Funcionarios y Empleados Públicos

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CAPÍTULO I

1. Los funcionarios y empleados públicos

1.1 Generalidades

Se ha establecido que la administración pública, es uno de los elementos de la

personalidad del Estado y que el Estado manifiesta su voluntad a través de los órganos

administrativos. Pero los órganos requieren necesariamente de personas físicas que

ejerzan, formen y exterioricen la personalidad del Estado. Corresponde pues al presente

capitulo analizar uno de los elementos más importantes de la estructura jurídica estatal de

un país, como lo es la persona o personas físicas que prestan sus servicios al Estado,

comúnmente denominados funcionarios o empleados públicos.

Al respecto el profesor Godínez, señala “La Administración es infuncional a pesar de

contar con territorio, finanzas, organización, fines y base legal, si no tiene el elemento

humano o personal idóneo para desarrollar sus actividades. El elemento humano es el

único que puede imprimirle a toda organización el dinamismo que la convierta en

eficiente y eficaz, pues se encarga de la planificación, decisión, ejecución, asesoría y

control de la misma. No hay administración sin personas. La administración fue

concebida para los humanos. En otro sentido, un Estado puede contar con “buenas”

leyes, suficientes recursos materiales y excelentes planes, pero si los encargados de

1
administrar y ejecutar son incapaces, ignorantes de toda técnica o corruptos, se niega la

administración, se fomentan las necesidades sociales y los reclamos de la población.” 1

1.2 Conceptos

1.2.1 Funcionario público

El diccionario de la Real Academia Española define como Funcionario Público a la

“Persona que desempeña un empleo público.”

Por su parte el licenciado Navas Rondón, señala que: “Un funcionario público es

aquella persona física que prestando sus servicios al Estado se halla especialmente ligada

a éste (por nombramiento, delegación o elección popular) y que premunido de poder de

decisión determina en forma expresa o ejecuta su voluntad a través del desarrollo de actos

de naturaleza diversa que tiende a fines de interés social o estatal.” 2

Atendiendo a la noción jurídica de funcionario público es necesario tener en cuenta

que nuestro ordenamiento legal en el reglamento de la Ley del Servicio Civil Artículo 1º.

considera funcionario público a la “a persona individual que ocupa un cargo o puesto, en

virtud de elección popular o nombramiento conforme a las leyes correspondientes, por el

1
Godínez Bolaños, Rafael. Temas de derecho administrativo, Pág. 1
2
Navas Rondón, Carlos. XI Congreso Internacional del CLAD sobre la Reforma del Estado y de
la Administración Pública, Ciudad de Guatemala, La responsabilidad del funcionario público.
Pág. 1.

2
cual ejerce mando, autoridad, competencia legal y representación de carácter oficial de la

dependencia o entidad estatal correspondiente.

La Ley de Probidad y Responsabilidades de Funcionarios y Empleados Públicos,

Decreto 89-2002 en relación a la definición objeto de estudio en los Artículos 3 y 4

establece: Artículo 3. “Funcionarios públicos. Para los efectos de la aplicación de esta

Ley, se consideran funcionarios públicos todas aquellas personas a las que se refiere el

Artículo 4 de la misma, sin perjuicio de que se les identifique con otra denominación.”

Artículo 4. Sujetos de responsabilidad. Son responsables de conformidad de las normas

contenidas en esta Ley y serán sancionados por el incumplimiento o inobservancia de la

misma, conforme a las disposiciones del ordenamiento jurídico vigente en el país, todas

aquellas personas investidas de funciones públicas permanentes o transitorias,

remuneradas o gratuitas especialmente: a) Los dignatarios, autoridades, funcionarios y

empleados públicos que por elección popular nombramiento, contrato o cualquier otro

vinculo presten sus servicios en el estado, sus organismos, los municipios, sus empresas y

entidades descentralizadas y autónomas. Asimismo, en esta disposición quedan

comprendidos quienes presten sus servicios al Estado de Guatemala en el exterior del país

en cualquier ramo.”

En el ámbito punitivo nuestro Código Penal Decreto 17-73 en el Artículo 1º. de las

disposiciones generales establece Artículo 1.- “Para los efectos penales se entiende: 2º.

Por funcionario Público: “quien, por disposición de la Ley, por elección popular o legitimo

nombramiento, ejerce cargo o mandato, jurisdicción o representación, de carácter oficial.

3
Los notarios serán reputados como funcionarios cuando se trate de delitos que cometan

con ocasión o con motivo de acto relativos al ejercicio de su profesión. “

1.2.2 Empleado público

Ossorio señala empleado público es aquel: “agente que presta servicios de carácter

permanente, mediante remuneración, en la Administración Nacional, provincial o municipal.

Se encuentra jerárquicamente dirigido por el funcionario público, por el agente de la

administración nacional, provicincial o municipal que tiene la representación de órgano, al

frente del cual se encuentra, con facultades de voluntad y de imperium, con el ejercicio de

la potestad pública.” 3

Nuestro ordenamiento jurídico a nivel reglamentario también en el Artículo 1º. del

Reglamento de la Ley de Servicio Civil define: “ b) Empleado Público “es la persona

individual que ocupa un puesto al servicio del Estado en las entidades o dependencias

regidas por la Ley de Servicio Civil, en virtud de nombramiento o contrato expedidos de

conformidad con las disposiciones legales, por el cual queda obligada a prestar sus

servicios o a ejecutar una obra personalmente a cambio de un salario, bajo la dirección

continuada del representante de la dependencia, entidad o institución donde presta sus

servicios y bajo la subordinación inmediata del funcionario o su representante.

En el ámbito punitivo nuestro Código Penal Decreto 17-73 en el Artículo 1º. de las

disposiciones generales establece Artículo 1.- “Para los efectos penales se entiende: .2º.

3
Ossorio, Manuel. Diccionario de ciencias Jurídicas Políticas y sociales, Pág. 281
4
Por empleado público quien, sin facultades legales de propia determinación, realiza o

ejecuta lo que se le manda, o desempeña labores de agente o guardián de orden público.”

El Acuerdo Gubernativo Número 197-2004, del Presidente de la República,

denominado Normas de Ética del Organismo Ejecutivo en el Artículo 3º. Regula:

“Definiciones. Para los efectos de las presentes normas, se entenderá por: C) Empleado

Público: Quien sin facultades legales de propia determinación, realiza o ejecuta lo que se

le ordena o manda o, de acuerdo a dicha subordinación, desempeña labores o funciones

públicas en el Organismo Ejecutivo.”

De igual manera el reglamento de la Ley de Servicio Civil establece a quien o ha

quienes no se les considerará funcionarios o empleados públicos y al respecto regula: ”No

se consideraran funcionarios o empleados públicos, aquéllos que sean retribuidos con

honorarios por prestar servicios técnicos o profesionales conforme a la Ley de

Contrataciones del Estado.

1.3 Clases de funcionarios y empleados públicos

Manifiesta el licenciado Hugo Calderón que la tendencia de la mayoría de autores

es denominar funcionarios públicos a todas las personas que realizan una actividad

dentro de la administración pública. Situación por la cual podemos encontrar dentro de

la administración pública funcionarios públicos superiores, funcionarios públicos

intermedios y funcionarios públicos menores.

5
El profesor Godínez, citado por el licenciado Calderón, los desarrolla de la siguiente

forma:

a) Funcionarios públicos superiores: Los funcionarios Públicos superiores son los

encargados de gobernar y tomar las decisiones de carácter político y además son

los superiores jerárquicos de la administración y en el caso del presidente,

recordemos que ejerce una doble función, como superior jerárquico de la

Administración Pública y como jefe de Estado.

b) Funcionarios públicos intermedios: Que coordinan y controlan la ejecución de los

planes, programas y proyectos de la Administración Pública. Superiores e

intermedios representan al Estado por medio de los órganos de los cuales son

titulares, ante otros órganos y entidades del Estado, ante los particulares y ante

sus propios subordinados. Son funcionarios de confianza y pueden ser

nombrados o destituidos en cualquier momento, salvo que se trate de

funcionarios electos popularmente o que la Ley señale que deben ejercer el cargo

para determinado periodo. En ese caso, sólo pueden ser removidos por las

causas señaladas en la propia Ley.

c) Funcionarios públicos menores: Llamados trabajadores o empleados del Estado,

burócratas y hasta servidores, son los ejecutores de la actividad administrativa.

Realizan tareas intelectuales o manuales; permanecen dentro del Servicio Civil

más tiempo y hacen carrera administrativa. Son nombrados por oposición (salvo

6
los menores operativos –peones-) y únicamente pueden ser removidos con causa

justificada. Se rigen principalmente por la Ley se Servicio Civil.

La Ley de Servicio Civil por su parte clasifica el servio público de la siguiente manera:

-“los puestos en el servicio del Estado se comprenden en los tipos de servicios

siguientes:

- Servicio Exento

- Servicio sin Oposición

- Servicio por Oposición

- Servicio Exento. El servicio exento no esta sujeto a las disposiciones de está

Ley y comprende los puestos de:

- Funcionarios nombrados por el Presidente a propuesta del Consejo de

Estado

- Ministros y viceministros de Estado, secretarios, subsecretarios y

consejeros de la Presidencia de la República, directores generales y

gobernadores departamentales.

- Funcionarios y empleados en la Carrera Diplomática de conformidad con

la Ley Orgánica del Servicio Diplomático de Guatemala.

- Tesorero General de la Nación.

- Escribano del Gobierno.


7
- Gerente de la Lotería Nacional.

- Funcionarios del Consejo de Estado.

- Registradores de la Propiedad y personal correspondiente.

- Inspector General de Trabajo.

- Funcionarios de la presidencia de la República que dependen

directamente del Presidente.

- Miembros de los cuerpos de seguridad.

- Personas que sean contratadas para prestar servicios interinos,

ocasionales, o por tiempo limitado por contrato especial.

- Empleados de la Secretaria de la Presidencia de la República.

- No más de diez funcionarios o servidores públicos en cada Ministerio de

Estado, cuyas funciones sean clasificadas de confianza por los titulares

correspondientes.

- Personas que desempeñan cargos ad honorem.

- Servicio sin oposición. El servicio sin oposición comprende los puestos de:

- Asesores técnicos.

- Asesores jurídicos.

- Directores de hospitales.

Los miembros de este servicio están sujetos a todas las disposiciones de esta

Ley, menos de aquellas que se refieren a nombramiento y a despido.

8
- Servicio por oposición. El servicio por oposición incluye a los puestos no

comprendidos en los servicios exentos y sin oposición y que aparezcan

específicamente en el sistema de clasificación de puestos del servicio por

oposición que establece está Ley.”

En la Ley de Servicio Civil, se establece que la misma tiene el carácter de orden

público y los derechos que consigna son garantías mínimas irrenunciables para los

servidores públicos susceptibles de ser mejoradas conforme a las necesidades y

posibilidades del Estado. Establecen que son nulas ipso jure, las disposiciones y actos

que impliquen renuncia, disminución o tergiversación de los derechos que la

Constitución establece, de los que la Ley de Servicio Civil señala y de todos aquellos

derechos adquiridos con anterioridad a la Ley.

El propósito de la Ley de Servicio Civil, es regular las relaciones entre la

administración pública y sus servidores, con el fin. De garantizar su eficacia, asegurar

los mínimos de justicia y estimulo de su trabajo y establecer las normas para la

aplicación de un sistema de administración de personal.

El Artículo 42 de la Ley de Servicio Civil, inciso 3) establece que uno de las

condiciones para ingresar al Servicio Civil por Oposición es demostrar idoneidad

sometiéndose a las pruebas, exámenes o concursos que establezca esa Ley y sus

reglamentos. El Artículo 43 de la normativa citada establece que las pruebas deben ser

de libre oposición y tienen por objeto determinar la capacidad, aptitud y habilidad de los

9
candidatos para el desempeño de los deberes del puesto de que se trata, las mismas

pueden ser orales, escritas, físicas o una combinación de éstas.

Toda autoridad nominadora por medio de cada uno de los jefes de dependencias,

debe evaluar por lo menos una vez al año a todos los servidores públicos bajo su

supervisión. Esta evaluación debe servir de base para recomendar ascensos,

adiestramientos e incrementos de salario.

En este punto con mayor claridad que en otros se puede verificar la brecha

existente entre país formal y el país real.

El documento “Diagnóstico Institucional Comparado de Sistemas de Servicio

Civil”, que evalúa la situación de 17 países del Continente, elaborado por el Banco

Interamericano de Desarrollo en diciembre 2004, menciona que: “En Guatemala en los

procesos de reclutamiento y selección del personal es muy común la existencia de

brechas entre lo pautado normativamente y la práctica cotidiana las condiciones de

reclutamiento no se corresponden con las reales capacidades de los candidatos, no

están establecidos los mecanismos y procedimientos de garantía necesarios para evitar

la arbitrariedad en el proceso de incorporación, los instrumentos de selección no han

sido adecuadamente diseñados y las prácticas de promoción no corresponden a

criterios sistematizados previamente”

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El “Diagnóstico Institucional del Sistema de Servicio Civil de Guatemala (agosto

2002)”, también de autoría del BID, establece entre otras situaciones que: “En el

Servicio Civil Guatemalteco el sistema de compensaciones y su administración impide

una gestión basada en productividad e incentivos. Se paga igual a quien cumple con

eficiencia y eficacia sus atribuciones, que a quien no lo hace”. Además que: “La

ausencia de sistemas de planeación estratégica a nivel institucional así como de buenas

descripciones de puestos, asignación de metas y objetivos a unidades y empleados y la

carencia de estándares de desempeño hacen muy difícil la evaluación del rendimiento y

desempeño del personal que en la práctica no existe como sistema”

1.4 Designación de funcionarios

Existen varios sistemas para la designación de funcionarios públicos:

A) Ingreso por elección: Muchos son los funcionarios que tienen que ser elegidos,

por ejemplo, el Presidente y Vicepresidente de la Republica, el Alcalde y los

miembros del Consejo Municipal, el Rector de la Universidad de San Carlos de

Guatemala, etc., Por supuesto hay que observar los requisitos y las prohibiciones

para optar a tales cargos.

B) Ingreso por nombramiento: Este se da cuando el superior jerárquico del órgano

administrativo tiene la facultad de nombrar a sus subordinados y en este caso

existen varias modalidades:

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a. Nombramiento discrecional: Cuando el superior jerárquico puede hacer el

nombramiento, observando más que los requisitos que deben cumplir.

b. Nombramiento condicionado: Normalmente quedan a condición a una

persona entre varios candidatos.

c. Nombramiento reservado: Toma en cuenta la carrera administrativa y el

sometimiento obligatorio al examen de oposición.

C) Ingreso por contrato: Este se verifica normalmente para las consultorías,

generalmente profesionales y técnicos, por tiempo definido o por trabajos

específicos y al finalizar el tiempo o concluido el trabajo para los que fueron

contratados el contrato finaliza y se contrata a base de honorarios profesionales.

En esta clase de contrato hay que tomar en cuenta la experiencia del contrato en

consultoría o por medio de examen de oposición.

1.5 Derechos y obligaciones de los funcionarios y empleados públicos

En relación a los derechos y obligaciones o deberes de los funcionarios públicos y

empleados públicos en una forma muy general y aplicable a todos se enumeran los

siguientes:

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1.5.1 Obligaciones

Tomando como base lo señalado por el profesor Godínez Son deberes y

obligaciones de los funcionarios públicos, las siguientes:

a) Ejercer las competencias: Que por mandato legal deben ejercer, atribuidas al

órgano administrativo, hay que recordar que la competencia administrativa es

obligatorio su ejercicio;

b) Respeto y obediencia al superior: jerárquico y a la Ley, hay que recordar que los

funcionarios públicos no son superiores a la Ley;

c) Ejercitar personalmente la competencia: pues hay que recordar que la

competencia no es improrrogable, salvo en el caso de la avocación y la

delegación;

d) El cumplimiento fiel y dedicado: Dentro del procedimiento administrativo, para

hacer una administración más eficiente y pronta;

e) Fidelidad al Estado: como su empleador y principalmente a la Constitución de la

Republica;

f) Imparcialidad: en las decisiones que tome, principalmente que dentro del

procedimiento administrativo se encuentra de por medio el particular;


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g) En algunos casos es obligatorio que el funcionario resida en el lugar: en el que

esta desempeñado el cargo;

h) Contribución a la seguridad publica:

i) Oposición a las órdenes ilegales: hay que recordar que ningún funcionario, está

obligado al cumplimiento de órdenes manifiestamente ilegales, establecido en la

Constitución Política de la Republica.

1.5.2 Derechos

El profesor Godínez, en relación a algunos derechos generales que los funcionarios

públicos tienen cita los siguientes:

a) La estabilidad laboral: Y el Derecho a hacer una carrera administrativa, esto

significa que el funcionario tiene el Derecho a los ascensos de acuerdo las

capacidades que va desarrollando dentro de su trabajo;

b) El Derecho a la defensa: en los procedimientos por medidas disciplinarias que el

superior jerárquico puede imponer;

c) El Derecho a participar en las oposiciones: para los ascensos de puestos dentro

del órgano administrativo;

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d) Descansos semanales: de conformidad con las jornadas de trabajo;

e) A los asuetos: plenamente establecidos en la Ley;

f) Al goce de vacaciones anuales:

g) Permisos especiales de estudio: por enfermedad y períodos de pre y post

natales;

h) A percibir los sueldos: aumentos y bonificaciones cuando sean legalmente

decretados;

i) A las ventajas económicas y viáticos: cuando son procedentes de conformidad

con la naturaleza de la función;

j) Derecho al régimen de seguridad social;

k) Derecho al régimen de retiro o jubilación: viudedad y sobrevivencia;

l) Derecho a la recreación;

m) El Derecho a la libre sindicalización: y agrupación o asociación gremial;

n) El Derecho a la huelga: legalmente autorizada.


15
1.6 Responsabilidades políticas y jurídicas (civiles, penales y administrativas)

Todo funcionario publico que ejerce una función, queda sometido a las diferentes

clases de responsabilidad en que pueden incurrir los mismos.

Encontramos que las responsabilidades pueden ser responsabilidad de tipo político

y responsabilidad de tipo jurídico, en este último caso encontramos la responsabilidad

civil, la responsabilidad de tipo penal y la responsabilidad de tipo administrativa.

1.6.1 Responsabilidad de tipo político

La responsabilidad política surge de las decisiones que toman los funcionarios a los

que les está atribuida esta facultad, como el presidente de la república, los ministros de

estado y los gobernadores departamentales. Este tipo de responsabilidad se establece

mediante el Control Parlamentario, Juicio Político funciones ante el Congreso de la

Republica.

1.6.2 Responsabilidad de tipo jurídico

En este tipo de responsabilidad se da cuando los funcionarios públicos infringen

normas legales o dejan de cumplirlas y en este caso podemos encontrar la

responsabilidad de tipo civil, responsabilidad de tipo penal y responsabilidad de tipo

administrativo.

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1.6.2.1 Responsabilidad de tipo civil

Está clase de responsabilidad se da cuando los funcionarios públicos en el ejercicio

de sus cargos, causan daños y perjuicios a los administrados. Existe dentro del Código

Procesal Civil y Mercantil, lo que se denomina Juicio Sumario de Responsabilidades,

el cual es el medio para deducir las responsabilidades en que haya incurrido el

funcionario.

La Constitución Política de la República en su Artículo 155, establece la

responsabilidad solidaria del Estado y establece que cuando un dignatario, funcionario o

trabajador del Estado, en ejercicio de su cargo, infrinja la Ley en perjuicio de los

particulares, el Estado o la institución estatal a quien sirva, será solidariamente

responsable por los daños y perjuicios que se causen.

1.6.2.2 Responsabilidad de tipo penal

Dentro del Código Penal existen una serie de delitos o faltas en que los

funcionarios públicos pueden incurrir en ejercicio de su cargo, aunque hay que aclarar

que el funcionario público puede incurrir en cualquier delito de los tipificados en el

Código Penal.

En este caso, existen algunos funcionarios que deben ser sometidos a antejuicio,

esto significa antes del juicio, salvo en el caso del delito infraganti.

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Entre las sanciones penales aplicables a los funcionarios públicos el Código Penal

Decreto 17-73 establece en los Artículos 439 y 442 los delitos de cohecho pasivo y

cohecho activo, regulando penas que van de uno a cinco años de prisión y multa de

(Q.100) a (Q. 3,000.00) “Cuando el funcionario o empleado público obligare o indujere a

la dádiva, presente ofrecimiento o promesa, la pena se aumentará en una tercera parte.”

Adicional a lo anterior, de conformidad con el Artículo 444 del Código Penal, para

los sobornados se aplicará la pena accesoria de inhabilitación especial por doble tiempo

de la pena privativa de libertad.

1.6.2.3 Responsabilidad de tipo administrativo

Este tipo de responsabilidad se origina del ejercicio de la competencia

administrativa, es decir en el ejercicio de las facultades legales.

El profesor Godínez, citado por el licenciado Hugo Calderón establece que: “la

responsabilidad administrativa se origina del cumplimiento de las funciones del cargo, en

la forma que establece la Ley si el incumplimiento es motivo de desorden dentro del

órgano o entidad administrativa, (negligencia, ausencias, retrasos, faltas a la moral o a

la higiene, realizar colectas, no tramitar los expedientes dentro de los plazos legales,

impericia, etc.), el funcionario superior en cumplimiento de su potestad de control y

sanción, puede aplicar medidas correctivas al implicado, previa audiencia para que se

defienda. La escala de sanciones que regula la Ley de Servicio Civil, va de la

amonestación privada y verbal, a la amonestación pública y escrita, hasta llegar a la


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suspensión sin goce de sueldo. Si la conducta anómala es reiterada, se puede imponer

la medida expulsiva del despido con causa justa.

Cuando Las resoluciones y los actos de los funcionarios públicos, afectan los

derechos de los particulares, reconocidos por las normas legales, entonces se produce

responsabilidad administrativa hacia el ámbito externo de la administración. En este

caso, son los particulares afectados los que tienen la facultad de exigir el control

administrativo, para que se revise la actuación y se revoque o modifique. La forma de

deducirle al funcionario responsabilidades administrativas externas, es por el sistema de

control a petición de parte, a través de la interpretación de medios de defensa legal

(medios de impugnación o recursos administrativos).

En relación a este tipo de responsabilidad cabe resaltar que en diversas leyes se

incluyen prohibiciones para que los funcionarios públicos contraten parientes en los

grados de Ley como empleados públicos de las instituciones en las que ejercen

autoridad y que de ocurrir tal presupuesto dicho hecho también genera responsabilidad

administrativa de conformidad con lo regulado en el Artículo 17, inciso d) de la Ley de

Probidad y Responsabilidades de Funcionarios y Empleados Públicos, la cual establece

que también genera responsabilidad administrativa la contratación de la esposa o hijos

como subalternos en relación de dependencia, asimismo el inciso i), del Artículo 22 de la

Ley Orgánica de la Contraloría General de Cuentas y el Artículo 197 de la Constitución

Política de la República y otras leyes.

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1.6 La ética del funcionario

Durante los últimos doce años, han suscitado una serie de situaciones en las

cuales se han visto envueltos los funcionarios y empleados públicos de los tres poderes

del Estado desde actos tales como corrupción, estafa, robo de identidad, malversación,

abuso de autoridad y escándalo, hasta nepotismo, favoritismos, arbitrariedades,

preferencias, parcialidades, privilegios, han sido los calificativos de los ciudadanos hacia

los dirigentes.

Así también otras autoridades han sido señaladas de prepotencia, superioridad,

e ignorancia de los verdaderos problemas nacionales. El panorama descrito exige en el

presente estudio realizar un breve examen a lo que debe entenderse como ética del

funcionario público.

El diccionario de la Real Academia de la Lengua Española define como Ética “1. f.

Parte de la filosofía que trata de la moral y de las obligaciones del hombre.”

El Acuerdo Gubernativo Número 197-2004, publicado en el Diario Oficial el jueves

15 de julio del mismo año, constituye el único cuerpo legal que regula dicho aspecto en

la administración pública guatemalteca, normativa que es denominada “Normas de Ética

del Organismo Ejecutivo”.

La normativa aludida contiene una serie de normas fundamentales para el

desarrollo de una correcta administración pública, empero las citadas normas de Ética
20
del Organismo Ejecutivo carecen de la fuerza y mecanismos que hagan obligatorio su

cumplimiento, por lo que vienen a constituirse únicamente en un catálogo de buenos

principios, ya que no existe un régimen disciplinario, ni un órgano competente que

verifique su cumplimiento.

El señor José Miguel Argueta, del Diario Prensa Libre en el reportaje “La Ética del

funcionario público “escribe: “Quisiera dedicar unas líneas a explicar en qué consiste la

ética exigible al funcionario público.

Cuando me refiero a la acción ética del funcionario público, ésta no debe ser

mayor a aquella que es exigible a todo ciudadano de este país. Por ejemplo: el respeto

por la palabra empeñada, el respeto a la propiedad de los demás, el evitar ejercer su

poder arbitrariamente ya sistemáticamente, respetar la vida de las personas.

En suma, cumplir los principios de recto comportamiento exigibles a cualquier

habitante de este país. Si todo Estado exige de sus miembros que sigan normas y

normas fundamentadas en la larga tradición chapina de ser personas honestas, de

respetar la palabra empeñada, de no obtener las cosas por medios ilícitos.

En suma, la ética exigible al funcionario público es mínima. Es la misma exigible a

mí, al empresario, al comerciante y a todo aquel participante de la vida ciudadana.

Estas acciones éticas son categóricas; en otras palabras, no son negociables.

Son acciones que debe tener toda persona que se precie de vivir en sociedad y de
21
poder reconocer normas de conducta y de recto comportamiento que procuren el

bienestar de cada uno y del mantenimiento del orden social.

Por encima, al funcionario público no se le exige una ética omniabarcante. Por

ejemplo, no se le pide al funcionario público que cumpla con todo el Evangelio. Que si lo

golpean en una mejilla, ofrezca la otra. No se refiere a que si le pide la túnica, deje

también la capa. No se refiere a que si le obligan a caminar un kilómetro, camine dos.

Sin embargo, la ética del funcionario público no es negociable. Y no lo es porque

es la misma exigible a cada uno de los miembros de la sociedad”. 4

En relación al presente tema Moraga Guerrero, señala “La situaciones de

quebrantamiento de la ética, a que dan lugar las actividades de corrupción, son a veces

utilizadas como una oportunidad de protagonismo público. El foco de la atención pública

se desvía, entonces, del cuidado de los valores que se quieren cautelar hacia el

engrandecimiento de la figura del denunciante.

Esta práctica ha hecho ineficaz, según parece, el combate a la corrupción en

algunos países de la región y del Caribe. Dejarse llevar por la pasión del protagonismo,

para pasar por encima de la serenidad y profundidad, que requiere contar con

fundamentos adecuados que avalan la denuncia, conduce a la ineficacia contra la

corrupción y solo causa escándalo y daño a personas e instituciones, debilitando

4
Prensa Libre, La ètica del funcionario pùblico. 18 de abril, 2007
22
específicamente las concepciones de Estado y Sociedad. La cautela y la firmeza en esta

lucha pueden y deben ir de la mano.

La denuncia no es oportunidad de construcción de protagonismo personal y de

morbosidad, sino un momento de aprendizaje y educación.

En dicho aprendizaje resulta esencial la existencia de un efectivo derecho a la

libertad de expresión, ya que los medios de comunicación permiten asegurar niveles de

control social, en el sentido de permitir una vigilancia de la sociedad sobre los actos

gubernamentales.

La responsabilidad en el ejercicio de esta labor va de la mano con la ética

periodística y la calidad y diversidad de la labor informativa. Debemos aprender que la

actitud serena, profesional e impersonal, es necesaria al momento de la denuncia.

El escándalo sin fundamentos destruye la confianza y ésta equiere décadas para

reconstruirse”.5

. El foco de la atención pública se desvía, entonces, del cuidado de los valores que se
quieren cautelar hacia el engrandecimiento de la figura del denunciante.

Esta práctica ha hecho ineficaz, según parece, el combate a la corrupción en algunos


países de la región y del Caribe. Dejarse llevar por la pasión del protagonismo, para
pasar por encima de la serenidad y profundidad, que requiere contar con fundamentos
adecuados que avalan la denuncia, conduce a la ineficacia contra la corrupción y solo
causa escándalo y daño a personas e instituciones, debilitando específicamente las

5
Rodrigo Moraga Guerrero. Acciones para el fortalecimiento de la Probidad y al Etica Publica en Chile, Pág. 3
23
concepciones de Estado y Sociedad. La cautela y la firmeza en esta lucha pueden y
deben ir de la mano.

La denuncia no es oportunidad de construcción de protagonismo personal y de


morbosidad, sino un momento de aprendizaje y educación.

En dicho aprendizaje resulta esencial la existencia de un efectivo derecho a la libertad


de expresión, ya que los medios de comunicación permiten asegurar niveles de control
social, en el sentido de permitir una vigilancia de la sociedad sobre los actos
gubernamentales.

La responsabilidad en el ejercicio de esta labor va de la mano con la ética periodística y


la calidad y diversidad de la labor informativa. Debemos aprender que la actitud serena,
profesional e impersonal, es necesaria al momento de la denuncia.

El escándalo sin fundamentos destruye la confianza, y ésta requiere décadas para


reconstruirse.

Este magnifico Foro Internacional, desarrollado por el Centro Latinoamericano de

Administración para el Desarrollo punto de partida

24
CAPÍTULO II

2. El servicio diplomático en Guatemala

2.1 Antecedentes

Son pocos los maestros que se han ocupado del cuerpo diplomático y de sus

funciones por lo que es sumamente difícil establecer principios teóricos sobre la

diplomacia, que deben suplirse con la experiencia adquirida en la práctica que cada cual

haya tenido.

Dumont fue el primero que trató de subsanar esta falta con su obra Corps

diplomatique, compuesta de ocho volúmenes en folio, a la que añadió un volumen más

Barbeyrac en 1739 y el Supplément au corps diplomatique de Dumont, de Rousset

de Missy, con el ceremonial de todas las cortes de Europa.

Martens (Carlos), en 1832, publicó su Guide diplomatique, a la que siguió una

Guía anónima, compuesta de la mayor parte de los capítulos de la de Martens; de

Clereq y Vallat, el Barón F. de Cussy y el Barón García de la Vega, han publicado Guías

y Manuales sumamente útiles y en España los Sres. Jove y Hévia, Cortés, Morales y

Bernal d'O'Reilly, han escrito también obras para el Cuerpo Consular que llenan

completamente su misión; sin embargo, aún queda mucho que hacer para ilustrar con

reglas y principios, sacados de la práctica de la carrera, las funciones de los agentes

diplomáticos.
25
Algunas naciones han intentado establecer escuelas especiales para la carrera

diplomática, convencidas de su absoluta necesidad y de su gran importancia; pero como

no se puede obtener de la juventud el conocimiento exacto de lo que sólo a fuerza de

años y de estudios puede lograrse y como, por otra parte, pocos Gobiernos podían

ofrecer en la diplomática las ventajas y seguridades que ordinariamente se conceden a

los grados de las carreras especiales, estas escuelas no dieron resultados prácticos y se

abandonó su fundación.

En la mayor parte de los Estados europeos, se ha organizado este servicio de

modo que los Secretarios de Embajada o de Legación puedan adquirir los

conocimientos necesarios para desempeñar debidamente las funciones de jefes de

Misión, completando con la práctica sus estudios legales y administrativos. Esto se

practica en Inglaterra, en Austria, en Alemania, con ciertas restricciones en Italia, que

siempre se ha distinguido por el esmero y solicito cuidado con que ha escogido sus

Representantes.

La organización del servicio diplomático debe estudiarse con más cuidado en los

países que no son potencia de primer orden; porque los agentes diplomáticos de las

grandes naciones, si carecen de instrucción, de talento o de tacto, suplen estos defectos

con el prestigio inmenso de la fuerza y poder de sus Gobiernos, que los hace respetar

de los iguales y temer de los más débiles: y si la voluntad de Gobiernos que, como los

de Alemania, Inglaterra y Rusia pueden apoyarla con miles y miles de bayonetas se

respeta y acata, no sucede lo mismo con la de los Estados que no se apoyan en más

fuerza que la del Derecho. "Si todas las condiciones que Wicquefort afirmaba debe
26
reunir un Embajador, dice el Conde Solaro della Margherita, si son necesarias "para los

de las grandes potencias, son más que necesarias, indispensables para los de las

potencias de segundo orden."

Y a los que sostienen que es inútil crear diplomáticos experimentados, que

adquieran con el estudio y la práctica las condiciones de idoneidad necesarias para

desempeñar bien sus cargos y que citan en apoyo de esta idea el ejemplo de grandes

potencias que se sirven en determinadas ocasiones de personas extrañas a la

Diplomacia.

Personas que pueden haber obtenido esos cargos porque su Gobierno quiere

utilizar, en una Misión dada, sus conocimientos y cualidades especiales, o por alejar de

su seno, con esta Misión, a algún personaje político cuya influencia temía en las luchas

de su política interior, se les puede responder con el mismo argumento; es decir, que las

grandes potencias dan a sus enviados diplomáticos un prestigio que es imposible que

las de segundo o tercer orden puedan dar a los suyos y que además, los Gabinetes, por

regla general, confían a los representantes de las primeras secretos que nunca facilitan

a los segundos, haciendo también a aquéllos en muchas ocasiones ciertas concesiones

que rara vez otorgan a éstos; finalmente, si llegara el caso de que el representante de

una gran potencia sostenga un principio contrario al Derecho de gentes, o se olvide de

las cláusulas de un tratado, todo el mundo se figura que, valido de su influencia,

apoyado por el prestigio de su poderosa nación, pretende violarlo, abusando de su

situación; mientras que, si el que sostiene principios contrarios al Derecho es el Enviado

27
de un Estado de segundo orden, en el acto se ve la ignorancia que sirve de base a su

pretensión y al descubrir esta ignorancia, resulta desprestigiado y sin influencia.

Es verdaderamente notable la pretensión de afirmar que para la Diplomacia no

importa emplear a personas que no conocen ni los elementos de ella, que pueden ser

hábiles y tener la aptitud necesaria para desempeñar sus difíciles puestos en los que

han empleado toda su vida y toda su inteligencia en llegar al límite de carreras

totalmente distintas y que, por científicas que sean, o, por mejor decir, cuanto más

científicas sean, más se apartan de la Diplomacia y menos aplicación tienen para cargos

de tanta trascendencia como son los que se confían a un diplomático si debe ponerse al

frente de una verdadera misión y servir en ella a su patria.

También es absurda la opinión vulgar de que no ocupándose más que de bailes y

de teatros, de conciertos y de paseos, pueda llegarse a adquirir la práctica y los

conocimientos del verdadero diplomático, es decir, no de la figura decorativa de los

salones de una corte, sino del funcionario celoso, amante de su patria, a quien desea y

procura ser útil, sabiéndola servir. Y siempre que este funcionario no tenga como base

de sus estudios la ciencia del Derecho Internacional, la historia de la Diplomacia y el

conocimiento perfecto del ceremonial de Cancillería, es casi imposible que pueda servir

a su país como diplomático.

Dice el Conde Solaro della Margherita que si un general pretendiese la

presidencia de un "Tribunal Civil o un Presidente de Sala pidiese el mando de un

ejército", se creería que habían perdido el juicio; pero que para desempeñar cargos
28
diplomáticos no hay, generalmente, ningún inconveniente en escoger las personas más

ajenas a ellos, creyéndose que, dando una ojeada a la Guía de Martens y

aprendiéndose de memoria los nombres de Grocio, Puffendorf, Bieffeld y Wattel, ya

pueden pasar por expertos diplomáticos y añade, que su pensamiento, mientras fue

Ministro del Rey Carlos Alberto, era formar un plantel de jóvenes diplomáticos que,

sirviendo en esta carrera, pudieran prestar, en su día, grandes servicios a la patria,

continuando la tradición de esa diplomacia de la Casa de Saboya, de la que decía Luis

XIV al Conde della Torre, Embajador en París: cuando un Príncipe tiene Embajadores

como los del Rey de Cerdeña, no se le puede considerar pequeño (Memorándum

Storico político Turín, 1851).

En un tiempo eran destinados a la Diplomacia los prelados, porque el respeto que

inspiraba la religión y sus pastores era tanto, que revestidos éstos del carácter de

ministros públicos, daban prestigio a la representación diplomática: así es que en

España los Cardenales Cienfuegos, Jiménez de Cisneros, Acquaviva y Alberoni,

profundos políticos y hombres de Estado, estuvieron revestidos del carácter de Ministros

de la Corona y de Embajadores, como en Francia lo fueron también Richelieu, Mazarino,

d'Ossat, Polignac, etc. y en Italia Bentivoglio, Bichi, el Abate Scaglia y otros. Hoy,

generalmente, se confían más estos cargos a los jurisconsultos, siendo esta la mejor y

más acertada elección, porque nadie mejor que ellos pueden defender los intereses de

su patria allí donde deban suscitarse intrincadas cuestiones de Derecho.

Casi todas las naciones van adoptando hoy el sistema de no seguir la costumbre

de considerar los puestos de Secretarios de las Misiones Diplomáticas como una


29
profesión de lujo; pero como también es imposible retribuir esos puestos como los

retribuye, por ejemplo, Inglaterra, porque los demás Gobiernos, agobiados por el peso

de los inmensos presupuestos de guerra, impuestos por la creciente preponderancia

militar, aumentada con los últimos triunfos de Alemania, no pueden disponer de las

sumas necesarias para este objeto, procuran compensar la escasez de sus recursos

organizando, seriamente, la carrera diplomática y al exigir a los que desean ingresar en

ella estudios y conocimientos especiales y aptitud y condiciones determinadas, les

ofrecen también, para terminarla, los puestos de Jefes de Misión, para que esta

esperanza les ayude a esperar en sus modestos cargos el premio que tienen la

seguridad de obtener con el tiempo, alcanzando las altas dignidades de su carrera,

como los militares pasan por los grados subalternos esperando lograr algún día la faja

de general.

Porque, si en toda misión se necesita fe y esperanzas de algún éxito para su

buen desempeño, en las diplomáticas es de absoluta y hasta de imprescindible

necesidad el tenerla. Cuando M. Thiers aceptó en 1871 la misión que en horas de

angustia suprema le confió el Gobierno de la Defensa Nacional para buscar las alianzas

que la Francia no había procurado asegurarse antes de la guerra, el eminente hombre

de Estado fue de corte en corte, a ciegas, sin conocer las disposiciones de las potencias

cuyo apoyo solicitaba y sin esperanzas de obtener nada de ellas y a pesar de su talento

político, demostrado en su aversión por aquella guerra y de su conocimiento de las

fuerzas y organización de su patria, fracasó en esta misión, como después fracasaron

igualmente él y Jules Favre en sus negociaciones de paz, aceptando la condición de su

Gobierno de no ceder un palmo de territorio, ni una piedra de las fortalezas nacionales.


30
Es, además, innegable que los Plenipotenciarios de la Francia, de aquélla nación

que lo había confiado todo a sus propias fuerzas y al empuje de su ejército, del gran

ejército, como se le ha llamado en este siglo, encontraron dentro y fuera del territorio

francés la acción poderosa de una diplomacia triunfante, más aún por su campaña de

negociaciones que por el bosque de bayonetas en que se apoyaba. El Canciller de

Prusia, que con el carácter de General honorario del ejército alemán siguió la marcha de

las tropas, organizando, para que le ayudase en su campaña diplomática, una especie

de gabinete de Negocios extranjeros, compuesto de Consejeros y Secretarios de

legación, escogidos en su ministerio y a los que hizo revestir por su Gobierno de

categorías militares, supo amontonar obstáculos tan insuperables en el camino recorrido

por Thiers primero y por Jules Favre después, que éstos no pudieron allanarlos, viendo

fracasar todas sus negociaciones, no tanto, repetimos una vez más, por las victorias

consecutivas de las armas alemanas, como por el constante trabajo de la diplomacia,

que sagaz y hábilmente dirigida antes de la guerra y durante la campaña por el gran

político cuyo nombre simboliza hoy la ciencia de la política internacional, alcanzó la

realización de sus ideales, viendo restaurar el Imperio de Alemania sobre las ruinas de

la Francia, coronando Emperador a su Rey en Versalles, entre los recuerdos históricos

del glorioso reinado del gran Luis XIV y enfrente de París, ante el sepulcro de Napoleón.

2.2 Qué o quién es un agente diplomático?

Estima la ponente que previo a adentrarnos en el tema del servicio diplomático es

necesario conocer que o quien es un agente diplomático, el licenciado Larios Ochaita al

respecto señala que la Convención de Viena sobre Relaciones, Privilegios e


31
inmunidades Diplomáticas, firmada en Viena el 18 de abril de 1961, vigente desde el 24

de abril de 1967, aprobada en Consejo de Ministros por Decreto-Ley No. 103 el 5 de

septiembre de 1963 y ratificada por Guatemala el 17 de noviembre de 1963; lo define

escuetamente así: “Por agente diplomático se entiende el jefe de la misión o un miembro

del personal diplomático de la misión”; aclarando la definición anterior define a jefe de

misión como “la persona encargada por el Estado acreditante de actuar con carácter de

tal” y a “miembro del personal diplomático” como “los miembros del personal de la

misión que posean la calidad de diplomáticos”.

En sentido amplio un agente diplomático es una persona que representa al jefe

de Estado y siendo que en éste se personaliza el Estado mismo, por extensión el agente

diplomático personaliza al Estado en el extranjero.

Una Misión Diplomática consta de varias personas, la mayoría de las cuales tiene

el carácter de agentes diplomáticos, a saber: el jefe de la misión y los miembros del

personal administrativo, técnico y de servicio de la misión.

En general los agentes diplomáticos son los encargados de dar a conocer frente

al Estado en el cual están delegados la política exterior del país que representan. No

debemos confundir diplomacia con política exterior; en palabras de Sorensen:

La diplomacia es el instrumento mediante el cual se lleva a cabo la política

exterior y política exterior es el conjunto de decisiones tomadas por un gobierno en

32
relación con la posición del Estado frente a otros Estados y su actitud dentro de sus

organizaciones y conferencias internacionales (Sorensen, 1973:385).

¿Qué es ser diplomático?

El Doctor. Jesús Núñez Hernández Embajador de España señala: “Según que

ser diplomático se entienda como un estilo de conducta, o en un sentido funcional, se

puede contestar de dos formas. En la primera acepción diremos con André Maurois que

ser diplomático “es el arte de exponer la hostilidad con cortesía, la indiferencia con

interés y la amistad con prudencia”. En sentido funcional lo son aquellos funcionarios

públicos expertos en relaciones internacionales con vistas a ser acreditados ante otros

Estados (y en la actualidad también en Organismos Internacionales) con carácter

representativo.

Al diplomático se le atribuye el estilo de actuación al que hemos aludido al

principio. Además, ha de tener sólidos conocimientos y buenas maneras. Como dice

Beladíez, “de todas las disciplinas catalogadas por las universidades, la que mejor debe

conocer un diplomático es el Derecho internacional; de las no catalogadas, la que más a

fondo debe dominar es la buena educación”.

Ser diplomático otorga prestigio social, ya que la profesión se cuenta entre

aquellas -no más unas cuantas- dotadas de leyenda. "El diplomático, en la opinión

general, forma parte de un mundo al que no tiene acceso el común de los mortales. Un

mundo de lujo, de intrigas, de misterio, de exotismo", dice Gómez de Valenzuela. Ortega


33
les achacaba frivolidad y Juan Valera decía que en la diplomacia“ con bailar bien la

polca y comer pastel de foie-gras, está todo hecho”. Se suele achacar mendacidad a

estos funcionarios, pero como ya dijo el gran Talleyrand, “la diplomacia no es una

ciencia de engaño y duplicidad”. Hay que decir la verdad, pero evitando el conflicto,

pues no hay que olvidar que el diplomático es agente de paz.

En realidad no se trata sino de un cuerpo más del Estado que simplemente

ejecuta las directivas del Gobierno en las materias a él encomendadas. Que éstas se

ejerciten generalmente en o con el extranjero y que exista para facilitarlas un trato y

unos privilegios especiales, es precisamente lo que facilita la leyenda. Pero dentro del

conjunto de agentes acreditados como diplomáticos en un mismo país, llamado "Cuerpo

Diplomático", coexisten hoy en día tanto los funcionarios procedentes de carreras

diplomáticas como de otras y no ocurre nada especial”. 6

2.3 Formas de ingresar al servicio diplomático

De conformidad con la Ley Orgánica del Servicio Diplomático se ingresara al

servicio diplomático por nombramiento o por incorporación.

2.3.1 Nombramiento

Todo Estado tiene el Derecho de nombrar agentes diplomáticos ante aquellos

Estados con quienes mantiene relaciones diplomáticas, pero no tiene ninguna obligación

6
www.ceibcn.com/docencia/estatic.phph?id=40llengua-es-25k
34
de hacerlo, tiene obligación de recibirlos en su propio territorio cuando sean enviados

por otros Estados, pero no tiene obligación de aceptar a determinada persona. Como

jefe de misión; de ahí que previo a nombrar a un jefe de misión se consulta al Estado al

cual se le va a enviar para informarse si es grato, aceptable y bienvenido. Y es lo que se

conoce como obtener el placet., que es una manifestación expresa de aceptación de

una determinada persona.

El Artículo 4 de la Convención de Viena establece: Artículo 4: 1) El Estado

acreditante deberá asegurarse de que la persona que se proponga acreditar como jefe

de misión ante el Estado receptor ha obtenido el asentimiento de ese Estado. 2) El

Estado receptor no esta obligado a expresar al Estado acreditante los motivos de su

negativa a otorgar el asentimiento.

Puede nombrarse a un mismo agente diplomático para varios Estados, lo cual se

conoce con el nombre de concurrencia.

La Constitución Política de la República estatuye como una función del presidente

“Nombrar y remover a los ministros de Estado, viceministros, secretarios y sub

secretarios de la presidencia, embajadores y demás funcionarios que le corresponde

conforme a la Ley.”, En concordancia con el precepto constitucional la Ley del Servicio

Diplomático en el Artículo 21 establece: “El jefe del Ejecutivo, de conformidad con las

disposiciones de la presente Ley, nombrará y removerá a los funcionarios y empleados

del servicio diplomático.”, La citada Ley regla que para ocupar los cargos del servicio

diplomático desde el tercer secretario hasta el de embajador extraordinario y


35
plenipotenciario, deberán nombrarse exclusivamente funcionarios de carrera con

excepción de que el jefe del ejecutivo juzgue conveniente nombrar como jefe de misión

con los cargos de embajador extraordinario y plenipotenciario, enviado extraordinario y

ministro plenipotenciario y encargado de negocios ad hoc, a personas que no figuran en

el escalafón diplomático. Asimismo los nombramientos a que se hace referencia

deberán recaer necesariamente en guatemaltecos naturales por nacimiento u origen,

que estén en pleno ejercicio de sus derechos civiles y políticos y de méritos personales

reconocidos.

En relación a los nombramientos o incorporaciones aludidas cabe subrayar que

es común en nuestro país que tales nombramientos sean resultado de favores

personales o políticos, pendientes por pagar, nepotismo, compadrazgo y amiguismo

pues esto se refleja en remociones o traslados arbitrarios y antojadizos de diplomáticos

de carrera o con excelentes ejecutorias, pasando por alto las evaluaciones objetivas de

desempeño diplomático y las estrategias de largo plazo; por el contrario, el único interés

es que los amigos y seguidores estén contentos y satisfechos con los nombramientos

diplomáticos y consulares, olvidando que para ser diplomático se necesita de gente

entrenada y del más alto nivel profesional para representar a nuestro país.

Según Luz Lecure diplomática panameña de carrera citada por Betty Brannan

Jaen "Las embajadas y consulados panameños en el exterior han sido utilizados

históricamente, salvo contadas excepciones, para enviar al extranjero a estudiar o a

conocer al mundo a partidarios del gobierno en el poder, familiares o amigos de los

funcionarios de alto nivel de los distintos gobiernos de turno". Afirmó Lescure en un


36
ensayo escrito antes de que los salarios diplomáticos se calculan en base a parentesco

o afinidad política y no en base a un cálculo objetivo. En otras palabras, como bien

observó Carlos Guevara Mann, el servicio exterior del país se maneja como "botín

político" y no como servicio a la Nación, porque "un sistema de reclutamiento basado en

el clientelismo, el amiguismo y el patrimonialismo no contribuye a promover el desarrollo

nacional, ni en Panamá ni en ninguna otra parte del mundo".

El panorama referido por Lescure y Guevara Mann, no disiente en mucho del

nuestro por lo que el análisis realizado, por Betty Brannan Jaen, del servicio diplomático

panameño, bien podría adaptarse al nuestro señalando entre otros los problemas

siguientes: Una carrera diplomática que no se puede profesionalizar debidamente por

ausencia de un centro de enseñanza en la materia, ausencia de conocimiento de por lo

menos cinco idiomas del personal nombrado para el servicio diplomático, falencia de

conocimiento del mundo, carencia de don diplomático innato, una cultura política que

acepta que el servicio diplomático sea botín político; una realidad es que, como

sociedad, no podemos evadir nuestra propia complicidad en el sistema.

2.3.2 Incorporación

El ingreso al servicio diplomático como funcionario de carrera, se realiza por la

categoría más baja del escalafón, la de tercer secretario. La índole altamente

jerarquizada de la diplomacia en todo el mundo hace que una persona, por más

atestados que tenga, no pueda ingresar a la carrera diplomática a un grado intermedio o

37
superior, si no que deba ascender siempre desde el nivel más bajo, lo cual ciertamente

no ocurre en otros ámbitos de la administración pública guatemalteca.

Ciertamente, una persona con preparación o capacidades suficientes puede ser

ocasionalmente llamada a desempeñar un cargo diplomático más alto del que

corresponde a su categoría, pero únicamente en forma interina y no adquirirá esa

categoría en propiedad sin haber cumplido con los procedimientos de ascenso, así

mismo no figurará en el Escalafón Diplomático; no tendrán Derecho a los

correspondientes ascensos ni podrá gozar de los derechos y prerrogativas que la Ley

del servicio diplomático establece para los funcionarios de Carrera.

De conformidad con nuestro ordenamiento legal, un funcionario diplomático no

puede pasar de la categoría 1 a la 3 por méritos profesionales o académicos, sino que

obligatoria e ineludiblemente debe pasar antes por la categoría. 2. Por otra parte, el

funcionario debe al menos haber servido dos años completos en su categoría antes de

aspirar a ascender a la categoría inmediata superior. Por otra parte, los ascensos

tampoco se otorgan en forma automática, sino que el funcionario que cumple con los

requisitos regulados en la Ley del servicio diplomático deberá solicitar su incorporación

a la carrera diplomática, al ministerio de relaciones exteriores de la República, órgano

que dará curso a la solicitud y con dictamen favorable de la dirección de Asuntos

Jurídicos y Tratados de dicho ministerio, resolverá mediante acuerdo ministerial

ordenando la incorporación a la carrera diplomática y consecuentemente la inscripción

como funcionario de carrera en el escalafón correspondiente.

38
Cabe comentar que actualmente no existe dentro del Ministerio de Relaciones

Exteriores ningún órgano que se ocupe de evaluar y controlar el desempeño de los

funcionarios del servicio exterior, careciendo por lo tanto dicho ministerio de un órgano

que haga las recomendaciones y evaluaciones necesarias para el caso de ascensos,

traslados y asignación de destinos de los funcionarios del servicio exterior. Tal situación

se evidencia en una publicación que hiciera Edgar Gutiérrez de el Periódico al señalar:

“A Juan le propuse ser Representante Alterno ante la OEA y su desempeño fue brillante.

Tras el cambio de Gobierno en 2004, el embajador Francisco Villagrán no tardó en

reconocer su talento, mientras el canciller Jorge Briz lo promovía como embajador en

Ecuador. Juan León saldrá de Ecuador por instrucción de Cancillería. Ojala sea para

rotarlo, no para desperdiciarlo. Llegó por mérito y se ha ratificado con méritos mayores,

dando brillo a Guatemala”.7

En el año 2004, los diputados independientes Doctor Rafael Eduardo Barrios

Flores, Licenciada Conchita Mazariegos, Tobías, Arquitecto Mario Flores Ortiz y Carlos

Alberto Guerrero Dumani, propusieron al Congreso de la República una iniciativa de Ley

del servicio diplomático de Guatemala, a la cual le correspondió el número de registro

2998.

En la iniciativa referida los parlamentarios citados proponían la creación de un

órgano denominado “Junta del Servicio Exterior”, el cual tendría como atribución evaluar

y controlar permanentemente a los funcionarios de carrera del servicio exterior y hacer

las recomendaciones al despacho ministerial en todo lo relacionado al ingreso,

7
Elperiodico, El embajador k’iche’. 18 de febrero 2008
39
reincorporación, ascensos, traslados, rotación, disponibilidades, separación retiro y

sanciones administrativas, modestamente considero que la creación de dicho ente es

urgente para el actual servicio diplomático pues dentro de la normativa existente dentro

no existe ningún órgano que se ocupe primordialmente de tales funciones en materia del

servicio exterior.

2.3.3 Escala jerárquica

Constituye la escala jerárquica en la carrera, el conjunto de categoría que puede

ocupar el funcionario diplomático desde su ingleso a ella. La carrera diplomática

principia con el cargo de tercer secretario y termina con el de embajador extraordinario y

plenipotenciario, conforme a la siguientes escala: Tercer secretario; segundo secretario;

primer secretario; consejero; ministro, consejero, enviado extraordinario y

plenipotenciario.

2.3.3.1 Quienes son funcionarios diplomáticos de carrera

El Artículo 12 de la Ley Orgánica del servicio diplomático establece: “Son

funcionarios de carrera los que figuren en el escalafón diplomático por haber ingresado

en el servicio o haber sido incorporados a él de conformidad con lo dispuesto por los

Artículos 19 y 20 y 1º. Y 2º. Transitorios de esta Ley”.

40
2.4 Requisitos para ingresar al servicio diplomático

1) Ser guatemalteco natural por nacimiento u origen

2) Ser ciudadano en pleno goce sus derechos

3) Ser del estado seglar

4) Poseer al menos el grado de bachiller u otro título o diploma posprimario

equivalente.

No tener antecedentes penales de tal índole que a juicio del Ministerio de

Relaciones Exteriores, lo incapaciten para el servicio

2.5 Requisitos para ingresar a la Carrera diplomática

La Ley Orgánica del Servicio Diplomático establece que para ingresar a la carrera

diplomática se requiere además de llenar los requisitos indicados en el párrafo

precedente, poseer título o grado universitario debidamente reconocidos. Si los estudios

universitarios hechos no incluyen las materias especiales para la carrera diplomática, el

interesado deberá pasar exámenes sobre las mismas ante tribunales designados por el

Ministerio de Relaciones Exteriores. En todo caso el candidato deberá someterse a

examen en las materias complementarias que se requieran para el servicio. En relación

a las materias especiales y complementarias el reglamento preceptúa que deben ser

aprobadas para ingresar a la Carrera Diplomática, las siguientes:

Especiales
41
1. Nociones generales del Derecho.

2. Teoría General del Estado y Derecho Constitucional.

3. Derecho Internacional Público, Tratados y Organismos Internacionales.

4. Derecho Internacional Privado.

5. Derecho Diplomático e Historia de la Diplomacia.

6. Derecho Consular.

7. Política y Relaciones Internacionales.

8. Economía Política y Comercio Internacional.

9. Historia Universal.

10. Historia de la literatura española y americana.

11. Geografía Física, Política y Económica Universal.

12. Idiomas:

a) Hablar y escribir correctamente el inglés y traducir el francés; o

b) Hablar y escribir correctamente el francés y traducir el inglés; o

c) Hablar y escribir correctamente cualquier otra lengua viva que no sea español y

traducir otra más.

Complementarias.

1. Historia diplomática de Guatemala.

2. Historia crítica y cultural de Centro América.

3. Geografía física, económica y política de Centro América.

4. Legislación guatemalteca de aplicación en el Servicio Diplomático y Consular.

5. Redacción de documentos diplomáticos y práctica de ceremonial.


42
El Reglamento de la Ley del Servicio Diplomático estatuye que El Ministerio de

Relaciones Exteriores formularía programas sobre cada una de las materias citadas en

el párrafo precedente y que los cursos serían impartidos en una escuela de diplomacia

que se regiría por disposiciones especiales. La Escuela de Diplomacia a la cual se

refiere el reglamento fue fundada en 1963, durante el gobierno militar del Coronel

Enrique Peralta Azurdia y clausurada durante el gobierno de Vinicio Cerezo Arevalo.

La ausencia de la referida escuela ha sido preocupación de algunos cancilleres

de administraciones pasadas, pues El Ministerio de Relaciones Exteriores, el miércoles

5 de julio del año 2000 de conformidad con el Comunicado 020-2000 informaba que el

gobierno de Chile brindaría asistencia técnica para Escuela de Diplomacia.

“El Gobierno de Chile apoyará el proyecto de reapertura de la Academia de

Diplomacia de Guatemala y con este propósito acordó enviar una misión preparatoria de

la Academia de Diplomacia "Andrés Bello", encabezada por Humberto Ledezma Rey,

Coordinador de Estudios de dicha academia, quien llegará a Guatemala en fecha que

será acordada próximamente.

El apoyo del gobierno chileno fue manifestado por el Encargado de Negocios a.i.

de la embajada chilena en Guatemala, señor Carlos Dinator Ramírez, quien

acompañado del Tercer Secretario y Cónsul, Juan Carlos Fernández Briones, visitó el

pasado martes 4 de julio al Canciller Gabriel Orellana Rojas, para entregarle la nota que

constituye la respuesta oficial del Gobierno del presidente Ricardo Lagos.

43
El Canciller Orellana Rojas solicitó al señor Dinatore que transmitiera su

agradecimiento al presidente Lagos, por la prontitud con la que fue resuelta y de manera

favorable, la petición que fuera hecha por el vicepresidente Juan Francisco Reyes López

el 16 de febrero y ratificada durante la visita que hiciera a Chile en el mes de marzo, con

ocasión de la toma de posesión del presidente Lagos.

El Ministerio de Relaciones Exteriores de Guatemala inició una serie de cursos de

actualización diplomática y capacitación del personal de la cancillería y dentro de éste

proceso, la reapertura de la Escuela de Diplomacia es parte primordial porque es uno de

los principales objetivos definidos por el Canciller Orellana Rojas, en su gestión al frente

del ministerio.

El señor Ledezma Rey, además de ser el coordinador de estudios de la academia

Andrés Bello, es consultor del Consejo Superior de Educación en evaluación de

Carreras y en la academia, se encarga de diseñar los cursos, coordinar los procesos de

admisión, formular los planes de estudio y apoyar el comité de becas. Además fue

Director de la Escuela de Gobierno, Gestión Pública y Ciencia Política de la universidad

de Chile y Director de Ciencias Políticas de la Universidad Central.”

No obstante existir cierta preocupación por la reapertura de la Escuela de

Diplomacia en administraciones pasadas, a la fecha no existe dicha institución y es a

través de las universidades, generalmente de las facultades de Derecho y Ciencia

Política que se hace posible la preparación académica de los interesados en iniciarse en

la carrera diplomática.
44
Resalta aquí un detalle importante en cuanto a la preparación de nuestros

diplomáticos, pues comúnmente se dice que la carrera diplomática es una de las

profesiones más apasionantes y satisfactorias, a la par que complejas, pues este

personaje tiene la representación jurídico-política del Estado, la asistencia al nacional en

territorio extranjero, la negociación bilateral y multilateral – en definitiva, el servicio

público en el exterior– lo cual constituye una labor que requiere no solo una excelente

preparación académica sino también cualidades que son fundamentales en la función

diplomática, tales como prudencia, tacto, cortesía, capacidad para las relaciones

públicas, sentido común, don de gentes, patriotismo, valores morales, etc. empero cabe

preguntarse como ha de adquirirse los atributos citados? sino existe una institución que

no se limite a la repetición memorística de temas, sino que busque la más óptima

capacitación de futuros agentes diplomáticos o bien ofrezca una etapa de capacitación

previa al inicio del ejercicio de tales cargos tal como suele suceder en España, proceso

que brevemente reseñaremos a continuación.

“Para aspirar a ser embajador, el primer paso será superar la oposición que

anualmente convoca el Ministerio de Asuntos Exteriores, los dos últimos años en junio.

Después, se iniciará un largo camino por diferentes fases de la carrera diplomática. Es

fundamentalmente vocacional. Los jóvenes que la inicien deben estar preocupados por

los temas de política internacional, interesados en conocer lo que ocurre por el mundo.

Pasarse toda una vida en el extranjero, cambiando de continentes y países. Esta

profesión requiere una vocación que no tiene todo el mundo», señala José María Velo

de Antelo, embajador director de la Escuela Diplomática.

45
Anualmente, cerca de 400 jóvenes, con una media de edad de entre 25 y 30

años, se presentan a las oposiciones para alcanzar alguna de las 15 plazas de acceso a

la Escuela Diplomática o diría que es algo casi innato; son personas que tienen vocación

hacia todo lo que implica el servicio exterior, que están preocupadas por lo que pueda

estar ocurriendo en Sierra Leona, pero no como lo está un ciudadano cualquiera, sino

que quieren profundizar, saber más y tienen una inquietud por los temas de política

internacional”, apunta. Oposiciones.

Lograr una de las plazas no es tarea fácil. Quienes finalmente la obtienen han

dedicado entre tres y cinco años para sacar la oposición. En su mayoría son estudiantes

de Derecho, aunque también es frecuente encontrar licenciados en Ciencias Políticas o

economistas. Para poder presentarse, el Ministerio de Asuntos Exteriores establece la

condición de haber cursado una licenciatura o bien una ingeniería o arquitectura,

además de tener la nacionalidad española y de ser mayor de edad.

La oposición incluye cinco exámenes eliminatorios. El primero de ellos consiste

en un test de 100 preguntas sobre los más de 200 temas que deben preparar los

opositores. Quienes superen esa prueba deberán realizar un ensayo sobre un tema de

actualidad internacional así como un comentario de texto.

Uno de los exámenes más complicados, según los opositores, es el de idiomas.

Es indispensable dominar perfectamente el inglés y el francés para poder realizar las

traducciones del examen. Además, se valora el conocimiento de otras lenguas,

especialmente el árabe, el ruso, el alemán y el chino. Los candidatos que no hayan sido
46
eliminados, tras estas pruebas, deberán enfrentarse al cuarto ejercicio, consistente en

una exposición oral de cuatro temas. Finalmente, el quinto examen consistirá en

resolver un caso práctico de Derecho Diplomático y Derecho Consular.

El tipo de formación que se exige a los futuros diplomáticos es muy completa y

abarca multitud de aspectos. Los 227 capítulos del programa están clasificados en

cuatro grupos según sus contenidos. En primer lugar deberán preparar los temas

referidos al Derecho Internacional, a las organizaciones internacionales y al Derecho

Civil y Mercantil. Además, deberán demostrar amplios conocimientos en economía

internacional, del sector público y economía española. El tercer bloque aborda lo

referente a los sistemas sociopolíticos, la Constitución Española, la Unión Europea, la

Administración española y las relaciones internacionales. Finalmente, deberán preparar

57 temas de la Historia moderna y contemporánea.

Superada la oposición, se inicia el segundo proceso de selección, al que tan sólo

accederán 15 elegidos. Se desarrollará en la Escuela Diplomática y se prolongará

durante casi seis meses. En este tiempo, los futuros diplomáticos poseen la condición

de funcionarios en prácticas y reciben formación sobre la organización y funcionamiento

del Ministerio de Asuntos Exteriores, así como sobre los ejes en los que se basa la

política exterior española en sus diferentes ámbitos: Iberoamérica, Asia, Unión Europea.

El resto de la preparación es más práctica: contabilidad, tramitación de visados.

Escuela Diplomática.

47
Una vez finalizado y superado el proceso de formación en la Escuela Diplomática,

adquieren ya la condición de secretarios de Embajada de tercera y se les asigna un

destino en Madrid, en el que permanecen durante al menos un año antes de poder

acceder al sistema de provisión de puestos en el extranjero.

Si alcanzar una de las pocas plazas que anualmente se convocan para la carrera

diplomática es complicado, aún lo es más llegar hasta el último escalafón de la carrera:

el puesto de embajador. La jerarquía diplomática está dividida en los siguientes puestos.

Los recién titulados ocupan el último peldaño, con el título de secretarios de embajada

de tercera, por debajo de los secretarios de embajada de segunda y de primera. Por

encima de todos ellos se encuentra el consejero de embajada. Los puestos más

políticos comienzan a partir de los denominados ministros plenipotenciarios o ministros

de embajada, también clasificados en tres rangos: de tercera, segunda y primera. A

partir de aquí tan sólo es necesario el nombramiento del Consejo de Ministros para

alcanzar la condición de embajador”. 8

2.6 Regulación legal

Todo lo referente a los órganos diplomáticos o agentes diplomáticos se rige hoy

en día, además del Derecho consuetudinario, por lo dispuesto en la Convención de

Viena sobre Relaciones, Privilegios e inmunidades Diplomáticas, firmada en Viena el 18

de abril de 1961, vigente desde el 24 de abril de 1967, aprobada en Consejo de

Ministros por Decreto-Ley No. 103 el 5 de septiembre de 1963 y ratificada por

8
Segovia, Mikel. El mundo, Una profesión sin destino. 7 de febrero 1999
48
Guatemala el 17 de noviembre de 1963, a la cual debemos añadir los instrumentos que

cada Estado ha aprobado para su reglamentación interna y para hacer operativo el

instrumento general de Viena.

49
50
CAPÍTULO III

3. Los funcionarios y empleados del servicio diplomático en Guatemala

3.1 Generalidades

Como los Príncipes y las Naciones no pueden comunicarse entre sí

personalmente, la necesidad de los Enviados diplomáticos se ha impuesto de tal modo

en la vida política de todos los pueblos civilizados que, desde la paz de Westfalia, las

Misiones permanentes y el personal que la integra forman parte de la vida pública de los

Estados.

Hoy la diplomacia procura dar forma legal aún a las iniquidades de la fuerza,

porque su misión en nuestros días es defender los derechos de la patria, apoyándose en

los principios del Derecho Internacional y porque los pueblos saben ya que las

relaciones internacionales deben estar basadas en dichos principios, es decir, en los de

la justicia, derivados del Derecho de gentes.

Como señala Antonio de Castro y Cazaleiz: “Aunque las armas continúan siendo,

por desgracia, el arbitrosupremo del Derecho de gentes, es imposible desconocer que

hoy no se baten dos naciones civilizadas sin que antes se agoten todos los medios,

todas las fórmulas y todos los recursos pacíficos que la Diplomacia puede ofrecer. Y así

como no se verifica un desafío sin que los padrinos procuren encontrar una vía de

conciliación honrosa, así entre los Estados que discuten sus derechos se procura
51
siempre interponer los trabajos de un Congreso, o de una Conferencia, donde se

examinen las cuestiones origen del conflicto; y mientras dura este examen, mientras

dura la controversia producida por la diversidad de pareceres, se calman los ánimos, se

enfrían las pasiones y se facilitan las soluciones de paz y de conciliación.”

3.2 Definición de funcionarios y empleados en el servicio diplomático

3.2.1 Funcionarios en el servicio diplomático

Son aquellos funcionarios públicos expertos en relaciones internacionales con

vistas a ser acreditados ante otros Estados (y en la actualidad también en Organismos

Internacionales) con carácter representativo, que posean la calidad de diplomáticos.

3.2.2 Empleados en el servicio diplomático

La Ley Orgánica del Servicio Diplomático y su reglamento no definen a quienes

se les denominara empleados en el servicio diplomático, empero La Convención de

Viena sobre Relaciones Diplomáticas, en su Artículo 1 Establece que se entenderá por

miembros del personal administrativo y técnico a los miembros del personal de la misión

empleados en el servicio administrativo y técnico de la misión; g. por "miembros del

personal de servicio", se entiende los miembros del personal de la misión empleados en

el servicio doméstico de la misión.

52
Por nuestra parte diremos que empleado en el servicio diplomático es la persona

individual presta servicios de carácter permanente, en el servicio diplomático en virtud de

nombramiento o contrato expedido de conformidad con las disposiciones legales, por el

cual queda obligada a prestar sus servicios o a ejecutar una obra personalmente a cambio

de un salario, bajo la dirección continuada del jefe de la misión o representante de este en

el lugar donde presta sus servicios y bajo la subordinación inmediata del funcionario o su

representante, cuya relación laboral esta sujeta a las disposiciones de la Ley de Servicio

Civil.

3.3 Funciones de los funcionarios en el servicio diplomático

De conformidad con la ONU Iberoamérica Entre las funciones de las misiones

diplomáticas y por ende de los funcionarios que la sirven se pueden distinguir

principalmente tres: “las funciones de rutina, las de información y las de negociación.

Funciones de rutina. 

Las funciones de rutina tienen que ver con papeles y documentos de ciudadanos

del país remitente que residen en el Estado huésped, además de la asistencia a

reuniones sociales o ceremonias.

53
Funciones de información.

La función de información consiste en la observación y transmisión al país de

origen, de datos referentes a condiciones económicas, políticas, sociales, militares, etc.,

destacando la vinculación, riesgo o valor de los mismos para el propio país. A esta

información enviada se la denomina inteligencia.

Funciones de negociación.

La función de negociación supone la transmisión de mensajes entre los ministros

extranjeros del Estado remitente y el Estado huésped. Siendo que esta definición es

muy escasa y el tema de la negociación es esencial para la política e instrumentación de

la diplomacia, volveremos a él en la próxima sección.

En la actualidad, la función del diplomático ha cobrado una nueva dimensión. En

vista de que el proceso de globalización avanza y crece (sobre todo a nivel económico y

de comunicaciones), los diplomáticos tienen que asumir el nuevo rol de descubrir nichos

de oportunidad que generen ventajas al país de origen; por ejemplo, la venta de bienes

y servicios y la inserción del sector privado nacional en el Estado huésped. Esta función

está estrechamente relacionada con las tres enumeradas anteriormente: implica la

asistencia a reuniones y eventos, la transmisión de información y la negociación de

dichas ventajas”.9

9
http: //www.protocolo.org/ (03-06-2008)
54
La Ley orgánica del servicio Diplomático y su reglamento dividen las funciones de

las misiones diplomáticas y de los funcionarios que integran dicha misión las cuales a

continuación se describen:

De las funciones de las misiones diplomáticas

El Artículo 33. de la Ley Orgánica del Servicio Diplomático establece: “Son

funciones y atribuciones fundamentales de las misiones diplomáticas y, a la vez,

obligaciones de los funcionarios que la sirven:

I.- Velar por el prestigio, la dignidad y el progreso de la nación.

II.- Promover y mantener las relaciones políticas, económicas y culturales entre

Guatemala y los otros países.

III.- Vigilar el cumplimiento de los tratados, convenciones y obligaciones de carácter

internacional, que puedan afectar a Guatemala.

IV.- Proteger los derechos e intereses de Guatemala, de su gobierno y de los

guatemaltecos, en el país de su adscripción.

V.- Proteger y auxiliar en todo lo que fuere necesario a las delegaciones oficiales

durante sus visitas al país de su adscripción.

55
VI.- Obtener y transmitir al Ministerio de Relaciones Exteriores, informes sobre la

situación política, económica, cultural y social del país de su jurisdicción, en

asuntos que interesen a Guatemala.

VII.- Reclamar las inmunidades, prerrogativas, franquicias y cortesías a que tengan

derecho conforme a los tratados y prácticas internacionales, especialmente las

que el gobierno de Guatemala concede a las misiones diplomáticas y consulares

de otros países.

VIII.- Realizar, en auxilio de la justicia nacional y de acuerdo con los tratados usos

internacionales, las gestiones que les sena encomendadas.

IX.- Desempeñar las funciones administrativas que les atribuye esta Ley y su

reglamento.

X.- Dar estricto cumplimiento a las órdenes e instrucciones que reciban del Ministerio

de Relaciones Exteriores.

XI.- Actuar de acuerdo con las funciones que les deleguen las diversas dependencias

del organismo Ejecutivo en los casos previstos por las leyes o por orden expresa

del Ministerio de Relaciones Exteriores.

56
De las obligaciones de los jefes de misión

El Artículo 34. de la Ley del Servicio Diplomático establece: “Los jefes de las

misiones diplomáticas tienen la representación de Guatemala y de su Gobierno ante el

Estado o ante el Organismo Internacional en que estén acreditados. Tienen autoridad

sobre las dependencias, oficinas, funcionarios y empleados de la Misión a su cargo y,

excepto los jefes de las delegaciones permanentes, sobre los consulados de Guatemala

que funcionen en el país de su adscripción.

Sus obligaciones principales son las siguientes:

I.- Promover y fomentar las relaciones entre Guatemala y el país en que estén

acreditados y obrar de acuerdo con el principio fundamental de conservación y

defensa de las instituciones de República, del patrimonio nacional y del buen

nombre de Guatemala, debiendo observar atentamente todo acto en el país de su

adscripción que signifique peligro para el orden de la República o su patrimonio e

informar lealmente y sin pérdida de tiempo al Ministerio de Relaciones Exteriores.

II.- Iniciar, promover y conducir ante el Gobierno del país su Organismo internacional

en que estén acreditados, todas aquellas negociaciones que crean conducentes

al mejor servicio de la República y al ensanche y desarrollo de las relaciones

diplomáticas que les están encomendadas, debiendo obrar, cuando el Ministerio

57
de Relaciones Exteriores lo juzgue conveniente y el caso lo permita, mediante

instrucciones especiales en cada fase de la negociación.

III.- Cuidar de que en ningún caso sufran menoscabo el honor y los intereses de

Guatemala.

IV.- Comunicar inmediatamente al Ministerio de Relaciones Exteriores, por los

conductos debidos, cualquier acto o hecho público que perjudique el buen

nombre de Guatemala y tomar las medias oportunas para evitar o impedir sus

efectos.

V.- Comunicar igualmente al Ministerio de Relaciones Exteriores todas las noticias

que juzgue interesantes para la seguridad e integridad nacionales. Rectificar

estas y cualesquiera informaciones de carácter público que, a su juicio,

perjudiquen el buen nombre de Guatemala y de su gobierno y hacer todas las

declaraciones y publicaciones que juzguen convenientes para los intereses de la

República. En caso de duda deberán consultar al Ministerio de Relaciones

Exteriores.

VI.- Proteger a los ciudadanos guatemaltecos, velar por su seguridad personal y la de

sus bienes y cuidar que nunca ni por ningún motivo se les niegue el beneficio de

las leyes y de los derechos que les corresponden.

58
VII.- Dirigir la misión de acuerdo con las disposiciones de la presente Ley y su

reglamento y con las instrucciones del Ministerio de Relaciones Exteriores.

VIII.- Autorizar las solicitudes de franquicias diplomáticas del personal de la misión.

IX.- Gestionar el "Exequátur" para los cónsules de su jurisdicción.

X.- Visitar u ordenar visitas a los consulados de su jurisdicción y dar cuenta del

resultado al Ministerio de Relaciones Exteriores.

XI.- Cuidar que las oficinas de la misión se encuentren instaladas en la mejor forma

posible de acuerdo con su categoría y las necesidades del servicio.

XII.- Exigir a todo el personal de la misión el más diligente y fiel cumplimiento de sus

obligaciones.

XIII.- Sujetarse estrictamente a las instrucciones y cumplir con esmero las órdenes que

reciban del Ministerio de Relaciones Exteriores.

XIV.- Informar periódicamente al Ministerio de Relaciones Exteriores acerca del estado

que guardan todos los asuntos de la misión.

XV.- Presentar al fin de cada año una memoria circunstanciada de los trabajos

realizados durante ese tiempo.


59
XVI.- Vigilar en la misión a su cargo, el estricto cumplimiento de las disposiciones de

esta Ley y de su reglamento.

El Artículo 37 del reglamento de la Ley Orgánica del Servicio Diplomático,

preceptúa “Además de lo prescrito por los Artículos 33 y 34 de la Ley, los Jefes de

Misión tendrán las siguientes obligaciones específicas:

1. Exigir el estricto cumplimiento de las inmunidades, prerrogativas, franquicias o

cortesías preceptuadas en los tratados y prácticas internacionales;

2. Hacer estudios para enviar al Ministerio de Relaciones Exteriores, sobre la

situación política del país de su adscripción, analizando cuidadosamente el

proceso político nacional; las elecciones nacionales y estatales en su caso;

especialmente en todo aquello que pueda interesar a la política interna del

Gobierno de Guatemala. Estos estudios deberán contener, además de la

exposición, un juicio crítico;

3. Informar mensualmente y cada vez que sea necesario, al Ministerio de

Relaciones Exteriores, sobre todos aquellos asuntos que puedan influir en las

relaciones entre Guatemala y el país en donde estén acreditados; de la marcha

de los negocios de dicho país, su situación política, nacional e internacional,

económica y social, su movimiento científico y artístico, comercial e industrial así

como sobre aquellos asuntos que puedan tener interés para el mejoramiento de

la administración pública, de la industria y comercio y de la vida en general del

pueblo guatemalteco. Con este fin, procurará impulsar la iniciativa propia de los

60
demás funcionarios de la Misión, encargándoles las investigaciones e informes expresos

sobre las materias mencionadas;

4. Disponer que se remitan al Ministerio de Relaciones Exteriores recortes de

prensa que contengan informaciones relativas a Guatemala, o que traten de

asuntos del país de su adscripción o de carácter internacional cuyo conocimiento

pueda interesar a Guatemala;

5. Organizar la administración de la Misión y supervigilar y procurar el buen

funcionamiento de todas las dependencias a su cargo, fijando las horas y reglas

generales de trabajo, de acuerdo con las disposiciones del presente reglamento y

las instrucciones del Ministerio de Relaciones Exteriores, a fin de lograr la mayor

eficiencia en el servicio;

6. Velar porque los funcionarios y empleados de la Misión asistan a los actos y

ceremonias a que deban concurrir, tomando en cuenta las disposiciones del

ceremonial diplomático del país de su adscripción;

7. Despachar diariamente con los funcionarios de la Misión todos los asuntos

pertinentes;

8. Determinar los asuntos, notas o comunicaciones que deban tratarse en forma

reservada o confidencial, o por medio de clave o de mensaje telegráfico;

9. Guardar bajo su responsabilidad las claves y el archivo reservado o confidencial

de la Misión;

10. Firmar la correspondencia diplomática dirigida al Ministerio de Relaciones

exteriores de Guatemala y a la Cancillería del país en que se encuentren

acreditados; a los jefes de las misiones diplomáticas acreditadas ante el Gobierno

del país de su adscripción y demás correspondencia que por su importancia


61
intrínseca o por la calidad del destinatario, deba ser suscrita por el Jefe de la

Misión. Poner el Visto bueno a toda certificación que expida la Misión y firmar las

auténticas requeridas en los expedientes que se tramitan de oficio;

11. Resolver, cuando sea de su competencia, las solicitudes de pasaportes o de

visas. “

Inicio de funciones

El inicio de las funciones de un jefe de misión será ipso facto, en cuanto presente

sus cartas credenciales y las autoridades del Estado receptor reconozcan las funciones

que los documentos contengan.

Cuando el jefe de misión llega a un país receptor, puede enviar una "nota formal

circular" fechada el mismo día de la presentación de sus cartas credenciales a los

demás jefes de misión acreditados ante el Estado receptor, con el objeto de entablar

relaciones directas y personales entre ellos.

A este tipo de visitas se les conoce como tournée diplomatique. La primera visita

que debe cumplir el jefe de misión es al decano o vicedecano del cuerpo diplomático y

en seguida hacer lo propio con el resto de los jefes de misión. El embajador no está

obligado a realizar visitas a otros miembros de las misiones diplomáticas. Lo correcto es

que aquellos que no tienen el mismo rango del embajador, hagan una visita de cortesía.

Por su parte, la esposa del jefe de misión puede efectuar visitas una vez que su

esposo haya concluido con las propias. La señora deberá informar al decano del cuerpo
62
diplomático y a la Oficina de Protocolo de la Cancillería del Estado receptor su intención

de realizar esas visitas, las cuales se harán a las esposas de los jefes de misión o de los

funcionarios de alto nivel que se le indiquen. La primera de estas reuniones será con la

esposa del jefe de Estado receptor. Estas visitas se sujetarán a las indicaciones

emitidas por la Oficina de Protocolo.

La acreditación de un encargado de negocios ad hoc se puede hacer de manera

similar a como se realiza la del jefe de misión. Los encargados de negocios son

provistos de un documento denominado carta de gabinete, la cual servirá para acreditar

a estos funcionarios. Estas cartas son enviadas de ministro a ministro, sin que se

involucre a los jefes de Estado. Los encargados de negocios ad hoc son recibidos

únicamente por el ministro de Relaciones Exteriores y sin solemnidades protocolarias

para la entrega de su carta de gabinete.

En el caso de los encargados de negocio ad interim se acreditarán de la siguiente

manera:

• Por nota del titular del puesto dirigida al ministro de Relaciones Exteriores del Estado

receptor.10

3.3 Funciones de los empleados en el servicio diplomático

En relación a las funciones de los empleados en el servicio diplomático el

Reglamento de la Ley Orgánica del Servicio Diplomático preceptúa en el Artículo 48.

10
Torres Del Mazo, Diana. www.protocolo.org/gest_web/proto_Seccion.pl?rfID=213&arefid=435 - 40k
63
“Los empleados del Servicio Diplomático tendrán las obligaciones que les señalen sus

jefes, quedando su distribución al criterio de éstos, a quienes deberán dar cuenta del

resultado de las labores encomendadas.”

3.4 Derechos y obligaciones de los funcionarios y empleados del servicio

diplomático

3.4.1 Derechos, privilegios e inmunidades

Los funcionarios y empleados del servicio diplomático guatemalteco tienen todos

los derechos y obligaciones que tienen todos los funcionarios y empleados de la

administración publica en general, los cuales fueron citados en el primer capítulo del

trabajo que me ocupa, no obstante dichos funcionarios por la naturaleza de sus

funciones, gozan de otros derechos otorgados por la Ley orgánica que los rige, tales

como:

Vacaciones y licencias

- Los funcionarios y empleados del Servicio Diplomático tendrán Derecho a veinte

días hábiles de vacaciones después de cada año de servicios, las cuales, a su solicitud,

podrán acumularse hasta por dos años sucesivos. En ningún caso estas vacaciones

podrán tomarse por adelantado.

64
- El personal del Servicio Diplomático gozará de asueto el 15 de septiembre y los

días de feriado oficial señalados por el país de su adscripción. Cuando, a juicio del jefe

de la misión, las necesidades del servicio lo requieran se trabajará en esos días,

concediéndose en estos casos, dentro de los diez días siguientes a los de descanso

omitidos, igual número de días a los que se haya dejado de gozar.

- Por causa debidamente justificada, el Ministerio de Relaciones Exteriores podrá

conceder al personal del Servicio Diplomático licencias hasta por dos meses con goce

de sueldo y hasta seis meses más sin sueldo. La subsistencia de la causa que motivo la

licencia deberá comprobarse ante el ministerio indicado. De no hacerse la comprobación

en la forma expresada, la licencia se suspenderá inmediatamente.

- Los jefes de Misión podrán conceder al personal subalterno licencias con goce de

sueldo, hasta por diez días en casos de urgente necesidad y hasta por treinta días en

casos de enfermedad comprobada, informando inmediatamente al Ministerio de

Relaciones Exteriores.

Sueldos y Gastos

- Los funcionarios y empleados del Servicio Diplomático que no se encuentren en

el ejercicio de sus cargos por disfrute de vacaciones, por uso de licencia con goce de

sueldo, por el desempeño de alguna comisión del servicio o de cualquier otra comisión

oficial, disfrutarán durante la ausencia, de su sueldo íntegro y de los gastos de

representación que les corresponden.


65
- Los funcionarios diplomáticos y los empleados que, con autorización del

Ministerio de Relaciones Exteriores, ejerzan las funciones de un cargo superior al de su

categoría, ya sea por encontrarse éste vacante, por ausencia del titular en uso de

licencia sin goce de sueldo, o por encontrarse el titular suspendido del servicio, recibirán

el sueldo y los gastos de representación en su caso, correspondientes al cargo que

ocupen interinamente a partir del momento en que lo asuman.

- Los funcionarios diplomáticos de carrera con más de diez años de servicios en el

ramo, que pasen a la situación de disponibilidad por resolución del Presidente de la

República, devengarán durante el tiempo que permanezcan en dicha situación, dos

tercios del sueldo correspondiente al último cargo desempeñado.

- Los funcionarios diplomáticos que se encuentren en servicio efectivo y sus

familiares, tendrán derecho a pasaporte diplomático para todos los viajes que realicen

tanto en lo oficial, como en lo particular, inclusive el de regreso al país al ser separados

de sus cargos.

- Los empleados del servicio diplomático y sus familiares tendrán Derecho a

pasaporte oficial para todos los viajes que efectúen durante el tiempo que se encuentren

prestando servicios, inclusive el de retorno a país al ser retirados de sus cargos.

- Para hacer uso de dichos pasaportes, el retorno al país deberá efectuarse en un

término prudencial, a juicio del Ministerio de Relaciones Exteriores.

66
Los funcionarios y empleados del Servicio Diplomático tendrán Derecho a los pasajes y

gastos de representación extraordinarios que fije el reglamento de la presente Ley.

Privilegios e inmunidades

En relación a este tópico el licenciado Larios Ochaita expresa: “El privilegio, en

este campo, no es una exigencia derivada del carácter sino más bien una consecuencia

lógica del mismo. La inmunidad se refiere a la facultad de quedar fuera de la jurisdicción

del Estado que recibe al agente diplomático.

En la actualidad los privilegios e inmunidades otorgados a los agentes

diplomáticos descansa en la necesidad que estos tienen de quedar libres de cualquier

interferencia para el correcto cumplimiento de su misión y en este sentido se pronuncia

la Convención de Viena de 1961.

Antiguamente se hacía más énfasis en la representatividad del agente

diplomático y podemos afirmar que la realidad responde a una conjugación de las dos

pretensiones: Funcionalidad y representatividad. Estos privilegios e inmunidades han

sido abusados en múltiples ocasiones en todas las épocas; algunos agentes

diplomáticos lo entendían como irresponsabilidad absoluta de modo que la invocaban

para amparar violaciones a los reglamentos de transito, para esquivar la responsabilidad

civil incurrida por faltas civiles, etc. En la actualidad la doctrina es clara al determinar

que inmunidad significa no sujeción a la jurisdicción pero eso no implica

irresponsabilidad jurídica. Evidentemente si un diplomático viola una Ley e incurre en


67
responsabilidad civil no debe esperar que se le demande y en ese momento invocar su

inmunidad, sino que en aras del buen nombre de su propio Estado debe mostrar buena

voluntad y disponibilidad para arreglar amigablemente.

Los privilegios diplomáticos son más restringidos que las inmunidades; se refieren

a la exención de impuestos, exención de aranceles aduanales, etc. Las inmunidades se

refieren a la persona, a su casa, a su correspondencia, etc.”; 11 los cuales se encuentran

regulados en los Artículos del 31 al 40 de la Convención de Viena sobre Relaciones

Diplomáticas.

3.4.2 Por qué se conceden privilegios e inmunidades a los diplomáticos?

De acuerdo a lo manifestado por el departamento de Información Pública, de

Naciones Unidas “La concesión de privilegios e inmunidades a los enviados

diplomáticos es una norma muy antigua del Derecho internacional. La existencia oficial

de enviados como representantes de los Estados nación se remonta a la práctica de la

Grecia antigua. Entre los miembros de la Liga Anfitriónica los embajadores se

consideraban inviolables. También pueden encontrarse prácticas análogas en los

Estados de la antigua India o en el Imperio romano.

Esas prácticas, establecidas sobre una base consuetudinaria, se codificaron en la

Convención de Viena sobre las Relaciones Diplomáticas de 1961. Los países que se

han adherido a la Convención creen que esas prácticas contribuyen al desarrollo de las

11
Larios Ochaita,Carlos. Derecho internacional publico, pág. 218
68
relaciones amistosas entre las naciones, prescindiendo de sus diferencias de régimen

constitucional y social. Esta opinión se refleja en el tercer párrafo del preámbulo de la

Convención de Viena.

Esos privilegios, inmunidades y exenciones diplomáticos, tal como se describe en

la Convención, no se conceden en beneficio de las personas, sino con el fin de

garantizar el desempeño eficaz de las funciones de las misiones diplomáticas en calidad

de representantes de los Estados.

Es cierto que los diplomáticos gozan de inmunidad de la jurisdicción penal, civil y

administrativa del Estado receptor. Sin embargo, el Estado acreditante puede renunciar

a esa inmunidad. Además, la inmunidad de jurisdicción de un diplomático en el Estado

receptor no le exime de la jurisdicción del Estado acreditante.

El Estado receptor puede declarar a su discreción a cualquier miembro del

personal diplomático de una misión persona no grata (persona no aceptable). Esto

puede hacerse en cualquier momento y no hay obligación de explicar tal decisión. Por lo

general, en tales situaciones, el Estado acreditante retirará a esa persona o pondrá

término a sus funciones en la misión.

Así pues, la Convención de Viena prevé medidas concretas que pueden adoptar

tanto los Estados acreditantes como los Estados receptores en caso de uso indebido o

abuso de los privilegios e inmunidades diplomáticas. En conjunto, los privilegios e

inmunidades diplomáticas han contribuido eficazmente a facilitar las relaciones entre los
69
Estados. Hasta ahora ningún Estado Miembro de las Naciones Unidas ha propuesto que

se derogue la convención o que se vuelvan a redactar sus disposiciones”. 12

3.5 Obligaciones generales de los funcionarios y empleados del servicio

diplomático

El Artículo 35. del Decreto Ley número 148 establece que además de lo prescrito

en el Artículo 33 de la citada Ley, son obligaciones generales de los funcionarios y

empleados del servicio diplomático las siguientes:

“I.- Velar por el prestigio, la dignidad y el progreso de la nación.

II.- Someterse en todo momento y de manera absoluta a la posición que en materia

de política internacional adopte el Gobierno de la República.

III.- Guardar la más completa discreción sobre los asuntos oficiales que se les

encomienden o lleguen a su conocimiento. Esta estricta obligación subsistirá aún

después de que el funcionario o empleado abandone el servicio diplomático.

IV.- Actuar con el mayor cuidado y diligencia en los asuntos oficiales que se les

encomienden.

12
http://www.un.org/spanish/geninfo/fag/index.html (17/16/2008)
70
V.- Obedecer fielmente las instrucciones y órdenes de trabajo que reciban de sus

superiores y cooperar, tanto con éstos, como con los subordinados, en la

prestación de los servicios oficiales.

VI.- Mantener las mejores relaciones con las autoridades y los particulares del país en

que estuvieren acreditados.

VII.- Instruir a los guatemaltecos sobre las leyes y demás disposiciones administrativas

del país de su adscripción, a fin de prevenir su falta de cumplimiento por

ignorancia de las mismas.

VIII.- Mantener el indispensable decoro, tanto en su función oficial, como en su vida

privada, absteniéndose de cualquier acto que pudiera redundar en desprestigio

de su persona y de Guatemala.

IX.- Residir en el lugar donde radique la misión en que presten sus servicios, salvo

autorización especial del Ministerio de Relaciones Exteriores.

X.- Dar estricto cumplimiento a las disposiciones de esta Ley y de su reglamento.”

71
72
CAPÍTULO IV

4. El servicio civil y el régimen laboral o funcional de los funcionarios y

empleados del servicio diplomático

4.1 La oficina nacional de servicio civil – ONSEC-: es el órgano ejecutivo

encargado del Servicio Civil. Está integrada por un director y un subdirector y

por el demás personal necesario para su funcionamiento. Su principal

obligación es organizar el sistema de administración de personal al servicio

de la Administración Pública

Dentro de sus funciones tenemos las siguientes:

Garantizar a los trabajadores el pleno ejercicio de sus derechos y el establecimiento de

los procesos para el logro de la Carrera Administrativa;

Mantener un sistema integrado de Administración de personal

Administrar el Plan de Clasificación de Puestos;

Administrar los procesos de Reclutamiento y Selección;

Administrar las acciones de Nombramientos y registros de Personal;

Atender las demandas de los servidores públicos que por Derecho les corresponde;

Administración eficiente del Sistema de las Clases Pasivas Civiles del Estado;

La Ley actual estableció la Oficina Nacional de Servicio Civil (ONSEC)


como el cuerpo administrativo del sistema de gestión de recursos humanos
del Estado y definió sus funciones operativas.

4.2 Junta Nacional del Servicio Civil:

73
se integra con tres miembros titulares y dos suplentes designados por el presidente de

la república para un período de tres años. Dentro de sus deberes y atribuciones se

encuentran: rendir al Presidente de la República y al Congreso, memoria anual de sus

labores; colaborar en la promoción y mejora del discurramos Sistema Nacional de

Servicio Civil; investigar y resolver administrativamente, en apelación, a solicitud del

interesado las reclamaciones que surjan en materia de reclutamiento, selección,

nombramiento, asignación o reasignación de puestos, traslados, suspensiones,

cesantías y destituciones

También estableció una


Junta Nacional de Servicio Civil, como la máxima autoridad administrativa y
guardián del Sistema. Esta Junta tiene la obligación de velar por que
ONSEC cumpla con las estipulaciones de la Ley del Servicio Civil y también
escucha las apelaciones elevadas por acciones realizadas por funcionarios
gubernamentales o por ONSEC, ejerciendo el rol de máximo nivel en el
procedimiento administrativo para la resolución de conflictos entre las
partes, previo al paso de estos a nivel judicial.

4.3 La relacion funcional de los funcionarios y empleados del servicio diplomático

4.4 Aplicación de la Ley del Servicio Civil a los funcionarios y empleados del

servicio diplomatico

4.5 El servicio exento y su regulación legal

4.6 Postura de la Oficina Nacional del Servicio Civil con respecto a la apliciación
74
de la Ley del Servicio Civil a los funcionarios del servicio diplomatico

4.7 Postura del ministerio de relaciones exteriores con respecto a la aplicación de

la Ley del Servicio Civil a los funcionarios del servicio diplomático

4.8 Presentación y análisis de los resultados según la Ley del Servicio Civil

4.9 Presentación y análisis de los resultados según la Ley Orgánica del Servicio

Diplomático y la Constitución Política de la República

CONCLUSIONES

1. De acuerdo con el concepto corriente, persona es sinónimo de ser humano; el hombre

y la mujer de cualquier edad y situación y en sentido jurídico es todo ser capaz de

derechos y obligaciones, o lo que es igual, de devenir sujeto, activo o pasivo, de

relaciones jurídicas.

Se deben mejorar los recursos económicos – verdaderamente exiguos–  con que se ha

manejado y se maneja el Ministerio. La reforma de la Ley Orgánica, que data de

75
1962, un buen texto de base que ha sido superado por el tiempo, y el

restablecimiento de la Escuela Diplomática se hacen igualmente necesarios.

2. Además de existir en el mundo jurídico personas individuales o físicas, existen

colectividades de personas físicas que, por mandato o disposición de la Ley, llegan a

ser titulares de derechos y obligaciones como colectividad. Hay que destacar que el

Estado es la persona jurídica o colectiva por excelencia. Es de condición perpetua o

permanente. Todas las demás personas jurídicas o morales le están subordinadas y de

ella reciben su consagración social como valores jurídicos.

3. En Guatemala las personas son iguales ante la Ley, sin distinción de credos, razas,

ideas políticas, posición económica, este sentido de la igualdad que ha constituido un

ideal logrado a través de muchos siglos y de muchas luchas, se esta viendo

contrariado en tiempos modernos por marcado proteccionismo a ciertos grupos

social o económicamente poderosos.

4. La igualdad se refiere a la dignidad de la persona (inclúyase persona individual y

colectiva), en cuanto que todos los hombres son radicalmente iguales por lo que a su

naturaleza específica respecta. De allí se deriva la igualdad en cuanto a los derechos

fundamentales y como objetivo último, también en cuanto a una igualdad de

oportunidades en la promoción de valores y desarrollo humano.

76
5. De conformidad con nuestra legislación, cuando dos o más personas (individuales o

jurídicas) en el uso de sus derechos, convienen en crear, modificar o extinguir una

obligación, se está ante la institución denominada contrato.

6. Uno de los contratos que las personas puede pactar es la denominada contrato de

mutuo, consistente en que un aparte entrega a otra una cantidad de cosas que esta

última esta obligada a consumir con la condición de devolver en el tiempo convenido,

igual cantidad de cosas de la misma especie y calidad, pudiendo otorgar el deudor

una garantía real o fiduciaria para garantizar el cumplimiento de dicha obligación.

7. Una de las garantías reales otorgadas para el cumplimiento de una obligación

cosiste en la hipoteca, misma que grava un bien inmueble para garantizar el pago de

la deuda al acreedor en caso de incumplimiento, sin embargo y no obstante de

encontrarse el bien inmueble gravado, el propietario de este bien puede en cualquier

momento enajenarlo sin el consentimiento del acreedor, salvo pacto contrario y

previa instrucción al enajenado.

8. De conformidad con el Artículo 836 del Código Civil, la libre disposición del bien

gravado no corre en los contratos de créditos bancarios, dándoles con esta

disposición a las entidades bancarias trato diferente y preferencial con respecto a las

demás personas individuales y jurídicas, violando con esta disposición el principio

constitucional de igualdad.

RECOMENCACIONES

77
1. El Congreso de la República debe reformar el Artículo 836 del Código Civil,

suprimiendo el párrafo que prohíbe que los propietarios de bienes inmuebles

gravados a favor de entidades bancarias puedan enajenarlo libremente.

2. El Organismo Ejecutivo a través de la Secretaría de Planificación Social, debe

impulsar una campaña publicitaria para promover los derechos constitucionales de

los guatemaltecos, para que éstos puedan ejercer su Derecho ante las

arbitrariedades legales e institucionales.

3. El Organismo Ejecutivo debe promover reformas a las leyes que violentan los

principios y garantías consagradas en la Constitución Política de la República con el

fin de garantizar a los habitantes de la república el pleno goce de sus derechos.

4. La Procuraduría de los Derechos Humanos, a través de su departamento jurídico

debe verificar el estricto cumplimiento de las garantías constitucionales y velar

porque las instituciones involucradas cumplen con tales garantías.

5. El Registro General de la Propiedad no debe oponerse a la inscripción de bienes

inmuebles gravados a favor de entidades bancarias, cuando ésta es la voluntad de

los contratantes y se cumplan con los requisitos que el Código Civil establezca para

los distintos contratos de enajenación.

78
79
BIBLIOGRAFÍA

XI Congreso Internacional del CLAD sobre la Reforma del Estado y de la Administración


Pública, Ciudad de Guatemala, 7 - 10 Nov. 2006
La responsabilidad del funcionario público
Carlos Navas Rondón

REVISTA EL MUNDO, No. 158 Domingo 7 de Febrero de 1999. Su dinero @. El mundo. Es.

LEGISLACIÓN:

Prensa Libre, La ética del funcionario público. 18 de abril, 2007

Constitución Política de la República. Asamblea Nacional Constituyente, 1986

Código Procesal Civil y Mercantil, Decreto Ley 107, Jefe del Gobierno de la República
de Guatemala, 1963

Código Civil, Decreto Ley 106, Jefe del Gobierno de la República de Guatemala, 1963

Ley del Organismo Judicial, Decreto 2-89, Congreso de la República, 1989

Ley de Bancos y Grupos Financieros, Decreto 19-2002, Congreso de la República,


2002.

Pero en esencia, nadie pone en duda que el funcionario público es un trabajador, y como tal le
rigen desde el punto de vista subjetivo, todos los derechos establecidos en los Artículos 7 y 57
de la Constitución Nacional en igualdad de condiciones. Esta situación previene la existencia de
un nivel mínimo de condiciones, garantizadas constitucionalmente que se materializan en leyes
concretas.

Ahora bien, el art. 8 de la Constitución establece un principio claro de no discriminación legal y


ello implica, no la posibilidad de que no existan desigualdades de orden legal, que pueden ser
justificadas, sino una regla básica que es la regulación igual entre iguales. Esto se complementa
con los arts. 55 y 76 de la misma, especialmente en cuanto prescriben la exclusividad de la
ciudadanía para los cargos públicos y la obligatoriedad estatal de la distribución imparcial y
equitativa del trabajo. (análisis)

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DIAGNOSTICO
Para el Organismo Ejecutivo se aplica la Ley de Servicio Civil, con algunas
excepciones:
La ley no opera para el personal que pertenece al Servicio Exento de la
Presidencia de la República y sus dependencias adscritas o no, así como
Secretarías de la Presidencia.
Para los ministerios de Estado, la Ley no cubre al de la Defensa Nacional,
rigiéndose éste por la Ley Constitutiva del Ejército de Guatemala, Decreto
No. 72-90, publicado el 17 de enero de 1991 y sus modificaciones. El
personal militar se beneficia de incrementos de salario y de bonificaciones
generales cuando el Gobierno los autoriza.
Para el Ministerio de Relaciones Exteriores, la Ley solamente cubre una parte
de sus empleados. El personal de embajadas y consulados atiende a las
disposiciones de la Ley Orgánica del Servicio Diplomático. El personal
diplomático también se beneficia de incrementos de salario y de
bonificaciones generales cuando el Gobierno los conce

minisit y culto 1.- EL SERVICIO DIPLOMÁTICO COSTARRICENSE.

El servicio diplomático de un país está formado por los funcionarios de su Ministerio de


Relaciones Exteriores que desempeñan tareas especializadas referidas a asuntos políticos,
diplomáticos, jurídicos, de cooperación, protocolarios, etc. Por consiguiente, y contrariamente
a lo que muchas veces se cree, no lo integran sólo quienes laboran en las embajadas y
oficinas consulares (servicio exterior) sino también muchos de los funcionarios que trabajan
en la sede central del Ministerio (servicio interno).

En algunos países se establece una diferencia entre el servicio diplomático y el consular, que
constituyen carreras o actividades separadas. En Costa Rica esa distinción desapareció a
partir del Estatuto de Servicio Exterior de 1965 y los funcionarios diplomáticos pueden ser
llamados a desempeñar indistintamente funciones diplomáticas stricto sensu, funciones
consulares o ambos tipos de función.

Además del personal diplomático, los Ministerios de Relaciones Exteriores tienen personal
administrativo, que desempeña, entre otras, labores de contabilidad, atención al público,
secretariado, conducción de vehículos, vigilancia y limpieza, ya sea en la sede central del
Ministerio o en las misiones diplomáticas y oficinas consulares de Costa Rica en el exterior.

De conformidad con el Artículo 19 de la Ley Orgánica, los funcionarios del Ministerio de


Relaciones Exteriores y Culto de Costa Rica deben ser escogidos en atención a su preparación
académica o profesional, moralidad, cultura, civismo y conducta regular. Una característica
del Ministerio que a veces hace muy complicado su funcionamiento es que existe una
diversidad de sistemas laborales para regir a su personal, establecidos en dos leyes distintas,
el Estatuto de Servicio Exterior y el Estatuto de Servicio Civil y no siempre resulta fácil
armonizarlos. En la actualidad se encuentra en desarrollo un plan para conseguir que el
personal diplomático se rija exclusivamente por el primero y el personal administrativo por el
segundo, tanto en la Cancillería como en el Servicio Exterior.

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Además de los Estatutos existe una serie de reglamentaciones sobre las tareas y las
condiciones laborales del personal, tanto diplomático como administrativo.

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