10 Parabolas Cortas
10 Parabolas Cortas
10 Parabolas Cortas
- Buen anciano, todo el mundo habla bien de ti; yo quiero ponerte a prueba a ver si
lo que dicen de ti es cierto. Este pájaro que llevo en la mano que pasará con El,
cuando la abra:¿ volará o caerá muerto?. (porque el joven pensaba, si dice que
volará, aprieto la mano, lo ahogo y caerá muerto, por el contrario, si dice que
morirá abriré la mano y saldrá volando; este viejo, pensaba, no tiene escapatoria).
El buen anciano se dió cuenta enseguida del mal de aquel joven y empezó a
mirarle fijamente a los ojos para que reflexionase, pero el joven insistía: ¿volará o
caerá muerto?.
Fue suficiente, aquellas palabras le llegaron al fondo del corazón, abrió la mano,
salió el pájaro libre y regreso junto con sus amigos en silencio al pueblo; parece
que la lección de aquel anciano había servido de mucho.
8. EL REY Y EL MENDIGO
Un pobre hombre que vivía en la miseria y mendigaba de puerta en puerta,
observó un carro de oro que entraba en el pueblo llevando a un rey sonriente y
radiante.
9. EL NAUFRAGO
El único sobreviviente de un naufragio fue visto sobre una pequeña isla inhabitada.
El estaba orando fervientemente, pidiendo a Dios que lo rescatara,y todos los dias
revisaba el horizonte buscando ayuda, pero esta nunca llegaba.
Lo peor que había pasado, es que todas las cosas las había perdido.
El estaba confundido y enojado con Dios y llorando le decía "Cómo pudiste
hacerme esto?" Y se quedó dormido sobre la arena.
Temprano de la mañana del siguiente día, el escuchó asombrado el sonido de un
barco que se acercaba a la isla. Venian a rescatarlo, y les preguntó, Como sabían
que yo estaba aquí?.
Y sus rescatadores le contestaron... "Vimos las señales de humo que nos hiciste. "
Entonces, le dice: -¿Qué haces Guno, tú ciego, con una lámpara en la mano?
¡Si tú no ves!
Entonces, el ciego le responde: - Yo no llevo la lámpara para ver mi camino. Yo
conozco la oscuridad de las calles de memoria.
Llevo la luz para que otros encuentren su camino cuando me vean a mi... No solo
es importante la luz que me sirve a mí, sino también la que yo uso para que otros
puedan también servirse de ella.
Cada uno de nosotros puede alumbrar el camino para uno mismo y para que sea
visto por otros, aunque uno aparentemente no lo necesite.