Ignaz Semmelweis

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ignaz Philipp Semmelweis (en húngaro, Semmelweis Ignác Fülöp; Buda, actual Budapest; 1 de julio

de 1818 - Oberdöbling, actual Viena; 13 de agosto de 1865) fue un médico húngaro de origen


austríaco. Es conocido popularmente como el "Salvador de Madres" pues descubrió que la
incidencia de la sepsis puerperal o fiebre puerperal (también conocida como «fiebre del parto»)
podía ser disminuida drásticamente usando desinfección de las manos en las clínicas obstétricas.
Es considerado como el creador de los procedimientos antisépticos.

La fiebre puerperal a mediados del siglo XIX tenía un desenlace frecuentemente fatal, provocando


la muerte de un 10-35% de las parturientas. Semmelweis, en el año 1847, propuso lavarse
cuidadosamente las manos con una solución de hipoclorito cálcico cuando él trabajaba en la
Primera Clínica Obstétrica (Clínica I) del Hospital General de Viena (Allgemeines Krankenhaus der
Stadt Wien) donde la mortalidad entre las pacientes hospitalizadas en la sala atendida
por obstetras (Clínica I) era de tres a cinco veces más alta que en la sala atendida por matronas
(Clínica II).

Semmelweis publicó su obra seminal De la etiología, el concepto y la profilaxis de la fiebre


puerperal («Die Aetiologie, der Begriff, und die Prophylexis des Kindbettfiebers») en 1861,
describiendo su investigación y proponiendo medidas para controlar la fiebre puerperal. A pesar
de varias publicaciones difundiendo sus resultados y demostrando que el lavado profundo de las
manos de los obstetras reducía significativamente la mortalidad por fiebre puerperal a menos del
1%, las observaciones de Semmelweis entraban en conflicto con la opinión médica establecida en
su tiempo y sus ideas fueron rechazadas. Algunos médicos se sintieron ultrajados por la sugerencia
de que ellos eran responsables de la muerte de las embarazadas por no lavarse adecuadamente
las manos antes de atender a sus pacientes. A ello se añadió el que Semmelweis no fue capaz de
proporcionar una explicación satisfactoria para sus propuestas. Las recomendaciones de
Semmelweis solo fueron aceptadas después de su muerte, cuando Louis Pasteur confirmó la teoría
de los gérmenes como causantes de las infecciones y Joseph Lister, siguiendo las investigaciones
de Pasteur, implementó el uso de los métodos de asepsia y antisepsia en cirugía.

Después de abandonar Viena y ejercer como profesor de obstetricia en Budapest, Semmelweis fue


ingresado en un asilo donde murió a las dos semanas, a la edad de 47 años, de un proceso séptico
causado probablemente por una paliza de sus guardias.

Semmelweis nació el 1 de julio de 1818 en Taban (un barrio de Buda que actualmente forma parte
de Budapest, Hungría). Fue el cuarto de los 10 hijos de una próspera familia de comerciantes de
alimentos, Josef Semmelweis y Teresia Müller.

Su padre, húngaro de etnia alemana, había nacido en Kismarton, entonces parte de Hungría,
actualmente Eisenstadt, Austria. Josef fue autorizado a abrir una tienda en Buda en 1806 y en el
mismo año abrió un almacén al por mayor de especias y productos generales llamado Zum
Weißen Elefanten (Elefante Blanco). En la sede de la compañía y domicilio del matrimonio
Semmelweis se encuentra actualmente el Museo Semmelweis de Historia de la Medicina.1 Ya en
1810 Josef Semmelweis era un hombre rico y casó con Teresia Muller, hija de un constructor de
carruajes (Fülöp Müller).

Comenzó estudiando derecho en la Universidad de Viena en 1837, pero en 1838 cambió a


medicina (se ha indicado que después de asistir a la demostración de una necropsia efectuada por
el profesor Rokitansky). Semmelweis terminó su doctorado en medicina en 1844. Entre sus
profesores estaban Carl von Rokitansky, Josef Škoda y Ferdinand Ritter von Hebra. Más tarde
(1846), tras intentar infructuosamente obtener un puesto como internista decidió especializarse
en obstetricia y aceptó un puesto como médico ayudante en la Primera Clínica Obstétrica (Clínica
I) del Hospital Maternal de Viena, dirigida por el profesor Johann Klein.nota 1

Contexto médico histórico[editar]

Los últimos años del siglo XIX son de gran trascendencia en el desarrollo de la medicina
contemporánea. Además de Škoda, Rokitansky y Hebra, despunta la figura de Rudolf Virchow,
quién comenzó a desarrollar las disciplinas de higiene y medicina social, orígenes de la medicina
preventiva actual. Es el mismo Virchow el que postula la teoría de Omnia cellula ex cellula (toda
célula proviene de otra célula) y explica los organismos vivos como estructuras formadas por
células. En 1848 Claude Bernard descubre la primera enzima (lipasa pancreática). Ese año
comienza a emplearse el éter para sedar a los pacientes antes de la cirugía, y a finales de este
siglo Louis Pasteur, Robert Koch y Joseph Lister demostrarán inequívocamente la
naturaleza etiológica de los procesos infecciosos.

Antecedentes de la fiebre puerperal[editar]

El primer uso de la palabra ginecología figura en un texto escrito por el profesor Johann Peter


Lotichius de la Universidad de Rinteln (Alemania) en 1630. Este texto trataba sobre la naturaleza
de la mujer y se tituló Gynaicologia, apareciendo el cambio de acepción al actual significado del
término hacia 17302 y fundamentalmente a principios del siglo XIX3

A finales del siglo XVIII comienza a extenderse la hipótesis de las «miasmas» como causa de
las infecciones, incluida la sepsis puerperal, pero hasta 1795 no se comienzan a publicar estudios
recomendando medidas higiénicas como el lavado de manos antes de atender nuevos partos tras
asistir a enfermas afectadas de esta fiebre puerperal y la utilización de antisépticos antes de
reutilizar el instrumental.4 En 1773 Charles White (1728-1813), de Mánchester escribió la obra
«Treatise on the Management of Pregnant and Lying-in Women», en el que recomendó para
combatir la fiebre puerperal limpieza extremada y buena ventilación.

Alexander Gordon (1752-1799), médico de Aberdeen, fue el primero que demostró la naturaleza


contagiosa de la fiebre puerperal vehiculada por las manos de médicos y matronas. Gordon
publicó en 1795 su obra «A Treatise of Epidemical Puerperal Fever of Aberdeen». Gordon
reconoció incluso la relación entre las epidemias de erisipela y fiebre puerperal y pensó que eran
enfermedades simultáneas.4

LJ Boër (antecesor de Klein como director de la Maternidad de Viena, Klein sustituyó a Boër en
enero de 1823) a comienzos del siglo XIX, comenzó a aplicar en la maternidad de Viena normas
similares a las indicadas por Gordon, consiguiendo reducir la mortalidad materna hasta el 0,9 %.
Su sucesor, el doctor Klein, dejará de aplicarlas, y la mortalidad subió hasta el 29,3 %, una de cada
tres mujeres atendidas durante el parto en esa maternidad morían tras el alumbramiento.5

Tumba de Semmelweis en el museo Semmelweis en Budapest


Oliver Wendell Holmes (1809-1894) fue un médico de USA nacido en Cambridge, Massachusetts.
En 1843, Holmes publicó «La Contagiosidad de la Fiebre Puerperal (The Contagiousness of
puerperal fever)» donde señalaba, en contra de la creencia popular, que la causa de la fiebre
puerperal era el contagio entre las pacientes transmitido por sus médicos.6 donde recomienda
expresamente que «un médico dedicado a atender partos debe abstenerse de participar en
necropsias de mujeres fallecidas por fiebre puerperal, y si lo hiciera deberá lavarse
cuidadosamente, cambiar toda su ropa, y esperar al menos 24 h antes de atender un parto». El
estamento médico oficial, sin embargo, no aceptó estas conclusiones, y los dos obstetras
estadounidenses más importantes de la época (HL Hodge y CD Meigs) ridiculizaron,
menospreciaron y rechazaron públicamente las teorías de Holmes sobre la contagiosidad de la
fiebre puerperal.

Profesores de la facultad de medicina de Pest, 1863. Semmelweis está detrás con los brazos
cruzados.

Descubrimiento de las partículas cadavéricas (veneno cadavérico)[editar]

Semmelweis fue contratado en julio de 1846 como médico ayudante (asistente al profesor Klein)
en la Clínica Primera del Hospital General de Viena.5 Sus obligaciones, en general, eran examinar a
los pacientes cada mañana para preparar las visitas a sala del profesor, supervisar los partos
difíciles, dar clase a los estudiantes de obstetricia y mantener los archivos e historias clínicas.

En el siglo XIX se establecieron hospitales maternales en toda Europa para resolver los problemas
de infanticidio de los hijos ilegítimos. Estos hospitales se crearon como instituciones gratuitas y
adicionalmente ofrecían cuidados para los recién nacidos que los hacían atractivos para las
mujeres más pobres incluyendo prostitutas. En compensación por la asistencia gratuita las
mujeres podían ser estudiadas y aceptaban ser sujeto de prácticas por los estudiantes de medicina
y matronas.57

En la Maternidad del Hospital de Viena existían dos clínicas. La Clínica Primera en que la tasa de
mortalidad por fiebre puerperal era aproximadamente de un 10% (con amplias fluctuaciones) y la
Clínica Segunda donde la mortalidad era mucho más baja, menos del 4%. Este hecho era conocido
fuera del hospital y dado que la admisión en una u otra clínica se hacía en días alternos, las
mujeres intentaban ser admitidas en la Clínica Segunda debido a la mala reputación de la Clínica
Primera. Semmelweis hace referencia a mujeres desesperadas implorando de rodillas no ser
admitidas en la Clínica Primera. Algunas mujeres preferían dar a luz en la calle, diciendo que el
parto había sido imprevisto y habían dado a luz en el camino al hospital (partos callejeros), pues
ello les daba derecho a beneficios por maternidad sin haber tenido que dar a luz en la clínica.5
Semmelweis estaba intrigado por el hecho de que la fiebre puerperal era infrecuente en las
mujeres que daban a luz "en camino" del hospital, y no se explicaba la causa de que estas mujeres
que daban a luz fuera del hospital parecían estar protegidas frente a la fiebre puerperal. Así
mismo, tampoco comprendía por qué las mujeres que daban a luz en la Clínica Primera sufrían una
tasa de mortalidad mucho más alta que las que daban a luz en la Clínica Segunda, dado que en
ambas se usaban las mismos procedimientos de asistencia.5

Entonces Semmelweis comenzó un meticuloso proceso de eliminación de las posibles diferencias


de procedimiento entre ambas clínicas, incluyendo las prácticas religiosas. La gran diferencia que
encontró fue el tipo de personal que trabajaba en ellas. La Clínica Primera era donde practicaban
los estudiantes de medicina, mientras que la Clínica Segunda estaba destinada desde 1841 a la
enseñanza de matronas (anteriormente estudiantes de medicina y matronas hacían prácticas en
ambas clínicas).

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