Magnesio El Gran Relajador de La Naturaleza
Magnesio El Gran Relajador de La Naturaleza
Magnesio El Gran Relajador de La Naturaleza
Naturaleza
(La Revolución de los Farmanutrientes.- Dr. Richard Firshein)
Puede resultar difícil de creer, pero una sustancia que podría ayudar a prevenir el primer
asesino de Estados Unidos, las Enfermedades Cardiacas, se encuentra justo en los estantes
de tu tienda de Productos Nutricionales. Este mineral natural se encuentra por todas partes
en la vida, desde el pescado y el centeno hasta las espinacas.
El Magnesio es uno de los nutrientes esenciales más importantes para mantener la salud
óptima. Es un mineral que baña la célula y parece estabilizarla, calmando nuestro cuerpo a
nivel metabólico, a nivel microscópico. Si existe tendencia (sea en las células de tu corazón o
pulmones, tus músculos o tus vasos sanguíneos) a las reacciones excesivas, el Magnesio
sedará y relajará el cuerpo.
La investigación sobre los beneficios del Magnesio se remonta al comienzo de los años 30, y
recientemente hemos visto un renacimiento del estudio de este mineral. Resulta que a
comienzos de siglo, la mayoría de los estadounidenses recibían unos 1.200 miligramos de
Magnesio al día en su dieta, mientras que hoy en día la DDR es de unos 400 miligramos. Y
no todos recibimos eso siquiera. No comemos suficientes Cereales integrales, Frutas y
verduras para satisfacer las necesidades de este mineral crucial.
Una reciente encuesta de Gallup reveló que el 72 por 100 de los norteamericanos adultos no
llegan a la dosis diaria recomendada para el Magnesio. Descubrió también que un asombroso
55 por 100 de los adultos consume un 75 por 100 o menos de la dosis diaria recomendada,
mientras que el 30 por 100 está comiendo menos de la mitad de la cantidad requerida.
Los métodos de cultivo modernos y el procesamiento de alimentos son en parte los culpables
de nuestra deficiencia de Magnesio. Peor aún, perdemos casi el 40 por 100 de l contenido de
Magnesio de nuestro alimento cuando es cocinado. Y nuestros cuerpos necesitan Magnesio
más que nunca, puesto que nuestro aire y nuestra agua poluidos pueden interferir con su
función en el cuerno.
Los mayores corren aún mayor riesgo que los jóvenes. La encuesta Gallup mostró que el
consumo de Magnesio disminuye con la edad. El 79 por 100 de los adultos mayores de 55
comen muy por de bajo de la DDR para el Magnesio, y un 66 por 100 recibe menos de tres
cuartos de esta en su alimento.
Magnesio y Calcio compiten y cooperan, afluyendo uno al interior de la célula mientras el otro
afluye de ella, y es el equilibrio de ambos que resulta de suprema importancia. Permiten a la
célula excretar aquello que no necesita o quiere y absorber los necesarios nutrientes. El
calcio eleva la tensión de la sangre cuando es necesario (digamos, durante el ejercicio), y a
la vez contrae nuestros músculos. Sin embargo, aunque el calcio es esencial para la
contracción, una excesiva disponibilidad de calcio puede conducir a serios problemas — un
estado de contracción sostenida que puede mostrarse bajo la forma de diferentes
enfermedades. Incluso en el rigor mortis, una rigidez del cuerpo que ocurre después de morir,
el calcio permanece en la célula, mientras que el Magnesio se drena afuera.
Cuando los niveles de Magnesio están bajos, el cuerpo libera las hormonas del estrés y
sustancias que constriñen los vasos sanguíneos y que hacen que la sangre se coagule más
fácilmente. A su vez, el estrés, de cualquier tipo, sea físico o emocional, aumenta la
necesidad de Magnesio. Considera el estrés de una carrera de maratón: los suplementos de
Magnesio mejoran la resistencia y reducen los calambres y la fatiga de los atletas. Y en estos
corredores el Magnesio suele agotarse. De hecho, un estudio de cinco corredores de maratón
descubrió que cuatro corredores que no recibieron ningún suplemento de Magnesio
experimentaron una caída constante de los niveles sanguíneos de Magnesio durante la
carrera (monitorizados por medio de muestras de sangre extraídas en seis momentos
diferentes).
A veces pienso que, igual que los esquimales tienen docenas de palabras para la «nieve» —
palabras que describen si la nieve es blando, fresco, antiguo, convirtiéndose en hielo—,
nosotros deberíamos tener diferentes palabras para diferentes tipos de fatiga. La fatiga que
aparece cuando apenas has hecho una hora en bicicleta o nadado un kilómetro y medio. La
fatiga que se te viene encima cuando pillas la gripe y cada parte de tu cuerpo parece dolerte.
La fatiga que sigue a una noche de insomnio.
Algunos pacientes me han dicho que su fatiga es tan persistente que parece haber penetrado
hasta el mismo núcleo de su ser. Quienes padecen fibromialgia, un desorden muscular cada
vez más común, experimentan una profunda y dolorosa fatiga muscular.
¿Qué es, pues, la Fatiga?
Esa es una buena pregunta, y difícil de responder. La fatiga es a la vez la afección más
común y la más evasiva. Es un problema que pocos doctores se toman en serio, y sin
embargo es un síntoma de una amplia gama de enfermedades. ¿De qué manera describes
realmente la fatiga? No puedes medirla en la sangre o en la orina. No hay análisis que
prueben que alguien está agotado. La fatiga es diferente de otras afecciones. Puedes ver los
cambios en una articulación artrítica, puede s medir la elevación de azúcar en sangre en el
caso de la diabetes, puede s realizar ensayos de la función pulmonar en caso de asma, y
puedes realizar un electrocardiograma en caso de enfermedad cardiaca. Puedes incluso
medir los niveles de anticuerpos virales en la sangre de los pacientes que padecen el
síndrome de fatiga crónica (SFC) —un desorden inmunológico en el que la fatiga es un
síntoma primordial—, pero esto no constituye un diagnóstico.
Una carencia de Magnesio en las células perturbaría el flujo de energía que causa la
relajación del músculo y un pulso cardiaco regular. Algunos médicos pioneros comenzaron a
tratar a pacientes de SFC con inyecciones de Magnesio y las encontraron valiosas. Un
paciente mío, un ingeniero industrial de 50 años, padecía fibromialgia crónica, una dolorosa
afección muscular, así como fatiga severa. Cuando hice el análisis de sus niveles de
Magnesio, los encontré muy bajos. Inyecciones semanales fueron capaces de de volverle a
un nivel normal de energía, y su dolor muscular disminuyó de manera espectacular.
Otra paciente mía fue virtualmente curada por el Magnesio, junto con otros suplementos y
cambios en su dieta. Joan era una psiquiatra de 45 años, con una sonrisa fácil y una calidez
genuina, que vino a verme desesperada. Había padecido síntomas de fatiga crónica durante
más de 10 años. Su afección comenzó como una enfermedad viral aguda, con garganta
dolorida, dolores de músculos y articulaciones, fiebre y síntomas similares a los de la gripe.
Sin embargo, en vez de ir a mejor, simplemente fue a peor cada vez, hasta que apenas pudo
seguir trabajando. Como muchos pacientes con esta afección, nunca había tenido una
enfermedad importante anterior. Trabajaba mucho y con dedicación hacia sus pacientes.
Trabajaba durante largas horas. Antes de venir a verme había intentado innumerables
tratamientos, desde consultar a un psiquiatra ella misma hasta intentar los antidepresivos, la
acupuntura, la homeopatía, los remedios naturales de los herbolarios y médicos corrientes.
Puesto que acababa de iniciar la separación de su marido, solían decirle que su afección
estaba relacionada con el estrés y la depresión. En otras palabras, a una psiquiatra —un tipo
de médico— le habían dicho que su afección era psicosomática, o que «existía solo en su
mente».
Cuando la vi, 10 años después de sus síntomas iniciales, se encontraba en verdad deprimida
y desmoralizada por la falta de comprensión que había recibido.
«Sé que algo está mal», insistía, «pero nadie me cree». Una serie de análisis de sangre
sugerían que tenía razón. Tenía niveles elevados de anticuerpos para el virus Epstein-Barr,
Cytomegalovirus y HHV-6, un virus de l herpes. Anticuerpos a tres virus diferentes no es algo
corriente; aunque es mucha la gente expuesta a virus como el EpsteinBarr, por alguna razón
aún desconocida son solo ciertas personas las que se ponen enfermas, a menudo
crónicamente, como resultado. Las células asesinas naturales de Joan se encontraban a un
nivel muy bajo, 10 (suele oscilar de 20 a 250). Su Magnesio en glóbulos rojos, uno de los
signos que utilizo para diagnosticar esta afección, también estaba bajo. Estábamos
empezando a entender el problema de Joan. Ahora teníamos que solucionarlo.
Traté a Joan con una diversidad de suplementos, y el Magnesio fue el primero de la lista.
Creo que 500 miligramos de aspartato de Magnesio al día es una dosis oral óptima. Pero con
una paciente como Joan, que ha estado enferma durante años, también doy un suplemento
de Magnesio y vitamina C por vía intravenosa, para ayudar a que toda célula del cuerpo se
bañe de este necesario nutriente, particularmente durante los estallidos agudos.
El Magnesio por sí solo, evidentemente, solo puede hacer parte del trabajo en caso de una
enfermedad grave y crónica. El programa completo de Joan incluía antioxidantes como la
vitamina C, aminoácidos que potencian la energía como la tirosina, la hierba ginkgo para
mejorar la circulación cerebral, la coenzima Q10 para energizar las mitocondrias celulares, y
ginseng siberiano, una hierba excelente que ayuda a los pacientes a llevar mejor el estrés.
Al cabo de unas pocas semanas de comenzar este programa de suplementos, Joan sintió que
su energía aumentaba. Hoy en día, Joan es de nuevo un miembro activo y vibrante de su
comunidad. Toma con regularidad sus suplementos de Magnesio, y está decidida a no
permitir nunca que su sistema se deteriore de nuevo.
En un reciente estudio aparecido en Family Practice News se dio a las mujeres dosis de
Magnesio oral tres veces al día durante dos semanas antes del momento de la menstruación.
Esto consiguió reducir la severidad del SPM y la duración e intensidad de las migrañas
relacionadas con el SPM. Un estudio de 1991, publicado en la revista Headache, descubrió
que las mujeres que padecen de migraña desencadenada por su ciclo menstrual tienen
niveles más bajos de Magnesio.
Hay también una tremenda necesidad de Magnesio en las primeras etapas del embarazo, y
los investigadores estiman que las mujeres embarazadas solo obtienen del 50 al 60 por 100
de la DDR de Magnesio en su dieta. Los estudios han mostrado que el Magnesio ayuda a
prevenir las migrañas, especialmente en las embarazadas.
Estoy impresionado por la capacidad del Magnesio para aliviar los síntomas del SPM. Una
paciente, Victoria Hanover, era una ejecutiva de 47 años en uno de los mayores bancos de l
país, y madre de tres hijos. Sin embargo, había padecido SPM durante toda su vida, migrañas
mensuales relacionadas con su ciclo menstrual y prolapso mitral.
Cuando describió sus síntomas, nos dimos cuenta que todos tenían lugar al mismo tiempo,
hacia finales del mes antes de su periodo. Sus síntomas empeoraban tras beber vino y comer
pan. Esto era un claro signo de que había alergias alimentarías subyacentes, y en verdad los
ensayos mostraron que era alérgica a alimentos ricos en levaduras, como el pan y el vino (tal
y como indicaban sus reacciones alérgicas).
Le quité estos alimentos y la traté con multivitaminas y altas dosis de Magnesio. En el caso
del corazón, el Magnesio (240 miligramos al día en dosis divididas) es esencial para unas
fases normales de contracción y relajación del corazón. Sabía que habríamos de esperar un
mes hasta ver cómo había mejorado, y, para mi deleite, sus dolores de cabeza disminuyeron
de manera significativa. Solo duraron dos días, en vez de una semana, antes de su periodo, y
fueron menos intensos. Ella no advirtió pulso irregular —un preocupante síntoma anterior
debido a su prolapso de la válvula mitral.
Pero sus síntomas retomaron en su primer ciclo, y para el segundo fueron tan malos como
cuando la vi por vez primera. Ahora ha retomado esos suplementos y nunca los pasa por alto.
Otras pacientes han podido deshacerse de ellos.
Incluso cuando las migrañas no son premenstruales, el Magnesio puede ayudar. Un estudio
de 1996, aparecido en una revista dedicada a estudiar solo los dolores de cabeza, evaluó a
81 pacientes con edades comprendidas entre los 18 y los 65 años. A un grupo se le dieron
600 miligramos diarios de Magnesio, mientras otro grupo tomaba un placebo. Pasadas 12
semanas, se produjo un 41 por 100 menos de dolores de cabeza en el grupo del Magnesio, y
solo un 15 por 100 menos en el grupo del placebo.
Para dolores de cabeza repentino e insoportable utilizo a veces una solución IV que contiene
Magnesio, junto con otras vitaminas y minerales. Este enfoque natural erradica el dolor casi
por completo en unos 20 a 30 minutos. A menudo no se necesita más para romper una
migraña, y sin usar medicamento alguno. Para muchos pacientes que soportan frecuentes
migrañas, la severidad y duración de los dolores de cabeza se ven reducidas gran de mente,
y en unos pocos casos los dolores de cabeza no han vuelto a aparecer.
Recientemente traté a una mujer que tenía migrañas severas y padecía mucho dolor. Usé una
combinación de Magnesio oral e intravenoso. Ahora viene a verme siempre que estos dolores
de cabeza reaparecen, pero, afortunadamente, los intervalos entre las visitas se están
volviendo mucho más largos. Una vez corregida una deficiencia, y que el cuerpo puede
acumular una pequeña reserva de Magnesio, los síntomas suelen desaparecer.
El Magnesio y Usted
El Magnesio es uno de los minerales más importantes y curativos del cuerpo. Puede ayudar a
prevenir algunas de las afecciones más graves que afrontamos: Enfermedades cardiacas,
asma y diabetes. También puede tratar afecciones crónicas menos serias, pero no obstante
frustrantes como la fatiga, el prolapso mitral y los dolores y espasmos musculares.
Ahora que sabes que el Magnesio es tan importante como las vitaminas C y E, puedes
añadirlo a tu dieta a través de alimentos y suplementos.
Los alimentos ricos en Magnesio se hallan a tu disposición en las tiendas de dietética locales,
e incluso en las tiendas de comestibles normales. Las fuentes alimenticias ricas en Magnesio
incluyen al germen de trigo, el salvado, las nueces, la soja, la avena y el centeno integrales,
el maíz, el pescado y diversas verduras de hoja verde . Las aguas minerales embotelladas
también contienen Magnesio. Y para quienes necesitamos cantidades extra de Magnesio en
adición a nuestra dieta (quizá debido a un riesgo heredado de enfermedades cardiacas o
diabetes), los suplementos de Magnesio están a nuestra disposición fácilmente en las tiendas
de dietética. Recomiendo el Aspartato de Magnesio, que se absorbe fácilmente, o el citrato,
que es la forma de Magnesio más barata disponible. Para el individuo medio, recomendaría
de 300 a 500 miligramos diarios. Para afecciones graves como las enfermedades cardiacas o
la diabetes, pueden ser recomendables mayores dosis; sin embargo, el Magnesio puede
provocar diarrea. Dosis más elevadas deberían ser monitorizadas por un médico entendido.
Incluso después de toda mi experiencia con los poderes curativos del Magnesio y los muchos
pacientes a los que he visto ayudar, a veces me asombro yo mismo de pensar que un mineral
tan simple pueda ayudar en una gama tan amplia de problemas de salud. A veces las curas
más simples son las mejores.
Mostachos de leche en las celebridades, botellas de calcio apiladas en los estantes de las
farmacias, supermercados y tiendas de dietética, e innumerables artículos sobre los
beneficios del calcio, han oscurecido la importancia de su hermano, el Magnesio. También el
Magnesio puede combatir la osteoporosis. El Magnesio puede ayudar a prevenir las fracturas
y aumentar la densidad de los huesos. Parece tener un efecto directo sobre la hormona
paratiroidea, que se asocia con bajos niveles de calcio. Muchos pacientes ancianos tienen
problemas de mala absorción de minerales, y pueden estar utilizando diuréticos por
problemas de hipertensión. En ambos casos, el Magnesio es excretado, y los bajos niveles de
l mineral contribuyen a huesos porosos y frágiles.
A muchas mujeres se les aconseja tomar estrógeno y calcio juntos, pero eso solo puede
empeorar la deficiencia en Magnesio. Se ha demostrado que el estrógeno aumenta la
coagulación de la sangre, lo que aumenta el riesgo de problemas sanguíneos y cardiacos. El
Magnesio puede ayudar a combatir este problema. En un estudio sobre 31 mujeres, la
densidad de los huesos aumentó hasta un 8 por 100 tras dos años de suplemento con
Magnesio. En un grupo de mujeres no tratadas, monitorizado a lo largo de los mismos dos
años, la densidad ósea disminuyó significativamente.
Aconsejo un suplemento tanto de calcio como de Magnesio como medida preventiva a todas
las pacientes que están pasando la menopausia o que ya han pasado por ella.
Afecciones Especiales
Editorial EDAF
Autor: Dr. RICHARD FIRSHEIN.
MAGNESIO.-
http://www.xinte.com/acondicionamiento/5minerales.html
Esto se debe a que el magnesio esta involucrado con 300 tipos de encimas activas en
nuestro cuerpo, si éste disminuye en tu cuerpo, podría generarte problemas tales como
hipertensión, arritmias cardíacas o palpitaciones, y como resultado de todo esto, la
posibilidad de sufrir ataques cardíacos.
El magnesio sería como el rey Arturo y los demás nutrientes los caballeros alrededor
de la mesa redonda. Entre otras de las propiedades que tiene este mineral, es la de
relajar los vasos sanguíneos, y esto promueve una mejor circulación sanguínea, diluye
la sangre, inhibiendo así, la formación de plaquetas que obstruyan arterias, reduce la
angina, arritmias y espasmos musculares (calambres), así como dolores en
articulaciones, particularmente piernas.
La dosis recomendad de ingesta diaria es de 400 a 800 mg., en caso de tomar la dosis
mas alta, deberá ser dividida en dos tomas, así mismo ingerirla junto con vitamina E,
400 U I (E-Tocoferol) diarias, mejora los resultados.