El Medio Es El Mensaje
El Medio Es El Mensaje
El Medio Es El Mensaje
Actual.
“El medio es el mensaje” es una frase introducida por primera vez en el libro,
Understanding Media: The Extensions of Man escrito por el Canadiense Marshall
McLuhan, profesor de Inglés, filósofo de Comunicación Teórica y estudioso de la Teoría de
los Medios.
El significado de esta frase es que la forma de el medio está ligada por sí misma con el
mensaje, creando una relación simbólica por la cual el medio influye en como el mensaje es
percibido.
McLuhan explica con esta frase como la tecnología, desde la rueda y la ropa hasta el
Internet en adelante, pueden ser mensajes, más no el contenido del medio. Esto podría
considerar que los medios tecnológicos son ya parte de nuestros sentidos (tales como la
vista o el tacto), tal vez no aumenten nuestras habilidades físicas pero expanden nuestra
habilidad de percibir un mundo de una forma que sería imposible sin el uso de estos
medios.
“Todos los medios nos afectan completamente. Son tan omnipresentes en nuestra vida
personal, política, económica, estética, psicológica, moral, ética y social que no dejan ni
una parte de sin tocar… Sin afectar… Sin alterar.”
Se ha visto con el pasar de los años como la población mundial se ha tornado optimista, y a
la misma vez pesimista con respecto a los avances tecnológicos que van llegando a nuestra
vida cotidiana, mientras que algunos ven estos medios como una ayuda para el día a día, o
una forma de mejor nuestra calidad de vida, otros la ven como algo innecesario, que
solamente puede empeorar nuestras vidas, dependiendo de el punto de vista que cada quien
tenga sobre este tema, cada quien utiliza la tecnología de la forma que le plazca, esto
ratifica lo que McLuhan trata de explicar, ya que sea la forma en que la utilices, ésta ya está
afectando tu forma de vida, con tan solo estar allí.
https://medium.com/@AJLaraMilko/mcluhan-el-medio-es-el-mensaje-y-el-impacto-de-la-
tecnolog%C3%ADa-en-la-publicidad-actual-cad70d6da726
El medio es el mensaje
“El medio es el mensaje”, una frase que fue enigmática cuando en los 60 la lanzó NN
McLuhan, sociólogo canadiense que avizoró lo que se venía.
Entonces, los medios de comunicación no escritos se limitaban a la radio y a la TV, a la que
McLuhan denominó “el gigante tímido”. Consideraba, acertadamente, que las técnicas que
masifican la comunicación social son un fenómeno central de la Modernidad, de nuestros
tiempos, y que la cultura audiovisual nos iba a dominar y condicionar, como individuos y
como sociedad, tal cual ha sucedido.
“Formamos nuestras herramientas y luego éstas nos forman” era la idea central de su
determinismo tecnológico, en tanto que los avances técnicos nos abren permanentemente
posibilidades de ser, de comprendernos, de relacionarnos, de entender el mundo y el poder.
Ahí están el alfabeto y la imprenta, el telégrafo y el teléfono, la radio y la TV, el
computador y toda la cibernética, y… Avances materiales que nos abren nuevas
posibilidades y horizontes, por su poder para modificar el curso y el funcionamiento de
nuestras relaciones y actividades sociales. Por eso el mensaje, el cambio, son los medios
mismos.
McLuhan equiparó al mundo contemporáneo con una “aldea global”, hija de los medios
audiovisuales que, al permitir “la expresión envolvente de la comunicación sensorial
plena”, trascienden los límites de la cultura escrita y recuperan la palabra hablada como
el medio de comunicación, a semejanza de las aldeas tribales, anteriores a la invención del
alfabeto. Pero la aldea global cuenta además con el inmenso poder comunicativo de la
imagen, portadora de una “comunicación total” – no solo lo que se dice, sino el cómo se
dice –, que permite una comunicación inmersa en las vivencias de la aldea global; una
comunicación en vivo y en directo, sin intermediarios ni intérpretes. Aldea global donde se
vive conectado en tiempo real con los otros, como si se estuviera entre vecinos y
conocidos de la tribu.
Para McLuhan, los avances tecnológicos permiten ampliar el alcance de las funciones que
realiza nuestro cuerpo: la locomoción, la voz, la visión; pero también nuestra conciencia
gracias al computador que amplía el sistema nervioso central y a las redes sociales que
hacen lo propio con nuestra capacidad para compartir emociones, sueños, rabias. Una aldea
global que a diferencia de su antecesora, la tribal, no se estructura a partir de la familia y el
clan sino de sociedades abiertas a los intercambios culturales, a los mestizajes de todo
tipo, donde el conocimiento, especialmente el técnico-científico, avanza ilímite; son
sociedades del conocimiento.
Frente a esta dinámica imparable, el pensamiento filosófico que pretende abarcar esa nueva
totalidad cultural, social y humana queda rezagada, así como la política, terreno en donde
los procedimientos hasta ahora dominantes de intermediación, representación y control
social empiezan a ser relegados por las nuevas técnicas que le permiten al ciudadano raso
comunicarse directa e inmediatamente, ejercer su soberanía y expresarse sin
intermediarios.
https://www.elespectador.com/opinion/el-medio-es-el-mensaje-columna-477518