Y Hasta La Vista....

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Y hasta la vista…

No seas demasiado justo, ni seas sabio con exceso

Tarde o temprano tenía que pasar y así como está escrito así será. Cargamos el cuerpo
hasta el centro de la recamara principal, lo adornamos con tesoros valiosos y
encendimos una antorcha para librarnos de la oscuridad. Una vez allí enfrente del
sarcófago depositamos a nuestro querido padre, sabio entre los sabios, humilde profeta
de una nueva civilización y amante de las estrellas. Nos vestimos adecuadamente para la
ocasión con túnicas e inclinamos la cabeza en silencio al dejar su cuerpo en su última
morada. Hicimos la oración funeraria para alabar al Dios Ra y ocurrió, para sorpresa
nuestra, la ascensión del espíritu hacia el Sol. Una luz divina nos segó desde lo alto de
la tumba y cerramos los ojos hasta poder divisar algo con coherencia. Al abrir mis
parpados lentamente no pude evitar reírme de lo que veía y me tome el estómago entre
las manos. Frente a frente con la muerte salió el peor bicho bailando loco de alegría.
Mis hermanos me miraron asustados y sin embargo también se reían. Quisiera haber
sido más serio pero bueno, allí estaba, un águila con cabeza de mujer bailando en las
llamas de la sabiduría de nuestro imperio. No desconocía su significado y a pesar de
todo me reía en el suelo y el bicho me miraba lleno de astucia. Mis hermanos me
levantaron y me dieron una palmada en la nuca para enderezar mis opiniones hasta que
la bestia se calmó. Ellos se arrodillaron temiendo lo peor y yo también. Yo llevaba la
máscara de chacal. El bicho alado me miro a los ojos y comenzó a interrogarme:

-¿De qué te reis?-

-No lo sé-

-Yo sé de que te reís-

-Entiendo-

-Nunca entendiste nada mejor dicho-

-Disculpe-

-…-

Su silencio final comenzaba a mortificarme. Mis hermanos lloraban.

-Sabes, podría desatar una peste inmensa sobre este pueblo para castigar tu injuria-

-Discúlpeme-

-Nunca entendiste nada, mi última voluntad era alcanzar la máxima sabiduría y ahora
que lo logré te reís-

-Papá: no era mi intención-


El bicho se acarició el mentón con las alas y comenzó a caminar con impaciencia sobre
el sarcófago. Yo me reía en silencio de mi mala suerte para interpretar el alma de mi
amado padre.

-Vamos a ver, no entiendo, se supone que esto debería tener otro significado y no
hacerte reír-

-No lo pude evitar-

-¿Por qué?-

-No entiendo con precisión que significa…-

-¿Qué significa que?-

-Su cuerpo de águila con cabeza de mujer bailando con alegría-

-Mira vos, que interesante que te reías de esto el último día de mi cuerpo y el primero de
mi inmortalidad- Se paró frente a mí-Siempre fuiste el peor de mis hijos: pateabas todo,
trepabas por los techos, dormías mucho y nunca te comportabas debidamente-

-Papá, perdóname-

-Shuuu…mejor cállate, mira siempre deseé conocer el otro lado de mi mismo y volar
como las aves, es entendible que me vea así pero no entiendo tu risa-

-Entiendo todo pero: ¿Por qué bailabas?-

-Bien, mira, es por la felicidad que siento-

Todo tenía un sentido coherente con los deseos de mi padre durante su vida entre los
vivos. Incline la cabeza en señal de respeto y el bicho comenzó a picotearme la máscara
funeraria mientras mis hermanos le pegaban con las antorchas para que me dejara en
paz pues ellos también me querían y querían salvarme y…

…Y así desperté, papá había muerto y yo tenía una resaca horrible. Me afeite y me
prepare para acudir a su funeral. Me vestí y abrí la cortina de mi habitación. Prendí la
computadora y escuche con paciencia el último vestigio del alma de mi padre, amante
del tango, la música y la historia: Taquito Militar. Cerré los ojos y comencé a bailar
hasta caer en la cama y reírme como otras tantas veces que había desobedecido sus
órdenes. Tome una foto que tenía en mi mesa de luz y me despedí:

-Hasta la vista-

FIN

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