Ensayo Academico 2 - Laia Moreno
Ensayo Academico 2 - Laia Moreno
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Partiendo de la base que Kate Millet define la política como un conjunto de relaciones y
compromisos estructurados de acuerdo con el poder. Se pone de manifiesto la idea de
que si existe un punto político también existe un dominio y subordinación, un poder. El
género, entendido como un constructo social, define a los hombres/mujeres según un
conjunto de características basadas en la división del moder. Millet define el género
como la estructura de personalidad conforme a la categoría sexual. El sexo está
impregnada de política porque se siguen perpetuando estas relaciones de poder dentro
de la esfera privada, atravesando nuestra realidad y actividades más cotidianas. La
forma de relacionarnos e interactuar con otras personas, están impregnadas de políticas
porque definen de alguna manera cómo de subordinadas están.
Kate Millet entiende el patriarcado como una institución en virtud de la cual una mitad
de la población se encuentra bajo el control de la otra mitad (el macho ha de dominar a
la hembra).
Por lo tanto, la superioridad masculina es establecida en el patriarcado que garantiza al
hombre un estatus superior en la sociedad. Las cualidades y estereotipos característicos
de cada categoría. Lo masculino es lo fuerte, lo viril, inteligente y agresivo.
La creación de rasgos masculinos, vienen derivados del status. Esto se halla estimulado
e influenciado por la educación. Tal y como señala Millet, la supremacía masculina no
radica en la fuerza física, si no en el conjunto de sistemas, normas y valores cuya índole
no es biológica (se ha demostrado que los estereotipos sexuales carecen de bases
biológicas)
La educación es distinta: los hombres reciben una educación mucho más científica y
técnica mientras que las mujeres están enfocados a los cuidados. Por lo que, el
patriarcado, ideología dominante, que no admite rival.
Se apoya sobre el mito y la religión que la mujer fue creada por y para complacer las
necesidades de los hombres. Se creía que antiguamente los hombres vivían solos y
felices.
3) Sintetiza la forma como Simone de Beauvoir en El Segundo Sexo (Parte IV, Cap.
Primero: La infancia) reflexiona: a) En torno al simbolismo diferenciado que se
hace del cuerpo de niños y niñas; b) sobre a la construcción de la “mujer” desde la
infancia.
Simone De Beauviour busca y necesita una explicación más extensa de lo que es ser
mujer porque no existe una definición precisa. Las mujeres eran consideradas en
relación a los hombres, no tenían consideración de ser autónomas. Tal y como menciona
E. Levinás, el hombre es el Sujeto, el absoluto, mientras que la mujer no es más que la
Alteridad. Una contrariedad, un polo negativo.
Un hombre nunca empieza considrándose un individuo de un sexo determinado: se da
por hecho que es n hombre.
El hecho de cuestionarse qué es ser mujer, De Beauvoir plantea una cuestión de raíz y
reflexiona sobre su origen. Ella considera que o todo puede ser blanco o negro, no
existene entidades fijas e immutables al igual que una mujer no tiene virtudes femeninas
por el hecho de nacer mujeres. Reflexiona sobre la definición de hembra y las
características que se le atribuyen a esta. Simone De Beauvoir debemos plantearnos la
pregunta de rigor para poder analizar cuál es la posición de las mujeres respecto al
hombre.
El género se mueve por la periferia de lo humano ya que primero somos personas.
La autora explica el proceso que sufren las niñas cuando aparece la menstruación: la
mayoría de ellas rechaza y lo ven como una asquerosidad. Detestan ser mujeres, les
horroriza ser chicas porque quieren ser libres como sus compañeros, quieren correr,
saltar, gritar sin la presión de comportarse como “señoritas”. Los vestidos son
incómodos, las niñas resienten esa privación de libertad y sienten que las aventuras y
alegrías están prohibidas.
Beauvoir destaca la importancia que tienen los referentes en la construcción de su propi
feminidad: todos los cuentos, historias y referentes que conocen las niñas (hadas,
sirenas) son sumisas mientras que los referentes masculinos son luchadores, aventureros
y exploradores. Es una continua exaltación al hombre y a sus cualidades. Esto influirá
directamente en el proceso de construcción y pondrá a los hombres en un pedestal, todo
contribuye confirmar a los ojos de la niña esta jerarquía.
Simone de Beauviour nos va explicando cómo las niñas repetirán los mismos patrones
que las mujeres de su alrededor, seres subordinados seguirán perpetuando los roles de
género establecidos. Cuando ya sean mayores y tengan aprendido el papel de madre,
esposa, lo transmitirán a sus hijas o nietas. También analiza las distintas relaciones entre
madre-hija y padre-hija, la complejidad de estas y sus diferencias.
Ser mujer es un constructo social, histórico y cultural. Conlleva a una deconstrucción
de lo femenino en relación o contraposición a lo masculino. Responder a la pregunta
qué es ser mujer es aceptar que existe una desigualdad.
Es necesario educar sin género pero debemos tener en cuenta el proceso de
socialización, más allá de ese contexto se va a seguir socializando a esa persona.
Tiene una concepción BINARIA, entiende que los sexos son construcciones biológicas.
Sexo describre caraterísticas biológicas y género psicosociales.
Los hombres han construido una realidad para ellos. Tú eres en función de lo que es
otro. Simone de Beaviour explica la problemática. La niña va creciendo y pasas la
pubertad, asumes la sumisión en base a la alteridad, es decir, la mujer asume su
sumisión como alteridad, cómo se construye la otredad.
La educación sexual en España sigue siendo tabú. Las muñecas se usaban como el alter
ego para canalizar esos problemas. Se siguen reproduciendo esos roles de género.
Objetivos que tiene Simone sería analizar los factores que intervienen en la formación
de la subjetividad femenina y masculina, nos está diciendo que no hay una psicología
esencial femenina si no que es producto de un determinado contexto. Hasta el momento
no se había planteado.
Ella en su análisis intenta señalar cómo se construye una emoción para el cuerpo
femenino, como vergüenza pero en cambio en el cuerpo masculino genera orgullo,
estimulación.
BIBLIOGRAFIA
Hanisch, C. (2009). The personal is political: The women’s liberation movement classic
with a new explanatory introduction. Carol Hanisch of the Women’s Liberation
Movement. Disponible en: http://www.carolhanisch.org/CHwritings/PersonalisPol.pdf
06
Puleo, A.H. “Lo personal es político: El surgimiento del Feminismo Radical” pp. 37-67,
en C.