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ENTREVISTA
Entrevista a M ª José Gelabert
Directora académica de Enforex
CONTENIDOS
El orden de palabras de la oración simple en español y en griego
Bernal, Josep M.
Profesor visitante (Alemania)
¿Qué es la pronunciación?
Iruela Guerrero, Agustín
Universidad de Barcelona
2- ¿Cuáles son los retos a los que se tienen que enfrentar tanto las
instituciones como el sector privado para responder a la demanda creciente
del español en el mundo?
3- ¿Cuál cree que debe ser el papel del Ministerio de Educación y Ciencia a
la hora de ayudar a los profesores de E/LE? ¿Qué recursos cree que se
podrían aportar desde este ministerio?
Esto no es tan fácil. A todas las lenguas que no son inglés les pasa prácticamente
lo mismo. La preponderancia del inglés en el mundo es notable y esto tiene
aspectos positivos y negativos. Posiblemente, una manera de potenciarlo sería a través
de acuerdos con los principales portales como Google o Yahoo y , otra, impulsando el
uso de español al menos en lo que respecta a nuestras propias páginas web que muchas
de ellas aparecen en otro idioma, generalmente el inglés.
No. Según mi experiencia, hay bastantes estudiantes que aprenden porque lo necesitan o
simplemente por aprender otra lengua sin demostrar interés sobre la cultura. La verdad
es que gran parte de este colectivo tampoco es consciente de que la cultura es la base del
aprendizaje de una lengua.
Creo que una de las que más proyección tiene son los cursos online y derivados de uso
Internet.
10- ¿Cuál cree que será la situación del español en el mundo de aquí a 50
años?
1. INTRODUCCIÓN
Son de sobra conocidas las dificultades que afrontan los alumnos de E/LE cuyas
lenguas primeras son más rígidas que la nuestra en este capítulo de sus gramáticas
1
(DeKeyser 2005: 9). Pero, ¿qué sucede con quienes hablan lenguas que también se
muestran muy flexibles en cuanto al orden de palabras? Olga Mijáilovna Kálustova
y Ksenia Tánich afirman que, en la enseñanza del español a alumnos de lengua
rusa o ucraniana, a menudo los profesores se limitan a indicar que estos tres
idiomas son muy parecidos en sus secuencias oracionales, pero ello «no debe
inducirnos a la actitud equivocada de equiparar el orden de palabras español al del
ruso y ucraniano» (Mijáilovna Kálustova y Tánich 1997: 1). Como veremos a
continuación, esta observación también puede ser válida para el griego.
En las páginas siguientes expondré un breve análisis comparativo del orden de los
componentes de la oración simple en español y en griego. Al final, presentaré
algunas conclusiones sobre la enseñanza de este apartado de la gramática española
a alumnos griegos y, en general, sobre la conveniencia de realizar estudios
comparativos incluso en aquellos aspectos del aprendizaje de un idioma extranjero
en los que, en principio, no se prevén dificultades de adquisición a causa de las
semejanzas que pueden percibirse a simple vista. En este punto debemos recordar
que la comparación entre lenguas cuenta con una larga tradición y constituye uno
de los principales campos de interés entre quienes se dedican a la enseñanza de
idiomas. Ello es debido a su utilidad para entender los problemas que surgen en el
proceso de aprendizaje. Es cierto que la comparación puede aportar datos
significativos para conocer mejor el desarrollo de la interlengua (Baralo 2004). Sin
embargo, no está exenta de peligros: el principal tal vez sea acostumbrarse a ver la
lengua meta desde la perspectiva de la lengua de partida, atribuyendo el origen de
los errores únicamente a la interferencia lingüística. En cualquier caso, parece claro
que la comparación contribuye al desarrollo de un aprendizaje autónomo, y, con
estudiantes helenófonos, el orden de palabras es un área en la que la autonomía
del alumno puede resultar muy efectiva si la potenciamos adecuadamente.
1
Entre los numerosos trabajos dedicados al orden de palabras en español, nos limitaremos a
citar los de Contreras (1978), Fernández Soriano (1993) y Zubizarreta (1999). Con respecto
al griego moderno, que también cuenta con una amplia bibliografía, véanse, entre otros,
Horrocks (1983), Philippaki-Warburton (1985; 2001), Tsimpli (1990), Setatos (1996-1997),
Lascaratou (1989; 1998), Alexiadou (1999), Holton et al. (1999: 404-417), Clairis y
Babiniotis (1999: 311-319).
2
Si no se indica lo contrario, todas las traducciones incluidas en este artículo son mías.
3
Sin embargo, Xose A. Padilla indica que en español se observa el fenómeno de la
declinación sintáctica, el cual implica que «la aparición de un elemento de la oración en una
posición concreta determina automáticamente su función sintáctica». Así, en la oración La
pasión de María ocasionó una fuerte disposición de ánimo «el orden SVO determina las
funciones sintácticas sustituyendo a otros indicadores como la preposición a de OD» (Padilla
2003: 28). La interpretación de La pasión de María como objeto directo sería forzada.
2
Gracias a estos recursos, en griego —como también, por ejemplo, en ruso (Comrie
1981: 71-72)— todas las posibles combinaciones de S, V y O son teóricamente
admisibles (Holton et al. 1999: 405; Lascaratou y Georgiafentis 2004: 4), tal como
se muestra en los siguientes ejemplos (Juan besó a María, tomado de Holton et al.
1999: 405):
?
(1f) Τη Μαρία ο Γιάννης φίλησε.4 [OSV]
La María-acus. el Juan-nom. besó
En español sólo se consideran admisibles las oraciones (2a), (2b), (2c) y (2d):
Por norma general, las lenguas disponen, como mínimo, de un orden básico que se
usa para transmitir, con entonación neutra, una información nueva en su totalidad,
mientras que con los demás órdenes se proporciona un valor informativo particular
a una determinada parte de la oración (Vallduví 2002: 1223-1225). Los órdenes
básicos del español son SVO y VSO (Zubizarreta 1999: 4217), y los del griego son
SVO, VSO y VOS (Holton et al. 1999: 406-408). Por lo tanto, en griego las
oraciones (3a), (3b) y (3c), que significan El gato se comió un ratón (ejemplo
tomado de Zubizarreta 1999), son, en teoría, igualmente aceptables como
4
La oración (1f) presenta un signo de interrogación porque, en griego, el orden OSV no es
considerado natural sin la presencia de un clítico y sin frontera prosódica entre el objeto
directo y el sujeto (Lascaratou y Georgiafentis 2004: 48). Sin embargo, en Holton et al.
(1999: 405) dicha oración se da por buena.
5
Con respecto a las oraciones (2e) y (2f), Samuel Gili Gaya considera las combinaciones
SOV y OSV «totalmente inusitadas en la conversación y raras en la prosa literaria» (1998:
83). Sin embargo, la oración (2f) sería correcta, como también sucede en griego, con un
clítico y con frontera prosódica entre el objeto directo y el sujeto: A María, Juan la besó. La
oración (2e) también requiere frontera prosódica entre el sujeto y el objeto directo para ser
aceptable.
3
respuestas a una pregunta del tipo ¿Qué pasó? (esto es, a una pregunta cuya
respuesta es nueva en todos y cada uno de sus componentes).
Según Fernández Soriano (1993: 121), SVO es el orden más normal en español,
mientras que VSO y VOS constituyen «órdenes alternativos».8 Con respecto al
griego, SVO es el orden transitivo activo más común en oraciones principales y
subordinadas (Lascaratou y Georgiafentis 2004: 6), pero se ha demostrado que la
secuencia básica es VSO y que SVO resulta del proceso de tematización del sujeto
(Philippaki-Warburton 1985). Así pues, la oración (3b) sería, al menos
teóricamente, la respuesta más normal a una pregunta del tipo ¿Qué pasó?. Sin
embargo, en griego el sujeto tiende a ocupar la posición inicial de la oración cuando
es conocido por los interlocutores y presenta rasgos como la brevedad y el carácter
determinado (Holton et al. 1999: 407). Puesto que en los ejemplos (3) el verbo es
transitivo (έφαγε ‘se comió’) y el sujeto es breve y determinado (o γάτος ‘el gato’),
la oración (3a) constituye la respuesta más probable a la pregunta anterior
(Lascaratou y Georgiafentis 2004: 12-13).
6
En griego, el orden VOS presenta un uso bastante limitado, pero puede ser empleado para
transmitir una información nueva en todos sus componentes. Sobre las propiedades de la
secuencia VOS en griego, véase Georgiafentis (2001).
7
Sobre las propiedades del orden VOS en español, véase Zubizarreta (1999: 4232-4234).
Como indicaremos más adelante, en español y en griego el sujeto tiende a ocupar la posición
final de la oración cuando es largo y sintácticamente complejo, p. ej. en (7). Desde esta
perspectiva, el orden VOS también podría ser considerado básico en español.
8
En cualquier caso, las oraciones (4a) y (4b) se consideran igualmente correctas como
respuestas a una pregunta del tipo ¿Qué pasó?, no así (4c) (Zubizarreta 1999: 4233). Sin
embargo, VSO ha sido postulado como el orden más básico del español, por lo que SVO
constituiría una derivación de VSO (Groos y Bok-Bennema 1986).
9
Sobre los factores que influyen en el uso del orden VSO en español y en griego, véanse
Fernández Soriano (1993: 122-124) y Holton et al. (1999: 406-407) respectivamente. Con
relación al español, véase también Mendikoetxea (1999). En este trabajo nos referimos al
español estándar, ya que el orden VSO no es obligatorio, por ejemplo, en las interrogativas
del español del Caribe (Zubizarreta 1999: 4217).
4
respuestas a una pregunta del tipo ¿Qué pasó?, en griego Tι έγινε;10), presentan
verbos inacusativos (verbos que significan aparición, llegada, entrada, etc.). Así
pues, con este tipo de verbos y en el contexto mencionado, el griego y el español
prefieren el orden VS frente a SV.
?
(5d) Un niño vino.
?
(6d) Gritó un niño.
Finalmente, tanto en español como en griego los elementos más pesados, es decir
los más largos y más complejos, tienden a ocupar la posición final de la oración
(Fernández Soriano 1993: 130-131; Lascaratou y Georgiafentis 2004: 11, de donde
el ejemplo).
3. FACTORES PRAGMÁTICO-DISCURSIVOS
10
En griego, el punto y coma hace las funciones de signo de interrogación.
5
Las oraciones (8a) y (8b), con orden VS, ofrecen una información nueva en todos
sus componentes. Se trata, en otras palabras, de una información que no puede ser
deducida del discurso previo. No sucede lo mismo con las oraciones (9a) y (9b):
El uso del orden SV en estas oraciones indica que ya se ha hecho referencia al inicio
de la contienda y que el interés informativo se centra en el año 1936. En
consecuencia, estas oraciones son respuestas adecuadas a las preguntas ¿Cuándo
comenzó la guerra civil española? y Πότε άρχισε ο ισπανικός εµφύλιος πόλεµος;
respectivamente
11
En el presente trabajo no abordamos el llamado tema vinculante; véanse Zubizarreta
(1999: 4222-4223) y Holton et al. (1999: 414-415).
6
contexto discursivo permite distinguir una oración declarativa neutra de otra con
foco final (Lozano 2006: 377-378). Pero el foco puede aparecer en otras posiciones,
como por ejemplo en la oración (12), y en él también recae el acento principal de la
oración, el cual tiene carácter enfático (acento nuclear enfático). En estos casos,
afirma Zubizarreta (1999: 4229), nos hallamos siempre ante focos contrastivos. Por
lo tanto, la respuesta adecuada a la pregunta ¿Quién compró el periódico? (es
decir, una respuesta con sujeto focalizado neutro) sería la oración (13a), ya que el
sujeto focalizado antepuesto al verbo sería contrastivo:
La preferencia del español por la posición del sujeto focalizado neutro a la derecha
del verbo es perceptible en oraciones con verbos inacusativos e inergativos. Según
Lozano (2006: 379), en estas oraciones el sujeto, al funcionar como foco neutro,
tiende a aparecer después del verbo. En consecuencia, la distinción entre estos dos
tipos de verbos con respecto al orden de palabras se neutraliza en contextos de
foco neutro:
El valor particular del inicio de la oración para el foco neutro se refleja también en
el lenguaje periodístico griego, en el que es habitual situar al principio el núcleo del
12
Según Sara Beaudrie (2005: 23-24), en español podemos distinguir dos tipos de foco
contrastivo (o identificativo, en la terminología usada por esta autora): el exhaustivo, que
«identifica un subconjunto de un conjunto de elementos determinados por la situación o el
contexto» y el contrastivo (propiamente dicho), que «niega la validez de una variable para
afirmar la veracidad de otra». Así, el foco antepuesto de la oración (13b) podría funcionar
como exhaustivo, por lo que dicha oración sería una respuesta adecuada a la pregunta
planteada en (13), en un contexto en el que se identifica a Juan entre un grupo de personas
sobreentendidas.
7
interés informativo (Sarafidou 2003: 63). Ello da lugar a oraciones que no pueden
ser traducidas al español con el orden de palabras griego (ejemplos procedentes del
periódico Το Βήµα, 31 de agosto de 2004):
(16b) El Primer Ministro reconoció ayer por primera vez la contribución del
gobierno de Simitis en la exitosa organización de los Juegos Olímpicos.
4. CONCLUSIONES
El alumno de E/LE debe aprender qué órdenes de palabras son los más relevantes
en la lengua meta, hasta qué punto dichos órdenes son estrictos y qué factores
gramaticales y pragmatológicos influyen en ellos. Teniendo en cuenta las afinidades
expuestas en el presente artículo, no es probable que los alumnos griegos de E/LE
experimenten dificultades a la hora de producir e interpretar los órdenes de
palabras del español. De hecho, el fenómeno inverso (la facilidad de los alumnos de
lengua española a la hora de asimilar las secuencias oracionales del griego)
también ha sido observado (Mangana 2002). Sin embargo, existe una diferencia
significativa, de orden pragmatológico, relacionada con el foco neutro.
5. REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
8
Alonso Belmonte 2004: Isabel Alonso Belmonte, «La subcompetencia discursiva».
En J. Sánchez Lobato y I. Santos Gargallo (eds.), Vademécum para la formación de
profesores. Enseñar español como segunda lengua (L2) / lengua extranjera (LE).
Madrid: SGEL, 2004, 553-572.
Georgiafentis 2001: Michalis Georgiafentis, «On the properties of the VOS order in
Greek». Reading Working Papers in Linguistics, 5 (2001), 137-154.
Gili Gaya 1998: Samuel Gili Gaya, Curso superior de sintaxis española. Barcelona:
Vox, 1998 (8ª ed.).
9
Lascaratou 1998: Chryssoula Lascaratou, «Basic characteristics of modern Greek
word order». En Siewierska (1998: 151-171).
Mairal y Gil 2004: Ricardo Mairal y Juan Gil, «Los universales lingüísticos: pasado y
presente». En R. Mairal y J. Gil (eds.), En torno a los universales lingüísticos.
Cambridge y Madrid: Cambridge University Press y Akal, 2004, 9-88.
Mangana 2002: A. Mangana, «The acquisition of Modern Greek word order by adult
L2 learners». En M. Makri-Tsilipakou (ed.), 14ο ∆ιεθνές Συνέδριο Ελληνικής
Εταιρείας Εφαρµοσµένης Γλωσσολογίας. Τοµέας Θεωρητικής και Εφαρµοσµένης
Γλωσσολογίας. Τµήµα Αγγλικής Φιλολογίας. Tesalónica: University Studio Press,
2002, 223-235.
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orden de palabras en español, ruso y ucraniano: análisis contrastivo y traducto-
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Padilla 2003: Xose A. Padilla, «El orden de palabras en el español coloquial». Tesis
Doctoral, Universitat de València (disponible en la Biblioteca Virtual Miguel de
Cervantes: www.cervantesvirtual.com).
Sarafidou 2003: Τριανταφυλλιά Σαραφίδου, Θέµατα σύνταξης και λόγου της νέας
ελληνικής γλώσσας. Atenas: Εκδ. Αθ. Σταµούλης, 2003.
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νεοελληνικής». Επιστηµονική Επετηρίδα της Φιλοσοφικής Σχολής του ΑΠΘ, 6 (1996-
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Siewierska 1988: Anna Siewierska, Word Order Rules. Londres, Nueva York y
Sydney: Croom Helm, 1988.
10
Siewierska 1998: Anna Siewierska (ed.), Constituent Order in the Languages of
Europe. Berlín, Walter de Gruyter, 1998.
Tsimpli 1990: Ianthi Maria Tsimpli, «The clause structure and word order of Modern
Greek». UCL Working Papers in Linguistics, 2 (1990), 220-258.
Zubizarreta 1998: María L. Zubizarreta, Prosody, Focus, and Word Order. MIT
Press, 1998.
11
redELE revista electrónica de didáctica / español lengua extranjera
NÚMERO 9
¿Qué es la pronunciación?
AGUSTÍN IRUELA GUERRERO
Universidad de Barcelona
1. INTRODUCCIÓN
Según el MRE1, la lengua se usa para realizar básicamente cuatro clases de actividades:
• La expresión.
• La comprensión.
• La interacción.
• La mediación.
Estas cuatro actividades se pueden realizar tanto en la lengua oral como en la lengua
escrita. Esto quiere decir que la pronunciación, entendida como la habilidad para producir y
percibir elementos fónicos, está presente en las cuatro actividades que se desarrollen en la
lengua oral, a saber: la expresión oral, la comprensión auditiva, la interacción oral y la
mediación oral.
1
En la bibliografía hay diversas propuestas para describir la competencia comunicativa y los
procesos que intervienen en el uso de las grandes destrezas. Como el objetivo de este artículo es
poner la pronunciación en relación con las actividades de la lengua y ubicarla en la competencia
comunicativa, basta con hacer una descripción amplia y esquemática. Para ello vamos a asumir el
Marco de referencia europeo para el aprendizaje, la enseñanza y la evaluación de lenguas (2002)
tanto en la clasificación de actividades de la lengua, como en el modelo de la competencia
comunicativa que ofrece y en la terminología que emplea. Éste es un documento de aparición
reciente, de consenso y ampliamente conocido entre las personas implicadas en la enseñanza de
lenguas extranjeras.
recurso gráfico permite tener a la vez una perspectiva particular de todos los elementos
implicados en la competencia fónica y a la vez una perspectiva global del uso de la lengua,
lo que permite hacerse una idea más clara del lugar que ocupa la competencia fónica en la
competencia comunicativa.
En la expresión oral, el hablante produce un mensaje ante unos oyentes que no toman la
palabra. Sucede, por ejemplo, en un comunicado público, una exposición oral, una
presentación, un discurso, la representación de una obra de teatro, etc. Si se produce una
participación del oyente y éste influye en el discurso del hablante, entonces se trata de
interacción oral.
Los procesos básicos que intervienen en las actividades de expresión oral son los
siguientes:
Así pues, se ha visto que la expresión oral es una actividad muy compleja compuesta por
diversos procesos y numerosas estrategias. En los dos esquemas anteriores de procesos y
estrategias la pronunciación aparece como un componente más de la expresión oral, ya
que es el componente esencial del proceso articular el enunciado y está presente en las
estrategias de producción.
En la comprensión auditiva el usuario de la lengua actúa como oyente de un texto oral sin
intervenir, es decir, sin que se produzca interacción con el emisor. Los procesos básicos
que intervienen son los siguientes:
Estos procesos pueden darse de una forma lineal en esta misma secuencia, llamada de
abajo arriba (bottom up en la bibliografía en inglés). Sin embargo pueden ser actualizados
y reinterpretados varias veces, en una secuencia llamada de arriba abajo (top down en la
bibliografía en inglés), en función del conocimiento del mundo, las expectativas y el
transcurso de la comprensión textual, en un proceso interactivo y recursivo.
Ninguno de los dos procesos, de abajo arriba o de arriba abajo, permite por sí mismo
escuchar con eficacia, y requiere la interacción con la otra forma de procesamiento. En
hablantes nativos y aprendientes avanzados, el proceso de abajo arriba está automatizado,
pero en aprendientes poco expertos, este proceso es más lento. En el uso de la lengua en
la comunicación cotidiana, ambos procesos interactúan y tiene lugar un procesamiento
complejo y simultáneo de la información ya conocida, la información contextual y la
información lingüística, para que los procesos de comprensión e interpretación obtengan
resultados adecuados.
Una posible explicación de estos tres casos es que los aprendientes no identificaron
correctamente las palabras relacionadas con los sonidos que percibieron en un
procesamiento de abajo arriba, e hicieron una inferencia errónea para buscar el sentido con
palabras que conocían, en un procesamiento de arriba abajo.
• En la fase de planificación, los aprendientes activan el conocimiento que tienen del tipo
de intercambio que van a realizar, por ejemplo, una entrevista de trabajo, o una
conversación telefónica. También hacen una valoración del conocimiento que
comparten con el interlocutor y qué información nueva para él van a aportar.
• En la fase de ejecución, los hablantes gestionan los turnos de habla de forma eficaz,
marcando el inicio y el final del turno de habla, pidiendo la palabra, escogiendo el
momento adecuado para intervenir o cediendo el turno a un interlocutor en el momento
adecuado. También conducen el tema, iniciándolo, desarrollándolo, dándolo por
acabado, eludiéndolo o introduciendo uno nuevo. Cooperan con el interlocutor y le
proporcionan la cantidad necesaria de información, ni demasiada ni muy poca.
Igualmente piden ayuda al interlocutor para formular el enunciado, si lo necesitan.
• En la fase de evaluación, los interlocutores verifican si hay malentendidos o
ambigüedades, así como si la información que comparten no se corresponde con lo que
habían planificado. También verifican con el interlocutor si ha comprendido
correctamente, y si es necesario, solicitan una repetición o una clarificación. Si aparece
algún problema, lo reparan.
En la interacción oral también intervienen todos los procesos propios de la expresión oral y
de la comprensión auditiva. Los procesos pueden alternarse de forma consecutiva o
también pueden superponerse. Por ejemplo, mientras el hablante se expresa, el
interlocutor puede planificar su próxima intervención. El proceso básico propio de la
interacción es tener en cuenta lo dicho anteriormente.
Así pues, la pronunciación está presente en la interacción oral en la misma medida en que
lo está en la expresión oral y en la comprensión auditiva.
2.4. LA PRONUNCIACIÓN EN LA LENGUA ESCRITA
La voz interior es un elemento del lenguaje muy poco estudiado en su relación con la
pronunciación. La voz interior está presente en la mente para ayudar a organizar el
pensamiento y también aparece en la lectura silenciosa. En efecto, cuando se lee un texto
en silencio, se produce un proceso de conversión del texto a una voz que sólo está en la
mente. En esta representación mental del sonido, que se produce de forma simultánea a la
lectura, no sólo aparecen los elementos segmentales, sino también la entonación, las
pausas y los grupos entonativos.
Como hemos dicho, cuando el lector lee en silencio, representa el texto en su mente
mediante la voz interior. Lo interesante es que lo hace de una forma similar a como lo
haría leyendo en voz alta, es decir, aplicando las mismas reglas de relación entre letras y
sonidos, usando las mismas pausas y entonaciones que haría en una lectura en voz alta.
Incluso hay lectores que en ocasiones acompañan a la voz interior de un movimiento de los
labios, sin vibración de las cuerdas vocales, como si estuvieran susurrando.
Según Cantero, el lector competente atribuye una estructura fónica adecuada a cada
unidad del texto, identifica en el texto las unidades de significado y las integra con la
entonación apropiada. Este locutor interno actúa como intermediario entre el texto y el
lector, y es un elemento esencial en la comprensión de lectura. Para Cantero, la ausencia
de este locutor interno o bien su escaso desarrollo es una de las causas del fracaso en la
comprensión de lectura: el lector poco eficiente no entiende los textos porque los lee mal.
Nadie nace con esta habilidad, sino que se adquiere en la actividad escolar.
3. LA PRONUNCIACIÓN EN LA COMPETENCIA COMUNICATIVA
• La competencia léxica.
• La competencia gramatical.
• La competencia semántica.
• La competencia fónica.
• La competencia ortográfica.
• La competencia ortoépica.
Pensamos que la definición anterior se puede matizar y ampliar algo más. Matizar porque
es cierto que un hablante completamente competente debe tener la destreza de percibir y
producir los elementos indicados en la lista. Pero por el contrario, no parece cierto que un
hablante necesite tener un conocimiento declarativo de todos los elementos anteriores ni
momento, como Hymes (1972), Canale y Swain (1983), van Ek (1987) o Bachman (1990).
en su primera lengua, entendido este conocimiento como la capacidad de decir en qué se
diferencia un sonido oclusivo de uno fricativo, o bien cuál es la estructura silábica de las
palabras, por poner dos ejemplos. En nuestra opinión, el conocimiento mínimo que debe
tener cualquier hablante debe circunscribirse a poder indicar cuáles son los elementos
(entonación, fonemas, grupos consonánticos, etc.) propios de una lengua, así como
identificar los que no existen en esa lengua.
En segundo lugar, el listado se puede ampliar incluyendo una referencia explícita a los
grupos consonánticos y vocálicos, ya que percibir o producir un sonido aislado no implica
que se pueda percibir y producir en contexto, puesto que las características de un sonido
aislado pueden verse modificadas por los sonidos contiguos.
La competencia fónica supone reconocer los elementos propios de una lengua e identificar
los que no lo son. Asimismo, supone la destreza en la percepción y la producción de:
Se considera que conocer una palabra implica: (a) poder pronunciarla con claridad y
reconocerla auditivamente; (b) saber cómo se escribe; (c) saber su significado o
significados, si se trata de una palabra polisémica; (d) saber qué prefijos y sufijos puede
llevar en la derivación, así como con qué palabras puede formar nuevas palabras mediante
la composición; (e) saber qué palabras suelen acompañarla; (f) saber si se usa en un
registro o dialecto determinado, así como si tiene connotaciones.
Para resultar eficiente desde el punto de vista comunicativo, el aprendiente debe percibirlas
de forma transparente y reconocible. Y para asegurar esta transparencia, el aprendiente
puede transformar la palabra. Así, ante la necesidad de simplificar grupos consonánticos
difíciles para aprendientes de una L1 determinada (p. ej. tr en la palabra del inglés tray
para alumnos orientales), será preferible añadir una vocal epentética ([tarai]) a eliminar
una consonante ([tai]), porque así se preserva mejor el reconocimiento de la palabra.
La forma más habitual para recordar el léxico es asociar las palabras por redes semánticas.
Sin embargo, el conocimiento fónico de las palabras también permite asociarlas por su
representación fónica. Una prueba de ello es que al hablar aparecen errores como
resultado de confundir una palabra con otra fónicamente parecida: por ejemplo, decir
*primavera en vez de primera, o bien *postres en vez de posters.
Un caso especial lo constituyen las palabras compartidas entre dos lenguas. Su existencia
se debe a que son préstamos de una lengua a otra, o bien a que son heredadas de una
misma lengua anterior común. Se ha analizado (Flege, 1994) cómo estas palabras
parecidas tienden a realizarse con menor precisión y mayor cantidad de errores de
pronunciación que las palabras diferentes. Concretamente, la tendencia en este tipo de
palabras es a pronunciarlas de forma similar a como se hace en la L1. En la tabla 3 se
muestran ejemplos de errores de este tipo en aprendientes de E/LE. En la columna
izquierda aparece la transcripción fonética:
La pronunciación está presente en el uso de la gramática. Así lo indica por ejemplo Ellis
(1996:104) cuando indica que el dominio en el sistema fónico se puede correlacionar con la
habilidad gramatical.
En el caso del español, si los aprendientes no identifican oralmente las diferentes flexiones
verbales de persona, tiempo y modo, con seguridad confundirán las formas verbales y su
significado. Por ejemplo, en el contraste entre las formas verbales del español he ido / ha
ido, pase / pasa, fui / fue es necesario percibir y producir con precisión en la lengua oral las
vocales que hacen que estas palabras formen pares mínimos. Sin un nivel de competencia
fónica suficiente, el aprendiente tiene dificultades para reconocer y usar en la lengua oral
los elementos gramaticales relacionados con los elementos fónicos que no ha adquirido. Es
el caso, en los ejemplos anteriores, de no percibir ni producir con precisión el contraste
entre las vocales /a/ y /e/, y entre /i/ y /e/.
Por lo que se refiere a la sintaxis, ésta tiene relación con la entonación en la medida en que
las frases compuestas están asociadas a una entonación determinada que ayuda a
delimitar los sintagmas que la componen. Por ejemplo, en las oraciones condicionales como
Si vienes mañana, vamos al centro comercial; o bien las oraciones causales, p. ej. Como
no estaba en casa, le dejé un mensaje en el contestador, aparece una inflexión tonal
ascendente al final de la primera cláusula.
En cuanto al ritmo, éste está presente en las palabras monosílabas átonas haciendo que
tengan una duración e intensidad más reducida. Las palabras gramaticales monosílabas del
español, como los artículos, los pronombres, los determinantes posesivos o las
preposiciones, son átonas y se pronuncian con una intensidad inferior a la palabra que
acompañan. Por ejemplo, en la frase Te lo dije la pronunciación de los pronombres átonos
te y lo se apoya en el verbo que acompañan. Lo mismo sucede con la preposición y el
posesivo de la fase Voy a mi casa.
La correspondencia entre las letras y los sonidos no es igual de estrecha en todas las
lenguas. Por ejemplo, en inglés hay pocos casos de correlación directa entre una letra y un
fonema, mientras que en español la mayoría de las letras se identifican con un único
fonema. Por esta razón, se ha afirmado reiteradamente que el español es una lengua
fonética, ya que se escribe como se pronuncia. Sin embargo, esta simplificación excesiva
más bien parece una percepción de aprendientes en cuya L1 la correspondencia es mucho
menos estrecha. En efecto, la relación que en español existe entre la pronunciación y la
grafía hace que sea una lengua mucho más fonética en comparación con otras lenguas
como el inglés o el francés. Los casos en que la correspondencia no es unívoca son los
siguientes.
(a) Hay una grafía que representa a dos fonemas: la letra g representa a los fonemas
/g/ y /x/; la letra c representa /k/ y /T/6; la letra r representa /R/ y /r/.
(b) Hay dos grafías que representan a un mismo fonema: las letras z y c seguidas de e,
i representan al fonema /T/7; las letras j y g seguidas de e, i representan /x/; las
letras ll y y representan al fonema /j/ para la mayoría de hablantes8.
También representa al fonema /s/ para la mayoría de hispanohablantes, que son seseantes.
6
Otro tipo de errores de ortografía indican que los aprendientes transcriben la forma oral de
la palabra, tal y como ellos la pronuncian, aunque aplicando reglas incorrectas de
conversión a la lengua escrita. En la tabla 5 se presentan algunos ejemplos:
Otro tipo de errores, como escribir *expreción en lugar de expresión, se deben a una
ultracorrección en la escritura en alumnos que tienen conciencia de ser seseantes.
El MRE (en su epígrafe 5.2.1.6.) identifica la competencia ortoépica como una de las
competencias lingüísticas. Tanto la ortografía como la ortoepía están relacionadas con la
correspondencia entre las grafías y su representación fónica. La diferencia se encuentra en
que la ortografía se refiere a la producción escrita, mientras que la ortoepía se refiere a la
producción oral.
La competencia ortoépica permite a los hablantes leer en voz alta de forma correcta un
texto. También les permite predecir la pronunciación de una palabra que no han oído,
simplemente a partir de su forma escrita. Por esta razón, conocer las reglas para convertir
la lengua escrita en lengua oral facilita a los aprendientes el uso de palabras que han
aprendido en textos. Y también les permite pronunciar de forma comprensible palabras que
hayan consultado en un diccionario.
La relación de la ortoepía con la competencia fónica se puede ilustrar con algunos errores11
de aprendientes de E/LE. Por ejemplo, es el caso de las palabras arquitectura y noche,
aprendidas a través del diccionario y pronunciadas [arxitectura] y [noxe]. También es el
caso de la lectura en voz alta de la frase Este vestido te queda muy bien [este Bestido te
kweda muy bien] por un aprendiente inglés.
También es interesante el caso de un aprenderte que tenía que escuchar frases y repetirlas
en un laboratorio de idiomas. Después de escuchar hermano en el modelo, pronunció
[hermano], aspirando la letra hache.
La respuesta del interlocutor, Mmm, puede denotar indiferencia pero también interés por lo
que le han dicho. Esta ambigüedad propia de la lengua escrita se resuelve en la lengua oral
mediante los elementos suprasegmentales presentes en la respuesta del interlocutor. Por
esta razón, la entonación se encuentra en un nivel jerárquico superior a la sintaxis y al
vocabulario. De hecho, una frase puede ser declarativa o interrogativa simplemente según
su entonación final sea descendente o ascendente respectivamente.
Veamos ahora de qué forma está presente la pronunciación en la cohesión, que ya hemos
visto que es uno de los elementos de la competencia discursiva. La cohesión es una de las
tres propiedades básicas de un texto, junto con la adecuación y la coherencia. Se refiere a
cómo se relacionan entre sí las distintas partes de un texto. Los elementos que
proporcionan cohesión a un texto oral o escrito son numerosos. Veamos los principales:
• Las frases se pueden relacionar mediante conectores lógicos, (p. ej., debido a; a pesar
de que) y conectores que ordenan el texto (p. ej., en relación con; por otra parte).
• La presencia de vocabulario sobre un mismo campo semántico y el uso de sinónimos
proporcionan cohesión léxica a un texto.
• Otro recurso cohesionador fundamental son las palabras y las expresiones con valor
anafórico, es decir que se refieren a algo mencionado, como los pronombres o los
determinantes (p. ej., el suyo; se lo dije).
• Las palabras y expresiones con valor catafórico, es decir, que se refieren a lo que se va
a decir (p. ej., a continuación mencionaremos; las personas seleccionadas son las
siguientes).
• En un texto escrito, la puntuación es un recurso cohesionador, como p. ej. las comas,
las flechas, los guiones, los puntos, etc. En un texto oral, la entonación para distinguir
y enlazar sintagmas y oraciones proporciona cohesión. La fluidez también proporciona
cohesión a un texto oral.
Así pues, vemos que la pronunciación está presente de dos formas en las competencias
pragmáticas. En la competencia funcional, la entonación va asociada a diversas funciones
comunicativas. En la competencia discursiva, la entonación es uno de los elementos que
cohesionan un texto oral12.
El lenguaje es un recurso del ser humano para manifestar la pertenencia a un grupo, lo que
hace que cada grupo social desarrolle una caracterización propia de la lengua que usa.
Las competencias sociolingüísticas se refieren al uso que los hablantes de cada comunidad
hacen de la lengua para relacionarse entre ellos. Incluyen, por ejemplo, las fórmulas de
tratamiento, las normas de cortesía, los rituales para saludar, para presentar a alguien o
para expresar afecto. También comprenden los refranes y los modismos. Asimismo
abarcan el uso de los registros en función del contexto de comunicación: solemne, formal,
coloquial, familiar, etc. Por último, incluyen las variedades de una lengua de tipo
geográfico, social o profesional.
Cantero (2002a) denomina entonación prelingüística a esta entonación que tiene una función
12
4. CONCLUSIÓN
También hemos visto que la competencia fónica tiene dos zonas de intersección con las
competencias pragmáticas. En la competencia funcional, hay numerosas funciones
comunicativas asociadas a elementos suprasegmentales (especialmente la entonación y la
intensidad) que transmiten una actitud o intención del hablante, como pregunta, interés,
indiferencia, sorpresa, etc. En cuanto a la competencia discursiva, la entonación es uno de
los recursos que otorgan cohesión a un texto oral.
Resumen: El artículo ofrece claves muy prácticas para los profesores ELE que se
enfrentan, en el contexto de clase multinacional o exclusivamente con hablantes de
alemán, a la enseñanza de español a personas hablantes de alemán. Pero no sólo,
hay también algo de filosofía de las mentalidades. La estructura del texto es la
siguiente. Primero hablamos un poco de lo “políticamente incorrecto”: de algunos
estereotipos que se adjudican a estos alumnos. Analizamos después las dificultades
y las ventajas de su sistema educativo y, por último tratamos de aproximarnos a su
lengua, que ha configurado y configura su forma de pensar, aprendiendo algunas
cositas prácticas para nuestra clase ELE. El artículo busca introducir al profesor en
la mentalidad, lengua y forma de comportarse de estos alumnos, para así y una vez
comprendidos algunos de los esquemas insertos en éstos y que a priori pudieran
descolocar, pueda el profesor hacer uso de estas claves prácticas en la clase ELE.
Índice
Claves prácticas de los nativos de alemán para la clase E/LE.................................... 1
Introducción ................................................................................................................. 2
1. Los estereotipos ...................................................................................................... 2
2. Su educación ........................................................................................................... 4
3. Su lengua ................................................................................................................. 4
3.1.Nivel fonético............................................................................................... 5
3.2. Morfosintaxis .............................................................................................. 5
3.2.1. El campo del nombre................................................................................ 5
1.Sustantivo y sus determinantes .................................................................. 5
2.Los pronombres ............................................................................................ 5
3.2.2. El adjetivo ................................................................................................. 6
3.2.3. El campo del verbo ................................................................................... 6
1.Ser y estar .................................................................................................... 6
2. estar+gerundio ............................................................................................ 6
1
3. El imperativo................................................................................................ 6
4.La expresión del pasado .............................................................................. 7
5.El subjuntivo ................................................................................................. 7
6.La negación ................................................................................................... 8
7. Verbos con pronombre................................................................................ 8
8. el verbo gustar y su paralelo alemán “gefallen” ....................................... 8
9. los verbos seguidos de preposición ........................................................... 8
3.2.3.Nivel sintáctico ........................................................................................... 9
1.La posición de los elementos dentro de la oración .................................... 9
2.La forma de expresar existencia ................................................................. 9
4. Bibliografía citada .................................................................................................. 10
Introducción
1. Los estereotipos
Sin embargo, con mucho humor y una cariñosa sonrisa vamos a plantearnos lo
siguiente: “¿cómo quieren ser percibidos por nosotros los alemanes?¿cuál es la
imagen que quieren verter? Y en su caso ¿qué diferencias manifiestas o sutiles
encontramos entre esto y la realidad, es decir entre esto y lo que nosotros como
españoles pensamos al conocerlos?”
1
Ver “El español en el mundo”, 2002, Anuario del Instituto Cervantes. “La demanda de español como
lengua extranjera en Francia y Alemania” de E. Lamo de Espinosa y J. Noya.
2
Trataré de enumerar algunas “características llevadas a su extremo”, de entre las
que más frecuentemente he visto suelen manifestarse entre ellos, y de cómo esto
puede repercutir o darnos algunas pistas en nuestras clases ELE.
1. Necesitan mantener su espacio vital. Rehuyen del contacto físico excesivo y del
trato personal que va más allá de lo estrictamente necesario. Mantienen las
distancias entre ellos, con los otros alumnos y con el profesor. Esto puede conllevar
que no les guste realizar ejercicios o juegos de rol de contacto físico.
4. Son sinceros, directos, con una sinceridad que creen les puede hacer perdonar
todo lo que digan o hagan. Odian la hipocresía porque así se han educado. Son
formales. Pueden herir a compañeros de otras nacionalidades3 menos
acostumbrados a este tipo de “franquezas” o incluso al profesor. Se quejan cuando
otros callarían por “educación”, lo que no entraremos a juzgar aquí, pues en lo que
atañe a nuestra clase ELE puede ser positivo o negativo
6. Muestran competitividad, tienen miedo al ridículo y por eso si parece que les
falta iniciativa, no es tanto eso, como el miedo a caer “en deshonra”.
2
Una profesora ELE residente en Berlín me contó la anécdota siguiente: en una clase de nivel elemental,
explicando por primera vez las preposiciones locales se encontró con un alumno alemán incapaz de
comprender “debajo de” en el siguiente contexto:”el bolígrafo está debajo de la mesa”. El ejemplo había
sido perfectamente entendido con el opuesto “el bolígrafo está encima de la mesa”, era sin embargo la
imposibilidad o la irrealidad del ejemplo lo que chocaba a nuestro alumno, así el problema no era
entender “debajo de” puesto que como después se corroboró esto fue relativamente pronto entendido, ni
la cuestión del léxico, ya habíamos hablado del bolígrafo; el problema era más profundo “¿qué hace un
bolígrafo debajo de la mesa?”
3
Sobre todo orientales, para los que las relaciones interpersonales son la cara visible de todo un ritual.
Pero incluso para mediterráneos, más acostumbrados al adorno en sus relaciones interpersonales.
4
por eso no cruzan el semáforo en rojo, respetan a la autoridad y la prohibición, si no se puede aparcar no
se aparca
5
Land: Cada uno de los estados federados alemanes.
3
10. Con todo ello la frase “típica” de un alemán “típico” es la siguiente, y aunque
parezca contradictorio, créanme: “yo no soy un alemán típico”. Y dicen esto porque
saben que la imagen estereotipada del alemán en el mundo no es precisamente de
lo más halagüeña desde la segunda guerra mundial. Tenemos todos, una simbiosis
mental, algunos lo llaman cacao, en la que se dan cita el filósofo, el músico, el nazi
y el demócrata. Cóctel explosivo.
2. Su educación
La gran ventaja de la mayor parte de los alumnos hablantes nativos de alemán que
se enfrentan al español como L2 es que parte del hecho de haber aprendido, o al
menos estudiado anteriormente otra L2, normalmente inglés. Son muchos además
los que cursaron latín, dos o cinco años, en sus Institutos. También un número
considerable eligió francés como segunda L2.
Asumen6 que nadie habla alemán y así no esperan que esto se haga en el contexto
de aprendizaje de la L2, además no les gusta que se haga, porque esto mermaría
sus posibilidades de interiorizar cual esponjas y, no olvidemos suelen estar
fascinados por el conocimiento.
Esto tiene claras ventajas, por una parte la de que suelen tener disciplina y método
de análisis contrastivo de lenguas, es decir, saben de qué se trata el asunto de
aprender una L2 y por otra parte suelen tener una visión aparentemente amplia.
3. Su lengua
6
Sobre todo los alumnos más jóvenes, digamos que menores de 30 años.
4
3.1.Nivel fonético
3.2. Morfosintaxis
2.Los pronombres
“tú/usted”, “Du/Sie”
Existe en alemán todavía una diferencia más marcada que en español o
podemos decir parecida a la que existía en nuestro uso de español antes. En
cuanto al uso no tenemos que adentrarnos mucho pues en explicaciones
farragosas, aunque sí recordar loq ue acabamos de decir.
7
Para una visión más amplia, véase el capítulo “Sonidos consonánticos con dificultades”, de Moreno,
Consuelo: ”El español y el alemán en contraste”, Carabela, febrero de 2002
8
El problema en realidad proviene de que hasta su reciente reforma era el alemán, y en parte continúa
siéndolo, un idioma muy rígido, no sólo en la estructura de su frase sino en la colocación de los signos de
puntuación, que constituían insignia gramatical y no implicaban pausa alguna. Las comas, aun
reconociéndose mayor permisividad al hablante desde la reforma ortográfica, corresponden así a criterios
gramaticales.
9
Como muestra pensemos por ejemplo en el sistema preposicional alemán, o en la declinación adjetival o
en la para nosotros totalmente ajena declinación nominal.
5
no hace distinción morfológica alguna y son coincidentes e idénticas las
formas de singular y plural, usando ambas la de la tercera persona del
plural.10
3.2.2. El adjetivo
1.Ser y estar
Uno de los grandes problemas de nuestra lengua para los estudiantes. Los
hablantes de alemán no son en esto ninguna excepción. Su lengua
neutraliza nuestro verbo ser y estar, incluso en los significados de estar
como local. Existe en este contexto de lugar la posibilidad en alemán de
alternar el verbo “sein” (ser+estar) con el “sich befinden”, por eso y por lo
fácilmente identificable de este significado, es, in duda la vertiente más fácil
de asimilar.
2. estar+gerundio
La inexistencia de la forma de gerundio en lengua alemana lleva al hablante
de alemán a comparar español e inglés, lengua que, repito, suelen conocer y
desde la cual les será relativamente fácil comprender nuestra estructura de
“estar+gerundio” u otras que incluyan esta forma no personal del verbo.
3. El imperativo
Es fuerte, implica relaciones de subordinación, recuerda a lo militar,
contexto habitual de éste. Es corriente pues, una vez sacado del contexto de
relación jerarquizada, el uso de partículas que lo suavizan. Sin ellas, el
alumno de habla materna alemana percibirá el imperativo siempre como
algo estrictamente jerarquizado y en consecuencia, fuerte.
El „Könnte ich bitte ein Bierchen bekommen?“ (¿Podría recibir una cervecita,
por favor?) pronunciado por un sediento huésped de bar alemán al camarero
español le provocaría risas, cuando no dificultades de comprensión. El
camarero español, acostumbrado a “ponme una cerveza”, tenderá a no
entender al extranjero.
Y así un largo etc.
10
él lee, usted lee; ellos leen, ustedes leen = er liest, Sie lesen; sie lesen, Sie lesen. Nótese por otra parte la
importancia que el uso de la mayúscula adquiere en este asunto, pues distingue un significado que podría
neutralizarse de otra forma. Tenderá el alumno a usar la letra mayúscula para las formas de usted y
ustedes españolas
6
4.La expresión del pasado
El sistema alemán de pasados en el modo Indicativo reconoce tres formas,
sin embargo respecto a los usos no coincide en absoluto con el español,
debiendo en realidad hablar de una oposición entre los cinco tiempos del
pasado en el Indicativo español y dos del alemán (la tercera forma del
pasado del modo indicativo alemán presenta una peculiaridad que
presentamos a continuación) Veamos:
5.El subjuntivo
Subjuntivo y Konjunktiv (con sus submodos I y II) son dos modos distintos
del indicativo y a su vez sin apenas paralelismos entre ellos, que aparecen
en ambas lenguas respectivamente. Para los hablantes nativos de alemán la
tendencia natural será elegir un modo distinto del Indicativo para expresar
irrealidades11 y esto puede llevarles erróneamente al subjuntivo.
Por otra parte puede que el alumno manifieste tendencia a querer usar el
Subjuntivo en el estilo indirecto de información. En alemán existe un
submodo, el Konjunktiv I, específico para esta ocasión; aunque dicha
tendencia no debe en principio ser muy persistente debido a que dicho
submodo comparte espacio, casi llegando a neutralizarse con el Indicativo,
11
De ahí la importancia de una explicación de E/LE tipo:” Indicativo presenta información y Subjuntivo
no presenta ninguna información nueva”, obviando explicaciones más desacertadas aunque frecuentes del
tipo: “el subjuntivo es el modo de la irrealidad” (explicación errónea que contradice nuestra lengua con
ejemplos como: “soñé que tenía una casa muy grande”) Ver al respecto gramática de Matte Bon.
7
añadiéndole éste un matiz de implicación subjetiva o compromiso por parte
del hablante con lo que dice.
6.La negación
Dos son las partículas negativas en alemán, “nicht” (negación verbal situada
siempre detrás del verbo, aunque no siempre de forma contigua) y “nein”
(Adverbio de negación). Además la negación de un sustantivo se realiza con
el adjetivo “kein” (declinable como todos los adjetivos alemanes según su
función en la frase y coordinado con el nombre que acompaña, femenino-
masculino, singular-plural). “Kein” opera como pronombre con el mismo
paradigma que “ein”
12
Aunque el orden habitual de los elementos sea con el sujeto delante, los valores gramaticales son
equivalentes “es (sujeto) gefällt (verbo) mir (pronombre complemento en dativo)”
13
Como en español el pronombre realiza función de dativo (complemento u objeto indirecto) y el sujeto
de la frase es coincidente con el español, lo que me gusta; debido a lo cual deben en ambos idiomas
concertar con el verbo en número.
14
Coincide en alemán el infinitivo con la forma de tercera persona de plural
15
pensar desde el inglés es frecuente para todos los que han aprendido esta lengua como primera L2, pues
al aprender una segunda L2 el cerebro tiende a activarse de ese modo.
8
*Soñar de, por “soñar con”
3.2.3.Nivel sintáctico
Lo que a niveles más bajos puede resultar una ventaja (la estructuración de
la frase suele ser correcta) puede convertirse en los niveles más altos en
una lengua que, de puro estructurada, mecánica y reiterativa deje de sonar
a español, por muy correcta que sea. Es decir, debe practicarse en niveles
más altos la variedad de soluciones que a una misma cuestión ofrece el
español en lo que respecta a las distintas posibilidades de colocación de los
elementos de la oración..
Se trata del uso del verbo ser/estar (“sein”en alemán). Veamos unos
ejemplos.
9
Pero a las frases alemanas siguientes no encontraremos en español más que
la traducción propuesta (aún cuando el sentido reconozca que la traducción
entre paréntesis es correcta, no será esperada en contextos habituales)
Es sind 3 Leute, Es gibt 3 Leute
Hay 3 personas (existen 3 personas)
4. Bibliografía citada
Anuario del Instituto Cervantes “La demanda de español como lengua extranjera en
Francia y Alemania”, Madrid, 2002
10
redELE revista electrónica de didáctica / español lengua extranjera
NÚMERO 9
La enseñanza comunicativa de la
lengua: investigación sobre
resultados de aprendizaje
MARÍA JOSÉ LABRADOR PIQUER
Universidad Politécnica de Valencia
1. INTRODUCCIÓN
2. CONCEPTOS
• El libro de texto como fuente para una actividad, es decir, como una especie
de almacén al que podemos acudir en busca de numerosos y variados
documentos (textos, dibujos, fotografías...) para utilizarlos como input para
diferentes actividades.
• El libro de texto como libro de referencia, como apoyo lingüístico para los
alumnos.
• El libro de texto como ocasión para las tareas.
1
Apuntes personales del Curso Avanzado de Formación Permanente de la Fundación Bosch i Gimpera,
Universitat de Barcelona, 1995.
2
Denominación que ha sido tan criticada por la inadecuación de la palabra «enfoque». Más propiamente
podríamos usar «enseñanza a través de tareas». Pero asumimos la fórmula utilizada por los autores del
manual.
terminado su estudio, podrán afrontar el examen del Diploma Básico de Español
Lengua Extranjera ―hoy denominado «intermedio»―.
Respecto a la metodología que encierra, en el prólogo indica las
características más destacables:
Consideramos que las actividades de expresión oral del primer manual están
más guiadas, las sugerencias que propone permite al alumno cierta autonomía, así
como una interactividad continua con el compañero y con el resto del grupo. Del
mismo modo, las actividades de audición centran al alumno en aspectos concretos
del diálogo.
El segundo manual requiere una participación mayor del profesor; por
ejemplo, ante la pregunta ¿los transportes en tu ciudad funcionan bien?, alumnos
parcos en palabras o tímidos pueden responder simplemente sí o no. Respecto a las
actividades de comprensión orales, se parte del texto escrito y el alumno se limita
simplemente a escuchar, leer y marcar una opción.
Tras su estudio destacamos un mayor número de actividades de expresión y
compresión orales es en el manual Socios 2, junto a una riqueza de actividades
diversas encaminadas a un diálogo constante con los miembros del grupo y a una
comunicación con el resto de los estudiantes, que favorece el diálogo y las
opiniones. Ven 2, por su parte, ofrece actividades orales herméticas que se basan
en la repetición del modelo. Como contraste, este manual contiene actividades
totalmente libres, que desde un punto de vista positivo permiten al profesor
plantear la tarea del modo más adecuado a las necesidades de aprendizaje.
Esto nos lleva a reflexionar sobre la concepción de la lengua como un
proceso creativo que pone de relieve la necesidad de llevar a clase actividades que
generen en el estudiante una inquietud real de producir (Fernández, C. y M. Sanz,
1997).Diseñar actividades motivadas y contextualizadas son aspectos
fundamentales que deben contemplar los manuales basados en la enseñanza
comunicativa de la lengua, es decir, llevar al aula situaciones del contexto natural
para que el alumno pueda enfrentarse con seguridad a situaciones de la vida real.
E.T.S.Ing.lndustriales 3 ...............
Escuelas de la UPV donde realizan sus 21%
estudios E.T.S.Geodesia........................ 1%
E.T.S.Arquitectura.................. 20%
E.T.S.Ing. Agronómos.............. 10%
3
Escuela Técnica Superior (E. T. S.).
E.T.S.Gestión Edificación……….. 6%
E.T.S.Caminos........................ 3%
E.T.S.Telecomunicaciones......... 18%
E.T.S.Informática..................... 4%
Escuelas de la UPV donde realizan sus Facultad de
estudios Informática............................. 2%
E.T.S.Ing.Diseño...................... 12%
Bellas Artes............................. 3%
Adminstr.Empresas.................. 2%
Currículum............................... 12%
Proyectos/doctorado……………..…... 2%
Razones de cursar la asignatura Créditos.................................... 28%
Español II Mayor posibilidad de empleo…….... 21%
Otros....................................... 37%
Cuadro 1: Datos del alumnado objeto de estudio
Lengua materna
6. EL AULA
Estas pruebas han tomado como referente los exámenes que propone el
DELE de nivel intermedio y se han realizado una vez finalizado el curso.
c) Videos y casetes como herramientas de seguimiento de la dinámica del
aula
Tanto para las presentaciones orales de trabajos en grupo, como para
evaluar la interacción oral dentro de cada grupo, se ha registrado sonora y
visualmente diversas actividades. Por una parte, hemos contado con cintas
grabadas a los alumnos con sus pruebas finales, basadas en el DELE; por otra,
vídeos que han permitido valorar las exposiciones orales en el aula, así como otros
aspectos, como por ejemplo, el lenguaje gestual.
Estas herramientas de observación continua nos han permitido, además,
determinar la disponibilidad de los alumnos, el trabajo cooperativo, la autonomía,
etc.
Los datos recogidos han sido evaluados de acuerdo con las herramientas
adecuadas al nivel de los alumnos 4 . La expresión y comprensión orales se han
valorado, mediante actividades de audición, similares a las pruebas del DELE.
Para la expresión oral se ha utilizado una serie de historietas donde el
alumno debe describir lo que sucede o está representado en las tres primeras
viñetas para, en la cuarta viñeta, tomar el lugar de uno de los personajes y decir lo
que él o ella diría en la situación de la que se trate; además, el alumno selecciona
un tema de tres propuestas para exponerlo tras contar con quince minutos de
preparación, tal como señalan las pruebas del DELE. A partir de esta exposición, el
entrevistador entabla una conversación con el alumno sobre el tema que escogió.
Los criterios de calificación están establecidos por conceptos: pronunciación
y acento, léxico, gramática, adecuación al registro y a la situación, interacción y
fluidez.
Metodología seguida para el análisis de datos:
Los alumnos que han utilizado Ven 2 encuentran más fáciles las actividades
de audición, recordemos que la mayoría de las actividades de audición presenta el
texto escrito, soporte de ayuda que los alumnos supieron apreciar.
Las encuestas de opinión revelan que los estudiantes no consideran de gran
relevancia conocer el vocabulario de otros países, actitud que está motivada en la
poca rentabilidad que este tiene cuando el aprendiz está inmerso en un contexto
natural (Valencia) que no coincide con esa variedad. De igual modo, no se le da
demasiada relevancia a las actividades de audición, evidente si pensamos que
están escuchando español durante todo el día.
Si comparamos ambos resultados observaremos que los alumnos han
encontrado más difíciles las actividades de audición de Socios 2. Conocer el
vocabulario de otros países de habla española, la mayoría lo considera de escasa
importancia. En cuanto a la utilidad de escuchar el radio casete, los resultados
reflejan unos porcentajes muy bajos, comprensible si tenemos en cuenta que están
en un contexto natural. La calidad de las grabaciones está mejor valorada en Socios
4
Nivel Intermedio, pruebas DELE.
2. Por último, los alumnos, en general, opinan que sí reflejan situaciones de la vida
real.
En síntesis, podemos afirmar que las grabaciones del manual Socios 2 están
mejor valoradas.
Manual Ven 2
Manual Socios 2
0 Errores 70%
1 Error 14%
2 Errores 14%
3 Errores 2%
4 Errores 0%
5 Errores 0%
6 Errores 0%
Gráfica 3: Comprensión auditiva, Socios 2
Los resultados muestran que la gran mayoría de los alumnos ha superado la
prueba de audición para el Diploma Intermedio de Español como Lengua
Extranjera, al margen del manual utilizado, sin embargo, si entramos en detalles,
observamos que existe una pequeña diferencia en cuanto al número de errores
cometidos, cantidad que no es significativa para nuestra investigación, pero que
eleva el número de alumnos que acertaron en todos los casos para Socios 2.
Manual Ven 2
a) Pronunciación y acento
b) Léxico
Adecuado. 68%
Limitado. 30%
Pobre e incorrecto. 2%
Imposibilidad de conversar. 0%
c) Gramática
e) Interacción
f) Fluidez
Manual Socios 2
a) Pronunciación y acento
b) Léxico
Adecuado. 77%
Limitado. 20%
Pobre e incorrecto. 3%
Imposibilidad de conversar. 0%
c) Gramática
e) Interacción
f) Fluidez
10. CONCLUSIONES
Una vez más queremos recordar que nuestros alumnos pasan más tiempo
como receptores silenciosos (escuchando a profesores, compañeros o medios de
comunicación...) que produciendo; pero también se encuentran en múltiples
situaciones en las que tienen que hablar (entrevistas con el tutor, peticiones a
secretaría…) y ser capaces de interaccionar en diversas situaciones no planificadas.
Las pruebas que presenta el DELE implican estas dos facetas que
mencionábamos, entender y producir. Las secuencias en forma de viñetas que los
alumnos tienen que comentar no las observan con anterioridad, es decir, en el
momento de la prueba tienen que elegir una y describirla, y en su fase final
(diálogo con el examinador) han de defender su postura de modo contundente. En
cambio, para la exposición oral del tema sí que disponen de diez minutos para
prepararla, pero después tienen que someterse a las preguntas del examinador.
Los alumnos que han estudiado con el manual Socios 2 han vivido
situaciones similares (presentación de la tarea final de cada unidad) y esto se
refleja en los resultados obtenidos de expresión oral. Veamos de nuevo estos
resultados en cuadros comparativos:
Imposible
PRONUNCIACIÓN Muy correcto Aceptable Excesivos mantener
Y ACENTO errores conversación
Ven 2 36% 56% 8% 0%
Socios 2 33% 58% 9% 0%
Los resultados de interacción muestran cómo los alumnos que han trabajado
en el aula con el manual Socios 2 presentan menos indecisiones y dificultades.
Consideramos que la metodología de este manual (tareas) nos ha llevado,
en cierto modo, a estos resultados, puesto que permite trabajar en equipo y
realizar una dinámica de aula totalmente interactiva dentro del propio grupo, con
los compañeros y con el profesor.
11. BIBLIOGRAFÍA
ANDIÓN HERRERO, M.ª A. 2003 “El léxico americano en los manuales españoles de
ELE” en Homenaje a Humberto López Morales, vol. I, Arco Libros, 105-106.
CASTRO, F. et al.1991 Ven 2, Edelsa, Madrid.
FERNÁNDEZ, C. y M. SANZ. 1997. Principios metodológicos de los enfoques
comunicativos, Madrid, Fundación Antonio de Nebrija.
INSTITUTO CERVANTES: Plan curricular, Instituto Cervantes, Alcalá de Henares, 1994.
LABRADOR PIQUER, M. J.: Una metodología interdisciplinar: enfoque por tareas, I
Jornadas de Innovación educativa, ICE, UPV, 2002.
MARTINEZ, L. y SABATER, M. l.:2000. Socios 2, Difusión, Barcelona.
redELE revista electrónica de didáctica / español lengua extranjera
NÚMERO 9
Los autores llevan más de cuatro años enseñando español a estudiantes cuyas
lenguas maternas no tienen artículos. Han enseñado en instituciones de enseñanza
superior en Kirguistán (Escuela Diplomática y Universidad Nacional), donde se
habla ruso y kirguiz, y actualmente enseñan en Eslovaquia. En julio de 2006
resultaron finalistas en el I Premio Cristóbal de Villalón a la innovación en el aula
E/LE con un proyecto de síntesis gramatical.
1. INTRODUCCIÓN
El problema del uso del artículo determinado al comienzo de los títulos acompañando a
nombres comunes aparece a diario en las redacciones que los estudiantes entregan al
profesor de español. Se trata de un problema joven que ha surgido con el gran desarrollo
que ha experimentado en los últimos años la enseñanza del español a personas cuya
lengua materna no tiene artículos. En general, se considera que la elección de los títulos
depende del contenido de cada texto particular, de la intención del autor o de cualquier
otra variable, por lo que no hay ninguna razón sistematizable que explique el uso o la
ausencia del artículo al comienzo de los títulos. Una de las pocas aproximaciones al
problema la realiza Lapesa (1996: 123), para quien los títulos sin artículo al comienzo
“vienen a ser definiciones no metalingüísticas del contenido”, y señala además la relación
que existe entre los títulos de los textos y los carteles de organismos, establecimientos y
empresas.
Este trabajo pretende hacer accesible a estudiantes extranjeros el por qué del uso del
artículo determinado al comienzo de los títulos. Proponemos una regla que tiene dos
ventajas que la hacen apropiada para ellos: La primera ventaja es su simplicidad. La
formulación de la segunda ventaja resulta más aventurada: la regla no genera títulos
erróneos. Si los estudiantes la usan, no se equivocarán en sus títulos; aunque también es
cierto que la regla no genera todos los títulos válidos posibles.
2. LA REGLA
El uso del artículo determinado al comienzo de los títulos depende de la relación que se
establece entre el propio título y lo titulado: NO se usa el artículo determinado si el título y lo
titulado coinciden. Es importante presentar la regla a los estudiantes de este modo sencillo,
si bien en un primer momento no comprenderán las implicaciones de esta afirmación. Una
vez que los estudiantes se interesen por una regla tan simple, es el momento de
desglosarla en tres puntos en los que se manifiesta la coincidencia entre el título y lo
titulado:
Estos tres puntos cobran significado con su aplicación práctica. Los siguientes cinco
ejemplos la desarrollan:
3. PRIMER EJEMPLO
Hemos puesto un dibujo de España colgando en una cartulina en la pared. Nuestra tarea
es escribir con letras mayúsculas un título para el dibujo: ¿Qué escribimos, MAPA DE
ESPAÑA o EL MAPA DE ESPAÑA? Justifiquemos nuestra decisión en el examen de las tres
coincidencias que hemos presentado arriba:
2ª. coincidencia: espacio. El dibujo y el título que escribamos van a estar en una misma
cartulina rectangular. El título y lo titulado comparten un mismo espacio.
3ª. coincidencia: calidad. Debajo del título hay exactamente lo que el título anuncia: un
mapa de España. No hay ni un texto ni una fotografía de satélite. El título y lo titulado
coinciden. El primero es pues, como decía Lapesa, una definición no metalingüística del
segundo.
1ª. coincidencia: Lo que hay debajo del título puede llenar páginas y páginas. Su
longitud no es infinita pero podría serlo. El título tiene una magnitud finita pero lo
titulado no, el autor podría haber escrito un texto más largo.
2ª. coincidencia: El texto que estamos leyendo y su título no están en la misma página.
El título y lo titulado no comparten un mismo espacio.
3ª. coincidencia: Debajo del título no aparece lo que el título anuncia: El título anuncia
un mapa de España y debajo aparece algo muy diferente: un artículo. No aparece por
ningún lado un dibujo ni regiones con colores diferentes, en lugar de eso hay un texto
en blanco y negro que no es un mapa. El título y lo titulado no coinciden.
4. SEGUNDO EJEMPLO
(2) PAELLA
LA PAELLA
El profesor español se acerca a la mesa del estudiante para ver qué texto ha escrito.
Para un hablante nativo de español parece claro que el título de una receta de cocina
debería ser PAELLA, y el título de uno de los apartados de la receta debería ser
INGREDIENTES, ambos sin artículo determinado. Ningún hablante nativo escribiría LOS
INGREDIENTES o LA PAELLA en una receta. No obstante, si el texto del estudiante no
resultara ser una receta, sino un pequeño ensayo sobre la historia o sobre la
importancia cultural de la paella, el título sería LA PAELLA, y uno de los apartados sería
LOS INGREDIENTES, ambos con artículo determinado.
Sistematizaremos estas impresiones de hablante nativo mediante los tres puntos que ya
han aparecido. Veamos primero qué sucede cuando estas coincidencias se dan:
1ª. coincidencia, tanto el título como lo titulado tienen magnitudes fijas y finitas: Un
título, una lista de instrucciones, una lista de ingredientes y, por lo tanto, una receta,
tienen un número fijo y finito de elementos. El autor no puede ni alargar ni acortar la
receta de la paella; si lo hiciese, quien usase los ingredientes y siguiese las instrucciones
obtendría otra cosa.
1ª. coincidencia, tanto el título como lo titulado no tienen magnitudes fijas y finitas: Un
ensayo sobre la historia o sobre la importancia cultural de la paella no tiene una
magnitud fija y finita. El autor puede alargar o acortar el texto sin dejar de tener un
ensayo.
5. TERCER EJEMPLO
1ª. coincidencia, tanto el título como lo titulado tienen magnitudes fijas y finitas: Los
edificios de la facultad, del ministerio y del centro comercial no pueden ni menguar ni
crecer. Tienen un volumen fijo que se puede medir, al igual que las letras mayúsculas
que están colocadas a sus entradas.
6. CUARTO EJEMPLO
Trabajamos como técnicos de mantenimiento en una empresa. Hoy nos han dicho que
vayamos al nuevo despacho del subdirector y coloquemos en la tablilla que hay en la
puerta un rótulo con el cargo de la persona que lo ocupa. En la empresa hay sólo un
subdirector y es un subdirector al que todos conocen bien —condiciones en las que se
usa el artículo determinado, véase por ejemplo lo que al respecto escriben Seco (1963)
o Bello (1847)—, ¿será, pues, necesario pues usar el artículo determinado en el rótulo
de la puerta?
(4) SUBDIRECTOR
EL SUBDIRECTOR
1ª. coincidencia, tanto el título como lo titulado tienen magnitudes fijas y finitas: El
subdirector es una persona cuyo peso y altura no pueden tender a infinito. Las
magnitudes del director son fijas, al igual que la altura y la anchura del rótulo de su
puerta.
3ª. coincidencia, el título y lo titulado coinciden: Si abrimos la puerta, detrás del título
SUBDIRECTOR encontraremos realmente al subdirector. No encontraremos al encargado
de recursos humanos ni al responsable de logística. El rótulo se corresponde con lo que
anuncia.
7. EL QUINTO EJEMPLO
El quinto ejemplo que proponemos es el propio título de este apartado. ¿Es lo que
aparece en negrita el título que cabría esperar para este apartado? ¿Cuál debería ser si
no su título?
1ª. coincidencia, tanto el título como lo titulado tienen magnitudes fijas y finitas: La
longitud de este apartado es finita, y es fija por analogía con los apartados anteriores.
No parece que este apartado vaya a ser muy diferente.
3ª. coincidencia, el título y lo titulado coinciden: Debajo del título EL QUINTO EJEMPLO
aparece realmente un ejemplo, y es el quinto. No se trata de la segunda receta de
cocina.
8. CONCLUSIONES
Estas líneas han constituido una aproximación eminentemente práctica a un tema muy
poco tratado. El objetivo ha sido ofrecer una pauta fácil, escueta y comprensible para
que los estudiantes de español como lengua extranjera no se equivoquen a la hora de
escribir el artículo delante del nombre común con el que comienza el título de sus
trabajos. Cuando cada profesor ponga en práctica la regla, sometiéndola a la evaluación
que supone la labor diaria docente, debe tener en cuenta que el uso o la ausencia del
artículo al comienzo de los títulos puede jugar también un papel estilístico muy
importante.
Aparte de los usos estilísticos, muy poco probables en según qué estudiantes de
español, hay casos en los que sencillamente el artículo está mal colocado, por la razón
de que a ningún nativo se le ocurriría ponerlo o quitarlo del título en cuestión. Es
precisamente a estos casos a los que se refiere la regla propuesta. Esta regla no añade
ni suprime ningún valor estilístico al título sobre el que se aplique, más bien al contrario,
garantiza su neutralidad, que el título no chille a los ojos de un nativo.
BIBLIOGRAFÍA
Bello, Andrés (2002 [1847]): Gramática de la lengua castellana destinada al uso de los
americanos, Alicante, Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes.
Lapesa, Rafael (1996): "El sustantivo sin actualizador en español", en I. Bosque (ed.), El
sustantivo sin determinación. La ausencia de determinante en la lengua española,
Madrid, Visor, p. 123.
El uso de cortometrajes en la
enseñanza de ELE
Mercedes Ontoria Peña
Università per Stranieri di Perugia
1. INTRODUCCIÓN
Las ventajas del uso del corto en la clase coinciden, por una parte, con las de los
largometrajes y, por otra, añaden valores nuevos. A través del visionado de un film
proporcionamos al alumno el input necesario para la interiorización de la gramática
en su contexto de uso, lo que permite una posterior reflexión y ejercitación en el
aula. Los conocimientos pragmático y sociocultural también se proporcionan de
manera eficiente mediante la proyección de una película: presentando la cultura a
través de muestras audiovisuales, el alumno puede comprender y dar un significado
a lo que ve y oye, además de reconocer los estereotipos de la nueva cultura así
como su sistema de símbolos, creencias y presuposiciones de manera más natural y
efectiva de lo que supondrían las explicaciones descontextualizadas del profesor.
Por último, la proyección del film facilitará ejercicios de enfoque comunicativo, el
alumno se sentirá animado a hablar y a poner en marcha los mecanismos que le
permitan expresar sus impresiones a cerca de la película o intervenir en la discusión
de la misma. Se podrán llevar a cabo dramatizaciones en las que se tenga que
improvisar a partir de una secuencia seleccionada; debates, que desarrollarán la
fluidez lingüística del alumno y supondrán un proceso de retroalimentación, en el
sentido de que el estudiante percibe sus carencias comunicativas y ello le motiva al
aprendizaje para una exposición convincente de sus ideas; y la exposición de
temas, ya que la película proporcionará el pretexto para tratar o investigar sobre
diferentes asuntos.
Soporte material
• ¿Tiene la película (o la secuencia) subtítulos?
• ¿Está la banda sonora libre de ruidos o interferencias que
dificulten la comprensión?
• ¿Puede el espectador volver atrás para ver de nuevo una parte
(o la totalidad)?
• ¿El aparato o equipo que va a usarse para pasar la película
tiene buena calidad de sonido?
• ¿La acústica de la sala es buena?
• ¿Dispone el espectador de auriculares, si quiere utilizarlos?
• Diez minutos
Se trata de un cortometraje de Alberto Ruiz Rojas, del año 2003. El corto trata
sobre una conversación telefónica entre una operadora de telefonía móvil y un
usuario que necesita conocer un número de teléfono que ésta no está autorizada a
darle. Se aprecian dos registros muy diferentes: la telefonista habla de modo
maquinal y despersonalizado (el mismo interlocutor se lo dice a lo largo de la
película) y el chico que realiza la llamada utiliza un lenguaje coloquial y trata a su
interlocutora con mayor familiaridad.
El modelo de trabajo que proponemos es el siguiente:
Objetivo: diseño de un diálogo en parejas (usando en la medida de lo posible dos
registros diferentes) y/o debate a partir del corto y de un artículo sobre robótica.
Nivel: Intermedio.
Destrezas: Comprensión y expresión oral.
Ficha técnica y artística:
¿Sociedad robotizada?
Mientras el fenómeno de la clonación humana va adquiriendo forma y
expansión, debemos conformarnos con los robots, esos "seres" que pueden
ser divertidos, como en las películas, útiles o incluso peligrosos. En la Red
puedes encontrar numerosos sitios donde explican, exponen y expanden el
mundo de la robótica. Desde los más avanzados instrumentos tecnológicos
que nos facilitan la vida en el hogar hasta los más sofisticados robots que
nos hacen compañía.
No obstante, como deja entrever Ray Bradbury en su futurista novela
Farenheit 451, habrá que tener cuidado, porque una sociedad en la que
dominen las máquinas, en la que los robots y las tecnologías sean el
elemento indispensable, la cultura y las relaciones personales se van a
pique.
En Tecnoefectos.com, por ejemplo, tienes un amplio catálogo en el que
encontrarás robots capaces de hablar, de ofrecerte una refrescante bebida
gaseosa o incluso un modelo que se adapta a las necesidades de su dueño,
pudiendo ser recepcionista, mozo... Otro abanico de productos comerciales
de este tipo lo tienes en Amlsys.com, donde puedes adquirir kits de
montaje para hacerte un robot sencillo a tu medida o comprar un robot que
simula los movimientos de un araña, ideal para bromas.
Siguiendo con los avances en robótica, en Creaturoides.com puedes
adquirir unos pequeños duendes con vida propia muy apropiados para estas
fechas ya que te cuentan, entre todos, una historia navideña. Y en
Sallycorp.com entérate de cómo se hacen los robots animados de los
parques temáticos, desde camareros y científicos a animales como tigres o
elefantes. En definitiva, tanto si te apasionan los robots como si no, Internet
ofrece lugares interesantes para visitar sobre el tema. Disfruta de los
últimos avances tecnológicos y déjate llevar por la imaginación, pero sin
olvidar que vivimos en un mundo, afortunada o desgraciadamente, humano
y en el cual no se pueden sustuir, por mucho que ayuden, las personas por
robots. Lo cual no quita para que seamos inteligentes y nos aprovechemos
de las ventajas que ofrecen.
(Ociototal.com)
6. CONCLUSIÓN
Con este trabajo confiamos en que se haya respondido a las necesidades que
requiere cualquier material para ser incluido en las clases de ELE.
Los estudios en este campo son muy escasos, el material no siempre se adapta a
los gustos de los alumnos o su calidad puede ser dudosa, sin embargo creemos
que una mayor preocupación por el cine español y su producción de
cortometrajes contribuiría positivamente a aumentar la calidad de éstos. Hoy en
día encontramos compilaciones de cortos de las que hace pocos años no se
disponía, y cada vez se intenta llevar nuevo material audiovisual a las aulas, esta
demanda mejora el producto.
Reconocemos, no obstante, que la preparación del material cinematográfico
requiere un trabajo adicional al profesor: de visionados, comparaciones y
análisis, diseño de ejercicios. Por ello no pretendemos su uso de manera
continua, sino que lo proponemos como un material más para utilizar
esporádicamente en las clases. Se presenta, de este modo, al alumno una
producción española con su idiosincrasia, que además le sirve para integrar
modelos de lengua, comportamientos, nuevos esquemas del mundo, mientras
disfruta.
Decía Mitry que lo fascinante del cine es su poder para hacer que las imágenes
de un objeto, un rostro o un paisaje tengan mayor fuerza emotiva encuadradas
por la pantalla que en la vida real. Lo maravilloso es que nosotros, como
maestros, tendremos la oportunidad de descubrírselo a otras personas junto con
la enseñanza de nuestra lengua.
8. BIBLIOGRAFÍA
AMENÓS, J. (1996), “Cine, lengua y cultura”, Frecuencia E/LE 3: 50-52.
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Didáctica del español como lengua extranjera, vol. 2.: 111-132, Madrid,
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VVAA. (2004), Vademécum para la formación de profesores, Madrid, SGEL.
redELE revista electrónica de didáctica / español lengua extranjera
NÚMERO 9
Aprende-le
Inventario de Estrategias de
Aprendizaje para la Lengua Española
Resumen:
1. INTRODUCCCIÓN
Con el fin de darla a conocer entre el mayor número de lectores posible, esta versión
resumida del estudio ha prescindido siempre que ha sido posible de tecnicismos y de
los procedimientos más complejos seguidos en el análisis de datos. En todo caso,
creemos que tanto la presentación del problema planteado como la interpretación de
los datos y las conclusiones alcanzadas resultarán sin duda alguna familiares a los
profesionales de la enseñanza de lenguas extranjeras en general.
Por otra parte, en el Cuadro 1 se detallan las 6 dimensiones o subescalas que forman
la escala o inventario general de acuerdo con el contenido de los items que forman
cada una de ellas. Recordemos que el nombre asignado a cada una de las
dimensiones hace referencia a la (supuesta) naturaleza de las estrategias de
aprendizaje utilizadas, ya sea de forma consciente o no, por el estudiante de una
lengua extranjera en general y, en particular, para los intereses de este trabajo, de
lengua española.
SUBESCALA I T E M S
a) Mnemotecnia 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9
b) Cognitiva 10, 11, 12, 13, 14, 15, 16, 17, 18, 19, 20, 21, 22, 23
3. MUESTRA PARTICIPANTE
Tanto las pruebas experimentales previas como la aplicación definitiva del inventario
se llevaron a cabo en los centros educativos que se indican más abajo. El número de
alumnos que fueron invitados a participar en esta experiencia fue de 650,
matriculados en los centros públicos o concertados del Estado de Connecticut, EEUU,
que se indican en el Cuadro 3 y que habían cursado al menos dos cursos de lengua
española como idioma extranjero.
High Schools
(Connecticut, EEUU)
Los primeros estudios pilotos se realizaron con una muestra de 30 alumnos del centro
de Killingly. Tras la aplicación de la escala definitiva a la muestra de alumnos
seleccionada y una vez revisadas las respuestas de los estudiantes, la muestra
participante quedó reducida a 517 alumnos estudiantes de High Schools, de los cuales
el 41 % eran hombres.
• Recogida de datos a partir del cuestionario elaborado para ello (Anexo 1).
5.1. Conclusiones
Del análisis de los items llevado a cabo y del estudio de la matriz de correlaciones
entre las subescalas que forman la escala inicial que llamamos APRENDE-LE (Aprende
lengua española) se desprende que la mayoría de los reactivos ofrece unos índices
psicométricos aceptables para este tipo de instrumento (Anexo1).
Detectamos, sin embargo, que la discriminación de los items 5, 26, 27 39 y 43 no
alcanza el valor mínimo deseable convencionalmente aceptado de 0,30. Se trata, por
lo tanto, de items con muy baja capacidad discriminativa entre los estudiantes y el
mayor o menor uso que hacen éstos de las estrategias de aprendizaje.
Hay que añadir, además, que con excepción del ítem 5, los cuatro restantes se
reparten por igual entre las dimensiones compensatoria y afectiva (subescalas 5 y 6)
de la escala general. Conviene, no obstante, aplazar cualquier decisión respecto a la
conveniencia o no de prescindir de estos reactivos en una versión definitiva de la
escala hasta que no se hayan confirmado estos resultados mediante el análisis
factorial.
Por lo que respecta a la dificultad de los items se observa que en su conjunto los
índices son de carácter moderado, con valores que oscilan entre 1,402 (ítem 43) y
3,890 (ítem 42), lo que pone de manifiesto un grado dificultad aceptable para la
medición del rasgo que nos ocupa (uso de las estrategias de aprendizaje).
Conclusiones similares caben extraer del análisis de variabilidad de los items. La
dispersión de puntuaciones abarca el intervalo 0,867 (ítem 43) y 1,813 (ítem 44),
siendo lo suficientemente amplia para facilitar la capacidad discriminativa de los
items.
5. 2. Fiabilidad y validez
Con relación a los índices de las otros cuatro subescalas podrían calificarse de
moderados y su diferencia con respecto a la fiabilidad de la escala general (0,920) se
justifica por el número de items apreciablemente más elevado de ésta última.
SUBESCALA FIABILIDAD
a) Mnemotecnia 0,723
b) Cognitiva 0,827
c) Compensatoria 0,587
d) Metacognitiva 0,799
e) Afectiva 0,524
f) Sociocultural 0,737
5.3. Validez
Entre los diferentes categorías que permiten definir el concepto único de validez
(contenido, criterio, constructo), en la escala APRENDE-LE se ha considerado tanto la
adecuación muestral de los items que forman la escala original al dominio “estrategias
de aprendizaje en una Lengua Extranjera” (validez de contenido) como la validez de
la teoría acerca de la naturaleza del constructo medido (justificación teórica de las
estrategias de aprendizaje) y de la escala utilizada para medirlo (validez de
constructo).
Los autores citados llevan a cabo una extracción de factores mediante el método de
componentes principales y realizan una rotación conocida como varimax con el fin de
reducir el número de variables con pesos altos en un factor y, de este modo,
identificar una estructura factorial que explica el 51.6 % de la variabilidad entre los
50 items de la escala original. Es obvio que dichos resultados no confirman la
estructura de 6 subescalas previamente definidas de la SILL, si bien los autores
consideran que los resultados del análisis reproducen parcialmente esta estructura y
confirman la naturaleza de las estrategias utilizadas por los estudiantes en el
aprendizaje de una LE.
=========================================
1 22,722 22,722
2 5,420 28,141
3 4,679 32,821
4 3,986 36,807
5 3,335 40,142
6 2,930 43,073
7 2,674 45,747
8 2,436 48,183
9 2,321 50,504
____________________________________________________
Si comparamos estos resultados con los proporcionados por loas autores de la SILL
no cabe duda de que tanto en términos cuantitativos como en la forma en que se
distribuye la varianza parecen revelar una misma estructura factorial común a
ambas escalas. En efecto, tan solo se aprecia una diferencia de 1,56 % de varianza
total a favor de la primera y ligeras variaciones en cuanto a los porcentajes explicados
por cada uno de los nueve factores.
Interpretación de los factores obtenidos
Tras estas consideraciones, hemos creído oportuno interpretar los datos del análisis
factorial reflejados en la tabla 2 en función de las categorías que definen los 9
factores obtenidos por Green y Oxford (1995) en el estudio ya comentado, sin excluir
otras posibles interpretaciones en el futuro que aporten información complementaria
sobre la naturaleza de estos factores.
Estamos ante el factor que explica el 22,722 % de la varianza total, con mucho, el
componente con mayor poder explicativo. Tras el examen del contenido de los items
15, 16, 17, 22, 30, 33, 35 y 36 podemos concluir que este factor queda
perfectamente definido por las estrategias implícitas en dichos items.
Este segundo factor explica un 5,420 % de la varianza y viene definido por los items
2, 11, 12, 13 y 14. Sin embargo, el análisis de contenido de estos items no nos
permite identificar el componente afectivo que originalmente se les atribuye.
Respecto del carácter metacognitivo de las estrategias cabe decir que la mayoría de
ellas parecen estar más próximas a la dimensión cognitiva que originalmente define la
escala, si bien es cierto que en ocasiones no resulta muy fácil distinguir entre estas
dos últimas.
Las mismas consideraciones merecen el contenido de los items que forman el factor 3,
responsable del 4,679 de la varianza. De nuevo, las mayores cargas factoriales que definen
el contenido de los items 1, 9, 13, 18, 29 y 32 parecen estar más próximos al carácter
cognitivo (o metacognitivo, en sentido amplio) de las estrategias que definen, sin que
podamos apreciar la dimensión social o afectiva bajo la que fueron agrupados.
Este factor es responsable del 3,896 % de la varianza. Representado por los items 19,
45, 46, 47 y 48, tan sólo el primero de ellos alude claramente al análisis lingüístico
que define originariamente el factor. Creemos que los items restantes pueden ser
agrupados claramente bajo la dimensión sociocultural implícita en el aprendizaje de
un idioma.
Los items 37, 38, 39, 40, 41 y 42 llegan a explicar el 2,930 % de la varianza total.
Aunque no se puede dudar de la presencia del componente social implícito en las
estrategias referidas en los items 39, 40, 41 y 42, creemos que sería mucho más
propia su agrupación bajo la dimensión afectiva del aprendizaje. Respecto de los
items 37 y 38, una interpretación laxa de su contenido no sería contraria al
componente cognitivo que los define.
Los items 24, 25, 26, 27 y 28 representan el 2,436 % de la varianza total. El examen
del contenido de los mismos no nos permite identificar el carácter manipulativo bajo
el que han sido agrupados. Creemos que el término compensatorio puede resultar
mucho más apropiado y común a cada uno de ellos.
Del examen del contenido de los items 43 y 44 que definen este factor, explicativo del
2,321 de la varianza, se aprecia el fuerte componente afectivo presente en
aprendizaje del idioma, con independencia de su carácter compensatorio también
implícito en ambos.
Conclusiones
En primer lugar hay que resaltar que en términos cuantitativos el análisis factorial de
la escala APRENDE-LE arroja unos resultados muy similares a los de la SILL. Como
hemos visto, no sólo el porcentaje de la varianza explicada resulta casi idéntico, 50,5
y 51,6 respectivamente, sino que también la forma en que se distribuye dicha
varianza aparecen como datos concluyentes de la gran similitud entre ambas
soluciones factoriales.
6. RECAPITULACIÓN Y PROSPECTIVA
Sin embargo, tras el proceso de análisis de items hemos podido ver cómo la mayoría
de los 50 items que forman la versión española de la SILL (APRENDE-LE) mostraban
un comportamiento psicométrico consistente. Tan sólo cinco de los items que
forman la escala (5, 26, 27, 39 y 43) ofrecen índices de discriminación inferior a
0,30, sin bien los resultados del análisis factorial posterior confirmó cargas factoriales
aceptables para cada uno de ellos.
Finalmente, desde un punto de vista educativo, creemos que hemos alcanzado con
éxito el objetivo último que nos marcábamos en esta investigación. Tanto la
fundamentación teórica como la consistencia de los resultados estadísticos
(distribución normal de puntuaciones, fiabilidad, validez, etc.) nos ofrecen garantías
suficientes para contemplar la escala APRENDE-LE como un instrumento que nos
permite evaluar la frecuencia y la naturaleza de las estrategias de aprendizaje que
pone en práctica el estudiante de lengua española lo largo de la Enseñanza
Secundaria o High School en un contexto educativo anglosajón. Queda pendiente
para un futuro inmediato la tipificación y baremación de puntuaciones y la validación
de este instrumento en contextos culturales y educativos diferentes.
BIBLIOGRAFÍA BÁSICA SOBRE EL TEMA
Nota: dado que este trabajo es una versión resumida del estudio original, a lo largo del mismo
no aparece explícita la bibliografía que aparece a continuación. Nos ha parecido oportuno, no
obstante, citar aquí todas las referencias consultadas.
Carton, A., The Method of Inference in Second Language Study. The Research
Foundation of the City of New York, 1966.
Ellis, R., Understanding Second Language Acquisition. Oxford University Press, 1985.
González J.L.; Asensio, M., Intentando Aprender otro Idioma. Infancia y Aprendizaje,
75, 59-73, 1996 a.
González J.L.; Asensio, M., Guía Documental sobre Aprendizaje de Segundas Lenguas
y Lenguas Extranjeras. Infancia y Aprendizaje, 75, 75-83, 1996 b.
Green, John M., A Closer Look at Learning Strategies, L2 Propficiency, and Gender.
Tesol Quarterly, Vol. 29, nº 2, 1995.
Naiman, N., The good language learner. Reasearch in Education Series, 7, The
Ontario Institute in Education, Toronto, 1978.
Oxford, Rebeca, Language learning strategies: What every teacher shouldd know.
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Renom Pinsach, Jordi, Diseño de Tests. Idea, Investigación y Desarrollo, Hospitalet,
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http://www.sgci.mec.es/redele/biblioteca2005/MRoncel.shtml. RedEle, 2005.
Skehan, P., Where does Language Aptitude come from? In Meara, P., (Ed.). Papers
from the Annual Meeting of the British Association for Applied Linguistics, Edimburg,
1985.
- Prueba experimental-
Contesta: ¿Conoces o practicas alguna otra técnica o estrategia distinta de las que
has respondido cuando estudias la lengua española?
______________________________________________________________________
______________________________________________________________________
______________________________________________________________________
______________________________________________________________________
1
La autora investiga en temas relacionados con la didáctica del proceso de enseñanza-aprendizaje de la comunicación
oral en lenguas extranjeras en contextos de inmersión sociocultural y la dinámica de las estrategias de comunicación.
Actualmente se encuentra en la fase final para optar por el Grado Científico de Doctora en Ciencias Pedagógicas con su
tema: “Modelo estratégico intercultural para el proceso de enseñanza-aprendizaje de la comunicación oral en
lenguas extranjeras en contextos de inmersión sociocultural”
INTRODUCCIÓN
Con el presente trabajo se explica y fundamenta una propuesta de modelo estratégico intercultural
como contribución teórica para el perfeccionamiento del proceso de enseñanza-aprendizaje de la
comunicación oral en lenguas extranjeras en contextos de inmersión sociocultural, ante la necesidad
de nuevos aportes a la didáctica en este campo específico de profundizar en sus aspectos teóricos y
contextuales ante la insuficiente sistematización de un proceso interpretativo contextualizado que
permita revelar las relaciones esenciales intrínsecas que enriquezcan la dinámica comunicativa para
estimular un proceso de autogeneración y construcción del intercambio oral por parte de los
estudiantes extranjeros que se insertan en el aprendizaje y uso de la lengua en un contexto
determinado.
Los presupuestos teóricos que fundamentan su concepción toman como punto de partida el sistema
de categorías de la didáctica según la teoría holístico-configuracional del Dr. Homero Fuentes y
otros autores (1998), que se constituye en el postulado epistemológico que lo dinamiza, en tanto caracteriza e
interpreta su esencia, al revelar las configuraciones y dimensiones del proceso como expresiones de sus
relaciones, desarrollo y transformación.
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Tal asunción holístico-configuracional deviene expresión de la naturaleza dinámica del modelo, de su carácter
totalizador y de su principal regularidad que permite explicar, predecir e interpretar el comportamiento del proceso,
al tiempo que reconoce el papel de los sujetos participantes en el intercambio intercultural, quienes, al convertir el
propio proceso en sentido de su actuación estratégica comunicativa, se constituyen en los protagonistas de su
construcción, y por ello, en gestores de su transformación. Lo anterior posee una profunda significación en la praxis
oral ya que, en las relaciones que se establecen entre las configuraciones, en tanto procesos y cualidades que se
constituyen expresiones dinámicas de las mismas y se sintetizan en configuraciones de orden superior para dar
lugar a las dimensiones como expresiones del movimiento y la transformación del proceso, deviene un método de
construcción estratégico-comunicativo, en un empeño por perfeccionar la dinámica de la enseñanza-
aprendizaje de la comunicación oral en lenguas extranjeras en contextos de inmersión sociocultural.
Los referentes constructivistas y cognitivos (Vigotsky, 1968; 1987; Escandell, s/f; D. Gaonac´h, 1987; citado por
Santos Maldonado, 2003), también se constituyen en sustentos psicológicos importantes para el proceso de
modelación teórica, a partir de considerar al aprendizaje como construcción social e individual de significados por
parte del alumno, lo que implica establecer una dinámica de construcción del proceso oral que resulte
comunicativa y estratégicamente significativa para el estudiante, conduciendo así al desarrollo de procesos
relevantes para que el aprendiz perfeccione su capacidad de actualizar y activar los esquemas cognitivos en
función del contexto y los factores interactivos, analizar la realidad de la situación comunicativa y decidir el modo
más eficaz para intervenir en ella.
Por otra parte, el reconocimiento y valor de la interculturalidad como proceso que rige los intercambios
comunicativos, implica armonizar y articular desde la pragmática, el modelo de competencia comunicativa
intercultural de Michael Byram (2004) como sustento que implica un reconocimiento de las habilidades de un
hablante extranjero de actuar de forma adecuada y flexible al enfrentarse con acciones y expectativas de personas
de otras culturas, lo que posibilita revelar su esencia hacia una lógica didáctica de conducción de la praxis
interactivo-estratégica para intercambios orales más eficientes y autónomos por parte del aprendiz en sus
relaciones sociales en el contexto de inmersión de la lengua que aprende, al propiciar que éste vaya adquiriendo
niveles cualitativamente superiores de comprensión e interpretación de la dinámica estratégico-comunicativa a la
que se enfrenta.
Se asumen, además, los presupuestos de Bachman (1990) y del Marco de Referencia Europeo (2002), de valorar
la comunicación oral como proceso de gestión, que se sustenta en una dinámica de planificación, ejecución,
control y evaluación, los cuales se constituyen en fundamentos del modelo, a partir de que éste toma en cuenta el
sistema de relaciones de carácter social que se establecen entre los sujetos implicados en el intercambio oral, lo
que significa entender este complejo fenómeno como proceso que comprende actividades de orientación,
planificación, conducción y construcción interactiva desde un desarrollo consciente, encaminadas a la consecución
de determinados fines orales. Al mismo tiempo, es expresión de un desarrollo flexible y adaptable a la dinámica de
la diversidad interactiva, lo que justifica la búsqueda de un modelo estratégico intercultural que se adecue a la
realidad del entorno sociocultural y a la variabilidad del proceso didáctico.
En el orden didáctico se toma, como punto de partida para definir el proceso de aprendizaje comunicativo-
estratégico, la teoría del aprendizaje comunicativo (Engeström, 1987; 1996; 1999; citado por Martínez Lafuente,
2005), basada en la resolución de conflictos derivados de las interacciones de los individuos con su entorno, a partir
de los presupuestos del enfoque histórico-cultural de Vigostky y sus seguidores, y deviene un proceso que
evoluciona desde el concepto de la transmisión del conocimiento, al concepto de generar aprendices activos
mediante interacciones sociales y negociaciones comunes.
Desde esta orientación y tomando en cuenta las características propias del objeto de estudio, se asume la idea de
que el tratamiento didáctico de la comunicación oral en lengua extranjera debe ser abordado desde una óptica que
favorezca el desarrollo de un aprendizaje comunicativo-estratégico, entendido como el proceso: 1) activo,
caracterizado por la puesta en marcha por el estudiante de una serie de procedimientos que le permitan activar sus
mecanismos interactivos y cognitivos; 2) constructivo, pues las actividades que realizan los estudiantes tienen
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como finalidad construir su propio proceso comunicativo desde una perspectiva personal; 3) significativo, pues el
estudiante construye significados, poniendo en relación los saberes nuevos con los ya adquiridos, a partir de tomar
en cuenta sus experiencias individuales en el intercambio interactivo intercultural, que le permitan formar una
estructura de pensamiento nueva, mucho más trascendente, lo que genera un desarrollo oral autónomo y
autorregulado; 4) regulador, ya que los estudiantes tienen un dominio de diferentes estrategias comunicativas y
saben regularlas, condicionarlas y ajustarlas a las situaciones comunicativas o demandas contextuales; 5)
desarrollador, porque se refleja de manera consciente los procedimientos, permitiendo potenciar los
conocimientos, habilidades y valores necesarios para el desarrollo comunicativo; 6) heurístico, porque brinda la
posibilidad de que el aprendiz vaya descubriendo de forma autónoma y consciente su propia dinámica de
construcción estratégico-comunicativa desde la reflexión lógica y contradictoria de sus propios procedimientos; 7)
sistematizador, porque favorece un proceso continuo de sucesivos niveles de esencialidad y consolidación de la
lógica de construcción y desarrollo oral de las relaciones de intercambio intercultural.
Resulta necesario, por tanto, establecer las relaciones de naturaleza dialéctica que se manifiestan en el proceso,
que permitan determinar sus configuraciones, y dimensiones, como expresión de una dinámica de construcción
estratégico-comunicativa desde la didáctica de las lenguas extranjeras, que revele de manera consciente su
naturaleza interpretativa, como aporte significativo de la presente investigación.
El presente modelo estratégico intercultural comprende tres dimensiones que son expresión de sus movimientos
internos y permiten revelar, a partir de sus relaciones con otras configuraciones, la transformación del proceso.
Estas dimensiones son:
Dimensión de la comprensión contextual
Dimensión interactiva estratégica
Dimensión interpretativa intercultural
Lo anterior significa que para que se logre el proceso de adquisición cognitiva, es preciso que el docente estimule
las condiciones necesarias para favorecer el aprendizaje por parte del alumno, a partir de la potenciación en él de
un comportamiento que le facilite dinamizar sus recursos funcionales y estratégicos, de acuerdo con sus esquemas
comunicativos previos, para garantizar un proceso que debe reflejar que el buen comunicador-estratega planifica,
regula y moviliza sus patrones y su realidad interna.
Durante el proceso didáctico el profesor debe potenciar una dinámica que permita al aprendiz activar sus
operaciones mentales para que a partir de ellas, visualice las estrategias comunicativas más apropiadas de acuerdo
a la diversidad de situaciones orales a las que se enfrenta, lo que favorece en él un control de sus mecanismos de
desarrollo oral, que estimule sus recursos cognitivos y funcionales y orienten al estudiante hacia un nivel de
reflexión más consciente acerca de cómo construye su comunicación oral.
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En tal sentido se debe valorar la movilización cognitiva estratégica como espacio generador de una dinámica de
construcción didáctica que permita al aprendiz planificar sus recursos funcionales y estratégicos, a partir de
analizar a qué obedece la selección estratégica realizada, saber explicarse y argumentar por qué activa
determinadas estrategias comunicativas y no otras, qué mecanismos perceptuales y afectivos están incidiendo en
el control de su plan estratégico que lo motiva a elaborar su dinámica contextual e interactiva desde una dirección
específica. Es reflexionar en conjunto sobre la construcción interna de sus recursos para propiciar el intercambio a
partir de la búsqueda de las claves que operan en el empleo de sus recursos, que le permitan autodescubrir sus
esquemas cognitivos desde la propia concepción y modificación de estos.
Quiere esto decir, que durante esta construcción estratégica que desde una estimulación didáctica desarrolla el
estudiante, se produce un proceso de dinamización mucho más consciente, no sólo de sus estructuras y esquemas
funcionales para operar satisfactoriamente en el intercambio oral y la interacción intercultural a partir de formular su
expresión de la manera más apropiada, reconstruyéndola en caso necesario, sino también, se activan sus
estrategias y recursos para la preparación y conducción comunicativa y afectiva, la búsqueda del equilibrio en el
desarrollo de la comprensión, expresión e interacción oral, se favorece la motivación para el intercambio, y se
estimulan sus potencialidades internas para comprender la dinámica del proceso, lo que se traduce en un dominio y
control de sus procesos orales de acuerdo con las previsiones de un plan estratégico con sus posibles
modificaciones, desde una toma de conciencia de la realidad contextual y las condiciones en que se desarrolla la
interacción.
Se trata de un proceso activo que se orienta en dos direcciones: por un lado, dirigido a estimular los recursos
estratégicos necesarios para encauzar la intencionalidad de las acciones hacia un objetivo comunicativo concreto,
que opera directamente en los esquemas internos de procesamiento y desarrollo expresivo e interactivo, y
potenciar los mecanismos para la exteriorización verbal de forma reflexiva, a partir de desarrollar la lógica de
estimulación cognitiva, afectiva, que permita, no sólo su concientización, sino también su cuestionamiento, para
lograr niveles de apropiación e interiorización más esenciales, desde el propio proceso de reconstrucción
comunicativa, por otro.
La lógica del proceso oral, que se da a través del aprendizaje comunicativo-estratégico y que se concreta en esta
configuración de movilización cognitiva estratégica, no existe como función autónoma, sino que es consecuencia
del carácter perceptivo y operacional del proceso. El primero, al ser expresión de cómo es asimilada y entendida
la realidad por parte del aprendiz, a partir de sus esquemas culturales, afectivos y cognitivos; y el segundo, en tanto
dinamiza los procedimientos funcionales y estratégicos de acuerdo con sus percepciones, a los que se integra su
valor estructurador, entendido a partir de los procesos que tienen como objetivo el tratamiento de la información o
material presentado, según los esquemas del sistema cognitivo que se aplican para ello, lo que refuerza el
reconocimiento de los procesos internos responsables de los reajustes, relaciones y saberes previamente
asimilados por el sujeto, como pantallas conceptuales para comprender los hechos, acciones y mensajes recibidos
a través de la comunicación.
Por tanto, se trata de un proceso de aprendizaje comunicativo estratégico centrado en el sujeto y su construcción y
reconstrucción oral, lo que se traduce en que el docente no puede ignorar o rechazar los saberes que lleva el
alumno a las situaciones de comunicación a las que se enfrenta, lo que hace tomar conciencia de que el acto de
intercambio comunicativo implica un proceso de elaboración cognitiva constante, en tanto potencia en el alumno su
propio funcionamiento comunicativo, su actividad movilizativa de estrategias comunicativas, habilidades
interiorizadas, comportamientos y conocimientos generales de las situaciones, interlocutores, temas orales y otros
factores contextuales que condicionan su capacidad de predectibilidad, inferencia, análisis y de comprensión y
producción de la lengua, para una mayor eficacia comunicativa, que debe ser modelada necesariamente en la
práctica docente sistemática.
La movilización cognitiva estratégica, por consiguiente, queda definida, a efectos de la didáctica del aprendizaje
comunicativo-estratégico, como la configuración que es expresión del proceso estratégico y consciente, con
carácter perceptual, operacional y estructurador, donde se dinamizan esquemas cognitivos, afectivos y
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operaciones lingüístico-estratégicas, por parte del aprendiz, en función no sólo de la consecución
expresiva verbal, sino también de la construcción y reconstrucción de una lógica mental a partir de la
situación de comunicación, los factores contextuales y las informaciones vertidas durante el curso del
intercambio oral.
Significa esto, que la lengua no se experimenta de forma aislada, sino siempre en relación a un escenario social y a
una realidad mental, lo que condiciona construcciones orales caracterizadas por la diversidad, que son el resultado
de la multiplicidad de aproximaciones comunicativas que desarrollan los estudiantes en sus usos de la lengua.
Por consiguiente, resulta vital, para la articulación del aprendizaje comunicativo-estratégico desde este proceso de
orientación contextualizada, la potenciación en la dinámica, de los procedimientos necesarios para que el aprendiz
correlacione y conecte sus procesos de elaboración comunicativa a partir de los vínculos y relaciones objetivas con
sus referentes cognitivos, sociales y culturales, lo que se traduce en un proceso formativo que desarrolle la
capacidad del estudiante para aprender a encauzar sus intercambios orales y la concepción operativa de los
mismos en el marco de las relaciones interculturales.
Esta configuración permite dilucidar en la praxis del aprendizaje comunicativo-estratégico, la vía estratégica para
dirigir las operaciones y procedimientos individuales, teniendo en cuenta los requerimientos contextuales, en el
sentido más amplio del término, en tanto equivale a ubicar el proceso dentro de las relaciones espacio-
temporales y mentales, donde se combinan, en todo su dinamismo e integración, referentes concretos,
observables, y estructuras que sirven como reguladoras y conductoras de la interacción y que operan en los
contextos internos.
La interrelación dialéctica entre ellas tiene un carácter contradictorio, puesto de manifiesto en la unidad indisoluble
entre ambas: allí donde la orientación de la contextualización comunicativa tiene lugar, es debido a la movilización
de los esquemas cognitivos y afectivos, estructuras funcionales de la lengua y de una lógica estratégica; la
movilización cognitiva estratégica supone todo un proceso de orientación, pues la lógica mental que estimula los
patrones estratégicos y funcionales individuales sólo se completa en integración con el proceso de orientación de la
comunicación a partir de sus relaciones contextuales.
Es decir, no basta con que el estudiante movilice, en el plano individual, sus estructuras cognitivas, afectivas y
operaciones lingüístico-estratégicas para operar, percibir y conducir sus intervenciones orales de acuerdo con la
diversidad de situaciones comunicativas, sino que precisa orientar ese proceso movilizativo a partir de articular y
situar los presupuestos y relaciones contextuales y mentales aportados por la realidad social e individual que matiza
dicha interacción. De ahí su complementación como par dialéctico.
A su vez, esta categoría síntesis es expresión de otro movimiento del proceso que, a través de la dimensión
interactiva estratégica, expresa la relación entre la proyección de la intencionalidad estratégica y la gestión
de la cooperación intercultural.
En tal sentido, hay que tener en cuenta que los vínculos comunicativos que se producen entre los hablantes de una
lengua extranjera implican un proceso de interactividad y cooperación constante, que no se reducen sólo a
presuponer una disposición positiva de los interlocutores para la realización oral, sino que significan una postura
mucho más trascendente, en tanto generan y desarrollan las bases para el intercambio, pues comprende los
procesos de planeamiento, conducción, seguimiento y evaluación de un conjunto de decisiones y acciones, para
buscar la solución de distintos problemas interactivos que puedan presentarse y, al mismo tiempo, lograr
determinados objetivos comunicativos.
Lo anterior se traduce en reconocer la comunicación oral como proceso que puede ser gestionado por los
estudiantes, en tanto proceso flexible y variable, sujeto a un desarrollo dinámico, a partir de operar en una realidad
cambiante y en una diversidad situacional e intercultural, que condiciona la dinámica de los intercambios orales. Se
trata de un proceso que de modo consciente se desarrolla a través del amplio sistema de relaciones e
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interacciones de carácter social que se establecen entre los sujetos implicados en el mismo, dirigido a crear
las condiciones necesarias para estimular el intercambio entre los hablantes, desarrollar los procedimientos para
organizar la lógica de construcción comunicativa de acuerdo con los contextos donde tiene lugar la interacción, y
preservar un clima favorable para la comunicación intercultural.
La proyección de la intencionalidad estratégica, como configuración dentro de la dinámica del proceso, implica
planificar, seleccionar, y estructurar los medios necesarios por parte del estudiante para alcanzar sus fines
comunicativos y llevar a cabo negociaciones importantes para el logro de este propósito. De esta forma, se propicia
su función retroalimentadora, en tanto deviene un proceso transformador estratégico de las acciones orales del
alumno, a partir de valorar la efectividad de las mismas.
Por tal motivo, el aprendizaje comunicativo-estratégico debe estimular un proceso consciente de toma de
decisiones en una dialéctica que opere desde el qué al cómo y del cómo al qué, en tanto sea capaz de estimular en
el aprendiz, la reflexión activa y consciente sobre qué decir y cómo decirlo, de acuerdo con los propósitos que
persigue al interpretar y enunciar los mensajes durante la interacción, al tiempo que le permita reorientar, en la
misma medida, su desarrollo oral a partir del cómo lo dijo hacia una reconstrucción del qué. Deviene, por tanto, un
proceso constante de orientación, control y valoración que funciona como regulador de las acciones comunicativas
y la conducta de los participantes durante el intercambio intercultural, signado por el carácter estratégico que rige
sus comportamientos verbales y sus acciones.
En la misma medida que el alumno valora la efectividad de sus acciones intencionales durante la interacción oral,
se ve precisado a establecer y propiciar las relaciones comunicativas entre los sujetos implicados en los contactos
interculturales. Quiere decir esto que, dentro de la dinámica del proceso, la dimensión interactiva estratégica sólo es
complementada a partir de la relación que se establece entre la intencionalidad de las acciones con la configuración
de gestión de la cooperación intercultural.
Significa que a la capacidad de los hablantes para planificar, construir y emitir sus mensajes se debe integrar la
capacidad para gestionar la cooperación con el interlocutor, en tanto implica la necesidad de tener en cuenta al otro
en diversos sentidos, valorando las condiciones de reciprocidad y colaboración impuestas por la dinámica de la
comunicación intercultural, desde la planificación y ejecución de una lógica y racionalidad interactiva, devenida
actividad transaccional y negociadora que, desde la propia cooperación con el interlocutor, permita la construcción
personal del acto oral y, en esa misma medida, ir reconstruyendo y modificando las estrategias de intercambio para
garantizar la cooperación con el otro.
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Para que el aprendiz consiga el objetivo de trasmitir su intención comunicativa del modo más eficaz posible resulta
necesario no sólo un conocimiento del contexto exacto en que se realizará la interacción, lo que remite a su
capacidad de orientación en los contextos internos y externos, sino también desarrollar sus potencialidades para
diseñar y transmitir dicha intencionalidad, de modo que sea interpretada correctamente en ese contexto, lo que
condiciona la planificación de la interacción.
Al mismo tiempo, precisa organizar las intervenciones, activando, además de su capacidad de emisión, sus
potencialidades para la interpretación sólo en función de ese contexto, que le permita valorar y reorientar los
intercambios para propiciar su ejecución, creando las condiciones para dar solución a los posibles problemas y
malentendidos que puedan surgir durante el curso de la relación interactiva, brindando la posibilidad de analizar y
comprobar el desarrollo del proceso, a través de un comportamiento activo con respecto a qué aspectos se
constituyen en conocimiento mutuo y cuáles no, para conseguir ser informativo y hacer aportaciones relevantes, sin
caer en repeticiones, aburrir, o correr el riesgo de no ser entendidos, lo que implica un control constante de la
efectividad de la cooperación y una construcción conjunta del intercambio y el discurso.
Quiere decir esto que la necesidad de tomar en cuenta al otro en el intercambio intercultural debe trascender la
simple actividad negociadora y transaccional, que estimula los mecanismos interactivos, hacia un
redimensionamiento de la misma como proceso de gestión, que permita dar cuenta de los procedimientos a
desarrollar por el estudiante para ver cumplidas sus expectativas iniciales al participar en la comunicación y dar
solución a un problema; ser efectivo, a partir de obtener el resultado esperado en la interacción, de acuerdo con
sus objetivos; hacer un uso adecuado de los contenidos comunicativo-estratégicos necesarios para el logro de su
propósito, recurriendo a los medios para ello, lo que destaca la validez del proceso.
Hablar en términos de gestión de la cooperación intercultural, desde una visión interactiva, implica dotar a la
interactividad de un sentido de valor trascendente, en tanto esta configuración, como proceso, contiene en sí
mismo, su propia dinámica estratégica interna que posibilita la construcción operativa de la cooperación, desde una
apertura que valore los condicionamientos situacionalmente determinados durante el intercambio oral, valorar
estratégicamente las características del entorno interno y externo que rige el proceso oral, establecer las
relaciones con el entorno, y orientar la cooperación a partir de la identificación de roles y la participación de los
sujetos implicados en la interacción, construyendo la relación de intercambio a partir de favorecer el vínculo social
y la afectividad entre los participantes con procedimientos concretos para el logro de tales propósitos, en un
proceso constante de reorientación en caso necesario.
Es decir, significa que el aprendiz se convierta en el propio gestor de su proceso comunicativo, de forma
consciente, flexibilizándolo y adaptándolo, de acuerdo con la evolución que se opera en la dinámica de desarrollo
interactivo, lo que le permite la construcción de su propia estrategia de gestión cooperativa, a partir de reconocer y
comprender las características específicas de cada situación oral, sobre la base de su elaboración y organización
lógica.
A partir de estos rasgos, que caracterizan esta configuración, es posible entender la gestión de la cooperación
intercultural como aquel proceso que, de modo consciente, se desarrolla a través de un sistema de
relaciones e interacciones cooperativas que se establecen entre los sujetos implicados en el intercambio
intercultural dirigido a promover la negociación interactiva a partir de planificar, conducir y controlar las
decisiones y acciones para dar solución a las dificultades, favorecer la afectividad, construir el discurso
conjunto y lograr los objetivos comunicativos propuestos.
La gestión de la cooperación intercultural tiene que ser interpretada en íntima relación con la proyección de la
intencionalidad estratégica, como procesos que se dan en unidad dialéctica. La intencionalidad de la comunicación
implica proyectar conscientemente el propósito real de lo que se dice y la manera en que se dice, lo que permite
adaptar la conversación a la índole del intercambio verbal en que participan los hablantes, y esto, a la vez que
estimula la gestión de la cooperación a partir de propiciar la interacción en el marco intercultural, y encauzar este
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proceso, se opone a él, cuando dicha gestión no cumple con todas sus funciones de acuerdo con los propósitos
que se persiguen con el vínculo oral.
Quiere decir lo anterior, que un proceso de comunicación intercultural en el que la gestión de la cooperación no sea
orientada dinámicamente a partir de una intencionalidad de sus objetivos comunicativos, puede llegar a resultados
inoperantes para el intercambio y la efectividad del proceso, lo que limita la autonomía del alumno y reduce su
sistematización de la comprensión del contexto donde se desarrolla la acción oral. Por eso, ambas categorías se
condicionan, a la vez que se excluyen mutuamente, como pares dialécticos.
La comprensión, como proceso cognitivo de alto nivel, es valorada como proceso constructivo, en el que la
información de un estímulo o evento se relaciona con otra existente en la memoria, lo que condiciona los
mecanismos de análisis, búsqueda, activación y ajuste entre las diversas fuentes de información, entendida en
términos de procesamiento.
En relación con lo anterior, comprender el contexto comunicativo en términos interculturales significa entenderlo en
todo su dinamismo, en un proceso de construcción de significados y sentidos, de acuerdo con las normas que rigen
los intercambios orales y las condiciones que envuelven a los hablantes y sus contextos. Se trata que el estudiante
sea capaz de implicarse y reconocer la existencia de patrones diferentes a los suyos, que necesita comprender
para poder operar de forma efectiva en la nueva realidad, a partir de encauzar y activar sus referentes y los
referentes que tipifican las relaciones en las que se verá inmerso.
Por consiguiente, se hace necesario sistematizar esta comprensión contextual a efectos didácticos, en tanto se
constituya en expresión de un grado de esencialidad de orden superior, que tome como base tanto la acción oral
de los sujetos como el saber sobre esta acción oral, que deviene punto de partida del proceso de
sistematización. Esta práctica de “hacer y saber hacer” que le antecede al mencionado proceso, como saberes
contextuales comprendidos y reconocidos inicialmente por el aprendiz, en su interacción con los presupuestos de
otra lengua y cultura, son recuperados, analizados y recontextualizados a través de la sistematización de dicha
comprensión.
Este proceso se desarrolla a partir de una toma de conciencia por parte del estudiante no sólo de sus decisiones
con relación a sus acciones intencionales y objetivos comunicativos, desde una valoración de su conducta a seguir
de acuerdo con un propósito determinado, sino también orientado hacia un proceso, dirigido y meditado, que
permita proyectar la planificación, control, y construcción de intercambios y negociaciones más eficaces, para
favorecer la interactividad desde los presupuestos de la interculturalidad.
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Sistematizar significa, entonces, revelar una lógica procesal, que permite al estudiante, en una consecutividad de
la comprensión contextual, ser capaz de explorar la gama de posibilidades que utiliza para desarrollar este proceso,
a partir de orientarse y activar sus referentes cognitivos y estratégicos, para contribuir a generar un proceso no sólo
de ejecución y autocontrol, sino también de reevaluación y reconstrucción expresiva y conductual y de gestión
cooperativa de la comunicación, con todas las implicaciones internas y externas que ésta encierra para la
comprensión contextual.
En tal sentido, la labor del estudiante será construir la sistematización de la comprensión, a través de potenciar los
recursos necesarios para ello, que estimulados por la labor del docente, garanticen un proceso de aprendizaje
comunicativo-estratégico que permita hacer visible la construcción de significados y sentidos de los hablantes, para
que puedan ser confrontados y recuperados en un nivel superior de análisis y acercamiento al proceso, a partir de
reflexiones y valoraciones más organizadas del mismo.
Este proceso de sistematización tiene un carácter reflexivo, ordenador y retroalimentador, en tanto pretende
organizar y aplicar lo que ha sido la marcha del proceso de comprensión del contexto comunicativo, buscando, en
la explicación de su dinámica, las razones que propician que la reflexión y el análisis se produzca de una forma y no
de otra, intentando dilucidar el significado y el sentido que tiene dicha comprensión contextual para el estudiante, lo
que se traduce en una generación cognitiva constante, como un primer momento de acercamiento al proceso oral,
desde sus experiencias de intervención y asunción de la realidad comunicativa.
Sistematizar la comprensión contextual implica investigar, e investigar implica pensar y comprender la realidad oral
y experencial en la que se inserta el aprendiz, a partir de la explicación consciente de la misma, lo que significa
generalizar esta reconstrucción reflexiva en el contexto de interacción comunicativa. Esto se traduce en producir
saberes desde el contexto y sobre él, desde construir y nutrir estos saberes en y desde la acción comunicativa,
teniendo en cuenta las visiones perceptuales, la realidad de la situación oral donde se efectúa el intercambio, y las
relaciones de cooperación entre los sujetos que en ella participan, como la base objetiva desde donde es posible
sistematizar la comprensión.
Por consiguiente, sistematizar las prácticas reales experencialmente significativas para el estudiante, deviene un
esfuerzo consciente por captar y reflexionar acerca de los significados y sentidos de las acciones comunicativas
experimentadas por ellos y sus efectos, como “lecturas” organizadas a partir de sus patrones culturales y
vivenciales y las relaciones de acercamiento, orientación y cooperación en el entorno, para volver a él, en un
desarrollo en espiral que dé lugar a nuevos niveles de comprensión contextual y permitan aplicar y explicar nuevas
“lecturas” desde una visión más enriquecida del proceso de comprensión, donde la reflexión deviene una forma de
tratar los problemas prácticos y enfrentarse a las discrepancias entre lo que ocurre en sus acciones y las
previsiones que tenían sobre ellas.
La sistematización de la comprensión contextual, como síntesis de las relaciones que entre las configuraciones de
movilización estratégica cognitiva, en contradicción dialéctica con la orientación de la contextualización
comunicativa, y la relación que entre la proyección de la intencionalidad estratégica y la gestión de la cooperación
intercultural se establece, es expresión de dos movimientos del proceso y lo conducen hacia dos cualidades
trascendentes, que lo proyectan hacia dos nuevas dimensiones que se desarrollan en una integralidad: la
dimensión de comprensión contextual y la dimensión interactiva estratégica. (Gráfico 3)
Ambas dimensiones, como expresiones de la transformación del proceso, a la vez que se constituyen en
manifestación de las relaciones entre las referidas configuraciones, permiten desarrollar las capacidades
cognoscitivas de reflexión, crítica y valoración, por parte de los estudiantes para transformar la realidad de sus
intercambios interculturales, como protagonistas activos, generadores y sistematizadores de la comprensión de sus
acciones comunicativas.
La función retroalimentadora que caracteriza la proyección de la intencionalidad como proceso, no se reduce sólo a
una lógica de adaptación a partir de ir comprobando la efectividad o no de los mecanismos utilizados para el logro
de los propósitos durante la interacción, sino que, a su vez, deviene un proceso interpretativo para analizar las
conductas y comportamientos de los participantes en la intervención.
Esta perspectiva conduce a una dimensión de orden superior que trasciende los niveles de sistematización de la
comprensión general de las situaciones comunicativas e implica una transformación de los patrones y concepciones
mentales que han sido activados por los aprendices durante el proceso movilizativo estratégico, a partir de una
posición cualitativamente superior de acercamiento al acto oral sobre la base de una nueva proyección de la
intencionalidad de y por los propios sujetos involucrados en la interacción.
Esta configuración se constituye en expresión de una cualidad que adquiere en la interculturalidad, como principio
normativo que rige los procesos sociales y orienta los individuales, su reafirmación desde una óptica
cualitativamente superior, en tanto implica una reevaluación constante, por parte del alumno, de las situaciones
orales, acontecimientos comunicativo-culturales y procesos conductuales y actuaciones verbales que permiten
generar espacios de construcción de significados y sentidos desde la interpretación de los propósitos
estratégicos gestionados desde su contexto.
Significa, por consiguiente, asumir la intencionalidad estratégica a partir de comprobar desde el propio proceso de
reorientación de los propósitos que se pretenden al efectuar un acto comunicativo, el sentido que tienen las
cosas para los sujetos implicados desde sus propios patrones culturales y experiencias individuales. Es
decir, se trata de concebir los cambios y reajustes en los procedimientos verbales y conductuales de los
participantes de acuerdo con los parámetros, normas y vivencias contextuales, lo que propicia la interpretación de
la realidad oral y el enriquecimiento de las relaciones de intercambio intercultural.
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En resumen, la proyección de la intencionalidad estratégica, desde otra dimensión, representa un
reconocimiento de la diversidad situacional e individual en un esfuerzo por valorarla en toda su complejidad, lo
que expresa la necesidad de desarrollar en el estudiante su capacidad de discernir esta heterogeneidad interactiva
en la cual se verá implicado en sus contactos interculturales, como sustento para modificar su actuación
comunicativa, con el objetivo de que sus intervenciones resulten relevantes.
Sin embargo, no basta con que el alumno asuma la variabilidad interactiva como parte esencial de una realidad que
no le resulta ajena en tanto él también es parte de ella y que, le permita hacer los reajustes y comprobaciones que
se precisan, para orientar la efectividad del proceso de intercambio oral, sino que resulta imprescindible un
reconocimiento de la necesidad de la integración intercultural desde el propio proceso de gestión cooperativa.
No se trata de procesos que ocurren en una linealidad, sino en una integración dialéctica, como contradicción que
expresa otras relaciones: la proyección de la intencionalidad estratégica, en tanto reconstruye y reconduce la
evolución del intercambio oral, de acuerdo con la diversidad que lo caracteriza, demanda de la gestión de la
cooperación las posibilidades de dirigir el proceso comunicativo hacia la integración intercultural, que debe matizar
las relaciones dialógicas entre los hablantes de diferentes sistemas socioculturales. Al mismo tiempo, gestionar la
cooperación orientándola hacia un proceso de integración, implica necesariamente, reconocer en la diversidad las
propias herramientas para evaluar y reconducir los procedimientos que apuesten por la integralidad.
Gestionar en términos interculturales, significa la asunción de la diversidad interactiva de los contactos en un nivel
más trascendente y cualitativamente superior de interpretación de los hechos y situaciones desde una dinámica que
opere entre lo individual y lo social, en tanto, se propicia una relación de reajustes y reacomodos de la lógica de
construcción de los intercambios evaluados a partir de la negociación, lo que implica considerar a los sujetos que
participan en el proceso en términos de cooperación, y esto se traduce en favorecer la interacción sociocultural
desde la perspectiva de establecer un acuerdo básico entre los interlocutores estimulando su disposición para la
comunicación intercultural.
De ahí que la sistematización de la comprensión contextual no resulte categoría suficiente para dar respuesta a la
contradicción que desde este par dialéctico se genera en términos interculturales, en tanto deviene un nuevo
movimiento del proceso que no se determina por aplicar visiones generales de la realidad de los fenómenos,
hechos culturales y situacionales que intervienen en el intercambio comunicativo, a partir de generar sólo una
dinámica de confrontación reflexiva de cómo el estudiante comprende su práctica oral y experencial como
expresión de la significatividad de éstas, sino que debe transitar a un nivel cualitativamente superior de apropiación
y aprehensión del proceso en una dimensión interpretativa intercultural que tenga en la configuración de
relativización de la interpretación intercultural su cualidad sintetizadora, como un nuevo nivel de esencialidad.
Por consiguiente, relativizar, desde el punto de vista de la didáctica comunicativa estratégica, implica flexibilizar en
el estudiante su comprensión sistematizada de los procesos orales desde una visión explicativa que reflexione
sobre la realidad experencial y las situaciones y factores contextuales e individuales hacia un razonamiento más
meditado y completo que le permita interpretar el sentido de la totalidad de la praxis sociocultural, a partir del
significado que ésta asume de acuerdo con posibles variantes espacio-temporales y multifactoriales que la
condicionan, en una dimensión mucho más gestionada de la propia interpretación.
Se trata de un proceso constructivo y hermenéutico que se desarrolla no a partir de una linealidad, sino desde una
lógica ascendente en espiral, de avances y zigzagueos, donde el alumno va gestionando su razonamiento a través
de explicaciones, argumentos y acciones concretas para dirigir su lógica de construcción que le permita
convencerse de la coherencia de su desarrollo, en una dialéctica que permita transitar desde una comprensibilidad
del proceso oral, sistematizada en términos de acercamiento general y de confrontación explicativa, hacia una
interpretación estratégica, menos absoluta, que favorezca relativizar la realidad de los fenómenos interculturales y
su asunción crítica de los mismos a partir de sus particularidades, y posibilite, desde esta relativización
interpretativa particular y gestionada, enriquecer la perspectiva general de sistematización de la comprensión
contextual, como procesos en integración.
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Desde esta categoría sintetizadora, expresión de un nivel de esencialidad en la transformación del objeto, es
posible lograr un proceso más trascendente, que permite profundizar en su esencia didáctica intercultural en
tanto es dinamizadora de las relaciones de naturaleza intercultural que matizan el carácter de los encuentros
contextuales que se establecen entre los sujetos implicados en el proceso, lo que se relaciona con la significatividad
que adquiere para el alumno convertirse en gestor de la propia interpretación de las experiencias que para él tienen
un significado o han motivado conflictos en la interacción, para dar paso a nuevos niveles interpretativos de esas
experiencias desde posiciones menos absolutas, que le ofrezcan los recursos para gestionar su propia
relativización de los procesos y situaciones orales en el contexto de intercambio.
Esta relativización interpretativa de la comunicación desde bases estratégicas y culturales es consecuente, por
consiguiente, con la idea de la diversidad interactiva de los contactos orales, lo que supone propiciar en el
estudiante la asunción de una postura más flexible, y a la vez, más reflexiva, para que la diversidad sea el vínculo
hacia la integración intercultural, lo que significa potenciar en ellos sus capacidades para valorar la interculturalidad
como asunción positiva de las situaciones conflictivas y variables en la que se encuentran inmersos en sus
intercambios con el contexto y promueva, desde la propia búsqueda de nuevas interpretaciones acerca de los
intercambios comunicativos y la realidad cultural, la clave esencial para gestionar su propio proceso comunicativo.
Lo anterior implica un trabajo de indagación y distanciamiento de su propia cultura y de los esquemas individuales
aprehendidos a partir de la cultura de acogida, por medio de una postura relativizadora de interpretación y
comparación de los valores, hechos, individuos y situaciones culturales propias, interiorizadas o asumidas, con
respecto a otras posibilidades vivenciadas desde su cultura o dentro de la propia cultura meta, que no son únicas, y
mucho menos absolutas y generales, lo que posibilita encaminar la práctica comunicativa hacia el fomento de la
autonomía interpretativa desde una perspectiva más consciente y orgánica del análisis y la reflexión intercultural.
La interpretación, en consecuencia, deviene valor trascendente en esta dimensión pues alcanza en ella su
máxima expresión como cualidad esencial, en tanto es en sí misma síntesis de un nivel de mayor esencialidad en el
razonamiento y generadora, a la vez, de nuevos procesos de interpretación a partir del análisis meditado y profundo
de la diversidad desde presupuestos alejados de la generalidad y más cercanos al carácter relativo que la
condiciona, en un tránsito hacia la integración. Significa una asunción hermenéutica que reconozca en las
relaciones entre el sentido de la totalidad de los múltiples factores que caracterizan los intercambios y situaciones
orales donde están inmersos los hablantes, y la praxis intercultural e interactiva generada por ellos en sus
intervenciones, el sustento que desarrolla y, al mismo tiempo, transforma el propio proceso comunicativo.
Quiere decir esto que interpretar relativizadamente, como espacio constructivo y cognitivo, trasciende a un proceso
hermenéutico de connotaciones más profundas que no se simplifica a comprender las situaciones y procesos
comunicativos por parte del aprendiz a partir de hipótesis, de sensaciones, de conocimientos, que pueden resultar,
en ocasiones, incompletos o estereotipados, lo que puede conducir a generalizaciones, a poner etiquetas a una
situación interactiva o acontecimiento comunicativo-cultural, sino que implica dar el salto hacia un nivel más
esencial de interpretación dirigida a una funcionalidad menos esquemática y global, pues requiere de una
sensibilización al reconocimiento de la diversidad en toda su expresión, y una flexibilización más consciente de sus
asunciones del contexto, proyectada hacia acercamientos paulatinos a los procesos y sus circunstancias desde
miradas cada vez más abiertas a la interculturalidad como fenómeno que propicia relaciones de integración.
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Es decir, se asume la relativización de la interpretación intercultural como proceso consciente que
reconoce en la interpretación estratégica la clave esencial para que el alumno flexibilice sus patrones
cognitivos, atendiendo al respeto por la diversidad interactiva y sociocultural a partir de una
construcción dinámica, desarrolladora y transformadora de la sistematización de la comprensión
contextual, que determinada por la relatividad de los intercambios, situaciones y relaciones entre
sujetos, implique una asunción de la integración intercultural.
Este modelo estratégico intercultural propuesto se articula en tres dimensiones que devienen expresión del
movimiento interno del proceso de construcción de las estrategias comunicativas a partir de las relaciones que se
establecen entre las configuraciones y que se concretan en: dimensión de la comprensión contextual, la cual es
resultado de la relación dialéctica que se establece entre la movilización cognitiva estratégica, como cualidad
dinamizadora de los esquemas cognitivos y operaciones funcionales y estratégicas del aprendiz en función de su
construcción lógico mental y la orientación de la contextualización comunicativa, como proceso que permite
ubicar y articular el intercambio desde el reconocimiento contextual. Estos procesos, tienen en la sistematización
de la comprensión contextual, la configuración síntesis que adquiere un nivel cualitativamente superior de
comprensión e interpretación del proceso. Este movimiento, desde esta tríada, es expresión de una cualidad
trascendente de comprensibilidad contextual.
Otra dimensión del proceso, como resultado de un nuevo movimiento del mismo tiene lugar, a su vez, en esta
categoría sintetizadora de sistematización de la comprensión contextual a partir de la relación que se establece
entre la proyección de la intencionalidad estratégica y la gestión de la cooperación intercultural. Esta relación
dialéctica opera desde el reconocimiento de las interacciones sociales como espacio de construcción de
significados y sentidos para los estudiantes. La proyección de la intencionalidad estratégica, desde esta dimensión,
es expresión de los procesos de reajustes y análisis en función de orientar la comunicación hacia la efectividad de
sus objetivos, y la gestión, como su par contradictorio, expresa un proceso negociador y socializador que dirige la
construcción interactiva favoreciendo la cooperación. Esta relación, desde la dimensión interactiva estratégica,
conduce a una nueva cualidad de interactividad estratégica del proceso.
Estos movimientos que se desarrollan en el objeto devienen expresión de un desarrollo más trascendente de
entender el proceso como movimientos internos en integración que generan niveles de esencialidad en el objeto y
sucesivas transformaciones en los sujetos implicados, en tanto durante la dinámica, éstos van alcanzando de
manera continua niveles más profundos de síntesis reflexivas que les permiten construir la comunicación
estratégica a partir de estadios de comprensión, interacción e interpretación del objeto que no se dan de manera
lineal, sino en una compleja integralidad, pues no pueden coexistir como procesos independientes ya que se
articulan sobre la base de una interrelación como unidad (Ver gráfico).
Revelar el movimiento del objeto implica reconocer su sistema de relaciones esenciales, lo que permite la
interpretación de su transformación y comportamiento. A partir de las relaciones entre:
• La sistematización de la comprensión contextual como síntesis de la relación entre la movilización
cognitiva estratégica y la orientación de la contextualización comunicativa, devienen movimiento y
nivel de esencialidad, generador de la dimensión de comprensión contextual,
• La sistematización de la comprensión contextual como síntesis de la contradicción entre la
proyección de la intencionalidad estratégica y la gestión de la cooperación intercultural, es
expresión de una dimensión interactiva estratégica del proceso, y
• La relativización de la interpretación intercultural que se desarrolla entre la proyección de la
intencionalidad estratégica y la gestión de la cooperación intercultural, para favorecer el desarrollo
de una dimensión interpretativa intercultural.
se revela como regularidad esencial: la lógica integradora entre la comprensión contextual, la interactividad
estratégica y la interpretación intercultural en la dinámica de construcción de las estrategias de
comunicación oral, desde un proceso esencialmente interpretativo contextualizado.
CONCLUSIONES
A partir del proceso interpretativo realizado, ha sido posible la elaboración de un modelo estratégico intercultural, el
cual ha permitido revelar las relaciones esenciales entre los procesos que lo integran, lo que conduce a la
dimensión de comprensión contextual, la dimensión interactiva estratégica y la dimensión interpretativa
intercultural, las cuales enriquecen la visión didáctica de la interpretación del proceso de enseñanza-aprendizaje
de la comunicación oral en las lenguas extranjeras en contextos de inmersión sociocultural.
Por consiguiente, a partir de revelar las relaciones esenciales que se establecen entre estas dimensiones, emerge
una regularidad esencial que está dada en la lógica integradora entre la comprensión contextual, la
interactividad estratégica y la interpretación intercultural en el proceso de enseñanza-aprendizaje de las
estrategias de comunicación oral, desde un proceso esencialmente interpretativo contextualizado. Esta
regularidad didáctica que se revela deviene vía que posibilita organizar y desarrollar la dinámica de las estrategias
de comunicación oral para el perfeccionamiento del proceso de enseñanza-aprendizaje de la comunicación oral en
lenguas extranjeras en contextos de inmersión sociocultural.
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Movilización Orientación de la C
Cognitiva contextualización
Estratégica comunicativa
Dimensión de
comprensión C
contextual
Sistematización de la
comprensión contextual
Dimensión
interactiva
estratégica
Proyección de la Gestión de la
intencionalidad cooperación
estratégica intercultural
Dimensión
interpretativa
intercultural
Relativización de la
interpretación intercultural
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