¿Por Qué El Feminismo Hegemónico Es Cada Vez Más Machista

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Encabezado: ¿FEMINISTA O FEMINAZI?
Evaluación Parcial: ¿Feminista o Feminazi?
Gabriel Eduardo Moreno Castro y Daniel Felipe Ortiz Cortés
Instituto Infantil y Juvenil
Notas de Autor
Gabriel Eduardo Moreno Castro y Daniel Felipe Ortiz Cortés, 11C, Instituto Infantil y Juvenil
La correspondencia relacionada con esta investigación debe ser dirigida a Gabriel Eduardo
Moreno Castro y Daniel Felipe Ortiz Cortés
Instituto Infantil y Juvenil, Cl 22a #96i-06, Bogotá
Contacto: [email protected], [email protected]

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¿Por qué el feminismo hegemónico es cada vez más machista?
El feminismo hegemónico es lo que hoy en día entendemos como feminismo a secas, es el
feminismo extremista, si el feminismo fuera un cuerpo humano pues este feminismo sería el
cáncer, si el feminismo fuera el mundo, este feminismo sería Hitler y sus nazis, es un feminismo
tan corrupto, tan sucio y tan letal que ha ensuciado a nivel mundial la imagen de un feminismo
noble que busca verdadera igualdad y no un totalitarismo ridículo.
El feminismo hegemónico tuvo entre sus inicios influencia de Simone de Beauvoir y
algunas mujeres más extremistas y es una corriente en la que una idea de furia y deseos de
tumbar a palos el patriarcado es su fin y su idea “hegemónica”, es un feminismo influenciado por
la rabia y que es ejercido con la cabeza caliente, es el que promueve marchas en donde los
hombres no participan o es el que dice que todos los hombres son unos machos llenos de deseos
bajos que no van a desaprovechar oportunidad alguna para buscar a una mujer y aplastarla con el
yugo de su hombría.
Es el feminismo que no distingue los grises y solamente hay una división en el mundo:
todo es negro o blanco, los hombres son enemigos y punto. Lucha contra el patriarcado
insistiendo en que los hombres somos unos buenos para nada y lo único que hacemos es llevarnos
por delante el derecho de la mujer, sin darse cuenta que en ese afán de liberar al mundo de la
opresión machista también se han llevado por delante la individualidad propia de la mujer y en el
proceso sin darse cuenta se han vuelto machismo vestido de oveja.
Así como diría Obi-Wan a Anakin en Star wars episodio tres: “te convertiste en aquello
que juraste destruir”.
Pero tiene que haber algo bueno por allí escondido ¿no?
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El feminismo liberal vendría siendo todo lo contrario, es una corriente que busca respeto
hacia las mujeres y de las mujeres, porque ha llegado a la conclusión de si se le lava la mente a
toda mujer para pensar que todos los hombres son demonios, solo va a generar más violencia de
género y volveríamos al mismo ciclo de violencia y de odio que solo serviría para crear más
diferencias y destruir la atmósfera de convivencia. El feminismo liberal se encarga de darle poder
a las mujeres para que no vayan sobre los hombres, sino con los hombres, codo con codo, todos
somos iguales.
Entonces tenemos a las feministas de verdad y tenemos del otro lado a las feministas
radicales o como se conocen en el bajo mundo del internet para fastidio de muchos jóvenes
“feminazis”.
Christina Hoff Sommers pone muy clara la línea entre estas dos corrientes:
“El feminismo de la libertad combate la discriminación sexual y otras formas de
discriminación contra las mujeres. El feminismo de género sostiene que las mujeres siguen
estando esclavizadas por un sistema omnipresente de dominación del macho, el sistema de
género en el que los niños se transforman en las personalidades del macho y hembra, una
destinada a mandar y otra a obedecer. Este tipo de feminismo se ha convertido en el credo de
algunos programas de estudios sobre la mujer, organizaciones feministas y portavoces del
movimiento de las mujeres”.
Aquí tenemos que este feminismo hegemónico (de género) sostiene que la sociedad es
una máquina de hacer los géneros, se pone un niño y sale una personalidad que se puede
clasificar como macho o como hembra, se hacen hombres y mujeres moldeados por los estigmas
y arquetipos sociales y la mujer entre ellos no puede demostrar una verdadera naturaleza.
Colectivo sobre individuo.

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Simone de Beauvoir dice una frase bastante existencialista: “La mujer no nace, se hace”
Una frase que es uno de los pilares del feminismo hegemónico, las mujeres deben alzarse
para recuperar su identidad y no caer en un encasillamiento arquetípico como si fueran bolsitas de
frootloops siendo separadas en una fábrica.
Solo que este mensaje tan bonito, fue dado de la forma que no era por esta señora
generando un término que hasta día en el que escribo esto no sabía que existía: misandria, qué es
el equivalente sexista a la misoginia y es una tendencia ideológica y psicológica de odio sin causa
a los hombres y el desprecio a todo lo que tenga que ver con ellos.
“Ninguna mujer debe ser AUTORIZADA a quedarse en casa para criar a sus hijos. Las
mujeres no deberían tener esta opción, precisamente porque si hay tal opción muchas mujeres la
tomarán. Es una forma de FORZAR a las mujeres en cierta dirección. Mientras la familia y el
mito de la familia y el mito de la maternidad y el instinto materno no sean DESTRUIDOS, las
mujeres seguirán siendo oprimidas” Dijo Beauvoir una vez.
Y humildemente pienso que es una de las afirmaciones más extremistas que he
escuchado, porque, aunque pretende darle libertad a las mujeres, lo que dice esta señora es matar
en esencia una parte de la mujer que es innegable, está cayendo otra vez en el colectivo de pensar
en las mujeres como una enorme gelatina oprimida y no como la mitad de la población
compuesta de personalidad, de pensamientos y sueños.
Si relacionamos todo lo anterior dicho con el relato de vida por parte de nuestra psicóloga
estudiantil, Lizdey Carolina Arias Beltrán, encontramos que, a pesar de que ella apoya
completamente esta principal tesis del feminismo hegemónico, “La mujer no nace, se hace”, ella
tiene un estilo de vida completamente de feminismo de la libertad; Al contarnos de su vida
hablaba de cómo vive su vida de una manera muy contemporánea, en la cual se adapta por
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completo a una sociedad en la cual ya no tiene sentido ser feminista radical, debido a las grandes
hazañas que las grandes feministas de la libertad ya lograron en un pasado no tan lejano.
Entonces ¿Por qué es machista este feminismo de género?

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Capítulo 1: La incapacidad para tomar decisiones.
Según este feminismo la mujer está demasiado apegada a nuestro molde de personalidad,
o la sociedad patriarcal está demasiado arraigada en ella, solo unas pocas feministas hegemónicas
saben cómo se debe ser la sociedad correcta, una sociedad donde la mujer libre ya del hombre, se
le prive de todas las sensaciones vestigios de la sociedad patriarcal que según las hegemónicas la
seguirá oprimiendo: se debe eliminar el instinto materno, se debe eliminar que una mujer ponga
una mano para las tareas domésticas, se debe eliminar la creencia que se es débil enviando a toda
mujer para los trabajos más pesados.
Y mientras tanto, este sistema totalitario ha asesinado a la mujer como individuo y la
considera incapaz de tomar sus propias decisiones, porque como es una mujer recién salida del
patriarcado no entiende que debe hacer y debe seguir la guía del feminismo hegemónico, debe
dejar el arquetipo machista de la mujer clásica para convertirse en el arquetipo feminista de la
mujer “marimacha” que en vez de ser más mujer es más hombre como si así demostrará fortaleza
o mayor capacidad y encima es estúpida, porque si una mujer ama cocinar y tiene su sueño no es
porque sea una meta para ella sino que es un reflejo nocivo del patriarcado y por eso se debe
eliminar. El querer tener hijos es según estas dementes, renunciar a ser mujer para convertirse en
máquina de placer y reproducción para el macho.
Se considera a las mujeres tan manipuladas y tan dañadas que no pueden conducir su
propia vida, porque claro, la feminista hegemónica sabe más de ser mujer que la propia mujer.
Otro ejemplo está con la lucha por los derechos de las trabajadoras sexuales, el feminismo
hegemónico no concibe que una mujer sea prostituta por voluntad propia, solo porque la sociedad
de hombres necesita satisfacer sus necesidades. Esto no toma en cuenta que la mujer dejando de
lado razones económicas sienta gusto por el trabajo que lleva a cabo, según esto la prostituta que
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disfrute su trabajo, es una mujer que ha sido convertida en una criatura estúpida, porque los
hombres sí pueden disfrutar el acto, pero ¿una mujer?
O es enferma como una ninfómana o es idiota.
Y esto es un pensamiento machista.
Un ejemplo bastante interesante es con las elecciones constitucionales de 1931 en la que
Clara Campoamor se enfrentó a Victoria Kent por la capacidad política de las mujeres.
El partido radical socialista liderado por la diputada Kent exigía que las mujeres no
votaran en las elecciones de ese año pues consideraba que estas estaban demasiado influenciadas
por la iglesia como para tener una decisión acertada. Campoamor decía que la única forma en que
una mujer encontrará lo que es mejor para ella es precisamente viviéndolo.
¿Acaso no es así? ¿No es muy prejuicioso por parte de las propias feministas
hegemónicas pensar que las mujeres, las personas a las que se supone que están defendiendo son
imbéciles? ¿Que son ovejitas indefensas que carecen de mente para hacerle frente al problema?
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Capítulo 2: Los tratos especiales.
El feminismo hegemónico tiene un punto álgido que en realidad es un insulto: la
discriminación positiva. Se ha llegado a comparar a las mujeres con minusválidos.
La mujer ha recorrido un camino arduo para lograr el reconocimiento y es un camino ya
transitado, pero es ahora cuando se está buscando darle un trato especial. Hace medio siglo es
cuando se dieron las batallas más duras del feminismo, hace treinta años mejor. No ahora y los
tratos especiales que exigen no hubieran quedado mal en ese momento, pero en el contexto en el
que estamos y considerando que la mayor parte de la lucha se ha ganado, estos tratos están fuera
de lugar. Es como retroceder de nuevo a un tiempo peor, ya entendimos que ambos géneros
merecen igualdad ¿por qué ahora darle tratos especiales a la mujer? Como si necesitara aquello.
Y otra vez, este feminismo subestima a la mujer, es retrógrado. Las mujeres no necesitan
atenciones como si fueran un cachorrillo recién rescatado de la calle, necesitan entender que el
esfuerzo por sí mismo es más gratificante que una protección vacua e insultante en sí misma. las
mujeres no son ciegas ni retrasadas y tienen la misma potestad para defenderse que un hombre.
Tenemos como ejemplo a la archi-legendaria Marie Curie, premio nobel por física y
química y la madre de los avances en el campo de la radioactividad. En un mundo de científicos
ella no necesitó de consideraciones o pedir ayudas por el hecho de ser mujer, ella solo hizo lo que
quería y recibió el mérito por ello:
“La vida no es fácil para ninguno de nosotros pero ¡qué importa! Hay que perseverar y sobre todo
tener confianza en uno mismo. Hay que sentirse dotado para realizar cualquier cosa y esa cosa
hay que alcanzarla cueste lo que cueste”
Actualmente la participación en educación y educación superior de las mujeres se ha
disparado, hay carreras donde la mayoría de sus aspirantes son hombres, pero hay otras en donde
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la mayoría son mujeres. La feminista hegemónica diría: “que las mujeres se metan en las carreras
donde hay mayoría de hombres para demostrar supremacía”.
Pero no se le dice a un hombre “deberías meterte a una carrera de solo mujeres”.
Se le indica a una mujer que debe meterse en los trabajos del hombre, debe demostrar que
es apta: empresarios, gerentes, presidentes, leyes. Cargos altos, pero ¿cuándo se le pide a la mujer
que sea minera? ¿o que sea albañil?
La igualdad se pide solamente cuando conviene, en algunos campos se pide el favoritismo
porque según esta gente por ser mujer se merece un trato especial para luchar.
Eso es un pensamiento machista.

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Capítulo 3: Las leyes especiales.
Según el feminismo hegemónico todo acto violento que cometa un hombre contra una
mujer tiene una y solamente una motivación: el machismo. Porque como todo hombre es un
macho violador entonces levantan esa excusa falaz y sin fundamento para que las mujeres sean
respaldadas por leyes especiales.
Pensar que el hombre no contraatacó porque la mujer le hizo daño es machismo. Que la
mujer en absolutamente toda situación se va a comportarse pasivamente es ilógico y es machista.
La mujer no es una muñeca de porcelana sino un ser humano y como ser humano tiene impulsos
violentos y deseos de dañar, destruir y también siente rabia y deseos de venganza. De hecho,
precisamente este estigma ha hecho más difícil la situación de los hombres que sufren maltratos
por las mujeres (que independientemente de la absurda filosofía feminazi que dice que por ser
hombre se merece lo que le pase).
El hombre no tiene una ley masculina que lo proteja contra un “masculinicidio”, porque
¿cómo una mujer llega a dañar a un hombre si siempre es al contrario? ¿Una mujer acaso no
puede matar a un hombre? O se tilda al hombre de débil o maricón que otra vez, también es
machismo.
No se debería clasificar a las víctimas por género, orientación sexual, origen o creencias,
porque víctima es víctima y merece el cobijo del estado por igual. No vamos a crear leyes para la
defensa femenina porque eso sería darle una ventaja y volveríamos al punto del inicio.
Decía Elizabeth Cady Stanton:
“No pedimos leyes mejores que las que ustedes mismos han hechos para ustedes. No
necesitamos ninguna otra protección que la que aseguran sus leyes actuales para ustedes”
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Podemos poner de ejemplo aquí en Colombia la ley 1773 del 6 de enero de 2016, la ley de
víctimas de ataques con ácido o más conocida como la ley Natalia Ponce de León. Una ley que se
especializa en dar cobijo a las víctimas de ataques con ácido y se encarga de aumentar la condena
del agresor y se encarga de asegurar al estado que protegerá y sustentará los gastos de la víctima.
¿Era necesaria esta ley? Necesitaba especificarse el delito como el ataque con ácido,
digamos que bien por los que les echaron la vaina encima, pero ¿y los que no? ¿Acaso el delito
de ataque con ácido es más importante que el resto de delitos? La justicia debe funcionar por
igual y así como todas las personas deben ser procesadas igual, pues los delitos deben procesarse
igual, administrar las penas igual (ojo, no estoy diciendo que se den las mismas condenas sino
que se deben dar a los delitos el mismo espacio) porque si no van a salir leyes como esta: tan
específicas que son dolorosas, si fuera así tendríamos que hacer leyes especiales para todos los
casos y el sentido se perdería, además por solo mencionar que esta ley no hubiera podido ver la
luz si Ponce de León no hubiera sido lo suficientemente influyente.
Volviendo al tema, por otro lado, no solo están las leyes especiales, sino está además las
modificaciones sociales especiales por las que claman las hegemónicas de espacios no mixtos.
Algo absurdo pensando que esto nos lleva a una nueva segregación, una nueva violencia por
género, algo que ya prácticamente creíamos extinto. El éxito del feminismo no radica en dividir a
los géneros sino en usarlos para la paz.
El dividir a la sociedad en hombres y mujeres y buscar protección excesiva y egoísta por
parte de un estado está matando el progreso de la sana convivencia, estaría volviendo al pueblo
dependiente de lo que diga este estado y matando la individualidad.

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Conclusión:
El feminismo hegemónico está proyectando una sombra sobre el verdadero machismo que
consiste en mostrar a la mujer de la misma manera que el machismo: una mujer débil e incapaz
que no puede tomar las riendas de su vida y que necesita de alguien más para vivir, que necesita
privarse de su naturaleza para vivir.
Así este feminismo se está volviendo cada vez más machista por no seguir sus ideales
como son sino como quieren que sean, que si sigue llevará a una crisis social igual a un Apartheid
o a la propia violencia de género de la cual pretenden salir.

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Bibliografía
De La Torre, M. (2019) El feminismo hegemónico es machista. 4 de marzo de 2020.
https://www.youtube.com/watch?v=8lLSXpeLwZ8

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Gabriel Eduardo Moreno Castro y Daniel Felipe Ortiz Cortés

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El feminismo hegemónico es lo que hoy en día entendemos como feminismo a secas, es el

noble que busca verdadera igualdad y no un totalitarismo ridículo.

El feminismo hegemónico tuvo entre sus inicios influencia de Simone de Beauvoir y

tumbar a palos el patriarcado es su fin y su idea “hegemónica”, es un feminismo influenciado por

proceso sin darse cuenta se han vuelto machismo vestido de oveja.

que juraste destruir”.

diferencias y destruir la atmósfera de convivencia. El feminismo liberal se encarga de darle poder

“El feminismo de la libertad combate la discriminación sexual y otras formas de

estando esclavizadas por un sistema omnipresente de dominación del macho, el sistema de

destinada a mandar y otra a obedecer. Este tipo de feminismo se ha convertido en el credo de

algunos programas de estudios sobre la mujer, organizaciones feministas y portavoces del

movimiento de las mujeres”.

Colectivo sobre individuo.

para recuperar su identidad y no caer en un encasillamiento arquetípico como si fueran bolsitas de

frootloops siendo separadas en una fábrica.

mito de la familia y el mito de la maternidad y el instinto materno no sean DESTRUIDOS, las

mujeres seguirán siendo oprimidas” Dijo Beauvoir una vez.

Y humildemente pienso que es una de las afirmaciones más extremistas que he

compuesta de personalidad, de pensamientos y sueños.

tiene un estilo de vida completamente de feminismo de la libertad; Al contarnos de su vida

Entonces ¿Por qué es machista este feminismo de género?

Capítulo 1: La incapacidad para tomar decisiones.

mujer para los trabajos más pesados.

Y mientras tanto, este sistema totalitario ha asesinado a la mujer como individuo y la

dejar el arquetipo machista de la mujer clásica para convertirse en el arquetipo feminista de la

máquina de placer y reproducción para el macho.

hombres sí pueden disfrutar el acto, pero ¿una mujer?

O es enferma como una ninfómana o es idiota.

Y esto es un pensamiento machista.

Un ejemplo bastante interesante es con las elecciones constitucionales de 1931 en la que

una mujer encontrará lo que es mejor para ella es precisamente viviéndolo.

Capítulo 2: Los tratos especiales.

El feminismo hegemónico tiene un punto álgido que en realidad es un insulto: la

discriminación positiva. Se ha llegado a comparar a las mujeres con minusválidos.

La mujer ha recorrido un camino arduo para lograr el reconocimiento y es un camino ya

química y la madre de los avances en el campo de la radioactividad. En un mundo de científicos

quería y recibió el mérito por ello:

hay que alcanzarla cueste lo que cueste”

Actualmente la participación en educación y educación superior de las mujeres se ha

donde hay mayoría de hombres para demostrar supremacía”.

Pero no se le dice a un hombre “deberías meterte a una carrera de solo mujeres”.

que sea minera? ¿o que sea albañil?

La igualdad se pide solamente cuando conviene, en algunos campos se pide el favoritismo

Eso es un pensamiento machista.

Capítulo 3: Las leyes especiales.

respaldadas por leyes especiales.

mujer en absolutamente toda situación se va a comportarse pasivamente es ilógico y es machista.

hombre se merece lo que le pase).

Decía Elizabeth Cady Stanton:

luz si Ponce de León no hubiera sido lo suficientemente influyente.