Adoración Familiar
Adoración Familiar
Adoración Familiar
LA ADORACIÓN FAMILIAR
Josué 24:14-16
El 1 de febrero de 2003, el mundo presenció uno de los eventos más tristes de las exploraciones
espaciales, el transbordador Columbia al entrar en la atmósfera de la Tierra, y a 16 minutos de su
aterrizaje, tuvo una falla que provocó un terrible agujero en una de sus alas, causando la
destrucción inmediata de la nave. Los siete tripulantes de la expedición murieron ese día, dejando
un terrible pesar en toda la nación. El capitán del Columbia era Rick Husband, destacado
ingeniero espacial y coronel de la Fuerza Aérea de los EEUU, pero sobre todo lo anterior, esposo,
padre y creyente. Antes de su viaje, grabó 18 videos de devocionales familiares para sus dos hijos,
esto con el fin de no perder un día de enseñanza bíblica con su familia; él entendía la trascendencia
de la adoración familiar.
La decadencia espiritual de los hogares denominados cristianos tiene como raíz la falta de
enseñanza bíblica en el marco de la adoración familiar, para un gran grupo esto es absolutamente
desconocido. Una de las más grandes deudas que como varones tenemos frente a nuestros hogares
es la falta de adoración bíblica en el seno familiar. En esta noche deseo exponer cuatro ideas
simples, mi oración honesta es que queden guardadas en sus corazones: 1. La importancia de la
adoración familiar; 2. La responsabilidad del varón en la adoración familiar; 3. Beneficios de la
adoración familiar, y finalmente, 3. Algunas instrucciones prácticas.
b. Posiblemente para la gran mayoría este concepto sea desconocido, sin embargo, no es un asunto
nuevo, sino una práctica bíblica que con el paso de las años se ha ido disipando, trayendo terribles
consecuencias en los hogares cristianos. Muchos padres creyentes consideran que el liderazgo
bíblico consiste en mantener una rutina moral, ir a la iglesia en los días de servicio y participar de
otro tipo de actividades cristianas; no obstante, aunque lo mencionado es piadoso, no marcará con
profundidad el corazón de nuestro hogar. La estadística muestra que un enorme número de jóvenes
que crecieron en familias cristianas se apartan de la fe al llegar a la adolescencia o a la adultez,
debido a que para ellos la vida cristiana fue una rutina nada más. La adoración familiar crea
una perspectiva saludable de lo que implica vivir para el Señor.
c. A lo largo de la Escritura vemos el patrón de los hogares piadosos. Después del diluvio “edificó
Noé un altar a Dios” (Gn. 8:20); Abraham levantó altar en More (Gn. 12:7); Isaac hizo altar en
Beerseba (Gn. 26:25); Jacob construyó altar en Bet-el (Gn. 35:1-2); el rey David después de una
celebración cívica regresó a su familia para bendecir su casa (II de S. 6:20); Job ofrecía holocausto
por su familia todos los días (Job.1:5). En el Nuevo Testamento se da testimonio de Cornelio como
varón piadoso y temeroso de Dios con toda su casa (Hch. 10:2); de Timoteo se dice que desde la
niñez aprendió las Sagradas Escrituras (II de Tim. 3:15). Aunque la Biblia no especifique
detalles es fácil entender que todo se desarrolló en un marco familiar de adoración a
Dios.
Busquemos Deuteronomio 6: 6-7. Este es un mandamiento para toda familia con relación a la
enseñanza los hijos. Note con especial atención algunos aspectos del mandamiento: 1. Es una
tarea personal: padre e hijo. 2. Es una tarea constante, y 3. Es una labor meramente
familiar, no de la escuela ni de la iglesia. La responsabilidad de la formación bíblica es de los
padres.
d. En una sociedad tan perversa y amante de la corrupción mundana; entre una ola de
cristianismo barato y superficial, nuestro hogares deben ser sitios en donde el nombre
de Dios se levante con temor y celo. Nuestras esposas e hijos necesitan de la instrucción
bíblica que supla sus necesidades particulares. En el hogar el carácter de los hijos se forma, sus
convicciones se vuelven sólidas y la sabiduría de Dios se siembra en sus corazones. Existe una
urgencia real por el desarrollo de la adoración familiar en nuestros hogares.
En este punto, alguno podrá excusarse en que no tiene suficiente formación bíblica como para
enseñar en su hogar, sin embargo, no olvide que usted no hablará de su propia mente, sino que
tendrá la espada de Dios, el martillo de Dios, la lámpara de Dios en su mano. Otro puedo excusarse
en que por pecados pasados ya ha perdido la autoridad para liderar a su familia; no desprecie el
perdón en Cristo “Sin confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros
pecados y limpiarnos de toda maldad” (I Jn. 1:9); piense también, que no hay mejor forma de
mostrar su arrepentimiento que tomando el papel encomendado por Dios. También alguien puede
argumentar que su familia es pequeña, pero el Señor prometió que donde dos o tres se congreguen
en su nombre, allí estará Él. Finalmente, alguno puede pensar que es muy tarde, pero no olvide
que si en la soberanía del Señor, se le ha permitido la gracia de aprender esto es porque aún hay
tiempo.
c. El liderazgo puede medirse con la administración del dinero, con la imposición de algunas reglas,
entre otras cosas, no obstante, para Dios el liderazgo comienza y termina en lo relacionado a la
adoración familiar: Gn. 18:19. El comentarista bíblico Matthew Henry dice: “¿Te gustaría
mantener la autoridad en tu familia? No podría hacerlo mejor que manteniendo la adoración a
Dios en el seno de la misma. Si alguna vez, un cabeza de familia ha tenido un aspecto estupendo,
realmente extraordinario, es cuando dirige su hogar en el servicio a Dios y preside entre los suyos en
las cosas santas. Entonces se muestra digno de doble honra porque les enseña el buen conocimiento
del Señor, es la boca de ellos ante Dios en la oración los bendice en su Nombre.”
1. Debe ser diaria: Satanás no descansa. En 20 años de vida de nuestros hijos, habremos
tenido 7,300 días de enseñanza, los cuales marcarán el resto de sus días.
2. Debe debe ser breve: 20 minutos es más que suficiente; el exceso puede ser
contraproducente.
3. Debe ser concisa: Debe adaptarse a la edad de la familia. En los niños se recomiendan
historias; en los jóvenes enseñanzas prácticas como la de los Proverbios.
4. Debe ser un tiempo de gozo: Debemos trabajar para que no sea aburrido, sino que se vea
reverencia combinada con alegría.
5. Su estructura es simple: Inicio con una oración, canten un par de himnos (puede enseñar
algunos nuevos) y presente una enseñanza de acuerdo a la edad. Como es un culto en
familia todos pueden hablar, preguntar y encargarse de determinados elementos. La esposa
pueden cerrar el culto en oración.
6. No improvise: eso le quitará reverencia al culto.
7. Comience hoy
Matthew Henry escribió: “Aquellos que oran en familia hacen bien; los que oran y leen las
Escrituras, mejor; pero los que oran, leen y cantan son los que mejor hacen”.
(Conclusión atrás)
CONCLUSIÓN
Deseo finalizar con un relato, posiblemente con uno de los más conmovedores que he leído, que
resume con elocuencia lo que significa la adoración familiar en un individuo. John G. Paton fue
misionero en las Nuevas Hébridas situadas en Escocia, él llevó el Evangelio a esas tierras
habitadas por salvajes, allí él perdió a sus hijos y esposa, durmió sobre árboles para evitar ser
comido por salvajes; lo que deseo compartir es el trasfondo de su valentía, aquellos que marcó su
niñez y juventud para dotarlo de ese enorme compromiso con Cristo: la adoración familiar y el
impacto de su padre. En su biografía cuenta la siguiente escena, en donde cuenta el momento
donde dejó su hogar para ir a estudiar divinidades en la capital:
Durante más o menos la última media milla caminamos juntos en medio de un silencio que casi no
se rompió - mi padre, como era a menudo su costumbre, llevaba el sombrero en la mano… Sus
labios seguían moviéndose en oraciones silenciosas por mí, ¡y sus lágrimas caían rápidamente
cuando nuestros ojos se encontraban en miradas en las que sobraban las palabras! Nos detuvimos
al llegar al lugar de partida asignado; agarró mi mano firmemente durante un minuto en silencio,
y luego solemnemente y con cariño dijo: "¡Dios te bendiga, hijo mío! ¡Que el Dios de tu padre te
prospere y te guarde de todo mal!"
Incapaz de decir nada más, sus labios seguían moviéndose en una oración silenciosa; con lágrimas
nos abrazamos y nos separamos. Corrí lo más rápido que pude; y, cuando estaba a punto de girar
una esquina del camino donde él me perdería de vista, miré hacia atrás y lo vi todavía de pie con su
cabeza descubierta donde lo había dejado - mirando en pos de mí. Mientras agitaba mi sombrero
diciendo adiós, di la vuelta a la esquina y quedé fuera de la vista en un instante. … Después,
levantándome con cuidado, trepé por el canal para ver si estaba todavía donde lo había dejado; ¡y
justo en ese momento pude ver por un instante que él trepaba el canal para verme! No me vio, y
después de que miró ávidamente en mi dirección por unos instantes, giró su rostro hacia casa, y
comenzó a volver -con su cabeza aún sin cubrir… aún levantando oraciones por mí. Lo observé a
través de lágrimas cegadoras, hasta que su figura se difuminó de mi vista; entonces,
apresurándome en el camino, hice voto con la ayuda de Dios, a vivir y a actuar de forma que nunca
contristase o deshonrase a un padre y a una madre como los que Él me había dado.
Dios nos ayuda en levantar en cada uno de nuestros hogares altares que honren y glorifiquen Su
Nombre.