La Segunda Escuela de Viena
La Segunda Escuela de Viena
La Segunda Escuela de Viena
SCHOENBERG:
PERIODO INICIAL
De sus primeras obras destaca su Cuarteto de cuerda (1897), una obra tonal
compuesta bajo la influencia de Brahms, mostrando una clara orientación clásica.
Sus dos obras posteriores son el Sexteto de cuerda, Noche transfigurada y el
poema tonal para orquesta Peleas y Melisande. En ellos podemos observar claramente
la infuencia de Wagner. El uso programático de la música, la utilización del leitmotiv.
Sin embargo, ya en Peleas y Melisande comienza a aproximarse a los límites de la
tonalidad tradicional, con un uso del cromatismo parecido al de Strauss.
Son dos obras las que ejemplifican la culminación de este periodo de formación
del estilo de Schoenberg. Se trata del primer cuarteto de cuerda de 1905 y la sinfonía
de cámara de 1907. Dotadas de una extraordinaria complejidad, suponen la
formulación definitiva de la fusión del etilo de Wagner y el de Brahms. Aquí aparecen
ya conceptos que serían cruciales en su composición, y que formularía posteriormente
de forma teórica. Se trata de las ideas de “variación desarrollada” (continua evolución
del material temático, evitando las repeticiones literales) y de “prosa musical” (forma
musical continua que carece de equilibrio simétrico). Se crea así un diseño único e
ininterrumpido. Otra característica que se nos presenta es la abundancia de tonos enteros
y acordes construidos sobre cuartas, algo que también hacía Debussy, pero en el caso de
Schoenberg dirige estos elementos musicales hacia su resolución, en vez de usarlos de
forma estática como el francés. Por último, la sinfonía de cámara presenta un indicio de
la compresión musical de Schoenberg: el argumento musical se reduce radicalmente,
durando la obra la mitad que el cuarteto.
PERIODO 1907-1909
Schoenberg experimenta un periodo de enorme actividad creadora donde
rompe definitivamente con la tonalidad moviéndose hacia el cromatismo libre. Hay dos
aspectos primordiales en esta etapa.
El segundo cuarteto de cuerda (1908) constituye una especie de puente entre los
métodos viejos y los nuevos. Los primeros movimientos son básicamente tonales, pero
en los movimientos finales la tonalidad se disuelve. Otra característica importante es la
individualidad de las voces en la textura polifónica, lo que hace que raramente se den
armonías derivadas de la triada.
Esto nos lleva a uno de los puntos clave de este distanciamiento de la tonalidad,
que es la fusión entre armonía y melodía ya que al no existir la norma armónica con
referencias como la triada, la armonía se convierte en una especie de melodía vertical.
Esto hace que la distinción entre armonía y melodía sea una cuestión ambigua y difusa.
De esto se deriva una escritura enormemente lineal y contrapuntística.
Al final de este período, sus obras se vuelven no solamente atonales, sino
también atemáticas, debido a un abandono de las estrategias estructurales conscientes,
como por ejemplo el canon. Es el caso de Erwatung (la espera). Se trata de un
despliegue de desarrollo libre que cambia constantemente, sin una estructuración ni
un control del flujo musical.
Expresionismo
Período 1909-1914
Debido a estos paralelismos, los años que van desde 1909 hasta la Primera
Guerra Mundial se consideran el período expresionista del autor. El impacto que
produjo la música de Schoenberg de este período fue enorme. Aunque su influencia en
los compositores posteriores se limitó a aquellos que estuvieron relacionados con él, su
concepción de la música como un espacio cromático, exento de la jerarquía tonal
redefinió la composición musical del siglo XX.
WEBERN.
Nace en 1883, el año de muerte de Wagner, y muere en 1945, poco después del
fin de la sgm. Estudiado por Pierre Boulez, este bebe de la música de Webern.
Webern fue hijo del romanticismo alemán tardío, con gran influencia de Wagner
y Mahler. A pesar de su ambigüedad tonal, sus primeras obras distan mucho de la
corriente alemana del momento, incluido Schoenberg. Fue recomendado a Schoenberg
por Guido Alder, también profesor de Webern. Passacaglia para orquesta op.1,
finalizada en 1908 fue de las últimas composiciones bajo la tutela de Schoenberg, y
señala la dirección de sus futuros trabajos. De carácter tonal, muestra gran influencia de
Brahms.
Entre 1909 y 1914, su composición fue principalmente instrumental (op. 5 a
op.11), con obras cargadas de un gran lirismo. Las sucesiones interválicas comienzan a
no tener ninguna relación entre sí y se observa un desarrollo hacia lo no temático. En
Cinco canciones sobre textos de Stefan George, op.3, comienza a abandonar la
tonalidad tradicional y a utilizar un lenguaje muy cercano al estilo expresionista:
segundas menores, séptimas, novenas, amplios saltos interválicos.
Se suele denominar la música de Webern como aforismo, sobre todo en los años
del expresionismo, es decir, la manera más breve de expresar una idea. Toda la
vanguardia de la segunda mitad del xx parte de Webern, no de Schoenberg.
ALBAN BERG
Fue el miembro más joven de la segunda escuela de Viena. Sus siete lieder
tempranos ya muestran el alto grado de lirismo que caracterizó a Berg, además de su
rico cromatismo.
El cuarteto op. 3 (1910) es una de las obras más significativas del período atonal
vienés. Aunque hay rastros tonales, aquí Berg huye explícitamente de la tríada. Por otro
lado, desvela su capacidad de trabajar formas musicales a gran escala y su gran
expresividad pasional.
De su última etapa destacan las obras Cinco canciones para orquesta, Cuatro
piezas para clarinete y piano y Tres piezas para orquesta y una de las grandes óperas
del XX, Wozzeck, de marcado carácter expresionista, con mucho dramatismo atonal,
con gran rigor (tres partes en cinco escenas, con una meditada lógica formal).