberdrola está llevando a cabo una concienciación tanto interna como
externa de todas las actividades, creemos que es muy importante dar a conocer
este papel de aportación a la agenda. Además, se ha formado un comité
multidisciplinar, el comité ODS, dentro de Iberdrola en el que estamos viendo el
plan de acción para fomentar esa contribución de Iberdrola en el papel de los ODS
y contamos con una cátedra ODS con la Universidad Politécnica de Madrid,
expertos internacionalmente reconocidos en el campo de los ODS. Trabajamos
con diferentes instituciones de Naciones Unidas para conocer una metodología y
poder medir el impacto real y transparente de la contribución de los diferentes
sectores a los objetivos y, una de las medidas que quizá sean más innovadoras y
que me gustaría destacar, ha sido la vinculación de un bono estratégico con el
salario de la más alta dirección realmente vinculado con la contribución a los
ODS.
Las sesiones tercera, cuarta y quinta nos facilitarán herramientas prácticas sobre
el cómo utilizar los ODS para orientar dicha transformación.
Estos procesos no tienen una receta única. Para ilustrarlo, en las dos últimas
sesiones del módulo contamos con la experiencia de dos organizaciones que han
abordado procesos de cambio tomando los ODS como marco de referencia.
Por supuesto esta no es una regla general pero sí es un fenómeno frecuente que
explica en cierta medida el porqué de la falta de líderes de referencia a la que
aludíamos al principio. Es por ello por lo que cada vez se presta más atención al
liderazgo como una propiedad de la organización, que no depende
exclusivamente de individuos escogidos, situados en lo alto de las pirámides
jerárquicas pero la concepción tradicional del líder es muy resistente y perdurará
mientras sigan presentes algunos poderosos estereotipos.
Los profesores Martin Mathews y Katalin Illes proponen repensar lo que ellos
denominan 'Los tres mitos del liderazgo' que además nos pueden servir para
resumir lo que hemos visto hasta ahora. El primero de los mitos dice que el líder
es quien está en lo alto de la jerarquía de la organización, los demás son
seguidores. El segundo dice que el liderazgo reside en individuos singulares y el
tercero de los mitos es que el liderazgo es ante todo construir una visión y saber
comunicarla.
Tanto los líderes transaccionales como los transformacionales cometen este error
con mucha frecuencia. Quienes son capaces de entender el efecto del contexto y
por tanto dedican un gran esfuerzo de liderazgo a diseñar y construir un entorno
apropiado tendrán muchas más probabilidades de lograr que la organización
avance, innove y sea verdaderamente transformadora. Este tipo de liderazgo
podríamos denominarlo relacional porque hace énfasis no solamente en los
individuos sino en la calidad de las relaciones que se establecen entre ellos, así
como en el espacio en el que las relaciones tienen lugar. Los buenos líderes son
capaces de conjugar los tres modelos de liderazgo que hemos visto, el
transaccional, el transformacional y el relacional y adecuarlos a circunstancias y
necesidades diferentes de la organización.
Una de las lecciones más importantes que nos ofrece la curva es que las
transiciones entre etapas son periodos críticos para la supervivencia. En las
transiciones la organización se puede estancar o desaparecer, o de ellas se puede
salir fortalecido. Si nos seguimos guiando por la metáfora de los seres vivos,
observamos que nos ha faltado una etapa: el declive o el “principio del fin”. ¿Está
toda organización predestinada a su desaparición? ¿Pueden escapar de la
decadencia, o es ésta inexorable?
Hay que anticiparse, y comenzar a cambiar cuando todavía se tiene energía para
ello. El secreto está en iniciar una nueva curva antes de que la primera comience
su declive. Por ejemplo, en el punto “A”, donde la organización tiene aún tiempo,
recursos y energía para afrontar las dificultades que puedan encontrarse si se
decide entrar en un nuevo y desconocido territorio con la esperanza de encontrar
un futuro mejor. Es cuando todavía se está fuerte, cuando hay que empezar a
construir la segunda curva. Por eso, cuando los pronósticos son cada vez más
difíciles de hacer, como sucede hoy debido a la complejidad y a la aceleración de
los acontecimientos, la anticipación resulta vital. Pero hasta que la segunda curva
se cruza con la primera, aparece una zona sombreada. Nos muestra que, si
queremos construir una nueva curva, habrá un tiempo en el que ésta coexistirá
con la curva por la que transitábamos.
Las nuevas ideas se mezclarán con las antiguas y las personas que contribuyeron
a que la organización funcionase bien, tendrán que convivir con aquellas que
creen en nuevas ideas que ponen en peligro a las actuales. Estamos en la región
de la “transformación”, en la que siempre tendremos que afrontar dos fuentes de
problemas. Por un lado, las contradicciones: por un tiempo convivirán nuevas
ideas y prácticas con ideas y prácticas asentadas en la organización. Con
frecuencia ambas competirán entre sí, e incluso pueden llegar a ser
incompatibles. Por otro lado, las resistencias al cambio: habrá quienes se
sentirán amenazados por el nuevo orden y tratarán de oponerse, incluso de
sabotear el cambio (luego profundizaremos en este asunto).
Los ODS suponen un cambio global y exigen a todas las personas y organizaciones
que pensemos en nuestra contribución a esos cambios. Pero al mismo tiempo, los
ODS son también una guía para cambiar, para que nuestra organización pueda
salir a tiempo de la curva, porque el cambio es más ineludible que nunca si
deseamos salir del declive.
Pero ¿por qué es tan difícil cambiar? Todos tenemos experiencias del esfuerzo y
el tiempo que hace falta para introducir y sostener cambios sustanciales en una
organización.
Maquiavelo nos lo explicaba muy bien en su famosa obra El Príncipe: “No hay
nada más difícil de emprender, más penoso de conducir o más incierto en su éxito
que introducir un nuevo orden de cosas, porque el innovador tiene como
enemigos a todos aquéllos que han prosperado en la vieja situación y sólo como
tibios defensores a los que pueden beneficiarse de la nueva”. Ante el cambio, en
las organizaciones siempre surgen enconadas resistencias. Las organizaciones
defienden su legado. Con frecuencia encontramos mecanismos de bloqueo, o de
sabotaje, que tratan de preservar el “status quo”.
Tenemos que estar preparados y saber que es probable que este tipo de resortes
se disparen cuando en nuestra organización estamos planteando un cambio del
calibre que exige la transformación sostenible, a la que hemos calificado también
como ineludible.
Uno de los mecanismos más efectivos para contrarrestar estos mecanismos es
construir redes y coaliciones de cambio, en el interior de la organización, y con
organizaciones diversas. A la vez que las organizaciones cambian, ellas mismas
provocan cambios en los sistemas en los que operan. Por ejemplo, las
organizaciones sociales tratan de cambiar las reglas del juego para favorecer a los
grupos más vulnerables, las empresas intentan influir en el comportamiento de
los consumidores y los gobiernos tratan de cambiar los incentivos de unas y otras
a través de regulaciones. Los cambios en el sistema social pueden concebirse
como un complejo entramado de relaciones, que no tiene un nodo central
definido.
Los ODS exigen cambios sistémicos, es por ello que dan una gran importancia a
la colaboración mediante alianzas y redes. Cambios que no sólo se producen
actuando en lo que podríamos denominar el hard del sistema (infraestructura,
tecnología, capital), sino que también precisan modificar el soft (modos de
relación, valores, cultura). Además, los ODS llaman a un cambio acelerado: lo que
implica buscar formas no lineales de propagación a través de redes de personas y
organizaciones. En definitiva, la agenda de ODS nos insta a provocar verdaderos
cambios disruptivos y sistémicos. Pero, no lo olvidemos, trasladar esta agenda a
nuestra organización es, al mismo tiempo, una excelente oportunidad para
promover y gestionar el cambio que todas nuestras organizaciones necesitan.
Decía Jack Welch, exdirector de General Electric: “cuando la tasa de cambio fuera
de la organización es mayor que la tasa de cambio dentro, el final está cerca”
¿Cómo puedo comenzar la transformación hacia la sostenibilidad en mi
organización? ¿Qué acciones concretas pueden provocar cambios internos en
favor de los ODS?
El proceso de reflexión puede ser impulsado por diferentes agentes dentro de una
organización. Es necesario identificar quién va a liderar el proceso, es decir,
quienes son los líderes de cambio. Estos deben promover que haya una verdadera
comunicación e implicación tanto a nivel vertical, de todas las instancias
tomadoras de decisiones, como horizontal, de todo el personal interno y agentes
externos. El proceso debe tener un enfoque transformador, planteado como un
proceso de exploración y reflexión interna que ayude a la organización a conocer
sus capacidades diferenciales respecto a la agenda de sostenibilidad global,
permitiéndole diferenciarse y convertirse en líder en ciertas áreas de la Agenda
2030; integrador porque mediante el desarrollo de manera colaborativa y
colectiva de las distintas áreas del trabajo relacionadas con los ODS, la estrategia
de alineamiento y contribución a los ODS idealmente debe ser definida por los
miembros de la propia organización, pues son quienes mejor conocen el potencial
y las limitaciones de la misma; útil esperando que los informes resultantes sean
de prácticos para definir una estrategia propia de alineamiento con los ODS.
¿Por qué es necesario priorizar los ODS? Los Objetivos de Desarrollo Sostenible
plantean un marco integral para las acciones de transformación y mejora global
de la sociedad. Por ello cubren todos aquellos aspectos sociales, económicos,
ambientales e institucionales incluidos dentro del concepto amplio de
sostenibilidad.
Sin embargo, no todas las organizaciones operan sobre todos los ODS ni trabajan
con ellos con la misma intensidad o ambición. En consecuencia, y para que las
estrategias de alineamiento maximicen su impacto, es muy importante tener
claro cuáles son aquellos ODS que juegan un papel importante o central en la
estrategia de alineamiento de la organización.
Este proceso finaliza con una integración de todos los aspectos analizados desde
las capas más altas de decisión y desde los aspectos globales y estratégicos para
permear hacia abajo hacia las unidades operativas y definir así una estrategia
concreta y operativa. Al mismo tiempo debe dejarse cierta flexibilidad para que
las unidades operativas en su contexto puedan maximizar su propia estrategia de
alineamiento, sobre todo en aquellos aspectos que no son tan importantes para el
conjunto de la organización.
Una vez hemos conseguido el reto de crear una hoja de ruta sostenible abrazada
por una compañía de más de 10.000 empleados, nuestro siguiente gran reto es
llevar este plan a quien realmente va dirigido, a nuestros grupos de relación. Este
proceso empezó justo después de terminar el diseño de la hoja de ruta y es nuestro
primer gran paso para la correcta implementación del plan y la consecución de
los objetivos. Implicar a las autoridades y comunidades locales, a clientes, a
asociaciones de vecinos, a entidades sociales, ambientales, entidades del tercer
sector, presentar el plan, co-implantar con ellos todas las acciones derivadas de
la hoja de ruta, estudiar con ellos cómo les afecta y cómo puede contribuir a su
bienestar.
En conclusión, una hoja de ruta sostenible alineada con los ODS para generar una
contribución positiva para nuestros grupos de relación.
A finales de los 90 entre el alumnado de la UPM había grupos con alta conciencia
social que trataban de involucrarse en procesos de colaboración con los países del
sur global en sus luchas contra la inequidad y la dependencia.
Las luchas por el 0,7% habían abierto importantes ventanas de oportunidad, por
un lado, los sucesivos gobiernos socialistas impulsaron el compromiso de España
con la Ayuda Oficial al Desarrollo en un proceso que llevaría desde el año 90 hasta
2009 a una financiación que pasó desde el 0,14% al 0,46% del PIB pese a casi una
década perdida por los gobiernos del PP entre los años 96 y 2004 en los que la
ayuda osciló en torno al 0,24%. El gobierno de Zapatero hizo crecer los recursos
coincidiendo en el tiempo con el compromiso internacional por mejorar la calidad
de la ayuda, la Agenda de París.
Por otro lado, en la UPM las luchas por el 0,7% habían logrado implantar en el 98
un presupuesto para cooperación, una partida anual de 100 millones de pesetas
que se empieza a aplicar en 2000. La partida se manejaba como si la universidad
fuera un donante más, ese presupuesto empezó apoyando acciones de grupos,
muchos de ellos radicados en la propia universidad. La inversión anual de la
universidad computable como AOD, como Ayuda Oficial al Desarrollo, llegó a
alcanzar un máximo cercano al millón de euros en 2008.
En 2005 tanto la universidad como algunos de sus grupos entendieron la
necesidad de avanzar en la implicación. La llamada internacional a una mejor
eficacia y una mejor calidad en la ayuda, el crecimiento previsto en recursos y la
responsabilidad social de la universidad como formadora de ciudadanos globales
llamaban a incorporar la acción por un desarrollo humano equitativo en el núcleo
de la actividad universitaria, se trataba de dejar de ser un donante para
transformarse en actor con recursos propios.
Las universidades tienen un papel esencial en educar a aquellos líderes del futuro
en el Desarrollo Sostenible, ¿qué quiere decir esto? Pues quiere decir desde tener
un currículum que sea holístico hasta reflexionar sobre qué conocimientos,
aunque básicos, deba de tener una persona que estudie por ejemplo en la Facultad
de Medicina sobre Desarrollo Sostenible para hacer una práctica de la medicina
que contenga los Objetivos de Desarrollo Sostenible en el futuro.
Hay otras dos áreas en las que las universidades pueden tener un papel vital, por
un lado, en la gobernanza interna, en aquellas actividades que la universidad hace
regularmente, estas se pueden enfocar con una visión de los ODS, es decir:
estamos dando en la cafetería una nutrición que sea saludable, tenemos un plan
para reducir las emisiones, tenemos un plan para conseguir la igualdad de género
entre el profesorado, en los cargos de liderazgo, entre el alumnado en
determinadas carreras, etc. Y por último las universidades tienen un papel de
liderazgo externo, son agentes neutrales en la mayor parte de los países y pueden,
a través de esta neutralidad, sentar en la mesa a distintos sectores que serán
vitales para la consecución de los objetivos como por ejemplo los gobiernos, el
sector privado, la sociedad civil que en otros contextos pues a lo mejor están
menos interesados a reunirse.
Esto son cuatro áreas que está guía, que se publicó hace dos años, identifica.
Nosotros estamos viendo que hay universidades que lo que están haciendo es
utilizar lo que ya tenían planeado y darle un nombre de los ODS es decir, una
universidad que ya tenía un plan para reducir emisiones ahora dice que este plan
está bajo el objetivo 13 y eso es fantástico porque da a conocer los objetivos y es
muy importante que los alumnos, que el profesorado, conozcan esta agenda pero
es incluso más interesante aquellas universidades que están cogiendo la agenda y
diciendo cómo podemos transformarnos para ser implementadores de esta
agenda, es decir, que están cogiendo aquellas actividades que ya tenían planeadas
pero están yendo un paso más allá y están utilizando la agenda para transformar
todas las actividades que dan lugar en la universidad, desde la educación hasta
como la universidad contrata a los servicios de limpieza por ejemplo y este es el
área que es más complicada y donde hay quizá más resistencia porque las
universidades como instituciones en muchos casos de muchos siglos pues llevan
su tiempo para evolucionar.
Oxfam es una gran organización, con muchos años. Tenemos unos 10.000
trabajadores, unos 30.000 voluntarios, estamos en unos 90 países, con un fuerte
presupuesto de unos 1000 millones de euros y unos sesenta y tantos años ya de,
digamos, historia. Es una organización que hace años hizo una fuerte opción por
ir a las causas, por enfrentar aquello que está detrás, ese contexto que hace más
difícil que se luche contra la pobreza extrema.
Para ello, nuestro eje central es el de la desigualdad, el objetivo ODS 10, pero
también desde este marco, desde ese paraguas estamos trabajando en otros
objetivos como el cambio climático, la lucha contra el hambre, sectores
educativos, y otros, agua, saneamiento, higiene...
Nos hace falta cambiar. Y nos hace falta cambiar en este mundo que también
cambia a una fuerte velocidad, máxime en nuestro sector, en el del desarrollo;
con fuertes cambios en los equilibrios entre el propio poder, ese paso hacia el sur,
esos poderes emergentes. O un estado español para Oxfam Intermón, para Oxfam
acá, que está en crisis, con una crisis económica que ha arrojado a mucha gente a
una fuerte pobreza, que ha incrementado la desigualdad en nuestro país también.
Y con una cierta crisis en nuestro sector, en el de la cooperación, con una
confusión sobre el rol que la cooperación para el desarrollo tiene en este mundo
en cambio y el de las ONG, como intermediarios, como aquellos que estamos en
medio, con cierto riesgo de caer en la vieja verticalidad que la cooperación tiene.
Pero también hay algunos motivos que son puramente internos. Es una
organización con un origen anglosajón, muy del norte, de los afiliados que
estamos en los países ricos y que hemos cooperado con los países pobres, con
unos costes transaccionales fuertes, con una complejidad que muchas veces no se
asocia con la diversidad y con una capacidad para influir alta, pero solamente
desde nuestras campañas, desde nuestro advocacy, con un conocimiento
disperso.
Desde ahí, desde esos motivos, es desde donde hemos hecho un plan de cambio
todo Oxfam Internacional hacia el 2020, que a lo que aspira es a una organización
mucho más eficiente, con decisiones mucho más rápidas, con unos afiliados
fuertes, con una viabilidad financiera tanto con los recursos libres como con los
institucionales, y que tenga una capacidad para influir mayor. Esa influencia que
es la que el marco de los ODS y la Agenda para el 2030 nos están indicando. Los
cambios ya no pueden ser solamente a nivel proyecto, ya no pueden ser aquello a
lo que nos dedicamos con nuestros objetivos precisos. Hace falta conectarse, hace
falta influir en otros espacios. Los ODS es una agenda universal, es una agenda
sistémica, es una agenda de cambio estructural interconectada y así hace falta
enfrentarla. Hace falta enfrentarla aquí en España, en América Latina, África, en
cualquier región, cualquier país, cada uno desde sus diferentes ámbitos, espacios,
orígenes, pero también con una voluntad de esa universalidad y de hacerlo de una
forma estructural.
Cuando tienes esa primera fase del cambio que es: qué me pide el contexto, qué
necesidad tengo de cambiar y hacia dónde quiero ir (la visión), es cuando aparece
esa segunda parte de, ¿y ahora por dónde empiezo? Porque en el fondo, Oxfam,
no deja de ser un trasatlántico que necesita empezar a moverse hacia un objetivo.
Para una organización como Oxfam, que tiene más de 10.000 personas
contratadas (Oxfam Intermón mil más o menos). Y nada más que 1.800
voluntarios y voluntarias o casi 80 millones de presupuesto, no es fácil hacer ese
viraje. Y además lo más importante es que no solamente queríamos cambiar hacia
un sitio, sino que queríamos cambiar nuestra manera de hacer, para que, si
dentro de cuatro años que cambiar hacia otro sitio, poder hacerlo rápidamente.
Es decir, es el cambio del cambio. Esto no es un proceso de cambio para esperar
a que haya otro en 30 años. Es convertirnos en una organización que vaya
sorteando ese contexto cambiante.
Para nosotros fue clave identificar las temáticas, las regiones, los espacios que
iban a ser clave para nosotros, pero también fue muy útil identificar cuatro piezas
del cambio.
Avanzamos hacia un tipo de, digamos, red organización Oxfam con un centro que
tiene fuerza, más fuerza de la que antes tenía, con unos recursos que se
comparten. No son muchos, pero sí mayores que los que había hasta ahora, con
planes, con reglas comunes que estamos acordando entre todos los afiliados. Pero
lo queremos hacer en red, manteniendo una fuerza de los diferentes afiliados y
de los países programa.
Y con ese centro habilitante de las conexiones entre la red, donde se pueden
aportar ya no gestión, ya no línea jerárquica, sino valor añadido. Ese es el
principal vector del nuevo cambio. ¿Qué podemos aportar cada afiliado? Desde
el conocimiento, desde las redes, desde las campañas, desde la influencia, desde
la financiación a las estrategias de cambio que cada país tiene bilateralmente,
juntando los países afiliados, afiliados en el sur, que ya están, que ya hay y que en
el futuro habrá más.
Sí seguimos siendo, digamos, el afiliado que da el back office para algunos países,
que contratamos a las personas y a los programas en algunos países, pero
fundamentalmente, en lo que nos convertimos todos es en lo que llamamos
partner affiliate, de una forma mucho más horizontal. Ya no es esa jerarquía
vertical, sino que es la contribución desde diferentes afiliados con su valor a la
estrategia de cambio que cada país tiene desde su realidad, desde su sociedad,
desde los aliados y las contrapartes con las que está trabajando.
Cada vez más, vemos que los desafíos son compartidos entre países del sur y del
norte y, por lo tanto, cada vez más hablamos de una forma conjunta de esos
desafíos y de cómo afrontar esos desafíos teniendo en cuenta que los contextos y
la intensidad de los mismos son distintos. Un ejemplo claro son las campañas de
desigualdad que hacemos en Oxfam, campañas de desigualdad que, por ejemplo,
tratan de entender cuáles son los esfuerzos que los gobiernos hacen para luchar
contra la desigualdad en cada uno de los países.
Hemos hecho una opción muy fuerte por el conocimiento. De tenerlo mucho pero
muy disperso a aglutinarlo en centros de conocimiento por varios temas y
funcionar toda la red para volcar ese mismo conocimiento y luego para ponerlo a
disposición de los diferentes programas Oxfam, pero también de nuestros aliados
y de nuestras contrapartes. Influir no sólo por las campañas, por el advocacy, por
la influencia política, sino también por las mejores experiencias, buscando
siempre escalado, aquello que va a tener un impacto mayor que el estricto de
nuestros programas y de nuestra financiación.
¿Qué retos, qué desafíos tenemos con estos cambios? Bueno, primero, lo he
comentado antes, es un sistema multiactor, mucho más complejo y, por lo tanto,
tenemos un desafío importante cada uno de los actores: redefinir nuestras
funciones e identificar cuál es nuestro valor añadido en este sistema.
Otro segundo desafío es la dificultad real para hacer que los programas en los
países, las actuaciones de Oxfam en los países realmente cambien. No es evidente.
Hay resistencias naturales que tienen que ver con lo desconocido, miedos porque
la gente puede sentir que pierde el poder, miedo incluso por la pérdida de puestos
de trabajo. Esto es un elemento de los más difíciles de dentro del cambio.
Hay un elemento también, el que yo llamo fatiga del cambio. En un proceso largo
de cambio que dura más de un año hay un riesgo de que la gente pierda la
motivación, se desmotive. Y también hay un riesgo de que la organización en este
proceso de cambio pueda perder talento.
Y por último, otro riesgo es que podemos estar en algún momento poniendo
demasiado foco en los procesos internos, en procesos que tienen que ver con
cambios de estructuras, cambios legales, cambios administrativos, y podemos
estar perdiendo el foco de cuál es el objetivo fundamental de cambio: lo que yo
llamo el “cambio verdadero”.
En las cuatro sesiones que siguen nos centraremos en el Objetivo 17: “Alianzas
para lograr los objetivos”
Por último, en la cuarta y última sesión del curso, analizaremos el caso de una
organización en pleno proceso de transformación, motivado en gran parte por la
necesidad de preparar su estructura y su cultura para el trabajo en alianza.
Las alianzas que ofrecen cambios sostenibles suelen empezar por la gestión de
proyectos de colaboración; posteriormente tienden a la inclusión y capacitación
de los socios y grupos de interés; si hasta ahora el trabajo se ha hecho bien,
comenzarán a producirse cambios internos dentro de las organizaciones
miembro; y finalmente, los resultados de su trabajo se consolidan y son llevados
a la política cotidiana, provocando así un impacto más profundo.
Tuve la oportunidad de participar en el nacimiento de la Fundación Elecnor en
2008 y la dirigí en sus comienzos. Luego me uní al Consejo Asesor.
Así nos dimos cuenta de que, aunque conocíamos una posible solución de mayor
alcance del que se esperaba, no podíamos abordar este proyecto sin contar con
los propios beneficiarios. El INDAP, que estaba en contacto continuo con los
agricultores del Totoral, fue un socio clave para fortalecer el acercamiento a la
comunidad y reducir la desconfianza que había al principio. Este proceso de
conversación con la comunidad duró casi un año, durante el cual fueron
necesarias numerosas reuniones. Incluimos en dicho proceso a 80 personas de la
comunidad, la mayoría de ellas mujeres. A lo largo de un buen número de
reuniones y talleres elaboramos conjuntamente la propuesta de un proyecto que
respondía a la necesidad de urbanización del pueblo: concretamente, la dotación
de energía a las viviendas, la instalación de un sistema de riego tecnificado por
goteo y la depuración de agua. Con nuestra coordinación desde Fundación
Elecnor, Elecnor Chile desarrolló el proyecto técnico y aportó la mano de obra
experta para su ejecución. También se contrataron trabajadores entre los
miembros de la comunidad, y las Juntas de Energía y Agua de El Totoral (que
aglutinan a más 150 miembros de la comunidad) fueron las responsables de
supervisar y comprobar que el alcance del proyecto era el acordado. La
comunidad depositó toda su confianza en el proyecto, es más, se apropió del
mismo.
Por eso, en 2016, cuando Fundación Elecnor dio por concluida la construcción de
una balsa, la instalación solar fotovoltaica y la recuperación de la planta de
tratamiento de agua por ósmosis, estas infraestructuras pasaron a ser gestionadas
por las propias Juntas de Energía y Agua. Desde entonces, la comunidad no ha
dejado de realizar mejoras, como la instalación de un circuito de cámaras para
aumentar la seguridad de las plantas, y ha ido ampliando el servicio de
electricidad a todas las viviendas del pueblo.
Después de muchos meses de trabajo con el INDAP logramos firmar con ellos un
convenio de financiación del proyecto. El INDAP aportó el 40% de la financiación
y Fundación Elecnor el 60%. No fue fácil llegar a este punto. Más allá de garantías
y penalizaciones que conllevan un convenio público-privado, hay un momento
crucial, y es cuando se produce una relación de confianza fundada en el
conocimiento y trabajo responsable de ambas partes. Hay que decir que fue un
hito, pues fue la primera vez que el INDAP confió en una institución privada y
extranjera para realizar un proyecto de esta envergadura. Con mucho orgullo,
podemos decir que la relación entre ambas instituciones sigue fortaleciéndose.
En el caso del Totoral, la decisión de trabajar juntos los tres colectivos se toma
muy al principio, y se formaliza después de un año de trabajo, discusiones,
acercamiento…. ¿cuáles son las principales dificultades de trabajar en Alianza?
Fundamentalmente podemos decir que la empresa y los organismos públicos
trabajamos en diferentes velocidades, no es mejor ni peor, simplemente es así.
Por otro lado, siempre hay cierta desconfianza mutua –entre los diversos
colectivos que configuran la alianza- que nuestra experiencia nos indica que se
convierte en confianza cuando nos conocemos más y trabajamos juntos.
Identifica las partes de la alianza y describe sus roles. Las Alianzas Multiactor son
una estrategia de promoción de desarrollo en la que están implicados tres
importantes actores en cualquier sociedad: el sector privado, el sector público y
la comunidad beneficiada. La unión de las capacidades de estos tres protagonistas
tiene resultados mucho más consistentes y sostenibles en el ámbito del
desarrollo, al estar identificados todos sus intereses y lo que cada uno tiene que
aportar.
Debido a sus distintas características, el trabajo que cada uno de estos actores
puede implementar en favor de la cooperación al desarrollo tiene muchas aristas.
Para sacar el máximo partido a la alianza que se establece entre ellos y que el
impacto en la población en riesgo de exclusión social sea mucho más efectivo, es
necesario conocer cuáles son los puntos fuertes que desde su experiencia pueden
ofrecer:
• Sector público (INDAP): por su parte, el sector público tiene como objetivo
principal cumplir la ley para proporcionar unos servicios públicos básicos
a todos los ciudadanos. A través de un marco regulatorio adecuado busca
proteger a los colectivos más vulnerables y garantizar la estabilidad y la
sostenibilidad de las iniciativas enfocadas al desarrollo.
• Comunidad beneficiada (Juntas de Energía y Agua de Totoral): son
quienes deben identificar necesidades, validar las soluciones técnicas y
apropiarse del proyecto.
Además de los impactos evidentes del proyecto piloto hay muchas lecciones
aprendidas que fueron tomando forma durante nuestro trabajo conjuntamente
con la población refugiada. En Adi-Harush hay miles de jóvenes eritreos, con una
gran motivación y espíritu emprendedor, que cuentan con habilidades y
capacidades relevantes para contribuir a la mejora no sólo de su comunidad sino
también de las poblaciones que acogen los campos. Casi sin darnos cuenta,
durante este viaje hemos aprendido a replantear nuestra forma de concebir los
campos de refugiados.
La legitimidad aportada por los resultados exitosos del proyecto piloto se ha visto
traducida además en un aumento del compromiso por parte de todos miembros
de la Alianza y en el aumento de los recursos (humanos, técnicos y materiales) a
esta segunda fase de la Alianza.