Las Medidas Coercitivas en La Jurisprudencia Del TC

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LAS MEDIDAS

COERCITIVAS
PERSONALES Y REALES
EN LA JURISPRUDENCIA
2009-2010

Estudio introductorio
Alonso PEÑA CABRERA FREYRE
Gustavo URQUIZO VIDELA

DIÁLOGO
CON LA
JURISPRUDENCIA
ESTUDIO INTRODUCTORIO

LAS MEDIDAS
COERCITIVAS
PERSONALES Y REALES
EN LA JURISPRUDENCIA
2009 - 2010

Estudio introductorio
Alonso PEÑA CABRERA FREYRE
Gustavo URQUIZO VIDELA

AV. ANGAMOS OESTE 526 - MIRAFLORES


(01) 710-8900 TELEFAX: (01) 241-2323
www.gacetajuridica.com.pe
DIÁLOGO
CON LA
JURISPRUDENCIA

LAS MEDIDAS COERCITIVAS


PERSONALES Y REALES
EN LA JURISPRUDENCIA
(2009-2010)

PRIMERA EDICIÓN
JUNIO 2011
7,730 ejemplares

© Gaceta Jurídica S.A.

PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN
TOTAL O PARCIAL
DERECHOS RESERVADOS
D.LEG. Nº 822

HECHO EL DEPÓSITO LEGAL EN LA


BIBLIOTECA NACIONAL DEL PERÚ
2011-07724

LEY Nº 26905 / D.S. Nº 017-98-ED

ISBN: 978-612-4081-86-6

REGISTRO DE PROYECTO EDITORIAL


31501221101458

DIAGRAMACIÓN DE CARÁTULA
Martha Hidalgo Rivero

DIAGRAMACIÓN DE INTERIORES
José Rivera Ramos

Gaceta Jurídica S.A.


Angamos Oeste 526 - Miraflores
Lima 18 - Perú
Central Telefónica: (01)710-8900
Fax: 241-2323 Director
E-mail: [email protected] FEDERICO G. MESINAS MONTERO

Impreso en: Estudio Introductorio


Imprenta Editorial El Búho E.I.R.L.
ALONSO PEÑA CABRERA FREYRE
San Alberto 201 - Surquillo
GUSTAVO URQUIZO VIDELA
Lima 34 - Perú
PRESENTACIÓN

La medida coercitiva personal, dispuesta por un juez al abrir instrucción, es la pri-


mera afectación o “agresión legítima” sufrida por todo procesado penalmente, sea ella
una detención o un mandato de comparecencia. Este último además va generalmente
acompañado de reglas de conducta graves, impidiéndosele al agente su autónoma cir-
culación dentro o fuera del país u obligándosele a concurrir periódicamente al juzgado,
entre otras restricciones; todo lo cual indudablemente menoscaba su libertad individual.
Pero en el preámbulo del proceso penal, el justiciable suele ver también afectada
su esfera económica, al fijársele el pago de una caución que asegure su concurrencia
al proceso de ordenarse una comparecencia restringida. De ordinario se acogen, asi-
mismo, medidas cautelares sobre sus bienes durante el trámite procesal, en previsión
del pago de la reparación civil o de la efectiva restitución del bien objeto del delito,
como son las diversas formas de embargos o la frecuentemente utilizada ministración
provisional (para temas de usurpación, sobre todo).
Dada la severidad de las medidas coercitivas –personales o reales– los primeros
recursos procesales planteados por los abogados defensores apuntan a revertir las
restricciones aplicadas. A partir de ello, se forma un amplio espacio de discusiones
y problemáticas jurídicas recogidas en la jurisprudencia, estableciéndose criterios
aplicativos de innegables y trascendentales implicancias prácticas, por estar siempre
de por medio –como se ha dicho– la libertad individual y no obstante se presuma
constitucionalmente la inocencia del denunciado.
En razón de lo señalado, y a fin de evitar abusos, la Constitución y el ordenamiento
legal regulan minuciosamente las medidas coercitivas penales, lo que incluye a la
detención policial sin orden judicial y en caso de flagrancia delictiva, contemplándose
requisitos especiales para la configuración de las figuras y sus limitaciones legales.
Por su parte, las cortes superiores han desarrollado jurisprudencialmente esta norma-
tiva, pero ello bajo las pautas interpretativas fijadas en los precedentes del Tribunal
Constitucional, que conoce de estos temas al resolver procesos de hábeas corpus.
La presente obra denominada Las medidas coercitivas personales y reales en
la jurisprudencia tiene como objetivo –justamente– mostrar el cuadro actual de los
criterios resolutivos sobre las medidas coercitivas penales, apreciable en la jurispru-
dencia tanto de las salas superiores (limitándose el estudio a la Corte Superior de
Lima) como del Tribunal Constitucional. Se trata de un trabajo precursor en nuestro

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LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

medio, pues nunca antes se hizo una sistematización de este tipo de criterios, los que
además aplican la normativa vigente sobre las medidas coercitivas penales (no hace
mucho modificada), en especial, en materia de detención preventiva.
Este libro inicia con un esclarecedor estudio introductorio elaborado en coautoría
por los doctores Alonso Peña Cabrera Freyre y Gustavo Urquizo Videla, reconocidos
investigadores que desarrollan los pormenores de la regulación normativa de las
medidas coercitivas penales y en función –precisamente– de la jurisprudencia actual
incluida en la obra y de otros fallos pertinentes. Con este trabajo guía, que comple-
menta la información jurisprudencial compilada más adelante, la publicación alcanza
completitud metodológica, de modo que el lector pueda acceder a la más actual,
consistente y práctica información sobre el tema tratado.
En cuanto a la jurisprudencia compilada, podrá notarse que se enfatizan en las
resoluciones superiores (hay un mayor número de ellas), por tratarse de autos recientes
(2009-2010) que fijan criterios inéditos para la generalidad de la comunidad jurídica
–lo que incluye el desatendido tema de las medidas reales en el ámbito penal–. Al
efecto, se tuvo en cuenta que los libros jurisprudenciales se centran comúnmente en
la difusión de las sentencias que resuelven el fondo de las controversias y sobre todo
de nivel supremo. Las apelaciones a las medidas coercitivas penales, por el contrario,
nunca se cuestionan directamente ante el máximo tribunal judicial.
En el caso de los fallos del Tribunal Constitucional, la importancia radica en la
sistematización que se plantea de los más relevantes criterios constitucionales de los
últimos tres años, generalmente emitidos tras cuestionarse (por hábeas corpus) los
mismos criterios judiciales superiores que pueden verse en el resto de la obra. Esto
permite contrastar las líneas resolutivas judicial y constitucional y apreciar así todo el
panorama jurisprudencial sobre las medidas coercitivas penales. Atañe, asimismo, que
buena parte de la jurisprudencia constitucional incluida no ha sido objeto de difusión
suficiente en compilación alguna, no obstante aparecer en la página web del Tribunal
Constitucional, pero ahogada en un mar de miles de resoluciones y sentencias.
Por todo lo indicado, creemos que la obra Las medidas coercitivas personales
y reales en la jurisprudencia será de gran interés y utilidad para quienes exploren
meticulosamente su contenido, siendo por ello un placer presentarla a la comunidad
jurídica del país. Se trata sin lugar a dudas del más ambicioso producto editorial re-
ciente del grupo empresarial Gaceta Jurídica, singularizado además por ser de bene-
ficio exclusivo para los suscritos de la revista Diálogo con la Jurisprudencia, la más
importante publicación peruana en el análisis jurisprudencial integral y especializado
en nuestro medio.
Federico G. Mesinas Montero

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ESTUDIO

INTRODUCTORIO

Las medidas cautelares en el proceso penal

Alonso Peña Cabrera Freyre(*)


Gustavo Urquizo Videla(**)

I. CRITERIOS GENERALES
El fin del proceso penal es lograr que se impongan las consecuencias jurídicas
previstas en la norma. No cabe duda de que esto solo es posible cuando existe
una actividad probatoria previa que permita una reconstrucción comprobada de
los hechos (verdad formal) así como una demostración de la responsabilidad
del imputado.
Por eso, una habilitación de la pena supone que se ha verificado con ante-
rioridad que la punición es posible y, esto, a su vez, que se ha acreditado que un
delito ha ocurrido y que el imputado puede ser considerado responsable de él.
Pero además, el proceso penal sirve para satisfacer a la víctima en su preten-
sión reparatoria (que, en muchos casos, no es equiparable a una mera aspiración
pecuniaria). Sin embargo, como es notorio, que el proceso llegue a satisfacer un
ideal más exigente que el de la justicia, en su sentido más jurídico, es dudoso.
Aquí, por lo tanto, no queda sino garantizar que las pretensiones, punitiva del
Estado e indemnizatoria de la víctima, podrán ser satisfechas, lo que presupone

(*) Profesor de Derecho Penal de la Academia de la Magistratura.


(**) Profesor asistente de Derecho Penal en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.

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LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

que el Estado haya asegurado la consecuencia jurídica prevista en la norma y,


con ello, la materialización de la justicia y la realización del Derecho.
Por lo regular, esa realidad del Derecho (Penal) puede lograrse revistiendo
de garantías al proceso, pues aquellas permiten a este surtir efectos reales y, con
ello, liberarse de las críticas dirigidas a cuestionar su eficacia y a atribuirle más
bien una finalidad abstracta.
El aseguramiento opera en torno al éxito de la persecución penal, esto es,
tiene como objetivo hacer viables los casos en los que la imposición de una pena
es probable. Es cierto que una idea como esta presupone que en el decurso del
proceso se ha generado el pronóstico de que el imputado será probablemente
sancionado. Pero de eso no se sigue sin más que la presunción de inocencia ha
sido vulnerada. Cuando se plantea la cuestión acerca de si la limitación de dere-
chos con fines aseguratorios vulnera la presunción de inocencia habrá que tener
en cuenta en primer lugar y como criterio general, el hecho de que bien se puede
restringir incluso la libertad si el Estado en la ejecución de su deber general de
afirmación del Derecho pronostica que ella será utilizada para evadir la justicia.
Por supuesto, aquí carecería de todo sentido mencionar la ausencia de un
juicio previo como criterio deslegitimador de la aplicación de una medida cau-
telar. Una crítica tal sería no solo irrelevante sino, sobre todo, errónea pues, en
rigor, la necesidad de un juicio previo está conectada a la aplicación de una pena
cuya naturaleza es, por mucho, distinta a la de las medidas cautelares.
De esto se sigue correctamente que las medidas de coerción procesal no su-
ponen en nada una disminución de la presunción de inocencia(1), sino tan solo el
aseguramiento del proceso contra un sujeto que sigue siendo inocente. Pero, que
el sujeto siga siendo inocente y, por lo tanto, no pasible de sanción, no significa
que no puedan ejecutarse contra él determinadas medidas de aseguramiento.

(1)
Vide el artículo II del CPP de 2004: “1. Toda persona imputada de la comisión de un hecho
punible es considerada inocente, y debe ser tratada como tal, mientras no se demuestre lo
contrario y se haya declarado su responsabilidad mediante sentencia firme debidamente moti-
vada. Para estos efectos se requiere de una suficiente actividad probatoria de cargo, obtenida y
actuada con las debidas garantías procesales.
(…)”.

8
ESTUDIO INTRODUCTORIO

Obviamente, hay que indicar ya desde aquí que tales medidas deberán carecer
de alguna pretensión punitiva o reparatoria(2).
Aunque lo principal es, desde luego, no dejar de reconocer que las medidas
cautelares afectan determinados derechos(3). Esta advertencia va especialmente
dirigida a evitar que se tenga a las medidas cautelares como mecanismos neu-
trales sin consecuencias para el sujeto sobre el que recaen, al que por cierto, y
de manera muy expresiva, suele denominarse afectado.
En última instancia, esto tiene por finalidad llamar la atención acerca de la
especial gravedad de las medidas de coerción y el riesgo que usualmente entrañan
para la propia legitimidad del proceso. Y aunque se corra el riesgo de tenerse por
obvio, pretende (pese a que la ley pareciera ya suficiente barrera para esto) dejar
establecido que la imposición de medidas cautelares, y la elección de las más intro-
misivas, debe estar guiada por el criterio, bastante desdeñado además, de la última
ratio, con la misma amplitud y sentido que esto tiene para el Derecho Penal(4) (5).

(2) Aunque esto pareciera estar bastante alejado de la práctica de los tribunales. No obstante, la juris-
prudencia ha generado un discurso distinto, vide la STC recaída en el Expediente Nº 1567-2002-I
HC/TC, Lima, F.J. 3, (Caso Alejandro Rodríguez Medrano) referido a la detención provisional:
“No se trata de una medida punitiva, por lo que, mediante ella, no se adelanta opinión respecto
a la culpabilidad del imputado en el ilícito que es materia de acusación, por cuanto ello impli-
caría quebrantar el principio constitucional de presunción de inocencia”.
(3) “Las medidas provisionales pueden definirse como los actos procesales de coerción directa
que, recayendo sobre los derechos de relevancia constitucional, de carácter personal o patri-
monial, de las personas, se ordenan a fin de evitar determinadas actuaciones perjudiciales que
el imputado podría realizar durante el transcurso del proceso de declaración”.
(4) En la jurisprudencia vide STC recaída en el Expediente Nº 1091-2002-HC/TC, F.J. 7. (Caso
Vicente Ignacio Silva Checa): “(...) si bien la detención judicial preventiva constituye una
medida que limita la libertad física, por sí misma, esta no es inconstitucional; sin embargo,
por el hecho de tratarse de una medida que restringe la libertad locomotora, dictada pese a que
no existe sentencia condenatoria firme, al procesado le asiste el derecho a que se presuma su
inocencia; cualquier restricción de ella siempre debe considerarse en última ratio a la que el
juzgador debe apelar, esto es, susceptible de dictarse solo en circunstancias verdaderamente
excepcionales y no como regla general”.
(5) Con una visión especialmente crítica, vide ASENCIO MELLADO, José María. Derecho Pro-
cesal Penal. Tirant lo Blanch, 4ª edición, Valencia, 2008, p. 177: “[L]a regulación que se efec-
túe de esta materia [= las medidas cautelares], la mayor o menor amplitud con la que se permita
la limitación de tal derecho fundamental, nos va a servir como instrumento idóneo para valorar
y calificar la ideología política que subyace a un sistema determinado y a las personas que lo
gobiernan”.

9
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

En cuanto a las medidas de coerción procesal, nuestra jurisprudencia ha sido


particularmente fecunda, en tanto ha puesto en discusión muchos aspectos vincu-
lados con ellas. La explicación de esto, puede radicar en la especial exposición
mediática de numerosos casos, así como la absolutamente perceptible demanda
social por la inmediata reclusión de aquellos a los que se atribuye un delito.
Pero debe renunciarse a equiparar esa fecundidad a un alto estándar cualitati-
vo en las decisiones jurisprudenciales. Por el contrario, la jurisprudencia peruana
no ha quedado libre de decisiones incorrectas e incluso diametralmente opuestas,
solo por poner un ejemplo, en la aplicación del criterio de la excepcionalidad
de las medidas de coerción.
En la práctica esto genera un enorme problema a la justicia no solo porque
hace dudosa la discrecionalidad del poder del juzgador sino, sobre todo, porque
termina afectando de modo claro a otros sectores del sistema penal como, por
ejemplo, la administración penitenciaria. Además, una ulterior objeción a la
proliferación de medidas cautelares (injustificadas) en el proceso penal es que
puede servir de puerta de entrada a cometidos punitivos no permitidos por la ley.
Esto demuestra que la excepcionalidad de las medidas de coerción cobra
importancia no solo para el ámbito del proceso penal sino ya para el del siste-
ma penal global(6). Por eso, con mayor razón, la utilización excepcional de las
medidas cautelares solo estará justificada cuando una especial carga indiciaria
haga necesario el aseguramiento de la consecuencia jurídica que muy proba-
blemente será impuesta.
Que no pueda disponerse una medida cautelar contra todo procesado se
desprende ya del mismo hecho de que no toda imputación posee la fuerza sufi-
ciente para vincularlo con el delito ni para definir que ha participado –en sentido
amplio– en su ejecución. Pero, cuando se tienen indicios de singular fuerza
acreditativa, tampoco la ley podría renunciar a las medidas asegurativas. Pues
si lo que se quiere evitar es precisamente que la vulneración de un bien jurídico

(6) Un interesante trabajo acerca de la recíproca influencia de los distintos ámbitos del sistema pe-
nal global es el de HUAMÁN CASTELLARES, Daniel. “Sobre la integración de la dogmática
sustantiva y el proceso penal. El caso de la conclusión anticipada del debate oral”. En: Gaceta
Penal & Procesal Penal, Tomo Nº 17, Lima, noviembre de 2010, pp. 284-304.

10
ESTUDIO INTRODUCTORIO

quede impune, el Estado habrá de atender a su misión de proveer de seguridad


a sus ciudadanos, lo que implica brindarles tutela jurisdiccional efectiva.
Lo que sí debe quedar fuera de discusión es que la limitación de derechos,
propia de las medidas cautelares, resulta absolutamente legítima, pues es parte
de un aseguramiento del proceso y no de la aplicación de una pena(7).
Por eso, una verdadera y exhaustiva crítica debería más bien dirigirse a
cuestionar el estándar utilizado al momento que se impone una medida cautelar.
Porque en contra de una argumentación a favor de la suficiencia de la verifica-
ción de un riesgo mínimo para el proceso, no debe olvidarse que las medidas de
coerción no solo no son inocuas sino que tienen un efecto perturbador bastante
intenso para el afectado.
De modo que lo que se requiere es que la vinculación entre el agente y el
delito sea más fuerte que la mera imputación contenida en el traslado de la
notitia criminis. Por supuesto, esto tampoco lleva a sostener que tal vinculación
debe tener la misma fortaleza que la que se exige al momento de imponer una
condena. Una exigencia tan intensa no solo quedaría fuera de toda justificación
sino que haría imposible el aseguramiento del proceso, en tanto la procedencia
de una medida cautelar requeriría un grado de certeza similar al que se requiere
para la imposición de una pena. Por eso, es mejor evitar ser seducido por un
garantismo extremo (y además erróneo) y exigir, eso sí, con rigor, un estándar
adecuado de vinculación del imputado al hecho delictivo que, por supuesto, una
actuación probatoria ulterior bien podría encargarse de cuestionar y destruir(8).

(7) En el mismo sentido vide ORE GUARDIA, Arsenio: “La naturaleza de la coerción es procesal,
de orden cautelar, en tanto sirve para asegurar la presencia del imputado al mismo; no es posible
utilizarla como pena, ni tampoco como medida de seguridad o para aplacar sentimientos colecti-
vos de venganza”. En: <http://www.cal.org.pe/pdf/diplomados/material_lectura02.pdf (Consul-
ta: 2 de junio de 2011)>. En la jurisprudencia del Tribunal Constitucional vide la STC recaída en
el Expediente N° 0298-2003-HC/TC (Caso Thayron Loza Munárriz, F.J. N° 3): “La detención
provisional tiene como última finalidad asegurar el éxito del proceso. No se trata de una medida
punitiva, por lo que, mediante ella, no se adelanta opinión respecto a la culpabilidad del imputado
(…), por cuanto ello implicaría quebrar el principio constitucional de presunción de inocencia”.
(8) Con ese mismo criterio, vide el Exp. N° 30459-2010-1, Lima del 21/12/2010: “[Se] advierte
que existen indicios razonables y suficientes que satisfacen la exigencia normativa, y vincu-
lan al procesado (…) con el delito que se le imputa”. Con negritas y cursivas en el original.
Igualmente, el Expediente N° 31008-10, Lima del 13/12/2010 (Tercera Sala Penal para Proce-
sos con Reos en Cárcel) señala que: “Se advierte que aparece señalada la forma como habría

11
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

Es el propio Código Procesal Penal de 2004 el que hace referencia a la


especial fuerza acreditativa que deben tener los elementos indiciarios provisio-
nalmente introducidos al proceso. El artículo 253.2 de este código señala que:
“La restricción de un derecho fundamental requiere expresa autorización legal,
y se impondrá con respeto al principio de proporcionalidad y siempre que, en
la medida y exigencia necesaria, existan suficientes elementos de convicción”.
Por cierto, para la jurisprudencia nacional la referida fuerza acreditativa de
los indicios debe apreciarse no solo atendiendo a la cantidad de la información
brindada en el proceso, sino sobre todo al modo en que esta es presentada. Al
menos así se decidió alguna vez un caso en el que los agraviados habían referido
coherentemente que el imputado fue quien les había causado lesiones(9).
La característica fundamental de la vinculación del imputado al hecho y del
riesgo que este representa para el proceso, radica en que hay probabilidades de
que el hecho pertenezca a su esfera de responsabilidad.
No cabe duda de que estos requerimientos genéricos conducen solo al ámbito
general en el que es posible aplicar medidas asegurativas. Pero, expresa poco respec-
to a todos los requisitos necesarios para la imposición de una medida de coerción.
Porque si como señala el citado artículo 253.2 del Código Procesal Penal
de 2004, la restricción de un derecho fundamental necesita de una autorización
legal expresa, habrá que recurrir siempre a la ley para verificar los específicos
supuestos en los que es posible imponer una medida cautelar, lo que además
limita el ámbito de discrecionalidad judicial del juzgador.
Con esto no se indica, sin embargo, que la decisión judicial que habilita la me-
dida cautelar conduzca sin remedio a una ulterior declaración de responsabilidad

cometido el delito que se le atribuye, por lo que siendo así también se evidencia que existen
suficientes elementos probatorios que vinculan a la patrocinada de la recurrente con el delito
imputado (…)”.
(9) “El Colegiado aprecia que existe suficientes elementos probatorios de la comisión de un delito
que vinculan al imputado, toda vez que, los agraviados lo sindican directamente como la persona
que les causó las lesiones conforme aparece en los Certificados Médico-Legales antes descritos,
más aún debe tenerse en cuenta lo manifestado por los agraviados a nivel policial quienes dan
una versión coherente de la forma y circunstancias de cómo ocurrieron los hechos”. Expediente
Nº 30972-2010 del 10/12/2010, Lima (Tercera Sala Penal para Procesos con Reos en Cárcel).

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ESTUDIO INTRODUCTORIO

penal del imputado. Porque habrán casos en los que esto podrá ser así pero otros,
en los que, por ejemplo, la carga indiciaria inicial no será robustecida, y, por lo
tanto no alcanzará idoneidad para sostener una condena.
Más allá de ello, lo que debe dejarse claramente establecido es que es la ley
la que define el ámbito específico en el que una medida cautelar debe ser apli-
cada. Según esto, no solo no es posible imponer medidas cautelares no previstas
legalmente, sino también que no es posible imponer aquellas contempladas por
la ley pero ignorando los requisitos impuestos por esta. Aquí podría incluirse
también los casos en los que una medida cautelar prevista en la ley y concedida
conforme a sus exigencias, es aplicada con exceso. Pero es cierto también que
estos casos parecen corresponder más que a una infracción de la legalidad de
la medida a una vulneración de su proporcionalidad. A pesar de ello, en ambos
casos es claro que la medida cautelar deberá decaer.
Por cierto, la finalidad de la legalidad de las medidas cautelares es excluir
la arbitrariedad al momento de su imposición. Esto debe entenderse como una
consecuencia explícita del riesgo que entraña toda restricción de derechos.
El dictado de las medidas coercitivas merece un especial cuidado y las
máximas restricciones. Esto mismo se manifiesta en el estrechamiento de los
requisitos para su concesión. Por eso, en la prisión preventiva, por ejemplo, se
requiere la concurrencia copulativa(10) de una vinculación del imputado al hecho,
de un peligro procesal y de los adicionales requisitos previstos por la norma.
Este es el mismo criterio de la jurisprudencia que hace casi quince años,
a través del Acuerdo Plenario Nº 3-1997 fue clara al señalar que: “La medida
cautelar de detención exige el cumplimiento de los tres requisitos materiales
establecidos por el artículo 135 del Código Procesal Penal [de 1991]”(11).

(10) Vide el Expediente Nº 29800-10 del 13/12/2010, Lima (Tercera Sala Penal Especializada en lo
Penal para Procesos con Reos en Cárcel): “Si bien los presupuestos materiales deben concurrir
copulativamente en el caso concreto, también es de poner en evidencia que la concurrencia
tiene que ser correlativa (…)”.
(11) Sin ningún espacio para la duda, el artículo 268 del CPP de 2004: “1. El Juez, a solicitud del
Ministerio Público, podrá dictar mandato de prisión preventiva, si atendiendo a los primeros
recaudos sea posible determinar la concurrencia de los siguientes presupuestos:
(…)”.

13
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

Semejante restricción manifiesta, sobre todo, la preocupación del legislador


por concretar en el ordenamiento jurídico el mandato constitucional de que los
derechos fundamentales (entre ellos, la libertad) sean restringidos solo excep-
cionalmente. Sin duda, la ejecución de dicho mandato corresponde a los jueces
quienes han de apreciar en el caso concreto si las circunstancias que rodean un
proceso penal permiten la imposición de una medida cautelar.
En la toma de esta decisión se hace irrelevante la decisión del agraviado.
Esto significa que la posibilidad de ejecutar una medida cautelar no depende en
nada de la voluntad de este. La consecuencia práctica de esto es que incluso,
quien ha resultado agraviado por el delito y acepta no ser reparado o recibir solo
una suma ínfima para desistirse de la acción civil, no puede impedir que se dicte
una medida cautelar dirigida al aseguramiento del proceso.
Esto a su vez es una derivación directa del hecho de que el Ministerio Público
sea el encargado de la persecución del delito(12) y, como tal, el responsable de
promover la sanción de los hechos delictivos a cuyo conocimiento ha llegado.
Por supuesto, la idea que envuelve a todo esto es que el proceso ha de ser pro-
tegido. Pero, de ello no se sigue sin más que la finalidad de las medidas cautelares
sea la protección del proceso en sí mismo. Más bien, el objetivo de dichas medidas
es materializar la protección que el sistema penal global debe proveer a los bienes
jurídicos, garantizando la sanción de los delitos y la reparación de los daños.
Por lo tanto, la implementación de medidas cautelares habla a favor de un
sistema penal global que recurre a mecanismos procesales dirigidos a garantizar
que la consecuencia jurídica prevista en la norma será finalmente impuesta.
Conviene señalar aquí que las medidas cautelares también poseen una función
aseguratoria de la prueba y además una tuitiva-coercitiva(13). Y, sobre todo lo
último, supone la presencia de un pronóstico acerca del peligro que el imputado

(12) Vide el artículo 159 de la Constitución Política.


(13) Vide SAN MARTÍN CASTRO, César. Derecho Procesal Penal. Grijley, 2ª edición, Lima,
2003, pp. 1067 y 1068: “(…) se requiere tener presente que las medidas que comprenden este
bloque normativo no solo –como antes postulábamos– tienen una función cautelar, sino –por
compartir su naturaleza o finalidad esencial– funciones aseguratoria de la prueba y tuitiva-
coercitiva”.

14
ESTUDIO INTRODUCTORIO

representa para el proceso e incluso para la comisión de nuevos delitos(14). Pero,


como señalamos supra, esto es todo menos una vulneración de la presunción de
inocencia. Por el contrario, la representación de un riesgo de reiteración delictiva
así como de que se agraven los resultados perjudiciales del delito genera en el
Estado la obligación de intervenir asegurando el proceso.
Esto, por supuesto, no implica la inclusión del riesgo procesal no vinculado
al agente como condición que favorece la concesión de una medida cautelar.
Pues tampoco una restricción de derechos tan lesiva podría legitimarse en una
realidad no provocada por el propio agente. Que las medidas cautelares tengan
como finalidad asegurar el proceso no es contradictorio con el hecho de que ese
riesgo tenga que ser preferido a la limitación del derecho de un imputado que
pretende proveer las mayores garantías de que no lo perturbará.
El fundamento de esto no es otra cosa que el criterio de la excepcionalidad
en la aplicación de las medidas cautelares, y el hecho de que el Estado no puede
hacer pagar a sus ciudadanos las consecuencias de riesgos que ellos mismos no
han generado (v. gr. la dificultad para acumular pruebas).
Esa excepcionalidad se revela además a través de las características de las
medidas cautelares. Esto es, su naturaleza coercitiva, en tanto afectan, privan,
restringen o limitan derechos fundamentales; su instrumentalidad, en tanto
carecen de un fin propio, su naturaleza aseguratoria, pues tienden a cautelar los
fines esenciales del proceso penal en la medida necesaria, su provisionalidad,
pues pueden decaer o ser transformadas en el curso del proceso(15).
Está claro que el juzgador solo puede adoptar las medidas que se encuentran
taxativamente previstas en la ley (principio de tipicidad) y en la forma contem-
plada en la norma. De esto se sigue que cuando el juzgador impone una medida
cautelar no prevista por la ley, ingresará en el ámbito de la arbitrariedad y de
la ilegalidad.

(14) “La finalidad tuitiva-coercitiva persigue impedir que el imputado incurra en ulteriores hechos
punibles, que previsiblemente serían idénticos o análogos a aquel que ha provocado la in-
coación del proceso, o bien que se consume o amplíe los efectos del delito objeto de enjuicia-
miento”. Ídem, p. 1074.
(15) Su permanencia está subordinada a la subsistencia de los presupuestos que justificaron su im-
posición (rebus sic stantibus).

15
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

En un sistema procesal penal garantista deberá procurarse además que la


utilización de las medidas cautelares estén reservadas para la investigación de
los delitos más graves y que su intensidad sea proporcional a la naturaleza del
delito perseguido(16).

II. LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL CÓDIGO PROCESAL


PENAL DE 2004
El CPP de 2004 impone un régimen general para las medidas de coerción
procesal en el que establece los criterios (de especial amplitud) que deben definir
su imposición.
Tal régimen tiene como finalidad establecer el marco ordinario de las medi-
das coercitivas y, aunque en sentido negativo, el ámbito en el cual los derechos
fundamentales no pueden restringirse. El artículo 253.1 del CPP de 2004 señala
que: “Los derechos reconocidos por la Constitución y los Tratados relativos a
Derechos Humanos ratificados por el Perú, solo podrán ser restringidos, en el
marco del proceso penal, si la Ley lo permite y con las garantías previstas en ella”.
Esto quiere decir que si de similitudes entre las restricciones a los dere-
chos (entre ellas las medidas cautelares) y la pena puede hablarse, esto podrá
encontrarse en el hecho de que en ambos casos habrá que verificar la previa
autorización de la ley. La previa autorización legal supone el recurso a un viejo
mecanismo (¡pero no por ello siempre eficaz!) para hacer frente a la arbitrarie-
dad en el proceso.
Pero algo que quizá puede ser más importante es la necesidad de que la
medida sea proporcional. El artículo 253.2 del Código Procesal Penal lo señala
así expresamente. Sobre la proporcionalidad en las medidas cautelares conviene
decir que esto merece un análisis previo que permita elegir la medida más ade-
cuada y otro posterior que haga posible su adecuación o decaimiento.

(16) Sobre todo en cuanto a la imposición de la detención personal, la más grave de todas las medi-
das. Al respecto, vide el Expediente Nº 22355-2010-2 del 22/02/2011, Lima (Sala Penal para
Procesos con Reos Libres de Vacaciones): “Por su severidad la detención debe de ordenarse
como la última ratio de los medios de coerción, para lograr la sujeción del imputado al proceso
y evitar la perturbación de la actividad probatoria”.

16
ESTUDIO INTRODUCTORIO

La proporcionalidad(17) de la medida supone un juicio de correspondencia


entre la medida y el riesgo que se pretende evitar. De esto se sigue que el exceso
en la imposición de la medida constituirá una arbitrariedad, sancionable, incluso,
a través de una pena.
La necesidad de que las medidas cautelares sean proporcionales obedece
en lo esencial al hecho de que la protección de los fines del proceso no puede
significar una vulneración de los derechos fundamentales del imputado. Una
idea similar es la que rige, por ejemplo, en la actividad probatoria, que posee
diversas limitaciones derivadas ya del propio texto de la Constitución. La
protección de los objetivos del proceso no puede desbordar los propios límites
que la Constitución y la ley establecen porque aquellos no constituyen fines
en sí mismos, sino más bien están subordinados al respeto de los derechos de
los ciudadanos.

1. Características de las medidas cautelares(18)


Las medidas cautelares en el proceso penal tienen las siguientes caracterís-
ticas(19) (20):

(17) Vide Expediente N° 15587-2010-1, del 17/02/2011, Lima (Sala Penal de vacaciones para pro-
cesos con reos libres): “[E]l mandato de detención preventiva impuesta al procesado no resulta
proporcional, puesto que no es una medida idónea, de acuerdo al caso concreto, para prevenir
los riesgos de concretas conductas del imputado (…), que puedan resultar dañosas o perjudi-
ciales al proceso penal seguido en su contra, por lo que, conforme a la suficiencia probatoria y
al principio de proporcionalidad, (…) se varía la detención preventiva impuesta a comparecen-
cia restringida”.
(18) Acerca de la necesidad de una concurrencia conjunta de los requisitos de la detención vide el
Exp. Nº 181-2010-“A”, Lima (Quinta Sala Penal para procesos con reos libres): “Si bien los
presupuestos materiales deben concurrir copulativamente en el caso concreto, también es de
poner en evidencia que la concurrencia tiene que ser correlativa, esto es, primero debe verifi-
carse los suficientes elementos probatorios que sirvan para vincular al imputado con la conduc-
ta delictiva atribuida y si ello se verifica recién se pasará analizar el siguiente presupuesto y así
sucesivamente (…)”.
(19) Un criterio que parece estar claro para la jurisprudencia: “En todo proceso penal se tienen que
prever medidas coercitivas como restricciones al ejercicio de derechos personales o patrimo-
niales impuestas al imputado con la finalidad de garantizar los fines de la instrucción; siendo
que las mismas se dictan en base a los principios de necesidad, proporcionalidad, legalidad y
prueba suficiente” (Vide Exp. Nº 173-2010-“A” del 20/07/2010).
(20) Con otro criterio, vide el Expediente Nº 16379-2010-1, Lima, del 23/12/2010: “[L]a deten-
ción (…), es (…) una medida judicial necesaria prevista en los ordenamientos jurídicos y que

17
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

a) Jurisdiccionalidad
Las medidas cautelares pueden ser dictadas únicamente por el órgano ju-
risdiccional competente, en tanto, toda orden que supone una afectación,
restricción o privación de derechos fundamentales debe obedecer a un
mandato judicial, debidamente motivado y con respeto de las formas y los
procedimientos previstos legalmente. Asimismo, de la Constitución se sigue
que solo los jueces y magistrados que pertenecen a los fueros del Poder
Judicial están legitimados para ello.
Esto, además es ratificado expresamente por el artículo 255.1 del Código
Procesal Penal de 2004 que señala lo siguiente:

“Las medidas establecidas en este Título, sin perjuicio de las


reconocidas a la Policía y al Fiscal, solo se impondrán por
el Juez a solicitud del Fiscal, salvo el embargo y la minis-
tración provisional de posesión que también podrá solicitar
el actor civil. (…)”.
La jurisdiccionalidad de las medidas cautelares se entiende mejor si se trae
a colación la necesidad de que la concesión de estas deban estar suficien-
temente motivadas. En efecto, el juez es el único autorizado para restringir
derechos conforme a la apreciación de los requisitos lo que, además, está
obligado a expresar adecuada y suficientemente. En el fondo, lo que valida
esta práctica no es sino la posibilidad de que se pueda ejercer control sobre
las decisiones de los jueces.
Puesto que se trata de una competencia de los jueces, la coerción procesal
no podrá ser ejercida por los órganos que ejercen la persecución del delito,
esto es, por la Policía Nacional ni por el Ministerio Público, los primeros
por ser parte de la Administración Pública y los otros por constituir la parte
interesada en la pretensión punitiva del Estado(21).

obedece a los principios de necesidad, provisionalidad y proporcionalidad” (resaltado en el


original).
(21) “Las medidas provisionales deben ser jurisdiccionales porque es una consecuencia directa de
la instrumentalidad de las mismas, razón por la cual su adopción está vedada a las autoridades
administrativas”. Vide SAN MARTÍN CASTRO, César. Ob. cit., p. 1082.

18
ESTUDIO INTRODUCTORIO

Es posible, con todo, hallar excepciones. Este es el caso de la detención poli-


cial por flagrancia delictiva autorizada por la Constitución. Aquí, la autoridad
policial detiene al presunto autor de un hecho delictivo. Que la flagrancia sea
un criterio suficiente para admitir una restricción de la libertad es ciertamente
discutible. Pero lo es más aún, el hecho de que en alguna ocasión nuestro
legislador haya decidido extender el marco de esa posibilidad a 24 horas.
Un problema particular es el que plantea el arresto ciudadano previsto en el
artículo 260 del Código Procesal Penal de 2004(22). No obstante, debe seña-
larse que más que una detención, en rigor, el arresto ciudadano constituye
una facultad excepcional a través de la cual el ciudadano actúa para que la
restricción de la libertad sea concretada por la instancia policial.
Sin embargo, la validez de las circunstancias excepcionales en los que es
posible restringir derechos merece un ulterior recurso a la convalidación
jurisdiccional(23).
Otra referencia concreta al principio de jurisdiccionalidad puede encontrar-
se en el artículo VI del Título Preliminar del CPP de 2004, que señala lo
siguiente:
“Las medidas que limitan derechos fundamentales, salvo las
excepciones previstas en la Constitución, solo podrán dictarse
por la autoridad judicial, en el modo, forma y con las garantías
previstas por la ley. Se impondrán mediante resolución motivada,
a instancia de la parte procesal legitimada(24)”.

(22) Artículo 260 del CPP de 2004:


“1. En los casos previstos en el artículo anterior, toda persona podrá proceder al arresto en
estado de flagrancia delictiva.
2. En este caso se debe entregar inmediatamente al arrestado y las cosas que constituyan el
cuerpo del delito a la Policía más cercana. Se entiende por entrega inmediata el tiempo que de-
manda el dirigirse a la dependencia policial más cercana o al Policía que se halle por inmedia-
ciones del lugar. En ningún caso el arresto autoriza a encerrar o mantener privada de su libertad
en un lugar público o privado hasta su entrega a la autoridad policial. La Policía redactará un
acta donde se haga constar la entrega y las demás circunstancias de la intervención.
(…)”.
(23) Vide el artículo 203.3 del CPP de 2004.
(24) De conformidad con los artículos 203.1, 203.2, 254.1, 262 y 323.2 del CPP de 2004.

19
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

Las medidas de coerción pueden realizarse, por lo tanto, durante las diligen-
cias preliminares o después de instaurada la investigación preparatoria. Sin
embargo, su concreción requiere necesariamente de una decisión jurisdiccio-
nal, en cuyo contenido deberá explicarse debidamente las razones por las que
la medida ha sido impuesta, invocando los argumentos de orden material y
formal que justifican su adopción, lo que supone además una del derecho de
defensa y de contradicción de la parte afectada. La adopción de las medidas
cautelares puede ser solicitada por el fiscal provincial y autorizada por el
juez penal competente.
El principio de jurisdiccionalidad permite además dotar de legitimidad a la
medida, porque solo un órgano jurisdiccional puede definir si la restricción
de un derecho está autorizada por la ley y decidir los casos en los que esto
se hace necesario, y la medida en la que debe hacerse.
b) Variabilidad
En rigor, que las medidas cautelares sean variables supone que se extiendan
únicamente en tanto subsistan las condiciones que permitieron su imposición.
En consecuencia, desvanecidas o diluidas tales condiciones, la medida deberá
ser levantada de inmediato. En este caso, la supresión de la medida cautelar
será de obligatorio dictado para el órgano jurisdiccional competente, pues
solo de esa forma podrá garantizarse la legitimidad y razonabilidad de la
medida(25).
Dicho de otro modo, la variabilidad supone que las medidas cautelares pue-
den ser dejadas sin efecto en cualquier momento del proceso, siempre que
se verifique la variación de sus presupuestos(26). Por lo tanto, la resolución a
través de la que se dispone la medida cautelar es siempre provisional y deberá
ser dejada sin efecto teniendo en cuenta los cambios de las circunstancias
que sirvieron de base para decretarla.

(25) Artículo 255.2 del CPP de 2004.


(26) Vide el Expediente Nº 30241-2010, del 20/12/2010-Lima: “[P]ara establecer la medida caute-
lar de mandato de detención, se requiere que se den de manera concurrente los presupuestos
materiales y formales a que se contrae el artículo 135 del Código Procesal Penal vigente, pues-
to que esta medida obedece a una situación procesal de excepcionalidad, provisionalidad y de
razonabilidad carcelaria, a efectos de alcanzar el normal curso y fin último del proceso”.

20
ESTUDIO INTRODUCTORIO

Las medidas cautelares están, pues, sometidas a la regla del rebus sic stantibus.
Si aquellas subsisten sin tener ya justificación, se convierten en medidas
arbitrarias e injustas(27).
Por supuesto, la variación de las medidas puede decidirse a solicitud del
afectado o, de oficio, por el juez, en tanto que este, como garante de los de-
rechos de los sujetos procesales, debe promover que no existan restricciones
innecesarias a sus derechos durante el proceso.
Pero, que una medida cautelar tenga que decaer o quedar sin efecto no signi-
fica que no pueda ser reemplazada por otra. Pues, es perfectamente posible
que sea variada por otra menos grave (v. gr. una medida de comparecencia
a cambio de la prisión preventiva).
La variabilidad de las medidas cautelares puede deducirse también de lo
dispuesto en el artículo 253.3 del CPP de 2004 que señala lo siguiente:
“La restricción de un derecho fundamental solo tendrá lugar
cuando fuere indispensable, en la medida y por el tiempo es-
trictamente necesario, para prevenir, según los casos, los riesgos
de fuga, de ocultamiento de bienes o de insolvencia sobrevenida,
así como para impedir la obstaculización de la averiguación de
la verdad y evitar el peligro de reiteración delictiva”(28).
En todo caso, la variación de la medida cautelar es una manifestación pal-
maria del hecho de que esta es dependiente del proceso. Por eso, una vez
que se ha asegurado que este podrá concretar sus fines o que el riesgo de su
obstaculización ha disminuido podrá dejarse sin efecto o variarse las medidas
cautelares impuestas, respectivamente.
Un verdadero problema es el que advierte San Martín Castro, quien hace
referencia a la cuestión acerca de la posibilidad de predicar la cosa juzgada

(27) “Las medidas provisionales, además de ser provisionales, se encuentran sometidas a la cláusula
rebus sic stantibus, de modo que su permanencia o modificación –en tanto perdura el proceso
declarativo– estará siempre en función de la estabilidad o el cambio de los presupuestos que
hicieron posible su adopción inicial”. SAN MARTÍN CASTRO, César. Ob. cit., p. 1080.
(28) El resaltado es nuestro.

21
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

respecto a las resoluciones tomadas en el marco de una medida cautelar. Pero,


es correcta la solución de San Martín Castro, quien señala que “la resolución
provisional produce los efectos de la cosa juzgada formal cuando adquiere
firmeza por no existir o haber precluido la posibilidad de utilizar contra ella
los medios de impugnación legalmente previstos, resultando imposible a
partir de allí obtener del juez su reforma(29)”.
Pero en segundo lugar, dicho autor refiere que: “que si bien las medidas pro-
visionales son variables, esta variabilidad se circunscribe a la modificación
de los presupuestos por hechos posteriores, no siendo posible que vuelvan
a ser examinados en la resolución firme(30)”. Esto es sumamente importante
porque permite entender la verdadera naturaleza de la variabilidad, que en
ningún caso debe ser tenida además como sinónimo de incertidumbre.
c) Instrumentalidad
La instrumentalidad de las medidas cautelares significa que antes que un
fin en sí mismas, estas tienen como objetivo que el procedimiento penal
alcance sus fines. Debido a ello, bien puede decirse que son instrumentales
o accesorias a este.
En ese mismo sentido, Asencio Mellado señala que: “Las medidas cau-
telares, por cuanto se adoptan para asegurar un proceso penal tanto en su
correcto desarrollo, cuanto en orden a la eficacia de la sentencia que se
pronuncie, siempre se han de decretar en el seno de dicho proceso del cual
son instrumentales(31)”.
Por lo tanto, la característica decisiva de estas medidas es que culminado el
proceso penal mediante un pronunciamiento judicial los efectos cancelato-
rios se extiendan indefectiblemente a ellas, debido a lo cual estas quedarán
inmediatamente sin efecto.
La instrumentalidad de las medidas cautelares revela la ausencia de una
finalidad independiente del proceso. De esto se sigue que en la evaluación

(29) SAN MARTÍN CASTRO, César. Ob. cit., p. 1081.


(30) Ídem.
(31) ASENCIO MELLADO, José María. Ob. cit., p. 179.

22
ESTUDIO INTRODUCTORIO

para su concesión el juez no podrá desatender en ningún caso el riesgo para


el proceso, incluso, a pesar de que la pretensión cautelar podría hacer más
fácil la ejecución de la decisión final del proceso(32).
d) Proporcionalidad
En rigor, la proporcionalidad implica que la intensidad de la medida tenga
una correspondencia con los fines de la investigación y la gravedad del delito
sometido a persecución penal. Pues, de lo contrario, se convalidarían medi-
das irrazonables y desproporcionadas. En un Estado de Derecho, cualquier
medida que importe una injerencia deberá estar sometida al principio de
proporcionalidad, pues este constituye un mecanismo esencial de interdicción
a la arbitrariedad pública(33).
Que las medidas de coerción estén vinculadas al principio de proporcionali-
dad supone la necesidad de una ponderación entre la intensidad de la medida
y el riesgo que el imputado representa para el proceso. No debe olvidarse que
las medidas de coerción recaen sobre un sujeto que aún goza de la presunción
de inocencia, por lo que su adopción debe ser absolutamente proporcional(34).

(32) “[L]os procesos cautelares son procesos instrumentales, que están en función del proceso de
declaración pues buscan su eficacia y que no falte el elemento esencial del proceso penal como
es el de cumplir su propósito de enjuiciar a una persona para luego reconocer que es inocente
o declarar su responsabilidad”. SÁNCHEZ CÓRDOVA, Juan Humberto. Ob. cit., p. 27.
(33) Vide Expediente Nº 48864-0-2, del 20/07/2010, Lima (Quinta Sala Especializada en lo Penal):
“La imposición de dicha medida cautelar [comparecencia] debe estar sujeta a lo estipulado en
el artículo ciento cuarentitrés del Código Procesal Penal vigente, el cual señala taxativamente
que: “se dictará mandato de comparecencia cuando no corresponda la medida de detención
(...)”; de allí que esta medida debe estimarse dentro de una naturaleza de mínima restricción a
la libertad locomotora del encausado, en tanto se le imponga expresas reglas de conducta que
obligatoriamente debe acatarlos, claro está sin dejar de lado la razonabilidad, la proporcionali-
dad y necesariedad de las mismas”.
(34) En la jurisprudencia constitucional, y respecto a la prisión preventiva vide STC recaída en el
Expediente Nº 02546-2010-PHC/TC, F.J. 3: “El derecho a que la prisión preventiva no exceda
de un plazo razonable (...) coadyuva el pleno respeto de los principios de proporcionalidad,
razonabilidad, subsidiariedad, necesidad, provisionalidad y excepcionalidad que debe guardar
la aplicación de la prisión provisional para ser reconocida como constitucional”. Además, vide
la STC recaída en el Expediente Nº 0791-2002-AI/TC, Lima, 21/07/2002: “[El] principio de
proporcionalidad es uno de naturaleza constitucional que se deriva de la cláusula del estado
Democrático de Derecho, consagrada en el artículo 436 de la Carta de 1993”.

23
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

Obviamente, el interés en la persecución penal de un delito, será mayor en


cuanto éste revele una mayor conmoción social, como por ejemplo, en los
delitos de narcotráfico, terrorismo, lavado de activos, violaciones sexuales,
o contra la administración pública. En estos casos, bien podría decirse que
la necesidad de intervenir con una mayor eficacia es más alta.
Pero, como ha sostenido incluso la Corte Interamericana de Derechos Hu-
manos, nadie puede ser sometido a detención o encarcelamiento por causas
y métodos que –aun calificados de legales– puedan reputarse como incom-
patibles con el respeto a los derechos fundamentales del individuo, por ser,
entre otras cosas, irrazonables, imprevisibles o faltos de proporcionalidad(35).
Y el respeto a la proporcionalidad está más allá de la gravedad del delito,
porque tampoco en el caso de delitos graves puede admitirse que se apliquen
medidas desproporcionales.
El principio de proporcionalidad se encuentra reconocido en el CPP de 2004
como un criterio esencial que reviste de legitimidad a todas aquellas medidas
que implican una afectación, restricción, privación y limitación de derechos
fundamentales, lo que, en otras palabras, significa garantizar la razonabilidad
de la injerencia y una prohibición legal ante el exceso del poder público.
Las medidas de coerción (también las de naturaleza real) previstas por el
referido código deben ser concedidas y ejecutadas con estricta vinculación
a la gravedad del riesgo que el imputado representa para el proceso(36).

III. REQUISITOS DE LAS MEDIDAS CAUTELARES


Tratándose de una restricción excepcional de derechos, el legislador ha
creído necesario imponer una serie de exigencias para la concesión de medidas
cautelares.

(35) RAMÍREZ GARCÍA, Sergio. Jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Huma-


nos. UNAM, México, 2002, p. 117.
(36) Para una visión general de los subprincipios del principio de proporcionalidad (idoneidad o ade-
cuación, necesidad y proporcionalidad en sentido estricto) vide CÁCERES JULCA, Roberto.
Las medidas de coerción procesal. Sus exigencias constitucionales, procesales y su aplicación
jurisprudencial. Idemsa, Lima, 2006, pp. 43-52.

24
ESTUDIO INTRODUCTORIO

En líneas generales, la adopción de una medida cautelar exige la concurrencia


del fumus boni iuris (apariencia de derecho) y el periculum in mora (peligro
procesal), los que evaluará el juez al momento de imponerla.
1. El fumus boni iuris
También conocido como “apariencia de buen derecho”. En rigor, significa
no solo que el hecho denunciado deba poseer una apariencia razonable de
punibilidad sino, sobre todo, que el imputado puede ser vinculado a él.
Para Cáceres Julca “consiste en un juicio de imputación o de fundada sospe-
cha de la participación del ciudadano en los hechos criminológicos, (…)”(37).
La apariencia de buen derecho es de una enorme relevancia, pues su ausen-
cia, en tanto desvincula al agente con el hecho investigado, debe tener como
consecuencia el rechazo o el decaimiento de la medida cautelar solicitada. En
tal sentido, puede señalarse que la apariencia de criminalidad constituye el
presupuesto material indispensable para que el órgano jurisdiccional pueda
adoptar legítimamente una medida de coerción procesal personal(38) o real.
Para ello, por supuesto, es necesaria una imputación jurídica precisa que
contenga una identificación exacta del delito que se atribuye al procesado y
los elementos indiciarios que refuerzan esa imputación.
La supuesta punibilidad debe estar fundamentada en indicios razonables que
vinculen al procesado con el hecho delictivo que es objeto del proceso, de
donde pueda deducirse su probable intervención. Por eso, la adopción de la
medida cautelar requiere la previa identificación de la persona sobre la que
debe recaer y una suficiencia indiciaria que legitime su imposición(39).

(37) CÁCERES JULCA, Roberto. Ob. cit. p. 245. Además afirma lo siguiente:”La apariencia del
buen derecho consta a su vez de dos elementos: La primera exige la congruencia entre la im-
putación realizada por el Ministerio Público con el hecho punible, entendido como el correlato
entre los hechos y los términos en que es formulada la denuncia, la cual debe ir acompañada de
los recaudos pertinentes que permitan inferir suficientemente, la comisión de un hecho punible.
La segunda, es un juicio de verosimilitud respecto de la imputación, que determine la presencia
de elementos o indicios probatorios”. CÁCERES JULCA, Roberto. Ob. cit., p. 247.
(38) Así, ASENCIO MELLADO, José María. Ob. cit., pp. 197 y 198.
(39) En la jurisprudencia, vide el Expediente Nº 29384-2010 del 15/12/2010, Lima (Tercera Sala
Penal para Procesos con Reos en Cárcel: “Que, para los efectos de dictarse la medida coerci-
tiva personal de detención, (…), es necesario que se den copulativamente los tres requisitos

25
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

Esto puede desprenderse del artículo 253.2 del CPP de 2004 que señala que:
“La restricción de un derecho fundamental (…) se impondrá (…) siempre
que, en la medida y exigencia necesaria, existan suficientes elementos de
convicción(40)”.
La adopción de una medida cautelar supone un juicio en el que se aprecia
una probabilidad de que el fallo pueda resultar condenatorio. Sin embargo
como Del Río Labarthe señala: “La valoración no supone una referencia a
una situación de certeza sobre la responsabilidad criminal de una persona,
porque es obvio que a esa situación se llega solo en la sentencia definitiva y
tras un juicio oral en el que se ha desarrollado un debate contradictorio(41)”.
De esto se sigue, como hemos manifestado supra que no es correcto señalar
que a la imposición de una medida cautelar debe corresponder siempre una
sentencia condenatoria. Para que esta última pueda ser impuesta se requiere
una actividad probatoria contundente que destruya la presunción de inocencia
del imputado.
2. El periculum in mora
También conocido como el peligro procesal. Este peligro hace referencia
de modo concreto al peligro de fuga del imputado, esto es, a la posibilidad
de que se sustraiga a la justicia penal, y al entorpecimiento de la actividad
investigatoria, probatoria o ejecutoria (v. gr. ocultamiento del patrimonio)
de la probable decisión que será tomada al final del proceso. Una conducta
procesal obstruccionista significa evidentemente un serio peligro para la
materialización de los fines del proceso y para la satisfacción del derecho
de la víctima a que su daño sea reparado.

señalados, esto es: Suficiencia Probatoria para vincular al imputado con la comisión del delito
–fumus boni iuris–; Prognosis de pena superior al año de pena privativa de la libertad; y, Ries-
go Procesal tanto respecto a la sujeción al proceso por parte del imputado periculum in mora,
como a la perturbación de la acción probatoria”.
(40) El resaltado es nuestro.
(41) DEL RÍO LABARTHE, Gonzalo. La prisión preventiva en el nuevo Código Procesal Penal.
ARA, Lima, 2008, p. 41.

26
ESTUDIO INTRODUCTORIO

Pero, la afirmación de dicho riesgo merece la presencia de ciertos indicios


o evidencias que permitan suponer que el imputado intentará perturbar el
proceso. Incluso, para algunos autores como Cáceres Julca la importancia
del peligro procesal es tal que constituye el elemento que debe considerarse
con mayor atención al momento de conceder la medida cautelar(42).
Un frecuente error en el que se incurre consiste en hacer depender el peligro
procesal de la gravedad del hecho imputado cuando esto no siempre debe
ser así. Existen casos en los que el imputado, plenamente identificado, no
supone por nada un riesgo para el proceso, a pesar de que el delito que se le
imputa tiene prevista una pena considerable. Por eso, más que la gravedad de
la pena conminada, lo fundamental será comprobar que el imputado ofrece
garantías de que el proceso se llevará a cabo sin riesgo o con los riesgos
propios de un proceso normal. Y la discusión que podría generarse aquí
radica en la posibilidad de aplicar medidas cautelares aun cuando el riesgo
para el proceso no ha sido generado por el propio imputado.
Si bien esta posibilidad pareciera no estar legitimada, debe tenerse en cuenta
que una lectura distinta del literal c) del artículo 268 del Código Procesal
Penal de 2004 puede llevar a conclusiones distintas. En efecto, este precepto
señala lo siguiente:
“Que el imputado, en razón a sus antecedentes y otras cir-
cunstancias del caso particular, permita colegir razonable-
mente que tratará de eludir la acción de la justicia (peligro de
fuga) u obstaculizar la averiguación de la verdad (peligro de
obstaculización)”.

(42) “En general, tanto la doctrina como la jurisprudencia reconoce la importancia de este presu-
puesto, señalado como el principal elemento a tenerse en cuenta, por ello se dice que la única
manera de determinar si la detención judicial preventiva de un individuo no responde a una
decisión arbitraria del juez, pasa por la observancia de determinados elementos objetivos que
permitan concluir que, más allá de que existan indicios o medios probatorios que vinculan
razonablemente al inculpado con la comisión del hecho delictivo y más allá del quantum de la
eventual pena a imponerse, debe existir peligro de fuga o peligro de entorpecimiento de la acti-
vidad probatoria. La existencia de estos dos últimos riesgos es lo que en doctrina se denomina
peligro procesal”. CÁCERES JULCA, Roberto. Ob. cit., p. 247.

27
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

En rigor, creemos que tanto la referencia a los antecedentes como a las


circunstancias del caso deben entenderse vinculadas con la actitud del
imputado. De modo que como regla general, no debería admitirse el dictado
de medidas cautelares cuando el riesgo no esté ni mínimamente vinculado a
la actitud del procesado, aunque claro, nada obsta a que pueda seguirse un
criterio distinto en el caso de medidas cautelares de naturaleza distinta a la
personal como, por ejemplo, el embargo.
En el caso de la prisión preventiva, el artículo 268 hace referencia a la
existencia de razonables elementos de convicción sobre la pertenencia del
imputado a una organización delictiva o su reintegración a ella misma y
además a que podrá valerse de esto para facilitar su fuga o para obstaculizar
la actividad probatoria(43), una disposición no presente, por ejemplo, en el
artículo 135 del Código Procesal Penal de 1991(44).
Lo que no debe perderse de vista es que el peligro procesal debe mani-
festarse en el juicio valorativo del juzgador en el que deberá apreciar la
real peligrosidad del estatus procesal del imputado exento de medidas
cautelares. Para esto, deberá atenderse a las diversas circunstancias que
rodean un caso, y, siempre en conexión con la actitud del procesado(45).
Entre ellas debe mencionarse las condiciones personales (objetivas) del
imputado, las circunstancias concomitantes del hecho punible, de la

(43) Artículo 268.- Presupuestos materiales.-


(…)
2 También será presupuesto material para dictar mandato de prisión preventiva, sin perjuicio de
la concurrencia de los presupuestos establecidos en los literales a) y b) del numeral anterior, la
existencia de razonables elementos de convicción acerca de la pertenencia del imputado a una
organización delictiva o su reintegración a la misma, y sea del caso advertir que podrá utilizar
los medios que ella le brinde para facilitar su fuga o la de otros imputados o para obstaculizar
la averiguación de la verdad.
(…)”.
(44) Aunque aquí, a diferencia del CPP de 2004, se señala que: “No constituye elemento probatorio
suficiente la condición de miembro de directorio, gerente, socio, accionista, directivo o asocia-
do, cuando el delito se haya cometido en el ejercicio de una actividad realizada por una persona
jurídica de derecho privado”.
(45) Para una explicación breve del peligro procesal vide SÁNCHEZ CÓRDOVA, Juan Humberto.
“Modificaciones a la comparecencia con restricciones”. En: Revista Jurídica del Perú, Nº 106,
Normas Legales, Lima, diciembre de 2009, p. 26.

28
ESTUDIO INTRODUCTORIO

gravedad del injusto, del estatus funcional del autor, de la pena probable
a imponer, de la naturaleza del bien jurídico afectado, del comportamiento
procesal, entre otras.
En consecuencia, no basta, con que hayan motivos para considerar razo-
nablemente probable que el hecho investigado haya sido cometido por
la persona afectada por la medida, sino que, como el fin de tales medidas
es evitar que el inculpado se sustraiga al posible fallo condenatorio o que
evadirá el pago de la reparación civil, solo cuando existan motivos para
temer que esto va a suceder quedarán justificadas las medidas cautelares.
En el caso de la prisión preventiva, el Código Procesal Penal de 2004
prevé los criterios que deberán tenerse en cuenta para verificar el peligro
de fuga o de obstaculización de la justicia, a diferencia de la legislación
anterior que no tenía ninguna indicación similar(46).
En cuanto al peligro procesal en la detención preventiva, el Tribunal
Constitucional ha señalado, como la opinión mayoritaria de la juris-
prudencia “que el principal elemento a considerarse con el dictado de
esta medida cautelar debe ser el peligro procesal que comporte que el
procesado ejerza plenamente su libertad locomotora, en relación con
el interés general de la sociedad para reprimir conductas consideradas
como reprochables jurídicamente. En particular, de que el procesado no

(46) Artículo 269.- Peligro de fuga.- Para calificar el peligro de fuga, el Juez tendrá en cuenta:
1. El arraigo en el país del imputado, determinado por el domicilio, residencia habitual, asiento
de la familia y de sus negocios o trabajo y las facilidades para abandonar definitivamente el
país o permanecer oculto;
2. La gravedad de la pena que se espera como resultado del procedimiento;
3. La importancia del daño resarcible y la actitud que el imputado adopta, voluntariamente,
frente a él;
4. El comportamiento del imputado durante el procedimiento o en otro procedimiento anterior,
en la medida que indique su voluntad de someterse a la persecución penal.
Artículo 270.- Peligro de obstaculización.- Para calificar el peligro de obstaculización se
tendrá en cuenta el riesgo razonable de que el imputado:
1. Destruirá, modificará, ocultará, suprimirá o falsificará elementos de prueba.
2. Influirá para que coimputados, testigos o peritos informen falsamente o se comporten de
manera desleal o reticente.
3. Inducirá a otros a realizar tales comportamientos”.

29
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

interferirá ni obstaculizará la investigación judicial o evadirá la acción


de la justicia”(47).
Por supuesto, el peligro procesal es una valoración que puede variar en
el transcurso del proceso y, con ello, habilitar la modificación del estatus
procesal del imputado, esto es, determinando la supresión o la variación
de la medida cautelar adoptada(48).
En el caso de la detención, se requiere además una prognosis de pena, esto
es, un pronóstico de la dosis punitiva que aplicará el juzgador y sobre la
base de lo cual determina la relevancia penal del hecho investigado. De
acuerdo con el artículo 268 literal b) del Código Procesal Penal de 2004,
para la imposición de la prisión preventiva se requiere que la sanción a
imponerse sea superior a cuatro años de pena privativa de libertad.
Es cierto que la prognosis de pena coadyuva a definir el peligro procesal,
pero debe precisarse que no lo define de manera exclusiva(49) ni tampoco
reemplaza la ausencia de un peligro procesal.

(47) F.J. 15 de la STC recaída en el Expediente Nº 1091-2002-HC/TC. Además vide la STC recaída
en el Exp. N° 00676-2008-PHC/TC: “[S]e advierte que el órgano jurisdiccional emplazado sí
evaluó el peligro procesal, en su modalidad de perturbación de la actividad probatoria, pre-
cisando que el procesado, en su condición de alcalde: a) habría solicitado proformas para la
adquisición de leche y avena en una fecha posterior a la firma del contrato que habría realizado
con el consorcio KIARA-INDUCER sobre dichos productos, a fin de disfrazar la ilicitud de
la contratación; y b) habría emitido irregulares acuerdos de concejo respecto del Programa del
Vaso de Leche sin la participación de los regidores de dicha municipalidad”.
(48) En el mismo sentido, vide CÁCERES JULCA, Roberto. Ob. cit., p. 256. “(…) el peligro de
fuga y/o perturbación de la actividad probatoria, no permanece inalterable, ya que esta se disi-
pa o disminuye en intensidad durante el proceso, por lo que ante esta situación debe ser revo-
cada o variada por otra menos lesiva de la libertad, de lo contrario se deslegitima esta medida
cautelar al ser vulnerada su finalidad procesal”.
(49) “La prognosis de pena, si bien representa un elemento importante, no debe considerarse como
el fundamental, ya que primero debe examinarse el peligro procesal y el de fuga, por último se
ponderará la prognosis de pena”. CÁCERES JULCA, Roberto. Ob. cit., p. 294.

30
PRIMERA PARTE
CRITERIOS RELEVANTES
DE LAS SALAS SUPERIORES
2009-2010
CAPÍTULO I

DETENCIÓN PREVENTIVA

001. Aplicación de medidas coercitivas: Principios


aplicables
En todo proceso penal se tienen que prever medidas coercitivas
como restricciones al ejercicio de derechos personales o patri-
moniales impuestas al imputado con la finalidad de garantizar
los fines de la instrucción; siendo que estas se dictan con base
en los principios de necesidad, proporcionalidad, legalidad y
prueba suficiente.

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA


QUINTA SALA PENAL PARA PROCESOS CON REOS LIBRES

S.S. VIDAL MORALES


GONZALES HERRERA
GÓMEZ MARCHISIO

Resolución Nº 713
Expediente Nº 173-2010-“A”
Materia: Inc. De Apelación a la Caución Económica
Lima, 20 de julio de 2010

AUTOS y VISTOS; interviniendo como Ponente la señora Juez Superior


Gómez Marchisio; y, con lo expuesto por el señor Fiscal Superior en su dictamen
de fojas ochentinueve a noventa;

33
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

ASUNTO:
Es materia de pronunciamiento la apelación interpuesta por la procesada
LIRA CORONEL AQUINO, contra el auto apertura de instrucción que en copias
certificadas obra de folio setenticinco a setentiocho, su fecha treinta de diciem-
bre del año dos mil nueve, en el extremo que fija como regla de conducta de la
medida de Comparecencia Restringida impuesta el pago de quinientos nuevos
soles por concepto de caución económica.
CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Que, la recurrente sostiene en su recurso que, el monto de
caución que se le ha impuesto es excesiva, dada la real situación económica
que atraviesa, pues en su condición de Técnico Administrativo (secretaria) de la
Universidad Nacional Agraria de La Molina, y que a la fecha tiene a su cargo a
sus dos hijos, que vienen cursando estudios superiores, y que sus ingresos que
percibe, le sirve para afrontar los gastos propios de ella y de sus hijos; por lo
que pagar la presente caución, no está dentro de sus posibilidades.
SEGUNDO.- Que, en todo proceso penal se tienen que prever medidas coer-
citivas como restricciones al ejercicio de derechos personales o patrimoniales
impuestas al imputado con la finalidad de garantizar los fines de la instrucción;
siendo que las mismas se dictan en base a los principios de necesidad, propor-
cionalidad, legalidad y prueba suficiente;
TERCERO.- Que, la caución, es una figura jurídica, que fija el Juzgador
atendiendo a las posibilidades económicas del agente, siendo ello así, en la
presente instrucción, se advierte que el a quo aparte de la imposición de una
caución, ha dictado otras reglas de conducta suficientes que condicionan a la
imputada al sometimiento del proceso penal instaurado en su contra como son:
a) No ausentarse del lugar donde reside, sin previo aviso al juzgado; b) Compa-
recer las veces que fuese citado por el Juzgado; c) Concurrir cada fin de mes al
local del juzgado a firmar el libro control respectivo y justificar sus actividades;
todas estas con la finalidad de no perturbar la actividad probatoria ni la acción
de la justicia;
CUARTO.- Que, asimismo, la caución económica, ligada a la compare-
cencia, debe estar determinada en consideración a la capacidad y potencialidad
económica del imputado (conforme lo señala el artículo ciento cuarentitrés,
inciso cinco de la citada norma adjetiva); toda vez que la finalidad y objetivo de
la caución no es más que un medio garantizador de la comparecencia, a efectos
de neutralizar la presunción de elusión a la acción de la justicia que pesa sobre

34
DETENCIÓN PREVENTIVA

el encausado; por ello, como criterio normativo que faculta la ley, para la impo-
sición de esta debe hacerse conforme a la naturaleza del delito que se le imputa.
QUINTO.- En ese sentido, encontramos que el monto fijado como caución
no se encuentra ajustada a ley, toda vez que si bien es cierto dicha caución se
encuentra supeditada al ilícito materia de instrucción, también lo es que el monto
fijado debe ser proporcional a la real capacidad económica de la recurrente; lo
que no ocurre en el presente caso, puesto es de advertirse, que si bien esta percibe
la suma de S/. 979.35 (novecientos setentinueve nuevos soles con treinticinco
céntimos) conforme se desprende de la copia de la boleta de pago obrante a fojas
ciento dos; es también cierto que con ese monto, tiene que hacer frente a otros
gastos, aparte de los de alimentación y movilidad, puesto que cuenta con dos hijos
(es mujer divorciada), a quienes paga sus estudios, aparte de hacerse cargo del
pago de servicios básicos; estas alegaciones han sido acreditadas fehacientemente
con los documentos obrante de fojas ciento tres a ciento diez; asimismo, es de
resaltar, que la citada encausada ha demostrado contar con domicilio fijo (Ver
fojas 79 y 110); y, no tener la voluntad de sustraerse del presente proceso, toda
vez que ha acudido a las citaciones que el Órgano Jurisdiccional lo ha requerido;
SEXTO.- Aunado a ello, este Colegiado considera que las razones expues-
tas en tercer considerando son más que suficientes para el cumplimiento de los
fines y/o objetivos que la medida coercitiva impuesta cumple, por lo que resulta
innecesario, fijarle además una caución económica; por lo que, esta Superior
Sala es de la opinión que debe exonerarse a la procesada del pago por concepto
de caución en el presente proceso.
FUNDAMENTOS POR LOS CUALES:
REVOCARON: la regla de conducta impuesta en la Medida de Compare-
cencia Restringida en el extremo que impone a la procesada Lira Coronel Aquino
la suma de quinientos nuevos soles por concepto de caución económica; en la
instrucción seguida en su contra por los delitos contra la Fe Pública –Falsedad
Ideológica y contra la Función Jurisdiccional– Fraude Procesal, en agravio de
Carlos Alberto Guffanti Medina y El Estado; y, REFORMÁNDOLA: EXONE-
RARON a la citada procesada de la suma de quinientos nuevos soles el monto
por concepto de caución; notificándose y los devolvieron.

35
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

002. Aplicación de medidas coercitivas: Desestimación de


alegación de la pronta prescripción del delito
La acción penal se extingue por el transcurso del tiempo, es
decir, a un tiempo igual al máximo de la pena fijada por la ley
para el delito, si es privativa de libertad o en todo caso, cuando el
tiempo transcurrido sobrepasa en una mitad al plazo ordinario
de prescripción, conforme a lo previsto en los artículos 80 y 83
in fine del Código Penal; siendo así, mal se haría en amparar
el recurso (apelación contra la comparecencia restringida y
caución económica fijadas), bajo la premisa de que el delito
instaurado estaría pronto a prescribir.

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA


QUINTA SALA ESPECIALIZADA EN LO PENAL PARA PROCESOS
CON REOS LIBRES

S.S. VIDAL MORALES


GONZALES HERRERA
GÓMEZ MARCHISIO

Resolución Nº 733
Expediente Nº 48864-09-2
Lima, 20 de julio de 2010

AUTOS Y VISTOS; interviniendo como ponente el Juez Superior Gonzales


Herrera; oído el informe oral conforme se observa en la constancia de Relatoría
de fojas cuatrocientos dos;
ASUNTO:
Es materia de pronunciamiento el recurso de apelación interpuesto
por el procesado Martín Edgardo Gonzales Wu, contra el auto que abre
instrucción, su fecha siete de diciembre del año dos mil nueve, que en fo-
tocopia certificada obra de fojas ciento ochenta y seis a ciento noventa y
cuatro, en el extremo que impone al recurrente Comparecencia Restringida
y Caución Económica;

36
DETENCIÓN PREVENTIVA

CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Conforme se desprende del auto de procesamiento recurrido,
el Juez Penal, al decretarles Comparecencia Restringida, dispone las siguientes
reglas de conducta: A) No variar de domicilio, sin previo aviso al Juzgado, B)
Cumplir con las citaciones y mandatos judiciales; C) Concurrir al Juzgado las
veces que sea citado; y, D) la prestación de una caución por el monto de cinco
mil nuevos soles, la misma que deberá abonar en el Banco de la Nación a nombre
del Juzgado cada uno de los procesados, bajo apercibimiento de revocársele la
presente medida por el Mandato de Detención previo requerimiento de acuerdo
a ley en caso de inasistencia. Asimismo se dispone el Impedimento de salida
del país;
SEGUNDO.- En razón de ello, el apelante Martín Edgardo Gonzales Wu
mediante escrito de fojas trescientos once a trescientos dieciséis, fundamenta
su recurso impugnatorio argumentado que; a) el A quo no ha motivado el forma
razonable y proporcional la medida impuesta, vulnerando así de forma directa
el derecho a la debida motivación de las resoluciones judiciales que le asiste;
b) no existe prueba o indicio alguno que lo vincule con los delitos instruidos;
c) sustentar el auto apertorio con pruebas prohibidas; d) que los delitos materia
de proceso (coacción y violación de la libertad de trabajo) están a punto de pres-
cribir; e) el delito de fraude en la administración de personas jurídicas resulta
incongruente con la configuración típica del delito; f) y que el representante de
Ministerio Público no ha solicitado el impedimento de salida del país en su contra;
TERCERO.- La comparecencia debe entenderse como la medida cautelar
menos severa que incide sobre el derecho a la libertad del encausado en grado
distinto al de detención, no solo con el objeto de alcanzar el normal trámite y
fin último del proceso sino también a efectos de asegurar la presencia de este
a la causa penal, pero en plena disposición y conservación de su libertad loco-
motora sujeta a reglas de conducta dictadas por el Juez competente. Por ello,
la imposición de dicha medida cautelar debe estar sujeta a lo estipulado en el
artículo ciento cuarentitrés del Código Procesal Penal vigente, el cual señala
taxativamente que: “se dictará mandato de comparecencia cuando no corresponda
la medida de detención (...)”; de allí que esta medida debe estimarse dentro de
una naturaleza de mínima restricción a la libertad locomotora del encausado,
en tanto se le imponga expresas reglas de conducta que obligatoriamente debe
acatarlos, claro está sin dejar de lado la razonabilidad, la proporcionalidad y
necesariedad de las mismas.
CUARTO.- Así también, la caución económica, ligada a la comparecen-
cia, debe estar determinada en consideración a la capacidad y potencialidad

37
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

económica del imputado (conforme lo señala el artículo ciento cuarenta y tres,


inciso cinco de la citada norma adjetiva); toda vez que la finalidad y objetivo de
la caución no es más que un medio garantizador de la comparecencia, a efectos.
de neutralizar la presunción de elusión a la acción de la justicia que pesa sobre
el encausado; por ello, como criterio normativo que faculta la ley, para la impo-
sición de esta debe hacerse conforme a la naturaleza del delito que se le imputa.
QUINTO.- En arreglo a estos lineamientos considerativos, advertimos
que la comparecencia restringida impuesta por el a quo está bien enmarcada
y condicionada dentro de una restricción legal, conforme a la naturaleza de la
instrucción, a la suficiencia probatoria de sus presuntas participaciones, y a una
probable ausencia del peligro procesal; habiéndose legítimamente restringido
su libertad locomotora a través de reglas restrictivas, las cuales se encuentran
sujetas a los principios de proporcionalidad y razonabilidad, y es en base a ello
que se ha evitado una afectación a su actividad y desempeño laboral, más aún
cuando su situación jurídica será definida con la emisión de un fallo final, y en
tanto no se produzca esto la comparecencia es una medida provisional sujeta a
la duración del proceso.
SEXTO.- Respecto a lo señalado en los puntos signados en el considerando
precedente se observa de la apelada, a) El a quo a motivado la misma bajo los
alcances del artículo doce de la Ley Orgánica del Poder Judicial “...Todas las
resoluciones, con exclusión de las de mero trámite, son motivadas, bajo respon-
sabilidad, con expresión de los fundamentos en que se sustentan, pudiendo estos
reproducirse en todo o en parte solo en segunda instancia, al absolver el grado...”,
concordante con el artículo ciento treinta y ocho inciso quinto de la Constitu-
ción del Estado; b) El Juez Especializado en lo Penal solo abrirá instrucción si
considerara que de la denuncia y sus recaudos: i) Aparecen indicios suficientes
o elementos de juicio reveladores de la existencia de un delito, ii) Que se haya
individualizado a su presunto autor o partícipe, iii) Que la acción penal no haya
prescrito o no concurra otra causal de extinción de la acción penal, siendo que
al momento de la calificación de un hecho delictivo, que llega a conocimiento
del Juez Penal, en virtud de una denuncia fiscal, el Magistrado debe contar con
un conjunto de indicios y/o elementos incriminatorios que le permitan efectuar
la afirmación preliminar que el hecho reúne los elementos calificativos de he-
cho penal, lo cual sucede en el caso que nos ocupa, debiendo manifestar que la
apertura del un proceso penal no determina la culpabilidad de la persona sujeta
a proceso; e) Aunado a lo señalado en el punto precedente, el justiciable tiene
expedito su derecho a formular todo medio impugnatorio (tachas, excepciones
u otros) que esté a su alcance, ciñéndose bajo las normas procesales y legales

38
DETENCIÓN PREVENTIVA

pertinentes si advierte que su derecho está siendo conculcado, no siendo la pre-


sente la más adecuada; d) en el extremo relativo a la institución de la prescripción,
la acción penal se extingue por el transcurso del tiempo, es decir, a un tiempo
igual al máximo de la pena fijada por la ley para el delito, si es privativa de li-
bertad o en todo caso, cuando el tiempo transcurrido sobrepasa en una mitad al
plazo ordinario de prescripción, conforme a lo previsto en los artículos ochenta
y ochenta y tres in fine del Código Penal; siendo así, mal se haría en amparar
el presente recurso bajo la premisa que los delitos instaurados estarían pronto
a prescribir; e) El delito de fraude en la administración de personas jurídicas,
describe en su artículo ciento noventa y ocho, el cual prescribe: “...Será reprimido
con pena privativa de libertad no menor de uno ni mayor de cuatro años el que
ejerciendo funciones de administración o representación de una persona jurídica,
realiza, en perjuicio de ella o de terceros, cualquiera de los actos siguientes:...;
2. Proporcionar datos falsos relativos a la situación de una persona jurídica...”;
que si bien se manifiesta la incongruencia en la configuración típica del delito
en el presente recurso, también lo es que, el recurrente tiene dentro del proceso
que se le sigue mecanismos de defensa (excepciones u otros), valederos a ser
interpuestos para velar por su mejor derecho y coadyuvar con la administración
de justicia; no siendo la presente incidencia la más idónea;
SÉTIMO.- Con respecto a la alternativa contemplada en el inciso quinto del
citado artículo ciento cuarenta y tres del Código Procesal Penal, cabe precisar
que la caución económica constituye una medida cautelar patrimonial destinada
a asegurar igualmente el arraigo de los encausados al proceso; coligiéndose de la
revisión de autos que la medida impuesta por el a quo dentro de sus facultades
no deviene en desproporcional estando a la trascendencia del ilícito instruido en
contra del procesado, máxime si los mismos en función a la apelación formulada
no manifiesta argumentación valedera que justifique variar la medida –caución
económica– dispuesta en el auto de apertura de instrucción, es decir no ha acre-
ditado con prueba idónea su reducida economía, ni mucho menos insolvencia
que le impida cumplir con el pago de la caución impuesta; siendo así, la caución
fijada por el Juez Penal en el auto de procesamiento se encuentra arreglado a
ley; siendo ello así, estando la forma y circunstancias en que se han cometido
los hechos, así como la naturaleza del delito instruido, esta Superior Sala Penal
encuentra arregla a ley la apelada;
DECISIÓN:
Fundamentos por los cuales CONFIRMARON el auto de apertura de
instrucción que obra en copia certificada a fojas ciento ochenta y seis a cien-
to noventa y cuatro, en el extremo que dicta mandato de comparecencia con

39
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

restricciones y al pago de cinco mil nuevos soles por concepto de caución que
deberá el procesado Martín Edgardo Gonzales Wu por los delitos contra La
Libertad de Trabajo –atentado a los derechos laborales, contra La Libertad
Personal– coacción, y contra la Fe Pública –falsedad genérica–, en agravio de
Francisco Hugo Miyadi Cahuavilca, Roberto Bocangel Cajamarca, Roger Au-
relio Cesti Sánchez, SEGUNDO.- Dagoberto Lozano Flores, Gustavo Roberto
Morales Ureta, dante Orlando Zenz Donayre, Maju Guillermina Maura Lau,
Carolina Mayelin Maura Lau, Rosa Lidia Bardales Guerrero, José Enrique
Cabrera Véliz, José Luis Miranda Salas, Christian Darío Guillén Higginson, y
Johnny Alfredo Barack Amaro, notificándose y los devolvieron.

40
DETENCIÓN PREVENTIVA

003. Detención preventiva: Naturaleza netamente procesal


La naturaleza jurídica de la detención preventiva es netamente
procesal, habiéndolo subrayado en dichos términos el Tribunal
Constitucional cuando establece que la detención provisional
tiene como última finalidad asegurar el éxito del proceso. No
se trata de una medida punitiva, por lo que, mediante ella, no
se adelanta opinión respecto a la culpabilidad del imputado en
el ilícito que es materia de acusación, por cuanto ello impli-
caría quebrantar el principio constitucional de presunción de
inocencia. Se trata de una medida cautelar, cuyo objetivo es
resguardar la eficiencia plena de la labor jurisdiccional.

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA


TERCERA SALA PENAL PARA PROCESOS CON REOS EN CÁRCEL

S.S. PADILLA ROJAS


PEÑA FARFÁN
CHAMORRO GARCÍA

Resolución Nº 1098
Expediente Nº 30127-10-2
Lima, 21 de diciembre de 2010

AUTOS Y VISTOS; Interviniendo como Ponente la doctora Juez Superior


Chamorro García, con la constancia de Relatoría que antecede; siendo materia
de grado el recurso de apelación interpuesto por el procesado Santiago Amador
Torres Canchari, contra el auto que en copias certificadas corre a fojas cuarenta
y seis y siguientes, su fecha doce octubre de los corrientes, en el extremo que
dicta mandato de detención en su contra; y
ATENDIENDO:
PRIMERO.- El procesado Santiago Amador Torres Canchari fundamenta
su apelación obrante de fojas sesentiocho y siguientes, señalando entre otras
cosas, que es un robo fustrado, que solamente reconoce en el acta su firma pero
no el contenido, que actuó solo, que tiene diecinueve años de edad, que cuenta
con domicilio real y fijo, que vive con sus padres, y que lo hizo como juego.

41
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

SEGUNDO.- Es menester tener presente que la medida coercitiva de de-


tención se encuentra regulada en el artículo ciento treinta y cinco del Código
Procesal Penal disponiendo que el Juez puede dictar el mandato de detención
si atendiendo a los primeros recaudos acompañados por el Fiscal Provincial sea
posible determinar copulativamente: A) La existencia de suficientes elementos
de prueba de la comisión de un delito que vincule al inculpado como autor o
partícipe del mismo, B) Una pena probable superior al año de pena privativa de
libertad y C) La presencia de peligro procesal.
TERCERO.- Analizados los autos materia de la alzada en relación a la
suficiencia probatoria, se aprecia que la agraviada Katia Janet Núñez Portal
en su manifestación preliminar de fojas once a doce, sindica y reconoce al
procesado Santiago Amador Torres Canchari como la persona que empleando
violencia la despojó de su cartera, y fugó a bordo de un mototaxi; asimismo
obra el Acta de Registro Personal Incautación y Comiso que cuenta con la
firma e impresión digital del intervenido Torres Canchari a folios veintiuno
desprendiéndose de su contenido que se halló en su esfera de dominio, entre
otras especies, las pertenencias de la agraviada, una bolsita de Cannabis Sativa
y ocho envoltorios de Pasta Básica de Cocaína; cabe precisar al respecto que
los bienes recuperados fueron entregados a su propietaria (agraviada) tal como
se aprecia del acta de folios veintitrés, y en cuanto a la droga incautada se
tiene que arrojaron como peso neto un gramo de Cannbis Sativa y un gramo de
Pasta Básica de Cocaína como se verifica del Resultado Preliminar de Análisis
Químico de Drogas número nueve mil doscientos veintiuno oblicua diez de
fojas cuarenta. En tal sentido, estando a la sindicación y reconocimiento que
existe en contra del procesado Santiago Amador Torres Canchari, a los demás
elementos de probanza periféricos que la robustecen, y los tipos de drogas
que le fueron incautados; se tiene que por ahora existen suficientes indicios
razonables que lo vinculan con los delitos instruidos.
CUARTO.- De otro lado, atendiendo que la naturaleza jurídica de la detención
preventiva es netamente procesal, habiéndolo subrayado en dichos términos el
Tribunal Constitucional cuando establece “La detención provisional tiene como
última finalidad asegurar el éxito del proceso. No se trata de una medida puni-
tiva, por lo que, mediante ella, no se adelanta opinión respecto a la culpabilidad
del imputado en el ilícito que es materia de acusación, por cuanto ello implicaría
quebrantar el principio constitucional de presunción de inocencia. Se trata de una
medida cautelar, cuyo objetivo es resguardar la eficiencia plena de la labor juris-
diccional(1), por lo que bajo este contexto resulta de suma importancia analizar lo

(1) Tribunal Constitucional - Exp. Nº 1567-2002-I IC/TC, Lima, caso: Alejandro Rodríguez Me-
drano, tercer fundamento.

42
DETENCIÓN PREVENTIVA

relativo al peligro procesal. En esta línea, se advierte que el procesado Santiago


Amador Torres Canchari se encuentra plenamente identificado a mérito de su
ficha de RENIEC obrante a fojas veintisiete, instrumento del cual también se
desprende que en el tiempo de la ocurrencia del delito –materia de investigación–
tenia Responsabilidad Restringida porque contaba con diecinueve años de edad,
de igual forma la dirección domiciliaria que en el acotado instrumento se registra
concuerda con la que aseveró en su manifestación a nivel policial –ver a fojas
trece– circunstancia esta que genera convicción sobre su arraigo domiciliario; a
mayor abundamiento carece de antecedentes policiales y requisitorias tal como
se desprende del sumario policial y del reporte expedido por el Registro Nacional
de Requisitorias –véase a folios cinco, a fojas cuarenta y cuatro, y no registra otro
proceso penal aparte del presente de acuerdo al Listado de Expedientes - véase a
fojas cuarenta y cinco–; en consecuencia, estando acreditada la fijación y perma-
nencia del procesado Santiago Amador Torres Canchari en territorio nacional, no se
advierte por ahora amenaza alguna a la actividad probatoria ni a la administración
de justicia, habiéndose desvanecido el peligro procesal.
QUINTO.- Por lo todo expuesto, no cumpliéndose copulativamente con los
requisitos previstos en el numeral ciento treinticinco del Código Procesal Penal,
deberá revocarse la alzada en dicho extremo apelado.
Por los fundamentos expuestos:
REVOCARON el auto de fojas cuarentiseis y siguientes, su fecha doce de
octubre de los corrientes, en el extremo que dicta mandato de detención contra
Santiago Amador Torres Canchari, en la instrucción que se le sigue por delito
contra el Patrimonio –Robo Agravado– en agravio de Katia Janet Núñez Por-
tal, y como presunto autor del delito contra la Salud Pública –Tráfico Ilícito de
Drogas– Microcomercialización –en agravio del Estado, REFORMÁNDOLO:
DICTARON el MANDATO DE COMPARECENCIA con RESTRICCIO-
NES, quedando sujeto el procesado Santiago Amador Torres Canchari al cum-
plimiento de las siguientes reglas de conducta: a) no variar, ni ausentarse de su
domicilio sin autorización de Juzgado; b) concurrir cada fin de mes al local del
Juzgado para firmar el cuaderno respectivo y dar cuenta con sus actividades; c)
no concurrir o frecuentar lugares de dudosa reputación; d) no incurrir en nuevo
delito doloso; reglas que deberá de cumplir bajo apercibimiento de revocarse
la medida y dictarse mandato de detención; DISPUSIERON: Que, en el día se
proceda a la inmediata libertad del procesado Santiago Amador Torres Canchari,
siempre y cuando no exista en su contra otra orden de detención emanada de
autoridad competente; Oficiándose.- Notificándose y los devolvieron.

43
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

004. Detención preventiva: Carácter de última ratio


El mandato de detención previsto en nuestro ordenamiento
jurídico procesal penal vigente, puede ser entendido como la
medida de coerción procesal penal de naturaleza personal de
mayor gravedad; consistente en la privación provisional del
derecho de libre desplazamiento de la persona que se encuen-
tra sujeta a un proceso penal en calidad de imputado; lo que
conlleva el internamiento del sujeto en un establecimiento pe-
nitenciario con la finalidad de evitar que eluda la acción de la
justicia o perturbe la actividad probatorial. Por su severidad la
detención debe de ordenarse como la última ratio de los medios
de coerción, para lograr la sujeción del imputado al proceso y
evitar la perturbación de la actividad probatoria.

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA


SALA PENAL PARA PROCESOS CON REOS LIBRES DE VACACIONES

S.S. ESCOBAR ANTEZANO


CARRASCO ALARCÓN
EYZAGUIRRE GÁRATE

Resolución Nº 69
Expediente Nº 22355-2010-2
Lima, 22 de febrero de 2011

AUTOS Y VISTOS: Interviniendo como ponente la señora Juez Superior


Nancy Eyzaguirre Gárate; y oído el informe oral conforme se deja constancia
en Relatoría de fojas noventa y seis;
ANTECEDENTES
1.- Con fecha catorce de setiembre del año dos mil diez, la señora Juez del
Décimo Tercer Juzgado Penal de Lima, resolvió abrir instrucción y dictó
mandato de detención contra el encausado Lenin Miro Castro Castro por la
presunta comisión del delito contra la Fe Pública - Uso de Documento Pú-
blico Falso en agravio de Reider Soto Fuentes y del Estado Peruano (véase
folios veintiséis a veintiocho).

44
DETENCIÓN PREVENTIVA

2.- Dicha resolución es apelada por el referido procesado con fecha veintinueve
de octubre del año dos mil diez, habiéndose concedido el citado recurso im-
pugnatorio mediante resolución de fecha dieciséis de noviembre del mismo
año, tal como consta a fojas sesenta y uno.
CONSIDERANDO:
PRIMERO.- El apelante al fundamentar su recurso de fojas treinta y ocho a
cuarenta y cuatro, sostiene que el A quo no ha realizado una debida motivación
para imponerle tan grave medida coercitiva; pues no existe prueba alguna que
lo vincule como autor del hecho que se le imputa (uso de documento público
falso), ya que no existe pericia grafotécnica que determine que la licencia de
conducir del señor Reyder Soto Fuentes sea falsa, ni mucho menos que el
recurrente lo haya falsificado; señalando además que no se ha efectuado una
correcta tipificación del hecho que se le imputa; asimismo refiere que no existe
posibilidad de eludir la acción de la justicia o perturbar la acción probatoria,
pues tiene domicilio conocido, donde vive con su familia, además de laborar
en la Marina de Guerra del Perú, desde hace más de dieciséis años, por lo que
se acreditaría el arraigo; solicitando de esta manera la revocación del mandato
de detención por el de comparecencia.
SEGUNDO.- Que, la imputación sostenida por el Representante del Mi-
nisterio Público en el caso que nos ocupa consiste en que el procesado Lenin
Miro Castro Castro, habría venido utilizando la licencia de conducir de Reider
Soto Sifuentes, quien lo había extraviado el diecinueve de agosto del año dos
mil cinco, cuando se encontraba por las inmediaciones de la Avenida Tacna -
Cercado de Lima, siendo el caso que cuando se acercó a las oficinas del SAT
con el objeto de verificar posibles infracciones al Reglamento de Tránsito, fue
informado que presentaba doce infracciones cometidas a bordo del vehículo de
placa de rodaje RQ guión mil trescientos trece de propiedad del denunciado.
TERCERO.- El Mandato de Detención previsto en nuestro ordenamiento
jurídico procesal penal vigente, puede ser entendido como la medida de coer-
ción procesal penal de naturaleza personal de mayor gravedad; consistente en
la privación provisional del derecho de libre desplazamiento de la persona que
se encuentra sujeta a un proceso penal en calidad de imputado; lo que conlleva
al internamiento del sujeto en un establecimiento penitenciario con la finalidad
de evitar que eluda la acción de la justicia o perturbe la actividad probatoria(1).
CUARTO.- Por su severidad la detención debe de ordenarse como la “última
ratio” de los medios de coerción, para lograr la sujeción del imputado al proceso

(1) Vid. San Martín Castro, Derecho Procesal Penal, Lima, Grijley, 2006, p. 1123.

45
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

y evitar la perturbación de la actividad probatoria; por ello se exige la concu-


rrencia de tres presupuestos enunciados en el artículo ciento treinta y cinco del
Código Procesal Penal –modificado por la Ley número veintisiete mil setecientos
cincuenta y tres, y por la Ley veintiocho mil setecientos veintiséis–, los cuales
son: i) prueba suficiente, esto es que existan suficientes elementos probatorios
de la comisión de un delito que vincule al imputado como autor o partícipe del
mismo; ii) prognosis de la pena: que la sanción a imponerse o la suma de ellas
sea superior a un año de pena privativa de libertad o que existan elementos pro-
batorios sobre la habitualidad del agente al delito; y iii) peligro procesal: que
existan suficientes elementos probatorios para concluir que el imputado intenta
eludir la acción de la justicia o perturbar la acción probatoria. Estos presupuestos
deben presentarse de manera concurrente, y en caso no concurran de manera
conjunta la detención corporal del procesado, se hace innecesaria bastando el
mandato de comparecencia para los efectos del proceso.
QUINTO.- De la revisión de los actuados y bajo los argumentos normativos
antes esgrimidos, se advierte que en relación al primer supuesto (suficiencia
probatoria) no se aprecia en autos elementos indiciarios que vinculan al pro-
cesado con el delito que se le imputa (uso de documento público falso), pues
la licencia de conducir del agraviado Reider Soto Fuentes, que en fotocopia
certificada obra a fojas cuatro, resulta ser auténtica, conforme lo ha señalado
el propio agraviado en su manifestación a nivel policial de fojas trece,
quien manifestó que dicho documento es original y que se le extravió el
diecinueve de agosto del año dos mil cinco, en circunstancias que transitaba
por la Avenida Tacna en el Cercado de Lima, formulando la denuncia por
pérdida en la comisaría del sector; asimismo en cuanto al segundo supuesto,
se aprecia que el delito incriminado al apelante se encuentra sancionado en
el segundo párrafo del artículo cuatrocientos veintisiete del Código Penal,
que establece una sanción no menor de dos ni mayor de diez años de pena
privativa de la libertad, imposición penal que quedará a valoración del
Juzgador; empero para efectos de una prognosis de la pena a imponérsele,
de ser acreditada su responsabilidad, teniendo en cuenta lo señalado en el
considerando precedente es de considerar que la probable pena no sería
efectiva; finalmente en cuanto al tercer supuesto, relacionado con el peligro
procesal, es de verse que en autos no se presentan circunstancias objetivas
que permitan fortalecer el latente peligro procesal, puesto que el procesado
recurrente se encuentra plenamente identificado conforme se aprecia de su
ficha RENIEC que obra a fojas diecinueve, además cuenta con domicilio
conocido, tal como se desprende de la ficha de registro de propiedad de su
vivienda ubicado en el lote tres manzana B del Programa de Vivienda las
Viñas de Naranjal V Etapa en el distrito de San Martín de Porres, conforme

46
DETENCIÓN PREVENTIVA

se aprecia a fojas cuarenta y siete a cuarenta y nueve; dirección domiciliaria


que se corrobora con la copia de Recibo de Servicios de Luz, expedidos por
la empresa EDELNOR, conforme obra a fojas cincuenta; asimismo cuenta
con trabajo conocido, tal como se desprende de la liquidación de pago de re-
muneraciones del mes de enero del año dos mil once, expedido por la Marina
de Guerra del Perú, institución castrense al cual presta servicio hace más de
dieciséis años, conforme se aprecia a fojas noventa y uno; por lo que, al no
concurrir de manera copulativa los presupuestos materiales exigidos por el
artículo ciento treinta y cinco del Código Procesal Penal para la procedencia
de la detención, tanto más si se considera que la libertad es la regla y la de-
tención la excepción, resulta menester revocar la medida coercitiva dictada
de conformidad al artículo ciento cuarenta y tres del Código Procesal Penal.
Consideraciones por las cuales;
FALLO:
REVOCARON el auto de fecha catorce de setiembre del dos mil diez, de
fojas veintiséis a veintiocho, en el extremo que dictó mandato de detención con-
tra el encausado Lenin Miro Castro Castro por la presunta comisión del delito
contra la Fe Pública - Uso de Documento Público Falso en agravio de Reider
Soto Fuentes y del Estado Peruano;
REFORMÁNDOLA: Dictaron Mandato de Comparecencia Restringida
en contra del procesado Lenin Miro Castro Castro, sujeto a las siguientes
reglas de conducta: a) no variar de domicilio sin previo aviso al Juzgado,
b) cumplir con las citaciones y mandatos judiciales, c) concurrir cada noventa
días al secretario del Juzgado para dar cuenta de sus actividades y registrar su
firma en el Libro correspondiente; bajo apercibimiento de reordenarse la medida
de detención; DISPUSIERON: Que por Secretaría de Mesa de Partes, se oficie
a la autoridad competente a fin de levantar las órdenes de captura decretado en
contra del procesado; notificándose y los devolvieron.

47
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

005. Detención preventiva: Necesidad de concurrencia de


los requisitos legales
El Fiscal ha señalado que efectuada la prognosis de pena, esta
superaría un año de pena privativa de la libertad, pero que
también es cierto que atendiendo a las circunstancias en que
se ha cometido el ilícito penal, y a la conducta del procesado,
se presume que este va pretender eludir la acción de la justicia
y/o perturbar la actividad probatoria. No obstante, el artículo
135 del Código Procesal Penal vigente establece que los tres
presupuestos legales de la detención deben concurrir a la vez,
por lo que no procede ordenar la detención.

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA


QUINTA SALA PENAL PARA PROCESOS CON REOS LIBRES

S.S. VIDAL MORALES, GONZALES HERRERA, GÓMEZ MARCHISIO

Resolución Nº 605
Expediente Nº 181-2010-“A”
Materia: Apelación del Mandato de Comparecencia Restringida por De-
tención.
Lima, 14 de junio de 2010

AUTOS y VISTOS; interviniendo como Ponente la señora Juez Superior


Gomez Marchisio; y, de conformidad con el dictamen del Fiscal Superior obrante
de fojas cuarentinueve a cincuenta.
ASUNTO:
Es materia de grado la apelación interpuesta por el Representante del Mi-
nisterio Público, contra el auto de apertura de instrucción obrante en copias
certificadas de fojas treinticinco a treintiocho, su fecha veintinueve de Diciem-
bre del dos mil nueve, en el extremo que ordena mandato de comparecencia
restringida en contra de Gretty Antoniel Arévalo Álvarez, quedando sujeta a
la ejecución de reglas de conducta, en el proceso que se le sigue como pre-
sunta autora del delito contra el patrimonio - Hurto Agravado, en agravio de
Cai Guarín, y por delito contra la Fe Pública - Falsedad Genérica, en agravio
del Estado.

48
DETENCIÓN PREVENTIVA

CONSIDERANDO:
PRIMERO.- El Representante del Ministerio Público dentro de sus argumen-
tos expuestos en su apelación sostiene que el Juez se ha equivocado al considerar
que en el presente caso no concurren los presupuestos para se dicte mandato de
detención, toda vez que sí se advierten que existen elementos probatorios de la
comisión de los ilícitos penales, así como el hecho de que efectuada la prognosis
de pena, ésta superaría un año de pena privativa de la libertad, también es cierto
que atendiendo a las circunstancias en que se ha cometido el ilícito penal, y a
la conducta de la procesada, nos conduce a presumir que ésta va ha pretender
eludir la acción de la justicia y/o perturbar la actividad probatoria.
SEGUNDO.- Que, el artículo ciento treinticinco del Código Procesal Penal
vigente establece que: “El juez puede dictar mandato de detención si atendien-
do a los primeros recaudos acompañados por el Fiscal Provincial sea posible
determinar (...)”, señalando a continuación tres presupuestos legales que deben
concurrir a la vez, y, son: a) Suficiencia Probatoria; b) Prognosis de Pena, y c)
Peligro procesal, este último requisito nos señala: “suficientes elementos pro-
batorios para concluir que el imputado intente eludir la acción de la justicia o
perturbar la acción probatoria. No constituye criterio suficiente para establecer
la intención de eludir a la justicia, la pena prevista en la Ley para el delito que
se le imputa (...)”,
TERCERO.- Asimismo, cabe señalar que la valoración de los fundamentos
alusivos a la responsabilidad del imputado, deben ser merituados dentro del
desarrollo del proceso penal, en tal sentido no corresponden ser dilucidados en
la presente vía incidental; asimismo, el Juzgador tiene la facultad discrecional
para dictar mandato de comparecencia con restricciones, imponiendo como re-
glas de conducta, alguna y/o todas las alternativas contempladas en el artículo
ciento cuarentitrés del Código Procesal Penal, considerándose que en el presente
proceso las reglas de conducta han sido dictadas con la finalidad de garantizar la
presencia de la procesada en los actos de investigación y juzgamiento, restric-
ciones que se rigen por los principios de necesidad y proporcionalidad;
CUARTO.- Ahora bien, en el presente caso, que el artículo dos, inciso
vigésimo cuarto, literal B) de la Constitución Política del Estado, establece
que no se permite forma alguna de restricción de la libertad personal, salvo en
los casos previstos por Ley, advirtiéndose de los actuados, que la procesada ha
cumplido con prestar su manifestación policial, e incluso ha señalado domicilio
conocido, situaciones que no hace presumir que la imputada pueda eludir la
acción de la justicia o perturbar la actividad probatoria, máxime si el proceso

49
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

aún se encuentra en plena investigación judicial [Etapa de Instrucción]; por lo


tanto no resulta atendible lo solicitado. Fundamentos por los cuales
FALLO RESOLUTIVO:
CONFIRMARON: el auto de apertura de instrucción obrante en copias
certificadas de fojas treinticinco a treintiocho, su fecha veintinueve de Diciem-
bre del dos mil nueve, en el extremo que ordena mandato de Comparecencia
Restringida en contra de Gretty Antoniel Arévalo Álvarez, quedando sujeto a
la ejecución de reglas de conducta, en el proceso que se le sigue como presunta
autora el delito contra el patrimonio - Hurto Agravado, en agravio de Cai Gua-
rín, y por delito contra la Fe Pública - Falsedad Genérica en agravio del Estado,
notificándose y los devolvieron.

50
DETENCIÓN PREVENTIVA

006. Detención preventiva: Carácter correlativo de la con-


currencia de requisitos legales
Si bien los presupuestos materiales de la detención deben con-
currir copulativamente en el caso concreto, también es de poner
en evidencia que la concurrencia tiene que se correlativa, esto
es, primero debe verificarse los suficientes elementos proba-
torios que sirvan para vincular al imputado con la conducta
delictiva atribuida y si ello se verifica recién se pasará a analizar
el siguiente presupuesto y así sucesivamente.

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA


TERCERA SALA ESPECIALIZADA EN LO PENAL PARA PROCESOS
CON REOS EN CÁRCEL

S.S. SALINAS SICCHA


MEZA WALDE
ZAPATA CARBAJAL

Resolución Nº 1054
Expediente Nº 29800-10
Lima, 13 de diciembre de 2010

AUTOS Y VISTOS: el cuaderno incidental originado por el recurso de


apelación interpuesto por el procesado Luis Enrique Bazalar Vertiz a la medi-
da coercitiva de detención en el proceso que se le sigue por el delito contra el
patrimonio - Hurto agravado en agravio de Joel Aldo Barrientos Huamán y la
Empresa Minera Emproyec S.A.C., y ATENDIENDO:
PRIMERO.- El procesado Luis Enrique Bazalar Vertiz por recurso de fojas
cincuenta y uno a fojas cincuenta y dos interpuso apelación a la medida coercitiva
de detención alegando que en el caso no se ha cumplido con sustentar debida-
mente la concurrencia de los presupuestos exigidos en el artículo ciento treinta
y cinco del Código Procesal Penal, pues no se ha considerado que se encuentra
plenamente identificada su identidad con documento nacional de identidad y
tiene domicilio cierto, además que al aceptar los cargos imputados se muestra
arrepentido por lo que se entiende que no existe peligro de fuga ni obstáculo
para la investigación de los hechos materia de imputación.

51
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

SEGUNDO.- Que, en el apartado tres punto dos del auto de procesamiento se


fundamenta la medida de detención considerando que existen suficientes elemen-
tos probatorios de la comisión del delito que vinculan al imputado Luis Enrique
Bazalar Vertiz como presunto autor del mismo, en base a las conclusiones a las
que a ha arribado el sumario policial, a la forma, modo y circunstancias en que
se ha producido su aprehensión policial y más aún si el mismo ha reconocido
ser autor del delito imputado. Además hay razones que permiten concluir que el
imputado intenta eludir la acción de la justicia o perturbar la acción probatoria,
toda vez que si bien se encuentra registrado en la RENIEC no ha acreditado
con documento idóneo que tenga el mismo domicilio a la fecha, tampoco ha
acreditado con documento idóneo que cuente con actividad laboral alguna, y a
la fecha el denunciado no ha identificado plenamente a los demás participantes
de los hechos ilícitos denunciados, por lo que se da de manera concurrente los
elementos a que hace referencia el artículo ciento treinta y cinco del Código
Procesal Penal.
TERCERO.- Que, de acuerdo al artículo ciento treinta y cinco del Código
Procesal Penal para imponer la medida coercitiva de detención se requiere sufi-
cientes elementos probatorios que vinculen al procesado con el delito que se le
atribuye, así mismo se requiere que el delito que se le atribuye esté sancionado
con una pena privativa de libertad superior a un año y que existan suficientes
elementos probatorios para concluir que el imputado intentará eludir la acción
de la justicia o perturbar la actividad probatoria y que todos estos presupuestos
materiales deben concurrir copulativamente.
CUARTO.- Si bien los presupuestos materiales deben concurrir copulati-
vamente en el caso concreto, también es de poner en evidencia que la concu-
rrencia tiene que se correlativa, esto es, primero debe verificarse los suficientes
elementos probatorios que sirvan para vincular al imputado con la conducta
delictiva atribuida y si ello se verifica recién se pasará a analizar el siguiente
presupuesto y así sucesivamente. Ello significa que deberá verificarse si existen
elementos probatorios que sirvan para determinar preliminarmente si los hechos
han ocurrido en la realidad y luego medios probatorios que sirvan para determinar
preliminarmente si el imputado ha participado o ha realizado alguna conducta
tendiente a lograr la comisión del hecho imputado, circunstancias que sin duda
deben aparecer en forma clara y concreta en la denuncia fiscal así como en el
auto de procesamiento como correlato del principio del deber de motivación
que ampara la Constitución Política del Estado en el artículo ciento treinta y
nueve inciso quinto.

52
DETENCIÓN PREVENTIVA

QUINTO.- Que en tal sentido, de la lectura de los argumentos fácticos de la


denuncia fiscal de fojas treinta y tres a fojas treinta y cuatro, así como del auto
de procesamiento de fojas treinta y cinco a fojas cuarenta y dos, se advierte que
aparece señalada la forma y circunstancias de cómo habría cometido el delito de
hurto agravado, por lo que siendo así también se evidencia que en la denuncia
y el auto de procesamiento se indica los elementos probatorios suficientes que
sirven para determinar que el imputado ha cometido los hechos imputados, ya
reconocidos por este.
SEXTO.- Que, siendo así debemos concluir que el primer presupuesto
material que sustenta la medida coercitiva de detención, aparece corroborado
de forma clara en el extremo del auto de procesamiento que impuso la citada
medida; y, en lo que respecta a la sanción a imponerse al efectuar la prognosis
de pena, esta sería superior al año de privación de la libertad; asimismo existen
elementos probatorios que evidencien el peligro procesal como correctamente
ha fundamentado en forma objetiva el A quo para imponer la medida coercitiva
cuestionada, por lo que el auto de procesamiento en el extremo impugnado se
encuentra arreglado a ley.
Por estos fundamentos se RESUELVE: CONFIRMAR el auto de procesa-
miento de fojas treinta y cinco a fojas cuarenta y dos en el extremo que dispone
mandato de DETENCIÓN en contra del procesado Luis Enrique Bazalar Vertiz
en el proceso que se le sigue por el delito contra el patrimonio - Hurto agravado
en agravio de Joel Aldo Barrientos Huamán y la Empresa Minera Emproyec
S.A.C.; Notificándose y los devolvieron.

53
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

007. Detención preventiva: Finalidad de evitar peligro de


reiteración delictiva
Otro de los peligros procesales que se pretende evitar con la
prisión preventiva está referido al peligro de reiteración delic-
tiva, señalando la doctrina que existen dos grandes grupos de
criterios para acordar una prisión preventiva basada en este pe-
ligro, destinado a evitar una infracción concreta determinada:
1) criterios relativos al delito cometido y las circunstancias de
su comisión; y 2) criterios referidos al hecho esperado y que se
pretende evitar. Luego, respecto al segundo bloque de motivos,
se ha de tener presente dos condiciones básicas: la gravedad
del delito presumido y la naturaleza del delito esperado.

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA


QUINTA SALA ESPECIALIZADA EN LO PENAL PARA PROCESOS
CON REOS LIBRES

S.S. VIDAL MORALES


GONZALES HERRERA
GÓMEZ MARCHISIO

Resolución N° 400
Expediente 107-2010 “A”
Lima, 20 de mayo de 2010

AUTOS Y VISTOS: interviniendo como Juez Superior Ponente el Señor


Vidal Morales; oído el informe oral; y CONSIDERANDO: PRIMERO: Que,
es materia de grado en la presente incidencia el auto apertorio de instrucción
que obra en copia certificada a fojas cuatrocientos treinta y cinco, y siguientes,
su fecha veintitrés de diciembre del dos mil nueve, EN EL EXTREMO: Que
ordena: “Mandato de Detención contra Óscar Manuel Visalot Paredes”, en el
proceso que se le sigue al antes citado como presunto autor del delito contra la
Libertad –Violación Sexual en la modalidad de VIOLACIÓN SEXUAL DE
MENOR DE EDAD, ACTOS CONTRA EL PUDOR DE MENORES DE CA-
TORCE AÑOS y OFENSAS AL PUDOR PÚBLICO EN LA MODALIDAD
DE POSESIÓN, PROMOCIÓN, FABRICACIÓN O EXHIBICIONISMO DE
PORNOGRAFÍA INFANTIL (resolución aclarada en el sentido que la vía

54
DETENCIÓN PREVENTIVA

procedimental correspondiente es la vía ordinaria/fojas quinientos veinticinco


y siguientes); impugnación efectuada por el procesado Óscar Manuel Visalot
Paredes (reo ausente) a fojas quinientos veintiocho y siguientes; SEGUNDO.-
El procesado‑recurrente Óscar Manuel Visalot Paredes (reo ausente), alega que
no se valoró adecuadamente las pruebas actuadas en la investigación preliminar,
toda vez que sostener relaciones sexuales con menor de catorce a dieciocho años
sin violencia o amenaza no constituye delito sin embargo se abrió proceso penal
con mandato de detención por hecho atípico e inexistente, teniendo en cuenta
solo la prueba forense de evaluación psicológica hecha indebidamente en la
Dirección de Criminalística de la Policía Nacional y no ante la Oficina Médico
Legal –Cámara Gessell–; alegando además que durante la investigación preli-
minar no fue notificado para formular sus descargos; TERCERO.- De manera
ilustrativa cabe expresar, que la DETENCIÓN es una medida cautelar personal,
cumple la función de asegurar el mantenimiento de un estado de hecho o de
derecho durante el desarrollo de un proceso, en tal sentido garantiza la sujeción
del imputado al proceso penal bajo estrictas garantías, así como también la
fluidez de su desarrollo, evitando de esta forma eventuales acciones orientadas
a la destrucción o contaminación de la fuentes de prueba utilizables; ello con la
finalidad de asegurar la investigación del delito o de la sujeción de la pena que
se pueda imponer, ya que de otro modo se perturbaría la persecución penal, y
además se estaría facilitando posibles frustraciones en los actos de investigación;
es pues una medida judicial necesaria prevista en los ordenamientos jurídicos
y que obedece a principios de necesidad, provisionalidad y proporcionalidad;
CUARTO.- Doctrinariamente se expone: Que otro de los peligros procesales
que se pretende evitar con la prisión preventiva está referido al peligro de rei-
teración delictiva, señalando: César San Martín Castro, “Existen dos grandes
grupos de criterios para acordar una prisión preventiva basada en este peligro,
destinado a evitar una infracción concreta determinada: 1) criterios relativos al
delito cometido y las circunstancias de su comisión; y 2) criterios referidos al
hecho esperado y que se pretende evitar. (...) Respecto al segundo bloque de
motivos, se ha de tener presente dos condiciones básicas: la gravedad del delito
presumido y la naturaleza del delito esperado” (el subrayado es nuestro). DE-
RECHO PROCESAL PENAL, VOL 2, SEGUNDA EDICIÓN, EDITORIAL
GRIJLEY, LIMA-PERÚ, 2006, PÁGS. 1123 al 1127.; QUINTO.- Así mismo,
se tiene presente la Declaración de los Derechos del Niño (Asamblea General
de las Naciones Unidas, 20 de noviembre de 1959), principio 20: “El niño gozará
de una protección especial y dispondrá de oportunidades y servicios, dispensando
todo ello por la ley y por otros medios, para que pueda desarrollarse física,
mental, moral, espiritual y socialmente en forma saludable y normal, así como

55
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

en condiciones de libertad y dignidad”, igualmente el artículo 3 de la Convención


sobre los Derechos del Niño, dispone que: “1. En todas las medidas concernientes
a los niños que tomen las instituciones públicas o privadas del bienestar social,
los tribunales, las autoridades administrativas o los órganos legislativos, una
consideración primordial a que se atenderá, será el interés superior del niño”.
El subrayado es nuestro (CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HU-
MANOS, OPINIÓN CONSULTIVA OC-17/2002, DEL 28 DE AGOSTO DEL
2002, SOLICITADA POR LA COMISIÓN INTERAMERICANA DE DERE-
CHOS HUMANOS, “CONDICIÓN JURÍDICA Y DERECHOS HUMANOS
DEL NIÑO, PÁG. 61).; precisamente por la protección que las presuntas víctimas
de este grupo erario requieren; SEXTO: Además el Tribunal Constitucional en
el Expediente Nº 3629-2005-PHC/HC, ha expuesto respecto al peligro procesal
lo siguiente: fundamento 4: “(...) más allá de que existan indicios o medios
probatorios que vinculan razonablemente al inculpado con la comisión del hecho
delictivo y más allá del quantum de la eventual pena a imponerse, exista el
peligro de fuga o peligro de entorpecimiento de la actividad probatoria. La
existencia de estos dos últimos riesgos es lo que en doctrina se denomina como
peligro procesal”; fundamento 6 “la existencia o no del peligro procesal debe
determinarse a partir del análisis de una serie de circunstancias que pueden tener
lugar antes o durante el desarrollo del proceso y que están ligadas, fundamen-
talmente con los antecedentes del procesado, su situación profesional, el cargo
que detenta, su situación familiar y social dentro de la comunidad con las acti-
tudes y valores morales del procesado, su ocupación, sus bienes, sus vínculos
familiares y todo otro factor que permita concluir, con un alto grado de objeti-
vidad, que la libertad del inculpado, previa a la determinación de su eventual
responsabilidad, pone en serio riesgo el correcto desenvolvimiento de la labor
de investigación y la eficacia del proceso, además deben existir elementos que
permitan prever que el imputado cometa actos que perturben la actividad pro-
batoria”; SÉTIMO.- Que de acuerdo a la normatividad procesal penal vigente,
el a quo al momento de calificar la denuncia debe verificar atendiendo a los
primeros recaudos acompañados por el Fiscal Provincial en su denuncia Penal,
la concurrencia de los requisitos señalados en el artículo setentisiete del Código
de Procedimientos Penales, y de optar por aperturar proceso penal contra él o
los imputados, verificar la concurrencia simultanea de los requisitos que señala
el artículo ciento treinticinco del Código Procesal Penal para dictar si corresponde
la medida de coerción personal –Detención–, como son: “a).- Que existen sufi-
cientes elementos probatorios de la comisión de un delito que vincule al imputado
como autor o partícipe del mismo. (...); b).- Que la sanción a imponerse o la
suma de ellas sea superior a un año de pena privativa de la libertad o (...); y

56
DETENCIÓN PREVENTIVA

c).- Que existen suficientes elementos probatorios para concluir que el imputado
intenta eludir la acción de la justicia o perturbar la acción probatoria (...)”; ello
contrastado con lo desarrollado en la doctrina y jurisprudencia al respecto;
OCTAVO.- Por lo antes expuesto se colige: A)- LA CONCURRENCIA DE
SUFICIENTES ELEMENTOS PROBATORIOS QUE VINCULAN AL IMPU-
TADA COMO AUTOR DE LA COMISIÓN DEL DELITO DOLOSO SUB­
JÚDICE, estando a las diligencias actuadas a nivel preliminar y plasmadas en
el atestado policial, como son las manifestaciones coherentes y detalladas de
las menores agraviadas respecto a la forma en que sucedieron los hechos de-
nunciados, contando con la presencia de un representante del Ministerio Público,
entre las cuales está la sindicación directa efectuada por la menor K.C.L.M. (12
años/ fojas trescientos treinta y nueve y siguientes), en el sentido que conoce al
procesado ya que le dicen “pelambre”, empero este le pidió que lo llamara con
confianza “Manuel”, persona a la que le hizo sexo oral –felatio–, a su pedido,
empero ignoraba que la había filmado con una cámara pequeña –Sony–, ente-
rándose de ello por su amiga –Yoselyn–; así mismo describe al detalle la casa
por fuera y la habitación en la cual el procesado realizó los hechos ilícitos de-
nunciados; versión corroborada con la manifestación de las menores C.P.V (15
años/trescientos cincuenta y siguientes), señalando que conocí a “Manuel”, por
unas amigas, habiendo tenido relaciones sexuales en dos oportunidades pagán-
dole treinta nuevos soles (versión que guarda coherencia con el Certificado
Médico Legal Nº 074929-CLS de fojas ciento treinta y uno, el mismo que con-
cluye: “presenta signos de desfloración antigua”; así mismo obra las copias
certificadas del Protocolo de Pericia Psicológica de fojas ciento ochenta y siete
y siguientes, informando sobre la situación emocional de la menor a consecuencia
de la agresión sexual sufrida por parte del procesado); tiene conocimiento que
“Manuel” tuvo relaciones sexuales con otras menores ya que él mismo se lo
contó, le dijo también que le gustaba “Karime” de doce años, habiendo visto
dos grabaciones donde el procesado le ponía la cabeza de su pene en su vagina
y cuando le dolía lo sacaba, también la tocaba besaba y ambos se hacían sexo
oral, la cámara la tiene “Alexa” y la memoria la tiene el procesado; Manuel
también le contó que tiene una niña de trece años llamada Celeste pero no la ve,
al estar separada de su esposa ya que se enteró que el procesado había tenido
relaciones sexuales con una amiga del colegio de su hija; también obra la ma-
nifestación de la menor agraviada J.A.G.L. (16 años/ trescientos sesenta y si-
guientes), quien igualmente sindica directamente al procesado como la persona
que las llevaba junta a sus amigas en un carro negro a comer, tomar helado e
incluso a su casa, la cual describe al detalle y señala con quienes vive (papá,
mamá, hermana y sobrinos), lugar donde le pasó su mano por su vagina, la besó

57
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

y chupó su vagina introduciéndole uno de sus dedos, beso sus pompas; actos
que realizó en diferentes oportunidades, conociendo que existen videos con
imágenes de menores completamente desnudas en las que se encuentra su amiga
la menor agraviada signada con las siglas K.C.L.M. (12 años); Además está la
sindicación que realizan las menores de edad M.Y.S.A. (13 años/ fojas trescientos
cinco, y siguientes), H.J.G.U. (14 años/ fojas trescientos nueve y siguientes), y
I.C.V.L. (15 años/ fojas trescientos cuarenta y cuatro); quienes describen el
vehículo de placa de Rodaje “CII‑650, Chevrolet, modelo chevy taxi, color
negro; auto en el cual “Manuel” (procesado) las abordaba al ingreso y egreso
de sus respectivos centros educativos, con el fin de que subieran y realizar to-
camientos indebidos a dichas menores a cambio de una compensación económica
u obsequios; Aunado a ello se cuenta entre otros con: a)- Testimonial de María
Julissa Alegre Cosar (17 años/fojas trescientos sesenta y nueve y siguientes),
quien conoce a “Manuel” por medio de la agraviada J.A.G.L. (16 años), dicién-
dole esta última que el procesado tocaba su cuerpo e incluso sus senos y partes
íntimas, le tomaba foto con sus amigas desnudas, lo masturbó en su carro por
diez soles, además grababa en video cuando tenían sexo con niñas de doce años
entre ellas “karime”; b)- Actas de Trascripción de Audio de una conversación
telefónica entre la menor M.Y.S.A. (13 años) y el procesado Óscar Manuel
Visalot Paredes, insistiendo para verla como si tuvieran una relación sentimental,
la llamada fue recibida del Teléfono Celular N° 01989974603 con el nombre de
“Pelao”, perteneciente a Óscar Manuel Visalot Paredes conocido como “Manuel”,
al Nº 01997764929 de la menor M.Y.S.A. (13 años) (Acta de fojas doscientos
veintitrés y siguiente; así como el acta de fojas doscientos cincuenta y siete y
siguientes); c)- Libreta de apuntes color azul, perteneciente al procesado Óscar
Manuel Visalot Paredes, entregado por la menor M.Y.S.A. (13 años), al tomarla
del vehículo negro de placa de rodaje: “CII-670”, en la cual se registra nombres
y teléfonos y correos electrónicos de menores de edad (fojas doscientos trece);
d) Acta de Reconocimiento fotográfico del inmueble sito en la Avenida Del Río
N° 215 - Pueblo Libre, que fuera descrito por las menores agraviada con preci-
sión; e)- Certificado Médico Legal practicado a la menor agraviada signada con
las siglas C.P.V (15 años/fojas ciento treinta y uno), y pericias psicológicas de
las menores agraviadas (fojas ciento cuarenta y dos y siguientes; ciento cuarenta
y seis, y siguientes; ciento cincuenta y uno, y siguientes, ciento cincuenta y
cuatro, y siguientes; ciento cincuenta y nueve, y siguientes; ciento sesenta y
nueve, y siguientes; ciento ochenta y siguientes, ciento ochenta y cuatro, y si-
guientes, ciento ochenta y siete, y siguientes), en donde relatan la forma y cir-
cunstancias en que se habrían producido los actos ilícitos denunciados - acto
sexual y tocamientos indebidos a menores de edad; concluyéndose en ellos que

58
DETENCIÓN PREVENTIVA

las víctimas son personas fácilmente persuadidas y/o influenciables, lo cual


permite que sean aprovechadas para satisfacer requerimientos a cambio de fa-
vores impropios poniendo en riesgo su integridad psico-sexual en beneficio de
terceros; f)Acta de Visualización de llamadas y Mensajes de texto del Teléfono
Celular Nº 997764929, en el cual se aprecia llamadas y mensajes de texto reci-
bidas del Teléfono Celular Nº 01989974603 con el nombre de “Pelao”, perte-
neciente a Óscar Manuel Visalot Paredes conocido como “Manuel” (fojas
doscientos treinta y dos, y siguientes); g)- Acta de Reconocimiento Fotográfico
de Fichas RENIEC, por parte de la agraviada M.Y.S.A. (13 años), quien reco-
noció plenamente de manera consciente y voluntaria al procesado como la
persona que le realizó tocamientos en sus partes íntimas (senos, vagina, nalgas)
y que se identifica con el nombre de “Manuel” (fojas doscientos cuarenta y
cuatro, y siguientes); h)- Acta de Reconocimiento Fotográfico de Inmueble sito
en la Avenida Del Río Nº 215 Pueblo Libre (fojas doscientos cincuenta y uno y
siguientes), por parte de la menor agraviada M.Y.S.A. (13 años), indicando que
es el domicilio del procesado Óscar Manuel Visalot Paredes, conocido como
“Manuel”, lugar donde la hacía ingresar para realizar tocamientos en sus partes
íntimas, indica además que el procesado tiene en su computadora archivos de
fotografías de sus compañeras de colegio y otras menores de edad desnudas y
otras manteniendo relaciones sexuales; B) CONCURRENCIA RESPECTO A
LA PROGNOSIS DE LA PENA PROBABLE, DEBIENDO VALORARSE: I)
LA LESIVIDAD DEL BIEN JURÍDICO PROTEGIDO; II) LA MODALIDAD
EMPLEADA; Y III) SI CONCURREN CIRCUNSTANCIAS QUE ATENÚEN
LA PENALIDAD; elementos de juicio que permiten estimar, que la pena a
imponerse supere el límite establecido por ley (pena superior a un año), obser-
vándose en el presente proceso que la pena probable sobrepasa en exceso el
mínimo señalado, ello en atención a la naturaleza del hecho incriminado, la
forma, circunstancias y modalidad empleada, para poder apreciar la temeridad
y gravedad del accionar del procesado, lo cual evidencia su peligrosidad al poner
en peligro y/o riesgo el correcto desarrollo físico-psicológico de los menores de
edad; con la subsiguiente alarma social e inseguridad ciudadana que crea este
tipo de actos delictivos, ya que el bien jurídico protegido es primordialmente
valioso, pues se protege la libertad sexual de menores de edad; C) CONCU-
RRENCIA DE PELIGRO Y/O RIESGO PROCESAL, el cual constituye el
verdadero sustento de la medida cautelar, que se aplicará cuando sea previsible
que el procesado por sus antecedentes, rehúya el juzgamiento (peligro de fuga)
o perturbe la actividad probatoria (peligro de entorpecimiento), por lo que, con
arreglo al análisis formulado resulta de complemento ponderar que por la sanción
prevista en nuestro ordenamiento penal existe el riesgo de que el procesado trate

59
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

de perturbar la actividad probatoria, al advertirse su falta de colaboración con


el esclarecimiento de los hechos, al no concurrir a nivel policial a rendir su
manifestación respecto al ilícito que se le imputa, aun cuando personal policial
se constituyó al domicilio que registra en su ficha RENIEC, sito en la Avenida
Del Río Nº 215 -Pueblo Libre, donde dicha citación se dejó a Manuel Visalot
Chávez (padre del procesado), quien se negó a firmar conforme se aprecia del
rubro “W”, del acápite IV referido al análisis y evaluación de los hechos plas-
mado en el ATESTADO POLICIAL Nº 155-2009-DIRINCRI­PNP/DIVINDAT-
D2-E1 (fojas cuarenta y tres), y Parte Policial N° 569-2009-DIRINCRI-PNP/
DIVINDAT-D2-E1; lo que motivo sea declarara REO AUSENTE; por consi-
guiente en virtud a los considerandos precedentes se observan que los elementos
que instauran la presente instrucción, resultan suficientes para resolver la medida
coercitiva de Detención, cuyo valor probatorio tiene que ser corroborado o
desvirtuado en la etapa de instrucción; encontrándose la resolución emitida por
el A-quo materia de grado dentro de sus facultades con arreglo a ley; fundamentos
por los cuales este Superior Colegiado CONFIRMARON el auto apertorio de
instrucción que obra en copia certificada a fojas cuatrocientos treinta y cinco, y
siguientes, su fecha veintitrés de diciembre del dos mil nueve, EN EL EXTRE-
MO: Que ordena: “Mandato de Detención contra Óscar Manuel Visalot Paredes”
DISPUSIERON: Se cursen los OFICIOS para su UBICACIÓN Y CAPTURA
con arreglo a ley, tomando las medidas necesarias para garantizar su cumpli-
miento; MANDARON: Devolver el presente incidente al Juzgado de origen, a
fin de ser anexado al expediente principal signado con el Nº 438-2009 (53467-
09/originario del Cuadragésimo Primer Juzgado Penal de Lima), proceso seguido
contra Óscar Manuel Visalot Paredes por el delito contra la Libertad Sexual –
VIOLACIÓN DE LA LIBERTAD SEXUAL DE MENOR DE EDAD–, en
agravio de la menor signada con la clave: C.P.V.; por el delito de ACTOS CON-
TRA EL PUDOR DE MENORES DE CATORCE AÑOS-, en agravio de las
menores signadas con las claves: M.Y.S.A. y otras, por el delito de OFENSAS
AL PUDOR PÚBLICO EN LA MODALIDAD DE POSESIÓN, PROMOCIÓN,
FABRICACIÓN O EXHIBICIÓN DE PORNOGRAFÍA INFANTIL en agravio
de la menor de clave M.Y.S.A. y otras.

60
DETENCIÓN PREVENTIVA

008. Suficiencia probatoria: Elementos configurativos


La suficiencia probatoria exige una razonada fundamentación
probatoria no solo sobre la existencia del delito, sino funda-
mentalmente sobre la vinculación del imputado con el hecho
delictivo, concebido en términos latinos como fomus boni
iuris. El grado de conocimiento exigido es uno superior al
requerido para iniciar el proceso, pero sin llegar al grado de
certeza (requerido en la sentencia) de manera que dentro de
este margen pueden caber grados del conocimiento como la
probabilidad y la duda. Hay probabilidad cuando los elementos
positivos son preponderantes para proporcionar conocimiento
de los hechos.

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA:


SEGUNDA SALA ESPECIALIZADA EN LO PENAL PARA PROCESOS
CON REOS EN CÁRCEL
COLEGIADO “B”

S.S. JERÍ CISNEROS


MENDOZA RETAMOZO
SOTELO PALOMINO

Resolución Nº 1223
Incidente Nº 1294-10-2
Referencia Nº 17298-2010-2.1801- JR-PE-00
Lima, 2 de setiembre de 2010

AUTOS Y VISTOS: Con la constancia de relatoría de fojas cuarenta y


dos; interviene como ponente el Señor Juez Superior Doctor Jeri Cisneros; y
CONSIDERANDO:
ASUNTO:
PRIMERO.- Es materia de apelación el auto de fecha veintisiete de mayo
del año dos mil diez, obrante en copias certificadas de folios diecinueve a veinti-
cuatro, en el extremo que dictó mandato de detención contra el procesado Ronald

61
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

Cristian Atoche Quintana en el proceso penal que se le sigue como presunto


autor del delito Contra el Patrimonio - Robo Agravado, en agravio de Richard
Alejandro Barrientos Cárdenas.
ANTECEDENTES:
SEGUNDO.- Con fecha veintisiete de mayo del año dos mil diez, se abre
instrucción del Juzgado Penal de Turno de Lima contra el procesado Ronald Cris-
tian Atoche Quintana por ser presunto autor del delito Contra el Patrimonio-Robo
Agravado dictándose mandato de detención, sosteniendo que existen suficientes
elementos probatorios de la comisión del delito que se le vincula al recurrente
como autor del ilícito en agravio de Richard Alejandro Barrientos Cárdenas,
por la forma, modo y circunstancia en que se produjo su aprehensión por parte
del Sub Oficial de Tercera de la Policía Nacional del Perú, Raúl Velasco Jara;
asimismo, en mérito a la manifestación policial del agraviado Richard Alejandro
Barrientos Cárdenas que obra de fojas ocho a nueve, quien lo sindicó como el
sujeto que participó en el ilícito en su agravio. El a quo señaló que la sanción a
imponerse al recurrente superarla el año de pena privativa de libertad y que existe
el periculum in mora ya que este no ha acreditado con documento fehaciente
contar con domicilio conocido, ni actividad lícita alguna, por todo ello se prevé
que eludiría la acción de la justicia o que perturbaría la actividad probatoria,
en consecuencia concurren los presupuestos materiales previstos en el artículo
ciento treinta y cinco del Código Procesal Penal en vigencia.
FUNDAMENTOS DEL RECURSO DE APELACIÓN:
TERCERO.- La defensa del procesado recurrente Ronald Cristian Ato-
che Quintana, impugna el auto que dictó mandato de detención en su contra,
mediante escrito obrante en copias certificadas de folios veintiocho a treinta
y dos, sosteniendo que en la denuncia presentada por el representante del
Ministerio Público, no se anexan pruebas suficientes que corroboren la mani-
festación policial del agraviado ya que tal como consta en el Acta de Registro
Personal del recurrente, no se encontró elemento alguno que haya facilitado
el supuesto evento delictivo ni pertenencias del agraviado; asimismo, el
procesado Atoche Quintana manifiesta a nivel policial las circunstancias en
las que es intervenido por personal policial por inmediaciones de la Avenida
Colmena y el Jirón Cañete cuando se encontraba en compañía de su amigo
Richard Ortega, y que en ningún momento fue intervenido en flagrancia ni
oponiendo resistencia; además, sostiene que no existe peligro procesal que
hagan prever que eludirá la acción de justicia, pues posee domicilio conocido
e identidad propia, cuenta con trabajo fijo y no registra antecedentes penales,
judiciales o policiales.

62
DETENCIÓN PREVENTIVA

HECHOS IMPUTADOS
CUARTO.- El día veintisiete de mayo del año en curso, a las dos horas
aproximadamente, el agraviado Richard Alejandro Barrientos Cardenas, se en-
contraba esperando un vehículo para trasladarse a su domicilio en el paradero
ubicado en el cruce de la Calle Alfonso Ugarte con la Plaza Dos de Mayo en el
Distrito de Cercado de Lima, cuando dos sujetos lo interceptaron, y uno de ellos
lo tomó por la parte posterior del cuello con la modalidad de “cogote” para que
el otro sujeto sustraiga sus pertenencias. El Sub Oficial de Tercera de la Policía
Nacional del Perú, Raúl Velasco Jara, se encontraba cerca del lugar del suceso
y procedió a perseguir a los dos sujetos, logrando intervenir al procesado recu-
rrente Ronald Cristian Atoche Quintana, quien fue reconocido plenamente por
el agraviado como el sujeto que lo cuello asfixiándolo para que el otro sujeto
que lo acompañaba pueda despojarlo de sus pertenencias.
El hecho denunciado es tipificado en el artículo ciento ochenta y ocho del
Código Penal como tipo base, con la agravante contenida en el primer párrafo
incisos dos y cuatro del artículo ciento ochenta y nueve del mismo cuerpo de
leyes.
ANÁLISIS JURÍDICO Y FÁCTICO: FUNDAMENTOS
QUINTO.- El Tribunal Constitucional como máximo intérprete de la Cons-
titución, precisa que la motivación de la detención judicial preventiva: “(...) En
primer lugar, tiene que ser ‘suficiente’, esto es, debe expresar, por sí misma,
las condiciones de hecho y de derecho que sirven para dictarla o mantenerla.
En segundo lugar, debe ser ‘razonada’, en el sentido de que en ella se observe la
ponderación judicial en torno a la concurrencia de todos los aspectos que justi-
fican la adopción de la medida cautelar, pues de otra forma no podría evaluarse
si es arbitraria por injustificada”(1).
SEXTO.- Para los efectos de dictarse el mandato de detención, a que se
refiere el artículo ciento treinta y cinco del Código Procesal Penal, modificado
por el artículo cuarto de la Ley número Veintiocho mil setecientos veintiséis,
publicada el nueve de mayo del año dos mil seis, es menester que concurran
copulativamente: a) suficientes elementos probatorios que vinculen al denun-
ciado con el evento criminal –fumus boni iuris–, b) prognosis de pena mayor a
un año de privación de la libertad, y c) el peligro procesal –periculum in mora–;
teniendo en cuenta la naturaleza excepcional, subsidiaria y proporcional de la

(1) STC. Exp. Nº cero cuatro mil cuatrocientos ochenta y cinco-dos mil ocho-PHC/TC, Dionicio
López Huamán.

63
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

detención judicial preventiva; asimismo, es de señalar que el único elemento que


tiene el A quo para verificar la ‘notitia criminis’ puesta en su conocimiento, son
los actuados policiales, que reúnen los primeros elementos que van a determinar
la medida coercitiva a imponerse en el proceso.
SÉTIMO.- La Suficiencia Probatoria exige una razonada fundamentación
probatoria no solo sobre la existencia del delito, sino fundamentalmente sobre la
vinculación del imputado con el hecho delictivo, concebido en términos latinos
como fomus boni iuris. Es preciso indicar que el grado de conocimiento exigido
es uno superior al requerido para iniciar el proceso, pero sin llegar al grado de
certeza (requerido en la sentencia) de manera que dentro de este margen pueden
caber grados del conocimiento como la probabilidad y la duda. Hay probabi-
lidad cuando los elementos positivos son preponderantes para proporcionar
conocimiento de los hechos. Hay duda cuando se da un estado de indecisión
del intelecto, debido a la existencia de una percepción firme acerca de la verdad
positiva y la verdad negativa en la que el intelecto oscila por el sí y luego por el
no, sin poder quedarse en ninguno de estos extremos, este último aspecto solo
puede determinarse en la sentencia o resolución final(2).
OCTAVO.- De la prueba acopiada, se advierte que en autos existen
suficientes elementos de prueba que vincularían al procesado recurrente
Ronald Cristian Atoche Quintana con el delito de Robo Agravado, toda vez
que el agraviado Richard Alejandro Barrientos Cárdenas reconoce plena-
mente al recurrente como el sujeto que participó en el ilícito en su agravio
tomándolo del cuello y asfixiándolo para que el otro sujeto pudiera sustraer
sus pertenencias, entre ellas un celular y dinero en efectivo, tal como consta
en su manifestación rendida a nivel policial obrante en copias certificadas
de folios ocho a nueve. Asimismo, tal como consta en el atestado policial
número ciento cuarenta - dos mil diez-VII-DTL-DIVTER-CENTRO - CAU-
DEINPOL, obrante en copias debidamente certificadas de folios dos a cinco,
el Sub Oficial de Tercera de la Policía Nacional del Perú Raúl Velasco Jara
relató que cuando se dirigía a su domicilio, se percató que el agraviado Ba-
rrientos Cárdenas era víctima de un robo, por parte de dos sujetos, motivo
por el cual inició una persecución, logrando capturar a uno de ellos, el cual
fue identificado como Ronald Cristian Atoche Quintana.
NOVENO.- Prognosis de pena. El Colegiado entiende que el presupuesto
no está referido a la pena fijada por la ley para el delito (pena conminada) sino

(2) CAFFERATA NORES. José. La prueba en el proceso penal. Depalma, Buenos Aires, 1988,
p. 7.

64
DETENCIÓN PREVENTIVA

a la pena probable a imponerse, y que esta sea superior al año; en ese entender,
teniendo en consideración que en el delito de Robo Agravado se sanciona con
una pena privativa de libertad no menor de doce ni mayor de veinte años –artículo
ciento ochenta y ocho del Código Penal como tipo base, con la agravante descrita
en los incisos dos y cuatro del primer párrafo del artículo ciento ochenta y nueve
del mismo cuerpo de leyes–, significa que el juzgador al efectuar una prognosis
de la pena, de acuerdo a los recaudos y medios probatorios obtenidos, y en el
caso de dictarse sentencia condenatoria se prevé que esta sería mayor a un año
de pena privativa de libertad.
DÉCIMO.- Peligro Procesal. Contempla dos supuestos: la intención del
imputado de sustraerse de la acción de la justicia, y la intención de perturbar
la actividad probatoria; al respecto, ha señalado el Tribunal Constitucional que
ello implica que “(...) la existencia o no del peligro procesal debe determinarse
a partir del análisis de una serie de circunstancias que pueden tener lugar antes
o durante el desarrollo del proceso y que están ligadas fundamentalmente, con
las actitudes y valores morales del procesado, su ocupación, sus bienes, sus
vínculos familiares y todo otro factor que permita concluir, con un alto grado
de objetividad, que la libertad del inculpado, previa a la determinación de su
eventual responsabilidad pone en serio riesgo el correcto desenvolvimiento de
la labor de investigación y la eficacia del proceso. (...)”(3).
UNDÉCIMO.- De los recaudos anexados a la investigación preliminar,
existiría peligro procesal de que el procesado recurrente intente eludir la acción
de la justicia, toda vez que no ha acreditado con elemento probatorio idóneo,
suficiente y lícito tener domicilio real y habitual toda vez que señaló en su ma-
nifestación rendida a nivel policial que no cuenta con domicilio fijo pues llegó
desde Chiclayo una semana antes de su intervención; quedándose hospedado
en el Hostal “Osoris” ubicado en el Pasaje Larrabiure en el Distrito de Cercado
de Lima; sin embargo, su hoja de datos identificatorios –véase a fojas dieciséis–
señala que el recurrente domicilia en Túpac Amaru número doscientos ochenta
y ocho - Urbanización Veintidós Hectáreas - Carmen de la Legua Reynoso
ubicado en la Provincia Constitucional del Callao. Asimismo, el procesado re-
currente no presentó documento alguno que señale la actividad habitual a la que
se dedicaba, lo que permite inferir la existencia de un eventual riesgo de fuga;
en consecuencia el peligro procesal es latente; por lo que la resolución venida
en grado se encuentra arreglada a Ley.

(3) STC. Expediente Nº mil quinientos sesenta y siete-dos mil dos-HC/TC; Caso Rodríguez Me-
drano.

65
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

RESOLVIERON:
CONFIRMAR el Auto de Apertura de Instrucción de fecha veintisiete de
mayo del año dos mil diez, obrante en copias certificadas de folios diecinueve
a veinticuatro, en el extremo que dictó MANDATO DE DETENCIÓN contra
el procesado Ronald Cristian Atoche Quintana en el proceso penal que se le
sigue como presunto autor de los delitos contra el Patrimonio - Robo Agrava-
do, en agravio de Richard Alejandro Barrientos Cárdenas; notificándose y los
devolvieron.

66
DETENCIÓN PREVENTIVA

009. Suficiencia probatoria: Actuados policiales como único


elemento de verificación
El único elemento que tiene el a quo para verificar la notitia
criminis puesta en su conocimiento son los actuados policiales,
que reúnen los primeros elementos, que van a determinar la
medida cautelar a imponerse en el proceso.

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA


TERCERA SALA PENAL PARA PROCESOS CON REOS EN CÁRCEL

S.S. SALINAS SICCHA


MEZA WALDE
ZAPATA CARBAJAL

Resolución Nº 1084
Expediente Nº 29384-2010
Lima, 15 de diciembre del 2010

AUTOS Y VISTOS: Oído el informe oral, interviniendo como Juez Superior


el Doctor Zapata Carbajal; y, ATENDIENDO: PRIMERO.- Que, es materia
de grado, la Apelación al Auto de Apertura de Instrucción en el extremo que
decreta la medida coercitiva personal de Detención contra el procesado Juan
Bautista Córdova Naveda; en el presente cuaderno incidental; SEGUNDO.- Que,
para los efectos de dictarse la medida coercitiva personal de detención, a que se
refiere el artículo ciento treinta y cinco del Código Procesal Penal, modificado
por el artículo cuarto de la Ley veintiocho mil setecientos veintiséis, publicado
el nueve de Mayo del año dos mil seis, es necesario que se den copulativamente
los tres requisitos señalados; esto es: Suficiencia Probatoria para vincular al
imputado con la comisión del delito –fumus boni iuris–; Prognosís de Pena
superior al año de pena privativa de la libertad; y, Riesgo Procesal tanto respecto
a la sujeción al proceso por parte del imputado periculum in mora, como a la
perturbación de la acción probatoria; TERCERO.- Que, el Tribunal Constitu-
cional como máximo intérprete de la Constitución señala sobre la detención
preventiva que “(...) si bien la detención judicial preventiva constituye una
medida que limita la libertad física, por sí misma, esta no es inconstitucional;
sin embargo, por el hecho de tratarse de una medida que restringe la libertad

67
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

locomotora, dictada pese a que no existe sentencia condenatoria firme, al pro-


cesado le asiste el derecho a que se presuma su inocencia; cualquier restricción
de ella siempre debe considerarse en última ratio a la que el juzgador debe apelar,
esto es, susceptible de dictarse solo en circunstancias verdaderamente excep-
cionales y no como regla general”(1); CUARTO.- Que, asimismo, es de señalar
que el único elemento que tiene la a quo para verificar la noticia criminis puesto
en su conocimiento son los actuados policiales, que reúnen los primeros ele-
mentos, que van a determinar la medida cautelar a imponerse en el proceso;
QUINTO.- Que, del contexto de la prueba acopiada a la fecha y que se tiene a
la vista, se desprende que la imputación recaída contra el procesado Juan Bautista
Córdova Naveda, que el día dos de octubre del dos mil diez siendo las siete con
treinta horas aproximadamente en circunstancias que el denunciado Juan Bautista
Córdova Naveda se encontraba conduciendo el vehículo de placa Z7P seiscientos
veintiocho en el momento que se desplazaba por la intersección de la Avenida
Javier Prado con la Avenida Los Frutales, La Molina en dirección Oeste a Este,
mientras la menor agraviada Valeria Monserrat Mazuelos Coello Miranda según
refiere cuando cruzaba la calzada a la altura de la Avenida Javier Prado Norte a
Sur por el crucero peatonal, fue impactada por el vehículo que conducía el re-
currente pasando las llantas por el pie izquierdo, siendo evacuada a la Clínica
Montefiori - La Molina por la ambulancia de la compañía de bomberos y pos-
teriormente trasladada por sus familiares a la Clínica San Borja donde se en-
cuentra hasta la fecha, mientras que el denunciado lejos de detenerse a prestarle
auxilio a la agraviada se dio a la fuga, sin embargo el señor Eduardo Camacho
había anotado la placa del vehículo proporcionándola a la policía procediendo
luego a su intervención; SEXTO.- Que, siendo así resulta necesario verificar si
los requisitos establecidos en el artículo ciento treinta y cinco del Código Pro-
cesal Penal se cumplen en el presente caso, teniéndose que en cuanto a la sufi-
ciencia probatoria, debe señalarse que contra el procesado, se tiene: a) manifes-
tación Juan Bautista Córdova Naveda –véase a fojas catorce a quince– quien
señala que cuando se desplazaba su unidad por el carril izquierdo de la Avenida
Javier Prado en sentido Oeste a Este el mismo que al aproximarse a la intersec-
ción de la Avenida Los Frutales llega a observar que la luz del semáforo se
encontraba con flecha verde hacia la izquierda en ese momento cuando realizaba
el cruce de la intersección y giraba su unidad hacía la izquierda con la finalidad
de ingresar a la Avenida Los Frutales en sentido Sur a Norte y se dirigía hasta
un taller ubicado en la misma avenida con el numeral trescientos veintinueve,

(1) Exp. Nº 1091-2002 -HC/TC, Fundamento 7. Accionante: Vicente Ignacio Silva Checa.

68
DETENCIÓN PREVENTIVA

en ese momento en medio de los vehículos antes de pasar el crucero peatonal


tres menores de edad cruzaban caminando de su derecha a izquierda, en esa
circunstancias llegó a escuchar un pequeño golpe en el vehículo que conducía
y seguidamente un grito de una de las menores en esos momentos continuó con
la marcha de su vehículo llegando ingresar a un taller donde recibe una llamada
telefónica a su celular por parte de un efectivo policial comunicándole que su
vehículo había participado en un accidente de tránsito atropello y fuga, el mismo
que de inmediato se presentó a la Comisaría de Santa Felicia; b) Acta de Entre-
vista efectuado a la menor agraviada Valeria Monserrat Mazuelos Coello Miranda
–véase a fojas dieciocho a diecinueve– quien señala que al cruzar la Avenida
Javier Prado en sentido de Sur a Norte en compañía de su empleada mayor de
edad y su hermana menor cuando se encontraba el semáforo con la luz roja para
los vehículos, y cuando estaba llegando a la berma central en la tercera vía, se
apareció un station wagon color plateado intempestivamente el mismo que le
embistió chocando su pierna izquierda instantes que su hermana la jaló evitando
que el auto choque contra todo su cuerpo, el mismo que estaba pasando la luz
roja a toda velocidad, el vehículo siguió su marcha luego de verla tirada en la
pista, momentos que llegaron los policías y bomberos quienes le auxiliaron y
trasladaron a la Clínica; c) Certificado Médico Legal Número cero veinte no-
vecientos treinta y dos guión PC guión HC, corriente a forjas veintidós arroja
luxo fractura de tobillo izquierdo y fractura de peroné izquierdo; atención fa-
cultativa cinco, Incapacidad médico legal treinta y cinco; SÉTIMO.- El Cole-
giado aprecia que existen suficientes elementos probatorios de la comisión del
delito que se le vincula al imputado, toda vez que la agraviada refiere que después
de que el vehículo cruzara la luz roja e impactarle en su pierna izquierda y ad-
virtiendo que se encontraba tirada en la pista el imputado se dio la fuga, aunado
a ello, debe tenerse en cuenta que fue a raíz que el ciudadano Eduardo Camacho
anotó la placa del vehículo que proporcionó a la policía que se logra ubicar el
recurrente, si bien este ha presentado documentación donde acredita tener do-
micilio fijo –véase a fojas cincuenta y cinco a cincuenta y seis– así como presenta
un certificado de operación para realizar servicio de taxi que le otorga la Muni-
cipalidad de Lima –véase a fojas cincuenta y tres– también es verdad que, el
recurrente al momento que ocurrió los hechos no prestó la ayuda correspondiente
a la menor agraviada, la misma que fue socorrida por efectivos policiales y
bomberos, más aún si se tiene en cuenta que la agraviada era una menor de trece
años, sin advertir la magnitud de daño que había causado; siendo esto así, es
menester mencionar lo señalado por el Tribunal Constitucional al respecto que
“(...) la existencia o no del peligro procesal debe determinarse a partir del análisis
de una serie de circunstancias que pueden tener lugar antes o durante el desarrollo

69
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

del proceso y que están ligadas, fundamentalmente, con las actitudes y valores
morales del procesado, su ocupación, sus bienes, sus vínculos familiares y todo
otro factor que permita concluir, con un alto grado de objetividad, que la libertad
del inculpado, previa a la determinación de su eventual responsabilidad pone
en serio riesgo el correcto desenvolvimiento de la labor de investigación a la
eficacia del proceso (...) Expediente número mil quinientos sesenta y siete –dos
mil dos– HT/TC, Rodríguez Medrano, por lo que en el presente caso persiste el
peligro procesal; razones por las cuales que a criterio de este Superior Colegiado
se han dado copulativamente los requisitos establecidos en el artículo ciento
treinta y cinco del Código Procesal Penal: CONFIRMARON: la resolución
apelada que en copias certificadas obra de fojas treinta y seis a cuarenta y cuatro,
su fecha tres de octubre del dos mil diez, en el extremo que dicta mandato de
DETENCIÓN en contra del procesado Juan Bautista Córdova Naveda, como
presunto autor del delito contra la Vida, el Cuerpo y la Salud –lesiones culposas
graves agravadas y omisión de socorro y exposición o peligro– en agravio de
Valeria Monserrat Mazuelos Coello Miranda; Notificándose y los
devolvieron.

70
DETENCIÓN PREVENTIVA

010. Suficiencia probatoria: Coherencia en las manifesta-


ciones de los agraviados por lesiones
El Colegiado aprecia que existen suficientes elementos proba-
torios de la comisión de un delito que vinculan al imputado,
toda vez que los agraviados lo sindican directamente como la
persona que les causó las lesiones conforme aparece en los
certificados médico legales; más aún debe tenerse en cuenta
lo manifestado por los agraviados a nivel policial, quienes dan
una versión coherente de la forma y circunstancias de como
ocurrieron los hechos.

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA


TERCERA SALA PENAL PARA PROCESOS CON REOS EN CÁRCEL

S.S. SALINAS SICCHA


MEZA WALDE
ZAPATA CARBAJAL

Resolución Nº 1087
Expediente Nº 30972-2010
Lima, 10 de diciembre de 2010

AUTOS Y VISTOS: con la constancia de Relatoría, interviniendo como


Juez Superior el Doctor Zapata Carbajal; y, ATENDIENDO: PRIMERO.- Que,
es materia de grado, la Apelación al Auto de Apertura de Instrucción en el ex-
tremo que decreta la medida personal de Detención contra el procesado Lin
Grover Mallqui Medrano en el presente cuaderno incidental; SEGUNDO.- Que,
para los efectos de dictarse la medida coercitiva personal de detención, a que se
refiere el artículo ciento treinta y cinco del Código Procesal Penal, modificado
por el artículo cuarto de la Ley veintiocho mil setecientos veintiséis, publicado
el nueve de Mayo del año dos mil seis, es necesario que se den copulativamente
los tres requisitos señalados; esto es: Suficiencia Probatoria para vincular al
imputado con la comisión del delito –fumus boni iuris–; Prognosis de Pena
superior al año de pena privativa de la libertad; y, Riesgo Procesal tanto respecto
a la sujeción al proceso por parte del imputado periculum in mora, como a la
perturbación de la acción probatoria; TERCERO.- Que, el Tribunal Constitu-
cional como máximo intérprete de la Constitución señala sobre la detención

71
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

preventiva que “(...) si bien la detención judicial preventiva constituye una


medida que limita la libertad física, por sí misma, esta no es inconstitucional;
sin embargo, por el hecho de tratarse de una medida que restringe la libertad
locomotora, dictada pese a que no existe sentencia condenatoria firme, al pro-
cesado le asiste el derecho a que se presuma su inocencia; cualquier restricción
de ella siempre debe considerarse en última ratio a la que el juzgador debe apelar,
esto es, susceptible de dictarse solo en circunstancias verdaderamente excep-
cionales y no como regla general”(1); CUARTO.- Que, asimismo, es de señalar
que el único elemento que tiene la A quo para verificar la notitia criminis puesto
en su conocimiento son los actuados policiales, que reúnen los primeros ele-
mentos, que van a determinar la medida cautelar a imponerse en el proceso;
QUINTO.- Que, del contexto de la prueba acopiada a la fecha y que se tiene a
la vista, se desprende que la imputación recaída contra el procesado Lin Grover
Mallqui Medrano, que en horas de la madrugada del veintinueve de agosto del
dos mil diez, en circunstancias que participaban en una reunión social, en el
frontis del inmueble sito en la ACBV ciento treinta y cinco “B”, Lote sesenta
zona J, Huaycán, Ate, fueron agredidos verbalmente por Yosmer Mallqui Me-
drano, quien es conocido como “Yuchi”, motivo por el que le increparon su
actitud, el procesado al percatarse de los hechos, lejos de reprender a su hermano
menor, se lio a golpes con dichos agraviados y también con Marcelo Huayanay
Huamán, quien acudió en auxilio de los primeros, llegando a golpear con piedras
en la cabeza y otras partes del cuerpo a Noel Grande Castro y con un palo de
construcción civil en la cabeza a Huayanay Huamán, mientras que a Gustavo
Alvino Ramos le dio tres puntadas en la espalda con un desarmador, el agraviado
Noel Grande Castro como consecuencia de la acción ilícita desplegada por el
recurrente, sufrió tumefacciones, equimosis y excoriación, mientras que Gustavo
Huayanay Huamán sufrió traumatismo toráxico abierto y Marcelo Huayanay
Huamán tuvo traumatismo encéfalo craneano –fractura craneal expuesta– he-
matoma epidural, conforme se desprenden de los Certificados Médicos Legales,
lesiones por las cuales los agraviados estuvieron internados en el Hospital Hi-
pólito Unanue y Dos de Mayo, respectivamente; SEXTO.- Que, siendo así
resulta necesario verificar si los requisitos establecidos en el artículo ciento
treinta y cinco del Código Procesal Penal se cumplen en el presente caso, te-
niéndose que en cuanto a la suficiencia probatoria, debe señalarse que contra el
procesado Lin Grover Mallqui Medrano, se tiene: a) manifestación del agraviado
Noel Grande Castro –véase a fojas trece a quince– quien señala que el día

(1) Exp. Nº 1091-2002-HC/TC, Fundamento 7. Accionante: Vicente Ignacio Silva Checa.

72
DETENCIÓN PREVENTIVA

veintinueve de agosto del dos mil diez en horas de la madrugada en momentos


que se desplazaba a pie en compañía de su amigo Gustavo Alvino Ramos al
encontrarse ingiriendo unas bebidas alcohólicas en la vía pública por inmedia-
ciones de la UCV ciento treinta y siete, zona “I” Huaycán, Ate Vitarte, el sujeto
conocido como “Yuchi” sin motivo alguno les empezó a faltar el respeto, motivo
por el cual su amigo le increpo, y este en respuesta lo agredió con un golpe de
puño en el rostro, siguiéndolo hasta un tanque de la zona lugar en donde se
encontraban ocultos sus otros dos copartícipes entre ellos su vecino el apelante
Lin Grover Mallqui Medrano, quien logró lanzarles objetos contundentes piedras
impactándole al recurrente en su cabeza haciéndole perder el sentido por unos
instantes y al recobrarlo se pudo percatar que fue despojado de su billetera
conteniendo su dinero en efectivo y al tratar de ser auxiliado por su vecino
Marcelo Huayanay Huamán también fue víctima de lesiones con un palo de
construcción civil en la cabeza por parte del último de los nombrados, teniendo
conocimiento que luego su amigo antes citado fue víctima de lesiones en la
espalda con un arma blanca, siendo conducido al Hospital local y posterior
Hospital Nacional Hipólito Unanue por la gravedad en la que se encontraba; b)
manifestación del agraviado Gustavo Alvino Ramos –véase a fojas dieciséis a
dieciocho– siendo que ese día luego de sostener una discusión y trifulca con el
sujeto conocido como “Yuchi” en las inmediaciones UCV ciento treinta y siete,
zona “J” Huaycán, Ate Vitarte, su vecino el recurrente Lin Grover Mailqui
Medrano luego de lanzarles objetos contundentes “piedras” en su cuerpo, pro-
visto de un arma blanca “desarmador” logró insertarle tres puñaladas en su
espalda ocasionándole lesiones, siendo despojado de mochila y billetera con la
suma de ciento ochenta nuevos soles, siendo conducido por sus familiares al
Hospital de Huaycán, y posterior al Hospital Nacional Hipólito Unanue por la
gravedad de la lesión que fuera víctima; c) manifestación de Marta Huamán
Lliuyacc –véase a fojas diecinueve a veintidós– quien señala que el día que
ocurrieron los hechos en horas de la madrugada se encontraba participando en
una reunión familiar en el inmueble ubicado en la UCV ciento treinta y cinco
“B” Lote sesenta, zona “J” Huaycán, Ate Vitarte, pudo observar que el sujeto
conocido como Lin Grover Mallqui Medrano (a) “Ñaja Ñaja” provisto de un
palo logró impactante un golpe en la cabeza del agraviado Marcelo Huayanay
Huamaní quien se encontraba sentado sobre una silla, desconociendo el motivo,
el segundo de los nombrados provoco tales lesiones al último de los menciona-
dos, quien debido a la gravedad en que se encontraba fue intervenido quirúrgi-
camente en la cabeza; d) manifestación de Lin Grover Mallqui Medrano –véase
a fojas veintitrés a veintiocho– (a) “Ñaja Ñaja” acepta voluntariamente los cargos
que se le imputan aseverando que el veintinueve de agosto del presente año en

73
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

horas de la madrugada en momentos que retornaba a su domicilio bajo los efectos


del alcohol tuvo conocimiento que su menor hermano Yosmer Malqui Medrano
(a) “Yuchi” fue víctima de lesiones motivo por el cual logró reñirse a golpes
con sus vecinos Gustavo Alvino Ramos y Noel Grande Castro, siendo víctima
de lesiones por los familiares de los agraviados y Marcelo Huayanay Huamán,
no habiéndose hecho presente a la dependencia policial [del] sector con la fina-
lidad de regularizar su denuncia por encontrarse mal de salud desconociendo el
motivo por qué los agraviados también lo responsabilizan de actos contra el
patrimonio robo agravado de dinero y especie, siendo que dichas aseveraciones
son solamente para perjudicarlo, que si bien el inculpado asevera haber sido
agredido sin embargo del Certificado Médico Legal de fojas cuarenta y dos, se
aprecia que no presenta huellas de lesiones traumáticas recientes; e) Acta de
Recepción –véase a fojas treinta y nueve– donde la persona de Juan de Dios
Mallcco Sulca, hace entrega de un palo de eucalipto de aproximadamente dos
metros veinte centímetros delgado, instrumentos con el cual el recurrente logró
provocar las lesiones que presenta su cuñado Marcelo Huayanay Huamán; f)
Acta de Recepción –véase a fojas cuarenta– donde la persona de Adina Alvino
Ramos, hace entrega de un desarmador chico con mango de plástico color verde
y transparente de diez centímetros y una corta uña color plateado marca Corolla
chino, ambos en regular estado de conservación, señalando que dicho instru-
mentos fueron utilizados para tentar contra la vida el cuerpo y la salud con arma
blanca en contra de su hermano Gustavo Alvino Ramos; g) Certificado Médico
Legal número cero cero veintiocho cero cero guión L, practicada al agraviado
Noel Grande Castro –véase a fojas cuarenta y tres– quien presenta herida no
suturada de dos centímetros con tumefacción y equimosis violáceo tenue en fase
de cicatrización en región gigomática izquierda, entre otras, atención facultativa
dos y incapacidad médico legal siete días; Certificado Médico Legal número
cero cero dos mil ochocientos veinticinco guión V –véase a fojas cuarenta y
cuatro– quien presenta drenaje toráxico altura quinto espacio intercostal línea
medio axilar derecho, además de equimosis violáceo verdosa en tercio superior
medio anterior pierna izquierda y excoriaciones en proceso de descostrificación
en hombro derecho y codo izquierdo, atención facultativa diez días, incapacidad
médico legal veinticinco días; Certificado Médico Legal número cero cero tres
mil doscientos ochenta guión PF guión AR, efectuado a Marcelo Huayanay
Huamán, refiere que presenta traumatismo encéfalo craneano, fractura craneal
expuesta y hematoma epidural; SÉTIMO.- El Colegiado aprecia que existen
suficientes elementos probatorios de la comisión de un delito que vinculan al
imputado, toda vez que, los agraviados lo sindican directamente como la persona

74
DETENCIÓN PREVENTIVA

que les causó las lesiones conforme aparece en los Certificados Médico Legales
antes descritos, más aún debe tenerse en cuenta lo manifestado por los agraviados
a nivel policial quienes dan una versión coherente de la forma y circunstancias
de como ocurrieron los hechos, asimismo aparece en el acápite I Información:
del atestado que después de un paciente seguimiento y acciones de inteligencia
fue capturado el recurrente por inmediaciones de la ICV ciento treinta y ocho,
zona “I” Huaycán, Ate Vitarte, que haciéndose una prognosis de la pena esta
sería superior a un año; aunado a ello este no ha acreditado documentariamente
tener domicilio y trabajo lícito conocido, con lo cual no se encuentra acreditada
el arraigo domiciliario y laboral del recurrente, subsistiendo el peligro procesal;
razones por las cuales que a criterio de este Superior Colegiado se han dado
copulativamente los requisitos establecidos en el artículo ciento treinta y cinco
del Código Procesal Penal: CONFIRMARON: la resolución apelada que en
copias certificadas obra de fojas sesenta y uno a sesenta y seis, su fecha veintidós
de octubre del dos mil diez, en el extremo que dicta mandato de DETENCIÓN
en contra del procesado Lin Grover Mallqui Medrano, como presunto autor del
delito Contra la Vida el Cuerpo y la Salud –Lesiones– en agravio de Gustavo
Alvino Ramos, Noel Grande Castro y Marcelo Huayanay Huamán; Notificándose
y los devolvieron.

75
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

011. Suficiencia probatoria: Agente que acepta haber nego-


ciado con el agraviado para no ser denunciado
Existen suficientes elementos probatorios de la comisión del
delito de robo agravado que vinculan al agente, toda vez que
el agraviado lo sindica directamente, y porque el imputado
acepta que quiso solucionar el asunto, tratando de darle dinero
en efectivo al agraviado a cambio de que no se le denunciara.

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA


TERCERA SALA PENAL PARA PROCESOS CON REOS EN CÁRCEL

S.S. SALINAS SICCHA


MEZA WALDE
ZAPATA CARBAJAL

Resolución Nº 1090
Expediente Nº 29792-2010
Lima; 26 de noviembre de 2010

AUTOS Y VISTOS: con la constancia de Relatoría, interviniendo como


Juez Superior el Doctor Zapata Carbajal; y, ATENDIENDO: PRIMERO.-
Que, es materia de grado, la Apelación al Auto de apertura de Instrucción en
el extremo que decreta la medida coercitiva personal de Detención contra el
procesado Johnny Carlos Guzmán Huanccollucho, en el presente cuaderno
incidental; SEGUNDO.- Que, para los efectos de dictarse la medida coerciti-
va personal de detención, a que se refiere el artículo ciento treinta y cinco del
Código Procesal Penal, modificado por el artículo cuarto de la Ley veintiocho
mil setecientos veintiséis, publicado el nueve de Mayo del año dos mil seis,
es necesario que se den copulativamente los tres requisitos señalados; esto es:
Suficiencia Probatoria para vincular al imputado con la comisión del delito
–fumus boni iuris–; Prognosis de Pena superior al año de pena privativa de la
libertad; y, Riesgo Procesal tanto respecto a la sujeción al proceso por parte del
imputado periculum in mora, como a la perturbación de la acción probatoria;
TERCERO.- Que, Tribunal Constitucional como máximo interprete de la
Constitución señala sobre la detención preventiva que “(...) si bien la detención

76
DETENCIÓN PREVENTIVA

judicial preventiva constituye una medida que limita la libertad física, por sí
misma, esta no es inconstitucional; sin embargo, por el hecho de tratarse de
una medida que restringe la libertad locomotora, dictada pese a que no existe
sentencia condenatoria firme, al procesado le asiste el derecho a que se presuma
su inocencia; cualquier restricción de ella siempre debe considerarse en últi-
ma ratio a la que el juzgador debe apelar, esto es, susceptible de dictarse solo
en circunstancias verdaderamente excepcionales y no como regla general”(1);
CUARTO.- Que, asimismo, es de señalar que el único elemento que tiene la
A quo para verificar la noticia criminis puesto en su conocimiento son los actuados
policiales, que reúnen los primeros elementos, que van a determinar la medida
cautelar a imponerse en el proceso; QUINTO.- Que, del contexto de la prueba
acopiada a la fecha y que se tiene a la vista, se desprende que la imputación
recaída contra el procesado Johnny Carlos Guzmán Huanccollucho, que con
fecha nueve de octubre del dos mil diez siendo aproximadamente las dos horas,
en circunstancias en que el agraviado Cirilo Borda Guillén se encontraba por las
inmediaciones de la Avenida Uruguay y Washington fue sorprendido por tres
sujetos desconocidos, siendo que uno de ellos lo cogió fuertemente del cuello,
provisto de un cuchillo, mientras que el procesado Guzmán Huanccollucho, en
compañía de otro sujeto desconocido le propinaron golpes de patadas y puñetes,
revisando sus bolsillos, logrando arrebatarle su billetera conteniendo la suma
de setenta nuevos soles, su documento nacional de identidad (DNI) y tarjetas,
un teléfono celular marca Sonny Ericson, arrojando su billetera solo con sus
documentos, siendo apoyado por efectivos policiales que patrullaban por la zona,
quienes lograron capturar al procesado Johnny Carlos Guzmán Huanccollucho,
y al efectuársele el registro personal hallaron en su poder un teléfono celular
entre otras pertenencias, mientras que los otros dos sujetos que participaron
en el latrocinio se dieron a la fuga con dirección desconocida; Sexto.- Que,
siendo así resulta necesario verificar si los requisitos establecidos en el artícu-
lo ciento treinta y cinco del Código Procesal Penal se cumplen en el presente
caso, teniéndose que en cuanto a la suficiencia probatoria, debe señalarse que
contra el procesado Jhonny Carlos Guzmán Huanccollucho, se tiene: a) con la
manifestación del agraviado Cirilo Borda Guillen –véase a fojas ocho a nueve–
quien señala al procesado recurrente como una de las personas que participó en
el robo contra su persona, señalando textualmente: “(...) cuando se dirigía a la
Avenida Alfonso Ugarte con la finalidad de tomar su vehículo a su domicilio
después de salir de trabajar, es el caso al estar por la altura del Jirón Uruguay y

(1) Exp. Nº 1091-2002-41C/TC, Fundamento 7. Accionante: Vicente Ignacio Silva Checa.

77
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

Washington, habían tres sujetos, uno de ellos me cogió del cuello y tenía cuchillo,
el intervenido en compañía de otro sujeto me buscaron los bolsillos y despojaron
de mi billetera, celular(...)” (sic); b) Acta de Registro Personal –véase a fojas
trece– en la que se advierte; Para Otras Especies: “POSITIVO” para un teléfono
celular “Motorola” color azul funcionando, un control remoto marca PHI-UPS;
c) Manifestación de Johnny Carlos Guzmán Huanccollucho –véase a fojas diez a
doce– quien niega los hechos imputados en su contra, señalando que ese día cuando
salía de su centro de trabajo Nigth Club Oasis, ubicado entre la Avenida Tacna y
Colmena, caminaba por la plaza Francia con dirección al paradero de la Avenida
Uruguay con Wilson, antes de llegar al paradero observó que dos personas estaban
corriendo hacía él, prosiguiendo su camino transitaba para entrar a la Avenida
Uruguay apareció el agraviado Cirilo Borda Guillén, quien le reclamaba que le
devolviera su billetera y su celular, sorprendido le dijo que no tenía nada y no le
hizo caso, para posteriormente aparecer un efectivo policial quien le manifestó que
el agraviado lo ha señalado como la persona que lo había robado, para luego ser
trasladado a la dependencia policial del sector; SÉTIMO.- El Colegiado aprecia
que existen suficientes elementos probatorios de la comisión de un delito que
vinculan al imputado, toda vez que, el agraviado los sindica directamente, afirma
que este en compañía de otro sujeto le rebuscaba los bolsillos despojándolo de su
pertenencia que cuando se dio a la fuga lo persiguió observando que vestía una
chompa oscura y se puso un polo verde logrando aprehenderlo siendo que en esa
circunstancia recibió apoyó de miembros de Serenazgo, que el imputado acepta
y quería solucionar –ver a fojas ocho, respuesta cuatro–, su versión se corrobora
con lo vertido por el inculpado en sede policial cuando textualmente dice: “...si
es cierto que le ofrecía una solución, el cual trataba de darle dinero en efectivo a
cambio de que no me denunciara...” (sic) –ver fojas once, respuesta ocho–; que
haciéndose una prognosis de la pena sería superior a un año de pena privativa
de la libertad; además existe el riesgo o peligro procesal, debe señalarse que el
procesado recurrente no ha acreditado documentariamente contar con domicilio
y trabajo lícito conocido, con lo cual no se encuentra acreditada el arraigo domi-
ciliario y laboral del recurrente, subsistiendo el peligro procesal; razones por las
cuales que a criterio de este Superior Colegiado se han dado copulativamente los
requisitos establecidos en el artículo ciento treinta y cinco del Código Procesal
Penal; fundamentos por los cuales: CONFIRMARON: la resolución apelada que
en copias certificadas obra de fojas veintinueve a treinta y dos, su fecha nueve
de octubre del dos mil diez, en el extremo que dicta mandato de DETENCIÓN
en contra del procesado Jhonny Carlos Guzmán Huanccollucho, como presunto
autor del delito con el patrimonio –Robo agravado– en agravio de Cirilo Borda
Guillén; Notificándose y los devolvieron.

78
DETENCIÓN PREVENTIVA

012. Suficiencia probatoria: Posesión de las especies


sustraídas
Existen suficientes elementos probatorios de la comisión de
los delitos de hurto agravado con grado de tentativa y la pre-
sunta comisión del delito contra la vida y la salud –posesión de
cannabis sativa-marihuana y pasta básica de cocaína– que se
imputa al agente, toda vez que se le ha encontrado en posesión
de las especies sustraídas al agraviado.

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA


TERCERA SALA PENAL PARA PROCESOS CON REOS EN CÁRCEL

S.S. SALINAS SICCHA


MEZA WALDE
ZAPATA CARBAJAL

Resolución Nº 1089
Expediente Nº 30828-2010
Lima, 10 de diciembre de 2010

AUTOS Y VISTOS: con la constancia de Relatoría, interviniendo como


Juez Superior el Doctor Zapata Carbajal; y ATENDIENDO: PRIMERO.- Que,
es materia de grado, la Apelación al Auto de Apertura de Instrucción en el ex-
tremo que decreta la medida coercitiva personal de Detención contra la procesada
Rocío Núñez Malpartida y Julia Teresa Yataco Merino, en el presente cuaderno
incidental; SEGUNDO.- Que, para los efectos de dictarse la medida coercitiva
personal de detención, a que se refiere el artículo ciento treinta y cinco del Có-
digo Procesal Penal, modificado por el artículo cuarto de la Ley veintiocho mil
setecientos veintiséis, publicado el nueve de Mayo del año dos mil seis, es ne-
cesario que se den copulativamente los tres requisitos señalados; esto es: Sufi-
ciencia Probatoria para vincular al imputado con la comisión del delito –fumus
boni iuris–; Prognosis de Pena superior al año de pena privativa de la libertad;
y, Riesgo Procesal tanto respecto a la sujeción al proceso por parte del imputado
periculum in mora, como a la perturbación de la acción probatoria; TERCE-
RO.- Que, el Tribunal Constitucional como máximo interprete de la Constitución
señala sobre la detención preventiva que “(...) si bien la detención judicial

79
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

preventiva constituye una medida que limita la libertad física, por sí misma, esta
no es inconstitucional; sin embargo, por el hecho de tratarse de una medida que
restringe la libertad locomotora, dictada pese a que no existe sentencia conde-
natoria firme, al procesado le asiste el derecho a que se presuma su inocencia;
cualquier restricción de ella siempre debe considerarse en última ratio a la que
el juzgador debe apelar, esto es, susceptible de dictarse solo en circunstancias
verdaderamente excepcionales y no como regla general”(1); CUARTO.- Que,
asimismo, es de señalar que el único elemento que tiene la A quo para verificar
la noticia criminis puesto en su conocimiento son los actuados policiales, que
reúnen los primeros elementos, que van a determinar la medida cautelar a im-
ponerse en el proceso; QUINTO.- Que, del contexto de la prueba acopiada a la
fecha y que se tiene a la vista, se desprende la imputación recaída contra las
procesadas Rocío Núñez Malpartida y Julia Teresa Yataco Merino, que en cir-
cunstancias que se realizaba la Feria “EXPOVINO” organizado por la Empresa
Wong en las instalaciones del Círculo Militar del Perú sito en la Avenida Alas
Ayacucho - Chorrillos personal policial intervino a las procesadas quienes en
actitud sospechosa se desplazaban al interior de la feria, hallándose en poder
del procesado Jhon Anthoni Valdivía Vigilio un celular marca LG de telefónica
del Perú y un celular Blackberry Nextel así como cuatro envoltorios de papel
periódico correspondiente a Cannabis Sativa con un peso neto de uno punto
ocho gramos y cinco envoltorios de papel periódico correspondiente a Pasta
Básica de Cocaína con un peso neto de cero punto uno gramos, siendo que a la
procesada Julia Teresa Yataco Merino se le halló en posesión de dos celulares,
uno modelo Sony Ericson de color rosado con blanco y otro Nokia de la Empresa
Claro y Telefónica, respectivamente, así como una bolsa de polietileno conte-
niendo hierba seca correspondiente a Cannabis Sativa (marihuana) y cinco
envoltorios conteniendo Pasta Básica de Cocaína y a la procesada Rocío Núñez
Malpartida un celular modelo Nokia de Claro y una cámara digital marca Pa-
nasonic color rosado con negro, así como tres envoltorios de pasta básica de
cocaína, cuatro envoltorios de Cannabis Sativa, objetos que aprovechando el
tumulto de la gente concurrente a la feria y en concierto de voluntades les fueron
sustraídos a los agraviados, sus propietarios, tal como estos lo corroboran, co-
incidiendo en manifestar que el día de los hechos en horas de la tarde concurrieron
a la feria “EXPOVINO” donde procedieron a degustar de los productos pero
que no se percataron en qué momentos les había sustraído sus bienes, señalando
el agraviado Shuler Rauch ser propietario del celular Blackberry, el agraviado

(1) Exp. Nº 1091-2002 -HC/TC, Fundamento 7. Accionante: Vicente Ignacio Silva Checa.

80
DETENCIÓN PREVENTIVA

Delgado Tabeada del celular NOKIA y el agraviado Infante Leyva de la cámara


digital marca Panasonic modelo Lumix, siendo este último que reconoce a la
procesada Yataco Merino como la persona que durante la feria se le acercó de
forma intempestiva y le entabló conversación sin motivo aparente, a la misma
que se le encontró su cámara fotográfica, hechos que niegan las procesadas
recurrentes; SEXTO.- Que, siendo así resulta necesario verificar si los requisitos
establecidos en el artículo ciento treinta y cinco del Código Procesal Penal se
cumplen en el presente caso, teniéndose que en cuanto a la suficiencia probatoria,
debe señalarse que contra las procesadas Rocío Núñez Malpartída y Julia Teresa
Yataco Merino, se tiene: a) manifestación del inculpado Jhon Anthoni Valdivia
Vigilio –véase a fojas veinte a veintidós– refiere que a las procesadas recurrentes
las conoce desde hace cinco años, ya que Teresa Yataco Merino se dedica a la
venta ambulatoria de prendas de vestir en diversos mercados de Lima, y Rocío
Núñez Malpartida se dedica a elaborar anillos, aretes y otros, que el día que
ocurrieron los hechos en horas de la tarde se encontraba en compañía de sus
amigas antes mencionadas, con quien fue a pasear por el Centro Comercial Plaza
Lima Sur, en dicho lugar advierten un letrero que decía “EXPOVINO” por lo
que decidieron ir a dicho evento, ingresando a dicho lugar aproximadamente a
las dieciocho horas y treinta minutos, luego de degustar vinos y piscos les ma-
nifestó a sus amigas que iba a los servicios, al regresar se acercó a un stand
donde estaban varias personas amontonadas degustando los vinos, observando
a una muchacha que tenía en uno de sus bolsillos de su casaca una pitita que
salía por curiosidad lo jaló y era una cámara fotográfica, asimismo vio a un señor
al costado que tenía un celular en el bolsillo, se acercó y también lo jaló, para
luego ser intervenido por la policía; b) manifestación de la apelante Julia Teresa
Yataco Merino –véase a fojas veinticuatro a veintiocho– señala que es amiga de
sus coprocesados con quien salió a pasear ese día por Plaza Lima Sur, asimismo
niega los hechos imputados en su contra; c) manifestación de Rocío Núñez
Malpartida –véase a fojas veintinueve a treinta y dos– refiere ser amiga de mu-
chos años con quien solo le une amistad, igualmente niega los hechos imputados
en su contra; d) Manifestación de Jhon Shuler Rauch –véase a fojas treinta y
tres a treinta y cuatro– quien señala que el día diecisiete de octubre del presente
año cuando se encontraba realizando sus labores como asesor de la Empresa E.
Wong en el interior de Expo Piscos, en el Distrito de Chorrillos, cuando se to-
maba fotos con diversas personas que llegaban a dicho evento, recuerda que
tenía uno de sus teléfonos Black Berry en su bolsillo exterior derecho y no se
percató que posiblemente una de estas personas aprovecho las circunstancias y
le hurtó su teléfono, no percatándose de lo ocurrido hasta que llegó a su domi-
cilio, momentos que recibió una llamada telefónica de un amigo quien le indicó

81
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

que su celular había sido encontrado en poder de unos delincuentes, con lo cual
quedó tranquilo; e) manifestación del agraviado Bruno Adriano Delgado Taboada
–véase a fojas treinta y cinco a treinta y seis– refiere que siendo las diecisiete y
treinta del día diecisiete de octubre del presente año, cuando se encontraba en
el interior de Expovino, ubicado en el Círculo Militar de Chorrillos con sede en
Lima, un amigo se percató que su celular Nokia 5200 - Movistar, que lo tenía
en el bolsillo derecho de su casaca de cuero no lo tenía, por lo que procedió a
realizar indagaciones con los de seguridad y luego se retiró a su domicilio,
siendo que al día siguiente recibió una llamada de su amiga Alba Granados,
quien le indicó que un policía le llamó para comunicarle que su celular había
sido encontrado a unos delincuentes; f) manifestación de Luis Alberto Infante
Leyva –véase a fojas treinta y ocho a treinta y nueve señala que el día diecisiete
de octubre concurrió con su esposa Celia Raquel Núñez Lauzan a la feria “Ex-
povino” en Chorrillos, llevando una cámara fotográfica marca Panasonic, modelo
LUMIX, color rosado/negro, modelo DMC-FP1 de doce Mega Pixels, con la
cual tomaron varias fotos en dicho evento, la misma que lo tenía en el bolsillo
de su casaca, y cuando quería tomarse más fotos se percató que dicha cámara
ya no la tenía, comunicándole a su esposa que le habían sustraído la cámara
fotográfica, luego cuando se dirigieron al baño una mujer de baja estatura con
cabellos negros ondeados se les acercó y les pidió estar con ellos, ‘preguntando
qué pasaba, a quien le indicaron que le habían robado una cámara, luego pro-
cedieron a retirarse a su domicilio, siendo al día siguiente que recibieron una
llamada de un efectivo policial quien le indicó que su cámara había sido encon-
trada g) manifestación de Silvio Ticse Pérez –véase a fojas treinta y nueve a
cuarenta– quien señala que el día dieciocho de octubre del dos mil diez en horas
de la noche, vio un reportaje de televisión sobre robos que se había suscitado
en el Expovino, realizada en el Círculo Militar de Chorrillos, y como el día
quince de octubre del dos mil diez, siendo las veintidós horas aproximadamente,
cuando se encontraba en compañía de su esposa y de unos amigos, en el interior
de dicho evento, fue víctima de hurto de su Black Berry - (Nextel) con número
998361662, valorizado en mil doscientos nuevos soles y en dicho reportaje a
una mujer que ese día le había chocado y robado su celular, siendo la más alta
de las intervenidas, motivo por el cual se encuentra en dicha dependencia poli-
cial; h) Acta de Registro Personal e Incautación efectuado a Rocío Núñez Mal-
partida –véase a fojas cuarenta y dos– Para otras Especies POSITIVO, se le
encontró en su poder una cartera color negro de cuero en su interior un celular
marca Nokia, color azul con blanco con número telefónico (980805918) de la
Empresa Claro una cámara fotográfica color rosado con negro con número de
serie (WSOAA001085), asimismo se encontró dentro de su cartera una sustancia

82
DETENCIÓN PREVENTIVA

pardusca pulverulenta al parecer (PBC) y cuatro envoltorios de papel periódico


conteniendo hierba seca (marihuana); i) Acta de Registro Personal e Incautación
y Comiso Julia Teresa Yataco Merino –véase a fojas cuarenta y tres– para otras
especies POSITIVO una cartera de color marrón de material marroquín en cuyo
interior se halló un celular marca Sony Ericson color rosado con blanco con
número telefónico (980580814) de la Empresa Claro y otro celular marca modelo
Nokia -Movistar con número de serie (354102-885451-7) y se encontró en el
interior de su cartera bolsa de plástico conteniendo hierba seca cannabis nativa
marihuana y cinco envoltorios conteniendo pásta básica de cocaina, j) Acta de
reconocimiento físico –véase a fojas cuarenta y cinco– efectuada por Luis Alberto
Infante Leyva, quien reconoce a la procesada Julia Merino Yataco Merino, quien
el día de los hechos se le acercó y entabló conversación; k) Acta de entrega de
especies –véase a fojas cincuenta y seis– al agraviado Luis Alberto Infante
Leyva de una cámara digital marca Panasonic, modelo LUMIX de doce megas
de color rosado/negro con número de serie wsooaa mil ochenta y cinco con su
respectiva memoria, Acta de entrega de especies –véase a fojas cincuenta y
siete– al agraviado Bruno Adriano Delgado Taboada, un celular marca Nokia
(354159-02-885451-7) de la empresa telefónica en buen estado de conservación
y funcionamiento, con su respectivo chip y batería; Acta de Entrega de especies
–véase a fojas cincuenta y ocho– al agraviado John Shuler Rauch, de un celular
marca “Black Berry” con PIN guión cuarenta y tres setenta y cinco dos B y Chip
(00805233834360) en buen estado de conversación marca Nextel; m) Resultado
Preliminar de Análisis Químico –véase a fojas sesenta y cinco a sesenta y siete–
que corrobora la droga decomisada a los apelantes; SÉTIMO.- El Colegiado
aprecia que existen suficientes elementos probatorios de la comisión de los delitos
de hurto agravado con grado de tentativa y la presunta comisión del delito contra
la Vida y la Salud –posesión de cannabis sativa-marihuana y pasta básica de
cocaína– que se les vincula las imputadas, toda vez que se les ha encontrado en
posesión de las especies sustraídas a los agraviados, aunando a ello las recurrentes
niegan los hechos imputados en su contra, y de la revisión de los actuados se
advierte que no han presentado documentación que acredite que tengan domicilio
y trabajo lícito conocido, y que respecto a la prognosis de la pena de hallarse
responsabilidad a las procesadas esta sería mayor de uno de pena privativa de
la libertad, siendo esto así, es menester mencionar lo señalado por el Tribunal
Constitucional al respecto que “(…) la existencia o no del peligro procesal debe
determinarse a partir del análisis de una serie de circunstancias que pueden tener
lugar antes o durante el desarrollo del proceso y que están ligadas, fundamen-
talmente, con las actitudes y valores morales del procesado, su ocupación, sus
bienes, sus vínculos familiares y todo otro factor que permita concluir, con un

83
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

alto grado de objetividad, que la libertad del inculpado, previa a la determinación


de su eventual responsabilidad pone en serio riesgo el correcto desenvolvimiento
de la labor de investigación a la eficacia del proceso (...) Expediente número
mil quinientos sesenta y siete -dos mil dos-HT/TC, Rodríguez Medrano, por lo
que en el presente caso persiste el peligro procesal; razones por las cuales que
a criterio de este Superior Colegiado se han dado copulativamente los requisitos
establecidos en el artículo ciento treinta y cinco del Código Procesal Penal:
CONFIRMARON: la resolución apelada que en copias certificadas obra de
fojas doscientos ciento tres a ciento quince, su fecha veintiuno de octubre del
dos mil diez, en el extremo que dicta mandato de DETENCIÓN en contra de
las procesadas Rocío Núñez Malpartida y Julia Teresa Yataco Merino y otro,
como presuntos autores del delito contra el Patrimonio –Hurto Agravado en
grado de Tentativa– en agravio de Bruno Adriano Delgado Taboada, Luis Alberto
Infante Leyva y Jhon Shuler Rauch, y por la presunta comisión del delito contra
la Salud Pública Posesión de Cannabis Sativa y Pasta Básica de Cocaína en
agravio del Estado; Notificándose y los devolvieron.

84
DETENCIÓN PREVENTIVA

013. Suficiencia probatoria: Acreditación de actitud sospe-


chosa y posesión de elementos prohibidos
Si bien el agente niega participación y/o responsabilidad en
relación con los cargos formulados en su contra, señalando
además no haber estado en posesión de droga, arma de fuego
(verdadera) y municiones algunas; también lo es que de acuer-
do a los medios probatorios, fue encontrado no solo en actitud
sospechosa, sino en posesión de las especies antes descritas;
siendo ello así su negativa deberá ser debidamente ponderada
en su oportunidad a efectos de decretar o no su responsabilidad
en los hechos imputados.

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA


TERCERA SALA PENAL PARA PROCESOS CON REOS EN CÁRCEL

S.S. SALINAS SICCHA


MEZA WALDE
ZAPATA CARBAJAL

Resolución Nº 1051
Expediente Nº 30586-2010
Lima, 13 de diciembre de 2010

AUTOS y VISTOS; Interviniendo como Ponente la Jueza Superior MEZA


WALDE, con la constancia de Relatoría que antecede, y ATENDIENDO: PRI-
MERO.- Que el A quo para los efectos de decretar la medida cautelar de detención
o comparecencia, los únicos elementos de prueba que tiene en consideración son
los actuados durante la investigación policial que guarden relación con la notitia
criminis puesta a conocimiento como sustento de la denuncia fiscal; SEGUNDO.-
Que los presupuestos a tomar en cuenta por el A quo para el dictado del mandato
de prisión preventiva son los siguientes: a) Que existen fundados y graves ele-
mentos de convicción para estimar razonablemente la comisión de un delito que
vincule al imputado como autor o partícipe del mismo; b) Que la sanción a impo-
nerse sea superior al año de pena privativa de libertad, entendida la misma como
expectativa, toda vez que de ser factible aplicar la condicionalidad de la pena, no
ameritaría que se le ordene su detención inicial, y c) Que el imputado, en razón a
sus antecedentes y otras circunstancias del caso particular, permita colegir razo-
nablemente que tratará de eludir la acción de la justicia (peligro procesal) u

85
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

obstaculizar la averiguación de la verdad (peligro de obstaculización). Siendo ello


así se tiene que el primer presupuesto desarrolla el fomus boni iuris; los otros dos
integran el periculum in mora o peligro procesal; debiéndose tener en cuenta que
para la valoración de estos presupuestos es que se exige su concurrencia, la au-
sencia de uno de los requisitos fijados por la norma invalida la aplicación de la
prisión preventiva(1); TERCERO.- Que de la revisión de autos se desprende que
con fecha seis de octubre de dos mil diez, en horas de la tarde, en mérito a una
información confidencial sobre unos sujetos que a bordo de dos vehículos (una
combi con líneas anaranjadas y un station wagon color guinda), se encontraban
merodeando por inmediaciones de las intersecciones de las avenidas Rafael Escardó
y La Paz, distrito de San Miguel, avistando a posibles víctimas que salgan de las
agencias bancarias cercanas a la zona (modalidad conocida como “Marca”), se
procedió a llevar a cabo un operativo policial interviniendo a los procesados César
Arturo Jesús Rivera, Rodolfo Domingo Ramos Marcelo, Julio Torres Santos, José
Luis Gutiérrez Pimentel, Miguel Ángel Villaiva Poma, Alejandro Álvarez Velásquez
y Jessica Consuelo Pure Caballero; a quienes se les halló conforme a las Actas de
Registro Personal, Actas de Registro Personal y Comiso de Droga, Actas de Re-
gistro Personal, Comiso e Incautación de Arma de Fuego y Actas de Registro
Vehicular e Incautación, obrantes de fojas ochenta y nueve a ciento uno; en el caso
del procesado Alejandro Álvarez Velásquez veinte envoltorios de pasta básica de
cocaína con un peso bruto de cuatro punto dos gramos y peso neto de uno punto
seis gramos, y dos bolsitas de cannabis sativa (marihuana) con un peso bruto de
uno punto ocho gramos y peso neto uno punto cinco gramos, conforme al Resul-
tado Preliminar de Análisis Químico a fojas ciento quince; en el caso del procesado
Rodolfo Domingo Ramos Marcelo veinticinco envoltorios de pasta básica de
cocaína con un peso bruto de cinco punto tres gramos y peso neto de dos gramos,
y cuatro bolsitas de cannabis sativa (marihuana) con un peso bruto de dos punto
ocho gramos y peso neto de dos punto dos gramos, conforme al Resultado Preli-
minar de Análisis Químico a fojas ciento once; en el caso de la procesada Jessica
Consuelo Pure Caballero once envoltorios de pasta básica de cocaína con un peso
bruto de dos punto tres gramos y un peso neto de uno punto cinco gramos, y una
bolsita de cannabis sativa (marihuana) con un peso bruto de cero punto nueve
gramos y un peso neto de cero uno siete gramos, conforme al Resultado Preliminar
de Análisis Químico a fojas ciento dieciséis; en el caso del procesado César Arturo
Jesús Rivera un revólver marca smith and wesson, calibre treinta y ocho; en el
caso del procesado Julio Torres Santos un revólver marca Forja Taurus S.A. y seis
cartuchos de municiones calibre treinta y ocho; asimismo en los dos vehículos
intervenidos se encontró una réplica de pistola Pietro Beretta, calibre nueve mm,

(1) Expediente N° 0808-2002-HC/TC, de 8 de julio (Asunto “Tello Díaz).

86
DETENCIÓN PREVENTIVA

refiriendo el procesado Julio Torres Santos que pertenecían y las usaba para de-
fenderse de algún posible robo, negando al igual que el resto de sus coprocesados
la posesión de las drogas antes indicadas, así como las reales armas de fuego in-
cautadas. Finalmente es importante señalar que los procesados antes nombrados
fueron encontrados e intervenidos en forma conjunta en circunstancias que se
encontraban agrupados en la camioneta station wagon de placa SIA-083 y en la
combi de placa RQA-747; CUARTO.- Que si bien es cierto los recurrentes niegan
participación y/o responsabilidad en relación a los cargos formulados en su contra,
señalando además no haber estado en posesión de droga, arma de fuego (verdadera)
y municiones algunas; también lo es que de acuerdo a los medios probatorios
expuestos precedentemente, estos fueron encontrados no solo en actitud sospe-
chosa, sino en posesión de las especies antes descritas; siendo ello así sus negativas
deberán ser debidamente ponderadas en su oportunidad a efectos de decretar o no
su responsabilidad en los hechos imputados; máxime aún si de acuerdo al video
difundido en el noticiero de Frecuencia Latina (ver fojas diecinueve), se pudo
observar que inicialmente el procesado Jesús Rivera manifestó que estaba reali-
zando una carrera a sus coprocesados en su camioneta “combi”, que no los conocía,
y que venía del hospital (por cortes sufridos en el rostro); en tanto que el procesado
Álvarez Velásquez indicó que se encontraba en dicho vehículo con la finalidad de
ir a pegar al sujeto que le había cortado el rostro a su amigo el procesado Jesús
Rivera, a quien se le observa el día anterior a su intervención haciendo un reglaje;
asimismo se observa también al procesado Villalva Poma; y a Pure Caballero
refiriendo que sus coprocesados la sacaron para “marcar”; aunado al hecho de no
haber dado una explicación coherente de su presencia en el lugar de los hechos,
así como medio lícito de subsistencia, y que los procesados en su mayoría registran
antecedentes por delitos contra el patrimonio; QUINTO.- Que por lo expuesto
tenemos que existirían suficientes elementos probatorios que vincularían a los
recurrentes con la notitia criminis, existiendo por ende en esta etapa del proceso
verosimilitud en cuanto a los cargos formulados en su contra, cumpliéndose de
esta manera con el supuesto formal de existencia de prueba suficiente, es decir del
fumus boni iuris o apariencia de buen derecho(2), primer presupuesto requerido
por el artículo ciento treinta y cinco del Código Procesal Penal; asimismo en lo
que respecta al segundo y tercer presupuestos establecidos en el dispositivo legal
antes acotado, entendidos como el periculum in mora, o peligro en la demora
procesal, se tiene respecto a la prognosis de la pena, que el mismo deberá ser
analizado desde la perspectiva del riesgo de fuga. El legislador establece una pena
tipo solo a partir de la cual se puede presumir la posibilidad de que el imputado

(2) Significa que, para adoptarla, debe llevarse a cabo un juicio de verosimilitud sobre el derecho
cuya existencia se pretende declarar en la sentencia definitiva. Gutiérrez de Cabiedes. P. La
prisión provisional. Thomson Arazadi, Navarra, 2004, p. 125.

87
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

se sustraiga a la acción de la justicia(3). La existencia del peligro de fuga debe


apoyarse en un análisis concreto del caso y basarse en hechos determinados y
contrastados oportunamente, tales como el arraigo del imputado, determinado por
el domicilio, residencia habitual, asiento de la familia y de sus negocios o trabajo
y las facilidades para abandonar definitivamente el país o permanecer oculto;
siendo ello así de autos se desprende que los recurrentes no han acreditado con la
documentación pertinente cuál sería su domicilio y actividad lícita conocida;
siendo importante indicar que en el caso del procesado Jesús Rivera tan solo exhibe
una declaración jurada simple de domicilio, la misma que de acuerdo a la Ley
28882 carecería de valor, toda vez que para procesos judiciales se seguirá requi-
riendo que los certificados domiciliarios sean expedidos por una notaría, juzgado
de paz o municipio; en el caso del procesado Ramos Marcelo se repite la misma
situación y su actividad laboral aludida carece de documentación fehaciente que
la acredite (contrato de trabajo, boletas de pago, recibos por honorarios, constancia
de trabajo, etc.); y en el caso de los procesado Álvarez Velásquez y Puré Caballero
la situación es similar a la ante dicha, en el sentido que no se encuentra acreditada
fehacientemente sus actividades laborales; máximo aún si tenemos en considera-
ción, la forma y circunstancias en que se produjo su intervención policial y el
hecho, como se ha manifestado precedentemente de la existencia y/o registro de
antecedentes por parte de la mayoría de recurrentes. Siendo ello así podemos
inferir que una eventual puesta en libertad de los precitados, podría poner en serio
riesgo el éxito del proceso penal instaurado, por lo que resulta necesario mantener
subsistente la medida coercitiva de detención decretada inicialmente en su contra;
por tales fundamentos: CONFIRMARON el Auto de Apertura de Instrucción,
obrante en copia certificada de fojas doscientos cincuenta y ocho a doscientos
sesenta y siete, su fecha dieciocho de octubre de dos mil diez, en el extremo que
dicta mandato de detención contra César Arturo Jesús Rivera, Rodolfo Domingo
Ramos Marcelo, Julio Torres Santos, José Luis Gutiérrez Pimentel, Miguel Ángel
Villalva Poma, Alejandro Álvarez Velásquez Y Jessica Consuelo Pure Caballero
en la instrucción que se les sigue como presuntos autores del delito contra la Salud
Pública - Tráfico Ilícito de Drogas (Microcomercialización de drogas), en agravio
del Estado Peruano; contra la Seguridad Pública –Peligro Común– tenencia ilegal
de Armas de Fuego y Municiones, en agravio del Estado Peruano; y contra la
Tranquilidad Pública –Paz Pública– Asociación Ilícita para Delinquir, en agravio
del Estado Peruano; notificándose y los devolvieron.

(3) Jorge BARREIRO, A., La prisión provisional en la Ley de Enjuiciamiento Criminal, Deten-
ción y Prisión Provisional, coord. Perfecto Andrés Ibáñez), Cuadernos de Derecho Judicial,
Nº XVIII, CGPJ, Madrid, 1996, p. 57.

88
DETENCIÓN PREVENTIVA

014. Suficiencia probatoria: Evolución posterior de negativa


de agente frente a manifestaciones de agraviados
La negativa formulada por la agente deberá ser debidamente
ponderada en su oportunidad, toda vez que existe la sindicación
y reconocimiento en su contra formulado por parte de las me-
nores agraviadas, quienes en sus respectivas manifestaciones
policiales señalan a la recurrente como la persona que las
reclutó y condujo en diversas oportunidades a los distintos
domicilios del investigado por violación sexual.

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA


TERCERA SALA PENAL PARA PROCESOS CON REOS EN CÁRCEL

S.S. SALINAS SICHA


MEZA WALDE
ZAPATA CARBAJAL

Resolución Nº 1078
Expediente Nº 29378-10
Lima, 16 de diciembre de 2010

AUTOS y VISTOS; Interviniendo como Ponente la Jueza Superior Meza


Walde, con la constancia de Relatoría que antecede, y ATENDIENDO: PRI-
MERO.- Que el A quo para los efectos de decretar la medida cautelar de deten-
ción o comparecencia, los únicos elementos de prueba que tiene en consideración
son los actuados durante la investigación policial que guarden relación con la
notitia criminis puesta a conocimiento como sustento de la denuncia fiscal;
SEGUNDO.- Que los presupuestos a tomar en cuenta por el A quo para el dic-
tado del mandato de prisión preventiva son los siguientes: a) Que existen fun-
dados y graves elementos de convicción para estimar razonablemente la comisión
de un delito que vincule al imputado como autor o partícipe del mismo; b) Que
la sanción a imponerse sea superior al año de pena privativa de libertad, enten-
dida la misma como expectativa, toda vez que de ser factible aplicar la condi-
cionalidad de la pena, no ameritaría que se le ordene su detención inicial, y c)
Que el imputado, en razón a sus antecedentes y otras circunstancias del caso

89
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

particular, permita colegir razonablemente que tratará de eludir la acción de la


justicia (peligro procesal) u obstaculizar la averiguación de la verdad (peligro
de obstaculización). Siendo ello así se tiene que el primer presupuesto desarrolla
el fomus boni iuris; los otros dos integran el pericuium in mora o peligro pro-
cesal; debiéndose tener en cuenta que para la valoración de estos presupuestos
es que se exige su concurrencia, la ausencia de uno de los requisitos fijados por
la norma inválida la aplicación de la prisión preventiva(1); TERCERO.- Que de
la revisión autos se desprende que durante las investigaciones realizadas al
detenido James Lynn Bledsoe (ciudadano americano) por la presunta comisión
de los delitos de actos contra el pudor, en agravio de menores de edad y contra
la Salud Pública - Tráfico ilícito de Drogas, en agravio del Estado, se tomó
conocimiento de la presunta participación en el primero de la procesada Beatriz
Cieza Bombilla, quien sería la persona encargada de conducir a las menores,
mediante engaños, a los inmuebles del referido investigado con la finalidad de
promover su prostitución y obtener un provecho económico ilícito, razón por la
cual se dispuso su detención preliminar. Es así que tras las investigaciones pre-
liminares se tiene que se le imputa a la recurrente el delito de trata de personas
en su modalidad agravada, al haber presuntamente conducido a las menores
agraviadas identificadas con las claves número doscientos ochenta y ocho guión
dos mil diez, y doscientos ochenta y nueve guión dos mil diez, de nueve y trece
años de edad, a la vivienda del ciudadano americano James Lynn Bledsoe a fin
de que este último realice actos contrarios a la libertad sexual de las precitadas
menores agraviadas a cambio de un beneficio económico, aprovechándose de
las necesidades económicas de estas; CUARTO.- Que la recurrente Beatriz
Cieza Bombilla en su manifestación policial de fojas trece a dieciocho, niega
toda participación en el hecho imputado, no obstante señala conocer desde hace
cinco años al investigado James Lynn Bledsoe, y desde hace tres y un año res-
pectivamente a las menores agraviadas, en razón de dedicarse también estas
últimas al igual que ella a la venta de golosinas (caramelos) en el parque Kennedy
de Miraflores; asimismo señala haber acudido recién este año al departamento
del investigado James Lynn Bledsoe pero con la finalidad de pedirle comida y
realizar la limpieza, y haber observado en varias oportunidades el ingreso y
salida a dicho departamento de menores (niñas); no obstante a ello reconoce
haber acudido en algunas oportunidades al mismo en compañía de la menor
María (catorce años), y haberse retirado al observar que el investigado James
Lynn Bledsoe se drogaba, no retornando más a dicho inmueble, ni vuelto a ver

(1) Expediente Nº 0808-2002-HC/TC de 8 de julio (Asunto “Tello Díaz”).

90
DETENCIÓN PREVENTIVA

al precitado; habiendo tomado conocimiento por intermedio de la menor agra-


viada de trece años de edad, que este estaba entregando dinero a otras menores
de edad a cambio de que se desnudaran; negando en todo momento haber llevado
a los diversos inmuebles ocupados por el investigado James Lynn Bledsoe a las
menores agraviadas, así como a otras menores, a excepción de la menor María
(catorce años), a quien llevó para que la ayudará en la limpieza, desconociendo
los motivos por los cuales la sindican; QUINTO.- Que la negativa formulada
por la recurrente deberá ser debidamente ponderada en su oportunidad, toda vez
que existe la sindicación y reconocimiento en su contra formulado por parte [de]
las menores agraviadas, quienes en sus respectivas manifestaciones policiales
a fojas treinta y siete, y cuarenta, señalan a la recurrente como la persona que
las reclutó y condujo en diversas oportunidades a los distintos domicilios del
investigado James Lynn Bledsoe, en donde este y la recurrente bebían licor, les
compraban comida y ropa, les entregaban dinero y hacían ver películas porno-
gráficas; asimismo refieren que también acudían otras menores algunas de las
cuales sostenían relaciones sexuales con el investigado James Lynn Bledsoe, a
cambio de dinero, y que este consumía drogas; la manifestación policial a fojas
cuarenta y tres de la menor M.E.R.C., señalando haber acudido al departamento
del investigado James Lynn Bledsoe por intermedio de la recurrente con la fi-
nalidad de realizar limpieza, teniendo conocimiento que diversos niños(as) in-
gresan al departamento del precitado, así como el hecho que este consumía
droga; la manifestación policial a fojas veintidós de Carina Isabelle Rivarola
Flores, quien es su condición de vecina del investigado James Lynn Bledsoe dio
cuenta a la Policía del ingreso al domicilio del precitado de una menor de edad,
razón por la cual tras constituirse e ingresar al mismo, observaron a una de las
menores agraviadas asustada con restos de sustancia blanquecina en el cabello
y cuerpo, así como tapando con sus manos sus partes íntimas, las mismas que
emanaban un olor a semen y colonia, habiendo manifestado dicha menor que
[el] investigado la echaba a su costado en la cama, la hacía ver películas porno-
gráficas, la despojaba de su ropa, le realizaba tocamientos indebidos en sus partes
y le echaba la sustancia blanquecina en su cuerpo; asimismo refiere haber visto
a la recurrente ingresar al domicilio del investigado en compañía de una menor
a la cual la dejaba por unas horas retornando luego para recogerla; la manifes-
tación policial a fojas veinticinco de Mónica Carmona Salvatierra, madre de la
menor M.E.R.C., quien señala que su hija le manifestó que la recurrente se la
llevó al distrito de Miraflores, que al igual que a ella llevó varios menores, a los
cuales conducía a la casa del investigado James Lynn Bledsoe, a cambio de
propinas; y los certificados médicos legales correspondientes a las menores
agraviadas a fojas cincuenta y ocho y cincuenta y nueve: SEXTO.- Que por lo

91
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

expuesto tenemos que existirían suficientes elementos probatorios que vincula-


rían a la recurrente con la notitia criminis, existiendo por ende en esta etapa del
proceso verosimilitud en cuanto a los cargos formulados en su contra, cumplién-
dose de esta manera con el supuesto formal de existencia de prueba suficiente,
es decir del fumus boni iuris o apariencia de buen derecho(2), primer presupuesto
requerido por el artículo ciento treinta y cinco del Código Procesal Penal; asi-
mismo en lo que respecta al segundo y tercer presupuestos establecidos en el
dispositivo legal antes acotado, entendidos como el periculum in mora, o peligro
en la demora procesal, se tiene respecto a la prognosis de la pena, que el mismo
deberá ser analizado desde la perspectiva del riesgo de fuga. El legislador esta-
blece una pena tipo solo a partir de la cual se puede presumir la posibilidad de
que el imputado se sustraiga a la acción de la justicia(3). La existencia del peligro
de fuga debe apoyarse en un análisis concreto del caso y basarse en hechos
determinados y contrastados oportunamente, tales como el arraigo del imputado,
determinado por el domicilio, residencia habitual, asiento de la familia y de sus
negocios o trabajo y las facilidades para abandonar definitivamente el país o
permanecer oculto; siendo ello así de autos se desprende que la recurrente hasta
la techa no ha acreditado fehacientemente contar con domicilio y actividad lícita
conocida. Siendo ello así podemos inferir que una eventual puesta en libertad
de la recurrente, podría poner en serio riesgo el éxito del proceso penal instau-
rado, por lo que se hace necesario mantener subsistente la medida coercitiva de
detención decretada inicialmente en su contra; por tales fundamentos: CON-
FIRMARON el Auto de Apertura de Instrucción, obrante en copia certificada
de fojas setenta y seis a ochenta y cinco, su fecha tres de octubre de dos mil
diez, en el extremo que dicta mandato de detención contra la procesada Beatriz
Cieza Bombilla en la instrucción que se le sigue como presunta autora del delito
contra la Libertad Personal - Trata de Personas Agravada, en agravio de las
menores identificadas con la claves número doscientos ochenta y ocho guión
dos mil diez, y doscientos ochenta y nueve guión dos mil diez; notificándose y
los devolvieron.

(2) Significa que, para adoptarla, debe llevarse a cabo un juicio de verosimilitud sobre el derecho
cuya existencia se pretende declarar en la sentencia definitiva. GUTIÉRREZ DE CABIEDES,
P, La prisión provisional, Thomson Arazadi, Navarra, 2004, p. 125.
(3) Jorge BARREIRO, A., La prisión provisional en la Ley de Enjuiciamiento Criminal, Deten-
ción y Prisión Provisional (coord. Perfecto Andrés Ibáñez), Cuadernos de Derecho Judicial,
N’XVIII, CGPJ, Madrid, 1996, p. 57.

92
DETENCIÓN PREVENTIVA

015. Suficiencia probatoria: Alegación de desconocimien-


to de procedencia ilícita del dinero se valorará como
cuestión de fondo
Estando a la propia aceptación del agente de haber retirado el
dinero depositado por el agraviado por la supuesta extorsión,
y con los demás elementos probatorios incorporados al proce-
so; existen indicios razonables y suficientes que satisfacen la
exigencia normativa, y vinculan al procesado con el delito. De
otro lado, si bien sostiene el agente que desconocía el proceder
ilícito del dinero que retiraba, sin embargo dicho argumento
de defensa será valorado con los demás medios de probanza
en la etapa procesal correspondiente, es decir, al emitirse pro-
nunciamiento de fondo.

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA


TERCERA SALA PENAL PARA PROCESOS CON REOS EN CÁRCEL

S.S. PADILLA ROJAS


PEÑA FARFÁN
CHAMORRO GARCÍA

Resolución Nº 1096
Expediente Nº 30459-2010-1
Lima, 21 de diciembre de 2010

AUTOS Y VISTOS; Interviniendo como Ponente la Doctora Juez Superior


Chamorro García, con la constancia de Relatoría que antecede; siendo materia
de grado el recurso de apelación interpuesto por el procesado Jaime César Muro
Sevillano, contra el auto que en copias certificadas corre a fojas ciento ocho y
siguientes, su fecha dieciséis de octubre del año en curso, en el extremo que
dicta mandato de detención en su contra; y,
ATENDIENDO
PRIMERO.- El procesado Jaime César Muro Sevillano en su recurso im-
pugnatorio formalizado a folios ciento veintiocho y siguientes, alega en resumen,
que desconocía que el dinero que estaba retirando de la entidad bancaria provenía

93
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

de un hecho delictivo, que cuenta con domicilio fijo y trabajo conocido, y que
ha tenido problemas de alcoholismo.
SEGUNDO.- En razón al incidente promovido, es pertinente considerar que
la detención preventiva importa una restricción prevista por el artículo segundo,
inciso veinticuatro, literal “b” de la Constitución Política del Estado la cual tex-
tualmente señala: “(...) no se permite forma alguna de restricción de la libertad
personal, salvo en los casos previstos por la Ley (...)”, lo último en clara alusión
al artículo ciento treinticinco del Código Procesal Penal, asimismo el máximo
intérprete de la Constitución ha señalado que “(...) si bien la detención judicial
preventiva constituye una medida que limita la libertad física, por sí misma, esta
no es inconstitucional (...)(1).
TERCERO.- Tal como se precisó en el punto anterior, una de las excepciones
a la prohibición de la restricción de la libertad personal se encuentra regulada
en el artículo ciento treinta y cinco del Código Procesal Penal, disponiendo
que el Juez puede dictar el mandato de detención si atendiendo a los primeros
recaudos acompañados por el Fiscal Provincial sea posible determinar copula-
tivamente: A) La existencia de suficientes elementos de prueba de la comisión
de un delito que vincule al inculpado como autor o partícipe del mismo, B) Una
pena probable superior al año de pena privativa de libertad y C) La presencia
de peligro procesal.
CUARTO.- Además, debemos tener en cuenta que el único elemento que
tiene el Juez de la instancia inferior (A quo) para verificar la denuncia policial
(notitia criminis) puesto a su conocimiento, son los actuados policiales, que
reúnen los primeros elementos que van a determinar la medida cautelar a im-
ponerse al procesado en el proceso penal instaurado en su contra.
QUINTO.- Bajo este contexto, y analizados los autos materia de la alzada
en relación a la Suficiencia Probatoria, apreciamos que fluye la manifestación
en sede policial del agraviado Miguel Oswaldo Málaga Valzgen de fojas veinte
a veintiuno, donde señaló que el día veintitrés de marzo último tres personas
portando armas de fuego lo despojaron de sus pertenencias, entre ellas, su auto,
y tres días después recibió la llamada de un sujeto que se hacía llamar “pepe”
quien le dijo que si quería recuperar su auto debería hacer un giro de cinco mil
ochocientos nuevos soles en el Banco Interbank a nombre de Hellen Grace Vivas
Varillas, sin embargo no pudo efectuarlo porque dicha cuenta se encontraba con
alerta por las estafas que había realizado, siendo que horas más tarde lo vuelve
a llamar el sujeto “pepe” a quien le narró lo sucedido indicándole este que lo
deposite a nombre del procesado Jaime César Muro Sevillano, por lo que realizó

(1) STC Nº 1091-2002-1-IC/TC; caso: Vicente Ignacio Silva Checa.

94
DETENCIÓN PREVENTIVA

el depósito, sin embargo hasta la fecha no le han entregado su vehículo ni lo han


vuelto a llamar; asimismo corre la manifestación en sede policial de Diana Lidia
Sánchez Casana de fojas veintisiete a veintiocho, donde señala que su esposo
(procesado Jaime César Muro Sevillano) le comentó que el procesado Jaime
Eduardo Cabana Sánchez (hijo de la declarante) quien se encuentra recluido
en el Penal de Lurigancho le había pedido que cobre el dinero por la venta
de un auto –agrega la declarante– que cuando se comunicó con su hijo este le
manifestó que lo había hecho porque el procesado Henry Vera Atayupanqui le
había propuesto que busque a una persona para que cobre el dinero por la venta
de un carro; en esta línea también se tiene la manifestación en sede policial del
procesado Jaime César Muro Sevillano de fojas treinta y uno a treintitrés, donde
reconoce haber retirado el dinero de la entidad financiera y haberlo entregado a
un sujeto conocido como “lucho” todo por encargo del procesado Jaime Eduardo
Cabana Sánchez; del mismo modo también obra el Acta de Visualización de
video de fojas treinta y siete a treinta y ocho, donde se registra los instantes en
que el procesado Jaime César Muro Sevillano retira el dinero el día veintiséis de
marzo último en el interior del Centro Comercial “Plaza Vea” de Alfonso Ugar-
te; de igual forma corre a fojas cincuenta y tres el voucher por el depósito que
realizó el agraviado en la cuenta del procesado Jaime César Muro Sevillano por
la suma de cinco mil ochocientos nuevos soles, y de folios sesenta y siguientes
obra el reporte de las llamadas entrantes y salientes del servicio telefónico fijo
número treinta y siete veinte cuatro sesenta y uno perteneciente al agraviado
donde puede apreciarse las innumerables llamadas que recibió el día veintiséis
de marzo último lo que acredita su versión.
SEXTO.- Siendo así, es decir, estando a la propia aceptación que ha reali-
zado el procesado Jaime César Muro Sevillano, luego de visualizar el video, de
haber retirado el dinero depositado por el agraviado Miguel Oswaldo Málaga
Valzgen, la misma que se ve reforzada con lo manifestado por Diana Lidia Sán-
chez Casana y los demás elementos probatorios incorporados al proceso; este
Colegiado advierte que existen indicios razonables y suficientes que satisfacen la
exigencia normativa, y vinculan al procesado Jaime César Muro Sevillano con el
delito que se le imputa. De otro lado, si bien sostiene el apelante que desconocía
el proceder ilícito del dinero que retiraba, sin embargo cabe señalar que dicho
argumento de defensa será valorado con los demás medios de probanza en la
etapa procesal correspondiente, es decir, al emitirse pronunciamiento de fondo.
SÉTIMO.- Analizados los autos materia de la alzada en relación a la Prog-
nosis de la Pena, es decir teniéndose en cuenta la forma y circunstancias como se
habría perpetrado el delito materia de investigación, el rango de pena abstracta
que establece el tipo penal invocado, y además la presunta participación del
encausado Jaime César Muro Sevillano, se colige que ante la probable emisión

95
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

de una sentencia condenatoria se determinaría una pena concreta para el apelante


superior al año de privación de libertad.
OCTAVO.- Finalmente en cuanto al Peligro Procesal, apreciamos que la
dirección domiciliaria que señaló en su manifestación a nivel policial –véase a
folios veinticuatro– no es la misma que se registra en su ficha de Reniec - véase
a folios ochenta y cuatro, y según su propia versión el inmueble que indicó a
nivel preliminar es alquilado, aún más el documento “Declaración Jurada de
Domicilio” –véase a folios ciento sesenta– no resulta idóneo para sus fines puesto
que no reviste la contundencia de un documento público, anotaciones estas por
las que no se genera convicción sobre su arraigo domiciliario; sumado a ello, se
tiene que a nivel policial manifestó que conduce un negocio con RUC número
cien seiscientos setenta y dos doscientos sesentidós cero tres así como adjunta
su facturación todas ellas con enmendaduras –véase de folios ciento treinta y
uno a ciento cincuentiocho–, sin embargo habiéndose realizado la consulta en
la página Web de la SUNAT sobre el RUC de dicho negocio a la fecha en que
se expide la presente resolución, se advierte que registra como FECHA DE
BAJA EL DÍA VEINTIUNO DE FEBRERO DEL DOS MIL SIETE, más aún
en el rubro Estado del Contribuyente se consigna SUSPENSIÓN TEMPORAL,
siendo que dicha circunstancia negativa le resta contundencia probatoria a las
mencionadas instrumentales, en tal sentido no ha demostrado tener trabajo fijo,
conocido en arreglo a Ley; a mayor abundamiento a nivel preliminar afirmó
que hace un mes que vive solo, en consecuencia tampoco cuenta con arraigo
familiar; y finalmente cabe señalar que la Constancia expedida por la Iglesia
y Centro de Rehabilitación “Cristo Vencedor” donde se indica que el apelante
ha seguido un tratamiento por adicción al alcoholismo, no resulta pertinente
para acreditar su permanencia y fijación en el territorio nacional, más aún si su
retiro de la terapia ha sido voluntaria. Por lo expuesto, concluimos que existen
razones fundadas para presumir que el procesado Jaime César Muro Sevillano
en libertad, pondría en serio riesgo la actividad probatoria y por consiguiente la
impartición de justicia, existiendo por ahora peligro procesal.
NOVENO.- En conclusión, cumpliéndose con los requisitos previstos en el
numeral ciento treinta y cinco del Código Procesal Penal, y teniéndose que la
resolución materia de alzada ha sido debidamente motivada por el Juez A quo,
deberá confirmarse dicho extremo apelado.
Por estos fundamentos:
CONFIRMARON el auto que en copias certificadas corre de fojas ciento
ocho a ciento trece, su fecha dieciséis de Octubre del año en curso, en el extremo
que dicta el mandato de detención contra el procesado Jaime César Muro Sevi-
llano, como presunto autor del delito contra El Patrimonio –EXTORSIÓN–, en
agravio de Miguel Oswaldo Málaga Valzgen; Notificándose y los devolvieron

96
DETENCIÓN PREVENTIVA

016. Suficiencia probatoria: Hurto agravado en transferen-


cias electrónicas de fondos (modalidad pharming)
Existen suficientes elementos probatorios que vinculan al agente
con la notitia criminis, pues luego de la visualización del archivo
host del equipo de cómputo de propiedad del agraviado y con
presencia fiscal, fue detectado que se encontraba modificado, y
se constató el empleo de la modalidad “pharming”, que consiste
en el envío masivo de correos electrónicos a clientes titulares de
los bancos bajo la fachada de una empresa de prestigio u otros,
comunicándoles la existencia de un “gusano” que se propaga por
el messenger y que por ello debe descargarse un programa para
acelerar el navegador, siendo que el citado programa permite
que cuando el usuario acceda a la página original de los ban-
cos involucrados sean direccionados a una página web clonada
obteniéndose información confidencial del cliente.

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA


TERCERA SALA PENAL PARA PROCESOS CON REOS EN CÁRCEL

S.S. SALINAS SICCHA


MEZA WALDE
ZAPATA CARBAJAL

Rs. Nº 1072
Expediente Nº 43786-2009-2
Lima, 15 de diciembre de 2010

AUTOS Y VISTOS; oído el informe oral, Interviniendo como Ponente la


Vocal Meza Walde, en el presente caso el marco de la pretensión impugnatoria
esta dada por el concesorio de apelación de fojas doscientos sesenta y nueve y
de fojas trescientos dos, al recurso de apelación interpuesto por los inculpados
Carlos Alberto Peralta Garay, Juan Ascona León, y Dave Richard Peña Mora,
de fojas doscientos cincuenta y ocho, de fojas doscientos sesentitrés y fojas
doscientos noventa y cinco, reiterado a fojas doscientos noventiocho, contra el
extremo del auto de apertura de instrucción que decreta mandato de detención en
su contra, quedando así delimitado el ámbito de competencia de este colegiado;

97
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

y CONSIDERANDO: PRIMERO.- Que el A Quo para los efectos de decre-


tar la medida cautelar de detención o comparecencia, el único elemento que
tiene en consideración son los actuados de la investigación policial que reúne
los elementos probatorios acerca de la notitia criminis puesta a conocimiento
como sustento de la denuncia fiscal; SEGUNDO.- La medida de encarcela-
miento ha sido instituida, prima facie, como una fórmula de purgación de pena
por la comisión de ilícitos penales de determinada gravedad; en tal sentido, su
aplicación como medida cautelar en aras de asegurar el adecuado curso de las
investigaciones, y debe ser decretada solo cuando surjan suficientes causas que
justifiquen tal medida; TERCERO.- Las causas que justifican el dictado de
una medida de detención; son básicamente, la presunción de que el acusado ha
cometido un delito (como factor sine qua non), el peligro de fuga, la posibilidad
de perturbación de la actividad probatoria, el riesgo de comisión de nuevos de-
litos; y la posibilidad del denominado peligro procesal, que permanezca como
amenaza efectiva; teniendo la detención judicial preventiva el carácter de medida
provisional; CUARTO.- Que de la revisión de los actuados se desprende que la
agraviada Nelly Amelia Flores Quispe denunció haber sido objeto de hurto de
su dinero depositado en su cuenta de ahorros Nº 058713454, a la que no pudo
acceder por cuanto el Scotiabank la había bloqueado por medida de seguridad
al haber detectado movimientos inusuales de disposición de diversas cantidades
de dinero, los que se realizaron mediante la utilización de sistemas de transfe-
rencia electrónica de fondos a las cuentas de la agraviada, siendo identificados
durante la investigación los inculpados Javier Ascona León, Carlos Alberto
Peralta Garay, y Richard Peña Mora, a quienes la denuncia fiscal les atribuye
participación en la transferencia de los dineros de la agraviada en las diversas
cuentas que abrieron, así de los actuados que sustentan la denuncia fiscal, apa-
rece que luego de la visualización del archivo Host del equipo de cómputo de
propiedad de la agraviada y con presencia fiscal, fue detectado que se encontraba
modificado con fecha siete de abril de dos mil nueve, y se constató el empleo de
la modalidad pharming, que consiste en el envío masivo de correos electrónicos
a clientes titulares de los Bancos bajo la fachada de pertenecer a una empresa de
prestigio u otros, comunicándoles de la existencia de un “gusano” que se propaga
por el Messenger y que por ello deben descargar un programa para acelerar su
navegador, siendo el caso que cuando esto sucede, el citado programa modifica
el archivo host de su equipo de cómputo, lo que permite que cuando el usuario
acceda a la página original de los bancos involucrados sean direccionados a
una página web clonada obteniendo información confidencial del cliente que
es almacenada en la base de datos del cracker quien luego basa la información
a los casher (informáticos que realizan las transferencias por vías de internet)

98
DETENCIÓN PREVENTIVA

y estos a su vez a los drooper (quienes reclutan a las personas que han de abrir
las cuentas receptoras de las cuentas clonadas de los clientes de los Bancos);
QUINTO: La denuncia fiscal denuncia a Javier Ascona León, atribuyéndole que
luego de dialogar con el también denunciado Carlos Yalico Castillo y aceptar este
último su propuesta de abrir una cuenta bancaria, se contactó por vía telefónica
con Ronald Edinson Jara Robles quien le entregó la suma de trescientos nuevos
soles con la cual Carlos Yalico Castillo abrió una cuenta bancaria que fue utili-
zada como cuenta receptora del dinero de la cuenta bancaria de la agraviada los
días diez y once de abril de dos mil nueve, habiendo entregado a Carlos Yalico
Castillo la suma de cien nuevos soles; la denuncia fiscal imputa a Dave Richard
Peña Mora y a Carlos Alberto Peralta Garay, la recolección de personas que han
abierto cuentas bancarias que han servido como cuenta receptora de los dineros
obtenidos ilícitamente mediante medios informáticos de la cuenta bancaria de
la agraviada, obteniendo por cada persona una compensación económica; si-
tuación que quedará debidamente dilucidada durante la etapa de la instrucción;
SEXTO: Que existiendo suficientes elementos probatorios que vinculan a los
citados denunciados con la notitia criminis, durante la investigación judicial
se acreditará con certeza su grado de responsabilidad respecto de los hechos
instruidos, y efectuando una prognosis de pena, dada la gravedad de los hechos
denunciados, esta sería superior al año de pena privativa de la libertad, más aún
cuando los argumentos de su apelación constituyen en sí argumentos de defensa
que no corresponden a esta vía, no habiendo sido desvanecido el peligro procesal
de que se sustraiga al proceso en razón de que no se encuentra suficientemente
acreditado que cuenten con domicilio y trabajo conocido, amerita la medida
cautelar coercitiva; Por tales fundamentos: CONFIRMARON el extremo del
auto de apertura de instrucción de fecha veintinueve de octubre de dos mil nue-
ve, que corre de fojas ciento setenta y uno a fojas ciento setenta y cuatro, que
decreta mandato de DETENCIÓN contra Javier Ascona León, Dave Richard
Peña Mora Y Carlos Alberto Peralta Garay por el delito contra el patrimonio
–hurto en su modalidad agravada de utilización de sistemas de transferencia
electrónica de fondos– en agravio de Nelly Amelia Flores Quispe y el Banco
Scotiabank; notificándose y los devolvieron.

99
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

017. Suficiencia probatoria: Verificación de delito de tráfico


ilícito de drogas
De la lectura de la denuncia fiscal así como del acto de proce-
samiento, aparece señalada la forma como habría cometido el
delito de tráfico ilícito de drogas, por lo que existen suficientes
elementos probatorios que vinculan al agente con el delito im-
putado; en efecto, se le imputa que fue intervenido encontrándo-
se en su poder una bolsa de polietileno conteniendo doscientos
setenta y seis envoltorios con una sustancia al parecer PBC
y tres envoltorios conteniendo marihuana conforme a acta.
En tal línea, se evidencia que del análisis global de todos los
medios probatorios recogidos en la investigación preliminar se
determinan en forma concurrente y correlativa los presupuestos
materiales que sustentan la medida coercitiva de detención.

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA


TERCERA SALA PENAL PARA PROCESOS CON REOS EN CÁRCEL

Resolución Nº 1057
Expediente Nº 31008-10
Ponente SALINAS SICCHA.

RESOLUCIÓN
Lima, 13 de diciembre de 2010

AUTOS Y VISTOS: el cuaderno incidental originado por el recurso de


apelación interpuesto por la abogada defensora de la procesada Catalina Aurora
Caycho Marius al auto de procesamiento en el extremo de la medida coercitiva
de detención en el proceso que se le sigue por el delito de tráfico ilícito de drogas
en agravio del Estado, y ATENDIENDO:
PRIMERO.- La recurrente afirma que su patrocinada desde su manifesta-
ción policial así como al inicio de su instructiva se ha declarado inocente de los
hechos materia de investigación; que no obra en autos elementos probatorios
que le involucren con el delito que se le imputa por lo que al momento de su
detención no se le halló algún objeto o bien que le vinculen con drogas y por ello
se negó a firmar el acta de la Policía donde se consigna que se encontró droga

100
DETENCIÓN PREVENTIVA

por lo que es una injusticia que esté privada de su libertad y por tanto solicita
su revocatoria por el de comparecencia.
SEGUNDO.- Que en el considerando titulado como medida coercitiva del
auto de procesamiento se fundamenta la medida de detención considerando
que luego del análisis exhaustivo de los recaudos fluyen suficientes elementos
probatorios de la comisión del delito que vinculan a la imputada como presunta
autora del mismo, ello en base a las conclusiones a las que ha arribado el sumario
policial, a la forma, modo y circunstancias en que se ha producido la aprehensión
de los mismos en flagrancia delictiva estado que a la procesada Caycho Marius
se le intervino en poder de una bolsa de polietileno conteniendo doscientos se-
tenta y seis envoltorios con una sustancia al parecer PBC y tres envoltorios con
marihuana según aparece en el acta de fojas veinte; asimismo, se fundamenta
la medida coercitiva entre otras circunstancias, en el hecho que la procesada
Caycho Marius tiene antecedentes por similar delito por lo que hace prever que
la misma eludirá la acción de la justicia.
TERCERO.- Que de acuerdo al artículo ciento treinta y cinco del Código
Procesal Penal para imponer la medida coercitiva de detención se requiere sufi-
cientes elementos probatorios que vinculen al procesado con el delito que se le
atribuye, así mismo se requiere que el delito que se le atribuye esté sancionado
con una pena privativa de libertad superior a un año y que existan suficientes
elementos probatorios para concluir que el imputado intentará eludir la acción
de la justicia o perturbar la actividad probatoria y que todos estos presupuestos
materiales deben concurrir copulativamente.
CUARTO.- De la lectura de los argumentos fácticos de la denuncia fiscal
de fojas cuarenta y ocho así como del acto de procesamiento de fojas cincuenta
y siete, se advierte que aparece señalada la forma como habría cometido el de-
lito que se le atribuye, por lo que siendo así también se evidencia que existen
suficientes elementos probatorios que vinculan a la patrocinada de la recurrente
con el delito imputado; en efecto, se imputa a la procesada que el día dieciséis
de octubre de dos mil diez fue intervenida encontrándose en su poder una bolsa
de polietileno color negro conteniendo doscientos setenta y seis envoltorios en
papel periódico conteniendo en su interior una sustancia al parecer PBC y tres
envoltorios conteniendo marihuana conforme el acta de fojas veinte, acta que por
lo demás, como se observa, no fue firmada por la intervenida Caycho Marius.
QUINTO.- Que en tal línea, se evidencia que del análisis global de todos
los medios probatorios recogidos en la investigación preliminar determinan en
forma concurrente y correlativa los presupuestos materiales que sustentan la
medida coercitiva de detención regulado en el artículo ciento treinta y cinco

101
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

del Código Procesal Penal, por lo que el auto de procesamiento en el extremo


impugnado se encuentra arreglado a ley al estar debidamente motivada y en
consecuencia debe confirmarse.
Por tales consideraciones se RESUELVE: CONFIRMAR el auto de pro-
cesamiento de fojas cincuenta y siete en el extremo que dispone mandato de
DETENCIÓN en contra de la procesada Catalina Aurora Caycho Marius en el
proceso que se le sigue por el delito de tráfico ilícito de drogas en agravio del
Estado; notificándose y los devolvieron.

102
DETENCIÓN PREVENTIVA

018. Prognosis de la pena o sanción: Elementos a


considerarse
Para que se establezca la medida coercitiva de detención se re-
quiere que la sanción a imponerse o la suma de ellas sea superior
a un año de pena privativa de la libertad o que existan elementos
probatorios sobre la habitualidad del agente al delito, lo cual obliga
al juez a hacer una prognosis de la sanción, teniendo en cuenta
no solamente la pena conminada, sino también otros elementos
como la condición del autor, grado de participación, móviles, etc.

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA


TERCERA SALA PENAL PARA PROCESOS CON REOS EN CÁRCEL

S.S. PADILLA ROJAS


PEÑA FARFÁN
CHAMORRO GARCÍA

Resolución Nº 1062
Expediente Nº 29673-10
Lima, 20 de diciembre de 2010

AUTOS Y VISTOS: Interviniendo como Juez Superior Ponente el Doctor


Saúl Peña Farfán; con la constancia de Relatoría que antecede.
ASUNTO:
1.- Que, es materia de apelación el auto apertura de instrucción de fecha siete
de octubre del dos mil diez, que en copias certificadas obra de fojas 64 a 69,
en el extremo que dicta mandato de detención en contra de los procesados
Carlos Emilio Maldonado Rufones, Jean Pierre Eduardo Elías Millares y
Pablo Delfín Ramírez Chévez, como presuntos autores del delito contra El
Patrimonio –extorsión–, en agravio de Henry Delberth Camac Gutiérrez.
ANTECEDENTES:
2.- Conforme fluye de las investigaciones preliminares, con fecha 6 de octubre
del presente año, siendo aproximadamente las once horas, los procesados
se habrían constituido en la obra de construcción civil de un hotel que se
viene realizando en la avenida Petit Thouars Nº 1972, 1970 y 1980, con la

103
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

finalidad de ingresar a la misma para exigir la dación de cupos de trabajo


al agraviado, quien labora como administrador y responsable de la referida
obra, siendo que en su afán de lograr incursionar en la referida obra ame-
nazan y profieren palabras soeces contra Jorge Solizor Rojas, personal de
seguridad de la obra. Es el caso que los procesados a fin de amedrentar al
agraviado con el propósito de lograr los cupos de trabajo que exigían en
forma violenta logran paralizar la obra de los trabajadores, en razón a ello el
agraviado solicitó apoyo policial quienes capturan a los procesados, llegando
a determinarse de las investigaciones que el agraviado venía siendo conmi-
nado por los procesados para la entrega de cupos de trabajo en la referida
obra, siendo que desde el quince de setiembre el agraviado venía recibiendo
llamadas a su teléfono celular de parte de los procesados Elias Millares y
Carlos Maldonado Rufone, quienes se habrían identificado como “Ají” y
“Tati” respectivamente, manifestando ser dirigentes de la población de Lince
y solicitando cupos de trabajo y al indicárseles que no había necesidad de
contratar nuevo personal, se le amenazó con ingresar a la obra, lo cual se
hizo los días 4 y 5 en que se paralizó la obra por espacio de treinta minutos
y el 6 de octubre fueron intervenidos en flagrante delito.
3.- Que, la defensa de los procesados fundamenta su recurso impugnatorio a
fojas 86, 93 y 100, señalando entre otras cosas que se consideran inocentes,
ya que en ningún momento han ejercido violencia ni física ni psicológica,
ya que solo acudieron a solicitar un puesto de trabajo, además que no existe
peligro procesal.
ANÁLISIS:
4.- Que, para que se establezca la medida coercitiva de detención se requieren de
manera concurrente, los presupuestos materiales y formales a que se contrae
el artículo 135 del Código Procesal Penal; modificado por la ley Nº 28726
dentro de los presupuestos materiales tenemos: a) la prueba suficiente de la
comisión del delito que vincule al imputado con el hecho, b) que, la sanción
a imponerse o la suma de ellas sea superior a un año de pena privativa de la
libertad o que existan elementos probatorios sobre la habitualidad del agente
al delito, lo cual obliga al juez a hacer una prognosis de la sanción, teniendo
en cuenta no solamente la pena conminada, sino también otros elementos
como la condición del autor, grado de participación, móviles, etc.; y c)
que, por la naturaleza del delito y circunstancias en que se ha perpetrado el
mismo, puede presumirse que el imputado va a rehuir el juzgamiento o va
a perturbar la actividad probatoria;

104
DETENCIÓN PREVENTIVA

5.- Que, de los recaudos preliminares se advierte que existen suficientes ele-
mentos de prueba que vinculan a los procesados con los hechos investiga-
dos, así tenemos: a) La información policial de fojas 2 y siguientes, la cual
describe la forma y circunstancias en que se habrían producido los hechos
investigados y la aprehensión de los procesados en flagrancia delictiva;
b) La manifestación del agraviado Camac Gutiérrez obrante de folios 13 a 15,
en la cual narra de forma detallada las circunstancias en que los procesados
irrumpieron en el local de la obra de construcción civil, quienes mediante
violencia y amenaza le solicitaron cupos de trabajo, siendo que el quince
de setiembre último recibió una llamada de los procesados Elías Millares y
Carlos Maldonado Bufones, quienes se identificaron como “Ají” y “Tati”
respectivamente manifestando ser dirigentes de la población de Lince y como
les dijo que no requerían personal lo amenazaron con paralizar la obra, lo
cual en efecto realizaron los días 4, 5 y 6 de octubre; c) La manifestación
policial de Jorge Solizor Rojas de folios 16, vigilante particular de la obra,
quien manifiesta ser testigo de los hechos delictivos cometidos por los tres
procesados quienes los días 4 y 5 de octubre último ingresaron a las ins-
talaciones luego de agredirlo física y verbalmente para solicitar cupos de
trabajo y como no se les permitía la entrada obligaron a los trabajadores a
paralizar la obra.
6.- Que, por otro lado estando a la naturaleza de los hechos y la penalidad con
la que se encuentra sancionado el ilícito investigado, se colige que en caso
de emitirse sentencia condenatoria, esta podría superar a un año de pena
privativa de la libertad.
7.- Respecto al peligro procesal, se tiene, que en el fundamento siete de la Sen-
tencia del Tribunal Constitucional recaída en el Expediente número treintitrés
ochenta-dos mil cuatro-HCTTC se sostiene: “que la existencia de peligro
procesal debe determinarse a partir del análisis de una serie de circunstancias
concurrentes, antes o durante el desarrollo del proceso y que están ligadas,
fundamentalmente, con las actitudes y valores morales del procesado, lo
mismo que con su ocupación, sus bienes, sus vínculos familiares y otro
factor que permita concluir con un alto grado de objetividad, que la libertad
del inculpado, previa a la determinación de su eventual responsabilidad, no
pone en riesgo el correcto desenvolvimiento de la labor de investigación y
la eficacia del proceso (...)”;
8.- En tal sentido, se aprecia que los procesados no han acreditado con docu-
mento cierto contar con trabajo lícito ni domicilio establecido que les genere

105
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

arraigo en la ciudad, siendo que el domicilio señalado por el procesado Elías


Millares a nivel preliminar difiere del que obra consignado en su ficha del
Reniec de folios 33, así como que presenta antecedentes (ver folios 5 y 40),
al igual que el procesado Maldonado Rufones (ver folios 5 y 39), por lo que
los procesados en libertad pueden poner en riesgo el correcto desenvolvi-
miento de la labor de investigación y la eficacia del proceso, concurriendo
de esta manera copulativa los tres requisitos exigidos por el artículo 135 del
Código Procesal Penal, por lo que corresponde confirmar el extremo de la
resolución apelada.
DECISIÓN:
Por los fundamentos antes expuestos, los integrantes de la Sala RESOL-
VIERON: Confirmar el auto apertura de instrucción de fecha siete de octubre
del dos mil diez, que en copias certificadas obra de fojas 64 a 69, en el extremo
que dicta mandato de detención en contra de los procesados Carlos Emilio Mal-
donado Rufones, Jean Pierre Eduardo Elías Millares y Pablo Delfín Ramírez
Chévez, como presuntos autores del delito contra El Patrimonio –Extorsión–,
en agravio de Henry Delberth Camac Gutiérrez notificándose y lo devolvieron.

106
DETENCIÓN PREVENTIVA

019. Prognosis de la pena o sanción: Configuración


Analizados los autos en relación con la prognosis de la pena,
es decir teniéndose en cuenta la forma y circunstancias como
se habrían perpetrado los delitos materia de investigación, el
rango de pena abstracta que establece el tipo penal invocado,
y, además, la presunta participación del agente, se colige que
ante la probable emisión de una sentencia condenatoria se
determinaría una pena concreta superior al año de privación
de libertad.

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA


TERCERA SALA PENAL PARA PROCESOS CON REOS EN CÁRCEL

S.S. PADILLA ROJAS


PEÑA FARFÁN
CHAMORRO GARCÍA

Resolución Nº 1122
Expediente Nº 31377-2010-1
Lima, 21 de diciembre de 2010

AUTOS Y VISTOS; Interviniendo como Ponente la Doctora Juez Superior


Chamorro García, con la constancia de Relataría que antecede; siendo materia de
grado el recurso de apelación interpuesto por los procesados Anthony Ricardo
Basauri Rabanal y Junior Michael Chávez Chuquilin, contra el auto que en copias
certificadas corre a fojas sesentitrés y siguientes, su fecha treinta de octubre del
año en curso, en el extremo que dicta mandato de detención en contra de ellos; y,
ATENDIENDO:
PRIMERO.- El procesado Anthony Ricardo Basauri Rabanal en su recurso
impugnatorio formalizado a folios setenticuatro y ampliado a folios ochenti-
cuatro, alega en resumen, que los verdaderos responsables son los dueños de
la imprenta, que no hay elementos suficientes para inculpado, que tiene trabajo
conocido, domicilio fijo, y familia constituida.
SEGUNDO.- El procesado Junior Michael Chávez Chuquilin en su recurso
impugnatorio formalizado a folios ochentiuno, alega en resumen, que resulta

107
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

imposible que el propietario de la imprenta no haya tenido conocimiento del


hecho, que no tiene ninguna responsabilidad, que cuenta con trabajo y domicilio
conocido.
TERCERO.- En razón al incidente promovido, es pertinente considerar que
la detención preventiva importa una restricción prevista por el artículo segundo.
inciso veinticuatro, literal “b” de la Constitución Política del Estado la cual tex-
tualmente señala: “(...) no se permite forma alguna de restricción de la libertad
personal, salvo en los casos previstos por la Ley (...)”, lo ultimo en clara alusión
al artículo ciento treinticinco del Código Procesal Penal, asimismo el máximo
intérprete de la Constitución ha señalado que “(...) si bien la detención judicial
preventiva constituye una medida que limita la libertad física, por sí misma, esta
no es inconstitucional (…)(1).
CUARTO.- Tal como se precisó en el punto anterior, una de las excepciones
a la prohibición de la restricción de la libertad personal se encuentra regulada
en el artículo ciento treinta y cinco del Código Procesal Penal, disponiendo
que el juez puede dictar el mandato de detención si atendiendo a los primeros
recaudos acompañados por el Fiscal Provincial sea posible determinar copula-
tivamente: A) La existencia de suficientes elementos de prueba de la comisión
de un delito que vincule al inculpado como autor o partícipe del mismo; B) Una
pena probable superior al año de pena privativa de libertad; y, C) La presencia
de peligro procesal.
QUINTO.- Además, debemos tener en cuenta que el único elemento que
tiene el Juez de la instancia inferior (a quo) para verificar la denuncia policial
(notitia criminis) puesto a su conocimiento, son los actuados policiales, que
reúnen los primeros elementos que van a determinar la medida cautelar a im-
ponerse al procesado en el proceso penal instaurado en su contra.
SEXTO.- Bajo este contexto, y analizados los autos materia de la alzada en
relación a la Suficiencia Probatoria, apreciamos que fluye la manifestación en
sede policial del procesado Anthony Ricardo Basauri Rabanal de fojas diecinueve
a veintiuno, quien señaló que los miembros de la Policía Nacional en compañía
del Fiscal hallaron en el interior del inmueble unos paquetes que contenían
láminas de billetes de moneda nacional y dólares, así como unos fotolitos y
dos placas insoladas; asimismo, se tiene la manifestación en sede policial del
procesado Junior Michael Chávez Chuquilin de fojas veintidós a veinticinco,

(1) STC 1091-2002-1-1C/TC; caso: Vicente Ignacio Silva Checa.

108
DETENCIÓN PREVENTIVA

quien aseveró que los efectivos policiales que intervinieron encontraron en el


inmueble tres paquetes conteniendo material de billetes de cien, veinte, diez
nuevos soles y de cincuenta dólares, así como placas de aluminio y fotolitos con
el logotipo de los billetes nombrados; de igual forma obran las manifestaciones
en sede policial de Jesús Fortunato León Pichiulen y María Isabel Chávez Lan-
cho de fojas veintiséis y treinta respectivamente, quienes alegan haber otorgado
el permiso correspondientes a las autoridades para que realicen el registro de
su inmueble, y además –añaden– que desconocen la procedencia de las cajas
halladas conteniendo los billetes de moneda nacional y extranjera; en esta línea
se tiene el Acta de Registro Domiciliario e Incautación in situ de fojas treinti-
nueve a cuarentiuno, diligencia realizada con presencia del representante del
Ministerio Público, consignándose haberse hallado en el inmueble intervenido
tres paquetes con gran cantidad de pliegos con varios billetes algunos en moneda
nacional y otros en dólares. Así también se encontró dos placas de impresión con
imágenes del anverso de billete de cien nuevos soles cuyo tamaño coincide con
el tamaño de la mantilla de la máquina Offset Rolland, más aún la numeración
de los billetes incautados es la misma que figura en las dos placas, además se
hallaron cinco fotolitos, tres de ellos con la imagen del reverso del billete de cien
nuevos soles, uno con el retrato de Jorge Basadre con el billete de cien y otro
con un fondo oscuro; a mayor abundamiento obra el Análisis de Autenticidad
de Numerario (billetes y monedas), donde el especialista que la certifica que
las muestras analizadas correspondiente al material incautado corresponden a
falsificaciones.
SÉTIMO.- Siendo así, es decir, estando a que la intervención en el inmue-
ble se realizó con arreglo a Ley, en presencia del representante del Ministerio
Público, y aunado que 1os procesados Anthony Ricardo Basauri Rabanal y
Junior Michael Chávez Chuquilin no han puesto en cuestión la real existencia
del material delictivo incautado, que incluso es corroborado por los testigos
Jesús Fortunato León Pichiulen y María Isabel Chávez Lancho; este Colegiado
advierte que existen indicios razonables y suficientes que satisfacen la exigencia
normativa, y vinculan a los procesados Anthony Ricardo Basauri Rabanal y
Junior Michael Chávez Chuquilin con el delito que se les imputa. De otro lado,
si bien sostienen los apelantes que el material ilícito se lo dejaron a cuidar al
procesado Basauri Rabanal, quien no dio aviso de ello a los propietarios, sin
embargo, cabe precisar que dichos argumentos de defensa serán valorados con
los demás medios de probanza en la etapa procesal correspondiente, es decir, al
emitirse pronunciamiento de fondo.

109
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

OCTAVO.- Analizados los autos materia de la alzada en relación a la Prog-


nosis de la Pena, es decir, teniéndose en cuenta la forma y circunstancias como
se habrían perpetrado los delitos materia de investigación, el rango de pena
abstracta que establece el tipo penal invocado, y además la presunta partici-
pación de los encausados Anthony Ricardo Basauri Rabanal y Junior Michael
Chávez Chuquilin, se colige que ante la probable emisión de una sentencia
condenatoria se determinaría una pena concreta para los apelantes superior al
año de privación de libertad.
NOVENO.- Finalmente en cuanto al Peligro Procesal, apreciamos que el
procesado Anthony Ricardo Basauri Rabanal no ha demostrado con documento
público actual contar con domicilio fijo, si bien adjunta un recibo por consumo
de energía eléctrica a folios noventa, sin embargo, esta instrumental no reviste
la contundencia probatoria necesaria para generar certeza, y en cuanto al Certi-
ficado expedido por la Comisaría de Sol de Oro obrante a folios noventa y uno
se aprecia que fue expedido el veintiuno de octubre del dos mil nueve, circuns-
tancia esta que le resta virtualidad probatoria para sus fines; de igual forma, el
procesado Junior Michael Chávez Chuquilin no ha acreditado fehacientemente
contar con domicilio fijo y conocido, más aún si la información que brinda al
respecto no guarda la solidez necesaria y por el contrario refleja su animó para
distorsionar el rumbo de la investigación, sostenemos lo señalado por el hecho
que, en la diligencia de Registro Domiciliario e Incautación in situ a folios
cuarenta afirmó tener como domicilio en la “urbanización Pando novena etapa
distrito de San Miguel” y dos horas después en su manifestación policial a folios
veintidós señaló que reside en la “avenida Circunvalación manzana R cero cinco
lote once urbanización Mariscal Cáceres distrito de San Juan de Lurigancho”;
de otro lado, en cuanto al ámbito laboral refieren ambos dedicarse al negocio
de operarios en imprenta, empero teniendo en cuenta que la imputación que les
recae es presuntamente por la aplicación de sus conocimientos laborales para
fines delincuenciales, se determina que no cuentan con arraigo en este aspecto,
asimismo, las instrumentales que obran de fojas setenta y seis a ochenta (cuatro
los certificados de trabajo) pertenecientes al procesado Basauri Rabanal y las
instrumentales que ha ofrecido el procesado Junior Michael Chávez Chuquilin
en su escrito presentado ante esta instancia el catorce de diciembre último no
generan certeza absoluta sobre su fijación laboral, por la razón antes mencionada;
a mayor abundamiento el procesado Basauri Rabanal ofrece a folios noventidos
la partida de nacimiento de su hija, pero dicho instrumento por si solo no acredita
que se encuentre enfrentando su responsabilidad de padre, acreditación necesa-
ria para tener convicción de que no se sustraerá de la ciudad. Por lo expuesto,

110
DETENCIÓN PREVENTIVA

concluimos que existen razones fundadas para presumir que los procesados An-
thony Ricardo Basauri Rabanal y Junior Michael Chávez Chuquilin en libertad,
pondría en serio riesgo la actividad probatoria y por consiguiente la impartición
de justicia, existiendo por ahora Peligro Procesal.
DÉCIMO.- En conclusión, cumpliéndose con los requisitos previstos en el
numeral ciento treinta y cinco del Código Procesal Penal, y teniéndose que la
resolución materia de alzada ha sido debidamente motivada por el Juez A quo,
deberá confirmarse dicho extremo apelado.
Por estos fundamentos:
CONFIRMARON el auto que en copias certificadas corre de fojas sesenta
y tres a sesentisiete, su fecha treinta de octubre del año en curso, en el extremo
que dicta el mandato de detención en contra de los procesados Anthony Ricardo
Basauri Rabanal y Junior Michael Chávez Chuquilin, como presuntos autores
del Delito Contra El Orden Financiero y Monetario –delitos monetarios– Fa-
bricación y Falsificación de Moneda, en agravio del Estado y de la Oficina del
Tesoro de los Estados Unidos; Notificándose y los devolvieron.

111
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

020. Prognosis de la pena o sanción: Aplicación de


atenuantes
Existen circunstancias atenuantes que permiten prever que
en caso de encontrarse responsabilidad al agente, la pena a
imponérsele pueda ser disminuida hasta cuatro años de pena
privativa de la libertad, por cuanto es agente primario conforme
se advierte en su certificado de antecedentes penales el cual
señala negativo; del mismo modo, tiene responsabilidad res-
tringida, por cuanto tiene diecinueve años de edad, conforme
trasciende de su ficha del Reniec y su partida de nacimiento,
encontrándose por ende bajo los alcances del artículo 22 del
Código Penal; además se ha declarado confeso desde el inicio
de la investigación, siendo que en su oportunidad se le podría
aplicar las bondades del artículo 136 del Código de Procedi-
mientos Penales.

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA


TERCERA SALA PENAL PARA PROCESOS CON REOS EN CÁRCEL

S.S. PADILLA ROJAS


PEÑA FARFÁN
CHAMORRO GARCÍA

Resolución Nº 1067
Expediente Nº 19045-2010
Lima, 21 de diciembre de 2010

AUTOS Y VISTOS: Interviniendo como Juez Superior Ponente el doctor


Peña Farfán; con lo dictaminado por la Señora Fiscal a fojas 81 y el escri[to]
presentado con fecha 17 de diciembre último;
ASUNTO:
1.- Que es materia de apelación la resolución de fecha 4 de octubre del año 2010
obrante de fojas 66 a 71, la misma que declara Improcedente la Libertad
Provisional solicitada por el procesado Andreé De Jesús Ríos Espinoza, en

112
DETENCIÓN PREVENTIVA

los seguidos en su contra como presunto autor del delito contra El Patrimonio
- Robo Agravado en agravio de René Walter Apolaya Acosta.
ANTECEDENTES:
2.- Que, como fluye de las investigaciones preliminares, el día 19 de junio del
año 2010, en circunstancias que el agraviado se encontraba transitando por
las inmediaciones del jirón Miroquesada - Cercado de Lima, después de haber
efectuado un depósito de dinero en el Banco Falabella ubicado en el jirón
de La Unión, fue sorpresivamente interceptado por el solicitante (procesa-
do) Ríos Espinoza y coprocesado quienes se encontraban en una bicicleta,
siendo que al pasar frente al agraviado el recurrente le propinó un golpe en
la boca del estómago, mientras que su coprocesado le rebuscó sus bolsillos
sustrayéndole a este último un fajo de billetes de S/. 200 nuevos soles así
como su teléfono celular. Tanto el solicitante como su coprocesado se dieron
a la fuga en la bicicleta, siendo que el agraviado en su desesperación corrió
tras de ellos gritando que lo ayuden y al llegar al jirón Azángaro unos tran-
seúntes lograron sujetar la bicicleta siendo su coprocesado Villegas Flores
capturado y llevado a la comisaría, mientras que el solicitante logró huir.
3.- Que, el recurrente fundamenta su recurso de apelación básicamente en lo
siguiente: a) que el recurrente, después de cometido el acto delictuoso, luego
de darse a la fuga, se puso a derecho por iniciativa propia en la comisaría del
sector; b) el agraviado ha acreditado con un voucher el depósito de dinero
al banco, pero no ha acreditado la preexistencia del dinero supuestamente
sustraído; c) acredita con documentos la existencia de domicilio real y arraigo
familiar; d) tiene la condición de reo primario
ANÁLISIS:
4.- Que, el artículo 182 del Código Procesal Penal vigente establece que el
procesado podrá solicitar Libertad Provisional cuando nuevos elementos de
juicio permitan razonablemente prever que: a) La pena privativa de libertad
a imponerse no será superior a los cuatro años o que el inculpado esté su-
friendo una detención mayor a las dos terceras partes de la pena solicitada
por el Fiscal en su acusación escrita; b) Se haya desvanecido la probabilidad
de que el procesado eluda la acción de la justicia o perturbe la actividad
probatoria; c) Que el procesado cumpla con la caución fijada o, en su caso,
el insolvente ofrezca fianza personal;
5.- Que, el delito instruido en autos es contra El Patrimonio - Robo Agravado,
tipificado en el primer párrafo del artículo 189 numeral 4 del Código Penal,
pero si bien es cierto, prevé una pena mínima de doce años, también es cierto

113
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

que existen circunstancias atenuantes que permiten prever que en caso de


encontrarse responsabilidad al recurrente, la pena a imponérsele pueda ser
disminuida hasta cuatro años de pena privativa de la libertad, por cuanto es
agente primario conforme se advierte a fojas 51 en su certificado de ante-
cedentes penales el cual señala negativo, del mismo modo, tiene responsa-
bilidad restringida, por cuanto tiene 19 años de edad, conforme trasciende
de su ficha del Reniec de fojas 12 y su partida de nacimiento de fojas 13
encontrándose por ende bajo los alcances del artículo 22 del Código Penal,
además, se ha declarado confeso desde el inicio de la investigación, siendo
que en su oportunidad se le podría aplicar las bondades del artículo 136 del
Código de Procedimientos Penales.
6.- Que, asimismo, como se ha señalado en el punto 4-b, debe verificarse si en
el caso concreto se mantiene el peligro de fuga o peligro de entorpecimiento
de la actividad probatoria, siendo esto así, se tiene que el procesado cuenta
con arraigo familiar, por cuanto adjunta documentación como es: la copia
de documento nacional de identidad de sus padres obrante de fojas 14 a 15
el cual se corrobora con la partida de nacimiento a fojas 13, que tiene una
menor hija conforme al certificado de nacido vivo que se ha acompañado,
la declaración jurada donde señala tener domicilio fijo, el cual coincide con
el proporcionado a nivel preliminar y el fijado en su ficha del Reniec antes
citada, además que este se presentó voluntariamente ante la autoridad policial
después de producidos los hechos, tal como se detalla en la ocurrencia de
calle transcrita a folios 20, todo lo cual implica el desvanecimiento del peligro
procesal de eludir la acción de la justicia o perturbar la actividad probatoria,
por lo que al configurarse los presupuestos exigidos por el artículo 182 del
Código Procesal Penal vigente corresponde revocar la resolución apelada;
DECISIÓN:
Por los fundamentos antes expuestos, los integrantes de la Sala RESOLVIE-
RON: Revocar la Resolución que declara Improcedente la libertad provisional
solicitada por el recurrente Andreé de Jesús Ríos Espinoza, de fecha 4 de octubre
del año 2010, en la instrucción que se le sigue por la presunta comisión del de-
lito contra El Patrimonio - Robo Agravado en agravio de René Walter Apolaya
Acosta y REFORMÁNDOLA: Declararon procedente la Libertad Provisional
solicitada; Dictaron: las siguientes Reglas de Conducta: a) no variar de domicilio
ni ausentarse del lugar de su residencia sin previo aviso al Juzgado, b) cumplir
con las citaciones y mandatos judiciales, c) concurrir los últimos días del mes al
local del juzgado a firmar el libro respectivo, d) respetar el patrimonio ajeno, bajo

114
DETENCIÓN PREVENTIVA

apercibimiento de aplicársele lo dispuesto por el artículo 144 del Código Procesal


Penal vigente en caso de incumplimiento de las reglas de conducta establecidas;
FIJARON: por concepto de Caución la suma de Cien Nuevos Soles, monto
que deberá ser pagado por el recurrente en el Banco de la Nación y fecho ofí-
ciese para su inmediata excarcelación, siempre y cuando no exista en su contra
mandato de detención decretado por autoridad competente; notificándose.

115
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

021. Peligro procesal: Aplicación interpretativa de los criterios


de calificación del Nuevo Código Procesal Penal
Con relación al peligro procesal, se aprecia que la doctrina ju-
risprudencial del Tribunal Constitucional permite la aplicación
del nuevo Código Procesal Penal como parámetro interpretativo
en los distritos judiciales en los que no se encuentra vigente, en
ese sentido se tiene que para calificar el peligro de fuga debe
tenerse en cuenta el arraigo en el país del imputado, la gravedad
de la pena que se espera como resultado del procedimiento, la
importancia del daño resarcible y la actitud que el imputado
adopta, voluntariamente, frente a él; y, el comportamiento del
imputado durante el procedimiento o en otro procedimiento
anterior, en la medida en que indique su voluntad de someterse
a la persecución penal.

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA


SALA PENAL DE VACACIONES PARA PROCESOS CON REOS
LIBRES

S.S. ESCOBAR ANTEZANO


CARRASCO ALARCÓN
EYZAGUIRRE GÁRATE

Resolución Nº 70
Expediente Nº 15587-2010-1
RESOLUCIÓN
Lima, 17 de febrero de 2010

AUTOS Y VISTOS: Interviniendo como ponente la señora Juez Superior


Nancy Eyzaguirre Gárate; y oído el informe oral conforme deja constancia
Relatoría obrante de folios ciento cinco.
ANTECEDENTES:
1.- Con fecha siete de setiembre del año dos mil diez, el Cuadragésimo Séptimo
Juzgado Penal de Lima, resuelve Abrir Instrucción en la Vía Sumaria, contra
Wilheim Richter Camino, como presunto autor del delito contra la Seguridad
Pública - Peligro común – conducción de vehículo en estado de ebriedad, en

116
DETENCIÓN PREVENTIVA

agravio de la sociedad; y, contra la Fe Pública –Uso de documento Público


Falso–, en agravio del Estado -Ministerio de Transportes, dictándose contra
el aludido procesado Mandato de Detención (ver las copias certificadas de
folios dieciocho a veintiocho).
2.- Dicha resolución es apelada por el procesado Wilheim Richter Camino, en
el extremo que se le impone detención preventiva, con fecha siete de enero
del año dos mil once, mediante escrito de folios cuarenta y uno a cuarenta
y siete; habiéndose concedido el citado recurso impugnatorio mediante re-
solución de fecha diez de enero del año dos mil once, tal como se observa
de folios cuarenta y ocho.
ANTENDIENDO:
PRIMERO.- Que, el fundamento del medio impugnatorio interpuesto por
el citado procesado se basa, en que la a quo en la resolución recurrida, no ha
tomado en cuenta que si bien existen indicios de la comisión de los delitos
imputados, no obstante, no existe peligro procesal dado que tiene domicilio
conocido, asimismo, en cuanto a la imputación del delito de conducción de
vehículo en estado de ebriedad, se tiene que la pena abstracta en el momento de
los hechos es no mayor de dos arios, y en el caso del delito imputado de uso de
documento público falso, si bien es de dos a diez años, sin embargo, al tener un
carácter excepcional el mandato de detención –conforme al recurso de nulidad
número tres mil quinientos cuarenta y siete guión noventa y seis– debe tenerse
en cuenta que la sanción a imponerse puede ser inferior a cuatro años de pena
privativa de la libertad.
SEGUNDO.- La detención prevista en nuestro ordenamiento jurídico pro-
cesal penal vigente, puede ser entendida como la medida de coerción procesal
penal de naturaleza personal de mayor gravedad; consistente en la privación
provisional del derecho de libre desplazamiento de la persona que se encuentra
sujeta a un proceso penal en calidad de imputado; lo que conlleva al interna-
miento del sujeto en un establecimiento penitenciario con la finalidad de evitar
que eluda la acción de la justicia o perturbe la actividad probatoria.
TERCERO.- Por su severidad la detención debe de ordenarse como la
“última ratio” de los medios de coerción, para lograr la sujeción del imputado
al proceso y evitar la perturbación de la actividad probatoria; por ello se exige
la concurrencia de tres presupuestos enunciados en el artículo ciento treinta y
cinco del Código Procesal Penal –modificado por la Ley número veintisiete mil
setecientos cincuenta y tres, y por la Ley veintiocho mil setecientos veintiséis–,
los cuales son: i) prueba suficiente: que existan suficientes elementos probatorios
de la comisión de un delito que vincule al imputado como autor o partícipe del

117
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

mismo; ii) prognosis de la pena: que la sanción a imponerse o la suma de ellas


sea superior a un año de pena privativa de libertad o que existan elementos pro-
batorios sobre la habitualidad del agente al delito; y iii) peligro procesal: que
existan suficientes elementos probatorios para concluir que el imputado intenta
eludir la acción de la justicia o perturbar la acción probatoria.
CUARTO.- Que, en atención a lo expuesto en los considerandos precedentes
y haciéndose un análisis de lo actuado en el presente proceso se advierte que
en relación al primer supuesto de suficiencia probatoria, se tiene en copias sim-
ples; la manifestación policial del imputado Wilheim Richter Camino –de folios
cinco– y de Eleazar Braulio Vargas Espinoza –de folios siete–, el certificado
de dosaje etílico número cero cero cero nueve guión cero cero trece diecinueve
–de folios ocho–, de donde se colige que el día veintiocho de diciembre del año
dos mil nueve, el imputado contenía en su sangre, por cada litro uno punto cin-
cuenta gramos de alcohol; y, conforme al oficio número seiscientos siete guión
dos mil diez guión MTC / quince punto cero tres –de folios doce–, emitido por
el Director de Circulación y Seguridad Vial del Ministerio de Transportes y
Comunicaciones, el procesado Richter Camino, al quince de enero del año dos
mil diez, no se encuentra registrado como titular de alguna licencia de conducir;
razones por las cuales se concluye que existen suficientes elementos probatorios
que lo vinculan con los eventos criminales imputados.
QUINTO.- Que, en relación al segundo supuesto, se aprecia que si bien es
cierto, la pena abstracta a imponerse en el presente proceso, en que se investiga
la comisión de dos ilícitos penales –conducción de vehículo en estado de ebrie-
dad y de uso de documento Público Falso–, origina un concurso de delitos de
acuerdo a lo señalado en el artículo cincuenta del Código Penal, fluctúa entre un
mínimo de dos días y un máximo de doce años de pena privativa de la libertad;
también lo es que, al momento de aplicar la pena concreta, en aplicación del
artículo cuarenta y cinco, y cuarenta y seis del citado Código Punitivo vigente
al momento de los hechos, así como, de los indicios y pruebas señaladas, en el
cuarto considerando, se aprecia que la posible pena concreta, en el momento
de imponer el mandato de detención apelado, no puede tener carácter de pena
privativa de libertad efectiva, en virtud a la función preventiva general y espe-
cial, reconocida por el artículo I y IX del Título Preliminar del Código Penal.
SEXTO.- Finalmente, en relación al tercer supuesto, de peligro procesal,
se aprecia que la doctrina jurisprudencial del Tribunal Constitucional, desa-
rrollado en el caso Mosquera Izquierdo, recaído en el expediente número dos
mil setecientos cuarenta y ocho guión dos mil diez guión PHC, permite la

118
DETENCIÓN PREVENTIVA

aplicación del nuevo Código Procesal Penal como parámetro interpretativo(1)


en los distritos judiciales que no se encuentra vigente (sic.), en ese sentido se
tiene que para calificar el peligro de fuga debe tenerse en cuenta, el arraigo en
el país del imputado(2), la gravedad de la pena que se espera como resultado del
procedimiento, la importancia del daño resarcible y la actitud que el imputado
adopta, voluntariamente, frente a él; y, el comportamiento del imputado durante
el procedimiento o en otro procedimiento anterior, en la medida que indique su
voluntad de someterse a la persecución penal, conforme prescribe el artículo
doscientos sesenta y nueve del Código Procesal Penal –Decreto Legislativo
número novecientos cincuenta y siete–; en ese sentido se aprecia de autos, con-
forme obra de la consulta en línea a RENIEC –de folios trece–, así como, de su
manifestación policial del procesado –véase en copias simples de folios cinco a
seis–, que este tiene domicilio conocido y mantiene un relación convivencial, de
donde se colige que tiene arraigo en el país; asimismo, conforme a la actitud del
procesado luego de acontecidos los hechos imputados –haber cumplido con pasar
el examen de dosaje etílico–, el daño ocasionado por este, y dado que la posible
pena a imponerse no sería de pena privativa de libertad efectiva –conforme se
encuentra detallado en el considerando precedente–, no cabe afirmar en el pre-
sente proceso, peligro de fuga, más aún, si no constituye criterio suficiente para
establecer la intención de eludir a la justicia la pena prevista en la Ley para el
delito que se le imputa al procesado, conforme se encuentra previsto en el inciso
tres del artículo ciento treinta y cinco del código adjetivo antes citado –modifica-
do por el artículo seis de la Ley número veintinueve mil cuatrocientos-noventa
y nueve, publicada el diecinueve de enero del año dos mil diez–; razones por las
cuales, al no existir suficientes elementos probatorios que el imputado intente
eludir la acción de la justicia o perturbe la acción probatoria, conforme a lo pre-
cedentemente señalado, se advierte que no se cumple con los tres supuestos de:
prueba suficiente, prognosis de pena y peligro procesal, para imponer mandato
de detención preventiva, conforme lo ha establecido en reiteradas ocasiones la
jurisprudencia de la Corte Suprema, y, del Tribunal Constitucional(3); por ello, el

(1) Fundamento jurídico Nº 10: “si bien el Nuevo Código Procesal Penal de 2004 aún no está
vigente en todo el país no cabe duda que este cuerpo legal contiene diversos dispositivos que
contribuyen al perfeccionamiento del derecho procesal peruano que se erige como el programa
procesal penal de la Constitución, y que por tanto, pueden servir de parámetro interpretativo
para la solución de otros casos en que sean aplicables”.
(2) Inciso 1: El cual se encuentra “...determinado por el domicilio, residencia habitual, asiento de
la familia y de sus negocios o trabajo y las facilidades para abandonar definitivamente el país
o permanecer oculto...”.
(3) Véase el análisis de las Ejecutorias Supremas, así como, de la sentencias del Tribunal Constitu-
cional en: SAN MARTÍN CASTRO, César Eugenio. 2003. Derecho Procesal Penal. Volumen
II. Perú - Lima: Grijley. Segunda Edición, p 1129.

119
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

mandato de detención preventiva impuesta al procesado no resulta proporcional,


puesto que no es una medida idónea, de acuerdo al caso concreto, para prevenir
los riesgos de concretas conductas del imputado Wilheim Richter Camino, que
puedan resultar dañosas o perjudiciales al proceso penal seguido en su contra,
por lo que, conforme a la suficiencia probatoria y al principio de proporciona-
lidad, y, en aplicación del artículo ciento cuarenta y tres del Código Procesal
Penal –Decreto Legislativo seiscientos treinta y ocho–, se varía la detención
preventiva impuesta a comparecencia restringida.
SÉTIMO.- Asimismo, el Colegiado tiene competencia facultativa de tomar
medidas regulativas en cuanto a que el imputado tenga sujeción al proceso, en
ese sentido recurre a una medida general restrictiva que impida su traslado a
lugares en que el Estado no tenga competencia, es decir, fuera del territorio
nacional, razón por la que teniendo como referencia al artículo tres de la Ley
número veintinueve mil cuatrocientos treinta y nueve –publicada el diecinueve
de noviembre del año dos mil nueve– debe asegurar sujeción procesal.
OCTAVO.- Por último, en cuanto a la caución económica, la cual se en-
cuentra ligada a la comparecencia, debe estar determinada en consideración a la
capacidad y potencialidad económica del imputado (conforme lo señala el inciso
cinco del artículo ciento cuarenta y tres, y, el artículo ciento ochenta y tres de
la citada norma adjetiva); toda vez que la finalidad y objetivo de la caución no
es más que un medio garantizador de la comparecencia, a efectos de neutralizar
la presunción de elusión a la acción de la justicia que pesa sobre el encausado;
al respecto se aprecia en autos que el procesado Wilheim Richter Camino, con
estudios superiores –véase la consulta en línea a Reniec obrante de folios tre-
ce– y Gerente Comercial de la empresa Chemicals ez Life Perú S.A.C., –véase
la copia simple del certificado de trabajo corriente de folios veinticinco– ha
celebrado un contrato de arrendamiento por la suma de ochocientos cincuenta
nuevos soles mensuales, hasta catorce abril del año dos mil once –véase de
folios veintiséis a veintisiete–, con el señor Juan Carranza Ochoa; de donde se
infiere una capacidad y potencialidad económica del procesado por su calidad
de Gerente Comercial en el momento de los hechos imputados –conforme obra
de las copias simples de la denuncia fiscal de folios catorce a dieciséis, y del
auto de apertura de instrucción de folios dieciocho a veintidós–. Fundamentos
por los cuales,
DECISIÓN JURISDICCIONAL:
REVOCARON el extremo del Auto apelado, de fecha siete de setiembre del
año dos mil diez, que en copia certificada obra de folios dieciocho a veintiocho,
que ordena mandato de detención a Wilheim Richter Camino, en el proceso que

120
DETENCIÓN PREVENTIVA

se le sigue en la VÍA SUMARIA, como presunto autor del delito contra la Se-
guridad Pública-Peligro común –conducción de vehículo en estado de ebriedad,
en agravio de la sociedad; y, contra la Fe Pública –Uso de documento Público
Falso–, en agravio del Estado -Ministerio de Transportes; y reformándola varia-
ron a comparecencia restringida sujeta a las siguientes reglas de conducta: a) no
variar de domicilio sin previo aviso al Juzgado, b) no ausentarse del lugar de su
residencia, c) cumplir con las citaciones y mandatos judiciales, d) concurrir cada
tres meses a registrar su firma en el libro del juzgado de origen; con lo demás
que contiene, e) pagar una caución ascendente a la suma de dos mil nuevos soles,
la misma que deberá de ser depositada en el Banco de la Nación a nombre del
Cuadragésimo Sétimo Juzgado Penal de Lima; y se impone impedimento de
salida del país; oficiándose por secretaría y recomendándose al juez, de ser el
caso renovar esta medida antes de que caduque la citada medida; notificándose
y lo devolvieron.

121
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

022. Peligro procesal: Carácter no determinante de alega-


ción de gravedad del delito
Si bien los hechos denunciados pueden revestir gravedad,
ello no es determinante para colegir que el agente intentará
eludir la acción de la justicia o perturbar la actividad proba-
toria, máxime, si el procesado ha manifestado policialmente,
y brindado declaración instructiva.

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA


PRIMERA SALA ESPECIALIZADA EN LO PENAL PARA
PROCESOS CON REOS LIBRES

S.S. PARIONA PASTRANA


PLACENCIA RUBIÑOS
EYZAGUIRRE GÁRATE

Resolución Nº 2592-2010
Expediente Nº 24094-2010-1
Lima, 7 de diciembre de 2010

AUTOS Y VISTOS: Interviniendo como ponente el Señor juez Superior


Josué Pariona Pastrana; en la apelación formulada por el representante del Mi-
nisterio Público en su recurso de fojas dos a tres.
ANTECEDENTES:
Es materia de alzada, el Auto de fecha trece de agosto del dos mil diez, de
fojas treintidós a treinticinco, en el extremo coercitivo que dicta mandato de
comparecencia restringida, contra el procesado José Andrés Torres Páucar, por
delito contra el Patrimonio –Robo Agravado–, en agravio de Zaida Huarhuachi
Díaz.
ATENDIENDO:
PRIMERO.- Que, el apelante a fundamentar su recurso de fojas noventa
a noventiuno, sostiene: a) el hecho que el imputado se encuentre plenamente
identificado, con domicilio y trabajo conocido, no es suficiente para que des-
vanezca el peligro procesal; b) por las circunstancias y la naturaleza del delito,

122
DETENCIÓN PREVENTIVA

que es robo agravado, existe la probabilidad que puedan rehuir el juzgamiento


o perturbar la actividad probatoria.
SEGUNDO.- Que, la imputación formulada contra el procesado, radica que
con fecha doce de agosto del dos mil diez, haber arrebatado en forma violenta
la cartera de la agraviada, quien para lograr despojarla la arrastró dos metros,
dándose posteriormente a la fuga.
TERCERO.- Que, la detención es una medida de coerción personal, que
por su propia naturaleza solo puede dictarse cuando concurren los requisitos
establecidos en el artículo ciento treinticinco del Código Procesal Penal, modi-
ficado por Ley veintiocho mil setecientos veintiséis, esto es, cuando a) existen
suficientes elementos probatorios de la comisión de un delito que vincule al
imputado como autor o partícipe del mismo; b) que la sanción a imponerse o la
suma de ellas sea superior a un año de pena privativa de libertad o que existan
elementos probatorios sobre la habitualidad del agente del delito, y, c) que exis-
tan suficientes elementos probatorios para concluir que el imputado intentará
eludir la acción de la justicia o perturbar la actividad probatoria; las cuales deben
presentarse de manera concurrente, y en caso no concurran de manera conjunta
la detención corporal del procesado, se hace innecesaria bastando el mandato
de comparecencia para los efectos del proceso. Asimismo, resulta necesario
precisar por otro lado, que “la comparecencia restringida es una medida que
se dicta cuando la naturaleza del delito, las circunstancias que lo rodean y las
condiciones personales del agente hagan prever que deben adoptarse medidas
necesarias a fin de asegurar el arraigo del procesado a la instrucción; así como
la culminación del mismo”.
CUARTO.- Que, en este orden de ideas, de la revisión de autos tenemos
que lo dispuesto por el a quo se encuentran arregladas a ley, toda vez, que sí
bien el apelante solicita la revocatoria de la recurrida al existir gravedad en los
hechos instruidos, también lo es, que sus argumentos esgrimidos no resultarían
ser suficientes para sustentar la medida coercitiva de detención, al ser esta última
ratio y de naturaleza excepcional, así como debe responder fundamentalmente
al principio de necesidad, tanto más, sí tenemos en consideración lo dispuesto
por nuestro Máximo Intérprete de la Constitución al señalar en cuanto al tema
en cuestión “el principal elemento a considerarse con el dictado de esta medi-
da cautelar (detención) debe ser el peligro procesal”(1), presupuesto que como
peligro procesal debe ser considerado autónomamente, y que la ley reconoce

(1) Sentencia recaída en el expediente número setecientos noventiuno-dos mil dos- HC/TC. Caso:
May Riggs Brousseau, fundamento doce.

123
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

como “peligro de fuga y el peligro de entorpecimiento”, en ese sentido, ... los


alcances del peligro de fuga se prevé la no existencia de peligro procesal si el
inculpado ha señalado domicilio y tiene ocupación conocida, así como que carece
de antecedentes y no registra requisitorias en su haber(...) y en cuanto al entor-
pecimiento o perturbación de la actividad probatoria, se considera la conducta
procesal del agente para lograr la ineficacia del proceso(...)”(2), lineamientos
que trasladado al caso concreto, tampoco se advierte, puesto que de lo actuado
se ha establecido que el procesado ha sido plenamente identificado conforme
se aprecia de su ficha de Reniec corriente de fojas veintitrés, así como que no
registra antecedentes ni requisitorias [véase fojas veinticuatro a veinticinco]; y
si bien los hechos revestirían gravedad, ello no sería determinante para colegir
que intentará eludir la acción de la justicia o perturbar la actividad probatoria,
máxime, si el procesado ha manifestado policialmente, y brindado declaración
instructiva, como es de verse de fojas diecinueve a veinte, y treintiocho a cua-
rentiuno; siendo que bajo estas consideraciones, no concurren por ahora de
manera conjunta los tres presupuestos materiales exigidos por el artículo ciento
treinticinco del Código Procesal Penal para la procedencia de la detención.
DECISIÓN:
Fundamentos por los cuales CONFIRMARON el Auto de fecha trece de
agosto del dos mil diez, de fojas treintidós a treinticinco, en el extremo coerci-
tivo que dicta mandato de comparecencia restringida, contra el procesado José
Andrés Torres Páucar, por delito contra el Patrimonio –Robo Agravado–, en
agravio de Zaida Huarhuachi Díaz; con lo demás que contiene; notificándose
y los devolvieron.-

(2) Véase, César San Martín Castro. Derecho Procesal Penal, volumen II, Edit, Grijley, Pág. 1132.
El peligrosismo procesal tiene un carácter esencialmente subjetivo y reconoce un amplio mar-
gen de discrecionalidad al Juez

124
DETENCIÓN PREVENTIVA

023. Peligro procesal: Necesidad de que razones de determi-


nación permanezcan durante la detención preventiva
El Tribunal Constitucional, en el caso Silva Checa, se ha pro-
nunciado respecto de las causas que justifican el dictado de una
medida de detención; siendo estas, básicamente, la presunción
de que el acusado ha cometido un delito (como factor sine qua
non, pero en sí mismo insuficiente), el peligro de fuga, la posi-
bilidad de perturbación de la actividad probatoria (que pudiera
manifestarse en la remoción de las fuentes de prueba, colusión,
presión sobre los testigos, entre otros supuestos), y el riesgo de
comisión de nuevos delitos. Cabe enfatizar que cada una de las
razones que permiten presumir la existencia del denominado
peligro procesal, deben permanecer como amenazas efectivas
mientras dure la detención preventiva pues, en caso contrario,
esta, automáticamente, deviene en ilegítima.

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA


PRIMERA SALA ESPECIALIZADA EN LO PENAL PARA PROCESOS
CON REOS LIBRES

S.S. PARIONA PASTRANA


PLACENCIA RUBIÑOS
EYZAGUIRRE GÁRATE

Resolución Nº 2381-2010
Expediente Nº 28207-2009-2
Lima, 29 de octubre de 2010

AUTOS Y VISTOS.- Avocándose al conocimiento de la presente causa


el Colegiado que suscribe en atención a la Resolución Administrativa número
setecientos veintiocho-dos mil diez-P-CSJLI-PJ, publicada en el Diario Oficial
El Peruano el diecisiete de setiembre del año en curso; e, interviniendo como
ponente la señora Juez Superior Liliana del Carmen Placencia Rubiños; de con-
formidad con lo opinado por la señora Fiscal Superior en su dictamen corriente
a folios ciento uno a ciento dos, en la apelación interpuesta por la parte civil
Oswaldo Rosario Oyola Falcón.

125
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

ANTECEDENTES:
Es materia de grado la Resolución que en copias certificadas corre a folios
setenticinco a setentisiete, su fecha siete de agosto del dos mil nueve, en el ex-
tremo que decretó mandato de comparecencia restringida a la procesada Janeth
Carmen Chumpitaz Loayza, en el proceso instaurado en su contra por la pre-
sunta comisión del delito contra el Patrimonio - Apropiación Ilícita en agravio
de Oswaldo Rosario Oyola Falcón.
CONSIDERANDOS:
PRIMERO.- El apelante al fundamentar su recurso corriente a folios ochen-
tisiete a ochentinueve, discrepa puntualmente con respecto al extremo apelado,
pues refiere haberle entregado a la imputada quien es su sobrina, mediante un
contrato de depósito gratuito la cantidad de ocho mil cien dólares americanos,
sin costo ni retribución, siendo esta suma destinada para su subsistencia eco-
nómica y familiar por ser una persona de la tercera edad que no cuenta con un
trabajo estable, sin que a la fecha le devuelva la totalidad del dinero entregado
pese a haberlas solicitado en reiteradas oportunidades, haciendo caso omiso
dicho requerimiento, burlándose de la administración de justicia al no asistir
a la fecha en la que se le citó en aplicación al principio de oportunidad, por lo
que, en ese sentido su conducta merece la variación de la medida decretada,
solicitando por tanto la de detención.
SEGUNDO.- El mandato de detención es una medida de coerción perso-
nal, que al ser de carácter excepcional y en sumo gravosa para el imputado, su
adopción por la autoridad judicial debe sujetarse estrictamente a la concurrencia
de los presupuestos enunciados en el artículo ciento treinta y cinco del Código
Procesal Penal, articulado vigente y que fuera modificado por la ley veintiocho
mil setecientos veintiséis, como son: A) prueba suficiente: que existan suficientes
elementos probatorios de la comisión de un delito que vincule al imputado como
autor o partícipe del mismo; B) prognosis de la pena: que la sanción a imponer-
se o la suma de ellas sea superior a un año de pena privativa de libertad o que
existan elementos probatorios sobre la habitualidad del agente al delito; y C)
peligro procesal: que existan suficientes elementos probatorios para concluir que
el imputado intenta eludir la acción de la justicia o perturbar la acción probatoria.
Asimismo, el Tribunal Constitucional, en el caso Silva Checa(1), se ha pro-
nunciado respecto de las causas que justifican el dictado de una medida de de-
tención; siendo estas, básicamente, la presunción de que el acusado ha cometido

(1) Exp. 1091-2002-HC/TC.

126
DETENCIÓN PREVENTIVA

un delito (como factor sine qua non, pero en sí mismo insuficiente), el peligro
de fuga, la posibilidad de perturbación de la actividad probatoria (que pudiera
manifestarse en la remoción de las fuentes de prueba, colusión, presión sobre
los testigos, entre otros supuestos), y el riesgo de comisión de nuevos delitos.
Cabe enfatizar que cada una de las razones que permiten presumir la existencia
del denominado peligro procesal, deben permanecer como amenazas efectivas
mientras dure la detención preventiva pues, en caso contrario, esta, automáti-
camente, deviene en ilegítima(2).
TERCERO.- Así entonces, luego de revisados la presente incidencia, ad-
vertimos que el apelante solicita la revocatoria del mandato de comparecencia
restringida por el de detención, al respecto este Colegiado considera que para
el caso que nos ocupa, no se habrían cumplido con los tres resupuestos para
la imposición de prisión preventiva en contra de la procesada Janeth Carmen
Chumpitaz Loayza, pues si bien existen indicios que la vinculan con la comisión
del hecho denunciado y la prognosis sobre la individualización de la pena supera
el marco fijado legalmente, no es menos cierto, que de la presente incidencia no
existe elementos de juicio idóneos que permitan configurar el requisito de peligro
procesal, siendo éste imprescindible para su imposición tal como lo sostuviera
nuestro Supremo Tribunal en su sentencia número setecientos noventiuno-dos
mil dos-HC/TC “el principal elemento a considerarse con el dictado de esta
medida cautelar (detención) debe ser el peligro procesal”(3) por cuanto a folios
treintidós a treinticuatro obra la declaración brindada a nivel preliminar por la
citada procesada, y del cual se puede extraer tener veintinueve arios de edad, ser
soltera, grado de instrucción secundaria completa, habiendo señalado además, su
domicilio real, lo que en sumo, nos permite inferir que lo resuelto por el a quo
se encuentra arreglada a ley; máxime, si tenemos en cuenta que los argumentos
expuestos por el apelante de por sí ajenos a la venida en grado, no justifican para
la imposición de dicho mandato por responder fundamentalmente al principio
de necesidad, siendo su aplicación de naturaleza excepcional, por lo demás, han
de ser valorados –por referirse a cuestiones de responsabilidad penal sobre la
conducta de la procesada– al momento de emitir un fallo definitivo con pruebas
adyacentes a la misma en el estadio procesal respectivo; razón por la que no
resulta pertinente amparar la pretensión del recurrente.

(2) Exp. 2915-2004-HC/TC; asimismo, véase la STC expedida en el Exp. 3771-2009, sobre el
plazo razonable de la prisión preventiva.
(3) Caso: Mary Riggs Brousseau, fundamento doce.

127
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

CUARTO.- Consecuentemente al no concurrir los presupuestos estableci-


dos por el artículo ciento treinticinco del Código Procesal Penal y siendo por
el contrario aplicable la medida de comparecencia restringida, establecida en el
artículo ciento cuarentitrés del mismo cuerpo legal, el que faculta al Juez a dictar
dicha medida cuando la naturaleza del delito, las circunstancias que lo rodean,
así como, las condiciones personales del agente, hagan prever que resultan
necesarias adoptarse algunas medidas para asegurar el arraigo del procesado a
la instrucción hasta su posterior culminación, como parte esencial del objeto
de la instrucción, estimamos mantener lo decretado por el a quo, puesto que la
reglas impuestas aseguran tal finalidad, caso contrario, la ley faculta mecanis-
mos para su estricto cumplimiento, como es lo dispuesto por el artículo ciento
cuarenticuatro del mismo cuerpo normativo(4).
FALLO RESOLUTIVO:
Por dichos fundamentos CONFIRMARON la RESOLUCIÓN que en copias
certificadas corre a folios setenticinco a setentisiete, a fecha siete de agosto del
dos mil nueve, en el extremo que decretó MANDATO DE COMPARECEN-
CIA RESTRINGIDA a la procesada Janeth Carmen Chumpitaz Loayza, en el
proceso instaurado en su contra por la presunta comisión” del delito contra el
Patrimonio - apropiación ilícita en agravio de Oswaldo Rosario Oyola Falcón,
con lo demás que contiene; notificándose, los devolvieron.-

(4) Artículo 144 del articulado vigente del Código Procesal Penal.
La infracción de la comparecencia, en los casos en que el imputado sea citado para su declaración o para
otra diligencia determinará la orden de ser conducido compulsivamente por la policía.
Si el imputado no cumple con las restricciones impuestas en el artículo 143, previo requeri-
miento realizado por Fiscal o por el Juzgador en su caso, se revocará la medida y se dictará
mandato de detención. Asimismo, de ser el caso perderá la caución y se ejecutará la garantia
patrimonial constituida o la fianza personal otorgada.

128
DETENCIÓN PREVENTIVA

024. Peligro procesal: Determinación respecto de la prog-


nosis de pena y elementos
En lo que respecta al periculum in mora o peligro en la de-
mora procesal, se tiene respecto a la prognosis de la pena, que
deberá ser analizado desde la perspectiva del riesgo de fuga.
El legislador establece una pena tipo solo a partir de la cual
se puede presumir la posibilidad de que el imputado se sus-
traiga a la acción de la justicia. La existencia del peligro de
fuga debe apoyarse en un análisis concreto del caso y basarse
en hechos determinados y contrastados oportunamente, tales
como el arraigo del imputado, determinado por el domicilio,
residencia habitual, asiento de la familia y de sus negocios o
trabajo y las facilidades para abandonar definitivamente el país
o permanecer oculto.

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA


TERCERA SALA PENAL PARA PROCESOS CON REOS EN CÁRCEL

S.S. SALINAS SICCHA


MEZA WALDE
ZAPATA CARBAJAL

Resolución Nº 1050
Expediente Nº 30906-2010
Lima, 13 de diciembre de 2010

AUTOS y VISTOS; Interviniendo como Ponente la Jueza Superior Meza


Walde, con la constancia de Relatoría que antecede, y ATENDIENDO: PRI-
MERO.- Que el a quo para los efectos de decretar la medida cautelar de detención
o comparecencia, los únicos elementos de prueba que tiene en consideración
son los actuados durante la investigación policial que guarden relación con la
notitia criminis puesta a conocimiento como sustento de la denuncia fiscal;
SEGUNDO.- Que los presupuestos a tomar en cuenta por el a quo para el dictado
del mandato de prisión preventiva son los siguientes: a) Que existen fundados
y graves elementos de convicción para estimar razonablemente la comisión de
un delito que vincule al imputado como autor o participé del mismo; b) Que la

129
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

sanción a imponerse sea superior al año de pena privativa de libertad, entendida


la misma como expectativa, toda vez que de ser factible aplicar la condiciona-
lidad de la pena, no ameritaría que se le ordene su detención inicial;
y c) Que el imputado, en razón a sus antecedentes y otras circunstancias del caso
particular, permita colegir razonablemente que tratará de eludir la acción de la
justicia (peligro procesal) u obstaculizar la averiguación de la verdad (peligro
de obstaculización). Siendo ello así se tiene que el primer presupuesto desarrolla
el fomus boni iuris; los otros dos integran el periculum in mora o peligro pro-
cesal; debiéndose tener en cuenta que para la valoración de estos presupuestos
es que se exige su concurrencia, la ausencia de uno de los requisitos fijados por
la norma invalida la aplicación de la prisión preventiva(1); TERCERO.- Que de
la revisión de autos se desprende que con fecha trece de octubre de dos mil diez,
al tener conocimiento que en el inmueble ubicado en el jirón Batallón de Mira-
flores, manzana E, lote s/n, Surco, el conocido como “Chato” se estaba dedicando
a la comercialización de droga, se obtuvo la orden de Allanamiento y Descerraje
de dicho bien, otorgada por el Vigésimo Tercer Juzgado Penal de Lima; es así
como el quince de octubre del año en curso, en horas de la tarde, con la partici-
pación del representante del Ministerio Público se llevó a cabo a dicha diligencia,
logrando intervenir al interior del precitado inmueble a los procesados Julia
Alvarado Alhuay y Víctor Manuel Morales Caro, encontrándosele a este último
entre sus genitales dos bolsitas de cannabis sativa (marihuana), con un peso
bruto de cinco gramos y peso neto de tres gramos; conforme al Acta de Registro
Personal, Comiso de Droga e Incautación de Especies a fojas treinta y tres; y
Resultado Preliminar de Análisis Químico de Drogas a fojas cincuenta y siete.
Asimismo, se procedió al registro domiciliario, encontrando en el ambiente
destinado a dormitorio una bolsa conteniendo cannabis sativa (marihuana) con
un peso bruto de treinta y nueve gramos y peso neto de treinta y uno gramos;
una bolsa conteniendo cannabis sativa (marihuana) con un peso bruto de ciento
cuarenta y nueve gramos y peso neto de ciento cuarenta y tres gramos; una bolsa
conteniendo cincuenta envoltorios de cannabis sativa (marihuana), con un peso
bruto de ciento cuarenta gramos y peso neto de setenta y ocho gramos; una bolsa
conteniendo cuarenta y seis ligas, y cada una de estas conteniendo veinte en-
voltorios de pasta básica de cocaína con un peso bruto de doscientos treinta y
cuatro gramos y peso neto de ochenta y cinco gramos; una bolsa conteniendo
trescientos noventa envoltorios de pasta básica de cocaína con un peso bruto de
ciento siete gramos y un peso neto de treinta y ocho gramos; dieciocho envol-

(1) Expediente N° 0808-2002-HC/TC, de 8 de julio (Asunto “Tello Díaz”).

130
DETENCIÓN PREVENTIVA

torios (King Size) de clorhidrato de cocaína con un peso bruto de ochenta y


cuatro gramos y neto de cinco gramos; una bolsa conteniendo veintidós bolsitas
de cannabis sativa (marihuana) con un peso bruto de ciento siete gramos y peso
neto de noventa y uno gramos; una bolsa conteniendo setenta y ocho “ketes” de
pasta básica de cocaína con un peso bruto de veintiséis gramos y peso neto de
siete gramos; dinero en afectivo (billetes y monedas) de distinta denominación,
entre otras especies; conforme al Acta de Registro Domiciliario a fojas veinti-
nueve; y Resultado Preliminar de Análisis Químico de Drogas a fojas sesenta y
uno y sesenta y dos. Por su parte el procesado Morales Caro señaló que su co-
procesado Juan Carlos Segura Alvarado se dedicaría a la venta de drogas, el
mismo que residiría conjuntamente con su esposa la procesada Yijer Marissa
Rachi Campos en la habitación intervenida; lo cual es manifestado también por
la recurrente Alvarado Alhuay; CUARTO.- Que si bien es cierto los recurrentes
niegan participación y/o responsabilidad en relación a los cargos formulados en
su contra, también lo es que el inmueble fue intervenido por orden judicial y
con participación del representante del Ministerio Público, al tenerse conoci-
miento que dicho lugar se estaría expendiendo drogas, la misma que fue encon-
trada en el lugar y cantidades descritos en el acta respectiva; siendo importante
acotar que ambos recurrentes fueron intervenidos al interior del inmueble inter-
venido conforme lo indicado en el sumario policial, por lo que en este sentido
la versión del recurrente Morales Caro de haber sido intervenido fuera del in-
mueble de la referencia y conducido al mismo por la policía, así como su aducido
consumo de drogas, deberá ser debidamente ponderada en su oportunidad, a
efectos de llegar a determinar la existencia o no de responsabilidad; asimismo
se tiene que la recurrente Alvarado Alhuay, conforme lo ha señalado, sería la
propietaria del citado inmueble, residiendo inclusive en el mismo y aduciendo
el alquiler de parte de este que exigiría mayor cuidado en cuanto a las actividades
desarrolladas a su interior; máxime aún si se tiene en consideración que de
acuerdo al sumario policial (ver fojas siete) la precitada registra antecedentes
policiales por similar delito (tráfico ilícito de drogas); por lo que su versión en
el extremo de desconocer la existencia de la droga en su domicilio, así como
que el dormitorio en donde fue encontrada la misma pertenecería a sus copro-
cesados Segura Alvarado y Rachi Campos, hijo y nuera respectivamente, deberá
igualmente ser ponderada en su oportunidad por el a quo; máxime aún si ambos
recurrentes no han acreditado debidamente con la documentación pertinente
cuál sería su fuente de ingresos y subsistencia, así como tampoco en el caso de
Morales Caro su presencia en el lugar de los hechos; QUINTO.- Que por lo
expuesto tenemos que existirían suficientes elementos probatorios que vincula-
rían a los recurrentes con la notitia criminis, existiendo por ende en esta etapa

131
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

del proceso verosimilitud en cuanto a los cargos formulados en su contra, cum-


pliéndose de esta manera con el supuesto formal de existencia de prueba sufi-
ciente, es decir del fumus boni iuris o apariencia de buen derecho(2), primer
presupuesto requerido por el artículo ciento treinta y cinco del Código Procesal
Penal; asimismo, en lo que respecta al segundo y tercer presupuestos establecidos
en el dispositivo legal antes acotado, entendidos como el periculum in mora, o
peligro en la demora procesal, se tiene respecto a la prognosis de la pena, que
el mismo deberá ser analizado desde la perspectiva del riesgo de fuga. El legis-
lador establece una pena tipo solo a partir de la cual se puede presumir la posi-
bilidad de que el imputado se sustraiga a la acción de la justicia(3). La existencia
del peligro de fuga debe apoyarse en un análisis concreto del caso y basarse en
hechos determinados y contrastados oportunamente, tales como el arraigo del
imputado, determinado por el domicilio, residencia habitual, asiento de la familia
y de sus negocios o trabajo y las facilidades para abandonar definitivamente el
país o permanecer oculto; siendo ello así de autos se desprende que la recurrente
Alvarado Alhuay si bien cuenta con domicilio conocido, también lo es que no
ha acreditado, como se ha señalado, cuál sería su actividad y/o fuente de ingreso,
máxime aún si el contrato de alquiler que exhibe y obra a fojas ochenta, no se
encuentra acompañado de los recibos respectivos y/o documentación que lo
respalde; en cuanto al recurrente Morales Caro la situación es la misma adicio-
nando a su caso la no acreditación de su lugar de residencia. Siendo ello así
podemos inferir que una eventual puesta en libertad de los precitados, podría
poner en serio riesgo el éxito del proceso penal instaurado, por lo que resulta
necesario mantener subsistente la medida coercitiva de detención decretada
inicialmente en su contra; por tales fundamentos: CONFIRMARON el Auto
de Apertura de Instrucción, obrante en copia certificada de fojas ciento veintitrés
a ciento veintisiete, su fecha veintiuno de octubre de dos mil diez, en el extremo
que dicta mandato de detención contra Julia Alvarado Alhuay y Víctor Manuel
Morales Caro en la instrucción que se les sigue como presuntos autores del delito
contra la Salud Pública –Tráfico Ilícito de Drogas– Promoción o Favorecimiento,
en agravio del Estado; notificándose y los devolvieron.

(2) Significa que, para adoptarla, debe llevarse a cabo un juicio de verosimilitud sobre el derecho
cuya existencia se pretende declarar en la sentencia definitiva. Gutiérrez de Cabiedes, P, “La
prisión provisional, Thomson Arazadi, Navarra, 2004, p. 125.
(3) Jorge Barreiro, A. “La prisión provisional en la Ley de Enjuiciamiento Criminal”, Deten-
ción y Prisión Provisional (coord. Perfecto Andrés Ibáñez), Cuadernos de Derecho Judicial,
Nº XVIII, CGPJ, Madrid, 1996, p. 57.

132
DETENCIÓN PREVENTIVA

025. Peligro procesal. Necesidad de valorar actitudes y va-


lores morales del agente
El juez no solo tiene que valorar los aspectos formales del
mandato de detención, sino también las actitudes y valores
morales del agente, que al momento de su intervención policial
se dio a la fuga, es omiso al sufragio conforme se aprecia de
su ficha del Reniec, evidencia contradicciones al momento de
su manifestación policial en sus respuestas, cuenta con otras
denuncias en su contra conforme al atestado policial, no ha
concurrido a las tres citaciones policiales; siendo esto así, el
peligro procesal está latente.

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA


TERCERA SALA PENAL PARA PROCESOS CON REOS EN CÁRCEL

S.S. PADILLA ROJAS


PEÑA FARFÁN
CHAMORRO GARCÍA

Resolución Nº 1063
Expediente Nº 30241-2010
Lima, 20 de diciembre del año 2010

AUTOS Y VISTOS; Interviniendo como Juez Superior ponente el doctor


Peña Farfán con la constancia de Relatoría que antecede;
ASUNTO:
1.- Es materia de pronunciamiento la apelación interpuesta por el procesado
Daniel Antonio Ballumbrocio Navarro, contra el auto que le abre instrucción
de fecha 13 de octubre del año 2010, corriente a fojas 141 y siguientes, en
el extremo que dictó mandato de detención, en la instrucción que se le sigue
como presunto autor del delito contra El Patrimonio - robo agravado en agra-
vio de Alejandro Iván Cervantes Magallanes, Amadeo Alberto Bocanegra
Dávila, Gustavo Oswaldo Díaz La Rosa, Sandra Milagros Sosa Alarcón y
Cecilia Consuelo Díaz La Rosa, como presunto autor del delito contra El
Patrimonio - hurto agravado en agravio de Vianeth Jesús Luque Corimayhua

133
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

y de Angélica Lozano Del Águila y como presunto autor del delito contra
La Salud Pública –Tráfico Ilícito de Drogas– posesión de pasta básica de
cocaína y clorhidrato de cocaína con fines de microcomercialización, en
agravio del Estado.
ANTECEDENTES:
2.- Conforme fluye de las investigaciones preliminares, con fecha 6 de octubre
de 2010, personal de la policía nacional de la comisaría de Monserrat, en
circunstancias en que se encontraban por el cruce de los jirones Callao y
Chancay en el Cercado de Lima, se percataron de la presencia de 6 sujetos
en actitud sospechosa para robar a una persona, procediendo a la interven-
ción, siendo que todos huyeron, logrando capturar al interior de una quinta
en el jirón Chancay al apelante Ballumbrocio Navarro conocido con el
apelativo “Guagua”, quien al notar la presencia policial trató de evadirse,
siendo aprehendido finalmente, procediendo a su registro personal en la que
se halla en el bolsillo delantero derecho de su casaca una bolsa de plástico
de polietileno color negro, conteniendo en su interior 210 envoltorios tipo
“ketes” de Pasta Básica de Cocaína y 4 envoltorios al parecer Clorhidrato
de Cocaína, conforme se desprende del Acta de Registro Personal y Comi-
so de Drogas, y del Resultado Preliminar de Análisis Químico de Drogas
Nº 9208 que concluye en la muestra 1 - Pasta Básica de Cocaína con un
peso neto de 29.0 gramos y muestra 2 - Clorhidrato de Cocaína con un peso
neto de 2.0 gramos, las mismas que presuntamente estaban destinadas a la
micro comercialización.
2.1 DEL DELITO DE HURTO AGRAVADO:
El día 2 de julio de 2010, en circunstancias que la agraviada Luque
Corimayhua, se encontraba desplazando a bordo de un taxi, por in-
mediaciones de la cuadra 9 del jirón Huancavelica - Lima, de manera
sorpresiva se acercaron al vehículo el apelante y otro sujeto siendo que
este aprovechando que el vehículo estaba parado, bajó la luna del carro
para arrebatarle violentamente sus pertenencias, quien al momento de
poner la denuncia respectiva y al ponerse a la vista los albumnes incri-
minados reconoció al encausado como uno de los sujetos que participó
en los hechos en su agravio.
Del mismo modo, con fecha 12 de julio de 2010, en circunstancias que
Angélica Lozano Del Águila descendía de un vehículo de transporte
público, por inmediaciones de las avenidas Guillermo Dansey y Alfon-
so Ligarte, se aparecieron unos sujetos, siendo uno de ellos el apelante
quien le arrebató su cartera, siendo que al poner la denuncia policial en

134
DETENCIÓN PREVENTIVA

la comisaría del sector, identificó al apelante como uno de los autores


del hecho en su contra.
2.2 DEL DELITO DE ROBO AGRAVADO:
Con fecha 6 de julio de 2010, en circunstancias que el agraviado Amadeo
Alberto Bocanegra Dávila, se disponía a cruzar la avenida Alfonso ligarte,
seis sujetos se abalanzaron sobre él, dentro de los cuales se encontraba
el apelante, quien habría cogido del cuello a este agraviado inmovili-
zándolo, mientras que los otros sujetos no identificados le rebuscaban
sus bolsillos, siendo que el agraviado reconoció al procesado, indicando
en su declaración que uno de los atacantes al momento de los hechos
se dirigió a otro diciendo “guagua suéltalo por que es policía y está con
fierro”.
2.3 Del mismo modo, con fecha 12 de setiembre de 2010, en circunstancias
en que los agraviados Gustavo Oswaldo Díaz La Rosa, Sandra Milagros
Sosa Alarcón, Cecilia Consuelo Díaz La Rosa, Milagros Sosa Alarcón
y Patricia Díaz La Rosa, se encontraban por las intersecciones de la
avenida Emancipación y Angares, fueron sorprendidos por el apelante
y otros sujetos más, quienes de manera amenazante le quitan la bicicleta
que conducía Díaz La Rosa, y luego trataron de quitarle el canguro que
portaba en su cintura, quien trató de defenderse y fue golpeado y cogote\
do logrando sustraerle sus pertenencias, entre estos, una billetera perte-
neciente a Sandra Milagros Sosa Alarcón con especies dentro, estando
que otros sujetos agredían físicamente a Gustavo Oswaldo Díaz La Rosa
y otros a Sandra Milagros Sosa Alarcón, Cecilia Consuelo Díaz La Rosa,
Milagros Sosa Alarcón y Patricia Díaz La Rosa, a quienes les sustraen
sus pertenencias, dándose posteriormente a la fuga, y siendo que los
agraviados preguntaron por el lugar sobre los asaltantes, le manifestaron
que fue el conocido como “guagua” apelativo al que responde el apelante
Ballumbrocio Navarro.
2.4 Finalmente, el 20 de setiembre de 2010, en circunstancias que el agra-
viado Alejandro Iván Cervantes Magallanes se encontraba esperando
su movilidad de transporte público, por inmediaciones de la plaza Dos
de Mayo aparecieron el apelante y otros sujetos más que rodearon al
agraviado para cogerlo del cuello y lo tumbaron al suelo mientras que
los otros le propinaban patadas en las piernas para inmovilizado siendo
despojado de sus pertenencias, y al poner la denuncia policial respectiva,
identificó mediante fotografía al apelante Ballumbrocio Navarro como
uno de los autores del hecho en su contra.

135
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

3.- Que, la defensa del procesado fundamenta su apelación en que: a) El pro-


cesado no ha sido partícipe en los delitos que se le imputan; b) que fue
intervenido cuando se encontraba transitando por la avenida Emancipación
y que la droga que se le halló no le pertenece; c) que cuenta con domicilio
conocido y actividad laboral.
ANÁLISIS:
4.- Que, para establecer la medida cautelar de mandato de detención, se requiere
que se den de manera concurrente los presupuestos materiales y formales
a que se contrae el artículo 135 del Código Procesal Penal vigente, puesto
que esta medida obedece a una situación procesal de excepcionalidad, pro-
visionalidad y de razonabilidad carcelaria, a efectos de alcanzar el normal
curso y fin último del proceso.
5.- Que, de los recaudos preliminares se advierte que existen suficientes ele-
mentos de prueba que vinculan al apelante con el delito de autos, por cuanto
se tiene:
5.1: a fojas 34 obra la denuncia policial del agraviado Alejandro Iván Cervan-
tes Magallanes, quien en su respuesta 04 narra la forma y circunstancias
de como fue víctima de robo, del mismo modo en su respuesta 5 brinda
las características de las personas que participaron de los hechos, entre
éstas es un moreno de veinte años aproximadamente de mi tamaño(...).
5.2: a fojas 36 obra la denuncia policial del agraviado Amadeo Alberto
Bocanegra Dávila, quien en su respuesta 4 narra la forma de cómo fue
víctima de robo por parte del apelante, quien en su respuesta 5 y 7 dijo:
otras cuatro personas me arrebataron mis pertenencias, empero dichos
sujetos desistieron de su cometido al ser alertados por uno de ellos que
decía “guagua” suéltalo porque es policía(...).
5.3: a fojas 38 obra la denuncia policial de la agraviada Vianeth Jesús Luque
Corimayhua, quien en su respuesta 4 narra la forma de cómo fue víctima
de robo siendo que en su respuesta 5 dijo: pero como se metieron los
delincuentes a un callejón, desistí continuar, retirándome del lugar, em-
pero previamente empecé a averiguar los nombres y/o apellidos de los
facinerosos siendo informada por una señora conocida como “la gringa”,
quien vende salchipapa por la zona, eran conocidos como(...) y “guagua”
por lo que me acerqué a la comisaría para denunciar los hechos.
5.4: a fojas 40 obra el Acta de Reconocimiento Fotográfico en donde la
agraviada Vianeth Jesús Luque Corimayhua, quien en su respuesta 03
dijo: que de las personas que se me muestran a la vista, puede reconocer

136
DETENCIÓN PREVENTIVA

plenamente a la cuarta persona, quien responde al nombre de Daniel


Antonio Ballumbrocio Navarro DNI Nº 45025319.
5.5: a fojas 42, obra el Acta de Reconocimiento Fotográfico en donde el
agraviado Amadeo Alberto Bocanegra Dávila señaló en su respuesta
3: puedo reconocer plenamente a la tercera persona quien responde al
nombre de Daniel Antonio Ballumbrocio Navarro DNI Nº 45025319.
5.6: a fojas 46, obra el Acta de Registro Personal y Comiso de Droga, que
precisa que al ser intervenido el apelante en las intersecciones de jirón
Chancay y jirón Callao en el Cercado de Lima se le halla la cantidad
de 210 envoltorios de papel periódico tipo “kete” y 4 envoltorios tipo
“King size”, el mismo que fue lacrado conforme a ley según es de verse
a fojas 48.
6.- Respecto a la pena a imponerse, se tiene que; los delitos que son materia de
investigación, en caso de una sentencia condenatoria la sanción a imponerse
superará al año de pena privativa de la libertad, conforme se desprenden de
los articulados vigentes del Código Penal.
7.- Y respecto al Peligro Procesal, el apelante no ha acreditado de manera fe-
haciente contar con trabajo licito ni domicilio conocido, por cuanto; si bien
adjunta una Constancia de Trabajo a fojas 85, este es un documento simple,
el cual no le da valor de documento público o de fecha cierta;
Por otro lado, a fojas 88 obra la declaración jurada de domicilio elaborado
por la persona de Ana Rosa Paredes López (conviviente), y si bien es cierto
señala que el procesado reside en dicho domicilio, se tiene que el juez no solo
tiene que valorar los aspectos formales del mandato de detención, sino también
las actitudes y valores morales de éste, por cuanto al momento de su interven-
ción policial se dio a la fuga conforme se aprecia del sumario policial a fojas
7, es omiso al sufragio conforme se aprecia de su ficha del Reniec a fojas 53,
evidencia contradicciones al momento de su manifestación policial en sus res-
puestas de 17 a 20 a fojas 24; cuenta con otras denuncias en su contra conforme
al atestado policial obrante a fojas 98 y siguientes, no ha concurrido a las tres
citaciones policiales tal como obra a fojas 44 y 52, siendo esto así, el peligro
procesal está latente ya que el imputado podría rehuir el juzgamiento (peligro de
fuga) o perturbe la actividad probatoria (peligro de entorpecimiento) siendo esta
medida el de asegurar la comparecencia del apelante a juicio, en ese sentido, se
evidencia que el Juez ha cumplido rigurosamente con los presupuestos(1)exigidos

(1) Expediente Nº 139-2002-HC/TC Considera el Tribunal que los tres incisos del artículo 135

137
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

para dictar el mandato de detención señalados en el artículo 135 del Código


Procesal Penal vigente
DECISIÓN:
Por los fundamentos antes expuestos, los integrantes de la Sala
RESOLVIERON:
CONFIRMAR el auto que abre instrucción, de fecha 13 de octubre del
año 2010, corriente a fojas 141 y siguientes, en el extremo que dictó mandato
de detención, en la instrucción que se le sigue al apelante Daniel Antonio Ba-
llumbrocio Navarro como presunto autor del delito contra El Patrimonio - Robo
Agravado en agravio de Alejandro Iván Cervantes Magallanes, Amadeo Alberto
Bocanegra Dávila, Gustavo Oswaldo Díaz La Rosa, Sandra Milagros Sosa Alar-
cón y Cecilia Consuelo Díaz La Rosa, como presunto autor del delito contra El
Patrimonio - Hurto Agravado en agravio de Vianeth Jesús Luque Corimayhua
y de Angélica Lozano Del Águila y como presunto autor del delito conta La
Salud Pública –Tráfico Ilícito de Drogas– posesión de pasta básica de cocaína y
clorhidrato de cocaína con fines de microcomercilización, en agravio del Estado,
notificándose y los devolvieron.-

del Código Procesal Penal deben concurrir copulativamente, a fin que proceda la medida de
detención. En el caso de autos, al peticionario se le acusa de haber participado en el delito do-
loso de peculado, por lo que, para que proceda la detención deben existir suficientes elementos
probatorios de ese delito y de su participación en él.

138
DETENCIÓN PREVENTIVA

026. Peligro procesal: Valoración de actitud y valores del


agente y de la forma cómo se sustrajo el bien
El juez no solo tiene que valorar los aspectos formales del man-
dato de detención, sino también las actitudes y valores morales
del agente, su vínculo social, así como su ocupación y otros
factores que permitan concluir con un alto grado de objetividad,
que la libertad del recurrente no ponga en riesgo el correcto
desenvolvimiento de la labor de investigación y la eficacia del
proceso. En este caso, al momento de la intervención policial
se le halló al agente con el celular de propiedad del agravia-
do; además, la forma y circunstancias de cómo se produjo la
sustracción, la pluralidad de agentes y el motivo, determinan
que el peligro procesal esté latente ya que el imputado podría
rehuir el juzgamiento (peligro de fuga) o perturbar la actividad
probatoria (peligro de entorpecimiento).

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA


TERCERA SALA PENAL PARA PROCESOS CON REOS EN CÁRCEL

S.S. PADILLA ROJAS


PEÑA FARFÁN
CHAMORRO GARCÍA

Resolución Nº 1109
Expediente Nº 18625-2010
Lima, 22 de diciembre de 2010

AUTOS Y VISTOS; Interviniendo como Juez Superior Ponente Peña Farfán,


con la constancia de Relatoría que antecede;
ASUNTO:
1.- Que, es materia de apelación la resolución de fecha 17 de agosto del año 2010
obrante de fojas 113 a 115, la misma que declara Improcedente la Variación del
Mandato de Detención por el de Comparecencia, solicitada por el procesado
Juan Eduardo Valencia Salazar, en los seguidos en su contra como presunto

139
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

autor del delito contra El Patrimonio - robo agravado, en agravio de Orlando


René Fajardo Blaz.
ANTECEDENTES:
2.- Que, como fluye de las investigaciones preliminares, el día 12 de junio del año
2010, personal de PNP de la Comisaría de la Unidad Vecinal Nº 3 intervino al
apelante conjuntamente con su coprocesado a solicitud del agraviado, quien
conforme a su manifestación policial los sindicaba como las personas que
en circunstancias que transitaba por la cuadra 30 de la avenida Argentina -
Cercado de Lima, en forma sorpresiva lo interceptaron, siendo que uno de
ellos lo coge por el cuello (cogote), lo ahorca y lo inmoviliza, mientras que
el otro sujeto le rebuscó los bolsillos y lo despojó de su teléfono celular, y
al intentar despojarlo de su billetera el agraviado forcejeó y pidió auxilio a
gritos por lo que los sujetos lo soltaron e intentaron huir siendo capturados
a unos metros del lugar por personal policial, y realizado el registro corres-
pondiente se le halla en poder de uno de ellos el celular del agraviado, tal
como consta del acta respectiva.
3.- Que, el recurrente fundamenta su apelación señalando: a) que el procesado
ha aceptado desde la etapa policial la comisión de los hechos, por lo que
no se supone el entorpecimiento de la actividad probatoria; b) acredita con
certificados de trabajo que el recurrente ha laborado en las citadas empresas,
así como la declaración jurada de domicilio que acredita que tiene domicilio
conocido, tiene arraigo familiar; c) no cuenta con antecedentes.
ANÁLISIS:
4.- Que, el artículo 135 del Código Procesal Penal, en su último parágrafo, faculta
al juez de poder revocar la medida de detención que se hubiera decretado,
cuando nuevos actos de investigación, puedan cuestionar la suficiencia de las
pruebas que dieron lugar a la medida coercitiva que se impusiera inicialmen-
te(1). En consecuencia, es menester analizar la validez del mantenimiento de
la detención judicial preventiva que motiva la presente apelación; es decir,
si durante el proceso judicial, los nuevos actos de investigación que alude el
recurrente ponen en cuestión la suficiencia de las pruebas que dieron lugar
a la medida inicial adoptada por el juez.

(1) El mencionado precepto legal permite al Juzgador que, de hallarse el proceso premunido de
nuevos actos de investigación que cuestionen la suficiencia probatoria, puede revocar la medi-
da de detención dictada con anterioridad.

140
DETENCIÓN PREVENTIVA

5.- Que, en tal sentido, haciéndose un estudio minucioso de los actuados, se


aprecia que no han surgido nuevos elementos de prueba que hagan variar la
suficiencia probatoria que determinó la medida coercitiva personal contra el
recurrente, por el contrario de fojas 85 a 87 obra la declaración preventiva
del agraviado, en la que a fojas 86 al preguntársele sobre la participación del
apelante dijo: “(...) este señor fue el que me bolsiqueó (se refiere al recurrente
Valencia Salazar) (...)” siendo esto así, la sindicación inicial por parte del
agraviado aún persiste.
6.- Que, si bien es cierto de fojas 96 a 100 el recurrente adjunta documentos
como: Certificado de Trabajo, una Declaración Jurada de Domicilio, una
hoja de liquidación del Impuesto Predial y un Acta de Nacimiento; se tiene
que el juez no solo tiene que valorar los aspectos formales del mandato de
detención, sino también las actitudes y valores morales de éste, su vínculo
social, así como su ocupación y otros factores que permitan concluir con
un alto grado de objetividad, que la libertad del recurrente no ponga en
riesgo el correcto desenvolvimiento de la labor de investigación y la efica-
cia del proceso, por cuanto, al momento de su intervención policial se le
halla el celular de propiedad del agraviado (ver Acta de Registro Personal
e Incautación de fojas 22), la forma y circunstancias de cómo se produjo la
sustracción del celular a este último, la pluralidad de agentes y el motivo
del porqué lo hizo, siendo esto así, el peligro procesal está latente ya que
el imputado podría rehuir el juzgamiento (peligro de fuga) o perturbar la
actividad probatoria (peligro de entorpecimiento) siendo esta medida el de
asegurar la comparecencia del apelante a juicio, en ese sentido, la resolución
apelada se encuentra arreglada a ley.
DECISIÓN:
Por los fundamentos antes expuestos, los integrantes de la Sala RESOLVIE-
RON: Confirmar la resolución de fecha 17 de agosto del año 2010 obrante de
fojas 113 a 115, la misma que declara Improcedente la Variación del Mandato
de Detención por el de Comparecencia, solicitada por el apelante Juan Eduardo
Valencia Salazar, en los seguidos en su contra como presunto autor del delito
contra El Patrimonio - robo agravado en agravio de Orlando René Fajardo Blaz;
notificándose, oficiándose y los devolvieron.

141
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

027. Peligro procesal: Consideración de la calidad de no


habido
El auto de procesamiento se encuentra arreglado a ley al es-
tar debidamente fundamentado, y donde aparecen en forma
objetiva los elementos de juicio que ha tomado en cuenta con
propiedad el a quo para imponer la medida coercitiva de de-
tención, poniendo énfasis en los elementos que representan
peligro procesal. Más si es de tener en cuenta que el procesado
estaba en calidad de no habido.

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA


TERCERA SALA ESPECIALIZADA EN LO PENAL PARA PROCESOS
CON REOS EN CÁRCEL

S.S. SALINAS SICCHA


MEZA WALDE
ZAPATA CARBAJAL

Resolución Nº 1060
Expediente Nº 5080-2005
Lima, 16 de diciembre de 2010

AUTOS Y VISTOS: el cuaderno incidental originado por el recurso de


apelación interpuesto por el procesado Moisés Augusto Medina Huamaní a la
medida coercitiva de detención en el proceso que se le sigue por el delito contra
el patrimonio - Robo agravado, en agravio de Wilfredo Valentín Pebe Quispe.
ATENDIENDO:
PRIMERO.- El procesado Moisés Augusto Medina Huamaní por recurso de
fojas ciento cuarenta y cuatro a fojas ciento cuarenta y siete interpuso apelación
a la medida coercitiva de detención alegando que el recurrente tiene domicilio
conocido y que se dedica a una actividad conocida, no haberse merituado –ade-
cuadamente– los antecedentes a que dieron lugar la denuncia formalizada por la
representante del Ministerio Público, no existe prueba fehaciente e indubitable
que vincule al recurrente como autor del mismo o en su defecto existe duda razo-
nable de que se haya concertado ideas a fin de cometer el ilícito que se instruye.

142
DETENCIÓN PREVENTIVA

SEGUNDO.- Que, en el fundamento cuarto del auto de procesamiento se


fundamenta la medida de detención considerando que existen suficientes ele-
mentos probatorios de la comisión del delito que vinculan al imputado Moisés
Augusto Medina Huamani como presunto autor del hecho incoado, ello en base
a las conclusiones a las que ha arribado el sumario policial que sirve de recaudo,
a la sindicación y reconocimiento físico efectuado por Nancy Castillo Jiménez
y Erika Guisella Castillo y Richard Mamani Maman, quienes reconocen a uno
de los tres autores del delito, certificado de necropsia, acta de levantamiento de
cadáver, la pluralidad de agentes intervinientes, a las condiciones personales de
los incriminados de quienes se presume pertenecen a una agrupación delictiva
y cometen este tipo de hechos ilícitos y están no habidos, hechos que hacen
evidenciar la existencia de peligro procesal, esto es que existe la posibilidad
de que los mismos eludirán la acción de la justicia, por lo que se da de manera
concurrente los elementos a que hace referencia el artículo ciento treinta y cinco
del Código Procesal Penal.
TERCERO.- Que, de acuerdo al artículo ciento treinta y cinco del Código
Procesal Penal para imponer la medida coercitiva de detención se requiere sufi-
cientes elementos probatorios que vinculen al procesado con el delito que se le
atribuye, asimismo se requiere que el delito que se le atribuye esté sancionado
con una pena privativa de libertad superior a un año y que existan suficientes
elementos probatorios para concluir que el imputado intentará eludir la acción
de la justicia o perturbar la actividad probatoria y que todos estos presupuestos
materiales deben concurrir copulativamente.
CUARTO.- Que de la lectura de los argumentos fácticos de la denuncia
fiscal de fojas cincuenta y cinco, así como del auto de procesamiento de fojas
cincuenta y ocho, se advierte que aparece señalada la forma y circunstancias
de cómo se habría cometido el delito que se le atribuye, por lo que siendo así
también se evidencia que existen suficientes elementos probatorios preliminares
que vinculan al recurrente con el delito imputado: y en efecto, en la denuncia se
describe que siendo el veintisiete de febrero de dos mil cinco siendo aproxima-
damente las dieciocho horas momentos en que el agraviado Wilfredo Valentín
Pebe Quispe se encontraba de regreso a su casa por el sector “ollantay” del
distrito de San Juan de Miraflores, fue interceptado por los denunciados Solano
Rivera, Caro Calderón. Cantorin Canchumani y Medina Huamani, quienes luego
de reducirlo lo golpearon y titraron al suelo, lográndole quitar el canguro que
traía puesto en el cinto donde tenia aproximadamente ciento cincuenta nuevos
soles y otras pertenencias, huyendo del lugar cuando familiares del agraviado y
vecinos del lugar acudieron para auxiliarlo, siendo reconocidos los denunciados

143
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

como los partícipes del evento delictivo. Minutos después el perjudicado luego
de reincorporarse sufre el desvanecimiento siendo trasladado por sus familiares
al Hospital de Apoyo María Auxiliadora donde llegó cadáver.
QUINTO.- Que siendo así, se evidencia que del análisis global de todos
los medios probatorios recogidos en la investigación preliminar, determinan
en forma concurrente y correlativa los presupuestos materiales que sustentan
la medida coercitiva de detención regulado en el artículo ciento treinta y cinco
del Código Procesal Penal, por lo que el auto de procesamiento en el extremo
impugnado se encuentra arreglado a ley al estar debidamente fundamentado,
y donde aparecen en forma objetiva los elementos de juicio que ha tomado en
cuenta con propiedad el A quo para imponer la medida coercitiva cuestionada,
poniendo énfasis en los elementos que representan peligro procesal. Mas si es
de tener en cuenta que el procesado estaba en calidad de No habido. en conse-
cuencia el auto en el extremo impugnado debe confirmarse.
Por estos fundamentos se RESUELVE: Confirmar el auto de procesamiento
de fojas cincuenta y ocho a fojas sesenta y uno en el extremo que dispone man-
dato de Detención en contra del procesado Moisés Augusto Medina Huamaní
o Moisés Augusto Medina Huamán como presunto autor del delito contra el
patrimonio - Robo agravado, en agravio de Wilfredo Valentín Pebe Quispe;
Notificándose y los devolvieron.

144
DETENCIÓN PREVENTIVA

028. Peligro procesal: No configuración por no acreditación


de emplazamiento del agente
Las partes deberán estar en la posibilidad –tanto en el plano jurí-
dico como en el fáctico– de ser convocadas para ser escuchadas,
y colocarse frente al Sistema en una formal contradicción, acto
último que no se habría dado si no se advierte que el procesado
haya tomado conocimiento de la denuncia interpuesta en su
contra, al no existir cargos de notificación que indiquen su em-
plazamiento (pues de los recaudos en autos se refleja que tiene
como domicilio la ciudad de Madrid-España); razón por la cual
mal podría sostenerse en señalar tal acto, falta de acatamiento
de las diligencias dispuestas por el a quo, como peligro procesal.

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA


PRIMERA SALA ESPECIALIZADA EN LO PENAL PARA PROCESOS
CON REOS LIBRES

S.S. PARIONA PASTRANA


PLACENCIA RUBIÑOS
EYZAGUIRRE GÁRATE

Resolución Nº 2664-2010
Expediente Nº 33252-2007-1
Lima, 13 de diciembre del 2010

AUTOS Y VISTOS.- Sin informes orales conforme se deja constancia por


Relatoría a folios cuarentitrés; e, interviniendo como ponente la señora Juez
Superior Liliana del Carmen Placencia Rubiños, en la apelación interpuesta por
la parte agraviada Juan Carlos Zevallo Chávez.
ANTECEDENTES:
Es materia de apelación la resolución corriente a folios treintidós, su fecha
ocho de abril del año dos mil diez, que declaró improcedente lo Solicitado por
la parte agraviada de ordenar la detención de la procesada Marcelina Dávila
Batallanos; en la instrucción seguida en su contra por delito de Estafa.

145
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

CONSIDERANDOS:
PRIMERO.- El apelante al fundamentar su recurso corriente a folios treinti-
dós y siguiente, reproduce los términos establecidos en su pedido, en la que indica
haber el texto expreso de dictado de apercibimiento para revocársele la medida
de comparecencia a detención; así que puntualmente, solicita hacerse efectivo
dicho apercibimiento ante la desobediencia incurrida por la procesada, quien
no ha cumplido con rendir su declaración instructiva, al cual fue citada hasta en
dos oportunidades, ni tampoco ha concurrido a firmar el libro correspondiente,
ni al pago por concepto de caución; por lo que ante estos argumentos solicita la
revocatoria de la recurrida.-
SEGUNDO.- El mandato de detención, es una medida de coerción perso-
nal, que al ser de carácter excepcional y en sumo gravosa para el imputado, su
adopción por la autoridad judicial debe sujetarse estrictamente a la concurrencia
de los presupuestos enunciados en el artículo ciento treinta y cinco del Código
Procesal Penal, articulado vigente y que fuera modificado por la ley veintiocho
mil setecientos veintiséis, como son: A) prueba suficiente: que existan suficientes
elementos probatorios de la comisión de un delito que vincule al imputado como
autor o partícipe del mismo; B) prognosis de la pena: que la sanción a imponer-
se o la suma de ellas sea superior a un año de pena privativa de libertad o que
existan elementos probatorios sobre la habitualidad del agente al delito; y C)
peligro procesal: que existan suficientes elementos probatorios para concluir que
el imputado intenta eludir la acción de la justicia o perturbar la acción probatoria.
TERCERO.- Ahora bien, luego de revisados la presente incidencia, ad-
vertimos que el apelante solicita la revocatoria del mandato de comparecencia
restringida por el de detención, al respecto este Colegiado considera que para
el caso que nos ocupa, resulta traer a colación que el derecho de defensa tiene
estrecha relación con los principios fundamentales que garantizan la seguridad
y la igualdad ante la ley, principios que se encuentran consagrados en los tex-
tos constitucionales democráticos, así este derecho, de alguna forma, busca un
equilibrio entre las partes de un proceso, en la que por un lado, el poder acusador
ejercida por el fiscal y, por otro, el inculpado ejerciendo su derecho de defensa
en forma adecuada; así en ese sentido, las partes deberán estar en la posibilidad
–tanto en el plano jurídico como en el fáctico– de ser convocadas para ser escu-
chadas, y colocarse frente al Sistema en una formal contradicción, acto último
que no se habría dado para el caso de autos pues de las instrumentales anexadas
a la presente no se advierte que la procesada haya tomado conocimiento de la
denuncia interpuesta en su contra, al no existir cargos de notificación que nos
indique su emplazamiento, pues de los recaudos en autos se refleja que esta tiene

146
DETENCIÓN PREVENTIVA

como domicilio la ciudad de Madrid-España –veáse a folios cincuentiuno–;


razón por la cual mal podría sostenerse en señalar tal acto [falta de acatamiento
de las diligencias dispuestas por el a quo] como peligro procesal; siendo este
requisito imprescindible para su imposición [lo solicitado por el agraviado] tal
como lo sostuviera nuestro Supremo Tribunal en su sentencia número setecien-
tos noventiuno-dos mil dos-HC/TC “el principal elemento a considerarse con
el dictado de esta medida cautelar (detención) debe ser el peligro procesal”(1);
lo que en sumo, nos permite inferir que lo resuelto por el a quo se encuentra
arreglada a ley, máxime, si tenemos en cuenta que los argumentos expuestos
por el apelante no justifican para la imposición de dicho mandato por responder
fundamentalmente al principio de necesidad, siendo su aplicación de naturaleza
excepcional, por lo demás, han de ser valorados al momento de emitir un fallo
definitivo con pruebas adyacentes a la misma en el estadio procesal respectivo;
razón por la que, no resulta pertinente amparar la pretensión del recurrente
FALLO RESOLUTIVO:
Por dichos fundamentos, confirmaron la resolución corriente a folios trein-
tidós, su fecha ocho de abril del año dos mil diez, que declaró improcedente lo
solicitado por la parte agraviada de ordenar la detención de la procesada Mar-
celina Dávila Batallanos; en la instrucción seguida en su contra por delito de
Estafa en agravio de Juan Carlos Zevallo Chávez, con lo demás que contiene;
notificándose y los devolvieron.

(1) Caso: Mary Riggs Brousseau, fundamento doce.

147
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

029. Peligro procesal: Haber concurrido a las diligencias no


acredita per se la no sustracción al proceso penal
El (solo) hecho de que el procesado haya concurrido a las di-
ligencias en las que se ha requerido su presencia, no acredita
la no sustracción al proceso penal; aunado a ello se advierte
que el agente no ha adjuntado documentación idónea alguna
de la cual sea posible concluir que efectivamente la institución
cautelar materia de apelación le cause agravio.

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA


QUINTA SALA ESPECIALIZADA EN LO PENAL PARA PROCESOS
CON REOS LIBRES

S.S. VIDAL MORALES


GONZALES HERRERA
GÓMEZ MARCHISIO

Resolución Nº 1285
Expediente Nº 46696-09-1
Lima, 1 de diciembre de 2010

AUTOS Y VISTOS: Interviniendo como ponente el señor Juez Superior


Gonzáles Herrera, de conformidad con lo opinado en el dictamen Fiscal de fojas
ciento dieciocho a ciento veintidós, y habiéndose llevado acabo la vista de la
causa conforme es de verse en la constancia de Relatoria de fojas doscientos
ochenta y tres;
CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Es materia de grado la apelación interpuesta por los procesados
Edbert William Ventura Diego, Deysi Luz Zegarra Chávez y Heriberto Ventura
Molinar, contra el auto de apertura de instrucción obrante en copias certificadas
de fojas sesenta y cuatro a sesenta y siete, su fecha siete de diciembre del dos
mil nueve, en el extremo de la comparecencia restringida que se les dicta en
su contra, en el proceso penal que se les sigue como presuntos autores de los
delitos contra la Paz Pública -Asociación Ilícita para Delinquir, contra la Fe Pú-
blica –Falsificación de Documentos, y contra la Función Jurisdiccional– Fraude
Procesal, en agravio del Estado y de Pablo Quispe Ubillús; resolución que se les

148
DETENCIÓN PREVENTIVA

notificó respectivamente el nueve, diez de marzo del presente año, conforme es


de verse en las Constancias obrante en copia certificada a fojas setenta y seis,
ochenta y cuatro, y noventa y dos;
SEGUNDO.- Los procesados fundamentan conjuntamente su apelación
mediante los escritos glosados en copia certificada de fojas uno y dos, amplián-
dolas a fojas noventa y tres a noventa y siete; señalando que no han rehuido
al proceso, no tiene antecedentes penales, que se encuentran colaborando con
el desarrollo del presente proceso, pues han concurrido las diligencias citadas;
agregando en su escrito ampliatorio de apelación que tienen trabajo conocido;
asimismo expone argumentos tendientes a deslindar sus respectivas responsa-
bilidades en los hechos imputados;
TERCERO.- Que en ese sentido es pertinente indicar, que la medida de
comparecencia restringida únicamente es un mecanismo de vinculación del
que se vale el proceso penal, para que el sujeto o sujetos procesados concurran
a los actos procesales a los que sean requeridos, asegurando de esta forma el
cumplimiento de los fines de la instrucción; además se debe tener en cuenta que
las reglas de conducta del mandato de comparecencia restringida, constituyen
formas legítimas de limitar la libertad ambulatoria de los encausados, pues se
encuentran debidamente previstas en el artículo ciento cuarenta y tres del Código
Procesal Penal (articulado vigente);
CUARTO.- Siendo ello así, también es oportuno valorar que los argumentos
alusivos a la conducta y responsabilidad de los procesados, deben ser meritua-
dos dentro del desarrollo del presente proceso penal, no correspondiendo ser
dilucidados en la presente vía incidental; además el hecho que los procesados
hayan concurrido a las diligencias en las que se ha requerido sus presencias,
no acredita la no sustracción al proceso penal; aunado a ello se advierte que los
recurrente no han adjuntado documentación idónea alguna de la cual sea posible
concluir que efectivamente la institución cautelar materia de apelación les cause
agravio; en consecuencia no resulta atendible lo solicitado por los procesados;
DECISIÓN:
Fundamentos por los cuales Confirmaron el auto de apertura de instrucción
obrante en copias certificadas de fojas sesenta y cuatro a sesenta y siete, su fe-
cha siete de diciembre del dos mil nueve, en el extremo apelado que dispone la
comparecencia restringida dictada en contra de Edbert William Ventura Diego,
Deysi Luz Zegarra Chávez y Heriberto Ventura Molinar, en el proceso penal que
se les sigue como presuntos autores de los delitos contra la Paz Pública –Asocia-
ción Ilícita para Delinquir, contra la Fe Pública– Falsificación de Documentos
y contra la Función Jurisdiccional-Fraude Procesal, en agravio del Estado y de
Pablo Quispe Ubillús; notificándose y los devolvieron.

149
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

030. Peligro procesal: Necesidad de sospecha razonable


para su configuración
Para dictarse una medida de detención preventiva, debe existir
una sospecha razonable de que el acusado pueda evadir la
justicia, obstaculizar la investigación preliminar intimidando
a los testigos, o destruir evidencia, observándose en este caso
que no existen elementos que generen de manera razonable
y objetiva dichas sospechas, pues el procesado se encuentra
colaborando con el desarrollo de la investigación, habiendo
concurrido en diferentes ocasiones a nivel policial a brindar su
manifestación; diligencias en las que en presencia del repre-
sentante del Ministerio Público, ha señalado de manera clara
y uniforme su domicilio y trabajo al que se dedica; por lo que
no se advierte que exista peligro procesal.

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA


QUINTA SALA ESPECIALIZADA EN LO PENAL PARA PROCESOS
CON REOS LIBRES

S.S. VIDAL MORALES


GONZALES HERRERA
GÓMEZ MARCHISIO

Resolución Nº 1139
Expediente Nº 16060-2010-2
Lima, 17 de noviembre de 2010

AUTOS Y VISTOS; Interviniendo como Ponente el señor Juez Superior


Gonzales Herrera;
CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Es materia de grado la apelación interpuesta por el procesado
José Falen Aliaga, contra el auto de apertura de instrucción que obra en copias
certificadas de fojas doscientos quince doscientos veinticinco, su fecha once
de junio del dos mil diez, en el extremo que dicta mandato de detención en su
contra, en el proceso que se le sigue por la presunta comisión del delito con-
tra el Patrimonio - Hurto Agravado, en agravio de Francisco Javier Márquez

150
DETENCIÓN PREVENTIVA

Rodríguez, Lilian Luz Marie Zapata Casanave y el Banco Continental, repre-


sentado por Víctor Mendoza Ríos; así como por el delito contra la Tranquilidad
Pública –Delitos contra la Paz Pública– Asociación Ilícita para Delinquir, en
agravio de la Sociedad;
SEGUNDO.- El procesado en su recurso de fojas doscientos veinticinco a
doscientos treinta y uno, argumenta que no se encuentra conforme con la me-
dida coercitiva impuesta, toda vez que jamás ha rehuido la acción de la justicia
ni ha perturbado la actividad probatoria, y por el contrario a colaborado con la
administración de la justicia asistiendo a todas las diligencias policiales pro-
gramadas para tratar de esclarecer los hechos, por lo tanto no ostenta la calidad
de no habido;
TERCERO.- Al respecto, es pertinente tener en cuenta que el Tribunal Consti-
tucional ha señalado que: “Tal como establece el artículo 9 del Pacto Internacional
de Derechos Civiles y Políticos, (...) la prisión preventiva de las personas que hayan
de ser juzgadas no debe ser la regla general. Lo propio queda expuesto en la regla
6.1 de las denominadas Reglas Mínimas de las Naciones Unidas sobre las medidas
privativas de la libertad (Reglas de Tokio), que precisa que: solo se recurrirá a la
prisión preventiva como último recurso. Asimismo, la Comisión Interamericana
de Derechos Humanos ha subrayado: (...) la detención preventiva es una medida
excepcional y que se aplica solamente en los casos en que haya una sospecha
razonable de que el acusado podrá evadir la justicia, obstaculizar la investigación
preliminar intimidando a los testigos, o destruir evidencia”(1);
CUARTO.- De lo señalado en el considerando precedente, se desprende
que la detención es una medida extrema, por lo tanto el Juzgador debe ponde-
rar si la finalidad por la que se dicta la detención judicial preventiva, se puede
alcanzar aplicando otras medidas cautelares menos gravosas a la libertad am-
bulatoria del procesado, es decir, debe estimar si en la eventualidad de dictarse
la comparecencia del justiciable del mismo modo se puede asegurar la sujeción
del encausado al procedimiento penal; además para imponerse dicha medida
restrictiva se requiere la concurrencia simultánea de los requisitos de: a) prueba
suficiente; b) pena probable; y c) peligro Procesal, conforme lo establece el
artículo ciento treinta y cinco del Código Procesal Penal (articulado vigente),
ya que la ausencia de cualquiera de estos impide su imposición.
QUINTO.- La norma legal anteriormente acotada, establece que: “El juez
puede dictar mandato de detención si atendiendo a los primeros recaudos acom-
pañados por el Fiscal Provincial sea posible determinar (...)”, tres presupuestos

(1) Sentencia del Tribunal Constitucional, Exp. Nº 2915-2004-HC/TCL.

151
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

legales, advirtiéndose que el tercero de ellos hace referencia a la existencia de


suficientes elementos probatorios para concluir que el imputado intente eludir
la acción de la justicia o perturbar la acción probatoria. No constituye criterio
suficiente para establecer la intención de eludir a la justicia, la pena prevista en
la Ley para el delito que se le imputa;
SEXTO.- En el caso submateria, se advierte que sí concurren los dos primeros
requisitos para dictarse mandato de detención, pues se observan a nivel preli-
minar elementos probatorios que vinculan al imputado con el delito instruido,
y además se observa que la pena probable es superior a un año; sin embargo, es
pertinente tener en cuenta que para dictarse una medida de detención preven-
tiva, además debe existir una sospecha razonable que el acusado pueda evadir
la justicia, obstaculizar la investigación preliminar intimidando a los testigos, o
destruir evidencia, observándose que en el presente caso no existen elementos
que generen de manera razonable y objetiva dichas sospechas, apreciándose de
autos que el procesado se encuentra colaborando con el desarrollo de la presente
investigación, habiendo concurrido en diferentes ocasiones a nivel policial, a
brindar su manifestación conforme se aprecia en las copias certificadas de fojas
sesenta y dos a sesenta y seis, ciento treinta y siete a ciento cuarenta; diligencias
en las que, en presencia del representante del Ministerio Público, ha señalado
de manera clara y uniforme su domicilio y trabajo al que se dedica; por lo tanto,
no se advierte que exista peligro procesal;
DECISIÓN:
Fundamentos por los cuales Revocaron el auto de apertura de instrucción que
obra en copias certificadas de fojas doscientos quince doscientos veinticinco,
su fecha once de junio del dos mil diez, en el extremo apelado que dicta contra
José Falen Aliaga, mandato de detención, en el proceso que se le sigue por la
presunta comisión del delito contra el Patrimonio-Hurto Agravado, en agravio
de Francisco Javier Márquez Rodríguez, Lilian Luz Marie Zapata Casanave y
el Banco Continental, representado por Víctor Mendoza Ríos; así como por el
delito contra la Tranquilidad Pública –Delitos contra la Paz Pública– Asociación
Ilícita para Delinquir, en agravio de la Sociedad; y Reformándola se le impone
al aludido procesado la medida de comparecencia restringida, con las siguientes
restricciones: a) no variar de domicilio sin previo aviso al Juzgado; b) no ausen-
tarse del lugar de su residencia, sin autorización del Juzgado; c) concurrir cada
fin de mes a registrar su firma en el libro del Juzgado; d) la prestación de una
caución económica de mil nuevos soles, todo ello bajo apercibimiento de que
previo requerimiento, se le revoque la medida impuesta y se dicte su detención;
Mandaron que, por Secretaria se oficie para el levantamiento de las ordenes de
captura impartidas contra José Falen Aliaga; notificándose y los devolvieron.-

152
DETENCIÓN PREVENTIVA

031. Peligro procesal: No desvanecimiento por rehabili-


tación del agente en otro proceso pero respecto del
mismo tipo delictivo
No hay desvanecimiento del peligro procesal en caso se declare
rehabilitado al agente en otro proceso penal, teniéndose por
cumplida la pena de multa impuesta y extinguido el régimen
de prueba, si dicho proceso fue tramitado por el mismo delito
que en el presente (tráfico ilícito de drogas), lo que evidencia
una conducta delictiva reiterativa por parte del precitado.

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA


TERCERA SALA PENAL PARA PROCESOS CON REOS EN CÁRCEL

S.S. SALINAS SICCHA


MEZA WALDE
ZAPATA CARBAJAL

Resolución Nº 1143
Expediente Nº 43626-09 (3)
Lima, 20 de diciembre de 2010

AUTOS y VISTOS; Interviniendo como Ponente la Jueza Superior MEZA


WALDE, oído el informe oral, y atendiendo: PRIMERO.- Que el marco de
la pretensión impugnatoria está dada por el recurso de apelación interpuesto
por la Procuradora Pública a cargo de los Asuntos Judiciales del Ministerio del
Interior, relativos a Tráfico Ilícito de Drogas, contra el auto del Juzgado que
declara procedente la variación del mandato de detención por comparecencia a
favor del procesado Demetrio Lucio Garrido Rivera, quedando así delimitado
el ámbito de conocimiento de esta superior instancia; SEGUNDO.- Que la Pro-
curadora Pública fundamenta su apelación señalando que no se aprecian nuevas
actuaciones judiciales relevantes que acrediten el decaimiento de los motivos o
presupuestos que sustentaron inicialmente la medida provisional de detención
en contra del procesado Garrido Rivera; aunado al hecho que existe todavía el
peligro procesal invocado primigeniamente; TERCERO.- Que la variación
del mandato de detención tiene su fundamento jurídico en el último párrafo

153
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

del artículo ciento treinta y cinco del Código Procesal Penal, modificado por
la Ley número veintisiete mil setecientos cincuenta y tres, que faculta al juez a
revocar el mandato de detención decretado a raíz de la calificación de la denun-
cia formalizada por el Fiscal Provincial y dictarse mandato de comparecencia,
cuando nuevos actos de investigación pongan en cuestión la suficiencia de las
pruebas que dieron lugar a la medida primigenia; CUARTO.- Que de la revi-
sión de autos se desprende que en horas de la noche del veintidós de setiembre
de dos mil nueve, personal policial de la comisaría de La Victoria, tras tomar
conocimiento por información confidencial que en el inmueble ubicado en la
calle León y León número ciento cuarenta, La Victoria, el cual funcionaba como
tienda, personas conocidas como “Tía Rosa” y “Pachin” se estarían dedicando
a la microcomercialización de drogas (pasta básica de cocaína), procedió a su
intervención (Operativo Cordillera Blanca 2009), interviniendo a inmediaciones
del precitado local a los procesados José Luis Fonseca Chino y Jesús Martín
Justo Rivera, a quienes al realizarles el registro personal se les encontró treinta
(peso bruto seis gramos y peso neto dos gramos) y diecisiete (peso bruto cuatro
gramos y peso neto dos gramos) envoltorios de pasta básica de cocaína, res-
pectivamente; conforme a las Actas de Registro Personal y Comiso de Droga y
Resultado Preliminar de Análisis Químico obrantes en autos; los mismos que
manifestaron haber comprada dicha droga a la dueña de la tienda antes referida,
por lo que el personal policial procedió a retornar e interviniendo en las afueras
a los procesados Alfonso Jesús García Aguirre y Ricardo Alfredo Nieves Barre-
to, a quienes al realizarles el registro personal se les encontró diez (peso bruto
dos punto ocho gramos y peso neto cero punto seis gramos, y cuarenta (peso
bruto doce punto cuatro gramos y peso neto dos punto uno gramos) envoltorios
de pasta básica de cocaína, respectivamente; conforme a las Actas de Regis-
tro Personal y Comiso de Droga y Resultado Preliminar de Análisis Químico
obrantes en autos. Asimismo, se intervino a los procesados Demetrio Lucio
Garrido Rivera, Teodosia Audemia Soto Padilla y Christian Martín Mancilla
Soto, toda vez que al realizar el registro domiciliario al inmueble antes citado,
se encontró quinientos veinte envoltorios de pasta básica de cocaína (peso bruto
de ciento veintiséis gramos y peso neto veintiuno gramos), conforme al Acta
de Registro Domiciliario, Hallazgo, Recojo y Comiso de Droga e Incautación
de Dinero a fojas cuarenta y ocho y Resultado Preliminar de Análisis Químico
a fojas cincuenta y siete; QUINTO.- Que en este orden de ideas se tiene que
en el desarrollo del proceso penal instaurado en contra del procesado Garrido
Rivera, conforme bien lo ha señalado el a quo, la suficiencia de los cargos que
se tuvo en cuenta para determinar de la medida coercitiva de detención no

154
DETENCIÓN PREVENTIVA

han variado sustancialmente; existiendo en buena cuenta solo la reiteración


del precitado respecto a su no participación y responsabilidad. Asimismo el
a quo hace mención a un desvanecimiento del Peligro Procesal, sustentando el
mismo en las instrumentales obrantes a fojas doscientos concerniente a la re-
solución que declara rehabilitado (proceso ante el 490 Juzgado Penal de Lima)
y a fojas doscientos siete la resolución que declara cumplida la pena de multa
y extinguido el régimen de prueba, en consecuencia rehabilitado (proceso ante
el 20º Juzgado Penal de Lima) ambas al procesado Garrido Rivera, así como
subsanado la observación respecto a su constancia de trabo); no obstante es de
indicar que dichos procesos penales fueron por delito de tráfico ilícito de drogas,
lo que evidenciaría una conducta delictiva reiterativa por parte del precitado, lo
cual no permite concluir un desvanecimiento del peligro procesal; máxime aún
si en el caso de variación del mandato de detención el fundamento de su proce-
dencia estriba en la existencia de nuevos actos de investigación que cuestionen
los presupuestos iniciales, situación que no se da en el presente caso; por tales
fundamentos: Revocaron la resolución obrante en copia certificada de fojas
doscientos once a doscientos diecisiete, su fecha diecisiete de agosto de dos mil
diez, que declara procedente la solicitud de variación del mandato de detención
dictado contra el procesado Demetrio Lucio Garrido Rivera en la instrucción
que se le sigue como presunto autor del delito contra la Salud Pública –Tráfico
Ilícito de Drogas– Microcomercialización, en agravio del Estado, y Reformán-
dolo declararon Improcedente la solicitud de variación del mandato de detención
dictado contra el procesado Demetrio Lucio Garrido Rivera en la instrucción
que se le sigue como presunto autor del delito contra la Salud Pública –Tráfico
Ilícito de Drogas– Microcomercialización, en agravio del Estado; Dispusieron
oficiar por Secretaría a las autoridades pertinentes, a efectos de que procedan a
la inmediata ubicación, captura e internamiento en cárcel pública del precitado
procesado; notificándose y los devolvieron.

155
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

032. Peligro procesal: Consideración de proceso anterior


aun cuando se carezca de antecedentes
Si bien el agente no tiene antecedentes, es menester tener en
cuenta que estuvo procesado por delitos contra el patrimonio,
siendo por ello que al no haber certeza de que se dedique a
una actividad laboral lícita conocida, no se puede afirmar que
mantenga arraigo con el domicilio que señala, configurándose
el peligro procesal.

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA


TERCERA SALA PENAL PARA PROCESOS CON REOS EN CÁRCEL

S.S. PADILLA ROJAS


PEÑA FARFÁN
CHAMORRO GARCÍA

Resolución Nº 1115
Expediente Nº 29971-10
Lima, 20 de diciembre de 2010

AUTOS Y VISTOS: Interviniendo como Ponente el señor Doctor Juez


Superior Titular Padilla Rojas, Oído el informe oral del señor abogado Jaime
Suazo Inga, según razón de Relatoría de fojas ochentisiete; y, atendiendo:
PRIMERO.- Que es materia de grado la Apelación al Auto de Apertura de
Instrucción en el extremo que decreta la medida coercitiva personal de Deten-
ción contra el procesado Rubén Ricardo Matías Torres, formulada mediante
escrito obrante en copia certificada de folios setenta a setentitres del presente
cuaderno incidental;
SEGUNDO.- Que, para los efectos de dictarse la medida coercitiva personal
de detención, a que se refiere el artículo ciento treinta y cinco del Código Proce-
sal Penal, modificado por el artículo cuarto de la ley veintiocho mil setecientos
veintiséis, publicado el nueve de mayo del año dos mil seis, es necesario que se
den copulativamente los tres requisitos señalados; esto es: Suficiencia Proba-
toria para vincular al imputado con la comisión del delito –fumus boni iuris–;
Prognosis de Pena superior al año de pena privativa de la libertad; y, Riesgo

156
DETENCIÓN PREVENTIVA

Procesal tanto respecto a la sujeción al proceso por parte del imputado periculum
in mora, como a la perturbación de la acción probatoria;
TERCERO.- Que, el Tribunal Constitucional como máximo interprete de
la Constitución señala sobre la detención preventiva que “(...) si bien la deten-
ción judicial preventiva constituye una medida que limita la libertad física, por
sí misma, esta no es inconstitucional; sin embargo, por el hecho de tratarse de
una medida que restringe la libertad locomotora, dictada pese a que no existe
sentencia condenatoria firme, al procesado le asiste el derecho a que se presuma
su inocencia; cualquier restricción de ella siempre debe considerarse en última
ratio a la que el juzgador debe apelar, esto es, susceptible de dictarse solo en
circunstancias verdaderamente excepcionales y no como regla general”(1);
CUARTO.- Que, asimismo, es de señalar que el único elemento que tiene
la a quo para verificar la notitia criminis puesto en su conocimiento son los
actuados policiales, que reúnen los primeros elementos, que van a determinar
la medida cautelar a imponerse en el proceso;
QUINTO.- Que del contexto de la prueba acopiada a la fecha y que se
tiene a la vista, se desprende que se les imputa al procesado Rubén Ricardo
Matías Torres, la comisión del delito contra el Patrimonio Robo Agravado en
agravio de Ernesto García Paredes y por el delito contra la Administración Pú-
blica –Violencia y Resistencia a la Autoridad, en agravio del Estado; toda vez
que, del Atestado Policial –véase copias certificadas de fojas uno a cuatro–,
donde fluye de la investigación preliminar efectuada, que con fecha diez de
octubre del dos mil diez, a horas diecisiete horas aproximadamente, cuando se
encontraba por inmediaciones del Coliseo Dibós Dammert - San Borja, lugar
donde se desarrollaba el campeonato de Vóley Internacional y estando a que en
afueras del referido Coliseo se estaba expidiendo boletos de entrada presunta-
mente fraudulentos, se procedió a su intervención a efectos de ser identificado,
en razón que esta persona tenía varios boletos en su mano; sin embargo, el
mismo se rehusó hacerlo, por lo que en circunstancias que era trasladado a la
Comisaría para efectos de su identificación, opuso resistencia a la intervención
policial, agrediendo físicamente al SO2 PNP Moisés Gustavo Biagge Escalante,
produciéndole a ambas personas las lesiones que se describen en los respecti-
vos Certificados Médicos obrante en autos, asimismo, señala que el procesado
azuzaba a una turba de revendedores para que estos les quiten las armas a los
efectivos intervinientes; lo cual se inicio el forcejeo del procesado con el SOB

(1) Exp. Nº 1091-2002-HC/TC, Fundamento 7. Accionante: Vicente Ignacio Silva Checa.

157
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

PNP Ernesto García Paredes por el despojo de su arma, el mismo que con la
ayuda de la turba de gente lograron su cometido, despojándolo del revolver Smit
Wesson calibre treintiocho;
SEXTO.- Que, siendo así resulta necesario verificar si los requisitos estable-
cidos en el artículo ciento treinta y cinco del Código Procesal Penal se cumplen
en el presente caso, teniéndose: que en cuanto: a) la suficiencia probatoria, debe
señalarse que obra en autos:
1.- La manifestación del procesado Rubén Ricardo Matías Torres, donde refiere
que en el día de los hechos, se encontraba en el frontis del Coliseo Eduardo
Dibós, a donde concurrió a vender sus entradas para el partido de despedida
de la selección de vóley del Perú, siendo que cuando estaba vendiendo dichas
entradas se acercó un efectivo policial de nombre García Paredes Ernesto, el
cual le refirió que se retirara, posterior a ello le empezó a jalar de la chom-
pa con lisuras conduciéndolo al patrullero, instantes en que se acercó otro
efectivo policial de nombre Moisés Gustavo Biagge Escalante quien lo cogió
del cuello al procesado tirándolo al suelo por espacio de quince minutos,
agrediéndolo con golpes en todo momento, causándole el rompimiento de uno
de las dentaduras postizas del procesado, siendo posteriormente conducido
a la Comisaría, añade que en ningún momento ha ofendido [o] ha agredido
a los efectivos policiales que lo intervinieron, sino más bien han sido ellos
los que lo agredieron;
2.- Manifestación del SO PNP Moisés Gustavo Biagge Escalante, obrante a
fojas dieciséis a diecisiete, donde refiere que se encontraba de servicio en
el momento de los hechos en el Coliseo Eduardo Dibós Dammert, instantes
en que se percata que su colega SOB PNP García Paredes Ernesto, tenía un
problema con una persona, que posteriormente se identificó como Rubén
Ricardo Matías Torres, (procesado) ya que este se rehusaba a salir de la
puerta principal, ya que este se encontraba revendiendo entradas del partido
de vóley que se llevaba a cabo en dicho coliseo;
3.- Manifestación del SOB PNP Ernesto García Paredes obrante a fojas diecio-
cho a diecinueve, donde señala que en el día de los hechos se encontraba de
servicio en el Coliseo Dibós al mando de seis efectivos policiales, instantes
en que tomó conocimiento de que habían personas que se encontraban en el
frontis de dicho coliseo revendiendo entradas y al tratar de retirarlos el sujeto
intervenido opuso resistencia, y al momento se ser trasladado a la Comisaría
el intervenido comenzó agredir a la persona de dicho efectivo, instantes en
que apareció una turba de cincuenta personas que rodearon a los efectivos
policiales y despojaron del arma al efectivo policial.

158
DETENCIÓN PREVENTIVA

4.- Certificado Medico Legal Nº cero seis cuatro seis nueve cuatro guión L del
SO PNP Biagge Escalante Moisés Gustavo obrante a fojas veintitrés donde
los peritos concluyen que presenta tumefacción leve en región interfalangina
proximal del tercer dedo mano izquierda.
5.- Certificado Medico Legal Nº cero seis cuatro seis nueve cinco guión L del
SOB PNP García Paredes Ernesto, donde los peritos concluyen que no pre-
senta lesiones traumáticas recientes, no requiere incapacidad médico-legal;
b) que el delito contra Robo Agravado y el delito contra la Administración
Pública-Violencia y Resistencia a la Autoridad la pena a imponérseles sería
siempre superior al año de pena privativa de libertad (prognosis de pena);
c) sin embargo, de la lectura de autos se evidencia la presencia del peligro o
riesgo procesal, ya que se aprecia que el procesado Rubén Ricardo Matías
Torres si bien ha referido en su declaración instructiva tener su domicilio
respectivo en el Jirón Loa Nº Cien Urbanización Caja de Agua, del distrito
de San Juan de Lurigancho, sin embargo este no ha acreditado mediante
documentación alguna y de forma fehaciente el dedicarse a una actividad
laboral lícita conocida con el cual acredite el arraigo con el domicilio señala-
do en sus generales de ley, asimismo, si bien es cierto el procesado no tiene
antecedentes, es menester tener en cuenta que estuvo procesado por delitos
contra el Patrimonio, siendo por ello, al no haber certeza de que el mismo
se dedique a una actividad laboral lícita conocida, no se puede afirmar que
mantenga arraigo con el domicilio que señala el recurrente, por ello todo lo
cual llevaría a la conclusión de que el procesado intentaría eludir la acción
de la justicia y perturbará así la actividad probatoria; por lo que al haberse
presentado de manera conjunta los requisitos establecidos en el artículo
ciento treinta y cinco del Código Procesal Penal; Por estos fundamentos:
CONFIRMARON: la resolución apelada que en copias certificadas obra
de fojas cuarentitres a cuarentinueve, su fecha once de octubre del año dos mil
diez, en el extremo que dicta mandato de Detención en contra del procesado
Rubén Ricardo Matías Torres, como presunto autor del delito el delito Contra el
Patrimonio Robo Agravado en agravio de Ernesto García Paredes y por el delito
contra la Administración Pública - Violencia y Resistencia a la Autoridad, en
agravio del Estado; con lo demás que contiene; Notificándose y los devolvieron.

159
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

033. Peligro procesal: Consideración de la actuación en


banda y antecedentes delictivos
Se determinan en forma concurrente y correlativa los pre-
supuestos materiales que sustentan la medida coercitiva de
detención, poniendo énfasis en los elementos que representan
peligro procesal; más sí es de tener en cuenta la forma con
la cual se actuó en forma de banda y los antecedentes que se
presentan por hechos ilícitos anteriores.

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA


TERCERA SALA ESPECIALIZADA EN LO PENAL PARA PROCESOS
CON REOS EN CÁRCEL

S.S. SALINAS SICCHA


MEZA WALDE
ZAPATA CARBAJAL

Resolución Nº 1134
Expediente Nº 29970-2010
Lima, 23 de diciembre del 2010

AUTOS Y VISTOS: el cuaderno incidental originado por el recurso de


apelación interpuesto por el procesado Pedro Josett Rengifo Reguera a la me-
dida coercitiva de detención en el proceso que se le sigue por delito contra el
patrimonio –robo agravado, en agravio de Ángel Jesús Montes Osorio y por el
delito de tráfico ilícito de drogas– Microcomercialización, en agravio del Estado.
ATENDIENDO:
PRIMERO.- El procesado Pedro Josett Rengifo Reguera por recurso de
fojas ochenta y ocho a fojas noventa interpuso apelación a la medida coercitiva
de detención alegando que no concurren los requisitos para dictar el mandato
de detención, no existe la posibilidad de [que] se eluda la acción de la justicia
en razón de que cuneta con domicilio conocido, tiene una actividad de obrero,
y no ha acreditado el agraviado la preexistencia de los bienes sustraídos.
SEGUNDO.- Que, en el fundamento tercero del auto de procesamiento
se fundamenta la medida de detención considerando que existen suficientes

160
DETENCIÓN PREVENTIVA

elementos probatorios de la comisión del delito que vinculan al imputado como


presunto autor del hecho incoado, como son la información policial de fojas
cuatro a cinco, la misma que describe la forma y circunstancias en que se habrían
producido los hechos investigados, el comiso de las drogas y la aprehensión del
incoado Rengifo Reguera; la manifestación policial del agraviado Ángel Jesús
Montes Osorio de fojas doce a catorce, diligencia en la que precisa la forma y
circunstancias en que se habrían producido los hechos ilícitos cometidos en su
agravio, precisando que fue el denunciado Víctor Manuel Elías Solano quien
arremete contra él, físicamente, cogoteándolo, momento en que se acerca el
denunciado Pedro Rengifo Reguera y el conocido como Jonatan, quienes lo
agreden físicamente y lo despojan de sus pertenencias; el Acta de Registro
Personal y Comiso de Droga de fojas veintiuno, documento mediante el cual la
autoridad policial da cuenta que en poder del denunciado se hallaron dos tipos
de sustancias correspondientes a pasta básica de cocaína y marihuana; el acta
de reconocimiento de fojas veintidós, diligencia mediante la cual en presencia
del representante del Ministerio Público, el agraviado Montes Osorio reconoce
físicamente a la persona de Pedro Josett Rengifo Reguera como la persona que le
robó con fecha veinticinco de agosto del año en curso a las quine horas; el Acta
de Reconocimiento de fojas veintitrés, diligencia mediante la cual el agraviado
en presencia del representante del Ministerio Público reconoce la ficha Reniec
que corresponde a la persona de Víctor Manuel Elías Solano, como la persona
que le robó, siendo la persona que lo interceptó, lo insultó pidiéndole dinero y le
comenzó a agredir, lo cogoteó inmovilizándolo mientras que las otras personas
lo despojaban de sus cosas; el Resultado Preliminar de Análisis Químico de
Droga número ocho mil ciento cuarenta y seis dos mil diez de fojas veintiséis,
pericia por la cual se determinó de manera fehaciente que las sustancias halladas
en poder del denunciado corresponden a pasta básica de cocaína y marihuana;
el peligro procesal se manifiesta toda vez que el domicilio que ha referido tener
el denunciado Rengifo Reguera no se encuentra corroborado con documento
idóneo, por lo que se da de manera concurrente los elementos a que hace refe-
rencia el artículo ciento treinta y cinco del Código Procesal Penal.
TERCERO.- Que, de acuerdo al artículo ciento treinta y cinco del Código
Procesal Penal para imponer la medida coercitiva de detención se requiere sufi-
cientes elementos probatorios que vinculen al procesado con el delito que se le
atribuye, asimismo se requiere que el delito que se le atribuye esté sancionado
con una pena privativa de libertad superior a un año y que existan suficientes
elementos probatorios para concluir que el imputado intentará eludir la acción
de la justicia o perturbar la actividad probatoria y que todos estos presupuestos
materiales deben concurrir copulativamente.

161
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

CUARTO.- Que de la lectura de los argumentos fácticos de la denuncia fiscal


de fojas cincuenta y nueve a sesenta y uno, ampliada de fojas sesenta y dos a
sesenta y cinco, así como del auto de procesamiento de fojas setenta y cuatro,
se advierte que aparece señalada la forma y circunstancias de cómo se habría
cometido los delitos que se le atribuye, por lo que siendo así también se evi-
dencia que existen suficientes elementos probatorios preliminares que vinculan
al recurrente con los delitos imputados; y en efecto, en la denuncia se describe
que con fecha veintiocho de setiembre de los presentes, personal policial de la
comisaría Urbanización Pachacamac se encontraba patrullando por el cruce de la
avenida Revolución y la avenida Universitaria en el distrito de Villa el Salvador,
circunstancias en la que intervino al denunciado Pedro Josett Rengifo Reguera y
al practicársele el registro personal se le halló en posesión de trece envoltorios de
papel conteniendo cannabis sativa –marihuana (peso bruto dos gramos, peso neto
un gramo, así como ocho envoltorios conteniendo cannabis sativa– marihuana
(peso bruto diez gramos, peso neto cuatro gramos), conforme se desprende del
acta de registro personal y comiso de droga a folios diecinueve y del resultado
preliminar de Análisis Químico de folios veinticuatro. Asimismo, del transcur-
so de las investigaciones se tiene que con fecha veinticinco de agosto del año
dos mil diez, aproximadamente a las quince horas, el denunciante Ángel Jesús
Montes Osorio se encontraba transitando por la avenida Guardia Republicana
en Urbanización Pachacámac en el citado distrito, circunstancias en las que fue
interceptado por tres sujetos, los cuales actuaron en forma concertada y uno de
ellos los cogoteó mientras que los otros dos sujetos lo agredieron físicamente
lográndole despojar de una mochila que contenía una cámara digital marca
Cannon, una casaca térmica color gris, una billetera en cuyo interior se hallaba
su DNI, su licencia de conducir, su fotocheck de trabajo, una tarjeta de crédito y
la suma de cien nuevos soles, reconociendo a dos de los facinerosos, siendo estos
los denunciados Pedro Josett Rengifo Reguera y Víctor Manuel Elías Solano,
ello conforme se desprende de su manifestación policial de folios diez y doce,
y de las actas de reconocimiento de folios veinte y veintiuno.
QUINTO.- Que siendo así, se evidencia que del análisis global de todos
los medios probatorios recogidos en la investigación preliminar, determinan
en forma concurrente y correlativa los presupuestos materiales que sustentan
la medida coercitiva de detención regulado en el artículo ciento treinta y cinco
del Código Procesal Penal, por lo que el auto de procesamiento en el extremo
impugnado se encuentra arreglado a ley al estar debidamente fundamentado,
y donde aparecen en forma objetiva los elementos de juicio que ha tomado en
cuenta con propiedad el a quo para imponer la medida coercitiva cuestionada,
poniendo énfasis en los elementos que representan peligro procesal. Más sí es

162
DETENCIÓN PREVENTIVA

de tener en cuenta la forma con la cual actuó en forma de banda y los antece-
dentes que presenta por hechos ilícitos anteriores, en consecuencia el auto en el
extremo impugnado debe confirmarse.
Por estos fundamentos se RESUELVE: Confirmar el auto de procesamiento
de fojas setenta y cuatro a fojas setenta y nueve en el extremo que dispone man-
dato de Detención en contra de Pedro Josett Rengifo Reguera por delito contra
el patrimonio –robo agravado, en agravio– de Ángel Jesús Montes Osorio y por
el delito contra la Salud Pública –tráfíco ilícito de drogas– Posesión punible de
droga, en agravío del Estado peruano; Notificándose y los devolvieron.

163
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

034. Peligro procesal: Configuración en caso de agente que


tiene requisitoria vigente y goza de semilibertad
El agente no solo registra antecedentes, sino también requisi-
toria vigente, además de encontrarse al momento de los hechos
gozando del beneficio penitenciario de semilibertad, por lo que
se hace necesario mantener subsistente la medida coercitiva de
detención decretada al existir peligro procesal.

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA


TERCERA SALA PENAL PARA PROCESOS CON REOS EN CÁRCEL

S.S. SALINAS SICCHA


MEZA WALDE
ZAPATA CARBAJAL

Resolución Nº 1130
Expediente Nº 30970-10 (1)
Lima, 23 de diciembre de 2010

AUTOS y VISTOS; Interviniendo como Ponente la Jueza Superior Meza


Walde, con la constancia de Relatoría que antecede, y ATENDIENDO: PRI-
MERO.- Que el a quo para los efectos de decretar la medida cautelar de detención
o comparecencia, los únicos elementos de prueba que tiene en consideración
son los actuados durante la investigación policial que guarden relación con la
notitia criminis puesta a conocimiento como sustento de la denuncia fiscal;
SEGUNDO.- Que los presupuestos a tomar en cuenta por el a quo para el dictado
del mandato de prisión preventiva son los siguientes: a) Que existen fundados
y graves elementos de convicción para estimar razonablemente la comisión de
un delito que vincule al imputado como autor o partícipe del mismo; b) Que la
sanción a imponerse sea superior al año de pena privativa de libertad, entendida
la misma como expectativa, toda vez que de ser factible aplicar la condiciona-
lidad de la pena, no ameritaría que se le ordene su detención inicial; y
c) Que el imputado, en razón a sus antecedentes y otras circunstancias del caso
particular, permita colegir razonablemente que tratará de eludir la acción de la
justicia (peligro procesal) u obstaculizar la averiguación de la verdad (peligro
de obstaculización). Siendo ello así se tiene que el primer presupuesto desarrolla

164
DETENCIÓN PREVENTIVA

el fomus boni iuris; los otros dos integran el periculum in mora o peligro pro-
cesal; debiéndose tener en cuenta que para la valoración de estos presupuestos
es que se exige su concurrencia, la ausencia de uno de los requisitos fijados por
la norma invalida la aplicación de la prisión preventiva(1); TERCERO.- Que de
la revisión de autos se desprende que en horas de la noche del veintiuno de
octubre de dos mil diez, en circunstancias que personal del servicio de Serenazgo
se encontraba patrullando a la altura de las avenidas Emilio Althaus e Ignacio
Merino, Lince, observaron un vehículo Nissan de placa de rodaje TIH-480 es-
tacionado con la capota abierta delante de un vehículo (taxi metropolitano) Kia
de placa de rodaje B40-607, siendo que en medio de los precitados vehículos
se encontraba una fémina y un varón, el mismo que le hacía entrega de un filtro
a la primera, quienes al percatarse de la presencia del Serenazgo se dieron a fuga
a bordo del vehículo Kia de placa de rodaje B40-607, razón por la cual se inició
su persecución, la misma que se prologó hasta las intercepciones de las avenidas
Petit Thouars y Manuel Candamo, en donde se detuvieron por el semáforo,
contexto en el cual descendieron del precitado vehículo tres féminas y un varón,
lográndose capturar al recurrente Francisco Lenin Estrada García (el que botó
un cuchillo en la calle) y la procesada Flor Marion Díaz Suero (la que llevaba
un bebe en brazos); en tanto que el recurrente Edwin Castillo Aguirre, que se
encontraba conduciendo el vehículo en el [que] huían, se dio nuevamente a la
fuga, logrando ser intervenido a unas cuantas cuadras del lugar. Finalmente, al
realizarse el respectivo registro vehicular se encontró una tapa de purificador
de aire y cuatro inyectores de auto, bienes que son de propiedad del agraviado:
CUARTO.- Que los recurrentes Estrada García y Castillo Aguirre en sus res-
pectivas manifestaciones policiales negaron la imputación formulada en su
contra, señalando el primero (ver fojas dieciocho) no conocer a sus coprocesados,
trabajar como taxista, haber sido intervenido en circunstancias que se dirigía a
la casa de una amiga y que la sindicación en su contra por parte de los serenos
es falsa; y el segundo (ver fojas veinte) no conocer a sus coprocesados, trabajar
como taxista en el vehículo de su propiedad e intervenido (B40-607), y que el
día de su intervención dos varones y una fémina le solicitaron sus servicios de
taxi a la altura de la cuadra diecisiete de la avenida Ignacio Merino, Lince,
acotando que uno de los varones tenía en sus manos un maletín y la fémina una
cartera, dirigiéndose por la avenida Petit Thouars con dirección a la avenida 28
de Julio, siendo que en el trayecto escuchó el ruido de la sirena de la unidad de
Serenazgo, ante lo cual sus “pasajeros” le dijeron que sobrepare, estos abriendo

(1) Expediente Nº 0808-2002-HC/TC, de 8 de julio (Asunto “Tello Díaz”).

165
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

las puertas y huyendo del lugar continuando el recurrente su curso por la avenida
Petit Thouars, siendo adelantado y cerrado por la unidad de Serenazgo, acotando
que no pudo detenerse porque había mucho tráfico; asimismo, señala los acce-
sorios vehiculares encontrados en el asiento posterior de su vehículo fueron
dejados por sus “pasajeros” al momento que huyeron; finalmente agrega que
los “pasajeros” que transportaba no son sus coprocesados y que a la fecha viene
gozando de semilibertad; QUINTO.- Que la versión de los recurrentes deberá
ser debidamente ponderada en su oportunidad, toda vez que en su contra existe
la sindicación de los testigos Luis Jesús Sánchez Almeida y Nelson Aurelio
Núñez Galeano (ver fojas once y trece), quienes en su condición de serenos, han
señalado haber observado a los recurrentes, la procesada Flor Marion Díaz Suero
y dos féminas más, sustraer accesorios del vehículo del agraviado (TIH-480),
siendo que al notar su presencia los precitados se dieron a la fuga a bordo del
vehículo (B40-607) conducido por el recurrente Castillo Aguirre, el cual tras
persecución lograron cerrarle el paso e intervenido; asimismo, señalan que el
recurrente Estrada García en su frustrada huída tiró al suelo un cuchillo; la
manifestación policial del agraviado Edilberto Mendoza Suclupe (ver fojas
nueve), en la que señala que al haber tomado conocimiento de los hechos se
acercó a su vehículo, observó el capot delantero levantado y se percató de la
ausencia de cuatro bujías y otras especies más, siendo informado por personal
de servicio de Serenazgo que los autores de dicho hurto estaban siendo perse-
guidos por personal de su unidad. Finalmente señala conocer de vista y por
razones de vecindad al recurrente Edwin Castillo Aguirre; el Acta de Registro
Vehicular (ver fojas veintinueve), en el cual se consigna los accesorios sustraídos
al vehículo del agraviado y encontrados en el automóvil del recurrente Castillo
Aguire, y el Acta de Recepción (ver fojas treinta) en el cual se deja constancia
de la entrega del cuchillo aparentemente tirado al piso por el recurrente Estrada
García; SEXTO.- Que por lo expuesto existirían suficientes elementos proba-
torios que vincularían a los recurrentes con la notitia criminis, existiendo por
ende en esta etapa del proceso verosimilitud en cuanto a los cargos formulados
en su contra, cumpliéndose de esta manera con el supuesto formal de existencia
de prueba suficiente, es decir del fumus boni iuris o apariencia de buen derecho(2),
primer presupuesto requerido por el artículo ciento treinta y cinco del Código
Procesal Penal; asimismo, en lo que respecta al segundo y tercer presupuestos
establecidos en el dispositivo legal antes acotado, entendidos como el periculum

(2) Significa que, para adoptarla, debe llevarse a cabo un juicio de verosimilitud sobre el derecho
cuya existencia se pretende declarar en la sentencia definitiva. Gutiérrez de Cabiedes, P. La
prisión provisional, Thomson Arazadi, Navarra, 2004, p. 125.

166
DETENCIÓN PREVENTIVA

in mora, o peligro en la demora procesal, se tiene respecto a la prognosis de la


pena, que el mismo deberá ser analizado desde la perspectiva del riesgo de fuga.
El legislador establece una pena tipo solo a partir de la cual se puede presumir
la posibilidad de que el imputado se sustraiga a la acción de la justicia(3). La
existencia del peligro de fuga debe apoyarse en un análisis concreto del caso y
basarse en hechos determinados y contrastados oportunamente, tales como el
arraigo del imputado, determinado por el domicilio, residencia habitual, asiento
de la familia y de sus negocios o trabajo y las facilidades para abandonar defi-
nitivamente el país o permanecer oculto. Siendo ello así de autos se desprende
que en el caso del recurrente Estrada García si bien ha manifestado [que se ha
desempeñado como chofer de taxi, también lo es que no exhibe documentación
alguna que acredite dicha actividad, asimismo en cuanto a la dirección domici-
liara que señala esta difiere de la consignada en su reporte Reniec (ver fojas
treinta y siete); y en cuanto al recurrente Castillo Aguirre se tiene haber mani-
festado desempeñarse como taxista en un vehículo adquirido en copropiedad
con su conviviente Ruth Dávalos Rodríguez, habiendo adjuntado en copia simple
la tarjeta de identificación vehicular (ver fojas cincuenta y uno), sin embargo,
no obra documentación que acredite su domicilio. Siendo ello así en ambos
casos no existe un arraigo que permita inferir que una eventual puesta en libertad
de los precitados no ponga en serio riesgo el éxito del proceso penal instaurado;
máxime aún si tenemos en consideración la forma y circunstancias en que se
produjo su intervención (tras persecución) y que el recurrente Castillo Aguirre
no solo registra antecedentes (ver fojas cuarenta y dos), sino también requisitoria
vigente (ver fojas cuarenta y seis), además de encontrarse al momento de los
hechos gozando del beneficio penitenciario de semilibertad, conforme lo ha
señalado (ver fojas veintidós); por lo que se hace necesario mantener subsistente
la medida coercitiva de detención decretada inicialmente en contra de los recu-
rrentes; por tales fundamentos: Confirmaron el Auto de Apertura de Instrucción,
obrante en copia certificada de fojas sesenta y nueve a setenta y cuatro, su fecha
veintidós de octubre de dos mil diez, en el extremo que dicta mandato de deten-
ción contra Franciscs Lenin Estrada García y Edwin Castillo Aguirre en la
instrucción que se les sigue como presuntos autores del delito contra el Patri-
monio-Hurto Agravado en grado de tentativa, en agravio de Edilberto Mendoza
Suclupe; notificándose y los devolvieron.-

(3) Jorge Barreiro, A., “La prisión provisional en la Ley de Enjuiciamiento Criminal”, Deten-
ción y Prisión Provisional (coord. Perfecto Andrés Ibáñez). Cuadernos de Derecho Judicial,
Nº XVIII, CGPJ. Madrid, 1996, p. 57.

167
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

035. Peligro procesal: Configuración por intentar evadir el


proceso y otros elementos
El agente ha presentado una conducta evasiva y renuente, in-
tentando evadir su responsabilidad penal, motivando con ello la
expedición de la resolución de detención preliminar, habiendo
recién prestado su declaración instructiva dos años después de
iniciado el presente proceso penal, además que cuenta con an-
tecedentes policiales, no ha acreditado con documento alguno
el desempeño de una actividad lícita conocida ni el contar con
domicilio conocido y fijo, elementos que determinan que no se
ha desvanecido el peligro procesal.

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA


TERCERA SALA PENAL PARA PROCESOS CON REOS EN CÁRCEL

S.S. PADILLA ROJAS


PEÑA FARFÁN
CHAMORRO GARCÍA

Resolución Nº 1066
Expediente Nº 30171-10
Lima, 20 de diciembre de 2010

AUTOS Y VISTOS: Interviniendo como Juez Superior Ponente el Doctor


Saúl Peña Farfán; con la constancia de Relatoría que antecede.
ASUNTO:
1.- Que, es materia de apelación el auto apertura de instrucción de fecha treinta
de octubre del dos mil ocho, que en copias certificadas obra de fojas 43 a
45, en el extremo que dicta mandato de detención en contra del procesado
Percy Moisés Barzola Aquino, en la instrucción que se le sigue por delito
contra La Vida, el Cuerpo y la Salud - Lesiones Graves, en agravio de Carlos
Alberto tapia Run.
ANTECEDENTES:
2.- Conforme fluye de las investigaciones preliminares, con fecha tres de julio
del dos mil ocho, a las cuatro y cuarenta y cinco horas aproximadamente, en

168
DETENCIÓN PREVENTIVA

circunstancias que el agraviado se encontraba en las instalaciones del restau-


rant “Rocoto”, ubicado en avenida Revolución Nº 1749, distrito de Villa El
Salvador, consumiendo acompañado de tres amigos, apareció un vehículo
tico amarillo, que se estacionó en las afueras del local e intempestivamente
el procesado bajo provisto de un arma de fuego en su cintura, dirigiéndose
hacia el agraviado a quien comenzó a insultar, luego de que le dispara en el
abdomen, por lo que los testigos lo condujeron al hospital María Auxiliadora
para que reciba el apoyo requerido.
3.- Que, la defensa del procesado fundamenta su recurso impugnatorio de fojas
69 a 71, señalando que en el presente caso no existe suficiencia probatoria, por
cuanto solo existe el simple dicho del agraviado quien refiere que él le causó
las lesiones, versión generada en una venganza a raíz de que proporcionó su
nombre en un proceso anterior de hurto agravado que ambos sostuvieron.
Agrega que respecto al peligro procesal, este no existe ya que cuenta con
domicilio fijo, además que nunca fue notificado para su comparecencia.
ANÁLISIS:
4. Que, para que se establezca la medida coercitiva de detención se requieren de
manera concurrente, los presupuestos materiales y formales a que se contrae
el artículo 135 del Código Procesal Penal; modificado por la Ley Nº 28726
dentro de los presupuestos materiales tenemos: a) la prueba suficiente de la
comisión del delito que vincule al imputado con el hecho, b) que, la sanción
a imponerse o la suma de ellas sea superior a un año de pena privativa de la
libertad o que existan elementos probatorios sobre la habitualidad del agente
al delito, lo cual obliga al juez a hacer una prognosis de la sanción, teniendo
en cuenta no solamente la pena conminada, sino también otros elementos
como la condición del autor, grado de participación, móviles, etc.; y c)
que, por la naturaleza del delito y circunstancias en que se ha perpetrado el
mismo, puede presumirse que el imputado va a rehuir el juzgamiento o va
a perturbar la actividad probatoria;
5.- Que, de los recaudos preliminares se advierte que existen suficientes ele-
mentos de prueba que vinculan al procesado con los hechos investigados,
así tenemos: a) Acta de Entrevista del agraviado de folios 23 a 26, en la cual
sindica directamente al procesado como el autor de sus lesiones; b) Reco-
nocimiento del procesado por parte del agraviado mediante las fichas del
Reniec que se le puso a la vista (ver folios 26); c) Certificado Médico Legal
Nº 003846-V de folios 38, el mismo que detalla las lesiones sufridas por el
agraviado y en sus conclusiones se precisa huellas de lesiones por proyectil
de arma de fuego recientes, que requirieron diez días de atención facultativa,
por cuarenta y cinco días de incapacidad médico legal.

169
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

6.- Que, por otro lado estando a la naturaleza de los hechos y la penalidad con
la que se encuentra sancionado el ilícito investigado, se colige que en caso
de emitirse sentencia condenatoria, esta podría superar a un año de pena
privativa de la libertad.
7.- Respecto al peligro procesal, se tiene, que en el fundamento siete de la Sen-
tencia del Tribunal Constitucional recaída en el Expediente número treintitrés
ochenta guión dos mil cuatro-HC/TC se sostiene: “que la existencia de peligro
procesal debe determinarse a partir del análisis de una serie de circunstancias
concurrentes, antes o durante el desarrollo del proceso y que están ligadas,
fundamentalmente, con las actitudes y valores morales del procesado, lo
mismo que con su ocupación, sus bienes, sus vínculos familiares y otro
factor que permita concluir con un alto grado de objetividad, que la libertad
del inculpado, previa a la determinación de su eventual responsabilidad, no
pone en riesgo el correcto desenvolvimiento de la labor de investigación y
la eficacia del proceso...”;
8.- En tal sentido, se aprecia que el procesado Percy Barzola Aquino, ha pre-
sentado una conducta evasiva y renuente, intentando evadir su responsabi-
lidad penal, motivando con ello la expedición de la resolución de detención
preliminar de folios 10 a 13, habiendo recién prestado su declaración ins-
tructiva en octubre del presente año, esto es, dos años después de iniciado
el presente proceso penal, además que cuenta con antecedentes policiales
conforme trasciende del documento inserto a folios 31, no ha acreditado
con documento alguno el desempeño de una actividad lícita conocida ni el
contar con domicilio conocido y fijo, elementos que determinan que no se ha
desvanecido el peligro procesal aludido, puesto que, el procesado recurrente
en libertad puede poner en riesgo el correcto desenvolvimiento de la labor
de investigación, la eficacia del proceso, así como la vida del agraviado, por
lo que al concurrir de manera copulativa los tres requisitos exigidos por el
artículo 135 del Código Procesal Penal, corresponde confirmar el extremo
de la resolución apelada.
DECISIÓN:
Por los fundamentos antes expuestos, los integrantes de la Sala
RESOLVIERON:
1.- Confirmar el auto apertura de instrucción de fecha treinta de octubre del
dos mil ocho, que en copias certificadas obra de fojas 43 a 45, en el extre-
mo que dicta mandato de detención en contra del procesado Percy Moisés
Barzola Aquino, en la instrucción que se le sigue por delito contra La Vida,
el Cuerpo y la Salud-Lesiones Graves, en agravio de Carlos Alberto Tapia
Run; notificándose y lo devolvieron.

170
DETENCIÓN PREVENTIVA

036. Peligro procesal: No perturbación de la actividad pro-


batoria en supuesta amenaza de perjudicar a detenido
y garantía del Ministerio Público
Es inconsistente alegar una perturbación de la actividad pro-
batoria por parte del policía procesado respecto de un testimo-
nio, mediante una amenaza de perjudicar a un tercer agente
detenido por un delito, toda vez que el proceso de este último
se encuentra en manos del órgano jurisdiccional competente,
siendo el representante del Ministerio Público quien conducirá
desde el inicio la investigación del delito, tal como lo estipula
el artículo 159 inciso tercero de la Constitución Política, y asi-
mismo quien garantizará la defensa de la legalidad.

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA


SALA PENAL PARA PROCESOS CON REOS
LIBRES DE VACACIONES

S.S. ESCOBAR ANTEZANO


CARRASCO ALARCÓN
EYZAGUIRRE GÁRATE

Resolución Nº 60
Expediente Nº 26345-10-1
Lima, 23 de febrero de 2011

AUTOS Y VISTOS: Sin informe Oral conforme se observa en la constan-


cia emitida por relatoría de fojas noventa y dos; e, interviniendo como ponente
la Señora Jueza Superior Nancy Elizabeth Eyzaguirre Gárate; en la apelación
interpuesta por el procesado Pablo César Muchotrigo Deliot, en el extremo del
mandado de detención.
ANTECEDENTES:
Es materia, de apelación el Auto de Apertura de Instrucción, que obra en
copias certificadas de fojas setenta y uno a setenta y tres, su fecha veintidós de
septiembre del dos mil diez, en el extremo, que dicta Mandato de Detención
contra Pablo César Muchotrigo Deliot, en la instrucción que se le sigue por

171
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

delito contra la Administración Pública [Cohecho Pasivo Propio], en agravio


del Estado.
CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Se imputa al procesado Pablo César Muchotrigo Deliot, en
calidad de suboficial de la Policía Nacional del Perú, haber solicitado la suma de
tres mil nuevos soles a Claudia Huamán Cayhualla de Arango, con la finalidad
de “no empapelar más a su hijo (Wenceslao Félix Arango Huamán) y no vaya
preso”, toda vez que éste fue intervenido por el procesado con fecha veintitrés de
mayo de dos mil nueve en posesión presuntamente de droga, debiendo entregar
el dinero conforme avance la investigación. Asimismo, José Sergio Salvatierra
Huamán –primo del intervenido– sostiene haber ingresado al interior de la comi-
saría de Bayovar llevando consigo parte del dinero solicitado por el procesado,
a cambio de ayudar a su primo intervenido, que al estar en presencia del citado
procesado, le preguntó por la situación del intervenido y que le muestre algún
documento, hecho que molestó al procesado, por lo que respondió que si no le
entrega el dinero, incriminaría más al intervenido, no llegando a ningún acuer-
do. Y, finalmente, Sonia Daysi Quispe Huamán sostiene que juntamente con su
progenitora Claudia Huamán se entrevistó con el procesado, quien le explicó
las razones de la intervención y les enserio los antecedentes del intervenido,
solicitando dinero para ayudar a éste, debiendo de entregar lo solicitado antes
de hacer de conocimiento ante el Ministerio Público respecto a la detención del
intervenido.
SEGUNDO.- El fundamento de apelación del procesado se basa principal-
mente en que: a) no existe peligro procesal de evadir la acción de la justicia, toda
vez que es un Policía en Actividad cuya función primordial según la Constitución
es hacer cumplir la ley y no actuar contra la ley, teniendo por lo tanto un trabajo
conocido, y, además, arraigo familiar, padres, esposa e hijos y domicilio conoci-
do; asimismo, b) no existe el hipotético peligro de una perturbación probatoria,
ya que tratándose del delito de cohecho pasivo propio, el supuesto delito a sido
consumado y no existe cuerpo del delito para manipular o desaparecer, testigos,
video, audio u otro análogo, es más, las diligencias esclarecedoras dispuestas
por el Juzgado están detalladas en el auto apertura de instrucción, y las únicas
declaraciones son las declaraciones de sus acusadores, no existiendo por lo tanto
ni la remota posibilidad que vaya a interferir o perturbar la actividad probatoria.
TERCERO.- El mandato de detención preventiva al ser una medida de
carácter excepcional y en sumo gravosa para el imputado, su adopción por la
autoridad judicial debe sujetarse estrictamente a la concurrencia de los presupues-
tos enunciados en el artículo ciento treinta y cinco del Código Procesal Penal,
como son: A) prueba suficiente: que existan suficientes elementos probatorios

172
DETENCIÓN PREVENTIVA

de la comisión de un delito que vincule al imputado como autor o participe del


mismo; B) prognosis de la pena: que la sanción a imponerse o la suma de ellas
sea superior a un año de pena privativa de libertad o que existan elementos
probatorios sobre la habitualidad del agente al delito; y C) peligro procesal: que
existan suficientes elementos probatorios para concluir que el imputado intenta
eludir la acción de la justicia o perturbar la acción probatoria.
CUARTO.- Este Superior Colegiado pasa a analizar los argumentos del
apelante con la finalidad de comprobar si son amparables. En cuanto al cuestio-
namiento del primer requisito sobre la prueba suficiente de la presunta comisión
del delito, es necesario precisar que ésta se relaciona con la existencia de indicios
del hecho punible vinculados con el procesado, las cuales en el presente caso
particular solo existen las manifestaciones preliminares de Sonia Daysi Quispe
Huamán y Claudia Huamán Cayhualla de Arango, sin otro elemento que pueda
reconstruir el hecho global ocurrido; que, por tanto, conforme al objeto del pro-
ceso penal (búsqueda de la verdad), al no existir muchos elementos indiciarios
sobre la presunta comisión del delito de cohecho pasivo propio, la reconstrucción
del hecho histórico (solicitud de tres mil nuevos soles por parte del procesado
a fin de no empapelar y vaya preso Wenceslao Félix Arango Huamán por haber
cometido éste presuntamente el delito de Tenencia Ilegal de Drogas) se llevará
acabo durante el desarrollo de la investigación iniciada por el auto apertorio de
instrucción, obrante a fojas setenta y uno a setenta y tres.
QUINTO.- En esta línea, si bien el requisito de prognosis de pena se cumple
en el presente caso particular en virtud de que la sanción a imponerse es superior
a un año de pena privativa de libertad, sin embargo, en cuanto al tercer requisito
sobre peligro procesal, no existe evidencia, por un lado, que el procesado intenta
eludir la acción de la justicia toda vez que de autos se constata que tiene trabajo
conocido en virtud de que se desempeña como Efectivo Policial de la PNP de
la Comisaría de Bayovar, lugar donde se le puede ubicar, conforme se observa a
fojas siete; y, asimismo, que por el ejercicio de su profesión –Efectivo Policial–
ha sido reconocido por la Séptima Dirección Territorial de Policía mediante los
Diplomas de Honor, puesto que el procesado presenta cualidades personales,
morales y profesionales en el cumplimiento de su deber de Policía Nacional,
conforme se observa a fojas doce a catorce; e incluido a ello para la ubicación
del procesado a fin de que no eluda la acción de la justicia, se puede dar con
su paradero en su domicilio conocido –Jirón Dos de Febrero Manzana B Lote
Cuatro Asociación dos de Febrero del distrito de Ate–, que corre a fojas ocho,
quien se encuentra casado con doña Consuelo Angélica Salas Alegre, conforme
se observa en el acta de matrimonio de fojas once; por lo que en atención a estas
circunstancias sería demasiado drástico limitar la libertad del procesado para que
concurra al proceso penal, puesto que la aplicación del mandato de detención

173
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

perjudicaría severamente el libre desarrollo personal del procesado y su convi-


vencia con la sociedad cuando no existen razones suficientes que la justifiquen.
SEXTO.- Y, por otra parte, tampoco se evidencia que el procesado ha inten-
tado o perturbado la acción probatoria, puesto que solo hay dos manifestaciones
a nivel policial de Sonia Daysi Quispe Huamán y Claudia Huamán Cayhualla
de Arango, a quienes no se les ha hostigado o intimado a fin de impedir su
declaración, y, asimismo, no se evidencia ningún acto diferente proveniente
del procesado que amenazase o haya perturbado la acción probatoria con el fin
de recolectar los medios probatorios, siendo inconsistente por consiguiente,
conforme lo alega el a quo, una perturbación de parte del procesado sobre los
testimonios de las personas antes aludidas mediante la amenaza de perjudicar
a Wenceslao Félix Arango Huamán, quien fue detenido por el presunto delito
de Tráfico Ilícito de Drogas, toda vez que su proceso se encuentra en manos
del órgano jurisdiccional competente, siendo el Representante del Ministerio
Público, quien conducirá desde el inicio la investigación del delito, tal como lo
estipula el artículo ciento cincuenta y nueve inciso tercero de la Constitución
Política, y asimismo quien garantizará la defensa de la legalidad; en tal sentido,
al no cumplirse a cabalidad los requisitos para el mandato de detención, este
Colegiado es de la consideración que se le debe variar por el de comparecencia
con restricciones de conformidad con lo dispuesto por el artículo ciento cuarenta
y tres del Código Procesal Penal.
FALLO RESOLUTIVO:
Fundamentos por los cuales Revocaron el Auto de Apertura de Instrucción,
que obra en copias certificadas de fojas setenta y uno a setenta y tres, su fecha
veintidós de septiembre del dos mil diez, en el extremo, que dicta Mandato de
Detención contra Pablo César Muchotrigo Deliot, en la instrucción que se le
sigue por delito contra la Administración Pública (Cohecho Pasivo Propio), en
agravio del Estado; en consecuencia, Reformandola dictaron en el citado extremo
mandato de Comparecencia Restringida en contra del procesado Pablo César
Muchotrigo Deliot, en la instrucción que se le sigue por delito contra la Adminis-
tración Pública (Cohecho Pasivo Propio), en agravio del Estado, imponiéndole las
siguientes reglas de conducta [a) no variar de domicilio, sin previo aviso al juz-
gado, b) no ausentarse del lugar de su residencia, sin autorización del Juzgado, y
c) concurrir al local del Juzgado cada noventa días a registrar su firma en el libro
del Juzgado], bajo apercibimiento de revocarse dicha medida por la detención
conforme el artículo ciento cuarenta y cuatro del Código Procesal Penal; y,
dispusieron Que por secretaria de mesa de parte de esta Superior Sala se oficie
en el día a la autoridad competente con el fin de levantar las ordenes de captura
decretado en contra del citado procesado; notificándose los devolvieron.

174
DETENCIÓN PREVENTIVA

037. Peligro procesal: Configuración cuando agente no se pone


a derecho y comparezca solo cuando lo crea conveniente
El peligro procesal es aplicable cuando es previsible que el
procesado, rehúya el juzgamiento (peligro de fuga) o perturbe
la actividad probatoria (peligro de entorpecimiento), a todo
lo cual se aúna el hecho de que el encausado con arreglo al
estado del proceso no se ha puesto a derecho, resultando de
complemento ponderar que por la sanción prevista en nuestro
ordenamiento penal existe el riesgo de que se trate de rehuir
la acción de la justicia. Se aúna a esto el hecho evidente en
su conducta, que es su intención de entorpecer u obstruir la
actividad probatoria, toda vez que ha comparecido al proceso
solo cuando lo ha creído conveniente; esto se infiere de las
reiteradas inconcurrencias a las citaciones policiales, pese a
estar correctamente emplazado.

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA


QUINTA SALA PENAL PARA PROCESOS CON REOS LIBRES

S.S. VIDAL MORALES


GONZALES HERRERA
GÓMEZ MARCHISIO

Resolución Nº 1408
Expediente Nº 16379-2010-1
Materia: Apelación de Mandato de Detención.
Lima, 23 de diciembre de 2010

AUTOS y VISTOS; Interviniendo como Ponente la señora Juez Superior


Gómez Marchisio; y oído el informe oral del abogado defensor de la proce-
sada conforme se desprende de la constancia de relatoría de fojas doscientos
cincuenticuatro.
ASUNTO:
Es materia de grado la apelación interpuesta por la encausada Mirtha Ame-
lia Ramos Salas, contra el auto de apertura de instrucción obrante en copias

175
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

certificadas de fojas ciento setenta a ciento setentitrés, su fecha once de junio del
dos mil diez, que le decreta mandato de detención, en el proceso que se le sigue
como presunta autora del delito contra la Administración Pública - Peculado,
en agravio del Estado - Poder Judicial.
CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Que, la detención es una medida cautelar personal, que cum-
ple con la función de asegurar el mantenimiento de un estado de hecho o un
derecho durante el desarrollo de un proceso, en tal sentido garantiza la sujeción
del imputado de un delito al proceso penal, bajo estrictas garantías, ello con la
finalidad de asegurar la averiguación del delito o de la ejecución de la pena que
se pueda imponer, es pues una medida judicial necesaria prevista en los ordena-
mientos jurídicos y que obedece a los principios de necesidad, provisionalidad
y proporcionalidad.
SEGUNDO.- Que, para dictar la medida de coerción personal de detención,
es necesario que de los recaudos que sirven de mérito a la denuncia fiscal se
desprende la concurrencia de manera conjunta de los tres requisitos, los mismos
que se encuentran señalados en el artículo 135 del Código Procesal Penal; esto
es: a) Prueba suficiente, es decir, que existan suficientes elementos probatorios
de la comisión de un delito que vincule al imputado como autor o partícipe del
mismo; b) Pena probable, es decir, que al efectuarse la prognosis de la pena esta
sea superior al año de pena privativa de la libertad; y c) Peligro procesal, vale
decir que exista la posibilidad que el procesado eluda la acción de la justicia o
perturbe la actividad probatoria.
TERCERO.- El primer derecho comprometido con la medida cautelar de
Detención Preventiva es la libertad personal, es un derecho subjetivo, recono-
cido en el inciso 24) del artículo 2 de la Constitución Política del Estado. El
principio favor libertatis impone que la detención judicial preventiva tenga que
considerarse como una medida subsidiaria, provisional y proporcional, por tanto
es una medida excepcional, cuyo dictado obedezca a la necesidad de proteger
fines constitucionalmente legítimos que la puedan justificar. De acuerdo con
el artículo 9.3 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, la res-
tricción de la libertad física de una persona sometida a un proceso, solo puede
deberse a la necesidad de asegurar “la comparecencia del procesado al acto del
juicio, o en cualquier otro momento de las diligencias procesales y, en su caso,
para la ejecución del fallo”. Desde este punto de vista, el principal elemento a
considerarse con el dictado de esta medida cautelar debe ser el peligro procesal,
ello importa de que el procesado no interferirá u obstaculizará la investigación

176
DETENCIÓN PREVENTIVA

judicial o evadirá la acción de la justicia (Expediente 1091-2002- HC/TC CASO


Ignacio Silva Checa).
CUARTO.- Que, en ese orden de ideas, primero, cabe a analizar los argu-
mentos expuestos por la encausada Mirtha Amelia Ramos Salas en su recurso
de apelación de fojas doscientos siete y siguientes, la misma que niega cualquier
tipo de participación en el evento delictivo, señalando que no ha sido interve-
nida ni ha sido parte en la escena del delito y que no existe prueba objetiva
alguna que la vincule al hecho investigado; considera que la medida coercitiva
impuesta adolece de una suficiente motivación, siendo arbitraria, toda vez que
no se hace referencia a los elementos probatorios que la sustentan. Del mismo
modo, sostiene que no se ha fundamentado correctamente el peligro procesal,
pretendiendo legitimarlo con argumentos de supuesta prueba suficiente o de un
supuesto perjuicio sufrido al Estado. Finalmente, menciona ser una ciudadana
que posee arraigo familiar [convive con su hija de 21 años, la misma que necesita
su apoyo, al encontrarse estudiando la carrera de Ingeniería Industrial], cuenta
con un domicilio conocido, y con una trayectoria profesional intachable [cuenta
con Post Grado y ha desempeñado cargos de gran responsabilidad funcional],
no contando además con antecedentes penales.
QUINTO.- Que, analizado los actuados en el extremo de la encausada Ra-
mos Salas, respecto al primer elemento: Probanza Suficiente, se advierte que
existen suficientes elementos que incriminan al recurrente en el evento delicti-
vo, tales como, la forma y circunstancias de su comisión; el mismo que contó
con la activa participación de la recurrente, toda vez que era ella la única que
pudo haber proporcionada su hermana Susana María Ramos Salas el certificado
Nº 20007200184 conteniendo la suma de S/. 19 833.45; toda vez que en su con-
dición de Jefa de la Oficina de Servicios Judiciales y Recaudación de la Corte
Superior de Justicia de Lima, tenía en su poder la llave del armario donde se
guardaban los certificados de depósitos, siendo ella la única custodio de estos
documentos; conforme han expresado los testigos Carmen Elena Pozos Purizaga,
Olga Beatriz Rodríguez Cabrera, Alejandro Ritty Mejía Cárdenas, Luis Reynaldo
Gonzáles Herrera y Carlos Alberto Díaz Sotil; asimismo, estas personas han
referido indistintamente que la encausada recibía en su despacho la visita de
familiares y amigos, no descartándose que su hermana figure como una de estas;
SEXTO.- Del mismo modo, afianza al elemento de “suficiencia probatoria”,
el hecho que no es creíble la versión brindada por la encausada Mirtha Amelia
Ramos Salas, de que trató de impedir por todos los medios que su hermana Susana
María, hiciera efectivo el cobro de un “cheque” en el Banco de la Nación [ver
fojas 35 a 36]; toda vez que en su manifestación policial, Susana María Ramos
Salas [ver fojas 83 a 86] no hace mención alguna de la aparente intervención de

177
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

su hermana, coligiéndose que lo que pretenden es entorpecer el esclarecimiento


de los hechos, negando y confundiendo con declaraciones ambiguas e incohe-
rentes la verdad de lo sucedido; asimismo, es de apreciarse del acta fiscal [ver
fojas 37 a 41] que al momento de hacerse la constatación de los certificados
de depósitos judiciales por consignación se encontraron que algunos eran de
antigua data (Julio del 2009), y otros se encontraban perdidos o inubicables en
ese momento, y ante el requerimiento de las autoridades presentes, la encausada
guardaba silencio o refería que no tenía tiempo o que no confiaba en su personal;
argumentos que denotan una negativa a aceptar su responsabilidad, por más que
esta sea evidente. Finalmente, lo esgrimido por la encausada, no se sustenta en
elemento probatorio alguno, puesto que de no haber mediado su participación
el ilícito, este jamás se habría perpetrado, siendo un argumento evasivo su de-
claración impartida a nivel preliminar [Ver fojas 275 a 281];
SÉTIMO.- Que, en lo concerniente al segundo requisito, Prognosis de la
Pena, en el presente caso, el delito instruido a la procesada está sancionado
con una pena privativa de libertad no menor de dos años ni mayor de ocho años
[Peculado Doloso]; y,
OCTAVO.- Por último, se ha de proceder al análisis del tercer elemento,
Peligro Procesal, el más importante presupuesto de la coerción personal, así
lo ha establecido el propio Tribunal Constitucional(1), en donde afirma que:
“[... el principal elemento a considerarse en el dictado de [una] medida cautelar
debe ser el peligro procesal que comporte que el procesado ejerza plenamente
su libertad locomotora, en relación con el interés general de la sociedad para
reprimir conductas consideradas como reprochables jurídicamente. En particu-
lar, el peligro de que el procesado no interferirá u obstaculizará la investigación
judicial o evadirá la acción de la justicia”; desprendiéndose de su análisis, una
composición dual integrada tanto por el peligro de fuga como por el peligro de
obstaculización de la acción de la justicia o actividad probatoria; aunándose
además, otros aspectos determinantes que, consisten en la apreciación de los
valores morales del procesado, su ocupación, los bienes que posee, vínculos
familiares y otros que, razonablemente, le impidan ocultarse o salir del país o
sustraerse de una posible sentencia prolongada. Ese criterio, ha sido sostenido
por el máximo órgano de la Constitución(2) en sus sentencias, como también
lo han sido otros alcances expuesto en sus fallos, y tienen como objeto la pon-
deración del peligro procesal, como son la historia personal, la evaluación de

(1) Cfr. STC recaída en el Expediente Nº 1091-2002-HC/TC (Caso Silva Checa. F.J. Nº 15).
(2) Ver STC Exp. Nº 1567-2002- PHC/TC (Caso Rodríguez Medrano. F.J. Nº 6).

178
DETENCIÓN PREVENTIVA

la personalidad y el carácter del acusado, [según lo expresara en la sentencia


recaída en el expediente Nº 010-2002-AI/TC (F.J. Nº 14)].
NOVENO.- En el caso de autos, el peligro procesal en la encausada Mirtha
Amelia Ramos Salas, se advierte que es aplicable cuando es previsible que el pro-
cesado, rehuya el juzgamiento (peligro de fuga) o perturbe la actividad probatoria
(peligro de entorpecimiento), a todo lo cual se aúna el hecho de que la incrimi-
nada con arreglo al estado del proceso no se ha puesto a derecho, en atención a
todo lo cual, con arreglo al análisis formulado resulta de complemento ponderar
también que, por la sanción prevista en nuestro ordenamiento penal existe el
riesgo de que la procesada trate de rehuir la acción de la justicia; aunándose un
hecho evidente en su conducta, que es su intención de entorpecer u obstruir la
actividad probatoria, toda vez que esta ha comparecido al proceso solo cuando
lo ha creído conveniente; esto se infiere, de las reiteradas inconcurrencias a las
citaciones policiales, pese a estar correctamente emplazada, apreciándose que
recién lo hizo en sede fiscal y ya cuando las demás personas habían prestado su
declaración (la encausada declaró recién en Marzo del 2010, cuando la totalidad
de declaraciones se habían realizado en el mes de diciembre del 2009); asimismo,
se advierte que si bien ha presentado sus títulos y constancias de habilitación de
la profesión que ejerce, no ha acreditado trabajo conocido, y si bien ha señalado
domicilio conocido, no ha adjuntado constatación policial que dé mayor certeza
a la declaración jurada de su hija.
DÉCIMO.- Por lo expuesto, se advierte que concurren copulativamente los
tres requisitos exigidos por la norma procesal precitada para dictar Mandato de
Detención, por lo que no corresponde al caso aplicar el mandato de comparencia
al no darse el supuesto legal de hecho que contiene el último párrafo del artículo
ciento cuarentitrés del Código Procesal Penal.
FALLO RESOLUTIVO
CONFIRMARON: el auto de apertura de instrucción obrante en copias
certificadas de fojas ciento setenta a ciento setentitrés, su fecha once de junio
del dos mil diez, que decreta mandato de detención contra la procesada Mirtha
Amelia Ramos Salas, en el proceso que se le sigue como presunta autora del
delito contra la Administración Pública - Peculado, en agravio del Estado - Poder
Judicial; notificándose y los devolvieron.

179
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

038. Peligro procesal: Configuración por alegarse engaño-


samente que se desconocía al coprocesado
Si bien el agente ha referido no conocer a su coprocesado, sin
embargo, al realizarse la apertura de la agenda de su teléfono
celular se encontró el número telefónico de dicho sujeto bajo
su alias, lo cual haría suponer que sí lo conocía y que mantenía
comunicación, siendo por ello, al no haber certeza de que el
agente se dedique a una actividad laboral lícita conocida, no
se puede afirmar que mantenga arraigo con el domicilio. Todo
ello lleva a la conclusión de que el agente intentaría eludir la
acción de la justicia y perturbar así la actividad probatoria.

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA


TERCERA SALA PENAL PARA PROCESOS CON REOS EN CÁRCEL

S.S. PADILLA ROJAS


PEÑA FARFÁN
CHAMORRO GARCÍA

Resolución Nº 1101
Expediente Nº 29385-10
Lima, 20 de diciembre de 2010

AUTOS Y VISTOS: Interviniendo como Ponente el señor Doctor Juez


Superior Titular Padilla Rojas, con la constancia de relatoría, según razón de
Relatoría de fojas noventiuno; y, ATENDIENDO:

PRIMERO.- Que es materia de grado la Apelación al Auto de Apertura de


Instrucción en el extremo que decreta la medida coercitiva personal de Detención
contra el procesado Augusto Germán Mendivil Sánchez, formulada mediante
escrito obrante en copia certificada de folios ochentidós del presente cuaderno
incidental;
SEGUNDO.- Que, para los efectos de dictarse la medida coercitiva personal
de detención, a que se refiere el artículo ciento treinta y cinco del Código Proce-
sal Penal, modificado por el artículo cuarto de la ley veintiocho mil setecientos
veintiséis, publicado el nueve de Mayo del año dos mil seis, es necesario que

180
DETENCIÓN PREVENTIVA

se den copulativamente los tres requisitos señalados; esto es: Suficiencia Pro-
batoria para vincular al imputado con la comisión del delito –fumus boni iuris–;
Prognosis de Pena superior al año de pena privativa de la libertad; y, Riesgo
Procesal tanto respecto a la sujeción al proceso por parte del imputado periculum
in mora, como a la perturbación de la acción probatoria;
TERCERO.- Que, el Tribunal Constitucional como máximo intérprete de
la Constitución señala sobre la detención preventiva que “(...) si bien la deten-
ción judicial preventiva constituye una medida que limita la libertad física, por
sí misma, esta no es inconstitucional; sin embargo, por el hecho de tratarse de
una medida que restringe la libertad locomotora, dictada pese a que no existe
sentencia condenatoria firme, al procesado le asiste el derecho a que se presuma
su inocencia; cualquier restricción de ella siempre debe considerarse en última
ratio a la que el juzgador debe apelar, esto es, susceptible de dictarse solo en
circunstancias verdaderamente excepcionales y no como regla general”(1);
CUARTO.- Que, asimismo, es de señalar que el único elemento que tiene
la a quo para verificar la notitia criminis puesto en su conocimiento son los
actuados policiales, que reúnen los primeros elementos, que van a determinar
la medida cautelar a imponerse en el proceso;
QUINTO.- Que del contexto de la prueba acopiada a la fecha y que se tiene
a la vista, se desprende que se les imputa al procesado Augusto Germán Mendivil
Sánchez, la comisión del delito contra el Patrimonio Hurto Agravado, en agravio
de Ketty Miriam Atencio Almonacid y Ana María Enríquez Oriundo; toda vez
que, del Atestado Policial –véase copias certificadas de fojas dos a seis–, donde
fluye de la investigación preliminar efectuada, que se le atribuye al procesado,
con fecha veintitrés de setiembre del presente año siendo las diecinueve horas
con treinta minutos aproximadamente, en circunstancias que los efectivos po-
liciales se encontraban patrullando por las inmediaciones de la zona conocida
como Nocheto, del distrito del Agustino, se percataron de la presencia del
vehículo de placa de rodaje AGR cuatro ochenta y uno, Toyota Tercer de color
rojo conducido por el procesado Augusto Germán Mendivil Sánchez, quien se
encontraba en compañía de cinco personas desconocidas, quienes al percatarse
de la presencia policial huyeron del lugar, iniciándose una persecución dete-
niéndose en el Cementerio el Ángel, descendiendo cuatro personas de ellos dos
de sexo femenino, para ello huir del lugar con dirección desconocida, logrando
los efectivos policiales capturar al procesado y al efectuar el registro vehicular

(1) Exp. Nº 1091-2002-HC/TC, Fundamento 7. Accionante: Vicente Ignacio Silva Checa.

181
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

hallaron en el interior un maletín de lona conteniendo un alicate de presión, un


desarmador de color negro, una llave inglesa, una linterna, una pata de cabra
de fierro, hallándose asimismo en la guantera del vehículo seis envoltorios de
sustancia al parecer Pasta Básica de Cocaína y cinco envoltorios de Cannabis
Sativa;
SEXTO.- Que, siendo así resulta necesario verificar si los requisitos estable-
cidos en el artículo ciento treinta y cinco del Código Procesal Penal se cumplen
en el presente caso, teniéndose: a) que en cuanto a la suficiencia probatoria, debe
señalarse que obra en autos:
1.- La manifestación del procesado Augusto Germán Mendivil Sánchez obrante
a fojas quince a diecisiete, donde niega haber estado en compañía de las
personas conocidas como “Toño”, “Loco”, “Manta” y “Rosmeri”, el día
de su intervención, señalando que este se encontraba realizando servicio
de taxi, el cual lo alquila, siendo el modelo del auto un Toyota Tercel color
rojo y además que unas personas a quien no conocía le tomaron el servicio
en Villa Hermosa en el distrito del Agustino con destino hasta Barrios Altos,
añade además que cuando estaban en la ruta estas personas manifestaban
que iban a trabajar por el distrito de Jesús María, asimismo, la mujer que se
sentó en el asiento del copiloto realizaba llamadas, así también, las personas
que estaban en el asiento posterior referían que estaban siendo perseguidos
por efectivos policiales, siendo que cuando estaban frente al Cementerio El
Ángel estas personas se bajaron raudamente y es entonces donde intervienen
a dicho procesado, refiere además que con respecto a las droga encontrada en
el vehículo señala desconocer así como de la persona (coprocesado) Antonio
Accas Lozano, señala no conocerlo.
2.- La manifestación de Ana María Enríquez Oriundo obrante a fojas veinte a
veintiuno, donde refiere que cuando llegaba a su domicilio ubicado en Hua-
chipa, se percata que la puerta de la cochera comienza abrirse y un sujeto de
sexo masculino lo maniobraba, observando que enseguida sale un auto de
color rojo cargado de electrodomésticos que era conducido por un varón y
que en la parte posterior se encontraba una mujer de razgos morenos, señala
además que el sujeto que manipulaba la puerta del garaje la amenazó de
muerte.
3.- Acta de Registro Vehicular, Incautación y Comiso in situ obrante a fojas
veintinueve, donde se detalla que en el vehículo (guantera) se encontró
droga, así como en la parte posterior del piso lado derecho del vehículo se
encontró en el interior del maletín un alicate de presión, un desarmador de
color negro de aproximadamente cincuenta centímetros, una llave inglesa

182
DETENCIÓN PREVENTIVA

profesional, una linterna, una pata de cabra de fierro de aproximadamente


noventa centímetros, un alicate de presión.
4.- Resultado Preliminar de Análisis Químico de Drogas obrante a fojas cua-
renticinco, donde la sustancias analizadas corresponden a pasta básica de
cocaína con un peso neto de cero punto cinco gramos y para Cannabis Sativa
la cantidad neta de dos punto cinco gramos.
5.- Acta de Reconocimiento de Ficha de Reniec obrante a fojas treintitrés, donde
la persona de Ana María Enríquez Oriundo reconoce al coprocesado José
Antonio Anccas Lozano alias “Toño” como la persona que la amedrentó con
lisuras y amenazó con atentar contra la vida de la agraviada cuando estaban
saliendo a bordo de un vehículo de color rojo de la vivienda de la agraviada
con los objetos robados.
6.- Acta de Reconocimiento Vehicular obrante a fojas treinta y siete, donde las
características del vehículo que conducía el procesado Mendivil Sánchez al
ser intervenido producto de una persecución policial coinciden con el vehículo
que salía del domicilio de la agraviada cuando se perpetró el delito en su
domicilio.
7.- Acta de Apertura de Agenda obrante a fojas treinta y ocho, donde al realizar
dicha apertura se encuentra entre los contactos del procesado Mendivil Sán-
chez a los sujetos conocidos como “Toño” con el número telefónico nueve
nueve dos nueve siete tres seis nueve cero, “Manita” con el número nueve
ocho seis cero seis tres dos cinco ocho, lo que demostraría que estos tres
sujetos mencionados sí se conocían; b) que el delito contra el patrimonio
Hurto agravado, así como el delito contra la Salud Pública - Posesión de
Pasta Básica de Cocaína y Marihuana con Fines de Micro comercialización
la pena a imponérseles sería siempre superior al año de pena privativa
de libertad (prognosis de pena); c) sin embargo, de la lectura de autos se
evidencia la presencia del peligro o riesgo procesal, ya que se aprecia que
el procesado Augusto Germán Mendivil Sánchez si bien ha referido en su
declaración instructiva tener su domicilio respectivo en la Avenida Los
Robles nueve tres cinco Urbanización La Achirana en el distrito de Santa
Anita, sin embargo este no ha acreditado mediante documentación alguna y
de forma fehaciente el dedicarse a una actividad laboral lícita conocida con
el cual acredite el arraigo con el domicilio señalado en sus generales de ley,
asimismo este procesado en su manifestación policial obrante en autos ha
referido no conocer a su coprocesado, sin embargo al realizarse la apertura
de la agenda de su teléfono celular se encontró el número telefónico de los
sujetos conocidos como alias “Toño” y “Manita”, el cual haría suponer que

183
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

sí los conocía y que mantenía comunicación, siendo por ello, al no haber


certeza de que el mismo se dedique a una actividad laboral lícita conocida,
no se puede afirmar que mantenga arraigo con el domicilio que señala el
recurrente en autos, por ello todo lo cual llevaría a la conclusión de que el
procesado intentaría eludir la acción de la justicia y perturbará así la actividad
probatoria, máxime aun si su intervención ha sido producto de una persecu-
ción policial al notar la presencia de los efectivos del orden, acabando con
la detención del procesado, mientras que el resto de los ocupantes huyeron
del lugar; por lo que al haberse presentado de manera conjunta los requisitos
establecidos en el artículo ciento treinta y cinco del Código Procesal Penal;
Por estos fundamentos:
CONFIRMARON: la resolución apelada que en copias certificadas obra
de fojas sesentiséis a setenta, su fecha tres de octubre del año dos mil diez, en
el extremo que dicta mandato de Detención en contra del procesado Augusto
Germán Mendivil Sánchez, como presunto autor del delito el delito Contra el
Patrimonio Hurto Agravado, en agravio de Ketty Miriam Atencio Almonacid y
Ana María Enríquez Oriundo y contra la Salud Pública - Posesión de Pasta Básica
de Cocaína y Marihuana con Fines de Micro comercialización, en agravio del
Estado; con lo demás que contiene; Notificándose y los devolvieron.

184
DETENCIÓN PREVENTIVA

039. Peligro procesal: Configuración ante pedido de extra-


dición pasiva
Contra el agente existe una orden de revocatoria de la pena
condicional dispuesta por la autoridad judicial de Alemania,
siendo además que este en nuestro país no ha acreditado el
desarrollo de ninguna actividad laboral lícita, por el contrario
a la fecha se encuentra sufriendo carcelería en un estableci-
miento penitenciario por delito de tráfico ilícito de drogas, lo
que determina que el peligro procesal está latente y para los
fines del proceso de extradición la medida coercitiva decretada
es la más apropiada y acorde a ley.

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA


TERCERA SALA PENAL PARA PROCESOS CON REOS EN CÁRCEL

S.S. PADILLA ROJAS


PEÑA FARFÁN
CHAMORRO GARCÍA

Resolución Nº 1061
Expediente Nº 26531-10
Lima, 20 de diciembre de 2010

AUTOS Y VISTOS: Interviniendo como Juez Superior Ponente el Doctor


Saúl Peña Farfán; con la constancia de Relatoría que antecede.
ASUNTO:
1.- Que, es materia de apelación la resolución de fecha seis de setiembre del
dos mil diez, que en copias certificadas obra de fojas 91 a 94, en el extremo
que dicta mandato de detención en contra del extraditable de nacionalidad
Alemana Marko Veit.
ANTECEDENTES:
2.- Conforme fluye de los actuados la Dirección General de Asuntos Legales
del Ministerio de Relaciones Exteriores remite la nota verbal Nº 886/2010
del Ministerio Federal de Justicia de Alemania y, solicita la extradición del

185
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

ciudadano Alemán Marko Veit, a fin de que cumpla una pena de privación
de libertad por siete meses prevista por la Fiscalía de Górlitz.
3.- La Autoridad Peruana al considerar que la demanda de Extradición Pasiva
interpuesta reúne los requisitos que exige el artículo 518 del Código Procesal
Penal la admite a trámite y dicta contra el extraditable la medida coercitiva
personal de detención.
4.- Que, la defensa del extraditable fundamenta su recurso impugnatorio a fojas
100, señalando entre otras cosas que el recurrente se encuentra cumpliendo
una condena de 9 años por delito de tráfico ilícito de drogas, por lo que no
eludirá la acción de la justicia.
ANÁLISIS:
5.- Que, el artículo 139 numeral 6 de la Constitución Política del Estado establece
que la pluralidad de instancias constituye una de las garantías de la correcta
Administración de Justicia.
6.- Para que se establezca la medida coercitiva de detención se requieren de
manera concurrente, los presupuestos materiales y formales a que se contrae
el artículo 135 del Código Procesal Penal; modificado por la Ley Nº 28726
dentro de los presupuestos materiales tenemos: a) la prueba suficiente de la
comisión del delito que vincule al imputado con el hecho, b) que, la sanción
a imponerse o la suma de ellas sea superior a un año de pena privativa de
la libertad o que existan elementos probatorios sobre la habitualidad del
agente al delito, lo cual obliga al juez a hacer una prognosis de la sanción,
teniendo en cuenta no solamente la pena conminada, sino también otros ele-
mentos como la condición del autor, grado de participación, móviles, etc.; y
c) que, por la naturaleza del delito y circunstancias en que se ha perpetrado
el mismo, puede presumirse que el imputado va a rehuir el juzgamiento o
va a perturbar la actividad probatoria;
7.- Que, de los recaudos acompañados al presente cuaderno se advierte que el
trámite de extradición pasiva del recurrente formulado por el Ministerio
Federal de Justicia de Alemania ha cumplido con los requisitos exigidos por
nuestra normatividad vigente sobre la materia y, a la fecha está siguiendo su
conducto regular.
8.- Respecto al peligro procesal, el Tribunal Constitucional como máximo
intérprete de la Constitución señala sobre la detención preventiva que “(...)
si bien la detención preventiva constituye una medida que limita la libertad
física, por sí misma, esta no es inconstitucional; sin embargo por el hecho
de tratarse de una medida que restringe la libertad locomotora, dictada pese

186
DETENCIÓN PREVENTIVA

a que no existe sentencia condenatoria firme, al procesado le asiste el de-


recho a que se presume su inocencia; cualquier restricción de ella siempre
debe considerarse en última ratio, a la que el juzgador debe apelar, esto es,
susceptible de dictarse solo en circunstancias verdaderamente excepciona-
les y no como regla general” (Expediente mil noventa y uno guión dos mil
dos-HC/TC);
9.- En tal sentido, se aprecia que contra el recurrente Marko Veit existe una orden
de revocatoria de la pena condicional dispuesta por la autoridad judicial de
Alemania mediante resolución de fecha tres de noviembre del dos mil nueve
por los fundamentos en ella expuestos, siendo además que este en nuestro
país no ha acreditado el desarrollo de ninguna actividad laboral lícita, por el
contrario a la fecha se encuentra sufriendo carcelería en el Establecimiento
Penitenciario de Cañete, por delito de tráfico ilícito de drogas que ha merecido
una pena de nueve años, lo que determina que el peligro procesal está latente
y para los fines del proceso de extradición la medida coercitiva decretada es
la más apropiada y acorde a ley, por lo que corresponde confirmar el extremo
de la resolución apelada.
DECISIÓN:
Por los fundamentos antes expuestos, los integrantes de la Sala RESOL-
VIERON: CONFIRMAR la resolución de fecha seis de setiembre del dos mil
diez, que en copias certificadas obra de fojas 91 a 94, en el extremo que dicta
mandato de detención en contra del extraditable de nacionalidad Alemana Marko
Veit, notificándose y lo devolvieron.

187
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

040. Peligro procesal: Consideración de gravedad del ejer-


cicio de la actividad delictiva por las inmediaciones de
un centro educativo
Se determinan en forma concurrente y correlativa los pre-
supuestos materiales que sustentan la medida coercitiva de
detención, poniendo énfasis en los elementos que representan
peligro procesal; más si es de tener en cuenta que las actividades
ilícitas (tráfico ilícito de drogas) se venían realizando por las
inmediaciones de un centro educativo.

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA


TERCERA SALA ESPECIALIZADA EN LO PENAL PARA PROCESOS
CON REOS EN CÁRCEL

S.S. SALINAS SICCHA


MEZA WALDE
ZAPATA CARBAJAL

Resolución Nº 1135
Expediente Nº 30336-2010
Lima, 23 de diciembre de 2010

AUTOS Y VISTOS: el cuaderno incidental originado por el recurso de


apelación interpuesto por el procesado Robert Anthony López Flores a la me-
dida coercitiva de detención en el proceso que se le sigue por el delito contra la
salud pública –tráfico ilícito de drogas– microcomercialización, en agravio del
Estado. ATENDIENDO:
PRIMERO.- El procesado Robert Anthony López Flores por recurso de fojas
ochenta y siete a ochenta y ocho interpuso apelación a la medida coercitiva de
detención alegando que no concurren los requisitos para dictar el mandato de
detención, y no existen suficientes elementos probatorios para concluir que se
incurrió en el delito y que se eludirá la acción de la justicia o perturbará la acción
probatoria, debido a que no suscribió el acta de registro personal y comiso de
droga y esta plenamente identificado con su partida de nacimiento.

188
DETENCIÓN PREVENTIVA

SEGUNDO.- Que, en el fundamento tercero del auto de procesamiento se


fundamenta la medida de detención considerando que existen suficientes elemen-
tos probatorios de la comisión del delito que vinculan al imputado como presunto
autor del hecho incoado, como son la información policial que describe la forma
y circunstancias en que se habrían producido los hechos ilícitos investigados, el
comiso de las drogas y la aprehensión de los incoados, la manifestación policial
del denunciado Robert Anthony López Flores de fojas once a catorce, diligencia
en la que si bien en presencia del representante del Ministerio Público niega
haber estado en posesión de drogas, empero en dicho documento refiere que
antes vendía droga por inmediaciones de su domicilio en Chaparral, asimismo
señala que como ha cincuenta metros del lugar de su intervención existe un
colegio y una loza deportiva y más lejos está el polideportivo municipal, asi-
mismo indica ser conocido como “Gruñón”, la manifestación policial de Alicia
Claudia Flores Infante de fojas dieciocho a diecinueve, diligencia en la que
refiere que su hijo Robert Anthony López Flores tiene antecedentes por vender
drogas, desconociendo a qué actividad se ha estado dedicando ya que no vive
en su casa y que a lo mejor haya estado vendiendo, el acta de registro personal y
comiso de drogas de fojas veinticuatro, documento mediante el cual la autoridad
policial da cuenta que en poder del denunciado López Flores se hallaron drogas
correspondientes a pasta básica de cocaína y marihuana, el acta de verificación
de fojas treinta y tres, documento en el que consta que cerca al lugar de inter-
vención de los denunciados se encuentra ubicado un centro educativo, así como
una loza deportiva; el croquis ilustrativo de fojas treinta y cuatro, el resultado
preliminar de análisis químico de droga. Y que el ilícito penal investigado en
caso de emitirse sentencia condenatoria esta podría superar a un año de pena
privativa de libertad, y que el denunciado López Flores no se encuentra inscrito
en la Reniec conforme es de verse a fojas cuarenta y seis, asimismo que registra
orden de captura vigente, así también registra otras investigaciones fiscales y
judiciales conforme es de verse de fojas cincuenta y siete, por lo que se da de
manera concurrente los elementos a que hace referencia el artículo ciento treinta
y cinco del Código Procesal Penal.
TERCERO.- Que, de acuerdo al artículo ciento treinta y cinco del Código
Procesal Penal para imponer la medida coercitiva de detención se requiere sufi-
cientes elementos probatorios que vinculen al procesado con el delito que se le
atribuye, así mismo se requiere que el delito que se le atribuye esté sancionado
con una pena privativa de libertad superior a un año y que existan suficientes
elementos probatorios para concluir que el imputado intentará eludir la acción
de la justicia o perturbar la actividad probatoria y que todos estos presupuestos
materiales deben concurrir copulativamente.

189
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

CUARTO.- Que de la lectura de los argumentos fácticos de la denuncia fiscal


de fojas sesenta, así como del auto de procesamiento de fojas setenta, se advierte
que aparece señalada la forma y circunstancias de cómo se habría cometido el
delito que se le atribuye, por lo que siendo así también se evidencia que existen
suficientes elementos probatorios preliminares que vinculan al recurrente con el
delito imputado: y en efecto, en la denuncia se describe que con fecha diez de
octubre de los presentes personal policial de la DIVINCRI ATE SANTA ANITA
tomó conocimiento que el denunciado Roberto Anthony López Flores “gruñón”
se estaría dedicando a la Microcomercialización de droga en las zonas aledañas
al lugar conocido como “El Chaparral” en el distrito de Santa Anita, teniendo
como centro de acopio de las sustancias tóxicas ilícitas su domicilio ubicado en
la manzana “A”, lote veinte asentamiento humano ex obrero - El Chaparral, por
lo que se realizo un operativo policial logrando ubicar a los denunciados frente
al domicilio del denunciado López Flores, quien al notar la presencia policial
trató de darse a la fuga por diferentes inmuebles para luego lanzarse a una ace-
quia donde fue reducido e intervenido conjuntamente con su coprocesado, al
realizarse el registro personal se encontró en poder de López Flores veinticuatro
envoltorios de papel periódico con sustancia blanquecina, así como una bolsita
de plástico transparente conteniendo restos vegetales, hojas secas, tallos y se-
millas. Los que según el resultado preliminar de análisis químico de drogas se
ha establecido que las sustancias y hierbas encontradas en poder del denunciado
corresponde a pasta básica de cocaína con un peso de una gramo, y marihuana
con un peso neto de siete gramos hallado en poder del denunciado López Flores.
Y teniendo en cuenta los antecedentes delictivos que presenta conforme se apre-
cia del reporte del sistema de información y apoyo de trabajo fiscal que obran
a fojas cincuenta y siete y que la familia de este denunciado es proclive y tiene
condenas por trafico ilícito de drogas. Y la conducta del denunciado se agrava
por cuanto conforme a lo manifestado por el mismo, del acta de verificación
de fojas treinta y tres, así como la ilustración del croquis ilustrativo de folios
treinta y cuatro confeccionado por la autoridad policial, dicha conducta dolosa
la vienen desplegando en las cercanías de una loza deportiva ubicada a unos cien
metros aproximadamente y de una institución educativa inicial número ciento
once Santa Rita ubicada a unos ciento cincuenta metros aproximadamente con
el consecuente perjuicio de los niños y adolescentes que asisten a dicho centro
deportivo y del centro de estudios mencionado.
QUINTO.- Que siendo así, se evidencia que del análisis global de todos
los medios probatorios recogidos en la investigación preliminar, determinan
en forma concurrente y correlativa los presupuestos materiales que sustentan
la medida coercitiva de detención regulado en el artículo ciento treinta y cinco

190
DETENCIÓN PREVENTIVA

del Código Procesal Penal, por lo que el auto de procesamiento en el extremo


impugnado se encuentra arreglado a ley al estar debidamente fundamentado,
y donde aparecen en forma objetiva los elementos de juicio que ha tomado en
cuenta con propiedad el a quo para imponer la medida coercitiva cuestionada,
poniendo énfasis en los elementos que representan peligro procesal. Más si es de
tener en cuenta que las referidas actividades ilícitas se venían realizando por la
inmediaciones de un centro educativo y loza deportiva y a los antecedentes del
denunciado, en consecuencia el auto en el extremo impugnado debe confirmarse.
Por estos fundamentos se RESUELVE: CONFIRMAR el auto de pro-
cesamiento de fojas setenta a fojas setenta y siete en el extremo que dispone
mandato de Detención en contra de Robert Anthony López Flores en el proceso
que se le sigue por el delito contra la salud pública –tráfico ilícito de drogas–
microcomercialización, en agravio del Estado; Notificándose y los devolvieron.

191
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

041. Peligro procesal: Consideración de forma de intervención


del agente y su carácter de consumidor de drogas
Se debe tener en cuenta la forma y modo de intervención del
agente, esto es, haber sido intervenido sin oponer resistencia
y sin darse a la fuga, aún más, teniendo en cuenta el hecho
de que el procesado ha referido ser consumidor de sustancias
tóxicas, motivos por los cuales ha tenido procesos, los que han
sido solamente por consumo, por lo que no se evidencia peligro
procesal.

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA


TERCERA SALA ESPECIALIZADA EN LO PENAL PARA PROCESOS
CON REOS EN CÁRCEL

S.S. SALINAS SICCHA


MEZA WALDE
ZAPATA CARBAJAL

Resolución Nº 1124
Expediente Nº 30904-2010
Lima, 23 de diciembre de 2010

AUTOS Y VISTOS: el cuaderno incidental originado por el recurso de


apelación interpuesto por el procesado Domingo Ignacio Maldonado Calderón
a la medida coercitiva de detención en el proceso que se le sigue por el delito
contra la Salud Pública –Tráfico Ilícito de Drogas– Microcomercialización en
agravio del Estado, ATENDIENDO:
PRIMERO.- El procesado Domingo Ignacio Maldonado Calderón por
recurso de fojas cuarenta a cuarenta y uno interpuso apelación a la medida
coercitiva de detención alegando que no se cumplen todos los presupuestos
procesales contemplados en el artículo ciento treinta y cinco del Código Pro-
cesal Penal, ya que no existen suficientes elementos probatorios de la comisión
del delito, la posibilidad de perturbar la actividad probatoria o peligro de fuga
no se cumple al estar debidamente identificado con DNI y tener domicilio
cierto y acreditado.

192
DETENCIÓN PREVENTIVA

SEGUNDO.- Que, en el fundamento cuarto del auto de procesamiento se


fundamenta la medida de detención considerando que existen suficientes ele-
mentos probatorios de la comisión del delito que vinculan al imputado Domingo
Ignacio Maldonado Calderón como presunto autor del hecho incoado, ello en
base a las conclusiones a las que ha arribado el sumario policial que sirve de
recaudo, el hecho de haber hallado al denunciado en posesión de treinta envol-
torios de pasta básica [de] cocaína y tres envoltorios conteniendo hierba seca al
parecer Cannabis Sativa - Marihuana; de la manifestación del denunciado donde
se tiene que en presencia del Representante del Ministerio Público acepta haber
estado en posesión de droga, negando dedicarse a la microcomercialización de
drogas, refiere ser consumidor de sustancias tóxicas, al mérito del acta de registro
personal y comiso de droga, al Resultado Preliminar de Análisis Químico, la
misma que resultó para la muestra uno: un gramo de peso neto de pasta básica
de cocaína y para la muestra dos: dos gramos de Cannabis Sativa - marihuana,
no ha acreditado trabajo conocido y registra antecedentes policiales, así como
reporte del sistema emitido por el Ministerio Público por delito contra la Salud
Pública - trafico ilícito de drogas.
TERCERO.- Que, de acuerdo al artículo ciento treinta y cinco del Código
Procesal Penal para imponer la medida coercitiva de detención se requiere sufi-
cientes elementos probatorios que vinculen al procesado con el delito que se le
atribuye, así mismo se requiere que el delito que se le atribuye esté sancionado
con una pena privativa de libertad superior a un año y que existan suficientes
elementos probatorios para concluir que el imputado intentará eludir la acción
de la justicia o perturbar la actividad probatoria y que todos estos presupuestos
materiales deben concurrir copulativamente.
CUARTO.- Que, analizados los autos materia de la alzada, esta Superior Sala
establece que de los elementos probatorios actuados hasta el auto de apertura de
instrucción respecto al delito contra la Salud Pública-Tráfico Ilícito de Drogas-
Microcomercialización, se debe tener en cuenta la escasa cantidad incautada tal
como fluye del resultado preliminar de análisis químico obrante a fojas dieciséis
donde se desprende también que las sustancias incautadas ( peso neto: un gramo
de pasta básica de cocaína y dos gramos de Cannabis Sativa - marihuana) se
agotaron en el análisis químico correspondiente; a mayor abundamiento aten-
diendo a la forma y modo de su intervención, esto es, haber sido intervenido sin
oponer resistencia y sin darse a la fuga, aún más, teniendo en cuenta el hecho
de que el procesado ha referido ser consumidor de sustancias tóxicas, motivo
por los cuales ha tenido procesos, los cuales han sido solamente por consumo
(según reporte del sistema emitido por el Ministerio Público de fojas veinticinco

193
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

y veintiséis y Resolución emitido por el 45° Juzgado Penal de Lima de fojas


veintitrés); que el procesado se encuentra plenamente identificado en su ficha
Reniec obrante a fojas veintidós, documento del cual se desprende que tanto a
nivel preliminar como judicial ha brindado uniformemente un domicilio conocido
generando convicción sobre su domicilio fijo; en consecuencia se desvanece el
peligro procesal en la presente causa;
QUINTO.- Por todo lo antes expuesto, no cumpliéndose copulativamente
con los requisitos previstos en el numeral ciento treinta y cinco del Código
Procesal Penal, deberá revocarse la alzada en dicho extremo apelado; funda-
mentos por los cuales; REVOCARON: el auto de fojas treinta y siguientes, su
fecha veintiuno de octubre de los corrientes, en el extremo que dicta mandato
de detención contra Domingo Ignacio Maldonado Calderón, en la instrucción
que se le sigue por delito contra la Salud Pública –Tráfico Ilícito de Drogas–
Microcomercialización en agravio del Estado, REFORMÁNDOLO: dictaron
el mandato de comparecencia con restricciones, quedando sujeto el procesado
Domingo Ignacio Maldonado Calderón al cumplimiento de las siguientes reglas
de conducta: a) no variar, ni ausentarse de su domicilio sin autorización de Juz-
gado; b) concurrir cada fin de mes al local del Juzgado para firmar el cuaderno
respectivo y dar cuenta con sus actividades; c) no concurrir o frecuentar lugares
de dudosa reputación; d) no incurrir en nuevo delito doloso; reglas que deberá
de cumplir bajo apercibimiento de revocarse la medida y dictarse mandato de
detención; DISPUSIERON: Que, en el día se proceda a su inmediata libertad,
siempre y cuando no exista en su contra otra orden de detención emanada de
autoridad competente; con lo demás que contiene.- Oficiándose.- Notificándose
y los devolvieron.-

194
DETENCIÓN PREVENTIVA

042. Peligro procesal: Configuración por alta significación


económica de estafas cometidas con bienes raíces
Existe peligro procesal dado que los agentes fácilmente podrían
alterar o modificar documentos básicos para la instrucción, al
haberse encontrado a cargo de órganos de dirección de la em-
presa constructora involucrada en el caso; y así también existe
la posibilidad latente que estando en libertad los imputados
puedan seguir cometiendo ilícitos de la misma naturaleza, que
son gravemente afectados en el orden patrimonial por la signi-
ficación económica tan grande que implica estafar con bienes
raíces. Los procesados además podrían intentar eludir la acción
de la justicia en caso les fuera adversa, debido a que cuentan
con los recursos económicos necesarios para abandonar el
país o mantenerse en la clandestinidad gracias al producto de
su ilícito accionar.

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA


SALA PENAL DE VACACIONES ESPECIALIZADA EN PROCESOS
CON REOS LIBRES

S.S. ESCOBAR ANTEZANO


CARRASCO ALARCÓN
EYZAGUIRRE GÁRATE

Resolución Nº 73
Expediente Nº 29143-2010-2
Lima, 2 de marzo de 2011

AUTOS Y VISTOS; Oído el informe oral efectuado por el letrado Antonio


Alberto Reyes Moreno identificado con Registro del Colegio de Abogados de
Lima, número 29061, abogado del procesado Enrique Villasana Yabar, conforme
es de verse de la constancia de relatoría de fojas trescientos cuarenta y uno,
interviniendo como ponente el Señor Juez Superior Carrasco Alarcón: y ATEN-
DIENDO: PRIMERO.- Que es materia de grado la resolución que obra en
copia certificada a fojas doscientos cincuenta y siete/doscientos sesenta y dos,
su fecha once de octubre del dos mil diez, en el extremo que dicta mandato de

195
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

detención contra Silvia Luisa Angélica María Boggiano Alibert y Enrique Vi-
llasana Yabar como presuntos autores del delito Contra el Patrimonio –Estafa– en
la modalidad de Estelionato, en agravio de Luis Felipe Pita Gastelumendi, Mar-
cial Castro Méndez y Raquel Irina Sánchez Buendía en mérito a los recursos
impugnatorios deducidos por los citados procesados, conforme es de verse de
fojas doscientos sesenta y cinco/doscientos setenta y uno y doscientos ochenta/
doscientos noventa y uno; SEGUNDO.- Que previamente a emitir pronuncia-
miento sobre el fondo de la controversia en el extremo recurrido; este Colegiado
Superior empieza por señalar que la imputación efectuada por el titular de la
acción penal contra los procesados Silvia Luisa Angélica María Bocigiano Alibert
y Enrique Villasana Yabar radica en la presunción que dichas personas se habrían
confabulado entre sí para inducir y mantener en error a los agraviados, mediante
la concurrencia de engaño, tal es así, que con fecha diecinueve de mayo del dos
mil siete el agraviado Luis Felipe Pita Gastelumendi suscribió dos contratos de
compra venta de bien futuro, el primero por la adquisición del departamento
signado con el número seiscientos dos ubicado en la Calle Tacna número cua-
trocientos sesenta, cuatrocientos setenta y dos del Distrito de Miraflores, y el
segundo por la adquisición de dos estacionamientos y un depósito también en
la misma dirección, lugar donde se ejecutaría el proyecto inmobiliario “Edificio
Los Ficus” acto contractual que fue celebrado con los procesados Cruz Castañeda
y Boggiano Alibert el primero actuando como Gerente General y la segunda
como Apoderada de Inversiones y Proyectos El Álamo SAC. (ver copia de re-
contratos obrante a fojas siete/catorce) por la suma de $. 74,000.00 (setenta y
cuatro mil dólares americanos por el departamento) y $. 9,000.00 (dólares ame-
ricanos por los dos garajes y el depósito, dinero este que fue depositado en una
de las cuentas de Inversiones el Álamo conforme así lo ha señalado el procesado
Cruz Castañeda al rendir su manifestación policial de fojas noventa/noventa y
dos; pese a ello después de haberse celebrado la primigenia venta y tener cono-
cimiento del mismo, dicho procesado Cruz Castañeda, transfirió la citada pro-
piedad en su totalidad a favor de su coprocesada Boggiano Alibert a través de
la minuta de dación en pago de inmuebles y Proyectos inmobiliarios, actuando
esta última ya no como apoderada de Inversiones El Álamo sino como persona
natural adquiriente conforme es de verse de las instrumentales obrante en copia
certificada a fojas catorce/treinta y nueve; siendo que posteriormente dicha
procesada enajenó dicho departamento y un estacionamiento con fecha seis de
febrero del dos mil ocho, o favor del agraviado Marcial Castro Méndez por la
suma de $. 57,000.00 (cincuenta y siete mil dólares americanos); sin poner en
conocimiento del nuevo comprador que dicho inmueble ya había sido vendido
anteriormente; asimismo de autos se advierte que al Procesado Villasana Yabar

196
DETENCIÓN PREVENTIVA

se le atribuye que convenció a la agraviada Raquel Irina Sánchez Buendía para


que adquiera el departamento seiscientos cuatro del edificio Los Ficus, partici-
pando en dicha enajenación su coprocesada Boggiano Alibert; pese a ello con
fecha veintiséis de septiembre del dos mil ocho, dicha imputada constituye bajo
hipoteca todo el predio ubicado en la Calle Tacna número cuatrocientos sesenta-
cuatrocientos setenta y dos por la suma de $. 1’764,966.00 (un millón setecientos
sesenta y cuatro mil novecientos sesenta y seis dólares americanos a favor del
Banco Financiero del Perú conforme es de verse de las instrumentales obrantes
en copia certificada a fojas sesenta y cuatro/setenta y uno, contratos estos que
se habrían efectivizado con acuerdo de sus coprocesados, como quiera que el
imputado Villasana Yabar con fecha dieciocho de marzo del dos mil diez suscribe
una declaración jurada legalizando su firma por ante la notaria Carpio Valdez,
donde se hace referencia que este, sería el verdadero propietario del inmueble
donde se realizaría el edificio “Los Ficus”, (ver documentos doscientos catorce
y trescientos cuarenta y cinco) todo ello con la finalidad de engañar a compra-
dores y acreedores de la empresa Inversiones y Proyectos “El Álamo” en vista
de tener problemas financieros presunto fraude por el cual los procesados vienen
siendo investigados por la Décima Fiscalía Provincial en lo Penal de Lima,
conforme así lo ha señalado la procesada en su recurso de apelación de fojas
doscientos sesenta y cinco/doscientos setenta y uno; TERCERO.- Que, en este
orden de ideas tenemos que ambos procesados recurrentes argumentan que el a
quo para dictar la medida coercitiva (mandato de detención) no ha considerado
el principio de prueba suficiente, al no existir una razonable y fundada presunción
sobre la responsabilidad que se les atribuye, esto es, que en las diligencias pre-
liminares actuadas a nivel policial no existen los suficientes elementos proba-
torios de la realización del hecho antijurídico, indicando por su parte la procesada
Boggiano Alibert que la denuncia formalizada ha sido admitida por la 50° FPPL
en relación a la investigación contenida en el ingreso Nº 573-2009, la que ini-
cialmente solo versó en la denuncia efectuada por el señor Luis Felipe Pita
Gastelumendi por el presunto delito Contra el Patrimonio - Estafa. Paralelamente
existían en curso otras investigaciones una ante la 55º FPPL con el ingreso
Nº  553-2009 formulada por la señora Raquel Irina Sánchez Buendía y otra en
la 29º FPPL con el ingreso Nº 50-2010 presentada por el señor Marcial Castro
Méndez, empero es el caso que las investigaciones antes señaladas fueron acu-
muladas todas ellas ante la 50º FPPL con el ingreso Nº 573-2009 a su solicitud
según ella refiere pone en evidencia su colaboración con la justicia para el es-
clarecimiento de los hechos, solicitando que se considere también que ha venido
concurriendo a las citaciones efectuadas por las autoridades pertinentes rindiendo
sus respectivas manifestaciones policiales e indagatorias en las denuncias

197
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

presentadas por el ahora agraviado Felipe Pita Gastelumendi y Marcial Castro


Meléndez; y si bien es cierto en las denuncias presentadas por Raquel Sánchez
Buendía y Lizeth Pamela Díaz Toralva no ha concurrido a rendir su respectiva
manifestación policial esto se ha debido a que no ha tenido conocimiento opor-
tuno de dichas investigaciones, además que las citaciones cursadas fueron
efectuadas a un domicilio distinto; por su parte el procesado Enrique Villasana
Yabar ha señalado que en los hechos que son materia de investigación sobre la
compra venta a futuro de un departamento, dos estacionamientos y un depósito
efectuado con fecha diecinueve de mayo del dos mil siete a favor del ahora
agraviado Luis Felipe Pita Gastelumendi no ha tenido participación alguna en
dichas operaciones de compra venta, toda vez que estas fueron efectuadas por
Inversiones y Proyectos “El Álamo” SAC representada por su coprocesado
Alfredo Fabián Cruz Castañeda y Silvia Luisa María Boggiano Alibert de donde
sostiene que entonces que no existe suficientes elementos probatorios de la
realización del hecho antijurídico, indicando asimismo que en la presente in-
vestigación no existe peligro procesal y/o turbación de la actividad probatoria,
toda vez que tiene domicilio real conocido, actividad laboral y/o profesional
permanente dentro del territorio nacional, no presenta antecedentes penales y
se [ha] apersonado a la presente causa señalando domicilio procesal dentro de
esta localidad, por lo cual solicita también a este Órgano Jurisdiccional Superior
se revoque la medida coercitiva de detención por el de comparecencia al no
concurrir en ninguno de los casos los elementos constitutivos y copulativos
señalado en el artículo ciento treinta y cinco del Código Procesal Penal; por lo
que [a] contrario sensu su conducta se encontraría dentro de los alcances del
artículo ciento cuarenta y tres del mismo cuerpo procesal penal: CUARTO.- En
ese sentido, es preciso señalar que las medidas coercitivas que nuestro ordena-
miento procesal establece, son mecanismos por medio de los cuales el Juez Penal
garantiza la participación de una persona dentro de la secuela del proceso ins-
taurado en su contra, y se establecen al inicio del proceso, manteniéndose vigente
a lo largo del mismo, en tanto y en cuanto no cambien las condiciones que sus-
tentaron su imposición, o en tanto no hayan sido revocadas por el Superior
Colegiado, tras haber sido debidamente impugnadas; QUINTO.- Que, en este
orden de ideas, tal como lo establece el artículo ciento treinta y cinco del Código
Procesal Penal para dictar mandato de detención se debe considerar que de los
primeros recaudos acompañados a la denuncia fiscal, se advierta los siguientes
supuestos: a) Que existan suficientes elementos probatorios de la comisión de
un delito, que vincule al imputado y/o imputados como autor o partícipe del
mismo; b) Que la sanción a imponerse o la suma de ellas sea superior a un año
de pena privativa de la libertad o que existan elementos probatorios sobre la
habitualidad del agente al delito; c) Que existan suficientes elementos probatorios

198
DETENCIÓN PREVENTIVA

para concluir que el imputado intenta eludir la acción de la justicia o perturbar


la acción probatoria (peligro procesal)(1); SEXTO.- Que, siendo ello así, a efectos
de determinar si corresponde el mandato de detención a los procesados recu-
rrentes, se debe establecer si en autos existen los suficientes elementos objetivos
que nos permita presumir que, procesándoseles en libertad, van a perturbar la
actividad probatoria o, peor aún, van a intentar eludirla; y, si bien es cierto, que
la pena en sí no determina dicho peligro procesal, la gravedad del hecho concreto,
la forma y circunstancias en que se cometió y la propia personalidad de los
procesados, sí resultan relevantes para analizar la presencia o no de dicho pre-
supuesto procesal; SÉTIMO.- Que, en tal sentido, del estudio del proceso se
advierte la concurrencia de dichos presupuestos, en tanto existe en autos sufi-
cientes elementos probatorios de la comisión del ilícito, que vincula a los recu-
rrentes como partícipes del mismo, como son los contratos de compra venta a
futuro, minuta de dación en pago de inmuebles y Proyecto Inmobiliario y cons-
titución de Hipoteca (ver instrumentales de fojas seis/treinta y nueve y sesenta

(1) Exp. Nº 1091-2002-HC/TC-18.18.20-16/08/2002.


La necesidad de que las resoluciones judiciales sean motivadas es un principio que informa
el ejercicio de la función jurisdiccional y al mismo tiempo, un derecho constitucional de los
justiciables. Mediante ella, por un lado, se garantiza que la administración de justicia se lleve
a cabo de conformidad con la Constitución y las leyes (art. 138 de la Constitución) y, por otro,
que los justiciables puedan ejercer de manera efectiva su derecho de defensa. En la sentencia
recaída en el Exp. Nº 1230-2002-HC/TC, el Tribunal Constitucional ha sostenido que dicho
derecho no garantiza una determinada extensión de la motivación; que se tenga que pronun-
ciarse expresamente sobre cada uno de los aspectos controvertidos o alegados por la defensa,
ni excluye que se pueda presentar la figura de la motivación por remisión.
Sin embargo, tratándose de la detención judicial preventiva, la exigencia de la motivación en la
adopción o el mantenimiento de la medida debe ser más estricta, pues solo de esa manera es po-
sible despejar la ausencia de arbitrariedad en la decisión judicial, a la vez que con ello se permite
evaluar si el juez penal ha obrado de conformidad con la naturaleza excepcional, subsidiaria y
proporcional de la detención judicial preventiva.
Dos son, en ese sentido, las características que debe tener la motivación de la detención judicial
preventiva. En primer lugar, tiene que ser “suficiente”, esto es, debe expresar, por sí misma, las
condiciones de hecho y de derecho que sirven para dictarla o mantenerla. En segundo término,
debe ser “razonada”, en el sentido de que en ella se observe la ponderación judicial en torno a
la concurrencia de todos los aspectos que justifican la adopción de la medida cautelar, pues de
otra forma no podría evaluarse si es arbitraria por injustificada.
Por ello, de conformidad con el artículo 182 del Código Procesal Penal, es preciso que se haga
referencia y tome en consideración, además de las características y gravedad del delito imputa-
do y de la pena que se le podrá imponer, las circunstancias concretas del caso y las personales
del imputado. E1 Tribunal Constitucional no es competente para determinar la concurrencia
en cada caso de las circunstancias que legitiman la adopción o mantenimiento de la detención
judicial preventiva, que es una tarea que incumbe en esencia al juez penal, sino para verificar
que la medida cautelar haya sido adoptada de forma fundada, completa y acorde con los fines
y carácter excepcional de la institución en referencia.
En el caso de autos, la resolución en virtud de la cual se confirma la resolución que denegó
la libertad provisional del actor es suficiente y razonada, pues el resultado de la decisión es
coherente y compatible con la naturaleza y fines de la detención judicial preventiva.

199
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

y cuatro/setenta y uno), del departamento signado con el número seiscientos


dos, así como dos estacionamientos y un depósito del inmueble ubicado en la
Calle Tacna Nº 460-472 del Distrito de Miraflores conforme se encuentra acre-
ditado con las instrumentales obrantes en copia certificada a fojas siete/catorce
de fecha diecinueve de mayo del dos mil siete (ver cláusulas Tercera de los
contratos de fojas seis/trece); acto contractual que celebraron de una parte In-
versiones y Proyectos el Álamo SAC. Representado por su Gerente General el
ahora procesado Alfredo Fabián Cruz Castañeda y como apoderada su copro-
cesada Silvia Luisa Angélica María Boggiano Alibert a favor del agraviado Luis
Felipe Pita Gastelumendi hasta por la suma de $. 74,000.00 (setenta y cuatro
mil dólares americanos) y $. 9,000.00 (nueve mil dólares americanos que fueron
cancelados en efectivo al momento de la suscripción del citado acto contractual
lo cual ha sido corroborado por los procesados Cruz Castañeda y Boggiano
Alibert al rendir sus respectivas manifestaciones policiales obrantes en copia
certificada a fojas noventa/noventa y siete, declaraciones que se efectuaron en
presencia de sus respectivos abogados y con participación del titular de la acción
penal, diligencias en la cual, han señalado conocerse entre sí, indicando por su
parte la procesada Boggiano Alibert que ingresó a trabajar a la empresa El Álamo
SAC. En enero del dos mil cinco como secretaria de su coprocesado Enrique
Villasana Yabar quien era dueño de la citada empresa conjuntamente con el
procesado Fabián Cruz Castañeda, para posteriormente asumir el cargo de apo-
derada ante el pedido expreso del procesado Villasana Yabar quien es su cuñado
el mismo que al igual que su hermana Sandra Boggiano Alibert (esposa de este
último) no podían ostentar cargos empresariales, toda vez, que afrontaban pro-
blemas financieros, indicando de otro lado que ha sido testaferra del procesado
Enrique Villasana Yabar (ver respuesta dieciocho de manifestación policial de
fojas noventa y tres/noventa y siete) y que el dinero de la venta del departamento,
garaje y depósito fue recepcionado directamente por el procesado Villasana
Yabar, versión esta que encuentra sustento legal en la suscripción de la carta
notarial de fecha dieciocho de agosto del dos mil nueve (misiva en la cual da
respuesta a las cartas notariales cursadas por el agraviado de fecha tres y trece
de julio del dos mil nueve conforme es de verse a fojas treinta y nueve/cuarenta
y cuarenta y tres), lo que haría evidente su actuar doloso y desbarataría la coar-
tada de haber señalado de que su persona no había suscrito documento alguno
sobre la enajenación a futuro de los bienes inmuebles materia de litis, de donde
se tiene entonces, que la respuesta que en la carta que él suscribió, permite inferir
que se irrogó una condición de representatividad en los hechos a pesar que tales
carta de requerimiento no fueron dirigidas a su persona; y si bien es cierto en
su recurso impugnatorio señala que su participación en los hechos materia de

200
DETENCIÓN PREVENTIVA

la presente investigación ha sido la de haber participado como ingeniero de obra


conforme ha indicado en la constancia policial de fojas sesenta y tres, no menos
verdad es que de autos no existe por ahora evidencia alguna que el dinero re-
cepcionado de la venta a futuro de los bienes inmuebles materia de la presente
investigación haya sido ingresado a alguna de las cuentas de la empresa
El Álamo SAC, a ello debe considerarse que siendo Gerente de la Empresa
Constructores Contratistas SA CONSTISA se asoció con sus coprocesados para
regentar la empresa Inversiones el Álamo donde decide incluir a su cuñada y
procesada Silvia Boggiano Alibert dentro de la empresa en calidad de accionista
sin efectuar aporte alguno de dinero, designándole como representante de la
empresa para de esta forma dirigirla en la suscripción de contratos de compra
venta a futuro decidiendo también en la suscripción del contrato de dacion en
pago de la propiedad inmueble donde se venía construyendo el proyecto inmo-
biliario Los Ficus, actos jurídicos según las alegaciones señaladas por la proce-
sada han sido fraudulentos y que han sido coordinados entre ambos procesados,
que no harían más que confirmar que dicho procesado ha utilizado a terceras
personas (testaferros) para actuar secularmente con su actuar delictuoso, a ello
debe considerase que pese a tener conocimiento de las investigaciones instau-
radas en su contra no ha concurrido ante la autoridad policial a efectuar sus
respectivos descargos, de otro lado se tiene que ambos procesados recurrentes
al tener parentesco entre sí en línea colateral (cuñados) como lo ha señalado la
procesada Boggiano Alibert en su manifestación policial fácilmente podrían
alterar o modificar documentos básicos para la presente instrucción, al haberse
encontrado a cargo de órganos de dirección de inversiones y proyectos El Álamo
SAC, así también existe la posibilidad latente que estando en libertad los impu-
tados puedan seguir cometiendo ilícitos de la misma naturaleza, que son grave-
mente afectados en el orden patrimonial por la significación económica tan
grande que implica estafar con bienes raíces, complicidad que ha quedado co-
rroborado con la declaración jurada de fojas doscientos catorce y trescientos
cuarenta y cinco documento este que fue suscrito por su persona donde admite
ser el verdadero propietario de las propiedades materia de la presente investi-
gación; por último también es preciso señalar que ambos procesados podrían
intentar eludir la acción de la justicia en caso les fuera adversa, debido a que
cuentan con los recursos económicos necesarios para abandonar el País o man-
tenerse en la clandestinidad gracias al producto de su ilícito accionar eviden-
ciándose en el presente caso el presupuesto de peligro procesal y por ende
cumplido los presupuestos señalados en el artículo ciento treinta y cinco de la
norma penal adjetiva, en dicho sentido el extremo de la resolución recurrida se
encuentra ajustada a ley; fundamentos por los cuales: CONFIRMARON la

201
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

resolución que en copia certificada obra a fojas doscientos cincuentiste/doscientos


sesenta y dos, su fecha once de octubre del dos mil diez, en el extremo que dictó
Mandato de Detención contra Silvia Luisa Angelica María Boggiano Alibert y
Enrique Villasana Yábar; como autores del presunto delito contra el Patrimonio
–estafa– en la modalidad de Estelionato, en agravio de Luis Felipe Pita Gaste-
lumendi, Marcial Castro Méndez y Raquel Irina Sánchez Buendía; con lo demás
que contiene; notificándose; y los devolvieron.

202
DETENCIÓN PREVENTIVA

043. Peligro procesal: Configuración por negativa de some-


terse a dosaje etílico
La negativa del agente para someterse a la prueba de dosaje etí-
lico y toxicológico, ordenado por la autoridad policial, constituye
una conducta obstruccionista contra la investigación, por parte
del procesado, cuya pretensión habría sido premeditada en busca
de una posible absolución a futuro por los hechos que se le in-
vestigan, ante la ausencia de elementos de prueba, considerando
que el dosaje etílico constituye la forma más idónea de probar el
grado de alcohol en la sangre. De esta manera, el procesado ha
actuado tratando de obstruir la acción de la justicia, pues como
se ha observado no ha prestado su colaboración al negarse a
realizarse los exámenes que se le estaban exigiendo, siendo esta
una clara evidencia de la existencia del peligro procesal.

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA


TERCERA SALA PENAL CON REOS LIBRES

Expediente Nº 31020-2010
Lima, 27 de enero de 2011

AUTOS Y VISTOS: Oído el informe oral, interviniendo como Ponente el


señor Juez Superior Raúl Acevedo Otrera; con lo expuesto por la representante
del Ministerio Público en su dictamen de fojas ciento treinta y cuatro; y con el
expediente principal a la vista, es materia de grado la apelación interpuesta por
el Procurador Público del Ministerio de Transportes y Comunicaciones (cons-
tituido en Parte Civil), contra la resolución de fecha veinticinco de octubre del
año dos mil diez, expedida por el Juzgado Penal de Turno Permanente, que en
copias certificadas obran de folios sesenta y cuatro a setenta y dos, en el extremo
que impone Comparencia con Restricciones al procesado Carlos Antonio Cacho
Livora, a efectos de que se revoque la misma y se disponga la medida coerci-
tiva de detención, en los seguidos contra el precitado encausado por el delito
contra la Vida, el Cuerpo y la Salud - Lesiones Culposas Graves en agravio de
Humberto Enrique Yzarra Álvarez; y, como presunto autor del delito Contra la
Seguridad Pública –Conducción de Vehículo en Estado de Ebriedad en agra-
vio de la Sociedad y como presunto autor del delito Contra la Administración
Pública– Resistencia y Desobediencia a la Autoridad en agravio del Estado, y;

203
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

ATENDIENDO:
I. ANTECEDENTES:
1. Se imputa al encausado Carlos Antonio Cacho Livora, que encontrándose
con los efectos de la ingesta de bebidas alcohólicas y en circunstancias en
que se encontraba conduciendo su vehículo de placa de rodaje A6W-183
en forma negligente a una velocidad excesiva, por las inmediaciones de la
Avenida Javier Prado Este - San Isidro, en sentido de este a oeste por el carril
izquierdo, y encontrándose a la altura de la intersección con la Avenida Petit
Thouars atropelló al agraviado Yzarra Álvarez, cuando este terminaba de
cruzar la calzada, causándole lesiones de consideración, conforme al certi-
ficado médico que obra de folios cincuenta y uno a cincuenta y tres, siendo
intervenido inmediatamente por personal policial, negándose a someterse
a las pruebas de Dosaje Etílico y Toxicológico que le solicitó la autoridad
policial conforme se advierte del acta de folios cuarenta.
2. Por tales hechos de folios sesenta y cuatro a setenta y dos el Juzgado Penal
de Turno Permanente de Lima, aperturó instrucción contra dicho encausado,
por el delito contra la Vida, el Cuerpo y la Salud - Lesiones Culposas Graves
en agravio de Humberto Énrique Yzarra Álvarez; como presunto autor del
delito Contra la Seguridad Pública - Conducción de Vehículo en Estado de
Ebriedad en agravio de la Sociedad y como presunto autor del delito Contra
la Administración Pública - Resistencia y Desobediencia a la Autoridad en
agravio del Estado; decretándose contra el referido encausado mandato de
comparecencia restringida, bajo las siguientes reglas de conducta: a) No
variar de domicilio sin previo aviso al Juzgado; b) No ausentarse del lugar
de su residencia sin autorización del Juzgado, c) Cumplir con las citaciones
y mandatos judiciales; y, d) Concurrir cada fin de mes al local del Juzgado a
firmar el libro correspondiente y pagar una caución de diez mil nuevos soles.
3. De folios ciento nueve a ciento doce, la parte civil (Procurador del Ministerio
de Transportes y Comunicaciones), apela el auto de apertura de instrucción,
en el extremo que impone comparecencia restringida con reglas de conducta
fijadas contra el procesado Carlos Antonio Cacho Libora, a fin de que se
revoque dicha medida y se dicte detención.
II. FUNDAMENTOS:
DEL APELANTE
1. El recurrente sustenta su apelación alegando que, en el presente caso se cum-
ple con los tres supuestos que establece el artículo 135 del Código Procesal
Penal, por lo que el Juzgado debió dictar mandato de detención contra el

204
DETENCIÓN PREVENTIVA

procesado y no comparecencia restringida, señalando también que de autos


obra documentación en la cual se advierte que el procesado se negó a pasar
el dosaje etílico, solicitando por ello se revoque la medida de comparecencia
decretada.
DEL COLEGIADO
2. El mandato de Detención.- Es una medida coercitiva de carácter personal,
provisional y excepcional, que dicta la autoridad judicial competente en
contra de un imputado en virtud de la cual se restringe su libertad individual
ambulatoria, a fin de asegurar los fines del proceso penal(1).
3. Para la imposición de esta medida excepcional, se exige la concurrencia de
tres requisitos que establece el artículo 135 del Código procesal Penal, tales
como: a) Prueba suficiente que vincule al imputado como autor o partícipe
del hecho denunciado; b) Que, anticipadamente, se pueda establecer que
la pena a imponerse será superior a un año de privativa de la libertad; y,
c) Peligro procesal; esto es, que existan elementos probatorios que permitan
concluir que el imputado intente eludir la acción de la justicia o perturbar la
actividad probatoria, requisitos que deben ser tomados en cuenta en caso que
se considere dictar la medida coercitiva de mayor gravedad, que sí se impone
esta medida con la sola concurrencia de uno o dos de los tres requisitos, es
extender arbitrariamente los alcances de dicha medida(2), pues es necesario
que los tres concurran y se impongan bajo el principio de proporcionalidad
el que comprende el examen de necesidad, adecuación y proporcionalidad
en sentido estricto, fundamentación que dotará de razonabilidad al mandato.
4. En el caso de autos, con fecha veinticinco de octubre del dos mil diez, la Juez
del Juzgado Penal de Turno Permanente, dictó mandato de comparecencia
con restricciones contra el procesado Carlos Antonio Cacho Livora, por
considerar que no se dan de manera concurrente los tres requisitos conteni-
dos en el artículo 135 del Código Procesal Penal para dictar detención, que
a su criterio hay ausencia de peligro procesal basándose en el hecho que el
procesado se encuentra debidamente identificado, ha señalado en autos tener
domicilio y trabajo conocido, precisando que esto genera la existencia del
arraigo; asimismo, señala que no presenta antecedentes ni requisitorias, lo
que evidencia una conducta dentro de los parámetros de la legalidad del jus-
ticiable, consideraciones que según la recurrida, desvirtúan la presunción de

(1) El Proceso Penal - Teoría y Práctica, Víctor Cubas Villanueva. Palestra Editores, Lima, 1997,
p. 176 y 177.
(2) Ibídem.

205
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

evasión del accionar del Órgano Jurisdiccional en el debido esclarecimiento


del hecho denunciado en su contra o que este perturbe el accionar probatorio
del mismo.
5. El Tribunal Constitucional ha sostenido que “[...] la existencia o no del
peligro procesal debe determinarse a partir del análisis de una serie de cir-
cunstancias que pueden tener lugar antes o durante el desarrollo del proceso
y que están ligadas, fundamentalmente, con las actitudes y valores morales
del procesado, su ocupación, sus bienes, sus vínculos familiares y todo otro
factor que permita concluir, con un alto grado de objetividad, que la libertad
del inculpado, previa determinación de su eventual responsabilidad, pone
en serio riesgo el correcto desenvolvimiento de la labor de investigación
y la eficacia del proceso, la ausencia de un criterio razonable en torno a la
perturbación de la investigación judicial o a la evasión de la justicia por
parte del procesado, terminan convirtiendo el dictado de la detención judicial
preventiva o, en su caso su mantenimiento, en arbitrarios por no encontrarse
razonablemente justificados” (Sentencia del Tribunal Constitucional Expe-
diente Nº 1567-2002-HC/TC).
6. Es así, que el peligro procesal comporta dos elementos: a) el peligro de
fuga y b) el peligro de entorpecimiento de la investigación o de la actividad
probatoria, ambas son pautas de carácter subjetivo relativo, que pueden ser
delimitados dentro de un ámbito objetivo; encontrándose también ligada a
que el procesado no interferirá u obstaculizará la investigación judicial o
evadirá la acción de la justicia, tales fines deben ser evaluados en conexión
con distintos elementos que antes y durante el desarrollo del proceso puedan
presentarse y en forma significativa.
7. El punto b) se subdivide en dos partes que a continuación analizaremos.
Cuando hablamos de peligro de entorpecimiento de las investigaciones: está
referido a los actos que el procesado realiza para ocultar, suprimir, alterar
medios probatorios, tales como documentos u objetos, o también para influir
en las testimoniales que lo puedan incriminar, en tal sentido la valoración
respecto del entorpecimiento de las investigaciones debe ser real, no siendo
posible presumirla, exigiéndose como mínimo indicios concomitantes que
acrediten el peligro de entorpecimiento, ya que lo contrario atenta contra el
principio de presunción de inocencia y contra el principio del debido pro-
ceso; y la segunda parte trata del peligro de entorpecimiento de la actividad
probatoria: esta actividad está ligada a las actuaciones dentro del proceso
penal por los sujetos procesales y bajo la dirección del órgano jurisdiccio-
nal, por lo que la amenaza de dificultar, obstaculizar, retardar o impedir la

206
DETENCIÓN PREVENTIVA

actividad probatoria solo puede ser referida a los actos contrarios al normal
desenvolvimiento de dicha actividad imputada al procesado, no obstante
ello, el entorpecimiento de la actividad probatoria no puede ser alegada
por el órgano jurisdiccional en abstracto, es necesario identificar cuál es el
peligro en concreto, lo cual se determina con el juicio de proporcionalidad
entre las particulares características del procesado y los elementos de prueba
que pueden ser susceptibles de alterar o suprimir.
8. Ante ello, debemos determinar si el procesado ha realizado alguna amenaza
de dificultar, obstaculizar, retardar o impedir la actividad probatoria a fin de
establecer si los fundamentos que han servido a la recurrida se encuentran
conforme a ley.
9. El Juzgado al momento de realizar la valoración de los elementos que han
servido de sustento para la imposición de la comparecencia, no tuvo en cuenta
la negativa del ciudadano Carlos Antonio Cacho Livora, para someterse a la
prueba de Dosaje Etílico y Toxicológico ordenado por la autoridad policial;
que dicho acto a criterio del Colegiado, constituye una conducta obstruc-
cionista contra la investigación por parte del procesado, que se encuentra
debidamente corroborado con las instrumentales que se han incorporado en
el presente proceso tales como el Acta Fiscal de folios cuarenta, en que se
advierte que luego de ser exhortado por la autoridad correspondiente a fin
de que colabore con la investigación, este indicó que no desea someterse
a los exámenes de dosaje etílico, ni toxicológico, refiriendo como motivo
de su decisión no encontrarse ni física ni emocionalmente apto, diligencia
que contó con la presencia del representante del Ministerio Público; asi-
mismo, del certificado de Dosaje Etílico de folios veinte, en el extremo de
las observaciones se advierte que “El usuario se negó a pasar el examen de
dosaje etílico (Prueba cualitativa y cuantitativa) a firmar e impresión digital,
mostrando evidentes signos de ebriedad clínica (aliento alcohólico); y, con
la Ocurrencia Policial correspondiente donde se establece que “se negó a
pasar su examen de dosaje etílico (...)”.
10. La actitud asumida por el procesado conforme a lo expuesto en el conside-
rando que antecede, ha dejado en evidencia esta como una acción obstruc-
cionista, cuya pretensión habría sido premeditada en busca de una posible
absolución a futuro por los hechos que se le investigan, ante la ausencia de
elementos de prueba, considerando que el dosaje etílico constituye la forma
más idónea de probar el grado de alcohol en la sangre;
11. En ese sentido se tiene como antecedente aplicable a este caso la sentencia
recaída en el expediente número mil quinientos sesenta y siete -dos mil

207
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

dos-HC/TC, caso Rodríguez Medrano, en el cual el supremo intérprete de


la Constitución señaló que: “Si bien es cierto que no es obligación del recu-
rrente tener que demostrar su inocencia, pues esta parte de una presunción
constitucional que, en todo caso, debe ser desvirtuada por la parte acusadora
dentro del proceso judicial, también es cierto que ello no implica que el
acusado tenga derecho a mostrar una actitud reacia al esclarecimiento de la
causa. Por el contrario, todo procesado está en la obligación de colaborar
con la justicia cada vez que dicha colaboración sea requerida, en la medida
en que ello no importe una afectación del derecho constitucional a la no
autoincriminación”.
12. En el caso concreto de la sentencia del Tribunal Constitucional se tiene que
el demandante de este hábeas corpus “a lo largo del proceso de investiga-
ción, cuestionó permanentemente la legalidad del encargo otorgado por la
Comisión Permanente a la Subcomisión, teniendo, en cada oportunidad, que
declarar la improcedencia de los pedidos, por carecer de base alguna. Del
mismo modo, tal como se aprecia en el Informe de la Subcomisión Investi-
gadora de la Denuncia Constitucional Nº 88, el imputado, lejos de brindar
argumentos de fondo para su defensa, insistió en perturbar el correcto desa-
rrollo de la investigación, pretendiendo obstruirla con recurrentes argumentos
de forma, señalando que la subcomisión no ha respetado el procedimiento
establecido en la ley, que no se le ha dado a conocer el contenido de una
serie de documentos conexos, que no se han adjuntado a las denuncias los
documentos sustentatorios y deduciendo, en general, una serie de nulidades
formales. Por último, tampoco se puede perder de vista que el recurrente
no se presentó a la audiencia que se programó en la investigación que se
le siguió en el Congreso de la República. Es particularmente ilustrativa, la
observación que realiza la subcomisión al señalar “que el doctor Alejandro
Rodríguez Medrano, lejos de presentar argumentos de hecho o de derecho
que contribuyan a demostrar su posición respecto de las imputaciones que
le han formulado, se ha limitado mayormente a agredir a los miembros de la
Subcomisión Investigadora con frases, adjetivos o palabras. En ese sentido a
juicio del Tribunal Constitucional, existen una serie de elementos objetivos
que permiten concluir que el recurrente tiene una actitud tendiente a per-
turbar la actividad probatoria, lo que constituye un argumento razonable y
proporcional para ordenar una detención provisional que asegure la eficacia
del proceso penal”.
13. Este razonamiento es totalmente válido para el caso de autos, pues el procesado
Carlos Antonio Cacho Livora ha actuado tratando de obstruir la acción de la

208
DETENCIÓN PREVENTIVA

justicia, pues como se ha observado no ha prestado su colaboración al negarse


a realizarse los exámenes que se le estaban exigiendo, siendo este una clara
evidencia de la existencia del peligro procesal.
14. En el mismo extremo del auto que es materia de grado, el Juzgado también
fijó la suma de diez mil nuevos soles por el concepto de Caución que debe
pagar el procesado. Como ha señalado la ejecutoria recaída en el Recurso
de Nulidad tres mil cien - dos mil nueve de once de febrero de dos mil diez,
emitido por la Sala Penal Permanente de la Corte Suprema, caso Rómulo
León: “La caución económica, asociada al peligro de fuga, es propiamente
una garantía que tiene como fin asegurar exclusivamente el cumplimiento
de las obligaciones o restricciones de la comparecencia, del que se halla en
libertad, a los fines del proceso penal –garantizar que no eluda o perturbe la
acción de la justicia–. Se expresa en la forma de un compromiso o garantía
patrimonial de buen comportamiento futuro, cuya insatisfacción origina
su ejecución o pérdida. Su sentido sustancial es, pues, disminuir el peligro
procesal, en especial el de fuga. Por consiguiente, si no se presta la caución
es claro que el peligro procesal se actualiza al no existir garantía patrimonial
de su cumplimiento –peligro que se entendió bloqueaba la caución– y, por
tanto, es inevitable que decae la medida ‘garantizada’ con ella”, por ello se
hace viable imponer en estos casos el mandato de detención”.
15. Teniendo claro esto, conforme se advierte de folios ciento cincuenta del
expediente principal, el procesado únicamente ha pagado la suma de tres
nuevos soles por dicho concepto; hecho que a todas luces constituye una
actitud de desafío a la administración de justicia y de desprecio a sus víctimas;
y por el lado del peligro de fuga establece la poca disposición del procesado
de acogerse a las reglas que el órgano jurisdiccional le impone, siendo esto
así, el peligro procesal se actualiza al punto de no ser aconsejable que se
mantenga la medida de comparencia con restricciones sino que se decrete
el mandato de detención.
16. Por otro lado, si bien el procesado antes y durante el proceso ha presentado
instrumentales que acreditarían que este se encuentra cubriendo los gastos
de atención y medicina del agraviado, así como, elementos que acreditarían
también su trayectoria de vida; dichos documentos de acuerdo a lo expuesto
en los considerandos que anteceden, no resultan idóneos para desvirtuar el
peligro procesal analizado en la presente resolución; siendo que los mismos
corresponden ser valorados por el juez al momento de emitir la resolución
definitiva, quien con las facultades que la ley le confiere; y, de encontrarse
responsabilidad en el agente, le servirán para graduar la pena a imponerse.

209
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

17. Siendo así, y analizados los actuados de manera minuciosa este Colegiado
advierte la presencia de indicios suficientes que acreditan la existencia de
Peligro Procesal - peligro de entorpecimiento de las investigaciones y pe-
ligro de fuga, por parte del procesado; por tanto, en el presente caso se dan
de manera concurrente los tres requisitos que establece el artículo 135 del
Código Procesal Penal para decretar detención.
III. DECISIÓN:
Por estas consideraciones, los integrantes de este Superior Colegiado: Revo-
caron el Auto Apertorio de Instrucción de fecha veinticinco de octubre del
año dos mil diez, que en copias certificadas obran de folios sesenta y cuatro a
setenta y dos, en el extremo que impone Comparecencia con Restricciones al
procesado Carlos Antonio Cacho Livora; y, Reformándola, dictaron Mandato
de Detención contra dicho justiciable, en el proceso que se le sigue por el delito
contra la Vida, el Cuerpo y, la Salud –Lesiones Culposas Graves en agravio de
Humberto Enrique Yzarra Álvarez; y, como presunto autor del delito Contra la
Seguridad Pública– Conducción de Vehículo en Estado de Ebriedad en agra-
vio de la Sociedad y como presunto autor del delito Contra la Administración
Pública - Resistencia y Desobediencia a la Autoridad en agravio del Estado, y;
Dispusieron: Se oficie a la División de Requisitorias de la Policía Nacional del
Perú, a fin de que se realice la inmediata búsqueda, ubicación y captura del cita-
do procesado, debiéndose agregar el presente incidente al expediente principal;
notificándose y los devolvieron.
S.S. EGOAVIL ABAD; ACEVEDO OTRERA; BARRETO HERRERA

210
DETENCIÓN PREVENTIVA

044. Peligro procesal: Factores de determinación del peli-


gro de fuga
La existencia del peligro de fuga debe apoyarse en un análisis
concreto del caso y basarse en hechos determinados y con-
trastados oportunamente, tales como el arraigo del imputado,
determinado por el domicilio, residencia habitual, asiento de
la familia y de sus negocios o trabajo y las facilidades para
abandonar definitivamente el país o permanecer oculto.

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA


TERCERA SALA PENAL PARA PROCESOS CON REOS EN CÁRCEL

S.S. SALINAS SICCHA


MEZA WALDE
ZAPATA CARBAJAL

Resolución Nº 1103
Expediente Nº 30960-10 (1)
Lima, 23 de diciembre de 2010

AUTOS y VISTOS; Interviniendo como Ponente la Jueza Superior Meza


Walde, con la constancia de Relatoría que antecede, y ATENDIENDO: PRIME-
RO.- Que el A quo para los efectos de decretar la medida cautelar de detención
o comparecencia, los únicos elementos de prueba que tiene en consideración
son los actuados durante la investigación policial que guarden relación con la
notitia criminis puesta a conocimiento como sustento de la denuncia fiscal;
SEGUNDO.- Que los presupuestos a tomar en cuenta por el a quo para el
dictado del mandato de prisión preventiva son los siguientes: a) Que existen
fundados y graves elementos de convicción para estimar razonablemente la co-
misión de un delito que vincule al imputado como autor o partícipe del mismo;
b) Que la sanción a imponerse sea superior al año de pena privativa de libertad,
entendida la misma como expectativa, toda vez que de ser factible aplicar la
condicionalidad de la pena, no ameritaría que se le ordene su detención inicial,
y c) Que el imputado, en razón a sus antecedentes y otras circunstancias del caso
particular, permita colegir razonablemente que tratará de eludir la acción de la
justicia (peligro procesal) u obstaculizar la averiguación de la verdad (peligro de

211
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

obstaculización). Siendo ello así se tiene que el primer presupuesto desarrolla el


fomus boni iuris; los otros dos integran el periculum in justicia(1). La existencia
del peligro de fuga debe apoyarse en un análisis concreto del caso y basarse
en hechos determinados y contrastados oportunamente, tales como el arraigo
del imputado, determinado por el domicilio, residencia habitual, asiento de la
familia y de sus negocios o trabajo y las facilidades para abandonar definitiva-
mente el país o permanecer oculto; siendo ello así de autos se desprende que el
recurrente hasta la fecha no ha acreditado fehacientemente contar con domicilio
y actividad lícita conocida; es más, si bien es cierto a nivel policial y judicial
ha señaló contar con domicilio e indicando la dirección del mismo, también lo
es que el mismo difiere del consignado en su documento nacional de identidad,
conforme al reporte a fojas veintiocho. Siendo ello así podemos inferir que una
eventual puesta en libertad de la recurrente, podría poner en serio riesgo el éxito
del proceso penal instaurado, por lo que se hace necesario mantener subsistente
la medida coercitiva de detención decretada inicialmente en su contra; por tales
fundamentos: CONFIRMARON el Auto de Apertura de Instrucción, obrante
en copia certificada de fojas cuarenta y siete a cincuenta, su fecha veintidós de
octubre de dos mil diez, en el extremo que dicta mandato de detención contra
Ronnie Steven Gaspard Neyra en la instrucción que se le sigue como presunto
autor del delito contra el Patrimonio Hurto Agravado en grado de tentativa, en
agravio de Mónica Janet Enríquez Quintanilla de Demicheli; notificándose y
los devolvieron.-

(1) Jorge Barreiro, A., “La prisión provisional en la Ley de Enjuiciamiento Criminal”, Deten-
ción y Prisión Provisional (coord. Perfecto Andrés Ibáñez), Cuadernos de Derecho Judicial,
Nº XVIII. CGPJ, Madrid, 1996, p. 57.

212
DETENCIÓN PREVENTIVA

045. Peligro procesal: Noción de arraigo


El arraigo que tiene que ver con el establecimiento fijo en un
lugar y en donde el agente mantiene relaciones de una intensi-
dad determinada con el medio ambiente donde se desenvuelve.
Este concepto comprende el otro parámetro de la profesión,
domicilio, recursos y lazos familiares del imputado, pues el es-
tablecimiento en un determinado lugar depende de la actividad
económica o laboral que desempeña, así como sus relaciones
familiares o recursos. Si el arraigo es menor, obviamente mayor
es el peligro de fuga, por lo que se procederá al análisis de la
existencia o no del referido elemento.

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA


TERCERA SALA ESPECIALIZADA EN LO PENAL PARA PROCESOS
CON REOS EN CÁRCEL

S.S. SALINAS SICCHA


MEZA WALDE
ZAPATA CARBAJAL

Resolución Nº 1132
Expediente Nº 18332-2010 (3)
Lima, 23 de diciembre de 2010

AUTOS Y VISTOS: Interviniendo como ponente el Señor Juez Superior


Salinas Siccha; con informe oral conforme deja constancia Relatoría a fojas ciento
cuarenta y uno. ASUNTO: Es materia de grado la apelación interpuesta por la
defensa de Roger Alberto Flores Arévalo contra la resolución de fojas ciento
cinco a fojas ciento seis, que RESUELVE: Declarar improcedente la solicitud
de Variación de Detención Judicial Preventiva contra el procesado Roger Alberto
Flores Arévalo, por la presunta comisión del delito contra el patrimonio - Robo
Agravado en grado de tentativa en agravio de Western Union y por el delito
contra la Salud Pública –Tráfico Ilícito de Drogas– Microcomercialización, en
agravio del Estado. ATENDIENDO:
PRIMERO.- Conforme se advierte de las copias certificadas de los actuados
policiales y jurisdiccionales que corren en autos, se aprecia que, de fojas treinta

213
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

y uno a fojas treinta y ocho, obra el auto de apertura de instrucción, en el cual


se dicta mandato de detención contra el encausado recurrente. Desde dicho auto
hasta el escrito de variación del mandato de detención (fojas ciento ocho) se ha
recabado la instructiva de Víctor Manuel Paredes Cherre (fojas treinta y nueve,
continuada a fojas cuarenta y siete), declaración instructiva de Roger Alberto
Flores Arévalo (fojas cuarenta y dos, continuada a fojas cincuenta), declaración
preventiva del Representante de la Empresa de la Agencia Western Union (fojas
cincuenta y cuatro); declaración testimonial de Wilfredo Álvarez Balbuena (fojas
cincuenta y cinco), declaración testimonial de Rony Peterson Urbina Zavala
(fojas cincuenta y ocho); declaración testimonial de Pablo Rafael Tafur Roque
(fojas sesenta); declaración testimonial de Víctor Andrés Chaparro Casanova
(fojas sesenta y ocho); declaración testimonial de Ronald Hilares Cornejo (fojas
setenta y uno).
SEGUNDO.- El recurrente, alega que no se ha acreditado la comisión del
delito, como la responsabilidad penal, al haberse producido nuevos actos de
investigación que ponen en cuestión la suficiencia de pruebas que dieron lugar
a la detención, la conducta desplegada no constituye infracción punible, ni san-
cionado con pena, no existen suficientes elementos probatorios-materiales que
sostienen objetivamente pruebas de cargo, no puede tipificarse como delito la
tentativa, por consiguiente la conducta desplegada no es pasible de aplicación
de pena.
TERCERO.- De la revisión del incidente sub examine se aprecia que si
bien se ha recabado la declaración instructiva del inculpado Víctor Manuel Pa-
redes Cherre (fojas treinta y nueve, continuada a fojas cuarenta y siete), quien
niega su responsabilidad en los hechos y refiere que fue Roger Alberto Flores
Arévalo el que le dio a guardar la droga envuelta en papel periódico y el arma
de juguete también se la dio el procesado Flores Arévalo; declaración instruc-
tiva de Roger Alberto Flores Arévalo (fojas cuarenta y dos, continuada a fojas
cincuenta), quien niega su responsabilidad en los hechos. Cabe precisar que las
diligencias acotadas, no resultan ser nuevos actos de investigación. De otro lado,
es advertible la generación de nuevos actos de investigación ulteriores al auto
de cabeza procesal, siendo los siguientes: A) La Declaración Testimonial del
Efectivo Policial Wilfredo Álvarez Balbuena (de fojas cincuenta y cinco), quien
reconoce a los intervenidos y refiere que se divisó a dos personas que estaban
merodeando por la cuadra tres de la avenida los Héroes, cerca de Western Union
y se intervino a los procesados en la cuadra uno de la avenida en mención cuando
se estaban dando a la fuga, y en el registro personal se les halló un tipo de arma-
mento de plástico, asimismo un vehículo lanzó una granada y se dio a la fuga;

214
DETENCIÓN PREVENTIVA

B) La Declaración Testimonial del Efectivo Policial Rony Peterson Urbina


Zavala (de fojas cincuenta y ocho) refiere que no participo directamente en la
intervención y detención del procesado Roger Flores Arévalo, se percataron
de la presencia de un vehículo azul metálico Probox donde una persona estaba
mirando a la agencia y se dio a la fuga, y en la persecución lanzó una granada;
C) La Declaración Testimonial del Efectivo Policial Pablo Rafael Tafur Roque
(de fojas sesenta) refiere que interviene a uno de los procesados quien puso
resistencia, ya que estaba en forma sospechosa merodeando la agencia Western
Union, estaba observando el movimiento que había en la agencia, tenía un arma
de fuego simulada, de material plástico duro pesado, como si fuera una Beretta,
muy parecido a un arma real, así también se le encontró un croquis al parecer era
de la agencia Western Union, Flores Arévalo intento huir y forcejearon; además
es de notar que en la preventiva del representante de la empresa de la agencia
Wester Union (fojas cincuenta y cuatro), este refiere que no estuvo presente el día
de los hechos y la empresa no ha tenido ningún agravio; declaración testimonial
de Víctor Andrés Chaparro Casanova y declaración testimonial de Ronald Hila-
res Cornejo (de fojas sesenta y ocho y setenta y uno respectivamente) quienes
refieren haber sido informados por los efectivos policiales de la intervención a
los procesados sospechosos. De la compulsa de los nuevos actos de investiga-
ción, se colige que se mantienen incólumes tanto la suficiencia probatoria como
la prognosis de la pena concebida por el juez a quo al decretar la detención en
contra del procesado Roger Alberto Flores Arévalo, al no evidenciarse cuestio-
namiento alguno al respecto.
CUARTO.- Que con respecto al peligro procesal, este debe ser analizado en
sus dos vertientes, esto es, de que se rehuya la acción de la justicia o se perturbe
la actividad probatoria, bastando que cualquiera de ellas se mantenga vigente
para que se configure la existencia de peligro procesal, así tenemos primero que:
en cuanto al peligro de fuga: se tiene que valorar todas aquellas circunstancias
que rodean al caso y al imputado, que permitan realizar un juicio fundado acerca
de su permanencia en la sede del Órgano Jurisdiccional o del cumplimiento de
sus obligaciones procesales, por lo que en doctrina se desarrolla la existencia
de arraigo, el mismo que tiene que ver con el establecimiento fijo en un lugar y
en donde el imputado mantiene relaciones de una intensidad determinada con
el medio ambiente donde se desenvuelve. Este concepto comprende el otro
parámetro de la profesión, domicilio, recursos y lazos familiares del imputado,
pues el establecimiento en un determinado lugar dependen de la actividad eco-
nómica o laboral que desempeña, así como sus relaciones familiares o recursos.
Si el arraigo es menor, obviamente mayor es el peligro de fuga, por lo que se
procederá al análisis de la existencia o no del referido elemento: con relación al

215
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

arraigo domiciliario, el inculpado en su instructiva preciso vivir en el inmueble


ubicado en jirón Eduardo Gallo Nº 413 Urbanización Los laureles - distrito de
Chorrillos; domicilio que pretende acreditar con la declaración jurada de fojas
ochenta y dos, la misma que por ser declaración unilateral no puede por sí sola
acreditar el domicilio del referido procesado, ni mucho menos garantizar su per-
manencia en él; en cuanto al arraigo laboral, el inculpado presenta un certificado
de trabajo (fojas ochenta y fojas ochenta y uno), pero que no acredita la forma-
lidad del trabajo, horario, remuneración, por lo que de ninguna manera acredita
trabajo actual: en cuanto al arraigo familiar, se debe precisar que el procesado
no ha acreditado la existencia de arraigo familiar toda vez que no ha adjuntado
elementos de prueba convincentes que acrediten la existencia de parientes con
los que demuestre vivir. Segundo: en cuanto a la perturbación de la actividad
probatoria, referido a la posibilidad que tiene el procesado de realizar acciones
tendientes a retardar o perturbar el normal desarrollo de la actividad probato-
ria; se advierte en este caso que en la intervención realizada al procesado, este
intentó darse a la fuga, forcejeando con el efectivo policial, actitud que sirve
para presumir que el procesado estando en libertad, podría perturbar la actividad
probatoria y la acción de la justicia, por ende subsiste aún el peligro procesal.
QUINTO.- En este sentido se colige que los nuevos actos no han puesto en
cuestión el estado sustancial de los presupuestos fácticos respecto de los cuales
la medida excepcional fue dictada. Por estos fundamentos CONFIRMARON
la resolución de fecha seis de setiembre del año dos mil diez, de fojas ciento
cinco a ciento seis, que RESUELVE: Declarar improcedente la solicitud de
Variación de Detención Judicial Preventiva contra el procesado Roger Alberto
Flores Arévalo, por la presunta comisión del delito contra el patrimonio - Robo
Agravado en grado de tentativa en agravio de Western Union y por el delito
contra la Salud Pública –Tráfico Ilícito de Drogas– Microcomercialización, en
agravio del Estado, Notificándose y los devolvieron.

216
DETENCIÓN PREVENTIVA

046. Peligro procesal: Formas de arraigo a considerarse


(domiciliario, laboral y familiar)
Si se evidencia que el agente no ha demostrado contar con do-
micilio fijo (arraigo domiciliario), ni trabajo lícito y conocido
(arraigo laboral), ni arraigo familiar, ni otra circunstancia que
genere convicción positiva sobre su fijación y permanencia y
de esta manera no poner en riesgo la actividad probatoria ni
la impartición de justicia; se determina que por el momento
existe peligro procesal.

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA


TERCERA SALA PENAL PARA PROCESOS CON REOS EN CÁRCEL

S.S. PADILLA ROJAS


PEÑA FARFÁN
CHAMORRO GARCÍA

Resolución Nº 1106
Expediente Nº 30977-2010-1
Lima, 21 de diciembre de 2010

AUTOS Y VISTOS; Interviniendo como Ponente la Doctora Juez Superior


Chamorro García, con la constancia de Relatoría que antecede; siendo materia
de grado el recurso de apelación interpuesto por los procesados Stiven Francisco
Torres Chavarría y Henry Herrera Ortega, contra el auto que en copias certifi-
cadas corre a fojas cuarenta y siguientes, su fecha veintidós de octubre del año
en curso, en el extremo que dicta mandato de detención en contra de ellos; y,
ATENDIENDO:
PRIMERO.- La defensa del procesado Stiven Francisco Torres Chavarría
en su recurso impugnatorio formalizado a folios cuarenta y nueve y ampliado a
folios sesenta y tres, alega en resumen, que no hay suficiencia probatoria, que
cuenta con domicilio conocido, que no registra antecedentes penales, judiciales
o policiales, que tiene trabajo como Inspector de la Municipalidad de Lima, y
que el importe materia de la corrupción es irrisoria.
SEGUNDO.- La defensa del procesado Henry Herrera Ortega en su recurso
impugnatorio formalizado a folios cincuenta y tres, alega en resumen, que no

217
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

hay suficiencia probatoria, que cuenta con domicilio conocido, que no registra
antecedentes penales, judiciales o policiales, que trabaja alquilando celulares.
TERCERO.- En razón al incidente promovido, es pertinente considerar que
la detención preventiva importa una restricción prevista por el artículo segundo,
inciso veinticuatro, literal “b” de la Constitución Política del Estado la cual tex-
tualmente señala: “(...) no se permite forma alguna de restricción de la libertad
personal, salvo en los casos previstos por la Ley (...)”, lo último en clara alusión
al artículo ciento treinticinco del Código Procesal Penal, asimismo el máximo
intérprete de la Constitución ha señalado que “(,.,) si bien la detención judicial
preventiva constituye una medida que limita la libertad física, por sí misma, esta
no es inconstitucional (...)(1).
CUARTO.- Tal como se precisó en el punto anterior, una de las excepciones
a la prohibición de la restricción de la libertad personal se encuentra regulada
en el artículo ciento treinta y cinco del Código Procesal Penal, disponiendo
que el juez puede dictar el mandato de detención si atendiendo a los primeros
recaudos acompañados por el Fiscal Provincial sea posible determinar copula-
tivamente: A) La existencia de suficientes elementos de prueba de la comisión
de un delito que vincule al inculpado como autor o partícipe del mismo. B) Una
pena probable superior al año de pena privativa de libertad y C) La presencia
de peligro procesal.
QUINTO.- Además, debemos tener en cuenta que el único elemento que tiene
el juez de la instancia inferior (a quo) para verificar la denuncia policial (notitia
criminis) puesto a su conocimiento, son los actuados policiales, que reúnen los
primeros elementos que van a determinar la medida cautelar a imponerse al
procesado en el proceso penal instaurado en su contra.
SEXTO.- Bajo este contexto, y analizados los autos materia de la alzada
en relación a la Suficiencia Probatoria, apreciamos que el testigo Walter Yule
Cotrina López en su manifestación a nivel policial de fojas diez a doce, señaló
que el procesado Inspector Municipal Stiven Francisco Torres Chavarría recogió
la bolsa negra (conteniendo monedas) que momentos antes el procesado Henry
Herrera Ortega lo había dejado encima de la nevera de su tienda ubicada en la
primera cuadra de la avenida Oscar R. Benavides, agregó además, que en esa zona
los Inspectores Municipales reciben dinero de los jaladores de pasajeros. quienes
recaudan el dinero que los chóferes de las combis les dejan, para el Inspector
Municipal por permitirles que se estacionen y llenen sus pasajeros: asimismo

(1) STC Nº 1091-2002-HC/TC; caso: Vicente Ignacio Silva Checa.

218
DETENCIÓN PREVENTIVA

obra la manifestación en sede policial del procesado –Funcionario Público– Sti-


ven Francisco Torres Chavarría de fojas trece a quince, donde reconoció haber
aceptado la propuesta de su coprocesado Henry Herrera Ortega para que dejara
subir pasajeros a las combis “Los Chosicanos” a pesar de estar el semáforo en
luz verde a cambio del dinero que iba a recolectar, y además que cogió la bolsa
con la inatención de llevarse el sencillo; también se tiene la manifestación en
sede policial del procesado Henry Herrera Ortega de fojas dieciséis a dieciocho,
alegando que un sujeto conocido como “Christian” o “Monra” le indicó que
cobre a todos los chóferes de las combis “Los Chosicanos” cincuenta céntimos
de nuevo sol, y lo recaudado se reparta con el Inspector Municipal de apellido
Torres, quien ya tenía conocimiento que le entregaría lo recaudado al término de
su turno; a mayor abundamiento obra a fojas veinte el Acta de Registro Personal
e Incautación de Dinero practicada al procesado Stiven Francisco Torres Chava-
rría, conteniendo su firma e impresión digital, dándose cuenta que el intervenido
cogía en su mano derecha una bolsa de polietileno de color negro que contenía
once monedas de un nuevo sol, diez monedas de cincuenta céntimos, veintiocho
monedas de veinte céntimos y ochenta y tres monedas de diez céntimos.
SÉTIMO.- Siendo esto así, es decir, estando a la declaración testimonial de
Walter Yute Cotrina López donde describe el actuar delictivo de los procesados,
además al reconocimiento que ha vertido el funcionario público procesado seña-
lando haber permitido a los transportistas recoger pasajeros aun cuando el semá-
foro se encuentra en verde a cambio de un dinero, relato que guarda relación con
lo alegado por su coprocesado Henry Herrera Ortega quien señaló que recaudó
el dinero que le dejaban los chóferes de las combis para que entregue la mitad
al Inspector Municipal encausado; en consecuencia este Colegiado advierte que
existen indicios razonables y suficientes que satisfacen la exigencia normativa,
y vinculan a los procesados Stiven Francisco Torres Chavarría y Henry Herrera
Ortega con el delito que se les imputa.
OCTAVO.- Analizados los autos materia de la alzada en relación a la
Prognosis de la Pena, es decir teniéndose en cuenta la forma y circunstancias
como se habría perpetrado el delito materia de investigación, al rango de pena
abstracta que establece el tipo penal invocado, y además a la presunta partici-
pación de los encausados Stiven Francisco Torres Chavarría y Henry Herrera
Ortega, se colige que ante la probable emisión de una sentencia condenatoria
se determinaría una pena concreta para los apelantes que sería superior al año
de privación de libertad.

219
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

NOVENO.- Finalmente en cuanto al Peligro Procesal, apreciamos:


Que el procesado Stiven Francisco Torres Chavarría en su declaración a nivel
policial afirmó que su dirección domiciliaria es en la “Mz. D Lote uno AAHH
cuatro de enero SMP” –véase a folios trece– sin embargo un día antes en la dili-
gencia de Registro Personal aseveró que su domicilio se ubica en la “Calle Juan
Valera ciento veintiuno Urbanización Valdivieso - San Martín de Porres” –véase
a folios veinte–, como se aprecia a pesar de la proximidad temporal de la reali-
zación de dichas diligencias el procesado no precisó una dirección domiciliaria
fija, circunstancia por la que no se genera certeza sobre su arraigo domiciliario,
más aún no ha ofrecido a la investigación instrumento público que lo acredite;
y en cuanto a la constancia laboral que ofrece –véase a folios ochenta– y los
tres recibos por honorarios –véase de folios ochenta y uno a ochenta y tres– de-
bemos tener en cuenta que los mismos no generan convicción que en libertad
tendría arraigo laboral porque según su manifestación preliminar al momento
de los hechos se encontraba desempeñando dicha función Pública, en todo caso
será el juez quien deberá solicitar información oficial al Municipio respectivo;
cabe agregar que tampoco ha demostrado contar con arraigo familiar, ni otras
circunstancias que nos permitan tener convicción positiva sobre su fijación y
permanencia y de esta manera no poner en riesgo la actividad probatoria ni la
impartición de justicia; y,
En cuanto al procesado Henry Herrera Ortega se evidencia que no ha demos-
trado contar con domicilio fijo, ni trabajo lícito y conocido, ni arraigo familiar, ni
otras circunstancias que nos permitan tener convicción positiva sobre su fijación
y permanencia y de esta manera no poner en riesgo la actividad probatoria ni
la impartición de justicia;
Del estudio de autos se determina que por ahora existe peligro procesal.
DÉCIMO.- En conclusión, cumpliéndose con los requisitos previstos en el
numeral ciento treinta y cinco del Código Procesal Penal, y teniéndose que la
resolución materia de alzada ha sido debidamente motivada por el juez a quo,
deberá confirmarse dicho extremo apelado.
Por estos fundamentos:
CONFIRMARON el auto que en copias certificadas corre de fojas cuarenta
a cuarenta y tres, su fecha veintidós de octubre del año en curso, en el extremo
que dicta el mandato de detención contra el procesado Stiven Francisco Torres
Chavarría como presunto autor del delito contra La Administración Pública
–Corrupción de Funcionarios– cohecho pasivo propio en agravio del Estado, y
contra Henry Herrera Ortega como presunto autor del delito contra La Admi-
nistración Pública - Corrupción de Funcionarios –cohecho activo genérico– en
agravio del Estado; Notificándose y los devolvieron.

220
DETENCIÓN PREVENTIVA

047. Peligro procesal: Solo señalamiento de domicilio


no acredita suficientemente posesión de arraigo
domiciliario
Si bien es cierto no existe un peligro procesal latente, pues
se advierte que los encausados han colaborado con la inves-
tigación preliminar brindando su manifestación policial, se
concluye que este no se ha desvanecido por completo, ya que
el solo señalamiento de domicilio es insuficiente para acreditar
la posesión de un arraigo domiciliario (morar habitualmente
en un lugar), y por ende la no sustracción al proceso penal.

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA


QUINTA SALA ESPECIALIZADA EN LO PENAL PARA PROCESOS
CON REOS LIBRES

Sr. GONZALES HERRERA

Resolución Nº 629
Expediente Nº 282-10 “A”
Lima, 7 de julio del año 2010

AUTOS Y VISTOS: Interviniendo como Tribunal Unipersonal el señor


Juez Superior Gonzáles Herrera;
CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Son materia de grado las apelaciones interpuestas por los
procesados Libia Nohemí Cuesta Díaz De Traverso y Dino Antonio Traverso
Mendoza, contra el auto de apertura de instrucción obrante en copias certificadas
de fojas cuarenta y seis a cuarenta y nueve, su fecha treinta de diciembre del dos
mil nueve, en los extremos del mandato de comparecencia restringida, y de la
caución que se les ha impuesto a los referidos procesados, en el proceso penal
que se les sigue por la presunta comisión del delito contra la Libertad - Viola-
ción de Domicilio, en agravio de Verónica Musayon Rodríguez; resolución que
se les notificó el once y doce de marzo año en curso, conforme es de verse en
sus respectivas notificaciones judiciales obrantes en copias certificadas a fojas
cincuenta y cinco, y a fojas sesenta;

221
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

SEGUNDO.- La procesada Lilia Nohemí Cuesta Díaz De Traverso, funda-


menta su apelación mediante el escrito glosado en copias certificadas de fojas
uno a dos, argumentando que la afectada con los hechos materia de análisis es
ella, y que en el presente caso no se cumplen los pre[su]puestos establecidos
en el artículo ciento cuarenta y tres del Código Procesal Penal, para que se le
haya impuesto las restricciones apeladas, toda vez que no existe el más mínimo
peligro de fuga o de que vaya a perturbar la actividad probatoria;
TERCERO.- Asimismo el procesado Dino Antonio Traverso Mendoza me-
diante su escrito de apelación glosado copias certificadas de fojas cuatro a cinco,
señala que se ha debido valorar, que desde un primer momento ha colaborado
con la autoridad policial y actualmente con la autoridad judicial para el total
esclarecimiento de la imputación, la cual aduce injustamente se le está efectuando
en su contra; aunado a ello, refiere es una persona que cuenta con domicilio fijo
y conocido, y además que sus condiciones económicas no le permiten cumplir
con el pago de la caución impuesta;
CUARTO.- Que la medida de comparecencia restringida únicamente es un
mecanismo de vinculación del que se vale el proceso penal, para que el sujeto
procesado concurra a los actos procesales a los que sea requerido, asegurando de
esta forma el cumplimiento de los fines de la instrucción; además se debe tener
en cuenta que las reglas de conducta del mandato de comparecencia restringida,
constituyen formas legítimas de limitar la libertad ambulatoria de los encausados,
pues se encuentran debidamente previstas en el artículo ciento cuarenta y tres
Código Procesal Penal (articulado vigente);
QUINTO.- Siendo ello así, es pertinente valorar que los argumentos alusivos
a las conductas y responsabilidades de los procesados, deben ser merituados
dentro del desarrollo del presente proceso penal, por lo que no corresponden
ser dilucidados en la presente vía incidental; además si bien es cierto no existe
un peligro procesal latente, pues se advierte de autos que los encausados han
colaborado con la investigación preliminar brindando su manifestación policial,
se concluye que este no se ha desvanecido por completo, ya que el solo seña-
lamiento de domicilio es insuficiente para acreditar la posesión de un arraigo
domiciliario (morar habitualmente en un lugar), y por ende la no sustracción al
proceso penal;
SEXTO.- Asimismo, cabe señalar que la institución cautelar de la caución
tiene por objeto exclusivo garantizar que toda persona sometida a proceso
comparezca al llamado del juez, tanto para cumplir actos procesales como para
asegurar el cumplimiento de las obligaciones impuestas, buscando crear arraigo
del procesado a la causa, con el fin de garantizar la permanencia de este a las

222
DETENCIÓN PREVENTIVA

necesidades del juzgador hasta la consecución de los fines del proceso, ello a
través de una cantidad de dinero significativo que determine la voluntad del
sujeto a estar vinculado con el proceso, a fin de evitar la elusión del procesado
por temor de perder la caución; en ese sentido se debe tener en cuenta que los
recurrentes no han acreditado con documentación idónea, que carecen de los
recursos económicos para cumplir con el pago de la caución impuesta; por lo
tanto, no es posible concluir que efectivamente dicha institución cautelar les cause
agravio; en consecuencia no resulta atendible lo solicitado por estos; conside-
rando que los extremos de la resolución apelada se encuentran arreglados a Ley,
DECISIÓN:
Fundamentos por los cuales se CONFIRMA el auto de apertura de instruc-
ción obrante en copias certificadas de fojas cuarenta y seis a cuarenta y nueve,
su fecha treinta de diciembre del dos mil nueve, en los extremos apelados del
mandato de comparecencia restringida, y de la caución que se les ha impuesto a
los procesados Lilia Nohemí Cuesta Díaz De Traverso y Dino Antonio Traverso
Mendoza, en el proceso penal que se les sigue por la presunta comisión del delito
contra la Libertad - Violación de Domicilio, en agravio de Verónica Musayón
Rodríguez; notificándose y los devolvieron.

223
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

048. Peligro procesal: Subsistencia por señalamiento de


domicilio real inexistente
El elemento del peligro procesal (de fuga) se mantiene vigente,
puesto que si bien es cierto el agente tiene señalado un domicilio
real, sin embargo la numeración no es correcta, tal como se
anota en el atestado policial, donde señala que dicha dirección
“no existe” lo que hace presumir que existe un probable riesgo
de que se someta al proceso y con ello eluda el juzgamiento.

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA


SALA PENAL PARA PROCESOS CON REOS LIBRES DE VACACIONES

S.S. ESCOBAR ANTEZANO


CARRASCO ALARCÓN
EYZAGUIRRE GÁRATE

Resolución Nº 68
Expediente Nº 18110-2010-2
Lima, 7 de febrero de 2011

AUTOS Y VISTOS: Interviniendo como ponente la señora Juez Superior


Nancy Eyzaguirre Gárate; y conforme se deja constancia en Relatoría de fojas
ciento veintinueve;
ANTECEDENTES:
1.- Con fecha veintisiete de agosto del año dos mil diez, el señor Juez del Cua-
dragésimo segundo Juzgado Penal de Lima, resolvió abrir instrucción y
dictó mandato de detención contra el encausado Víctor Alexánder Evaristo
Zanabria por la presunta comisión del delito contra el Patrimonio - Estafa en
perjuicio de la Empresa Valcosa Ings Sociedad de Responsabilidad Limitada
(véase folios ochenta y cuatro a ochenta y nueve).
2.- Dicha resolución es apelada por el referido procesado con fecha veintiocho
de octubre del año dos mil diez, habiéndose concedido el citado recurso im-
pugnatorio mediante resolución de fecha veintinueve de octubre del mismo
año, tal como consta a fojas ciento catorce.

224
DETENCIÓN PREVENTIVA

CONSIDERANDO:
PRIMERO.- El apelante al fundamentar su recurso de fojas ciento doce a
ciento trece, sostiene que el a quo no ha realizado una debida motivación para
imponerle tan grave mediada coercitiva; pues no existe prueba alguna que lo
vincule como autor del hecho que se le imputa, asimismo manifiesta que no ha
asistido a manifestar policialmente, en razón que no ha sido notificado; además
los efectivos policiales no han efectuado constatación domiciliaria alguna; así
también refirió que carece de antecedentes policiales, judiciales y penales.
SEGUNDO.- Que, la imputación sostenida por el Representante del Mi-
nisterio Público en el caso que nos ocupa consiste en que con fecha nueve de
octubre del año dos mil nueve Claudia Vásquez Ballón, representante de la em-
presa Valcosa Ings Sociedad de Responsabilidad Limitada, recibió una llamada
telefónica de José Velarde Muñoz representante de la Empresa Grupo Velarde
Muñoz SAC, con dirección en la ciudad de Lima, quien con astucia y ardid hizo
incurrir en error a su persona, solicitando la venta de tuberías de plástico PVC
por un valor de ciento cincuenta y tres mil punto trescientos setenta y cinco
nuevos soles, pagando por dicha mercadería con un cheque bancario a nombre
de la empresa Grupo Velarde Muñoz SAC, el mismo que fue depositado a la
cuenta corriente de la agraviada en el Banco Continental, siendo la mercadería
entregada el día diez de octubre del año antes señalado, a la empresa de trans-
porte Cristo Morado EIRL, siendo el caso que el día catorce del indicado mes
la entidad bancaria informó a la empresa agraviada que el cheque girado por
José Velarde Muñoz se encontraba con “cuenta cancelada”; por lo que al perca-
tarse de la estafa, Claudia Vásquez Ballón viaja desde Cuzco hacia Lima a fin
de recuperar su mercadería, tomando conocimiento que los bienes habían sido
descargados en el inmueble ubicado en la calle cincuenta y tres, lote seis y siete
en la Urbanización El Pinar - Comas, determinando la autoridad policial que el
coprocesado Ángel Alberto Anderson Sosa, había contratado los servicios de
transporte a los hermanos Germán y Jaime Cabanillas Arroyo, a efecto de que
los bienes fueran trasladados al inmueble ubicado en la calle Menorca, Manza-
na B cinco, lote veintitrés en la Urbanización Cedros de Villa en el Distrito de
Chorrillos, siendo que la participación del apelante Víctor Alexánder Evaristo
Zanabria, reside en haber sido la persona que recibió dicha mercadería;
TERCERO.- Para establecer la medida cautelar de mandato de detención,
se requiere que se den de manera concurrente los presupuestos materiales y
formales que exige el artículo ciento treinta y cinco del Código Procesal Penal
–modificado por el artículo cuatro de la Ley número veintiocho mil setecientos
veintiséis–, los cuales son: a) suficientes elementos probatorios de la comisión

225
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

del delito que vincule al imputado como autor o partícipe del mismo; b) que la
sanción a imponerse o la suma de ellas sea superior a un año de pena privativa de
la libertad o que existan elementos probatorios sobre la habitualidad del agente,
lo cual obliga al juez a hacer una prognosis de la sanción, teniendo en cuenta
no solo la pena conminada, sino otros elementos como la gravedad de la lesión
causada, la condición del imputado, su grado de participación, entre otros, y
c) que por la naturaleza y circunstancias pueda presumirse que el imputado va
a rehuir el juzgamiento o va a perturbar la acción probatoria; toda vez que esta
medida obedece a una situación procesal de excepcionalidad, provisionalidad
y razonabilidad carcelaria, a efectos de alcanzar el normal curso y fin último
del proceso(1).
CUARTO.- De la revisión de los actuados y bajo los argumentos normativos
antes esgrimidos, se advierte que en relación al primer supuesto (suficiencia
probatoria) este aún se mantiene vigente, pues existen elementos indiciarios
que vinculan al procesado con el delito sub examine, tales como la declaración
policial de Jaime Cabanillas Arroyo de fojas treinta y seis, quien manifestó que
fue el procesado la persona que recepcionó la mercadería en una cochera ubi-
cada en la calle Menorca, Manzana B cinco, lote veintitrés en la Urbanización
Cedros de Villa en el Distrito de Chorrillos; versión que se corrobora con la
manifestación preliminar de Ana María Fernanda Lorenza Alba del Prado, que
obra a fojas cincuenta y seis, donde refirió que el día doce de octubre del año
dos mil nueve, facilitó la cochera de su vivienda ubicada en la calle Menorca,
Manzana B cinco, lote veintitrés en la Urbanización Cedros de Villa en el Dis-
trito de Chorrillos, a su yerno Alexánder Evaristo Zanabria, quien le solicitó
su garaje sin mencionarle con que finalidad lo requería; observando que en el
frontis de su vivienda se estacionó un vehículo tipo camión el cual transporta-
ba tubos de plástico; elementos de vinculación que se refuerzan con el acta de
entrevista efectuada a Antonio Peralta Inga que obra a fojas cincuenta y nueve,
donde señaló que el día de los hechos ingresaron dos camiones, al predio de la
señora Ana María Alba del Prado, lugar donde descargaron tubos de plástico,
mercadería que fue nuevamente transportada en un camión marca “volvo” des-
conociendo su destino;
QUINTO.- Asimismo en cuanto al segundo supuesto, el delito incriminado
se encuentra sancionado en el artículo ciento noventa y seis del Código penal,
que reprime la conducta de quien de manera dolosa procura para sí o para otro
un provecho ilícito en perjuicio de tercero, induciendo o manteniéndolo en error

(1) Vide SÁNCHEZ VELARDE. Manual de Derecho Procesal Penal. Lima, Idemsa, 2004, p. 755.

226
DETENCIÓN PREVENTIVA

mediante engaño, astucia, ardid u otra forma fraudulenta; con una pena privativa
de libertad no menor de uno ni mayor de seis años, imposición penal que quedará
a valoración del juzgador; empero para efectos de una prognosis de la pena a
imponérsele, de ser acreditada su responsabilidad, es de considerar –sin que
esto constituya un adelantamiento de juicio– conforme al grado de su supuesta
participación y vulneración del bien jurídico tutelado, que esta será superior a
un año de pena privativa de libertad;
SEXTO.- Finalmente en cuanto al tercer supuesto, relacionado con el peligro
procesal, este elemento aún se mantiene vigente puesto que si bien es cierto el
apelante tiene señalado como domicilio real, conforme se aprecia de su ficha de
datos de fojas noventa y uno, en el jirón Alcanfores número trescientos sesenta y
dos guión Vitarte guión Ate, sin embargo la numeración no es correcta, tal como
se anota en el punto diez del atestado policial de fojas ocho, donde señala que
dicha dirección “no existe” lo que hace presumir que existe un probable riesgo
de que se someta al proceso y con ello eluda el juzgamiento; tanto más si del
escrito de apelación del recurrente de fojas ciento doce se observa que no ha
acompañado documento alguno que de modo real y objetivo acredite que cuenta
con domicilio y trabajo conocido, así como una familia que le genere arraigo.
Por lo que, en resguardo de la consecución del normal curso y fin último del
proceso y en mérito a la concurrencia de los tres requisitos establecidos, es de
conservar la medida cautelar dictada. Consideraciones por los cuales;
FALLO:
CONFIRMARON el auto de fecha veintisiete de agosto del dos mil diez,
de fojas ochenta y cuatro a ochenta y nueve, en el extremo que dictó mandato
de detención contra el encausado Víctor Alexánder Evaristo Zanabria por la
presunta comisión del delito contra el Patrimonio - Estafa en perjuicio de la
Empresa Valcosa Ings Sociedad de Responsabilidad Limitada; con lo demás
que contiene; notifícándose y los devolvieron.

227
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

049. Peligro procesal: Configuración por advertirse más de


una dirección domiciliaria en documentación
Respecto al peligro procesal se tiene que de algunas instru-
mentales ofrecidas por el agente, se desprende que tendría
una determinada dirección domiciliaria, la que sin embargo
no coincide con la dirección consignada en el certificado domi-
ciliario y del recibo por consumo de agua potable adjuntados
en otro escrito, siendo que esta circunstancia advertida genera
incertidumbre sobre su residencia habitual, más aún si no ha
demostrado con documento público poseer el arraigo.

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA


TERCERA SALA PENAL PARA PROCESOS CON REOS EN CÁRCEL

S.S. PADILLA ROJAS


PEÑA FARFÁN
CHAMORRO GARCÍA

Resolución Nº 1110
Expediente Nº 6779-2010-4
Lima, 21 de diciembre de 2010

AUTOS Y VISTOS; Interviniendo como Ponente la doctora Juez Superior


Chamorro García; con constancia de Relatoría que antecede; en el cuaderno de
apelación interpuesto por el procesado Remigio Ayala Ramírez contra la reso-
lución de fecha veinte de agosto de los corrientes obrante de fojas veintitrés a
veintiséis, que declara Improcedente su solicitud de Libertad Provisional, en la
instrucción que se le sigue por delito Contra la Salud Pública - Tráfico Ilícito de
insumos químicos en su modalidad de transporte sin contar con las autorizacio-
nes respectivas, en agravio del Estado; y de conformidad con lo opinado por la
señora Fiscal Superior en su dictamen de fojas cuatrocientos ochenta y tres; y,
ATENDIENDO
PRIMERO.- A que, el procesado Remigio Ayala Ramírez en su recurso
impugnatorio de folios treinta, alega que no ha cometido delito alguno, que tiene
trabajo fijo y conocido, que no registra antecedentes penales ni judiciales ni
policiales, y que tiene domicilio fijo y conocido.

228
DETENCIÓN PREVENTIVA

SEGUNDO.- Que, el artículo ciento ochenta y dos del Código Procesal


Penal, establece que “El procesado que se encuentra cumpliendo detención po-
drá solicitar libertad provisional, cuando nuevos elementos de juicio permitan
razonablemente prever copulativamente que: 1) La pena privativa de libertad
a imponérsele no será mayor de cuatro años, o que el inculpado esté sufriendo
una detención mayor a las dos terceras partes de la pena solicitada por el Fiscal
en su acusación escrita. 2) Se haya desvanecido la probabilidad de que el pro-
cesado eluda la acción de la justicia o perturbe la actividad probatoria. 3) Que
el procesado cumpla con la caución fijada o, en su caso, el insolvente ofrezca
fianza personal”.
TERCERO.- A que, revisados los autos se aprecia que se han diligenciado
las declaraciones instructivas de todos los encausados, siendo que los inculpados
Remigio Ayala Ramírez (véase a folios trescientos cuarentitrés y trescientos
noventiocho), César Cruz Pariño (véase a folios trescientos cuarentiséis y tres-
cientos cincuentiséis), Jhonny Guillén Taipe (véase a folios trescientos cuaren-
tiocho y trescientos noventicuatro), y Williams Talaverano Núñez (véase a folios
trescientos cincuentiuno y cuatrocientos veinte) alegan ser inocentes, mientras
que el procesado Pelayo Manyahuilca Flores o Pelayo Flores Manyahuilca
(véase a folios cuatrocientos quince) se considera responsable, sin embargo
refiere haber desconocido que transportaba insumos químicos ya que el “gordo
[J]uan” le dijo que eran insumos para limpiar los waters y piscinas. Con respecto
a lo precitado, cabe precisar que los procesados incluido el solicitante sostienen
versiones exculpatorias, empero, debemos precisar que dichas declaraciones no
pueden ser tomadas a favor del procesado Remigio Ayala Ramírez sino a favor
de cada declarante, extremo que ciertamente no podemos todavía evaluar al
conocer este incidente, sino al expedirse el pronunciamiento de fondo una vez
finalizado el proceso penal.
CUARTO.- Sin embargo, no obstante lo mencionado en el acápite anterior
se aprecian la existencia nuevos actos de investigación emergidos ulteriormente a
la calificación y correspondiente apertura del proceso penal, cuyo análisis resulta
impostergable, siendo los siguientes: A) Testimoniales de Irene León Cruz Pariño
y Bibiana Aurelia Cilio Tejada (ver a fojas cuatrocientos dos y cuatrocientos
cuatro), quienes solicitan la devolución de su camión de placa de rodaje WGN
novecientos dieciocho; B) Parte Pericial número cincuenta y seis-dos mil diez-
DIRCRI-DIVIDCRI-DEPIF (ver a fojas cuatrocientos treintiséis), donde se
señala que se ha logrado diseñar mediante el Sistema COMPHOTO-FIT el retrato
hablado de las personas conocidas como “gordo”, “chato” y “[R]oberto”; C) Dicta-
men Pericial de Química Forense número mil quinientos sesenticuatro/diez (ver
a fojas cuatrocientos cuarenta), donde los peritos que la suscriben certifican que
los encausados arrojaron NEGATIVO en los exámenes de Análisis Toxicológico

229
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

y Sarro Ungueal; D) Dictamen Pericial de Insumos Químicos número cuarenta


y ocho-dos mil diez (ver a fojas cuatrocientos cuarenta y uno), donde los peritos
que la suscriben concluyen “El contenido de las muestras analizadas (79 bidones),
corresponden a ácido clorhídrico con una densidad de 1,16 gr/l y concentración
de 32,14%”; E) Acta de Constatación y verificación de inmueble (ver a fojas
cuatrocientos cuarenta y tres), desprendiéndose que el día de la diligencia con
presencia del representante del Ministerio Público (veintidós de febrero de los
corrientes) se procedió a tocar la puerta del inmueble del solicitante Remigio
Ayala Ramírez sin obtener respuesta alguna (cerrado), y entrevistándose a la
persona de Zumilda Salinas Riveros refirió que hace diez no hay nadie en dicho
inmueble y que el solicitante vive en dicho lugar; F) Diligencia de confrontación
entre el procesado César Cruz Pariño y su coprocesado Pelayo Manyahuilca
Flores o Pelayo Flores Manyahuilca (ver a fojas cuatrocientos cuarenta y seis),
donde el último mencionado señaló que conjuntamente con su coprocesado Tala-
verano y los dueños de la cochera, aprovecharon el descuido de su coprocesado
César Cruz Pariño para subir al camión los bidones con los insumos y el guano
que estaban dentro de la cochera, agregó, que está arrepentido por haber invo-
lucrado al señor Cruz Paríño y al señor Guillén; G) Diligencia de confrontación
entre el procesado César Cruz Pariño y su coprocesado Jhonny Guillén Taipe
(ver a fojas cuatrocientos sesentidos), donde el último mencionado señaló que
el propietario de la carga es el señor Pelayo Flores, quien le mencionó que era
guano, y eso fue lo que le dijo a su confrontado César Cruz Pariño; H) Decla-
ración Testimonial de Cruz Ermitaño Jonathan César (ver a fojas cuatrocientos
cuarenta y ocho), donde alegó que a su padre (procesado César Cruz Pariño) y a
él les dijeron que la carga era guano; I) Declaración Testimonial de los efectivos
policiales Eliu Manuari Panduro, Julio Héctor Acevedo Palacios, Franz Joseph
Romero Navarro, Gustavo Virgilio Quispe García, Armando Alarcón Sirlopu,
y Joel Saturnino Chávez Sobrado (ver a fojas cuatrocientos cincuentiuno y
siguientes), donde refieren haber intervenido en las afueras de la cochera a los
ocupantes de un automóvil entre ellos el solicitante, y dentro de la cochera al
realizar el registro en el camión hallaron debajo de los sacos de guano orgáni-
co varios bidones conteniendo ácido clorhídrico, llamando inmediatamente al
representante del Ministerio Público.
QUINTO.- Como se aprecia, los nuevos actos de juicio no debilitan la su-
ficiencia probatoria que vincula al procesado Remigio Ayala Ramírez con los
cargos que se le atribuye; y atendiendo que se le imputa haber perpetrado el delito
Contra la Salud Pública - Tráfico Ilícito de insumos químicos en su modalidad
de transporte sin contar con las autorizaciones respectivas, en agravio del Esta-
do, previsto y tipificado en el artículo doscientos noventa y seis B del Código
Penal que establece una pena abstracta no menor de cinco mayor de diez años

230
DETENCIÓN PREVENTIVA

de pena privativa de la libertad; este colegiado establece por ahora, que en caso
de emitirse un fallo condenatorio contra el solicitante Remigio Ayala Ramírez,
este sería superior a cuatro años de privación de la libertad.
SEXTO.- A que, respecto al peligro procesal se tiene que de las instru-
mentales ofrecidas por el solicitante Remigio Ayala Ramírez, tales como los
certificados de fojas cuatro y trescientos ochentiuno, las constancias de folios
once y doce, y su ficha de Reniec a folios doscientos diez, se desprende que
su dirección domiciliaria es en el “Jirón Tarapacá trescientos sesenta distrito y
provincia de Huanta departamento de Ayacucho”, sin embargo, del Certificado
Domiciliario de folios cuatrocientos setenta y cinco y del recibo por consumo
de agua potable que adjuntó en su escrito ingresado a esta instancia el dos
de noviembre último, se aprecia que registra como dirección en la “manzana
G-dieciséis lote veinticinco Bocanegra-Callao”, siendo que esta circunstancia
advertida genera incertidumbne sobre su residencia habitual, más aún si no ha
demostrado con documento público poseer dicho arraigo, y además que en la
diligencia de Constatación y Verificación de su inmueble situado en Ayacucho
la persona de Zumilda Salinas Riveros manifestó que hace diez no hay nadie en
dicho inmueble; de otro lado en cuanto a su situación laboral, únicamente obra
la constancia de folios once expedida por la Empresa de Transporte Interprovin-
cial “PARMA” SRL, sin embargo en dicho instrumento no se aprecia el RUC
de la persona que la emite, circunstancia que le resta contundencia probatoria,
en tal sentido no ha demostrado que en la fecha que ocurrieron los hechos se
haya dedicado a una actividad lícita y conocida; en consecuencia este Colegiado
determina, que no se ha desvanecido la probabilidad que el procesado Remigio
Ayala Ramírez eluda el accionar de la justicia y de la actividad probatoria, porque
subsiste aún el peligro procesal.
SÉPTIMO.- A que, por lo expuesto no cumpliéndose copulativamente con
los presupuestos sine qua non previstos en el numeral ciento ochenta y dos del
Código Procesal Penal, y teniéndose que la resolución materia de alzada ha sido
debidamente motivada por el a quo, deberá confirmarse la apelada.
Por estos fundamentos:
CONFIRMARON la resolución su fecha veinte de agosto del año en curso,
que obra de fojas veintitrés a veintiséis, que declara Improcedente la solicitud
de Libertad Provisional solicitado por el procesado Remigio Ayala Ramírez en
el proceso que se le sigue por la presunta comisión del delito Contra la Salud
Pública - Tráfico Ilícito de insumos químicos en su modalidad de transporte sin
contar con las autorizaciones respectivas, en agravio del Estado; Notificándose
y los devolvieron.

231
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

050. P
eligro procesal: Invalidez de certificado de conducta
que señala domicilio conocido
En cuanto al riesgo o peligro procesal, si bien el agente presentó
certificados de conducta, donde señala tener domicilio conoci-
do, rubricada por autoridades y miembros de su comunidad, en
el presente caso carece de validez, toda vez que la Ley Nº 28882
establece que para trámites judiciales se seguirá requiriendo
que el certificado domiciliario sea expedido por una notaría,
un juzgado de paz o un municipio.

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA


TERCERA SALA PENAL PARA PROCESOS CON REOS EN CÁRCEL

S.S. SALINAS SICCHA


MEZA WALDE
ZAPATA CARBAJAL

Resolución Nº 1081
Expediente Nº 30136-2010
Lima, 26 de noviembre de 2010

AUTOS Y VISTOS: con la constancia de Relatoría, interviniendo como


Juez Superior el Doctor Zapata Carbajal; y ATENDIENDO: PRIMERO.- Que,
es materia de grado, la Apelación al Auto de Apertura de Instrucción en el ex-
tremo que decreta la medida coercitiva personal de Detención contra los proce-
sados Yuri Infante Soto y Bárbara Zenobia Atao López, en el presente cuaderno
incidental; SEGUNDO.- Que, para los efectos de dictarse la medida coercitiva
personal de detención, a que se refiere el artículo ciento treinta y cinco del Có-
digo Procesal Penal, modificado por el artículo cuarto de la Ley veintiocho mil
setecientos veintiséis, publicado el nueve de Mayo del año dos mil seis, es ne-
cesario que se den copulativamente los tres requisitos señalados; esto es: Sufi-
ciencia Probatoria para vincular a los imputados con la comisión del delito
–fumus boni iuris–; Prognosis de Pena superior al año de pena privativa de la
libertad; y, Riesgo Procesal tanto respecto a la sujeción al proceso por parte de
los imputados periculum in mora, como a la perturbación de la acción probatoria;
TERCERO.- Que, el Tribunal Constitucional como máximo intérprete de la

232
DETENCIÓN PREVENTIVA

Constitución señala sobre la detención preventiva que “(...) si bien la detención


judicial preventiva constituye una medida que limita la libertad física, por sí
misma, esta no es inconstitucional; sin embargo, por el hecho de tratarse de
una medida que restringe la libertad locomotora, dictada pese a que no existe
sentencia condenatoria firme, al procesado le asiste el derecho a que se presuma
su inocencia; cualquier restricción de ella siempre debe considerarse en última
ratio a la que el juzgador debe apelar, esto es, susceptible de dictarse solo en
circunstancias verdaderamente excepcionales y no como regla general”(1);
CUARTO.- Que, asimismo, es de señalar que el único elemento que tiene la A
quo para verificar la notitia criminis puesto en su conocimiento son los actuados
policiales, que reúnen los primeros elementos, que van a determinar la medida
cautelar a imponerse en el proceso; QUINTO.- Que, del contexto de la prueba
acopiada a la fecha y que se tiene a la vista, se desprende que la imputación
recaída contra los procesados Yuri Infante Soto y Bárbara Zenobia Atao López,
que con fecha veintiocho de setiembre del presente año, siendo las veintitrés
horas con treinta minutos, personal policial de la Dirección de Antidrogas se
encontraba realizando un operativo para la prevención de interdicción de TID
en la garita de control de Pucusana, ubicada a la altura del kilómetro cincuenta
y siete de la carretera Panamericana Sur, cuando intervinieron al ómnibus de la
Empresa de Transportes “Divino Señor S.A.C” con placa de rodaje WG- ocho
mil ciento ochenta y uno, conducido por Noé Francisco Gonzáles Parihuamán,
el mismo que se dirigía de la ciudad de Lima a Ayacucho, hallándose en la bo-
dega una bolsa de polietileno color rojo, blanco, negro y plomo, dentro del cual
se encontraron nueve envases de plástico tipo galonera color negro con tapa
rosca de color rojo, con capacidad para dos litros conteniendo Ácido Muriático,
de los cuales tres de la marca “Erquimol” cinco unidades de la marca Ipsa y una
unidad de la marca Veraclin, los mismos que pertenecían a la procesada Bárbara
Zenobia Atao López, quien ocupaba el asiento número cincuenta constatando
en dicho asiento el hallazgo de una bolsa de polietileno de color rojo con fondo
azul con el logo de “Mike Mouse” en cuyo interior se encontró seis envases tipo
galonera, color negro con tapa color rojo, con capacidad para dos litros, donde
se le encontró Ácido Muriático, tres envases con logotipo Ácido Muriático,
marca Ipsa y tres envases presentaban la inscripción de Ácido Muriático, marca
Erquimol; asimismo se registro el asiento número cincuenta y cinco, el cual era
ocupado por el procesado Yuri Infante Soto, se halló un maletín color verde en
cuyo interior se encontró catorce envases tipo galonera color negro con tapa

(1) Exp. Nº 1091-2002 -HC/TC, Fundamento 7. Accionante: Vicente Ignacio Silva Checa.

233
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

rosca color rojo, con capacidad para dos litros, de los cuales diez envases tienen
el logotipo de Ácido Muriático, marca Ipsa y cuatro envases presentaban la
inscripción de Ácido Muriático marca Erquimol, y de igual manera en el asiento
número cincuenta y seis ocupado por la persona de Lurgio Romani Crisóstomo
se halló un maletín color negro en cuyo interior se encontró trece envases tipo
galonera color negro con tapa rosa color rojo con capacidad para dos litros, de
los cuales diez envases tenían el logotipo de Acido Muriático marca Ipsa, dos
envases presentaba la marca Erquimol, y un envase la marca Veraclin, terminado
el registro se pudo incautar un total dos maletines y dos bolsas de polietileno
conteniendo cuarenta y dos envases tipo galonera de [c]olor negro con logos de
ácido muriático que se encuentran sujetos a la Ley Número veintiocho mil
trescientos cinco y normas legales que regulan el Control de Insumos Químicos
y Productos Fiscalizados; SEXTO.- Que, siendo así resulta necesario verificar
si los requisitos establecidos en el artículo ciento treinta y cinco del Código
Procesal Penal se cumplen en el presente caso, teniéndose que en cuanto a la
suficiencia probatoria, debe señalarse que contra los procesados Bárbara Zenobia
Atao López y Yuri Infantes Soto, se tiene: a) manifestación de Lurgio Romani
Crisóstomo –véase a fojas veinticuatro a veintisiete– quien refiere que trabaja
como ayudante de albañilería desde los trece años de edad, percibiendo la suma
de dieciséis nuevos soles diarios, que a la procesada Bárbara Zenobia Atao
López, la conoce por que tiene un negocio de verduras en el local de Chalhua-
mayo Bajo, quien en una oportunidad le comentó que tenía problemas familiares
por lo que le propuso ir a buscar trabajo a la ciudad de Lima, lo que buscaron
por inmediaciones de la agencia Molina, que al no encontrar trabajo, por su
iniciativa decide comprar los envases de ácido muriático en distintos puestos y
ferreterías en el Mercado Ceres, con respecto al procesado Yuri Infante Soto, lo
conoce por que su padre es maestro de obras quien en varias oportunidades lo
ha contratado para trabajar como albañil en la localidad de Chalhuamayo, quien
tiene conocimiento que ese día de los hechos transportaba ácido muriático para
repontenciar baterías; que pagó el pasaje a la procesada Atao López y el proce-
sado Yuri Infante Soto pago su pasaje; b) la manifestación del procesado Yuri
Infantes Soto –véase a fojas veintiocho a treinta y tres– señala que a su copro-
cesado Lurgio Romani Crisóstomo lo conoce como “Juliño”, es así que el día
lunes este le llamó por teléfono a su celular número noventa y seis sesenta y tres
noventa y dos ciento ocho (966392108) aproximadamente a las diez de la ma-
ñana, quien le dijo para viajar a Lima para cargar verduras en la Parada, donde
le iba a pagar cincuenta nuevos soles, aceptando y quedaron en encontrarse en
la Agencia “Expreso” donde este le entregó un pasaje y le dijo que él viajaba
en otra Empresa, cuando llegó a Lima a las ocho de la mañana este lo recogió

234
DETENCIÓN PREVENTIVA

de la agencia lo llevó a tomar desayuno después fueron a otros lugares que no


conocían y al medio día lo llevó a la Agencia Divino señor donde le dijo que lo
esperara, retornando a las seis de la tarde, que al reclamarle este le manifestó
que se había quedado conversando con unos amigos, luego de una media hora
le entregó una maleta de color verde indicándole que lo ayude a subir al carro
y lo guarde en los asientos, pero como un policía estaba revisando los boletos,
le dijo que espera un rato, por lo que tomó las maletas retirándose ambos para
abordar un vehículo grande, en cuyo interior habían cuatro personas entre ellas
la señora que se encuentra detenida (Bárbara Zenobia Atao López) en el camino
se bajaron dos personas, quedándose sus coprocesados y el taxista, llegando a
otra agenda donde el ómnibus estaba por salir. Siendo su coimputado Lurgio
Romani (a) “Juliño”, quien le indicó que subiera rápido con la maleta color
verde y ocupó el asiento del fondo, que por el peso que tenía la maleta le pre-
guntó que había, éste le respondió que era ácido para baños y que lo iban a
vender en la ferretería, que cuando se encontraba en el último asiento fue inter-
venido por la policía, por que al abrir los maletines dijeron que contenía cosas
prohibidas; c) Acta de Registro Vehicular e Insumos Químicos –véase a fojas
treinta y cinco a treinta y ocho– en presencia del representante del Ministerio
Público donde se detalla el hallazgo en la bodega [de] una bolsa de polietileno
color rojo, blanco, negro y plomo, dentro del cual se encontraron nueve envases
de plástico tipo galonera color negro con tapa rosca de color rojo, con capacidad
para dos litros donde conteniendo Ácido Muriático, de los cuales tres eran de
la marca “Erquimol” cinco unidades de la marca Ipsa y una unidad de la marca
Veraclin, los mismos que pertenecían a la procesada Bárbara Zenobia Atao
López, quien ocupaba el asiento número cincuenta y cinco constatando en dicho
asiento el hallazgo de una bolsa de polietileno de color rojo con fondo azul con
el logo de “Mike Mouse” en cuyo interior se encontró seis envases tipo galonera,
color negro con tapa color rojo, con capacidad para dos litros, donde se le en-
contró Ácido Muriático, tres envases con logotipo Ácido Muriático, marca Ipsa
y tres envases presentaban la inscripción de Ácido Muriático, marca Erquimol.
En el registro el asiento número cincuenta, el cual era ocupado por el procesado
Yuri Infante Soto, se halló en su poder un maletín color verde en cuyo interior
se hallo catorce envases tipo galonera color negro con tapa rosca color rojo, con
capacidad para dos litros, de los cuales diez envases tienen el logotipo de Ácido
Muriático, marca IPSA y cuatro envases presentaban la inscripción de Ácido
Muriático marca Erquimol en dicha acta se encuentra las firmas y huella digital
de los recurrentes; d) Acta de Reconocimiento de Equipaje –véase a fojas treinta
y nueve a cuarenta– donde los procesados Zenobia Bárbara Atao López y Yuri
Infante Soto, reconocen sus equipajes por los cuales se hallaron los insumos

235
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

químicos fiscalizados ácido muriático; e) Acta de Registro Personal efectuada


a la procesada Bárbara Zenobia Atao López –véase a fojas cuarenta y uno– a
quien se le encuentra un celular marca Motorola, color negro con batería, un
chip número de serie ochenta y nueve quinientos once con su respectivo cargador,
moneda nacional un billete de veinte nuevos soles, dos billetes de diez nuevos
soles, tres monedas de cinco soles una moneda de dos y una de un nuevo sol
rrespectivamente; f) Acta de Registro Personal efectuado al procesado Yuri
Infante Soto –véase a fojas cuarenta y dos– a quien se le encontró en su poder
moneda nacional, dos billetes de cien nuevos soles, un billete de veinte nuevos
soles, un billete de diez nuevos soles una moneda de diez nuevos soles y ocho
monedas de un nuevo sol, para equipo de comunicación un celular marca Sony
Ericson, color negro con su respectiva batería, chick; g) Acta de Lacrado de los
Productos Químicos Fiscalizados –véase a fojas cuarenta y siete– la misma que
se realizo con la presencia de la representante del Ministerio Público; h) Acta
de Lectura de Memoria del Teléfono Celular número noventa y seis sesenta y
tres noventa y dos ciento ocho (966392108) marca Sony Ericson de propiedad
del intervenido Yuri Infante Soto, obrante a fojas cuarenta y ocho; i) Resultado
Preliminar de Análisis Químico –véase a fojas cincuenta y siete a cincuenta y
ocho– Resultado. Peso bruto noventa y uno punto nueve kilogramos de Ácido
Clorhídrico; j) hoja de registro de pasajeros de la Empresa Turismo Divino Señor
S.A.C. –véase a fojas sesenta y dos– del día veintiocho de setiembre del dos mil
diez, donde no aparecen registrados como pasajeros los procesados recurrentes;
k) Pasajes de la Empresa Turismo Divino Señor S.A.C. con destino a la ciudad
de Ayacucho a nombre de los procesados Zenobia Abtao López y Yuri Infante
Soto –véase a fojas sesenta y cuatro a sesenta y cinco–; SÉTIMO.- Que, de las
investigaciones preliminares el Colegiado advierte que existe sufiecientes ele-
mentos probatorios de la comisión de un delito que vinculan a los imputados,
que haciéndose una prognosis de la pena en el supuesto de hallarse responsabi-
lidad en los procesados sería superior a un año de pena privativa de la libertad;
OCTAVO.- Que en cuanto al riesgo o peligro procesal, debe señalarse que la
procesada Bárbara Zenobia Atao López, si bien ha presentado certificados de
conducta, donde señala tener domicilio conocido, rubricada por las autoridades
de la Comunidad Chalhuamayo Jurisdicción del Distrito del Tambo, Provincia
La Mar - Ayacucho, así como de algunos miembros de su comunidad –véase a
fojas setenta y tres a setenta y siete– la misma que en el presente caso carecería
de validez, toda vez que la Ley Veintiocho mil ochocientos ochenta y dos, es-
tablece que para trámites judiciales se seguirá requiriendo que el certificado
domiciliario sea expedido por una notaría, un juzgado de paz o un municipio,

236
DETENCIÓN PREVENTIVA

respecto al procesado Yuri Infante Soto, no ha presentado documentariamente


tener domicilio, ni trabajo lícito conocido, por lo cual en ambos casos no se
encuentra acreditada el arraigo domiciliario y laboral de los recurrentes, subsis-
tiendo el peligro procesal por la gravedad del delito por el cual se les viene
instruyendo; razones por las cuales que a criterio de este Superior Colegiado se
han dado copulativamente los requisitos establecidos en el artículo ciento treinta
y cinco del Código Procesal Penal; fundamentos por los cuales: CONFIRMA-
RON: la resolución apelada que en copias certificadas obra de fojas noventa y
cuatro a cien, su fecha trece de octubre del dos mil diez, en el extremo que dicta
mandato de detención en contra de los procesados Yuri Infante Soto y Bárbara
Zenobia Atao López como presuntos autores del delito contra la Salud Pública
–Tráfico Ilícito de Drogas– Tráfico Ilícito de Insumos Químicos en su forma
agravada, en agravio del Estado; Notificándose y los devolvieron.

237
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

051. Peligro procesal: Invalidez de declaración jurada de


domicilio
Existe peligro procesal que pueda evadir la acción de la justi-
cia y perturbar la actividad probatoria, toda vez que si bien el
agente ha presentado una declaración jurada de domicilio, ella
en el presente caso carecería de validez, toda vez que la Ley
Nº 28882 establece que para los trámites judiciales se seguirá
requiriendo que el certificado domiciliario sea expedido por
una notaría, un juzgado de paz o un municipio.

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA


TERCERA SALA PENAL PARA PROCESOS CON REOS EN CÁRCEL

S.S. SALINAS SICCHA


MEZA WALDE
ZAPATA CARBAJAL

Resolución Nº 1086
Expediente Nº 29234-2010
Lima, 10 de diciembre de 2010

AUTOS Y VISTOS: con la constancia de Relatoría, interviniendo como


Juez Superior el Doctor Zapata Carbajal; y, ATENDIENDO: PRIMERO.- Que,
para los efectos de dictarse la medida coercitiva personal de detención, a que se
refiere el artículo ciento treinta y cinco del Código Procesal Penal, modificado
por el artículo cuarto de la Ley, veintiocho mil setecientos veintiséis, publicado
el nueve de Mayo del año dos mil seis, es necesario que se den copulativamente
los tres requisitos señalados; esto es: Suficiencia Probatoria para vincular al
imputado con la comisión del delito –fumus boní iuris–; Prognosis de Pena
superior al año de pena privativa de la libertad; y, Riesgo Procesal tanto respecto
a la sujeción al proceso por parte del imputado periculum in mora, como a la
perturbación de la acción probatoria; SEGUNDO.- Que, el Tribunal Constitu-
cional como máximo intérprete de la Constitución señala sobre la detención
preventiva que “(...) si bien la detención judicial preventiva constituye una
medida que limita la libertad física, por sí misma, esta no es inconstitucional;
sin embargo, por el hecho de tratarse de una medida que restringe la libertad

238
DETENCIÓN PREVENTIVA

locomotora, dictada pese a que no existe sentencia condenatoria firme, al pro-


cesado le asiste el derecho a que se presuma su inocencia; cualquier restricción
de ella siempre debe considerarse en última ratio a la que el juzgador debe apelar,
esto es, susceptible de dictarse solo en circunstancias verdaderamente excep-
cionales y no como regla general”(1); TERCERO.- Que, asimismo, es de señalar
que el único elemento que tiene la a quo para verificar la notitia criminis puesto
en su conocimiento son los actuados policiales, que reúnen los primeros ele-
mentos, que van a determinar la medida cautelar a imponerse en el proceso;
CUARTO.- Fluye del atestado policial, que con fecha treinta de setiembre del
dos mil diez, a las cinco horas aproximadamente, en circunstancias que el testigo
Richard Henry Bautista Quiñónez, descansaba en su domicilio situado en el
pasaje San Lorenzo número doscientos setenta y dos, departamento número cero
uno, en la Victoria, escucha la rotura de un vidrio, procediendo acercarse a la
ventana en donde, observa que la puerta del departamento número dos, donde
domicilia la agraviada Lizet Verónica López Castro, se encontraba abierta, y
que en su interior se hallaba el inculpado Ángel Eduardo Ibazeta Guerra, mientras
que el imputado apelante Óscar Edmundo Vizcarra Mocca, se encontraba en la
puerta del mismo con la bicicleta de propiedad de la agraviada, motivo por el
cual, procede a comunicar al personal policial del sector, quienes se apersonaron
en instantes que el citado encausado Vizcarra Macca se daba a la fuga, hallándose
en la entrada del Callejón situado en la cuadra seis del Jirón Mendoza, la bici-
cleta, un tablero de mesa y dos sillas de madera de propiedad de la agraviada
en poder del imputado Ibazeta Guerra, procediéndose a su intervención, recu-
perándose los bienes sustraídos; QUINTO.- Que, de la revisión del cuaderno
incidental se aprecia la manifestación policial de Richard Henry Bautista Qui-
ñónez, narra que ese día cuando descansaba en su dormitorio, a las cinco de la
mañana escuchó la rotura de un vidrio por lo que se asomó a la ventana y vio
la puerta abierta de su vecina del departamento número dos, escuchó bulla y vio
al sujeto intervenido de casaca blanca quien dijo llamarse Ángel Ibazeta, el
mismo que se encontraba en el interior de dicho inmueble y el otro intervenido
identificado como Óscar Vizcarra, se encontraba fuera del departamento signado
con el número dos, con la bicicleta de su vecina, por lo que llamó al ciento cinco,
quienes llegaron encontrando al precitado citado y lo subieron a una camioneta
policial, luego se constituyeron al Jirón Mendoza cuadra seis encontrando en la
entrada de un callejón la bicicleta el tablero de una mesa y dos sillas de madera
en poder del procesado Óscar Vizcarra; con la manifestación de Lizet Verónica

(1) Exp. Nº 1091-2002 -HC/TC, Fundamento 7. Accionante: Vicente Ignacio Silva.

239
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

López Castro –véase a fojas doce a trece– refiere que el día de los hechos siendo
las ocho y cuarenta de la mañana, su vecino Richard se apersonó a su restaurante
a comunicarle que habían robado su casa y capturaron a dos sujetos que los
sorprendieron cargando sus pertenencias, para lo cual se dirigió a su casa ubicada
en el pasaje San Lorenzo y se dio con la sorpresa que la puerta de ingreso a su
casa se encontraba fracturada y violentada la chapa advirtiendo que habían ro-
bado sus dos televisores de veinte pulgadas (marcas Daewoo y Samsung), una
olla arrocera, un hervidor eléctrico, una bicicleta marca Honda de color rojo,
una plancha marca Crown, parte de las sillas y mesa del juego de comedor, una
refrigeradora marca Mabe, un balón de gas, una laptop, unos parlantes para uso
de USB, tres relojes marca Esika y tres mil ochocientos dólares americanos, que
los había dejado en su velador dentro un sobre de carta que era destinado para
el pago de la planilla de la Empresa Market House del cual su hermano Marcelino
Antonio López Castro es dueño de dicha Empresa, siendo ésta la encargada de
pagar planillas, por lo que se dirigió a la Comisaría para efectuar la denuncia
correspondiente frente al cargo incriminatorio al recurrente Vizcarra Macca –
véase a fojas catorce a dieciséis– acepta los hechos imputados en su contra,
señalando que fue intervenido conjuntamente con su coprocesado Ángel Eduardo
Ibazeta Guerra, que realiza estos hurtos desde el año pasado habiéndolo realizado
en varias oportunidades, siendo su coprocesado Ibazeta Guerra (a) “Negro No-
che” de la idea para realizar dicho trabajo el mismo que lo realizaron conjunta-
mente con César Augusto (a) “Gallo” y Martín (a) “Balas, señalando textual-
mente: “... la puerta del domicilio estaba abierto, yo ingreso al inmueble me
dirijo de frente al dormitorio al ver el televisor marca Daewoo lo sustrajo y lo
lleva a Rodríguez de Mendoza encargándolo a Jonathan conocido como ‘Chin-
cha’, no vio que hurtaron sus amigos, en el segundo viaje cargaron la cocina,
dos sillas, el tablero de mesa, con el ‘Negro Noche’ y ‘Gallo’ y cuando ingresaban
a un callejón de Rodríguez de Mendoza fueron Intervenidos por la policía, luego
se enteró que el conocido como ‘Bala’ con ‘Gallo’ volvieron a ingresar a la casa
y seguramente ellos hurtaron las especies que dice la agraviada...” (sic); la ma-
nifestación de Ángel Eduardo Ibazeta Guerra –véase a fojas diecisiete a dieci-
nueve– quien admite su responsabilidad en los cargos imputados, señalan que
para dicho robo captó a sus amigos Óscar Edmundo Vizcarra Macca y el cono-
cido como “Gallo” y que la idea de robar esa casa fue suya; asimismo se tiene
el acta de registro personal e incautación efectuado al procesado ÓscarEdmundo
Vizcarra Macca –véase a fojas veinticuatro– a quien se le encontró en posesión
de dos sillas de madera y un tablero de mesa de madera de propiedad de la
agraviada, Acta de Registro Personal e Incautación de Ángel Eduardo Ibazeta
Guerra –véase a fojas veinticinco– a quien se le encontró en posesión de una

240
DETENCIÓN PREVENTIVA

bicicleta roja color negro, marca Speed Kien llanta desinfladas para niños, Acta
de Hallazgo –véase a fojas veintiséis– donde se da cuenta que las intercepciones
de la calle Humboldt se halló una cocina a gas de color blanco, de cuatro hor-
nillas, una boquilla de gas con su respectiva madera; y el Acta de Entrega –véase
a fojas veintisiete– se hace entrega a la agraviada Lizet Verónica López Castro
de las especies hurtadas; SEXTO.- Que, siendo así, existe suficientes elementos;
probatorios de la comisión de un delito contra el Patrimonio -Hurto Agravado
que vinculan al apelante con el ilícito penal; y que haciéndose una prognosis de
la pena esta sería superior a un año de pena privativa de la libertad; asimismo
existe peligro procesal que pueda evadir la acción de la justicia y perturbar la
actividad probatoria, toda vez que si bien el recurrente ha presentado una de-
claración jurada de domicilio –véase a fojas setenta y dos– la misma en el
presente caso carecería de validez, toda vez que la Ley veintiocho mil ochocientos
ochenta y dos, establece que para los trámites judiciales se seguirá requiriendo
que el certificado domiciliario sea expedido por una Notaría, un Juzgado de Paz
o un Municipio, aunado a ellos no acreditado documentariamente tener trabajo
lícito conocido, más aún si este refiere en su manifestación policial a la pregunta
doce y catorce, señalando textualmente: “(...) hace dos días cometí un hurto y
me dieron Libertad en la Fiscalía (...) desde hace cinco años y es costumbre y
me gusta robar (...) siempre cometo hurto pero en distintas modalidades(...)”
(sic), con lo que se advierte que este ha convertido en su modus vivendi la ac-
tividad ilícita teniéndose en cuenta presenta antecedentes por delito similar al
investigado como consta del reporte de fojas cincuenta y tres; fundamentos por
los cuales: CONFIRMARON: la resolución apelada que en copias certificadas
obra de fojas cincuenta y cinco a cincuenta y nueve, su fecha primero de octubre
del dos mil diez, en el extremo que dicta mandato de detención en contra del
procesado Óscar Edmundo Vizcarra Macca, como presunto autor del delito con
el Patrimonio –Robo agravado– en agravio de Lizet Verónica Castro; Notificán-
dose y los devolvieron.

241
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

052. Peligro procesal: No configuración por arraigo domici-


liario y poca cantidad de droga hallada en posesión del
agente
No se evidencia la presencia del peligro o riesgo procesal, si el
agente ha demostrado el arraigo con el domicilio señalado en
sus generales de ley; todo lo cual permite llegar a la conclusión
de que no intentará eludir la acción de la justicia ni perturbará
la actividad probatoria; máxime si la cantidad de droga hallada
en su posesión resultó agotada en el resultado preliminar de
análisis químico.

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA


TERCERA SALA PENAL PARA PROCESOS CON REOS EN CÁRCEL

S.S. PADILLA ROJAS


PEÑA FARFÁN
CHAMORRO GARCÍA

Resolución Nº 1095
Expediente Nº 30583-10
Lima, 21 de diciembre de 2010

AUTOS Y VISTOS: Interviniendo como Ponente el señor Doctor Juez


Superior Titular Padilla Rojas, con la constancia de relatoría, según razón de
fojas ciento cinco; y, ATENDIENDO:
PRIMERO.- Que es materia de grado la Apelación al Auto de Apertura de
Instrucción en el extremo que decreta la medida coercitiva personal de Detención
contra el procesado José Pedro Deledesma Seminario, formulada mediante escrito
obrante en copia certificada de folios noventa del presente cuaderno incidental;
SEGUNDO.- Que, para los efectos de dictarse la medida coercitiva perso-
nal de detención, a que se refiere el artículo ciento treinta y cinco del Código
Procesal Penal, modificado por el artículo cuarto de la ley veintiocho mil sete-
cientos veintiséis, publicado el nueve de Mayo del año dos mil seis, es necesario
que se den copulativamente los tres requisitos señalados; esto es: Suficiencia
Probatoria para vincular al imputado con la comisión del delito –“fumus boni

242
DETENCIÓN PREVENTIVA

iuris”–; Prognosis de Pena superior al año de pena privativa de la libertad; y,


Riesgo Procesal tanto respecto a la sujeción al proceso por parte del imputado
“periculum in mora”, como a la perturbación de la acción probatoria;
TERCERO.- Que, el Tribunal Constitucional como máximo intérprete de
la Constitución señala sobre la detención preventiva que “(...) si bien la deten-
ción judicial preventiva constituye una medida que limita la libertad física, por
sí misma, esta no es inconstitucional; sin embargo, por el hecho de tratarse de
una medida que restringe la libertad locomotora, dictada pese a que no existe
sentencia condenatoria firme, al procesado le asiste el derecho a que se presuma
su inocencia; cualquier restricción de ella siempre debe considerarse en última
ratio a la que el juzgador debe apelar, esto es, susceptible de dictarse solo en
circunstancias verdaderamente excepcionales y no como regla general”(1);
CUARTO.- Que, asimismo, es de señalar que el único elemento que tiene
la a quo para verificar la notitia criminis puesto en su conocimiento son los
actuados policiales, que reúnen los primeros elementos, que van a determinar
la medida cautelar a imponerse en el proceso;
QUINTO.- Que del contexto de la prueba acopiada a la fecha y que se tiene
a la vista, se desprende que se les imputa al procesado José Pedro Deledesma
Seminario, la comisión del delito contra la Salud Pública Tenencia Ilegal de
dos tipos de Drogas en agravio del Estado; toda vez que, del Atestado Policial
–véase copias certificadas de fojas dos a seis–, donde fluye de la investigación
preliminar efectuada, que se le atribuye al procesado el habérsele encontrado en
posesión de dos tipos de droga, con fecha trece de octubre del dos mil diez, en
circunstancias que fue intervenido por inmediaciones de la Av. La Capilla y Pro-
longación Tacna en el distrito del Rímac, al habérsele sindicado como presunto
autor del ilícito penal en agravio del occiso Ezequiel Gala Oncebay ocurrido el
día diez de octubre del presente año, por lo que al practicarse el registro personal
y comiso de droga, se le halló pasta básica de cocaína con un peso neto de dos
punto dos gramos y cinco gramos de Cannabis Sativa, asimismo, cinco nuevos
soles con veinte centavos.
SEXTO.- Que, siendo así resulta necesario verificar si los requisitos estable-
cidos en el artículo ciento treinta y cinco del Código Procesal Penal se cumplen
en el presente caso, teniéndose: a) que en cuanto a la suficiencia probatoria, debe
señalarse que obra en autos:

(1) Exp. Nº 1091-2002-HC/TC, Fundamento 7. Accionante: Vicente Ignacio Silva Checa.

243
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

1.- La manifestación del procesado José Pedro Deledesma Seminario obrante a


fojas cuarenticuatro, donde refiere ser inocente de los cargos que se le imputan
hacia su persona, añade que el día de los hechos se encontraba trabajando
como obrero en la obra de cambio de pista en la Av. Prolongación Tacna en
el distrito del Rímac, donde instantes en que personal policial le solicitan
documentos al procesado y luego es conducido a la Comisaría, donde le
comunica que se le había hallado dos tipos de drogas en su poder, a lo que
este refiere desconocer y que los efectivos policiales le han sembrado dicha
droga, añade además que ahora no consume drogas, pero que antes sí lo hacía,
respecto al dinero hallado en su poder refiere que era para su desayuno.
2.- Resultado Preliminar de Análisis Químico obrante a fojas trece, donde se
detalla que la droga encontrada en poder del procesado José Pedro Dele-
desma Seminario corresponde a pasta básica de cocaína con un peso neto
de dos punto dos gramos y que la segunda muestra corresponde a Cannabis
Sativa con un peso neto de cinco gramos, siendo agotado al devolverse a la
Dinandro.
3.- Acta de Registro Personal y Comiso de Droga obrante a fojas catorce, donde
se detalla que se le encontró en poder del procesado la cantidad de cinco
nuevos soles con veinte centavos, así como dos tipos de droga siendo pasta
básica de cocaína y marihuana; b) que el delito contra la Salud Pública Trá-
fico Ilícito de Drogas Posesión de Dos Tipos de Drogas con Fines de Micro
comercialización la pena a imponérseles sería siempre superior al año de
pena privativa de libertad (prognosis de pena); c) sin embargo, de la lectura
de autos se no se evidencia la presencia del peligro o riesgo procesal, ya que
se aprecia que el procesado José Pedro Deledesma Seminario ha referido en
su declaración instructiva tener su domicilio respectivo en el Jirón Tumbes
número doscientos sesentiocho interior treintiuno del distrito del Rímac, lo
cual es corroborado en autos con su respectiva ficha de Reniec, asimismo
ha referido trabajar como obrero, el cual demuestra el arraigo con el domi-
cilio señalado en sus generales de ley; todo lo cual nos permite llegar a la
conclusión de que el procesado no intentarán eludir la acción de la justicia
ni perturbará la actividad probatoria; máxime si la cantidad de droga halla-
da en posesión del procesado resultó agotada en el resultado preliminar de
análisis químico, por lo que al no haberse presentado de manera conjunta
los requisitos establecidos en el artículo ciento treinta y cinco del Código
Procesal Penal, debe asegurarse su presencia en el desarrollo de la instrucción

244
DETENCIÓN PREVENTIVA

mediante otra medida distinta al mandato coercitivo de detención; por estos


fundamentos:
REVOCARON: el Auto Apertura de Instrucción, en el extremo que dicta
mandato de detención en contra del procesado José Pedro Deledesma Seminario,
obrante en copias certificadas de fojas setenta y ocho a ochenta y dos, su fecha
dieciocho de octubre del año dos mil diez, por ser presunto autor del delito Contra
la Salud Pública - Tráfico Ilícito de Drogas Posesión de Dos Tipos de Drogas con
Fines de Microcomercialización, en agravio del Estado; Reformándola: dictaron
mandato de comparecencia restringida, señalándole las siguientes reglas de con-
ducta: a) Comparecer cada treinta días al local del Juzgado a efecto de informar
y justificar sus actividades, firmando el libro de control respectivo; b) Concurrir
a todas las citaciones que le efectúe el Juzgado; c) Abstenerse del consumo de
bebidas alcohólicas y drogas; y d) No ausentarse de la localidad donde reside sin
previo aviso al Juzgado, así como no concurrir a lugares de dudosa reputación;
bajo apercibimiento de revocársele la medida dictada; ORDENARON: la inme-
diata libertad del procesado José Pedro Deledesma Seminario, cuya excarcelación
se llevará a cabo siempre y cuando no exista mandato de detención o sentencia
condenatoria con pena efectiva dictada en su contra en otro proceso dictado por
autoridad competente; OFICIARON: a la Policía Judicial de Requisitorias para
su impedimento de salida del país; Notificándose y los devolvieron.

245
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

053. Peligro procesal: Existencia de arraigo domiciliario


por problemas de salud
El arraigo domiciliario queda acreditado por motivos de salud
cuando el agente sufre una enfermedad grave y requiere seguir
un tratamiento obligatorio, más aún cuando es de conocimiento
público las duras condiciones carcelarias de los diversos centros
penitenciarios de nuestro país, donde prima el hacinamiento, la
mala alimentación, y por consiguiente no se brinda una buena
atención médica a los internos.

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA


TERCERA SALA PENAL PARA PROCESOS CON REOS EN CÁRCEL

SS. PADILLA ROJAS


CHAMORRO GARCÍA
PEÑA FARFÁN

Resolución N° 870
Expediente N° 003-09
Lima, 8 de setiembre de 2010

AUTOS Y VISTOS: Interviniendo como Juez Superior Ponente el Doctor


Peña Farfán; oído el informe oral conforme a la constancia de Relatoría que
antecede;
ASUNTO:
1. Es materia de pronunciamiento de esta Superior Sala Penal la solicitud de
variación del mandato de detención por comparecencia formulada por el pro-
cesado Misael Gutiérrez Garcés, mediante escrito de folios 381, en el proceso
que se le sigue por delito contra la Libertad Sexual - Violación Sexual de
menor de edad, en agravio de la menor identificada con las iniciales G.G.G.
ANTECEDENTES:
2. Fluye de los actuados preliminares que se imputa al procesado haber abusado
sexualmente de su sobrina entre los meses de diciembre del dos mil cuatro
a junio / del dos mil cinco, aprovechando que durante ese período la niña
agraviada y este residieron en la vivienda de su abuela paterna (Felicitas
Garcés), ubicada en el sector 2 grupo 8 Mz J, Lt. 10 distrito de Villa El

246
DETENCIÓN PREVENTIVA

Salvador, donde en cinco oportunidades el procesado condujo a la menor a


su habitación y la despojó de sus prendas de vestir (pantalón y trusa), pro-
cediendo a frotar su pene en la vagina de la menor simulando penetrarla,
conminándola a practicarle el sexo oral y tocar su pene.
3. La defensa del procesado fundamenta su solictud señalando entre otras cosas
que la detención está afectando aún más su salud y vida, por estar atravesando
una face terminal de la enfermedad de TBC y VIH SIDA, cuando debiera
primar estas por tener carácter constitucional, siendo que, la finalidad de
la solicitud es que el procesado pueda enfrentar mejor su enfermedad y así
darle calidad de vida, por lo que bajo esta circunstancia el procesado no re-
presenta peligro procesal alguno y al estar obligado a seguir un tratamiento
ello genera arraigo domiciliario por motivos de salud.
FUNDAMENTOS DE LA SALA:
4. Que, el artículo 135 del Código Procesal Penal, modificado por el artículo
4to de la Ley N° 28726, establece que el Juez puede dictar el mandato de
detención si atendiendo a los primeros recaudos acompañados por el Fiscal
Provincial sea posible determinar: A) La existencia de suficientes elementos
de prueba de la comisión de un delito que vincule al inculpado como autor o
partícipe del mismo; B) Una pena probable superior al año de pena privativa
de libertad o que existan suficientes elementos probatorios sobre la habitua-
lidad del agente al delito y C) Que, existan suficientes elementos probatorios
para concluir que el imputado intenta eludir la acción de la justicia o per-
turbar la acción probatoria; que así mismo, en el último párrafo del citado
dispositivo legal dice expresamente “en todo caso el juez podrá revocar de
oficio el mandato de detención previamente ordenado cuando nuevos actos
de investigación pongan en cuestión la suficiencia de las pruebas que dieron
lugar a la medida”;
5. Que, las pruebas a las que se ha hecho referencia en el punto precedente
deberán contradecir, enervar o flexibilizar los presupuestos procesales que
tuvo en cuenta el Juez, al momento de dictar la medida coercitiva de deten-
ción y tienen que haber sido aportadas al proceso con posterioridad al auto
apertura de instrucción;
6. Que, así mismo dichas pruebas podrán estar referidas a la regla rebus sic
stantibus, que es la vinculación fáctica entre el procesado y el hecho, como
al llamado periculum in mora, que está referido al peligro procesal en sus dos
vertientes a) La posibilidad de que el procesado en libertad pueda eludir la
acción de la justicia; b) la posibilidad de que el procesado en libertad pueda
enervar la actividad probatoria;

247
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

7. No obstante lo antes señalado, en el caso concreto del recurrente es de especial


consideración lo señalado en nuestra Constitución Política establece en sus
artículos 1 y 2 inciso 1ro que la defensa de la persona humana y el respeto
de su dignidad son el fin supremo de la sociedad y del Estado, así como que
toda persona tiene derecho a la vida, a su integridad moral, psíquica y física
y a su libre desarrollo y bienestar.
8. La prevalencia de la vida y el principio de humanidad se acentúan erespecto
del acusado Misael Gutiérrez Garcés, por su gravísimo estado de postración,
lo que se corrobora con el informe médico emitido por el Hospital Nacional
“Hipólito Unanue”, (documento público, expedido por funcionario público en
ejercicio de sus funciones), que corre a folios 370, se aprecia que al procesado
recurrente se le ha diagnosticado: Síndrome pleura parenquimal, Síndrome
de Inmuno deficiencia adquirida (SIDA) y Desnutrición proteica calórica
severa, enfermedades crónicas que han ocasionado un deterioro severo en
la salud del recurrente, tal como es de verse de las tomas fotográficas que
corren a folios 380.
9. Que, en efecto las enfermedades anotadas tienen postrado al acusado con
pronóstico grave y su tratamiento, requiere de atención médica constante
incluso bajo medidas de aislamiento, conforme también se precisa en la cons-
tancia médica expedida por la Sub Dirección de Salud del Establecimiento
Penitenciario Lurigancho de folios 357, circunstancia que determinaron que
el juicio oral instaurado en su contra fuera quebrado, al existir imposibilidad
para su traslado a las audiencias (ver informe y razón de secretaria de folios
359 y 360).
10. Es de significar que el juicio al que acudía el procesado, varias veces cargado
y con un estado de salud visiblemente muy delicado se quebró porque ya no
podían trasladarlo a la Sala, conociéndose que su enfermedad estaba muy
avanzada, TBC en fase de contagio entre otros, por lo que mantenerlo en la
cárcel en ese estado podría ocasionar un desenlace fatal de su vida, lo que
debe evitarse.
11. Que, por otro lado respecto al peligro procesal, el Tribunal Constitucional
como máximo intérprete de la Constitución señala sobre la detención pre-
ventiva que “(...) si bien la detención preventiva constituye una medida que
limita la libertad física, por sí misma, esta no es inconstitucional; sin embargo
por el hecho de tratarse de una medida que restringe la libertad locomotora,
dictada pese a que no existe sentencia condenatoria firme, al procesado le
asiste el derecho a que se presume su inocencia; cualquier restricción de ella
siempre debe considerarse en última ratio (en última opción), a la que el
juzgador debe apelar, esto es, susceptible de dictarse solo en circunstancias

248
DETENCIÓN PREVENTIVA

verdaderamente excepcionales y no como regla general” (Expediente mil


noventa y uno guión dos mil dos-HC/TC);
12. En este entendido se aprecia que en autos el peligro procesal se ha desva-
necido, en razón que, el procesado Misael Garces Gutiérrez se encuentra
debidamente identificado en el Registro Nacional de Identificación y Estado
Civil (Reniec), cuenta con domicilio conocido y su arraigo domiciliario
está determinado precisamente por los motivos de salud que han sido antes
precisados que requieren seguir un tratamiento obligatorio, más aún, cuando
es de conocimiento público las duras condiciones carcelarias de los diversos
centros penitenciarios de nuestro país, donde prima el hacinamiento, la mala
alimentación, y por consiguiente no se brinda una buena atención médica a
los internos.
13. Que, todo lo antes expuestos determina que se han flexibilizado los pre-
supuestos procesales que tuvo en cuenta el juez, al momento de dictar la
medida coercitiva personal de detención contra el recurrente, y siendo que
la variación de dicha medida por la de comparecencia de modo alguno im-
plica el apartamiento del procesado al proceso instaurado en su contra, sino
su concurrencia a este en libertad, debiéndo ser al interior del mismo, en
el acto oral que oportunamente se señale por Relatoría donde se determine
su responsabilidad o no en los hechos investigados, por lo que corresponde
proceder de conformidad con lo dispuesto en el artículo 143 del Código
Procesal Penal.
DECISIÓN:
Por tales fundamentos los miembros de la Superior Sala Penal RESOL-
VIERON DECLARAR: procedente la solicitud de variación del mandato de
detención por el de comparecencia restringida formulada por el procesado Misael
Gutiérrez Garcés, mediante escrito de folios 281, en el proceso que se le sigue
por delito contra la Libertad Sexual - Violación Sexual de menor de edad, en
agravio de la menor identificada con las iniciales G.G.G; comparecencia que
estará sujeta al cumplimiento de las siguientes reglas de conducta: a) Concurrir
a todas las citaciones que le efectúe el órgano jurisdiccional; b) No ausentarse
de la ciudad de Lima, sin previa autorización del órgano jurisdiccional, reglas
que deberá cumplir bajo apercibimiento de revocársele la medida dictada en la
fecha en caso de incumplimiento; DISPUSIERON: Se oficie en el día para la
inmediata excarcelación del procesado Misael Gutiérrez Garcés siempre y cuando
no exista mandato de detención decretado en su contra por autoridad compe-
tente; ORDENARON: Se señale por Relatoría día y hora para la verificación
del acto oral, conforme a lo expuesto en el punto 12 de la presente resolución,
oficiándose y notificándose.

249
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

054. Peligro procesal: Insuficiencia de boleta de pago de


mes distinto del de ocurrencia del hecho investigado
Si bien el agente refiere dedicarse a un oficio, pretende soste-
ner su afirmación con una boleta de pago correspondiente a
un mes distinto y anterior al mes en el que se produjo el hecho
investigado, por lo que dicha instrumental resulta insuficiente
para acreditar el arraigo, verificándose el peligro procesal.

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA


TERCERA SALA PENAL PARA PROCESOS CON REOS EN CÁRCEL

S.S. PADILLA ROJAS


PEÑA FARFÁN
CHAMORRO GARCÍA

Resolución Nº 1114
Expediente Nº 30129-2010-1
Lima, 21 de diciembre de 2010

AUTOS Y VISTOS; Interviniendo como Ponente la Doctora Juez Superior


Chamorro García, con la constancia de Relatoría que antecede; siendo materia
de grado el recurso de apelación interpuesto por los procesados Edwin Junior
Miranda Ureta y Luis Ángel Neyra Valenzuela, contra el auto que en copias cer-
tificadas corre a fojas treinta y nueve y siguientes, su fecha doce de octubre del
año en curso, en el extremo que dicta mandato de detención en contra de ellos; y,
ATENDIENDO
PRIMERO.- Los procesados Luis Ángel Neyra Valenzuela y Edwin Junior
Miranda Ureta en sus recursos impugnatorios formalizado a folios cincuenta y
tres y cincuentiocho respectivamente, alega coincidentemente ser inocentes de
los cargos que se les imputa, que están plenamente identificados con su Docu-
mento de Identidad, que está corroborado su domicilio, y agrega el primero de
los nombrados que se dedica al oficio de zapatero.
SEGUNDO.- En razón al incidente promovido, es pertinente considerar
que la detención preventiva importa una restricción prevista por el artículo se-
gundo, inciso veinticuatro, literal “b” de la Constitución Política del Estado la

250
DETENCIÓN PREVENTIVA

cual textualmente señala: “(...) no se permite forma alguna de restricción de la


libertad personal, salvo en los casos previstos por la Ley (...)”, lo último en clara
alusión al artículo ciento treinticinco del Código Procesal Penal, asimismo el
máximo intérprete de la Constitución ha señalado que “(...) si bien la detención
judicial preventiva constituye una medida que limita la libertad física, por sí
misma, esta no es inconstitucional (...)”(1).
TERCERO.- Tal como se precisó en el punto anterior, una de las excepciones
a la prohibición de la restricción de la libertad personal se encuentra regulada
en el artículo ciento treinta y cinco del Código Procesal Penal, disponiendo
que el Juez puede dictar el mandato de detención si atendiendo a los primeros
recaudos acompañados por el Fiscal Provincial sea posible determinar copula-
tivamente: A) La existencia de suficientes elementos de prueba de la comisión
de un delito que vincule al inculpado como autor o partícipe del mismo, B) Una
pena probable superior al año de pena privativa de libertad y C) La presencia
de peligro procesal.
CUARTO.- Además, debemos tener en cuenta que el único elemento que
tiene el Juez de la instancia inferior (a quo) para verificar la denuncia policial
(notitia criminis) puesto a su conocimiento, son los actuados policiales, que
reúnen los primeros elementos que van a determinar la medida cautelar a im-
ponerse al procesado en el proceso penal instaurado en su contra.
QUINTO.- Bajo este contexto, y analizados los autos materia de la alzada en
relación a la Suficiencia Probatoria, apreciamos que fluye de la manifestación en
sede policial de la agraviada Georgina María Alcántara Medrano de fojas diecio-
cho a veinte, sindicación y reconocimiento pleno contra los procesados Edwin
Junior Miranda Ureta y Luis Ángel Neyra Valenzuela, señalando la deponente
que dichos sujetos empleando una bujía rompieron la luna posterior derecha
del taxi en que viajaba para luego meter sus manos por la ventana llegando a
arrebatarla sus documentos y dinero por el monto de dos mil quinientos nuevos
soles, y dándose a la fuga, agrega que había un tercer que los estaba esperando;
asimismo corre la manifestación en sede policial de la procesada Gladys Dora
Reyna Rojas de fojas veinte a veintiuno, donde señala que su coprocesada Gaby
Teresa Chacón Peña le comentó que habían detenido a su yerno (procesado Luis
Ángel Neyra Valenzuela), y ella le dijo que había encontrado unos documentos
en un basural ubicado en el jirón San Fernando, acordando con ella para venir a
la comisaría para entregarlos; a mayor abundamiento se tiene a fojas veinticuatro

(1) STC Exp. Nº 1091-2002-HC/TC; caso: Vicente Ignacio Silva Checa.

251
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

el Acta de Receptación donde se da cuenta que la procesada Gladys Dora Reyna


Rojas hizo entrega de los documentos pertenecientes a la agraviada Georgina
María Alcántara Medrano, los mismos que fueron devueltos a su titular como
se desprende del Acta de Entrega de folios veinticinco.
SEXTO.- Siendo esto así, es decir estando a la incriminación y reconoci-
miento que dirige la agraviada Georgina María Alcántara Medrano contra los
procesados Edwin Junior Miranda Ureta y Luis Ángel Neyra Valenzuela; y au-
nada la circunstancia –materia de investigación– que se circunscribe al hecho de
que el procesado Neyra Valenzuela estando detenido se comunicó con su suegra
la procesada Teresa Chacón Peña, y esta a la vez con su coprocesada Gladys
Dora Reyna Rojas, quien entregó parte de las especies sustraídas, aduciendo
habérselas encontrado; este Colegiado advierte que existen indicios razonables
y suficientes que satisfacen la exigencia normativa, y vinculan a los procesados
Edwin Junior Miranda Ureta y Luis Ángel Neyra Valenzuela con el delito que
se les imputa. De otro lado, si bien sostienen los apelantes ser inocentes, cabe
señalar que dichas versiones serán valoradas con los demás instrumentos pro-
batorios al momento de expedirse pronunciamiento de fondo.
SÉTIMO.- Analizados los autos materia de la alzada en relación a la Prog-
nosis de la Pena, es decir teniéndose en cuenta la forma y circunstancias cómo se
habría perpetrado el delito materia de investigación, el rango de pena abstracta
que establece el tipo penal invocado, y además la presunta participación de los
encausados Edwin Junior Miranda Ureta y Luis Ángel Neyra Valenzuela, se
colige que ante la probable emisión de una sentencia condenatoria se determi-
naría una pena concreta para los apelantes que sería superior al año de privación
de libertad.
OCTAVO.- Finalmente en cuanto al Peligro Procesal, apreciamos que los
procesados Edwin Junior Miranda Ureta y Luis Ángel Neyra Valenzuela no han
ofrecido a la investigación instrumento público que demuestre que cuentan con
domicilio fijo; sumado a ello, refiere el procesado Neyra Valenzuela dedicarse a
oficio de zapatero, pretendiendo sostener su afirmación con una boleta de pago
correspondiente al mes de julio –véase a fojas cincuenta y cinco– empero dicha
instrumental resulta insuficiente para sus fines, más aún si la boleta menciona-
da corresponde al mes julio y el hecho investigado al mes de octubre, y con
respecto al procesado Miranda Ureta alega ser trabajador independiente pero
tampoco aportó instrumentos [que] acrediten fehacientemente su ocupación, por
esta situación se colige que ambos encausados no cuentan con trabajo lícito y
conocido; a mayor abundamiento no han acreditado contar con arraigo fami-
liar, ni otras circunstancias que nos permitan tener convicción positiva sobre la

252
DETENCIÓN PREVENTIVA

fijación y permanencia de los encausados, y de esta manera no poner en riesgo


la actividad probatoria ni la impartición de justicia; por el contrario del estudio
de autos resulta evidente que por ahora existe peligro procesal.
NOVENO.- En conclusión, cumpliéndose con los requisitos previstos en el
numeral ciento treinta y cinco del Código Procesal Penal, y teniéndose que la
resolución materia de alzada ha sido debidamente motivada por el juez a quo,
deberá confirmarse dicho extremo apelado.
Por estos fundamentos:
CONFIRMARON el auto que en copias certificadas corre de fojas treinta
y nueve a cuarenta y cuatro, su fecha doce de octubre del año en curso, en el
extremo que dicta el mandato de detención contra los procesados Edwin Junior
Miranda Ureta y Luis Ángel Neyra Valenzuela, como presuntos autores del
delito contra el Patrimonio –robo agravado– en agravio de Georgina Alcántara
Medrano; Notificándose y los devolvieron.

253
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

055. Peligro procesal: Desacreditación de constancia que


indica que agente detenido ha laborado hasta una
fecha actual
Existe peligro procesal de que se eluda la acción de la justicia,
teniéndose en cuenta que la constancia de trabajo presentada
por el agente que consigna que este ha trabajado como maestro
ferretero hasta la actualidad (fecha presente), es un documento
que le resta credibilidad al agente toda vez que este se encuen-
tra detenido desde una fecha anterior por el hecho que se le
instruye penalmente.

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA


TERCERA SALA PENAL PARA PROCESOS CON REOS EN CÁRCEL

S.S. SALINAS SICCHA


MEZA WALDE
ZAPATA CARBAJAL

Resolución Nº 1120
Expediente Nº 19806-2010
Lima, 20 de diciembre de 2010.

AUTOS Y VISTOS; Oído el informe oral; la apelación interpuesta por el


procesado Johan Glover Peve Vera, contra la resolución que declara Improcedente
su solicitud de Variación al Mandato de Detención; interviniendo como Vocal
Ponente el señor doctor Zapata Carbajal; y, ATENDIENDO: PRIMERO.- Que,
el último párrafo del artículo ciento treinta y cinco del Código Procesal Penal
vigente señala: “en todo caso, el Juez Penal podrá revocar de oficio el manda-
to de detención previamente ordenado cuando nuevos actos de investigación
pongan en cuestión la suficiencia de las pruebas que dieron lugar a la medida”;
SEGUNDO.- Que, de lo actuado en autos se advierte que, con posterioridad al
auto que motivó la apertura de instrucción en contra del procesado Johan Glover
Peve Vera, se han actuado diversas diligencias, siendo las principales: a) De las
copias certificadas de fojas cincuenta y uno cincuenta y cuatro, la declaración
instructiva del procesado Johan Clover Pepe Vera, quien refiere ser inocente de
los cargos que se le imputan en su contra, con el agraviado tuvo una pelea ya que

254
DETENCIÓN PREVENTIVA

este le reclamaba su celular; b) Examen pericial de química forense número ocho


mil ochenta y cinco guión dos mil diez, –véase a fojas setenta y uno– resultados
análisis de drogas negativo, Dosaje Etílico estado normal del procesado Johan
Glover Peve; c) Declaración instructiva de Alfredo Jesús Quinteros Alegre –véase
a fojas setenta y dos a setenta y seis– que se considera inocente de los cargos
imputados en su contra, señalando que lo intervienen bajando de una motocard
cuando venía de Los Sauces, en compañía de sus coencausados José Sánchez
Pastrana y Jhon Salazar Vásquez, con quienes se pusieron de acuerdo para ir a la
discoteca Xanders, momentos que se acercó el imputado Peve Vera, advirtiendo
que su ropa estaba con sangre y cerca de él había policías al parecer había un
pleito fue en esos momentos que les intervino la policía, que de sus coprocesa-
dos solo conoce a Luis Cerrón Ocaña, José Sánchez Pastrana y Jhon Salazar,
asimismo Johan Peve Vera al verlos se acercó porque es cuñado de Luis Cerrón;
d) declaración instructiva de Jhon Richar Salazar Vásquez –véase a fojas setenta
y nueve a ochenta y cuatro– quien refiere ser inocente de los cargos imputados
en su contra, que sus coprocesados Quinteros Alegre y Cerrón Ocaña, son sus
amigos y los otros los conoce de saludo, porque viven en su barrio, que el día
de los hechos se encontraba con Cerrón Quinteros y Sánchez Pastrana, después
de haber tomado en un bar por Los Sauces, siendo que unos amigos les dice que
bajen a la Discoteca Xander, para lo cual tomaron una moto para ir a dicho lugar,
pudiendo advertir que había un pleito para lo cual decidieron acercarse por que
Luis Cerrón logró ver a su cuñado Peve Vera quien se estaba acercando a ellos,
momentos que les interviene la policía; e) declaración preventiva de Yoseff Paul
Jancachagua Prado –véase a fojas ochenta y seis a ochenta y siete– quien un bo-
tellazo y le robó su celular, papeles y cien nuevos soles; f) declaración instructiva
de Jesús Enrique Sánchez Pastrana –véase a fojas ochenta y nueve a noventa y
uno– quien refiere ser inocente de los cargos imputados en su contra, que a sus
co procesados si los conoce de vista, no teniendo mucha amistad con ellos, que
lo intervinieron justo cuando bajaba de la moto, por que venía de una cantina que
se encuentra ubicada en la puerta del Cementerio de San Juan de Lurigancho,
ahí estaban todos menos Johan Glover Peve Vera, a quien recién vieron cuando
llegaron a la esquina antes de llegar a la discoteca Xander; TERCERO.- Que,
en este orden de ideas, se advierte que las diligencias actuadas posterior al auto
de apertura de instrucción, no cambia en nada la situación jurídica del procesa-
do recurrente, más bien refuerza la imputación inicial en su contra, más aún si
el agraviado en su declaración preventiva señala y lo reconoce plenamente al
procesado recurrente como uno de los sujetos que lo agredió físicamente y lo
asaltó que por la forma y circunstancias en que sucedió el hecho, la naturaleza
del delito existe peligro procesal que puede eludir la acción de la justicia además

255
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

debe tenerse en cuenta la constancia de trabajo de fojas sesenta y cinco, en el que


se consigna que ha trabajado como maestro ferretero desde marzo dos dos mil
ocho hasta la actualidad, nueve de julio del dos mil diez, dicho documento que
le resta credibilidad, toda vez que este se encuentra detenido desde el veintio-
cho de junio del año en curso por el hecho que se le instruye; CUARTO.- Que,
siendo así, al no haber surgido algún nuevo elemento que ponga en cuestión la
suficiencia de pruebas que dio origen al mandato de detención ordenado en contra
del procesado Johan Glover Peve Vera, la solicitud de Variación al Mandato de
Detención deberá ser desestimada; Por estos fundamentos: CONFIRMARON
la resolución apelada que en copias certificadas obra de fojas noventa y dos a
noventa y seis, su fecha nueve de setiembre del dos mil diez, la cual declara
improcedente la solicitud de Variación del Mandato de Detención dictado contra
el inculpado Johan Glover Peve Vera, en el proceso que se le sigue por el delito
contra el Patrimonio –Robo Agravado–, en agravio de Yossef Paúl Jancachagua
Prado; Notificándose y los devolvieron.

256
DETENCIÓN PREVENTIVA

056. Peligro procesal: Falta de arraigo de taxista cuya


imputación se relaciona con el ejercicio de esa
actividad laboral
En cuanto a su actividad laboral si bien el agente refiere ser
taxista, se tiene en cuenta que la imputación que le recae es
presuntamente realizando dicha ocupación, por lo que se de-
termina que no cuenta con arraigo en este aspecto.

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA


TERCERA SALA PENAL PARA PROCESOS CON REOS EN CÁRCEL

S.S. PADILLA ROJAS


PEÑA FARFÁN
CHAMORRO GARCÍA

Resolución Nº 1117
Expediente Nº 29357-2010-1
Lima, 21 de diciembre del año 2010

AUTOS Y VISTOS; Interviniendo como Ponente la Doctora Juez Superior


Chamorro García, con la constancia de Relatoría que antecede; siendo materia
de grado el recurso de apelación interpuesto por el procesado Alonso Girón
Pumachagua, contra el auto que en copias certificadas corre a fojas ciento cin-
cuenticuatro y siguientes, su fecha primero de octubre del año en curso, en el
extremo que dicta mandato de detención en su contra; y,
ATENDIENDO
PRIMERO.- El procesado Alonso Girón Pumachagua en su recurso im-
pugnatorio formalizado a folios ciento sesenta y nueve y siguientes, alega en
resumen, que no se han tomado en cuenta los tres requisitos que establece la Ley
para ordenar su detención, que tiene domicilio conocido, ocupación, no registra
antecedentes, tiene arraigo en la ciudad y vínculo familiar.
SEGUNDO.- En razón al incidente promovido, es pertinente considerar que
la detención preventiva importa una restricción prevista por el artículo segundo,
inciso veinticuatro, literal “b” de la Constitución Política del Estado la cual tex-
tualmente señala: “(...) no se permite forma alguna de restricción de la libertad

257
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

personal, salvo en los casos previstos por la Ley (...)”, lo último en clara alusión
al artículo ciento treinticinco del Código Procesal Penal, asimismo el máximo
intérprete de la Constitución ha señalado que “(...) si bien la detención judicial
preventiva constituye una medida que limita la libertad física, por sí misma, esta
no es inconstitucional (…)”(1).
TERCERO.- Tal como se precisó en el punto anterior, una de las excepciones
a la prohibición de la restricción de la libertad personal se encuentra regulada
en el artículo ciento treinta y cinco del Código Procesal Penal, disponiendo
que el Juez puede dictar el mandato de detención si atendiendo a los primeros
recaudos acompañados por el Fiscal Provincial sea posible determinar copula-
tivamente: A) La existencia de suficientes elementos de prueba de la comisión
de un delito que vincule al inculpado como autor o partícipe del mismo, B) Una
pena probable superior al año de pena privativa de libertad y C) La presencia
de peligro procesal.
CUARTO.- Además, debemos tener en cuenta que el único elemento que
tiene el juez de la instancia inferior (a quo) para verificar la denuncia policial (no-
titia criminis) puesto a su conocimiento, son los actuados policiales, que reúnen
los primeros elementos que van a determinar la medida cautelar a imponerse al
procesado en el proceso penal instaurado en su contra.-
QUINTO.- Bajo este contexto, y analizados los autos materia de la alzada
en relación a la Suficiencia Probatoria, apreciamos que fluye la manifestación
en sede policial y el Acta de Reconocimiento Físico realizado por la agraviada
Olga Georgina Reyna Arteaga de fojas treintiséis y sesenticinco respectivamente,
donde reconoce plenamente y sindica al procesado Alonso Girón Pumachagua
como el sujeto que el día seis de abril de los corrientes abordó el mismo taxi
colectivo que la deponente, siendo que el procesado se sentó en el asiento del
copiloto, y la declarante detrás del piloto, resultando que en [el] trayecto este
sujeto la amenazó con un arma de fuego, mientras otro sujeto que estaba a su
lado derecho la empezó a rebuscar por todo el cuerpo, pero como les contestaba
evasivamente, la abandonaron dos cuadras antes del puente Canadá; asimismo
se tiene la manifestación en sede policial y las Actas de Reconocimiento Físico
de las agraviadas Hayde Soriano Romero y Mariela Margarita Ruiz Gálvez de
Castro de fojas treintiocho, cuarenta y uno, sesenta y uno, cincuenta y nueve,
respectivamente, quienes reconocen y sindican plenamente al procesado Alonso
Girón Pumachagua como el sujeto que el día primero de junio de los corrientes

(1) STC Exp. Nº 1091-2002-HC/TC; caso: Vicente Ignacio Silva Checa.

258
DETENCIÓN PREVENTIVA

viajaba en el asiento del copiloto del taxi colectivo, siendo que ellas se encon-
traban en la parte posterior junto con otro sujeto, resultando que el procesado
las amenazó con un arma de fuego, así como les propinó golpes conjuntamente
con el sujeto [que] se encontraba a su lado derecho, y lograron despojarlas de
sus pertenencias, y dejándolas abandonas por la Calle José Díaz, cabe señalar
que las secuelas de la violencia que sufrieron las agraviadas se aprecian en los
Certificados Médicos de folios setenta y nueve y ochenta, así como en los Pa-
neux Fotográficos de fojas ochenta y ocho a noventa y nueve; de igual forma
obra la manifestación en sede policial y el Acta de Reconocimiento Físico de la
agraviada Blanca Jessica Sánchez Sifuentes de fojas cuarenticuatro y sesentitrés,
respectivamente, quien reconoce y sindica plenamente al procesado Alonso Girón
Pumachagua como el sujeto que el día veinticuatro de marzo de los corrientes
viajaba en el asiento del copiloto del taxi colectivo que había abordado la de-
ponente, siendo que este sujeto la amenazó con una arma de fuego, y la golpeó
para que entregue su dinero y dijese las claves de sus tarjetas bancarias, además
–agrega– que este sujeto mantenía continua comunicación con otra persona que
estaba realizando los retiros, cabe señalar que las secuelas de la violencia ejercida
contra la agraviada se encuentran plasmadas en el Certificado Médico Legal de
fojas ochenta y uno; aunado a lo citado se tiene a fojas cincuenta y siete el Acta
de Registro Vehicular e Incautación in situ, que cuenta con la firma e impresión
digital del procesado Girón Pumachagua, donde se da cuenta que se halló en el
vehículo de placa de rodaje TIM guión doscientos ochenta, debajo del asiento del
copiloto una pistola marca Browning de nueve mm. de calibre con su respectiva
cacerina abastecida con dos municiones en buen estado de conservación; en esta
línea se tiene la manifestación en sede policial del SOB PNP Jorge Luis Torres
Delgado de fojas cuarenta y seis a cuarenta y ocho, quien señala que el día pri-
mero de junio de los corrientes, los ocupantes de la camioneta que perseguían
al vehículo donde estaban asaltando, le manifestaron que la placa de rodaje de
dicho vehículo es TIM guión doscientos ochenta. Sumado a lo citado, se tiene
el examen de Psicología Forense número quinientos cincuenta y cinco oblicua
dos mil diez de fojas ciento tres, donde los peritos que la suscriben concluyen
que el encausado “no evidencia indicadores de trastornos Psicopatológicos o
déficit cognitivos que le impidan percibir y evaluar la realidad”.
SEXTO.- Siendo así, es decir, estando a la sindicación y reconocimiento
físico vertido por las cuatro agraviadas contra el procesado Alonso Girón Pu-
machagua, quienes además han narrado coincidentemente el presunto modo en
que operaba el encausado para cometer sus actos delincuenciales (se ubicaba
en el asiento del copiloto del taxi colectivo y de allí las amenazaba con un arma
de fuego) de las cuales refieren haber sido victimas; además que en el relato

259
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

incriminador se hace énfasis a la violencia que sufrieron de parte del encausado


y al respecto obran los resultados de los exámenes médicos legales de las agra-
viadas realizadas con proximidad temporal al momento en que según refieren
fueron victimadas, desprendiéndose de ellas las consecuencias de los golpes
que habrían recibido; aún más del contenido del Acta de Registro Vehicular
e Incautación in situ se desprende que se halló debajo del asiento del copiloto
del vehículo de placa de rodaje TIM guión doscientos ochenta conducido por
el procesado Girón Pumachagua un arma de fuego abastecida con dos muni-
ciones y en buen estado de conservación; asimismo cabe añadir que según la
declaración testimonial del efectivo policial Jorge Luis Torres Delgado la placa
del auto intervenido corresponde a la del usado para realización de actos delic-
tivos; por estas razones este Colegiado advierte que existen indicios razonables
y suficientes que satisfacen la exigencia normativa, y vinculan al procesado
Alonso Girón Pumachagua con el delito que se le imputa. De otro lado, si bien
sostiene el apelante refiere ser inocente, y que firmó el acta de registro vehicular
e incautación in situ sin leer su contenido, sin embargo cabe señalar que dichos
argumentos de defensa serán valorados con los demás medios de probanza en la
etapa procesal correspondiente, es decir, al emitirse pronunciamiento de fondo.
SÉTIMO.- Analizados los autos materia de la alzada en relación a la
Prognosis de la Pena, es decir teniéndose en cuenta la forma y circunstancias
como se habrían perpetrado los delitos materia de investigación, el rango de
pena abstracta que establece los tipos penales invocados, y además la presunta
participación del encausado Jaime César Muro Sevillano, se colige que ante
la probable emisión de una sentencia condenatoria se determinaría una pena
concreta para el apelante superior al año de privación de libertad.
OCTAVO.- Finalmente en cuanto al Peligro Procesal, apreciamos que en su
manifestación a nivel policial y en otros documentos privados ofrecidos como
es el caso de la declaración jurada obrante a fojas ciento treinticinco señala que
su dirección domiciliaria es en “la avenida Huandoy manzana setenta y dos lote
cincuenta distrito de los Olivos”, sin embargo en su Ficha de Reniec de fojas
ochenta y cuatro y también en otros documentos privados ofrecidos como el que
fluye a folios ciento veinticinco se consigna que su domicilio es en la “Calle seis
manzana N lote diecisiete urbanización Santo Domingo, segunda etapa, distrito
de Carabayllo” (anomalía que también se advierte en las instrumentales que
presentó en su escrito recibido el diecisiete de diciembre último), siendo así,
dada la doble versión respecto a su residencia habitual que esgrime, no se tiene
certeza si el encausado cuenta con domicilio fijo; de otro lado, en cuanto a su
actividad laboral refiere ser taxista, pero teniendo en cuenta que la imputación

260
DETENCIÓN PREVENTIVA

que le recae es presuntamente realizando dicha ocupación, se determina que


no cuenta con arraigo en este aspecto, asimismo se aprecia que obran de fojas
ciento once a ciento trece sus tres certificados de trabajo sin embargo cabe
precisar que los dos primeros se refieren a fecha a labores que realizó en fechas
muy anteriores al momento en que se suscitó el acto delincuencial por lo que
devienen en impertinentes para sus fines, y en cuanto al último se observa que
el inculpado en ningún momento lo hizo referencia al rendir su manifestación
a nivel policial razón por la [que] se ve enervada su contundencia probatoria; a
mayor abundamiento refiere tener carda familiar pero tampoco lo ha demostrado
fehacientemente. Por lo expuesto, concluimos que existen razones fundadas para
presumir que el procesado Alonso Girón Pumachagua en libertad, pondría en
serio riesgo la actividad probatoria y por consiguiente la impartición de justicia,
existiendo por ahora peligro procesal.
NOVENO.- En conclusión, cumpliéndose con los requisitos previstos en el
numeral ciento treinta y cinco del Código Procesal Penal, y teniéndose que la
resolución materia de alzada ha sido debidamente motivada por el juez a quo,
deberá confirmarse dicho extremo apelado.
Por estos fundamentos:
CONFIRMARON el auto que en copias certificadas corre de fojas ciento
cincuenticuatro a ciento sesenta y uno, su fecha primero de Octubre del año en
curso, en el extremo que dicta el mandato de detención contra del procesado
Alonso Girón Pumachagua, como presunto autor de los delitos contra la Li-
bertad Personal –secuestro, contra el Patrimonio– Robo agravado, en agravio
de Blanca Jessica Sánchez Sifuentes, Olga Georgina Reyna Arteaga, Mariella
Margarita Ruiz Gálvez de Castro y Haydé Soriano Romero; y como presunto
autor del delito contra la Seguridad Pública - tenencia ilegal de armas de fuego,
en agravio del Estado; Notificándose y los devolvieron.

261
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

057. Peligro procesal: Necesidad de partida de nacimiento


de hijos para acreditar arraigo familiar
Si bien el agente ha referido vivir con sus tres hijos, no presenta
las partidas de nacimiento de ninguno de estos, no acreditando
el arraigo familiar en la ciudad a efectos de desvanecer el peligro
procesal.

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA


TERCERA SALA ESPECIALIZADA EN LO PENAL PARA PROCESOS
CON REOS EN CÁRCEL

S.S. SALINAS SICCHA


MEZA WALDE
ZAPATA CARBAJAL

Resolución Nº 1137
Expediente Nº 45852-2009(1)
Lima, 23 de diciembre de 2010

AUTOS Y VISTOS: Interviniendo como ponente el Señor Juez Superior


Salinas Siccha; sin informe oral conforme deja constancia Relatoría a fojas
ochenta y dos. ASUNTO: Es materia de grado la apelación interpuesta por el
Representante del Ministerio Público contra la resolución de fojas cincuenta y
ocho a fojas sesenta, que DECLARA: procedente la variación al Mandato de
Detención decretado contra Juan Carlos Saldaña Canales, en el proceso que se
le sigue por el delito contra el patrimonio - Robo Agravado, en agravio de César
Augusto Lanchita Limay y Carlos Stevens Rodríguez Lanchipa, en consecuencia
se dicta contra el referido procesado Mandato De Comparecencia Restringida,
bajo cumplimiento de ciertas reglas de conducta. ATENDIENDO:
PRIMERO.- Conforme se advierte de las copias certificadas de los actua-
dos policiales y jurisdiccionales que corren en autos, se aprecia que, de fojas
veintiocho a fojas treinta y tres, obra el auto de apertura de instrucción, en el
cual se dicta mandato de detención contra el encausado recurrente. Desde dicho
auto hasta el escrito de apelación a la variación del mandato de detención (fojas
sesenta y ocho) se ha recabado la instructiva del inculpado Juan Carlos Saldaña
Canales (fojas treinta y cuatro, continuada a fojas cuarenta, cuarenta y uno),

262
DETENCIÓN PREVENTIVA

declaración instructiva del procesado Billy Joel Tang Lozada (fojas cincuenta),
declaración preventiva de Carlos Stevens Rodríguez Lanchita (fojas sesenta y
uno), declaración preventiva de César Augusto Lanchita Limay (fojas sesenta
y cuatro).
SEGUNDO.- El Representante del Ministerio Público fundamenta su ape-
lación alegando que: a) No existen suficientes elementos de juicio que hagan
variar los fundamentos del Auto de Apertura de Instrucción que dictó mandato
de detención contra el procesado solicitante b) Que, para la comisión del delito,
el encausado actuó violentamente y premunido de un objeto punzo cortante (pico
de botella) ocasionando un corte a la altura de la oreja izquierda al agraviado
César Augusto Lanchita Limay para despojarlo de la suma de trescientos nue-
vos soles, lesiones que están plenamente acreditadas con el Certificado Médico
Legal que se le practicó al agraviado, en el cual se evidencia la gravedad de la
lesión. c) Ha sido plenamente reconocido y sindicado por los agraviados. d) No
se aprecian elementos probatorios que atenúen la responsabilidad del procesado
solicitante, ni mucho menos que desvanezcan su autoría. e) No existen diligencias
ni documentos probatorios fehacientes que demuestren arraigo domiciliario,
laboral y familiar.
TERCERO.- A que, de la sección in fine del artículo ciento treinta y cinco
del Código Procesal Penal, modificado por la ley veintisiete mil setecientos
cincuenta y tres, establece que el juez podrá revocar de oficio el mandato de
detención previamente ordenado, cuando nuevos actos de investigación pongan
en cuestión la suficiencia de las pruebas que dieron lugar a la medida.
CUARTO.- De la revisión del incidente sub examine se aprecia que si bien
se ha diligenciado la declaración instructiva del inculpado Juan Carlos Saldaña
Canales (fojas treinta y cuatro, continuada a fojas cuarenta, cuarenta y uno),
quien niega su responsabilidad en los hechos; declaración instructiva del pro-
cesado Billy Joel Tang Lazada (fajas cincuenta), quien niega su responsabilidad
en los hechos y niega conocer a su coprocesado Saldaña Canales; declaración
preventiva de Carlos Stevens Rodríguez Lanchipa (fojas sesenta y uno), quien
reconoce a Saldaña Canales como una de las tres personas que participó en el
Robo cometido en su contra, fue quien le agredió con un pico de botella en la
parte posterior del cuello, causándole un corte profundo, aprovechando dicho
momento para sustraerle del bolsillo derecho de la parte posterior de su pantalón
la suma de mil quinientos nuevos soles, ante esto su tío intentó ayudarle pero
también fue lesionado con el pico de botella por Saldaña Canales quien le sustrajo
su canguro con sus pertenencias, seguidamente los sujetos se fueron corriendo
con dirección a un auto que se encontraba con el motor prendido a unos cinco

263
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

o seis metros el cual abordaron y se dieron a la fuga; declaración preventiva de


César Augusto Lanchipa (fojas sesenta y cuatro), quien refiere que fue agredido
por Saldaña Canales quien provisto de un pico de botella lo agredió en la cara,
causándole un corte en la parte auricular izquierda, luego lo cogotea un moreno
por atrás y Saldaña Canales le arranchó su canguro que portaba con la suma de
tres mil nuevos soles, luego se fueron corriendo hacia un volkswagen que se
encontraba con el motor encendido esperándolos. Cabe; De la compulsa de los
nuevos actos de investigación, se colige que se mantienen incólumes tanto la
suficiencia probatoria como la prognosis de la pena concebida por el Juez a quo
al decretar la detención en contra del procesado Juan Carlos Saldaña Canales,
al no evidenciarse cuestionamiento al respecto.
QUINTO.- En cuanto al peligro procesal, se advierte que el procesado ha
referido venir residiendo en Calle Sánchez Pinillo Nº 146 interior dos, distrito
de Breña (declaración instructiva de fojas treinta y cuatro); sin embargo en la
ficha RENIEC consta su domicilio en Jirón Trujillo Nº 966 departamento 23
distrito de Rímac, además pretende acreditar con el certificado domiciliario (de
fojas cuarenta y siete) en nombre de Renee Adela Vargas López. Se aprecia que
con el documento precitado no se llega a demostrar fehacientemente el arraigo
domiciliario del procesado, toda vez que está en nombre diferente al del proce-
sado y difiere de la dirección que registra en la Reniec; asimismo el procesado
ha referido trabajar de obrero, vendedor de frutas, verduras y en la reventa de
entradas cuando hay eventos musicales, orquestas o partidos de fútbol y pretende
demostrar el arraigo laboral con el contrato de trabajo (fojas cuarenta y seis)
emitido por Luis Mario Ramos Díaz; sin embargo, este documento no acredita
la formalidad del trabajo, solo indica que prestará sus servicios de encuaderna-
dor, pero de ninguna manera acreditan trabajo actual, no se especifica horario
de trabajo, por lo que en este extremo no se ha acreditado el arraigo laboral en
la ciudad de Lima; de otro lado, el procesado ha referido en su instructiva de
fojas cuarenta y uno vivir con su señora Tatiana Miranda Vargas, sus suegros, sus
tres hijos; pero no acredita con las partidas de nacimiento de ninguna de estas,
no acreditando el arraigo familiar en la ciudad de Lima; consecuentemente no
ha demostrado lo que en literatura jurídica se denomina arraigo, generándose
la presunción que perturbaría la actividad probatoria y la acción de la justicia,
por ende subsiste el peligro procesal.
SEXTO.- En este sentido se colige que los nuevos actos realizados en la
instrucción y que forman el cuaderno incidental no han puesto en cuestión el
estado sustancial de los presupuestos fácticos respecto de los cuales la medida
excepcional fue dictada, por estos fundamentos: REVOCARON: la Resolución

264
DETENCIÓN PREVENTIVA

de fojas cincuenta y ocho a fojas sesenta, que DECLARA: procedente la varia-


ción al Mandato de Detención decretado contra Juan Carlos Saldaña Canales,
en el proceso que se le sigue por el delito contra el patrimonio - Robo Agrava-
do, en agravio de César Augusto Lanchita Limay y Carlos Stenens Rodríguez
Lanchipa, en consecuencia se dicta contra el referido procesado Mandato De
Comparecencia Restringida, bajo apercibimiento en caso de incumplimiento,
de revocarse la medida y dictarse mandato de detención, Fijo la suma de cua-
trocientos nuevos soles el monto que por concepto de caución deberá abonar
ante el Banco de la Nación.; REFORMÁNDOLA: declararon improcedente la
solicitud de variación de mandato de Detención a Comparecencia planteada por
el procesado Juan Carlos Saldaña Canales, en el proceso que se le sigue por delito
contra el patrimonio - Robo Agravado, en agravio de César Augusto Lanchita
Lima y Carlos Stevens Rodríguez Lanchipa; en consecuencia dispusieron su
recaptura e internamiento, debiendo oficiarse a las entidades correspondientes
para su cumplimiento; Notificándose y los devolvieron.

265
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

058. Peligro procesal: Necesidad de acreditar existencia


de parientes con los que se demuestre vivir en caso de
arraigo familiar
En cuanto al arraigo familiar, se debe precisar que el procesa-
do no ha acreditado la existencia de arraigo familiar toda vez
que no ha adjuntado elementos de prueba convincentes que
acrediten la existencia de parientes con los que demuestre vivir.

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA


TERCERA SALA ESPECIALIZADA EN LO PENAL PARA
PROCESOS CON REOS EN CÁRCEL

S.S. SALINAS SICCHA


MEZA WALDE
ZAPATA CARBAJAL

Resolución Nº 1126
Expediente Nº 2358-2010
Lima, 20 de diciembre de 2010

AUTOS Y VISTOS: Interviniendo como ponente el Señor Juez Superior


Salinas Siccha; sin informe oral conforme deja constancia Relatoría a fojas
setenta y ocho. ASUNTO: Es materia de grado la apelación interpuesta por la
defensa de Jhon Guillermo Pisconte Serna contra la resolución de fojas cincuenta
y cuatro a fojas cincuenta y nueve, que RESUELVE: declarar improcedente el
pedido de variación del mandato de detención promovido por el procesado Jhon
Guillermo Pisconte Serna , en el proceso que se le sigue por el delito contra el
patrimonio –Robo Agravado– en agravio de Waldo Ocampo Rosales. ATEN-
DIENDO: PRIMERO.- Conforme se advierte de las copias certificadas de los
actuados policiales jurisdiccionales que corren en autos, se aprecia que, de fojas
treinta y cuatro a fojas cuarenta, obra el auto de apertura de instrucción, en el cual
se dicta mandato de detención contra el encausado recurrente. Desde dicho auto
hasta el escrito de variación del mandato de detención (fojas sesenta y uno a fojas
sesenta y tres) se ha recabado la instructiva de Rosmel Néstor Lázaro Mendoza
(fojas cuarenta y uno), declaración testimonial de Roberto Pooll Coloma (fojas
cuarenta y cinco), declaración testimonial de Guisela Magali Lázaro Mendoza

266
DETENCIÓN PREVENTIVA

(fojas cuarenta y siete), declaración preventiva de Waldo Ocampo Rosales (fojas


cuarenta y nueve), declaración instructiva del inculpado Jhon Guillermo Pisconte
Serna (fojas cincuenta y uno).
SEGUNDO.- El recurrente, alega que no se ha acreditado su participación
en la comisión del delito como autor o cómplice, no existe prueba suficiente
e idónea para imputar responsabilidad, que los medios de prueba no han sido
comprobados por hechos periféricos de carácter objetivo o consistentes que
pueda corroborar su situación.
TERCERO.- De la revisión del incidente sub examine se aprecia que la
suficiencia probatoria que vincula al encausado con los hechos está probado
con las declaraciones: instructiva de Rosmei Néstor Lázaro Mendoza de fojas
cuarenta y uno, donde reconoce al procesado como uno de los que ingresaron
a dejar el vehículo robado a casa de su hermana, cabe precisar que Lazaro
Mendoza reconoció plenamente a Pisconte Serna como la persona que le dio a
guardar la mototaxi de placa NG-73407 (Acta de Reconocimiento de persona en
fotografía de ficha Reniec de fojas treinta); testimonial de Roberto Pooll Coloma
quien a fojas cuarenta y cinco refiere cómo fue víctima de robo por parte de los
inculpados, entre ellos, Jhon Guillermo Pisconte Serna. De la compulsa de los
nuevos actos de investigación, se colige que se mantienen incólumes tanto la
suficiencia probatoria como la prognosis de la pena concebida por el Juez a quo
al decretar la detención en contra del procesado Jhon Guillermo Pisconte Serna,
al no evidenciarse cuestionamiento alguno al respecto.
CUARTO.- Que con respecto al peligro procesal, este debe ser analizada en
sus dos vertientes, esto es, de que se rehuya la acción de la justicia o se perturbe
la actividad probatoria, bastando que cualquiera de ellas se mantenga vigente
para que se configure la existencia de peligro procesal, así tenemos que: en
cuanto al peligro de fuga: se tiene que valorar todas aquellas circunstancias que
rodean al caso y al imputado, que permitan realizar un juicio fundado acerca
de su permanencia en la sede del Órgano Jurisdiccional o del cumplimiento de
sus obligaciones procesales, por lo que en doctrina se desarrolla la existencia
de arraigo, el mismo que tiene que ver con el establecimiento fijo en un lugar y
en donde el imputado mantiene relaciones de una intensidad determinada con el
medio ambiente donde se desenvuelve. Este concepto comprende el otro pará-
metro de la profesión, domicilio, recursos y lazos familiares del imputado, pues
el establecimiento en un determinado lugar dependen de la actividad económica
o laboral que desempeña, así como sus relaciones familiares o recursos. Si el
arraigo es menor, obviamente mayor es el peligro de fuga, por lo que se procederá

267
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

al análisis de la existencia o no del referido elemento: con relación al arraigo do-


miciliario, el inculpado en su instructiva precisó tener como domicilio conocido,
el inmueble ubicado en jirón seis de agosto número 448 - hogar policial tercera
zona; domicilio que no acredita, por lo que en este extremo no se ha acreditado
arraigo laboral; en cuanto al arraigo laboral, el inculpado refirió en su instructiva
de fojas cincuenta y dos trabajar como mototaxista; sin embargo no presenta
documento alguno que corrobore tal versión, por lo que en este extremo no se
ha acreditado el arraigo laboral; en cuanto al arraigo familiar, se debe precisar
que el procesado no ha acreditado la existencia de arraigo familiar toda vez que
no ha adjuntado elementos de prueba convincentes que acrediten la existencia
de parientes con los que demuestre vivir. En lo que respecta a la perturbación
de la actividad probatoria, referido a la posibilidad que tiene el procesado de
realizar acciones tendientes a retardar o perturbar el normal desarrollo de la ac-
tividad probatoria; así pues, advirtiendo la forma en que sucedieron los hechos
y el actuar del procesado en banda y a mano armada, actitud que demuestra se
pueda presumir que el procesado estando en libertad, podría perturbar la actividad
probatoria y la acción da la justicia, por ende subsiste aún el peligro procesal.
QUINTO.- A que, en este sentido se colige que los nuevos actos no han
puesto en cuestión el estado sustancial de los presupuestos tácticos respecto de
los cuales la medida excepcional fue dictada. Por estos fundamentos CONFIR-
MARON la resolución de fecha treinta de abril del año dos mil diez, de fojas
cincuenta y cuatro a fojas cincuenta y nueve, que DECLARA improcedente el
pedido de variación del mandato de detención promovido por el procesado Jhon
Guillermo Pisconte Serna en el proceso que se le sigue por el delito contra el
patrimonio - Robo Agravado en agravio de Waldo Ocampo Rosales; Notificán-
dose y los devolvieron.

268
DETENCIÓN PREVENTIVA

059. R
evocatoria de la comparecencia por detención: No
concurrencia al juicio oral
El encausado fue emplazado para su concurrencia al acto de
juicio oral en reiteradas oportunidades, el que ha sido renuente
en cumplir con las citaciones que le fueron cursadas en el do-
micilio real que señaló en el proceso, conforme se desprende
de los cargos de notificación anexados. Por lo que evidencia
una actitud del procesado de evadir y sustraerse del accionar
de la justicia, dilatando la tramitación de la causa. Por los fun-
damentos expuestos, se revoca el mandato de comparecencia
con restricciones y se dicta mandato de detención.

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA


PRIMERA SALA PENAL DE PROCESOS CON REOS LIBRES

S.S. PARIONA PASTRANA


PLACENCIA EYZAGUIRRE
EYZAGUIRRE GÁRATE

Resolución Nº 2351-2010
Expediente Nº 16201-2006.
Lima, 20 de octubre de 2010.

AUTOS Y VISTOS; avocándose al conocimiento de la presente causa el


señor Juez Superior Josué Pariona Pastrana, en mérito de lo resuelto en la Re-
solución Administrativa Nº 728-2010-P-CSJLI/PJ; estando a lo expuesto en la
razón de Secretaría de Actas que antecede, DECLARARON: FRUSTRADO
EL JUICIO ORAL; y ATENDIENDO: PRIMERO.- Advirtiéndose del Auto
de Superior de Enjuiciamiento de fecha diecisiete de abril del año dos mil ocho,
de folios ciento noventidos, por error material se consignó el segundo nombre
del procesado como Cristhian Jonathan Franco Torres, cuando lo correcto es
Cristhian Yonathan Franco Torres, conforme se aprecia en su declaración ins-
tructiva de fojas cuarentinueve y de la ficha de Reniec obrante a fojas trescientos
veintiocho, por lo que procede aclarar la referida resolución, ya que tal error en
nada varía el sentido de la resolución. SEGUNDO.- Que por resolución de fecha
siete de setiembre del año en curso, obrante a folios trescientos ochentitrés, se

269
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

señaló fecha para la verificación del juicio oral para el jueves siete de octubre del
presente año, habiéndose cursado las notificaciones respectivas para la concurren-
cia del acusado Cristhian Yonathan Franco Torres; el mismo que no concurrió a
la diligencia judicial programada. TERCERO.- De la revisión de los actuados,
se tiene que al referido acusado se le reservó el proceso al haberse declarado reo
contumaz: el mismo, que fue puesto a disposición de esta Superior Sala Penal, en
calidad de detenido con fecha once de agosto del año dos mil nueve, conforme se
aprecia de la razón de Secretaría de Mesa de Partes, obrante a folios trescientos
dieciséis; emitiéndose luego la resolución de fecha once de agosto del mismo año,
obrante a fojas trescientos veintinueve, donde se resolvió su situación jurídica,
fijándose fecha para audiencia la misma que le fue notificada personalmente y
disponiendo su asistencia “... bajo apercibimiento de variársele la medida de
comparecencia restringida por la de detención, en caso de inconcurrencia ...”,
como es de verse del cargo obrante a fojas trescientos treintiuno. CUARTO.-
Que el referido encausado fue emplazado para su concurrencia al acto de juicio
oral en reiteradas oportunidades, conforme se observa de las resoluciones de
folios trescientos treintinueve, trescientos cuarentinueve, trescientos cincuenti-
cinco, trescientos sesentiocho, trescientos setentiséis y trescientos ochentitrés;
el mismo que ha sido renuente en cumplir con las citaciones, que le fueron
cursadas en el domicilio real que señaló en el proceso, conforme se desprende
de los cargos de notificación anexados en autos; por lo que evidencia una ac-
titud del procesado de evadir y sustraerse del accionar de la justicia, dilatando
la tramitación de la presente causa. Por los fundamentos expuestos, y estando
a la facultad que tiene los Magistrados para completar e integrar las resolucio-
nes judiciales, de conformidad con lo previsto en el segundo párrafo del inciso
tercero del artículo doscientos noventa y ocho del Código de Procedimientos
Penales, modificado por el Decreto Legislativo ciento veintiséis, en aplicación
supletoria del artículo cuatrocientos seis del Código Procesal Civil; asimismo,
haciéndose efectivo el apercibimiento decretado, conforme a lo establecido en
el artículo ciento cuarenta y cuatro del Código Procesal Penal, I.- ACLARA-
RON: El Auto Superior de Enjuiciamiento de fecha diecisiete de abril del dos
mil ocho, obrante a fojas ciento noventidos, para tenerse el nombre correcto
del acusado como Cristhian Yonathan Franco Torres; II.- REVOCARON: El
extremo del Auto de Apertura de Instrucción de fecha seis de agosto del dos mil
seis, obrante a folios cuarenticuatro a cuarenticinco, en cuanto dictó mandato
de comparecencia con restricciones y REFORMÁNDOLA dictaron mandato
de detención contra el acusado Cristhian Yonathan Franco Torres, por el delito
contra el patrimonio –robo agravado–, en perjuicio de John Edward Quispe Mori
y José Aurelio Antonio Solórzano; en consecuencia, DISPUSIERON: Oficiar a

270
DETENCIÓN PREVENTIVA

la División de Requisitorias de la Policía Judicial de la Policía Nacional del Perú


y a la Oficina de Requisitorias de la Corte de Lima, para la inmediata ubicación
y captura del referido acusado sin perjuicio de por medio de edictos que serán
publicados durante tres días consecutivos, en el Diario Oficial “El Peruano”; y
conforme a lo establecido en el artículo trescientos diecinueve del Código de
Procedimientos Penales, RESERVARON: El juzgamiento del mencionado
acusado hasta que sea habido y puesto a disposición de esta Superior Sala Penal;
asimismo, MANDARON: Que por Secretaría se reitere de forma periódica y
antes de su vencimiento, las órdenes de capturas impartidas contra los Reos
Contumaces Cristhian Yonathan Franco Torres y Arturo Cáceres Velásquez;
oficiándose y notificándose.

271
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

060. Revocatoria de la comparecencia por detención: No


concurrencia del imputado y quiebre del juicio oral
En tanto el acusado no concurrió a la audiencia continua-
da, pese a haber sido notificado personalmente en audiencia
pública “bajo apercibimiento, de revocársele el mandato de
comparecencia por el de detención en caso de inasistencia”, y
difiriéndose la audiencia pública, notificándose al acusado por
intermedio del personal policial adscrito a esta Superior Sala
Penal en el domicilio real que proporcionó en sus generales de
ley, notificación que no pudo efectuarse porque la propietaria
del inmueble informó que el acusado vivió en su casa en calidad
de inquilino y que se mudó con rumbo desconocido; por lo que
evidencia una actitud el procesado de evadir y sustraerse del
accionar de la justicia, dilatando la tramitación de la presente
causa; se declara quebrado el juicio oral y se revoca el man-
dato de comparecencia con restricciones, dictándose mandato
de detención.

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA


PRIMERA SALA PENAL PARA PROCESOS CON REOS LIBRES

S.S. PARIONA PASTRANA


PLACENCIA RUBIÑOS
EYZAGUIRRE GÁRATE

Resolución Nº 2508-2010
Expediente Nº 441-2008
Lima, 15 de noviembre de 2010

AUTOS Y VISTOS; avocándose al conocimiento de la presente causa el


señor Juez Superior Josué Pariona Pastrana, en mérito de lo dispuesto en la Re-
solución Administrativa Nº 728-2010-P-CSJLI/PJ, publicada en el Diario Oficial
El Peruano, con fecha diecisiete de setiembre del año en curso; en el proceso
seguido contra Alejandro Isabel Valdivia Torres, por el delito contra la libertad
sexual –violación sexual de menor de edad–, en perjuicio de la menor de Clave
J.D.H.H; estando a lo expuesto en la razón de Secretaría de Actas obrante a

272
DETENCIÓN PREVENTIVA

folios trescientos veintiuno; y ATENDIENDO: PRIMERO.- De la revisión de


los actuados, se tiene que al acusado Valdivia Torres, se le reservó el proceso al
haber sido declarado reo ausente; el mismo, que fue puesto a disposición de esta
Superior Sala Penal, en calidad de detenido con fecha diecinueve de mayo del año
en curso, señalándosele fecha para la realización del juicio oral a fin de resolver
su situación jurídica, conforme se advierte de la resolución de fecha diecinueve
de mayo del presente año, obrante a folios doscientos cuarentidós; y realizándose
posteriormente la audiencia correspondiente, conforme se advierte de las actas
que corren en autos. SEGUNDO.- Que, sin embargo el mencionado acusado no
concurrió a la audiencia continuada, señalada para el día jueves dieciséis de se-
tiembre del año en curso, pese a haber sido notificado personalmente en audiencia
pública, “bajo apercibimiento, de revocársele el mandato de comparecencia por
el de detención en caso de inasistencia”, conforme consta en el acta de folios
trescientos dieciséis; y difiriéndose la audiencia pública para llevarse a cabo el
veintiuno del setiembre del presente año, conforme se observa de la constancia
emitida por la Secretaria de Sala, que obra a fojas trescientos treintiuno; notifi-
cándose al acusado por intermedio del personal policial adscrito a esta Superior
Sala Penal, en el domicilio real que proporcionó en sus Generales de Ley, (acta
de audiencia obrante a fojas doscientos setentiuno a doscientos setenticinco”
notificación que no pudo efectuarse, porque la propietaria del inmueble infor-
mó que el acusado “...vivió en su casa en calidad de inquilino, mudándose con
fecha julio de/presente año, con rumbo desconocido y se negó a recepcionar la
cedula de notificación”, conforme se observa del parte policial, obrante a folios
trescientos diecinueve reverso; por lo que evidencia una actitud el procesado
de evadir y sustraerse del accionar de la justicia, dilatando la tramitación de la
presente causa. Por los fundamentos expuestos, en aplicación de lo dispuesto
en el artículo doscientos sesentisiete del Código de Procedimientos Penales y
haciéndose efectivo el apercibimiento decretado, conforme a lo establecido en el
artículo ciento cuarenta y cuatro del Código Procesal Penal, I.- DECLARARON:
quebrado el juicio oral y sin efecto las actas de su propósito; II.- REVOCARON:
El extremo del Auto de Apertura de Instrucción de fecha veintiuno de agosto del
dos mil siete, obrante a folios ciento diecisiete a ciento veintiuno, en cuanto dictó
mandato de comparecencia con restricciones y REFORMÁNDOLA dictaron
mandato de detención contra el acusado Alejandro Isabel Valdivia Torres, por el
delito contra la libertad sexual –violación sexual de menor de edad–, en perjuicio
de la menor de Clave J.D.H.H; en congruencia, DISPUSIERON: Oficiar a la
División de Requisitorias de la Policía Judicial de la Policía Nacional del Perú
y a la Oficina de Requisitorias de la Corte de Lima, para la ubicación y captura
del referido acusado sin perjuicio de llamársele por medio de edictos que serán

273
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

publicados durante tres días consecutivos, en el Diario Oficial “El Peruano”; y


conforme a lo establecido en el artículo trescientos diecinueve del Código de
Procedimientos Penales; RESERVARON: El juzgamiento del mencionado
acusado hasta que sea habido y puesto a disposición de esta Superior Sala Penal;
y al OFICIO Nº 11378-10-DIRCRI PNP-DIVIDCRI/SIT, de fecha dos de junio
del presente año, cursado por el Jefe de Identificación Decadactilar de la División
de Identificación Criminalística de la Policía Nacional del Perú, que remite el
certificado de antecedentes policiales del procesado obrante a folios doscientos
cincuenticuatro a doscientos cincuenticinco: Téngase presente; y proveyendo los
escritos presentados por Daniel Huanca Oscco, padre de la menor agraviada, de
fecha veintiséis de mayo del año en curso, a lo expuesto: Téngase por apersonado
a la instancia, por designado como su abogada defensora a la letrada que autoriza
el presente escrito y por señalado el domicilio procesal que se indica; al de fecha
veintiocho de mayo del presente año, a lo expuesto: Téngase por nombrado como
su abogado defensor al letrado que suscribe el presente; de fecha siete de junio
del año en curso, al principal: Agréguese a los autos la partida de nacimiento que
se acompaña y por designada como abogada defensora a la letrada que autoriza
el presente; al otrosí: Téngase presente el domicilio procesal que se señala para
las notificaciones de ley; asimismo, proveyendo el escrito presentado por el
procesado Alejandro Isabel Valdivia Torres, de fecha siete de junio del presente
año, a lo expuesto: Téngase por designado como su abogado defensor al letrado
que autoriza el presente escrito y por señalado el domicilio procesal que se indi-
ca; al OFICIO Nº 119-2010-MP-FN-IML-JN-GECRIM/DICLIFOR/RATPSC,
de la División Clínico Forense del Instituto de Medicina Legal, obrante a fojas
doscientos noventicinco: Téngase presente; al escrito presentado por Daniel
Huanca Oscco, padre de la agraviada, de fecha diecisiete de agosto del año en
curso, a lo expuesto: Téngase por designada como su defensa a la letrada que
autoriza el presente y estese a lo dispuesto en la fecha; al Protocolo de Pericia
Psicológica Nº 044881-2010-PSC, de fecha cinco de agosto del año en curso,
Protocolo de Pericia Psicológica Nº 044177-2010-PSC, de fecha veintitrés de
agosto del año en curso y a la Evaluación Psiquiátrica Nº 051 539 2010-PSQ,
de fecha catorce de setiembre del año en curso, los mismos que fueron enviados
por División Clínico Forense del Ministerio Público, obrantes a fojas trescientos
veintidós, trescientos veintisiete y trescientos treintiuno: Téngase presente; y
MANDARON: Que por Secretaría se reitere de forma periódica y antes de su
vencimiento, las ordenes de capturas impartidas contra el acusado Alejandro
Isabel Valdivia Torres; oficiándose y notificándose.

274
DETENCIÓN PREVENTIVA

061. Suspensión de la comparecencia restringida: Exceso


de plazo
La Ley Nº 29439 modificó el artículo 143 del Código Procesal
Penal, señalando que las restricciones a la comparecencia
tendrán carácter temporal y no podrán exceder de nueve me-
ses en el procedimiento ordinario y de dieciocho meses en el
procedimiento especial y a su vencimiento, sin haberse dictado
la sentencia de primer grado, deberá decretarse la inmediata
suspensión de la comparecencia restringida, siguiéndose el
proceso al procesado con comparecencia simple. Y estando que
el procesado tomó conocimiento en su declaración instructiva
sobre las reglas de conducta que le fueron impuestas en el auto
de apertura de instrucción, habiendo excedido los nueve meses
que establece la norma, se suspende el mandato de compare-
cencia con restricciones.

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA

S.S. VIDAL MORALES


GONZALES HERRERA
GÓMEZ MARCHISIO

Resolución Nº 656
Expediente Nº 944 - 09 “C”
Lima, 6 de Julio de 2010

AUTOS Y VISTOS: Interviniendo como Juez Superior Ponente el señor


Vidal Morales; y con lo expuesto por el representante del Ministerio a folios
ciento seis, puesto los autos en despacho para resolver; y ATENDIENDO:
PRIMERO.- Es materia de grado el auto de procesamiento de folios sesentio-
cho su fecha dos de junio del dos mil ocho en el extremo que dicta mandato de
comparecencia con restricciones a Yolanda Ramos García por el delito que se
les sigue contra la Administración Pública –violencia y resistencia a la autori-
dad - intimidación o violencia contra funcionario público o contra persona que
presta asistencia en virtud de un deber legal para impedir el ejercicio de sus
funciones en su forma agravada–, en agravio del Estado y de José Luis Tejada

275
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

Suárez; apelación formulada por la procesada; SEGUNDO.- Se le imputa a la


procesada haber entorpecido el ejercio de las funciones del servidor judicial José
Luis Tejada Suárez, en su condición de Secretario Judicial del Cuadragésimo
Juzgado Civil, siendo que con fecha ocho de setiembre del dos mil cinco, en el
interior de la Municipalidad de San Juan de Lurigancho a efectos de realizar el
embargo en forma de intervención en recaudación sobre los ingresos propios de
dicha municipalidad, la procesada en compañía de sus coprocesados, emplearon
intimidación y se oponían a la realización de dicha diligencia; TERCERO.- el
párrafo in fine del artículo ciento cuarentitrés del Código Procesal Penal, se en-
cuentra prevista la facultad del a quo a efecto de imponer la medida coercitiva de
Comparecencia, en forma simple o con restricciones, disponiendo el texto: “El
Juez podrá imponer una de estas alternativas o combinar varias de ellas, según
resulte adecuada al caso y ordenará las medidas necesarias para garantizar su
cumplimiento. Si el hecho punible denunciado está penado con una sanción leve
o las pruebas aportadas no la justifiquen, podrá prescindir de tales alternativas.”;
CUARTO.- El Juez Penal, está facultado a imponer al procesado una o varias
de las penas alternativas previstas en la norma procesal acotada, siendo que, su
decisión no puede ser arbitraria, sino debe responder fundamentalmente al “Prin-
cipio de Necesidad”, esto es, cuando resulte absolutamente indispensable para
asegurar que el acusado no se sustraiga a la acción de la justicia o no perturbe
la acción probatoria”; la procesada Yolanda Ramos García; si bien, fundamenta
su recurso (folios noventiuno) señalando carecer de antecedentes policiales, y
penales así como el de contar con trabajo y domicilio conocido; estando a lo
vertido por la procesada en su respectivo recurso, se debe señalar que si bien
la argumentación señalada no es suficiente para variar el mandato decretado en
autos, los cuales no han sido sustentados en forma adecuada y consistente la
variación del mandato solicitado a efectos de que esta Superior Sala evalué el
requerimiento, también lo es que Ley Nº Veintinueve mil cuatrocientos treinta
y nueve, publicada el diecinueve de noviembre del dos mil nueve, que en su
artículo tres modifica, el artículo ciento cuarenta y tres del Código Procesal
Penal, señalando el texto de la referida Ley lo siguiente: “Las alternativas antes
señaladas tendrán carácter temporal y no podrán exceder de nueve meses en
el procedimiento ordinario y de dieciocho meses en el procedimiento especial.
(...). A su vencimiento, sin haberse dictado la sentencia de primer grado, deberá
decretarse la inmediata suspensión de la comparecencia restringida, siguiéndose
el proceso al procesado con comparecencia simple.”; y estando que la procesada
tomó conocimiento en su declaración instructiva a folios ochenticinco, sobre las
reglas de conducta que le fueron impuestas en el auto de apertura de instrucción,
en consecuencia en el presente caso corresponde la aplicación de la norma citada

276
DETENCIÓN PREVENTIVA

al haberse excedido los nueve meses que estable la misma; fundamentos por
los cuales, se: SUSPENDE el mandato de comparecencia con restricciones a
Yolanda Ramos García por el delito que se le sigue contra La Administración
Pública –violencia y resistencia a la autoridad - intimidación o violencia contra
funcionario público o contra persona que presta asistencia en virtud de un deber
legal para impedir el ejercicio de sus funciones en su forma agravada– , en agra-
vio del Estado y de José Luis Tejada Suárez; dictado en el auto de apertorio de
instrucción que en copia certificada obra sesentiocho su fecha dos de junio del
dos mil ocho, PROSIGUIÉNDOSE el proceso a Yolanda Ramos García, con
comparecencia simple, por el delito contra La Administración Pública –violencia
y resistencia a la autoridad - intimidación o violencia contra funcionario público
o contra persona que presta asistencia en virtud de un deber legal para impedir
el ejercicio de sus funciones en su forma agravada–, en agravio del Estado y de
José Luis Tejada Suárez; notificándose y los devolvieron.

277
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

062. Variación de la detención preventiva: Necesidad de


evaluar nuevos elementos aportados al proceso
El a quo ha tomado en cuenta para el presente incidente elemen-
tos que ya fueron materia de análisis, lo que conlleva a precisar
que en el presente estadio procesal lo que se valora ante la so-
licitud de variación del mandato de detención es la existencia
de nuevos elementos de conocimiento aportados al proceso, es
decir, cuando nuevos actos de investigación pongan en cuestión
la suficiencia de las pruebas que dieron lugar a la medida inicial.

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA


TERCERA SALA PENAL PARA PROCESOS CON REOS EN CÁRCEL

S.S. PADILLA ROJAS


PEÑA FARFÁN
CHAMORRO GARCÍA

Resolución Nº 1113
Expediente Nº 5173-10
Lima, 20 de diciembre de 2010.

AUTOS Y VISTOS; Con la constancia de Relatoría obrante a fojas ciento


cincuentiseis; la apelación interpuesta por el procesado Dalmiro Naveros Ur-
fano, contra la resolución que declara Improcedente su solicitud de Variación
al Mandato de Detención; interviniendo como Ponente el señor doctor Juez
Superior Titular Padilla Rojas; y ATENDIENDO;
PRIMERO.- Que, el último párrafo del artículo ciento treinticinco del Có-
digo Procesal Penal vigente señala: “en todo caso, el Juez Penal podrá revocar
de oficio el mandato de detención previamente ordenado cuando nuevos actos
de investigación pongan en cuestión la suficiencia de las pruebas que dieron
lugar a la medida”;
SEGUNDO.- Que, de lo actuado en autos se advierte que, con posterioridad
al auto que motivó la apertura de instrucción en contra del procesado Dalmiro
Naveros Urfano, se han actuado diversas diligencias, tales como:

278
DETENCIÓN PREVENTIVA

a) Continuación de la declaración Instructiva del procesado Dalmiro Naveros


Urfano obrante a fojas cincuenta y ocho a sesenta y dos, donde refiere ser
inocente de los cargos que pesan contra su persona, añade que se dedica a
administración de taxis de propiedad de su hermana y que además es guardián
en el Cerro Playa Anca de la señora Dionisia Medina Huacho, señala que
no se dedica a la microcomercialización, que fue anteriormente consumidor
de droga y que tuvo una condena condicional, lo cual ya acabo de firmar,
refiere además que cuando estaba caminando rumbo a Lurín para administrar
los taxis, se percata de unos señores vestidos de civil que intervienen a dos
sujetos, siendo que uno de ellos se da a fuga y después de un momento lo
interviene a dicho procesado y cuando es conducido dentro del vehículo se
da cuenta que estaba detenido con otra persona de nombre Candela, afirma
además que la droga que supuestamente había arrojado antes de su inter-
vención, no le pertenece y respecto a la sindicacion del señor Candela, este
refiere que dicha persona se encontraba drogado al referir ello;
b) Declaración Testimonial de Jorge Luis Candela Sánchez, obrante a fojas
sesentisiete a sesentinueve, donde señala que en el día de los hechos su
novio Cabanillas Cerna estaba conduciéndola a su domicilio, siendo que en
la intersección de la Av. Castro Iglesia con Canevaro, es intervenida por dos
autos, instantes en que descienden dos personas de dichos vehículos ponién-
dose uno al lado del piloto y otro al lado del copiloto, siendo la persona del
procesado Albites León quien lo arremete con la cacha del arma a su novio
Cabanillas Cerna causándole una herida en la cabeza y la otra persona los
amenazaba;
c) Declaración Testimonial de SOB PNP Juan Hugo Reyes Basurto, obrante
a fojas ciento siete, donde señala que en el día de los hechos recibió una
llamada telefónica de la oficina de la Divincri de San Borja, donde coordinó
con el Jefe de grupo quien verificó la veracidad de la información, una vez
en el lugar de los hechos se observó que habían tres sujetos, lográndose
capturar solo a dos, ya que el tercero logró huir del lugar, asimismo agrega
que a uno de los intervenidos se le logró incautar diecisiete envoltorios entre
sus pertenencias, mientras que el otro sujeto arrojó una bolsa blanca y al
revisar lo que contenía la bolsa que tiró el intervenido se encontró más de
cien envoltorios de droga, señala además que uno de los intervenidos llamado
Jorge Luis Candela Sánchez, sindicó a su cointervenido Dalmiro Naveros
Urfano como la persona que le vendió la droga que se le incautó y esto se
realizó en presencia del representante del Ministerio Público;

279
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

d) Dictamen Pericia de Química Droga Nº nueve cero cinco guión diez obrante
a fojas ochenta y tres, donde se aprecia que la muestra analizada (ciento
tres envoltorios) corresponde a pasta básica de cocaína con almidón con un
peso neto de seis gramos, asimismo la segunda muestra analizada (diecisiete
envoltorios) corresponde a pasta básica de cocaína con un peso neto de un
gramo;
e) Declaración Testimonial de parte María Niquen Espinoza y de Gabriela
Cristina Polo Méndez obrante a fojas noventa y tres y noventa y siete, don-
de señalan ser vecinos del procesado Dalmiro Naveros Urfano y que esta
persona administraba los carros de su hermana, asimismo se encargaba de
una guardianía de un terreno;
TERCERO.- Que, asimismo, el delito Contra la Salud Pública –tráfico
Ilícito de Drogas– Micro Comercialización, en agravio del Estado, en todos
los supuestos, la penalidad sancionada sobre dicha conducta delictiva en caso
de ser hallado responsable superaría ampliamente el año de pena privativa de
libertad al que se refiere el segundo inciso del artículo ciento treinticinco del
Código Procesal Penal;
CUARTO.- Que, finalmente, del presente cuaderno incidental se advierte que
el a quo ha tomado en cuenta para el presente incidente elementos que ya fueron
materia de análisis, lo que conlleva a precisar en el presente estadio procesal
que lo que se valora en sí es la existencia nuevos elementos de conocimiento
aportados al proceso, es decir cuando nuevos actos de investigación pongan en
cuestión la suficiencia de las pruebas que dieron lugar a la medida inicial, situa-
ción que no ha sido valorada por parte del a quo, asimismo es menester tener en
cuenta que el procesado ha sido sindicado primigeniamente como vendedor de
droga por su co intervenido ante la presencia del representante del Ministerio
Público, lo que le daría un valor probatorio, asimismo es menester tener en
cuenta que según su declaración instructiva este ha declarado que en el año dos
mil tres fue condenado a cuatro años de pena privativa de libertad suspendida
por el delito de Tráfico Ilícito de Droga en la modalidad de Microcomercializa-
ción, así también, está la declaración de los efectivos policiales intervinientes
que han referido que por información confidencial procedieron a intervenir a
unas personas que se encontraban inmersos en la venta de droga por la zona
de Lurín y al percatarse estos sujetos de la presencia policial intentaron huir
siendo intervenidos, donde además se le incautó droga. Por otro lado están los
testigos de parte presentados en el proceso, lo cual tienen que ser tomadas con
las reservas del caso; en tal virtud y conforme al estudio de autos no aparecen
hasta el momento nuevos elementos de conocimiento aportados al proceso que

280
DETENCIÓN PREVENTIVA

hagan que varíe de manera conjunta las circunstancias dadas al momento de la


calificación de los hechos;
Por estos fundamentos:
REVOCARON la resolución apelada en copias certificadas obrante de
fojas ciento treinta a ciento treinta y dos de fecha diez de junio del dos mil diez
la cual declara procedente la solicitud de Variación al Mandato de Detención
correspondiente al procesado Dalmiro Naveros Urfano; y REFORMANDOLA
declararon improcedente dicha resolución apelada correspondiente al procesado
Dalmiro Naveros Urfano por el delito- Contra la Salud Pública Tráfico Ilícito
de Drogas - Micro comercialización, en agravio del Estado y DISPUSIERON:
oficiar la recaptura del precitado procesado Dalmiro Naveros Urfano; con lo
demás que contiene; notificándose y los devolvieron.

281
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

063. Variación de la detención preventiva: Improcedencia


por inviabilidad de acreditación del arraigo domicilia-
rio con elementos ya valorados
La detención judicial preventiva es una medida provisional cuyo
mantenimiento solo debe persistir en tanto no desaparezcan las
razones objetivas que sirvieron para su dictado. En tal sentido,
la imposición de la medida de detención preventiva tuvo en
cuenta los documentos con los cuales el procesado sustentaría
su arraigo domiciliario y laboral y que es el fundamento del
procesado para su actual pedido de que se le varíe la medida;
bajo este contexto, al no haber nuevos actos de investigación
que cuestionen la decisión que fuera adoptada, no es permi-
sible la variación de la medida de detención preventiva por la
de comparecencia.

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA


SALA PENAL DE VACACIONES PARA PROCESOS CON REOS LIBRES

S.S. ESCOBAR ANTEZANO


CARRASCO ALARCÓN
EYZAGUIRRE GÁRATE

Resolución Nº 64
Expediente Nº 5599-2010-1
Lima, 25 de febrero de 2011

AUTOS Y VISTOS: Oído el informe oral conforme se contrae de la Cons-


tancia por Relatoría que antecede; interviniendo como ponente la señora Juez
Superior Nancy Eyzaguirre Gárate; en la apelación interpuesta por la defensa
del procesado Óscar Augusto Arroyo Galessio.
ANTECEDENTES:
Es materia de alzada, el auto de fecha veinte de abril del año dos mil diez,
de fojas ciento dieciséis, que resuelve declarar improcedente el pedido de varia-
ción al mandato de detención solicitado por el procesado Óscar Augusto Arroyo

282
DETENCIÓN PREVENTIVA

Gaiessio, en el proceso que se le sigue por delito contra la Vida, el Cuerpo y la


Salud –Homicidio Culposo–, en agravio de Fidel Rivas Galloso.
ATENDIENDO:
PRIMERO.- El apelante al fundamentar su recurso de fojas ciento dieci-
nueve a ciento veinte, sostiene: a) que el auto materia de alzada no se encuentra
debidamente motivado; b) que al tener trabajo y domicilio conocido lícito, no
amerita la detención dictada en su contra; y, c) que no se ha tenido en cuenta
que carece de antecedentes penales y judiciales, así como, que se ha presentado
de manera voluntaria a la Comisaría.
SEGUNDO.- Conforme es de verse de la denuncia penal obrante de fojas
noventidós a noventisiete, se imputa al procesado Óscar Augusto Arroyo Ga-
lessio, que con fecha diez de octubre del año dos mil diez, aproximadamente
a horas cinco de la mañana, en circunstancias que conducía la camioneta Jeep
año dos mil cinco de placa de rodaje LGY - seis tres nueve, por inmediaciones
del la Avenida Javier Prado Este con la Avenida Los Ingenieros en el Distrito
de la Molina (cruce de una intersección) a una velocidad no razonable, habría
embestido el vehículo marca Chevrolet del año dos mil ocho con placa de rodaje
CIO-cinco tres siete, que era conducido por el agraviado Fidel Esteban Rivas
Galloso, lo que le habría causado la muerte casi inmediata; luego de producido
el hecho, el procesado habría omitido el deber de auxilio, para lo cual, huyó del
lugar del evento delictivo.
TERCERO.- Que, el artículo ciento treinticinco del Código Procesal Penal,
aparte de los presupuestos señalados en sus numerales uno, dos y tres, para el
dictado del mandato de detención, en la parte in fine del dispositivo normativo,
literalmente indica... “En todo caso, el Juez penal podrá revocar de oficio o a
petición de parte, el mandato de detención cuando nuevos actos de investigación
demuestren que no concurren los motivos que determinaron su imposición...”;
esta prescripción representa la especificación legal del principio rebus sic stan-
tibus –variabilidad–, conforme lo señala Gómez Colomer ... “...los presupuestos
de la medida cautelar responde a una determinada situación de hecho, que el
órgano jurisdiccional consideró existente en el momento de adoptar la medida.
Si varían las circunstancias, variará también la medida...”(1).

(1) Gómez Colomer, Juan-Luis. El proceso penal español. Para no juristas. Valencia-España, Ti-
rant lo blanch, 1993, p. 327.

283
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

CUARTO.- Que, al pronunciarnos respecto a la denegatoria de la varia-


ción del mandato de detención, cabe indicar que el Tribunal Constitucional(2)
ha señalado en reiteradas sentencias que, “... la detención judicial preventiva
es una medida provisional cuyo mantenimiento solo debe persistir en tanto no
desaparezcan las razones objetivas que sirvieron para su dictado. En efecto, su
permanencia o modificación a lo largo del proceso estará siempre subordinada
a la estabilidad o cambio de los presupuestos que posibilitaron su adopción ini-
cial, por lo que es plenamente posible que, alterado el estado sustancial de los
presupuestos fácticos respecto de los cuales la medida se adoptó, pueda esta ser
variada, criterio que guarda concordancia con la condición legal prevista el último
párrafo del artículo 135 del Código Procesal Penal. En tal sentido, la resolución
que resuelve el pedido de variación de la medida de detención, así como la que
la confirma, deben subsistir en tanto y en cuanto no se produzca en el proceso el
cambio de las condiciones antes señaladas...”; en este sentido, y en consonancia
con lo precedentemente indicado, de la revisión del incidente de apelación que
en copias certificadas obran en autos, se advierte que el a quo para la imposición
de la medida de detención preventiva [mediante auto de procesamiento], tuvo
en cuenta los documentos con los cuales el procesado sustentaría su arraigo
domiciliario y laboral [y que es fundamento por el procesado para que se le
varíe la medida]; bajo este contexto, como nuevo acto de investigación obra en
el incidente la declaración preventiva de la hija del agraviado occiso Elizabeth
Yovana Rivas Becerra a foja ciento cinco, cuyo testimonio en nada enerva las
razones que sirvieron al a quo para dictar la detención preventiva; ahora bien, la
defensa del procesado señala que el auto materia de alzada no está debidamente
motivado, sin embargo, de la lectura del auto en mención, este ha sido dictado
con sujeción a lo dispuesto en el artículo ciento treinticinco del Código Procesal
Penal parte in fine, es decir, que al no haber nuevos actos de investigación que
cuestionen la decisión que fuera adoptada, no es permisible la variación de la
medida de detención preventiva por el de comparecencia, fundamentos que en
el mismo sentido comparte este Superior Colegiado; por lo tanto, al no haberse
enervado por ahora la suficiencia de las pruebas que dieron lugar a la medida
de detención, resulta desestimable el recurso de apelación.
QUINTO.- Que, según se observa de la resolución materia de alzada, en
su parte resolutiva se ha omitido consignarse el delito de “Omisión de Socorro
y Exposición a Peligro”, y “Fuga en Accidente de Tránsito”, los cuales se le
imputan también al procesado. Además se ha consignado bajo el nomen uiris el

(2) Sentencia del Tribunal Constitucional.- Exp. N° 4203-2007-PHC.

284
DETENCIÓN PREVENTIVA

delito de “homicidio culposo”, cuando debió decir “homicidio culposo agravado”


conforme se observa del auto apertorio de instrucción; por lo que siendo facultad
de los Jueces y Tribunales para completar o integrar en lo accesorio, incidental
o subsidiario, los fallos o resoluciones judiciales, siempre que ello no afecte el
sentido de la decisión, al haberse incurrido en una omisión de carácter subsa-
nable, corresponde a este Colegiado integrar el extremo resolutivo que indica
respecto al procesado “...en la instrucción que se le sigue por delito contra la
Vida, el Cuerpo y la Salud, - Homicidio Culposo...” integrándose conforme al
autoapertorio de instrucción, debiendo decir “...en la instrucción que se le sigue
por delito contra la Vida, el Cuerpo y la Salud, - Homicidio Culposo Agravado,
Omisión de Socorro y Exposición a Peligro-, en agravio de Fidel Esteban Rivas
Galloso, y, por delito contra la Administración de Justicia - Fuga en Accidente
de Tránsito-, en agravio del Estado...”, formando parte integrante del extremo
de la parte resolutiva del auto recurrido.
DECISIÓN JURISDICCIONAL:
Fundamentos por los cuales: INTEGRARON el auto de fecha veinte de
abril del año dos mil diez, de fojas ciento dieciséis, para consignarse respecto
al procesado César Augusto Arroyo Galessio, en la instrucción que se le sigue
por delito contra la Vida, el Cuerpo y la Salud - Homicidio Culposo Agravado,
Omisión de Socorro y Exposición a Peligro, en agravio de Fidel Esteban Rivas
Calloso; y, por delito contra la Administración de Justicia –Fuga en Accidente
de Tránsito–, en agravio del Estado. En consecuencia, CONFIRMARON el
auto de fecha veinte de abril del año dos mil diez, de fojas ciento dieciséis, que
resuelve declarar improcedente el pedido de variación al mandato de detención
solicitado por el procesado Óscar Augusto Arroyo Galessio, en la instrucción
que se le sigue por delito contra la Vida, el Cuerpo y la Salud, - Homicidio
Culposo Agravado, Omisión de Socorro y Exposición a Peligro, en agravio de
Fidel Esteban Rivas Ganoso; y, por delito contra la Administración de Justicia
–Fuga en Accidente de Tránsito–, en agravio del Estado; notificándose y los
devolvieron.

285
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

064. Variación de la detención preventiva: Análisis de con-


tradicciones en declaraciones debe tomar en cuenta el
tiempo transcurrido
La resolución apelada le otorga erróneamente magnitud cues-
tionadora para revocar la detención dictada a determinadas
declaraciones testimoniales, a la información recogida en la
diligencia de inspección judicial por el simple hecho que no
coincide con la brindada por la menor agraviada. Pero no
se ha tomado en consideración el tiempo transcurrido desde
que se perpetró el hecho deleznable hasta que se llevó a cabo
dicha diligencia, ni tampoco el estado de inconsciencia en que
se encontraba la agraviada al momento del acto materia de
investigación. Por dichas razones, no se enerva la suficiencia
probatoria y la prognosis de pena concebida por el juez a quo
al decretar la detención del agente.

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA


TERCERA SALA PENAL PARA PROCESOS CON REOS EN CÁRCEL

S.S. PADILLA ROJAS


PEÑA FÁRFÁN
CHAMORRO GARCÍA

Resolución Nº 1151
Expediente Nº 18127-2010-2
Lima, 27 de diciembre de 2010

AUTOS Y VISTOS; Interviniendo como Ponente la Doctora Juez Superior


Chamorro García; con la constancia de Relataría que antecede; en el cuaderno
de apelación interpuesto por el representante del Ministerio Público contra la
resolución de fecha quince de setiembre de los corrientes, cuya copia certificada
obra de fojas ciento sesenta y siete a ciento sesenta y nueve, que resuelve re-
vocar el mandato de detención judicial preventiva dictado en el auto de cabeza
de proceso contra el procesado Smelin Tanta Cieza, y reformando tal medida
se le dicta mandato de comparecencia con restricciones; en la instrucción que
se le sigue por la presunta comisión del delito contra la Libertad –Violación de

286
DETENCIÓN PREVENTIVA

la Libertad Sexual– Violación Sexual de Persona en Estado de Inconciencia o


en la Imposibilidad de Resistir en agravio de la persona con clave de reserva
número ciento setenta y dos guión dos mil diez; y,
ATENDIENDO
PRIMERO.- El representante del Ministerio Público en su recurso formali-
zado a fojas uno, alega en resumen, que la declaración del procesado no puede
considerarse como nuevo elemento de prueba capaz de enervar los cargos de
Imputación, toda vez que desde el inicio la agraviada no solo lo sindica sino que
incluso lo ha reconocido; además aun faltan por actuarse las declaraciones de los
conocidos como “John” y “Leo” y que ameritarían diligencias posteriores como
las confrontaciones con el procesado, quien podría evadir la acción de la justicia.
SEGUNDO.- La institución jurídica de la variación del mandato de deten-
ción se encuentra regulado en último párrafo del artículo ciento treinticinco
del Código Procesal Penal, donde se establece que el Juez podrá revocar de
oficio el mandato de detención previamente ordenado cuando nuevos actos
de investigación pongan en cuestión la suficiencia de las pruebas que dieron
lugar a la medida.
TERCERO.- Bajo este contexto normativo y revisado los autos, aprecia-
mos que se ha diligenciado la declaración instructiva del procesado Smelin
Tanta Cieza (léase a folios setenta y seis, y ampliado a folios ciento cincuenta
y dos), quien alega su inocencia afirmando que si bien se encontraba en la casa
de “John” libando licor con este, “Leo” y la menor agraviada, sin embargo se
retiró al promediar el medio día cuando se percató que en un mototaxi llegaba
su hermano menor, ingresando a su domicilio para prepararle sus alimentos y
no volviendo a salir de allí; agrega que observó a la una o una y media que la
menor agraviada se retiraba en compañía de “John” con dirección al paradero
veinte; y añade que los sujetos “Leo” y “John” responden a los nombres Leonardo
Espinoza Ponce y John Rivera Huaroto respectivamente. Empero, estando a lo
precitado es menester precisar que el contenido de esta diligencia no es un nuevo
acto de investigación pertinente para ser evaluado al conocerse este incidente,
habida cuenta que su contenido lógicamente encierra una versión exculpatoria
que será materia de valoración al expedirse el pronunciamiento de fondo, esto
es, en la estación procesal de sentencia.
CUARTO.- No obstante lo anotado en el acápite anterior, se aprecia la
existencia nuevos actos de investigación emergidos ulteriormente a la califi-
cación y correspondiente apertura del proceso penal, y siendo los siguientes:

287
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

A) DILIGENCIA DE RATIFICACIÓN DE CERTIFICADO MEDICO


LEGAL Nº 001847-LS, a fojas ochenta y uno, donde el Medico Legista doctor
Marco Atino Jiménez Pérez se ratifica en todo el contenido y firma del indicado
examen pericial que se le puso a la vista; B) LA DECLARACIÓN TESTI-
MONIAL DE JOHANA CHOTA SANTILLAN, a fojas ochenta y cuatro,
donde alegó que su amigo Raúl llegó con su moto y le dijo “tu prima está arriba
y mareada” por lo que fueron a buscarla y la encontraron al frente de la Iglesia
Santa María acompañada de un sujeto conocido como “Ronny”, luego se la
llevó a su casa y con ayuda de su hermana la bañaron, percatándose que en su
prenda intima tenia restos de semen con manchas de sangre, que luego entregó
a la madre de la agraviada: C) LA DECLARACIÓN TESTIMONIAL DE
EDWIN SANTILLAN CARRASCO, a fojas ochenta y seis, donde manifestó
que al tomar conocimiento de lo acontecido en agravio de su hija por interme-
dio de su sobrina Johana se dirigió a la casa de esta encontrando allí a su hija,
y luego fue con la menor agraviada a formular la denuncia correspondiente
proporcionando el nombre de uno de ellos; D) CERTIFICADO MEDICO
LEGAL Nº 002312-PF-AR, a fojas noventicuatro, donde el Perito que la sus-
cribe certifica que en la muestra de contenido vaginal de la menor agraviada no
se observaron espermatozoides; E) LA DECLARACIÓN REFERENCIAL
DE LA AGRAVIADA IDENTIFICADA CON CLAVE DE RESERVA
Nº 172-10, a fojas noventa y ocho, donde manifestó que con “John”, “Leo” y
el encausado ingresaron a la casa de este último para continuar tomando licor,
ubicándose en la sala, luego se sintió mareada con sueño y dolor de cabeza,
y de ese momento ya no recuerda nada hasta cuando despertó encima de un
colchón que estaba en el piso de un cuarto con su pantalón y la prenda íntima
abajo, al salir de la casa del encausado se encuentra con los tres –inculpado y
los dos sujetos– quienes le dijeron que se quede pero como insistió en salir es
“John” quien la acompaño una cuadra, y como se sintió mal se sentó y comenzó
a arrojar, en esos instantes que aparece su prima Johana quien la llevó a su casa
y se quedo allí; F) LA DECLARACIÓN TESTIMONIAL DE JULIO CÉ-
SAR CUS QUE AMEZQUITA, a fojas ciento dos, quien refirió que recoge al
hermano menor del encausado a las doce del día y luego de tres minutos lo deja
en su casa, añade, que el día de los hechos cuando llegaba con el menor, justo
se percata que el encausado Smelin venía por la avenida, y fue él quien le recibe
al niño; G) LA DECLARACIÓN TESTIMONIAL DE SOFÍA VILCHEZ
ARIAS, a fojas ciento cuatro, quien señaló que alquila su vehículo de placa de
rodaje SK -veintitrés noventa al encausado para que brinde el servicio de taxi; H)
LA DECLARACIÓN TESTIMONIAL DE ROSA ANA GARCÍA RAMOS,

288
DETENCIÓN PREVENTIVA

a fojas ciento cinco, donde señaló recordar que ese día recién había salido de su
casa y empezaba a realizar la limpieza y el encausado la saludó, habrían pasa-
do unos diez minutos y llegó la moto regresando del jardín al hermano menor
del procesado, añade líneas siguientes, que al encausado lo ha visto que venía
por la calle Huayna Capac y estaba como a media cuadra; I) EVALUACIÓN
PSIQUIÁTRICA Nº 044474-2010-PSQ, a fojas ciento diez, practicado al
encausado Smelin Tanta Cieza, donde los Peritos que la suscriben concluyen
que presenta “personalidad inmadura con rasgos ansiosos. Inteligencia clínica-
mente normal. No presenta sintomatología psicotica. Perfil Sexual. Preferencia
heterosexual. Capacidad eréctil norma:, Niega variantes”; J) LA DILIGENCIA
DE CONFRONTACIÓN ENTRE EL INCULPADO SMELIN TANTA
CIEZA CON LA AGRAVIADA CON CLAVE DE RESERVA Nº 172-10, a
fojas ciento cincuenticuatro, donde cada uno se mantuvo en sus versiones; K)
LA DILIGENCIA DE INSPECCIÓN JUDICIAL, a fojas ciento sesenta y
uno, llevada a cabo el ocho de setiembre ultimo en el domicilio del encausado.
QUINTO.- Analizados los nuevos actos de investigación y la resolución
materia de grado, es preciso señalar, que en la apelada se le otorga erróneamente
magnitud cuestionadora a las declaraciones testimoniales de parte brindadas por
Julio César Cusque Amezquita y Rosa Ana García Ramos, de cuyos contenidos
solo se reflejan la falta de concordancia existente entre ambas, puesto que ha-
biendo afirmado el testigo Cusque Amezquita que se encontró con el encausado
y fue él quien recibió al niño, sin embargo la testigo García Ramos a pesar que
según su versión estaba presente en ese momento nunca describió dicha circuns-
tancia; de igual forma, se le concede indebidamente capacidad cuestionadora
a la información recogida en la Diligencia de Inspección Judicial por el simple
hecho que no coincide con la brindada por la menor agraviada, en este sentido
cabe precisar que el a quo no ha tomado en consideración el tiempo transcurri-
do desde que se perpetró el hecho deleznable hasta que se llevó a cabo dicha
Diligencia, asimismo tampoco el estado de inconciencia en que se encontraba
la agraviada al momento del acto materia de investigación. Por dichas razones,
ante la falta de concordancia advertida en las testificales de parte, y la presunta
incongruencia entre lo vertido por la agraviada y la Inspección Judicial, estos
deberán ser materia de valoración en la estación procesal correspondiente; en
consecuencia no revisten ellos, ni los demás nuevos actos de investigación
precitados la capacidad cuestionadora contundente para enervar la suficiencia
probatoria y la prognosis de pena concebida por el juez a quo al decretar la
detención del procesado smelin tanta cieza.

289
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

SEXTO.- De otro lado, en cuanto al peligro procesal, el Tribunal Constitucio-


nal ha sostenido en reiterada jurisprudencia que “La existencia o no del peligro
procesal debe determinarse a partir del análisis de una serie de circunstancias
que pueden tener lugar antes o durante el desarrollo del proceso y que están
ligadas, fundamentalmente, con las actitudes y valores morales del procesado,
su ocupación, sus bienes, sus vínculos familiares y todo otro factor que permita
concluir, con un alto grado de objetividad, que la libertad del inculpado, previa
a la determinación de su eventual responsabilidad, pone en serio riesgo el co-
rrecto desenvolvimiento de la labor de investigación y la eficacia del proceso”(1);
bajo este marco jurisprudencial se desprende que no solo basta con acreditar
domicilio fijo para desvanecer el peligro procesal sino deberá tenerse convicción
sobre otras circunstancias, al respecto se advierte que en autos no se encuentra
acreditado que el procesado Smelin Tanta Cieza antes de su detención se haya
dedicado a una actividad laboral que le haya exigido permanencia y arraigo en
la ciudad, no generando certeza al respecto el contrato privado que celebró con
doña Sofía Vílchez Arias obrante a folios ciento treinta y dos, mas aun tampoco
está acreditado que en libertad desarrollaría una actividad laboral licita. Aunado
a lo expuesto, se aprecia que habiendo sido notificado debidamente para que
rinda su manifestación en sede policial, hizo caso omiso al mandato (véase
cargo de notificación de folios treintiseis), lo que trajo como consecuencia que
se levantaran las respectivas actas de inconcurrencia (véase de folios treinta y
siete, y treinta y ocho), siendo que esta actitud reacia refleia su tendencia por
obstruir la actividad probatoria. En consecuencia, no habiéndose satisfecho lo
ilustrado por el máximo interprete de la Constitución, colegimos que existen
razones fundadas que nos permiten establecer que el procesado Smelin Tanta
Cieza en libertad, pondría en serio riesgo la actividad probatoria y la impartición
de justicia, en resumen subsiste aún el peligro procesal.
SÉTIMO.- Por lo tanto, de la revisión efectuada no se advierte cambio
alguno que altere el estado sustancial de los presupuestos fácticos respecto de
los cuales la medida excepcional fue dictada.
Por estos fundamentos:
REVOCARON la resolución de fecha quince de Setiembre de los corrien-
tes, cuya copia certificada obra a fojas ciento sesenta y siete a ciento sesenta y

(1) (Tribunal Constitucional -Exp. Nº 1567-20021IC/TC, Lima, caso: Alejandro Rodríguez Me-
drano, sexto fundamento).

290
DETENCIÓN PREVENTIVA

nueve, que resuelve revocar el mandato de detención judicial preventiva dictado


en el auto de cabeza de proceso contra el procesado Smelin Tanta Cieza, y refor-
mando tal medida se le dicta mandato de comparecencia con restricciones; en la
instrucción que se le sigue por la presunta comisión del delito contra la Libertad
–Violación de la Libertad Sexual– Violación Sexual de Persona en Estado de
Inconciencia o en la Imposibilidad de Resistir en agravio de la persona con clave
de reserva número ciento setenta y dos guión dos mil diez; y REFORMÁN-
DOLA: declararon improcedente la variación del mandato de detención por
comparecencia a favor del procesado Smelin Tanta Cieza; en la instrucción que
se le sigue por la presunta comisión del delito contra la Libertad –Violación de la
Libertad Sexual– Violación Sexual de Persona en Estado de Inconciencia o en la
Imposibilidad de Resistir en agravio de la persona con clave de reserva número
ciento setenta y dos guión dos mil diez; y, en consecuencia DISPUSIERON: la
recaptura e internamiento del procesado Smelin Tanta Cieza, debiendo oficiarse
a las entidades correspondientes; Notificándose y los devolvieron.

291
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

065. Variación de la detención preventiva: Declaraciones con-


tradictorias de menor agraviada por violación sexual
En cuanto al requisito de la prueba suficiente, esta ha variado
indubitablemente, no siendo el mismo nivel de verosimilitud en
los hechos materia de instrucción como los que dieron origen
para el dictado de la medida coercitiva, pues una vez iniciado
el proceso penal, la menor agraviada al rendir su declaración
preventiva difiere totalmente a lo manifestado primigeniamente
a nivel policial, cuando acusó al procesado como autor del delito
de violación sexual, la que es contradictoria con lo esbozado
ante la Sala Superior, señalando no conocer al imputado y ser
otro el agresor. Procede variar la medida de detención y aplicar
una de comparecencia restringida.

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA


PRIMERA SALA ESPECIALIZADA EN LO PENAL PARA PROCESOS
CON REOS LIBRES

S.S. PARIONA PASTRANA


PLACENCIA RUBIÑOS
EYZAGUIRRE GÁRATE

Resolución Nº 2798-2010
Expediente Nº 549-2006
Lima, 27 de diciembre de 2010

AUTOS Y VISTOS; Oído el informe oral conforme se deja constancia por


Relatoría a folios ciento treintiuno; e interviniendo como ponente la señora Juez
Superior Liliana Del Carmen Placencia Rubiños, en la solicitud efectuada por
el procesado Óscar Humberto Guarniz Portilla.-
ANTECEDENTES:
En el presente proceso de trámite ordinario, es materia de pronunciamiento
ante la solicitud efectuada por el procesado Óscar Humberto Guarniz Portilla
respecto a la variación de la medida decretada en su contra mediante auto de
apertura de instrucción corriente a folios veintisiete a veintinueve, su fecha trein-
tiuno de octubre del dos mil tres, en la que se le dicta mandato de detención por

292
DETENCIÓN PREVENTIVA

la instauración del proceso penal por delito contra la Libertad Sexual - Violación
Sexual en agravio de la menor clave cero cero veintiocho guión dos mil tres.-
CONSIDERANDOS:
PRIMERO.- El recurrente al formular su petición ante esta Superior Sala
mediante escrito de folios ciento veintisiete a ciento veintiocho, donde solicita
la variación del mandato de detención por el de comparecencia, lo sustenta bajo
los siguientes fundamentos: a) que la menor agraviada en un primer momento
a nivel policial indica que el recurrente es el causante del delito de violación
sexual; b) a nivel judicial la menor agraviada ya no ratifica lo señalado a nivel
policial, sino que su persona la llevó a empujones para mantener relaciones
sexuales con la menor; c) ya en mayoría de edad, la agraviada ha presentado
una declaración jurada donde indica no conocerle, ni haber sido la persona con
el que tuvo relaciones sexuales, haciendo mención, que lo dicho inicialmente
obedeció en salvaguarda de su honor y honra, siendo por el contrario, falsas
dichas atribuciones y que Wilfredo Martínez Zegarra, fue quien realmente abusó
de ella; por lo que, al no ser autor de los hechos materia de denuncia solicita
amparar su petición.-
SEGUNDO.- La hipótesis incriminatoria formulada contra el recurrente
Óscar Humberto Guarniz Portilla, radica en el hecho de haber aprovechado la
relación sentimental que sostuviera con la menor agraviada de trece años de
edad, para mantener relación sexual en reiteradas ocasiones desde el mes de
febrero hasta mayo del dos mil tres, fecha en la que la agraviada le informó del
estado de gestación en que se hallaba.
TERCERO.- El Tribunal Constitucional ha destacado que la libertad perso-
nal no solamente es un derecho fundamental reconocido, sino un valor superior
del ordenamiento jurídico, y que su ejercicio no es absoluto e ilimitado, pues se
encuentra regulada y puede ser restringida por disposición de la ley(1), en atención
a su armonización con otros bienes de relevancia constitucional; de ahí que los
límites a los derechos pueden ser impuestos por la misma norma que los reconoce,
uno de ellos, es la detención judicial preventiva, constituye una medida provi-
sional que limita la libertad física, pero no por ello es, per se, inconstitucional,
en tanto no comporta una medida punitiva, ni afecta la presunción de inocencia
que asiste a todo procesado y, legalmente, se justifica siempre y cuando existan
motivos razonables y proporcionales para su dictado...(2).

(1) Expediente Nº 555-2005-PHOTC, caso Jaynor Taype Suárez.


(2) Expediente Nº 01858-2009-PHUTC, caso Elvis Carlos Granja García, fd. tercero.

293
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

CUARTO.- En este contexto, el mandato de detención, es una medida de


coerción personal, que al ser de carácter excepcional y en sumo gravosa para
el imputado, su adopción por la autoridad judicial debe sujetarse estrictamente
a la concurrencia de los presupuestos enunciados en el artículo ciento treinta y
cinco del Código Procesal Penal, articulado vigente y que fuera modificado por
la ley veintiocho mil setecientos veintiséis, como son: A) prueba suficiente: que
existan suficientes elementos probatorios de la comisión de un delito que vincule
al imputado como autor o participe del mismo; B) prognosis de la pena: que la
sanción a imponerse o la suma de ellas sea superior a un año de pena privativa
de libertad o que existan elementos probatorios sobre la habitualidad del agente
al delito; y C) peligro procesal: que existan suficientes elementos probatorios
para concluir que el imputado intenta eludir la acción de la justicia o perturbar
la acción probatoria; caso contrario, solo bastará el dictado del mandato de
comparecencia para los efectos del proceso.
QUINTO.- En atención a los lineamientos precedentes, este Colegiado
considera respecto a la medida decretada, que si bien la prognosis sobre la indi-
vidualización de la pena supera el marco fijado legalmente, como en lo referente
al peligro procesal que de algún modo queda intacta por tener el procesado la
calidad de reo ausente, sin embargo, es de suma importancia resaltar para el caso
que nos compete, en cuanto al presupuesto referido a la prueba suficiente, la
misma que a la fecha ha variado indubitablemente, no siendo el mismo nivel de
verosimilitud en los hechos materia de instrucción como los que dieron origen
para el dictado de la medida coercitiva, pues una vez aperturado el proceso penal
con fecha treintiuno de octubre del dos mil tres(3), la menor agraviada al rendir
su declaración preventiva corriente a folios treintiocho a treintinueve difiere
totalmente a lo manifestado primigeniamente a nivel policial, la misma que es
contradictoria con lo esbozado en su escrito corriente a folios ciento veintiuno
presentado ante esta Superior Sala, donde anexa una declaración jurada en la que
refiere en concreto “no conocer al imputado Óscar Humberto Guarniz Portilla,
negando que este fuese la persona quien la agrediera sexualmente, sindica a otra
tercera persona como autor de los hechos y que todo lo anteriormente dicho obe-
deció para salvaguardar su honra y honor, siendo falsas dichas atribuciones...”;
lo que hace permisible dentro de este contexto ante la falta de concurrencia de
los presupuestos necesarios para el dictado de la medida, sin que se considere
adelanto de criterio en la presente causa, variar la citada medida debido además
al hecho concreto que el procesado mediante escrito corriente a folios cincuen-
ticinco, cincuentiséis y ciento diecinueve, en distintas ocasiones demuestra su

(3) Véase a folios 27-28.

294
DETENCIÓN PREVENTIVA

arraigo domiciliario (domicilio procesal y real); lo que reafirma más la postura


señalada líneas arriba, teniendo además como base normativa lo establecido en la
parte final de la norma pertinente en la que textualmente señala “... el Juez Penal
podrá revocar de oficio el mandato de detención previamente ordenado cuando
nuevos actos de investigación pongan en cuestión la suficiencia de las pruebas
que dieron lugar a la medida”; como se habría dado para el caso de autos; de ahí
que, siendo la medida decretada de naturaleza excepcional, que responde funda-
mentalmente al principio de necesidad, es que corresponde dictársele mandato
de comparecencia con restricciones para los efectos del proceso, en aplicación
del artículo ciento cuarentitrés de la norma antes señalada.
SEXTO.- Así entonces, se tiene que la comparecencia es una medida coer-
citiva de naturaleza personal, que prevé la imposición de una serie de restriccio-
nes; es así que en ese sentido, si bien de acuerdo a los argumentos ya expuestos
precedentemente no encuentra elementos que ameriten la imposición de una
medida de detención, cierto es también que consideramos inevitable dictar reglas
con el único objeto de garantizar que el imputado esté sujeto en el marco de
las órdenes impartidas por el a quo en el esclarecimiento de los hechos, como
fin del proceso, la que queda a criterio discrecional del juzgador en estricta co-
rrespondencia a las condiciones personales del agente, las posibilidades de su
cumplimiento, así como, la naturaleza del ilícito imputado.
FALLO RESOLUTIVO:
Por dichos fundamentos: Declararon procedente la variación del mandato
de detención solicitada por el procesado Óscar Humberto Guarniz Portilla, en
consecuencia, DICTARON mandato de comparecencia restringida en contra
del antes citado procesado, bajo las siguientes reglas de conducta: a) no variar de
domicilio sin previo aviso al Juzgado, b) cumplir con las citaciones y mandatos
judiciales; y, c) concurrir en los últimos días de cada mes al secretario del Juzgado
a registrar su firma en el Libro correspondiente; bajo apercibimiento de revocársele
esta medida por la de detención, en estricta aplicación del artículo ciento cuarenta
y cuatro del Código Procesal Penal; por lo tanto, DISPUSIERON: Oficiar a la
autoridad competente el levantamiento de la orden de captura decretado en su
contra; en la instrucción que se ligue como presunto autor del delito contra la
Libertad - violación sexual en agravio de la menor clave cero cero veintiocho
guión dos mil tres; notificándose los devolvieron.

295
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

066. Variación de la detención preventiva: Improcedencia


por tendencia del agente a mentir y a no cumplir
disposiciones legales
Si el agente se presentaba como abogado o doctor, sin registrar
ningún titulo profesional, se refleja su tendencia por faltar a
la verdad; y si refería brindar asesoría sobre seguridad social
en una oficina sin contar con documento alguno, salvo el
contrato de alquiler de la oficina, sobre esta anotación cabe
resaltar su ánimo por no cumplir las disposiciones legales,
como lo es gestionar las licencias correspondientes y asumir
las obligaciones que esto contrae. Por estas razones no se tiene
convicción positiva sobre el arraigo del agente, manteniéndose
el peligro procesal.

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA


TERCERA SALA PENAL PARA PROCESOS CON REOS EN CÁRCEL

S.S. PADILLA ROJAS


PEÑA FARFÁN
CHAMORRO GARCÍA

Resolución Nº 1150
Expediente Nº 16659-2010-37
Lima, 23 de diciembre de 2010

AUTOS Y VISTOS; Interviniendo como Ponente la Doctora Juez Superior


Chamorro García; con la constancia de Relatoría que antecede; en el cuaderno
de apelación interpuesto por los procesados Venancio Dávila Cueva y Patricia
Guevara Dávila contra la resolución de fecha siete de octubre de los corrientes,
cuyas copias certificadas obran de fojas seiscientos setenta y dos a seiscientos
noventa y uno, que declara Improcedente la solicitud de Variación del mandato
de detención por el de Comparecencia promovida por su Defensa Técnica, en la
instrucción que se les sigue como presuntos autores del delito contra la Fe pública
–Expedición de Certificado Médico Legal falso; contra el Patrimonio– Estafa; y
contra la Tranquilidad Pública –Delito contra la Paz Pública– Asociación Ilícita,
todos en agravio del Estado - Oficina de Normalización Provisional - ONP; y,

296
DETENCIÓN PREVENTIVA

ATENDIENDO
PRIMERO.- La defensa de los procesados Venancio Dávila Cueva y Patricia
Guevara Dávila en su recurso formalizado a fojas setecientos quince y siguientes,
en resumen sostiene, que la apelada incurre en contradicciones, se basa en un
criterio equivocado, es subjetivista, y erróneamente entiende que la solicitud
planteada se basa en la inocencia de sus defendidos; sin tener en cuenta que el
principal supuesto que ha atacado es del peligro procesal, que se ha desvanecido
por las instrumentales aportadas a la investigación.
SEGUNDO.- La institución jurídica de la variación del mandato de deten-
ción se encuentra regulada en el último párrafo del artículo ciento treinticinco
del Código Procesal Penal - artículo modificado según el artículo segundo de
la Ley veintisiete mil setecientos cincuenta y tres del nueve de junio del dos
mil dos donde se establece que el Juez podrá revocar de oficio el mandato de
detención previamente ordenado cuando nuevos actos de investigación pongan
en cuestión la suficiencia de las pruebas que dieron lugar a la medida.
TERCERO.- Bajo este contexto normativo y revisado los autos, apreciamos
que se han diligenciado algunas declaraciones instructivas, como las siguientes:
• De los recurrentes Venancio Dávila Cueva y Patricia Guevara Dávila quienes
alegan ser inocentes, señalando el primero que su labor fue tramitar ante la
ONP los documentos que sus clientes traían, mientras, que la segunda seña-
ló que apoyaba a este en su oficina (véase a folios cuatrocientos veintidós,
cuatrocientos cuarenta y seis; cuatrocientos veinte, cuatrocientos sesentidos,
respectivamente); también tenemos la declaración del procesado Humberto
Delgado Vallejos quien sostiene su inocencia señalando que únicamente
firmaba los certificados de salud como una cosa meramente administrativa
pues quien manejaba todo era su coprocesado Fred Franklin Morales Matta,
habiendo la posibilidad de haberlos firmado sin leerlos exhaustivamente
(véase a folios cuatrocientos veintinueve y quinientos noventa y nueve).
• De algunos encausados investigados por presunta participación mediática en
los hechos, aquí se tiene: la declaración de Vicente Alberto Calla Mamani
quien aseveró su inocencia, y que fue un médico del Centro de Salud San
Sebastián quien le dijo que sí procedía el Certificado Médico por Invalidez,
agregó que la procesada Cinthia Guevara Dávila presentó sus documentos en
la ONP (véase a folios cuatrocientos setenta y siete); la declaración de Manuel
Augusto Zorrilla Almonacid quien alegó su inocencia, y que el procesado
Venancio Dávila Cueva lo llevó una sola vez al Centro de Salud San Sebastián
donde le realizaron un examen y le preguntaron qué tenía, luego el doctor le
dijo que podía proceder su discapacidad (véase a folios cuatrocientos ochenta

297
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

y siete); la declaración de María Carmela Carrera Calderón de Alcántara


quien alegó su inocencia, y que la procesada Patricia Guevara Dávila le dijo
para que vaya al Centro de Salud San Sebastián donde le dijeron que era
imposible que le hagan el examen porque las maquinas estaban malogradas,
procediendo a retirarse, no recordando cómo se obtuvo dicho certificado, y
que la procesada mencionada quien presentó sus documentos ante la ONP
(véase a folios cuatrocientos noventa y ocho); la declaración de Máximo
Román Rimapa Torres quien alegó su inocencia, y que le mencionó al medico
procesado Humberto Delgado Vallejos sobre su estado de salud para que le
expida un certificado médico y pueda tramitar su pensión de incapacidad,
galeno que le dijo que le va hacer el examen y vemos si te lo vamos a dar,
agregó la procesada Cinthia Guevara Dávila tramitó sus documentos ante la
ONP (véase a folios quinientos siete); la declaración de Julián Zela Quispe
quien alegó su inocencia, y que el procesado Venancio Dávila Cueva le in-
dicó que en el Centro de Salud San Sebastián si le podían dar su Certificado
Médico por Discapacidad, mandándolo a dicho lugar acompañado de su
coprocesada Patricia Guevara Dávila donde el medico únicamente le tocó
el cuerpo y dijo “basta es suficiente” (véase a folios quinientos cincuenta);
la declaración de Isabel Olegario Ramos Calderón quien alegó su inocencia,
y que tomó los servicios del procesado Venancio Dávila Cueva para que
obtenga una pensión por la Ley diecinueve nueve noventa, sin embargo le
obtuvo uno por invalidez, no sabiendo cómo obtuvo el Certificado Médico
porque fue él quien tramitó y presentó sus documentos ante la ONP (véase
a fofos quinientos setenta y ocho); la declaración de Victorino Sánchez Bar-
boza quien alegó su inocencia, y que el procesado Venancio Dávila Cueva
le dijo que vaya acompañado de su coprocesada Patricia Guevara Dávila
al Centro de Salud San Sebastián para conocer al doctor Morales Matta
quien había expedido su certificado de salud, siendo la primera vez que lo
veía, y agregó que solo le midió la presión y le dijo que no se preocupara,
manifestándole lo mismo el procesado Dávila Cueva porque está cobrando
(véase a folios quinientos ochenta y ocho); la declaración de José Orestes
Cáceres Sulca quien alegó su inocencia, y que el procesado Venancio Dávila
Cueva le consiguió una pensión por discapacidad sin haber pasado por un
médico para obtener el certificado, agregó que comunicó al procesado en
mención que había sido notificado para que pase un examen de verificación
en el Hospital Edgardo Rebagliatti Martins, quien le respondió que antes de
presentarse tome tres o cuatro pastillas de diazepan y haga esfuerzo físico,
fue ante esta respuesta que realizó indagaciones en la ONF, efectuando luego
la denuncia correspondiente (véase a folios seiscientos noventidos).

298
DETENCIÓN PREVENTIVA

• Como se aprecia de lo citado, cada uno de los procesados han manifestado


versiones exculpatorias, más aún algunos de los procesados que están siendo
investigados por presunta participación mediática, señalaron haber confiado
en la legalidad de la tramitación que los solicitantes Venancio Dávila Cueva y
Patricia Guevara Dávila les ofrecían, e inclusive algunos de ellos desconocen
como pudieron haberles obtenido la pensión por una modalidad distinta a la
que pretendían.
• También debemos precisar que todas las declaraciones instructivas diligencia-
das y precitadas no pueden ser tomadas a favor de los procesados Venancio
Dávila Cueva y Patricia Guevara Dávila sino a favor de cada declarante, ex-
tremo que ciertamente no podemos todavía evaluar al conocer este incidente,
sino al expedirse el pronunciamiento de fondo una vez finalizado el proceso
penal; por esta razón se establece que las instructivas no son pertinentes a
ser evaluadas para fines del incidente promovido.
CUARTO.- No obstante lo anotado en el acápite anterior, se advierte la
existencia nuevos actos de investigación emergidos ulteriormente a la califica-
ción y correspondiente apertura del proceso penal, y siendo los siguientes: A)
DECLARACIÓN TESTIMONIAL DE PEDRO AQUILINO VELÁSQUEZ
HILARIO, manifestando que accedió a la jubilación por Ley de construcción
debido a los tramites que realizó el procesado Venancio Dávila Cueva (véase
a folios quinientos diecinueve); B) DECLARACIÓN TESTIMONIAL DE
ANTONIO SUCRE GERÓNIMO CHUPITA, manifestando que el procesado
Venancio Dávila Cueva le dijo que ya había conversado con el médico Morales
Matta para que le entregue un certificado médico, no realizando pago alguno a
dicho galeno por el documento, y con ello el procesado Dávila Cueva realizó
los tramites para su pensión (véase a folios quinientos veintitrés); C) DECLA-
RACIÓN TESTIMONIAL DE JANET CORINA VELÁSQUEZ MACO,
manifestando que se reunió con el procesado Venancio Dávila Cueva por la
tramitación de la jubilación de su padre Pedro Aquilino Velásquez Hilarlo (véase
a folios quinientos veintinueve); D) DECLARACIÓN TESTIMONIAL DE
EDILBERTO NAVARRO PAJITA, manifestando que el procesado Venancio
Dávila Cueva le obtuvo una jubilación por invalidez a pesar que nunca se aper-
sonó a ningún nosocomio para que lo evalúen, agregó que dicho procesado le
dijo que el certificado estaba pagado con los trescientos cincuenta dólares que le
dio (véase a folios quinientos treinta y siete); E) DECLARACIÓN TESTIMO-
NIAL DE ANA VICTORIA ASMAT ALVA, manifestando que en la Fiscalia se
enteró que la procesada Patricia Guevara Davila había presentado el expediente
de su hijo Antonhy Edmundo Lescano Asmat ante la ONP, presumiendo que

299
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

pudo haber sido porque la señora Delia Dávila Cueva le decía a su esposo que
firmara papeles en blanco para que tramitara su jubilación por incapacidad (véase
a folios quinientos cuarenta y cuatro); F) DECLARACIÓN TESTIMONIAL
DE FEDELINA SANTA GALLARDO SUSANIBAR, GLADIS ESTRE-
LLA DEPAZ VERA, EVA MARUJA SULCA QUISPE Y EVA VICTORIA,
COAGUILA ROQUE, quienes coinciden en señalar haberse apersonado al ‘
Juzgado a solicitud de los familiares de los procesados Venancio Dávila Cueva y
Patricia Guevara Dávila, y además que ellos son personas de bien (véase a folios
quinientos sesentidos, quinientos sesenta y seis, quinientos setenta y quinientos
setenta y cuatro); G) DECLARACIÓN TESTIMONIAL DE OSWALDO RA-
MÓN ASIS EUSTAQUIA, manifestando que los procesados Venancio Dávila
Cueva y Patricia Guevara Dávila realizaron su tramite ante la ONP, siendo a la
ultima a quien le otorgó poder (véase a folios seiscientos seis).
QUINTO.- Analizados los nuevos actos de investigación se aprecia que
ninguno de ellos pone en cuestión la suficiencia probatoria en que se basó el
a quo para ordenar la detención de los procesados Venancio Dávila Cueva y
Patricia Guevara Dávila en vista que ellos no enervan su presunta vinculación
con los delitos imputados, que fue advertida primigeniamente, por el contrario,
la incriminación se ha robustecido a raíz de lo manifestado por don Edilberto
Navarro Pajita. En consecuencia, los nuevos actos de investigación generados
aún no cuestionan la suficiencia probatoria ni la prognosis de pena.
SEXTO.- De otro lado, en cuanto al peligro procesal, el Tribunal Constitucio-
nal ha sostenido en reiterada jurisprudencia que: “La existencia o no del peligro
procesal debe determinarse a partir del análisis de una serie de circunstancias
que pueden tener lugar antes o durante el desarrollo del proceso y que están
ligadas, fundamentalmente, con las actitudes y valores morales del procesado,
su ocupación, sus bienes, sus vínculos familiares y todo otro factor que permita
concluir, con un alto grado de objetividad, que la libertad del inculpado, previa a
la determinación de su eventual responsabilidad, pone en serio riesgo el correcto
desenvolvimiento de la labor de investigación y la eficacia del proceso”(1); bajo
este contexto, se advierte:
• Respecto al procesado Venancio Dávila Cueva, se advierte de las instru-
mentales ofrecidas por su defensa técnica en los escritos de fojas seiscientos
doce y siguientes, de fojas seiscientos treinta y ocho y siguientes, y de fojas
seiscientos sesenta y cuatro y siguientes, que ha consignado indistintamente

(1) Tribunal Constitucional-Exp. Nº 1567-2002-HC/TC, Lima, caso: Alejandro Rodríguez Me-


dran sexto fundamento.

300
DETENCIÓN PREVENTIVA

tres direcciones domiciliarias: que su domicilio es en la “Asociación Juan


Velasco A, manzana uno, lote diecisiete, San Martín de Porres” fluye del
contrato de alquiler de fojas seiscientos diecisiete y de la seis letras de cam-
bio obrantes de fojas seiscientos cuarenta y ocho a seiscientos cincuenta y
tres; que su domicilio es en la “Asociación Alameda del Norte manzana O
cuatro lote veintiocho, Puente Piedra” fluye de las instrumentales de folios
seiscientos veinte a seiscientos veintitrés, seiscientos cuarenta y ocho, seis-
cientos cincuenticuatro y seiscientos cincuenta y cinco; y que su dirección
es en la “Calle nueve, lote veintiséis, manzana 1 tres, Mariscal Castilla”
fluye del instrumento de folios seiscientos veinticuatro; en tal sentido, al no
tenerse certeza sobre su fijación y permanencia domiciliaria, se verifica que
no cuenta con arraigo domiciliario. De otro lado, respecto a su arraigo laboral
debe tener presente que por la actividad que señaló desempeñar antes de su
detención viene siendo procesado al haber –presuntamente– utilizado sus
conocimientos en la tramitación de la jubilación de sus clientes con medios
y para fines ilegales, por lo que por ahora no se tiene certeza si tenía trabajo
conocido y lícito, y que en libertad desarrolle otra actividad licita que le
obligue a enraizarse en territorio nacional. Aún más, coincidentemente los
procesados Julián Zela Quispe y Victorino Sánchez Barboza en sus respecti-
vas declaraciones señalan que el procesado Dávila Cueva se presentaba como
abogado o doctor (véase a folios quinientos cincuenta y cinco, y quinientos
noventa y tres), cuando según la propia versión de este procesado a nivel
policial no registra ningún titulo profesional (véase a folios cincuenticuatro),
circunstancia que nos refleja su tendencia por faltar a la verdad; a mayor
abundamiento en su declaración instructiva refiere que brinda asesoria sobre
Seguridad Social en una oficina sin contar con documento alguno salvo el
contrato de alquiler de la oficina (véase a folios cuatrocientos veintitrés)
sobre esta anotación cabe resaltar su animo por no cumplir las disposiciones
legales, como en este caso la de gestionar las licencias correspondientes y
asumir las obligaciones que esta contrae. Por estas razones no se tiene con-
vicción positiva, sobre el arraigo del procesado Venancio Dávila Cueva.
• Respecto a la procesada Patricia Guevara Dávila, si bien de las instrumen-
tales ofrecidas por su defensa técnica en su escrito de fojas seiscientos doce
a seiscientos treintiseis se aprecia uniformidad respecto a su dirección do-
miciliaria, empero, de acuerdo a la Ilustración del Tribunal Constitucional
no resulta suficiente para desvanecer el peligro procesal; más aún si no se
tiene certeza que desarrollaba una actividad lícita y conocida, puesto que
según refiere realizaba tramites y era secretaria en la oficina dirigida por
su coprocesado Venancio Dávila Cueva, sin embargo, por dicha actividad

301
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

viene siendo procesada al haber –presuntamente– usado sus conocimientos


con medios y para fines ilegales, máxime, tampoco se tiene la certeza que
en libertad desarrolle otra actividad lícita que la obligue a enraizarse en
territorio nacional; tampoco se tiene certeza sobre su arraigo familiar, al res-
pecto no resulta suficiente el Acta de nacimiento de su menor hijo de folios
seiscientos treintiseis, puesto que ello no acredita que antes de su detención
se encontraba afrontando sus obligaciones para con su menor, y que ahora
las seguirá asumiendo imposibilitándola a sustraerse del territorio nacional.
• Por lo expuesto, al no haberse satisfecho lo ilustrado por el Máximo Inter-
prete de la Constitución, colegimos que existen razones fundadas que nos
permiten establecer que los recurrentes Venancio Dávila Cueva y Patricia
Guevara Dávila en libertad pondría en serio riesgo la actividad probatoria y
la impartición de justicia, en resumen subsiste aún el peligro procesal.
SÉTIMO.- Por lo tanto, de la revisión efectuada no se advierte cambio
alguno que altere el estado sustancial de los presupuestos fácticos respecto de
los cuales la medida excepcional fue dictada.
Por estos fundamentos:
CONFIRMARON el auto de fecha siete de octubre de los corrientes, cuyas
copias certificadas obran de fojas seiscientos setenta y dos a seiscientos noventa
y uno, que DECLARA Improcedente la solicitud de Variación del mandato de
detención por el de Comparecencia promovida por la Defensa Técnica de los
procesados Venancio Dávila Cueva y Patricia Guevara Dávila: en la instrucción
que se les sigue como presuntos autores del delito contra la Fe pública - Expedi-
ción de Certificado Medico Legal falso; contra el Patrimonio - Estafa; y contra
la Tranquilidad Pública - Delito contra la Paz Pública –Asociación Ilícita, todos
en agravio del Estado– Oficina de Normalización Provisional - ONP; Notificán-
dose y los devolvieron.

302
DETENCIÓN PREVENTIVA

067. Variación de la detención preventiva: Presunción


de responsabilidad penal del agente en la libertad
provisional
La libertad provisional parte de la premisa de la presunta
responsabilidad penal de un imputado, siendo ello así se ob-
serva que del sustento de la solicitud de libertad provisional
como del recurso de apelación a su improcedencia se plantean
argumentos de defensa tendientes a lograr la absolución del
agente, no concurren los elementos exigidos para la variación
de la detención preventiva.

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA


TERCERA SALA PENAL PARA PROCESOS CON REOS EN CÁRCEL

S.S. SALINAS SICCHA


MEZA WALDE
ZAPATA CARBAJAL

Resolución Nº 1145
Expediente N°46090-09 (4)
Lima, 22 de diciembre de 2010

AUTOS y VISTOS: Interviniendo como Ponente la Jueza Superior Meza


Walde, con la constancia de relatoría que antecede, de conformidad con la señora
Fiscal Superior en su dictamen de fojas ciento ochenta y cuatro a ciento ochenta
y ocho, y ATENDIENDO: PRIMERO.- Que es materia de grado la resolución
obrante de fojas ciento sesenta y ocho a ciento setenta y tres;) que resuelve
declarar improcedente la Libertad Provisional solicitada por la defensa técnica
del procesado Mario Antonio Sara Maizel, en mérito al recurso de apelación
obrante de fojas ciento setenta y cuatro a ciento setenta y seis, cuyo concesorio
obra a fojas ciento setenta y siete, quedando así delimitado el ámbito de pro-
nunciamiento de esta superior instancia; SEGUNDO.- Que los fundamentos del
recurso de apelación del recurrente Sara Maizei devienen en meros argumentos
de defensa que no corresponde ser analizados en esta incidencia; asimismo señala
que existiría un desvanecimiento del peligro procesal por parte del precitado
recurrente, al haberse sobreseído la causa penal seguida en su contra por el

303
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

supuesto delito de tráfico ilícito de drogas (43° Juzgado Penal de Lima), contar
con domicilio conocido y que la probable pena a imponérsele sería inferior a los
cuatro años por tener responsabilidad restringida; TERCERO.- Que el artículo
ciento ochenta y dos del Código Procesal Penal establece que el procesado que
se encuentre sufriendo detención podrá solicitar Libertad Provisional, cuando
nuevos elementos de juicio permitan razonablemente prever que: a) Que la pena
a imponerse no será superior a los cuatro años de pena privativa de la libertad, b)
Que se haya desvanecido la probabilidad de que el procesado eluda la acción de
la justicia o perturbe la actividad probatoria y c) Que el procesado cumpla con la
caución fijada o, en su caso, el insolvente ofrezca fianza personal; CUARTO.-
Que de la revisión de autos se tiene que en horas de la tarde del veintisiete de
octubre de dos mil nueve, en circunstancias que el menor agraviado transitaba
por la cuadra diez de la avenida General Garzón, Jesús María, en compañía de
sus amigos, compañeros, Óscar Chávez Uculmana, Luis Luján Allende, Diego
Rodríguez Albarrazin, David Albino Tinco y Fabricio Reyes Angula, en forma
sorpresiva habría sido interceptado por el recurrente Mario Antonio Sara Maizal
y su coprocesado Renzo Andrés Martínez Albujar, quines lo empujaron y jalaron
hacia atrás, separándolos de sus demás amigos, donde uno de los procesados
lo redujo sujetándolo del cuerpo, en tanto que el otro le rebuscaba los bolsillos,
razón por lo cual sus amigos lo defendieron jalándolo de los brazos, por lo que
los denunciados se dieron a la fuga, los mismos que fueron perseguidos hasta
la cuadra once de la avenida Horacio Urteaga por el ciudadano Jean Carlos
Tizón Tejada que se encontraba circunstancialmente en el lugar, donde fueron
intervenidos por efectivos policiales y conducidos a la delegación policial del
sector; QUINTO.- Que si bien es cierto como bien lo ha fundamentado el a
quo con posterioridad a la apertura de instrucción obra en autos la declaración
instructiva del recurrente Sara Maizal en la que reitera su negativa respecto a su
participación y responsabilidad en los hechos imputados, señalando que no se
trató de ninguna tentativa de robo agravado sino de un conato de gresca; tam-
bién lo es que subsiste el reconocimiento y sindicación preliminar efectuado en
su contra por el agraviado Alberth Jesús Fuster Rojas, así como de los testigos
compañeros, Luis Benjamín Lujan Allende y David Junior Albino Tinco, y el
ciudadano Jean Carlos Tizón Tejada, siendo que este último también señala que
el recurrente era la persona que jalaba de los brazos al agraviado para quitarle
sus pertenencias, mientras que su coprocesado lo sujetaba del cuello, siendo el
precitado testigo quien persigue a los procesados cuando pretendieron infruc-
tuosamente darse a la fuga; SEXTO.- Que por lo expuesto no solo no existirían
nuevos elementos de juicio que hagan variar la prognosis de pena que dio lugar
a la medida coercitiva de detención dictada en contra del recurrente, sino que

304
DETENCIÓN PREVENTIVA

tampoco se habría desvanecido el peligro procesal invocado inicialmente; asi-


mismo es importante acotar que la libertad provisional parte de la premisa de la
presunta responsabilidad penal de un imputado, siendo ello así es de observar
que los fundamentos tanto de sustento de la solicitud de libertad provisional
como del recurso de apelación a su improcedencia devienen en argumentos de
defensa tendientes a lograr la absolución del precitado; por lo que lo no concu-
rren los elementos exigidos por la norma correspondiente; por los fundamentos
expuestos en la presente resolución CONFIRMARON el auto apelado obrante
de fojas ciento sesenta y ocho a ciento setenta y tres, su fecha once de agosto de
dos mil diez, que resuelve DECLARAR improcedente la Libertad Provisional
solicitada por la defensa técnica del procesado Mario Antonio Sara Maizel, en
la instrucción que se le sigue por delito contra el Patrimonio - Robo Agravado
en grado de tentativa, en agravio de Alberth Jesús Fuster Rojas; Notificándose
y los devolvieron.

305
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

068. Orden de ubicación y captura: Levantamiento por no


haber mérito a pasar a juicio oral
Se advierte que mediante resolución se declaró no haber mérito
a pasar a juicio oral respecto del delito instruido y sin embargo
no se dispuso que se levanten las órdenes de ubicación y captura
que pesaban contra el encausado, disponiéndose por lo tanto
que en el día se levanten.

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA

S.S. CARRASCO ALARCÓN


MENACHO VEGA
EYZAGUIRRE GÁRATE

Resolución Nº 12
Expediente Nº 1776-2002
Lima, 9 de febrero de 2011

AUTOS y VISTOS; AVÓQUESE al conocimiento de la presente causa los


señores Jueces Superiores que suscriben en mérito de la Resolución Adminis-
trativa número cero setenta y dos-dos mil once-P- CSJLI / PJ, publicado en el
diario oficial “El Peruano” con fecha dieciocho de enero del año dos mil once, y
Resolución Administrativa Nº ochenta y siete-dos mil once-P-CSJL/PJ, publicado
en el diario oficial “El Peruano” con fecha veintidós de enero del año en curso;
y por recibido el oficio proveniente de la División de Requisitorias, mediante el
cual se pone en calidad de detenido al acusado Manuel Estefar Gonzáles Bravo;
y, ATENDIENDO: PRIMERO.- Que mediante auto de procesamiento de fecha
catorce de abril del año dos mil tres obrante de fojas cuatrocientos cincuenta y
dos y siguientes, se abrió instrucción contra Manuel Estefar Gonzáles Bravo y
otros por delito contra la Salud Pública - Tráfico Ilícito de Drogas -, en agravio
del Estado, dictándose mandato de detención en su contra; SEGUNDO.- Que
en cuaderno aparte asignado con el número mil ciento sesenta y uno - dos mil
tres “D”, mediante resolución de fecha tres de julio del año dos mil tres obrante
a fojas doscientos ochenta y cinco y siguientes (del mencionado incidente), se
revocó el auto apertorio de instrucción de fojas ya glosada, en el extremo que se
dictó mandato de detención contra el procesado Manuel Estefar Gonzáles Bravo;

306
DETENCIÓN PREVENTIVA

reformándola impusieron al citado encausado, la medida coercitiva de detención


domiciliaria, mandato que se ejecuta en el domicilio que fije el procesado una
vez que sea capturado; ordenando que el Aquo curse los oficios respectivos a fin
de ejecutar dicha medida; TERCERO.- Asimismo, en cuaderno aparte asignado
con el número mil ciento sesenta y uno-dos mil tres “B”, mediante resolución
de fecha tres de julio del año dos mil tres obrante a fojas doscientos cuarenta y
siguientes (del mencionado incidente), se revocó el auto apertorio a instrucción
de fojas ya glosada, en el extremo que se dictó mandato de detención contra
la procesada Felicitas Carmen Rodríguez Bravo de Gonzáles; reformándola
impusieron a la citada encausada, la medida coercitiva de comparecencia bajo
la modalidad de detención domiciliaria, mandato que deberá cumplirse en su
domicilio real, debiendo el Aguo adoptar las medidas pertinentes para el cum-
plimiento de dicha medida; CUARTO.- Que, se advierte de la revisión de los
presentes actuados judiciales que mediante resolución de fecha siete de diciembre
del año dos mil nueve, obrante a fojas mil doscientos veintiuno y siguiente, en
el extremo que se declaró no haber mérito a pasar a juicio oral a Manuel Estefar
Gonzáles Bravo y Felicitas Carmen Rodríguez Bravo de Gonzáles como autores
del delito contra la Salud Pública –Tráfico Ilícito de Drogas–, en agravio del
Estado, la misma que quedó consentida mediante resolución de fecha veintidós
de marzo del año dos mil diez, obrante a fojas mil doscientos cuarenta y uno,
en el extremo antes mencionado; sin embargo no se dispuso que se levanten las
ordenes de ubicación y captura que pesa contra el referido encausado Manuel
Estefar Gonzáles Bravo y la encausada Felicitas Carmen Rodríguez Bravo de
Gonzáles, impartidas mediante oficios número ciento cuarenta y cuatro - dos
mil tres-dieciséis JPL-NLV, de fecha veinticuatro de abril del dos mil tres y del
doce de mayo del año dos mil tres, recepcionados con fecha veinticinco de abril
del dos mil tres y de fecha nueve de junio del año dos mil tres, respectivamente,
los mismos que obran a fojas cuatrocientos sesenta y tres y fojas cuatrocientos
sesenta y cuatro; así como a fojas quinientos cincuenta y dos y fojas quinientos
cincuenta y cinco; las mismas que se deberán dejar sin efecto; por estas consi-
deraciones. DISPUSIERON: que en el día se levanten las ordenes de captura
contra los referidos imputados emanadas de la presente causa; y conforme lo
establece la Resolución Administrativa número ciento cincuenta y siete-dos mil
once-PCSJL/PJ publicado en el diario “El Peruano” de fecha ocho de febrero
del año dos mil once, interviene el señor Juez Superior Rafael Enrique Menacho
Vega, integrante de la Sala Penal con Reos en Cárcel de Vacaciones de Lima,
para conformar Colegiado por impedimento del señor Juez Superior Carlos
Alfredo Escobar Antezano; oficiándose y notificándose.

307
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

069. Orden de ubicación y captura: Retiro por reinicio de


proceso archivado y por no prescripción de la acción
Dado que a la fecha no se había extinguido el ejercicio de la
acción penal en contra del agente contumaz puesto a derecho,
se dispone que se continúe la causa conforme a su estado,
en el archivo provisional dispuesto hasta que fuera habido el
procesado, retirándose la orden de captura contra este último.

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA


QUINTA SALA ESPECIALIZADA EN LO PENAL PARA PROCESOS
CON REOS LIBRES

S.S. VIDAL MORALES


GONZALES HERRERA
GÓMEZ MARCHISIO

Resolución Nº 681
Expediente Nº 1929-2006
Lima, 20 de julio de 2010

AUTOS y VISTOS; Interviniendo como ponente el señor Juez Superior


Gonzales Herrera;
CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Habiendo ingresado a despacho el presente expediente, me-
diante decreto de fecha seis de julio del presente año, glosado a fojas ciento
treinta y cinco; se debe señalar, que según se advierte del auto glosado a fojas,
cuarenta, con fecha tres de julio del año mil novecientos noventa y seis se decla-
róhaber mérito a pasar a juicio oral contra Jesús Manuel Gonzales Mayta y Luis
Efraín Avellaneda Torres por el delito de contra el Patrimonio - Robo Agravado;
SEGUNDO.- Asimismo, se advierte de la resolución glosada a fojas noventa
y seis, que con fecha tres de julio del año dos mil, se declaró extinguida la ac-
ción penal incoada en contra del procesado Jesús Manuel Gonzales Mayta, por
motivo de su fallecimiento; posteriormente mediante resolución de fecha diez
de enero del dos mil siete, esta Superior Sala Penal dispuso el archivamiento

308
DETENCIÓN PREVENTIVA

provisional de la presente causa hasta que sea habido el procesado Luis Efraín
Avellaneda Torres;
TERCERO.- Siendo ello así, cabe indicar que de la descripción de los he-
chos, se desprende que estos se habrían suscitado con el concurso de dos personas,
el día diecisiete de junio del año mil novecientos noventa y cinco, encontrándose
la agravante de la conducta imputada en el artículo ciento ochenta y nueve del
Código Penal, norma legal que al momento de la comisión del hecho punible
preveía lo siguiente en cuanto a la sanción penal: “La pena será no menor de
cinco ni mayor de quince años (...)”(1);
CUARTO.- En tal sentido, la acción penal prescribe a los veintidós dos
años y seis meses de haberse producido el hecho ilícito, conforme los plazos
de prescripción ordinario y extraordinario de la acción penal, establecidos res-
pectivamente en los artículos ochenta y ochenta y tres del Código Sustantivo;
por lo tanto a la fecha aún no se ha extinguido el ejercicio de la acción penal en
contra del procesado Luis Efraín Avellaneda Torres;
DECISIÓN:
Por tales fundamentos DISPUSIERON: continué la presente causa conforme
a su estado, en el archivo provisional hasta que sea habido el procesado Luis
Efraín Avellaneda Torres, y puesto a disposición de esta Superior Sala Penal;
asimismo REITÉRESE la orden de captura contra el acusado contumaz Luis
Efraín Avellaneda Torres, y lo devolvieron.

(1) Artículo modificado por el Artículo 1 de la Ley Nº 26630, publicada el 21/06/1996.

309
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

070. Orden de ubicación y captura: Declaración de reo


contumaz ante inconcurrencia al juicio oral
Si el acusado tiene pleno conocimiento del estado del proceso,
con su inconcurrencia al juicio oral se encuentra evadiendo
el accionar de la justicia y perturbando el normal desarrollo
del proceso, por lo que debe hacerse efectivo el apercibimien-
to decretado, declarándoselo reo contumaz y oficiándose a la
División de Requisitorias de la Policía Judicial del Perú y a la
Oficina de Requisitorias de la Corte de Lima, para su inmediata
ubicación y captura.

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA


PRIMERA SALA PENAL PARA PROCESOS CON REOS LIBRES

S.S. PARIONA PASTRANA


PLACENCIA RUBIÑOS
EYZAGUIRRE GÁRATE

Resolución Nº 2350-2010
Expediente Nº 51803-2002
Lima, 25 de octubre de 2010

AUTOS Y VISTOS; avocándose al conocimiento de la presente causa el


señor Juez Superior Josué Pariona Pastrana, en mérito de lo resuelto en la Re-
solución Administrativa Nº 728-2010-P-CSJLI/PJ; con la razón de Secretaría de
Mesa de Partes que antecede, habiéndose dado cumplimiento a lo ordenado me-
diante resolución de fecha seis de setiembre del año en curso: Téngase presente;
y proveyéndose conforme corresponde, Y ATENDIENDO: PRIMERO.- Que
por resolución de fecha seis de agosto del año en curso, se señaló fecha para
la verificación del juicio oral para el jueves veintiséis de agosto del presente
año, habiéndose cursado las notificaciones respectivas para la concurrencia del
acusado Jorge De La Cruz Yanasupo; el mismo que no asistió a la audiencia
señalada, conforme se desprende de la razón de Secretaría. SEGUNDO.- El
acusado De La Cruz Yanasupo, fue notificado de las audiencias programadas
en el domicilio real que brindó en su Manifestación Policial y Declaración Ins-
tructiva; así como en el domicilio consignado en la ficha de datos del Reniec y

310
DETENCIÓN PREVENTIVA

en el domicilio procesal; y advirtiéndose de las cedulas de notificaciones reali-


zadas en el domicilio real, fueron devueltas indicando “dar más referencia del
número mencionado, porque no se ubica actualmente, se ubican por manzana
y lote-. conforme se aprecia de las razones emitidas por el Notificador Judicial
en las respectivas cedulas anexadas en el proceso. TERCERO.- Asimismo, el
referido acusado tiene pleno conocimiento del estado del proceso, conforme
es de verse de su escrito presentado ante esta Superior Sala Penal, con fecha
dieciocho de febrero del año dos mil cinco, obrante a folios ciento sesentitrés;
razón por la cual se colige que el referido acusado se encuentra evadiendo el
accionar de la justicia y perturbando el normal desarrollo del presente proceso.
Por los fundamentos expuestos, se hace efectivo el apercibimiento decretado,
de conformidad con lo dispuesto en el artículo doscientos diez del Código de
Procedimientos Penales, DECLARARON: reo contumaz al acusado Jorge de la
Cruz Yanasupo, por el delito contra el patrimonio – robo agravado -, en agravio
de José Octasiano Moreno Lecca; DISPUSIERON: se oficie a la División de
Requisitorias de la Policía Judicial del Perú y a la Oficina de Requisitorias de
la Corte de Lima, para la inmediata ubicación y captura del referido acusado,
para sus ubicaciones y capturas a nivel nacional, sin perjuicio de llamárseles
por medio de edictos que serán publicados durante tres días consecutivos, en el
Diario Oficial “El Peruano”; y conforme a lo señalado en el artículo trescientos
diecinueve de la norma legal antes acotada, RESERVARON: El juzgamiento
del mencionado acusado hasta que sea habido y puesto a disposición de esta
Superior Sala Penal; y MANDARON: Que por Secretaría de Mesa de Partes,
se reitere periódicamente y antes de su vencimiento las ordenes de capturas
impartidas contra los Reos Contumaces Jorge De La Cruz Yanasupo y Eduardo
Alcides Ángeles Vilcaromero; oficiándose y notificándose.

311
CAPÍTULO II
COMPARECENCIA

071. C
omparecencia simple: Falta de proclividad al delito
por carecerse de antecedentes delictivos
El encausado no evidencia proclividad al delito, debido a su
carencia de antecedentes delictivos, lo que desvirtúa el peligro
de fuga; por lo que la medida de comparecencia simple im-
puesta guarda correlación al mínimo grado de peligro que se
pretende evitar.

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA


QUINTA SALA ESPECIALIZADA EN LO PENAL PARA PROCESOS
CON REOS LIBRES

S.S. VIDAL MORALES


GONZALES HERRERA
GÓMEZ MARCHISIO

Resolución Nº 1300
Inc. Nº 496-2009
Lima, 13 de diciembre de 2010

AUTOS Y VISTOS; Interviniendo como ponente la señora Gómez Marchi-


sio Juez Superior, de conformidad con lo opinado por el señor Fiscal Superior.
ASUNTO:
Es materia de grado la apelación interpuesta Por la parte civil contra la
resolución de fecha diecinueve de junio del dos mil nueve en el extremo que

313
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

dicta mandato de comparecencia simple contra los procesados Alfredo Arias


Huarcaya Huamani y Jesús Meza Chávez por delito contra el Orden Económi-
co - funcionamiento ilegal de juegos de casino y maquinas tragamonedas en
agravio del Estado.
ATENDIENDO:
PRIMERO.- La parte civil sustenta su recurso de apelación, argumentando
que el juzgador no ha valorado el peligro procesal de que los procesados eludan
la acción de la justicia, por tal motivo es necesario se le impongan reglas de
conducta que conlleven a que concurran al juzgado y no generen dilaciones que
conduzcan a su impunidad.
SEGUNDO.- En el caso de autos se advierte que los encausados se encuen-
tran plenamente identificados, asimismo, han brindado sus declaraciones en sede
judicial, conforme se desprende de folios veintiocho y treinta y seis cincuenta
v treinta y seis respectivamente, por lo que la probabilidad de obstrucción de la
actividad probatoria resulta mínima.
TERCERO.- Los encausados no evidencian proclividad al delito, debido a
su carencia de antecedentes delictivos; aunado a ello, lo que desvirtúa el peligro
de fuga; por lo que la medida de comparecencia impuesta guarda correlación al
mínimo grado de peligro que se pretende evitar.
DECISIÓN:
1. CONFIRMARON la resolución apelada de fecha diecinueve de junio
del dos mil nueve en el extremo que dicta mandato de comparecencia simple
contra los procesados Alfredo Arias Huarcaya Huamaní y Jesús Meza Chávez por
delito contra el Orden Económico - funcionamiento ilegal de juegos de casino y
maquinas tragamonedas en agravio del Estado, notificándose y los devolvieron.

314
COMPARECENCIA

072. Comparecencia restringida: Aplicación del principio


de necesidad en las restricciones
El Juez Penal está facultado a interponer al procesado una
o varias de las penas alternativas previstas en el artículo 143
del Código Procesal Penal, siendo que su decisión no puede
ser arbitraria, sino que debe responder fundamentalmente al
“principio de necesidad”, esto es, cuando resulte absolutamente
indispensable para asegurar que el acusado no se sustraiga a
la acción de la justicia o no perturbe la acción probatoria.

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA


QUINTA SALA ESPECIALIZADA EN LO PENAL PARA PROCESOS
CON REOS LIBRES

S.S. VIDAL MORALES


GONZÁLES HERRERA
GÓMEZ MARCHISIO

Resolución Nº 638
Expediente Nº 90-10 A
Lima, 13 de julio de 2010

AUTOS Y VISTOS: interviniendo como ponente el señor Juez Superior


Gonzáles Herrera, de conformidad con lo opinado por el señor Fiscal Superior
en su dictamen de fojas ciento veinticuatro;
ATENDIENDO:
PRIMERO.- Es materia de grado el recurso de apelación interpuesto por el
procesado Augusto Pretel Rada, contra el auto de apertura de instrucción obrante
en copias certificadas de fojas setenta y cuatro a setenta y nueve, su fecha vein-
tinueve de diciembre del dos mil ocho, en el extremo que se dicta mandato de
comparecencia con restricciones, imponiéndole el pago de una caución econó-
mica de trescientos cincuenta nuevos soles, en la instrucción que se le sigue por
la presunta comisión de los delitos contra el patrimonio - defraudación especial,
en agravio de Rosario Victoria Coloma Pérez;
SEGUNDO.- el recurrente fundamenta su apelación argumentando que
se le debe imponer la medida cautelar de comparecencia simple, pues es una

315
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

persona de sesenta y cinco años de edad que carece de peligrosidad sus actos;
que carece de antecedentes penales y judiciales y que se ha abierto proceso por
simples indicios;
TERCERO.- en el artículo ciento cuarenta y tres del Código Procesal Pe-
nal, se encuentra prevista la facultad del a quo a efecto de imponer la medida
coercitiva de Comparecencia, en forma simple o con restricciones, disponiendo
el texto: “El Juez podrá imponer una de estas alternativas o combinar varias
de ellas, según resulte adecuada al caso y ordenará las medidas necesarias para
garantizar su cumplimiento. Si el hecho punible denunciado está penado con
una sanción leve o las pruebas aportadas no la justifiquen, podrá prescindir de
tales alternativas;
CUARTO.- Conforme a lo antes citado, el Juez Penal está facultado a inter-
poner al procesado una o varias de las penas alternativas previstas en la norma
procesal acotada, siendo que su decisión no puede ser arbitraria, sino que debe
responder fundamentalmente al “Principio de Necesidad”, esto es, cuando resulte
absolutamente indispensable para asegurar que el acusado no se sustraiga a la
acción de la justicia o no perturbe la acción probatoria; hecho que responde a
la necesidad de vincular al procesado con la instrucción penal manteniendo su
arraigo hasta su culminación, es decir garantizar que el imputado comparezca
a la instrucción para la realización de actos propios del mismo y deben de ser
proporcionales, necesarias e idóneas para asegurar de ese modo que la instrucción
penal pueda cumplir con los fines perseguidos, toda vez que la comparecencia
es un estado procesal de sujeción al proceso y no simplemente un emplaza-
miento de concurrir a rendir su declaración instructiva del procesado; por otro
lado, se debe señalar que el procesado, no ha sustentado de manera fehaciente y
con acervo documentario el supuesto agravio que se le viene causando con las
restricciones impuestas (entre ellas la caución), a fin que esta Superior Sala al
valorarlos pueda concluir que es real; por lo cual en el caso sub­judice, la medida
cautelar dispuesta por el a quo conforme a sus facultades contra el procesado
se encuentra arreglada a ley;
RESOLUCIÓN:
Fundamentos por los cuales CONFIRMARON el auto de apertura de ins-
trucción obrante en copias certificadas de fojas setenta y cuatro a setenta y nueve,
su fecha veintinueve de diciembre del dos mil ocho, en el extremo que dicta a
Augusto Pretel Rada mandato de comparecencia con restricciones, imponién-
dole el pago de una caución económica de trescientos cincuenta nuevos soles,
en la instrucción que se le sigue por la presunta comisión de los delitos contra
el patrimonio - Defraudación Especial, en agravio de Rosario Vitoria Coloma
Pérez; notificándose- y los devolvieron.

316
COMPARECENCIA

073. Comparecencia restringida: No carácter de sanción


La comparecencia no constituye una sanción, sino únicamente
es un mecanismo de vinculación del que se vale el proceso penal
para que el sujeto procesado se comprometa a concurrir a los
actos procesales que sea requerido, asegurando el cumplimiento
de las obligaciones ordenadas; en tal sentido se considera que
la comparecencia ha sido impuesta con el fin de garantizar la
concurrencia del encausado al proceso, hecho que de ninguna
manera restringe su libertad. En consecuencia, está justificada
la imposición de reglas de conducta.

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA


QUINTA SALA PENAL PARA PROCESOS CON REOS LIBRES

S.S. VIDAL MORALES


GONZALES HERRERA
GÓMEZ MARCHISIO

Resolución Nº 1388
Expediente Nº 23378 - 2009 - 1
Materia: Cuaderno de Apelación al Mandato de Comp. Rest. y Caución
Económica
Lima, 20 de diciembre de 2010

AUTOS Y VISTOS; Puesto los autos a Despacho; e interviniendo como


ponente la señora Juez Superior Gómez Marchisio;
ASUNTO:
Es materia de pronunciamiento la apelación interpuesta por el procesado Lino
Ccahua Bacilio, contra el auto que abre instrucción, su fecha quince de junio
del año dos mil nueve, que en fotocopia certificada obra de fojas cuarentiseis a
cincuenta, en el extremo que impone al recurrente Comparecencia Restringida;
cuyo concesorio corre a fojas setentidos.
CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Que, el apelante mediante escritos de fojas sesenta a sesenti-
cuatro, fundamenta su recurso impugnatorio argumentando que ha cumplido con

317
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

consignar la prestación de los alimentos en forma adelantada correspondiente al


mes de junio del dos mil diez, adjuntando para ello el certificado de depósito ju-
dicial [Ver fojas 66/67]; con lo que demuestra que no debe nada a la fecha, siendo
ese el principal motivo para que se le revoque la medida coercitiva impuesta.
SEGUNDO.- La comparecencia debe entenderse como la medida cautelar
menos severa que incide sobre el derecho a la libertad del encausado en grado
distinto al de detención, no solo con el objeto de alcanzar el normal trámite y
fin último del proceso sino también a efectos de asegurar la presencia de este
a la causa penal, pero en plena disposición y conservación de su libertad loco-
motora sujeta a reglas de conducta dictadas por el Juez competente. Por ello,
la imposición de dicha medida cautelar debe estar sujeta a lo estipulado en el
artículo ciento cuarentitrés del Código Procesal Penal vigente, el cual señala
taxativamente que: “se dictará mandato de comparecencia cuando no corresponda
la medida de detención (...)”; de allí que esta medida debe estimarse dentro de
una naturaleza de mínima restricción a la libertad locomotora del encausado,
en tanto se le imponga expresas reglas de conducta que obligatoriamente debe
acatarlos, claro está sin dejar de lado la razonabilidad, la proporcionalidad y
necesariedad de las mismas.
TERCERO.- En arreglo a estos lineamientos considerativos, advertimos
que la comparecencia restringida impuesta por el a quo está bien enmarcada
y condicionada dentro de una restricción legal, conforme a la naturaleza de la
instrucción, a la suficiencia probatoria de sus presuntas participaciones, y a una
probable ausencia del peligro procesal; habiéndose legítimamente restringido
su libertad locomotora a través de reglas restrictivas, las cuales se encuentran
sujetas a los principios de proporcionalidad y razonabilidad, y es en base a ello
que se ha evitado una afectación a su actividad y desempeño laboral, más aún
cuando su situación jurídica será definida con la emisión de un fallo final, y en
tanto no se produzca esto la comparecencia es una medida provisional sujeta a
la duración del proceso.
CUARTO.- Que, se advierte que los argumentos expuestos por el apelante
están referidos a los hechos materia de imputación, por lo que es pertinente
indicar que dicho análisis corresponde ser realizado dentro del desarrollo del
proceso, teniendo en cuenta que la incriminación como presupuesto para instau-
rar un proceso penal requiere únicamente verosimilitud en función a indicios;
asimismo, es menester de este Colegiado dejar establecido que la comparecencia
no constituye una sanción, sino únicamente es un mecanismo de vinculación
del que se vale el proceso penal para que el sujeto procesado se comprometa a
concurrir a los actos procesales que sea requerido, asegurando el cumplimiento

318
COMPARECENCIA

de las obligaciones ordenadas, en tal sentido se considera que la comparecen-


cia ha sido impuesta con el fin de garantizar la concurrencia del encausado al
proceso, hecho que de ninguna manera restringe su libertad; en consecuencia,
está justificada la imposición de reglas de conducta.
FALLO RESOLUTIVO:
CONFIRMARON el auto de apertura de instrucción que obra en copia
certificada a fojas cuarentiseis a cincuenta, en el extremo que dicta contra el
procesado Lino Ccahua Bacilio, Mandato de Comparecencia Restringida bajo el
cumplimiento de reglas de conducta, en la instrucción seguida en su contra por
delito contra la Familia - Omisión de Asistencia Familiar (Omisión de Prestación
de Alimentos), en agravio de su menor hija Brenda Alexandra Ccahua Caceres;
notificándose y los devolvieron.

319
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

074. Comparecencia restringida: Correcta aplicación por no


acreditación de perjuicio económico o laboral
Si bien el procesado se ha presentado a rendir sus declaracio-
nes, tanto a nivel policial y judicial respectivamente, también
lo es que no ha acreditado de manera fehaciente y con acervo
documentario los argumentos señalados en su recurso, que
determinen el perjuicio económico y laboral que se le está
causando; por lo que el mandato de comparecencia restringida
dispuesto se encuentra arreglado a ley.

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA


QUINTA SALA ESPECIALIZADA EN LO PENAL PARA PROCESOS
CON REOS LIBRES

Resolución Nº 684
Expediente Nº 346-2010-“A”

S.S. VIDAL MORALES


GONZÁLES HERRERA GÓMEZ MARCHISIO
Lima, 14 de julio de 2010

AUTOS Y VISTOS: Interviniendo como Juez Superior ponente el señor


Vidal Morales, puestos los autos en despacho para resolver; y ATENDIENDO:
PRIMERO.- Que, es materia de grado el Auto Apertorio de instrucción que obra
en copia certificada a fojas ochenta y tres a ochenta y nueve, su fecha catorce
de diciembre del dos mil nueve, en el extremo que dicta Mandato de Compa-
recencia con Restricciones (reglas de conducta) contra Mikey Paredes Rosales,
impugnación formulada por el procesado antes citado a fojas uno y siguientes;
SEGUNDO.- La fundamentación del recurso de apelación del procesado se basa
en que se ha puesto a derecho en el proceso desde que tuvo conocimiento de
los hechos, no solo en etapa policial sino a nivel de la judicatura, que en ningún
momento ha tratado de eludir la acción probatoria de la justicia, procediendo
a apersonarse y señalar domicilio procesal en autos; TERCERO.- Que, en el
párrafo in fine del artículo ciento cuarenta y tres del Código Procesal Penal, se
encuentra prevista la facultad del a quo a efectos de imponer la medida coercitiva
de Comparecencia, en forma simple o con restricciones, disponiendo el texto:

320
COMPARECENCIA

“El Juez podrá imponer una de estas alternativas o combinar varias de ellas,
según resulte adecuada al caso y ordenará las medidas necesarias para garantizar
su cumplimiento. Si el hecho punible denunciado está penado con una sanción
leve o las pruebas aportadas no la justifiquen, podrá prescindir de tales alterna-
tivas”; CUARTO.- Que, conforme a lo antes citado, el Juez Penal esta facultado
a interponer al procesado una o varias de las penas alternativas previstas en la
norma procesal acotada, siendo que su decisión no puede ser arbitraria, sino debe
responder fundamentalmente al “Principio de Necesidad”, esto es, cuando resulte
absolutamente indispensable para asegurar que el acusado no se sustraiga a la
acción de la justicia o no perturbe la acción probatoria; hecho que responde a
la necesidad de vincular al procesado con la instrucción penal manteniendo su
arraigo hasta su culminación, es decir garantizar que el imputado comparezca
a la instrucción para la realización de actos propios del mismo y deben de ser
proporcionales, necesarias e idóneas para asegurar de ese modo que la instrucción
penal pueda cumplir con los fines perseguidos, toda vez que la comparecencia es
un estado procesal de sujeción al proceso y no simplemente un emplazamiento
de concurrir a rendir su declaración instructiva del procesado; por otro lado, se
debe señalar que si bien es cierto, el procesado, se ha presentado a rendir sus
declaraciones tanto a nivel policial y judicial respectivamente, también lo es,
que este no ha acreditado de manera fehaciente y con acervo documentario los
argumentos señalados en su recurso, que determinen el perjuicio económico y
laboral que se le está causando; por lo cual en el caso subjudice, el mandato de
Comparecencia Restringida, dispuesto por la a quo conforme a sus facultades
contra el procesado, se encuentra arreglado a ley. Fundamentos por los cuales:
CONFIRMARON el auto apertorio de instrucción que obra en copia certificada
a fojas ochenta y tres a ochenta y nueve, su fecha catorce de diciembre del dos
mil nueve, en el extremo que dicta Mandato de Comparecencia con Restriccio-
nes (reglas de conducta) contra Mikey Paredes Rosales en la instrucción que
se le sigue por delito contra la Administración Pública - Ejercicio Ilegal de la
Profesión; en agravio del Colegio de Ingenieros del Perú, con lo demás que
contiene; notificándose y los devolvieron.

321
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

075. Comparecencia restringida: No variación por incon-


gruencia en la configuración típica del delito
Si bien el agente manifiesta la incongruencia en la confi-
guración típica del delito en el presente recurso, también lo
es que el recurrente tiene dentro del proceso que se le sigue
mecanismos de defensa (excepciones u otros) valederos a ser
interpuestos para velar por su mejor derecho y coadyuvar con
la administración de justicia; no siendo la presente incidencia
la mas idónea.

Resolución Nº 643
Expediente Nº 358-10 “D”

S.S. VIDAL MORALES


GONZALES HERRERA GÓMEZ MARCHISIO
Lima, 7 de julio de 2010

AUTOS Y VISTOS: Interviniendo como Juez Superior Ponente el señor


Vidal Morales; puesto los autos en despacho para resolver; y ATENDIENDO:
PRIMERO.- Es materia de grado la resolución de folios noventitrés su fecha
siete de diciembre del dos mil nueve en el extremo que dicta mandato de com-
parecencia con restricciones y al pago de cinco mil nuevos soles por concepto
de caución que deberá el procesado Iván Ciganes Albeniz por los delitos aper-
turados contra La Libertad de Trabajo –atentado a los derechos laborales,
contra La Libertad Personal– coacción, y contra la Fe Pública –falsedad ge-
nérica–, en agravio de Francisco Hugo Miyadi Cahuavilca, Roberto Bocangel
Cajamarca, Róger Aurelio Cesti Sánchez, Segundo Dagoberto Lozano Flores,
Gustavo Roberto Morales Ureta, Dante Orlando Zenz Donayre, Maju Guiller-
mina Maura Lau, Carolina Mayelin Maura Lau, Rosa Lidia Bardales Guerrero,
José Enrique Cabrera Véliz, José Luis Miranda Salas, Christian Dario Guillén
Higginson, y Johnny Alfredo Barack Amaro; apelación formulada por el proce-
sado; SEGUNDO.- El párrafo in fine del articulo ciento cuarentitrés del Código
Procesal Penal, se encuentra prevista la facultad del a quo a efectos de imponer
la medida coercitiva de Comparecencia, en forma simple o con restricciones,
disponiendo el texto: “El Juez podrá imponer una de estas alternativas o combinar
varias de ellas, según resulte adecuada al caso y ordenará las medidas necesarias
para garantizar su cumplimiento. Si el hecho punible denunciado está penado

322
COMPARECENCIA

con una sanción leve o las pruebas aportadas no la justifiquen, podrá prescindir
de tales alternativas.”, TERCERO.- El Juez Penal, está facultado a imponer al
procesado una o varias de las penas alternativas previstas en la norma procesal
acotada, siendo que su decisión no puede ser arbitraria, sino debe responder
fundamentalmente al “Principio de Necesidad”, esto es, cuando resulte absolu-
tamente indispensable para asegurar que el acusado no se sustraiga a la acción
de la justicia o no perturbe la acción probatoria”; CUARTO.- Se advierte de
autos, que el procesado fundamenta su recurso obrante a folios doscientos veinte
bajo la argumentación que; a) el a quo no ha motivado el forma razonable y
proporcional la medida impuesta, vulnerando así de forma directa el derecho a
la debida motivación de las resoluciones judiciales que le asiste; b) no existe
prueba o indicio alguno que lo vincule con los delitos instruidos; c) sustentar el
auto apertorio con pruebas prohibidas; d) que los delitos materia de proceso
(coacción y violación de la libertad de trabajo) están a punto de prescribir; e) el
delito de fraude en la administración de personas jurídicas resulta incongruente
con la configuración típica del delito; 4 y que el representante de Ministerio
Público no ha solicitado el impedimento de salida del país en su contra; QUIN-
TO.- Respecto a lo señalado en los puntos signados en el considerando precedente
se observa de la apelada, a) El a quo a motivado la misma bajo los alcances del
artículo doce de la Ley Orgánica del Poder Judicial “...Todas las resoluciones,
con exclusión de las de mero trámite, son motivadas, bajo responsabilidad, con
expresión de los fundamentos en que se sustentan, pudiendo estos reproducirse
en todo o en parte solo en segunda instancia, al absolver el grado...”; concordante
con el articulo ciento treintiocho inciso quinto de la Constitución del Estado;
b) El Juez Especializado en lo Penal solo abrirá instrucción si considerara que
de la denuncia y sus recaudos: i) Aparecen indicios suficientes o elementos de
juicio reveladores de la existencia de un delito, ii) Que se haya individualizado
a su presunto autor o participe, iii) Que la acción penal no haya prescrito o no
concurra otra causal de extinción de la acción penal; siendo que al momento de
la calificación de un hecho delictivo, que llega a conocimiento del Juez Penal,
en virtud de una denuncia fiscal, el Magistrado debe contar con un conjunto de
indicios y/o elementos incriminatorios que le permitan efectuar la afirmación
preliminar que el hecho reúne los elementos calificativos de hecho penal, lo cual
sucede en el caso que nos ocupa, debiendo manifestar que la apertura de un
proceso penal no determina la culpabilidad de la persona sujeta a proceso; c)
Aunado a lo señalado en el punto precedente, el justiciable tiene expedito su
derecho a formular todo medio impugnatorio (tachas, excepciones u otros) que
esté a su alcance, ciñéndose bajo las normas procesales y legales pertinentes si
advierte que su derecho está siendo conculcado, no siendo la presente la más

323
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

adecuada; d) en el extremo relativo a la institución de la prescripción, la acción


penal se extingue por el transcurso del tiempo, es decir, a un tiempo igual al
máximo de la pena fijada por la ley para el delito, si es privativa de libertad o
en todo caso, cuando el tiempo transcurrido sobrepasa en una mitad al plazo
ordinario de prescripción, conforme a lo previsto en los artículos ochenta y
ochenta y tres in fine del Código Penal; siendo así, mal se haría en amparar el
presente recurso bajo la premisa que los delitos instaurados estarían pronto a
prescribir; e) El delito de fraude en la administración de personas jurídicas,
describe en su articulo ciento noventiocho, el cual prescribe: “...Será reprimido
con pena privativa de libertad no menor de uno ni mayor de cuatro años el que
ejerciendo funciones de administración o representación de una persona jurídica,
realiza, en perjuicio de ella o de terceros, cualquiera de los actos siguientes:...;
2. Proporcionar datos falsos relativos a la situación de una persona jurídica...”;
que si bien se manifiesta la incongruencia en la configuración típica del delito
en el presente recurso, también lo es que el recurrente tiene dentro del proceso
que se le sigue mecanismos de defensa (excepciones u otros), valederos a ser
interpuestos para velar por su mejor derecho y coadyuvar con la administración
de justicia; no siendo la presente incidencia la más idónea; f) El impedimento
de salida deberá ser dictado atendiendo a la naturaleza de dicha medida y a las
necesidades que existan al interior de un proceso, las cuales pueden ir graduán-
dose de acuerdo con su desarrollo y/o al latente peligro procesal que evidencie
que el procesado pueda sustraerse a la acción de la justicia o perturbar la acti-
vidad probatoria. En ese sentido, el juez, dentro de dicha graduación, puede
llegar incluso a dictar la orden de detención del acusado, máxima restricción a
la libertad individual. Por tanto, este Colegiado considera que la medida de
impedimento de salida del país impuesta al beneficiario es compatible con las
formas de restricción a la libertad individual previstas por la Constitución, y que
en su otorgamiento no se ha vulnerado su derecho a la tutela procesal efectiva;
SEXTO.- Con respecto a la alternativa contemplada en el inciso quinto del
citado artículo ciento cuarenta y tres del Código Procesal Penal, cabe precisar
que la caución económica constituye una medida cautelar patrimonial destinada
a asegurar igualmente el arraigo de los encausados al proceso; coligiéndose de
la revisión de autos que la medida impuesta por el a quo dentro de sus facultades
no deviene en desproporcional estando a la trascendencia del ilícito instruido
en contra del procesado, máxime si los mismos en función a la apelación for-
mulada no manifiesta argumentación valedera que justifique variar la medida
–caución económica– dispuesta en el auto de apertura de instrucción, es decir
no ha acreditado con prueba idónea su reducida economía, ni mucho menos
insolvencia que le impida cumplir con el pago de la caución impuesta; siendo

324
COMPARECENCIA

así, la caución fijada por el Juez Penal en el auto de procesamiento se encuentra


arreglado a ley; siendo ello así, estando la forma y circunstancias en que se han
cometido los hechos, así como la naturaleza del delito instruido, esta Superior
Sala Penal encuentra arregla a ley la apelada; fundamentos por los cuales,
CONFIRMARON la resolución de folios noventitrés su fecha siete de diciembre
del dos mil nueve en el extremo que dicta mandato de comparecencia con res-
tricciones y al pago de cinco mil nuevos soles por concepto de caución que
deberá el procesado Iván Ciganes Albeniz por los delitos instaurados contra La
Libertad de Trabajo -atentado a los derechos laborales, contra La Libertad Per-
sonal -coacción, y contra la Fe Pública –falsedad genérica–, en agravio de
Francisco Hugo Miyadi Cahuavilca, Roberto Bocangel Cajamarca, Róger Aurelio
Cesti Sánchez, Segundo Dagoberto Lozano Flores, Gustavo Roberto Morales
Ureta, dante Orlando Zenz Donayre, Maju Guillermina Maura Lau, Carolina
Mayelin Maura Lau, Rosa Lidia Bardales Guerrero, José Enrique Cabrera Véliz,
José Luis Miranda Salas, Christian Darío Guillén Higginson, y Johnny Alfredo
Barack Amaro; notificándose y los devolvieron.

325
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

076. Comparecencia restringida: No variación por argumen-


taciones referidas a cuestiones de responsabilidad penal
Que el agente no haya devuelto el dinero que se le entregó
en depósito gratuito y que no haya asistido en las fechas en
las que la Administración de Justicia le citó en aplicación al
principio de oportunidad, no son argumentos que justifican la
variación de la medida de comparecencia decretada por ser la
detención una medida excepcional y porque aquellos han de
ser valorados, por referirse a cuestiones de responsabilidad
penal sobre la conducta del procesado, al momento de emitir
un fallo definitivo con pruebas.

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA


PRIMERA SALA ESPECIALIZADA EN LO PENAL PARA PROCESOS
CON REOS LIBRES

S.S. PARIONA PASTRANA


PLACENCIA RUBIÑOS
EYZAGUIRRE GÁRATE

Resolución Nº 2381-2010
Expediente Nº 28207-2009-2
Lima, 29 de octubre de 2010

AUTOS Y VISTOS.- Avocándose al conocimiento de la presente causa


el Colegiado que suscribe en atención a la Resolución Administrativa número
setecientos veintiocho-dos mil diez-P-CSJLI-PJ, publicada en el Diario Oficial
El Peruano el diecisiete de setiembre del año en curso; e, interviniendo como
ponente la señora Juez Superior Liliana del Carmen Placencia Rubiños; de con-
formidad con lo opinado por la señora Fiscal Superior en su dictamen corriente
a folios ciento uno a ciento dos, en la apelación interpuesta por la parte civil
Oswaldo Rosario Oyola Falcón.‑
ANTECEDENTES:
Es materia de grado la resolución que en copias certificadas corre a
folios setenticinco a setentisiete, su fecha siete de agosto del dos mil nueve, en

326
COMPARECENCIA

el extremo que decretó mandato de comparecencia restringida a la procesada


Janeth Carmen Chumpitaz Loayza, en el proceso instaurado en su contra por
la presunta comisión del delito contra el Patrimonio - Apropiación Ilícita en
agravio de Oswaldo Rosario Oyola Falcón.
CONSIDERANDOS:
PRIMERO.- El apelante al fundamentar su recurso corriente a folios ochen-
tisiete a ochentinueve, discrepa puntualmente con respecto al extremo apelado,
pues refiere haberle entregado a la imputada quien es su sobrina, mediante un
contrato de depósito gratuito la cantidad de ocho mil cien dólares americanos,
sin costo ni retribución, siendo esta suma destinada para su subsistencia eco-
nómica y familiar por ser una persona de la tercera edad que no cuenta con un
trabajo estable, sin que a la fecha le devuelva la totalidad del dinero entregado
pese a haberlas solicitado en reiteradas oportunidades, haciendo caso omiso a
dicho requerimiento, burlándose de la administración de justicia al no asistir a
la fechas en la que se le citó en aplicación al principio de oportunidad, por lo
que, en ese sentido, su conducta merece la variación de la medida decretada,
solicitando por tanto la de detención.
SEGUNDO.- El mandato de detención, es una medida de coerción perso-
nal, que al ser de carácter excepcional y en sumo gravosa para el imputado, su
adopción por la autoridad judicial debe sujetarse estrictamente a la concurrencia
de los presupuestos enunciados en el artículo ciento treinta y cinco del Código
Procesal Penal, articulado vigente y que fuera modificado por la ley veintiocho
mil setecientos veintiséis, como son: A) prueba suficiente: que existan suficientes
elementos probatorios de la comisión de un delito que vincule al imputado como
autor o partícipe del mismo; B) prognosis de la pena: que la sanción a imponer-
se o la suma de ellas sea superior a un ario de pena privativa de libertad o que
existan elementos probatorios sobre la habitualidad del agente al delito; y C)
peligro procesal: que existan suficientes elementos probatorios para concluir que
el imputado intenta eludir la acción de la justicia o perturbar la acción probatoria.
Asimismo, el Tribunal Constitucional, en el caso Silva Checa(1), se ha pro-
nunciado respecto de las causas que justifican el dictado de una medida de de-
tención; siendo estas, básicamente, la presunción de que el acusado ha cometido
un delito (como factor sine qua non, pero en sí mismo insuficiente), el peligro
de fuga, la posibilidad de perturbación de la actividad probatoria (que pudiera

(1) Expediente Nº 1091-2002-HC/TC.

327
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

manifestarse en la remoción de las fuentes de prueba, colusión, presión sobre


los testigos, entre otros supuestos), y el riesgo de comisión de nuevos delitos.
Cabe enfatizar que cada una de las razones que permiten presumir la existencia
del denominado peligro procesal, deben permanecer como amenazas efectivas
mientras dure la detención preventiva pues, en caso contrario, esta, automáti-
camente, deviene en ilegítima(2).
TERCERO.- Así entonces, luego de revisados la presente incidencia, ad-
vertimos que el apelante solicita la revocatoria del mandato de comparecencia
restringida por el de detención, al respecto este Colegiado considera que para
el caso que nos ocupa, no se habrían cumplido con los tres presupuestos para
la imposición de prisión preventiva en contra de la procesada Janeth Carmen
Chumpitaz Loayza, pues si bien existen indicios que la vinculan con la comisión
del hecho denunciado y la prognosis sobre la individualización de la pena supera
el marco fijado legalmente, no es menos cierto, que de la presente incidencia
no existen elementos de juicio idóneos que permitan configurar el requisito de
peligro procesal, siendo este imprescindible para su imposición tal como lo
sostuviera nuestro Supremo Tribunal en su sentencia número setecientos noven-
tiuno-dos mil dos-HC/TC “el principal elemento a considerarse con el dictado
de esta medida cautelar (detención) debe ser el peligro procesal”(3); por cuanto
a folios treintidós a treinticuatro obra la declaración brindada a nivel preliminar
por la citada procesada, y del cual se puede extraer tener veintinueve años de
edad, ser soltera, grado de instrucción secundaria completa, habiendo señalado
además, su domicilio real, lo que en sumo, nos permite inferir que lo resuelto
por el a quo se encuentra arreglada a ley; máxime, si tenemos en cuenta que los
argumentos expuestos por el apelante de por sí ajenos a la venida en grado, no
justifican para la imposición de dicho mandato por responder fundamentalmente
al principio de necesidad, siendo su aplicación de naturaleza excepcional, por lo
demás, han de ser valorados –por referirse a cuestiones de responsabilidad penal
sobre la conducta de la procesada– al momento de emitir un fallo definitivo con
pruebas adyacentes a la misma en el estadio procesal respectivo; razón por la
que, no resulta pertinente amparar la pretensión del recurrente.
CUARTO.- Consecuentemente al no concurrir los presupuestos estableci-
dos por el artículo ciento treinticinco del Código Procesal Penal y siendo por el

(2) Expediente Nº 2915-2004-11C/TC; asimismo, vide la STC expedida en el Expediente Nº 3771-


2004, sobre el plazo razonable de la prisión preventiva.
(3) Caso: Mary Riggs Brousseau, fundamento doce.

328
COMPARECENCIA

contrario la aplicable la medida de comparecencia restringida, establecida en el


artículo ciento cuarentitrés del mismo cuerpo legal, el que faculta al Juez a dictar
dicha medida cuando la naturaleza del delito, las circunstancias que lo rodean,
así como, las condiciones personales del agente, hagan prever que resultan
necesarias adoptarse algunas medidas para asegurar el arraigo del procesado a
la instrucción hasta su posterior culminación, como parte esencial del objeto
de la instrucción, estimamos mantener lo decretado por el a quo, puesto que la
reglas impuestas aseguran tal finalidad, caso contrario, la ley faculta mecanis-
mos para su estricto cumplimiento, como es lo dispuesto por el artículo ciento
cuarenticuatro del mismo cuerpo normativo(4).
FALLO RESOLUTIVO:
Por dichos fundamentos CONFIRMARON la resolución que en copias
certificadas corre a folios setenticinco a setentisiete, su fecha siete de agosto del
dos mil nueve, en el extremo que decretó mandato de comparecencia restringida
a la procesada Janeth Carmen Chumpitaz Loayza, en el proceso instaurado en
su contra por la presunta comisión) del delito contra el Patrimonio - apropiación
ilícita en agravio de Oswaldo Rosario Oyola Falcón, con lo demás que contiene;
notificandose, los devolvieron.

(4) Artículo 144 del articulado vigente del Código Procesal Penal.
La infracción de la comparecencia, en los casos en que el imputado sea citado para su decla-
ración o para otra diligencia determinará la orden de ser conducido compulsivamente por la
policía.
Si el imputado no cumple con las restricciones impuestas en el artículo 143, previo requeri-
miento realizado por Fiscal o por el Juzgador en su caso, se revocará la medida y se dictará
mandato de detención. Asimismo, de ser el caso perderá la caución y se ejecutará la garantía
patrimonial constituida o la fianza personal otorgada.

329
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

077. Comparecencia restringida: Nulidad de dicta-


do de comparecencia repetido en ampliación de
instrucción
Si bien el a quo amplió la instrucción mediante resolución para
comprender al procesado por el delito contra la fe pública-
falsificación de documentos en general-documento privado,
empero en la citada resolución ampliatoria, el juzgador de
manera irregular en segunda oportunidad dicta mandato de
comparecencia restringida contra el citado procesado, cuando
ya se encontraba sometido a dicha medida cautelar; siendo
ello así debe declararse la nulidad de la citada resolución en
este extremo.

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA


QUINTA SALA ESPECIALIZADA EN LO PENAL PARA PROCESOS
CON REOS LIBRES

S.S. VIDAL MORALES


GONZALES HERRERA
GÓMEZ MARCHISIO

Resolución Nº 666
Expediente Nº 168-10 A
Lima, 6 de julio del año 2010

AUTOS Y VISTOS: interviniendo corno ponente la señora Juez Superior


Gómez Marchisio, oído el informe oral.
ASUNTO:
Es materia de grado la apelación interpuesta por la parte civil contra el
auto de apertura de instrucción obrante en copia certificada de fojas sesenta
y ocho, su fecha dieciséis de junio del dos mil ocho, en el extremo que dicta
mandato de comparecencia restringida en contra de los procesados Steve
Deivy Blas García y Alvaro Ignacio Barrios Sihuincha por los delitos contra
la Fe Pública y Estafa.

330
COMPARECENCIA

ATENDIENDO:
PRIMERO.- Al respecto, vale tener en cuenta que: “el tercer párrafo del
numeral ciento cuarenta y tres, (articulado vigente del Código Procesal Penal)”(1),
establece, que al procesado se le seguirá proceso con comparecencia simple
cuando: “no se ha dictado sentencia de primer grado y las alternativas del man-
dato de comparecencia restringida han excedido los nueve meses en el procedi-
miento ordinario y dieciocho meses en el procedimiento especial. Tratándose de
procedimientos por delitos de tráfico ilícito de drogas, terrorismo, espionaje y
otros de naturaleza compleja seguidos contra más de diez imputados, en agravio
de igual número de personas, o del Estado, el plazo límite de comparecencia
restringida se duplicará (...)”;
SEGUNDO.- siendo ello así, se advierte que el sustento de dicha norma
radica, en que un procesado no puede estar sometido de forma indeterminada
a las reglas de conducta del mandado de comparecencia restringida; en ese
sentido el plazo estipulado comienza a computarse a partir del día en que tomó
conocimiento de las restricciones impuestas, ya que desde esa fecha se encuentra
sujeto a cumplirlas; en el caso que nos ocupa, se observa que el referido acusado
quedó sujeta a las reglas de conducta del mandato de comparecencia restringida,
desde el siete de julio del dos mil ocho [Steve Deivy Blas García] tal como se
aprecia de su declaración instructiva de folios setentitrés y del veintiocho de
agosto del dos mil ocho [Álvaro Ignacio Barrios Sihuincha] tal como se aprecia
de su declaración instructiva de folios cuatrocientos veintiséis, advirtiéndose
que a la fecha se ha excedido el plazo [nueve meses] establecido en la norma
citada precedentemente.
TERCERO.- Por otro lado, estando al oficio emitido por el Quincuagésimo
Cuarto Juzgado Penal de Lima, se observa que en el presente proceso penal no
se ha emitido resolución final [sentencia] encontrándose en trámite al ampliarse
la instrucción por quince días.
CUARTO.- Si bien el a quo amplió la instrucción mediante resolución de
fecha veintiséis de junio del dos mil nueve, para comprender al procesado Steve
Deivy Blas García, por delito contra la Fe Pública - falsificación de documentos
en general –documento privado–, empero en la citada resolución ampliatoria,

(1) Ley Nº veintinueve mil cuatrocientos treinta y nueve, publicada el diecinueve de noviembre
del dos mil nueve, que en su artículo tres modifica, el artículo ciento cuarenta y tres del Código
Procesal Penal.

331
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

el juzgador de manera irregular en segunda oportunidad dicta mandato de


comparecencia restringida contra el citado procesado, cuando ya se encontraba
sometido a dicha medida cautelar, siendo ello así debe declararse la nulidad de
la citada resolución en este extremo.
DECISIÓN:
Fundamentos por los cuales DECLARARON: suspender el extremo ape-
lado del auto de apertura de instrucción obrante en copias certificadas de fojas
sesenta y ocho, su fecha dieciséis de junio del dos mil ocho, en el extremo que
dicta contra los procesados Steve Deivy Blas García y Álvaro Ignacio Barrios
Sihuincha comparecencia restringida sujeto a reglas de conducta; en consecuen-
cia DECRETARON: mandato de comparecencia simple, en contra de Steve
Deivy Blas García y Álvaro Ignacio Barrios Sihuincha, en la instrucción que se
le sigue por el delito contra el Patrimonio - estafa y contra la Fe Pública,
DECLARARON nula la resolución de fecha veintiséis de junio del dos mil
nueve, en el extremo que dicta contra el procesado Steve Deivy Blas García
mandato de comparecencia restringida, notificándose y los devolvieron.-

332
COMPARECENCIA

078. Suspensión de la comparecencia restringida: Aplica-


ción inmediata de la Ley Nº 29439 (modificatoria del
art. 143 del Código Procesal Penal)
Las normas procesales son de derecho público y de obligatorio
cumplimiento desde el día siguiente de su publicación, por
lo que penúltimo párrafo del artículo 143 del Código Pro-
cesal Penal, modificado por el artículo 3 de la Ley Nº 29439
(09/11/2009), que señala que al vencimiento del plazo de vi-
gencia de las restricciones sin haberse dictado la sentencia de
primer grado deberá decretarse la inmediata suspensión de la
comparecencia restringida, siguiéndose el proceso al procesa-
do con comparecencia simple; resulta vigente al momento de
emitir el presente pronunciamiento.

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA

QUINTA SALA ESPECIALIZADA EN LO PENAL PARA PROCESOS


CON REOS LIBRES

Resolución Nº 1360
Expediente Nº 47044-2009-1
S.S. VIDAL MORALES
Lima, 15 de diciembre de 2010

AUTOS Y VISTOS: Interviniendo como Juez Superior de Sala Unipersonal


el señor Vidal Morales en virtud de lo dispuesto en las Resoluciones Administra-
tivas número ciento doce-dos mil tres-CE-PJ y ciento veintisiete -dos mil tres-
CE-PJ, esta última que modifica la primera, dictadas por el Consejo Ejecutivo
del Poder Judicial, publicada en el Diario oficial “El Peruano” el veinticinco de
setiembre y cuatro de noviembre del año dos mil tres respectivamente, puestos
los autos en despacho para resolver; y ATENDIENDO: PRIMERO.- Que, es
materia de grado el Auto Apertorio de instrucción que obra en copia certificada
a fojas diecinueve a veintiuno, su fecha dos de diciembre del dos mil nueve, en
el extremo que dicta Mandato de Comparecencia con Restricciones (obligación a
firmar mensualmente el registro de comparecencia) contra Jorge Antonio Añorga
Arteaga, impugnación formulada por este último a fojas veintiocho; SEGUNDO.-
Que, en el párrafo in fine del artículo ciento cuarenta y tres del Código Procesal

333
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

Penal, se encuentra prevista la facultad del a quo a efectos de imponer la medida


coercitiva de Comparecencia, en forma simple o con restricciones, disponiendo
el texto: “El Juez podrá imponer una de estas alternativas o combinar varias
de ellas, según resulte adecuada al caso y ordenará las medidas necesarias para
garantizar su cumplimiento. Si el hecho punible denunciado está penado con
una sanción leve o las pruebas aportadas no la justifiquen, podrá prescindir de
tales alternativas”; TERCERO.- Que las normas procesales son de derecho
público y de obligatorio cumplimiento desde el día siguiente de su publicación,
y conforme lo previsto por el artículo ciento nueve de la Constitución Política del
Perú, concordante con el penúltimo párrafo del artículo 143 del Código Procesal
Penal, modificado por el artículo 3 de la Ley Nº 29439, publicada el 19 noviembre
2009, cuyo texto es el siguiente: “Las alternativas antes señaladas tendrán carácter
temporal y no podrán exceder de nueve meses en el procedimiento ordinario y
de dieciocho meses en el procedimiento especial. Tratándose de procedimientos
por delitos de tráfico ilícito de drogas, terrorismo, espionaje y otros de naturaleza
compleja seguidos contra más de diez imputados, en agravio de igual número de
personas, o del Estado, el plazo límite de comparecencia restringida se duplica-
rá. A su vencimiento, sin haberse dictado la sentencia de primer grado, deberá
decretarse la inmediata suspensión de la comparecencia restringida, siguiéndose
el proceso al procesado con comparecencia simple”; el subrayado es nuestro,
norma que resulta vigente al momento de emitir el presente pronunciamiento,
estando a la antes citada temporalidad de la norma; CUARTO.- Por lo antes
expuesto, al haber sido de conocimiento del procesado las reglas de conducta que
le fueron impuestas en el auto de apertura de instrucción, conforme se aprecia de
la notificación de folios veintisiete, siendo ello así, se debe dejar sin efecto las
restricciones impuestas; observándose que a la fecha se han excedido los nueve
meses que establece la norma; en consecuencia el presente proceso continuará en
su tramite con mandato de comparecencia simple contra el procesado recurrente,
de conformidad el penúltimo párrafo del artículo 143 del Código Procesal Penal,
modificado por el artículo 3 de la Ley Nº 29439, publicada el 19 de noviembre
de 2009; fundamentos por los cuales: SE DECLARA: Suspender de oficio las
restricciones impuestas contra Jorge Antonio Añorga Arteaga dispuestas en el
auto apertura de instrucción que obra en copia certificada a fojas diecinueve a
veintiuno, su fecha dos de diciembre del dos mil nueve, que dicta Mandato de
Comparecencia con Restricciones; SE DECRETA Mandato de Comparecencia
Simple contra el procesado antes citado, en la causa que se le sigue por delito
contra El Patrimonio - Apropiación Ilícita, en agravio de la Empresa Ferreyros
S.A.A. notifíquese y devuélvase.

334
COMPARECENCIA

079. Perturbación de la actividad probatoria: Configura-


ción por argucias advertidas al agente
Se advierte una probable perturbación de la actividad proce-
sal, teniendo en cuenta que el agente ha intentado justificar
el accionar ilícito de su coprocesado (su hijo) con argucias
–como interponer una denuncia penal por hurto de vehículo
al agraviado–, denotándose que a nivel preliminar tampoco
ha colaborado con la justicia, toda vez que no cumplió con
esclarecer los hechos (no acudió a la sede policial a brindar su
manifestación). En consecuencia, está justificada la imposición
de reglas de conducta.

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA


QUINTA SALA PENAL PARA PROCESOS CON REOS LIBRES

S.S. VIDAL MORALES


GONZALES HERRERA
GÓMEZ MARCHISIO

Resolución Nº 678
Expediente Nº 49017-2009
Ref. Nº 340-2010-“A”
Materia: Cuaderno de Apelación al Mandato de Comp. Rest. y Caución
Económica
Lima, 14 de julio de 2010

AUTOS Y VISTOS; interviniendo como ponente la señora Juez Superior


Gómez Marchisio; y, con la constancia de relatoría obrante a fojas noventitres;
ASUNTO:
Es materia de pronunciamiento la apelación interpuesta por la procesada
María Soledad Raquel Gonzales Ruiz Huidobro, contra el auto que abre ins-
trucción, su fecha siete de diciembre del año dos mil nueve, que en fotocopia
certificada obra de fojas cincuenticuatro a cincuentisiete, en el extremo que
impone al recurrente Comparecencia Restringida y Caución Económica; cuyo
concesorio corre a fojas cuatro.

335
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Conforme se desprende del auto de procesamiento recurrido,
el Juez Penal, al decretarles Comparecencia Restringida, dispone las siguien-
tes reglas de conducta: A) No ausentarse del lugar donde residen, sin previo
aviso al Juzgado, B) Comparecer las veces que fuesen citados por el Juzgado;
C) Concurrir cada fin de mes al local del Juzgado a firmar el libro de control
respectivo y justificar sus actividades; y, D) Consignar cada uno la prestación
de una caución ascendente a la suma de quinientos nuevos soles, la misma que
deberá abonar en el Banco de la Nación; 1 dentro del tercer día hábil de notifi-
cados, bajo apercibimiento de revocársele la presente medida por el Mandato
de Detención en caso de incumplimiento, previo requerimiento;
SEGUNDO.- En razón de ello, la apelante María Soledad Raquel Gonzales
Ruiz Huidobro mediante escrito de fojas dos a tres, fundamenta su recurso im-
pugnatorio argumentando que es una persona honorable que viene laborando en
el Banco Central de Reserva por más de treinta años sin problemas de conducta
ni con la justicia ni en su centro de labores, por lo que de conformidad con las
disposiciones legales vigentes se debe dejar sin efecto dichas restricciones, las
cuales considera un abuso de derecho.
TERCERO.- La comparecencia debe entenderse como la medida cautelar
menos severa que incide sobre el derecho a la libertad del encausado en grado
distinto al de detención, no solo con el objeto de alcanzar el normal trámite y
fin último del proceso sino también a efectos de asegurar la presencia de este
a la causa penal, pero en plena disposición y conservación de su libertad loco-
motora sujeta a reglas de conducta dictadas por el Juez competente. Por ello,
la imposición de dicha medida cautelar debe estar sujeta a lo estipulado en el
artículo ciento cuarentitrés del Código Procesal Penal vigente, el cual señala
taxativamente que: “se dictará mandato de comparecencia cuando no corresponda
la medida de detención (...)”; de allí que esta medida debe estimarse dentro de
una naturaleza de mínima restricción a la libertad locomotora del encausado,
en tanto se le imponga expresas reglas de conducta que obligatoriamente debe
acatarlos, claro está sin dejar de lado la razonabilidad, la proporcionalidad y
necesariedad de las mismas.
CUARTO.- Así también, la caución económica, ligada a la comparecencia,
debe estar determinada en consideración a la capacidad y potencialidad económi-
ca del imputado (conforme lo señala el artículo ciento cuarentitrés, inciso cinco
de la citada norma adjetiva); toda vez que la finalidad y objetivo de la caución no
es más que un medio garantizador de la comparecencia, a efectos de neutralizar
la presunción de elusión a la acción de la justicia que pesa sobre el encausado;

336
COMPARECENCIA

por ello, como criterio normativo que faculta la ley, para la imposición de esta
debe hacerse conforme a la naturaleza del delito que se le imputa.
QUINTO.- En arreglo a estos lineamientos considerativos, advertimos
que la comparecencia restringida impuesta por el a quo está bien enmarcada
y condicionada dentro de una restricción legal, conforme a la naturaleza de la
instrucción, a la suficiencia probatoria de sus presuntas participaciones, y a una
probable ausencia del peligro procesal; habiéndose legítimamente restringido
su libertad locomotora a través de reglas restrictivas, las cuales se encuentran
sujetas a los principios de proporcionalidad y razonabilidad, y es en base a ello
que se ha evitado una afectación a su actividad y desempeño laboral, más aún
cuando su situación jurídica será definida con la emisión de un fallo final, y en
tanto no se produzca esto la comparecencia es una medida provisional sujeta a
la duración del proceso.
SEXTO.- Que, se advierte que los argumentos expuestos por el apelante
están referidos a los hechos materia de imputación, por lo que es pertinente
indicar que dicho análisis corresponde ser realizado dentro del desarrollo del
proceso, teniendo en cuenta que la incriminación como presupuesto para instau-
rar un proceso penal requiere únicamente verosimilitud en función a indicios;
asimismo, cabe señalar que la comparecencia no constituye una sanción, sino
únicamente es un mecanismo de vinculación del que se vale el proceso penal
para que el sujeto procesado se comprometa a concurrir a los actos procesales
que sea requerido, asegurando el cumplimiento de las obligaciones ordenadas,
en tal sentido se considera que la comparecencia ha sido impuesta con el fin de
garantizar la concurrencia de la encausada al proceso, hecho que de ninguna
manera restringe su libertad; asimismo, es de apreciarse que el delito imputado
a la encausada [Estafa], tiene como sanción máxima seis años de pena privativa
de la libertad, advirtiéndose una probable perturbación de la actividad procesal,
teniendo en cuenta que la encausada ha intentado justificar el accionar ilícito de
su coprocesado (su hijo) con argucias –como interponer una denuncia penal por
hurto de vehículo al agraviado–, denotándose que a nivel preliminar tampoco ha
colaborado con la justicia, toda vez que no cumplió con esclarecer los hechos
[no acudió a la sede policial a brindar su manifestación]; en consecuencia, está
justificada la imposición de reglas de conducta.
SÉTIMO.- Del mismo modo, respecto al extremo de regla “D”, referido
al pago de la caución económica de quinientos nuevos soles, encontramos que
dicha caución se encuentra supeditada al ilícito materia de instrucción, siendo
esto así, es preciso mencionar que se tiene que la caución impuesta por el a quo
se encuentra arreglada a derecho, más aún si se tiene en cuenta que el monto

337
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

de la caución no es excesivo, teniendo en consideración los hechos que se le


imputan a la procesada y el monto de lo estafado; precisándose además que la
procesada en ningún momento ha acreditado en forma verosímil, con documen-
tación sustentatoria y valedera que estuviera impedida de cumplir con el pago
de la caución impuesta. Consideraciones por las cuales,
FALLO RESOLUTIVO:
CONFIRMARON el auto de apertura de instrucción que obra en copia
certificada a fojas cincuenticuatro a cincuentisiete, en el extremo que dicta con-
tra la procesada María Soledad Raquel Gonzales Ruíz Huidobro, Mandato de
Comparecencia Restringida bajo el cumplimiento de reglas de conducta e impone
por concepto de caución la suma de quinientos nuevos soles, en la instrucción
seguida- en su contra por delito contra el Patrimonio - Estafa, en agravio de
Jorge Luis Estrada Nuñez; notificándose y los devolvieron.

338
COMPARECENCIA

080. Concurrencia al local del juzgado: Desproporcionalidad


de la periodicidad por falta de gravedad delictiva
Resulta desproporcional la restricción de concurrir cada quince
días al local del Juzgado, pues no se advierte un alto grado de
criminalidad del agente o manifiesto peligro que eluda la acción
de justicia, por lo que dicha restricción debe verificarse con una
periodicidad más prolongada.

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA


QUINTA SALA ESPECIALIZADA EN LO PENAL PARA PROCESOS
CON REOS LIBRES
(II 12.D)

S.S. VIDAL MORALES


GONZALES HERRERA
GÓMEZ MARCHISIO

Resolución Nº 1385
Expediente Nº 22263-2009
Lima, 20 de diciembre de 2010

AUTOS Y VISTOS: Interviniendo como Juez Superior la dotora Gómez


Marchisio.
ANTECEDENTES:
Es materia de grado la apelación interpuesta por la procesada Jennifer Ma-
rianela Infantes Macedo contra el auto de apertura de instrucción en el extremo
que se le impone mandato de comparecencia restringida en su contra, por la
comisión del delito contra la Libertad sexual-violación sexual de menor de edad
en agravio de R.F.J.E.
CONSIDERANDOS:
PRIMERO.- La procesada Jennifer Marianela Infantes Macedo, alega no
haber mantenido relaciones sexuales con el menor de edad de clave: R.F.J.E. y
que el supuesto agraviado miente y que la medida impuesta limita su derecho
a la libertad de domicilio.

339
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

SEGUNDO.- En el caso de autos, se advierte que la encausada se encuentra


plenamente identificada [copia de su documentos nacional de identidad de fojas
dieciséis]; asimismo, han brindado su declaración en sede judicial, conforme se
desprende de folios ciento trece del presente cuaderno incidental, por lo que la
probabilidad de obstrucción de la actividad probatoria resulta mínima.
TERCERO.- La encausada no evidencia proclividad al delito, debido a
su carencia de antecedentes delictivos conforme se desprende del certificado
de antecedentes judiciales a fojas ciento seis; aunado a ello, registra domicilio
conocido y arraigo, lo que desvirtúa el peligro de fuga; que, la gravosidad de
la pena prevista para el delito por si mismo no constituye razón suficiente para
determinar una potencial sustracción al accionar de la Justicia a tenor de lo pre-
visto por el inciso tercero del artículo ciento treinta y cinco del Código Procesal
Penal modificado por Ley veintisiete mil setecientos cincuenta y tres, por lo que
la medida de comparecencia impuesta guarda correlación al mínimo grado de
peligro que se pretende evitar.
CUARTO.- Que, el Colegiado estima que resulta desproporcional la res-
tricción de concurrir cada quince días al local del Juzgado, pues, no se advierte
alto grado de criminalidad del agente o manifiesto peligro que eluda la acción
de Justicia, por lo que dicha restricción debe verificarse con una periodicidad
más prolongada.
RESOLUCIÓN
CONFIRMARON el auto de apertura de instrucción de fecha diecinueve
de junio del dos mil nueve, en el extremo que dicta mandato de comparecencia
restringida contra la procesada Jennifer Marianela Infantes Macedo, por delito
contra la Libertad Sexual - Violación Sexual de menor de edad en agravio de
R.F.J.E., siendo estas: a) no variar de domicilio, b) no ausentarse del lugar de
residencia, c) cumplir con los mandatos y citaciones judiciales, revocaron: la
referida resolución que ordena concurrir cada quince días al local del juzgado;
REFORMÁNDOLA: imponen como regla de conducta: concurrir al local del
juzgado casa mes. Notificándose y los devolvieron.

340
COMPARECENCIA

081. Concurrencia al local del juzgado: No aplicación por


no mantenerse una posición apartada a los fines del
proceso
No se aplica la restricción de concurrir cada treinta días al
local del Juzgado a firmar y estampar la impresión digital en
el cuaderno correspondiente estando a la condición personal
del agente, quien se ha presentado a rendir su declaración
instructiva, de cuyo contenido se desprende su estado civil
y demás datos, habiendo además señalado en dicho acto su
domicilio real, lo que coincide con la ficha de Reniec anexa-
da a la presente; lo que en el sumo hace permisible variar la
citada medida por cuanto de esta descripción se concluye que
el encausado no mantiene una posición apartada a los fines
del proceso, por el contrario se advierte su disponibilidad de
colaborar con el objeto de la instrucción.

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA


PRIMERA SALA ESPECIALIZADA EN LO PENAL PARA
PROCESOS CON REOS LIBRES

S.S. PARIONA PASTRANA


PLACENCIA RUBIÑOS
EYZAGUIRRE GÁRATE

Resolución Nº 2376-2010
Expediente Nº 37975-2008-1
Lima, 12 de octubre de 2011

AUTOS Y VISTOS.- Avocándose al conocimiento de la presente causa


el Colegiado que suscribe en atención a la Resolución Administrativa número
setecientos veintiocho-dos mil diez-P-CSJLI-PJ, publicada en el Diario Oficial
El Peruano el diecisiete de setiembre del año en curso; e, interviniendo como
ponente, la señora Juez Superior Liliana del Carmen Placencia Rubiños; de
conformidad con lo opinado por la señora Fiscal Superior en su dictamen co-
rriente a folios sesenta y siete a sesenta y nueve; en la apelación interpuesta por
el procesado Federico Guillermo Cáceres Duncker.

341
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

ANTECEDENTES:
Es materia de grado la resolución que en copias certificadas corre a folios
cuarentaiséis a cuarentiocho, su fecha treinta de noviembre del dos mil nueve,
en el EXTREMO que decretó a Federico Guillermo Cáceres Duncker, mandato
de comparecencia restringida, en la instrucción seguida en su contra y otros
por delito contra el Patrimonio - Estafa en agravio a Giovanna Verónica Sousa
Donayre.
CONSIDERADOS:
PRIMERO.- Conforme se desprende del auto de apertura de instrucción, el
Juez Penal al decretar la medida de comparencia restringida dispone las siguien-
tes reglas de conducta: a) no ausentarse del lugar de su residencia sin previa
autorización escrita y motivada del juzgado, b) concurrir cada treinta días al
local del Juzgado a firmar y estampar su impresión digital en el cuaderno corres-
pondiente, c) cumplir con las citaciones y mandatos judiciales, y, d) pagar una
caución de Trescientos Nuevos Soles (en lo que le corresponde), la que deberá
de ser depositada en el Banco de la Nación a nombre del juzgado y presentar el
certificado de depósito en el plazo de siete días de notificado.
SEGUNDO.- El apelante, al fundamentar su recurso de apelación corriente a
folios cincuentiseis a cincuentinueve, considera puntualmente severa el extremo
de su apelación e indica que el criterio jurídico del a quo no puede ser distinto
por la coherencia que se exige con la resolución de no ha lugar primigeniamente
decretada, de manera que las reglas de conducta dictada en su contra no deben
gravitar su derecho fundamental, por ser además una persona de conducta
intachable gozando de buena reputación, por no concurrir jamás a una oficina
policial ni al Ministerio Público, siendo la primera vez que está afrontando una
situación como esta, donde se encuentra procesado injusta e indebidamente, por
la audacia y mala fe de una persona; por lo que al resultar innecesario, pues de
otro lado refiere ser oficial de la Fuerza Aérea del Perú en situación de retiro con
el grado de Comandante, es que solicita la revocatoria de la medida decretada.
TERCERO.- La comparecencia debe entenderse como la medida cautelar
menos severa que incide sobre el derecho a la libertad del encausado en grado
distinto al de detención, no solo con el objeto de alcanzar el normal trámite y
fin último del proceso sino también a efectos de asegurar la presencia de este
a la causa penal, pero en plena disposición y conservación de su libertad loco-
motora sujeta a reglas de conductas dictadas por el Juez competente; por ello,
la imposición de dicha medida cautelar debe de estar sujeta a lo estipulado en
el artículo ciento cuarentaitrés del Código Procesal Penal vigente, el cual señala
taxativamente que: “se dictará mandato de comparencia cuando no corresponda

342
COMPARECENCIA

la medida de detención (...)”, de allí que esta medida debe estimarse dentro de
una naturaleza de mínima restricción a la libertad locomotora del encausado, en
tanto se le imponga expresar reglas de conducta que obligatoriamente debe acatar.
CUARTO.- Dentro de este contexto, este Colegiado considera que las medi-
das impuestas por el a quo al encausado recurrente consignada en los acápites a),
c) y d), resultan acorde a ley, toda vez que al estar inmerso a un proceso penal se
hace necesario la permanencia de dichas medidas con la finalidad de asegurar la
prosecución de la instrucción, como el esclarecimiento de los hechos; lo que no
ocurre con el acápite signado con la letra, b) pues estando la condición personal
del agente, quien se ha presentado a rendir su declaración instructiva, como es de
verse a folios cincuentidós a cincuenticinco, de cuyo contenido se desprende su
estado civil, de setenticuatro años de edad, con dos hijos, y grado de instrucción
superior de oficial de la Fuerza Aérea del Perú en situación de retiro, habiendo
además señalado en dicho acto su domicilio real, la que coincide con la ficha de
Reniec anexada a la presente; lo que en el sumo hace permisible variar la citada
medida por cuanto de esta, descripción se concluye que el encausado apelante,
no mantiene una posición apartada a los fines del proceso, por el contrario se
advierte su disponibilidad de colaborar con el objeto de la instrucción.
QUINTO.- En cuanto al monto por concepto de caución por estar ligada a
la comparecencia, se tiene que esta también se ajusta a ley por ser proporcional
a la capacidad y potencialidad económica del imputado (conforme se infiere de
lo señalado en el artículo ciento cuarentitrés, inciso cinco de la citada norma
adjetiva), quien como refiere en su declaración tiene la condición de oficial de la
Fuerza Aérea del Perú, en situación de retiro en el grado de Comandante, lo que
nos permite concluir que la suma fijada no está en desequilibrio a su situación
económica sino en correspondencia a su capacidad económica.
FALLO RESOLUTIVO:
Por dichos fundamentos, CONFIRMARON la resolución que en copias
certificadas corre a folios cuarentaiséis a cuarentiocho, su fecha treinta de
noviembre del dos mil nueve, en el extremo que decretó a Federico Guillermo
Cáceres Duncker, mandato de comparecencia restringida, bajo las siguientes
reglas de conducta asignadas en los acápites siguientes: a) no ausentarse (del
lugar de su residencia sin previa autorización escrita y motivada del juzgado,
e) cumplir con las citaciones y mandatos judiciales, y, d) pagar una caución de
Trescientos Nuevos Soles (en lo que le corresponde), la que deberá de ser depo-
sitada en el Banco de la Nación a nombre del juzgado y presentar el certificado
de depósito en el plazo de siete días de notificado; y, REVOCARON la misma,
en el extremo del acápite b) concurrir cada treinta días al local del Juzgado a

343
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

firmar y estampar su impresión digital en el cuaderno correspondiente; y, refor-


mándola: b) concurrir cada tres meses al local del juzgado a firmar y estampar
su impresión digital en el cuaderno correspondiente; en la instrucción seguida
por delito contra el Patrimonio - Estafa en agravio a Giovanna Veronica Sousa
Donayre; notificándose y los devolvieron.

344
COMPARECENCIA

082. Concurrencia al local del juzgado: No aplicación por


acreditación de arraigo domiciliario
En lo referente a la restricción de concurrir cada fin de mes al
local del juzgado a firmar en el libro correspondiente, si bien
el agente no expuso las razones que impidan su cumplimiento,
no es menos cierto que de las instrumentales se advierte que
este ha indicado su arraigo domiciliario, señalando su domi-
cilio procesal, lo que aunado a sus declaración instructiva a
nivel judicial hace inferir que no intentará eludir la acción de
la justicia, ni perturbará la actividad probatoria; por lo que
se hace permisible variar la citada medida en atención a la
conducta procesal asumida.

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA


PRIMERA SALA ESPECIALIZADA EN LO PENAL PARA PROCESOS
CON REOS LIBRES

S.S. PARIONA PASTRANA


PLACENCIA RUBIÑOS
EYZAGUIRRE GÁRATE

Resolución Nº 2774-2010
Expediente Nº 96-2010-1
Lima, 23 de diciembre de 2010

AUTOS Y VISTOS: Avocándose al conocimiento del presente incidente


el Colegiado que suscribe en atención a la Resolución Administrativa número
setecientos veintiocho guión dos mil diez, guión P guión CSJLI/PJ publicada
en el Diario Oficial “El Peruano”, el diecisiete de septiembre del presente año;
interviniendo como ponente el Señor Juez Superior Josué Pariona Pastrana; con
lo expuesto por la Señora Fiscal Superior en su dictamen de fojas seiscientos
diez a seiscientos doce; en la apelación interpuesta por la procesada Renee
Rosario Corzo Vásquez.
ANTECEDENTES:
Es materia de apelación, el auto de apertura de instrucción, en el extremo de
las reglas de conducta de fecha catorce de agosto del dos mil ocho, que obra en

345
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

copias certificadas a fojas quinientos sesenta y dos a quinientos sesenta y cinco


en el extremo que fija las siguientes reglas de conducta a) No variar de domici-
lio sin previo aviso al Juzgado b.) No ausentarse del lugar de su residencia sin
autorización del Juzgado c.) Cumplir con las citaciones y mandatos judiciales d.)
Concurrir cada fin de mes al local del juzgado a firmar en el libro correspondiente,
bajo apercibimiento de revocársele el mandato y dietarse su detención previo
requerimiento, en la instrucción que se le sigue a los procesados Renne Rosario
Corzo Vásquez, María Beatriz Solís Cueva y Pedro Bautista Rafael Mendoza
como presuntos autores del delito contra el patrimonio-apropiación ilícita y
administración fraudulenta en agravio de Asociación de Comerciantes Oasis
de San Juan y por el delito contra la fe pública –falsificación de documentos– y
por falsedad genérica en agravio de la Asociación de Comerciantes Oasis de
San Juan y el Notario Público César Francisco Torres Kruger.
CONSIDERANDOS:
PRIMERO.- La imputación formulada contra la procesada Renne Rosario
Corzo Vásquez, radica que; coludida con sus co-denunciados y aprovechando
la condición que los mismos presentaban dentro de la organización de la em-
presa afectada, concertaron voluntades para apropiarse de la suma de nueve mil
trescientos sesenta y dos soles y noventa y seis céntimos, fingiendo compras en
beneficio de la Asociación de Comerciantes Oasis de San Juan, siendo que para
sustentar tales compras, presentaron comprobantes de pago falsos, siendo que
los proveedores que figuran en los mencionados comprobantes han confirmado
que no han girado monto alguno a nombre de la Asociación, asimismo que la
firma y certificación Notarial de los libros contables denominados Mayor e
Inventarios y Balances están falsificados conforme se desprende la declaración
preventiva del Notario agraviado.
SEGUNDO.- La apelante al sustentar su recurso de apelación de fojas qui-
nientos ochenta y nueve a quinientos noventa radica en que se evidencia que
tiene domicilio y ocupación conocida y por ende coexiste posibilidad alguna de
perturbar la actividad probatoria por lo que en todo momento está acudiendo a
las citaciones del Órgano Jurisdiccional.
TERCERO.- Que el artículo ciento cuarenta y tres del Código Procesal
Penal, faculta al Juez dictar mandato de comparecencia restringida, constitu-
yendo como una de las medidas que se dictan cuando la naturaleza del delito,
las circunstancias que lo rodean y las condiciones personales del agente, hagan
prever que deben adoptarse medidas necesarias a fin de asegurar el arraigo del
procesado a la instrucción, para posterior culminación del mismo.

346
COMPARECENCIA

CUARTO.- Que de la revisión de autos teniendo en cuenta el considerando


precedente, se desprende que la primera regla a), se encuentran arreglada a ley,
toda vez, que al estar inmerso en un proceso penal, se hace necesario imponer
dicha medida con la finalidad de asegurar la prosecución de la instrucción, así
como al esclarecimiento de los hechos, atendiéndose además, la lesividad de los
ilícitos instruidos - apropiación ilícita, administración fraudulenta falsificación
de documentos y falsedad genérica.
QUINTO.- Que en lo que respecta al acápite signado con las letra b) su
observancia representa una adecuada conducta de parte del encausado a fin de
cumplir adecuadamente con su participación en la substanciación y diligencia-
miento del proceso penal, que es en todo caso la búsqueda de la verdad, sobre
el hecho que se le imputa, representando un requisito ineludible el permanecer
en el domicilio conocido por los órganos jurisdiccionales y policiales.
SEXTO.- La regla (c), es de estricto cumplimiento por parte de los protago-
nistas del proceso, en consecuencia su observancia es obligatoria, bajo sanción
de las medidas coercitivas que la ley le otorga al Director del Proceso Penal.
SÉTIMO.- Que finalmente, en lo referente al acápite signado con la letra
d), si bien, no ha expuesto razones que impidan su cumplimiento, no es menos
cierto, que de las instrumentales anexadas a la presente, advertimos, que esta
ha indicado su arraigo domiciliario, señalando su domicilio procesal como se
advierte en su escrito de apersonarniento corriente de fojas quinientos ochenta,
lo que aunado a su declaración instructiva a nivel judicial del que se aprecia
de fojas quinientos ochenta y tres; nos permiten inferir que la recurrente no
intentara eludir la acción de la justicia, ni perturbará la actividad probatoria,
por lo que, se hace permisible variar la citada medida en atención a la conducta
procesal asumida.
FALLO DECISORIO:
Fundamentos por los cuales, CONFIRMARON el auto de apertura de
instrucción en el extremo de las reglas de conductas de fecha catorce de agosto
del dos mil ocho, que obra en copias certificadas a fojas quinientos sesenta y
dos a quinientos sesenta y cinco en el extremo que fija las siguientes reglas de
conducta a.) No variar de domicilio sin previo aviso al Juzgado b.) No ausen-
tarse del lugar de su residencia sin autorización del Juzgado c.) Cumplir con
las citaciones y mandatos judiciales d.) Concurrir cada fin de mes al local del
juzgado a firmar en el libro correspondiente, bajo apercibimiento de revocár-
sele el mandato y dictarse su detención previo requerimiento, en la instrucción
que se le sigue a los procesados Renne Rosario Corzo Vásquez, María Beatriz
Solís Cueva y Pedro Bautista Rafael Mendoza como presuntos autores del

347
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

delito contra el patrimonio-apropiación ilícita y administración fraudulenta en


agravio de Asociación de Comerciantes Oasis de San Juan y por el delito contra
la fe pública –falsificación de documentos– y por falsedad genérica en agravio
de Asociación de Comerciantes Oasis de San Juan y el Notario Público César
Francisco Torres Kruger. y, REVOCARON la misma en cuanto a la regla sig-
nada con la letra d) concurrir cada fin de mes al local del juzgado a registrar su
firma en el libro correspondiente; y, reformándola, DISPUSIERON respecto a
la regla d), concurrir al Juzgado cada noventa días a registrar su firma en el libro
correspondiente, con respecto a la procesada Renne Rosario Corzo Vásquez con
lo demás que contiene, notificándose y los devolvieron.

348
COMPARECENCIA

083. Concurrencia al local del juzgado: Necesidad y no


aplicación a profesional de salud a quien no le es facti-
ble el cumplimiento
La regla de conducta de concurrir cada fin de mes al local
del juzgado a firmar el libro correspondiente debe obedecer
a una necesidad justificada de que se requiera mensualmente
la presencia del encausado, situación que no resulta exigible
al procesado que se desempeña como médico asistente en una
unidad de cuidados intensivos, siendo su función atender a
los pacientes que se encuentran en estado crítico, realizar
guardias nocturnas y diurnas, entre otros; hecho que permite
inferir dado el cargo que desempeña (profesional de la Salud),
que no es factible acudir mensualmente al Juzgado para dar
cumplimiento a dicha regla de conducta.

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA


PRIMERA SALA ESPECIALIZADA EN LO PENAL PARA
PROCESOS CON REOS LIBRES

S.S. PARIONA PASTRANA


PLACENCIA RUBIÑOS
EYZAGUIRRE GÁRATE

Resolución Nº 2384-2010
Expediente Nº 29383-2009-1
Lima, 25 de octubre de 2010

AUTOS Y VISTOS: Interviniendo como ponente la señora Juez Superior


Eyzaguirre Gárate; y de conformidad en parte con lo opinado por la Señora
Fiscal Superior Titular en el dictamen de fojas ciento cuarenta y ocho a ciento
cincuenta; y conforme se deja constancia en Relatoría obrante a folios ciento
sesenta y tres.
ANTECEDENTES:
1.- Con fecha dieciocho de agosto del año dos mil nueve, el Cuadragési-
mo Segundo Juzgado Penal de Lima, resuelve abrir instrucción en la

349
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

vía sumaria, contra Juan Pablo Castilla Bancayan y Miguel Ángel Arce
Benites, por el delito contra la Vida, el Cuerpo y la Salud- Homicidio Culposo,
en agravio de Evelyn Geraldine Portolatino Papuico, decretándose contra
los aludidos procesados mandato de comparecencia sujetos a las siguientes
restricciones: a) No variar de domicilio sin previa autorización del Juzgado,
b) Cumplir con las citaciones y mandatos judiciales, c) Concurrir cada fin
de mes al local del Juzgado a firmar el libro correspondiente, bajo aperci-
bimiento de revocarse el mandato de comparecencia por el de detención en
caso de incumplimiento (ver fojas ciento veintisiete a ciento treinta y uno).
2.- Dicha resolución es apelada por el procesado Juan Pablo Castillo Bancayan,
con fecha diez de setiembre del año dos mil nueve, mediante escrito de
fojas uno a cuatro en el extremo que le impone comparecencia restringida;
habiéndose concedido el citado recurso impugnatorio mediante resolución
de fecha catorce de setiembre del año dos mil nueve, tal como se observa a
folios cinco.
ATENDIENDO:
PRIMERO.- El fundamento de la apelación interpuesta por el procesado
antes citado se basa, en que dicho mandato de comparecencia con restricciones,
deviene en excesivo y desproporcionado; pues el procesado ha demostrado tener
arraigo dentro de la jurisdicción de Lima, ya que cuenta con domicilio real y
procesal conocido, además de contar con trabajo estable en el Hospital Docente
Madre Niño San Bartolomé, por lo que no resulta posible pretender eludir la
acción de la justicia y menos perturbar la acción probatoria; asimismo manifiesta
estar dispuesto a colaborar con la administración de justicia, pues ha acudido a
rendir su declaración a nivel judicial.
SEGUNDO.- Que en el caso que nos ocupa se atribuye al procesado Juan
Pablo Castilla Bancayán haber atendido a la agraviada Evelyn Geraldine Portola-
tino Papuico cuando se encontraba en la guardia diurna de la Unidad de Cuidados
Intensivos del Hospital Madre Niño San Bartolomé, habiendo dispuesto la toma
de una ecografía abdominal, así como administrar a la agarviada diversos fluidos
para contrarrestar el shock en que se encontraba, la misma que fue sometida
por los médicos Héctor Núñez Tasayco y Pimentel a una cirugía laparascópica
para extraerle el apéndice y el útero, diagnóstico al cual llegaron luego de una
junta médica, determinándose luego mediante diagnóstico histopatológico en
dicho nosocomio que presentaba apéndice cecal, ecotomía, útero: decuiditis
y endometritis aguda, sin que dicho procedimiento quirúrgico contribuyera a
mejorar su condición generándose por el contrario su deceso.

350
COMPARECENCIA

TERCERO.- Que el Instituto procesal de la comparecencia debe enten-


derse como la medida cautelar menos severa que incide sobre el derecho a la
libertad del encausado en grado distinto al de detención, no solo con el objeto
de alcanzar el normal trámite y fin último del proceso sino también a efectos
de asegurar la presencia de este a la causa penal, pero en plena disposición y
conservación de su libertad locomotora. Por ello, la imposición de dicha medida
cautelar debe estar sujeta a lo estipulado en el artículo ciento cuarenta y tres del
Código Procesal Penal vigente, el cual señala taxativamente que: “se dictará
mandato de comparecencia cuando no corresponda la medida de detención
(...)”; asimismo, este mandato de comparecencia puede estar sujeta a determi-
nadas reglas de conductas (comparencia restringida), y es facultad del Juzgador
imponer dicha medida cuando el hecho punible denunciado no está penado con
una sanción leve o las pruebas aportadas no la justifiquen, contrario sensu se
dictará comparencia simple.
CUARTO.- En arreglo a estos lineamientos jurídicos, advertimos que la
comparecencia restringida impuesto por el a quo, se dio en virtud a la calificación
de la denuncia efectuada por el Fiscal Provincial; pues si bien dicha medida está
enmarcada y condicionada dentro de una restricción legal y proporcional a la
naturaleza de la instrucción, a la suficiencia probatoria de su presunta partici-
pación y a una ausencia de peligro procesal; sin embargo, respecto de la regla
de conducta “e” [“Concurrir cada fin de mes al local del Juzgado a firmar el
libro correspondiente”] encontramos que ella no resulta razonable, ya que esta
debe obedecer a una necesidad justificada en donde se requiera mensualmente
la presencia del encausado, situación que no resulta exigible al procesado, si se
tiene en cuenta que al rendir su manifestación policial a fojas sesenta y cinco,
indicó que se desempeña como médico asistente en la unidad de cuidados in-
tensivos de la mujer del Hospital Nacional San Bartolomé, lugar donde labora
desde el año dos mil cinco, siendo su función atender a los pacientes que se
encuentran en estado crítico, realizar guardias nocturnas y diurnas, así como
efectuar interconsultas a solicitud del servicio que lo requiera; hecho que per-
mite inferir dado el cargo que desempeña (profesional de la Salud), que no es
factible acudir mensualmente al Juzgado para dar cumplimiento a dicha regla de
conducta. Por ello, es menester atenuar la severidad de esta regla cuestionada,
ya que sí legítimamente se ha restringido su libertad locomotora, al imponerle
reglas de conductas, no es menos cierto que estas también están sujetas al prin-
cipio de proporcionalidad y razonabilidad, y en base a ellos también se debe
evitar una afectación a su actividad y desempeño laboral, tanto más cuando su
situación jurídica será definida con la emisión de un fallo final, y en tanto no se

351
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

produzca esto, la comparecencia es una medida provisional sujeta a la duración


del proceso. Fundamentos por los cuales;
RESOLVIERON:
CONFIRMAR el auto que abre instrucción, su fecha dieciocho de agosto del
año dos mil nueve, que en fotocopia certificada obra a fojas ciento veintisiete a
ciento treinta y uno, en el extremo que decretó comparecencia restringida con las
siguientes reglas de conducta: a) No variar de domicilio sin previo autorización
al Juzgado, b) Cumplir con las citaciones y mandatos judiciales, en contra del
procesado Juan Pablo Castilla Bancayán, por el delito contra la Vida, el Cuerpo
y la Salud- Homicidio Culposo, en agravio de Evelyn Geraldine Portolatino
Papuico; y REVOCARON: La misma, en el extremo de la regla de conducta:
“c) Concurrir cada fin de mes al local del Juzgado a firmar en el libro corres-
pondiente”; y REFORMÁNDOLA: Establecieron como regla de conducta
“c”: concurrir al local del juzgado cada vez que sea citado; con lo demás que
contiene; notificándose, y lo devolvieron.

352
COMPARECENCIA

084. Concurrencia al local del juzgado: Extensión de plazo


a abogado con domicilio conocido y colaborador
El agente tiene la calidad de abogado inscrito en el Ilustre Cole-
gio de Abogados de Lima, presenta domicilio conocido y, final-
mente, evidencia con su conducta colaboración en el presente
proceso; siendo que, por estas consideraciones este Superior
Colegiado es de la opinión que no existe razón suficiente para
imponerle la regla de conducta de concurrir al local del juzgado
cada treinta días, toda vez que limita finalmente su libertad en
el desempeño del ejercicio como abogado, si las circunstancias
descritas por el apelante evidencian que no rehuirá del proceso
instaurado contra él, por lo que en este extremo del mandato
de comparecencia corresponde extender el plazo para firmar
el cuaderno del Juzgado.

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA


PRIMERA SALA ESPECIALIZADA EN LO PENAL PARA
PROCESOS CON REOS LIBRES

S.S. PARIONA PASTRANA


PLACENCIA RUBIÑOS
EYZAGUIRRE GÁRATE

Resolución Nº 2669-2010
Expediente Nº 38316-08-2
Lima, 13 de diciembre de 2010

AUTOS Y VISTOS: Interviniendo como ponente la señora Juez Superior


Liliana del Carmen Placencia Rubiños; con la apelación interpuesta por el pro-
cesado de fojas doscientos nueve a doscientos diez; de conformidad en parte con
lo opinado por el Señor Fiscal Superior Titular en el dictamen de fojas doscientos
veintiuno a doscientos veintitrés.
ANTECEDENTES:
Es materia de apelación el Auto de Apertura de Instrucción, que obra en
copias certificadas a fojas ciento noventa y tres a ciento noventa y seis su fecha

353
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

veintinueve de agosto del dos mil ocho, en el extremo, que DICTA: compare-
cencia restringida en contra del procesado Guido Joseph Montes Morales, en
la instrucción que se le sigue por delito contra la Fe Pública [Falsedad Ideo-
lógica], en agravio del Estado (SUNARP) y del Notario Público Juan Belfor
Zárate del Pino.
CONSIDERANDO:
PRIMERO.‑ Se imputa al procesado Guido Joseph Montes Morales, haberse
coludido con sus (co)procesados Rogelio Oscar Huarcaya Amésquita, Luis Ángel
Mendoza Chujutalli y Gustavo Dávila Manrique para falsificar documentación
así como insertar en documentos públicos declaraciones falsas, logrando trans-
ferir e inscribir el inmueble de propiedad de Dora Pimentel Navega Ubicado
en Jirón Jorge Vinatea Reynoso número ciento ochenta y nueve guión ciento
noventa y uno en el Distrito de la Victoria a favor de su (co)procesado Huarcaya
Amésquita, mediante contrato fraguado de compraventa del inmueble como si
la agraviada vendiera su inmueble el cual fue elevado a Escritura Pública ante
el Notario Público de Lima Javier Espino Elguera con fecha veinte de noviem-
bre de mil novecientos noventa y uno, falsificando la firma y sellos del citado
Notario Público, dándole la apariencia de lícito al documento cuestionado.
Asimismo, se habría gestionado la inscripción de dicha venta por parte del pro-
cesado Mendoza Chujutalli a favor de su (co)procesado Huarcaya Amésquita,
inscribiendo la transferencia el veintiuno de junio del dos mil siete al como se
advierte de la partida electrónica número cero siete cero seis uno ocho nueve
cero en el Registro de Propiedad Inmueble de la Oficina Registral de Lima y
Callao, logrando insertar declaraciones falsas como si fueran ciertas.
SEGUNDO.- El apelante argumenta que la medida de comparencia restrin-
gida restringe su libertad de tránsito, resultando excesiva la medida adoptada,
toda vez que a) la citada medida se impone cuando existan suficientes elementos
que vinculen su participación (autor o partícipe) con el ilícito investigado; b)
presenta domicilio conocido, conforme lo ha expresado en sus generales de ley,
así corno actividad conocida de profesión abogado habiendo ejercido la misma
durante once años; y, c) su ingreso mensual no supera el mínimo legal, no estando
dentro de sus posibilidades económicas pagar la caución.
TERCERO.- La comparecencia es una medida cautelar de naturaleza perso-
nal, que prevé la imposición de una serie de restricciones, siendo su aplicación,
una de las alternativas del Juez de la causa para garantizar su cumplimiento, como
también prescindir de estas, conforme así lo establece el artículo ciento cuarenta
y tres del Código Procesal Penal; el a quo dictará mandato de comparecencia

354
COMPARECENCIA

cuando no corresponda la medida de detención, pudiendo imponer comparecencia


con restricciones; medida coercitiva que según la define la doctrina peruana, es
un estado procesal de sujeción al proceso y no simplemente un emplazamiento
a concurrir a la instructiva.
CUARTO.- El apelante argumenta que tiene la calidad de abogado inscrito en
el Ilustre Colegio de Abogados de Lima, la cual se corrobora en sede policial con
el atestado policial de fojas treinta y ocho a sesenta y dos; el recurrente presenta
domicilio conocido tal como lo manifiesta en sus generales de ley de su decla-
ración instructiva de fojas doscientos cuatro a doscientos siete; y, finalmente, el
recurrente evidencia con su conducta colaboración en el presente proceso como
se observa con su declaración instructiva que corre a fojas doscientos cuatro a
doscientos siete; siendo que, por estas consideraciones este Superior Colegia-
do es de la opinión que no existe razón suficiente para imponerle la regla de
conducta de concurrir al local del juzgado cada treinta días, toda vez que limita
finalmente su libertad en el desempeño del ejercicio como abogado, si de las
circunstancias descritas por el apelante evidencian que no rehuirá del proceso
instaurado contra él, por lo que en este extremo del mandato de comparecencia
corresponde extender el plazo para firmar el cuaderno del Juzgado.
QUINTO.- Por otro lado, en lo referente al pago de caución, el procesado no
ha justificado su falta de solvencia; es de destacar que el monto de la caución exi-
gida se ha determinado en virtud del principio de proporcionalidad, relacionado
con su situación económica y la gravedad del hecho delictivo, a fin de lograr su
comparecencia en el proceso penal instaurado contra él; por lo que a) la calidad
de abogado del procesado no justifica, contrario sensu, su insolvencia económica,
b) que el hecho imputado reviste una especial gravedad (Falsedad Ideológica), y
además de ello, c) al no haber agotado las otras vías que existe para garantizar su
concurrencia al proceso, las cuales son la posibilidad de señalar fianza personal
de una persona natural o jurídica, conforme al artículo ciento ochenta y tres in
fine del Código Procesal Penal vigente, y, d) no haber solicitado fraccionamiento
de la caución según sus posibilidades económicas; es que resulta desestimable
el argumento del procesado contra el extremo de la caución.
SEXTO.- Finalmente, la regla de no variar el domicilio y no abandonar la
ciudad sin autorización del juzgado, resulta relevante a fin de que el Juzgado
tenga conocimiento del lugar de ubicación del procesado para los fines que
tiene todo proceso penal, esto es, el esclarecimiento de los hechos; y, además
de ello, es evidente que estas medidas no limitan en grado extremo la libertad
de tránsito del procesado, toda vez que se entiende que tales medidas tienen el

355
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

objetivo que el procesado concurra en la instrucción que se le sigue, pues, de


lo contrario, no se podría cumplir con los fines del proceso penal por la falta de
ubicación del procesado.
FALLO RESOLUTIVO:
Fundamentos por los cuales CONFIRMARON el Auto de Apertura de
Instrucción, que obra en copias certificadas a fojas ciento noventa y tres a ciento
noventa y seis su fecha veintinueve de agosto del dos mil ocho, en el extremo, que
DICTA: comparecencia restringida [a) no variar de domicilio sin aviso previo
al juzgado, b) no abandonar la ciudad sin aviso previo al juzgado, d) concurrir
al juzgado cada vez que sea requerido; e) depositar en las arcas del Banco de la
Nación la suma de quinientos nuevos soles por concepto de caución] en contra
del procesado Guido Joseph Montes Morales, en la instrucción que se le sigue
por delito contra la Fe Pública [Falsedad Ideológica], en agravio del Estado (SI-
JNARI)) y del Notario Público Juan Belfor Zárate del Pino; REVOCARON: La
misma, en el extremo que obliga a realizar la regla de conducta “c)” concurrir
cada fin de mes al local del Juzgado a reportar sus actividades y firmar en el
libro correspondiente; y REFORMÁNDOLA: Establecieron que la regla de
conducta “c)” lo debe de realizar el procesado cada tres meses; notificándose
los devolvieron.

356
COMPARECENCIA

085. Impedimento de salida: Carácter no autónomo


El impedimento de salida es una medida provisional personal
que restringe el derecho de circulación de los imputados; siendo
el fundamento de esta medida, conforme lo señala la doctrina,
disminuir el riesgo de fuga del imputado; en ese sentido nuestro
Tribunal Constitucional ha señalado que el impedimento de
salida del país puede ser considerado una medida restrictiva
no autónoma sino derivada del mandato de comparecencia
restrictiva, que restringe legítimamente el derecho a la liber-
tad de tránsito y tiene como objeto asegurar la presencia de la
persona afectada en el proceso.

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA


QUINTA SALA PENAL PARA PROCESOS CON REOS LIBRES

S.S. VIDAL MORALES


GONZALES HERRERA
GÓMEZ MARCHISIO

Resolución Nº 715
Expediente Nº 341-2010- “A”
Materia: Apelación al Mandato de Comparecencia Simple
Lima, 21 de julio del año 2010

AUTOS Y VISTOS.- Puesto los autos al Despacho; e interviniendo como


Ponente la señora Juez Superior Gómez Marchisio.
ASUNTO:
Es materia de grado la apelación interpuesta por la Parte Civil, contra el auto
de apertura de instrucción obrante en copias certificadas de fojas veinticuatro a
veintisiete, su fecha veintinueve de diciembre del dos mil nueve, en el extremo
que ordena mandato de comparecencia simple en contra de Héctor Aníbal León
Palomino y Rosa Luz Salaverry Tardillo, en el proceso que se les sigue por la
presunta comisión del delito contra el Patrimonio-estafa, en agravio de Elva
Lucila Aguirre Escobar.

357
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Que, la Representante de la Parte Civil, cuestiona la medida
restrictiva impuesta, argumentando que los procesados han demostrado renuencia
a las citaciones judiciales, buscando entorpecer el proceso y frustrar sus fines,
por tanto está presente el “peligro procesal”, siendo necesario aplicar una medida
coercitiva más severa como es la comparecencia restringida e impedimento de
salida del país.
SEGUNDO.- Que, es de apreciarse del citado auto apertura de instrucción
que, la Juez del Décimo Tercer Juzgado Penal de la Corte Superior de Lima
impuso Comparecencia Simple a los encausados León Palomino y, Salaverry
Tardillo, advirtiendo que estos se encontraban plenamente identificados, contaban
con domicilio y trabajo conocido; de igual modo, consideró que al contar ambos
con defensa técnica (asesoría legal), conocían las consecuencias que acarrea el
incumplimiento de los mandatos judiciales, presumiendo que no existía evidencia
contundente que le lleven a concluir que, estos pretendan evadir la acción de la
justicia o perturbar la actividad probatoria.
TERCERO.- Que, el último párrafo del artículo 143 del D. Leg. Nº 638
(Código Procesal Penal - Artículo Vigente), dispone que se prescindirá de las
restricciones cuando: “el hecho punible denunciado está penado con una sanción
leve o las pruebas aportadas no la justifiquen”, en atención a ello cabe señalar
que, “El aporte probatorio que alude la ley se refiere a los extremos de la impu-
tación y a la peligrosidad procesal”(1).
CUARTO.- En el presente caso, se advierte que si bien, los encausados a
nivel preliminar designaron abogados defensores, es también cierto que los mis-
mos letrados renunciaron a continuar ejerciendo su defensa en esa etapa inicial
conforme se desprende del acápite “J” del rubro “Diligencias Efectuadas” que
consta en el parte policial obrante en autos [ver fojas cinco a ocho], circunstancia
que ha sido obviada por la Juez al momento de resolver su situación jurídica; y
pese, que a nivel judicial han designado nuevos abogados, se advierte que estos
de igual modo no han concurrido a declarar, motivo por el cual, se ha decreta-
do apercibimiento de ser declarados “Reos Ausentes” y ordenarse sus captura
sino concurren; cabe señalar que, el mismo accionar evasor tuvieron en la fase

(1) SAN MARTÍN CASTRO, César. Derecho Procesal Penal. Vol. 2, 2da. Edición, Lima-Perú,
p. 1160.

358
COMPARECENCIA

preliminar, al no concurrieron a rendir su manifestación en la policía, pese a


ser requeridos oportunamente [Ver acápite G del referido documento policial].
QUINTO.- Se advierte además que, en el caso de la encausada Salaverry
Tardillo, esta no labora en la Empresa Frecuencia Latina [Ver fojas siete], como
habría hecho creer a la agraviada, sino más bien se infiere que tendría algún
vínculo laboral con la Universidad Alas Peruanas, no existiendo en autos, docu-
mentación certera que acredite su arraigo laboral; caso contrario, ocurre con su
coencausado León Palomino, quien efectivamente trabaja en esa misma empresa
televisora, desempeñándose como Asistente de Operaciones de la Gerencia de
Operaciones, sin embargo, es de apreciarse que esta persona cuenta con ante-
cedentes policiales por la misma modalidad de delito (contra el patrimonio), lo
que deberá tenerse en cuenta al valorarse el “peligro procesal”.
SEXTO.- De lo expuesto, se colige que la a quo no ha impuesto una medida
coercitiva acorde con el ilícito penal investigado, apreciándose que: (i) existen
indicios suficientes de la participación de los denunciados en los hechos sub
materia, ello en los recaudos que acompaña a la denuncia [Ver anexos de la
denuncia de parte de fojas tres; manifestaciones testimoniales de fojas nueve a
once, doce a catorce, y, quince a diecisiete]; y, (ii) en cuanto al presupuesto del
“peligro procesal” estese a lo vertido en los considerandos precedentes (tercero
a quinto); motivo por el cual, procede imponer a los procesados León Palomino
y, Salaverry Tardillo las medidas necesarias y proporcionales de carácter pre-
cautelatorio (restricciones), a fin de asegurar su concurrencia en el transcurso
del proceso. Siendo estas limitaciones las siguientes: a) No ausentarse del lugar
donde residen, sin previo aviso al Juzgado, b) Comparecer las veces que fuesen
citados por el Juzgado; c) Concurrir cada fin de mes al local del Juzgado a firmar
el libro de control respectivo y justificar sus actividades; y, d) Consignar cada
uno la prestación de una caución ascendente a la suma de quinientos nuevos
soles, la misma que deberá abonar en el Banco de la Nación dentro del tercer
día hábil de notificados, bajo apercibimiento de revocársele la presente medida
por el Mandato de Detención en caso de incumplimiento, previo requerimiento;
obedeciendo la aplicación de esta última restricción (caución económica) a una
necesidad de garantizar que los encausados no se alejen del proceso –a efectos
de un debido esclarecimiento de los hechos–, habiéndose tenido en cuenta para
su fijación la naturaleza del delito, sus cualidades personales, y los antecedentes
de ambos, siendo proporcional la cantidad fijada a las posibilidades que existan
de un riesgo para el proceso, no dejando de tener en cuenta a su vez las posibi-
lidades económicas de los justiciables.

359
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

SÉTIMO.- En cuanto al impedimento de salida del país solicitada por la Parte


Civil, cabe señalar previamente que, esta es una medida provisional personal que
restringe el derecho de circulación de los imputados; siendo el fundamento de esta
medida, conforme lo señala Barona Villar [En: “Prisión Provisional y Medidas
Alternativas”, páginas 236 a 237], disminuir el riesgo de fuga del imputado;
que, en ese sentido se ha pronunciado nuestro Tribunal Constitucional, el que en
la sentencia recaída en el expediente signado con el número 1077-2002-PHC/
TC, ha señalado que el impedimento del país puede ser considerado una medida
restrictiva no autónoma sino derivada del mandato de comparecencia restrictiva
–restringe legítimamente el derecho a la liberta de tránsito– y tiene como objeto
asegurar la presencia de la persona afectada en el proceso; en el caso, de autos,
este Superior Colegiado considera que las restricciones impuestas y que están
expuestas en el sexto considerando son más que suficientes para el cumplimiento
de los fines y/o objetivos que la medida coercitiva impuesta cumple, por lo que
resulta innecesario decretar su impedimento del país.
FALLO RESOLUTIVO:
REVOCARON: El Auto de Apertura de Instrucción obrante en copias cer-
tificadas de fojas veinticuatro a veintisiete, su fecha veintinueve de diciembre
del dos mil nueve, en el extremo que ordena mandato de comparecencia simple
en contra de Héctor Anibal León Palomino y Rosa Luz Salaverry Tardillo, en el
proceso que se les sigue por la presunta comisión del delito contra el Patrimonio
- Estafa, en agravio de Elva Lucila Aguirre Escobar; y REFORMÁNDOLA:
ORDENARON se dicte mandato de comparecencia restringida En contra de
Héctor Anibal León Palomino y Rosa Luz Salaverry Tardillo, en el proceso que
se les sigue por la presunta comisión del delito contra el Patrimonio - ESTA-
FA, en agravio de Elva Lucila Aguirre Escobar; imponiéndoles las siguientes
restricciones:
A. No ausentarse del lugar donde residen, sin previo aviso al Juzgado;
B. Comparecer las veces que fuesen citados por el Juzgado;
C. Concurrir cada fin de mes al local del Juzgado a firmar el libro de control
respectivo y justificar sus actividades; y,
D. Consignar cada uno la prestación de una caución ascendente a la suma de
quinientos nuevos soles, la misma que deberán abonar cada uno en el Banco
de la Nación dentro del tercer día hábil de notificados, bajo apercibimiento
de revocársele la presente medida por el Mandato de Detención en caso de
incumplimiento, previo incumplimiento, previo requerimiento; notificándose
y los devolvieron.

360
COMPARECENCIA

086. Impedimento de salida: No análisis de impugnación


por caducidad de la medida
En lo que respecta a la restricción de impedimento de salida
del país impugnada, se advierte que esta no es materia de la
pretensión impugnatoria, toda vez que ella ha sido variada
por el juzgador, al haber ya caducado, motivo por el cual no
se analizará en su fondo.

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA


QUINTA SALA PENAL PARA PROCESOS
CON REOS LIBRES

S.S. VIDAL MORALES


GONZALES HERRERA
GÓMEZ MARCHISIO

Resolución Nº 694
Expediente Nº 48864-2009
Ref. Nº 358-2010-“E”
Materia: Cuaderno de Apelación al Mandato de Comp. Rest. y Caución
Económica
Lima, 15 de julio de 2010

AUTOS Y VISTOS; interviniendo como ponente la señora Juez Superior


Gómez Marchisio; y, con la constancia de relatoría obrante a fojas cuatrocientos
ochentinueve.
ASUNTO:
Es materia de pronunciamiento la apelación interpuesta por el procesado
Juan Enrique Ganie Mococain, contra el auto que abre instrucción, su fecha
siete de diciembre del año dos mil nueve, que en fotocopia certificada obra
de fojas ciento cincuentitres a ciento sesentiuno, en el extremo que impone al
recurrente Comparecencia Restringida y Caución Económica; cuyo concesorio
corre a fojas cuatrocientos cincuenta.

361
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Conforme se desprende del auto de procesamiento recurrido,
el Juez Penal, al decretarles Comparecencia Restringida, dispone las siguientes
reglas de conducta: A) No variar de domicilio, sin previo aviso al Juzgado, B)
Cumplir con las citaciones y mandatos judiciales; C) Concurrir al Juzgado las
veces que sea citado; y, D) la prestación de una caución por el monto de cinco
mil nuevos soles, la misma que deberá abonar en el Banco de la Nación a nombre
del Juzgado cada uno de los procesados, bajo apercibimiento de revocársele la
presente medida por el Mandato de Detención previo requerimiento de acuerdo
a ley en caso de inasistencia. Asimismo se dispone el Impedimento de salida
del país.
SEGUNDO.- En razón de ello, el apelante Juan Enrique Game Mococain
mediante escrito de fojas cuatrocientos cuarenticuatro a cuatrocientos cuaren-
tinueve, fundamenta su recurso impugnatorio argumentado que: a) el a quo no
ha motivado el forma razonable y proporcional la medida impuesta, vulnerando
así de forma directa el derecho a la debida motivación de las resoluciones judi-
ciales que le asiste; b) no existe prueba o indicio alguno que lo vincule con los
delitos instruidos; c) sustentar el auto apertorio con pruebas prohibidas; d) que
los delitos materia de proceso (coacción y violación de la libertad de trabajo)
están a punto de prescribir; e) el delito de fraude en la administración de per-
sonas jurídicas resulta incongruente con la configuración típica del delito; f) y
que el representante de Ministerio Público no ha solicitado el impedimento de
salida del país en su contra.
TERCERO.- La comparecencia debe entenderse como la medida cautelar
menos severa que incide sobre el derecho a la libertad del encausado en grado
distinto al de detención, no solo con el objeto de alcanzar el normal trámite y
fin último del proceso sino también a efectos de asegurar la presencia de este
a la causa penal, pero en plena disposición y conservación de su libertad loco-
motora sujeta a reglas de conducta dictadas por el Juez competente. Por ello,
la imposición de dicha medida cautelar debe estar sujeta a lo estipulado en el
artículo ciento cuarentitrés del Código Procesal Penal vigente, el cual señala
taxativamente que: “se dictará mandato de comparecencia cuando no corresponda
la medida de detención (...)”; de allí que esta medida debe estimarse dentro de
una naturaleza de mínima restricción a la libertad locomotora del encausado,
en tanto se le imponga expresas reglas de conducta que obligatoriamente debe
acatarlos, claro está sin dejar de lado la razonabilidad, la proporcionalidad y
necesariedad de las mismas.

362
COMPARECENCIA

CUARTO.- Así también, la caución económica, ligada a la comparecencia,


debe estar determinada en consideración a la capacidad y potencialidad económi-
ca del imputado (conforme lo señala el artículo ciento cuarentitrés, inciso cinco
de la citada norma adjetiva); toda vez que la finalidad y objetivo de la caución no
es más que un medio garantizador de la comparecencia, a efectos de neutralizar
la presunción de elusión a la acción de la justicia que pesa sobre el encausado;
por ello, como criterio normativo que faculta la ley, para la imposición de esta
debe hacerse conforme a la naturaleza del delito que se le imputa.
QUINTO.- En arreglo a estos lineamientos considerativos, advertimos
que a comparecencia restringida impuesta por el a quo está bien enmarcada
y condicionada dentro de una restricción legal, conforme a la naturaleza de la
instrucción, a la suficiencia probatoria de sus presuntas participaciones, y a una
probable ausencia del peligro procesal; habiéndose legítimamente restringido
su libertad locomotora a través de reglas restrictivas, las cuales se encuentran
sujetas a los principios de proporcionalidad y razonabilidad, y es en base a ello
que se ha evitado una afectación a su actividad y desempeño laboral, más aún
cuando su situación jurídica será definida con la emisión de un fallo final, y en
tanto no se produzca esto la comparecencia es una medida provisional sujeta a
la duración del proceso.
SEXTO.- Respecto a lo señalado en los puntos signados en el considerando
precedente se observa de la apelada: a) El a quo a motivado la misma bajo los
alcances del artículo doce de la Ley Orgánica del Poder Judicial “ (...) Todas las
resoluciones, con exclusión de las de mero trámite, son motivadas, bajo respon-
sabilidad, con expresión de los fundamentos en que se sustentan, pudiendo estos
reproducirse en todo o en parte solo en segunda instancia, al absolver el grado...”;
concordante con el artículo ciento treintiocho inciso quinto de la Constitución del
Estado; b) El Juez Especializado en lo Penal solo abrirá instrucción si considerara
que de la denuncia y sus recaudos: Aparecen indicios suficientes o elementos de
juicio reveladores de la existencia de un delito, ii) Que se haya individualizado
a su presunto autor o partícipe, iii) Que la acción penal no haya prescrito o no
concurra otra causal de extinción de la acción penal; siendo que al momento de
la calificación de un hecho delictivo, que llega a conocimiento del Juez Penal,
en virtud de una denuncia fiscal, el Magistrado debe contar con un conjunto de
indicios y/o elementos incriminatorios que le permitan efectuar la afirmación
preliminar que el hecho reúne los elementos calificativos de hecho penal, lo
cual sucede en el caso que nos ocupa, debiendo manifestar que la apertura de
un proceso penal no determina la culpabilidad de la persona sujeta a proceso;
c) Aunado a lo señalado en el punto precedente, el justiciable tiene expedito su

363
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

derecho a formular todo medio impugnatorio (tachas, excepciones u otros) que


esté a su alcance, ciñéndose bajo las normas procesales y legales pertinentes si
advierte que su derecho está siendo conculcado, no siendo la presente la más
adecuada; d) en el extremo relativo a la institución de la prescripción, la acción
penal se extingue por el transcurso del tiempo, es decir, a un tiempo igual al
máximo de la pena fijada por la ley para el delito, si es privativa de libertad o en
todo caso, cuando el tiempo transcurrido sobrepasa en una mitad al plazo ordi-
nario de prescripción, conforme a lo previsto en los artículos ochenta y ochenta
y tres in fine del Código Penal; siendo así, mal se haría en amparar el presente
recurso bajo la premisa que los delito instaurados estarían pronto a prescribir;
e) el delito de fraude en la administración de personas jurídicas, describe en su
artículo ciento noventiocho, el cual prescribe: “(...) Será reprimido con pena
privativa de libertad no menor de uno ni mayor de cuatro años el que ejerciendo
funciones de administración o representación de una persona jurídica, realiza
en perjuicio de ella o de terceros, cualquiera de los actos siguientes (...); 2.
Proporcionar datos falsos relativos a la situación de una persona jurídica (...)”;
que si bien se manifiesta la incongruencia en la configuración típica del delito
en el presente recurso, también lo es que, el recurrente tiene dentro del proceso
que se le sigue mecanismos de defensa (excepciones u otros), valederos a ser
interpuestos para velar por su mejor derecho y coadyuvar con la administración
de justicia; no siendo la presente incidencia la más idónea; f) que, en lo que
respecta, al impedimento de salida del país se advierte del propio escrito de
apelación, que esta no es materia de la pretensión impugnatoria, toda vez que
la misma ha sido variada por el juzgador, al haber caducado el pasado mes de
abril, motivo por el cual no se analizará en su fondo.
SÉTIMO.- Con respecto a la alternativa contemplada en el inciso quinto del
citado artículo ciento cuarentitrés del Código Procesal Penal, cabe precisar que
la caución económica constituye una medida cautelar patrimonial destinada a
asegurar igualmente el arraigo de los encausados al proceso; coligiéndose de la
revisión de autos que la medida impuesta por el a quo dentro de sus facultades
no deviene en desproporcional estando a la trascendencia del ilícito instruido en
contra del procesado, máxime si los mismos en función a la apelación formulada
no manifiesta argumentación valedera que justifique variar la medida –caución
económica– dispuesta en el auto de apertura de instrucción, es decir no ha acre-
ditado con prueba idónea su reducida economía, ni mucho menos insolvencia
que le impida cumplir con el pago de la caución impuesta; siendo así, la caución
fijada por el Juez Penal en el auto de procesamiento se encuentra arreglado a
ley; siendo ello así, estando la forma y circunstancias en que se han cometido

364
COMPARECENCIA

los hechos, así como la naturaleza del delito instruido, esta Sala Penal Superior
encuentra arreglada a ley la apelada.
FALLO RESOLUTIVO:
CONFIRMARON el auto de apertura de instrucción que obra en copia
certificada a fojas ciento cincuentitres a ciento sesentiuno, en el extremo que
dicta mandato de comparecencia con restricciones y al pago de cinco mil nue-
vos soles por concepto de caución que deberá el procesado Juan Enrique Game
Mococain por los delitos contra La Libertad de Trabajo –atentado a los derechos
laborales, contra La Libertad Personal–coacción, y contra la Fe Pública –falsedad
genérica–, en agravio de Francisco Hugo Miyadi Cahuavilca, Roberto Bocartgel
Cajamarca, Roger Aurelio Cesti Sánchez, Segundo Dagoberto Lozano Flores,
Gustavo Roberto Morales Ureta, Dante Orlando Zenz Donayre, Maju Guiller-
mina Maura Lau, Carolina Mayelin Maura Lau, Rosa Lidia Bardales Guerrero,
José Enrique Cabrera Véliz, José Luis Miranda Salas, Christian –Dario Guillén
Higginson, y Johnny Alfredo Barack Amaro; notificándose y los devolvieron.

365
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

087. Caución económica: Determinación y finalidad


La caución económica, ligada a la comparecencia, debe estar
determinada en consideración a la capacidad y potencialidad
económica del imputado (conforme lo señala el artículo 143,
inciso cinco del Código Procesal Penal vigente); toda vez que
la finalidad y objetivo de la caución no es más que un medio
garantizador de la comparecencia, a efectos de neutralizar la
presunción de elusión a la acción de la justicia que pesa sobre
el encausado; por ello, como criterio normativo que faculta la
ley, la imposición de esta debe hacerse conforme a la naturaleza
del delito que se imputa.

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA


QUINTA SALA PENAL PARA PROCESOS CON REOS LIBRES

S.S. VIDAL MORALES


GONZALES HERRERA
GÓMEZ MARCHISIO

Resolución Nº 601
Expediente Nº 944-2009-“D”
Materia: Apelación del Mandato de Comparecencia Restringida
Lima, 14 de junio de 2010

AUTOS Y VISTOS.- interviniendo como Ponente la señora Juez Superior


Gómez Marchisio; y, de conformidad con el dictamen del Fiscal Superior obrante
de fojas cuarentinueve a cincuenta.
ASUNTO:
Es materia de pronunciamiento la apelación interpuesta por el procesado
Robertson Rubén Liza Solís, contra el auto que abre instrucción, su fecha
dos de junio del año dos mil ocho, que en fotocopia certificada obra de fojas
sesentiocho a setentidós, en el extremo que impone al recurrente Compa-
recencia Restringida y Caución Económica; cuyo concesorio corre a fojas
ochentiocho.

366
COMPARECENCIA

CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Conforme se desprende del auto de procesamiento recurrido,
el Juez Penal, al decretarles Comparecencia Restringida, dispone las siguien-
tes reglas de conducta: A) No variar de domicilio sin previo aviso al Juzgado,
B) No ausentarse del lugar de su residencia sin autorización del Juzgado;
C) Cumplir con las citaciones y mandatos judiciales; D) Concurrir cada fin de
mes al local del juzgado a firmar el libro correspondiente; y, E) Impedimento
de salida del país; y F) Abonar la suma de un mil nuevos soles por concepto de
caución económica que cada uno de los procesados deberá abonar en el Banco
de la Nación dentro del tercer día hábil de notificados, bajo apercibimiento de
revocársele la presente medida por el Mandato de Detención en caso de incum-
plimiento, previo requerimiento.
SEGUNDO.- Que, el procesado Liza Solís fundamenta en su recurso de
apelación que, la medida coercitiva decretada es excesivo, toda vez que él se ha
apersonado de manera oportuna al proceso, ha acudido a todas las diligencias
citadas por la Policía, el Ministerio Público y el Juzgado; asimismo ha cumplido
con señalar domicilio real y procesal, cuenta con trabajo conocido y pagó la
caución como regla de conducta.
TERCERO.- La comparecencia debe entenderse como la medida cautelar
menos severa que incide sobre el derecho a la libertad del encausado en grado
distinto al de detención, no solo con el objeto de alcanzar el normal trámite y
fin último del proceso sino también a efectos de asegurar la presencia de este
a la causa penal, pero en plena disposición y conservación de su libertad loco-
motora sujeta a reglas de conducta dictadas por el Juez competente. Por ello,
la imposición de dicha medida cautelar debe estar sujeta a lo estipulado en el
artículo ciento cuarentitrés del Código Procesal Penal vigente, el cual señala
taxativamente que: “se dictará mandato de comparecencia cuando no corresponda
la medida de detención (...)”; de allí que esta medida debe estimarse dentro de
una naturaleza de mínima restricción a la libertad locomotora del encausado,
en tanto se le imponga expresas reglas de conducta que obligatoriamente debe
acatarlos, claro está sin dejar de lado la razonabilidad, la proporcionalidad y
necesariedad de las mismas.
CUARTO.- Así también, la caución económica, ligada a la comparecencia,
debe estar determinada en consideración a la capacidad y potencialidad económi-
ca del imputado (conforme lo señala el artículo ciento cuarentitrés, inciso cinco
de la citada norma adjetiva); toda vez que la finalidad y objetivo de la caución no
es más que un medio garantizador de la comparecencia, a efectos de neutralizar
la presunción de elusión a la acción de la justicia que pesa sobre el encausado;

367
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

por ello, como criterio normativo que faculta la ley, para la imposición de ésta
debe hacerse conforme a la naturaleza del delito que se le imputa.
QUINTO.- En arreglo a estos lineamientos considerativos, advertimos
que la comparecencia restringida impuesta por el a quo está bien enmarcada
y condicionada dentro de una restricción legal, conforme a la naturaleza de
la instrucción, a la suficiencia probatoria de sus presuntas participaciones,
y a una probable ausencia del peligro procesal; habiéndose legítimamente
restringido su libertad locomotora a través de reglas restrictivas, las cua-
les se encuentran sujetas a los principios de proporcionalidad y razonabi-
lidad, y es en base a ello que se ha evitado una afectación a su actividad
y desempeño laboral, más aún cuando su situación jurídica será definida
con la emisión de un fallo final, y en tanto no se produzca esto la
comparecencia es una medida provisional sujeta a la duración del proceso.
SEXTO.- Que, en ese sentido, se advierte de las reglas de conductas impues-
tas al procesado Robertson Rubén Liza Solís, que estas se han dictado con la
finalidad de garantizar su presencia en los actos de investigación y juzgamiento;
cuyas restricciones se rigen por los principios de necesidad y proporcionalidad,
las cuales no afectan gravemente su libertad ambulatoria o locomotora, siendo
el caso que no se han adjuntado documentos probatorios idóneos que enerven
lo dispuesto judicialmente; en tal sentido y por los considerandos precedentes.
FALLO RESOLUTIVO:
CONFIRMARON el auto de apertura de instrucción obrante en copia
certificada de fojas sesentiocho a setentidós, su fecha dos de junio del ario dos
mil ocho, en el extremo que impone al recurrente Comparecencia Restringida y
Caución Económica contra Robertson Rubén Liza Solís, en la instrucción que
se le sigue por delito contra la administración Pública –Violencia y Resistencia
a la Autoridad– Intimidación o violencia contra funcionario público o contra
persona que presta asistencia en virtud de un deber legal para impedir el ejercicio
de su funciones en forma agravada, en agravio del Estado, y José Luis Tejeda
Suárez; notificándose y los devolvieron.

368
COMPARECENCIA

088. Caución económica: Elementos para la determinación


La caución económica, constituye una garantía patrimonial
destinada a asegurar el sometimiento del encausado al proceso
en tanto las posibilidades económicas del imputado lo permitan.
La calidad y cantidad de la caución se determinará teniendo en
cuenta la naturaleza del delito, la condición económica, el modo
de cometer el delito y la gravedad del daño, así como las demás
circunstancias que pudieran influir en el mayor o menor interés
del agente para ponerse fuera del alcance de la autoridad judicial.

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA


PRIMERA SALA ESPECIALIZADA EN LO PENAL PARA PROCESOS
CON REOS LIBRES

S.S. PARIONA PASTRANA


PLACENCIA RUBIÑOS
EYZAGUIRRE GÁRATE

Resolución N° 2377-2010
Expediente Nº 00037-2010-1
Lima, 25 de octubre de 2010

AUTOS Y VISTOS.- Traídos los autos a despacho para resolver, con la ra-
zón de secretaria e interviniendo como ponente la señora Juez Superior Liliana
del Carmen Placencia Rubiños; de conformidad con lo opinado por la señora
Fiscal Superior en el dictamen que corre a folios ciento cuatro a ciento seis, en
la apelación interpuesta por el procesado Celedonio Choque Cuba.
ANTECEDENTES:
Es materia de apelación la RESOLUCIÓN, que en copias certificadas obra
a fojas treinta a treintitrés, su fecha veinte de agosto del dos mil nueve, en el
EXTREMO que impone al procesado Choque Cuba Celedonio, consignar la
suma de quinientos nuevos soles por concepto de caución; en la instrucción que
se le sigue en su contra por delito contra la Vida, el Cuerpo y la Salud - homicidio
culposo, en agravio de Eduardo Edgar Santillán Santiago.-

369
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

ATENDIENDO:
PRIMERO.- Conforme se desprende del auto de apertura de instrucción que
en copias certificadas obra a fojas treinta a treintitrés el Juez Penal, al decretar el
mandato de comparecencia restringida, dispuso las siguientes reglas de conducta:
a) no variar de domicilio sin previo aviso al Juzgado, b) no ausentarse del lugar
de su residencia, c) cumplir con las citaciones y mandatos judiciales, d) concurrir
cada fin de mes al local del juzgado a registrar su firma en el libro respectivo;
y, e) pagar una suma por concepto de caución ascendente a quinientos nuevos
soles que deberá depositar en el Banco de la Nación a favor del juzgado, siendo
este último nuestro marco de pronunciamiento para la alzada.
SEGUNDO.- El apelante Celedonio Choque Cuba, al fundamentar su recurso
corriente a folios noventicuatro a noventa y cinco, sostiene puntualmente, no
poder afrontar con el pago de la suma impuesta en su condición de chofer, ya que
sus ingresos son mínimos que no le permiten cubrir ni siquiera para los gastos
de alimentación, vestido y estudios como tampoco solventar su salud ante una
eventualidad; solicitando en algunos casos préstamos de dinero para solventar
dichos gastos; por lo que ante estas razones solicita la revocatoria de la recurrida.
TERCERO.- Previamente resulta necesario precisarse, que el artículo ciento
cuarenta y tres parte in fine del Código Procesal Penal señala explícitamente
que se dictará mandato de comparecencia cuando no corresponda la medida de
detención. [...], el juez podrá imponer una de estas alternativas o combinar varias
de ellas, según resulte adecuada al caso y ordenara las medidas necesarias para
garantizar su cumplimiento [...].
CUARTO.- En dirección a lo precedentemente expuesto, conviene puntua-
lizar, que la caución económica, constituye una garantía patrimonial destinada
a asegurar el sometimiento del encausado al proceso en tanto las posibilidades
económicas del imputado lo permitan, conforme lo expresa taxativamente la
norma procesal penal, así, Rosas Yataco señala que: “la caución consistirá en
una suma de dinero que se fijará en la cantidad suficiente para asegurar que el
imputado cumpla las obligaciones impuestas y las órdenes de la autoridad”(1).
También agrega, “que la calidad y cantidad de la caución se determinará te-
niendo en cuenta la naturaleza del delito, la condición económica, [...] el modo
de cometer el delito y la gravedad del daño, así como las demás circunstancias

(1) Jorge, ROSAS YATACO. Derecho Procesal Penal - Con Aplicación al Nuevo Proceso Penal.
la edición; Editorial Jurista Editores E.I.R.L, Lima - Perú: mayo 2009. p. 474.

370
COMPARECENCIA

que pudieran influir en el mayor o menor interés de éste para ponerse fuera del
alcance de la autoridad judicial”(2).
QUINTO.- En arreglo a estos lineamientos jurídicos, advertimos que, la
caución impuesta por el a quo se encuentra enmarcada y condicionada dentro de
una restricción legal y proporcional a la naturaleza de la instrucción, siendo un
medio de garantía de la comparecencia, asimismo consideramos que la misma
resulta razonable y proporcional, pues el procesado Choque Cuba Celedonio
en su recurso impugnatorio no ha presentado documentos idóneos ni pruebas
suficientes que acrediten su imposibilidad de solventar la caución impuesta en
su contra; aunado a esto, se tiene que de su declaración instructiva obrante en
copias certificadas a folios cuarentiuno a cuarentitrés, se desprende que este
percibe la suma de cuarenticinco nuevos soles diarios aproximadamente en su
condición de chofer; lo que hace denotar una capacidad potencial económica,
que nos permite mantener dicho monto por ser como lo señaláramos una medida
cautelar de carácter personal que tiene como objeto exclusivo garantizar que el
imputado comparezca a la instrucción para la realización de actos procesales y
el esclarecimiento de los hechos que es el fin del proceso penal.
FALLO RESOLUTIVO:
Por dichos fundamentos, CONFIRMARON la RESOLUCIÓN, que en
copias certificadas obra a fojas treinta a treintitrés, su fecha veinte de agosto del
dos mil nueve, en el extremo que impone al procesado Celedonio Choque cuba,
consignar la suma de quinientos nuevos soles por concepto de caución; en la
instrucción que se le sigue en su contra por delito contra la Vida, el Cuerpo y
la Salud - homicidio culposo, en agravio de Eduardo Edgar Santillán Santiago;
notificándose y los devolvieron.

(2) Ídem.

371
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

089. Caución económica: No reforma por argumentación


de hechos que serán materia de la imputación
El agente cuestiona la caución fijada señalando que en todo
momento se ha mostrado cuidadoso y respetuoso de la normas
de tránsito, y que es el agraviado el responsable de los hechos
que se le incriminan, al haber esta persona cruzado irrespon-
sablemente la pista a mitad del punto de llegada al semáforo.
No obstante, estos argumentos expuestos están referidos a
los hechos materia de imputación, por lo que dicho análisis
corresponde ser realizado dentro del desarrollo del proceso,
teniendo en cuenta que la incriminación como presupuesto para
instaurar un proceso penal requiere únicamente verosimilitud
en función a indicios.

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA


QUINTA SALA PENAL PARA PROCESOS CON REOS LIBRES

Sra. GÓMEZ MARCHISIO

Resolución N° 607
Expediente Nº 334-2010-“A”
Materia: Cuaderno de Apelación a la Caución Económica
Lima, 24 de junio de 2011

AUTOS Y VISTOS.- Puesto los autos a despacho; e interviniendo como


ponente la señora Juez Superior Gómez Marchisio.
ASUNTO:
Es materia de pronunciamiento la apelación interpuesta por el procesado
Luis Alberto Oscanoa Palomino, contra el auto que abre instrucción, su fecha
quince de junio del año dos mil cinco, que en fotocopia certificada obra de fojas
once a trece, en el extremo que le impone como Caución Económica el monto
de doscientos nuevos soles; cuyo concesorio corre a fojas veinticuatro.
CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Que, el apelante Luis Alberto Oscanoa Palomino mediante
escrito de fojas veintidós a veintitrés, fundamenta su recurso impugnatorio
argumentado que, el monto económico impuesto como caución es excesivo,

372
COMPARECENCIA

debido a que sus gastos pese que son limitados (pago de honorario a abogados,
pérdida de días laborables, etc.) no cubren con sus ingresos; aunándose al hecho
de que él en todo momento se ha mostrado cuidadoso y respetuoso de la normas
de tránsito, y es el agraviado el responsable de los hechos que se le incriminan,
al haber esta persona cruzado irresponsablemente la pista a mitad del punto de
llegada al semáforo.
SEGUNDO.- Que, la caución económica, ligada a la comparecencia, debe
estar determinada en consideración a la capacidad y potencialidad económica
del imputado (conforme lo señala el artículo ciento cuarentitrés, inciso cinco de
la citada norma adjetiva); toda vez que la finalidad y objetivo de la caución no
es más que un medio garantizador de la comparecencia, a efectos de neutralizar
la presunción de elusión a la acción de la justicia que pesa sobre el encausado;
por ello, como criterio normativo que faculta la ley, para la imposición de esta
debe hacerse conforme a la naturaleza del delito que se le imputa.
TERCERO.- En arreglo a estos lineamientos considerativos, adverti-
mos que la caución económica impuesta por el a quo está bien enmarcada y
condicionada dentro de una restricción legal, conforme a la naturaleza de la
instrucción, a la suficiencia probatoria de su presunta participación, y a una
probable ausencia del peligro procesal; habiéndose legítimamente restringido
su libertad locomotora a través de reglas restrictivas, las cuales se encuentran
sujetas a los principios de proporcionalidad y razonabilidad, y es en base a
ello que se ha evitado una afectación a su actividad y desempeño laboral, más
aún cuando su situación jurídica será definida con la emisión de un fallo final,
y en tanto no se produzca esto la comparecencia es una medida provisional
sujeta a la duración del proceso.
CUARTO.- Que, se advierte que los argumentos expuestos por el apelante
están referidos a los hechos materia de imputación, por lo que es pertinente
indicar que dicho análisis corresponde ser realizado dentro del desarrollo del
proceso, teniendo en cuenta que la incriminación como presupuesto para instau-
rar un proceso penal requiere únicamente verosimilitud en función a indicios;
asimismo, es de apreciarse, que la caución impuesta por el a quo se encuentra
arreglada a derecho, más aún si se tiene en cuenta que el monto de la caución no
es excesiva, teniendo en consideración los hechos que se le imputan al proce-
sado; y que además este en ningún momento ha acreditado en forma verosímil,
con documentación sustentatoria y valedera que estuviere impedido de cumplir
con el pago de la caución impuesta (estado de insolvencia y gastos que les han
demandado a raíz de su participación en el accidente sufrido por el agraviado).
Consideraciones por las cuales.

373
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

FALLO RESOLUTIVO:
CONFIRMARON el auto de apertura de instrucción de fecha quince de
junio del dos mil nueve, que obra en copia certificada a fojas once a trece, en el
extremo que impone al procesado Luis Alberto Oscanoa Palomino como Cau-
ción Económica el monto de doscientos nuevos soles; en la instrucción que se le
sigue por delito contra la vida, el cuerpo y la salud - lesiones Culposas Graves,
en agravio de Adderly Eddy Rosas Tomaylla; notificándose y los devolvieron.

374
COMPARECENCIA

090. Caución económica: Alternativas del agente


Frente al monto de caución económica fijado, el agente tiene
la posibilidad de señalar fianza personal, o en su caso, solicitar
el fraccionamiento de la caución según sus posibilidades eco-
nómicas, solicitando al juez que fije los plazos y modalidades
de pago.

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA


PRIMERA SALA PENAL PARA PROCESOS CON REOS LIBRES

S.S. PARIONA PASTRANA


PLACENCIA RUBIÑOS
EYZAGUIRRE GÁRATE

Expediente Nº 26142-09 (148-10)


RESOLUCIÓN Nº 2621-2010
Lima, 2 de diciembre de 2010

AUTOS Y VISTOS: Avocándose al conocimiento de la presente causa el


Colegiado que suscribe en atención a la Resolución Administrativa número
setecientos veintiocho guión dos mil diez guión P guión CSJLI/PJ publicada
en el Diario Oficial “El Peruano”, el diecisiete de setiembre del presente año;
e, interviniendo como ponente la señora Juez Superior Liliana del Carmen Pla-
cencia Rubiños; y, de conformidad con lo opinado por la señora representante
del Ministerio Público en su dictamen corriente de folios cincuenta y cuatro a
cincuentiseis, respecto del recurso de apelación interpuesto por el procesado Noel
Javier Garreaud Indacochea contra el mandato de comparecencia restringida y
el monto de la caución por la suma de doscientos nuevos soles, en el proceso
instaurado en su contra por los presuntos delitos contra el Patrimonio –Estafa
y por el delito contra la Fe Pública– Falsificación de Documento Privado, en
agravio de Digital Ray Sociedad Anónima Cerrada, representada por Juan Ma-
nuel Ramírez Sopprani.
ANTECEDENTES:
Es materia de pronunciamiento el Auto apelado corriente de fojas veintisiete
a treinta, su fecha diecisiete de agosto del dos mil nueve, interpuesto por el pro-
cesado Noel Javier Garreaud Indacochea contra el mandato de comparecencia

375
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

restringida y el monto de la caución por la suma de doscientos nuevos soles, en


el proceso instaurado en su contra por los presuntos delitos contra el Patrimo-
nio –Estafa y por el delito contra la Fe Pública– Falsificación de Documento
Privado, en agravio de Digital Ray Sociedad Anónima Cerrada, representada
por Juan Manuel Ramírez Sopprani; y,
ATENDIENDO:
PRIMERO.- Que, el procesado Garreaud Indacochea en su recurso de ape-
lación de folios cuarentidós a cuarentiseis, alega haber sido involucrado en el
presente proceso pese a que también resulta ser agraviado; asimismo refiere que
se le ha consignado no tener domicilio conocido y como consecuencia de ello
no se le ha podido ubicar; por otro lado, manifiesta que la policial al elaborar el
presente atestado policial ha hecho incurrir en error al señor fiscal para conside-
rarlo como procesado en esta causa; por tanto, no le corresponde la aplicación del
mandato de comparecencia restringida ni la caución impuestas en auto apertorio
de instrucción; por todo ello, se le ha vulnerado sus derechos constitucionales
tales como el derecho a la defensa, al debido proceso y el derecho a la libertad
de la persona consagrada en la Constitución Política del Estado.
SEGUNDO.- La comparecencia es aquella medida cautelar menos severa
respecto al derecho de libertad de la persona; por otro lado, la caución es una
medida cautelar de naturaleza económica, teniendo como fin posibilitar la per-
manencia del imputado en la causa penal mediante la prestación en garantía de
una cantidad de dinero(1).
TERCERO.- Que, con la imposición de la caución se evita una efectiva pri-
vación de libertad, por considerar que no existe peligro procesal o posibilidades
de perturbación del proceso, pero para hacerse efectiva aquella el inciso quinto
del artículo ciento cuarenta y tres del Decreto Legislativo número seiscientos
treinta y ocho, exige que el imputado cuente con posibilidades económicas para
su cumplimiento. Así se tiene que las reglas de conducta establecidas en el auto
apertorio de instrucción y la fijación de la caución se encuentran adecuadas a
las circunstancias, naturaleza del delito y al grado de la posible participación del
instruido, no apreciándose alguna vulneración de los derechos constitucionales
del apelante; garantizándose la presencia de este en el desarrollo del proceso,
así como asegurar una posible pena que se le pudiera imponer.

(1) SÁNCHEZ VELARDE, Pablo. Manual de Derecho Procesal Penal. IDEMSA. Lima, 2004,
p. 748.

376
COMPARECENCIA

CUARTO.- Que, por otro lado, el apelante tiene la posibilidad de señalar


fianza personal, o en su caso, solicitar el fraccionamiento de la caución según
sus posibilidades económicas, solicitando al juez fije los plazos y modalidades
de pago; consideraciones por las cuales confirmaron el auto de apertura de ins-
trucción de folios veintisiete y siguientes, su fecha diecisiete de agosto de dos
mil nueve, en el extremo que dicta mandato de comparecencia restringida sujeto
a reglas de conductas y fija en doscientos nuevos soles el monto de la caución,
en el proceso penal que se le sigue a Noel Javier Garreaud Indacochea como
presunto autor de los delitos contra el Patrimonio - Estafa; y, por el delito contra
la Fe Pública - Falsificación de Documento Privado, en agravio de Digital Ray
Sociedad Anónima Cerrada, representada por Juan Manuel Ramírez Sopprani.
Notificándose y lo devolvieron.

377
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

091. Caución económica: No consideración de existencia de


otros responsables
En su recurso el agente no ha presentado documentos idó-
neos ni pruebas suficientes que acrediten su imposibilidad de
solventar la caución impuesta en su contra, por lo demás hace
referencia a no ser el único responsable, lo que es irrelevante
para nuestro marco de pronunciamiento por estar en una etapa
distinta de la que corresponde.

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA


PRIMERA SALA ESPECIALIZADA EN LO PENAL PARA PROCESOS
CON REOS LIBRES

S.S. PARIONA PASTRANA


PLACENCIA RUBIÑOS
EYZAGUIRRE GÁRATE

Resolución Nº 2376-2010
Expediente Nº 06987-2010-1
Lima, 29 de octubre de 2010

AUTOS Y VISTOS.- Avocándose al conocimiento de la presente causa


el Colegiado que suscribe en atención a la Resolución Administrativa número
setecientos veintiocho-dos mil diez-P-CSJLI-PJ, publicada en el Diario Oficial
El Peruano el diecisiete de setiembre del año en curso; con la razón que antece-
de, e interviniendo como ponente la señora Juez Superior Liliana del Carmen
Placencia Rubiños; de conformidad con lo opinado por la señora Fiscal Superior
en su dictamen que corre a folios cuarentiuno a cuarentidós, en la apelación
interpuesta por el procesado Ronnie Eduardo Lescano Baella.

ANTECEDENTES:
Es materia de apelación la resolución que en copias certificadas obra a folios
veintiuno a veinticinco, su fecha diecinueve de febrero del dos mil diez, en el
extremo que fija al procesado Ronnie Eduardo Lescano Baella, consignar la
suma de por concepto de caución que deberá de ser depositada a nombre del

378
COMPARECENCIA

Juzgado en el Banco de la Nación; en la instrucción seguida en su contra por


delito contra los Derechos Intelectuales - delitos contra los derechos de autor y
conexos (reproducción, difusión, distribución de obra sin autorización del autor)
en agravio de la Asociación Peruana de Autores y Compositores (APDAYC)
y otros.
ATENDIENDO:
PRIMERO.- El apelante al fundamentar su recurso corriente a folios treinta
a treintiuno, sostiene puntualmente que los hechos por los cuales viene siendo
procesado no son de su entera responsabilidad por ser solo un trabajador de
destajo de la firma Grupo AXIS SA, siendo esta última condición la que le
imposibilita abonar la elevada suma dispuesta por concepto de caución, por lo
que solicita la revocatoria el extremo apelado.
SEGUNDO.- Previamente resulta necesario precisarse, que el artículo ciento
cuarenta y tres parte in fine del Código Procesal Penal señala explícitamente
que se dictará mandato de comparecencia cuando no corresponda la medida de
detención. [...], el juez podrá imponer una de estas alternativas o combinar varias
de ellas, según resulte adecuada al caso y ordenara las medidas necesarias para
garantizar su cumplimiento [...].
TERCERO.- En dirección a lo precedentemente expuesto, conviene puntua-
lizar, que la caución económica, constituye una garantía patrimonial destinada
a asegurar el sometimiento del encausado al proceso en tanto las posibilidades
económicas del imputado lo permitan, conforme lo expresa taxativamente la
norma procesal penal, así, Rosas Yataco señala que: “la caución consistirá en
una suma de dinero que se fijará en la cantidad suficiente para asegurar que el
imputado cumpla las obligaciones impuestas y las órdenes de la autoridad”(1).
También agrega, “que la calidad y cantidad de la caución se determinará te-
niendo en cuenta la naturaleza del delito, la condición económica, (...) el modo
de cometer el delito y la gravedad del daño, así como las demás circunstancias
que pudieran influir en el mayor o menor interés de este para ponerse fuera del
alcance de la autoridad judicial”(2).
CUARTO.- En arreglo a estos lineamientos jurídicos, advertimos que, la
caución impuesta por el a quo se encuentra enmarcada y condicionada dentro

(1) ROSAS YATACO, Jorge. Derecho Procesal Penal - Con Aplicación al Nuevo Proceso Penal.
1a edición, Editorial Jurista Editores E.I.R.L, Lima - Perú, mayo, 2009, p. 474.
(2) Ídem.

379
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

de una restricción legal y proporcional a la naturaleza de la instrucción, sien-


do un medio de garantía de la comparecencia, asimismo consideramos que la
misma resulta razonable y proporcional, pues el procesado Ronnie Eduardo
Lescano Baella en su recurso no ha presentado documentos idóneos ni pruebas
suficientes que acrediten su imposibilidad de solventar la caución impuesta en
su contra, por lo demás hace referencia a no ser el único responsable, lo que es
irrelevante para nuestro marco de pronunciamiento por estar en una etapa distinta
a la que corresponde; aunado a esto, se tiene que de sus distintas declaraciones
corrientes en copias certificadas a folios siete a nueve, veintiséis a veintisiete,
se desprende que este percibe la suma de setecientos nuevos soles mensuales
aproximadamente en su condición de empleado, haciendo además otros servicios
para incrementar sus ingresos; lo que nos permite mantener dicho monto por ser
como lo señaláramos una medida cautelar de carácter personal que tiene como
objeto exclusivo garantizar que el imputado comparezca a la instrucción para
la realización de actos procesales y el esclarecimiento de los hechos que es el
fin del proceso penal, y por la trascendencia del bien jurídico vulnerado, como
las circunstancias concomitantes al caso en concreto.
FALLO RESOLUTIVO:
Por dichos fundamentos, CONFIRMARON la resolución que en copias
certificadas obra a folios veintiuno a veinticinco, su fecha diecinueve de febrero
del dos mil diez, en el extremo que fija al procesado Ronnie Eduardo Lescano
Baella, consignar la suma de dos mil nuevos soles por concepto de caución que
deberá de ser depositada a nombre del Juzgado en el Banco de la Nación; en
la instrucción seguida en su contra por delito contra los Derechos Intelectuales
- delitos contra los derechos de autor y conexos (reproducción, difusión, distri-
bución de obra sin autorización del autor en agravio de la Asociación Peruana
de Autores y Compositores (APDAYC) y otros; notificándose y los devolvieron.

380
COMPARECENCIA

092. Caución económica: Carácter de “pena anticipada” cuando


no responde a condiciones socioeconómicas del imputado
Para determinar la cuantía de la caución se debe justipreciar,
entre otros índices validantes, la condición socioeconómica o los
medios de vida del imputado(a), a lo cual se agregan sus antece-
dentes. E1 problema surge cuando el juez fija una caución con
un monto que no responde a las condiciones socio-económicas
del imputado tornando de imposible cumplimiento, pues la
suma establecida resulta exorbitante. Nos encontraríamos
con que dicha imposición tiene el carácter de una “verdadera
pena anticipada” y la imposición de una caución de elevado
monto a quien carece de patrimonio no solo manifiesta una
desproporcionalidad vedada por la ley.

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA


PRIMERA SALA ESPECIALIZADA EN LO PENAL PARA PROCESOS
CON REOS LIBRES

S.S. PARIONA PASTRANA


PLACENCIA RUBIÑOS
EYZAGUIRRE GÁRATE

Resolución N° 2777-2010
Expediente Nº 07044-2010-3
Lima, 21 de diciembre de 2010

AUTOS Y VISTOS.- Avocándose al conocimiento de el presente incidente


el Colegiado que suscribe en atención a la Resolución Administrativa número
setecientos veintiocho guión dos mil diez guión P guión CSJLI/PJ publicada en el
Diario Oficial El Peruano, el diecisiete de setiembre del presente año; interviniendo
como ponente el Señor Juez Superior Josué Pariona Pastrana; de conformidad con
lo opinado por la Señora Fiscal Superior en su dictamen de folios ochenta y ocho
a ochenta y nueve en la apelación interpuesta por la procesada.
ANTECEDENTES:
Es materia de apelación, el auto de apertura de instrucción de fecha diecinue-
ve de febrero del dos mil diez, que obra en copias certificadas a fojas sesenta y
tres a sesenta y ocho en el extremo que fija la caución en la suma de mil nuevos

381
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

soles, en la instrucción que se le sigue a la procesada María Santos Pasapera


Santisteban por el delito contra el patrimonio-receptación- en agravio del Estado.
CONSIDERANDOS:
PRIMERO.- La imputación formulada contra la procesada, radica que;
se le encontró en posesión de medicamentos pertenecientes a Minsa, EsSalud
y Fospoli, cuya comercialización se encuentra prohibida sin receta médica ya
que son medicinas consideradas como drogas controladas y con fecha de ven-
cimiento, encontrándose en el stand de la procesada los eludidos fármacos tras
ser intervenida en un operativo efectuado por la policía.
SEGUNDO.- La apelante al sustentar su recurso de apelación de fojas uno a
tres indica que la misma tiene la condición de madre soltera de tres hijos y que
sus ingresos fluctúan en la cantidad de cuatrocientos veinte soles mensuales, que
cuenta con domicilio fijo y carece de antecedentes penales, judiciales o policiales.
TERCERO.- Para determinar la cuantía de la caución se debe justipreciar,
entre otros índices validantes, la condición socioeconómica o los medios de vida
del imputado(a), a lo cual le agregamos sus antecedentes. E1 problema surge
cuando el juez fija una caución con un monto que no responde a las condiciones
socio económicas del imputado tornando de imposible cumplimiento, pues la
suma establecida resulta exorbitante. Nos encontraríamos con que dicha impo-
sición tiene el carácter de una “verdadera pena anticipada” y la imposición de
una caución de elevado monto a quien carece de patrimonio no solo manifiesta
una desproporcionalidad vedada por la ley.
CUARTO.- Para el presente caso en autos queda acreditado la existencia
de los tres menores hijos, cuyo bienestar depende de su madre por la minoría de
edad que presentan, el respeto por el principio de idoneidad debe ser reclamado
en el caso concreto y en la voluntad de quien decide la restricción de un derecho
fundamental, al demostrar la encausada la carga familiar que debe sostener así
como conforme a sus declaraciones vertidas a folios veinte y setenta y siete
respecto al monto que percibe como sueldo.
FALLO DECISORIO:
Fundamentos por los cuales, REVOCARON el auto de apertura de ins-
trucción de fecha dos de agosto del dos mil diez, diecinueve de febrero del dos
mil diez, que obra en copias certificadas a fojas sesenta y tres a sesenta y ocho
en el extremo que fija la caución en la suma de mil nuevos soles reformándolo
declararon sin efecto el monto que por concepto de caución deberá abonar, la
encausada María Santos Pasapera Santisteban en el proceso que se le sigue por
delito contra el patrimonio-receptación-en agravio del Estado representado por
Minsa, EsSalud y Fospoli.

382
COMPARECENCIA

093. Caución económica: Carácter excesivo por superar


remuneración mensual
El monto de la caución fijada en el auto de procesamiento es
superior a la remuneración mensual que percibe el agente, si-
tuación que compromete la propia subsistencia de este último,
por lo que es del caso reducirla prudencialmente.

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA


QUINTA SALA ESPECIALIZADA EN LO PENAL PARA PROCESOS
CON REOS LIBRES
(II-5.b)

S.S. VIDAL MORALES


GONZALES HERRERA
GÓMEZ MARCHISIO

Resolución Nº 441
Expediente Nº 188-10 A
Lima, 27 de mayo de 2010

VISTOS; Interviniendo como ponente la señora Juez Superior Gómez


Marchisio.
ANTECEDENTES:
Es materia del grado la apelación interpuesta por el procesado Víctor Manuel
Hermoza Nole contra el extremo del auto de apertura de instrucción que dicta
contra el citado procesado mandato de comparecencia restringida e impone la
suma de tres mil nuevos soles por concepto de caución.
CONSIDERANDOS:
PRIMERO.- El procesado en su recurso de apelación alega que cuenta con
domicilio real y procesal, por tanto no representa peligro procesal ni entorpeci-
miento a la actividad probatoria; asimismo alega que no cuenta con los recursos
necesarios que le permitan cumplir con el pago de la caución.
SEGUNDO.- Las reglas de conducta de la comparecencia constituyen formas
de aseguramiento que se dictan con la finalidad de garantizar la presencia de los

383
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

encausados en los actos de investigación y juzgamiento; que, las restricciones


impuestas al procesado han sido emitidas en base a los principios de necesidad
y razonabilidad; por otro lado el prenotado no ha sustentado en qué medida las
restricciones impuestas le causan agravio.
TERCERO.- que, la caución constituye una garantía económica dirigida
a asegurar la concurrencia del imputado frente a los requerimientos del órgano
jurisdiccional, de tal modo, que su cuantía no guarda relación con la gravedad
del daño causado o el grado de participación; que, en el caso de autos el monto
de la caución fijada en el auto de procesamiento es superior a la remuneración
mensual que percibe el obligado [tal como se aprecia de su declaración instruc-
tiva obrarte a folios ciento sesenta y ocho], situación que compromete la propia
subsistencia del obligado, por lo que es del caso reducirla prudencialmente.
RESOLUCIÓN:
CONFIRMARON el auto de apertura de instrucción en el extremo que dicta
contra el procesado Víctor Manuel Hermoza Nole mandato de comparecencia
restringida sujeto a reglas de conducta.
REVOCARON la citada resolución en el extremo que impone al procesado
Víctor Manuel Hermoza Nole el pago de tres mil nuevos soles por concepto de
caución, REFORMÁNDOLA: fijaron en la suma de mil nuevos soles, en el
proceso penal que se le sigue por delito contra el Patrimonio - Hurto agravado
en agravio del Banco de Crédito del Perú y otro; notificándose y los devolvieron.

384
COMPARECENCIA

094. Caución económica: Desestimación de alegación de


carecer de trabajo por motivo de la apertura del
proceso penal
Si bien el agente argumenta que se encuentra sin trabajo como
consecuencia del proceso abierto en su contra, se debe tener en
cuenta que no acredita con alguna documentación suficiente e
idónea que carece de los recursos económicos para cumplir con
el pago de la caución impuesta. En tal sentido, no es posible
concluir que efectivamente la caución fijada le cause agravio.

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA


QUINTA SALA ESPECIALIZADA EN LO PENAL PARA PROCESOS
CON REOS LIBRES

S.S. VIDAL MORALES


GONZÁLES HERRERA
GÓMEZ MARCHISIO

Resolución Nº 1380
Expediente Nº 18443-10-1
Lima, 16 de diciembre de 2010

AUTOS Y VISTOS.- Interviniendo como ponente el señor Juez Superior


Gonzáles Herrera;
CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Es materia de grado la apelación interpuesta por la procesada
Roxana Patricia Rojas Utia, contra el auto de apertura de instrucción obrante
en copias certificadas de fojas cincuenta y siete a sesenta, su fecha veintiuno de
junio de dos mil diez, en el extremo que le fija la suma de quinientos nuevos
soles por concepio de caución, en el proceso penal que se le sigue por la presunta
comisión del delito contra la Fe Pública-Falsificación de Documento Privado,
en agravio de Nadia Florangely Infante Bonet; así como por el delito contra el
Patrimonio-Estafa; resolución que se le notificó el dieciocho de agosto del presen-
te año, conforme es de verse en copia certificada obrante a fojas sesenta y ocho.

385
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

SEGUNDO.- La abogada defensora de la procesada fundamenta su apelación


mediante el escrito glosado en copia certificada a fojas setenta y seis, argumen-
tando que el monto de la caución fijada resulta excesivo, ya que su patrocinada
se encuentra sin trabajo como consecuencia del proceso que se ha aperturado
en su contra; asimismo, indica que se debe valorar que carece de antecedentes
penales y que cuenta con domicilio fijo.
TERCERO.- Al respecto, cabe señalar que la institución cautelar de la cau-
ción tiene por objeto exclusivo garantizar que toda persona sometida a proceso
comparezca al llamado del juez, tanto para cumplir con los actos procesales; así
como para asegurar el cumplimiento de las obligaciones impuestas, buscando crear
arraigo del procesado a la causa; ello con el fin de garantizar la permanencia de
este a las necesidades del juzgador hasta la consecución de los fines del proceso, a
través de una cantidad de dinero significativo que determine la voluntad del sujeto
a estar vinculado con el proceso, evitando de dicha manera una eventual elusión
del encausado de perder la caución.
CUARTO.- Siendo ello así, se debe tener en cuenta que la recurrente; no
ha acreditado con alguna documentación suficiente e idónea, que carece de los
recursos económicos para cumplir con el pago de la caución impuesta; en tal
sentido, no es posible concluir que efectivamente dicha institución cautelar le
cause agravio, por lo tanto no resulta atendible lo solicitado por este; encontrán-
dose el extremo de la resolución apelada arreglado a Ley.
DECISIÓN:
Fundamentos por los cuales CONFIRMARON el auto de apertura de
instrucción obrante en copias certificadas de fojas cincuenta y siete a sesenta,
su fecha veintiuno de junio de dos mil diez, en el extremo que le fija a Roxana
Patricia Rojas Utia la suma de quinientos nuevos soles por concepto de caución,
en el proceso penal que se le sigue por la presunta comisión del delito contra la
Fe Pública - Falsificación de Documento Privado, en agravio de Nadia Florangely
Infante Bonet; así como por el delito contra el Patrimonio - Estafa; notificándose
y los devolvieron.

386
COMPARECENCIA

095. Caución económica: Reforma por falta de decisión admi-


nistrativa firme en caso de defraudación tributaria
Es de apreciarse que el monto establecido como eventual per-
juicio irrogado al Estado, a efectos de la caución fijada, no es
una decisión que esté firme, toda vez que las resoluciones de
determinación tributaria que la sustentan no fueron notifica-
das a los apelantes; por lo que al recurrir estos en recurso de
queja ante el Tribunal Fiscal, han sido dejadas sin efecto; lo
que significa que serán nuevamente notificadas a la empresa a
la que representan los recurrentes, generándose la posibilidad
que estas sean impugnadas, con lo cual el valor que sirve como
parámetro para fijar la caución en estos casos no constituye un
monto definitivo. Debe reformarse entonces la caución fijada.

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA


QUINTA SALA PENAL PARA PROCESOS CON REOS LIBRES

S.S. VIDAL MORALES


GONZALES HERRERA
GÓMEZ MARCHISIO

Resolución Nº 608
Expediente Nº 198-2010-“A”
Materia: Cuad. de Apelación al monto de Caución (Defraudación Tribu-
taria)
Lima, 30 de junio de 2010
AUTOS Y VISTOS.- interviniendo como ponente la señora Juez Superior
Gómez Marchisio; con lo expuesto por el señor Fiscal Superior en su dictamen
de fojas doscientos diecisiete a doscientos dieciocho; y, oídos los informes orales
conforme se desprende de la constancia de Relatoría obrante a fojas doscientos
cincuentiocho.
ASUNTO:
Es materia de pronunciamiento la apelación interpuesta por los procesados
Carlos Enrique Salazar Cruzado y, José Mario Salazar Cruzado, contra el auto
que abre instrucción, su fecha diecisiete de junio del año dos mil nueve, que
en fotocopia certificada obra de fojas ciento veintitrés a ciento veintinueve,

387
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

en el extremo que decreta Caución Económica; cuyo concesorio corre a fojas


doscientos seis.
ATENDIENDO:
PRIMERO.- Conforme se desprende del auto de procesamiento recurrido,
el Juez Penal, al decretar Comparecencia Restringida, dispone las siguientes
reglas de conducta: A) No variar de domicilio sin previo aviso al Juzgado, B)
No ausentarse del lugar de su residencia sin autorización del Juzgado, C) Cum-
plir con las citaciones y mandatos judiciales, D) Concurrir cada treinta días a
registrar su firma en el libro del Juzgado y E) Pagar la suma de ciento cincuenta
mil nuevos soles por concepto de caución económica en el Banco de la Nación,
en el término de tres días, bajo apercibimiento de revocársele la medida por el
Mandato de Detención en caso de incumplirse las restricciones impuestas.
SEGUNDO.- En razón de ello, mediante escritos de fojas ciento ochentisiete
y ciento noventiocho los procesados Carlos Enrique Salazar Cruzado y, José
Mario Salazar Cruzado respectivamente fundamentan su recurso impugnatorio,
coincidiendo que están en contra de la caución impuesta por el Juzgador, toda
vez que solo se debe imponer la prestación de una caución no menor al 30% del
monto de la deuda tributaria actualizada, excluyendo los montos por concepto de
multas, de acuerdo a la estimación que de aquella realice el órgano administrador
del tributo; asimismo, refieren que en la actualidad tienen ingresos económicos
que no le permiten pagar la obligación económica impuesta por el Juez.
TERCERO.- Que, la caución económica, ligada a la comparecencia, debe
estar determinada en consideración a la capacidad y potencialidad económica
del imputado (conforme lo señala el artículo ciento cuarentitrés, inciso cinco de
la citada norma adjetiva); toda vez que la finalidad y objetivo de la caución no
es más que un medio garantizador de la comparecencia, a efectos de neutralizar
la presunción de elusión a la acción de la justicia que pesa sobre el encausado;
por ello, como criterio normativo que faculta la ley, para la imposición de esta
debe hacerse conforme a la naturaleza del delito que se le imputa.
CUARTO.- En ese sentido, el extremo referido al pago de la caución eco-
nómica de ciento cincuenta mil nuevos soles, encontramos que dicha caución
no se encuentra ajustado a ley, toda vez que si bien es cierto dicha caución se
encuentra supeditada al ilícito materia de instrucción, también lo es que el monto
fijado debe ser proporcional a la real capacidad económica de los recurrentes;
lo que no ocurre en el presente caso, ya que, en primer lugar, Carlos Enrique
Salazar Cruzado mensualmente solo tienen un ingreso económico de dos mil
ochocientos nuevos soles (S/. 2,800.00) con lo cual tiene que sostener y sol-
ventar no solo su carga familiar sino además tiene a su cargo la manutención

388
COMPARECENCIA

y educación de sus dos menores hijas, tal como se desprende de sus generales
de ley de fojas ciento sesenta; del mismo modo, Jose Mario Salazar Cruzado,
quien percibe dos mil trescientos nuevos soles (S/. 2,300.00) con lo cual tiene
que sostener y solventar a su esposa e hijo de cinco años, que está en edad esco-
lar, conforme se desprende de sus generales de ley de fojas ciento sesentiocho;
y, en segundo lugar, es de apreciarse que el monto establecido como eventual
perjuicio irrogado al Estado, no es una decisión que este firme, toda vez que las
resoluciones de determinación tributaria que la sustentan no fueron notificadas
a los apelantes; por lo que al recurrir estos en Recurso de Queja ante el Tribunal
Fiscal, han sido dejadas sin efecto [ver fojas 202 a 205]; lo que significa que
serán nuevamente notificadas a la Empresa Comercial Importadora Mónaco SRL
(Empresa a la que representan los recurrentes), generándose la posibilidad que
estas sean impugnadas, con lo cual el valor que sirve como parámetro para fijar
la caución (en estos casos) no constituye un monto definitivo.
QUINTO.- Aunado a ello, debe considerarse que, la Sala de Derecho
Constitucional y Social de la Corte Suprema de Justicia, respecto al artículo
aplicado por el a quo al momento de imponer el monto de la caución, a la letra
dice: “(...) de acuerdo a lo señalado en el artículo 104 de la Constitución Política
del Estado, el Poder Ejecutivo no estuvo autorizado al cambio de la naturaleza
de la caución la que se rige por los principios que regula toda medida cautelar,
por lo tanto no es posible tergiversar el carácter de la caución y convertirla en
mecanismo vedado de detención, ni mucho menos puede sustituirse a las me-
didas cautelares; por lo que la caución deberá fijarse atendiendo a lo dispuesto
por el artículo 183 del Código Procesal Penal, esto es teniendo en cuenta la
solvencia del inculpado y dentro de los parámetros que permitan vincularlo
económicamente al proceso, en tanto se sustenten los cargos o sea necesaria
para evitar que eluda el encausamiento”(1); razones por las que, el monto de la
caución impuesta, debe disminuirse prudencialmente de acuerdo a la actual y
real capacidad económica de los recurrentes.

(1) Consulta Expediente Nº 781-2008-Lima de fecha 14 de mayo de 2008, emitida por la Sala de
Derecho Constitucional y Social de la Corte Suprema de Justicia de la República (Pág.04).

389
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

FALLO RESOLUTIVO:
REVOCARON: el auto que abre instrucción, su fecha diecisiete de junio del
año dos mil nueve, que en fotocopia certificada obra de fojas ciento veintítres y
ciento veintinueve, en el extremo que impone a los encausados Carlos Enrique
Salazar Cruzado y, José Mario Salazar Cruzado pagar la suma de ciento cincuenta
mil nuevos soles por concepto de caución económica en el Banco de la Nación,
en el término de tres días; y REFORMÁNDOLA: ESTABLECIERON en el
acápite “E”) del citado auto apertura, que cada uno de los procesados pague la
suma de mil quinientos nuevos soles por concepto de caución económica en
el Banco de la Nación, dentro de quince días hábiles de notificada la presente
resolución”; en la instrucción que se les sigue por delito de Defraudación Tri-
butaria bajo la modalidad de Ocultamiento de Ingresos, en agravio del Estado;
notificándose y lo devolvieron.

390
COMPARECENCIA

096. Caución económica: Reducción por bajos ingresos y


carga familiar de taxista
El procesado alega tener pequeños ingresos, pues es taxista,
cuenta con carga familiar que atender como consta de la copia
de la partida de nacimiento de su menor hijo de tres años, y que
obtiene un ingreso diario de treinta nuevos soles, en razón a
que el vehículo que utiliza para el servicio de taxi es alquilado,
tal como acredita de la copia del contrato de alquiler. Siendo
así, cabe disminuir prudencialmente la caución fijada toda vez,
que esta se fija teniéndose en cuenta la trascendencia del ilícito
instruido en su contra y sobre todo sus posibilidades económicas.

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA


QUINTA SALA ESPECIALIZADA EN LO PENAL PARA PROCESOS
CON REOS LIBRES

S.S. VIDAL MORALES


GONZALES HERRERA
GÓMEZ MARCHISIO

Resolución Nº 649
Expediente Nº 344 -2010-“A”
Lima, 12 de julio de 2010

AUTOS Y VISTOS: Interviniendo como Vocal ponente el Señor Vidal


Morales, puestos los autos en despacho para resolver; y ATENDIENDO:
PRIMERO.- Que, es materia de grado, la resolución que obra en copia certifi-
cada a fojas treinta y tres a treinta y ocho, su fecha dieciocho de diciembre del
dos mil nueve, EN EL EXTREMO: Que dispone que al procesado recurrente
Óscar Romero Cueva, PAGUE: “(...), por concepto de caución la suma de
quinientos nuevos soles, (...)”; impugnación efectuada por el procesado antes
citado a fojas cincuenta y cuatro y siguientes; SEGUNDO.- Que las reglas de
conducta impuestas con la comparecencia, tienen como finalidad exclusiva,
garantizar el sometimiento al proceso del encausado, siendo estos susceptibles
de prescindencia ante delitos con penas leves o la insuficiencia de pruebas que
no lo justifiquen, tal como se establece en el último párrafo del artículo ciento

391
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

cuarenta y tres del Código Procesal Penal; facultando al Juez imponer algunas
de las alternativas previstas en dicho numeral; TERCERO.- Que, respecto a la
alternativa contemplada en el inciso quinto de la norma procesal antes citada,
cabe precisar que la caución económica constituye una medida cautelar patri-
monial destinada a asegurar el arraigo del encausado al proceso; coligiéndose
de la revisión de autos que el procesado en función a la apelación formulaba y
escrito de fojas cincuenta y cuatro alega tener pequeños ingresos, pues es taxis-
ta, cuenta con carga familiar que atender como consta de la copia de la Partida
de Nacimiento de su menor hijo de tres años, que obtiene un ingreso diario de
treinta nuevos soles, en razón a que el vehículo que utiliza para el servicio de
taxi es alquilado, tal como acredita de la copia del contrato de alquiler obrante a
fojas cincuenta y seis; que siendo así, cabe disminuir prudencialmente la caución
fijada toda vez, que esta se fija teniéndose en cuenta la trascendencia del ilícito
instruido en su contra y sobre todo sus posibilidades económicas; fundamentos
por los cuales revocaron el auto que en copia certificada obra a fojas treinta y
tres a treinta y ocho, su fecha dieciocho de diciembre el dos mil nueve, en el
extremo: Que dispone que al procesado recurrente Óscar Romero Cueva, pa-
gue: “(...), por concepto de caución la suma de quinientos nuevos soles, (…)”;
y reformándola en dicho extremo fijaron en ciento cincuenta nuevos soles el
monto que por concepto de caución deberá abonar el procesado-recurrente
Óscar Romero Cueva, en el proceso penal que se le sigue por delito contra el
Patrimonio –Hurto Agravado–, en agravio de Luis Hermógenes Chuquimango
Vargas y Prestinita Chuquimango Vargas; notificándose y los devolvieron.

392
CAPÍTULO III
MEDIDAS REALES

097. M
edidas cautelares: Extinción en caso de prescripción
de la acción penal
Al dictarse sentencia que declara extinguida la acción penal
por prescripción a favor de los imputados (sea por prescripción
o sea por absolución, su efecto es de extinguir el proceso), sin
que haya sido posible ampararse el derecho de los agraviados,
las medidas cautelares (entre ellas la ministración provisional),
se cancelan de pleno derecho, de conformidad al artículo 630
del Código Procesal Civil.

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA


QUINTA SALA PENAL PARA PROCESOS CON REOS LIBRES

S.S. VIDAL MORALES


GONZALES HERRERA
GÓMEZ MARCHISIO

Resolución Nº 730
Expediente Nº 10955- 1999
Ref. Nº 896-2004
Materia: C/ Patrimonio - Usurpación Agravada (Ministración Provisional)
Lima, 15 de julio de 2010.

AUTOS Y VISTOS.- Interviniendo como Ponente la señora Juez Superior


Gómez Marchisio; con lo expuesto en el dictamen del Fiscal Superior obrante

393
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

de fojas tres mil seiscientos cuarentitres a tres mil seiscientos cuarenticuatro; y


oído los informes orales conforme se acredita en la constancia de relatoría de
fojas tres mil seiscientos sesenticinco.
ASUNTO:
Es materia de grado la apelación interpuesta por los agraviados Alfredo
Rivas Viguria, Humberto Fernández Oblitas, Vicente Rojas Navarrete, y Juan
Gualberto Tello Sayes contra el auto de fecha trece de agosto del dos mil nueve,
obrante a fojas tres mil quinientos ochenticinco, que declara sin efecto la medida
de Ministración Provisional, dispuesta en el cuaderno respectivo a fojas vein-
ticuatro, confirmada por el Superior Colegiado a fojas seiscientos sesentinueve
a seiscientos setenta; y devolver la posesión de los bienes inmuebles materia
de la instrucción a las mismas personas que fueron lanzadas del bien, indepen-
dientemente de si tuvieron o no la condición de procesados.
CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Que, los apelantes sostienen, que si bien es cierto la acción
penal ha prescrito, ello se debe a que de manera innecesaria, se ha extendido
el proceso por más de diez años; por lo que consideran injusto que pretendan
devolver a los procesados el bien inmueble que es de su propiedad y de la que
actualmente ostentan su posesión; asimismo, señala que es cierto que las “me-
didas incidentales corren la suerte del principal”; sin embargo, no puede darse
en todos los casos, como el presente, ya que se ha demostrado con pruebas
contundentes la posesión y propiedad de los bienes inmuebles a favor de los
agraviados.
SEGUNDO.- Que, la Ministración Provisional de un predio es una medida
dirigida al cese de una actividad ilícita, es decir, que debe de entenderse como
que se anticipa provisionalmente uno de los efectos de la sentencia en el supues-
to que esta sea de naturaleza condenatoria: la devolución del bien usurpado al
agraviado, en el caso concreto; por lo que su naturaleza jurídica es una medida
cautelar de no innovar [ante la inminencia de un perjuicio irreparable el juez
puede dictar una medida destinada a conservar la situación de hecho o derecho
existente antes de la perpetración del ilícito].
TERCERO.- Que, en el supuesto fáctico de verificarse esta medida cautelar
de Ministración Provisional, como es el caso fáctico del presente proceso penal,
ello importa un aseguramiento del predio a disposición de los agraviados, ante
un supuesto expectaticio de una “sentencia condenatoria”.
CUARTO.- Lo glosado en el párrafo precedente, está así establecido en la
norma especifica de nuestro ordenamiento jurídico nacional, decreto Legislativo

394
MEDIDAS REALES

trescientos doce, segundo párrafo de su artículo primero, cuando textualmente


dice; “... Si el juez instructor estima que hay motivo fundado para suponer que
se ha cometido el delito de usurpación, dentro del año anterior a la apertura
de instrucción, y siempre que el derecho del agraviado esté fehacientemente
acreditado, ordenará la desocupación en el término de veinticuatro horas,
ministrando provisionalmente la posesión al agraviado.....; que, en ese sentido,
la Ministración Provisional del predio en litis, se realizó bajo el imperativo de
la norma descrita anteriormente; siendo preciso recalcar, que su imposición no
implica necesariamente un adelanto de criterio, por cuanto al ser un acto que
está sujeto a probanza sobre el fondo mismo de lo reclamado, puede ser objeto
de variación de acuerdo al resultado de la valoración de los medios probatorios
que se actúen [Cfr. Resolución de Vista de fecha treintiuno de mayo del dos mil
obrante a fojas 669 en el Cuaderno de Ministración Provisional de Posesión].
QUINTO.- En ese orden de ideas, en el caso de autos, si bien no se ha dado
sentencia absolutoria, el hecho que se haya extinguido la acción penal por la
institución de la prescripción, conlleva irremediablemente, a un mismo efecto,
ya en un supuesto u otro, “el de no poder condenar a los imputados, consiguien-
temente el de no poder pronunciarse sobre la Ministración Provisional”.
SEXTO.- Que, en ese sentido, no pasa desapercibido para este Colegiado,
que al dictarse sentencia que declara extinguida la acción penal por prescripción
a favor de los imputados, (sea por prescripción o sea por absolución, su efecto
es de extinguir el proceso), sin que haya sido posible ampararse el derecho de
los agraviados, las medidas cautelares (entre ellas la Ministración Provisional),
se cancelan de pleno derecho, de conformidad al artículo 630(1) del Código Pro-
cesal Civil, aplicando supletoriamente este articulado al caso concreto, por lo
que debe restituirse la posesión a los encausados, sin perjuicio de dejar a salvo
el derecho de los agraviados, para interponer o proseguir las acciones legales
civiles con la medidas cautelares correspondientes; ello por cuanto es de verse
que se ministró posesión a los agraviados, a merito de la resolución que la con-
cede a pedido de parte, que corre a fojas veinticuatro, y que fuera confirmada
por esta Superior Sala a fojas seiscientos sesentinueve a setenta, sustentada en

(1) Artículo 630 del CPC.- Cancelación de la medida: “Si la sentencia en primera instancia declara
infundada la demanda, la medida cautelar queda cancelada, aunque aquella hubiere sido im-
pugnada. Sin embargo, a pedido del solicitante el Juez podrá mantener la vigencia de la medida
hasta su revisión por la instancia superior, siempre que se ofrezca contracautela de naturaleza
real o fianza solidaria”.

395
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

la normatividad legal analizada en el considerando cuarto; en consecuencia, la


resolución apelada se encuentra arreglada a ley.
FALLO RESOLUTIVO:
CONFIRMARON: la resolución de fecha trece de agosto del dos mil nueve,
obrante de fojas tres mil quinientos ochenticinco a tres mil quinientos ochentio-
cho, que declara sin efecto la medida de Ministración Provisional, dispuesta en el
cuaderno respectivo a fojas veinticuatro, confirmada por el Superior Colegiado
a fojas seiscientos sesentinueve a seiscientos setenta; y devolver la posesión
de los bienes inmuebles materia de la instrucción a las mismas personas que
fueron lanzadas del bien, independientemente de si tuvieron o no la condición
de procesados; notificándose y los devolvieron.

396
MEDIDAS REALES

098. Embargo: Recurso de revisión no impide ejecución


forzada de reparación civil
Si bien el agente señala que se emitió sentencia con documen-
tación fraudulenta y hechos falsos, por lo que habría inter-
puesto la revisión del proceso, encontrándose aún pendiente
el pronunciamiento de la Corte Suprema; sin embargo, con
estos fundamentos se pretende cuestionar la responsabilidad
del encausado, situación que de ampararse se estaría atentando
contra la cosa juzgada. Por ello, se ordena que se lleve adelante
la ejecución forzada de la reparación civil fijada por la sen-
tencia ejecutoriada y en consecuencia se dispone el embargo
en forma de depósito con carácter de secuestro judicial de los
bienes del sentenciado.

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA


PRIMERA SALA PENAL PARA PROCESOS CON REOS LIBRES

S.S. PARIONA PASTRANA


PLACENCIA RUBIÑOS
EYZAGUIRRE GÁRATE

Resolución Nº 2554-2010
Expediente Nº 813 - 2005 “A”
Lima, 2 de noviembre de 2010

VISTOS.- avocándose al conocimiento de la presente causa el Colegiado


Superior que suscribe a mérito de la Resolución Administrativa número sete-
cientos veintiocho guión dos mil diez guión P guión CSJLI/PJ publicada en el
Diario Oficial El Peruano, el diecisiete de setiembre del presente año; el recurso
de apelación interpuesto por la defensa del encausado Héctor Emilio Gonzáles
Injoque contra la resolución de folios ciento ochenta y seis, del ocho de enero
de dos mil nueve; con la razón emitida por la señora Relatora e interviniendo
como ponente el señor Juez Superior Pariona Pastrana; y, ATENDIENDO:
PRIMERO.- Que, el sentenciado Héctor Emilio Gonzáles Injoque en su recurso
de apelación formalizado a folios ciento noventa y cuatro, alega que fue proce-
sado y condenado por el delito de estafa, por el hecho de haber supuestamente

397
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

cambiado de dirección en el documento de mutuo acuerdo; sin embargo, existe


pronunciamiento de distintos Órganos Jurisdiccionales; que se emitió sentencia
con documentación fraudulenta y hechos falsos, por lo que interpuesto revisión
del procesos, encontrándose aún pendiente el pronunciamiento de la Corte
Suprema; SEGUNDO.- Que, la expresión de agravios esgrimido por la defensa
del sentenciado Héctor Emilio Gonzáles Injoque en su recurso de apelación
formalizado a folios ciento noventa y cuatro, van a definir y delimitar el pro-
nunciamiento del Colegiado Superior, en aplicación al principio de congruencia
recursal; TERCERO.- Que, del escrito de apelación de folios ciento noventa y
cuatro, se advierte que la defensa esgrime fundamentos que pretenden cuestionar
la responsabilidad del encausado Héctor Emilio Gonzáles Injoque en el delito
de estafa; situación que no puede ser amparada por este Colegiado Superior
en el caso de autos, en tanto, de ampararse tal situación, se estaría atentando
contra la cosa juzgada, toda vez, que su responsabilidad penal en el delito que
se le imputó, quedó establecida en la sentencia de folios ciento treinta y dos,
del veinticuatro de junio de dos mil cuatro, integrada por resolución de folios
treinta y dos, del doce de julio de dos mil cinco, y que luego de haber sido im-
pugnada, fue confirmada por Ejecutoria Superior de folios ochenta, del treinta
de mayo de dos mil seis; en ese sentido, se colige que el recurso de apelación
de autos no se encuentra orientado a cuestionar la resolución emitida por el a
quo, pues, no expresa cuales son los agravios que le causa; consideraciones por
las cuales CONFIRMARON: la resolución de folios ciento ochenta y seis, del
ocho de enero de dos mil nueve, en el extremo que ordena que se lleve adelante
la ejecución forzada de la Reparación Civil fijada por la sentencia ejecutoriada
de folios trescientos dos y ss., su fecha treinta de mayo de dos mil seis y en con-
secuencia DISPONE: bajo cuenta y riesgo de la ejecutante el embargo en forma
de depósito con carácter de secuestro judicial con desposesión de su tenedor y
entrega a su custodio del ciudadano Amador Aguado Zorrilla, identificado con
documento nacional de ciudadano número cero ocho cinco ocho siete uno dos
seis, domiciliado en el jirón César Vallejo número novecientos noventa y dos
- Urbanización Covida, en el distrito de Los Olivos, de los bienes muebles que
se encuentran en el domicilio de los sentenciados Héctor Emilio Gonzáles Injo-
que y Zoila Irma Cossio Neris de Gonzáles, sito en la calle Heráclides Cabrera
número seiscientos noventa, zona A, en el distrito de San Juan de Miraflores,
hasta por la suma de cinco mil nuevos soles, autorizándose el descerraje del in-
mueble citado, en caso de ser necesario; con lo demás que contiene al respecto.
Notificándose y lo devolvieron.

398
MEDIDAS REALES

099. Embargo de remuneraciones: Procedencia de reduc-


ción por acreditarse ingresos bajos
Tomándose en consideración en la boleta de pago del senten-
ciado que su remuneración total es la de 996 nuevos soles,
que con los descuentos de ley se reduce a 649 nuevos soles
con un céntimo, exceptuando la suma de 220 nuevos soles
que no debe ser contada por cuanto constituye un descuento
por pensión alimenticia ordenado por sentencia, más no un
descuento por ley, esta última suma se estima por conveniente
reducirse a un monto ascendente a 167.20 con 20/100 nuevos
soles por un periodo de veinticinco meses, efectuándose así
una adecuada cuantificación a un monto proporcional a los
ingresos percibidos por el agente, para en cuyo valor recaiga el
monto a embargarse, sin que ello implique colocar en peligro
su subsistencia.

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA


PRIMERA SALA ESPECIALIZADA EN LO PENAL PARA PROCESOS
CON REOS LIBRES

SS. PARIONA PASTRANA


PLACENCIA RUBIÑOS
EYZAGUIRRE GÁRATE

Resolución Nº 2446-2010
Expediente Nº 16052-2005-1
Lima, 18 de octubre de 2010

AUTOS Y VISTOS.- Avocándose al conocimiento de la presente causa


el Colegiado que suscribe en atención a la Resolución Administrativa número
setecientos veintiocho –dos mil diez– P-CSJLI-PJ, publicada en el Diario Ofi-
cial El Peruano el diecisiete de setiembre del año en curso-, con la razón que
antecede, e interviniendo como ponente la señora Juez Superior Liliana del
Carmen Placencia Rubiños; en la apelación interpuesta por el sentenciado Juan
Manuel Blas Nina.

399
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

ANTECEDENTES:
Es materia de grado en vía de ejecución de sentencia, la resolución que en
copias certificadas corre a folios ciento sesentiocho a ciento setenta, su fecha
dos de octubre del dos mil nueve, que decretó: procedente la solicitud de em-
bargo en forma de retención solicitada por Maricruz Rosalyn Vera Cuadros,
consecuentemente, trábese embargo en forma de retención, hasta por la suma de
cuatro mil ciento ochenta nuevos soles, correspondiente a la pensión de alimentos
devengados del periodo comprendido entre el veinticinco de abril del dos mil
tres al trece de diciembre del dos mil cuatro, retención que se efectuará mes a
mes por un monto ascendente a doscientos nueve nuevos soles por un lapso de
veinte meses sobre la remuneración mensual del demandado, monto adicional
a la pensión de alimentos ordenados por el juzgado correspondiente.
CONSIDERADOS:
PRIMERO.- Que, habiendo delimitado la venida de grado, nos remitire-
mos a los fundamentos del apelante, quien a folios ciento setentisiete a ciento
setentinueve, sostiene puntualmente que la recurrida adolece de serias deficien-
cias legales, habiéndose expedido en contra del ordenamiento jurídico, pues es
empleado de la empresa Negociación Pecuaria Santa Patricia S.A. desde enero
del dos mil cuatro hasta la actualidad, donde tiene un ingreso mensual bruto
de novecientos cuarentiuno nuevos soles, siendo un joven provinciano natural
de Cusco, con una madre en delicado estado de salud que depende económi-
camente de su persona y que al retenérsele la suma de doscientos nuevos soles
mensuales le quitan la posibilidad de ayudarle con los telegiros que como hijo
responsable le envía para su alimentación, vestimenta y salud; el cual de otro
lado, también le genera gastos en su caso por vivir en cuarto alquilado, donde
además de satisfacer sus necesidades básicas, tiene que pagar los servicios de
agua y luz, hechos que en sumo ocasionarían un grave perjuicio en su estado
de salud, por lo que solicita que la retención sea ascendente a la suma de ciento
cuatro nuevos soles, por un periodo de cuarenta meses.
SEGUNDO.- Que, de lo actuado se desprende, que el presente proceso se
encuentra en estado de ejecución de sentencia de fecha veintiséis de octubre del
dos mil siete, conforme es de verse a folios noventicinco a noventiocho, la que
quedó consentida mediante resolución corriente a folios ciento tres, su fecha
veintiséis de octubre del dos mil siete por no haber medio impugnatorio alguno
contra la referida sentencia, pronunciándose así por la condena de Juan Manuel
Blas Nina, por delito contra la Familia-Omisión de prestar asistencia alimenti-
cia, en perjuicio de Manuel Roberto Blas Vera, imponiéndole dos años de pena
privativa de libertad, suspendida por un periodo de prueba de un año, sujeto al

400
MEDIDAS REALES

cumplimiento de reglas de conducta allí detalladas, y fija en quinientos nuevos


soles la suma que por concepto de reparación civil deberá pagar el sentenciado
a favor del agraviado, sin perjuicio del abono total de los pagos devengados a
que se encuentra obligado, siendo esta última disposición la que se encuentra
en controversia por existir una medida de embargo decretada en contra del sen-
tenciado sobre su haber remunerativo.
TERCERO.- Que, a folios ciento treintidós obra el escrito presentado por
la parte agraviada, en cuya parte final solicita requerírsele al sentenciado al
cumplimiento de la sentencia, que al ser proveída mediante resolución de fecha
dieciséis de marzo del dos mil nueve se le requiere a fin de que cumpla con el
pago de los devengados y reparación civil, bajo apercibimiento de embargo en
caso de incumplimiento; de tal manera, que al hacerse efectivo ante el pedido
de la agraviada corriente a folios ciento treintiocho por persistir en la falta de
cumplimiento, reiterada a folios ciento sesenta y cinco en lo que respecta tan
solo al pago de las pensiones devengadas, el a quo declaró procedente la soli-
citud de embargo en forma de retención hasta por la suma de cuatro mil ciento
ochenta nuevos soles por el periodo comprendido entre el veinticinco de abril
del dos mil tres al trece de diciembre del dos mil cuatro, en una suma mensual
ascendente a doscientos nueve nuevos soles por el lapso de veinte meses sobre
la remuneración mensual del demandado.
CUARTO.- Que en ese sentido, la doctrina nacional sostiene (...) que una
vez que la sentencia adquiera firmeza, ya sea porque las partes se conforman
con lo decidido o porque se ha cumplido y resuelto por el Tribunal competente
los recursos que la ley prevé contra ella, corresponde ejecutar procesalmente
su contenido(...)(1); como es el caso de autos, donde al estar en vía de ejecución
corresponde dirimir la venida en grado, al respecto añadimos; así entonces,
“(...)es derecho de todo ciudadano de que las resoluciones judiciales sean eje-
cutadas o alcancen su plena eficacia en los propios términos en que fueron dic-
tadas; esto es, respetando la firmeza e intangibilidad de las situaciones jurídicas
allí declaradas(...)(2), lo contrario sería lesionar la seguridad jurídica y la tutela
jurisdiccional efectiva; de ahí que, corresponde a los órganos jurisdiccionales
ajustarse a lo juzgado en un proceso anterior cuando tengan que decidir sobre

(1) SAN MARTÍN CASTRO, César. Derecho Procesal Penal. Volumen II, Grijley, Lima - Perú, 1999.
(2) Expediente Nº 02951-2009-PHC/TC, caso Óscar Eliseo Medelius Rodríguez, referente al prin-
cipio de la cosa juzgada y la prohibición constitucional de revivir procesos fenecidos, que hace
mención los términos por los cuales debe ejecutarse la sentencia firme, f. 5.

401
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

una relación o situación jurídica respecto de la cual existe una sentencia firme,
derivada de un proceso; de modo tal, que para el caso que nos ocupa no existe
otra circunstancia más que cumplir cabalmente lo ordenado por la autoridad
competente en correspondencia además con otros derechos de igual importancia
protegidos constitucionalmente.
QUINTO.- Que para resolver el caso en concreto, debemos tomar como
base lo establecido en el inciso sexto, párrafo segundo del artículo seiscientos
cuarentiocho del Código Procesal Civil, aplicable supletoriamente al caso, que
establece que son embargables las remuneraciones cuando no excedan de cinco
unidades de referencia procesal. El exceso es embargable hasta una tercera parte.
Cuando se trata de garantizar obligaciones alimentarías, el embargo procederá
hasta el sesenta por ciento del total de los ingresos, con la sola deducción de
los descuento establecidos por ley; que bajo dicha perspectiva, queda determi-
nado entonces que la remuneración puede ser objeto de embargo, por lo que
teniendo en cuenta que el sentenciado adeuda a la agraviada la suma de cuatro
mil ciento nuevos soles, por pensiones devengadas correspondiente al periodo
comprendido entre el veinticinco de abril del dos mil tres al trece de diciembre
del dos mil cuatro, la medida dispuesta por el juez resulta acertada, no obstante
lo que corresponde a este Colegiado determinar, estando a los argumentos de la
apelación efectuada por el recurrente, donde en concreto solicita la reducción
de la suma retenida por afectar sus derechos de subsistencia, es examinar si en
efecto el monto embargado en forma de retención se encuentra arreglado a ley.
SEXTO.- Que para tal efecto debe tomarse en consideración, la boleta de
pago del sentenciado Juan Manuel Blas Nina obrante a folios ciento setentiséis
correspondiente del primero al treinta de setiembre del dos mil nueve, de ella
se advierte que su remuneración total es la de novecientos noventiséis nuevos
soles, la cual con los descuentos de ley se reduce a seiscientos cuarentinueve
nuevos soles con un céntimo, [exceptuando la suma de doscientos veinte nuevos
soles que no debe ser contado por cuanto constituye un descuento por pensión
alimenticia ordenado por sentencia, más no un descuento por ley]; suma que
haciendo la deducción del caso, se estima por conveniente reducirla efectuando
una adecuada cuantificación a un monto proporcionalidad a los ingresos perci-
bidos por el apelante, para en cuyo valor recaer el monto a embargar, sin que
ello implique colocar en peligro su subsistencia; de manera que al tener como
postulado la prevalencia a un orden justo para expedir una resolución acorde a
las pretensiones postuladas por los justiciables, es que corresponde atender la
pretensión de la apelante.

402
MEDIDAS REALES

FALLO RESOLUTIVO:
Por dichos fundamentos, CONFIRMARON la resolución que en copias
certificadas corre a folios ciento sesentiocho a ciento setenta, su fecha dos de
octubre del dos mil nueve, que en el extremo que DECRETO: procedente la
solicitud de embargo en forma de retención solicitada por Maricruz Rosalyn Vera
Cuadros, consecuentemente, trabese embargo en forma de retención, hasta por
la suma de cuatro mil ciento ochenta nuevos soles, correspondiente a la pen-
sión de alimentos devengados del periodo comprendido entre el veinticinco de
abril del dos mil tres al trece de diciembre del dos mil cuatro, retención que se
efectuara en forma mensual; revocaron la misma, en cuanto DISPONE: Por un
monto ascendente a doscientos nueve nuevos soles por un lapso de veinte meses
sobre la remuneración mensual del demandado, monto adicional a la pensión de
alimentos ordenados por el juzgado correspondiente; y, REFORMÁNDOLA:
retención por un monto ascendente a ciento sesentisiete con 20/100 nuevos
soles por un periodo de veinticinco meses, sobre la remuneración mensual del
demandado, monto adicional a la pensión de alimentos ordenados por el juzga-
do correspondiente; en el proceso en vía de ejecución de sentencia instaurado
en contra de Juan Manuel Blas Nina, por delito contara la Familia-Omisión de
prestar asistencia alimenticia, en perjuicio de Manuel Roberto Blas Vera; devol-
viendo los autos al Juzgado de origen para los fines pertinentes, notificándose.

403
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

100. Ministración provisional: Naturaleza de medida cau-


telar de no innovar
La ministración provisional de un predio es una medida di-
rigida al cese de una actividad ilícita, es decir, que debe de
entenderse como que se anticipa provisionalmente uno de los
efectos de la sentencia en el supuesto que esta sea de naturaleza
condenatoria: la devolución del bien usurpado al agraviado,
en el caso concreto; por lo que su naturaleza jurídica es una
medida cautelar de no innovar, pues ante la inminencia de un
perjuicio irreparable el juez puede dictar una medida destinada
a conservar la situación de hecho o derecho existente antes de
la perpetración del ilícito.

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA


QUINTA SALA PENAL PARA PROCESOS CON REOS LIBRES

Sra. GÓMEZ MARCHISIO

Resolución Nº 1424
Expediente Nº 52307-2008-1
Ref. Nº 106-2010-A
Materia: C/ Patrimonio - Usurpación (Ministración Provisional)
Lima, 27 de diciembre de 2010

AUTOS Y VISTOS.- Interviniendo como Tribunal Unipersonal la Señora


Juez Superior Gómez Marchisio; y de conformidad con lo opinado por el señor
Fiscal Superior en su dictamen de fojas doscientos tres a doscientos cuatro.
ASUNTO:
Es materia de grado la apelación interpuesta por el encausado Fernando
Luis Jerónimo Alegre contra el auto de fecha dieciocho de setiembre del dos
mil nueve, obrante a fojas ciento setentiseis a ciento setentisiete, que resuelve
otorgar Ministración Provisional del inmueble sub judice, a la agraviada Raquel
Fowks Sandoval.

404
MEDIDAS REALES

CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Que, el apelante sostiene, que él no ha sido un simple trami-
tador que ofreció sus servicios a la agraviada, sino que ha convivido con ella
en el citado domicilio, sito en Av. Mariategui Nº 423 - Jesús María; aduciendo
que, ello se puede corroborar con las fotos de fojas 118/123, con los recibos de
dinero, con las postales y documentos dirigidos a la Clínica San Bernardo, de
fecha nueve de abril del dos mil uno, en que la agraviada, solicita comprobante
de “su esposo”, refiriéndose al recurrente; y que, de otro lado, se habría fraguado
la firma de la agraviada, ya que las firmas que aparecen en su preventiva, de
fojas 155/156, y en el documento de folios 160, son iguales; pero, no así, la que
aparece a folios 172.
SEGUNDO.- Que, la Ministración Provisional de un predio es una medida
dirigida al cese de una actividad ilícita, es decir, que debe de entenderse como
que se anticipa provisionalmente uno de los efectos de la sentencia en el supues-
to que esta sea de naturaleza condenatoria: la devolución del bien usurpado al
agraviado, en el caso concreto; por lo que su naturaleza jurídica es una medida
cautelar de no innovar [ante la inminencia de un perjuicio irreparable el juez
puede dictar una medida destinada a conservar la situación de hecho o derecho
existente antes de la perpetración del ilícito].
TERCERO.- Que, en el supuesto fáctico de verificarse esta medida cautelar
de Ministración Provisional, como es el caso fáctico del presente proceso penal,
ello importa un aseguramiento del predio a disposición de los agraviados, ante
un supuesto expectaticio de una “sentencia condenatoria”.
CUARTO.- Lo glosado en el párrafo precedente, está así establecido en la
norma especifica de nuestro ordenamiento jurídico nacional, decreto Legislativo
trescientos doce, segundo párrafo de su artículo primero, cuando textualmente
dice; “(...) Si el juez instructor estima que hay motivo fundado para suponer
que se ha cometido el delito de usurpación, dentro del año anterior a la apertura
de instrucción, y siempre que el derecho del agraviado esté fehacientemente
acreditado, ordenará la desocupación en el término de veinticuatro horas, mi-
nistrando provisionalmente la posesión al agraviado(...)”; que, en ese sentido,
la Ministración Provisional del predio en litis, se realizó bajo el imperativo de
la norma descrita anteriormente; siendo preciso recalcar, que su imposición no
implica necesariamente un adelanto de criterio, por cuanto al ser un acto que
está sujeto a probanza sobre el fondo mismo de lo reclamado, puede ser objeto
de variación de acuerdo al resultado de la valoración de los medios probatorios
que se actúen.

405
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

QUINTO.- Que, en el caso de autos, es de apreciarse de la copia literal Ficha


Nº 1147398, Partida Nº 40712119 de fecha once de diciembre de mil novecientos
ochentinueve obrante a fojas sesenta, otorgada por la oficina Registral de Lima y
Callao, el inmueble sublitis, fue vendido a favor de la agraviada Raquel Fowks
Sandoval, documento con el que la actual agraviada acredita la fehaciencia
y verosimilitud de su derecho de posesión y propiedad, respecto al inmueble
materia de autos; aunado a ello, la declración preventiva de la agraviada Fowks
Sandoval [ver fojas 155/156], donde se ratifica de su denuncia que dio origen a
la presente instrucción, y en la que aclara y precisa que el encausado Gerónimo
Alegre no ha sido su conviviente como este aduce, sino que eventualmente le dio
alojamiento en una parte del inmueble, por haber actuado a su favor, en calidad
de un simple tramitador, sin haberle otorgado ningún documento de posesión
sobre el citado inmueble, del que ha sido despojado por el recurrente, quien ha
hecho abuso de confianza, aprovechando su precario estado de salud físico y
mental, dada su avanzada de edad.
SEXTO.- Complementa esta tesis, la pericia de psicología forense
Nº 335/2008, de fecha dos de agosto del dos mil ocho, obrante a fojas 42/43,
en cuya conclusión se establece: “Raquel Folks Sandoval (74), en el momento
de la evaluación, presenta indicadores de una demencia senil, caracterizado por
disminución de su memoria para hechos pasados y recientes; desorientación en
tiempo y lugar, con lenguaje confuso y repetitivo, merma en su capacidad de
análisis y juicio social que el impide percibir y evaluar la realidad”; en conse-
cuencia, la suscrita es del criterio que la resolución ha sido emitida dentro de
los parámetros y garantías de la ley; debiendo confirmarse la recurrida en todos
sus extremos.
FALLO RESOLUTIVO:
CONFIRMAR: el auto de fecha dieciocho de setiembre del dos mil nueve,
obrante a fojas ciento setentiseis a ciento setentisiete, que resuelve otorgar
la Ministración Provisional del inmueble sub judice (sito en Av. Mariátegui
Nº 423 - Jesús María), a la agraviada Raquel Fowks Sandoval; y, con lo demás
que contiene, notificándose y los devolvieron.

406
MEDIDAS REALES

101. Ministración provisional: Improcedencia por no haber


apariencia del derecho ni motivo fundado para
suponer comisión de usurpación
La ministración provisional como medida cautelar, tiene por
objeto la inmediata obtención al derecho que aparece presu-
miblemente vulnerado, a efectos de evitar que la alteración se
torne irreparable. Y si bien el agraviado, aisladamente y sin
otras actuaciones, ha indicado que se encontraba en posesión
del bien sublitis, no se advierte apariencia en el derecho invo-
cado ni motivo aparentemente fundado para suponer que se ha
cometido el delito de usurpación; por lo que se desestima por
ahora lo ministración provisional solicitada por inconcurren-
cia de los presupuestos exigidos por el artículo 1 del Decreto
Legislativo Nº 312.

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA


PRIMERA SALA EN LO PENAL PARA PROCESOS CON REOS LIBRES

S.S. PLACENCIA RUBIÑOS


EYZAGUIRRE GÁRATE
ALESSI JANSSEN

Resolución Nº 2544
Expediente Nº 5747-2008-1
Lima, 9 de setiembre de 2010

AUTOS Y VISTOS: Oído el informe oral conforme se contrae de la cons-


tancia de Relatoría de fojas cuatrocientos ochentisiete; e, interviniendo como
ponente la señora Juez Superior Liliana del Carmen Placencia Rubiños; y, con
lo expuesto por la señora Fiscal Superior en su dictamen de fojas cuatrocientos
sesenticuatro a cuatrocientos sesentiséis.
ANTECEDENTES:
Es materia de grado el Auto de fecha quince de octubre del dos mil nueve,
que en copias certificadas obra a folios trescientos sesentiocho a trescientos
sesentinueve, que resuelve declarar improcedente la solicitud de Ministración
Provisional solicitada por los agraviados Manuel Ernesto Huaroc Alfaro, Nelly

407
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

Quillas Cupe y Julio César Lara Samaniego, en el proceso seguido contra


Constansa Sulca Gutiérrez y Amado Sulca Gutiérrez, por delito contra el Patri-
monio –Usurpación Agravada–; ante la apelación que fuera interpuesta por los
agraviados Manuel Ernesto Huaroc Alfaro, Nelly Quillas Cupe y Julio César
Lara Samaniego, conforme a los fundamentos contenidos en su recurso de fojas
trescientos setenticuatro a trescientos setentinueve.
ATENDIENDO:
PRIMERO.- Que, los fundamentos de los apelantes inciden en señalar que
está demostrado en los actuados la posesión de ostentaban al momento de ser
despojados del inmueble materia de la usurpación, habiéndose efectuado cons-
tataciones policiales que así lo acredita.
SEGUNDO.- Que, la imputación recaída contra los procesados, radica en
que con fecha veinte de junio del dos mil siete, aprovechando que su hermana
Victoria se habría encontrado en posesión de dos habitaciones del inmueble
ubicado en el Jirón Miroquezada número ocho tres tres - Cercado de Lima en
calidad de inquilina, habían despojado violentamente de la posesión de dicho
inmueble a los agraviados, para lo cual habrían procedido a retirar sus enseres al
patio del inmueble aprovechando que estos no se encontraban, siendo despojados
de la posesión que ostentaban en mérito al contrato de arrendamiento celebrado
con la Sociedad de Beneficencia Pública.
TERCERO.- Que, el Decreto Legislativo Número trescientos doce en su
primer artículo, establece los presupuestos para estimar la procedencia de la
Ministración Provisional, siendo los siguientes: i) Que haya motivo fundado
para suponer que se ha cometido el delito de usurpación; li) que se haya come-
tido dentro del año anterior a la apertura de instrucción; y, iii) Que el derecho
del agraviado este fehacientemente acreditado; siendo así, es menester precisar
para el caso que nos convoca, que “...la Ministración Provisional como medida
cautelar, tiene por objeto la inmediata obtención al derecho que aparece presu-
miblemente vulnerado, a efecto de evitar que la alteración se torne irreparable,
lo que no implica necesariamente un delante de criterio, por cuanto, al ser un
acto que está sujeto a probanza sobre el fondo mismo de lo reclamado, puede
ser objeto de variación de acuerdo al resultado de la valoración de los medios
probatorios que se actúen(...)”(1).

(1) Exp. Nº 6288-99-Lima, Ej, Sup, 20 abril 1998, en: ROJAS VARGAS, Fidel., Jurisprudencia
penal patrimonial, 1998-2000, Grijley, Lima, 2000, p. 415 (la negrita es nuestra).

408
MEDIDAS REALES

CUARTO.- Que, sentadas estos presupuestos materiales y estando a las co-


pias certificadas aparejadas a la presente incidencia de ministración provisional,
se deberá establecer si se cumplen los requisitos exigidos para su procedencia;
en este caso, se puede apreciar que el hecho imputado se habría realizado dentro
del año anterior a la apertura de instrucción (véase fojas ciento diecinueve a
ciento veintitrés); sin embargo, se ha verificado la inspección ocular conforme
se observa de fojas doscientos trece a doscientos a diecinueve, donde lo único
que se apreciaría es la condición en que se encuentra el inmueble y la posesión
de los procesados del mismo; de igual manera, al recibirse la declaración testi-
monial de la persona de Percy Emiliano Centeno Román de fojas cincuentidos a
cincuentitrés, en su calidad de Director General de Inmobiliarias de la Sociedad
de Beneficencia de Lima refirió respecto al inmueble sublitis que... “la proce-
sada Constansa Sulca Gutiérrez viene realizando pagos mensuales en virtud de
un compromiso de pago verbal”, y que si bien los agraviados en sus distintas
declaraciones que emergen en autos indicaron que se encontraban en posesión
del bien sub litis, ello aisladamente sin otras actuaciones, no se advierte por
ahora apariencia en el derecho invocado ni motivo aparentemente fundado para
suponer que se ha cometido el delito de usurpación; por lo que se han constituido
circunstancias que conllevan a este Superior Colegiado a desestimar por ahora
lo peticionado por la recurrente ante la inconcurrencia de los presupuestos exi-
gidos por el artículo primero del Decreto Legislativo número trescientos doce.
QUINTO.- Que, siendo ello así, es de advertirse, que no se ha cumplido
con los señalado en el artículo uno del Decreto Legislativo número trescientos
doce, para la procedencia de la ministración provisional, esto es, la exigencia
de la concurrencia de los tres presupuestos antes señalados; asimismo, debe
precisarse que lo resuelto, no implica un adelanto de criterio en cuanto al fondo
de los hechos que son materia de proceso, toda vez, que el a quo en su oportu-
nidad, deberá valorar los medios probatorios existentes y resolver la cuestión
materia de controversia.
FALLO RESOLUTIVO:
Fundamentos por los cuales CONFIRMARON el Auto de fecha quince de
octubre del dos mil nueve, que en copias certificadas obra a folios trescientos
sesentiocho a trescientos sesentinueve, que resuelve declarar improcedente
la solicitud de Ministración Provisional solicitada por los agraviados Manuel
Ernesto Huaroc Alfaro, Nelly Quillas Cupe y Julio César Lara Samaniego, en
el proceso seguido contra Constansa Sulca Gutiérrez y Amado Sulca Gutiérrez,
por delito contra el Patrimonio –Usurpación Agravada–; ante la apelación que
fuera interpuesta por los agraviados Manuel Ernesto Huaroc Alfaro, Nelly
Quillas Cupe y Julio César Lara Samaniego; con todo lo demás que contiene.
Notificándose y los devolvieron.

409
SEGUNDA PARTE
CRITERIOS RELEVANTES
DEL TRIBUNAL
CONSTITUCIONAL
2008-2011
CRITERIOS RELEVANTES DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

102. D
etención preliminar policial: Supuestos de
legitimidad
Sobre la detención personal el artículo 2, inciso 24), literal “f”,
de la Constitución prevé, taxativamente, la ocurrencia de dos
supuestos para que esta sea legítima: el mandato escrito y mo-
tivado del juez y el flagrante delito. Si se impugna la detención
porque presuntamente se ha efectuado sin que se presenten
ambos supuestos, se procederá a determinar si, en efecto, así ha
acontecido, a fin de verificar la posible vulneración del derecho
y disponer la excarcelación del recurrente o, de lo contrario,
desestimar la pretensión.

Expediente Nº 03197-2008-PHC/TC
APURÍMAC
NICOLASA ANDÍA ZEVALLOS

SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL


En Lima, a los 3 días del mes de febrero de 2009, la Sala Segunda del Tri-
bunal Constitucional, integrada por los magistrados Vergara Gotelli, Landa
Arroyo y Álvarez Miranda, pronuncia la siguiente sentencia
 
ASUNTO:
Recurso de agravio constitucional interpuesto por doña Nicolasa Andía
Zevallos contra la resolución de la Sala Mixta de la Corte Superior de Justicia
de Apurímac, de fojas 88, su fecha 23 de mayo de 2008, que declara infundada
la demanda de autos.
ANTECEDENTES:
(...)
FUNDAMENTOS:
1. El objeto de la demanda es que se disponga la excarcelación de la recurren-
te, quien habría sido arbitrariamente detenida en su domicilio por supuesto
delito de tráfico ilícito de drogas.
2. La libertad personal es un derecho subjetivo reconocido por el artículo 2,
inciso 24), de la Constitución Política del Perú, el artículo 9.1 del Pacto

413
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

Internacional de Derechos Civiles y Políticos y el artículo 7.2 de la Conven-


ción Interamericana sobre Derechos Humanos. Pero no solo es un derecho
subjetivo; es también uno de los valores esenciales de nuestro Estado Cons-
titucional de Derecho, pues fundamenta diversos derechos constitucionales
y justifica la propia organización constitucional.
No obstante, como todo derecho fundamental, la libertad personal no es un
derecho absoluto, pues su ejercicio se encuentra regulado y puede ser res-
tringido mediante ley. Siendo entonces que se somete a prescripciones, no
puede afirmarse que su ejercicio sea irrestricto. Al respecto conviene anotar
que en criterio consecuente con tal limitación la Norma Suprema no ampara
el abuso del derecho.
3. Sobre la detención personal el artículo 2, inciso 24), literal “f”, de la Cons-
titución prevé, taxativamente, la ocurrencia de dos supuestos para que esta
sea legítima: el mandato escrito y motivado del juez y el flagrante delito. En
lo que al caso se refiere, visto que se impugna la detención porque presunta-
mente se ha efectuado sin que se presenten ambos supuestos, se procederá
a determinar si, en efecto, así ha acontecido, a fin de verificar la posible
vulneración del derecho y disponer la excarcelación del recurrente o, de lo
contrario, desestimar la pretensión.
4. La norma constitucional precitada precisa que ambos supuestos no son
concurrentes y que el plazo para que el detenido sea puesto a disposición
de la autoridad pertinente es de 24 horas, con la excepción de los delitos de
terrorismo, espionaje y tráfico ilícito de drogas, en cuyo caso la detención
preventiva puede extenderse por 15 días. En el caso de autos la detención se
efectuó por el supuesto de flagrancia, pues el personal policial a cargo del
operativo consideró que la presencia de la recurrente en el lugar daba indicios
suficientes de su participación en el delito de tráfico ilícito de drogas.
5. Según lo ha establecido este Tribunal en reiterada jurisprudencia, la flagrancia
en la comisión de un delito requiere que se presente cualquiera de los dos
requisitos siguientes: a) la inmediatez temporal, es decir, que el delito se
esté cometiendo o que se haya cometido momentos antes; y b) la inmediatez
personal, es decir, que el presunto delincuente se encuentre en el lugar de
los hechos, en el momento de la comisión del delito y esté relacionado con
el objeto o los instrumentos del delito.
6. En el presente caso estos elementos de la flagrancia resultan cumplidos
conforme se desprende del acta de registro de domiciliario (f. 22), diligencia
llevada a cabo aproximadamente a las 16:00 horas del día 11 de abril de
2008, señalando que cuando se procedió a la revisión de la parte posterior del

414
CRITERIOS RELEVANTES DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

lado izquierdo de la conservadora se halló en el piso una bolsa de color


negro de plástico que contenía hojas diseminadas de marihuana, las que,
según el acta de descarte de droga, dieron resultado positivo. Aunado a
esto, el artículo 299 del Código Penal prevé la posesión no punible de
droga “[p]ara el propio e inmediato consumo, en cantidad que no exceda
de cinco gramos de pasta básica de cocaína, dos gramos de clorhidrato de
cocaína, ocho gramos de marihuana o dos gramos de sus derivados, un gramo
de látex de opio o doscientos miligramos de sus derivados”. Cabe precisar
que la droga hallada en el domicilio de la demandante tenía un peso de once
gramos de marihuana, hecho acreditado con las actas que obran de fojas 22
a 29, levantadas en presencia del representante del Ministerio Público.
7. En el contexto descrito anteriormente puede afirmarse que no se acredi-
ta el supuesto acto lesivo a la libertad personal de la demandante, por lo
que no resulta aplicable al presente caso el artículo 2 del Código Procesal
Constitucional.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le
confiere la Constitución Política del Perú
HA RESUELTO:
Declarar INFUNDADA la demanda de hábeas corpus.
S.S.
VERGARA GOTELLI
LANDA ARROYO
ÁLVAREZ MIRANDA

415
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

103. Detención preliminar policial: Elementos de la fla-


grancia delictiva
La flagrancia en la comisión de un delito a efectos de una de-
tención policial requiere el cumplimiento de cualquiera de los
dos requisitos siguientes: a) la inmediatez temporal, es decir,
que el delito se esté cometiendo o se haya cometido momentos
antes; y, b) la inmediatez personal, es decir, que el presunto de-
lincuente se encuentre en el lugar de los hechos, en el momento
de la comisión del delito, y esté relacionado con el objeto o los
instrumentos del delito.

Expediente Nº 05696-2009-PHC/TC
CALLAO
HENRRY HELI BUSTAMANTE CAMPOS

SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL


En Lima, a los 11 días del mes de enero de 2010, la Sala Segunda del Tribunal
Constitucional, integrada por los magistrados Mesía Ramírez, Beaumont
Callirgos y Eto Cruz, pronuncia la siguiente sentencia
 
ASUNTO:
Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Guillermo Augusto
Aguilar Velásquez, abogado defensor de don Henrry Heli Bustamante Campos,
contra la sentencia expedida por la Primera Sala Penal de la Corte Superior de
Justicia del Callao, de fojas 67, su fecha 30 de setiembre de 2009, que declaró
infundada la demanda de autos.
ANTECEDENTES:
(...)
FUNDAMENTOS:
Delimitación del petitorio
1. El objeto de la demanda es que se ordene la inmediata libertad del favorecido
don Henrry Heli Bustamante Campos, toda vez que habría sido detenido sin
que exista mandato judicial o flagrancia delictiva, vulnerándose su derecho
a la libertad personal. Asimismo, el recurrente señala que, en su calidad de

416
CRITERIOS RELEVANTES DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

abogado defensor, no se le ha permitido entrevistarse con su patrocinado,


lo cual vulnera el derecho de defensa del beneficiario.
Análisis del caso materia de controversia constitucional
(...)
4. Según la constante jurisprudencia de este Tribunal, la flagrancia en la comi-
sión de un delito requiere el cumplimiento de cualquiera de los dos requisitos
siguientes: a) la inmediatez temporal, es decir, que el delito se esté come-
tiendo o se haya cometido momentos antes; y, b) la inmediatez personal, es
decir, que el presunto delincuente se encuentre en el lugar de los hechos, en
el momento de la comisión del delito, y esté relacionado con el objeto o los
instrumentos del delito.
5. En el caso de autos se aprecia que con fecha 12 de setiembre de 2009,
personal policial de la Comisaría PNP Ciudadela Chalaca, luego de tomar
conocimiento de que un vehículo camión estaba ingresando al AA.HH. Puerto
Nuevo - Callao con la finalidad de abastecer de drogas a los micromerciali-
zadores de drogas del lugar, procedieron a su búsqueda, siendo ubicado a la
altura de la cuadra 5 de la avenida Los Misioneros, intervenido, a horas 21:50
p.m. al beneficiario Henrry Heli Bustamante Campos, quien conducía dicho
vehículo, hallándose en su poder un (01) envoltorio con sustancia cristalina
al parecer clorhidrato de cocaína, y en el llavero del vehículo nueve (09)
envoltorios con sustancia blanquecina, al parecer PBC, tres (03) envoltorios
con sustancia blanquecina al parecer PBC, dos (02) envoltorios con sustancia
blanquecina al parecer PBC, razón por la cual fue inmediatamente detenido
por los efectivos policiales. Asimismo, al constituirse a su domicilio y con
autorización del hermano del favorecido, procedieron al registro domiciliario,
encontrando 1100 gramos aproximadamente de hierba verduzca con hojas
con olor característico a marihuana (fojas 18). Este hecho, a juicio de este
Colegiado, supone la secuela de inmediatez temporal e inmediatez personal
que configura la flagrancia delictiva, pues revela indicios razonables de la
participación del beneficiario en el delito de tráfico ilícito de drogas. Asi-
mismo, debe añadirse que en la detención se cumplieron las formalidades
de ley, lo que descarta toda posible arbitrariedad, tal como se aprecia de la
notificación de la detención y del acta de registro personal (fojas 13 y 21); de
lo que se colige que no se ha producido la violación del derecho a la libertad
personal, por lo que, en este extremo, la demanda debe ser desestimada.
6. Sobre el cuestionamiento del recurrente en el sentido de que, en su calidad de
abogado defensor, no se le permitió entrevistarse con el favorecido, lo cual
vulneraría el derecho de defensa, de la declaración del propio beneficiario

417
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

se tiene que pudo entrevistarse recién a horas 01:00 a.m. del 13 de setiembre
de 2009 (fojas 8); de lo que se colige que a la fecha de la postulación de la
demanda (13 de setiembre de 2009, a horas 12:30 p.m.), la alegada violación
al derecho de defensa ya había cesado, por lo que carece de objeto emitir
pronunciamiento sobre el fondo del asunto, toda vez que la pretensión se
encuentra comprendida en la causal de improcedencia que establece el ar-
tículo 5, inciso 5 del Código Procesal Constitucional.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le
confiere la Constitución Política del Perú
 HA RESUELTO:
1. Declarar INFUNDADA la demanda al no haberse producido la violación
del derecho a la libertad personal.
2. Declarar IMPROCEDENTE la demanda en los demás extremos.
 Publíquese y notifíquese.
S.S. 
MESÍA RAMÍREZ
BEAUMONT CALLIRGOS
ETO CRUZ

418
CRITERIOS RELEVANTES DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

104. Detención preliminar policial: Cese de arbitrariedad


al iniciarse el proceso judicial penal
Carece de objeto emitir pronunciamiento al haber operado la
sustracción de la materia justiciable, ante el pedido de reposi-
ción del derecho a la libertad individual respecto a la supuesta
arbitrariedad que habría constituido la detención policial del
favorecido, lo que se ha tornado en irreparable en momento
posterior a la postulación de la demanda si a la fecha el actor
viene siendo instruido en la vía penal, en donde puede hacer
valer su derecho conforme a la ley, y en la que el juez de la
investigación preparatoria es competente para dictar la medida
de coerción de la libertad que corresponda, si fuera el caso.

Expediente Nº 03391-2009-PHC/TC
LAMBAYEQUE
ISMAEL RICARDO LUPUCHE BARRANTES

RESOLUCIÓN DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL


Lima, 14 de diciembre de 2009
VISTO
 El recurso de agravio constitucional interpuesto por don Pavel Bonilla Cá-
ceres a favor de don Ismael Ricardo Lupuche Barrantes contra la sentencia de
la Sala Especializada en Derecho Constitucional de la Provincia de Chiclayo
de la Corte Superior de Justicia de Lambayeque, de fojas 137, su fecha 21 de
mayo de 2009, que declaró infundada la demanda de autos; y,
ATENDIENDO A:
1. Que con fecha 30 de abril de 2009 el recurrente interpone demanda de
hábeas corpus contra los efectivos policiales de la División de Tráfico
de Drogas DIVANDRO-Chiclayo que participaron en la detención del
favorecido y contra la titular de la Fiscalía Antidrogas de la Provincial
de Chiclayo. Afirma que con fecha 29 de abril de 2009 el beneficiario fue
detenido de manera arbitraria e implicado en el delito de tráfico ilícito de
drogas, y que a la fecha se encuentran en los calabozos de la mencionada
dirección policial. Agrega que al momento de su detención no existió
flagrancia ni una orden judicial.

419
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

2. Que en el presente hábeas corpus, en primera instancia judicial, se estimó


la demanda, en el extremo que se emplaza a la aludida dirección policial,
considerándose que la detención del actor se efectuó fuera de los supuestos de
la flagrancia, por lo que se dispuso su inmediata libertad. Posteriormente, en
grado de apelación, la Sala Superior revisora declaró infundada la demanda
por considerar que la afectación a la libertad personal del favorecido no es
suficiente, evidente y manifiesta para ameritar la emisión de una decisión
de tutela urgente.
Al respecto, este Tribunal Constitucional considera pertinente señalar que
resulta legítimo que el Juez del hábeas corpus pueda emitir un pronuncia-
miento de emergencia atendiendo al contexto inconstitucional que afecta
el derecho de la libertad cuya reposición se reclama, ello sustentado en
los actuados y las instrumentales recabadas que hagan viable la decisión.
Asimismo, el Código Procesal Constitucional señala en su artículo 1 que
“[s]i luego de presentada la demanda cesa la agresión o amenaza por decisión
voluntaria del agresor, o si ella deviene en irreparable, el Juez, atendiendo
al agravio producido, declarará fundada la demanda (...)”. En este contexto,
la decisión a la que arribe el Tribunal Constitucional corresponderá al caso
en concreto en correspondencia con la manifestación del elemento agravio
y las instrumentales con las que cuente al momento de resolver, como lo es
para los casos en los que la sujeción de la libertad personal que se denuncia
haya cesado.
3. Que este Tribunal Constitucional ha tomado conocimiento a través del Oficio
Nº 446-2009-MP.FN.FETID.CH, de fecha 28 de setiembre de 2009 (fojas 45
del Cuadernillo del Tribunal), y del Oficio Nº 4966-2009-P-CSJLA/PJ, de
fecha 13 de octubre de 2009 (fojas 52 del Cuadernillo del Tribunal), emitidos
por la Fiscalía Especializada en Tráfico Ilícito de Drogas y la Presidencia de
la Corte Superior de Justicia de Lambayeque, respectivamente, de que i) por
Resolución Fiscal de fecha 21 de mayo de 2009, por los hechos delictivos
materia del presente hábeas corpus, se dispuso formalizar investigación pre-
paratoria en contra del favorecido por el delito de tráfico ilícito de drogas;
y de que ii) en el proceso Nº 02313-2009-0-1706-JR-PE-04, de fecha 26 de
mayo de 2009, tramitado ante el Cuarto Juzgado de Investigación Preparatoria
de Chiclayo, viene siendo instruido por el delito de tráfico ilícito de drogas
previsto en el artículo 298 del Código Penal.
4. Que siendo la finalidad de los procesos constitucionales, entre ellos el há-
beas corpus, de conformidad con lo establecido en el artículo 1 del Código
Procesal Constitucional, el reponer las cosas al estado anterior a la violación

420
CRITERIOS RELEVANTES DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

o amenaza de violación del derecho fundamental a la libertad personal o un


derecho conexo a este, en el presente caso, carece de objeto emitir pronun-
ciamiento sobre el asunto controvertido al haber operado la sustracción de
la materia justiciable, toda vez que la reposición del derecho a la libertad
individual respecto a la supuesta arbitrariedad que habría constituido la
detención policial del favorecido se ha tornado en irreparable en momento
posterior a la postulación de la presente demanda, resultando que, a la fe-
cha, el actor viene siendo instruido en la vía penal, en donde puede hacer
valer su derecho conforme a la ley, y en la que el Juez de la Investigación
Preparatoria es competente para dictar la medida de coerción de la libertad
que corresponda, si fuera el caso.
Por estas consideraciones, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que
le confiere la Constitución Política del Perú
RESUELVE:
Declarar IMPROCEDENTE la demanda por haber operado la sustracción
de materia.
Publíquese y notifíquese.
S.S.
LANDA ARROYO
CALLE HAYEN
ÁLVAREZ MIRANDA

421
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

105. Detención preliminar policial: Plazo máximo aplicable a


agente citado por caso de tráfico ilícito de drogas
Si bien una detención por la presunta comisión de delito de
tráfico ilícito de drogas faculta a poner al detenido a disposición
de las autoridades judiciales en un plazo máximo de 15 días,
si el agente tiene solo la calidad de citado por dicho delito, y
su detención se funda únicamente en una requisitoria judicial
por un proceso que se le sigue por el delito de robo agravado,
entonces debe de ser puesto a disposición del órgano jurisdic-
cional requirente en un plazo máximo de 24 horas.

Expediente Nº 04846-2008-PHC/TC
LAMBAYEQUE
LILIANA VANESSA BUSTAMANTE DÍAZ

SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL


En Lima, a los 9 días del mes de junio de 2009, la Sala Primera del Tribunal
Constitucional, integrada por los Magistrados Mesía Ramírez, Beaumont
Callirgos y Álvarez Miranda, pronuncia la siguiente sentencia
 
ASUNTO:
Recurso de agravio constitucional interpuesto por doña Liliana Vanessa
Bustamante Díaz contra la sentencia de la Sala Constitucional de la Corte Su-
perior de Justicia de Lambayeque, de fojas 50, su fecha 20 de agosto de 2008,
que declaró improcedente la demanda de autos
ANTECEDENTES:
(...)
FUNDAMENTOS:
1. La presente demanda de hábeas corpus tiene por objeto que la recurrente
sea puesta a disposición de las autoridades judiciales. A tal efecto, sostiene
la recurrente que a pesar de que ya ha transcurrido el plazo de detención de
24 horas previsto en la Constitución, desde que fue detenida por personal
policial, aún se encuentra privada de su libertad en la Comisaría del distrito
de José Leonardo Ortiz.

422
CRITERIOS RELEVANTES DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

La detención preliminar y el derecho a ser puesto a disposición de autori-


dad judicial
2. La Constitución reconoce dos modos de ejercer la detención preliminar por
parte de las fuerzas policiales, a saber: el delito flagrante y la orden judicial.
Así lo dispone el artículo 2.24,f de la Constitución, cuando señala que:
“Nadie puede ser detenido sino por mandamiento escrito y motivado
del juez o por las autoridades policiales en caso de flagrante delito”.
3. Sin embargo, el hecho de ser ejercida por autoridad competente y en virtud
de una orden judicial o en flagrancia delictiva no determina necesariamente
la legalidad o no arbitrariedad de la detención. Y es que hay una serie de
garantías ajenas al derecho a no ser detenido sino por delito flagrante u orden
judicial que asisten al detenido, en cuya ausencia la detención se convierte en
arbitraria. Uno de ellos es el derecho de ser puesto a disposición de autoridad
judicial al más breve plazo –derecho que motiva la presente sentencia– así
como los derechos a ser informado de los cargos imputados, el derecho a la
defensa letrada, el derecho a no ser obligado a declarar contra sí mismo, y
el derecho a no ser sometido a torturas ni tratos inhumanos, entre otros.
4. En el presente caso, se alega vulneración del derecho de ser puesto sin demora
a disposición del órgano jurisdiccional para que asuma jurisdicción. Tal de-
recho se encuentra reconocido en instrumentos internacionales de Derechos
Humanos. Así, el artículo 9, inciso 3, del Pacto Internacional de Derechos
Civiles y Políticos establece que: “Toda persona detenida o presa a causa de
una infracción penal será llevada sin demora ante un juez u otro funcionario
autorizado por la ley para ejercer funciones judiciales [...]”. Asimismo, la
Convención Americana sobre Derechos Humanos en su artículo 7, inciso
5, establece que: “Toda persona detenida o retenida debe ser llevada, sin
demora, ante un juez u otro funcionario autorizado por la ley para ejercer
funciones judiciales [...]”. Asimismo, la propia Constitución establece de
manera expresa que, conforme al artículo 2, inciso 24, el detenido debe ser
puesto a disposición del juzgado correspondiente, dentro de las veinticuatro
horas o en el término de la distancia, con excepción de los casos de terro-
rismo, espionaje y tráfico ilícito de drogas, en cuyo caso el plazo máximo
será de quince días naturales.
Análisis del caso
5. Se advierte del acta de verificación y constatación de fojas 9 que con fecha
18 de julio de 2008, la recurrente continuaba detenida en la Comisaría del
distrito de José Leonardo Ortiz, a pesar de que la detención se había producido

423
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

el día 13 de julio de 2008, es decir, cinco días antes, conforme consta de la


papeleta de detención y el acta de registro personal (a fojas 24).
6. Por su parte, el Comandante PNP Edgar Alberto López Roncal, Jefe de la
Comisaría de José Leonardo Ortiz, ha manifestado en la diligencia de cons-
tatación (a fojas 9 y siguientes) que la recurrente se encontraba incursa en
una investigación preliminar por delito de robo agravado y tráfico ilícito de
drogas.
7. Cabe señalar, al respecto, que si bien una detención por la presunta comisión
de delito de tráfico ilícito de drogas faculta a poner al detenido a disposición
de las autoridades judiciales en un plazo máximo de 15 días, el mismo que
a la fecha de interpuesta la demanda aún no se habría cumplido, lo cierto es
que respecto de la presunta comisión de delito de tráfico ilícito de drogas,
la recurrente solo tenía la calidad de citada (según consta de las copias cer-
tificadas de las actas de citación de fojas 43 y 44). Antes bien, su detención
se fundaba únicamente en una requisitoria judicial por un proceso que se
le sigue por el delito de robo agravado (conforme consta de la notificación
de detención, que en copia certificada consta a fojas 43 de autos). En este
sentido, la recurrente debió de ser puesta a disposición del órgano jurisdic-
cional requirente en un plazo máximo de 24 horas.
8. Como es de verse, la recurrente fue detenida en virtud de una requisitoria
judicial por un proceso que se le sigue por delito de robo agravado, y en
lugar de ser puesta a disposición del órgano jurisdiccional en el plazo de
ley, fue retenida indebidamente en la Comisaría, por lo menos, cinco días,
a fin de proceder a investigarla por presuntos actos delictivos respecto de
los que tiene la calidad de citada. Tales actos, sin duda, constituyen una
vulneración del derecho a la libertad individual, convirtiendo en ilegal la
detención producida contra la recurrente.
9. A la fecha de la emisión de la presente sentencia, es probable que la recu-
rrente ya haya sido puesta a disposición del órgano jurisdiccional requirente,
cesando de este modo la agresión cuestionada. Sin embargo, atendiendo al
agravio producido, conforme al artículo 1 del Código Procesal Constitucio-
nal, este Tribunal Constitucional considera atendible estimar la pretensión,
a efectos de que la autoridad emplazada no vuelva a incurrir en el mismo
acto vulnerador de los derechos fundamentales de la recurrente, siendo de
aplicación el artículo 8 del Código Procesal Constitucional, a fin de deslindar
las responsabilidades a que hubiere lugar.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le
confiere la Constitución Política del Perú

424
CRITERIOS RELEVANTES DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

HA RESUELTO:
1. Declarar FUNDADA la demanda de hábeas corpus.
2. Disponer –en caso de que aún no se hubiera hecho efectivo– que la recurrente
sea puesta a disposición del Juzgado Penal que giró las requisitorias vigentes
en su contra.
3. Remitir copias de lo actuado y de la presente sentencia al Ministerio Público
y a la Inspectoría General de la PNP.
Publíquese y notifíquese.
S.S.
MESÍA RAMÍREZ
BEAUMONT CALLIRGOS
ÁLVAREZ MIRANDA

425
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

106. Detención preliminar policial: Posibilidad de ampliación


en casos de urgencia y peligro y de no mediar flagrancia
La Ley N° 27934, en su artículo 2, establece que en los casos de
urgencia y peligro en la demora, y a fin de evitar perturbación en
la investigación o sustracción de la persecución penal, antes de
iniciarse formalmente la investigación, de oficio o a pedido de la
Policía, el Fiscal podrá solicitar al Juez Penal de Turno que dicte
por escrito y en forma motivada, la detención preliminar hasta
por veinticuatro (24) horas, teniendo a la vista las actuaciones
remitidas por él cuando no se da el supuesto de flagrancia.

Expediente Nº 04316-2009-PHC/TC
JUNÍN
OSWALDO L. PANEZ ROJAS
 
RESOLUCIÓN DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
Lima, 13 de octubre de 2009

VISTO
El recurso de agravio constitucional interpuesto por Oswaldo L. Panez Rojas
contra la resolución expedida por la Primera Sala Penal de la Corte Superior
de Justicia de Junín, de fojas 191, su fecha 10 de julio de 2009, que declaró
improcedente la demanda de autos; y,
ATENDIENDO A:
1. Que con fecha 30 de abril de 2009, el recurrente interpone demanda de
hábeas corpus a favor de Edilberto Vicente Lazo Muñoz, y la dirige contra
el Fiscal Provincial de la Cuarta Fiscalía Penal de Huancayo, don Marco
Antonio Gutiérrez Quintana; la Fiscal Provincial de la Primera Fiscalía Penal
de La Merced, doña Carmen Sarmiento Reymundo; el Mayor de la Policía
Nacional del Perú, don Manuel L. Minaya Vera; el Presidente de la Junta de
Fiscales de Junín, don Francisco Pariona Aliaga; y contra el Juez Suplente
del Cuarto Juzgado Penal, don Omar A. Sedano, por haber dispuesto la
detención preliminar del favorecido imputándosele estar involucrado en un
hecho de falsificación de documentos. Alega que es insuficiente la solicitud
del representante del Ministerio Público a fin de que dicte la detención pre-
liminar, al no estar prevista por la Ley Orgánica del Ministerio Público y al
no encontrarse en el supuesto señalado en el artículo 2 de la Ley 27934.

426
CRITERIOS RELEVANTES DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

(...)
3. Que la Ley 27934, en su artículo 2, establece que en los casos de urgencia
y peligro en la demora, y a fin de evitar perturbación en la investigación
o sustracción de la persecución penal, antes de iniciarse formalmente la
investigación, de oficio o a pedido de la Policía, el Fiscal podrá solicitar al
Juez Penal de Turno que dicte por escrito y en forma motivada, la detención
preliminar hasta por veinticuatro (24) horas, teniendo a la vista las actuaciones
remitidas por él cuando no se da el supuesto de flagrancia.
4. Que, respecto a la supuesta afectación de los derechos invocados por parte
de los fiscales emplazados, cabe enfatizar que en reiterada jurisprudencia
este Tribunal ha señalado que las actuaciones del Ministerio Público son
postulatorias y en ningún caso decisorias sobre lo que la judicatura resuelva
(Cfr. STC 3960-2005-PHC/TC y STC 05570-2007-PHC/TC, entre otras).
Por lo que lo que es de aplicación, en ese extremo, el artículo 5, inciso 1,
del Código Procesal Constitucional, en cuanto señala que: “(...) no proceden
los procesos constitucionales cuando: 1) los hechos y el petitorio de la de-
manda no están referidos en forma directa al contenido constitucionalmente
protegido del derecho invocado”.
5. Que por otro lado se cuestiona también la resolución de fecha 28 de abril de
2009, por la que el juez del Cuarto Juzgado Penal de la Corte Superior de
Junín declaró procedente la detención preliminar (fojas 46). De la revisión de
autos se advierte que la impugnada es una resolución que no fue cuestionada
por medio impugnatorio; al respecto el Código Procesal Constitucional, en su
artículo 4, segundo párrafo, prevé la revisión de una resolución judicial vía
proceso de hábeas corpus siempre que se cumpla con ciertos presupuestos
vinculados a la libertad de la persona humana. Así, taxativamente precisa
que: “El hábeas corpus procede cuando una resolución judicial firme vulnera
en forma manifiesta la libertad individual y la tutela procesal efectiva”. Por
tanto, el hábeas corpus es improcedente (rechazo liminar) cuando la resolu-
ción judicial no es firme.
 Por estas consideraciones, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que
le confiere la Constitución Política del Perú
RESUELVE:
Declarar IMPROCEDENTE la demanda de hábeas corpus de autos.
Publíquese y notifíquese.
S.S.
MESÍA RAMÍREZ
BEAUMONT CALLIRGOS
ETO CRUZ

427
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

107. Detención preliminar policial: Plazo máximo de reten-


ción de sospechoso por falta de identificación
En aplicación del artículo 205, numeral 4, del Código Procesal,
en caso de que no sea posible la exhibición del documento de
identidad, según la gravedad del hecho investigado o del ámbito
de la operación policial practicada, se conducirá al intervenido
a la dependencia policial más cercana para exclusivos fines de
identificación, pudiéndose tomar las huellas digitales del in-
tervenido y constatar si registra alguna requisitoria. Pero este
procedimiento, contado desde el momento de la intervención
policial, no puede exceder de cuatro horas. Luego, habiéndose
detenido al agente del presente caso –por su actitud sospecha y
carecer de documentación– por más de cuatro horas, es fundado
el hábeas corpus planteado.

Expediente Nº 01924-2010-PHC/TC
MADRE DE DIOS
LUIS AGUSTÍN MECHAN QUEZADA

SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL


En Lima (Arequipa), a los 11 días del mes de octubre de 2010, la Sala Primera
del Tribunal Constitucional, integrada por los magistrados Mesía Ramírez,
Beaumont Callirgos y Calle Hayen, pronuncia la siguiente sentencia

ASUNTO:
Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Mauro Betancurt
Palomino contra la resolución expedida por la Sala Mixta y de Apelaciones de
la Corte Superior de Justicia de Madre de Dios, de fojas 201, su fecha 21 de
abril de 2010, que declara improcedente la demanda de autos.
ANTECEDENTES:
(...)

FUNDAMENTOS:
1. La presente demanda tiene por objeto que se ordene la inmediata libertad
del demandante por cuanto este habría sido detenido en forma arbitraria.

428
CRITERIOS RELEVANTES DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

2. Antes de ingresar al fondo del asunto, es necesario señalar que del estudio
de autos se advierte que en el Acta de Constatación de fecha 22 de marzo
de 2010, obrante a fojas 6, el juez de hábeas corpus en primera instancia
ordenó la inmediata libertad del beneficiario, por lo que la detención del
favorecido cesó en sus efectos. Sin embargo, cabe precisar que el referido
cese del acto cuestionado no determina la sustracción de la materia, toda
vez que el mismo no fue realizado por decisión de los emplazados, sino del
órgano jurisdiccional que conoció el hábeas corpus en primera instancia.
En ese sentido, a pesar de haber cesado el acto cuestionado en el presente
proceso constitucional, este Colegiado es competente para pronunciarse
sobre el fondo de la controversia.
(…)
4. El artículo 205, numeral 4, del nuevo Código Procesal Penal señala que en
caso de que no sea posible la exhibición del documento de identidad, según
la gravedad del hecho investigado o del ámbito de la operación policial
practicada, se conducirá al intervenido a la dependencia policial más cercana
para exclusivos fines de identificación. Se podrá tomar las huellas digitales
del intervenido y constatar si registra alguna requisitoria. Este procedimiento,
contado desde el momento de la intervención policial, no puede exceder de
cuatro horas, luego de las cuales se le permitirá retirarse.
5. En el caso de autos, se observa que la detención estuvo sustentada en la
intervención que se hace al beneficiario el 22 de marzo del 2010 a las 2 de
la mañana en circunstancias en que se encontraba en una reunión en el local
denominado La Choza, en actitud sospechosa, desde donde fue trasladado
hasta la DIVINCRI, para ser identificado de posibles antecedentes policiales
o judiciales, lo que es corroborado con el acta de intervención de fojas 5.
Asimismo, se constata que el beneficiario no contaba con su documento de
identidad, según acta de constatación de fojas 6. Por otro lado, se tiene que
la diligencia de constatación se realizó a las 7.30 de la mañana y que las
diligencias para la identificación de la persona que asaltó a mano armada y
agredió al propietario del centro comercial, donde el beneficiario tuvo que
estar presente, se llevaron a cabo a las 7.35 de la mañana del día 22 de marzo
del 2010 (f.40); esto es, después de más de 4 horas de su intervención. En
la misma acta de constatación (f.6) se consigna que, según la manifestación
del abogado del beneficiario, este estuvo enmarrocado, para lo cual muestra
fotografías tomadas desde su celular y que figuran a fojas 224, 225 y 226 de
autos.

429
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

6. En consecuencia, los hechos antes expuestos acreditan la vulneración del


derecho invocado, por lo que es de aplicación el artículo 2 del Código Pro-
cesal Constitucional.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le
confiere la Constitución Política del Perú
HA RESUELTO:
Declarar FUNDADA la demanda de hábeas corpus.
1. Remitir copias de lo actuado al órgano de Control Interno del Ministerio
Público del Distrito Judicial de Madre de Dios.
2. Remitir copias de lo actuado a la Dirección de Inspectoría de la Policía
Nacional del Perú.
Publíquese y notifíquese.
S.S.
MESÍA RAMÍREZ
BEAUMONT CALLIRGOS
CALLE HAYEN

430
CRITERIOS RELEVANTES DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

108. Detención preliminar policial: Forma de detención de


persona requisitoriada
El agente fue detenido de manera arbitraria por efectivos de la
Policía Judicial de Requisitorias, incumpliéndose el artículo
4 de la Ley N° 27411, que establece que para la detención de
una persona requisitoriada la Policía Nacional deberá identi-
ficarla fehacientemente y verificar los datos de identidad y, de
ser factible, acompañar una fotografía, vulnerándose así su
derecho constitucional a la libertad individual.

Expediente Nº 2252-2007-PHC/TC
AREQUIPA
HUGO BENITO QUISPE VILCA

(...)

SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL


En Lima, a los 16 días del mes de enero de 2008, la Sala Segunda del Tribu-
nal Constitucional, integrada por los magistrados Mesía Ramírez, Gonzales
Ojeda, Beaumont Callirgos, magistrado que fue llamado para que conozca
de la causa debido al cese en funciones del ex magistrado García Toma,
pronuncia la siguiente sentencia

ASUNTO:
El recurso de agravio constitucional interpuesto por don Hugo Benito Quispe
Vilca contra la sentencia de vista expedida por la Quinta Sala Especializada en
lo Penal de la Corte Superior de Justicia de Arequipa, de fojas 123, su fecha 4
de abril de 2007, que declara infundada la demanda de autos.
ANTECEDENTES:
(...)
FUNDAMENTOS:
(...)
3. En el presente caso, habiendo sido declarada fundada la demanda en doble
instancia en contra de los efectivos de la Policía Nacional del Perú, don Juan

431
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

José Bedoya Cuba, don Martín Francisco Huamaní Delgado y don William
Lazo Arguellas, este Colegiado solo procederá a pronunciarse sobre el ex-
tremo de la demanda referido al Capitán de la Policía Nacional del Perú,
don Ernesto Ballón Allasi.
4. De la lectura de las instrumentales glosadas en autos, advierto que el bene-
ficiario fue detenido de manera arbitraria por efectivos de la Policía Judicial
de Requisitorias, incumpliéndose el artículo 4 de la Ley 27411, que estable-
ce que para la detención de una persona requisitoriada la Policía Nacional
deberá identificarla fehacientemente y verificar los datos de identidad y, de
ser factible, acompañar una fotografía, vulnerándose así su derecho consti-
tucional a la libertad individual.
5. Si bien puede afirmarse que no existe dolo en los hechos ocurridos, resulta por
demás cuestionable la conducta omisiva y evasiva del Capitán de la Policía
Nacional del Perú, don Ernesto Ballón Allasi, al haber permitido que personal
bajo su mando realice una detención, incumpliéndose el procedimiento para
el caso de las detenciones de personas requisitoriadas. Igualmente considero
que el demandado haya emitido el Informe Nº 14, a fojas 23, en donde señala
que el demandante “solamente registraba impedimento de salida del país”, en
mérito al Oficio Nº 8550, para posteriormente culminar su informe tratando de
ocultar la detención arbitraria de la que fue víctima el demandante, al afirmar
que “La persona de Quispe Vilca Hugo Benito, no se encontraba detenido,
ni figura en los libros de registro ni menos se le ha otorgado notificación de
detención alguna”; lo que en realidad corrobora la detención arbitraria del
recurrente, más aún cuando del Acta de Constatación, obrante en autos, a fojas
4, se colige que fue el a quo constituido en el lugar de la detención arbitraria,
el que dispuso la inmediata libertad del beneficiario.
6. De lo expuesto se colige que ha operado la sustracción de la materia del
hecho controvertido, al haber cesado la presunta agresión que sustenta la
demanda, conforme a lo establecido en el artículo 1 del Código Procesal
Constitucional. Por ello la demanda de autos debe desestimarse.
7. De acuerdo a lo prescrito por el artículo 9 del Código Procesal Constitucio-
nal, en los procesos constitucionales no existe etapa probatoria, no obstante,
teniendo en cuenta la conducta asumida por el Capitán de la Policía Nacional
del Perú, don Ernesto Ballón Allasi, en aras de una justa administración de
justicia, considero pertinente que se ponga los hechos en conocimiento de la
Inspectoría General de la Policía Nacional del Perú, para que, de conformidad
con las atribuciones conferidas por la Ley Nº 28338, proceda a investigar
la conducta del demandado.

432
CRITERIOS RELEVANTES DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le


confiere la Constitución Política del Perú
HA RESUELTO:
1. Declarar INFUNDADA la demanda de hábeas corpus en el extremo referido
a la persona del Capitán de la Policía Nacional del Perú, don Ernesto Ballón
Allasi.
2. DISPONER se remita copia certificada de la presente sentencia a la Direc-
ción de Inspectoría General PNP.
Publíquese y notifíquese.
S.S.
MESÍA RAMÍREZ
GONZALES OJEDA
BEAUMONT CALLIRGOS

433
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

109. Detención policial preliminar: Inexistencia de urgen-


cia en la posesión continuada de elementos ilícitos
A efectos de validar la supuesta flagrancia no se manifestó la
cuestión de la urgencia que haga viable por necesaria la inter-
vención de la fuerza pública, pues el carácter permanente de
la posesión de elementos ilícitos no justifica per se el ingreso
al domicilio de la persona; y es que la posesión continuada no
configura el supuesto de extrema urgencia, que bajo la ins-
titución de la flagrancia delictiva pueda habilitar a la fuerza
pública a intervenir al margen de la autoridad judicial.

Expediente Nº 03691-2009-PHC/TC
CAJAMARCA
LUZ EMÉRITA SÁNCHEZ CHÁVEZ Y OTRO

RESOLUCIÓN DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL


Lima, 18 de marzo de 2010

VISTO:
El recurso de agravio constitucional interpuesto por doña Luz Emérita Sán-
chez Chávez a favor propio y de don Teófilo Juárez Marín, contra la sentencia
de la Segunda Sala Especializada en lo Penal de la Corte Superior de Justicia
de Cajamarca, de fojas 93, su fecha 3 de julio de 2009, que declaró infundada
la demanda de autos; y,
ATENDIENDO A:
Los antecedentes
(...)
Del supuesto de la flagrancia delictiva al interior del domicilio como presu-
puesto válido para su intromisión por parte de la fuerza pública
15. Que el dispositivo de la Norma Fundamental que tutela el derecho a la
inviolabilidad del domicilio a su vez señala los supuestos de excepción a
la autorización de ingreso o registro del domicilio, precisando que cabe su
intervención en caso de “(...) flagrante delito o muy grave peligro de su
perpetración. Las excepciones por motivos de sanidad o de grave riesgo son

434
CRITERIOS RELEVANTES DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

reguladas por la ley”, estas dos últimas referidas a un estado de necesidad


o fuerza mayor.
16. Que en nuestro caso, en lo referente a la detención policial bajo el supuesto
de la flagrancia delictiva, el Tribunal Constitucional ha establecido en rei-
terada jurisprudencia que la flagrancia en la comisión de un delito presenta
la concurrencia de dos requisitos insustituibles: a) la inmediatez temporal,
es decir, que el delito se esté cometiendo o que se haya cometido instantes
antes; y b) la inmediatez personal, es decir, que el presunto delincuente se
encuentre en el lugar de los hechos en el momento de la comisión del delito
y esté relacionado con el objeto o los instrumentos del delito, ofreciendo
una prueba evidente de su participación en el hecho delictivo.
Este criterio ha sido sostenido por este Tribunal incluso cuando a través del
artículo 1 del Decreto Legislativo Nº 989 (publicado con fecha 22 de julio de
2007) se modificó el artículo 4 de la Ley que regula la intervención de la
Policía y del Ministerio Público en la Investigación Preliminar del Delito
(Ley Nº 27934), estableciendo que la situación de la flagrancia delictiva sub-
siste dentro de las 24 horas de producido el hecho punible en determinados
supuestos [Expediente Nº 05423-2008-PHC/TC]. Sin embargo, el Congreso
de la República a través de la Ley Nº 29372 del 9 de junio de 2009 modificó
el artículo 259 del Nuevo Código Procesal Penal (que regula la detención
policial en situación de flagrancia), coincidiendo con el criterio establecido
por el Tribunal Constitucional y disponiendo su vigencia a todo el territorio
nacional.
17. Que la flagrancia es un instituto procesal con relevancia constitucional que
debe entenderse como una evidencia del hecho delictuoso respecto de su au-
tor. Así, la flagrancia se configurará cuando exista un conocimiento fundado,
directo e inmediato del hecho punible que se viene realizando o que se acaba
de realizar instantes antes, situación en la que, por su particular configuración,
es necesaria la urgente intervención de la Policía para que actúe conforme
a sus atribuciones. En este sentido, lo que justifica la excepción al principio
constitucional de la reserva judicial para privar de la libertad a una persona
es la situación particular de la urgencia que, en el caso, concurriendo los
requisitos de la inmediatez temporal e inmediatez personal de la flagrancia
delictiva, comporta su necesaria intervención.
18. Que por tanto, y estando a lo anteriormente expuesto, resulta legítimo el in-
greso de efectivos de la Policía Nacional en el domicilio de una persona sin
su previa autorización siempre que se tenga conocimiento fundado, directo
e inmediato, que deje constancia evidente de la realización de un hecho

435
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

punible, el gravísimo peligro de su perpetración o en caso de la persecución


continuada del infractor que se refugia en él. Ello implica que el objetivo de
tal intromisión domiciliaria no es otro que la urgente intervención a efectos
de detener al infractor, evitar que se cometa el hecho punible y, accesoria-
mente, efectuar las investigaciones y/o los registros con ocasión del delito
en cuestión (decomiso de los objetos del delito, entre otros).
19. Que en este contexto se concluye que la intervención urgente sancionada
para los casos de flagrancia se justifica constitucionalmente respecto de los
delitos de consumación instantánea, pues en los delitos permanentes no se
configuraría, en principio, la situación de urgencia que impida recabar la
autorización judicial correspondiente. Por consiguiente, en los delitos de
tenencia de armas, drogas, contrabando y otros, cuya posesión continuada
se indica como almacenada al interior de un domicilio, se requerirá la previa
autorización judicial; pues, aun cuando puedan presentarse de manera con-
currente los requisitos de la flagrancia delictiva, en los delitos permanentes
se presenta el decaimiento del supuesto de la extrema urgencia.
A propósito de la detención a nivel policial
20. Que la Norma Fundamental establece en su numeral 24, literal f que toda
persona tiene derecho a la libertad y a la seguridad personales, en consecuen-
cia: “Nadie puede ser detenido sino por mandamiento escrito y motivado del
juez o por las autoridades policiales en caso de flagrante delito. El detenido
debe ser puesto a disposición del juzgado correspondiente, dentro de las
veinticuatro horas o en el término de la distancia. Estos plazos no se aplican
a los casos de terrorismo, espionaje y tráfico ilícito de drogas. En tales casos,
las autoridades policiales pueden efectuar la detención preventiva de los pre-
suntos implicados por un término no mayor de quince días naturales. Deben
dar cuenta al Ministerio Público y al Juez, quien puede asumir jurisdicción
antes de vencido dicho término”.
De esto último se tiene que conforme a la Constitución, la detención poli-
cial por el delito de tráfico ilícito de drogas (como lo es uno de los ilícitos
que se atribuye a los actores) en el marco de la investigación preliminar no
puede exceder por ningún motivo los 15 días naturales, temporalidad que
se cuestiona en los hechos de la demanda.
21. Que al respecto este Tribunal Constitucional ha señalado en el precedente
vinculante recaído en el Expediente Nº 06423-2007-PHC/TC, que el plazo
de la detención que la Norma Fundamental establece es un plazo máximo
de carácter absoluto, y que no obstante tal temporalidad inequívoca y simple
en su cómputo no es la regla general a aplicar en todos los casos, puesto

436
CRITERIOS RELEVANTES DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

que se tiene la evaluación previa de los márgenes de constitucionalidad de


la detención, la que no puede durar más allá del plazo estrictamente nece-
sario que debe ser establecido en cada caso en concreto y en atención a las
circunstancias que dan lugar al mantenimiento de la privación de la libertad
personal, como lo son las diligencias necesarias a realizarse, la particular
dificultad para efectuar determinadas pericias o exámenes, el comportamiento
del afectado con la medida, entre otros. En este sentido, el Tribunal precisa
que el control de los plazos de la detención (plazo estrictamente necesario
y plazo máximo) debe ser efectuado tanto por el Representante del Minis-
terio Público como por el Juez competente, según corresponda, sin que tal
verificación sea excluyente sino complementaria de dichas instituciones,
por lo que debe llevarse a cabo bajo responsabilidad, dejándose constancia
del acto de control. Así, el derecho a ser puesto a disposición judicial en
los plazos antes señalados resulta oponible frente a cualquier supuesto de
detención o privación de la libertad personal que se encuentre regulado por
el ordenamiento jurídico (Vg. el de la detención policial, la detención pre-
liminar judicial, etc.).
De los hechos denunciados en el presente hábeas corpus
22. Que este Tribunal, atendiendo a las particularidades del presente caso en
concreto, considera pertinente advertir de la actuación de los funcionarios
del Estado que participaron del allanamiento y posterior detención de los
actores del presente hábeas corpus (hechos que motivaron la demanda de
autos), esto a fin de determinar si su conducta se ajusta al marco constitu-
cional y legal.
a. De lo expuesto por el Fiscal de la Segunda Fiscalía Provincial Mixta
de Celendín, en su escrito de fecha 9 de junio de 2009, se desprende
que la supuesta situación de flagrancia (que se aduce como presupuesto
de legalidad de su accionar) no fue el presupuesto legal que habilitó el
ingreso al domicilio los recurrentes, sino que aquella presuntamente se
habría configurado recién en el interior del domicilio, lo cual resulta con-
trario a lo establecido por la Constitución conforme a lo expuesto en los
fundamentos 15 y 18, supra. Esto es así porque una llamada telefónica
de una tercera persona que denuncia la posesión de objetos o elementos
ilícitos en el interior de un domicilio no puede comportar el conocimiento
fundado, directo e inmediato de la realización del hecho punible (que se
viene realizando o que se acaba de realizar instantes antes) que habilite
a la autoridad pública a prescindir del mandato judicial correspondiente
pretextando la configuración de la situación delictiva de la flagrancia.

437
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

b. Aun cuando los recurrentes habrían autorizado el ingreso a su domicilio,


se advierte que existen dos actas, una llamada de intervención y otra de
registro (cabe indicar que el acta llamada de intervención precisa que
lo que se realiza es el registro). Al respecto se tiene que, por un lado,
ambas muestran diferencias en precisar la ubicación y extensión del
domicilio, y de otro, guardan similitud en la descripción de los objetos
incautados (arma de fuego y dinero); asimismo, solo en una de ellas
aparece el comiso de lo que al parecer sería los supuestos 6 gramos
de hojas de marihuana, la que, luego de efectuarse el descarte y pesaje
técnico por el órgano correspondiente, coincidentemente, arroja que se
trata de la señalada droga y precisamente en la cantidad que inicialmente
la autoridad especulaba como el peso aproximado (lo que se explicita en
el considerando 2, supra). Ambas actas entonces resultan discordantes
y, en todo caso, incumbe a la autoridad correspondiente la verificación
de su regularidad.
c.  En el caso, a efectos de validar la supuesta flagrancia no se manifestó la
cuestión de la urgencia que haga viable por necesaria la intervención de la
fuerza pública, pues el carácter permanente de la posesión de elementos
ilícitos no justifica per se el ingreso al domicilio de la persona; y es que
la posesión continuada no configura el supuesto de extrema urgencia, que
bajo la institución de la flagrancia delictiva pueda habilitar a la fuerza
pública a intervenir al margen de la autoridad judicial; sin embargo, la
autoridad policial o la persona que conoce del hecho debe poner este en
conocimiento del juez a cargo, a fin de que en el acto decrete la medida
que corresponda.
d. Por último, en cuanto a la denunciada detención policial provisional
se puede advertir de lo expuesto por el fiscal de la Segunda Fiscalía
Provincial Mixta de Celendín y lo señalado por el Comisario Sectorial
de Celendín (fojas 47), que como consecuencia de la aducida flagrancia
del delito se detuvo preliminarmente a los actores por el término que la
Constitución establece para el delito de tráfico ilícito de drogas, esto es,
tal como se denuncia en la demanda, por el término de 15 días naturales.
Asimismo, del “Acta de Prueba de Campo de Descarte y Pesaje de Droga”
ha quedado precisado que la sustancia incautada trata de 6 gramos de
cannabis santiva [marihuana] (fojas 29). A ello se debe agregar que el
Código Penal establece, en su artículo 299, que no es punible la posesión
de droga para el propio e inmediato consumo, en cantidad que no exceda
de ocho gramos de marihuana, entre otros.

438
CRITERIOS RELEVANTES DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

Al respecto, y sin perjuicio de lo anterior expuesto, se debe reiterar que


el Tribunal Constitucional viene subrayando en su jurisprudencia que los
juicios de reproche penal de culpabilidad o inculpabilidad y la subsunción
de las conductas en determinado tipo penal, entre otros, son atribucio-
nes exclusivas de la jurisdicción ordinaria. No obstante, conforme a lo
expuesto en el segundo párrafo del considerando 5, supra, la autoridad
competente al atribuir la comisión de un ilícito penal a una persona no
puede realizar una interpretación manifiestamente extravagante respecto
de los hechos con la finalidad de aplicar un determinado tipo penal aje-
no a la conducta del actor o de mantener su detención preliminar; y es
que, en definitiva, la subsunción de las conductas en los tipos penales es
atribución del Juez penal; sin embargo la validez constitucional de sus
pronunciamientos judiciales es susceptible de ser examinada por este
Tribunal Constitucional.
23. Que, estando a lo expuesto en el fundamento anterior, este Colegiado con-
sidera pertinente que se remita copias certificadas de la presente resolución
a la Inspectoría General de la Policía Nacional del Perú, a la Oficina de
Control Interno del Ministerio Público y al Juzgado Penal de la Provincia
de Celendín, a fin de que tomen conocimiento de la actuación del fiscal de la
Segunda Fiscalía Provincial Mixta de Celendín y de los efectivos policiales
de la Comisaría Sectorial de Celendín que participaron en el denunciado
allanamiento y posterior detención de los recurrentes.
Por estas consideraciones, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que
le confiere la Constitución Política del Perú
RESUELVE:
1. Declarar IMPROCEDENTE la demanda en cuanto a la denunciada deten-
ción policial, al haber operado la sustracción de materia.
2. Declarar IMPROCEDENTE la demanda en lo demás que contiene.
3. Disponer la remisión de las copias certificadas de la presente resolución a la
Inspectoría General de la Policía Nacional del Perú, a la Oficina de Control
Interno del Ministerio Público y al Juzgado Penal de la Provincia de Celen-
dín, para su conocimiento y fines.
Publíquese y notifíquese.
S.S.
MESÍA RAMÍREZ
BEAUMONT CALLIRGOS
ETO CRUZ

439
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

110. Aplicación de medidas coercitivas: Falta de vulneración


constitucional en caso no se restrinja la libertad personal
Si bien el agente alega que no contó con abogado defensor en la
celebración y desarrollo de la audiencia de aplicación del prin-
cipio de oportunidad, contra aquel se iniciaron diligencias preli-
minares en sede fiscal y no se ha acreditado que posteriormente
el juez de la investigación preparatoria haya dictado –a solicitud
del fiscal– mandato de detención preliminar o prisión preventiva
que restrinja su libertad personal, conforme a los artículos 261 y
268 del Nuevo Código Procesal Penal, respectivamente, o en todo
caso, comparecencia restrictiva; por consiguiente, la reclamación
no está referida al contenido constitucionalmente protegido del
derecho tutelado por el hábeas corpus.

Expediente Nº 5402-2009-PHC/TC
LAMBAYEQUE
JUAN JUNIOR ROJAS RUIDÍAS Y OTRA

RESOLUCIÓN DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL


Lima, 20 de enero de 2010

VISTO:
El recurso de agravio constitucional interpuesto por don Juan Junior Rojas
Ruidías y doña Vilma Gladys Ruidías Córdova de Rojas contra la resolución de
la Sala Especializada en Derecho Constitucional de la Corte Superior de Justicia
de Lambayeque, de fojas 179, su fecha 22 de setiembre de 2009, que declaró
improcedente la demanda de autos; y,
ATENDIENDO A:
1. Que con fecha 10 de agosto de 2009, los recurrentes interponen demanda
de hábeas corpus y la dirigen contra el Juez del Juzgado de la Investigación
Preparatoria de Chiclayo, don Wilson Medina Medina, y contra la Fiscal
Adjunta Provincial Penal de la Segunda Fiscalía Provincial Corporativa de
Chiclayo, doña Rocío Medina Cisneros, por la vulneración de su derecho
constitucional al debido proceso, más específicamente de su derecho de

440
CRITERIOS RELEVANTES DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

defensa. Sostienen que la fiscal demandada, en un acto ilegal, dio inicio a


la Audiencia de Aplicación del Principio de Oportunidad sin que contaran
con un abogado defensor, colocándolos en un estado de indefensión y en
desigualdad de armas frente a la parte agraviada, quien sí contó con uno.
Asimismo, cuestionan la actuación parcializada del magistrado demandado
al desestimar su acción de tutela de derechos y, posteriormente, declarar
improcedente su recurso de apelación, sin haberse pronunciado en ningún
momento sobre la trasgresión del derecho a la defensa técnica.
2. Que la Constitución Política del Perú en su artículo 200, inciso 1), acogiendo
una concepción amplia del proceso de hábeas corpus, ha previsto que este
proceso constitucional de la libertad procede ante el hecho u omisión, por
parte de cualquier autoridad, funcionario o persona, que vulnera o amenaza
la libertad individual o los derechos constitucionales conexos a ella. A su vez
el Código Procesal Constitucional en el artículo 25, in fine, establece que el
hábeas corpus también procede en defensa de los derechos constitucionales
conexos con la libertad individual, especialmente cuando se trata del debido
proceso y la inviolabilidad de domicilio.
3. Que, sin embargo, “no cualquier reclamo que alegue a priori una presunta
afectación de los derechos conexos a la libertad individual puede dar lugar a
la interposición de una demanda de hábeas corpus, pues para su procedencia
se requiere prima facie que se cumpla con el requisito de la conexidad. Este
requisito comporta que el reclamo alegado esté siempre vinculado a la libertad
individual, de suerte que los actos calificados como atentatorios a los derechos
constitucionales conexos resulten también lesivos al derecho a la libertad
individual; es decir, que para que los denominados derechos constitucionales
conexos (…) sean objeto de tutela mediante el proceso de hábeas corpus la (…)
violación debe redundar en una amenaza o afectación a la libertad individual
(Expediente Nº 00584-2008-PHC/TC. fundamento 3)”.
4. Que sobre esta base, constituye el principal argumento de la demanda que los
recurrentes no contaron con un abogado defensor en la celebración y el de-
sarrollo de la Audiencia de Aplicación del Principio de Oportunidad, llevada
a cabo el 18 de mayo del presente año, a hora 10:30 de la mañana, conforme
al Acta de Audiencia de Aplicación del Principio de Oportunidad, obrante a
fojas 91; sin embargo, analizada la demanda y los instrumentales que obran
en autos, se aprecia que contra los recurrentes se iniciaron diligencias preli-
minares en sede fiscal y no se ha acreditado que posteriormente el juez de la
investigación preparatoria haya dictado –a solicitud del fiscal– mandato de

441
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

detención preliminar o prisión preventiva que restrinja la libertad personal


de los recurrentes, conforme a los artículos 261 y 268 del Nuevo Código
Procesal Penal, respectivamente, o en todo caso, comparecencia restrictiva;
lo que se explica por el tipo de delito imputado (lesiones leves, fojas 76).
5. Que por consiguiente, dado que la reclamación de los recurrentes (hechos
y petitorio) no está referida al contenido constitucionalmente protegido del
derecho tutelado por el hábeas corpus, resulta de aplicación el artículo 5,
inciso 1, del Código Procesal Constitucional, por lo que la demanda debe
rechazarse.
Por estas consideraciones el Tribunal Constitucional, con la autoridad que
le confiere la Constitución Política del Perú
RESUELVE:
Declarar IMPROCEDENTE la demanda de hábeas corpus.
Publíquese y notifíquese.
S.S.
MESÍA RAMÍREZ
BEAUMONT CALLIRGOS
ETO CRUZ

442
CRITERIOS RELEVANTES DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

111. Aplicación de medidas coercitivas: Necesidad de


conexión con libertad individual para analizar otros
derechos vía hábeas corpus
Si bien dentro de un proceso constitucional de la libertad como
es el hábeas corpus el Tribunal Constitucional puede pronun-
ciarse sobre la eventual vulneración de los derechos al debido
proceso, a la defensa y al secreto de las comunicaciones; ello
ha de ser posible siempre que exista conexión entre estos de-
rechos y el derecho fundamental a la libertad individual, o lo
que es lo mismo, que la afectación del derecho constitucional
conexo incida también negativamente en la libertad individual.

Expediente Nº 04052-2007-PHC/TC
LIMA
FERNANDO MELCIADES ZEVALLOS GONZALES

RESOLUCIÓN DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL


Lima, 9 de enero de 2008

VISTO:
El recurso de agravio constitucional interpuesto por don Enrique Napa
Chumbiauca, abogado defensor de don Fernando Zevallos Gonzales, contra la
sentencia expedida por la Segunda Sala Penal para Procesos con Reos en Cárcel
de la Corte Superior de Justicia de Lima, de fojas 792, su fecha 16 de mayo de
2007, que declara infundada la demanda de autos; y,
ATENDIENDO A:
1. Que con fecha 26 de enero de 2007 el recurrente interpone demanda de há-
beas corpus contra el fiscal de la Primera Fiscalía Provincial Especializada
en Delito de Tráfico Ilícito de Drogas, don Iván Leudicio Quispe Mansilla,
con el objeto de que se declare: i) nula la investigación preliminar iniciada
en su contra por el presunto delito de lavado de activos; ii) nulos y sin valor
probatorio las actas de las visualizaciones de los soportes informáticos y
los correos electrónicos obtenidos ilegalmente; y, iii) nula la denuncia for-
malizada con fecha el 22 de diciembre de 2006. Aduce la vulneración de su
derecho constitucional al debido proceso, más concretamente del derecho
de defensa, así como del derecho al secreto de las comunicaciones.

443
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

Refiere que pese a que la fiscal Luz Hortensia Loayza Suárez fue removida
en el cargo, continuó realizando actos de investigación en su contra entre
el 28 de marzo y el 2 de junio de 2006, tales como la ejecución de medidas
limitativas de derechos, actuaciones de diligencias policiales, etc., siendo
estos nulos de pleno derecho por cuanto la mencionada fiscal carecía de
competencia; que no obstante ello el fiscal emplazado ha permitido dicha
actuación ilegal, pues no ha tomado ninguna decisión respecto a tales diligen-
cias, pruebas e indicios, validándolos al formalizar la denuncia cuestionada,
todo ello con la finalidad de perjudicar sus derechos constitucionales y poner
en riesgo inminente su libertad personal. Agrega que no se le notificó de
manera oportuna los cargos imputados, que no se le permitió la lectura de
los actuados a su abogado defensor y que no fueron atendidos los pedidos
que presentó tanto al equipo especial de investigación como a la Fiscalía a
cargo del fiscal emplazado. Señala finalmente que la denuncia cuestionada
se sustenta en numerosos correos electrónicos que han sido recogidos de su
laptop y de un CPU que fueron incautados en el momento de su detención,
el 19 de noviembre de 2005, por existir una resolución judicial que ordenaba
su detención preliminar, lo que resulta ilegal, ya que dicho mandado judicial
no disponía la incautación de la laptop y del CPU, ni mucho menos el acceso
a la información, sino solamente su detención.
2. Que la Carta Política de 1993 (artículo 200, inciso 1) acogiendo una con-
cepción amplia del proceso de hábeas corpus ha previsto que este proceso
constitucional de la libertad procede ante el hecho u omisión, por parte de
cualquier autoridad, funcionario o persona, que vulnera o amenaza la liber-
tad individual o los derechos constitucionales conexos a ella. A su vez el
Código Procesal Constitucional en el artículo 25, in fine, establece que el
hábeas corpus también procede en defensa de los derechos constitucionales
conexos con la libertad, especialmente cuando se trata del debido proceso
y la inviolabilidad de domicilio.
3. Que no obstante ello no cualquier reclamo que alegue a priori afectación de
los derechos conexos a la libertad individual puede franquear la procedibili-
dad de una demanda de hábeas corpus, pues para ello se requiere prima facie
que se cumpla con el requisito de la conexidad. Este requisito comporta que
el reclamo alegado esté siempre vinculado a la libertad individual, de suerte
que los actos que se aduzcan como atentatorios de los derechos constitucio-
nales conexos resulten también lesivos del derecho a la libertad individual.
O dicho de otra manera, para que la alegada amenaza o vulneración de los
denominados derechos constitucionales conexos se tutele mediante el proceso
de hábeas corpus estas deben redundar en una amenaza o afectación de la
libertad individual.

444
CRITERIOS RELEVANTES DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

4. Que bajo tal perspectiva, si bien dentro de un proceso constitucional de la liber-


tad como es el hábeas corpus este Tribunal Constitucional puede pronunciarse
sobre la eventual vulneración de los derechos al debido proceso, a la defensa
y al secreto de las comunicaciones; como ya se dijo, ello ha de ser posible
siempre que exista conexión entre estos derechos y el derecho fundamental
a la libertad individual, o lo que es lo mismo, que la afectación del derecho
constitucional conexo incida también negativamente en la libertad individual;
supuesto que en el caso constitucional de autos no se presenta, pues se advierte
que los hechos alegados por el accionante como lesivos de los derechos cons-
titucionales invocados no tienen incidencia directa sobre su libertad personal,
esto es, no determinan restricción o limitación alguna de su derecho a la libertad
individual, por lo que la pretensión resulta manifiestamente incompatible con
la naturaleza de este proceso constitucional de la libertad.
5. Que a mayor abundamiento cabe enfatizar que en reiterada jurisprudencia
este Tribunal ha señalado que las actuaciones del Ministerio Público son
postulatorias y en ningún caso decisorias sobre lo que la judicatura resuelva
(Cfr. STC 3960-2005-PHC/TC y STC 05570-2007-PHC/TC, entre otras). En
efecto, si bien es cierto que se ha precisado que la actividad del Ministerio
Público en el marco de la investigación preliminar, así como la formaliza-
ción de la denuncia, se encuentran vinculadas al principio de interdicción
de la arbitrariedad y al debido proceso (Cfr. STC 6167-2005-PHC/TC, Caso
Fernando Cantuarias Salaverry), también lo es que dicho órgano fiscal no
tiene facultades para coartar la libertad individual.
6. Que por consiguiente, dado que la reclamación del recurrente (hechos y
petitorio) no está referida al contenido constitucionalmente protegido por
el hábeas corpus, resulta de aplicación el artículo 5, inciso 1 del Código
Procesal Constitucional, por lo que debe desestimarse la demanda.
Por estas consideraciones, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que
le confiere la Constitución Política del Perú
RESUELVE:
Declarar IMPROCEDENTE la demanda.
Publíquese y notifíquese.
S.S.
LANDA ARROYO
MESÍA RAMÍREZ
VERGARA GOTELLI
BEAUMONT CALLIRGOS
CALLE HAYEN
ETO CRUZ
ÁLVAREZ MIRANDA

445
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

112. Aplicación de medidas coercitivas: Distinción con el


auto apertorio de instrucción
No vulnera la Constitución el auto que abre instrucción, pues
este no incide en forma directa en el derecho a la libertad per-
sonal y en tal sentido no puede ser conocido a través del hábeas
corpus. En efecto, el auto de apertura de instrucción, en puridad,
es autónomo de la resolución contenida en su texto que decreta
la medida cautelar de carácter personal, pues es evidente que
ambos institutos jurídicos (el auto que abre la instrucción y la
resolución que impone la medida restrictiva de la libertad) son
distintos en su naturaleza, en los bienes jurídicos que pretenden
asegurar, en sus efectos jurídicos, en la finalidad procesal que
persiguen y en los presupuestos legales que los sustentan.

Expediente Nº 03782-2008-PHC/TC
LIMA
JULIO CÉSAR CARBAJAL CAYLLAHUA

RESOLUCIÓN DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL


Lima, 21 de diciembre de 2009

VISTO:
El recurso de agravio constitucional interpuesto por don Julio César Carvajal
Cayllahua contra la sentencia de la Cuarta Sala Especializada en lo Penal para
Procesos con Reos Cárcel de la Corte Superior de Justicia de Lima, de fojas 258,
su fecha 13 de junio de 2008, que declaró infundada la demanda de autos; y,
ATENDIENDO A:
(...)
2. Que en cuanto al primer extremo, la demanda tiene por objeto que se declare
la nulidad respecto al recurrente del auto que abre instrucción en su contra,
aduciéndose con tal propósito una supuesta afectación a los derechos de
defensa y al debido proceso.
(...)

446
CRITERIOS RELEVANTES DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

4. Que en el caso de autos se advierte que no se configura la alegada vulneración


cuya tutela se reclama en la demanda toda vez que la resolución que cues-
tionan los recurrentes no incide en forma directa en el derecho a la libertad
personal y en tal sentido no puede ser conocida a través del hábeas corpus.
En efecto el auto de apertura de instrucción, en puridad, es autónomo de la
resolución contenida en su texto que decreta la medida cautelar de carácter
personal, pues es evidente que ambos institutos jurídicos (el auto que abre la
instrucción y la resolución que impone la medida restrictiva de la libertad)
son distintos en su naturaleza, en los bienes jurídicos que pretenden asegu-
rar, en sus efectos jurídicos, en la finalidad procesal que persiguen y en los
presupuestos legales que los sustentan, tanto más si: i) en el vigente modelo
procesal penal peruano estos institutos jurídicos han quedado plenamente
delimitados al concederle al juez la competencia de restringir eventualmen-
te la libertad personal del imputado y, de otro lado, al fiscal la potestad de
disponer la formalización y la continuación de la investigación preparatoria,
perfeccionamiento del derecho procesal peruano en el que concibiéndose a
estos institutos jurídicos como autónomos se confiere atribuciones a distintos
órganos del Estado, del cual el Tribunal Constitucional no puede mostrar
un tratamiento indiferente y diferenciado en consideración a una interpreta-
ción inadecuada del artículo 77 del aún vigente Código de Procedimientos
Penales, y ii) las medidas restrictivas de la libertad son susceptibles de ser
impugnadas al interior del proceso penal así como excepcionalmente ser
cuestionadas vía el hábeas corpus.
Asimismo tampoco puede permitirse que los actores de la justicia penal ordi-
naria pretendan el análisis constitucional mediante el hábeas corpus de toda
resolución judicial que no resulte conveniente a sus intereses, aduciéndose
con tal propósito que como en el proceso penal que se les sigue se ha dictado
una medida restrictiva de la libertad en su contra procede el hábeas corpus
contra todo pronunciamiento judicial, apreciación que resulta incorrecta
puesto que el hábeas corpus contra resoluciones judiciales solo se habilita
de manera excepcional cuando la resolución judicial que se cuestiona incide
de manera directa y negativa en el derecho a la libertad personal.
5. Que por consiguiente el auto de apertura de instrucción dictado por Juez
competente no puede constituir una resolución judicial firme que vulnere
manifiestamente la libertad individual ni habilitar su examen constitucional
vía el proceso de hábeas corpus toda vez que dicho pronunciamiento judicial
no incide de manera negativa y directa sobre el derecho fundamental a la
libertad personal.
6. Que en lo que respecta al cuestionamiento de la actuación fiscal que indica
la demanda, este Tribunal ha subrayado en su reiterada jurisprudencia que

447
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

las actuaciones del Ministerio Público son postulatorias y en ningún caso


decisorias sobre lo que la judicatura resuelva, pues si bien su actividad (en
el marco de la investigación preliminar así como la formalización de la de-
nuncia o acusación) se encuentra vinculado al principio de interdicción de
la arbitrariedad y al debido proceso, no obstante no tiene, desde sus legales
facultades de acción, la posibilidad de coartar la libertad individual, contexto
por el que el examen constitucional de las actuaciones del representante del
Ministerio Público resulta manifiestamente incompatible con la naturaleza
de proceso constitucional de la libertad.
(...)
Ahora bien, en la hipótesis de que una denuncia fiscal podría condicionar
la apertura de instrucción en contra de una persona, esa denuncia tampoco
incidiría de manera directa y negativa en el derecho a la libertad individual,
toda vez que el auto que inicia el proceso penal es totalmente autónomo del
mandato de detención contenido en dicha resolución del juez y no del fiscal.
Por todo esto es que una denuncia fiscal de modo alguno puede llevar a vin-
cular y menos a condicionar las reglas de restricción a la libertad individual
cuya apreciación compete al juez penal, por lo que su análisis en la vía del
hábeas corpus excede su ámbito de tutela.
De otro lado, es oportuno señalar que pretender llevar al ámbito de tutela del
hábeas corpus limitaciones de menor grado como lo son las perturbaciones
o incomodidades que podrían ocasionar las citaciones fiscales, llámese por
los justiciables injustificadas citaciones fiscales, es significar la procedencia
de este proceso constitucional a una manera antojadiza con distinta fina-
lidad a la que la ley le ha asignado. En cambio distinto es el tratamiento
constitucional que correspondería a un caso excepcional en el que de modo
singular, por ejemplo, el fiscal haya ordenado la detención de una persona
y esta se haya ejecutado o cuando se aprecie de manera manifiesta de los
hechos de la demanda y las instrumentales que la acompañan las reiteradas
citaciones fiscales carentes de razonamiento y proporcionalidad que con sus
efectos causen un perjuicio en la libertad de la persona humana, claro está
que estos supuestos extravagantes son susceptibles de un análisis de fondo
atendiendo a la particularidad del manifiesto agravio al derecho a la libertad
individual y no por el solo hecho de su narración en la demanda, pues en
todo caso este último supuesto constituiría una limitación a la libertad en
menor grado que debe ser acreditado tanto en su configuración como en el
agravio al derecho constitucional reclamado. A ello corresponde agregar que
si bien este Tribunal Constitucional en casos concretos de hábeas corpus ha
ingresado al fondo para determinar que las resoluciones fiscales: i) deben
estar debidamente motivadas conforme a lo establecido por el inciso 5 del

448
CRITERIOS RELEVANTES DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

artículo 139 de la Constitución o ii) para proscribir la duración indefinida de


una investigación fiscal, también es cierto que aquellos pronunciamientos
ya discernieron estos supuestos de actuación fiscal por lo que el análisis de
fondo de tales casos no configuró per se la estimación de la demanda tanto
así que se precisó que los actos fiscales no configuran una afectación concreta
a la libertad personal y por tanto las demandas sucesivas en estos sentidos
resultan improcedentes por el hábeas corpus sin comportar un análisis del
fondo que ya fue vislumbrado por este alto Tribunal. Es por ello que las
ilegales o arbitrarias actuaciones fiscales deben ser cuestionadas haciendo
uso de las vías legales establecidas o excepcionalmente incoando un proceso
de amparo que cuestione la ilegalidad o arbitrariedad del accionar fiscal mas
no postular una demanda de hábeas corpus que tiene distinta naturaleza y
finalidad.
7. Que finalmente en cuanto al cuestionamiento a la deficiente investigación
preliminar a nivel policial se debe señalar que esta actividad investigatoria
complementa la labor del fiscal y se relaciona con la determinación que
pueda tomar la judicatura, en tal sentido no comporta per se una incidencia
directa y negativa en el derecho a la libertad personal que pueda habilitar
la procedencia del hábeas corpus. En este extremo resulta pertinente men-
cionar que si bien el proceso de la libertad, en ciertos casos, se ocupa de las
denuncias de afectación al derecho de la libertad personal en sede policial
esto es cuando de por medio está la indebida detención policial del actor que
reclama tutela constitucional, lo que no acontece en autos.
8. Que por lo expuesto no encontrando que los hechos y el petitorio estén re-
feridos al contenido constitucionalmente protegido del derecho a la libertad
personal la demanda debe ser rechazada en aplicación de lo establecido en el
inciso 1) del artículo 5 del Código Procesal Constitucional toda vez que las
actuaciones judiciales, fiscales y policiales que se cuestionan no redundan
en un agravio al derecho fundamental a la libertad personal.
Por estas consideraciones, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que
le confiere la Constitución Política del Perú
RESUELVE, con el fundamento de voto que suscriben los magistrados
Landa Arroyo y Álvarez Miranda,
Declarar IMPROCEDENTE la demanda de hábeas corpus de autos.
Publíquese y notifíquese.
S.S.
VERGARA GOTELLI
LANDA ARROYO
ÁLVAREZ MIRANDA

449
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

113. Detención preventiva: Posibilidad de su control


constitucional
La justicia constitucional se encuentra habilitada para verificar
si los presupuestos legales de la detención preventiva judicial
concurren de manera simultánea y que su imposición sea acor-
de a los fines y al carácter subsidiario y proporcional de dicha
institución, fundamentación que debe encontrarse motivada
en la resolución judicial que lo decreta.

Expediente Nº 06071-2009-PHC/TC
SANTA
SISTO ARCÁNGEL ACOSTA HERVIAS

RESOLUCIÓN DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL


Lima, 25 de enero de 2010
VISTO:
El recurso de agravio constitucional interpuesto por doña Santosa Fajardo
Roldán a favor de don Sisto Arcángel Acosta Hervias, contra la resolución de la
Primera Sala Penal de la Corte Superior de Justicia del Santa, de fojas 129, su
fecha 30 de octubre de 2009, que declaró improcedente la demanda de autos; y,
ATENDIENDO A:
1. Que con fecha 31 de agosto de 2009, la recurrente interpone demanda de
hábeas corpus contra el Juez del Juzgado Mixto de Corongo, señor Tito
Livio Ulloa Ríos, con el objeto de que se declare la nulidad de la Resolu-
ción de fecha 12 de marzo de 2009, en el extremo que decreta el mandato
de detención provisional en contra del favorecido, en la instrucción que se
le sigue por el delito de violación sexual (Expediente Nº 2009-114); y que
en consecuencia, se disponga su inmediata excarcelación.
Al respecto, afirma que el mandato de detención se dictó vulnerando los de-
rechos a la libertad personal y a la motivación de las resoluciones judiciales
por cuanto no fundamenta los presupuestos establecidos en el artículo 135
del Código Procesal Penal, esto es, que no existen suficientes elementos
probatorios para concluir que el beneficiario intenta eludir la acción de la
justicia o perturbar la actividad probatoria, tanto más si cuenta con domicilio
y trabajo conocido y es una persona de amplio respeto en su localidad. Refiere

450
CRITERIOS RELEVANTES DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

que no se ha considerado que no registra antecedentes judiciales ni penales,


así como que no existe posibilidad de que eluda la acción de la justicia.
Agrega que la medida cuestionada se emitió sin que medie una prueba
contundente que la sustente, pues solo existen dos manifestaciones contra-
dictorias de parte de la presunta agraviada y un certificado médico que no
fue expedido por un médico legista, en el que no se llega a determinar la
comisión del ilícito que se imputa al actor.
2. Que este Tribunal ha sostenido en reiterada jurisprudencia que la detención
judicial preventiva es una medida provisional que limita la libertad física,
pero no por ello es, per se, inconstitucional, en tanto no comporta una medida
punitiva, ni afecta la presunción de inocencia que asiste a todo procesado y
legalmente se justifica siempre y cuando existan motivos razonables y pro-
porcionales para su dictado. A tal efecto, el artículo 135 del Código Procesal
Penal establece que para el dictado del mandato de detención provisional es
necesaria la concurrencia simultánea de tres presupuestos, entre ellos, que
existan suficientes elementos probatorios para concluir que el imputado
intenta eludir la acción de la justicia o perturbar la actividad probatoria. En
este sentido, la justicia constitucional se encuentra habilitada para verificar
si estos presupuestos concurren de manera simultánea y que su imposición
sea acorde a los fines y al carácter subsidiario y proporcional de dicha ins-
titución, fundamentación que debe encontrarse motivada en la resolución
judicial que lo decreta.
3. Que la Constitución establece expresamente en su artículo 200, inciso 1, que
el hábeas corpus procede cuando se vulnera o amenaza la libertad individual
o los derechos constitucionales conexos a ella. No obstante, no cualquier
reclamo que alegue la presunta afectación del derecho a la libertad individual
o sus derechos conexos puede dar lugar al análisis del fondo de la materia
cuestionada mediante el hábeas corpus, pues para ello debe examinarse
previamente si los hechos cuya inconstitucionalidad se denuncia revisten
relevancia constitucional y, de ser así, si aquellos agravian el contenido
constitucionalmente protegido del derecho fundamental a la libertad personal.
De otro lado, el Código Procesal Constitucional establece en su artículo 4
que el proceso constitucional de hábeas corpus procede cuando una reso-
lución judicial firme vulnera en forma manifiesta la libertad personal y la
tutela procesal efectiva; por lo tanto, no procede cuando dentro del proceso
penal que dio origen a la resolución que se cuestiona no se han agotado los
recursos que otorga la ley para impugnarla o cuando habiéndola apelado esté
pendiente de pronunciamiento judicial dicha apelación.

451
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

4. Que en el presente caso, de los actuados y demás instrumentales que corren


en los autos, no se acredita que el mandato de detención judicial cumpla con
el requisito de firmeza exigido en los procesos de la libertad, esto, es que
se haya agotado los recursos que otorga la ley para impugnar la resolución
judicial que agraviaría los derechos reclamados, habilitando así su examen
constitucional [Cfr. STC 4107-2004-HC/TC, caso Leonel Richie Villar de la
Cruz]. Por consiguiente, la reclamación de la demanda resulta improcedente
en sede constitucional.
5. Que finalmente, en cuanto al cuestionamiento de la insuficiencia y validez
de los medios probatorios que sustentan la medida cautelar de la libertad
impuesta al actor, esto es, que existen dos manifestaciones contradictorias de
parte de la presunta agraviada y un certificado médico que no fue expedido
por un médico legista, en el que no se llega a determinar la comisión del
ilícito que se imputa al favorecido, cabe subrayar que este Tribunal viene
señalando en su reiterada jurisprudencia que la valoración de la pruebas que
para su efecto se actúen en la instancia correspondiente es un aspecto pro-
pio de la jurisdicción ordinaria que no compete a la justicia constitucional,
encargada de examinar casos de otra naturaleza.
Por consiguiente, este extremo de la demanda debe ser rechazado en aplica-
ción de la causal de improcedencia contenida en el artículo 5, inciso 1, del
Código Procesal Constitucional por cuanto la aludida denuncia constitucional
no está referida en forma directa al contenido constitucionalmente protegido
del derecho a la libertad personal, al no ser atribución del juez constitucional
subrogar a la justicia ordinaria en temas propios de sus competencia.
Por estas consideraciones, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que
le confiere la Constitución Política del Perú
RESUELVE:
Declarar IMPROCEDENTE la demanda de hábeas corpus de autos.
Publíquese y notifíquese.
S.S.

452
CRITERIOS RELEVANTES DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

114. Detención preventiva: Naturaleza provisional (someti-


miento a cláusula rebus sic stantibus)
La detención judicial preventiva es una medida provisional
cuyo mantenimiento solo debe persistir en tanto no desapa-
rezcan las razones objetivas que sirvieron para su dictado. En
efecto, las medidas coercitivas, además de ser provisionales,
se encuentran sometidas a la cláusula rebus sic stantibus, lo
que significa que su permanencia o modificación a lo largo del
proceso estará siempre subordinada a la estabilidad o cambio
de los presupuestos que posibilitaron su adopción inicial, por
lo que es plenamente posible que, alterado el estado sustancial
de los presupuestos fácticos respecto de los cuales la medida
se adoptó, pueda esta ser variada, criterio que guarda concor-
dancia con la condición legal prevista el último párrafo del
artículo 135 del Código Procesal Penal.

Expediente Nº 01623-2010-PHC/TC
SAN MARTÍN
JACSON VÁSQUEZ RUIZ

SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
En Lima, a los 30 días del mes de setiembre de 2010, la Sala Primera del
Tribunal Constitucional, integrada por los magistrados Beaumont Callirgos,
Álvarez Miranda y Urviola Hani pronuncia la siguiente sentencia

ASUNTO:
Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Jacson Vásquez Ruiz
contra la sentencia expedida por la Segunda Sala Mixta Descentralizada de la
Corte Superior de Justicia de San Martín, de fojas 154, su fecha que declaró
improcedente la demanda de autos.
ANTECEDENTES:
(...)
FUNDAMENTOS:

453
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

1. El objeto de la demanda es que se deje sin efecto la Resolución de fecha


16 de setiembre del 2009, que confirmó la resolución de fecha 15 de julio
del 2009, que a su vez declaró improcedente la variación del mandato de
detención. El demandante señala que se han vulnerado sus derechos a la
libertad individual y a la motivación de las resoluciones judiciales; por lo
que solicita su inmediata libertad.
2. El Tribunal Constitucional ha señalado en reiterada jurisprudencia que la
necesidad de que las resoluciones judiciales sean motivadas es un principio
que informa el ejercicio de la función jurisdiccional y, al mismo tiempo, un
derecho constitucional de los justiciables. Mediante ella, por un lado, se ga-
rantiza que la administración de justicia se lleve a cabo de conformidad con
la Constitución y las leyes (artículo 138 de la Constitución Política del Perú)
y, por otro, que los justiciables puedan ejercer de manera efectiva su derecho
de defensa. En la sentencia recaída en el Expediente Nº 1230-2002-HC/
TC el Tribunal Constitucional ha sostenido que dicho derecho no garantiza
una determinada extensión de la motivación, que se tenga que pronunciar
expresamente sobre cada uno de los aspectos controvertidos o alegados por
la defensa, ni excluye que se pueda presentar la figura de la motivación por
remisión.
3. Asimismo, respecto de la detención judicial preventiva, en reiterada juris-
prudencia, ha señalado que es una medida provisional cuyo mantenimiento
solo debe persistir en tanto no desaparezcan las razones objetivas que sir-
vieron para su dictado. En efecto, las medidas coercitivas, además de ser
provisionales, se encuentran sometidas a la cláusula rebus sic stantibus, lo
que significa que su permanencia o modificación a lo largo del proceso estará
siempre subordinada a la estabilidad o cambio de los presupuestos que posi-
bilitaron su adopción inicial, por lo que es plenamente posible que, alterado
el estado sustancial de los presupuestos fácticos respecto de los cuales la
medida se adoptó, pueda esta ser variada, criterio que guarda concordancia
con la condición legal prevista el último párrafo del artículo 135 del Código
Procesal Penal.
4. En el caso Manuel Chapilliquén Vásquez, Expediente Nº 6209-2006-PHC/
TC, el Tribunal Constitucional ha precisado que la justicia constitucional
puede examinar si la resolución cuestionada cumple la exigencia consti-
tucional de una debida motivación, conforme al artículo 135 del Código
Procesal Penal. Y es que, eventualmente, y ante una acusada afectación del
derecho a la motivación de las resoluciones judiciales materializada en una

454
CRITERIOS RELEVANTES DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

resolución que desestima la variación de la detención judicial impuesta, la


Justicia constitucional es idónea para examinar el presunto agravio consti-
tucional, pero no para determinar la concurrencia de las circunstancias que
legitiman el mantenimiento de dicha medida cautelar provisional; criterio
jurisprudencial establecido en la sentencia recaída en el caso Vicente Ignacio
Silva Checa, Expediente Nº 1091-2002-HC/TC.
5. En el presente caso, se observa que la Resolución de fecha 16 de setiembre
del 2009 (fojas 128) sí cumple con la exigencia constitucional de la motiva-
ción debida de las resoluciones judiciales pues en los considerandos Sétimo
y Octavo se aprecia que los vocales emplazados no han considerado sufi-
cientes los argumentos del recurrente para desvirtuar los presupuestos que
determinaron el mandato de detención; en consecuencia, no corresponde a
este Tribunal Constitucional invalidar su criterio jurisdiccional. Cabe reiterar
lo expresado en el fundamento 2 respecto de que el supuesto de motivación
por remisión no vulnera el derecho a la motivación de las resoluciones ju-
diciales; por consiguiente, es de aplicación, a contrario sensu, el artículo 2
del Código Procesal Constitucional.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le
confiere la Constitución Política del Perú
HA RESUELTO:
Declarar INFUNDADA la demanda.
Publíquese y notifíquese.
S.S.
BEAUMONT CALLIRGOS
ÁLVAREZ MIRANDA
URVIOLA HANI

455
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

115. Detención preventiva: Improcedencia de su cuestiona-


miento constitucional en caso de falta de firmeza
La demanda de hábeas corpus deviene en improcedente en el
extremo referido al cuestionamiento del mandato de detención
contenido en el auto de apertura de instrucción ampliatorio, si
no se ha acreditado que dicho mandato haya sido cuestionado
al interior del proceso penal, careciendo del carácter firme
exigido como requisito esencial de procedencia por el artículo
4 del Código Procesal Constitucional.

Expediente Nº 04726-2008-PHC/TC
LIMA
ROBERT MICHAEL HABER

SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL


En Lima, a los 19 días del mes de marzo de 2009, la Sala Primera del Tri-
bunal Constitucional, integrada por los Magistrados Landa Arroyo, Calle
Hayen y Álvarez Miranda, pronuncia la siguiente sentencia
 
ASUNTO:
Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Luis Fernando Iberico
Castañeda contra la sentencia de la Primera Sala Penal para Procesos con Reos
Libres, de fojas 311, su fecha 12 de mayo de 2008, que declara infundada la
demanda de hábeas corpus de autos.
ANTECEDENTES:
(...)
FUNDAMENTOS:
Delimitación del petitorio
1. La presente demanda tiene por objeto que se declare la nulidad del auto de
apertura de instrucción ampliatorio, de fecha 7 de diciembre de 2007, expe-
dido por el Quincuagésimo Segundo Juzgado Penal de Lima, en virtud del
cual se abre proceso penal en contra del favorecido por la presunta comisión
del delito de lavado de activos provenientes del delito de tráfico ilícito de
drogas (forma agravada) y se dicta mandato de detención en su contra.

456
CRITERIOS RELEVANTES DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

Cuestión previa: Improcedencia del cuestionamiento al mandato de


detención
2. El Tribunal Constitucional, en reiterada jurisprudencia, como es el caso de
la STC Nº 08125-2005-PHC, ha sostenido que es posible que, por medio del
proceso constitucional de hábeas corpus, se cuestione un auto de apertura
de instrucción en caso este vulnere o amenace el derecho constitucional a la
libertad individual o algún derecho conexo al mismo, a pesar de lo estable-
cido en el artículo 4 del Código Procesal Constitucional, por cuanto dicha
resolución judicial no es susceptible de ser recurrida al interior del proceso
penal. No obstante, de conformidad con el artículo 138 del Código Proce-
sal Penal (Decreto Legislativo Nº 638), sí es posible interponer un recurso
de apelación en contra de un auto de apertura de instrucción en el extremo
referido al mandato de detención.
3. En consecuencia, conviene precisar la línea jurisprudencial a la que se hizo
referencia en el fundamento anterior, respecto de la aplicación del artículo 4
del Código Procesal Constitucional con relación al auto de apertura de ins-
trucción, señalando que, en tanto que es un requisito de procedencia para la
interposición de una demanda de hábeas corpus contra una resolución judicial
el que esta ostente carácter firme, es decir, que ya no pueda ser cuestionada
al interior del proceso en el que fue dictada; el extremo del auto de apertura
de instrucción referido al mandato de detención, habida cuenta de que es
susceptible de ser impugnado, habrá de ser rechazado si es que no ostenta
firmeza.
4. Por tanto, en el caso de autos, la demanda deviene en improcedente en el
extremo referido al cuestionamiento del mandato de detención contenido
en el auto de apertura de instrucción ampliatorio, toda vez que no se ha
acreditado que dicho mandato haya sido cuestionado al interior del proceso
penal, careciendo del carácter firme exigido como requisito esencial de
procedencia por el artículo 4 del Código Procesal Constitucional. Entonces,
este Tribunal pasará a pronunciarse respecto al fondo del resto del contenido
de la demanda.
Análisis del acto lesivo materia de controversia constitucional
(...)
11. Por lo tanto, la demanda debe ser desestimada en este extremo por cuanto
se observa que el cuestionado auto de apertura de instrucción ampliatorio
no vulnera los derechos constitucionales invocados por el demandante

457
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

puesto que señala los hechos cometidos que sustentarían el delito imputado,
habiendo además subsumido los mismos en un tipo penal específico.
(...)
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le
confiere la Constitución Política del Perú
HA RESUELTO:
1. Declarar INFUNDADA la demanda respecto del extremo en el que se cues-
tiona el auto de apertura de instrucción.
2. Declarar IMPROCEDENTE la demanda en el extremo referido al mandato
de detención.
Publíquese y notifíquese.
S.S.
LANDA ARROYO
CALLE HAYEN
ÁLVAREZ MIRANDA

458
CRITERIOS RELEVANTES DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

116. Detención preventiva: Posibilidad de adquisición de


firmeza durante el proceso constitucional
Si bien se advierte que a la fecha de la interposición de la
demanda de hábeas corpus la resolución judicial cuestionada
no revestía la firmeza exigida por el artículo 4 del Código Pro-
cesal Constitucional (lo que ameritaba que la pretensión sea
declarada improcedente), en el transcurso del presente proceso
constitucional se ha cumplido con dicho requisito, por lo que
este Tribunal Constitucional se encuentra habilitado para
emitir pronunciamiento de fondo. 

Expediente Nº 00676-2008-PHC/TC
LORETO
RENÉ NAVARRO DOSANTOS

SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL


En Lima, a los 28 días del mes de febrero de 2008, la Sala Segunda del Tri-
bunal Constitucional, integrada por los magistrados Mesía Ramírez, Vergara
Gotelli y Álvarez Miranda, pronuncia la siguiente sentencia
 
ASUNTO: 
Recurso de agravio constitucional interpuesto por doña Carmen Rosario
Morón Centeno a favor de don René Navarro Dosantos contra la resolución
expedida por la Primera Sala Penal de la Corte Superior de Justicia de Loreto,
de fojas 333, su fecha 22 de enero de 2008, que declara infundada la demanda
de autos.
ANTECEDENTES:
(...)
FUNDAMENTOS:
1. El demandante alega la vulneración de los derechos a la debida motivación
de las resoluciones judiciales, a la defensa y al debido proceso del benefi-
ciario, en conexión con su libertad individual, debido a que: a) no habría
sido notificado con la denuncia fiscal Nº 048, 049, 068 y 144-2007-FPM-
LN-MP-FN; y b) no se ha motivado debidamente el mandato de detención
dictado en el proceso penal Nº 2007-118 (que se le sigue al favorecido por la

459
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

presunta comisión de los delitos de peculado y colusión desleal), en estricto,


el aspecto referido al peligro procesal.
2. Respecto de los cuestionamientos efectuados a la investigación preliminar, es
preciso señalar que con fecha 23 de noviembre de 2007 el Fiscal Provincial
de la Fiscalía Provincial Mixta de Nauta formalizó denuncia penal Nº 048,
049, 068 y 144-2007-FPM-LN-MP-FN (acumulados) ante el Juzgado Mixto
de la provincia de Nauta (a fojas 149). Atendiendo a ello, el referido órgano
jurisdiccional dictó auto de apertura de instrucción con fecha 17 de diciembre
de 2007 (a fojas 181), dando inicio al proceso penal Nº 2007-118. En ese
sentido se advierte que al momento de interponerse la demanda la cuestio-
nada investigación preliminar había concluido y la restricción de la libertad
que sufría el favorecido radicaba en el mandato de detención cuestionado.
En consecuencia, este extremo de la demanda deviene en improcedente, en
aplicación del artículo 5 inciso 5 del Código Procesal Constitucional: “No
proceden los procesos constitucionales cuando: (...) 5. A la presentación de
la demanda ha cesado la amenaza o violación de un derecho constitucional
o se ha convertido en irreparable”.
3. Respecto del extremo de la demanda referido a la falta de motivación del
peligro procesal en el mandato de detención dictado en contra del favoreci-
do, cabe señalar que el procesado interpuso recurso de apelación contra el
mandato de detención cuestionado mediante escrito de fecha 19 de diciembre
de 2007 (a fojas 217). Asimismo se advierte que mediante resolución de
fecha 22 de enero de 2008 (a fojas 363), la Primera Sala Penal de la Corte
Superior de Justicia de Loreto confirmó el referido mandato de detención.
En ese sentido, si bien se advierte que a la fecha de la interposición de la
demanda la resolución judicial cuestionada no revestía la firmeza exigida
por el artículo 4 del Código Procesal Constitucional (lo que ameritaba que
la pretensión sea declarada improcedente), en el transcurso del presente
proceso constitucional se ha cumplido con dicho requisito, por lo que este
Tribunal se encuentra habilitado para emitir pronunciamiento de fondo. 
4. En el presente caso el demandante alega que el cuestionado mandato de de-
tención no valora debidamente el peligro procesal. Al respecto, del estudio
del referido auto (a fojas 181) se advierte que se le imputa la favorecido
el haber suscrito en su condición de alcalde un contrato con el consorcio
KIARA-INDUCER para la adquisición de menos leche y más avena de la
requerida con un precio sobrevalorado de la avena, perjudicando a los benefi-
ciarios del Programa del Vaso de Leche. Al respecto se advierte que el órgano
jurisdiccional emplazado sí evaluó el peligro procesal, en su modalidad de

460
CRITERIOS RELEVANTES DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

perturbación de la actividad probatoria, precisando que el procesado, en


su condición de alcalde: a) habría solicitado proformas para la adquisición
de leche y avena en una fecha posterior a la firma del contrato que habría
realizado con el consorcio KIARA-INDUCER sobre dichos productos, a
fin de disfrazar la ilicitud de la contratación; y b) habría emitido irregulares
acuerdos de concejo respecto del Programa del Vaso de Leche sin la parti-
cipación de los regidores de dicha municipalidad. Así:
(...) Que, en este inculpado en su condición de Alcalde, sin que
exista proformas de otras empresas en enero firmó un contrato para
compras de lata de Leche y avena, sin embargo para dar vistos de
ilicitud de este hecho y perturbar la actividad probatoria es que
ordena a la administración, asimismo, este ha tratado de intervenir
dictando acuerdos de la Municipalidad respecto del vaso de leche,
cuando dichos acuerdos han sido falsos, específicamente el acuerdo
Nº 023-2007-SE denunciado por Regidores en la que señala que
no participaron en dichos acuerdos, de lo que se deduce que este
inculpado trata de perturbar la actividad probatoria (...)
5. De lo expuesto se concluye entonces que el aspecto referido al peligro pro-
cesal ha sido motivado por el juzgado demandado, por lo que no se habrían
vulnerado los derechos invocados en la demanda. En consecuencia, la pre-
tensión de autos debe ser desestimada.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le
confiere la Constitución Política del Perú
HA RESUELTO:
1. Declarar IMPROCEDENTE la demanda en el extremo referido a la falta
de notificación de la denuncia fiscal.
2. Declarar INFUNDADA la demanda en el extremo concerniente a la falta de
motivación del peligro procesal, contenido dentro del mandato de detención
impuesto al beneficiario.
Publíquese y notifíquese.
S.S.
MESÍA RAMÍREZ
VERGARA GOTELLI
ÁLVAREZ MIRANDA

461
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

117. Detención preventiva: No necesidad de previa


acusación
La Constitución posibilita que el derecho a la libertad personal
de los ciudadanos pueda ser restringido por el órgano jurisdic-
cional, con la única exigencia de que dicha detención encuentre
sustento en una resolución escrita y motivada. De ello se infiere
que la decisión sobre la imposición de un mandato de deten-
ción corresponde al órgano jurisdiccional, el cual, atendiendo
a los hechos acaecidos en el caso concreto, determinará si es
necesario limitar de manera severa el derecho a la libertad del
imputado, lo que no implica que previamente haya tenido que
dictarse la acusación, pudiendo emitirse mandato de detención
judicial durante la instrucción, o inclusive antes del inicio del
proceso penal, conforme a la Ley Nº 27379.

Expediente Nº 04201-2007-HC/TC
LIMA
AGAPITO GALICIA FERNÁNDEZ

SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL


En Lima, a los 4 días del mes de octubre de 2007, la Sala Segunda del Tribunal
Constitucional, integrada por los señores magistrados Mesía Ramírez, Vergara
Gotelli y Álvarez Miranda, pronuncia la siguiente sentencia.

ASUNTO:
Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Agapito Galicia Fer-
nández contra la resolución de fojas 159, su fecha 5 de junio de 2007, expedida
por la Cuarta Sala Penal para Procesos con Reos en Cárcel de la Corte Superior
de Justicia de Lima, que declara improcedente la demanda de autos.
ANTECEDENTES:
(...)
FUNDAMENTOS:
1. El demandante afirma que las órdenes de captura emitidas por el Noveno
Juzgado Penal de Lima (en el marco del proceso penal Nº 445-2002), sin que
exista previamente un dictamen acusatorio por parte del Ministerio Público,

462
CRITERIOS RELEVANTES DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

configura una amenaza cierta e inminente contra su derecho a la libertad


individual.
2. El artículo 2 inciso 24 literal f de la Constitución Política establece lo
siguiente:
“ Toda persona tiene derecho: (...) 24. A la libertad y a la seguridad
personales. En consecuencia: (...) f. Nadie puede ser detenido sino
por mandamiento escrito y motivado del juez (...)”.
3. En ese sentido se advierte que la norma constitucional precitada posibilita
que el derecho a la libertad personal de los ciudadanos pueda ser restringido
por el órgano jurisdiccional, con la única exigencia de que dicha detención
encuentre sustento en una resolución escrita y motivada. De ello se infiere
que la decisión sobre la imposición de un mandato de detención correspon-
de al órgano jurisdiccional, el cual, atendiendo a los hechos acaecidos en
el caso concreto, determinará si es necesario limitar de manera severa el
derecho a la libertad del imputado, lo que no implica que previamente haya
tenido que dictarse la acusación, pudiendo emitirse mandato de detención
judicial durante la instrucción, o inclusive antes del inicio del proceso penal,
conforme a la Ley Nº 27379.
4. En el presente caso se alega que las órdenes de captura emitidas por el juez son
irregulares por cuanto aún no existe dictamen acusatorio contra el procesado.
Sin embargo, como se señaló en el párrafo precedente, el órgano jurisdiccional
es autónomo en su decisión de imponer las medidas restrictivas de la libertad al
interior de un proceso penal, no constituyendo un requisito la acusación fiscal.
En tal sentido, la pretensión debe desestimarse.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le
confiere la Constitución Política del Perú
HA RESUELTO
Declarar INFUNDADA la demanda de hábeas corpus.
Publíquese y notifíquese.
S.S.
MESÍA RAMÍREZ
VERGARA GOTELLI
ÁLVAREZ MIRANDA

463
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

118. Detención preventiva: Carácter más estricto de la mo-


tivación de la medida
Tratándose de la detención judicial preventiva, la exigencia de la
motivación en la adopción o el mantenimiento de la medida debe
ser más estricta, pues solo de esa manera es posible despejar la
ausencia de arbitrariedad en la decisión judicial, a la vez que con
ello se permite evaluar si el juez penal ha obrado de conformidad
con la naturaleza excepcional, subsidiaria y proporcional de la
detención judicial preventiva. Dos son, en ese sentido, las carac-
terísticas que debe exhibir la motivación de la detención judicial
preventiva: tiene que ser “suficiente” y debe ser “razonada”.

Expediente Nº 05046-2009-PHC/TC
PIURA
SANTOS SEFERINA ENRIQUE BLAS

SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL


En Lima, a los 29 días del mes de marzo de 2010, la Sala Primera del Tri-
bunal Constitucional, integrada por los magistrados Landa Arroyo, Calle
Hayen y Álvarez Miranda, pronuncia la siguiente sentencia

ASUNTO:
El recurso de agravio constitucional interpuesto por don Luis Jorge Infante
Noe, a favor de doña Santos Seferina Enrique Blas, contra la resolución expedida
por la Sala Penal Liquidadora de la Corte Superior de Justicia de Piura, de fojas
87, su fecha 3 de setiembre de 2009, que declaró infundada la demanda de autos.
ANTECEDENTES: 
(...)
FUNDAMENTOS:
1. El objeto de la presente demanda de hábeas corpus es cuestionar la Resolución
de vista de fecha 16 de julio de 2009, que dispuso revocar la resolución de
fecha 15 de enero de 2009, que, reformándola, declaró fundada la solicitud de
detención preliminar contra la favorecida incoada por el Ministerio Público
en el proceso que se le sigue por el delito de tráfico ilícito de drogas.
(...)

464
CRITERIOS RELEVANTES DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

Exigencia de una especial motivación de la resolución judicial que decreta


el mandato de detención judicial preventiva
5. La necesidad de que las resoluciones judiciales sean motivadas es un princi-
pio que informa el ejercicio de la función jurisdiccional y, al mismo tiempo,
un derecho constitucional de los justiciables. Mediante ella, por un lado, se
garantiza que la administración de justicia se lleve a cabo de conformidad
con la Constitución y las leyes (art. 138 de la Constitución) y, por otro, que
los justiciables puedan ejercer de manera efectiva su derecho de defensa.
En la sentencia recaída en el Expediente Nº 1230-2002-HC/TC, el Tribunal
Constitucional ha sostenido que dicho derecho no garantiza una determina-
da extensión de la motivación; que se tenga que pronunciar expresamente
sobre cada uno de los aspectos controvertidos o alegados por la defensa, ni
excluye que se pueda presentar la figura de la motivación por remisión.
6. Sin embargo, tratándose de la detención judicial preventiva, la exigencia
de la motivación en la adopción o el mantenimiento de la medida debe ser
más estricta, pues solo de esa manera es posible despejar la ausencia de ar-
bitrariedad en la decisión judicial, a la vez que con ello se permite evaluar
si el juez penal ha obrado de conformidad con la naturaleza excepcional,
subsidiaria y proporcional de la detención judicial preventiva.
7. Dos son, en ese sentido, las características que debe exhibir la motivación de
la detención judicial preventiva. En primer lugar, tiene que ser “suficiente”,
esto es, debe expresar, por sí misma, las condiciones de hecho y de derecho
que sirven para dictarla o mantenerla. En segundo término, debe ser “razona-
da”, en el sentido de que en ella se observe la ponderación judicial en torno a
la concurrencia de todos los aspectos que justifican la adopción de la medida
cautelar, pues de otra forma no podría evaluarse si es arbitraria por injustificada.
Análisis del caso concreto
8. En el caso constitucional de autos, el recurrente cuestiona el mandato de
detención expedido en contra de su patrocinada porque no se ha efectuado
una debida valoración, por parte del órgano jurisdiccional, de los medios
probatorios para dictar dicha medida restrictiva; por tanto, solicita que se
disponga la inmediata restitución de su derecho a la libertad individual.
9. En ese sentido, como ya se advirtió, la justicia constitucional no puede
determinar la configuración de cada uno de los presupuestos legales que
legitiman la adopción de la detención judicial preventiva, ya que ello supon-
dría subrogar las funciones del juez penal ordinario; sin embargo, no está
impedida de verificar si estos presupuestos concurren de manera simultánea
y que su imposición sea acorde a los fines y al carácter subsidiario y pro-
porcional de dicha institución. Por ello, del análisis de autos fluye que la

465
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

cuestionada Resolución (fojas 18) de fecha 16 de julio de 2009, por la que los
denunciados deciden revocar la resolución que declara infundada la deten-
ción preliminar y, reformándola, disponen la detención de la favorecida, es
suficiente y razonada, y se condice con la naturaleza y fines de la detención
judicial preventiva, toda vez que el juez penal, al momento de fundamentar
su decisión, ha valorado las pruebas, por cuanto se señala que los hechos
se encuentran dentro de los supuestos previstos en el artículo 261, inciso
1, literal a), del Nuevo Código Procesal Penal, el que estipula que el Juez
de la Investigación Preparatoria, a solicitud del Fiscal, sin trámite alguno
y teniendo a la vista las actuaciones remitidas por aquel, dictará mandato
de detención preliminar, cuando no se presente un supuesto de flagrancia
delictiva, pero existan razones plausibles para considerar que una persona ha
cometido un delito sancionado con pena privativa de libertad superior a cuatro
años y, por las circunstancias del caso, pueda desprenderse cierta posibilidad
de fuga. En el presente caso, los denunciados argumentan que las razones
plausibles se sustentan en el documento privado de compraventa que fuera
encontrado en el vehículo donde se transportaba la droga incautada y en el
cual la favorecida figura como propietaria y el reconocimiento que hizo el
chofer Luis Alberto Rocha Fernández, que conducía el camión, con el cual
colisionó el vehículo mencionado como una de las personas que viajaba en
él, lo que lleva a la presunción de que se trataría del delito de tráfico ilícito de
drogas en su forma agravada prevista en el artículo 297.7 del Código Penal,
que tiene una pena conminada no menor de quince ni mayor de veinticinco
años; asimismo, la posibilidad de fuga ha sido debidamente sustentada al
señalarse que dado que no obstante estar debidamente notificada no se ha
presentado a las diligencias programadas y se retiró del lugar de los hechos
sin posteriormente indagar sobre el destino de su vehículo, así como de sus
pertenencias; independientemente de que tales justificaciones satisfagan o
no las expectativas del recurrente, que aduce errores en la motivación de la
decisión jurisdiccional. En consecuencia, verificado el mínimo exigido en
este supuesto, debe ser desestimada la demanda.
10. Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le
confiere la Constitución Política del Perú
HA RESUELTO: 
Declarar INFUNDADA la demanda de hábeas corpus.
Publíquese y notifíquese.
S.S.
LANDA ARROYO
CALLE HAYEN
ÁLVAREZ MIRANDA

466
CRITERIOS RELEVANTES DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

119. Detención preventiva. Facultad de la Sala Superior


para fundamentar requisitos legales
Si bien se cuestiona el hecho de que sea el órgano jurisdiccional
de segunda instancia el que fundamente los requisitos exigidos
para el mandato de detención, debe precisarse que de confor-
midad con lo dispuesto por el artículo 138, último párrafo, del
Código Procesal Penal (Decreto Legislativo Nº 638) , así como
por el artículo 267 del Nuevo Código Procesal Penal (Decreto
Legislativo Nº 957), la Sala Penal Superior tiene competencia
para determinar si la detención impuesta en primera instancia
contra el agente ha sido dictada conforme a ley, lo que com-
porta, evidentemente, el hecho de evaluar si se configuran los
presupuestos legales para dictar el mandato detención.

Expediente Nº 00889-2008-PHC/TC
PIURA
ROBERTO NEPTALÍ SOLANO SANDOVAL

SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL


En Lima, a los 3 días del mes de abril de 2008, la Sala Segunda del Tribu-
nal Constitucional, integrada por los magistrados Mesía Ramírez, Vergara
Gotelli y Álvarez Miranda, pronuncia la siguiente sentencia

ASUNTO:
 Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Roberto Neptalí
Solano Sandoval contra la resolución expedida por la Segunda Sala Penal de la
Corte Superior de Justicia de Piura, de fojas 102, su fecha 30 de enero de 2008,
que declara improcedente la demanda de autos.
ANTECEDENTES:
(...)
FUNDAMENTOS
Delimitación del petitorio
1. El demandante señala que el mandato de detención dictado en su contra en
el auto de apertura de instrucción de fecha 20 de setiembre de 2007 (Exp.
Nº 252-2007) no se encuentra fundamentado, por cuanto señala de manera

467
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

defectuosa los requisitos exigidos por el artículo 135 del Código Procesal
Penal. Asimismo refiere que la sala penal emplazada ha subsanado de manera
indebida la omisión en la motivación del mandato de detención, toda vez que
su función es únicamente revisora. Aduce la vulneración de sus derechos a
la debida motivación de las resoluciones judiciales y al debido proceso.
Análisis del caso concreto
4. Del auto de apertura de instrucción de fecha 20 de septiembre de 2007 (a
fojas 2) es posible advertir que el recurrente viene siendo investigado en el
proceso penal Nº 252-2007 por la comisión de los delitos de corrupción de
funcionarios en la modalidad de negocio incompatible o aprovechamiento
indebido del cargo (art. 399 del CP), fraude procesal (art. 416 del CP) y
falsificación de documentos públicos (art. 427 del CP). Dichos cargos han
sido formulados porque en el marco del proceso penal Nº 294-2007 se-
guido ante el Primer Juzgado Penal de Talara, el recurrente –en calidad de
secretario judicial de dicho órgano jurisdiccional– elaboró la resolución de
fecha 21 de diciembre de 2006 así como el oficio Nº 4137-2005-1JPT, con
la intención de entregar el vehículo de placa Nº RID-460 (incautado en la
escena del crimen) a don Manuel Gerardo Ruiz Zelada, sin que el titular de
dicho juzgado tuviera conocimiento del asunto.
5. Asimismo, a partir del análisis de la resolución de fecha 11 de octubre de 2007
que confirma el mandato de detención impuesto al recurrente (a fojas 12), se
advierte que la Sala emplazada señaló que dicha medida coercitiva es aplicable
al caso de autos, toda vez que: a) existen suficientes medios probatorios que
incriminan al demandante con los hechos materia de investigación; b) por la
forma y circunstancias en que sucedieron los hechos se infiere que los mismos
revisten gravedad, por lo que en caso de que el recurrente sea hallado respon-
sable la pena a imponer será mayor a un año; y b) existe peligro procesal, toda
vez que el demandante no se ha puesto a derecho para el esclarecimiento de
los hechos, por lo que existe la posibilidad de que se fugue y, de obstaculizar
la acción de la justicia. Se aprecia entonces que el mandato de detención se
encuentra debidamente motivado, de conformidad con lo establecido por
el artículo 135 del Código Procesal Penal, por lo que no se ha acreditado la
vulneración de los derechos alegados por el recurrente.
6. Cabe señalar por último que en la presente demanda el recurrente cuestiona
el hecho de que sea el órgano jurisdiccional de segunda instancia el que
fundamente los requisitos exigidos para el mandato de detención, toda vez
que –según sostiene– solo se debe restringir a analizar si en la resolución
impugnada han sido de observancia tales requisitos (es decir, una función

468
CRITERIOS RELEVANTES DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

estrictamente revisora). Al respecto debe precisarse que de conformidad


con lo dispuesto por el artículo 138, último párrafo, del Código Procesal
Penal (Decreto Legislativo Nº 638) , así como por el artículo 267 del Nuevo
Código Procesal Penal (Decreto Legislativo Nº 957), la sala penal superior
tiene competencia para determinar si la detención impuesta en primera ins-
tancia contra el recurrente ha sido dictada conforme a ley, lo que comporta,
evidentemente, el hecho de evaluar si se configuran los presupuestos legales
para dictar el mandato detención. A su vez tal aspecto implica un análisis
valorativo de los medios probatorios ofrecidos para tal efecto.
7. Por ello resulta desestimable lo alegado en el sentido de que la sala emplazada
que confirmó el mandato de detención no estaba facultada para determinar si
concurrían los presupuestos legales para su dictado, máxime si se advierte a
partir de la mencionada resolución confirmatoria que uno de los fundamen-
tos de la impugnación del auto del mandato de detención era el atinente a
la falta de peligro procesal. Por consiguiente, la demanda de autos debe ser
desestimada.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le
confiere la Constitución Política del Perú
HA RESUELTO:
Declarando INFUNDADA la demanda de autos.
Publíquese y notifíquese.
S.S.
MESÍA RAMÍREZ
VERGARA GOTELLI
ÁLVAREZ MIRANDA

469
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

120. Detención preventiva: Inviabilidad de cuestionar cons-


titucionalmente valoración probatoria judicial
Si bien mediante un hábeas corpus contra resolución judicial
se puede cuestionar la arbitrariedad de un mandato judicial
de detención y, en tal sentido, efectuar un control de la debida
motivación del auto que dispone tal medida cautelar, también
lo es que los procesos constitucionales de la libertad no son la
vía idónea para efectuar una valoración de los hechos ni de
las pruebas que son materia del proceso que se sigue ante la
justicia ordinaria.

Expediente Nº 01823-2008-PHC/TC
CALLAO
JUAN CAPISTRANO CAMPOS GUARDIA

RESOLUCIÓN DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL


Lima, 20 de mayo de 2008

VISTO:
El recurso de agravio constitucional interpuesto por don Gilmar Campos
Pérez contra la resolución expedida por la Cuarta Sala Penal de la Corte Superior
de Justicia de Callao, de fojas 126, su fecha 14 de febrero de 2008, que declara
infundada la demanda de autos; y,
ATENDIENDO A:
1. Que, con fecha 6 de diciembre de 2007, el recurrente interpone demanda de
hábeas corpus a favor de don Juan Capistrano Campos Guardia y la dirige
contra el titular del Cuarto Juzgado Penal para Reos en Cárcel del Callao,
por haber vulnerado su derecho a la tutela procesal efectiva, en conexión
con la libertad invididual.
2. Que refiere que se le inició proceso penal mediante auto de apertura de ins-
trucción de fecha 23 de abril de 2007, por la presunta comisión del delito
de tráfico ilícito de drogas (Exp. Nº 2007-217), imponiéndosele mandato de
detención. Señala que el mandato de detención resulta arbitrario, por cuanto
no existen suficientes medios probatorios que lo sindiquen como autor de los
hechos materia de investigación, basándose únicamente en el hecho de ser el

470
CRITERIOS RELEVANTES DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

propietario del inmueble en donde se habrían cometido los actos criminales


(por lo que se presume que tenía conocimientos de los mismos).
3. Que, si bien es cierto que mediante un hábeas corpus contra resolución judi-
cial se puede cuestionar la arbitrariedad de un mandato judicial de detención
y, en tal sentido, efectuar un control de la debida motivación del auto que
dispone tal medida cautelar, también lo es que los procesos constitucionales
de la libertad no son la vía idónea para efectuar una valoración de los hechos
ni de las pruebas que son materia del proceso que se sigue ante la justicia
ordinaria (...)
4. Que, en el presente caso, el recurrente cuestiona el mandato de detención im-
puesto en contra del beneficiario, alegando que no existen suficientes medios
probatorios que lo vinculen con la comisión de los hechos que son materia de
investigación en el mencionado proceso penal Nº 2007-217. En tal sentido, se
advierte que la demanda cuestiona la valoración probatoria realizada por el juez
penal, por lo que la misma debe ser declarada improcedente en aplicación del
artículo 5 inciso 1 del Código Procesal Constitucional, que establece que: “No
proceden los procesos constitucionales cuando: 1. Los hechos y el petitorio no
están referidos en forma directa al contenido constitucionalmente protegido del
derecho invocado”.
Por estas consideraciones, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que
le confiere la Constitución Política del Perú
RESUELVE:
Declarar IMPROCEDENTE la demanda.
S.S.
LANDA ARROYO
BEAUMONT CALLIRGOS
ETO CRUZ

471
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

121. Detención preventiva: Diferencia de la pena e inicio


del cómputo del descuento de pena en caso de nulidad
del primer proceso instruido
La pena en sí misma comporta un fin de naturaleza preventivo-
general entendida esta como el modo de reducir la delincuencia
a límites que hagan posible la convivencia social; mientras que
la prisión preventiva tiene como finalidad asegurar la compa-
recencia del imputado al proceso. Asimismo, mientras la pena
tiene connotación estrictamente sustantiva, la prisión preven-
tiva es estrictamente adjetiva. Por otro lado, para el descuento
de la pena en caso de que el agente haya sido detenido por un
delito, liberado luego por cuanto este proceso fue declarado
nulo, y luego condenado en el segundo instruido; se hace desde
la fecha detención en el primer proceso.

Expediente Nº 02699-2007-HC/TC
LIMA
JOSÉ CCOPA QUISPE

SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL


En Lima, a los 17 días del mes de marzo de 2009, el Tribunal Constitucio-
nal, en sesión de Pleno Jurisdiccional con la asistencia de los magistrados
Vergara Gotelli, Mesía Ramírez, Landa Arroyo, Beaumont Callirgos, Calle
Hayen, Eto Cruz y Álvarez Miranda, pronuncia la siguiente sentencia, con
el fundamento de voto del magistrado Landa Arroyo, que se acompaña, y el
singular del magistrado Álvarez Miranda, que también se agrega.

ASUNTO:
Recurso de agravio constitucional interpuesto por doña Clorinda Alejandrina
Landa Oré contra la resolución de la Cuarta Sala Especializada en lo Penal para
Procesos con Reos Libres de la Corte Superior de Justicia de Lima, de fojas
103, su fecha 10 de abril de 2007, que declara infundada la demanda de autos.
ANTECEDENTES:
(...)
FUNDAMENTOS:
(...)

472
CRITERIOS RELEVANTES DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

Análisis del caso concreto


3. Del análisis del expediente se advierte que existe un tema controvertido
como es el de determinar la naturaleza jurídica tanto de la pena, como
sanción por la comisión de un delito, como de la prisión preventiva, como
medida coercitiva dictada dentro de un proceso. Así, la pena en sí misma
comporta un fin de naturaleza preventivo-general entendida esta como el
modo de reducir la delincuencia a límites que hagan posible la convivencia
social; mientras que la prisión preventiva tiene como finalidad asegurar la
comparecencia del imputado al proceso. Asimismo, mientras la pena tiene
connotación estrictamente sustantiva, la prisión preventiva es estrictamente
adjetiva.
4. Así las cosas se puede determinar de autos, en primer término, que los he-
chos por los cuales se le juzga al favorecido tanto en el fuero militar como
en el fuero civil son esencialmente los mismos, es decir el delito contra el
patrimonio en la modalidad de robo agravado en agravio de Cooperativa
Atenas, Restaurante Linterna de San Borja y Distribuidora Dinámica. Por
ello deviene en vacuo el argumento esbozado tanto por el a quo como por
el ad quem que han tenido en sus manos la resolución del presente caso y
que en su oportunidad lo han declarado infundado; y ello porque los tipos
penales no deben ser analizados de manera abstracta, ni por el nomen iuris
que estos llevan o por los que se les conoce, sino por las conductas que quie-
ren prevenir, es decir, por su contenido, lo que la doctrina ha denominado
como normas primarias; afirmación que va de la mano con la función que el
derecho penal de nuestro país ha acogido a partir del mandato constitucional
de considerar al Estado peruano como un Estado Social y Democrático de
Derecho.
5. Teniendo en consideración lo expresado ut supra así como la constancia de
reclusión obrante a fojas 8 del expediente, se puede concluir que el favore-
cido estuvo internado desde el 18 de mayo [de] 1999 hasta el día 13 de julio
de 2005, fecha en que fue liberado por exceso de carcelería, por los hechos
ocurridos en el mes de octubre de 1998, que son los que justamente sirvieron
en su momento tanto a la justicia castrense o privativa como a la justicia
común o civil para juzgar y condenar al favorecido con el presente proceso
constitucional, siendo además el sustento fáctico que generó la privación de
la libertad el mismo, por lo que cualquier cómputo deberá realizarse a partir
de la fecha en la que fue privado materialmente de su libertad.
6. La consecuencia lógica de la determinación de la culpabilidad de un sujeto
luego de la tramitación de un proceso penal es la imposición de una pena,

473
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

por lo que deviene en inexorable que para el cómputo de esta se aplique lo


establecido en el artículo 47 del Código Penal, esto es que “El tiempo de
detención que haya sufrido el procesado se abonará para el cómputo de la
pena impuesta a razón de un día de pena privativa de libertad por cada día
de detención (…)”. En consecuencia, la pena que se le impuso al favorecido
en el proceso penal signado con el número 415-2004 debe ser computada
a partir del 18 de mayo de 1999, fecha en la que fue detenido y privado
materialmente de su libertad, por lo que deberá declararse la nulidad de la
resolución de fecha 17 de noviembre de 2006, en la que se dispuso computar
el plazo de la pena a partir del 8 de enero de 2004.
7. En consecuencia se concluye que existe afectación de la libertad individual
porque el cómputo del plazo establecido en la sentencia cuya nulidad se de-
clarará no le permitiría al favorecido acceder a los trámites necesarios para
conseguir el otorgamiento de beneficios penitenciarios y, como consecuencia
de ello, podría ser privado de su libertad.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le
confiere la Constitución Política del Perú.
HA RESUELTO:
1. Declarar FUNDADA la demanda de hábeas corpus.
2. Declarar NULA la resolución de fecha 17 de noviembre de 2006 emitida en
el expediente número 415-2004; en consecuencia, dispone que la Primera
Sala Penal para Procesos con Reos en Cárcel de la Corte Superior de Justicia
de Lima emita nueva resolución aplicando lo dispuesto en los fundamentos
de la presente resolución.
S.S.
VERGARA GOTELLI
MESÍA RAMÍREZ
LANDA ARROYO
BEAUMONT CALLIRGOS
CALLE HAYEN
ETO CRUZ

474
CRITERIOS RELEVANTES DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

122. Detención preventiva: Aplicación del plazo estricta-


mente necesario
El plazo de la detención que la Norma Fundamental establece
es un plazo máximo, de carácter absoluto, cuyo cómputo es
inequívoco y simple, pero no es el único, pues existe también
el plazo estrictamente necesario de la detención. Y es que, aún
sí la detención no hubiera traspasado el plazo máximo, ese
dato per se no resulta suficiente para evaluar los márgenes de
constitucionalidad de la detención, pues esta tampoco puede
durar más allá del plazo estrictamente necesario (límite máximo
de la detención).

Expediente Nº 06423-2007-PHC/TC
PUNO
ALÍ GUILLERMO RUIZ DIANDERAS

SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL


En Lima, a los 28 días del mes de diciembre de 2009, reunido el Tribunal
Constitucional, en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los ma-
gistrados Vergara Gotelli, Mesía Ramírez, Landa Arroyo, Beaumont Callirgos,
Calle Hayen, Eto Cruz y Álvarez Miranda, pronuncia la siguiente sentencia.

ASUNTO:
Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Emmer Guillermo
Ruiz Dianderas, a favor de don Alí Guillermo Ruiz Dianderas, contra la sentencia
expedida por la Sala Penal de la Corte Superior de Justicia de Puno, de fojas 43,
su fecha 30 de octubre de 2007, que declaró improcedente la demanda de autos.
ANTECEDENTES:
(...)
FUNDAMENTOS:
(...)
El derecho a ser puesto a disposición judicial dentro del plazo establecido
(plazo máximo de la detención)
4. La Constitución en su artículo 2, inciso 24, literal f, establece que “Nadie
puede ser detenido sino por mandamiento escrito y motivado del juez o por

475
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

las autoridades policiales en caso de flagrante delito. “El detenido debe ser
puesto a disposición del juzgado correspondiente, dentro de las 24 horas o
en el término de la distancia”. A su vez, el Código Procesal Constitucional
en su artículo 25, inciso 7, señala que el hábeas corpus también protege “El
derecho a no ser detenido sino por mandato escrito y motivado del juez, o
por las autoridades policiales en caso de flagrante delito; o si ha sido dete-
nido, a ser puesto dentro de las 24 horas o en el término de la distancia, a
disposición del juez que corresponda (...)”.
Así, la puesta del detenido a disposición judicial dentro del plazo establecido,
no es otra cosa que una garantía de temporalidad de la detención, cuya finali-
dad es precisamente que el juez competente determine si procede la detención
judicial respectiva, o si, por el contrario, procede la libertad de la persona.
5. En efecto, dentro del conjunto de garantías que asiste a toda persona dete-
nida, uno de ellos, no menos importante que los demás, es el de ser puesto
a disposición del juez competente dentro del plazo que la Constitución
señala, esto es, dentro del plazo de 24 horas o en el término de la distancia
cuando corresponda (plazo máximo de la detención). La inobservancia de
estos plazos da lugar a que el afectado en su derecho a la libertad personal
legítimamente acuda a la justicia constitucional a efectos de solicitar la tutela
de su derecho vulnerado. Y es que, como es evidente, el radio de cobertura
constitucional del proceso de hábeas corpus no solo alcanza a los supuestos
de detención arbitraria por ausencia o insuficiencia del presupuesto material
habilitante (mandato judicial motivado o flagrancia delictiva), sino también
a aquellas detenciones que, ajustándose originariamente a la Constitución, se
mantienen o se prolongan de manera injustificada en el tiempo. Un ejemplo
de ello es la detención producida por un plazo superior al plazo máximo
establecido en la norma constitucional, sin poner al detenido a disposición
del juez competente.
6. Bajo este marco de consideraciones, queda claro que toda persona detenida
debe ser puesta a disposición del juez competente dentro del plazo máximo
establecido, y es que, si vencido dicho plazo la persona detenida no hubiera
sido puesta a disposición judicial, aquella detención simplemente se convierte
en ilegítima. En efecto, por la obviedad del hecho, toda detención que exceda
del plazo máximo automáticamente se convierte en inconstitucional, y la
autoridad, funcionario o cualquier persona que hubiere incurrido en ella, se
encuentra sujeta a las responsabilidades que señala la ley.
El derecho a ser puesto a disposición judicial dentro del plazo estrictamente
necesario (límite máximo de la detención)

476
CRITERIOS RELEVANTES DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

7. El plazo de detención que establece la Constitución es un plazo máximo, de


carácter absoluto, cuyo cómputo es inequívoco y simple, pero no es el único,
pues existe también el plazo estrictamente necesario de la detención. Y es que
el hecho de que la detención no traspase el plazo preestablecido; ese dato per
se no resulta suficiente para evaluar los márgenes de constitucionalidad de
la detención, en razón de que esta tampoco puede durar más allá del plazo
estrictamente necesario. Ahora, si bien la Constitución no alude a un plazo
estrictamente necesario, y sí establece un plazo máximo de duración de la
detención, este último por sí solo no resulta suficiente para verificar si se ha
respetado o no los márgenes de constitucionalidad de dicha detención, pues
pueden presentarse situaciones en que, pese a no haberse superado el plazo
máximo, sí se ha sobrepasado el límite máximo para realizar determinadas
actuaciones o diligencias. No cabe duda que, en este último caso, estamos
frente a la afectación del derecho fundamental a la libertad personal, en la
medida en que la detención tampoco puede durar más allá del plazo estric-
tamente necesario.
8. En la misma línea, cabe precisar que el plazo que la Constitución establece
para la detención es solamente un límite del límite temporal prescrito con
carácter general, sobre el cual se superpone, sin reemplazarlo, el plazo es-
trictamente necesario. Así lo ha expuesto el Tribunal Constitucional español
en la STC 86/1996, por lo que el límite máximo de privación de la libertad
ha de ser ostensiblemente inferior al plazo máximo, pero no puede ni debe
sobrepasarlo. Ahora bien, como es evidente, el límite máximo de la detención
debe ser establecido en atención a las circunstancias de cada caso concreto,
tales como las diligencias necesarias a realizarse, la particular dificultad para
realizar determinadas pericias o exámenes, el comportamiento del afectado
con la medida, entre otros.
A mayor abundamiento, el plazo establecido actúa solamente como un plazo
máximo y de carácter absoluto, pero no impide que puedan calificarse como
arbitrarias aquellas privaciones de la libertad que, aún sin rebasar dicho
plazo, sobrepasan el plazo estrictamente necesario o límite máximo para
realizar determinadas actuaciones o diligencias. En tales casos, opera una
restricción a la libertad personal que la norma constitucional no permite.
Un claro ejemplo de ello es la prolongación injustificada de la privación
de la libertad personal en aquellos casos en que se requiere solamente de
actuaciones de mero trámite, o que las diligencias ya han culminado, o
que de manera injustificada no se han realizado en su debida oportunidad,

477
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

esperando efectuarlas ad portas de vencerse o incluso ya vencido el plazo


preestablecido.
9. Sobre esta base, este Tribunal Constitucional puntualiza que la observancia
de la detención por un plazo estrictamente necesario no es una mera recomen-
dación, sino un mandato cuyo incumplimiento tiene enorme trascendencia
al incidir en la libertad personal que es presupuesto de otras libertades y
derechos fundamentales. Y es que, no cabe duda, resulta lesivo al derecho
fundamental a la libertad personal, sea que ha transcurrido el plazo estable-
cido para la detención, o porque, estando dentro de dicho plazo, ha rebasado
el plazo estrictamente necesario. En suma, toda detención que supere el
plazo estrictamente necesario, o el plazo preestablecido, queda privada de
fundamento constitucional. En ambos casos, la consecuencia será la puesta
inmediata de la persona detenida a disposición del juez competente.
Control del plazo máximo de la detención y el límite máximo de la detención
10. Según nuestro texto constitucional, el plazo máximo de detención es de 24
horas o en el término de la distancia. Si se trata de casos de terrorismo, espio-
naje y tráfico ilícito de drogas, dicho plazo es de 15 días. Y en cualquiera de
los casos, el límite máximo de la detención será el que resulte estrictamente
necesario para realizar las actuaciones o diligencias, es decir, será establecido
en cada caso concreto, según los parámetros señalados supra. En ese sentido,
este Colegiado considera que los parámetros antes mencionados no solo
deben ser aplicados a los supuestos de detención policial propiamente dicha,
sino también en lo que fuese pertinente a cualquier forma de privación de la
libertad personal que se encuentre regulada por el ordenamiento jurídico.
11. Ahora bien, cierto es que las personas habilitadas para proceder a la deten-
ción tienen también la obligación constitucional de respetar los derechos
fundamentales de la persona, y, por tanto, la de observar estrictamente los
plazos de la detención (límite máximo y plazo máximo); sin embargo, ello
no siempre ocurre en el mundo de los hechos; de ahí que sea necesario que
se efectúe un control de los plazos tanto concurrente como posterior por
la autoridad competente, dejándose constancia del mismo, disponiendo, si
fuera el caso, las medidas correctivas pertinentes, bajo responsabilidad. Este
control del plazo de la detención debe ser efectuado tanto por el representante
del Ministerio Público como por el juez competente, según corresponda, sin
que ambos sean excluyentes, a luz de los parámetros antes señalados.
Reglas vinculantes para la tutela del derecho a ser puesto a disposición ju-
dicial dentro del plazo estrictamente necesario o dentro del plazo máximo
de la detención

478
CRITERIOS RELEVANTES DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

12. Sentado lo anterior, resulta necesario establecer las reglas sustantivas y


procesales para la tutela del derecho a ser puesto a disposición judicial den-
tro de los plazos señalados supra. Estas reglas deben ser interpretadas en
la perspectiva de optimizar una mejor protección del derecho a la libertad
personal, en la medida que no solo es un derecho fundamental reconocido,
sino que además es un valor superior del ordenamiento jurídico y presupuesto
de otros derechos fundamentales.
a) Regla sustancial: El plazo de la detención que la Norma Fundamental
establece es un plazo máximo, de carácter absoluto, cuyo cómputo es
inequívoco y simple, pero no es el único, pues existe también el plazo
estrictamente necesario de la detención. Y es que, aún si la detención no
hubiera traspasado el plazo máximo, ese dato per se no resulta suficiente
para evaluar los márgenes de constitucionalidad de la detención, pues
esta tampoco puede durar más allá del plazo estrictamente necesario
(límite máximo de la detención). Como es evidente, el límite máximo
de la detención debe ser establecido en atención a las circunstancias de
cada caso concreto, tales como las diligencias necesarias a realizarse, la
particular dificultad para efectuar determinadas pericias o exámenes, el
comportamiento del afectado con la medida, entre otros.
En suma, resulta lesiva al derecho fundamental a la libertad personal la
privación de esta en los supuestos en que ha transcurrido el plazo máxi-
mo para la detención, o cuando, estando dentro de dicho plazo, se ha
rebasado el plazo estrictamente necesario; en ambos casos, dicho estado
de cosas queda privado de fundamento constitucional, y la consecuencia
debe ser la puesta inmediata de la persona detenida a disposición del juez
competente para que sea este quien determine si procede la detención
judicial respectiva o la libertad de la persona, sin perjuicio de las res-
ponsabilidades que señala la ley para la autoridad, funcionario o persona
que hubieren incurrido en ellas.
b) Regla procesal: El derecho a ser puesto a disposición judicial dentro
del plazo estrictamente necesario de la detención o dentro del plazo
máximo de la detención resulta oponible frente a cualquier supuesto de
detención o privación de la libertad personal que se encuentre regulado
por el ordenamiento jurídico (detención policial, detención preliminar
judicial, etc.). En ese sentido, a efectos de optimizar su tutela, lo que
corresponde es que la autoridad competente efectúe un control de los
plazos de la detención tanto concurrente como posterior, dejándose
constancia del acto de control, disponiendo, si fuera el caso, las medidas

479
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

correctivas pertinentes, bajo responsabilidad. Este control de los plazos de


la detención debe ser efectuado tanto por el Representante del Ministerio
Público como por el juez competente, según corresponda, sin que ambos
sean excluyentes, sino más bien complementarios.
El Registro Nacional de Requisitorias y el traslado de las personas detenidas
por requisitoria
13. El Registro Nacional de Requisitorias es un servicio judicial. Se trata de un
sistema automatizado (de aplicación informática) que proporciona infor-
mación actualizada y oportuna de las requisitorias de quienes se encuentran
sometidos a proceso judicial. Su funcionamiento está a cargo de la oficina
correspondiente del Poder Judicial. El Registro Nacional de Requisitorias
tiene su sede en la cuidad de Lima y cuenta con Registros Distritales de
Requisitorias en las Cortes Superiores de Justicia de la República.
14. Según el Reglamento del Registro Nacional de Requisitorias, aprobado
mediante Resolución Administrativa Nº 029-2006-CE-PJ, publicado en el
diario oficial “El Peruano” el 25 de marzo de 2006, se entiende como infor-
mación registrable en el Registro de Requisitorias las medidas restrictivas
de la libertad (orden de captura y/o mandato de detención) y las medidas
restrictivas de la libertad de tránsito (impedimento de salida del país). Asi-
mismo, constituyen información registrable la renovación, levantamiento o
suspensión de las medidas antes mencionadas.
15. La Directiva Nº 009-2003-GG-PJ Normas y Procedimientos para el traslado
de personas requisitoriadas por orden judicial, aprobada mediante Resolu-
ción Administrativa Nº 155-2003-CE-PJ (norma vigente cuando ocurrieron
los hechos que motivaron la presente demanda), en su Disposición General
VI.5 señala que “La Gerencia de Administración y Finanzas de la Gerencia
General del Poder Judicial, a través de la Sub-Gerencia de Contabilidad se
encargará de otorgar una asignación económica a efecto de brindar apoyo a
la labor de la Policía Nacional del Perú, para el traslado del detenido desde el
lugar de la captura hasta el Órgano Jurisdiccional requirente. En los diversos
Distritos Judiciales, a excepción del Distrito Judicial de Lima, la mencionada
asignación económica será entregada a la Policía Judicial de la jurisdicción
por intermedio de los Administradores del Distrito Judicial respectivo (...)”.
16. De lo expuesto, se colige que es la administración de cada Corte Superior
de Justicia del país, excepto Lima, quien tiene la responsabilidad de la
asignación económica para el traslado de la persona detenida-requisitoriada
hasta el órgano jurisdiccional requirente; que por lo demás, esta asignación
económica se encuentra debidamente aprobada por la Gerencia General

480
CRITERIOS RELEVANTES DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

del Poder Judicial. A esta conclusión, se puede arribar de la lectura de la


Disposición General VI.6 de la directiva antes mencionada, que señala “El
Gerente General a través de Resolución expedida por su despacho aprobará
anualmente el otorgamiento de la asignación económica a la División de
Requisitorias de la Policía Nacional del Perú”.
Análisis de la controversia constitucional
17. Del análisis de lo expuesto en la demanda, así como de la instrumental que
corre en estos autos, se advierte que el favorecido Alí Guillermo Ruiz Dian-
deras fue detenido el día miércoles 26 de setiembre de 2007, a horas 1:00
p.m. en la PCFM-RQ-Desaguadero perteneciente a la Sección Policial de
Apoyo al Poder Judicial de Puno, por encontrarse vigente en su contra una
orden de captura (requisitoria) por el delito de falsificación de documentos
y otro, recaída en el Expediente Nº 2000-027, dispuesta por el Décimo
Sétimo Juzgado Penal de Lima (de fojas 6 a 9). Se advierte también que el
beneficiario, el mismo día, a horas 9:45 p.m., fue puesto a disposición del
emplazado Capitán PNP Oswaldo F. Venturo López (fojas 5), para luego ser
conducido a la carceleta judicial.
18. De igual modo, se advierte que el responsable de Requisitorias de la Corte
Superior de Justicia de Puno, don César Arias Figueroa, el día jueves 27 de
setiembre de 2007, a horas 11:15 a.m., comunicó al emplazado mediante
Oficio Nº 1065-2007-RRDR-A-CSJPU/PJ que el favorecido Alí Guillermo
Ruiz Dianderas sí registra requisitoria vigente expedida por el órgano juris-
diccional antes mencionado (fojas 10). No obstante ello, se aprecia, que el
emplazado recién el día viernes 28 de setiembre de 2007, a horas 7: 50 a.m.,
esto es, luego de más de 24 horas de la detención, solicita al administrador
de la Corte Superior de Justicia de Puno la asignación económica (pasajes y
viáticos) para el traslado respectivo hasta el Décimo Sétimo Juzgado Penal
de Lima (fojas 13).
19. Interpuesta la demanda el día domingo 30 de setiembre de 2007, en el
mismo día, a horas 4:30 p.m. el juez del hábeas corpus realiza la diligencia
judicial y constata la detención y permanencia indebida del favorecido en la
carceleta judicial por más de cuatro (4) días. Ante la pregunta por parte del
juez sobre los motivos por los cuales el beneficiario hasta la fecha no había
sido traslado a la ciudad de Lima, el Capitán PNP emplazado Oswaldo F.
Venturo López respondió que aquel “no ha sido trasladado oportunamente
por no contar con los viáticos respectivos, y a solicitud del requisitoriado
quien no quería pasar detenido a la carceleta de Lima”(sic), precisando ha-
ber solicitado a la administración de la Corte Superior de Justicia de Puno

481
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

la respectiva asignación económica (pasajes y viáticos), pero que no le ha


sido alcanzada.Ante ello, el juez constitucional ordenó al emplazado que el
favorecido sea puesto a disposición del Décimo Sétimo Juzgado Penal de
Lima en el término de la distancia (de fojas 19 a 24).
20. Posteriormente, mediante escrito de fecha 3 de octubre de 2007 (fojas 30),
el accionante señala que el emplazado tampoco ha dado cumplimiento a
lo ordenado por el juez constitucional, toda vez que el beneficiario inde-
bidamente permaneció detenido hasta el día martes 2 de octubre de 2007,
esto es, hasta por seis (6) días, lo que se tiene corroborado con el Oficio Nº
7975-2007-DIRINCRI-PNP/DIVRD-DCIN de fecha 2 de octubre de 2002
mediante el cual se pone a disposición del detenido al Juzgado requirente
(fojas 51, Cuadernillo del Tribunal Constitucional). En tal sentido, no obs-
tante, haber cesado el acto lesivo en el presente caso, este Tribunal considera
que, atendiendo a la magnitud del agravio producido (la lesión del derecho
a la libertad personal materializada en la inobservancia no solo del plazo
estrictamente necesario, sino del plazo máximo de la detención) debe emitirse
pronunciamiento sobre el fondo del asunto, conforme lo dispone el artículo 1
del Código Procesal Constitucional, dando lugar a lo que se ha denominado
hábeas corpus innovativo.
21. Para ello, prima facie, debe precisarse, que el plazo preestablecido de la
detención en el caso constitucional de autos, no es el general de 24 horas (un
día), sino que debe aplicarse el término de la distancia conforme lo establece
el texto constitucional, en razón de que el favorecido ha sido detenido en la
ciudad de Desaguadero-Puno, debiendo ser trasladado a la ciudad de Lima. Al
respecto, el Cuadro General de Términos de la Distancia, aprobado mediante
Resolución Administrativa Nº 1325-CME-PJ, publicado en el diario oficial
“El Peruano” el 13 de noviembre de 2000 ha establecido que el término
de la distancia de la ciudad de Puno a la ciudad de Lima vía terrestre es de
tres (3) días. Por lo tanto, en el presente caso, el plazo preestablecido de la
detención (plazo máximo), es de tres (3) días.
22. Así llegado a este punto, se advierte que el beneficiario tras ser detenido el
día miércoles 26 de setiembre de 2007, a horas 1:00 p.m., arbitrariamente
permaneció en ese estado de hecho hasta el día domingo 30 de setiembre de
2007, a horas 4:30 p.m., en que el juez constitucional ordenó al emplazado
que el favorecido sea puesto a disposición del juez competente, esto es, que
de manera indebida permaneció detenido más de cuatro (4) días, superando
el plazo preestablecido de tres (3) días, evidenciándose así la vulneración
del derecho a la libertad personal. Incluso, se advierte que dicho acto lesivo

482
CRITERIOS RELEVANTES DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

pervivió hasta el día martes 2 de octubre de 2007, pese a existir la orden


impartida por el juez constitucional, lo que agrava, aún más, la vulneración
del derecho constitucional invocado. Por lo demás, carece de toda relevancia,
el hecho de que el propio beneficiario Alí Guillermo Ruiz Dianderas le haya
solicitado al emplazado no ser trasladado al Juzgado Penal de Lima, toda vez
que es obligación de la Policía Nacional poner al requisitoriado-detenido a
disposición judicial. Y es que se trata de un mandato incondicional e incon-
dicionado, que no admite actuación en contrario, pues, en tal caso, se llegaría
al absurdo de que la persona que está detenida sea puesta a disposición del
juez competente en el momento que aquella lo considere más apropiado a
sus intereses, lo cual es insostenible desde todo punto de vista.
23. Sin embargo, cabe señalar, que no solo se superó el plazo máximo de la
detención, sino también el plazo estrictamente necesario de la misma, toda
vez que en el presente caso, al tratarse de una requisitoria de orden de cap-
tura, no se requería de la realización de diligencias o actuaciones especiales,
sino solo confirmar la vigencia de dicha requisitoria, así como solicitar la
asignación económica a la administración de la Corte Superior para el tras-
lado. Así pues, en el presente caso, se advierte que el emplazado no realizó
tales gestiones el mismo día en que se produjo la detención, esto es, el 26 de
setiembre de 2007, sino que de manera indebida las realizó al día siguiente
(27 de setiembre de 2007). Más todavía, el emplazado sin expresar causa
justificada gestionó la asignación económica ante la administración de la
Corte Superior el día viernes 28 de setiembre de 2007 (fojas 13), esto es,
dos (2) días después de producida la detención.
24. Que asimismo, la afectación al derecho constitucional invocado, no es impu-
table únicamente al emplazado Capitán PNP Oswaldo F. Venturo López, sino
que alcanza, sobre todo, a la omisión de una correcta actuación por parte de la
administración de la Corte Superior de Justicia de Puno, que sin justificación
alguna no proporcionó en su debida oportunidad la asignación económica
solicitada por el emplazado el 28 de setiembre de 2007, a horas 7: 50 a.m.
(fojas 13) para el traslado respectivo del requisitoriado, pese a encontrarse
obligada a ello. Así pues, resulta reprobable, que por falta de asignación
de recursos económicos no se haya puesto al beneficiario a disposición del
Décimo Sétimo Juzgado Penal de Lima dentro del plazo estrictamente ne-
cesario, incluso ni dentro del plazo máximo. En todo caso, corresponde al
Poder Judicial a través de su unidad respectiva, implementar un mecanismo
más expeditivo y menos burocrático, a efectos de que no vuelvan a ocurrir
hechos como los que se describen en la presente sentencia.

483
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

La Directiva Nº 011-2008-CE-PJ Procedimientos para el Traslado de personas


requisitoriadas por orden judicial, aprobada mediante Resolución Administra-
tiva Nº 202-2008-CE-PJ, publicada en el diario oficial “E1 Peruano” el 8 de
agosto de 2008 que deroga a la Directiva Nº 009-2003-GG-PJ antes citada,
tampoco establece las responsabilidades para el responsable de la adminis-
tración de la Corte Superior encargado de otorgar la asignación económica
para el traslado de las personas detenidas-requisitoriadas por orden judicial.
25. Sobre esta base, la detención arbitraria en el caso bajo examen, se presenta
como un dato objetivo, acreditado e incuestionable, vinculado de una u otra
forma, a una actuación u omisión, sobre todo, de un poder público; en este
caso, de un órgano de la Corte Superior de Justicia de Puno (la administra-
ción), con dominio del hecho que produjo la quiebra del derecho; aunado a
ello, la actuación del efectivo policial emplazado. No cabe duda, pues, que
estamos frente a la vulneración de un derecho fundamental tanto por el Poder
Judicial como por el Poder gubernamental.
26. Por otro lado, este Colegiado considera necesario pronunciarse sobre la
actuación del juez constitucional quien pese advertir la privación indebida
del favorecido el 30 de setiembre de 2007, así como pese a estar plenamente
facultado para ello, ninguna gestión o actuación para que el beneficiario de
manera inmediata y efectiva sea puesto a disposición del Décimo Sétimo
Juzgado Penal de Lima; por el contrario, se limitó a ordenar al policía em-
plazado para que ponga a disposición judicial en el término de la distancia;
que al haber dispuesto esto último, tampoco se preocupó por la efectividad
de su mandato, esto es, no efectuó un control posterior, tan es así, que el
favorecido permaneció injustificadamente detenido hasta el martes 2 de
octubre de 2007. Esta actuación pasiva se hace aún más evidente al declarar
la improcedencia de la presente demanda de hábeas corpus, sustentando
su sentencia en una supuesta falta de recursos económicos para efectuar el
traslado del detenido-requisitoriado pretendiendo convalidar la actuación
inconstitucional de los funcionarios de la entidad administrativa judicial.
Inconstitucionales son asimismo todas las resoluciones judiciales posteriores
que pretenden convalidar tal estado de hechos contrario a la Constitución.
27. Tal como dijimos supra, pese haber constatado que la detención había re-
basado injustificadamente tanto el plazo estrictamente necesario como el
plazo máximo para poner al detenido a disposición judicial, lo que hizo el
juez constitucional, con su actuación pasiva, fue mantener o confirmar una
situación de privación de la libertad personal contrario a la Constitución, lo
que, además, resulta opuesto a la observancia de la doble dimensión de los

484
CRITERIOS RELEVANTES DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

procesos constitucionales; en este caso del hábeas corpus, como es la tutela


subjetiva de los derechos fundamentales de las personas y la tutela objetiva
de la Constitución. Y es que la protección de los derechos fundamentales no
solo es de interés para el titular de ese derecho, sino también para el propio
Estado y para la colectividad en general, pues su transgresión también supone
una afectación del propio ordenamiento constitucional. El juez constitucional
no solo debe orientar su actuación a la promoción, vigencia y eficacia de los
derechos fundamentales de las personas, sino también de la Constitución.
28. Por todo lo dicho, este Colegiado concluye que el detenido-requisitoriado
permaneció en las dependencias policiales privado de la libertad no solo más
allá del plazo estrictamente necesario, sino más allá del plazo preestablecido,
encontrándose a partir de entonces, privado inconstitucionalmente de la li-
bertad personal; por tanto habiéndose vulnerado dicho derecho fundamental,
la demanda debe ser estimada. Sobre esta base, este Tribunal considera que
debe adoptarse todas las medidas correctivas a efectos de que no se vuelva a
incurrir en actuaciones u omisiones similares que motivaron la interposición
de esta demanda, bajo apercibimiento de aplicarse el artículo 22 del Código
Procesal Constitucional, en caso de incumplimiento. Asimismo, atendiendo
a la magnitud del agravio producido, tal como se ha señalado supra, debe
procederse conforme a lo que dispone el artículo 8 del mismo Cuerpo Legal
a efectos de individualizar y, en su caso, sancionar a las autoridades y/o
funcionarios que resulten responsables de la agresión.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en uso de las atribuciones
que le confiere la Constitución Política del Perú
HA RESUELTO:
1. Declarar FUNDADA la demanda de hábeas corpus.
2. Ordenar al Jefe de la Policía Judicial de Puno, Capitán PNP Oswaldo F.
Venturo López, así como al administrador de la Corte Superior de Justicia
de Puno no volver a incurrir en acciones u omisiones similares a las que
motivaron la interposición de la presente demanda, bajo apercibimiento
de proceder conforme a lo previsto por el artículo 22 del Código Procesal
Constitucional.
3. Establecer que el fundamento 12 de la presente sentencia constituye pre-
cedente vinculante, conforme a lo dispuesto por el artículo VII del Título
Preliminar del Código Procesal Constitucional, (...)

485
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

4. Remitir copia de la presente sentencia a la Presidencia del Poder Judicial,


a la Fiscalía de la Nación y al Ministerio del Interior para que se haga de
conocimiento a todos los jueces, fiscales y personal policial de la República.
5. Remitir copia de la presente sentencia al Órgano de Control de la Corte
Superior de Justicia de Puno, para los fines pertinentes.
6. Remitir copias certificadas de todo lo actuado al Ministerio Público, para
los fines pertinentes.
Publíquese y notifíquese.
S.S.
VERGARA GOTELLI
MESÍA RAMÍREZ
LANDA ARROYO
BEAUMONT CALLIRGOS
CALLE HAYEN
ETO CRUZ
ÁLVAREZ MIRANDA

486
CRITERIOS RELEVANTES DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

123. Detención preventiva: Descuento de la pena en caso de


extradición y presupuestos
El dispositivo legal contenido en el artículo 23, inciso 3, de la
Ley Nº 24710 no hace más que reconocer a favor de la persona
detenida con fines de extradición el cómputo de la detención
sufrida con motivo del proceso de extradición a efectos de de-
terminar un eventual exceso de detención judicial preventiva.
Y si bien el juez penal puede disponer de oficio la libertad por
exceso de detención preventiva, tal determinación está sujeta:
i) a la contabilización del periodo de tiempo efectivo de pri-
vación de la libertad en mérito al proceso penal en el que se
reclama la libertad por exceso de detención; y, ii) al descuento
que realice el juez de la causa respecto al tiempo que la causa
habría sufrido dilaciones maliciosas imputables a la conducta
obstruccionista del imputado o su defensa.

Expediente Nº 02437-2007-PHC/TC
LIMA
WILMER YARLEQUÉ ORDINOLA

SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL


En Lima, a los 7 días del mes de octubre de 2008, la Sala Primera del Tribu-
nal Constitucional, integrada por los Magistrados Landa Arroyo, Beaumont
Callirgos y Eto Cruz, pronuncia la siguiente sentencia

ASUNTO:
El recurso de agravio constitucional interpuesto por don Reynaldo Yarlequé
Ordinola a favor de don Wilmer Yarlequé Ordinola, contra la sentencia de la
Primera Sala Especializada en lo Penal para Procesos con Reos en Cárcel de la
Corte Superior de Justicia de Lima, de fojas 292, su fecha 2 de marzo de 2007,
que declara infundada la demanda de autos.
ANTECEDENTES:
(...)
FUNDAMENTOS: 
Delimitación del petitorio

487
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

1. El objeto de la demanda es que se disponga la inmediata excarcelación del


favorecido alegándose que sufriría prisión preventiva por un periodo de tiem-
po que excede el plazo máximo legalmente determinado por el artículo 137
del Código Procesal Penal sin haberse dictado sentencia en primera instan-
cia, en la instrucción que se le sigue por los delitos de homicidio calificado,
secuestro agravado y desaparición forzada, Expediente Nº 09-2008 (antes
Expediente Nº 03-2003) Caso Cantuta tramitado ante la Primera Sala Penal
Especial de la Corte Superior de Justicia de Lima, pues se estaría afectando
sus derechos al debido proceso, en su manifestación del plazo razonable, y
a la libertad personal.
2. Cabe indicar que, si bien el recurrente solicita se deje sin efecto el mandato
de detención contenido en el Auto de Apertura de instrucción dictado en el
proceso Nº 044-02 (fojas 34), se advierte de los hechos en que se funda la
demanda que no se explicitan los argumentos jurídico-constitucionales por
los que, a juicio del demandante, se debería declarar su nulidad, lo que en
principio comportaría el rechazo de la demanda [Cfr. STC recaídas en los
Expedientes N°s 1099-2007-PHC/TC y 3666-2007-PHC/TC]; sin embargo
este Colegiado ingresará al análisis de fondo en la medida en que los hechos
acusados de vulneratorios a los derechos del beneficiario tienen contenido
constitucional en el derecho a la libertad personal, hechos que a continuación
se resumen así: i) la detención en cárcel extranjera en mérito al proceso de
Extradición Activa (fojas 55) solicitado por el Primer Juzgado Penal Especial
de Lima en el proceso penal Nº 09-2008 (antes Nº 03-2003), y ii) el supuesto
exceso de detención que viene cumpliendo en espera de que se resuelva su
situación jurídica.
Análisis del caso materia de controversia constitucional
3. El derecho a la libertad personal, como todo derecho fundamental, no es ab-
soluto; el artículo 2, inciso 24), ordinales “a” y “b”, establece que está sujeto
a regulación, de modo que puede ser restringido o limitado mediante ley. A
tal efecto, los límites que puede imponérsele son intrínsecos y extrínsecos;
los primeros se deducen de la naturaleza y configuración del derecho en
cuestión, mientras que los segundos provienen del ordenamiento jurídico,
cuyo fundamento se encuentra en la necesidad de proteger o preservar otros
bienes, valores o derechos constitucionales.
4. Al respecto este Tribunal ha sostenido en reiterada jurisprudencia que la
detención judicial preventiva es una medida provisional que como última
ratio limita la libertad física, pero no por ello es, per se, inconstitucional, en
tanto no comporta una medida punitiva ni afecta la presunción de inocencia

488
CRITERIOS RELEVANTES DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

que asiste a todo procesado. Y es que el mandato de detención es una medida


por la que puede optar un juez para asegurar la presencia del inculpado en el
proceso y el éxito del proceso penal ya que legalmente se justifica siempre
y cuando existan motivos razonables y proporcionales para su dictado.
5. En este contexto, también ha subrayado que la justicia constitucional es la
competente para realizar un control constitucional de la resolución judicial
firme que decreta el mandato de detención o desestima la variación de esta
medida cautelar, siempre y cuando tal pronunciamiento judicial afecte un
derecho fundamental como lo es el derecho a la motivación de las resolucio-
nes judiciales respecto a la concurrencia simultánea de los tres presupuestos
legales contenidos en el artículo 135 del Código Procesal Penal (en caso del
mandato de detención) o respecto al párrafo final de este dispositivo legal (en
caso de desestimación de la solicitud de variación del mandato de detención);
sin embargo, no es la competente para determinar la configuración de cada
presupuesto legal o la concurrencia de las circunstancias que legitiman la
adopción o mantenimiento de la medida cautelar provisional. [Cfr. STC
Nº 1999-2006-PHC/TC y STC Nº 3011-2007-PHC/TC, entre otras].
6. Ahora bien, en cuanto a los derechos cuyo agravio se acusa este Colegiado
ha señalado que “(...) El derecho a que la prisión preventiva no exceda de
un plazo razonable (...) coadyuva al pleno respeto de los principios de pro-
porcionalidad, razonabilidad, subsidiariedad, necesidad, provisionalidad y
excepcionalidad que debe guardar la aplicación de la prisión provisional
para ser reconocida como constitucional. Se trata, propiamente, de una
manifestación implícita del derecho a la libertad personal reconocido en la
Carta Fundamental (artículo 2, inciso 24, de la Constitución) y, en tal me-
dida, se funda en el respeto a la dignidad de la persona humana (...)”. [STC
Nº 2915-2004-HC/TC].
7. Respecto al plazo de detención preventiva, el artículo 137 del Código Pro-
cesal Penal establece que su duración para los procesos ordinarios es de 18
meses. Además, prescribe que “Tratándose de procedimientos por delitos
de tráfico ilícito de drogas, terrorismo, espionaje y otros de naturaleza com-
pleja seguidos contra más de diez imputados, en agravio de igual número
de personas, o del Estado, el plazo límite de detención se duplicará. A su
vencimiento, sin haberse dictado la sentencia de primer grado, deberá de-
cretarse la inmediata libertad del inculpado, debiendo el Juez disponer las
medidas necesarias para asegurar su presencia en las diligencias judiciales”.
Al respecto, en la sentencia recaída en el Expediente Nº 0330-2002-HC/TC,
caso James Ben Okoli y otro, este Tribunal ha señalado que, vencido el plazo

489
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

límite de detención sin haberse dictado sentencia en primer grado, la dúplica


procede automáticamente, y que su prolongación hasta por un plazo igual al
límite se acordará mediante auto debidamente motivado.
Asimismo, este dispositivo legal señala en su quinto párrafo que:
“(...) No se tendrá en cuenta para el cómputo de los plazos estable-
cidos en este artículo, el tiempo en que la causa sufriere dilaciones
maliciosas imputables al inculpado o su defensa” (el subrayado es
nuestro).
8. Ahora bien, la Ley Nº 24710, publicada en el diario oficial “El Peruano” el
27 de junio de 1987, conocida como la Ley de Extradición, señala respecto
a la extradición activa (artículo 4) que “La persona procesada, acusada o
condenada como autor, cómplice o encubridor de un delito cometido en el
territorio peruano que se encuentre en otro Estado podrá ser extraditada a fin
de ser procesada o de cumplir la penalidad que como reo presente le haya
sido impuesta”. De otro lado señala en su artículo 23, inciso 3, que:
“Concedida la extradición, el gobierno entregará el extraditado al
agente o al representante diplomático del Estado solicitante. La
entrega, sin embargo, no será realizada sin que el Estado solicitante
asuma los compromisos siguientes: (...) 3.- Computarse a favor
del extraditado el tiempo transcurrido desde su prisión, durante la
decisión de la extradición”.
9. Respecto a la razonabilidad del plazo de detención este Tribunal Constitucio-
nal ha señalado en la sentencia recaída en el caso Federico Tiberio Berrocal
Prudencio (Expediente Nº 2915-2004-HC/TC FFJJ 26 y 31) que: “[e] En lo
que respecta a la valoración de la actividad procesal del detenido a efectos
de determinar la razonabilidad del plazo, es preciso distinguir el uso regular
de los medios procesales que la ley prevé y la falta de cooperación mediante
la pasividad absoluta del imputado (muestras ambas del ejercicio legítimo
de los derechos que el Estado Constitucional permite) de la denominada
‘defensa obstruccionista’ (signo inequívoco de la mala fe del procesado y,
consecuentemente, recurso repudiado por el orden constitucional) [...] En
todo caso, corresponde al juez penal demostrar la conducta obstruccionista
del imputado”.
10. De las normas y el criterio jurisprudencial antes señalados resulta claro que:
a) El dispositivo legal contenido en el artículo 23, inciso 3, de la Ley Nº 24710
no hace más que reconocer a favor de la persona detenida con fines de
extradición el cómputo de la detención sufrida con motivo del proceso

490
CRITERIOS RELEVANTES DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

de extradición a efectos de determinar un eventual exceso de detención


judicial preventiva (conforme al artículo 137 del Código Procesal Penal),
optimizando de esa manera el contenido constitucionalmente protegido
del derecho a la libertad personal del extraditurus.
b) Si bien el juez penal puede disponer de oficio la libertad por exceso de
detención preventiva de un procesado, en principio, ello no resulta de
aplicación automática por el transcurso de tiempo que cuenta el detenido
desde el día que fue privado de su libertad judicialmente a la fecha que
reclama su libertad bajo esta figura procesal, sino que tal determinación
está sujeta: i) a la contabilización del periodo de tiempo efectivo de
privación de la libertad en mérito al proceso penal en el que reclama su
libertad por exceso de detención; y, ii) al descuento que realice el juez
de la causa respecto al tiempo que la causa habría sufrido dilaciones
maliciosas imputables a la conducta obstruccionista del imputado o su
defensa.
11. De los autos y las instrumentales remitidas a este Tribunal por la Primera
Sala Penal Especial de la Corte Superior de Justicia de Lima, mediante Oficio
Nº 09-2008-1ra SPE/CSJL de fecha 5 de marzo de 2008 (fojas 31 del Cua-
dernillo del Tribunal Constitucional), se aprecia que: a) mediante Resolución
de fecha 24 de enero de 2003 se abrió instrucción con mandato de detención
en contra del beneficiario por los delitos de homicidio calificado, secuestro
agravado y desaparición forzada de personas, Caso Cantuta (Expediente
Nº 03-2003 que, a la fecha, se tramita en el Expediente Nº 09-2008), proceso
penal en el que los imputados son más de diez; b) mediante Resolución de
fecha 22 de julio de 2003 fue declarado reo ausente; c) mediante hoja informa-
tiva de fecha 16 de octubre de 2003 INTERPOL WASHINGTON comunica
a INTERPOL LIMA la localización del beneficiario en el Estado de Virginia;
d) mediante solicitud de fecha 31 de octubre de 2003, el mencionado órgano
judicial solicitó la extradición activa del favorecido a los Estados Unidos de
Norteamérica; e) el beneficiario alega que se encontraría detenido desde el
día 26 de noviembre de 2003 en la Cárcel Regional de Northern Neck en el
condado de Warsaw del estado de Virginia en los Estados Unidos de Nortea-
mérica [a la espera de los trámites de proceso de extradición activa iniciada
por el Estado Peruano]; f) con fecha 6 de diciembre de 2006 el recurrente
postula la presente demanda de hábeas corpus con el objeto de que el juez
constitucional aprecie el pretendido exceso de detención preventiva y dispon-
ga su inmediata libertad; y, g) que el beneficiario ha sido puesto a disposición
del órgano judicial requirente con fecha 3 de enero de 2008 e internado en

491
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

el Establecimiento Penitenciario de Miguel Castro Castro; resultando que la


medida de detención provisional que sufre, como consecuencia del aludido
proceso penal, dimana del auto de apertura de instrucción.
12. En el caso concreto, si bien es cierto que la medida de detención provisional
que sufre el favorecido [a la fecha] dimana del auto de apertura de instrucción
dictado en el mes de enero de 2003, también lo es que la supuesta fecha de
detención en mérito al proceso penal por el cual se tramitó su extradición así
como la duración de esta no se encuentra acreditada. En efecto, conforme se
aprecia de la traducción notarial del historial de prisión del favorecido emitida
por la Oficina del Fiscal de los Servicios Oficiales de Justicia de los Estados
Unidos (adjuntada por la defensa del favorecido mediante escrito de fecha
5 de mayo de 2008, fojas 213 del cuadernillo del Tribunal Constitucional)
el alegado ingreso a la prisión en los Estados Unidos de Norteamérica en el
mes de noviembre de 2003 se habría realizado por el delito de inmigración y
no como se aduce en los Hechos de la demanda, situación que en todo caso
debe ser valorada por la judicatura ordinaria a fin de determinar el periodo
de tiempo de carcelería efectiva que se habría sufrido en mérito al proceso
de extradición en cuestión. De otro lado, si bien se debe computar la deten-
ción sufrida con motivo del proceso de extradición a efectos de determinar
un eventual exceso de detención judicial preventiva también es cierto que
la supuesta conducta obstruccionista mostrada por el beneficiario tendría
que ser valorada por la judicatura ordinaria que conoce del proceso penal.
13. En consecuencia, la demanda debe ser desestimada toda vez que, en el
presente caso, la apreciación de la figura procesal de la libertad por exceso
de detención se encuentra sujeta a una valoración probatoria que excede
la actividad probatoria que puede desplegarse en los procesos de tutela de
urgencia de los derechos fundamentales, por lo que tal determinación co-
rresponde a la justicia ordinaria.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le
confiere la Constitución Política del Perú
HA RESUELTO:
Declarar INFUNDADA la demanda de hábeas corpus de autos.
Publíquese y notifíquese
S.S.
LANDA ARROYO
BEAUMONT CALLIRGOS
ETO CRUZ

492
CRITERIOS RELEVANTES DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

124. Detención preventiva: Falta de exceso en caso se haya


aprobado solicitud de extradición
No se verifica un supuesto de exceso de detención que viene
sufriendo el agente, si la detención preventiva originada por el
proceso de extradición finalizó con la aprobación de la solicitud
de extradición, mediante la resolución suprema, cuya ejecución
ha quedado diferida en el tiempo.

Expediente Nº 06317-2007-PHC/TC
CAÑETE
JULIO CÉSAR GUTIÉRREZ JARAMILLO

SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL


En Lima, a los 8 días del mes de enero de 2008, la Sala Primera del Tribunal
Constitucional, integrada por los magistrados Landa Arroyo, Beaumont
Callirgos y Eto Cruz, pronuncia la siguiente sentencia

ASUNTO:
Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Julio César Gutiérrez
Jaramillo contra la sentencia de la Sala Penal de la Corte Superior de Justicia de
Cañete, de fojas 1020, su fecha 16 de octubre de 2007, que declaró improcedente
la demanda de hábeas corpus de autos.
ANTECEDENTES:
(...)
FUNDAMENTOS
1. La demanda tiene por objeto solicitar la excarcelación del recurrente por el
presunto exceso de detención de 140 meses que viene sufriendo a la fecha de
la presente demanda, recluido en el Establecimiento Penitenciario Cantera
de la provincia de Cañete por el proceso de extradición peticionado por la
Embajada de Estados Unidos de América. A su vez, aduce el accionante que
dicho mandato de detención le impide acceder a los beneficios penitenciarios
de semilibertad o libertad condicional, por lo que, alega la vulneración a su
derecho a la libertad individual.
(...)

493
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

Análisis del caso


7. Conforme lo ha expresado el Tribunal Constitucional en reiterada jurispru-
dencia, “(...) El derecho a que la prisión preventiva no exceda de un plazo ra-
zonable (...) coadyuva al pleno respeto de los principios de proporcionalidad,
razonabilidad, subsidiariedad, necesidad, provisionalidad y excepcionalidad
que debe guardar la aplicación de la prisión provisional para ser reconocida
como constitucional. Se trata, propiamente, de una manifestación implícita
del derecho a la libertad personal reconocido en la Carta Fundamental (ar-
tículo 2º 24 de la Constitución) y, en tal medida, se funda en el respeto a la
dignidad de la persona humana (...)” [STC Nº 2915-2004-HC].
8. En el caso, el supuesto exceso de detención que viene sufriendo el recurren-
te no aparece acreditado, toda vez que la detención preventiva originada
por el proceso de extradición finalizó con la aprobación de la solicitud de
extradición mediante la Resolución Suprema Nº 239-96-JUS de fecha 4 de
diciembre de 1996, cuya ejecución ha quedado diferida en el tiempo. Por
tanto debe precisarse que, conforme se colige del expediente, la privación
de la libertad del recurrente radica en el cumplimiento de la sentencia con-
denatoria suprema de fecha 15 de octubre de 1998, condena que se vence el
1 de diciembre del año 2010; por lo que no resulta de aplicación el artículo
2 del Código Procesal Constitucional.
9. En referencia a la imposibilidad de acceder a beneficios penitenciarios, este
Colegiado ha señalado en la sentencia recaída en el Expediente Nº 2700-2006-
PHC/TC que, en estricto, los beneficios penitenciarios no son derechos fun-
damentales, sino garantías previstas por el Derecho de Ejecución Penal, cuyo
fin es concretizar el principio constitucional de resocialización y reeducación
del interno. En efecto, a diferencia de los derechos fundamentales, las garan-
tías no engendran derechos subjetivos, de ahí que puedan ser limitadas. Las
garantías persiguen el aseguramiento de determinadas instituciones jurídicas
y no engendran derechos fundamentales a favor de las personas. Por otro lado,
no cabe duda de que aun cuando los beneficios penitenciarios no constituyen
derechos, su denegación, revocación o restricción del acceso a los mismos debe
obedecer a motivos objetivos y razonables, por lo que la resolución judicial
que se pronuncia al respecto debe cumplir con la exigencia de la motivación
de las resoluciones judiciales (f. 4 STC 2917-2007-HC/TC).
10. En atención a lo antes expuesto, de autos se aprecia que el recurrente no ha
presentado las resoluciones denegatorias de las solicitudes a los beneficios
penitenciarios, no acreditando el presunto acto lesivo a sus derechos fun-
damentales invocados, ni que dichas resoluciones deben tener la calidad de
firmes, en los términos previstos en el artículo 4 del Código Procesal Penal.

494
CRITERIOS RELEVANTES DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le


confiere la Constitución Política del Perú
HA RESUELTO
 1. Declarar INFUNDADA la presente demanda conforme a lo expuesto en el
FJ. 8 de esta sentencia.
2. Declarar IMPROCEDENTE la demanda conforme a lo sostenido en los
fundamentos 9 y 10.
Publíquese y notifíquese.
S.S.
LANDA ARROYO
BEAUMONT CALLIRGOS
ETO CRUZ
 

495
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

125. Detención preventiva: Supuestos de prolongación más


allá del plazo legal
Hay dos supuestos específicos para la prolongación de la de-
tención judicial más allá del tiempo legalmente establecido:
a) por la conducta obstruccionista del procesado o su defensa
que haya dilatado innecesariamente el proceso, y b) en los casos
de tráfico ilícito de drogas con red internacional, en los que
concurran circunstancias que importen una especial dificultad
que haga razonable la adopción de la medida. Pero además, la
CIDH ha señalado que en circunstancias muy excepcionales,
la gravedad especial de un crimen y la reacción del público
ante este pueden justificar la prisión preventiva por un cierto
periodo, por la amenaza de disturbios del orden público que la
liberación del acusado podría ocasionar, como acontece con
la figura jurídica de la rebelión.

Expediente Nº 06091-2008-PHC/TC
LIMA
RENINGER ACUÑA CHISTAMA

SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
En Lima, a los 30 días del mes de noviembre de 2010, la Sala Primera del
Tribunal Constitucional, integrada por los magistrados Beaumont Callirgos,
Calle Hayen y Álvarez Miranda, pronuncia la siguiente sentencia

ASUNTO:
Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Edmundo Inga Garay,
a favor de don Reninger Acuña Chistama, contra la resolución de la Segunda
Sala Especializada en lo Penal para Procesos con Reos en Cárcel de la Corte
Superior de Justicia de Lima, de fojas 87, su fecha 14 de mayo de 2008, que
declaró improcedente la demanda de autos.
ANTECEDENTES:
(...)
FUNDAMENTOS:
Delimitación del petitorio

496
CRITERIOS RELEVANTES DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

1. El objeto de la demanda es que se disponga la inmediata excarcelación del


favorecido alegándose que sufre prisión preventiva por un periodo de tiempo
que excede el plazo máximo legalmente determinado por el artículo 137 del
Código Procesal Penal sin haberse dictado sentencia en primera instancia, en
la instrucción que se le sigue por los delitos de rebelión y otros (Expediente
Nº 20-05), pues se está afectando sus derechos a la libertad personal, al de-
bido proceso, a la motivación de las resoluciones judiciales y de igualdad
ante la ley.
Por todo ello se sostiene que debe declararse la nulidad de la Resolución de
fecha 3 de enero de 2008, respecto al favorecido, pues resuelve prolongar
el plazo de detención en su contra por treinta y seis meses adicionales pese
a que no existe fundamento legal que lo sustente.
Cuestión previa
2. Es pertinente señalar que el Hecho que se reputa lesivo de los derechos de la
libertad individual se presenta en el caso de autos, prima facie, en relación
con su compatibilidad con lo establecido por la Constitución del Estado
peruano y su relevancia en el orden constitucional. Asimismo, cabe indicar
que la conclusión que se extrae en el presente hábeas corpus atiende a las
particularidades del proceso penal submateria y al control constitucional de
la medida de detención provisoria del caso en cuestión, lo que se condice
con las instrumentales y actuados del presente expediente constitucional.
Del contexto normativo del derecho a la libertad personal
3. El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos señala en su artículo
9, numeral 3), que “Toda persona detenida o presa a causa de una infracción
penal (...) tendrá derecho a ser juzgada dentro de un plazo razonable o a
ser puesta en libertad (...)”. Por consiguiente, en medida en que las normas
relativas a los derechos y a las libertades que la Constitución reconoce
se interpretan de conformidad con la Declaración Universal de Derechos
Humanos y con los tratados y acuerdos internacionales, es deber de este
Tribunal no solo reconocerlo así, sino dispensar la tutela que corresponda a
cada caso.
4. La Constitución Política del Perú señala en su artículo 2, inciso 24, ordina-
les “f” y “b”, que el derecho a la libertad personal no es absoluto toda vez
que se encuentra sujeto a regulación y puede ser restringido por la ley o
limitado por bienes o valores constitucionales. A tal efecto, los límites que
puede imponérsele son intrínsecos y extrínsecos. Los primeros se deducen
de la naturaleza y configuración del derecho en cuestión, mientras que los

497
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

segundos provienen del ordenamiento jurídico, cuyo fundamento se encuen-


tra en la necesidad de proteger o preservar otros bienes, valores o derechos
constitucionales.
Del tratamiento jurisprudencial del Tribunal Constitucional en cuanto al
exceso de detención provisional
5. El Tribunal Constitucional ha establecido en las sentencias recaídas en los
casos Federico Tiberio Berrocal Prudencio (Expediente Nº 2915-2004-HC/
TC) y Hernán Ronald Buitrón Rodríguez (Expediente Nº 7624-2005-PHC/
TC) dos supuestos específicos para la prolongación de la detención judicial
más allá del tiempo legalmente establecido, las cuales se sustentan: a) en
la conducta obstruccionista del procesado o su defensa que haya dilatado
innecesariamente el proceso, cómputo del tiempo que comportó la conducta
obstruccionista del procesado y su descuento que en definitiva implica el
cómputo efectivo del plazo máximo de detención provisional (36 meses
para el proceso ordinario); y excepcionalmente, b) en los casos de tráfico
ilícito de drogas con red internacional, en los que concurran circunstancias
que importen una especial dificultad que haga razonable la adopción de la
medida.
Fuera de estos dos supuestos específicos de prolongación, la resolución
judicial que desborde el plazo máximo de detención provisional legalmente
establecido resulta, en principio, inconstitucional, y por tanto queda habi-
litado el correspondiente control constitucional, claro está, siempre que se
acuse el agravio de los derechos fundamentales.
Orden constitucional y gobierno legítimamente constituido
6. En un Estado Constitucional Democrático la Constitución no solo es norma
jurídica con fuerza vinculante que vincula a los poderes públicos y a todos
los ciudadanos, sino que también es la norma fundamental y suprema del or-
denamiento jurídico. Esto es así porque la Constitución, a partir del principio
de supremacía constitucional, sienta las bases constitucionales sobre las que
se edifican las diversas instituciones del Estado; a su vez, dicho principio
exige que todas las acciones personales civiles, económicas, sociales y, sobre
todo, militares estén en consonancia con las disposiciones que integran el
ordenamiento jurídico que la Constitución señala.
7. Sobre esta base, el artículo 38 de la Constitución Política del Perú señala que
“Todos los peruanos tienen el deber de honrar al Perú y de proteger los inte-
reses nacionales, así como de respetar, cumplir y defender la Constitución y el
ordenamiento jurídico de la Nación”. A su vez, sus artículos 45 y 46 prescriben

498
CRITERIOS RELEVANTES DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

que “El poder emana del pueblo (...) Ninguna persona, organización, Fuerza
Armada, Policía Nacional o sector de la población puede arrogarse el ejercicio
de ese poder. Hacerlo constituye rebelión o sedición” (...) “Nadie debe obe-
diencia a un gobierno usurpador, ni a quienes asumen funciones públicas en
violación de la Constitución y de las leyes (...)”; sin antes dejar de reconocer
en el inciso 22) de su artículo 2 que la persona humana tiene derecho a la paz.
8. Por lo dicho queda sentado que en nuestro sistema constitucional rige el
principio de un Estado Social y Democrático de Derecho, en el que la par-
ticipación ciudadana en la composición del gobierno adquiere una posición
constitucional relevante, sobre la base de principios democráticos. Y es
que, precisamente, la organización jurídica y la democracia representativa
constituyen la condición necesaria para la estabilidad, la seguridad, la paz
y el desarrollo social, político y económico del país.
9. En este contexto, el Tribunal Constitucional es el primer garante del orden
constitucional democrático y del gobierno legítimamente constituido; de ahí
que quien participe de la ruptura del orden institucional del Estado democrá-
tico debe ser sometido a las vías judiciales sobre la base de las normas legales
que establecen responsabilidades con las garantías de un debido proceso.
Y es que cualquier alteración inconstitucional del orden democrático será
merecedora de una condena internacional, a efectos de que se restaure el
orden democrático y se respeten los derechos humanos.
10. Así, la defensa y la salvaguardia del orden constitucional democrático y
del gobierno legítimamente constituido no solo incumbe a los organismos
constitucionales, sino a todos los ciudadanos, quienes estamos en la obli-
gación de observar no solo la Constitución, sino también los principios y
propósitos establecidos en la Carta de la Organización de los Estados Ame-
ricanos de 1948 y en la Carta Democrática Interamericana de 2001, referida
al fortalecimiento y la preservación de la institucionalidad democrática en
los Estados miembros, así como la importancia del respeto irrestricto a los
derechos humanos y a las libertades fundamentales.
Análisis del caso constitucional
11. Del caso de autos se tiene que el proceso penal que se sigue al actor es por
los delitos de rebelión y otros (instrucción que cuenta con más de 150 proce-
sados) y que el órgano judicial le impuso mandato de detención provisional
como medida coercitiva de la libertad para asegurar su sujeción al proceso,
resultando que desde la fecha de su ejecución han transcurrido más de 36
meses de su reclusión y que a su vencimiento la Sala Superior emplazada,
mediante la cuestionada Resolución de fecha 3 de enero de 2008 [fojas 25 del

499
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

expediente del hábeas corpus], resolvió prolongar su detención provisional


por treinta y seis meses adicionales.
12. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos ha señalado que “[...]
en circunstancias muy excepcionales, la gravedad especial de un crimen y
la reacción del público ante el mismo pueden justificar la prisión preventiva
por un cierto periodo, por la amenaza de disturbios del orden público que la
liberación del acusado podría ocasionar” (Informe Nº 2/97), máxime si no
puede legitimarse la fuerza contra el derecho, como acontece con la figura
jurídica de la rebelión, ilícito penal que se imputa al procesado y que es
materia de instrucción en la vía legal competente.
13. No cabe duda, pues, de la suma gravedad que comporta el delito de rebelión,
contexto jurídico en el que el Tribunal Constitucional no resulta ajeno a la
necesidad de protección y preservación de los bienes constitucionales del
derecho a la paz, así como de garantizar el sistema democrático, por lo que
resulta razonable la prolongación de la detención provisional más allá de los
36 meses cuando se trate de una instrucción por el delito de rebelión en la
que concurren circunstancias que importen una especial dificultad que hagan
razonable la adopción de la medida cuestionada; verbigracia, la existencia
de más de 150 procesados, la intensa actividad probatoria y los hechos que
constituyen la materia sometida a la investigación en el proceso que se sigue
por los cauces de la vía penal ordinaria, como lo es el delito contra la vida.
Por consiguiente, la demanda debe ser desestimada.
De esta manera este Tribunal ha resuelto casos similares en las sentencias
recaídas en los casos 03205-2008-PHC/TC, 02673-2008-PHC/TC, 02670-
2008-PHC/TC y 02800-2008-PHC/TC, entre otros.
14. Finalmente, este Colegiado considera menester señalar que es de conoci-
miento público que el procesado Antauro Igor Humala Tasso ha desplegado
una conducta obstruccionista, con lo cual ha dilatado innecesariamente el
proceso penal submateria (en perjuicio suyo y el de los demás procesados,
como lo es el actor de los autos), profiriendo frases ofensivas y realizando
hechos bochornosos con la clara intención de ofender a sus juzgadores, lo
que originó su expulsión y suspensión de la audiencia, signo inequívoco de
la mala fe del procesado, conducta que no puede ser tolerada por el orden
constitucional, todo lo cual, sumado a lo anteriormente expuesto, permite,
por necesaria, la excepcional prórroga de la detención provisoria en un plazo
adicional y excepcional que resulte razonable.
15. Centrado así el tema materia del grado, no está de más precisar que el Tribu-
nal Constitucional se limita a la acusada afectación al derecho fundamental

500
CRITERIOS RELEVANTES DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

a la libertad personal materia del presente proceso constitucional de hábeas


corpus, correspondiéndole en exclusividad al Poder Judicial valorar la prueba
actuada dentro del aludido proceso penal en relación con los hechos investi-
gados, calificar estos expuestos en la acusación que da mérito a la apertura
del juicio oral y determinar la graduación de la pena, en caso de condena.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le
confiere la Constitución Política del Perú
HA RESUELTO:
Declarar INFUNDADA la demanda de hábeas corpus de autos.
Publíquese y notifíquese.
S.S.
BEAUMONT CALLIRGOS
CALLE HAYEN
ÁLVAREZ MIRANDA

501
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

126. Detención preventiva: Validez de ordenar prolongación


de oficio y vencido el plazo de detención anterior
Existe la posibilidad de que la resolución de prolongación de
la detención preventiva pueda ser adoptada de oficio por el juez
(la Sala Superior en este caso), no comportando ilegalidad y
menos arbitrariedad que ello se efectúe sin conocimiento pre-
vio por parte del inculpado. Por otra parte, si bien la ley exige
para todos los casos de decisiones sustanciales que el juzgador
cumpla con los plazos que ella señala, por diversas razones,
especialmente la enorme carga procesal, no le resulta al juez
posible humanamente el cumplimiento riguroso del mandato
legal, por lo que no se invalida la resolución de prolongación
de la detención dictada cuando ya había vencido el plazo de
detención en momento anterior.

Expediente Nº 01680-2009-PHC/TC
LIMA
ANTAURO IGOR HUMALA TASSO Y OTROS

SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL


En Lima, (vista en Arequipa), a los 30 días del mes de julio de 2009, el Pleno
del Tribunal Constitucional, integrado por los Magistrados Vergara Gotelli,
Mesía Ramírez, Landa Arroyo, Beamount Callirgos, Calle Hayen, Eto Cruz
y Álvarez Miranda, pronuncia la siguiente sentencia, con los fundamentos
de voto de los magistrados Mesía Ramírez y Álvarez Miranda que se adjun-
ta, y con los votos singulares de los magistrados Landa Arroyo, Beaumont
Callirgos y Calle Hayen, que se agregan

ASUNTO:
El recurso de agravio constitucional interpuesto por don Isaac Humala
Núñez y don Wilfredo Córdova Izaguirre, a favor de don Antauro Igor Humala
Tasso y de otras 148 personas, contra la sentencia expedida por la Sala Penal
para Procesos con Reos Libres de Vacaciones de la Corte Superior de Justicia
de Lima, de fojas 699, su fecha 12 de febrero de 2009, que declaró infundada
la demanda de autos.

502
CRITERIOS RELEVANTES DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

ANTECEDENTES:
(...)
FUNDAMENTOS:
De los hechos de la demanda
1. El objeto de la demanda es que en sede constitucional se declare la nulidad
de la Resolución de fecha 3 de enero de 2008, así como la de su confirma-
toria por Ejecutoria Suprema de fecha 29 de setiembre de 2008, que resuel-
ve prolongar el plazo de detención provisional en contra de Antauro Igor
Humala Tasso y de 148 personas, para que luego de la sanción de nulidad
que demandan se disponga la inmediata libertad de los actores por exceso
de detención provisional, en la instrucción que se les sigue por los delitos
de rebelión y otros (Expediente Nº 20-05). Se sustenta la pretensión en dos
postulados: a) que los vocales que integran la Primera Sala Especializada en
lo Penal para Procesos con Reos en Cárcel de la Corte Superior de Justicia de
Lima se arrogaron ilegalmente la competencia exclusiva del Juez penal para
prolongar la detención provisional toda vez que dicha atribución le corres-
ponde única y exclusivamente a este último, es decir al Juez penal, y b) que
la prolongación de la detención provisional se efectuó sin el conocimiento
de los procesados, actuación ilegítima de la Sala Superior emplazada que
afecta los derechos a ser juzgado por un juez competente y de defensa, en
conexidad con el derecho de la libertad personal. De otro lado se señala que
los señores José Quispe Pacori, Carlos Aldo Barreto Palian y doña Lucimar
Alarcón Velásquez fueron detenidos el día 2 de enero de 2005, mientras
que los señores Antauro Igor Humala Tasso y Jorge Renato Villalva Follana
fueron detenidos el día 3 de enero de 2005, lo que significaría que la deten-
ción de los mencionados beneficiarios habría vencido en fecha anterior a la
emisión de la resolución de prolongación que se cuestiona, denuncia que
será analizada en la presente resolución.
Es pertinente señalar que mediante escrito de fecha 17 de diciembre de 2008
(fojas 651), la defensa de los 149 favorecidos especifica que la demanda “es
de puro derecho”; agrega: “Nuestra demanda es específica. Se circunscribe a
determinarse si tiene validez o no tiene validez, el Auto de Vista Nº 2009 de
prolongación del 3 de enero de 2008”, en razón de supuestamente constituir
una ilegalidad en tanto y en cuanto la ha emitido una Sala Superior Penal y
no el Juez penal, con conocimiento de los favorecidos.
También lo es que los actores han procedido en escalada a demandar en la
vía del hábeas corpus la pretensión de la libertad, aduciendo en cada caso
hechos y circunstancias distintas con la evidente finalidad de cubrir todos
los espacios para la obtención del fin propuesto.

503
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

(...)
Análisis sobre el fondo de la controversia constitucional
El derecho a ser juzgado por un juez competente y la competencia de la Sala
Penal Superior para disponer la prolongación de la detención preventiva
5. El derecho a ser juzgado por un Juez competente garantiza que ninguna
persona pueda ser sometida a un proceso ante una autoridad que carezca de
competencia para resolver una determinada controversia. Sobre el particu-
lar, la Corte Interamericana de Derechos Humanos en la sentencia Tribunal
Constitucional vs. Perú ha señalado que “toda persona sujeta a juicio de
cualquier naturaleza ante un órgano del Estado deberá contar con la garantía
de que dicho órgano sea competente, independiente e imparcial y actúe en
los términos del procedimiento legalmente previsto para el conocimiento y
la resolución del caso que se le somete”.
6. En el caso concreto, los accionantes sostienen que la resolución que dispuso
la prolongación de la prisión preventiva ha sido emitida por la Sala Superior
emplazada pese a que carecía de competencia para ello, ya que según refieren,
dicha atribución le correspondía única y exclusivamente al juez penal, y no a
la Sala Superior. Asimismo cabe recordar que los favorecidos vienen siendo
procesados en la vía del proceso penal ordinario por la presunta comisión
de los delitos de rebelión, homicidio calificado, secuestro y sustracción o
arrebato de armas de fuego.
7. Es claro que uno de los elementos que preside los casos en que se cuestiona
el mantenimiento de la detención preventiva es la privación de la libertad
personal sin que exista sentencia condenatoria de primer grado no obstante
el tiempo transcurrido. Si bien el tercer párrafo del artículo 137 del Código
Procesal Penal de 1991 señala que: “(...) La prolongación de la detención
se acordará mediante auto debidamente motivado, de oficio por el Juez o a
solicitud del Fiscal y con conocimiento del inculpado (...)”; también lo es que
dicha afirmación solo resulta válida cuando se trata de los procesos penales
sumarios en los que corresponde al Juez penal emitir sentencia de primer
grado y a la Sala Superior conocer el caso penal en grado de apelación; por
tanto, de ser el caso, solo aquel Juez penal podría disponer la continuación
de la prisión preventiva en tanto que no exista sentencia dictada por él; sin
embargo, tal razonamiento no sería de aplicación tratándose de los procesos
penales ordinarios, ya que en este tipo de procesos quien realiza el juicio
oral y emite la sentencia en primera instancia no es el Juez penal sino la Sala
Superior que es el caso de autos.
Así pues en estos extremos se necesita llegar a una interpretación teleológica
o funcional del texto de la norma pertinente en el sentido que la Sala Superior

504
CRITERIOS RELEVANTES DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

emita pronunciamiento sobre el mantenimiento de la detención provisional por


tratarse de una Sala Superior que ha asumido competencia con arreglo a ley.
8. Por cierto, puede suceder que estando el proceso penal ordinario en la fase
del juicio oral se produzca el vencimiento del plazo máximo de la detención
preventiva. En tal situación, habiendo perdido competencia el Juez penal para
conocer del proceso principal y obviamente también respecto de la medida
coercitiva personal, corresponde a la Sala Superior y no al Juez penal emitir
pronunciamiento sobre la libertad del procesado. En este sentido, la tesis de la
demanda según la cual la Sala Superior emplazada no tuvo competencia para
disponer la prolongación de la detención provisional resulta desatinada y hasta
nociva ya que es opuesta a los principios de economía y celeridad procesal
porque tendría que devolver los autos al Juez penal para que sea este quien se
pronuncie sobre el mantenimiento de la medida coercitiva de la libertad.
9. En el caso de autos, dado que los beneficiarios vienen siendo procesados en
la vía del proceso penal ordinario por la presunta comisión de los delitos de
rebelión y otros, y que a la fecha de emisión de la cuestionada resolución la
Sala Superior emplazada ya había asumido competencia del proceso penal,
se concluye que aquella resulta competente para emitir pronunciamiento
respecto a la medida coercitiva de la libertad cuando el plazo estuviera por
vencerse o estuviera vencido. Por consiguiente, la Resolución de fecha 3 de
enero de 2008 así como su confirmatoria por Ejecutoria Suprema, resultan
formalmente válidas. Siendo así, este extremo de la demanda debe ser
desestimado al no haberse acreditado la vulneración del derecho a ser juzgado
por un juez competente en conexidad con el derecho a la libertad personal.
El derecho de defensa y la comprobación del inculpado
10. El Tribunal Constitucional viene subrayando en su reiterada jurisprudencia
que el derecho de defensa comporta en estricto el derecho a no quedar en
estado de indefensión en cualquier etapa del proceso penal, resultando que
su tutela se efectiviza desde una doble dimensión: una material, referida al
derecho del imputado o demandado de ejercer su propia defensa desde el
instante mismo en que toma conocimiento de la imputación que se le atri-
buye o la decisión judicial que por vicios en el procedimiento o errores en
el juzgar presuntamente lo perjudican; y otra formal, que supone el derecho
a una defensa técnica, esto es al asesoramiento y patrocinio de un abogado
defensor durante todo el tiempo que dure el proceso. Este último implica
también el derecho a ser notificado en forma debida de todas las diligencias
que se actúen al interior de un proceso, de las cuales se pueda desprender,
en mayor o menor grado, una limitación para ejercer dicho derecho.

505
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

11. En el caso de autos, se sostiene que la resolución cuestionada que dispuso


la prolongación de la detención provisional fue emitida por Sala Superior
emplazada sin haber sido puesta en conocimiento de los favorecidos. Asi-
mismo, a través de recurso del agravio constitucional (fojas 707) la defensa
de los beneficiarios de manera enfática precisa que “el auto de prolongación
está condicionada al previo conocimiento del inculpado”(sic).
12. Sobre el particular cabe precisar que si bien es cierto que la redacción
original del tercer párrafo del artículo 137º del Código Procesal Penal de
1991 establecía que la prolongación de la detención preventiva deberá ser
acordada a solicitud del fiscal y con audiencia del inculpado, también lo es
que la actual redacción del mencionado artículo solo establece la posibilidad
de que la prolongación de la detención preventiva será acordada mediante
auto motivado, de oficio por el juez o a solicitud del fiscal con conocimiento del
inculpado, lo cual resulta aplicable al caso de autos en virtud del principio de
aplicación inmediata de las normas. En efecto, el artículo 137º, tercer párrafo,
del Código Procesal Penal, señala que:
“(...) La prolongación de la detención se acordará mediante auto
debidamente motivado, de oficio por el Juez o a solicitud del Fiscal
y con conocimiento del inculpado. Contra este auto procede el re-
curso de apelación, que resolverá la Sala, previo dictamen del Fiscal
Superior dentro del plazo de setenta y dos horas” (énfasis agregado).
Esto quiere decir que lo que exige la disposición indicada es la notificación
al imputado, lo que redunda en el tema puesto que todas las decisiones del
juez competente y no solo esta tienen que ser notificadas a las personas que
intervienen en el proceso en la forma determinada por la Ley. En relación a
este punto basta con entender que la sola participación del recurrente cues-
tionando la medida denota conocimiento de su existencia, puesto que para
la impugnación se tiene que conocer obviamente el contenido y los alcances
de la decisión cuestionada.
13. En este contexto, existiendo la posibilidad de que la resolución de prolonga-
ción de la detención preventiva pueda ser adoptada de oficio por el juez (la
Sala Superior en nuestro caso), como ha ocurrido en el caso de autos, ello
significa que no comporta ilegalidad y menos arbitrariedad la declaratoria de
prolongación provisional sin conocimiento previo por parte del inculpado,
sino que de aquella haya tenido conocimiento una vez decretada la medida
y que el procesado pueda así postular su cuestionamiento en caso de discon-
formidad. De ahí que se haya previsto de manera expresa la posibilidad de
que dicha decisión pueda ser recurrida ante el órgano superior jerárquico,
como ocurrió en el caso de autos. Por consiguiente, la Resolución de fecha

506
CRITERIOS RELEVANTES DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

3 de enero de 2008 (fojas 15), así como su confirmatoria por Ejecutoria


Suprema (fojas 26) resultan formalmente válidas.
Siendo así, este extremo de la demanda también debe ser desestimado al no
haberse acreditado la vulneración del derecho de defensa en conexidad con
el derecho a la libertad personal.
14. Finalmente, en cuanto a la denuncia en el sentido de que respecto a ciertos
beneficiarios se habría vencido el plazo de su detención en momento anterior
a la emisión de la resolución de prolongación de la detención, se tiene que
en tanto genera efectos jurídicos que inciden en la libertad cabe su control
constitucional vía el hábeas corpus, sin embargo este alegato, en el caso de
autos, no comporta arbitrariedad según los postulados que sustentan la de-
manda. Empero, aun siendo un fundamento anexo o agregado constituye un
pedido expreso en pro de la libertad pretendida, por lo que resulta menester
realizar también pronunciamiento expreso al respecto.
La ley exige para todos los casos de decisiones sustanciales que el juzgador
cumpla con los plazos que ella señala. Así, para la calificación de una deman-
da como para la expedición de la sentencia en la que concluye el proceso,
es indudable que el juzgador debiera cumplir los plazos contemplados en
la ley; pero, por diversas razones, especialmente la enorme carga procesal,
no le resulta al juez posible humanamente el cumplimiento riguroso del
mandato legal. Nos preguntamos entonces ¿será procedente sancionar con la
nulidad la decisión jurisdiccional tardía con el único sustento de su tardanza?
Evidentemente no cabe esta invalidación porque, como ya se ha dicho, esa
decisión ha cumplido su finalidad aunque con tardanza en su emisión y por
tanto ha generado efectos jurídicos de diverso orden, tales como el propio
cuestionamiento materia de autos y que resulta infundado. La jurisprudencia
y la doctrina vienen señalando que, en todo caso, de ser cierta la afirmación,
podría pedirse no la nulidad de la resolución por su demora sino la sanción
disciplinaria al juez por el tardío cumplimiento de su deber.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le
confiere la Constitución Política del Perú
RESUELVE
Declarar INFUNDADA la demanda.
S.S.
VERGARA GOTELLI
MESÍA RAMÍREZ
ETO CRUZ
ÁLVAREZ MIRANDA

507
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

127. Detención preventiva: Carácter autómatico de la dúpli-


ca del plazo de detención por delitos especiales
El artículo 137 del Código Procesal Penal establece que la du-
ración de la detención provisional para los procesos ordinarios
es de 18 meses, y que tratándose de procedimientos por delitos
de tráfico ilícito de drogas, terrorismo, espionaje y otros de
naturaleza compleja seguidos contra más de diez imputados,
en agravio de igual número de personas, o del Estado, el plazo
límite de detención se duplicará. Al respecto, vencido el plazo
límite de detención sin haberse dictado sentencia en primer
grado, la dúplica procede de manera automática, y su prolon-
gación hasta por un plazo igual al límite se acordará mediante
auto debidamente motivado.

Expediente Nº 04906-2009-PHC/TC
HUÁNUCO
JAVIER TRUJILLO ZÚÑIGA
 
SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
En Lima, a los 24 días del mes de noviembre de 2009, la Sala Segunda del
Tribunal Constitucional, integrada por los magistrados Mesía Ramírez,
Beaumont Callirgos y Eto Cruz, pronuncia la siguiente sentencia

ASUNTO:
Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Javier Trujillo Zúñiga
contra la sentencia de la Primera Sala Penal de la Corte Superior de Justicia de
Huánuco, de fojas 93, su fecha 2 de setiembre de 2009, que declaró infundada
la demanda de autos.
ANTECEDENTES: 
(...)
FUNDAMENTOS: 
Delimitación del petitorio
1. El objeto de la demanda es que se disponga la inmediata excarcelación del
recurrente alegándose con tal propósito que la detención provisional que sufre
no resulta razonable y proporcionada, ya que, a la fecha de interposición de

508
CRITERIOS RELEVANTES DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

la demanda, ha transcurrido 5 meses desde que fue capturado en mérito al


pedido judicial de requisitoria dictado en su contra, y no se ha impulsado
ningún acto procesal en la instrucción que se le sigue por el delito de tráfico
ilícito de drogas (Expediente Nº 2000-00214-25).
De la razonabilidad de la duración de la detención provisional
2. El derecho a la libertad personal, como todo derecho fundamental, no es
absoluto; el artículo 2, inciso 24), ordinales “a” y “b”, establece que está
sujeto a regulación, de modo que puede ser restringido o limitado mediante
ley. A tal efecto, los límites que puede imponérsele puede responder a condi-
cionamientos de carácter intrínsecos o extrínsecos; los primeros se deducen
de la naturaleza y configuración del derecho en cuestión, mientras que los
segundos, esencialmente, provienen del ordenamiento jurídico, cuyo funda-
mento se encuentra en la necesidad de proteger o preservar bienes, valores
o derechos constitucionales.
3. En cuanto a la detención judicial, este Tribunal Constitucional ha sostenido
en reiterada jurisprudencia que se trata de una medida provisional que, como
última ratio, limita la libertad física, pero no por ello es, per se, inconstitu-
cional, ya que no comporta una medida punitiva ni afecta la presunción de
inocencia que asiste a todo procesado. El mandato de detención provisional
es una medida por la que puede optar un juez para asegurar la presencia
del inculpado en el proceso y el éxito del proceso penal, pues se encuentra
legalmente justificada cuando existen motivos razonables y proporcionales
para su dictado. Por ello es que este Colegiado viene subrayando que la
detención judicial no debe exceder de un plazo razonable que coadyuve al
pleno respeto de los principios de proporcionalidad, necesidad, subsidia-
riedad, provisionalidad, excepcionalidad y razonabilidad, principios dentro
de los que se ha de considerar la aplicación de esta excepcional medida
coercitiva de la libertad para ser reconocida como constitucional [Cfr. STC
Nº 2915-2004-HC/TC].
4. En cuanto al procedimiento que concierne al proceso penal submateria,
el artículo 137 del Código Procesal Penal establece que la duración de la
detención provisional para los procesos ordinarios es de 18 meses, y que
“[t]ratándose de procedimientos por delitos de tráfico ilícito de drogas, te-
rrorismo, espionaje y otros de naturaleza compleja seguidos contra más de
diez imputados, en agravio de igual número de personas, o del Estado, el
plazo límite de detención se duplicará. A su vencimiento, sin haberse dictado
la sentencia de primer grado, deberá decretarse la inmediata libertad del in-
culpado, debiendo el Juez disponer las medidas necesarias para asegurar su

509
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

presencia en las diligencias judiciales”. Al respecto, en la sentencia recaída


en el caso James Ben Okoli y otro (Expediente Nº 0330-2002-HC/TC), el
Tribunal Constitucional señaló que vencido el plazo límite de detención sin
haberse dictado sentencia en primer grado, la dúplica procede de manera
automática, y que su prolongación hasta por un plazo igual al límite se
acordará mediante auto debidamente motivado.
5. En el presente caso, el demandante solicita su inmediata excarcelación
arguyendo que, desde la fecha en la que fue capturado, ha transcurrido 5
meses sin que se haya impulsado ningún acto procesal en la instrucción que
se le sigue por el delito de tráfico ilícito de drogas, pues se le informó que el
expediente se había extraviado. Al respecto, de los autos se tiene que la Sala
Superior emplazada, mediante Resolución de fecha 15 de junio de 2009 (fojas
259 del Cuaderno acompañado), dispuso recomponer el expediente penal
en el que viene siendo instruido el actor, tramitación por la que su situación
procesal se viene regularizando, advirtiéndose por lo demás que se encuentra
pendiente de pronunciamiento en primera instancia la solicitud de variación
de la medida detención por la de comparencia restringida postulada por la
defensa del recurrente con fecha 5 de junio de 2009.
6. Por otro lado, se aprecia del cuaderno acompañado que el recurrente fue inter-
venido y detenido a nivel policial el día 29 de setiembre de 1999, abriéndose
instrucción en su contra con mandato de detención mediante Resolución de
fecha 14 de octubre de 1999 (Expediente Nº 1234-99). Se advierte también
que se varió ya la detención por la medida de comparencia restringida y se
ordenó la inmediata libertad del actor mediante resolución de fecha 23 de
diciembre de 1999; sin embargo, en grado de apelación la Sala Superior
mediante Resolución de fecha 21 de marzo de 2000 (fojas 210 del cuaderno
acompañado), revocó la medida de comparencia con restricciones e impuso
mandato de detención en su contra, generándose las correspondientes órdenes
de requisitoria y captura, la que se concretó el día 21 de febrero de 2009,
fecha en la que fue intervenido y detenido. En su declaración el recurrente
manifestó, ante la Oficina de Investigaciones de la Comisaría de Virú - La
Libertad, que “sí tenía conocimiento” de la orden de captura proveniente de
la instrucción penal Nº 001234-99, en la que se le instruye por el delito de
tráfico ilícito de drogas que está “tratando de solucionar su problema en el
Poder Judicial” (fojas 8 del cuaderno acompañado).
7. En este contexto se tiene que: i) la detención provisional efectiva que viene
cumpliendo el actor no ha desbordado el plazo máximo legalmente estable-
cido que en el caso del delito por el que se le instruye de no ser prolongado

510
CRITERIOS RELEVANTES DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

a su vencimiento cabe su dúplica automática hasta 36 meses de detención


provisoria; ii) la Sala Superior emplazada si ha desarrollando actos procesales
tendientes a la recomposición del expediente penal cuya copias se adjuntan
al presente hábeas corpus y son materia del presente pronunciamiento consti-
tucional; iii) si bien se encuentra acreditada la irregularidad en la tramitación
del expediente penal del demandante (su pérdida y posterior reconstrucción),
aquella no implica la libertad procesal ni comporta a su excarcelación por
una pretendida inconstitucionalidad de la reclusión provisoria que viene
cumpliendo; y iv) aun cuando la demora en la continuación del proceso penal
(debido al extravío del expediente principal, su posterior recomposición y
considerándose sustancialmente el hecho que el demandante se haya sustraído
al requerimiento judicial del cual tuvo conocimiento) haya causado perjuicio
al actor de índole legal, aquel no comporta la inconstitucionalidad de su re-
clusión judicial, sino acaso que se haga uso de los mecanismos legales en la
vía correspondiente a fin de que haga valer sus derechos, pues la detención
provisional que cumple obedece a los presupuestos legales señalados en el
auto de apertura de instrucción, lo que no han sido materia de cuestionamiento
ni de pronunciamiento del presente proceso constitucional.
8. Finalmente, se debe señalar que el pedido de variación del mandato de de-
tención constituye una expectativa del recurrente que se encuentra pendiente
de pronunciamiento judicial y que, por tanto, no genera agravio concreto
al derecho a la libertad personal que comporte su excarcelación por in-
constitucional; en efecto, como anteriormente se expuso, corresponde a la
determinación del actor hacer uso de los mecanismos legales pertinentes a
fin de que se expida la correspondiente resolución o se acuse la responsa-
bilidad funcional que corresponda al caso, incidencias que en definitiva no
franquean, en el presente caso, la pretendida libertad del recurrente.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le
confiere la Constitución Política del Perú
HA RESUELTO
Declarar INFUNDADA la demanda porque no se ha acreditado la vulnera-
ción de los derechos alegados.
Publíquese y notifíquese
S.S.
MESÍA RAMÍREZ
BEAUMONT CALLIRGOS
ETO CRUZ

511
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

128. Detención preventiva: Justificación de prolongación de


plazo en caso de organizaciones criminales
El derecho a que la detención preventiva no exceda de un plazo
razonable forma parte del núcleo mínimo de derechos recono-
cidos por el sistema internacional de protección de los derechos
humanos, y por tanto no puede ser desconocido. No obstante,
la prolongación de la detención se justifica ante la comisión
del delito a través de una organización criminal (pudiendo
el imputado sustraerse a la acción de justicia o perturbar la
actividad probatoria), situación que es de especial dificultad o
complejidad y afecta el desarrollo del proceso. Dicha prolon-
gación, en todo caso, no queda librada al capricho o arbitrio
del juzgador, dado que este está en la obligación, por mandato
constitucional de motivar adecuadamente la decisión que ex-
pida en ese sentido.

Expediente Nº 00012-2008-PI/TC
LIMA

CINCO MIL TRESCIENTOS


NOVENTAITRÉS CIUDADANOS

SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL


En Lima, a los 14 días del mes de julio de 2010, el Tribunal Constitucional,
en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los magistrados Mesía
Ramírez, Presidente; Beaumont Callirgos, Vergara Gotelli; Calle Hayen; Eto
Cruz y Álvarez Miranda, expide la siguiente sentencia con el fundamento de
voto del magistrado Eto Cruz y el voto singular de los magistrados Landa
Arroyo y Beaumont Callirgos, que se agregan.
I. ASUNTO
Demanda de inconstitucionalidad interpuesta por don Juan Miguel Jugo
Viera y más de cinco mil ciudadanos contra algunos extremos de las siguientes
disposiciones: artículos 1 y 2 del Decreto Legislativo Nº 982, artículos 1, 2 y
3 del Decreto Legislativo Nº 983, Decreto Legislativo Nº 988 y artículo 1 del
Decreto Legislativo Nº 989.

512
CRITERIOS RELEVANTES DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

II. DATOS GENERALES


(...)
III. DISPOSICIONES LEGALES CUESTIONADAS
(…)
Decreto Legislativo Nº 983
(…)
Artículo 2
Se cuestiona el extremo que modifica el artículo 137 del Código Procesal
Penal, introduciendo una nueva causal para la procedencia de la prolongación
del plazo de detención:
“Artículo 2.- Modifícase el artículo 137 del Código Procesal Penal,
aprobado por el Decreto Legislativo Nº 638, en los términos siguientes:
Artículo 137.-
(...)
Cuando el delito se ha cometido a través de una organización criminal y
el imputado pudiera sustraerse a la acción de justicia o perturbar la actividad
probatoria, la detención podrá prolongarse hasta por un plazo igual. La pro-
longación de la detención se acordará mediante auto debidamente motivado,
de oficio por el Juez o a solicitud del Fiscal y con conocimiento del inculpa-
do. Contra este auto procede el recurso de apelación, que resolverá la Sala,
previo dictamen del Fiscal Superior dentro del plazo de setenta y dos horas.
(...)”.
Artículo 3
Se cuestiona el extremo que modifica el artículo 259 del Nuevo Código
Procesal Penal, modificando el concepto de flagrancia:
Artículo 3.- Modifícase los artículos 24, 259, 318, 319, 382 y adició-
nese el inciso “c” al numeral 1) y el numeral 10) al artículo 523 del Nuevo
Código Procesal Penal, aprobado por el Decreto Legislativo Nº 957, en los
términos siguientes:
“Artículo 259.-
1. La Policía detendrá, sin mandato judicial, a quien sorprenda en fla-
grante delito. Existe flagrancia cuando el sujeto agente es descubierto en la
realización del hecho punible, o acaba de cometerlo, o cuando:

513
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

a) Ha huido y ha sido identificado inmediatamente después de la perpe-


tración del hecho punible, sea por el agraviado, o por otra persona que haya
presenciado el hecho, o por medio audiovisual o análogo que haya registrado
imágenes de este y, es encontrado dentro de las 24 horas de producido el
hecho punible.
b) Es encontrado dentro de las 24 horas, después de la perpetración del
delito con efectos o instrumentos procedentes de aquel o que hubieren sido
empleados para cometerlo o con señales en sí mismo o en su vestido que
indiquen su probable autoría o participación en el hecho delictuoso
(...)”.
Decreto Legislativo Nº 988
Se cuestiona el artículo único del referido Decreto Legislativo en la parte
que modifica el artículo 2 de la Ley Nº 27379, introduciendo la posibilidad de
llevar a cabo la incomunicación del detenido:
“Artículo Único.- Modifícase el inciso 3) e incorpórase los incisos 4) y 5)
al artículo 1; incorpórase los incisos 2-a) y 3) y modifícase los incisos 4), 7)
y 8) del artículo 2; y, modifícase los artículos 3 y 4 de la Ley Nº 27379, que
regula el Procedimiento para adoptar medidas excepcionales de limitación de
derechos en investigaciones fiscales preliminares, en los términos siguientes:
(...)
Artículo 2.- Medidas limitativas de derechos
El Fiscal Provincial, en casos de estricta necesidad y urgencia, podrá
solicitar al Juez Penal las siguientes medidas limitativas de derechos:
(...)
“2.a. Incomunicación. Esta medida se acordará siempre que resulte
indispensable para el esclarecimiento de los hechos investigados. Puede
acumularse a la medida de detención preliminar, con una duración no mayor
de diez (10) días, siempre que no exceda el plazo de duración de esta última.
Esta medida no impide la conferencia en privado del detenido con su aboga-
do defensor, la que no requiere autorización previa ni podrá ser prohibida.”
Decreto Legislativo N° 989
Artículo 1
Se cuestiona en el extremo que modifica el artículo 1 de la Ley Nº 27934,
incrementando las facultades de la Policía Nacional del Perú en la investigación
preliminar:

514
CRITERIOS RELEVANTES DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

Artículo 1.- Modifícase los artículos 1 , 2 y 4 e incorpórase los artículos


2-A, 2-B, 2-C, 2-D, 2-E, 2-F, 2-G y 2-H de la Ley Nº 27934, Ley que regula
la intervención de la Policía Nacional y el Ministerio Público en la investi-
gación preliminar del delito, en los términos siguientes:
(...)
Artículo 1.- Actuación de la Policía en la investigación preliminar
La Policía Nacional, en su función de investigación, al tomar conoci-
miento de hechos de naturaleza delictiva deberá de inmediato llevar a cabo
las diligencias imprescindibles para impedir que desaparezcan sus eviden-
cias y, en caso de flagrante delito, proceder a la captura de los presuntos
autores y partícipes, dando cuenta sin mayor dilación que el término de la
distancia, en su caso, al Fiscal Provincial, para que asuma la conducción de
la investigación.
(...)
Cuando el Fiscal se encuentre impedido de asumir de manera inmediata
la conducción de la investigación debido a circunstancias de carácter geo-
gráfico o de cualquier otra naturaleza, la Policía procederá con arreglo a lo
dispuesto en el párrafo precedente, dejando constancia de dicha situación y
deberá realizar según resulten procedentes las siguientes acciones:
(...)
13. Recibir la manifestación de los presuntos autores y partícipes de la
comisión de los hechos investigados.
14. Solicitar y recibir de inmediato y sin costo alguno de las entidades de
la Administración Pública correspondientes, la información y/o documenta-
ción que estime necesaria vinculada a los hechos materia de investigación,
para lo cual suscribirá los Convenios que resulten necesarios, con las enti-
dades que así lo requieran.
15. Realizar las demás diligencias y procedimientos de investigación
necesarios para el mejor esclarecimiento de los hechos investigados.
(...) El Fiscal durante la Investigación puede disponer lo conveniente en
relación al ejercicio de las atribuciones reconocidas a la Policía.
Las partes y sus abogados podrán intervenir en todas las diligencias
practicadas y tomar conocimiento de estas, pudiendo en cualquier momento
obtener copia simple de las actuaciones, guardando reserva de las mismas,
bajo responsabilidad disciplinaria. En caso de inobservancia del deber de

515
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

reserva, el Fiscal deberá comunicar al Colegio de Abogados correspondiente


para que proceda con arreglo a sus atribuciones.
El Fiscal dispondrá, de ser el caso, el secreto de las actuaciones en la
investigación por un plazo prudencial que necesariamente cesará antes de
la culminación de las mismas, poniendo en conocimiento de tal decisión a
las partes”.
Se cuestiona también el artículo 1 del Decreto Legislativo Nº 989 en el ex-
tremo que modifica el artículo 4 de la Ley Nº 27934, modificando la definición
de flagrancia:
Artículo 1.- Modifícase los artículos 1 , 2 y 4 e incorpórase los artícu-
los 2-A, 2-B, 2-C, 2-D, 2-E, 2-F, 2-G y 2-H de la Ley Nº 27934, Ley que
regula la intervención de la Policía Nacional y el Ministerio Público en la
investigación preliminar del delito, en los términos siguientes:
(...)
“Artículo 4.- Detención en flagrancia
A los efectos de la presente Ley, se considera que existe flagrancia cuando
el sujeto agente es descubierto en la realización del hecho punible o acaba
de cometerlo o cuando:
a) Ha huido y ha sido identificado inmediatamente después de la perpe-
tración del hecho punible, sea por el agraviado, o por otra persona que haya
presenciado el hecho, o por medio audiovisual o análogo que haya registrado
imágenes de este y, es encontrado dentro de las veinticuatro (24) horas de
producido el hecho punible.
b) Es encontrado dentro de las veinticuatro (24) horas, después de la
perpetración del hecho punible con efectos o instrumentos procedentes de
aquel, o que hubieran sido empleados para cometerlo, o con señales en sí
mismo o en su vestido que indiquen su probable autoría o participación en
ese hecho delictuoso”.
IV. ANTECEDENTES
(...)
V. FUNDAMENTOS
5.1 Sustracción parcial de la materia respecto del artículo 3 del Decreto
Legislativo Nº 983 (que modificaba al artículo 259 del Nuevo Código
Procesal Penal); del artículo 1 del Decreto Legislativo Nº 989 (que

516
CRITERIOS RELEVANTES DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

modificaba el artículo 4 de la Ley Nº 27934) y del artículo 1 del Decreto


Legislativo Nº 982 (que modificaba el artículo 57 del Código Penal)
1. En relación al artículo 3 del Decreto Legislativo Nº 983 que modifica el
artículo 259 del Nuevo Código Procesal Penal, que regulaba la flagrancia,
se ha producido la sustracción de la materia porque la Ley Nº 29372 ha
definido la flagrancia en términos, ahora sí, acordes con la jurisprudencia
del Tribunal Constitucional (Sentencias Nº 1958-2008-PHC; Nº 5423-
2008-PHC y Nº 1871-2009-PHC), y no como se proponía en la legislación
modificada, extendiendo dicha situación a las 24 horas posteriores a la
comisión del delito.
2. En ese sentido la Ley Nº 29372 ha modificado el artículo 259 del Código
Procesal Penal (Decreto Legislativo Nº 957), con lo que el inciso 2 de
dicho dispositivo vigente a la fecha queda de la siguiente manera:
“Existe flagrancia cuando la realización de un hecho punible es
actual y en esa circunstancia el autor es descubierto o cuando es
perseguido y capturado inmediatamente después de haber realizado
el acto punible o cuando es sorprendido con objetos o huellas de
que revelan que acaba de ejecutarlo”.
3. En cuanto al artículo 1 del Decreto Legislativo Nº 989, que modificaba
el artículo 4 de la Ley Nº 27934 (definiendo el concepto de flagrancia),
igualmente se ha producido la sustracción de la materia, por las razones
precedentemente expuestas, sobre todo si se tiene que el artículo 2 de la
Ley Nº 29372 establece que el artículo 259 del Nuevo Código Procesal
Penal (definición de flagrancia) entrará en vigencia desde el 1 de julio
de 2009.
(...)
5.3 Análisis de las normas que han sido cuestionadas por el fondo
5.3.3 Nuevas reglas procesales introducidas en el Código de Procedi-
mientos Penales y el Código Procesal Penal
23. Las normas a tener en cuenta son:
a) El artículo 1 del Decreto Legislativo Nº 983, que modifica el artículo
244 del Código de Procedimientos Penales, y establece reglas de
naturaleza procesal respecto a cómo se debe desarrollar el examen
del acusado.
b) El artículo 2 del mismo Decreto Legislativo, que modifica el artículo
137 del Código Procesal Penal en relación a la duración del mandato

517
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

de detención, en el extremo de la prolongación del mandato de de-


tención, en el supuesto que el delito haya sido cometido a través de
una organización criminal.
c) El Decreto Legislativo Nº 988, que modifica el artículo 2 de la Ley
27379, estableciendo la posibilidad de dictar ciertas medidas limi-
tativas de derechos.
24. Al establecerse las reglas detalladas en los ítems a. y c. precedentes, es
obvio que no solo se aplican a los delitos materia de la delegación de
facultades, sino a todos los procesos; sin embargo, al producirse una mo-
dificación de las reglas procesales para todos los procesos que tienen el
mismo trámite, el legislador ha evitado generar un trato desigual sin base
objetiva razonable, la que, de haberse producido, sí sería inconstitucional.
25. Al respecto, cabe recordar lo expuesto por el Tribunal Constitucional en
el Exp. Nº 0004-2006-PI, en el que se expuso que:
“Antes de examinar la vinculación del Legislador a la igualdad jurídica,
conviene analizar la configuración de la igualdad en la Constitución. Al
respecto, cabe mencionar que este Colegiado ha sostenido en reiteradas
oportunidades que la igualdad se configura en nuestra Norma Fundamen-
tal, como principio y como derecho fundamental. De este modo: ‘(...) la
noción de igualdad debe ser percibida en dos planos convergentes. En
el primero, se constituye como un principio rector de la organización y
actuación del Estado Social y Democrático de Derecho. En el segundo,
se erige como un derecho fundamental de la persona’. ‘Como principio
implica un postulado o proposición con sentido y proyección normativa
o deontológica que, como tal, constituye parte del núcleo del sistema
constitucional de fundamento democrático. Como derecho fundamental
comporta el reconocimiento de la existencia de una facultad o atribu-
ción conformante del patrimonio jurídico de la persona, derivada de su
naturaleza, que consiste en ser tratada igual que los demás en hechos,
situaciones o acontecimiento coincidentes; por ende, deviene en el de-
recho subjetivo de obtener un trato igual y de evitar los privilegios y las
desigualdades arbitrarias’. ‘Entonces, la igualdad es un principio-derecho
que instala a las personas, situadas en idéntica condición, en un plano
de equivalencia. Ello involucra una conformidad o identidad por coinci-
dencia de naturaleza, circunstancia, calidad, cantidad o forma, de modo
tal que no se establezcan excepciones o privilegios que excluyan a una
persona de los derechos que se conceden a otra, en paridad sincrónica o
por concurrencia de razones’. ‘Por consiguiente, supone la afirmación a

518
CRITERIOS RELEVANTES DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

priori y apodíctica de la homologación entre todos los seres humanos, por


la identidad de naturaleza que el derecho estatal se limita a reconocer y
garantizar’. ‘Dicha igualdad implica lo siguiente: La abstención de toda
acción legislativa o jurisdiccional tendiente a la diferenciación arbitraria,
injustificable y no razonable, y La existencia de un derecho subjetivo
destinado a obtener un trato igual, en función de hechos, situaciones y
relaciones homólogas’”.
26. El derecho a la igualdad se constituye, prima facie, en aquel derecho que
obliga, tanto a los poderes públicos como a los particulares, a encontrar
un actuar paritario con respecto a las personas que se encuentran en las
mismas condiciones o situaciones, así como a tratar de manera desigual
a las personas que estén en situaciones desiguales, debiendo dicho trato
dispar tener un fin legítimo, cual debe ser conseguido mediante la adop-
ción de la medida más idónea, necesaria y proporcional.
27. Puntualmente, en referencia al artículo 137 modificado del Código Pro-
cesal Penal, corresponde precisar que:
- El derecho que tiene todo encausado a que la prisión preventiva no exceda
de un plazo razonable no se encuentra expresamente contemplado en la
Constitución. Sin embargo se trata de un derecho que coadyuva al pleno
respeto de los principios de proporcionalidad, razonabilidad, subsidia-
riedad, necesidad, provisionalidad y excepcionalidad que debe observar
toda prisión provisional para ser reconocida como constitucional. Se trata
propiamente de una manifestación implícita del derecho a la libertad
personal reconocido en el artículo 2.24) de la Carta Fundamental; y, en
tal medida, se funda en el respeto a la dignidad de la persona humana.
- Debe señalarse que existen diversos tratados en materia de derechos
humanos ratificados por el Estado que sí reconocen expresamente este
derecho. Tal es el caso del artículo 9.3 del Pacto Internacional de Dere-
chos Civiles y Políticos, que establece que “[t]oda persona detenida (...)
tendrá derecho a ser juzgada dentro de un plazo razonable o a ser puesta
en libertad”. Por su parte, el artículo 7.5 de la Convención Americana
sobre Derechos Humanos, reconoce el derecho de “[t]oda persona de-
tenida o retenida (...) a ser juzgada dentro de un plazo razonable o a ser
puesta en libertad, sin perjuicio de que continúe el proceso”.
Por ello, el derecho a que la detención preventiva no exceda de un plazo
razonable forma parte del núcleo mínimo de derechos reconocidos por
el sistema internacional de protección de los derechos humanos, y por
tanto no puede ser desconocido.

519
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

- En su oportunidad, la Corte Interamericana de Derechos Humanos, en


el Caso Suárez Rosero contra Ecuador, expidió la sentencia del 12 de
noviembre de 1997, en la que expresó en relación a los artículos 7.5 y
8 de la Convención Americana, que la finalidad de dichos dispositivos
es impedir que los acusados permanezcan largo tiempo bajo acusación,
ya que esta debe decidirse en forma pronta (párrafo 70); en ese sentido
precisó que el proceso termina cuando se dicta una sentencia definitiva y
firme, de modo que en materia penal, comprende a todo el procedimien-
to (párrafo 71). Finalmente, en relación a la razonabilidad del plazo de
detención, citando al Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH:
Motta, 19/02/1991; Ruíz Mateos c. España, 23/06/1993), señaló que de-
bía tomarse en cuenta tanto la complejidad del asunto como la actividad
procesal del interesado y la conducta de las autoridades judiciales.
- Teniendo en cuenta ello, se advierte que la prolongación de la investiga-
ción a que se hace referencia en el dispositivo modificado está motivado
por circunstancias tales como la comisión del delito a través de una orga-
nización criminal, situación que es de especial dificultad o complejidad
y afecta el desarrollo del proceso, por lo que se justifica dicho cambio
legislativo.
De otro lado, dicha prolongación no queda librada al capricho o arbitrio
del juzgador, dado que este está en la obligación, por mandato constitu-
cional –reiterado en la norma bajo análisis–, de motivar adecuadamente
la decisión que expida en ese sentido, en los términos previstos por el
artículo 139.5) de la Constitución.
28. Finalmente, respecto a la posibilidad de dictar ciertas medidas limitativas
de derechos, prevista por el Decreto Legislativo Nº 988, en tanto modi-
fica parte del artículo 2 de la Ley Nº 27379, este Colegiado precisa que
si bien se ha establecido que ello es competencia del juez penal –pues
no podría ser de otra forma–, aquellas deben ser dictadas respetando
los derechos y garantías previstas en la Constitución, principalmente la
motivación de la resolución, dado que ello permite un mejor control de
las decisiones jurisdiccionales en sede constitucional.
(…)
VI. FALLO:
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le
confiere la Constitución Política del Perú
HA RESUELTO:

520
CRITERIOS RELEVANTES DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

Declarar que se ha producido la sustracción de la materia respecto del artículo


3 del Decreto Legislativo Nº 983 en el extremo que modifica el artículo 259
del Nuevo Código Procesal Penal (Decreto Legislativo Nº 957); respecto del
artículo 1 del Decreto Legislativo Nº 983 en el extremo que modifica el artículo
4 de la Ley Nº 27934; y respecto del artículo 1 del Decreto Legislativo Nº 982,
en cuanto modifica el artículo 57 del Código Penal.
Declarar que la modificación introducida por el artículo 1 del Decreto Le-
gislativo Nº 983 al artículo 261 del Código de Procedimientos Penales, no es
inconstitucional, en la medida que sea interpretado y aplicado conforme a lo
dispuesto en el fundamento 30 de la presente resolución.
Incorporar el fundamento 18 al presente fallo, de manera que su contenido
sea tomado en cuenta por los jueces penales en los procesos en los que se solicite
la aplicación del artículo 20 inciso 11 del Código Penal.
Declarar INFUNDADA la demanda de inconstitucionalidad en lo demás
que contiene.
Publíquese y notifíquese.
S.S.
MESÍA RAMÍREZ
VERGARA GOTELLI
CALLE HAYEN
ETO CRUZ
ÁLVAREZ MIRANDA
(...)

521
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

129. Detención preventiva: No cuestionamiento constitucional de


valoración probatoria efectuada para disponer prórroga
Si bien el agente cuestiona la resolución judicial que dispuso
la prórroga de su detención preventiva, alegando que esta
carecería de motivación por no haberse valorado las pruebas
documentales que acreditarían la inexistencia del peligro pro-
cesal; no obstante, no corresponde al Tribunal Constitucional
cuestionar el criterio jurisdiccional de los magistrados empla-
zados que determinaron la valoración de tales documentos.

Expediente Nº 03840-2008-PHC/TC
LA LIBERTAD
WALTER MANUEL GUZMÁN HARO
SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
En Lima, a los 29 días del mes de setiembre de 2009, la Sala Primera del
Tribunal Constitucional, integrada por los Magistrados Mesía Ramírez,
Beaumont Callirgos y Eto Cruz, pronuncia la siguiente sentencia

ASUNTO:
Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Carlos Alberto Zelada
Dávila contra la resolución de la Sala Penal de Apelaciones de la Corte Superior
de Justicia de La Libertad, de fojas 95, su fecha 9 de julio de 2008, que declaró
improcedente la demanda de hábeas corpus.
ANTECEDENTES:
(...)
FUNDAMENTOS:
1. El objeto de la demanda es que se dejen sin efecto las Resoluciones de fechas
9 y 12 de junio del 2008 y se ordene la inmediata libertad del favorecido.
Se alega que carecen de motivación por no haberse valorado las pruebas
documentales que acreditarían la inexistencia del peligro procesal y que el
fiscal solicitó la prórroga de la prisión preventiva cuando el plazo de esta ya
se había cumplido.
2. El artículo 272 del Nuevo Código Procesal Penal (NCPP) señala que “1.- La
prisión preventiva no durará más de nueve meses (…)”. El citado artículo
regula el plazo de duración de la prisión preventiva que haya sido decretado

522
CRITERIOS RELEVANTES DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

por el Juez de Instrucción Preparatoria competente sobre la base del cumpli-


miento de los presupuestos establecidos en los artículos 268 y 269 del mismo
cuerpo adjetivo. Asimismo, el artículo 274, inciso 1), del NCPP señala la
procedencia de la prolongación de la prisión provisional “cuando concurran
circunstancias que importen una especial dificultad o prolongación de la
investigación, y que el imputado pudiera sustraerse a la acción de la justicia
(...). El Fiscal debe solicitarla al Juez antes de su vencimiento”.
3. Respecto al cuestionamiento de que la prórroga de la prisión preventiva se
habría solicitado después de su vencimiento, se advierte del escrito de pró-
rroga del fiscal, a fojas 5 de autos, que si bien esta se presentó con fecha 4
de junio del 2008, ello se debió a que con fecha 25 de febrero del 2008, se
condenó al beneficiario a 15 años de pena privativa de la libertad; es decir,
la prisión preventiva cesó pues la restricción de la libertad del beneficiario
obedecía a la condena impuesta. Interpuesta la apelación correspondiente, la
sentencia impugnada fue declarada nula por Resolución de fecha 12 de mayo
del 2008; razón por la que no existe irregularidad en la fecha de presentación
de la solicitud de prórroga de la prisión preventiva.
4. Respecto al cuestionamiento de que si los emplazados cumplieron con fun-
damentar adecuadamente la procedencia de la prolongación de la detención,
este Tribunal ha señalado en reiterada jurisprudencia que la necesidad de que
las resoluciones judiciales sean motivadas es un principio que informa el
ejercicio de la función jurisdiccional y, al mismo tiempo, un derecho cons-
titucional de los justiciables. Mediante ella, por un lado, se garantiza que la
administración de justicia se lleve a cabo de conformidad con la Constitu-
ción y las leyes (art. 138 de la Constitución) y, por otro, que los justiciables
puedan ejercer de manera efectiva su derecho de defensa. En la sentencia
recaída en el Expediente Nº 1230-2002-HC/TC el Tribunal Constitucional
ha sostenido que dicho derecho no garantiza una determinada extensión de
la motivación y que se tenga que pronunciar expresamente sobre cada uno
de los aspectos controvertidos o alegados por la defensa, ni excluye que se
pueda presentar la figura de la motivación por remisión.
5. En el presente caso constitucional, el recurrente sostiene que no se ha veri-
ficado el cumplimiento de los dos requisitos para la procedencia de la pró-
rroga de la detención dado que no existe dificultad o especial prolongación
de la investigación; y en cuanto al peligro de fuga, señala que en el escrito
de impugnación de la resolución que declara fundado el requerimiento
fiscal (fojas 38) se ha adjuntado documentos (copia de recibo de pago de
luz, copia de constancia de domicilio, copia de certificado de trabajo) que

523
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

contradicen el peligro procesal, pero que estos no fueron valorados por los
vocales emplazados.
6. Del análisis de las instrumentales obrante en autos, este Tribunal advierte
del considerando tercero (fojas 54 y 55) de la sentencia de primera instancia
de este proceso, en el que se indica que se procedió a escuchar los audios
correspondientes a las audiencias de Prolongación de Prisión Preventiva
y de Apelación Prolongación de Prisión Preventiva, de fecha 12 y 19 de
junio del 2008, respectivamente; en el que se señala que el juez emplazado
declaró fundado el requerimiento del fiscal sobre la base de lo prescrito en
el artículo 274, inciso 2), por considerar que: “se advierte de lo expuesto en
la audiencia, que se han suscitado los presupuestos de especial dificultad en
la prosecución del proceso, así como subsistiendo los argumentos de peligro
procesal, que sirvieron de fundamento para dictar la prisión preventiva (…)”.
Asimismo, respecto a las consideraciones de los magistrados emplazados se
señala la especial dificultad suscitada en el proceso, “consiste en que si bien
se dictara sentencia condenatoria con Walter Manuel Guzmán Haro como
autor del delito de Robo agravado, con fecha veinticinco de febrero del año
en curso, sentencia condenatoria que al ser impugnada fuere elevada a la
superior Sala de Apelaciones, donde ha sido resuelta con fecha mayo del
mismo año, y devuelta al Juzgado de Investigación Preparatoria con fecha
posterior, ello impidió que el representante del Ministerio Público pudiere
solicitar oportunamente la Prolongación de Prisión Preventiva, antes del
vencimiento de la misma”. En cuanto al peligro procesal consideró que “el
investigado no ha acreditado tener domicilio habitual y trabajo lícito”.
7. En el octavo fundamento (fojas 97) de la sentencia de segunda instancia de
este proceso se indica que los magistrados emplazados consideraron que “si
bien el abogado del favorecido ha señalado en la Audiencia de Apelación de la
Prolongación de la prisión preventiva que el beneficiario cuenta con domicilio
y trabajo conocidos, esto no ha sido demostrado con medios probatorios,
limitándose a señalar que los documentos que secundan su pretensión se
adjuntaron a su escrito de apelación”. Sin embargo, ello no implica que los
vocales emplazados no hayan valorado los referidos documentos, sino que
consideraron que no eran suficientes para desvirtuar la primigenia valoración
realizada sobre el peligro procesal cuando se dictó prisión preventiva; pues
si bien en el certificado de trabajo a fojas 42 de autos, de fecha 22 de junio
de 2007 –antes de que se dictara el mandato de prisión preventiva, de fecha
4 de julio del mismo año–, se expone que el beneficiario “viene laborando
en este Molino desde el año 2003” (Molino El Misti), también se indica que

524
CRITERIOS RELEVANTES DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

este trabajo ha sido en “forma temporal”. En todo caso, no corresponde a este


Tribunal cuestionar el criterio jurisdiccional de los magistrados emplazados
que determinaron la valoración de estos documentos.
8. En consecuencia, es de aplicación, a contrario sensu, el artículo 2 del Código
Procesal Constitucional.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le
confiere la Constitución Política del Perú
HA RESUELTO:
Declarar INFUNDADA la demanda porque no se ha acreditado la vulnera-
ción de los derechos de libertad individual y a la motivación de las resoluciones
judiciales.
Publíquese y notifíquese.
S.S.
MESÍA RAMÍREZ
BEAUMONT CALLIRGOS
ETO CRUZ

525
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

130. Detención preventiva: Nulidad del juicio oral y del auto


superior de enjuiciamiento no impide duplicación del plazo
Si bien la Sala Penal declaró nulo el juicio oral y nulo el auto
superior de enjuiciamiento, remitiendo los autos a la Fiscalía
Superior, el agente es procesado por delito de concusión en
agravio del Estado en virtud del auto apertorio de instrucción,
por lo que la duplicación del plazo de detención fue acorde a ley
y no se ha excedido el plazo razonable de detención preventiva.

Expediente Nº 02961-2008-PHC/TC
LIMA
DANIEL HERMENEGILDO RIVERA SALAS
SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
En Lima, a los 20 días del mes de agosto de 2008, la Sala Primera del
Tribunal Constitucional, integrada por los Magistrados Mesía Ramírez,
Beaumont Callirgos y Álvarez Miranda, pronuncia la siguiente sentencia
ASUNTO:
El recurso de agravio constitucional interpuesto don José Luis Sotomayor
Gómez a favor de don Daniel Hermenegildo Rivera Salas contra la sentencia
expedida por la Sexta Sala Especializada en lo Penal para Procesos con Reos
Libres de la Corte Superior de Justicia de Lima, a fojas 288, su fecha 24 de abril
de 2008, que declaró infundada la demanda de autos.
ANTECEDENTES:
(...)
FUNDAMENTOS:
1. El objeto de la demanda de hábeas corpus es cuestionar la detención pre-
ventiva del favorecido por la presunta comisión de los delitos de extorsión
y colusión, detención que habría vulnerado el derecho al plazo razonable de
detención ya que se encuentra detenido más de 27 meses sin sentencia –lo que
rebasa el plazo límite de su detención–; se alega que el plazo de detención
se duplicó a 36 meses a pesar que el Ministerio Público no había formulado
acusación por el delito de concusión en agravio del Estado.
(...)

526
CRITERIOS RELEVANTES DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

Análisis del caso concreto


4. En el presente caso, a fojas 85 obra la Resolución Nº Uno, de fecha 7 de
octubre de 2005, que abrió instrucción en la vía ordinaria en contra del
favorecido por el delito contra la administración pública-concusión. Asi-
mismo, el que la acusación no haya contemplado al delito de concusión
en un primer momento no enerva su exclusión de la duplicidad automática
del plazo razonable, toda vez que, en el presente caso, dicha acusación fue
desaprobada por la Segunda Fiscalía Suprema Penal (f. 195), siendo que
en la Acusación Nº 230-2007 (Exp. 572-05) se determina haber mérito a
pasar a juicio oral contra el favorecido por el delito contra la administración
pública-concusión, tipificado en el artículo 382 del Código Penal (f. 200);
por otro lado, si bien es cierto, la Segunda Sala Penal para Procesos con
Reos en Cárcel de la Corte Superior de Justicia de Lima declaró nulo el
juicio oral y nulo el auto superior de enjuiciamiento el 17 de enero de 2008,
remitiendo los autos a la Fiscalía Superior por omitir pronunciarse sobre la
responsabilidad del procesado Lincol Gonzales Garay, también lo es que el
favorecido es procesado por delito de concusión en agravio del Estado en
virtud del auto apertorio de instrucción.
5. Por consiguiente, la detención judicial que cumple el beneficiario, desde la
fecha de expedición de la resolución señalada hasta la fecha de la postulación
de la presente demanda, no ha excedido el plazo razonable de detención pre-
ventiva y, en consecuencia, la demanda debe ser desestimada en aplicación
del artículo 2, en sentido contrario, al no haberse acreditado la vulneración
al derecho a la libertad individual del favorecido.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le
confiere la Constitución Política del Perú
HA RESUELTO
Declarar INFUNDADA la demanda.
Publíquese y notifíquese.
S.S.
MESÍA RAMÍREZ
BEAUMONT CALLIRGOS
ÁLVAREZ MIRANDA

527
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

131. Peligro procesal: No configuración por lejanía de la


vivienda del agente respecto del juzgado
Las resoluciones cuestionadas, en cuanto al peligro procesal
de la detención, refieren a la gravedad de la pena y del deli-
to investigado, así como a la lejanía de la vivienda del actor
respecto del juzgado penal que lo instruye, motivación que no
resulta válida para sustentar el presupuesto procesal del peligro
procesal del mandato de detención provisional.

Expediente Nº 06097-2009-PHC/TC
AMAZONAS
GRENOVIO TAFUR CASTRO
SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
En Lima, a los 7 días del mes de mayo de 2010, la Sala Segunda del Tribunal
Constitucional, integrada por los magistrados Mesía Ramírez, Calle Hayen
y Eto Cruz, pronuncia la siguiente sentencia
ASUNTO:
Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Grenovio Tafur Castro
contra la sentencia de la Sala Mixta de la Provincia de Utcubamba de la Corte
Superior de Justicia de Amazonas, de fojas 310, su fecha 3 de noviembre de
2009, que declaró infundada la demanda de autos.
ANTECEDENTES:
(...)
FUNDAMENTOS
Delimitación del petitorio
1. El objeto de la demanda es que se declare la nulidad de la Resolución de
fecha 26 de noviembre de 2008, en el extremo que dicta mandato de deten-
ción provisional, y su confirmatoria por Resolución de fecha 5 de mayo de
2009, pronunciamientos judiciales emitidos en la instrucción que se sigue al
recurrente por el delito de robo agravado con subsecuente muerte (Expediente
Nº 2008-0131-010106JX01P).
Se denuncia la vulneración del derecho a la motivación de las resoluciones
judiciales en conexidad con el derecho a la libertad personal, pues la funda-
mentación de las resoluciones judiciales cuestionadas resultaría insuficiente.

528
CRITERIOS RELEVANTES DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

De otro lado, se impugna la actuación fiscal, pues se habría afectado el dere-


cho de defensa del actor [en conexidad con el derecho a la libertad personal].
Cuestión previa
2. En cuanto a la alegada afectación del derecho de defensa del actor en sede
fiscal, que se expone en los hechos de la demanda, corresponde su rechazo
en aplicación de la causal de improcedencia contenida en el inciso 1 del
artículo 5 del Código Procesal Constitucional, toda vez que su examen
constitucional excede el objeto del proceso de hábeas corpus. En efecto, el
Tribunal Constitucional viene subrayando de su jurisprudencia que las actua-
ciones del Ministerio Público son postulatorias y en ningún caso decisorias
sobre lo que la judicatura resuelva (Cfr. STC 3960-2005-PHC/TC y STC
05570-2007-PHC/TC, entre otras). Si bien se ha precisado que la actividad
del Ministerio Público en el marco de la investigación preliminar, así como
la formalización de la denuncia, se encuentran vinculadas al principio de
interdicción de la arbitrariedad y al debido proceso; sin embargo, no tiene
facultades para coartar la libertad individual.
Análisis del caso materia de controversia constitucional
(...)
6. En el presente caso, examinadas las resoluciones cuestionadas, se aprecia que
los órganos judiciales emplazados han cumplido con la exigencia constitucio-
nal de motivación de las resoluciones judiciales, adecuada a las condiciones
legales de la materia, al expresar sus fundamentos una suficiente motivación
para su dictado; esto es: i) sobre la suficiencia de elementos probatorios, se
tiene la existencia de un muerto y del autor del ilícito, sentenciado que en
forma expresa sindica la participación del recurrente en los hechos, ii) que
la sanción a imponerse a los denunciados [entre ellos el actor] es no menor a
diez años, y que, aun cuando se presente la confesión sincera la pena no será
menor a un año de pena privativa de la libertad; y iii) en cuando al peligro
procesal se sostiene que los denunciados (entre ellos el actor) no han prestado
sus declaraciones a nivel policial. Se agrega que en la anterior investigación
preliminar el actor tuvo la condición de reo ausente, lo que fundamenta la
imposición de la medida cuestionada, la que, así, resulta suficientemente
motivada y válida en términos constitucionales.
En cuanto a esto último, debe precisarse que en los considerandos del auto de
apertura de instrucción con mandato de detención se señala que los hechos
ilícitos materia de la instrucción de autos fueron materia de una denuncia
penal en contra del actor y otros, proceso penal (Exp. Nº 2006-0023-PE),

529
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

en el que se condenó a su coprocesado de iniciales P.T. y respecto al ac-


tor se dio por no presentada la denuncia fiscal, esto al haberse estimado
una cuestión previa. En este contexto es que en el actual proceso penal
(Exp. Nº 2008-0131), el condenado de iniciales P.T. da cuenta de la partici-
pación delictiva del recurrente en los hechos, trascendiendo el fundamento
de la medida coercitiva que en el proceso penal Nº 2006-0023-PE tuvo la
condición de reo ausente.
7. Ahora, si bien es cierto que las resoluciones cuestionadas, en cuanto al peligro
procesal de la detención, refieren a la gravedad de la pena y del delito investi-
gado, así como a la lejanía de la vivienda del actor respecto del juzgado penal
que lo instruye, motivación que no resulta válida para sustentar el presupuesto
procesal del peligro procesal del mandato de detención provisional; sin em-
bargo también lo es que la fundamentación de las resoluciones cuestionadas
respecto a la concurrencia del aludido presupuesto legal, que se refiere en el
párrafo anterior, comporta una motivación suficiente que termina por validar
la medida coercitiva de la libertad impuesta al recurrente, pues si desde el
inicio de la investigación penal a nivel preliminar el inculpado muestra una
conducta renuente a la sujeción de las actuaciones y/o requerimientos de la
autoridad competente en el marco de la investigación de un delito, puede
concluirse la configuración del peligro procesal, que valida la imposición
de la medida coercitiva de la libertad personal. En efecto, conforme a lo se-
ñalado en el artículo 38 de la Constitución, todo ciudadano peruano tiene el
deber de concurrir ante las autoridades competentes las veces requeridas,
ello, claro está, atendiendo a los fines que deriven del proceso [Cfr. RTC
Nº 9700-2006-PHC/TC y RTC Nº 02553-2007-PHC/TC], contexto del caso
de autos en concreto por el que este Colegiado no admite como sustento
válido la alegación del actor en el sentido de que, supuestamente, de manera
circunstancial se habría enterado de la instrucción penal –con mandato de
detención– que se sigue en su contra y que, precisamente, ahora cuestiona
mediante el presente proceso de hábeas corpus.
8. En consecuencia, el extremo de la demanda que cuestiona la detención provi-
sional del actor debe ser desestimada, al no haberse acreditado la vulneración
al derecho a la motivación de las resoluciones judiciales en conexidad con
el derecho a la libertad personal.
9. Finalmente, en cuanto al alegato de la demanda de que el juez penal empla-
zado abrió la aludida instrucción penal en contra del actor en mérito a las
declaraciones contradictorias del sentenciado de iniciales P. T., pese a que
el fiscal de la causa no recibió su declaración indagatoria, este Colegiado

530
CRITERIOS RELEVANTES DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

debe señalar que cuando el Juez penal expide la resolución de incriminación


judicial denominado “auto de apertura de instrucción”, cuya estructura está
regulada por el artículo 77 del Código de Procedimientos Penales, se sustenta
en indicios o elementos de juicio reveladores de la existencia de un delito,
determinación judicial que opera como control de la corrección jurídica
del juicio de imputación propuesto por el fiscal, proceso penal en el que la
individualización del presunto autor o partícipe, el grado de participación
del imputado, la valoración de los medios probatorios penales (como lo es
en el caso la declaración incriminatoria del sentenciado de iniciales P. T.),
la responsabilidad penal y la graduación de la pena a imponerse, entre otros,
corresponde en exclusividad al Juez penal competente.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le
confiere la Constitución Política del Perú
HA RESUELTO
1. Declarar INFUNDADA la demanda en el extremo que cuestiona el mandato
de detención provisional.
2. Declarar IMPROCEDENTE la demanda en cuanto cuestiona la actuación
fiscal.
Publíquese y notifíquese.
S.S.
MESÍA RAMÍREZ
CALLE HAYEN
ETO CRUZ

531
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

132. Peligro procesal: Entrega voluntaria a la policía no


implica no configuración
Si bien el agente, luego de ocurridos los hechos, se presentó
voluntariamente ante la autoridad policial, este solo no impli-
ca necesariamente la inexistencia del peligro procesal, en la
medida que la entrega voluntaria del demandante a la Policía
no garantiza forzosamente una eventual posterior sustracción
a los efectos del proceso penal en curso.

Expediente Nº 04785-2007-PHC/TC
PIURA
MARCO ANTONIO LAZO CHÁVEZ
SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
En Lima, a los 3 días del mes de octubre de 2007, la Sala Primera del Tribu-
nal Constitucional, integrada por los Magistrados Landa Arroyo, Beaumont
Callirgos y Eto Cruz, pronuncia la siguiente sentencia
ASUNTO:
El recurso de agravio constitucional interpuesto por don Marco Antonio
Lazo Chávez contra la sentencia expedida por la Tercera Sala Especializada en
lo Penal de la Corte Superior de Justicia de Piura, de fojas 122, su fecha 13 de
agosto de 2007, que declaró improcedente la demanda de autos.
ANTECEDENTES:
(...)
FUNDAMENTOS:
Precisión del petitorio de la demanda
1. Del análisis de lo actuado en autos se desprende que el accionante formula
demanda de hábeas corpus a fin de que el Tribunal Constitucional ordene
la variación del mandato de detención por el de comparecencia. Sustenta su
petitorio alegando que se han vulnerado su derecho fundamental al debido
proceso y el principio de legalidad penal. Se advierte que el demandante ha
apelado el mandato de detención (folio 48) y que la Sala Penal de Sullana
de la Corte Superior de Justicia de Piura ha desestimado la misma (folio
61). En tal sentido, la cuestión central a determinar es la suficiencia de la
motivación judicial que dispone la detención del demandante.

532
CRITERIOS RELEVANTES DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

Análisis del caso concreto


(...)
6. En el caso concreto, al demandante se le inició un proceso penal por la comi-
sión del delito de homicidio calificado. La resolución judicial del 8 de abril
de 2007 (folio39) no solo dispone la apertura de instrucción en contra del
demandante, sino que también determina el mandato de detención como me-
dida cautelar personal a imponer al demandante. En la mencionada resolución
puede apreciarse el razonamiento del juez penal en tres aspectos: Primero, ha
determinado que existen elementos probatorios suficientes de la comisión del
delito, pues el recurrente ha reconocido haber agredido al occiso.
7. En segundo lugar, en cuanto a la pena probable a imponerse, el juez penal
determina que “la pena a imponérsele será mayor de un año, teniendo en
cuenta no solo la pena conminada que es no menor de quince años (…)
(folio 41)”. En tercer lugar, se realiza un análisis del peligro procesal. Al
respecto es de advertir que el demandante, luego de ocurridos los hechos,
se presentó voluntariamente ante la autoridad policial. ¿Este hecho justifica
la inexistencia del peligro procesal?
8. A juicio del Tribunal Constitucional, este solo hecho no implica necesaria-
mente la inexistencia del peligro procesal, en la medida que la entrega vo-
luntaria del demandante a la Policía no garantiza forzosamente una eventual
posterior sustracción a los efectos del proceso penal en curso. Esta cuestión
ha sido valorada por el juez penal, quien además estima la concurrencia del
peligro procesal –en cuanto se refiere a la perturbación de la actividad pro-
batoria–, atendiendo a las afirmaciones inexactas del demandante tendentes
a atenuar su responsabilidad penal.
9. En consecuencia, este Colegiado estima que no se ha vulnerado el derecho
fundamental al debido proceso ni el principio de legalidad penal, pues el juez
penal ha justificado la aplicación del artículo 135 del Código Procesal Penal.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le
confiere la Constitución Política del Perú
HA RESUELTO
Declarar INFUNDADA la demanda.
Publíquese y notifíquese.
S.S.
LANDA ARROYO
BEAUMONT CALLIRGOS
ETO CRUZ

533
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

133. Peligro procesal: No desestimación del arraigo domi-


ciliario por haberse cometido delito en el domicilio
mencionado
El mandato de detención adolece de una falta de motivación
interna de razonamiento con respecto al peligro procesal en
cuanto al extremo que analiza si el procesado cuenta con do-
micilio conocido, deviniendo en un discurso confuso, incapaz
de trasmitir de modo coherente si el demandante tenía o no
domicilio conocido, por cuanto el hecho que alude, esto es, el
haberse cometido el delito en el domicilio que menciona y el no
haberse encontrado otra persona presente, no resulta idóneo
para justificar el que tenga o no domicilio.

Expediente Nº 04950-2009-PHC/TC
LIMA
LUIS IGNACIO AGUIRRE ROJAS

SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL


En Lima, a los 9 días del mes de abril de 2010, la Sala Segunda del Tribunal
Constitucional, integrada por los magistrados Mesía Ramírez, Beaumont
Callirgos y Eto Cruz, pronuncia la siguiente sentencia
ASUNTO:
Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Luis Ignacio Aguirre
Rojas, a favor de don Santiago Rubiños Daga, contra la sentencia expedida por
la Tercera Sala Penal para Procesados en Cárcel de la Corte Superior de Justicia
de Lima, de fojas 182, su fecha 16 de julio de 2009, que declaró infundada la
demanda de autos.
ANTECEDENTES:
(...)
FUNDAMENTOS:
1. El objeto de la presente demanda de hábeas corpus es cuestionar la Resolución
de fecha 16 de enero de 2009, que dispuso la revocación de la medida de
comparecencia restringida por la de mandato de detención dispuesta contra
el favorecido con la acción en el proceso que se le sigue por el delito contra

534
CRITERIOS RELEVANTES DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

la libertad sexual-violación sexual de menor de edad, en agravio de la menor


con clave 476-2000.
(...)
Análisis del caso concreto
Sobre la motivación de la resolución cuestionada
8. De la resolución cuestionada, obrante a fojas 78, se advierte que al dictar el
mandato de detención los magistrados emplazados argumentaron que:
“Si bien alega tener domicilio y trabajo conocido es de señalar que en el
inmueble señalado como vivienda se habría cometido el hecho imputado, en
el cual a la luz de la denuncia, a la hora en que habría ocurrido los hechos
no era ocupada por otra persona.
Que, en cuanto al trabajo conocido, el procesado sostiene dedicarse a la venta
de comida en un mercado; sin embargo, la licencia de funcionamiento de
la municipalidad es concedida a Delfina Daga Cortez, mas no al procesado,
por lo que se concluye que existe peligro procesal”.
Al respecto este Tribunal advierte que el mandato de detención adolece de
una falta de motivación interna de razonamiento con respecto al peligro
procesal. Así, en cuanto al extremo que analiza si el procesado cuenta con
domicilio conocido, este deviene en un discurso confuso, incapaz de tras-
mitir de modo coherente, si el demandante tenía o no domicilio conocido,
por cuanto el hecho que alude, esto es, el haberse cometido el delito en el
domicilio que menciona y el no haberse encontrado otra persona presente,
no resulta idóneo para justificar el que tenga o no domicilio. Asimismo, en
cuanto a las razones en las que se apoya la decisión para justificar que el
imputado no cuenta con trabajo conocido se hace incongruente que por no
tener la titularidad de la licencia de funcionamiento de un local de venta de
comida el accionante no pueda tener un trabajo conocido; configurándose,
a todas luces, una indebida motivación.
9. Por lo tanto, el Tribunal Constitucional, de lo anteriormente expuesto,
considera que la resolución de fecha 16 de enero de 2009, que dispuso la
revocación de la medida de comparecencia restringida impuesta al favo-
recido por la de mandato de detención en el proceso que se le sigue por el
delito contra la libertad sexual-violación en agravio de la menor con clave
476-2000, no ha sido debidamente motivada, por lo que debe ser dejada sin
efecto. Ello no implica la excarcelación del accionante, sino el hecho de que
se emita un nuevo pronunciamiento, que puede tener el mismo sentido si así
se considerase, pero teniendo en cuenta las observaciones aquí precisadas.

535
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le


confiere la Constitución Política del Perú
HA RESUELTO:
1. Declarar FUNDADA la demanda de hábeas corpus por haberse acreditado
la vulneración del derecho a la motivación de las resoluciones judiciales.
2. Declarar NULA la Resolución de fecha 16 de enero de 2009, que dispuso
la revocación de la medida de comparecencia restringida por la de mandato
de detención dispuesta contra el demandante, en el proceso que se le sigue
por el delito contra la libertad sexual-violación sexual de menor de edad en
agravio de la menor con clave 476-2000.
3. Ordenar se expida en el día nueva resolución fundamentando la concurrencia
o no de los presupuestos previstos en el artículo 135 del Código Procesal
Penal.
Publíquese y notifíquese.
S.S.
MESÍA RAMÍREZ
BEAUMONT CALLIRGOS
ETO CRUZ

536
CRITERIOS RELEVANTES DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

134. Peligro procesal: Insuficiencia de alegación de que un


hecho ya fue valorado por la instancia anterior
La Sala emplazada no ha justificado razonable y objetivamente
las razones o motivos que sustentarían la existencia del peligro
procesal atribuible al agente, pues se ha limitado a señalar,
de un lado, que el ejercicio del cargo de alcalde por parte del
actor hasta su detención es un hecho que ya fue valorado por
el juez penal, no obstante actuar como órgano de segunda ins-
tancia (de reexamen), y de otro lado, que en el ejercicio pleno
de la libertad ambulatoria, el inculpado evadirá la acción de
la justicia; por lo tanto, la resolución en cuestión no cumple
con la exigencia constitucional de la debida motivación de las
resoluciones judiciales en cuanto se refiere a la existencia del
peligro procesal para disponer la detención.

Expediente Nº 05575-2009-PHC/TC
HUÁNUCO
ALFREDO RONALD ESPINOZA FONSECA

SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL


En Lima, a los 31 días del mes de marzo de 2010, la Sala Primera del Tri-
bunal Constitucional, integrada por los magistrados Landa Arroyo, Calle
Hayen y Álvarez Miranda, pronuncia la siguiente sentencia
ASUNTO:
El recurso de agravio constitucional interpuesto por don Alfredo Ronald
Espinoza Fonseca contra la sentencia expedida por la Primera Sala Penal de la
Corte Superior de Justicia de Huánuco, de fojas 99, su fecha 20 de octubre de
2009, que declaró improcedente la demanda de autos.
ANTECEDENTES:
(...)
FUNDAMENTOS:
Delimitación del petitorio
1. El objeto de la demanda es que se declare la nulidad de la resolución de
vista de fecha 23 de marzo de 2009, expedida por la Segunda Sala Penal
de la Corte Superior de Justicia de Huánuco, que confirmó el mandato de
detención decretado contra el accionante en el proceso penal que se le sigue
por la presunta comisión del delito homicidio calificado (Exp. Nº 2009-289)

537
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

se alega la violación del derecho constitucional a la debida motivación de


las resoluciones judiciales conexo con el derecho a la libertad personal.
Análisis del caso materia de controversia constitucional
7. En el caso constitucional de autos, el actor alega que no se ha tenido en
cuenta un hecho real y legal, cual es la sucesión en el cargo edil, toda vez
que, en su condición de Teniente Alcalde, ante el fallecimiento del Alcalde
de la Municipalidad Provincial de Huamalíes, le corresponde ejercer el cargo
de Alcalde hasta el año 2010, lo cual le obliga a permanecer en esta ciudad,
donde, además, domicilia y tiene arraigado familiar, y que por tanto no
existe peligro procesal; es decir, que la pretensión del actor en estricto está
dirigida a cuestionar el requisito del peligro procesal antes señalado para la
procedencia de la detención.
8. Al respecto, de la resolución cuestionada de fecha 23 de marzo de 2009 (fojas
7) que confirma el mandato de detención decretado contra el recurrente, se
aprecia que:
“(...) Por otro lado en cuanto al peligro procesal, es de considerarse que
si bien es cierto el procesado hasta el momento de su captura ha venido
ejerciendo el cargo de Teniente Alcalde de la localidad de Llata, sin
embargo, es de precisarse que dicha circunstancia ya ha sido valorada
por el juez de la causa al momento de emitir la resolución cuestionada,
por lo que en este estado ya no cabe una revaloración de la misma,
aunado a ello que el peligro procesal debe entenderse como el hecho
de que el procesado al ejercer plenamente su libertad locomotora inter-
ferirá u obstaculizará la investigación judicial o evadirá la acción de la
justicia, tanto más, si en el presente proceso se encuentra pendiente la
actuación de diligencias. En consecuencia, la restricción de la libertad
física del procesado, se debe además a la necesidad de asegurar su
comparecencia a los actos o diligencias procesales de la instrucción y
de esa manera asegurar y no afectar el éxito de la investigación judicial
(...)., CONFIRMARON: El auto apelado contenido en la resolución
(...), en el extremo que dicta mandato de detención contra el inculpado
Alfredo Ronald Espinoza Fonseca”.
9. Sobre la base de lo anterior, se aprecia que la Sala emplazada no ha justificado
razonable y objetivamente las razones o motivos que sustentarían la existencia
del peligro procesal atribuible al recurrente; esto es, no ha precisado, de manera
objetiva y concreta, qué hechos o actos en particular le resultan verosímiles o
le crean convicción respecto de una supuesta conducta procesal obstruccionista
verificable en su actuación personal, y que estaría destinada a destruir, modi-
ficar, ocultar, suprimir o falsificar elementos de prueba, así como influir para
que testigos o peritos informen falsamente o se comporten de manera desleal

538
CRITERIOS RELEVANTES DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

o reticente, o sobre la falta de arraigo en el país, determinado por el domicilio,


residencia habitual, asiento de la familia y de sus negocios o trabajo que haga
presumible el peligro de fuga; y que por el contrario, se advierte que la Sala
emplazada se ha limitado a señalar, de un lado, que el ejercicio del cargo de
Alcalde por parte del actor hasta su detención es un hecho que ya fue valorado
por el juez penal, no obstante actuar como órgano de segunda instancia (de
reexamen), y de otro lado, que en el ejercicio pleno de la libertad ambulato-
ria, el inculpado evadirá la acción de la justicia; por lo tanto, a juicio de este
Tribunal, la resolución en cuestión no cumple con la exigencia constitucional
de la debida motivación de las resoluciones judiciales en cuanto se refiere a
la existencia del peligro procesal para disponer la detención.
10. En consecuencia, siendo una condición indispensable la concurrencia si-
multánea de los tres presupuestos para proceder al dictado del mandato de
detención, la demanda debe ser estimada al haberse producido la violación
del derecho a la debida motivación de las resoluciones judiciales en lo que
concierne al peligro procesal para disponer la detención preventiva. Final-
mente, cabe señalar que lo anterior no implica necesariamente la excarcela-
ción del actor sino la obligación de la Sala Penal emplazada de emitir una
nueva resolución en la que se resuelva la apelación de la detención, pudiendo
incluso expedir nueva resolución que contenga el mismo fallo que la reso-
lución cuestionada, siempre que se emita conforme a las exigencias de la
debida motivación indicadas en autos.
Por estas consideraciones, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que
le confiere la Constitución Política del Perú
HA RESUELTO:
1. Declarar FUNDADA la demanda, en consecuencia, NULA la resolución
de vista de fecha 23 de marzo de 2009, expedida por la Segunda Sala Penal
de la Corte Superior de Justicia de Huánuco, que confirmó el mandato de
detención decretado contra el accionante al haberse producido la violación
del derecho a la debida motivación de las resoluciones judiciales, sin que
ello implique su excarcelación.
2. Ordenar que la Segunda Sala Penal de la Corte Superior de Justicia de Huá-
nuco Superior en el día emita nuevo pronunciamiento judicial en el incidente
materia de autos, conforme al ordenamiento constitucional y legal establecido.
Publíquese y notifíquese.
S.S.
LANDA ARROYO
CALLE HAYEN
ÁLVAREZ MIRANDA

539
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

135. Peligro procesal: Inviabilidad de sustento bajo meras


presunciones de orden criminal
La afirmación de la Sala Penal de que no se ha desvirtuado
categóricamente que el agente trate de perturbar la actividad
probatoria atendiendo a la forma y circunstancias en que ocu-
rrieron los hechos que se le imputan; no guarda en absoluto
conexión con algún elemento razonable o proporcional que
justifique que el agente habría de entorpecer la actividad pro-
batoria y se configure el peligro procesal, toda vez que justificar
la severa restricción de la libertad ordenada bajo presunciones
de orden criminal como la expuesta por el órgano judicial,
configura, a todas luces, una indebida motivación, atentatoria
del principio de presunción de inocencia que debe informar a
todo proceso penal.

Expediente Nº 04224-2007-PHC/TC
LORETO
JAVIER GARCÍA RÍOS Y OTROS

SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL


En Lima, a los 4 días del mes de octubre de 2007, la Sala Segunda del Tribunal
Constitucional, integrada por los magistrados Mesía Ramírez, Vergara
Gotelli y Álvarez Miranda, pronuncia la siguiente sentencia
ASUNTO:
Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Javier García Ríos
contra la resolución de la Segunda Sala Penal Permanente de la Corte Superior
de Justicia de Loreto, de fojas 365, su fecha 18 de junio de 2007, que declara
infundada la demanda de autos.
ANTECEDENTES
(...)
FUNDAMENTOS
1. El objeto de la presente demanda es que se deje sin efecto el mandato de
detención que dictó la Sala penal emplazada contra el recurrente y los benefi-
ciarios, al revocar el mandato de comparecencia restringida que inicialmente

540
CRITERIOS RELEVANTES DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

les fuera impuesta por el Juez penal instructor, por contravenir los derechos
constitucionales que se alegan en la demanda.
2. Conforme este Tribunal ha precisado en reiterada jurisprudencia, si bien las
medidas coercitivas son provisionales, se encuentran sometidas a la cláusula
rebus sic stantibus, lo que significa que su permanencia o modificación, a
lo largo del proceso, estará siempre subordinada a la estabilidad o cambio
de los presupuestos que posibilitaron su adopción inicial, por lo que es
plenamente posible que, alterado el estado sustancial de los presupuestos
fácticos respecto de los cuales se adoptaron, tales medidas puedan variar. En
tal sentido, la resolución de autos que resuelve la revocación del mandato de
comparecencia restringida por la detención de los recurrentes debe cumplir
con la exigencia de la motivación de las resoluciones judiciales.
3. En el presente caso se advierte de la cuestionada resolución (fojas 9 a 11)
que el órgano judicial demandado incumplió con la exigencia constitucional
de la motivación de las resoluciones judiciales, adecuada a las condiciones
legales de la materia (artículo 135 del Código Procesal Penal), por cuanto si
bien sustenta la imposición del mandato de detención contra los afectados
en la suficiencia de elementos de prueba que los vincula con los ilícitos que
se les imputa, así como el pronóstico de pena que les correspondería dada
la entidad de los delitos incriminados, tales argumentos, por sí solos, no se
condicen con los elementos objetivos que puedan concluir en la determi-
nación del peligro procesal, que es el principal elemento a considerarse en
el dictado de una medida cautelar, y que comporta la posibilidad de que el
procesado pueda interferir u obstaculizar la investigación judicial o evadir
la acción de la justicia.
4. Cabe precisar que la existencia del peligro procesal debe determinarse a
partir del análisis de una serie de circunstancias concurrentes antes o durante
el desarrollo del proceso y que están ligadas, fundamentalmente, con las
actitudes y valores morales del procesado, lo mismo que con su ocupación,
sus bienes, sus vínculos familiares y todo factor que permita concluir, con
un alto grado de objetividad, que la libertad del inculpado, previa a la de-
terminación de su eventual responsabilidad, pone en serio riesgo el correcto
desenvolvimiento de la labor de investigación y la eficacia del proceso.
5. En el caso de autos la Sala penal señala en la cuestionada resolución lo
siguiente: “No se ha desvirtuado categóricamente que estos traten de per-
turbar la actividad probatoria atendiendo a la forma y circunstancias en que
ocurrieron los hechos que se les imputa (Fundamento sexto)”.

541
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

Esta afirmación judicial no guarda en absoluto conexión con algún elemento


razonable o proporcional que justifique que los recurrentes habrían de en-
torpecer la actividad probatoria, toda vez que justificar la severa restricción
de la libertad ordenada contra ellos bajo presunciones de orden criminal
como la expuesta por el órgano judicial, configura a todas luces una indebida
motivación atentatoria del principio de presunción de inocencia que debe
informar a todo proceso penal.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le
confiere la Constitución Política del Perú
HA RESUELTO
1. Declarar FUNDADA la demanda de hábeas corpus.
2. Declarar NULA la resolución de fecha 12 de julio de 2006 dictada por la Sala
Penal Permanente de la Corte Superior de Justicia de Loreto, en el extremo
que revocando el mandato de comparecencia les impone a los procesados
Javier García Ríos, Luisa Alva Taricuarima y Bismar Grandez Navarro al
mandato de detención.
3. Disponer que la demandada Sala Penal Permanente de la Corte Superior de
Justicia de Loreto emita nueva resolución atendiendo a los fundamentos 2,
3, 4 y 5 de la presente sentencia.
Publíquese y notifíquese.
S.S.
MESÍA RAMÍREZ
VERGARA GOTELLI
ÁLVAREZ MIRANDA

542
CRITERIOS RELEVANTES DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

136. Peligro procesal: Corroboración de debida motivación


de fallo superior
La resolución de la Sala Superior que decreta la medida de
coerción personal de detención contra el agente deduce el pe-
ligro procesal se infiere de la conducta del procesado ya que
una testigo puso en conocimiento del Juzgado las llamadas
telefónicas que el agente le hiciera con el propósito de orien-
tar en su favor su declaración ante el Ministerio Público. Así
también, del hecho que el agente denuncia al juez, de lo que la
Sala concluye la intención del imputado de perturbar la acción
probatoria. Por tanto, la cuestionada resolución está debida-
mente motivada, acorde a la exigencia de la Constitución y de
conformidad con la norma ordinaria de la materia.

Expediente Nº 03206-2008-PHC/TC
LIMA
JUAN JOSÉ ORDAYA MANTARI

SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL


En Lima, a los 2 días del mes de diciembre de 2008, la Sala Segunda del
Tribunal Constitucional, integrado por los magistrados Vergara Gotelli,
Landa Arroyo y Álvarez Miranda, pronuncia la siguiente sentencia
ASUNTO:
Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Abel Segundo Ordaya
Mantari, a favor de Juan José Ordaya Mantari, contra la sentencia expedida por
la Segunda Sala Especializada en lo Penal para Procesos con Reos en Cárcel
de la Corte Superior de Justicia de Lima, de fojas 96, su fecha 14 de mayo de
2008, que declara improcedente la demanda de autos.
ANTECEDENTES:
(...)
FUNDAMENTOS:
1. El objeto de la demanda de hábeas corpus es que se deje sin efecto la Resolución
Nº 16, del 25 de abril de 2007, emitida por la Primera Sala Penal Especial
de Lima (Inc. 26-2007-“A”), que confirma el mandato de detención del

543
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

favorecido ordenado por el Cuarto Juzgado Penal Especial Anticorrupción,


por considerar que vulnera el derecho a la motivación de resoluciones y el
debido proceso, en el proceso que se le sigue por el delito de corrupción de
funcionarios, cohecho pasivo propio.
(...)
Análisis del presente caso
5. A fojas 19 obra la resolución Nº 16, del 25 de abril de 2007, que confirma
la resolución apelada en el extremo que decreta la medida de coerción
personal de detención contra el favorecido, la que fundamenta esta medida
estableciendo su conformidad con el artículo 135 del Código Procesal Pe-
nal y modificado por leyes Nºs 27753 y 28726 y además establece que el
peligro procesal se deduce de la conducta del procesado ya que una testigo
“(…) pone de conocimiento del Juzgado las llamadas telefónicas que aquel
(el favorecido) le hiciera con el propósito de orientar en su favor su decla-
ración ante el Ministerio Público, así como la concurrencia del procesado,
con posterioridad a esa declaración, a la Mesa de Partes de las Salas penales
Especiales (donde la testigo laboraba) para hacer advertencias e interpelación
por el sentido de su declaración; así también el favorecido denuncia al Señor
Juez Dr. Saúl Peña Farfán, de lo que concluye la intención del imputado de
perturbar la acción probatoria.
6. Del estudio de autos este Tribunal establece que la cuestionada resolución
está debidamente motivada, acorde a la exigencia de la Constitución y de
conformidad con la norma ordinaria de la materia. Por tal razón la deman-
da debe ser desestimada en aplicación del artículo 2, a contrariu sensu, del
Código Procesal Constitucional.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le
confiere la Constitución Política del Perú
HA RESUELTO
Declarar INFUNDADA la demanda.
Publíquese y notifíquese.
S.S.
VERGARA GOTELLI
LANDA ARROYO
ÁLVAREZ MIRANDA

544
CRITERIOS RELEVANTES DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

137. Variación de la detención preventiva: Deber de expre-


sar razones de denegatoria del pedido
La resolución en la que se resuelve un pedido de cesación de
una medida cautelar debe expresar de manera clara si aún con-
curren los presupuestos que habilitaron el dictado de la medida
restrictiva impuesta. En caso de denegatoria de cesación del
mandato de detención, el órgano jurisdiccional debe expresar
las razones por las que la medida no debe ser variada, especi-
ficando por qué considera que no se ha desvanecido el peligro
procesal o los elementos probatorios de la comisión del ilícito.

Expediente Nº 00428-2009-PHC/TC
LA LIBERTAD
EDUARDO GUSTAVO SEGURA ROJAS
SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
En Lima, a los 9 días del mes de junio de 2010, la Sala Primera del Tribunal
Constitucional, integrada por los Magistrados Landa Arroyo, Calle Hayen
y Eto Cruz, pronuncia la siguiente sentencia
ASUNTO:
Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Eduardo Gustavo
Segura Rojas contra la Resolución Nº 7, expedido por la Segunda Sala Penal de
Apelaciones de la Corte Superior de Justicia de La Libertad, obrante a fojas 117,
su fecha 5 de diciembre de 2008, que declara improcedente la demanda de autos.
ANTECEDENTES:
(...)
FUNDAMENTOS:
1. Mediante la presente demanda de hábeas corpus se cuestiona la constitucio-
nalidad de las Resoluciones N°s 1 y 2, que declaran infundada la solicitud
de cesación de detención preventiva. Se alega la vulneración de los derechos
al debido proceso, a la motivación de resoluciones judiciales y del principio
de presunción de inocencia.
(...)

545
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

Análisis del caso


4. Según consta de la demanda de hábeas corpus y de la resolución que confirma
la denegatoria de solicitud de cesación de prisión preventiva, el recurrente
había fundamentado su solicitud en el desvanecimiento de la suficiencia
probatoria que lo vinculan con la comisión del delito de cohecho pasivo
específico y tenencia ilegal de armas, manifestando que:
• Con la ampliación de la manifestación de la denunciante se acreditaba
que esta había falseado a la verdad en sus declaraciones hasta en tres
ocasiones respecto a si el demandante le había solicitado o no alguna
cantidad de dinero, si dicha solicitud fue realizada en forma directa o a
través de su abogado y si dicho abogado existía o no.
• Con la declaración de la testigo Évelin Sánchez Valareso se acreditaba
que en ningún momento de la conversación que tuvo el recurrente con
la denunciante, aquel había solicitado cantidad de dinero alguna.
• Con la trascripción del audio de la conversación que sostuvo el recurrente
con la denunciante, se acreditaba que en ningún momento de la conver-
sación se hizo solicitud alguna de dinero, y mucho menos de algún tipo
de promesa de excarcelar al cuñado de la denunciante, imputado por
drogas.
• Con el acta de visualización y trascripción de video y antecedentes
penales, el demandante alega que se acreditaba que la denunciante no
había entregado el dinero personalmente al recurrente sino que había
sido arrojado por la ventana del domicilio del recurrente, situación que
era irrelevante para el delito de cohecho.
• Finalmente, con la declaración de la doctora Marcela Valderrama Juá-
rez, Fiscal Coordinadora de la Fiscalía Provincial Mixta Corporativa de
Pacasmayo, que manifiesta que una vez informada de la supuesta solicitud
de dinero a cambio de poner en libertad al cuñado de la denunciante, por
parte del abogado de la misma, ella se encargó de tomar la declaración
del imputado por drogas para evitar algún tipo de problema, con lo cual
se acreditaba que el recurrente no podía influir en la situación jurídica
del cuñado de la denunciante y en consecuencia no podía influir en la
decisión de un asunto que no estaba en su competencia.
5. No obstante ello, se observa que en la Resolución impugnada, obrante a fojas
25, la Sala de Apelaciones de la Corte Superior de Justicia de La Liberad
no solo ha restado valor a los elementos de convicción alegados por el de-
mandante sino que, además, ha dado las razones por las cuales la medida de

546
CRITERIOS RELEVANTES DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

detención preventiva debe mantenerse. Así se tiene que la Sala demandada,


de fojas 39 a 41, ha dicho que los distintos medios de prueba presentados por
el recurrente que acreditarían supuestas contradicciones de la denunciante
carecen de valor toda vez que no enervan la imputación directa que desde
el inicio de la investigación formuló la agraviada; es más, alega que en todo
caso de existir dichas contradicciones en la declaraciones, ellas serán objeto
de dilucidación en el estado correspondiente. Más aún, la Sala refiere que
la gravedad del delito y de la penalidad no han desaparecido y que, preci-
samente, son estas las que ameritaban o dejaban prever la existencia de una
mayor peligrosidad y, por ende, el mantenimiento de la medida de prisión
preventiva.
6. En consecuencia, este Tribunal considera que la Sala demandada ha cum-
plido con motivar suficientemente la resolución impugnada, sobre la base
del artículo 283 del Código Procesal Penal, estableciendo que no había ra-
zones suficientes para cesar la detención preventiva y dictar, en su lugar, un
mandato de comparecencia, sino, por el contrario, que los nuevos elementos
de convicción alegados por el recurrente no justifican el desmerecimiento
de la suficiencia probatoria ni de ninguno de los presupuestos que dieron
lugar a la primigenia medida. Por tanto, este extremo de la demanda debe
ser desestimado, en aplicación a contrario sensu, del artículo 2 del Código
Procesal Constitucional.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le
confiere la Constitución Política del Perú
HA RESUELTO
Declarar INFUNDADA la demanda.
Publíquese y notifíquese.
S.S.
LANDA ARROYO
CALLE HAYEN
ETO CRUZ

547
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

138. Orden de ubicación y captura: Posibilidad del hábeas


corpus en caso de contumacia
La declaración de contumacia, en sí misma, es una incidencia
de naturaleza procesal susceptible de resolverse en la vía ordi-
naria y no en sede constitucional. No obstante, en la medida que
la resolución judicial que declara reo contumaz a una persona
contenga la orden de su ubicación y captura, resulta legítimo su
cuestionamiento mediante el hábeas corpus, siempre y cuando,
claro está, que aquella se haya dictado con desprecio de los
derechos fundamentales de la libertad individual y revista el
requisito de firmeza exigido en este proceso.

Expediente Nº 01508-2010-PHC/TC
JUNÍN
ROCÍO DEL PILAR POMA CAPCHA Y OTRO

RESOLUCIÓN DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL


Lima, 15 de junio de 2010
VISTO:
El recurso de agravio constitucional interpuesto por doña Rocío del Pilar
Poma Capcha y don Víctor Raúl Romero Orihuela contra la resolución de la
Sala de Vacaciones - Sede Central de la Corte Superior de Justicia de Junín, de
fojas 62, su fecha 25 de febrero de 2010, que declaró improcedente la demanda
de autos; y,
ATENDIENDO A:
1. Que, con fecha 5 de febrero de 2010, los recurrentes interponen demanda de
hábeas corpus contra el Juez del Quinto Juzgado Penal de Huancayo, señor
William Cisneros Hoyos, con el objeto de que se declare la nulidad de la
Resolución Nº 21, de fecha 12 de enero de 2010 que –haciendo efectivo el
apercibimiento decretado– los declara reos contumaces y dispone su captura
y conducción ante el órgano judicial emplazado, en la instrucción que se les
sigue por el delito de desobediencia o resistencia a la autoridad (Expediente
Nº 00357-2009-0-1501-JR-PE-05).
Al respecto afirman que la resolución cuestionada es ilegal, toda vez que no
han sido notificados del acto de lectura de sentencia con la debida anticipación

548
CRITERIOS RELEVANTES DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

y de conformidad a la ley, tanto más si la declaración de contumacia no


constituye un acto discrecional, sino que para ello debe manifestarse deter-
minados requisitos, como lo es el correcto emplazamiento. Refieren que,
resultando manifiestamente nula la resolución cuestionada, solicitaron ante al
juez emplazado que declare su nulidad e insubsistencia y, sin embargo, este
no se ha pronunciado. Agregan que no pudieron constituirse en la diligen-
cia de lectura de sentencia programada para el día 11 de enero de 2010 por
motivos de fuerza mayor, ya que en dicha fecha y días después fallecieron
familiares de la demandante, por lo que tuvieron que dedicarse a los actos
de la defunción.
2. Que la Constitución establece expresamente en su artículo 200, inciso 1,
que el hábeas corpus procede cuando se vulnera o amenaza la libertad
individual o los derechos constitucionales conexos a ella. De otro lado el
Código Procesal Constitucional establece en su artículo 4 que el proceso
constitucional de hábeas corpus procede cuando una resolución judicial
firme vulnera en forma manifiesta la libertad personal y la tutela procesal
efectiva; por lo tanto no procede cuando dentro del proceso penal que dio
origen a la resolución que se cuestiona no se han agotado los recursos que
otorga la ley para impugnarla, o cuando habiéndose apelado, esté pendiente
de pronunciamiento judicial.
3. Que este Tribunal ya ha tenido oportunidad de señalar en su jurisprudencia
que la declaración de contumacia [en sí misma] es una incidencia de natu-
raleza procesal susceptible de resolverse en la vía ordinaria y no en sede
constitucional [Cfr. RTC 04296-2007-PHC/TC, caso Constante Nazario
Ponciano Gonzales]. No obstante, en la medida que la resolución judicial
que declara reo contumaz a una persona contenga la orden de su ubicación
y captura, resulta legítimo su cuestionamiento mediante el hábeas corpus,
siempre y cuando, claro está, que aquella se haya dictado con desprecio de
los derechos fundamentales de la libertad individual y revista el requisito
de firmeza exigido en este proceso [Cfr. RTC 06180-2008-PHC/TC].
En cuanto al presente caso, este Colegiado considera pertinente advertir que
la nulidad del acto planteada por los recurrentes contra la resolución cues-
tionada (que dicho sea de paso no ha obtenido un pronunciamiento por parte
del emplazado), no constituye un recurso de grado que faculte su revisión
por el superior jerárquico, y por tanto no es implicante con la exigencia del
requisito de firmeza exigido en el hábeas corpus.
4. Que, en el presente caso, de los actuados y demás instrumentales que corren
en los autos, no se acredita que la resolución judicial cuestionada (fojas 1)

549
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

cumpla con el requisito de firmeza exigido en los procesos de la libertad


individual, esto es que se haya agotado los recursos que otorga la ley para
impugnar la resolución judicial que agravaría los derechos reclamados, ha-
bilitando así su examen constitucional [Cfr. STC Exp. Nº 4107-2004-HC/
TC, caso Leonel Richie Villar de la Cruz]. Por consiguiente, la reclamación
de la demanda resulta prematura en sede constitucional.
Por estas consideraciones, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que
le confiere la Constitución Política del Perú
RESUELVE
Declarar IMPROCEDENTE la demanda de hábeas corpus de autos.
Publíquese y notifíquese.
S.S.
MESÍA RAMÍREZ
BEAUMONT CALLIRGOS
ETO CRUZ

550
CRITERIOS RELEVANTES DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

139. Orden de ubicación y captura: Constitucionalidad


del mandato de apercibimiento por inconcurrencia a
diligencias
Al haberse dictado en contra del agente un mandato de aperci-
bimiento por la inconcurrencia a las diligencias de comparendo,
se advierte que los jueces emplazados han resuelto de confor-
midad con el procedimiento establecido en la ley de la mate-
ria (citándose a las partes a la diligencia de comparendo, no
habiendo asistido el querellado en más de dos oportunidades),
decisión jurisdiccional que no supone amenaza o vulneración
a su derecho a la libertad personal, por lo que la demanda de
hábeas corpus debe ser desestimada.

Expediente Nº 06683-2008-PHC/TC
ANDAHUAYLAS
JOSÉ DOMINGO CRUZ CALA

SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL


En Lima, a los 26 días del mes de marzo de 2009, la Sala Segunda del Tribu-
nal Constitucional, integrada por los magistrados Mesía Ramírez, Beaumont
Callirgos y Eto Cruz, pronuncia la siguiente sentencia
ASUNTO:
Recurso de agravio constitucional interpuesto por José Domingo Cruz Cala
contra la sentencia de la Sala Mixta Descentralizada e Itinerante de la Corte
Superior de Justicia de Andahuaylas, de fojas 746, su fecha 7 de noviembre de
2008, que declaró improcedente la demanda de autos.
ANTECEDENTES
(...)
FUNDAMENTOS
Delimitación del petitorio
1. El objeto de la presente demanda es que: i) se resuelva el pedido de nulidad
de fecha 25 de junio de 2008, en el extremo que se cuestiona la validez del
proceso por querella seguido contra el demandante y solicita la recusación
del juez; ii) se declaren nulas las resoluciones Nºs 40, 48 y 54, que ordenan

551
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

mandato de detención contra el demandante, alegando la vulneración de


sus derechos constitucionales a la tutela procesal efectiva y a la libertad
individual.
Análisis del caso materia de controversia constitucional
2. La Constitución establece expresamente en el artículo 200, inciso 1, que
a través del hábeas corpus se protege tanto la libertad individual como
los derechos conexos a ella; no obstante, no cualquier reclamo que alegue
afectación del derecho a la libertad individual o derechos conexos puede
reputarse efectivamente como tal y merecer tutela, pues para ello es nece-
sario analizar previamente si los actos denunciados vulneran el contenido
constitucionalmente protegido del derecho tutelado por el hábeas corpus.
3. A su vez, el artículo 2 del Código Procesal Constitucional establece que
“los procesos constitucionales de hábeas corpus (…) proceden cuando se
amenace o viole los derechos constitucionales por acción u omisión de actos
de cumplimiento obligatorio, por parte de cualquier autoridad, funcionario
o persona”.
4. En el caso constitucional de autos se advierte que el recurrente solicita que
se resuelva su pedido de nulidad de fecha 25 de junio de 2008, por el que se
cuestiona la validez del proceso por querella seguido en su contra, asimismo
solicita la recusación del juez (fojas 41), pese a que con fecha 5 de junio
de 2008, la Sala Mixta Descentralizada e Itinerante de Andahuaylas emitió
pronunciamiento revocando la resolución de fecha 9 de abril de 2008 (fojas
210), y declarando fundada la solicitud de recusación (fojas 39) del deman-
dante, por lo que la demanda en este extremo debe declararse improcedente
en aplicación del artículo 5, inciso 5, del Código Procesal Constitucional.
5. De otro lado, en cuanto a la alegada afectación a la libertad individual del
recurrente, al haberse dictado en su contra el mandato de apercibimiento
por la inconcurrencia a las diligencias de comparendo (fojas 51, 52, y 53),
se advierte que los jueces emplazados han resuelto de conformidad con el
procedimiento establecido en la ley de la materia (citándose a las partes a
la diligencia de comparendo, no habiendo asistido el querellado en más de
dos oportunidades), decisión jurisdiccional que no supone amenaza o vul-
neración a su derecho a la libertad personal, por lo que la demanda debe ser
desestimada en aplicación del artículo 2 del Código Procesal Constitucional.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le
confiere la Constitución Política del Perú

552
CRITERIOS RELEVANTES DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

HA RESUELTO
Declarar IMPROCEDENTE la demanda de hábeas corpus, en lo referente
al fundamento 4 de la sentencia.
Declarar INFUNDADA la demanda de conformidad con el fundamento 5
de la presente sentencia.
Publíquese y notifíquese.
S.S.
MESÍA RAMÍREZ
BEAUMONT CALLIRGOS
ETO CRUZ

553
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

140. Comparecencia simple: No afectación constitucional


No se advierte una afectación concreta del derecho fundamental
a la libertad personal del agente, cuando la sujeción al proceso
penal se cumplía en condición de comparecencia simple.

Expediente Nº 04027-2007-PHC/TC
AREQUIPA
FLORENCIO GABINO NINASIVINCHA GÁRATE

RESOLUCIÓN DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL


Lima, 4 de octubre de 2007

VISTO:
El recurso de agravio interpuesto por don Florencio Gabino Ninasivincha
Gárate contra la resolución de la Segunda Sala Penal de la Corte Superior de
Justicia de Arequipa, de fojas 156, su fecha 11 de julio de 2007, que declara
infundada la demanda de autos; y,
ATENDIENDO A:
1. Que el recurrente con fecha 1 de mayo de 2007 interpone demanda de
hábeas corpus contra el juez del Primer Juzgado Penal de Puno, señor Félix
Ochatoma Paravicino, con el objeto que se declare la nulidad del auto de
apertura de instrucción y de los oficios Nº 1103-2007 y Nº 1105-2007 de
fecha 30 de marzo de 2007, mediante los cuales se dicta orden de captura
en su contra en el proceso penal que se le sigue por los delitos de peculado
y malversación de fondos (Expediente Nº 427-03), y en consecuencia se
ponga tal hecho en conocimiento de la OCMA y se solicite la destitución
del juez demandado. Aduce la vulneración de sus derechos constitucionales
al debido proceso y a la libertad individual.
2. Que si bien la demanda pretende que se deje sin efecto el auto de apertura
de instrucción dictado contra el demandante por vulneración del debido
proceso, sin embargo de lo alegado no se advierte una afectación concreta
del derecho fundamental a la libertad personal del demandante, pues su suje-
ción al proceso penal la cumplía en condición de comparecencia simple; por
ello resulta de aplicación al caso el artículo 5, inciso 1, del Código Procesal
Constitucional, que prescribe: “No proceden los procesos constitucionales

554
CRITERIOS RELEVANTES DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

cuando: 1. Los hechos y el petitorio de la demanda no están referidos en forma


directa al contenido constitucionalmente protegido del derecho invocado”.
3. Que en cuanto al cuestionamiento de las órdenes judiciales de captura dictadas
contra el recurrente (f. 39), al haber sido declarado reo ausente, este Tribunal
debe precisar que en autos no existen elementos de juicio que permitan afir-
mar que dichas órdenes hayan sido impugnadas al interior del proceso, por
lo que no revisten la calidad de firmeza que exige el artículo 4 del Código
Procesal Constitucional. Al respecto este Colegiado, en su sentencia recaída
en el expediente Nº 6712-2005-HC/TC, ha señalado que “la firmeza de las
resoluciones judiciales está referida a aquel estado del proceso en el que no
cabe presentar medio impugnatorio”.
Por estos considerandos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le
confiere la Constitución Política del Perú
RESUELVE
Declarar IMPROCEDENTE la demanda de hábeas corpus.
Publíquese y notifíquese.
S.S.
MESÍA RAMÍREZ
VERGARA GOTELLI
ÁLVAREZ MIRANDA

555
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

141. Comparecencia restringida: Distinción con el auto


apertorio de instrucción y carácter no firme
Si bien la medida cautelar de comparecencia con restricciones
forma parte del auto apertorio de instrucción, dicho extremo
no tiene las mismas características de este auto, esto es, se trata
de una decisión jurisdiccional que es impugnable; por ello,
no reúne la característica de firmeza a que hace referencia el
artículo 4 del Código Procesal Constitucional.

Expediente Nº 03732-2009-PHC/TC
ÁNCASH
MARCO ANTONIO ROMERO RAMÍREZ Y OTRO

SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL


En Lima, a los 20 días del mes de enero de 2010, la Sala Segunda del Tribunal
Constitucional, integrada por los magistrados Mesía Ramírez, Beaumont
Callirgos y Eto Cruz, pronuncia la siguiente sentencia

ASUNTO:
Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Cico Fernando Álamo
Figueroa contra la resolución de la Primera Sala Penal de Huaraz, de la Corte
Superior de Justicia de Áncash, de fojas 435, su fecha 16 de enero de 2009, que
declaró infundada la demanda de autos.
ANTECEDENTES:
(...)
FUNDAMENTOS:
1. El objeto de la demanda es que se deje sin efecto el auto apertorio de instruc-
ción dictado en el Exp. Nº 2008-225, tramitado en contra del demandante y
terceras personas por ante el Juzgado Especializado en lo Penal de Yungay.
Los argumentos planteados para tal efecto son: a) que dicho auto no les fue
notificado; y, b) que el auto adolece de falta de motivación; este supuesto vicio
se ha hecho extensivo al mandato de comparecencia con restricciones dictado
en contra de los demandantes, en el proceso penal seguido en su contra.

556
CRITERIOS RELEVANTES DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

Cuestionamiento del auto apertorio de instrucción


2. Sobre la impugnación del auto de apertura de instrucción, el Tribunal
Constitucional ha establecido, en anterior jurisprudencia que: “si bien uno
de los requisitos para cuestionar mediante hábeas corpus una resolución
de carácter jurisdiccional es que tenga la calidad de firme, conforme a lo
previsto en el artículo 4 del Código Procesal Constitucional, tratándose del
auto de apertura de instrucción no corresponde declarar la improcedencia de
la demanda, toda vez que contra esta resolución no procede ningún medio
impugnatorio mediante el cual se pueda cuestionar lo alegado en este proceso
constitucional” (STC Nº 8125-2005-PHC/TC, fundamento 3).
(...)
5. En relación al primer argumento esbozado en la demanda, esto es, que la
resolución cuestionada no les fue notificada a los demandantes, se advierte
que el dicho de los procesados no es uniforme; así, en el escrito de demanda,
alegan que no fueron notificados, pero de la copia certificada que corre a
ff. 298 a 300, en el reverso de la última hoja, se advierte que si lo fueron,
pero se negaron a firmar.
De otro lado, en su declaración indagatoria, don Cico Fernando Alamo
Figueroa (f. 24) expresa que no ha sido notificado con la resolución pre-
citada, pero además añade, por intermedio de su abogado, que esa misma
resolución no especifica el hecho que se le imputa. Por su parte, don Marco
Antonio Romero Ramírez expone igualmente que no fue notificado con el
auto apertorio de instrucción, pero que, además, este adolece de falta de
motivación, esto es, que no especifica en que consisten los delitos que se
les imputan. En ese sentido, cuando menos, queda acreditado que conocen
del contenido del auto, por lo que en aplicación supletoria del artículo 172
del Código Procesal Civil, conforme a lo dispuesto por el artículo IX del
Título Preliminar del Código Procesal Constitucional, la omisión de falta de
notificación alegada, debe tenerse, por subsanada, por lo que en aplicación
del artículo 5 inciso 1) del último Código precitado, debe declararse impro-
cedente la demanda en este extremo.
6. Respecto al segundo argumento, esto es, que el auto apertorio de instrucción
adolece de falta de motivación, de la copia del mismo, que corre a f. 298,
se aprecia que en él se detalla los actos que se les imputa a los demandantes
en autos.
Así, se advierte que existe una descripción mínima de los hechos que son
materia de investigación judicial y considerados punibles, pues será en el

557
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

proceso penal en el que se determine si efectivamente aquellos se produjeron


o no, y, de ser el caso, se determine la sanción que corresponda imponer.
7. Desde esta perspectiva y a tenor de lo dispuesto en el artículo 77 del Código
de Procedimientos Penales, que regula la estructura del auto de apertura de
instrucción, se advierte que la resolución impugnada, cumple con el conte-
nido de dicho precepto, como se advierte de su propio contenido.
Cuestionamiento del mandato de comparecencia con restricciones
8. De otro lado, los demandantes también han cuestionado que no se ha moti-
vado el extremo referido a la medida cautelar de comparecencia con restric-
ciones. En principio cabe señalar que, aun cuando tal medida forma parte
del auto apertorio de instrucción, el Tribunal Constitucional ha determinado
que dicho extremo no tiene las mismas características del auto apertorio de
instrucción, esto es, que se trata de una decisión jurisdiccional que es impug-
nable; por ello, en tanto se advierte que no reúne la característica de firmeza
a que hace referencia el artículo 4 del Código Procesal Constitucional, la
demanda en este extremo debe ser rechazada.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le
confiere la Constitución Política del Perú
HA RESUELTO
1. Declarar IMPROCEDENTE la demanda en los extremos en que se impugna
el mandato de comparecencia con restricciones impuesto a los demandantes,
en el proceso penal que se ha pretendido cuestionar en autos, y respecto a
la alegada falta de notificación del auto de apertura de instrucción.
2. Declarar INFUNDADA la demanda en lo demás que contiene.
Publíquese y notifíquese.
S.S.
MESÍA RAMÍREZ
BEAUMONT CALLIRGOS
ETO CRUZ

558
CRITERIOS RELEVANTES DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

142. Comparecencia restringida: Cuestionamiento vía pro-


ceso de amparo
Tratándose del cuestionamiento al auto que abre instrucción
con el argumento de una indebida o deficiente motivación, la
pretensa vulneración no puede ser conocida a través del hábeas
corpus sino del amparo puesto que el auto de apertura, en pu-
ridad, no está vinculado directamente con la medida cautelar
de naturaleza personal, ya que contra el demandante en este
caso no existe medida de detención sino de comparecencia res-
tringida, y aun si se hubiese ordenado mandato de detención al
actor, contra esta medida cautelar personal este tiene los medios
impugnatorios que la ley procesal permite para cuestionar dicha
medida dentro del mismo proceso penal.

Expediente Nº 7661-2006-PHC/TC
LIMA
FRANCISCO TARRILLO SANTA CRUZ

RAZÓN DE RELATORÍA
Lima, 5 de noviembre de 2007
La resolución recaída en el Expediente Nº 07661-2006-HC es aquella con-
formada por los votos de los magistrados Gonzáles Ojeda, Vergara Gotelli
y Mesía Ramírez, que declara infundada la demanda. El voto del magis-
trado Gonzáles Ojeda, concordante con la mayoría, aparece firmado en
hoja membretada aparte, y no junto con las firmas de los otros magistrados
integrantes, debido al cese en funciones de dicho magistrado
SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
En Lima, a los 23 días del mes de julio de 2007, la Sala Primera del Tribunal
Constitucional, integrada por señores magistrados Gonzáles Ojeda, Vergara
Gotelli y Mesía Ramírez, pronuncia la siguiente sentencia
ASUNTO:
Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Francisco Tarrillo
Santa Cruz, contra la resolución de Segunda Sala Penal para Reos Libres de

559
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

Corte Superior de Justicia de Lima, de fojas 127, su fecha 22 de junio de 2006,


que declara infundada la acción de hábeas corpus de autos.
ANTECEDENTES:
(...)
FUNDAMENTOS:
1. El recurrente alega que se ha vulnerado sus derechos a la tutela procesal
efectiva y a la motivación de las resoluciones judiciales, pues no se le ha
notificado para que asista a una diligencia de inspección judicial. Agrega tam-
bién que tampoco ha sido objeto de individualización en el auto de apertura
de instrucción y que fue sentenciado por un delito que no fue considerado
en la instrucción.
2. En el caso de autos debemos tener en cuenta que tratándose del cuestio-
namiento al auto que abre instrucción con el argumento de una indebida
o deficiente motivación, la pretensa vulneración no puede ser conocida a
través del habeas corpus sino del amparo puesto que el auto de apertura, en
puridad, no está vinculado directamente con la medida cautelar de naturale-
za personal, ya que contra el demandante en este caso no existe medida de
detención sino de comparecencia restringida, y aun si se hubiese ordenado
mandato de detención al actor, contra esta medida cautelar personal este
tiene los medios impugnatorios que la ley procesal permite para cuestionar
dicha medida dentro del mismo proceso penal. Este mandato de detención
provisoria se emite en función a otros presupuestos, señalando el artículo
135 del Código Procesal Penal, taxativamente, los requisitos mínimos que
deben concurrir para su procedencia, que no son los mismos que se exigen
para el auto que abre instrucción, establecidos en el artículo 77 del Código de
Procedimientos Penales. En consecuencia, considerando que si se denuncia
que el juez ordinario abusando de sus facultades abre instrucción contra
determinada persona cometiendo con ello una arbitrariedad manifiesta, se
estaría acusando la violación del debido proceso para lo que resulta vía
idónea la del amparo reparador.
3. En tal sentido consideramos que el auto de apertura de instrucción dictado
por el Juez competente, previa denuncia del Fiscal adscrito a tal competencia,
como su nombre lo indica no puede ser la “resolución judicial firme” que
vulnere manifiestamente la libertad individual la que, precisamente, con la
resolución que cuestiona el recurrente en sede Constitucional, el proceso
recién comienza. Abierta así investigación en sede penal, tiene el imputado
a su favor la facultad cabal de hacer ejercicio del derecho de defensa en

560
CRITERIOS RELEVANTES DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

todas sus expresiones, debiendo allí en esa sede proponer las medidas que
hoy trae indebidamente al proceso constitucional.
4. Asimismo, respecto del extremo de la demanda en el que el actor alega haber
sido condenado sobre la base de un delito que no fue materia de instrucción,
conforme se aprecia de la sentencia condenatoria de fecha 12 de octubre de
2004 (a fojas 53) así como de su confirmatoria (a fojas 61) que el recurrente
fue condenado por delito de usurpación agravada y daños agravados, delitos
que fueron contemplados en el auto de apertura de instrucción (a fojas 43),
por lo que este extremo de la demanda es también desestimable.
5. En cuanto a la falta de notificación con la resolución que dispuso la ins-
pección judicial, cabe señalar que se aprecia de autos que con fecha 16 de
Setiembre de 2002 el recurrente fue notificado de la mencionada diligencia
en el mismo domicilio consignado en su demanda de hábeas corpus, por lo
que no existe vulneración a sus derechos constitucionales.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le
confiere la Constitución Política del Perú
HA RESUELTO
Declarar INFUNDADA la demanda.
Publíquese y notifíquese.
S.S.
GONZÁLES OJEDA
VERGARA GOTELLI
MESÍA RAMÍREZ

561
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

143. Comparecencia restringida: Requerimiento por el


fiscal no configura un agravio constitucional
El Nuevo Código Procesal Penal contiene dispositivos que
confieren al fiscal la potestad de limitar el derecho a la libertad
personal –como lo es la disposición de la conducción compul-
siva del omiso a una citación con apercibimiento, entre otra
disposición–, sin embargo, en las actuaciones fiscales de la
formalización y continuación de la investigación preparatoria y
el requerimiento de la comparecencia restrictiva no se configura
un agravio directo y concreto del derecho materia de tutela del
hábeas corpus, por cuanto no imponen medidas de coerción de
la libertad individual.

Expediente Nº 05698-2009-PHC/TC
AREQUIPA
ELVA CATALINA VALDIVIA DÁVILA

SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL


En Lima, a los 4 días del mes de junio de 2010, la Sala Segunda del Tribunal
Constitucional, integrada por los magistrados Mesía Ramírez, Calle Hayen
y Eto Cruz, pronuncia la siguiente sentencia
ASUNTO:
Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Alfredo Julio Arana
Miovich y otro a favor de doña Elva Catalina Valdivia Dávila, contra la sentencia
de la Sala Penal de Apelaciones de la Corte Superior de Justicia de Arequipa, de
fojas 1656, su fecha 23 de octubre de 2009, en el extremo que declaró infundada
en parte la demanda de autos.
ANTECEDENTES:
(...)
FUNDAMENTOS:
Delimitación del petitorio
1. El objeto de la demanda es que, en cuanto a la favorecida, se declare la nulidad
de: a) la Disposición Fiscal de formalización y continuación de la investiga-
ción preparatoria de fecha 1 de setiembre de 2008, b) el Requerimiento Fiscal

562
CRITERIOS RELEVANTES DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

de la comparecencia restrictiva de fecha 6 de noviembre de 2008, y c) la


Resolución de fecha 11 de noviembre de 2008 que impuso la comparecencia
restrictiva en su contra, pronunciamientos fiscales y judicial emitidos en la
investigación preparatoria que se le sigue ante el órgano judicial emplazado
(Expediente Nº 2008-00663).
Con tal propósito, se alega afectación de los derechos de la libertad y a la
debida motivación de las resoluciones judiciales.
Cuestión previa
2. Conforme lo dispone el artículo 202, inciso 2 de la Constitución Política del
Perú, son atribuciones del Tribunal Constitucional “Conocer, en última y
definitiva instancia, las resoluciones denegatorias de hábeas corpus, amparo,
hábeas data y acción de cumplimiento”, en este mismo sentido el Código
Procesal Constitucional establece en su artículo 18 que “Contra la resolu-
ción de segundo grado que declara infundada o improcedente la demanda,
procede recurso de agravio constitucional ante el Tribunal Constitucional
(...)”.
Por consiguiente, advirtiéndose que la Sala Superior revisora estimó la
nulidad de la resolución judicial de la comparecencia restrictiva, dispone
la prohibición de la actora de frecuentar lugares de dudosa reputación, este
Colegiado no emitirá pronunciamiento sobre este extremo.
De las actuaciones del Ministerio Público
3. El Tribunal Constitucional viene subrayando en su reiterada jurisprudencia
que las actuaciones del Ministerio Público son postulatorias y en ningún
caso decisorias sobre lo que la judicatura resuelva. Si bien se ha precisado
que la actividad del Ministerio Público se encuentra vinculada al principio
de interdicción de la arbitrariedad y al debido proceso, sin embargo no tiene
facultades para coartar la libertad individual [Cfr. STC Exp. Nºs 07961-2006-
PHC/TC y STC 05570-2007-PHC/TC, entre otras].
4. Al respecto, aun cuando el Nuevo Código Procesal Penal contiene dispo-
sitivos que confieren al fiscal la potestad de limitar el derecho a la libertad
personal –como lo es la disposición de la conducción compulsiva del omiso
a una citación con apercibimiento, entre otra disposición–, sin embargo, en
las actuaciones fiscales de la formalización y continuación de la investiga-
ción preparatoria y el requerimiento de la comparecencia restrictiva no se
configura un agravio directo y concreto del derecho materia de tutela del
hábeas corpus, por cuanto no imponen medidas de coerción de la libertad
individual.

563
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

Por consiguiente, el extremo de la demanda que cuestiona las aludidas actua-


ciones fiscales debe ser rechazado, en aplicación de la causal de improceden-
cia contenida en el inciso 1 del artículo 5 del Código Procesal Constitucional,
toda vez que aquellas no inciden de manera directa y negativa en el derecho
a la libertad personal de la favorecida.
Análisis del caso materia de controversia constitucional
(...)
7. En lo que respecta al cuestionamiento de la comparecencia restrictiva de la
favorecida, se debe señalar que el artículo 287 del Nuevo Código Procesal
Penal establece que cabe su imposición “siempre que el peligro de fuga o
de obstaculización de la averiguación de la verdad pueda razonablemente
evitarse”; debe advertirse que conforme a lo previsto en el artículo 268,
cabe dictar el mandato de prisión preventiva cuando concurra, entre otros,
el presupuesto que permite “colegir razonablemente [en el juzgador que
el imputado] tratará de eludir la acción de la justicia (peligro de fuga) u
obstaculizar la averiguación de la verdad (peligro de obstaculización)”.
Al respecto, es menester subrayar que la justicia constitucional no es la
competente para determinar la configuración de cada presupuesto legal que
legitima la adopción de la medida de coerción de la libertad individual, por
ser tarea que compete a la justicia ordinaria, sin embargo, sí es su atribución
verificar la concurrencia de los presupuestos y si su imposición es acorde
a los fines y el carácter subsidiario y proporcional de dicha institución, lo
que debe estar motivado en la resolución judicial que lo decreta [Cfr. STC
1091-2002-HC/TC, caso Vicente Ignacio Silva Checa].
8. En el presente caso, este Tribunal estima que la Resolución de fecha 11 de
noviembre de 2008 se encuentra debidamente fundamentada en el extremo
que justifica las razones por las que concluye con imponer comparecencia
restrictiva en contra de la favorecida. En efecto, examinado el audio que
contiene el citado pronunciamiento judicial (fojas 219), se aprecia que el
órgano judicial emplazado ha cumplido con la exigencia constitucional de
motivación de las resoluciones judiciales, adecuada a las condiciones legales
de la materia, al expresar sus fundamentos que el peligro de obstaculización
se manifiesta por cuanto se tiene el Acta Fiscal de fecha 17 de octubre del
que se pude verificar el correo electrónico del señor de iniciales HAGD en el
que se le indica que no haga acusaciones y se retracte de las mismas respecto
de las investigaciones del proceso submateria, resultando que aquello genera
un elemento de convicción (que no ha sido cuestionado por la procesada)
que hace prever al Juzgado [emplazado] la existencia de indicios de que se

564
CRITERIOS RELEVANTES DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

incurra en obstaculización de la averiguación de la verdad [que finalmente]


podría influir sobre otros testigos para el cambio de su versión, que si bien
pueden darse, razonablemente pueden evitarse, por lo que es procedente
el pedido de comparecencia; se agrega, asimismo, argumentos en cuanto
a la gravedad de la pena del delito de peculado que se imputa (no menor
de 2 ni mayor de 8 años) que resulta compatible con los presupuestos de la
calificación del peligro de fuga contenido en el artículo 269 de la aludida
normativa procesal penal.
9. Finalmente, cabe indicar que, conforme a la normativa de la comparecencia
restrictiva, su imposición puede manifestarse siempre que el peligro de fuga
o de obstaculización de la averiguación de la verdad pueda razonablemente
evitarse; esto quiere decir que el juzgador llega a la convicción que, pese
a configurarse el peligro procesal, aquel puede evitarse con la imposición
de medida de comparecencia restrictiva, lo que en definitiva implica la
flexibilización de este presupuesto configurador de la prisión preventiva,
resultando que la resolución de la comparecencia restrictiva de los autos
contiene una motivación suficiente que termina por validarla, esto conforme
a la Constitución y la normativa legal de la materia, prevista en el artículo
287 del Nuevo Código Procesal Penal.
10. En consecuencia, el extremo de la demanda que cuestiona la resolución que
impone comparecencia restrictiva a la favorecida debe ser desestimado, al
no haberse acreditado la vulneración del derecho a la motivación de las
resoluciones judiciales en conexidad con el derecho a la libertad personal.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le
confiere la Constitución Política del Perú
HA RESUELTO
1. Declarar IMPROCEDENTE el recurso de agravio constitucional en cuanto
se refiere a la actuación fiscal.
2. Declarar INFUNDADA el recurso de agravio constitucional en el extremo
que cuestiona el mandato de comparecencia restrictiva, al no haberse acre-
ditado la vulneración de los derechos a la libertad personal y a la debida
motivación de las resoluciones judiciales.
Publíquese y notifíquese.
S.S.
MESÍA RAMÍREZ
CALLE HAYEN
ETO CRUZ

565
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

144. Impedimento de salida: Justificación en caso de


contumacia
La medida impuesta de impedimento de salida del país se jus-
tifica tanto por su situación procesal de contumaz como por
las atribuciones que tienen los jueces para dictar las medidas
cautelares que consideren para el logro de los fines del proceso.

Expediente Nº 04115-2009-HC/TC
JAUJA
OMAR YENTO AQUINO PALACIOS

RESOLUCIÓN DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL


Lima, 19 de octubre de 2009

VISTO:
El recurso de agravio constitucional interpuesto por don Omar Yento Aqui-
no Palacios contra la resolución de la Tercera Sala Penal de la Corte Superior
de Justicia de Junín, de fojas 111, su fecha 10 de junio de 2009, que declaró
improcedente la demanda de autos; y,
ATENDIENDO A:
1. Que, con fecha 20 de marzo de 2009, el recurrente interpone demanda de
hábeas corpus a favor de Victoria Cosme de Ramón, y la dirige contra el Juez
del Primer Juzgado Penal del Módulo Básico de Justicia, don Romeo Misari
Barrera, aduciendo la vulneración de su derecho a la libertad de tránsito por
la emisión de la resolución de fecha 11 de marzo de 2009, habiéndose avo-
cado el demandado el 4 de marzo de 2009, en el proceso que se le sigue en
su contra por el delito de defraudación en agravio del Estado peruano y otros
(Exp. N° 2005-0158-0-1506-JR-PE-02). Alega que la resolución impugnada
renueva las órdenes de requisitoria dictadas en contra de la favorecida y le
impide la salida del país, no obstante que durante la etapa investigatoria no se
han dictado medidas coercitivas o restrictivas a su libertad; que se le dictó la
medida provisional de impedimento de salida del país pese a no encontrarse
regulada por el Código de Procedimientos Penales de 1940 pero sí en el Nuevo
Código Procesal Penal, no siendo aplicable en el expediente en referencia; que
la medida no puede durar más allá de lo que dura el proceso penal, y que se
debió motivar la resolución y respetar el principio de proporcionalidad.
2. Que, conforme obra en autos, a la favorecida se le abrió proceso penal por
la comisión del delito de defraudación en agravio del Estado.

566
CRITERIOS RELEVANTES DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

3. Que, a fojas 36, obra la resolución del 11 de julio de 2008 (Exp.


Nº 2005-0158-0-1506-JR-PE-02), por la que la favorecida es declarada reo
contumaz, pues pese a haber sido citada para que concurra a la diligencia de
lectura de sentencia, no han cumplido con apersonarse al juzgado. Se con-
cluye de ello que la medida de impedimento de salida del país se encuentra
vigente y que el proceso penal no ha fenecido.
4. Que la Constitución expresamente establece en el artículo 200, inciso 1, que
a través del hábeas corpus se protege tanto la libertad individual así como los
derechos conexos a ella; no obstante, no cualquier reclamo que alegue afec-
tación del derecho a la libertad individual o derechos conexos a ella puede
reputarse efectivamente como tal y merecer tutela, pues para ello es necesario
analizar previamente si tales actos denunciados vulneran el contenido consti-
tucionalmente protegido del derecho tutelado por el hábeas corpus.
5. Que en el presente caso se evidencia que la favorecida utiliza el proceso
constitucional de hábeas corpus para revertir una decisión emitida en un
proceso regular en el que no se ha presentado a la diligencia de lectura de
sentencia, pese a tener conocimiento del proceso conforme se aprecia del
expediente. Este tipo de pretensiones deben ser rechazadas, puesto que lo
que se pretende no incide en el contenido esencial del derecho a la libertad
individual, toda vez que el juez penal es el llamado a disponer el levanta-
miento y la renovación de la orden de captura.
6. Que respecto a la medida impuesta de impedimento de salida del país contra
la favorecida, esta se justifica tanto por su situación procesal de contumaz
como por las atribuciones que tienen los jueces para dictar las medidas caute-
lares que consideren para el logro de los fines del proceso; debiéndose tener
presente, además, que la resolución que la declaró contumaz y que ordenó
su captura para su conducción al juzgado tiene la condición de firme, al no
haber sido objeto de impugnación.
7. Que, por consiguiente, dado que el petitorio de la recurrente no está referido
al contenido constitucional protegido por el Tribunal Constitucional, resulta
de aplicación el artículo 5, inciso 1, del Código Procesal Constitucional, por
lo que la demanda debe desestimarse.
Por estas consideraciones, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que
le confiere la Constitución Política del Perú
RESUELVE
Declarar IMPROCEDENTE la demanda.
Publíquese y notifíquese.
MESÍA RAMÍREZ
BEAUMONT CALLIRGOS
ETO CRUZ

567
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

145. Detención domiciliaria: Como la forma más grave de


comparecencia restringida
El arresto domiciliario no es concebido como una forma simple
de comparecencia que no afecta en nada la libertad individual,
por el contrario, es la forma más grave de comparecencia res-
tringida que la norma procesal penal ha contemplado, porque
la intensidad de coerción personal que supone es de grado
inmediato inferior al de la detención preventiva.

Expediente Nº 04411-2008-PHC/TC
LIMA
ÓSCAR EMILIO FERNANDO BENAVIDES MORALES

SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL


En Lima, a los 15 días del mes de mayo de 2009, el Tribunal Constitucional,
en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los Magistrados
Vergara Gotelli, Mesía Ramírez, Landa Arroyo, Beaumont Callirgos, Calle
Hayen, Eto Cruz y Álvarez Miranda pronuncia la siguiente sentencia
ASUNTO:
Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Fernando Ugaz Ze-
garra, abogado de don Óscar Emilio Fernando Benavides Morales, contra la
sentencia expedida por la Cuarta Sala en lo Penal para Procesos Con Reos Libres
de la Corte Superior de Justicia de Lima, de fojas 184, su fecha 25 de julio de
2008, que declaró infundada la demanda de hábeas corpus de autos.
ANTECEDENTES:
(...)
FUNDAMENTOS:
1. El objeto de la demanda es que se declare la nulidad de la Resolución de
fecha 10 de febrero de 2006 y su ampliatoria de fecha 4 de diciembre del
mismo año, así como la Ejecutoria Suprema de fecha 10 de setiembre de
2007, y que en consecuencia se levante la medida cautelar de arresto do-
miciliario por vulnerar el derecho a la libertad personal del recurrente y la
debida motivación de las resoluciones judiciales.
2. El arresto domiciliario, de acuerdo a lo establecido en el artículo 143 del
Código Procesal Penal, es un supuesto de comparecencia restringida. Por con-
siguiente, el arresto domiciliario y la detención preventiva son instituciones

568
CRITERIOS RELEVANTES DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

procesales penales sustancialmente distintas puesto que responden a medidas


de diferente naturaleza jurídica. Sin embargo, este Tribunal ha señalado que
“(…) la obligación de permanecer, en forma vigilada, dentro del domicilio,
es, sin duda, también una limitación seria de la libertad locomotora, cuyo
dictado, por cierto, debe necesariamente justificarse, pues sucede que esta
constituye, entre las diversas fórmulas con las que se puede decretar la
comparecencia restrictiva en nuestro ordenamiento procesal penal, la más
grave” (Exp. Nº 1565-2002-HC/TC, caso Héctor Chumpitaz Gonzáles). En
la misma línea señaló en el quinto fundamento de la sentencia recaída en el
Expediente Nº 6201-2007-HC/TC, que “(…) esto no significa que el arresto
domiciliario sea concebido como una forma simple de comparecencia que no
afecta en nada la libertad individual, por el contrario, es la forma más grave
de comparecencia restringida que la norma procesal penal ha contemplado
porque la intensidad de coerción personal que supone es de grado inmediato
inferior al de la detención preventiva”.
3. En los fundamentos 10 y 11 de la sentencia recaída en el Expediente Nº 4989-
2006-HC/TC, este Tribunal señaló que: “La necesidad de que las resoluciones
judiciales sean motivadas es un principio que informa el ejercicio de la fun-
ción jurisdiccional y, al mismo tiempo, es un derecho constitucional de los
justiciables. Mediante ella [la motivación], por un lado, se garantiza que la
administración de justicia se lleve a cabo de conformidad con la Constitución
y las leyes (artículos 45 y 138 de la Constitución) y, por otro lado, que los
justiciables puedan ejercer de manera efectiva su derecho de defensa”. Y,
“En efecto, uno de los contenidos del derecho al debido proceso es el dere-
cho de obtener de los órganos judiciales una respuesta razonada, motivada
y congruente con las pretensiones oportunamente deducidas por las partes
en cualquier clase de procesos. La exigencia de que las decisiones judiciales
sean motivadas en proporción a los términos del inciso 5) del artículo 139 de
la Norma Fundamental, garantiza que los jueces, cualquiera sea la instancia
a la que pertenezcan, expresen la argumentación jurídica que los ha llevado
a decidir una controversia, asegurando que el ejercicio de la potestad de
administrar justicia se haga con sujeción a la Constitución y a la ley; pero
también con la finalidad de facilitar un adecuado ejercicio del derecho de
defensa de los justiciables. En suma, garantiza que el razonamiento empleado
guarde relación y sea suficiente y proporcionado con los hechos que al juez
penal corresponde resolver”.
4. Revisados los documentos que obran en autos y los argumentos de defensa
del recurrente este Tribunal considera que la demanda debe desestimarse
por las siguientes consideraciones:
a) Se aprecia que el recurrente cumplió un mandato de detención preventiva
por el periodo de 36 meses en el proceso penal seguido en su contra por

569
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

los delitos de colusión y asociación ilícita para delinquir (Exp. Nº 23-2002);


ante lo cual la Sala Penal Especial de Vacaciones de la Corte Superior
de Justicia de Lima, mediante resolución de fecha 10 de febrero de 2006
(fojas 44), dispuso la inmediata excarcelación del recurrente y le impuso
mandato de comparecencia con la medida de arresto domiciliario; asi-
mismo, se le dictó mandato de impedimento de salida del país.
b) La resolución señalada en el párrafo anterior fue impugnada por el recu-
rrente, lo que originó que con fecha 4 de diciembre de 2006 (fojas 52) se
expidiera una resolución ampliatoria en la que se motivó el mandato de
comparecencia con arresto domiciliario decretado contra el recurrente.
c) Por resolución de fecha 10 de setiembre de 2007, la Sala Penal Transitoria
de la Corte Superior de Justicia de Lima (fojas 39) declaró no haber nu-
lidad en la resolución de fecha 10 de febrero de 2006 y su ampliatoria de
fecha 4 de diciembre de 2006, que fueron materia de recurso de nulidad
por parte del recurrente.
d) Como se observa el recurrente ha ejercido su derecho de defensa al haber
impugnado las resoluciones cuestionadas en este proceso constitucional,
incluso como se señala en el literal b) la resolución de fecha 10 de febrero
de 2006 fue materia de control respecto a la motivación para imponer
arresto domiciliario al recurrente. Por tales motivos el Tribunal Constitu-
cional considera que no ha existido arbitrariedad al momento de dictarse
el mandato de comparecencia con detención domiciliaria en contra del
recurrente, pues ha sido expedido de conformidad con la norma procesal de
la materia por haberse cumplido el plazo máximo de detención preventiva;
asimismo el mandato contiene los fundamentos de hecho y de derecho que
lo sustentan y se ajusta a los lineamientos del debido proceso.
5. En consecuencia es de aplicación, a contrario sensu, el artículo 2 del Código
Procesal Constitucional.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le
confiere la Constitución Política del Perú
HA RESUELTO
Declarar INFUNDADA la demanda de hábeas corpus.
Publíquese y notifíquese.
S.S.
VERGARA GOTELLI
MESÍA RAMÍREZ
LANDA ARROYO
BEAUMONT CALLIRGOS
CALLE HAYEN
ETO CRUZ
ÁLVAREZ MIRANDA

570
CRITERIOS RELEVANTES DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

146. Detención domiciliaria: Falta de firmeza en resolución


cuestionada
El agente alega que la comparecencia restringida con arresto
domiciliario dictada no le permite ejercer las acciones propias
de su profesión, afectando todo ello sus derechos a la libertad
individual, de defensa y libertad de tránsito, entre otros. Y si bien
vía el hábeas corpus se puede analizar el fondo de la resolución
judicial y su confirmatoria que impusieron la medida de arresto
domiciliario al actor, ello no es posible si de los actuados y de-
más instrumentales que corren en autos no se acredita que la
resolución judicial cuestionada cumpla el requisito de firmeza
exigido en los procesos de la libertad.

Expediente Nº 02474-2009-PHC/TC
AMAZONAS
JOSÉ LUIS NOVOA FLORES

RESOLUCIÓN DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL


Lima, 6 de julio de 2009
VISTO
El recurso de agravio constitucional interpuesto por don José Luis Novoa
Flores contra la sentencia de la Sala Mixta Descentralizada de la Provincia de
Utcubamba de la Corte Superior de Justicia de Amazonas, de fojas 1662, su
fecha 27 de febrero de 2009, que declaró infundada la demanda de autos; y,
ATENDIENDO A:
1. Que con fecha 19 de mayo de 2006 el recurrente interpone demanda de hábeas
corpus contra los integrantes de la Sala Mixta Descentralizada de Utcubamba
de la Corte Superior de Justicia de Amazonas, vocales Saavedra Vargas y
Fernández Jeri, con el objeto de que se declare la nulidad de la Resolución de
fecha 28 de abril de 2006, que revocando la comparencia restringida dictada
en su contra, le impuso la medida cautelar provisional de comparecencia
restringida con detención domiciliaria, en la instrucción que se le sigue por el
delito de malversación de fondos (Expediente Nº  2005-046-010107-JP-01).
Al respecto refiere que la cuestionada resolución contiene, una decisión
“totalmente desproporcionada toda vez que del proceso penal está demos-
trado en exceso las características de su conducta procesal”, esto es, el haber

571
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

cumplido estrictamente con las normas y el mandato judicial de comparencia


restringida. Afirma que no existe razón que haga dudar a los emplazados de
su sometimiento al proceso, tanto es así que respecto de los fundamentos del
cuestionado pronunciamiento judicial no se presenta medio probatorio en
contrario. Agrega que la comparencia restringida con arresto domiciliario no
le permite ejercer las acciones propias de su profesión, afectando todo ello sus
derechos a la libertad individual, de defensa y libertad de tránsito, entre otros.
2. Que la Constitución establece expresamente en su artículo 200, inciso 1,
que el hábeas corpus procede cuando se vulnera o amenaza la libertad
individual o los derechos constitucionales conexos a este. De otro lado el
Código Procesal Constitucional establece en su artículo 4 que el proceso
constitucional de hábeas Corpus procede cuando una resolución judicial
firme vulnera en forma manifiesta la libertad personal y la tutela procesal
efectiva; por lo tanto no procede cuando dentro del procedimiento que dio
origen a la resolución que se cuestiona, no se han agotado los recursos que
otorga la ley para impugnarla o cuando habiéndola apelado, esté pendiente
de pronunciamiento judicial dicha apelación.
3. Que si bien este Tribunal en casos similares al de autos, vía el hábeas corpus
ha ingresado al análisis del fondo de la resolución judicial y su confirmatoria
que impusieron la medida de arresto domiciliario al actor (por ejemplo en la
sentencia recaída en Expediente Nº 04411-2008-PHC/TC, entre otras), en el
presente caso, de los actuados y demás instrumentales que corren en autos
no se acredita que la resolución judicial cuestionada (fojas 1415) cumpla el
requisito de firmeza exigido en los procesos de la libertad, esto es, que se
hayan agotado los recursos que otorga la ley para impugnar la resolución
judicial que agravaría los derechos reclamados [Cfr. STC 4107-2004-HC/
TC, caso Leonel Richie Villar de la Cruz]. Por consiguiente, la reclamación
de autos en sede constitucional resulta improcedente.
Por estas consideraciones, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que
le confiere la Constitución Política del Perú,
RESUELVE
Declarar IMPROCEDENTE la demanda de hábeas corpus de autos.
Publíquese y notifíquese.
S.S.
LANDA ARROYO
CALLE HAYEN
ÁLVAREZ MIRANDA

572
CRITERIOS RELEVANTES DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

147. Detención domiciliaria: Valor a los efectos del des-


cuento de la pena aplicada
Si bien el Tribunal Constitucional no puede asumir atribuciones
que son propias del Parlamento para darle un valor numérico
a los días de arresto domiciliario, también es verdad que este
no puede dejar de administrar justicia más aún si se encuentra
ante una situación irrazonable y desproporcionada como la que
afecta al beneficiario a consecuencia de la actuación legalista
del ente administrativo penitenciario. Es el contenido de la
propia Constitución, en consecuencia, la que da respuesta a
este problema dado su fuerza normativa y carácter fundante
y fundamentador del ordenamiento jurídico y la que respalda
a este Colegiado para que estime la demanda, ya que de lo
contrario estaríamos validando la arbitrariedad que supone
no reconocer valor alguno a los días que el beneficiario sufrió
bajo arresto domiciliario.

Expediente Nº 6201-2007-PHC/TC
LIMA
MOISÉS WOLFENSON WOLOCH

SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL


En Lima, a los 10 días del mes de marzo de 2008 (Fecha de Vista: 18 de
diciembre de 2007), el Pleno del Tribunal Constitucional, con la asistencia
de los magistrados Landa Arroyo; Presidente; Mesía Ramírez, Vicepresiden-
te; Vergara Gotelli, Beaumont Callirgos, Calle Hayen, Eto Cruz y Álvarez
Miranda, pronuncia la siguiente sentencia, con el fundamento de voto de
los magistrados Calle Hayen, Eto Cruz y con los votos singulares de los
magistrados Landa Arroyo y Beaumont Callirgos que se adjuntan
ASUNTO:
Recurso de agravio constitucional interpuesto por José Humberto Abanto
Verástegui, abogado de Ángel Alvarado Rabanal, contra la sentencia de la Sala
Penal Permanente de la Corte Superior de Justicia de Huaura, de fojas 348, su
fecha 19 de noviembre de 2007, que declara infundada la demanda de hábeas
corpus de autos.

573
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

ANTECEDENTES:
(...)
FUNDAMENTOS
§. Petitorio
El beneficiario solicita al Tribunal Constitucional ordene su excarcelación
por haber cumplido en exceso su condena de cuatro años de pena privativa de
libertad (equivalente a 1460 días) impuesta por la Primera Sala Penal Transitoria
de la Corte Suprema de Justicia de la República.
§. Planteamiento del problema: ¿Los días de arresto domiciliario tienen
valor? ¿Deben ser abonados al cómputo de la pena?
El beneficiario considera que los días que sufrió bajo detención domiciliaria
tienen valor porque suponen una restricción a la libertad individual y que si
estos son sumados conjuntamente con el total de días de prisión efectiva más
los de redención por trabajo, su condena ya se cumplió. Por tanto, para que este
Colegiado pueda estimar o desestimar la demanda deberá verificar si efectiva-
mente se ha producido ese cumplimiento de condena en exceso como alega el
beneficiario y, esto pasa por determinar, preliminarmente, si es válido en términos
constitucionales abonar los días de arresto domiciliario al cómputo de la pena, es
decir, pasa por determinar si los días de arresto domiciliario tienen algún valor.
El arresto domiciliario, de acuerdo a lo establecido por el artículo 143 del
Código Procesal Penal (Decreto Legislativo Nº 638), es una modalidad del
mandato de comparecencia (medida cautelar de naturaleza personal) que el juez
dicta cuando no corresponde la detención preventiva.
Por tanto, el arresto domiciliario no puede ser entendido como un sustituto
o símil de la detención preventiva, más aún si difieren en su incidencia sobre el
derecho fundamental a la libertad personal; y ello porque el ius ambulandi se
ejerce con mayores alcances, no existe la aflicción psicológica que caracteriza
a la reclusión, no se pierde la relación con el núcleo familiar y amical, en deter-
minados casos, se continúa ejerciendo total o parcialmente el empleo, se sigue
gozando de múltiples beneficios (de mayor o menor importancia) que serían
ilusorios bajo el régimen de disciplina de un establecimiento penitenciario, y, en
buena cuenta, porque el hogar no es la cárcel (Expediente Nº 0019-2005-PI/TC,
caso más del 25% del número legal de miembros del Congreso de la República).
Sin embargo, esto no significa que el arresto domiciliario sea concebido
como una forma simple de comparecencia que no afecta en nada la libertad
individual, por el contrario, es la forma más grave de comparecencia restringida

574
CRITERIOS RELEVANTES DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

que la norma procesal penal ha contemplado porque la intensidad de coerción


personal que supone es de grado inmediato inferior al de la detención preventiva.
En la misma línea, este Tribunal ha señalado que:
“(…) la obligación de permanecer, en forma vigilada, dentro del domicilio,
es, sin duda, también una limitación seria de la libertad locomotora, cuyo
dictado, por cierto, debe necesariamente justificarse, pues sucede que esta
constituye, entre las diversas fórmulas con las que se puede decretar la com-
parecencia restrictiva en nuestro ordenamiento procesal penal, la más grave”
(Expediente Nº 1565-2002-HC/TC, caso Héctor Chumpitaz Gonzáles).
Y si se quiere seguir argumentado a favor de entender el arresto domicilia-
rio como una forma de restringir la libertad individual, cabe recordar la STC
Nº 2663-2003-HC/TC, caso Eleobina Mabel Aponte Chuquihuanca, donde este
Tribunal delineó la tipología de hábeas corpus y admitió su procedencia cuando
se producen ciertas situaciones que suponen una perturbación en el libre ejercicio
de la libertad individual, tales como el establecimiento de rejas, seguimientos
injustificados de autoridad incompetente, citaciones policiales reiteradas, vi-
gilancia al domicilio (hábeas corpus restringido). Por tanto, si este Colegiado
ha entendido que estos hechos son capaces de restringir la libertad individual,
¿cómo no puede producir dicho efecto el arresto domiciliario?
Entonces, teniendo en cuenta a) que la detención domiciliaria es una medida
cautelar que le sigue en grado de intensidad a la detención preventiva; b) que su
dictado supone una restricción de la libertad individual; y, c) que el artículo 47
del Código Penal contempla la posibilidad de abonar al cómputo del quantum
condenatorio, además de la detención preventiva, la pena multa o limitativa de
derechos; resulta, por tanto, razonable y constitucionalmente válido que los días,
meses o años de arresto en domicilio, a pesar de no existir previsión legal que
contemple este supuesto, sean considerados por el juez a efectos de reducir la
extensión de la pena, o dicho en otros términos, para abonar al cómputo de la
pena y contribuir al cumplimiento de la condena.
Es imposible aceptar entonces, si nos ubicamos en el contenido mismo de
la Constitución, que apoyado en el principio de dignidad humana le concede el
derecho de libertad individual a las personas, que los días de arresto domiciliario
carezcan de valor. Lo contrario significaría caer en un positivismo puro que no
se condice con la Constitución, que es una norma fundamental insuflada de va-
lores y principios, que niega una interpretación restrictiva de su texto normativo
y que contempla la interposición del hábeas corpus no solo frente actos, sino
también ante omisiones de cualquier autoridad, funcionario o persona que violan
la libertad individual (en el caso de autos, omisión inadmisible del legislador).

575
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

§. Análisis del caso concreto


Resuelta la problemática descrita, le queda al Tribunal verificar si efecti-
vamente se ha producido ese cumplimiento de condena en exceso que alega el
beneficiario.
No obstante, antes de entrar al análisis concreto del caso creemos que es
necesario recordar que el favorecido estuvo vinculado a actos de corrupción
contrarios al cuadro de principios y valores que inspiran nuestra Constitución y
que la sociedad reprocha. Sin embargo, ello no constituye razón suficiente para
que este Colegiado asuma una posición renuente a otorgar tutela, más aún, si
es que podrían existir elementos que conlleven a ubicarnos ante la presencia
de un ejercicio irregular de atribuciones por parte de la autoridad competente
que vulneran o amenazan derechos fundamentales reconocidos en la norma
constitucional. Una situación como la planteada en autos, donde podría estar
en juego y cuestionamiento el valor justicia, es la que sirve para medir en su
real dimensión y eficacia al Estado Democrático y Constitucional de Derecho
asentado sobre la base de la dignidad de la persona.
Ahora bien, es cierto que el Congreso de la República publicó la Ley
Nº 28568 modificando el artículo 47 del Código Penal y permitiendo que el
tiempo de arresto domiciliario se abonara al cómputo de la pena privativa de
libertad a razón de un día de pena por cada día de arresto. También es cierto que
este Colegiado declaró la inconstitucionalidad de dicha norma por las razones
constitucionales vertidas en su sentencia recaída en el Expediente Nº 0019-2005-
PI/TC. Sin embargo, ante la expulsión de la ley del ordenamiento jurídico que
supone una declaratoria de inconstitucionalidad como la señalada y la necesidad
social de regular el arresto domiciliario y el valor que tiene cada día sufrido bajo
esa condición a efectos de abonarlos al cómputo de la pena; cabe reconocer que
el legislador ha incurrido en la omisión de normar una realidad como la descrita,
pero no cabe admitir que esta situación constituye justificación suficiente para
que un juez constitucional, que tiene que velar por la protección y defensa de los
derechos fundamentales de la persona, deje de administrar justicia (artículo 139
inciso 8 de la Constitución). Si la ley no ha previsto un hecho violatorio de la
libertad individual, la solución está en la Constitución que es autosuficiente para
dar respuesta a todas las posibles afectaciones de los derechos fundamentales.
En el caso de autos se evidencia del expediente:
- Respecto a la condena impuesta en contra del beneficiario por la Primera Sala
Penal Transitoria de la Corte Suprema de Justicia de la República (4 años
de pena privativa de libertad equivalentes a 1460 días) y su cumplimiento
con carcelería efectiva: i) que a la fecha de interposición de la demanda el

576
CRITERIOS RELEVANTES DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

favorecido ha cumplido 901 días de prisión efectiva; ii) que desde el 6 de


agosto de 2007 al momento en que se está resolviendo esta causa han transcu-
rrido 217 días más de prisión efectiva que el beneficiario viene cumpliendo;
iii) que de acuerdo al informe emitido el 26 de junio de 2007 por el Instituto
Nacional Penitenciario y que obra a f. 31, el favorecido ha redimido su
pena por trabajo a razón de 134 días de prisión efectiva (aunque sobre este
cómputo no existe resolución judicial en el expediente que lo convalide).
- Respecto a las medidas preventivas tomadas por el órgano jurisdiccional al
momento de iniciar el proceso penal en contra del favorecido con el objeto de
asegurar su curso y finalización normal: i) que el beneficiario fue sometido a
detención domiciliaria, la misma que se cumplió en el periodo comprendido
entre el 24 de mayo de 2002 y el 26 de enero de 2005, haciendo un total de
977 días.
En tal sentido, teniendo en cuenta que el beneficiario fue condenado a 4
años de pena privativa de libertad por la comisión del delito de peculado; que
ha cumplido más de 3 años de prisión efectiva; que ha redimido su pena por
trabajo y que ha sufrido más de 2 años de arresto domiciliario, el Tribunal lle-
ga a la conclusión luego de un análisis de los hechos en su conjunto (criterio
utilizado por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos en su Sentencia del 6
de diciembre de 1988 – caso Barberá Messegué y Jabardo contra España y que
este Colegiado hace suyo para la resolución de la controversia bajo análisis) que
se ha producido efectivamente un cumplimiento de condena en exceso como
sostiene el favorecido.
Por tanto, si bien es verdad que no hay previsión legal que permita actuar en
el presente caso y que el Tribunal Constitucional no puede asumir atribuciones
que son propias del Parlamento para darle un valor numérico a los días de arresto
domiciliario, también es verdad que este Colegiado no puede dejar de administrar
justicia, más aún si se encuentra ante una situación irrazonable y desproporcio-
nada como la que afecta al beneficiario a consecuencia de la actuación legalista
del ente administrativo penitenciario. Es el contenido de la propia Constitución,
en consecuencia, la que da respuesta a este problema dado su fuerza normativa y
carácter fundante y fundamentador del ordenamiento jurídico y la que respalda
a este Colegiado para que estime la demanda, ya que de lo contrario estaríamos
validando la arbitrariedad que supone no reconocer valor alguno a los días que
el beneficiario sufrió bajo arresto domiciliario.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en uso de las atribuciones
que le confieren la Constitución Política del Perú,

577
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

HA RESUELTO
Declarar FUNDADA la presente demanda de hábeas corpus. En consecuen-
cia, el beneficiario deberá ser puesto en libertad de manera inmediata.
EXHORTAR al Congreso de la República para que en el menor tiempo que
suponga el proceso legislativo previsto por la Constitución, expida una ley que
regule la fórmula matemática a aplicarse con ocasión de abonar la detención
domiciliaria al cómputo de la pena y evite la violación de los derechos funda-
mentales de todas aquellas personas que podrían verse inmersas en una situación
como la planteada en este caso.
Publíquese y notifíquese.
S.S.
MESÍA RAMÍREZ
VERGARA GOTELLI
ETO CRUZ
CALLE HAYEN
ÁLVAREZ MIRANDA

578
CRITERIOS RELEVANTES DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

148. Detención domiciliaria: Medida de lanzamiento del


inmueble no puede cuestionarse vía hábeas corpus
Si bien el agente sujeto a arresto domiciliario alega que se ha
dispuesto su lanzamiento (como consecuencia de un proceso
por desalojo en el que fue vencido) sin ejecutarse las medidas
pertinentes ante dicha situación, ya que no se ha comunicado
al órgano judicial que lo instruye de la medida; lo que subyace
es una supuesta afectación al derecho de posesión, lo que no
agravia el derecho a la libertad personal, por lo que es impro-
cedente la demanda de hábeas corpus.

Expediente Nº 02699-2008-PHC/TC
LIMA
EDWARD LÓPEZ TAFUR

RESOLUCIÓN DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL


Lima, 11 de julio de 2008

VISTO:
El recurso de agravio constitucional interpuesto por don Edward López Tafur
contra la sentencia de la Segunda Sala Especializada en lo Penal para Procesos
con Reos Libres de la Corte Superior de Justicia de Lima, de fojas 115, su fecha
24 de enero de 2008, que declara infundada la demanda de autos; y,
ATENDIENDO A:
1. Que con fecha 13 de setiembre de 2007 el recurrente interpone demanda de
hábeas corpus contra la juez del Quincuagésimo Quinto Juzgado Especiali-
zado en lo Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, doña Silvia Patri-
cia Llaque Napa, acusando la violación a sus derechos al debido proceso y
tutela procesal efectiva. Alega que en el proceso que se le sigue por el delito
de peculado ante la Cuarta Sala Penal Especial de Lima se ha dispuesto su
arresto domiciliario en el inmueble ubicado en la Manzana Q, Lote 17 de
la Urbanización Rosario de Villa en el distrito de Chorrillos, sin embargo la
emplazada ha dispuesto [su lanzamiento] (como consecuencia del proceso
por desalojo en el que fue vencido, Expediente Nº 60596-2004) sin ejecu-
tar las medidas pertinentes ante dicha situación ya que no ha comunicado

579
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

al órgano judicial que lo instruye de citada medida, configurándose de ese


modo la violación a sus derechos.
2. Que la Constitución establece expresamente en el artículo 200, inciso 1,
que a través del hábeas corpus se protege la libertad individual así como los
derechos conexos a ella. No obstante, no cualquier reclamo que alegue la
presunta afectación del derecho a la libertad individual o derechos conexos,
puede dar lugar a la interposición de una demanda de hábeas corpus, pues
para ello debe analizarse previamente si los hechos reclamados afectan el
contenido constitucionalmente protegido de los derechos invocados.
3. Que en presente caso este Colegiado advierte que lo que subyace a la presente
demanda es una supuesta afectación al derecho de posesión del recurrente
respecto al bien inmueble en donde cumplía su arresto domiciliario y la pre-
tensión de que se reponga las cosas al estado anterior del lanzamiento judicial
ejecutado como consecuencia de un proceso civil de desalojo, alegándose
que la emplazada no debió lanzarlo sin comunicar al órgano judicial que lo
instruye; y es que la medida que se cuestiona (el lanzamiento) no agravia su
derecho a la libertad personal, en los términos que se acusan en los hechos
de la demanda, pudiendo el demandante, si así lo pretende, articular los
mecanismos legales pertinentes al interior del proceso penal que se le sigue
a fin de que se señale y disponga su arresto domiciliario en un determinado
predio.
4. Que por consiguiente, resulta de aplicación la causal de improcedencia con-
tenida en el artículo 5, inciso 1, del Código Procesal Constitucional, toda
vez que los hechos y el petitorio de la demanda no se encuentran referidos
en forma directa al contenido constitucionalmente protegido del derecho a
la libertad personal.
Por estas consideraciones, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que
le confiere la Constitución Política del Perú
RESUELVE
Declarar IMPROCEDENTE la demanda.
Publíquese y notifíquese.
S.S.
VERGARA GOTELLI
LANDA ARROYO
ÁLVAREZ MIRANDA

580
CRITERIOS RELEVANTES DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

149. Internamiento preventivo: No finalización por dársele


de alta al agente sin mediar resolución judicial
Si la medida de internamiento preventivo de agente en un
nosocomio se ha efectuado en virtud de un mandato judicial,
entonces incluso decretada el alta del paciente, el director del
nosocomio no puede disponer el término del internamiento. En
tal sentido, si no ha quedado sin efecto la resolución judicial
que dispone el internamiento del favorecido, la demanda de
hábeas corpus debe ser desestimada.

Expediente Nº 03755-2008-PHC/TC
LIMA
CÉSAR MANUEL MANRIQUE ANTAYHUA

SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL


En Lima, a los 17 días del mes de setiembre de 2009, el Pleno del Tribu-
nal Constitucional, integrado por los magistrados Vergara Gotelli, Mesía
Ramírez, Landa Arroyo, Beaumont Callirgos, Calle Hayen, Eto Cruz y Ál-
varez Miranda, pronuncia la siguiente sentencia
ASUNTO
Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Justino Manrique
Luján contra la sentencia expedida por la Sexta Sala Penal para Procesos con
Reos Libres de la Corte Superior de Justicia de Lima, de fojas 121, su fecha 4
de junio de 2008, que declaró improcedente la demanda de autos.
ANTECEDENTES:
(...)
FUNDAMENTOS
1. La demanda de hábeas corpus que da inicio al presente proceso constitucional
tiene por objeto que se deje sin efecto el internamiento del favorecido en
el hospital Hermilio Valdizán, el cual se habría producido en virtud de un
mandato judicial expedido por el Octavo Juzgado Penal de Lima Norte. Alega
el recurrente que el médico tratante ya ha declarado el alta del paciente.
2. A través de una evaluación de los autos se advierte que en el proceso Nº 2006-
1391 seguido contra el favorecido ante el Octavo Juzgado Penal de la Corte
Superior de Justicia de Lima Norte por la presunta comisión de delito de
lesiones seguidas de muerte, con fecha 20 de abril de 2007, en virtud de la

581
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

evaluación psiquiátrica practicada al procesado –la que concluyó que padecía


de esquizofrenia paranoide crónica– se dictó la variación del mandato de
detención y se dispuso su internamiento preventivo en el Hospital Hermilio
Valdizán (fojas 66). Asimismo, con fecha 6 de junio de 2007 el referido
Juzgado penal emitió sentencia (a fojas 71) declarando exento de pena al
procesado e imponiéndole medida de seguridad de internación en el referido
nosocomio por el lapso de seis años.
3. De lo expuesto se desprende que la internación del favorecido se ha efectuado
en virtud de un mandato judicial, concretamente una medida de seguridad de
internamiento, por lo que incluso decretada el alta del paciente el Director
del Nosocomio, que ha sido emplazado, no puede disponer el término del
internamiento.
4. Asimismo cabe señalar que a fojas 5 de autos consta la copia de la resolu-
ción expedida por la Sala Primera Penal para Procesos con Reos en Cárcel
de la Corte Superior de Justicia de Lima Norte, adjuntada por el propio
accionante, que declarando fundada en segunda instancia una demanda de
hábeas corpus, anula lo actuado en dicho proceso penal desde el 31 de mayo
de 2007 y dispone que la causa sea remitida a la mesa de partes a fin de que
sea asignada a otro juzgado. Sin embargo, ello no comportaría la nulidad de
la resolución que, variando la medida de detención, dispuso el internamiento
del favorecido en el Hospital Hermilio Valdizán, a la cual, por la fecha en que
fue expedida, no le alcanza la nulidad de actuados dispuesta en la sentencia
que estima la referida demanda de hábeas corpus. En tal sentido, no habiendo
quedado sin efecto la resolución judicial que dispone el internamiento del
favorecido, la demanda debe ser desestimada.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le
confiere la Constitución Política del Perú
HA RESUELTO
Declarar INFUNDADA la demanda porque no se ha acreditado la lesión
del derecho a la libertad individual.
Publíquese y notifíquese.
S.S.
VERGARA GOTELLI
MESÍA RAMÍREZ
LANDA ARROYO
BEAUMONT CALLIRGOS
CALLE HAYEN
ETO CRUZ
ÁLVAREZ MIRANDA

582
CRITERIOS RELEVANTES DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

150. Internamiento preventivo: Inconstitucionalidad de


aplicación a menor de edad en local alejado del domi-
cilio y familia
La medida de internamiento es la medida más severa que se le
puede aplicar a un adolescente que se le imputa la comisión
de una infracción penal, motivo por el cual su aplicación debe
tener un carácter excepcional, en virtud de que se encuentra
limitada por el derecho a la presunción de inocencia, así como
por los principios de necesidad y proporcionalidad. Luego,
ordenar el internamiento de un niño, niña o adolescente en
un centro especializado, alejado de su domicilio y lejos de su
familia, no solo viola el artículo 4 de la Constitución, sino que
afecta el propio objeto y propósito de la Convención sobre los
Derechos del Niño.

Expediente Nº 03386-2009-PHC/TC
LA LIBERTAD
SANTOS EULALIA ARMAS MEDINA
A FAVOR DE E.M.C.A.

SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL


En Lima, a los 13 días del mes de agosto de 2009, la Sala Segunda del Tribu-
nal Constitucional, integrada por los magistrados Mesía Ramírez, Beaumont
Callirgos y Eto Cruz, pronuncia la siguiente sentencia

ASUNTO
Recurso de agravio constitucional interpuesto por doña Santos Eulalia Armas
Medina, en representación de su hija adolescente E.M.C.A., contra la resolu-
ción emitida por la Segunda Sala Penal de Apelaciones de la Corte Superior de
Justicia de La Libertad, de fojas 146, su fecha 13 de mayo de 2009, que declaró
improcedente la demanda de autos; y,
ANTECEDENTES:
Con fecha 23 de abril de 2009, la demandante interpone demanda de há-
beas corpus a favor su hija adolescente E.M.C.A., contra el juez del Juzgado
Mixto del Módulo Básico de Justicia del Distrito La Esperanza, Provincia

583
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

de Trujillo, Región La Libertad, don Javier Lara Ortiz, por vulneración de


sus derechos al debido proceso, a la tutela procesal efectiva y de defensa
(fojas 13 a 15).
Refiere que mediante la resolución judicial Nº 1 del 11 de abril de 2009 (fojas
6 a 7), el juez demandado dispone la medida socioeducativa de internamiento
preventivo contra E.M.C.A. por su presunta autoría en el robo de un vehículo
de taxi, lo cual constituye en una infracción penal contra el patrimonio en la
modalidad de robo agravado (fojas 7). Tomando como base lo establecido en los
artículos 208 y 209 del Código de los Niños y Adolescentes, el juez determinó
que el internamiento preventivo sea cumplido en la ciudad de Lima (fojas 7).
Esta medida fue confirmada por la Primera Sala Superior Especializada en lo
Civil de la Corte Superior de Justicia de La Libertad (fojas 9 a 11), mediante
resolución del 17 de abril de 2009.
Sostiene la demandante que la referida resolución ha sido emitida sin tomar
en cuenta que su hija es una adolescente de catorce años de edad, estudiante del
tercer año de secundaria, sin antecedentes policiales, penales y judiciales, y que
tiene domicilio conocido en la ciudad de Trujillo. De forma complementaria,
afirma que su hija abordó el taxi sin saber que este era robado cuando fue inter-
venida por la Policía Nacional (fojas 14). A su vez, denuncia que al momento
de presentar la demanda de hábeas corpus, habían transcurrido doce días sin
que se haya tomado las declaraciones de su hija ni de ella como madre (fojas
14), por lo que demanda la nulidad de la resolución judicial Nº 1 que ordena su
internamiento y la puesta en libertad de su hija.
El 28 de abril de 2009, el Cuarto Juzgado Penal de Investigación Preparatoria
de Trujillo declara improcedente la demanda (fojas 110 a 114) por considerar
que la pretensión de doña Armas Medina implica la realización de actos de
investigación que le corresponden al juez penal, lo cual no es susceptible de
realizar en un proceso de hábeas corpus (fojas 113).
Esta decisión es confirmada por la Segunda Sala Penal de Apelaciones de
la Corte Superior de Justicia de La Libertad mediante resolución del 13 de
mayo de 2009 (fojas 146 a 149), afirmando que no se advierte una violación al
debido proceso por parte del juez penal y que se ha tomado en cuenta el interés
superior del niño en todas las etapas del procedimiento (fojas 148). En el recur-
so de agravio constitucional (fojas 155 a 157), la demandante se ratifica en el
contenido de su demanda.

584
CRITERIOS RELEVANTES DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

FUNDAMENTOS
§1. Delimitación de la controversia
1. De acuerdo con los hechos que han quedado expuestos en los anteceden-
tes, en el presente caso la controversia exige determinar si lo actuado por
la Primera Sala Superior Especializada en lo Civil de la Corte Superior de
Justicia de La Libertad, al confirmar la medida de internamiento preventivo
de la adolescente por robo agravado, estuvo de acuerdo con los derechos a la
tutela procesal efectiva y de defensa reconocidos en los incisos 3) y 14) del
artículo 139 de la Constitución y con el Código de los Niños y Adolescentes,
especialmente en lo dispuesto en el artículo 212, relativo a la práctica de las
diligencias judiciales.
2. De forma complementaria, este Tribunal Constitucional estima necesario
analizar si la decisión del juez de disponer que la adolescente cumpla con
la medida de internamiento preventivo en el Centro Juvenil Santa Margarita
de la ciudad de Lima, cuando está demostrado que tiene su domicilio en la
ciudad de Trujillo, está acorde con la doctrina de protección integral y del
interés superior del niño reconocido en el artículo 4 de la Constitución y la
Convención sobre los Derechos del Niño(1).
3. Si bien esto no ha sido solicitado por la demandante, este Tribunal puede
pronunciarse sobre este aspecto en virtud del principio de suplencia de queja,
el cual se encuentra implícito en nuestro derecho procesal constitucional por
medio de los artículos II y VIII del Título Preliminar del Código Procesal
Constitucional. A través de la suplencia de la queja, este Colegiado puede
efectuar correcciones sobre el error o la omisión en la que incurre el deman-
dante en el planteamiento de sus pretensiones, tanto al inicio del proceso
como en su decurso.
Por lo tanto, este Tribunal deberá analizar el contenido del artículo 211 del
Código de los Niños y Adolescentes y determinar si su aplicación cons-
tituye en una violación al inciso 17) del artículo 25 del Código Procesal
Constitucional, referido al derecho del detenido o recluso a no ser objeto de
un tratamiento carente de razonabilidad y proporcionalidad, respecto de la

(1) Convención adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en la Resolución 44/25
del 20 de noviembre de 1989. Ratificada por el Perú mediante Resolución Legislativa Nº 25278
del 3 de agosto de 1990.

585
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

forma y condiciones en que cumple el mandato de detención o la pena, lo


cual constituye en un hábeas corpus correctivo.

§2. El debido proceso y el derecho a la tutela procesal efectiva


4. La Constitución establece expresamente en el artículo 200, inciso 1) que
a través del hábeas corpus se protege tanto la libertad individual como los
derechos conexos a ella. No obstante, no cualquier reclamo que alegue
afectación del derecho a la libertad individual o derechos conexos puede
reputarse efectivamente como tal y ser objeto de protección, pues para ello
es necesario analizar previamente si tales actos denunciados vulneran el
contenido constitucionalmente protegido del derecho tutelado por el hábeas
corpus.
5. El artículo 25 del Código Procesal Constitucional establece que también
procede el hábeas corpus en defensa de los derechos constitucionales conexos
a la libertad individual, especialmente cuando se trata del debido proceso y
la tutela procesal efectiva. En tal sentido, es posible inferir que el presente
proceso constitucional procede siempre y cuando el hecho cuestionado incida
sobre la libertad individual, o sobre algún derecho conexo a ella, esto es,
cuya vulneración repercuta sobre la referida libertad.
6. El derecho a la tutela procesal efectiva se encuentra reconocido en el artículo
139, inciso 3) de la Constitución. Como este Tribunal ha establecido an-
teriormente, si bien la tutela procesal efectiva aparece como principio y
derecho de la función jurisdiccional , es claro que se trata de un derecho
constitucional que en su vertiente subjetiva supone, en términos generales
un derecho a favor de toda persona para: (i) acceder de manera directa o a
través de representante ante los órganos judiciales; (ii) ejercer sin ninguna
interferencia los recursos y medios de defensa que franquea la ley; (iii)
obtener una decisión razonablemente fundada en derecho; y (iv) exigir la
plena ejecución de la resolución de fondo obtenida.
A su vez, el artículo 4 del Código Procesal Constitucional entiende por
tutela procesal efectiva aquella situación jurídica de una persona en la que
se respetan, de modo enunciativo, sus derechos de libre acceso al órgano
jurisdiccional, a probar, de defensa, al contradictorio e igualdad sustancial
en el proceso, a no ser desviado de la jurisdicción predeterminada ni some-
tido a procedimientos distintos de los previstos por la ley, a la obtención de
una resolución fundada en derecho, a acceder a los medios impugnatorios
regulados, a la imposibilidad de revivir procesos fenecidos, a la actuación

586
CRITERIOS RELEVANTES DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

adecuada y temporalmente oportuna de las resoluciones judiciales y a la


observancia del principio de legalidad procesal penal.
7. En el presente caso, la demandante considera que la actuación del juez del
Juzgado Mixto del Módulo Básico de Justicia del Distrito La Esperanza
resulta violatoria del derecho a la tutela procesal efectiva de su hija, dado
que al momento de presentar la demanda no se le había tomado declaración
en el proceso que se le seguía ante el sistema de administración de justicia
especializada en el niño y el adolescente, lo cual constituiría en una directa
violación de lo dispuesto en el artículo 139, inciso 3 de la Constitución, así
como del derecho de defensa reconocido en el inciso 14) del artículo 139
de la Carta.
8. Sin embargo, lo que la demandante no toma en cuenta es que mediante reso-
lución de fecha 11 de abril de 2009; es decir, el mismo día en que se ordenó
la medida socioeducativa de internamiento preventivo, el juez demandado
ordenó la suspensión y reprogramación de la diligencia para la toma de la
declaración judicial de E.M.C.A. dado que la adolescente se presentó a la
audiencia sin la presencia de un abogado defensor (fojas 77).
Mediante el Oficio Nº 527-2009-0209-2009-JM-FA-MBJLE-RACHR, del
11 de abril de 2009 (fojas 97), se programó para el 15 de mayo de 2009 la
diligencia única de esclarecimiento de los hechos prevista en el artículo 212
del Código de los Niños y Adolescentes.
Con posterioridad a la resolución del juez que posterga la diligencia para
la toma de la declaración de E.M.C.A., doña Armas Medina presentó un
escrito, de fecha 14 de abril de 2009, solicitando que se reconozca a don
William Vega Cruzado como el abogado defensor de su hija (fojas 95),
siendo dicha petición aceptada mediante la resolución Nº 2 del 15 de abril
de 2009 (fojas 96).
9. Con base a lo actuado en dicho proceso, este Tribunal puede concluir que el
juez demandado ha actuado observando el interés superior del niño, puesto
que si hubiera realizado la toma de declaración de la adolescente E.M.C.A.
sin la presencia de un abogado defensor, habría incurrido en una violación
directa del artículo 139, incisos 4) y 13) de la Constitución, referido al
derecho a la tutela procesal efectiva y a la defensa. Asimismo, dado que
la persona procesada es una adolescente, hubiese contravenido el artículo
4 de la Constitución, el cual reconoce la obligación especial del Estado de
proteger al niño.

587
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

10. Desestimada dicha pretensión, corresponde a este Tribunal determinar si


es que la reprogramación de la diligencia para la toma de declaración de la
adolescente se efectuó de acuerdo con lo establecido en la ley. Con relación
a las diligencias y el plazo para sus realizaciones, el artículo 212 del Código
de los Niños y Adolescentes establece lo siguiente:
Artículo 212.- Diligencia
La resolución que declara promovida la acción señalará día y hora para
la diligencia única de esclarecimiento de los hechos, la que se realizará
dentro del término de treinta días, con presencia del fiscal y el abogado.
En ella se tomará la declaración del agraviado, se actuarán las pruebas
admitidas y las que surjan en la diligencia, el alegato del abogado de la
parte agraviada, el alegato del abogado defensor y su autodefensa.
De la norma glosada se advierte claramente que el juez competente puede
programar, hasta dentro de un plazo de treinta días, la diligencia única de
esclarecimiento de los hechos luego de promovida la acción penal. El propio
Código determina que en esta audiencia se procederá a tomar la declaración
de la persona procesada, con la presencia de su abogado. Por lo tanto, dado
que la adolescente E.C.M.A. no contaba con un defensor de oficio en la au-
diencia que se iba a realizar el 11 de abril de 2009, la reprogramación para
el 15 de mayo de 2009 no contraría lo establecido en el Código de los Niños
y Adolescentes, especialmente si se toma en cuenta que la demandante solo
pudo acreditar un abogado defensor el 15 de abril de 2009.
11. Siendo ésta una facultad establecida por la ley, este Tribunal Constitucional
no podría concluir que la Sala demandada ha cometido una violación al de-
bido proceso ni a la tutela procesal efectiva por haber actuado en el marco
de lo establecido en el artículo 212 del Código de los Niños y Adolescentes.
12. Es por ello que, dado que la reclamación de la demandante no está referida
al contenido constitucionalmente protegido por el hábeas corpus, resulta de
aplicación el inciso 1) del artículo 5 del Código Procesal Constitucional, por
lo que la demanda debe ser rechazada en ese extremo.

§3. El Código de los Niños y Adolescentes, el cumplimiento de las medidas


de internamiento y la doctrina de protección integral
13. Como este Tribunal ha establecido anteriormente , un sistema de respon-
sabilidad penal juvenil es compatible con el Derecho Internacional de los
Derechos Humanos y la Convención sobre los Derechos del Niño, siempre
y cuando dicho sistema tenga una naturaleza garantista y sus disposiciones

588
CRITERIOS RELEVANTES DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

guarden conformidad con la doctrina de protección integral reconocido en


el artículo 4 de la Constitución Política.
14. En ese sentido, el artículo 37 de la Convención sobre los Derechos del Niño
ha precisado los parámetros mínimos que los Estados deberán respetar para
el establecimiento de un sistema de responsabilidad penal juvenil. En estas
situaciones, la Convención establece de forma clara, expresa y manifiesta que
la privación de la libertad debe ser la medida de último recurso. En lo que
concierne al caso que nos ocupa, se debe resaltar los siguientes principios,
que son de obligatorio cumplimiento para el Estado peruano:
a) Ningún niño o niña será privado de su libertad ilegal o arbitrariamente.
La detención, el encarcelamiento o la prisión de un niño se llevará a cabo
de conformidad con la ley y se utilizará tan solo como medida de último
recurso y durante el periodo más breve que proceda.
b) Todo niño o niña privado de su libertad será tratado con la humanidad y
el respeto que merece la dignidad inherente a la persona humana, y de
manera que se tengan en cuenta las necesidades de las personas de su
edad. En particular, todo niño privado de libertad estará separado de los
adultos, a menos que ello se considere contrario al interés superior del
niño, y tendrá derecho a mantener contacto con su familia por medio de
correspondencia y de visitas, salvo en circunstancias excepcionales.
15. Si bien se permite la privación de la libertad del niño y adolescente en colisión
con la ley penal como una medida excepcional, la adecuada implementación
de un sistema de responsabilidad penal juvenil debe contar un mecanismo
garantista que tenga como eje la reintegración del niño y adolescente a la
sociedad. Ninguna medida de internamiento podrá implicar la denegatoria
en el acceso al estudio o al servicio básico de salud y nutrición del niño y
adolescente y, mucho menos, el quiebre del vínculo familiar.
En nuestro país, el Libro IV del Código de los Niños y Adolescentes regula
el sistema de administración de justicia especializada en el niño y el ado-
lescente, estableciendo un procedimiento especial determinando en el caso
de infracción a la ley penal.
16. Como ha quedado demostrado en el proceso, doña Armas Medina solicita
la nulidad de la Resolución Nº 1 del Juzgado Mixto del Módulo Básico de
Justicia del Distrito La Esperanza, la cual fue confirmada por la Primera
Sala Superior Especializada en lo Civil de la Corte Superior de Justicia de
La Libertad, mediante resolución del 17 de abril de 2009 (fojas 9 a 11).

589
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

Si bien la demanda es improcedente en el extremo que solicita la libertad


por violación de los derechos a la tutela procesal efectiva y de defensa, se
debe analizar la resolución del juez que ordena la medida socioeducativa
de internamiento preventivo contra E.M.C.A. en el Centro Juvenil Santa
Margarita de la ciudad de Lima, encargándose su custodia temporal al
Hogar la Niña de la ciudad de Trujillo hasta que se viabilice su traslado
oficial (fojas 7).
17. Es pertinente reiterar que la investigación penal se origina por el robo de un
taxi en la ciudad de Trujillo en el cual se presume la responsabilidad penal de
la adolescente E.M.C.A. junto con otros implicados, de acuerdo con la solicitud
de apertura del proceso de contenido penal presentada por la Fiscalía Provincial
Mixta de La Esperanza, de fecha 10 de abril de 2009 (fojas 68 a 75).
De forma complementaria, se ha acreditado en el proceso que E.M.C.A. es
menor de edad (fojas 5), que vive con sus padres, que tiene su domicilio en
la ciudad de Trujillo (fojas 82), y que es una estudiante de tercer grado de
secundaria con buenas notas y buen desempeño académico (fojas 83 a 84).
18. El artículo 209 del Código faculta al juez a imponer la medida de inter-
namiento preventivo, siempre y cuando concurran los siguientes hechos:
(i) que existan suficientes elementos probatorios que vinculen al adolescente
como autor o partícipe de la comisión del acto infractor; ii) que exista un
riesgo razonable de que el adolescente eludirá el proceso; y iii) que haya
un temor fundado de destrucción u obstaculización de pruebas. A su vez,
el artículo 211 del Código regula lo relativo a las medidas de internación
preventiva, consagrando lo siguiente:
Artículo 211.- Internación
La internación preventiva se cumplirá en el Centro de Observación y
Diagnóstico del Poder Judicial, donde un Equipo Multidisciplinario
evaluará la situación del adolescente. El Estado garantiza la seguridad
del adolescente infractor internado en sus establecimientos.
19. Como se puede constatar, el artículo 211 del Código simplemente determina
que la medida de internación preventiva se llevará a cabo en el Centro de
Observación y Diagnóstico del Poder Judicial, sin establecer un parámetro
mínimo que permita determinar en qué centro se cumplirá con dicha medida
y bajo qué condiciones se efectuará.
20. Sobre este aspecto, el Tribunal considera que debe existir un estándar más
riguroso en la aplicación de medidas de internamiento, en el que prevalezca
las medidas alternativas a la internación de las que dispone el juez, con la

590
CRITERIOS RELEVANTES DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

finalidad de asegurar que los adolescentes en conflicto con la ley penal tengan
un tratamiento proporcional y razonable a la infracción cometida.
21. En el escrito de contestación de la demanda de hábeas corpus, de fecha
24 de abril de 2009, el juez demandado justifica su decisión de enviar a la
adolescente a la ciudad de Lima aduciendo que en Trujillo no se cuenta con
un centro de internamiento para adolescentes mujeres (fojas 106), habiendo
solo el hogar de la Niña para su custodia temporal.
Por lo tanto, se puede concluir que el juez del Juzgado Mixto del Módulo
Básico de Justicia del Distrito La Esperanza ordenó la medida cuestionada
al amparo del artículo 211 del Código de Niños y Adolescentes.
22. La Corte Interamericana de Derechos Humanos ha señalado que “una de
las obligaciones que ineludiblemente debe asumir el Estado en su posición
de garante, con el objetivo de proteger y garantizar el derecho a la vida y a
la integridad personal de las personas privadas de libertad, es la de procurar
a éstas las condiciones mínimas compatibles con su dignidad mientras per-
manecen en los centros de detención” .
23. Sobre este punto, frente a los niños y adolescentes privados de su libertad,
la posición de garante del Estado adquiere una mayor responsabilidad. Los
artículos 6 y 27 de la Convención sobre los Derechos del Niño incluyen en
el derecho a la vida la obligación del Estado de garantizar, “en la máxima
medida posible la supervivencia y el desarrollo del niño”, lo que abarca su
formación física, mental, espiritual, moral, psicológica y social a fin de que
esta medida excepcional no afecte su proyecto de vida.
24. Este Tribunal considera indispensable destacar que la medida de internamien-
to es la medida más severa que se le puede aplicar a un adolescente que se le
imputa la comisión de una infracción penal, motivo por el cual su aplicación
debe tener un carácter excepcional, en virtud de que se encuentra limitada
por el derecho a la presunción de inocencia, así como por los principios de
necesidad y proporcionalidad.
25. En el caso concreto, el traslado de la adolescente E.M.C.A. de la ciudad de
Trujillo a la ciudad de Lima constituye una práctica habitual por parte de los
jueces encargados de aplicar la justicia penal juvenil(2). Sin embargo, este
Tribunal advierte que ni los jueces, ni los organismos de la sociedad civil

(2) Ver: Defensoría del Pueblo. La situación de los adolescentes infractores de la ley penal priva-
dos de libertad. Informe Defensorial Nº 123, Lima, 2007.

591
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

encargados de velar por los derechos del niño, han estudiado con el debido
cuidado el impacto que este tipo de traslados tiene sobre el niño y su familia.
26. De acuerdo con la Defensoría del Pueblo “la ubicación de los Centros Juve-
niles en algunas ciudades del país origina que existan zonas en las que en el
caso de que un adolescente deba ser internado en un centro juvenil por una
orden judicial, este se encuentre situado a una distancia considerable, lo que
origina que las visitas que sus familiares realicen sean escasas, rompiendo
de esa forma, el mantenimiento del vínculo familiar. En dichos supuestos, el
derecho a la unidad familiar del adolescente se ve seriamente restringido”(3).
27. Se aprecia pues que la Defensoría del Pueblo, al concluir que este tipo de
medida afecta la unidad familiar, se ha limitado a efectuar una escueta re-
seña del problema pero no formula una propuesta concreta e integral para
resolver una situación que no solo afecta los derechos del niño reconocidos
en la Constitución y los tratados internacionales, sino que demuestra la
inexistencia de una política pública específica sobre la materia que sea acorde
con la doctrina del interés superior del niño.
28. Atendiendo a ello, este Tribunal considera que ordenar el internamiento de un
niño, niña o adolescente en un centro especializado, alejado de su domicilio
y lejos de su familia, no solo viola el artículo 4 de la Constitución, sino que
afecta el propio objeto y propósito de la Convención sobre los Derechos del
Niño.
Considerando que el inciso 17) del artículo 25 del Código Procesal Cons-
titucional establece que procede el hábeas corpus para la protección del
derecho del detenido o recluso a no ser objeto de un tratamiento carente de
razonabilidad y proporcionalidad, respecto de la forma y condiciones en que
cumple el mandato de detención o la pena, la presente demanda deberá ser
fundada en este extremo.
29. Si bien en el caso concreto el juez demandado ha actuado conforme a lo
dispuesto en el artículo 211 del Código de los Niños y Adolescentes, la
práctica de los jueces ha sido errónea y demuestra un rezago de la doctrina
de situación irregular, puesto que decidir en qué ciudad se deberá cumplir
la medida de internación supone considerar al niño y adolescente como un
objeto y no como un sujeto de derecho.

(3) Ibídem, p. 72.

592
CRITERIOS RELEVANTES DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

30. Por lo tanto, este Tribunal debe declarar fundada la demanda de hábeas cor-
pus en lo referido a que la Resolución del 17 de abril de 2009 de la Primera
Sala Superior Especializada en lo Civil de la Corte Superior de Justicia de
La Libertad, que confirma la resolución del Juzgado Mixto del Módulo
Básico de Justicia del Distrito La Esperanza de ordenar el cumplimiento de
la medida de internación de E.M.C.A. en el Centro Juvenil Santa Margarita
de la ciudad de Lima, vulnera el artículo 4 de la Constitución aplicable a los
niños y adolescentes privados de su libertad.
Por lo tanto, este Tribunal debe ordenar el traslado inmediato de la adolescente
E.M.C.A. a la ciudad de Trujillo, a fin de que pueda cumplir con la medida
de internamiento en la ciudad donde habitan y residen tanto ella como sus
padres.
31. Adicionalmente, debe disponer que en el caso que el juez competente im-
ponga a E.M.C.A., una medida socioeducativa de privación de la libertad,
contemplada en los artículos 235, 236 y 237 del Código de los Niños y
Adolescentes, esta medida será cumplida en la ciudad de Trujillo.
32. Finalmente, este Tribunal deberá ordenar a los jueces competentes que
imparten justicia especializada en el niño y el adolescente se abstengan de
imponer medidas de internamiento o medidas socioeducativas que impliquen
el traslado del niño a una ciudad ajena a su domicilio y entorno familiar.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le
confiere la Constitución Política del Perú
HA RESUELTO:
1. Declarar FUNDADA la demanda, porque se ha acreditado que la decisión
del Juzgado Mixto del Módulo Básico de Justicia del Distrito La Esperanza,
Provincia de Trujillo, Región La Libertad, de ordenar el cumplimiento de
la medida de internamiento preventivo de la adolescente E.M.C.A. en el
Centro Juvenil Santa Margarita de la ciudad de Lima, viola el artículo 4 de
la Constitución aplicable a los niños y adolescentes privados de su libertad.
2. Declarar NULA la Resolución del 17 de abril de 2009 de la Primera Sala
Superior Especializada en lo Civil de la Corte Superior de Justicia de La
Libertad, en el extremo que confirma la orden de traslado de la adolescente
E.M.C.A., a la ciudad de Lima para cumplir con la medida de internamiento
prevista en el artículo 211 del Código de los Niños y Adolescentes.
3. ORDENAR al juez del Juzgado Mixto del Módulo Básico de Justicia del
Distrito La Esperanza y a la Gerencia de los Centros Juveniles del Poder Ju-
dicial, dentro del plazo de tres días hábiles contados a partir de la notificación

593
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

de la presente sentencia, el traslado de la adolescente E.M.C.A., a la ciudad


de Trujillo para que cumpla con la medida de internamiento en dicha ciudad.
4. ORDENAR al juez del Juzgado Mixto del Módulo Básico de Justicia del
Distrito La Esperanza y a la Gerencia de los Centros Juveniles del Poder
Judicial que, en el caso que se le imponga a la adolescente E.M.C.A., una
medida socioeducativa de privación de la libertad, contemplada en los
artículos 235, 236 y 237 del Código de los Niños y Adolescentes, esta sea
cumplida en la ciudad de Trujillo.
5. EXHORTAR a la Presidencia del Poder Judicial para que instruya a la
Gerencia de los Centros Juveniles del Poder Judicial que disponga a todos
los jueces competentes para impartir justicia especializada en el niño y el
adolescente, de abstenerse de imponer medidas de internamiento o medidas
socioeducativas que impliquen el traslado del niño a una ciudad ajena a su
domicilio y entorno familiar.
6. Que constituye principio de interpretación constitucional que las medidas
de internamiento preventivo deberán aplicarse en los términos establecidos
en el Fundamento Nº 32 de la presente sentencia.
7. NOTIFICAR a la Defensoría del Pueblo para que realice el seguimiento
del cumplimiento de la presente sentencia.
8. Declarar IMPROCEDENTE en lo demás que contiene la demanda de
hábeas corpus.
Publíquese y notifíquese.
S.S.
MESÍA RAMÍREZ
BEAUMONT CALLIRGOS
ETO CRUZ

594
ÍNDICE GENERAL
ÍNDICE

GENERAL

Presentación........................................................................................... 5
Estudio introductorio............................................................................ 7

001. Aplicación de medidas coercitivas: Principios aplicables........................ 33

002. Aplicación de medidas coercitivas: Desestimación de alegación de la


pronta prescripción del delito.................................................................... 36

003. Detención preventiva: Naturaleza netamente procesal........................... 41

004. Detención preventiva: Carácter de última ratio ...................................... 44

005. Detención preventiva: Necesidad de concurrencia de los requisitos


legales........................................................................................................... 48

006. Detención preventiva: Carácter correlativo de la concurrencia de re-


quisitos legales............................................................................................. 51

007. Detención preventiva: Finalidad de evitar peligro de reiteración


delictiva........................................................................................................ 54

008. Suficiencia probatoria: Elementos configurativos.................................... 61

009. Suficiencia probatoria: Actuados policiales como único elemento de


verificación................................................................................................... 67

010. Suficiencia probatoria: Coherencia en las manifestaciones de los agra-


viados por lesiones....................................................................................... 71

011. Suficiencia probatoria: Agente que acepta haber negociado con el


agraviado para no ser denunciado............................................................. 76

597
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

012. Suficiencia probatoria: Posesión de las especies sustraídas.................... 79

013. Suficiencia probatoria: Acreditación de actitud sospechosa y posesión


de elementos prohibidos.............................................................................. 85

014. Suficiencia probatoria: Evolución posterior de negativa de agente frente


a manifestaciones de agraviados ............................................................... 89

015. Suficiencia probatoria: Alegación de desconocimiento de procedencia


ilícita del dinero se valorará como cuestión de fondo.............................. 93

016. Suficiencia probatoria: Hurto agravado en transferencias electrónicas


de fondos (modalidad pharming)............................................................... 97

017. Suficiencia probatoria: Verificación de delito de tráfico ilícito de


drogas........................................................................................................... 100

018. Prognosis de la pena o sanción: Elementos a considerarse..................... 103

019. Prognosis de la pena o sanción: Configuración........................................ 107

020. Prognosis de la pena o sanción: Aplicación de atenuantes ..................... 112

021. Peligro procesal: Aplicación interpretativa de los criterios de calificación


del Nuevo Código Procesal Penal............................................................... 116

022. Peligro procesal: Carácter no determinante de alegación de gravedad


del delito....................................................................................................... 122

023. Peligro procesal: Necesidad de que razones de determinación perma-


nezcan durante la detención preventiva.................................................... 125

024. Peligro procesal: Determinación respecto de la prognosis de pena y


elementos...................................................................................................... 129

025. Peligro procesal. Necesidad de valorar actitudes y valores morales del


agente............................................................................................................ 133

026. Peligro procesal: Valoración de actitud y valores del agente y de la forma


cómo se sustrajo el bien.............................................................................. 139

027. Peligro procesal: Consideración de la calidad de no habido................... 142

028. Peligro procesal: No configuración por no acreditación de emplaza-


miento del agente......................................................................................... 145

029. Peligro procesal: Haber concurrido a las diligencias no acredita per se


la no sustracción al proceso penal.............................................................. 148

598
ÍNDICE GENERAL

030. Peligro procesal: Necesidad de sospecha razonable para su configu-


ración........................................................................................................... 150

031. Peligro procesal: No desvanecimiento por rehabilitación del agente en


otro proceso pero respecto del mismo tipo delictivo................................ 153

032. Peligro procesal: Consideración de proceso anterior aun cuando se


carezca de antecedentes.............................................................................. 156

033. Peligro procesal: Consideración de la actuación en banda y antecedentes


delictivos....................................................................................................... 160

034. Peligro procesal: Configuración en caso de agente que tiene requisitoria


vigente y goza de semilibertad................................................................... 164

035. Peligro procesal: Configuración por intentar evadir el proceso y otros


elementos...................................................................................................... 168

036. Peligro procesal: No perturbación de la actividad probatoria en supuesta


amenaza de perjudicar a detenido y garantía del Ministerio Público.... 171

037. Peligro procesal: Configuración cuando agente no se pone a derecho y


comparezca solo cuando lo crea conveniente............................................ 175

038. Peligro procesal: Configuración por alegarse engañosamente que se


desconocía al coprocesado.......................................................................... 180

039. Peligro procesal: Configuración ante pedido de extradición pasiva....... 185

040. Peligro procesal: Consideración de gravedad del ejercicio de la actividad


delictiva por las inmediaciones de un centro educativo........................... 188

041. Peligro procesal: Consideración de forma de intervención del agente y


su carácter de consumidor de drogas........................................................ 192

042. eligro procesal: Configuración por alta significación económica de estafas


P
cometidas con bienes raíces ......................................................................... 195

043. Peligro procesal: Configuración por negativa de someterse a dosaje


etílico............................................................................................................. 203

044. Peligro procesal: Factores de determinación del peligro de fuga........... 211

045. Peligro procesal: Noción de arraigo........................................................... 213

046. Peligro procesal: Formas de arraigo a considerarse (domiciliario, la-


boral y familiar)........................................................................................... 217

047. Peligro procesal: Solo señalamiento de domicilio no acredita suficien-


temente posesión de arraigo domiciliario................................................. 221

599
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

048. Peligro procesal: Subsistencia por señalamiento de domicilio real


inexistente..................................................................................................... 224

049. Peligro procesal: Configuración por advertirse más de una dirección


domiciliaria en documentación.................................................................. 228

050. Peligro procesal: Invalidez de certificado de conducta que señala do-


micilio conocido........................................................................................... 232

051. Peligro procesal: Invalidez de declaración jurada de domicilio............. 238

052. Peligro procesal: No configuración por arraigo domiciliario y poca


cantidad de droga hallada en posesión del agente.................................... 242

053. Peligro procesal: Existencia de arraigo domiciliario por problemas de


salud.............................................................................................................. 246

054. Peligro procesal: Insuficiencia de boleta de pago de mes distinto del de


ocurrencia del hecho investigado............................................................... 250

055. Peligro procesal: Desacreditación de constancia que indica que agente


detenido ha laborado hasta una fecha actual .......................................... 254

056. Peligro procesal: Falta de arraigo de taxista cuya imputación se rela-


ciona con el ejercicio de esa actividad laboral.......................................... 257

057. Peligro procesal: Necesidad de partida de nacimiento de hijos para


acreditar arraigo familiar........................................................................... 262

058. Peligro procesal: Necesidad de acreditar existencia de parientes con los


que se demuestre vivir en caso de arraigo familiar.................................. 266

059. Revocatoria de la comparecencia por detención: No concurrencia al


juicio oral..................................................................................................... 269

060. Revocatoria de la comparecencia por detención: No concurrencia del


imputado y quiebre del juicio oral............................................................. 272

061. Suspensión de la comparecencia restringida: Exceso de plazo............... 275

062. Variación de la detención preventiva: Necesidad de evaluar nuevos


elementos aportados al proceso.................................................................. 278

063. Variación de la detención preventiva: Improcedencia por inviabilidad


de acreditación del arraigo domiciliario con elementos ya valorados.... 282

064. Variación de la detención preventiva: Análisis de contradicciones en


declaraciones debe tomar en cuenta el tiempo transcurrido................... 286

600
ÍNDICE GENERAL

065. Variación de la detención preventiva: Declaraciones contradictorias de


menor agraviada por violación sexual....................................................... 292

066. Variación de la detención preventiva: Improcedencia por tendencia del


agente a mentir y a no cumplir disposiciones legales............................... 296

067. Variación de la detención preventiva: Presunción de responsabilidad


penal del agente en la libertad provisional................................................ 303

068. Orden de ubicación y captura: Levantamiento por no haber mérito a


pasar a juicio oral........................................................................................ 306

069. Orden de ubicación y captura: Retiro por reinicio de proceso archivado


y por no prescripción de la acción............................................................. 308

070. Orden de ubicación y captura: Declaración de reo contumaz ante in-


concurrencia al juicio oral.......................................................................... 310

071. Comparecencia simple: Falta de proclividad al delito por carecerse de


antecedentes delictivos................................................................................ 313

072. Comparecencia restringida: Aplicación del principio de necesidad en


las restricciones ........................................................................................... 315

073. Comparecencia restringida: No carácter de sanción............................... 317

074. Comparecencia restringida: Correcta aplicación por no acreditación


de perjuicio económico o laboral............................................................... 320

075. Comparecencia restringida: No variación por incongruencia en la


configuración típica del delito.................................................................... 322

076. Comparecencia restringida: No variación por argumentaciones referi-


das a cuestiones de responsabilidad penal................................................ 326

077. Comparecencia restringida: Nulidad de dictado de comparecencia


repetido en ampliación de instrucción....................................................... 330

078. Suspensión de la comparecencia restringida: Aplicación inmediata de la


Ley Nº 29439 (modificatoria del art. 143 del Código Procesal Penal).... 333

079. Perturbación de la actividad probatoria: Configuración por argucias


advertidas al agente..................................................................................... 335

080. Concurrencia al local del juzgado: Desproporcionalidad de la periodi-


cidad por falta de gravedad delictiva........................................................ 339

081. Concurrencia al local del juzgado: No aplicación por no mantenerse


una posición apartada a los fines del proceso .......................................... 341

601
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

082. Concurrencia al local del juzgado: No aplicación por acreditación de


arraigo domiciliario ................................................................................... 345

083. Concurrencia al local del juzgado: Necesidad y no aplicación a profe-


sional de salud a quien no le es factible el cumplimiento......................... 349

084. Concurrencia al local del juzgado: Extensión de plazo a abogado con


domicilio conocido y colaborador.............................................................. 353

085. Impedimento de salida: Carácter no autónomo....................................... 357

086. Impedimento de salida: No análisis de impugnación por caducidad de


la medida...................................................................................................... 361

087. Caución económica: Determinación y finalidad....................................... 366

088. Caución económica: Elementos para la determinación........................... 369

089. Caución económica: No reforma por argumentación de hechos que


serán materia de la imputación.................................................................. 372

090. Caución económica: Alternativas del agente............................................ 375

091. Caución económica: No consideración de existencia de otros responsables.. 378

092. Caución económica: Carácter de “pena anticipada” cuando no responde


a condiciones socioeconómicas del imputado........................................... 381

093. Caución económica: Carácter excesivo por superar remuneración


mensual......................................................................................................... 383

094. Caución económica: Desestimación de alegación de carecer de trabajo


por motivo de la apertura del proceso penal............................................ 385

095. Caución económica: Reforma por falta de decisión administrativa firme


en caso de defraudación tributaria............................................................ 387

096. Caución económica: Reducción por bajos ingresos y carga familiar de


taxista........................................................................................................... 391

097. Medidas cautelares: Extinción en caso de prescripción de la acción


penal ............................................................................................................ 393

098. Embargo: Recurso de revisión no impide ejecución forzada de repara-


ción civil ....................................................................................................... 397

099. Embargo de remuneraciones: Procedencia de reducción por acreditarse


ingresos bajos............................................................................................... 399

602
ÍNDICE GENERAL

100. Ministración provisional: Naturaleza de medida cautelar de no innovar... 404

101. Ministración provisional: Improcedencia por no haber apariencia del


derecho ni motivo fundado para suponer comisión de usurpación.......... 407

102. Detención preliminar policial: Supuestos de legitimidad........................ 413

103. Detención preliminar policial: Elementos de la flagrancia delictiva......... 416

104. Detención preliminar policial: Cese de arbitrariedad al iniciarse el


proceso judicial penal ................................................................................. 419

105. Detención preliminar policial: Plazo máximo aplicable a agente citado


por caso de tráfico ilícito de drogas........................................................... 422

106. Detención preliminar policial: Posibilidad de ampliación en casos de


urgencia y peligro y de no mediar flagrancia ........................................... 426

107. Detención preliminar policial: Plazo máximo de retención de sospechoso


por falta de identificación........................................................................... 428

108. Detención preliminar policial: Forma de detención de persona requi-


sitoriada........................................................................................................ 431

109. Detención policial preliminar: Inexistencia de urgencia en la posesión


continuada de elementos ilícitos................................................................. 434

110. Aplicación de medidas coercitivas: Falta de vulneración constitucional


en caso no se restrinja la libertad personal............................................... 440

111. Aplicación de medidas coercitivas: Necesidad de conexión con libertad


individual para analizar otros derechos vía hábeas corpus.................... 443

112. Aplicación de medidas coercitivas: Distinción con el auto apertorio de


instrucción.................................................................................................... 446

113. Detención preventiva: Posibilidad de su control constitucional............. 450

114. Detención preventiva: Naturaleza provisional (sometimiento a cláusula


rebus sic stantibus)....................................................................................... 453

115. Detención preventiva: Improcedencia de su cuestionamiento constitu-


cional en caso de falta de firmeza............................................................... 456

116. Detención preventiva: Posibilidad de adquisición de firmeza durante


el proceso constitucional............................................................................. 459

117. Detención preventiva: No necesidad de previa acusación....................... 462

603
LAS MEDIDAS COERCITIVAS PERSONALES Y REALES EN LA JURISPRUDENCIA

118. Detención preventiva: Carácter más estricto de la motivación de la


medida.......................................................................................................... 464

119. Detención preventiva. Facultad de la Sala Superior para fundamentar


requisitos legales.......................................................................................... 467

120. Detención preventiva: Inviabilidad de cuestionar constitucionalmente


valoración probatoria judicial.................................................................... 470

121. Detención preventiva: Diferencia de la pena e inicio del cómputo del


descuento de pena en caso de nulidad del primer proceso instruido........ 472

122. Detención preventiva: Aplicación del plazo estrictamente necesario.......... 475

123. Detención preventiva: Descuento de la pena en caso de extradición y


presupuestos................................................................................................. 487

124. Detención preventiva: Falta de exceso en caso se haya aprobado solicitud


de extradición.............................................................................................. 493

125. Detención preventiva: Supuestos de prolongación más allá del plazo


legal............................................................................................................... 496

126. Detención preventiva: Validez de ordenar prolongación de oficio y


vencido el plazo de detención anterior...................................................... 502

127. Detención preventiva: Carácter autómatico de la dúplica del plazo de


detención por delitos especiales.................................................................. 508

128. Detención preventiva: Justificación de prolongación de plazo en caso


de organizaciones criminales...................................................................... 512

129. Detención preventiva: No cuestionamiento constitucional de valoración


probatoria efectuada para disponer prórroga.......................................... 522

130. Detención preventiva: Nulidad del juicio oral y del auto superior de
enjuiciamiento no impide duplicación del plazo...................................... 526

131. Peligro procesal: No configuración por lejanía de la vivienda del agente


respecto del juzgado.................................................................................... 528

132. Peligro procesal: Entrega voluntaria a la policía no implica no configu-


ración............................................................................................................ 532

133. Peligro procesal: No desestimación del arraigo domiciliario por haberse


cometido delito en el domicilio mencionado............................................. 534

134. Peligro procesal: Insuficiencia de alegación de que un hecho ya fue


valorado por la instancia anterior............................................................. 537

604
ÍNDICE GENERAL

135. Peligro procesal: Inviabilidad de sustento bajo meras presunciones de


orden criminal............................................................................................. 540

136. Peligro procesal: Corroboración de debida motivación de fallo supe-


rior................................................................................................................ 543

137. Variación de la detención preventiva: Deber de expresar razones de


denegatoria del pedido................................................................................ 545

138. Orden de ubicación y captura: Posibilidad del hábeas corpus en caso


de contumacia.............................................................................................. 548

139. Orden de ubicación y captura: Constitucionalidad del mandato de


apercibimiento por inconcurrencia a diligencias..................................... 551

140. Comparecencia simple: No afectación constitucional.............................. 554

141. Comparecencia restringida: Distinción con el auto apertorio de instruc-


ción y carácter no firme.............................................................................. 556

142. Comparecencia restringida: Cuestionamiento vía proceso de amparo....... 559

143. Comparecencia restringida: Requerimiento por el fiscal no configura


un agravio constitucional............................................................................ 562

144. Impedimento de salida: Justificación en caso de contumacia................. 566

145. Detención domiciliaria: Como la forma más grave de comparecencia


restringida.................................................................................................... 568

146. Detención domiciliaria: Falta de firmeza en resolución cuestionada.......... 571

147. Detención domiciliaria: Valor a los efectos del descuento de la pena


aplicada........................................................................................................ 573

148. Detención domiciliaria: Medida de lanzamiento del inmueble no puede


cuestionarse vía hábeas corpus.................................................................. 579

149. Internamiento preventivo: No finalización por dársele de alta al agente


sin mediar resolución judicial.................................................................... 581

150. Internamiento preventivo: Inconstitucionalidad de aplicación a menor


de edad en local alejado del domicilio y familia....................................... 583

605

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