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TECNICATURA SUPERIOR EN

CONSULTORÍA PSICOLÓGICA

ESPSyC

Escuela Superior de Psicología Social


A-1327

CONSULTORIA PSICOLOGICA II.

1
BIENVENIDA AL ALUMNO y al LECTOR QUE
RECORREESTAS PÁGINAS

Te doy la bienvenida a esta etapa que te encuentra cursando los primeros


pasos en esta carrera. Imagino que si nos hemos encontrado en este espacio
será por tu “Vocación por el Ser Humano”, vocación que crecerá a lo largo de los
años venideros de estudio.

Tal vez coincidas conmigo en esto: estamos en proceso permanente de


crecimiento y aprendizaje.

Tal vez seas alguien que, por esas cosas de la vida, te llegó este texto y
estás allí recorriendo estas líneas… Como sea, como deseo de contarte la
intención de este trabajo, voy a dejarte una frase de un antiguo filósofo: Séneca
en una de sus “Cartas a Lucilio”:

( …) “te enviaré pues, los mismos libros, a fin de ahorrarte la tarea de andar
buscando por todas partes las cosas provechosas, y añadiré notas para que
puedas hallar al momento cuanto apruebo y admiro”.

Así querido lector, espero que encuentres aquí lo suficiente para beber de
esta fuente y lo suficiente para que te inspire a realizar nuevas búsquedas que
amplíen e incluso reemplacen parte de lo aquí expuesto.

Porque ése es el objetivo: que puedas desarrollar, investigar, proponer…


en fin, crecer y desplegar tu navegación y que recorras varios autores, no para
pensar cómo ellos sino para pensar con ellos.

2
En este siglo XXI cuentas con tanto acceso a la información que sería
interminable pretender volcar todo en el presente texto. Por ello, es que estas
líneas apenas quieren ser una invitación al desarrollo de tu carrera.

Seguramente, junto a los docentes, recorrerán juntos este apasionante y


enriquecedor camino. Así comenzamos a navegar estos mares y nos permitimos
sumergirnos en sus profundidades, ¿cuán profundo? Tanto cómo tú lo elijas,
espero no por eso te olvides de lo que está en la superficie, el aquí y el ahora.

Esperamos que esta guía te sirva para recorrer el camino junto y sepas que
eres parte de estos contenidos a partir de la invitación de nuestra plataforma a
participar activamente en el desarrollo, modificación y aportes nuevos junto a tus
compañeros de cursada.

Esperamos que nuestra plataforma les ofrezca todos los elementos para
poder enriquecerse de contenidos tanto de textos, audiovisuales y gráficos;
deseando ser para ustedes “mapas y brújula de navegación”.

Sean curiosos…pregunten…imaginen…permítanse dudar. Las certezas


acotan nuestro proceso de aprendizaje…porque si hay certeza, ¿para qué
aprender?

¡Nuestros mejores deseos en este camino que han iniciado!

3
ÍNDICE.
Bienvenida........................................................................................................2
Referencias.......................................................................................................7
Orientaciones para el estudio............................................................................9
Programa de la materia...................................................................................11
Contenidos mínimos........................................................................................12

UNIDAD 1: CARACTERISTICAS GENERALES DE LOS ACTORES DE


CONSULTORIA PSICOLOGICA………………………………………………..13

1.1 El Consultor….….......................................................................................14
1.1.1 La Formación…………………………………………………………………17
1.1.2 El Ser personal y el ser profesional........................................................20
1.2 El/la Consultante: características y limitaciones........................................22
1.3 La relación en Consultoría Psicológica: características generales............30

Actividad obligatoria de la Unidad 1.................................................................37

Guía de autoevaluación de la Unidad 1...........................................................41

Bibliografía de la Unidad 1...............................................................................42

Práctica formativa primera parte......................................................................43

UNIDAD 2: CAMPOS DE APLICACIÓN DE LA CONSULTORIA


PSICOLOGICA…………………………………………………………………….44

2.1 Campos de aplicación de la Consultoría Psicológica………………….…..44

2.2 Multidisciplina, interdisciplina y trasdisciplina……………………………....48


4
2.3 El lugar del Consultor Psicológico (Counselor) en la prevención y promoción
del desarrollo………………………………………………………………………..50

Actividad obligatoria de la Unidad 2..................................................................53

Guía de autoevaluación de la unidad 2.............................................................54

Bibliografía.........................................................................................................55

Práctica formativa segunda parte......................................................................56

UNIDAD 3: LA ENTREVISTA EN LA CONSULTORIA PSICOLOGICA..........57

3.1 La Entrevista……………………………………………………………………..57
3.2 Entrevista, consulta y anamnesis……………………………………………...60
3.3 Concordancias y divergencias….…………………………………...…………65

3.4 El grupo en la entrevista…………………………………………....................67

3.5 Transferencia y contratransferencia.............................................................68


3.6 Ansiedad en la entrevista.............................................................................70
3.7 El entrevistador………..................................................................................72

3.8 El entrevistado…………………………..........................................................75

Actividad obligatoria de la Unidad 3....................................................................82

Guía de autoevaluación de la unidad 3..............................................................83

Bibliografía de la unidad 3..................................................................................84

Práctica formativa tercera parte........................................................................85

Bibliografía general de la materia.......................................................................86


5
Glosario.............................................................................................................88

Respuestas a las guías de autoevaluación......................................................91

6
REFERENCIAS

…………….……………………………....Glosario

…………………………………………..Bibliografía

……………………………………………….Antes

…………………………………...……….Después

………………………………........Autoevaluación

…………......……………....Actividad Obligatoria

…………….………………..….…Muy importante

………………………………...……….Definición

………………………………………..…Recordar

7
…………………………………………Descargar

…………..…………………..…………...….Audio

………………………………..….……….....Video

………….………………..…………...Destacado

8
ORIENTACIONES PARA EL ESTUDIO.

El presente módulo pretende ser el soporte básico del desarrollo de las


temáticas de la Asignatura.

En él encontrará explicitados todos los temas detallados en la Síntesis de


Contenidos, a fin de que a medida que usted lo desarrolle pueda lograr una real
comprensión de los mismos.

La realización de las actividades sugeridas le permitirá corroborar sus


saberes e identificar sus dificultades, si las hubiere; en tal caso podrá conectarse
a través de nuestra plataforma e- learning con el Profesor-tutor para que aclare
sus dudas.

La actividad final es de presentación obligatoria y le permitirá integrar los


conceptos que ha abordado a lo largo del módulo.

Le recordamos que el trabajo ordenado y el desarrollo de todas las


actividades facilitarán la realización de su propio proceso de aprendizaje.

Relea esta “Guía Didáctica” las veces que estime necesario.

Organice su tiempo de estudio; haga su propio cronograma.

Lea el cuadernillo autoinstructivo en la forma secuenciada en que


se presenta.

9
Consulte la Bibliografía.

Incorpore el vocabulario específico; recurra al glosario

Recurra a su tutor ante cualquier duda y/o dificultad.

10
CONSULTORIA PSICOLOGICA II:

Programa de la materia.

FUNDAMENTACIÓN:
Generar un espacio en el que los alumnos distingan y reconozcan que es
una relación de ayuda en general y en qué consiste un proceso de Consultoría
Psicológica (Counseling) en particular, como proceso vincular de relación de
ayuda profesional.-

OBJETIVOS:

Conocer y reflexionar acerca de la naturaleza y características de una


relación de ayuda profesional en ConsultoríaPsicológica, desde la
perspectiva del Enfoque Centrado en la Persona de Carl Rogers.

Conocer y adquirir el vocabulario propio de la disciplina.

Reconocer los ámbitos del ejercicio de la profesión, sus limitaciones y


relaciones con otras profesiones.-

11
CONTENIDOS MÍNIMOS:

Características generales de los actores del proceso de Consultoría Psicológica.

El consultor/a: La formación. El ser personal y el profesional.

El/la consultante: características y limitaciones. La Relación en


Consultoría Psicológica: características generales.

Campos de aplicación de la consultoría psicológica. Multidisciplina, interdisciplina


y transdisciplina.

El lugar del Consultor Psicológico (Counselors) en la prevención y promoción del


desarrollo.

La entrevista en la consultoría psicológica. Entrevista, consulta y anamnesis. La


entrevista como campo. Concordancias y divergencias. El grupo en la entrevista.
Transferencia y contratransferencia. Ansiedad en la entrevista. El entrevistador. El
entrevistado.

12
UNIDAD 1: CARACTERISTICAS GENERALES DE LOS
ACTORES DE LA CONSULTORIA PSICOLOGICA.

FUNDAMENTACIÓN DE LA UNIDAD 1.
En la presente unidad reflexionaremos acerca de las características de los
actores que intervienen en el proceso de la consultoría psicológica.

OBJETIVOS:
Que el alumno conceptualice con claridad la noción de Consultoría
Psicológicay el perfil de sus actores.

Que el alumno profundice y reflexione sobre el sentido de las relaciones


deayuda, conozca las características de las relaciones de ayuda profesional
yubique a la Consultoría Psicológica dentro de las mismas.

1. CARACTERISITICAS GENERALES DE LOS


DIFERENTES ACTORES DE LA CONSULTORIA
PSICOLOGICA.

En el presente capítulo abordaremos los conceptos referidos a diferentes


actores que participan en la relación de ayuda y que constituyen el proceso de la
consultoría psicológica.

13
1.1 El consultor.

El Consultor Psicológico o Counselor, es un profesional de la ayuda y de la


prevención y promoción del bienestar, que comprende al ser humano como una
unidad bio-psico-social-espiritual, y lo acompaña, tanto en sus padecimientos y
dolencias, como en sus búsquedas de desarrollo y despliegue, a partir de un
abordaje integrador.

Facilita el cambio, promueve el desarrollo personal mediante la incorporación


de actitudes tales como la congruencia, la aceptación positiva incondicional y la
comprensión empática, ofreciendo un espacio de seguridad capaz de generar un
vínculo de confianza que hace posible la autoexploración y la transformación de la
persona.

La función del counselor es acompañar emocionalmente a


los consultantes, asesorar preventivamente, promocionar acciones
que mejoren la calidad de vida del consultante, asistir en procesos de
cambio, ayudar a tomar decisiones, facilitar la transformación y el
despliegue de potencialidades.

El consultor psicológico acompaña procesos tanto de persona como de


grupos, que necesitan una orientación o ayuda para tomar decisiones, resolver
algún problema o solucionar conflictos que dificultan el transcurrir vital. Crean
condiciones de bienestar psicoespiritual, en niveles individuales, interpersonales y
comunitarios y abren caminos hacia un mejor despliegue personal.

14
El counselor orienta a los consultantes en la búsqueda de alternativas y
potencialidades para solucionar situaciones presentes, y poder enfrentar riesgos
futuros.

Algunos de los temas que se pueden abordar son:


duelo
crisis vitales
soledad
conflictos personales/relacionales/laborales
sentimientos de angustias
toma de decisiones
etc.

Así como también derivan o trabajan en equipos interdisciplinarios cuando


detectan patologías médicas o psíquicas.

Ayuda a tomar decisiones favorables, facilitando la transformación y el


despliegue de potenciales personales, asistiendo durante el proceso de cambio.
Apoya al o a la consultante a enfrentar problemáticas de la vida presente, resolver
situaciones actuales y facilitar procesos personales.

El consultor psicológico genera un encuentro que permite al consultante


elegirse libre y responsablemente. Y los orienta en la búsqueda de nuevas
alternativas para solucionar situaciones presentes y poder enfrentar riesgos
futuros.

Existen tres actitudes básicas, facilitadores del proceso de counseling, y que


todo counselor humanístico debe tener según Rogers:

1. CONGRUENCIA: También referido como "autenticidad", se trata de un


elemento central. La práctica de esta actitud favorece el diálogo libre y

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fructífero. Permite dar paso a la confianza y a la lealtad, evitando el
fenómeno del "doble lenguaje", que se constata cuando el terapeuta
comunica con palabras, contenidos en los cuales él mismo no cree. El
consultante que recibe estos dos mensajes contradictorios permanece
inseguro, desorientado, y básicamente desconfiado. Este hecho no sólo
compromete la validez de la relación, sino la eficacia de la terapia. No se
debe escudar en su rol

2. ACEPTACION POSITIVA INCONDICIONAL: No es fácil ejercer esa actitud


porque supone una gran atención a la experiencia única de la persona del
consultante, a sus sentimientos y sufrimientos. La aceptación positiva
implica una abstención de juicio valorativo. El consultante que se siente
aceptado incondicionalmente por su consultor camina hacia la
"autoaceptación": al no sentirse juzgado ni condicionado, el consultante
comienza a aceptarse y a profundizar en su propio mundo de un modo más
auténtico.

3. EMPATIA: Esta actitud permite captar el mundo de referencia de la otra


persona. Implica una disposición de parte del consultor de ponerse en la
situación existencial del consultante, comprender su estado emocional,
tomar conciencia íntima de sus sentimientos, meterse en su experiencia.
Esto no significa de ningún modo sentir lo mismo que el otro (simpatía), ni
intuir (intuición), sino que aquí se trata de la recepción y comprensión de
los estados emocionales de la otra persona. Se trata de ponerse a sí
mismo entre paréntesis momentáneamente, y caminar.

En el counselor se puede encontrar un profesional con el cual


sentirse completamente seguro, comprendido y aceptado de modo tal que
cualquier vivencia, cualquier pensamiento o sentimiento, aun los más
abominables para uno mismo puedan ser recibidos y expresados.

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Lo que se expresa confusamente es devuelto por el profesional con
absoluta claridad y aceptación, sin una pizca de juicio o condena, demostrando
que comprende lo que pasa en las fibras más íntimas, aún de manera más clara
que uno mismo.

El counselor lo recibe tal cual es y ayuda a ser más uno mismo, sin tanta
defensa y temor.

El counselor se compromete desde su escucha respetuosa del otro, a generar


un vínculo profesional en un clima de seguridad, para que pueda llegar a ser la
persona que realmente es.

1.1.1 La formación.

En ninguna otra profesión tiene tanta importancia la persona del profesional


como en el counseling. Los consultores psicológicos en instancia de aprendizaje
deben dedicar tanto tiempo a su autoconocimiento como a la adquisición de
contenidos teóricos y habilidades.

Contribuyen a esta tarea el estar abierto a la supervisión, aceptar los fracasos


o críticas de los clientes, tener un proceso personal de counseling y respetar los
propios límites."

Para que podamos pensar sobre la importancia y el valor del


autoconocimiento, nos serviría recordar el concepto del dinamismo de la
percepción: el hombre percibe la realidad en función de la estructura de su
personalidad.

17
En la relación con un otro, el counselor se encuentra
con las vivencias del consultante, a quien se dispone
a escuchar y ayudar. Para poder percibir con claridad
cuál es la experiencia del consultante, el consultor
deberá conocerse a fondo, es decir registrar sus
propias necesidades, temores, aspiraciones,
preferencias, rechazos y prejuicios, en otras palabras,
conocerse.

Otra cuestión importante, además de conocerse, es una aceptación positiva y


realista de sí mismo. Esta aceptación significa tener conciencia tanto de los
propios límites y carencias como de los recursos y capacidades. Desde nuestro
modelo teórico "Centrado en la Persona", es fundamental que el counselor esté lo
más libre posible de preocupaciones personales sin resolver. Es decir, disponerse
a entrar en el mundo perceptual del cliente y de esta forma lograr una mayor
escucha empática.

En este sentido, Rogers expresa con franqueza: "Según mi experiencia,


cuando mi actitud es condicional, la otra persona no puede cambiar o
desarrollarse en los aspectos que no soy capaz de aceptar. Cuando trato de
descubrir las razones por las que he sido incapaz de aceptarlo en todos sus
aspectos, suelo descubrir que ello se debió a que me sentía temeroso o
amenazado por alguno de sus sentimientos. Si deseo brindar una mejor ayuda,
antes debo desarrollar y aceptar esos aspectos en mí".

Para llegar a ser un facilitador en la relación de ayuda, es necesario


animarnos con nosotros mismos. Esto implica, entre otras cosas,
sensibilidad, flexibilidad, una dosis de paciencia, y, sobre todo, autenticidad.

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El ejercicio responsable de una profesión de ayuda exige una capacitación
adecuada. Por esta razón, el plan de estudios abarca temas, contenidos y
prácticas que garantizan una formación básica y suficiente para la tarea
enunciada.

Al iniciar la formación en Consultoría Psicológica (Counseling), son


indispensables asignaturas de acercamiento e introducción. Para ello se incluye
en el plan de estudios materias tales como: "Consultoría Psicológica I y II",
"Aproximación a la Obra de Carl Rogers", e "Introducción al enfoque Centrado en
la Persona", que acercarán a los alumnos los conceptos y actitudes elementales y
fundamentales para su capacitación en la Carrera. Asimismo son básicas las
asignaturas de referencia y horizonte teórico, como "Fundamentos de Psicología",
"Psicología de la Personalidad", "Filosofía", "Antropología Filosófica" y "Cultura y
Sociedad", que contextualizan la formación troncal brindando un marco sólido y
adecuado. Todas las asignaturas mencionadas constituyen el primer año de la
carrera.

El segundo año permite al estudiante abordar las temáticas y problemáticas


centrales de la carrera. "Teoría y Práctica de la Consultoría Psicológica" y
"Consultoría Psicológica aplicada" son las asignaturas medulares de este nivel.
En ellas, los alumnos incorporan y profundizan los conocimientos acerca de la
tarea y el desempeño del rol de Counselor; internalizan y desarrollan las actitudes
favorables para un adecuado proceso de ayuda; adquieren las habilidades
necesarias para un eficaz desempeño profesional. Además, se capacita al alumno
para la adecuada y correcta discriminación entre el funcionamiento normal y el
anómalo de la personalidad. "Ciclos Vitales I y II" explica el desarrollo normal y
sus crisis; "Psicologia de la Personalidad", la estructura y la dinámica de la
personalidad; y "Psicopatologia", los criterios para el establecimiento de la
discriminación entre normalidad y los trastornos de la personalidad.

19
También se establece en este segundo año la aplicación del Counseling a los
grupos pequeños ("Dinámica Grupal I y II"). El tercer año de la carrera, sin
descuidar la formación teórica, enfatiza la capacitación práctica. Por ello, además
de las aplicaciones del Counseling ("Consultoría Laboral", "Consultoría
Educacional", "Consultoría en Adolescencia , "Consultoría en Sexualidad",
"Consultoría en Adicciones" y "Consultoría en Pareja y Familia") y de los aspectos
éticos del ejercicio de la profesión ("Ética y Deontología profesional"), incluye la
ejercitación de los alumnos en diversos aspectos y situaciones posibles en el
desempeño de la actividad, sus implicaciones emocionales y el compromiso
actitudinal ("Practica Profesionalizante"), estas brindan la posibilidad del
desempeño de la actividad con consultantes reales bajo la supervisión,
orientación y capacitación de profesionales docentes integrantes de las cátedras
mencionadas.

1.1.2 Ser personal, ser profesional.

El desarrollo personal del consultor psicológico que realiza su trabajo


según el enfoque centrado en la persona (ECP), y su principal componente: el
autoconocimiento, representan unacondición necesaria pero no suficiente para su
desempeño profesional competente.

Este proceso, que transcurre, avanza, se diversifica y profundiza a lo largo


de toda la vida de una persona, se complementa con una capacitación profesional
que le permita conocer y dominar con fluidez los recursos y las diversas
herramientas propios de su trabajo basados en una sólida conceptualización y su
puesta en práctica.

La capacitación para el desempeño de la profesión, en sus diversas


instancias, comienza formalmente con la “carrera” y va integrando, con el paso del

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tiempo y la experiencia, diversas actividades de aprendizaje sobre la base de la
educación continua.

La capacitación profesional, también es una condición necesaria, pero no


suficiente, para el trabajo en counseling o psicoterapia según el ECP.

El desarrollo personal del counselor o terapeuta y la capacitación entendida


comoeducación continua se proponen, según esta perspectiva, como el núcleo de
condicionesnecesarias y suficientes para su desempeño profesional competente.

Existen muchos y diferentes ámbitos para que el counselor o terapeuta


potencie sus capacidades de desarrollo personal y conocimiento de sí mismo
vinculadas con su trabajo. Algunas se plantean, en varias instituciones
educativas, como requisito dentro de las instancias de formación profesional,
como la experiencia de la terapia personal o de ser consultante en un proceso de
counseling.

La experiencia de supervisión individual o grupal con un profesional de


mayor experiencia o la participación en un grupo de pares (grupos de covisión)
para revisar y discutir casos y la relación de lo acontecido en las sesiones con la
resonancia personal en el counselor o terapeuta son otras posibilidades que
pueden considerarse como sinergia entre el desarrollo personal y la educación
continua del counselor o terapeuta.

El ECP se inscribe dentro de las llamadas terapias relacionales, que


proponen que losanador del vínculo de counseling o psicoterapia,
independientemente de técnicas específicas utilizadas, es la relación. El
desarrollo personal y el autoconocimiento del profesional de ayuda pueden ejercer
una influencia positiva en el desarrollo del proceso terapéutico.

21
Entre las bases fundamentales de su enfoque, Rogers incluye la
empatía, como la capacidad de comprender la experiencia del
consultante, percibiendo sus sentimientos y necesidades; la
consideración positiva incondicional, como la actitud de aceptar la realidad de la
experiencia del otro, sin emitir juicios y sin pretender modificar la manera en que
elconsultante la percibe, aun sin estar de acuerdo o coincidir con su
interpretación; y la congruencia, como la posibilidad de ser auténtico en el vínculo,
expresando su experiencia con respecto a lo que sucede en la relación, siempre
al servicio del consultante.

La relación entre el autoconocimiento del counselor o terapeuta y sus


efectos sobre los resultados de la relación de counseling o psicoterapia se
encuentra entre los temas relevantes de las investigaciones sobre el ECP. Una de
las hipótesis en este sentido afirma que, en la medida en que el profesional
avanza en su proceso de desarrollopersonal y conoce mejor sus propias
limitaciones y sus recursos, estará en mayor capacidad de ofrecer estas
condiciones a quienes buscan su ayuda.

1.2. EL CONSULTANTE:

En principio: toda persona puede ser atendida por un counselor, en cuanto


su consulta, problemática, conflicto, intención y autorrecursos disponibles
concuerden con la posibilidad de un proceso que tiende al cambio, desarrollo y
despliegue personal.

Desde una lectura atenta de la definición aprobada oficialmente, nadie está


excluido de ser plausible de un proceso de counseling. No hay límite de edad ni
motivo de consulta que no resulte pasible de ayuda para:

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Facilitar cambios
Promover el desarrollo
Tender hacia el despliegue

Hablamos de sujetos desorientados, sobrecargados


o descargados inadecuadamente, que puedan estar
abiertos a recibir y aprovechar, procesos activos de
aprendizaje cognitivo-emocionales.

Siendo su objetivo el mejorar la disposición a la


autoayuda, adquirir capacidad de autodirección y
competencia operatoria concreta.

En tanto esto se enmarcaría en los límites y posibilidades que cada


consultante posea en sus actuales circunstancias, toda persona o grupo de ellas
puede ser tratada por un counselor, para un proceso de counseling.

Por otra parte, la definición oficial agrega los conceptos de crisis y desarrollo
de las potencialidades, dirigiendo el accionar profesional a personas o grupos
denominados normales.

23
El título de Consultor Psicológico o Counselor habilita para establecer
relaciones de ayuda psicológica interventivas y preventivas, en las que el
counselor, sirviéndose de la comunicación lingüística, sobre la base de
recursos provenientes de la psicología humanística, intenta en un lapso
relativamente corto promover en una persona o grupos normales,
desorientados, sobrecargados, confundidos o en crisis, procesos activos de
aprendizaje de autoayuda, habilitar su capacidad de autodirección, su
competencia operativa y el desarrollo de sus potencialidades".

Esto último, el tema de la normalidad, sería el punto a desarrollar para


esclarecer aún más acerca de quién es sujeto del counseling.

Lo que parece una delimitación es, sin embargo, una toma de posición que
permite claridad conceptual sobre la tarea y sus objetivos.

Dijimos más arriba que el counseling no pretende curar, sino crear


condiciones para el crecimiento y desarrollo personal, y que todos son plausibles
de este proceso, siempre y cuando se pongan enjuego las potencialidades
inherentes a la tendencia actualizante.

La noción de tendencia actualizante es el núcleo del comprender la motivación


humana, y que por otra parte toda persona, por el hecho de estar viva, la posee como
energía potencial a desplegarse, la tarea central de un counselor de este enfoque será de
generar condiciones para que la tendencia reencuentre su camino de expansión. Desde
esta mirada, toda persona está en condiciones de desplegarla.

24
Sin embargo, el haber colocado la palabra normal responde a dos criterios,
uno de tipo operativo y otro de orden ideológico. Con respecto al primero es
importante señalar que el counseling es una tarea que no apunta a un ideal
teórico de salud mental, sino a un adecuado "funcionamiento" para si y los demás
según el propio punto de vista del consultante, un desarrollo más pleno para la
persona, abierta a la corriente fluida y actual de la experiencia.

Es objetivo de el/la consultor/a facilitar un constante despliegue de la


tendencia actualizante, hacia un acomodamiento satisfactorio, creativo y
espontáneo. Como dijo el psicoanalista francés Jean Bergeret,

"... normal es aquel ser humano que logra adquirir el conjunto de elementos que le
permiten acomodarse interiormente para procurarse, no la ilusión de la
omnipotencia o de la felicidad, sino al menos zonas bastantes sólidas y
constantes de eficienciay bienestar, en medio de sus obligatorias imperfecciones
y sus no menos obligatorios conflictos internos".

La consultaría psicológica tiene por objetivo concreto procurar que el


consultante adquiera esos recursos internos, recupere el poder sobre sí, y pueda
desde allí elegir vivir en sus grupos de pertenencia o en aquellos que considere
más acordes a sus proyectos e impronta de vida.

"Normal" es un término que refiere a la norma, regla y/o encuadre. En este


contexto hablamos de aquellas que constituyen el conjunto del ámbito en el cual
está inserta la persona, su grupo, sociedad y cultura. Campo o situación donde
nace sin haberlo elegido, al cual precisa adecuarse para en principio sobrevivir y a
posterior! (si puede y lo dejan), crecer y desarrollarse según su propio camino.

"Normal" es, para nosotros, una adaptación activa a lo dado, como un


proceso dinámico de integración y transformación que permite a la persona
convivir en el mundo al cual fue "arrojado" y, de no ser posible, poder elegir

25
modos alternativos de ruptura o salida que no produzcan sufrimientos —a sí
mismo o a los demás— o que, por lo menos, de no ser posible evitarlos, procurar
que los mismos tengan un sentido.

Este modo de mirar es concreto y eficaz, tanto para el consultor como para
su consultante. Es por otra parte, en lo ideológico, coherente con una postura
fenomenológica, la que intenta centrarse en el mundo fenoménico perceptual del
otro y del vínculo, sin introducirle variables teóricas que parten de teorías que
construyen tipologías ideales acerca de lo que es sano y/o enfermo. No negamos
la existencia de modalidades prototípicas de expresión personal que podrían dar
cuenta de modos encuadrables en alguna que otra "patología", según la teoría
desde donde se lo mire.

Consideramos que estas formas de expresión son concordantes con la


normatividad del marco social en el cual se "leen" estas conductas.
Salud y enfermedad mental son conceptos ligados al punto del cual parte el
experto que diagnostica, siendo por lo tanto una variable inundada por los
prejuicios y las normas.

Lo que alguien considera enfermo aquí y ahora, otro puede no verlo de la


misma manera, también aquí y ahora, y desde otro lugar o en otro tiempo las
opiniones pueden ser mucho más disímiles. Lo que aquí es un síntoma de locura
puede ser visto y evaluado en otro lado como una expresiónde genialidad y/o
poder sobrenatural. Creemos importante aclarar que no nos estamos refiriendo a
síntomas, problemas o sufrimientos que tengan causas de orden biológico, com-
probable y solucionable por medio de medicación, es decir, enfermedades

26
neurológicas y psiquiátricas, campo de acción de médicos neurólogos y
psiquiatras.

Cada vez más vamos sabiendo sobre el funcionamiento bioquímico de


nuestro sistema nervioso, los estudios sobre los neurotransmisores nos acercan a
una mejor comprensión de ciertas disfunciones mentales. Desde esta perspectiva
es importante discriminar lo mental de lo psíquico, aunque en una persona se
integren en un modo de ser.

Importa hacer esta división metodológica, para comprender mejor los


trastornos y ejercer acciones más eficientes para ayudar a superarlos. Debemos
imbrincar los dos criterios para trabajar mancomunados, unos y otros especialis-
tas, sin enrollarnos en discusiones estériles acerca de cuál es más importante que
otro.

Somos un todo, y de eso no dudamos, pero para ayudar hay que


saber ubicarse desde algún lugar, y desde allí proyectar nuestro compromiso
profesional con el otro.

El gran avance de las disciplinas médicas en este campo produce una clara
tendencia hacia dos posiciones, que deberán complementarse, una que
denominamos biotecno-lógica y otra biofilosófica.

Ambas poseen en común lo bio, en tanto somos seres vivos, con patrones
propios de funcionamiento que hacen a nuestra impronta humana. La primera
centra su visión en el bios propiamente dicho, actuando sobre lo que pasa, cómo
pasa, por qué pasa y conlleva hacia acciones médicas cada vez más
perfeccionadas desde lo tecnológico, lo farmacéutico y lo psicoterapéutico. La

27
segunda se centra en la persona para facilitarle un mejor y mayor acercamiento a
la experiencia que sucede con lo que le pasa, como nos decía el Dr. Claudio Rud,
"qué le pasa con lo que le pasa".

De esto último trata el counseling al que aspiramos. Es por ello que no


usamos criterios médicos o psicoterapéuticos para entender el malestar humano,
sino puntos de vista filosóficos existenciales.

Desde éstos, vivir es siempre una elección. Lo que la psiquiatría llama


síntomas son también una elección, y por lo tanto siempre tienen, además de un
"cómo" de expresión, un sentido vital.

Este sentido tiene un origen profundo, visible e invisible para la percepción


de sí mismo, y en tanto somos cuerpo, encarna en conductas y comportamientos
que al expresarse tienen dos límites: el otro y la autopercepción. El otro y sus
normas pueden alertar y detener señalando que algo no anda bien o es dañino
para sí o los demás, quizá requiera una consulta. Este es un límite que puede
conducir a que alguien consulte o le sea sugerido iniciar un proceso de ayuda. El
autolímite, emergente del darse cuenta acerca de algo que no funciona
adecuadamente, la autopercepción de un malestar, una "luz roja" que se observa
y a la que se le da importancia, pueden devenir en un pedido de ayuda.

En síntesis, lo normal o anormal en las personas implica dos modos de


referencias: las de un patrón cultural y las de vivencia propia. La interrelación de
ambas variables nos brinda pautas acerca del funcionamiento normal o no, de
una persona en y con su medio.

28
Existen tres áreas de consulta para el counseling que devienen de nuestra
definición, a saber:

- Consultas para la prevención y promoción del bienestar.


- Consultas para la resolución de conflictos y problemas.
- Consultas para el Desarrollo y el Despliegue personal.

Sentimientos y sensaciones están casi siempre ligados a situaciones que


se presentan como motivos de consulta concretos, casi todos vinculados a las dos
grandes áreas donde se desarrolla nuestra vida: amor y trabajo.

Veamos algunos a modo de ejemplo:

Conflictos de pareja y de familia


Disfunciones sexuales (en equipo con médicos)
Pérdidas de personas queridas, duelos
Toma de decisiones vitales (afectivas, económicas, laborales)
Estrés
SIDA
Adictos y sus familiares (en equipo multidisciplinario)
Desórdenes de la alimentación (en equipos)
Discapacitados y sus familiares
Trastornos graves de personalidad (en equipos)
Acompañamientos terapéuticos
Conflictos grupales/institucionales
Conflictos padres/hijos
Orientación al adolescente
Violencia familiar y abuso infantil (en equipos)
Conflictos en etapas críticas de la vida (ciclos vitales)
Cuidados paliativos de enfermos graves

29
1.3LA RELACIÓN EN LA CONSULTORÍA
PSICOLÓGICA:CARACTERÍSTICAS GENERALES

Fue el creador del enfoque no directivo C. R. Rogers el primero en


utilizar este concepto. Dicho autor, después de una investigación sistemática que
tenía como objetivo descubrir el grado de eficacia de las diferentes corrientes
psicoterapéuticas, llegó a la conclusión de que los resultados positivos no se
derivaban del enfoque desde donde se trabajase, sino de las cualidades del
terapeuta y su habilidad para establecer un tipo particular de relación con su
cliente.

Estos resultados le llevaron a explorar en otros campos,


especialmente el de la educación, hasta poder comprobar que, sea cual fuere el
tipo de intervención "si se crea la relación adecuada, entonces el individuo podrá
desarrollar su capacidad de cambio, reorganizando su personalidad de forma más
madura" (Rogers, 1984)

"La relación adecuada". ¿Y cuál es esa relación adecuada? ¿Qué tiene que pasar
para que una relación sea "adecuada"?

El mismo Rogers determinó una serie de condiciones fundamentales:

Ser auténtico, actuar de acuerdo a los propios sentimientos


Aceptar y valorar al otro como persona
Desear entender empáticamente al otro, tanto sus sentimientos positivos
como los negativos
Ser transparente, expresar los propios sentimientos
Facilitar que el individuo se dé cuenta de todo lo anterior.

30
Pero ha sido R.R. Carkhuff quien a través de posteriores investigaciones,
ha realizado un desarrollo detallado no sólo en la descripción y ampliación de
dichas condiciones, sino también -y esto nos parece fundamental para el tema
que aquí estamos tratando- en los procedimientos para su entrenamiento
sistemático.

Ser auténtico o tener capacidad de empatizar, no es ya un asunto


casi-mágico, misterioso o ligado únicamente a la personalidad del profesional,
sino que se convierte en un conjunto de destrezas que se pueden aprender y
entrenar.

Volviendo a la pregunta sobre cuál es esa relación adecuada, ahora


podemos decir, utilizando la palabras de M. Marroquin (1991), introductor
centroamericano de la obra de Carkhuff, que es aquella que "se establece entre
una persona ‘mas conocedora’ y otra ‘menos conocedora‟, en orden a
permitir a ésta última, un mayor nivel de funcionamiento en aquellas áreas en las
que la primera es experta" posibilitando, según palabras del propio Carkhuff
(citado en M. Marroquin, 1991) "Modos más constructivos de conducta, aumento
de la sensitividad emocional y un mayor control sobre la vida propia. Estos son los
productos primarios y secundarios de la ayuda efectiva, ya sea el que ayuda
profesor, padre, consejero o terapeuta titulado"

De manera muy resumida, y siguiendo lo que M.Marroquin nos ha


transmitido de la obra de Carkhuff, podemos citar 7 variables que conforman la
relación de ayuda y que el profesional puede desarrollar:

EMPATIA: Etimológicamente, sentir-en, sentir desde dentro. Es la capacidad de


percibir correctamente lo que experimenta otra persona, y comunicar esta
percepción en un lenguaje acomodado a los sentimientos de esta. Sin empatía no
existe base para la ayuda La efectividad de la empatía depende de la profundidad
y autenticidad de la comprensión

31
RESPETO: Implica el aprecio de la dignidad y valor de la persona atendida y el
reconocimiento de su dignidad como persona. Supone que:

El profesional ha de estar por el otro


Tener disposición y compromiso para trabajar con él
Considerar al otro como único
Se debe respetar su autodeterminación
Se suspende cualquier juicio crítico sobre el otro
El respeto no ha de ser frío, neutro o desinteresado, sino cordial

GENUINIDAD: Capacidad por parte del profesional de ser libre y profundamente


él mismo. Así se excluye la dicotomía entre lo que el profesional siente y lo que
manifiesta, entre su comportamiento cotidiano y profesional. Esto no significa
expresar todo lo que se siente, sino no negarlo. Constituye la base de una
auténtica relación.

CONCRECIÓN: Supone la expresión específica en lo que se refiere a los


sentimientos de la persona atendida. El criterio para su aplicación es la
importancia que dicha persona atribuye al material manifestado

CONFRONTACIÓN: Acción iniciada por el profesional, que pone a la persona en


contacto consigo mismo, mediante la consideración de las discrepancias en ella
existentes y de la repercusión de éstas en la relación entre ambos.

INMEDIATEZ: Habilidad para discutir, directa y abiertamente, con la otra persona


lo que está ocurriendo en el aquí y ahora de la relación interpersonal entre ambos.
Viene a ser un puente entre la empatía y la confrontación

32
La relación de ayuda como arte

La relación de ayuda es un arte. Consiste


en apropiarse de algunas actidudes
fundamentales que se despliegan en
habilidades concretas para que la relación sea
competente. Diríamos que el que posee este
arte ha hecho un camino en tres direcciones:

En el campo del saber: interesándose por el fenómeno de la comunicación


interpersonal, por las dinámicas más frecuentes, por el impacto de la
“enfermedad” y/u otros acontecimientos en la vida de la persona.

En el campo del saber hacer: interesándose y ejercitándose en algunas


técnicas de comunicación y de relación, habilidades que hacen que el
encuentro con el individuo sea eficaz para ayudarle y permita al profesional
desenvolverse con una cierta soltura en la comunicación verbal y no verbal.

En el campo del saber ser: trabajando sobre sí mismo para interiorizar las
actitudes fundamentales que hacen que la persona del profesional o
terapeuta sea percibida como alguien que se interesa realmente, que
acepta, que comprende, que se implica sin quemarse en el proceso de
interrelación.

La relación de ayuda se sitúa consiste en establecer una relación con el


paciente que nada tiene de particular a primera vista, si no es el hecho de
que tiende a la ayuda y está centrada en la persona y no sencillamente en
el problema, lo que implica una actitud facilitadora y no directiva o
autoritaria. Tal relación pretende acompañar a la persona consultante a
hacer un camino de apropiación de la propia situación, de dominio de las
propias reacciones impulsivas y de los propios sentimientos (sin

33
anestesiarlos), un camino de crecimiento personal que permita abrirse a la
realidad, explorarla y activar las propias energías, el propio curador interno
que influye sobre la salud global de toda la persona, dada la relación
existente entre todas las dimensiones de la persona.

La relación de ayuda intenta encontrar un modo eficaz de promover en el


individuo una mejor adaptación a la situación que está viviendo, favorecer
en él la experiencia de mayor “salud” o bienestar integral posible y
propiciar una vivencia de la propia situación y de la angustia en clave de
relación sana, que es la vía para abrirse al sentido en medio de la
adversidad o desesperación y luchar contra ella cuando es posible. En el
fondo, se trata de acompañar al consultante a que se ayude a sí mismo, a
que sea protagonista de su propia situación y utilice al máximo los recursos
existentes. Descubrir y apoyar, en medio del sufrimiento, las cosas y
relaciones que son significativas para el individuo, constituye el objeto de la
relación de ayuda.

ALGUNAS CERTEZAS SOBRE LA RELACION DE AYUDA

El counselor no puede transformar a nadie porque el auténtico crecimiento


duradero se produce desde dentro del cliente, a partir de su ser, de su vida,
de su libertad.

Solo un ambiente de amor permite al cliente desarrollarse y alcanzar sus


objetivos. El consultor puede favorecer esto con su calidad de ser, de
amor, de presencia, más que mediante recursos técnicos, por muy
refinados que sean.

para cambiarse a sí mismo, el cliente debe moverse en un ambiente


relacional de seguridad y libertad. Mientras, de algún modo, se siente
amenazado, se defiende y no se atreve a ser el mismo plenamente, no se
34
confía, no pide verdaderamente ayuda.

La toma de conciencia de la propia historia y la probabilidad de narrarla


aun en sus detalles, favorece la liberación de las potencialidades positivas
bloqueadas y la eliminación del sufrimiento interior.

Solo el interesado puede descifrar con exactitud lo que vive y llegar al nudo
de sus problemas y a la raíz de sus actos: no el consultor y menos aun sus
diagnósticos, sus razonamientos, sus soluciones.

No se progresa a golpes de voluntad sino dejando brotar la vida que hay en


cada uno. El voluntarismo, el perfeccionismo, el cerebralismo nos dejan
insatisfechos, atormentados y tensos, la docilidad a lo mas nuestro y
positivo, al ser y su interioridad, hace caminar.

Una buena relación de ayuda mira a la consecución de Los siguientes


objetivos:

La toma de conciencia por parte del cliente de su historia, su experiencia


corporal, sexual, emocional, imaginativa, espiritual en todos Los pliegues
posibles, con libertad, a fin de integrarla plenamente.

La motivación de la autonomía del cliente. Se consigue mediante una


atención que no juzga, el aprecio a la unidad de su persona, el respeto
para el cuadro de valores y el proyecto de vida que ha elegido. Es preciso
por tanto, dejar al cliente el espacio necesario para moverse en su
dirección. No se le debe humillar, competir con él, aprovecharse del propio
rol alardeando de saber, guardar distancias por recelo o miedo, seducirlo,
dominarlo afectivamente.

Seguir la huella del cliente. Advertir los indicios y señales que de para

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construir una buena relación con él; dejarle libertad de movimiento
manteniendo viva la interacción.

La búsqueda de buenas intervenciones. Las buenas intervenciones son las


que se ajustan al cliente, a su situación y al momento. Los conocimientos
técnicos son importantes; pero lo más importante es actuar con equilibrio
entre actividad y pasividad, fortaleza y delicadeza, acaloramiento y frialdad,
enseñanza y facilitación del aprendizaje.

El discernimiento. Es el objetivo último del buen acompañamiento: poner la


cliente en condiciones de gestionar su propio crecimiento después de ver,
experiencial y emotivante, lo que para él es bueno hacer y es bueno no
hacer después de haber madurado Los criterios fundamentales y seguros
de un nuevo obrar.

Una relación de ayuda requiere una cierta regularidad en los encuentros, y


una continua supervisión del consultor mismo que tiene siempre necesidad
de contrastar y madurar la posibilidad de un trabajo más profundo en los
niveles teóricos y practico.

36
ACTIVIDAD OBLIGATORIA DE LA UNIDAD 1

CONSIGNAS:

a. Realizar una red conceptual en la que se establezcan las características del consultor y
el consultante en el marco de la relación de ayuda.

b. Compartir una reflexión personal en el foro acerca de la lectura del artículo de José
Carlos Bermejo “El sanador Herido”.

La actividad es individual y las respuestas serán subidas al foro en la fecha en que el


tutor lo indique.

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El sanador herido, eco de la empatía
Autor:
José Carlos Bermejo
Año publicación:
2013

Una de mis compañeras de trabajo en la Unidad de Cuidados Paliativos del


Centro San Camilo, médico, me cuenta: Cada vez que hago un ingreso, creo que
me llaman a una película de cuyo guión me hago cargo, pero me salgo de la
película. Veo el sufrimiento, pero no es el mío y me salgo. Es la muerte de los
otros. No creo tener menos miedo a la muerte ahora que antes. Quizás más
conciencia de lo que pueda ser. Yo creo que no me afecta por mecanismo de
defensa. Hay una fase de acostumbramiento que ya he pasado. Al principio, en
cambio, dormía con orfidal porque me habían soltado en el ruedo de todo el
sufrimiento cuando hasta entonces yo había firmado solo dos certificados de
defunción. Mi marido me decía que saliera de ahí porque me hacía sufrir. A veces
me digo, al ver mi misma fecha de nacimiento: ¿Y por qué no me ha tocado a mí?

Está en juego, en el counselling, en las relaciones de ayuda, la persona del


ayudante que, lejos de ser un mero técnico, es un sanador herido que se
reconoce como tal al experimentar el eco del esfuerzo empático de entrar en el
mundo del otro. Es el otro el que nos devuelve nuestra propia realidad, no solo la
suya. Es el ayudado el que hace sentir en nosotros el eco de la vulnerabilidad que
también como ayudantes nos pertenece junto con el poder de comprender la
alteridad. Acogemos, hospedamos, entramos en el mundo del otro y el nuestro se
nos revela más claramente a la vez. Si no manejamos bien nuestra vulnerabilidad,
necesitaremos unas veces orfidal; otras nos saldremos de la escena
defendiéndonos no necesariamente de manera saludable.

Zambullirnos en el mundo del otro nos abre las puertas de nuestro propio mundo
y nos permite apreciar las semejanzas entre ambos. Somos efectivamente mucho
más parecidos de lo que dejan entrever la profesión, el censo, la pertenencia
étnica o la misma cultura. Psíquica y existencialmente estamos construidos de la
misma madera. Dentro de nosotros encontramos el significado del
comportamiento del otro que se convierte en potencial para ayudar si es bien
utilizado. La yuxtaposición de dos experiencias, no ya únicamente la del ayudado,
sino también la del ayudante, da lugar a interpretaciones que fomentan la
comprensión. A esto conduce lo que Lipps denominaba “contagio emotivo”.
Carotenuto lo define como “simetría secreta” y Buber como “relación yo-tú”, de
persona a persona, de corazón a corazón.

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Quirón y la metáfora del sanador herido
La imagen del sanador herido (que cada vez se emplea más en la literatura
médica, psicológica y espiritual) sirve para poner en evidencia el proceso interior
al que son llamados todos cuantos prestan ayuda a quien atraviesa un momento
difícil en la vida, marcado por el sufrimiento físico, psíquico o espiritual. Significa,
pues, el reconocimiento, la aceptación y la integración de las propias heridas, de
la propia vulnerabilidad y condición de finitud.

Los orígenes de esta imagen se remontan a la edad antigua. Mitologías y


religiones de casi todas las culturas poseen una gran riqueza de figuras que, para
poder ayudar a los demás, primero deben curarse a sí mismas.

Cuenta la mitología griega que Filira (Phylira), hija de Océano y Tetis, fue acosada
pasionalmente por Kronos, razón por la que pide a Zeus ser transformada en
yegua para burlar así al dios. Pero advertido Kronos del engaño, se transforma en
caballo y logra su cometido. De esta unión forzada nace un ser singular, Quirón,
con figura de centauro, es decir, cabeza, torso y brazos de hombre y cuerpo y
patas de caballo.

La madre, al ver el monstruoso ser fruto de su vientre, reniega de su hijo y Quirón


crece en una cueva al amparo de los dioses Apolo y Atenea. De la mano de estos
padres adoptivos, Quirón, contrariamente a sus pares centauros violentos y
destructivos, se convierte en ejemplo de sabiduría y prudencia. Conocía el arte de
la escritura, la poesía y la música, pero ante todo, era reconocido como médico y
cirujano, sanador y rescatador de la muerte, al cual consultaban héroes y dioses.

Toda su ciencia se produjo tras un accidente fortuito que le provocó una herida
incurable: un día, accidentalmente, Hércules hiere al centauro con la punta de su
lanza envenenada en una de sus patas traseras, y siendo su condición inmortal,
queda condenado a un sufrimiento perpetuo que no puede recibir alivio ni
curación.

Buscando remedio a su mal, comienza a descubrir el arte de curar pero, he aquí


su mítica paradoja, mientras puede curar a otros no puede curarse a sí mismo. El
sentido de su existencia se centró así en sanar a los demás y hacerse cargo de
su dolor; la medicina actual le debe mucho y por cierto la palabra „quirófano‟ (de
Quirón, Kirón o Chirón), que significa „el que cura con las manos las heridas de
otro‟.

Integración y manejo de la propia “herida”


Aunque el personaje de Quirón fue rescatado en la literatura por Dante en La
divina comedia y por Goethe en su Fausto, entre otros, hubo que esperar el albor
del siglo XX para que el mensaje encerrado en su historia adquiriera un claro
sentido antropológico de la mano del psicólogo Carl Gustav Jung. Quirón es el
arquetipo del sanador herido: el sanador lo es porque sana, pero a su vez está

39
herido, lo cual constituye una paradoja existencial que se encarna en cada
persona, tanto en la que busca curar su dolor como en la que ofrece curación.

El sanador herido es, pues, la figura arquetípica de la relación terapéutica, donde


el ayudante ejecuta el arte de curar más allá de un método o una terapia puntual,
involucrando todo su ser en ese acto y empatizando con la herida del paciente
que le rememora y activa su propia herida devolviéndole así su percepción, de
modo que ayudado y ayudante se “pasan” sus roles haciendo fructíferamente
sanador el dolor de ambos.

Jung, adelantándose a Carl Rogers y a Martin Buber, ya sabía que ningún


proceso terapéutico funciona sin el involucramiento de la subjetividad que implica
la relación personal.

Al hilo de las reflexiones de Carl Jung, diríamos que el autoconocimiento tiene


como uno de sus objetivos fundamentales la integración de la propia sombra. La
sombra constituye, en lenguaje metafórico, un oscuro tesoro compuesto por los
elementos infantiles del propio ser, los apegos, los síntomas neuróticos y los
talentos no desarrollados, los sentimientos difícilmente aceptados, los límites y
zonas oscuras que, a primera vista, repugnan a la buena imagen que queremos
tener y dar de nosotros mismos, los traumas experimentados en la propia
biografía, los problemas sin resolver...

Conocer e integrar la propia sombra es sanarse. Supone una apasionante terapia


del límite, es decir, un proceso de humanización donde la propia fragilidad se
convierte en recurso resiliente, donde lo que desearíamos esconder se transforma
en fuente de comprensión de las dinámicas ajenas, hasta que podamos decir
serenamente. “nada humano me es ajeno”; cualquier dinámica personal que
encuentro en los demás tiene un eco en mí que me permita ser comprensivo y
humano ante ella.

Sentarse ante el telón del propio corazón dispuesto a asistir a la representación


realista de nuestro interior, puede producirnos pánico. Solo quien sobrevive a la
contemplación serena de las escenas menos agradables, de los recuerdos
imborrables que afectan y han construido la propia personalidad, de la tiranía de
los sentimientos que a veces no se han dejado manejar por la razón, solo ese
será un artista en la escucha de la vulnerabilidad ajena.

Por desgracia, la formación de los terapeutas no presta mucha atención al


proceso de integración de las propias heridas, de la vulnerabilidad del ayudante.
Un manejo no maduro de la propia vulnerabilidad puede llevar, como a mi
compañera, a defenderse, unas veces con orfidal, otras con mecanismos de
defensa que pueden impedir sacarle partido a la propia vulnerabilidad.

40
La actividad es individual y las respuestas serán subidas al foro en la fecha
en que el tutor lo indique.

GUÍA DE AUTOEVALUACIÓN DE LA UNIDAD 1

En esta primer guía de autoevaluación les proponemos responder

las siguientes preguntas del cuestionario. Esta actividad es obligatoria, individual y será
subida al foro en el momento en que el tutor lo solicite.

Cuestionario de la autoevaluación de la Unidad 1:

1. ¿Qué es un Counselor o Consultor Psicológico?

2. ¿Cuál es la función del Consultor Psicológico?

3. ¿Cuáles son las tres actitudes básicas de todo Counselor?.

4. ¿Quiénes pueden ser consultantes?


5. ¿Cuáles son los motivos de consulta?
6. ¿Qué es la relación de ayuda?

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Les recordamos que las actividades obligatorias son

individuales. Cada estudiante dispone del espacio del aula virtual para comentar las
dudas que tenga, que podrán ser trabajadas no sólo por el tutor docente sino
también entre los compañeros de cursada como parte del proceso de aprendizaje
grupal.

La interacción docente y alumno es condición fundamental para generar


conocimiento. Les proponemos un intercambio activo a través de la plataforma que
permita construir un diálogo entre los estudiantes y el tutor docente basado en la
reciprocidad y en la colaboración.

BIBLIOGRAFÍA OBLIGATORIA DE LA UNIDAD 1.

Artiles, Manuel. “El proceso personal en el Counselor”. En: “H” La revistadeHolos


Capital, Nro. 1.
Artiles, Manuel. “El sufrimiento”. En: “H” La revista de Holos Capital, Nro.2.
Bermejo, Juan Carlos. “Apuntes de relación de ayuda”. Madrid: Centrode
Humanización de la salud, 1997.
Bermejo, Juan Carlos. Apuntes de relación de ayuda. Madrid: Centro
deHumanización de la salud, 1997.Tema 1 “Hacia una definición del
concepto deRelación de ayuda”. Pp. 11-27.
Deluca, Mirta. “Reflexiones acerca del espacio de supervisión”. En: “H”La revista
de Holos Capital, Nro. 1.
Dietrich, Georg. Psicología general del Counseling. Barcelona: EditorialHerder.
1986. Cap. I: Counseling y psicología del Counseling (11- 29).Cap. II:
Razones y Ocasiones del Counseling (39- 29).
Elbert, Nora. “Hoy consultante, mañana consultor”. En: “H” La revista deHolos
Capital, Nro. 1.
42
Kogan, Abel. “La formación académica del Consultor Psicológico”. En:“H” La
revista de Holos Capital, Nro. 1.
Okun, Bárbara F. Ayudar de forma efectiva (Counseling). Técnicas deterapia y
entrevista. España: Paidós. 2001. Pág. 45-48
Rogers, Carl R. “El proceso de convertirse en persona”. México: Paidós,1995.
Rogers, Carl R. El poder de la persona. 8va. Reimp. México: ManualModerno,
1994. Primera Parte, Capítulo 1: “La política de las relaciones deayuda”.
Pp. 1-18.
Rogers, Carl. Orientación psicológica y psicoterapia. 3era. Ed. Madrid:Narcea,
1978. Cap. 9: Cuestiones prácticas.
Sánchez Bodas, Andrés. ¿Qué es el Counseling? Argentina: EditorialLectour,
2003. Cap I: ¿Quées el Counseling?

- PRÁCTICA FORMATIVA-
Primera parte
LA ENTREVISTA

En este primer tramo de la PRÁCTICA FORMATIVA les proponemos la


siguiente actividad. Tengan en cuenta que:

La Práctica Formativa es una instancia necesaria y obligatoria en el


proceso de aprendizaje.
Tiene como finalidad generar un espacio de participación y de interacción
del futuro profesional en el foro, permitiendo que el mismo analice de
manera integrada y crítica el material propuesto, generando una síntesis en
la internalización de las teorías presentadas.
Las actividades de la Práctica Formativa son de carácter individual.

Las mismas serán solicitadas por el profesor tutor de la materia.

43
Su presentación se realizará en el foro PRÁCTICA FORMATIVA en la
fecha en que el tutor lo indique siguiendo las consignas dadas.
Cualquier duda que se genere en torno a su resolución, podrá consultarla
en el foro general de la cursada.
Es de suma importancia la interacción y el intercambio que los estudiantes
generen por el foro para la elaboración de las teorías abordadas y la
orientación del docente tutor.

Consigna: Elaborar preguntas para realizarles a un consultor


psicológico sobre el ejercicio de la profesión.

UNIDAD 2: CAMPOS DE APLICACIÓN DE LA


CONSULTORIA PSICOLOGICA.

FUNDAMENTACIÓN DE LA UNIDAD 2:
En la presente unidad reflexionaremos acerca de los diferentes campos de
incumbencia de la Consultoría Psicológica, así como también el rol del Consultor
en la prevención y promoción de la salud.

OBJETIVOS DE LA UNIDAD 2:
Que el alumno logre un acercamiento general a la Consultoría Psicológica,
desde la perspectiva del Enfoque Centrado en la Persona, explorando sus
incumbencias y alcances, así como también las relaciones con otras
profesiones.-

44
2.1CAMPOS DE APLICACIÓN DE LA CONSULTORIA PSICOLOGICA

La tarea del Counseling puede dividirse en dos grandes campos: Desarrollo


Personal y Counseling Institucional.

Counseling en Desarrollo Personal

Acompaña individual o grupalmente a personas que están atravesando una


situación de crisis o conflicto, o bien un detenimiento del desarrollo de sus
potencialidades, ya sea que ello se haya producido como consecuencia de
aquellas crisis o conflictos, por falta de autoconocimiento o por no haber tenido las
condiciones ideales para realizarlas. Promueve también, el desarrollo de
conductas que favorezcan mejores relaciones intra e interpersonales.

En síntesis:
• favorece la disposición a la autoayuda,
• la capacidad de autodirección
• la competencia operativa en la toma de decisiones
• la adquisición de actitudes más eficientes y satisfactorias

La intervención del Counselor es oportuna y requerida cuando las personas se


ven confrontadas por circunstancias a las que no pueden responder
adecuadamente, por ejemplo:

• Crisis vitales
• Conflictos inter e intrapersonales: familiar, laboral, educacional, etc.
• Crisis traumáticas: duelos, violencia, adicciones, etc.
• Situaciones generadoras de sufrimiento que corresponden al aspecto
pático de la existencia.
• Orientación del Desarrollo Personal.

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Counseling Institucional

El Counselor actúa dentro de las Instituciones promoviendo una mejor


comunicación entre sus miembros, teniendo en cuenta la posición que ocupan en
ellas. Intenta facilitar una mayor fluidez en el diálogo y crear climas óptimos que
ayuden a las relaciones humanas, tanto a nivel personal como comunitario.

El Counselor es un adecuado catalizador entre las partes que interactúan,


facilitando el desarrollo tanto de sus miembros como de la institución. Es sujeto de
consulta cualquier componente de la estructura.

Puede actuar en cualquier tipo de institución desarrollando las tareas descriptas,


comunes a todas, y las propias de cada ámbito.

Ámbito Comunitario

Actúa en hospitales, clínicas, sanatorios, asilos, barrios carenciados,


poblaciones de riesgo, etc. Su tarea es ser una puerta de entrada a la prevención
de la enfermedad, brindar apoyatura emocional, contención, información y
asesoramiento a enfermos, familiares, médicos y paramédicos en temas
relacionados con enfermedades crónicas y terminales, cáncer, SIDA, esclerosis
múltiple, etc. En forma individual, o formando parte de un equipo interdisciplinario.

Los Counselors están demostrando ser útiles colaboradores de los médicos


especialistas, y otros profesionales de equipos interdisciplinarios, cumpliendo
tareas de acompañamiento y contención de los pacientes y sus familiares, que
precisan un espacio de escucha y reflexión.

Los Counselors atienden consultas por discriminación, violencia familiar,


problemática de desocupación laboral, del niño de la calle, del veterano de guerra,
arraigo y desarraigo, entre otras.

46
Ambito Pastoral

Actúa en ámbitos o comunidades religiosas, parroquias, grupos de


catequesis, centros de apostolado, etc. Utilizando una metodología de trabajo que
permite a los que consultan, discriminar los problemas de fe, de aquellos de otro
orden, discernir si reciben el mensaje religioso de forma adecuada a su
naturaleza, etc.

El profesional que trabaje en este campo debe profesar la misma religión


que sus consultantes.

Ambito Organizacional

Propone la inclusión de Counselors en los equipos interdisciplinarios a fin


de aplicar las herramientas necesarias y así facilitar la resolución de la
multiplicidad de conflictos y problemáticas que surgen en empresas o
instituciones.

Laboral

Los conceptos que sustentan nuestra metodología están vinculados con las
necesidades cognitivo-emocionales de cada miembro de la organización
consideradas en su singularidad y en su interrelación grupal.

Por lo tanto el Counselor facilita la expresión y comunicación para mejorar


las estrategias de comportamiento de los Directivos, del desempeño del personal,
el ambiente, las condiciones de trabajo y los vínculos inter e intrasectoriales.

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Educativo

Trabaja en instituciones educativas colaborando con los distintos


estamentos (docentes, padres, directivos, etc.) para establecer una mejor
comunicación y apoyatura desde lo emocional-afectivo y cognitivo.

Asesora, coordina grupos de reflexión sobre diversos temas (cuidados del


cuerpo, sexualidad, trastornos de la alimentación, adicciones, etc.); facilita
procesos de orientación vocacional. Puede desempeñarse como capacitador y
supervisor del cuerpo de tutores de la institución; cumplir el rol de Tutor/Facilitador
en las clases ordinarias y/o en grupos de estudio, de laboratorio o investigaciones
que realicen los alumnos.

2.2. MULTIDISCIPLINA,INTERDISCIPLINA Y TRANSDISCIPLINA

Cada parte integra a la totalidad como una orquesta sinfónica, en la que cada
uno se luce en el momento justo cuando la nota perfecta se ejecuta en total
concordancia con la partitura, haciendo que ésta se transforme en una obra
maestra
En un mundo global, cambiante, dónde todo muta constantemente, es sólo
cuestión de tiempo que los viejos paradigmas se confronten con los nuevos y
sucumban ante la necesaria adecuación a las generaciones actuales.

Mientras las tradiciones se resquebrajan, empieza a


crecer la horizontalidad, que trae tintes de democracia
y con ello, la solución de los problemas trasciende a
las disciplinas individuales y se vuelve mayor; nace la
multidisciplina, realidad imperante, que no es más que

48
la sumatoria de disciplinas, mientras que la interdisciplina aborda el tema de la
complejidad circular que sembró el siglo XXI y ambas se sustentan en el trabajo
en equipo, pero con ciertas diferencias.

Es popular que entre los equipos de estos días sean multidisciplinarios y


así hacer frente a los constantes cambios del mercado. El trabajo interprofesional,
propone la capacidad de alcanzar objetivos impensables desde la soledad
individual. Sin embargo, aún es difícil sacudirse de las dificultades que tiene el
pasado para hacer efectivo éste nuevo enfoque. “Todos quieren que se trabaje en
equipo e interdisciplinariamente; también postulan que el equipo es de todos, y
son de todos los logros obtenidos, pero paralelamente estimulan la competencia.
O compites o trabajas en equipo. Es una contradicción sin solución. Para lograr el
trabajo en equipos interdisciplinarios hay que actuar desde un modelo distinto al
de competir y competir. La competencia destruye el trabajo en equipo”, sostiene la
doctora Graciela Filippi, titular de la cátedra de Psicología del Trabajo en la
Facultad de Psicología en la Universidad de Buenos Aires.

Para pasar a ser un producto colectivo, es necesario prescindir de la acción


individual dar un gran salto cualitativo del yo al nosotros. “Y para eso alguien tiene
que resignar su narcisismo”, dice la sicóloga. “El trabajo en equipo es rescindir el
narcisismo que te hace suponer que lo tuyo es mejor y lo más importante. Y esto
requiere de la acción de mentes democratizadas que puedan aceptar al otro como
parte del conjunto; escuchar lo que dice aceptando que tiene algo para decir, y
apropiarse de sus propuestas si son valiosas. Es decir, el narcisismo, el yoísmo,
la capacidad de escuchar al otro y decir me equivoqué deben estar reciclados y
administrados”, afirma Filippi. En síntesis, ella propone la propiciación de crecer
escuchando al otro y si lo que dice es mejor que lo mío, tomarlo y dejar de lado lo
mío, creando así un nuevo y mejor camino. El problema está en que la naturaleza
de algunas personas, no les permite soltarse, creyendo que caerán y no habrá
más seguridad en ellas.

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Hay un nuevo modelo que ha nacido del ritmo vertiginoso con el que se
mueve el mundo, la transdiciplina. La definen como una polifonía: cada parte
integra a la totalidad como una orquesta sinfónica, en la que cada uno se luce en
el momento justo cuando la nota perfecta se ejecuta en total concordancia con la
partitura, haciendo que ésta se transforme en una obra maestra.

“La transdisciplina implica no sólo otro pensamiento, sino otro modo de


pensar, desmantelando la simplicidad”, define Rigoberto Lanz, académico de la
Universidad Central de Venezuela. Propone que la multi e interdisciplina son
estrategias para salir del parcelamiento a través de alianzas, con un gesto
intelectual tendiente a corregir la mirada reduccionista de los especialistas. Sin
embargo, concluye que ambas postulan un intercambio de saberes, pero que no
existe un cambio epistemológico radical. Sus lógicas amplían el campo de
observación, pero las herramientas usadas son las mismas. Reconoce sí que la
interdisciplina está un paso más adelante que la multidisciplina, ya que la primera
intenta desarmar las bases del discurso disciplinario y, al mismo tiempo, aboga
por una integración total, no sólo una sumatoria de habilidades.

La transdisciplina es una salida que deja de lado la simplicidad, está a la par


del pensamiento complejo, permitiendo la convivencia de múltiples tendencias y
disciplinas de manera que se creen nuevas herramientas.

En definitiva, es una unidad de pensamiento que se enfoca, al mismo tiempo,


en aquello que está entre las disciplinas, lo que pasa a través de las disciplinas y
más allá de cada disciplina individual, buscando la comprensión del mundo.

50
2.3. EL LUGAR DEL CONSULTOR PSICOLOGICO (COUNSELOR) EN LA
PREVENSION Y PROMOCION DEL DESARROLLO

El Counseling es preventivo porque ya desde la


primera entrevista trata de preparar y disponer al
cliente de tal manera que impida el riesgo de
perturbaciones mayores, promoviendo la corrección
oportuna de las desviaciones de conductas, la
solución satisfactoria de una crisis o la elección
responsable entre distintas opciones.

Prevención Primaria: Actúa en instituciones, comunidades o grandes


agrupaciones. Se promueve la higrología en la comunidad indagando por
circunstancias perniciosas, determinando factores que en ocasiones desorientan
a algunos y a otros no.

El counselor difunde información sobre higiene física y mental, colabora


con los centros comunales marginados, parroquias, etc. Ayuda a la preparación
de sus miembros para la inserción laboral.

La labor del counselor es extensa ya que es de lo que se ocupa en cuanto


a relaciones interpersonales, distorsión o carencia de relaciones.

Secundaria: Interviene en forma individual o en pequeños grupos constituidos


para tal fin. Los especialistas en salud le dan este nombre a los programas que
tienden a reducir la incapacidad debida a un trastorno, disminuyendo el dominio
del trastorno mismo.

Se trata de resolver problemas puntuales en el aquí y ahora. La


problemática de la mediana edad entra en la prevención secundaria. Cuanto
51
mejor se adapte a este ciclo vital, más activo y más sabio será en la vejez. Se
ayuda a ver todas las posibilidades en el abanico y no solo las pérdidas.

Terciaria: Abarca a las dos primeras. Desde el punto de vista psiquiátrico, se


dirige a pacientes dados de alta, en la rápida rehabilitación, en su reincorporación
en la familia y en la sociedad. El consultor puede ser de gran ayuda dando
información sobre lo que se puede esperar de estos pacientes, cuales son sus
posibilidades reales y la mejor manera de tratarlos.

Resumiendo, el consultor trabaja apuntando a un modelo de hombre


que puede confiar en los datos recibidos de su organismo, que en cada
situación se conduce de optima manera, con originalidad y creatividad,
conociendo y respetando sus propias necesidades y las de los demás.

Un hombre que nunca deja de cambiar, pero que se conoce a si mismo,


sus posibilidades y sus límites, cree en sí mismo, confía en sus fuerzas. Asume la
realidad y actúa en consecuencia, sin ser un conformista.

Esta es nuestra meta y en la medida en que lo logramos haremos


prevención.

52
ACTIVIDAD OBLIGATORIA DE LA UNIDAD 2

Elaborar un ejemplo concreto de multidisciplina, interdisciplina y


trasdisciplina en cada uno de los ámbitos en los que se desempeña un Counselor..

GUÍA DE AUTOEVALUACIÓN DE LA UNIDAD 2

En esta segunda guía de autoevaluación les proponemos responder

las siguientes preguntas del cuestionario. Esta actividad es obligatoria, individual y será
subida al foro en el momento en que el tutor lo solicite.

Cuestionario:

1. Nombrar cuales son los ámbitos de aplicación de la Consultoría


Psicológica.

2. ¿Porque el Counselin es preventivo?.


3. Explique cómo actúa el consultor psicológico en cada uno de los niveles de
prevención
.

53
Les recordamos que las actividades obligatorias son

individuales. Cada estudiante dispone del espacio del aula virtual para comentar las
dudas que tenga, que podrán ser trabajadas no sólo por el tutor docente sino
también entre los compañeros de cursada como parte del proceso de aprendizaje
grupal.

La interacción docente y alumno es condición fundamental para generar


conocimiento. Les proponemos un intercambio activo a través de la plataforma que
permita construir un diálogo entre los estudiantes y el tutor docente basado en la
reciprocidad y en la colaboración.

BIBLIOGRAFÍA OBLIGATORIA DE LA UNIDAD 2

Berni, Enrique. “Como cambiar de paradigma y no morir en el intento”.En:


"Enfoque Humanístico, La Revista de Holos San Isidro, Año 6
Número 14 -Noviembre/Diciembre 2002.
HorvatJudit ;Grosz, Lilla de. Counseling y prevención. En: SánchezBodas,
Andrés. Counseling humanístico. Teoría y práctica. Volumen I.
BuenosAires: Ed. del Instituto Holos, 1999.
Sánchez Bodas, Andrés. ¿Qué es el Counseling? Argentina:
EditorialLectour, 2003. Cap. I: ¿Qué es el Counseling?
Sánchez Bodas, Andrés. “Algunas aclaraciones sobre Counseling y
lasalud mental”. Apunte.
Segrera, Alberto. “Orientación y psicoterapia”. Apunte.
Tuzzo, Rosario. “Abordaje interdisciplinario en la salud y la
educación”.Revista Iberoamericana de Psicomotricidad y Técnicas
Corporales. España,Febrero de 2004. Vol. 4. Número 13. (febrero
2004).

54
- PRÁCTICA FORMATIVA-
Segunda parte
LA ENTREVISTA

En esta segunda tramo de la PRÁCTICA FORMATIVA les proponemos la


siguiente actividad. Tengan en cuenta que:

La Práctica Formativa es una instancia necesaria y obligatoria en el


proceso de aprendizaje.
Tiene como finalidad generar un espacio de participación y de interacción
del futuro profesional en el foro, permitiendo que el mismo analice de
manera integrada y crítica el material propuesto, generando una síntesis en
la internalización de las teorías presentadas.
Las actividades de la Práctica Formativa son de carácter individual.

Las mismas serán solicitadas por el profesor tutor de la materia.

Su presentación se realizará en el foro PRÁCTICA FORMATIVA en la


fecha en que el tutor lo indique siguiendo las consignas dadas.
Cualquier duda que se genere en torno a su resolución, podrá consultarla
en el foro general de la cursada.
Es de suma importancia la interacción y el intercambio que los
estudiantes generen por el foro para la elaboración de las teorías
abordadas y la orientación del docente tutor.

Consigna: Se subirán al foro entrevistas a diferentes consultores


realizadas en base a las preguntas elaboradas en la primara parte de la
practica formativa. Mirar cada uno de los videos y reformular preguntas
sobre dudas existentes.

55
UNIDAD 3: LA ENTREVISTA EN LA CONSULTORIA
PSICOLOGICA.

FUNDAMENTACIÓN DE LA UNIDAD 3.
En la presente unidad reflexionaremos acerca de las características de la
entrevista como herramienta del Consultor Psicológico en la Relación de Ayuda.

OBJETIVOS DE LA UNIDAD 3.

Profundizar y reflexionar sobre los conceptos básicos de la entrevista y


cómo integrarlos en la práctica.

3. LA ENTREVISTA EN LA CONSULTORIA PSICOLOGICA.

La entrevista es el instrumento o técnica fundamental del método clínico y es -


por lo tanto- un procedimiento de investigación científica de la psicología. En
cuanto técnica, tiene sus propios procedimientos o reglas empíricas con los
cuales no solo se amplía y se verifica el conocimiento científico, sino que al
mismo tiempo se lo aplica. Como veremos, esta doble faz de la técnica tiene
especial gravitación en el caso de la entrevista porque -entre otras razones -
identifica o hace confluir en el psicólogo las funciones de investigador y de
profesional, ya que la técnica es el punto de interacción entre la ciencia y las
necesidades prácticas; es así que la entrevista logra la aplicación de
conocimientos científicos y al mismo tiempo obtiene o posibilita llevar la vida diaria
del ser humano al nivel del conocimiento y la elaboración científica. Y todo esto en
un proceso ininterrumpido de interacción.

La entrevista es un instrumento muy difundido y debemos delimitar el


alcance de la misma, tanto como el encuadre de la presente exposición. La

56
entrevista puede tener en sus múltiples usos en gran variedad de objetivos, como
en el caso del periodista, jefe de empresa, director de escuela, maestro, juez, etc.
Aquí nos interesa la entrevista psicológica entendiendo por tal, aquella en la que
se persiguen objetivos psicológicos (investigación, diagnóstico, terapia, etc.)
Queda de esta manera limitado nuestro objetivo al estudio de la entrevista
psicológica, pero no sólo para señalar algunas de las reglas prácticas que
posibilita su empleo eficaz y correcto, sino que también para desarrollar en cierta
medida el estudio psicológico de la entrevista psicológica. En este sentido, buena
parte de lo que se desarrollará aquí puede ser utilizado o aplicado a todo tipo de
entrevista, porque inevitablemente intervienen en todas ellas factores o
dinamismos psicológicos. La entrevista psicológica, de esta manera, deriva su
denominación exclusivamente de sus objetivos o finalidades, tal como ya lo
hemos señalado.

En la consideración de la entrevista psicológica como técnica, incluimos


entonces aquí dos aspectos: uno es el de las reglas o indicaciones prácticas de su
ejecución, y el otro la psicología de la entrevista psicológica, que fundamenta a las
primeras. En otros términos, incluimos la técnica y la teoría de la técnica de la
entrevista psicológica.

Circunscripta de esta manera, la entrevista psicológica es el instrumento


fundamental de trabajo no sólo para el psicólogo, sino también para otros
profesionales (psiquiatra, asistente, trabajador social, sociólogo, consultores
psicologicos etc.)

La entrevista puede ser de dos tipos fundamentales: abierta y cerrada. En


la segunda, las preguntas ya están previstas, tanto como lo están el orden y la
forma de plantearlas y el entrevistador no puede alterar ninguna de estas
disposiciones. En la entrevista abierta, por el contrario, el entrevistador tiene la
amplia libertad para las preguntas o para sus intervenciones, permitiéndose toda
flexibilidad necesaria en cada caso particular. La entrevista cerrada es en realidad

57
un cuestionario, que toma contacto estrecho con la entrevista en cuanto que un
manejo correcto de ciertos principios y reglas de la misma facilita y posibilita la
aplicación del cuestionario.

Pero la entrevista abierta no se caracteriza esencialmente por la libertad


para plantear preguntas, porque como lo veremos más adelante, la médula de la
entrevista psicológica no reside en el preguntar ni en el propósito de recoger datos
de la historia del entrevistado. Aunque los fundamentos se den un poco más
adelante, debemos ya subrayar que la libertad del entrevistador, en el caso de la
entrevista abierta, reside en una flexibilidad suficiente como para permitir en todo
lo posible que el entrevistado configure el campo de la entrevista según su
estructura psicológica particular o -dicho de otra manera- que el campo de la
entrevista se configure al máximo posible por las variables que dependen de la
personalidad del entrevistado.

Considerada de esta manera, la entrevista abierta posibilita una


investigación más amplia y profunda de la personalidad del entrevistado, mientras
que la entrevista cerrada puede permitir una mejor comparación sistemática de
datos, tanto como otras ventajas propias de todo método estandarizado.

Desde otro punto de vista, tomando en cuenta el número de participantes,


se reconoce la entrevista individual de la grupal, según sean uno o más los
entrevistados o uno o más los entrevistadores. La realidad es que, en todos los
casos, la entrevista es siempre un fenómeno grupal, ya que aún con la
participación de un solo entrevistado, su relación con el entrevistador debe ser
considerada en función de la psicología y la dinámica grupal.

Otra forma de distinguir diversos tipos de entrevista, deriva del beneficiario


del resultado y así se puede reconocer: a) la que se realiza en beneficio del
entrevistado, que es el caso de la consulta psicológica o psiquiátrica, b) la que se
lleva a cabo con objetivos de investigación, en la que importan los resultados
científicos de la misma; c) la que se realiza para un tercero (una institución). Cada

58
una de ellas implica variables distintas a tener en cuenta, ya que modifican o
actúan sobre la actitud del entrevistador tanto como del entrevistado, y sobre el
campo total de la entrevista. Una diferencia fundamental reside en que
exceptuando el primer tipo de entrevista, las otras dos requieren que el
entrevistador cree intereses y participación en el entrevistado (que lo motive ).

Entrevista, consulta y anamnesis.

Tanto el método clínico como la técnica de la entrevista proceden del


campo de la medicina, pero la práctica médica incluye procedimientos similares
que sin embargo no deben ser confundidos ni superpuestos con la entrevista
psicológica.

La consulta consiste en la solicitud de asistencia técnica o profesional, la


que puede ser prestada o satisfecha de múltiples formas, una de las cuales puede
ser la entrevista. Consulta no es sinónimo de entrevista, porque ésta última es
sólo uno de los procedimientos con los que el técnico o profesional psicólogo o
médico puede atender la consulta.

En segundo lugar, la entrevista no es una anamnesis. Esta última implica


recopilación de datos previstos, de tal extensión y detalle que permita obtener una
síntesis tanto de la situación presente como de la historia de individuo, de su
enfermedad y de su salud. Aunque una buena anamnesis se hace sobre la
utilización correcta de los principios que rigen la entrevista, esta última es sin
embargo algo muy distinto. En la anamnesis, la preocupación y la finalidad residen
en la recopilación de datos y el paciente queda reducido a un mediador entre su
enfermedad, su vida y sus datos por un lado, y el médico por el otro. Si el paciente
no ofrece datos, hay que extraerlos de él. Más allá de los datos que el médico
tiene previstos como necesarios, toda aportación del paciente es considerada
como una perturbación de la anamnesis que con frecuencia es tolerada por
cortesía, pero considerada como superflua o innecesaria. No son pocas las

59
oportunidades en que la anamnesis se hace por razones estadísticas o por
cumplimiento de obligaciones reglamentarias de una institución, y en estos casos
queda en manos de personal auxiliar. A diferencia de la consulta y la anamnesis, la
entrevista psicológica intenta el estudio y la utilización del comportamiento total del
sujeto en todo el curso de la relación establecida con el técnico, durante el tiempo
que dicha relación se extienda.

La entrevista psicológica es una relación de índole particular que se


establece entre dos o más personas. Lo específico o particular de esta relación
reside en que uno de los integrantes de la misma es un técnico de la psicología
que debe actuar en ese rol y el otro -o los otros- necesitan de su intervención
técnica. Pero es un punto fundamental que el técnico no sólo utiliza en la
entrevista sus conocimientos psicológicos para aplicarlos al entrevistado, sino que
esta aplicación se produce precisamente a través de su propio comportamiento en
el curso de la entrevista. La entrevista psicológica es entonces una relación entre
dos o más personas en las que éstas intervienen como tales. Para subrayar el
aspecto fundamental de la entrevista se podría decir, de otra manera, que ella
consiste en una relación humana en la cual uno de sus integrantes debe tratar de
saber lo que está pasando en la misma y debe actuar según ese conocimiento. De
ese saber y de esa actuación según ese saber, depende que se satisfagan los
objetivos posibles de la entrevista (investigación, diagnóstico, orientación, etc.).

De esta teoría de la entrevista derivan algunas orientaciones para su


ejecución. La regla básica ya no consiste en obtener datos completos de la vida
total de una persona, sino obtener datos completos del comportamiento total en el
curso de la entrevista. Este comportamiento total incluye lo que recogeremos
aplicando nuestra función de escuchar, pero también nuestra función de vivenciar
y observar, de tal manera que queden incluidas las tres áreas del comportamiento
del entrevistado.

La teoría de la entrevista ha sido enormemente influida por conocimientos


derivados del psicoanálisis, la gestalt, la topología y el conductismo. Aunque no

60
vamos a reseñar específicamente el aporte de cada uno de ellos, conviene
señalar someramente que el psicoanálisis ha influido con el conocimiento de la
dimensión inconsciente de la conducta, de la transferencia y la
contratransferencia, de la resistencia y la represión, de la proyección y la
introducción etc. La gestalt ha aportado la comprensión de la entrevista como un
todo en el cual el entrevistador es uno de sus integrantes y considera el
comportamiento de éste como uno de los elementos de la totalidad. La topología
ha conducido a plantear y reconocer el campo psicológico y sus leyes, tanto como
el enfoque situacional. El conductismo ha influido con la importancia de la
observación del comportamiento total. Todo ello ha conducido a la posibilidad de
realizar la entrevista en condiciones metodológicas más estrictas, convirtiéndola
en instrumento científico en el cual el arte de la entrevista se ha visto reducido en
función de una sistematización de las variables, y es esta última la que posibilita el
mayor rigor en su aplicación y en sus resultados. Se puede enseñar y aprender a
realizar entrevistas, sin tener que quedar librado a un don o a una virtud
imponderable. El estudio científico de la entrevista (la investigación del
instrumento) ha reducido su proporción de arte e incrementado su operancia y
manejo como técnica científica.

La investigación científica del instrumento mismo ha conducido a que la


entrevista incorporara algunos de las exigencias del método experimental
especialmente lo que atañe a la sesión psicoanalítica, pero también, ha conducido
a que la entrevista psicológica en general constituya un procedimiento de
observación en condiciones controladas o, por lo menos, en condiciones
conocidas. De esta manera, la entrevista puede ser considerada, en cierta
medida, de la misma manera que el tubo de ensayo para el químico, según una
comparación feliz de Young.

De esta teoría de la técnica de la entrevista (que seguiremos desarrollando)


dependen las reglas prácticas o empíricas; ésta es la única forma racional de
comprenderlas, aprenderlas y aplicarlas.

61
La entrevista como campo

Todo el énfasis puesto en diferenciar la entrevista


de la anamnesis procede del interés que tiene para la
investigación de la personalidad el hecho de que
constituya un campo de determinadas características,
óptimas para dicho estudio. Al igual que en el caso de la
anamnesis, en la entrevista tenemos configurado un
campo, y con ello queremos significar que entre los
participantes se estructura una relación de la cual
depende todo lo que en ella acontece. La diferencia
básica, en este sentido, entre entrevista y cualquier otro tipo de relación
interpersonal (como la anamnesis) reside en que la primera la regla fundamental a
este respecto es tratar de obtener que el campo se configure especialmente y en
su mayor grado por las variables que dependen del entrevistado.

Si bien todo emergente es siempre relacional o, en este caso, deriva de un


campo, tratamos en la entrevista que dicho campo esté determinado
predominantemente por parte de las modalidades de la personalidad del
entrevistado. De otra manera, se podría decir que el entrevistador controla la
entrevista, pero que quien la dirige es el entrevistado. La relación entre ambos
delimita y determina el campo de la entrevista y todo lo que en ella acontece, pero
el entrevistador debe permitir que el campo de la relación interpersonal, sea
predominantemente establecido y configurado por el entrevistado.

Cada ser humano posee sistematizada su personalidad en una serie de


pautas o en un conjunto o repertorio de posibilidades y son éstas las que
esperamos que se pongan en juego o exterioricen en el curso de la entrevista.
Así, pues, la entrevista funciona como una situación en la que se observa una

62
parte de la vida del paciente, que se desarrolla en relación a nosotros y frente a
nosotros.

Ninguna situación puede lograr la emergencia de la totalidad del repertorio


de conductas de una persona, y por lo tanto, ninguna entrevista puede agotar la
personalidad del paciente, sino sólo un segmento de la misma. La entrevista no
puede reemplazar ni excluir otros procedimientos de investigación de la
personalidad, pero éstos últimos tampoco pueden prescindir de la entrevista.
Especialmente la entrevista no puede suplir el conocimiento y la investigación de
carácter mucho más extenso y profundo que se logra, por ejemplo, en un
tratamiento psicoanalítico, el cual, en el curso de un tiempo prolongado permite la
emergencia y manifestación de los núcleos y segmentos más diferentes de la
personalidad.

Para obtener el campo particular de la entrevista que hemos reseñado,


debemos contar con un encuadre fijo, que consiste en una transformación de
cierto conjunto de variables en constantes. Dentro de este encuadre se incluyen
no sólo la actitud técnica y el rol del entrevistador como tal como lo hemos
reseñado, sino también los objetivos y el lugar y el tiempo de la entrevista. El
encuadre funciona como una especie de estandarización de la situación estímulo
que ofrecemos al entrevistador y con ello pretendemos, no que deje de actuar
como estímulo para él, sino que deje de oscilar como variable para el
entrevistador. Si el encuadre se modifica (por ejemplo porque la entrevista se
realiza en un sitio diferente) esta modificación tiene que ser considerada como
una variable sujeta a la observación tanto como lo es el mismo entrevistado. Cada
entrevista tiene un contexto definido (conjunto de constantes y variables) en
función del cual se dan los emergentes y estos últimos sólo tienen sentido y
significación en relación y en función de dicho contexto. El campo de la entrevista
tampoco es fijo sino dinámico, queriendo significarcon ello el hecho de que está sujeto
a un permanente cambio y la observación se debe extender del campo específico
existente en cada momento a la continuidad y sentido de estos cambios. En
realidad se podría decir que la observación de la continuidad y la contigüidad de
63
los campos, es lo que permite completar la observación e inferir la estructura y
sentido de cada campo; respondiendo a esta modalidad del proceso real, se debe
decir que el campo de la entrevista cubre la totalidad de la misma, mientras
que cada campo es no otra cosa que un momento de ese campo total y de su
dinámica (Gestaltung).

Una sistematización que permite el estudio detallado de la entrevista como


campo consiste en centrar el estudio sobre a) el entrevistador, en el que se
incluye su actitud, su disociación instrumental, la contratransferencia, la
identificación, etc. b) el entrevistado, incluyéndose aquí la transferencia,
estructuras de la conducta, rasgos de carácter, ansiedades, defensas, etc. c) la
relación interpersonal en la que se incluye la interacción entre los participantes, el
proceso de comunicación (proyección, introyección, identificación, etc.) y el
problema de la ansiedad. Aunque no profundizaremos aquí en cada uno de los
fenómenos señalados porque ello implicaría en gran medida casi toda la
psicología y la psicopatología, estos aspectos están involucrados en las
consideraciones siguientes.

Concordancias y divergencias.

Una diferencia
fundamental entre entrevista y
anamnesis en lo que atañe a la
teoría de la personalidad y a la
teoría de la técnica, reside en que
en la anamnesis se opera con el
supuesto de que el consultante
conoce su vida y está capacitado
por lo tanto para dar datos sobre la misma, mientras que el supuesto de la
entrevista es que cada ser humano tiene organizada una historia de su vida y un
64
esquema de su presente y de esta historia y de este esquema tenemos que
deducir lo que no sabe. En segundo lugar, lo que no nos puede dar como
conocimiento explícito se nos ofrece o emerge a través de su comportamiento no
verbal; y este último puede informar sobre su historia y sobre su presente en
grados muy variables de coincidencia o contradicción con lo que verbal y
conscientemente expresa. Por otra parte, además, en distintas entrevistas el
entrevistado puede ofrecernos distintas historias o diferentes esquemas de su vida
presente, que guardarán entre sí relación de complementación o de contradicción.

Las lagunas, disociaciones y contradicciones que hemos indicado conducen


a algunos investigadores a mirar la entrevista como instrumento de poca confianza.
Sin embargo, en estos casos, el instrumento no hace más que reflejar lo que
corresponde a características de nuestro objeto de estudio. Las disociaciones y
contradicciones que observamos corresponden a disociaciones y contradicciones
de la personalidad misma y la entrevista, al reflejarlas, nos permite trabajar sobre
ellas durante su transcurso mismo; dependiendo que esto último se haga o no, de
la intensidad de la angustia que se puede promover y de la tolerancia que el
entrevistador tenga para la misma. De igual manera, los conflictos que trae el
entrevistado suelen no ser conflictos fundamentales, así como las motivaciones que
alega son generalmente racionalizaciones.

La simulación pierde el valor que tiene en la anamnesis como factor de


perturbación, ya que en la entrevista la simulación debe considerarse como una
parte disociada de la personalidad que el entrevistado no reconoce totalmente
como propia. Puede ocurrir que el mismo entrevistador o diferentes entrevistadores
recojan en distintos momentos partes diferentes y aún contradictorias de la misma
personalidad. Los datos no deben ser evaluados en función de que sean ciertos o
erróneos, sino como grados o fenómenos de disociación de la personalidad. Una
situación típica, y en cierta medida inversa a la que comentamos, es la del
entrevistado que tiene rígidamente organizada su historia y su esquema de su vida
presente, como medio defensivo a la penetración del entrevistador y a su propio

65
contacto con áreas conflictivas de su situación real y de su personalidad; este tipo
de entrevistado repite siempre su misma historia estereotipada en distintas
entrevistas, sea con el mismo o con distintos entrevistadores.

Cuando se entrevista a los distintos integrantes de un grupo o institución (en


la familia, escuela, fábrica, etc.) estas divergencias y contradicciones son mucho
más frecuentes y notorias, y constituyen datos muy importantes sobre cómo cada
uno de sus miembros tiene organizado en la misma realidad un campo psicológico
que le es específico. La totalidad nos da un índice fiel del carácter del grupo o la
institución, de sus tensiones y conflictos, tanto como de su particular organización y
dinámica psicológica.

Como resulta fácil inferir de todo lo expuesto, la técnica y su teoría están


estrechamente entrelazadas con la teoría de la personalidad con la cual se trabaja;
el grado de interacción que un entrevistador es capaz de lograr entre ellas da la
pauta de su operancia como investigador. La entrevista no consiste en aplicar
consignas sino en investigar en la personalidad del entrevistado a la vez que en
nuestras teorías y nuestros propios instrumentos de trabajo.

El grupo en la entrevista

Entrevistador y entrevistado constituyen un grupo, es decir, un conjunto o


una totalidad, en el cual, sus integrantes están interrelacionados y en el que la
conducta de ambos es interdependiente. Se diferencia de otros grupos más
generales, en que uno de sus integrantes asume un rol específico y tiende a
cumplir determinados objetivos.

La interdependencia e interrelación, el condicionamiento recíproco de sus


respectivas conductas, se realiza a través del proceso de la comunicación,
entendiéndose por tal, el hecho de que la conducta de uno (consciente o no) actúa
(en forma intencionada o no) como estímulo para la conducta del otro, y a su vez
esta última reactúa en calidad de estímulo para las manifestaciones del primero. En

66
este proceso la palabra juega un rol de enorme gravitación, pero interviene también
activamente la comunicación preverbal: gestos, actitudes, timbre y tonalidad
afectiva de la voz, etc.,etc.

El tipo de comunicación que se establece es altamente significativo de la


personalidad del entrevistado, especialmente del carácter de sus relaciones
interpersonales, es decir, de su modalidad para relacionarse con sus semejantes.
En este proceso que se produce en la entrevista, el entrevistador observa ya cómo
y a través de qué el entrevistado condiciona sin saberlo, efectos de los cuales él
mismo se queja o resulta una víctima. Importan muy particularmente, los momentos
de cambio en la comunicación y las situaciones y temáticas frente a las que
ocurren, así como las inhibiciones, interceptaciones y bloqueos.

Ruesch ha establecido una clasificación de la personalidad basada en los


sistemas predominantes que cada individuo pone en juego en la comunicación.

Pero el tipo de comunicación no sólo tiene importancia porque ofrece datos


de observación directa, que incluso pueden ser registrados, sino porque es el
fenómeno clave de toda la relación interpersonal, que a su vez puede ser manejado
por el entrevistador y por con ello, graduar u orientar la entrevista

Transferencia y contratransferencia

En la relación interpersonal que se establece en la entrevista hay que contar


con dos fenómenos altamente significativos: la transferencia y contratransferencia.
La primera se refiere a la actualización en la entrevista de sentimientos, actitudes y
conductas inconscientes, por parte del entrevistado, que corresponden a pautas
que éste ha establecido en el curso de su desarrollo, especialmente en la relación
interpersonal con su medio familiar. Se distingue entre transferencia negativa y
positiva, pero ambas son siempre coexistentes, aunque con un predominio relativo,
estable o alternante, de algunas de las dos. Integran la parte irracional e

67
inconsciente de la conducta y constituyen aspectos de la misma no controlados por
el paciente. Otra acepción similar subraya en la transferencia las actitudes afectivas
que el entrevistado vivencia o actúa en relación con el entrevistador. La
observación de estos fenómenos nos pone en contacto con aspectos de la
conducta de la personalidad del entrevistado que no entran entre los elementos que
él puede referir o aportar voluntaria o conscientemente, pero que agregan una
dimensión importante al conocimiento de la estructura de su personalidad y al
carácter de sus conflictos.

En la transferencia el entrevistado asigna roles al entrevistador y se


comporta en función de los mismos. En otros términos, traslada situaciones y
pautas conocidas a una realidad presente y desconocida, y tiende a configurar a
esta última como situación ya conocida, repetitiva.

Con la transferencia, el entrevistado aposta aspectos irracionales o


inmaduros de su personalidad, su grado de dependencia, su omnipotencia y su
pensamiento mágico. En ellos es donde el entrevistador podrá encontrar lo que el
entrevistado espera de él, sus fantasías de la entrevista, su fantasía de ayuda, es
decir, qué cree él que es ser ayudado y estar sano, incluida las fantasías
patológicas de curación, que con gran frecuencia consisten en el logro de
aspiraciones neuróticas. Se podrá igualmente despistar otro factor importante que
es el de la resistencia a la entrevista o a ser ayudado o curado y la intención de
satisfacer anhelos frustrados de dependencia o de protección.

En la contratransferencia se incluyen todos los fenómenos que aparecen en


el entrevistador, como emergentes del campo psicológico que se configura en la
entrevista; son las respuestas del entrevistador a las manifestaciones del
entrevistado, el efecto que tiene sobre él. Dependen en alto grado de la historia
personal del entrevistador, pero si aparecen o se actualizan en un momento dado
en la entrevista es porque en ese momento hay factores que operan para que ello
suceda así. Durante mucho tiempo se las ha considerado como elementos
perturbadores de la entrevista, pero progresivamente se ha reconocido que ellas

68
son indefectibles o ineludibles en su aparición y el entrevistador debe también
registrarlas como emergentes de la situación presente y de las reacciones que
provoca el entrevistado. Por lo tanto, a la observación de la entrevista, se agrega
también la auto observación.

La contratransferencia no constituye una percepción, en un sentido riguroso


o limitado del término, pero sí un indicio de gran significación y valor para orientar al
entrevistador en el estudio que realiza. Sin embargo, no es de fácil manejo y
requiere una buena preparación, experiencia y un alto grado de equilibrio mental,
para que pueda ser utilizada con cierto grado de validez y eficiencia.

Transferencia y contratransferencia son fenómenos que aparecen en toda


relación interpersonal y por eso mismo también se dan en la entrevista. La
diferencia reside en que en esta última deben ser utilizados como instrumentos
técnicos de observación y comprensión. La interacción transferencia-
contratransferencia puede también ser estudiada como una asignación de roles por
parte del entrevistado y una percepción de los mismos por parte del entrevistador.
Si, por ejemplo, la actitud del entrevistado irrita y provoca rechazo en el
entrevistador, éste último se debe proponer estudiar y observar su reacción como
efectos del comportamiento del entrevistado, para ayudarle a rectificar dicha
conducta de cuyos resultados él mismo puede quejarse (por ejemplo, que no tiene
amigos y que nadie lo aprecia). Si el entrevistador no es capaz de objetivar y
estudiar su reacción o bien reacciona con irritación y rechazo (asumiendo el rol
proyectado), ello es un índice que su manejo de la contratransferencia se halla
perturbado.

Ansiedad en la entrevista

La ansiedad constituye un índice del curso de una entrevista y debe ser


atentamente seguida por el entrevistador, tanto la que se produce en él mismo
como la que aparece en el entrevistado. Debe ser vigilada no sólo su aparición sino
también su grado o intensidad, porque si bien dentro de determinados límites es un

69
agente motor de la relación interpersonal, esta última puede quedar totalmente
perturbada e incontrolada si sobrepasa cierto nivel, por lo que el umbral de
tolerancia a la misma debe ser permanentemente detectado. Entrevistado y
entrevistador se enfrentan con una situación desconocida, ante la cual no tienen
todavía estabilizadas pautas reaccionales adecuadas y la situación no organizada
implica una cierta desorganización de la personalidad de cada uno de los
participantes; esa desorganización es la ansiedad.

El entrevistado solicita ayuda técnica o profesional cuando experimenta


ansiedad o se ve perturbado por los mecanismos defensivos frente a la misma.
Frente a la entrevista y durante la misma se pueden incrementar tanto su ansiedad
como sus mecanismos defensivos, porque lo desconocido que enfrenta no es sólo
la situación externa nueva, sino también el peligro de lo que desconoce en su
propia personalidad. Si estos factores no se presentan, el lograr que aparezcan en
una cierta medida en la entrevista, forma parte de la función de motivar al
entrevistado que el entrevistador tiene que llevar cabo. En algunos casos, la
ansiedad se halla delegada o proyectada en otra persona que es quien solicita la
entrevista y manifiesta interés en que la misma se lleve a cabo.

La ansiedad del entrevistador es uno de los factores más difíciles de


manejar, porque ella es el motor del interés en la investigación y del interés en
penetrar en lo desconocido. Toda investigación requiere la presencia de ansiedad
frente a lo desconocido y el investigador tiene que poseer capacidad para tolerarla
y poder instrumentarla, sin lo cual se cierra la posibilidad de una investigación
eficaz; esto último ocurre también cuando el investigador se ve abrumado por la
ansiedad o recurre a mecanismos defensivos frente a la misma (racionalización,
formalismo, etc.)

Frente a la ansiedad en la entrevista no se debe recurrir a ningún


procedimiento que la disimule o reprima, como puede ser el apoyo directo o el
consejo. La ansiedad sólo debe ser manejada comprendiendo los factores por los
cuales aparece y operando según esa comprensión. Si lo que predomina son los

70
mecanismos defensivos frente a la misma, la tarea del entrevistador es la
de desarmar en cierta medida estas defensas para que aparezca un cierto grado
de ansiedad, lo que significa un índice de la actualización de los conflictos. Todo
este manejo técnico de la ansiedad tiene que ser hecho teniendo siempre en
cuenta la personalidad del entrevistado y por sobre todo el beneficio que para él
puede significar la movilización de la ansiedad, de tal manera que aún frente a
situaciones muy claras no se debe ser activo si ello significa abrumar al
entrevistado con conflictos que no podrá tolerar. Esto corresponde a un capítulo
muy difícil: el de así denominado timingde la entrevista, que es el tiempo propio o
personal del entrevistado, que depende del grado y tipo de organización de su
personalidad, para enfrentar sus conflictos y para resolverlos.

El entrevistador

El instrumento de trabajo del entrevistador es él mismo, su propia


personalidad que entra indefectiblemente en juego en la relación interpersonal, con
el agravante de que el objeto que debe estudiar es otro ser humano, de tal manera
que, al examinar la vida de los demás se halla directamente implicada la revisión y
examen de su propia vida, de su personalidad, conflictos y frustraciones.

La vida y la vocación de psicólogo, de médico y de psiquiatra merecerían de


por sí sólo un estudio detallado, que no emprenderemos ahora, pero quiero que
recordemos que son los técnicos encargados profesionalmente de estar todos los
días en contacto estrecho y directo con el submundo de la enfermedad, los
conflictos, la destrucción y la muerte. Hubo que recurrir a una cierta ficción y
disociación para el desarrollo y ejercicio de la psicología y la medicina: ocuparse de
seres humanos como si no lo fuesen. El entrenamiento del médico tiende
inconsciente y defensivamente a esto, al iniciar todo el aprendizaje por el contacto
con el cadáver. Cuando nos queremos ocupar de la enfermedad en seres humanos
tomados como tales, nuestras ansiedades aumentan pero al mismo tiempo
tenemos que deponer el bloqueo y las defensas. Por todo esto, la psicología ha
tardado tanto en desarrollarse y en infiltrarse en la medicina y la psiquiatría.

71
Resultaría paradójico, si no tuviésemos en cuenta los procesos defensivos, pero el
médico, cuya profesión es tratar enfermos, es el que proporcionalmente más
escotomiza o niega sus propias enfermedades o la de sus familiares. En
psiquiatría, medicina psicosomática y en psicología, todo esto ya no es posible; el
contacto directo con seres humanos, como tales, enfrenta al técnico con su propia
vida, su propia salud o enfermedad, sus propios conflictos y frustraciones. Si no
gradúa este impacto su tarea se hace imposible: o tiene mucha ansiedad y
entonces no puede actuar, o bien bloquea la ansiedad y su tarea es estéril.

El entrevistador debe operar disociado: en parte actuando con una


identificación proyectiva con el entrevistado y en parte permaneciendo fuera de esta
identificación, observando y controlando lo que ocurre, de manera de graduar así el
impacto emocional y la desorganización ansiosa. En este sentido, sería necesario
desarrollar la psicología y la psicopatología del psiquiatra y del psicólogo, tanto
como el problema de su formación profesional y el de su equilibrio mental.

Esta disociación con la que tiene que operar el entrevistador es, a su vez,
funcional o dinámica, en el sentido que tiene que actuar permanentemente la
proyección e introyección, y tiene que ser lo suficientemente plástica o porosa
para que pueda permanecer en los límites de una actitud profesional. En su tarea,
el psicólogo puede oscilar fácilmente entre ansiedad y bloqueo y esto no perturba
su tarea siempre que pueda resolver ambos fenómenos en la medida en que
aparecen.

El paso de la normalidad a la patología de la entrevista se torna insensible.


Una mala disociación con intensa y permanente ansiedad, hace que el psicólogo
desarrolle conductas fóbicas u obsesivas frente a sus entrevistados, y entonces
evita realizar entrevistas o interpone instrumentos y tests para evitar el contacto
personal y la ansiedad consiguiente. El clásico apuro del médico, que tanto se
emplea en la sátira, es una permanente fuga fóbica de los enfermos. La defensa
obsesiva se manifiesta en cambio en entrevistas estereotipadas en que todo está

72
reglado y previsto, en la elaboración rutinaria de historias clínicas es decir el
instrumento de trabajo, la entrevista misma, se transforma en un ritual. Más allá,
está el bloqueo, en que siempre aplica y dice lo mismo, en que siempre ve lo
mismo, en que aplica lo que ya sabe y con lo que se siente seguro. La urgencia por
los diagnósticos y la compulsión a emplear drogas son otros de los elementos de
esta fuga y ritual del médico frente al enfermo. En todo esto se fomenta la
alienación del psicólogo y del psiquiatra y la alienación del paciente, y toda la
estructura hospitalaria y sanatorial pasa a tener el efecto de un factor alienante
más. Otro riesgo es el de la proyección de los propios conflictos sobre el
entrevistado y una cierta compulsión a ocuparse, indagar o hallar perturbaciones en
la esfera en que las está negando en sí mismo. La rigidez y la proyección conducen
a encontrar solamente lo que se busca y se necesita, y a condicionar lo que se
encuentra tanto como lo que no se encuentra. Un ejemplo muy ilustrativo de todo
esto, pero bastante común, es el caso de un médico joven que iniciaba su
entrenamiento en psiquiatría y que presenciando una entrevista y el diagnóstico de
una fobia dijo que eso no era así, que lo que tenía el paciente no era fobia ni
enfermedad porque él también lo tenía.

Si en un momento dado, la proyección con la que opera el técnico es


demasiado intensa, aparece una reacción fóbica en el mismo campo de trabajo.
Por el contrario, si se bloquea demasiado se aleja y no entiende lo que ocurre.

Distintos tipos de personas pueden provocar reacciones


contratransferenciales típicas en el entrevistador y éste tiene permanentemente que
poder observarlas y resolverlas para poder utilizarlas como información e
instrumentos en el curso mismo de la entrevista.

Se puede, de otra manera, describir esta disociación con la que tiene que
trabajar el entrevistador diciendo que tiene que jugar los roles que en él son
promovidos por el entrevistado, pero sin asumirlos en su totalidad. Si, por ejemplo,
siente rechazo, asumir el rol sería mostrar y actuar el rechazo, rechazando
efectivamente al entrevistado ya sea verbalmente o con la actitud o de cualquier

73
otra manera; jugar el rol significa percibir el rechazo, comprenderlo, hallar los
elementos que lo promueven, las motivaciones del entrevistado para que ello
ocurra y utilizar toda esta información que ahora posee para esclarecer el problema
o promover su modificación en el entrevistado. Cuanto más psicópata el
entrevistado, tanto más fácil se posibilita que el entrevistador asuma y actúe los
roles. Asumir el rol implica la ruptura del encuadre, de la entrevista. Fastidio,
cansancio, sueño, irritación, bloqueo, lástima, cariño, rechazo, seducción, etc., etc.
son todos indicios contratransferenciales que el entrevistador debe percibir como
tales en la medida en que se producen y tiene que resolverlos analizándolos para sí
mismo en función de la personalidad del entrevistado, de la suya propia y en
función del contexto y el momento en que aparecen en la comunicación.

El psiquiatra inseguro o de poca experiencia no sabe qué hacer con todos


estos datos y para no verse abrumado recurre con frecuencia a la receta,
interponiendo entre él y su paciente los medicamentos; en estas condiciones la
farmacología se constituye en un factor alienante porque fomenta la magia en el
paciente y en el médico y los vuelve a disociar de sus conflictos respectivos. Algo
muy similar es lo que el psicólogo hace con mucha frecuencia con los tests. Para
contrarrestar esto, es importante -y aún imprescindible- que el psiquiatra o el
psicólogo no trabajen aislados, que formen por lo menos grupos de estudio y de
discusión en los que se revea el trabajo que se realiza; para caer en la estereotipia
no hay mejor clima que el del aislamiento profesional, porque el aislamiento termina
por encubrir las dificultades con la omnipotencia.

El entrevistado

Examinar las contingencias de una entrevista significaría no otra cosa que


pasar revista a toda la psicología, psiquiatría y psicopatología, por lo cual sólo nos
referiremos aquí a unas pocas situaciones tipos de trabajo en el campo de la
psicología clínica, y especialmente algunas que habitualmente no se toman en
cuenta y son, sin embargo, de gran importancia.

74
En términos generales, para que una persona concurra a una consulta, debe
haber llegado a una cierta percepción o insight de que algo no anda bien, de que
algo ha cambiado o modificado o bien, se percibe a sí mismo con ansiedad y
temores. Esto últimos pueden ser tan intensos o intolerables que recurre en la
entrevista a una negación y resistencia sistemática, de tal manera que,
mágicamente, busca asegurarse de que no pasa nada, logrando que el técnico no
reconozca nada anormal en él. En alguna ocasión se ha definido como enfermo a
toda aquella persona que solicita una consulta; abstracción hecha de que tal
definición carece de valor real, es sin embargo cierto que el entrevistador debe
aceptar ese criterio, aunque sea solamente como incentivo para indagar
detalladamente tras las represiones y negaciones o escotomizaciones del
entrevistado.

Schilder ha reunido en cinco grupos los individuos que concurren al médico,


sea porque sufren o hacen sufrir a los demás, ellos son: a) los que concurren por
quejas corporales, b) por quejas mentales, c) por quejas debidas a la falta de éxito,
d) por quejas referidas a dificultades en la vida diaria, e) por quejas de otras
personas.

Siguiendo en cambio la división de E. Pichón Riviere de las áreas de


conducta podemos considerar tres grupos, según que el predominio recaiga sobre
síntomas, quejas o protestas del área de la mente, del cuerpo o del mundo externo.
El paciente puede traer quejas o acusaciones; en el primer caso predomina la
ansiedad depresiva mientras que en el segundo, la ansiedad paranoide.

Estos agrupamientos no tienden a diferenciar los enfermos orgánicos de los


enfermos mentales, ni las enfermedades orgánicas de las funcionales o
psicogenéticas. Se aplican a todos los tipos de entrevistados que concurren a
cualquier especialista y tienden más bien a una orientación sobre la personalidad
del sujeto, sobre la forma en que trata de reducir sus tensiones o resolver sus
conflictos.

75
Podemos reconocer y diferenciar entre el entrevistado que viene a la
consulta, del que traen, o aquel al que lo han mandado . En estas actitudes
tenemos ya un índice de importancia, aunque diste de ser sistemático o
patognomónico. El que viene, tiene un cierto insight o percepción de su enfermedad
y corresponde al paciente neurótico, mientras que el psicótico, en cambio, es
traído. El que no tiene motivos para venir pero viene porque lo han mandado,
corresponde a la psicopatía: es el que hace actuar a otros y delega en otros sus
preocupaciones y malestares.

Tenemos, entre otros, el caso de aquel que viene a consultar por un familiar.
En estos casos, realizamos la entrevista con el que viene, indagando su propia
personalidad y su conducta. Y con esto ya pasamos del entrevistado al grupo
familiar. Si al entrevistado precede un informante, se le debe comunicar a éste
último que lo que él diga sobre el paciente le será comunicado a éste último;
anticiparle antes de que informe. Esto tiende a limpiar el campo y a romper con
divisiones muy difíciles de manejar ulteriormente.

El que viene a la consulta es siempre un emergente de los conflictos


grupales de la familia, diferenciamos además entre el que viene solo y el que viene
acompañado, que representan distintos grupos familiares.

El que viene solo, es el representante de un grupo familiar esquizoide, en el


que la comunicación entre sus miembros es muy precaria, viven dispersos o
separados, con un grado acentuado de bloqueo afectivo. Con frecuencia, frente a
éstos, el técnico tiende a preguntarse con quién puede hablar o a quién informar.
Otro grupo familiar, de carácter opuesto a éste, es aquel en el cual vienen varios a
la consulta y el técnico tiene necesidad de preguntar quién es el entrevistado o por
quién vienen; es el grupo epileptoide, viscoso o aglutinado, en el cual hay una falta
o déficit en la personificación de sus miembros, con un alto grado de simbiosis o
interdependencia. Así como en el anterior el enfermo está aislado y abandonado,
en este caso está demasiado rodeado por el cuidado exagerado o asfixiante.

76
Estos dos tipos polares pueden encontrarse en sus formas extremas, o en
formas menos acusadas, o mixtas. Otro tipo es el que viene acompañado por una
persona, familiar o amigo, que es el caso del fóbico que necesita acompañante. El
caso de los matrimonios cuyos integrantes se inculpan mutuamente de neurosis,
infidelidad, etc. es otra situación en la que, como en todas las anteriores, la
entrevista se realiza con todos los que han concurrido, manejado como un grupo
diagnóstico que -como lo veremos- es también siempre terapéutico; en éste el
técnico actúa como observador participante, interviniendo en momentos de tensión,
o cuando se interrumpe la comunicación o para señalar los entrecruzamientos
proyectivos.

En los grupos que concurren a la consulta, el psicólogo no tiene por qué


aceptar el criterio de la familia sobre quién es el enfermo, sino que debe actuar
considerando a todos sus miembros implicados y al grupo como enfermo. En estos
casos, el estudio del interjuego de roles y de la dinámica del grupo son los
elementos que sirven de orientación para hacer tomar insight de la situación a todo
el grupo. El balanceo de la enfermedad en un grupo familiar es de gran
importancia. Por ejemplo, en un matrimonio o pareja en que uno es un fóbico y el
otro su acompañante, cuando el primero mejora o cura, aparece la fobia en el
segundo. El acompañante fóbico es, entonces, también un fóbico pero se
distribuyen roles en la pareja. En otras oportunidades, en ocasión de un tratamiento, la
familia sólo aparece cuando se ha adelantado el tratamiento de un paciente y éste ha
mejorado o está en vías de ello, la normalización del paciente hace que la tensión
del grupo familiar no se descarga ya más a través de él y aparece entonces el
desequilibrio o la enfermedad en el grupo familiar.

Todo esto explica en gran proporción un fenómeno con el que siempre hay
que contar en la familia de un enfermo: la culpa, elemento que hay que tomar en
cuenta para valorarlo y manejarlo adecuadamente. Es mucho más manifiesta en el
caso de la enfermedad mental en niños o en deficientes intelectuales. Esto se
relaciona también con el fenómeno que ha sido llamado el niño equivocado , en el
que los padres traen a la consulta al hijo más sano y sólo una vez que se han
77
asegurado que el técnico no les inculpa ni los acusa, pueden hablar o consultar
sobre el hijo más enfermo.

Aquí y en relación con todos estos fenómenos, la psicología grupal -su


conocimiento y correcto manejo- tienen una gravitación fundamental, no sólo para
las entrevistas diagnósticas y terapéuticas, sino para valorar también curaciones, o
decidir el cese de una internación, etc., etc.

Funcionamiento de la entrevista

Hemos insistido reiteradamente que el campo de la entrevista debe ser


configurado fundamentalmente por las variables de la personalidad del entrevisto.
Esto implica que lo que ofrece el entrevistador debe ser lo suficientemente ambiguo
como para permitir la mayor puesta en juego de la personalidad del entrevistado.

Si bien todo ello es cierto, existe sin embargo un marco o un límite en el cual
la ambigüedad no debe existir, sino todo lo contrario, el límite debe ser mantenido y
a veces defendido por el entrevistador; éste cubre todos los factores que
intervienen en el encuadre de la entrevista: tiempo, lugar, y rol técnico del
profesional. El tiempo se refiere a un horario y un límite en la extensión de la
entrevista; el espacio abarca el marco o el terreno ambiental en el cual se realiza la
entrevista. El rol técnico implica que en ningún caso el entrevistador debe permitir
el ser presentado como un amigo en un encuentro fortuito. El entrevistador
tampoco debe entrar con sus reacciones ni con el relato de su vida, tampoco entrar
en relaciones comerciales o de amistad, ni pretender ningún beneficio de la
entrevista que no sean sus honorarios y su interés científico o profesional.
Tampoco debe ser utilizada como una gratificación narcisística en la que se juega
de mago con un despliegue de omnipotencia. La curiosidad debe limitarse a lo
necesario para beneficio del entrevistado. Todo lo que sienta como reacción
contratransferencial debe ser considerado como un dato de la entrevista, no
debiendo responderse ni actuar frente al rechazo, la rivalidad o la envidia del

78
entrevistado. La petulancia o la actitud arrogante o agresiva del entrevistado no
debe ser ni domada ni sometida; no se trata de ni de triunfar ni de imponerse al
entrevistado. Lo que nos corresponde es averiguar a qué se deben, cómo
funcionan, y qué efectos acarrea al entrevistado. El entrevistado tiene derecho,
aunque tomemos nota de ello e inclusive advirtamos al mismo entrevistado sobre
su represión o su desconfianza. Con muchísima frecuencia, el grado de represión
del entrevistado depende mucho del grado de represión que tenga el entrevistador
hacia determinados temas (sexualidad, envidia, etc.) Si intervenimos preguntando,
las preguntas deben ser directas y sin subterfugios, adecuadas a la situación y al
grado de tolerancia del yo del entrevistado.

La apertura de la entrevista tampoco debe ser ambigua, pronunciando fases


generales o de doble sentido. La entrevista comienza por donde comienza el
entrevistado. Hay que tener en cuenta todo lo que puede haberle costado decidir la
entrevista y lo que puede significar como factor de humillación y menoscabo para
él. El entrevistado debe ser recibido cortésmente pero no efusivamente; si se tienen
datos del entrevistado proporcionados por otra persona, se le debe informar, tanto
como, según ya lo dijimos, anticipar al informante al comienzo de la entrevista, que
esos datos no serán mantenidos en reserva. Esto tienden a mantener el encuadre y
a evitar las divisiones esquizoides y la actuación psicopática, así como a
despojarse de todo lo que pueda trabar la espontaneidad del técnico, quien no
debe tener compromisos contraídos que pesen negativamente sobre la entrevista.
La reserva del entrevistador para con los datos que proporciona el entrevistado se
halla implícita en la entrevista, y si de la misma se eleva un informe a una
institución, esto último debe también conocerlo el entrevistado. La reserva y el
secreto profesional rigen también para los enfermos psicóticos y para el material de
entrevistas con niños; en este último caso, no debemos sentirnos autorizados a
relatar a los padres, por ejemplo, detalles de la entrevista con sus hijos.

El silencio del entrevistado es el fantasma del entrevistador novel, para quien


el silencio del entrevistado significa un fracaso o un índice de su impericia. Con un
mínimum de experiencia, sin embargo, no hay entrevistas fracasadas; si se observa
79
bien, toda entrevista aporta datos de importancia sobre la personalidad del
entrevistado. Hay que reconocer los distintos tipos de silencio (silencio paranoide,
depresivo, fóbico, etc.) y obrar en función de este conocimiento.

Si el silencio absoluto no es lo óptimo de una entrevista (desde el punto de


vista del entrevistador) tampoco lo es la catarsis intensa (desde el punto de vista
del entrevistado). Con frecuencia el que habla mucho en realidad deja de decir lo
más importante, porque el lenguaje no es sólo un medio de transmitir información
sino también un poderoso medio para evitar información. Todos estos son, por
supuesto, datos valiosos, que deben ser consignados y valorados. La descarga
emocional intensa tampoco es lo óptimo de una entrevista; con ello generalmente el
entrevistado logra una depositación masiva en el entrevistador y luego toma
distancia y entra en una relación persecutoria con éste: el confesor se transforma
fácilmente en perseguidor.

El fin de la entrevista debe ser respetado como todo el encuadre, y la


reacción a la separación es un dato de gran importancia, tanto como la evaluación
de cómo se va el entrevistado y como quedamos nosotros
contratransferencialmente con él.

Entrevistas bien realizadas insumen mucho tiempo, del que con frecuencia
no se dispone, especialmente en instituciones (escolares, hospitalarias, fabriles,
etc.). En estos casos lo más conveniente es reservar, del tiempo disponible, un
lapso para realizar aunque solo sea una entrevista diaria en condiciones óptimas.
Esto impide las estereotipias en el trabajo y las racionalizaciones de la evitación
fóbica. Además es importante reservarse el tiempo necesario para estudiar las
entrevistas realizadas, y es mejor aún si esto se realiza en grupos de trabajo. El
psicólogo y el psiquiatra no deben trabajar aislados, porque esto favorece su
alienación en el trabajo.

80
ACTIVIDAD OBLIGATORIA DE LA UNIDAD 3

Consigna:

a. Buscar en internet el Caso Gloria y mirarlo a la luz de los contenidos vistos


en la unidad.

https://www.youtube.com/watch?v=SXNJLxq1p0o

Compartir las reflexiones en el foro.-

GUÍA DE AUTOEVALUACIÓN DE LA UNIDAD 3

En esta tercer guía de autoevaluación les proponemos responder las

siguientes preguntas del cuestionario. Esta actividad es obligatoria, individual y será


subida al foro en el momento en que el tutor lo solicite.

81
CUESTIONARIO:

1. ¿Qué es la entrevista?.
2. ¿Qué tipos de entrevista existen?

3. Definir transferencia y contratransferencia.

4. Explicar cómo funciona la ansiedad en la entrevista.

Les recordamos que las actividades obligatorias son

individuales. Cada estudiante dispone del espacio del aula virtual para
comentar las dudas que tenga, que podrán ser trabajadas no sólo por el
tutor docente sino también entre los compañeros de cursada como parte del
proceso de aprendizaje grupal.

La interacción docente y alumno es condición fundamental para generar


conocimiento. Les proponemos un intercambio activo a través de la
plataforma que permita construir un diálogo entre los estudiantes y el tutor
docente basado en la reciprocidad y en la colaboración.

BIBLIOGRAFÍA OBLIGATORIA DE LA UNIDAD 3.

BLEGER, José, “Psicología de la Conducta”, Edit. Paidos, 2007.-


ULLOA, Fernando, “La entrevista operativa”.-

82
- PRÁCTICA FORMATIVA- Tercera parte
LA ENTREVISTA

En esta segunda tramo de la PRÁCTICA FORMATIVA les proponemos la


siguiente actividad. Tengan en cuenta que:

La Práctica Formativa es una instancia necesaria y obligatoria en el


proceso de aprendizaje.
Tiene como finalidad generar un espacio de participación y de interacción
del futuro profesional en el foro, permitiendo que el mismo analice de
manera integrada y crítica el material propuesto, generando una síntesis en
la internalización de las teorías presentadas.
Las actividades de la Práctica Formativa son de carácter individual.

Las mismas serán solicitadas por el profesor tutor de la materia.

Su presentación se realizará en el foro PRÁCTICA FORMATIVA en la


fecha en que el tutor lo indique siguiendo las consignas dadas.
Cualquier duda que se genere en torno a su resolución, podrá consultarla
en el foro general de la cursada.
Es de suma importancia la interacción y el intercambio que los
estudiantes generen por el foro para la elaboración de las teorías
abordadas y la orientación del docente tutor.

Consigna:

Realizar un informe acerca de las entrevistas vistas y relacionarla con el


material visto en las unidades desarrolladas en la asignatura.

83
BIBLIOGRAFÍA GENERAL DE LA MATERIA

BIBLIOGRAFÍA OBLIGATORIA:

Artiles, Manuel. “El proceso personal en el Counselor”. En: “H” La revistadeHolos


Capital, Nro. 1.
Artiles, Manuel. “El sufrimiento”. En: “H” La revista de Holos Capital, Nro.2.
Bermejo, Juan Carlos. “Apuntes de relación de ayuda”. Madrid: Centrode
Humanización de la salud, 1997.
Bermejo, Juan Carlos. Apuntes de relación de ayuda. Madrid: Centro
deHumanización de la salud, 1997.Tema 1 “Hacia una definición del
concepto deRelación de ayuda”. Pp. 11-27.
Berni, Enrique. “Como cambiar de paradigma y no morir en el intento”.En:
"Enfoque Humanístico, La Revista de Holos San Isidro, Año 6
Número 14 -Noviembre/Diciembre 2002.
Bleger, José, “Psicología de la Conducta”, Edit. Paidos, 2007.-
Deluca, Mirta. “Reflexiones acerca del espacio de supervisión”. En: “H”La revista
de Holos Capital, Nro. 1.
Dietrich, Georg. Psicología general del Counseling. Barcelona: EditorialHerder.
1986. Cap. I: Counseling y psicología del Counseling (11- 29).Cap. II:
Razones y Ocasiones del Counseling (39- 29).
Elbert, Nora. “Hoy consultante, mañana consultor”. En: “H” La revista deHolos
Capital, Nro. 1.
HorvatJudit ;Grosz, Lilla de. Counseling y prevención. En: SánchezBodas,
Andrés. Counseling humanístico. Teoría y práctica. Volumen I.
BuenosAires: Ed. del Instituto Holos, 1999.
Kogan, Abel. “La formación académica del Consultor Psicológico”. En:“H” La
revista de Holos Capital, Nro. 1.
Okun, Bárbara F. Ayudar de forma efectiva (Counseling). Técnicas deterapia y
entrevista. España: Paidós. 2001. Pág. 45-48
84
Rogers, Carl R. “El proceso de convertirse en persona”. México: Paidós,1995.
Rogers, Carl R. El poder de la persona. 8va. Reimp. México: ManualModerno,
1994. Primera Parte, Capítulo 1: “La política de las relaciones deayuda”.
Pp. 1-18.
Rogers, Carl. Orientación psicológica y psicoterapia. 3era. Ed. Madrid:Narcea,
1978. Cap. 9: Cuestiones prácticas.
Sánchez Bodas, Andrés. ¿Qué es el Counseling? Argentina:
EditorialLectour, 2003. Cap. I: ¿Qué es el Counseling?
Sánchez Bodas, Andrés. ¿Qué es el Counseling? Argentina: EditorialLectour,
2003. Cap I: ¿Quées el Counseling?
Sánchez Bodas, Andrés. “Algunas aclaraciones sobre Counseling y
lasalud mental”. Apunte.
Segrera, Alberto. “Orientación y psicoterapia”. Apunte.
Tuzzo, Rosario. “Abordaje interdisciplinario en la salud y la
educación”.Revista Iberoamericana de Psicomotricidad y Técnicas
Corporales. España,Febrero de 2004. Vol. 4. Número 13. (febrero
2004).
Ulloa, Fernando, “La entrevista operativa”.-

85
GLOSARIO

Aceptación Positiva Incondicional: No es fácil ejercer esa actitud porque


supone una gran atención a la experiencia única de la persona del consultante, a
sus sentimientos y sufrimientos. La aceptación positiva implica una abstención de
juicio valorativo. El consultante que se siente aceptado incondicionalmente por su
consultor camina hacia la "auto aceptación": al no sentirse juzgado ni
condicionado, el consultante comienza a aceptarse y a profundizar en su propio
mundo de un modo más auténtico.

Concreción: Supone la expresión específica en lo que se refiere a los


sentimientos de la persona atendida. El criterio para su aplicación es la
importancia que dicha persona atribuye al material manifestado.

Confrontación: Acción iniciada por el profesional, que pone a la persona en


contacto consigo mismo, mediante la consideración de las discrepancias en ella
existentes y de la repercusión de éstas en la relación entre ambos.

Congruencia: También referido como "autenticidad", se trata de un elemento


central. La práctica de esta actitud favorece el diálogo libre y fructífero. Permite
dar paso a la confianza y a la lealtad, evitando el fenómeno del "doble lenguaje",
que se constata cuando el terapeuta comunica con palabras, contenidos en los
cuales él mismo no cree. El consultante que recibe estos dos mensajes
contradictorios permanece inseguro, desorientado, y básicamente desconfiado.
Este hecho no sólo compromete la validez de la relación, sino la eficacia de la
terapia. No se debe escudar en su rol.

Consultor Psicológico: (Counselor), es un profesional de la ayuda y de la


prevención y promoción del bienestar, que comprende al ser humano como una
unidad bio-psico-social-espiritual, y lo acompaña, tanto en sus padecimientos y

86
dolencias, como en sus búsquedas de desarrollo y despliegue, a partir de un
abordaje integrador.

Contra transferencia: son las respuestas del entrevistador a las manifestaciones


del entrevistado, el efecto que tiene sobre él.

Empatía: Etimológicamente, sentir-en, sentir desde dentro. Es la capacidad de


percibir correctamente lo que experimenta otra persona, y comunicar esta
percepción en un lenguaje acomodado a los sentimientos de esta. Sin empatía no
existe base para la ayuda La efectividad de la empatía depende de la profundidad
y autenticidad de la comprensión.

Entrevista: La entrevista es el instrumento o técnica fundamental del método


clínico y es - por lo tanto- un procedimiento de investigación científica de la
psicología. En cuanto técnica, tiene sus propios procedimientos o reglas
empíricas con los cuales no solo se amplía y se verifica el conocimiento científico,
sino que al mismo tiempo se lo aplica.

Genuinidad: Capacidad por parte del profesional de ser libre y profundamente él


mismo. Así se excluye la dicotomía entre lo que el profesional siente y lo que
manifiesta, entre su comportamiento cotidiano y profesional. Esto no significa
expresar todo lo que se siente, sino no negarlo. Constituye la base de una
auténtica relación.

Inmediatez: Habilidad para discutir, directa y abiertamente, con la otra persona lo


que está ocurriendo en el aquí y ahora de la relación interpersonal entre ambos.
Viene a ser un puente entre la empatía y la confrontación.

No Directividad: es una decisión de ayudar a otro a que desarrolle su persona tal


como lo desee, en la dirección que opte tomar, y desde el propio modo en que se
haga responsable de su problemática.

87
Tendencia Actualizante: es definida por Rogers, en un principio como la
“capacidad que tiene el ser humano, latente o manifiesta, de comprenderse a sí
mismo y de resolver sus problemas de modo suficiente para lograr la satisfacción
y la eficacia necesarias a un funcionamiento adecuado”.

Transferencia: se refiere a la actualización en la entrevista de sentimientos,


actitudes y conductas inconscientes, por parte del entrevistado, que corresponden
a pautas que éste ha establecido en el curso de su desarrollo, especialmente en la
relación interpersonal con su medio familiar. Se distingue entre transferencia
negativa y positiva, pero ambas son siempre coexistentes, aunque con un
predominio relativo, estable o alternante, de algunas de las dos. Integran la parte
irracional e inconsciente de la conducta y constituyen aspectos de la misma no
controlados por el paciente.En la transferencia el entrevistado asigna roles al
entrevistador y se comporta en función de los mismos. En otros términos, traslada
situaciones y pautas conocidas a una realidad presente y desconocida, y tiende a
configurar a esta última como situación ya conocida, repetitiva.

88
Respuestas a las guías de autoevaluación
Cuestionario de la autoevaluación de la Unidad 1:

7. ¿Qué es un Counselor o Consultor Psicológico?

El Consultor Psicológico o Counselor, es un profesional de la ayuda y de la


prevención y promoción del bienestar, que comprende al ser humano como una
unidad bio-psico-social-espiritual, y lo acompaña, tanto en sus padecimientos y
dolencias, como en sus búsquedas de desarrollo y despliegue, a partir de un
abordaje integrador.

Facilita el cambio, promueve el desarrollo personal mediante la incorporación de


actitudes tales como la congruencia, la aceptación positiva incondicional y la
comprensión empática, ofreciendo un espacio de seguridad capaz de generar un
vínculo de confianza que hace posible la autoexploración y la transformación de la
persona.

8. ¿Cuál es la función del Consultor Psicológico?

La función del counselor es acompañar emocionalmente a los


consultantes, asesorar preventivamente, promocionar acciones que
mejoren la calidad de vida del consultante, asistir en procesos de cambio,
ayudar a tomar decisiones, facilitar la transformación y el despliegue de
potencialidades.

9. ¿Cuáles son las tres actitudes básicas de todo Counselor?.

Existen tres actitudes básicas, facilitadores del proceso de counseling, y que todo
counselor humanístico debe tener según Rogers:

89
2. CONGRUENCIA: También referido como "autenticidad", se trata de un
elemento central. La práctica de esta actitud favorece el diálogo libre y
fructífero. Permite dar paso a la confianza y a la lealtad, evitando el
fenómeno del "doble lenguaje", que se constata cuando el terapeuta
comunica con palabras, contenidos en los cuales él mismo no cree. El
consultante que recibe estos dos mensajes contradictorios permanece
inseguro, desorientado, y básicamente desconfiado. Este hecho no sólo
compromete la validez de la relación, sino la eficacia de la terapia. No se
debe escudar en su rol

2. ACEPTACION POSITIVA INCONDICIONAL: No es fácil ejercer esa actitud


porque supone una gran atención a la experiencia única de la persona del
consultante, a sus sentimientos y sufrimientos. La aceptación positiva
implica una abstención de juicio valorativo. El consultante que se siente
aceptado incondicionalmente por su consultor camina hacia la
"autoaceptación": al no sentirse juzgado ni condicionado, el consultante
comienza a aceptarse y a profundizar en su propio mundo de un modo más
auténtico.

3. EMPATIA: Esta actitud permite captar el mundo de referencia de la otra


persona. Implica una disposición de parte del consultor de ponerse en la
situación existencial del consultante, comprender su estado emocional,
tomar conciencia íntima de sus sentimientos, meterse en su experiencia.
Esto no significa de ningún modo sentir lo mismo que el otro (simpatía), ni
intuir (intuición), sino que aquí se trata de la recepción y comprensión de
los estados emocionales de la otra persona. Se trata de ponerse a sí
mismo entre paréntesis momentáneamente, y caminar.

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10. ¿Quiénes pueden ser consultantes?

En principio: toda persona puede ser atendida por un counselor, en cuanto


su consulta, problemática, conflicto, intención y autorrecursos disponibles
concuerden con la posibilidad de un proceso que tiende al cambio, desarrollo y
despliegue personal.

Desde una lectura atenta de la definición aprobada oficialmente, nadie está


excluido de ser plausible de un proceso de counseling. No hay límite de edad ni
motivo de consulta que no resulte pasible de ayuda.

11. ¿Cuáles son los motivos de consulta?

Existen tres áreas de consulta para el counseling que devienen de nuestra


definición, a saber:

- Consultas para la prevención y promoción del bienestar.


- Consultas para la resolución de conflictos y problemas.
- Consultas para el Desarrollo y el Despliegue personal.

Sentimientos y sensaciones están casi siempre ligados a situaciones que


se presentan como motivos de consulta concretos, casi todos vinculados a las dos
grandes áreas donde se desarrolla nuestra vida: amor y trabajo.

12. ¿Qué es la relación de ayuda?

La relación de ayuda es un arte. Consiste en apropiarse de algunas


actidudes fundamentales que se despliegan en habilidades concretas para
que la relación sea competente. Diríamos que el que posee este arte ha
hecho un camino en tres direcciones:

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En el campo del saber: interesándose por el fenómeno de la comunicación
interpersonal, por las dinámicas más frecuentes, por el impacto de la
“enfermedad” y/u otros acontecimientos en la vida de la persona.

En el campo del saber hacer: interesándose y ejercitándose en algunas


técnicas de comunicación y de relación, habilidades que hacen que el
encuentro con el individuo sea eficaz para ayudarle y permita al profesional
desenvolverse con una cierta soltura en la comunicación verbal y no verbal.

En el campo del saber ser: trabajando sobre sí mismo para interiorizar las
actitudes fundamentales que hacen que la persona del profesional o
terapeuta sea percibida como alguien que se interesa realmente, que
acepta, que comprende, que se implica sin quemarse en el proceso de
interrelación.

4. Nombrar cuales son los ámbitos de aplicación de la Consultoría


Psicológica.

La tarea del Counseling puede dividirse en dos grandes campos: Desarrollo


Personal y Counseling Institucional.

Counseling en Desarrollo Personal

Acompaña individual o grupalmente a personas que están atravesando una


situación de crisis o conflicto, o bien un detenimiento del desarrollo de sus
potencialidades, ya sea que ello se haya producido como consecuencia de
aquellas crisis o conflictos, por falta de autoconocimiento o por no haber tenido las
condiciones ideales para realizarlas. Promueve también, el desarrollo de
conductas que favorezcan mejores relaciones intra e interpersonales.

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Counseling Institucional

El Counselor actúa dentro de las Instituciones promoviendo una mejor


comunicación entre sus miembros, teniendo en cuenta la posición que ocupan en
ellas. Intenta facilitar una mayor fluidez en el diálogo y crear climas óptimos que
ayuden a las relaciones humanas, tanto a nivel personal como comunitario.

5. ¿Porque el Counselin es preventivo?.

El Counseling es preventivo porque ya desde la primera entrevista trata de


preparar y disponer al cliente de tal manera que impida el riesgo de
perturbaciones mayores, promoviendo la corrección oportuna de las desviaciones
de conductas, la solución satisfactoria de una crisis o la elección responsable
entre distintas opciones.

6. Explique cómo actúa el consultor psicológico en cada uno de los niveles de


prevención

Prevención Primaria: Actúa en instituciones, comunidades o grandes


agrupaciones. El counselor difunde información sobre higiene física y mental,
colabora con los centros comunales marginados, parroquias, etc. Ayuda a la
preparación de sus miembros para la inserción laboral.
La labor del counselor es extensa ya que es de lo que se ocupa en cuanto
a relaciones interpersonales, distorsión o carencia de relaciones.

Secundaria: Interviene en forma individual o en pequeños grupos


constituidos para tal fin. Se trata de resolver problemas puntuales en el aquí y
ahora.
Terciaria: Abarca a las dos primeras. El consultor puede ser de gran ayuda
dando información sobre lo que se puede esperar de estos pacientes, cuáles son
sus posibilidades reales y la mejor manera de tratarlos.

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Cuestionario de la autoevaluación de la Unidad 3:

5. ¿Qué es la entrevista?.

La entrevista es el instrumento o técnica fundamental del método clínico y


es - por lo tanto- un procedimiento de investigación científica de la psicología.
En cuanto técnica, tiene sus propios procedimientos o reglas empíricas con los
cuales no solo se amplía y se verifica el conocimiento científico, sino que al
mismo tiempo se lo aplica.

6. ¿Qué tipos de entrevista existen?

La entrevista puede ser de dos tipos fundamentales: abierta y cerrada. En


la segunda, las preguntas ya están previstas, tanto como lo están el orden y la
forma de plantearlas y el entrevistador no puede alterar ninguna de estas
disposiciones. En la entrevista abierta, por el contrario, el entrevistador tiene la
amplia libertad para las preguntas o para sus intervenciones, permitiéndose toda
flexibilidad necesaria en cada caso particular. La entrevista cerrada es en realidad
un cuestionario, que toma contacto estrecho con la entrevista en cuanto que un
manejo correcto de ciertos principios y reglas de la misma facilita y posibilita la
aplicación del cuestionario.

7. Definir transferencia y contratransferencia.

Transferencia y contratransferencia. La primera se refiere a la actualización en la


entrevista de sentimientos, actitudes y conductas inconscientes, por parte del
entrevistado, que corresponden a pautas que éste ha establecido en el curso de
su desarrollo, especialmente en la relación interpersonal con su medio familiar. Se
distingue entre transferencia negativa y positiva, pero ambas son siempre
coexistentes, aunque con un predominio relativo, estable o alternante, de algunas
de las dos.

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En la contratransferencia se incluyen todos los fenómenos que aparecen en el
entrevistador, como emergentes del campo psicológico que se configura en la
entrevista; son las respuestas del entrevistador a las manifestaciones del
entrevistado, el efecto que tiene sobre él. Dependen en alto grado de la historia
personal del entrevistador, pero si aparecen o se actualizan en un momento dado
en la entrevista es porque en ese momento hay factores que operan para que ello
suceda así.

8. Explicar cómo funciona la ansiedad en la entrevista.

La ansiedad constituye un índice del curso de una entrevista y debe ser


atentamente seguida por el entrevistador, tanto la que se produce en él mismo
como la que aparece en el entrevistado. Debe ser vigilada no sólo su aparición sino
también su grado o intensidad, porque si bien dentro de determinados límites es un
agente motor de la relación interpersonal, esta última puede quedar totalmente
perturbada e incontrolada si sobrepasa cierto nivel, por lo que el umbral de
tolerancia a la misma debe ser permanentemente detectado. Entrevistado y
entrevistador se enfrentan con una situación desconocida, ante la cual no tienen
todavía estabilizadas pautas reaccionales adecuadas y la situación no organizada
implica una cierta desorganización de la personalidad de cada uno de los
participantes; esa desorganización es la ansiedad.

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