PANHIPOPITUITARISMO
PANHIPOPITUITARISMO
PANHIPOPITUITARISMO
Su origen puede ser de células hipofisarias (hipopituitarismo primario) o por déficit de péptidos
liberadores hipotalámicos (hipopituitarismo secundario o hipotalámico). En ambas situaciones
puede fallar un sector hormonal (hipopituitarismo parcial o monotropico) o estar involucrada toda
la secreción de la glándula (panhipopituitarismo).
La sintomatología se observa bien cuando hay una destrucción intensa del parénquima glandular.
Etiopatogenia:
Cirugía hipofisaria: Depende del tamaño del tumor, del grado de invasión a tejidos adyacentes y
de la habilidad del neurocirujano para no comprometer tejido hipofisario. En una hipofisectomía
total es inevitable el panhipopituitarismo, seguido de una Diabetes insípida.
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Fisiopatología:
Trastornos de la conducta.
Insuficiencias genéticas y congénitas: Se observan muy poco. La hipoplasia y aplasia glandular así
como el sufrimiento fetal y asfixia posparto son causas a tener en cuenta.
Manifestaciones clínicas:
En las formas congénitas el trastorno del eje tiroideo, gonadal y suprarrenal es más grave cuanto
más precoz se presente. En la adquirida depende de los ejes afectados y del grado de afectación,
además de la rapidez de instauración.
El orden de afectación de las trofinas suele ser el siguiente: GH, FSH y LH, TSH y ACTH cuando es
por compresión. Cuando es por inflamación como en la uhipofisitis linfocitaria la afectación puede
no seguir ese orden y se puede comprometer en forma aislada el eje de ACTH o TSH.
En el eje tiroideo, hay hipotiroidismo determinado por el déficit de TSH es característico sin
bocio. Los síntomas pueden ser más leves que en el hipotiroidismo primario.
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El déficit de ACTH es grave y puede amenazar la vida del paciente, sobre todo en insuficiencia
aguda como en la apoplejía hipofisaria, y presentarse con hipotensión, shock, hipoglucemia,
nauseas, vómitos, fatiga intensa, astenia e hiponatremia dilucional.
Si el déficit se produce en forma gradual la clínica es más insidiosa y se presenta con pérdida de
peso, astenia, debilidad, fatiga y nauseas. Se diferencia del Adisson por la ausencia de
hiperpigmentacion “Adisson blanco”, y por no comprometer la secreción de mineralocorticoides.
En cuanto a la prolactina, existe una Hiperprolactinemia acompañando el cuadro dado por una
disminución de las señales inhibitorias hipotalámicas cuando existe al compromiso del tallo
hipofisario. Por el contrario el déficit de prolactina es raro y solo se manifestara en el puerperio
por agalactia. En general cuando existe déficit de prolactina existe un panhipopituitarismo.
Datos de laboratorio:
En aquellos pacientes que presentan un macroadenoma se debe solicitar valoración de todos los
ejes.
Para déficit de GH se realiza el screening con la IGF-1 que se encuentra baja y se confirma con
pruebas de estimulación como son GHRH-Arginina y la prueba de hipoglicemia insulinica.
El hipotiroidismo secundario se confirma con T4 L baja en dos oportunidades. La TSH puede estar
baja o normal, lo cual es inapropiado para el nivel de T4L.
El hipocortisolismo secundario se confirma mediante un cortisol hora 8 < 3 ng/ml con una ACTH
normal o baja. Si el cortisol basal está entre 3-15 ng/ml se debe realizar la prueba de estimulo con
250 μg de ACTH i/m confirmándose con un cortisol a los 30 minutos < a 20 ng/ml. Esta prueba de
estimulo no debe realizarse en agudo ya que se debe esperar al menos 4 semanas a que se
atrofien las suprarrenales.
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la etiología del mismo. Lo estructural se valora con RNM de región selar, y campo visual
computarizado.
Tratamiento:
El déficit de TSH se trata con levotiroxina sódica a una dosis que mantenga una T4 L normal. De
coexistir insuficiencia suprarrenal deben iniciarse siempre primero los glucocorticoides ya que la
hormona tiroidea aumenta el clearance de cortisol, con lo cual existe riesgo de crisis suprarrenal.
En déficit de ACTH deberá iniciarse sustitución luego de sacada sangre para su confirmación en
casos graves o luego de confirmado el déficit. Esta se realiza con hidrocortisona entre 10- 20 mg
/día u otro corticoide a dosis equivalente, habitualmente 10 por la mañana y 5 por la tarde,
simulando el ritmo circadiano endógeno. El control es clínico. Educar al paciente sobre doblar o
triplicar la dosis en caso de procesos intercurrentes, y en caso de intolerancia a la VO recibir
hidrocortisona parenteral entre 50 y 100 mg c/8-12 horas. 6. Pronóstico:
En los pacientes con insuficiencia hipofisaria existe aumento de la mortalidad (x2) de origen
respiratorio y cardiovascular.
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