Via Crucis Breve e Indulgencias para Dispositivo Movil

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 21

VÍA CRUCIS BREVE

E
INDULGENCIAS

Grabado de una estampa religiosa


francesa de finales del siglo XIX en la que
se representa los tres grados de la imitación
perfecta con Jesucristo a que debe aspirar
el cristiano:
1º aceptar la cruz con resignación;
2º llevarla con sumisión;
3º abrazarla con fe y amor.
VÍA CRUCIS
SENCILLO Y BREVE
Por la señal de la Santa Cruz, †
de nuestros enemigos † líbranos, Señor,
Dios nuestro. † En el nombre del Padre
y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. †
Pésame, Dios mío, y me
arrepiento de todo corazón de
haberte ofendido. Pésame por el
infierno que merecí y por el cielo que
perdí; pero mucho más me pesa
porque pecando ofendí a un Dios tan
bueno y tan grande como Tú; antes
querría haber muerto que haberte
ofendido, y propongo firmemente,
ayudado por tu divina gracia, no
pecar más y evitar todas las
ocasiones próximas de pecado.
Amén.
Te adoramos oh, Cristo, y te
bendecimos. Porque con tu Santa
Cruz redimiste al mundo y a mí,
pecador. Amén.

¡Jesús mío, condenado en vez de mí:


misericordia!

Señor, pequé, ten misericordia


de mí. Pecamos y nos pesa, ten
misericordia de nosotros.

Padre Nuestro, Ave María, Gloria.


Te adoramos oh, Cristo, y te
bendecimos. Porque con tu Santa
Cruz redimiste al mundo y a mí,
pecador. Amén.

¡Jesús mío, cargado con mis pecados


para descargarme de ellos:
misericordia!

Señor, pequé, ten misericordia


de mí. Pecamos y nos pesa, ten
misericordia de nosotros.

Padre Nuestro, Ave María, Gloria.


Te adoramos oh, Cristo, y te
bendecimos. Porque con tu Santa
Cruz redimiste al mundo y a mí,
pecador. Amén.

¡Jesús mío, sucumbiendo bajo el peso


de mis pecados para expiarlos:
misericordia!

Señor, pequé, ten misericordia


de mí. Pecamos y nos pesa, ten
misericordia de nosotros.

Padre Nuestro, Ave María, Gloria.


Te adoramos oh, Cristo, y te
bendecimos. Porque con tu Santa
Cruz redimiste al mundo y a mí,
pecador. Amén.

¡Jesús mío, encontrando a vuestra


angustiada Madre: misericordia!

Señor, pequé, ten misericordia


de mí. Pecamos y nos pesa, ten
misericordia de nosotros.

Padre Nuestro, Ave María, Gloria.


Te adoramos oh, Cristo, y te
bendecimos. Porque con tu Santa
Cruz redimiste al mundo y a mí,
pecador. Amén.

¡Jesús mío, invitándome a participar de


vuestra Cruz: misericordia!

Señor, pequé, ten misericordia


de mí. Pecamos y nos pesa, ten
misericordia de nosotros.

Padre Nuestro, Ave María, Gloria.


Te adoramos oh, Cristo, y te
bendecimos. Porque con tu Santa
Cruz redimiste al mundo y a mí,
pecador. Amén.

¡Jesús mío, con el rostro manchado de


inmundas salivas para expiar mi orgullo:
misericordia!

Señor, pequé, ten misericordia


de mí. Pecamos y nos pesa, ten
misericordia de nosotros.

Padre Nuestro, Ave María, Gloria.


Te adoramos oh, Cristo, y te
bendecimos. Porque con tu Santa
Cruz redimiste al mundo y a mí,
pecador. Amén.

¡Jesús mío, sucumbiendo otra vez para


enseñarme a levantar después de las
caídas: misericordia!

Señor, pequé, ten misericordia


de mí. Pecamos y nos pesa, ten
misericordia de nosotros.

Padre Nuestro, Ave María, Gloria.


Te adoramos oh, Cristo, y te
bendecimos. Porque con tu Santa
Cruz redimiste al mundo y a mí,
pecador. Amén.

¡Jesús mío, consolando a las mujeres de


Israel, que, llorando, os seguían:
misericordia!

Señor, pequé, ten misericordia


de mí. Pecamos y nos pesa, ten
misericordia de nosotros.

Padre Nuestro, Ave María, Gloria.


Te adoramos oh, Cristo, y te
bendecimos. Porque con tu Santa
Cruz redimiste al mundo y a mí,
pecador. Amén.

¡Jesús mío, sucumbiendo de nuevo al


pensar en mis ingratitudes: misericordia!

Señor, pequé, ten misericordia


de mí. Pecamos y nos pesa, ten
misericordia de nosotros.

Padre Nuestro, Ave María, Gloria.


Te adoramos oh, Cristo, y te
bendecimos. Porque con tu Santa
Cruz redimiste al mundo y a mí,
pecador. Amén.

¡Jesús mío, despojado de vuestras


vestiduras para expiar mis
sensualidades: misericordia!

Señor, pequé, ten misericordia


de mí. Pecamos y nos pesa, ten
misericordia de nosotros.

Padre Nuestro, Ave María, Gloria.


Te adoramos oh, Cristo, y te
bendecimos. Porque con tu Santa
Cruz redimiste al mundo y a mí,
pecador. Amén.

¡Jesús mío, clavado en la Cruz para


expiar mis malas acciones: misericordia!

Señor, pequé, ten misericordia


de mí. Pecamos y nos pesa, ten
misericordia de nosotros.

Padre Nuestro, Ave María, Gloria.


Te adoramos oh, Cristo, y te
bendecimos. Porque con tu Santa
Cruz redimiste al mundo y a mí,
pecador. Amén.

¡Jesús mío muerto en la Cruz para


abrirme el Paraíso: misericordia!

Señor, pequé, ten misericordia


de mí. Pecamos y nos pesa, ten
misericordia de nosotros.

Padre Nuestro, Ave María, Gloria.


Te adoramos oh, Cristo, y te
bendecimos. Porque con tu Santa
Cruz redimiste al mundo y a mí,
pecador. Amén.

¡Jesús mío, depuesto en los brazos de


vuestra afligida Madre: misericordia!

Señor, pequé, ten misericordia


de mí. Pecamos y nos pesa, ten
misericordia de nosotros.

Padre Nuestro, Ave María, Gloria.


Te adoramos oh, Cristo, y te
bendecimos. Porque con tu Santa
Cruz redimiste al mundo y a mí,
pecador. Amén.

¡Jesús mío, encerrado entonces en el


sepulcro y ahora en el Tabernáculo:
misericordia!

Señor, pequé, ten misericordia


de mí. Pecamos y nos pesa, ten
misericordia de nosotros.

Padre Nuestro, Ave María, Gloria.


Dígnate, Señor,
mirar por esta tu familia, por la cual
nuestro Señor Jesucristo no vaciló ser
entregado en manos de los malvados y
sufrir el suplicio de la Cruz. Por nuestro
Señor Jesucristo, que contigo vive y
reina, Dios, por todos los siglos de los
siglos. Amén.

Terminar rezando un Padrenuestro,


Avemaría y Gloria por las intenciones
del Sumo Pontífice.

Fuente: https://www.devocionario.com/pdf/via_crucis.pdf
“El que, a causa de la enfermedad no
puede repetir ninguna jaculatoria y
solamente puede mirar o besar el Crucifijo
bendecido especialmente para ello, que le
es presentado por un sacerdote o por
cualquier otra persona, gana también
Indulgencia plenaria. (E. I. 194)”
(Misal Romano Diario y Devocionario.
Editorial Balmes. Barcelona 1962.)
Damos gracias a Dios, que nos ha
permitido cumplir seis años, - a partir
de la Cuaresma de 2013 -, ofreciendo el
Santo Vía Crucis, por las Almas del
Purgatorio, a las doce del día, en la
Parroquia Santa Rosa de Lima, todos
los viernes del año (a excepción de los
Viernes Primero y cuando se llama a
Misa, ya sea de cuerpo presente u otro
fin).
APOSTOLADO DE LA ORACIÓN

También podría gustarte