Calderin
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Abstract
Air chambers are devices widely used in the control of hydraulic transients, this paper presents two simple methods, based on incompressible flow
(rigid column) theory, with which the initial volume of air and the total volume of the chamber are approximated. Based on the author's experience,
recommendations for connecting to the pipeline are included. In any case, the final design should always be supported by a complete analysis, based
on the numerical solution of unsteady flow equations in an elastic liquid column.
Resumen
Las cámaras de aire son dispositivos ampliamente utilizados en el control de los transitorios hidráulicos, este artículo presenta dos métodos simples,
basados en la teoría de columna rígida, con los que se aproximan el volumen inicial de aire y el volumen total de la cámara. Con base en la experiencia
de los autores, se incluyen recomendaciones para su conexión con la línea de conducción. De cualquier forma, el diseño final siempre deberá estar
avalado por un análisis completo, basado en la solución numérica de las ecuaciones del flujo no permanente que consideren columna elástica.
1. Introducción
Las cámaras de aire son dispositivos sumamente versátiles y ampliamente utilizados para el control de los transitorios hidráulicos
en sistemas de conductos a presión y particularmente en aquellos que involucran estaciones y equipos de bombeo.
Al producirse el paro accidental de las bombas, debido al corte del suministro de energía eléctrica, la cámara de aire actúa de manera
prácticamente inmediata sobre la onda de depresión generada, suministrando temporalmente el caudal que ya no es aportado por las
bombas, aprovechando para ello la energía acumulada en el aire comprimido ubicado en su interior. Un adecuado diseño de estos
dispositivos contribuye a garantizar la integridad de los equipos de bombeo y, de manera particular, de la línea de conducció n.
Uno de los parámetros más importantes a determinar en el diseño de la cámara es el volumen inicial de aire que debe contener. A
partir de este volumen inicial es posible determinar el volumen máximo que ocupará el aire y, proponiendo un factor de seguridad,
establecer el volumen total que deberá tener la cámara. Es importante mencionar que, dependiendo de las dimensiones del sistema de
bombeo, estos volúmenes pueden ser distribuidos en dos o más recipientes, con lo que es posible dar flexibilidad a los trabajos de
mantenimiento de las cámaras.
Otro aspecto muy importante en el diseño es la determinación del tipo de conexión que deberá tener la cámara con la línea de
conducción. Para obtener una respuesta eficiente es deseable que la conexión sea libre de restricciones. Sin embargo, particularmente
cuando la carga aguas abajo de la cámara es alta, al producirse el retorno del agua la compresión del aire puede provocar sobrepresiones
que es necesario tomar en cuenta. Afortunadamente, es posible reducir la magnitud de estas sobrepresiones mediante la disipación de
energía que se logra al forzar el retorno del agua hacia la cámara a través de una conducción alterna con estrangulamiento.
En el presente trabajo se muestra, a partir del estudio de un caso real, que el dimensionamiento preliminar de cámaras de aire puede
realizarse con expresiones muy simples, disponibles en la literatura técnica, basadas en la teoría de la columna rígida (flujo no
permanente e incompresible). Adicionalmente, en este trabajo se proporcionan algunas recomendaciones para el diseño funcional de
la conexión de la cámara con la conducción principal. Todo lo anterior se fundamenta en la experiencia de los autores en el diseño de
cámaras de aire para acueductos de la República Mexicana.
Cabe señalar que, a pesar de los buenos resultados que arrojan los métodos simplificados y las recomendaciones para la conexión
de las cámaras expuestos en este trabajo, es siempre necesario validar el diseño final mediante simulaciones numéricas realizadas con
programas que resuelvan las ecuaciones de columna elástica (flujo no permanente y compresible).
Nomenclatura
2. Definiciones
Para una adecuada descripción de las variables relacionadas con el dimensionamiento de cámaras de aire es conveniente hacer
referencia a los elementos indicados en la Figura 1. Normalmente las cámaras de aire se instalan justo aguas abajo de la estación de
bombeo, lo que les permite actuar de manera inmediata sobre la onda de depresión provocada por el paro de las bombas. En operación
estacionaria las cargas (energía del fluido por unidad de peso) a lo largo de la conducción están representadas por la línea denominada
gradiente hidráulico. Sin embargo, al transcurrir el transitorio hidráulico, ondas de baja y alta presión se propagan a lo largo de la
conducción modificando en cada punto e instante la carga.
Durante el proceso de simulación de los fenómenos transitorios, un rápido y muy sencillo análisis de sus efectos puede realizarse a
partir de la determinación e inspección de las envolventes de cargas máximas y mínimas, que representan el lugar geométrico de los
valores extremos de la carga registrada en cada punto de la conducción. Así, para evitar problemas por sobrepresión, la resistencia de
la tubería no debe ser rebasada por la envolvente de cargas máximas, mientras que para evitar los problemas asociados a las bajas
presiones la envolvente de cargas mínimas deberá ubicarse siempre por arriba del perfil de la conducción.
Previo al dimensionamiento de una cámara de aire es necesario contar al menos con la siguiente información: L = longitud de la
línea de conducción medida de la cámara de aire al tanque de entrega; D = diámetro de la tubería de conducción; A = área de la tubería;
Q0 = gasto o caudal en la conducción en operación estacionaria; h0 = carga al inicio de la conducción en operación estacionaria, es
decir, la suma de hs = desnivel ó carga estática más hr = pérdidas de carga en la conducción y, finalmente, Hatm = carga absoluta
correspondiente a la presión atmosférica local (e.g. 10.3 m a nivel del mar). Adicionalmente, para efectos de un dimensionamiento
preliminar, es necesario también establecer los valores permisibles de las cargas extremas al inicio de la conducción, esto es hmin y
hmax (ver Figura 1).
En la literatura técnica se han reportado diversos métodos para dimensionamiento preliminar de cámaras de aire, su común
denominador es la determinación del volumen inicial de aire en la cámara ( V0 ) en condiciones de operación estacionaria.
Un método muy simple para determinar V0 es el propuesto por Stephenson en [1] y Autrique-Rodal en [2]. A partir de la ecuación
de movimiento, escrita para un flujo no permanente e incompresible, se considera despreciable la fricción y que la columna de agua en
movimiento, luego del paro de las bombas, es desacelerada con una carga media entre el valor mínimo permisible y el desnivel o carga
estática, lo que permite estimar el caudal requerido en la cámara para frenar por completo el flujo. A partir del volumen entregado,
usando la Ley de Boyle para representar la expansión del aire, se determinaV0 por medio de la expresión adimensional:
𝑔𝐴𝐻𝑠 𝑉0 𝐻 /𝐻𝑠
= (1−𝐻𝑚𝑖𝑛 (1)
𝐿𝑄02 𝑚𝑖𝑛 /𝐻𝑠 )
2
donde Hs = hs +Hatm es la carga estática absoluta y Hmin = hmin + Hatm es la carga absoluta mínima permisible en el punto de
conexión de la cámara. Es importante mencionar que, como en otros métodos, se considera que al producirse el paro accidental o de
emergencia en la estación de bombeo el flujo se interrumpe de manera inmediata. También es importante mencionar que al utilizar la
Ley de Boyle, la expansión del aire es representada como un proceso politrópico con un valor del coeficiente n = 1 (proceso isotérmico).
Los valores del coeficiente politrópico n utilizados en el diseño de cámaras de aire oscilan entre 1 y 1.4. Cuando la expansión del
aire es rápida (cámaras pequeñas ubicadas en conducciones cortas), no hay posibilidad de que el aire intercambie energía con el medio
y el proceso puede considerarse adiabático (n = 1.4). En cambio, cuando la expansión de aire es lenta, se da oportunidad al intercambio
de energía y el proceso puede considerarse isotérmico (n = 1). Por ello es práctica común utilizar un valor intermedio, es decir n = 1.2.
Por otra parte, Carmona et al. [3] proponen un método basado también en la teoría del flujo permanente e incompresible, sólo que
en este caso si se considera el efecto de la fricción en la conducción, a través de f = factor de fricción en la fórmula de Darcy-Weisbach,
así como la posibilidad de representar un proceso politrópico para la expansión del aire permitiendo la selección del valor de n. El
método de Carmona se basa en preestablecer, para el caudal ( Q ), una solución periódica amortiguada en el tiempo ( t ) de la forma:
𝜋
𝑄 = 𝑄0 𝑒 −𝛽𝑡 𝑐𝑜𝑠 ( 𝑡) (2)
2𝑡 ∗
donde β = - f Q0 /2DA es un parámetro de amortiguamiento y t* es el instante de tiempo en el que se presenta el volumen máximo
en el interior de la cámara (Vmax). El valor de t* se debe obtener a partir de la expresión implícita:
∗ 𝜋𝐿𝑄0
𝑡 ∗𝑒 −𝛽𝑡 = (3)
2𝑔𝐴(𝐻𝑠 −𝐻𝑚𝑖𝑛 )
Una vez obtenido el valor del tiempo t*, el volumen inicial de aire puede determinarse mediante la expresión:
𝑔𝐴
(𝐻𝑠 −𝐻𝑚𝑖𝑛 )−𝛽𝑄0
𝐿
𝑉0 = 𝜋 2 (4)
[𝛽 +(2𝑡∗) ][(𝐻0 /𝐻𝑚𝑖𝑛 )1/𝑛−1]
2
Se han desarrollado otros métodos de dimensionamiento preliminar basados en la teoría de la columna elástica, por ejemplo en [4 y
5], en los cuales el volumen inicial de aire se determina con apoyo de nomogramas. Particularmente destacan los nomogramas
elaborados por Grace y Horlacher, donde a partir de parámetros adimensionales que toman en cuenta la fricción, la carga al inicio de
la conducción y las cargas extremas permisibles en este punto, definidos con base en la sobrepresión de Joukwsky, es posible determinar
el volumen inicial de aire requerido en la cámara. La presentación detallada de estos nomogramas es extensa y queda fuera del alcance
de este trabajo, sin embargo se recomienda al lector interesado consultarlas en el libro de Thorley [6]. Los trabajos de Grace y Horlacher
incluyen gráficas donde, también en forma adimensional, se presentan envolventes de cargas extremas a lo largo de la conducción.
En cualquier caso, una vez establecido el volumen inicial de aire, es posible determinar el volumen máximo (Vmax) considerando
una relación politrópica de la forma:
1⁄
𝐻 𝑛
𝑉𝑚𝑎𝑥 = 𝑉0 ( 0⁄𝐻 ) (5)
𝑚𝑖𝑛
Debe tomarse en cuenta que, si se desprecian las pérdidas de carga en la conducción, en la ecuación (5) simplemente debe usarse
Hs en lugar de H0.
Finalmente, se debe dar al volumen total de la cámara ( Vtot) un valor que considera un margen de seguridad, comúnmente entre 1.2
y 1.25, con respecto al volumen máximo que ocupará el aire, en consecuencia:
𝑉𝑡𝑜𝑡 = 1.2 𝑎 1.25 ∙ 𝑉𝑚𝑎𝑥 (6)
La respuesta inmediata y, en general, más eficiente de una cámara de aire requiere que el flujo de salida sea, en la medida de lo
posible, libre de restricciones. Como se muestra esquemáticamente en la Figura 2.a, esto implica tener una tubería de conexión corta
con un diámetro (Ds ) tal que no produzca pérdidas de carga importantes. Asumiendo que al inicio del transitorio, debido a la inmediata
expansión del aire, la cámara entregará un caudal máximo prácticamente igual al caudal de bombeo, una primera aproximación puede
ser considerar que la tubería de conexión tendrá un diámetro igual al de la línea principal ( D ). La experiencia en el diseño muestra
que Ds puede ser menor a D, algunos autores incluso sugieren un valor Ds =¼D, sin que se modifiquen sustancialmente los valores de
las cargas máximas y mínimas al inicio de la conducción. Sin embargo esto implicaría que si las velocidades típicas de diseño en la
línea principal son del orden de 1 a 2 m/s, las velocidades máximas en la tubería de conexión (vs) podrían alcanzar valores hasta 16
mayores, que se consideran muy altos. Más aun, con diámetros tan pequeños, aunque las cargas extremas al inicio de la conducción
no cambien sustancialmente, las envolventes de cargas extremas podrían alterarse de manera muy desfavorable.
Según la experiencia de los autores del presente trabajo, se debe limitar la velocidad máxima de salida a valores que no superen en
más de cuatro veces la velocidad en la conducción principal, por lo que el diámetro de la conexión debe estar en el intervalo:
0.5 𝐷 ≤ 𝐷𝑠 ≤ 𝐷 (7)
Como ya fue señalado, el sistema de control con cámaras de aire puede ser diseñado de manera que se distribuya en dos o más
recipientes (ver figura 2.b), en cuyo caso los diámetros de conexión por cada cámara deben ser equivalentes en área de secció n al
diámetro de conexión (Ds) según la recomendación de la expresión (7). En cualquier caso, establecido él o los valores del diámetro de
conexión, es necesario estimar el valor máximo de la pérdida de carga entre la cámara y la línea principal ( hsal) mediante la expresión:
𝑣𝑠2
ℎ𝑠𝑎𝑙 = 𝜉𝑠 ∙ (8)
2𝑔
Figura 2. (a) Esquema de una conexión simple, (b) Esquema equivalente a la cámara (a) y (c) Esquema de una conexión con estrangulamiento
5
En una primera aproximación, considerando la contracción del flujo en la cámara, la fricción en la tubería y la expansión en la salida
hacia la línea principal, se recomienda utilizar un valor ξs aproximadamente igual a 2 y un valor de vs asumiendo que el máximo
caudal que aportará la cámara de aire es igual a caudal a régimen establecido en la línea principal ( Q0). No es posible establecer de
manera generalizada un valor límite para la pérdida de carga admisible en el flujo de salida de la cámara, en la experiencia de los
autores ésta puede ser del orden de un par de metros de columna de agua.
Debe advertirse que si bien una conexión franca, como la mostrada en Figura 2.a, favorece el flujo de salida de la cámara, también
favorece un flujo libre a su retorno con la correspondiente compresión del aire. Puede entonces, bajo ciertas circunstancias, ocurrir
una sobre compresión que resulte en volúmenes del aire mucho menores al valor inicial ( V0) y que implique necesariamente que las
presiones máximas superen considerablemente los valores iniciales, esto es; hmax >> h0. Lo anterior es normalmente el caso cuando
el volumen inicial de aire es relativamente pequeño y la presión aguas abajo de la cámara es alta.
Afortunadamente es posible reducir estas sobrepresiones forzando el retorno del agua hacia la cámara a través de una conducción
alterna con estrangulamiento como la mostrada esquemáticamente en la Figura 2.c. Como puede apreciarse, mediante la instalación de
una válvula de retención en la tubería de conexión se obliga a que el flujo de retorno se dé sólo por la tubería alterna (by-pass),
generalmente de menor diámetro, sobre la cual es posible además instalar una serie de placas orificio.
Con esta restricción al flujo de retorno se genera una pérdida de carga ( hret) dada por la expresión:
𝑣𝑟2
ℎ𝑟𝑒𝑡 = 𝜉𝑟 ∙ (9)
2𝑔
donde ξr = coeficiente adimensional de pérdida de carga del flujo de retorno y vr = velocidad de retorno a la cámara.
A diferencia del flujo de salida, donde los modelos simplificados (flujo incompresible) permiten hacer estimaciones con muy buena
precisión, en el flujo de retorno a la cámara (etapa de compresión del aire), no se obtienen siempre buenos resultados. Por ello es
indispensable utilizar procedimientos basados en los resultados de programas numéricos que consideren la teoría de la columna elástica.
Los trabajos de Grace y Horlacher ya mencionados incluyen gráficas adimensionales por medio de las cuales es posible determinar
el valor óptimo de hret y ξr en función de la carga máxima permisible hmax al inicio de la conducción.
Por otro lado, a partir de simulaciones numéricas con base en modelos elásticos (método de las características, MOC), el proyectista
puede establecer el valor óptimo de ξr para un sistema dado. En este caso se recomienda efectuar simulaciones modificando el valor
del coeficiente de pérdida de carga de ξr obteniendo, en cada simulación, el valor calculado para la carga máxima en la conexión con
la cámara de aire (hmax). A partir de estas simulaciones es posible elaborar curvas como las mostradas en la Figura 3, en ella se presenta,
para dos casos analizados, la relación obtenida entre la carga máxima calculada referida a la carga inicial ( hmax/h0) y el coeficiente
adimensional de pérdida de carga del flujo de retorno (ξr). Como puede apreciarse, en la medida en que se incrementa el valor de ξ r,
ambos casos presentan una reducción del valor de hmax/h0. En el caso a) la relación hmax/h0 alcanza un valor mínimo para luego
incrementarse nuevamente, mientras que en el caso b), la relación hmax/h0 simplemente tiende a 1, lo que significa que la carga máxima
en el punto de conexión de la cámara corresponderá a la carga en operación estacionaria. En cualquier caso el proyectista deberá
seleccionar el valor de ξr tomando en consideración, además de la carga máxima permisible en el punto de conexión de la cámara de
aire (hmax), las envolventes de cargas extremas (máximas y mínimas) que se presentarán a lo largo de toda la línea de conducción.
Por lo que respecta al diámetro de la tubería de retorno (Dr), éste deberá ser tal que la velocidad máxima no exceda un valor límite
preestablecido, que se recomienda no sea superior a 4 m/s. La velocidad máxima de retorno a la cámara puede ser calculada a partir
del caudal máximo de retorno que determine el programa numérico utilizado.
Figura 3. Relación entre la carga máxima (referida a la carga inicial) y el coeficiente de pérdida del flujo de retorno
6
En caso de que la pérdida de carga asociada sólo a la tubería de retorno (contracción, fricción y expansión al ingresar a la cámara),
sea insuficiente para obtener el valor de ξr requerido, podrán instalarse a lo largo de esta tubería una serie de placas orificio. Con el
fin de evitar velocidades excesivas en el orificio (e.g. 15 m/s), se recomienda que la relación de diámetros Dorif/Dr, siendo Dorif =
diámetro del orificio, no sea menor a 0.5. Esta recomendación contribuye además a que la pérdida de carga en cada orificio sea menor
o igual a una decena de metros, con lo que se reduce la posibilidad de que se presente cavitación aguas abajo de las placas orificio.
Existen diversos libros, manuales y normas en los cuales es posible apoyarse para el diseño de las placas orificio, a manera de
referencia se presenta la Figura 4, donde de forma aproximada se puede obtener el valor del coeficiente adimensional de pérdida de
carga de un orificio (ξorif), en función de la relación de diámetros ( Dorif/Dr).
Consideremos un bombeo con el perfil topográfico y las características indicadas en la Figura 5. Este bombeo cuenta con tres
equipos, provistos de válvulas de retención en la descarga, que en total proporcionan un caudal de 1.1 m3/s. Para el adecuado uso de
los métodos de dimensionamiento vistos en la sección 3, las cargas deben estar referidas a la elevación de la estación de bombeo (20
msnm en este caso). Así, por ejemplo, si consideramos que la elevación mínima permisible se debe ubicar en la cota 30 msnm, la carga
mínima permisible en este punto será hmin = 30 - 20 = 10 m y la carga absoluta correspondiente será Hmin = 10 + 10.3 = 20.30 m.
Con la información de la Figura 5 y con la carga absoluta mínima permisible seleccionada, de la ecuación 1 resulta que:
4700(1.1)2 20.3/71.7
𝑉0 = 9.81(0.657)(71.7) (1−20.3/71.7)2 = 6.78 𝑚3
Por otra parte, según el método propuesto por Carmona et al., el parámetro de amortiguamiento es:
∗ 𝜋(4700)(1.1)
𝑡 ∗ 𝑒 0.0169 𝑡 = = 24.51
2(9.81)(0.657)(71.7 − 20.3)
Finalmente, considerando un valor de n = 1.2, el volumen inicial de aire se determina con la ecuación (4):
9.81(0.657)
(71.7−20.3)−(−0.0169)(1.1)
𝑉0 = 4700
𝜋 = 4.92 𝑚3
[(−0.0169)2 +(2(18.06))2 ][(85.3/20.3)1/1.2 −1]
Evidentemente existen diferencias entre los dos volúmenes calculados, pero puede observarse que son de magnitud semejante. Si
tomamos como ejemplo el último de ellos, se puede determinar el volumen máximo que ocupará el aire en la cámara con ecuación (5):
1⁄
1.2
𝑉𝑚𝑎𝑥 = 4.92(85.3⁄20.3) = 16.3 𝑚3
En el presente caso se considera la instalación de dos cámaras de aire iguales, en un arreglo en paralelo, con un volumen total por
cámara de 10.2 m3. Cada una de estas dos cámaras se conectará a la línea principal mediante una tubería con un diámetro que, en su
conjunto, representen un diámetro equivalente al recomendado según la expresión (7), es decir que, en este caso:
Si el diámetro de la línea principal es D = 36”, entonces se recomienda para este caso que el diámetro de conexión de cada una de
las dos cámaras se ubique entre 12.7” y 25.4”. Por lo anterior, se considerará apropiado utilizar un diámetro DS = 14”.
Con estas dimensiones se realizaron simulaciones utilizando el programa numérico Trans, desarrollado en el Instituto de Ingeniería
de la UNAM [7], basado en el MOC. Los resultados mostraron que si la conexión con la línea principal se mantiene en forma simple
se presentarían presiones en la estación de bombeo que alcanzarían los 200 m de columna de agua. Por esta razón, considerando que
es poco práctico incrementar el volumen de las cámaras, se propone que su conexión con la línea principal se realice instalando una
válvula de retención y una tubería de retorno alterna con estrangulamiento, como la mostrada en la Figura 2.c.
Se realizaron simulaciones numéricas para diferentes valores del coeficiente de pérdida de carga en el flujo de retorno a las cámaras
(ξr), obteniendo en cada simulación la carga máxima en la conexión con la cámara ( hmax). La curva mostrada en la Figura 3 (caso b),
es justamente la obtenida en estas simulaciones. Se observa que, por ejemplo, si admitimos una carga máxima permisible ( hmax) que
no supere en más de 5% la carga absoluta en operación estacionaria ( h0), será necesario diseñar la tubería de retorno con un coeficiente
ξr =64. Para este valor, la simulación arrojó un caudal máximo de retorno de 0.19 m3/s por cada cámara, con ello, si se escoge un
diámetro de la tubería de retorno Dr = 10”, la máxima velocidad que se presentaría es vr = 3.75 m/s, que se considera aceptable.
Según la expresión (9), con estos valores la máxima pérdida de carga que se presentará en la tubería de retorno será:
(3.75)2
ℎ𝑟𝑒𝑡 = 64 ∙ = 45.86 𝑚
2(9.81)
Esta pérdida de carga puede distribuirse en cuatro placas orificio, de manera que cada una de ellas disipe una carga de 11.46 m. Así,
el coeficiente de pérdida de carga por placa sería ξorif =64/4 = 16. Como se aprecia en la figura 4, ξorif =16 se consigue con una relación
de diámetros Dorif/Dr = 0.56, por lo que el diámetro de cada orificio será Dorif = 0.56 (10”) = 5.6” ó 142 mm.
La Figura 6 muestra, a manera de resumen, un esquema con las dimensiones de las cámaras de aire proyectadas para nuestro caso
de estudio. Por su parte, la Figura 7 muestra un aspecto de estas cámaras de aire y las envolventes de cargas extremas calculadas.
8
Figura 7. Aspecto de las cámaras de aire y envolventes de cargas extremas calculadas con el programa Trans
Es oportuno señalar que el sistema de control se proyectó con dos cámaras de aire para facilitar las labores de mantenimiento. En
efecto, al realizar análisis a gastos parciales se verificó que es posible proteger adecuadamente el sistema con la operación de una sola
cámara de aire manteniendo en funcionamiento dos bombas, suministrando un caudal de 0.8 m3/s.
Finalmente, a manera de conclusión, en este trabajo se mostró que es posible determinar a partir de cálculos muy simples las
dimensiones preliminares de cámaras de aire para el control de los transitorios hidráulicos en sistemas de bombeo, ello sin necesidad
de recurrir al uso de complejos programas numéricos. Asimismo, con base en la experiencia de los autores, se establecieron también
recomendaciones generales podrán ser de utilidad para ingenieros proyectistas en futuros diseños.
Referencias
[1] D. Stephenson, “Simple guide for design of air vessels for water hammer protection of pumping lines”, Journal of Hydraulic Engineering, ASCE, pp. 792-797, 2002.
[2] R. Autrique y E. Rodal. “Cámaras de aire en acueductos: las gráficas adimensionales para diseño vistas a través de experimentos de laboratorio”, XXVII Congreso
Latinoamericano de Hidráulica, Lima, Perú, 2016.
[3] R. Carmona, A. Sánchez y J. Zarco, “Método simplificado para el predimensionamiento de cámaras de aire”, XIX Congreso Latinoamericano de Hidráulica, Córdoba,
Argentina, 2002.
[4] H. R. Graze y H. B. Horlacher, “Design charts for optimum-sized air cushion surge chambers”. 6th Intl. Conf. on Pressure Surge, London UK, pp. 383-397, 1989.
[5] J. Ellis, “Pressure transients in water engineering. A guide to analysis and interpretation of behavior”, Thomas Telford Publishing Ltd, London, 2008.
[6] A. R. D. Thorley, “Fluid transients in pipeline systems: a guide to the control and suppression of fluid transients in liquids in closed conduits”. 2nd. ed., London,
Professional Engineering Publishing, 2004.
[7] L. Carmona, R. Carmona y A. Sánchez, “A más de 30 años de uso del sistema de simulación Trans”, Revista Agua y Saneamiento, Año 14, no. 52, pp. 67-68, México,
2015.