Feudalismo, Mercantilismo y Liberalismo
Feudalismo, Mercantilismo y Liberalismo
Feudalismo, Mercantilismo y Liberalismo
EL FEUDALISMO
Es el sistema que sustituye las formas de producción del mundo antiguo. Comienza en el siglo V
I Etapa
Siglo V al IX
-Economía Feudal
-Ruralización de Europa
II Etapa
Feudalismo Europeo Siglo IX al XIV
-desarrollo e incremento del comercio
-Expansión de la industria
-Surgimiento de las ciudades
III Etapa
Siglo XV al XVIII
-Descomposición de las relaciones feudales
-Nacimiento del capitalismo
Origen: Con la división y caída del Imperio Romano, se producen las invasiones de los bárbaros y se
transforma el antiguo carácter del imperio por los siguientes acontecimientos:
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Se apoderan de las tierras de los grandes propietarios y se las reparten entre los campesinos; Luego se
arruinan los campesinos por las incesantes invasiones, las luchas y las guerras santas no quedándoles más
opción que colocarse bajo las órdenes y protección de la nueva nobleza, que estaba formada por personas
que se agrupan alrededor de los jefes guerreros germánicos o romanos que se habían prestado para
actividades administrativas durante el imperio. Estas personas eran dueños de grandes extensiones de tierra
que aspiran a vivir con holgura y asegurar la mano de obra necesaria para ello; además cuentan con un
ejército destinado a su defensa.
Esas circunstancias propician el vasallaje, que consistía en una especie de contrato privado que se establece
entre dos personas de condición libre que conciertan un acuerdo mediante el cual una de ellas, el vasallo, se
encomienda al servicio y obediencia de otro, al que reconoce como señor, a cambio de la protección que éste
le garantiza; a fines del siglo VIII esta figura se consagra con lo que se llamó juramento de fidelidad. Al vasallo
le era imposible emanciparse durante su vida de las obligaciones contraídas con el señor. Toda la sociedad
quedó atada a un sistema de contratos personales que estaban consagrados por la costumbre y mantenidos
por la fuerza. De esta forma el siervo debía servicios y productos a su señor.
La Iglesia: En la sociedad feudal la iglesia ocupaba el primer lugar por su poderío territorial con constantes
privilegios.
Sus dominios son superiores a los de la nobleza y sus ingresos se deben a:
- las obligaciones de los fieles
- las limosnas de los peregrinos
- las donaciones hechas por los laicos para purgar sus pecados y conseguir la salvación eterna
- el diezmo que es la décima parte de la renta del feudo
- la cuota anual por cada hogar cristiano
- pagos por las penitencias impuestas a los pecadores
- pagos por matrimonios, juicios, ritos, multas
- ventas de indulgencias
- confiscación de bienes por condenados por herejía y además
- las fabulosas rentas producidas por sus ricas y productivas tierras.
El papado fue el banquero más rico de la cristiandad; tantas riquezas conllevaron al abuso y a la
corrupción. La iglesia fue un ente muy importante en esa época puesto que se encargaba de las
cuestiones de orden religioso, político y también económico. La iglesia ejercía su severa prédica de
pobreza a los miserables siervos, mientras envolvía a Dios en ricos edificios y preciosos objetos
ceremoniales, sin embargo, revelarse contra el orden social establecido significó en la práctica revelarse
contra Dios.
La Economía Rural
El Feudo: Es una vasta hacienda, propiedad de un señor, cuyos siervos estaban vinculados al suelo con
el derecho a trabajarlo, debiendo en consecuencia pagar al señor por su uso y por la protección obtenida
una contraprestación. El tributo pagado por el siervo recibe el nombre de renta. Las rentas eran de tres
formas:
- Renta en trabajo o prestación personal: El campesino trabaja un determinado número de días en la
parcela asignada y la otra parte de la semana en la parcela del señor. los tiempos asignados fueron
variables en toda Europa y dependía del rigor de la explotación. Este tipo de renta fue la que más
perduró en la Europa Occidental, y estaba suficientemente generalizada en el siglo IX
- Renta en especie o producto: El campesino se veía obligado a entregar cierta cantidad de productos,
cuyo monto se establecía previamente. La renta en productos presupone una economía si mercados.
- Renta en dinero: En este caso el campesino en vez de entregar productos, ofrece su equivalente en
dinero. una parte del trabajo del siervo tiene que convertirse en dinero, lo que equivale a transformar
sus productos en mercancías, o sea, vender parte de su producción en el mercado; esta renta pudo
generalizarse cuando
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Tipos de siervos
Siervos de la gleba: permanentemente unidos a la casa del señor y trabajaban en sus campos todo el
tiempo, no solo dos o tres días a la semana
Boards (de la palabra borde o límite): disponían de dos o tres acres en el borde de la aldea.
Colonos: no poseían tierras sino un casucho, trabajaban para el señor como jornaleros a cambio de
comida
Villanos: Eran siervos con más libertades personales y económicas, más privilegios que los siervos de la
gleba
La servidumbre decae por el advenimiento del comercio, se instalan mercados estables a partir del siglo XI
para recibir mercancías de lugares distantes. Esto estimula la producción en la ciudad. La materia prima para
la industria venía del campo circundante, de procesaba en la ciudad donde abastecía al mercado local al
mismo tiempo que suministraba productos a la población rural. Resultaba más barato comprar los bienes
manufacturados que hacerlos uno mismo, y esta presión por comprar engendró una presión por vender.
Las necesidades de los señores se hacen cada vez más variadas y costosas y al mismo tiempo más
exigentes. La sobreexplotación de los siervos provocó las rebeliones campesinas y el recrudecimiento de la
lucha de clases. El sistema feudal se erosionaba por la presencia de una nueva manera de producir que se
daba en la ciudad. El capitalismo naciente corroe las entrañas del feudalismo, establece nexos entre la ciudad
y el campo y sirve de punto de apoyo a la destrucción del fraccionado y disperso mundo feudal. Las fuerzas
de la burguesía se hacen visibles en la difusión del comercio y en la recuperación de un poder central.
Los cambios operados durante siglos darían sus frutos cuando las nuevas clases llegasen a dominar el
Estado, este importante hecho dará inicio a la Edad Moderna o etapa comercial del capitalismo. (Betancourt y
Guardia, Historia Económica Mundial).
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Que no tiene órdenes clericales, independiente de cualquier organización o confesión religiosa
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LOS GREMIOS
El auge de las ciudades de la Europa Occidental se debió al establecimiento de dos actividades económicas:
el comercio y la industria artesanal, tanto una como la otra fueron rigurosamente organizadas y
reglamentadas gremialmente. El comercio y la industria lo establecen personas evadidas del feudo, que se
fueron consolidando en estas actividades. El comerciante o mercader llegó a ser el sector dominante de la
ciudad y el poder político se concentró en manos de comerciantes ricos constituyendo un patriciado, dueños
de casas y tierras de la ciudad, aunque provenían tanto de estratos sociales altos como de los bajos, se
estructuran como clase. Estos individuos con el propósito de defender sus privilegios se asocian en gremios
ORGANIZACIÓN
Aprendices: Trabajaban sin sueldo de tres a seis años en el taller de un maestro conviviendo con él y
aprendiendo el oficio.
Oficiales: Artesanos especializados que cobraban salarios. Estaban guiados por un maestro.
El puesto de trabajo como maestro se alcanzaba tras superar una prueba, por parte de los oficiales, que
consistía en realizar una “obra maestra” que demostrase su habilidad y dominio del oficio. Los maestros
ponían dificultades al acceso de los oficiales a la maestría para evitar que se produjera competencia.
Las mujeres normalmente trabajaban en el campo y vendían sus productos en el mercado local, sin embargo
algunas trabajaban en talleres artesanales elaborando o vendiendo productos en la tienda del taller, artesanía
textil.
No podían acceder a la maestría, pero podía haber excepciones. Sin embargo la viuda de un maestro podía
continuar con el taller de su marido con la ayuda de otros maestros del gremio, pero no podían tener
aprendices.
LAS NORMAS
Fijaban unas minuciosas ordenanzas en las que se indicaban las técnicas de trabajo, los instrumentos que
debían utilizarse, el número de empleados y los días festivos. Fijaban la cuota que debían pagar y las normas
para realizar y vender los productos, los cargos necesarios para distinguir el gremio y cuestiones de carácter
benéfico-religioso, como la obligación de asistir a entierros de personas vinculadas al gremio.
Cada gremio tenía unas normas y un lugar donde reunirse. Las capillas de los santos patrones o los edificios
construidos para tal uso, sobre todo para los gremios más ricos. Las normas que tenían les convirtieron en
reguladores de la economía en los siglos XIV y XV.
Todos los artesanos de un oficio se establecían en una misma calle que a veces recibía el nombre del oficio
que ejercían los gremios. Actualmente algunas calle siguen conservando el nombre del oficio que allí se
ejercía como: CARPINTEROS, PANADEROS, CUCHILLEROS, CURTIDORES, TEJEDORES,
LABRADORES, ZAPATEROS, CERRAJEROS, etc.
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También, el rígido control que establecían sobre la producción los enfrentó al desarrollo y a la renovación
tecnológica iniciada en la edad moderna. Debido a esto en el siglo XVIII los gremios entraron en decadencia
paralelamente al auge del capitalismo y la industrialización; perdieron importancia y comenzaron a llamarse
hermandades, las cuales aún existen en la actualidad.
EL MERCANTILISMO
La premisa del desarrollo capitalista lo constituyó la Acumulación de Capitales, condición necesaria para la
formación Económico Social Capitalista. El inusitado comercio que se produce con el descubrimiento del
nuevo mundo inaugura la fase de acumulación capitalista. El período ha tenido muchas denominaciones, tales
como: edad moderna, temprano capitalismo, capitalismo mercantil, mercantilismo, capitalismo preindustrial,
primer capitalismo, capitalismo comercial o como lo denomina Marx, “fase de acumulación originaria de
capital”. (Betancourt y Guardia). En esa época se hace ostensible la derrota de la gran propiedad feudal con el
florecimiento del comercio que será causa y efecto del encumbramiento del capital para convertirse en el
motor de la economía. El comercio avanzó dando grandes pasos, no solo dentro del propio continente
europeo, sino sobre el mundo nuevo de América, Asia y África. Europa toma las riendas del mundo
imponiendo su sistema y su cultura, y las demás regiones de la tierra se insertarán a Europa como regiones
dependientes de conformación colonial.
El mercantilismo se refiere al conjunto de ideas económicas que nacieron entre 1500 y 1750. No es posible
considerarlas como una escuela de pensamiento formal, sino como una colección de actitudes y políticas
similares sobre la actividad económica interna y sobre el papel del comercio internacional que parecía
dominar el pensamiento de la época.
Muchos factores contribuyeron al avance del pensamiento mercantilista:
Los descubrimientos de nuevas regiones geográficas que abrieron oportunidades para el comercio y
ampliaron el alcance de las relaciones internacionales.
El crecimiento demográfico.
El impacto del Renacimiento en la cultura.
El ascenso de la clase comerciante.
El descubrimiento de nuevos metales preciosos en el nuevo mundo.
Los cambios en las creencias religiosas respecto a las ganancias y la acumulación.
El surgimiento de las Naciones-Estado.
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porque su formalismo provocó el odio al sistema y en fin, porque engendró rivalidades nacionales que
condujeron a guerras y al hundimiento mismo del objetivo que se perseguía. (Shepard Clough, p. 232). Para
los mercantilistas era preciso regular la actividad económica y no dejarla como prerrogativa de los individuos,
ya que los intereses individuales podían entrar en contradicción con los objetivos de los gobiernos de tomar
las acciones pertinentes para aumentar la riqueza. Los gobiernos controlaron el comercio internacional
controlando el intercambio de los metales preciosos.
El mercantilismo también reguló la actividad económica dentro del país por medio de la regulación de la
industria y el trabajo. Fue regulada la producción y se aplicaron controles sobre la fuerza de trabajo por medio
de los impuestos.
Según el mercantilismo, la regulación mejoraba la calidad de la mano de obra calificada y de las manufacturas
que producían, por lo tanto mejoraba o aumentaba la rentabilidad de exportar (Appleyard, 1995, p. 21-25).
Según los mercantilistas era necesario mantener pobres a las clases sociales bajas, ya que un aumento
salarial reduciría su productividad. Los intereses de la clase mercantil adinerada y de la aristocracia
confluyeron en la cuestión de las políticas nacionales relativas al trabajo y a los salarios. El mantenimiento de
los salarios bajos y una población creciente fue un elemento claro en la literatura mercantil. El salario debía
mantenerse a nivel de subsistencia. Debido a la generalmente baja condición de las clases inferiores, los
salarios elevados llevarían a toda clase de excesos, por ejemplo, la embriaguez y el libertinaje. Si los salarios
estuvieran por encima de los de subsistencia, la búsqueda de la gratificación física llevaría simplemente al
vicio y a la ruina moral. La pobreza, por otra parte, hacía laboriosos a los trabajadores, lo que quería decir que
vivían mejor.
En 1771 Arthur Joung en su Eastern Tour dijo: “cualquiera, excepto un idiota sabe que las clases inferiores
deben mantenerse pobres o nunca serán laboriosas”.
El desempleo, desde el punto de vista mercantilista era simplemente el resultado de la indolencia.
Las opiniones de Bernard de Mandeville eran todavía más extremadas, argumentaba que a los niños de los
pobres y los huérfanos no se les debía dar una educación a cargo de fondos públicos sino que deberían ser
puestos a trabajar a temprana edad. La educación arruina al que “merece ser pobre”, en otras palabras, de
manera que:
“el saber leer, escribir y conocer la aritmética, es muy necesario para aquellos
cuyos negocios requieren tales conocimientos, pero donde la subsistencia de la
gente no depende de ellas, estas artes son muy perjudiciales para el pobre. La
asistencia a la escuela comparada con cualquier trabajo es holgazanería; cuanto
más tiempo continúen los menores en este cómodo tipo de vida, más ineptos serán
cuando crezcan, tanto en fortaleza como en disposición para el trabajo al cual están
destinados.”
…los estratos más bajos de las clases sociales se mantuvieron tan abundantes como fuera posible, porque
Inglaterra confiaba en los miembros de este grupo para conseguir el poder económico que había de llevarla a
la victoria de la lucha de las naciones por la supremacía mundial. Así, el destino de la nación estaba
condicionado a la existencia de una numerosa población de trabajadores no cualificados, llevada por la
estricta competencia entre ellos a una vida de laboriosidad constante con salarios mínimos. Sumisión y
contento eran características útiles para una población semejante, y estas características podían fomentarse
mediante la ambición de la destrucción social entre sus miembros (The position of the laborer. P. 150).
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Concepción en torno a la balanza del comercio
Los mercantilistas defendían la necesidad de mantener la superioridad de las exportaciones sobre las
importaciones. Los movimientos comerciales se convirtieron en asuntos obsesionantes. Los países que tenían
oro y plata debían procurar su conservación, los demás debían procurarse mediante el comercio la obtención
de estos metales como pago a la exportación de mercancías. Los países distintos de España y Portugal,
únicos países que explotaban directamente minas de oro y plata de sus colonias, desplegaron con éxito sus
esfuerzos para que los metales preciosos derivaran a ellos.
Proteccionismo
El mercantilismo crea un sistema de protección arancelaria a la industria y un control riguroso de las entradas
y salidas de mercancías. “Con objeto de poder competir ventajosamente en los mercados extranjeros,
pusieron en práctica una política de salarios bajos, de subvenciones a las industrias de exportación, de
prohibiciones de exportar materias primas y de importar artículos manufacturados, etc. La importación de
materias primas que iban a ser trabajadas en el país estaba permitida y facilitada”. La colocación de la
producción se lograba en los mercados coloniales o presionando a países más débiles
El surgimiento de la burguesía
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La burguesía asume con el paso del tiempo un creciente protagonismo histórico. El término burgués de
empleaba en la edad media para designar a quienes en las viejas ciudades europeas –burgos- se dedicaban
al trabajo artesanal y fundamentalmente a las actividades comerciales. Desde el punto de vista de las
relaciones jurídicas de la sociedad medieval, el concepto hacía referencia a aquellas personas cuya condición
no dependía de su relación con la tierra, es decir, a quienes no formaban parte del grupo de los señores ni del
de los siervos. Con el paso del tiempo, el sector más enriquecido y poderoso de este grupo social consiguió
una relativa independencia y se estableció en una posición intermedia entre la nobleza y el pueblo llano.
La acumulación de capitales procedentes de un comercio cada día con mayor pujanza acrecentó aún más la
autonomía de la burguesía frente a reyes y señores feudales y dio lugar a la aparición del primer capitalismo
urbano y al reforzamiento de la autonomía de las ciudades , cuyo gobierno se encontraba ya en manos de los
más poderosos burgueses. Tal proceso se produjo en toda Europa, sin embargo, se dio con mayor intensidad
en Alemania, Francia, los Países Bajos e Italia.
A partir del Renacimiento, el enriquecimiento de la burguesía fue tal que pudo conceder a reyes y grandes
nobles créditos cuantiosos para asegurar el éxito de sus ambiciones políticas y guerreras. La célebre familia
de banqueros alemanes, los Fugger, hicieron posible, con sus préstamos al rey español Carlos I, que se
asegurara el voto de los príncipes electores alemanes y fuera consagrado emperador.
Con los grandes descubrimientos geográficos y la apertura de las rutas comerciales hacia oriente y occidente
en los siglos XV y XVI, la burguesía amplió de manera espectacular su poder y riquezas. Las rígidas
estructuras feudales, que seguían constituyendo el armazón jurídico del absolutismo se convirtieron en un
obstáculo para la consecución de sus intereses esenciales y, como consecuencia de ello, la burguesía asumió
la dirección de la lucha contra el llamado antiguo régimen.
Con el triunfo de la revolución francesa, la burguesía, que a lo largo de los siglos, había impregnado a la
sociedad de sus valores políticos, sociales y espirituales, puso un final definitivo al orden feudal.
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segunda etapa de la acumulación originaria de capital. El excedente económico obtenido como producto
del monumental mercado encontrado, fue multiplicado al infinito cuando actividades económicas de
dudosa moralidad fueron puestas en práctica. El encumbramiento de la burguesía europea y su inefable
enriquecimiento está íntimamente ligado a la esclavización de de los demás pueblos de la tierra. También
es necesario mencionar la explotación de metales preciosos arrebatados a los dominios coloniales. La
explotación de oro y plata en los primeros tiempos atrajo muchos emigrantes. Los conquistadores
implantaron el saqueo de los tesoros americanos que fueron directamente transferidos a Europa. La
adquisición de perlas se convirtió también en una activa explotación. Miles de indios y negros murieron en
la inhumana pesca. Los europeos recibieron casi 17 millones de kilos de plata, sin contar con el
contrabando y las fugas de oro y plata al Oriente. (Vetencourt, 1996, p.148)
En el siglo XVI, la abundancia de oro y plata provenientes de América Latina originó un alza general de los
precios de las mercancías europeas. En España se generó la inflación y luego se extendió por el resto de
Europa. El alza de los precios favoreció a los países exportadores, Francia, Inglaterra y Holanda, y perjudicó
enormemente a España que solo le alcanzaba para pagar sus deudas de guerra y las adquisiciones de
mercancías de los otros países productores.
La Revolución Comercial
Con el advenimiento de los cambios en la agricultura y la industria, así como el ensanchamiento geográfico,
se modifico sustancialmente el comercio mundial de la siguiente manera:
Cambia de dirección.
El cambio de dirección significa que hay un cambio en los centros económicos, del sur y este de Europa
pasa al oeste. Del Mediterráneo pasa a la costa atlántica. El comercio una vez que conquistó océanos
también se integró en un mercado mundial, estableciéndose vínculos económicos entre las regiones más
distantes y las más diversas culturas y economías.
Se diversifica en cuanto a la variedad de nuevos productos.
El capitalismo inundó a Europa de objetos de lujo orientales, especias, sedas, marfil, piedras preciosas,
azúcar, perfumes, maderas de sándalo y ébano, té, café, porcelanas, tapices, etc. De América llegaron
productos auténticamente indígenas tales como caco, tabaco, maíz, papa, caoba, yerba mate, coca,
judías, ñame, tomate, piña, cambur, coco. De África recibían marfil, oro y esclavos. Los mercaderes
europeos vendían en todos los puertos del mundo sus manufacturas tales como telas, pólvora, ferretería,
instrumentos, etc. Los barcos europeos cargados en África o Asia pasaban a Europa para descargar sus
lujosas mercaderías, podían luego dejar en América la producción manufacturera europea para regresar
cargados de los apetecibles productos coloniales nuevamente a las metrópolis. Todos los continentes
hacen los aportes más variados de productos modificando y estimulando hábitos y gustos.
Aumenta en sus volúmenes y modalidades.
Uno de los resultados más importantes de la llamada Revolución Comercial está constituida por el
aumento del volumen del comercio. Del lado de los europeos se desarrolló la industria manufacturera,
particularmente en Inglaterra para saciar los mercados ultramarinos, al mismo tiempo que para procurarse
una interesante cuota de beneficio. Se conocen dos modalidades de comercio que resultaron muy
rentables. Se trataba del contrabando y de la piratería. El contrabando funcionó principalmente para
introducir mercancías de Europa hacia América. La piratería o comercio corsario consistía en saquear
naves españolas o portuguesas que trasladaban mercancías desde América hacia Europa. El mar Caribe
fue escenario de una constante guerra corsaria. (Vetencourt y Guardia, 1996).
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Liberalización de la mano de obra
Se conoce que existían los campesinos y mercaderes libres, que se dedicaban a la artesanía y manufactura
de mercancías para comerciar, y aquellos que pertenecían a los señores feudales llamados siervos. Con la
gran acumulación de oro y plata provenientes del nuevo mundo se produjo un fenómeno singular y no
esperado, el aumento de los precios, que se llamó la revolución de los precios, por los cambios que esto
generó en todos los ámbitos económicos. Se redistribuyeron los ingresos y la riqueza, tanto en los individuos
como en los grupos sociales. Aquellos mercaderes, artesanos y terratenientes que cultivaban su propia tierra,
campesinos con posesiones seguras y que producían para el mercado, se beneficiaron con el alza de los
precios. En cambio, los asalariados y rentistas, cuyos ingresos no cambiaban, o lo hacían lentamente se
vieron perjudicados al ver sus salarios reales disminuidos, lo que les condujo irremediablemente a la pobreza
extrema. Como consecuencia del aumento de los productos lanares, se hizo más rentable la cría de ovejas
que la agricultura, por lo que los dueños de las tierras rescindieron los contratos con los colonos agricultores,
para dedicar las tierras al pastoreo de ovejas. Esto condujo a al liberación de mano de obra que quedaba
disponible para la producción manufacturera en las ciudades y en las empresas capitalistas que emergían.
LIBERALISMO ECONÓMICO
El Liberalismo Económico es el primer cuerpo de doctrinas que sustentó el nuevo orden capitalista. Esta teoría
se identifica con el individualismo.
El Liberalismo Económico surgió antes que la revolución industrial como ataque a las restricciones
mercantiles que prevalecieron en Europa desde el siglo XVI hasta el siglo XVIII. El mercantilismo representó la
intervención del Estado en todos los campos de la economía, en el plano nacional significó la reglamentación
de la industria y del comercio interior, y en asuntos exteriores actuó para reglamentar las relaciones entre las
metrópolis y sus colonias.
Las clases mercantiles creyeron en el mercantilismo hasta el momento en que sus propiedades se vieron
obstaculizadas por el intervencionismo estatal. A medida que crecían los problemas surgían nuevas
orientaciones con el fin de buscarles solución. De ese modo surgió en Francia una escuela de teoría
económica conocida como fisiocracia.
Los fisiócratas, así como los primeros representantes del Liberalismo Económico Petty y Cantillon, comparten
el mérito de haber descartado definitivamente la creencia mercantilista de que la riqueza y su aumento se
debían al comercio. Ellos decían que en la producción estaba la clave de la creación de riqueza y del
excedente susceptible de acumulación. El punto central de su análisis es la búsqueda de ese excedente.
Tomando en cuenta que el excedente provenía de la riqueza material concreta de bienes útiles, los fisiócratas
sostenían que la agricultura era la rama más productiva de la economía, allí era donde se veía más
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claramente la diferencia entre los bienes producidos y los bienes consumidos…la cantidad de alimentos que el
trabajador consume, más lo que se usa como semilla, es en promedio, menos que la cantidad de productos
que se obtiene de la tierra. Esa es la forma más sencilla y más manifiesta de excedente. El análisis de la
circulación del excedente entre las diferentes clases sociales es muy particular entre los fisiócratas. Según las
páginas del Cuadro Económico de Quesnay el excedente se distribuye entre las tres clases sociales que
existen en la sociedad: La productiva, integrada por los agricultores; la estéril, integrada por los artesanos y
comerciantes, y la propietaria formada por los dueños de la tierra, es decir, los terratenientes.
Los principales representantes de la escuela fisiocrática fueron Quesnay, Turgot y Gournay
Turgot por su parte concedió importancia a otros elementos en la determinación del valor de cambio,
tomando en cuenta la capacidad del bien para satisfacer la necesidad, la facilidad para conseguirlo y la
escasez.
El fisiócrata francés Gournay (1712-1759) acuñó la célebre fórmula: Laissez faire, laissez passer dejar
hacer, dejar pasar. Dejar hacer: cancelar las limitaciones del intervencionismo y abrir camino a la
iniciativa individual; dejar pasar: abrir las puertas de las naciones suprimiendo las barreras aduaneras de
modo que se estimule y active la circulación de la riqueza.
Adam Smith (1723-1790) el país que sobresalió en su economía fue francia contaba con muchas fuentes
economicas y puso salir demasiado rápido de esta crisis Smith era escocés y se formó en las
universidades de Glasgow y de Oxford. En la primera fue profesor de Lógica y de Filosofía Moral. En el
año 1776 publicó su obra principal: Causas y Consecuencias de la Riqueza de las Naciones. Smith
abordó a la economía desde la filosofía. Era un ferviente defensor de las leyes de la naturaleza, del orden
natural, y cuestionaba las imperfecciones de las instituciones humanas. Para él la conducta humana
obedece de manera natural a las siguientes motivaciones: el egoísmo, la conmiseración, el derecho de
ser libre, el sentido de la propiedad, el hábito del trabajo y la tendencia al intercambio. Si al hombre se lo
deja en libertad, no sólo conseguirá su propio beneficio, sino también impulsará el bien común. Así Smith
justificaba su reivindicación de dejar en libertad las relaciones de intercambio entre los hombres.
El libre juego de las motivaciones nombradas conduce a un equilibrio natural. Cada individuo al buscar su
provecho individual “es conducido por una mano invisible a promover un fin que no entraba en su
propósito”, el bienestar general. Dice al respecto: “nunca he sabido que hiciesen mucho bien aquellos
afectos a trabajar por el bien público.” Todo esto da pie a uno de los fundamentos del pensamiento liberal
acerca de la libre interacción entre oferentes y demandantes en los mercados, sin ningún tipo de
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intervenciones estatales en los mismos. A Smith también le preocupó el origen del valor de las
mercancías y en base a ideas dejadas por William Petty (1623-1687) y Richard Cantillon (1680?-1734)
elaboró la Teoría del Valor Trabajo, la cual considera que el origen del valor de intercambio (valor en
cambio) de las mercancías está en el trabajo humano. Divide al valor en dos: el valor en uso que es la
utilidad que posee un objeto determinado, mientras que el valor en cambio es la capacidad de un objeto
para ser intercambiado por otros y está determinado por el tiempo de trabajo humano incorporado en su
producción.
Por otra parte, le inquietaba que mientras los seres humanos se reproducían, la tierra no lo hacía, lo cual
provocaría en algún momento del tiempo una situación de escasez de alimentos. Para esto proponía que
los salarios en la economía debían ser de subsistencia, o sea, lo necesario para la subsistencia del
trabajador y su familia. Consideraba que si el ingreso de las familias fuese mayor al de subsistencia, el
crecimiento poblacional se aceleraría. Algo que observaba en su época era que se había pasado de la
producción artesanal, en la cual un mismo artesano realizaba todas las operaciones, a una división del
trabajo, en la cual cada operario realizaba una sola operación, como por ejemplo, hacer puntas de
alfileres. Esto permitía que quien lo hiciera se especializara en dicha operación, mejorando los tiempos
de producción y la calidad de lo elaborado. Cualquier productor que buscara su beneficio individual se
vería obligado a dividir el trabajo de su empresa y de esta manera estaría maximizando la producción de
toda la economía. Eran las motivaciones de la conducta humana las que garantizarían el crecimiento
permanente del todavía entonces incipiente capitalismo inglés. Decía: “En un sistema de laissez-faire", el
aceite del interés personal mantiene funcionando milagrosamente los engranajes económicos. No es
necesario un planificador […]. El mercado resuelve todos nuestros problemas.” Así se afirma que Smith
era un optimista acerca del futuro de las economías, ya que su crecimiento permanente estaba
garantizado por las motivaciones de la conducta humana y la división del trabajo.
Según Smith, la demanda y oferta de productos, al igual que sus costos de producción se encontraban
regulados espontáneamente por la mano invisible que supone la competencia en el mercado. Smith llegó
a la conclusión de que todo sistema económico en que se permitiera la libre actividad de los individuos se
desarrollaría de forma armónica de acuerdo con un modelo de continuo crecimiento en la riqueza general
del país.
Adam Smith fue el primer apóstol del crecimiento económico. En los albores de la Revolución Industrial
señaló los grandes progresos que había experimentado la productividad gracias a la especialización y
división del trabajo. En un famoso ejemplo describió la fabricación especializada de una fábrica de
alfileres en la que un obrero estira el alambre, otro lo endereza, otro lo va cortando, etc. Esta operación
permitía a 10 personas hacer 48000 alfileres al día, mientras si cada uno trabajaba por separado,
ninguno podría hacer 20 o, tal ves, ni siquiera un solo alfiler al día. Smith consideraba que esta división
del trabajo era la “opulencia universal que se extiende hasta todas las personas de las clases más bajas”.
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