Philippe Meirieu
Philippe Meirieu
Philippe Meirieu
Frankenstein Educador
Aprender debería ser una decisión que alguien ajeno a ti no puede tomar, ya que aprender
se trata de una tarea compleja que implica la decisión y el deseo por la misma, un deseo
que no es ciertamente natural y que, de cierta manera es tarea del educador en turno
producirlo. Durante años la educación se ha visto envuelta en arbitrariedades,
desembocando en considerarla como un medio más para poder crear sujetos nuevos y
“capaces integralmente”, Meirieu retoma el relato de Frankenstein para cuestionar el
funcionamiento de muchos de los sistemas educativos actuales como medio ideal para el
control, manipulación y enajenación del individuo, siguiendo perspectivas meramente de
evaluación predecible, de esa premisa justamente se vislumbra el discurso del autor; la
educación no debería ser considerada como la fábrica de individuos “competentes”, la
educación debe seguir un papel emancipatorio, en el que el docente permita al alumno
“hacerse obra de sí mismo” (Pestalozzi).
Cada uno de nosotros tiene rastros de las personas que nos han introducido a la sociedad,
es lo que de cierta manera conforma nuestro criterio y personalidad, la educación está
fundada en esa medida: ¿Para qué educarnos?, para Meirieu educar significa introducir en
cierta medida a un individuo, en el relato de Frankenstein el monstruo no es precisamente
el: su creador en forma de inspiración toma a Prometeo, como una metáfora sobre cómo el
titán robo el secreto esencial de los dioses para dárselos a lo humanos, sin embargo,
después de darle vida su creación, la abandona en un mundo completamente nuevo y
desconocido para él, poco a poco se va introduciendo con base a sus experiencias a la
sociedad. Es una comparación válida con cualquier individuo que está en proceso de
formación, crecimiento y educación, desde pequeños la primera estructura social con la que
estamos en contacto es la familia, es de vital importancia este nivel, ya que de este se
desprenden varias actitudes y hábitos que son recurrentes en un individuo.
Durante las demás etapas del crecimiento: los amigos, los medios masivos de
comunicación y la escuela serán los encargados de fomentar y precisar las metas
personales de cada individuo por medio de la interiorización de conocimientos, conceptos y
experiencias. Aquí se nota la importancia de una escuela en donde los fines politicos y
economicos quedan rebasados por el desarrollo humano y de valores de interés universal.
Dentro de su postura menciona tres exigencias para lograr una educación democrática en
donde el alumno desarrolla un pensamiento crítico:
Consiste en compartir con los alumnos los valores fundadores de la democracia. Y esa en el
respeto de la alteridad en la construcción del bien común. El valor de la democracia es
buscar tratar de convencer sin vencer, convencer respetando la inteligencia del otro, y sin
utilizar el control, ni la sumisión que en vez de ayudar a elevarse, hace a la sumisión del
otro.Necesitamos volver a descubrir ese valor fundamental constantemente en la
democracia, se trata del valor de la convicción sin humillación
Una escuela equilibrada es una escuela que no pone a los alumnos en una situación de
elección constante, pero tampoco es una escuela en la que los niños nunca pueden elegir
nada.es una escuela que sabe identificar cuáles son las elecciones que van a permitir
formar al niño, y trabajar sobre esas elecciones con el niño
El pensamiento simbólico hoy está sufriendo, está padeciendo. Esto se debe a que el
conjunto del espectáculo que le damos al niño ya no tiene nada que ver con lo simbólico
La escuela tiene un papel esencial que cumplir en la formación y en la comprensión del bien
común Hay miles de formas de trabajar el entorno a esa cooperación, incluso con la
tecnología digital que tenemos hoy
Philippe, menciona que tenemos que considerar los aportes de lo digital como herramienta
pedagógica, pero con ello el educador tiene la obligación de enseñarle a recortar
información al momento de realizar una investigación, ya que existen textos de
vulgarización que pueden contaminar la enseñanza del educando. así mismo, se debe tener
paciencia al momento de enseñar a los alumnos a utilizar herramientas digitales, para que
se pueda evitar una exasperación.
A pesar de que la era digital es una herramienta que el docente puede utilizar, los niños
creen que la tecnología, les aporta inmediatez, aunque evitan la reflexión y el pensamiento
crítico.
FUENTES:
● Philippe Meirieu. (1998). Frankenstein educador. Barcelona, España: LAERTES
● Philippe Meirieu. (2013). La opción de educar y la responsabilidad pedagógica
(conferencia). Buenos Aires: Ministerio de Educación de la República Argentina.