Los Mester
Los Mester
Los Mester
EL MESTER DE JUGLARÍA
El Mester de Juglaría nace aproximadamente en el siglo XII, en plena Edad Media, y
tendría vigencia hasta finales de esta etapa, acabando el siglo XV. Su nombre lo recibe por
parte del juglar, persona que recitaba poemas y cantares de memoria. Por lo general,
además de la función de entretenimiento, también hacía cierta labor de información, puesto
que los cantares se basaban en hechos populares. De hecho, se hicieron muy famosos
los cantares de gesta con héroes como el Cid. Como, por ejemplo, en España, estos poemas
eran bastante realistas, en Europa solían estar aderezados con tintes fantásticos.
Características del mester de Juglaría
El juglar era la persona que interpretaba la obra y la recitaba. Se valía de su propio
estilo y de su creatividad para narrar los poemas.
No se solía conocer al autor. Al contrario que sucede en el Mester de Clerecía, por
ejemplo, aquí se sabe que el juglar era quien recitaba.
La temática es otra de las características importantes. Generalmente se narraban
hechos de la vida cotidiana con toques fantásticos. No obstante, en la zona española los
cantares de gesta, los cantos épicos y los poemas amorosos eran los favoritos por
juglares y público.
La rima de los poemas se caracterizaba por ser irregular, monorrima y asonante. En
general, utilizaban series ilimitadas de versos de entre 10 y 18 sílabas, aunque el de 16
era el más habitual, agrupados en estrofas que se dividían en dos hemistiquios o partes
con una cesura o pausa central.
El lenguaje que usaban era bastante vulgar, exento de cultismos, buscando recitar
con fuerza narrativa, pero comunicando con simpleza para llegar al público poco
educado.
Las fuentes solían ser anónimas y de carácter oral y popular. Eran modificadas a
conveniencia para dirigirlas a un pueblo iletrado y ávido de historias épicas.
Ejemplos como: Cantar de Mio Cid, el Cantar de Fernán González, el Cantar de Sancho
II o el Cantar de los siete Infantes de Lara.
EL MESTER DE CLERECÍA
Vidas de santos:
o Berceo:
Santo Domingo de Silos
San Millán de la Cogolla
Santa Oria
o Beneficiado de Úbeda:
Vida de San Ildefonso
Obras marianas:
o Berceo:
Milagros de Nuestra Señora
Loores de Nuestra Señora
Planto que fizo la Virgen
Obras litúrgicas:
o Berceo:
El sacrificio de la misa Tres Himnos
Novelescas:
o Libro de Apolonio
o Libro de Alexandre
o Historia troyana polimétrica
Épicas:
o Poema de Fernán González
o Didáctico-morales:
Catón castellano
Proverbios del sabio rey Salomón
Proverbios morales, de Sem Tob de Carrión
Tractado de la doctrina, de Pedro de Veragüe
Libro de miseria de omne
Misceláneas:
o Libro de buen amor, de Juan Ruiz
o Rimado de Palacio, del Canciller Ayala
Asunto religioso diverso:
o Berceo:
Martirio de San Lorenzo
De los signos que aparescerán antes del juicio
Poema de Yuçuf
Coplas de Yoçef
EL MESTER DE CORTESÍA
Después del mester de juglaría y el de clerecía, la nobleza se suma a la tarea literaria desde
una vertiente culta, pues también ellos recibían estudios, instruidos por los clérigos. El
hecho de que sean los últimos en sumarse a la escritura literaria se debe a que los nobles se
dedicaban casi exclusivamente a guerrear y gobernar, pero a medida que se consolida
el territorio cristiano frente al musulmán (en 1492 conquistan Granada y finaliza el reino
árabe en la península), cada vez resulta menos necesario combatir y por eso ganan tiempo
para estudiar, reflexionar, leer y escribir. A estos autores se les ha dado el nombre de
«mester de cortesía», ya que viven en la corte.
En el siglo XV, comienzan a componer poesía lírica, que se clasifica principalmente en dos
corrientes:
La forma que siempre utilizó fue la prosa, para ámbitos legales y cortesanos, con una
intención educativa de formar a nobles y políticos, para que pudiesen prosperar en las
difíciles condiciones de a revuelta Edad Media Española. A esta intención responden las
obras históricas y los escritos de Don Juan Manuel.