23 Parashá Pekudei
23 Parashá Pekudei
23 Parashá Pekudei
Aliyás de la Torá
38:21 – 39:1
39:2-21
39:22-32
39:33-43
40:1-16
40:17-27
40:28-38
Maftir: 40:34-38
Pekudei
Durante cuatro parshaiot (Trumá, Tetzavé, Vaiakel y Pikudéi) la Torá nos dio una descripción muy
detallada de lo que contenía el Tabernáculo y nos enseñó cuál fue su propósito fundamentale : lograr
que la Presencia Divina morara dentro el pueblo hebreo.
Al inicio de la parashá Trumá: “Y me harán un Santuario y moraré entre ellos” (Shemot 25:8). Es decir, el
versículo no dice que la Presencia Divina morará dentro el Santuario, sino que morará “entre ellos”.
Por otro lado, vemos que poco después de haber recibido la Torá y de que Dios abriera el cielo e hiciera
milagros enormes para que recordasen ese evento maravilloso, el pueblo de Israel construyó y adoró un
becerro de oro. ¿Cómo es posible que lo hayan hecho, si apenas 40 días antes ellos estuvieron junto a
Dios y lo escucharon directamente? ademas el pueblo judío presenció milagros enormes durante las
plagas y el mar se abrió ante ellos, pero eso no los transformó ni logró que Dios estuviese plenamente
con ellos. ¿ pero por que ? La respuesta es muy sencilla: Dios puede alterar la naturaleza, pero no altera
la naturaleza humana.
Dios le dio la Torá a Moshé y Él mismo talló y labró las tablas que contenían los 10 Mandamientos.
Moshé bajó al cabo de 40 días después de haber estado hablando con Dios cara a cara y rompió las
tablas que Dios había escrito al ver que el pueblo judío estaba adorando al becerro de oro
posteriormente Moshé volvió a subir al monte para suplicarle a Dios que perdonara al pueblo judío y
permaneció allí 80 días. Finalmente, Dios los perdonó, pero le dijo a Moshé que ahora él debía tallar las
tablas para escribir de nuevo los 10 Mandamientos que estaban escritos en las primeras tablas que el
había roto.
¿porque dios le dice a moises que escriba el mismo las tablas ?¿ no podia haberlas vuelto a escribir el
mismo ? la respuesta es que uno cambia por lo que recibe, sino por lo que hace. si recordais moises
estublo hablando cara a cara con dios y cuando bajo su cara no brillava pero pespues de haber escrito las
tablas el mismo es cuando su cara brillava como el sol.
Cuanodo Moisés bajo les pidió a los judíos que donaran oro, plata y cobre para la construcción del
tabernáculo.
Entendemos ahora que fue sólo después el pueblo hebreo dieran de sus posesiones y dedicaron tiempo,
energía y esfuerzo en construir el Tabernáculo, que merecieron que ahora sí la Presencia Divina morara
plenamente entre ellos.
Vivimos en un mundo físico y nuestra alma está confinada a un cuerpo físico. Por esta razón, dice el Sefer
Hajinuj, lo que experimentamos físicamente deja una impresión fuerte en nosotros y a su vez, eso
motiva nuestros corazones y nuestras almas.
Vemos entonce la importancia de tener esas tablas con esos 10 mandamientos delante de nuestros ojos
para que nuestro tabernaculo no se corrompa delante del eterno y son nuestras acciones las que nos
mantienen delante de la presencia divina y no otra cosa.
La persona necesita conocer su objetivo final, su propósito en la vida, sólo entonces sus actividades
tienen propósito y significado real.“si no sabes hacia dónde te diriges… nunca llegarás”.
A veces dudamos de si realmente tenemos lo que se necesita para marcar una diferencia, y
cuestionamos aún más esto si comparamos nuestros talentos y recursos con otras personas que si están
marcando una diferencia.
No cometas el error de pensar que tu contribución no va a marcar la diferencia. Al igual que en los días
del tabernáculo, tu tienes la obligación de contribuir de acuerdo a tu capacidad. Ya sea que Dios te haya
dado oro, plata o cobre, estás obligado a dar lo que puedas. Y recuerda, no importa que metal tengas - si
es tu dinero, tu tiempo, o tu ayuda - alégrate al saber que no sólo estás dando en la medida exacta en
que Dios quiere que des, sino que estás sentando las bases para permitir que otros puedan dar también.
Las personas sólo podemos hacer mitzvot porque Dios nos permite que las hagamos. Dios sustenta
constantemente al mundo y a todo ser humano que hay en él; sin esta ayuda celestial no podríamos
hacer nada.
Después del pecado de Adam, Dios decretó que el hombre debería hacer un esfuerzo físico para
sobrevivir. Sin embargo, "debemos estar conscientes de que, en realidad, nosotros no logramos nada;
nuestras acciones no son más que la realización del esfuerzo necesario para cumplir con el versículo de
‘comerás el pan con el sudor de tu frente’"
La recompensa que recibimos por nuestras mitzvot no es por el resultado, sino por el esfuerzo que
hacemos.
Que sea la volunta de hashem que seamos merecedores de estar delante de la presencia divina por los
meritos de su hijo amado yeshua ha mashiaj . Amen y amen.
Muchas veces escuchamos a alguien decir, "No me importa lo que piensen de mí, yo sé que estoy
haciendo lo correcto". El acercamiento de la Torá, sin embargo, es que a pesar de que ciertamente
tenemos que hacer lo correcto ante los ojos de Dios, no debemos dar una impresión equivocada a
nuestros compañeros.
No solamente los otros tienen la obligación de juzgarme favorablemente, sino que al mismo tiempo es
mi responsabilidad evitar una situación en donde otros puedan llegar a una conclusión equivocada.