Historia de Los Derechos Humanos
Historia de Los Derechos Humanos
Historia de Los Derechos Humanos
Antecedentes
Una de las primeras acciones de la Organización de las Naciones Unidas fue crear una
comisión para la redacción de una declaración de los derechos fundamentales. Concluido
el trabajo de esa comisión, el 10 de diciembre de 1948 se sancionó la Declaración
Universal de los Derechos Humanos.
Esta Declaración fue adoptada y proclamada por la Asamblea General de las Naciones
Unidas el 10 de diciembre del año 1948. En la Argentina, desde el año 1994, posee
jerarquía constitucional, según lo establecido por el artículo 75, inciso 22 de la
Constitución Nacional.
Los artículos finales exponen los deberes que las personas tienen con respecto a su
comunidad y los límites de los derechos humanos:
● Toda persona tiene deberes respecto a la comunidad, ya que sólo en ella puede
desarrollar libre y plenamente su personalidad.
● Los derechos de las personas sólo serán limitados por la ley cuando se deba
asegurar el reconocimiento y el respeto de los derechos y libertades de los demás,
la moral, el orden público y el bienestar general en una sociedad democrática.
● Nada de lo establecido en la Declaración podrá ser interpretado en el sentido de
dar derechos al Estado, a un grupo o a una persona, para desarrollar actividades o
realizar actos que tiendan a la supresión de cualquiera de los derechos y libertades
proclamados.
Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre
En el Preámbulo se expresa que los Derechos y los deberes se integran en toda actividad
social y política del hombre, y que también se deberá ejercer, mantener y estimular la
cultura, porque ella es la máxima expresión social e histórica del espíritu.
La Argentina los ratificó en 1986 -por ley 23.313- y les otorgó carácter constitucional en
1994.
Convención Americana sobre Derechos Humanos
En el año 1988, los Estados partes de la Convención Americana sobre Derechos Humanos
firmaron el Protocolo Adicional a la Convención Americana sobre Derechos Humanos en
materia de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, el “Protocolo de San
Salvador", que entró en vigor en 1995.
Los responsables máximos de esos hechos fueron llevados a juicio y condenados. Años
más tarde recibieron los beneficios de las leyes de Punto Final y de Obediencia Debida, y
finalmente el indulto.
El reconocimiento legal de los derechos humanos ha tenido una larga historia. Algunos
derechos han sido incluidos en las leyes mucho antes que otros, que sólo han sido
aceptados después de largas luchas sociales. Por eso podemos clasificar los derechos en
grupos, a los que se suele denominar las tres generaciones de los derechos humanos.
GENERACIÓN
ÉPOCA DE TIPO DE VALOR QUE FUNCIÓN
DE EJEMPLOS
ACEPTACIÓN DERECHOS DEFIENDEN PRINCIPAL
DERECHOS
Derechos
Civiles: Derecho
Limitar la a la vida, a la
acción del libertad, a la
poder. seguridad, a la
Civiles y
Primera S. XVIII y XIX LIBERTAD Garantizar la propiedad…
políticos
participación Derechos
política de los Políticos:
ciudadanos. Derecho al voto,
a la asociación, a
la huelga…
Garantizar
Derecho a la
unas
Económicos, salud, a la
condiciones
Segunda S. XIX y XX Sociales y IGUALDAD educación, al
de vida
Culturales trabajo, a una
dignas para
vivienda digna…
todos
Promover Derecho a un
Justicia, paz y relaciones medio ambiente
Tercera S. XX y XXI SOLIDARIDAD
solidaridad pacíficas y limpio, a la paz,
constructivas al desarrollo…
La primera generación incluye los derechos civiles y políticos. Estos derechos fueron los
primeros en ser reconocidos legalmente a finales del siglo XVIII, en la Independencia de
Estados Unidos y en la Revolución Francesa. Se trata de derechos que tratan de garantizar
la libertad de las personas. Su función principal consiste en limitar la intervención del
poder en la vida privada de las personas, así como garantizar la participación de todos en
los asuntos públicos. Los derechos civiles más importantes son: el derecho a la vida, el
derecho a la libertad ideológica y religiosa, el derecho a la libre expresión o el derecho a la
propiedad. Algunos derechos políticos fundamentales son: el derecho al voto, el derecho a
la huelga, el derecho a asociarse libremente para formar un partido político o un sindicato,
etc.
La segunda generación recoge los derechos económicos, sociales y culturales. Estos
derechos fueron incorporados poco a poco en la legislación a finales del siglo XIX y
durante el siglo XX. Tratan de fomentar la igualdad real entre las personas, ofreciendo a
todos las mismas oportunidades para que puedan desarrollar una vida digna. Su función
consiste en promover la acción del Estado para garantizar el acceso de todos a unas
condiciones de vida adecuadas. Algunos derechos de segunda generación son: el derecho
a la educación, el derecho a la salud, el derecho al trabajo, el derecho a una vivienda
digna, etc.
La tercera generación de derechos ha ido incorporándose a las leyes a finales del siglo XX y
comienzos del siglo XXI. Pretenden fomentar la solidaridad entre los pueblos y las
personas de todo el mundo. Su función es la de promover unas relaciones pacíficas y
constructivas que nos permitan afrontar los nuevos retos a los que se enfrenta la
Humanidad. Entre los derechos de tercera generación podemos destacar los siguientes: el
derecho a la paz, el derecho al desarrollo y el derecho a un medio ambiente limpio que
todos podamos disfrutar.
Juan Grabois
Juan Grabois es hijo del dirigente estudiantil peronista Roberto “Pajarito” Grabois y de
Olga Gismondi, médica pediatra recibida en la Universidad Católica de Córdoba. Cursó sus
estudios secundarios en el Colegio Godspell de San Isidro, del cual egresó en el año 2000.
En 2009 se graduó de licenciado en Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad
Nacional de Quilmes y en 2010 obtuvo su título de abogado en la Universidad de Buenos
Aires.
Es abogado de la organización "Vientos de Libertad", asociación civil sin fines de lucro, que
brinda un espacio de contención, reeducación y rehabilitación de personas y familias que
atraviesan alguna situación problemática con las adicciones.
Trabaja como docente de Teoría del Estado en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales
de la Universidad de Buenos Aires, y dirige la Escuela Nacional de Organización
Comunitaria y Economía Popular.
Entre el año 2014 y 2016 vivió en la Patagonia, en San Martín de los Andes, provincia del
Neuquén. Allí contribuyó al desarrollo regional de la Confederación de Trabajadores de la
Economía Popular (CTEP) y abogó por los derechos del pueblo mapuche, el desarrollo local
e integral de las poblaciones marginadas y por el acceso a los servicios y bienes naturales
para todo el pueblo con la mentada causa por el acceso al Lago Escondido, privatizado por
un magnate inglés.
En 2016, fue designado por el papa Francisco consultor del Consejo Pontificio de Justicia y
Paz de la Santa Sede y coordinó las tres ediciones del Encuentro Mundial de Movimientos
Populares.
Está casado, tiene dos hijas y un hijo. Actualmente vive con su familia, en la localidad de
Villa Adelina, San Isidro. Allí fundó en abril de 2017 un taller-orquesta juvenil para integrar
culturalmente a los chicos del asentamiento popular aledaño a su hogar, barrio Santa Ana,
Boulogne.
Como abogado ha patrocinado cientos de causas vinculadas a la defensa de los derechos
humanos, sociales, económicos, culturales y ambientales de los sectores más pobres de la
Argentina. Entre ellos un caso paradigmático es la defensa de los derechos laborales de los
cartoneros. También acompaña fuertemente el trabajo de los costureros inmigrantes, de
los vendedores ambulantes, los liberados, de las comunidades campesinas y su acceso a la
tierra y los pueblos originarios.
Movimiento de Trabajadores Excluidos
En el año 2001, emerge la actividad cartonera en las calles de los grandes centros urbanos
de la Argentina. En aquel entonces la actividad de cirujear era ilegal en la ciudad de
buenos Aires y los trabajadores eran perseguidos por la policía. Junto a trabajadores
cartoneros y otros militantes, Grabois funda en el año 2002 el Movimiento de
Trabajadores Excluidos. El primer paso de la organización consistió en denunciar a las
comisarías que cobraban coimas, enfrentar a los funcionarios que tenían como única
política para el sector la represión y el negocio espurio, y dialogar con las papeleras que
abusaban de las necesidades de los trabajadores y compraban los materiales reciclables a
un valor muy inferior al real.
El 24 de noviembre de 2005 se promulgó la Ley 1.854, conocida como Ley de Basura Cero,
con un artículo de inclusión del trabajo cartonero, gracias a la intervención de Grabois.
Esta ley institucionaliza el trabajo de los recicladores urbanos y logra que las cooperativas
cartoneras sean contratadas por el gobierno de la ciudad para brindar el Servicio de
Recolección Diferenciada de residuos domiciliarios y de grandes generadores. Gracias a
esto, en pocos años se eliminó el trabajo infantil, a partir de la creación de jardines
especiales para hijos e hijas de cartoneros que funcionan en el horario nocturno. Los
trabajadores tienen ropa y herramientas de trabajo, cobran un salario complementario
que, sumado a lo que ganan por el material reciclable, les permite llegar al sueldo mínimo
vital y móvil. Son monotributistas sociales y, además de hacer aportes jubilatorios, tienen
acceso al sistema de salud a través de su propia mutual.