DROGADICCIONES

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TIPOS DE ADICCIÓN

Existen adicciones a sustancias y de comportamiento. Todas comparten el


mismo proceso de evolución y una sintomatología.
 
La adicción más frecuente es la relacionada con el abuso de drogas, pero las
consecuencias pueden tener un impacto parecido a cuando se abusa de
comportamientos como el uso de internet, el sexo y el amor, la comida, el
ejercicio físico, el juego, las compras, o cualquier otro comportamiento compulsivo
que se convierta en obsesión y descontrole la vida del afectado.
 
Se definen dos tipos básicos de adicción: adicción a sustancias y adicción a
comportamientos.

¿EXISTEN DIFERENTES TIPOS DE ADICCIÓN?

La realidad es que no existen distintos tipos de adicción como tal; sí que


existen distintas maneras en las que ésta se manifiesta. Mientras que una
persona puede ser adicta al alcohol, otra ser adicta a drogas de uso legal o ilegal,
y otra adicta al juego o a otro tipo de comportamiento. La dinámica es siempre la
misma: una relación de consumo o de comportamiento que altera el estado de
ánimo. También es sabido que aquéllos que dejan una adicción a una sustancia o
comportamiento están en riesgo de desarrollar una adicción alternativa.
 
En algunas personas, la relación con distintas sustancias o
comportamientos coexisten, de modo que la persona puede encontrarse con
que tanto el alcohol como la cocaína son un problema. Otra persona puede tener
relaciones problemáticas de manera simultánea con el juego, el alcohol y la
pornografía. Se puede desarrollar adicción a sustancias con las que uno se auto-
medica, o a sustancias que le prescribe un médico. Se pueden consumir
sustancias legales que se obtienen de forma ilegal.
 
Existen muchas variantes y combinaciones sobre la misma
temática. Independientemente de las características de la relación se aplica el
mismo criterio de diagnóstico.
 
A pesar de que muchas de las consecuencias dañinas son comunes a todas estas
manifestaciones de la adicción, algunos daños son específicos del consumo
de un determinado tipo de sustancia o de comportamiento. Por ejemplo, los
efectos mentales y físicos de la adicción al alcohol son distintos a los derivados de
la adicción a la heroína, a la cocaína o al juego.
 
Importante enfatizar que las adicciones pueden, bien provocar daños en la salud
mental, bien ser el resultado de padecer dichos problemas mentales.
Nosotros desarrollamos un plan de tratamiento personalizado dependiendo
de cada caso. Afortunadamente, para muchos, los síntomas de una deficiente
salud mental desaparecen una vez entran en recuperación. No obstante, esto no
es siempre así; cuidados específicos se ponen en marcha cuando esto ocurre.

DESÓRDENES COEXISTENTES

Tanto los desórdenes físicos como los mentales pueden coexistir con la


adicción. Algunos, desde aquellos que tienen su origen en incidentes negativos,
hasta los que lo tienen en traumas de la infancia, juegan su parte en la aparición
de la adicción; otros son resultado de la misma.
 
Los problemas físicos incluyen tanto afecciones pre-existentes como un precario
estado de salud, infecciones, y daños derivados del comportamiento de consumo
y del modo de vida, que hacen que se descuide el cuidado personal. El perfil de
esta persona suele también presentar tensión muscular, dolores, y problemas
odontológicos.
 
Desórdenes psicológicos, de comportamiento, y de personalidad son, bien
factores previos a la adicción, bien precursores de ella. Estos suelen ser
ansiedad, depresión, trastorno bi-polar y otros problemas mentales. También
se pueden dar desórdenes alimentarios. El equipo evalúa todos y cada uno de
ellos para elaborar un plan de tratamiento personalizado.

ADICCIONES CRUZADAS Y PATOLOGÍA DUAL

Las adicciones pueden interrelacionarse y, de una adicción comportamental


como la obsesión con la comida o la anorexia puede derivar en uso de drogas
para controlar el peso o la cocaína para perder el apetito.
 
La sustitución de una dependencia por otra, sea entre drogas o entre
comportamientos, que aporten niveles de intensidad similares también puede
darse y les llamamos adicciones cruzadas.
 
La enfermedad de la adicción puede coexistir con un trastorno psiquiátrico y
por lo tanto tener una patología dual que requiera un seguimiento psiquiátrico
individualizado.

El alcoholismo es una enfermedad crónica, progresiva y en muchos casos mortal


producida por el consumo incontrolado de bebidas alcohólicas, que interfieren en
la salud física, mental, social y/o familiar así como en las responsabilidades
laborales.
La cocaína es una droga del grupo de las sustancias psicoactivas, es decir, que
produce efectos estimulantes directos sobre el sistema nervioso central,
principalmente sobre el cerebro. La tolerancia a la cocaína se desarrolla
rápidamente, por lo que su potencial adictivo es altamente elevado.
El cannabis es una de las drogas de carácter ilegal con más índice de consumo.
Su uso está muy extendido en la población de adolescentes y jóvenes debido a
que se percibe erróneamente como una droga «blanda». El 19.5% de la población
española de entre 15 y 65 años lo ha probado en alguna ocasión. Un porcentaje
que sube a casi uno de cada tres (28,2%) si nos centramos en la banda de 15-29
años.
La dependencia o adicción a las benzodiazepinas es una condición en la cual
una persona es dependiente de un medicamento benzodiacepínico a dependencia
puede ser tanto psicológica como física o una combinación de ambas.
La heroína y otros opiáceos son drogas sedativas que deprimen el sistema
nervioso, ralentizan el funcionamiento del organismo y combaten el dolor físico y
emocional. De forma general, los opiáceos bloquean los mensajes de dolor,
creando una falsa sensación de calma e incrementando las sensaciones de placer
en el cerebro. El efecto más usual de la heroína es el sentimiento de relajación,
calidez y desapego, junto a una disminución de la ansiedad.
El tabaco es responsable de aproximadamente el 15% de las muertes en España
y mata aproximadamente una media de 200 personas cada día, de los cuales 166
hombres y 40 mujeres. El tabaquismo ha sido vinculado a numerosas
enfermedades. El mayor porcentaje de fumadores se encuentra entre los 25-39
años (40%), seguidos de los que tienen entre 40-59 años (39%).

Los trastornos de la conducta alimentaria engloban varias enfermedades


crónicas y progresivas, compuestas por una gama muy compleja de síntomas que
van más allá de la propia conducta alimentaria, como una alteración o distorsión
de la imagen corporal, un gran temor a subir de peso y la adquisición de una serie
de valores que se manifiestan a través de la imagen corporal. Son enfermedades
que requieren de un análisis multifactorial (individuo-familia-sociedad).
Las adicciones comportamentales se tratan igual que las adicciones a
sustancias. Los comportamientos que facilitan el despertar de la adicción son:
 Juego
 Sexo
 Nuevas tecnologías (internet, móvil, redes sociales, videojuegos)
 Compras
 Trabajo
 Codependencia

Todas las adicciones, independientemente de su origen o sustancia, actúan en el


organismo mediante un mecanismo de recompensa similar, que es el que provoca
la adicción. Las adicciones más habituales son las siguientes.
 Alcohol: Aunque por su amplia aceptación social no se percibe como
peligrosa, el alcohol es la sustancia más consumida en nuestro país y el
alcoholismo es la adicción que más trastornos produce. Más información sobre
el alcoholismo.
 Tabaco: La planta del tabaco, en sus distintas presentaciones, contiene un
químico llamado nicotina, que es una sustancia muy adictiva. La nicotina
genera efectos antidepresivos y de alivio sintomático de la ansiedad.
Aunque el número de fumadores de cigarrillos ha disminuido
considerablemente en los últimos años, la tasa de mortalidad asociada con la
adicción al tabaco sigue creciendo. Junto con el alcohol, se considera una
droga “puerta”, puesto que acerca al consumo de sustancias ilegales.
 Cannabis (marihuana): Es una droga derivada de la planta de cáñamo
cuya sustancia adictiva más conocida es el tetrahidrocannabinol (THC). Suele
consumirse fumada en distintas presentaciones, siendo las más frecuentes el
hachís y la marihuana (lo que comúnmente se conoce como “porros”). Se trata
de la sustancia ilegal más consumida del país, con una preocupante
prevalencia entre los adolescentes. Esta droga deteriora la memoria a corto
plazo, el aprendizaje, la habilidad para concentrarse y la coordinación. Su
consumo prolongado puede conducir a problemas psíquicos graves como
ansiedad generalizada, agorafobia, alucinaciones y, en las personas
susceptibles, puede causar psicosis.
 Cocaína: Es la sustancia que más demandas de tratamientos de adicción
produce. Es un estimulante que se extrae de la planta de coca y que se vende
mezclado con otras sustancias inertes, como el talco o la maicena.
Suele consumirse por inhalación o por inyección y a menudo se combina con el
consumo de otras drogas. Además, es un estimulante de corta duración, lo que
hace que las personas que la abusan tomen la droga muchas veces en una
sola sesión (“binge”).
El abuso de la cocaína puede resultar en consecuencias médicas graves
relacionadas al corazón y a los sistemas respiratorio, nervioso y digestivo. El
consumo prolongado de cocaína puede provocar multitud de patologías, tanto
físicas, como la hipertensión o las arritmias, como psíquicas, como la ansiedad
o la depresión.
 Las anfetaminas: Son sustancias sintéticas que se empezaron a utilizar
para el tratamiento de distintas enfermedades. El consumo de este tipo de
drogas estimula el sistema nervioso central generando estados de euforia y
agudeza mental. Tienen efectos especialmente duraderos sobre el cerebro y
aumentan la temperatura del cuerpo, Sus efectos son especialmente
duraderos y perjudiciales para el cerebro y conllevan un aumento de
temperatura corporal, originando problemas de corazón y hasta convulsiones.
 El éxtasis (MDMA): Es una sustancia derivada de las anfetaminas que
además de ser estimulante, produce alteraciones de la mente. Su consumo,
igual que el de las anfetaminas, aumenta la temperatura corporal, la
frecuencia cardíaca y la presión arterial, y además puede causar de
deshidratación. Sus efectos sobre la mente van de la ansiedad a la paranoia.
 LSD: Es uno de los alucinógenos más potentes. Los alucinógenos son
drogas que alteran la percepción de la realidad. Sus efectos son impredecibles
y los consumidores pueden experimentar alteraciones visuales, auditivas y
táctiles que parecen reales, pero que no lo son. Pueden generar en el individuo
un aumento de la frecuencia cardíaca, y también sudoración, falta de apetito,
falta de sueño y temblores.
 Los opiáceos: La heroína tiene su origen en el opio, cuyo consumo produce
euforia y una sensación de relajación general. Disminuye la frecuencia
cardíaca, la presión arterial y la agudeza visual. Entre otras drogas de la
familia de los opiáceos están la morfina y otros analgésicos que tienen usos
médicos, por eso genera también indiferencia al dolor. Sin embargo, su uso no
médico o su abuso puede resultar muy dañino.
 Los psicofármacos: Cada vez más utilizados con fines no médicos, que
pueden causar adicciones con graves consecuencias. Los más utilizados como
drogas son los analgésicos, los sedantes y los estimulantes. Cabe destacar un
preocupante aumento del consumo por parte de jóvenes y adolescentes, dada
la errónea percepción de que no son peligrosos porque en ocasions son
recetados por médicos.
 Los esteroides: Los anabólicos son variantes sintéticas de la testosterona,
que se utilizan para aumentar la masa muscular y mejorar el rendimiento
físico. Su abuso genera acné severo y enfermedades cardiovasculares,
cerebrovasculares e infecciosas.
Un hecho habitual y muy peligroso es el consumo combinado de dos o más drogas,
independientemente de si son legales o no. Su interacción implica riesgos
significativamente mayores que el consumo de esas sustancias por separado. Para
abordar el tratamiento de estas adicciones, es necesario reconocer las dos
patologías por separado.

 Comportamientos adictivos: En ocasiones las adicciones no son


provocadas por una sustancia química, sino por una actividad que es capaz de
generar un mecanismo de recompensa similar al de algunas drogas.Algunos
de los comportamientos adictivos más comunes son la ludopatía o las
adicciones al sexo o a internet.Estas adicciones tienen importantes y
peligrosos efectos en el equilibrio emocional y en la escala de prioridades
vitales de la persona adicta, para quien esta actividad pasa a convertirse en
una prioridad vital.

TRATAMIENTO

El tratamiento para la drogadicción tiene como finalidad ayudar al adicto a dejar la


búsqueda y el consumo compulsivos de la droga. El tratamiento puede darse en
una variedad de entornos, de muchas formas distintas y por diferentes periodos de
tiempo. Puesto que la drogadicción suele ser un trastorno crónico caracterizado
por recaídas ocasionales, por lo general no basta con un solo ciclo de tratamiento a
corto plazo. Para muchas personas, el tratamiento es un proceso a largo plazo que
implica varias intervenciones y supervisión constante.

Existen varios enfoques con base científica para tratar la drogadicción. El


tratamiento para la drogadicción puede incluir terapia de la conducta (como
terapia individual o de grupo, terapia cognitiva o manejo de contingencias),
medicamentos o una combinación de ellos. El tipo específico de tratamiento o la
combinación de tratamientos varía según las necesidades individuales del paciente
y, con frecuencia, según el tipo o los tipos de drogas que use. La gravedad de la
adicción y los intentos anteriores para dejar de consumir drogas también pueden
influir en el enfoque del tratamiento. Finalmente, los adictos suelen sufrir de otros
problemas de salud (incluyendo otros trastornos mentales), ocupacionales, legales,
familiares y sociales, los cuales deben tratarse de forma concurrente.

Los mejores programas de tratamiento ofrecen una combinación de terapias y


otros servicios para satisfacer las necesidades individuales de cada paciente. Las
necesidades específicas pueden relacionarse con aspectos como la edad, raza,
cultura, orientación sexual, sexo, embarazo, consumo de otras drogas, problemas
de salud concurrentes (p. ej., depresión, VIH), crianza de hijos, vivienda y trabajo,
además de antecedentes de abuso físico y sexual.

Hay medicamentos, como la metadona, la buprenorfina y la naltrexona, que se


usan para tratar a personas adictas a las sustancias opioides, mientras que para
los adictos al tabaco existen preparados de nicotina (parches, chicles, pastillas y
vaporizador nasal) además de los medicamentos vareniclina y bupropión. El
disulfiram, el acamprosato y la naltrexona son medicamentos usados para tratar la
dependencia al alcohol, la cual se presenta comúnmente junto con otras
drogadicciones. De hecho, la mayoría de las personas con adicción severa son
consumidores de diversas drogas y requieren tratamiento para todas las
sustancias que abusan. Incluso se ha comprobado que las personas que tienen
problemas con el alcoholismo y el tabaquismo pueden recibir tratamiento
simultáneamente para ambos problemas.

Los medicamentos psicoactivos, como los antidepresivos, los ansiolíticos, los


estabilizadores del estado de ánimo o los antipsicóticos pueden ser críticos para el
éxito del tratamiento cuando los pacientes tienen trastornos mentales simultáneos,
tales como depresión, trastorno de ansiedad (incluyendo el trastorno de estrés
postraumático), trastorno bipolar o esquizofrenia.
Las terapias de la conducta pueden ayudar a motivar a los toxicómanos a
participar en el tratamiento para las drogas, ofrecen estrategias para afrontar el
deseo de consumirlas, enseñan maneras de evitar las drogas y prevenir las
recaídas, y ayudan en el manejo de las recaídas en caso de que éstas ocurran. Las
terapias de la conducta también pueden ayudar a mejorar las destrezas de
comunicación, las relaciones interpersonales y la crianza de hijos, así como la
dinámica familiar.

Muchos programas de tratamiento emplean terapias tanto individuales como de


grupo. La terapia de grupo puede brindar refuerzo social y ayudar a fomentar la
abstinencia y un estilo de vida sin drogas. Algunos de los tratamientos
conductuales más establecidos, como el manejo de contingencias y la terapia
cognitiva conductual también se están adaptando para uso con grupos a fin de
mejorar la eficacia y el ahorro de costos. Sin embargo, sobre todo en
adolescentes, puede haber un peligro de efectos iatrogénicos o involuntarios del
tratamiento en grupo; es por ello que los terapeutas capacitados deben estar al
tanto de tales efectos y monitorearlos.

¿Es posible tratar con éxito la adicción?


Sí, la adicción es un trastorno tratable. Las investigaciones sobre la ciencia de la
adicción y el tratamiento de los trastornos por el consumo de drogas han llevado a
la creación de métodos basados en la investigación que ayudan a las personas a
dejar de consumir drogas y retomar una vida productiva, un proceso al que se
llama recuperación.

¿Se puede curar la adicción?


Al igual que sucede con otras enfermedades crónicas, como el asma o algunas
enfermedades cardíacas, el tratamiento de la drogadicción por lo general no
constituye una cura. Pero es posible manejar la adicción en forma satisfactoria. El
tratamiento permite que las personas contrarresten los efectos perjudiciales de las
drogas en el cerebro y el comportamiento y recuperen el control de su vida.
¿La recaída en el consumo de drogas significa
que el tratamiento ha fallado?
No. El carácter crónico de la adicción significa que para algunas personas
la recaída—es decir, volver a consumir la droga luego de intentar dejarla—puede
ser parte del proceso, si bien los tratamientos más nuevos están diseñados para
ayudar a evitarla. Los índices de recaída en el consumo de drogas son similares a
los índices de otras enfermedades crónicas. Si una persona deja de seguir el plan
de tratamiento, es probable que sufra una recaída.
El tratamiento de las enfermedades crónicas incluye la modificación de conductas
muy arraigadas, y la recaída no significa que el tratamiento haya fallado. Cuando
una persona que se está recuperando de una adicción sufre una recaída, es una
señal de que debe hablar con su médico para reiniciar el tratamiento, modificarlo o
probar un tratamiento distinto.52

Fuente: JAMA,
284:1689-1695, 2000.
Los índices de recaída de las personas tratadas por un trastorno de consumo
de drogas se comparan con los de las pacientes tratados por presión arterial
elevada y asma. La recaída es común y similar para todas estas enfermedades.
Por lo tanto, los trastornos por consumo de drogas se deben tratar como
cualquier otra enfermedad crónica. La recaída sirve como una señal de que es
necesario retomar, modificar o cambiar el tratamiento.

Si bien la recaída es una parte normal de la recuperación, en el caso de algunas


drogas puede ser muy peligrosa y hasta mortal. Si una persona consume la misma
cantidad de droga que consumía antes de interrumpir el consumo, es fácil que
sufra una sobredosis porque su organismo ya no está acostumbrado al nivel de
exposición a la droga que tenía antes. Una sobredosis ocurre cuando la persona
consume una cantidad de droga suficiente para producir sensaciones
desagradables o síntomas que ponen en peligro su vida o le causan la muerte.

¿Cuáles son los principios de un tratamiento


eficaz?
Las investigaciones demuestran que en el tratamiento de la adicción a los opioides
(ya sea analgésicos recetados o drogas como la heroína o el fentanilo) la
medicación debe ser la primera línea de tratamiento. Por lo general, la medicación
se combina con alguna forma de terapia conductual o apoyo psicológico
profesional. También hay medicamentos para tratar la adicción al alcohol y la
nicotina.

Igualmente, se emplean medicamentos para ayudar a una persona a


desintoxicarse de las drogas, si bien la desintoxicación no es lo mismo que el
tratamiento y no es suficiente para ayudar a que la persona se recupere. La
desintoxicación por sí sola, sin un tratamiento posterior, por lo general lleva a
reanudar el consumo de la droga.

En la actualidad no hay medicamentos disponibles para asistir en el tratamiento de


la adicción a drogas como los estimulantes o el cannabis, por lo que el tratamiento
para este tipo de adicción consiste en terapias conductuales. El tratamiento debe
ser personalizado y contemplar las pautas de consumo de cada paciente y sus
problemas de carácter médico, mental y social relacionados con la droga.

¿Cuáles son los medicamentos y los


dispositivos que ayudan a tratar la adicción a
las drogas?
Hay varios medicamentos y dispositivos que pueden ser útiles en distintas fases
del tratamiento para ayudar al paciente a dejar de consumir drogas, continuar con
el tratamiento y evitar las recaídas.

 Tratamiento de la abstinencia. La primera vez que un paciente deja de


consumir drogas puede experimentar varios síntomas físicos y emocionales,
entre ellos inquietud o insomnio, depresión, ansiedad y otros trastornos de
salud mental. Ciertos medicamentos y dispositivos de tratamiento alivian estos
síntomas, lo que hace más fácil dejar de consumir drogas.
 Ayuda para continuar con el tratamiento. Ciertos medicamentos de
tratamiento y algunas aplicaciones móviles se usan para ayudar al cerebro a
adaptarse gradualmente a la ausencia de la droga. Estos tratamientos actúan
en forma lenta para prevenir los deseos intensos de la droga y tienen un
efecto calmante en los sistemas del organismo. Pueden ayudar a los pacientes
a enfocarse en la ayuda psicológica profesional y otras psicoterapias
relacionadas con el tratamiento contra las drogas.
 Ayuda para evitar las recaídas. La ciencia nos ha enseñado que los
factores de estrés relacionados con el consumo de drogas (como la gente, los
lugares, las cosas y los estados de ánimo) y el contacto con las drogas son los
desencadenantes más comunes de una recaída. Los científicos han creado
terapias para interferir con estos factores desencadenantes y ayudar a los
pacientes a continuar su recuperación.
Medicamentos usados comúnmente para tratar la adicción y
la abstinencia

 Opioides
o Metadona

o Buprenorfina

o Naltrexona de liberación prolongada

o Lofexidina

 Nicotina
o Tratamientos de reemplazo de nicotina (disponibles en forma de
parches, inhaladores o goma de mascar)

o Bupropión

o Vareniclina

 Alcohol
o Naltrexona

o Disulfirám

o Acamprosato

¿Cómo tratan la drogadicción las terapias


conductuales?
Las terapias conductuales ayudan a las personas que están bajo tratamiento por
drogadicción a modificar sus actitudes y comportamientos relacionados con el
consumo de drogas. Como resultado, los pacientes son capaces de afrontar
situaciones de estrés y varios factores desencadenantes que podrían causar otra
recaída. Las terapias conductuales también pueden aumentar la eficacia de los
medicamentos y ayudar a que el paciente continúe con el tratamiento durante más
tiempo.
 La terapia cognitivo conductual busca ayudar a los pacientes a
reconocer, evitar y hacer frente a las situaciones en las que es más probable
que consuman drogas.
 El control de contingencias usa la reafirmación positiva, como por
ejemplo otorgar recompensas o privilegios por no consumir drogas, asistir a
las sesiones de apoyo psicológico y participar activamente en ellas o tomar los
medicamentos del tratamiento de acuerdo con las indicaciones.
 La terapia de estimulación motivacional usa estrategias para
aprovechar al máximo la disposición de una persona para modificar su
comportamiento e iniciar tratamiento.
 La terapia familiar ayuda a las personas con problemas de consumo de
drogas (especialmente a los jóvenes) y sus familias a examinar los factores
que influyen en las pautas de consumo y mejorar el funcionamiento general de
la familia.
 La facilitación en 12 pasos es un tratamiento individual que normalmente
se realiza en 12 sesiones semanales para preparar a la persona para que
participe activamente en programas de 12 pasos de apoyo mutuo. Los
programas de 12 pasos, como el de Alcohólicos Anónimos, no son tratamientos
médicos sino que ofrecen apoyo social y complementan el tratamiento médico.
La facilitación en 12 pasos sigue las fases de aceptación, entrega y
participación activa en la recuperación típicas de los programas de 12 pasos.
El tratamiento debe abarcar a la persona en su
totalidad.
¿De qué manera los buenos programas de
tratamiento ayudan a los pacientes a
recuperarse de la adicción?
Dejar de consumir drogas es solo una parte de un proceso de recuperación que es
complejo y largo. Cuando una persona inicia el tratamiento, a menudo la adicción
ha creado graves consecuencias en su vida y probablemente haya desestabilizado
su salud y la forma en que se desenvuelve en su entorno familiar, su trabajo y la
comunidad.
Como la adicción puede afectar tantos aspectos de la vida de una persona, el
tratamiento debe abarcar las necesidades del individuo como un todo para tener
éxito. Para asistir en la recuperación, los asesores psicológicos pueden elegir entre
una variedad de servicios que cubren las necesidades médicas, mentales, sociales,
laborales, familiares y legales específicas de cada paciente.

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