Amplia Demanda
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Sr. Juez:
PROTS LILIANA MARCELA EVELYN, por derecho propio, con
domicilio real en la calle XXXXXXX, Ituzaingó , Provincia de Buenos Aires, con el
patrocinio letrado de la Dra. GRECIA D. CABALLERO VILLANUEVA, abogada,
inscripta al T° XV F°3 del C.A.M., CUIT 27-93773177-4, Monotributista,
constituyendo domicilio electró nico en
[email protected], en los autos caratulados “PROTS
LILIANA MARCELA EVELYN C/ SANCHEZ EMILIANO GASTON S/ ALIMENTOS”
(Exp. Nº: MO-36671/2015)”, a V.S. respetuosamente digo:
I.OBJETO
Que esta parte viene ante V.S. a enderezar y ampliar la demanda por
alimentos a favor de mi hija Tatiana Mía Sá nchez Prots, contra el abuelo paterno, el
Sr. Tomá s Nicomedes Sá nchez D.N.I. 16.240.340., todo por las consideraciones de
hecho y de derecho que a continuació n expondré.-
II. HECHOS.
Que la presente acció n fue promovida en el añ o 2016 contra el
demandado quien por entonces tenía un trabajo en blanco como fuera denunciado
oportunamente. Que durante el proceso que lleva casi 4 añ os, aun no pudo
notificá rsele la demanda promovida.
Actualmente me encuentro haciéndome cargo sola de las
necesidades de nuestra hija quien tiene 8 añ os y a medida que crece sus
necesidades se incrementan. He puesto en conocimiento del demandado, con quien
mi trato es casi nulo, que he iniciado este proceso a fin de que se presente de forma
voluntaria y poder arribar a un acuerdo en pos del bienestar de nuestra hija. Ante
mi intento fallido, es que debo continuar con la presente acció n.
Ante el total desentendimiento y desinterés por parte del
demandado en asistir moral y econó micamente a nuestra hija y teniendo en cuenta
que actualmente se encuentra desempleado, la suscripta se ve obligada a entablar
este proceso en contra del abuelo paterno, el Sr. Tomá s Nicomedes Sá nchez, quien
se encuentra en adecuada situació n econó mica, ya que cuenta con ingresos seguros
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y se desempeñ a como empleado en un supermercado de la firma llamada “ROSTAN
VILLA MARTELLI S.R.L.” C.U.I.T. 30-71081106-3 la cual es un supermercado, sito
en Francisco Narciso de Laprida 4160 en Villa Martelli.-, lo cual permitiría ayudar
a su nieta, ya que la suscripta no puede por sí sola sufragar todos los gastos que
demanda la crianza de la niñ a.
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que debe acordarse a la prestació n alimentaria a su cargo, con el objeto de
compatibilizar las normas con el resto del ordenamiento jurídico y especialmente
con los derechos y garantías plasmados en los tratados internacionales. Así, hoy se
considera que el cará cter subsidiario y complementario de la obligació n que
incumbe a los abuelos, cuando los beneficiarios son menores de edad, debe estar
desprovisto de la exigencia de formalidades que desnaturalicen esa obligació n. Ello
ocurre si, con fundamento en tal cará cter, se deja de aplicar el principio rector en la
materia: la protecció n del desarrollo integral del niñ o. Así se ha sostenido que: “sin
perjuicio de la observancia del orden de los obligados a la prestació n alimentaria,
debe evitarse el rigorismo formal, en cuanto a las pruebas y exigencias, para dar
lugar al aspecto sustancial y primordial de la cuestió n: las necesidades bá sicas del
menor” (Conf. Solari, Néstor E.: “Obligació n alimentaria de los abuelos, en Derecho
de Familia”. Revista Interdisciplinaria de Doctrina y Jurisprudencia, Nº 14, 1998,
pá g. 244, citado en Belluscio, Claudio, “Prestació n alimentaria”, Ed. Universidad, Bs.
As., 2006, pá g. 453).
Por su parte, el art. 668 del Có digo Civil y Comercial prescribe que
los alimentos a los ascendientes pueden ser reclamados en el mismo proceso en
que se demanda a los progenitores o en proceso diverso. La subsidiariedad legal
que se desprende del orden de prelació n de los parientes obligados no supone
-correlativamente- una sucesividad procesal, en el sentido de requerirse la
promoció n y sustanciació n de distintos procedimientos, uno después de otro; la ley
no exige, para la procedencia de la pretensió n contra el abuelo, un juicio previo
contra los progenitores en el que haya quedado formalmente establecida su
absoluta o relativa falta de recursos; por el contrario, la acció n puede dirigirse
primigeniamente contra cualquiera de los obligados (aunque no sea el pariente
má s pró ximo), con tal que -en el mismo procedimiento- se acredite, concisa y
sucintamente, que los obligados en grados preferentes no está n en condiciones
econó micas de cumplir la prestació n alimentaria, esta es la ú nica solució n prá ctica
admisible porque, de lo contrario, a través de exigencias procesales ordinarias, se
desnaturalizaría el fin perseguido de atender con inmediatez las acuciantes
necesidades del alimentista.
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precisamente, en la necesidad de que todos quienes está n ligados por lazos de
sangre concurran a hacer posible el bien personal de los integrantes de la
comunidad familiar, el amparo de tal necesidad elemental, que hace a la dignidad
humana, da lugar a un personalísimo derecho a reclamar y un deber que cumplir
que la ley ha formulado positivamente. Empero, en el caso que nos ocupa, ya la
acció n ha sido entablada contra el principal obligado, el progenitor.
El amparo de tal necesidad elemental, que hace a la dignidad
humana, da lugar a un personalísimo derecho a reclamar y un deber que cumplir
que la ley ha formulado positivamente (cfr. Myriam M. Cataldi, “OBLIGACIÓ N
ALIMENTARIA DE LOS ABUELOS”, en Derecho de Familia, Revista
Interdisciplinaria de Doctrina y Jurisprudencia – 2007-I, p.99). Sostiene, Grosman
que si la razó n de los derechos del niñ o es asegurar sus necesidades bá sicas, debe
pensarse en los modos en que tales exigencias será n tuteladas. No basta con una
enumeració n de los derechos, sino que es preciso buscar los caminos para que
tengan efectividad. Es decir, imaginar los mecanismos para garantizarlos, tanto
desde el punto de vista asistencial como de su protecció n jurisdiccional.
En virtud de un criterio flexibilizador en aras de resguardar el
interés superior de los niñ os, e incluso por razones de economía y celeridad
procesal, debe permitirse que el reclamo de alimentos contra los abuelos paternos
tramite en el mismo juicio en que se demanda por tal concepto al progenitor (hijo
de ambos), sin perjuicio de lo que oportunamente se resuelva al sentenciar la
causa sobre el fondo de la cuestió n a debatirse. Por ello y aplicando los principios
de prudencia, equidad y objetividad que deben orientar al proveyente al tiempo de
resolver y atendiendo a la edad de la menor, el interés superior de la niñ a cuyo
alimento se pretende y teniendo en cuenta que el abuelo trabaja en relació n de
dependencia, esta parte solicita a V.S. amplie la demanda incoada contra el abuelo
paterno de la menor Tatiana Mía Sá nchez Prots.-
IV. JURISPRUDENCIA
La Suprema Corte resolvió el 17.3.10 (en la causa 99.898 “M, LM c/M,
RP y/o s/alimentos”) que de las disposiciones de los Tratados y declaraciones
relacionadas al tema en tratamiento ha surgido un renovado aná lisis de la
normativa prevista en el ordenamiento jurídico interno (arts. 75 inc. 22 C.N.; 3 y 27
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de la Convenció n de los Derechos del Niñ o; 25 de la Declaració n Universal de
Derechos Humanos; 11 del Pacto Internacional de Derechos Econó micos Sociales y
Culturales y inc. B, 7, 10, y 16 inc. 1 de la Convenció n sobre Eliminació n de todas
las Formas de Discriminació n contra la Mujer); y que interesa señ alar que el
principio momento) de la normativa de subsidiariedad que se desprendía (en ese
del Có digo Civil (arts. 367 y ss.) respecto de la obligació n alimentaria de los
abuelos se relacionaba con el principio de solidaridad familiar que da fundamento
a dicha obligació n; y como precisa María Victoria Famá , esta subsidiariedad “no es
una regla de cará cter procesal, sino un precepto de derecho sustancial, que apunta
a la protecció n integral de la familia” (art. 14 bis de la Constitució n nacional; conf.
capítulo X, “Obligació n alimentaria de los abuelos”, en la obra dirigida por la
doctora Cecilia Grosman, “Alimentos a los hijos y Derechos Humanos”, editorial
Universidad, 2004, en especial p. 300). En este sentido, el Dr. De Lá zzari, que con
su voto hizo mayoría en el respectivo Acuerdo, refirió que en el supuesto
contemplado por el art. 370 del C.Civ. -concretamente, en relació n al extremo
tocante a la imposibilidad de demostrar la obligació n de quien reclama los
alimentos de suministrarlos o bien de procurarlos-, que cuando el legitimado es un
menor de edad, la situació n exige un particular tratamiento en funció n del
primordial interés superior del niñ o, que permite flexibilizar los requisitos de
procedencia (arts. 75 inc. 22 y 23, 15 Constitució n Provincial; 3 y 27 inc. 4° de la
Convenció n de Derechos del Niñ o; cf. causa n° 109.147 rsd. 171/10 del 16.12.10
“S,LL c/C,SH” de esta Sala 11a -en su integració n anterior-).
Siendo ello así, aplicá ndose un criterio flexibilizador en aras de resguardar
el interés superior de los niñ os que reclaman alimentos (art. 3, CN), cabe
considerar pertinente que en este estado inicial de la causa, e incluso por razones
de economía y celeridad procesal (art. 34 inc. 5° ap. b del CPCC), se permita que el
reclamo de alimentos contra el abuelo paterno tramite en el mismo juicio en que se
demanda por tal concepto al progenitor.-
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subsistencia y necesidades mínimas, las que hoy son materialmente de difícil
cumplimiento por mis escasos recursos econó micos, solicito de V.S. ordene que la
cuota provisoria a pagarse por el demandado Emiliano Gastó n Sá nchez (15%) se
ponga en cabeza del codemandado TOMAS NICOMEDES SÁ NCHEZ, sobre sus
ingresos mensuales, ordenando al empleador al depó sito de la cantidad en la
cuenta bancaria judicial que se abran en estos autos.-
VI. PRUEBA
Ofrezco la siguiente prueba:
1) DOCUMENTAL
- Copia simple informe CODEM – ANSES
- Copia Simple informe inscripció n AFIP de la empleadora del
codemandado Tomas Nicomedes Sá nchez.
2) INFORMATIVA
Se ordene librar oficio a:
VIII. SE AUTORICE
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Se autorice al Sr. Cristian Lujan Vá zquez, D.N.I. 33.397.296; y a la
Sra. Ivonne Rocío Villanueva Novoa D.N.I. 93.767.646, a compulsar el presente, a
diligenciar cedulas, oficios, practicar desgloses, retirar copias, y/o a realizar
cualquier otra actividad que haga al normal desarrollo del presente juicio.
IX. PETITORIO
PROVEER DE CONFORMIDAD,
SERA JUSTICIA.