Libro Del Alumnado Teoe

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TÉCNICAS DE EXPRESIÓN ORAL Y ESCRITA

Libro del alumno

Libro elaborado por los siguientes profesores:

M.ª Pilar Garcés Gómez


M.ª Victoria Pavón Lucero
Eduardo Pérez-Rasilla Bayo

NOTA IMPORTANTE:
Los trabajos elaborados por los alumnos deben ser originales. El plagio de otros textos o
partes de ellos será penalizado con el suspenso de la asignatura, además de cualquier
otra acción que la universidad pudiera emprender. Si se desea reproducir textualmente
cualquier fragmento de un texto que se haya leído, ha de transcribirse entre comillas y
se debe indicar el autor y la obra de la que ha sido extraído. Del mismo modo, cuando
se copien literalmente fragmentos de textos tomados de internet, deben presentarse entre
comillas, con el nombre del autor, el título de la obra y la dirección de la página web en
que se encuentran.
SESIÓN 1: CÓMO ORGANIZAR LOS CONTENIDOS I

1. La página en blanco: ¿por dónde empezar?


2. Ya sé de qué quiero hablar: ¿cómo organizo ahora el contenido?

MODELO DE MAPA CONCEPTUAL

Pavlov

Orígenes
Skinner

Experimentos con
animales
CONDUCTISMO
Problemas

Fobias

Terapias Falta de habilidades


sociales

MODELO DE ESQUEMA DECIMAL

Título: “El conductismo”


Subtítulo: Terapias breves y contrastadas para solucionar temores agudos.

1. Introducción:
1.1. Definición.
1.2. Los precursores: Pavlov y Skinner.
1.3. Experimentos con animales.

2. Reaprender a reaccionar:
2.1. Las fobias.
2.2. Liberarse de las fobias: la terapia de exposición.
2.3. Objetivos de la terapia de conducta.

3. Habilidades sociales:
3.1. Problemas con las habilidades sociales.
3.2. Terapias.
3.3. Programas de aprendizaje de habilidades sociales.

i. Ejercicio en grupo: partiendo del mapa conceptual que han


elaborado en el ejercicio anterior, elaboración de un esquema
decimal.

2
TÍTULO EL CONDUCTISMO
SUBTÍTULO Terapias breves y contrastadas para solucionar temores agudos

I El conductismo, también llamado terapia de conducta, se inició con los estudios del
N investigador ruso Ivan Pavlov y el estadounidense B. F. Skinner a principios del siglo
T XX. Ambos trataban de determinar cómo aprenden los animales y cómo gestionan sus
R emociones. Estos investigadores descubrieron que los animales desarrollan fobias e
O
incluso se deprimen a causa de unos aprendizajes básicos hechos por asociación de
D
U estímulos. Así, unas ratas de laboratorio sometidas a un entorno en el que no pueden
C predecir el castigo o la recompensa se deprimen de forma muy parecida a como lo
C hacen las personas. Estas asociaciones siguen unas leyes que, una vez dominadas, nos
I pueden ayudar a desaprender miedos o fobias irracionales y combatir depresiones. La
Ó idea es que todo lo que se aprende se puede corregir mediante un nuevo aprendizaje más
N óptimo.

2 REAPRENDER A REACCIONAR

En el caso de las fobias, una persona puede haber desarrollado un miedo a causa de una
experiencia traumática puntual. Por ejemplo, podemos tener pavor a los perros porque,
de niños, presenciamos el ataque de un perro agresivo. Para liberarnos de esa fuerte
asociación “perro/peligro inminente”, los conductistas proponen la terapia de
exposición, que consiste en ir acercándonos paulatinamente al objeto temido para
reaprender otra asociación, esta vez: “perro/no peligro inminente”. Este nuevo
aprendizaje se realiza tan lentamente como sea necesario. De buen inicio, el terapeuta
sólo nos mostrará fotografías de perros afables, de manera que vayamos sintiéndonos
cada vez más seguros ante el estímulo visual del animal. El objetivo final-al cabo de
diez o quince sesiones- es que nuestra mente sea más flexible, que no reaccione tan
impulsivamente ante el objeto temido y podamos escoger la forma de actuar. De hecho,
las terapias conductistas tienen mucho éxito en el tratamiento de todo tipo de fobias y
ansiedades agudas. La terapia de conducta concibe al hombre como un ser activo que
piensa, siente y se comporta en un entorno determinado y que aprende en la interacción
constante con ese entorno. El objetivo de la terapia es identificar las conductas que han
sido mal aprendidas y que crean una serie de interferencias en la vida del individuo para
desaprender aquello que ya no aporta un bienestar. El último paso es enseñar nuevas
pautas de acción para poder conseguir superar los problemas cotidianos.

3 HABILIDADES SOCIALES

En ocasiones, las habilidades sociales adquiridas durante la primera infancia pueden ser
inadecuadas si no existe un modelo familiar claro o bien si ha habido algún problema de
relación. En este caso, la terapia de centrará en la creación de nuevas pautas de
comportamiento que ayude a la persona a tener una mejor adaptación a un entorno
adulto y que faciliten la comunicación con los demás. Las terapias conductuales ofrecen
programas de aprendizaje de habilidades sociales que niños y adolescentes a los que les
cuesta comunicarse, que reaccionan mal ante situaciones estresantes o con problemas de
control de impulsos. En muchas escuelas de todo el mundo se aplican técnicas de este
tipo dentro del currículo normal.

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SESIÓN 2: CÓMO ORGANIZAR LOS CONTENIDOS II

1. Introducción y conclusión: dos partes fundamentales del texto.

2. Lectura de un texto y delimitación de la introducción y la conclusión.

La computadora en la vida estudiantil

Cada vez más estudiantes universitarios descubren las muchas ventajas de la


computadora personal. La mayoría de los estudiantes comienza usando computadoras
con un fin específico, como la utilización de un procesador de palabras para la
redacción y corrección de tareas escritas. Sin embargo, muchos alumnos descubren que
hay programas que permiten trabajos avanzados en áreas tales como diseños gráficos,
cálculo y administración de empresas. En realidad, casi no hay ucrso universitario en
que no pueda encontrarse alguna aplicación de la computación, y las clases que
requieren su uso son cada vez más numerosas.
Pero el estudiante que se familiariza con la computadora personal obtiene,
indirectamente, ventajas adicionales. El hecho de trabajar con su propia computadora le
sirve al estudiante de entrenamiento para el uso de otros servicios en la universidad,
como las búsquedas computarizadas de información y bibliografía. Muchos estudiantes
comprueban además que es más fácil encontrar empleo cuando saben utilizar
computadoras personales. Finalmente, los hábitos de organización y razonamiento
desarrollados al trabajar con una computadora son siempre de gran utilidad.
Como resultado de todos estos factores, nadie duda que la computadora personal
tiene un papel importante en la vida estudiantil.

[Tomado de G. Valdés, T. Dvorak y T. Hannum,


Composición. Proceso y síntesis, 2ª ed., N. York, Random
House, 1989, pág. 72]

3. Modelos de introducciones: características que debe poseer esta parte del


texto.

¿Cuáles son los objetivos de los siguientes fragmentos introductorios?

a) Estas páginas pretenden desarrollar algunas ideas expuestas en nuestro trabajo


“Planificación lingüística y Dialectología” y proyectarlas sobre el español de América.
Una planificación del español en el mundo hispánico es, hoy por hoy, una empresa
difícil, dado que falta mucho por conocer de la realidad americana en sus facetas
lingüística y socio-lingüística y de la actitud de los propios hablantes hacia la lengua y
sus usos. Mal puede planificarse cuando se conoce poco de lo que ha de ser planificado.
Sin embargo, no ignoramos tanto que no puedan concebirse algunas pautas generales
sobre qué camino podría tomar una futura planificación de la lengua española. Los
planteamientos que aquí presentamos son –no puede ser de otra forma – generales y
apriorísticos.
(Francisco Moreno Fernández).

d) Este trabajo se ocupa de la naturaleza de los movimientos sociales que han surgido en
este país durante las tres últimas tres décadas desde dos supuestos iniciales. El primero
es que para conocer la clase de movimientos que se producen desde el comienzo de la

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transición política es necesario saber cuáles son algunos aspectos básicos de los que
tuvieron lugar antes y se enfrentaron al régimen de Franco. Otro supuesto consiste en
afirmar que hay una importante relación entre los marcos cognitivos de estos
movimientos y sus relaciones con los partidos políticos en la evolución histórica de los
movimientos sociales en España. Mi argumento es que la combinación de aspectos
cognitivos y organizativos permite una visión más matizada sobre el origen de los
nuevos movimientos sociales, un controvertido concepto cuyo sentido y utilidad hemos
defendido en otro lugar.
(Enrique Laraña)

c) El presente trabajo intenta analizar los errores que cometen los estudiantes de español
como lengua extranjera en el uso de la lengua escrita, con el propósito de determinar si
éstos son comunes a las diferentes nacionalidades y a las distintas lenguas que éstas
representan o, por el contrario, si son específicas de cada una de ellas. En primer lugar
hacemos una revisión de la bibliografía más representativa sobre la posible interferencia
de la primera lengua en la expresión escrita de la segunda. Posteriormente explicamos la
metodología que hemos empleado para llevar a cabo este estudio y, seguidamente,
presentamos los datos obtenidos.

(M. Rosa Alonso y Ignacio M. Palacios)

4. Modelos de conclusiones: características que debe poseer esta parte del texto.

a) Las hipótesis han quedado confirmadas con algunos de los datos recabados. La
diferencia de valores y usos de una y otra lengua en el sistema preposicional se pone de
manifiesto en el intento de generalización por parte del sujeto de los usos de la lengua,
hecho que encontramos en los fenómenos de sustituciones de unas preposiciones por
otras y las apariciones en contextos inapropiados.

(Jesús Fernández Vallejo)

b) De los datos examinados es posible extraer la siguiente generalización: las


condiciones impuestas sobre la aceptabilidad de las aposiciones se hacen cada vez más
estrictas conforme avanzamos a lo largo de una escala que va desde los SSNN definidos
e indefinidos referenciales hasta los SSNN [sintagmas nominales] indefinidos
inespecíficos y genéricos.
(M. Victoria Escandell y Manuel Leonetti)

c) En una próxima ocasión aportaremos más datos que contribuyan a conocer mejor la
madurez sintáctica de los escolares (sic), ya que observamos que, aun sin instrucción
precisa, van enriqueciendo la complejidad de las oraciones. Gracias a las
investigaciones sobre madurez sintáctica podremos mejorar la competencia
comunicativa de nuestros alumnos; manejando un conjunto de ejercicios que vayan
encaminados a la incorporación de destrezas de este tipo, lograremos controlar y hacer
avanzar el proceso de instrucción.
(Ana Nelsi Torres González)

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5. Redactar la conclusión del siguiente texto

Los cuentos son muy viejos


Diario La Opinión, Hilda Ocampo

Dice María Luisa Bemberg en el prólogo de su film Juguetes: «Desde la


infancia, las expectativas de conducta son distintas para cada sexo. Se educa a los hijos
de manera específica para que actúen de manera específica. Los juguetes y los cuentos
no son inocentes: son el primer condicionamiento cultural».
Por ello, quisiera ocuparme acá de mostrar cómo los cuentos infantiles han
reforzado y refuerzan los estereotipos masculino y femenino tal como los conocemos.
Los varones tienen el monopolio del coraje, la imaginación, la iniciativa, la astucia, el
gesto heroico, la solidaridad con sus congéneres, así como también la posibilidad de
emplear la violencia, ya sea en defensa propia o como medio para conseguir sus fines.
A las mujeres nos queda la abnegación, el sometimiento, la mansedumbre, la
rivalidad con nuestras congéneres, la fragilidad y hasta el servilismo rotulado como
actitud positiva. A las mujeres de estos cuentos, ya sean ellas reinas o plebeyas, no se
les conoce otra ocupación que la de amas de casa. Los varones, en cambio, realizan toda
clase de tareas, desde gobernar hasta hachar leña. En los varones se recompensa la
iniciativa y el espíritu de aventura con poder y riquezas. En las mujeres se recompensa
la abnegación y el sometimiento con el matrimonio y punto.
Para describir al héroe de un cuento, el autor puede elegir entre una amplia gama
de cualidades humanas, pero describir a la heroína es más simple: joven y bella.
Librada a su propia iniciativa, Blanca Nieves puede sólo realizar quehaceres
domésticos o cae en las trampas de su madrastra. Como Caperucita y como la Bella
Durmiente, no sabe cuidar de sí misma. Por ello, debe ser salvada por el buen corazón
del leñador, más tarde por los enanitos y finalmente por el príncipe. Esta bella joven,
hija de rey, canta y sonríe mientras barre y cocina para siete enanos mineros.
El personaje de la madrastra, tanto de Blanca Nieves como la de la Cenicienta,
ilustra no sólo la tristemente célebre rivalidad entre mujeres sino también la advertencia
de que una mujer activa lo es sólo en la maldad.
No hay una sola bella heroína que sea inteligente o audaz. Algunas son
irremediablemente bobas (o irremediablemente miopes). Caperucita cree que el lobo en
cofia y camisón es su abuela y Blanca Nieves es incapaz de ver que la viejecita que trata
de envenenarla es su madrastra disfrazada.
Las mujeres fuimos siempre las culpables de toda desgracia (y algunas religiones
se han encargado de enfatizarlo). Porque la madre de Caperucita no sabe cuidar de su
hija, y de brujas y madrastras mejor no hablar. Pero a los padres (varones), se los exime
de culpa y cargo: demasiado ocupados con cuestiones de Estado o con su trabajo, o
simplemente están influenciados por una mala mujer. Excepción hecha de Barba Azul y
del ogro de Pulgarcito, los varones de los cuentos son juzgados con gran benevolencia.
El Gato con Botas miente, roba y mata (pero en su caso porque es astuto) consiguiendo
así un reino para su amo cómplice. Pulgarcito se defiende y también roba y mata. Nadie
se lo reprocha. Es el héroe que triunfa.
El valiente, el audaz, el capaz del gesto heroico para salvar a las niñas bellas de
las garras de lobos, madrastras y Barbas Azules, es siempre un varón. Con la sola
excepción del Hada de Cenicienta. Pero, claro, en el mundo de la magia todo es posible.
A la Bella Durmiente, la única actividad que se le conoce es la de haber metido
su principesco dedito donde no debía. Así, fue dormida por el huso de la bruja y fue

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despertada por el beso del príncipe. El príncipe caza, monta, explora y descubre
mientras la bella duerme.

6. Escribir la introducción de un texto, teniendo en cuenta uno de los dos siguientes


esquemas decimales

TEMA: EL MULTICULTURALISMO: UN MALENTENDIDO


1. La noción de multiculturalismo.
1.1. La relación existente entre multiculturalismo, diversidad y democracia.
2. Los tres argumentos en que se basa el multiculturalismo.
2.1. El argumento de igualdad.
2.2. El argumento de la nación.
2.3. El argumento del reparto del presupuesto.
3. Por qué es popular el multiculturalismo (Álvaro Delgado Gal: 1996)

TEMA: PANORAMA DE LA GEOGRAFÍA HUMANA Y ECONÓMICA DE LA


ESPAÑA ACTUAL
1. La población.
1.1. El fenómeno urbano
1.2. La emigración rural.
2. La economía española.
2.1. La agricultura.
2.1.1. Estudio sectorial.
2.1.2. La crisis del mundo rural.
2.2. La industria
2.2.1. Bases de la industria. Energía y materias primas.
2.2.2. Proceso de industrialización.
2.2.3. Transportes, comercio y turismo.
3. La diferenciación autonómica.
4. Las relaciones con Europa.
4.1. Entrada en el Mercado Común Europeo.
4.2. Los acuerdos de Maastricht.

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SESIÓN 3: EL BUEN USO DEL LENGUAJE I. LA FRASE BIEN CONSTRUIDA

CONSEJOS PARA CONSTRUIR BIEN LAS ORACIONES

1. Procura redactar con oraciones breves


E 1-1 Las imágenes televisadas de las recientes corridas de toros celebradas en La
Coruña y Pontevedra, esta plaza del barrio de San Roque, atestada hasta la bandera de
un público quizás algo condescendiente pero entusiasta (que es lo que importa ahora),
nos llenan de satisfacción a los taurinos y amantes, por otra parte, de esas tierras
gallegas en las que viví y trabajé. [Carta al director: ABC, 25-8-94] = 62 palabras
(tomado de Cassany 1995)

E 1-2 La objetiva contemplación de las distintas actuaciones obrantes tanto en el


expediente administrativo como en los autos determina nuestra convicción de que
efectivamente se ha producido un resultado dañoso —lesión de la reclamante
consistente en fractura-luxación de Monteggia codo izquierdo—, pero en modo alguno
existe constancia indubitada, pues ni se ha demostrado ni podemos estimar como tal la
mera declaración de la reclamante ni la de su esposo, de que tal lesión se produjo como
consecuencia de una caída determinada por el estado que ofrecía la acera de la calle
Francisco Manuel de los Herreros de la ciudad de Palma de Mallorca, a causa de las
obras municipales realizadas por el contratista adjudicatario, y siendo ello así, no
habiendo acreditamiento, ni tan siquiera indiciario, ya que la Sala de primera instancia
parece basarse, al margen de reputar que en el caso de autos se produce la inversión de
la carga probatoria, en simples presunciones que después analizaremos, del nexo causal
que ha de vincular necesariamente la lesión al funcionamiento normal o anormal de los
servicios públicos, es por lo que ya en principio no cabe compartir el criterio que, en
relación con el tema que consideramos, expresa la Sala de primera instancia en la
sentencia impugnada, pues insistimos, la parte reclamante no ha demostrado, a pesar de
que le incumbía, que el accidente sufrido se debió al mal estado de la acera y a la
deficiente iluminación de la referida calle... por el hecho de que se realizaran obras de
reforma del alumbrado público en dicha zona, y adviértase que el informe del Sr.
Subinspector de la Policía Municipal de 26 de enero de 1988, sólo refiere que la
reclamante «fue trasladada el día 4 de noviembre de 1987 a la Residencia Sanitaria de la
Seguridad Social porque había sufrido una caída, según propia manifestación», sin
concretar la causa que había determinado aquélla, añadiendo a seguido que el esposo de
la lesionada el día 5 siguiente había hecho constar que «la culpa de la caída era de una
zanja existente sobre la acera, de unos diez centímetros de profundidad, protegida por
una valla, al hallarse dicha acera en obras». [Sentencia judicial (5-7-94; Tribunal
Supremo, Sala 3.a): Actualidad jurídica Aranzadi, 163, 8-9-94] = 358 palabras (tomado
de Cassany 1995)

2. Empieza por lo más importante


E 2-1 El martes, a las 19, en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad
Nacional Lomas de Zamora, Camino de Cintura y Avda. Juan XXIII, se inaugurarán las
primeras cuatro aulas de la nueva ala de construcción de 16 salones, que se sumarán a
las 35 ya existentes. [La Nación, 5-6-94, tomado de Cassany 1995]

3. Cuidado con los anacolutos


E 3-1 *Los nombres de los alumnos que aparecen en el tablón de anuncios es porque no
han pasado aún por Secretaría a pagar la matrícula (tomado de Gómez Torrego 2002).

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E 3-2 *Las palabras polisémicas son cuando a un solo significante le corresponden
varios significados (tomado de Gómez Torrego 2002).

4. Que tus oraciones admitan una única interpretación


E 4-1 El cuerpo del trabajador fue encontrado totalmente descuartizado por sus
compañeros.
E 4-2 Creemos en la escuela.
E 4-3 Vi a tu mujer paseando.
E 4-4 Su marido no pinta nada en casa.
E 4-5 Manuela no quiere a su hermana porque es mala.
E 4-6 El Betis gana al Celta en su campo.

5. El gerundio a veces nos juega malas pasadas


E 5-1 *El agresor huyó, siendo detenido horas después.
E 5-2 Me ha pedido permiso para citar en la conferencia los resultados de mis
investigaciones, asegurándome que solo los comentaría oralmente y que no pasaría
ninguna fotocopia, y comprometiéndose a mencionar mi autoría exclusiva (tomado de
Cassany 1995).

6. Hay que podar las oraciones


E 6-1 Un hombre no identificado, al parecer joven, que se cubría el rostro con un
capuchón y portaba una pistola, realizó un atraco en las dependencias de la sucursal del
banco X, ubicada en la calle Y, de la que consiguió llevarse un botín que asciende a un
total de dos millones de pesetas (La voz de Galicia, 1992, tomado de Cassany 1995:
104).

7. Procura respetar el orden lógico de la oración


E 7-1 Alfonso Guerra desde la sesión de investidura pensaba proponer como alternativa
al presidente González, si este no superaba la moción de confianza, al guerrista
Francisco Vázquez [Diario 16, 22-5-94, tomado de Cassany 1995].

8. No te quedes a medias
E 8-1 El sistema permite mejorar, por una parte, el ruido de los vehículos y el alto
riesgo de accidentes.
E 8-2 En EEUU, los unos querían intervenir, pero nadie quería la guerra.

9. Fíjate bien en las concordancias


E 9-1 Cuanto más ganas tengas de estudiar, mejor.
E 9-2 La víctima, que estaba casado, había sido maltratado antes de morir.
E 9-3 Le dije a los alumnos que estudiaran más.
E 9-4 Es a tus compañeros a quien debes felicitar.
E 9-5 Se han detenido a tres presuntos terroristas.
E 9-6 Está previsto la elaboración de un nuevo proyecto.

10. Y no te olvides de las preposiciones


E 10-1 Ni pertenezco ni colaboro con ETA.
E 10-2 Hay que decidirse por la salida o la permanencia en la OTAN.

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TEXTOS PARA CORREGIR

1) Se calcula que a partir de cuatro dígitos, el cerebro humano tiene serios problemas
para retenerlos.

2) En el caso de la revista ¡Hola! utiliza un registro culto, llegando a ser demasiado


recargado en adjetivos.

3) En los titulares de prensa es donde mejor se puede ver la dificultad que presenta el
lenguaje para designar profesiones que ahora son llevadas a cabo por mujeres pero que
generalmente lo habían sido por hombres.

4) Existe en nuestra y en otras lenguas con una función muy específica [...]

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SESIÓN 4: EL BUEN USO DEL LENGUAJE II. CONSEJOS PARA UTILIZAR
EL VOCABULARIO CORRECTAMENTE.

CONSEJOS PARA UTILIZAR EL VOCABULARIO CORRECTAMENTE

1. UTILIZA EL DICCIONARIO

2. El vocabulario ha de ser preciso. Evita palabras comodín y verbos vacíos:


2-1. Celebrar, Emprender, Escribir,
E 2-1 Hacer una fiesta, un viaje, una poesía, una casa, un vestido, una falta. Construir, Diseñar, Cometer.
2-2. Corrían, sopló, se cometió
E 2-2 Había muchos rumores, hubo un gran vendaval, un horroroso asesinato. 2-3. Presentar, beber/tomar,
pronunciar, despedir
E 2-3 Echar una solicitud, un trago, un discurso, a un empleado. 2-4. Revelar, proferir, recitar, recitar
E 2-4 Decir un secreto, insultos, una poesía, la lección.

3. El vocabulario debe ser apropiado. Hazte siempre esta pregunta: ¿Significan las
palabras que empleo lo que yo creo que significan?
E 3-1 El DRAE adolece de ejemplos que ayuden a comprender las definiciones.
E 3-2 Es muy popular porque sabe expresarse con mucho naturalismo en cualquier
ocasión.
E 3-3 El Ministerio de Sanidad obliga a los fabricantes a ofrecer la información
3-1. Carece
nutritiva sobre sus productos. 3-2. naturalidad
3-3. nutricional
E 3-4 Los López constituyen una saga famosa en esta localidad. 3-4. familia
3-5. caídas
E 3-5 Tras las lluvias torrenciales ocurridas ayer, algunos pueblos continúan 3-6. en disposición
3-7. lleno
incomunicados. 3-8. rebela
E 3-6 Vamos a colaborar con los Ayuntamientos de la zona para estar en disponibilidad 3-9. emprendedor

de ofrecer una solución integral.


E 3-7 Me invitó a su casa, y pasamos al salón a tomar el café, pero casi no se podía
mover uno, lo tenía todo abigarrado de muebles.
E 3-8 Hacia el final de La casa de Bernarda Alba de García Lorca, la hija pequeña,
Adela, se revela ante la autoridad de su madre, está con Pepe el Romano y, al creer que
lo han matado, se cuelga ella de una soga.
E 3-9 El marido de Eloísa era joven, dinámico, muy agresivo; levantó su empresa en
medio año.

4. El vocabulario ha de ser adecuado al registro: en un texto formal se deben evitar los


coloquialismos.
E 4-1 Se empiezan a desvanecer los temores de que en el Senado se carguen todo el 4.1 destruyan /
obstaculicen o
trabajo constitucional del Congreso o que, cuando menos, torpedeen el consenso los entorpezcan

llamados independientes (ejemplo tomado de Agencia EFE 2000)

5. Emplea un vocabulario rico: evita muletillas, clichés y repeticiones.

E 5-1 Muletillas (tomado de Cassany 1995):


A nivel de expresiones, el hecho de repetir a menudo algunas palabras actúa de alguna
manera como un proceso de fijación de auténticas muletillas o clichés lingüísticos.
Personalmente, pienso que se pueden utilizar de entrada en función de llenar vacíos,
a raíz de articular una frase coja —y, también, evidentemente, en base a la moda
verbal del momento—, pero en cualquier caso se abusa de ellas sin motivo en el acto
de repetirlas. Para empezar, he aquí las principales (como mínimo las que llevan
asterisco no se consideran como muy correctas):

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a nivel de en cualquier caso
a raíz de en función de
a través de es evidente
bajo el punto de vista evidentemente
como muy de cara a
como mínimo de entrada
de alguna manera para empezar
en base a quiero decir que

E 5-2 Repeticiones (tomado de Cassany 1995):


En muchas partes del cuerpo como son las manos, las orejas o los pies, están
representados todos los órganos y partes del cuerpo. Incidiendo sobre estas zonas se
pueden crear arcos reflejos que actúen directamente sobre cualquier órgano del cuerpo y
que solucionen cualquier anomalía que exista.

6. El vocabulario debe ser sencillo. Evita las palabras rebuscadas:


E 6-1 Los eventos consuetudinarios que acontecen en la rúa.
E 6-2 Lo que pasa en la calle.

7. Cuidado con la redundancia:


E 7-1 Nos gustaría tener la posibilidad de seguir colaborando tras este congreso, que
esperamos volver a repetir.
E 7-2 Sube arriba y pulsa las palancas para que se paren los rodillos.
E 7-3 Chico joven, con ganas de trabajar, busca trabajo.
E 7-4 Las reservas acumuladas de divisas extranjeras de Taiwán alcanzaron los 252.640
millones de dólares estadounidenses a finales de abril del presente año, según los datos
del Banco Central.
E 7-5 La Policía los detuvo con el falso pretexto de que habían usado ilegalmente armas
de fuego.
E 7-6 Fernández insistió de nuevo en la necesidad de hacer cumplir las ordenanzas
municipales.
E 7-7 La complejidad de los procesos educativos hace que difícilmente se pueda prever
con antelación qué sucederá en el aula

8. Evita los adjetivos inexpresivos:


E 8-1 Estupendo, maravilloso, precioso, divino, bonito, fabuloso
E 8-2 Era una casa muy bonita; tenía un maravilloso jardín y una preciosa terraza con
unas fabulosas vistas.
9. Evita las rimas internas
E 9-1 Uno de los defectos de estilo más ostensibles en la elaboración de una redacción
es la repetición de una misma palabra o expresión (tomado de Gómez Torrego 2002).
10. Evita la cacofonía:
E 10-1 Se apoderó de él tan terrible terror que se quedó sin saber qué comentar (tomado
de Gómez Torrego 2002)

11. Cuidado con los adverbios en –mente (Cassany 1995)


E 11-1 Como efectivamente expresan los técnicos encargados de la dirección del
proyecto, podemos observar claramente un retraso considerable en el ritmo del trabajo
inicialmente previsto. La situación se debe aparentemente al incumplimiento del

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contratista, que subcontrató, legalmente o no, la obra a otra empresa que no ha cumplido
debidamente la tarea encomendada.

• actualmente, modernamente, contemporáneamente: hoy, ahora


• antiguamente, anteriormente: antes
• claramente: de manera clara, con claridad
• completamente, definitivamente, totalmente, plenamente, íntegramente,
absolutamente: del todo, por entero
• especialmente, esencialmente, fundamentalmente, principalmente: sobre todo
• excesivamente: demasiado, mucho
• finalmente: al final, para terminar
• frecuentemente: a menudo, muchas veces
• gratuitamente: gratis
• indudablemente: sin duda
• inicialmente: al principio, de entrada

12. UTILIZA EL DICCIONARIO

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SESIÓN 5: NORMA Y USO DE LA LENGUA: LO QUE SE PUEDE Y LO QUE
NO SE DEBE DECIR

EJERCICIOS

1. Señalar y corregir los errores gramaticales presentes en los siguientes ejemplos.

a) Nunca digas: “De esa agua no beberé”.


b) Lo hizo con toda el ansia del mundo.
c) Este chico tiene mucho hambre.
d) Mi mujer y yo tuvimos sus más y sus menos.
e) La carne viene en cajas de cartón conteniendo cuatro piezas.
f) Le regalaron un teléfono móvil, pero no le usa nunca.
g) Señora, permita que nuestros expertos le ayuden a comprar su casa.
h) Los diputados le preguntaron, por fin, a sus colegas, si estaban de acuerdo con la
medida.
i) Busque un edificio que la puerta principal tiene un cartel que dice: “Carbón
Company”.
j) La mujer cuya dirección me pides ya no vive en San Juan.
k) Los recién llegados se pusieron detrás nuestro.
l) Lo pusieron adentro de la gaveta.

2. En la mayor parte de las oraciones siguientes se ha usado mal (o bien falta) una
preposición. Corregir donde sea necesario.

a) Estamos seguros de que la respuesta es correcta.


b) Avisaron de que van a aumentar los precios.
c) No hay duda que este trabajo es mejor que el anterior.
d) Ya era hora que el gobierno interviniera.
e) Insisten que los valores de las palabras son aproximados.
f) Quedan varios problemas a resolver.
g) Bajo el punto de vista de los consumidores, los aumentos no se justifican.
h) No se preocupaban de sus asuntos.
i) No se preocupaban por sus asuntos.
j) Entraron a la casa por la puerta de atrás.
k) La mujer en rojo era la directora del conjunto.
l) No hay inconveniente de conceder lo que piden.
m) Quedamos de encontrarnos en la biblioteca.

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SESIÓN 6. LA ESTRUCTURA DEL TEXTO ESCRITO

1. El texto y los tipos de texto

1.1. Clasificar los siguientes fragmentos

a) Aquí estoy otra vez en el Gijón. Está medio vacío, porque es temprano. Me acuerdo mucho
de la última vez que nos encontramos aquí… Nos sentamos en la misma mesa en la que estoy
ahora… Acaba de entrar un tipo con cara de hispanista recién salido de la Biblioteca Nacional, y
creo que viene con Irene, sí, es Irene, no me ha visto. Ella le coquetea (qué raro, ¿no?), y él tiene
cara de gil. No te lo vas a creer, qué casualidad, es que acabo de ver a Luis Panizza, tengo que ir
a saludarlo, después sigo.
(Una carta)

b) ¿Se ha desprendido de la imponente tradición de los estudios cervantistas –al modo en que ha
sucedido, por ejemplo, con los estudios de la poesía de Góngora– un consenso básico acerca de
cómo leer el Quijote? ¿Tenemos una lectura, o, dicho menos equívocamente: una interpretación
canónica de la obra?... Me parece que no. Y no porque falten admirables estudios de numerosos
aspectos de la obra, ni encumbradas elucidaciones de su sentido. Se considera con razón que la
magnitud y complejidad del objeto es la causa primera de que no exista todavía una exégesis a
la vez comprehensiva y capaz de suscitar asentimiento general. Pero también es obstáculo la
confusión que reina sobre los fines y los métodos de los estudios sobre literatura –asunto sobre
el cual, en estas páginas, solo podré hacer ocasionales observaciones–.
(F. Fernández Bonati, El Quijote y la poética de la novela.)

c) HOJALDRE RELLENO
Ingredientes: Para la bechamel
- 500 g. de hojaldre congelado - 100 g. de mantequilla
- 200 g. de queso azul - 1 cucharada de harina
- 300 g. de espinacas cocidas - 250 ml. de leche
- 1 puñado de piñones tostados
- 2 huevos cocidos
- 1 huevo para untar
- crema de espárragos
- salsa de tomate

Elaboración:
Haz una bechamel, añádele el queso y remueve hasta fundirlo. Agrega también los huevos
cocidos y troceados. En una sartén con muy poco aceite saltea los piñones y agrega la bechamel
junto con las espinacas cocidas y picadas.
Es conveniente que la bechamel quede espesita. Deja enfriar. Extiende el hojaldre, coloca
encima la masa estirada y enrolla el hojaldre. Pinta con huevo batido y mete en horno caliente
180º durante 30 minutos. Retira y sirve.
(K. Arguiñano: 1069 recetas, Madrid.)

d) CASO: “LA SOMBRA DEL DESEO”


Cada escritor, se equivoque o no, es libre y soberano para dedicar el espacio que estime
oportuno a contar su historia; y cada historia acaba teniendo el espacio que se merece o el que le
toca. Queda dicho de antemano, pero Ángeles Caso, por razones que no están muy claras a mi
juicio, ha malgastado varios mitos: un tema clásico como es el mito de Orfeo bajando a los
infiernos no resignándose a perder a su amada; el mito del fantasma que vuelve a la realidad a
sentir la culminación del deseo (o cómo se afantasma el recuerdo del deseo); el mito de la

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obsesión en buscar el rostro de la persona amada (y el amor que pudo ser y acabó en aire) en el
rostro de otra persona. Y lo ha hecho en lo que resulta ser (escasa paginación, amplios
márgenes, generoso cuerpo de letra) una novelita corta que es corta, muy corta, sobre todo, en
ambiciones: creo que Ángeles Caso podía haber profundizado mucho más en esta historia y así
le hubiera salido una buena novela: hay muchas páginas en esta (novelita) que muestran que
estaba en el buen camino. Lástima.
(El País, Babelia, 23/2/1999)

e) CON VISTAS SOBRE EL CASCO MONUMENTAL


Se alza el Parador en la margen izquierda del río Tormes, sobre un montículo que mira de frente
al casco monumental de la capital. Sus ventanales y cristaleras se convierten en un mirador
excepcional de la ciudad, un museo al aire libre, en el que sobresalen las torres de la catedral.
Decorado con buen gusto por la presencia de mármoles y otros materiales de lujo, el interior
ofrece inmejorables panorámicas que pueden contemplarse desde todos los salones, la piscina o
desde la mayor parte de las habitaciones. El comedor ofrece hornazo, el farinato, embutidos
ibéricos, lechazo asado, queso de Hinojosa y “tostón” (cochinillo asado).
(Directorio de Paradores.)

1. 2. ¿Cómo se desarrolla cada uno de los siguientes textos? ¿Sigue algún tipo de
orden (temporal, espacial, lógico, inductivo, deductivo)?

a) Teresa de Jesús o de Ávila, santa. (Teresa de Cepeda y Ahumada.) Religiosa y escritora


mística española (Gotarrendura, Ávila, 1515 – Alba de Tormes, 1582). Descendiente de
conversos, en su infancia fue muy aficionada a la lectura, especialmente de libros de caballería y
literatura hagiográfica. A la edad de diecinueve años huyó de su casa y entró en el convento de
la Encarnación, perteneciente a la orden carmelita, donde profesó en 1537. Durante los años que
siguieron, practicó el recogimiento, alcanzando éxtasis durante los cuales creía ver y hablar a su
“Divino Esposo”. En 1562 fundó en Ávila un nuevo convento de San José, de Carmelitas
Descalzas. La reforma de la orden, que contaría con la aprobación del Papa pero que estuvo
sembrada de obstáculos y persecuciones, prosiguió con la fundación de nuevos centros.
(José Martínez Cachero, Diccionario de grandes figuras literarias)

b) Su longitud es de 728 metros y la altura máxima, en el Azoguejo, de 29 metros. Consta de


una primera arquería, de sencillos arcos, que nace junto a la carretera de San Ildefonso y se
prolonga hasta la plaza de Díaz Sanz; los arcos de este tramo, que van creciendo gradualmente,
son 75. A continuación, se inicia la arquería doble, para salvar la pendiente más pronunciada,
sumando en total 88 arcos; a ellos han de añadirse otros 4 arcos sencillos que existen dentro del
recinto murado. La suma, pues, de arcos del acueducto romano es de 167 y sus grandes piedras
graníticas están colocadas naturalmente, sin argamasa alguna que sirva de trabazón. El
Acueducto, escudo heráldico de Segovia, es uno de los monumentos de mayor categoría
artística y arqueológica que existen hoy en la Tierra.
(Mariano Grau, Segovia, Guías Everest)

c) Las dos partes del Quijote ofrecen, en cuanto a la técnica novelística, notables diferencias.
En la primera se unen a la acción central varias novelitas que, en conjunto, vienen a ser un
modelo de los géneros narrativos en boga: así tenemos la historia de Marcelo y Crisóstomo
(novela pastoril), la del Cautivo (morisca), la de Cardenio y Luscinda (sentimental), la del
Curioso Impertinente (psicológica) o el episodio de los galeotes (picaresca).
La segunda es, por muchos motivos, más perfecta que la primera. El estilo revela un mayor
cuidado, el efecto cómico deja de buscarse en lo grotesco y se logra con recursos más
depurados, y los personajes adquieren mayor complejidad al efectuarse en ellos la evolución a
que aludimos.

16
(J. García López, Historia de la Literatura Española).

d) Acabo de tocar una de las notas esenciales de la novela policíaca: su carácter estrictamente
intelectual. [...] Nero Wolfe, que resuelve los “casos” sin salir de su domicilio, representa la
caricaturización de la distancia intelectual entre el “detective” y el suceso por él investigado.
[...] Dice Aristóteles que el entendimiento agente “entra en el alma desde fuera de ella”;
y en otro lugar enseña, completando la doctrina de Anaxágoras, que el nous, “la potencia en la
cual el alma piensa”, no está mezclado con la vida corporal, sino separado del cuerpo. Tan en
serio tomó Averroes esto de la separación del entendimiento agente que, exagerando las cosas
con imaginación arábiga, vino a ponerlo en la Luna. Para pensar es necesario, en suma, dominar
desde fuera aquello sobre lo que se piensa. ¿Tiene entonces algo de extraño que el detective,
anaxagórico sin saberlo, no pueda mezclarse con el suceso que inteligentemente desenreda?
(Pedro Laín Entralgo, La aventura de leer)

e) La pared donde cuelga la obra de Regoyos no tiene más de seis metros. El cuadro desplaza
una mínima parte de ella y, sin embargo, me presenta un amplio trozo de región bidasotarra: un
río y un puente, un ferrocarril, un pueblo y el curvo lomo de una larga montaña. [...]
Cuando miro esta gris pared doméstica, mi actitud es ferozmente de un utilitarismo
vital. Cuando miro el cuadro, ingreso en un recinto imaginario y adopto una actitud de pura
contemplación. Son, pues, pared y cuadro, dos mundos antagónicos y sin comunicación. De lo
real a lo irreal, el espíritu da un salto como de la vigilia al sueño.
Es la obra de arte una isla imaginaria que flota rodeada de realidad por todas partes. Para que se
produzca es, pues, necesario que el cuerpo estético quede aislado del contorno vital. De la tierra
que pisamos a la tierra pintada no podemos transitar paso a paso. Es más: la indecisión de
confines entre lo artístico y lo vital perturba nuestro goce estético. De aquí que el cuadro sin
marco, al confundir sus límites con los objetos útiles, extraartísticos que le rodean, pierda garbo
y sugestión. Hace falta que la pared real concluya de pronto, radicalmente, y que, súbitamente,
sin titubeo, nos encontremos en el territorio irreal del cuadro. Hace falta un aislador. Esto es el
marco.
(José Ortega y Gasset)

2. Los párrafos: características de los párrafos

2.1. Dividir en párrafos el siguiente texto

ANGUSTIA

Maruja Torres

La adolescencia es una edad angustiosa, algo así como hallarse


permanentemente a las cuatro de la madrugada, cuando el desastre parece
definitivo, y los errores irresolubles, exasperantes. Cualquiera que guarde
memoria del abrumador sentido de la responsabilidad que en semejante
momento de la vida se desploma sobre uno, como una carga personal e
insoslayable, tiene, por fuerza, que haberse sentido acongojado por los
resultados de la encuesta de la Confederación Española de Asociaciones de
Padres de Alumnos. Un 45 % de alumnos, de edades comprendidas entre los
13 y 16 años, consideran que están fracasando total o parcialmente en los
estudios. Creen haber fracasado cuando aún están empezando a palparse el
ego, como esos arbolillos urbanos que, justo cuando arrancan a verdecer,
parece que miran alrededor y, asfixiados por la perspectiva de desarrollarse
en un entorno adverso, se agostan y renuncian a dar la batalla de sus brotes

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tiernos. El propio sentido de la autocrítica –que al crecer se va abandonando:
sin autocomplacencia resultaría bastante depresivo ser adulto– y el
endemoniado sistema de enseñanza masificada y exámenes globales arrasan
la propia estima de chicas y chicos que, además, se ven condicionados por el
culto que esta sociedad rinde al triunfo. Asimismo, las más livianas
condiciones en que su existencia se desenvuelve –hablando en términos
generales–, en comparación con la dureza que marcó –también en general– a
las generaciones precedentes, son brutalmente cuestionadas por la pavorosa
ausencia de futuro. Pues se les exige cumplir con creces, en nombre de las
facilidades iniciales que reciben, pero saben que nadie les esperará a la salida
de la universidad para mostrarles el camino hacia su lugar en el mundo.
Ellos son el resultado de nuestras más profundas malas notas.

2.2. Comparar los siguientes textos

I.
ENTENDER LO QUE SE LEE

El Informe PISA sobre la enseñanza en España ha levantado la inquietud; es el único


avance

Aparentemente, los datos del Informe PISA sobre la situación de nuestro sistema educativo han
suscitado esta vez cierta preocupación en la opinión pública: tal vez se deba a que el mayor
retroceso se registra en comprensión lectora. Los adolescentes españoles leen poco y no
entienden mucho de lo que leen. La alarma está justificada porque si falla eso se cierra el acceso
al resto de los conocimientos.
Ya es algo que emerja tal inquietud, porque las encuestas reflejan sistemáticamente que la
educación ocupa un lugar muy secundario entre las preocupaciones de los españoles. Algunas
reacciones oficiales no han estado a la altura de esa inquietud. Especialmente las rutinarias
apelaciones al pasado histórico, que no vienen a cuento, o la satisfacción de algunos
responsables autonómicos porque han quedado menos mal que sus vecinos. Circunstancias
como el fuerte aumento de la población inmigrante pueden ayudar a entender los resultados,
pero no sirven para justificarlos; sobre todo, no justifican visiones escépticas de que, se haga lo
que se haga, los resultados serán siempre parecidos porque dependen de factores familiares,
socioeconómicos o ambientales.
Si el estudio detecta un problema, requerirá medidas específicas para hacerle frente; por
ejemplo, de apoyo a esos escolares inmigrantes, o de estímulo de la lectura de los adolescentes.
Es de sobra conocido que la lectura de los padres llama a la lectura de los hijos y viceversa. En
España, el 44,5% no lee nunca o casi nunca un libro. Eso es un dato. Habrá que tenerlo en
cuenta para encontrar mecanismos que estimulen la lectura de los adolescentes en cuya casa no
se lea.
Leer es lo que lleva a comprender; y es lo que permite también expresarse con corrección a la
hora de responder a una pregunta sobre un texto e incluso de forma oral en la vida cotidiana. El
hecho de que el 38,5% de la población española adulta ni siquiera haya acabado los estudios
obligatorios es un factor decisivo en los resultados de los alumnos, como también lo es la
cantidad de libros que tengan en casa. Pero sólo faltaba que toda la responsabilidad de los malos
resultados de sus hijos en comprensión lectora fuera de los padres. Son las administraciones, en
este caso, especialmente las educativas y culturales, las responsables de identificar los
problemas y de promover iniciativas que ayuden a solucionarlos.
El fin de la lectura no es sólo disfrutar o conocer a los autores literarios, es también aprender;
según la nueva Ley de Educación. Sin embargo, esta propuesta de dedicar un tiempo a la lectura
en cada una de las asignaturas en Primaria y ESO ha pasado inadvertida. Esto obligaría a los

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alumnos a manejar otros libros aparte de los de texto, mapas, de divulgación, etcétera. La
responsabilidad de aplicarlo es de las comunidades autónomas y de los propios centros
educativos. La responsabilidad de los malos resultados es compartida y las soluciones deben
serlo también.
(El País, Opinión, 6/12/2007)

II.

POSTALES DESDE EL INFIERNO

Carlos Ruiz Zafón

Si es usted tan amable, me gustaría robarle unos minutos para contarle una
historia de Horror. Los hechos que me propongo relatarle tuvieron lugar hace
sesenta años, pero no sería muy aventurado pensar que bien podrían repetirse
dentro de, pongamos, sesenta días. Tomo los datos prestados de ese gran biógrafo
de la memoria secreta de Europa, W. G. Sebald, que reflexiona sobre éste y otros
temas de actualidad escalofriante en su último libro publicado a título póstumo:
Sobre la historia natural de la destrucción. Es la madrugada del 27 de julio de
1943 y volamos a bordo de uno de los incontables bombarderos de la RAF
suspendidos sobre los cielos de la ciudad de Hamburgo. Nuestra misión, nos han
comunicado nuestros superiores con esa claridad moral y solemne gravedad que
confiere el mover las piezas desde lejos, lleva el sonoro nombre de Operación
Gomorra y consiste en precipitar una apocalíptica catarata de diez mil toneladas de
bombas incendiarias sobre una serie de barriadas abarrotadas de población civil
que, si no se ha despertado todavía, está a punto de hacerlo. Las compuertas de la
bodega se abren. Descendemos en picado cabalgando sobre una de esas bombas, la
primera entre miles y miles que lloverán del cielo durante las próximas horas. Si
está usted acostumbrado a ver bombardeos en forma de luces de colores en un
monitor en verde cortesía de CNN, tal vez le interesen los detalles técnicos de esas
fosforescencias. Lo primero en volar, literalmente, son las ventanas y las puertas.
Cientos de miles a un tiempo en toda la ciudad, pulverizadas en un tornado de
cristal y astillas. Segundos más tarde los techos de manzanas enteras prenden en
llamas mientras las bombas de más tonelaje taladran las estructuras y apuñalan los
sótanos para inundarlos de fuego. En cuestión de minutos un área de unos veinte
kilómetros cuadrados infestada de seres humanos que hasta hace segundos estaban
tratando de conciliar el sueño se transforma en un océano de llamas de unos dos
kilómetros de altura. Lo que sucede a continuación es un fenómeno de física
elemental que recibe el nombre de “tormenta de fuego”. Ese bosque vertical de
llamas de dos mil metros que cubre el horizonte crea un efecto de succión de
oxígeno de tal magnitud que corrientes de aire de fuerza equivalente o superior a
un huracán se lanzan como gigantescas serpientes de combustible sobre la ciudad.
Esta pira infernal crece y crece durante unas tres horas. Agujas y cúpulas de
catedrales vuelan por los aires. Coches, tranvías, barcazas y centenares de personas
son arrastradas y atomizadas por las corrientes huracanadas de llamas. Un
maremoto de fuego avanza destrozando completamente todo cuanto encuentra en
su camino a una velocidad de unos 150 kilómetros por hora. A su paso apenas
quedan las fachadas ennegrecidas de edificios huecos, esqueletos carbonizados de
lo que minutos atrás era una suntuosa metrópolis. Los escasos supervivientes que
tratan de huir se hunden lentamente en un lago de alquitrán candente cuando el
asfalto bajo sus pies se funde.

Nadie sabe cuántos han muerto o cuántos van a morir antes del alba. No hay
modo de contarlos y los pocos que quedan con vida enloquecen y reniegan de su

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papel de testigos. Una eternidad más tarde amanece sin sol bajo una columna de
humo impenetrable de ocho kilómetros de altura. Las calles están sembradas de
cuerpos deformados que aún exhalan llamas azules. Fuentes y canales quedan
anegados por cadáveres cocidos. Charcos de grasa humana arden entre los
escombros. El silencio es ensordecedor. La gran mayoría simplemente se ha
evaporado, del mundo y de la memoria. Le decía antes que esta era una historia de
Horror. Por eso no tiene moraleja.

En las páginas de Doctor Faustus Thomas Mann resume magistralmente la


esencia de la guerra al describir cómo las ratas, esas eternas vencedoras de todas
las contiendas, engordan cebándose en la infinita tundra de cadáveres que teje las
ruinas de un mundo transformado en necrópolis. Hace apenas unos días el
Pentágono hacía un primer pedido de 16.000 bolsas de plástico negro, modernos
sudarios de alta tecnología destinados a transportar los cuerpos, o lo que quede de
ellos, de otros tantos soldados en lo que tal vez sean los primeros días, o minutos,
de la batalla en ciernes. Probablemente ninguno de los futuros ocupantes de esos
sarcófagos de vinilo ha oído hablar de la destrucción de Hamburgo en 1943 y
menos aún se sienten tentados por escuchar lo que W. G. Sebald tiene que decirnos
al respecto. Los expertos ya han decidido por ellos y por nosotros. Tal vez por eso
las historias de Horror están condenadas a repetirse una y otra vez. Porque, al haber
tantas, no nos damos cuenta de que es siempre la misma.

III.

LA CRISIS ATACA AL “BEST-SELLER”

Felipe Cuna

Las librerías neoyorquinas están repletas estos días de libros de los más famosos escritores
norteamericanos que esperan compradores que no llegan y que hacen creer en el mundo
editorial que el "best-seller" está viviendo uno de sus peores momentos.

Una revisión ocular y nada científica de las ofertas literarias que ofrece estos días la supertienda
de Bames & Noble de la calle 86 y la Segunda Avenida de Manhattan no deja lugar a dudas de
que la literatura estadounidense de ficción vive un fenómeno desconocido.

“Red Rabbit”, de Tom Clancy, “Prey”, de Michael Crichton, “From a Buick 8”, de Stephen
King, “Portrait of a Killer”, de Patricia Cornwell, y “Reversible Errors”, de Scott Turow, se
amontonan sin que los compradores se inmuten. ¡A pesar de las rebajas de hasta un 30 %!

Un virus

“Crichton parece que ha bajado; Clancy desde luego que ha bajado y Turow no está llegando a
sus números”, ha dicho recientemente al diario The Washigton Post un muy asustado ejecutivo
de una casa editorial que no quiere revelar su nombre. Y que estos grandes nombres estén en
crisis es una pésima noticia para la mayoría de las firmas de la industria que basan el éxito de
todo el año en el que uno de los pesos pesados arrase.

Es un virus al que incluso no parece inmune King, cuyo “From a Buick 8” no ha suscitado el
interés entre los seguidores del escritor que ha convertido en oro todo lo que ha escrito en las
dos últimas décadas. Según Publishers Weekly, la revista más respetada del sector,

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“Dreamcatcher”, de King, vendió 55.000 copias en su primera semana en las librerías en abril
del pasado año.

Pero “Everything's Eventual”, publicado este Abril, sólo llegó a las 32.000 copias y “From a
Buick 8” ha vendido aún menos.

“The Bear and the Dragon”, de Clancy , cumplió sus números habituales en el otoño de 2000.
Con 100.000 copias en la primera semana. Pero “Red Rabbit” se ha tenido que conformar ahora
con sólo 68.000 copias vendidas en sus primeros días, el pasado mes de septiembre.

Estas cifras pueden impresionar a los editores españoles, pero están por debajo de lo habitual
para los grandes de Estados Unidos, donde los libros de King, Clancy y Mary Higgins Clark son
compañeros habituales de millones de ciudadanos que viajan todos los días de los suburbios a
las grandes ciudades en el tren.

A mitad de precio

Para asustar más a las firmas editoriales muchas de estas cifras se han vendido en grandes
superficies como las tiendas Wal-Mart y en establecimientos de venta al por mayor en los que
los libros de Bob Woodward o de Turow se ofrecen al lado del salmón noruego o junto a
estrambóticas cazadoras de mil colores que no se venden en las boutiques. Y a mitad de precio.

“No tienen compasión”, asegura el encargado de una famosa librería sobre las técnicas de estos
establecimientos baratos para vender los títulos al 50 % de su precio original.
Pero las que parecen más defraudadas con la oferta actual son las mujeres, que suponen el 70 %
de las compradoras de libros. Ya sean éstos para ellas o para sus maridos y novios.

Las norteamericanas huyen de las novelas de misterio que terminan en crímenes o de las
tecnológicas cuya trama es complicada de seguir. Les gustan más los textos sobre la vida que
conocen de cerca. Por eso el éxito de “El diario de las canguro” o de “No sé como demonios lo
hace”, de la británica Allison Pearson, en el que una madre de 35 años explica su vida con los
niños, su marido y su trabajo y se compara con las mujeres perfectas que saben conjugar estas
tres facetas con éxito.

2.3. Ordenar los párrafos del siguiente texto

TEXTO 1 (Juan Manuel de Prada. ABC, abril de 2000)

(A) Habría que analizar sin ofuscaciones jeremíacas, junto a sus ventajas utilitarias innegables,
los perjuicios o pérdidas que nos inflige la lectura electrónica. La digitalización de textos, las
redes y foros interactivos han conseguido liberarnos de las “ataduras” del libro; de este modo, la
lectura electrónica se ha convertido en una especie de “simultaneidad textual” que inculca un
sentido fragmentario de la realidad, repudia las elaboraciones abstractas, disminuye nuestra
capacidad retentiva y mutila nuestra percepción de la historia. También devalúa nuestra especial
actitud ante el lenguaje; a nadie se le escapa que las palabras leídas o escritas en la pantalla de
un ordenador (palabras cambiantes que se desvanecen o actualizan sin cesar) poseen un estatuto
menos estable que las palabras inamovibles de un libro. La comunicación electrónica niega el
carácter ritual y perdurable del lenguaje, que es como negar sus posibilidades como vehículo
para transmitir conocimiento, relegándolo a una mera condición vicaria de transmisor de
informaciones. Así se alcanza ese estadio pavoroso de depauperación lingüística, donde las
arquitecturas sintácticas se desploman y los matices de la expresión –la ironía y la metáfora, la

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argumentación y el ingenio verbal– son suplantados por un rudimentario conglomerado del que
ha desertado la belleza.

(B) Existe, además, una razón primordial por la que el libro mantendrá siempre su supremacía
sobre la lectura electrónica. Se trata de su condición de abrigo para el espíritu, de esa especial
disposición para trascender y explicar el tiempo y garantizarnos “un porvenir tan tranquilo como
el pasado”. Cada vez que nos asomamos a un libro, escapamos de un mundo aturdido por la
banalidad y el vértigo para lanzarnos a la conquista de otro mundo más verdadero y postular una
realidad enaltecedora. La peculiaridad de esta conquista consiste en que no se trata de un mero
ejercicio de evasión, pues –como muy bien entendió Proust– la lectura deja libre la conciencia
para la introspección reflexiva. Al leer no nos limitamos a absorber contenidos, a estimular
nuestras dotes imaginativas o a mejorar nuestras habilidades verbales; por el contrario,
regresamos a nuestro mundo aturdido por la banalidad y el vértigo con una cosecha de
iluminaciones que irradian su influjo sobre la realidad y nos enseñan a ser mejores. Este viaje de
ida y vuelta, además, nos hace dueños de nuestro propio tiempo, de nuestra duración en la tierra;
la aventura de leer un libro nos proporciona el incalculable gozo de aprehender y comprender
nuestra vida, no sólo los acontecimientos que poblaron su pasado, sino también los que
otorgarán su argumento al incierto y multiforme futuro. Esta sensación de clarividencia explica,
por ejemplo, ese curioso fenómeno que todo lector verdadero ha experimentado: con frecuencia
nos ocurre que tratamos de evocar en vano el asunto de un libro que nos hizo felices en el
pasado, y, sin embargo, ¡cuán vívidamente recordamos el estado de ánimo, el clima espiritual en
que la lectura de dicho libro nos instaló, proyectándose como una reminiscencia hacia el futuro!

(C) Yo también puedo decir con legítimo orgullo que “los libros fueron mis pájaros y mis nidos,
mis animales domésticos, mi establo y mi campo” como escribe Sartre en algún pasaje de su
autobiografía. También para mí la biblioteca ha sido, como para Sastre, “el mundo atrapado en
un espejo”; también para mí la lectura ha sido una vocación de permanencia que ha exaltado y
consolado mis días. Por eso contemplo con cierto preocupado escepticismo esas proclamas más
o menos elegíacas que nos hablan de la muerte inminente de estos compañeros del alma. Los
profesionales de la catástrofe y los apóstoles del progreso coinciden en afirmar que los avances
en el ámbito de las comunicaciones electrónicas acabarán expoliando ese templo tan
costosamente erigido a lo largo de los siglos. Jamás he participado de esta visión fatalista y
lúgubre; como Humberto Eco, pienso que las nuevas tecnologías están difundiendo una nueva y
pujante forma de cultura, pero se muestran incapaces de satisfacer todas nuestras demandas
intelectuales. La comunicación electrónica viaja por delante de nosotros, se adelanta a nuestras
inquisiciones, procurándonos un copioso caudal de información; los libros, en cambio, viajan
con nosotros y acicatean nuestras pesquisas, deparándonos el difícil venero del conocimiento.
Precisamente porque no ofrecen soluciones rápidas e instantáneas, precisamente porque
estimulan nuestra curiosidad perenne, tienen la supervivencia garantizada.

(D) Creo, con cierta certeza, que esta compleja y hermosa forma de clarividencia, este sutilísimo
consuelo espiritual que alumbra nuestros días sólo nos lo puede procurar un libro, jamás un
artilugio electrónico. Quizá porque, como decía al principio, el libro es un objeto sagrado que
nos habita por dentro y nos vincula religiosamente con la vida. Sabemos que los israelitas
condenados al destierro custodiaban el rollo de pergamino del Torah en el Arca de la Alianza,
un receptáculo portátil que reproducía en miniatura el templo de Salomón. Los libros siempre
han propendido a ocupar un recinto sagrado; no me refiero ya a las populosas y exactas
bibliotecas, sino al recinto más sagrado del alma humana. Puedo concebir, en un esfuerzo de la
imaginación, una utopía funesta como la que ideó Roy Bradbury, en la que los libros hayan
sufrido persecución y alimentado el fuego, como pájaros asesinados, para sobrevivir instalados
en la memoria agradecida de unos pocos hombres libres. No puedo concebir, en cambio, a un
hombre libre deshabitado de libros; sería tanto como imaginarlo desposeído de alma, extraviado
en los pasadizos lóbregos de un mundo que no comprende.

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(E) La consideración de la biblioteca como ámbito casi religioso, como refugio o templo donde
el hombre halla abrigo en su andadura huérfana por la tierra, la expresa, quizá mejor que nadie,
Jean-Paul Sartre en su hermosísima autobiografía. Las palabras, donde comparece el niño que
fue, respaldado por el silencio sagrado de los libros: “No sabía leer aún, y ya reverenciaba
aquellas piedras erguidas –escribe Sartre con unción–: derechas o inclinadas, apretadas como
ladrillos en los estantes de la biblioteca o noblemente esparcidas formando avenidas de
menhires. Sentía que la prosperidad de nuestra familia dependía de ellas. Yo retozaba en un
santuario minúsculo, rodeado de monumentos pesados, antiguos, que me habían visto nacer, que
habían de verme morir y cuya permanencia me garantizaba un porvenir tan tranquilo como el
pasado”. Esta quietud callada y a la vez despierta de los libros, esta condición suya de dioses
penates o vigías del tiempo que velan por sus poseedores y abrigan su espíritu los convierte en
el objeto más formidablemente reparador que haya podido concebir el hombre. El libro, en
apariencia inerte y mudo, nos reconforta con su elocuencia, porque entre sus páginas se aloja
nuestra biografía espiritual; y esta capacidad suya para invocar los hombres que hemos sido es
lo que lo convierte en nuestro interlocutor más valioso y ajeno a las contingencias del tiempo.

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SESIONES 6-7. COHERENCIA Y COHESIÓN I

1. Señalar las incoherencias registradas en los siguientes enunciados:

a) Se acostó temprano, se dio una ducha y se comió unos plátanos.


b) Una ecuación es una igualdad en la que aparecen ligados, mediante operaciones
algebraicas, números y letras; estas letras han de estar escritas con mucha claridad y, a
ser posible, a máquina.
c) Para que los resultados de un experimento se acepten como válidos, el experimento ha
de poderse repetir en cualquier otro lugar y momento, pero no en la Antigüedad.
d) Ulises, al ir por el mar, oye a las sirenas, pero él se ata al mástil del barco y no pasa
nada.
e) El complemento directo sirve para completar a los verbos transitivos, aunque hay
algunos verbos, como “vivir”, que no se sabe muy bien si son transitivos o intransitivos.
f) Eso te lo aclaro yo en dos palabras: impresionante.

2. ¿Hay coherencia entre los enunciados que constituyen el siguiente párrafo?

El profesor pregunta sobre la estructura de la cueva de Altamira y el alumno responde lo


siguiente:

La cueva de Altamira admira a todo el mundo con 270 metros de largo desde la entrada hasta el
final. Para ello, sus habitantes distinguieron bien tres zonas. Una, a la entrada, donde aquellos
hombres antiguos desarrollarían gran parte de su vida, porque ya estaban protegidos de fríos,
lluvias y calores. Otra zona, más adentro, junto a la capilla sixtina del arte cuaternario. Los
bisontes nadan por las paredes con gran volumen, movimiento y policromía, pero no conocemos
el móvil de tanta calidad.
(J. Serrano, Guía práctica de redacción, Madrid, Anaya.)

3. ¿Es coherente el siguiente en el texto? Proponga un texto alternativo que resulte


coherente.

En el siguiente texto se analizan los fenómenos de “queísmo” y “dequeísmo”.

Si se dice pensar algo, la construcción correcta es pensar que. Si se dice tratar de algo,
la construcción correcta es tratar de que.
El “dequeísmo” es el empleo de la preposición de cuando el régimen verbal no la admite. Por
ejemplo: *Tú piensas de que eso es lo mejor para ti.
Se cae en “queísmo” a menudo con estos verbos: acordarse, avisar, convencer, informar,
asegurarse, enterarse, hablar, preocuparse.
La regla práctica para evitar ambos vicios es usar la siguiente prueba:
Hay “dequeísmo” cuando se usa de con estos verbos: aconsejar, afirmar, comprobar, creer,
explicar, indicar, notar, pensar, recordar, suponer, advertir, asegurar, contestar, imaginar,
negar, pedir, pretender, saber, verificar.
El “queísmo” es la supresión de la preposición de ante la conjunción que cuando el régimen
verbal la exige. Por ejemplo: *¿Te acuerdas que ya vimos esa película?

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4. Algunos consejos para lograr la coherencia textual

a) Hay que “ir al grano”

Comparar los siguientes textos; ¿presentan la información estructurada


adecuadamente?

Texto 1:
Miguel de Cervantes fue un escritor español muy importante que compuso una novela
muy buena, llamada Don Quijote de la Mancha, en la que el protagonista, Don Quijote, anda
por los caminos de España en su caballo Rocinante. Con Don Quijote va Sancho, que es un
hombre gordo y de pueblo, que sabe muchos refranes, y que acompaña a Don Quijote en
función de escudero, y va en pequeño rucio o asno...

Texto 2:
Recientes interpretaciones del Quijote hablan de la importancia de los diálogos entre
Don Quijote y Sancho, ejemplo de sabiduría y comunicación y de amistad entre dos personajes
masculinos. Si en la literatura aparecen a menudo amistades femeninas, es mucho más raro
encontrar amistad entre dos hombres. Y El Quijote presenta un caso único de diálogos juiciosos,
en los que un escudero, aparentemente rudo y simple, y un caballero, culto y educado, dialogan
sobre todo lo humano y lo divino y se van enriqueciendo ambos del saber del otro.

Texto 3:

Pic-nic de F. Arrabal nos presenta a un soldado en el campo de batalla. A este soldado van a
visitarlo sus padres un domingo para pasar el día con él. Es como si estuviéramos en tiempos de
paz y una familia va de merienda una tarde al campo. Para hacer buenas excursiones hay ya
buenas guías en cualquier librería, incluso guías de senderismo y paseos por bosques. Ahora se
ha puesto muy de moda la ecología y todo lo del campo. Pues allí, de excursión, fueron los
padres del soldado de Pic-nic, de Arrabal, pero, claro, aquello era la guerra y vinieron los
aviones, cuando estaban bailando, y los mataron a todos.

Texto 4:

Coherencia: Es la propiedad textual que confiere al texto unidad y sentido. Un texto es


coherente cuando está organizado lógicamente y podemos interpretarlo. Hay un aspecto interno
de la coherencia y otro externo. Desde el primer punto de vista, un texto es coherente cuando su
estructura significativa muestra organización lógica y cuando tiene armonía sintáctica,
semántica y pragmática entre sus partes, y ninguna información, actitud o acto quedan “sueltos”,
o sin referentes, o injustificados, en la totalidad del texto. La coherencia externa depende de la
relación entre el texto y el contexto, que permitirá incorporar la nueva información a marcos de
referencia conocidos, interpretarla y procesarla.
(Adaptación de Graciela Reyes, Cómo escribir bien en español, Madrid, Arco Libros.)

b) Calcular bien los conocimientos compartidos

¿Es posible interpretar los siguientes textos si no tenemos otros datos?

Ejemplo 1: Anuncio en un periódico local

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TE ESPERA LA PÍCARA
SE VENDEN, COMPRAN, CAMBIAN
LIBROS DE ESO
ACUDE EL DOMINGO

Ejemplo 2:

Ramiro Peñataro presentó la ponencia “La aplicación de CORBA al sistema de


control del GTC”, destacada por la organización como invited paper. CORBA son las
siglas de Common Object Request Broker Architecture, una herramienta informática
que permite poner en práctica un sistema de control orientado a objetos en un entorno
distribuido. Es la primera vez que se emplea esta arquitectura informática en un
telescopio. “CORBA es bastante innovador; sobre todo en combinación con una red
ATM, un protocolo moderno”. [...]

c) La progresión temática

¿La progresión de ideas en los siguientes textos es adecuada?

Texto 1: […] Para su estudio sistemático, el esqueleto del hombre suele dividirse en cabeza,
tronco y extremidades. La cabeza, a su vez, consta de dos partes: el cráneo, comparable a una
bóveda, que protege la masa encefálica, que está formado por ocho huesos, y la cara, constituida
por catorce huesos.
El tronco está formado por treinta y tres vértebras, más o menos desarrolladas. En las
doce vértebras dorsales se articulan doce pares de costillas, de los cuales los nueve superiores se
unen al esternón para formar la caja torácica. Asimismo, pueden integrarse en el tronco las
clavículas, las escápulas y el hueso coxal.
Cada extremidad superior tiene tres huesos largos, además de los de la mano. Las
extremidades inferiores tienen cada una tres huesos largos, además de la rótula y los huesos del
pie. [art. ‘esqueleto’, Nueva Enciclopedia Larousse]

Texto 2: Los Sres. Martínez vinieron ayer a la Agencia a pedir información sobre un viaje a
Madeira. Les informé de las condiciones del viaje y de la situación de la isla. Ellos pedían
información para viajar bien y no muy lejos. Y yo les dije lo de Madeira, los aviones que iban a
la isla y cómo era y sus condiciones. Me preguntaron también cómo era esa zona y les informé
cómo podían viajar allí y las principales características de Madeira.

Texto 3: Pregunta de examen: “Los descubrimientos de Atapuerca y su importancia”.


Respuesta : En Atapuerca, cerca de Burgos, se han encontrado cosas muy antiguas. Son cosas
de antes, de hace mucho tiempo. Allí, en Atapuerca, junto a Burgos, en las excavaciones que
están haciendo se van encontrando poco a poco, cada año un poco, restos muy muy antiguos.
Los estudiosos estudian esos restos tan antiguos y se van descubriendo cosas interesantes de la
Antigüedad.

Texto 4. La publicidad puede revolucionar hábitos sociales

La publicidad no hace sino recoger los usos sociales. Como muy bien dijo Néstor Luján en uno
de sus artículos periodísticos, “la publicidad es un reflejo de nuestras costumbres”.

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La publicidad ha fomentado el uso de soluciones domésticas prácticas en plena revolución
familiar por la incorporación femenina al trabajo. También ha conseguido adelantarse a los
acontecimientos, como les contaré al hablar de Prenatal, un anunciante muy querido por mí con
el que conseguimos que los papás se sintiesen orgullosos de cuidar a sus bebés. La buena
publicidad trabaja a favor de la corriente y, en muchos casos, su afán innovador hace que
incluso se adelante a los cambios anunciados y propicie o empuje avances sociales.
La publicidad es un instrumento de progreso, de comunicación, hecho a medida de las
necesidades del hombre y con unas enormes posibilidades de mejorar nuestra calidad de vida.
(L. Bassat, El libro rojo de la publicidad, Barcelona, Plaza y Janés)

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SESIÓN 7. COHERENCIA Y COHESIÓN II

1. Analizar las relaciones existentes entre los elementos que aparecen en cursiva

Almuerzo y dudas

El hombre se detuvo frente a la vidriera, pero su atención no fue atraída por el alegre maniquí
sino por su propio aspecto reflejado en los cristales. Se ajustó la corbata, se acomodó el
sombrero. De pronto vio la imagen de la mujer junto a la suya.
– Hola, Matilde – dijo y se dio la vuelta.
La mujer sonrió y le tendió la mano.
– No sabía que los hombres fueran unos presumidos.
Él se rió, mostrando los dientes:
– Pero a esta hora –dijo ella– usted tendría que estar trabajando.
– Tendría. Pero salí en comisión.
Él le dedicó una insistente mirada de reconocimiento, de puesta al día.
– Además –dijo– estaba casi seguro de que usted pasaría por aquí.
– Me encontró por casualidad. Yo ya no voy por este camino. Ahora suelo bajarme en
Convención.
Se alejaron de la vidriera y caminaron juntos.

(Adaptación de M. Benedetti, Esta mañana. Montevideanos, Punto de lectura.)

2. Localizar los referentes de las palabras que aparecen subrayadas:

a) Ayer colisionaron dos vehículos en la carretera nacional VI. El hecho se produjo a las cuatro
de la tarde.
b) Los encontramos en el monte; allí estaba también Juan.
c) Juan y María prepararon bien el examen; él aprobó, pero ella no pudo presentarse.
d) Se sabe de memoria el libro; lo cual no quiere decir que lo haya entendido.
e) Los congresistas terminaron sus trabajos a las siete. Algunos fueron al teatro, otros se
marcharon al hotel.
f) Alfonso llegó tarde; le retuvieron en su oficina.
g) Manifestantes y policía se retiraron poco después. Aquellos, a sus casas; esta, a su cuartel.
h) En los alrededores se veían olivos, almendros y naranjos; todos estos árboles son de
plantación reciente.

3. Indicar las palabras que han sido elididas y señalar si es necesario reponerlas o
no para que la construcción sea correcta:

a) Ayer marcaba el termómetro 17 grados; y hoy, 10.


b) Hoy tienen clase los alumnos de tercero; y mañana, los de segundo.
c) Tengo dos relojes digitales de cuarzo que me trajeron de Japón. Te regalo uno.
d) Me han dicho que tienen recogidas cien firmas. – No, prometidas.
e) ¿Sueles ver la televisión? – No, no suelo.
f) ¿Odias madrugar? – Sí, odio.
g) ¿Consigues mejorar? – No, no consigo.

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4. Sustituir las palabras repetidas (mujer, hombre) por otras:

Un hombre de 29 años ha sido detenido como presunto agresor de una mujer, en la localidad de
X. Los hechos ocurrieron a la una y media de la madrugada del pasado día 10.
La mujer denunció lo ocurrido en la comisaría, y facilitó una descripción física del
hombre. Además de estos datos, otra pista fundamental para identificar al hombre se obtuvo de
la escasa conversación que la mujer tuvo con el hombre: el hombre dijo ser oriundo de un
pueblo de Cuenca.
A primera hora del martes se interceptó a un hombre que respondía a las características
físicas facilitadas por la mujer, y que era natural de un pueblo de Cuenca. El hombre,
identificado como X.X.X., fue detenido y reconocido.

5. Señalar los mecanismos utilizados para mantener el referente “paparazzi” en el


siguiente texto:

El “paparazzi”
El paparazzi vendería a su queridísima y anciana madre por una exclusiva. Pero,
mientras tanto, tiene que trabajar. Su feudo son las islas del Mediterráneo, sobre todo Mallorca,
que tiene, además de paisajes lindos, todos los ingredientes para estos profesionales de la
liturgia mundana. Su oficio es arriesgado, ya que, para lograr una fotografía rentable de un
famoso, igual hay que escalar una montaña, subirse a un globo, disfrazarse de empleado de la
Telefónica o de lagarterana o enfundarse un traje de buzo. Y los riesgos no acaban aquí. Entre
los miembros de este gremio, casi tan excéntrico como el de los corresponsales de guerra,
circulan leyendas de fotógrafos que fueron atacados por los doberman de un traficante de armas,
por los guardaespaldas de una top-model que pretendía destruir el carrete con las valiosas fotos
o por los puños de una estrella de cine más agresiva de lo normal. [...] (S. Pàmies, El País: 29-
VIII-1995).

6. En el siguiente texto, señala las referencias al funcionario, a la mosca y sus


vueltas, acrobacias y zumbidos:

Era un poco tarde ya cuando el funcionario decidió seguir de nuevo el vuelo de la mosca. La
mosca, por su parte, como sabiéndose objeto de aquella observación, se esmeró en el
programado desarrollo de sus acrobacias zumbando para sus adentros, toda vez que sabía que
era una mosca doméstica, común y corriente y que entre muchas posibles la del zumbido no era
su mejor manera de brillar, al contrario de lo que sucedía con sus evoluciones cada vez más
amplias y elegantes en torno al funcionario, quien viéndolas recordaba pálida pero
insistentemente y como negándoselo a sí mismo lo que él había tenido que evolucionar
alrededor de otros funcionarios para llegar a su actual altura, sin hacer mucho ruido tampoco y
quizá con menos gozo y más sobresaltos pero con un poquito de mayor brillo, si brillo podía
llamarse sin reticencias lo que lograra alcanzar antes de y durante su ascenso a la cumbre de las
oficinas públicas.
(A. Monterroso, Cuentos, Madrid, Alianza Editorial.)

7. Señalar qué palabras utiliza el autor para referirse al protagonista de la obra –


Augusto Aixelà– y a su riqueza, sin tener que repetir los mismos vocablos:

En los años cincuenta de nuestro siglo vivía en la localidad de San Ubaldo de Bassora
(provincia de Barcelona) un hombre muy rico llamado Augusto Aixelà de Collbató. Era el
último descendiente de una antigua estirpe de terratenientes, cuya laboriosidad, sensatez y tesón
habían hecho posible que un apellido noble y una fortuna considerable llegasen hasta él, para
extinguirse previsiblemente a su muerte, ya que en las fechas en que se inicia este relato y

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aunque su edad corría parejas con el siglo, permanecía soltero. El grueso de su fortuna provenía
de una finca de casi 300 hectáreas, situada a caballo entre los términos municipales de San
Ubaldo (más tarde asimilado al de la ciudad de Bassora) y de Santa Gertrudis de Collbató, de
donde provenía una de las ramas del tronco familiar; en dicha finca, conocida en todo el
contorno por el apelativo de “casa Aixelà”, se asentaba la vivienda ancestral de esta ilustre
familia.
(E. Mendoza, El año del diluvio, Barcelona, Seix Barral.)

6. Actividad: mejorar el texto eliminando lo que sea accesorio:

Un día, una aldeana con sus dos hijos se dirigían a su casa, caminando lentamente porque
estaban muy fatigados. Estando madre e hijos ya cerca de su casa, vieron brillar dentro de la
casa una lucecita que iluminaba débilmente las habitaciones interiores.

7. Comparar los siguientes enunciados, ¿qué diferencias de sentido puede apreciar


entre ellos?

(1) a. María es muy inteligente. Invierte en deuda pública.


b. María es muy inteligente. Sin embargo, invierte en deuda pública.

(2) a. Es un chico guapo, inteligente, agradable y, además, tiene sentido del humor.
– Por supuesto, es la pareja ideal.
b. Es un chico guapo, inteligente, agradable y, además, tiene sentido del humor.
– Ya, pero no me gusta.

8. Indique las funciones de los marcadores discursivos, señalados en cursiva, en el


siguiente texto:

Peajes: ¿podemos ir al fondo del asunto?

Es muy difícil generalizar los peajes en España. Es dudosa su viabilidad jurídica en


los tramos de autovía sin alternativa. Por otra parte, los costes materiales de implantar
instalaciones y sistemas para cobrar peajes en toda la red son elevados. Además, esto
impone costes futuros de gestión (personal en cabinas, etcétera) nada despreciables.
Aunque no hubiese tantas dificultades, ¿conviene extender el sistema de peajes? En
general, está bien que el coste de lo consumido lo pague quien lo consume. Pero en la
teoría económica está aceptado que financiar autopistas con peajes es ineficiente. [...]
Los argumentos teóricos para la financiación presupuestaria de las carreteras son
contundentes. Por eso, en los países anglosajones y los del centro y el norte de Europa
éste ha sido, y es, el modelo general de provisión de autopistas. [...]

Dado que existen problemas jurídicos, prácticos y teóricos, para generalizar el peaje,
veamos la otra opción: eliminarlos. Una red sin peajes sería más eficiente, acabaría con las
disparidades territoriales y nos acercaría al modelo centro/norte europeo. Pero suprimir los
peajes plantea exigencias que no se pueden obviar. Primero, las concesionarias tienen
derecho a indemnización. Segundo, el mantenimiento en condiciones correctas de las vías
donde se suprima el peaje constituirá una fuente adicional de gasto público.
(E. Montolío (coord.), Manual práctico de escritura académica, 2, Barcelona, Ariel.)

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9. Completar los siguientes enunciados introduciendo los marcadores discursivos
que se indican a continuación: por tanto, encima, sin embargo, es decir, además, por
cierto, no obstante.

1. Era esperable que lo nombraran ministro de obras públicas: su imagen es intachable, tiene una
sólida formación de ingeniero, conoce el sector público y ha gestionado varias empresas.
2. Según nuestro gerente, esta es una compañía muy seria. Nadie lo diría.
3. El Estado ha aportado una importante cantidad de capital a esa red de empresas
automovilísticas. Siguen presentando pérdidas.
4. Es una trabajadora incansable. Se marcha a las once de la noche, y se lleva papeles a casa.
5. Mañana el examen será en el aula 4. ¿Cómo está tu padre?
6. La mayoría de los alimentos son perecederos; se estropean en un intervalo de tiempo
relativamente corto.
7. La mayor longevidad permite a la mayoría experimentar consecutivamente varias relaciones
duraderas importantes; si una relación fracasa, da tiempo a concluirla y probar de nuevo.

10. Sustituir los marcadores del discurso en cursiva por otros de sentido semejante

a) Se instalan donde quieren, lo ensucian todo y, encima, insultan a los que se atreven a decirles
algo.
b) Hemos creado la página web de la empresa en Internet y no está dando los resultados
comerciales que esperábamos. No obstante, deberíamos mantenerla como medida de prestigio y
diferenciación respecto de la competencia.
c) Las encuestas realizadas en nuestros hoteles sobre nuestros servicios alimentarios han dado
unos resultados muy satisfactorios; así pues, este año repetiremos el cursillo de formación del
personal de cocina.
d) Parte de los objetivos marcados para este ejercicio se han cumplido satisfactoriamente. En
consecuencia, hemos de pensar que hemos ajustado suficientemente los medios económicos
empleados para alcanzarlos.
e) El programa de actividades deportivas ha tenido muy buena aceptación por parte de los
clientes de nuestros hoteles. De todos modos, habrá que ampliarlo y variarlo para el próximo
curso, si queremos mantener el nivel de ventas.
f) La composición de los menús de los clientes de nuestra residencia no ha recibido apenas
quejas este año; ahora bien, habría que revisarlos, ya que los elaboramos hace dos temporadas.
g) Le advirtieron que llegara puntual a la cita con los empresarios japoneses. Sin embargo, se ha
presentado veinte minutos más tarde de la hora acordada. Por lo tanto, deberás hablar con él
para reprocharle su actuación.
h) Hace un tiempo, pensábamos erróneamente que los clientes no deseaban expresar su nivel de
satisfacción sobre el servicio recibido. El 95 % de encuestas contestadas nos dicen, por el
contrario, que el cliente sí desea dar su opinión, tanto si esta es positiva como si es negativa.

11. Intenta recuperar los marcadores discursivos que se han suprimido en el


siguiente texto:

Aprender a envejecer

Pienso que de la misma forma que a los niños y adolescentes se les enseña y prepara
intensamente durante años a afrontar las vicisitudes de la edad

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adulta, los adultos,………., deben aprender activamente a envejecer, a conocer y superar los desafíos
de la longevidad [...]
…………………. ante la senectud hay que aprender a adaptarse a una perspectiva diferente del
tiempo, pues, tras estar acostumbrados a planear para el futuro durante la mayor parte de la vida, a
sembrar, a estudiar o trabajar y a privarse de placeres inmediatos con el fin de recibir o recoger los
frutos y recompensas del mañana, los mayores se enfrentan progresivamente con la incertidumbre
preocupante de un futuro que cada día se acorta más, lo que hace que los proyectos a largo plazo no
tengan sentido. [...]
…………………., a medida que el futuro se marchita, el pasado se revaloriza, pues en la vejez es
importante repasar con benevolencia el ayer,
aceptar la inalterabilidad de la vida ya pasada y reconciliarse con los conflictos
que no se resolvieron, con los errores que no se rectificaron y con las oportunidades perdidas; es
valioso reconocer a lo largo de este proceso que ya no se dispone de tiempo para volver a caminos
que no se recorrieron. [...]
...................................................... , es esencial mantener en lo posible una cierta autonomía y
una vida independiente, lo que no siempre es una tarea fácil, ya que
durante esta fase tardía de la vida existen múltiples amenazas contra la autodeterminación, y la
energía es limitada. ................................ , el envejecimiento del cuerpo y de los sentidos
disminuye la libertad de acción, mientras que los órganos internos llaman la atención
constantemente con su mal funcionamiento. .... las condiciones económicas, que por lo general
empeoran en la vejez, restringen la capacidad de tomar decisiones libremente. Las aptitudes psíquicas
y sociales también se van mermando. .... es como si el proceso natural del desarrollo hubiese dado
marcha atrás.
(L. Rojas Marcos, La ciudad y sus desafíos, 59-69)

12. Redactar un breve texto a partir de los siguientes elementos de cohesión

En primer lugar
En segundo lugar
Además
Sin embargo
Por último/ Finalmente
En conclusión

32
SESIÓN 8. LA ESCRITURA CREATIVA AL ALCANCE DE TODOS

Planteamiento y objetivos

En esta sesión se pretende ayudar a perder el miedo a la página en blanco y


estimular a todos a redactar un texto con una cierta originalidad. Se trata, en definitiva,
de mostrar que el proceso de escritura puede aprenderse y que la ayuda de técnicas y
recursos literarios sirve también para enriquecer la redacción de textos de cualquier
naturaleza. Mediante ejercicios sencillos, propuestos a partir de pautas muy
determinadas y presentados como juegos, se busca potenciar la competencia lingüística
y expresiva, evitar fraseologías huecas y lugares comunes, y mostrar la extraordinaria
ductilidad de la escritura como medio de comunicación.
A veces parecemos olvidar que la escritura es una constante en nuestra vida
profesional y en nuestra vida personal, y, en consecuencia, forma parte de la
cotidianidad de todos nosotros. Escribir no constituye una excepción o una rareza en
nuestra vida diaria. Redactamos un trabajo, un informe una solicitud o un examen.
Enviamos un correo –electrónico o postal- o un SMS. Remitimos una carta al periódico
para expresar nuestra opinión sobre un asunto de interés colectivo. Dejamos una nota
para avisar de algo. Preparamos un guión para una clase o una exposición en público.
Imaginamos una frase para invitar a alguien a un acontecimiento especial o pensamos
unas palabras que acompañen a un regalo entrañable. Muchos llevan un diario personal.
Todos nos hemos propuesto escribir a la persona querida las más elocuentes palabras de
amor de que éramos capaces. Y algunos –muchos más de los que creemos- se
aventuran a adentrarse en los territorios de la poesía, la novela o el teatro. Todos somos
escritores. Y a nadie se le escapa la eficacia de la palabra escrita para conseguir un
objetivo, sea este la gloria literaria, la correspondencia de la persona querida, la
calificación positiva del examen o la satisfacción o la sonrisa de quien recibe una misiva
que hemos compuesto con acierto. Por ello, no está de más dedicar una sesión a
reflexionar sobre las posibilidades que tenemos de mejorar la creatividad de nuestra
escritura, para tratar de hacerla más ingeniosa, más elegante, más incisiva y más bella.
Nos puede servir como primera pauta la obra de Raymond Queneau, Ejercicios
de estilo (Ver bibliografía). En este libro, el autor escribe de noventa y nueve maneras
diferentes una anécdota sin aparente relieve narrativo. Para ello, aplica procedimientos
basados en la coerción. Paradójicamente, el resultado es la ampliación casi ilimitada de
las posibilidades expresivas y la presentación de la escritura como un juego divertido y
accesible a todos. Entre estos procedimientos, de fácil aplicación, aparecen juegos como
el lipograma, el S+7, el logo-rallye, la literatura definicional, el anagrama, etc., o
algunas figuras retóricas clásicas, como la perífrasis, la sínquisis o mixtura verborum,
la metáfora, la anáfora, el poliptoton, la lítotes, etc., y otras técnicas narrativas y usos
estilísticos, como los cambios de registro, de tipo de narrador o de punto de vista, la
sustitución de determinados términos por sinónimos, el empleo de jergas y juegos
lingüísticos, las reducciones drásticas, la conversión a géneros o estilos diferentes, etc.

Ejercicios 1

A partir de este modelo, proponemos los siguientes ejercicios:

1) Escribir una hipotética versión número cien del relato de Raymond Queneau.

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2) Escribir un texto propio en el que se utilicen los procedimientos: lipograma,
S+7 o literatura definicional.
3) Aplicar estos mismos recursos a un texto breve: un artículo del periódico del
día, un fragmento de una obra célebre, un manual de instrucciones, etc.
4) Elegir entre todos, aleatoriamente, tres palabras. Elaborar un relato breve que
incluya las tres palabras escogidas: la primera al principio del relato, la
segunda en su mitad y la tercera en su desenlace. (Logo-rallye)
5) Aplicar alguno de los procedimientos utilizados por Queneau (p.ej. la
sustitución de los sustantivos por sinónimos, lipograma, poliptoton, lítotes,
metáfora, etc.) al texto siguiente

Este año, España se queda sin la tradicional canción del verano, otra prueba de
que los tiempos están cambiando. Los expertos discográficos informan de que el
hito estival se adelantó a la pasada primavera. Fue entonces cuando ese actor
convertido en circunstancial cantante, David Fernández, promovido por una
cadena de televisión privada, La Sexta, llevó por todos los rincones el Chiki chiki.
David, bautizado en la vida musical como Rodolfo Chiquilicuatre, fue a
Eurovisión con su guitarra y su espectacular peluca con tupé. No triunfó, como
era previsible. Pero daba igual, porque no hizo el ridículo que le auguraban los
santones de lo musicalmente correcto ante la gran vulgaridad que el concurso
europeo exhibe desde innumerables lustros. (El país, 25.VIII.2008)

6) Reducir a escritura telegráfica el texto anterior


7) Escribir un anagrama personal (a partir del nombre u otro apelativo elegido)

Recursos estilísticos

Coerción: Consiste en la auto imposición de una exigencia o una norma adicional a la


hora de redactar un texto. Esta dificultad añadida obliga a aguzar el ingenio y
proporciona textos más sugestivos estilísticamente. Con frecuencia, los resultados son
hilarantes y disparatados, porque se trata de un juego que tiene como finalidad
paradójica la invitación a una mayor libertad compositiva. Además sirve de estímulo
literario y muestra las posibilidades y la ductilidad del lenguaje. A continuación,
hacemos referencia a algunas de estas coerciones, a las que habría que sumar las figuras
retóricas tradicionales, suficientemente explicadas en los manuales de retórica, algunos
de los cuales mencionamos en la bibliografía. Naturalmente cabe imaginar otras
coerciones, siempre que de ellas se obtenga un fruto literario interesante o divertido.

Lipograma: Juego literario consistente en escribir un texto en el que se omite una vocal.
El juego se ha practicado desde la literatura clásica griega, pero los momentos en los
que se ha recurrido al lipograma con mayor asiduidad coinciden con el barroco, con la
vanguardia histórica y la postvanguardia. Es referencia obligada la novela de George
Perec titulada La disparition, en la que el narrador renuncia a la letra e durante las más
de trescientas páginas del relato. En la literatura humorística española del siglo XX,
Jardiel Poncela lo practicó en alguna ocasión.

S+7: Otro juego literario practicado por el grupo Oulipo y por el propio Queneau, que
consiste en tomar un texto cualquiera como punto de partida y sustituir cada uno de los
sustantivos por el que aparezca en séptimo lugar, a partir del sustituido, en un
diccionario previamente seleccionado (DRAE, María Moliner, etc.)

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Logo-rallye: Un juego literario más, consistente en introducir en un texto de
composición propia, y en el orden preciso, unas palabras previamente seleccionadas.
Por ejemplo, puede pedirse a los alumnos esa lista de palabras que los demás habrán de
utilizar en su ejercicio.

Literatura definicional: Otro juego propio del grupo Oulipo. Consiste en sustituir los
sustantivos (o los verbos o los adjetivos) de un texto previamente elegido por las
definiciones que de ellos ofrece el diccionario. El juego puede proseguirse mediante la
sustitución de los sustantivos del texto resultante por los que aparecen a su vez en la
definición que el diccionario ofrece de estas palabras. El juego, de resultados
disparatadamente cómicos, familiariza al alumno con el uso del diccionario, como
ocurría con el S+7, ayuda a perder el miedo a la escritura y además proporciona
herramientas para explorar posibilidades léxicas y retóricas diferentes.

Ejercicios 2

Se pueden proponer otros ejercicios de escritura a partir de paradigmas distintos. Por


ejemplo:

1) Tomar como referencia una noticia del periódico para construir, mediante una
interpretación libre, un relato de extensión muy breve. (Por ejemplo, ciento
cincuenta palabras)
2) Tomar como referencia una imagen (fotografía, cuadro, etc.) para construir, a
partir de ella, un relato de extensión muy breve.
3) “Rellenar” el siguiente esquema de una historia: A se encuentra con B y le pide
algo que B se resiste a conceder. Casualmente aparece C. A entiende que C lo
apoyará y recaba su ayuda, pero C parece inclinarse hacia la posición que
representa B.
4) “Rellenar” el siguiente esquema de una historia: A debe entregar un objeto en un
lugar (barrio, ciudad) que no le es familiar, pero no encuentra la dirección
precisa. Aborda a B para preguntarle por la calle buscada. B parece conocer con
exactitud el lugar y se muestra afable y dispuesto a guiarle a su destino, pero el
trayecto se dilata inopinadamente. La situación adquiere un desenlace
imprevisto, pero humorístico o entrañable.

Ejercicios 3

El libro de Julio Cortázar, Historias de Cronopios y de famas puede proporcionar


también algunos modelos para el trabajo de escritura creativa. En su sección titulada
“Manual de instrucciones” figura el célebre relato “Instrucciones para subir una
escalera”, en el que explica precisamente lo que el título indica, como si tratara de una
tarea que requiriera de esas indicaciones y no de una actividad que ejecutamos de forma
casi automática. La lectura del relato podría ofrecer un punto de partida para escribir
unas instrucciones sobre una tarea que, en principio, no parezca requerirlas, p.ej.: beber
un vaso de agua, cerrar una puerta, llamar por teléfono, lavarse las manos, ponerse el
abrigo, abrir un libro, tomar un objeto de una estantería, pulsar un interruptor, servir
una copa de vino, atarse los zapatos, etc.

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Bibliografía
Cortázar, Julio: Historia de Cronopios y de famas, Barcelona, Pocket-Edhasa.
Lausberg, H.: Manual de retórica literaria, Madrid, Gredos.
Queneau, Raymond: Ejercicios de estilo, Madrid, ed. Cátedra.
Sanchis Sinisterra, José: Dramaturgia de textos narrativos, Ciudad Real, ed. Ñaque
Spang, Kurt: Fundamentos de retórica, Pamplona, Eunsa.

36
SESIONES 9-13. LA EXPOSICIÓN ORAL

Consideraciones previas y objetivos

Todos nos vemos obligados a hablar en público. Muchas profesiones exigen


precisamente esa capacidad para exponer oralmente los conocimientos específicos que
su tarea demanda: profesores, periodistas, locutores, abogados, políticos, gestores,
directivos, actores, comerciales, guías, asistentes, etc. Y muchas otras ocupaciones
demandan de los profesionales la capacidad, al menos ocasional, para verbalizar
opiniones o informes en debates, encuentros, coloquios o presentaciones. Pero la
expresión oral no se reduce al ámbito de lo profesional. Son muchos los momentos de la
vida familiar o social que piden la utilización de la palabra: celebraciones, reuniones de
vecinos, asambleas, etc. Y siempre se estima y hasta se envidia el dominio del discurso
oral. Quien sabe hablar bien resulta más agradable, mejor considerado y más eficaz en
su tarea profesional o en sus relaciones humanas.
La enseñanza académica en España ha solido prestar escasa atención a la
expresión oral. Así, es frecuente que los alumnos e incluso los titulados
universitarios encuentren serias dificultades cuando tienen que hablar en público, por
sencilla que sea su intervención. Las sesiones siguientes tienen como objetivo ayudar a
superar estas posibles carencias y a potenciar las capacidades oratorias de cada uno.
Para ello, ofreceremos unas sencillas pautas que pueden servir de referencia para
preparar una intervención oral, de mayor o menor extensión. Es sabido que algunas
personas disponen de unas condiciones naturales que favorecen la elocuencia. A ellas
les resultará más fácil la expresión oral y sus intervenciones serán más brillantes. Pero,
a la mayor parte de nosotros, hablar en público nos exige algún esfuerzo y una
concienzuda preparación. Nuestros resultados probablemente no serán tan lucidos, pero,
si observamos algunas indicaciones y nos ejercitamos en la tarea, podemos salir
airosamente de las situaciones que requieran el uso de la palabra. Como tantas otras
cosas, la expresión oral se puede mejorar con el aprendizaje y la práctica. Este es el
objetivo que ahora perseguimos.
Hemos considerado oportuno que estas sesiones comiencen con una exposición
teórica, que aborde las características y necesidades de la exposición oral, para la cual
proponemos un breve esquema que se incluye más abajo. Pero la naturaleza de este
apartado exige la práctica de la expresión oral. Aunque el tiempo de que disponemos es
exiguo, consideramos imprescindible la realización de algunos ejercicios de expresión
oral, para lo cual propondremos algunos textos y otras sugerencias diversas.
Antes de proceder a la exposición, sugerimos empezar con una “lluvia de ideas”
propiciada por la pregunta a los alumnos acerca de cuáles deben ser las características
de una buena exposición oral. A título de ejemplo, proponemos algunas como: clara,
concisa, coherente, breve, natural, simpática, ponderada, entusiasmada, estimulante,
amena, divertida, segura, etc. Pero podrían pensarse otras características o formularse
estas de manera distinta. Naturalmente, muchos de los conceptos y criterios que hemos
empleado al tratar de la expresión escrita son muy útiles para explicar el discurso
verbal. Tras el comentario o debate que se suscite, se puede proceder a la presentación
teórica, que irá siempre acompañada por ejemplos y atenderá a preguntas e
intervenciones.

CARACTERÍSTICAS DE LA EXPOSICIÓN ORAL

37
La retórica clásica hablaba de 4 aspectos:
Aptum (Adecuación)
Puritas (Corrección)
Perspicuitas (Claridad)
Ornatum (Elegancia estética)

FINALIDAD DEL DISCURSO


La tradición retórica confiere al discurso la función de persuadir.
Cicerón, en el Orator (46 a C.), pretende que el orador: demuestre (probet), incline
(flectet) y agrade (delectet).
Otros retóricos, desde una consideración muy semejante del discurso, enuncian sus
funciones con los términos siguientes: docere (enseñar), delectare (agradar) y movere
(conmover).

TIPOS DE DISCURSO
Se corresponden con las tres funciones del lenguaje de las que habla Bühler:
representativa, apelativa y expresiva. Atienden a la intencionalidad dominante del
discurso, a las situaciones en las que se pronuncia y a los contenidos que aborda. Pero
son muy habituales los discursos que combinan dos o hasta tres tipologías de las que
han sido mencionadas.

1. Expositivo: Discurso de contenido fundamentalmente informativo o científico,


que versa sobre materias o asuntos considerados objetivos (disciplinas
académicas, explicaciones de carácter científico, presentación informes basados
en hechos o datos concretos, etc.). Es el discurso más frecuente en clases,
conferencias y similares, pero también en determinadas presentaciones. Se
corresponde con la función representativa del lenguaje. La intención del discurso
se encamina o se proyecta hacia una tercera persona: el ello, la materia sobre la
que versa y ante la que se adopta una actitud (siempre relativamente) imparcial u
objetiva y a la que se supone el prestigio indiscutido de lo científico. Son
especialmente importantes la claridad, el orden, el rigor y la precisión. Y, para
compensar una hipotética aridez de la materia, el orador habrá de procurar
ofrecer una cierta dosis de amenidad. En el texto 14 proponemos un modelo de
discurso expositivo. En el texto 4 se propone también una variante –curiosa- de
este tipo de discurso.

2. Argumentativo: Se corresponde con la función apelativa del lenguaje. Este tipo


de discurso está destinado a persuadir a un auditorio. Pueden tener carácter
político, social, laboral, religioso, moral, etc. Se busca una adhesión intelectual –
y también emocional- de los oyentes. Hay que convencer con argumentos y con
estrategias, pero también se suele apelar a los sentimientos. El orador deberá
considerar siempre si se encuentra ante un público convencido, neutro o adverso.
La intención del discurso, aunque este verse también sobre una materia
que se presenta como verdadera, se proyecta hacia una segunda persona (tú o
vosotros), porque precisamente se trata de recabar la adhesión del oyente. Es
importante la coherencia de la argumentación, aunque también puede ser
conveniente desarmar, minimizar o hasta ridiculizar sutilmente los posibles
argumentos del contrario, pero sin caer en el exceso o en razones elementales,

38
lo que podría volverse en contra de nuestras propias posiciones. No es oportuno,
sin embargo, recurrir a los sofismas, es decir, a las falsificaciones argumentales
–ni mucho menos de los datos-, pero sí es conveniente utilizar una estrategia
que nos sea favorable: obviar o soslayar aquellos aspectos que puedan resultar
incómodos de defender y potenciar aquellos elementos que cuenten a priori con
la simpatía del auditorio. La eventual utilización del argumento ad hominem
debe hacerse con prudencia y ponderación. En el texto número 8 podemos
encontrar un curioso ejemplo de discurso argumentativo, contaminado con
elementos propios del discurso emotivo. En el texto 15 proponemos otro modelo
de discurso argumentativo.

3. Emotivo: Es el discurso conmemorativo de algún acontecimiento que implica


personalmente al orador: Una celebración, un homenaje, una despedida, el
recuerdo del fallecimiento de un ser querido, ciertos actos académicos, etc.
Dominan en este discurso los aspectos emocionales y sentimentales, aunque
siempre es bueno un cierto grado de contención y equilibrio. Se corresponde con
la función expresiva del lenguaje. El discurso se vuelve hacia el propio orador,
es decir, a la primera persona, el yo, aunque procura establecer una cierta
comunión emocional con los asistentes al acto, de manera que se orienta hacia
un nosotros. Así, hay que crear una corriente de simpatía entre el auditorio,
aunque sin llegar a excesos que resultarían ridículos y desvirtuarían la finalidad
del discurso. El exceso de emoción resulta con frecuencia ridículo y risible, y
siempre falto de elegancia.
En el texto número 10 proponemos un ejemplo clásico de discurso
emotivo.
Una sugestiva síntesis de los tres tipos de discurso podemos encontrarla
en el que se recoge en el texto número 12.

Otros tratadistas, a partir de los referentes ciceronianos, hablan de discurso judicial


(cuya finalidad sería probar), deliberativo (cuya finalidad sería inclinar) y
epidíctico (cuya finalidad sería deleitar).

LA PREPARACIÓN Y LA EJECUCIÓN DEL DISCURSO

La retórica clásica distinguía cinco componentes del discurso: inventio, dispositio,


elocutio, memoria y actio.

1. Invención (inventio): Materia o contenidos del discurso. El contenido principal


está compuesto de ideas, datos, tesis, hipótesis, conceptos, proposiciones,
argumentos, etc. Para reforzar estos contenidos principales recurrimos a citas,
ejemplos y anécdotas. Se suele aconsejar que las partes del discurso tomen
como punto de partida los contenidos principales y solo después ser recurra, por
este orden, a las citas, ejemplos y anécdotas, aunque puede haber excepciones a
esta regla. Al hablar de la dispositio tendremos ocasión de abundar sobre ello.
Es preciso preparar los contenidos con rigor y originalidad,
documentarse, consultar diccionarios, bibliografía, y otros materiales, y
reflexionar sobre lo que se quiere decir. El contenido del discurso es inseparable
de la intencionalidad: qué diremos y con qué finalidad y objetivos. Es un
aspecto que debemos tener previamente claro. Aunque vamos a insistir en los

39
aspectos formales de la intervención, es evidente que buena parte del éxito de
un discurso se encuentra en el interés de lo que se dice, en el conocimiento de la
materia de la que se trata. La preparación previa y la preparación remota son
imprescindibles para la eficacia del discurso. Es difícil interesar a un auditorio
en una materia sobre la que uno no tiene un conocimiento preciso y, si es
posible, amplio. Y ese conocimiento debe generar una pasión contagiosa. Es
precisa la imaginación y elaboración en el tratamiento.
Los retóricos hablan de los loci o catálogo de puntos orientativos para el
descubrimiento de las distintas facetas de un asunto: quis, quid, ubi, quibus
auxiliis, cur, quomodo, quando – quién, qué, dónde, con qué medios, por qué,
cómo, cuándo- (Matthieu de Vendôme, siglo XII).

2. Disposición (dispositio): Se refiere a la estructura y composición del discurso.


La estructura clásica del discurso responde al mismo modelo que la narración o
el teatro: Planteamiento (presentación, introducción), nudo (desarrollo) y
desenlace (conclusión). A partir de este modelo, podemos recurrir a formas de
composición circulares, paralelas (con el posible uso de las comparaciones o
incluso de la fuga,), formas lineales-cronológicas, formas antitéticas (tesis,
negación de la tesis, refutación de la negación o recurso al esquema dialéctico de
tesis, antítesis, síntesis), etc. Es preferible una cierta elaboración del discurso y
no la mera secuencia de ideas o elementos.
Se recomienda que el orden del discurso (o de las partes que lo
compongan) sea este: Ideas principales, secundarias, citas, ejemplos, anécdotas.
Pero en ocasiones la cita deberá estar inmediatamente después de la idea
principal, como argumento de autoridad, o incluso antes de ella, si se va a tomar
como absoluto punto de referencia o se va a rebatir un axioma tenido como
indiscutible hasta el momento. Así, a veces, puede ser conveniente tomar como
punto de partida una cita contundente, prestigiosa, brillante, aguda o polémica.
Excepto que el discurso verse precisamente sobre citas, es preciso no abusar
excesivamente de ellas, porque pierden contundencia. Es también preferible no
recurrir a citas demasiado conocidas ni ser pedante con citas demasiado
rebuscadas o ajenas a la materia del discurso. En este aspecto, como en casi
todos los relativos al discurso, la mesura siempre es un buen criterio.

3. Elocución (elocutio): Hace referencia al estilo y a los recursos expresivos del


discurso. La retórica tradicional distinguía entre tres niveles estilísticos: Estilo
llano, estilo medio y estilo elevado. Pero más allá de esta clasificación, el orador
habrá de tener en cuenta, en primer lugar, el decoro y la adecuación a las
situaciones y a los auditorios. En segundo lugar, ha de considerar la riqueza de
herramientas retóricas de las que puede disponer y que enriquecerán y harán
eficaz y hermoso su discurso. Por ejemplo, la diversidad de registros
lingüísticos, tonales, presenciales y gestuales o la utilización (moderada y
precisa) de las figuras retóricas. La metáfora, el símil, la metonimia, el
oxímoron, la antítesis, la anáfora, la reticencia o el paralelismo son algunas de
las más eficaces. El manejo de las figuras debe ser original y personal, sin
incurrir en lo manido o en lo recurrente, pero no hay por qué prescindir de ellas,
ya que son muy útiles en el discurso oral. Es valorable también un cierto ingenio
(no desproporcionado) en la expresión, y, en la medida de lo posible, hay que
huir de clichés, tópicos y muletillas (De alguna manera, en base a, a nivel de,

40
bajo el punto de vista…). Y en muchas ocasiones puede ayudar el recurso
(moderado) al humor o a la ironía.

4. Memoria (memoria): Aprendizaje del discurso o preparación en su caso.


Cuando se tienen condiciones para ello, resulta más brillante y mas contundente
el discurso pronunciado sin la ayuda de papeles, pero habitualmente esto no es
posible o no es conveniente (peligro de olvidos o equivocaciones, nerviosismo,
precipitación, desorden, etc.), por lo cual será bueno preparar un guión o, en el
caso más extremo, redactar el discurso para leerlo ante el auditorio. Si se opta
por esto último, habrá de cuidarse especialmente la entonación para no hacer
aburrido e insoportable el discurso. Y, siempre que se pueda, ha de levantarse la
vista del papel y mirar al auditorio.

5. Acción (actio): Ejecución y pronunciación del discurso. La retórica clásica


hablaba de: Disposiciones naturales (natura), reglas retóricas (ars), asiduidad o
constancia (studium), práctica (exercitatio) e imitación de los modelos
reconocidos (imitatio). Como más tarde veremos, son muy importantes aspectos
como la dicción, la prosodia, el vestuario, la presencia física, la gestualidad, etc.

EL DISCURSO. PROCESO DE LA INTERVENCIÓN

A continuación presentamos un recorrido por los momentos del discurso y ofrecemos


algunas sugerencias que pueden facilitar la tarea al ponente.

a. Es necesario preparar bien los materiales que se van a utilizar y no dar lugar a
imprevistos, pero conviene llevar solo lo imprescindible.
b. Hay que llegar al lugar en el que se presentará la exposición con un cierto
margen de tiempo, en previsión de contratiempos. Además, la antelación puede
ayudarnos a familiarizarnos con el espacio y contribuirá a que estemos serenos
antes de la intervención.
c. Debemos tratar de ofrecer una sensación de naturalidad, de orden y dominio de
la situación, para lo cual hay que cuidar la relación con los objetos que se portan
y con los que se van a utilizar. Deben colocarse de manera que no estorben la
visibilidad. Los objetos tienen que estar al servicio de quien habla y no a la
inversa. Nunca nos debemos parapetar tras los objetos, sino que debemos
mostrarnos sin miedo y sin arrogancia.
d. Actitudes internas: Preparación mental. Adoptar actitudes positivas, amistosas y
de respeto al auditorio. El auditorio no es el enemigo. “Voy a hacerlo bien: les
va a merecer la pena escucharme”. Modestia. Es buena una cierta tensión.
e. Actitudes exteriores: Cuidado del vestuario. Que sea adecuado a la situación y
en consonancia con lo que uno quiere mostrar de sí mismo a los otros. La
noción clásica de decoro aplicada al vestuario. Comodidad: que no se convierta
en una trampa.
f. La superación del miedo inicial. Relajación. El uso adecuado de la respiración.
Posibilidad de utilizar algunos trucos o algunos resortes que tranquilicen nuestro
ánimo y nos estimulen. El objeto fetiche. Gestos o acciones físicas.
g. Tratamiento al público. Es preferible excederse en la cortesía que quedarse por
debajo de ella. Si no existe mucha y sobradamente acreditada confianza
(compañeros de curso, amigos, familiares, etc.), es conveniente tratar de usted

41
al auditorio. En el caso de que parezca preferible tratar de tú, y salvo
excepciones como la citada, es mejor pedir permiso. “Si os parece, (si no tenéis
inconveniente), nos tratamos de tú, porque nos encontraremos más cómodos,
porque resultará más cordial, porque me siento entre compañeros” u otra
fórmula semejante.
h. Es bueno empezar hablando despacio, con precisión y con aplomo. Escucharse a
uno mismo. Eso dará seguridad para continuar con mayor confianza y
tranquilizará también al auditorio y le ayudará a entrar en el tema y en la
situación emocional idónea.
i. El comienzo de la intervención. Saludos de cortesía y agradecimientos. La
captatio benevolentiae. La protesta de humildad. Es preciso ganarse la
simpatía o la atención de quien va a escucharnos. El empleo del humor, el relato
de una pequeña anécdota, unas palabras emotivas y sinceras, etc., pueden
contribuir a ese objetivo. Hay que tratar de evitar los tópicos y no hay que
demorarse demasiado en el comienzo.
j. El planteamiento: Introducción al tema que se va a abordar. Delimitarlo con
claridad o crear una cierta expectativa sobre lo que se va a decir, a manera de
ligero enigma. Hay que observar una cierta proporcionalidad entre lo que se
propone y lo que se ofrecerá finalmente.
k. El desarrollo de la intervención. Hay que darle mucha importancia al ritmo, al
empleo de las pausas, a la entonación, al fraseo, a la musicalidad. La respiración
no debe ser entrecortada ni violenta, debe permitir una emisión serena. Con
naturalidad, debemos esforzarnos por vocalizar, por utilizar una dicción clara,
una emisión de la voz limpia.
No hay que alterar los acentos fónicos para enfatizar, ni tampoco alterar
la puntuación del lenguaje escrito. Sí pueden ser buenas otras “licencias”:
pausas, destacar una palabra, silabear (solo en algún caso), recurrir a los
“relieves” que puede proporcionar la voz, etc. Hay que evitar la monotonía, pero
hay que mantener siempre el sentido del discurso. Podemos recurrir también
(moderadamente) a la interrogación retórica, al uso de un leit-motiv o, como
se decía más arriba, a otras figuras retóricas. Hay que tratar de evitar las rimas
internas.
Algunos actores hablan de la palabra clave de la frase. O la frase clave
del párrafo. (“Portador de sentido”). Más adelante propondremos algún ejercicio
al respecto.
Ha de atenderse a la intencionalidad, a lo que pretendemos con el
discurso y con cada una de sus partes estructurales. En teatro se habla de
subtexto, es decir, de aquello que comunicamos, o que dejamos entrever, más
allá del sentido literal de la palabra.
l. La posición adecuada. La proxémica (o prosémica). En
determinadas circunstancias es preferible hablar de pie, bien paseándose, bien en
un lugar fijo (una mesa, un atril). Esa postura ofrece una mayor sensación de
dinamismo. Si se habla ante un atril o ante una mesa, es mejor dejar una cierta
distancia respecto al atril o la mesa. Es preferible permanecer erguido, sin
cruzar las piernas, a ser posible, con naturalidad y sin arrogancia, aunque con
personalidad y seguridad. No apoyarse (al menos no hacerlo de manera
continuada), ni ofrecer sensación de cansancio. Si es conveniente, se puede usar
la pizarra para anotar algunas cosas (nunca demasiadas), lo que proporciona
cierto juego y dinamismo. No es bueno “refugiarse” en la pizarra, como no es
bueno refugiarse en el ordenador, en el power point o en otras formas de

42
proyección, aunque pueden utilizarse, si es oportuno hacerlo y se tiene un cierto
dominio técnico sobre estos medios.
El área de la personalidad: la columna, el torso. Dar sensación de
personalidad acusada, de vitalidad y energía es importante, algo que el oyente
valora, pero sin exceso, ni prepotencia, porque estas actitudes podrían intimidar
o producir rechazo en quien escucha. Paradójicamente los oyentes valoramos
también una cierta proximidad que se traduce a veces en la comprensión de una
relativa fragilidad en quien habla, en algo que le haga semejante a nosotros.
Muchas veces será preferible, o simplemente necesario, sentarse. Entonces el
orador ha de permanecer erguido (también la voz sale mejor así), un poco
separado de la mesa y con las manos encima, visibles, libres o empleadas en
una relación discreta con algún objeto: bolígrafo, libro, papeles (ocasionalmente
el agua), etc. Es bueno tener en cuenta si la mesa tapa o no la parte inferior de
nuestro cuerpo y obrar en consecuencia (piernas, gestos, etc.).
m. Las distancias. Se habla de 4 tipos de distancias (divididas a su vez en cerca y
lejos): 1. Distancia íntima: cerca: contacto corporal; lejos: 20-60 cm.; 2.
Distancia personal: cerca: 60-90 cm.; lejos: 100-150 cm.; Distancia social:
cerca: 150-200 cm.; lejos: 200-400 cm.; Distancia pública: cerca: 400-800 cm.;
lejos: más de 800 cm.
n. La expresión corporal. Los sentimientos se expresan a través del movimiento
corporal y el movimiento influye – o puede influir- sobre los sentimientos y el
espíritu. Ejemplos. Todas las acciones motoras, sensomotoras y psicomotoras se
denominan en conjunto lenguaje corporal. El lenguaje corporal es
comunicación espontánea e instintiva, pero al mismo tiempo calculada. El
lenguaje corporal es un paralenguaje y acompaña a toda expresión verbal.
Puede acentuar su significado, modificarlo matizarlo o anularlo. El lenguaje
corporal es objetivo y mensurable (al menos, su dimensión y sus cualidades
temporal y energética), pero su interpretación es parcialmente subjetiva. (Rebel).
El lenguaje corporal es revelador de nuestro estado de ánimo y de nuestras
actitudes, y a un tiempo es parcialmente programable y puede ser útil para
nuestros propósitos.
o. El área de la expresividad: el rostro y las manos. La expresividad del rostro. La
kinesia (Cinésica, cinesia, quinesia…). La mirada tiene que ser serena,
comprensiva, atenta, pero no escrutadora, habitualmente. Mirar a los ojos –
entrecejo, dicen algunos- a varios de los asistentes de forma alternativa, de
manera que dé la sensación de que miramos personalmente a cada uno. No
quedar “atrapado” por la mirada de uno o de unos pocos, como si buscáramos su
aprobación o su indulgencia. No mirar al techo, a las paredes, al suelo, a la
ventana o al infinito. La cabeza debe permanecer erguida, desde luego, pero, en
ocasiones, ladear ligeramente el cuello ofrece sensación de afecto, amistad o
simpatía hacia quienes escuchan. Es una postura adecuada en las preguntas, por
ejemplo. Un efecto semejante podría tener el asentimiento ligero de cabeza o,
simplemente, adelantarla de forma ligera hacia el interlocutor. Es bueno que la
expresión del rostro deje traslucir una cierta emoción, una empatía, un
compromiso con lo que se está diciendo. El rostro acartonado da sensación de
indiferencia, de antipatía, de miedo al auditorio, de desapego o, simplemente, de
falta de seguridad y costumbre. Siempre con naturalidad y espontaneidad. Para
ello, el rostro debe relajarse. Si se habla para una cámara ha de recordarse que
magnifica notablemente los gestos, de manera que habrá que mostrarse
especialmente sobrio y comedido con la gestualidad facial, aunque nunca

43
inexpresivo (por la misma razón). Condiciones naturales y ensayos (cuidado con
artificiosidades o amaneramientos). Implicación con lo que se dice: ayudará a la
expresividad.
p. La expresividad de las manos. Cómo deben utilizarse. Las manos aportan la
otra fuente principal de expresividad. Hay personas naturalmente expresivas en
el movimiento de las manos, pero no suele ser lo habitual. Por tanto, hay que
cuidar algunos criterios. Defectos que deben evitarse: Nunca taparse con ellas, ni
tapar la boca u obstaculizar la voz. Tender a que los brazos permanezcan
semiabiertos. No es bueno levantar las manos en exceso: no por encima de la
cabeza, como si se temiera que el techo se fuera a venir abajo, excepto si en
alguna ocasión se pretende esbozar un gesto muy expresivo o contundente (que
casi siempre tendrá sentido humorístico o burlesco, porque los gestos
grandilocuentes pueden producir la risa en cuanto se perciben como excesivos).
Tampoco agitarlas ni hacer con ellas movimientos excesivamente violentos. No
debe apuntarse con el índice, porque resulta muy amenazador. Pero no solo han
de advertirse los inconvenientes de un mal uso de las manos, sino servirse de sus
posibilidades expresivas. Por eso, no hay que esconderlas o meterlas en el
bolsillo, ni aferrar el micrófono, como si alguien se lo fuera a llevar o a la mesa,
como si quisieran arrancarnos de allí. Hay que utilizarlas con la mayor
naturalidad posible. Pueden subrayar o intensificar aspectos del discurso, pero
también suavizarlo, matizarlo o relativizarlo. Pueden producir efectos de ironía
o de humor o de encuentro o empatía con el auditorio. Es mejor no ser
redundante, es decir, las manos no deben expresar exactamente lo mismo que
dice la palabra, lo que llevado al extremo resulta o cómico o ridículo. Puede
ayudar el uso de un bolígrafo, el recurso moderado a un libro o a unos papeles,
pero con cuidado (no “alinearlos” demasiado) o romper de vez en cuando las
expectativas o la previsibilidad del gesto.
El ofrecer la palma de la mano sugiere afecto, amistad o confianza
(siempre que no se haga con los brazos rígidos y movimiento brusco, que
sugeriría rechazo, distancia, miedo, etc.). El dorso de la mano, por el contrario,
sugiere prevención u oposición a algo
q. Otros elementos relativos a la presencia física. No importa alguna
“imperfección”, que hace más humana la intervención y hasta más entrañable,
personal o divertida, siempre que no sea excesiva. Algún gesto propio, alguna
ligera “manía” expresiva o similar.
r. Incidentes, imprevistos y contratiempos. Asumirlos siempre, adelantarse e
incorporarlos a la propia intervención. Nunca rehuirlos. Tomarlos con
naturalidad y con humor.
s. Cómo terminar una intervención. Hay que evitar el efecto del “aterrizaje
fallido” o la brusquedad excesiva. No demorarse en exceso ni dar ocasión a que
el moderador nos retire la palabra. Terminar con un rasgo de humor o de
cordialidad, con un elemento de ingenio o de afecto. Quizás con una frase
acertada e incisiva o quizás una síntesis clara o una expresión de ánimo o de
simpatía. Un buen final puede arreglar una intervención mediana. Previamente
conviene exponer una conclusión breve y clara que se desprenda de lo dicho,
aunque no necesariamente ha de ser redundante.
t. Si la intervención es en grupo (presentación de un equipo, mesa redonda,
diálogo o entrevista, etc.), han de tenerse en cuenta cuestiones como la
distribución equilibrada de tareas y la armonía entre quienes intervienen
(Establecimiento de códigos, tiempos y pautas de intervención, potenciación de

44
los aspectos positivos favorables de cada uno de los miembros del grupo, etc.).
Hay que potenciar actitudes de inclusión y no de exclusión, que deben
visualizarse. Es especialmente importante la actitud física cuando no se está
hablando, sino escuchando a los compañeros, reforzando su intervención, sin
reclamar para uno la atención de los oyentes.

BIBLIOGRAFÍA BÁSICA:

Aristóteles: Retórica, Madrid, Alianza.


Collet, Peter: El lenguaje sin palabras, Barcelona, Robin book.
Cornut, Guy: La voz, México. Fondo de cultura económica.
Davis, Flora: La comunicación no verbal, Madrid, Alianza.
Doñaque, Concha: La escritura viva de las palabras, Madrid, RESAD.
García Carbonell, Roberto: Todos pueden hablar bien, Madrid, EDAF.
Goffman, Erwing: La presentación de la persona en la vida cotidiana, Buenos Aires,
Amorrortu.
Hernández Guerrero, José Antonio y García Tejera, Mª Carmen: Historia breve de la
retórica, Madrid, Síntesis.
Hodgson, J. y E. Richards: Improvisación, Madrid, Fundamentos.
Lausberg, H.: Manual de retórica literaria, Madrid, Gredos.
Lowen, Alexander: El lenguaje del cuerpo, Barcelona, Herder.
Marina, José Antonio: La selva del lenguaje, Barcelona, Anagrama.
Morales, Carlos Javier: Guía para hablar en público, Madrid, Alianza.
Murphy, James J. (ed.): Síntesis histórica de la retórica clásica, Madrid, Gredos.
Navarro Tomás, Tomás: Manual de pronunciación española, Madrid, CSIC.
Perelman, Ch. y L. Olbrechts-Tyteca: Tratado de la argumentación. La nueva retórica,
Madrid, Gredos.
Rebel, Günther: El lenguaje corporal, Madrid, EDAF.
Santiago Guervós, Javier de: Principios de comunicación persuasiva, Madrid,
Arcolibros
Spang, Kurt: Fundamentos de retórica, Pamplona, Eunsa.
Speads, Carola H.: ABC de la respiración, Madrid, EDAF.
Torriente, G. F. de la: Cómo hablar correctamente en público, Madrid, Playor.

EJERCICIOS 1

Conforme a los modelos estudiados, podemos dividir el curso en varios grupos y


proponer a cada uno de ellos la preparación de un breve discurso que pueda presentarse
ante sus compañeros. Dada la premura del tiempo, el discurso podría repartirse entre
todos los componentes del grupo. Después, se valorarán colectivamente las
intervenciones de cada grupo.

EJERCICIOS 2

Los ejercicios propuestos a continuación, más breves y concretos, pretenden los


objetivos siguientes:

1. Ayudar a desinhibir y desbloquear la resistencia a hablar en público a través de


dramatizaciones sencillas o del recurso a la improvisación de situaciones.

45
2. Rebajar la solemnidad o la gravedad que se presumen al acto de la intervención
en público, mediante el recurso al humor y al juego.
3. Proponer modelos de reflexión y análisis sobre el discurso, sus tipos, sus
formalizaciones y la manera de abordarlos por parte del hablante.
4. Ejercitar y contribuir a mejorar aspectos como la vocalización, la enunciación, la
creatividad expresiva, la disposición corporal y gestual, la relación con los
objetos, la capacidad de improvisación, etc.
5. Mostrar las posibilidades expresivas y creativas del discurso mediante el uso de
la entonación y la gestualidad.
6. Ofrecer ejemplos para la observación y el debate que ayuden a mejorar las
propias disposiciones para el discurso.
7. Desarrollar o fortalecer la memoria
8. Propiciar la capacidad de asumir distintos roles con naturalidad y soltura, lo que
conduce a una mayor flexibilidad en el comportamiento en público.
9. Ayudar a expresar y a discernir la intencionalidad oculta bajo el sentido literal de
las palabras pronunciadas.
10. Reelaborar un discurso a partir de un modelo propuesto

A continuación ofrecemos varios textos con propuestas concretas de trabajo.


Naturalmente las propuestas son orientativas.

TEXTO 1

Sugerimos la memorización, preparación y dramatización (Individual o, mejor,


en grupo) del texto. Los compañeros pueden valorar después el resultado. El texto
ofrece posibilidades de marcar, mediante la entonación, las distintas intencionalidades y
cambios de estado de ánimo. Desde un tono neutro y objetivo al principio, que pretende
contener la tensión y el malestar hasta el progresivo tono airado de discrepancia y
perplejidad que culmina con la indignación final, subrayada con una acción física
literalmente explosiva.

(En un aula)
Cristina 1: Buenas tardes. (Infla unos globos) Bien. Os preguntaréis qué hace una
profesora universitaria inflando globos en el aula, en lugar de dictar las preguntas del
examen que hoy nos va a ocupar. Vosotros venís preparados para un examen y yo me
pongo a inflar globos como si fuera a celebrar una fiesta infantil. Claro, ¿qué tienen
que ver esos dos globos –se preguntarán- con el tema del examen?, que, como bien
saben, se trata de: “Representaciones corporales en las políticas del cuerpo: Foucault.
Feminidad y la modernización del poder patriarcal. Actos performativos y construcción
de género.” Bien. ¿Qué tienen que ver estos dos globos inflados? ¿Qué tienen que ver
con lo que nos ocupa? Pues tienen que ver con la pregunta, la única pregunta del
examen de hoy. Apunten: Supongamos que una persona con alto nivel cultural, una
persona… supongamos, con una carrera universitaria, que incluso hizo el doctorado y
que yo misma lo supervisé. Supongamos que en su trabajo exponía con toda lucidez las
presiones que ejerce sobre el cuerpo femenino el modelo patriarcal vigente.
Supongamos que esta persona es una mujer, una mujer de mediana edad y que se
llama, supongamos, Cristina, como yo. Y Cristina es una amiga mía, una íntima amiga
mía. Supongamos que Cristina es una mujer atractiva, inteligente, una gran
profesional. Pues bien, la pregunta es la siguiente: ¿Por qué a mi amiga Cristina le ha

46
dado por quererse inflar las tetas? (Explota los globos) ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por
qué? Bien, tiene hora y media para contestar la pregunta.

(Ernesto Caballero: Un busto al cuerpo)

TEXTO 2

Puede encargarse a dos alumnos que lo memoricen, lo preparen y lo dramaticen.


Se trata de una discrepancia –un conflicto- que se confronta mediante un debate. La
entonación puede explorar la ironía, la contundencia, el intento de persuadir al otro, etc.
Valorar el resultado entre todos. Cabría prolongar el debate. Basta con improvisar (o
preparar) argumentos a favor de una y otra opinión. Podría también establecerse un
breve debate sobre una cuestión similar a partir del formato ofrecido (réplicas breves,
rápidas y contundentes)

Cristina 2: El piercing es algo más que una moda.


Cristina 1: El piercing es una espantosa forma de mutilación corporal. ¡Pobres chicas!
Cristina 2: Nadie las ha obligado.
Cristina 1: Eso creen ellas.
Cristina 2: Ya empezamos.
Cristina 1: ¿Pero es que a estas alturas tú vas a negar la presión que existe hacia el
cuerpo femenino? Tú misma estás presionada por los índices de audiencia de la
televisión.
Cristina 2: Eso no es verdad. Además, es preferible perforarse el cuerpo en pleno uso
de tus facultades a que te lo perforen siendo un bebé. Tú se los hiciste a Cris.
Cristina 1: Yo no quería, fue mi madre.
Cristina 2: Y por tu madre sí lo hiciste.
Cristina 1: Total por dos agujeros en las orejas.
Cristina 2: Total por un agujero en el pezón.

(Ernesto Caballero: Un busto al cuerpo)

TEXTO 3

El texto ofrece posibilidades para un ejercicio singular en el que la entonación


no acompaña al sentido literal de la palabra, antes al contrario, significa algo muy
distinto. Puede leerse entre cuatro personas. El resultado suele ser cómico, pero también
ilustrativo de las posibilidades de la entonación. Naturalmente, una vez conocido y
probado el procedimiento, se podría continuar el diálogo con números o direcciones
inventadas por los participantes en el diálogo.

Tula (Hablando con Mariano): ¡Ya lo creo, Mariano! No sabes tú bien las cosas que
yo te diría… Pero es que no se me ocurre nada.
Mariano: Pues haz como si me hablaras diciéndome números, igual que hemos estado
haciendo toda la tarde… Si yo con que no dejes de mirarme y con que me pongas voz
cariñosa tengo bastante.

47
Tula: Siendo tu gusto… (Con la expresión de si pronunciara frases de amor)
Cuatrocientos ochenta…
Mariano (También como si dijera algo muy apasionado): Diecisiete cincuenta y
nueve… Ciento veintiocho.
Tula: ¿Novecientos setenta y cinco?
Mariano: Trece.
Tula: Dos millones doscientas doce mil quinientas cuarenta y seis.
Mariano: Doce mil. Nueve mil novecientos. Veintitrés.
Tula: Mil…
Mariano: Sesenta y ocho…
Tula: Treinta. Dieciocho. Cuatro. ¡Dos!
Mariano: ¡Setecientos setenta y siete!
(…)
Federico (Leyendo en el libro, como si leyera párrafos novelescos interesantísimos):
Redondo, Hipólito, joyero, Bárbara de Braganza, 8. Redondo, Jaime, Pez, 3. Redondo,
Jesús, ultramarinos, Ercilla, 24. Redondo, Juan, imprenta, Alcalá, 2. Redondo Barrero,
Augusto, Luchana, 43… Dejando de leer. ¡Es precioso! Sigue tú, que le das más
emoción….
Heliodora: Pero, Federico…
Federico: ¡Sigue tú, mujer; que tú le das una emoción bárbara!
Heliodora (leyendo): Redondo Díaz, Pedro, Avenida de la Reina Victoria, 7. Redondo
Escudero, abogado, Preciados, 37…

(Enrique Jardiel Poncela: Es peligroso asomarse al exterior)

TEXTO 4

Este texto, con su contraste entre el primer párrafo y el segundo, ofrece


posibilidades de leerlo con entonaciones distintas y explorar los resultados. Podemos
leerlo todo en un tono cordial y abierto, que exprese el discurso humanista y científico
que parece sugerir el comienzo. O, conociendo el siniestro desenlace, podemos emplear
desde el principio una entonación que sugiera –siquiera levemente- al receptor la
perversidad de este discurso y la calculada maldad de este personaje. O podemos
emplear un tono deliberadamente neutro y advertir el impacto que produce la lectura. O
alternar tonos distintos, según los párrafos, adecuándolos a su intencionalidad y sentido
o alterándolos. También podemos jugar con el efecto de la grabación. Tal vez diciendo
el texto con una determinada entonación y escuchando una grabación leída con tonos
diferentes. O por una persona distinta. Cotejar los resultados entre todos.

(Don Julio)
Se retira la noche y el sol llega con una puntualidad asombrosa. Una
maquinaria perfecta que los hombres nunca podrán imitar. El animal humano siempre
falla. Su condición natural es el error. Lucha, estudia, sueña, se esfuerza, y todos los
días el sol viene a iluminar su fracaso.
He estudiado derecho, criminología, psicología, balística. He investigado el
sistema nervioso con vistas a mejorar los métodos de presión sobre el detenido. Un
terreno en el que estamos un poco como en la estomatología: seguimos desarrollando
métodos medievales. No se trata de profilaxis, sino de cirugía.
(Don Julio se detiene. Se acerca a la mesa y rebobina una casete. La pone en marcha.

48
Voz de don Julio)
Se retira la noche y el sol llega con una puntualidad asombrosa. Una maquinaria
perfecta que los hombres…

(Fermín Cabal: Ello dispara)

TEXTO 5

Este texto muestra las posibilidades del diálogo como territorio de


enfrentamiento entre los personajes, que debe quedar marcada en las entonaciones.
Obsérvese cómo X e Y quiebran una y otra vez la línea del discurso para protegerse o
para agredir al otro o para tratar de alcanzar una intención no confesada. Es un texto
propicio para explorar el valor comunicativo de las pausas, los cambios de ritmo y de
intensidad, la relación entre las emociones y la entonación, etc. Además puede
descubrirse en él la propensión al uso de muletillas o clichés, palabras o expresiones sin
un significado preciso a las que se recurre cuando faltan argumentos.
Puede leerse entre dos personas y confrontar los resultados. Si hubiera dos
personas capaces de memorizarlo y dramatizarlo, las posibilidades de exploración serían
aún mayores.

X: Entonces, ¿le gusta la casa?


Y: ¿Qué?
X: La casa… Que si le gusta.
Y: Ah, la casa… Es grande, sí.
X: Grande y sólida, ¿se ha dado cuenta?
Y: Y con ventanas.
X: Claro: muchas ventanas, mucha luz…
Y: Muchas ventanas.
X: Le gusta, ¿no? Aire, sol, una distribución magnífica…
Y: La otra no tenía tantas.
X: ¿Qué otra?
Y: La otra casa. Una que vi ayer. No tiene tantas.
X: ¿Tantas qué?
Y: Tantas ventanas.
X: Ah, no sé… Esta es espléndida. No le falta detalle. Todas las comodidades que…
Y: ¿Tiene retroambientador?
X: ¿Cómo?
Y: Retroambientador, que si tiene.
X: Retroambientador.
Y: Sí.
X: Bueno, puede adaptársele cualquier innovación. Está diseñada y construida para
ceñirse, como un vestido a todas las apetencias del cliente. Una concepción flexible y
dinámica de la vivienda, un sentido moderno y personalizado del hábitat, que se adapta
sin…
Y: O sea: que no tiene.
X: No tiene, ¿qué?
Y: Retroambientador.
X: ¿Se ha fijado en el tubo eliminador de basuras?
Y: ¿Con sistema de reciclaje?

49
X: ¿Cómo?
Y: Reciclaje de basuras. Sistema de reciclaje. ¿Tiene?
X: ¿Qué es, exactamente, un retroambientador, si me permite la pregunta?
Y: ¿Hace mucho que se dedica usted a la venta de viviendas?

(José Sanchis Sinisterra: Transacción)

TEXTO 6

Estos textos breves nos van a servir para realizar ejercicios sobre las
posibilidades de la entonación. Por lo demás, pueden permitir alguna intervención,
aunque sea breve, de todos los alumnos. Una primera fase del ejercicio nos lleva a
pronunciar las mismas frases con entonaciones diferentes, de manera que se obtengan
resultados expresivos muy distintos. Por ejemplo, la frase a podría entonarse con
expresión de sorpresa, reprensión, sensualidad, ternura, compasión, etc. La frase b, con
entusiasmo o ilusión, con ironía o sarcasmo, con miedo o preocupación, etc. La frase c,
con humor, con lirismo, con un tono de reprensión, con sorpresa, con admiración, con
rabia, con dolor, etc. La frase d nos sugeriría la dureza de un tono inquisitivo, pero
también la humildad de quien quiere saber algo o la ironía de quien interrumpe una
disertación demasiado extensa o, autoritaria o confusa. La frase e podemos entonarla
con indignación, con ironía, con un tono conclusivo que pretenda demostrar o reprochar
algo, con miedo, con sorpresa, etc. La frase f podría pronunciarse como una orden
implícita, de una manera irritada o también como una invitación amable.

a. ¿Qué haces ahí, moviéndote de un lado a otro?


b. ¿Te das cuenta de que ha dejado de llover?
c. ¿Son tuyos esos pies, son tuyas esas manos?
d. ¿Podemos hacerte algunas preguntas?
e. ¿Quién cerró la puerta al salir?
f. ¿Por qué no te sientas?

(José Sanchis Sinisterra: Algunas preguntas)

Con las frases siguientes podemos practicar otro ejercicio un poco más
ambicioso y complejo. Se trata de poner el énfasis en una determinada palabra o en un
segmento de la frase. Por lo general, las palabras de más peso en una oración son los
verbos y, en segundo término, los sustantivos. La entonación puede dar relieve, o no,
a ese valor. Ocasional y prudentemente podemos enfatizar adjetivos, pronombres, etc.
Obsérvense los cambios de significado que esta operación produce y, sobre todo,
adviértanse las extraordinarias posibilidades expresivas de la entonación. Así, en g, lo
efectos son muy distintos si enfatizamos atreverías, mirar o ventana. En h podríamos
jugar con las pausas. Por ejemplo, se podría hacer una ligera pausa tras piensas, lo que
enfatizaría el verbo. Podría remarcarse o aligerarse la pausa sugerida por la coma. O
podría insinuarse una ligerísima pausa tras hablaban.
En i las posibilidades son todavía mayores. Pruébese a enfatizar recuerdas, lo
último, frase, palabra, o a enfatizar la última frase, la última palabra. O a enfatizar
recuerdas y palabra. Pruébense otras combinaciones o también léase la frase de manera
neutra, sin énfasis ninguno.

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g. ¿Te atreverías a mirar por la ventana?
h. ¿Piensas que no se refería a ti, que hablaban en general?
i. ¿Recuerdas lo último que te dijeron, la última frase, la última palabra?

(José Sanchis Sinisterra: Algunas preguntas)

TEXTO 7

El siguiente texto puede servir para ejercicios de vocalización, pero también para
juegos más expresivos y poéticos con las pausas o la entonación. Puede valer además
para trabajar los efectos que produce la belleza fónica de la palabra. Podría sugerirse un
ejercicio coral, en el que cada alumno leyera un breve fragmento, quizás tan solo las
palabras que figuran entre dos comas, de manera que todo el grupo participara en la
lectura y el resultado fuera una obra coordinada y colectiva. Y podemos utilizarlo
también para ejercitar el énfasis (portador de sentido) de una palabra o un segmento
concreto del texto.

P: Polvo, nube de polillas, rumor de horas perdidas, bruma de hastío, pesar,


haciendo volutas… años de espera, suspiros suspendidos, alientos contenidos, risas
sofocadas, murmullos de visita de cumplido, frases hechas, lugares comunes…
pésames, confesiones, susurros, pasión ahogada, sollozos asfixiados, atardeceres
colándose por las rendijas, rojos y siempre letales… tintineos de cucharillas en las
tazas, reproches velados, cuchilladas de ironías salidas reptando por la comisura del
labio, besos al aire restallando junto a la oreja, besos arrebatados al secreto,
descubrimientos de lo evidente, secretos a voces, voces…

Caricias interrumpidas, melancolías ocultas, escondites de niños, cabritilla


lista, discreto puñal de la mentira, calumnias impunes, piedades, consejos no pedidos y
no aceptados, ruegos, adormecimientos, canciones, achispamiento de señoritas,
confidencias y sonrojos, desesperaciones, eructos silenciados, crujir de sofás, sagas de
ácaros, zumbido de moscones hipnotizados, contemplaciones del perfil indiferente,
palpitación del pulso, en un cuello, en un párpado, chasquido de tarima, labor tenaz de
carcomas, desmayo de plantas sedientas, desgaste de tapizados, transparencia de
amores no declarados, remisión de pecados, mordisqueo de galletas, tazas que se
vuelcan , alarmas y regocijos…

(Ignacio del Moral: Páginas arrancadas del diario de P)

TEXTO 8

Se trata de un texto modélico de la oratoria clásica. Shakespeare imagina o


remeda el discurso de Antonio ante la tumba de César, en presencia de sus matadores.
Por su situación y su tono, por su poético desenlace, entendemos que nos encontramos
ante un discurso emotivo. Como decíamos en la explicación, el discurso se vuelve hacia
el propio orador, el yo, aunque procura establecer una cierta comunión emocional con
los asistentes al acto, de manera que se orienta hacia un nosotros Sin embargo, a medida
que el parlamento progresa, advertimos su transformación en un discurso
argumentativo, aunque los procedimientos empleados no sean los habituales, sino que el

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orador se sirve de un extraordinario dominio de la retórica para persuadir sin hacer
explícita su intención. El leit motiv irónico (Bruto es un hombre honrado) muestra
precisamente lo contrario. Merece la pena leerlo en voz alta, analizarlo y advertir sus
posibilidades expresivas y su inusitada eficacia. La intensidad creciente del discurso va
revelando la intención última del orador. Puede procederse después a una lectura
dramatizada que lo refleje.
Acaso convenga tomar buen anota de la eficacia o la belleza retórica de algunas
figuras estilísticas: enumeración, paralelismo, poliptoton, antítesis, etc.

Antonio: Amigos, romanos, compatriotas, prestadme oídos: vengo a sepultar a César,


no a elogiarle. El mal que hacen los hombres, vive después de ellos; el bien, muchas
veces queda enterrado con sus huesos: sea así con César. El ilustre Bruto os ha dicho
que César era ambicioso: si así fue, fue una grave falta, y César la ha pagado
gravemente. Aquí, con permiso de Bruto y de los demás (pues Bruto es un hombre
honrado, y los demás también: todos son hombres honrados) vengo a hablar en el
funeral de César. Él fue amigo mío, fiel y justo conmigo, pero Bruto dice que era
ambicioso, y Bruto es un hombre honrado. Trajo a Roma muchos cautivos, cuyos
rescates llenaron las arcas públicas. ¿Pareció César ambicioso en esto? Cuando los
pobres clamaban, César lloraba: la ambición debería estar hecha de materia más dura.
Sin embargo, Bruto dice que era ambicioso, y Bruto es un hombre honrado. Visteis
todos que en las Lupercales le ofrecí tres veces una corona real, y él la rehusó tres
veces. ¿Fue eso ambición? Sin embargo, Bruto dice que era ambicioso y, por supuesto,
él es un hombre honrado. No hablo para desmentir lo que dijo Bruto, sino que estoy
aquí para decir lo que sé: todos vosotros lo quisisteis antes, no sin razón. ¿Qué razón,
entonces, os impide llorarle? ¡Ah, juicio!, has huido a las bestias irracionales y los
hombres han perdido la razón. Perdonadme: mi corazón está aquí en el ataúd con
César, y tengo que detenerme hasta que vuelva a mí.

(Shakespeare: Julio César. Acto III, escena 2. Discurso de Antonio ante los ciudadanos
de Roma, tras el asesinato de César. Traducción de J. M. Valverde)

TEXTO 9

Este texto breve e incisivo ofrece las posibilidades de pronunciarlo de maneras


muy diferentes. Por ejemplo, como una confidencia íntima, como un manifiesto o una
proclama, como un discurso objetivo y sin emociones. Podría jugarse también a que
cada frase fuera dicha por una persona diferente y observar el efecto que produce. Se
sugieren esas (u otras) dramatizaciones y proceder después a comparar y a comentar los
resultados.

Descreamos de la gente que lo ha vivido todo, porque cada situación debería volver a
vivirse y disfrutarse mil veces. No hay dos viajes de avión comparables, ni dos
segundos de sexo con la misma persona iguales. Y un libro cojonudo cambia a cada
año, si es que lo relees.

(Rodrigo García: Jardinería humana)

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TEXTO 10:

Este texto es también un clásico de la literatura. Joyce presenta un magnífico


ejemplo de discurso emotivo, que cabría calificar de modélico, puesto en boca de su
personaje Gabriel Conroy. Puede leerse en voz alta y pueden analizarse los principales
recursos empleados en él. Se abre con una exposición marcada por el agradecimiento y
la captatio benevolentiae, remarcada por un uso paradójicamente amable de la ironía. El
cuerpo del discurso está sostenido por una serie de motivos recurrentes –frases,
palabras- que operan como leit-motiv, y adornado por una cita culta, el mito de Paris,
pero, sobre todo está atravesado por la idea dominante: el elogio de la hospitalidad.
Advertimos también el uso discreto y eficaz de algunas figuras retóricas, la apelación –
también moderada- a los sentimientos personales y todos aquellos rasgos que
configuran el discurso emotivo. El desenlace, festivo y alegre, para disipar las
referencias al paso del tiempo y la alusión velada a la muerte, se abre a la celebración y
al brindis.

Damas y caballeros:
Como en años anteriores, me ha caído en suerte una muy agradable tarea, aunque sea
una tarea para la que me temo ser muy poco adecuado. (…)
Pero, sea como sea, sólo puedo pedirles que tomen el deseo por la realidad, y me
presten su atención durante unos escasos momentos durante los que trataré de
expresarles en palabras lo que siento en ocasiones como esta.
Damas y caballeros: No es esta la primera vez que nos reunimos bajo este hospitalario
techo, alrededor de esta hospitalaria mesa. No es la primera vez que nos constituimos
en recipiendarios – o quizá debería decir mejor, en víctimas- de la hospitalidad de
ciertas buenas señoras. (…)
Cada año que pasa siento de un modo más nítido que nuestro país no tiene tradición a
la que deba más honor y con la que se sienta más celosamente comprometido que esa
que procede de su hospitalidad. Una tradición que es única entre las naciones
modernas, según me dicta mi experiencia (y he visitado no pocos lugares del
extranjero). Quizás haya quién diga que se trata de una falta más bien que de algo de
lo que debamos enorgullecernos. Pero incluso admitiendo tal cosa, se me ocurre que se
trata de una falta principesca, de una falta que confío en que se vea largamente
cultivada entre nosotros. De una cosa, por lo menos, estoy seguro. Mientras este techo
dé cobijo a las damas susodichas –y deseo de corazón que así sea por los años
venideros- la tradición de la genuina, calurosa y cortés hospitalidad irlandesa,
transmitida por nuestros antepasados a nosotros, quienes de tal modo la
transmitiremos a nuestros descendientes, vivirá entre nosotros. (…)
Damas y caballeros:
Una nueva generación crece entre nosotros, una generación animada por nuevas ideas
y nuevos principios, seria y entusiasmada por esas nuevas ideas, con un entusiasmo
que, incluso cuando se torna erróneo, es, en mi opinión, plenamente sincero. Pero
vivimos en una época escéptica y, si se me permite usar la frase, de mentes
atormentadas; a veces temo que esta nueva generación, tan educada o hipereducada,
carezca de aquellas cualidades humanitarias, hospitalarias y bondadosas que proceden
del ayer. Oyendo esta noche los nombres de aquellos grandes cantantes del pasado,
tuve la impresión, he de confesarlo, de que vivimos en una época de menor amplitud.
Aquellos tiempos pueden ser calificados, sin exageración, de amplios. Si aquellos días
se han ido de un modo irrevocable, esperemos, por lo menos, que en reuniones como
esta hablemos de ellos con orgullo y afecto, abrigando en nuestro corazón la memoria

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de aquellos grandes que murieron y desaparecieron, cuya fama el mundo no permitirá
que se disipe. (…)
Sin embargo, (…) las reuniones como esta no pueden evitar el acoso de
pensamientos más tristes, rememoraciones del pasado, de la juventud, de cambios, de
rostros que esta noche echamos de menos. Nuestro paso por la vida está profusamente
sembrado de tan tristes memorias, a las que acudimos con melancolía siempre que nos
resulta imposible hallar el modo de afrontar con coraje nuestra labor entre los vivos.
Todos tenemos deberes y afectos que reclaman, con razón, nuestro esfuerzo más
extremo.
De modo que no me entretendré en el pasado. No permitiré que ningún tétrico
moralismo se introduzca esta noche entre nosotros. Nos hemos reunido aquí por un
momento, lejos del ajetreo y el bullicio de nuestras rutinas cotidianas. Nos encontramos
aquí como amigos, como compañeros, también, hasta cierto punto como colegas, en un
verdadero espíritu de camaraderie, invitados por las -¿cómo habría de referirme a
ellas?- Tres Gracias del mundo musical de Dublín. (…)
Damas y caballeros:
No voy a interpretar esta noche el papel desempeñado por Paris en otra
ocasión. No voy a intentar escoger entre ellas. Esta labor sería odiosa y estaría fuera
del alcance de mis pobres fuerzas. Pues cuando las contemplo, y veo a la decana de
nuestras anfitrionas, cuyo buen corazón, cuyo demasiado buen corazón se ha
convertido en perogrullada para todos los que la conocen, o a su hermana, que parece
gozar del don de la juventud perenne, y cuyas canciones pueden haber sido una
sorpresa y una revelación para quienes la han oído esta noche, o -la última, pero no la
menos importante- cuando considero a nuestra anfitriona más joven, hábil, jovial,
hacendosa y la mejor de las sobrinas, confieso, damas y caballeros, que no sé a cuál de
ellas habría de conceder el premio. (…)
Brindemos por todas ellas. Bebamos a su salud, por su riqueza, por su larga
vida, por su felicidad, por su prosperidad y por el mantenimiento de la muy digna y
bien ganada posición que han sabido labrarse en sus labores, y por la muy honorable y
afectuosa que tienen en nuestros corazones.
(James Joyce: Fragmento del relato Los muertos, incluido en su libro
Dublineses. Traducción de Fernando Galván)

TEXTO 11

Este breve texto podría ser muy útil para incentivar la creatividad de los
alumnos. Puede memorizarse sin problemas y dramatizarse después muy libremente.
Por ejemplo, alguien podría decirlo reclinado, como si estuviera a solas. O decírselo a
un compañero, como si se tratara de una conversación informal. O decírselo casi al
oído, como una confesión de la que se avergonzara. O utilizarlo como si se tratara del
comienzo de una conferencia o de una intervención pública. O gritarlo, como si se
tratara de una manera de liberarse de esta presión. O leerlo en voz alta como un texto
literario ajeno que se mira con alguna extrañeza.

Cuando entro en un lugar público rodeada de gente, me imagino una catástrofe


colectiva, un incendio, accidente, alarma, lo imagino todo hasta sentir físicamente el
miedo.
(Elena Córdoba: El cuerpo en la palabra)

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TEXTO 12

Se trata de otro bello texto clásico y retóricamente modélico: El discurso que


Brecht pone en boca de Galileo. Galileo realiza una apología de la ciencia, lanza una
acusación contra los poderosos de la tierra y concluye con una confesión de algo que le
avergüenza. Es decir, participa de los rasgos de los tres tipos de discursos, aunque
cabría entender que predomina lo argumentativo y lo expositivo. Adviértase también la
perfección compositiva, con la exposición, el desarrollo y el incisivo y contundente
desenlace, y la intensidad creciente que apunta hacia una intención y un sentido muy
concreto del discurso. Puede leerse con una entonación neutra y después con una
entonación apasionada y comparar los resultados. Y sería útil fijarse también en algunos
de los recursos retóricos dominantes: la metáfora, la antítesis, la paradoja, la
interrogación retórica, etc.

En mis horas libres, y tengo muchas, he repasado mi caso y he pensado cómo lo


juzgará el mundo de la Ciencia, al que no pertenezco ya. Hasta un comerciante en
lanas, además de comprar barato y vender caro, tiene que preocuparse de que el
comercio de la lana se desarrolle sin impedimentos. El cultivo de la ciencia me parece
exigir especial valentía a ese respecto. La Ciencia comercia con el saber obtenido
mediante la duda. Al tratar de impartir saber a todos sobre todas las cosas, aspira a
hacer de todos los hombres que duden. Ahora bien, la mayor parte de la población es
mantenida por sus príncipes, sus terratenientes y clérigos en un vaho nacarado de
supersticiones y consejas, que oculta sus maquinaciones. La miseria de la mayoría es
antigua como la montaña, y desde el púlpito o desde la cátedra se la declara
indestructible como esa montaña. Nuestro nuevo arte de la duda encantó al gran
público. Nos arrancó el telescopio de las manos y lo apuntó hacia sus torturadores:
príncipes, terratenientes y sacerdotes. Esos hombres egoístas y brutales, que habían
aprovechado ansiosamente los frutos de la Ciencia notaron todos que la fría mirada de
la Ciencia se dirigía hacia una miseria milenaria, pero artificial, que podía ser
eliminada claramente si se los eliminaba a ellos. Nos abrumaron con amenazas y
sobornos, irresistibles para las almas débiles. Pero, ¿podemos negarnos a la masa y
seguir siendo científicos? Los movimientos de los cuerpos celestes se han vuelto más
previsibles, pero todavía son incalculables para sus pueblos los movimientos de sus
soberanos. La lucha por la mensurabilidad del cielo se ha ganado mediante la duda; a
causa de su fe, la lucha de las amas de casa romanas por su leche se perderá todos los
días. La Ciencia tiene que ver con ambas luchas. Una humanidad tambaleante en un
vapor nacarado de supersticiones y consejas, demasiado ignorante para desarrollar sus
propias fuerzas no será capaz de desarrollar las fuerzas de la naturaleza que vosotros
le reveláis. ¿Para quién estáis trabajando? Yo sostengo que el único objetivo de la
Ciencia es aliviar las fatigas de la existencia humana. Si los científicos, intimidados por
los poderosos egoístas, se contentan con acumular Ciencia por la Ciencia misma, se la
mutilará, y vuestras nuevas máquinas significarán sólo nuevos sufrimientos. Quizá
descubráis con el tiempo todo lo que haya que descubrir, pero vuestro progreso será
sólo un alejamiento progresivo de la Humanidad. El abismo entre vosotros y ella puede
ser un día tan grande que vuestros gritos de júbilo por alguna nueva conquista sean
respondidos por un griterío de espanto universal… Como científico tuve una
posibilidad excepcional. En mi época, la Astronomía llegó a la plaza pública. En esas
condiciones muy especiales, la firmeza de un hombre hubiera podido provocar grandes
conmociones. Si yo hubiera resistido, los hombres dedicados a las ciencias naturales

55
hubieran podido desarrollar algo así como el juramento de Hipócrates de los médicos:
¡la promesa de utilizar la ciencia únicamente en beneficio de la Humanidad! Tal como
están las cosas, lo más que se puede esperar es una estirpe de enanos inventores, que
podrán alquilarse para todo. Además, he llegado al convencimiento de que nunca
estuve verdaderamente en peligro. Durante algunos años fui tan fuerte como la
autoridad. Y entregué mi saber a los poderosos para que lo usaran, no lo usaran o
abusaran de él, según conviniera mejor a sus fines.
He traicionado a mi profesión. Un hombre que hace lo que yo he hecho no
puede ser tolerado en las filas de la Ciencia.

(Bertolt Brecht: La vida de Galileo.. Discurso de Galileo, escena 15, Traducción de


Miguel Sáenz)

TEXTO 13

El texto nos sirve para explorar la disociación entre la literalidad de lo que se


dice y el estado de ánimo de quien lo dice y, previsiblemente, de quien lo escucha. Y la
desproporción entre el discurso normativo, oficial y correcto, y la situación real a que
hace referencia. La entonación, la actitud física o la expresión del rostro deberían
mostrar estos desajustes.
Puede dramatizarse o leerse en voz alta y discutirse después el resultado. Es
perceptible que se trata de un texto irónico y con un grado de ingenua perversión
literaria, pero son precisamente esos rasgos los que debieran propiciar un juego
dramático que explore las posibilidades de la entonación y la gesticulación en el
discurso.

(Una azafata de vuelo, en el pasillo de un avión con problemas, trata de calmar a los
pasajeros (…) La joven, siempre sonriente, lleva en las manos un chaleco salvavidas.)
No… No, señora, no… Está usted muy equivocada. La responsabilidad de la compañía
por muerte, lesiones o cualquier otro daño corporal sufrido por el viajero… está
limitada por la Ley de Navegación Aérea, en su artículo 117. El artículo que usted dice,
el 118, sólo se refiere a la destrucción, pérdida, avería o retraso… de los equipajes
facturados o de mano… Los equipajes, ¿comprende? De modo que las prótesis y
trasplantes de miembros corren por cuenta del viajero… Lea, lea bien el dorso del
billete. Ahí lo explica todo muy clarito…
(Sacudida del avión. La azafata, sin dejar de sonreír, se agarra a los asientos)
Pero no tiene de qué preocuparse… Y volvamos al chaleco salvavidas… Creo que no
me expliqué bien… Yo no he dicho que no sirva para nada… Claro que sirve… ¿Cómo
no va a servir? Flotar, van a flotar como los ángeles… el problema son los… O sea: yo
me refería sólo a los tiburones. Quiero decir que, cuando llegan los tiburones, estos
chalecos se ven a tres kilómetros. Con este colorcito, ¿verdad?
(Sacudida. Misma reacción.)
¿Llevan bien apretado el cinturón de seguridad? No se vayan a dar un coscorrón con
el portaequipajes… Pues les hablaba del color… Claro: los aviones de salvamento
también los ven de lejos. El problema es quién llega primero: los aviones o los
tiburones. Por eso, lo principal es conservar la calma. Con chaleco o sin chaleco,
conservar la calma. Eso a los tiburones los desconcierta mucho y, a lo mejor, ni atacan.
Pero claro, si ven a alguien pataleando como un loco, se excitan y…
(Sacudida. Misma reacción)

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¿Llevan todos bolsas para el mareo? No vayamos a dejar el avión hecho una
porquería…
(José Sanchis Sinisterra: Turbulencias)

TEXTO 14

El siguiente texto, que el dramaturgo Thomas Bernhard pone en boca del


personaje del Doctor, quien explica la autopsia al personaje del Padre, puede
proporcionar un ejemplo de discurso expositivo. En el contexto de la obra teatral –El
ignorante y el demente- el discurso no carece de ironía y adquiere una singular función
dramática y también rítmica. La concurrencia de estas circunstancias puede servirnos
para proporcionar un modelo de discurso expositivo, pero también para un ejercicio
consistente en explorar las distintas posibilidades de emisión o de lectura. Se podría leer
como un poema, disociado de su contenido preciso y un tanto macabro, como una
lección magistral, como un juego de palabras y ritmos, etc., y valorar después los
resultados.

Quien practica la autopsia se coloca siempre al lado


Derecho del cadáver
La cabeza del cadáver se coloca sobre un zócalo
De madera
Para estirar bien la piel del cuello
(…)
El condrótomo se empuña
Se empuña el condrótomo
Y se hace ahora la incisión principal
Desde la prominencia laríngea
Hasta la sínfisis
Ya ve
Aunque en la región umbilical bien entendido
Se desvía un tanto hacia la izquierda
Señor mío
(…)
En la zona del esternón se penetra con la incisión
Hasta el periostio mismo
Luego un corte en forma de cruz
Y se separa la piel
Tejido celular subcutáneo etcétera
Músculos abdominales anteriores con la fascia
Y se penetra cuidadosamente
Hasta el peritoneo parietal
Para no lesionarlo
Ni lesionar el intestino de debajo
Normalmente
Un líquido claro y seroso señor mío
En condiciones patológicas señor mío
Puede producirse un aumento de ese líquido
En la cavidad abdominal

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Ascitis
Eso es un indicio en caso de cirrosis hepática
Estasis cardíaca etcétera
O piletrombosis
En las diversas formas de peritonitis
Se puede encontrar
Un exudado
Fibrinoso y purulento
Derrames de sangre
Derrames de bilis etcétera

(Thomas Bernhard: El ignorante y el demente, traducción de Miguel Sáenz)

TEXTO 15

En el siguiente texto proponemos un modelo de discurso argumentativo.


Sugerimos la posibilidad de pronunciarlo como si se tratara de una intervención en un
debate o, también, llevar a cabo un debate a partir de los argumentos que se apuntan en
el texto elegido. Y, desde luego, resultará de utilidad analizar el trasfondo ideológico y
los recursos formales del argumento empleado por el (los) personaje (s) de la novela.

En el núcleo de su conferencia, me pareció a mí, estaba la cuestión de compartir


la mesa. Si nos negamos a compartir la mesa con los verdugos de Auschwitz, ¿podemos
seguir compartiendo la mesa con los matarifes de animales?
Usted usó para su provecho la conocida comparación entre los judíos
asesinados en Europa y el ganado sacrificado. Los judíos murieron como ganado, por
tanto el ganado muere como judíos, dice usted. Es un juego de palabras que no voy a
aceptar. Usted malinterpreta la naturaleza del parecido. Diría incluso que usted la
malinterpreta a propósito, hasta el punto de la blasfemia. El hombre está hecho a
imagen de Dios, pero Dios no está hecho a imagen del hombre. El hecho de que a los
judíos se los tratara como a ganado no quiere decir que al ganado se le trate como a
judíos. Esa inversión es un insulto al recuerdo de los muertos. Y además explota de
forma barata los horrores de los campos de exterminio.
Perdóneme que le sea tan franco. Usted dijo que era lo bastante anciana como
para no tener que perder el tiempo con lindezas, y yo también soy viejo.

(John M. Coetzee: Elizabeth Costello, Traducción de Javier Calvo)

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SESIÓN 14. LA EXPRESIÓN ORAL. EL DIÁLOGO

1. Señalar los rasgos característicos de la formas de expresión oral no planificada


en este diálogo; indicar, además, las incorrecciones propias de la expresión oral
que hay que evitar:

Situación: Paco y Enrique son amigos y compañeros de trabajo; Paco, recién llegado de
vacaciones, desconoce una serie de informaciones que le proporciona Enrique en el
transcurso del intercambio comunicativo que mantienen: su jefe, Carlos, les ha enviado un
nuevo correo “amenazante”, la reunión que se había cancelado ha vuelto a ser convocada, el
proyecto se les está escapando de las manos, la jefa europea no es consciente de la gravedad
del problema debido a que Carlos no está siendo demasiado sincero con ella, etcétera.

A.- (1) ¡Hola, Enrique! ¿Qué tal va todo?


B.- (2) ¡Paco, tío! ¿Qué pasa? Pero ¿ya has vuelto de vacaciones? Yo te hacía por la playa.
A.- (3) Pues ya ves, la verdad es que andé por allí los primeros días y… bueno, son cosas
que no quiero entrar… pero tú ya sabes que me va más la ciudad.
B.- (4) Sí, sí, tú… me parece que… el caso es que no puedes negar ese alma de
“urbanitas”… Pues, como ya estás aquí, te pongo rápidamente al día, no te me asustes, ¿eh?
Carlos nos ha enviado un correo de esos de los suyos a todos los del grupo, que si no
llegamos a los objetivos “ni de coña”, que no nos ponemos las pilas, que nuestra filial está a
punto de perder el proyecto…
A.- (5) Ya, lo de siempre: “Tú preparas este informe para ayer”; “Vosotros, terminar los
documentos de la primera parte para el lunes pasado”, “Ya os dije que, si no cumplíais los
plazos, que nos quedábamos sin el negocio…”.
B.- (6) Bueno, y eso no es todo, ¿tú te acuerdas que había cancelado la reunión con el tío de
la factoría alemana?, ese que su equipo ganó el proyecto de diseño del nuevo prototipo, el
de que “delante mío no se pone nadie”.
A.- (7) ¿Quién, tú? ¿Quién había cancelado la reunión?
B.- (8) No, tío, yo, no, él, él había cancelado… Estás como muy espesito, ¿no? Pues ahora
hay que ir todos, verás qué trago. ¿Y ésos? Ya verás, se creerán de que vamos listos y
fíjate… A mí, desde luego, si encontrara otro curro, me iba ahora mismo, aquí iba a estar
yo. Así que decirte que yo, si puedo, no pienso ir…
A.- (9) Oye, ¿y su jefa europea? ¿Está al corriente de todo esto?
B.- (10) [Le suena el móvil] [Hace un gesto de desagrado y lo apaga] Espera… ¿Qué
decías?
A.- (11) Su jefa, que qué sabe de esto
B.- (12) ¿La Sophie Bauer? Pues nada, la ha contado que todo va bien, que salen los
números y todo eso, y la tía tan tranquila. Por lo visto, da como cierta la explicación que la
ha vendido Carlos, ya ves.
(A. Briz (coord.), Saber hablar, Madrid, Aguilar.)

2. Señalar los rasgos coloquiales y/o vulgares que aparecen en el siguiente diálogo
incluido en un texto escrito:

− ((…)) ¿Qué te pasa? Estás raro.


− No estoy raro, estoy jodido.
− A ver, cuéntame, hijo mío.
− Pues nada, mi mujer, que dice que se ha ido de casa, que se quiere separar.
− Ya será menos.
− Que no. Que es en serio.
− ¿Y por qué?

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− Yo qué sé por qué. Pues porque las tías sois la pera. Se estaba siempre quejando de que me
paso todo el día y parte de la noche trabajando y no le hago caso, no la saco, y cuando estoy en
casa, dice que soy un muermo y que no la hablo.
− Eso me suena. ¿Trabaja?
− Claro, es enfermera. Pero ella ya sabe como es el trabajo de fotógrafo, es un trabajo full-time.
− Pero podías arreglártelas para estar con ella y compaginar horarios, ¿no?
− Pues la verdad es que no lo sé. Desde hace unos meses salgo con una tía, tú la conoces porque
trabaja en Radio Nacional, una chiquilla joven y eso.
− Pero tú lo que eres es un cabrón, y perdona.
− No, oye, que no es lo que imaginas.
− ¿No es lo que imagino? Pues ya me contarás.
− Pero si mi mujer no sabe nada de este asunto y, además, no es el primero.
− A lo mejor es que tu mujer está hasta el gorro de que le pongas los cuernos. Tú crees que ella
no se entera, pero lo sabe perfectamente y lo que no quiere son escenas ni follones.
− Pero irse de casa, así…
− ¿Y como quieres que se vaya, tío? ¿Tirándote una olla de agua hirviendo encima o qué?
− No me entiendes. Una mujer no puede abandonar a su marido y largarse de casa así como así.
Verás mi madre cómo se va a poner, me echará la culpa a mí. Y además me deja así, tirado; ahí
te pudras.
(Carmen Rico Godoy, Cómo ser mujer y no morir en el intento, Madrid, pp. 75-76)

3. Señalar si el siguiente diálogo es adecuado a las circunstancias, si hay una


selección y ordenación de las ideas, si están claramente expresadas y si se utilizan
recursos que muestren las relaciones entre los interlocutores:

¿SON LOS JÓVENES LO QUE PARECEN?

DELGADO. […] ¿Sabes en quien estaba pensando que también encarna a la perfección esa
tendencia a buscar la simplicidad, a dar con alguna identidad que nos permita refugiarnos en
algo estable y claro, que nos permita ser, aunque sea de vez en cuando, una sola cosa? En los
jóvenes. Atención, no es que esa tendencia se dé en ellos. Sospecho que se me podría sorprender
a mí mismo en ese tipo de tareas y que también ando por ahí, a veces, buscando y creyendo
encontrar certidumbres identitarias. Si hablo de los jóvenes es porque en ellos, o en buen
número de ellos, se me antoja como más evidente.
Pienso en eso que llaman «tribus urbanas». Detesto el calificativo, porque es uno de esos
engendros propios de los medios de comunicación, ellos también abandonados a la tarea de
mercadear con simplicidades, que es lo que hoy vende. Pero, para entendernos, si tuviéramos
que emplear un lenguaje más aceptable por las ciencias sociales, hablaríamos más bien de
«cultura» o «subculturas» juveniles. La antropología y la sociología urbanas llevan décadas –
desde la de 1920– estudiándolas. Se ha trabajado este tipo de asociaciones como sociedades
intersticiales, agrupaciones humanas provisionales que colonizan, por así decirlo, espacios
intermedios entre las grandes instituciones sociales, como la familia, la escuela o la religión, eso
que llamamos «instituciones primarias». Lo interesante es que no se asemejaban en casi nada a
los grupos de edad registrados en otras sociedades o épocas, sino que funcionaban como si
fueran nuevos grupos étnicos, sólo que la unidad generada ya no estaba basada en vínculos
religiosos, idiomáticos, territoriales o históricos, ni siquiera en intereses comunes, sino mucho
más en parámetros estéticos y escenográficos compartidos.
Lo que quiero decir es que cada una de esas microculturas juveniles –de esas «tribus»– se funda
sobre todo en la exhibición de elementos puramente estilísticos: vestimenta, dialecto,
alteraciones corporales, peinado, gestualidad, formas de entretenimiento, pautas alimentarias,
gustos… Sería pertinente hablar de auténticas asociaciones de consumidores en la medida en
que los individuos que asumen esos rasgos se vinculan a partir de inclinaciones personales que

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sólo pueden verse satisfechas en y a través del mercado, y que buscan ante todo establecer su
identidad a partir no de lo que son, sino de lo que parecen o quieren parecer. Estaríamos ante
grupos humanos cuyo reconocimiento no se basa en el concierto entre conciencias, sino entre
experiencias. Son culturas, subculturas o cuasiculturas, tanto da, pero lo cierto es que, en estos
casos, el término cultura haría referencia no, como hasta ahora ha venido siendo al menos para
los antropólogos, a una manera coherente de vivir, sino a una forma no menos coherente de
parecer.

CRUZ. Ah, bueno, si lo planteas ahí, la cosa entonces presenta unos matices específicos y, sin
duda, bien interesantes. Aunque yo no soy ni antropólogo ni sociólogo, sino únicamente filósofo
(especialista en generalidades como habría dicho Manuel Sacristán), me ha llamado la atención
ese grupo, el de los jóvenes, también por lo mismo que señalas. Y aunque es cierto que muchos
de los rasgos que a veces se les atribuyen los comparten también otros segmentos
generacionales de la sociedad, creo que hay algo propio de dicho grupo que merece la pena ser
subrayado.
En los últimos tiempos viene desarrollándose, especialmente en Alemania, una línea de
investigación que propone un desplazamiento del énfasis a la hora de analizar los procesos de
construcción de las identidades personales. Es probable que, como resultado de la influencia del
psicoanálisis y de otras corrientes de la psicología, se haya tendido hasta ahora a dar por
descontado que la etapa biográfica fundamental para la elaboración del «yo» sea la infancia –
para algunos incluso en sus primeras etapas, donde ya quedaría prácticamente diseñada la propia
personalidad–. Pues bien, frente a tan arraigada tendencia están surgiendo corrientes que
reivindican la importancia de la adolescencia y la primera juventud (aunque tanto los conceptos
como sus contornos precisos siempre resultan difíciles de perfilar), como los momentos en los
que el sujeto empieza a ser consciente de que posee una identidad –o sea, que los demás le
atribuyen una forma de ser particular– y, en consecuencia, intenta irla modelando.
En este punto, la articulación con lo que decías aparece enseguida. En efecto, ser joven (o
mejor, ser definido como joven por los otros) no deja de ser una forma de parecer y de
aparecer; de hacerse visible, de hacerse notar. En definitiva, de empezar a existir.

(Texto de Manuel Cruz y Manuel Delgado, “¿Son los jóvenes lo que parecen?”, en Pensar por
pensar. Conversaciones sobre el mundo y la vida, Madrid, Aguilar, 2008, pp. 142-144.)

4. Intercambios comunicativos

4.1 Señalar los procedimientos para atenuar palabras o expresiones con connotación más
fuerte:

a) Su planteamiento es un poco equivocado.


b) Solo le robaré unos minutitos para exponerle mi plan.
c) No estoy plenamente satisfecho con su trabajo.
d) A.- ¿Le interesa, entonces, contratar mis servicios? B.- Pues, mire, creo que en
esta ocasión no lo necesitaré.
e) A.- ¿Te parece bien la idea? B.- No del todo / no estoy del todo seguro / sí,
pero…

4.2. Indique los mecanismos para atenuar peticiones, órdenes, ruegos:

a) Veníamos a pedirle una mayor participación en las elecciones.


b) Yo que usted me pasaría dentro de dos semanas.
c) ¿No tendrá un cigarrillo? / Supongo que no tendrá un cigarrillo.
d) ¿Sería muy difícil cambiar la hora de mi comunicación?

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e) Si no le importa, ¿puede bajar el volumen del altavoz?

4.3. Indique los mecanismos para atenuar aserciones, opiniones:

a) Su situación en la empresa no es precisamente halagüeña, no sé cómo decirle,


lleva un año presentando la baja cada dos semanas. Me parece que debería
recapacitar sobre ello.
b) Imagino que estarán esperando a que llegue el encargado de ventas, ¿es así?
c) Seamos precavidos con la información que damos a la prensa.
d) Se ha cumplido ya el tiempo de que disponía.
e) Por lo visto, los clientes no están muy contentos con el producto.
f) A.- Por lo que he podido apreciar en el anuncio, mi formación académica se
ajusta perfectamente al perfil que buscan.
B.- Bueno, no es exactamente así, pero su currículum tiene muchos puntos
interesantes.

4.4. Señale las formas utilizadas para reforzar la imagen del interlocutor:

1) A.- Hemos preparado un ejemplario a doble cara para no multiplicar los papeles.
B.- Muy buena idea, así ahorramos fotocopias.
2) A.- Se encuentra en un momento fundamental de su formación profesional. Es
conveniente que busque cursos o programas que le permitan estar al día de las
últimas investigaciones.
B.- Claro, ya lo creo.
3) A.- Avise al técnico.
B.- De acuerdo.
4) A.- Si falla tantas veces la alarma, habrá que buscar una solución. Quizá
necesitemos un… no sé…
B.- Un sensor de movimientos.
A.- Algo así
5) A.- Nuestros productos se preparan por los mejores expertos del sector.
B.- Ajá.
A.- Y se someten, además, al juicio de auditores externos que garantizan su
calidad.

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BIBLIOGRAFÍA

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