Análisis de La Informalidad Empresarial Peruana

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UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO RUIZ GALLO

ESCUELA PROFESIONAL DE INGENIERÍA


ELECTRÓNICA

DOCENTE:
Teodoro Martínez Inoñan
ALUMNOS:
Piscoya Valdivieso José Javier

CURSO:
Formulación Y Evaluación De
Proyectos De Ingeniería
TEMA:
ANALISIS DE LA INFORMALIDAD
EMPRESARIAL PERUANA
FECHA:
24/07/2019

ANÁLISIS DE LA INFORMALIDAD EMPRESARIAL PERUANA


La informalidad –una característica fundamental del subdesarrollo– se configura tanto
a partir del modelo de organización socioeconómica heredado por economías en
transición hacia la modernidad como a partir de la relación que establece el estado con
los agentes privados a través de la regulación, el monitoreo y la provisión de servicios
públicos.
La informalidad o economía sumergida es un concepto intuitivamente nítido, pero que
en la práctica resulta sorprendentemente elusivo. No existe una definición unánime
admitida, y los indicadores utilizados para cuantificarla son variados, sin que exista una
referencia de aceptación general. Los trabajos académicos suelen evitar las
definiciones estrictas y se limitan a buscar “manifestaciones” de este fenómeno que
permitan capturar de manera indirecta algunos de sus rasgos distintivos.
La informalidad en el Perú es aproximadamente 75%. Esta ha disminuido
aproximadamente 0.75 puntos porcentuales por año desde el 2005. Sin embargo, esta
caída es desalentadora a pesar de que el Perú ha estado creciendo a una tasa anual de
5%. De hecho, para el nivel de PBI per cápita que tiene el Perú (US$ 11-12 mil), la tasa
de informalidad debería estar entre 15 y 20 puntos porcentuales más bajo, es decir
entre 55 y 60 por ciento (ver gráfico 1). Es decir, 2.5 millones menos de personas
informales.

PBI PERCAPITA Y INFORMALIDAD DEL 2018


 INFORMALIDAD POR SECTOR, TAMAÑO DE EMPRESA Y CONTRATO
LABORAL
Lo que se muestra en el grafico numero 02 es que los sectores con mayor
porcentaje de independientes presentan las tasas de informalidad más altas:
Transporte y Telecomunicaciones, Comercio, Agro y Pesca, y Hoteles y
Restaurantes. Construcción parece ser la excepción: pocos independientes y
mucha informalidad.

Lo que se muestra en el grafico numero 03 es que los sectores con mayor cantidad de
microempresas presentan las tasas de informalidad más altas. Entre estos se
encuentra Transporte y Telecomunicaciones, Comercio, Agro y Pesca, y Hoteles y
Restaurantes. Estos tienen tasas de informalidad de casi 80% y alrededor del 75% de
sus trabajadores trabajan en microempresas de 1 a 4 trabajadores.
 ¿QUÉ HACER PARA REDUCIR LA INFORMALIDAD?

Se ha mencionado que son dos las causas de la informalidad. Distintas causas


requieren distintas medidas. Por el lado de la primera, la baja productividad es un
problema estructural que tomará más tiempo incrementarla. Por el contrario, en el
caso de la segunda, los altos costos laborales e impositivos son medidas de mayor
impacto en el corto plazo.
Con respecto a la baja productividad, se plantean dos cosas:
 Para las micro, pequeñas y medianas empresas formales de todos los sectores,
generar incentivos a la capacitación de sus trabajadores formales.
 Para las personas que trabajan en microempresas informales, implementar
programas de capacitación técnica (oficios o carreras técnicas en institutos de
calidad) a fin de que se puedan insertar en el sector dependiente formal. Este
brazo de formalidad debe comenzar desde tercero de secundaria. El 65% de los
egresados de las escuelas secundarias se inserta directamente al mercado
laboral. Son estos los que con mayor probabilidad se van a quedar en el sector
informal.

 La informalidad como fase del proceso de desarrollo

Perú es un país con un nivel de renta per cápita medio (6.600 dólares, unos 12.000
dólares en paridad de poder adquisitivo), una posición también intermedia en el Índice
de Desarrollo Humano de Naciones Unidas (puesto 82 de 183 países) y un significativo
contingente de población rural poco o nada conectada con el resto del país. Todo ello
hace que la presencia de un cierto nivel de informalidad no sea en absoluto
sorprendente, según lo ya señalado.
En todo caso, atendiendo a los datos comparativos, lo esperable en una nación con
este nivel de desarrollo sería un porcentaje significativo pero moderado de actividad
económica ilegal; incluso en el contexto latinoamericano, mucho más propenso a la
informalidad, los países con niveles de renta per cápita similares a la peruana
(Ecuador, Colombia) tienen tasas notablemente menores (50-55 por cien), mientras
que los países con registros de economía sumergida similares al peruano (Honduras,
Paraguay) presentan niveles mucho menores de desarrollo. Parece confirmarse así,
que parte de la informalidad peruana se explica por factores endémicos de este país.
 La apertura de la economía y la reducción de la
informalidad

El segundo hecho estilizado de la informalidad en Perú (ver tabla anterior) es su rápido


decrecimiento desde principios de los años 2000 (-10 por cien en ocho años). La
contracción de la informalidad en un contexto de rápida expansión económica
(promedio de crecimiento del seis por cien anual) no debería sorprender a la luz de lo
ya comentado, pero la intensidad de esa reducción sí parece sustancial para una
variable con un importante componente estructural como esta.
En el ámbito comercial, el grado de apertura del país (exportaciones más
importaciones de bienes y servicios sobre el PIB) ha pasado en este periodo del
entorno del 40 a las cercanías del 50 por cien (en términos nominales), impulsado por
los tratados de libre comercio firmados por Perú con sus principales socios comerciales
(Estados Unidos, China, Unión Europea, Chile). En el caso de la empresa exportadora,
deben considerarse también las mayores posibilidades de control tributario que ofrece
a las autoridades, al pasar sus ventas por aduanas.

 Cómo medir la informalidad:


Los indicadores referidos a la actividad informal en general son el índice de Schneider
sobre la economía subterránea y el índice de libertad económica elaborado por The
Heritage Foundation. El anexo 1 ofrece información detallada sobre las definiciones y
fuentes, así como muestras de estas y otras variables que se utilizan en este trabajo.
 El índice de Schneider combina la versión dinámica del modelo de múltiples
indicadores y múltiples causas (o método DYMIMIC, por sus siglas en inglés), el
método del insumo físico (electricidad) y el exceso de demanda de dinero para
estimar el porcentaje de la producción no declarada ante las autoridades
tributarias y reguladoras.
 El índice de libertad económica de The Heritage Foundation se basa en
percepciones subjetivas de cuál es el nivel general de cumplimiento de la ley en
cada país y destaca en particular el papel que desempeña la corrupción a nivel
oficial
 Las Causas de la informalidad:
Son dos las causas de la informalidad:
(i) baja productividad:

Esta está asociada a los bajos niveles educativos (tanto en cantidad


como por calidad). Estos bajos niveles educativos se concentran en
trabajadores (tanto independientes como dependientes) que laboran en
microempresas (empresas de menos de 10 trabajadores). Los intentos
de disminuir los costos de la formalización (regímenes especiales de
impuesto a la renta o trámites menos costosos para la formalización)
para este grupo han sido infructuosos ya que ese no es el motivo
subyacente. El verdadero motivo es que no son lo suficientemente
productivos y sólo subsisten para sobrevivir. Lamentablemente, en este
grupo se encuentran los pequeños emprendedores. Uno de los mitos
que debe cambiar en el Perú es que nuestro país es un país de
emprendedores. No lo es. Los cursos o capacitaciones de
emprendimiento que se realizan por todo el Perú no tienen un efecto
significativo sobre el incremento de la productividad de las personas y,
por ende, sobre la productividad: de cada 100 personas capacitadas,
sólo 5 tienen éxito como emprendedores.

(ii) altos costos laborales e impositivos:

Está asociadas a los altos costos laborales e impositivos. En este grupo


se encuentran las empresas que son lo suficientemente productivas; sin
embargo, escapan de la formalidad porque enfrentan muchos costos
para generar utilidades y crecer. En este grupo se encuentran las
personas que laboran en pequeñas (entre 10 y 49 trabajadores) y
medianas (entre 50 y 200 trabajadores) empresas, tanto dependientes
como independientes.

 ¿Por qué la informalidad debe ser motivo de preocupación?

La informalidad es la forma distorsionada con la que una economía excesivamente


reglamentada responde tanto a los choques que enfrenta como a su potencial de
crecimiento. Se trata de una respuesta distorsionada porque la informalidad
supone una asignación de recursos deficiente que conlleva la pérdida, por lo
menos parcial, de las ventajas que ofrece la legalidad: la protección policial y
judicial, el acceso al crédito formal, y la capacidad de participar en los mercados
internacionales. Por tratar de eludir el control del estado, muchas empresas
informales siguen siendo empresas pequeñas con un tamaño inferior al óptimo,
utilizan canales irregulares para adquirir y distribuir bienes y servicios, y tienen que
utilizar recursos constantemente para encubrir sus actividades o sobornar a
funcionarios públicos.
Por otra parte, la informalidad induce a las empresas formales a usar en forma más
intensiva los recursos menos afectados por el régimen normativo. En los países en
desarrollo en particular, esto significa que las empresas formales tienen un uso
menos intensivo de mano de obra de la que les correspondería tener de acuerdo a
la dotación de recursos del país. Además, el sector informal genera un factor
externo negativo que se agrega a su efecto adverso sobre la eficiencia: las
actividades informales utilizan y congestionan la infraestructura pública sin
contribuir con los ingresos tributarios necesarios para abastecerla. Puesto que la
infraestructura pública complementa el aporte del capital privado en el proceso de
producción, la existencia de un sector informal de gran tamaño implica un menor
crecimiento de la productividad.
A continuación, se presenta un análisis de regresión simple sobre el efecto que
tiene la informalidad sobre el crecimiento económico. Como se sugirió
anteriormente, dicho análisis debe contemplar el aspecto relativo al nivel de
cumplimiento de las leyes y una forma directa de hacerlo, aun cuando pueda
debatirse al respecto, es incluir una variable que represente la capacidad total del
estado como variable de control de la regresión. Para ello, probamos dos variables
sustitutas: el nivel de PBI per cápita y la proporción del gasto de gobierno en
relación al PBI. La primera variable sustituta tiene la ventaja de explicar además la
convergencia condicional y la segunda tiene la ventaja de que refleja más
cercanamente el tamaño del estado.6 En el Cuadro 1 se presentan los resultados
de las regresiones en las que el crecimiento promedio del PBI per cápita en el
periodo 1985-2004 es la variable dependiente, el PBI per cápita inicial (1985) es la
variable de control y, a su vez, los cuatro indicadores de informalidad son las
variables explicativas.
Se seleccionó un periodo de 20 años para calcular la tasa de crecimiento promedio a
fin de lograr un equilibrio entre el crecimiento meramente cíclico, de corto plazo (que
no sería afectado por la informalidad) y un crecimiento de muy largo plazo (que en
realidad puede causar informalidad, en lugar de que esto ocurra a la inversa). La
hipótesis que se mantuvo para identificar la relación causal entre informalidad y
crecimiento es que el nivel de informalidad está relacionado con factores
institucionales y estructurales que cambian poco a lo largo del tiempo y que influyen
en las tasas de crecimiento de mediano plazo, pero que el crecimiento de mediano
plazo no influye sobre dichos factores (en el presente trabajo, el mediano plazo está
comprendido en el periodo de 20 años que abarca hasta el año 2004).

Los resultados de la regresión indican que un incremento en la informalidad genera


una disminución del crecimiento económico. Los cuatro indicadores de informalidad
presentan coeficientes negativos altamente significativos. El gráfico 2 muestra el
diagrama de dispersión de la regresión parcial entre la variable crecimiento y cada una
de las mediciones de informalidad (la regresión es parcial en el sentido en que se
controla el nivel inicial del PBI percapita), que confirma que la relación negativa entre
informalidad y crecimiento representa la tendencia general y que no está influida por
observaciones aisladas. El efecto negativo que tiene la informalidad en el crecimiento
no es solo un resultado sólido y significativo, sino también relevante en términos
económicos por su magnitud: un incremento de una desviación estándar en cualquiera
de los indicadores de informalidad lleva a una reducción de 1-2 puntos porcentuales
en la tasa de crecimiento del PBI per cápita.

 La informalidad está presente no solo en el sector informal, sino


también en el sector formal de las economías

Este problema es una de las preocupaciones más recurrentes de muchos países. Para
la OIT este fenómeno se encuentra no solo en el sector informal, sino también en el
sector formal y en el sector de hogares. La informalidad laboral de Perú es alta en
comparación con otros países de la región de ALyC, y junto a Paraguay, es uno de los
países con mayor informalidad dentro del sector formal (ver Gráfico 2a). No obstante,
en los últimos diez años, el empleo informal no agrícola de Perú se ha reducido de
75.0%, en 2004, a 64.0% en 2013. Sin embargo, esta reducción ha sido insuficiente
para salir del grupo de los cinco países con mayor informalidad laboral en ALyC.
Comprender cómo, a pesar de una fuerte reducción de la tasa de informalidad de Perú,
éste aún es uno de los países con mayor informalidad en la región, nos lleva a
reflexionar sobre la naturaleza de este fenómeno. Al parecer, tal y como lo señala el
Perry et al (2007), la informalidad representa no sólo la exclusión de muchos agentes
económicos (empresas, trabajadores y familias) sino que, en algunos casos, los agentes
económicos optan por la informalidad debido a la insatisfacción del desempeño del
Estado o a la inexistencia de beneficios en la interacción con el Estado. En línea con la
hipótesis de la exclusión, Tello (2015), a través de la metodología de Günther y Launov
(2012), estimó que el 73.8% de los trabajadores del Perú, en el año 2014, realizó
actividades en un segmento laboral informal de manera involuntaria y como última
alternativa de empleo.
 La informalidad persiste con bajas probabilidades de tránsito hacia
un empleo formal

Estimaciones de la OCDE (2015) revelan la existencia de un alto grado de persistencia


del empleo informal. El Gráfico 3a muestra que Perú es uno de los países con mayor
persistencia de informalidad, en donde más de la mitad de sus trabajadores informales
(55%) lo siguen siendo dos años después. Asimismo, en Perú el porcentaje de
trabajadores informales que se trasladaron a la formalidad fue superior al porcentaje
de ocupados formales que se desplazaron hacia un empleo informal, solo el 8% de los
ocupados formales se pasaron a un empleo informal; mientras que el 12% de los
trabajadores informales encontraron un empleo formal en el año siguiente. Para los
peruanos desempleados la probabilidad de encontrar un empleo formal es menor que
la probabilidad de encontrar en empleo informal, es decir, les resulta más fácil
encontrar un empleo informal que uno formal (ver Gráfico 3b). La elevada persistencia
del empleo informal, la baja tasa de transición del empleo informal al formal, y la alta
informalidad laboral son un fiel reflejo de la segmentación del mercado de trabajo
peruano.
 Tendencia ligeramente decreciente de la informalidad laboral en el
Perú

A pesar de que Perú tiene una elevada tasa de empleo informal en la región, en los
últimos diez años se han registrado importantes avances. Según la Encuesta Nacional
de Hogares (ENAHO), entre el 2004 y 2014, bajo distintas mediciones de la
informalidad , se evidencia una tendencia decreciente del empleo informal . Los
resultados difieren según el método de estimación elegido para medir la informalidad.
Por ejemplo, en base a la ENAHO-2014 y bajo la metodología del INEI, el empleo
informal de Perú representó el 72.8% de fuerza laboral, es decir, 11.5 millones de
peruanos tienen un empleo informal, de los cuales 8.8 millones (55.8%) laboran dentro
del sector informal y 2.7 (17.0%) millones trabajan como informales fuera del sector
informal. Operativamente, el BM (2008) cuantifica la informalidad laboral en función a
la definición productiva y a la definición legal. La definición «productiva» considera
como informales a todos aquellos trabajadores asalariados en pequeñas firmas (menos
de cinco trabajadores), personas auto empleadas no profesionales y trabajadores sin
ingresos laborales. En cambio, la definición «legal» se centra más en el cumplimiento
de los derechos de seguridad social; por tanto, se enfoca más en el bienestar de los
trabajadores (mejora de la calidad del empleo), que en la naturaleza de su empleo. Por
su parte, el INEI (2014) considera en el empleo informal a todos los patronos y
trabajadores por cuenta propia del sector informal, a los asalariados con empleo
informal tanto en el sector formal como en el sector informal y a los trabajadores
familiares no remunerados sin beneficios laborales, independientemente de si están
en el sector formal o en el sector informal.
 El empleo informal tiene rostro femenino, predomina en jóvenes,
afecta más a los independientes y es elevado en los sectores de
transporte, construcción y comercio.
La evidencia revela que este fenómeno es muy heterogéneo y afecta
desproporcionalmente a determinados grupos vulnerables del mercado de trabajo.
Según la ENAHO-2014, y en base a la metodología propuesta por el INEI3 , ocho de
cada diez mujeres (76.1%), y siete de cada diez hombres (70.3%), tienen un empleo
informal. Es interesante notar que la informalidad se concentra en los grupos
etarios más jóvenes, observándose que el 79.8% de los jóvenes de 14 a 29 años de
edad tiene un empleo informal, en comparación con el 69.8% de adultos mayores
de veintinueve años. Por nivel educativo, los trabajadores con bajos niveles de
escolaridad poseen las mayores tasas de empleo informal. El 78.9% de personas
que posee nivel de secundaria tiene un empleo informal, en comparación con los
que tienen educación superior, quienes poseen una tasa de 45.2%. Por categoría
ocupacional, el 89.3% de trabajadores informales son independientes y el 21.6%
labora de manera informal en el sector público. Finalmente, las actividades
económicas con mayor tasa de informalidad laboral a parte de la agricultura son:
transportes y comunicaciones (80.5%), construcción (75.7%) y comercio (74.3%),
en donde poco más de siete de cada diez peruanos trabaja en condiciones de
informalidad.
 Los trabajadores independientes son los más informales y peor
pagados en el sector informal

Según la ENAHO-2014, poco más de la tercera parte de la fuerza laboral peruana


(35.1% de la Población Económicamente Activa ocupada) estaba conformada por
trabajadores independientes que, generalmente, se desempeñan en actividades poco
calificadas y de baja productividad con limitado acceso a los servicios de protección
social (60.2% tiene acceso a un seguro de salud y 16.9% está afiliado a un sistema de
pensiones), conformando así un grupo altamente vulnerable a la informalidad. Tal es
así que en el sector informal gran parte de la informalidad se refleja en las actividades
que desarrollan los trabajadores independientes y las pequeñas unidades productivas
(2 a 10 trabajadores), en donde se registraron elevadas tasas de informalidad de 89.3%
y 53.6% que van acompañadas de bajos niveles de ingresos laborales de S/ 646 y S/
887, respectivamente.
 La informalidad es relativamente alta en la zona Norte y Sur del país

Este fenómeno es complejo y afecta a diversas realidades. La ENAHO-2014 revela que


cerca de nueve de cada diez trabajadores son informales en Huancavelica, Ayacucho,
Puno y Cajamarca, caracterizado por elevadas tasas de informalidad laboral en el
sector informal. La encuesta de hogares también revela que, en Lima, cinco de cada
diez trabajadores laboran en informalidad en el sector servicios. En Ica, ocho de cada
diez trabajadores son informales en el sector comercio. Finalmente, los datos también
indican que el sector construcción, de importante desempeño dinamizador de la
economía nacional y regional, es uno de los más informales en la zona norte del país.
Por ejemplo, según la ENAHO-2014, en La Libertad y en Lambayeque, más del 80.0%
de la fuerza laboral trabajó de manera informal en el sector construcción.
 Acelerar la reducción del PBI del sector informal traería mejores
resultados en el producto, empleo informal, ingresos del gobierno,
pobreza y productividad
Las simulaciones realizadas para Perú muestran que una reducción de cinco puntos
porcentuales en el PBI del sector informal, generaría para el periodo 2010-2050, un
incremento promedio anual de 0.5 puntos porcentuales en el PBI total, un
incremento promedio anual de 1.1 puntos porcentuales en los ingresos del
gobierno y una reducción anual de 1.4 puntos porcentuales en el empleo informal.
De implementarse un conjunto de políticas dirigidas a reducir la informalidad en el
Perú, se podría obtener importantes resultados en diferentes variables
socioeconómicas. Por ejemplo, si el PBI del sector informal fuera 3.0% en el 2050,
se podría alcanzar lo siguiente: crecimiento promedio anual de 5.8% en el PBI total,
habría 4.6 millones de personas que ganarían 10 dólares diarios, 25.8% de los
trabajadores tendrían un 1.40 1.30 1.20 1.10 1.00 0.90 0.80 2010 2015 2020 2025
2030 2035 2040 2045 2050 Ratio 38 CENTRO NACIONAL DE PLANEAMIENTO
ESTRATÉGICO empleo informal y la productividad acumulada crecería a 3.5 puntos.
En el caso hipotético de alcanzar un PBI del sector informal equivalente a 1.0% en
el 2050 se podría alcanzar lo siguiente: crecimiento promedio anual de 6.1% en el
PBI total, los ingresos del gobierno ascenderían a 34,6 mil millones de dólares, las
personas con ingresos de 10 dólares diarias serian 3,3 millones, el empleo informal
sería 16.3% de la fuerza laboral y el crecimiento acumulado de la productividad
acumulada seria de 3.9 puntos, respectivamente.
 ¿Por qué es preferible que se creen empleos formales en lugar de
informales?
La informalidad laboral tiene efectos perniciosos sobre el crecimiento económico y el
bienestar de las personas. Estos efectos ocurren debido a:
a. La reducción de la productividad de los trabajadores. La idea aquí es que los
trabajadores informales, que laboran en empresas informales, realizan sus
actividades en condiciones precarias y con bajo equipamiento, lo que afecta su
desempeño. Dicho de otra forma, dos trabajadores idénticos (con las mismas
capacidades, educación y habilidades) y que realizan la misma actividad tienen
distinto rendimiento dependiendo de las condiciones para laborar que
encuentren en su centro de trabajo. Sobre este punto, cabe señalar que datos
recientemente publicados por el Instituto Nacional de Estadística e Informática
(INEI) sugieren que la productividad media (y con ello el ingreso promedio) de
un trabajador empleado en una unidad productiva formal es casi cuatro veces
mayor que la de un trabajador empleado en una unidad productiva informal.

Si bien parte de esta diferencia se explica porque los trabajadores con mayor
educación tienden a estar empleados en el sector formal (ver Gráfico 5), una
característica que los hace naturalmente más productivos, otra parte de la
explicación puede estar vinculada con las prácticas y condiciones en las que con
frecuencia operan las unidades productivas informales. Las encuestas de INEI
muestran que las unidades productivas informales tienden a operar sin registros
contables (o cuando los tienen, consisten en anotaciones personales),
frecuentemente no tienen un local (o cuando lo tienen, este es usualmente una de
las habitaciones de la vivienda y esta habitación no solo se dedica al negocio), y
generalmente cuentan con un limitado acceso de manera exclusiva a servicios
públicos como agua potable, desagüe, electricidad, teléfono fijo, o internet (ver
Gráfico 6). En otras palabras, las unidades productivas informales no tienen las
mejores prácticas ni condiciones para operar un negocio, lo que afecta
negativamente la productividad de los trabajadores allí empleados (y de esa
manera sus ingresos) independientemente de su nivel educativo.

b. La distorsión en la asignación de los recursos. Si, debido a una legislación


excesivamente rígida del mercado laboral, las empresas formales consideran
que es muy complicado contratar empleados, es posible que opten por un uso
más intensivo de recursos que no estén afectados por la normatividad. En este
caso, las empresas formales contrarían un nivel de mano de obra inferior al
óptimo, dada la disponibilidad de trabajadores en la economía, y,
eventualmente, los reemplazarían con un uso más intensivo en bienes de
capital.

c. Una menor recaudación tributaria que afecta la provisión de bienes y servicios


públicos y genera una sobrecarga impositiva sobre el sector formal. Como
resultado, la productividad y la competitividad de las empresas formales, y de
la economía en general, se reduce.

Debido a que los trabajadores informales no pagan impuestos directos


(impuesto a la renta, que es el más relevante, aunque, eventualmente, pagan
impuestos indirectos como el que se aplica sobre las ventas), los ingresos del
Estado se ven mermados. Esta situación limita la cobertura y calidad de los
bienes y servicios que proporciona el Estado (educación, salud, justicia,
seguridad ciudadana, infraestructura). En particular, el sector informal
(trabajadores y empresas) hace uso y puede congestionar la infraestructura
pública, pero no contribuye para mejorarla y mantenerla. Como la
infraestructura forma parte del proceso productivo, su congestión por el sector
informal afecta la productividad y competitividad de la economía.

d. Un acceso al crédito más limitado. Un trabajador empleado en condiciones


informales tiene más dificultades para sustentar un flujo sostenido de ingresos
(situación que difiere a la que enfrenta un trabajador formal que aparece en la
nómina de una empresa). En este contexto, la evaluación de riesgos que hace la
entidad financiera prestamista se complica y, por lo tanto, el otorgamiento del
crédito para el trabajador informal (ver Gráfico 7). Como resultado, las
personas que realizan actividades en el sector informal (y los que dependen de
estos) tienen una capacidad más limitada para invertir en ellos mismos (por
ejemplo, en capacitaciones y educación que posteriormente los lleven a
generar más ingresos) y están más expuestos también a las fluctuaciones en sus
ingresos (debido por ejemplo a una enfermedad).

e. La ausencia de la protección social que brinda el empleo formal (en términos


de protección contra el desempleo y salud, por ejemplo), lo que reduce el
bienestar de las personas que laboran en la informalidad.

 La importancia de mantener un crecimiento económico alto y


sostenido para reducir la informalidad laboral

Además de mejoras en normatividad, fiscalización y productividad, un elemento


necesario en el impulso a la formalización laboral es mantener un crecimiento
económico importante y sostenido. Un alto y sostenido dinamismo del poder
adquisitivo de las personas se traduce en mayor demanda y ventas para las empresas.
Si estas prevén que el avance de la demanda se mantendrá en el futuro, se ven
alentadas a ampliar su capacidad de producción y eso requiere de inversión y de un
aumento de las nóminas. Por ejemplo, durante los últimos diez años, en un contexto
de alto y sostenido dinamismo de la economía peruana (ver Gráfico 10), las empresas8
contrataron más de tres millones de trabajadores adicionales para incrementar su
oferta de bienes y servicios en ese período9 . Hubo así una creación importante de
nuevos puestos de trabajo. Pero incluso más interesante que eso, la mayor parte de
los nuevos puestos de trabajo se creó en condiciones formales (algo menos de dos
tercios del incremento en las nóminas se dio con estas características, ver Gráfico 11),
por unidades productivas formales y, en particular, por las empresas grandes y
medianas (que generaron dos tercios de las nuevas plazas formales). Esta evidencia, en
un período en el que la normatividad laboral no destacó precisamente por tender a
impulsar la formalización laboral pero en el que sí fue claro el alto y continuo avance
de la economía peruana, sugiere que es necesario mantener un crecimiento
económico importante y sostenido que lleve sobre todo a las empresas de mayor
tamaño -que tienden a ofrecer posiciones formales- a generar empleo.

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