Politicas Educativas Y Desarrollo Socio - Politico. Miguel Pineda Analisis Conceptual

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POLITICAS EDUCATIVAS Y

DESARROLLO SOCIO - POLITICO.

Miguel Pineda

ANALISIS CONCEPTUAL

El significado de una política en el área educativa puede tener una variedad de posturas teóricas
en el orden epistemológico tomando como punto neurálgico las diferentes concepciones teórico-
metodológicas en el área en cuestión.
De ahí que el hecho educativo es visualizado de conformidad a una variedad de enfoques que
pretenden centrar su atención en un conjunto de rasgos del fenómeno, desechando aquellos
elementos de análisis que no le son relevantes. Bajo ese criterio es explicable una variedad de
interpretaciones sobre el fenómeno en cuestión.
La concepción materialista cimentada en los principios básicos del Marxismo ubica a la sociedad
al igual que la naturaleza como un sistema integral cuyos componentes en interacción
permanente engendra nuevas cualidades que no poseen los elementos integrantes del mismo y
que solo son producto de la estructura funcional del sistema. Por deducción se puede inferir que
una política es una relación de causa y efecto y viceversa, posee un conjunto de lineamientos y
conexiones, que a través del estudio de las leyes socio-históricas que rigen la sociedad pueden
determinar. o al menos prever un comportamiento social. En tal sentido la política aparece como
un conjunto de leyes y principios, la orientación hacia un fin concreto. La política se expresa de
una manera dinámica y dialéctica y su puesta en marcha puede ser expresada cualitativa y
cuantitativamente como producto de las contradicciones que resultan del mismo proceso de
producción de los bienes materiales determinados por la propiedad de los medios de producción.
En tal sentido la política aparece como una totalidad antagónica, que es expresión del desarrollo
histórico de la sociedad.
Al amparo de tal concepción, la política educativa adquiere un carácter político totalizador.
Expresada bien sea por su carácter instrumental o comunicativo, materializándose a través de los
sistemas educativos. El sistema educativo asume así la puesta en práctica de la política educativa,
expresada como factor de cohesión social y desarrollo socio-político.
Desde otro ángulo, eminentemente positivista, significa un curso de acción, entendida como
proceso de decisión o como un programa de acción. Lo que sesgadamente limita su curso de
acción y lo reduce a un espacio de racionalidad eminentemente instrumental, negando así las
posibilidades de cambio. Lo anterior responde al hecho de que la sociedad se hace cada vez más
compleja y sus límites interiores dan cabida a nuevos espacios de. racionalidad, expresadas como
zonas intermedias entre el hecho educativo y la sociedad civil. Esto puede explicar que la política
acontece fuera del primero, y que su incidencia en el desarrollo socio-político sea menos
determinante que instituciones civiles muy activas como los sindicatos, la iglesia, corporaciones,
etc.
Desde otro ángulo la política puede ser. expresada hermeneuticamente por su carácter
interpretativo que pasa por el análisis crítico del curso de una acción gubernamental y el efecto
de esa acción, infiriendo cambios en la política propiamente dicha.
Desde el punto de vista werberiano la política se expresa como una modalidad peculiar de la
acción de un gobierno que tiene un fin y metas muy precisas con sentido de dominación, orden
regularizado y coactuante que solo es posible con la burocratización cualitativa de la
administración pública, contenida normativamente en leyes, decretos, reglamentos y manuales
que establecen el sentido burocrático de la organización social, desde esa perspectiva es posible
inferir que la política educativa proveniente del gobierno, es expresión de una burocracia
eficiente dirigida a garantizar la regularidad y estabilidad del status-quo, y por tanto debe
capacitar para un orden social establecido, pero que ha medida que avanza se hace más
complejo, dinámica y contradictoria. Es posible entonces pensar en la política educativa como un
poderoso mecanismo de legitimación de un orden social o muy por el contrario una relación
causal capaz de generar crisis de legitimación permanente como expresión de un desarrollo
socio-político dinámico y contradictorio capaz de producir las condiciones socio-políticas,
económicas y culturales expresadas en nuevos espacios de racionalidad que compiten con la
racionalidad instrumental, y que pueden expresarse en términos de la cotidianidad de un pueblo
por alcanzar mayores niveles de bienestar social. En síntesis la Política Educativa es una
actividad permanente que consiste en la organización continua, y dinámica del sistema educativo
encaminadas a fortalecer el statu-quo u orden social. Esta actividad puede -ser calificada como
una racionalidad de carácter instrumental, sin embargo deja abierta la posibilidad para nuevos
espacios de contingencia.

LA POLITICA EDUCATIVA COMO PROCESO.

La noción sistémica de la educación establece una relación de entrada-proceso-producto. La


política educativa en ese sentido aparece vinculado o expresada implícitamente en la
planificación de la educación, en las cuales se establece la preeminencia del tratamiento
normativo, situacional, estrategia y volunta vista al abordar el hecho educativo. De ahí que
suelen usarse diseños y metodologías de análisis de políticas públicas.
La política educativa expresada así, como un proceso permite visualizar las diferentes relaciones
de interdependencia entre los diferentes sectores que conforman el sistema educativo y la
sociedad como un todo. De manera que la puesta en práctica de la política permite, a `través de
sus diversos indicadores observar las posibles relaciones de causa y efecto, los problemas que
puedan llamar la atención de la sociedad, y poder así cambiar en la propia dinámica del
desarrollo de la política, su propia naturaleza e incidir en sus resultados o producto, o en
definitiva presentar nuevas alternativas. Esta interpretación puede enfocar áreas problemáticas,
tales como la deserción escolar, la educación y la estructura ocupacional, costos de la educación
o calidad de la educación.
La política educativa como proceso indica la necesidad de establecer objetivos en el proceso
propiamente dicho, y la importancia de la naturaleza y precisión de tales objetivos. Dicha política
debe expresar una intención dedos sectores sociales involucrados, un plan (es) debidamente
autorizado (s) por el Estado, en las cuales se establecen las metas a corto, mediano y largo plazo,
y los posibles escenarios en las cuales deben accionar los agentes socio-políticos y económicos
del momento. Programas para alcanzar las metas. Toma de decisión y opciones alternas y por
último los efectos cuantitativos y cualitativos en términos de desarrollo.
La política educativa vista de ese modo, como sistema de coordinación y de toma de decisiones
de los agentes sociales o gubernamentales puede ser de diferente intensidad. La de mayor grado
sería aquella que caracteriza nuestro tiempo, expresada en términos de crisis de racionalidad e
inestabilidad institucional, que trasciende los términos de referencia del presente ensayo. Sin
embargo, nos parece oportuno indicar que, a nuestro juicio, además de las razones objetivas de
insatisfacción social de una parte importante de los pueblos de América Latina, se observa una
carencia de identidad y confusión ideológica que puede ser un indicador de la falta de políticas
educativas dirigidas a la búsqueda de nuevos espacios de racionalidad o evidentemente precisar
la verdadera racionalidad de un pueblo que fue despojado de su pasado que le ha impedido tomar
una opción consciente de su proceso de cambio.

POLITICAS PUBLICAS PARA EL DESARROLLO SOCIO-POLITICO.

La esencia de una política pública puede estar en ser una modalidad peculiar de la acción estatal
y dicha peculariedad es que la política sea un tipo de desempeño del sector público de la
sociedad. En el caso del sistema educativo debe estar en función del desarrollo socio-político
desde una dimensión teórica-filosófica, científico social, histórico-cultural así como ético
político; que a partir de los diversos paradigmas pueda analizarse el fenómeno educativo para
inducir los cambios deseados. Reconocer que las diferentes manifestaciones de la política
educativa en Latinoamérica aparecen en el plano lógico-concreto como expresión de un tipo de
racionalidad en la que el Estado a través de la educación legitima un modelo de Desarrollo-
socio-político asociado históricamente al modo de producción capitalista. En esa dirección,
cualquier política emanada del Estado niega nuevos espacios de racionalidad que aún cuando no
sean determinantes, orienten la educación hacia nuevas formas de organización social basadas en
la profundización de la participación social; en otros términos el paso de una democracia formal
representativa a una democracia real, en la cual el sujeto histórico sea el responsable de su propio
devenir histórico. Esta preocupación deja abierta la posibilidad real que el saber se genere en las
propias instituciones educativas, como un proceso creciente y dinámica capaces de diseñar
políticas en el orden científico-tecnológico y humanístico conducentes a cambios socio-políticos
en función de mayores niveles de bienestar social. Conformándose una estructura cognitiva-
comunicativa basada en la creatividad, necesidades y potencialidades de sus miembros. Lo
anterior nos lleva a plantearnos el papel que debe cumplir el sistema educativo a la luz de los
avances científicos-técnicos que se están produciendo a nivel mundial, en un contexto donde los
países desarrollados legitiman su posición de vanguardia. Esto nos hace pensar que cualquier
política pública pasa necesariamente por introducir cambios en el ámbito normativo, reforma del
Estado que realmente valore el saber científico-tecnológico en el seno de las universidades.
Tomando aquí el término en el sentido más amplio. Revisar profundamente el contenido
normativo para que el saber se legitime a partir de nuevos espacios de racionalidad.
Desde esa óptica la política pública puede desenvolverse con un elevado nivel de aceptabilidad e
institucionalidad, y con una continuidad en el tiempo que pretende desvincularse de la acción
gubernamental cada vez que hay un cambio político-partidista. Entendiéndose más como un
proceso de elaboración de aproximaciones sucesivas que diseñada a partir de un contexto social,
históricamente determinado, pueda atender un problema específico y/o una multiplicidad de
problemas, pudiendo reelaborarse o alterarse de acuerdo a un patrón normativo o dentro de uno
nuevo que las circunstancias sociales así la determinen. La política pública consiste en una
sucesión encadenada de políticas individuales o sectoriales, que responden a una sucesión
multilineal en una perspectiva sincrónica en el tiempo y en el movimiento.
BIBLIOGRAFIA:

Ÿ BOK. D, Una Paradoja en la Educación, Revista Facetas, Washington. N° 2, 1.993.


Ÿ HEBERMAS, Jurgen, Problemas de Legitimación en el Capitalismo Tardio, Amorrortu
Editores, Argentina s/f.
Ÿ LUHMANN, Niklas: Fin y Racionalidad en los Sistemas, "Editoras Nacional", Madrid,
1989.
Ÿ WEBER MAX, Etica Protestante y Espiritual del Capitalismo. Editorial Diez, Buenos
Aires, 1986.

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