06 - Cap. 6 - Segundo Principio de La Termodinámica PDF
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44 Energía
cíclico, no es lo suficientemente descriptivo. El enunciado de T
Kelvin-Planck nos indica que en un motor térmico se necesita
Q
más de un reservorio de calor. Lo más sencillo es considerar dos,
como indica la figura 6.6 W
L 6.2 No existe un proceso termodinámico cuyo solo efecto sea extraer calor
de un reservorio y entregarlo a otro reservorio de temperatura mayor.
El enunciado de Clausius indica que sólo el caso a) es el real; dado que estamos
asumiendo que T2 > T1.
Es posible probar que los dos enunciados son equivalentes.
Comencemos por asumir que 6.1 es falso; luego existe un motor térmico que opera
Q
Ahora asumiremos que L.6.2 es falso; luego existe un motor térmico
que funciona como se indica en la figura 6.8. Imaginemos un motor
térmico que es una pequeña variación del ciclo mostrado en la figura
6.8, donde se entrega una pequeña cantidad de trabajo W al sistema,
T2
como muestra la figura 6.11. La variación del sistema se realiza de tal
Q2 forma que el intercambio con el reservorio a mayor temperatura es
W Q 2 . Es este caso Q’1 no es igual a Q 2 , sino que la aplicación del pri-
mer principio implica que Q 2 = Q’1 + W. Si hacemos funcionar este
Q´1
sistema en reversa, se tendrá el ciclo representado por la figura 6.12.
La combinación de este ciclo con el mostrado en la figura 6.8 da
como resultado un sistema como el mostrado en la figura 6.13.
Como Q 2 > Q´1, este motor térmico viola el enunciado L.6.1.
T2 Por lo que si L.6.2 es falso, entonces L.6.1 lo es.
Q2
W
Hemos visto que si L.6.1 es falso, entonces L.6.2 lo es; y que si L.6.2 es falso,
Q´1 entonces L.6.1 lo es.
Concluimos, entonces que los enunciados son equivalentes.
Las dos flechas apuntan hacia arriba como indica la figura 6.14.
Notemos que la aplicación del primer principio implica
(6.3)
por lo que necesariamente Q1 > Q 2 .
46 Energía
Imaginemos la superposición del caso a) con otro proceso
T T
cíclico que no produce trabajo y que absorbe una cantidad
Q Q Q
de calor Q´1 del reservorio a temperatura T2 y entrega la
misma cantidad al reservorio a temperatura T1. El segun- W W
do sistema se ajusta de tal forma que las cantidades Q´1 y
Q1 coinciden. Esto está representado en la figura 6.15. Q Q Q
Como los intercambios de calor con el reservorio a tempe-
ratura T1 se cancelan, el sistema equivalente representa
sólo intercambio de calor positivo con el reservorio a tem-
peratura T2 y la producción de trabajo positivo; lo que
contradice el enunciado; por lo que este caso no es posible.
Q Q
La flecha superior apunta hacia arriba y la inferior hacia
abajo como indica la figura 6.18. Este caso viola el primer
principio dado que se tiene
(6.5)
donde todos los términos del lado derecho de la ecua-
ción son negativos, pero el lado izquierdo es cero.
El único caso restante es el cual en que las dos flechas apuntan hacia abajo como
señala la figura 6.19. Este es el caso implicado en el enunciado de Kelvin-Planck.
Notemos que la aplicación del primer principio implica
(6.6)
Con esta argumentación hemos probado el siguiente resultado que se deduce de la segun-
da ley de la termodinámica.
(6.7)
o sea, al cociente entre el trabajo producido y el calor entrante al sistema. Debido
a que Q2 es mayor que W, la eficiencia es un número menor que uno.
Otro resultado importante del segundo principio es:
R 6.2 Ningún motor térmico operando entre dos reservorios de calor, puede tener mayor eficien-
cia que un motor térmico reversible operando entre los mismos reservorios.
R 6.3 Todos los motores térmicos reversibles operando entre los dos mismos reservorios de calor
tienen la misma eficiencia.
(6.8)
Con esta ecuación es posible expresar la eficiencia para un ciclo de Carnot en tér-
mino de las temperaturas, obteniéndose
48 Energía
(6.9)
Por lo que hemos visto anteriormente esta eficiencia constituye el límite máximo para la
eficiencia de cualquier motor térmico operando entre dos reservorios a temperatura T2
y T1. Esto sugiere el posible uso de motores térmicos para definir la temperatura; como
haremos a continuación.
Si en vez de usar un gas ideal para realizar el ciclo de Carnot, usáramos cualquier otra
sustancia, debido a que la eficiencia no depende de la naturaleza del motor térmico,
sino de las temperaturas involucradas, la siguiente definición es consistente.
Se define la temperatura termodinámica como aquella que en el ciclo de Carnot satisface
(6.10)
y cuyo valor en el punto triple del agua es
(6.11)
la unidad se denomina grado Kelvin con símbolo K.
Se debe notar que la temperatura termodinámica coincide con la tempe-
ratura definida a partir de un gas ideal.
En un ciclo de Carnot vale la relación (6.8) donde por definición las cantida-
des de calor Q1 y Q2 son consideradas positivas. Sin embargo, Q2 es calor
entrante mientras que Q1 es calor saliente. Para incluir esta información en la cantidad de
calor podemos definir ∆Q2 = Q2 y ∆Q1 = - Q1; de tal forma que las cantidades de calor
∆Q1 tienen signo positivo cuando se absorbe calor y signo negativo cuando el flujo de calor
es hacia afuera del sistema. Luego, la ecuación (6.8) se puede reescribir de la siguiente forma
1 2
1 2 (6.12)
Es importante notar que cualquier ciclo termodinámico puede ser aproximado por una colec-
ción de ciclos de Carnot adyacentes, como se muestra en la figura 6.22. Disminuyendo la
diferencia entre las isotermas, se puede aproximar con arbitraria precisión un ciclo cualquiera.
Usemos el índice numérico i para denotar cada ciclo. Para cada ciclo vale la relación
(6.8); o sea
1 2
1 2 (6.13)
Podemos sumar sobre el índice i y seguiremos teniendo el valor cero; o sea,
1 2
1 2 (6.14)
Sin embargo, en esta suma, gran parte del calor saliente ∆Qi1 para el ciclo i es calor
entrante ∆Q(i+1)2 para el ciclo i+1; por lo que en la suma (6.14) sólo se toman en
(6.15)
(6.16)
Esto nos invita a definir una cantidad en término de su diferencial.
Definimos la entropía S por su variación infinitesimal
(6.17)
donde el subíndice ‘rev’ enfatiza que el proceso infinitesimal es reversible.
Vemos entonces que la suma continua sobre un ciclo de los diferenciales
de entropía dan cero; o sea
(6.18)
Notemos que dados dos estados termodinámicos, por ejemplo A y B,
podemos pensar en dos caminos distintos: ␥1 y ␥2 que van de A hacia B.
Con ellos podemos construir un camino cerrado yendo de A hacia B por ␥1 y vol-
viendo de B hacia A por ␥2; como indica la figura 6.24. De lo que vimos
anteriormente se tiene que la suma continua sobre el camino ␥1 de A hacia B más
la suma continua sobre el camino ␥2 de B hacia A debe ser cero; o sea,
(6.19)
Pero podemos hacer la suma sobre el camino 2 en el sentido inverso, lo que equiva-
le a cambiar de signo la suma; esto es
(6.20)
por lo que deducimos que la suma continua de A hacia B tiene el mismo valor inde-
pendientemente del camino; dado que hemos obtenido
(6.21)
sin haber especificado los caminos ␥1 y ␥2.
Antes de proseguir notemos que, en general cada vez que tenemos una suma de
diferenciales de una variable, el valor de la suma coincide con la resta del valor
50 Energía
de la variable en los extremos. Esto lo podemos comprobar de la siguiente mane-
ra. Sea x la variable en el intervalo que va de xA a xB ; el cual dividimos en
diferenciales dxi = xi+1-xi ; donde asumiremos que i adopta los valores i = 1, …, N
y además x1 = xA y xN = xB. Luego se tiene
(6.22)
dado que todos los otros valores intermedios se cancelan.
De esta observación y de la ecuación (6.21) deducimos que la entropía es una fun-
ción de estado que está definida a menos de una constante. Esto es así pues podemos
tomar un estado termodinámico de referencia, digamos el estado C y asignar a la
entropía un valor digamos S0 ; o sea, S(C ) = S0 , luego la aplicación de las ecuaciones
(6.21) y (6.22) nos determina el valor de la entropía en cualquier otro estado. Por
ejemplo, el valor de la entropía en el estado A estará dado por la ecuación
(6.23)
donde no hace falta indicar el camino, pues todas las sumas continuas de C hacia
A tienen el mismo valor.
Si en vez de haber elegido el valor S0 para el estado C hubiésemos elegido otro valor,
digamos el S´0 , el valor de S(A) cambiaría acorde, pero la diferencia S(B)-S(A) entre cual-
quier otro par de estados no cambiará.
La entropía es una cantidad muy interesante que merece otro libro. En esta oportu-
nidad, por cuestiones de completitud, sólo mencionaremos algunas propiedades de
la entropía sin entrar en demasiado detalle, ni justificar cada afirmación.
Al igual que la energía interna, la entropía es una cantidad extensiva; o sea, depen-
de de la cantidad de materia que define al sistema termodinámico de interés. En
particular, es una cantidad aditiva; lo que indica que, en el estado de equilibrio, la
entropía del sistema combinado a y b es la suma de la entropía que le corresponde
al sistema a más la que le corresponde al sistema b.
(6.24)
Segundo principio de la termodinámica 51
dado que dS = 0 en todo tramo de camino adiabático reversible en el espacio de estados.
(6.25)
donde N es el número total de partículas del gas y ln es el símbolo de logaritmo natu-
ral. Notemos que en toda expansión libre se tiene VB > VA y por lo tanto ∆S > 0.
Supongamos un proceso cíclico que puede ser pensado como constituido por m eta-
pas. Cada una de las etapas puede ser reversible o irreversible. A lo largo del ciclo,
el sistema realiza intercambios de calor ∆Q1, …, ∆Qm con m reservorios a tempera-
turas T1, …, Tm respectivamente, se puede probar [Fer68], haciendo uso del
enunciado de Kelvin-Planck L.6.1, que
(6.26)
La igualdad vale cuando los ciclos son reversibles.
Haciendo uso de este resultado probaremos la siguiente afirmación. Si se puede lle-
gar al estado B por una transformación irreversible desde el estado A, entonces para
todo proceso de n etapas que nos lleva de A a B vale que
(6.27)
Para un proceso reversible, vale la igualdad.
Esta relación se puede demostrar de la siguiente manera:
Sea ␥r una transformación reversible que nos lleva del estado B al estado A. Luego
podemos pensar en el ciclo general (irreversible) que consta del proceso de n etapas
que nos lleva de A a B y de la transformación reversible por el camino ␥r que nos lleva
de B al estado A. Para este ciclo vale el resultado (6.26); por lo que se tiene
(6.28)
donde hemos usado en el tramo reversible de B hacia A una suma continua y la
52 Energía
definición del diferencial de entropía. Esta desigualdad es la misma que (6.27).
Si el sistema está completamente aislado, se tiene que los ∆Qi son cero para cada
una de las etapas, por lo que se deduce:
(6.29)
si el estado B se puede obtener del estado A por medio de una transformación irre-
versible.
Si un sistema aislado está en un estado de máxima entropía, compatible con los
valores de las otras variables extensivas; entonces no puede ocurrir ningún otro pro-
ceso; pues de ocurrir debería aumentar la entropía, lo que contradice que está en su
valor máximo. Por lo tanto los estados de equilibrio termodinámico de un sistema
aislado son los de máxima entropía.
L.6.3 Los valores tomados por los parámetros extensivos, en ausencia de vínculos, son aquellos
que maximizan la entropía sobre la variedad de estados de equilibrio permitidos.
1 2 (6.30)
dado que T2 > T1. El enunciado L.6.3 nos dice que en estas condiciones la entro-
pía sólo puede aumentar, por lo que este proceso no puede ser posible.
Este argumento prueba que si L.6.3 es válida, entonces el enunciado de Clausius de
la segunda ley es válido.
Anteriormente habíamos probado la equivalencia
enunciado de Kelvin-Planck ⇔ enunciado de Clausius.
Ahora hemos visto las implicaciones
enunciado de Kelvin-Planck ⇒ enunciado de máxima entropía;
y
enunciado de Clausius ⇐ enunciado de máxima entropía;
lo que implica que las tres formulaciones son equivalentes.