Poemas de Amor 2 Pepe
Poemas de Amor 2 Pepe
Poemas de Amor 2 Pepe
Corazón coraza
Porque te tengo y no porque te
pienso
Porque la noche está de ojos abiertos
porque la noche pasa y digo amor
porque has venido a recoger tu
imagen
y eres mejor que todas tus imágenes
porque eres linda desde el pie hasta
el alma
porque eres buena desde el alma a
mí
porque te escondes dulce en el
orgullo
pequeña y dulce corazón coraza
porque eres mía
porque no eres mía
porque te miro y muero
y peor que muero
si no te miro amor
si no te miro
porque tú siempre existes
dondequiera
pero existes mejor donde te quiero
porque tu boca es sangre
y tienes frío
tengo que amarte amor
tengo que amarte
aunque esta herida duela como dos
aunque te busque y no te encuentre
aunque la noche pase
y yo te tenga
y no.
Mario Benedetti.
Gratia Plena
Todo en ella encantaba, todo en ella
atraía su mirada, su gesto, su sonrisa,
su andar... El ingenio de Francia de su
boca fluía.
Era llena de gracia, como el Avemaría.
¡Quien la vio, no la pudo ya jamás
olvidar! Ingenua como el agua, diáfana
como el día, rubia y nevada como
Margarita sin par,
el influjo de su alma celeste
amanecía...
Era llena de gracia, como el Avemaría.
¡Quien la vio, no la pudo ya jamás
olvidar! Cierta dulce y amable dignidad
la investía
de no sé qué prestigio lejano y singular.
Más que muchas princesas, princesa
parecía: era llena de gracia como el
Avemaría.
¡Quien la vio,
no la pudo ya jamás olvidar!
La niña de Guatemala
Quiero, a la sombra de un ala,
contar este cuento en flor:
la niña de Guatemala,
la que se murió de amor.
Eran de lirios los ramos,
y las orlas de reseda
y de jazmín: la enterramos
en una caja de seda.
...Ella dio al desmemoriado
una almohadilla de olor:
él volvió, volvió casado:
ella se murió de amor.
Iban cargándola en andas
obispos y embajadores:
detrás iba el pueblo en tandas,
todo cargado de flores.
: Ella, por volverlo a ver,
salió a verlo al mirador;
él volvió con su mujer,
ella se murió de amor.
Como de bronce candente,
al beso de despedida,
era su frente - ¡la frente
que más he amado en mi vida!...
Se entró de tarde en el río,
la sacó muerta el doctor;
dicen que murió de frío,
yo sé que murió de amor.
Allí, en la bóveda helada,
la pusieron en dos bancos: