Anexo 2. Lecturas de Preparacion.
Anexo 2. Lecturas de Preparacion.
Anexo 2. Lecturas de Preparacion.
Objetivo: Reconocer que nos impide acercarnos a Dios, y descubrir quien somos y quien
quiere Dios que seamos.
Lecturas Recomendadas:
Santiago 3, 13-1
13 ¿Así que eres sabio y entendido? Si tu sabiduría es modesta, veremos
sus frutos en tu conducta noble. 14 Pero si te vuelve amargo, celoso, peleador,
no te fíes de ella, que eso sería mentira. 15 Esa clase de sabiduría no viene de
arriba sino de la tierra, de tu propio genio y del demonio. 16 Y donde hay
envidia y ambición habrá también inestabilidad y muchas cosas malas.
17 En cambio la sabiduría que viene de arriba es, ante todo, recta y pacífica,
capaz de comprender a los demás y de aceptarlos; está llena de indulgencia y
produce buenas obras, 18 no es parcial ni hipócrita. Los que trabajan por la paz
siembran en la paz y cosechan frutos en todo lo bueno.
Efesios 4, 22-24
22 Se les pidió despojarse del hombre viejo al que sus pasiones van
destruyendo, pues así era la vida que llevaban, 23 y renovarse por el espíritu
desde dentro. 24 Revístanse, pues, del hombre nuevo, el hombre según Dios
que él crea en la verdadera justicia y santidad.
Colonenses 3, 1-15
1 Si han sido resucitados con Cristo, busquen las cosas de arriba, donde
Cristo está sentado a la derecha de Dios. 2 Preocúpense por las cosas de arriba,
no por las de la tierra. 3 Pues han muerto, y su vida está ahora escondida con
Cristo en Dios. 4 Cuando se manifieste el que es nuestra vida, también ustedes
se verán con él en la gloria. 5 Por tanto, hagan morir en ustedes lo que es
«terrenal», es decir, libertinaje, impureza, pasión desordenada, malos deseos y
el amor al dinero, que es una manera de servir a los ídolos. 6 Tales cosas atraen
los castigos de Dios. 7 Ustedes siguieron un tiempo ese camino, y su vida era
así. 8 Pues bien, ahora rechacen todo eso: enojo, arrebatos, malas
intenciones, ofensas y todas las palabras malas que se pueden decir.
9 No se mientan unos a otros: ustedes se despojaron del hombre viejo y de
sus vicios 10 y se revistieron del hombre nuevo que no cesa de renovarse a la
imagen de su Creador hasta alcanzar el perfecto conocimiento. 11 Ahí no se
hace distinción entre judío y griego, circunciso e incircunciso; extranjero,
bárbaro, esclavo o libre, sino que Cristo es todo en todos.
Pónganse, pues, el vestido que conviene a los elegidos de Dios, sus
12
santos muy queridos: la compasión tierna, la bondad, la humildad, la
mansedumbre, la paciencia. 13 Sopórtense y perdónense unos a otros si uno
tiene motivo de queja contra otro. Como el Señor los perdonó, a su vez hagan
ustedes lo mismo.
14 Por encima de esta vestidura pondrán como cinturón el amor, que lo hace
todo perfecto.
15 Así la paz de Cristo reinará en sus corazones, pues para esto fueron
llamados y reunidos. Finalmente, sean agradecidos.
Proverbios 28, 13
13 Ocultar sus faltas no conduce a nada, el que las reconoce y renuncia a
ellas se hace perdonar.
Segunda Reunión.
1 Juan 1, 5-8
5 Este es el mensaje que Jesucristo nos enseñó y que les anunciamos a
ustedes: que Dios es luz y que en él no hay ninguna oscuridad. Si decimos que
estamos unidos a él, y al mismo tiempo vivimos en la oscuridad, mentimos de
palabra y de hecho. Pero si vivimos en la luz, así como Dios está en la luz,
entonces hay unión entre nosotros, y la sangre de su Hijo Jesucristo nos limpia
de todo pecado. Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros
mismos y no hay verdad en nosotros, pero si confesamos nuestros pecados,
podemos confiar en que Dios hará lo que es justo; nos perdonará nuestros
pecados y nos limpiará de toda maldad.
Lucas 15, 8-10
Y si una mujer pierde una moneda de las diez que tiene, ¿no enciende una
8
lámpara, barre la casa y busca cuidadosamente hasta que la encuentra? 9 Y
apenas la encuentra, reúne a sus amigas y vecinas y les dice: “Alégrense
«¡Qué poco entienden ustedes y qué lentos son sus corazones para creer
todo lo que anunciaron los profetas! 26 ¿No tenía que ser así y que el Mesías
padeciera para entrar en su gloria?»
27 Y les interpretó lo que se decía de él en todas las Escrituras, comenzando
por Moisés y siguiendo por los profetas.
28 Al llegar cerca del pueblo al que iban, hizo como que quisiera seguir
adelante, 29 pero ellos le insistieron diciendo: «Quédate con nosotros, ya está
cayendo la tarde y se termina el día.» Entró, pues, para quedarse con ellos. 30 Y
mientras estaba en la mesa con ellos, tomó el pan, pronunció la bendición, lo
partió y se lo dio. 31 En ese momento se les abrieron los ojos y lo reconocieron,
pero él desapareció. 32 Entonces se dijeron el uno al otro:
«¿No sentíamos arder nuestro corazón cuando nos hablaba en el camino y
nos explicaba las Escrituras?»
33 De inmediato se levantaron y volvieron a Jerusalén, donde encontraron
reunidos a los Once y a los de su grupo. 34 Estos les dijeron:
«Es verdad: el Señor ha resucitado y se ha aparecido a Simón.» 35 Ellos, por
su parte, contaron lo sucedido en el camino y cómo lo habían reconocido al
partir el pan.
2 Timoteo 3, 15-17
15 Recuerda que desde tu niñez conoces las Sagradas Escrituras. Ellas te
darán la sabiduría que lleva a la salvación mediante la fe en Cristo Jesús. 16
Toda Escritura está inspirada por Dios y es útil para enseñar y reprender, para
corregir y educar en una vida de rectitud, 17 para que el hombre de Dios esté
capacitado y completamente preparado para hacer toda clase de bien.
Hebreos 4, 12
12Porque la palabra de Dios tiene vida y poder. Es más aguda que cualquier
espada de dos filos, y penetra hasta lo más profundo del alma y del espíritu,
hasta los más íntimos de la persona; y somete a juicio los pensamientos y las
intenciones de corazón.
Santiago 1, 19-25
19 Recuerden esto, queridos hermanos: todos ustedes deben estar listos
para escuchar; en cambio debe ser lentos para hablar y para enojarse. 20
Porque el hombre enojado no hace lo que le agrada a Dios. 21 Así pues, dejen
ustedes todo lo impuro y la maldad que tanto abunda, y acepten humildemente
el mensaje que se ha sembrado en su corazón; pues ese mensaje tiene poder
de salvación.
22 Pero no basta con oír el mensaje; hay que ponerlo en práctica, pues de lo
contrario se estarían engañando ustedes mismos. 23 El que solamente oye el
mensaje, y no lo practica, es como el hombre que se mira la cara en un espejo:
24 se ve a si mismo, pero en cuanto da la vuelta se olvida de cómo es. 25 Pero el
que no olvida lo que oye, sino que se fija atentamente en la ley perfecta, que es
la ley que nos trae libertad, y permanece firme cumpliendo lo que ella manda,
será feliz en lo que hace.
Juan 14, 23-24
4ta. Reunión
Tema: Las Máscaras
Objetivo: Reconocer que con las máscaras puestas, Jesús no puede entrar en
nuestros corazones.
Lecturas Recomendadas:
Romanos 8, 26
26 Somos débiles, pero el Espíritu viene en nuestra ayuda. No sabemos cómo
pedir ni qué pedir, pero el Espíritu lo pide por nosotros, con gemidos inefables.
2 Corintios 12, 5 y 10
5 Podría sentir orgullo pensando en ese hombre, pero en cuanto a mí, sólo
me gloriaré de mis debilidades.
10 Por eso acepto con gusto lo que me toca sufrir por Cristo: enfermedades,
humillaciones, necesidades, persecuciones y angustias. Pues si me siento débil,
entonces es cuando soy fuerte.
Mateo 18, 3-4
y declaró:
«En verdad les digo: si no cambian y no llegan a ser como niños, nunca
entrarán en el Reino de los Cielos.
4 El que se haga pequeño como este niño, ése será el más grande en el
Reino de los Cielos.
Proverbios 11, 2
2 Hoy la arrogancia, mañana la vergüenza: la sabiduría vive con los modestos.
Mateo 23, 12
12Porque el que se pone por encima, será humillado, y el que se rebaja,
será puesto en alto.
Apocalipsis 22, 15
15 Fuera los perros, los hechiceros, los impuros, los asesinos, los idólatras y
todos los que aman y practican la mentira.
Gálatas 1, 10
10 ¿Con quién tratamos de conciliarnos?: ¿con los hombres o con Dios?
¿Acaso tenemos que agradar a los hombres? Si tratara de agradar a los
hombres, ya no sería siervo de Cristo.
1 Tesalonicenses 2, 3-4
3 Les dijimos verdades; no teníamos propósitos sucios y no hubo engaño.
No.
4 Acreditados por Dios mismo, que nos ha confiado su evangelio, nuestra
predicación procura agradar, no a los hombres, sino a Dios, que penetra los
corazones.
Mateo 7, 5
5 Hipócrita, saca primero el tronco que tienes en tu ojo y así verás mejor
para sacar la pelusa del ojo de tu hermano.
1ra. Pedro 5, 7
7 Depositen en él todas sus preocupaciones, pues él cuida de ustedes.
Salmo 139, 1-4 y 23-24
1 Señor, tú me examinas y conoces,
2 sabes si me siento o me levanto,
tú conoces de lejos lo que pienso.
3 Ya esté caminando o en la cama me escudriñas,
eres testigo de todos mis pasos.
4 Aún no está en mi lengua la palabra
cuando ya tú, Señor, la conoces entera.
23 Examíname, oh Dios, mira mi corazón,
ponme a prueba y conoce mi inquietud;
24 fíjate si es que voy por mal camino
y condúceme por la antigua senda.
5ta. Reunión
Tema: Los Sacramentos.
Objetivo: Valorar y reconocer el regalo que el Señor nos ha dejado
a través de los sacramentos.
Lecturas Recomendadas:
Marcos 1, 8
8 «Yo los he bautizado con agua, pero él los bautizará en el Espíritu Santo.»
Lucas 22, 19-20
19 Después tomó pan y, dando gracias, lo partió y se lo dio diciendo: «Esto
es mi cuerpo, que es entregado por ustedes. (Hagan esto en memoria mía.» 20
Hizo lo mismo con la copa después de cenar, diciendo: «Esta copa es la alianza
nueva sellada con mi sangre, que es derramada por ustedes»).
Mateo 18, 18
18 Yo les digo: «Todo lo que aten en la tierra, lo mantendrá atado el Cielo, y
todo lo que desaten en la tierra, lo mantendrá desatado el Cielo. »
Mateo 19, 5
5y dijo: «El hombre dejará a su padre y a su madre y se unirá con su mujer,
y serán los dos una sola carne? »
Lucas 10, 16
16 «Quien les escucha a ustedes, me escucha a mí; quien les rechaza a
ustedes, me rechaza a mí; y el que me rechaza a mí, rechaza al que me ha
enviado.»
6ta. Reunión
Tema: Amando a Dios a través de la oración.
Objetivo: Reconocer la necesidad y los frutos de la oración en nuestras vidas.
Asimismo descubrir que la oración es la base para nuestra relación viva y personal con
nuestro Señor.
Lecturas Recomendadas:
Lucas 24, 13-35 (énfasis 28-30)
Los discípulos de Emaús
13 Aquel mismo día dos discípulos se dirigían a un pueblecito llamado Emaús,
que está a unos doce kilómetros de Jerusalén, 14 e iban conversando sobre todo
lo que había ocurrido. 15 Mientras conversaban y discutían, Jesús en persona se
les acercó y se puso a caminar con ellos, 16 pero algo impedía que sus ojos lo
reconocieran. 17 El les dijo:
«¿De qué van discutiendo por el camino?» Se detuvieron, y parecían muy
desanimados. 18 Uno de ellos, llamado Cleofás, le contestó:
«¿Cómo? ¿Eres tú el único peregrino en Jerusalén que no está enterado de lo
que ha pasado aquí estos días?» 19 «¿Qué pasó?», les preguntó. Le contestaron:
«¡Todo el asunto de Jesús Nazareno!» Era un profeta poderoso en obras y
palabras, reconocido por Dios y por todo el pueblo. 20 Pero nuestros sumos
sacerdotes y nuestros jefes renegaron de él, lo hicieron condenar a muerte y
clavar en la cruz. 21 Nosotros pensábamos que él sería el que debía libertar a
Israel. Sea lo que sea, ya van dos días desde que sucedieron estas cosas. 22 En
realidad, algunas mujeres de nuestro grupo nos han inquietado, 23 pues fueron
muy de mañana al sepulcro y, al no hallar su cuerpo, volvieron hablando de una
aparición de ángeles que decían que estaba vivo. 24 Algunos de los nuestros
fueron al sepulcro y hallaron todo tal como habían dicho las mujeres, pero a él
no lo vieron.»
25 Entonces él les dijo:
«¡Qué poco entienden ustedes y qué lentos son sus corazones para creer
todo lo que anunciaron los profetas! 26 ¿No tenía que ser así y que el Mesías
padeciera para entrar en su gloria?»
27 Y les interpretó lo que se decía de él en todas las Escrituras, comenzando
por Moisés y siguiendo por los profetas.
28 Al llegar cerca del pueblo al que iban, hizo como que quisiera seguir
adelante, 29 pero ellos le insistieron diciendo: «Quédate con nosotros, ya está
cayendo la tarde y se termina el día.» Entró, pues, para quedarse con ellos. 30 Y
mientras estaba en la mesa con ellos, tomó el pan, pronunció la bendición, lo
partió y se lo dio. 31 En ese momento se les abrieron los ojos y lo reconocieron,
pero él desapareció. 32 Entonces se dijeron el uno al otro:
«¿No sentíamos arder nuestro corazón cuando nos hablaba en el camino y
nos explicaba las Escrituras?»
33De inmediato se levantaron y volvieron a Jerusalén, donde encontraron
reunidos a los Once y a los de su grupo. 34 Estos les dijeron:
«Es verdad: el Señor ha resucitado y se ha aparecido a Simón.» 35 Ellos, por
su parte, contaron lo sucedido en el camino y cómo lo habían reconocido al
partir el pan.
Lucas 6, 12-13
12 En aquellos días se fue a orar a un cerro y pasó toda la noche en oración
con Dios. 13 Al llegar el día llamó a sus discípulos y escogió a doce de ellos, a los
que llamó apóstoles:
Lucas 22, 32
32 «Pero yo he rogado por ti para que tu fe no se venga abajo. Y tú, cuando
hayas vuelto, tendrás que fortalecer a tus hermanos.»
Lucas 23, 34
(Mientras tanto Jesús decía: «Padre, perdónalos, porque no saben lo que
34
hacen.») Después los soldados se repartieron sus ropas echándolas a suerte.
Lucas 17, 1
1 Dijo Jesús a sus discípulos: «Es imposible que no haya escándalos y
caídas, pero ¡pobre del que hace caer a los demás!
Mateo 26, 41
41 Estén despiertos y recen para que no caigan en la tentación. El espíritu es
animoso, pero la carne es débil.»
Lucas 18, 9-14
9 Jesús dijo esta parábola por algunos que estaban convencidos de ser justos
y despreciaban a los demás. 10 «Dos hombres subieron al Templo a orar. Uno
era fariseo y el otro publicano. 11 El fariseo, puesto de pie, oraba en su interior
de esta manera: “Oh Dios, te doy gracias porque no soy como los demás
hombres, que son ladrones, injustos y adúlteros, o como ese publicano... 12
Ayuno dos veces por semana y doy la décima parte de todas mis entradas.”
13 Mientras tanto el publicano se quedaba atrás y no se atrevía a levantar los
ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho diciendo: “Dios mío, ten piedad de
mí, que soy un pecador.”
14 Yo les digo que este último estaba en gracia de Dios cuando volvió a su
casa, pero el fariseo no. Porque el que se hace grande será humillado y el que se
humilla será enaltecido.»
Lucas 11, 5-8
5 Les dijo también: «Supongan que uno de ustedes tiene un amigo y va a
medianoche a su casa a decirle: “Amigo, préstame tres panes, 6 porque un
7ma. Reunión
Tema: Amando a Dios a través de la sanación
de recuerdos y el perdón
Objetivo: Reconocer de la inmensa misericordia y amor que Dios nos tiene, y
reconocer que el perdón es el fundamento para la sanación.Lecturas Recomendadas:
Lucas 15, 20-24
20 Se levantó, pues, y se fue donde su padre. Estaba aún lejos, cuando su
padre lo vio y sintió compasión; corrió a echarse a su cuello y lo besó. 21
Entonces el hijo le habló: «Padre, he pecado contra Dios y ante ti. Ya no
merezco ser llamado hijo tuyo.» 22 Pero el padre dijo a sus servidores:
«¡Rápido! Traigan el mejor vestido y pónganselo. Colóquenle un anillo en el
dedo y traigan calzado para sus pies. 23 Traigan el ternero gordo y mátenlo;
comamos y hagamos fiesta, 24 porque este hijo mío estaba muerto y ha vuelto a
la vida; estaba perdido y lo hemos encontrado.» Y comenzaron la fiesta.
1ra. Juan 4, 9-11
9 Miren cómo se manifestó el amor de Dios entre nosotros: Dios envió a su
Hijo único a este mundo para que tengamos vida por medio de él.
10 En esto está el amor: no es que nosotros hayamos amado a Dios, sino
que él nos amó primero y envió a su Hijo como víctima por nuestros pecados.
28 Pero apenas salió el empleado de la presencia del rey, se encontró con uno
de sus compañeros que le debía cien monedas. Lo agarró del cuello y casi lo
ahogaba, gritándole: «Págame lo que me debes.» 29 El compañero se echó a sus
pies y le rogaba: «Dame un poco de tiempo, y yo te lo pagaré todo.» 30 Pero el
otro no aceptó, sino que lo mandó a la cárcel hasta que le pagara toda la deuda.
31 Los compañeros, testigos de esta escena, quedaron muy molestos y
fueron a contárselo todo a su señor. 32 Entonces el señor lo hizo llamar y le
dijo: «Siervo miserable, yo te perdoné toda la deuda cuando me lo suplicaste. 33
¿No debías también tú tener compasión de tu compañero como yo tuve
compasión de ti?» 34 Y tanto se enojó el señor, que lo puso en manos de los
verdugos hasta que pagara toda la deuda.
35 Y Jesús añadió: «Lo mismo hará mi Padre Celestial con ustedes, a no ser
que cada uno perdone de corazón a su hermano.»
Filipenses 3, 13
13 No, hermanos, yo no me creo todavía calificado, pero para mí ahora sólo
vale lo que está adelante; y olvidando lo que dejé atrás.
Isaías 53, 5
5 Y eran nuestras faltas por las que era destruido
nuestros pecados, por los que era aplastado.
El soportó el castigo que nos trae la paz
y por sus llagas hemos sido sanados.
8va. Reunión
Tema: La Confianza
Objetivo: Recordar el poder de la fe y que Jesucristo
es nuestra única seguridad.
Lecturas Recomendadas:
Mateo 8, 23-26
23 Jesús subió a la barca y sus discípulos le siguieron. 24 Se levantó una
tormenta muy violenta en el lago, con olas que cubrían la barca, pero él dormía.
25 Los discípulos se acercaron y lo despertaron diciendo: «¡Señor, sálvanos, que
estamos perdidos!»
26 Pero él les dijo: «¡Qué miedosos son ustedes! ¡Qué poca fe tienen!»
Entonces se levantó, dio una orden al viento y al mar, y todo volvió a la más
completa calma.
Mateo 14, 24-31
24 La barca en tanto estaba ya muy lejos de tierra y las olas la golpeaban
duramente, pues soplaba el viento en contra. 25 Antes del amanecer, Jesús vino
hacia ellos caminando sobre el mar. 26 Al verlo caminando sobre el mar, se
asustaron y exclamaron: «¡Es un fantasma!» Y por el miedo se pusieron a
gritar.
27 En seguida Jesús les dijo: «Animo, no teman, que soy yo.» 28 Pedro
contestó: «Señor, si eres tú, manda que yo vaya a ti caminando sobre el agua.»
29 Jesús le dijo: «Ven.» Pedro bajó de la barca y empezó a caminar sobre las
aguas en dirección a Jesús. 30 Pero el viento seguía muy fuerte, tuvo miedo y
comenzó a hundirse. Entonces gritó: «¡Señor, sálvame!» 31 Al instante Jesús
extendió la mano y lo agarró, diciendo: «Hombre de poca fe, ¿por qué has
vacilado?»
Lucas 12, 4-7
4 Yo les digo a ustedes, amigos míos: No teman a los que matan el cuerpo y
después ya no pueden hacer nada más. 5 Yo les voy a mostrar a quién deben
temer: Teman a Aquel que, después de quitarle a uno la vida, tiene poder para
echarlo al infierno. Créanme que es a ése a quien deben temer. 6 ¿No se venden
cinco pajaritos por dos monedas? Pues bien, delante de Dios ninguno de ellos
ha sido olvidado. 7 Incluso los cabellos de ustedes están contados. No teman,
pues ustedes valen más que un sinnúmero de pajarillos.
Salmos 27, 1-3
1 El Señor es mi luz y mi salvación,
¿a quién he de temer?
Amparo de mi vida es el Señor,
¿ante quién temblaré?
2 Cuando los malvados se lanzan contra mí
para comer mi carne,
20 Mientras iba de camino, una mujer que desde hacía doce años padecía
hemorragias, se acercó por detrás y tocó el fleco de su manto. 21 Pues ella
pensaba: «Con sólo tocar su manto, me salvaré.» 22 Jesús se dio vuelta y, al
verla, le dijo: «Animo, hija; tu fe te ha salvado.» Y desde aquel momento, la
mujer quedó sana.
Mateo 9, 27-30
27 Al retirarse Jesús de allí, lo siguieron dos ciegos que gritaban: «¡Hijo de
David, ten compasión de nosotros!» 28 Cuando Jesús estuvo en casa, los ciegos
se le acercaron, y Jesús les preguntó: «¿Creen que puedo hacer esto?»
Contestaron: «Sí, Señor.»
29Entonces Jesús les tocó los ojos, diciendo: «Hágase así, tal como han
creído». Y sus ojos vieron. 30 Después les ordenó severamente: «Cuiden de que
nadie lo sepa.»
9na. Reunión
Tema: Amar a Dios a través de la familia y los amigos.
Objetivo: Reconocer el valor e importancia de la comunidad en nuestra vida
cristiana.
Lecturas Recomendadas:
Lucas 24, 13-35 (énfasis 33)
Los discípulos de Emaús
13 Aquel mismo día dos discípulos se dirigían a un pueblecito llamado Emaús,
que está a unos doce kilómetros de Jerusalén, 14 e iban conversando sobre todo
«¡Qué poco entienden ustedes y qué lentos son sus corazones para creer
todo lo que anunciaron los profetas! 26 ¿No tenía que ser así y que el Mesías
padeciera para entrar en su gloria?»
27 Y les interpretó lo que se decía de él en todas las Escrituras, comenzando
por Moisés y siguiendo por los profetas.
28 Al llegar cerca del pueblo al que iban, hizo como que quisiera seguir
adelante, 29 pero ellos le insistieron diciendo: «Quédate con nosotros, ya está
cayendo la tarde y se termina el día.» Entró, pues, para quedarse con ellos. 30 Y
mientras estaba en la mesa con ellos, tomó el pan, pronunció la bendición, lo
partió y se lo dio. 31 En ese momento se les abrieron los ojos y lo reconocieron,
pero él desapareció. 32 Entonces se dijeron el uno al otro:
«¿No sentíamos arder nuestro corazón cuando nos hablaba en el camino y
nos explicaba las Escrituras?»
33 De inmediato se levantaron y volvieron a Jerusalén, donde encontraron
reunidos a los Once y a los de su grupo. 34 Estos les dijeron:
«Es verdad: el Señor ha resucitado y se ha aparecido a Simón.» 35 Ellos, por
su parte, contaron lo sucedido en el camino y cómo lo habían reconocido al
partir el pan.
Juan 15, 12-15
12 Este es mi mandamiento: que se amen unos a otros como yo los he
amado. 13 No hay amor más grande que dar la vida por sus amigos, 14 y son
ustedes mis amigos si cumplen lo que les mando. 15 Ya no les llamo servidores,
porque un servidor no sabe lo que hace su patrón. Los llamo amigos, porque les
he dado a conocer todo lo que aprendí de mi Padre.
Proverbios 17, 17
17Un amigo te querrá en todo momento: te ha nacido un hermano en
previsión de días malos.
Gálatas 6, 1-2
1 Hermanos, si alguien cae en alguna falta, ustedes, los espirituales,
corríjanlo con espíritu de bondad. Piensa en ti mismo, porque tú también
puedes ser tentado. 2 Lleven las cargas unos de otros, y así cumplirán la ley de
Cristo.
Filipenses 2, 3-4
3 No hagan nada por rivalidad o vanagloria. Que cada uno tenga la humildad
de creer que los otros son mejores que él mismo. 4 No busque nadie sus propios
intereses, sino más bien preocúpese cada uno por los demás.
Mateo 18, 19-20
19 Asimismo yo les digo: si en la tierra dos de ustedes se ponen de acuerdo
para pedir alguna cosa, mi Padre Celestial se lo concederá. 20 Pues donde están
dos o tres reunidos en mi Nombre, allí estoy yo, en medio de ellos.»
Santiago 5, 19-20
19 Hermanos, si alguno de ustedes se extravía lejos de la verdad y otro lo
hace volver, 20 sepan que el que aparta a un pecador de su mal camino salva un
alma de la muerte y hace olvidar muchos pecados.
Efesios 6, 1-4
Hijos, obedezcan a sus padres, pues esto es un deber: Honra a tu padre y a
tu madre. 2 Es, además, el primer mandamiento que va acompañado de una
promesa: 3 para que seas feliz y goces de larga vida en la tierra. 4 Y ustedes,
padres, no sean pesados con sus hijos, sino más bien edúquenlos usando las
correcciones y advertencias que pueda inspirar el Señor.
Efesios 5, 25 y 28
25 Maridos, amen a sus esposas como Cristo amó a la Iglesia y se entregó a
sí mismo por ella.
28 Así deben también los maridos amar a sus esposas como aman a sus
propios cuerpos: amar a la esposa es amarse a sí mismo.
1 Timoteo 5, 8
Quien no se preocupa de los suyos, especialmente de los de su casa, ha
8
renegado de la fe y es peor que el que no cree.
10ma. Reunión
Tema: Amando a Dios a través del servicio.
Objetivo: Reconocer la importancia de la humildad y la necesidad de imitar a
Jesucristo en nuestro espíritu de servicio.
Lecturas Recomendadas:
Lucas 24, 13-35 (énfasis 34-35)
Los discípulos de Emaús
13Aquel mismo día dos discípulos se dirigían a un pueblecito llamado Emaús,
que está a unos doce kilómetros de Jerusalén, 14 e iban conversando sobre todo
lo que había ocurrido. 15 Mientras conversaban y discutían, Jesús en persona se
les acercó y se puso a caminar con ellos, 16 pero algo impedía que sus ojos lo
reconocieran. 17 El les dijo:
«¿De qué van discutiendo por el camino?» Se detuvieron, y parecían muy
desanimados. 18 Uno de ellos, llamado Cleofás, le contestó: