Pachecho Arte de La Pintura PDF
Pachecho Arte de La Pintura PDF
Pachecho Arte de La Pintura PDF
SU ANTIGÜEDAD Y GRANDEZAS.
Deseríbense ios hombres eminentes que ha habido en ella
y sus preceptos; del dibujo y colorido;
del pintar al temple y al óleo: de la iluminación
y estofado; del pintar al fresco;
de las encarnaciones, de pulimento y de mate;
del dorado, bruñido y mate.
Y enseña el modo de pintar todas las pinturas sagradas.
POR
FRANCISCO PACHECO,
VECINO DE SEVILLA, CON LICENCIA EN 24 DE DICIEMBRE DE 1641.
POR
MADRID:—1871.
LIBRERÍA DE D. LEON PABLO VILLAVERDE,
Calle de Carretas, núm. 4.
Es 'propiedad.
pintura.
El rey D. Fernando el Católico honró á André#
del Rincón con darle el hábito de Santiago.
Alberto Durero fué muy honrado y estimado del
emperador Maximiliano, así como también Leo¬
nardo de Yinci, Miguel Angel, Rafael y Ticiano.
Al Ticiano le tenia tal consideración el empera¬
dor Cárlos I de España y Y de Alemania, que cuan¬
do cabalgaban juntos, el César le daba la derecha-
A Pedro Pablo Rubens, de vuelta de sus estudio*
á Amberes, su país, el archiduque Alberto y la in¬
fanta doña Isabel su mujer, le estimaron tanto que
la infanta en presencia de su esposo, le ciñó la es¬
pada y puso al cuello una riquísima cadena de oro,
llamándole honra de su pátria.
El rey D. Felipe IV, todos los dias asistía al es¬
tudio del gran Velazquez, al que hizo toda clase de
mercedes y caballero de Santiago.
El emperador Cárlos Y dió á Berruguete, pintor
y escultor insigne, la llave de su cámara; y su in¬
victo hijo Felipe II con Sánchez Coello, excelentí-
7
simo pintor, le aposentó junto á palacio, de donde
tenia él la llave por un tránsito secreto, y con ropa
de levantar, solia muchas veces entrar y le cogía
pintando, y llegando por las espaldas, le ponia las
manos sobre los hombros y no le permitía hacerte
cortesía alguna y le hacia proseguir su pintura.
El rey D. Felipe III, cuando se quemó la casa
del Pardo en 1604, en donde perecieron en el fue¬
go muchas pinturas, solo preguntó por un cuadro
de Ticiand, diciendo: que importaba poco que se
quemase lo demás, etc., etc.
Dice Aristóteles: Que los excelentes pintores de¬
ben imitar á los excelentes poetas; y que de dos
pinturas, una adornada de belleza de colorido y no
muy semejante, y otra formada de líneas simples y
muy parecida á la verdad; aquella será inferior y
esta aventajada.
A la pintura la llamaron los Griegos, viva Escri¬
tura.
En el Concilio Tridentino, está aprobado y rati¬
ficado con asenso de todos los padres que dicen:
«Cierto es que se saca gran fruto de todas las Sa¬
cras imágenes, no solo porque se avisa el pueblo
de los beneficios y dones que de Cristo recibió,
mas también los milagros de Dios, y saludables
8
ejemplos por los Santos,-se ponen ante los ojos de
los fieles para que dén por ellos gracias á Dios, y
compongan su vida y costumbres á su imitación;
y se despierten á adorar y amar á Dios, y reveren¬
ciar la piedad.»
Del dibujo.
> ‘ ’
De la anatomía.
De la perspectiva.
De los escorzos.
De la iluminación y estofado.
De la pintura encáustica.
> • 07 J
í n ...5
' . i > í 2
; >.•
))
■ - . -)-:ji
• ; ')
.
|
K
! ‘ ■) l i
OÍ , - • n
■* : " ’ •• " ‘ ■
. n •.. i
Á) J*J)
• '* \ i ¿ig
TRATADO DE RESTAURACION.
FIN.
INDICE
LIBRO I. P«.
OBRO II.
LIBRO III.
TRATADO DE RESTAURACION.
* t
m'"'
m- •
*-
■ í
,\