Parrafo y Ensayo

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Antes de pasar a hablar sobre el ensayo en detalle, esta semana aprenderemos cómo

escribir un párrafo parte por parte. Luego veremos las partes del ensayo de manera
general y para terminar recordaremos algunos errores frecuentes que se cometen al
escribir pero que es necesario evitar.

¿Qué es un párrafo?
Según la Real Academia de la Lengua Española:

1. m. Gram. Cada una de las divisiones de un escrito señaladas por letra mayúscula


al principio de línea y punto y aparte al final del fragmento de escritura.

Podemos expandir esta definición diciendo que el párrafo es un conjunto ordenado de


oraciones que habla sobre una sola idea; así pues, es requisito que un párrafo tenga
unidad y coherencia.

Las partes del párrafo


Para organizar mejor nuestras ideas, es conveniente que hagamos un esquema de las
partes que tiene un párrafo. Podemos seguir el siguiente esquema:

 Veamos algunos ejemplos:

  

  
La oración principal
Ahora que sabemos las partes de un párrafo, vamos a enfocarnos en la parte más
importante: la oración principal.

Es la parte más importante porque contiene la idea principal de todo el párrafo, la


razón por la que estamos escribiendo el párrafo.

La oración principal es la cabeza del párrafo, nos da una guía sobre lo que debe y no
debe contener el resto del párrafo.

Podemos decir que la oración principal expresa la opinión que queremos que el lector
acepte. La llamaremos opinión pues es una idea que tiene quién escribe pero a lo
largo del párrafo debe convencer al lector de ella.

La oración principal marca nuestro rumbo para escribir el párrafo y alerta al lector
sobre lo que queremos decir, dando claridad y propósito a nuestra escritura.

Pasos para escribir la oración principal


1. Limitar el tema
Cuando decidimos sobre qué vamos a hablar en un párrafo, es necesario tomar en
cuenta que la extensión del párrafo concuerde con la amplitud de la idea.

Si usamos como tema para la oración principal un hecho innegable, difícilmente


tendremos mucho más que decir para desarrollar el párrafo y seguramente caeremos
en redundancias o empezaremos a hablar de otro tema, perdiendo unidad.

Por ejemplo, si digo:


Miguel de Cervantes escribió "Don Quijote de la Mancha".

¿Cuáles serían mis ideas de apoyo específico? No tengo ninguna porque no tengo
nada sobre qué convencer al lector, este es un hecho conocido y no tengo mucho más
que decir.

Por otro lado, si uso un tema demasiado amplio, un párrafo no bastará para explicar
todo lo necesario para convencer al lector.

Si digo:

Miguel de Cervantes no escribió "Don Quijote de la Mancha".

Tengo algo sumamente controversial y necesitaré todo un ensayo para convencer con
evidencia a mi lector de lo que digo.

Por lo tanto limitar el tema de mi oración principal a algo que pueda desarrollar en un
par de oraciones es muy importante.

Si digo:

Una peluca es mejor que el cabello real.

Tengo un tema demasiado amplio y me costará hablar de él solo en un párrafo.

Pero si digo:

Las pelucas actualmente son tan bien hechas que fácilmente pueden pasar por
el cabello real de una persona.

Veamos el proceso:

Digamos que quiero hablar sobre pelucas. Ese es un tema general.

Para hablar de algo más específico, quiero hablar sobre cómo se hacen las pelucas.

Todavía es bastante amplio. Entonces lo puedo limitar más y pensar solo en el
resultado de la fabricación de las pelucas:actualmente, existen pelucas muy bien
hechas.

De esta forma he encontrado un tema sobre el cuál puedo hablar en un párrafo sin que
sea ni muy extenso ni muy escueto.

2. Definir la opinión precisa (o punto de vista)


Una vez que tengo definido el tema limitado, debo definir cuál es mi opinión precisa al
respecto, en otras palabras tomar una postura sobre la cual quiero convencer al lector.

Para seguir con el ejemplo anterior, si el tema limitado llegó a ser el resultado de la
fabricación de las pelucas, puedo preguntarme qué opino sobre el resultado, ¿son
buenas o no? En este caso diremos que sí, por lo tanto mi opinión precisa sobre el
tema fabricación de pelucas es actualmente existen pelucas muy bien hechas.

Para hacer la opinión precisa, es conveniente alejarse de generalidades como


bueno/malo bonito/feo, etc. Por lo tanto, sería bueno preguntarnos qué consideramos
"bien hecho" en el caso de una peluca. Creo que una peluca bien hecha es una que
parece cabello real, que convence de que el cabello es natural. Entonces podemos
modificar la opinión precisa para que diga: actualmente existen pelucas muy
convincentes.

NOTA: La opinión precisa también se conoce como punto de vista.

3. Redactar la oración principal


Una vez que entendemos el tema delimitado y la opinión precisa, podemos redactar
una oración principal y tener en cuenta, como esquema general, que debe estar
compuesta por estas dos partes:

tema delimitado + opinión precisa

La fabricación de pelucas actualmente es muy convincente.

4. Revisar y arreglar la redacción


Una vez que tengo la oración principal con sus respectivas partes, puedo dedicarme a
pulirla para que suene mejor. Por ejemplo:

La fabricación de pelucas ha avanzado mucho y actualmente se producen


pelucas muy convincentes que parecen cabello real.

Veamos más ejemplos:

Andar en moto sin casco es muy peligroso.

Un viaje en moto sin casco ha resultado ser para muchos el último viaje de su
vida.

Los lagos son lugares de paz.

Salir a pasear en un lago es un cambio refrescante para quienes vivimos en la


ciudad.

La casa de mi abuela es mi hogar.

A pesar de que jamás viví ahí, lo que siento al llegar a la casa de mi abuela es
que llego a mi hogar.

5. Unidad y coherencia
Unidad significa "hacer uno". La unidad en el párrafo significa que todas las ideas en
éste deben tener cohesión entre sí y aparecer como una sola idea.

Por ejemplo, si vamos a hablar de lo difícil y agotador que es trabajar en un


restaurante, no debemos desviarnos y mencionar que a veces se pasaba bien o que
también es agotador trabajar en una mina. Debemos enfocarnos únicamente en el
tema y opinión que definimos en nuestra oración principal.

Por ejemplo no hay unidad en un esquema así:

El esquema arreglado para que tenga unidad quedaría así:

La coherencia se obtiene haciendo transiciones adecuadas entre las diferentes


oraciones para que el texto fluya como una unidad. Esta fluidez en el texto se logra
usando conectores, algunos de los cuales repasaremos en el siguiente cuadro:
Imagen tomada de: https://s-media-cache-ak0.pinimg.com/736x/55/15/90/551590c2c6e30ab122aaa6704a59ccdd.jpg

La estructura del ensayo


 Ahora que sabes bien cómo escribir un párrafo, podemos hablar de la organización de
un ensayo. Trabajaremos con ensayos de cinco párrafos, y una vez que domines esta
estructura puedes adaptarla para escribir ensayos más largos.

Sin importar la extensión del ensayo, siempre estará dividido en tres partes:

Introducción

Desarrollo

Conclusión

En el caso del ensayo de cinco párrafos, habrá un párrafo de introducción, uno de


conclusión y el desarrollo tendrá tres párrafos.

En la siguiente unidad aprenderemos cómo redactar una introducción, y ya sabemos


cómo redactar los párrafos del cuerpo del ensayo (párrafos de desarrollo).

El esquema de un ensayo de cinco párrafos será el siguiente:


Errores frecuentes
En esta sección veremos:

1. Ideas desorganizadas y falta de coherencia


2. Repeticiones y redundancias
3. Ideas que no cierran
4. El dequeísmo
5. El queísmo
6. Gerundio de posterioridad
7. Uso incorrecto de MISMO
8. El cosismo
9. Uso incorrecto de DONDE
10. Concordancia

Ideas desorganizadas y falta de coherencia


 

Ideas desorganizadas
Este error suele darse cuando no hay una delimitación clara entre diferentes ideas. Por
ejemplo, si vamos a escribir acerca del bienestar social de una población específica y
queremos tocar temas como los planes sociales del gobierno, el gasto excesivo de la
sociedad y el desempleo, debemos desarrollar estas ideas en orden y no mezclar unas
con otras.

Este es un ejemplo exagerado, pero sirve para mostrar claramente la desorganización


de ideas:

Las personas no saben cómo manejar su bienestar social, como no tienen


trabajo se pasan viendo la televisión y luego se quejan del mal gobierno y sus
planes, y, además, se quedan sin dinero después.

Aquí no se sigue la estructura adecuada de un párrafo. Para empezar, en una sola


oración se mencionan varios temas diferentes. Incluso, aunque fueran oraciones
distintas, en un párrafo debemos organizar las ideas para que todo lo que se diga
tenga relación evidente con la oración principal.

Falta de unidad y coherencia


Esto tiene que ver con la poca o nula relación entre ideas. Muchas veces sucede que
se está hablando de un tema y se pasa a otro sin ningún conector o transición e,
incluso, sin lógica alguna.

Aquí va otro ejemplo exagerado, pero que servirá para ejemplificar la falta de
coherencia:
Hoy en día es palpable la existencia de un sinnúmero de jergas, cada una con
características propias. Pero la ciencia, gracias a sus enormes avances, ha
logrado acercar a los pueblos de todo el mundo, sin distinguir raza ni género.
Se considera, pues, que el inglés es más complejo que el español, aunque
estos sean considerados ambos idiomas fáciles. Después del 11 de
septiembre, las cosas cambiaron en el mundo y en las sociedades, tanto en
Estados Unidos como en Latinoamérica.

En este párrafo se hablan de muchos temas distintos y no se hacen transiciones


adecuadas de una idea a la otra. Carece de unidad y coherencia.

Repeticiones y redundancias
La redundancia consiste en emplear un exceso de ideas o palabras que dicen lo
mismo. El resultado de la redundancia es una redacción inútil, que carece de propósito
y en la que el lector siente que está perdiendo su tiempo.

Estas son ejemplos de expresiones redundantes:

 abstinencia total: el término 'abstinencia' ya implica una renuncia total a algo.


Por ejemplo: La abstinencia de comer carne ciertos días al año es un precepto
de la Iglesia Católica. Eso quiere decir que aquel precepto implica una renuncia
total al acto de comer carne. Solo se debe decir 'abstinencia' y nunca
'abstinencia total'.

 advertir por adelantado: el término 'advertir', al igual que el término 'prevenir',


lleva implícito el hecho de que se conoce algo por adelantado, de antemano.
Por ejemplo: Te lo advierto, como no llegues puntual, me voy sin ti. Por
adelantado se le está aclarando algo a alguien. Solo se debe decir 'advertir' y
nunca 'advertir por adelantado'.

 a la hora del mediodía: la palabra 'mediodía', en su significado, ya incluye el


concepto 'hora', pues mediodía significa "hora del día en la que el Sol está en
el punto más alto sobre el horizonte", o bien "período que comprende las horas
centrales del día". Es redundante, entonces, mencionar la palabra 'hora'
cuando utilizamos 'mediodía', pues esta última, por sí sola, ya lleva implícita la
palabra 'hora' en su significado.

 a la misma vez: la construcción 'a la vez' significa "a un tiempo o


simultáneamente". Al colocar la palabra 'misma' se estaría cayendo en una
redundancia, pues la construcción por sí sola ya implica simultaneidad. Por
ejemplo: Hablaban todos a la vez y no se entendía nada. Solo se debe decir 'a
la vez' y nunca 'a la misma vez'.

 conclusiones finales: la palabra 'conclusión' se refiere al fin y terminación de


algo, por lo tanto, lleva implícita el sentido de cierre, término o finalización. Solo
se debe decir 'conclusiones' y nunca 'conclusiones finales'.

 constelación de estrellas: según la definición del diccionario de la RAE,


constelación es "conjunto de estrellas que, mediante trazos imaginarios sobre
la aparente superficie celeste, forman un dibujo que evoca determinada figura,
como la de un animal, un personaje mitológico, etc.". Como la misma definición
lo indica, la palabra constelación ya incluye en su significado el término
'estrella'. Solo se debe decir 'constelación' y nunca 'constelación de estrellas'.

 partitura musical: la partitura solo puede ser musical, pues es un "texto escrito
de una composición musical, que contiene las partes correspondientes a sus
distintas voces o instrumentos". Solo se debe decir 'partitura' y nunca 'partitura
musical'.

completamente desnudo

completamente destruido

completamente gratis

completamente seguro

Estos cuatro términos llevan implícito el sentido de totalidad o completitud en sus


significados.

 Desnudo: Sin vestido.

 Destruido: Referido a algo material, deshacerlo o arruinarlo totalmente.

 Gratis: Sin pagar o sin cobrar nada.

 Seguro: Libre y exento de todo peligro, daño o riesgo.

Hay una lista bastante larga de construcciones redundantes. Son formas que se
suelen escuchar a diario. Sin embargo, cuando se escriba un texto académico,
siempre se debe tratar de evitar este tipo de secuencias incorrectas. La clave es
meditar lo que uno está escribiendo para reconocer si se está cayendo en una
construcción redundante.

La redundancia no solo se da en construcciones de palabras. Está presente también


en la redacción de ideas, en el hecho de que se repite lo mismo pero con otras
palabras.

Este es un ejemplo exagerado, pero muestra la redundancia tanto en construcciones


como en ideas:

La guerra es una de las mayores causas de destrucción que existen hoy en


día. Se podría decir, de modo general, que han sido muy devastadoras. Eso
es un hecho evidente y notorio. Las razones de las guerras siempre han sido
diversas a través del tiempo, pero, por lo general, han tenido que ver con las
fronteras y las expansiones. Es decir, cuando un país busca expandir su
frontera hacia un territorio ajeno. Hoy en día, en la actualidad, debido a los
problemas que enfrenta el mundo a nivel mundial, es probable que se desate
una Tercera Guerra Mundial que podría ser devastadora, pues, vuelvo a
reiterar, las guerras causan mucha destrucción en todo el mundo.

En este ejemplo no solo que se utilizan construcciones redundantes (evidente y


notorio, hoy en día, en la actualidad, el mundo a nivel mundial, vuelvo a reiterar),
sino que el contenido del párrafo resulta repetitivo. Es decir, se dice lo mismo con
otras palabras y las ideas resultan poco fluidas.

Veamos otro ejemplo de repeticiones:

Quito es una ciudad pequeña, con un centro histórico considerado patrimonio


de la humanidad. Algunas personas llaman a Quito "la carita de Dios". Los
habitantes de Quito suelen ser amables y cálidos, pues la ciudad contagia
esas características a los habitantes de Quito.

Nótese que en este ejemplo se repite una y otra vez 'Quito'. La oración podría mejorar
si en lugar de repetir Quito una y otra vez, se colocasen otras palabras que hicieran
referencia a dicha palabra. Por ejemplo: quiteños, esta ciudad, la capital del Ecuador,
etc.

Ideas que no cierran


Es muy común que, dada la extensión de una oración, quien escribe se pierde en sus
propias ideas y, en lugar de releer lo escrito al inicio, simplemente sigue escribiendo,
tomando en cuenta lo inmediatamente anterior. Veamos este ejemplo:

El dequeísmo es, dentro del nivel vulgar, que es el que emplea la gente sin
estudios suficientes y que contiene muchas incorrecciones, como esta del
dequeísmo, que es el empleo de "de" ante proposiciones sustantivas que
funcionan como complemento directo y no como suplemento o complemento
de régimen.

La idea de la oración era explicar qué es el dequeísmo, pero empieza de una manera
[El dequeísmo es] y nunca llega a conectar el inicio de la oración con el final de una
manera gramaticalmente correcta. El problema aquí es que quien escribió este párrafo
trató de insertar una explicación acerca de qué es el "nivel vulgar", y luego solo tomó
en cuenta lo que escribió inmediatamente, sin regresar al inicio del párrafo donde dice
"el dequeísmo es". Claro que explica qué es el dequeísmo [es el empleo de "de" ante
proposiciones sustantivas que funcionan como complemento directo y no como
suplemento o complemento de régimen], pero la oración está mal estructurada y la
idea inicial no cierra del todo.

Cuando se abre una especie de paréntesis, es necesario asegurarse de cerrarlo y


volver a la idea que estábamos tratando al principio.

Veamos otro ejemplo que muestra claramente cómo una idea no termina de cuajar:

La condición de la mujer, que siempre ha sufrido tantas humillaciones a lo largo


de la historia, ya que siempre ha dominado el sexo masculino en la educación, la
política, la economía, porque siempre las mujeres han estado en su casa,
cuidando de sus hijos o como esclavas de sus maridos.

La oración aquí deja "en el aire" al sujeto (en este caso: [La condición de la mujer]).
Quien escribe intenta colocar un inciso (o aclaración) sobre la mujer, pero al colocarlo
el escritor se pierde y deja de lado al sujeto [La condición de la mujer].
Para evitar este tipo de error, es importante volver al inicio de la oración y determinar
cuál es el sujeto y cómo se relaciona con el resto de la oración. En ese sentido, debe
haber una concordancia entre el sujeto y lo que se diga acerca de él.

El dequeísmo
El dequeísmo es el uso incorrecto de la preposición "de" delante de la conjunción
"que".

Veamos algunos ejemplos:

 Me sorprendió de que viniera: que viniera es el sujeto del verbo sorprender y


un sujeto nunca puede ir precedido por una preposición, por lo que la redacción
correcta sería Me sorprendió que viniera.

 Pienso/creo/considero de que no tienes razón.


 Me dijeron/comunicaron de que no habíamos ganado.
 Temo de que sea así.
 He oído de que es así.

Que no tienes razón, que no habíamos ganado, que sea así o que es así son los
complementos directos de los verbos pensar, creer, considerar, decir, comunicar..., y
el complemento directo no puede ir precedido de ninguna preposición.

Lo correcto sería:

 Pienso/creo/considero que no tienes razón.


 Me dijeron/comunicaron que no habíamos ganado.
 Temo que sea así.
 He oído que es así.

Es, además, incorrecto el uso de la preposición "de" en aquellas locuciones como a no


ser que, a medida que, una vez que,etc. o emplearla con verbos que
específicamente exigen otra preposición: no se «insiste de que», sino «en que»; no
«se fija uno de que», sino «en que», etc.

Por último, cabe recordar que hay verbos que pueden construirse de dos maneras: se
puede «avisar algo a alguien» y «avisar de algo a alguien»; se puede «informar algo»
e «informar de algo a alguien», etc. En estos casos, la preposición "de" no es ni
incorrecta ni obligatoria.

¿Cómo sé cuándo no debo usar la preposición "de" antes de la conjunción


"que"?

Cuando un verbo acepta sólo la pregunta ¿QUÉ? (¿qué pienso?, ¿qué dice?, ¿qué
opinaron?), debe construirse con QUE: pienso que..., dice que..., opinaron que...

Entonces, un consejo útil para evitar el dequeísmo es hacerse la pregunta


correspondiente. Por ejemplo, veamos estas dos oraciones:

Pienso de que no vendrá.

Pienso que no vendrá.


Cuando no tengo claridad acerca de cuál de ellas es la correcta, entonces debo
hacerme la pregunta: ¿Qué pienso?, Pues jamás me preguntaría "¿De qué pienso?",
entonces me queda claro que la opción es QUE.

Pienso que no vendrá.

El queísmo
El queísmo es la supresión indebida de la preposición "de" delante de la conjunción
"que".

En español existen ciertos verbos que exigen en su construcción la presencia de una


preposición, pero el temor de algunos hablantes a caer en el conocido fenómeno del
dequeísmo les lleva a omitir esta preposición en los casos en los que, sin embargo, es
obligatoria.

Veamos algunos ejemplos:

 Me acuerdo que hasta a Zidane le pusieron en duda cuando llegó [...]


 Si la carrera a la Casa Blanca es una competición de fondo, que lo es, no
cabe duda que el senador por Illinois, el demócrata Barack Obama, sigue
llevando la delantera a su rival, el senador por Arizona, el republicano
John McCain.
 Estoy seguro que los mismos artistas cantarán el himno cuando Francia
juegue en la Eurocopa o el Mundial.

En todas estas oraciones se ha suprimido la preposición "de", lo cual es un error.


Lo correcto hubiese sido escribirlas así:

 Me acuerdo de que hasta a Zidane le pusieron en duda cuando llegó [...]


 Si la carrera a la Casa Blanca es una competición de fondo, que lo es, no
cabe duda de que el senador por Illinois, el demócrata Barack Obama,
sigue llevando la delantera a su rival, el senador por Arizona, el
republicano John McCain.
 Estoy seguro de que los mismos artistas cantarán el himno cuando
Francia juegue en la Eurocopa o el Mundial.

Por lo general, la preposición suprimida es "de", como en los ejemplos anteriores, pero
hay otras veces en que lo que se suprime es la preposición "en".

Veamos un ejemplo:

 Esta versión fue desmentida por Pedro Cedeño,quien insistió que el


accidente ocurrió después de las tres de la tarde.
 Esta versión fue desmentida por Pedro Cedeño, quien insistió en que el
accidente ocurrió después de las tres de la tarde.

Es importante recordar que la preposición no debe omitirse cuando va con verbos que
llevan un complemento de régimen (acordarse, alegrarse, arrepentirse, olvidarse... de
algo, convencer, tratar... de algo, insistir, fijarse en... algo). Tampoco con sustantivos y
adjetivos que necesitan un complemento preposicional (a condición de, con ganas
de... y seguro de, convencido de...). Ni con locuciones como a pesar de, a fin de, a
condición de, en caso de, hasta el punto de...

Hay, por último, verbos que pueden construirse con o sin la preposición "de". Es el
caso de advertir algo a alguien y advertir de algo a alguien; avisar algo a
alguien y avisar de algo a alguien; cuidar algo o a alguien y cuidar de algo o
alguien; dudar algo ydudar de algo; informar algo a alguien e informar de algo a
alguien.

¿Cómo sé cuándo debo usar la preposición "de" antes de la conjunción "que"?

Cuando un verbo acepta sólo la pregunta ¿DE QUÉ? (¿de qué se convenció?, ¿de
qué me persuadieron?), debe construirse con DE QUE: se convenció de que, me
persuadieron de que.

Entonces, un consejo útil para evitar el queísmo es hacerse la pregunta


correspondiente. Por ejemplo, veamos estas dos oraciones:

Estoy seguro de que ustedes entenderán.

Estoy seguro que ustedes entenderán.

Cuando no tengo claridad acerca de cuál de ellas es la correcta, entonces debo


hacerme la pregunta: ¿De qué estoy seguro?Como no puedo preguntarme "¿Qué
estoy seguro?", entonces me queda claro que la opción es DE QUE.

Estoy seguro de que ustedes entenderán.

Gerundio de posterioridad
El gerundio, como sabemos, es una conjugación verbal.

Por lo general, el gerundio implica una acción en desarrollo: "riendo", "cantando",


"mirándote", "preparándome", "fugándonos".

Una de las reglas sobre los gerundios dice que esa acción debe ser simultánea o
anterior a la acción del verbo principal de la frase,pero NUNCA puede ser una
acción posterior.

Veamos algunos ejemplos del uso correcto del gerundio:

Mi madre me hablaba mirándome a los ojos.

En este caso, el gerundio es "mirándome" y el verbo principal de la frase es "hablaba".


Aquí el gerundio se usó correctamente, porque la acción mirándome es simultánea a
la de hablar: me hablaba y, al mismo tiempo, me miraba a los ojos.

Aferrándose de las crines, montó sobre su caballo.


Aquí también tenemos un gerundio correcto. La acción "aferrándose" (gerundio) es
anterior a la acción "montó" (verbo principal): primero se aferró y luego montó.

Pero veamos ahora un caso de gerundio MAL UTILIZADO:

Al comerciante lo apuñalaron con saña, muriendo desangrado dos horas


después.

En este caso, el gerundio "muriendo" es una acción posterior a la acción "apuñalaron":


es obvio que primero apuñalaron al comerciante y que luego se murió desangrado.

Este es conocido como gerundio de posterioridad y debe evitarse, pues es un error.

Para corregir este tipo de errores, o no caer en ellos, lo adecuado hubiese sido
escribir:

Al comerciante lo apuñalaron con saña, y murió desangrado dos horas después.

Al comerciante lo apuñalaron con saña y, dos horas después, murió desangrado.

Es importante que revises los tiempos verbales de las dos acciones. Si la acción del
gerundio es simultánea o anterior, el gerundio está bien utilizado; pero si es posterior,
hay que eliminarlo y armar la oración de otra manera.

Uso incorrecto de MISMO


Se ha extendido el uso de 'el mismo', 'la misma' y sus plurales como pronombres para
referirse a un elemento mencionado con anterioridad en el discurso. Este empleo es
denunciado por la Real Academia Española y debe ser evitado. En general, la
utilización de estas formas es innecesaria y se las puede reemplazar o suprimir.

Se recomienda reemplazar estas formas por un pronombre personal (lo, la, los, las, él,
ella, etc.), un determinante posesivo (su, sus), un pronombre demostrativo (este, esta,
estos, estas) o directamente omitirlas.

Por ejemplo:

Fueron registrados el coche y los ocupantes del mismo.

Fueron registrados el coche y sus ocupantes.

La fecha es ilegible, pero se lee claramente su firma debajo de la misma.

La fecha es ilegible, pero se lee claramente su firma debajo de esta.

Hoy empiezan el trazado de hoyos y apertura de los mismos.


Hoy empiezan el trazado y apertura de hoyos.

Luego de la lectura del expediente, se procedió a la aprobación de cada uno de los


puntos incluidos en el mismo.

Luego de la lectura del expediente, se procedió a la aprobación de cada uno de los


puntos incluidos en él.

El automóvil se detuvo e instantes después bajaron del mismo tres personas


fuertemente armadas.

El automóvil se detuvo e instantes después bajaron de él tres personas fuertemente


armadas.

El cosismo
Este es un fenómeno bastante común. Consiste en designar elementos en una oración
con la palabra "cosa".

Veamos estos ejemplos:

En la actualidad, vivimos en un mundo lleno de cosas superfluas.

La generosidad en una cosa poco común.

La política del actual gobierno me parece una cosa muy extrema.

A mi tía le interesan las cosas educativas.

En lugar de 'cosa', se hubiesen podido utilizar otras palabras, dependiendo del sentido,
por supuesto.

Veamos algunas posibilidades:

En la actualidad, vivimos en un mundo lleno de ideas superfluas.

La generosidad en una virtud poco común.

La política del actual gobierno me parece muy extrema.

A mi tía le interesan los temas educativos.

El uso incorrecto de DONDE


La palabra 'donde' expresa lugar, por lo que no es apropiada para indicar una idea de
tiempo o de cosa.
Esta construcción tiene en la actualidad un carácter coloquial y puede evitarse
sustituyendo el adverbio donde por los relativos el que, la que, los que, las que, el
cual, la cual, los cuales, las cuales, precedidos de la preposición correspondiente.

Veamos un ejemplo incorrecto:

Atrás quedan ya esos años donde la peregrinación hacia los pueblos de la


provincia era una constante.

Lo adecuado habría sido decir:

Atrás quedan ya esos años en los que la peregrinación hacia los pueblos de la
provincia era una constante.

También, para evitar este uso inapropiado de donde, si la estructura de la frase lo


permite, puede sustituirse por cuando.

Veamos el siguiente ejemplo:

El dólar cerró este jueves y revirtió la tendencia de la mañana, donde registraba


avances de casi 5 puntos.

El dólar cerró este jueves y revirtió la tendencia de la mañana, cuando registraba


avances de casi 5 puntos.

Concordancia
Los errores de concordancia son también bastante comunes y se relacionan un poco
con lo que vimos anteriormente: las ideas que no cierran. ¿Por qué? Porque suele
suceder que quien escribe no lee toda la oración nuevamente, sino que escribe y une
partes de la oración sin considerar el todo.

Los errores más comunes tienen que ver con la falta de concordancia entre número y
género.

Veamos algunos ejemplos correctos e incorrectos:

La patronal bancaria ha afirmado que nos encontramos en el mes con el índice de


impagos más elevados de los últimos tres años.

La oración anterior presenta un error de concordancia entre el sustantivo (el índice de


impagos) y el adjetivo (elevados), pues el índice es singular, por lo que el adjetivo
debería estar en singular también: elevado. La oración, entonces, debería quedar así:

La patronal bancaria ha afirmado que nos encontramos en el mes con el índice de


impagos más elevado de los últimos tres años.

El aporte de destacados estudiosos, en este caso Pérez y Traverso, ponen en


evidencia la heterogeneidad de posturas acerca de la responsabilidad de los
científicos.
Esta oración presenta un error de concordancia entre el sujeto y el verbo, pues lo que
pone en evidencia la heterogeneidad es el aporte, por lo tanto, el verbo debería ir en
singular: pone.

El aporte de destacados estudiosos, en este caso Pérez y Traverso, pone en


evidencia la heterogeneidad de posturas acerca de la responsabilidad de los
científicos.

En nuestro medio acostumbramos ver errores de concordancia incluso en los letreros


más sencillos, por ejemplo:

Se vende papas.

Papas es plural, por lo que debería decir:

Se venden papas.

O también se escucha mucho decir:

Gabriela hizo la torta ella mismo.

"Gabriela" es una mujer, por lo que debería decir:

Gabriela hizo la torta ella misma.

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