Meditacion para La Mujer Valiosa

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MEDITACIÓN MUJER VALIOSA

Esta es una técnica de meditación para mujeres. El objetivo de esta técnica es


recordarte que eres una mujer valiosa, esa es tu naturaleza real. A veces, las
mujeres lo olvidamos por experiencia o creencias erróneas, que distorsionan
nuestra esencia verdadera. Y el objetivo de esta técnica es redescubrir ese
valor, tu enorme valor y amarte por ser como eres, así de maravillosa, así de
valiosa. Para ello tienes que disponerte a estar receptiva ante los mensajes
que vas a escuchar. Tu cerebro va a recibir estos mensajes y va a elaborar
imágenes de ti misma en distintas escenas de la vida.
Esas imágenes y pensamientos que van a surgir en tu mente van a activar esas
memorias en tu cerebro. Memorias de quién eres realmente, una mujer
valiosa. En algunos momentos voy a pedirte que repitas algunas afirmaciones
en voz alta, el motivo, es porque a través de la voz, el efecto de la afirmación
se multiplica poderosamente en tu interior. Te aconsejo que repitas esta
técnica diariamente, especialmente si has olvidado que eres una mujer valiosa
y te has dejado de amar por ello. Quizá los primeros días te cueste mas
concentrarte en la meditación, sobre todo si no estas acostumbrada a meditar.
Una vez que adquieras el hábito, esta técnica se convertirá en un hermoso
espacio íntimo para recordarte tu valor y amarte a ti misma.
MEDITACIÓN MUJER VALIOSA
acomódate en un lugar tranquilo, elige cualquier posición que facilite tu
relajación y cierra los ojos. Ahora dirige tu atención a tu respiración,
simplemente observa como ocurre la respiración en ti. Presta atención a tu
nariz, a los agujeros de tu nariz. Como se abren y permiten la entrada de aire.
Siente ahora tu pecho en cada respiración, como se eleva suavemente y como
se vacía dulcemente después. Sigue observando como ocurre la respiración en
ti. Vas notando como poco a poco te sientes más ligera, relajada, sigue
sintiendo tu respiración simplemente observa como ocurre. Ocurre por si
misma. Y observando como ocurre la respiración, sientes que poco a poco, te
vas relajando. Sientes que se van relajando tus hombros mientras que se
sueltan suavemente. Notas que se suelta tu cuello, los músculos de tu cara se
van relajando. Poco a poco, esta sensación de calma se extiende a tu tronco, y
vas notando tus piernas relajadas, tus pies.
Una agradable sensación de pesadez y calma en todo tu cuerpo, a la misma
vez sientes tus pensamientos flotar. Sientes tu mente fresca, ligera.
Ahora tu mente viaja hacia atrás en el tiempo, viajas al principio de tu tiempo.
Imaginas el momento de tu nacimiento, cuando viste la luz por primera vez. Tu
primer llanto (se escucha un llanto).
Puedes imaginar como todos celebran tu llegada al mundo, tu madre, tu padre,
todos sonríen emocionados para darte la bienvenida. Te observas en ese
pequeño cuerpecito. Observas ese ser entrañable que alberga un alma pura.
Te observas a tu siendo pureza, inocencia, amor puro. Fuiste engendrada como
fruto del amor de dos personas, naciste del amor, y eres puro amor. Es tu
derecho y tu deber de nacimiento seguir siendo amor y seguir recibiendo amor
en tu vida.
Naces con un derecho fundamental, ser feliz. Vives con ese propósito desde tu
nacimiento, a lo largo de tu vida quizá atravieses experiencias duras, pero
todo con el propósito de fortalecerte, de prepárate para una nueva etapa, aún
más plena para ti. Porque tu verdadero camino es el que te conduce al
bienestar a la felicidad y al amor. Es tu deber buscar ese camino, tu verdadero
camino de vida.
Pausa
Ahora toma una respiración profunda, respira de nuevo profundamente.
Eres una mujer valiosa, te observas y admiras todo tu valor. Te aceptas
profundamente y admiras la belleza que hay en ti. Entiendes la belleza como
algo personal, algo único y admiras tu belleza particular porque eres un ser
único, exclusivo. Tus ojos desprenden luz y son hermosos, Admiras tu rostro,
tu sonrisa natural, sincera, tu cabello es hermoso. Admiras y aceptas tu
cuerpo. Es bello tal y como es. Te amas y te lo demuestras cuidándote. Cuidas
tu salud, tu alimentación, haces ejercicio de vez en cuando. Te gusta sentirte
vital, en forma. Ahora repite en voz alta estas afirmaciones:

 Me admiro y acepto tal y como soy.


 Me cuido y me amo profundamente
 Soy una mujer valiosa
Cada día sacas lo mejor de ti, tu paso es firme hacia tus propósitos. Te
propones metas y vas por ellas. Tienes un fuerte compromiso contigo misma,
con mejorar cada día, con aprender y desarrollarte. Buscas la forma de crecer,
de mejorar, de prosperar. Buscas información, medios, personas que puedan
asistirte para cumplir tus metas. confías plenamente en que consigues lo que
quieres y lo que quieres es lo mejor para ti. Te diriges firmemente hacia el
éxito, hacia tu realización personal, hacia tu felicidad.
Ahora repite en voz alta estas afirmaciones:

 cada día busco alcanzar mis metas.


 Me dirijo firmemente hacia mi felicidad
 Soy una mujer valiosa
Caminas con confianza en ti, tu forma de caminar desprende seguridad y
belleza. Te sientes atractiva, atrayente en tu forma de caminar. Mientras
caminas observas la hermosura de cuanto te rodea. Sientes la brisa que te
acaricia, y agradeces esta sensación agradable. Tiene una actitud receptiva
hacia la vida. Observas con agradecimiento la belleza del cielo, de tu entorno,
de las gentes que pasan. Cruzas una mirada dulce y sonriente con las
personas, porque estas en paz contigo, estas en paz con todos. Enriqueces a
los demás con tus encantos, con tu sabiduría y tu generosidad. Tienes una
gran riqueza interior, y aportas mucho a los demás. Das y recibes, te sientes
receptiva con los brazos abiertos ante todo lo bueno que la vida te brinda
Ahora repite en voz alta estas afirmaciones:

 Tengo una gran riqueza interior


 Aporto mucho y recibo mucho de los demás y de la vida
 Me siento agradecida
 Soy una mujer valiosa.
Eres una mujer valiosa y desprendes una gran sensualidad.
Tus movimientos, tus gestos, tus miradas son muy seductoras. confías en tus
encantos y los muestras sin miedos. Te sientes muy atrayente y confías en tu
capacidad de conquistar a un hombre. Conoces tu alto valor y exiges un alto
valor. Eres exigente con los hombres porque mereces lo mejor, y cuando no te
dan lo mejor, eres fuerte y te alejas. Sabes que mereces el amor y la felicidad,
y no el sacrificio ni el sufrimiento. El hombre que elijas para ti tiene que ser
valioso, que también se ame y se valore a si mismo, y que te ame, y sepa ver
tu alto valor tu grandiosidad. Ese hombre ha de ser una buena elección con
quien compartir tu felicidad, desde el amor, desde la tranquilidad, desde la
libertad. Este hombre te inspirará a ser plenamente tú, te amará
profundamente tal y como eres, sin querer cambiarte ni limitarte. Por que eres
maravillosa tal y como eres, porque eres una mujer valiosa y mereces lo mejor
en tu vida.
Ahora repite en voz alta estas afirmaciones:

 Soy una mujer muy atrayente


 Soy exigente en el amor
 Porque soy una mujer valiosa y merezco lo mejor en mi vida.
También puedes estar sin pareja, porque tienes en ti, todo cuanto necesitas
para tu bienestar. Eres una mujer independiente, sabes desenvolverte en tu
vida y buscar lo que necesitas para estar bien. No te sientes sola, porque estas
contigo misma, y esa es una gran compañía. Sabes disfrutar de ti misma, de
tus momentos en soledad, también sabes disfrutar con los demás. Eliges estar
con personas que te aprecian, que te aportan, tú les enriqueces y sacas lo
mejor de ellas. Dejas ir a las personas que te restan y te desgastan.
Simplemente las dejas marchar de tu vida. Porque eres una mujer valiosa y
mereces lo mejor en tu vida

 Soy una mujer independiente


 Se disfrutar conmigo misma
 Soy una mujer valiosa
SILENCIO
Ahora coloca tus manos sobre tu corazón, siente este gesto de apoyo y amor a
ti misma. Imagina que de tu corazón emana una luz rosa. El color rosa
representa el amor incondicional. Es el amor que sientes hacia ti, sin
condiciones, pase lo que pase, te poyaras y amaras a ti misma. Esta luz esta
energía amorosa, emana de tu corazón y se expande hacia todo tu cuerpo,
sientes esta energía cálida, sanadora, que te invade amorosamente. Sientes
que eres luz, que eres amor, y te sientes plenamente contigo. Amándote,
abrazándote, mientras te dices a ti misma: me amo. Permanece unos minutos
abrazada a ti, disfrutando de esta sensación de abrazarte a ti misma.

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