Cuestiones Previas Señor Guiseppe
Cuestiones Previas Señor Guiseppe
Cuestiones Previas Señor Guiseppe
COJEDES
Su Despacho. -
asistido en este acto por los abogados en ejercicio OSCAR ROLANDO MURCIA
Municipio Valencia del Estado Carabobo; ante usted con el debido respeto ocurro a
trata de hacer ver al tribunal una versión totalmente sesgada de los hechos, debo
decir que lo que puedo entender de esa redacción, es que pareciera que opuso las
todo lo demás que aportó a ese escrito forma parte de su contestación que
ese nefasto escrito, tanto a mi persona, como a mis abogados asistentes, los cuales
no tienen nada que ver en esta controversia, pero que pretenden ser intimidados,
con alusiones personales que en nada se relacionan con la ética que debe
cuales son los gastos de la venta, invocando el artículo 340 en su numeral 4 del
incorporales.
Derecho a saber:
“CAPÍTULO II
DERECHO:
Ciudadano Juez el objeto de esta pretensión es el de acudir como en efecto
28, Tinaquillo, Municipio Tinaquillo del estado Cojedes, con cédula catastral
inserto bajo el N° 26, folios 62 al 64, protocolo 1°, tomo 1°, inmueble este
casa que es o fue de Victor Rotandoro. ESTE: que es su frente con Avenida
inmueble e indico todas las características que lo identifica, entendiendo que lo que
profesionales, en fin, sin sentido este pedimento, es por lo que solicito se declare
SIN LUGAR la cuestión previa contenida en el ordinal 6° del artículo 346 del Código
de Procedimiento Civil.
Más adelante, ya de forma un poco más organizada, la demandada opone la
la presente demanda, indicando por supuesto que fui notificado desde hace mucho
rotunda, pues no es cierto que estos señores me hayan notificado de este infeliz
de prueba alguno de esta notificación, por ser inexistente. En tal sentido, invito tanto
jurisprudencial:
“Es oportuno señalar que los artículos supra transcritos
contienen principios relativos a la defensa del orden
constitucional y consagran para todos los usuarios de la
administración de justicia el derecho al debido proceso,
por lo que, entendido éste como la garantía respecto a la
oportunidad que tienen las partes para incorporarse en
las relaciones procesales previamente establecidas y
reguladas en el es pacio y en el tiempo , la Sala observa
con preocupación que mantener la solución dada al
predicho vacío legal, anteriormente transcrita,
precisamente para casos en que los justiciables
consideran vulnerados sus derechos, por cuanto tal
oportunidad de incorp orarse en las predichas relaciones
procesales no ha sido efica zmente sistematizada en el
tiempo, podría atentar contra el acceso que tienen todos
los justiciables por igual a la justicia, haciendo necesario
entonces que dicho lapso de caducidad venga
determinado por un acontecimiento diferente a la fecha
de registro de la escritura .
Tal como se encuentra planteada la solución dada,
precedentemente expuesta, lejos de garantizar al
arrendatario, en este caso, el ejercicio oportuno de la
acción de retracto leg al arrendaticio, lo que además
presupone para el inquilino la violación consumada de
otro de sus derechos cual es el de notificarlo de la
intención de poner en venta el bien arrendado o tanteo
legal; implica por una parte, la tolerancia a la infracción
de la ley, pues no obstante el incumplimiento del “aviso
que debe dar” el comprador o el vendedor (arrendador) a
quien tiene el mencionado derecho (por mandato del
mencionado artículo 1.547 del Código Civil), no es
susceptible de impedimento o sanción alguna pudiendo
en definitiva realizar la enajenación, aunado a que, de
otro lado, además, deja prácticamente ilusorio el ejercicio
de ese derecho a quien lo tiene.
Esto dicho responde a lo siguiente, de acuerdo con lo
señalado ocurre que, el arrendatario encontr ándose
presente, y apoyado en la seguridad ofrecida
expresamente por la letra de la ley, la cual le señala que
será avisado por parte del comprador o el vendedor en
caso de enajenación del inmueble que ocupa, pues se
repite, son ellos quienes deben darle t al aviso, estos
últimos en una actitud caprichosa a fin de burlar el
derecho del inquilino, se abstienen de cumplir con ello
(conducta que además implica una evidente mala fe), a
sabiendas que en definitiva cuando ocurra algún
acontecimiento o bien sea motus proprio que lo haga
tener conocimiento de lo ocurrido, en la mayoría de los
casos ya habrá transcurrido el lapso para ejercer la
acción correspondiente, pues si no es a través del
predicho aviso –cabe preguntarse - ¿Cómo tiene
conocimiento el arrendatari o del contrato traslativo?.
En la práctica con base a la interpretación dada al
artículo 1.547 eiusdem, no obstante la buena fe del
arrendatario es él quien resulta realmente obligado, pues
siendo que el lapso de caducidad legal de la acción es de
cuarenta días contados a partir de la fecha de registro de
la escritura, y dado lo insignificante que en definitiva
pareciera haberse constituido la falta de aviso, la
interpretación dada implica para el inquilino que es quien
debería acudir cada treinta días apro ximadamente
ante la Oficina de Registro Subalterno correspondiente
para verificar si ha habido o no enajenación del bien
arrendado y, en caso afirmativo, ejercer en el lapso que
resta los trámites pertinentes para incoar oportunamente
su derecho de retract o legal arrendaticio, quedando así
respondida la interrogante supra planteada.
Frente a ese despropósito, esta sede casacional en sus
funciones como instancia de control social en el ejercicio
de la jurisdicción, mal podría quedar impasible
observando como precisamente siendo llamada a ofrecer
una solución ante un vacío de ley, la manera brindada
pueda avalar cualquier práctica viciosa, en este caso, en
la que se ha convertido la conducta de los arrendadores,
toda ve z que ésta última atenta directamente con tra
quienes tienen menos recursos económicos, pues es
sabido que en la mayoría de los casos los inquilinos
carentes de recursos económicos suficientes, se
encuentran impedidos para sufragar los gastos que
ocasione la vigilancia constante en la Oficina de Registro
Subalterno respecto a la enajenación o no del inmueble.
De lo antes expuesto, se afirma que la solución a aportar
debe tener como norte y guía un verdadero y propio
sentido de seguridad jurídica siendo menester su
adecuación a la realidad social de todos; por tanto, debe
abarcar la protección que merecen prioritariamente los
mas débiles económicamente; limitar la autonomía de la
voluntad de las partes y, tener presente el derecho de
acceso a la justicia y a la defensa de los involucrados.
La novísima legislación constitucional persigue la
transparencia de sus ejecutorias, que en el caso
particular que se examina encuentra en el contenido de
los preceptos procesales contenidos en los artículos 17
y 170 del Código Adjetivo Civil un antecedente
inestimable, precisamente en lo atinente a la condena de
la conducta temeraria o, en todo caso, malintencionada
de omitir o retardar la notificación o aviso que la norma
impone, amparándose en que la consulta ante la oficina
registral es poco frecuente.
Concluyendo entonces, en el hecho cierto que lo
realmente previsto por el legislador fue una obligación
para el comprador o vendedor (poner en conocimiento de
la enajenación efectuada a quien tenga el derecho de
retraer, siempre que éste se encuentre presente ), a
través de una única manera (el aviso que éstos deben
dar), resaltando su importancia, pues de allí deviene el
lapso de caducidad para el arrendatario; considera esta
Sala que, en modo alguno tal incumplimiento debe ser
interpretado en perjuicio precis amente de quien sufre las
consecuencias de la falta de notificación, por el contrario,
debe exigirse su observancia .
Por tanto, es menester atribuir a los efectos de la
protocolización del documento negocial, carácter
meramente presuntivo, susceptible de s er desvirtuado
por los medios que la ley establece, con base en las
ra zones antes dichas; es decir, no se le considerará un
término inmutable para sustentar el lapso de caducidad
que genera.
En atención a la conjunción de derechos, principios y
obligaciones expuestos, especialmente que los
postulados proclamados por la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela imponen las
necesidades de una justicia efectiva, y que la
novísima legislación inquilinaria es de orden público
y confiere derechos irrenunciables a los
arrendatarios (artículo 7 de la Ley de Arrendamientos
Inmobiliarios) inclusive el derecho a retraer, aunado
a que las previsiones analizadas comportan cierto
arcaísmo; la Sala a los fines de dar cumplimiento a
los artículos 26 y 257 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela, anteriormente
transcritos garantizando a todas las personas el
derecho de acceso que tienen a los órganos de
administración de justicia, establece que para todos
los casos, inclusive el de autos, el lapso de caducidad
a los fines de que quien tenga el derecho de ejercer
el retracto legal, incluso arrendaticio, encontrándose
presente y no habiendo sido notificado o avisado de
la enajenación del bien, pueda eje rcer éste, será de
cuarenta días, empero contados a partir de la fecha
en que quedó demostrado haber tenido conocimiento
de la predicha enajenación , pues si bien el derecho de
propiedad (implícito en el ejercicio de la acción de
retracto) debe encontrarse garantizado, la falta de dar
aviso o notificación, en casos como el planteado, es
la que origina tal incertidumbre y su cumplimiento en
modo alguno depende de quien tiene el derecho a
ejercer la acción sino del comprador, vendedor
(arrendador) y más recien temente, de acuerdo con la
ley vigente, para los casos de retracto legal
arrendaticio, únicamente del adquirente . Así se
decide. ”(omissis)
siguiente:
10°, del Código de Procedimiento Civil, tal como formalmente solicito sea su
ley de admitir la acción propuesta, o cuando sólo permite admitirla por determinadas
hacer la oferta real de pago junto a la demanda, al contrario la misma norma citada
por la demandada, el artículo 1544 del Código de Procedimiento Civil, establece
claramente que no puedo tomar posesión, sino después de haber satisfecho todas
costos de esta, gastos que debe expresar y probar que se hicieron la parte
“Siendo ello así debe entonces, precisarse en esta oportunidad que –en
sentido lato- la cuestión previa contenida en el ordinal 11° del artículo 346 del
Código de Procedimiento Civil, comprende tanto a las situaciones en las que
una disposición legal no otorgue acción (la excluya expresamente) como
cuando la ley la somete al cumplimiento de determinados requisitos de
admisibilidad.
alegadas sin fundamento alguno por la parte demandada y sea condenada al pago