Antecedentes Históricos Apolinarismo

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Antecedentes Históricos

Se originó a través de las controversias arrianas y semiarrianas, que se fueron


prolongando en la Iglesia a través del s. IV.
Ya que los arrianos negaban la misma condición divina entre Jesús y Dios.
El líder de esta idea Apolinar, el fue un notable obispo (presbítero) de Laodicea
que adopto la distinción entre soma (cuerpo de un ser humano) psykhe (alma-
vida) y neuma (respiración, movimiento, espíritu), como siendo 3 sujetos o
principios distintos en la constitución del hombre. (doc Andrés)
https://educalingo.com/es/dic-es/apolinarismo
Apolinar fue un gran defensor de los decretos de Nicea. Para expresar la
unidad en Jesucristo recurre a expresiones como "una esencia" y "una
naturaleza encamada” del Verbo de Dios. Esta unidad le lleva a una negación
expresa del alma humana de Jesús, o por lo menos del nous, sede de la
libertad y del propio yo. Si nuestro Salvador hubiera tenido una libertad
humana, la obra salvífica quedaría amenazada por la inconsistencia de la
misma.
Smulders, P. El preludio de las grandes controversias, en "Mysterium Salutis" Vol IIl, Tomo 1,
PP. 453-454.

El apolinarismo fue una doctrina considerada herética por la ortodoxia cristiana


debida a Apolinar de Laodicea y surgida como reacción contra el arrianismo.
Esta doctrina afirmaba que en Cristo, el espíritu o intelecto no era humano sino divino
al encarnarse en un cuerpo sin alma que era sustituida por el mismo Verbo. Con este
presupuesto la naturaleza humana del Redentor quedaba mutilada ya que, al negarle
un alma humana, su figura quedaba reducida a una especie de marioneta manipulada
por Dios. La negación de la naturaleza humana de Cristo hizo que las enseñanzas de
Apolinar fueran oficialmente condenadas por el papa Dámaso I en sendos concilios
celebrados en Roma en 374 y 377, y posteriormente en el Primer Concilio de
Constantinopla celebrado en 381. En 388 sus seguidores fueron condenados al
destierro por el emperador Teodosio. Existieron comunidades apolinaristas en
Constantinopla y Siria. A pesar de que los discípulos intentaron perpetuar la doctrina a
la muerte de Apolinar, acaecida en 392, alrededor de 416 la mayoría había pasado a
la fe de los Concilios de Nicea y Constantinopla y el resto al monofisismo.
Los arrianos no negaban solamente la divinidad de Cristo, sino que mutilaban también
su misma humanidad, negando que tuviera un alma humana y haciendo que el Verbo
asumiera solamente un cuerpo sin alma. Atribuían, pues, las manifestaciones de la
vida del alma en Cristo al mismo Verbo, presentándole de esa manera como algo
mudable y creado. Los católicos no se preocuparon al principio de esta modalidad del
error, pero cuando al fin se le quiso combatir en serio, ya en tiempos del sínodo de
Alejandría (362) reunido por S. Atanasio y luego por las condenaciones del papa S.
Dámaso (377), se vio que no eran solamente los arrianos los que sostenían tales
sentencias, sino más en concreto el obispo Apolinar de Laodicea, en Siria (m. ca. 390).

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